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Nosotros estuvimos acompañando la movilización.

Yo muy desde querer acompañar a las


personas que estaban allí, puesto que se sentía que algo no estaba bien en esta movilización.
La convocatoria fue confusa, había varios grupos. Pero había algo muy claro y es que no
había una sola convocatoria organizada. Habían voces, que decían que quizás iba a haber
algún desorden conectado a las barras, pero eran voces de corredor, no se sabía muy bien.
A las 4:00 pm llega esta noticia del toque de queda y yo me comunicó con algunos chicos y
chicas y les comunicó que algo está raro, pero ellos estaban decididos a ir y movilizarse.
Digamos que de tres convocatorias, resulta solo un encuentro, de personas en el parque
principal, al rededor de unas 30 personas. En ese momento nos damos cuenta que unos
policías nos están tomando fotos y que alrededor de nosotros se mueven personas muy
extrañas. Arranca esta movilización, nos movemos del parque, la idea era hacer un plantón
en frente de la estación de Policía. Como han dicho y cómo se ve en los videos, era una
movilización pacífica, con arengas, trapos, banderas y nada más. Además el grupo era
pequeño, se empiezan a sumar gradualmente algunas personas. Yo decido estar a un lado,
quería más acompañar y entender un poco lo que sucedía alrededor pero ya se sentía que
había algo que no andaba muy bien. A un cierto punto se une a este grupo otro grupo de
personas de las cuales algunas conocíamos y otras no. Y de repente esto empieza a tornarse
violento. Es cuando yo decido intervenir, entro en este grupo, tratamos junto a otras
personas de parar, estaban botando totes, había personas repartiendo totes (pólvora), ahí
empiezan a raya las vayas, en seguida empezaron a rayar los muros, empezaron a romper
los vidrios. Y en ese momento yo si me di cuenta que la policía se retiró y había algo que
estaba muy mal. Un hombre de alrededor de 60 años se acerca y me dice que nos retiremos
porque ya llegó el ESMAD. Yo le digo a los chicos, empiezo a gritar, que por favor se
vayan que por llegó el ESMAD. Todo sucede muy rápido, llega el ESMAD, nosotros nos
retiramos. Me encuentro con F. y me informa que capturaron a uno de los chicos que yo
conozco entonces decido regresar. Llego a la estación de policía pero antes logro llamarlo,
él me contesta y me dice que le rompieron la boca y que le van a retirar el celular, pero que
sí, que él está ahí, entonces yo me voy a la estación con F. y decimos que estamos ahí para
tener noticias de esta persona. Nos dicen que está retenido. Nosotros les hacemos notar que
esta persona no estaba en el grupo de las personas que estaban haciendo violencia, que es
más, era una de las personas que estaba tratando de evitar la violencia. Y le decimos a la
comandante que nosotros nos vamos a quedar ahí haciendo veeduría, que no nos vamos a
retirar hasta que no llegue la personería o alguien de la institución. Ahí vemos llegar otra
camioneta llena de ESMAD, hablamos con el enlace de la alcaldía (también había un
concejal) y le pedimos que haga presencia la Personería. Ellos nos informan que el
personero está encerrado en el Centro Cultural porque estaba en un evento de la Región
Metropolitana. Nos empiezan a decir que nos tenemos que retirar, nosotros decimos que
hasta que no llegue la personería no nos vamos a retirar, sino que es nuestro derecho estar
ahí para vigilar, entonces nos dicen que nos tenemos que quedar mas allá de las vayas, al
lado del Bancolombia. Desde ahí nosotros empezamos a observar, muchas personas se
comunican con nosotros, les pedimos que hagan presión a través de las redes, que informen
a la ciudadanía que no hay presencia de la Personería ni de la Comisaría de Familia.
Nosotros ya habíamos visto entrar muchas personas, mayores de edad y menores de edad.
