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El teatro contemporáneo engloba toda la producción dramática del siglo XX.

 Con el
declive de la aristocracia y el auge de la burguesía, surge un nuevo público para el teatro,
que demanda temas y formas distintas al melodrama (que hasta entonces triunfaba en los
escenarios). Por si fuera poco, el mundo se ve sacudido por dos guerras mundiales, que
obligaron a muchos dramaturgos a tomar un punto de vista más social o político en sus
obras. Las teorías varían mucho según la época y el país, pero hay una regla común a
todo el teatro contemporáneo: se acabaron las normas del pasado.

                                                                                                                            

Oprimir 
Del lat. opprimĕre.
1. tr. Ejercer presión sobre algo.
2. tr. Producir agobio o desasosiego grave a alguien. Esos recuerdos me oprimen.
3. tr. Someter a una persona, a una nación, a un pueblo, etc., vejándolos, humillán
dolos o tiranizándolos.

Jerarquía
De hierarquía.
1. f. Gradación de personas, valores o dignidades.
2. f. jerarca.
3. f. Rel. En el catolicismo, orden entre los diversos coros de los ángeles.

jerarquía normativa
1. f. Principio que, en el seno de un ordenamiento jurídico, impone la subo
rdinación de las normas degrado inferior a las de rango superior.

Realidad
1. f. Existencia real y efectiva de algo.
2. f. Verdad, lo que ocurre verdaderamente.
3. f. Lo que es efectivo o tiene valor práctico, en contraposición con lo fantásti
co e ilusorio.
1. loc. adv. Efectivamente, sin duda alguna.

en realidad de verdad
1. loc. adv. verdaderamente.

Libertad
Del lat. libertas, -ātis.
1. f. Facultad natural que tiene el hombre de obrar de una manera o de otra, y 
de no obrar, por lo que esresponsable de sus actos.
2. f. Estado o condición de quien no es esclavo.
3. f. Estado de quien no está preso.
4. f. Falta de sujeción y subordinación. A  los  jóvenes  los  pierde  la  libertad.
5. f. En los sistemas democráticos, derecho de valor superior que asegura la li
bre determinación de laspersonas.
6. f. Prerrogativa, privilegio, licencia. U. m. en pl.
7. f. Condición de las personas no obligadas por su estado al cumplimiento de 
ciertos deberes.
8. f. Contravención desenfrenada de las leyes y buenas costumbres.
9. f. Licencia u osada familiaridad. Me  tomo  la  libertad  de  escribir  esta  cart
a. Eso  es  tomarse  demasiadalibertad. En pl., u. en sent. peyor.
10. f. Exención de etiquetas. En  la  corte  hay  más  libertad  en  el  trato. En  los 
pueblos  se  pasea  con  libertad.
11. f. Desembarazo, franqueza. Para  ser  tan  joven,  se  presenta  con  mucha  li
bertad.
12. f. Facilidad, soltura, disposición natural para hacer algo con destreza. Algu
nos  pintores  tienen  libertadde  pincel. Ciertos  grabadores  tienen  libertad  de 
buril.

Fantasía
Del lat. phantasĭa, y este del gr. φαντασία phantasía.
1. f. Facultad que tiene el ánimo de reproducir por medio de imágenes las cosas pasadas o leja
nas, derepresentar las ideales en forma sensible o de idealizar las reales.
2. f. Imagen formada por la fantasía. U. m. en pl.
3. f. fantasmagoría (‖ ilusión de los sentidos).
4. f. Grado superior de la imaginación; la imaginación en cuanto inventa o produce.
5. f. Ficción, cuento, novela o pensamiento elevado e ingenioso. Las  fantasías  de  los  poetas,  d
e  losmúsicos  y  de  los  pintores.
6. f. Mús. Composición instrumental de forma libre o formada sobre motivos de una ópera.
7. f. coloq. desus. Presunción, arrogancia o gravedad afectada.
8. f. pl. desus. Cuentas de perlas que están pegadas unas con otras con algún género de divisió
n pormedio.

de fantasía
1. loc.
adj. Dicho de una prenda de vestir o de un adorno: Que no es de forma o gusto corrientes.
2. loc. adj. Dicho de un objeto de adorno personal: Que no es de material noble o valioso.
3. loc. adj. Dicho de una joya: De imitación.
punto de fantasía

