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LA DEMANDA

 
En cuanto a la institución de la citación, tal y como la conocemos en los
actuales procedimientos civiles en general y laborales en particular, con sus
formalidades, su rigurosidad; y por consecuencia, su lentitud, fue eliminada.
Esta nueva ley adjetiva sustituye la referida citación por la notificación del
demandado. Además, dispone una variedad de alternativas para la práctica de
la misma, que consideramos hacer del conocimiento de nuestros distinguidos
clientes, a los fines de evitar las graves consecuencias que su vigencia pudiera
acarrearles.

En Efecto, el artículo 126 de la LOPTRA prevé:

“Admitida la demanda se ordenará la notificación del demandado, mediante un


cartel que indicará el día y la hora acordada para la celebración de la audiencia
preliminar. . . .” (Omissis) (Subrayado nuestro).Y continúa la referida Ley, en su
artículo 128, con lo siguiente:

“El demandado deberá comparecer a la hora que fije el Tribunal,


personalmente o por medo de apoderado, a fin de que tenga lugar la audiencia
preliminar al décimo día hábil siguiente, posterior a la constancia en autos de su
notificación o a la última de ellas, en caso de que fueren varios los
demandados”. (Subrayado nuestro).Como se evidencia de las precedentes
transcripciones, tal notificación tiene como finalidad fijarle al demandado una
fecha y hora específica para que comparezca, de manera personal o a través de
su apoderado, a la audiencia preliminar.

Ahora bien, la mencionada notificación del demandado puede llevarse a cabo


de diversas maneras, a saber:

- Una vez ordenada por el Tribunal la notificación del demandado, se comisiona


al alguacil del Tribunal para que fije dicho cartel a la puerta de la sede de la
empresa, entregándole una copia del mismo al empleador o consignándolo en
su secretaría o en su oficina receptora de correspondencia, si la hubiere. (Art.
126 LOPTRA).
Como puede notarse, con la entrada en vigencia de esta Ley, ya no es
necesaria la citación personal del demandado o de su representante legal
debidamente autorizado para ello, en caso de ser persona jurídica; ahora la
notificación puede recibirla cualquier persona relacionada con el demandado,
existiendo la presunción legal de que el interesado habrá de recibirla.

- Puede también el Tribunal:“A solicitud de la parte interesada o de oficio,


practicar la notificación del demandado por los medios electrónicos de los
cuales disponga, siempre y cuando éstos le pertenezcan. A efectos de la
certificación de la notificación, se procederá de conformidad con lo establecido
en la Ley sobre Mensajes de Datos y Firmas Electrónicas en todo cuanto le sea
aplicable, atendiendo siempre a los principios de inmediatez, brevedad y
celeridad de la presente Ley. A todo evento, el Juez dejará Constancia en el
expediente, que efectivamente se materializó la notificación del
demandado . . .”. (Subrayado nuestro).

El trascrito artículo autoriza al Juez para notificar al demandado por “cualquier


medio electrónico” de los cuales disponga, siempre y cuando éstos le
pertenezcan al Tribunal. Entre los medios electrónicos existentes en la
actualidad, que eventualmente pudieran emplearse para la notificación
tenemos: El correo electrónico, fax, teléfono, entre otros.
Si bien es cierto que la mayoría de los Tribunales carecen en la actualidad de
estas herramientas electrónicas, debido a las graves deficiencias
presupuestarias de las cuales adolece el Poder Judicial, no es menos cierto que,
desde el punto de vista legal, están facultados para el empleo de tales
dispositivos a los fines de la notificación del demandado.

- Dispone el parágrafo único del mencionado artículo 126 de la LOPTRA:


“La notificación podrá gestionarse por el propio demandante o por su
apoderado, mediante cualquier notario público de la jurisdicción del Tribunal”.

Esta disposición se encuentra también contenida en el parágrafo único del


artículo 218 del Código de Procedimiento Civil vigente; sin embargo, se refiere
sólo a la notificación mediante un notario público y elimina lo relativo a la
notificación a través de otro alguacil distinto al que presta tal labor para el
Tribunal de la causa.

- El artículo 127 de la LOPTRA establece:“También podrá el demandante


solicitar la notificación por correo certificado con aviso de recibo”.

El artículo in comento reproduce prácticamente el contenido del artículo 219 del


Código de Procedimiento Civil vigente; sin embargo, y a diferencia de lo
previsto en el referido artículo 219, no especifica quienes son las personas que
legalmente pueden recibir y firmar el correo certificado.
- Finalmente, prevé el nuevo texto adjetivo en el mencionado artículo 126, que:

“. . . . . también podrá darse por notificado quien tuviere mandato expreso para
ello, directamente por ante el Tribunal de Sustanciación, Mediación y Ejecución
del Trabajo respectivo”.

La norma transcrita, similar a la prevista en el artículo 216 del Código de


Procedimiento Civil, se refiere a lo que doctrinariamente se denomina la auto –
notificación, la cual puede llevar a cabo tanto el demandado como su
apoderado, siempre que éste último tenga mandato expreso para ello.
Una vez practicada la notificación del demandado, a través de cualesquiera de
los medios antes analizados, el demandado deberá comparecer a la audiencia
preliminar el día y a la hora acordada para la celebración de la misma. Ahora
bien, la falta de comparecencia del demandado a la audiencia preliminar,
acarreará la presunción de la admisión de los hechos alegados por el
demandante; y en consecuencia, el Tribunal procederá a sentenciar en forma
oral conforme a tal confesión. (Art. 131 LOPTRA).

En conclusión, la nueva Ley Orgánica Procesal del Trabajo trae consigo cambios
substanciales en lo que al procedimiento del trabajo se refiere. En lo atinente a
la notificación del demandado para su comparecencia, rompe con el paradigma
que representa la citación; sin embargo, conlleva una serie de riesgos y
consecuencias que pudieran resultar sumamente graves para el empleador, por
lo cual se sugiere:

- Instruir suficientemente a todo el personal de la empresa para que, en caso


de que sea fijado un cartel de notificación emanado de un Tribunal del Trabajo,
sea remitido de manera inmediata al representante legal de la compañía, para
que éste a su vez lo envíe a los abogados de la empresa.
- Instruir al personal de la compañía para que, en caso de recibir un correo
electrónico, mensaje, fax o correo certificado, que se refiera a una notificación
de un Tribunal del Trabajo, igualmente lo haga saber a quien corresponda de
manera inmediata.- Actualizar la dirección, teléfonos, páginas web y correos
electrónicos que se señalen en los avisos, publicidades y papelería de la
empresa.
- Revisar cotidianamente el correo de la compañía.

