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23 Comentario Is - Estudio Inductivo de La Biblia PDF
23 Comentario Is - Estudio Inductivo de La Biblia PDF
NOTA ARQUEOLÓGICA: Sargón. En Isaías 20:1 se dice que Sargón rey de Asiria envió contra
Asdod a Tartán, y la tomó.
En toda la literatura antigua existente, esta es la única mención del nombre de Sargón. Decían los
críticos que citar por su nombre a un rey cuya existencia misma se ignoraba, era uno de los errores
de la Biblia.
Pero para su sorpresa, en 1842 Botta halló las ruinas del palacio de Sargón, en Khorsadad, en el
lindero norte de Nínive, con tesoros e inscripciones que le identificaban como uno de los reyes más
grandes de Asiria. Sin embargo, su nombre había desaparecido de la historia, salvo esta referencia
única de Isaías, hasta que vino el descubrimiento arqueológico moderno de Botta.
En años recientes las ruinas del palacio de Sargón han sido excavadas por el Instituto Oriental. De
las inscripciones se desprende que Salmanasar muró mientras sitiaba Samaria, siendo su sucesor
Sargón, que completó la toma de la ciudad. Además, en confirmación del pasaje arriba citado de
Isaías, una inscripción de Sargón dice: "Azuri, rey Asdod, propuso en su corazón no pagar tributo. En
¿Jesús o Religión? mi ira marché contra Asdod con mi guardia acostumbrada. Tomé Asdod y Gat. Tomé sus tesoros y
Em@il su gente. Puse en ellas gentes de las tierras del este. Recibí tributo de Filistia, Judá Edom y Moab".
Esta acusación tremenda contra el pueblo parece corresponder a mediados del reino
La Biblia en su de Exequias, después de la caída del reino del norte, cuando ya los asirios habían invadido a Judá y
Contexto habían llevado cautiva gran parte de la población, quedando solamente Jerusalén (7-9). Ezequías era
un buen rey pero sus reformas apenas habían afectado de la manera más superficial la podredumbre
de la vida nacional. El temido torbellino asirio se acercaba más y más; pero sin efecto alguno. La
nación corrompida, en lugar de reformarse, se entregó aún más meticulosamente al camuflage de las
ceremonias externas del culto. La denunciación vehemente de Isaías, de su hipócrita religiosidad (10-
YouTube 17) nos recuerda la condenación inmisericorde de Jesús, de los escribas y fariseos (Mat 23). Esto no
debe entenderse como menosprecio del deber de asistir fielmente a los servicios de la casa de
Herramientas Dios, pues Dios mismo ordenó tales servicios; más bien, que de nada le aprovecha a semejante
"Sodoma" (10) su alarde de religiosidad. Solamente al arrepentimiento y la obediencia verdadera
Concordancia
Concordancia / Audio (16-23). les podrían salvar. Más adelante Isaías deja aquel cuadro repugnante, para contemplar el día
Escuche y lea la Biblia glorioso de la purificación y la redención de Sión, en que los malos serán relegados a su propio
Diccionario Bíblico fuego eterno (24-31).
Diccionario Teológico
Biblia Hablada
Reina Valera 1960
La Biblia.in
Capítulos 2-4. VISIÓN DE LA ERA CRISTIANA
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Estos tres capítulos parecen ser una ampliación del pensamiento final del capitulo 1: la gloria futura
Actividad reciente del sitio
de Sión, en contraste con el juicio sobre los malos. La alusión (2:6-9) a la prevalencia de ídolos y de
Figuras Sal prácticas extranjeras, quizás sitúe esta visión en el reino de Acaz.
editado por Herman Puchi
Sión ha de ser centro de la civilización mundial, en una era de paz universal y perpetua (2:2-4).
Estudio Inductivo de la Biblia Este pasaje de optimismo magnifico se escribió en una época en que Jerusalén era una verdadera
editado por Herman Puchi
cloaca de inmundicia y de depravación. Cualquiera, cuando quiera y donde quiera que sea esa edad
Figuras Sal
editado por Herman Puchi
feliz, será la herencia del pueblo de Dios, con exclusión de los malos. (Véase ademas bajo 11:6-9).
El juicio se acerca sobre los ídolos y sus adoradores (2:5-22). Sufrimientos y cautiverio esperan,
Santiago
editado por Herman Puchi por su pecado, a Judá (3:1-15), inclusive a las mujeres elegantes y sin corazón de Jerusalén (3:16-
26) semejante a las demás lujosas de Samaria (Amós 4:1-3) . "Siete mujeres por cada hombre"
Figuras Sal
editado por Herman Puchi (4:1), porque los varones habrán sido muertos en guerra.
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El "Renuevo venidero" (4:2-6). Aquí menciona Isaías por primera vez al futuro Mesías. Era el
"Renuevo" que había de revivir del tronco del caído árbol de la familia de David (11:1; 53:2; Jer 23:5;
33:15; Zac 3:8; 6:12). Este era el que había de purgar la iniquidad de Sión, y hacer de ella una
bendición para el mundo.
Es una especie de lamento fúnebre. Después de siglos del cuidado más minucioso de la viña de
Dios. Su nación sin fruto ni esperanzas, había de ser cortada y hecha desierta. La parábola de Jesús
(Mat 21:22-45) acerca de la viña parece ser eco y ampliación de esta otra. Los pecados que aquí se
denuncian de manera especial son la avaricia, la injusticia y la embriaguez. Las grandes haciendas
de los ricos, acumuladas mediante el robo a los pobres, pronto habían de ser asoladas. El "bato" (10)
era 34 litros; el homer era 10 efas. Es decir, cosecharían mucho menos de los sembraban. "Fue
llevado" (13); así como en el cap. 53, lo futuro es tan seguro que se le nombra como ta consumado.