Finalmente una compañera logra enviarme el número de la Personera delegada, que me
dice que ella se encuentra en Bogotá, pero que me va a ayudar a conseguir a la
representante jurídica de la personería. Yo estoy en constante comunicación con esta
persona que nos dice que no hay nadie que pueda acercarse en ese momento porque el
personero está en el Centro Cultural. Yo le digo acá también hay menores de edad,
necesitamos Comisaría de Familia, Defensoría del Pueblo, alguien. Repetidas veces los
policías son un poco intensos en esa cosa de pedirnos que nos vayamos de ahí. Nosotros
repetimos siempre con mucha firmeza que no nos vamos a ir, que estamos haciendo
veeduría, que cuando llegue la personería, nosotros nos retiraríamos. Estando ahí logramos
ver varias cosas. Logramos ver, ahora que S. cuenta como y en que condiciones ella llegó,
yo recuerdo el momento en que ella llegó, nosotros pudimos ver todo eso de lo que ella está
hablando. Vemos como habían Policías en civil con arma de fuego, vemos como hay
policías en civil que llegan, sacuden el brazo y del brazo sale un palo negro y entregan sus
walkies talkies. Vemos cuanta policía hay, había mucha, había mucho ESMAD, había
Policía Militar. Nos comunicamos insistentemente con la personería y nadie llega, eran las
10 y nadie llegaba. Hubo un momento en que nos gasearon, yo me comuniqué con esta
persona y le dije: si a nosotros nos sucede algo es su responsabilidad porque ustedes
deberían estar acá y no nosotros. Y en ese momento le informo a la personería que ahí hay
policías en civil armados. En seguida de esto, tipo 11 de la noche, llega la Personería. Un
policía dice que ya les dijeron que nosotros estábamos ahí y ellos estaban informados de
que habían dos civiles ahí haciendo veeduría y ellos no tratan en ningún momento de hablar
con nosotros. Hasta cuando vemos que ellos entran, salen y están por retirarse, se iban a ir.
Entonces salgo corriendo y alcanzo al personero y le digo que necesitamos una lista de los
nombres de las personas que se encuentran privadas de su libertad y cuántas personas
habían contado ellos. Me responden que simplemente ellos no tenían ninguna lista y que no
sabían cuantos eras, que solamente tenían el nombre de 5 menores de edad que estaban
heridos. Yo le digo: bueno, y si están heridos por qué no están en el hospital como primera
cosa, como segunda cosa usted necesita tener una lista de todas las personas que se
encuentran ahí adentro y en que condiciones se encuentran porque las familias ya están
buscando a sus hijos. El personero me ignora, se pone a hablar con otra persona y yo me
quedo hablando con una chica Laura de la Personería y le dije; mira hasta que tu no me des
una solución yo no te voy a dejar, voy a ser tu sombra. Entonces me dice ella que ok, que
va a entrar, que va a hacer una lista, que los va a contar, pero que no me puede dar esa lista
por motivos de datos personales. Entonces yo le digo que por favor me de un número de
celular o algo donde las familias se puedan comunicar. Y después de mucho titubeo ellos
deciden darnos un número de celular y es el que nos autorizan a publicar en redes después
de 20 minutos. Cuando nosotros ya decidimos retirarnos puesto que la personería nos dice
que ellos van a hacer presencia constante y que no se van a ir. Nosotros nos estamos
retirando y vemos que pasadas las 11 de la noche empiezan a llegar un gran número de
menores de edad, en unas condiciones horribles. Nosotros después nos retiramos. El día
siguiente la chica de la Personería me informa más o menos acerca de las personas de las
que yo tenía conocimiento. Pero siempre son muy vagos diciendo donde se encontraban los
menores de edad. Y por ejemplo esto de los menores de edad es algo que nosotros tenemos
que poder saber qué fue lo que pasó. Porque me daban información acerca de los mayores
de edad, yo pude ir a cerciorarme que esa información fuese cierta. Pero de los menores de
edad no sabemos qué pasó de ellos. 