Indudablemente no todas las empresas tienen las mismas características, por lo


tanto, las diversas formas de notificación previstas en la Ley Orgánica Procesal
del Trabajo deben ser analizadas en cada caso concreto.
LA USTICIA LABORAL EN LA NUEVA LEY ORGÁNICA PROCESAL DELTRABAJO 
 
        El 2 de agosto de 2002 la Asamblea Nacional sancionó la Ley Orgánica
Procesal del Trabajo (LOPTRA). Fue promulgada el día 13 de agosto de 2002  y
publicada en esa misma fecha; entrará en vigencia al año de su publicación,
salvo tres disposiciones que ya la tienen: el litis consorcio que permitirá a varios
trabajadores demandar a un mismo patrono, sus derechos y prestaciones
sociales en un mismo libelo (art. 49); y el recurso de control de la legalidad
para los fallos que no fueran recurribles en casación, pero que violenten o
amenacen con violentar normas de orden público laboral o cuando la sentencia
recurrida sea contraria a la reiterada jurisprudencia de la Sala de Casación
(arts. 178 y 179).
        La Ley derogará normas jurídicas de varios instrumentos, entre otros, la
Ley de Tribunales y de Procedimiento del Trabajo (con excepción de los
artículos 33 al 41, ambos inclusive). La Comisión Judicial del TSJ podrá diferir la
entrada en vigencia de la Ley en aquellos circuitos judiciales donde no estén
dadas las condiciones mínimas indispensables para su efectiva aplicación. Se
señala que la designación de personas en masculino tiene en las disposiciones
de la Ley un sentido genérico, referido siempre por igual a hombres y mujeres.
Los menores (adolescentes) trabajadores se les seguirá aplicando la LOPNA. La
nueva Ley Orgánica Procesal del Trabajo tiene 207 artículos. 
 
FINALIDAD Y PRINCIPIOS DE LA LEY
        Tiene por objeto garantizar la protección de los trabajadores en los
términos previstos en la Constitución y las Leyes; así como el funcionamiento
de una jurisdicción laboral autónoma, imparcial y especializada.
        Por mandato constitucional se incorporará el proceso oral, breve y
contradictorio. Por tanto, los actos serán públicos, salvo las excepciones legales
como la audiencia preliminar que se hará en forma privada para facilitar el
arreglo de la controversia. Asimismo, el proceso estará orientado por los
principios de uniformidad, gratuidad, inmediatez, concentración, prioridad de la
realidad de los hechos y la equidad. Ya no rige el principio de la verdad
procesal, sino que el Juez está obligado a inquirirla por todos los medios a su
alcance y no perder de vista la irrenunciabilidad de los derechos y beneficios
laborales, y por tal causa – señala la Ley – tiene que intervenir en forma activa
en el proceso, dándole el impulso y la dirección adecuada en conformidad con
la naturaleza especial de los derechos protegidos.
        Como innovación importante recogida de algunas decisiones judiciales, el
Juez de juicio podrá ordenar el pago de conceptos, como prestaciones e
indemnizaciones distintas de las requeridas, cuando éstas hayan sido discutidas
en el juicio y estén debidamente probadas o condenar al pago de sumas
mayores que las demandadas, cuando aparezca que éstas son inferiores a las
que correspondan al trabajador de conformidad con la LOPTRA y con lo alegado
y probado en el proceso, siempre que no hayan sido pagadas (art. 6, Parágrafo
Unico).
        Se consagra que las pruebas se apreciarán según las reglas de la sana
crítica; y en caso de duda, los jueces preferirán la valoración más favorable al
trabajador. Para los actos procesales se permite que el Juez pueda aplicar
analógicamente disposiciones procesales establecidas en el ordenamiento
jurídico, pero siempre que no contraríen los principios de la Ley. El proceso en
primera instancia se desarrolla básicamente en dos audiencias orales:
preliminar (privada) y la de juicio (pública). En segunda instancia, en casación y
en el control de la legalidad igualmente se celebrarán audiencias orales y
públicas. 
 
TRIBUNALES DEL TRABAJO
        En primera instancia se crean los Tribunales de Sustanciación, Mediación
y Ejecución del Trabajo y los Tribunales de Juicio (ambos unipersonales). En
segunda instancia conocen los Tribunales Superiores del Trabajo (colegiados o
unipersonales). El Secretario deberá ser abogado y en el servicio de
alguacilazgo, preferentemente deberán tener los alguaciles el título de bachiller.
La Constitución de 1999 creó la Sala Social del Tribunal Supremo de Justicia.
        Determina la Ley que los Tribunales del Trabajo son competentes para
sustanciar y decidir los asuntos contenciosos del trabajo que no correspondan a
la conciliación ni al arbitraje; las solicitudes de calificación de despido o de
reenganche, formuladas con base en  la estabilidad laboral consagrada en la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y en la legislación
laboral; las solicitudes de amparo por violación o amenaza de violación de los
derechos y garantías establecidos en la Constitución de la República Bolivariana
de Venezuela. Los asuntos de carácter contencioso que se susciten con ocasión
de las relaciones laborales como hecho social, de las estipulaciones
del contrato de trabajo y de la seguridad social;  y los asuntos contenciosos
del trabajo relacionados con los intereses colectivos  o difusos. Las demandas
se propondrán ante el Tribunal de Sustanciación donde se prestó el servicio o
donde se puso fin a la relación laboral o donde se celebró el contrato de trabajo
o en el domicilio del demandado, a elección del demandante. 
 
DEFENSORÍA PÚBLICA DE TRABAJADORES
        Hasta tanto sea promulgada la Ley Orgánica Sobre la Defensa Pública y se
organice el Servicio de Defensoría Pública de Trabajadores se mantendrá el
Servicio de Procuraduría de Trabajadores establecido en la Ley Orgánica de
Tribunales y de Procedimiento del Trabajo. Prácticamente serán las mismas
funciones protectoras del trabajador. 
 
DE LA INHIBICIÓN,  RECUSACIÓN Y  PERENCIÓN
        Se establecen las causas de inhibición y recusación (7 causales). El
conocimiento de la causa, mientras se decide la incidencia se suspende. En los
casos de inhibición deberá el Juez a quien corresponda conocer de la misma
fijar la audiencia dentro de los tres (3) días siguientes al recibo de las
actuaciones. La recusación se decide en audiencia oral.
        En cuanto a la perención, forma de extinguir la instancia, se dejó para el
régimen procesal transitorio (procesos en curso). Procede de pleno derecho por
el transcurso de un año sin haberse ejecutado ningún acto de procedimiento
por las partes. Igualmente se da en todas aquellas causas en donde haya
transcurrido más de un año después de vista la causa, sin que hubiere actividad
alguna por las partes o el Juez. La perención no impide que se vuelva a
proponer la demanda. Aclara la Ley que no corren los lapsos de prescripción
legalmente establecidos. Hay que esperar que hubieren transcurrido 90 días
después de declarada la perención de la instancia para poder proponer otra vez
la demanda (arts. 201 al 204). 
 
DE LAS PARTES Y  EFECTOS DEL PROCESO
        Son partes en el proceso judicial del trabajo el demandante y el
demandado, quienes podrán actuar por sí mismos, siempre y cuando estén
asistidos por abogado en ejercicio. Pueden actuar mediante apoderado, siempre
y cuando el poder conste en forma auténtica. Permite que el poder pueda
otorgarse en el expediente (apud acta). Ya señalamos que en materia de litis
consorcio se contempla que varios trabajadores podrán demandar a un mismo
patrono, sus derechos y prestaciones sociales en un mismo libelo. Se regula la
intervención de terceros en el proceso.
        Los efectos generales son los mismos a todo proceso. Las costas que
debe pagar la parte vencida por honorarios del apoderado de la parte contraria
estarán sujetas a retasa. En ningún caso los honorarios del apoderado
excederán del treinta por ciento (30%) del valor de lo demandado.
        Las costas proceden contra los Estados, Municipios, Institutos Autónomos,
Empresas del Estado y las personas morales de carácter público, pero no
proceden contra los trabajadores que devenguen menos de tres (3) salarios
mínimos. 
 
