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CONCEPTOS HOLÍSTICOS SOBRE EL

DESPLAZAMIENTO ASTRAL
CONSCIENTE
Un nuevo acercamiento sobre Experiencias Fuera del Cuerpo

Traducción y aportes de Luis Enrique Biset

Contenido
Contenido 1
Prefacio 14
Compendioso tratado previo sobre el fenómeno de la proyección astral 24
Introducción a la Dinámica Astral 30
 Parte Uno – Elementos de Proyección
1. Teoría Dimensional 32
Dimensiones no físicas 32
Teoría tradicional de las dimensiones 33
La zona de tiempo real 33
La dimensión astral 36
2. El Doble Proyectado 38
El cuerpo etérico 38
El trance y la proyección del cuerpo interno 39
Proyección del cuerpo etérico 41
Tres aspectos básicos del doble proyectado 42
El cuerpo en tiempo real 42
La reflexión astral 44
El cuerpo astral propiamente dicho 44
Niños, animales, y EFC 45
Niños 45
Animales 46
3. La Increíble División de la Mente 47
El natural reflejo de la consciencia 48
Retrato de la división de la mente 50
Fragmentos de la memoria 52
Experiencia de doble dificultad 53
Del lado del cuerpo físico 53
Del lado del doble proyectado 54
Cuerpo físico + proyección 55
Cuerpo físico 56
Cuerpo físico + cuerpo astral 57
Proyección doble – mismo período de tiempo 58
Cuerpo físico 58
Cuerpo físico + cuerpo astral 59
Punto de separación 59
Regeneración o respuesta astral 60

1
EFC exitosas y frustradas 62
Mezcla de proyecciones / Recuerdo de los sueños 64
Altos niveles de división de la mente 66
4. Las Complicaciones de la Consciencia 67
5. Visión Astral 71
Proyección del ojo remoto 71
El vínculo faltante 75
6. Parálisis en Vigilia 76
Factores relacionados 79
Recuerdos de la parálisis 81
Maneras de romper con la parálisis 81
Síntomas indeseados de la proyección 82
7. EFC y Percepción 84
Ceguera y Percepción en EFC 84
Objetivo de las percepciones en tiempo real 86
Percepciones subjetivas en tiempo real 56
 Parte Dos – Nuevas Formas de Energía
8. Imaginación Versus Visualización 88
Capacidad visual de los ojos a través de la mente 88
Uso de la imaginación 90
Ajuste de la no visión 92
9. Consciencia Móvil Corporal 93
Aumento de la sensibilidad 94
Ejercicios de CMC 95
Las Tensiones Estáticas – por el doctor Francis Lefebure 96
10. Imaginación táctil 100
Aprendizaje de la imaginación táctil: 100
Ejercicio circular 100
Ejercicios alucinantes 101
Observaciones para la estimulación 102
Utilizando la imaginación táctil: 103
Manos conscientes 103
Ejercicios con manos conscientes 103
Ejercicio de desdoblamiento o fraccionamiento de la
Consciencia 104
Modo de detectar visiblemente las manos conscientes 105
Ejercicios de Fosfenismo - por el doctor Francis Lefebure 105
Introducción al Fosfenismo 105
Los cuatro ejercicios del Fosfenismo 108
El ejercicio fundamental 108
Contracciones estáticas 109
Ejercicio de la respiración rítmica 110
Oscilación del punto de concentración al ritmo opuesto del
ritmo del pensamiento 111
11. Estructuras Energéticas Secundarias 112
Cinco pistas diferentes 113
Flujo de energía 114
Centros de energía secundaria 114

2
Puertos de intercambio de energía 115
Centros de almacenamiento 116
12. Estimulación de la Energía del Cuerpo 118
Cinco acciones conscientes o de sensibilización: 118
Notas instructivas 119
Trabajos de estimulación preliminares 120
El trabajo de los dedos del pie 120
Trabajo con la planta de los pies 121
Los pies y su sensibilidad 123
Trabajo con las piernas 124
Trabajo con las manos y los brazos 124
Trabajo con los dedos de las manos 125
Trabajo con la palma de la mano 125
Trabajo con el brazo 126
Técnicas de rebote de energía: 126
Factor de resistencia de la consciencia 126
Testeo o prueba de rebote 128
Rebote de la pierna 128
Rebote del brazo 128
Rebote espinal 129
Rebote de cuerpo completo 129
13. Incremento de la Energía 130
Aumento de la energía en las piernas 130
Generación y elevación de la energía en los brazos 131
Circuitos de cuerpo completo: 132
Brazos y piernas 132
Circuitos de almacenamiento en dos partes 133
Circuito de almacenamiento de cuerpo completo 133
Uniendo las manos en el circuito de cuerpo completo 135
Flujo energético y esfuerzo 135
Sensaciones de energía en movimiento: 136
Las sensaciones más comunes 137
Efectos secundarios 137
Impulso de la consciencia 138
Demandas energéticas continuas 138
Giro del centro de energía 138
Envoltura etérica 138
Traslocación cotidiana de la energía 139
14. Estimulación de los Centros de Energía Primarios. 140
Los centros primarios 141
Comenzando con los centros primarios 142
Consideraciones estimulativas 143
Proceso de estimulación de los centros primarios: 145
Base central o centro base 145
Centro genital 145
Centro del ombligo 146
Sitio de estimulación del plexo solar 146
Centro del corazón 146

3
Centro de la garganta 146
Centro de la frente 147
Centro de estimulación extra de la frente 147
Centro coronario 147
Estimulación primaria continua 148
Circuito de respiración de los centros primarios 148
Duración de las sesiones de desarrollo 149
Sensaciones de los centros primarios: 149
Sensaciones energéticas más comunes 150
Centro base o base central 150
Centro del ombligo 151
Sitio de estimulación del plexo solar 151
Centro del corazón 151
Centro de la garganta 152
Centro coronario y de la frente 152
El efecto estroboscópico 153
Sensaciones precipitadas del cuerpo 154
Decrecimiento de la actividad de los centros primarios 155
Potenciales efectos del lado negativo: 158
Kundalini prematura 158
Desequilibrio mental y emocional 159
Mayor deseo sexual 160
Trabajo sorprendente de los Chakras 161
Kundalini: El despertar de la fuerza de la vida (Osho) 162
Meditación dinámica: Catarsis y celebración 175
Instrucciones para la meditación dinámica 177
Alumbrándose a sí mismo 178
 Parte Tres – Técnica de los Centros
15. Relajación Física Profunda 182
Postura y confort 182
Relajando los grupos musculares 183
Masajes con las manos conscientes 186
Método de relajación, concentración y meditación: (José Silva) 186
Relajación 187
Concentración 195
Meditación 198
Otros conceptos sobre la Meditación 202
16. Dominando la Mente 209
Ejercicios para el control del pensamiento 209
La mente profunda 211
Relajación y concentración 212
Consciencia de un solo objeto 212
Enfoque puntual 212
Retención post imagen 213
Consciencia respiratoria 213
La respiración en colores 214
Práctica 214
Auto repetición de los patrones o modelos de pensamiento 215

4
17. Estado de Trance 217
Diferentes niveles de trance: 218
Trance Ligero 219
Trance completo 219
Trance profundo 221
Requisitos para lograr el trance 221
Ascensor 222
Escalera 223
Pasos 223
Bajando por una cuerda 223
Pluma 224
Anillos de humo 224
Técnica de trance personalizado 224
Trance invocado 224
Problemas comunes con el trance 225
Quedarse dormido durante el trance 225
Incapacidad para ingresar al trance 226
Caer en trance con demasiada facilidad 226
 Parte Cuatro – Técnica y Proyección
18. Preparándose para la Proyección 228
El trance y la relajación física profunda 228
El reflejo de proyección 229
Presión de separación 229
Las consabidas vibraciones 230
Salud, capacidad y proyección 231
Posición y comodidad para la EFC 231
EFC o sueño lúcido 233
19. Técnica de la Proyección 234
Aflojamiento del cuerpo proyectable: 234
Pérdida de la acción de rebote 235
Aflojamiento de la respiración 236
Aflojamiento giratorio 236
Aflojamiento a través de la imaginación 237
Técnica de proyección de la cuerda 238
Síntomas de presión con la cuerda 240
Primera proyección con la cuerda – Experiencia 240
Secuencia de proyección 242
Secuencia completa 242
Secuencia rápida 242
Proyección instantánea 243
Motivación 243
Consejos y notas sumariales de la técnica de la cuerda 244
20. Variaciones de la Técnica 246
Variaciones sobre la técnica de la cuerda 246
Ejercicios alternativos y técnicas 247
Ayudar a otros proyectores a desdoblarse 254
Llamadas y reuniones con otros proyectores 255
Ayuda del reloj con alarma 256

5
21. Problemas en la Proyección 257
Problemas con el ascenso 257
Surgimiento de energía en el torso 257
Picor localizado – Sensaciones energéticas 258
Presión o tensión en los centros primarios 260
Presión o tensión localizada 260
Banda apretada alrededor de la cabeza 260
Problemas respiratorios 261
Adherencia al cuerpo físico durante la salida 261
Dolores y calambres durante la salida 262
Alhajas y relojes 263
¿Norte magnético? 263
Ciclo lunar 264
Problemas con la saliva 264
Excitación sexual 265
Visión astral defectuosa 266
Desorientación y discordancia del cuerpo sutil 267
22. Superando la División de la Mente 269
Trabajando con los extramuros de la división mental 271
Evocando frases recuperaremos imágenes de la memoria 272
Registrando y apuntalando palabras clave 273
Palabras y frases que desencadenan la reintegración 274
Posición y confort 274
Familiarizándonos con el estado de trance 275
Ejercicio astral de visualización 275
Reingreso consciente 276
Proyección ultra corta 276
Contando ovejas 277
Repitiendo comentarios y afirmaciones 278
Misiones planificadas 278
Trabajando con la división de la mente 279
Descarga de la respuesta astral 279
Reingreso rápido de la energía a través del torso 280
Sensación de caída o descenso en el reingreso 281
Retorno y reingreso 282
Técnica de reingreso mediante la grabación de
Interferencias 283
Del lado del doble proyectado 284
Del lado del cuerpo físico 284
23. Resguardo Lúcido del Sueño 286
El sueño lúcido 287
Control de la realidad 287
Hambre y sed 289
Afirmaciones 289
Recordando un sueño lúcido 290
Síntomas de desdoblamiento a través del sueño 290
Efectos de la posición en sueños lúcidos y EFC 291
Proyección del sueño lúcido 291

6
Proyección del sueño lúcido – Experiencia 292
24. Proyección de Realidad Virtual 296
Primera proyección de realidad virtual – (Experiencia) 297
Creando un mundo de realidad virtual 298
Accediendo al mundo de RV 300
 Parte Cinco – Conexión Akáshica
25. Las Formas Astrales en Movimiento 301
Una mente individual 301
Impulso astral 301
Aprendiendo a caminar 302
Aprendiendo a volar 303
Atravesando materia sólida 305
Velocidad, distancia, y limitaciones 306
Viajes instantáneos 307
Viajes de larga distancia 309
Orbitando La Tierra 310
El espacio extraterrestre y las limitaciones de la distancia 310
Privacidad, ética y EFC 312
26. Los Planos Astrales 314
Subplanos astrales 317
Subplanos astrales inferiores 319
Reinos y universos astrales 320
Regiones astrales con vida real 320
Espacios vacíos o huecos 322
Estructuras astrales estilo planas y tubos 323
Estructura de entrada al plano astral bidimensional 324
Navegación en el plano astral bidimensional 325
Estructura de entrada tipo tubo astral 326
Túnel de luz 327
Encontrar estructuras astrales de entrada 328
Volviendo a un plano astral 329
La roca de la calavera 329
Navegando por los reinos astrales 333
Estabilización de la visión de las manos 334
Áreas de descanso y recuperación astrales 335
27. El Cordón de Plata 337
Ubicación del cordón de plata 337
Divisar el cordón de plata 339
28. El Cuerpo Etérico 341
Muerte y materia etérica 341
Experiencias cercanas a la muerte 343
Muerte, EFC, y coherencia mental 344
29. Los Registros Akáshicos 345
Proyección a los expedientes akáshicos 346
Entrando a través de una anomalía 347
Visualización de registros 347
Sintonización de áreas de interés 348
Imágenes metafóricas 348

7
Asociaciones y predicciones 350
Una experiencia de los registros akáshicos 350
30. El Pulso Akáshico 353
El viento astral 353
De aquí a Akasha 355
El pulso akáshico 357
Las pequeñas elecciones de la vida 358
Akasha elemental 359
Propósito natural de la proyección 360
Experiencia con el viento astral 361
Protocolo de interpretación 362
Diseño de diario 364
Ejemplos de interpretación – La nevera 366
Naturaleza abstracta del simbolismo 368
 Parte Seis – Fenómenos Astrales Extraños
31. EFC y Fluctuaciones de la Realidad 370
Como evitar las fluctuaciones de la realidad 372
Confundir efectos astrales 372
Partes del cuerpo de fusión 373
Problemas con la reversión de la visión 374
Anomalías del tiempo real 377
32. Proyección de Nivel Superior 379
Técnicas de alto nivel 379
Experiencias de alto nivel 381
Nivel de arco iris 381
Nivel místico 382
Nivel espiritual 383
El Summerland 385
33. Seres Astrales y Vida Silvestre 387
Ceremonias astrales 389
Alto nivel de contacto 389
Enviando una solicitud 390
Método de proyección 390
Pidiendo direcciones 391
El sacerdote y la maldición – Experiencia 391
¿Formas de pensamiento o formas de vida no física? 394
Subplano inferior salvaje 395
34. El Miedo y los Ruidos Astrales 398
Los variados colores del miedo 398
Sensaciones intensas durante la exteriorización 399
Exaltación y ansiedad 403
La oscuridad y lo desconocido 404
Miedo generado por el efecto de la mente dividida 405
Reacción visceral inicial 405
Un morador infame en los umbrales iniciales 406
Ruidos astrales y otras cosas que van de mal en peor 408
Voces astrales 409
Dos posibles causas de ruidos astrales 409

8
Tratar con los ruidos astrales 410
Manos que agarran y otras molestias 410
Emisarios en las EFC 411
Superando el miedo 412
La religión y las EFC 413
35. Autodefensa Astral 415
Materia astral 415
Creación de las formas de pensamiento 416
El acto creativo 418
Cambio de forma 419
36. Algunas consideraciones de Hereward Carrington y Sylvan J. Muldoom 420
Algunas experiencias personales 421
Extractos de la correspondencia de Muldoom 422
Fragmentos epistolares 422
Conocimiento en la antigüedad de la existencia del cuerpo astral 425
Mi primera proyección astral consciente 429
Catalepsia astral 433
Tipos de proyecciones 434
Sonambulismo astral 434
Interrupciones conscientes durante el sonambulismo astral 434
Proyección a distancia 435
Las tres velocidades de traslación del fantasma 436
La enfermedad como estímulo de la proyección 437
Exteriorización astral instantánea 438
Una experiencia de proyección consciente efímera 438
Frecuencia de la proyección instantánea 439
El choque como causa de la exteriorización astral 440
Un caso de proyección causada por un paso en falso 440
La ley fundamental de la proyección astral 441
La proyección intencional y no intencional como resultado de las
mismas causas 442
Qué es y dónde está la mente consciente 443
El estado hipnagógico: Neurosis y sueño 444
Sensaciones y emociones en las diferentes etapas de la
exteriorización 446
Trayectorias del fantasma durante la proyección 447
Algunos síntomas de la exteriorización astral 448
El cable astral 449
Radio de acción del cordón 450
Ejemplo de una interiorización por un ruido 454
Repercusión del cuerpo astral 454
Sueños típicos de “proyección” 456
Como descubrí la causa de muchos sueños de caídas 460
Tipos de “caídas” o interiorizaciones 463
Las causas de las diferentes caídas 463
Como impedir la repercusión en un sueño de caída 464
Diferentes tipos de sueños de volar 465
Sueño del aleteo 465

9
Sueños de golpes en la cabeza 466
Sueño de avance hacia un objeto espectral 466
Sueños ilusorios 467
Efectos de la inestabilidad 468
Excentricidades de los sentidos 470
Sentido duplicado del tacto 473
El astral puede atravesar obstáculos punzantes sin sentir nada 475
Ilusiones de los sentidos durante el trance hipnótico 476
Sensibilidad duplicada y obsesión 477
El caso “89” 478
El caso de la bayoneta incrustada 479
Duplicación y desplazamiento de la motilidad 480
Producción voluntaria de un “rap” durante la exteriorización de la
motilidad 480
La finalidad del sueño 483
El control de los sueños 485
Las personas de “temperamento nervioso” son las mejor
capacitadas para los experimentos psíquicos 486
El fantasma es libre fuera de la actividad del cable 488
Proyección prolongada 488
El proyector no puede perderse 488
Como se reabastece el cuerpo físico durante la proyección 489
Muerto no, ¡durmiendo solamente! 491
Lugar en que “la línea de fuerza” astral hace contacto con los
cuerpos 492
Girando en el aire 493
Los cuatro cerebros del hombre 494
La glándula Pineal 494
La glándula Pituitaria 495
La energía cósmica 496
El ayuno acrecienta el ingreso de energía cósmica 497
La consciencia consume energía 499
La consciencia durante la proyección astral 500
Un caso de “sueño verdadero” 501
Despertar en el astral a causa de un ruido 501
El mundo de los sueños 502
El método de proyección mediante el “control onírico” 504
El sueño adecuado siempre proyecta al fantasma 505
Resumen del método mediante el control onírico 509
Como dotar de consciencia al cuerpo onírico 510
Los factores que estimulan la voluntad subconsciente 513
Como descubrí que el “deseo” constituye un factor activante 518
La actividad del fantasma inconsciente es regida por la “tendencia”519
El deseo sexual es un factor negativo 521
Es más fácil la proyección del fantasma hacia un lugar familiar 522
Proyección de un lugar extraño a otro familiar 522

Los fantasmas de los muertos se hallan dominados frecuentemente

10
por la “tendencia” del deseo o del hábito 523
El fantasma inconsciente puede mover a veces objetos materiales 523
Un espíritu merodeador bajo la tendencia de un hábito y un deseo 524
un fantasma madrugador 525
El factor “enervación” 525
Determinación de la “tendencia adecuada”, para usar en la
proyección 526
Incapacidad 527
Proyección astral causada por la sed 529
Sonambulismo físico causado por la sed 531
La incapacidad es un factor importante 531
Algunos factores positivos secundarios 533
Ruidos repercutivos 537
“La luz”: un factor negativo 538
Ejemplo de una interiorización provocada por exceso de luz 541
Repercusión telepática 542
Como provocar la “incapacidad” 544
Desarrollo de la consciencia del Yo 548
Dinamización de la proyección 551
¿Qué es la “voluntad? 553
Sueños proyectivos típicos 555
Como incrementar la tendencia de la rutina 557
Como incrementar la tendencia de la sed 558
La proyección hacia el agua 560
Carácter raro de las proyecciones conscientes 560
La voluntad pasiva 563
Como proyectarse con el método de la voluntad pasiva 564
Resultados obtenidos mediante la dinamización de la proyección 567
Algunas proyecciones típicas 569
La mente criptoconsciente 573
Manifestaciones criptoconscientes 574
Las diversas formas en que puede desempeñarse la mente 575
Una proyección super consciente 577
La proyección automática 579
Una experiencia horrible 581
Por qué las víctimas de una muerte violenta, reconstruyen esa
fatalidad en el astral 582
El caso de Irene 586
La mente criptoconsciente y la telekinesia 587
Proyección astral en que moví un objeto físico 591
“Raps” (golpes) durante un sueño 592
Interrelación existente entre el cuerpo físico y el astral 594
Composición del cuerpo astral 595
Cálculo del peso del cuerpo astral 599
Las ropas del fantasma 600
“Según piensa el hombre” 603
Purgatorio 604
El pensamiento como sostén del cuerpo astral 606

11
Los espíritus cautivos no son numerosos 607
Una lucha con un demonio astral 608
Obsesión 609
Los registros akáshicos 611
La ejecución de hechos futuros en el cuerpo onírico 613
Muchos sueños clarividentes son confundidos con proyecciones
astrales 615
La consciencia onírica no es la consciencia real 617
La muerte es tan solo una proyección permanente 617
Proyección durante el ingreso de suero en la anestesia 622
37. Algunas reflexiones de Oliver Fox 624
Primeros sueños y experiencias de trance 624
Preludio a una búsqueda 629
Consciencia de los sueños y primeros ensayos de proyección 632
El falso despertar y el estado de trance 637
La proyección de Elsie 643
Sueño del conocimiento esencial: otro método 646
15 de febrero, 1914 650
Ocho experiencias 650
Otoño, 1913 651
14 de diciembre, 1913 652
9 de julio, 1914 653
13 de junio, 1915 654
28 de junio, 1915 655
15 de diciembre, 1915 656
6 de febrero, 1916 656
24 de marzo, 1916 658
20 de abril, 1916 659
Once experiencias más 660
4 de abril, 1923 660
11 de junio, 1928 660
3 de noviembre, 1929 661
8 de diciembre, 1929 662
23 de febrero, 1930 662
27 de febrero, 1930 663
7 de septiembre, 1930 664
20 de diciembre, 1930 665
13 de septiembre, 1931 665
17 de noviembre, 1931 666
27 de noviembre, 1932 666
17 de mayo, 1936 666
1 de marzo, 1938 667
38. Algunas experiencias de William Buhlman 668
Los primeros viajes 668
Anotación del 6 de agosto de 1972 670
2 de octubre de 1972 672
4 de octubre de 1972 672
2 de noviembre de 1972 673

12
21 de junio de 1973 676
3 de julio de 1973 676
9 de julio de 1973 677
14 de septiembre de 1973 680
25 de octubre de 1973 680
12 de noviembre de 1973 681
12 de marzo de 1974 682
2 de octubre de 1982 684
7 de octubre de 1983 685
Anotación en mi diario del 21 de febrero de 1985 685
5 de diciembre de 1986 686
3 de enero de 1987 688
15 de octubre de 1988 688
16 de septiembre de 1989 689
24 de enero de 1990 690
6 de febrero de 1990 691
14 de marzo de 1991 692
12 de abril de 1991 694
12 de abril de 1992 695
24 de octubre de 1992 695
7 de diciembre de 1992 697
29 de noviembre de 1993 700
39. Algunas Últimas Palabras 705
Glosario 707
Bibliografía 720

13
Prefacio
Qué puedo agregar a todo lo que ustedes leerán en estas líneas, queridos
lectores. Más allá del sinfín de las palabras, navego en una nebulosa de ideas sin
contexto. Se me hace difícil dar comienzo y textura a un tema por demás urente. Y
salpicado de pensamientos iridiscentes, trato de ordenarme en silencio.
Mis recuerdos infantes al cabo comprendí que reflejaban un dejo de nostalgia
caliginosa. Hasta los mediados de mis doce años, tuve periódicamente destellos de
imágenes que yo atribuyo a vidas pasadas. Uno tiende (o le gusta) pensar que se
diferencia de sus semejantes, y crea un ámbito de singularidad, que no es más que el
atropello de juicios reflexivos. En fin, corrían los años 60 – 70, y yo, que, dicho sea de
paso, era bastante huraño, vergonzoso, poco comunicativo y parco, guardé todo ese
cúmulo de ideas muy profundo dentro de mí, bajo 7 llaves en mi inconsciencia. Pero
deberán saber, que así mismo, todo está allí, protegido, pero alerta y disponible ante
cualquier llamado.
Una de las imágenes que recuerdo siempre, aún a mis sesenta y dos años hoy,
es la de una mujer, con vestido celeste a la moda de principios del siglo XX, época que
estaba dominada por el afán de lujos, fiestas y ostentación que caracterizaban a la
sociedad del momento, la llamada “Belle Epoque”. Donde la forma de S definía la
silueta de la mujer de entonces.
Vislumbro su cuerpo rígido, con el busto hacia delante apuntalado por el corsé
y las caderas hacia atrás. La falda, ajustada allí, se acampana en el bajo, dando opción a
una pequeña cola. La severidad de la línea encuentra su contrapunto en la exagerada
exuberancia de los accesorios y adornos.
Ella está mirándome, (o creo yo) desde la planta superior, y al borde de esas
escaleras imperiales en forma de caracol, embellecidas con madera perfectamente
pulida, reflejando una vivienda o aposento acomodado.
Y en innumerables situaciones y episodios asociados con el término francés
“déjà vu” (que no tiene traducción exacta al español) y que describe la sensación de
que ya se ha vivido una situación antes. Déjà vu es un sentimiento o sensación de
familiaridad y déjà vécu (la impresión de haber "vivido" algo o de haber estado en un
sitio totalmente desconocido) es una huella de recuerdo, quizás asociado con la
precognición o la clarividencia, fenómenos aparentemente coligados a las glándulas
Pineal y Pituitaria.
Estas glándulas (por lo poco que se sabe hasta ahora) regulan, entre otras
cosas, gran parte de nuestros procesos hormonales. Son ese pequeño centro de poder en
nuestro cerebro que Descartes definió como “el asiento de nuestra alma”. Asimismo,
estos sofisticados laboratorios químicos median en procesos tan básicos como nuestro
descanso y relajación, nuestro envejecimiento, el equilibrio de las tiroides…
La ciencia investigativa actual dice que la glándula pineal es una pequeña
estructura que en la gran mayoría de los vertebrados se encuentra ubicada en el techo
del diencéfalo; su principal función es regular los ritmos circadianos (sueño-vigilia),
secretar melatonina, hormona con fuerte efecto sobre la acción gonadal (órganos
generadores de gametos o células sexuales. En los vertebrados también desempeñan
una función hormonal, por lo cual también se les llama glándulas sexuales), además de
impactos oncostático (cáncer), geroprotector, antioxidante (Jörg Stehle, 2011), así
como un importante rol inmunoprotector (J. Argemí Manuel Pombo Arias, 2003);

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también ha sido descrita en el tratamiento de enfermedades degenerativas, tales como
la enfermedad de Alzheimer (Xiaofeng Zhu y otros, 2004).

La hipófisis o glándula pituitaria es una glándula endocrina que produce


distintas hormonas, entre ellas la hormona del crecimiento. Está ubicada en la “silla
turca”, justo debajo del cerebro, en la base del cráneo, desde donde conecta con el
hipotálamo a través del tallo hipofisario.
Se le conoce también como “glándula maestra”, pues regula muchas de las
actividades de otras glándulas endocrinas (tiroides, paratiroides, testículos, ovarios,
suprarrenales) con el fin de lograr el funcionamiento correcto del organismo.
La hipófisis tiene dos partes: lóbulo anterior o adenohipófisis y lóbulo
posterior o neurohipófisis. Cada una fabrica hormonas distintas y tiene, por tanto,
funciones diferentes.

Más allá de estos descubrimientos científicos, cada vez que buscamos información
sobre estas diminutas glándulas, es común encontrar múltiples referencias procedentes
del mundo espiritual, profundamente vinculadas al tercer ojo y al Kundalini. Que sea

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así no es de extrañar. Este «tercer ojo» se conecta para muchos con nuestra vertiente
más mágica e intuitiva. Ahora bien, más allá de este universo energético y
trascendental, la impronta de estas estructuras en nuestra cultura se debe a que están
conectadas a los ciclos de luz y oscuridad.
El ser humano rige sus ritmos biológicos en sintonía con la naturaleza. La luz
del sol configura ese canal, que estimula los pequeños núcleos de nuestro cerebro. Las
glándulas pituitaria y pineal son como directores de orquesta. Son ellas las que pautan a
un ritmo perfecto nuestro crecimiento, madurez sexual, temperatura y hasta nuestras
emociones…Cualquier pequeño desequilibrio, impacta de forma directa en nuestro
bienestar.
La mayor cantidad de datos que conocemos sobre ellas proceden de los
estudios sobre neurología y patológica, realizados sobre estas estructuras. Así, autores
y expertos en el tema como los doctores J. Anderson, Nagul M. Antou y Krishnendu
Chatterjee nos señalan en sus trabajos de investigación, que una parte de las personas
que padecen problemas hormonales tiene como origen una alteración en estas
estructuras.
Por otro lado, cabe señalar un aspecto importante para hacernos una idea muy
llamativa relacionada con ellas. Siendo tan pequeñas (poco menos de 8 mm) reciben un
gran flujo de sangre. Por tanto, su relevancia es determinante. A su vez, tampoco
podemos descuidar otro detalle: son muy sensibles a nuestros estilos de vida.
Entonces podemos decir que este tipo de estructuras son muy sensibles a
nuestro entorno. Estudios como el realizado en la Universidad de Sheba, Tel
Hashomer, en Israel, nos explican que hay una relación entre la radiación ionizante y la
aparición de tumores en esta estructura.
Las glándulas pituitaria y pineal comparten funciones y se hallan a su vez muy
cerca una de la otra. Sin embargo, esta última es la que siempre ha despertado mayor
interés desde un punto de vista místico y espiritual. Quizá sea por su forma de árbol,
quizá por su fragilidad o por el hecho de que necesite oscuridad para funcionar de
manera efectiva.
Si hacemos referencia a su fragilidad, es por un hecho no menos llamativo:
una vez llegamos a la adolescencia, su actividad empieza a reducirse. Tanto es así que
es común llegar a la edad adulta con una glándula pineal que empieza ya a mostrar
signos de calcificación. Su sensibilidad a nuestro entorno, la alimentación, los tóxicos
ambientales y nuestro estilo de vida merma en ocasiones su buen funcionamiento.
Regula nuestro ritmo circadiano e induce el sueño.
La glándula pineal necesita oscuridad para secretar melatonina. Así, estudios
como el llevado a cabo en la Universidad de Hokkaido, en Sapporo, Japón, nos señalan
que cualquier alteración en esta estructura, afectará de forma directa en nuestro
descanso nocturno. Una alteración en la glándula pineal, puede mediar incluso en la
aparición del trastorno afectivo-estacional y la depresión.
Dicho todo esto, no debemos desestimar su influencia a la hora de
concentrarnos y solicitar su influjo, potenciando así su desarrollo y capacidad. No
estará de más, vislumbrarlas en nuestras meditaciones, con alguno de los métodos que
más adelante desmenuzaremos prolijamente.

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En fin. Puedo asegurar que Robert Bruce y demás autores que han descripto
pormenorizadamente el proceso del desplazamiento astral, están en lo cierto. He podido
comprobarlo fehacientemente.
La primera vez que este fenómeno me sucedió fue al despertar una noche, de
madrugada; recuerdo estar en semiconsciencia, y tratar de encender la luz del baño. Fue
en ese momento que me percaté de que estaba en otro estado de existencia. Recuerdo
observar las paredes, pulular, y reflejar vida. Fue una cosa cierta y llamativamente
increíble. Los mosaicos imitaban la postura de huevos de rana o de burbujas, que
parecían palpitar y respirar vida al compás de una suave música celestial
inconcebiblemente bella. Fue un espectáculo imposible de describir, pero asimismo
utópicamente inolvidable. Y transcurrió tan solo en un instante, pero lo recuerdo como
si fuera hoy; nunca olvidaré esa sensación de percibir las paredes pulular, algo
imposible de describir con simples palabras. Todo parecía tener vida, que, de hecho,
fue lo que más me llamó la atención. Ver para creer.
Es notable como la consciencia nos protege ante la posibilidad de auto
provocarnos algún daño. Porque, de hecho, qué sería de mí si en ese instante hubiese
despertado; al uno no estar preparado, es posible llegar a tal shock que pueda
acercarnos a la locura. En ese sentido, aconsejo ir despacio, paso a paso. Sin apuro.
Todo se os dará, solo hay que desearlo.
Sin duda, esa experiencia fue el puntapié inicial de un sinnúmero de ensayos,
experimentos y comprobaciones en el mundo astral.
Entiéndase aquí el razonamiento necesario: estamos hablando de vida después
de la vida. Tanto en discusión hasta el día de hoy. En estos textos venideros podremos
advertir diferentes paradigmas y miradas sobre un mismo tema. Pero las más
radicalmente similares en sus aspectos más íntimos.
Pero el punto a estas alturas es que este maravilloso organismo complejo, no
termina aquí en su esencia. Continua en su proceso de aprendizaje y experiencia.
No concibo todo esto sin hacer entender al amable lector el paradigma
principal: nada termina. Estoy hablando de la posibilidad de salir de su cuerpo carnal,
experimentar y volver. Cómo nos cambiará nuestras raíces fundacionales una pauta tan
escueta, sencilla, y a su vez, tan profunda. Qué queda de las religiones, la política, los
límites territoriales, etc. Todo paradigma cambiará después de experimentar. No tenga
duda de esto.
No puedo explicar la impresión que irrumpe en mí las primeras veces que
atravesaba obstáculos sólidos. No hay palabras para sondear lo que se siente. Es tan
fuerte. Verse uno sin esos límites. La expansión de la consciencia.
Realmente no me cansaré de repetir que el lector debe experimentar para tener
cabal idea de lo que hablo. Porque desde un punto de vista, (y solo de uno) las cosas
materiales no cambian demasiado desde la visión de la cuarta dimensión hablando.
Todo nuestra estructura mental se derrumbará de un saque cuando usted intente
encender la luz, apoyarse en una pared, o simplemente darse vuelta y observar su
cuerpo yacente en la cama. Muy probablemente esa exaltación lo confundirá
sobremanera. Uno no puede siquiera imaginarse el hecho de mover la mano hacia un
objeto y que esta pase a través de él sin más. Si uno lo hace lentamente, se pueden
sentir en determinados casos, una especie de hormigueo. Entonces uno es consciente de
que está atravesando otra densidad por no encontrar un término mejor. Uno puede
inclusive ver interiormente la pared, a medida que la va atravesando.

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El iniciado no debe temer. Solo debe dejarse llevar, con entusiasmo innato,
con práctica, ejercicio, paz y meditación. Usted debe, con todo su esfuerzo, tratar de
dejar la mente en blanco, cosa nada fácil. Uno debe comenzar por el principio mismo.
Y esto es nada más ni nada menos que empezar a conocerse a sí mismo, profunda y
llanamente.
Cito aquí las palabras de Jiddu Krishnamurti (conocido escritor y orador en
materia filosófica y espiritual. Sus principales temas incluían la revolución psicológica,
el propósito de la meditación, las relaciones humanas, la naturaleza de la mente y cómo
llevar a cabo un cambio positivo en la sociedad global - 11 de mayo de 1895,
Madanapalle, India - 17 de febrero de 1986) sobre este tema.
[No veo cómo podemos tener base alguna para el recto pensar sin el
conocimiento de nosotros mismos; ni cómo es posible que una acción cualquiera, por
inclusiva, colectiva o individualista que sea, resulte armoniosa y verdadera sin el pleno
conocimiento de uno mismo. Sin conocernos, no hay posibilidad real de investigar qué
es lo verdadero, lo que tiene significación, cuáles son los justos valores en la vida. Si
uno no se conoce a sí mismo, no puede ir más allá de las ilusiones proyectadas por la
propia mente. El conocimiento propio, implica no sólo comprender la acción en la
convivencia de un individuo y otro, sino también la acción en las relaciones con la
sociedad; y no puede haber sociedad completa y armoniosa sin ese conocimiento. De
modo que, en realidad, resulta de mucha importancia y significación que uno se
conozca a sí mismo tan completa y plenamente como sea posible. ¿Y es posible ese
conocimiento? ¿Puede uno conocer, no en forma parcial sino integralmente, el proceso
total de uno mismo?
Porque, como ya lo dije, sin conocerse a sí mismo no tiene uno base para
pensar. Uno queda atrapado en ilusiones: políticas, religiosas, sociales, y éstas son
ilimitadas, interminables. ¿Es posible conocerse a sí mismo? ¿Y cómo puede uno
conocerse a sí mismo? ¿Cuáles son los medios, cuáles los procesos, qué camino seguir?
Creo que, para encontrar los medios debe uno averiguar primero, cuáles son
los impedimentos. Y estudiando lo que consideramos importante en la vida, las cosas
que hemos aceptado, los valores, las normas, las creencias, las innumerables cosas que
mantenemos examinándolas, tal vez descubriremos cómo funciona nuestro
pensamiento y de ese modo encontrar la puerta para comenzar a conoceremos a
nosotros mismos. Es decir, comprendiendo las cosas que aceptamos, poniéndolas en
tela de juicio, ahondando en ellas. A través de este proceso, precisamente, conoceremos
las modalidades de nuestro pensamiento, nuestras respuestas, nuestras reacciones; y
conociéndolas nos conoceremos a nosotros mismos tal como somos.
Ese, sin duda, es el único medio que tenemos para descubrir nuestra manera
de pensar, nuestras reacciones: estudiando, examinando por completo los valores, las
normas y las creencias que hemos aceptado durante generaciones. Y, viendo lo que hay
detrás de esos valores, podremos saber cómo respondemos, cuáles son nuestras
reacciones ante ellos; y así, tal vez, podremos descubrir las modalidades de nuestro
propio pensar.
En otras palabras: el conocerse a sí mismo significa, sin lugar a dudas,
estudiar las respuestas, las reacciones que uno tiene en relación con algo. Uno no puede
conocerse a sí mismo aislándose. Eso es un hecho evidente. Podemos retirarnos a una
montaña, a una caverna, o ir en pos de una ilusión a orillas de un río; pero, si uno se
aísla, la vida de relación resulta imposible. Y el aislamiento es la muerte.

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Sólo en la convivencia puede uno conocerse a sí mismo tal como es.
Estudiando, pues, las cosas que hemos aceptado, examinándolas plenamente, (no
superficialmente), podremos quizá entendernos a nosotros mismos.
Ahora bien, una de las cosas en que a mi parecer uno lo acepta todo
ávidamente, lo da todo por sentado, es la cuestión de las creencias. Yo no ataco las
creencias. Lo que trato de hacer es descubrir por qué aceptamos las creencias; y si
podemos comprender los motivos, las causas de esa aceptación, quizá podamos no sólo
entender por qué hacemos tal cosa, sino asimismo librarnos de ella. Porque uno puede
ver cómo las creencias religiosas, políticas, nacionales y de diversos otros tipos,
separan a los hombres, cómo crean conflicto, confusión, antagonismo, lo cual es un
hecho evidente; y, sin embargo, no estamos dispuestos a renunciar a ellas. Existe el
credo hindú, el credo cristiano, el budista, innumerables creencias sectarias y
nacionales, diversas ideologías políticas, todas en lucha unas con otras y procurando
convertirse unas a otras.
Claramente podemos ver que las creencias separan a la gente, crean
intolerancia. ¿Pero es posible vivir sin creencia? Eso puede descubrirse tan sólo si uno
logra estudiarse a sí mismo en relación con una creencia. ¿Es posible vivir en este
mundo sin una creencia; no cambiar de creencias, ni substituir una por otra, sino estar
enteramente libre de toda creencia, de suerte que uno haga frente a la vida de un modo
nuevo a cada minuto? La verdad, después de todo, está en esto: en tener la capacidad
de enfrentar todas las cosas de un modo nuevo, de instante en instante, sin la reacción
condicionante del pasado, para que no haya ese efecto acumulativo que obra como
barrera entre uno mismo y aquello que es.
Evidentemente, la mayoría de nosotros acepta o adopta creencias, ante todo,
porque en nosotros hay temor. Sentimos que, sin una creencia, no sabremos qué hacer.
Entonces utilizamos la creencia como una norma de conducta, como dechado de
acuerdo con el cual encauzamos nuestra vida. Y también creemos que puede haber
acción colectiva gracias a la creencia.
Así, pues, en otras palabras, consideramos que para actuar se necesita una
creencia. ¿Y es ello así? ¿La acción requiere creencia? Es decir, siendo la creencia una
idea, ¿hace falta ideación para actuar? ¿Qué está primero, la idea o la acción? Primero,
sin duda, está la acción, que es placentera o penosa; y según eso, elaboramos diferentes
teorías. La acción, invariablemente, aparece primero. ¿No es así? Y cuando hay temor,
cuando existe el deseo de creer para poder actuar, entonces interviene la ideación.
Ahora bien, si reflexionamos, veremos que el temor es una de las razones para
que haya deseo de aceptar una creencia. Porque, si no tuviéramos creencia alguna, ¿qué
nos sucedería? ¿No nos causaría pavor lo que pudiera ocurrir? Si no tuviéramos
ninguna norma de acción basada en una creencia (ya sea en dios, en el comunismo, en
el socialismo, en el imperialismo), o en tal o cual fórmula religiosa, o en algún dogma
que nos condicione, nos sentiríamos totalmente perdidos, ¿no es así?
Y esa aceptación de una creencia, la ocultación de ese temor, ¿no es acaso el
miedo de no ser realmente nada, el miedo de estar vacío? Después de todo, una taza
sólo es útil cuando está vacía; y una mente repleta de creencias, de dogmas, de
afirmaciones y de citas, es en realidad una mente incapaz de crear, y que lo único que
hace es repetir. Y el huir de ese miedo -de ese miedo al vacío, a la soledad, al
estancamiento, de ese miedo de no llegar, de no triunfar, de no lograr, de no ser algo,
de no llegar a ser algo- es sin duda una de las razones por las cuales aceptamos las
creencias tan ávida y codiciosamente. ¿No es así?

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¿Y podemos entendernos a nosotros mismos mediante la aceptación de una
creencia? Todo lo contrario. Es obvio que una creencia, política o religiosa, impide la
propia comprensión. Obra a modo de pantalla, a través de la cual nos miramos a
nosotros mismos. ¿Y podemos mirarnos a nosotros mismos sin creencia alguna? Si
suprimimos esas creencias -todas las que uno tiene- ¿queda algo para mirar? Si no
tenemos creencias con las cuales la mente se haya identificado, entonces la mente, sin
identificación alguna, es capaz de mirarse a sí misma tal cual es; y ahí, ciertamente,
está el comienzo de la propia comprensión.
Si uno tiene miedo, si, encubierto por una creencia, existe el temor; y si, al
comprender las creencias uno se enfrenta con el miedo sin el tamiz de las creencias,
¿no es entonces posible librarse de esa reacción del miedo? Es decir, ¿es posible saber
que uno tiene miedo y permanecer ahí sin escapatoria alguna?
Estar con lo que es resulta mucho más significativo y tiene más valor, por
cierto, que huir de lo que es mediante una creencia. Uno empieza, pues, a darse cuenta
de que hay diversas maneras de huir de uno mismo, de la propia vacuidad, de la
pobreza del propio ser; escapes tales como el saber, las diversiones, y las distintas
formas de afición y entretenimiento, cultas las finas y estúpidas las otras, inteligentes o
sin valor alguno.
Esas cosas nos rodean, somos esas cosas; y si la mente puede percibir el
significado de las cosas a las cuales está sujeta, entonces, quizá, estaremos frente a
frente con lo que somos, sea ello lo que fuere; y yo creo que en el momento en que
seamos capaces de hacer eso, habrá en nosotros una verdadera transformación.
Entonces, en efecto, el problema del temor no se plantea, porque el temor sólo
existe en relación con algo. Cuando estamos nosotros y otra cosa con la cual nos
hallamos en relación, y cuando esa cosa os disgusta y tratáis de evitarla, entonces surge
el miedo. Mas cuando somos esa mismísima cosa, entonces nada hay que eludir.
Un hecho infunde temor tan sólo cuando reaccionamos emocionalmente ante
él; pero si nos enfrentamos a un hecho tal cual es, no hay temor. Y cuando dejamos de
darle un nombre a lo que llamamos miedo y sin definirlo, solamente lo observamos,
entonces, por cierto, ocurre una revolución; ya no existe esa sensación de eludir o de
aceptar.
De suerte que, para entender la creencia, no de un modo superficial, sino
profundamente, hay que descubrir la razón por la cual la mente se apega a varias
formas de creencia, por qué las creencias han adquirido tan grande importancia en
nuestra vida: creencias sobre la muerte, sobre la vida, sobre lo que pasa después de la
muerte; creencias que afirman o niegan a dios, que afirman o niegan la realidad, y
distintas creencias políticas.
¿No indican todas esas creencias nuestra propia sensación de pobreza íntima?
¿Y no revelan ellas un proceso de evasión, o no actúan como una defensa? Y al
estudiar nuestras creencias, ¿no empezamos a conocernos tal cuales somos, no sólo en
los niveles superficiales de nuestra mente, de nuestra consciencia, sino mucho más
hondo? Así, pues, mientras más nos estudiamos en relación con alguna otra cosa, tal
como las creencias, más quieta se torna la mente, sin coacción, sin falsa disciplina. Es
obvio que cuanto más se conoce la mente a sí misma, más serena está. Cuanto más
conozcáis algo, cuanto más familiarizados estéis con algo, más serena se tornará la
mente. Y la mente ha de estar realmente quieta, no aquietada.

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Hay, sin duda, una enorme diferencia entre una mente aquietada y una mente
quieta. Podéis forzar la mente a aquietarse mediante diversas circunstancias,
disciplinas, tretas, etc.
Pero eso no es quietud, eso no es paz; eso es muerte. Mas una mente que está
serena porque comprende las distintas formas del miedo y se entiende a sí misma -una
mente así es creadora, una mente así se renueva sin cesar. Sólo se estanca aquella
mente que está encerrada en sus propios temores y creencias. Pero una mente que
comprende su relación con los valores ambientes- no imponiendo una norma de
valores, sino comprendiendo lo que es -esa mente, sin duda, se torna serena; es serena.
No es cuestión de devenir. Sólo entonces, por cierto, la mente puede percibir lo real de
instante en instante.
La realidad, a buen seguro, no es algo que se encuentre en último término, un
resultado final de la acción acumulativa. La realidad ha de percibirse tan sólo de
instante en instante; y sólo puede percibirse cuando no obra el efecto acumulativo del
pasado sobre el momento actual, sobre el “ahora”.
Ahora bien, ¿han notado alguna vez que es muy raro que nuestras mentes
estén muy quietas? En muy raras ocasiones tenemos una mente libre, sin problemas, o
una mente que, ávida de problemas, los haya desechado, aunque sea por un rato. ¿Han
tenido alguna vez una mente que no se atropellara, que no se forzara a sí misma en
busca de algo, sino que estuviera absolutamente silenciosa, simplemente observando,
no sólo lo que ocurre en el mundo externo, sino también lo que sucede en nuestra
propia existencia interna con sus actividades y afanes? ¿O están ustedes siempre
escudriñando, buscando, preguntando, analizando, exigiendo, tratando de realizarse, de
seguir a alguien, algún ideal, o intentando establecer una buena relación con otro? ¿Por
qué existe siempre este constante luchar, competir y buscar?
Ustedes pueden ir a la India buscando algo extraordinario que suponen va a
ocurrirles cuando lleguen allá, siguiendo a alguien que les dirá que dancen, canten o
hagan cualquier cosa que se les ocurra. Están los que tratan de obligarlos a que mediten
de un modo determinado, a que acepten la autoridad, a que cumplan con ciertos
rituales, a que vociferen cuando les plazca, etcétera. ¿Por qué hacen ustedes todo esto?
¿Qué es lo que perpetuamente ansían? ¿Qué es lo que están buscando?
¿Puede uno preguntarse, permaneciendo quietamente en su propia casa o
paseando a solas, por qué existe este eterno anhelo? Hablamos del temor, del dolor y el
placer; también hablamos de la inteligencia, del amor y la compasión. Señalamos que
sin inteligencia no puede haber amor ni compasión. Ambos marchan juntos. No la
inteligencia de los libros ni la astuta maquinación del pensamiento ni la inteligencia de
la mente muy ingeniosa y sutil, sino la inteligencia que percibe directamente lo que es
falso, lo que es peligroso y, al advertirlo, lo abandona inmediatamente. Una mente así
tiene la cualidad (a mi entender) de la inteligencia.
Tal vez podríamos considerar juntos la naturaleza de la meditación y ver si
hay algo en la vida -no sólo en las actividades y posesiones materiales, dinero, sexo,
sensaciones, sino más allá de eso-, algo verdaderamente sagrado, no producido por el
pensamiento. Descubrirlo realmente por nosotros mismos, quizás a través de la
meditación. Estando libres de cualquier ilusión o engaño y pensando con absoluta
honestidad, descubrir si existe algo sagrado.
La mayoría de las personas ha tenido variedad de experiencias, no sólo
experiencias sensuales, sino incidentes que han dado origen a distintos movimientos

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emocionales, sensorios y románticos. Esas experiencias que uno ha tenido son más bien
triviales; tal vez todas las experiencias son más bien triviales. Cuando uno empieza a
inquirir qué es lo que todos estamos buscando, deseando, anhelando, ¿no surge, acaso,
que es una mera experiencia superficial, sensoria, algo que el deseo busca y que,
obviamente, tiene que ser bastante superficial? ¿Podemos nosotros, al considerar esto
juntos, movernos desde la superficialidad hacia una investigación más amplia y
profunda? O sea, descubrir si todos nuestros anhelos son meramente superficiales y
sensorios, o si se trata de un anhelo, una búsqueda, una sed de algo que está mucho más
allá de todo eso.
¿Cómo investigan ustedes esto? ¿Mediante el análisis? El análisis es aún el
mismo movimiento del pensar, de la reflexión. El pensamiento se examina
analíticamente a sí mismo, examina sus propias experiencias; su examen sigue siendo
limitado porque el pensamiento mismo es limitado. Eso está claro. Pero ése es el único
instrumento que tenemos, y continuamos usando el mismo instrumento sabiendo que es
circunscrito, que no puede resolver el problema ni tiene la capacidad de investigar a
mucha profundidad. Creo que nunca nos damos cuenta de que este instrumento, por
agudo que sea, por mucho que lo hayamos utilizado, no puede resolver el problema. Al
parecer, no somos capaces de descartarlo.
El pensamiento ha creado el mundo tecnológico. También ha producido todas
las divisiones que hay en el mundo; no sólo las divisiones nacionales, sino las
divisiones religiosas, ideológicas y toda forma de división entre dos personas, por
mucho que puedan pensar que se aman la una a la otra. Ese pensamiento, siendo
limitado en su actividad, siendo el producto del pasado, debe inevitablemente
engendrar división y, por lo tanto, limitación. El pensamiento nunca puede ver “lo
total”. Una actividad semejante, ¿es superficial? ¿O el pensamiento puede, con su
limitación, investigar más profundamente?
¿Es la observación el instrumento del pensar? El observar, ¿incluye el proceso
del pensamiento? Ustedes pueden observar y entonces concebir y crear a través de esa
observación. Tal creación, surgida de ese observar, es el proceso del pensamiento. Uno
ve un color: está la simple observación de ello; luego viene la reacción de agrado y
desagrado, la reacción del prejuicio, etcétera, o sea, el movimiento del pensar. ¿Puede
haber una observación sin ningún movimiento del pensar? ¿Requiere eso alguna clase
de disciplina? La raíz etimológica de esa palabra, “disciplina” quiere decir “aprender”.
Aprender, no amoldarse, no imitar, no hacer que la mente se embote con la rutina.
Ahora bien, ¿puede uno aprender la actividad de la observación sin que el pensamiento
engendre imágenes a causa de esa observación y luego actúe de acuerdo con tales
imágenes? ¿Puede uno meramente observar? Lo cual implica observar y estudiar el
modo en que el movimiento del pensar interfiere con la observación, darse cuenta de
ello, aprender al respecto. Ésa es la verdadera disciplina: el aprender.
Cuando hay observación, digamos, de nuestro anhelo o nuestra sed de algo,
¿puede uno mirar sin ningún motivo, sin el pasado, que es deseo, sin las conclusiones
del pensamiento, todo lo cual interfiere con la verdadera observación? Generalmente, el
propósito del aprender es acumular conocimientos y, a partir de eso, actuar con
destreza o sin destreza, eso depende. Alternadamente, actuamos y después aprendemos,
o sea que, a causa de la acción, acumulamos conocimientos. Así, nuestras acciones se

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basan siempre en el pasado, o en el pasado que proyecta el futuro y actúa conforme a
esa proyección.
Ahora estamos señalando algo por completo diferente del acumular
conocimientos para luego actuar; algo por completo diferente de nuestras acciones, que
son el producto del pasado o de la proyección del futuro y que, por lo tanto, son
acciones basadas en el tiempo: el ayer encontrándose con el presente, que es hoy,
modificándose y continuando. Nuestras acciones se basan normalmente en eso, de
modo que son siempre acciones incompletas, es obvio. Una acción así contiene
remordimientos, un sentido de frustración. Nunca es una acción completa.
Lo que ahora estamos indicando es algo totalmente distinto: una observación
en la que no existen ni el pasado ni el futuro. Sólo existe el observar -como un buen
científico observa por el microscopio-, simplemente observar lo que en realidad está
ocurriendo. Cuando uno contempla lo que realmente ocurre, la cosa observada
experimenta una transformación. ¿Puede uno observar así el anhelo, la búsqueda, el
instinto? ¿Tiene uno la intensidad de energía que se requiere para sencillamente
observar, sin el movimiento del pasado?
Observar qué es lo que uno quiere de su vida, qué es lo que está buscando,
anhelando (la mayoría de ustedes busca algo, de otro modo no estarían leyendo esto).
Leemos libros sobre filosofía, psicología o sobre las así llamadas religiones. En los
libros religiosos siempre se recalca que existe algo más allá, algo más grande y
profundo. Habiendo leído esas cosas, uno podría decir: “Quizás exista, voy a ir tras
ello”. Entonces uno es atrapado por los sacerdotes, por los gurúes, por la última moda,
etcétera. Y puede que uno crea haber descubierto algo satisfactorio y diga: “Soy
perfectamente feliz, no tengo que buscar nada más”. Pero ésa quizá sea una ilusión, y a
la mayoría de las personas le gusta vivir de ilusiones. Y todas nuestras búsquedas,
nuestras exigencias y nuestros anhelos no han producido una buena sociedad, una
sociedad basada en la paz, una sociedad en la que no haya violencia.
El propósito de nuestra investigación en todo esto es producir una buena
sociedad en la que nosotros, los seres humanos, podamos vivir dichosamente sin
miedo, sin conflicto, sin toda esta lucha, esta competencia y brutalidad. La sociedad
está constituida por la relación entre las personas; si nuestra relación no es correcta,
precisa, verdadera, entonces creamos una sociedad que no es sana; y eso es lo que está
sucediendo en el mundo.
¿Por qué están separados los seres humanos? Uno busca algo, otro está
buscando algo por completo diferente; siempre está este movimiento centrado en el yo.
La sociedad que hemos creado se basa en la ambición egoísta, en la realización propia
y en la disciplina egocéntrica que dice: “Yo debo”, todo lo cual engendra violencia.
También estamos investigando nuestra mente. Cuando empleamos la palabra “mente”,
no queremos decir la mente “de ustedes” o “mi” mente, sino la mente holística. La
mente de cada uno de ustedes es como la mente de miles y millones de personas:
compite, lucha, reclama, sigue, acepta, obedece, idealiza, pertenece a alguna religión,
sufre dolores, tormentos y ansiedad; así es la mente de cada uno de ustedes y así son las
otras mentes.
Puede que no vean esto, porque la vanidad de ustedes, su sentido de la
importancia individual, quizás impidan esta observación de lo real. Los seres humanos
son psicológicamente similares, muy desdichados en todas partes del mundo. Pueden

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rezar, pero la plegaria no da respuesta a sus problemas; siguen siendo infelices, siguen
compitiendo, siguen en su desesperación. Ésta es la mente común a todos. Y así,
cuando investigamos, estamos buscando al ser humano, no meramente a ustedes o a mí
-somos todos seres humanos.
¿Puede uno observar el mundo exterior con sus divisiones, sus terrores y
peligros, sus criminalidades políticas, sin derivar de ello conclusión alguna? Si
observamos lo que ocurre exteriormente y, del mismo modo, observamos lo que ocurre
dentro de nosotros, entonces nuestras acciones no son las acciones “de ustedes” ni
“mis” acciones, porque juntos hemos observado la misma cosa.
Pregúntense a sí mismos qué es lo que están buscando: ¿Es dinero, seguridad?
¿Es estar libres de temor a fin de poder disfrutar de placeres interminables? ¿Es librarse
de la carga del dolor, no sólo de la propia carga, sino de la carga mundial del dolor? ¿O
están buscando algo intemporal, algo que el pensamiento jamás ha tocado, algo
esencialmente original, absolutamente incorruptible? Descubran por sí mismos, como
seres humanos iguales a los demás seres humanos en el mundo, qué es lo que buscan,
qué es lo que anhelan.
¿Buscan alguna nueva clase de experiencia porque han tenido hábitos de
diversos tipos y han dicho: “es suficiente, ya he tenido todo eso, pero deseo alguna otra
clase de experiencia”, ¿algo más grande, alguna experiencia que les proporcionara un
gran deleite, una gran comprensión, una iluminación, una transformación? ¿Cómo lo
descubrirán? Para ello tienen que estar libres de todas las ilusiones. Y eso implica
completa honestidad, a fin de que la mente no se engañe a sí misma. Para que no se
engañen a sí mismos, tienen que comprender toda la naturaleza del deseo. Porque es el
deseo el que crea la ilusión; a causa del deseo quiere uno realizarse, esperando siempre
algo más.
A menos que comprendan la total naturaleza y estructura del deseo, es
inevitable que la mente engendre ilusiones. ¿Puede nuestra mente, habiendo
comprendido la actividad del deseo, conocer su valor relativo y, por lo tanto, hallarse
libre para observar? Ello implica observar sin ninguna clase de ilusión. ¿Tienen ustedes
consciencia de las ilusiones? Cuando la mente está libre de ilusiones, carece en
absoluto de hipocresía, es clara y honesta; entonces puede dar comienzo a la
investigación, puede investigar si hay una existencia intemporal, una verdad
intemporal. Aquí es donde nace la meditación.
Probablemente han jugado ustedes con la meditación: la meditación
trascendental, la meditación tibetana, la meditación hindú, la meditación budista, la
meditación zen... tal vez seriamente, tal vez con ligereza. Hasta donde puede uno
entenderlo, todo el concepto de estas meditaciones es que el pensamiento debe ser
controlado, que deben ustedes tener una disciplina, que deben someter sus propios
sentimientos a algo diferente de “lo que es”, ejerciendo para ello el control, una
constante vigilancia.
Ahora bien, si quieren descubrir qué es la meditación y no aceptar meramente
lo que alguien dice al respecto, entonces ciertas cosas obvias son necesarias. No tiene
que haber autoridad, porque en tal caso ustedes dependen, se esfuerzan, imitan y se
amoldan. Uno tiene que comprender, entonces, la naturaleza del control y quién es el
controlador. Desde la infancia se nos ejercita, se nos educa para que nos controlemos o
nos reprimamos. O, yendo al otro extremo, que es lo que hoy está sucediendo, ¡hacer lo

24
que nos plazca o se nos antoje! ¿Existe una manera de vivir sin ejercer ninguna forma
de control? Lo que no significa hacer lo que a uno le dé la gana, complacerse en la
permisividad y esas cosas. ¿Hay un modo de vivir en el que no exista ni el más leve
vestigio de control? Para descubrir eso, tiene uno que preguntarse: ¿Quién es el que
controla?
¿Quién es el controlador que dice: “Debo controlar mis sentimientos”, o “debo
permitir que mis sentimientos fluyan por su cuenta”? Están el controlador y la cosa que
debe ser controlada, de modo que hay una división. ¿Quién es este controlador? ¿Acaso
no sigue siendo el movimiento del pensar? El pensamiento ha dicho: “He
experimentado esto, me propongo hacer esto otro”, lo cual es el pasado; de modo que el
pasado es el controlador. Lo que está sucediendo ahora tiene que ser controlado por el
controlador, que es el pasado.
No hablo para mi propio beneficio. Aunque he estado hablando durante
cincuenta y dos años, no me interesa hablar. Lo que me interesa es averiguar si también
ustedes pueden descubrir la misma cosa, a fin de que la vida que viven sea por
completo diferente, que se transforme, de modo que no haya en ella problemas, ni
complejidades, ni ansiedad, ni competencia. Quien les habla lo hace por esa razón, no
para su propia gratificación, ni para su propio disfrute, ni para su propia realización.
De manera que el controlador es el resultado del pensamiento, el cual se basa
en el conocimiento, que es el pasado. El pensamiento dice: “Debo controlar lo que está
sucediendo ahora”, o sea, lo real. Siendo lo real, por ejemplo, la envidia o los celos,
que todos ustedes conocen. El pensamiento dice: “Tengo que controlar eso, tengo que
analizarlo, tengo que reprimirlo”, o bien dice: “Tengo que satisfacerlo”. Hay, pues, una
división creada por el pensamiento. En esto hay engaño, engaño en la idea de que el
controlador es diferente de aquello que ha de ser controlado.
Si ustedes comprenden realmente esto, si lo investigan muy seriamente por sí
mismos, verán que el controlador es innecesario; sólo la observación es necesaria.
Cuando observan, no existen ni el controlador ni lo controlado, sólo existe el observar.
Adviertan su envidia, por ejemplo, obsérvenla sin nombrarla, sin rechazarla ni
aceptarla; sólo vean la sensación, la reacción que surge, la cual ha sido llamada
“envidia”, y mírenla sin la palabra. Porque la palabra representa el pasado. Cuando
usan la palabra “envidia”, eso fortalece el pasado.
Hay una posibilidad de vivir sin ningún sentido de control. Esto que afirmo no
es una teoría sino una realidad. Quien les habla dice lo que ha hecho, no inventa. Existe
una vida en la que no hay sentido alguno de control y, por ende, no hay sentido de
conflicto ni de división. Eso puede surgir únicamente cuando sólo hay observación
pura. Háganlo y lo verán. Pónganlo a prueba.
Cuando no hay conflicto de ninguna clase, ¿qué es lo que ocurre en la mente?
El conflicto implica movimiento, el movimiento es tiempo: tiempo de aquí hacia allá,
tanto física como psicológicamente, el movimiento de un centro a otro centro o el
movimiento de una periferia a otra. Existe este constante movimiento en nuestras vidas.
Entonces, si observan con mucha atención este movimiento, ¿qué ocurre en la mente?
Ustedes han comprendido la naturaleza del pensamiento, han visto lo limitado
que es el conocimiento almacenado como memoria en el cerebro, memoria que, al
actuar, opera como pensamiento. Han comprendido cómo el conocimiento siempre
forma parte de la ignorancia. ¿Qué es lo que ocurre, entonces, en la mente? La mente,

25
como lo hemos investigado, no es sólo la facultad de pensar con claridad, de manera
objetiva e impersonal; es también ver que posee la capacidad de actuar, no a partir del
pensamiento, sino desde la observación pura. Para observar lo que verdaderamente
ocurre, uno debe mirar sin que la respuesta del pasado moldee su mirar. A causa de esa
observación pura, hay acción. Esa acción es inteligencia. Y es también esa cosa
extraordinaria llamada amor, compasión.
La mente tiene, pues, esta cualidad de inteligencia, y esa inteligencia va
acompañada, naturalmente, de la compasión, del amor. El amor no es otra cosa que la
mera sensación, no tiene relación alguna con nuestras demandas internas, con nuestras
satisfacciones y todas esas cosas. De modo que ahora la mente tiene esta calidad, esta
estabilidad. Es inamovible como una roca en medio de una corriente, en medio de un
río.
Y lo que es estable, es silencioso. Tenemos que ser absolutamente claros a
este respecto. Esa claridad es estabilidad; esa claridad puede luego examinar cualquier
problema. Sin esta claridad, la mente es confusa, contradictoria, fragmentaria; es
inestable, neurótica, está siempre buscando, compitiendo, esforzándose. Llegamos,
pues, a un punto en que la mente es por completo clara y, por lo tanto, totalmente
inamovible. Inamovible no en el sentido de una montaña, sino en el sentido de que está
por completo exenta de problemas; por lo tanto, es extraordinariamente estable y, no
obstante, es dúctil.
Ahora bien, una mente así es una mente quieta. Y ustedes necesitan tener una
mente que sea absolutamente silenciosa (absolutamente, no relativamente). Existe ese
silencio de cuando paseamos una tarde por el bosque; todos los pájaros están callados,
el viento y el murmullo de las hojas han cesado, hay un gran silencio externo. Y la
gente observa ese silencio y dice: “Debo tener un silencio así”, y entonces depende de
ese silencio que proviene de estar solos, apartados. Pero eso no es silencio. Ni lo es el
silencio creado por el pensamiento que dice: “Debo estar silencioso, debo estar quieto,
no tengo que parlotear”. Pero eso tampoco es silencio, porque es el resultado del
pensamiento, operando sobre el ruido. Estamos hablando de un silencio que no
depende de nada. Es sólo esta calidad de silencio, este silencio absoluto de la mente, el
que puede ver todo aquello que es eterno, intemporal, innominable. Y eso es
meditación.]