Además, en aquel momento una buena parte de la nación ya estaba en el cautiverio. "Traen ... el
pecado con coyundas de carreta" (18); excusaban su depravación con razonamientos sofísticos
burlándose del pensamiento de que Dios les había de castigar. "Gentes de lejos" (25-30); asirios en
los días de Isaías mismo,babilonio 100 años después, y romanos que en el año 70 d.C. dieron el
golpe final a la existencia nacional judía.
Hay diferencia de opinión entre los eruditos bíblicos acerca de si esta capitulo es anterior o no a
las visiones de los caps. 1-5. Las fechas que el menciona (6:1; 7:1; 14:28; 20:1; 36:1) se hallan en
orden cronológico. Esto indicaría que el libro mismo sigue un orden cronológico por lo genera,
aunque no necesariamente en todos sus detalles. Es probable que en su vida avanzada Isaías haya
dado nuevo ordenamiento a las visiones que había escrito en las deferentes etapas de su largo
ministerio, guiándose en parte por el hilo de los pensamientos, de manera que es posible que
algunos capítulos hayan ocurrido antes de otros que numéricamente les preceden.
Hay también diferencias de opinión acerca de si este fue el llamamiento original de Isaías al oficio
profético, o un llamamiento a una obra especial. Se dice en Isaías 1:1 que parte de su ministerio fue
en los días de Uzías; y que este llamamiento haya sido en el año de su muerte, quizás implique que
ya antes había predicado algo, pero que este llamamiento era una autorización divina de sus
declaraciones.
Superficialmente la tarea especial a que era llamado hubiera parecido como provocar el
endurecimiento final de la nación, para asegurar su destrucción (9-10). Pero, desde luego, el
propósito de Dios no era endurecer a la nación en su pecado sino más bien traerla al arrepentimiento
para salvarla de la destrucción. El ministerio entero de Isaías, que culminó con uno de los milagros
más estupendos de todos los tiempos, era, por decirlo así, como sí Dios agitase delante de la nación
una bandera de peligro que la detuviese en su carrera loca al abismo. Pero cuando una nación se
opone a Dios, aun Sus más admirables misericordias solamente dan por resultado un mayor
endurecimiento.
"¿Hasta cuándo?" (11). ¿Hasta cuándo sería este proceso de endurecimiento? Las contestación:
hasta que el país estuviese desierto y sin habitantes (11-12). "Una décima parte" (13); había de
quedar un remanente, que a su vez sería destruido, quedando solamente un tronco, del que aún
nacería un retoño. Esto se dijo en el 735 A.C. Menos de un año después, el norte de Israel fue llevado
cautivo por los asirios. Catorce años más tarde había caído todo el resto del reino norteño (721 A.C.)
y solamente quedaba Judá, una tribu de las doce, más o menos "una décima parte." Pero 100 años
después quedó destruida Judá.
La ocasión de esta profecía fue la invasión de Judá por los reyes confederados de Siria e Israel.
Atacaron a Judá separadamente (2 Cr 28:5-6)y luego conjuntamente (2 Reyes 16:5). Su objetivo era
reemplazar a Acab por otro rey. Pero Acab pidió ayuda al rey de Asiria (2 Reyes 16:7). Este
respondió invadiendo Siria y el norte de Israel, y llevando cautivos a ambos pueblos (2 Reyes 15:29;
16:9). Este fue el cautiverio de Galilea, 734 A.C.
Fue en la primera etapa de este ataque siro-israelita contra Jerusalén cuando Isaías predijo a Acaz
que el ataque fracasaría, y que Israel sería destruida y Judá se salvaría. Se cree que lo 65 años del
versículo 8 abarquen el período desde la primera deportación de Israel, 74 A.C., hasta
la colonización de la tierra con extranjeros por Esarhaddon, más o menos 670 A.C. (2 Reyes 17:24;
Ez 4:2).
La "virgen" y su hijo "Emanuel" (10-16). Esto se cita como "señal" para asegurar al escéptico Acaz
su pronto alivio. Puede haber significado que en el plazo en que una joven entonces virgen, podría
casarse, tener un hijo, y criarlo hasta la edad del discernimiento moral, las dos naciones invasoras
serían destruidas. Pero ¿cómo sería "señal" esto? Una "señal" es un milagro, que se efectúa para
fines evidenciales. No se le nombra a la "virgen" pero se hace referencia a algo muy fuera de lo
común que había de suceder inmediatamente en la familia de David o sea en la propia casa de Acaz.
Es un caso de la fusión de vistas de un horizonte cercano y otro lejano, tan común en los profetas. El
carácter real del niño se indica en el capitulo 8:8, y el contexto le identifica con el Niño Admirable del
9:6-7, que no puede ser otro sino el Mesías futuro. En este sentido se cita en Mat. 1:23. Así pues,
mientras Isaías habla a Acaz de señales en su propia familia, la Casa de David proyecta ante su
mente una imagen de una de las señales más grandiosas que aún había de presentarse en la familia
davídica: el nacimiento virginal del Hijo Mayor de David.
Judá sería asolada por Asiria (17-25); la misma Asiria que ahora ayudaba a Judá contra Israel
y Siria. Esto sucedió en vida de Isaías, quedando intacta solamente Jerusalén.
Capitulo 8. "MAHER-SALAL-HAS-BAZ"
En relación con la invasión siro-israelita de Judá se menciona a tres niños: uno en la familia de
David, "Emanuel" (7:13-14), y dos en la familia de Isaías, "Sear-jasub" (7:3) y Maher-salal-has-baz"
(8:1-4).
"Sear-jasub" significa "Un remanente volverá". Cien años antes de que sucediera, Isaías da como
hecho consumado el cautiverio babilónico, habla de un remanente que regresará, y con tal
pensamiento en lamente nombra a su hijo. Aquel remanente, y su futuro glorioso, es rl tema principal
del libro de Isaías.