DE LAS PRUEBAS
        Expresa la LOPTRA que son medios de prueba admisibles en juicio
aquellos que determina esa Ley, el Código de Procedimiento Civil, el Código
Civil y otras Leyes de la República. Quedan excluidas las pruebas de posiciones
juradas y de juramento decisorio. Pueden las partes valerse de cualquier otro
medio de prueba no prohibido expresamente por la Ley. Además, se permite al
Juez laboral que cuando los medios probatorios ofrecidos por las partes sean
insuficientes para formar convicción en decisión motivada e inimpugnable,
puede ordenar la evacuación de medios probatorios adicionales, que considere
convenientes.
       Apoyamos en una reunión de la mesa técnica de trabajo la actual
redacción del artículo 72, sobre la carga de la prueba:
       Salvo disposición legal en contrario, la carga de la prueba corresponde a
quien afirme hechos que configuren su pretensión o a quien los contradiga,
alegando nuevos hechos. El empleador, cualquiera que fuere su presencia
subjetiva en la relación procesal, tendrá siempre la carga de la prueba de las
causas del despido y del pago liberatorio de las obligaciones inherentes a la
relación de trabajo. Cuando corresponda al trabajador probar la relación de
trabajo gozará de la presunción de su existencia cualquiera que fuere su
posición en la relación procesal. 
        Con relación al proyecto original se cambia la oportunidad para promover
pruebas para ambas partes. Ahora, se determina que será en la audiencia
preliminar, no pudiendo promover pruebas en otra oportunidad posterior, salvo
las excepciones establecidas en la Ley (art.73).
        El Juez de Sustanciación una vez finalizada la audiencia preliminar, en ese
mismo acto, incorporará al expediente las pruebas promovidas por las partes a
los fines de su admisión y evacuación ante el Juez de Juicio. En el proyecto
original la admisión la hacía el Juez de Sustanciación. Finalmente, se estableció
que dentro de los cinco (5) días hábiles siguientes al recibo del expediente, el
Juez de Juicio providenciará las pruebas, admitiendo las que sean legales y
procedentes y desechando las que aparezcan manifiestamente ilegales o
impertinentes. De la negativa de alguna prueba podrá apelarse dentro de los
tres (3) días hábiles siguientes a dicha negativa y ésta deberá ser oída en un
solo efecto. De la decisión del Superior no se admitirá recurso de casación.
        La LOPTRA regula en forma autónoma todo lo vinculado con la prueba por
escrito, exhibición de documentos, tacha de instrumentos, etc.
        En la exhibición de documentos cuando se trata de los que por mandato
legal debe llevar el empleador, bastará que el trabajador solicite su exhibición,
sin necesidad de presentar medio de prueba alguno, que constituya por lo
menos, presunción grave de que el mismo se encuentra o ha estado en poder
del empleador. La tacha de falsedad se debe proponer en la audiencia de juicio.
La sentencia definitiva del proceso se dictará el día en que finalice la
evacuación de las pruebas de la tacha y abarcará el pronunciamiento sobre
ésta.       
        Con respecto a los instrumentos privados, la parte contra quien se le
produzca  uno en la audiencia preliminar, como emanado de ella o de algún
causante suyo deberá manifestar formalmente, en la audiencia de juicio si lo
reconoce o lo niega. El silencio de la parte a este respecto dará por reconocido
el instrumento. La decisión sobre la incidencia será resuelta en la sentencia
definitiva.
        La experticia se regula en la LOPTRA y la prueba de testigos  se realiza en
la audiencia de juicio; así como su tacha, decidiéndose en la sentencia
definitiva.
        Expresamos que fue eliminada la prueba de posiciones juradas, pero el
artículo 103 consagra lo siguiente:
          En la audiencia de juicio las partes, trabajador y empleador, se
considerarán juramentadas para contestar al Juez de Juicio las preguntas que
éste formule y las respuestas de aquellos se tendrán como una confesión sobre
los asuntos que se les interrogue en relación con la prestación de servicio, en el
entendido que responden directamente al Juez de Juicio y la falsedad de las
declaraciones se considera como irrespeto a la administración de justicia,
pudiendo aplicarse las sanciones correspondientes.  
       Se señala asimismo, “que se excluye del interrogatorio aquellas preguntas
que persigan una confesión para luego aplicar las sanciones previstas en la Ley
Orgánica de Prevención, Condiciones y Medio Ambiente de Trabajo”. Considera
la Ley que la negativa o evasiva a contestar hará tener por cierto el contenido
de la pregunta formulada por el Juez de Juicio.
        Se toman, con algunos cambios, los principios que rigen las pruebas de
reproducciones, copias y experimentos contempladas en el CPC, y con respecto
a la inspección judicial se prevé que en caso de que el Juez de Juicio no pueda
asistir a la misma, podrá comisionar a un Tribunal de la jurisdicción para que la
practique.
        Interesante discusión sostuvimos en una de las reuniones de la Mesa
Técnica de Trabajo de la Comisión para definir los medios probatorios que el
proyecto original denominó “sucedáneos de los medios probatorios”,
cambiándose en la sanción final por “indicios y presunciones”. 
 
 
 
PROCEDIMIENTOS EN PRIMERA INSTANCIA
        La Ley consagra un sólo procedimiento de primera instancia, salvo los
amparos laborales que se les aplicará el procedimiento establecido por la Sala
Constitucional del TSJ.
 
DEMANDA
        La demanda se puede hacer por escrito o en forma oral. En la Ley se
precisan los datos necesarios, así como los exigidos en las demandas por
accidentes de trabajo o enfermedades profesionales, requisitos que no se
señalaban en el proyecto original. Se determina un plazo (2 días hábiles) para
subsanar los requisitos con apercibimiento de perención. De la negativa de la
admisión de la demanda se concede apelación en ambos efectos.
 
NOTIFICACIÓN DEL DEMANDADO
        Después de muchas polémicas triunfó la denominación de notificación en
lugar de citación. Sin entrar en esa discusión, lo importante es que el
demandado se entere con certeza sobre la pretensión del demandante y la
fecha y hora para su comparecencia. El artículo 126 estipula que: “Admitida la
demanda se ordenará la notificación del demandado, mediante un cartel que
indicará el día y la hora acordada para la celebración de la audiencia preliminar,
el cual será fijado por el Alguacil, a la puerta de la sede de la empresa,
entregándole una copia del mismo al empleador o consignándolo en su
secretaría o en su oficina receptora de correspondencia, si la hubiere. El
Alguacil dejará constancia en el expediente de haber cumplido con lo prescrito
en este artículo y de los datos relativos a la identificación de la persona que
recibió la copia del cartel. El día siguiente al de la constancia que ponga el
Secretario en autos de haber cumplido dicha actuación, comenzará a contarse
el lapso de comparecencia del demandado...”. Hay otras formas de notificación,
pero no se prevé  por ejemplo, el caso en que la empresa esté cerrada (local),
no pudiendo así el Alguacil cumplir con la consignación del cartel por secretaría
o en la oficina receptora del patrono. Quedan derogados los artículos 52 y 53
de la LOT, entre otros, a partir del 13 de agosto de 2003. 
 