Clarificado este tema, prosigamos con mi relato.


Muchas cosas se repiten en estas páginas. Pero el punto principal es no decaer,
no flaquear ante los malos resultados cuando se busque iniciarse. Por ejemplo, en mi
caso, nunca fui capaz de lograr la visualización creativa. A pesar que estuve años
practicando los ejercicios recomendados por Robert Bruce.
Quiero explayarme aquí un momento, para hablar sobre los sueños.
Los sueños pueden ser atemporales, no éticos, sádicos, criminales, amorales,
ni concordancia, sin sentido. Etc. ¿Qué se sabe en realidad de los sueños?
Al respecto Sigmund Freud dice en “La Responsabilidad Moral por el
Contenido de los Sueños”, de 1925:
En «La literatura científica sobre los problemas oníricos» expuse la forma en
que los distintos autores reaccionan ante el hecho, tan desagradable para ellos, de que
el licencioso contenido de los sueños contradiga con tal frecuencia la sensibilidad

26
moral del soñante. (Evito expresamente toda referencia a los sueños «criminales» pues
considero del todo superflua esta dominación, que sobrepasa los límites del interés
psicológico).
Naturalmente, la índole inmoral de los sueños trajo de nuevo motivo para
rechazar la valoración psíquica del sueño, pues si éste fuese un producto sin sentido de
la actividad psíquica perturbada, quedaría eliminado todo motivo para asumir
responsabilidad alguna por su contenido aparente.
Este problema de la responsabilidad por el contenido onírico manifiesto ha
sido
completamente desplazado y aun eliminado por las revelaciones que ofrece la
interpretación de los sueños.
En efecto, sabemos ahora que el contenido manifiesto no es sino un ilusorio
artificio, una mera fachada. No vale la pena someterlo a un examen ético ni considerar
sus violaciones de la moral más seriamente que las dirigidas contra la lógica
matemática.
Al hablar del contenido onírico, únicamente es admisible referirse al de los
pensamientos preconscientes y al de los deseos reprimidos que la interpretación logra
revelar tras la fachada del sueño. No obstante, también esta fachada inmoral tiene un
problema que plantearnos, pues ya nos hemos enterado de que las ideas oníricas
latentes
deben pasar por una severa censura antes de que se les conceda acceso al contenido
manifiesto. ¿Cómo es posible, pues, que esta censura, inflexible en general para las más
leves transgresiones, fracase tan rotundamente en los sueños manifiestamente
inmorales?
No es fácil hallar la respuesta, y en definitiva, ésta quizá no pueda ser del todo
satisfactoria. Para empezar será preciso someter estos sueños a la interpretación,
comprobándose entonces que algunos de ellos no ofendieron a la censura, simplemente
porque en el fondo no contenían nada malo. No son más que bravatas inocentes,
identificaciones que pretenden simular una máscara; no fueron censurados porque no
decían la verdad. Otros, en cambio —confesémoslo: la inmensa mayoría—, realmente
significan lo que pregonan y, sin embargo, no han sido deformados por la censura. Son
expresiones de impulsos inmorales, incestuosos y perversos, o deseos homicidas y
sádicos.
Frente a algunos de esos sueños, el soñante reacciona despertándose
angustiado; en tal caso, la situación ya no da lugar a dudas. La censura ha dejado de
actuar, el peligro fue advertido demasiado tarde y el despliegue de angustia viene a
representar el sucedáneo de la deformación omitida. En otros casos también falta esta
expresión afectiva; el contenido ofensivo es impulsado entonces por la densidad de la
excitación sexual, exacerbada al dormir, o bien goza de la tolerancia con que aun el
hombre despierto puede aceptar un acceso de rabia, un estado de ira o el goce de una
fantasía cruel.
Pero nuestro interés por la génesis de estos sueños manifiestamente inmortales
queda notablemente reducido al enterarnos por el análisis de que la mayoría de los
sueños

27
—los inocentes, los exentos de afecto y los sueños de angustia— resultan ser, una vez
anuladas las deformaciones impuestas por la censura, satisfacciones de deseos
inmorales:
egoístas, sádicos, perversos, incestuosos. Tal como sucede en la vida diaria, estos
delincuentes disfrazados son incomparablemente más numerosos que los que actúan a
cara descubierta. El sueño sincero y franco de una relación sexual con la madre, que
recuerda en Edipo rey, es una verdadera rareza en comparación con los múltiples
sueños
que el psicoanálisis no puede menos de interpretar en el mencionado sentido.
¿es preciso asumir la responsabilidad por el contenido de sus sueños? Fieles a
la integridad, sólo hemos de agregar que el sueño no siempre presenta realizaciones de
deseos inmorales, sino que frecuentemente también contiene enérgicas reacciones
contra aquéllos, en forma de los «sueños de castigo». En otros términos, la censura
onírica no sólo puede manifestarse en deformaciones y en despliegues de angustia, sino
que también puede exacerbarse a punto tal que anula por completo el contenido
inmoral, sustituyéndolo por otro de índole punitiva, pero que aún permite reconocer el
primero. Mas el problema de la responsabilidad por el contenido onírico inmoral ya no
existe para nosotros, en el sentido que lo aceptaban los autores que nada sabían aún de
las ideas latentes y de lo reprimido en nuestra vida psíquica. Desde luego, es preciso
asumir la responsabilidad de sus impulsos oníricos malvados. ¿Qué otra cosa podría
hacerse con ellos? Si el contenido onírico -correctamente comprendido- no ha sido
inspirado por espíritus extraños, entonces no puede ser sino una parte de mi propio ser.
Si pretendo clasificar, de acuerdo con cánones sociales, en buenas y malas las
tendencias que en mí se encuentran, entonces debo asumir la responsabilidad para
ambas categorías, y si, defendiéndome, digo que cuanto en mí es desconocido,
inconsciente y reprimido no pertenece a mi yo, entonces me coloco fuera del terreno
psicoanalítico, no acepto sus revelaciones y me expongo a ser refutado por la crítica de
mis semejantes, por las perturbaciones de mi conducta y por la confusión de mis
sentimientos. He de experimentar entonces que esto, negado por mí, no sólo «está» en
mí, sino que también «actúa» ocasionalmente desde mi interior.
En sentido metapsicológico empero, esto, lo reprimido, lo malvado, no
pertenece a mi yo —siempre que yo sea un ser moralmente intachable—, sino a mi
ello, sobre el cual cabalga mi yo. Pero este yo se ha desarrollado a partir del ello; forma
una unidad biológica con el mismo; no es más que una parte periférica, especialmente
modificada, de aquél; está subordinado a sus influencias; obedece a los impulsos que
parten del ello. Para cualquier finalidad vital sería vano tratar de separar el yo del ello.
Además, ¿de qué me serviría ceder a mi vanidad moral pretendiendo decretar
que en cualquier valoración ética de mi persona me estaría permitido desdeñar todo lo
malo que hay en el ello sin necesidad de responsabilizar al yo por esos contenidos? La
experiencia me demuestra que, no obstante, asumo esa responsabilidad, que de una u
otra manera me veo compelido a asumirla. El psicoanálisis nos ha dado a conocer un
estado patológico -la neurosis obsesiva- en el cual el infortunado yo se siente culpable
por toda clase de impulsos malvados de los que nada sabe, con los cuales le es
imposible identificarse, pese a que conscientemente se ve enfrentado a ellos. Un poco
de esto existe en todo ser normal. Su «conciencia moral» es, curiosamente, tanto más

28
sensible cuanto más moral sea quien la lleva. Trátese de imaginar, a manera de
equivalente, que un hombre sea tanto más «achacoso», tanto más propenso a
infecciones y a influjos traumáticos cuánto más sano fuere. Aquel efecto paradójico
seguramente obedece a que la misma conciencia moral es una formación reactiva frente
a todo lo malo que percibe en el ello. Cuanto más fuertemente se lo reprima, tanto más
activa será la conciencia moral.
El narcisismo del hombre debería conformarse con el hecho de que la
deformación onírica, los sueños angustiosos y los punitivos representan otras tantas
pruebas de su esencial moral, pruebas no menos evidentes que las suministradas por la
interpretación onírica en favor de la existencia y la fuerza de su esencia malvada. Quien
disconforme con esto quiera ser «mejor» de lo que ha sido creado, intente llegar en la
vida más allá de la hipocresía o de la inhibición.
El médico dejará para el jurista la tarea de establecer para los fines sociales
una
responsabilidad arbitrariamente restringida al yo metapsicológico. Todos sabemos cuán
difícil es deducir de esta construcción artificiosa consecuencias prácticas que no violen
los sentimientos humanos.
Hallazgos recientes sobre el mundo de los sueños, se están descubriendo en
esa actividad, la más espontánea y libre de las ataduras del cerebro, un manantial de
creatividad, aprovechamiento de ideas y de estímulos para el conocimiento. “Soñar es
mezclar informaciones, y eso puede promover el aprendizaje y la imaginación en su
forma más productiva”, dice Tore Nielsen, investigador del Laboratorio de Sueños y
Pesadillas de la Universidad de Montreal, en Canadá.
“La mayoría de los sueños retrata emociones y experiencias recién vividas”,
afirma el neurocientífico estadounidense Robert Hoss, presidente de la Asociación
Internacional para el Estudio de los Sueños. Pero el paseo nocturno libre, leve y
desprendido de las ondas que recorren el cerebro, también llega al baúl de las memorias
antiguas, inalcanzables para la mente consciente.
Durante el sueño más profundo, denominado REM, la caída brusca de los
niveles de la noradrenalina permite que las ondas cerebrales experimenten trayectos
inusitados, en lugar de fortalecer sinapsis utilizadas con frecuencia por la mente cuando
está despierta. la libertad de combinar memorias y crear imposibles también es
consecuencia de la desactivación parcial del córtex prefrontal, área en la que es
procesada la razón.
Un estudio publicado por la Universidad de Turku, en Finlandia, postula (a
partir del análisis de miles de relatos) otra función de los sueños en la vida cotidiana de
las personas: los enmarañados oníricos pueden operar como una terapia nocturna, en la
cual el organismo experimenta emociones y situaciones de interacción social. Los
sueños, como un ambiente seguro de simulación emocional, el cerebro puede lidiar con
la frustración, el miedo y la vergüenza. Las evidencias apuntan a que no hay nada
aleatorio en los sueños y a que en la mayoría, por más extraños que parezcan, se retrata
en algún nivel las preocupaciones pautadas por los instintos de recompensa y castigo.
Conocido desde hace milenios y visto con desconfianza hasta fin del siglo
XX, el denominado sueño lúcido (fenómeno por el cual el soñador está consciente de
que se encuentra dormido pero así mismo actúa en las tramas oníricas), comenzó a ser

29
estudiado en la década de los ´80, con una investigación liderada por el psicofisiólogo
estadounidense Stephen LaBerge. Durante el ensayo, se demostró que los sueños
lúcidos son una habilidad posible de ser estimulada. El mapeamiento de la acción de las
diferentes regiones del cerebro por medio de electroencefalogramas, determinó que el
sueño lúcido existe y que se da en un estado intermedio entre la vigilia y el sueño
REM. La atención está volcada hacia adentro, como en el sueño, pero la consciencia
intencional que caracteriza a la vigilia permanece activa.
Los científicos Allan Hobson (Universidad de Harvard) y Úrsula Voss
(Universidad Goethe) captaron la intensificación de ondas cerebrales rápidas en el
córtex prefrontal, donde reside la razón, durante el sueño lúcido. Ese descubrimiento
impulsó a la comunidad académica a que investigara métodos para aprovechar mejor el
estadio intermedio de los sueños.
El desafío ahora es establecer cuál es el potencial para la asimilación de
materias escolares, por ejemplo, y dar a los adolescentes el mejor de los mundos:
aprender mientras duermen. El primer consejo en este sentido es acostumbrarse a
recordar los sueños mediante el hábito. ¿Cómo? Recordarlos y continuar algunos
minutos en la cama, reflexionando sobre el sueño, y anotar su contenido ayuda al
cerebro a producir las hormonas necesarias para fijar la memoria. (Más adelante se
habla más específicamente de estos temas).
En 1953, una investigación de la Universidad de Chicago revolucionó el
estudio del soñar con la descripción del sueño REM, echando por tierra la creencia de
que dormir era un proceso homogéneo. Por el contrario, hay momentos de la noche en
los que la corriente eléctrica que recorre los más de 86 mil millones de neuronas se
intensifica, generando las mismas ondas rápidas que mantienen al cerebro despierto
durante el día.
Es en ese período que acontecen los sueños más vívidos. La única diferencia
entre el cerebro despierto y el cerebro del sueño REM es que el adormecido está
cerrado a los estímulos externos y logra focalizarse en sí mismo. Ahora se sabe que
dormir profundamente es esencial para la consolidación de las memorias y la
organización de las emociones, mientras que la privación de sueño afecta los recuerdos,
el raciocinio y el humor.
Las poquísimas personas que son incapaces de soñar poseen lesiones en el
área tegmental ventral, el punto del cerebro donde se almacenan y codifican los
impulsos más primitivos del ser humano: la búsqueda de la sobrevivencia y el miedo a
la muerte.

Tampoco fui capaz de ver persona, entidad o ser alguno en todos mis
desplazamientos conscientes.

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31
Compendioso tratado previo sobre el
fenómeno de la proyección astral
por Robert Bruce

En esta primera parte, intentaré por todos los medios, definir previamente el
mundo astral y el proceso de proyección astral.
He estado estudiando el plano astral, en mi forma astral, la mayor parte de mi
vida. He intentado, por medio de la observación cuidadosa y pensamiento crítico,
comprenderlo, y, espero -a través de estos escritos- verter un poco de luz sobre él.
Todas las personas sin excepción dejan su cuerpo en una proyección de baja
energía, cuando se duermen. A esto lo llamo “proyección de sueño”. El cuerpo astral se
cierne unos centímetros encima de su cuerpo físico, como un globo amarrado a una
cuerda, imitando la posición actual del soñante y no yéndose más lejos. Una vez que el
cuerpo astral se haya separado, está libre para crear sueños. Este es el proceso natural
de la narcosis, que todos conocemos. Durante este desarrollo, uno se sumerge en la
consciencia colectiva de los sueños universales. Este "colector holístico de sueños" está
organizado en capas (estratos, estratificaciones) o niveles. Según qué tipo de persona es
usted, su calidad espiritual, su moral, etc., sintonizará dentro del nivel con el cual tiene
afinidad. A estos niveles generalmente se les llama "planos" o "subplanos". La analogía
no está mal, excepto que se pueden complicar las cosas cuando se intente captar el
concepto en su totalidad.
Si durante la proyección del sueño, usted se da cuenta de lo que está pasando,

32
puede tener cierto control sobre ello, como en un sueño lúcido, y moverse entre los
diferentes niveles. Sin embargo, aunque tome el control, no podrá volver al mundo real
y desplazarse en éste como una forma astral. Estará en el mundo "patas arriba" del mar
de sueños o de planos astrales, donde todo es posible, y nada es verosímil.
Cuando ejecute una proyección y se duplique usted en su forma astral,
conservando plena consciencia, se proyectará al mundo físico, no a un mundo astral.
Esto ha sido poco comprendido durante mucho tiempo. Aquello de lo que se piensa
usualmente que es la proyección astral, hoy en día lo llamamos mejor "sueño lúcido",
lo cual es una cosa completamente distinta.
Muchos autores sugieren que todos nosotros recorremos el universo en
proyección astral cada noche. Esto sencillamente no es cierto. Viajando en su forma
astral, encontrará que el mundo es un lugar solitario; rara vez verá a alguien más
proyectado allí. Y si por casualidad llega a observar a alguien, por lo general
simplemente se encontrará inmóvil, confundido o aturdido, atrapado en un estado
"intermedio" entre el de semiconsciencia y de vigilia. Esto es lo que ocurre cuando uno
pierde el control durante una experiencia consciente fuera del cuerpo. Lo llamo "el
efecto de Alicia en el país de las maravillas". Es una barrera eficaz de protección para
la mente iniciática no entrenada.
El aspecto astral tiene una capacidad creativa increíblemente fuerte,
normalmente utilizada para crear y divagar en los sueños. Una vez libre de las cadenas
del mundo físico, podrá usted crear un entorno completo desde cero. Esta capacidad
creativa suele ser un problema, y es la causante de todas las malas interpretaciones con
respecto a la proyección astral.
Hay una barrera natural en la proyección astral, de igual modo que en
cualquier tipo de capacidad psíquica. El efecto "Alicia" limita el tiempo de proyección
en este mundo virtual a unos pocos minutos, a menos que pueda usted controlar lo
suficiente su mente y su nivel de energía. Si no hubiese ninguna barrera - piense en ello
– habría millones de personas revoloteando por ahí cada día y cada noche; entonces la
privacidad y los secretos serían un milagro.
¿Qué ocurre durante una proyección astral con plena consciencia si no puede
controlar ni su mente ni su energía? Bueno, en algún punto en medio de la proyección
comenzará a perder el control sobre la experiencia y empezará a ver cosas bien
conocidas en lugares erróneos. Aparecerán puertas, ventanas, muebles y habitaciones
extra, etc. Su mente subconsciente ha comenzado a crear, o está sintonizando con el
mar de los sueños. Una vez que ocurre esto, le será imposible saber qué es real y qué
no lo es. Algunos niveles o planos del conglomerado de sueños, son calcos del mundo
real. Podrá sintonizarse con uno de ellos y creer que está proyectándose al mundo
virtual - hasta que algo lo haga reflexionar o darse cuenta.
Una cosa para terminar: el concepto oriental de los niveles. Los niveles físico,
astral, mental, búddhico, átmico, etc., son muy reales. Sin embargo, han sido
malinterpretados y confundidos con el concepto occidental de la proyección astral. Son
diferentes niveles de consciencia, no son planos como tales. Cuando esté
proyectándose, no estará elevando el nivel de su consciencia, será la misma que tiene
estando despierto. Estos niveles "más altos" sólo son alcanzados elevando su propio
nivel de consciencia; no puede simplemente proyectarse en ellos. Es un tipo diferente
de proyección.
He estado en estos niveles más elevados, pero encuentro difícil explicarlos, es
realmente necesario experimentarlos. Normalmente se alcanzan durante una meditación

33
profunda.
Para alcanzar estos niveles más altos, se requiere cierta capacidad innata o
desarrollo de la clarividencia.
La proyección astral es un reflejo automático, incorporado en nuestro cuerpo y
nuestra mente. Para desencadenarlo en estado de plena consciencia, hay tres requisitos
principales:
1. La capacidad de relajar su cuerpo al 100% y seguir en estado de vigilia.
2. Ser capaz de mover o desplazar su punto de consciencia fuera de su cuerpo.
3. Energía mental y psíquica suficiente para mantener el control sobre la proyección y
no caer en las fauces del sueño.
Juntos, estos tres puntos desencadenan el reflejo automático de la proyección
para un desdoblamiento astral virtuoso. Hay algunas condiciones menores, pero estas
pueden variar dependiendo de su experiencia y su entorno.
Relajación: Tendrá que llegar a dominar completamente algún ejercicio de
plena relajación física corporal. Si ya conoce uno, puede ser adaptado y servir. Repítalo
unas cuantas veces, hasta que se sienta completamente relajado. Respire lenta y
profundamente durante todo el proceso, e intente ser consciente del fluido energético
entrando en su cuerpo y saliendo de él.
Manos generadas a través de la consciencia: Imagine que goza de un par de
"manos creadas por su mente". Acaríciese a sí mismo con estas manos, en un
movimiento de abajo a arriba desde sus pies, pasando por las piernas, una y otra vez.
Intente que se relajen y se tranquilicen, percibiendo el efecto. Continúe con este
proceso, pero desplazándose hacia arriba, pasando por su torso, prestando particular
atención a los centros de energía (chakras). La técnica de manos conscientes también lo
acostumbrará a mover su punto de consciencia a partes diferentes de su cuerpo.
Inténtelo empleando su máximo potencial y concentración. Todo este proceso está
vastamente explicado en diferentes sectores de este libro.
Aumento de energía: Mientras su consciencia se desplaza hacia arriba a lo
largo de sus piernas, a través de sus manos mentales, imagine que está tomando esa
energía que fluye allí y la propulsa arriba a través de su cuerpo. Esta es la ruta natural
de la energía psíquica vital que fluye a través suyo. Con la práctica diaria, realmente
sentirá cómo esta energía hormiguea dentro de su cuerpo y se dispersa a través de él,
aumentando su potencial energético.
Centros: Estos son (los más importantes):
1. Raíz, la base de la espina dorsal (entre el ano y los genitales).
2. Ombligo (en el ombligo o un poco más abajo).
3. Plexo Solar (un palmo más arriba del ombligo).
4. Corazón (en el centro del pecho).
5. Garganta (en la base del cuello).
6. Frente (en el centro de la frente).
7. Corona (toda la parte superior de la cabeza).
Lo mejor es imaginarlos del tamaño aproximado a la palma de su mano.
Estimulación de los centros: Los centros son órganos no físicos de
transformación energética. Cada centro altera la energía vital "cruda" del universo en
un tipo específico diferente. Mientras está traslocando esta energía hacia arriba a través
suyo con sus manos mentales, haga una pausa en cada centro e imagine que sus manos
mentales lo abren. Empuje esta energía hacia arriba a través de él y hasta el siguiente, y
así sucesivamente. Repita esto unas cuantas veces; en un principio puede no sentir

34
nada, pero con la práctica percibirá una especie de vibración o pulsación debajo de su
piel.
Realizar pausas para chequeos: Durante estos ejercicios examine sus
músculos, por cualquier tensión remanente, y vuelva a relajarlos si hace falta. Un
problema común es la tensión “automática” de los músculos mientras lanza esa energía
hacia arriba, a través de ellos. Recuerde, todo esto es mental, su cuerpo tiene que estar
adormecido y relajado durante todo el proceso.
Movimiento del punto de consciencia: Para conseguir desplazarlo, imagine
que está "fuera", de tres a cinco centímetros delante de su cuerpo físico. No se trata de
una figura delante suyo, sino que USTED mismo está al frente. Ahora sostenga esta
imagen de su cuerpo físico detrás de usted. Esto es difícil, pero se acostumbrará a ello
rápidamente. No se ponga tenso ni fuerce ningún músculo en esta acción. Es que su
cuerpo intentará obedecerle "físicamente", entonces no deje hacerlo.
Estado mental: Su "mente superficial" estará plenamente ocupada con estos
ejercicios, así que ninguna otra práctica mental se requiere hasta este punto. Cuando
esté tan relajado que empiece a sentir que su cuerpo se vuelve "pesado", estará
entrando en un ligero trance. Cese todos los demás ejercicios e intente "estar consciente
de su respiración" con el fin de detener la dispersión errática de los pensamientos.
El estar consciente de la respiración: "Perciba" cómo su respiración entra y
sale de su cuerpo. Inhalando, "trasloque" energía desde el centro Raíz hasta el centro
Corazón, con sus manos mentales. Nota: Si en este punto siente que en su cuerpo físico
comienza una especie de vibración y todavía no quiere proyectarse, mueva ligeramente
la cabeza, y estire suavemente todos los miembros de su cuerpo, hasta que vuelva al
estado normal de alerta y vigilia.
Estos ejercicios han de ser repetidos diariamente. Algunos de ellos pueden
llevarse a cabo en cualquier lugar y momento cuando tenga unos minutos libres. Poco a
poco condicionará a su cuerpo para que responda rápida y fácilmente. Con la práctica
será capaz de lograr un estado de "relajación total" en tan sólo unos minutos. Este
entrenamiento reducirá el esfuerzo necesario y la fatiga consecuente en cuanto intente
una proyección astral con plena consciencia.
Para una proyección astral no querrá estar demasiado cansado. El estado
preferible es, por ejemplo, aquel después de hacer ejercicio físico, ducharse, cenar y
estar relajado durante cerca de una hora. Lo mejor es sentirse uno cómodo y fresco, no
agotado o cansado. Si prefiere proyectarse durante el día, recomiendo primero algún
entrenamiento o ejercicio físico vigoroso, luego una ducha caliente y un rato de
descanso. El cuerpo estará cansado físicamente - así será más fácil relajarlo - pero la
mente estará despierta y alerta. Si la luz le da problemas, use anteojos negros como
aquellos que suelen dar en los aviones. Son cómodos y no le molestarán.

Descripción de una proyección típica:


Estoy sentado en mi silla, sintiéndome cómodo y cálido. Voy a experimentar
una proyección astral, aunque me viniesen encima todos los demonios o comenzara una
inundación. ¡VOY A HACERLO!
Llevo a cabo la relajación cuidadosamente, ya que sé que este es el secreto
REAL para lograrla. Fortalezco e impulso mi energía con las manos generadas a través
de la consciencia, para activar mis centros energéticos. Ellos comienzan a bullir y
repiquetear delicadamente. Me concentro más en mi centro Corazón, traslocando más y
más energía a éste a través de los demás, hasta que late con fuerza en un profundo

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ritmo acompasado.
La sensación de pesadez me invade mientras estoy entrando en un suave pero
profundo trance. Me siento cadavérico, pesado y denso. Tengo cosquillas y pulsaciones
en toda mi cara, una sensación azarosa de hormigueo, pero las ignoro. Desplazo mi
punto de consciencia a mi centro de la Frente. Estoy delante, pero también soy
consciente de mi cuerpo detrás de mí. Desde un interior profundo comienzo a percibir
las vibraciones y la fluidez; me concentro en la respiración, pero sigo manteniendo mi
foco de atención fuera de mí, al frente.
Las trepidaciones aumentan hasta provocarme un tremendo zumbido o
chasquido, (más bien como algo que se quiebra rápidamente), con la intensidad de un
rayo, pero también lo ignoro. Mi columna vertebral se estremece mientras la adrenalina
fluye por mis venas, pero también desconozco este fenómeno. Me enfoco en la
respiración y a dónde me dirijo. Siento mi centro Corazón como si fuera a explotar,
pero ¡ja! - sé que no es mi corazón físico, así que lo rechazo de mi mente. El zumbido
cambia a un profundo murmullo, y de repente asciendo libremente, tengo una ligera
sensación de caída, de convulsión. Me eyecto fuera y ya estoy de pie delante de mi
cuerpo en un par de segundos. ¡Caray, esto se siente bien! Me desplazo por toda la
habitación, buscando, captando impresiones y experiencias. El pequeño motor en mi
centro Corazón murmura más alto mientras me muevo, siguiendo el paso de mis
movimientos.

La división de su consciencia en dos mentes separadas pero idénticas, ocurre


cada vez cuando usted duerme o efectúa alguna de las diferentes proyecciones fuera del
cuerpo.
Esta división ocurre por una razón muy buena. Si lee las historias de casos
concretos en los libros sobre este tema, sueños lúcidos, experiencias fuera del cuerpo y
experiencias cercanas a la muerte, encontrará muchos informes que ilustran el efecto de
la división mental. Es común, durante una experiencia fuera del cuerpo, estar
consciente de su cuerpo físico al mismo tiempo que estar consciente de la existencia de
un cuerpo separado, pero más sutil. Esto es debido al enlace telepático entre sus dos
cuerpos. En caso de una proyección astral, este enlace sirve para vigilar y proteger el
cuerpo físico, de posibles daños o intrusos.
Cuando usted se proyecta, su doble astral deja su cuerpo físico y la mente se
divide. Una parte estará centrada en el cuerpo astral, y la otra en el cuerpo etérico que
tiene que permanecer con el físico. Cuando la forma astral se genera, mantiene una
imagen simétrica de nuestra mente. Es usted a todos los efectos, como una imagen
grabada en un disco láser; ambas idénticas, ¡ambas son usted!
A menudo, durante la dormancia, las mentes reflejadas se mezclan en una
especie de sueño compartido telepáticamente. Las mentes física y etérica también son
capaces de generar sueños. Esta mezcla de lo onírico resulta en algo similar a la
esquizofrenia (un paralelismo algo rebuscado si se quiere), causada por el hecho de
tener más de un punto de consciencia. Para los que no sepan lo que es esquizofrenia:
los que la sufren pueden tener en su mente más que una secuencia de pensamientos al
mismo tiempo.
Si los cuerpos astral y etérico, estando los dos plenamente conscientes, se fijan
uno en el otro a corta distancia durante una proyección, se forma un enlace telepático
bidireccional. Esto es muy perturbador, y no es recomendable practicarlo a menudo. El
YO físico/etérico y el YO astral se verán uno al otro claramente y al mismo tiempo,

36
estando consciente las dos secuencias de visión simultáneas.
En la culminación de este proceso, y para hacerlo aún más confuso, será
también consciente de los pensamientos del otro YO, asimismo como de los suyos
propios, simultáneamente. Esto es lo que se llama “retroalimentación telepática”; es
como ponerse frente a dos espejos que se reflejan uno al otro, y darse una fugaz mirada
al infinito, reflejo del reflejo del reflejo, etc.
Este estado incómodo y confuso puede ser evitado si los dos YO no se
observan demasiado de cerca entre sí y no se piensan cuando estás proyectándose.
Esto, de paso, es el gran influyente de por qué los sueños son a veces tan
confusos y caóticos. La mente se divide, y se supone que las dos partes han de
funcionar por separado.
He experimentado este fenómeno muchas veces en mis proyecciones. Lo he
estudiado porque sentía curiosidad de la manera de cómo percibía mi cuerpo físico
cuando estaba bien próximo a él. Todo esto mientras seguía obteniendo experiencias
confusas de hacer dos cosas a la vez mientras estaba proyectado. Por ejemplo, estar
consciente de eventos y ruidos en la casa y en la calle, recordando a su vez, los sucesos
ensayados a través de mi consciencia desdoblada. Esta dualidad ciertamente es
altamente inquietante e incomprensible la primera vez que lo experimente; y ha sido
relatada por otros proyectantes, pero casi nunca fue propiamente explicada o
comprendida.
Al estudiar los cuerpos físico y etérico desde mi forma astral, he llegado a las
siguientes conclusiones:
Durante un sueño normal, el etérico, mejor descrito como cuerpo de energía o
funda vital, se expande y actúa como una esponja, absorbiendo energía del éter
universal. Se hincha y se abre, permitiendo al cuerpo astral flotar libremente, mientras
el etérico absorbe del universo algún tipo de reciedumbre (¿energía cósmica?).
Cuando se expande, todos los centros, tanto mayores como menores, se abren
lentamente como las flores en un jardín, captando y absorbiendo dicha energía. Cuando
nos despertamos, el cuerpo etérico se contrae y vuelve a absorber el cuerpo astral,
formando una densa funda, o piel, etérica, que guarda en su interior esa energía
acumulada y los cuerpos sutiles.
Según algunas fuentes, tenemos hasta 300 centros, si contamos inclusive los
menores.
Esta expansión del cuerpo etérico, mientras la consciencia está centrada en él,
aparentemente también percibe influjos y sensaciones de enormidad o de infinitud en
nuestro cuerpo, en combinación con una apreciación de pequeñez del "yo". Esta mezcla
extraña de impresiones es relatada a menudo por la gente durante sus experiencias de
desdoblamientos astrales o de meditaciones profundas. Parece ser causada por la
expansión del cuerpo etérico y su interacción con el universo.
El hecho de desplazar nuestro punto de consciencia fuera del cuerpo físico por
medio de la visualización, es simplemente una manera de ejercer presión sobre el
cuerpo astral, a través del pensamiento inducido. Hay muchas maneras hacerlo. La
mayor dificultad con esto es que requiere que su imaginación visualice una posición o
postura diferente de aquella que tiene su cuerpo en un momento determinado.
Por ejemplo, si usted está acostado, su posición es la horizontal, entonces
intentará imaginar que está de pie al lado de la cama, lo que es una postura vertical.
Pero este ejemplo es más fácil practicarlo desde una silla. En posición de sentado,
estará en una postura vertical y se visualizará a sí mismo estando de pie delante, en otra

37
posición, en este caso, la vertical. Tanto estar sentado como estar de pie son posiciones
verticales.
Esta no es la única dificultad. Cualquier visualización que requiera que usted
se imagine en un lugar diferente del que esté actualmente, es innatural y por lo tanto
extremadamente difícil. Esto, según creo, es la causa de la mayor parte de los fallos, ya
que se desperdicia una gran cantidad de energía en esta causa, energía que podría ser
mejor empleada en la proyección en sí.
Visualizar es un gran obstáculo para la gente que está aprendiendo a
proyectarse. Muchas tienen problemas con este portento porque piensan que han de
VER realmente lo que están visualizando, y en realidad esto NO hace falta. Las
personas que saben visualizar cosas claramente, en realidad NO ven nada. Ahora, si
realmente es que ven algo, entonces aquello ya no será una visualización sino una
percepción clarividente.
Visualización es simplemente la capacidad de construir ante sus ojos mentales
una representación de cómo algo podría ser percibido o sentido. El mejor término sería
“fantasía, quimera o presunción”, una percepción imaginaria de la realidad. A su vez,
muchas personas que dicen que no pueden visualizar en absoluto, son capaces de crear
fantasías muy elaboradas.
En fin, todos estos temas serán ampliamente desmenuzados en las próximas
páginas, con el fin de sortear todo tipo de problemas que se le pueda presentar.
Mucha suerte en sus intentos.

Traducción – Transcripción del libro de Robert Bruce:


“Astral Dynamics”
Introducción a la Dinámica Astral
Otras dimensiones y mundos existen a nuestro alrededor; cada minuto de cada
día se nos presentan situaciones que nos hacen reflexionar, pero muy pocas personas
alguna vez han escuchado hablar de ellas, o menos todavía llegar a verlas, a pesar de
que creen o saben que están ahí. El fin de este libro, es intentar dar el primer paso hacia
un nivel de comprensión generalizado para la mayoría de las personas.
Hace casi una década que vengo asesorando, aconsejando y ayudando en una
enorme variedad de cuestiones y problemas, incluidas las EFC (experiencias fuera del
cuerpo, por sus siglas en español), proyecciones astrales, clarividencia y desarrollo

38
energético, por nombrar sólo algunas. Usted puede sorprenderse al encontrar que estos
temas, si bien aparentan ser muy diferentes, están estrechamente relacionados. Este
servicio me ha dado un progresivo aumento de comprensión de los verdaderos
problemas generados por estos temas, temas que me permiten aprovechar mi
experiencia y habilidades inspirativas para encontrar prácticas e innovadoras soluciones
a este proceso.
En 1991, me tropecé con Internet y su Banda Ancha y no podía creer mi
suerte. Gracias a este espectacular medio electrónico encontré un servicio que me
permitió comunicar mis ideas a millones de personas en todo el mundo. Y así se
convirtió rápidamente en un serio comunicador de las EFC y los temas paranormales
relacionados, y pronto surgieron una amplia cantidad de artículos inconexos entre sí, y
una serie de enunciados que fueron agrupados en esto que llamamos "El Tratado
sobre La Proyección Astral" y que es el fundamento de este libro. Y puse a vuestra
disposición estas reflexiones en Internet para su libre distribución a la comunidad
mundial.
Estos textos fueron diseñados para responder a las preguntas que
continuamente me están llegando, para disipar muchas ideas erróneas y sus problemas
consecuentes. Y los intercambios fueron creciendo rápidamente a la par del libro, que
se convirtió en un material popular de consulta. A lo largo de los años, y a través del
interés público y su demanda, he escrito un tratado más amplio y detallado, esto es:
“La Dinámica Astral” - el libro que está leyendo. En él me refiero a todos los
aspectos relacionados a las operaciones fuera del cuerpo, y resumo los conocimientos
actualizados sobre las EFC.
Mi única motivación y propósito para estos escritos proviene de un deseo
genuino de compartir mis conocimientos con la humanidad. Mi objetivo principal ha
sido siempre el de crear una herramienta tutorial sencilla, legible y útil, una guía y
referencia para todos los que aspiran viajar fuera de sus cuerpos.
Aprovecho la oportunidad al escribir este libro, para actualizar y ampliar mi
teoría original, sus diversos procedimientos y orientación, mientras que asimismo
respondo a la mayoría de las más interesantes preguntas que me han formulado a lo
largo de los años. Aquí usted podrá aprovechar los frutos de mi experiencia, la
exploración y la resolución de los problemas que se presentan.
La orientación que ofrezco en este libro se basa en gran medida a mi propia
experiencia personal, como una activa plataforma -mística-metafísica-investigativa-
científica-, consciente de haber practicado las EFC y sus disciplinas relacionadas
durante la mayor parte de mi vida. Debido a esto, usted notará una clara falta de
referencias a otros documentos escritos. Tratando así de no hacer referencia y mucho
menos a vincular otras categorías, sino basándome en el estudio de mis propias
experiencias personales.
Este enfoque poco ortodoxo se produce simplemente porque rara vez acepto
opiniones particulares, y nunca tomo nada que carezca de valor comprobable, o que no
lo haya estudiado específicamente. Me congratulo en la adopción de una nueva mirada
de las áreas consideradas místicas, metafísicas o paranormales. Esta observancia ha
servido para que mi mente logre una gran ventaja, lo que me permite una comprensión
mucho más profunda de estas cosas que de otro modo sería imposible. Asimismo, me
concede la oportunidad de descubrir y perfeccionarme.
Varias de las teorías, explicaciones, técnicas y procedimientos indicados en
“La Dinámica Astral” son completamente nuevas (algunas, podría decir,

39
particularmente radicales e inspirativas), mientras que otras suman lógicas mejoras
sobre las ya existentes. Todas han sido cuidadosamente indagadas por mí y probadas
por muchos voluntarios, y han resultado ser seguras y eficaces en forma absoluta - a
condición de tomar las precauciones debidamente especificadas. Estas se imparten en
simples pero progresivas etapas de comprensión, y están escritas en un español llano,
asequible y natural, reafirmado y reforzado por muchas y variadas ilustraciones.
Y sobre la cuestión del idioma español y su gramática: bueno, puedo afirmar
que no hace a la discusión de los temas tocados en este libro; no obstante, me niego
rotundamente a caer en la trampa de utilizar la terminología oriental para debatir
cuestiones metafísicas y esotéricas de este lado del continente. Si bien soluciona
algunos problemas, también puede ser innecesariamente confuso. Tengo en su lugar,
algunas frases descriptivas construidas o elaboradas a tal fin, y en otros casos, cambio
el significado de algunas palabras para su buen y correcto entendimiento. Mi amplio
uso de la palabra energía, y construcciones como bío-energético y energía pura, son
buenos ejemplos. En el contexto de este libro, hago referencia a las diferentes
cualidades de la energía que se manifiestan por todo el cuerpo humano y en sus
diversos aspectos, incluida la doble proyección. Por favor, lea atentamente el glosario,
por otros usos de palabras peculiares que encontrará en este libro.
Las nuevas técnicas y procedimientos puestos libremente en este libro,
especialmente la nueva manipulación energética y el sistema desarrollado en la
segunda parte, "Nuevas formas de energía", han sido sumamente eficaces. Estas son,
creo, las más avanzadas y eficaces de su tipo en el mundo de hoy. A pesar de su
aparente complejidad, son muy fáciles de aprender y simples de usar.
En su conjunto, proporcionan una poderosa variedad de herramientas para la
manipulación y el desarrollo de la energía corporal y, en el caso de las EFC, de
estimular el reflejo de la proyección y la potenciación de todos los aspectos operables
fuera del cuerpo. Soy consciente de que la exteriorización del astral no es, como creo y
tengo la intención de demostrar, de ninguna manera tan difícil como se cree
comúnmente hoy en día. Es mi sincera creencia de que, armados con los conocimientos
aquí proporcionados, casi nadie quedará excluido de lograr experiencias conscientes
fuera del cuerpo - si se toma un poco de tiempo para aprender cómo funciona este
proceso.

1. Teoría Dimensional
El santo grial de los proyectores y los investigadores de las EFC es una clave
o llave totalmente fiable para llevar a cabo previstas y repetitivas experiencias fuera del
cuerpo. De hecho, he pasado una parte importante de mi vida en esta búsqueda,
estudiando la mecánica y la dinámica de las EFC, tanto dentro como fuera de mi
cuerpo. He llegado a entender que esta clave es difícil de alcanzar sólo en parte, si nos
ejercitamos en la técnica de la proyección y potenciamos nuestras habilidades o

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capacidades naturales. La verdadera clave reside, en mi opinión, en la comprensión de
la relación entre la EFC y el cuerpo físico / almacenamiento de la memoria en el
cerebro. Para ser más preciso, es la descarga de la delicada sombra de los recuerdos
más accesibles del doble proyectado dentro de los distintos niveles del cerebro físico, y
que normalmente se producen durante la reintegración de las proyecciones sutiles con
su homólogo físico.
Después de una EFC, la única parte perdurable de la experiencia es su
memoria. En el caso de que la experiencia se pierda, entonces no hay nada que indique
que una proyección se produjo. Ahí reside el problema y la solución.
En primer lugar, un poco de antecedentes sobre la estructura básica del
entorno fuera-del-cuerpo y del doble proyectado.

Dimensiones no Físicas
Todas las dimensiones no físicas son niveles de “vibración existencial” (por falta de
una palabra mejor) en una frecuencia más alta que la del universo físico conocido. Esto
hace que sean invisibles e indetectables a los cinco sentidos normales y a todos los
medios científicos disponibles en la actualidad. Así es como diferentes tipos de energía
- la luz, la gravedad, los rayos x, el calor, el horno de microondas, etc. - ocupan el
mismo espacio en el mismo tiempo en el universo físico normal sin interferir unos
contra otros. Cada una de ellas es de un tipo completamente diferente, con sus propias
y únicas facultades y espectros de frecuencias.
Así, es muy difícil dar una descripción fácilmente comprensible, que imparta
el somero conocimiento de las dimensiones no físicas. Los planos astrales, por ejemplo,
son parte de un increíble y complejo nivel dimensional no físico, en comparación con
la relativamente predecible y estable dimensión física. Muchas de las complejidades de
los planos astrales son prácticamente desconocidas.
Las leyes físicas que rigen esta dimensión (agrupadas todas en la física astral)
son fluidas y variables en extremo. Primeramente, quiero aseverar aquí que los
proyectores pueden verdaderamente afectar (con solo la fuerza del pensamiento) su
percepción de la dimensión astral. Esto deja muy pocos factores constantes para el
trabajo de cualquier investigador o explorador astral.
Cuando se trata de la dimensión astral, no se puede señalar simplemente y
explicar, como usted puede en el universo físico: “Este es nuestro planeta, la Tierra,
cómo es su atmósfera y qué es el espacio exterior, etc”. Usted no puede siquiera
detenerse en algún punto y decir, “¡Esto es la dimensión astral!”. A pesar de que las
dimensiones sutiles impregnan todo el universo físico, no están en su mayor parte,
relacionadas a lo espacial.
Las puertas al astral existen en todas partes y en ninguna parte, tanto dentro
como fuera de la mente humana.
Dicho esto, por favor tenga paciencia y acompáñeme, que yo diseccionaré y
explicaré la naturaleza, la mecánica, y la dinámica de las EFC y sus dimensiones no
físicas. Este legado proporcionará una comprensión práctica de las relaciones y los
conflictos entre los aspectos físicos y no físicos de nuestro gran universo
multidimensional. Espero que entonces pueda usted (amable lector) trabajar con estos
problemas durante sus futuras operaciones fuera del cuerpo.

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Teoría Tradicional de las Dimensiones
Este libro no se sostiene basado en la terminología oriental, ni en la teoría
esotérica. Yo prefiero utilizar términos descriptivos occidentales siempre que sea
posible, y que se refieran a mi propia experiencia y al razonamiento. El sistema
moderno de creencias de esta nueva era (dotado principalmente de teorías esotéricas
orientales) describe siete grandes dimensiones, o niveles de existencia, incluida la
dimensión física. Primeramente, estas comienzan con la dimensión física sólida,
líquida, gaseosa y cuatro subplanos etéricos. Las otras seis dimensiones son las
llamadas: Astral, Mental, Búdica, Atmic, Anupadaka, y Adi. Cada dimensión se dice
que contiene siete niveles internos o planos, y cada plano tiene fama de contener un
menor número de subplanos o dominios. Como puede ver, un intento de enumerar los
componentes internos de las siete grandes dimensiones genera una extremada,
compleja y larga lista. Y puedo agregar que es aquí donde encontramos muchas
variaciones dentro de su estructura.
No voy siquiera a tratar de profundizar en argüir estas nuevas estructuras. La
teoría dimensional oriental tradicional puede resultar extremadamente enrevesado, y a
los ojos de la media occidental, sus conceptos culturales y religiosos pueden parecer
misteriosos y complejos. Cualquier terminología rara o algo diferente y no descriptiva
es la última cosa que necesitamos cuando se trata de un tema tan intrínsecamente
enrevesado como la teoría dimensional. Extrañas palabras y frases bonitas pueden muy
fácilmente enturbiar cuestiones importantes.

La Zona de Tiempo Real


Yo llamo al nivel dimensional no físico más cercano al universo físico, zona
de “tiempo real”. Este es, naturalmente, el nivel dimensional en que la gran mayoría de
los proyectores se encuentra en sus comienzos, cuando se eyectan por vez primera
fuera del cuerpo. La zona de tiempo real puede ser considerada como la mejor zona de
amortiguación o el área intermedia que divide el universo físico de la dimensión astral
adecuada. Comparte algunas propiedades del universo físico (un objetivo directo y en
tiempo real del reflejo de la realidad) y algunas propiedades de la dimensión astral
(entorno no físico, inestable y fluídico).
La zona de tiempo real, aunque técnicamente una parte de la dimensión astral,
es considerada correctamente como un nivel dimensional totalmente separado o
autónomo. Esto genera la mayor parte de las confusiones inherentes al intento de
relacionar una proyección y los factores relacionados con las propiedades del entorno
en un nivel dimensional superior. Cuando nos encontramos fuera del cuerpo, nuestro
ámbito es cualquier cosa menos sencillo. Cada nivel dimensional contiene un contexto
diferente, cada uno con su propio conjunto único de aspectos y propiedades.
Las fluctuaciones de la realidad son el factor de confusión más notable en la
zona de tiempo real. Estas fluctuaciones son tan consistentes y acordes allí que,
efectivamente, forman una de sus pocas constantes. He encontrado que la zona de
tiempo real es bastante estable y predecible en sí misma. La mayoría de las
fluctuaciones son causadas, en mi opinión, por las interacciones entre el tiempo real
algo sensible del entorno y la inestabilidad general de las percepciones en tiempo real
del doble proyectado.

42
Debido a que la zona de tiempo real está tan cerca de la dimensión física, el
pensamiento de hoy día la coloca en la parte más baja de la escala dimensional. Esto
lleva a la gente a considerar que se trata de un subplano astral poco importante, con un
entorno tradicionalmente negativo y desagradable, como para ser evitado
enérgicamente. Pero la zona de tiempo real no tiene ninguna relación directa con los
subplanos astrales inferiores. Se trata de un área neutral completamente separada,
considerada mejor como ni alta ni baja en el espectro dimensional.
El proyector medio encuentra la zona de tiempo real, como bastante oscura y
sombría; una imagen totalmente inexacta que deriva solo de las proyecciones que se
suscitan durante las horas nocturnas, justo antes de quedarnos dormidos. Por la noche,
el mundo es, naturalmente, oscuro, lóbrego y lleno de sombras. Yo sugeriría a todos los
que rechazan este proyecto que trabajen durante el día por lo menos una vez, para que
experimenten la diferencia. No hay nada en absoluto relacionado a la oscuridad o
ligado al miedo o al azoramiento en una proyección de tiempo real en un día soleado.
Por lo contrario, es una experiencia de lo más encantadora e impresionantemente
agradable.
La zona de tiempo real superpone y penetra todo el universo físico y contiene
un perfecto reflejo de la realidad dentro de él. Todo sucede en tiempo real - como la
realidad que ciertamente acontece -; de ahí su nombre. Los proyectores viajan dentro
de la zona de tiempo real, se mantienen estables y no se ven afectados por las
fluctuaciones reales que se perciben dentro del mismo entorno espacial y la forma
geográfica del universo físico. Por lo tanto, parecen estar existiendo dentro de una
reflexión directa no física de la realidad... que verdaderamente existe.
He pasado muchas temporadas trabajando en la zona de tiempo real,
explorando sus propiedades y limitaciones. La experiencia es muy parecida a ser un
invisible fantasma en el mundo real. Las leyes de la física normal, no tienen ningún
efecto directo sobre los proyectores que permanecen en este entorno. Somos libres de
viajar a voluntad a cualquier parte del universo físico, a velocidades inimaginables, y
pudiendo desafiar la gravedad. Y podemos movernos a través de la materia sólida a
voluntad, a pesar de que algunos perciben su textura y distintos grados de resistencia.
Cuando los proyectores se encuentran en la zona de tiempo real sostienen
puntos invisibles de la consciencia (aunque por lo general la perciban de manera algo
diferente) unida (conectada) al cuerpo físico por un vínculo energético invisible, a
menudo llamado Cordón de Plata. Su posición (ubicación) física es por lo general
consecuente de cómo la persona se encuentre en el mundo real. Sus movimientos
pueden ser rastreados o seguidos, si son observados con nuestros ojos en tiempo real,
es decir, un tipo de clarividencia. No obstante, el único modo de verificar los aspectos
suscitados en el tiempo real en una proyección es que los proyectores recuperen esa
experiencia y que luego con exactitud recuerden los acontecimientos experimentados y
los hechos suscitados, que de otra manera serían imposibles de saber, ya que la
consciencia no los retendrá.
La visión en tiempo real permite a los observadores descubrir e interpretar los
sucesos dentro de la zona de tiempo real y el entorno que los rodea. La calidad de este
tipo de observancia es variable. A veces sólo formas difusas, turbias o imágenes
indistintas del espacio circundante (el cuarto en donde estemos), son observadas a
través de nuestros párpados cerrados. Un nivel más fuerte de visión en tiempo real,
yéndonos al otro extremo, puede confundirse con la vista física normal (pudiendo ser
bien clara y definida) cuando los proyectores perciben sus espacios y los

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acontecimientos de la vida real sucediendo alrededor de ellos vívidamente, pero a
través de sus párpados cerrados.
Un modo sencillo de confirmación de que la proyección en tiempo real es del
tono objetiva más bien que una experiencia puramente subjetiva, es a través de una
baraja de cartas. Mezcle los naipes y, sin mirarlos, coloque uno de ellos boca arriba
sobre la cubierta de un guardarropa, gabinete o en algún sitio alto o elevado de su
propia casa, preferentemente a no menos de dos metros más alto de donde su cuerpo
físico llegue. O ponga el naipe detrás de una ventana, del lado externo, sin mirarlo. No
use más que una sola carta hasta que usted obtenga algún éxito con esta prueba. No
trate de adivinar su figura. Conjeturando - y preguntándose simplemente qué carta es –
puede fácilmente causar la interferencia del subconsciente (fluctuaciones de la
realidad), y hacer que una observación genuina en tiempo real sea sumamente difícil.
Si, por ejemplo, usted trata de adivinar o intuir cuál es la carta, puede percibir
realmente la carta equivocada, en vez de la real. Esto puede minar la visión en tiempo
real con una pequeña fluctuación de la realidad y hacerla inexacta.
En el inicio mismo de una proyección, muévase inmediatamente a donde se
encuentra el naipe y mírelo detenidamente. Obsérvelo por un pequeño lapso de tiempo,
y guárdelo firmemente en su mente. Cuando esté seguro de que puede recordar la
figura de la carta, entre nuevamente en su cuerpo, anótela, y luego haga la
comprobación.
Para dar a esta prueba un fin aceptable, no demore este proceso y no trate de
hacer nada más durante la proyección. ¡Cuando usted se acerque a su cuerpo físico para
entrar de nuevo en él, mantenga en su memoria la imagen de esta carta firmemente y,
literalmente, grítelo en voz alta cuando se integre de nuevo; por ej., ¡”La Reina de
Corazones!... ¡La Reina de Corazones!” Esto maximizará sus posibilidades de recordar
no sólo la proyección, sino también la imagen de la carta que vio durante la prueba. Por
favor siga este procedimiento al pie de la letra, porque si no, puede suceder que pierda
el recuerdo no sólo del naipe, sino de la proyección completa.
Las habilidades normales del proyector a menudo se manifiestan
espontáneamente antes de una proyección real. Estas capacidades tienen muchos
niveles, pero su cualidad más básica permite a un observador físico ver y entender el
entorno que lo rodea dentro de la zona de tiempo real. Por lo general se desarrolla la
visión y la audición fuertemente en esta zona durante la meditación. La mayoría de la
gente desarrolla algún nivel de visión y audición en tiempo real antes o durante la
proyección, justo en el instante en que salen de sus cuerpos físicos. Esto causa la
experiencia comúnmente generalizada de proyectores que ven los detalles del entorno
que los rodea con los párpados cerrados, y de oír ruidos extraños y/o voces suspendidas
en el aire durante la fase de separación de una EFC.
Como ejemplo de una experiencia de proyección en tiempo real, me viene al
recuerdo la visita que le hice a mi sobrino Matt tiempo atrás, por el año 1991. Durante
este tiempo, aparte de muchas otras actividades, entrené a Matt en lo relacionado a la
proyección. Unos días antes de que él tomara licencia en el trabajo, me encontraba
meditando tarde por la noche, y fue entonces que vi claramente el doble proyectado de
Matt en tiempo real atravesando la pared y flotando, y acerándoseme; y observé que
agitaba su brazo para saludarme. Yo estaba sentado en el cuarto, y sorprendido y sin
perturbar mi estado de trance, le levanto la mano de la misma manera - su intención era
solo eso, hacerse ver -, y entonces gratamente me sentí enormemente complacido, ya
que Matt finalmente había logrado salir de su cuerpo. Él consiguió ponerse a flote,

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separándose de su cuerpo físico tras algún tiempo de práctica, y tras sortear algunas
dificultades con los movimientos y controles direccionales, al parecer disfrutó
plenamente del proceso. Pronto se esfumó de mi vista, y fue lo último que vi de él esa
noche.
La mañana siguiente Matt estuvo muy excitado por su primera proyección
consciente. Él recordó vívidamente usar la técnica que le aconsejé y sentir las pesadas
vibraciones; luego abandonar su cuerpo, desplazarse a través de la pared e ir a mi
encuentro para saludarme. Pero olvidó esa experiencia un poco después de que atravesó
la pared.
Nota: unos segundos después Matt se fue de mi vista, oí un gemido o quejido distinto y
el movimiento que se sintió en su dormitorio. Matt se despierta sorpresivamente en ese
momento y así termina su primera proyección consciente. La fugaz duración de su
proyección (después de mi consejo en el cuidado de que fuera de pocos minutos)
parece tener un factor clave aquí, permitiendo a la memoria recordar o retener la
experiencia después del acontecimiento.

La Dimensión Astral
La dimensión astral es la dimensión más adyacente o cercana a las
dimensiones no vistas en el universo físico. El astral fluye desde la zona de tiempo real;
pero es mejor pensar que está completamente separado de él. El ámbito astral está
dividido en siete niveles principales o planos, y cada uno contiene muchos subplanos y
dominios internos. La dimensión astral se extiende, expande y atraviesa todo el
universo, pero es totalmente ajena al espacio estelar.
La dimensión astral no atraviesa el universo físico con tanta precisión como lo
hace la zona de tiempo real, sobre todo en sus niveles más altos, y sin embargo ocupa
el mismo espacio. Mi razonamiento sobre esto es que la dimensión astral – de alguna
manera - se distancia de la zona de tiempo real, y esto hace que no conlleve una
relación geográfica (si se quiere) tan directa con el universo físico. Ciertamente los
movimientos de un proyector astral, en relación con la dimensión física, no pueden ser
identificados por la visión astral o la clarividencia de la misma manera que puede un
proyector hacerlo en tiempo real.
La visión astral es la capacidad o habilidad de ver en la dimensión astral
apropiada. Esto es experimentado espontáneamente a menudo por aquellos que poseen
algún nivel de experiencia clarividente (activa o inactiva). La visión astral permite al
observador ver a otros proyectores, formas de pensamiento, seres astrales, fauna y
flora, y también a seres espirituales. Esta capacidad a menudo trabaja en conjunción
con la visión en tiempo real, dando al observador un más amplio espectro de
percepción astral en tiempo real, lo que puede resultar considerablemente confuso de
vez en cuando.
La dimensión astral esta singularmente relacionada con los moradores de la
dimensión física, permitiendo que el universo se asemeje o imite a una enorme red
mental, contagiando, capturando y participando activamente de todas las reflexiones
energéticas (energías vigorosas) y emanaciones de consciencia; y es afectada por la
generalidad de los niveles dimensionales más sutiles, que se encuentran por encima de
ella. La estructura de los planos astrales parece ser generada y fortalecida por todas las
reflexiones energéticas generadas por el pensamiento propalado, la consciencia

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generalizada, y las percepciones de todas las criaturas vivas, incluyendo la materia
inanimada y formas de vida que generalmente no se consideran que contengan
consciencia. Incluso una humilde roca dispone de un valor energético en sus niveles
atómico y subatómico. Este proceso parece haberse generado continuamente desde el
principio de los tiempos.
Otra forma de describir esto: la dimensión astral contiene una imagen energética
perdurable, originada y emitida por la contemplancia generalizada de todos los
moradores de la dimensión física.