Pues la verdad yo venía de la casa de mi novia tipo 6 y 30 de la tarde y yo no sabía de


ninguna manifestación. Pasé por el lado del hospital y empezaron a lanzar gas lacrimógeno
y yo me quedé ahí mirando que es lo que estaba pasando. Entonces nos hicieron la
encerrona, yo cogí mi cicla y salí por el lado de Cafam. Se me vino una moto detrás. En ese
momento yo cojo rápido la cicla y me voy. Al momento me llega por detrás la patrulla, yo
dándole pedal a la cicla, me empujan y caigo sobre otra muchacha. Me levanto para coger
la cicla y ahí me cogen del cabello, me suben, me comienzan a pegar. Yo no me dejo,
comienzo a empujarlos. Después me esposan de las dos manos contra las varillas del
camión y me siguen pegando duro, durísimo. Entonces llega un señor de los GOES, me
saca una pistola, me comienza a pegar con la cacha en la cabeza, luego me apunta y me
dice que me va a matar. Se sube un comandante de los GOES, les dice que no, que no me
peguen más. Entre eso, me cogen y me desvían el tabique, me dejan moretones en la cara,
me rompen los vasos sanguíneos del ojo. Y pues ahí ya me llevan a la estación, me regalan
un poquito de agua y me quitan mis pertenencias: mi bolso me lo quitaron. Me metieron al
calabozo hasta que ya como a la 1 am, creo que fue a esa hora, ya nos trasladaron para el
Club Edad de Oro, sin decirme por qué me habían cogido, sin leerme mis derechos ni nada.
Luego de eso pues llega la ambulancia, me hacen el chequeo médico, me llevan al hospital,
a medicina legal, pues, ahí confirman me dan hasta las 9 am, sin comer nada, sin poderme
bañar, groseros los señores agentes, no sé por qué, yo no estuve en las manifestaciones ni
nada. Ya de ahí nos vuelven a trasladar al Club Edad de Oro. Lo que decía el compañero,
trato muy feo, sin ningún protocolo por lo del Covid, nunca nos leyeron los derechos, nunca
dejaban entrar comida, ni una llamada ni nada. Después del viernes por la noche, ya todo el
día, unas personas que les dejaron entrar comida y a otras no. Lo que decía el compañero,
todos solidarios, porque todos nos compartíamos de lo que había. Los policías muy
abusivos. Ya pasó el día viernes todo completo, ya nos dejaron acostar ahí y ver un poquito
de tv. Obvio pero ya comenzaron muy groseros, que ya, que apagaran esa mierda, que para
qué. Después ya nos dejan acostarnos a dormir, sin cobijas, sin nada. Nos acostamos casi
todos pegados. Ya tipo 11 de la noche nos trasladan al CTP. Lo mismo, nos dejaron
acostados, no nos decían nada. De ahí ya, al otro día nos llegaron y por el cumplimiento de
las 36 horas, nos hicieron firmar un documento que nos dejaban en libertad. Ya de ahí pues
nos dejaron salir. Nunca me dijeron de abogados o pues algo, nunca me preguntaron, nunca
me dijeron que tenía un abogado por derechos. Me hicieron firmar el acta de bueno trato o
algo así y de que me habían detenido, pero yo la verdad no sabía por qué me habían
detenido. Un policía me dijo a mi que supuestamente yo había entrado a robarme un
computador y que se lo devolviera o si no que me iba a dar mala vida. 

El grupo que nos habíamos reunido inicialmente, todos íbamos en son de hacer una marcha
pacífica. Llevamos un par de carteles, de banderas, para cantar arengas y pararnos frente a
la estación de policía. Todo estaba muy pacífico, estábamos bien, pero a eso de las 6:00 pm,
noté que un chico le pegó una patada a las rejitas de metal que tiene la estación de policía,
como por separar. En el momento en el que el chico le pegó la patada, eso generó mucho
ruido y alborotó a muchísimas personas. Fue ahí donde se empezó a revolcar todo.