"Maher-selal-has-baz" significa "El despojo se apresura, el botín da prisa" es decir, Siria e Israel
pronto serán saqueados. Nombrar así a su hijo para conmemorar la idea de un pronto rescate fue un
recurso de Isaías para subrayar y dar énfasis a lo que ya había predicho en 7: 4, 7, 16. Sucedió en
breve, tal como Isaías había afirmado. Los asirios victoriosos siguieron adelante hasta invadir Judá
(conforme lo había predicho, cap 8), y solamente pudo detenerles la intervención directa de Dios
(37:36).
Así pues, los nombres de los hijos de Isaías incorporaban las ideas que diariamente predicaba:
liberación presente, cautiverio venidero, y gloria futura.
Angustia y tinieblas del cautiverio (9-22). Se le manda a Isaías que escriba su profecía, y la
conserve para el día de su cumplimiento (16).
El telón de fondo de esta sublime visión del Mesías fue la caída de Israel, que Isaías acababa de
predecir (caps 7 y 8). Zabulón y Neftalí (1), la región de Galilea, fue la primera en caer ante los asirios
(2 Reyes 15:29). Pero esa misma región algún día tendría el honor y el orgullo de dar al mundo el
Redentor de la humanidad, el Rey de los siglos. En 2:2-4 Isaías había dado una mirada al futuro reino
universal de Sión; en 4:2-6, al Rey mismo (Juan 12:41); en 7:14 predice Su nacimiento virginal; y
ahora en 9:6-7, con palabras majestuosas y bien meditadas presenta Su deidad y la eternidad de Su
trono. Véase además los caps. 8 y 12.
La persistente impenitencia de Samaria (9:8-10:4). De acuerdo con su costumbre de alternar
frecuentemente e inesperadamente entre sus propios tiempos y los futuros, Isaías vuelve de pronto
sus ojos hacía Samaria. La mayor arte de Israel fue llevado cautivo en el 734 A.C., para Samaria se
sostuvo hasta el 721 A.C. Estos versículos parecen corresponder a los 13 años de intermedio,
durante los cuales el pueblo que restaba, en vez de enmendarse ante su espantoso desastre nacional
, aún perseveraba en desafiar tanto a Dios como a los asirios. Es un poema de cuatro
estrofas, terminándose cada una con el mismo refrán, pra amonestar a Samaria de lo que le espera.
Esto fue escrito después de la caída de Samaria (11), en desafío de los orgullosos asirios que
marchaban sobre Judá y hasta las puertas mismas de Jerusalén. Las ciudades de los vers. 28-32
estaban apenas al norte de Jerusalén. Dios había usado a los asirios para castigar a Israel, pero aquí
les amonesta a que no sobrestimen su poderío (15) y les promete una derrota humillante (26) como
la de los madianitas a manos de Gedeón (Jueces 7:19-25) y la de los egipcios en el Mar Rojo (Ex
14). Ambos fueron milagros estupendos. Un año después de haber destruido Samaria, Sargón se
volvió al sur, invadió Judá, 720 A.C., tomó algunas ciudades filisteas, y derrotó al ejército egipcio.
Nuevamente en 713 A.C. el ejercito de Sargón (dirigió, según se cree, por Senaquerib su hijo)
invadió Judá, Filistea, Edom y Moab. Y otra vez en 701 A.C. Senaquerib, a la cabeza de un vasto
ejército, invadió al país. En esta ocasión Dios cumplio SU promesa, y dio a los asirios un golpe tan
inesperado y tan violento que no volvieron más contra Jerusalén (37:36).
Una ampliación de 2:2-4; 4:2-6; 7:14 y 9:1-7. Después de predecir la derrota del ejército asirio,
Isaías vuelve sus ojos repentinamente al futuro, y nos ofrece uno de los cuadros más gloriosos del
mundo venidero que se halla en toda la Escritura entera. Un mundo sin guerras, bajo el reinado de un
rey justo y benévolo de descendencia davídica, formado por los redimidos de todas las naciones
juntamente con el remanente restablecido de Judá, en un día de triunfo en el cual haya sido depuesto
todo elemento discordante, representado bajo la figura de los vecino enemigos de Judá. Si esto
sucederá alguna vez en nuestro mundo de carne y sangre, o si será más allá del velo, no lo
sabemos;pero que así ha de ser, es tan seguro como la salida del sol. El tema se continúa en 25:6. El
cap. 12 es un canto de alabanza por aquel día de alegre triunfo, que Dios puso en boca de Isaías; uno
de los cantos en el himnario del cielo, que todos cantaremos cuando lleguemos allá.
En los días de Isaías, Asiria era la potencia dominante del mundo. Babilonia era una dependencia
de Asiria. Babilonia se hizo potencia mundial en el 606 A.C., y cayó en el 536 A.C. Así pues, Isaías
cantó la caída de Babilonia cien años antes de que surgiera. Por esto los críticos modernos opinan
que estas palabras no pueden ser de Isaías sino de algún otro profeta posterior. Sin embargo, se
dice específicamente que son palabras de Isaías (13:1).
El esplendor que alcanzó Babilonia cien años después de los días de Isaías, como ciudad reina del
mundo pre-cristiano, "hermosa de reinos" (13:19) y "ciudad de oro" (14:4) se describe aquí tal como
si Isaías hubiese estado presente. Es un iluminación sorprendente de la mente de Isaías por el
Espíritu de Dios. Pero el tema de la profecía es la caída de Babilonia, que se dibuja con
minuciosidad pasmosa, que impresiona e influye temor reverencial. Como destructores de Babilonia
cita a los medas (13:17-19), que en los días de Isaías eran un pueblo casi desconocido.
Lo esencial de la profecía: Babilonia desplazará a Asiria (14:25); Media desplazará a Babilonia
(13:17); y Babilonia desaparecerá para siempre (13:19-22; 14:22-23). Para el cumplimiento de esta
sorprendente profecía , véase bajo " Reyes 25.
