ACTUALIZACIÓN
PUNTOS CLAVE
Infecciones
nosocomiales
B. Almirante Gragera y C. Ferrer Barberá
Servicio de Enfermedades Infecciosas. Hospital Universitario Vall d’Hebron.
Introducción
La infección es una de las complicaciones más frecuentes y,
al mismo tiempo, más graves que pueden padecer los pa-
cientes hospitalizados. En los últimos años, los modernos sis-
temas de vigilancia de la infección nosocomial han constata-
do cómo las frecuencias de las mismas se han mantenido
estables en cifras que se sitúan entre 5 y 8 episodios por cada
100 pacientes hospitalizados. Sin embargo, debido a la dis-
minución progresiva de los días de estancia hospitalaria, las
tasas de infección por 1.000 días de hospitalización se han in-
crementado de forma sustancial a lo largo del tiempo (ta-
bla 1)1,2. En EE.UU. se producen cada año alrededor de dos
millones de infecciones nosocomiales, que ocasionan unas
90.000 muertes relacionadas y un aumento considerable del
coste de la atención sanitaria. Por lo tanto, las actividades en-
caminadas a la vigilancia y el control de estas infecciones son
un componente fundamental de la seguridad de los pacientes
hospitalizados.
Históricamente, los estafilococos, Escherichia coli y dife-
rentes especies de Pseudomonas han sido los microorganismos
que con mayor frecuencia se han implicado en las infeccio-
nes nosocomiales de tipo endémico. En años recientes la
aparición y diseminación de patógenos multirresistentes a
los antibióticos, como Acinetobacter baumannii, Staphylococcus
aureus resistente a la meticilina (MRSA), Enterococcus spp. re-
TABLA 1
Infecciones nosocomiales en Estados Unidos
Año
Variable
1975
N.º de ingresos hospitalarios 37.000.000
N.º de estancias hospitalarias 299.000.000
Estancia media 7,9 días
N.º pacientes intervenidos en régimen 18.300.000
hospitalario
N.º de infecciones nosocomiales 2.100.000
Incidencia de infección nosocomial 7,2
(n.º por 1.000 días de hospitalización)
Fuente: Weinstein RA1 y Jarvis WR2.
3204 Medicine 2006; 9(49): 3204-3210
Epidemiología. Entre 5 y 8 pacientes por cada
100 hospitalizados en instituciones para
enfermos agudos desarrollan una infección
nosocomial, generalmente como
consecuencia de diversos procedimientos
diagnósticos o terapéuticos a los que son
sometidos.
Barcelona.
Definición. Existen unas definiciones precisas
de las infecciones nosocomiales de
mayor prevalencia, es decir, las del tracto
urinario, las del lugar de la intervención
quirúrgica, las del tracto respiratorio y las
bacteriemias. Estas definiciones permiten
realizar programas homogéneos de vigilancia
que ofrecen unos datos que pueden
compararse entre diferentes centros
hospitalarios.
Patogenia. Las infecciones nosocomiales más
frecuentes se transmiten generalmente de forma
indirecta, actuando como vehículo de transmisión
las manos del personal que atiende a los
pacientes hospitalizados.
Factores de riesgo. Los factores de riesgo
extrínsecos de los pacientes hospitalizados,
como la cateterización de las vías urinarias,
el uso de los catéteres vasculares, la ventilación
asistida mediante intubación endotraqueal
y los procedimientos quirúrgicos, son los más
importantes implicados en la aparición de
infecciones nosocomiales endémicas, que
constituyen más del 90% del total de estas
infecciones.
Etiología. La mayoría de los microorganismos
pueden causar infecciones nosocomiales,
aunque los bacilos gramnegativos
aerobios, los estafilococos, los enterococos
y las levaduras son los más
frecuentes.
Profilaxis. Existen numerosas estrategias
para la prevención y el control de las
1995 infecciones nosocomiales, siendo las de
35.900.000 mayor utilidad las encaminadas a cumplir
190.000.000 todos los estándares de asepsia y antisepsia
5,3 días en los procedimientos de riesgo de los
13.300.000 pacientes.
1.900.000
9,8

sistente a la vancomicina o enterobacterias productoras de
betalactamasas de espectro extendido (BLEE) han ocasiona-
do un cambio sustancial en la etiología de las infecciones no-
socomiales, siendo a menudo las unidades de vigilancia in-
tensiva las que comportan un riesgo superior de adquisición
de estos patógenos resistentes3.