Empezaron a lanzar muchísimas piedras, cogieron las patinetas que tenían para romper las
ventanas, lanzaron muchísimas piedras. Y en el conjunto de personas que somos los que
usualmente nos reunimos para marchas acá en Cajicá pacíficas tratábamos de comunicarnos
con las personas que estaban revolcando todo, evitando que siguieran haciéndolo. En algún
momento un compañero se paró frente a la estación de policía para impedir que siguieran
lanzando piedras. El chico trató de meterse a la Estación y mi compañero lo cogió
fuertemente y lo lanzó para que no se metiera. Al verlo ahí parado en frente pero me dio
mucho miedo porque no se detenían de lanzar objetos, entonces me alejé de ahí. Yo estaba
con un amiga, entonces, me acerqué a ella y tratamos de alejarnos un poco. El compañero
que estaba parado frente a la estación de policía venía con mi amigo. Ya nos íbamos a ir los
tres porque ya se había alborotado todo, ya estaba llegando el ESMAD y todos los oficiales
de Policía, pero yo sin darme cuenta, mi compañero vio que unos oficiales capturaron a un
chico que parecía ser menor de edad, entonces trató de ayudarlo y por hacerlo lo cogieron
fue a él. Yo no me di cuenta en ese momento, estuvimos un poco lejos ya de todo, nos
acercamos a una señora con un puesto ambulante para, como, nos sentíamos mas a salvo
cerca a ella. Entonces estuvimos un rato ahí. Ya luego empecé a recibir llamadas
confirmándome la captura de mi amigo. Entonces con mi amiga empezamos a dar vueltas
por el parque principal y ya después nos encontramos con otro amigo y nos quedamos a un
costado de la Estación porque ya habían puesto murallas para impedir el paso. Logramos
hablar con un Policía, nos comentó que no nos podía dar información del compañero recién
capturado, sino solo a un familiar. Entonces en ese momento llamamos a la mamá,
esperamos a que llegara, ella se comunicó con los Policías, le dijeron que en ese momento
no le iban a dar información porque tenían que hacer el debido proceso y el papeleo y
demás. La mamá se fue y yo me quedé con mis compañeros ahí esperando. Yo tenía mucha
curiosidad y angustia de que no se lo fueran a llevar, que si se lo llevaban al menos lograr
coger placas o nombres de policías. Entonces nos quedamos ahí. Después, muchos oficiales
se amontonaron en donde estábamos y nos empezaron a pedir que nos fuéramos. Entonces
nos empezamos a ir, como subiendo hacia Chocolín. Llegando a Chocolín los oficiales
seguían detrás, algunos nos empujaban de vez en cuando. Caminamos hacia la principal
como subiendo por la Bomba Mobil. En ese momento los policías, como ya relató mi
compañero S. nos empezaron como a acorralar, decidieron requisarnos y en ese momento
nos quisieron llevar. A mi un policía me agarro muy fuerte de la muñeca y me dijo que me
iba a llevar y yo simplemente le preguntaba que por qué, que por qué, que yo no había
hecho nada. Ibamos pasando la calle y le pedía que apretara menos la mano porque me
estaba lastimando mucho. Cada que le pedía un trato un poco más amable, aplicaba más
fuerza, me empezó a doblar la muñeca, me empezó a doblar el brazo, me estaba lastimando
muchísimo la espalda, mientras me doblaba el brazo amenazó con que me lo iba a partir. En
ese momento yo sentí (se detiene, llora). Saqué el celular para poder llamar a mi mamá.
Cuando el oficial me vio el celular trató de quitármelo y como no lograba quitármelo,
comenzó a ahorcarme con el brazo muy muy fuerte, yo apenas si podía jadear. Yo seguía
tratando de llamar a mi mamá, en ningún momento lo conseguí. Ya estando más o menos
frente al cajero de Davivienda, me estrelló contra la pared y empezó a ahorcarme con la
mano. En ese momento logró quitarme el celular y me siguió llevando ahorcada con el
brazo a la Estación de Policía. Cuando llegamos me aflojó el brazo, me liberó un poco el
cuello. Le pedí que me acomodara las gafas porque estaban que se me caían, pero no me las
acomodó sino que me las quitó. Ya estando adentro, como en el patio central de la estación,
logré ver al compañero al que habían cogido inicialmente. Una oficial me llevó al baño para
hacerme una muy buena requisa. En ese momento le pedí una llamada y le di descripción
de mi celular. Entonces en ese momento ella salió, pidió mi celular, volvió al baño, me lo
entregó, me permitió hacer la llamada, yo me terminé de vestir y salí del baño mientras
seguía en la llamada con mi mamá. Nos sentamos en el andencito, ahí en el patio central.