El punto de interés especial para los judíos hermanos de Isaías era que la caída de Babilonia
significaría la liberación de los cautivos (14:1-4). Un año después de la caída de Babilonia, Ciro el rey
medo-persa dio un decreto para autorizar el regreso de los judíos a su propia patria (Esd 1:1).
Cien años después de Isaías, cuando Babilonia estaba en todo su poder, había deshecho al
imperio asirio, y estaba destruyendo Jerusalén. Jeremías renueva la súplica de venganza de Isaías
(Jer 50, 51).
Babilonia, opresora de judíos, fue contraparte y sombre de una potencia novotestamentaria que
había de esclavizar a la Iglesia (Apoc. 17 al 19).
Del nombre de esta tierra de los filisteos se deriva el de Palestina. La "Culebra" (29)
probablemente alude a Tiglat-pileser, que había tomado ciertas ciudades filisteas, y había muerto
solamente un año antes de Acaz (28). El "basilisco" aun más venenoso y su fruto probablemente eran
Sargón y Senaquerib, que completaron el asolamiento de Filistea. Los "mensajeros" (32)
probablemente hayan sido embajadores filisteos que pedían la ayuda de Jerusalén contra los asirios.
Otras denuncias contra los filisteos se hallan en Jer. 47, Amós 1:6-8, Sof 2:4-7 y Zac 9:5-7.
Moab era una meseta ondulada de fértiles tierras de pastoreo el este del Mar Muerto. Los
moabitas eran descendientes de Lot (Gén 19:37), y por lo tanto nación emparentada con Israel. Esta
era una profecías anterior de Isaías, pero que ahora se repite con un límite de tiempo de tres años
(16:14). Las ciudades aquí enumeradas fueron saqueadas por Tiglat-pileser. 734 A.C., por Sargón,
713 a.C., y por Senaquerib, 701 a.C. No se nos indica a cual de éstos se refiere Isaías. Sin
embargo, les advierte que sería para su bien renovar su lealtad a la casa de David (16:1-5), al
mencionar lo cual aparece dentro de su visión la imagen del Mesías futuro (5). Los moabitas, en la
persona de Rut, habían tenido parte en la fundación de la casa de David. Para
otras referencias acerca de Moab véase Jer 48, Amós 2:1-3 y Sof 2:8-11.
Una continuación del pensamiento del cap. 7, probablemente escrita más o menos al mismo
tiempo, durante el ataque siro-israelita contra Judá 734 A.C., y cumplida poco después en las
invasiones de Tiglat-pileser y de Sargón. Se dirige contra Israel también (3-4) por cuanto estaba
aliada con Damasco. "Mirar a su Hacedor" (7); de 2 Crónicas 34:9 parece que el remanente del reino
norteño volvió a Jehová. Termina con una visión de la destrucción de los asirios, después de su
victoria sobre Siria a Israel (12-14. especialmente el 14, que parece una referencia directa a
37:36).
Capitulo 18 ETIOPÍA
Etiopía era el Egipto meridional, cuyo poderoso rey de aquel tiempo reinaba sobre Egipto entero.
Esta no es una profecía de destrucción, sino que más bien parece referirse a la excitación y al
llamamiento a las armas entre los etíopes con motivo del avance del ejército se Senaquerib sobre
Judá, cuya caída dejaría abiertas las puertas para una marcha siria contra Egipto (1-3); al recate
milagroso de Jerusalén (4-6; 37:36); y al mensaje de gratitud de Etiopía por la destrucción del ejército
asirio (7; 2 Cr 32:23).
Un período de anarquía y de lucha interna (1-4). Esto comenzó durante la 25a dinastía, cerca del
tiempo de la muerte de Isaías. "Señor duro" (4); poco después de la muerte de Isaías, Esar-
hadon subyugó a Egipto, y lo repartió entre diferentes gobiernos títeres, cuyo papel principal era el de
"matar, robar y saquear" a sus súbditos.
Profecía de la decadencia y desintegración de Egipto (5-17). Todo esto se cumplió. Véase Jer 46
y Ez 29.
Penetración de la Religión de Judá en Egipto y Asiria (18-25). Después del cautiverio muchos
judíos se quedaron en el valle del Eufrates, ya gran número de ellos emigraron a Egipto. Alejandría,
segunda ciudad del mundo en tiempos de Jesús, era predominantemente ciudad judía. Allí se hizo la
traducción Septuaginta del A.T. En Heliópolis (Ciudad del Sol, v. 18 Torres Amat) se levantó en 149
A.C. un templo. conforme al modelo del de Jerusalén, como centro de culto para los judíos egipcios;
se cree que esto haya sido el "altar" del v. 19. Al tiempo de la venida de Cristo la nación hebrea
estaba formada por tres divisiones principales; la palestina, la egipcia y la mesopotamia, unidas por
carreteras (23), de manera que Israel era una especie de nación triple (24). Estas regiones fueron
además de entre las primeras en aceptar el cristianismo. Así pues, este capítulo ofrece un esquema
anticipado bastante exacto de cierta fase de la historia de Israel durante los siguientes 600 años.
Isaías anuncia su derrota y cautiverio, para prevenir a Judá que no espere ayuda de egipcia contra
asiria. "Andar desnudo" (2-3); probablemente no del todo, sino vestido como cautivo; y
probablemente no de manera continua sino a intervalos durante un plazo de tres años. Esto fue en el
713 A.C. La profecía se cumplió 12 años después. Los anales de Senaquerib para 701 A.C. dicen:
"Peleé contra los reyes de Egipto, logré su derrota, y tomé vivos gente de los carros e hijos del rey."
Esar-hadon asoló aun más a Egipto (véase bajo 19:1-4). "Tartán" (1) no es nombre de persona sino
título oficial, equivalente a "comandante en jefe". "Sargón" (1) es la única mención conocida de su
nombre, hasta que excavaciones arqueológicas del siglo pasado le revelaron como uno de los más
grandes monarcas asirios.