Las infecciones relacionadas con los dispositivos médi-
cos, como los catéteres vasculares o urinarios o los aparatos
de ventilación asistida, o con los procedimientos quirúrgicos
son en la actualidad las de mayor frecuencia entre las infec-
ciones nosocomiales. Algunas de estas localizaciones, como
las neumonías o las bacteriemias relacionadas con los catéte-
res vasculares, ocasionan una prolongación importante de la
estancia hospitalaria y unas tasas elevadas de mortalidad atri-
buible4,5.
El aumento progresivo de la edad de los pacientes hospi-
talizados, la utilización masiva de procedimientos agresivos
para diagnóstico o terapéutica, el uso de terapias inmunosu-
presoras o de antibioticoterapia de amplio espectro y la rea-
lización de procedimientos quirúrgicos complejos, como los
trasplantes de órgano o la implantación de materiales proté-
sicos han condicionado un aumento de la frecuencia de in-
fección nosocomial por el incremento de la población sus-
ceptible6.
Definiciones de infección nosocomial
Se definen las infecciones nosocomiales como aquellas que se
adquieren o se desarrollan con motivo de la atención hospita-
laria. Genéricamente, se consideran como nosocomiales todas
aquellas que se desarrollan transcurridas las primeras 72 horas de
la hospitalización o antes de los 15 días del alta hospitalaria. De-
ben excluirse aquellas que en el momento del ingreso estaban
presentes o en período de incubación, que son las denomina-
das infecciones comunitarias. Aunque existen muchas defini-
ciones, las más ampliamente aceptadas por la comunidad
científica son las que han publicado los Centers for Disease
Control and Prevention (CDC), con el objetivo fundamental de
su homogeneización para realizar actividades de vigilancia
epidemiológica y análisis compara-
tivos de las tasas de infección en
cada centro hospitalario a lo largo TABLA 2
Criterios simplificados para las definiciones de vigilancia epidemiológica de las infecciones
del tiempo o entre diferentes insti- nosocomiales
tuciones sanitarias7.
Las infecciones nosocomiales Tipo de infección nosocomial
más frecuentes son las del tracto Infección del lugar de la intervención Cualquier secreción purulenta, absceso o celulitis difusa en el sitio de la
quirúrgica
urinario (usualmente asociadas a
cateterización de las vías urina- Bacteriemia
rias), las de la herida operatoria, las Primaria o de catéter
bacteriemias (frecuentemente re-
Secundaria
lacionadas con el uso de catéteres
vasculares) y las del tracto respira- Infección del tracto urinario
torio (en general condicionadas
Infección del tracto respiratorio
por los sistemas de ventilación me-
cánica asistida). Estos cuatro tipos
de infección constituyen alrededor
del 80% de las infecciones nosoco-
miales. Adaptada de cita 8.
INFECCIONES NOSOCOMIALES
Los puntos clave para las definiciones de vigilancia de las
infecciones nosocomiales mayores de los CDC en pacientes
adultos son (tabla 2)7,8:
Infección del lugar de la intervención
quirúrgica
Infección que se produce en la zona de la intervención qui-
rúrgica y que se diagnostica en los primeros 30 días poste-
riores a dicho procedimiento, o en el primer año después de
la colocación de un implante protésico.
Existen tres categorías de infección del lugar de la inter-
vención quirúrgica (ILIQ) según la profundidad de la misma,
que se denominan:
ILIQ superficial de la incisión
Tiene lugar cuando existe al menos uno de los tres criterios
siguientes: a) presencia de exudado purulento que afecte a la
piel o al tejido celular subcutáneo de la incisión, por encima
de las fascias; b) demostración de un cultivo positivo de una
muestra de exudado o tejido obtenida de forma aséptica des-
de la incisión superficial cerrada primariamente, y c) diag-
nóstico de ILIQ realizado por el cirujano o por el médico
que atiende al paciente.
ILIQ profunda de la incisión
Al menos existirá uno de los cuatro criterios siguientes:
a) presencia de exudado purulento procedente de la profun-
didad de la incisión quirúrgica (por ejemplo, de la fascia o del
músculo); b) aparición de una dehiscencia espontánea pro-
funda de la herida operatoria o necesidad de obertura de la
misma por parte del cirujano por la aparición de fiebre y/o
dolor localizado o signos inflamatorios locales; c) observa-
ción de una colección purulenta o de signos de infección
profunda de la incisión de forma directa, durante una reope-
ración o por examen radiológico o histopatológico, y d) diag-
nóstico de ILIQ realizado por el cirujano o por el médico
que atiende al paciente.