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2. El Doble Proyectado
Hay muchos tipos diferentes de EFC y, por lo tanto, muchos tipos diferentes
de proyecciones. Para dar sentido y dirección a las EFC – y así obtener una mejor
comprensión de algunas de las complejidades implicadas o comprometidas
energéticamente - es necesario examinar los principales aspectos del doble proyectado.
Comencemos por dar un breve vistazo a su estructura, a partir de su aspecto energético
más bajo u ordinario... el cuerpo etérico.

El Cuerpo Etérico
El cuerpo etérico humano (también llamado energía corporal) es el cuerpo
sutil más estrechamente relacionado e involucrado con el cuerpo físico. No creo que
esta figura pueda separarse de su cuerpo físico, mientras se mantenga con vida. Tiene
tres figuras principales: bioenergética, de energía pura, y de energía expandida. Los tres
aspectos están estrechamente relacionados entre sí.
El aspecto bioenergético del cuerpo etérico humano está en un estado
subyacente, apoyando mecanismos bioenergéticos y además activando la guía
existencial de inteligencia somática y todos los procesos de la vida biológica. Trabaja
en consonancia con el funcionamiento biológico del cuerpo físico, y existe como una
contraparte bioenergética exacta que está firmemente compenetrada con la vida del
cuerpo físico.
El aspecto de energía pura posee por lo menos siete centros de energía
primaria (a menudo llamados chakras o centros psíquicos), cientos de centros de
energía secundaria (chakras menores), y miles de pequeños puertos de intercambio de
energía. A lo largo de esta compleja red de corredores o caminos de energía interna y
externa, hay una conjunción de circuitos interconectados, y estructuras de energía. Esta
figura del cuerpo etérico no imita estrictamente el contorno interno y externo del
cuerpo físico.
El aspecto de energía expandida se produce cuando el cuerpo físico se
duerme, o entra en estado de trance. La característica inherente de energía pura del
cuerpo etérico se convierte en energía excitada y comienza a expandirse hacia el
exterior. Esto permite que la estampa de energía pura del cuerpo etérico funcione
independientemente del cuerpo físico, sin interferir mientras duerme.
La participación de la mente despierta o en vigilia durante el estado de trance,
crea una amplia gama de conflictos energéticos. Estos conflictos pueden causar
sensaciones muy peculiares, como la de expansión (a menudo percibida como
sensación de caída sin fin o profunda, o de encogimiento). El grado de expansión del
cuerpo etérico depende posiblemente en gran medida del nivel de sueño o trance
alcanzado.
El cuerpo etérico, en su excitación energética y su estado de expansión, es un
verdadero cuerpo sutil en su propia identidad. La principal diferencia entre éste y
cualquier otro cuerpo sutil - por ejemplo, el de tiempo real y/o el cuerpo astral - es que
la expansión del cuerpo etérico no es capaz de salir normalmente de los confines de su
cuerpo físico.

47
La continua presencia de los tres aspectos del cuerpo etérico parece esencial
para la continuidad de los procesos de la vida biológica. Creo que el cuerpo etérico es
demasiado denso y esta inmoderadamente arraigado al cuerpo físico (como cuerpo sutil
que es), como para permitir que se produzca una proyección completa de su contenido
energético. La sustancia sutil más cercana al cuerpo etérico es el cuerpo en tiempo real,
cuya generación se inicia o deviene dentro de la expansión del cuerpo etérico, antes de
cualquier tipo de EFC, consciente o inconsciente. Por lo tanto, el desempeño o
interacción del cuerpo etérico no tiene prácticamente casi incidencia en el proceso de
generación del doble proyectado en tiempo real.

El Trance y La Proyección del Cuerpo


Interno
Si el cuerpo físico se queda dormido mientras su mente permanece en vigilia o
despierta, incluso parcialmente, entra en un determinado nivel de estado de trance. El
sentimiento de una profunda pesadez y la acogedora calidez del estado de trance se
sienten entonces, aunque sólo sea momentáneamente, antes de que el aparente olvido
generado por el sueño ocluya el normal despertar de la consciencia. Cuando se alcanza
el primer nivel del estado de trance – trance suave o liviano - el cuerpo etérico
comienza su proceso de expansión. Para ser más preciso, la primera etapa de la
generación y expansión del cuerpo etérico, procesa formas distintas de cuerpos sutiles,
pero todavía internas. Cuanto más profundo es el nivel de trance alcanzado, más fuerza
generará en el cuerpo etérico, alcanzando un verdadero cuerpo sutil que actúe
claramente separado y de forma independiente.
Cuando la expansión del cuerpo etérico se genera, el centro de la consciencia
automáticamente se transfiere (proyecciones internas o reflejos) en el cuerpo etérico.
Esta es la primera etapa del proceso de múltiples niveles de proyección, sólo un
pequeño escalón de distancia entre el cuerpo físico y el despertar de la consciencia. El
centro de la consciencia se ha desplazado ahora a un nivel superior de su cuerpo físico,
y está a un sólo nivel inferior del primer desplazamiento sutil del cuerpo, la proyección
de su doble en tiempo real. Se observa el advenimiento del sueño y el comienzo del
estado de trance, como síntomas previos, cada uno provocando un tipo de proyección
todavía interna del cuerpo o reflejo energético (imagen) del centro de la consciencia
dentro del cuerpo etérico.
Si este proceso se produce al mismo tiempo que sobreviene el sueño normal,
una copia de la consciencia y de la memoria se refleja en el cuerpo etérico. Poco
tiempo después de este suceso, al estar ya el cuerpo dormido profundamente (emulando
el estado de trance profundo), el cuerpo sutil en tiempo real será generado
internamente, preparándose para su plena extrusión (o proyección), a través del cuerpo
físico/etérico fuera de los límites del cuerpo físico. Este es el segundo nivel de la
generación natural del cuerpo sutil y del proceso de proyección.
La generación y la proyección de cuerpos sutiles dormidos continuará ahora,
con las inevitables proyecciones mentales a lo largo del sueño y, a través del espectro
dimensional. Este es el esquema básico de su trayectoria, a través de los múltiples
niveles naturales y los procesos multidimensionales de sueño-proyección, tal como yo
lo veo, fenómeno que nos ocurre a todos durante el sueño normal. La razón de que este
proceso transcurra de manera suave y natural es que el centro proyeccional de la

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consciencia está dormido. Cuando esto es así, es seguro que está fuera de su rumbo, por
así decirlo. Una mente dormida no causará ningún conflicto energético que surja
durante este proceso natural, mientras que una mente despierta originará muchos.
Si el proceso de generación del cuerpo etérico ocurre mientras la mente se
mantiene despierta, se logra un total estado de vigilia: cuerpo dormido, mente
despierta. Una copia completa de la mente despierta y del pensamiento se refleja en el
cuerpo etérico expandido. El estado de trance permite despertarse, y continuar con la
consciencia pensante dentro de los límites del cuerpo etérico, mientras que el cuerpo
físico y su mente (siempre que contengan las copias originales de mente y memoria)
duermen. Esta es la primera fase de los múltiples niveles, llamado proceso
multidimensional de la exteriorización consciente de la proyección.
Ahora, utilizando una técnica de proyección para exteriorizar la consciencia
completa a través del trance, se engendrará un doble en tiempo real dentro de los
límites del cuerpo físico/etérico. Una vez que este es generado satisfactoriamente y con
éxito – otra vez más, internamente - una copia completa de la consciencia despierta
automáticamente se refleja en él. El cuerpo recién generado en tiempo real es el primer
nivel del doble proyectado, pero, en esta etapa todavía permanece totalmente
atrapado/entrelazado dentro de los ámbitos del cuerpo físico/etérico. Con esfuerzos
continuos, el reflejo de la consciencia puede ahora ser proyectado mientras la mente
está totalmente despierta. Una copia energética de la mente despierta puede entonces
ser desplazada fuera de los límites del cuerpo físico. Está ahora sosteniéndose y
manteniéndose vigorosa dentro de la doble proyección en tiempo real. Así logramos el
perfil básico del proceso subyacente que permite y origina una
exteriorización/proyección consciente, o lo que llamamos OBE (out-of-body
experiences - por sus siglas en inglés).
Un profundo cosquilleo, junto con un agradable hormigueo, mezclado con un
suave movimiento ascendente, y un aporte lento y agradable de energía a través del
torso, acompañan la generación interna del doble proyectado en tiempo real. Este
efecto es sobre todo sensible en la zona del estómago, el plexo solar, y alrededor del
pecho. Sensación causada, a mi entender, por la transformación de la materia etérica,
debido a los diferentes tipos de energías que son generados a lo largo de todo el cuerpo
físico/etérico para conformar la proyección en tiempo real. Concluyen aquí las
condiciones a tener en cuenta para lograr exitosamente la exteriorización consciente, o
EFC (experiencias fuera del cuerpo - por sus siglas en español). La consciencia
plenamente despierta puede ahora ser proyectada libremente, fuera de ambos cuerpos
físico y etérico a través de su doble proyección en tiempo real. Esta es la segunda etapa
de la escala de múltiples niveles, del proceso exteriorizador de la proyección
consciente.
La diferencia más grande que hay entre la proyección a través del sueño
natural y la proyección consciente, es la presencia de la consciencia despierta durante
la exteriorización. La presencia de la consciencia despierta causa muchos conflictos
internos de energía al surgir durante el ahora "no tan natural" proceso de proyección
lúcido.
Esto explica los crecientes niveles de dificultad asociados a la proyección
consciente. Y es que se recorre un largo camino para explicar el porqué de tales
sensaciones de movimiento profundo de energía, por ej.: aumento de los latidos del
corazón, presión y vibraciones fuertes a menudo son muy usuales durante este proceso.

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Proyección del Cuerpo Etérico
Comúnmente se cree que el cuerpo etérico solo es capaz de un tipo limitado de
proyección, de poco impulso, al lograr estar fuera de su cuerpo físico. Las EFC donde
los dobles proyectados detentan percepciones débiles y tienen dificultad en sus
movimientos, quizás incluso “derrumbándose” brevemente en el suelo después de la
salida, se dice que son proyecciones etéricas. Mientras esto es una suposición
comprensible, para mí es ilógico pensar que el cuerpo etérico pueda separarse o
proyectarse del cuerpo físico mientras éste todavía vive.
Los comienzos internos de la proyección que se describen arriba, muestran
que un refinamiento progresivo de los cuerpos sutiles es una parte integral de todo el
proceso. Esto permite la generación y proyección de cuerpos sutiles a niveles cada vez
más altos, conservando eslabones firmes de energía entre el cuerpo físico y su copia
original de mente y memoria. El cuerpo etérico no sólo genera todo el doble
proyectado, sino que también proporciona la sustancia energética requerida para
mantener la existencia separada y la funcionalidad de todos los cuerpos externos
sutiles. El cuerpo etérico puede acertadamente ser descrito como el generador de nivel
base y el proveedor de energía de todos los cuerpos sutiles.
Como un generador de energía único y exclusivo, si el cuerpo etérico fuera a
proyectarse completamente del cuerpo físico, su plétora de eslabones de energía íntima
con su cuerpo físico, (la base del mecanismo energético de proyección), interferiría
ostensiblemente. Esto es incoherente con la naturaleza del mecanismo de proyección. Y
también desafía la lógica de que un dispositivo de energía sutil pueda existir
independientemente, lo que permitiría la posibilidad de una expulsión accidental del
cuerpo etérico. Si el cuerpo etérico fuera completamente proyectado, lógicamente
tendría que intentar obtener y mantener su energía del cuerpo físico, lo que está lejos de
la realidad. La expulsión completa del cuerpo etérico sólo pasa en la muerte, creo, y
posiblemente con menos magnitud durante una experiencia cercana a la muerte o near-
death experience, (NDE por sus siglas en inglés).
El cuerpo etérico es la fuente de energía. Este es el origen de todos los
procesos de vida biológicos y el generador bioenergético y nutriente de todas las
funciones que conllevan energías puras. El cuerpo etérico depende de los complejos
eslabones bioenergéticos interrelacionados con su contraparte física para generar y
sostener todas sus necesidades de energía, abastecer de combustible y permitir sus
funciones independientes.
Lo que a menudo damos en llamar proyección etérica, según creo, es un tipo
de proyección con energía sobre amplificada. ¿Cómo pasa esto? Durante el curso de
una proyección durante el sueño, en un multinivel íntegro y perfecto, el cuerpo
físico/etérico se despierta, por lo general experimentando síntomas relacionados con las
vibraciones y la proyección. El doble dormido en tiempo real ya se encuentra
proyectado y flota, justo encima del cuerpo físico en este momento. Todos sus aspectos
superiores también ya han sido proyectados a sus niveles dimensionales relacionados.
A medida que la mente físico/etérica se va despertando, sólo el doble en tiempo real se
va reintegrando al cuerpo físico/etérico.

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Todos los dobles proyectados más sutiles continúan existiendo y / o
trabajando en sus niveles más altos, aunque ahora un poco más lento. El proyector
ahora despierto experimenta una salida espontánea en tiempo real. (Los proyectores en
estos sucesos desconocen completamente que están atravesando una perturbadora
proyección de sueño multinivel de espectro completo en pleno progreso. Una vez que
se da por finalizada esta proyección en vigilia del doble proyectado en tiempo real, éste
se encuentra extremadamente débil y tiene grandes dificultades para moverse. Por lo
general, el proyector colapsará en cámara lenta y quedará totalmente incapacitado poco
después de la salida.
Sumado a esto, es probable que la presencia de la consciencia despierta en el
doble proyectado en tiempo real esté contribuyendo con la tracción energética entre el
cuerpo físico/etérico y sus otros dobles proyectados dormidos. El doble en tiempo real,
siendo el único cuerpo sutil que está correctamente despierto, tiende la llave energética
necesaria para los procesos naturales completos de proyecciones a través de los sueños
(por no encontrar otra forma de cómo explicarlo).
Otra causa de debilidad durante una proyección es precipitada por el cuerpo
físico y su mente al permanecer demasiado tiempo despiertos y físicamente tensos
después de la exteriorización, sobre todo si el doble proyectado permanece muy cerca,
(alrededor de los seis metros) del cuerpo físico. Esto puede ocasionar mucha tensión
energética, causando algunas sensaciones de dualidad y debilidad, y con el centro de la
consciencia a menudo dando impulsos hacia adelante y hacia atrás entre estas dos
presencias despiertas.

Tres Aspectos Básicos del Doble Proyectado

El Cuerpo en Tiempo Real


El cuerpo en tiempo real es el primer nivel del doble proyectado. De ser
percibido por un observador despierto con visión en tiempo real (un tipo de
clarividencia), su apariencia sería algo parecido a un espectro de color semejante al
plata suave, o sea un aspecto fantasmal, transparente. A menudo solamente se
observará una forma fantasmal vaga, pero los rasgos faciales a veces serán distinguidos
también. Si un proyector en tiempo real observa a otro proyector en tiempo real,
mientras ambos están fuera del cuerpo, por lo general parecerán razonablemente
normales, aunque a menudo de aspecto un poco vago o difuso.
También probablemente se manifestarán más delgados y jóvenes, más
amoldados y en general con mejor apariencia que en la realidad carnal. Todo doble
proyectado genera su figura a través de la consciencia, y siempre parecerá más joven y
refinado que su cuerpo físico real. Por más que los proyectores sean avanzados en
edad, su doble proyectado representará por lo general una edad aproximada a los treinta
y cinco años.
El ambiente natural de operaciones del doble en tiempo real es solo dentro de
la zona de tiempo real. El cuerpo proyectado puede subsistir y actuar o moverse en
tiempo real sólo mientras haya suficiente energía que fluya de su cuerpo físico/etérico.
Este flujo de energía mantiene su integridad y coherencia mental en ese nivel
dimensional. Hay más que una facultad y alteración posibles en el doble en tiempo real.
El espectro estará totalmente dependiente o bajo la influencia del intercambio de

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energía que fluya en él desde el cuerpo físico/etérico, y por su estado energéticamente
desarrollado.
Las partes del cuerpo de un proyector en tiempo real sólo se harán visibles si
él deliberadamente las busca. Las manos son las partes de cuerpo más fáciles de
observar: Ellas varían aparentemente entre lo bastante normales a algo deformadas,
alargadas, espectrales, y/o fantasmales. Esta variabilidad aparente probablemente se
relaciona con el flujo energético y su solidez correspondiente, en una determinada
proyección. En cualquier caso, las manos en tiempo real comenzarán a derretirse o
desvanecerse casi al momento de ser observadas, como esculturas blancas de hielo bajo
un sol poderoso.
Intento así explicar cómo actúa el cambio de forma y aspecto de nuestro
cuerpo cuando nos exteriorizamos. Los proyectores deliberadamente pueden alterar su
aspecto, anulando el sentido natural de la consciencia de sí mismos en relación a su
cuerpo físico. Ellos simplemente percibirán estar conformados de forma diferente, y se
concentrarán en sostener firmemente en todo momento su nuevo sentido de
consciencia, con una total analogía corporal en su mente. La capacidad natural creativa
de la consciencia hará el resto, y su conformación solo se alterará siempre y cuando la
consciencia se enfoque en cada nuevo sentido de su aspecto.
El cuerpo entero en tiempo real de un proyector puede ser visto claramente -
sin el efecto de que se derrite - por otros proyectores en tiempo real, y también por
observadores físicos despiertos con visión en tiempo real (clarividencia). Esta
contradicción evidente parece ser causada por la percepción natural exterior del cuerpo,
que es un tipo de percepción directa de la mente/consciencia. También merece la pena
notar las semejanzas evidentes entre la percepción exterior normal del cuerpo y la
clarividencia. Cada doble proyectado, transmite su propia imagen de autoconsciencia
de cuerpo entero, energéticamente. Esta difusión de energía es recibida por otros
proyectores, y por clarividentes, como una imagen fija que no será difusa y no
requerirá de ningún análisis.

Fig. 1. Fusión y efectos de deformación de


las manos

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Como sucede con la clarividencia, cuando los observadores despiertos usan la
visión en tiempo real, sus centros frontales reciben transmisiones energéticas directas.
Esta recepción energética es traducida en señales bioeléctricas que fluyen en el centro
de visión del cerebro, tal como la vista normal, donde automáticamente se convierten
en imágenes visuales en la imaginación de los receptores. Si la imagen de transmisión
energética natural de un proyector se altera deliberadamente – digo a través del cambio
de forma o aspecto - entonces la imagen resultante es también transmutada. Como el
doble proyectado no tiene ojos físicos, como esto demuestra de forma somera cómo la
percepción de la mente energética directa trabaja en todos los tipos de cuerpos sutiles.
Este hecho también proporciona una idea de cómo las imágenes de los ojos mentales de
la clarividencia trabajan.

La Reflexión Astral
Yo considero al cuerpo astral un cuerpo sutil completamente separado, cuando
está totalmente proyectado. Una versión mucho más débil de él coexiste como una
reflexión astral continua o la extensión de la consciencia de sí mismo en la dimensión
astral. Este eco o duplicidad astral existe si una persona está despierta o dormida. Es un
reflejo astral mecánico de la consciencia, con pensamientos y fantasías, tal como una
refracción en un espejo. Este eco astral no tiene la capacidad de pensar o decidir por
separado. (Si pensamos en la forma en que los planos astrales funcionan, absorbiendo,
filtrando y registrando todas las reflexiones energéticas y las emanaciones de la
consciencia, esto que planteo no es irracional).
A causa de esto, una persona despierta vista por un proyector puede parecer
que hace algunas cosas muy peculiares, por cierto. Y es porque la mayoría de la gente
despierta tiene en sus mentes en un momento dado, una mezcla de pensamientos
objetivos y conscientes, conjuntamente con fantasías e ideas subjetivas. Las
excepciones a esta regla son aquellos individuos que están totalmente concentrados en
una tarea determinada, o aquellos que han vencido la necesidad de tener fantasías
incontroladas o un continuo diálogo mental interno.

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A manera de ejemplo: Jill cuelga su ropa lavada (experiencia objetiva)
mientras su mente está lejos, imaginándose sentado en una isla tropical, en un almuerzo
romántico con Jack, su persona favorita (fantasía subjetiva). Vista esta escena por un
proyector astral o un clarividente, la reflexión astral de Jill podría ser ocupada por el
almuerzo con Jack bajo una palmera sobre una playa en su patio trasero, con una hilera
de ropa lavada y colgada en primer plano y la casa de Jill justo detrás de la escena. Las
partes objetivas de este acto se han mixturado con elementos subjetivos de ficción para
producir este guion extraño alrededor de la reflexión astral de Jill.

El Cuerpo Astral Propiamente Dicho


El próximo gran estado de existencia del cuerpo en tiempo real es el cuerpo
astral propiamente dicho. Los planos astrales son el entorno natural de operaciones de
este cuerpo sutil. Como con todos los cuerpos sutiles, los cuerpos astrales proyectados
vistos por otro proyector astral, o con la visión astral o la clarividencia, aparentarán ser
muy sólidos y empíricos, aunque más jóvenes y refinados que en su realidad física.
Una vez que el centro de la consciencia ha mutado del cuerpo en tiempo real
al cuerpo astral, el cuerpo físico/etérico desvía la mayoría de sus energías al cuerpo
astral. Esto lo fortifica, haciéndolo capaz deliberadamente de sostener una copia
completa de la consciencia despierta y su conjunto de pensamientos. El cuerpo astral es
mucho más estable que el cuerpo en tiempo real y por lo tanto es más fácil de sostener
durante una proyección consciente. Y, como el proyector astral existe en un ambiente
que conlleva poca o ninguna semejanza con la dimensión física, las fluctuaciones de la
realidad son mucho menos perceptibles.
En su ambiente natural, los sentidos astrales actúan más excitados y
estimulados que en el doble proyectado en tiempo real. Están dimensionalmente más
alejados de su cuerpo físico y, como resultado, experimentan menores conflictos,
tensiones y presiones que el doble en tiempo real, a través de la energía. El cuerpo
astral se percibe como teniendo un cuerpo, pero como con el caso del cuerpo en tiempo
real, este sólo será visto si es buscado deliberadamente. También tendrá dificultades a
la hora de escudriñar de cerca sus partes corporales. El efecto difuminado de las
partes del cuerpo también sucede en el cuerpo astral, sobre todo con las manos, pero
esto es visualmente menos dramático que con el doble proyectado en tiempo real.
Una vez que la calidad de las energías fluyentes dentro del cuerpo en tiempo
real se trasloca, es decir, cuando el cuerpo astral es generado y estimulado, el cuerpo en
tiempo real rápidamente se debilita. Éste pronto comienza a dormirse en la zona de
tiempo real. Normalmente, cuando el doble en tiempo real pierde energía de este modo,
comienza a difuminarse, y entonces va a ser “absorbido” por el cuerpo físico/etérico,
balanceándose cerca e imitando la posición de dormido de su par físico, o bien vagará o
deambulará sin rumbo alrededor de la zona de tiempo real, sólo parcialmente
consciente.
Esto explica, pienso, porqué la mayor parte de los proyectores encontrados
durante una proyección en tiempo real parecen vagar sin rumbo, como sonámbulos,
inconscientes realmente de dónde están o lo que hacen. A menudo parecen estar
totalmente ajenos o mentalmente en otra dimensión. Ellos todavía poseen un cuerpo en
tiempo real que trabaja parcialmente, pero no poseen la fuerza suficiente para actuar
mentalmente en aquel nivel. Brevemente pueden ser despertados por otros proyectores

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en tiempo real, pero sin embargo por lo general estarán confundidos y desorientados.
Tienen la molesta tendencia de volverse de repente incoherentes y hasta incluso
quedarse dormidos.
Del mismo modo, si un cuerpo más sutil o superior se energiza con sobrada
fuerza, la consciencia despierta llegará rápidamente a centrarse con energía en ese
cuerpo superior, haciendo que su cuerpo astral abandone el sueño en la dimensión
astral. Luego, podrá vagar o deambular por el espacio astral en la misma forma y
estado mental, como lo hace el cuerpo en tiempo real en las mismas circunstancias.

Niños, Animales, y EFC

Niños
Según mis observaciones, los niños experimentan frecuentemente EFC, y
parecen gozar de más energía para esto que los adultos. Yo a menudo veo y oigo a
niños que callejean o deambulan en la zona de tiempo real. No he visto a bebés o niños
pequeños desplazándose, a no ser que estén siendo llevados por sus padres. Las EFC
parecen comenzar cuando los niños llegan a ser física y emocionalmente
independientes.
Por lo general la visión y la audición claras se desarrollan en tiempo real
durante las sesiones de trance; sobre todo por las tardes. En estas oportunidades a
menudo veo y oigo a mis propios niños mientras ellos se proyectan. No hay nada vago
o imaginario en estas observaciones. Ellos por lo general saltan y corretean en el cuarto
y me piden que mire sus payasadas – tal como lo hacen en la vida física. No entienden
los motivos por los que su estado está temporalmente potenciado, pero en todo caso,
están muy excitados por su nuevo y diferente aspecto. Como la mayor parte de los
adultos, los niños generalmente recuerdan algo de sus EFC. Pero debo decir que toman
estas nuevas habilidades recién descubiertas, tales como sustentarse, levitar y atravesar
paredes en su andar, como si estas fueran absolutamente naturales para ellos.
No puedo verlos, oírlos, o sentirlos físicamente en ese momento, incluso si se
trepan a mi regazo. Pero puedo ver sus caras claramente y oír sus voces con mis
sentidos de tiempo real. También siento los reveladores espasmos energéticos, que son
el indicador básico de contacto cercano con cualquier ser no físico. Con la visión en
tiempo real, los niños parecen fantasmales, como si fuesen de humo pálido, pero sus
caras son más densas, con un brillo platinado, convirtiéndolos en claramente
reconocibles tal como son.

Animales
En mi experiencia, he comprobado que los animales se proyectan con
regularidad, sobre todo los domésticos. Mi sugerencia para explicar este fenómeno es
que es una capacidad natural común al reino animal general. Yo con frecuencia
observo animales domésticos y otros que vagan por la zona de tiempo real. ¡Con mi
visión de tiempo real también he observado a mis propios animales domésticos cómo
salen de sus cuerpos - algo realmente fascinante! Rara vez veo animales proyectarse en

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los niveles más altos de los planos astrales; con frecuencia sí encuentro (en regiones
inferiores) animales domésticos, a menudo acompañando a sus amigos humanos.
En muchas ocasiones también he visto y he interactuado recíprocamente con
animales domésticos ya difuntos, en la zona de tiempo real (aparentemente visitando a
sus antiguos dueños o merodeando) y también en el mundo espiritual (comúnmente
llamado cielo). La naturaleza repetitiva de estas experiencias sugiere que los animales
no sólo se proyectan, sino que también sobreviven a la muerte como seres espirituales
independientes. Creo que la estrecha asociación a largo plazo con la gente, estimula las
emociones superiores de los animales, como en el caso de los que viven con familias y
son muy queridos, elevándolos a los niveles más independientes del ser espiritual. En
principio, esto último tiene simetría con cómo los seres humanos purifican sus vidas y
se disciplinan espiritualmente, fomentando el amor y el servicio, y el contacto
consolidado con seres más puros.

3. La Increíble División de la Mente


¿Exactamente qué sale del cuerpo físico y del cerebro durante una EFC?
¿Cómo sucede esto? ¿Qué es, en todo caso, lo que se deja atrás velando nuestro cuerpo
físico mientras duerme? ¿Qué nos protege de morir, o qué nos garantiza de forma
continua nuestra integridad y la copia original de la mente y la memoria durante una
EFC? Muchas personas, como es lógico, tienen miedo de inmiscuirse e interiorizarse
en el tema de la proyección, porque estas preguntas no se han contestado
satisfactoriamente aún. Abundan teorías no demostradas al respecto, así como
hipótesis, historias, leyendas y mitos.
Dos investigadores y autores de los principios sobre EFC, Sylvan Muldoon y
Hereward Carrington, han intentado abordar el tema de la percepción de los sentidos
comunes durante la dualidad - de estar en dos cuerpos al mismo tiempo, durante una
experiencia fuera del cuerpo - en su libro: “La Proyección Del Cuerpo Astral”. Más
adelante hablo específicamente de ellos y de sus investigaciones y experiencias.
Muldoon dice que el cerebro físico recibe dos conjuntos de percepciones al mismo
tiempo, lo que causa una doble impresión. Considera que un grupo proviene del cuerpo
físico y otro del doble proyectado, a través de su conexión con el cordón de plata. Los
órganos de los sentidos de mi cuerpo físico, Muldoon conjetura, deben seguir
trabajando, incluso en el cuerpo físico, aunque me quede vacío después de que la
proyección haya iniciado una salida consciente.
Por alguna razón, Muldoon y Carrington no consideraron la posibilidad de que
la consciencia pudiera continuar trabajando en ambos cuerpos al mismo tiempo. Ellos
asumieron que el cuerpo físico queda como una cáscara sin sentido durante una EFC.
Esta observación, entiendo, proviene de la percepción real de que cada proyector ha de
separarse de su cuerpo físico durante una proyección consciente. A partir de la idea
supuesta de un cuerpo vacío, como escriben muchos autores de las primeras
investigaciones sobre estos temas, ésta se convirtió en material de partida para
cuantiosos investigadores y escritores que siguieron sus pasos. Este error en la

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observación (para mí) ha sido mal interpretado desde entonces. Hoy es casi
universalmente aceptado que al cuerpo físico no se lo deja vacío, sin vigilancia, ni
expuesto durante cualquier tipo de EFC. Muchas personas aún creen que su espíritu
esencial o alma, abandona su cuerpo físico durante una proyección. Estas creencias,
comprensiblemente, plantean preocupaciones reales acerca de la seguridad y de la
integridad durante una EFC.
Si la mente y el espíritu hacen abandono del cuerpo físico durante una EFC,
sería lógico suponer que este cuerpo ahora vacío podría ser fácilmente vulnerable a
interferencias desde el exterior. La posibilidad de una agresión psíquica, o incluso de la
posesión, serían preocupaciones razonables.
Durante los últimos cien años, a través de la hipótesis del cuerpo vacío, se
generaron muchas creencias, leyendas y ritos: seres vigilantes, centinelas astrales, y
tutores astrales, además de la necesidad de los escudos, las sesiones de magia y de
rituales. Una persona con la que hablé me declaró con vehemencia que todos los
proyectores primero deben lavarse en agua salada consagrada o bendita y obligarse a sí
mismos a atarse con cadenas de hierro para proteger su cuerpo supuestamente vacío
durante la proyección, para evitar el riesgo de posesión y daños al alma, o algo peor.
Debido a que estas cuestiones han quedado flotando en textos pasados de
moda por tanto tiempo, muchos proyectores y aspirantes a futuras proyecciones
razonablemente se preocuparon por lo que podría sucederles en el caso de que no
pudiesen encontrar el camino de regreso a sus cuerpos, o si el cordón de plata fuese a
romperse o dañarse, o de si por la razón que fuere no lograsen volver a sus cuerpos, o
accidentalmente quedasen al margen de alguna manera. Y la preocupación de volver y
encontrar sus cuerpos físicos ocupados por un espíritu invasor, entidad, o demonio - o
incluso por otro proyector.
La experiencia de la separación de la consciencia del cuerpo físico, dejando a
este atrás, puede ser muy fuerte y convincente. La comprobación de existencias que
operan de forma remota e independiente del cuerpo físico es también muy traumática.
Pero las percepciones de su cuerpo vacío no permiten a los proyectores advertir los
efectos de división de la mente durante el ejercicio, porque el recuerdo exitoso de la
proyección consciente permite situar de un solo lado la experiencia de la proyección
para ser recordada.... Si la proyección no es correcta, los recuerdos retenidos provienen
únicamente del lado del cuerpo físico - todos los recuerdos borrosos o débiles
(recuerdos de EFC) se habrán perdido. Es necesario retener recuerdos de ambos lados
de una sola experiencia de proyección antes de que la división de la mente pueda ser
percibida como tal. Sólo entonces la mecánica y la dinámica de la proyección han de
ser verdaderamente apreciadas y entendidas.
La integridad y seguridad del cuerpo físico y de la copia original de la
consciencia, la mente y la memoria, jamás se ponen en peligro durante una EFC. Como
se verá en las páginas siguientes, el cuerpo físico nunca queda vacío mientras se
mantiene con vida.

El Natural Reflejo de la Consciencia


Como parte de un proceso natural, la consciencia refleja una copia de sí
misma, fuera de los límites del cuerpo físico, ya sea mientras se duerme o durante
cualquier tipo de EFC consciente. Esta reflexión es una especie o tipo de dupla

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energética, que contiene una copia completa de la consciencia, de la mente y de la
memoria. Se refleja en un cuerpo sutil o vehículo energético capaz de soportar y
mantener su integridad fuera de los límites del cuerpo físico.
Este proceso no deja al cuerpo físico vacío, indefenso o sin vigilancia. La
reflexión de la consciencia suele ocurrir usualmente durante el sueño o la EFC. El
efecto de división de la mente no siempre se manifiesta durante la plena exteriorización
consciente de la proyección, donde los ejecutores son plenamente conscientes de
principio a fin, incluso del momento de la exteriorización y la fase de reentrada. Los
síntomas del efecto de separación de la mente son a menudo fuertes, y bastante claros.
Pero rara vez se reconocen por la forma en que la división de la mente sucede, y porque
la naturaleza del cerebro físico es almacenar sólo un recuerdo único en un período
singular de tiempo.
La mayoría de la gente tiene bastantes problemas a la hora de comprender tan
solo el concepto “doble proyectado”, y menos aún el proceso de mantener la
consciencia despierta fuera de los límites del cuerpo físico. Comprender que puede
haber múltiples copias reflejas de una sola mente, todas existiendo y trabajando
simultáneamente y de forma independiente en diferentes niveles dimensionales, no es
tarea sencilla en el mundo de hoy. Pero eso es en esencia, lo que sucede en realidad.
Interpretar el efecto de la división de la mente y la verdadera naturaleza
multidimensional de la existencia del ser humano es extremadamente importante. El
efecto de división de la mente se impregna de percepciones y sensaciones, a partir de
una gran cantidad de datos a menudo confusos y contradictorios, disponibles a través
de las EFC. Aceptando esto, se simplifica en gran medida la comprensión del
desdoblamiento, lo que nos proporcionará en el futuro la interpretación de algunas de
las más alucinantes complejidades de la mente y de su transferencia de experiencias
interdimensionales y operacionales.
Como vengo diciendo, solo se necesita retener una porción de la división de la
mente, para captar y entender el concepto de la existencia de múltiples copias, cada una
con la posibilidad de operar de manera independiente durante las EFC. Una vez que el
primer nivel de la división de la mente es atrapado o aprehendido, el siguiente paso
lógico es considerar la posibilidad de retener múltiples conjuntos o grupos de
recuerdos registrados por el cerebro durante períodos de tiempo determinados a través
del sueño y las EFC. Esto, naturalmente, plantea los interrogantes de cómo el cerebro
físico se ocupa de ellos, o incluso si le es posible retenerlos y administrarlos a todos.
¿Qué relación tiene el tipo de recuerdos de la memoria con el pobre cerebro físico de
edad avanzada? ¿Cómo afectaría esto su capacidad general de registrar y/o recuperar
experiencias fuera del cuerpo? Y, si hay problemas inherentes a estos procesos de la
memoria, ¿Cómo se pueden superar para mejorar las operaciones de EFC y así poder
recordar?
Las preguntas anteriores, si bien parecen sencillas, plantean cuestiones
complejas. ¡La primera vez que trabajé con los recuerdos de mis exteriorizaciones, tuve
un fuerte dolor de cabeza!
He descubierto el efecto de la mente dividida por pura casualidad, durante una
proyección extremadamente activa, como explicaré a continuación.
Subsecuentes experimentos con este efecto, generados por el descubrimiento
inicial, se han verificado desde mi hipótesis original. Una vez que es bien entendido,
muchas de las consecuencias negativas de los recuerdos de la división de la mente
durante las EFC podrán ser estudiadas, en lugar de ser sometidas desde la ignorancia.

58
La comprensión cabal del efecto de la división mental aumenta enormemente las
posibilidades de salir del cuerpo, para empezar; más aún en los principiantes. Gracias a
ello, se mejoran las probabilidades de que los proyectores se acuerden de sus EFC
después de sucedidas. Es así que la eficiencia de los aspectos operacionales de fuera del
cuerpo es, en general, profundamente enriquecida.
Estoy convencido de que las EFC plenamente conscientes no son tan difíciles
de lograr como se cree comúnmente hoy en día. La razón por la que la proyección
exitosa se considera compleja, se debe a que los proyectores no suelen percibir la
división de la mente y sus efectos. Hay pocos afortunados que tienen la habilidad de
moverse a través de los efectos de la división de la mente sin saber siquiera lo que están
haciendo o cómo lo están haciendo, logrando recordar algunas de sus experiencias
fuera del cuerpo. (Nadie recuerda a todas). Por lo tanto, el estudio de esas experiencias
y la técnica, no necesariamente producirán los resultados deseados. Sepa disponer de
paciencia.
La división de la mente es la principal causa de fracaso de las EFC, sumado a
que es prácticamente desconocida su razón. Ella no deja rastros ni evidencias de lo que
salió mal si una proyección se frustra. Esto impide el proceso natural de aprendizaje, ya
que no permite a los proyectores aprender de sus errores y así mejorar en sus esfuerzos.
El tiempo y las acciones repetitivas tornarán las EFC en exitosas durante tentativas de
aparentes fracasos. Por todo esto, la gente tiende a concentrar la mayor parte de sus
esfuerzos en las técnicas de proyección, o sea, en la búsqueda de soluciones rápidas y
lograr lanzarse fuera de sus cuerpos.
Las técnicas de proyección, aunque importantes, no son el todo, ni mucho
menos el fin del todo, para llegar al éxito de la proyección. No obstante, existe un
artilugio definitivo para retener y recordar una EFC, que sólo puede comenzar a
entenderse cuando la división de la mente se ha tenido debidamente en cuenta.

Retrato de la División de la Mente


Una copia completa de los pensamientos de la mente y la memoria -
consciente y subconsciente – se sostiene en todo momento dentro de los límites del
cuerpo físico, esté despierto, dormido, soñando, o proyectado. Esta copia original o
“maestra”, nunca sale de los límites del cuerpo físico, mientras esté con vida. Cuando
el cuerpo físico se queda dormido, o entra en estado de trance (mente despierta y
cuerpo físico dormido), la consciencia se refleja automáticamente (proyectada) en el
cuerpo etérico en expansión. Una reflexión energética de la consciencia ahora existe en
un estado ligeramente superior al de su cuerpo físico. El cuerpo etérico ahora contiene
en sí una copia de la memoria completa, consciente y subconsciente. El cuerpo etérico
expandido está en este momento en un peldaño energético inmediatamente superior al
cuerpo físico, y en un estrecho peldaño energético consecuente al cuerpo en tiempo
real, que es el primer nivel del doble proyectado.
El cuerpo físico, durante el sueño, contiene un mecanismo energético llamado
mente dormida. En algún momento después de la aparición del sueño, o durante el
estado de trance, la mente física (copia principal) comenzará a soñar. El cuerpo etérico
puede permanecer plenamente consciente si se sostiene el estado de trance durante una
EFC consciente. También es capaz de desempeñarse con total independencia de la
proyección y de la mente dormida, aun cuando ambos estén en plena actividad.

59
El cuerpo físico/etérico ahora genera internamente el cuerpo en tiempo real, el
primer cuerpo sutil del doble proyectado. Esto, naturalmente, se produce durante el
sueño (narcosis proyectiva), pero puede ocurrir durante el estado de trance también. A
medida que el cuerpo en tiempo real se genera internamente, otra copia de la
consciencia plena y la memoria se reflejan automáticamente en él. Mientras la
generación del cuerpo en tiempo real y la reflexión de la consciencia están aun
plenamente inmersos en el cuerpo físico/etérico, sus pensamientos están siendo
sincronizados con los del cuerpo etérico. Ningún efecto notable de separación de la
mente se ha producido en esta etapa, aunque las condiciones energéticas que permiten
el devenir de esa acción están ahora presentes. Todos los sistemas (procesos) están
listos en esta fase y la proyección del cuerpo puede ocurrir naturalmente o puede ser
provocada artificialmente con alguna técnica de proyección. A medida que el cuerpo en
tiempo real se abre a la proyección - el preciso momento que marca el inicio de la
separación – es cuando la verdadera división mental ocurre y se efectiviza.
Después de que se ha llevado a cabo la proyección, el cuerpo en tiempo real
existe como una entidad totalmente separada, desempeñándose, pensando,
experimentando, y recordando holísticamente en forma remota e independientemente
de su cuerpo físico/etérico.
Después de que el doble proyectado en tiempo real se encuentra libre, el
cuerpo etérico, expandido, con su propia copia de la consciencia despierta, continúa en
ese estado, en la medida en que pueda mantenerse insomne. Por lo general, se
considera que ha fracasado con su intento de proyección, si no se observa este hecho,
aunque se pudiesen haber experimentado cuantiosos síntomas de proyección
relacionados con la exteriorización. Se sentirá cansado, aletargado, y pesado, a menudo
experimentando una parálisis total o parcial al despertar, y normalmente luego de esto,
se quedará dormido de nuevo con bastante rapidez. Cuando la copia etérica de la
consciencia se duerme, parece hundirse en sí misma o en un gran vacío, fundiéndose
con la mente física dormida, compartiendo su estado de ensoñación.
Durante la salida consciente de la proyección, el cuerpo en tiempo real será
consciente de los síntomas de la separación y del alejamiento de su cuerpo físico. En
esta etapa, el doble en tiempo real está actuando con total independencia de su
contraparte físico/etérica. Cada una de las partes, de vez en cuando, percibirá la
existencia de la otra; son intercambios de percepciones (sensaciones de dualidad) que a
menudo se experimentan. El doble en tiempo real mantiene constante contacto e
intercambio de sensaciones con su par físico, a menudo se ensayarán percepciones
físicas, y se escucharán los sonidos provenientes de su ámbito inmediato. Este
intercambio de percepciones sensoriales, es uno de los síntomas más frecuentemente
notable de la división mental, los que se ven afectados por la distancia. Son más fuertes
dentro de los veinte pies (seis metros), y se hacen cada vez menos notables con el
aumento de la distancia.
En este punto se dan las condiciones para obtener más copias energéticas de la
consciencia, que se reflejan en los cuerpos sutiles de las otras dimensiones, por encima
y más allá del doble proyectado en la zona de tiempo real.
Después de que este proceso ha tenido lugar, tendremos dos copias o
ejemplares energéticos completos, (además del original) de la consciencia y la
memoria:

1. Físico/mente dormida (copia principal)

60
2. Físico/mente etérica (cuerpo etérico expandido)
3. Doble proyectado en tiempo real (primera división real de la mente)

Una división mental totalmente exteriorizada se ha generado entonces entre el


cuerpo físico/etérico y doble proyectado en tiempo real. Estas tres copias están
interconectadas activa y vigorosamente, y las tres son capaces de actuar y de pensar en
forma completamente independiente - aunque en el caso del cuerpo físico/mente
dormida, en un plano o nivel más profundo de consciencia dentro del entorno del
sueño.
El objetivo o propósito natural de este efecto múltiple de división mental, a mi
entender, es permitir que la animosidad esencial del espíritu logre despojarse de las
capas de materia densa que lo mantienen adherido al cuerpo y universo físicos. Este
proceso expone progresivamente los aspectos más refinados de la animosidad central
de la consciencia que anima e impele el espíritu; efecto que le permite temporalmente
existir en las dimensiones superiores, reflejando una parte de sí mismo, durante el
sueño o las EFC. Sin embargo, un puntal o soporte sólidos dentro del cuerpo
físico/etérico sigue estando detrás de todo este proceso, sosteniendo activa, segura y sin
peligro la copia original, o maestra, de su consciencia terrenal y los recuerdos de su
actual encarnación.
Sugiero que trocar el nivel básico de la consciencia del cuerpo físico/etérico
directamente a niveles dimensionales más altos, en un solo paso, es un salto demasiado
grande. Esta mudanza, alteración o variación parece requerir una serie de suaves
reflexiones múltiples progresivas en sendos cuerpos sutiles cada vez más elevados y
refinados, a través de varias divisiones mentales. La esencia acumulada de la
consciencia dentro de cualquier cuerpo sutil proyectado, no es sólo un mero reflejo
energético de la mente y la memoria, sino que es una copia totalmente funcional de ella
en su naturaleza dentro del espíritu que la anima, además de todos sus modificadores
energéticos condicionales e influyentes. Más adelante ahondaremos en todo esto.

Cuerpos
superiores

Cuerpo
etérico

Cuerpo en
tiempo real
Fig. 2. Efecto de la
división de la mente;
muestra de los Cuerpo
físico
cuerpos sutiles.

Mi impresión general es que este proceso está diseñado para proporcionar la


animosidad general a la consciencia espiritual con directa y regular prestancia para

61
adaptarla a las influencias de la vida karmática y la ley universal, tal como existen en
los niveles dimensionales superiores más sutiles. Así, creo yo, es cómo el karma y la
ley universal trabajan realmente: los cuerpos sutiles más altos se filtran hacia arriba y
hacia abajo a través de la escala dimensional - desde la tosquedad densa del cuerpo
físico a su escala energética más alta – siempre que el cuerpo físico esté durmiendo.
Usted puede encontrar muchas pistas o indicios que manifiesten y confirmen
el proceso de la división mental; hay trabajos e historias de enorme cantidad de casos
disponibles hoy en día – sólo hay que saber buscar. Sé de proyectores que han obtenido
experiencias gracias a ellas, y tomado nota de los síntomas de la división de la mente,
pero más allá de contados casos puntuales, en realidad éstas nunca han sido tomadas
plenamente en cuenta. El más común de los síntomas es “palpar” la sensación de
dualidad - de ser conscientes de nuestro cuerpo físico, y también conscientes de que se
existe un cuerpo sutil, en una ubicación diferente.
Un ejemplo: "Yo estaba volando a través de las nubes, cuando de repente me
di cuenta y sentí mi cuerpo físico de nuevo en la cama, y escuché el tic tac del reloj en
la habitación y los ruidos del tráfico a través de la ventana abierta". Las sensaciones de
dualidad son un efecto ocasional secundario de la división de la mente, provocada,
entiendo, por el cordón de plata que es la unión energética bidireccional vinculante
entre el cuerpo físico/etérico y su doble proyectado.

Fragmentos de la Memoria
Los fragmentos de la memoria es el punto que trataremos ahora, abarcando
todos los casos de recuerdos que se esfuman durante el despertar de la consciencia
normal en el cuerpo físico – memoria adquirida a través de las EFC, incluyendo los
sueños lúcidos y las experiencias oníricas. Los recuerdos borrosos son descargados en
el cerebro físico después de una EFC, y parecen alojarse en niveles inaccesibles de la
memoria. Toda nuestra consciencia es substituida, atropellada y/o anulada, y los
recuerdos frágiles se ocultarán, haciendo extremadamente difícil su acceso y lograr así
condiciones para su recuperación.
Un trance muy poco profundo o un estado cercano al ensueño, estimularán los
leves, sutiles y vaporosos recuerdos a emerger de la superficie interior de la mente
consciente, donde pueden convertirse en recuerdos reales y/o convincentes. Durante
este estado de relajación, la mente consciente tiende a vagar o merodear a través de
eventos, ideas, fantasías y recuerdos, lo que provoca las alucinantes asociaciones que se
logran al mezclarse sus fragmentos. Estas asociaciones desencadenan o disparan el
desarrollo de recuerdos frágiles dentro de los niveles de consciencia de la mente. En los
primeros minutos de cada mañana, justo después de despertarnos, es cuando la mayoría
de la gente recuerda esos frágiles segmentos de memoria. Este es, pues, el estado y
momento ideal desde el cual podremos poner en práctica los ejercicios para
recuperarlos, utilizando frases contundentes de activación para provocar las necesarias
y desencadenantes asociaciones.

Experiencia de Doble Dificultad


Experimenté con la dualidad, la división de la mente y los efectos de
regeneración o respuesta astral durante más de una década antes de escribir este libro.

62
Y tuve siempre curiosidad de cómo y por qué mi cuerpo físico reacciona con el doble
proyectado como lo hace, y cómo afecta su distanciamiento. Intuitivamente sentía que
había más para aprender que la creencia común de que el cuerpo físico intenta
recuperar o absorber su doble proyectado si se acerca demasiado. He tenido a menudo
experiencias inexplicables y confusas sobre ciertas percepciones y sus recuerdos, a
veces con dos o más eventos que ocurrieron (al parecer), al mismo tiempo, durante mis
EFC. Al igual que muchos proyectores, también he sido otras veces consciente de
sucesos y sonidos en el mundo real alrededor de mi cuerpo físico, al mismo tiempo que
estar experimentando otras realidades dentro de mi doble proyectado en una ubicación
remota.
La siguiente es una descripción detallada de mi primera separación mental
completa y de mi experiencia retroactiva astral. He tratado de simplificar el suceso
tanto como me fue posible para soslayar dificultades inherentes - por no ahondar en
confusos detalles gramaticales - que surgen al tratar de explicar algo tan poco natural y
confuso como la experiencia que conlleva la separación o división mental. Por favor,
téngame paciencia.

Del Lado del Cuerpo Físico


Meditando en mi sillón junto al fuego, poco a poco me interné en un nivel
menos abstracto de la consciencia, cuando la lluvia comenzó a tamborilear fuertemente
en el techo. El viento se levantó, sacudiendo ventanas y puertas. Miré el reloj,
brevemente iluminado por un destello de relámpago. Eran las dos y media de la
madrugada. Esto no era inusual para mí, porque de vez en cuando medito durante toda
la noche. Me sentía de maravilla, bien descansado y lleno de energía. Cuando los
primeros sonidos distantes de los truenos rodaron suavemente sobre mi casa, me dije a
mí mismo: "No creo poder proyectarme con esta tormenta. Me pregunto: ¿Qué se
sentiría en una situación análoga”?
Cerré los ojos una vez más, y potencié más mi energía universal a través de
mis centros primarios todavía activos, profundizando mi nivel de trance. Cuando estuve
satisfecho, cambié mi percepción del cuerpo hacia el frente de mí mismo, impeliendo
fuertemente la sensación de trasladarme unos metros delante de mi sillón. Las
vibraciones rápidamente iniciaron su intervención, extendiéndose través de mi cuerpo.
Mi chakra del corazón pronto comenzó a expandirse rápidamente. Vibraciones
punzantes alcanzaron su punto máximo y entonces sentí un frenesí delirante de energía
incrementándose y pendulando a través de mi estómago y una breve sensación de
caída, al emprender la proyección. ¡Entonces, justo cuando pensé que todo iba bien, las
vibraciones se detuvieron de pronto, y.… no pasó nada ... nada de nada!
Intrigado y confundido, reflexioné, preguntándome por qué un desplazamiento
aparentemente exitoso (potenciado por un trance profundo) había fracasado. Esto me
sucedió en muchas ocasiones, y nunca había entendido el por qué.
Estaba, sin embargo, a punto de descubrir la respuesta... pero no crea que me
fue sencillo.

Del Lado del Doble Proyectado

63
Moviéndome libre fuera de mi cuerpo físico después de una salida sencilla, me
veo flotar varios metros delante de donde yo estaba sentado. A esta distancia, mi doble
en tiempo real ejercía una fuerte acción dentro de mi chakra del corazón. Palpitaba con
vigor la energía que se vertía en mí desde mi cuerpo físico/etérico. Se sentía como si
hubiera un motor de gasolina zurrando latidos en mi pecho. Como yo flotaba por la
habitación, el pequeño motor en mi pecho ronroneaba más rápido cada vez que me
movía, -como para hacer coincidir el ritmo cardíaco con mi desplazamiento-, y a
continuación, volvía a desacelerarse a un ritmo constante cada vez que me detenía.
Atravesé la pared cerca de la ventana y me sumergí en la noche ventosa
empapada por la lluvia. ¡Qué gloriosa sensación de humedad! Podía percibir, oler y
saborear la lluvia que penetraba por mi cuerpo que flotaba en el jardín delantero. El
vigorizante sonido se fundía en mí, regocijándome al disfrutar de la lluvia y la
humedad; las plantas, los árboles, la tierra mojada y el pasto relumbraban por todas
partes. Era una sensación maravillosa. La borrasca y sus olores eran tan incisivos, tan
intensos, tanto más que lo que yo sería capaz de sentir o percibir en mi cuerpo físico.
La noche azotada por el chubasco me desbordó de un tipo de energía
inmensamente regocijante. Me sentía maravillosamente bien, mi ser tan lleno de vida;
jamás había palpado con mi cuerpo una noche tan gloriosa como esa. Precipitándome
hacia arriba, atravesé el techo como con un rápido latigazo, y flotando en el exterior,
observaba a mi alrededor; el viento me henchía, sacudiéndome, y la cellisca hendía a
través de mi con más fuerza. (El viento y la lluvia en realidad no tocaban ni ajetreaban
mi doble proyectado, pero estaba muy consciente de la sensación de esos fenómenos
sobre mi cuerpo sutil.)
Sentado sobre la chimenea, miré fijamente mi vieja ciudad natal, disfrutando
la danza de la lluvia en las calles debajo de mí, arremolinándose y corriendo por las
canaletas y los desagües. Escuché con cuidado y atención, absorbiendo todos los
sonidos. La lluvia parecía llena de susurrosas voces amigas, murmurando mágicos
ritmos burbujeantes. Arriba, las nubes de baja temperatura se iluminaban con ocultos
rayos y relámpagos en su interior. La estampida de la explosión de un fuerte trueno me
llenó de asombro y hormigueante energía. Estando apoyado en la terraza y disfrutando
de la tormenta, y sintiéndome un poco como una Mary Poppins mojada, percibí que
algo tiraba de mis entrañas. Yo sabía que esta sensación provenía de mi cuerpo físico
abandonado en mi pieza, no muy lejos debajo de mí.
Extendí la mano con mis sentidos y percibí mi cuerpo físico, al instante de
haber sido consciente de él. Sentí el sillón debajo de mí y la almohada debajo de mis
pies. Pude oír la lluvia tamborileando, pero desde el interior de la casa. Es curioso; por
un momento me sentí como que estaba de vuelta en mi cuerpo. Pude oír el viejo reloj
de mi padre marcando los minutos en la pared. El ronroneo de mi viejo labrador, Blue-
Boy, sus ronquidos y sus gemidos en sueño, recostado debajo de la mesa de la cocina
en el salón familiar, en el sector derecho de la casa.
Flotando arriba por sobre el tejado, descendí repentinamente a través del
jardín y giré hacia atrás en lo alto, rozando por debajo del vientre oscuro de una nube
de la tormenta. Las sensaciones provenientes de mi cuerpo físico me aliviaron el brusco
descenso, y pronto todo esto cesó. Cuando flotaba de nuevo sobre el techo, la sensación
de tironeo comenzó de nuevo.
Esto es muy raro, pensé. Me preguntaba a menudo la causa real de los efectos
y sensaciones generados por la proximidad entre mi proyección y mi cuerpo físico.
Muchas veces me había sentido yo mismo en más de un lugar al mismo tiempo, otras

64
incluso vacilando ida y vuelta entre mis dos cuerpos. Y me volví a preguntar: ¿cómo
puede ser esto? No tenía sentido. Si estoy aquí, ¿cómo puedo estar allá abajo, al mismo
tiempo? Lógicamente, reflexionaba pensando que una vez que salía de mi cuerpo físico
estaba completamente fuera de él, dejando el vacío detrás de mí, y que aquel cuerpo
frío y pesado se transformaba en una mera cáscara desierta... ¿O no era así?
Veía a mi cuerpo físico seis metros debajo de mí en este momento. Yo estaba
intrigado ahora y decidí dedicar el resto de esta proyección a investigar la dualidad de
sensaciones un poco más de cerca. Al atravesar el techo, pude observar el interior de las
tejas, el enmaderado y las láminas de yeso al pasar a través de ellas. Podía sentir la
resistencia y textura e incluso degustar sus acres sabores a polvo. Cada tipo de materia
parecía bastante diferente a las demás y todas ellas se iluminaban brillantemente en su
interior; no estaban oscuras como se podría esperar.

Cuerpo Físico + Proyección


Cuando venía atravesando el techo, vi mi cuerpo físico en el sillón, justo
donde lo había dejado. Al mismo tiempo, sin embargo, también tuve plena consciencia
de mí mismo sentado allí, mirando a mi propio doble proyectado bajando a través del
techo, – ¡ambas cosas al mismo tiempo! Estaba sentado en el sillón, viendo mi
proyección flotando a través del techo. Y también me veía a mí mismo sentado en el
sillón, mientras flotaba por el techo. Era consciente no sólo de los dos conjuntos de
visiones, sino de ambos grupos de ideas a la vez. Era consciente de uno y otro
pensamiento, y de ser consciente de que era consciente de estar consciente de ser
consciente de los dos conjuntos de pensamientos (valga la redundancia de palabras), y
esta sensación se agravaba al pasar los minutos y se ponía cada vez peor. Y no sólo era
alucinante y confusa, sino que me sentía azorado y desorientado ante cualquier
raciocinio preestablecido, lo cual lógicamente me dejó bastante perplejo.

Un aspecto importante de esta experiencia es que hasta que mi presencia física


vio y fue consciente de que mi doble proyectado entraba en la habitación, fue hasta ese
momento totalmente inconsciente de que su intento de proyección anterior había sido
un éxito. Por suerte, en este momento, mi aspecto físico estaba experimentando la
visión en tiempo real, y observando y estudiando los alrededores de la habitación en la
que me encontraba, y gracias a este factor, dudo que alguna vez hubiese descubierto
este fenómeno alucinante de la división mental. Tampoco habría experimentado de
lleno los efectos de la dualidad y los resultados de la respuesta o regeneración astral,
efectos que en el futuro me dieron una idea pormenorizada de la naturaleza
fragmentaria de la mente.
Mi aspecto físico se mostró momentáneamente sorprendido cuando vio
proyectado su propio doble sutil. Tan pronto como se conectaron visualmente, un fuerte
vínculo telepático es forjado entre ellos y la memoria con sus recuerdos invadieron
ambos sentidos. El intercambio de la memoria ocurrió entonces entre mis aspectos
físico y proyectado. Ambos, inmediatamente después, sabían exactamente lo que había
pasado en cada uno desde el momento de la separación, cuando la división de la mente
se había producido un instante antes, en el inicio. Este proceso me proporcionó una
experiencia única: la de tener dos arquetipos totalmente diferentes de mis recuerdos, en
un exclusivo período de tiempo, coexistiendo dentro de mi mente al mismo tiempo.

65
Cuerpo Físico
Como ya he mencionado, mi aspecto físico era consciente de intentar una
proyección y sentir las sensaciones energéticas habituales asociadas con una impetuosa
salida en tiempo real. Estas sensaciones se habían detenido luego en frío, dejando a mi
aspecto físico sentado en el sillón y preguntándose qué había salido mal.
Decido entonces continuar con mi trabajo de transportación de la energía y los
experimentos de visión mental en tiempo real. Mi aspecto físico estaba totalmente
abstraído o ajeno, (en ese momento), de haber logrado con éxito el doble proyectado en
tiempo real. Mi envoltura física se sintió un poco densa y perezosa después del intento
de proyección supuestamente fallido, en conjunto con todos los síntomas de un trance
bastante profundo.
También tuve una visión algo fuerte en tiempo real, ya que podía ver la
habitación mucho más clara que antes. Todo esto era bastante normal para el tipo de
meditación y trabajo de energía que estaba realizando en ese momento. Yo no
sospechaba que algo extraordinario estaba pasándome.
Resolví jugar un poco con mi visión en tiempo real en lugar de caer en un
estado místico más abstracto de meditación en trance profundo. Estudié la habitación a
mi alrededor, poco a poco, cambiando mi punto de visión para poder observar detrás de
mí sin movimiento físico. Me movía alrededor con mi cuerpo etérico, literalmente,
dentro de mi propia piel. Pero no había ninguna sensación real de movimiento, a pesar
de que hice un considerable esfuerzo de concentración para lograrlo; no obstante mi
punto de visión se movía como si mi cabeza diese vueltas. Por cierto, esto indica que el
cuerpo etérico (si está consciente) puede ganar un poco de libertad de desplazamiento
dentro de los límites de su cuerpo físico, esperando que el proceso de desdoblamiento
comience su proceso. Después de varios minutos, sentí una incómoda tensión
levantándose a través de mi torso. Esto mismo había sucedido un par de veces durante
el curso de mis experimentos anteriores, pero pensé que lo provocaba el esfuerzo que
hacía para girar mi cuerpo etérico dentro de mi cuerpo físico.
Intenté extender una parte de mí a través de la pared que tenía detrás, para
proyectar mi punto de visión a través de ella, sin éxito, aunque podía ver detrás de mí
con bastante claridad. Entonces sentí una presencia tangible en la habitación cerca de
mí. Giro la mirada al frente de nuevo, justo a tiempo para ver un ser astral deslizándose
hacia abajo a través del techo. Me sorprendí al instante y quedé perplejo, pero me
inundó de claridad el momento en que mi mirada se empalmaba con la visión de mi
doble proyectado. Esto causó una conexión telepática increíblemente fuerte, visual, más
que mental, y otro conjunto de secuencias de la memoria de repente me bañó...
sintiendo casi como si hubiese estado allí todo el tiempo.
Cuando me reincorporé, la tensión incómoda en mi cuerpo físico empeoró.
Comencé a percibir cada vez más síntomas de náuseas y algo parecido a un shock
físico. Esta conexión fue el comienzo de lo que ahora llamamos respuesta astral.