Babilonia (1-10), rodeada de un vasto sistema de diques y de canales, era como ciudad en al mar.
Esta es una predicción gráfica de su caída. La mención de Persia y Media (2) señalan su toma por
Ciro, 536 A.C. Véase además bajo los caps. 13 y 14.
Duma (11-12) era el nombre de un distrito al sur de Edom, y se usa aquí en representación de
Edom, cuyo distrito central era Seir. La pregunta parece ser, ¿llegarán hasta Edom
las devastadoras invasiones asirias? La contestación del profeta parece ser intencionalmente
ambigua. Véase además 34:5-17.
Arabia (13-17) era el distrito entre Edom y Babilonia. Dedanim, Tema y Cedar eran prominentes
tribus árabes. Se predice que sufrirán un golpe aplastante dentro de un año. Sargón invadió Arabia
en el 716 A.C.
"Valle de la visión." Las colinas en que levanta Jerusalén están rodeadas de valles, con montes
más altos a distancias. Era además el lugar en donde se revelaba Dios. Aquí se le redarguye por
haberse entregado a excesos temerarios mientras estaba sitiada por el ejercito asirio. Sus
preparaciones para la defensa (9-11; 2 Cr 32:3-5) lo incluían todo, menos el volverse hacia Dios.
Degradación de Sebna (15-25). Como alto oficial de la casa de David, quizás haya sido cabecilla
en la conducta frívola de la ciudad en presencia del gran peligro. En la elevación de Eliaquim al oficio,
pueden verse alusiones vagas de aspecto mesiánico (22-25).
Tiro había sido desde hacía siglos el centro marítimo del comercio del mundo. Había fundado
colonias suyas en todas las costas del Mediterráneo. El grano de Egipto era uno de los principales
artículos con que comerciaba. Padeció espantosamente a manos de los asirios, que recientemente
habían extendido su poderío sobre Babilonia (13). Aquí se predice su destrucción, asolamiento
durante 70 años, y restauración. Se cree que esto se refiera a su subyuga miento
por Nabucodonosor. Véase además bajo Ezequiel 26 al 28.
Capítulos 24 al 27. DESTRUCCIÓN FINAL DE LA TIERRA
En los capítulos 13 al 23 se pronunciaron juicios contra determinadas naciones. Aquí se trata del
juicio final contra el mundo entero.
Esta visión parece relacionarse con el mismo período de que habló Jesús en Mateo 24. Dibuja las
terribles calamidades bajo las cuales la tierra, con todas sus castas, vocaciones, y distinciones
sociales, desvanecerá; provocadas, así como el Diluvio, por la maldad del hombre. Tal como dice
Jeremías de Babilonia, que "será anegada y no se levantará" (Jer 51:64(, así dice aquí Isaías de la
tierra (20). Más adelante, mira más allá hacia "nuevos cielos y nueva tierra" (65:17-66:24).
Aquí Isaías se transporta más allá del estrépito de los mundos, hasta la edad de los nuevos cielos y
nueva tierra, y pone en boca de los redimidos un canto de alabanza a Dios por sus maravillosas
obras. Lo más admirable de todo es la destrucción de la muerte (8), "en el monte" (6) de Jerusalén.
Esto no puede referirse sino a la resurrección de Jesús de entre los muertos, única y sola cosa que
ha anulado la muerte y ha traído a la humanidad la garantía de vida eterna; el "convite de
engordados" para todos los pueblos (6), el evento que "enjugará toda lágrima de todos los rostros".
La mención de Moab en relación con esto (10) es ejemplo de la costumbre mental de Isaías, de
alternaciones abruptas entre la gloria futura y las circunstancias presentes y locales. Puede ser que
aquí emplea la suerte de Moab, rival eterno de Israel y a menudo su enemigo, como típica de la
suerte de los enemigos de Sión en general.
Una continuación del canto del capitulo anterior. "Fuerte ciudad" (1); metrópoli central del pueblo de
Dios. "Ciudad exaltada" (5); fortaleza tipificada de los malos. El v. 3 es magnífico; el mejor de todo el
capítulo es el 19; la resurrección. En el 25:8 se habla de la resurrección de Cristo; aquí, de la
resurrección general del pueblo de Dios. "Descubrirá sus sangres" (21); en el día del juicio, en el cual
el largo reino de los hombres, de maldad y de derramamiento de sangre, será sacado a la luz y
vengado.
El 5:1-7 Isaías cantó la endecha fúnebre de la viña de Dios. Aquí entona un canto de gozó porque
esa viña vuelve a la vida. !Hermosa figura del cristianismo que florece del remanente de Judá
asolada y extiende su benigna influencia por toda la tierra entera! "Leviatán" "serpiente" y "dragón"
de v. 1 quizás signifiquen Asiria, Babilonia y Egipto; o nombres simbólicos de los poderes del mal.
Castigos correctivos contra Judá (7-11). Acogimiento final de Israel en la iglesia triunfante (12-13).
"En aquel día", vs. 1, 2, 12, 13. Nótese cuán a menudo Isaías usa la frase: 4:2; 7:20, 23; 11:10, 11;
12:1; 14:3; 17:4, 7, 9; 19:16, 18, 19, 23, 24; 22:12; 26:1; 28:5; 29:18; 30:23 etc. Casi podríamos
llamar "aquel día" el tema del libro, con divisiones y frases acerca de "aquel día" y el de Isaías
entremezcladas.