AUDIENCIA PRELIMINAR
       Es la audiencia de la conciliación que se celebra privadamente, no
permitiéndose la oposición de cuestiones previas. Se fija para que tenga lugar
al décimo día hábil siguiente, posterior a la constancia en autos de la
notificación del demandado.
        Si el demandante no compareciere se considerará desistido el
procedimiento (no de la acción), terminando el proceso mediante sentencia
oral. Se concede apelación. Si es el demandado quien no compareciere a la
audiencia preliminar, se presumirá la admisión de los hechos alegados por el
demandante y el Tribunal sentenciará en forma oral conforme a dicha
confesión, en cuanto no sea contraria a derecho la petición del demandante,
concediéndose también apelación a dos efectos.
        La audiencia preliminar podrá prolongarse en el mismo día una vez
vencidas las horas de despacho, hasta que se agotare el debate. Sin embargo,
puede continuar otros días hasta terminarlo. En esa audiencia deberá el Juez de
Sustanciación, Mediación y Ejecución personalmente mediar y conciliar las
posiciones de las partes, tratando con la mayor diligencia que éstas pongan fin
a la controversia a través de los medios de autocomposición procesal. Si no
fuere posible deberá el Juez, a través del despacho saneador, resolver en forma
oral todos los vicios que pudiere detectar, sea de oficio o a petición de parte.
Como expresamos la audiencia preliminar es la oportunidad para ambas partes
de promover las pruebas, salvo las excepciones de la misma Ley (art. 73).

 
CONTESTACIÓN DE LA DEMANDA
        En el proyecto original la contestación de la demanda se hacía en la
audiencia de juicio. En las observaciones que hicimos en reunión de la Mesa
Técnica de Trabajo señalamos que ese acto debía ser anterior a  la audiencia
de juicio para que el mismo Juez pudiera enterarse previamente de los alegatos
de las partes. Definitivamente, la disposición de la contestación de la demanda
quedó así:
        Art. 135: Concluida la audiencia preliminar sin que haya sido posible la
conciliación ni el arbitraje, el demandado deberá, dentro de los cinco (5) días
hábiles siguientes, consignar por escrito la contestación de la demanda,
determinando con claridad cuáles de los hechos invocados en la demanda
admite como ciertos y cuáles niega o rechaza, y expresar asimismo, los hechos
o fundamentos de su defensa que creyere conveniente alegar. Se tendrán por
admitidos aquellos hechos indicados en la demanda respectiva, de los cuales, al
contestar la demanda, no se hubiere hecho la requerida determinación,
expuestos los motivos del rechazo, ni aparecieren desvirtuados por ninguno de
los elementos del proceso.
       Si el demandado no diera contestación de la demanda dentro del lapso 
señalado en este artículo, se le tendrá por confeso, en cuanto no sea contraria
a derecho la petición del demandante. En este caso, el tribunal remitirá de
inmediato el expediente al Tribunal de Juicio, quien procederá a sentenciar la
causa, sin más dilación, dentro de los tres (3) días hábiles siguientes, al recibo
del expediente, ateniéndose a la confesión del demandado. 
       No vemos la necesidad de esa remisión. La decisión, como era en el
proyecto original, debería dictarla el Juez de Sustanciación.
        Este Juez puede acordar las medidas cautelares necesarias a fin de evitar
que se haga ilusoria la pretensión del demandante, siempre que a su juicio
exista presunción grave del derecho que se reclama. 
 
AUDIENCIA DE JUICIO
        Al quinto (5) día hábil al recibo del expediente, el Juez de Juicio, fijará,
por auto expreso, el día y la hora para la celebración de la audiencia de juicio,
dentro de un plazo no mayor de treinta (30) días hábiles, contados a partir de
dicha determinación.
        Si el demandante no compareciere se considera que desiste de la acción.
Si fuere el demandado, se le tendrá por confeso con relación a los hechos
planteados por la parte demandante, en cuanto sea procedente en derecho la
petición del demandante. La decisión es apelable en ambos efectos.
        La audiencia de juicio será presidida personalmente por el Juez. Se
evacuarán las pruebas. Las partes presentarán los testigos que hubieren
promovido en la audiencia preliminar, sin necesidad de notificación, pudiendo
ser repreguntados por las partes y por el Juez. Los expertos están obligados a
comparecer, previa notificación.
        Evacuada la prueba de alguna de las partes,  el Juez concederá a la
contraria, un tiempo breve para que haga oralmente las consideraciones que
crea oportunas.
        Se concede la potestad al Juez de juicio para ordenar, a  petición de parte
o de oficio, la evacuación de cualquier otra prueba que considere necesaria
para el mejor esclarecimiento de la verdad. Concluida la evacuación de las
pruebas, el Juez se retirará de la sala de audiencia por un tiempo que no
excederá de sesenta (60) minutos para decidir el caso.
        Pronunciará la sentencia oralmente, expresando el dispositivo del fallo y
una síntesis precisa y lacónica de los motivos de hecho y de derecho, la cual
reducirá de inmediato, en cuanto a su dispositiva, a forma escrita. Si el Juez no
decide la causa inmediatamente después de concluido el debate oral, éste
deberá repetirse de nuevo, para lo cual fijará nueva oportunidad. Sin embargo,
en casos excepcionales, puede diferir la sentencia por un lapso no mayor de
cinco (5) días hábiles, después de evacuadas las pruebas. Dentro de los cinco
(5) días hábiles siguientes al pronunciamiento oral de la sentencia el Juez
deberá en su publicación, reproducir por escrito la sentencia completa.
        De la sentencia se admitirá apelación dentro de los cinco (5) días hábiles
siguientes al vencimiento del lapso para la publicación del fallo en forma escrita.
La audiencia deberá ser reproducida en forma audiovisual, pero si no es posible
se dejará constancia de esa circunstancia.
        El procedimiento de segunda instancia tiene su audiencia oral. Sólo se
permite la comparecencia de los expertos, no así la de los testigos. También la
audiencia debe reproducirse con la excepción señalada. 
 
RECURSO DE CASACIÓN
        Solo se admite de conformidad con el artículo 167:

 Contra las sentencias de segunda instancia que pongan fin al proceso,


cuyo interés principal exceda de tres mil (3.000) unidades tributarias y
las interlocutorias que hubieren producido  un gravamen no reparado por
ella.
 Contra los laudos arbitrales, cuando el interés principal de la controversia
exceda de tres mil (3.000) unidades tributarias.

       La nueva LOPTRA (art. 168) determina que se declarará con lugar el
recurso de casación:

1. Cuando en el proceso se hayan quebrantado u omitido formas sustanciales


de los actos que menoscaben el derecho a la defensa.

 Cuando se haya incurrido en un error de interpretación acerca del contenido


y alcance de una disposición expresa de la Ley o aplicada falsamente una
norma jurídica, cuando se aplique una norma que no esté vigente o se le
niegue aplicación  y vigencia a una que lo esté o cuando se haya violado
una máxima de experiencia. En estos casos, la infracción tiene que haber
sido determinante de lo dispositivo en la sentencia.
 Por falta, contradicción, error, falsedad o manifiesta ilogicividad de la
motivación.