Criterios simplificados
intervención quirúrgica en el mes siguiente a la operación (1 año en caso de
cirugía protésica)
Hemocultivos positivos sin focalidad aparente en portadores de catéteres o con
signos inflamatorios en su lugar de inserción
Hemocultivos positivos con el foco de origen en una localización diferente a un
catéter vascular
Urinocultivo positivo (1 o 2 especies bacterianas) con al menos 105 bacterias/ml
con o sin síntomas clínicos asociados
Síntomas respiratorios con manifestación de por lo menos dos de los siguientes
signos durante la hospitalización:
– Tos
– Esputo purulento
– Nuevo infiltrado en la radiografía del tórax compatible con infección
Medicine 2006; 9(49): 3204-3210 3205
ENFERMEDADES INFECCIOSAS (I)
ILIQ de órgano o espacio
Aparece con la infección de cualquier órgano o espacio ana-
tómico localizado por debajo de la incisión y abierta o mani-
pulada durante el procedimiento quirúrgico, que reúne al
menos uno de los siguientes cuatro criterios: a) presencia de
exudado purulento a través de un drenaje colocado en la pro-
ximidad del órgano o espacio intervenido; b) demostración
de un cultivo positivo de una muestra obtenida de forma
aséptica de fluido o de tejido del órgano o espacio interveni-
do; c) observación de una colección purulenta o de signos de
infección del órgano o espacio intervenido de forma directa
durante una reoperación o por examen radiológico o histo-
patológico, y d) diagnóstico de ILIQ realizado por el ciruja-
no o por el médico que atiende al paciente.
Infecciones bacteriémicas
Las infecciones bacteriémicas son aquéllas confirmadas por
el laboratorio de Microbiología que no estaban presentes o
en período de incubación en el momento del ingreso hospi-
talario y que ocurren durante o después de la estancia en el
hospital. Han de cumplir uno de los siguientes criterios:
a) aislamiento de patógenos reconocidos en hemocultivos en
relación con la existencia de un catéter vascular como posi-
ble foco de origen (bacteriemia primaria) o procedente de
otros focos de infección nosocomial (bacteriemia secunda-
ria), y b) presencia de fiebre, escalofríos o hipotensión aso-
ciados al aislamiento en dos o más hemocultivos de patóge-
nos contaminantes de la piel, o en un solo hemocultivo en un
paciente portador de un catéter vascular si el médico admi-
nistra un tratamiento antibiótico apropiado.
Infecciones del tracto urinario
Se trata de infecciones que no estaban presentes ni en perío-
do de incubación en el momento del ingreso hospitalario y
que cumplan uno de los siguientes criterios: a) presencia de
fiebre, urgencia miccional, polaquiuria, disuria o molestias
suprapúbicas asociada a la demostración del crecimiento en
urinocultivo de un número igual o superior a 105 colonias/ ml
de orina sembrada de no más de dos especies microbianas di-
ferentes, y b) presencia de dos de los síntomas precedentes y
piuria o prueba del nitrato o de la esterasa leucocitaria posi-
tivos o tinción de Gram positiva o dos urinocultivos con ais-
lamiento repetido de un microorganismo con un contaje
igual o superior a 102 colonias/ml de orina sembrada.
Neumonía nosocomial
Infecciones del tracto respiratorio que no estaban presentes
ni en período de incubación en el momento del ingreso hos-
pitalario que cumplan uno de los siguientes criterios: a) pre-
sencia de signos clínicos de condensación pulmonar asociado
a la aparición de esputo purulento o a la demostración de un
patógeno en hemocultivos o en muestras del tracto respira-
torio obtenidas por aspiración traqueal, por cepillado bron-
3206 Medicine 2006; 9(49): 3204-3210
quial o lavado broncoalveolar o por biopsia pulmonar, y
b) aparición de un infiltrado nuevo, de una consolidación, de
una cavitación o de un derrame pleural en la radiografía
de tórax asociado a la demostración de un patógeno respira-
torio por cultivo o por serología o al diagnóstico histopato-
lógico de neumonía.