Dejando las visiones de "aquel día", Isaías advierte severamente a su propio pueblo, entregado a
excesos sensuales, de calamidades que se avecinan, tal como en el cap. 22. Evidentemente esto era
antes de la caída de Samaria (721 A.C.). "Hermosura de su gloria" (1): Samaria, capital del reino del
norte, estaba situada sobre una colina redondeada, en un valle rico y hermoso, coronada de lujosos
palacios y huertos". "Un fuerte" (2); el poder asirio, que tomó Samaria después de un sitio de tres
años, pero fue devuelta desde "la puerta" (6) de Jerusalén. Los ebrios escarnecedores llamaban
infantes las advertencias de Isaías (9-10); éste contesta (11-13) que hallarán el cautiverio asirio tan
monótono como las amonestaciones de él. "Varones burladores" (14-22); Ezequías era un buen rey,
pero muchos nobles poderosos de su gobierno despreciaban tanto a Isaías como a Jehová, y
confiaban en sus propias fuerzas y las de Egipto. "Concierto con la muerte" (15); su alarde
despreciativo. "Piedra de cimiento" (16); la promesa de Dios a David, en la que debían de haber
fiado. "Obra extraña" (21); Dios castiga a Su propio pueblo con la espada de los extraños. Consuelos
para los fieles (23-29); el significado de estas palabras parece ser que el pueblo de Dios necesita de
un trato variado y acorde con su estado.
"Ariel" (1); nombre de Jerusalén, que significa "el león de Dios", que desafía y mantiene a raya al
ejército asirio. La ciudad debía padecer las privaciones de un prolongado sitio (2-4). El ejército
sitiador, compuesto de soldados de muchas naciones, sería destruido de repente (5-8); lo que pronto
se cumplió (37:36). Ceguera de Sión hacia su Dios, aun mientras Le honra de labios (9-16) a la vez
que sustituye la Palabra de Dios con mandamientos de hombres. Jesús citó esto aplicándolo a los
fariseos de Sus días. Es todavía cierto de muchos religionarios . "Prodigio grande" (14); el recate
milagroso de Jerusalén (37:36). El campo y el bosque cambian de lugar (17-24); quizás este lenguaje
difícil sea una alusión al día en el cual los gentiles habían de ser injertados en el pueblo de Dios (Rom.
11).
Caravanas cargadas de ricos presentes atraviesan los desiertos poblados de fieras del sur, para
buscar la ayuda de Egipto (6-7). La cautividad de Judá (8-17). Egipto de nada había de valerles;
Judá sería quebrantada. Esto debía escribirse en un libro, para que generaciones venideras pudieran
saber que fue predicho. Así sucedió cien años después, a manos de Babilonia. Restauración de
Judá luego de un período de castigo (18-26). La destrucción de Asiria (27-33). El ejército asirio fue
derrotado en breve (37:36); y cien años después fue destruido su imperio.
Una y otra vez Isaías afirma su confianza en el éxito triunfante de la crisis asiria de Sión (37:36),
cuyo evento que se avecinaba parece formar el telón de fondo de casi cada versículo de este
capítulo.
Mientras Isaías medita en la secuela gozosa de la liberación de Sión del ejercito asirio, y el
prestigio grandemente aumentado de que gozará el reino de Ezequías, entra en la perspectiva lejana
de su visión un cuadro del Rey futuro davídico, hacia el cual toda la profecía del A.T. señalaba, y toda
la historia del A.T. convergía, bajo cuyo reino justo y bienaventurado las personas y las cosas se
verán y serán llamados como realmente son. Es difícil ver el eslabón entre esto y el discurso digresivo
a las "mujeres indolentes" o descuidadas (9-15). Parece que había en la corte un grupo influyente de
mujeres irreligiosas que se oponían a todo cuando Isaías personificaba (3:12, 16-26). Su significado
aquí parece ser que entre la derrota del ejercito asirio y el reino del Mesías había intermediar un
período de asolamiento. Los "Montes" y la "ciudad" (19); el ejército asirio, y la ciudad de Nínive, o las
fuerzas centralizadas del mal en lo últimos tiempos. "Sembrar junto a todas las aguas" (20); la época
feliz de la prosperidad restablecida; o la fidelidad paciente en la senda del deber diario, como
expresión de confianza en Dios, en espera de esa época.
Capitulo 33. EN VÍSPERAS DE LA BATALLA
Los capítulos 28-33 pertenecen a los días sombríos del sitio asirio de Jerusalén, tal como se
relatan en los capítulos 36-37. El ejército de Senaquerib estaba saqueando las ciudades y
devastando los campos (8-9).
Los negociaciones de paz habían fracasado (7). Senaquerib había recibido un fuerte pago de
dinero, pero había violado alevosamente su convenio (8) y avanzaba sobre Jerusalén. El pueblo
estaba lleno de pánico (13-14) excepto aquellos que confiaban en Dios (2, 15.16). En medio de
todos ellos Isaías con toda calma asegura al pueblo que Dios herirá de espanto al enemigo, y que
huirá dejando gran botín (3-4); Dios mismo protegerá a Jerusalén, como ancho río circundante sobre
el cual los barcos del enemigo se desintegran y se hunden (21-23) Véase capítulos 36, 37.
Así como el capitulo 24, este parece ser una visión de los tiempos finales, siendo Edom muestra
representativa de la ira de Dios. En un tiempo populoso y fértil, es ahora una se las regiones más
desoladas de la tierra, habitada principalmente por animales, aves y reptiles nocivos (10-15). Véase
bajo Abdías. Nótese el reto de Isaías a las generaciones futuras, para que comparen sus palabras
con lo que habrá sucedido en Edom (16-17).
Uno de los capítulos más selectos de toda la Biblia; un poema de belleza excepcional y sobre
saliente. Un cuadro de los últimos tiempos, cuando la Iglesia, después de la larga aflicción, brilla por
fin en todo el fulgor de su gloria celestial. Los versículos 5-6 parecen ser una pre-visión de los
milagros de sanidad de Cristo. El cuadro de los cautivos que regresan en el camino (8-10) es una
representación exquisita de los redimidos que vuelven al hogar celeste con Dios.