Cuerpo Físico + Cuerpo Astral


Como mi aspecto físico y su doble proyectado estuvieron conectados, ambos
fueron conscientes de los dos conjuntos o juegos de memoria desde el momento del

66
inicio de la separación en el proceso de la proyección. Una vez que la conexión
telepática y de respuesta astral comenzó, afloraron sensaciones de debilidad y náuseas
en ambos cuerpos. Mi corazón empezó a golpear físicamente de manera irregular - y
esto se reflejó en mi doble proyectado. Es que estaba experimentando dos juegos
totalmente diferentes de visiones, pensamientos y sentimientos, todo al mismo tiempo,
reflejando un lado y otro con rápida combinación. Este suceso fue absolutamente
fascinante, descontando la desorientación cada vez mayor y las náuseas. También
provocó en mí, un sinnúmero de sensaciones inexplicables hasta ese entonces.
Esta primera experiencia de separación completa de la mente me dio las
respuestas a muchas preguntas acerca del tema de la proyección y la rareza de estos
fenómenos. En el instante exacto en que se inicia el desplazamiento de la proyección y
es separada de su cuerpo físico, ¿por qué mi mente física (copia original) tiene que
dejar de pensar? ¿Por qué quedaría vacía? Ahora tenía evidencias de primera mano de
que la mente se divide, se refleja en dos o más bloques idénticos, que piensan
independientemente durante todo el proceso de proyección.
Mi doble proyectado se trasladó con cierta dificultad, observando
cuidadosamente y estudiando mi cuerpo físico recostado en el sillón, mientras que mi
aspecto físico miraba desde atrás y trataba de hacer lo mismo. Este proceso no fue nada
sencillo, porque me era desconocido hasta este episodio, lo que concluyó en un
esfuerzo extraordinario de ambas partes. La sensación de náuseas y desazón mental fue
aumentando constantemente en ambos cuerpos.
Me incliné entonces a estudiar estos efectos lo mejor que pude en el menor
tiempo posible. Mi chakra del corazón latía de manera desigual y sentía cómo mi
corazón físico también se sacudía fuertemente y de forma errática. Mi nivel de trance
comenzó a erosionarse o desvanecerse al inicio de la conexión telepática y ahora sentía
un estado más profundo de paralización. Mi cuerpo físico estaba desorientado,
mareado, y las fuertes náuseas continuaban. Podía percibir el sudor frío corriendo por
mi rostro y un escalofrío se propagaba a través de mi estómago e intestino. Estas
sensaciones las padecía como si estuviera entrando en un shock físico, y pensaba que
pronto perdería el control sobre mis funciones corporales o me desmayaría, o ambas
cosas.
A lo largo de todo este proceso, traté de tranquilizarme y controlarme, pero
sentí que ambas mentes definitivamente se expandían de alguna manera, más allá de
sus límites predesignados. Comencé a preocuparme, teniendo en cuenta la posibilidad
de que este efecto pudiese dañarme o llegar incluso a morir si continuaba con este
experimento durante más tiempo. Esto, de suceder, obviamente, anularía su valoración
por completo...
Como mi doble proyectado era el único cuerpo capaz de moverse, y este era
plenamente consciente del peligro que se cernía sobre mi razón, rápidamente se retiró
fuera de la casa. Estas respuestas cesaron inmediatamente en el momento en que salí a
través de la pared, y pronto perdí contacto con mi contraparte por completo. Las
náuseas, y demás sensaciones desagradables, menguaron rápidamente.

Proyección Doble - Mismo Período de Tiempo


Me sentía débil y pesado; el hecho de intentar moverme se estaba convirtiendo
en algo extremadamente difícil, al igual que caminar por barro pegajoso y espeso.

67
Luché para moverme por la habitación mientras trataba de interpretar y entender los
extraños efectos que estaba experimentando. Tenía muy poca energía y mi cuerpo
físico padecía de náuseas, lo que hacía todo aún peor de alguna manera,
confundiéndome y agravando la situación. Sentí una presión increíble, como si algo me
arrastrase y me succionase la vida fuera de mí.
En ese momento, me alejé de mi cuerpo físico, algo que me resultó
extremadamente difícil. Sentí un pesado y fuerte tirón detrás de mí, lo que hizo
volverme para atrás, dando la espalda a mi cuerpo físico. Era como si estuviera
moviéndome en cámara lenta. Un escalofrío me recorrió cuando me volví y una
atmósfera de miedo que no pude explicar, se apoderó de mí.
Entendimos lo que estaba ocurriéndonos, tanto en uno como en el otro cuerpo,
y los dos nos concentramos en aclarar nuestras mentes, en un esfuerzo por aliviar la
tensión telepática circundante. Esto ayudó un poco, y con enorme empeño me obligué a
atravesar la pared y sumergirme en la noche empapada por la lluvia. La presión aflojó
rápidamente cuando me alejé de la casa, y pronto desapareció por completo.
Volé lejos, rozando los tejados y disfrutando de la tormenta una vez más.
Deslizarse a través de profusas lluvias es una experiencia realmente estimulante; sentí
la fuerza que fluía de nuevo en mí. Girando impetuosamente bajo la fuerte tormenta
cargada de nubarrones, descendí de nuevo, y seguí a lo largo de la calle mojado a la
velocidad de un automóvil y casi rozando la superficie del pavimento, observando las
gotas pesadas de la lluvia bailando sobre la carretera, a medida que me deslizaba sobre
ella. Podía oler y saborear la intensa y pegajosa humedad y también sentir la textura de
la superficie del camino a medida que me arrastraba a través de él, serpenteando por las
sombras de la calle poco iluminada, rodeada de árboles.
Reflexioné sobre las implicancias de lo que acababa de ocurrirme y decidí que
sería mejor regresar a mi cuerpo físico lo más pronto posible, ya que me sentía bastante
angustiado desde que lo había dejado. Mi aspecto físico probablemente esperaba volver
a encontrarse conmigo en breve; supongo que no le agradaría que me quedase fuera por
mucho tiempo. Sabía que me sentiría de esa manera si fuera él, que en definitiva
también era yo, o ambos. Sobre esta algo confusa situación, me di vuelta y me dirigí
derecho a mi casa, retornando a mi cuerpo físico, todavía en reposo.
Cuerpo Físico
Una vez que el doble proyectado se despliega, las sensaciones desagradables tales
como las náuseas, se disipan rápidamente, pero yo todavía me sentía muy débil y mi
corazón seguía golpeando de forma irregular, fallando de vez en cuando. Me podía
mover ahora de nuevo, pero muy poco, y todavía me sentía parcialmente paralizado.
Imaginé que mi doble proyectado aún estaba afuera, pero que regresaría muy pronto.
Sabía que yo era él, o, mejor dicho, que era yo mismo, o como fuese (sea cual sea la
gramática correcta para simbolizar esta situación). Me relajé, confiando y aclaré mi
mente para facilitar su próximo reingreso.

Cuerpo Físico + Cuerpo Astral


Mi doble proyectado regresó unos minutos después de salir, deslizándose
en silencio a través de la pared de la habitación. Me acerqué a mi cuerpo físico,
sintiendo en el último momento cómo estaba siendo arrastrado hacia él. Mi aspecto

68
físico se dio cuenta de la incursión de su doble proyectado cuando la sensación de su
presencia se hizo tangible y la tensión comenzó de nuevo.
Unos segundos más tarde, mi aspecto físico sintió el clásico picor
energético cuando el doble proyectado volvió a entrar, procediendo a reintegrarse con
su par físico. El aumento de esta energía comenzó con un hormigueo en las piernas y
rápidamente se precipitó a través de mi torso (algo así como una especie de sensación
hormigueante de excitación energética) atravesando la ingle y llegando a mi corazón.
La sensación de vacío y la confusión de mis remembranzas, desde el
momento en que mis dos cuerpos se separaron, de repente desapareció. Ahora podía
recordar completamente los sucesos y experiencias discurridas en ambos en todo su
espectro, desde el principio a la parte más reciente.
Debo agregar que es algo extremadamente raro tener dos conjuntos de
recuerdos de un solo período de tiempo, pero pronto uno se acostumbra a ello.

Punto de Separación
La experiencia de la mente dividida, tal como se detalló anteriormente, y
los variados experimentos controlados que sondeé similares a éste, indican que cuando
el doble proyectado sale del cuerpo físico, se lleva consigo una copia completa de toda
la consciencia, conjuntamente con los recuerdos hasta el instante exacto de la división
de la mente. A partir de ese momento, los registros experienciales de ambos
organismos fijados en sus propias memorias, van separándose por completo.
El cuerpo físico también sigue grabando su propio conjunto de recuerdos
desde el momento propio de la separación - los recuerdos de una permanente e
ininterrumpida existencia dentro del cuerpo físico/etérico después de un intento de
proyección fallida o no. El cuerpo físico no tiene más contacto ni forma de saber lo que
está sucediendo en su doble proyectado después del momento de la separación.
Cuando la segmentación de la mente se produce, hay una ruptura muy clara en
la conexión entre el cerebro físico y su copia proyectada, como si un interruptor se
hubiese accionado. Muchos proyectores advierten un claro "clic" en el momento de la
separación, que suena muy similar a la acción de un interruptor de luz. Esto suele
suceder cuando se advierten los síntomas del desdoblamiento de la mente.
Ambos cuerpos, físico y proyectado, continúan registrando sus conjuntos de
recuerdos totalmente separados, en dos flujos ininterrumpidos, desglosados e
independientes, hasta su reintegración. Si la descarga de los recuerdos impresos en el
doble proyectado (dentro de un nivel accesible del cerebro físico) no se realiza
correctamente, la mente físico/etérica no tendrá manera de saber que una proyección
tuvo lugar. En este caso, sólo se sustentarán los recuerdos del físico/etérico. Esto es lo
que normalmente ocurre después de un intento de proyección al parecer fallido, donde
los síntomas relacionados con la proyección, (por ejemplo, las vibraciones, los latidos
rápidos del corazón, y la sensación de caída) se experimentan; pero en realidad no se
recuerda la EFC ni se recupera ni mucho menos se comprende, después de ese
momento.
En la reintegración, el mayor grupo de sucesos de la memoria de un mismo
período de tiempo - por lo general del lado experimentado por el cuerpo físico/etérico,
sus pensamientos y sueños - se convierten en la corriente o tráfico de memoria retenida
y registrada en el cuerpo físico en el órgano permanente de almacenamiento, “el

69
cerebro humano”. Esto se debe a que los recuerdos del cuerpo físico/etérico se registran
automáticamente en el cerebro físico a medida que ocurren, elaborando o recuperando
flujos de recuerdos de la memoria; naturalmente, un asunto bastante difícil.
Si el doble proyectado no logra imprimir en gran medida su carga de
recuerdos en el cerebro físico durante su reintegración, o si el cerebro físico es poco
receptivo, el tráfico de esos recuerdos por lo general no logra dejar ningún rastro o
señal sensible siquiera. Y es así que cierta y lamentablemente se pierden,
desvaneciéndose y difuminándose de la mente consciente.
El olvido de las impresiones de la memoria es mucho menos probable si la
mente físico/etérica trabaja con antelación y en conjunto con su doble proyectado,
durante y después de la reintegración. Esto es parte de la razón por la que
recomendamos a la gente que primeramente intente proyecciones bien breves, ya que,
de lo contario, no se lograrán de recuperar los flujos plausibles de recuerdos durante la
reintegración.

Regeneración o Respuesta Astral


 
Como lo demuestra la experiencia anteriormente citada sobre la división
mental, la respuesta astral puede producirse si la mente físico/etérica se conecta con su
propia mente (astral) en tiempo real durante la proyección. La directa respuesta astral
es un poderoso fenómeno energético y telepático que, si se permite que continúe por un
tiempo demasiado prolongado, podría causar daño psicológico, energético y físico en el
cerebro. La regeneración astral es como forzar a la mente humana a que comprenda el
infinito real - lo ilimitado, del cual ninguna mente humana es capaz de abarcar o
tolerar.
La respuesta astral completa, como se muestra en la figura N° 3 de abajo,
parece ocurrir sólo cuando tanto el cuerpo físico como su doble proyectado permanecen
completamente despiertos y enfocados directamente el uno en el otro, al mismo
tiempo. Esto puede ser sorteado simplemente evitando mirar muy de cerca a su
contraparte física o al doble proyectado, cualquiera de ambos cuerpos, durante una
proyección. Si esto sucede, sin embargo, la regeneración astral puede romperse
muy fácilmente cuando se inicia por primera vez, simplemente desenfocando la
atención del doble proyectado sobre su par físico y dejando el área de inmediato.
Pero las sensaciones energéticas causadas por la reinserción del doble
proyectado con su cuerpo físico son sumamente importantes a la hora de recuperar el
flujo de experiencias vividas cuando se trabaja con la mente dividida. Todos los
proyectores en tiempo real razonablemente competentes, pueden volver a recrear las
impresiones completas de sus mentes divididas con la respuesta astral, siempre que
puedan sostener su entidad físico/etérica despierta por un tiempo bastante prolongado
después del desdoblamiento, y que se obliguen a hacer un uso apropiado de su
habilidad visual en tiempo real, para lograr adecuar la conexión óptico/telepática
necesaria. Esto proporciona evidencia de primera mano del complejo proceso de la
división de la mente y sus efectos de amplio alcance.

Doble proyectado
ganando experiencia
durante la EFC

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Niveles
mental y
superiores
Generación
Planos
interna del
doble
proyectado
Planos
Astrales
Final de la
división
Tiempo mental en el
real Punto de punto de
entrada reintegración
del trance
Vibraciones

Trance

Consciencia Estado despierto


físico/etérica normal – nivel
atenuada – base de la
parálisis o consciencia
sueño, etc.

Almacenamiento
de la memoria
inconsciente

Fig. 3. La memoria dual fluye de la mente dividida, desde la separación hasta la


reintegración, mostrando el fallo de la descarga de la memoria espejo.

En resumen, la respuesta astral tiene tres aspectos principales:

1. Conexión telepática: Los resultados de la regeneración astral de la mente


físico/etérica en tiempo real, se observan enfocándose directamente en cada
una de ellas (mentes) ante una proyección, en una conexión directa de dos
vías, lo que refleja no solo composición o combinación, sino un enlace
telepático increíblemente fuerte. Esto es algo así como el efecto “infinito”
cuando interactuamos entre dos espejos frente a frente. Cada espejo (o
mente) refleja un reflejo de su propio reflejo (mentes idénticas) (salvando las
redundancias) y las combinaciones de este ida y vuelta hasta el infinito.

71
2. Conexión visual: Cuando la mente físico/etérica está despierta durante una
proyección, por lo general gana un cierto grado de tiempo real o visión
astral. Esto le permite "ver” dentro de la zona de tiempo real y su derredor,
haciendo posible observar su propio doble proyectado. Esto en sí mismo no
representa un problema real a menos que el doble proyectado se vuelva y lo
mire. Si es así, se comienza a observar a través de los ojos del otro, y este
efecto causa un vínculo de reflexión visual que se genera componiéndose
hasta el infinito, a través de sus pensamientos y sentimientos. Una conexión
visual directa de dos vías parece necesaria, a los fines de lograr la respuesta
astral. Este es un fenómeno muy preocupante y no recomiendo que lo pruebe
durante más de unos segundos por vez.

3. Conexión Emocional: La emoción también puede formar parte de la


regeneración astral primeramente, pero sobre todo dará a menudo un tipo
diferente de respuesta con respecto únicamente al nivel emocional. La
respuesta emocional, que no parece requerir una conexión telepática o
visual, es muy diferente de la respuesta astral. No causa el mismo efecto de
respuesta desagradable, pero puede afectar al cuerpo físico/etérico y su doble
proyectado bastante fuertemente. El miedo, la ansiedad, la ira, el
excitamiento y el instinto sexual – impulsos especialmente primitivos como
el miedo y el sexo – en general aportan una incidencia conectiva violenta y
agresiva, y pueden causar retroalimentaciones emocionales particularmente
fuertes entre los cuerpos físico/etérico y astral, en tiempo real. Si no se
toman en cuenta y se controlan concienzudamente, estos impulsos ligados a
los bajos instintos básicos y primigenios, pueden reflejarse de un lado a otro,
creciendo en fuerza y composición. Esto quizás cause enormes problemas en
proyectores incautos o sin experiencia.

EFC Exitosas y Frustradas


Aparte de mi amplia experiencia sobre el tema de la proyección, también he
palpado y convivido con una enorme cantidad de historias de casos durante mis años de
consultoría en Internet. En este tiempo, he tratado con una gran cantidad de
experiencias de intentos de proyección no concluidos, eventos que me han enviado
personas que parecen estar haciendo bien las cosas. En la mayoría de los casos, han
aprendido y practicado las habilidades técnicas necesarias, pero siguen fallando en la
exteriorización. Todo va bien hasta el momento en que la separación debe ocurrir:
sienten una caída o sensación de flotar, entonces no pasa nada... nada de nada. La
experiencia termina ahí. Y todas las sensaciones relacionadas a la proyección se
desvanecen. Entonces, por lo general, solo se obtiene una imagen borrosa, sensaciones
o recuerdos fuertes, e incluso a veces una parálisis parcial – a pesar de llegar a niveles
aceptables de trance.
La mayoría de la gente se cansa y decepciona por sus intentos aparentemente
fallidos de proyectarse, y resuelven abandonarlos, acabando por darse la vuelta y
abandonarse al sueño, ya que creen que simplemente han fracasado... una vez más.
(¿Le suena familiar?) Pero le aseguro que, en casos como éstos, la proyección sí ha
sido todo un éxito.

72
Conciliar el sueño es la última cosa que usted debe hacer después de que el
doble proyectado ha llevado a cabo. Un sueño liviano o ligero no causa demasiados
problemas, siempre y cuando el doble proyectado no se quede afuera por mucho
tiempo. Un sueño profundo, sin embargo, causa un montón de problemas. El doble
proyectado siempre debe planificar su reingreso al cuerpo físico/etérico antes de que
caiga en sueño profundo.
Una vez que la mente físico/etérica entra en las fauces del sueño profundo, el
doble proyectado no será capaz de volver a entrar en su cuerpo físico, por el momento.
Un cuerpo físico/etérico profundamente dormido es, por lo que he podido investigar,
incapaz de responder a las sensaciones energéticas causadas por el retorno del doble
proyectado. Si no se reconocen los síntomas de la reintegración, no podrá usted ayudar
a recuperar los recuerdos de la memoria. Puede sí, despertar de repente después del
retorno y ensamblamiento, pero casi en ninguna situación será capaz de recordar
experiencias vividas ni recuerdos de proyección.
Las sensaciones energéticas causadas por el regreso de las proyecciones son
muy distintas y a su vez notables, si usted sabe interpretarlas y está lo suficientemente
despierto como para sentirlas. Estos síntomas y sensaciones son muy importantes. Se
pueden utilizar con gran efecto para la captura de recuerdos de los sucesos acaecidos en
el momento preciso de la reintegración, que es cuando ellos aún están más arraigados.
Una mente físico/etérica despierta, o adormecida muy ligeramente, permitirá recordar
más confiablemente los hechos fijados durante la descarga de la memoria en el
complicado proceso de la fase final de reintegración de la proyección.
El doble proyectado no podrá reingresar a su cuerpo físico/etérico a menos
que él esté parcialmente despierto, o sólo muy ligeramente dormido, para lograr así
despabilarse prontamente, y permitir la plena reintegración y una descarga de memoria
exitosa. Si el cuerpo físico/etérico y la mente han caído en sueño profundo, el doble
proyectado se mantendrá fuera de los límites del cuerpo físico/etérico hasta que él se
despierte y encause así el proceso de la reintegración a través de ese acto.
Así como un cuerpo y una mente parcialmente dormidos o en trance físico son
necesarios para que la proyección se produzca, también es necesario que un cuerpo y
una mente estén por lo menos parcialmente en vigilia para que la reintegración pueda
ocurrir. Además de esto, si el doble proyectado permanece fuera de su cuerpo durante
un tiempo prolongado, puede que en algún punto pierda el control o el mando y
comience a quedarse dormido. Cuando el cuerpo físico finalmente se despierte, solo
obtendrá - en todo caso - una definición vaga y somera de restos de recuerdos de la
proyección, a menudo mezclados con fragmentos oníricos.
La inexperiencia de la mente dividida, la proyección en sí y la recuperación de
los reflejos de la memoria son las causas principales de fracaso de estas experiencias.
Si el efecto de la mente dividida se tiene debidamente en cuenta, no obstante, puede
llegar a trabajar a favor de los proyectores, no en contra. El proceso de desplazar la
proyección fuera del cuerpo, en sí mismo, es razonablemente fácil de aprender. La
mayoría de la gente puede ejercitarse y lograr con éxito los desplazamientos con un
mínimo de entrenamiento y esfuerzo. Algunos, sin embargo, recordarán sus
proyecciones, aunque lo más probable es que tengan éxito después de muchos intentos.
Trabajar a través de la mente dividida para recuperar los recuerdos vividos fuera del
cuerpo carnal, es la clave para el éxito de las EFC. En la mayoría de los casos, no es la
técnica de proyección o las pocas habilidades que el sujeto tenga, las que provoquen las

73
fallas en el éxito de la proyección, sino el fenómeno de la comprensión del efecto de la
mente dividida en sí.
Algunos proyectores exitosos pueden dudar de mis teorías sobre la división de
la mente y su amplio efecto, porque quizás recuperaron las vivencias acaecidas durante
sus EFC. Ellos recuerdan salir de sus cuerpos conscientemente con su memoria
“grabando” o registrando una sola corriente de sucesos, que al parecer simulan ser
inquebrantables, y puede darles la impresión vívida de que en realidad han olvidado o
dejado atrás su cuerpo físico (y que, en cierto sentido, es así), pero no demuestra
evidentemente que lo han dejado completamente vacío.
Se podría decir: "¡Muchachos, tuve un proceso de proyección anoche y lo
recuerdo completamente, y mi mente se vino conmigo, y entonces salí! Viajé e hice
algunas cosas realmente buenas, y luego regresé a mi cuerpo y lo rememoré todo, tan
simple como eso, como cualquier otro hecho normal fijado por la memoria". Pero…,
pregunto: ¿es lo que realmente sucede, es tan simple como eso? ¿Es que todo este flujo
de recuerdos es tan pobre, tan carente de sucesos o eventos y capacidades naturales que
todos poseemos? ¿y sobre la técnica de la proyección, cómo es posible que la tasa de
fallos sea tan alta, asociada a la exteriorización consciente de la proyección? No, no
creo que sea así.
Es más lógico pensar que cuando logramos una proyección exitosa, de todo lo
que se recuerda desde la salida al reingreso, la memoria se limitará a grabar una
secuencia aparentemente constante a través de la proyección, de principio a fin. Los
proyectores simplemente creen que los recuerdos que logra la memoria desdoblada
simplemente sobrescriben las del cuerpo físico/etérico, en ese intervalo o período de
tiempo. La división mental todavía está ocurriendo, pero pasa completamente
desapercibida. Esto proporciona un solo recuerdo, al parecer intacto, del efecto de la
proyección desde el momento de la separación a su ensamblamiento - una secuencia de
recuerdos únicos para un solo período de tiempo. En este caso, sólo se ha perdido el
aspecto físico de la experiencia, en lugar del de la proyección.

Proyecciones Amalgamadas / Recuerdo de los


Sueños
Comprender y tener en cuenta la división mental nos lleva a recorrer un largo
camino hacia la interpretación del proceso de las proyecciones y los problemas con que
nos encontremos con el recuerdo de los sueños. Lógicamente, de dos o más conjuntos
de recuerdos para un solo período, las partes más vívidas serán las más recordadas.
Estas se almacenan en los pliegos superficiales del cerebro físico, por así decirlo, en
sustitución de las más débiles. Si hay fuertes elementos de cada conjunto de memorias,
sólo se retendrán o recordarán los fragmentos de las partes más intensas.
Contando las copias básicas reflejadas por el efecto de la mente dividida: (1)
recuerdo del sueño, (2) recuerdo etérico, (3) recuerdo en tiempo real, y (4) recuerdo
astral, tenemos la posibilidad de que ocurran tres diferentes divisiones de la mente
entre estas copias: una interna y dos externas. Esta lista no incluye las del cuerpo astral.
Tenga en cuenta que el cuerpo/mente físico despierto se convierte en el
cuerpo/mente etérico antes de que ocurra cualquier división mental. Así, el
cuerpo/mente físico no se cuenta como una entidad separada. Esto es porque cuando el

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cuerpo/mente físico está en estado de vigilia o despierto, todas las copias reflejadas se
encuentran completamente integradas y contenidas en él.

[Las líneas de tiempo (flujos de memoria) se muestran a continuación como:]

1. Recuerdo de los sueños (copia refleja). Primera grabación del flujo de memoria
inalterable.

División Mental #1 – División Interna

2. Recuerdo etérico (copia maestra). Segunda grabación del flujo de memoria


inalterable.

División Mental #2 – División Externa

3. Recuerdo en tiempo real (copia refleja). Tercera grabación del flujo de memoria
inalterable.

División Mental #3 – División Externa

4. Recuerdo Astral (copia refleja). Cuarta grabación del flujo de memoria inalterable.

Este esquema muestra cuatro flujos de recuerdos completamente separados,


registrados al mismo tiempo o simultáneamente en un único período de tiempo durante
una EFC. Han sido grabados en cuatro copias idénticas para un mismo período, los que
existen independientemente en cada uno de los diferentes niveles dimensionales. El
punto aquí es que la memoria concluyente y/o final resultante de un solo período de
tiempo durante una EFC (al final del proceso) puede provenir de varias fuentes, al ser
retenidas por el cerebro físico. Cualquiera de estas cuatro copias o todas en su conjunto,
son el fiel reflejo de la misma mente, y pueden aportar aspectos diferentes al resultado
de la memoria final.
Un punto importante a tener en cuenta es que el cuerpo/mente etérico está tan
estrechamente entrelazado con el cuerpo físico, que no encuentra problemas para
guardar sus recuerdos en él. Esto, puede causar dificultad a la hora de recordar lo
memorizado. Durante el estado de trance, por ejemplo, el centro de la consciencia
pensante se desplaza al cuerpo etérico, lo que permite al cuerpo físico entrar al sueño.
Sin embargo, si la mente etérica se desvela en el estado de trance, es capaz de grabar
una única secuencia de memoria intacta directamente en el mecanismo de
almacenamiento del cerebro físico.
La memoria etérica grabada del cuerpo/mente físico durante el estado de
trance, continuará en una sola secuencia o flujo de recuerdos ininterrumpidos e
intactos. Estos recuerdos se registrarán directamente en el cerebro físico, que, por lo
tanto, no permitirá que el doble proyectado interfiera con previos recuerdos
pregrabados, lo que implicaría sobrescribir precedentes recuerdos grabados y
almacenados (recuerdos reales) con otro set para el mismo período. Y entonces este
fenómeno puede ser inaceptable para el mecanismo de almacenamiento de la memoria
del cerebro físico.

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Si la proyección se produce durante el estado de trance, y la mente etérica
permanece despierta durante algún tiempo después de la exteriorización, el reingreso es
crucial y debe ser operado de manera inteligente para capturar y descargar los
delicados recuerdos del doble proyectado en los niveles accesibles del cerebro físico
durante la reintegración. Pero los recuerdos de la proyección son generalmente más
fáciles de recuperar del estado de trance o semitrance que los que la mente
físico/etérica grabó en el estado de sueño profundo.

Altos Niveles de División de la Mente


Mi experiencia indica que los órganos sutiles superiores, que operan por
encima del nivel astral, pueden sufrir procesos similares de división mental, con
propiedades semejantes, como sus contrapartes inferiores. Estos, sin embargo, operan
en niveles muy superiores y más abstractos de la consciencia. No es mi intención
complicar deliberadamente el tema mencionado aquí (creo que me he explayado lo
suficiente como para que eso quede claro). "Cuanto más nos alejamos del universo
físico, (dimensionalmente hablando), todo se convierte en más bizarro, extraño y
complicado".
Esto demuestra, creo, las enormes dificultades inherentes al suceso de la
proyección en los niveles dimensionales que están por encima de los planos astrales, y
de poder recordar las vivencias después de los hechos. Hay que recorrer un largo
camino inexplorado para tratar de explicar someramente por qué las proyecciones en
las dimensiones más sublimes son prácticamente desconocidas. Y, no olvidemos que
además estamos tratando con múltiples copias de la mente subconsciente, y varios
estados alterados de la consciencia.
Creo que es suficiente hacer frente solo al estudio de los niveles más bajos de
la mente dividida y de sus efectos sobre las EFC y el almacenamiento de las imágenes
en la memoria. Los niveles más altos se pueden descartar por ahora. De todos modos,
cualquier detalle por encima de los planos astrales está bastante fuera de alcance de la
mayoría de los proyectores.
Los problemas de la reintegración y la recuperación de las imágenes grabadas
en la memoria surgen a partir, principalmente, de las dos primeras mentes divididas.
Estas fragmentaciones, indudablemente, causan problemas similares en los niveles más
altos de proyección. Todos los recuerdos de proyección, no importa en qué nivel se
generen deben eventualmente ser descargados en el cerebro físico de la misma manera,
con el fin de ordenarlos en el nivel base de la consciencia.
Las complicaciones que surgen al descomponer todo este proceso de la
división mental de principio a fin, son asombrosas. Si bien ciertamente esto es algo a
considerar, es sin duda un tema que nos dará dolores de cabeza, y no es del todo
relevante a los niveles normales de proyección.

4. Las Complicaciones de la Consciencia


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Un examen más detallado del efecto de la mente dividida, nos conduce a un
concepto por demás interesante: y es que la mayoría de la gente probablemente tenga
éxito en la proyección consciente, incluso en los primeros intentos. Aquellos que se
animan a llevar a cabo una EFC y atraviesan las sensaciones relacionadas con los
síntomas de la proyección, como el trance lento, latidos acelerados del corazón,
vibraciones, celeridad en la zona dorsal, etc., habla muy probablemente de
proyecciones fuera del cuerpo exitosas. Y es que simplemente no somos conscientes de
ellas en ese momento, y la causa primordial es el desvanecimiento de los recuerdos
consecuentes al efecto de la mente dividida y los problemas de la recuperación de la
memoria perdida.
Una teoría popular habla de que las proyecciones y desdoblamientos nos
ocurren todas las noches, para así poder jugar, experimentar y explorar, aprender y
hacer todo tipo de prácticas sutiles, tal como si fuéramos nutrias astrales dentro de un
océano universal. Entonces, ¿por qué el 99 por ciento de la gente no logra retener
recuerdos de ningún tipo con respecto a sus experiencias fuera del cuerpo? ¿Dónde
están perdidas esas imágenes? ¿Si los proyectores promedio se acuerdan de un
desdoblamiento de entre cien, entonces seguramente de esa única proyección exitosa
podrían obtener algún recuerdo de entre noventa y nueve experiencias olvidadas?
También es bastante común que los proyectores tomen consciencia en la mitad del
trayecto, al lograr proyecciones astrales rápidas, omitiendo la salida y la primera parte
de la proyección, por completo. ¿Seguramente tendrían un recuerdo de los sucesos
obtenidos durante la primera mitad de la experiencia? La simple verdad es que esto
muy pocas veces sucede.
Si usted ha permanecido en la dimensión astral durante una hora, y de repente
se da cuenta de que está en ese universo, nunca tendrá ningún recuerdo de lo que ha
estado haciendo durante esa hora antes de que tenga plena consciencia. En cierto modo,
esto es como despertar en el astral y hacerse cargo del cuerpo sutil, que parece haber
estado operando de forma independiente hasta ese momento. Las vivencias de lo que
habría estado haciendo durante la hora anterior, se pierden a partir de ese momento.
¿Son estos los síntomas de una reintegración al cuerpo sutil y el problema de la
recuperación de la imagen de la memoria, pero en el plano astral?
La mente se perturba ante las posibles complejidades de las relaciones
interdimensionales del cuerpo sutil, con sus conflictos energéticos. Además, se deben
tener en cuenta los problemas de compatibilidad que puedan surgir entre los diferentes
niveles de consciencia, de comprensión o entendimiento, y el intercambio de memoria
entre ellos. Y no olvidemos los problemas básicos de reintegración y de naturaleza
voluble o veleidosa de la descarga de las imágenes e impresiones de la memoria espejo
dentro del único medio permanente de almacenamiento, y que todos los cuerpos sutiles
comparten, abarcando íntegramente los aspectos de la mente dividida: el modesto
cerebro físico. Las experiencias acaecidas fuera del cuerpo, eventualmente, deben ser
descargadas en el cerebro físico, en un formato básico de nivel comprensible, si se trata
de regenerar sucesos revocables o interpretables.
Si examinamos casos históricos, (más adelante he plasmado varios ejemplos),
se encontrará con que todos los comienzos de proyección, desde el principio, suceden
como si realmente se tratara de la primer EFC. Los proyectores nunca tienen a su
disposición los recuerdos del universo astral vivido, incluso si de repente experimentan
proyecciones astrales que se han estado repitiendo por algún tiempo. Se acordarán de

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las proyecciones exitosas seguro, pero absolutamente nada de sus noventa y nueve
fracasos, en todas las otras noches cuando acaba de dormirse. Poca gente afirma que la
experiencia contradice esta hipótesis. Considero que los sueños y la imaginación
hiperactiva dan cuenta de ello.
Entonces, ¿qué les pasa a todos estos recuerdos perdidos del astral y del nivel
superior? ¿Se descargan en sectores inaccesibles de la mente subconsciente y/o se
esconden en lugares donde hasta el nivel más profundo de la hipnosis no puede
sacarlos? ¿Por qué si logramos salidas conscientes exitosas, nos proporcionan
recuerdos vívidos y duraderos, mientras que de las otras noventa y nueve proyecciones
inconscientes no sabemos nada?
Parece posible que una intrusión en el nivel básico de la consciencia (la mente
físico/etérico en su estado de vigilia normal) dentro del doble astral, provoque que ese
nivel de consciencia descienda bruscamente. Esto hace que el nivel astral de
consciencia se revierta a un aspecto inferior y se integre al nivel básico de la
consciencia. El nivel más bajo y más grosero o vulgar de una unidad de consciencia se
manifiesta, en todos los casos, y es mucho más bizarro que cualquier nivel o aspecto
superior de esa misma unidad de consciencia (unidad de consciencia = la persona en su
totalidad o “el ser”).
Cuando está presente, el nivel básico reemplaza cualquier nivel superior de
consciencia y sobrescribe los recuerdos devenidos de forma independiente en los
niveles de consciencia superiores. Esto es lo que creo que ocurre cuando los niveles
superiores e inferiores de la consciencia se reintegran junto a cualquier nivel
dimensional. El nivel básico más grosero simplemente reemplaza y sobrescribe el nivel
más sutil. La proyección continúa desde ese punto en el nivel básico de la consciencia,
para su comprensión, y claramente reemplaza las experiencias y recuerdos acontecidos
en los niveles superiores.
Los recuerdos de más alto nivel todavía existen después de este evento, pero
se los graba en niveles inaccesibles de la memoria y la mente subconsciente (creo). El
efecto general es que una proyección continúa desde ese momento como si acabara de
empezar. Esto ocurre si la reintegración se produce en el extremo inferior de la escala
(al despertar en el cuerpo físico) o en un nivel superior, por ejemplo, en el cuerpo
astral, cuando el proyector de repente se da cuenta y se despierta dentro de la
proyección misma del cuerpo astral. El nivel más bajo de la consciencia siempre anula
y sustituye cualquier nivel superior de la misma y efectivamente borra todo rastro de
recuerdos en el momento de la reinserción.
Esto mismo parece ocurrir en todo el transcurso de la reintegración en tiempo
real del doble proyectado en su contraparte física. El doble en tiempo real contiene los
recuerdos de las experiencias superiores dentro de él. Por lo tanto y repitiendo, la suma
de los recuerdos de los niveles más altos de la experiencia, generalmente se pierden,
descargándose en niveles inaccesibles de la memoria y la mente subconsciente. Esto
muestra que hay un problema inherente al suceso de la reinserción: descargar y
almacenar las imágenes de los recuerdos en los niveles accesibles del cerebro físico. De
forma predeterminada, las imágenes de los recuerdos deben ser accesibles al nivel
básico de la consciencia despierta, ya que se almacenan en ellos, si han de ser
reconocidos por el cerebro físico como datos o sucesos recuperables. No encuentro
mejores palabras para hacerme entender.
Si bien creo que es poco probable que sea un proceso continuo durante cada
estado dentro de la narcosis, parece posible que el doble proyectado y todos sus yoes

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superiores puedan llevar consciencias separadas mientras están fuera de su cuerpo
físico. Puede ser, como comúnmente se cree, que continuamente se acumulen recuerdos
de experiencias en los niveles básicos de la consciencia. El cerebro físico no es capaz
de recuperar ni almacenar imágenes de los niveles superiores, a menos que se
conviertan primero en formatos simples de nivel básico. Como apoyándome en una
muy áspera conjetura, yo diría que menos del uno por ciento de los recuerdos
experimentados en el alto nivel, son potencialmente accesibles para el cerebro físico en
el nivel básico de la consciencia.
El gran factor limitante de vivir una existencia multidimensional, sería la
disponibilidad de energía en todos los aspectos superiores proyectados. Se necesita
mucha de ella para sostener la integridad de un doble proyectado. Y haría falta más, (lo
que requiere un alto nivel de desarrollo energético), para mantener simultáneamente
cantidad de copias de consciencias despiertas en múltiples niveles dimensionales.
Las evocaciones provenientes de la consciencia de niveles superiores, no
llegan siquiera a poder estar en sintonía con lo que el cerebro físico es capaz de
reconocer y almacenar como recuerdos viables. Este factor hace que las experiencias de
vivencias completas de alto nivel se guarden profundamente dentro de la mente
subconsciente (nuevamente creo). Las únicas experiencias de alto nivel que se pueden
almacenar en forma de recuerdos recuperables, son las que el cerebro físico es capaz de
reconocer y convertir en un formato de nivel básico y entendible para nuestra torpe
psiquis.
Yo creo que la suma de factores abstractos, tales como actos metafóricos,
símbolos, imágenes y sentimientos que a veces son recordados después de una EFC de
alto nivel o de sueños deslumbrantes, son una señal clara de que participamos de
experiencias extraordinarias, en lugar de tipos más reconocibles de EFC comunes y
recuerdos de sueños tradicionales. Si esto es cierto, deberemos atravesar un largo
camino para entender la naturaleza abstracta y metafórica de las EFC proféticas, y/o
sueños fascinantes, y porqué realmente son tan difíciles de entender e interpretar. El
cerebro físico sólo es capaz de almacenar los recuerdos experimentados de los que sea
capaz de interpretar y procesar.
La fina capa superficial de los recuerdos que pueden resultar de las
experiencias de alto nivel, son la interpretación que el cerebro físico da de los niveles
superiores más abstractos en dimensiones más puras, mientras estamos operando en un
nivel superior de la consciencia. He descubierto que cuanto mayor sea el nivel de
consciencia alcanzado, y dentro de una dimensión superior, mayor será la respuesta
abstracta y metafórica.
Los sueños normales y los lúcidos también pueden verse afectados por
experiencias de alto nivel. Dichas experiencias pueden no ser capaces de descargarse
en los niveles accesibles de la memoria, pero van a incidir en los recuerdos y afectarlos.
Si estos sueños son recordados, elementos significativos y proféticos a menudo se
encontrarán dentro de ellos. Esto es muy similar en lo que hace a la causa y el efecto en
cuanto a cómo episodios de pulsaciones akáshicas (véase el capítulo N° 5) a menudo
dejan fragmentos atormentadores y angustiosos de imágenes metafóricas dentro de
recuerdos de sueños normales. Entonces, se deduce que la importancia de recordar lo
soñado no deja de ser importante.
Esto plantea la posibilidad muy real de que la proyección consciente provoque
un desplazamiento del nivel de consciencia básico (normal despertar de la consciencia)
en cuerpos sutiles superiores. Y puede redundar en ser lo único que permita recuperar

79
cualquier recuerdo preexistente de los niveles superiores, a los fines de ser capturado y
descargado en el cerebro físico.
Para empezar a trabajar en torno a las complejidades de este evento, se
necesita un desarrollo energético serio, espiritual y psíquicamente hablando. También
se requiere de una mayor introspección sobre el sistema de creencias de cualquier
aspirante a operar en el alto nivel. Los proyectores de alto nivel deben ser capaces de
ordenar todas sus experiencias, así como un niño pequeño lo hace al crecer, sin
prejuicios ni ideas preconcebidas. Se debe aprender a observar a través de la inocencia.
Para este propósito, vuestro sistema de creencias debe ser pulido hasta incluir todo lo
nuevo que se pueda experimentar.
Cada experiencia debe aceptarse simplemente, tal como dije, lo hace un niño,
que no se le explica con palabras complicadas el fenómeno por ejemplo de la muerte,
de acuerdo con nuestros dogmas, como los adultos tan a menudo tienden a caer. Un
sistema de creencias equivocado sólo ciega y bloquea la posible ascensión a los altos
niveles. Las realidades dimensionales superiores simplemente no pueden
experimentarse, si estas realidades son contradictorias al propio sistema de creencias
arraigadas en el buscador.
Esto nos ayudará a explicar algunas de las enormes dificultades que pueden
encontrarse cuando se opera en niveles dimensionales por encima del plano medio
astral. Parecería que una salida plenamente consciente del cuerpo físico sería el
requisito más básico para una proyección consciente de alto nivel. Un desplazamiento
totalmente consciente del cuerpo astral, de allí a los altos planos astrales, y de allí al
cuerpo mental y planos mentales y así sucesivamente, también aparentarían ser
requisitos básicos para operar en los diferentes niveles dimensionales.
Estos requisitos básicos parecen ser la única cosa que permite a los
proyectores conscientes traer de vuelta algo que se parezca someramente a recuerdos de
los niveles superiores, incluso si lo son de las capas superficiales. Evocaciones
obtenidas a través de un nivel elemental mientras se opera a un nivel más alto, pueden
ser reconocidas por el nivel básico de la consciencia. Tenga en cuenta que esto no lo
hará superar las dificultades encontradas en las naturales imágenes retóricas y
metafóricamente abstractas de los altos niveles en todas las existencias superiores,
comparadas con el nivel básico de la consciencia. Los recuerdos de las capas
superficiales de los altos niveles almacenados en formatos básicos o elementales
seguirán siendo abstractos y difíciles de entender para la consciencia básica.

80
5. Visión Astral
Hablando del cuerpo en tiempo real o de la visión astral, diremos que es un
cuerpo sutil que posee la habilidad que permite a los proyectores ver a través de los
párpados cerrados, e incluso a través de cualquier barrera física (véase el capítulo 1).
Los proyectores con frecuencia, tienen experiencias de este fenómeno durante el
preludio de las EFC y durante episodios de parálisis en vigilia. También puede ocurrir
durante el estado de trance, debido quizás a la generación interna parcial del doble
proyectado en tiempo real.
El propio cuerpo etérico, mientras esta adosado firmemente al cuerpo físico,
también parece ser capaz de desarrollar en tiempo real habilidades astrales
independientes a través de la vista, en circunstancias adecuadas. Este es un efecto
complejo de la división de la mente que se produce más comúnmente después de que el
doble proyectado ha realizado su desplazamiento, y durante los episodios de parálisis
en vigilia.
La calidad de estas habilidades es extremadamente variable. Parece depender
del desarrollo bioenergético, y de aptitudes naturales. Muchas personas, cuando
experimentan la visión en tiempo real, no se dan cuenta de que sus ojos físicos
permanecen cerrados en esa circunstancia, o que están viendo a través de sus colchas, a
menudo en una dirección contraria de donde su cuerpo físico está orientado.
En realidad, se puede hablar mucho más de los efectos de la visión astral en
tiempo real de lo que parece. A menudo puede suceder que una parte del cuerpo sutil
observa desde dentro de los confines del cuerpo físico; pero los cuerpos sutiles no
contienen órganos funcionales de los sentidos, ni copias tampoco (véase el capítulo 7).
Todo lo que vemos a través de esta forma, se puede describir mejor como percibido
directamente por los sentidos de la mente del cuerpo sutil en cuestión. Los cuerpos
etéreos y en tiempo real, una vez generados internamente y parcialmente liberados de
las limitaciones de su par físico, son capaces de percibir la energía directamente y de
interpretarla de una manera visual.
Aunque la separación o desplazamiento de los cuerpos sutiles sea todavía
parcial, el cerebro físico comparte percepciones inmediatamente. Bajo estas
circunstancias, la visión externa del cuerpo es compartida simultáneamente por el
centro de visión del cerebro físico. Por lo tanto, se percibe como si lo visto fuese a
través de los ojos físicos. Estas percepciones visuales, aunque técnicamente
experimentadas fuera del cuerpo físico, causan inmediatos reflejos que se configuran e
interpretan en el cerebro físico. En cierto modo, se puede decir que en las percepciones
fuera del cuerpo y la memoria oculta, tienen lugar intercambios y comparticiones,
causando la visión directa y su memorización dentro del cerebro físico.

Proyección del Ojo Remoto

81
La proyección de ojos remotos es un término que uso para otra complicación
de la consciencia y de la mente dividida. Un punto remoto de la consciencia puede
proyectarse fuera del cuerpo físico sin que ningún tipo de proyección normal sea
detectada o incluso que parezca tener lugar. Esto sucede de vez en cuando de manera
espontánea en una persona despierta que este muy cansada, pero también puede ocurrir
durante los estados de sonambulismo o de trance profundo. Los proyectores
accidentales de ojos remotos están siempre muy cansados y transitando justo al borde
de la entrada al sueño, lo que obliga a mantenerse despierto. (Normalmente hay otra
persona involucrada, sosteniendo al proyector de ojos remotos, despierto).
La persona cansada, de repente ve una escena remota muy claramente, como
si observara con los ojos físicos. Puede ser una escena en tiempo real bastante cercana a
la ubicación actual del proyector en el mundo físico. Los proyectores de ojos remotos
son por lo general, pero no siempre, capaces de ver en todas las direcciones a la vez.
También suelen ser conscientes de tener localizados los ojos remotos en cualquier parte
del cuerpo o de la mente, a pesar de que son plenamente conscientes de su cuerpo físico
y su entorno. También por lo general tienen una influencia limitada sobre el
movimiento de sus ojos remotos, si es que se da el caso.
Nótese aquí que la proyección de ojos remotos ocurre mientras el cuerpo
físico y la mente estén despiertos y funcionales, aunque sólo sea un poco. El cuerpo
físico es todavía capaz de movimientos lentos, incluso de pararse y caminar e ir al baño
- especialmente si el proyector tiene un poco de experiencia en operar en estado de
trance profundo. Hablar es posible, pero requiere esfuerzo y por lo general se farfulla o
balbucea. Sin embargo, los proyectores son totalmente capaces de contar o de dar a
conocer su experiencia de movimientos y de percepción a través de sus ojos – si es que
pueden permanecer conscientes el tiempo suficiente para lograr esto. La visión desde el
ojo remoto puede ir y venir, sobre todo si los proyectores accidentales de ojos remotos
intentan emprender una actividad que requiera más de una atención parcial.
Las proyecciones de ojos a distancia o remotos son menos dramáticas y, por
tanto, asociadas exánimemente con EFC normales de proyecciones espontáneas, lo cual
no implica una rareza. Son causadas, estimo, por la proyección en tiempo real de una
“versión” ordinaria y de muy baja energía del cuerpo etérico, a través de una mente
dividida apenas perceptible. Una débil exégesis del doble en tiempo real es proyectada,
o, podríamos decir más acertadamente “expulsada”, a partir de un cuerpo físico y
mental fatigado en exceso, ya que literalmente, no puede mantenerse unida por más
tiempo. El ojo remoto (doble proyectado) hará, si se aplica el esfuerzo suficiente, que
se responda con lentitud o perezosamente a la voluntad del ojo remoto del proyector
despierto. Esto es más una influencia que un control. Si se lo deja a su libre albedrío, el
ojo remoto continuará moviéndose, cambiando de dirección e incluso volando a veces,
completamente bajo su propia voluntad. Este último factor indica fuertemente que el
fenómeno del ojo remoto tiene su propia copia de la mente, aunque tal vez más débil o
una reflexión de la original.
El efecto de la mente dividida es muy evidente en este caso. Los proyectores
claramente se perciben a sí mismos como existiendo en dos lugares simultáneos pero
separados. En esta fase, cada parte no es consciente de los pensamientos de la otra y
ninguna respuesta astral es evidente entre ellas. Y acertadamente, puede ser llamado
como un tipo genuino de experiencia fuera del cuerpo, aunque el proyector esté
plenamente consciente de encontrarse dentro de los límites de su cuerpo físico en todo
momento.

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La siguiente es una proyección típica del caso de ojos remotos:

Es tarde y estoy muy cansado. Los ojos me pican como si estuviesen secos y
se sienten como de plomo, y tengo que esforzarme en mantenerlos abiertos. La
habitación está poco iluminada, con sólo un haz de luz de luna entrando por la ventana.
Únicamente puedo distinguir las formas oscuras de los muebles que están a mi derredor
en la sala. Siento mi cuerpo pesado con síntomas de estar atravesando un trance
manifiesto. Si me pongo de pie, me siento como que estoy caminando sobre mullidas
almohadas, aunque no puedo sentir mis piernas en absoluto. Sé que todavía están allí y
puedo utilizarlas si lo intento. Advierto un cosquilleo que me penetra hasta los huesos a
lo largo de mi cuerpo físico, cada vez que me muevo. Mis ojos se entrecierran un poco,
y de repente me doy cuenta de que puedo ver con claridad desde un punto remoto fuera
del cuerpo. Ahora mis ojos remotos (distantes) están flotando por sobre el camino,
cerca de casa.
Puedo ver en todas las direcciones a la vez. Y todavía soy consciente de
escuchar a mi amigo que habla, y de que murmura algunas preguntas cortas aquí y allá,
cuando le contesto. Incluso puedo hablar y mover mi cuerpo físico, en cierto modo. Si
me esfuerzo un poco, y hago una respiración profunda, orientando mi atención de
nuevo a la habitación y la conversación, mi visión remota de la sala y de lo que la
circunda, fluctúa de un lado a otro. Cada vez que esto sucede, siento un efecto de
hundimiento en el estómago y en el pecho, como la percepción que nos provoca una
avioneta cuando atraviesa un pozo de aire. Esta es la misma impresión que se obtiene
cuando el reflejo de la proyección comienza a surtir efecto, justo antes de la separación
de su cuerpo físico.
Puedo sostener esta, mi visión remota, si me relajo y me concentro en ella con
los ojos cerrados, pero también puedo ver el mismo paisaje, superpuesto en la
oscuridad, aunque no tan claro, si mis ojos se abren. Esta visión remota es exactamente
la que sucede y trasciende, si estuviera en realidad proyectado en tiempo real. No estoy
realmente allí, pero estoy viendo desde allí. Si me zambullo lento pero profundamente
dentro del sueño, me siento a mí mismo traslocando a la ubicación remota, en tiempo
real. Cuando esto sucede, mi mente viene conmigo. Me desplazo a mi cuerpo físico otra
vez, si mi amigo me toca el brazo o me habla. Mientras me centro en mis ojos a
distancia, siento como que estoy conectado a algo así como una cámara de TV, y mis
ojos son pequeños televisores que reciben lo percibido desde allí. El control de mis ojos
remotos es difícil, pero creo tener una ligera influencia sobre ellos.

Este tipo de experiencia suele ocurrir de forma espontánea, a pesar de que yo


he tenido algún éxito al recrear las condiciones necesarias y auscultando
deliberadamente sobre este efecto. Si no estoy con otra persona que permanezca atenta
para mantenerme despierto, me adentro en la proyección de los ojos a distancia con
bastante rapidez. Es un estado de muy delicado equilibrio y difícil de sostener por
mucho tiempo, incluso con asistencia. Si me permito quedarme dormido, la experiencia
se convierte, inevitablemente, en una proyección en tiempo real y sin eminentes
sensaciones de separación o desdoblamiento.
En mis proyecciones con ojos remotos, nunca he experimentado el despertar
con parálisis, mas sólo pesadez física y cierta dilación. Tengo no obstante la capacidad
de pensar, hablar y mover mi cuerpo físico, aunque muy lentamente.

83
Es muy posible que las proyecciones de ojos remotos impliquen un tipo
diferente de desdoblamiento, relacionado con el nivel de energía del doble proyectado
en tiempo real que se genera normalmente durante una EFC. Esto puede ser más como
un doble reflejo en tiempo real, en lugar de un desplazamiento completo. También es
posible que cuando el cuerpo físico esté fatigado en exceso, genere internamente una
energía algo débil como para llevar a cabo el desdoblamiento en tiempo real, como un
requisito derivado y en relación al nivel de cansancio. Éste entonces se desplaza si el
cuerpo físico se mantiene semidespierto durante un tiempo prolongado.
Por otro lado, si el cuerpo físico se sumerge en el sueño durante unos breves
segundos, siendo que se encuentra extenuado, se produce un desdoblamiento
inmediato. Esto puede explicar la falta de sensaciones relacionadas a la exteriorización,
o la carencia de recuerdos de las mismas. La división de la mente es bastante evidente
aquí, con la consciencia residiendo tanto en el cuerpo/mente físicos como en su doble
proyectado, al mismo tiempo. Cada parte actúa independientemente de la otra, con el
cuerpo físico recibiendo información de la conexión visual de sus ojos remotos; algo
así como una segunda impresión. El centro de la consciencia fluctúa entre ambos
cuerpos, afianzando el fuerte e íntimo vínculo entre ellos.
La conexión visual entre el cuerpo físico despierto y sus ojos remotos es más
probable que se realice o fluctúe a través del cordón de plata, tal como sucede con
cualquier otro tipo de proyección; no obstante, también la fuente de energía del
entrecejo o de la frente es muy probable que participe aquí. La mente físico/etérica
despierta pero en trance puede considerarse como una transmisión de visión remota en
tiempo real desde su doble proyectado, a través de su cordón de plata. Si estoy aquí,
recibo esta visión a través de mi mente físico/etérica en mis ojos mentales, de una
manera muy similar a cómo se ven las visiones mentales a través de los ojos
clarividentes.
Este tipo de experiencia también apoya mi teoría de que la copia original de la
consciencia en el cuerpo físico se conserva firmemente en su interior, pero también se
encuentra energéticamente conectada con su aspecto proyectado en todo momento.
Esto sugiere que cualquier otro tipo de estado fuera de la proyección, entiendo, tiene
propiedades básicas similares, aunque éstas pueden no ser tan evidentes ni tan
claramente percibidas.
Las proyecciones de ojos remotos también añaden peso a mis teorías sobre el
efecto de la división de la mente, siendo que la EFC puede ocurrir en cualquier
momento durante el estado de trance, a menudo sin que se note. La mente físico/etérica
permanece despierta y funcional, pero sigue siendo totalmente inconsciente de que la
proyección se encuentra en pleno desarrollo. A menudo, esto, creo yo, pasa en las
personas durante la meditación, por lo general sin que sean conscientes de ello en ese
momento.
Hay algunos otros factores más sutiles que contribuyen al proceso durante una
proyección de ojos remotos. Cuando las personas están extremadamente cansadas, sus
ondas cerebrales se enlentecen y sus cuerpos físicos se sienten pesados, confusos, y
flemáticos. Estos son los síntomas clásicos del estado de trance. El trance completo es
el estado ideal no sólo para la proyección, sino también para las visiones clarividentes.
Voluntad y esfuerzo mental son requeridos para forzar a los músculos de los
ojos y los párpados agotados a responder y ayudar a focalizar y enfocar la consciencia
en el área central de los ojos y la frente. Cuando estos músculos no están funcionando
correctamente, la mayor parte del esfuerzo que se ejerce para abrir los ojos, provoca

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una fuerte acción del cuerpo consciente, localizada en el área de los ojos y la frente. El
centro de la frente (tercer ojo) se encuentra en esta misma zona.

Fig. N.º 4. Ojos cansados provocan la


acción de elevación, demostrando el efecto
de la consciencia sobre las entre cejas.

El centro de la frente está íntimamente conectado con los ojos y con el centro
de la visión del cerebro, con todos los demás tipos de visiones no físicas, y con muchos
aspectos de proyecciones diferentes (tipo tubo), por ejemplo. (Más adelante explico
este fenómeno en detalle). Obligar a los ojos cansados a permanecer abiertos, estimula
el centro de la frente con bastante eficacia, y da energía a las capacidades clarividentes
desarrolladas o naturales, facultades que el centro de la frente tiene. El estado de trance
profundo también causa un natural aumento de flujo de energía en todo el cuerpo
físico/etérico, energía que se yuxtapone a disposición del centro de la frente, dando un
apoyo energético más fuerte de lo habitual a los circuitos. Esta combinación de
aumento del flujo de energía y la estimulación del centro de la frente es generalmente
suficiente para incitar al centro de la frente a que se focalice en modo energéticamente
receptivo.

El Vínculo Faltante
No hay nada de simpleza en el tema de las EFC. Hay muchas alteraciones
sutiles posibles. En este capítulo se ha descripto solo una variación de un área sombría
en alguna parte entre la proyección y la clarividencia. Podríamos describir más
adecuadamente este tipo de experiencias de esta forma: visualización remota en tiempo
real.
Las proyecciones que caen dentro de esta categoría, a menudo implican claras
percepciones de la dualidad, con la consciencia a menudo fluctuando entre la
contraparte física y su aspecto remoto en todo el proceso que dura el ensayo. Las
experiencias de proyección de ojos remotos tienen un aspecto diferente, si las
relacionamos o comparamos con las del tipo más común de proyección. También su
proceso es mucho más mental y energético y puede prolongarse durante cualquier
período de tiempo, lo cual no es sorprendente si se tiene en cuenta el estado fatigoso
necesario del cuerpo físico y mental para que este fenómeno tenga lugar.

