Lo llamativo del espiritismo y la teosofía es que además de su base espiritual o religiosa, tenía una “base científica”, vinculada a experimentaciones con fluidos y fuerzas espirituales. De esta manera, concebían una doctrina que, alejada del positivismo, permita abarcar también a la vida espiritual.( Quereilhac , 2014: 124). Quereilhac expone que los teólogos y espiritistas utilizaron lenguaje científico, proveniente de las ciencias físico-naturales, para expresar conceptos como “fuerzas de la mente”, “el fluido magnético” y “el fluido vital inteligente”, entre otras variantes. (2014: 125). En definitiva, “tanto espiritistas como teósofos realizaron complejas apropiaciones de terminología, argumentaciones y teorías para construir una representación de sí mismos y de 5 sus intereses dentro del amplio espectro del cientificismo finisecular1”( Quereilhac, 2014: 126). Sin el afán de espiritualizar todo, la teosofía se configuró como una corriente espiritista moderna, diferenciándose del espiritismo. Uno de sus objetivos más importante era buscar una respuesta espiritual a todo aquello que no podía ser respondido por la ciencia. Tal como lo plantea Quereilhac “La dimensión espiritual de la vida era para los teósofos […] el fundamento último de la existencia. “(2014:143) Conde de Das fue uno de los primeros en inculcar la teosofía en Buenos Aires, pero luego se descubrieron sus engaños: no sólo no era médico como había proclamado sino que, además, había sido expulsado de la Sociedad De Teosofía de Barcelona. Por estas razones tuvo que emigrar de Buenos Aires (Quereilhac , 2014: 144) Sin embargo, ese no fue el fin de la teosofía porteña. Tras la huída del Conde de Das, su esposa, Antonia Martínez Royo, junto con otros teósofos fundaron la primera rama argentina de teosofía, llamada Luz. Cuando Martínez royo Muere la revista pasa a llamarse Philadelphia, seudónimo usado por la española en dicha agrupación. (Quereilhac , 2014: 145) Para concluir, Quereilhac destaca que la sociedad teósofa tuvo un papel importante en el campo científico, logrando la adhesión de intelectuales, como Alfredo Palacios y Leopoldo Lugones. (2014: 145) B. Tuberculosis, entre la medicina y los curanderos Entre 1870 y 1950 la tuberculosis fue una de las causas más comunes de muerte en Buenos Aires. En los comienzos, poco se sabía sobre sus orígenes y “En los círculos médicos y científicos aparecía como la enfermedad de las mil causas, todas ellas flotando en un mar de endebles teorías médicas que buscaba vanamente explicarla.” (Armus, 2002: 224) Tal como se mencionó, los médicos diplomados no podían dar soluciones a la creciente tuberculosis, y las personas comenzaron a abandonar sus visitas a los hospitales y centros médicos. De esta forma, comenzaron a optar por medicinas caseras y a realizar visitas a curanderos, herboristas y charlatanes. (Armus, 2016:50) Pronto comenzaron a circular libros sobre medicina hogareña: “..en la década de 1870 el Diccionario de medicina popular y ciencias accesorias, de Pedro Chernovitz, sugería la carne cruda con vino y aguardiente como remedios para la tisis …”(Armus, 2016:53) 1 Perteneciente o relativo al fin de un siglo determinado 6 Los boticarios, farmacéuticos e idóneos que recomendaban tónicos, pastillas y otros brebajes para curar la tuberculosis, eran catalogados por los médicos como “curanderos diplomados”(Armus, 2016:64). Entre sus avisos en los periódicos, se encontraban licores que combatían los resfríos, algo que a su vez, decían que podía terminar con la tuberculosis. (2016:62) El típico curandero combinaba religión con hierbas y remedios mágicos, utilizaban desde agua magnetizada hasta el anillo mágico para curar el mal de ojo y otras de las llamadas enfermedades populares. (Armus, 2016:66) Muy pocos de los curanderos que ofrecían soluciones para combatir la tuberculosis y, cuyos anuncios