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elrincondelaluz.com/como-grabar-un-audio-subliminal/
Hemos visto en artículos anteriores qué son las creencias y el inmenso poder que tienen
en nuestra vida. En “Leyes de la creación: leyes de la energía” , decíamos: “La energía
es dirigida por nuestra atención y crea aquello en lo que se focaliza. Esto lo
vimos en el artículo “Nuestro cuerpo: ¿qué somos realmente?”, pero lo recalco aquí
otra vez, ya que este concepto es clave en nuestra existencia: somos seres nacidos
para crear y estamos creando constantemente. Nuestro foco de atención es
un sempiterno decreto que enviamos al universo, poniéndose inmediatamente
manos a la obra para materializarlo, porque debes saber que: el Universo está a
nuestro servicio para darnos lo que pidamos, es nuestro siervo infalible. Es
como el genio de la lámpara que al frotarla sale y nos concede no tres deseos, como en
el cuento, sino todo aquello que queramos. Es un mayordomo fiel y
poderoso, que está continuamente consiguiendo todos los caprichos señalados por
nuestra atención sostenida”.
Una creencia no es más que atención mantenida en una idea repetida muchas
veces (“es muy difícil encontrar trabajo hoy en día”, por ejemplo). Esta atención
está “fijada”, unida, a esa idea mental, de manera que ya ni pensamos en ella
conscientemente. Esta atención constante consigue que el Universo cree para nosotros
aquello en lo que nos fijamos, así que nos dará un montón de circunstancias y vivencias
que demostrarán lo complicado que es encontrar trabajo actualmente. Y, a
consecuencia de ello, reforzamos esa creencia. En este bucle vive muchísima gente,
por no decir toda.
La única forma de salir de él, de cambiar lo que recibimos de la vida, es cambiando lo
que pedimos. Modificando nuestras creencias, transformamos las
circunstancias de nuestra vida, porque nuestra energía va a vibrar en una
frecuencia diferente. Todo es vibración y las creencias, al igual que los pensamientos,
son diferentes frecuencias de vibración. La energía atrae energía
semejante, por lo tanto, si lo que emanamos vibra con «tengo un trabajo
maravilloso», por ser nuestra creencia-verdad, en ella fijamos nuestra atención y eso
recibiremos del Universo: un trabajo maravilloso.
Hay otro tipo de decretos creadores, los que hacen mención a cualidades
personales: «no tengo fuerza de voluntad», «soy muy insegur@», «soy impaciente»,
«me altero enseguida», «no tengo aptitudes para conseguir nada: soy un inútil»…
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Estas son las creencias limitantes que están impidiendo nuestro crecimiento. Son
los tapones que nos imposibilitan expresar todo el potencial que
atesoramos. Asimismo, todas las circunstancias vitales que nos regale el Universo
reflejarán estas «verdades». Si te fijas en ellas, te darás cuenta de que solo son juicios
de valor dictados por… tu ego.
Ahora vamos a conocer una poderosa herramienta que nos permite modificar esas
creencias limitantes que todos tenemos en mayor o menor cantidad, además de
conseguir aquello que anhelamos. De esta manera, comenzamos el proceso de
convertirnos, conscientemente, en la persona que queremos ser, dejando de
vivir esclavos de esas «verdades» que nos han inculcado en la niñez, o las que hemos
ido incorporando a lo largo de los años por nuestras interpretaciones (del ego) acerca de
las circunstancias vividas.
Repetirnos las nuevas creencias a modo de mantra, para instalarlas en nuestro interior,
tiene un efecto mucho más moderado que los audios subliminales. El ego (no olvides
que vive en la mente consciente) va a negar todo aquello que le digas
conscientemente, ya que es el mayor enemigo de la transformación interior. Sin
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embargo, por medio de los audios subliminales soslayamos su constante
vigilancia, puesto que sólo oímos sonidos ininteligibles. De esta manera, entramos
directamente en la mente subconsciente, donde residen las creencias, y las
fijamos allí.
2.- Onda isocrónica: son unos sonidos monocordes y rítmicos que relajan el cerebro,
volviéndose más permeable a la instalación de las nuevas creencias, acortándose los
tiempos. Yo me bajé una de internet y es la que pongo en todas mis grabaciones. Aquí te
dejo un enlace a la onda isocrónica para que la descargues si quieres.
