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INFORMACIÓN GENERAL
Nombre del docente: Nilo Eliú Mosquera Mosquera Área: Ciencias Naturales
Correo: pronilo2009@hotmail.com Celular: 3135719044
Nombre del estudiante: Grado: Tercero
Periodo:Segundo Mes:Octubre Fecha: 5 Inicia: Termina:
Observación: Recuerda querido amigo que eres el único responsable de tus aprendizajes.
Antes de comenzar a desarrollar tus guías, recuerda que debes hacer una pequeña oración,
entregándole ese tiempo al señor, para que te llene de sabiduría e inteligencia. Luego lee la guía
entendiendo el tema y lo que debes hacer.
Objetivo:
El aparato locomotor
El aparato locomotor es el que nos permite desplazarnos. Es imprescindible para todos los seres vivos
que deben conseguir alimento porque no pueden fabricárselo ellos mismos. El aparato locomotor está
formado por el esqueleto (el conjunto de nuestros huesos) y los músculos (que mueven dichos huesos),
y permite mantener la postura, mover las diferentes partes del cuerpo y desplazarnos.
Gracias al aparato locomotor podemos mover las diversas partes de nuestro cuerpo cuando lo
deseamos: entonces realizamos movimientos voluntarios.
Pero además, nuestro cuerpo realiza muchos otros movimientos sin que nosotros lo decidamos de
antemano. Por eso los llamamos movimientos involuntarios.
Son movimientos involuntarios los latidos del corazón o el acto de respirar, por ejemplo. También son
involuntarios los movimientos reflejos, que realiza alguna parte de nuestro cuerpo cuando advierte un
peligro, como cuando cerramos los ojos si un objeto puede golpearnos en la cara.
Los huesos son las partes más duras de nuestro cuerpo. Son resistentes y rígidos, por lo que no pueden
doblarse ni estirarse. En el cuerpo humano hay más de 200 huesos, que dividimos en tres grupos según
su forma:
• Huesos planos, como los del cráneo.
• Huesos largos, como el del muslo o el del brazo. Tienen la forma de un cilindro con los extremos
redondeados.
• Huesos cortos, que tienen aspecto compacto, como las vértebras.
Los huesos son órganos que están formados de tejido óseo, que es muy rico en minerales, como el
calcio y el fósforo, lo que lo hace muy duro. En el interior de los huesos hay otro tipo de tejido, blando y
ligero: la médula ósea.
Algunas partes de nuestro cuerpo, como las orejas o la punta de la nariz, están formadas por cartílagos.
Los cartílagos son flexibles y no tan duros como los huesos, y están formados por tejido cartilaginoso.
El esqueleto
El esqueleto es el elemento básico de la estructura del cuerpo humano y está formado por todos los
huesos. El esqueleto tiene tres funciones:
• Sostiene el cuerpo y le da forma, otorgándole solidez y rigidez.
• Protege algunos órganos internos delicados de posibles golpes o cualquier tipo de agresión del
exterior. Los huesos del cráneo, por ejemplo, protegen el cerebro, mientras que las costillas y el
esternón protegen el corazón y los pulmones.
• Permite los movimientos, en colaboración con los músculos.
Las articulaciones
Las articulaciones son los puntos de unión de dos o más huesos. Hay tres tipos de articulaciones: fijas,
móviles y semimóviles.
En las articulaciones fijas, los huesos no pueden moverse. Son articulaciones fijas las del cráneo, por
ejemplo.
Las articulaciones móviles permiten movimientos amplios. Las rodillas, los talones, los hombros, los
codos y las muñecas son articulaciones móviles.
Las articulaciones semimóviles permiten pequeños movimientos. Este es el caso de la columna
vertebral.
Los huesos
Los huesos que forman las articulaciones móviles y semimóviles están unidos entre sí por los
ligamentos, unas fibras flexibles y resistentes que mantienen los huesos en su lugar.
En las articulaciones también encontramos cartílagos, que se sitúan entre los huesos y hacen de
almohadón para evitar que se rocen.
Los músculos
Los músculos son las partes blandas del aparato locomotor y, en cierta forma, envuelven el esqueleto.
En el cuerpo humano hay unos 600 músculos.
Los músculos son órganos elásticos, es decir, se pueden estirar y encoger, lo que les permite realizar
movimientos.
Muchos músculos están unidos a los huesos y les transmiten su movimiento. Otros músculos, en
cambio, no están unidos a ningún hueso, como la lengua y el corazón.
Para mantener la postura de nuestro cuerpo, los músculos tienen que hacer una cierta fuerza de forma
constante: es lo que llamamos tono muscular.
Los músculos esqueléticos son los que pueden realizar los movimientos más amplios y rápidos. Estos
músculos están unidos a los huesos por los tendones. Los tendones son unos cordones de fibras muy
resistentes que están situados en los extremos de los músculos.
Cuando un músculo se encoge, tira del hueso al que está unido, y provoca su movimiento. Muchos
músculos están agrupados por parejas, de forma que para hacer un movimiento, mientras un músculo
se encoge, el otro se estira. Para hacer el movimiento inverso, los músculos, intercambian su trabajo.