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6. La Parálisis en Vigilia
La parálisis lúcida o insomne (también llamada “parálisis post sueño”) es muy
común: se despierta uno paralizado, o de repente nos atrapa una parálisis mientras nos
relajamos o tratando de conciliar el sueño - pero al mismo tiempo estando despiertos.
La mayoría de la gente probablemente ha experimentado este fenómeno en algún
momento, lo que puede dejar una huella aterradora, ya que la causa es siempre ignorada
por nosotros. La parálisis es un síntoma bien conocido, asociado con experiencias
extracorpóreas; las proyecciones naturales suceden más a menudo de lo que uno cree, y
son consecuentes en generar habituales ataques de tullidez, insensibilidad o incluso
adormecimiento frecuente en vigilia, especialmente durante la adolescencia o alrededor
de los veinte años de vida.
Esta peripecia la sufrí muy a menudo durante mi infancia y mi adolescencia.
Poco a poco fueron disminuyendo en asiduidad en los años subsecuentes, pero sólo
después de que comenzara con el desarrollo energético regular, y entonces aprendí
cómo proyectarme sin sufrir esta desventura. Todavía me sucede esto de vez en
cuando, un par de veces al año. Despertar paralizado es extremadamente complejo y no
es sencillo encontrar una explicación válida que nos clarifique sus causas. Las dos
teorías más populares son la disociación y la proyección espontánea.
Disociación: La explicación científica general es que el cerebro se
disocia de su cuerpo físico durante el sueño; es así que, al entrar en ese estado,
ostensiblemente, lo hace para defender al cuerpo físico de posibles daños, imitando sus
acciones oníricas y auto perjudicándose. Despertar en parálisis se dice que ocurre
cuando la mente despierta accidentalmente en el interior de su cuerpo disociado y
dormido. Esta explicación tiene algún mérito, ya que el cuerpo físico se separa
progresivamente de su mente en el transcurso del sueño, y durante el estado de trance.
Sin embargo, no creo que esta explicación abarque todas las respuestas.
Entrando en el estado de trance es cuando se perciben los primeros síntomas
de disociación; mientras más profundo es el estado de trance logrado, más difícil se
vuelve el movimiento. Pero la disociación acontecida a través del estado de trance
viene despacio, gradualmente, a través de varios minutos. Despertarse con parálisis, por
otro lado, sucede muy rápido, normalmente dentro de sólo un par de segundos. Y nunca
he experimentado la parálisis completa despertándome durante el estado de trance; ni
siquiera durante la catalepsia virtual en el estado de trance profundo.
Proyección espontánea: La explicación más popular es que el suceso de
despertarse con parálisis es causado solamente por una proyección espontánea; más

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específicamente por una proyección que está a punto de ocurrir o está iniciándose.
Muchas personas recomiendan, debido a esto, que cuando uno es víctima del despertar
paralizado, trate de tranquilizarse y de intentar relajarse, para poder así convertir este
desagradable episodio en una EFC completa. Esta explicación también tiene mérito,
porque el efecto de la parálisis ciertamente parece tener relación con algunos aspectos
de la proyección.
Sin embargo, en mi opinión, el hecho de despertarse paralizado es provocado
por una complicación de la consciencia, donde contribuyen muchos otros factores. Yo
pienso que es más complejo de lo que normalmente se cree.
A menudo, despertar paralizado no está acompañado de vibraciones u otras
sensaciones de desdoblamiento relacionadas con la proyección. Casi siempre y sin
razón aparente, la gente de repente se encuentra paralizada mientras se relaja, o al tratar
de conciliar el sueño, o bien se despierta encontrándose paralizada. Todo está callado y
tranquilo y no se tienen sensaciones relacionadas con una proyección (vibraciones o
rápidos latidos del corazón); sólo nos encontramos de repente e inexplicablemente
paralizados.
Mucha gente (incluido yo mismo) puede detectar la aparición de un episodio
de parálisis en vigilia, especialmente cuando estamos en presencia de un estado de
relajación y todavía despiertos. Sentimos una sensación casi irresistible e irrevertible de
hundimiento antes del inicio de la parálisis. Esto sucede muy rápidamente, quizás con
un par de segundos de advertencia. Mientras que la sensación de hundimiento puede ser
tomada como un síntoma relacionado a una proyección, esta es a menudo la única
experimentada durante todo el episodio de la parálisis.
La mayoría de los acontecimientos de parálisis, en mi opinión, se producen
después de realizarse o hacerse efectivo el desdoblamiento de una proyección. La
parálisis completa en vigilia no puede ocurrir antes del hecho en sí de la proyección.
Así que, ¿por qué no hay sensaciones de desplazamiento relacionadas a un
desdoblamiento por lo general experimentado durante la parálisis en vigilia? La más
lógica respuesta es que la proyección natural y espontánea ya se ha producido, y las
sensaciones relacionadas a la salida ya han acontecido, o se han perdido por completo
debido al efecto de la división de la mente. La víctima, estando dormida, se despierta
paralizada, mientras que una EFC está en curso, pero los síntomas son tan leves y
suceden tan rápido que pasan desapercibidos, como con lo que sucede con el ojo
remoto en una proyección (véase el capítulo N° 5). La mente físico/etérica se despierta
dentro de esta disociación (división mental), paralizando su cuerpo físico durante la
EFC, mientras que su doble proyectado está fuera y sobre él.
Cuando se experimentan síntomas de desplazamiento sólo al comienzo de un
episodio de parálisis en vigilia, apostaría seguramente a que una proyección espontánea
se está llevando a cabo en ese momento. La salida de la proyección se ha perdido
debido al efecto de la mente dividida. Esto ha dejado a la mente físico/etérico del
proyector (copia original) completamente despierta y paralizada durante el resto de la
proyección. El desdoblamiento en sí está causando la parálisis en vigilia.
Mientras que algunas de las víctimas de este efecto (parálisis en vigilia),
afirman tener éxito en su conversión a una proyección completa, la gran mayoría no lo
consigue. Casi todas las personas tienen un profundo miedo a la hora de experimentar
este proceso de mutación. Los que tratan, usualmente fallan, incluso si son
experimentados avanzados y con comprobada experiencia. Por lo general, se
encuentran allí paralizados hasta que termina el propio suceso, o hasta que se las

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arreglan para mover una parte de su cuerpo físico, y, por lo tanto, salir de ella. En este
caso, el resultado es la proyección malograda, obligando a su doble proyectado a volver
y reintegrarse. Esto da por finalizada la parálisis, pero hace que los recuerdos de su
doble proyectado se pierdan en el proceso.
Si la parálisis es causada por una proyección ya en curso, como sugiero,
entonces obviamente no será posible continuarla. Esto puede explicar la altísima tasa
de fracasos en los intentos de convertir la parálisis en vigilia en una EFC completa.
Si un episodio de parálisis en vigilia no presenta síntomas relacionados con la
proyección (durante su aparición), y más tarde se convierte en una EFC exitosa, me
permito sugerir que el doble proyectado se ha desarrollado después de una salida no
percibida (que causó el despertar en parálisis), y que tuvo lugar con acceso solamente
parcial a la reintegración. A continuación, se proyecta inmediatamente de nuevo, pero
esta vez atravesando los síntomas normales relacionados con la causa de la proyección,
debido a la presencia de la consciencia despierta. Los recuerdos de la primera salida
(durante el episodio de parálisis en vigilia) no se descargan en el cerebro físico. Éstos
son sobrescritos de forma automática durante la segunda salida, sin dejar rastro de lo
que realmente causó la parálisis en vigilia en el primer evento.
Sugeriría que cuando todo un episodio de parálisis en vigilia es acompañado
por vibraciones, además de otras sensaciones relacionadas con la salida, los conflictos
internos energéticos provocados por la división mental (muy probablemente causados
por la presencia de la consciencia despierta durante el proceso de proyección) detienen
ese mecanismo de proyección espontánea. Esta es otra complicación de la consciencia.
La proyección efectiva puede o no ocurrir. En este caso, el intento de convertir la
parálisis en vigilia en una EFC concreta mediante la aplicación de la relajación a través
de la experiencia, o mediante el uso de alguna técnica de proyección para ayudarla,
tendrá mucha más probabilidad de éxito.
He experimentado episodios de parálisis en vigilia, literalmente, cientos de
veces, pero nunca he logrado convertir alguna en una EFC. He tenido cientos de
proyecciones espontáneas desde el estado de vigilia, o he despertado en medio de ellas,
pero estas siempre resultan en EFC parciales o totales. Percibo una marcada diferencia
entre las proyecciones espontáneas y los episodios de parálisis en vigilia. Cada una se
siente muy diferente; mientras que la proyección espontánea es bastante aceptable para
mí, detesto absolutamente despertar con el cuerpo paralizado. Solo debe
experimentárselo, para poder comprenderlo.
Considero la proyección espontánea y la parálisis en vigilia dos caras
diferentes de una misma moneda. A veces la proyección espontánea es ensayada y
recordada; en otras ocasiones se experimenta la parálisis en vigilia, y también es
recordada. Estos son dos diferentes aspectos de una proyección espontánea, causada
por el efecto de la mente dividida, proporcionando dos experiencias totalmente
diferentes. Sólo una parte del episodio general de la proyección espontánea a través de
la parálisis es recordada - el lado percibido por la mente físico/etérica. El otro lado, el
del doble proyectado, no recordará ninguna situación experimentada después del
evento. Los recuerdos de esta experiencia se pierden por completo, debido al trauma
que despierta la parálisis, provocando una fuerte impresión negativa del lado
físico/etérico en el cerebro, rechazando totalmente los recuerdos experimentados.
Con ciertos tipos de proyección, los síntomas de desplazamiento pueden ser
extremadamente suaves, de tal forma que a menudo no se noten en absoluto. Esto es
más común en proyecciones que involucran los centros entre cejas o el coronario; e

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indica un potencial clarividente natural, a menudo insospechado. También significa que
el proyector tiene el condicional necesario para las proyecciones de alto nivel, ya que la
clarividencia y la proyección de alto nivel están íntimamente relacionadas. Es posible,
por lo tanto, que algunos tipos de parálisis en vigilia sean causados por proyecciones en
progreso a través del centro de la frente - o coronario -, donde el desdoblamiento ha
sido rechazado.
El miedo o el temor acompañan muchos episodios de parálisis en vigilia, sobre
todo si nunca han sido experimentados, a menudo con una sensación tangible de una
presencia que se nos acerca desde una dirección en particular. El miedo puede ser
causado por los efectos de la mente dividida en combinación con una respuesta
emocional (miedo y ansiedad) entre el cuerpo físico/etérico y su doble proyectado
durante una proyección en tiempo real.
Otros tipos de proyecciones pueden también contribuir a incidir en la parálisis
en vigilia y en las proyecciones espontáneas. Hay una fuerte posibilidad, por ejemplo,
de que los episodios relacionados con los llamados pulsos akáshicos - viento astral –
(más adelante recorro este tema), pueden llegar a ser factores importantes que
contribuyan de alguna manera con la parálisis en vigilia. Un suceso referente al pulso
akáshico podría, posiblemente, forzar una proyección en personas que estén
profundamente relajadas, a pesar de que, técnicamente, todavía estar despiertas.
Entonces creo que es allí donde el efecto de la parálisis en vigilia tiene lugar, mientras
la parte despierta de la mente físico/etérica espera hasta que su doble proyectado se
libere después de que el episodio del pulso akáshico ha terminado, y le permita volver a
reintegrarse. Vamos a retomar este tema del pulso akáshico en la parte 5.

Factores Relacionados
La mente físico/etérica por sí sola no suele tener la facultad de animar su
cuerpo físico durante una EFC. Al despertar incluso parcialmente y restaurar cierto
grado de movimiento físico, la reintegración de nuestro cuerpo físico/etérico en tiempo
real con su doble proyectado parece ser el requisito mínimo. Para restaurar la
consciencia y la funcionalidad de la vigilia completa, se requiere aparentemente la
reintegración de todos los cuerpos sutiles.
Otro factor que contribuye al estado de parálisis, creo que puede ser el poco
desarrollo energético de la persona, cosa que no permitiría que la salida consciente de
la proyección se produzca con facilidad. Esto crea conflictos energéticos internos que
paralizan y neutralizan el mecanismo de proyección, provocando el “anquilosamiento”
en vigilia, en vez de que se efectivice la proyección completa.
Las proyecciones conscientes precoces suelen marcar vibraciones
extremadamente fuertes, rápidos latidos del corazón, e incómodas sensaciones de
movimiento de energía. Estas sensaciones impetuosas siempre reducen su intensidad a
lo largo de proyecciones posteriores. Esta puede ser una razón lógica de la disminución
progresiva de la sensibilidad. La respuesta, creo, es que el aumento del desarrollo
energético reduce los conflictos energéticos internos. Los intentos conscientes de
proyección implican mucha actividad de los centros principales de energía, provocando
que una gran cantidad de ella fluya a través del cuerpo etérico, lo que obliga a que se
produzca y tenga lugar un cierto grado de desarrollo energético. Este desarrollo forzado

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parece representar sensaciones de exteriorización cada vez más suaves al ser
experimentadas en proyecciones subsecuentes.
Si agregamos que solo disponemos de un subdesarrollo o retraso energético
frente a los posibles conflictos causados por la división de la mente, y tomamos en
consideración la descarga de la memoria espejo atiborrada de datos, problemas y otros
obstáculos causados por la presencia de la consciencia despierta, tenemos la receta del
desastre. El despertar con parálisis puede pues producirse en cualquier momento y por
muchas razones, debido a las interacciones entre estas delicadas complicaciones
potenciales. En la mayoría de los casos, las víctimas de este fenómeno siguen sin
enterarse ni antes, ni durante ni después de los hechos, debido a la naturaleza del efecto
de la mente dividida.
Los dos escenarios siguientes pueden explicar algunos otros tipos de parálisis
en vigilia, en particular, aquellos donde procesos fuertes imbuidos por el miedo y el
pavor y la sensación tangible de nuestra presencia, participan. Ambos escenarios
implican una fuerte respuesta o reacción emocional entre el cuerpo físico/etérico y su
doble proyectado, interfiriendo en el proceso de la proyección en curso. La respuesta
emocional tiene muchas similitudes con la respuesta astral, pero sólo transcurre en ese
nivel sensitivo. Por lo tanto, sólo se siente, más no transcurre ni se efectiviza
verdaderamente.

La Parálisis y el Cuerpo Físico: La mente despierta dentro de su cuerpo físico


paralizado, puede o no haber sentido alguna sensación de salida relacionada con una
posible proyección fallida. Se ha despertado por una muy buena razón: ¡Algo acaba de
producirle un miedo atroz que no sabe explicar! No tiene ninguna manera de saber lo
que le ha sucedido; sin embargo, está experimentando el transcurso de una proyección.
La persona simplemente se despierta paralizada y asustada, sintiendo una presencia
tangible en algún lugar cercano dentro de la habitación. No se puede mover para ver lo
que su mente detecta, por lo que su temor aumenta de manera constante, temor que
fluye a través de su cordón de plata y su doble proyectado, y lucha por liberarse de esa
situación incómoda.
El doble proyectado siente fuertemente una nueva intensificación del miedo.
No entiende qué le está sucediendo y no vislumbra ninguna causa a tal efecto, pero lo
percibe como proveniente de una dirección en particular - de su cuerpo, aunque el
doble proyectado no lo sabe. Él ahora comienza a sentir una extraña presión que lo
arrastra, una presión que viene de su propia contraparte físico/etérica, mientras lucha
desesperadamente por liberarse de su parálisis. Esta lucha tiene el efecto de arrastrar el
doble proyectado de vuelta hacia su cuerpo físico. El doble proyectado no reconoce
esta fuerza de empuje como lo que es, por lo que lucha contra ella con todo lo que tiene
y puede.
El miedo se intensifica rápidamente en ambos lados, alimentándose de ambos,
cosa que agrava el problema de la respuesta emocional. Ambos flancos de la mente
dividida - físico/etérica y doble proyectada - tienen naturalmente miedo a la muerte o a
lo desconocido; cada una percibe una angustiosa presencia tangible que proviene de
una dirección en particular - procedente de la otra, pero ninguna de las partes sabe esto.
Lo que generalmente sucede es que esta situación continúa hasta que el lado
físico/etérico logra arrastrarse (por así decirlo) detrás de su aterrorizado doble
proyectado, o hasta que el lado físico se desmaya o se da por vencido y vuelve a caer
dormido por el agotamiento.

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La Parálisis y el Doble Proyectado: El siguiente escenario se refiere de
nuevo a la respuesta emocional, pero en este caso a través de un conflicto entre la
mente que está soñando y su doble proyectado, donde la mente dormida en realidad no
ha despertado dentro de su cuerpo físico/etérico.
El doble proyectado está flotando en sus alrededores en tiempo real,
experimentando y ocupándose de sus propios asuntos, cuando de repente algo lo
sobresalta. Ve algunos arbustos que se mueven en las sombras y su imaginación le
juega algunos trucos atemorizantes y desconcertantes: una forma monstruosa y
desagradable se le presenta. Se congela, no sabe muy bien cómo actuar o qué hacer al
respecto. Trata de huir, pero de repente siente una presencia concreta y tangible detrás
de él, lo que le provoca un terrible susto. Una fuerza irresistible comienza a arrastrarlo
hacia atrás. Él trata de alejarse, pero súbitamente se siente débil, como si su propio
ímpetu de vida estuviese siendo drenado. Ahora se percibe atrapado y tiene extrema
dificultad para moverse.
La mente que está soñando, siente la oleada de miedo inicial en su doble
proyectado, pero desconoce la causa. En esta situación, la fluidez de los sueños cambia,
adquiriendo un aspecto más siniestro. La mente en narcosis puede incluso caer en una
pesadilla. Y luego no despierta dentro de su cuerpo físico/etérico, por lo que en realidad
no experimenta una verdadera parálisis en vigilia. Tiene, sin embargo, la experiencia de
estar soñando con un despertar en parálisis o como si estuviese sufriendo un mal sueño
en cámara lenta.
El doble proyectado se siente atrapado por algún enemigo poderoso. Ahora
está tan débil que apenas puede moverse, se siente como prisionero en medio de
concreto u hormigón. No importa lo mucho que lo intente, parece que no puede romper
el control de su asaltante invisible. Débil, prisionero, y con miedo, se mueve un paso
más hacia el terror absoluto.
Los miedos in crescendo y las luchas en vano con el doble proyectado,
provocan que cada vez esté más frágil. El pavor creciente alimenta este absurdo, (el
terror lo paraliza). Ahora no puede moverse en absoluto y siente un peso frío que se
difunde a través de su pecho. Percibe algo terrible detrás que se acerca cada vez más,
arrastrándolo cruelmente hacia sus malvadas garras. ¡El monstruo casi lo alcanza ahora
y trata ... simplemente ... de ... de ... agarrarlo! El doble proyectado casi puede sentir el
aliento fétido del monstruo en el parte posterior de su cuello. Se aviene ahora, y está
levantando su temible hacha, cuando, de repente, el proyector se despierta en un charco
de sudor, con el corazón palpitante, jadeando y temblando de terror. Los recuerdos de
la proyección (¿sólo un mal sueño?) inundan su mente imbuida en pánico.

Recuerdos de la Parálisis
Los recuerdos dominantes retenidos después de cualquier episodio de parálisis
en vigila siempre son los más fuertes y memorables por el lado de la experiencia, o sea,
los recuerdos más traumatizantes. Estos suelen provenir del lado del cuerpo
físico/etérico, ya que ese flanco de la mente dividida tiene un efecto mucho más directo
sobre el cerebro físico. Si la mente que está soñando, no se despierta dentro de su
aspecto físico/etérico antes del final del episodio de parálisis, estos recuerdos se
volcarán desde el lado del doble proyectado de la mente dividida. A veces, debido a la

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naturaleza compleja y poco fiable de la descarga de la memoria durante la
reintegración, estos recuerdos se mixturan. Una terrible pesadilla, además de una
experiencia aterradora, más una proyección con un despertar pavoroso y paralizado, se
funden en una descarga única de imágenes recordadas.

Maneras de Romper con la Parálisis


Aprender y practicar proyecciones conscientes, reducen la frecuencia de
episodios de parálisis. Intentos de proyección fomentan el desarrollo energético dentro
del cuerpo etérico en el mecanismo de proyección. Si la proyección es inaceptable
debido al miedo a la EFC, se aconseja intentar proyecciones diurnas cortas. El trabajo
en el incremento o la potenciación energética, como la meditación y la inducción de la
energía, como así también el desarrollo de otras habilidades básicas, ayudará asimismo
a resolver los conflictos energéticos y de la mente dividida relacionados con la
proyección, causas subyacentes del despertar con parálisis.
Muchas personas acaban con sus despertares paralizados, tratando de convertir
sus síntomas en EFC. Yo aconsejaría hacer esto sólo si las vibraciones u otros síntomas
relacionados con la proyección están presentes; de lo contrario, parece un ejercicio
inútil. Si los efectos paralizantes son frecuentes, sin duda sería penoso intentarlo
siquiera al menos una vez. Si la conversión falla continuamente, y no hay manera
confiable de detener los episodios de parálisis, el curso progresivo de desarrollo
energético y de meditación se convierten en las opciones más viables.
El enfoque más simple y directo, el que la mayoría de la gente prefiere, es
despejar la mente (o sea, negarse a entrar en el juego del temor) y concentrarse en
mover un solo dedo gordo del pie. Por alguna razón, este dedo del pie es la parte del
cuerpo más fácil de reanimar durante un episodio de parálisis en vigilia. Una vez que el
dedo gordo del pie se mueve, aunque sea ligeramente, la parálisis en vigilia terminará.
Para aumentar la eficiencia de la técnica anterior, también recomiendo el uso
de la acción de “cepillado” de la consciencia (véase el capítulo N° 12) en el dedo gordo
del pie, para romper la parálisis más rápidamente. Esta acción ayuda a que sea más
fácil forzar el movimiento, a través del fortalecimiento de la consciencia en ese sector
del cuerpo.
La parálisis, como proyección espontánea, es más probable que ocurra con
ciertas posiciones del cuerpo inmerso en el sueño y en el descanso. Acostado sobre la
espalda, por ejemplo, tiende a promover tanto la proyección como la parálisis en vigilia
en la mayoría de la gente. La posición de descanso es lo que vale la pena observar si es
el factor, y evitar así esa postura para no promover el despertar paralizado.
Al despertar, la parálisis acciona sobre la persona profundamente relajada,
pero también estando ya despierta, o tratando de conciliar el sueño; por lo general
acude acompañada por una sensación de notable hundimiento, dando unos segundos de
advertencia. Ese es el momento ideal para luchar contra la parálisis. El levantarse de la
cama lo antes posible (lo que tiene que hacerse muy, muy rápido) detendrá el
surgimiento de la parálisis, y no permitirá que pueda apuntalarse. Recomiendo
levantarse y dar un corto paseo, o ir a la nevera, y comer algo, lo que también ayuda.
No es aconsejable volver a la cama, por lo menos dejar pasar un lapso de diez minutos,
o este fenómeno volverá a interceder de inmediato.

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Mantener la mente clara y negándonos a entrar en las fauces del temor durante
el episodio de parálisis, en la mayoría de los casos, reduce la respuesta emocional. Si
sostenemos ambas: (sobre la mente físico/etérica y su doble proyectado) en calma, la
duración y trascendencia de los episodios de parálisis pueden ser en gran medida
reducidos.
La fatiga y el déficit de sueño son, por lo general, factores que contribuyen a
despertar con parálisis, así como con una habitual EFC espontánea. Es muy
recomendable evitar el cansancio excesivo, especialmente durante la semana que rodea
a la luna llena, que es cuando probablemente las EFC espontáneas y la parálisis en
vigilia ocurran.
Los alimentos ingeridos también pueden desempeñar un papel importante en
el despertar con parálisis. Un estómago vacío tiende a aumentar la actividad energética
en el cuerpo etérico, ampliando así la probabilidad de parálisis en vigilia y episodios de
proyecciones espontáneas. Una comida pesada puede provocar una proyección difícil,
ya que su influencia disminuye significativamente la actividad energética en el cuerpo
etérico y favorecer así la entrada al sueño.

Síntomas Indeseados de la Proyección


Los episodios frecuentes de parálisis en vigilia y proyección espontánea son
un gran problema para algunas personas. La mayoría de ellas propensas a estos, no los
pueden evitar, y menos soportan el desagradable evento que provocan.
Esta condición normalmente sucederá en personas propensas sólo un par de
veces al año, durante unos pocos días más o menos por vez, por lo general alrededor de
los períodos de luna llena. En casos más raros, sin embargo, este problema puede ser
mucho más pronunciado y repetitivo. Si esto continúa demasiado tiempo, puede
convertirse en un desagradable debilitamiento de la salud. Muchas personas tratan de
evitar el sueño por completo para no caer en estos síntomas inquietantes.
Evitar el sueño tiene el efecto contrario y lo que hará es empeorar en gran
medida el estado general. La falta de sueño también causa pérdida de apetito, lo que, en
sí mismo, agrava aún más la subyacente causa de la situación. Un estómago vacío
aumenta la actividad energética en el cuerpo etérico (elevando sus vibraciones), lo que
incrementa en gran medida la probabilidad de sucesos de parálisis en vigilia y
episodios espontáneos de proyección.
Frecuentes parálisis en vigilia y espontáneos episodios de proyección no
deseados, especialmente si involucran pánico, pueden generar condiciones psicológicas
muy desagradables. La privación del sueño a largo plazo, además de profundas
pérdidas de apetito, puede ser extremadamente debilitante y hasta físicamente
perjudicial. En combinación con otros problemas graves de salud, esta condición podría
incluso ser fatal, si no se corrige en un lapso relativamente corto.
Lo primero que se debe hacer frente a este tipo de problemas es atacar el
déficit de sueño, que es la principal causa oculta del asunto. Este factor es también el
más fácil de rectificar. Insto a las personas con esta problemática, a buscar consejo

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médico, e interiorizarlo exactamente de lo que están padeciendo. Trastornos de sueño
como éstos, independientemente de su causa real, son bien conocidos por la ciencia
médica, y por lo tanto muy versado su tratamiento. Un facultativo generalmente le
recetará un tipo específico de medicamento para dormir, que promueva sueño profundo
y continuo. Esto también puede distanciar y amortiguar las EFC espontáneas y las
parálisis en vigilia.
A medida que el déficit de sueño se supera y el patrón normal retorna, el
apetito regresará y los síntomas relacionados con proyecciones, comenzarán a
disminuir. Tenga en cuenta que cualquier medicamento debe tomarse regularmente,
según lo prescrito, hasta que la carencia de sueño este completamente superada, sino el
problema puede reaparecer.
Dormir en una habitación bien iluminada con una TV o radio en bajo
volumen, además de descansar en la siesta durante el día, también ayudará con los
problemas del miedo que puedan ser causados por las proyecciones espontáneas
repetitivas. Si la presencia de luz inhibe el sueño, colocarnos una máscara para dormir
ayudará. Además, si las proyecciones espontáneas son inevitables, las de luz diurna son
mucho menos intimidantes. Incluso, el más tímido de los proyectores reacios
generalmente encontrará y sobrellevará proyecciones “agradables” si están inmersas en
luz natural.

7. EFC y Percepción
Vamos a definir las experiencias objetivas como las percepciones que se
obtienen directamente a través de los sentidos del cuerpo físico, y las experiencias
subjetivas como las percepciones obtenidas o afectadas por la mente o la imaginación.
En esos términos, cuando se trata de una experiencia fuera del cuerpo, todo es
subjetivo.
Creo que ayuda a darnos cuenta de esto el que el cerebro sea capaz solamente
de recibir señales bioeléctricas. Y no de recibir información sensorial directa. En
cambio, los órganos de los sentidos se descomponen en percepciones con impulsos
bioeléctricos complejos. El cerebro está en total oscuridad y silencio, dentro de una
caja de huesos pesados (el cráneo), aislado del mundo físico. Si no dispone de los
nervios, no puede sentir la presión ni el dolor, ni calor ni frío. Podría decirse que flota
en un lugar oscuro, en una dimensión parecida al vacío, intercambiando información
sensorial desde el mundo real (dimensión física), sólo a través de la transmisión y la
recepción de señales bioeléctricas en forma remota. Esto es similar a cómo recibe el
cerebro - o recuerda haber recibido - la información sensorial adquirida durante una
EFC.
Tenga en cuenta que cada EFC termina en recuerdos, y esos recuerdos no
estarán a menos que el doble proyectado los descargue exitosamente en el cerebro
físico durante la reintegración. Una vez que esto sucede, el cerebro físico entonces
rememorará las percepciones sensoriales recibidas durante la EFC como si las hubiera
recibido directamente y de primera mano.
La única diferencia real entre el modo en que el cerebro percibe el universo
físico (experiencia objetiva), y la experiencia extra corporal (experiencia subjetiva), es

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la forma en la que se recopila la información sensorial entre cada tipo de experiencia, y
es transmitida al mismo. El cerebro simplemente no puede diferenciar entre las fuentes
físicas y no físicas recibidas. Independientemente de qué información sensorial es
recogida y almacenada en el cerebro, ambas se interpretan como entradas sensoriales
de primera mano.
El doble proyectado utiliza los mismos sentidos básicos que el cuerpo físico,
aunque en un nivel muy diferente. Se puede ver y oír y oler y gustar y sentir, pero a
través de la detección energética mental directa. Por ejemplo, el doble proyectado
puede recibir energía de la luz directa, sin necesidad de los ojos físicos, aunque debe,
por supuesto, tener previa experiencia en convertir el sentido de la vista en energía del
tipo visual. Ya sea que el doble proyectado vea, oiga, toque, huela o deguste, está
percibiendo, e interpretando la energía asociada directamente a estos sentidos, sin
necesidad de pasar por los órganos de dichos sentidos físicos o sus copias sutiles.

Ceguera y Percepción en EFC


Evidencias fundamentadas se pueden encontrar en los estudios de sueños y de
proyecciones en las personas ciegas. Es bastante conocido que los no videntes que han
experimentado la visión antes de convertirse en ciegos, son capaces de tener sueños y
proyecciones totalmente normales. Obviamente, si la condición física de los ojos se
reflejase en las capacidades de visión del doble proyectado, la ceguera física podría
también cegar al doble proyectado fuera de su cuerpo durante una EFC - que
simplemente no es el caso.
Esto es, si los ojos físicos no tienen nada que ver con la percepción en EFC,
entonces las personas que han sido ciegas desde su nacimiento (nunca experimentaron
el sentido de la vista) tampoco deberían ser capaces de ver claramente durante los
sueños y proyecciones - que, sin embargo, tampoco es el caso. Por lo tanto, la
percepción sensorial en las EFC también deberá depender de las capacidades de
recepción sensoriales asimiladas por el cerebro físico; más no de las habilidades
funcionales o no de los órganos de los sentidos físicos. Estos principios se aplican
también a la sordera profunda.
La ceguera física no impide las EFC o la capacidad de proyectarse, pero sí
afecta las aptitudes de percepción sensorial. Las percepciones espaciales de la
consciencia, el sentido del tacto, el oído y otras percepciones sensoriales no visuales -
todas muy desarrolladas en personas ciegas - también han medrado en gran medida
durante las EFC. Este nivel de percepción permite a los proyectores ciegos (desde su
nacimiento) detectar y percibir el entorno fuera del cuerpo muy claramente. Este nivel
de capacidad sensorial no visual puede, en muchos sentidos, incluso ser superior a la
visión normal durante una EFC, como esta historia clínica sugiere a continuación.
El mayor problema que enfrentan los proyectores ciegos es que la mayoría de
las técnicas de proyección y desarrollo energético de hoy están fuertemente ancladas en
la visualización. Las técnicas de visualización requieren experiencias de aprendizaje
básicas basadas lógicamente en la visión. Las técnicas dadas en este libro, sin embargo,
no se basan en la visualización, sino en imágenes táctiles, que al fin y al cabo son
evidentemente más adecuadas para proyectores no videntes. Estas se adaptan muy bien
para las personas ciegas, y también son superiores a las técnicas basadas en la
visualización, cuando son utilizadas por personas videntes.

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Un proyector ciego me dio la siguiente explicación con respecto a sus
percepciones durante sus sueños y sus experiencias fuera del cuerpo. Ser ciego desde
nacimiento y ser un proyector con éxito es una combinación bastante inusual, por decir
algo. A través de los años, mis investigaciones en este aspecto han descubierto muchas
pistas importantes sobre la naturaleza de la percepción. Estas me proporcionaron más
pistas sobre la naturaleza y la dinámica de diferentes EFC. En el entorno fuera de
cuerpo, la percepción es absolutamente todo. Por lo tanto, la comprensión de la
naturaleza perceptiva o sensitiva es de suma importancia para entender plenamente la
dinámica de las EFC y toda la gama de fenómenos relacionados.

Mi pregunta al no vidente fue ¿”Podría por favor exponer en su condición de


no vidente, ¿cómo se perciben las cosas durante sus EFC”?
No Vidente: Soy ciego desde mi nacimiento. Mis nervios ópticos no se
desarrollaron mientras estaba en el útero, pero sin embargo tengo vívidos sueños y
EFC. Es difícil de explicar cómo percibo las cosas y mi entorno mientras estoy fuera
del cuerpo, pero voy a darle una prueba lo más fidedigna posible. No experimento
ninguna diferencia real entre mis percepciones en EFC y mis sueños. Cuando tengo un
sueño o una EFC, soy muy consciente de lo que está a mi alrededor, pero todo lo
percibo tridimensionalmente. No puedo distinguir nada bidimensional, tal como lo que
está en la superficie de una imagen, sí puedo percatarme del marco y el lienzo en su
conjunto, muy claramente. El ámbito a mi alrededor se plasma muy vivo en mi mente,
en todas las direcciones, y es por demás detallado. Esta toma de consciencia es mucho
más fuerte que mis percepciones despiertas normales cuando me encuentro en mi
propia casa. Al proyectarme es cuando puedo sentir todo a mi alrededor, como si
estuviera tocando continuamente las cosas con mis dedos, con mi mente, con mis
sentidos. Mis sentidos se extienden muy lejos, mucho más de lo habitual, y puedo sentir
en la distancia todo el entorno que me rodea, probablemente en la misma forma que las
personas videntes perciben con sus ojos. Me sale todo bien cuando estoy fuera de mi
cuerpo, sin vacilar y/o dudar acerca de mi entorno en absoluto. Nunca me preocupo por
chocar con las cosas y puedo sentir exactamente lo que está delante y alrededor mío en
todo momento. Si me encuentro con gente durante un sueño o una EFC, puedo captar lo
que veo al instante y lo que están haciendo, o cómo están vestidos, como si los
estuviera palpando continuamente con mis manos. Entiendo que esto no es lo que
vulgarmente llamamos visión, ya que no tengo idea de qué color veo frente a mí o la
luz existente, pero estas percepciones de sueños y EFC que aquí comento, son lo más
cercano, creo, a lo que es el proceso de la vista.

Todo esto apunta a que el doble proyectado tiene un vínculo mucho más
directo con respecto a la percepción de su entorno, energéticamente hablando, evitando
la necesidad de órganos sensoriales físicos o sus copias sutiles. El doble proyectado,
por lo tanto, se puede considerar como un receptor energético directo de los sentidos de
la mente. Las sabias capacidades sensoriales del cerebro físico son las principales
limitantes a la hora de interpretar la información sensorial adquirida durante las EFC y
los sueños.

Objetivo de las Percepciones en Tiempo Real

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A los propósitos de este libro y a los fines de darle mayor claridad al tema de
las EFC, las experiencias objetivas sirven para explayarnos aún más, por lo que vamos
a incluir alguna información sensorial adquirida a través de EFC en tiempo real. Esto
debería incorporar a todas las percepciones de la realidad que no parecen ser afectadas
por la mente y la imaginación del mismo proyector, o de cualquier otro. Durante una
proyección en tiempo real, por ejemplo, una percepción objetiva de la realidad se
considera mejor como algo que es coherente y consistente con lo que un proyector sabe
que es real y verdadero del universo físico. Estas percepciones pueden ser descriptas
como aparentemente objetivas, a pesar de que fueron tomadas de forma remota desde
el cuerpo físico y sus órganos sensoriales.
Aunque la zona de tiempo real parece ser la realidad coetánea y proyectores en
tiempo real sienten que permanecen como fantasmas invisibles en ese mundo real, no
lo están, creo, ni en la dimensión física, ni en la dimensión astral en forma correcta. Sí
están ligeramente fuera de fase en ambas, en una vibración ligeramente más alta que la
del universo físico, y en una vibración ligeramente inferior a la de la dimensión astral.
Ellos se encuentran dentro de una reflexión o imagen dimensional directa o en un sutil
eco energético, que se irradia directamente del universo físico, sucediendo en tiempo
real.
Los proyectores en tiempo real pueden ser considerados algo así como
reflejados en un espejo. Perciben el mundo real desde el interior de un espejo y se
hallan dentro de una especie de mundo paralelo en tiempo real. Un espejo refleja los
eventos de una visión en tiempo real sucediendo en el mundo físico, pero en sí el
reflejo no tiene sustancia y no puede ser considerado como real.
O bien los proyectores en tiempo real pueden ser considerados como
permaneciendo en el otro lado (o como reflejos) de un espejo invisible, un espejo capaz
de moverse en respuesta a la voluntad del proyector. Esto permite que él perciba
claramente el mundo real tal como es, sin ser capaz de afectar directamente o
interactuar con el mundo real en un sentido físico. El proyector en tiempo real
experimenta el verdadero mundo por medio de las percepciones reflejadas en él a
través de este espejo, desde el mundo real y en tiempo real.

Percepciones Subjetivas en Tiempo Real


Una percepción subjetiva en tiempo real está mejor considerada como que los
proyectores perciben algo que ellos saben que es incorrecto, falso, o irreal en relación
con el mundo real que conocen. Por ejemplo, si los proyectores encuentran cosas fuera
de lugar, alteradas, o faltan objetos y/o personas en su hogar que saben que existen en
realidad, entonces lo mejor que podemos pensar es que son percepciones subjetivas o,
más exactamente, fluctuaciones de la realidad.
La definición de la percepción subjetiva que aquí desarrollamos, no incluye
estrictamente avistamientos de otros proyectores o seres espirituales como irreales,
incluso si éstos son vistos durante una proyección aparentemente objetiva en tiempo
real. Las diferencias entre percepciones objetivas y subjetivas, en este caso, pueden
llegar a ser confusas y muy difíciles de determinar. Las experiencias astrales o
superiores, técnicamente subjetivas en su totalidad, tampoco se incluyen aquí. Estas,
por lo general, no tienen relación alguna con la realidad objetiva normal o con el
universo físico en tiempo real.

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8. Imaginación Versus Visualización
Seamos realistas, el 99 por ciento de las personas no puede visualizar o
imaginar porque no creen en sí mismas. Es decir, el 99 por ciento de la gente piensa
que no pueden visualizar porque están convencidas de que no son capaces. Sin
embargo, esto no es cierto, ya que el 100 por ciento de la gente puede visualizar
perfectamente – de hecho, lo hacen todo el tiempo – ¡y es que simplemente no saben
que lo están generando!
Esta confusión se produce simplemente porque la visualización es
generalmente muy mal explicada. La visualización es muy fácil de lograr y no toma
nada de tiempo para dominarla. Es una habilidad natural que la gente utiliza sin
percatarse, todo el tiempo.
Me he encontrado con un sinnúmero publicaciones que hablan de los
problemas relacionados con el tema de la manipulación de la energía del cuerpo y el
desarrollo de las técnicas. Y este dilema aumenta significativamente debido a la
dificultad que se encuentra ante los procesos serios de incremento de energía, lo que
causa un significativo enlentecimiento del tiempo insumido para su despliegue. En
consecuencia, la mayoría de las personas se dan por vencidas antes de obtener
resultados que valgan la pena.

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Nota: Yo uso el término cuerpo energético simplemente como otra manera de
describir el aspecto energético puro del cuerpo etérico.
Si usted pertenece a un grupo de desarrollo espiritual y/o de meditación,
pregunte a sus compañeros - uno a la vez y en privado – ¿sinceramente cómo progresan
realmente con el tema de la visualización? Note las miradas ligeramente preocupadas e
incómodas, sobre todo de aquellos que enseñan. La mayoría de las personas, si son
completamente honestas, admitirán que tienen problemas con la visualización, o que
simplemente no pueden lograrla. Encontrará pocos y ocasionales que afirman que no
tienen ningún inconveniente ni contratiempo. Estos pocos afortunados pueden ver
fácilmente en sus ojos mentales lo que visualizan, algo así como mirar televisión detrás
de sus párpados cerrados.

Capacidad Visual de los Ojos a través de la Mente


El término visualización, comúnmente utilizado, es la raíz de este problema.
Muchos maestros dicen a sus estudiantes que, con un poco de práctica, pueden ser
capaces de ver lo que están visualizando. Desafortunadamente, si bien esto es cierto en
parte, no es algo que se pueda aprender rápidamente, salvo haber sido beneficiados por
una trascendente habilidad natural e innata.
Para decirlo en pocas palabras: la visualización no es una habilidad visual. Es
que no se supone que verá realmente lo que usted visualiza de buenas a primeras. Si
logra ver algo, no es todavía una visualización, pero sí es un tipo de capacidad visual
de los ojos mentales.
Durante la práctica de la meditación o ejercicios que requieren una profunda
relajación y visualización física y mental, algunas personas desarrollarán la
clarividencia parcial, o un tipo de habilidad visual del sueño semi lúcido, o ambas.
Estas habilidades visuales de ojos a través de la mente permiten a esas personas ver
realmente lo que están visualizando, como en un estado de sueño lúcido - en el que la
mente consciente toma el control creativo del medio ambiente durante el sueño. La
clarividencia y los sueños lúcidos son dos habilidades que enmarcan en el fenómeno de
la visualización.
Ahora, no hay nada de malo en utilizar este tipo de sueños lúcidos con
clarividencia para mejorar la capacidad de la visualización.
Es muy interesante y útil, pero no es una habilidad que la mayoría de las
personas pueda aprender fácilmente.
Agrava el problema cuando este tipo de capacidades visuales creativas se
convierten en la norma aceptada, y la gente piensa que debe desarrollarlas para
visualizar correctamente. Cuando una persona, especialmente un líder de grupo, le dice
al resto que puede realmente ver lo que está visualizando, los demás pensarán que están
haciendo algo mal o que carecen de la capacidad natural, y por lo tanto no logran
mantener el ritmo. Y si continúan creyendo esto, nunca serán capaces de desarrollarse y
lograr algún grado significativo de progreso.
Un problema similar puede surgir cuando estudiantes neófitos están expuestos
a estudiantes más avanzados, o a aquellos que se han dado cuenta de que la
visualización es realmente el uso constructivo de la imaginación. Estas personas, a
pesar de que no ven realmente nada cuando visualizan, utilizan conceptos visuales al
describir sus visualizaciones o percepciones no físicas.

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Los grupos de desarrollo modernos y los de la nueva era suelen utilizar los
términos visuales siguientes: veo, lo que vi, estoy viendo cosas que se evaporan. Así
mismo, los siguientes términos son más precisos, y se deben utilizarse en su lugar:
siento, percibo, advierto, intuyo, estoy imaginando, tengo la sensación, o imágenes que
se fugan.
Ahora, aquí está la otra cara del problema: La gran mayoría de los trabajos de
energía, los ejercicios de desarrollo energético, y las técnicas de proyección que se
enseñan hoy, están basados completamente en técnicas de visualización. Si
consideramos que usted no dispone de ninguna de estas alternativas viables, es obvio
que no podrá desarrollar correctamente esta facultad de la que estamos hablando.
Podríamos afirmar que detenta un problema con lo que llamaremos "visualización
visual". Comprender exactamente lo que es y no es la visualización, pues, se convierte
en un tema crucial para los fines e intereses del desarrollo energético. Sin embargo,
todos nosotros, sin excepción, podemos visualizar fácil y acabadamente si se nos
enseña correctamente.
Los ejercicios y técnicas de desarrollo de este libro no se basan en la
visualización concreta, sino en un sistema de imagen concisa no visual, que desarrollé
y llamé imagen táctil, basada en la utilización activa del sentido del tacto y de la
consciencia corporal. Esto es muy fácil de aprender y es muy eficaz, mucho más que
las técnicas de visualización basadas en el desarrollo energético.
Las personas que realmente ven lo que visualizan, pueden estar en una ligera
desventaja cuando comiencen a utilizar las técnicas del tacto no visual de imágenes,
explicadas en este libro, si no cambian su manera de hacer las cosas. Tendrán que dejar
de tratar de ver y aprender a sentir lo que están palpando, y así lograr trabajar con más
eficacia. Si usted es como la mayoría de la gente y no logra visualizar bien, va a tener
éxito con estas nuevas técnicas.

Uso de la Imaginación
Todos somos capaces de crear fácilmente y visualizar el escenario más
complejo en nuestra mente, sin capacitación, formación ni entrenamiento. A lo largo de
los años, les he preguntado a muchas personas que dicen que no logran visualizar, si
alguna vez recuerdan, fantasean, sueñan despiertos, o imaginan cosas. La respuesta es
siempre "¡Sí!" Todo el mundo es perfectamente capaz de utilizar la imaginación para
construir fantasías complejas y detalladas en los ojos de la mente. Por lo tanto, vamos a
dejar algo en claro aquí: Imaginación es visualización. Visualización es imaginación.
En sí son lo mismo. Pero ninguna de ellas tiene relación con la habilidad visual.
La visualización no es una habilidad visual. Porque es que en realidad, no se
ve lo que se visualiza, al igual que no se pueden ver la imaginación o las fantasías. La
verdadera visualización es pura imaginación. La imaginación es el generador de todos
los sueños y fantasías; con ella, los recuerdos se vivifican y lo ficticio se recrea sobre la
base de la memoria. Por cierto, no se pueden ver los recuerdos ni las fantasía creadas,
pero sí resultan vívidos y realistas (si lo son), de tal modo que resultan indistinguibles
ante la creación de los ojos físicos y de cualquier cosa que ellos nos transmitan. Los

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términos imaginación concisa e imagen concisa son términos aptos y viables en el uso
de la imaginación, para construir fantasías o visualizaciones detalladas.
La memoria juega un papel muy importante en la imaginación constructiva.
La imaginación se basa en la memoria. Si alguna vez ha perdido algo, lo más probable
es que haya tratado de recrear sus acciones pasadas hasta ese momento, en el ojo de su
mente, para ayudarle a recordar. Usted las ha reproducido o re memorizado, utilizando
la imaginación, repasando cada paso y cada movimiento. Esto es perfecta visualización,
imágenes concisas - basadas enteramente en la memoria.
Como un ejemplo, hacemos este ejercicio: levantémonos y vayamos a la
cocina, bebamos un trago de agua, y regresemos. Al hacer esto, tomamos
cuidadosamente nota de todo lo que experimentamos, vemos y sentimos durante el
trayecto y su entorno. A continuación, nos sentamos, cerramos los ojos y nos
relajamos. Recordamos lo que acabamos de hacer, desde el principio, y volvemos a
crear esta secuencia de acciones en nuestra mente - en el ojo de la mente. Es importante
rememorar todo, como si estuviéramos ciertamente realizando la secuencia. Esto es
exactamente igual que la creación de una fantasía basada en hechos de la vida real.
Recordó levantarse de su silla y la posición de las cosas en la habitación, que
parecían moverse a su alrededor a medida que caminaba; recapituló sus pasos desde
que entró a la cocina, lo que vio y sintió cuando llegó, y como observó su mano
estirarse para tomar el vaso; recordó llenándolo de agua y bebiéndoselo; recordó cómo
probó el líquido y sintió su aroma; y también devolver el vaso, caminar de vuelta a su
punto original, y sentarse de nuevo. Haced esto en tiempo real, demorando
aproximadamente el mismo tiempo para volver a recrearlo en el ojo de su mente, como
si lo estuviese repitiendo realmente.
No se pueden ver realmente estas acciones, pero sí se pueden recordar y sentir
fácilmente. Esto es exactamente igual que cualquier fantasía que haya creado en el ojo
de su mente. Casi se puede volver a vivificar esta fantasía, como si fuese tan real. Las
fantasías se construyen con la imaginación. Hoy en día estos hechos son denominados
usualmente como visualización.
Una vez más, relajado y con los ojos cerrados, intente construir un escenario
completamente ficticio en sus ojos mentales, con todas las piezas necesarias tomadas
de la memoria. Recuerde lo que se siente al cepillar su cabello. Ensaye esta acción en
su mente, en sus ojos virtuales, sin llegar a hacerlo físicamente. Imagine que hay una
mesa en frente de usted con un cepillo de pelo sobre ella. Con cuidado, siéntase llegar
(sin siquiera mover el brazo), tomar el cepillo imaginario, levantarlo lentamente sobre
su cabeza y luego la acción de cepillarse el cabello. Sienta el brazo en movimiento
recorriendo todo el trayecto en sus ojos mentales. Perciba la mano tirando del cepillo a
través del pelo largo una y otra vez, sin tener que moverse. Finalmente, retorne el
cepillo ficticio a la mesa imaginaria. Esto es solo imaginación constructiva (fantasía o
visualización).
Usted debe sentir todos estos movimientos, a medida que los construye en sus
ojos mentales. No trate de ver que esto suceda, imagine y sienta que esto ocurre dentro
de su intelecto.
Entonces, satisfactoriamente ha logrado crear una construcción a partir de la
imaginación pura (una fantasía compleja o visualización) en sus ojos mentales.
Cualquier ejercicio de visualización o imaginación, no importa cuán prolongado y
detallado, es simplemente una extensión de lo que usted acaba de hacer en estos dos
ejercicios.

101
Un último ejercicio de imaginación constructiva: con los ojos cerrados,
recuerde lo que se siente al caminar descalzo a través de un hermoso jardín en un día
soleado, con árboles, arbustos y flores a su alrededor. Reconstruya este paisaje desde
sus recuerdos en los ojos mentales, y siéntase como estando allí dentro de su creación.
Recuerde algún momento en el que realmente hizo algo parecido, o rememore una
escena similar de alguna película que se pueda utilizar para este propósito.
Siéntase caminando por el césped hacia un viejo y gran árbol, con ramas
pesadas y frondosas colgando a su alrededor. Algunas de estas ramas están tocando el
suelo. Imagínese el árbol cada vez más y más grande a medida que se acerca a él.
Caminando a través de un pequeño sendero y atravesando las ramas, ahora se mueve
bajo su sombra y bajo su frondoso follaje. Usted se encuentra de pie dentro de un claro
oculto detrás de las ramas. Puede captar el aroma de la madera y seducirse con el
hermoso movimiento de las hojas vivas del árbol, aromas entremezclados con suave
tierra húmeda y musgos, corteza, hojas en descomposición, etc.
Caminando más cerca del gran tronco del antiguo árbol, observa la forma de
una cómoda silla tallada en madera entre sus enormes raíces. Suaves musgos verdes
están en todas partes y puede sentir su agradable rugosidad fresca bajo los pies. Nos
movemos a través de él, nos sentamos en esta silla y nos relajamos. Echándonos hacia
atrás, con las manos detrás de la cabeza, cerramos los ojos y escuchamos, sentimos y
percibimos el mundo secreto que nos rodea. Se oye el viento susurrar suavemente,
murmurando sus quejas por entre las ramas. Escuchamos dóciles pájaros volando y
revoloteando, e insectos zumbando a nuestro alrededor, esbozando todo el potencial de
la vida. Mientras usted descansa, sintiéndose totalmente relajado y en paz con el
mundo, deje que todas sus preocupaciones y problemas se desvanezcan en la nada.
Acaba así de construir con éxito una escena fantasiosa detallada de fantasía en
sus ojos mentales. Este cuadro estaba rebosante de acción, perspectiva, visión, sonidos,
olores, y percepciones táctiles, basadas enteramente en la memoria y la imaginación.
Esto es exactamente lo que tiene que hacer cuando usted esté transcurriendo un
ejercicio de meditación guiado, donde una voz lo lleva a través de un escenario de
fantasía, mientras que la música y los efectos especiales ayudan a estimular su
imaginación y transportar su mente. En realidad, no está viendo lo visualizado o
imaginado, pero sí puede generar una percepción detallada de lo fantaseado en sus ojos
mentales.
Ajuste de la No Visión
Si usted es ciego y no puede imaginar de una manera previsora, por favor
convierta los ejercicios de este libro en imaginación táctil ejercida mediante la
sustitución de colores, escenas y descripciones visuales con algo de su propia memoria
sin visión. Utilice las percepciones memorizadas de algún feliz paseo tomadas en un
parque, y adáptelas a su gusto. Repita cada vez que pueda, ejercicios de este tipo, para
ir mejorando las percepciones de sonido, olor, textura, sabor y de consciencia espacial.
Esto se puede hacer fácilmente con cualquier imaginación constructiva o ejercicio de
visualización, y también con cualquier tipo de meditación conducida, que contenga
detalles visuales o instrucciones.
Nota: Algunos de estos ejercicios primariamente pueden causar ligeras
sensaciones de vértigo o mareos focalizados en el estómago y en áreas inferiores del
pecho, e incluso algunas sensaciones de cosquilleo profundo en los huesos de los
brazos y las piernas. Muchos de estas prácticas mueven el punto de la consciencia

102
corporal fuera de los límites del cuerpo físico, lo cual tiende a afectar al cuerpo etérico
y, a menudo, provocar sensaciones de movimiento de energía.

9. Consciencia Móvil Corporal


La consciencia corporal o también podríamos llamarla Sensibilización Móvil
Corporal está normalmente centrada en los ojos, pero no tiene porqué quedarse allí. La
consciencia móvil corporal (CMC), Mobile body awareness (MBA) por sus siglas en
inglés – tiene la capacidad de enfocar la consciencia del cuerpo en cualquier parte
específica del mismo – y esto es muy simple y fácil de aprender, y es una habilidad
sumamente importante y necesaria. Combinada con otras técnicas, permite la
manipulación dinámica de la energía del cuerpo y sus centros de energía, o chakras,
permitiendo a las partes específicas estimular su energía directamente, y el flujo de
dicha energía ser incrementado o potenciado de una manera controlada.
Para los próximos ejercicios, no se requiere un nivel profundo de relajación o
trance. Una suave relajación es bastante adecuada. Simplemente cierre sus ojos, realice
algunas respiraciones profundas, y permita a su mente relajarse y reposar unos
momentos. Esto es todo lo que se necesita. Sugiero que no utilice una cama para estos

103
primeros ejercicios, a menos que realmente no tenga opción; siéntese en un cómodo
sillón sin sus zapatos. Colóquese una almohada debajo de sus pies, use ropa suelta y
liviana, y no cruce las piernas.
En este ejercicio, rasguñe ligeramente o frote suavemente las partes
específicas del cuerpo, según sea necesario, utilizando un palillo o una regla larga si
tiene dificultades en llegar a algunas partes. Esto ayuda a resaltar y apuntalar áreas
específicas, en las que la consciencia del cuerpo se puede enfocar con más facilidad y
precisión. Este rasguño no es necesario después de que se acostumbre a la técnica;
usted será capaz de dirigirse a áreas específicas con la consciencia del cuerpo por sí
solo. Repita luego estos ejercicios de CMC que siguen sin rasguñar y ver así cómo le
va sin esta ayuda. Trate de hacer esto con los ojos cerrados, para que se enfoque sólo
con la consciencia corporal. Use sus ojos si realmente lo necesita, pero hacerlo sin
ellos, hará que más pronto focalice con la consciencia sola.
Para demostrar esto, desplace el centro de la consciencia corporal y oriéntela a
áreas específicas del cuerpo; ligeramente arañe o rasque la piel de la rodilla izquierda
con las uñas, justo lo suficiente como para provocar una ligera sensación de hormigueo.
Cierre sus ojos y sienta este hormigueo con su consciencia corporal. Aplique una
intensa sensibilización en esa zona. Ponga todo su esfuerzo en resaltar y apuntalar su
consciencia en esa área. Perciba el hormigueo solo allí, reforzado con sus sentidos del
tacto y la sensibilidad. Olvídese del resto de su cuerpo por ahora.
A continuación, sienta más profundamente la misma rodilla e intégrela a
través de su consciencia con el resto de las articulaciones circundantes. Sienta su
entorno, su forma, sus conexiones y movimientos. Perciba la circulación de la sangre,
las palpitaciones, el calor irradiado, todo esto a través de la consciencia corporal. Su
centro consciente está totalmente focalizado en este momento en su rodilla izquierda.
Ahora cambie su punto de consciencia corporal a la rodilla derecha,
rascándola primero para focalizarse allí. Sienta su forma y delimitación con su
consciencia. Céntrese en la rodilla derecha holísticamente.
Cambie luego su punto de consciencia corporal al dedo gordo del pie derecho.
Rásquelo en su parte superior, donde están las articulaciones más grandes que se unen
con el resto del pie. Agite el dedo del pie un poco, para ayudarse a conseguir la
sensación y aplicar su concentración en él, y lograr el objetivo de que su consciencia no
se disperse. Sienta solo el dedo del pie. Perciba el cosquilleo en la parte superior del
mismo; a continuación, sienta o perciba todo el entorno que lo rodea en esa zona.
Centre integralmente la fuerza de su consciencia en el dedo gordo del pie derecho.
Ahora cambie su punto de consciencia corporal a otras partes del cuerpo - a
cualquier sector que prefiera - resáltelo primero con un rascado o frotamiento suave.
Sienta estas diferentes áreas a medida que las orienta con su punto de consciencia
corporal (ahora móvil).

Aumento de la Sensibilidad
Para mejorar o incrementar la sensibilidad de su consciencia corporal,
practique los siguientes ejercicios de CMC tan a menudo como le sea posible hasta que
se perfeccione y llegue a la técnica ideal. Éstos van a mejorar progresivamente su
sensibilidad, lo cual es muy importante para integrar con todos los ejercicios y técnicas
que figuran en este libro más adelante.

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Primero aprenda a mover la consciencia a través de la superficie de su cuerpo;
ayúdese a través del rascado o rallado suave con la yema de los dedos o con un pincel a
lo largo de su piel, para destacar la trayectoria de su consciencia corporal, lo que le
facilitaría en gran medida ubicar rápidamente su punto sensible. Si esto no es
suficiente, rasque o frote ligera y lentamente el sector destacado, muy suavemente
aplique esto a su piel con las uñas o con una regla. Continúe con esta caricia ligera
hasta que surja el hormigueo, luego podrá conseguir los mismos resultados solo con la
consciencia corporal y sin ningún aditamento.
Para un mejor aprendizaje y focalización de los caminos energéticos, le
sugiero que utilice un pincel del largo y ancho adecuado. Puede practicar usted mismo
o tener una persona amiga que lo sustituya, mientras las sensaciones causadas por el
contacto de la escobilla ayudan a enfocar el punto de su consciencia corporal en ese
sector. O también puede frotar la zona con los dedos, acariciándola en varias ocasiones
a lo largo de la vía elegida.
Primeramente, propongo trazar un camino desde la base de su pulgar
izquierdo, y seguidamente atravesar la parte inferior de su brazo, para terminar como
máximo en su hombro izquierdo. Cierre los ojos y concéntrese en la sensación que le
provoca el pincel o sus dedos, rosando y/o rasguñando a lo largo de la superficie de la
piel. Ignore la mano con la que está cepillándose. Repetidamente acaricie esta
secuencia, desde el pulgar hasta los hombros, y luego retorne a su pulgar nuevamente,
tantas veces como sea necesario hasta que su consciencia corporal reconozca
sobradamente este camino.
Repita el ejercicio anterior con su brazo derecho.
A continuación, experimente y siga un camino desde su dedo gordo del pie
izquierdo, hasta sus caderas, o hasta el nacimiento de su columna vertebral, o hasta la
rótula del mismo lado, luego retorne nuevamente hacia abajo, nuevamente hasta el
dedo gordo del pie.
Repita el ejercicio anterior con la pierna derecha. Practique esta técnica hasta
que pueda trazar un camino hacia cualquier parte del cuerpo con su punto de
consciencia corporal exclusiva, sintiendo su traza a lo largo de la superficie de la piel
sin tener que seguir un trayecto manual. Rasguñe y resalte el punto definido, con la
frecuencia y por el lapso que usted entienda necesarios, hasta que esta técnica se
aprenda y se desarrolle de forma automática.
Si usted está ejercitando con un compañero, pueden ayudarse mutuamente
mediante el cepillado en el sector deseado del cuerpo para estimular las vías, o con un
delicado y suave masaje con solo una mano. El masaje es una muy buena técnica para
aprender a enfocar y mover el punto de consciencia corporal. Haga que su pareja le
aplique un lento y agradable masaje siempre con una sola mano, y acompañe el
trayecto con su consciencia. Pídale que trace reiterados senderos a través de las piernas
y los brazos, y a través de su espalda, y acompañe la travesía de su mano con la
consciencia. Utilizando sólo una mano, hará que sea más fácil seguir el recorrido.

Ejercicios de CMC
Enfoque su consciencia en su rodilla derecha otra vez, hasta que pueda sentirla
correctamente. Cambie su centro de consciencia lentamente a la parte exterior de su
espinilla derecha, sintiendo cómo su consciencia se desliza hacia abajo. Mantenga el

105
centro de su consciencia en movimiento suave y lentamente hasta que se sitúe en su pie
derecho. Mueva su consciencia ahora hacia su dedo gordo del pie derecho. Sienta con
su consciencia la punta del dedo. Menéelo o agítelo un poco, para asegurarse de que
realmente lo puede sentir y su centro de consciencia esté bien dirigido. Mueva su punto
de consciencia hacia el dedo contiguo y note su forma y contorno con su consciencia.
Tense, mueva, menee, perciba, o rasguñe suavemente cada dedo del pie, según sea
necesario, para resaltarlo y orientarse.
A continuación, mueva su consciencia a través de su pie izquierdo y siéntalo.
Flexione y tense el pie izquierdo ligeramente hasta conseguir la sensación de su
conjunto. A continuación, aleje el centro de su consciencia del dedo gordo del pie.
Traslóquela de nuevo hacia el tobillo, y luego lentamente a lo largo de su espinilla
izquierda hasta su rodilla izquierda. Mantenga el centro de su consciencia en
movimiento, deslícelo hacia arriba a través del muslo y poco a poco por el lado
izquierdo de su cuerpo, hasta que pueda sentir su hombro izquierdo. Mueva su
consciencia hasta la parte superior del brazo izquierdo, mudándose lentamente a través
de su codo a la mano izquierda. Sienta su mano izquierda con su consciencia. Agite y
centre su consciencia en el pulgar izquierdo. Sienta su contorno y delinéelo con su
consciencia. Ahora desplácelo un poco si es necesario, para resaltarlo. Vislumbre todos
los otros dedos, uno a la vez, con su consciencia.
Usted acaba de mover su centro de consciencia a través de todo su cuerpo,
orientándolo y enfocándolo en todos sus órganos y extremidades. También ha estado
estimulando la energía de su cuerpo en el proceso, sin saberlo, como si su centro de
consciencia en movimiento a través del cuerpo, lo potenciase pránicamente. Es posible
que haya sentido algún hormigueo peculiar o sensaciones difusas a medida que
avanzaba y traslocaba su punto de consciencia en torno a su cuerpo. Estas sensaciones
son causadas por el movimiento de la energía atravesando su cuerpo, y son normales
en este tipo de ejercicios.
Para manipular eficazmente la energía de su cuerpo, es necesario ser capaz de
enfocar su punto de consciencia en un solo lugar, a los fines de evitar que se disperse.
Esta manipulación se realiza con la consciencia del cuerpo activa, y con algo que he
dado en llamar “imágenes táctiles”. Las imágenes táctiles son muy fáciles de aprender
y usar.
Usted ya se ha cultivado en las habilidades requeridas para esto y pronto
conseguirá asombrosos resultados. Solo se necesita un poco de práctica e insistencia.
A continuación, plasmo algunos ejercicios aconsejados por el doctor Francis
Lefebure (Doctor - 17 de septiembre de 1916, París, Francia - 19 de marzo de 1988),
que pueden servir de complemento de lo que estamos hablando.

