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RETOS DE LAS CIUDADES INTERMEDIAS

CARLOS ENRIQUE PATERNINA CONTRERAS


Arquitecto - Universidad del Atlántico - Colombia
Esp. Planificación Estratégica Urbana – CIDEU España
Consultor Proyectos Estratégicos urbanos y portuarios

Para el CGLU (Ciudades y Gobiernos Locales Unidos) las ciudades intermedias es decir aquellas
cuya población se encuentra entre los cincuenta mil y un millón de habitantes, juegan un papel
decisivo en la inclusión social, pudiendo lograr fácilmente el cumplimiento del objetivo 11 de los
Objetivos de Desarrollo Sostenible – ODS “inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles”

“Entre el año 2000 y el 2050 para dar cabida a los ciudadanos será
necesario duplicar la cantidad de espacio urbano en los países
desarrollados y ser expandido en un 326% en los países en desarrollo.”1

Asumiendo el reto de planificar de manera concertada y acorde con esta


realidad, ya que se espera que el crecimiento poblacional sea cercano al
5% anual, debemos tener claro como proporcionar servicios urbanos a esta
futura población, más aún cuando en muchas de estas ciudades hay déficit
acumulado. Debemos igual prever que estas ciudades son las que
experimentaran mayor presión, por ende, su liderazgo debe ir acorde a lo
que deseamos a futuro, hay que planificar a escala y tiempo suficiente para
poder resolver los problemas comunes como la marginalidad urbana
(cordones de pobreza), expansión desordenada, infraestructura de
servicios públicos básicos insatisfechos, contaminación de las fuentes de
agua y desaparición de las reservas naturales, espacio publico deficiente
y excluyente, la desigualdad social, el cambio climático, entre otros.

La principal responsabilidad de nuestros alcaldes debe ser el promover el Imagen tomada de:
https://www.uclg.org/sites
interés público en desarrollar de manera armónica la urbe, teniendo en
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cuenta la sostenibilidad y el progreso, que lo urbano no entre en conflicto ermedias_img.png
con el medio ambiente circundante, generar un planeamiento estratégico,
partiendo de los temas fundamentales para visión colectiva de ciudad y que se resuelvan los
problemas reales, superando los cuellos de botella derivados de la gobernanza.

La falta de una planificación estratégica desborda en la mayoría de las problemáticas urbanas,


por ello las actuaciones urbanas deben ser el producto de un proceso de planificación y de una

1 Ángel, S. et al (2010). Crear espacio para un planeta de ciudades. Cambridge: Lincoln Institute of Land Policy
visión de futuro colectiva y sistémica, así todos los actores urbanos trabajaran mancomunadamente
para la consecución del futuro deseado.

Nos aparece nuevamente el RETO COMO CRECER, esta compleja decisión debe construirse y
planearse desde las proyecciones de crecimiento y características demográficas, disponibilidad de
suelo, aspectos culturales y la capacidad de ejecución de la ciudad, incluyendo la capacidad de
inversión y cumplimiento de los reglamentos. Es así como el modelo nos mostrara si se debe
expandir, densificar, renovar áreas, o consolidar las zonas de invasión y crecimiento informal.

“La intensificación de la densidad implica regenerar terrenos industriales abandonados y la


sustitución de construcciones existentes con edificaciones nuevas que tengan la capacidad de
acomodar más personas. La consolidación de las zonas edificadas necesita reglamentos para
preservar zonas sin desarrollo y para controlar la tendencia hacia la disminución de la densidad
(tanto de personas como de edificaciones)”.2

En muchas de nuestras ciudades colombianas, el modelo sigue siendo principalmente el de


expansión urbana, el cual en los últimos años se ha desarrollado de manera acelerada, y
lastimosamente no ha sido bien planificado su enlace a la ciudad actual, generándose trancones o
estancamiento vehicular en las famosas horas pico en las vías principales de las urbes que enlazan
a estas nuevas zonas de desarrollo con las áreas de trabajo o de escolaridad. Por ello debemos
aprender que el establecer zonas de ampliación en nuestros planes de ordenamiento, no se
circunscriben únicamente al establecimiento de normas de edificabilidad, y a el desarrollo de
amplias vialidades internas, sino al desarrollo de equipamiento urbano nuevo para atender a estas
poblaciones, y a la planificación de el como se enlazan estas nuevas zonas a la ciudad consolidada,
con sistemas de transporte eficiente. Un buen ejemplo de ello lo encontramos en el Plan de los
Comisarios de Manhattan de 1811, en Nueva York. Que le dio claridad al desarrollo urbano de
esta importante ciudad estadounidense. Fue muy criticada incluso por famosos personajes literarios
como Edgar Allan Poe toda vez que su rigidez era vista como monótona y aburridas, un total
rompimiento de su desarrollo producto del azar en calles cortas, y senderos irregulares, fueron en
este plan reemplazados por calles rectas, cuadriculas octogonales, y regulaciones claras para el
crecimiento y futuro desarrollo, imponiendo impuestos y legislando sobre el paisaje, a partir de
este plan el ciudad asumió la construcción de calles, al ser estas establecidas como un bien publico

Imagen Tomada de:


https://es.wikipedia.org/wiki/Plan_de_los_Comisarios_de_1811#/media/File:Grid_1811.jpg

2 Ángel, S. et al (2010). Op. Cit.


y no como venia siendo hasta ese momento el producto de el aprovechamiento de unos
particulares.3

Es así como podemos identificar algunos retos importantes para nuestras ciudades intermedias:

La multiplicidad de usos, los usos mixtos deben ser tenidos en cuenta desde la planificación urbana,
cada día es más importante vivir cerca de nuestros trabajos, que nuestros hijos se eduquen cerca
de casa, que los desplazamientos sean cortos para evitar tener que sacar el automóvil.