        El recurso se anuncia en forma escrita ante el Tribunal Superior del


Trabajo dentro de los cinco (5) días hábiles siguientes, contados a partir del
vencimiento del término que se da para la publicación de la sentencia.
        Se conceden veinte (20) días consecutivos para la formalización del
recurso de casación, conteniendo el escrito los argumentos que justifiquen la
nulidad del fallo y el mismo no podrá exceder de tres (3) folios útiles y sus
vueltos. Transcurridos los veinte (20) días, la contraparte podrá, dentro de los
veinte (20) días consecutivos siguientes, consignar por escrito los argumentos
que a su juicio contradigan los alegatos del formalizante. El escrito tendrá la
misma limitación de folios.
        Luego la Sala de Casación dictará un auto, fijando el día y la hora para la
realización de la audiencia, en donde las partes deberán formular sus alegatos y
defensas oralmente, de manera pública y contradictoria. Podrá promoverse
prueba únicamente cuando el recurso se funde en un defecto de procedimiento
sobre la forma cómo se realizó algún acto, en contraposición  a lo señalado en
el acta del debate o en la sentencia.
        Dispone la LOPTRA que en su sentencia, la Sala de Casación Social del
Tribunal Supremo de Justicia se pronunciará sobre las infracciones
denunciadas, extendiéndose al fondo de la controversia, al establecimiento y
apreciación de los hechos que hayan efectuado los Tribunales de Instancia. Si
hay infracción al supuesto del ordinal primero del artículo 168, se decretará la
nulidad del fallo y la reposición de la causa al estado que considere necesario
para restablecer el orden jurídico infringido, siempre que dicha reposición sea
útil. La sentencia de casación deberá decidir el fondo de la controversia
casando o anulando el fallo sin posibilidad de reenvío, o lo confirmará, según
sea el caso. Hay la casación de oficio. Como obligación se contempla que los
Jueces de Instancia deberán acoger la doctrina de casación establecida en
casos análogos, para defender la integridad de la legislación y la uniformidad de
la jurisprudencia. 
 
CONTROL DE LA LEGALIDAD
        La LOPTRA prevé un control de la legalidad en los casos en que los fallos
de segunda instancia (que no fueran recurribles en casación) violenten o
amenacen con violentar las normas de orden público o cuando la sentencia
recurrida sea contraria a la reiterada doctrina jurisprudencial de la Sala de
Casación. Es un control discrecional que puede ser declarado inadmisible, sin
motivarse la decisión (arts. 178 y 179).  
 
PROCEDIMIENTO DE EJECUCIÓN
        Lo conoce el Tribunal de Sustanciación, Mediación y Ejecución. La
ejecución  forzosa se llevará a efecto al cuarto (4º) día hábil siguiente, si dentro
de los tres (3) días hábiles que la preceden no ha habido cumplimiento
voluntario. El Juez está facultado para disponer de todos los medios que
considere pertinente para garantizar la ejecución del mismo. Si el demandado
no cumpliere con la sentencia procederá el pago de intereses de mora sobre las
cantidades condenadas, las cuales serán calculadas a la tasa del mercado
vigente establecida por el Banco Central de Venezuela para los intereses de las
prestaciones sociales y correrán desde la fecha del decreto de ejecución, hasta
la materialización de ésta, entendiéndose por esto último, la oportunidad del
pago efectivo establecido en la LOPTRA. Igualmente, procederá la indexación o
corrección monetaria sobre las cantidades condenadas, la cual debe ser
calculada desde el decreto de ejecución hasta su materialización,
entendiéndose por esto último la oportunidad de pago efectivo. Se concede
apelación (un solo efecto) contra las decisiones del Juez en la fase de
ejecución, pero del fallo del Tribunal Superior del Trabajo no se admitirá
recurso de casación.  
 
DE LA ESTABILIDAD
        El legislador acogió la estabilidad relativa consagrada en la Ley Orgánica
del Trabajo (los artículos 116 al 124, ambos inclusive, quedarán derogados)
para los trabajadores permanentes que no sean de dirección y que tengan más
de tres (3) meses de servicio. En nuestra obra jurídica  “Garantías y Derechos
del Trabajo en la Constitución Bolivariana de Venezuela”, sostuvimos que sería
en definitiva la Ley la que decidiría el tipo de estabilidad (2.000: 67).
       En los casos en que los patronos ocupen diez (10) o más laborantes, el
trabajador podrá ocurrir ante el Juez de Sustanciación, Mediación y Ejecución a
fin de que el Juez de Juicio califique la causa y ordene su reenganche y pago de
salarios caídos, si el despido no se funda en justa causa, de conformidad con la
Ley. Se mantiene la obligación del patrono de participar el despido, dentro de
los cinco (5) días hábiles siguientes al despido, de no hacerlo se le tendrá por
confeso en el reconocimiento que el despido lo hizo sin justa causa (presunción
relativa). Debe indicar la causa.
       Se señala que el procedimiento aplicable en materia de estabilidad laboral
será el previsto en la LOPTRA, pero de la decisión emanada del Tribunal
Superior del Trabajo competente no se concederá recurso de casación. El Juez
de Juicio deberá decidir oralmente sobre el fondo de la causa y declarar con o
sin lugar la solicitud de reenganche y el pago de los salarios caídos.
       Se mantiene el mecanismo para el patrono de terminar el procedimiento
en el transcurso del mismo (art. 126 LOT); pero en el artículo 190 de la
LOPTRA, en una forma más amplia, se consagra lo siguiente:
       El patrono podrá persistir en su propósito de despedir al trabajador, bien
en el transcurso del procedimiento o en la oportunidad de la ejecución del fallo,
para lo cual deberá pagar al trabajador, adicionalmente a los conceptos
derivados de la relación de trabajo y los salarios que hubiere dejado de percibir
durante el procedimiento, las indemnizaciones establecidas en la Ley Orgánica
del Trabajo. Si el trabajador manifestare su inconformidad con el pago
consignado antes de la ejecución del fallo, el Juez de Sustanciación, Mediación
y Ejecución convocará a las partes a una audiencia que tendrá lugar al segundo
(2º) día hábil siguiente y mediará la solución del conflicto; de no lograse,
deberá decidir sobre la procedencia o no de lo invocado por el trabajador.
Si el patrono persiste en el despido estando el proceso en etapa de ejecución
del fallo y el trabajador manifestare su inconformidad con el pago consignado,
el Juez de Sustanciación, Mediación y Ejecución instará a las partes a la
conciliación. De no lograrse, procederá la ejecución definitiva del fallo. 
       Era preferible un procedimiento más sencillo y con mayor celeridad, como
excepción al procedimiento común establecido en la nueva LOPTRA.        
DEL AMPARO LABORAL
        Finalmente, acogiendo la observación del Ejecutivo Nacional se dispuso en
el artículo 193 que “son competentes para conocer de la acción de amparo
laboral, sobre derechos y garantías constitucionales, los Tribunales del Trabajo
previstos en esta Ley, aplicándose el procedimiento establecido al efecto”. La
expresión “aplicándose el procedimiento establecido al efecto”, no es sino el
procedimiento que ha pautado, por ahora, la Sala Constitucional del Tribunal
Supremo de Justicia en esos casos. Gilberto Bruzual
Báez                                                                                     

Los Tribunales Superiores del Trabajo serán colegiados (3 Jueces) o


unipersonales.
 