aparecían en la prensa, cumplían con las características suficientes para ser envidiados por la medicina diplomada. Estos curanderos lograron que algunos conocimientos de las prácticas médicas llegarán a la curación hogareña (Armus, 2016:66) Muchos de estos sanadores, eran inmigrantes que proclamaban traer de Europa, los últimos adelantos de la ciencia moderna. (Armus, 2016:67) Los curanderos cobraron gran popularidad un poco por su carácter atractivo y otro poco por los fallidos y vacíos de las medicina diplomada. Armus cuenta que “la farmacia era uno de los lugares desde donde los curanderos híbridos vendían sus productos” (Armus, 2016:68) En 1901 los hermanos Bustamante fueron llevados a juicio por ejercer ilegalmente la medicina. El veredicto establecía que debían “retirar de sus avisos la palabra consultorio” por no estar calificados para “dar consejos” y brindar “consultas”. (Citado en Armus, 2016:69) También hubo quienes combinaron las curas naturales con algunos recursos usados por la biomedicina. “En 1883, Félix Romano – a quien algunos periódicos calificaban de charlatán y otros respetaban como un reconocido profesional – invitaba a los tuberculosos a su “Casa de Salud” donde podían ser tratados y curados con “aeroterapia”, un método bastante difundido en ámbitos europeos pero criticado por sectores del establishment médico local” (Armus, 2016:73) Con respecto al tratamiento de la tuberculosis, este mundo de debates y mezclas comenzó a desvanecerse cuando se generalizó el uso de medicamentos y los servicios hospitalarios se volvieron más accesibles. Sin embargo, los curanderos continuaron teniendo relevancia en la historia local y muchas personas siguieron utilizando sus consejos para enfrentar ciertas enfermedades y malestares. (Armus, 2016: 78) C. La sociedad espiritista Constancia Del material de lectura presente en este informe, se puede concluir que el espiritismo fue más allá de la concepción de contactar a los muertos. No era una corriente que se encontraba en 7 contra de la ciencia, sino que se planteaba sobre una base que tomó elementos del mundo científico, especialmente de la física. De hecho, mediantes las publicaciones en sus revistas, solían difundir los nuevos descubrimientos científicos de la época. Una de las asociaciones espiritistas más importante de la época fue Constancia, creada en 1877. Junto con su estatuto, su libro de socios y su revista, tuvo entre sus fundadores a Rafael Hernández, hermano del autor del Martín Fierro, un profesor de idiomas llamado Ángel Scarnichia y el miembro de la sociedad rural, Felipe Senillosa. (Quereilhac , 2014: 128). En 1879 se incorporó el reconocido Cosme Mariño, quien fue responsable de la revista de edición semanal.(2014: 128). El alcance de la revista Constancia fue muy amplio, incluía desde los lectores interesadas especialmente en las prácticas espiritistas, hasta librepensadores, obreros y socialistas. Esto se debe a que, como muchos de sus redactores eran socialistas liberales, también se incluían en la revista cuestiones sociales y políticas. (Quereilhac , 2014: 129). La pluralidad de sus socios iba desde miembros de la elite, hasta socios pobres y analfabetos. Hernández y Senillosa cumplieron un rol fundamental en la difusión de Constancia entre los distintos sectores sociales, especialmente los miembros de la elite que no se atrevían a revelar su adhesión al espiritismo públicamente. (Quereilhac , 2014: 132) Entre las publicaciones que criticaban a la sociedad espiritista se encontraba el libro del médico Ramos Mejía Estudios clínicos sobre las enfermedades nerviosas y mentales, en el cual criticaba a los espiritistas adjudicándole la categoría de “degenerados del carácter”. (Vallejo, 2015b:5) El anhelo de los espiritistas era incorporar a su sociedad a un miembro de la “ciencia oficial”, su esperanza se alimentaba con el médico