Seguía con la llamada con mi mamá y la compañera de la oficial que me había requisado,
me pedía insistentemente que apagara el celular, entonces lo apagué, no me lo quitaron. La
oficial que me requiso me pidió mi cédula, anotó mis datos, también me pidió los datos de
mi mamá que era la persona que había llamado. Ya cuando me entregó la cédula, su
compañera me la volvió a pedir y no me la regresó, hasta hoy en día tampoco me la han
regresado y no han respondido por eso. Después, como había demasiados disturbios afuera,
se oían como bombas, disparos, entraban policías heridos, decidieron como
salvaguardarnos como en el calabozo donde están los presos como mencionaba S. Ya
estando adentro saqué mi celular, lo prendí, también ayudé a varias personas que estaban
ahí adentro a que se comunicaran con sus familias. A mi me cogieron más o menos a las 8 y
media y nos sacaron del calabozo casi a las 12, 11 y media, para llevarnos a una oficina y
tomarnos datos, llenar papeles con información personal, hacer la llamada al familiar para
informar que nos habían capturado por tales y tales razones. Después de eso nos llevaron al
Club Edad de Hora, allá seguimos llenando papeles, con huellas, fotos, información
demasiado personal como descripción de la vivienda, de qué color es la puerta, de que color
es la ventana, qué fachada tiene, con qué personas vive, toda la información de la persona
con la que vive, de mi mamá me pidieron la cédula, el correo, mucha información. Más o
menos a las 5 am, nos llevaron al hospital para que nos hicieran una revisión médica. A mi
me llevaron esposada con dos chicos. Ya estando allá, el doctor me llamó y a uno de los
compañeros con los que estaba esposada; nos liberaron del otro. Subimos y como las
revisiones eran individuales, el oficial que nos estaba llevando pidió unas esposas para
poder llevarnos individual pero esposados. Esas esposas se demoraron más o menos
cuarenta minutos. Entonces debido al largo tiempo entonces el doctor decidió ingresarnos a
ambos al mismo tiempo. Entonces ingresamos los dos, me tomó la declaración a mi, ya en
el momento el que me iba a hacer la revisión física ya habían llegado las esposas entonces
nos pudieron separar. El doctor muy amable, me dio 5 días de incapacidad por lesiones del
cuello y del brazo. Después siguió mi compañero, le pidieron la información a él. Entonces
nos devolvieron al Club Edad de Oro a eso de las 6 am y ahí seguimos un buen tiempo. Yo
como tenía mi celular, más o menos a las 7 y media ingresé al baño para encender el celular
y poder avisarle a mi mamá donde estaba porque a ella no le habían dado información
alguna de donde estaba, si nos habían trasladado, de qué había pasado con nosotros.
Entonces logré avisarle y comunicarle que estaban dejando recibir comida, entonces por si
quería llevarme desayuno que lo podía hacer. Constantemente siempre era una espera del
por qué nos tienen acá, qué es lo que sigue, qué es lo que estamos esperando, por qué nos
tienen tanto tiempo y demás, siempre es una incógnita de qué es lo que seguía. En la tarde
nos iban a comunicar con los abogados porque se venía un juicio. A mi la pareja de mi
mamá entregó el celular en la puerta, a mi me lo dieron adentro para poderme comunicar
con mi abogada, tuve la entrevista con ella, yo devolví el celular. En algún momento yo vi
que a un chico de los que estaban en nuestro grupo, notaron que el tenía su celular y
realmente lo trataron muy feo, por eso a mi dio muchísimo miedo y como se venían
audiencias y más traslados, entonces yo decidí meter mi celular con el de una compañera en
la maleta de ella y dejárselo a la guardia de seguridad del Edad de Oro por miedo y no
quería que me lo fueran a quitar. Fue un error dejarselo a la guardia porque después de todo
se la llevaron ya en la noche y no apareció más. Bueno, después se vino el juicio, el juicio
fue bastante largo. El oficial que vigilaba el juicio no nos dejaba tomar la palabra para
poder hablar con nuestro abogado. Allá no nos dieron comida en ningún momento, el juicio
se acabo ya a las 11, 12 de la noche. Yo logré comer del almuerzo que me había sobrado
que me había llevado mi mamá. Ya cuando nos iban a trasladar a Hato Grande, un oficial
me dio a mi y a mi amiga una bolsa enorme de pan con dos gaseosas de 3 litros y eso fue lo
único que recibimos de comida en todo el tiempo que estuvimos allá. Nos trasladaron como
describió mi compañero S. el lugar estaba el muy feas condiciones, con cagadas de
palomas, entre rejas, el frio como mencioné en verdad era muy muy feo. Esa noche no
logro dormir nada. Como nos separaron por grupos de hombres, de chicas y los hombres
del otro grupo, pues se pasó una noche realmente muy fea. Como yo ya no tenía mi celular
entonces no podía informarle a mi mamá de donde estaba, pero como la abogada logró
darle esa información a la mañana siguiente ella me llevó desayuno, un cepillo de dientes y
me mandó una nota. Pero ya estando con ella, ya cuando me liberaron, ella me menciona
que los oficiales no le daban información de si realmente estábamos ahí, no dejaban que
nos vieran, que eran también muy groseros con ella, le implantaron demasiado miedo.