LAS TENSIONES ESTÁTICAS (por el doctor Francis


Lefebure)

Estos ejercicios permiten densificar poderosamente el doble proyectado,


incluso hasta el punto de volverle susceptible de manifestarse a distancia. Mediante
esta técnica el doctor Lefebure pudo ser visto en lugares donde no se encontraba
físicamente.
Muchos practicantes de fosfenismo (más adelante explico de qué se trata este
fenómeno), han conseguido igualmente producir este fenómeno: desdoblamiento con
percepción objetiva del cuerpo sutil.

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Aquí, el ejercicio tal cual fue transmitido al doctor Lefebure por el maestro
zoroástrico Arthème Galip.
Se pueden encontrar ejercicios equivalentes en numerosas tradiciones, como
por ejemplo en el hermetismo Shinto, Ko-Shinto, Shintoísmo esotérico, donde todo gira
alrededor del fuego sagrado (fosfeno) anunciador de renovación.
Y particularmente en el Koto Tama (espíritu de las palabras), al final del
ejercicio llamado Funa Kogi, Furu Tama. Furu Tama puede traducirse literalmente
como sacudir el alma. Este rito, con la pronunciación de los sonidos perfectamente
ejecutada, es ciertamente, la llave activa que por su alta frecuencia rítmica permite
alcanzar la fusión de cuerpo y espíritu.
Las tensiones estáticas básicamente condicionan los puños apretados, el cuello
un poco hinchado; la mirada, aunque tensa y ligeramente endurecida, permanece
armoniosa; la mandíbula ligeramente rígida, los pulmones hinchados…

Ejemplo del ejercicio que permite la densificación del doble y su proyección:


Alcanzar la máxima tensión en 4 segundos — temblor durante 2 segundos —
distensión en 6 segundos, etc.
1. Hacer un clonus (contracción muscular) físico al ritmo de seis segundos.
2. Mientras se mantiene el clonus físico, repetir mentalmente el mantra ki, al ritmo de
seis segundos. Cesar el clonus y continuar con la repetición mental del mantra.
3. Mantener el clonus físico, la repetición del mantra, y añadir la visualización de un
temblor o una vibración. Durante el tiempo de pausa, conservar la visualización del
temblor y la repetición del mantra.
Esto permite:
4. La proyección del propio doble en otro lugar.
5. Contracciones mentales imaginarias, en la imagen de una persona.
6. Corriente luminosa en torbellino ascendente primero, descendente después.
a) en un lugar.
b) en la imagen de una persona.
Tensiones estáticas:
Principio: Tense todos los músculos de su cuerpo al mismo tiempo o divida
los músculos de su cuerpo en varios grupos y practique con un grupo de músculos a la
vez. Asegúrese de que su cuerpo y sus miembros no se muevan durante las tensiones.
Así, el punto de aplicación de la fuerza de sus músculos se invierte, y se vuelve hacia el
interior de su cuerpo. Tense los músculos hasta alcanzar el máximo de tensión, hasta
que inicie un ligero temblor. Tan pronto como el máximo de la tensión es alcanzado;
relajar los músculos.
Es preferible practicar las tensiones, sin un cojín o una almohada.

A – Ejercicio físico
1 ° La división de las tensiones:
Para asegurarse de que todos los músculos del cuerpo se estimulan
adecuadamente, dividir el ejercicio en siete partes:
A) tense todos los músculos de su brazo derecho.
B) tense todos los músculos de su brazo izquierdo.
C) tense todos los músculos de la pierna derecha.
D) tense todos los músculos de su pierna izquierda.

107
E) Inspire y, durante la retención con los pulmones llenos, tense todos los músculos de
su pecho.
F) Luego tense todos los músculos de su cuello, sin moverse.
G) Poner fin tensando todos los músculos de la cabeza. Una variación consiste en
imaginar que tensa un músculo imaginario situado en el centro de la cabeza.

Entonces, practique:
2 ° las tensiones globales del cuerpo:
Respire en su totalidad; mantenga el aire en sus pulmones y, durante la
retención, tense los músculos de forma simultánea y progresivamente durante unos
segundos; cuando llegue al máximo de la tensión, relaje los músculos durante unos
pocos segundos.
Al practicar los ejercicios de tensión estática, la longitud de su cuerpo
disminuirá ligeramente y su anchura aumentará levemente, pero el centro de su cuerpo
no debe moverse. El proceso es similar para todas las partes de su cuerpo.

Nota:
El maestro que me inició zoroástricamente, me enseñó a practicar una
progresión diferente: a partir de una pierna, luego la otra pierna, de manera progresiva
trabajando hacia arriba y terminando con una tensión global. Este ciclo puede ser
practicado cuatro o cinco veces cada noche.
Durante los períodos de fatiga intelectual, debido al exceso de trabajo,
encontré más fácil de practicar, comenzando con las tensiones globales; a continuación,
seguir con la parte superior del cuerpo y terminando con la parte inferior del cuerpo.
Usted es libre de elegir la forma de practicar, simplemente la que más le
convenga. Una vez que ha optado por un modo de proceder, es mejor atenerse a él, con
el fin de grabar el ejercicio en su subconsciente, por lo que automáticamente lo repetirá
mentalmente mientras usted duerme. Su doble de energía de forma espontánea (cuerpo
etéreo), repetirá las tensiones mientras está dormido, lo que generará usualmente el
despertar de su consciencia en los mundos invisibles.

B - Ejercicios mentales preliminares


Estos ejercicios sólo tienen que ser practicados hasta que se entienda su
finalidad plenamente:
a) Después de la tensión física global, repita la tensión simultánea de todos los
músculos de su cuerpo, pero esta vez sólo mentalmente.
Si usted trató de recordar las sensaciones producidas por los músculos al
mismo tiempo que estaba caminando en una playa durante unas vacaciones, daría lugar
a una imagen mental muscular. Este proceso es similar. Su propósito es reconstruir en
su imaginación todas las sensaciones proporcionadas por los músculos y tendones,
durante la tensión estática global.
b) Coloque el punto de concentración en el centro espiritual (o chakra) que desea
desarrollar. Se puede visualizar una pequeña bola de luz que se tensa a sí misma,
convirtiéndose en más densa. Imagine un pequeño músculo circular en el punto de
concentración. Visualice que el pequeño músculo se tensa mientras usted trata de
recordar las sensaciones proporcionadas por la tensión muscular física.
Este proceso le permitirá concentrar su mente en un punto, mediante el uso de
una imagen mental muscular. Esta práctica se complementa concentrándose en un

108
pequeño punto de luz. Usted se dará cuenta de que aumenta la eficiencia del último
ejercicio de una manera sorprendente.
Podrá observar que, después de la tensión muscular, la luz comienza a
aparecer alrededor de su punto de concentración, acompañada por la sensación de
fluidos blanquecinos en expansión.
Este proceso puede ser llamado "iluminación progresiva".
c) Después de la tensión global, imagine que está de pie en la sala, practicando las
tensiones mentales estáticas fuera de su cuerpo físico.
d) El mismo ejercicio, pero ahora imagine que usted se encuentra dentro del cuerpo de
un ser vivo (una persona, un árbol, un animal...), o dentro de un objeto (un objeto
antiguo de valor arqueológico, o una reliquia de la familia podría ser adecuado).
e) El mismo ejercicio otra vez, pero esta vez, sólo tense un singular e imaginario punto
en el cuerpo del ser vivo de su elección, con el fin de lograr una sensación de
identificación.
Por lo tanto, usted será capaz de transportar su consciencia fuera de su cuerpo
y ponerse en contacto con otra persona. Obviamente, el proceso es más fácil de lograr
con una persona que le gusta. Gracias a la fusión sutil de dos seres humanos, puede
obtener una comprensión de los estados de consciencia de otras personas, aunque esta
fusión es sólo parcial y momentánea.

C - Los ejercicios mentales finales


A) Realizar el ejercicio físico y el mental al mismo tiempo:
La tensión mental debe ser practicado después de la tensión física, sólo para
un período de formación previa, hasta que se dé cuenta de lo que es una tensión
muscular puramente mental.
Entonces, la tensión mental y la tensión física deben realizarse
simultáneamente.
Las tensiones musculares físicas y mentales deben ser muy parecidas. Con el
fin de asegurarse de que realmente realiza la tensión mental al mismo tiempo que la
tensión física, siempre imagine que usted practica la tensión mental en una ubicación
diferente de la tensión física.
Por ejemplo, se puede tensar el puño izquierdo y, al mismo tiempo, imaginar,
que se está tensando el puño derecho. O bien, durante la tensión física de los músculos
de su cuello, imaginar la tensión mental muscular llevándola a cabo en un punto
situado dentro de su pecho. Del mismo modo, durante la tensión mental de los
músculos de todo el cuerpo, se puede imaginar a su doble proyectado realizando la
tensión en otro lugar, en otra sala, por ejemplo, dentro de la figura con quien desea
unirse físicamente.
Otra variación consiste en imaginar tensando un músculo en el cerebro durante
la tensión física global, aunque obviamente no hay músculo en el cerebro.
La práctica de tales tensiones físicas y mentales al mismo tiempo, puede
parecer extraña y difícil de realizar. Por el contrario, la experimentación tiene
demostrado que es generalmente más fácil de practicar las tensiones simultáneas, en
lugar que la realización de la tensión física primero, seguida por la tensión mental.
La práctica simultánea de las tensiones físicas y mentales es fundamental, es la
única manera de asegurar la perseverancia en la práctica.
Luego, durante el descanso del sueño, las tensiones puramente mentales se
dispararán espontáneamente (o con un mínimo esfuerzo).

109
Este ejercicio es la manera más rápida para que se produzcan las experiencias
extra corporales, según mi experiencia.
B) Flasheos periódicos de las tensiones musculares puramente mentales:
Un ejercicio complementario debe añadirse a la práctica de las tensiones
mentales y las tensiones físicas a la vez: aprender a liberar completamente la tensión
muscular imaginaria, del ejercicio físico relacionado con las tensiones estáticas.
Este ejercicio, que consta de puras tensiones mentales, se puede practicar
durante el día, con la misma duración que su contraparte psico-física.
Cuando le sea fácil practicarla, entonces será algo muy ventajoso repetirla
mientras se está quedando dormido, ya que le preparará para un estado de "el despertar
durante el sueño", o despertar en un plano superior de la consciencia.
Durante el ejercicio que consta de tensiones puramente mentales, cada tensión
mental debe durar sólo un breve momento, un instante, a pesar de que debe ser lo más
intensa posible. Este destello de la tensión mental se debe repetir en intervalos
regulares, por ejemplo, cada cinco o diez segundos.
Será extremadamente útil utilizar una fuente de sonido normal (como un
metrónomo) para practicar intervalos rigurosamente iguales entre las tensiones. Es
posible sincronizar las neuronas del cerebro humano, y en consecuencia, aumentar el
potencial del cerebro, si se llevan a cabo sincronizaciones en la zona que abarca la
inteligencia. Para lograr sincronizaciones eficaces, uno debe practicar los ejercicios con
una precisión extrema (con un sistema electrónico, dentro de lo posible).
Un metrónomo es ideal para la práctica de este ejercicio.
Practique con regularidad el ejercicio de estática puramente mental; las
tensiones dispararán un flujo de fuerza que podrá disfrutar casi sin esfuerzo de la
voluntad.

10.Imaginación Táctil
La imagen táctil (I.T.) es el uso activo de la consciencia corporal para
estimular y manipular directamente la esencia de la energía del cuerpo. Esto es
simplemente una extensión de la CMC. Cuando la consciencia corporal se concentra en
un área específica, y ese punto de la consciencia está obedeciendo un movimiento
determinado, este desplazamiento estimula directamente la energía corporal en esa
zona. Cuando esto se hace en los sitios ubicados en los centros primarios o secundarios
de energía (chakras mayores o menores) ese centro de energía se verá estimulado
directamente. Los centros de energía individuales pueden ser manipulados y dirigidos
de una manera potenciada y dinámica.

110
Desarrollé la CMC y la I.T. en una persona que ha sido ciega desde su
nacimiento. En su caso, por supuesto, no podía visualizar en absoluto, además de no
comprender lo que era la capacidad visual. Esta persona me contactó a través de
Internet, con una computadora con sistema Braille, y me preguntó si disponía de alguna
técnica de proyección que no se basase en la visualización.
Este tema fue un reto interesante, así que tomé cartas en el asunto y comencé a
buscar la solución al problema. Después de unas ideas significativas y esclarecedoras,
se me ocurrió la CMC y la I.T. - ambas basadas en el sentido del tacto. Cuando probé
esta nueva técnica, me asombré de lo efectiva que era. Me di cuenta de que estaba a
años luz de cualquier otra técnica de manipulación de la energía del cuerpo, mucho más
poderosa que las técnicas de visualización. Desde entonces, he utilizado este
descubrimiento como base de todos los trabajos de manipulación y desarrollo de la
energía corporal, y de las técnicas de proyección.
Irónicamente, he perdido el contacto con la persona ciega que originó todo
esto, cuando esta nueva técnica de proyección basada en la I.T. (llamada “de la
cuerda”) se encontraba en pleno proceso de desarrollo.

Aprendizaje de la Imaginación Táctil


Enfoque su consciencia corporal solo en una zona específica y trate de no
utilizar los ojos, a menos que realmente tenga que hacerlo. Muchas personas descubren
que no pueden aprender las técnicas de la CMC o la I.T. sin usar sus ojos para ayudar a
orientarse en las áreas específicas. Haga lo que sea necesario, pero deje de depender del
uso de sus ojos tan pronto como sea posible. Muchos ejercicios y técnicas avanzadas
dadas más adelante en este libro, no permiten el uso de los ojos u otras ayudas
dirigidas.

Ejercicio Circular
La mejor manera de aprender a través de imágenes táctiles es descubriéndolas.
Descanse sus manos cómodamente en su regazo o en los apoyos o descansabrazos de
su silla, las palmas hacia abajo y los dedos ligeramente separados. Cierre los ojos,
relájese y mueva o dirija su consciencia a la base de su pulgar derecho, lado superior.
Hay importantes centros de energía secundaria (chakras pequeños) en las articulaciones
del pulgar, y ahora vamos a estimular cada uno de ellos. Muchas personas sentirán que
alguno de los centros del pulgar (chakras pequeños) se activa la primera vez que trabaja
en él.
El primer sector del que nos ocuparemos es el de la parte superior de la gran
articulación donde el pulgar se une con la mano derecha. Flexione el pulgar mientras
mantiene esta articulación entre los demás dedos para ayudar a localizarla. Raye
ligeramente una porción circular, hacia la derecha, en la parte superior de la
articulación del pulgar, aproximadamente de media pulgada (1 cm) o menos de
diámetro, para poner de relieve o realzar la consciencia en ese sector. Poco a poco,
trace con un dedo este trayecto por el mismo camino circular, mientras sigue el trayecto
de ese dedo con la guía de su consciencia. Ese punto de contacto, esa sensación de ese
punto, es su punto de consciencia. Continúe con esta acción hasta que pueda recordar la

111
sensación exacta de este movimiento circular y pueda volver a crear esta acción con su
punto de consciencia nuevamente. (Un pequeño pincel del tipo de artista también se
puede utilizar para este propósito).
Sienta el hormigueo sobre el área objeto en la parte superior de la articulación
del pulgar, con su punto de consciencia. Recree y sienta la acción de giro circular.
Mueva su punto de consciencia dentro de un pequeño círculo, girando hacia la derecha
en esa área, como si estuviera revolviendo con un lápiz imaginario, con una acción
concentrada y sensitiva…, continuando el movimiento solo con su punto de
consciencia. Dé movimiento a su sentido del tacto a través de la piel, con un
desplazamiento circular. Mantenga revolviendo en forma orbicular sobre este centro, a
razón de uno o dos giros por segundo, (la sincronización no es crucial). En poco
tiempo, esta acción va a ganar su propio impulso, llegando a ser casi automática. Y
tomará muy poco esfuerzo continuar con ella. Sostenga su punto de consciencia muy
cerca dentro de su piel. Sienta su punto de consciencia dando vueltas continuamente y
repare en cómo se mueve a través de la piel en el área objetivo.
Después de un tiempo – dentro de unos pocos segundos a unos minutos en un
primer intento - usted debería comenzar a sentir una ligera pesadez focalizada, una
opresión, un hormigueo, zumbidos, o incluso una sensación de cosquilleo en el hueso y
en el interior de la articulación del pulgar. Esta sensación puede extenderse más allá de
su dedo y de su mano. E indica que el centro de energía en la articulación del pulgar ha
sido estimulado con éxito en un nivel mayor de actividad energética. En el caso de que
sienta esto, transite de inmediato el siguiente ejercicio. Si no siente nada, después de
intentarlo durante varios minutos, pase al siguiente ejercicio sin más.

Ejercicios Alucinantes
Mueva su punto de consciencia cepillando hacia arriba y hacia abajo a través
de su dedo pulgar derecho, justo por encima de la base de la articulación hasta la punta
de la uña, sintiendo esta vía como si la recorriese realmente usted mismo. Mueva su
punto de consciencia acompañando los movimientos continuamente de ida y de vuelta
por esta zona. Ahora está cepillando todo su pulgar con su punto de consciencia y está
estimulando así enteramente esa área de energía.

112
Fig. 5. Técnica de movimiento circu-
lar por imágenes en la articulación
del pulgar.

Sienta esta acción de cepillado holísticamente a través de su dedo pulgar. Las


sensaciones que posiblemente haya sentido antes, se extenderán y se intensificarán a
través de todo su dedo pulgar, a medida que más y más centros secundarios y puertos
de intercambio de energía se vuelven vigorizantemente activos en ese sector. Luego
repita los dos ejercicios en el pulgar de la mano izquierda. Reitere el ejercicio en los
dedos gordos de ambos pies, uno a la vez, comenzando en la parte superior de las
grandes articulaciones, donde se unen a cada pie.

Observaciones para la Estimulación


A menudo hay centros secundarios de energía inactivos (chakras pequeños) en
un lado del cuerpo, pero rara vez en ambos lados. Si usted no siente nada después de
transcurrir con estos ejercicios tratando de despertar su consciencia por varios minutos,
continúe con el siguiente ejercicio. Si bien las sensaciones de movimiento de energía se
hacen evidentes en la mayoría de los casos, en algunos no se despiertan ni se reaniman
en absoluto; aunque lo he encontrado en determinadas ocasiones, puedo decir que es
bastante raro.
No sentir ninguna sensación en absoluto indica que la energía del cuerpo se
bloquea o inactiva en esa área. Si este es el caso, continúe y sea reiterativo e insistente
con estos primeros ejercicios la mayor cantidad de veces que pueda. Es importante que
aprenda y practique diariamente esta técnica. En ejercicios posteriores descriptos en
este libro, le enseñaré a restaurar áreas inactivas y eliminar los bloqueos energéticos.
Una ducha o baño de agua caliente no sólo relaja el cuerpo físico y purifica y
refresca la piel, sino que también promueve un flujo energético más fuerte en todo el
cuerpo energético. Si tiene problemas para hacer estos ejercicios, puede probar
bañándose primero.
El hormigueo en la piel causado por el rascado y utilizado para resaltar o
descollar áreas objetivo, no son la causa de las sensaciones de movimiento energético.
Prueba de esto es que los ejercicios repetitivos en el medio del antebrazo, o en el centro
del muslo, donde no hay centros energéticos secundarios significativos, no reflejarán
estas sensaciones de hormigueo. Verá que estas pruebas no causan o provocan ninguna
sensación de movimiento energético. Alternativamente, pruebe estos mismos ejercicios
en otros centros pequeños de energía, pero sin el rascado.
Es el desplazamiento del punto focal de la consciencia corporal a los centros
energéticos del cuerpo, lo que provoca las sensaciones de dinamismo o vigor y hasta de
leve calentamiento, en las zonas de movimiento y traslocación de la energía.

Utilizando la Imaginación Táctil


Los siguientes son algunos ejercicios simples pero importantes, que se basan
en los plasmados en el capítulo anterior. Estos son un paso más para dominar el control
manual de su propio cuerpo energético. Por favor, tómese su tiempo para leerlos

113
concienzudamente, así como también para practicarlos, proceso fundamental para
interiorizarse en los conceptos vertidos en este libro, que incluye luego técnicas de
trance y de proyección. Su importancia no deja de ser relevante.

Manos Conscientes
La forma más natural de utilizar su punto de consciencia es sentir que tiene un
par de manos imaginarias. Con el efecto de las manos conscientes, terminamos el tema
este de la formación de imágenes táctiles. Estas son herramientas de sensibilización de
gran alcance, que se utilizan para potenciar el aumento de la energía y la manipulación
de los centros energéticos, así como también para ser aplicadas en las diferentes
técnicas de proyección. Usted pronto aprenderá cómo utilizarlas en zonas más extensas
y en muchos otros ejercicios energéticos prácticos.
Las manos conscientes, según la experiencia, simplemente son extensiones de
la consciencia corporal. Usted posee una mano izquierda y una mano derecha, ambas
imbuidas por la consciencia. Cada mano experimentará estar unida a un brazo
imaginario procedente de la consciencia, y a su vez adherido a cada uno de sus
hombros, aunque estos brazos conscientes en sí mismos no son importantes. Con la
práctica, usted sentirá que cada mano consciente o de sensibilización se une a ambos
lados diferentes de su cuerpo energético. Cada mano está ensamblada a un flanco
diferente del cerebro, y una de estas manos conscientes es por lo general, ligeramente
más débil que la otra, dependiendo de qué lado de su cerebro es dominante. Cuanto
más tiempo ejercite y utilice esta sensibilización manual, más fuerte se hará y más fácil
logrará su proyección.

Ejercicios con Manos Conscientes


Cierre los ojos y relájese, mientras está sentado o recostado cómodamente.
Usando solo la consciencia corporal, tome sus manos conscientes, (sin mover las físicas
en absoluto) y diríjalas hacia abajo, a su pie izquierdo, como si estuviera agarrando el
mismo. Rasguñe o frote la parte superior del pie izquierdo y sacúdalo suavemente para
resaltarlo y hacer que este ejercicio resulte más fácil. Sienta la totalidad de ese pie.
Mueva sus manos sensibles a través de su pie izquierdo, desde los dedos hasta el talón,
ida y vuelta varias veces.
Después de esto, traslade sus manos sensibles (o podríamos llamarlas también
sensitivas) a través de su pie hasta el tobillo, y luego, lentamente, llévelas a través de
toda la pierna. Perciba todo ese sector a medida que mueve sus manos conscientes
hacia arriba y hacia abajo. Dibuje con estas manos, todo el trayecto hasta la espinilla,
más allá de la rodilla, hasta el muslo, y como máximo hasta la cadera. Al llegar allí,
gire su consciencia inmediatamente de vuelta hacia los dedos del pie y repita las
caricias, para lograr la acción de sensibilización energética. No deje que su consciencia
se disgregue o se pierda por otras partes del cuerpo. Repita esta acción una y otra vez,
tomándose el tiempo necesario, sintiendo la integridad de su pierna en todo momento.
Esta operación de fuerzas energéticas hace que fluyan a través de su pie,
desdibujándose a través de su pierna. Debería sentir algunas sensaciones peculiares en
este momento, tales como hormigueo, zumbidos, calor, frío, tensión, pesadez, e incluso

114
hasta sensaciones de cosquilleo en los huesos. Luego repita este ejercicio en su pierna
derecha.

Ejercicio de Desdoblamiento o Fraccionamiento de la


Consciencia
La división cuerpo-consciencia es muy simple y fácil de hacer. Se siente muy
naturalmente al practicarla, sobre todo si acompañamos el ejercicio con las dos manos
físicas al mismo tiempo. Como ejercicio ejemplo, divida su consciencia, sintiendo
ambos pies al mismo tiempo, después concéntrese en ellos, percibiendo cada uno con
sus manos sensitivas. Conduzca la energía a través de cada una de las piernas al mismo
tiempo, tal como lo hizo en el ejercicio anterior, una y otra vez, yendo y viniendo. Con
un poco de práctica, podrá hacer esto sin ningún esfuerzo. Si usted tiene problemas con
el desdoblamiento de su consciencia, trabaje con una sola pierna a la vez, hasta que se
sienta más afianzado para separarlas.
Cuando ya ha tenido un poco de práctica en lograr dividir su consciencia en
ambas manos, aumente la velocidad de la acción, acariciando en un movimiento
ascendente, ambas piernas simultáneamente, hasta llegar a dibujarlas a través de su
consciencia, tomando dos o tres segundos en cada barrido hacia arriba, desde sus pies
hasta las caderas.
Reforzando lo anterior, imagine y sienta como si estuviera escurriendo agua a
través de las piernas en su conjunto, con sus manos sensitivas. Imagine que sus manos
conscientes están cada una con una esponja grande absorbiendo agua y escurriéndola
hacia arriba, a lo largo de todo el trayecto hasta su unión con la cadera. El agua seguirá
tratando de correr hacia abajo con un movimiento natural, entonces es cuando deberá,
con su consciencia, forzarla a que se eleve, imaginando que ese líquido trata en vano de
escabullirse por los dedos. Esta acción proporciona mayor resistencia energética y les
da a sus manos conscientes algo con qué agarrarse, por así decirlo. Esto aumenta la
eficacia de cualquier acción integral en las extremidades, incrementando la energía.

Modo de Detectar Visiblemente las Manos


Conscientes
Después de un poco de práctica con el uso de sus manos conscientes, puede
empezar a detectarlas cuando se mueven más allá de sus ojos cerrados. Esto es
especialmente factible si usted ha estado meditando al mismo tiempo. Puede ser que
vea sombras vagas y confusas e indefinidas formas móviles. Si este es su caso, no
importa, porque el hecho de que no logre ver nada, no tendrá incidencia en absoluto en
estas técnicas para su efectividad. Esté atento a este efecto secundario, sólo para que le
ayude y le genere motivación: muchas personas han informado de este fenómeno.

115
Yo siempre logro ver mis manos sensitivas cuando se mueven más allá de mis
ojos, pero es que he tenido mucha práctica en esto, así es que no soy realmente un
ejemplo. Confío en mis voluntarios para que me proporcionen comentarios más
realistas.
Como experimento, relájese y cierre los ojos. Concéntrese en la sensibilidad
de sus manos conscientes. Poco a poco aumente su consciencia en sus manos
sensitivas, pasándolas por la cara y los ojos y por arriba de su cabeza, varias veces (sus
manos reales no se mueven), solo acaricie con sus manos invisibles. Trate de sentirlas
con los ojos cerrados. Vea si puede detectar movimientos sombríos y vagos, o si logra
vislumbrar la forma de sus manos conscientes mientras se mueven más allá de sus ojos.
Si usted tiene éxito, comprobará que estará viendo un tipo de energía similar a la
observada en tiempo real o con la visión astral, tal como lo detallado anteriormente.
Este experimento es más eficaz si se hace inmediatamente después de la
meditación.

Ejercicios de Fosfenismo (por el doctor Francis Lefebure)


Quiero aclarar un poco el por qué elegí el “Desfase” como técnica central. He
investigado en varios foros en inglés, donde hay mucha gente que se proyecta de
manera controlada, antes de iniciar esta investigación. Casi todo el mundo que tiene
experiencias fuera del cuerpo, lo hace en la manera tradicional, es decir perciben que
salen de su cuerpo, se ven a sí mismos, ven la habitación, etc. Lo que tiene esta
experiencia es que no se la puede controlar para hacer un recorrido progresivo por la
realidad ampliada.
Por este motivo introduzco las técnicas de Fosfenismo. Estas técnicas tienen la
habilidad de movilizar recursos interiores y producir estados expandidos de
consciencia.
Incluso después de hacer las prácticas de Fosfenismo de manera regular por
dos o tres meses, se comienza a tener experiencias fuera del cuerpo de manera
espontánea.

Introducción al Fosfenismo:
¿Qué es un fosfeno?
Los fosfenos son las manchas de colores cambiantes que se perciben en la
oscuridad, después de mirar fijamente una fuente luminosa durante un corto período de
tiempo. En la práctica, se utiliza una «lámpara fosfénica» colocada a 1,5 o 2 metros de
distancia, la que se observa fijamente durante treinta segundos. El fosfeno es
imprescindible en los ejercicios de desdoblamiento astral. También el fosfenismo es un
conjunto de técnicas para aumentar las capacidades cerebrales mediante el método
basado en reacciones fisiológicas: Los Fosfenos.
Las técnicas fosfénicas permiten restablecer el equilibrio entre los dos
hemisferios y así amplificar las capacidades cerebrales en su conjunto. Cuando se
asocia el fosfeno a cualquier ejercicio tradicional o a cualquier ejercicio moderno de
desarrollo individual, multiplicamos sus efectos en proporciones considerables.
De esa manera, obtenemos el desarrollo de la memoria, de la atención, de la
inteligencia, de la iniciativa y de la creatividad, lo que hace del método un maravilloso
instrumento pedagógico.

116
Las técnicas fosfénicas constituyen un verdadero acelerador de los procesos
mentales. Nos permiten tener una acción directa sobre nuestro propio pensamiento,
sobre su contenido, su calidad y su organización, pues optimizan el rendimiento, la
reflexión y todo el trabajo intelectual.
Los fosfenos fueron el comienzo de los descubrimientos del Doctor Lefebure.
En 1959, siendo médico del Servicio de Salud escolar, el Doctor Francis Lefebure
descubrió y analizó la acción dinamizante de la luz sobre todas las funciones
cerebrales. Su método se basa en los "fosfenos", es decir, las manchas multicolores que
persisten en la oscuridad durante más o menos tres minutos, tras mirar fijamente una
fuente luminosa durante unos treinta segundos.
El extraordinario descubrimiento del Doctor Lefebure es que la mezcla de un
pensamiento fijo con el fosfeno, transforma la energía luminosa en energía mental. Los
fosfenos provocan y fomentan pues, el desarrollo de la memoria, de la inteligencia, de
la atención, de la creatividad y de la intuición.
Los estudiantes se dan cuenta que la asimilación es más rápida y que se nota
su efecto sobre la comprensión. Las ideas se estructuran mejor.
El Fosfenismo no es solamente un método que permite hacer más eficazmente
un trabajo, es sobre todo una técnica que verdaderamente logra la expansión de la
personalidad, con total independencia.
El efecto de la mezcla fosfénica sobre el sueño es notable; muchos insomnios
se curan así. Los sueños se vuelven más coloreados, más lógicos y conscientes.

Una Introducción Sencilla a la Técnica Fosfénica:


Para la técnica básica necesitamos una fuente de luz pequeña. Puede ser una
vela (tradicional en el yoga) o una lámpara de luminosidad muy baja (la más baja
posible, o si no nos cubrimos los ojos con una tela de tejido abierto y los mantenemos
cerrados todo el tiempo), ya que debemos fijar la vista allí durante algunos segundos.
En caso de elegir una lámpara, el bulbo debe ser blanco y liso, sin ninguna marca en
particular.
En un espacio en penumbras (no hace falta oscuridad total) fijamos nuestros
ojos en la fuente lumínica durante treinta segundos a un minuto aproximadamente.
Luego los cerramos y nos concentramos en la imagen luminosa que quedó grabada en
nuestra retina. Eso es un fosfeno. Dura aproximadamente unos tres minutos hasta que
desaparece. Repetimos el procedimiento anterior dos o tres veces más como mínimo.
En caso de utilizar una vela, conviene girar la posición del cuerpo cuando
cerramos los ojos, para que el fosfeno no quede "interferido" con la luminosidad que
pueda filtrarse a través de los párpados.
Si es una lámpara, conviene apagarla cuando realizamos el fosfeno. Si esto no
fuera posible, tomaremos la misma precaución que con la vela.

Preparación para el Desdoblamiento:


El método de preparación para el desdoblamiento astral, se basa en los
trabajos del doctor Francis Lefebure, cuyo principio es la utilización de los fosfenos
junto con los ejercicios iniciáticos. El talento del doctor Lefebure es haber descubierto
la base de todas las tradiciones e iniciaciones de desdoblamiento astral o viaje astral, y
poder demostrarlo. En efecto, si hasta el presente ignorábamos lo que constituye
verdaderamente la sustancia de las iniciaciones al desdoblamiento o viaje astral, es

117
porque estaba enmascarada por concepciones e interpretaciones a menudo sin relación
con la realidad.
Al atraer la atención sobre fenómenos a veces espectaculares, lo cual no por
ello facilitaba el acceso a las experiencias, estas concepciones desnaturalizadas no
hacían más que acelerar, a lo largo de los siglos, la pérdida de sentido de ciertas
prácticas. En 1945, aprovechando su formación de científico, el doctor Lefebure
estudió con detenimiento las analogías entre el microcosmos y el macrocosmos. De
esta forma, puso en evidencia las leyes de simetría entre el espíritu y la materia, es
decir, hizo accesible a nuestra manera de pensar, las características fundamentales del
espíritu y del pensamiento, que nos permiten comprender mejor, no solamente el
sentido de ciertas prácticas ancestrales, sino también los diferentes planos en las que se
sitúan estas experiencias.
A partir de 1959, el doctor Lefebure desarrolló una serie de técnicas que
permiten verificar paso a paso, la realidad de ciertos fenómenos, como el
desdoblamiento astral y penetrar en este extraño universo, que es el viaje astral.
¿Qué es el Fosfenismo en el contexto del viaje astral o desdoblamiento astral?
El Fosfenismo es la ciencia de los fosfenos, que surgió en el alba de la
humanidad y ha formado parte de todas las culturas en todas las épocas; pero el
concepto de fosfenismo no se había puesto claramente en evidencia antes de los
trabajos del doctor Lefebure, que dedicó su vida a estudiar holísticamente las
tradiciones iniciáticas del fosfenismo.
Su descubrimiento marcó un momento crucial en el estudio de los fenómenos
psíquicos. Descubrió que todas las iniciaciones auténticas tienen un punto en común
constante, aunque se manifiestan de formas diversas, según las culturas y las épocas: la
fijación de la mirada en fuentes de luz directas o indirectas.
A los dieciocho años, Francis Lefebure fue iniciado por Arthéme Galip, como
consecuencia de una imposición de manos que provocó en él videncias, visiones,
experiencias de desdoblamiento y numerosas manifestaciones espirituales. Este
maestro azoroástrico le indicó también ciertos ejercicios, a fin de mantener y
desarrollar las capacidades que había despertado, entre las que se encuentran las
contracciones estáticas (más arriba explicadas), y que constituyen el objeto de este
estudio.
Gracias a este fuerte impulso, el Doctor Lefebure experimentó una serie de
fenómenos psíquicos que transformarían su vida y lo proyectarían hacia un análisis
científico del que ignoraba que fuera a demandar toda su vida y que tendría un éxito y
una repercusión considerables.
En la época en que recibió este estímulo, los fenómenos psíquicos se
consideraban todavía como misteriosos y reservados a ciertos iniciados o auténticos
elegidos. Pero a los cuarenta y cuatro años, durante su encuentro con el místico
indonesio Muhammad Subuh Sumohadiwidjojo (Raden Mas) (22 de junio de 1901,
Java, Indonesia - 23 de junio de 1987), el Doctor Lefebure tuvo la certeza de que estos
fenómenos se debían en realidad a una práctica específica, que actuaba profundamente
sobre el conjunto del funcionamiento cerebral y provocaba estados de consciencia muy
especiales.
Como médico y fisiólogo, el Doctor Lefebure trabajó durante veintinueve años
en las aplicaciones de los fosfenos y en la teoría del fosfenismo. Fue el único
investigador que afirmó y demostró que la luz mejora y aumenta las capacidades
cerebrales e intelectuales, cuando se mezcla un pensamiento con un fosfeno. Por ello, el

118
fosfenismo engloba en general métodos de desarrollo personal y de desarrollo místico;
las técnicas iniciáticas se ven iluminadas por el estudio y el método de los fosfenos.
El fosfenismo constituye la enseñanza iniciática más elevada, porque forma
parte de todo individuo. El fosfenismo es así un método tradicional de desarrollo de las
facultades psíquicas, que da acceso a la iniciación en el sentido original del término,
donde el desdoblamiento astral toma una gran relevancia.
¿Qué es la iniciación aplicada al viaje astral o desdoblamiento astral?
La palabra «iniciación» viene del latín initium, que significa lógicamente
«comienzo, inicio». La iniciación es pues el descubrimiento de un medio que no nos es
habitual y en el que ciertos procesos permiten profundizar en un desarrollo psíquico
especial, si se alimenta regularmente el estado de consciencia que unas técnicas muy
específicas permiten obtener.
No se trata de un simple estado de profunda calma o de relajación. Se trata
todavía menos de un estado de hipnosis, que produce efectos totalmente opuestos a los
que buscamos. Más se trata de un estado en el que la consciencia es más aguda, en el
que el espíritu es más independiente y que proporciona, cuando se ha adquirido la
costumbre de sumergirse en él, sensaciones y percepciones que no tienen relación con
los conocimientos que tenemos de nuestro entorno habitual.
La iniciación es pues un impulso que cada uno debe desarrollar; un impulso
que nos pone en contacto con otras muchas facetas de la realidad.
El verdadero sentido de la «iniciación», es poner en funcionamiento energías
que permitan realizar y expresar las facultades que cada individuo tiene guardadas. La
observación de fuentes luminosas de forma directa o indirecta está en el origen de la
mayoría de las iniciaciones y se encuentra en muchas tradiciones.

LOS CUATRO EJERCICIOS DE FOSFENISMO


Ejercicio Nº 1:
El Ejercicio Fundamental:
La Oscilación del Punto de Consciencia, a un Ritmo de Dos Segundos
Debe comprar una bombilla de bajo consumo de luz día o blanco frío de 20 W
(equivalente a 100 W de las incandescentes).
Tiene que instalar la lámpara de tal manera que quede de 1,5 a 2 metros desde
donde va a estar sentado haciendo los ejercicios. Añada más cable a la lámpara, para
que el interruptor quede al alcance de su mano sin moverse.
Ubíquese a 1,5 o 2 metros de la lámpara fosfénica. Mire la lámpara encendida
por 30 segundos. Apague la lámpara y cierre los ojos. La habitación tiene que estar
totalmente oscura, si no use un antifaz. Comenzará a ver un fosfeno por
aproximadamente 3 minutos.
Una sesión de Fosfenos consta de:
Fosfeno + Balanceo + Visualización + Mantra
El balanceo podemos realizarlo ayudándonos con el cuerpo, meciéndolo un
poco hacia delante y hacia atrás.
Mantra:
El mantra lo repetiremos en voz alta o en pensamiento. Si realizamos el
balanceo lateral (por ejemplo), repetiremos ilí, ilí, ilí, ilí... cada segundo, cuando el
punto de concentración esté en cada extremo.
Durante los ejercicios, usted se puede ayudar con el tic tac de un reloj, a los
fines de cultivar la sincronización de los tiempos.

119
El 1er minuto es en blanco, para que podamos acomodarnos y realizar el
fosfeno.
El 2do minuto es para realizar el balanceo normal.
El 3er minuto es para realizar el balanceo imperceptible.
El 4to minuto es para realizar el balanceo normal.
Visualización:
Durante el balanceo, debe visualizar un punto de consciencia que se mueva a
un ritmo de dos segundos (un segundo a un lado y otro segundo al otro lado). El
movimiento debe coincidir con el movimiento del balanceo.
Aquí tiene todas las variantes del ejercicio del punto de consciencia:
Hay tres clases de puntos de consciencia que podemos visualizar:
1. Pensamiento abstracto: Visualización: triángulo, cuadrado, círculo... (figuras
geométricas).
2. Pensamiento sutil o espiritual: Visualización: punto de luz.
3. Pensamiento Etérico: Extensión de la consciencia. Visualización: Flor, árbol,
bosque...
Fases del Punto de Consciencia
Cada Sesión de balanceos, consta de 3 fases de 4 minutos cada una.
El punto de consciencia en la 1ª fase se balancea en el interior de la cabeza
(dentro del cráneo); en la 2ª fase se balancea de extremo a extremo de la habitación; en
la 3ª fase se balancea hacia el infinito.
Si nos interesa continuar trabajando con el pensamiento abstracto, elegiremos
otra figura geométrica (un círculo o un cuadrado). O si no, pasamos a una esfera
luminosa. Hay que ir variando.
Se debe practicar este ejercicio por la noche antes de acostarse y por la
mañana después de levantarse, y si puede hacerlo también durante el día, mejor.

Ejercicio Nº 2:
Contracciones Estáticas
Este ejercicio lo realizará por la noche antes de dormir y por la mañana
después de despertar. Se trata de contraer y tensar los músculos. Esto lo hacemos por
partes.
Pierna derecha - pierna izquierda - brazo derecho - brazo izquierdo - tórax - cuello
-cabeza. Luego el cuerpo entero.
Debe usted contraer y tensar los músculos de cada parte, lo más fuerte que
pueda por unos segundos. Luego los relaja por unos segundos y comienza con otros.
Como todos los ejercicios, tiene su contraparte mental: debe realizar los
mismos, pero mentalmente. Imaginando a su doble proyectado haciendo las
contracciones. Al principio debe hacerlos por separado hasta que busque
acostumbrarse. O sea, contrae su pierna izquierda - la relaja. Ahora imagine a su doble
que contrae la pierna izquierda y la relaja. Y así sucesivamente.
Luego de un tiempo de práctica, el ejercicio físico debe realizarse al mismo
tiempo que el mental. Es decir, mientras contrae su pierna izquierda, al mismo tiempo
imagina a su doble que contrae su pierna izquierda.

Ejercicio Nº 3:

120
Ejercicio de la Respiración Rítmica
La respiración es el portal entre la dimensión física y los dominios cuánticos o
interdimensionales, pero no se trata de la respiración normal automática, sino más bien
es un patrón de respiración muy específico que llamaremos “Respiración Rítmica”.
La respiración rítmica es un proceso simple, de cuatro etapas que comienza
con una inhalación que tiene un conteo aproximado de seis segundos de duración,
dependiendo de su capacidad pulmonar, postura, y grado de privacidad. Después de
hacer la inhalación a través de su nariz, la contiene (hace una pausa de retención)
durante un conteo igual, y a continuación exhala a través de su boca, una vez más,
durante el mismo conteo. Cuando termine de exhalar, hace otra pausa de retención.
Durante las retenciones, va a notar que al principio no tiene usted más
capacidad de aire, pero al llegar al remate de los 6 segundos, se nota que hay todavía
una pequeña capacidad. Entonces al llegar al final, debe tomar una o dos bocanadas de
aire. O sea, en la retención de inhalación, al llegar al final de los 6 segundos, inhale una
o dos bocanadas de aire más, y en la retención de exhalación, exhale una o dos
bocanadas de aire al llegar al final de la retención.
La clave es mantener la simetría en cada uno de los cuatro segmentos del
proceso. Si está utilizando un conteo de seis segundos, úselo por igual en cada
segmento. No es esencial que vigile esto con precisión; más bien, aplique un
seguimiento casual de su tiempo para cada segmento y conserve una consistencia del
flujo.
Se recomienda hacer tres o cuatro ciclos consecutivos y después regresar a la
respiración normal. Este período de respiración “normal” es llamado: el Período de
Consolidación.
Conserve cerrados sus ojos durante todo el proceso, y sentándose con su
espalda recta en una posición cómoda, con ambos pies en el suelo. Cuando comience su
período de consolidación, es tiempo para que concentre toda su atención hacia aquellas
cosas que surgen en la superficie de su consciencia, sabiendo que éstas afloran por una
razón.
Este período de consolidación, usualmente se estira por tres o cinco minutos,
pero no hay límite establecido. Use su intuición para guiarse durante este período de
tiempo. En general, cada repetición de la consolidación, normalmente de cuatro a
cinco, se vuelve menos poblada de pensamientos o sentimientos, y para cuando entre al
período de consolidación final, usted mismo habrá vaciado su mente de pensamientos o
sentimientos y habrá entrado al dominio cuántico.
Puede tener hasta cinco ciclos de respiración entremezclados con períodos de
consolidación; una vez más, la simetría es importante. De todas maneras, esto puede
variar, dependiendo del tiempo de que disponga.
Este ejercicio debe realizarse junto con la visualización de oscilación del
punto de consciencia de la siguiente manera: visualice la esfera blanca luminosa con
una oscilación lateral de dos segundos, entrando por su cuerpo por la región perineal
(donde se encuentra el primer chacra), cuando comienza la inhalación, y asciende hasta
ubicarse en el pecho al final de esta. Durante la retención, la esfera (destello de luz
fosfénico reflejado en sus ojos cerrados), permanece en el pecho (siempre oscilando a
un ritmo de dos segundos). Cuando comienza la exhalación, la esfera ascenderá hasta
salir por la parte superior de la cabeza al término de esta. Al iniciar la retención, la

121
esfera se moverá alrededor del cuerpo con círculos descendentes (tardando dos
segundos en hacer cada círculo). Todo esto se repite con cada ciclo de respiración.

Ejercicio Nº 4:
Oscilación del Punto de Consciencia al Ritmo Opuesto del Ritmo del
pensamiento
Este ejercicio es muy vigorizante y debe hacerse a la noche justo antes de
dormirse.
Imagine una esfera de fuego (como si fuera un pequeño sol). Haga que esta
esfera explote de la manera más violenta que pueda, esparciendo chispas en todas
direcciones y que se desplacen lo más lejos posible.
Luego viene un período de descanso en que queda todo congelado. Este
período debe ser largo (12 veces más largo de lo que duró la explosión).
Luego viene el período de contracción. Imagine que los puntos de luz se
contraen de manera lenta, hasta formar de nuevo la esfera. La contracción debe durar
más o menos lo mismo que la explosión, pero el movimiento debe ser lento.
Al formarse de nuevo la esfera, ésta comienza a rotar lentamente mientras se
va achicando, hasta quedar muy pequeña. Luego explota nuevamente y comienza el
ciclo de nuevo.
Debe intercalar el mantra OM (mentalmente) con un intervalo entre la O y la
M de la siguiente manera. Diga O O O O antes de imaginar la esfera - luego aparece la
esfera y explota. Al final de la explosión, cuando comienza el período de descanso,
diga M M M M.
Luego de hacer tres o cuatro ciclos de visualización, puede descansar diciendo
el mantra OM por uno o dos minutos y después comenzar de nuevo con la
visualización, hasta que usted se duerma. El mantra OM siempre debe llevar un espacio
de silencio entre la O y la M.
Aquí doy por finalizado los legados del doctor Lefebure. Más adelante, en el
capítulo N° 15, aporto otro ejercicio de respiración – concentración – meditación,
contribución del sr. José Silva, de suma importancia para ir adiestrando nuestra mente
amodorrada, y ejercitando nuestra consciencia aletargada.

122
11. Estructuras Energéticas
Secundarias
Para proyectarse fuera del cuerpo y al mismo tiempo estar plenamente
consciente y tener alguna esperanza de recordar el suceso después, será de una enorme
ayuda tener la capacidad para potenciar el flujo de energía dentro y a través del cuerpo
energético. Un efecto secundario bien conocido del estado de trance es el que produce
un flujo más fuerte de energía del que lo hace el estado de vigilia normal, y con su uso
regular se logra un lento pero progresivo desarrollo.
La mayoría de las historias de casos de EFC mencionan sensaciones de
energía en movimiento. Las consabidas vibraciones y rápidos latidos del corazón no
son más que sensaciones intensas de energía en movimiento asociadas con la
generación y la (podríamos llamar) extrusión del doble proyectado. Debajo de nuestro
envoltorio exterior carnoso comienza todo lo bioenergético. Cuando la parte energética
de nosotros se mueve a la vanguardia, como sucede durante la proyección consciente,
la energía se convierte simplemente en un todo.
En una etapa muy temprana, cuando observé los conflictos entre los diferentes
pensamientos y variadas escuelas orientales con sus temáticas sobre la manipulación y
el desarrollo de la energía, decidí poner en práctica un nuevo enfoque más pragmático,
con mis investigaciones. Gracias a las exploraciones y experimentaciones con respecto
al cuerpo energético en los últimos años, ellas han arrojado importantes y significativos
descubrimientos, ampliando significativamente la perspectiva.
Hace casi una década, decidí detectar mi cuerpo energético de la manera más
complicada, utilizando imágenes táctiles para sentir el camino de mi propia energía a
través de mi cuerpo. Literalmente, escogí este camino atravesando cada centímetro,
buscando los centros energéticos más pequeños. Probé, estimulé y sentí cómo
funcionan, lo que protagonizan, y cómo encajan en la estructura del cuerpo
bioenergético humano en un todo. Evité las investigaciones y ejemplos de otros autores
en esta materia por el momento, ya que quería hacer una exploración completamente
fresca y sin prejuicios sobre la energía del cuerpo humano.
Este trabajo me permitió desentrañar gran parte del soporte estructural y
subyacente del cuerpo energético. Esto es conocido hoy, sobre todo gracias a las
investigaciones en el área de la acupuntura, la reflexología, el Tai Chi, el Qi-Gong y
otras disciplinas relacionadas con la energía, sobre todo de origen oriental. Mis nuevas
investigaciones, sin embargo, me han abierto el camino y me han dado una
comprensión mucho más práctica sobre este tema de la energía corporal, que de otro
modo me hubiera sido imposible encontrar.
Mis descubrimientos iniciales me condujeron a un plan para poner en práctica
lo que había aprendido. Esto hizo necesario el desarrollo de nuevas y variadas técnicas,

123
que a su vez condujeron a muchas más pruebas y experimentaciones. El nuevo sistema
fue luego ampliamente probado por docenas de voluntarios que me proporcionaron
decenas de ensayos, pericias y respuestas. Esto me permitió depurar mi teoría y técnica
iniciales, y desarrollar otra nueva, un sistema simple pero eficaz de manipulación y
desarrollo de la energía del cuerpo. Se ha demostrado ampliamente que es un sistema
extremadamente valioso y flexible en todos los aspectos del desarrollo energético y las
EFC. Este libro contiene una versión modificada del nuevo sistema, adaptada al
entrenamiento necesario con respecto al tema de la proyección.

Cinco Pistas Diferentes


El cuerpo energético humano puede ser comparado con una refracción
energética del cuerpo físico, compuesto estable y altamente estructurado de materia
etérica (véase el capítulo N° 28). Contiene en su interior varios circuitos energéticos
distintos pero interdependientes entre sí. Tengo definido estos circuitos lógicamente, a
través de la experimentación, la observación, y lo que yo considero basados en un
razonamiento sólido. Mis definiciones y descripciones se esfuerzan por brindar una
regla general de entendimiento, ya que abordan el tratamiento de los procesos
energéticos puros de la energía corporal, tratando de no ser demasiado técnicos o con
términos oscuramente esotéricos.
Hay cinco circuitos energéticos básicos dentro del cuerpo energético humano.
(Por ahora no voy a ahondar demasiado sobre los circuitos principales. Los delineo
aquí sólo para ilustrar las relaciones entre los diferentes circuitos).

Circuito Maestro Circuito del Kundalini


Circuitos de Tres Centros Principales de Almacenamiento de Energía
Almacenamiento
Circuitos Primarios Siete Centros de Energía Primarios (chakras principales)
Circuitos Secundarios Soporte de Centros de Energía
Circuitos Terciarios Puertos de Intercambio de Energía

Cada circuito tiene muchas funciones diferentes en los niveles físico,


bioenergético, y de energía pura. Todos están interconectados y trabajan juntos para
apoyar y estimular los requerimientos energéticos de cada uno, y son partes integrales
del cuerpo bioenergético humano en su totalidad. Los centros primarios de energía
(chakras principales) y sus funciones superiores, no pueden ser utilizados y
desarrollados adecuadamente bajo ningún aspecto (salvo accidente o habilidad natural),
hasta que el circuito inferior y los centros de energía más pequeños hayan sido
estimulados, desarrollados, y estabilizados. Si se intentan desplegar y desarrollar
primero los circuitos energéticos superiores, se debe dedicar una gran cantidad de
tiempo, a menudo años, a esperar que los niveles de los circuitos inferiores se pongan
al día con las nuevas demandas que se les impondrán.
Los primeros intentos de trabajos a nivel energético, especialmente en los
centros primarios de energía, pueden causar grandes trastornos y reajustes o
realineamientos dentro de la estructura existente de la energía corporal. Nuevos
caminos de energía deben formarse y las viejas vías deberán ser desbloqueadas,
depuradas, redefinidas y ampliadas. A los fines de que se complete el desarrollo de la

124
estructura del soporte energético hasta el punto en que se pueda manipular la mayor
demanda de energía disponible, y debido a los requisitos cambiantes de los centros
primarios más altos, la energía es tomada a menudo de las áreas de almacenamiento
vitales del cuerpo energético. Esto puede hacer que la energía del cuerpo físico se agote
o se empobrezca o merme desaconsejablemente.
La fatiga, la desorientación, el dolor de cabeza, los problemas digestivos, la
depresión y una variedad de trastornos emocionales, más otros muchos problemas,
pueden manifestarse temporalmente, en diferentes combinaciones y grados de
severidad. Estos pueden ser especialmente pronunciados si no se siguen los
procedimientos y precauciones recomendados en este libro. Los trabajos en los centros
primarios, especialmente, no debe realizarse con demasiado ímpetu en una etapa de
desarrollo demasiado temprana. Antes de que los centros primarios sean
implementados de forma sustancial y significativa, es necesario trabajar en la estructura
de apoyo y soporte, para poder manipular mejor y prudentemente el mayor flujo de
energías que se requiere de ellos.
El primer paso es estimular y depurar los centros secundarios individuales de
energía, los grupos de puertos de intercambio y sus vías de interconexión, un aspecto o
punto por vez. Aunque este proceso puede parecer un poco tedioso, bien vale la pena.
Una vez que se inicia la fase de desarrollo, la energía comienza a fluir mucho más
libremente y con más fuerza que antes, a través del cuerpo energético. Esto resuelve
muchos problemas energéticos relacionados con las proyecciones básicas, al hacer que
sean más sencillas, reduciendo significativamente las profundas sensaciones de
gravedad o equilibrio en el proceso de desdoblamiento.

Flujo de Energía
La persona promedio normalmente absorbe sólo una pequeña cantidad de
energía vital disponible cada día, y a medida que se es mayor, menos energía se ocupa.
La energía es absorbida durante el sueño, la digestión, la respiración, y la exposición a
la luz solar. Digamos que usted absorbe 100 unidades de energía cruda por día,
suficientes para las necesidades diarias medias. Hay ejercicios para fomentar el
aumento de energía a consumir, y comenzar a utilizar 200 o más unidades en bruto
(vitalidad) por día. Este déficit de 100 unidades por lo general, se compensará con las
áreas de almacenamiento de energía corporal, a veces causando los síntomas físicos
asociados a la interrupción del cuerpo energético y su consecuente agotamiento.
Con un poco de tiempo y atención, la energía del cuerpo puede ser
condicionada, para gestionarla casi en cualquier suceso. La mejor manera de comenzar
es estimulando, desarrollando y nutriendo las estructuras energéticas secundarias y
terciarias, las que son de suma importancia. El cuerpo energético es entonces capaz de
adaptarse y desarrollarse, en respuesta a sus nuevas necesidades energéticas.

Centros de Energía Secundaria


Los centros de energía secundaria son similares a los centros de energía
primaria, pero son por ende más pequeños y tienen menos funciones. Su objetivo
principal es transformar y condicionar las energías recibidas a través del sistema

125
terciario (puertos de intercambio de energía) en las cualidades específicas requeridas.
Estas partes más pequeñas de energía del cuerpo se pueden comparar con algo parecido
a componentes electrónicos bioenergéticos.
El diagrama que sigue, representa un típico modelo “esquelético” u óseo de un
centro de energía secundaria. Estos tienen cuatro polos cada uno y un núcleo central de
conexión que se ejecutan a través de su centro. Cada polo es una pequeña estructura
energética parecida a un vórtice aflorando en la superficie de la piel, directamente por
encima de la articulación. Estos polos están conectados a un conducto interno más
grande que discurre por el centro de todos los huesos, a través de la médula ósea. La
energía que fluye a través de estos núcleos es la causa de las sensaciones de hormigueo
dentro de los huesos mientras va aumentando la energía, especialmente durante los
primeros ejercicios. Los centros secundarios esqueléticos están interconectados a través
de vías energéticas que se ejecutan a través de la carne de los músculos, los tendones y
los nervios, y a lo largo de la superficie de la piel.
Ligeramente diferentes, pero con funciones similares, son los centros
secundarios adjuntos directamente a los órganos físicos, ganglios nerviosos, glándulas
y músculos. Estos tipos de centros secundarios no están conectados al sistema
esquelético, y por lo general sólo tienen uno o dos polos aflorando en la superficie. No
he sido capaz de determinar mucho más acerca de este tipo particular de energía. Los
centros secundarios y sus vías de conexión están, como es lógico y como no es de
extrañar, justamente en línea con los tradicionales meridianos y puntos de acupuntura.
Hay también sorprendentes similitudes entre el sistema secundario, como un todo, y el
sistema nervioso y circulatorio de las personas.

Puertos de Intercambio de Energía


Centros de Almacenamiento

Puertos de intercambio de energía

Fig. 6. Primer plano de un


típico centro de energía se-
secundaria (esquelética),
mostrando la sección trans-
versal de la articulación del
dedo (cortado).
Fig. 7. Tres centros de alma-
cenamiento de energía, mas

126
la concentración de los puer-
tos de mayor intercambio de
energía.

Los puertos de intercambio de energía (sistema terciario) son pequeños


centros de energía con funciones muy simples, al igual que los millones de pequeños
poros que cubren la superficie de la piel. Su función básica es la de absorber y
descargar energías. Toda la superficie de la piel está cubierta de ellos, pero están más
concentrados en distintas áreas principales a saber: las plantas de los pies, las palmas de
las manos, las fosas nasales, la boca, los labios y la lengua, y los genitales. En las
manos y los pies están los más grandes conductos de energía corporal y por lo tanto
contienen la mayor concentración de puertos de intercambio. Así que éstas son las
áreas más importantes para estimular, desarrollar y aplicar la sensibilidad de la
consciencia durante los ejercicios iniciales de incremento energético.

Centros de Almacenamiento
El cuerpo energético humano tiene tres grandes centros vitales de
almacenamiento, en donde se acumulan las diferentes cualidades energéticas. Estos son
muy diferentes de los centros de energía primaria (chakras principales) que comparten
las mismas áreas generales, a pesar de que pueden considerarse como relacionados
energéticamente.

Sub-ombligo
Posición: A medio camino entre el ombligo y la línea del pubis,
cinco centímetros promedio por debajo del límite exterior del cuerpo.
Función: almacenamiento físico de la energía vital en bruto.

Sub-corazón
Posición: Centro del pecho, en la base del esternón, cinco
centímetros
promedio por debajo del límite exterior del cuerpo.
Función: almacenamiento de energía emocional en bruto.

Sub-frente
Posición: Entre las cuencas de los ojos y el centro de la frente, justo
dentro del cráneo.
Función: almacenamiento de la energía mental y psíquica en bruto.

