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EL MUNDO

Francés con enfermedad


incurable transmitirá en
directo su muerte
Alain Cocq sufre un padecimiento extremadamente raro, sin nombre, que
hace que las paredes de sus arterias se peguen, provocando una "isquemia".

Un francés de 57 años, aquejado de una enfermedad incurable, decidió abandonar


sus tratamientos este sábado (05.09.2020) de madrugada y difundir los últimos
momentos de su vida en directo en Facebook, después de que el presidente
Emmanuel Macron le comunicara que no podía ayudarlo a morir.
Alain Cocq sufre una enfermedad extremadamente rara, sin nombre, que hace
que las paredes de sus arterias se peguen, provocando una "isquemia", esto es,
un paro o insuficiencia de la circulación sanguínea en un tejido o un órgano.
Paralizado por dolores que no cesan desde hace 34 años, condenado a guardar
cama, Cocq habría deseado que le suministraran una sedación profunda, cosa
que no permite la ley francesa, salvo cuando uno se halla a pocas horas de una
muerte segura.
"El camino del alivio empieza y, créanme, estoy feliz", declaró Cocq en directo en
su cuenta de Facebook, poco después de medianoche, anunciando que había
"terminado su última comida" y cesado toda hidratación y tratamiento. "Sé que los
días que me esperan serán difíciles pero tomé mi decisión y estoy sereno",
agregó.
"Esto no es un suicidio", precisó el enfermo, recordando que es católico. "Estoy en
el caso previsto por la ley, en el que un paciente puede interrumpir su tratamiento",
explica, afirmando que en esos casos, la muerte se produce "en entre dos, cinco o
siete días".
"Esto será muy duro pero no será nada enorme en comparación con todo lo que
he vivido", añadió Cocq desde su cama médica, instalada en su casa, en la que
está postrado. Tendiendo un vaso de plástico a la cámara, lanzó como últimas
palabras: "Ya ven, amigos, bebo un último sorbo a su salud", antes de concluir su
conmovedor mensaje con un: "Así es la vida. Hasta la vista".  
Macron le envía mensaje de apoyo
Tiene previsto difundir sus últimos momentos por la red social a partir del sábado
por la mañana, al despertar. Cocq había escrito al presidente Macron para que
autorizara a un médico a recetarle un barbitúrico y poder "partir en paz".
"Puesto que no estoy por encima de la ley, no puedo acceder a su demanda", dijo
Macron en una carta enviada a Cocq y de la que la AFP obtuvo una copia. "No
puedo pedir a alguien que se salte el marco legal actual", añadió el presidente.
Por ello, Cocq confirmó su intención de morir dejando de alimentarse, hidratarse y
tratarse, salvo para aliviar el dolor. "Con emoción, respeto su iniciativa", afirmó
Macron en su carta, que incluye una frase manuscrita: "Con todo mi apoyo
personal y mi respeto profundo".
Así las cosas, el hombre decidió "decir basta", según explicó recientemente a la
AFP. Cocq sufrió nueve operaciones en cuatro años y es víctima de descargas
eléctricas cada "dos o tres segundos".
"Mis intestinos se vacían en una bolsa. Mi vejiga se vacía en una bolsa. No puedo
alimentarme, así que me ceban como a un ganso, con un tubo en el estómago. Ya
no tengo una vida digna", relató.
Con el fin de "mostrar a los franceses lo que es la agonía impuesta por la ley",
Cocq difundirá el final de su vida a partir del sábado cuando despierte, "en directo
en [su] página de Facebook".
Espera así que su lucha le sobreviva y que en el futuro se adopte una ley que
permita unos cuidados de fin de vida que eviten "sufrimientos inhumanos". "Mi
combate se prolongará en el tiempo", asegura.

Facebook impide que un hombre francés transmita sus últimos días

(CNN) — Facebook impidió que un francés con una enfermedad incurable


transmita su propia muerte en su plataforma, según un comunicado de la
compañía.

Alain Cocq, de 57 años, de Dijon, en el este de Francia, tiene una rara enfermedad
incurable que hace que sus arterias se peguen.
Estima que solo tendrá días de vida después de suspender todos los
medicamentos, alimentos y bebidas, lo que planeaba hacer el viernes por la
noche.

Cocq tenía la intención de transmitir sus últimos días en la red social, para crear
conciencia sobre las leyes de Francia acerca de la muerte asistida.

En un comunicado el sábado, Facebook dijo que se impidió la transmisión en


vivo para evitar promover la autolesión.

«Nuestros corazones están con Alain Cocq por lo que está pasando en esta triste
situación y por todos los que se ven personalmente afectados por ella», expresó la
compañía en el comunicado.

«Si bien respetamos la decisión de Alain de llamar la atención sobre este


importante tema, impedimos las transmisiones en vivo en su cuenta basándonos
en el consejo de expertos de que la descripción de intentos de suicidio podría
desencadenar y promover más autolesiones».

Cocq presionó anteriormente al presidente Emmanuel Macron para que le


permitiera morir mediante «asistencia médica activa», pero no tuvo éxito.