Presentación de Demanda y Notificación del Demandado:
La demanda se presenta por escrito ante un Tribunal del Trabajo de Primera
Instancia de Sustanciación, Mediación y Ejecución. También puede ser
presentada en forma oral ante el Juez quien la reducirá a escrito en forma de
acta que pondrá como cabeza del proceso.  Admitida la demanda se ordena la
notificación del demandado, la cual puede ser realizada mediante cartel o por
medios electrónicos, o gestionada por el demandante mediante notario público,
o por correo certificado con aviso de recibo.Inicio del Proceso Laboral-Carga
Probatoria:
 La orden de comparecencia será fijada por el Tribunal a fin de que tenga lugar
la audiencia preliminar, al décimo (10º) día hábil siguiente, posterior a la
constancia en autos de la notificación del demandado o del último de ellos si
fueren varios los demandados. La audiencia preliminar es privada y no se
admite la oposición de cuestiones previas. La falta de comparecencia del
demandado (patrono) a la audiencia preliminar hará presumir la admisión de
los hechos alegados por el demandante. La llamada audiencia preliminar no
significa que es un evento de un solo día, ella puede durar hasta un máximo de
cuatro (4) meses. Es una especie de fase de negociación y organización de la
causa.
 
 En la audiencia preliminar, el Juez de Sustanciación, Mediación y Ejecución
deberá personalmente mediar y conciliar entre las partes; si no resulta posible
la conciliación ni el arbitraje, el demandado deberá consignar por escrito su
contestación a la demanda dentro de los cinco (5) días hábiles siguientes a la
conclusión de la audiencia preliminar. Es importante resaltar que la nueva Ley
recoge la tesis acogida por el nuevo Tribunal Supremo de Justicia, en el sentido
de que el demandado no sólo debe determinar cuáles hechos admite como
ciertos y cuáles niega o rechaza, sino que debe también expresar los hechos o
fundamentos de su defensa, lo cual involucra usualmente invocar otros hechos
que motivarán la inversión de la carga de la prueba, quedando en consecuencia
el deber de probar al demandado (patrono). La Ley considera admitidos los
hechos sobre los cuales el demandado no hubiese expuesto los motivos de su
rechazo.
 
 El Juez de Sustanciación, Mediación y Ejecución, al día siguiente de
transcurrido el lapso para contestar la demanda, remite el expediente al
Tribunal de Juicio.
 
Como señalamos al principio de este informe, no pretendemos describir todo el
proceso, por lo cual, no detallaremos el proceso en primera y segunda
instancia.
  
Arbitraje:
 Como antes señalamos, el Juez, a petición de las partes, ordenará la
realización de un arbitraje que resuelva la controversia. La Junta de Arbitraje es
formada por tres (3) miembros escogidos al azar por el Juez de una lista de
árbitros establecida oficialmente por el Tribunal Supremo de Justicia en Sala de
Casación social.El laudo arbitral debe dictarse en un plazo de treinta (30) días
hábiles siguientes a la fecha de constitución de la Junta de Arbitraje. Las
decisiones son inapelables, quedando a salvo el derecho de interponer recurso
de casación.control de la Legalidad:
 El Control de la Legalidad está previsto en los artículos 178 y 179 de la Ley en
comento. Estos dos artículos están en vigencia desde la publicación en Gaceta
Oficial, el 13 de agosto de 2002. A grandes rasgos consiste en que, el Tribunal
Supremo de Justicia, en Sala de Casación Social, puede, a solicitud de parte,
conocer de los fallos dictados por Tribunales Superiores del Trabajo, aun
cuando sean de los no recurribles en Casación, si violentan o amenazan
violentar normas de orden público o la sentencia recurrida es contraria a
reiterada doctrina jurisprudencial de dicha Sala de Casación Social.
 
Procedimiento de Estabilidad Laboral: El procedimiento previsto en la LOT será
sustituido por el procedimiento previsto en los artículos 187 al 193 inclusive de
la LOPT. Se mantiene el deber para el patrono que despida a uno o más
trabajadores de participarlo, dentro de los cinco (5) días hábiles siguientes, al
Juez de Sustanciación, Mediación y Ejecución de su jurisdicción. De no hacerlo
se le tendrá por confeso de que el despido fue sin causa justificada. Se
mantiene el mismo lapso para que concurra el trabajador a solicitar la
calificación de su despido.
 Se mantiene que el patrono podrá persistir en el despido, pagando,
adicionalmente a los conceptos derivados de la relación de trabajo con sus
indemnizaciones (Art. 125 LOT), los salarios caídos. Pero si el trabajador
manifiesta su inconformidad con el pago consignado antes de la ejecución del
fallo, el Juez convocará a las partes a una audiencia, al segundo (2º) día hábil
siguiente, para mediar, y de no lograrlo, decidir sobre lo invocado por el
trabajador.
 
REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

PODER JUDICIAL
Tribunal Segundo de Primera Instancia de Juicio del Trabajo de la
Circunscripción Judicial del Estado Mérida

Mérida, veintinueve (29) de enero de 2008


197º-148º
ASUNTO PRINCIPAL: LP21-L-2007-000382

SENTENCIA INTERLOCUTORIA

PARTE DEMANDANTE: VICTOR MANUEL NUÑEZ, venezolano, viudo, Contador


Público, titular de la cédula de identidad Nº 1.051.923, domiciliado en el
Municipio Colón del Estado Zulia.

APODERADOS JUDICIALES DE LA PARTE DEMANDANTE: VICTOR MANUEL


NUÑEZ ROMERO, MAYRA MACHADO DE ÑUÑEZ, ARELIS DEL PINO ROMERO y
ANA KARINA BARBOZA MACHADO, venezolanos, titulares de las cédulas de
identidad Nº. 4.330.193, 5.835.959, 7.695.517 y 15.939.403, inscritos en el
Instituto de Previsión Social del Abogado bajo los números 21.432, 26.792,
60.957 y 112.776.

PARTE DEMANDADA: HACIENDA LOS MANANTIALES, cuyos datos de registro no


constan en actas procesales; representada por el ciudadano NEGIB BAHSAS
AISSAMI, venezolano, casado, comerciante, titular de la cédula de identidad Nº.
7.895.125, domiciliado en la ciudad de Mérida.

APODERADAS JUDICIALES DE LA PARTE DEMANDADA: MAGDALENA ANTUNEZ


QUEIPO, LOURDES MARGARITA SUAREZ y DORAIZI MONTERO PARRA,
venezolanas, titulares de las cédulas de identidad Nº. 7.617.777, 7.784.906 y
5.562.217 respectivamente, inscritas en el Inpreabogado bajo los números
29.109, 36.813 y 34.577 en su orden, domiciliadas en jurisdicción del Estado
Zulia.

MOTIVO: COBRO DE PRESTACIONES SOCIALES Y OTROS CONCEPTOS


LABORALES

ANTECEDENTES PROCESALES

Celebrada en fecha 23 de enero de 2008 la audiencia de Juicio por ante este


Tribunal, pasa esta juzgadora a reproducir de manera escrita el fallo de
conformidad a lo establecido en el artículo 159 de la Ley Orgánica Procesal del
Trabajo.