La cabeza
En la cabeza tenemos varios huesos que forman el cráneo. Se trata de huesos planos, unidos por
articulaciones fijas, que no se pueden mover. El único hueso móvil es el de la mandíbula, situado en la
parte anterior de la cabeza, es decir, la cara.
La mandíbula nos permite abrir y cerrar la boca, y su movimiento es posible gracias a los dos músculos
maseteros. En la mandíbula y el hueso maxilar (que forma parte del cráneo) es donde están situados los
dientes.
En la cara tenemos un gran número de músculos, los músculos cutáneos, que nos permiten mover los
ojos, los párpados, los labios y, en general, toda la gesticulación.
En el interior de la boca tenemos un músculo fundamental: la lengua.
Las vértebras
Las vértebras, que forman la columna vertebral, son los huesos que dan consistencia a todo el tronco y
lo mantienen recto. La columna vertebral está situada en la parte posterior del cuerpo y tiene una ligera
curvatura en forma de "S".
Unidas a la columna vertebral, tenemos las costillas que, enlazadas por la parte delantera del tronco con
el esternón, forman la caja torácica, que protege diversos órganos internos, como los pulmones y el
corazón.
Los músculos costales, situados en los laterales del tronco, son los que realizan el movimiento de la
respiración, junto con el diafragma, el músculo que separa el tórax del abdomen. Los músculos
abdominales, en la parte frontal, doblan la cintura.
Al final de la columna vertebral tenemos la pelvis, formada por diversos huesos soldados entre sí. La
pelvis da forma a la cadera y protege los intestinos. En la pelvis se insertan los huesos de las
extremidades inferiores.
Las extremidades
Por la parte delantera del tronco, las extremidades superiores se unen al esternón a través de la
clavícula. Por la parte trasera, lo hacen con el omóplato, el hueso que, junto con el músculo deltoides,
forma el hombro.
En las extremidades superiores hay tres huesos largos: el húmero, que forma el brazo, y el cúbito y el
radio, que forman el antebrazo. Los músculos que mueven el brazo son el bíceps (en la parte anterior) y
el tríceps (en la posterior). El brazo y el antebrazo están unidos por la articulación del codo.
En las manos hay un gran número de pequeños huesos y músculos que nos permiten hacer
movimientos muy precisos. La articulación que une la mano y el brazo es la muñeca.
En las extremidades inferiores también hay tres huesos largos: el fémur, que forma el muslo, y la tibia y
el peroné, que forman la pierna. El fémur es el hueso más largo del esqueleto humano. La articulación
que une el muslo y la pierna es la rodilla.
En los pies, igual que en las manos, también hay un gran número de pequeños huesos y músculos. Los
pies se articulan con la pierna gracias al tobillo.
Para mantener en buen estado nuestro aparato locomotor y evitar, en lo posible, que se produzcan
lesiones, hay que considerar dos ideas esenciales:
Procurar mantener siempre una postura adecuada, que no obligue a nuestro esqueleto a trabajar
incorrectamente. Hay que caminar y sentarse con el tronco erguido y cuando llevemos peso, tenemos
que repartirlo entre los dos lados del cuerpo. También es muy importante que cuando levantemos un
objeto pesado del suelo lo hagamos agachándonos y no doblando la columna vertebral.
Hacer ejercicio físico adecuado a la edad y a las condiciones de cada persona. El movimiento fortalece
los músculos y da flexibilidad a las articulaciones.
También tenemos que evitar los golpes y los movimientos violentos que nos pueden causar lesiones.
Las lesiones
Nuestro aparato locomotor puede sufrir lesiones como consecuencia de golpes violentos o ejercicios
físicos bruscos que nuestro cuerpo no puede soportar. Estas lesiones pueden dañar los huesos, los
músculos o las articulaciones.
En los huesos se puede producir una fractura, cuando el hueso se rompe, o una fisura, cuando se
produce una grieta.
En las articulaciones se puede producir una luxación, cuando un hueso se desplaza de su lugar habitual,
o un esguince o torcedura, que puede provocar una rotura de los ligamentos.
Las lesiones del aparato locomotor requieren a menudo, para su curación, la inmovilización de la parte
del cuerpo afectada.
Ejercicios
2. Observa las siguientes imágenes y escribe el sistema del cuerpo al que pertenecen.
3. Escribe en el siguiente cuadro cinco movimientos voluntarios y cinco involuntarios.
7. Escribe en la siguiente tabla una lista de diez animales vertebrados y diez invertebrados.
Derechos de aprendizaje
Referencias
• http://espasa.planetasaber.com/AulaSaber/ficha.aspx?
ficha=13432&tipo=ficha&mat=CienNat&asig=BIOLOG
%c3%8dA&curso=3%c2%ba+PRIMARIA&idtema=13425&tema=LA+LOCOMOCI
%c3%93N+HUMANA
• https://webdelmaestro.com/wp-content/uploads/2013/10/sistema-locomotor-
articulaciones.pdf
• https://www.clp.edu.mx/wp-content/uploads/EJERCICIOS-3%c2%b0-C.N.pdf
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