Mecanismos de transmisión
Para que se produzca una infección los microorganismos tie-
nen que trasladarse desde un reservorio hasta un huésped
susceptible en número suficiente. En el medio hospitalario,
los pacientes, el personal sanitario y los factores del medio
ambiente pueden actuar como reservorios. Como para cual-
quier proceso infeccioso, se puede hablar de transmisión di-
recta o indirecta. La transmisión directa se puede producir
por contacto directo, como en el caso de contaminación de
una herida operatoria con estafilococos, o por la emisión
de gotas grandes, siendo un ejemplo de esta última la trans-
misión del virus respiratorio sincitial. La transmisión vertical
de la rubéola o de la hepatitis B es otro ejemplo de transmi-
sión directa. La indirecta, sin embargo, es la forma más co-
mún de transmisión en el medio hospitalario. La transmisión
a través de las manos del personal es el ejemplo más claro y
frecuente, aunque también se encuadran dentro de este pun-
to la transmisión a través de vehículos como el agua, la co-
mida contaminada, los fluidos biológicos o el instrumental
médico compartido. La transmisión a través del aire es otra
forma de transmisión indirecta. Aquí se encuadra la transmi-
sión de la tuberculosis a través de los núcleos goticulares. La
menos frecuente de las formas de transmisión indirecta en
nuestro medio es la que se puede dar a través de vectores9.
Infecciones endémicas y epidémicas
En términos de vigilancia epidemiológica es adecuado dis-
tinguir entre endemia y epidemia. El término tasa endémica
se refiere a la tasa usual de enfermedad dentro de una pobla-
ción definida. En el terreno de las enfermedades infecciosas
puede implicar también que un microorganismo o una infec-
ción está continuamente presente y diseminándose a una tasa
constante. Las infecciones urinarias asociadas al sondaje, las
de la herida quirúrgica, las respiratorias asociadas a ventila-
ción mecánica y las bacteriemias asociadas a catéter vascular
son ejemplos de infecciones endémicas en el hospital.
Por otro lado, el término epidemia se define como un
aumento superior al esperado, en un tiempo y espacio defi-
nidos. Los brotes de infección nosocomial se dan habitual-
mente en períodos cortos de tiempo y afectan por lo general
a una población específica. Desde el punto de vista micro-
biológico los brotes epidémicos suele estar producidos por
una sola especie bacteriana. Sin embargo, las epidemias rela-
cionadas con procedimientos médicos concretos pueden ser
causadas por diferentes agentes etiológicos6,9.
Aunque es probable que un determinado número de bro-
tes no se detecten, se considera que más del 90% de las in-
fecciones nosocomiales son endémicas, circunstancia que
 INFECCIONES NOSOCOMIALES

debe tenerse en consideración a la TABLA 3

Frecuencia y consecuencias de los diferentes tipos de infecciones nosocomiales. Reducción potencial
hora de organizar las actividades de con programas de vigilancia y control eficaces
vigilancia y control de las mismas.
Prolongación
Frecuencia Mortalidad Mortalidad estancia Reducción
Tipo de infección nosocomial (%) global (%) atribuible (%) hospitalaria posible (%)
Frecuencia de las (días)
Tracto urinario 35 <5 <5 2-3 27-40
infecciones Herida operatoria 25 25 10 5-7 28-35
nosocomiales Tracto respiratorio 20 35 15 6-9 13-27
Bacteriemia primaria 10 30 20 7-14 15-35

En el momento actual se considera

que alrededor de un 5-10% de los
pacientes hospitalizados padecen
un episodio de infección nosoco-
mial. En algunas de sus localizacio- 9 300
nes más frecuentes, como la neu- 8
250
monía o la bacteriemia primaria o 7

N.º de hospitales
6 200
relacionada con catéteres vascula-
Porcentaje

5
res, la mortalidad atribuible puede
4
alcanzar valores del 25% y, en 3 100
cualquier caso, todas ellas alarga- 2
rán la estancia hospitalaria de los 1
0 0
enfermos afectados entre 2 y 14 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003
días según los diferentes tipos de
infección nosocomial (tabla 3)5,10.
El proyecto EPINE (Estudio
de Prevalencia de las Infecciones
Nosocomiales en España), iniciado Fig. 1. Evolución de la prevalencia de infecciones nosocomiales y de la participación de hospitales españo-
les (EPINE 1990-2003).
