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Introducción al análisis de estabilidad

Para resolver un problema de estabilidad es necesario tener en cuenta las ecuaciones


de campo y los vínculos constitutivos. Las primeras tienen que ver con el equilibrio,
mientras que los vínculos describen el comportamiento del terreno. Tales ecuaciones
son particularmente complejas ya que los terrenos son sistemas multifase, que se
pueden convertir en sistemas monofase solo en condiciones de terreno seco, o de
análisis en condiciones drenadas.

En la mayor parte de los casos nos encontramos con suelos que además de saturados,
son también bifase, lo que vuelve notoriamente complicado el análisis de las ecuaciones
de equilibrio. Además es prácticamente imposible definir una ley constitutiva de validez
general, ya que los terrenos presentan un comportamiento no-lineal y aún en caso de
pequeñas deformaciones, son anisótropos y su comportamiento depende no solo del
esfuerzo desviador, sino también del normal. Para enfrentar estas dificultades se
introducen hipótesis que ayuden a simplificar:
1. Se usan leyes constitutivas simplificadas: modelo rígido perfectamente plástico. Se
asume que la resistencia del suelo se expresa únicamente con los parámetros
cohesión (c) y ángulo de rozamiento (φ), constantes para el terreno y característicos
del estado plástico. Por tanto, se considera válido el criterio de rotura de Mohr-
Coulomb.
2. En algunos casos se satisfacen solo en parte las ecuaciones de equilibrio.

Método del equilibrio límite (LEM)


El método del equilibrio límite consiste en estudiar el equilibrio de un cuerpo rígido,
constituido por el talud y por una superficie de deslizamiento de cualquier forma (línea
recta, arco circular, espiral logarítmica). Con tal equilibrio se calculan las tensiones de
corte (τ) y se comparan con la resistencia disponible (τf), calculada según el criterio de
rotura de Coulomb: De tal comparación deriva la primera indicación de estabilidad, con
el coeficiente de seguridad:

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