De estos tres centros de almacenamiento, el más importante y el más fiable y


seguro de potenciar de forma activa es el centro de almacenamiento sub-ombligo.
Cuando está saturado, se vuelca en el centro de almacenamiento sub-corazón, que, a su
vez, cuando se satura, rebosa o se derrama en el centro de almacenamiento sub-frente.
Cuando se colman deliberadamente los dos centros mayores de
almacenamiento, se está ante una práctica muy imprudente, que puede desequilibrar el
cuerpo energético y debilitar significativamente los niveles vitales. Esto no sólo es

127
evolutivamente contraproducente, sino que también puede afectar adversamente la
estabilidad emocional, mental y psíquica. Ocupar todos los centros de almacenamiento
es la obra de toda una vida. Usted puede pasar meses tratando de elevar su cota de
energía habitual, antes de que los niveles de almacenamiento en el sub-ombligo
aumenten significativamente, ya que una gran cantidad de esa energía se utiliza durante
los ejercicios de desarrollo precoces.
No hay métodos abreviados seguros. Si usted está buscando habilidades
psíquicas, practique la meditación y el trance regularmente y trabaje todos los días
tratando de saturar su centro de almacenamiento sub-ombligo. Si se acostumbra a
trabajar y a disciplinarse con la meditación, el trance y el reforzamiento de su energía
como una parte de su vida diaria, su cuerpo energético se desarrollará de una manera
natural, equilibrada y saludable. Cualquier habilidad psíquica latente comenzará a
manifestarse cuando las condiciones energéticas lo permitan. ¡Pero ojo! Forzar este
proceso causa problemas imprevisibles.

128
12. Estimulación de la Energía del
Cuerpo
Cinco Acciones Conscientes o de Sensibilización
Cinco acciones de imágenes táctiles se utilizan para manipular la energía del
cuerpo, aplicando las mismas técnicas básicas ya explicadas. Rasguñe o frote cada
centro de energía o vía energética, según sea necesario, para ayudar a orientarse y
alcanzar el objetivo de seguir solo con su consciencia. Así como se logra experimentar
la sensación de estas acciones sobre la superficie de la piel, también se sentirán que
ellas trabajan debajo de la piel e incluso un poco más en el interior del cuerpo. Con
todas estas acciones de sensibilización, buscaremos sentir un punto de la consciencia
corporal en movimiento a través del cuerpo físico, lo que estimulará la sustancia del
cuerpo energético. El formato de las acciones de sensibilización que figuran a
continuación, se modifica para adaptarse a la parte del cuerpo o centro de energía que
se esté trabajando.

Fig.8. Acción de la rótula en movimiento Fig.9. Acción de raspado sobre la rótula


Fig.10. Acción de envolvimiento sobre la rótula Fig.11. Acción de desgarro sobre la
rótula Fig.12. Acción de fricción sobre la rótula.

Acción de Movimiento o Agitación: Mueva su punto de consciencia en forma


de círculo, girando hacia la derecha a través de la superficie de la piel. Tal como si

129
estuviera revolviendo la zona con un solo dedo de una de sus manos a través de la
consciencia o la sensibilización. Esta acción puede ser en sentido contrario, si se
prefiere.

Acción de Raspado o Cepillado: Mueva su punto de consciencia de ida y


vuelta a través de la piel con un pincel, como la acción de cepillar, en esa zona.

Acción de Envolvimiento: Mueva su punto de consciencia en toda el área


específica, junto con las articulaciones y/o las extremidades, como si las envolviese
continuamente con un vendaje imaginario.

Acción de Desgarro o Rasgado: Utilice sus dos manos conscientes en una


acción de desgarro. Imagínese que está sosteniendo un pequeño trozo de pan y con él
friccionando sobre la piel, o en una acción de enroscado sobre la piel, y que ella se
rompe y se desgarra en repetidas ocasiones, todo esto a través de sus manos
conscientes, una y otra vez. Esta acción se utiliza principalmente en los centros de
energía primaria, pero también se puede aplicar como un método alternativo, para
estimular los centros de energía secundaria y los grupos de puertos de intercambio.

Acción de Fricción o Frotamiento: imagine o sienta sus manos conscientes


friccionando con una esponja grande, saturada de agua, hacia arriba, a través de toda la
zona de trabajo. Este efecto se utiliza principalmente como una acción de conjunto en
las extremidades. Se puede emplear esta esponja energética sobre una sola extremidad,
pero en realidad, este objeto virtual se destina principalmente a los fines de elevar la
energía a través de una extremidad completa u otra parte del cuerpo.

Notas Instructivas
Este nuevo sistema no requiere un nivel profundo de relajación y ni siquiera
una gran preparación. Una vez que estas técnicas se aprenden, es posible potenciar la
energía en cualquier momento, incluso mientras viaje, camine, dialogue, trabaje o vea
televisión, etc.
Para los siguientes ejercicios de entrenamiento, aplique relajaciones suaves
solamente, excepto cuando todavía esté en la etapa de aprendizaje de estas técnicas y
no consiga aún el consabido movimiento de energía durante los ejercicios iniciales. En
efecto, la relajación física profunda no es necesaria en el nuevo sistema, pero si
encuentra dificultades, algunos ejercicios físicos preliminares de relajación y trance
profundo suelen ayudar.
Recomiendo sentarse en una silla cómoda, con las piernas bastante derechas y
ligeramente por delante, preferiblemente con los pies desnudos o con calcetines flojos.
No use ropa apretada, especialmente en las piernas, porque cualquier cosa apretada o
incómoda interferirá en la focalización de la consciencia y en el fortalecimiento de la
energía. Coloque una almohada o cojín bajo sus pies si el piso está demasiado frío. No
se siente con las piernas cruzadas durante las sesiones de entrenamiento, ya que esto
hace que aprender a focalizar la consciencia y a incrementar la energía sea más difícil.
Cierre los ojos y haga algunas respiraciones profundas, y comience.

130
Cuando se encuentren centros secundarios o grupos de puertos de intercambio
que no responden, no se detenga en el proceso, para no perder tiempo concentrándose
en áreas bloqueadas. Trabaje en ellas durante el tiempo sugerido, y a continuación, pase
al siguiente ejercicio. Aplicar estos movimientos alrededor de las obstrucciones o
bloqueos, ayudará a limpiarlos, corregirlos o eliminarlos.
Sugiero que mantenga los ojos cerrados para no permitirse ver el área destino.
He encontrado que mirar hacia la zona objetivo, aún con los ojos cerrados, tiende a
diluir la efectividad de las acciones de sensibilización. No obstante, algunos de mis
voluntarios informaron tener dificultades para aprender a enfocar la consciencia al no
usar sus ojos para ayudarse en la orientación. Entonces: está permitido utilizarlos para
ayudarse en la orientación de la consciencia, observando el área que se está trabajando;
pero sugiero que lentamente los cierre tan pronto como le sea posible. Muchos de los
próximos ejercicios no permiten que los ojos se utilicen para nada, tales como en los de
trance y técnicas de proyección, etc.

Trabajos de Estimulación Preliminares


Estos ejercicios están diseñados para aislar y estimular centros secundarios
individuales y pequeños grupos de puertos de intercambio. Buscando entre ellos de esta
manera, permitirá que las áreas bloqueadas puedan ser identificadas para que sean
corregidas y reforzadas. Cada área despejada con éxito, aumenta significativamente el
flujo de energía en el cuerpo energético. Los dedos individuales de las manos y de los
pies no tienen que estar trabajando todo el tiempo, sólo en las primeras etapas y a los
fines de eliminar obstrucciones.
Las vías conectivas en el cuerpo energético pueden llegar a estar reducidas,
estranguladas y hasta bloqueadas completamente, hasta el punto de que se pueden
convertir en virtualmente anuladas, en similitud al cuerpo físico cuando trabaja
disociativa o defectuosamente. Los caminos energéticos pueden ser rectificados y
redefinidos, repitiendo y esquematizando su recorrido varias veces a través y alrededor
de ellos. El cuerpo energético, al igual que el cuerpo físico, aprende muy rápidamente y
desarrolla una especie de memoria energética asociativa de las acciones insistentes de
sensibilización y consciencia.

Centros de los dedos del pie

Fig. 13. Principales centros secundarios en los dedos del pie.

131
El trabajo de los dedos de los pies
Los dedos de los pies son partes importantes dentro de las estructuras
energéticas más relevantes y vigorosas de esa zona. Cada articulación del dedo
contiene un centro de energía secundaria, con cuatro polos aflorando en la superficie de
la piel. Estos están conectados a la gran concentración de puertos de intercambio de
energía en la parte inferior de los pies y de los dedos. Como estructuras de captura de
energía, los pies son base de los numerosos, potentes e intensos conductos dentro del
cuerpo energético. Son, por tanto, estructuras importantes para estimular y potenciar.
De los dos pies, uno - por lo general el izquierdo – normalmente se activa
mucho más fácil que el otro. Puede demandar numerosas sesiones para que el lado
menos activo comience a responder y desarrollarse. Si, en el primer ejercicio abajo
explicado a continuación, no se siente ninguna sensación en los dedos gordos de ambos
pies, significa que las dos áreas están actualmente inactivas o bloqueadas. Esto no debe
entenderse como que el sistema nuevo no funciona en usted. Estas zonas pasivas u
ociosas se despejarán y ordenarán progresivamente, tal como las demás estructuras
energéticas que se hallan en los pies.
Dirija su consciencia hacia la parte superior del dedo gordo del pie izquierdo.
Hay allí un centro secundario bastante grande en cada una de sus articulaciones.
Provoque un rasguño ligero en este dedo del pie, o frote longitudinalmente con la uña
para resaltarlo, hasta que sienta una comezón u hormigueo ligero en su parte superior.
Utilice la acción de cepillado a través de la consciencia y frote a todo su largo, desde la
punta del dedo hasta unos cinco centímetros más allá de donde se une con el pie.
Concéntrese en la sensación de esta acción dentro de la piel. Varíe esta operación de
vez en cuando, cepillando en cada lado interior y exterior del dedo también. Mantenga
el cepillado hasta que sienta un ligero ajetreo o pesadez focalizada o presión en ese
dedo del pie. Continúe cepillando durante varios minutos, o hasta que experimente
algunas sensaciones perceptibles; y a continuación, pase al siguiente ejercicio.
Repita el ejercicio anterior en el dedo gordo del pie derecho. Utilice la acción
de frotado en toda la superficie de ambos dedos gordos del pie, uno a la vez.
La acción de agitación o ajetreo también se puede utilizar en la parte superior
de cada coyuntura o articulación, si es que siente dificultades en su activación. Pruebe
con la consciencia dividida y el raspado o cepillado en ambos dedos gordos de forma
simultánea.
Utilice las acciones de cepillado y/o frotado en los demás dedos menores del
pie, comenzando con el dedo que está al lado del gordo y del lado más sensible. Ocupe
un poco más de tiempo en el pie menos sensible, y en el dedo del pie que no responda
al efecto de liberación o des obturación.
Utilizando la acción de cepillado, pero ligeramente más ancha (más o menos
desde la punta de los dedos hasta poco más allá de donde se unen al pie) y comenzando
con el pie más sensible, cepille a través de la parte superior de todos los dedos, y al
mismo tiempo, de lado a lado, desde el dedo gordo del pie al dedo pequeño, para
adelante y para atrás. Repita esta acción en el otro pie.
Trate con la división de la consciencia y repita lo anterior en ambos pies
simultáneamente, en cualquier dirección que sienta que es más fácil y más eficaz.

Trabajo con las Plantas de los Pies


132
Los puertos de intercambio de energía en el envés de los pies y sus dedos,
forman el estrato o revestimiento exterior de las complejas estructuras de intercambio
de energía dentro de los pies. Por lo tanto, las plantas de los pies son extremadamente
importantes para el flujo de energía en el cuerpo, y los siguientes ejercicios deben ser
ejecutados a fondo, para converger en mejores resultados.
Concentre su consciencia en el centro de la planta del pie izquierdo. Arañe o
frote esta área, si necesita ayuda para orientarse. Empleando la acción de movimiento
circular hacia la derecha, en una superficie aproximada de una pulgada y media de
diámetro (3,5 cm), dibuje estos círculos aplicando su punto de consciencia
continuamente en ese sector. Sin detenerse, prosiga con esta acción de ajetreo
lentamente sobre la parte inferior del pie y sus dedos. Mantenga este movimiento en
todo momento, cubriendo holísticamente esa zona plantar, hasta que haya completado
el pie varias veces, incluyendo la parte inferior de los dedos y el talón. Esta acción de
utilizar y fijar la consciencia, es un poco como estar manipulando un pequeño
masajeador rotativo eléctrico. Dedique esta acción circular por lo menos por el lapso de
cinco minutos en cada planta del pie (ejercicios tempranos solamente), o hasta que la
superficie de cada uno comience a responder correctamente.
Use esta acción de cepillado amplio, como si estuviese pintando las plantas de
sus pies con un gran pincel, cepillando con la consciencia de ida y de vuelta, desde los
talones hasta los dedos, cubriendo profundamente toda la parte inferior de cada pie con
esta acción, un pie a la vez.
Ahora trate de aplicar la división de la consciencia y repita la acción de
cepillado en ambos pies al mismo tiempo. Usando la acción de frotado profundo,
aplique la consciencia desde la punta de los dedos del pie hasta el talón, de ida y vuelta
a través de toda su superficie, un pie a la vez. Sienta esta acción como si rellenase todo
el interior de cada pie.
Ahora trate de aplicar la división de la consciencia y repita la acción de
cepillado en ambos pies al mismo tiempo.

Fig. 14. Acción rotati- Fig. 15. Acción de ce-


va de agitación sobre pillado sobre la planta

133
la planta del pie. del pie.

Los Pies y su Sensibilidad


Trabajar en el envés de los pies, puede causar de hecho fuertes sensaciones de
energía en movimiento. Estas pueden ser extremadamente incómodas, e incluso
dolorosas, sobre todo en las primeras etapas de estos ejercicios de desarrollo. Por
desgracia, hasta ahora no se ha logrado encontrar una ayuda para aliviar estos síntomas
y, por lo tanto, deben ser aceptados como el precio a pagar.
Comúnmente se pueden sentir sonidos de zumbidos intensos, sensaciones de
hormigueo, cosquilleo, y percepciones vibrantes de energía en movimiento en la
profundidad de los huesos. Estas pueden continuar por un determinado tiempo, incluso
después de que las acciones de consciencia que las provocaron, hayan sido
discontinuadas. Este suceso a veces es acompañado por contracciones y espasmos
musculares nerviosos en los pies y las piernas, los que también pueden ser bastante
fuertes en las primeras etapas. Además se pueden sentir ocasionales puntos que
transmiten calor o frío y obstrucciones crónicas en el interior de los pies y las piernas,
indicando áreas bloqueadas o dañadas.
Todas estas sensaciones son normales en este tipo de desarrollo energético. El
grado de sensaciones que se perciben, indica el grado de resistencia a la energía que se
ha generado. Fuertes percepciones de energía en movimiento son causadas por
cantidades de ella mayores a lo normal, que atraviesan obligadas vías y conductos
entrecerrados u obstruidos. Esto estimula excesivamente los nervios en la piel y tejido
circundante cerca de las vías de energía afectadas.
Las sensaciones de resistencia al fuerte movimiento energético deben ser
ignoradas. Si estas llegan a ser demasiado fuertes, de tal manera que afecten el confort
y bienestar, pase al ejercicio siguiente. Si estas sensaciones van más allá de los niveles
de relajación aceptables, interrumpa inmediatamente todos los ejercicios, al menos
hasta el día siguiente, para darles la oportunidad de “aclimatarse”. Las sensaciones
siempre irán en disminución a medida que siga con los ejercicios y las prácticas. De
todos modos, las sensaciones fuertes y profundas son una buena señal energética,
porque indican un correcto potencial de flujo de energía en las zonas afectadas.
Estas percepciones generalmente se alivian en forma gradual, después de los
cinco o diez minutos, a veces un poco más. El hecho de caminar ayuda también a
mitigarlas. Si solo se perciben sensaciones suaves, nos puede indicar que ya existe un
buen flujo de energía, produciendo significativamente menos resistencia y sensaciones
más ligeras. Pero si dejamos de sentir o percibirlas en absoluto, debemos sospechar que
existen grandes bloqueos, lo que inferirá en trabajo adicional para eliminarlos. El dolor
físico real es bastante raro; puntos calientes o fríos o penosas obstrucciones, además de
pinchaduras como con agujas, son infrecuentes. Estos indican determinados tipos de
bloqueos de energía que normalmente se irán reduciendo en forma gradual, a medida
que se borran y acondicionan al mayor flujo energético.
Es una buena idea extra tomar la decisión de tener un buen cuidado de los pies
y las manos, por lo menos mientras se transitan ejercicios tempranos. Recomiendo que

134
estos consejos se conviertan en un hábito para cualquiera que se tome el desarrollo
energético en serio y a largo plazo. Si tiene dificultades para promover el movimiento
de la energía en los pies, intente relajarlos en agua confortablemente templada,
fregándolos con un cepillo de dientes, prestando especial atención a la planta y al talón.
Frote sus pies hasta que comiencen a hormiguear ligeramente, entonces séquelos y
frótelos con un poco de aceite o crema para el cuerpo. Este interés y cuidado
adicionales lo harán más consciente de sus pies, obteniendo la sensación tan esperada
de hormigueo causada por esta observancia extra, la que se prolongará durante un poco
más de tiempo. Asimismo, puede ayudar a la tan buscada orientación de la consciencia.
La aplicación de aceites esenciales, además de técnicas de masaje y reflexología,
pueden también ayudar a activar y depurar las estructuras de energía bloqueadas en los
pies.

Trabajo con las Piernas


Cada barrido en las piernas debe tomar aproximadamente tres segundos en
cada pasada, de arriba o de abajo. Este ejercicio está diseñado para estimular el camino
energético, no para fortificar o elevar la energía en la pierna, por lo que se debe aplicar
la consciencia de cepillado en ambas direcciones. Repita este proceso en cada uno de
los siguientes ejercicios de piernas.
Utilice una amplia acción de cepillado en la parte frontal de cada pierna, una a
la vez. Rasguñe, frote, o raspe todo el trayecto hasta llegar a la entrepierna, si es
necesario, para ayudar a trazar la ruta que se está trabajando. Mueva la consciencia
hacia la punta de los dedos del pie, la parte superior del pie y el tobillo, la espinilla o
canillera de la rodilla y luego hasta la parte superior de la articulación en la cadera en la
parte frontal de cada pierna, una pierna a la vez. Mueva su consciencia en forma
constante hacia delante y hacia atrás una docena de veces o más en cada sentido.
Repita esto en la parte posterior de cada pierna, una a la vez, desde el talón
hasta la parte trasera de la articulación de la cadera (parte superior de la nalga), luego
de nuevo hacia abajo.
Repita esto en los lados exteriores de cada pierna, una a la vez. Preste atención
a la recepción de la energía desde el dedo más pequeño con este ejercicio, a través de
los lados exteriores del pie hasta el talón, al lado del tobillo, hasta la rodilla, y luego al
principio de la articulación de la cadera del lado de afuera; después hacia abajo de
nuevo.
Repita este paso en la parte interna de las piernas, una a la vez: desde el dedo
gordo del pie a través del lado interno del pie hasta la cara interna del tobillo, la rodilla
interna, los pliegues inguinales internos en la parte superior de cada pierna, y luego
hacia abajo de nuevo.
Incremente la energía con cada acción de raspado ancho, a través de todo el
recorrido en cada una de las piernas, sintiendo su consciencia allí. Discurra su
consciencia atravesando los dedos del pie, del tobillo, y a través de las articulaciones de
la rodilla hasta la cadera, luego hacia abajo por toda la pierna de nuevo.
Trabaje ahora con la consciencia dividida y aplique este último ejercicio en
ambas piernas al mismo tiempo.

Trabajo con las Manos y los Brazos


135
El cuerpo energético también entrega, intercambia y toma energías a través de
las manos y los brazos. En lugar de complicar excesivamente las cosas, lo mejor es
pensar en estas energías como simplemente sutiles o etéreas, a diferencia de las
energías terrenales o conectadas a la tierra que fluyen en los pies y las piernas. Las
manos, al igual que los pies, poseen una gran concentración de puertos de intercambio
en las palmas y envés de los dedos.
Trabajo con los Dedos de la Mano
El proceso para la estimulación de las manos y los dedos es similar a la
utilizada en los pies, con pocas diferencias. Para algunas personas es más fácil hacer los
primeros ejercicios con los dedos y con las manos, ya que tienen un enfoque visual
directo. Esto es permisible, pero por favor, deje de utilizar los ojos para este propósito,
una vez que las técnicas se hayan aprendido.
En primer lugar, se extienden los dedos ligeramente y se utiliza una acción de
cepillado estrecho para estimular toda la longitud de cada dedo en su parte superior.
Trabaje con un dedo a la vez y aplique el efecto de cepillado en las manos y las
muñecas durante treinta segundos cada una (o más tiempo si así lo desea), o hasta que
comiencen a responder. Gire una mano y repita este proceso con cada dedo en su parte
inferior.
Use una acción de cepillado ancho, como si estuviera empleando una brocha
grande de pintura, y estimule el dorso de cada mano, cubriendo todos los dedos con sus
extremidades, desde la punta de las uñas hasta unos pocos centímetros a lo largo y por
encima de las muñecas, una mano a la vez, por el lapso de treinta segundos o más, sin
importar si han respondido bien antes.
Utilice una acción de cepillado ancho en todos los dedos, de lado a lado,
cubriéndolos completamente.
Trate ahora de aplicar la división de la consciencia y repita lo anterior en
ambas manos al mismo tiempo.

Centro de los dedos de la mano.


Fig. 16. Centros secundarios
principales de la mano.

Trabajo con la Palma de la Mano

136
Trabajar con las palmas y los dedos puede causar intensas sensaciones de
energía en movimiento. Estas sensaciones suelen reducirse con el tiempo, más
rápidamente que las de los pies.
Repita el mismo proceso que aplicó con la planta de cada pie, pero en la palma
de cada mano, una a la vez. En primer lugar, utilice una acción de agitación ajustada o
estrecha, en movimiento, hasta que haya cubierto la totalidad de la palma de cada
mano, incluyendo la superficie inferior de todos los dedos.
Emplee la acción de cepillado ancho, de ida y de vuelta, desde unas pocas
pulgadas por encima de la palma de la mano hasta la punta de los dedos, cubriendo la
totalidad de la superficie de las palmas y la parte inferior de todos los dedos.
Use una acción de raspado ancho a través de la totalidad de las palmas y, de
cada lado, por encima de los dedos hasta las muñecas.
Trate ahora con la consciencia dividida y estimule las dos palmas, por encima
de las muñecas y por encima de los dedos.

Trabajo con el Brazo


Mueva su consciencia de ida y vuelta desde los dedos de la mano hasta el
hombro, una docena de veces en ambas direcciones, en cada uno de los siguientes
ejercicios. Disponga de aproximadamente tres segundos por cada barrido de brazo
hacia arriba, y lo mismo para cada barrido hacia abajo.
A lo largo del brazo izquierdo exterior, utilice una amplia acción de cepillado
desde la yema de los dedos, junto al dorso de la mano hasta la muñeca, sobre el
antebrazo hasta el codo, a lo largo de los bíceps exteriores hasta la articulación del
hombro exterior, de ida y de vuelta.
Repita el procedimiento anterior en el lado interno del brazo izquierdo, desde
la yema de los dedos, a través de las palmas de las manos, muñeca interna, parte interna
del codo, hasta la axila.
Repita esto en todo el brazo izquierdo, usando la acción de raspado, sintiendo
la mano por dentro y por fuera.
Repita todos los ejercicios anteriores con el brazo derecho.
Trate ahora con la consciencia dividida y reitere el procedimiento con ambos
brazos al mismo tiempo.

Fig. 17. Acciones de cepillado


y/o giro en círculos anchos

Técnicas de Rebote de Energía

137
La energía rebotante es una técnica sencilla y efectiva de la consciencia que
ayuda a limpiar, redefinir y fortalecer todas las vías de energía.

Factor de Resistencia de la Consciencia


Cuando usted mueve la consciencia rápidamente a través del cuerpo
energético, se encuentra a menudo con una resistencia energética natural. Esto se siente
como si estuviese arrastrando el punto de la consciencia a través de una sustancia
parecida al líquido, lo que le permite sentir la esencia de su propio cuerpo energético.
La acción de rebote crea una especie de ondulación dentro del cuerpo energético,
causando su interrupción, lo que obliga a que la libre circulación de la energía fluya.
Esto ayuda a clarificar los bloqueos y desarrollar los conductos internos.

Guía de Referencia Rápida


Pies y Piernas
Acción de cepillado en cada dedo del pie, añadir la acción de una
esponja grande Todos los Dedos
Acción de cepillado amplio en todos los dedos de ambos pies Todos los Dedos
Acción de agitación rotativa móvil sobre la superficie de cada planta de Planta del Pie
los pies
Acción de cepillado ancho a lo largo de la longitud de cada planta de los Planta del Pie
pies
Acción de raspado en todo el pie Todo el Pie
Cepillado de la parte delantera y trasera de las piernas y sus vías Piernas
interiores y exteriores, en ambos sentidos
Raspado en toda la pierna, desde los dedos de los pies hasta las caderas, Piernas
en ambos sentidos
Manos y Brazos
Cepillado de cada dedo, lados superior e inferior Dedos
Acción de cepillado a todo lo largo y lo ancho, en el dorso de cada Manos
mano
Acción de cepillado amplio en todos los dedos Manos
Acción de agitación rotativa, y a continuación, cepillado amplio Palmas
Acción de raspado a través de toda la mano Toda la Mano
Amplia acción de cepillado a lo largo del exterior e interior de los Brazos
ramales energéticos de los brazos
Raspado a través de todo el brazo, desde la punta de los dedos hasta el Brazos
hombro, en ambos sentidos

A modo de ejemplo (usando una acción de raspado o frotado rápida) rebote su


consciencia hacia arriba y hacia abajo a través de cada una de sus piernas, desde el pie
hasta la cadera, sintiendo cómo se mueve en ambas direcciones, al igual que con los
ejercicios de raspado con una esponja apuntados anteriormente. Rebote desde el pie
hasta la cadera y espalda, rápida y repetitivamente. Su consciencia corporal es capaz de
realizar movimientos y corrimientos rápidos desde una parte del cuerpo a otra en forma
instantánea, pero no tanto como cuando se mueve a través del cuerpo energético de
esta manera. Poco a poco, aumente la velocidad de la acción de rebote y pronto sentirá
la resistencia. Encontrará que hay un límite de velocidad natural de alrededor de medio
segundo en cada sentido. Si el movimiento es más rápido, su consciencia tenderá a

138
perder el contacto con su cuerpo energético y comenzará a temblar y oscilar desde el
pie hasta la cadera y la espalda, evitando o salteándose la pierna, que está entremedio.
Si esto sucede, ya no deberá continuar con la movilización de su consciencia a través
del cuerpo energético en esta oportunidad y, por lo tanto, ya no logrará estimularlo.

Fig.18. Acción de
rebote en las piernas

Testeo o Prueba de rebote


Independientemente de la parte del cuerpo por la que desee usted hacer rebotar la
consciencia, primero experimente con la velocidad, aumentando la frecuencia de rebote
hasta que encuentre resistencia. Una vez que sienta esto, reduzca un poco la velocidad
hasta que esté recuperando rápida y cómodamente la consciencia a través de su cuerpo,
mientras retiene la sensación de contacto con él. Esta será la velocidad correcta para la
acción de rebote en esa área. No cronometre esto con un reloj, solo perciba a través de
su mente la velocidad más cómoda para usted en esa área.

Rebote de las Piernas


Como el caso anterior, mueva la consciencia a través de una o ambas piernas,
desde los pies hasta las caderas. Incurra primero en la prueba de resistencia y encuentre
la frecuencia correcta, entonces provoque el efecto de rebote varias veces desde los pies
hasta las caderas. Va a desarrollar rápidamente un ritmo natural, sintiendo el efecto de
arrastre ligero que proviene de su cuerpo energético. Las sensaciones de energía en
movimiento en la zona de rebote suelen ser bastante suaves. Continúe rebotando
durante al menos un minuto, o por el tiempo que desee. Es verdaderamente una
sensación agradable cuando uno se acostumbra a este fenómeno, y es entonces cuando
la acción de rebote se convierte rápidamente en casi automática. Trate luego con la
consciencia dividida y rebotando en ambas piernas al mismo tiempo. Esta tarea hace
que esta acción resulte más sencilla.

139
Rebote de los Brazos
Como lo anterior, haga rebotar la consciencia a través de los dos brazos, uno a
la vez, de la punta de los dedos a los hombros y la espalda y volviendo en repetidas
veces. Primero haga la prueba de resistencia y ajuste la velocidad de rebote para que su
consciencia se adecúe. Trate luego de dividir la consciencia y rebote a través de ambos
brazos al mismo tiempo.

Rebote Espinal
Esta es una técnica maravillosa si usted sufre de dolor espinal o de espalda. Yo
tengo un par de lesiones en la médula y este ejercicio me parece muy calmante y
curativo. Una vez que domine el rebote de la médula, puede ponerlo en movimiento y
usar su mente para otras cosas. Sólo se requiere una pequeña parte de su mente para
mantener la acción de rebote. Esto promueve una profunda relajación física, ayuda a
aliviar nudos de tensión en la columna vertebral, así como estimular suavemente las
raíces espinales de la mayoría de los centros primarios.
El objetivo es traslocar la consciencia a través del coxis en la base de la
columna vertebral. Mueva la consciencia a lo largo de toda la longitud de la columna
vertebral hasta la parte superior de su cabeza. Rebote con su consciencia de ida y de
vuelta, de arriba a abajo, sintiendo la sensación en todo el camino. Incremente la
velocidad y ajuste la frecuencia; a continuación, enlentézcala a un ritmo más cómodo
en alrededor de medio segundo o más en cada dirección. Recuerde respirar
naturalmente mientras hace esto. La acción de rebote medular tiende a interferir con el
patrón de respiración natural. Esto puede causar respiración superficial y contención de
la respiración espasmódica.

Rebote de Cuerpo Completo


El rebote de la consciencia a través de todo el cuerpo, hace que se mueva
enteramente de arriba a abajo. Esto se puede hacer desde cualquier posición, pero
trabaja mejor mientras se está acostado con los brazos levantados por encima de la
cabeza. Envíe la consciencia a ambos pies, a través de las piernas, torso, cabeza y
brazos, todo el camino hasta la punta de los dedos. Haga rebotar su consciencia de ida y
vuelta, desde los pies hasta la punta de los dedos de la mano. El ritmo de rebote debe
ser bastante rápido, entre uno o dos segundos en cada sentido, pero busque usted su
ritmo más natural y adecuado. Trate de sentir la totalidad de su cuerpo, por dentro y por
fuera, con cada rebote.
Una variación de lo anterior es con los brazos descansando a los lados, donde
la consciencia se hace rebotar desde los pies hasta justo por encima de la parte superior
de la cabeza. Esto es mucho más práctico cuando se está sentado o de pie.
Para tener en cuenta, después de trabajar tan laboriosamente y con tanto
esfuerzo a través de su cuerpo energético recién descubierto, que esto es sólo la parte
inicial de la formación. El nuevo sistema es mucho más progresista y, una vez que se
aprende, grandes zonas de su cuerpo energético serán rápidamente estimuladas para
responder a las acciones individuales de sensibilización. Las partes más sencillas de los

140
ejercicios de estimulación, expuestas hasta ahora, combinan de forma rápida generosos
y más simples ejercicios para la estimulación de las extremidades en su conjunto y las
acciones de sensibilización de la energía. Todo comienza a ser más fácil, más rápido, y
más eficaz una vez que esto sucede.

13. Incremento de la Energía


El hecho de incrementar la energía es un factor esencial para lograr estimular,
desarrollar y alimentar las funciones superiores del cuerpo energético, incluyendo la
proyección fuera del cuerpo. Esta acción hace uso de muchas de las habilidades que
hemos aprendido hasta ahora en este libro.
Es el acto de sentir el incremento de la energía, como si estuviera pasando una
esponja grande a través de cada par de extremidades. Manténgase físicamente relajado
cuanto le sea posible, mientras ejecuta estos ejercicios, pero no se preocupe si se tensa
un poco o tiende a temblar a veces. Una reducida tensión física no va a interferir con
este tipo de empoderamiento energético. Con el tiempo, podrá aprender a provocar este
efecto mientras está de pie, caminando, e incluso corriendo.
Con respecto a los próximos ejercicios basados en el incremento de la energía,
si usted no puede dividir fácilmente su consciencia y trabajar en dos extremidades o
miembros al mismo tiempo, comience por uno solo por vez. Es mucho más importante
ser capaz de aumentar la energía en una sola extremidad, que ser capaz de lograr la
división de la consciencia. Las siguientes técnicas, entonces, tendrán que ser
modificadas y adaptadas a las acciones de sensibilización de la energía en una sola
extremidad del cuerpo.
No se preocupe si una pierna o un brazo no parecen responder bien. Por lo
general, un lado del cuerpo es más activo y energéticamente más sensible, y por lo
tanto más fácil de potenciar su energía a través de él. Sea insistente una y otra vez con
el lado que no responde, tratando de utilizar ambos brazos y piernas mientras que
practica estos ejercicios. Si solo una pierna o un brazo es todo lo que puede sentir,
potencie su energía en ellos, pero no descuide a su contraparte más débil. El lado más
frágil siempre requiere de un mayor desarrollo. Disponga de un poco de tiempo extra
para estos casos durante cada sesión de entrenamiento. La estimulación regular
revitaliza lentamente áreas inactivas, ampliando y redefiniendo sus vías de energía.

Aumento de la Energía en las Piernas


Hay dos maneras de multiplicar la energía en su cuerpo: solo con la
consciencia o con la consciencia asistida por el proceso respiratorio. Las técnicas
básicas para elevar la energía únicamente con la consciencia se utilizan generalmente
como parte de un circuito de cuerpo completo, o para aumentar la energía en centros
primarios. También son muy útiles cuando no somos prácticos al transitar ejercicios
más elaborados. Por ejemplo, intente esto si usted está cansado y sólo quiere
incrementar algo de energía rápidamente antes de dormirse.
Pre estimule los pies, utilizando las técnicas aprendidas en el capítulo anterior.
Primero efectúe el cepillado en todos los dedos en una sola acción; a continuación,

141
utilice la acción de raspado en todo el pie, (uno o ambos a la vez). Continúe con esto
hasta que sienta cierta actividad.
Divida su consciencia (opcional) al llegar abajo y acumule energía con las
manos de sensibilización en ambos pies, y tire hacia arriba con una acción de raspado
profundo. Arañe hacia arriba a través de las dos piernas en toda su longitud hasta las
caderas, como si una esponja con agua las atravesase. Esta acción de fuerzas
energéticas fluirá hacia arriba a través de los pies y las piernas.
Tome la energía a través de los muslos y en la parte frontal de las caderas,
omitiendo la zona de la ingle, dejando que fluya directamente de cada lado a su centro
de almacenamiento sub-ombligo. El sub-ombligo está a medio camino entre el ombligo
y la línea del pubis y cinco centímetros para adentro de su cuerpo. Esta acción no tiene
que ser precisa, porque solo se requiere de la sensación general de levantar y empujar
energía en esta área.
Desarrolle una acción creativa rítmica, barriendo y arrastrando la energía con
la esponja virtual hacia arriba, a través de las piernas y en el centro de almacenamiento.
Disponga de dos o tres segundos por cada barrido hacia arriba, o el tiempo que sienta
más natural. Al final de cada secuencia, gire su consciencia de nuevo a sus pies, lista
para comenzar de nuevo. Si la consciencia no se divide fácilmente, aplique en una
pierna a la vez, alternando entre ellas con cada movimiento ascendente.
Cuando consiga mover un buen flujo de energía en su sub-ombligo, sentirá
una especie de palpitación u hormigueo, una sensación similar a experimentar una
suave ventisca en su estómago. Esta es una muy buena señal, que indica que la energía
está siendo elevada con éxito, transformada y almacenada. El sitio exacto de esta
sensación, varía ligeramente de persona a persona, pero está ubicada por lo general
entre los 2,5 y 5 centímetros del centro de la panza.

Fig. 19. Movimiento y elevación


de la energía de la pierna hacia
el centro del sub-ombligo.

Generación y Elevación de la Energía en los Brazos


La energía puede ser generada o elevada a través de los brazos, así como a
través de las piernas. Los brazos normalmente se utilizan como parte de un circuito de
cuerpo completo, o para estimular centros primarios, pero también pueden ser
empleados de forma independiente.

142
Si usted está sentado en una silla, cuelgue las manos a los lados o hágalas
descansar con las palmas hacia arriba en su regazo. Si está acostado, mantenga sus
manos por encima de la cama con los codos apoyados en la superficie de la cama. O
bien, extienda sus brazos para que descansen sobre la cama. La comodidad y el confort
son importantes para el propósito de este ejercicio. Si no logra dividir fácilmente la
consciencia, pruebe alternando los brazos, elevando la energía a través de ellos uno a la
vez.
Pre estimule ambas manos, para que el centro de la consciencia se arraigue
firmemente en ellas.
Divida su consciencia (opcional) y genere energía a través de las dos manos,
luego a través de ambos brazos hasta los hombros, y como máximo hasta la parte
posterior del cuello. Aquí es donde se unirá con la corriente energética que está siendo
instaurada a través de la columna vertebral, como parte de un circuito de generación
energética de cuerpo completo (véase más adelante).
Si esta técnica se utiliza para energizar las manos, tome energía a través de los
hombros, y muévala hacia abajo a través del pecho y del estómago y diríjala
directamente al centro de almacenamiento del sub-ombligo.
Discurra de dos a tres segundos en el traslado de energía, moviendo la
consciencia continuamente a través de las manos hasta los hombros, y de allí hacia las
palmas para comenzar de nuevo.
Esta técnica se puede combinar con la respiración, mediante el aumento de
energía a través de los brazos durante la INHALACIÓN, y traslocando la consciencia de
nuevo a las manos durante la EXHALACIÓN, listas para la próxima INHALACIÓN.

Fig. 20. Aumento y traslocación de la energía del brazo hacia


el centro llamado sub-ombligo, más el método alternativo de
tomar energía desde la cabeza.

Circuitos de Cuerpo Completo


La respiración crea un movimiento natural dentro de la consciencia corporal,
como algo que entra y sale del cuerpo. Esta acción goza de un movimiento natural
hacia arriba y hacia abajo, y hacia adentro y hacia afuera. Este desplazamiento es muy

143
útil cuando se combina con las técnicas de traslocación consciente de la energía. La
respiración también provee acciones de traslocación de energía con un ritmo natural.

Brazos y Piernas
El primer paso es relajarse y pre estimular las estructuras energéticas en los
pies, piernas, manos y brazos. Repita los dos ejercicios básicos anteriores de
movimiento de energía en los brazos y las piernas, según sea necesario, hasta que sienta
algunas sensaciones de movimiento de energía. Si no siente nada, continúe con los
siguientes ejercicios de todos modos, porque su energía todavía necesita acostumbrarse
a ser “dibujada” y operada dentro y a través de su cuerpo, acción que con el paso del
tiempo y el entrenamiento necesarios aflorará sin duda.

Circuitos de Almacenamiento en Dos Partes


En primer lugar, aquí explayo una técnica simple para tomar energía
directamente del centro de almacenamiento sub-ombligo y traslocarla a las manos y los
pies. Esta técnica desarrolla dinámicamente un ritmo natural que logra que esta acción
sea muy fácil, de tal manera que pronto se convierte en casi automática. Siéntase libre
para variar la posición de los brazos y las piernas a lo que perciba más natural. Este
circuito se puede hacer mientras se está sentado, tumbado, de pie, o incluso caminando,
pero se aprende mejor mientras se está acostado con los brazos abiertos o por encima
de su cabeza.

1. Pre estimule según sea necesario, y a continuación, centre su consciencia


firmemente en ambos pies.
2. A través de la INHALACIÓN, desplace la energía hasta las piernas y hágala
fluir por el sub-ombligo.
3. Continúe con este proceso, moviendo la energía a través del sub-ombligo
hasta que la INHALACIÓN haya terminado.
4. Cuando la INHALACIÓN acabe, trasloque su consciencia instantáneamente
a sus manos.
5. A medida que comienza la EXHALACIÓN, remueva la energía a través de
los brazos, el pecho y el sub-ombligo.
6. Continúe este proceso hasta que finalice la EXHALACIÓN.
7. Al final de la EXHALACIÓN, trasloque su consciencia de nuevo a los pies.
8. Repita los pasos desde el 2 al 7 en forma continua, estableciendo un ritmo
natural.
9. Si la consciencia no logra dividirse, alterne brazos y piernas, utilizando una
extremidad a la vez.
10. La INHALACIÓN y la EXHALACIÓN pueden revertirse si se prefiere.

144
Circuito de Almacenamiento de Cuerpo Completo
El circuito de cuerpo completo combina la energía de la consciencia con la
respiración, al igual que con la técnica anterior, pero con la diferencia de que cubre la
totalidad del cuerpo con un solo flujo continuo de energía, en vez de dos flujos
separados. Esto estimula la mayoría de los conductos, vías y centros de energía
corporal, incluyendo los centros de energía primaria.
El circuito de cuerpo completo se debe hacer, si es posible, disponiendo de
diez a quince minutos por día, para obtener beneficios evolutivos significativos. Este
trabajo también se puede dividir en varias sesiones más cortas; incluso un minuto por
sesión es valioso. Una vez aprendida, esta técnica se puede utilizar para ocupar los
momentos tediosos de espera y en los tiempos libres. Aquí no hay límites en este
sentido, mientras más practique, mejores resultados obtendrá.
Si esta técnica se lleva a cabo discurriendo unos pocos minutos antes de
dormirse, la energía extra incrementada aumenta la intensidad de la narcosis y los
sueños lúcidos. Esto permite a todos los sucesos oníricos sutiles y del sueño, provocar
proyecciones conscientes y desdoblamientos más factibles de generar y recordar.
La acción de sensibilización y potenciación de la energía utilizada en el
circuito de cuerpo completo, puede ser bastante amplia; no tiene porqué ser enfocada
sólo en la columna vertebral.
Deje que esa energía se extienda y se eleve hacia arriba a través de su espalda
y hacia abajo sobre su frente, contrayéndola o estrechándola justo antes de su
desembocadura en el sub-ombligo.
Aplique una respiración lenta, profunda y natural. Pre estimule los pies y las
manos y el rebote de la consciencia a través de todo su cuerpo un par de veces antes de
iniciar el circuito de cuerpo completo. Este circuito se puede realizar en cualquier
posición, pero se aprende mejor mientras se está acostado de espalda, con los brazos
descansando cómodamente a los lados.
Durante el barrido descendente sobre la cabeza, la energía debe tomarse y
encausarse por la boca y la garganta, para luego escaparse por la parte superior del
pecho, y continuar moviéndose hacia el sub-ombligo. Porque de lo contrario, si el área
de la garganta se omite cuando la consciencia pasa por encima de la cara y la barbilla,
se evitan centros importantes que deben ser estimulados. Para esto, sirve de ayuda que
la lengua se enrolle y se sostenga suavemente contra la parte superior de la boca,
durante el circuito de cuerpo completo.
Si resulta demasiado difícil o molesto, se puede tomar la energía por la boca
directamente. En este caso, simplemente atrape la energía y traslóquela hacia abajo a
través de la cara y el pecho, omitiendo la boca por completo. Este asunto de tomar
energía por la boca en el circuito de cuerpo completo, no debe ser olvidado. Adóselo en
algún determinado momento del día, en la postura en que se sienta más cómodo.

1. Pre estimule según sea necesario; a continuación, centre la consciencia


firmemente en ambos pies.
2. Durante la INHALACIÓN, aumente la energía, subiéndola por las piernas y
por la parte posterior.
3. Trasloque la energía a través de los brazos, como trayectos de consciencia,
donde las manos están descansando (opcional).

145
4. Continúe elevando la energía hasta el cuello y hasta la parte superior de la
cabeza.
5. Mantenga la consciencia en la parte superior de la cabeza y céntrela allí
hasta que se complete la INHALACIÓN.
6. A medida que comienza la EXHALACIÓN, trasloque la energía desde la
cara, la boca, la garganta y el pecho, hacia el sub-ombligo.
7. Continúe fluyendo la energía por el sub-ombligo hasta que complete la
EXHALACIÓN.
8. Al final de la EXHALACIÓN, mueva la consciencia de nuevo hacia sus
pies, listos para la siguiente INHALACIÓN.
9. Repita los pasos desde el 2 al 8, mientras el procedimiento se acentúa y se
ejecuta a un ritmo natural.
10. Si no puede dividir la consciencia, utilice y alterne una extremidad a la
vez.
11. La INHALACIÓN y la EXHALACIÓN se pueden revertir si se prefiere.

Fig. 21. Circuito de


cuerpo completo

Uniendo las Manos en el Circuito de Cuerpo


Completo
Una vez que se sienta cómodo con el circuito anterior, una los brazos al flujo
de energía. Esto incrementa el flujo total de energía, así como la traslocación y
diseminación de diferentes tipos de energía por sus manos.
Durante el circuito anterior de cuerpo completo, como el movimiento
ascendente de su consciencia se traslada a sus manos, trasloque dicha energía a sus
brazos también. Sitúe la energía de los brazos en línea con el resto de la energía
circulatoria desde este punto en adelante, en un barrido de flujo ascendente. Sienta la
energía de los brazos unirse al resto que emana de la médula y que fluye a través de la
parte posterior del cuello. Suavemente continúe con esta acción de consciencia en
ascenso hacia el centro coronario. Prosiga con el circuito de cuerpo completo como se
indicó anteriormente. El único cambio es la unión de las manos y los brazos al flujo
energético en cada barrido ascendente durante la INHALACIÓN. Todo lo demás no tiene
cambios.
El uso de los brazos en el circuito de cuerpo completo, debe ser considerado
como opcional. Pueden omitirse si tiene dificultades con ellos, o si encuentra que esta

146
fusión se le torna muy complicada. Es más importante haber logrado alguna clase de
circulación de energía disponible en todo el cuerpo para luego poder utilizarla, que
seguir ciegamente cada paso sin lograr resultados útiles. Haga de todos modos lo mejor
que pueda. Ninguna de las acciones de concienciación utilizadas en estas técnicas de
incremento de energía, tienen que ser precisas. La sensación más o menos aproximada
de movimiento de energía de un lugar a otro en su cuerpo, es suficientemente
satisfactoria. Usted obtendrá mejoras con el tiempo y la práctica.
Si no puede dividir fácilmente la consciencia, intensifique y trasloque la
energía, alternando en diferentes partes del cuerpo, tomándola de una pierna y un brazo
y llevándola a la coronilla, y luego continuando con normalidad. Con cada nueva
INHALACIÓN, cambie el lado a ser barrido, primero a la izquierda, luego a la derecha, etc.

Flujo Energético y Esfuerzo


Como ya he mencionado, no es necesario un estado de relajación física
profunda para aprender este sistema. Por lo tanto, el esfuerzo puede ser necesario en las
acciones de sensibilización de energía, sin romper ningún estado mental delicado. La
cantidad de energía que puede entonces plantearse, es afectada en gran medida por la
aplicación de la voluntad. Esto es particularmente útil cuando hay condiciones bajas de
energía disponible, o para situaciones en que se necesite un mayor flujo de energía; por
ejemplo, para la limpieza de bloqueos, y para las zonas rebeldes, que no responden solo
con la fuerza bruta de la consciencia.
Aparte de la limpieza de los bloqueos, recomiendo encarecidamente que para
el desarrollo normal sólo se utilice un nivel habitual de esfuerzo. Esto no sólo torna el
proceso más fácil, sino que es mucho más natural. Se alentará así a un más uniforme y
vigoroso desarrollo del cuerpo energético como un todo. Un gran o excesivo esfuerzo,
puede provocar la expansión demasiado rápida de la energía y su crecimiento en ciertas
áreas, malogrando las estructuras delicadas de desarrollo energético para su utilización
práctica. El desarrollo forzado a través de un esfuerzo exagerado, hace incrementar
desmesuradamente la energía, pera a su vez la debilita, elaborando vías energéticas
temporales e inestables. Estas se retraen a su estado original y se reducen muy
rápidamente, incluso a un estado más pequeño que el de antes.
Emplear demasiado esfuerzo para tomar energía a los fines de desbloquear
estructuras dañadas o agotadas dentro del cuerpo energético, puede causar continuas
demandas de energía, y su uso muy por encima de la cantidad imperiosa y adecuada.
Esto puede resultar en un agotamiento físico temporal. A menudo, se utiliza más
energía para reparar bloqueos que en realidad están trabajando correcta y
satisfactoriamente, causando así un déficit de energía temporal. Esto también puede
causar sensaciones notables de energía en movimiento que continúan durante algún
tiempo después de que las acciones movilizadoras han sido discontinuadas. Esto es
bastante normal y, a menudo inevitable.

Sensaciones de Energía en Movimiento


Me gustaría dejar una cosa muy clara. Las fuertes sensaciones de energía en
movimiento son causadas principalmente por resistencias dentro del cuerpo energético

147
- renuencia natural a un mayor flujo de energía, debido a los centros de energía
bloqueados o reducidos en sus circuitos.
Muchas personas, durante las primeras etapas de desarrollo, sentirán fuertes
sensaciones de energía en movimiento, de hecho. Estas sensaciones fluctúan,
reduciendo gradualmente en intensidad a medida que el cuerpo las desarrolla y
potencia, manipulando y aprovechando su flujo.
La energía, cuando responde en las primeras etapas, provoca comúnmente una
fuerte sensación de calor interno, algo parecido a burbujas en la sangre, o como agua
cálida corriendo.
Estas situaciones son especialmente notables y se profundizan en las espinillas
(parte dorsal inferior de la pierna) y los muslos. Pueden ser bastante intensas e incluso
impresionantes a veces. Usted también puede sentir fuertes sensaciones de hormigueo
profundo en los huesos, que parecen provenir de algún recóndito sector de la médula.
Muchos de mis voluntarios han informado de que han caído de sus sillas y no han
podido levantarse por un rato, debido a la creciente y vigorosa sensación de
movimiento de energía en sus piernas.
Algunas sensaciones peculiares de energía en movimiento, a menudo muy
activas, pueden ser causadas por este sistema. Es bastante normal que mientras se
ejecuta la estimulación de los pies, piernas, manos y brazos, se adviertan fuertes
zumbidos y sensaciones de hormigueo en su interior. Estas percepciones se
desvanecerán poco a poco con la ejercitación periódica y el desarrollo regular,
disminuyendo y concluyendo en efectos cálidos y confortables, y también en
hormigueos suaves y agradables de flujo de energía.
Los niveles de sensación también pueden verse afectados por otros factores,
tales como la condición del cuerpo físico, la resistencia natural y la disponibilidad de
energía libre que fluctúa diariamente y varía de un lugar a otro del cuerpo.

Las Sensaciones más Comunes


· Hormigueo, cosquillas, zumbido, y vibraciones en las plantas de los pies y
los dedos de la mano
· Sensación de agua entre templada y caliente corriendo por las piernas y los
brazos
· Hormigueo en el interior de los huesos de las manos, los pies, las piernas y
los brazos
· Sensaciones rápidas de escozor energético en los brazos, piernas y columna
vertebral
· Espasmos y contracciones musculares
· Cosquilleo superficial, como hormigas correteando sobre la piel
· Susceptibles sensaciones focalizadas urticantes y punzantes
· Dolor, puntos fríos o calientes, especialmente en plantas y palmas
· Calambres musculares

Tenga en cuenta que las sensaciones vigorosas de energía en movimiento


siempre disminuyen y se debilitan cuando el cuerpo energético se desarrolla. Maestros
y guías avezados en el tema del desarrollo e incremento de la energía en el cuerpo, sólo
sienten un suave y cálido hormigueo cuando vastas cantidades de energía se traslocan

148
en sus cuerpos. Observe la disminución de las sensaciones de energía en movimiento
como signo de progreso real en el desarrollo energético del cuerpo.

Efectos Secundarios
Este sistema, especialmente en las primeras etapas, de vez en cuando causa
inflamaciones temporales, bultos, erupciones, e incluso pequeñas ampollas llenas de
agua. En mi opinión, esto es causado por el paso de grandes cantidades de energía a
través de vías estrechas y/o entrecerradas. Esto parece sobrecargar algunos de los
nervios y terminaciones nerviosas en el cuerpo físico de manera temporal, afectando el
tejido blando circundante y la piel, y causando estos efectos secundarios.
Si usted tiene alguno de estos síntomas, solo trátelos como lo que son.
Consulte a su médico si le preocupan. Erupciones y ampollas provocadas por el
incremento de energía pican por lo general, y muy notablemente cuando la energía se
extrae a través de ellos. Estos se curan rápidamente si continúa con los ejercicios
regulares de desarrollo, generalmente en un día o dos, y con frecuencia desaparecen por
completo durante la noche.
Si su cuerpo energético no responde en absoluto, incluso después de semanas
de esfuerzo regular, le aconsejo que se haga un chequeo médico por un especialista
calificado. Bloqueos energéticos de gran magnitud no son un indicador de buena salud.
Esto puede indicar condiciones tempranas de alguna enfermedad que aún no ha sido
manifiesta. Un diagnóstico general y pormenorizado es de suma importancia para un
futuro exitoso en estos ejercicios de traslocación de la energía.

Impulso de la Consciencia
Después de repetir varias veces la acción de traslocación de la energía,
encontrará que se desarrolla en usted una tendencia y una predisposición.
Accionares insistentes con la consciencia continuarán después de haber dejado
conscientemente de hacerlas. Yo llamo a esto: efecto de impulso de la consciencia.
Porque según parece, es responsabilidad de un tipo de memoria energética corporal, lo
que demuestra lo fácil que estas técnicas pueden aprenderse.

Demandas Energéticas Continuas


Después de que un bloqueo de energía se ha despejado, el cuerpo energético a
menudo continuará fluyendo con la energía a través de estas áreas recién corregidas. Y
las sensaciones de energía en movimiento pueden así seguir siendo experimentadas por
algún tiempo después de que las acciones de estimulación han cesado.
Los bloqueos de energía también suelen borrarse espontáneamente, en
respuesta a los ejercicios de desarrollo energético previos. Esto puede suceder en
cualquier momento del día o de la noche, pudiendo causar sensaciones de movimiento
de energía originados de manera espontánea y sin razón aparente.

149
Giro del Centro de Energía
Los centros de energía primaria son vórtices no físicos de energía que se
parecen (visión clarividente), a ruedas de luz multicolor. Aunque los centros
secundarios no pueden observarse tan fácilmente, es lógico sugerir que pueden tener
similares atributos. El sentido natural en el que un centro está girando, a menudo se
puede sentir con la acción de la consciencia en movimiento. Si usted siente resistencia
mientras se altera un centro de energía, trate de invertir el sentido de giro de esa acción.
Si a este efecto lo nota como más asequible y natural, o tiene un efecto más positivo, es
muy probable que ese centro funcione mejor estimulándolo de esa manera.

Envoltura Etérica
La envoltura etérica es una técnica versátil y útil para la limpieza de los
bloqueos y la restauración de partes dañadas del cuerpo energético.
Las áreas que no responden, o que se manifiestan con cosquilleos y
comezones notables, zonas incómodas, o que pican, zumban, entorpecen en general, o
actúan de cualquier forma diferente al resto del cuerpo, usualmente indican algún tipo
de bloqueo, agotamiento, o daño. Estas áreas necesitan más atención, para ser reparadas
y/o restauradas. Al traslocar o rebotar la consciencia a través de su cuerpo, también
puede atravesar áreas que se sientan entorpecidas o más ligeras o más confusas o más
holgadas, o que proporcionan más o menos resistencia a las acciones de sensibilización.
Estas sensaciones indican que esas áreas necesitan trabajo adicional para eliminarlas.
Utilice una acción de envoltura amplia sobre el área dañada. Imagine que tiene
una venda blanca interminable de pura energía que fluye de sus manos de consciencia.
Sienta esta venda de energía discurrir directamente en la zona dañada a medida que la
envuelve. Perciba la sustancia energética rezumar a través de este vendaje. Esta acción
debe ser variable para que pueda adaptarse al tamaño y la posición del área en que se
está trabajando.
La envoltura etérica es útil para descubrir áreas inactivas de trabajo. Por
ejemplo, si quiere aplicar envoltura etérica a una pierna: trasloque su consciencia hasta
su pie y comience con la acción de enrollar desde los dedos hacia arriba, como si
estuviera envolviendo cuidadosamente una venda compuesta de energía. Sienta esa
energía que fluye por toda el área, en el pie, a través de sus manos conscientes.
Continúe envolviendo el pie, a lo largo del tobillo, y la pierna, todo el trayecto hasta la
cadera. Tómese su tiempo para hacer esto y ponga atención en cubrir todo el sector.
Repita el proceso tantas veces sea necesario, ya que este ejercicio no puede ser sobre
estimulado.
Tenga en cuenta que algunos bloqueos de energía no se muestran
instantáneamente. Muchos sólo se harán evidentes después de que el trabajo de
desarrollo energético se haya convertido en una práctica habitual, porque sucede que el
cuerpo energético se vuelve más sensible cada vez, ante las demandas y aumentos de
energía.

Traslocación Cotidiana de la Energía

150
No hay límites en cuanto a la cantidad de energía en movimiento que se pueda
trabajar, siempre y cuando ésta se tome solamente del centro de almacenamiento del
sub-ombligo. Cuanto más a menudo se trasloque la energía, más energía se almacenará
y estará disponible para propósitos físicos, bioenergéticos, y de energía pura. Es mucho
más beneficioso para el desarrollo energético a largo plazo aumentar y/o traslocar
energía suave y lentamente y por períodos más prolongados de tiempo, que acumular
grandes cantidades de energía en descargas breves y fugaces. El desarrollo apresurado
crea estructuras energéticas frágiles que tienen poca utilidad práctica, ya que tienden a
romperse cuando trabajan bajo presión.

14. Estimulación de los Centros de


Energía Primaria
¿Qué tienen los centros de energía primaria (chakras principales) que ver con
las proyecciones? Pues bien, al igual que el sistema secundario, condiciona al cuerpo
energético y ayuda a prepararlo para futuras proyecciones conscientes, en donde el
circuito primario también tiene cierta interferencia. Hablando del tema de las
proyecciones conscientes, la energía es simplemente todo. Durante una EFC, el cuerpo
energético completo, incluido los centros primarios, se transfiguran en activos y
contribuyen con energía a la generación, mantenimiento y estabilidad de la proyección.
Algunas personas (los que poseen grandes habilidades naturales) pueden no
necesitar lo que explicaremos en este capítulo, pero la experiencia me ha enseñado que
la preparación y elaboración de las EFC debería abordarse de la misma manera que
cualquier otra habilidad psíquica. Si los procedimientos de desarrollo energéticos
estándar se aplican a la configuración de las EFC, los resultados son mucho más fáciles
de obtener.
El uso de métodos basados en la visualización, estimulaciones exitosas y
desarrollo de los centros primarios de energía (chakras principales) puede tomar varios
años. Las nuevas técnicas hacen posible obtener éxito en la activación de los centros
primarios, incluso en las primeras etapas de desarrollo. Debido a esto, le insto a que
ponga esmero y sea prudente al utilizar estas técnicas en los centros primarios. Estas
técnicas son mucho más eficaces de lo que son los obtusos métodos basados en la
visualización comúnmente enseñados.
Usted puede haber oído muchos discursos alertando sobre los peligros de los
trabajos realizados con los centros de energía primaria y la energía kundalini. Creo que
esto proviene de una falta de comprensión de la energía corporal y cómo sus centros y
estructuras de energía funcionan. Si bien hay algunos efectos secundarios
potencialmente adversos, los centros de energía primaria y la kundalini no son bombas
de tiempo energéticas a punto de estallar en caso de que accidentalmente se toque el
botón energético equivocado o algún hilo conductor dentro de su propio cuerpo
energético.
Si los trabajos de desarrollo de los centros primarios se llevan a cabo con
cuidado, respeto e inteligencia, hay muy poco de qué preocuparse. El
desencadenamiento de la total activación de la kundalini requiere de enorme
preparación, esfuerzo y autodisciplina durante un extenso período de tiempo. No creo

151
que esto pudiese suceder por accidente o por simple experimentación mientras ejecuta
el sistema de desarrollo energético explayado en este libro.
Puede suceder que usted haya leído sobre algunas experiencias de personas
muy especiales, donde la kundalini tiene fama de haber surgido espontáneamente en
respuesta a ejercicios de desarrollo intelectual y espiritual. Casos como éstos son raros
en extremo. Yo conjeturo que las posibilidades en contra de que esto ocurra en las
personas promedio que trabajan con niveles normales de desarrollo energético sería de
más de un millón a uno.
Trabajar con los centros primarios es sólo un peldaño por encima de hacerlo
con el soporte de sus centros secundarios. Aumentar y traslocar la energía y estimular
los centros de energía primaria es muy simple. Usted ya ha aprendido sobre todas las
habilidades requeridas. Sin embargo, explicaré y detallaré algunos aspectos de los
centros primarios antes de comenzar a trabajar seriamente con ellos. Estos son mucho
más complejos y poderosos que los centros secundarios, y deben ser tratados con gran
respeto y cuidado. No nos equivoquemos al respecto; maltratar o malograr los centros
de energía primaria puede ser peligroso - física, emocional, mental y psíquicamente.
Me explayo en varias precauciones y advertencias dentro de estas páginas al respecto y
aconsejo que sean observadas cuidadosamente.
Para mí, los centros de energía primaria son los principales órganos
energéticos del cuerpo. Cuando se observa clarividentemente, éstos se parecen a
simples discos o vórtices de luz multicolor, pero en realidad son extraordinarias y
complejas estructuras energéticas. Están siempre activos en cierta medida, incluso si no
son estimulados. Pertenecen a una parte integral de todas las funciones bioenergéticas y
de energía pura del cuerpo energético humano (valga la redundancia). A los efectos de
su formación y desarrollo, sin embargo, podemos decir que son pensados mejor como
simples transformadores energéticos primarios.
Muchos tipos de energía cruda o natural se recogen a través de los puertos de
intercambio de energía, y se canalizan a través del sistema secundario, donde esas
energías están condicionadas; y se utilizan ya sea para procesos vitales bioenergéticos,
y su sustento y fortalecimiento en áreas de almacenamiento, o se encauzan hacia los
centros de energía primaria. Los centros primarios transforman éstas en energía con
mayores valores de pureza, según las demandas energéticas corrientes.
Aparte de los centros coronario y de la frente, que están directamente
conectados a partes del cerebro, los centros primarios tienen sus raíces dentro de la
columna vertebral. Estos también están asociados o energéticamente relacionados con
los principales órganos, glándulas y ganglios nerviosos, y están ensamblados entre sí e
interconectados con el resto del circuito soporte del cuerpo energético. La estructura
energética completa del cuerpo energético humano es tan o más compleja como su
sistema nervioso biológico.
Una cosa más antes de continuar: Hay opiniones contradictorias sobre el
número y ubicación de los centros primarios (chakras). Mi propia investigación
práctica está de acuerdo en estos asuntos, con la ciencia hindú del Tantra. Usted puede
investigar más sobre las complejidades esotéricas de los chakras, según el Tantra
hindú, leyendo como por ejemplo el excelente libro de Harish Johari, Chakras –
Transformación de los Centros de Energía.