Bueno, más o menos a las 9 que iba a ser el siguiente juicio, nos trasladaron, tuvimos el
siguiente juicio que ese si fue bastante rápido, todos ahí negamos los cargos impuestos. Y
ya cuando nos iban a liberar, fue esperar mucho, no nos dieron ninguna boleta de
liberación. Yo constantemente estuve preguntando por mi cédula y no querían
responderme, decían que ya lo habían entregado todo o que ellos no sabían nada o que ellos
no la tenían, simplemente no me daban razón y en ningún momento me la devolvieron.
Antes de salir logré comunicarme con mi mamá por medio de un celular de uno de los
compañeros de adentro y me dijo que ella me iba a recoger porque como que la gente del
pueblo tenía amenazas contra nosotros porque estaban muy en contra de que nos liberaran.
Así que ahora ando sin mis papeles, tengo miedo de salir y realmente tampoco puedo
hacerlo porque ando indocumentada.

(...) El acuerdo al buen trato que nos dieron, dejando en blanco el lugar y la hora donde se
nos hizo la captura y los delitos de los cuales estamos acusados, esos datos se llenan mucho
más tarde, como al siguiente día, a las 10 am, cosa que queda constatada en todo el texto
(...) no se que tan legal sea eso, la verdad, que a uno lo capturen y después le pongan por
qué lo capturaron, en dónde ellos escogieron que fue la captura y la hora porque... Bueno,
en el informe que hay, supuestamente a mi me capturaron en frente de la alcaldía a las 6 y
12 minutos. Cuando yo realmente fue capturado dos cuadras más hacia arriba, como hacia
el occidente, a las 8 de la noches, con esas dos otras personas, con las cuales estábamos
como ayudando a los chicos que iban a ser capturados. Entonces si, dejan esos espacios en
blanco: hora... o sea hay muchos espacios en blanco, o sea, yo no se si después vayan a
poner más delitos, no sé si se pueda, si es legal, pero pues si como que no creo que dejen
las cosas así, realmente yo si me he sentido un poquito, así en estos días en los que he
salido ha hacer derechos de petición precisamente para todo esto, un poquito asustado,
porque pues si nos advirtieron que tuviéramos cuidado los mismos policías. Bueno, después
de firmar el acta de captura, esa noche nos transfieren a otro sitio que se llama Club Edad
de Oro, donde nos empiezan a hacer todo este proceso de toma de huellas, bueno muchos
más datos. A los chicos que estaban realmente golpeados, feo, los asiste una ambulancia.