Amor
Del lat. amor, -ōris. cesita y busca elencuentro y  eciprocidad en eldeseo de u
1. m. Sentimiento intenso de unión con otro ser. nión, nos completa, alegra y 
l ser humano que, partiendo  2. m. Sentimiento hacia otra  da energía para convivir, co
de su propia insuficiencia, ne persona que naturalmente n municarnos y crear.
os atrae y que, procurando r
3. m. Sentimiento de afecto,  udo en los nudos ycon aguijo con mil amores
inclinación y entrega a alguie nes echados hacia atrás en l 1. loc. adv. coloq. de mil
n o algo. os ángulos, verticilos de och amores.
4. m. Tendencia a la unión se o hojas lineales, lanceoladas  dar como por amor de Dios
xual. y ásperasen la margen, y frut 1. loc. verb.
5. m. Blandura, suavidad. Cui o globoso lleno de cerditas g desus. Dar como de gracia lo 
dar el jardín con amor. anchosas en su ápice. que se debe de justicia.
6. m. Persona amada. U. t. 2. m. almorejo. de mil amores
en pl. con el mismo 3. m. lampazo (‖ planta). 1. loc. adv.
significado que en amor libre coloq. Con mucho gusto, de 
sing. Para llevarle un don a s 1. m. Relaciones sexuales no  muy buena voluntad.
us amores. reguladas. en amor compaña
7. m. Esmero con que se tra amor platónico 1. loc. adv. coloq. en amor y
baja una obra deleitándose e 1. m. amor idealizado y sin r compaña.
n ella. elación sexual. en amor y
8. m. p. amor propio compaña, o en amor y
us. Apetito sexual de los ani 1. m. amor que alguien se pr compañía
males. ofesa a sí mismo, y especial 1. locs.
9. m. desus. Voluntad, conse mente a su prestigio. advs. coloqs. En amistad y b
ntimiento. 2. m. Afán de mejorar la pro uena compañía.
10. m. desus. Convenio o aju pia actuación. hacer el amor
ste. amor seco 1. loc.
11. m. pl. Relaciones amoros 1. m. Nombre que designa di verb. Enamorar, galantear.
as. versas especies de plantas h 2. loc.
12. m. pl. Objeto de cariño e erbáceas cuyos frutos espino verb. copular (‖ unirse sexua
special para alguien. sos se adhieren alpelo, a la r lmente).
13. m. pl. Expresiones de am opa, etc. por amor al arte
or, caricias, requiebros. amores secos 1. loc. adv.
14. m. pl. cadillo (‖ planta u 1. m. pl. Arg., Chile, coloq. Dicho de trabajar en a
mbelífera). Ec. y Filip. amor seco. lgo: Por afición y desinteresa
amor al uso a su amor damente.
1. m. Arbolito de la familia d 1. loc. adv. p. por amor de
e las malváceas, parecido al  us. holgadamente. 1. loc. prepos. Por causa de.
abelmosco, de ramos cubiert al amor de la lumbre, o del por amor de Dios
os de borra fina, hojas acora fuego 1. expr. U. para pedir con en
zonadas, angulosas y con cin 1. locs. carecimiento o excusarse co
co lóbulos, pedúnculos casi t advs. Cerca de ella, o de él, d n humildad. Hágalo usted po
an largos como la hoja, y flor  e modo que calienten y no q r amor de Dios.Perdone uste
cuyacorola es blanca por la  uemen. d por amor de Dios.
mañana, algo encarnada al  al amor del agua requerir de amores
mediodía y rosada por la tar 1. loc. 1. loc.
de. Se cría en la isla deCuba  adv. De modo que se vaya co verb. Cortejar, galantear.
y se cultiva en los jardines de  n la corriente, navegando o  tratar amores
Europa. nadando. 1. loc.
amor de hortelano 2. loc. verb. Tener relaciones amor
1. m. Planta anual de la famil adv. Contemporizando, deja osas.
ia de las rubiáceas, parecida  ndo correr las cosas que deb
al galio, de tallo ramoso, vell ieran reprobarse.

