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Prólogo: THC, ¿Droga, Medicina O Ambas?
Prólogo: THC, ¿Droga, Medicina O Ambas?
PRÓLOGO
A lo largo de este articulo se intentará dar una visión global de la posible
admisión de este compuesto químico en los estudios científicos para un posible
beneficio humano y explotación controlada.
Todos esos riesgos son reales por el simple hecho de su ilegalidad y falta de
control sanitario, por la obligación de consumir “a escondidas” bajo riesgo de
multas mayores que conducir un vehiculo sin carnet de conducir, por el inevitable
contacto con narcotraficantes para conseguir el producto, los cuales, suelen estar
en contacto con varias drogas o resultar accesibles, etc…
Por no mencionar que está en conocimiento de las autoridades la adulteración a
la que son sometidos estos productos ya per se adictivos (heroína, cocaina,
cannabis,…) con adictivos mayores y con productos altamente toxicos como
gasolina o matarratas. Un control sanitario de la composición del producto
consumido evitaría muchas intoxicaciones innecesarias con otros productos, y lo
que es peor, una posible nueva adicción a sustancias altamente toxicas utilizadas
para cortar la droga que llega a las calles. Y por ende a nuestra sociedad y
juventud.
Es claro que cuanto más tienes que perder menos riesgo de caer en las drogas
hay, por tanto la población mas vulnerable: la juventud, ha de ser informada y
educada con rigor científico.
2. Por su peligrosidad
La Organización Mundial de la Salud (O.M.S.) ha clasificado las drogas según su
peligrosidad, definida de acuerdo con los siguientes criterios:
A. Más Peligrosas
- Las que crean dependencia física.
- Las que crean dependencia con mayor rapidez
- Las que poseen mayor toxicidad
B. Menos Peligrosas
- Las que crean solo dependencia psíquica
- Las que crean dependencia con menor rapidez
- Las que poseen menor toxicidad
En base a estos criterios, clasifica las drogas en cuatro grupos:
Grupo 1: Opio y derivados (morfina, heroína, etc.)
Grupo 2: Barbitúricos y alcohol.
Grupo 3: Cocaína y anfetaminas.
Grupo 4: LSD, cannabis, etc.
Es quizas de las pocas drogas, de las que puede decirse que no hay ningun
antecedente letal debido a una sobredosis. Y realmente es un argumento que no ha
sido precisamente ignorado por sus detractores. Aún así no se ha conseguido
encontrar ni un caso de muerte por ingesta o consumo de THC.
1. EL CANNABIS.
Esta planta contiene una sustancia química responsable del efecto psicoactivo
de su consumo llamada delta-9-tetrahidrocannabinol (simplificado notablemente
bajo las siglas: THC) y que fue identificado en 1964.
Lo cierto es que hoy por hoy el THC es ilegal, pero no la anandamida. La
anandamida camina con nosotros junto con las endorfinas y otras quimicas
cerebrales propias. La anandamida es al THC lo mismo que las enforfinas a la
morfina. Es la misma ecuación. Esta sustancia es el cannabis propio del cerebro.
Las areas cerebrales en las que se alojan los receptores cannabinoides son
varias: desde las regiones que afectan al campo de la memoria (hipocampo), a las
de la concentración (corteza cerebral), percepción (porciones sensiorales de la
corteza cerebral) y movimiento (cerebelo, sustancia negra, y globo pálido).
- Relajación
- Coordinación reducida
- Presión sanguinea baja
- Somnolencia
- Fallos de atención
- Alteraciones de la percepcion (tiempo / espacio)
- Alucinaciones
- Delirios
- Pérdidas de memoria
- Desorientación
NEUROTRANSMISORES AFECTADOS:
- Efectos inmediatos:
Inicialmente, dosis bajas pueden producir sensaciones placenteras de calma y
bienestar, aumento del apetito, euforia, desinhibición, pérdida de concentración,
disminución de los reflejos, ganas de hablar y reir, enrojecimiento de los ojos,
aceleración del ritmo cardiaco, sequedad en la boca y garganta, dificultad para
ejecutar procesos mentales complejos, alteraciones de la percepción temporal y
sensorial, y puede disminuir la memoria a corto plazo. A ello le sigue una segunda
fase de depresión y somnolencia.
En dosis elevadas, puede provocar confusión, letargo, excitación, ansiedad,
percepción alterada de la realidad y, de manera más inusual, estados de pánico y
alucinaciones.
ESQUIZOFRENIA Y THC:
Este matiz es crucial. Sin embargo reseñaremos las advertencias que se hacen
desde posiciones mas conservadoras de la comunidad científica pese a
considerarlas en parte alarmistas:
Si algo puede apreciarse en la observación del consumidor habitual de hachis son
tendencias esquizotipicas notorias y repetidas en muestras muy variables de
consumidores (misticismo, neohippis, interes inusual por experiencias extrañas y
paranormales, creencia en la telepatia y un común denominador de creencias
magicas y narcisistas. Acrecienta la fobia social existente (no la crea), etc…)
Esa tendencia a lo esquizotipico que rodea el mundo del fumador y consumidor de
hachis y marihuana es lo que puede ser un posible estado premorbido de
esquizofrenia. Es decir. Que antes de caer en una esquizofrenia por el consumo
habitual del hachis se habria de pasar primero por una esquizotipia, la cual, si
podria degenerar con el consumo de hachis en esquizofrenia, la cual, a su vez,
tiene un peor pronostico y evolución demostrados con THC en sangre.