La eutanasia es ilegal en Francia. La ley en este país también dicta que la


sedación profunda y continua, que puede acelerar la muerte de una persona y
dejarla inconsciente hasta que fallezca, no es legal a menos de que se
den circunstancias específicas establecidas por la Ley Claeys-Leonetti de 2016, la
cual exige además que la muerte de una persona sea inminente. Pero los
ciudadanos franceses sí tienen derecho a suspender la atención médica y, según
las normas, no hay enjuiciamiento por suicidio.
Cocq, quien está confinado a una silla de ruedas y fundó una organización para
mejorar la vida de las personas en condición de discapacidad, escribió una carta a
Macron con fecha del 20 de julio en la que le pidió que le permitiera morir «con
dignidad» y allí describió su «sufrimiento extremadamente violento».

«Me gustaría aclararle que, actualmente, me encuentro en una situación de estar


sano mentalmente, confinado en un cuerpo disfuncional, lisiado por el
sufrimiento», escribió en la carta que fue vista por CNN.

«¿Soportaría, señor presidente, que le vaciaran los intestinos en una bolsa, que le
vaciaran la vejiga en una bolsa y que lo alimentaran con una bolsa, que un tercero
tuviera que bañarlo, por estar paralizado debido a un dolor insoportable?»,
continuó Cocq en la misiva.

Cocq instó a Macron a revisar las leyes francesas que impiden que los
profesionales de la salud aceleren con medicamentos la muerte de sus pacientes
moribundos.

«Simplemente pido irme con dignidad, con asistencia médica activa, porque mi
cuerpo disfuncional me impide hacerlo rodeado de mi familia y mis amigos»,
escribió.

«Algunos usan el término ‘eutanasia activa’ o ‘suicidio asistido’, pero para mí el


término más adecuado es ‘fin de la vida con dignidad con asistencia médica
activa'», escribió.

En respuesta, el presidente Macron escribió que estaba «conmovido» por la carta


de Cocq y admiraba la «notable fuerza de voluntad» que había demostrado al
librar «batallas incesantes» con la enfermedad.
Sin embargo, dijo que no podía cumplir con la solicitud porque no está «situado
por encima de la ley» y no podía pedirle a nadie que «traspase nuestro marco
legal actual».

En una entrevista con CNN este viernes, Cocq dijo que de hecho esperaba que
Macron no pudiera cumplir con su solicitud, pero que apreciaba la «compasión»
que le había mostrado en su carta.

«Hoy estoy lleno de plenitud. Tomé la decisión de terminar con mi vida el 26 de


junio, que fue cuando le pedí a mi asistente médico que pusiera por escrito la carta
que luego le envié al presidente. Fue una decisión brutal, pero puedo decirles que
no me he sentido tan bien en mucho tiempo», le dijo a CNN.

«Sé que estoy a punto de soportar un dolor como nunca antes he soportado,
durante unos cinco a siete días», agregó.

Sobre la decisión de transmitir en vivo su muerte a través de video, el cual no


tendrá sonido, agregó: «No estoy haciendo esto por voyerismo. Quiero informar a
la gente sobre algo que todos conocemos pero que nos negamos a hablar. El
dolor».

«Elegí mostrar este dolor», continuó. «La base de una democracia es que los
ciudadanos tengan libertad de elección. La muerte debería ser democrática»,
agregó.

Cocq también dijo que, como cristiano, no creía que lo que estaba haciendo fuera
en contra de la religión.

«Dios es amor, y Dios no permitirá que su pueblo sufra innecesariamente», dijo.


No es claro si alguien que lo asista sería procesado o si las autoridades planean
intervenir. CNN se ha comunicado con el gobierno y el Ministerio de Salud para
obtener comentarios.

Sophie Medjeberg, vicepresidenta de «Handi mais pas que!» (Más que


discapacitados), es amiga de Cocq.

Ella le dijo a CNN que creía que los franceses estaban «listos» para un debate
sobre la muerte asistida.

«Él comenzó a hablar de eso hace unos dos años. Me llevó tiempo entenderlo,
aceptarlo. También estoy enferma, ya que yo misma sufro de esclerosis múltiple»,
dijo.

«Lloré ayer, pero Alain fue el que me animó. Está muy sereno en su iniciativa»,
relató Medjeberg.

En diálogo con CNN, Philippe Lohéac, director ejecutivo de la Asociación


Francesa por el derecho a Morir con dignidad (ADMD, por sus siglas en francés),
criticó las leyes de Francia sobre asistencia de muerte a pacientes terminales, al
argumentar que no «toman en consideración a los enfermos cuya vida se ha
convertido en una pesadilla, cuya vida se ha convertido en nada más que
supervivencia».

Dijo que la ley necesitaba ser cambiada para que la gente pudiera elegir cómo
morir.

Esta nota fue actualizada para incluir la respuesta de Facebook. Gaëlle Fournier y
Niamh Kennedy contribuyeron con este reporte.

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