La recuperación de los centros urbanos, como sitios de vivienda, oficina, centros del poder local,
y sobre todo con una infraestructura ya instalada, buenas vialidades y servicios públicos existentes
y en su mayoría de buena calidad.

Pensar en el ciudadano de a pie, espacio público de calidad, incluyente y sostenible.

Movilidad eficiente, cada día hay más vehículos y facilidades para acceder a ellos, pero el reto
no es hacer vías mas amplias, sino planificar y diseñar un sistema de transporte eficiente, seguro,
cómodo y sostenible, que desestimule el uso de los vehículos particulares.

Intervenir los cordones de miseria, los barrios de invasión, esta informalidad representa el 60%,
para ello la ciudad debe asumir un importante reto ser incluyente, buscando estrategias para que
las intervenciones no sean solo en infraestructura pública, sino también en la legalización de
vivienda y en la tenencia de la tierra, brindando así mejoramiento integral barrial y nuevas
oportunidades de bancarización y de acceso a líneas de inversión de los nuevos propietarios de
inmuebles.

Planificar concertadamente los temas regionales y subregionales, buscar mecanismos de


integración, como las áreas metropolitanas, la asociatividad municipal y departamental, esto puede
ayudar a mejorar la economía urbana, y a pensar en proyectos emblemáticos que eviten los
procesos de conurbación y que generen un mayor y mejor aprovechamiento del suelo rural,
mecanismos concertados para hacer sostenibles los suelos de protección, además de permitir estar
mas preparados para los procesos de globalización. También se debe planificar el desarrollo
desde la conectividad regional, y desde la alianza territorial con nuestros vecinos, y la relación del
suelo urbano con el suelo rural, los efectos de los problemas se extienden más allá de los limites
político-administrativos, producto de la interacción descoordinada de una gran variedad de actores
públicos y privados que intervienen en el territorio. Por ello el desarrollo territorial debe hacerse
de manera concertada, integrada y en cooperación con las ciudades próximas, en Colombia,
existen diversas formas de lograr esta integración como las establecidas en la Ley 1551 de 2012
y la Ley 1625 de 2013.

3 Ballon, Hilary (2012). The Greatest Grid: The Master Plan of Manhattan, 1811-2011 (en inglés). Nueva York: Columbia
University Press. p. 73. ISBN 978-0-231-15990-6.
“La asociatividad territorial surge como una necesidad en un espacio geográfico determinado para
desarrollar una estrategia de manera práctica. Hay espacios naturales tales como: paisajes,
ecosistemas, cuencas hidrográficas, áreas protegidas, zonas marino-costeras y espacios
transformados tales como áreas de desarrollo, áreas conurbadas, ejes o corredores de desarrollo,
entre otros, que superan los límites político-administrativos de las entidades territoriales. Estos
espacios requieren de figuras asociativas para abordar la planificación y gestión estratégica en
ámbitos supramunicipales, subregionales, supra departamentales o regionales. En este contexto,
las figuras asociativas son instrumentos de articulación y desarrollo territorial, que parte de las
propias entidades territoriales de manera cooperativa para abordar problemas y temáticas
conjuntas”.4

Tener clara la identidad territorial y cultural, hoy los procesos de globalización están llevándonos
a estandarizar hasta el modelo urbano, por esto debemos construir una visión de futuro que
contemple nuestras realidades y no simplemente adoptar modelos atractivos que en nada reflejan
nuestra cultura e historia urbana.

Gobernabilidad, Gobernanza y resiliencia, las autoridades municipales en cabeza de los alcaldes,


y gobernadores, deben gobernar de cara al ciudadano, hacer pactos y sobre todo concertar el
desarrollo urbano, económico y social, para que este pueda ser sostenible, de esta manera se
devolverá la confianza al elector, dándole el poder al pueblo de decidir su futuro, y poder pasar
la hoja de años y años de corrupción y desangre de las instituciones públicas. Hoy más que nunca
la población colombiana esta empoderada y pidiendo cambios sustanciales en la manera en que
los gobernantes dirigen y toman decisiones.

Sostenibilidad, cambio climático y entornos urbanos eficientes, aunque a muchos no les guste es
una realidad el cambio climático, ya vemos como las temporadas de lluvia han cambiado, como
hace cada día mas calor, hemos ido talando arboles rellenando humedales y acabando ecosistemas
naturales, detrás de el sofisma de “modernidad y desarrollo”, cada día son mayores las
consecuencias de ello, debemos empezar a planificar disminuyendo las áreas de expansión,
recuperar y proteger las fuentes de agua, tener claras las áreas de protección y de reservas
ambientales, ser mas amigables con el medio ambiente, establecer políticas fuertes para la
intervención del espacio ambiental.

No es fácil el camino que se deben afrontar, pero quizás no es tan complejo, si los alcaldes y sus
secretarios asumen su real responsabilidad con el futuro, si entienden el por qué deben buscar una
visión y el por qué ella debe partir de una construcción colectiva con los diversos actores urbanos.
Es hora de que planifiquemos basados en realidades, pero sin dejar de soñar, teniendo claro que
lo mejor está por llegar, que las futuras generaciones heredaran un medio urbano sostenible o
caótico, de acuerdo con las decisiones que se tomen y que todos somos responsables de ello, no
solo quien lleve el título de primera autoridad municipal.

4 Departamento Nacional de Planeación. (2013). Comité técnico intersectorial de asociatividad territorial. Definición legal y
funcional de los esquemas asociativos de entidades territoriales en Colombia, p. 13.

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