en 1990, realiza una encuesta de
prevalencia para detectar infeccio-
nes nosocomiales, una vez al año,
en todos los hospitales de enfermos agudos que de forma vo-
luntaria aceptan su participación11. En la figura 1 se puede
observar la progresión de centros participantes en el estudio
y las tasas de infecciones nosocomiales desde 1990 hasta
2003. En dicha gráfica se comprueba cómo el número de
hospitales se ha incrementado desde 125 el primer año hasta
241 en el año 2003, evaluándose en este último año a un to-
tal de 54.800 pacientes ingresados. Asimismo, la tasa de in-
fección nosocomial, que se situaba en el 8,5% en el año
1990, se ha reducido de forma progresiva a lo largo de este
período, situándose de forma estable en cifras inferiores al
7% en los últimos años. Este hecho justificaría, al menos en
parte, la teoría clásica de que la vigilancia de la infección no-
socomial, el establecimiento de programas de control efica-
ces y la difusión de los resultados producen de forma intrín-
seca una disminución de la tasa de infección hasta alcanzar
un determinado valor, a partir del cual se podría considerar
que se alcanza el denominado en términos epidemiológicos
“mínimo irreductible”. El proyecto SENIC (Study on the Ef-
ficacy of Nosocomial Infection Control) realizado en EE.UU. en
los años setenta fue capaz de demostrar la posibilidad de re-
ducción de los índices de infección nosocomial aplicando sis-
temas adecuados de vigilancia y control (tabla 3)10.
La prevalencia de infecciones nosocomiales es claramen-
te diferente en las distintas áreas de hospitalización. Así, en
las unidades de vigilancia intensiva las tasas de infección son
muy elevadas, mientras que los servicios de Ginecología,
Obstetricia y Pediatría tienen una prevalencia muy reducida
150
50
Año
Infecciones N.º hospitales participantes
de infecciones nosocomiales. El tipo de hospital tiene tam-
bién una influencia en las tasas de prevalencia de infecciones
nosocomiales, de esta manera en las instituciones de mayor
tamaño y universitarias las cifras son superiores a las de me-
nor número de camas de hospitalización.
La distribución de la frecuencia de las distintas infeccio-
nes nosocomiales está en relación con el uso de dispositivos
médicos para tratamiento o con procedimientos quirúrgicos,
así las localizaciones más usuales son el tracto urinario, el si-
tio quirúrgico, las vías respiratorias y la bacteriemia primaria
o relacionada con los catéteres vasculares. La prevalencia de
las diferentes localizaciones está reflejada en la figura 2, don-
de puede observarse cómo las infecciones urinarias son las de
mayor prevalencia a lo largo del período evaluado, las se-
gundas en frecuencia son las del tracto respiratorio o las lo-
calizadas en el sitio quirúrgico y, por último, las bacteriemias
relacionadas con los catéteres vasculares. Las tasas de infec-
ciones del tracto urinario y, en menor medida, las de locali-
zación quirúrgica han disminuido a lo largo del tiempo, pro-
bablemente en relación a la implementación de medidas
eficaces de control de las mismas, como la utilización rutina-
ria de sistemas de sondaje de las vías urinarias de circuito ce-
rrado o mejora en la cumplimentación de la asepsia o en la
técnica quirúrgica. La vigilancia continuada de estas infec-
ciones nosocomiales mayores y la información exhaustiva a
los profesionales implicados puede condicionar una clara
mejoría en la implementación de las actividades de control
de las mismas.

Medicine 2006; 9(49): 3204-3210 3207

 ENFERMEDADES INFECCIOSAS (I)
Porcentaje sobre el total del año
30
25
20
15
10
5 (clasificación ASA) y la duración de
0 la intervención quirúrgica.
1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996
Año
Urinarias Quirúrgicas
Fig. 2. Localización de las principales infecciones nosocomiales (EPINE 1990-2003).
En EE.UU. se inició hace aproximadamente tres déca-
das un proyecto de vigilancia continuada de la infección no-
socomial, denominado National Nosocomial Infection Survei-
llance (NNIS), en 62 instituciones sanitarias del país que
participaron de forma voluntaria, con el objetivo de guiar
los esfuerzos de prevención de las mismas12. En los últimos
años el número de centros participantes es de alrededor de
300. Los elementos del programa NNIS básicos para su efi-
cacia en la reducción de la frecuencia de las infecciones no-
socomiales son:
1. Participación voluntaria y confidencialidad de los
centros.
2. Aplicación de definiciones de infección nosocomial
estandarizadas y de protocolos de prevención de las mis-
mas.
3. Vigilancia dirigida a poblaciones de riesgo elevado, en
especial a pacientes ingresados en áreas de vigilancia intensi-
va, tanto de edad adulta como pediátrica, y a enfermos inter-
venidos con procedimientos quirúrgicos usuales.
4. Vigilancia de localizaciones específicas de infección
nosocomial, ofreciendo unas tasas de infección ajustadas se-
gún diferentes factores de riesgo que puedan ser compara-
bles entre diferentes hospitales.