I
MOTIVACIÓN PARA DECIDIR
Se evidencia de las actas procesales, que la presente causa fue recibida por la
Coordinación del Trabajo de la Circunscripción Judicial del Estado Mérida, en
fecha de 14 de agosto de 2007 y, mediante distribución de esta misma fecha, su
conocimiento correspondió al Tribunal Tercero de Primera Instancia de
Sustanciación, Mediación y Ejecución del Trabajo de esta Circunscripción
Judicial, quien admitió la demanda en fecha 18 de septiembre de 2007.
Posteriormente, los días 11 de octubre de 2007 y 13 de noviembre de 2007 se
llevó a cabo la audiencia preliminar, sin lograrse la mediación, siendo remitida la
causa a la fase de juzgamiento.
Ahora bien, en esta instancia se fijó el día 23 de enero de 2008 para llevarse a
cabo la audiencia de juicio. No obstante, tal día se repuso la causa a la etapa de
la admisión de la demanda, en virtud de que no estaba identificada en actas
procesales de manera precisa la parte demandada. Igualmente, en el libelo de
demanda no se indicó que se tratara de una sociedad de hecho o irregular, a
pesar de indicar el accionante que fue Contador de la demandada por un lapso
de veinticuatro años (24) y siete (7) meses (folios 2 y 3 del expediente) y, tener
al día, de acuerdo con la normativa legal la sociedad mercantil accionada.

En este estado es conveniente citar los extremos tipificados en el artículo 123 de


la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, el cual señala:

“Toda demanda que se intente ante un Tribunal del Trabajo de Primera


Instancia de Sustanciación, Mediación y Ejecución se presentará por escrito y
deberá contener los siguientes datos:

1. Nombre, apellido, y domicilio del demandante y del demandado. Si el


demandante fuere una organización sindical, la demanda la intentará quien
ejerza la personería jurídica de esta organización sindical, conforme a la ley y, a
sus estatutos.
2. Si se demandara a una persona jurídica, los datos concernientes a su
denominación, domicilio y los relativos al nombre y apellido de cualesquiera de
los representante legales, estatutarios o judiciales.
3. El objeto de la demanda, es decir, lo que se pide o reclama.
4. Una narrativa de los hechos en que se apoye la demanda y,
5. La dirección del demandante y del demandado, para la notificación a la que
se refiere el artículo 126 de esta Ley...”

Siendo tales requisitos de ineludible aplicación, en virtud de que la


determinación de manera precisa de la parte demandada es uno de los
extremos exigidos por la Ley Orgánica Procesal del Trabajo para las sentencias,
acarreando su ausencia la nulidad del fallo en virtud de las previsiones
contenidas en el artículo 160 ejusdem. Así mismo, si no se diere cumplimiento
voluntario a la sentencia, en la fase de ejecución es de vital importancia la
determinación de manera precisa de la persona jurídica demandada, por lo cual
resulta útil a la luz de los principios constitucionales y legales la reposición
decretada. Así se declara.

En cuanto a ello es conveniente transcribir parte de la sentencia Nº. 248 de


fecha 12 de abril de 2005, Expediente Nº. 04-1322, con ponencia del
Magistrado Juan Rafael Perdomo:

“… Por otra parte, el artículo 124 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo,
dispone que:
“Si el Juez de Sustanciación, Mediación y Ejecución del Trabajo, comprueba que
el escrito libelar cumple con los requisitos exigidos en el artículo anterior,
procederá a la admisión de la demanda, dentro de los dos (2) días hábiles
siguientes a su recibo. En caso contrario, ordenará al solicitante, con
apercibimiento de perención, que corrija el libelo de la demanda, dentro del
lapso de los dos (2) días hábiles siguientes a la fecha de la notificación que a tal
fin se le practique. En todo caso, la demanda deberá ser admitida o declarada
inadmisible dentro de los cinco (5) días hábiles siguientes al recibo del libelo por
el Tribunal que conocerá de la misma. La decisión sobre la inadmisibilidad de la
demanda deberá ser publicada el mismo día en que se verifique.
De la negativa de la admisión de la demanda se dará apelación, en ambos
efectos, por ante el Tribunal de Sustanciación, Mediación y Ejecución del
Trabajo y para ante el Tribunal Superior del Trabajo competente, si se intenta
dentro de los cinco (5) días hábiles siguientes al vencimiento del lapso
establecido para la publicación de la sentencia interlocutoria que decidió la
inadmisibilidad de la demanda. Al siguiente día de recibida la apelación, el
Tribunal de Sustanciación, Mediación y Ejecución del Trabajo remitirá el
expediente al Tribunal Superior del Trabajo competente”.
Asimismo, el artículo 134 eiusdem prevé que: “Si no fuera posible la
conciliación, el Juez de Sustanciación, Mediación y Ejecución deberá, a través
del despacho saneador, resolver en forma oral todos los vicios procesales que
pudiere detectar, sea de oficio o a petición de parte, todo lo cual reducirá en un
acta”.
En relación con el despacho saneador consagrado en la nueva legislación,
específicamente, en las citadas normas, la Sala observa:
En las Jornadas Iberoamericanas de Derecho Procesal que constituyen un
prominente foro jurídico, se ha tratado, reiteradamente, el instituto del
despacho saneador, que tiene su antecedente en la audiencia preliminar del
proceso austriaco y que fue adoptado por la legislación portuguesa, desde
comienzos de 1990 e instaurado posteriormente en el derecho brasileño.
En términos generales el despacho saneador constituye una manifestación
contralora encomendada al juez competente, a través de la facultad de revisar
la demanda in limine litis, con el fin de obtener un claro debate procesal o evitar
la excesiva o innecesaria actividad jurisdiccional que pueda afectar el proceso.
La naturaleza jurídica de esta institución puede ser establecida a partir del
objeto de la misma, que es, como se dijo, depurar el ulterior conocimiento de
una demanda cuando adolece de defectos en el libelo o vicios procesales. Por
ello se ha atribuido al juzgador, como director del proceso y no como
espectador, no sólo la facultad sino también la obligación, de controlar que la
demanda y la pretensión en ella contenida, sean adecuadas para obtener una
sentencia ajustada a Derecho. Comúnmente esta actividad contralora del juez es
exigida en la primera etapa del proceso, dependiendo del defecto que la motive.