e intelectual José Ingenieros con quien tenían una relación ambivalente. (Quereilhac , 2014: 138) José Ingenieros había publicado algunos artículos elogiando los fenómenos espirituales pero nunca había accedió a publicar un artículo para Constancia, hasta 1904 cuando les envío uno de los capítulos de su libro Los accidentes histéricos. Estudios de psicología experimental, clínica y terapéutica. (Quereilhac , 2014: 139). Pero esta posibilidad de relación fructífera cae cuando Ingenieros critica duramente los informes de Charles Richet sobre la fotografía de entes espirituales. (2014: 140) Según Quereilhac “La Sociedad constancia había programado una serie de futuras sesiones a lo largo de esos meses, pero el proyecto se vio interrumpido cuando el médium fue herido por un fanático religioso. Y allí se frustró, nuevamente, el último acercamiento a Ingenieros.” (2014: 141) 8 Hasta aquí se han demostrados las necesidades contrapuestas del espiritismo: por un lado la “necesitado de una religiosidad y de una organización del bien y el mal justificada en el mundo ultraterreno”, y por el otro, un lado más laico que buscaba el apoyo del mundo científico y la lógica secular. (Citado en Quereilhac, 2014: 142) D. Mariano Pedriel, el manosanta En 1891, el Departamento Nacional de Higiene acusó de ejercicio ilegal de la medicina a un reconocido sanador llamado Mariano Perdriel. (Vallejo, 2015b:6) La prensa porteña prestó especial interés a este hecho. Muchas publicaciones defendían a Perdriel declarando que no hacían ningún daño a la salud y que tenía el derecho de ejercer sus práctica, las cuales no competían con las prácticas médicas. Otros periodistas hablaban sobre el derecho de poder recurrir a un sanador en vez de visitar a un médico. (Vallejo, 2015b:7) “Los documentos relativos al caso Perdriel, además de prestar confirmación a lo que ya se sabía sobre las dificultades que existían para poner fin al accionar de los curanderos, tienen el mérito de iluminar hasta qué punto podía formar parte del debate público la potestad de los médicos para regular y controlar el campo de la salud.” (Vallejo, 2015b:8) Por su parte, Perdriel no buscaba confrontar con los doctores y sólo intentaba defender su práctica. Decía que sentía el deber de ejercer su poder curativo sobre los pobres enfermos que en muchas ocasiones no podían pagar los tratamientos médicos y que “el peligro no era él, sino los curanderos y médicos extranjeros que llegaban al país solamente para enriquecerse” (Vallejo, 2015b:7) La revista espiritista Constancia también participó en su defensa: “Bajo el pretexto de mirar por la salud pública, comete abusos de todo género, imponiendo multas y prisiones aún a aquellos que prueben no curar sino con la simple imposición de manos -es decir, con un imposible según ellos. Y si todo esto es una ilusión, ¿qué mal puede hacer al paciente?” (Vallejo, 2015b:9) La influencia de los sanadores en la medicina porteña fue tan grande que se cree que en las décadas de 1880 y 1890 los curanderos eran recibidos como socios por parte de médicos diplomados y a finales de los años treinta algunos médicos trabajaban con junto a curanderos. (Armus, 2016: 76) 9 4. Posibles causas de la expansión de las prácticas espiritistas y curanderas en Buenos Aires Uno de las posibles razones por las cuales las prácticas alternativas ante mencionadas tuvieron éxito en la sociedad porteña, fue la desesperación ante los fracasos de los tratamientos médicos de la época. (Armus, 2016:73) Sumado a esto, los curanderos tenían una forma más empática de relacionarse con los pacientes, les explicaban el origen de su malestar, les hablaban en lenguaje sencillo y les vendían soluciones optimistas para solucionarlo. (2016: 75) Además, los espiritistas tentaban a las personas con una propuesta que incluía ciertos aspectos religiosos, pero también conocimiento