5. Participación en la vigilancia de un número adecuado
de personal de enfermería con capacitación específica.
6. Difusión de la información de forma periódica a los
profesionales sanitarios tras un análisis centralizado de
los datos.
7. Correlacionar las frecuencias monitorizadas de la in-
fección nosocomial con los esfuerzos de prevención.
La información de las tasas de infección en el sistema
NNIS se ofrece en medias agrupadas, medianas y percenti-
les 10%, 25%, 75% y 90%. La infección relacionada con
dispositivos médicos (sonda urinaria, aparatos de ventila-
ción asistida y catéteres vasculares) se calcula según la de-
nominada densidad de incidencia (DI) de infección nosoco-
mial:
N.º de infecciones asociadas al dispositivo
DI =
N.º de días de utilización del dispositivo
3208 Medicine 2006; 9(49): 3204-3210
Las frecuencias de infecciones
de localización en el sitio quirúrgi-
co se ajustan por índices de riesgo
(denominado índice NNIS) en el
que se contempla el grado de con-
taminación del procedimiento, la
comorbilidad del paciente de
acuerdo con la gradación de la
American Society for Anesthesiology
1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003
Por último, en el programa
NNIS se aporta información sobre
Respiratorias Bacteriemias las tasas de utilización de los dispo-
sitivos médicos relacionados con las
infecciones nosocomiales de mayor
frecuencia. Estas tasas se ofrecen en
densidad de incidencia calculada
según la formula siguiente:
Frecuencia utilización del dispositivo =
N.º de días de utilización del dispositivo
N.º de días de hospitalización
Según el tipo de UCI, las tasas de infección asociadas a
dispositivos médicos varían entre 5,2 episodios por 1.000 días
de cateterización vesical en las quirúrgicas y 6,7 episodios en
las que atienden a pacientes traumáticos. Para las bacterie-
mias las tasas oscilan entre 4,5 episodios por cada 1.000 días
de cateterización vascular en unidades coronarias y 7,9 episo-
dios en las de pacientes con traumatismos. Por último, las
neumonías asociadas a la ventilación mecánica van de 7,3 epi-
sodios por cada 1.000 días de ventilación en las médicas a 16,2
episodios en las de pacientes con traumatismos. Las tasas de
infecciones de sitio quirúrgico dependen del tipo de procedi-
miento y del índice de riesgo de cada paciente12.
Factores de riesgo de la infección
nosocomial
Todos los pacientes hospitalizados no tienen un riesgo idén-
tico de infección durante su ingreso. Determinados factores
extrínsecos o intrínsecos de cada enfermo pueden predispo-
ner al desarrollo de las diferentes infecciones nosocomiales.
Entre estos factores de riesgo intrínsecos existen algunos
inalterables, como la edad de los pacientes, y otros suscepti-
bles de modificaciones que permiten aumentar las capacida-
des defensivas del huésped, como por ejemplo las alteracio-
nes del sistema inmunitario ligadas a determinadas
enfermedades de base de los enfermos. Los factores de ries-
go extrínsecos que con mayor frecuencia se asocian con las
infecciones nosocomiales están relacionados con las manipu-
laciones diagnósticas o terapéuticas que se realizan a los en-
fermos hospitalizados, entre ellos son de especial relevancia
× 1.000 la cateterización vascular o de las vías urinarias, la instru-
mentación de las vías respiratorias para la ventilación asisti-

da y los procedimientos quirúrgicos, sobre todo los de ciru-
gía limpia-contaminada, contaminada o sucia. Son también
factores de riesgo de infección nosocomial la utilización de
antibióticos de amplio espectro, que modifican la flora mi-
crobiana de los pacientes y predisponen a infecciones por
microorganismos resistentes a los mismos o por especies no
bacterianas, la administración de ciertas sustancias, como la
nutrición parenteral o los hemoderivados, y, en última ins-
tancia, los denominados factores ambientales (agua, alimen-
tos, aire, instrumentos contaminados, etc.). Estos factores
ambientales tienen escasa relevancia en las infecciones noso-
comiales endémicas, desempeñando un papel fundamental
en la aparición y mantenimiento de los brotes epidémicos9.
El conocimiento de los factores de riesgo intrínsecos re-
lacionados con el desarrollo de las infecciones nosocomiales
es importante para intentar establecer medidas preventivas
específicas o especiales en pacientes con elevada susceptibili-
dad (por ejemplo: inmunodeprimidos, ancianos, diabéticos,
etc.) y para calcular las frecuencias de riesgo específicas que
permitan comparaciones entre enfermos con riesgos simila-
res hospitalizados en diferentes instituciones o durante
períodos distintos de tiempo.