Desamor
1. m. Falta de amor o amistad.
2. m. Falta del sentimiento y afecto que inspiran por lo general ciertas cosas.
3. m. Enemistad, aborrecimiento.

Liminar
Del lat. limināris.
1. adj. Perteneciente o relativo al umbral o a la entrada.
2. adj. preliminar (‖ que sirve de preámbulo).

La liminalidad (del latín limes "límite" o "frontera") es cuando no se está ni en un sitio (que


puede ser físico o mental), ni en otro. Es estar en un umbral, entre una cosa que se ha ido
y otra que está por llegar. La enfermedad, la adolescencia, el duermevela o la locura
transitoria, son estados liminales, como también lo son los viajes, ya sean por placer o por
necesidad. También puede haber lugares liminales, como un aeropuerto o una cárcel, y
pueden ser eventos personales o grupales. El concepto de liminalidad es una noción
desarrollada en el libro "Ritos de paso", por Arnold Van Gennep,1 tomada posteriormente
por Victor Turner,2 y alude al estado de apertura y ambigüedad que caracteriza a la fase
intermedia de un tiempo-espacio tripartito (una fase preliminal o previa, una fase
intermedia o liminal y otra fase posliminal o posterior). La liminalidad se relaciona
directamente con la communitas puesto que se trata de una manifestación anti-estructura y
anti-jerarquía de la sociedad, es decir, de una situación en donde una comunión
"espiritual" genérica entre los sujetos sociales sobrepasaría las especificidades de una
estratificación. Se trata, por consiguiente, del momento donde las distintividades triviales
quedan suspendidas, lo que precisamente permite "el paso" entre una condición social y
otra.

*** Se proponen, desde la Filosofía del Teatro y una Historia Comparada del Teatro, dos
nociones teóricas: teatro-matriz y liminalidad teatral, en tanto herramientas para un programa
de investigación sobre la historia del teatro a través de los siglos.El concepto de teatro-matriz
incluye un amplio conjunto de prácticas que exceden  la noción de teatro dramático. Se
sostiene que la liminalidad es constitutiva incluso del acontecimiento teatral en la tensión de
campos ontológicos diversos: arte/vida; ficción/no-ficción; cuerpo natural/cuerpo poético (en
todos los niveles de ese contraste); representación/no- representación; presencia/ ausencia;
teatro/otras artes; teatralidad social/ teatralidad poética; convivio/tecnovivio, entre otros. Se
pone en primer plano la acción de las vanguardias históricas porsus prácticas con la liminalidad
y la producción de reflexión teórica sobre los fenómenos liminales en el arte, así como su
presencia en la post-vanguardia. La noción de teatro liminal permite pensar la historia desde
las vanguardias hacia el futuro y hacia el pasado teatral.
1. Definición de metateatro Si bien es cierto que el propósito principal de este estudio no es ahondar en
las distintas concepciones que maneja la crítica acerca del fenómeno metateatral, consideramos
necesario dar cuenta someramente, antes de abordar los distintos análisis, del devenir que ha venido
experimentando la concepción de lo metadramático a modo de respaldo teórico que nos permita
realizar dichos análisis de forma sistemática. El término «metateatro» fue acuñado por el crítico
americano Lionel Abel en su obra Metatheatre: A New View of Dramatic Form, publicada en 1963,
en la que se recopilan una serie de artículos que había escrito de forma independiente. Como recoge
Catherine Larson, Abel define los metadramas de la siguiente forma: piezas sobre la vida como ya
teatralizada… Los personajes no están en escena sólo porque el dramaturgo los capturó en posturas
dramáticas (como se hace con una cámara), sino porque ellos mismos sabían que eran dramáticos
mucho antes de que el dramaturgo les prestara atención ¿Qué los dramatizó? El mito, la leyenda, la
literatura del pasado, ellos mismos. Representan para el dramaturgo el efecto de la imaginación
dramática (1992: 1014). Sin embargo, esta definición resulta un tanto ambigua y ha sido considerada,
por parte de la crítica, como insuficiente2. Esto ha provocado que, en vez de establecerse la definición
de Abel como el punto de partida desde el que la crítica haya iniciado el estudio de la metateatralidad,
se hayan generado opiniones dispares sobre qué es y qué no es metateatro. Sobre este fenómeno
apunta Catherine Larson que «no hemos progresado mucho más allá de estas intuiciones básicas; no
nos ponemos de acuerdo ni en la terminología ni en las variedades del metadrama», dando cuenta,
además, de la conflictividad con la que se ha interpretado el fenómeno metateatral (1992: 1014).
Simplificando mucho las cosas, podemos englobar las distintas definiciones de lo metateatral bajo dos
categorías, teniendo en cuenta el mayor o menor carácter restrictivo de dichas definiciones. Veamos, a
modo de ejemplo, algunas de estas interpretaciones de la metateatralidad. Algunos críticos
circunscriben el fenómeno sólo al hecho de que aparezca en escena la representación de una obra
dentro de otra obra. Tal es la opinión de Maestro, que define metateatro en los siguientes términos:
Consideramos que metateatro es toda teatralización de una acción espectacular, ritual o ficticia que se
lleva a cabo dentro de una representación dramática que la contiene, genera y expresa, ante un público
receptor. Esta teatralización puede ser cómica, trágica, grotesca, etc., y como expresión metateatral
constituye la formalización de distintos grados de realidad, desde los que es posible percibir tanto las
acciones que en ellos se desarrollan como la obra teatral misma que formal y funcionalmente los
provoca (2004a: 559)