científico y filosofía moral. El discurso espiritista brindaba la posibilidad de tener una creencia que les permitiera “poder comulgar con creencias y con una idea laxa de la divinidad que no entrara en grosero conflicto con el librepensamiento, la defensa del laicismo y la mentalidad progresista.” (Quereilhac, 2014: 126). Por otra parte, la prensa escrita tuvo un rol importante en la difusión de estas prácticas, la cual en muchos casos brindó apoyo y difusión dentro de los distintos sectores de la sociedad. Además, muchas personas en situación de pobreza recurrían a los curanderos porque sus trabajos curativos eran más baratos, en algunos casos eran gratis y en otros aceptaban el trueque como forma de pago. (Armus, 2016:73) En definitiva, las tradiciones alternativas formaban parte de la vida cotidiana y aportaron , a la vez, conceptos y nociones a intelectuales, artistas y científicos.(Vallejo, 2015b:4) Las personas asistían a las sesiones espiritistas, se mantenían informadas sobre la literatura kardeciana2 o teosófica y ante problemas de salud consultaban a curanderos, médiums, ect. (2015b:4) Para finalizar, se cita una fragmento de Vallejo, que resume la cuestión que se intentó trabajar en este informe: “...el día en que se rearme el mapa exhaustivo de los debates suscitados por la medicalización instaurada en Buenos Aires en el último cuarto del siglo XIX, la voz de los espiritistas deberá figurar en ese relato como un protagonista privilegiado.” ( 2015b:1) 2 Basada en el máximo exponente del espiritismo, el francés Allan Kardec. 10 5. A modo de cierre El presente informe de lectura realizó un breve recorrido de la historia de pujas y debates entre las prácticas espiritistas y la medicina en el siglo XIX, identificando algunos actores, debates e instituciones que influyeron en el campo médico. Entre ellos, se destacó la sociedad espiritista, el popular curandero Mariano Perdriel y algunos aportes de la teosofía. Con gran influencia de la inmigración extranjera y el apoyo de la prensa local, el espiritismo cobró relevancia en la sociedad tanto en la cultura popular, como el los estratos más altos del mundo científico. Con un trabajo más exhaustivo, seguramente se puedan encontrar más pruebas de porqué debe pensarse el desarrollo de la medicina porteña, teniendo en cuenta los modos alternativos con los que se pensaron la salud durante el siglo XIX. 11 6. Bibliografía: - Vallejo, Mauro (2015a) “Alberto Diaz de la Quintana y las tensiones del campo médico en Buenos Aires (1889-1892). Hipnosis, curanderismo y médicos extranjeros en la Argentina finisecular”, Culturas Psi/Psy Cultures, marzo 2015, 4, pp. 53-84. Disponible en http://ppct.caicyt.gov.ar/index.php/culturaspsi/article/view/5585/pdf_1. -Armus, D. (ed.) (2002), Entre médicos y curanderos: Cultura, historia y enfermedad en la América Latina moderna (Buenos Aires: Norma). -Armus, D. (2016) "Medicina Casera, Remedios Y Curanderos En Los Inicios De La Medicalización De La Ciudad Moderna. Buenos Aires, 1870-1940". Tempos Históricos. Volume 20, Issue 1. 47-80. - Quereilhac, Soledad (2014) “Sociedades espiritistas y teosóficas: entre el cenáculo y las promesas de una ciencia futura (1880-1910)”. En Paula Bruno (dir.) (2014) Sociabilidades y vida cultural. Buenos Aires, 1860-1930 (pp. 123-153). Bernal: Universidad Nacional de Quilmes. - Vallejo, Mauro Sebastián; Voces del más acá: espiritistas y médicos en la cultura científica de Buenos Aires (1880-1900); Instituto de Psicología Paranormal; E-Boletín Psi; 10; 1; (2015b); 20-30 -Real Academia Española. (s. f.). Internet [artículo nuevo]. En Diccionario de la lengua española (avance de la 23.a ed.). Recuperado de https://dirae.es/palabras/
La Historia de La Medicina Es La Rama de La Historia Dedicada Al Estudio de Los Conocimientos y Prácticas Médicas A Lo Largo Del Tiempo También Es Una Parte de Cultura