En la tabla 4 se especifican los factores de riesgo más rele-
vantes relacionados con las infecciones nosocomiales. Cada
una de las localizaciones frecuentes de infección (tracto urina-
rio, herida operatoria, vías respiratorias y catéteres vaculares)
tiene además unos factores de riesgo propios y específicos.
Etiología de las infecciones nosocomiales
Cualquier microorganismo es capaz de producir una infec-
ción nosocomial, sin embargo, son de especial frecuencia los
considerados de tipo “oportunista” e incluso contaminantes
usuales de la piel o mucosas de los propios pacientes o de los
utensilios hospitalarios. Cada una de las localizaciones de las
infecciones nosocomiales se relaciona con unas etiologías
más comunes, así las infecciones del tracto urinario son cau-
sadas a menudo por enterobacterias (sobre todo E. coli) y, en
menor grado, por enterococos y P.
aeruginosa, las infecciones de las
vías respiratorias por P. aeruginosa, TABLA 4
enterobacterias y S. aureus y las in- Factores de riesgo relacionados con la aparición de infecciones nosocomiales
fecciones de la herida operatoria Factor
por estafilococos, enterobacterias y
Edad
anaerobios (en flora mixta aerobia Comorbilidad
y anaerobia relacionada con cirugía
abdominal). Las bacteriemias pri-
Otras infecciones
marias, generalmente relacionadas
con infecciones de catéteres vascu-
lares son causadas en su mayoría Medicamentos específicos
por estafilococos y, con menor fre-
cuencia, por enterobacterias y es-
pecies de Candida. Globalmente, Traumatismos
los microorganismos que con ma-
yor frecuencia producen las infec- Factores ambientales
ciones nosocomiales son E. coli
(20%), S. aureus, enterococos, P.
aeruginosa (aproximadamente un VIH: virus de la inmunodeficiencia humana.
INFECCIONES NOSOCOMIALES
10% cada uno de ellos), especies coagulasa negativo de esta-
filococos (5%), Candida spp., Bacteroides spp. y otros bacilos
gramnegativos (20%)11.
El espectro de los patógenos hospitalarios ha cambiado a
lo largo de los años. En la era preantibiótica, la mayoría de
las infecciones estaban producidas por S. aureus y S. pyogenes.
A partir de las décadas de los sesenta y los setenta los bacilos
gramnegativos constituyen la causa más importante de infec-
ción nosocomial en respuesta al uso de antibióticos con acti-
vidad antiestafilocócica. Desde 1980, el uso masivo de anti-
bióticos de amplio espectro, el mejor pronóstico de los
pacientes en situación clínica crítica, el aumento de la pobla-
ción de inmunodeprimidos y el uso generalizado de disposi-
tivos médicos, se produce un incremento constante de pató-
genos nosocomiales resistentes a los antibióticos, como
MRSA, Acinetobacter baumannii, enterobacterias productoras
de BLEE o enterococos resistentes a los glucopéptidos.
Estrategias de control
Las estrategias para la prevención de las infecciones nosoco-
miales deben estar encaminadas a evitar las infecciones en-
dógenas, las exógenas y las resistencias antimicrobianas8.
El objetivo de la estrategia de prevención de las infeccio-
nes endógenas es evitar o neutralizar la translocación de la
flora comensal de los pacientes hospitalizados. En este apar-
tado se pueden incluir las siguientes actividades:
1. Utilización de una profilaxis antibiótica adecuada en
procedimientos quirúrgicos según unas recomendaciones
aceptadas por la comunidad científica en cuanto a fármaco,
dosis, momento e intervalo de su administración13,14.
2. Prácticas adecuadas de asepsia de la piel antes de la
cirugía14.
3. Uso de pautas de descontaminación intestinal selecti-
va en pacientes de riesgo, como los trasplantados o los afec-
tados de neutropenia profunda y prolongada.