En términos similares se manifiestan Hermenegildo, Rubiera y Serrano al considerar que, para que haya
metateatro, debe haber «un mirado, es decir, el personaje de la obra enmarcada» y «un mirante, es decir, el
personaje de la obra marco, que tiene la convicción de ser espectador de algo que está ocurriendo ante sus
ojos», todo ello bajo la mirada del «archimirante, el público espectador» (2011: 11). Frente a estas
definiciones de marcado carácter restrictivo, encontramos definiciones más abarcadoras del hecho
metateatral. Una de las más extremas es la que maneja Patricia Pavis, ya que, como apunta Gobat,
considera que «toda puesta en escena es en sí misma teatral, porque para pasar del pre-texto al texto
‘performancial’, del texto escrito a lo que es la representación, se necesita una reflexión sobre el pre-texto»
(1997: 75). Sin embargo, dentro de este grupo de definiciones, todas no son tan extensivas como la de
Pavis. Hornby, por ejemplo, considera como variaciones del metadrama las siguientes manifestaciones: 1.
El drama dentro del drama. 2. La ceremonia dentro del drama. 3. La idea de desempeñar un papel dentro de
otro. 4. Las referencias o alusiones literarias o de la vida real. 5. La autoreferencia3 . Por tanto, según
Hornby, el hecho metateatral no se ajustaría sólo a la representación de un drama dentro de otro drama, sino
que englobaría también las manifestaciones de los diferentes elementos que rodean al hecho teatral dentro
de una obra dramática. Sin embargo, y a pesar de que a tenor de lo expuesto podríamos llegar a pensar que
las diversas interpretaciones de lo meteateatral tienden a la polarización, encontramos también definiciones
que podríamos calificar de intermedias, como la que maneja Forestier; para el crítico francés hay «teatro
dentro del teatro tan sólo a partir del momento en el que uno, por lo menos, de los actores de la pieza
encuadrante se transforma en espectador de la encuadrada» (en Gobat, 1997: 76). Por tanto, y a pesar de
que Forestier maneja una definición de marcado carácter restrictivo, da cabida dentro del fenómeno
metateatral a cualquier tipo de espectáculo —bailes, canciones, etc.— del que pueda ser testigo un
personaje en escena. Por otro lado, el hecho de que la definición y el estudio de lo metateatral sean un
producto relativamente moderno podría hacernos pensar que se trata, a su vez, de un fenómeno de reciente
aparición en el ámbito dramático; sin embargo, si bien es cierto que, como anota Maestro, el metateatro «es
un recurso esencialmente moderno, cuya manifestación en el arte no se desarrolla plenamente al menos
hasta el Renacimiento», podemos rastrear sus orígenes tanto en la Edad Media4 como en los albores del
fenómeno dramático5 (2004: 600).

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