Pero pese a que reseñaremos varias fuentes alarmadas por esta relación, ésta
no está cientificamente corroborada lo suficiente como para la afirmación
contundente de riesgo específico en la relación entre consumir THC y desarrollar
esquizofrenia si ésta no está latente o hay un riesgo notable de padecerla.
Digamos que los enfermos psicoticos serían pues una población de riesgo a la
hora de agravarse su dolencia, pero la población sana no deberia tener que asociar
el consumo de THC y en el futuro de la ANANDAMIDA con la esquizofrenia o las
psicosis.
Eso si. Las familias de las esquizofrenias tienen mal pronostico con el consumo
habitual de hachis y marihuana y así lo señalan distintas fuentes:
1. El Profesor Robin Murray del hospital Maudsley al sur de Londres, y uno de los
principales expertos en salud mental de Gran Bretaña inició un estudio ante la
alarma social que generó en la isla la reclasificación del hachis como droga,
pasando de B a C al mismo nivel que los esteroides y tranquilizantes. Las
conclusiones fueron las siguientes:
La profesora Louse Arsenault comenzó unos estudios cuyos resultados han sido
confirmado por los trabajos recientes de Murray. En dichos estudios tomaron una
muestra de 1000 individuos desde su nacimiento hasta los 26 años. Se les
entrevistó por el consumo de drogas a los 15 y 18 años y los resultados son
escalofriantes:
-“La conclusión fue que, consumiento cannabis a los 18, habia un 60% más de
riesgo de volverse psicotico que de no consumir. Pero lo mas alarmante es que con
15 años el riesgo se disparaba al 450%”.
Tambien concluyeron que los niños con ideas cuasi psicoticas podian
desarrollarlas con el consumo del cannabis.
Sin embargo el propio Murray reconoce que no se puede saber el alcance de las
secuelas y lesiones provocadas por el cannabis en el cerebro. Y de hecho resalta
que el mismo ya está preparado de una forma natural para recibir sustancias de
efectos similares. La sospecha de la relación con la psicosis posible la estima en la
relacion de los receptores cannabinoides con los receptores de dopamina.
Se sabe que las drogas que incrementan los niveles de dopamina del cerebro
(cocaina y anfetamina por ejemplo) aumentan las posibilidades de tener un
espisodio psicotico. De hecho son los receptores bloqueados por las drogas
psiquiatricas legales.
Sin embargo esto ya es una conjetura del profesor Murray. Una sospecha.
2. Otros titulares alarman de la siguiente forma:
Realizaron una muestra de 1600 estudiantes con edades comprendidas entre los
15 y 17 años y se alarmaron al comprobar que en las chicas el consumo diario
multiplicaba por cinco el riesgo de padecer depresión y ansiedad en el futuro. Y el
consumo semanal lo duplicaba.
Sin embargo resultan muy decepcionantes los motivos que el estudio revela
como explicativos de estas patologias emergentes:
“Las consecuencias sociales del consumo frecuente incluyen el fracaso escolar, el
paro e incluso la delincuencia juvenil, todos ellos factores que pueden provocar
altas tasas de enfermedad mental”.
Caer en este tópico en un estudio serio y alarmante como este parece un error.
En ningun caso entraremos en la controversia sobre la asociación de la
marginalidad, paro, e incluso delincuencia al consumo habitual de cannabis, porque
nos resulta ridicula y consideramos que existe una voluntad mas fuerte que las
aparentemente inevitables “consecuencias sociales”. Estas consecuencias pueden
evitarse y no se dan necesariamente.
Es decir:
Pero por favor no caigamos en topicazos, y menos en estudios serios como los
que se supone provienen del British Medical Journal.
Bien, como ya dijimos al principio del articulo, no hay nada concluyente, pero si
muchas advertencias que no deberian ser desconsideradas.
1. MARINOL:
El Marinol es el unico fármaco legal autorizado por la FDA, el organismo que
regula la gestión y aprovacion de los medicamentos en EEUU, que contiene
derivados del cannabis.
Se han comprobado efectos de alteración del comportamiento en algunos pacientes
con él.
Se aplica para tratamiento de las nauseas en pacientes que reciben quimioterapia y
para aumentar el apetito en enfermos de Sida.
2. ACIDO AJULÉMICO:
A diferencia del Marinol, sus promotores, uno de ellos el dr.Summer Burstein de
la Universidad de Massachusetts, aseguran que el ácido juleico que compone el
medicamento experimental CT-3, derivado del tetrahidrocannabinol, no produce
alteraciones comportamentales y puede resultar tremendamente eficaz como
analgesico.
En animales ha resultado ser entre 10 y 50 veces más potente, frente a analgesicos
tradicionales como la aspirina, y resultando menos dañino para el estómago y
aparato digestivo.
El objetivo de este fármaco es combatir el dolor crónico y la inflamacion en
pacientes con artritis y esclerosis multiple.
En un articulo del Mundo Salud del año 2002 se hace referencia a un estudio
realizado para comprender el funcionamiento de la anandamida y utilizarla de modo
beneficioso.
Con este descubrimiento la puerta está abierta al futuro, pero como dice Pirelli,
“todavia faltan muchos años de investigación para salir al mercado, y eso es muy
caro. Muchos medicamento no salen a la luz nunca por motivos e intereses
economicos, no porque no se sepan bastante mas eficaces”.