No los llevan ese mismo día a esto de Medicina Legal, sino que esperan mucho más
tiempo. Bueno y ahí se nos va casi hasta las 7 am que ya deciden llevarnos para el informe
de medicina legal, donde pues, se nos hace todo este procedimiento. De todo ese tiempo, no
se que tan humano sea que ni siquiera podamos tomar agua porque no había, la
representación de la personería estuvo hasta las 2, 3 de la mañana yo creo. Y pues lo
mismo, siempre insultos, maltrato, pues malas palabras. A bueno, en el momento de mi
captura fueron muchos empujones, malas palabras, insultos, pues, eso uno se lo aguanta
pero los golpes que le dieron a las personas que iban pasando, el maltrato físico ya es
completamente otro, otro panorama. No sé hasta donde quieren que les cuente, si es todo el
proceso hasta las audiencias o solo hasta la captura. Después de todo este proceso de
Medicina Legal, en mi caso le pude avisar a mis papás porque bueno, tuve la fortuna de que
en la requisa no me quitaron el celular porque nunca dije que lo tenía, me imagino que se le
olvidó al patrullero. Pude tratar de ayudarle a muchos compañeros prestándole como
asistencia telefónica porque me pedían minutos y yo como de una, parcero, hágale porque
usted necesita avisar y pues que su familia vele. En mi caso yo le avisé a mi padre y a él
nunca le avisaron si nos íbamos a la URI de Chía o de Zipaquirá o si nos íbamos al CTP.
Nunca hubo comunicación directa con nuestro paradero, pues nuestro padres
angustiadísimos. A mi padre el comandante lo estaba grabando precisamente por si mi papá
le hacía preguntas o le hacía, no sé con qué fin era esa grabación, después me contó mi
padre. Bueno en ese momento como que nunca, en serio nunca vimos un acompañamiento
real, más que palabras, de la Personería, de decir como muchachos, recuerden el
distanciamiento físico, tienen tapabocas, necesitan agua, necesitan más que una asistencia
médica, no sé, nunca pasó eso. Y esto pasó más o menos hasta las, yo creo la audiencia
empezó 3 de la tarde, en ese momento ya no tenía celular, 5 de la tarde aproximadamente.
Nunca se nos avisó, o sea, cuál iba a ser el abogado de oficio o si alguien tenía la
oportunidad, porque la comunicación con otras personas, que en algunas ocasiones eran o
padres o hermanos o abuelos, nunca pues se tuvo más de una llamada realmente, como para
contactar un abogado, o bueno o para decir por lo menos estoy bien. En la audiencia de
legalización de captura, digamos que cuando comienzan a leer como el acta de lo que pasó
si hay demasiada incoherencia, como las que les acabo de decir de la hora, el lugar y los
espacios en blanco que después llena una persona diferente al que me capturó
supuestamente a mi, que fue el patrullero John González. También es muy ilógico que
digan que en menos de 5 minutos capture 3 personas, identificándolas, diciéndole cuáles
son los delitos que está cometiendo y se haga el reporte de captura. Porque esta orden de
captura tiene pues esa hora que es como 6 y 12 minutos, más o menos. Nos sacaban de esa
primera audiencia hasta más o menos las 11 y media, 12 de la noche. Creo que noté algo
raro porque en esta parte como que el juez pidió un receso, donde parecía como muy
equitativo escuchando a la defensa y escuchando al fiscal, un receso y después es cuando
empieza a justificar los golpes que recibimos porque pues yo alcancé a recibir una patada,
no se en que momento, de la cual hay un reporte médico por parte de Medicina Legal donde
me dan 10 días de incapacidad. Hay otros chicos con la cara rota, un compañero con el
labio roto. Nos desentendimos completamente de los menores de edad. En un momento
estábamos todos en un grupo y no supimos que pasó con ellos. A bueno, se me olvidó
contar que nos dividieron en dos grupos, 14 somos los que estamos en estos delitos de
agresión a funcionario público y daño a bienes públicos agravados, 14 solo tenemos solo
esos dos delitos y hay un grupo de más o menos 23 personas que supuestamente están por
toque de queda, no sé porque nos tenían divididos. Nos decían si usted se pasa para el otro
lado entonces nos lo llevamos para que calme sus ganas de hablar. Durante la audiencia el
juez empieza a justificar esto, como ya les había dicho, los ataques de la policía hacia los
ciudadanos porque ellos tienen que responder y bla bla bla, lo cual nos pareció como, no sé,
como que no era tan normal tampoco justificar de esa manera y menos cuando en las
instalaciones, donde estamos indefensos, comienzas esas agresiones, bueno, las justifica. El
juez manda la siguiente audiencia para el siguiente sábado. El fiscal le responde que no
puede porque en Chía me dejaron el carro dañado y es mejor que la audiencia se aplace
hasta el día lunes, a lo cual muchos de los abogados defensores responden que no se puede,
que mire que son 14 personas que ya llevan casi 24 horas encerrados. A muchas personas
nos llegaron con paqueticos de comida que debimos repartir entre las casi 40 personas que
habíamos, porque pues no había como otra forma de solventar que a él no le trajeron y así,
pues eso si fue muy bonito como la solidaridad que se despierta. Si alguien tenía sed pues
dábamos lo más que teníamos. Nos llevan, tampoco avisando a nuestros familiares nos los
llevamos para tal parte. No recuerdo quién era pero... es a Hato Grande, un lugar bastante
deteriorado, no sé que tan legal sea que alguien ingrese ahí (fragmento inaudible). Mientras
esperábamos que nos dieran la boleta de salida, los policías hacían chistes como para
calentarnos la cabeza: ah pero les dimos duro y no nos ganaron, nos vemos a la próxima, es
que a nosotros no nos gusta así con piedra ni nada (fragmento inaudible).