En algunas legislaciones ha sido incluido el despacho saneador dentro del


ámbito de los presupuestos procesales y, concretamente, de los que tutelan
tanto el contenido como la forma, siendo considerado ineficaz el proceso
afectado por errores estructurales, derivados, por ejemplo, por una demanda
mal elaborada en cuanto a sus requerimientos legales. Respecto a los
contenidos, es decir, la pretensión, los presupuestos procesales permiten vigilar
la idoneidad de la demanda y sostienen toda la relación procesal, como son la
debida individualización de la pretensión (forma de la demanda), la acumulación
debida de pretensiones, la tutela concreta, la ausencia de cosa juzgada y
ausencia de litispendencia. Igualmente, en relación con los distintos
requerimientos que aseguran el debido proceso y cuya observancia conduciría a
la nulidad de lo actuado. Otros presupuestos que tutelan la forma del proceso
son los que se refieren a su trámite, al respeto a la bilateralidad de la audiencia
y al cumplimiento de los lapsos.
Cabe insistir en que el control sobre los presupuestos no debe darse en etapas
finales del juicio, sino que debe estar ligado al despacho saneador, como una
facultad y un deber del juez competente que permita terminar el proceso, u
ordenar su depuración, en cualquier momento en que constate la ausencia de
un presupuesto procesal o un requisito del derecho de acción que requiera de
su fenecimiento o que por medio de un auto de reposición que haga renovar, en
casos específicos, el acto al momento oportuno para aplicar el correctivo formal
del caso, sin esperar que el control sea requerido por el opositor de una
excepción. Todo ello con la finalidad de evitar que el juez, cumplidas las etapas
sustanciales, llegue a un pronunciamiento formal en el que constate la
existencia de obstáculos o impedimentos trascendentales para emitir una
sentencia de fondo, ya por invalidez o ineficacia, pero siempre buscando un
control para remediarlos. Es igualmente necesario advertir que no puede caerse
en una interpretación excesiva del principio de especificidad en materia de
nulidades toda vez que no siempre el legislador ha de tutelar todos los casos
posibles sancionables.
El artículo 257 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela
considera al proceso como instrumento fundamental para la realización de la
justicia. Para que el proceso pueda cumplir tal elevado cometido, debe ofrecer
garantías formales y sustanciales, cuya efectividad es atribuida a los órganos
judiciales. En tal sentido, los artículos 124 y 134 de la Ley Orgánica Procesal
del Trabajo, consagran, como ya se dijo, la institución del despacho saneador.
El derecho fundamental a la tutela judicial efectiva exige que los particulares
accedan a instrumentos procesales que sean aptos desde el punto de vista
formal para el procesamiento de la pretensión. No es suficiente la mera
comprobación de que hubo decisión en derecho, pues deben respetarse los
presupuestos que sean indispensables para conocer el fondo del proceso. Una
providencia de inadmisibilidad, debidamente fundamentada, satisface el derecho
a la tutela efectiva.
Es importante rescatar, al tratar sobre el despacho saneador, los planteamientos
elaborados por la doctrina extranjera desde principios del siglo pasado, en la
que se sostenía que no puede dejarse el control de estos defectos a las partes,
sino al juez, extendiendo tal prioridad a los presupuestos materiales para la
sentencia de fondo. El control del proceso -decía Bulöw- no puede confiarse al
opositor con prescindencia del juez. Permanecer arraigado a la teoría de las
excepciones procesales y mixtas, desconociendo el principio procesal del juez
competente para aplicar el despacho saneador, restringiendo los defectos
formales a la denuncia realizada por la parte opositoria, es relegar la eficacia del
proceso a la teoría de la nulidad procesal y las normas del Derecho Procesal a
una concepción privatista sobre el proceso contractual puro.
En nuestra legislación, tal como quedó previamente establecido, la institución
jurídica está contemplada en la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, al establecer
la potestad y obligación de los jueces de Sustanciación, Mediación y Ejecución
del Trabajo de examinar, antes de admitir la demanda, si el libelo cumple
con los extremos exigidos en el artículo 123 de la citada Ley y de aplicar, en un
primer momento, el despacho saneador, cuando el juez ordena al demandante
“con apercibimiento de perención”, corregir la demanda por incumplir con los
requisitos establecidos en la Ley (artículo 124); y, en un segundo momento, la
Ley establece que cuando no fuera posible la conciliación, los jueces deberán, a
través del despacho saneador, corregir oralmente -lo cual deberá constar en
acta- los vicios formales que puedan obstaculizar el desenvolvimiento pleno del
proceso. La citada Ley los compromete, además, con la responsabilidad de que
el proceso sea realmente un instrumento de la justicia en los términos del
vigente Texto Constitucional. Al respecto, se reitera lo dicho en la audiencia oral
y en ejercicio de la función pedagógica que la Sala ha asumido, se establece
que el despacho saneador es una herramienta indispensable para la
humanización del proceso laboral, por lo que se exhorta a los jueces aplicar el
despacho saneador con probidad y diligencia y no simplemente dejen de
aplicarlo por falta de diligencia, lo cual no debe caracterizar la conducta de
nuestros jueces, pues la Sala encontró que se desprende del libelo una inepta
acumulación de pretensiones, las cuales deben ser corregidas cuando se aplique
el despacho saneado.
En conclusión, el despacho saneador debe entenderse como un instituto
procesal de ineludible cumplimiento, que impone al juez -se insiste- la
depuración de la demanda y de los actos relativos al proceso, conforme a los
presupuestos procesales y a los requisitos del derecho de acción, de modo que
permita y asegure al juez que ha de conocer y decidir sobre el fondo, dictar una
sentencia conforme al derecho y la justicia, sin ocuparse, como ha tenido que
hacerlo la Sala en este caso, de declaratorias de nulidad y reposiciones que
pudieron evitarse si el Juez competente hubiese tenido el cuidado de subsanar
los errores formales antes de proseguir a otra etapa del juicio. …” (Subrayado
del Tribunal). Citada la doctrina de la Sala de Casación Social, -vinculante para
los Jueces de Instancia de conformidad a lo establecido en el artículo 177 de la
Ley Orgánica Procesal del Trabajo- y, ante la situación planteada, este Tribunal
se encuentra en la imperiosa necesidad de declarar de oficio la nulidad absoluta
de todas las actuaciones a partir de la admisión de la demanda efectuada por el
Tribunal Tercero de Primera Instancia de Sustanciación, Mediación y Ejecución
del Trabajo de la Circunscripción Judicial del Estado Mérida inclusive y, repone la
causa al estado que dicho Tribunal proceda a pronunciarse sobre la admisión o
no del escrito libelar interpuesto por el ciudadano VICTOR MANUEL NUÑEZ; de
conformidad a las previsiones del artículo 11 de la Ley Orgánica Procesal del
Trabajo en concordancia con lo establecido en los artículos 206, 211 y 212 del
Código de Procedimiento Civil y el artículo 49 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela. Así se establece. En vista de la tal reposición, es
inoficioso entrar a verificar o determinar cualquier elemento de fondo. Así se
decide.

II
DISPOSITIVO
Por las razones antes expuestas, este Tribunal Segundo de Primera Instancia de
Juicio del Trabajo de la Circunscripción Judicial del Estado Mérida, administrando
justicia en nombre de la República y por autoridad de la Ley declara:

PRIMERO: Decreta la nulidad de las actuaciones a partir de la admisión de la


demanda efectuada por el Tribunal Tercero de Primera Instancia de
Sustanciación, Mediación y Ejecución del Trabajo de la Circunscripción Judicial
del Estado Mérida inclusive y, repone la causa al estado que dicho Tribunal
proceda a pronunciarse sobre la admisión o no del escrito libelar interpuesto por
el ciudadano VICTOR MANUEL NUÑEZ; de conformidad a las previsiones del
artículo 11 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo en concordancia con lo
establecido en los artículos 206, 211 y 212 del Código de Procedimiento Civil y
el artículo 49 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
SEGUNDO: No hay condenatoria en costas, dada la índole del fallo.
Cópiese y publíquese la presente decisión.
Dada, firmada, sellada y refrendada en el Despacho del Tribunal Segundo de
Primera Instancia de Juicio del Trabajo de la Circunscripción Judicial del Estado
Mérida, en Mérida a los veintinueve (29) días del mes de enero de dos mil ocho.
Años 197º de la Independencia y 148º de la Federación.
Dios y Federación La Jueza Dubrawska Pellegrini Paredes
La Secretaria Egli Dugarte Durán
En la misma fecha se dictó y publicó el fallo que antecede, siendo las nueve y
cuarenta y dos minutos de la mañana (9:42 a.m.).
Sria.

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