Esto se relata tres veces: aquí, 2 Reyes 18-19, y 2 Cr 32. Es uno de los milagros más estupendos
del A.T.; en una noche el ejercito asirio es destruido por un golpe directo del cielo (37:36). Era el
gran clímax que Isaías repetidamente había predicho (10:24-34; 17:12-14: 29:5-8, 14; 30:27-33; 31:4-
9; 33:3-4, 21-23; 38:6). Estos capítulos parecen ser un relato combinado de dos invasiones.
Senaquerib, como generalísimo de los ejércitos de su padre Sargón, invadió Judá en 713 A.C. y
tomó muchas ciudades de Judá. Ezequías le pagó tributo, 2 Reyes 18:14-16. Vino otra ve, 701 A.C.,
en cuya ocasión le hirió el ángel de Dios. Véase 2 Reyes 17.
Estos dos capítulos pertenecen cronológicamente antes del capítulo 37, pero se colocan después,
probablemente para que sirvan de introducción (39:6) a los capítulos del cautiverio babilónico que les
siguen. La enfermedad de Ezequías fue 15 años antes de su muerte (38:5) o sea en el 712 A.C. Su
restauración milagrosa había despertado interés en Babilonia (2 Cr 32:31; Isa 37:7-8). Sin duda la
embajada babilónica a Jerusalén parecía sospechosa en Senaquerib, y puede haber apresurado su
segunda invasión.
¿Dos Isaías?
En ninguna parte del libro, de la Biblia, ni de la tradición hebrea no cristiana, hay mención, ni
siquiera vislumbre, de dos o más autores. Un "segundo Isaías" es un mito de la escuela crítica
moderna. El libro de Isaías, en nuestra Biblia, y en los días de Jesús, es y era un libro, y no dos. No es
obra de retazos; de principio a fin se le caracteriza una unidad de pensamiento, expuesto en lenguaje
de lo más sublime, que lo hace una de las obras más grandiosas que jamás se hayan escrito. Si
como sostiene la escuela crítica, la última mitad fue escrita por un "profeta desconocido" del
cautiverio, !lastima que no se conozca el autor de la obra más sublima de toda la literatura! No
creemos en tal cosa como un "déutero Isaías".
Algunas de las frases parecen ser palabras de ángeles que claman a Isaías, o unos a otros, en
exaltación sobre las maravillas guardadas para el pueblo de Dios cuando la larga noche de aflicción
haya terminado. El tema de versículos 1-11 es la venida de Cristo. Todos los cuatro Evangelios citan
3-5 como referencias de Su venida a la tierra (Mat 3:3; Mar 1:3; Luc 3:4-6; Juan 1:23). La mención de
la permanencia eterna de la Palabra de Dios, en relación con esto, significa que las promesas
proféticas de Dios no pueden faltar; Cristo y el cielo son seguros. El poder infinito de Dios, y la eterna
juventud de los que confían en El, son el tema de los versículos 12-31. Es un capitulo magnífico.
A Ciro no se le nombra aquí, pero sí en 44:28 y 45:1. Es sin duda alguna el "del oriente" (2) y "del
norte" (25; todo ejército del oriente penetraba en Palestina desde el norte). Isaías murió 150 años
antes de los días de Ciro, y sin embargo aquí nos presenta una visión de su rápida conquista del
mundo, que se atribuye a la providencia de Dios (4). Aterrados ante el rápido avance de los ejércitos
de Ciro, las naciones se entregan febrilmente a la fabricación de sus dioses (5-7) cuya protección
esperan. Jehová promete proteger a Israel (8-20), y luego reta a los dioses de las naciones a que
demuestren su capacidad de predecir el porvenir (21-29). Véase además bajo cal capitulo 44 .
Otra visión del Mesías venidero y SU obra entre las naciones (1-17). Como tal se le cita en Mat.
12:17-21. Pero en los vs. 18-25 el siervo de Jehová es la nación de Israel, que hubo de ser castigada
una y otra vez por su ceguedad y perversidad.
Dios había formado para Sí mismo la nación, cuya desobediencia había sido incesante. Con todo,
era la nación de Él, y a través de sus pecados y sus padecimientos El obraría para mostrar al mundo
entero que El,y El solamente, es Dios.
Capítulos 44, 45. CIRO
Estos dos capítulos predicen el regreso de Israel del cautiverio, bajo Ciro, con énfasis especial en
el poder único de Jehová de predecir el porvenir. Ciro, rey de Persia, reinó 538-529 a.C. Permitió el
regreso de los judíos a Jerusalén, y dio un decreto que autorizaba al construcción del Templo (2 Cr
36:22-34; Esd 1:1-4). Isaías profetizó en 745-695 A.C., más de 150 años antes de los días de Ciro.
Sin embargo le llama por nombre, y predice que reconstruirá el Templo, que en los días de Isaías aún
no había caído.
El argumento principal de estos dos capítulos es que el poder de Jehová para predecir lo futuro
demuestra Su superioridad sobre los ídolos, idea que aparece a menudo en los capítulos 40 al 48
(41:21-24; 42:8-9; 43:9-13; 44:6-8; 45:20-21; 46:9-11; 48:3-7). El llamar a Ciro por nombre mucho
antes de haber éste nacido se da como muestra del poder de Jehová para "hacer entender lo que ha
de venir" (45:4-6). SI esto no es una predicción, ni siquiera hace sentido, en el contexto en que se
usa. Los críticos que relegan estos capítulos a alguna fecha post-exílica tienen ideas un tanto extrañas
de la unidad contextual.