Buenas noches, mi nombre es M.R. Bueno, les comento. Nosotros el día jueves, nosotros si
estuvimos un momento en la manifestación. En el momento en el que nosotros nos dimos
cuenta que se estaba generando tanta violencia, nosotros nos retiramos porque nos
empezamos a dar cuenta que los tenían totalmente rodeados que fue algo que las personas
que estaban ahí no se dieron cuenta, pero fue algo que hicieron más o menos a las 7 de la
noche ya tenían a toda al gente rodeada. Nosotros logramos salir, afortunadamente alguien
nos dio la mano y nos dejó entrar a su casa. Desde ahí nosotros, pues nosotros salimos sin
documentos, salimos sin celular y demás pues por la misma cuestión que tuvieron los
compañeros capturados, que son como robo de papeles, robo de pertenencias, entonces
nosotros decidimos salir sin nada. Una amiga nos hizo el favor de prestarnos el celular, a
nosotros nos dieron tres números de personeros, los cuales los tres dijeron que ninguno era
el personero oficial, sino que eran sub-personeros, no se si esto legalmente está permitido,
no tengo ni idea. Qué nos dijo esta persona, que el personero ya se estaba acercando, ella
nunca nos dio el nombre del personero ni nada. A las ocho de la noche ella dijo que el
personero ya se estaba acercando. Nosotros le preguntamos por los menores de edad y ellos
realmente se hicieron los locos porque nosotros sabíamos ya que habían capturados
menores de edad. A las 10 de la noche, después de habernos comunicado con algunas
personas que estuvieron en la manifestación, que la gran mayoría afortunadamente ya
estaban en sus casas, pero pues algunas personas golpeadas, bueno, lo que fuera. Bueno,
hicimos otra vez la llamada a la misma persona de la personería porque tampoco nos dio el
número para comunicarnos personalmente con el personero, sino que todo el tiempo el
contacto con ella. Ella nos dijo que a las 11 y 30 de la noche el personero ya estaba allá.
Según los relatos que estoy escuchando pues no fue tan así. Qué me dijeron ellos? Que el
traslado de los menores de edad no lo habían hecho los policías, que tampoco fue así, yo
estoy seguro que tampoco fue así. Esa misma señora, el día viernes nosotros estuvimos con
mi compañero, estuvimos haciendo presencia en el Club Edad de Oro, lo cual a mi parecer
es una falta de respeto, ustedes estaban detenidos y todavía no tenían cargos oficiales y los
estaban dejando en un sitio donde todo el pueblo podía ver sus rostros. Entonces eso es
generar odio, no proteger su identidad sin siquiera haber tenido cargos. Primero eso.
Nosotros hablamos con ella y ella nos dijo que a todos se les había dado comida. Ahora con
lo que dice el compañero me doy cuenta que eso no fue verdad. A mi en todo el tiempo el
personero me dijo que las únicas personas de las que nos podían dar razón era de las 14
personas de las que habla S. Me envían los datos y yo los tengo. Luego me dijo que era
posible que hubiera personas en la CTP. Yo hablo con un compañero, S.L. y él me dice que
estuvo en el CTP, lo cuál esta señora lo niega. 

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