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Las relaciones entre la Moral y el Derecho constituyen una de las cuestiones más
importantes y complejas de la Filosofía del Derecho, sobre todo si se tiene en cuenta que
afectan al concepto del Derecho al momento de aplicarse a las relaciones entre legalidad y
justicia o al dificultoso tema de la obediencia al Derecho. La Moral y el Derecho hacen
referencia a una parte importante del comportamiento humano y se expresan, en gran
medida, con los mismos términos (deber, obligación, culpa, responsabilidad). Se puede
decir que el contenido del Derecho tiene una clara dependencia de la moral social vigente,
de la misma forma que toda moral social pretende contar con el refuerzo coactivo del
Derecho para así lograr eficacia social .
De igual forma este establece la necesaria distinción entre la Moral y el Derecho,
acompañada de una serie de conexiones muy relevantes. Por ende, se ha podido decir que
"la distinción entre Derecho y Moral no debe obstaculizar el esfuerzo por certificar las
conexiones entre ambas normatividades en la cultura moderna, ni la lucha por la
incorporación de criterios razonables de moralidad en el Derecho, ni tampoco
la crítica desde criterios de moralidad al Derecho válido". Veamos los aspectos esenciales
de las diferentes teorías.
Como puede inferirse entre el Derecho y la Moral hay grandes diferencias, pero esto no
significa que entre ambos órdenes exista una separación absoluta, como pretenden algunas
concepciones positivistas: por el contrario, el Derecho y la Moral están íntimamente
conectados, y la pista para esa conexión nos la da precisamente algo que hemos dicho
antes: la Moral es el orden de la persona, y el Derecho el orden de la sociedad. Que la
Moral sea el orden de la persona y el Derecho el orden de la sociedad nos muestra que la
Moral y el Derecho son distintos, pero a la vez nos muestra que están íntimamente
relacionados, pues la dimensión social es precisamente una dimensión esencial de la
persona humana, y la armonía social es uno de los fines existenciales del hombre en
función de los que valorar la corrección moral de nuestros comportamientos
¿Cuál es el papel de la moral en el sistema jurídico colombiano? Históricamente, Colombia
ha sido un país con diferentes percepciones frente a la moral , actualmente brinda garantías
constitucionales , por cuanto ha incluido en sus diferentes constituciones el principio
fundamental de la objeción de conciencia, que sólo hasta ahora vemos reglamentado para
los congresistas, cuando se trata de funciones judiciales, disciplinarias o fiscales de los
congresistas, sobre conflicto de interés se aplicará la norma especial que rige ese tipo de
investigación, pero no se habla para ellos de un conflicto de interés moral, que debería
también existir para los profesionales de la salud obligados a practicar abortos en contra de
su voluntad.
La Constitución, como todas las que han existido en Colombia, está basada en la
democracia liberal, uno de cuyos principios es el reconocimiento de las mayorías. No
puede, en consecuencia, ser contraria a la Constitución una norma que se limita a reconocer
la moral de las mayorías.
El respeto a las minorías, también proclamado por el liberalismo, no puede llegar hasta el
extremo absurdo de pretender que las mayorías se sometan a ellas, o que renuncien al
derecho de hacer prevalecer sus opiniones. Por ello, si en lugar de referirse a la moral de la
mayoría de los colombianos, la ley pretendiera imponer a éstos la moral de una tribu
indígena confinada en un remoto lugar de la selva amazónica, tal ley sí sería contraria a la
Constitución. Así las cosas, para la formación de nuestras codificaciones normativas la
moral y las buenas costumbres tienen un carácter insoslayable, basta con advertir
disposiciones de nuestras leyes para ratificarlo como lo evidenciamos en el art. 16 del
Código Civil colombiano, luego entonces nuestro país arropa la teoría en la cual se
menciona que Derecho y moral aun cuando son órdenes normativos diferentes tienen una
estrecha relación. De esta manera, es válido que una norma exija que la costumbre se
adecúe a la moral, pero a una moral "pública" y universal de los ciudadanos, no la
personalísima de cada individuo. A esta conclusión llega el Agente del Ministerio Público
en la sentencia C 224/94 , según él " el nuevo constitucionalismo colombiano parece haber
adoptado una posición intermedia entre el positivismo y el moralismo radical que posibilita
la coexistencia de la dogmática jurídica como ciencia independiente para el estudio del
puro derecho positivo, con el reconocimiento del carácter jurídicamente vinculante desde
el punto de vista de la moral pública de la Justicia Política-, en orden a determinar el grado
de justicia o injusticia que habita en las leyes, pero sobre todo en el sistema jurídico-
político en su conjunto."
http://www.derecho.duad.unam.mx/amicus-curiae/descargas/junio09/moral_y_derecho.pdf
El fundamento de los principios jurídicos :una cuestión problemática