El que la profecía de lo por venir es una evidencia de la Deidad, era una de las principales tesis de
Isaías. Gustaba mucho de ridiculizar a ídolos e idólatras, diciendo, "Estos dioses que adoran las
naciones no pueden ni aun hacer lo que hacen los hombres; no ven, ni hablan, ni oyen. Pero nuestros
Dios a Quien adoramos en nuestra nación hebrea, El no solamente hace lo que puede el hombre;
hace lo que el hombre no puede; predice lo que ha de venir". Luego Isaías invita una conferencia de
naciones a una comparación de dioses, y pregunta si hay nación alguna que tenga en su literatura
profecías antiguas de cosas que después se hayan cumplido. Nosotros, dice, tenemos en nuestros
anales nacionales una corriente continua de profecías de cosas que luego continuamente se han
cumplido. El autor de este libro desearía hacer la misma pregunta ahora, que hizo Isaías hace 2600
años: Fuera de nuestra Biblia, ¿hay en la literatura del mundo entero, religioso, político, filosófico o
poético, predicciones desde tiempo antiguos del panorama entero de la historia religiosa del
hombre? ¿No es una de las evidencias de que el antiguo Libros es obra de una mente más grande
que la del hombre?
Una continuación de capítulos 13-14. Advierte a Judá que no se deje influir por los dioses lujosos
de Babilonia (46:4-7) ni titubee en creer las predicciones de Dios (46:8-13). La multitud de ídolos, de
hechiceros y agoreros de Babilonia de nada servirían con los ejércitos de Ciro (47:12-15). Más bien
las imágenes de oro de sus ponderados dioses, incapaces de salvar a la ciudad y ni aun a sí
mismas, serían cargadas sobre bestias y carros como presa (46:1-2). Reafirma el poder único y
exclusivo de Dios, de predecir y controlar el curso de la historia; reprende a Israel por su renuencia a
confiar en El un en Sus predicciones, y su propensión a la idolatría. Es otra profecía solemne de la
caída de Babilonia a manos de Ciro, y el rescate de los judíos. "Jehová lo amó" (48:14) ; a Ciro,
monarca de singular nobleza y rectitud.
En los capítulos anteriores 40-48 vimos el pensamiento prominente de las profecías de Jehová
acerca del futuro, como evidencia de Su deidad.
En los capítulos 49-55 el pensamiento gira alrededor del Siervo de Jehová. En algunos pasajes el
Siervo parece ser Israel como nación: en otros, el Mesías, Aquel en quien Israel se había de
personificar, y en quien las promesas dadas a Israel hallarían su cumplimiento. Los pasajes están
íntimamente entrelazados; el contexto indica a cuál de los dos se refiere.
Es un resumen de pensamiento que han venido acumulándose (41:8; 42:1, 19; 43:10; 44:1, 2, 21;
49:3-6; 52:13; 53:11).
Estos capítulos parecen ser una especie de soliloquio del Siervo, entremezclado con algunas
contestaciones de Dios, y tratando principalmente de su obra de traer a Dios todas las naciones del
mundo.
La liberación de Israel de los padecimientos del cautiverio es tan segura como las admirables
obras de Dios en el pasado. Es parte del plan eterno de Dios a través de los siglos, comenzando con
una sola pareja (51:2) y culminando en un mundo redimido y de eterna gloria (51:6). El capítulo 52 es
un canto del día del triunfo de Sión.
Uno de los capítulos más amados de toda ,a Biblia. Un cuadro del Salvador doliente, que comienza
desde 52:13. Tan vívidos son los detalles, que casi creeríamos que Isaías se hallaba al pie de la cruz.
Tan claro está en su muerte, que habla en tiempo pasado, como si ya hubiera sucedido. No es
posible, aplicarlo a otra persona alguna en toda la historia; sin embargo, fue escrito siete siglos antes
del Calvario.
Profanación del sábado; glotonería de los caudillos de Israel; predominio de la idolatría y de sus
viles costumbres; minuciosidad en el ayunar, a la par de la injusticia más descarada. todo había de
ser vengado severamente.
Es un poco difícil ver el por qué de la mención de Edom en estos versículos 1-6 (cap. 63). Excepto
estos seis primeros versículos, los dos capítulos son una oración a Dios, pidiendo la liberación de la
nación cautiva. Los idumeos, enemigos seculares de Israel, es habían unido a los babilonios en la
destrucción de Jerusalén (véase bajo Abdías) y quizás aquí se usen para simbolizar a todos los
enemigos del pueblo de Dios. El Guerrero "salpicado de sangre" que " huella" a Edom en su furor,
"grande para salvar" a Sión, es idéntico con el Redentor de Sión de los tres capítulos anteriores. El
lenguaje se usa como base para la descripción de la venida del Señor en Apoc. 19:11-16.
Su advenimiento. 40:3-5
Su nacimiento virginal. 7:14
Galilea sería escena de Su nacimiento. 9:1-2
Su Deidad y la eternidad de Su trono. 9:6-7
Sus padecimientos. Capitulo 53
Moriría entre los malos. 53:9
Sería sepultado entre los ricos. 53:9
Poderío y bondad de Su reinado. 40:10-11
Justicia y beneficencia de Su reinado. 32:1-8; 61:1-3
Su justicia y Su bondad. 42:3-4, 7
Su reinado sobre los gentiles. 2:2-3; 42:1, 6; 49:6; 55:4-5; 56:6; 60:3-5
Su vasta influencia. 49:7, 23
Desaparecerán los ídolos. 2:18
Institución de un mundo sin guerras. 2:4; 65:25
Destrucción de la tierra. 24; 26:21; 34:1-4
Destrucción de la muerte. 25:8; 26:19
El pueblo de Dios recibe un nuevo nombre. 62:2; 65:15
Creación de nuevo cielo y nueva tierra. 65:17; 66:22
Separación eterna de justos y malos. 66:15: 22-24
Comentarios
"Porque Esdras había preparado su corazón para inquirir (Observación) la ley de Jehová y para cumplirla
(Aplicación), y para enseñar (Interpretación) en Israel sus estatutos y decretos".
Esdras 7:10
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