4. Aplicación de pautas de inmunización frente a deter-
minados microorganismos en huéspedes susceptibles, como
Consecuencias
Las edades extremas de la vida son de particular riesgo de infección nosocomial
La existencia de determinadas enfermedades crónicas (cirrosis hepática, diabetes,
neoplasias, insuficiencia renal crónica, neutropenia, etc.) aumenta la susceptibilidad
para presentar infecciones nosocomiales
Los pacientes infectados por el VIH u otros virus inmunosupresores tienen un riesgo
elevado de infección nosocomial. La infección por el virus de la Influenza predispone a
presentar neumonías bacterianas. Las lesiones herpéticas cutáneas pueden
sobreinfectarse por estafilococos
Los citostáticos y los inmunosupresores disminuyen los mecanismos defensivos del
huésped y aumentan la susceptibilidad para las infecciones. Los antibióticos alteran la
flora normal de los pacientes y predisponen a la invasión por patógenos hospitalarios
resistentes
Las quemaduras o los traumatismos alteran los mecanismos de defensa del huésped y
predisponen a las infecciones. La cirugía, los catéteres o los aparatos de ventilación
asistida también pueden ocasionar estas alteraciones
Los alimentos contaminados, el agua, los aparatos de refrigeración y, en general,
cualquier utensilio para diagnóstico o tratamiento que pueda estar en contacto con los
pacientes puede producir una infección nosocomial por contacto directo o indirecto.
Estos factores se relacionan a menudo con brotes epidémicos
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ENFERMEDADES INFECCIOSAS (I)
la administración de las vacunas antigripales, antineumocó-
cicas o frente a la varicela.
En las infecciones exógenas existen dos objetivos, el pri-
mero de ellos es evitar las infecciones cruzadas y el segundo
prevenir las infecciones relacionadas con vehículos comunes
de transmisión. Para la prevención de las infecciones cruza-
das se pueden aplicar las siguientes medidas:
1. Higiene meticulosa de las manos del personal en los
cuidados de los pacientes hospitalizados, probablemente la
medida de control de la infección nosocomial que ofrece un
mayor beneficio en relación a la dificultad y al coste de su
implementación15,16.
2. Aislamiento de pacientes infectados o colonizados y
aplicación de pautas de descolonización de portadores en
ciertos microorganismos con multirresistencia a los antibió-
ticos (como en casos de MRSA o Acinetobacter baumannii en-
tre otros)17.
3. Sistemas adecuados de limpieza, desinfección y esteri-
lización de todo el material sanitario y no sanitario18.
4. Utilización de sistemas continuados de vigilancia epi-
demiológica para la detección de epidemias y aplicación de
estudios de biología molecular para determinar el modo y el
vehículo de transmisión19.
Para la prevención de infecciones relacionadas con vehí-
culos comunes de transmisión pueden utilizarse las medidas
siguientes: a) asegurar un sistema de aporte de aire ultralim-
pio a quirófanos de cirugía de alto riesgo (como la cirugía
protésica) y a las habitaciones de pacientes trasplantados de
médula ósea, b) aplicar medidas de desinfección de Legione-
lla spp. a los sistemas de aporte de agua, c) utilización de me-
didas higiénicas ambientales, del agua y de los alimentos,
y d) mantener la esterilidad de todos los medicamentos para
uso parenteral y de los dispositivos médicos20.
La prevención de las resistencias microbianas tiene como
objetivos evitar la aparición y diseminación de genes de re-
sistencia y la diseminación entre pacientes de microorganis-
mos resistentes. En este apartado se pueden aplicar las si-
guientes medidas: a) uso restringido de antibióticos de
amplio espectro, en especial en áreas de alto riesgo del hos-
pital, como las unidades de cuidados intensivos; b) utiliza-
ción de guías consensuadas de terapéutica antimicrobiana
para las infecciones más comunes; c) detección, monitoriza-
ción e información de las frecuencias de resistencias micro-
bianas de los diferentes microorganismos a todo el personal
sanitario encargado del cuidado de los pacientes hospitaliza-
dos; d) medidas de aislamiento y tratamiento de los portado-
res de microorganismos resistentes transmisibles, y e) aplica-
ción de los sistemas de la epidemiología molecular para el
estudio de bacterias resistentes a los antimicrobianos.
El objetivo fundamental de la vigilancia epidemiológica
de las infecciones nosocomiales es conocer de forma conti-
nuada las tasas de las localizaciones más comunes y sus fac-
tores de riesgo modificables. La información detallada de es-
tas tasas ofrecida a los profesionales sanitarios, en especial a
los encargados de las actividades quirúrgicas, es una herra-
mienta fundamental para la implementación de medidas es-
3210 Medicine 2006; 9(49): 3204-3210
pecíficas de control capaces de reducir la frecuencia de mu-
chas de estas complicaiones que afectan a la seguridad de los
pacientes hospitalizados6,21,22.
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