3.- Música relajante: tienes un montón de música en YouTube. Elige la que más te
agrade, porque vas a pasar mucho tiempo con ella. Yo hago varias grabaciones con las
mismas afirmaciones: una la escucho durante el día, en todos los momentos que puedo;
otra por las noches, sonando por los altavoces del ordenador (duermo solo y, para esto,
es una ventaja). Cuando me canso las cambio por otras, ya que la música es diferente,
pero el contenido fundamental es el mismo.
La música que no sea cantada, para no interferir con las afirmaciones, que es lo
primordial de los audios subliminales. Tienes sonidos de la naturaleza: arroyos, lluvia,
pájaros… Vete haciendo pruebas hasta descubrir el tipo de melodía que conecta contigo.
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Para grabar los audios utilizo este programa: Audacity, es gratis, y lo puedes
descargar aquí. Es un programa de manejo sencillo, pero como todo, hay que aprender a
utilizarlo. Existen un montón de tutoriales en YouTube, aunque en realidad, hay que
conocer muy pocas cosas. Fundamentalmente vas a trabajar con dos efectos del
programa, muy sencillos de aplicar:
1.- Cambiar tono. Este efecto es para distorsionar nuestra voz en la grabación con las
afirmaciones. Si no lo hacemos, el ego las va a entender y lo negará todo; así que la
desfiguramos para saltarnos la mente consciente y llegar al subconsciente. Yo utilizo en
el cambio de tono un porcentaje de -78%, pero esto a gusto del consumidor. Lo
importante es que las palabras sean ininteligibles.
2.- Repetir. Suelo hacer audios de tres horas de duración, para que no me acabe
aburriendo enseguida. Para ello, repito la grabación de las afirmaciones y la onda
isocrónica hasta que coincidan con la de la música.
Convertidor de vídeos a mp3: aquí te dejo un enlace para guardar sólo la música
del vídeo de YouTube. Es el que utilizo y va bien. Además, es online, así no tienes que
instalarlo: convertidor vídeo-mp3.
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Los verbos de las afirmaciones van siempre en la primera persona del
singular. Las afirmaciones son para cambiar tus creencias, no las de los demás.
Puedes empezarla con un “Yo…” o directamente el verbo: “Soy, tengo, emano,
desbordo, atraigo…”. El “Yo Soy…”, seguido de lo que sea, es muy poderoso
porque decretamos desde nuestra divinidad. “Yo soy todopoderoso”, “Yo soy
la total confianza en mí mism@”, “Yo soy la alegría de vivir”, “Yo soy un imán
para el dinero”…
Graba 5-6 afirmaciones por audio y todas deben tratar sobre el mismo tema
para evitar la dispersión de la energía en diferentes objetivos. De esta forma, al
concentrarla en un solo propósito, lo materializamos antes.
Que las afirmaciones sean cortas y con un mensaje claro. Utiliza un
lenguaje sencillo y directo, así darás más fuerza a tu anhelo.
Antes de grabar ningún audio, escribe la o las afirmaciones en un papel y
medita sobre ellas durante el día. Corrige tu forma de expresarte las veces
que haga falta, hasta sentir que son tu verdad y, entonces, la grabas. La
afirmación debe VIBRAR en tu ser. Que sean tus palabras, tu fuerza, tu poder.
No cojas las afirmaciones de otro a no ser que las compartas totalmente y quieras
vivirlas como tuyas.
– Sé constante, todo lleva su tiempo. Asentar una creencia para anular otra limitante
cuesta más que instalar una creencia virgen, ya que en este caso no hay que
“desbancar» a ninguna, solo establecerla por primera vez.
– Mientras estés con los audios, procura vivir de acuerdo con aquello que estés
trabajándote. Así que, si estás mejorando tu autoestima, aprovecha cualquier ocasión
que te brinde la vida para honrarte y quererte, viendo todo lo positivo que hay en ti. Al
principio se te hará raro, como en todos los cambios, pero pronto notarás como esa
coherencia entre lo que dices y lo que trabajas con los audios comienza a dar resultados.
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Espero te haya quedado claro cómo grabar y trabajar con los audios subliminales, pero
si no es así, ya sabes, coméntamelo.
No me negarás que es cómodo, ¡solo hay que escuchar música!, y te garantizo que es
tremendamente efectivo. Así que, ¡dale caña: es una maravilla lo que te
espera!
Volviendo al camino.
6/6