Los Centros Primarios

152
Cuando hablamos de estimulación energética, los centros de energía primaria
son percibidos como vórtices de energía circular más o menos del tamaño de la palma
de la mano, a excepción de los centros del ombligo y coronario, que son más grandes.

· Base Central o Centro Base: punto central entre el ano y los genitales
(perineo o suelo pélvico)
La base central tiene sus raíces en la base de la columna vertebral, pero el
centro de su vórtice externo es considerado mejor como su florecimiento o desarrollo
entre el ano y los genitales. Esta es el área en que generalmente trabaja. Puede parecer
como que es difícil estimular esa zona debido a su ubicación, pero en la práctica esta
parte es bastante fácil de ubicar y de estimular.

· Centro genital: punto central entre los genitales (hombres y mujeres)


· Centro del ombligo: punto central en el ombligo
· Sitio del plexo solar: punto central en el plexo solar

Según la ciencia Tantra hindú, el área del plexo solar no contiene un centro de
energía primaria separado propiamente dicho, sino que está conectado y relacionado
con el centro mayor del ombligo, debajo de él. Mis manos exploradoras de los centros
primarios lo han detectado y posicionado. Hay, entonces, una mayor, destacada y
trascendental estructura energética sensible en este sitio. Se siente y se comporta como
otros centros primarios cuando se trabaja con ella, y si se estimula con éxito, produce
sensaciones energéticas similares.
El mayor tamaño del centro del ombligo puede ser parte del problema. Las
personas simplemente pueden trabajar en él y estimular las partes más altas de ese
centro. Cuando este se estimula, causa a menudo una palpitante y/o punzante sensación
en el plexo solar justo por encima de él. Partes del centro del corazón, cuando son
estimuladas, pueden también causar sensaciones como los chakras en el plexo solar. El
centro de almacenamiento sub-corazón - bastante activo en la mayoría de la gente - está
situado en la zona superior del plexo solar. En cualquier caso, le sugiero que el plexo
solar sea considerado, a todos los efectos, como un centro de energía primaria. Por lo
tanto, lo he incluido como un sitio de estimulación de energía primaria, aunque no esté
catalogado como un centro de energía primaria propiamente dicho.

· Centro del Corazón: punto central en el corazón


· Centro de la Garganta: punto central en la base de la garganta
· Centro de la Frente: punto central en el medio de la frente, entre ambas cejas
· Centro Coronario: punto central en medio de la cabeza, parte superior

El centro coronario es mucho más grande que los otros centros primarios. Con
toda su estructura de apoyo, cuando está en plena actividad, florece y cubre toda la
parte superior de la cabeza por encima de la línea del cabello. Las acciones de la
consciencia en el centro coronario deberían ser muy superiores a los fines de reflejar
este mayor tamaño.
Todos los centros de energía, primaria y secundaria, están conectados y
“encarnados” (por así decirlo) con el centro coronario y su estructura de soporte. El
centro coronario se puede equiparar como el cerebro energético central del cuerpo de

153
energía. Este tiene la misma vinculación con el cuerpo energético como la tiene el
cerebro físico con su cuerpo físico.

Comenzando con los Centros Primarios


Es un paso significativo hacia adelante en el desarrollo energético, si partimos
trabajando en el circuito primario, especialmente aplicando las efectivas técnicas antes
mencionadas. No recomiendo que los trabajos serios de desarrollo de los centros
primarios sean emprendidos en cualquier grado hasta que el sistema secundario nuevo
dado anteriormente se haya practicado al menos por tres meses. El cuerpo energético
primero debe acostumbrarse al desarrollo del sistema secundario, por lo que se le debe
dar tiempo para estabilizarse. Todas las sensaciones intensas de energía en movimiento,
como las generadas con este sistema, se deben restringir para dar tiempo a que los
centros primarios se adapten. Una gran variedad de posibles problemas puede evitarse,
simplemente a través del condicionamiento del cuerpo energético en primera instancia.
Esto lo convertirá en más resistente, sensible y receptivo, aunque en general el
incremento del control consciente sobre el flujo energético se logre mejor a través de la
experiencia practicada.
Los circuitos energéticos secundarios más ligeros, alimentan los circuitos
energéticos primarios más vigorosos. Los circuitos secundarios y terciarios necesitan
acondicionarse, ejercitarse y desarrollarse antes de que los trabajos en los circuitos
primarios se puedan ejecutar con seguridad y eficacia.
Por lo menos, le sugiero que lea concienzudamente y se ejercite en los
parámetros antedichos sobre estos temas; además recomiendo concentrarse con
regularidad, preferiblemente todos los días, durante unas semanas antes de cualquier
trabajo serio con los centros primarios. El lugar y la oportunidad, por supuesto,
dependerán de la persona en particular. Algunas experiencias iniciales con los centros
primarios, dicen algunos que durante los intentos de EFC, rara vez causan algún
problema. Sin embargo, si se produjesen, o si tiene dificultades para lograr interceder
en los centros primarios, por favor vuelva al sistema secundario y reincida por más
tiempo. Continúe hasta que usted se afiance con el circuito primario con más confianza.

154
Fig. 22. Centros de energía
primaria

Consideraciones Estimulativas
Al principio, puede que tenga que pasar varios minutos estimulando cada
centro primario. Usted también puede encontrar al comienzo de las etapas, que algunos
centros primarios no parecen estar respondiendo bien. Esto es normal. Es raro encontrar
a personas que no hayan tenido problemas al trabajar con los centros primarios,
especialmente si lo han hecho teniendo éxito con el sistema secundario. Al igual que
con éstos, los centros primarios se vuelven progresivamente más sensibles con la
consciencia y por lo tanto más fáciles de estimular.
Con respecto al entrenamiento, usted no necesitará un nivel profundo de
relajación o estado de trance. Sin embargo, un nivel ligeramente más profundo de
relajación se recomienda para el trabajo secundario. Los ejercicios con los centros
primarios son más eficaces cuando se ejecutan durante los estados de trance, porque el
cuerpo energético permanece naturalmente más activo entonces. Si tiene problemas
para estimular los centros primarios, utilice la relajación completa y las técnicas de
trance antes de cada sesión.
Las técnicas para estimular los centros de energía primaria (agitación,
cepillado, rasgado y envolvimiento) son las mismas que las utilizadas en los centros de
energía secundaria. Las acciones deben ser ligeramente más reforzadas, para reflejar el
tamaño superior de los centros primarios. Adapte éstas como mejor le plazca y varíe la
magnitud de cada acción hasta que las perciba más eficaces y naturales. Trate de
integrarse en las acciones de estimulación de los centros primarios de la consciencia,
como penetrando en un par de centímetros el interior del cuerpo a medida que avanza.
Así como con los centros de energía secundaria, rasguñe, friccione, acaricie o
cepille los emplazamientos de los centros primarios, según sea necesario, para resaltar

155
y dirigirlos a través de la consciencia corporal. Abandone este tipo de orientación
manual tan pronto como le sea posible.
La acción más importante de aplicar es la del raspado con una esponja
imaginaria a través de la consciencia por todo lo largo de las extremidades; se utiliza
para elevar la energía a través de las piernas hacia la base central. Esta misma acción
también se emplea para aumentar la energía hasta y a través de todos los centros
primarios, como si una esponja con energía líquida atravesase su cuerpo hacia arriba.
Cese las acciones de estimulación en todos los centros primarios, tan pronto
como sienta las sensaciones energéticas. No hay necesidad de exagerar la estimulación
aquí, especialmente a los efectos de lograr la proyección. La sobreestimulación puede
causar un gran número de problemas. Una vez que el centro comience a fortalecerse, o
cuando aparezcan calambres, pulsaciones, latidos, zumbidos, hormigueo, sensaciones
de burbujeo, o sienta la zona caliente o fría, considere que el centro está activo, y
entonces siga adelante. La sobreestimulación de los centros primarios es imprudente,
especialmente durante los primeros días de trabajo.
La base central es el centro primario más importante para estimular durante
los ejercicios iniciales. A menos que este centro no sea suficientemente estimulado, la
energía no fluirá con adecuada fuerza en los centros superiores, a los fines de permitir
cualquier activación notable. Yo sugiero que se aplique más tiempo en la base central
que en cualquier otra, a menos que las sensaciones energéticas sean evidentes. Si una
base central aparenta estar inactiva, no detendrá la activación de los centros superiores.
Si logra activar con éxito incluso uno de los centros superiores, entonces la energía sin
duda fluirá por la base central.
Recomiendo que el centro genital no sea estimulado o utilizado en absoluto.
Este centro es extremadamente sensible y puede ser algo volátil e inestable. Si las
técnicas nuevas de estimulación se aplican allí, este centro puede llegar a convertirse en
inseguro y causar un gran número de problemas. Está íntimamente ligado con las
poderosas estructuras energéticas sexuales dentro de la ingle y los genitales de hombres
y mujeres.
Si este centro se activa, incluso accidentalmente, puede crear condiciones que
hagan que sea difícil continuar con los ejercicios de desarrollo en ese momento... por
razones obvias. Sin embargo, no se preocupe si de vez en cuando siente alguna
sensación ligeramente erótica procedente de este centro durante el entrenamiento. A
veces esto no se puede evitar y generalmente no interferirá con los trabajos, ni causar
ningún problema serio.

Proceso de Estimulación de los Centros Primarios


Este proceso se puede practicar mientras se está sentado o acostado, pero
recomiendo que la posición de sentado se use mientras se está en curso de aprendizaje.
Pruebe ambas posiciones y utilice la que funcione mejor para usted. Ejecute
los ejercicios de relajación una vez, luego despeje su mente con la técnica de
consciencia respiratoria (véase el capítulo N° 15) hasta que esté bien cómodo y
tranquilo. No es necesario llegar al estado de trance. Alternativamente, cierra los ojos y
tome diez respiraciones largas y lentas antes de comenzar.
Practique un circuito de cuerpo completo por unos minutos antes de comenzar
la estimulación del centro primario. En particular, asegúrese de ocupar un pequeño

156
espacio de tiempo estimulando el conjunto de pies y manos antes de comenzar. Ellos
estarán proporcionando la mayor parte de la energía generada durante estos ejercicios,
y ayudará el hecho de tenerlos listos energéticamente.

Base Central o Centro Base


Aplique la acción de raspado suave, buscando aumentar la energía desde los
pies hasta el centro base, en repetidas ocasiones, utilizando una acción de frotado
profundo a través de la totalidad de ambas piernas. (Alterne una pierna a la vez si no
puede dividir la consciencia). Después de varios barridos hacia arriba, aplique las
acciones de agitación, a continuación de cepillado, luego de rasgado en el centro, una
pierna a la vez. Continúe estimulando durante varios minutos, alternando con acciones
de la consciencia, o hasta que las sensaciones de energía se sientan; o si nada se siente
después de varios minutos, continúe con la siguiente etapa.

Centro Genital
Aplique la acción de raspado suave, buscando aumentar la energía desde los
pies hasta el centro base o base central en repetidas ocasiones. Suavemente tome la
energía a través de este proceso, luego raspe energéticamente el centro genital hasta el
centro del ombligo. (Una vez más, no se recomienda la estimulación directa). Si toma
energía a través del centro genital, provocará la excitación sexual u otros problemas;
evite este centro en su totalidad mediante la traslocación de la energía alrededor de él
para eludirlo. Serpentee por bajo el centro genital, llevando la energía a través de su
cuerpo y directamente al centro del ombligo en la superficie del estómago. Adapte este
proceso para sentirlo más cómodo y natural.

Centro del Ombligo


Raspe y aumente energéticamente desde los pies hasta el centro base de
nuevo. Suavemente tome la energía hacia arriba a través de la base, evitando el centro
genital, hasta el centro del ombligo. Excite este centro con las tres acciones de
estimulación. El centro del ombligo es más grande que los otros centros inferiores, por
lo que trabaje en un área al menos el doble de tamaño para mejorar los efectos.
Continúe activando por varios minutos, o hasta que sienta sensaciones de energía.
Cuando usted perciba estas sensaciones, o si no siente nada después de varios minutos,
continúe con la siguiente etapa.

Sitio de Estimulación del Plexo Solar


Aplique la acción de raspado suave, buscando aumentar la energía desde los
pies a la base; trasloque por los genitales, hasta el ombligo, y suavemente hasta el
sector de estimulación del plexo solar.

157
Excite el sitio del plexo solar con las tres acciones. Continúe estimulando
durante varios minutos, o hasta que las sensaciones de energía se hagan presentes.
Cuando usted sienta estas sensaciones, o si no nota nada después de varios minutos,
pase a la siguiente etapa.

Centro del Corazón


Aplique la acción de raspado suave, buscando aumentar la energía desde los
pies a la base, atravesando por los genitales, por el ombligo, por el plexo solar, y
suavemente hasta el centro del corazón.
Active el centro del corazón con las tres acciones de inducción. Continúe
estimulando durante varios minutos, o hasta que las sensaciones de energía se hagan
presentes. Cuando usted sienta estas sensaciones, o si no siente nada después de varios
minutos, continúe con la siguiente etapa.

Centro de la Garganta
Aplique la acción de raspado suave, buscando aumentar la energía desde los
pies a la base, pasando por los genitales, el ombligo, el plexo solar, el corazón, y
suavemente hasta el centro de la garganta. Excite el centro de la garganta con las tres
acciones de estimulación. Ejecute el proceso de envolvimiento alrededor de su garganta
para una estimulación extra, enrollando una venda virtual alrededor del cuello, una
docena de veces o más. Continúe activando durante varios minutos, o hasta que las
sensaciones de energía se sientan. Cuando usted logre esto, o si no siente nada después
de varios minutos, continúe con la siguiente etapa.

Centro de la Frente
Aplique la acción de raspado suave, buscando aumentar la energía de los pies
a la base, por los genitales, el ombligo, el plexo solar, el corazón, la garganta, y
suavemente hasta el centro de la frente. Excite el centro de la frente con las tres
acciones de estimulación. Sienta estas operaciones como penetrando dentro de su
frente. Trate de no dejar los músculos de la frente o los ojos tensos cuando usted
practique en esta zona. Continúe estimulando durante varios minutos, alternando entre
todas las técnicas anteriores, si es necesario, o hasta que comiencen a vislumbrarse las
sensaciones de energía. Cuando las perciba, o si no siente nada después de varios
minutos, continúe con la siguiente etapa. Cuando el centro de la frente alcanza un nivel
normal de actividad, notará palpitaciones, o sensaciones pulsátiles por lo general en el
medio de la frente. Cese la estimulación tan pronto como se percate de estos síntomas.

Centro de Estimulación Extra de la Frente

158
Si no siente ninguna actividad en el centro de la frente después de hacer lo
anterior, o si una tentativa de proyección de alto nivel está cursando efecto, lo siguiente
proporcionará estimulación adicional.
Utilice una acción de agitación profunda en las sienes de izquierda a derecha
durante veinte segundos o menos en cada lado, estimulando los dos grandes centros
secundarios alojados allí. Entonces, haga rebotar la consciencia suavemente entre
ambas partes, a través del centro de la cabeza, por otros veinte segundos. Utilice la
acción de envolvimiento alrededor de la frente, como si enrollase un vendaje alrededor
de la circunferencia de la cabeza, una docena de veces por lo menos. A continuación,
utilice la acción de cepillado en todo este sector, de sien a sien. Por último, utilice la
acción de cepillado hacia arriba y hacia abajo, desde la punta de la nariz hasta justo por
encima de su línea capilar, una docena de veces en cada sentido.
El proceso anterior se puede repetir varias veces, a los fines de intentar
proyecciones de alto nivel, pero no es aconsejable estimular con fines de desarrollo.
Exagerar la estimulación del centro de la frente puede causar dolor de cabeza y una
plétora de otros problemas físicos, mentales y psíquicos.

Centro Coronario
Aplique la acción de raspado suave, buscando aumentar la energía de los pies
a la base, por los genitales, hasta el ombligo, luego por el plexo solar, el corazón, la
garganta, al frente, y suavemente hasta el centro coronario. Se requieren acciones más
considerables para lograr estimular el centro coronario y su estructura de apoyo.
Comience aplicando una amplia acción de cepillado, como si estuviera pintando toda la
parte superior de su cabeza con una brocha grande, en todas las direcciones, cubriendo
la superficie por encima de la línea del cabello. A continuación, utilice una acción de
agitación grande que cubra toda la parte superior de la cabeza. Finalice con acciones de
rasgado amplias, como si desgarrara la piel en repetidas ocasiones, cubriendo toda la
parte superior de la cabeza.
Sienta todas estas acciones que penetran dentro de su cabeza. Trate de no dejar
que este sector, (la frente o los ojos y los músculos que los rodean) se tensen mientras
hace esto. Alterne estas acciones y continúe la estimulación durante varios minutos, o
hasta que perciba las sensaciones de energía. Cuando usted llegue a este punto, o si no
siente nada después de varios minutos, abandone el trabajo o prosiga con el siguiente
ejercicio. Como con el centro de la frente, no extreme los ejercicios de estimulación en
el centro coronario.
Por lo general, sentirá sensaciones fuertes en ciertos centros primarios de
energía, quizás más que en otros. Dedique un poco más de tiempo a los centros todavía
inactivos, para fomentar más aún su equilibrio energético y su desarrollo. Cuando los
centros primarios muestren evidentes signos de actividad, se debe abandonar.

Estimulación Primaria Continua


Una vez que haya completado los anteriores ejercicios de estimulación en los
centros primarios, va a ayudar que usted mantenga un poco de energía fluyendo
suavemente a través de todos estos centros. No es necesario repetir el proceso anterior

159
para hacerlo. Desde los pies, emplee una acción de raspado con la consciencia, hacia
arriba, traslocando la energía suavemente en forma ascendente a través de los centros
primarios hasta el centro coronario; entonces haga un giro y vuelva a traslocar la
consciencia hasta sus pies otra vez. Mueva su consciencia a través de todos los centros
primarios durante la acción de raspado hacia arriba.
No raspe hacia abajo; simplemente gire la consciencia de nuevo a los pies al
final de cada acción de raspado hacia arriba. Alternativamente, esta acción se puede
hacer sólo desde la base hasta el centro coronario, siempre y cuando las piernas estén
proporcionando un flujo razonable de energía.
Estos dos métodos se pueden alternar para proporcionar pluralidad. También
se puede tomar energía adicional del cuerpo a través de las manos y los brazos con este
proceso, pero esto debería ser considerado opcional, ya que la mayoría de la gente
encuentra este anexo, difícil. Pruebe ambos métodos y vea cuál funciona mejor para
usted. Repita esta acción suave y continuamente durante el tiempo que se requiera.
Otra buena manera de traslocar y fortificar la energía a través de todos los
centros primarios es el uso de la técnica de inducción al trance con los anillos de humo
(véase el capítulo N° 17). Los circuitos secundarios de cuerpo completo también
pueden ser utilizados aquí con buenos resultados, al igual que el fortalecimiento de la
energía en dos partes y el circuito de almacenamiento (véase el capítulo N° 13).
No exagere o aplique demasiado esfuerzo en ninguno de los métodos
anteriores, solo tiene que ser un proceso de lo más suave y constante posible, para que
realmente obtenga el mejor resultado con los ejercicios a través de los circuitos
primarios. Las prácticas estimulativas pueden retomarse en cualquier momento, durante
los ejercicios que requieran el uso de energía, para aumentar el flujo energético,
siempre que sea necesario.

Circuito de Respiración de los Centros Primarios


La idea general del circuito respiratorio principal es la de potenciar la energía
ascendente en los circuitos primarios para proporcionar la estimulación continua de
todos los centros con un flujo constante y suave de energía.
El fortalecimiento de la energía ascendente a través de todo el cuerpo, tiende a
interferir con el ritmo de la respiración natural. Usted se encontrará a sí mismo
INHALANDO y conteniendo la respiración mientras trasloca la energía ascendente a través
de su cuerpo. Esta respiración, por lo tanto, se puede aplicar con buen efecto, a los fines
de mejorar las acciones de sensibilización de la energía. A continuación, se presenta un
circuito de respiración muy sencillo que no sólo mejorará el aumento de energía, sino
que también regulará el patrón de respiración. Respire naturalmente en todo momento
durante este circuito y evite procesos superficiales o rebuscados.

1. Centre su consciencia en los pies cuando comience a INHALAR.


2. Durante la INHALACIÓN, raspe energéticamente las piernas en forma
ascendente, a través de todos los centros primarios, hasta el centro coronario.

160
3. Dibuje a través de los brazos como pases de energía en donde las manos
están descansando (opcional).
4. Mantenga la consciencia equidistante en el centro coronario hasta que
complete la INHALACIÓN.
5. Al final de cada INHALACIÓN, conserve y controle el enfoque de la
consciencia en sus pies, lista para la próxima INHALACIÓN.
6. Repita los pasos 1 al 5 de forma continua, durante el tiempo que sea
necesario.

Duración de las Sesiones de Desarrollo


En un principio, cuando el trabajo de los centros primarios se lleva a cabo
inicialmente, las sesiones de desarrollo tienden a ser bastante extensas. Así como con el
aprendizaje del sistema secundario, los trabajos en los centros primarios toman un poco
más de tiempo para ser aprendidos y ser realizados correctamente. Con un poco de
práctica regular, el tiempo necesario para lograr esto se reducirá significativamente.
Los trabajos de estimulación en los centros primarios pueden ser entonces incluidos en
las sesiones regulares de desarrollo. Estos pueden ser incorporados como una parte del
circuito de cuerpo entero, usando el nuevo sistema secundario, con un pequeño
estímulo de los centros primarios, siendo aplicado antes del comienzo del circuito de
cuerpo entero.
El lapso de tiempo que primeramente dispondremos para los estímulos,
dependerá en gran medida del tipo y nivel de desarrollo buscado, pero yo sugiero que
este nivel de trabajo no sea exagerado. Una vez que las técnicas se aprenden, una
sesión de media hora cada día es bastante adecuada para la mayoría de las aspiraciones
a futuro. Exagerar en estos ejercicios podría causar problemas indeseables.

Sensaciones de los Centros Primarios


Las sensaciones de los centros de energía primaria pueden ser muy fuertes y
variables, dependiendo de su estado natural, el nivel de actividad, y la cantidad de
energía que haga fluir a través de ellos. Los centros primarios activos pueden afectar a
los nervios, los músculos y la carne que los rodea en muchas formas peculiares. Fuertes
movimientos energéticos en los centros primarios pueden causar desgarradoras
contracciones nerviosas y temblequeos, pulsaciones y/o palpitaciones bastante
relevantes. Estas sensaciones a menudo se pueden sentir con las yemas de los dedos, lo
que demuestra que son reales, no sólo sensaciones subjetivas.
La condición de las estructuras de soporte secundarias y terciarias del cuerpo
energético juegan un papel importante en el tipo y nivel de actividad que pueda fluctuar
en los centros primarios. Si experimenta un incómodo o doloroso dinamismo en los
centros primarios, o ninguna acción en ellos, por favor retorne y repase por más tiempo
el sistema secundario, especialmente el circuito de almacenamiento corporal completo,
ya que este le ayudará a aliviar los problemas.

161
El trabajo regular en el sistema secundario no debe detenerse sólo porque
usted ha comenzado a trabajar en los circuitos primarios. Siempre debe utilizar el
circuito de cuerpo completo como pilar de todas las prácticas de desarrollo energético.

Sensaciones Energéticas más Comunes


· Pesadez localizada, presión
· Pulsaciones, latidos, vibraciones
· Calambres, pesadez, opresión
· Hormigueo, zumbidos
· Sensaciones calientes o frías
· Calambres rápidos, espasmos

Parecería lógico que más fuertes sensaciones energéticas, conducirán a


actividades superiores en el centro de energía. Esto es en parte cierto, porque las
sensaciones exageradas o desagradables son indicadoras también de bloqueos de
energía y partes con actividad defectuosa en los centros de energía primaria y sus
estructuras de soporte energético.
Por lo general, un centro de energía primaria en un nivel normal de trabajo
causará vibraciones localizadas bastante notables, sensaciones pulsátiles y un efecto
constante de presión. La velocidad y la profundidad de estas palpitaciones variarán de
acuerdo con las demandas energéticas que se apliquen en un centro determinado.
Algunos centros primarios, además, se unirán para generar determinadas impresiones
durante los ejercicios de desarrollo o los intentos de proyección; por lo tanto, merecen
una mención especial aquí.

Centro Base o Base Central


Trabajar con este centro a menudo causa contusiones, algún tipo de zumbido o
sensaciones dolorosas. Esto puede durar unos pocos días después de que se ha sido
activado con éxito, y rara vez por más tiempo. Esta sensación, finalmente, se afianzará
en una constante y cómoda palpitación o pulsación.
En ese sentido, los ejercicios de estimulación del centro base pueden parecer
que interceden ligeramente en el área genital inferior, debido a su proximidad con estos
órganos. No causa ningún problema en general, siempre y cuando la consciencia se
centre específicamente en este centro y no en los órganos sexuales. Es bastante normal
sentir un ligero cosquilleo, hormigueo o sensación de zumbidos en los genitales,
incluso entremeterse un poco en el lado erótico, mientras trabaja en el centro base. Esto
es bastante normal y no es motivo de alarma. Por lo general no le causará ningún
problema, siempre y cuando la consciencia no se deje llevar a la deriva y se convierta
en un bloqueado en el área genital – un definitivo no para el aspirante serio.

Centro del Ombligo

162
Sentir una palpitante y cálida pulsación general alrededor del ombligo,
extendiéndose unos centímetros alrededor de él, es normal en este centro. También se
puede advertir agitación, burbujeos, sensaciones fluídicas en movimiento dentro del
estómago, entre el ombligo y la línea del pubis, y algunos centímetros a cada lado de
esos sectores. Esta sensación burbujeante extraña se relaciona con la actividad del
centro de almacenamiento sub-ombligo, que, aunque es un órgano energético
independiente, también se relaciona con la tarea energética de todos los centros
primarios, especialmente los inferiores.

Sitio de Estimulación del Plexo Solar


Este sitio puede generar una sensación de presión, tensión, e incluso ansiedad
y la impresión de que no está recibiendo suficiente oxígeno. En este caso, trasládese a
la siguiente etapa de los ejercicios, respirando lenta y profundamente, y esta sensación
suele desaparecer con bastante rapidez. Sin embargo, si esta situación lo afecta, reduzca
la cantidad de tiempo que dedica a la estimulación de esta área, o incluso elúdala por
completo. Pasa normalmente en las primeras veces que se estimula con éxito esta zona
cuando está en plena actividad, y por lo general se sorteará si estos ejercicios de
desarrollo se practican con regularidad.

Centro del Corazón


Las sensaciones del centro del corazón pueden ser extremadamente viscerales, y por lo
tanto son los más preocupantes y difíciles de ignorar. La actividad normal del centro
del corazón se percibe como una sensación pulsátil en la carne y las costillas sobre la
superficie del tórax, (al igual que los fuertes latidos del corazón que se obtienen
después de un gran esfuerzo), pero sin ninguna dificultad para respirar. Cualquier
suceso aparte de los nombrados es raro en ejercicios normales de desarrollo. Pueden
ocurrir y producirse sensaciones fuertes, sin embargo, especialmente durante una EFC
espontánea, o cerca de realizarse. A menudo, esto sucederá durante los trabajos de
desarrollo en los centros primarios, especialmente en el estado de trance.
Estas impresiones potencialmente extrafuertes, bien merecen que las
resaltemos aquí.
Las sensaciones vigorosas en el centro del corazón son muy marcadas durante
la etapa de desplazamiento de una EFC. Esto ocurre cuando el doble proyectable se
genera internamente, y también durante su proyección. Sensaciones extremas en el
centro del corazón asociadas con la proyección indican conflictos energéticos
inevitables causados por la presencia de una mente despierta durante el proceso.
Puede escucharse al corazón corriendo una carrera, a veces a un ritmo
aparentemente imposible. Pero, sin embargo, no es una carrera real del corazón físico,
sí del centro del corazón. Y es que trabaja a un ritmo extra para proporcionar la mayor
cantidad de energía requerida, a los fines de inducir una exteriorización consciente.
Entonces ocasiona estas sensaciones pulsátiles fuertes, lo que hace que se sienta como
si fuese el propio corazón físico el que trepida. Si usted se coloca un monitor cardíaco
durante una EFC consciente, encontrará que su ritmo cardíaco es ligeramente mayor y
que este aumento se debe principalmente a la excitación. Un centro del corazón con

163
palpitaciones rápidas no le hará daño en absoluto, pero debo admitir que se necesita
bastante tiempo para acostumbrarse.
El centro del corazón, cuando está en plena actividad, especialmente durante
una EFC, se siente algo como esto: [Coloque una mano en el pecho, con los dedos
descansando sobre su corazón. Golpee el pecho con la yema de los dedos, más o menos
al ritmo cardíaco normal - golpee-golpee... golpee-golpee... golpee-golpee. Incremente
este ritmo hasta que los latidos en el pecho sean tan rápidos y firmes como los dedos
puedan moverse. Agregue un poco de vibraciones fuertes recorriendo todo su cuerpo,
sensaciones de vacío o caída continua, y ruidos extraños, y este conjunto será un fiel
reflejo de la forma en que el centro del corazón trabajará durante una proyección
consciente].
Esté atento, y dispuesto a aceptar y tolerar estas sensaciones durante su primer
intento con fines exitosos. Si usted no está completamente preparado para estos
eventos, provocarán que cunda el pánico y una concusión shockeante, que estropearán
su primera proyección real posiblemente virtuosa. Mirando el lado positivo, las
sensaciones fuertes del centro del corazón siempre irán disminuyendo a lo largo de los
intentos posteriores de proyección, aunque a menudo lentamente.

Centro de la Garganta
Cuando este centro está activo, la presión y las palpitaciones en la garganta a
veces pueden causar una leve pero incómoda sensación de asfixia, e incluso falta de
aliento, como si algo estuviera tocando y presionando en contra de la tráquea. Esto es
en parte causado por la zona sensible en que este centro se encuentra, y también porque
está vinculado con la fuerte actividad del centro del corazón. Estas sensaciones se harán
sentir sobre todo durante los primeros intentos exitosos de estimulación durante el
estado de trance. Si usted sufre estos trastornos, no se preocupe, porque van a ir
desapareciendo gradualmente en respuesta al trabajo de desarrollo energético regular.
Si, no obstante, las sensaciones de asfixia siguen interrumpir el desarrollo de los
ejercicios y los intentos de proyección, reduzca la cantidad de tiempo invertido en este
centro o bien elúdalo por completo. De hecho, cualquier centro primario que cause
sensaciones que sean demasiado incómodas o dolorosas, debe ser trabajado de manera
unitaria y muy suavemente, u omitido por completo, hasta que las percepciones se
reduzcan o desaparezcan.

Centros Coronario y de la Frente


Por lo general, se siente presión y palpitaciones en el centro de la frente
durante los ejercicios de estimulación y desarrollo. Esto es bastante normal. Estas
sensaciones pueden ser muy destacadas y animosas en algunas personas.
Sensaciones impetuosas de presión en el centro de la frente comúnmente se
sienten en algún momento durante el largo curso de desarrollo energético, sobre todo si
las habilidades psíquicas latentes están presentes. Usted sentirá esa presión, ya sea
como localizada en el centro de la frente - como si alguien estuviera presionando su
pulgar animosamente en ella - o como una banda apretada alrededor de la
circunferencia de la cabeza al nivel de la frente. Este último se siente como si un ancho

164
cinturón de cuero nos envolviese la cabeza y es apretado lentamente por un sádico
invisible.
Si el centro de la corona también participa, esta presión también puede
involucrar a toda la parte superior del cráneo, por encima de la línea del cabello.
La presión en los centros de la frente y coronario puede ser bastante
incómoda, incluso dolorosa a veces, pero en general es esporádica. No sucederá todas
las veces. Una presión impetuosa es un signo bastante común ante el desarrollo
apropiado, y podemos pensarla acertadamente como dolores en pos del crecimiento
energético. Si irrumpen dolores de cabeza o migrañas en consecuencia de esta presión,
trátelas como lo haría normalmente. Por favor, consulte a un médico si el dolor
persiste. Bolsas de hielo y paños de agua caliente, alternativamente, alivian por lo
general este tipo de dolores.

El Efecto Estroboscópico
El efecto estroboscópico es un término que inventé para describir un
fenómeno visual energético ocasional e incómodo que suele ocurrir en algún momento
durante la meditación normal o el sueño, como un efecto secundario tardío del
desarrollo energético. Un repentino destello de luz de color blanco plateado
increíblemente brillante es percibido detrás de nuestros ojos cerrados, en los ojos de la
mente, por lo general acompañado de una ligera sensación de conmoción en toda la
frente y el área facial, como si nos dieran un golpe con la mano abierta. La amplia zona
sobre la que esta bofetada sin dolor se siente, implica la estructura de soporte en la cara.
El efecto estroboscópico se siente como algo parecido a cuando un potente flash de una
cámara se dispara frente a nuestra cara a muy corta distancia, mientras mantenemos los
ojos abiertos, pero sin herirlos.
Muchas personas me han contactado en estos últimos años, muy preocupadas,
sobre este fenómeno, creyendo que estaban bajo algún tipo de ataque de alguna
entidad; y es que simplemente habían experimentado el efecto estroboscópico.
A menudo se desprenden desarrollos energéticos, pero este fenómeno es
causado únicamente por el centro de la frente, ya que las luces estroboscópicas
acumulan energía ascendente en el centro coronario. Este efecto es relacionado
estrechamente con la clarividencia y es un fuerte indicador de que el potencial
clarividente está presente.
Al ser una energía clarividente en mí misma, estoy muy familiarizado con este
efecto. El impacto que llamo estroboscópico, marca el comienzo de la creación
energética de la proyección visual, que forma el telón de fondo que da apoyo a su
función (flujo visual). Este flujo visual es la avalancha de imágenes vívidas dentro de
los ojos mentales generados por una energía clarividente. La Clarividencia energética
es el término que elegí para las imágenes de los ojos de la mente clarividente,
provocada por estimulaciones energéticas puras durante el estado de trance.
Una de las funciones más básicas de los centros de energía primaria es su
capacidad para acumular energía, actuando como sutiles condensadores. Una vez que la
acumulación de energía de un centro primario alcanza un cierto punto, dispara o
“destella” esa energía acumulada a los centros superiores. Este flash estroboscópico
activado rodea las estructuras energéticas y forja nuevas y abundantes conexiones
energéticas, lo que permite una mayor calidad y fortaleza en el flujo energético. Esto

165
permite y da pie a las funciones superiores de los centros primarios; por ejemplo, en el
caso del centro de la frente, la clarividencia y otras habilidades o facultades psíquicas.
Las estructuras y las conexiones energéticas temporales se disuelven cuando la energía
de los centros responsables de su creación es energía consumida o agotada.
Con el centro de la frente, a diferencia de todos los demás centros, el efecto
estroboscópico es muy visible en los ojos de la mente. Considero esto similar a la
función que tiene el condensador electrónico en el flash de una cámara. Cuando el
centro de la frente logra una carga completa, destella poderosamente una vez. Si los
flujos energéticos lo permiten, el centro de la frente destella varias veces más. La
creación energética de la proyección visual utilizada para la clarividencia energética,
sin embargo, toma un flujo energético ligeramente más fuerte y más estable del que
naturalmente se proporciona.
Si el flujo energético es lo suficientemente estable como para mantener toda la
energía en el proceso clarividente, unos segundos después del inicio de los primeros
destellos, el centro de la frente comenzará a “centellear” de forma estroboscópica
regularmente cada pocos segundos. Esto aumentará rápidamente su frecuencia hasta
intervalos aproximados de un cuarto de segundo, acelerando esos destellos
estroboscópicos hasta que su continuidad se convierte en turbia o difusa. La proyección
de la visión entonces comenzará a formarse en los ojos mentales.
La proyección de la visión se parece a un espejo ovalado. Imagine uno de
aproximadamente dos metros de alto y un metro de ancho, colgando frente a usted en
su imaginación o en sus ojos mentales, bordeado por un denso humo, de color gris
oscuro. La superficie de esta proyección visual se compone de una textura vaporosa de
color gris pálido, con movimientos superficiales y remolinos ligeros, ocasionales
chispazos y destellos de luz vienen desde su interior. En este contexto, el flujo
energético permite ver una proyección de brillantes percepciones en 3D, a menudo
saturado de sonido y color. Los operadores clarividentes eventualmente aprenden a
manipular su proyector visual, y mentalmente sintonizan las áreas de interés. Es decir,
ellos se desplazan fuera de sus cuerpos para acceder a sus proyecciones visuales, para
así experimentar de primera mano las imágenes; lo que puede compararse con un
poderoso testimonio akáshico en EFC. La creación de la proyección visual, desde el
primer destello estroboscópico hasta su formación continua, es absolutamente
fascinante de practicar.
El efecto estroboscópico es completamente natural, hablando energéticamente.
Simplemente significa que el centro de la frente en cuestión está más desarrollado que
lo normal, o tiene un potencial natural más fuerte. El efecto estroboscópico nunca
causó ningún daño y es una muy buena señal, si usted está planeando desarrollar
cualquier tipo de habilidad psíquica. También indica un fuerte potencial de desarrollo
en proyecciones de alto nivel.

Sensaciones Precipitadas del Cuerpo


Mientras se está trabajando en el desarrollo de los centros primarios o
secundarios, es bastante normal experimentar un hormigueo punzante suave y
periódico, a semejanza de la adrenalina, que se precipita por el cuerpo, especialmente a
través de la espalda y la columna vertebral. Este hormigueo que corre por el cuerpo es

166
causado por la energía en movimiento resultante de los centros primarios y secundarios
que generan ondas pulsátiles de energía a través del cuerpo energético.
Este efecto no debe confundirse con los picos de energía del tipo kundalini.
Los picos de energía kundalini son mucho más impetuosos, a menudo incómodamente
calientes, y se perciben acompañados con fuertes sensaciones de calambres en el ano,
el perineo, el coxis, el colon y la columna lumbar. Estas impresiones generalmente
están focalizadas en la mitad inferior de la columna vertebral.
Las sobrecargas energéticas corporales normales pueden desencadenarse por
muchas y variadas razones, incluidos los esfuerzos de aumento de energía que liberan
los bloqueos significativos, así como los brotes emocionales. Estos pueden ser
comparados con la sobretensión, el hormigueo creciente y la sensación de energía que
produce la música motivadora.
Las ondas energéticas afectan a las terminaciones nerviosas en el cuerpo
físico, sobre todo en los músculos de la columna y la espalda. Esto hace que
sensaciones de hormigueo punzante surjan y recorran el cuerpo, en forma similar a
como lo hace la adrenalina. Estas pueden ser bastante animosas, incluso alucinantes a
veces, pero son normales. Sin embargo, si se siente que corre esta energía con
particular firmeza, acompañada de entumecimientos y calambres, y se palpitan
alzándose por la parte inferior de la columna vertebral y el estómago, y síntomas de
ardiente calor o frío y dolor, la estimulación debe interrumpirse inmediatamente. Estas
sensaciones indican actividad prematura de la kundalini.
Si los síntomas causan preocupación o siguen siendo un problema, le sugiero
que abandone los trabajos en los centros primarios y utilice sólo el sistema secundario.
El sistema secundario es mucho más generoso, seguro y predecible que los trabajos en
los centros primarios. De hecho, tienen mucho menos efectos secundarios, y es un
sistema de género global. Usted puede volver a los trabajos en los centros primarios,
después. Si sospecha que se ha disparado un pico kundalini, me permito sugerir que se
tome al menos un descanso de tres meses con los trabajos en los centros primarios, para
dar tiempo al cuerpo energético a adaptarse. Luego entonces, los ejercicios de
desarrollo pueden reanudarse de manera segura.

Decrecimiento de la Actividad de los Centros


Primarios
Después de cualquier tipo de trabajo energético que involucre los centros
primarios, tradicionalmente se piensa que es muy importante cerrar todos los centros de
energía que se han abierto (es decir, estimulado). Esto es ilógico e ineficaz.
Ninguna acción de la consciencia focalizada, y ninguna acción de
visualización, serán buscadas para causar un vórtice central de energía o chakra para
reducir su actividad, desactivarse o cerrarse. Una acción de estimulación visualizada
(comúnmente llamada apertura de chakra o acción de terminación) sólo afectará a la
energía del cuerpo si se localiza en el sitio del centro de energía primaria. Por lo tanto,
se convierte en un tipo de acción cuerpo-consciencia, aunque el término sea bastante
obtuso.
La experiencia me ha enseñado que no importa cómo se ejecute una acción de
consciencia o de visualización en un espacio afectado por un centro de energía, solo
importa si goza de algún efecto que cause o fomente una mayor estimulación.

167
Considero que es ilógico pensar que alguna acción inversa o contraria tendrá éxito en
mitigar o cerrar un centro de energía una vez que se ha transformado en activo. Esto es,
en principio, muy parecido a avivar una llama con una técnica de estimulación y luego
tratar de hacer que esta llama se apague desde una dirección diferente.
Cualquier técnica utilizada, con métodos de apertura y cierre, implica una
acción localizada similar en el sitio de un centro primario. Los centros de energía
primaria (chakras) son órganos no físicos complejos, cada uno con vastas funciones
sutiles bioenergéticas y de energía pura. No deben ser comparados con simples
dispositivos mecánicos que se pueden abrir y cerrar. Los centros de energía primaria no
son sólo pequeñas puertas que se pueden abrir y cerrar con buenas intenciones y algo
de visualización. Algunas personas pueden discutir este esquema, afirmando que están
convencidas de que los centros de energía deben estar deliberadamente cerrados. Sea
como fuere, mi lógica se basa en sólidas experiencias de primera mano: para mí, los
centros de energía simplemente no pueden ser desactivados o cerrados de esta manera.
Los que creen que tienen éxito en obrar de esta forma, se encuentran (a mi
entender) con que sus acciones no son más que coincidentes con su supuesto resultado.
Los centros de energía en cuestión habrían sido desactivados por cuenta propia de
todos modos. En la mayoría de los casos, los centros primarios comienzan a
desactivarse al momento en que se rompen las disciplinas de relajación y trance, y se
restablecen los niveles normales de actividad física y mental.
La mejor manera de desactivar los centros de energía es dejar de utilizarlos.
Estos también cesarán su actividad cuando el cuerpo energético no disponga de
energía. Puede suceder cuando las estructuras energéticas disponibles en el cuerpo
energético se agotan, y se vuelven incapaces de suministrar la energía necesaria para
amparar la actividad energética.
Si no se siente actividad energética continua significativa en los centros de
energía primaria después de una sesión de desarrollo, deben dejarse en paz. O se debe
intentar reducir la actividad en ellos sólo si se vislumbran continuas sensaciones
energéticas molestas o incómodas.
A continuación, se presenta una lista de procederes para intentar reducir la
actividad en el cuerpo energético. Las combinaciones de estas acciones, en virtud de
circunstancias normales, reducen significativamente la actividad energética en los
centros primarios.

· Acciones de aumento de energía inversa en las piernas y los brazos,


descargar energía.
· Dejar de centrar la consciencia sobre el cuerpo energético y sus centros de
energía primaria.
· Interrumpir disciplinas de relajación física y mental.
· Levantarse, desplazarse, charlar, estirarse, y restaurar la plena circulación y
el movimiento.
· Póngase cómodo y vaya a dormir - si esto lo siente apropiado.
· Abrace una botella con agua caliente y apóyela en el centro incómodamente
hiperactivo, y luego váyase a dormir.
· Alterne una bolsa con agua caliente con una bolsa de hielo.
· Frote denodadamente o dese unas palmadas en las manos, los brazos y las
piernas, para traslocar la consciencia lejos de los
centros primarios.

168
· Camine, trote, nade, haga ejercicios aeróbicos - el ejercicio físico puede
ayudar.
· Tome una ducha o dos - helada si es necesario.
· Evite cualquier tipo de ejercicio o práctica energética hasta que toda la
actividad haya cesado.
· Cuando todo lo demás falla, coma algún alimento hasta que todas las
sensaciones no deseadas cesen.

He tenido un par de casos en que los centros primarios se han negado a


desactivarse durante algunos días después de la estimulación. Este problema puede
surgir cuando algunas zonas energéticas del cuerpo con obturaciones o pérdidas de
energía, repentinamente vislumbran u obtienen la restitución y restauración de su flujo
de energía. Una demanda energética fuerte y continua puede entonces prolongarse por
bastante tiempo después de que los esfuerzos de estimulación y de sensibilización
energética han cesado.
Si esto sucede siempre – cosa que es bastante rara, por cierto – ponga en
práctica todas las factibilidades mencionadas anteriormente para reducir la actividad de
los centros primarios. Le sugiero que evite el alcohol y las drogas recreativas, y reduzca
los ejercicios de meditación y las prácticas energéticas. Propongo que se concentre en
la vida física y la actividad normal hasta que el problema se corrija solo, como siempre
debería suceder. La regla general con cualquier tipo de problema energético es tomar
un descanso pleno, por el tiempo que sea necesario.
En el peor de los casos, menciono aquí haberme encontrado casos con lapsos
de casi un mes antes de que la actividad energética se detuviese por completo. Estos
consistían principalmente en pulsaciones y vibraciones en los centros de la frente y el
corazón, junto con frecuentes desplazamientos rápidos de un tipo de adrenalina
energética, por la holística del cuerpo. Este problema se alivió lentamente y,
finalmente, desapareció. Tenga en cuenta, que esta persona también tenía un trastorno
alimenticio grave, era hiper ansioso, y estaba perdiendo peso de manera constante en
ese momento, y en contra de mis consejos, continuó con la dieta durante todo ese
período. Creo que el factor de la dieta contribuyó de manera significativa a que los
problemas energéticos globales y el prolongado tiempo en esa ambigua condición se
prorrogase.
He encontrado que el mejor y más rápido sistema para desacelerar la actividad
energética, es comer grandes cantidades de comida pesada, especialmente en proteínas.
(Esta es una excelente solución a corto plazo; pero su aplicación a largo plazo,
obviamente, causará aumento de peso). La digestión de una comida pesada requiere de
una gran cantidad de energía. Después de una comida sustanciosa, el cuerpo energético
desvía sus recursos a los procesos de digestión bioenergéticos. El cuerpo energético
prácticamente se “apaga” cuando se sobrecarga el estómago. Así, una suculenta
comilona consume toda la energía disponible, dejando prácticamente nada para
fundamentar la actividad energética pura.
Por esta razón, cualquier trabajo energético o relacionado con su desarrollo,
incluso la simple meditación, puede ser una pérdida de tiempo si se realiza dentro de
una o dos horas después de una comida pesada. Este es uno de los problemas más
comunes que se me presentan, donde los ejercicios energéticos de desarrollo se han
creído ineficaces. Una comida ligera, o incluso la abstinencia temporal, se recomienda
antes de practicar los ejercicios de desarrollo. Si tiene problemas para lograr que su

169
cuerpo energético responda a cualquiera de los ejercicios que figuran en este libro,
propóngase disminuir su dieta en grasas y en proteínas durante un par de semanas.

Potenciales Efectos del Lado Negativo


Imaginablemente algunos riesgos están involucrados al trabajar con los
centros primarios, más, considero que los ejercicios dados en este libro son bastante
seguros de llevar a cabo en los planos dados, siempre que todos se sigan al pie de la
letra y las precauciones estén debidamente atendidas. Los principales problemas que
pueden surgir, aparte de los ya descriptos y discutidos, se tratan a continuación. La
incidencia de los problemas graves es muy rara. Otros factores que contribuyen, y que
pasamos a describir, aparte del desarrollo energético, pueden estar casi siempre
involucrados.
De los cientos de personas que me han consultado con respecto al desarrollo
energético, ya sea en persona o a través de las redes de Internet, sólo un pequeño
puñado ha espigado en lo que podría considerarse como problemas serios. En todos los
casos, he encontrado factores externos que pueden contribuir o causar estos problemas.
Cualquier incógnita que pueda surgir a través del modus operandi de los centros
principales puede ser fácilmente superada si se la reconoce precozmente y se la
manipula con un poco de sentido común.

Kundalini Prematura
Si bien el incremento de energía de la kundalini es una situación
extraordinariamente difícil de provocar, puede ser muy preocupante si se manifiesta
prematuramente. El cuerpo y la mente deben estar energética, mental y físicamente
preparados para operar este nivel de movimiento energético. Normalmente se tarda
varios años de puro trabajo y desarrollo, depuración mental, energética y espiritual
antes de que se pueda adentrar con una seguridad razonable en las fuerzas de la
kundalini. Un pequeño número de personas, sin embargo, de vez en cuando sienten
síntomas de energía kundalini recorriendo sus cuerpos cuando emprenden el desarrollo
energético profundo de los circuitos primarios. Esto puede dar lugar a picos de
traslocación de energía a través de la columna lumbar, a menudo acompañada por
sensaciones punzantes y calambres.
Esto no debe ser confundido con la normal (y a menudo llamativa)
traslocación de un tipo de adrenalina energética que se precipita a través del centro base
y la columna vertebral, asociado con niveles normales de energía primaria y secundaria
en movimiento. Estas traslocaciones del cuerpo energético son síntomas
completamente normales para este tipo de trabajo evolutivo.
En más de dos décadas de profundización en el desarrollo energético personal,
y debido a la necesidad imperante de encontrar mi propio camino en estos asuntos, he
experimentado y atravesado por casi todos los errores estúpidos en los que uno puede
despeñarse.
A través de la experiencia, he encontrado que no importa cuán malo es el error
infringido, o cómo sus efectos severos repercuten, porque todo esto puede ser superado.

170
Tome un descanso profundo con respecto a los ejercicios energéticos,
incluyendo la meditación, y concéntrese en cuestiones físicas de la vida real, para
aliviar los problemas y deshacerse de los errores de esta naturaleza.
Por ejemplo, a finales de los años ochenta, cuando incurrí y desafié por
primera la energía de la kundalini, casi me mata, literalmente. Mi cuerpo experimentó
shocks severos. Una vez que me recuperé de esto, la intromisión violenta resultante de
energía y las huellas impresas en los ejercicios dentro y alrededor de mi ser
comenzaron a desequilibrarme de muchas maneras sutiles. Yo era plenamente
consciente de lo que me estaba pasando y por qué, y también de forma intuitiva sabía
de mi recuperación. Entonces decidí abandonar todo por poco más de un año,
añadiendo meditaciones suaves y oraciones, y me reconcentré exclusivamente en mi
vida física, la familia, el trabajo, la salud y las actividades intelectuales.
Mantuve mis pies firmemente arraigados al suelo en todo momento, hasta que
mi cuerpo energético y sus percepciones volvieran a estar completamente estables de
nuevo. Una vez que me convencí enteramente de que todo mi interior estaba
funcionando normalmente y su desempeño fuese el correcto, volví a mis prácticas
energéticas y místicas. Me encontré, después de mis “vacaciones”, que todo mi interior
estaba con su sistema reestablecido y armonizado, una vez más, y mucho más estable
que antes, de hecho. No hubo recurrencia de los consabidos obstáculos, ni los ha
habido en la última década.

Desequilibrio Mental y Emocional


En los casos en los que me he encontrado con problemas psicológicos o
emocionales que parecían haber sido causados por la energía desarrollada, me di
cuenta que otros factores contribuyeron o han estado presentes.
Sobre la investigación, por lo general encuentro que los procedimientos
sugeridos están siendo modificados y las advertencias ignoradas. O es esto, o la
preexistencia de inestabilidades mentales o emocionales presentes en los ejercicios,
causando o contribuyendo al problema general. Yo recomiendo que las personas con
debilidades e inestabilidades previas en estas áreas, piensen muy cuidadosamente
acerca de esta problemática.
Estos factores deben considerarse siempre antes de cualquier tipo de
desarrollo energético serio, especialmente con los ejercicios que se lleven a cabo en los
circuitos primarios. En caso de duda, busque por favor la opinión de un terapeuta
calificado o un médico. Si el desarrollo energético es realizado de forma indiferente o
escéptica, sugiero que más vale se practique el sistema secundario por sí solo durante al
menos un año, o hasta que se considere que los trabajos en los centros primarios se
pueden emprender con confianza.
Es muy posible que, si sobrecargamos el trabajo en los centros de la frente y
coronario, o si ellos son excluidos de otros ejercicios de desarrollo, nos causen algún
tipo de inestabilidad mental o psíquica. De la misma manera, el exceso de trabajo en el
centro del corazón puede causar problemas emocionales manifiestos. También pueden
surgir estos mismos problemas si se hace caso omiso de mis advertencias cuando los
centros de almacenamiento de la sub-frente o del sub-corazón están activamente
saturados o congestionados.

171
No importa con qué frecuencia o firmeza se advierta a la gente acerca de estos
peligros, a menudo creen y se convencen de que saben y se entrenan a su propio juicio
independiente. Si bien puedo comprender esta actitud, por favor entienda que las
advertencias y precauciones que figuran en este libro están meditadas cuidadosamente.
No se las doy a la ligera. Todas se fundamentan en experiencias sólidas de primera
mano y basadas en muy buenas razones.
Prestando atención a mis consejos sobre estas cuestiones, le ayudarán a evitar
efectos secundarios desagradables, errores y problemas potenciales. Y en sí mismos,
acelerarán considerablemente el tiempo insumido en su desarrollo general. En muchos
casos, cuando las precauciones no son escuchadas, no surgirán problemas de inmediato,
pero se habrán creado las condiciones que permitan y den pie a futuro a la
manifestación de posibles contratiempos. Algún disgusto o contrariedad puede surgir
por lo tanto más tarde, o más temprano, especialmente si se sostienen prácticas
energéticas imprudentes.
La mayoría de las personas que han ignorado las advertencias y luego vienen a
mí en busca de ayuda, creían que podían tomar con seguridad atajos para lograr
habilidades psíquicas. Esto era algo que deseaban a toda costa, sin preocuparse por
todo lo que al parecer era una pérdida de tiempo y los aburría. A menudo, estas
personas pagaron un alto precio por su falta de previsión, a través de ralentizar o
suspender indefinidamente su desarrollo. Rompiendo las reglas aquí uno puede ganar
un poco de habilidades psíquicas temporales, pero ¿a qué precio, me pregunto? ¿A qué
precio? Las inestabilidades mentales, psíquicas y emocionales no son cosas triviales.
Estas pueden tener efectos devastadores en todos los aspectos de la vida.
Un buen ejemplo expongo a consideración: Un joven me envió por correo
electrónico una solicitud de consejo con respecto a las charlas que yo había dado en
una de mis muy tempranas enseñanzas interactivas (publicadas en la página de Internet:
“World Wide Web” hace varios años) para no abusar de los ejercicios en los centros de
la frente y coronario durante los trabajos de desarrollo de los centros primarios. Él dijo
que, después de leer sobre el tema de las precauciones, había trabajado exclusivamente
sobre estos centros durante casi un mes, solamente para ver qué pasaba. Y entonces se
molestó porque nada extraño sucedía. Este tipo de comportamiento imprudente desafía
totalmente la lógica y el sentido común.
También he encontrado que otra razón común para desafiar mis precauciones,
es que la gente tome consejos basados en las experiencias de otras que se han apoyado
en métodos ineficaces basados en la visualización. Debido a la naturaleza de gran
alcance de este sistema fundamentado en técnicas a través de la manipulación de la
consciencia, cualquiera que no esté totalmente experimentado con ellas en el largo
plazo es un asesor totalmente inadecuado, sin importar sus antecedentes o experiencia.
Digo esto sin reservas.
Hay formas correctas y formas inadecuadas de emprender todo este asunto, y
esta palabra se aplica particularmente a los variados aspectos extrapolares del
desarrollo energético y psíquico. Los ejercicios de desarrollo propuestos en estas
páginas nutren habilidades psíquicas dentro de una caja fuerte y de forma totalmente
natural. Si estos ejercicios se practican con regularidad y sin exagerar, atendiendo todas
las advertencias y precauciones debidamente, y si se aplica un poco de sentido común
según sea necesario, cualquier habilidad psíquica latente pronto medrará hacia la
superficie. Éstas luego pueden ser utilizadas si se desarrollan naturalmente y con

172
seguridad; un pequeño paso en este gran trayecto debe ser corrido por vez. Finalizando,
digo que no hay ningún motivo para apresurar estos asuntos.
Mayor Deseo Sexual
Es bastante conocido hoy que el trabajo en los centros de energía primaria
tiene el potencial de causar una gran cantidad de problemas relacionados a lo
energético, de los que, en gran medida, el aumento del deseo sexual es probablemente
el más conocido. Este problema central genital bastante raro está más relacionado a la
energía de la kundalini que a los niveles normales de actividad energética primaria o
secundaria. Esto sólo es un problema potencial - algo a tener en cuenta, pero no
demasiado preocupante. Como con todas las dudas potenciales sobre el desarrollo
energético, estas imperan una cuestión de sentido común. Sus signos son fáciles de
detectar y rectificar sus consecuencias, antes de que puedan convertirse en problemas
más graves.
El aumento del deseo sexual puede convertirse potencialmente en
inconveniente si manipulamos los centros primarios y desarrollamos las técnicas dadas
en este libro sin hacer caso a la naturaleza eficaz de los procedimientos utilizados.
Salvo accidente, sin embargo, el uso deliberado y la experimentación de la energía
sexual son las mayores causas arraigadas a este tipo de problemas. Y ellos
normalmente surgen sólo si el centro genital es activa e intencionalmente encausado y
estimulado. La consciencia del cuerpo, por lo tanto, puede quedar bloqueada en el
centro genital, y entonces será muy difícil cambiar el enfoque de ella lejos de esa zona.
Si se permite que esto continúe, no causará ningún daño o perjuicio duradero - salvo
agotamiento sexual y energético, por supuesto.
La solución es traslocar rápidamente la consciencia corporal y pasar al
siguiente ejercicio. Si, sin embargo, la consciencia corporal tiende a mantener alterado
y activo el centro genital sin su propio consentimiento, suspenda la sesión
inmediatamente, detenga la disciplina de relajación, y aplique las medidas de
desactivación que fueron dadas anteriormente. Aplaudir con las manos y golpear el
piso con los pies también son buenas medidas para forzar a la consciencia corporal a
que se distancie del centro genital. Si todo lo demás falla, un buen truco es aplicar una
ducha fría. La cura definitiva para esta enfermedad probablemente sea sumergir los
pies en un cubo de agua helada, junto con las dos manos también.

Trabajo Sorprendente de los Chakras


Hay gente en el mundo de hoy que anuncia sus servicios, bajo muchos medios
y formas diferentes, como maestros energéticos capaces de abrir centros de energía
primarios (chakras) en otra gente. Este servicio suele tener un alto precio, atribuible a
menudo a miles de dólares. Ellos aseguran que disponen de altos niveles de
conocimiento y capacidad, y que una vez que los chakras han sido abiertos, se
encenderán variados poderes psíquicos en el destinatario de sus servicios. Y afirman
que pueden salvar a la gente mayor de muchos años de aburridos ejercicios de
desarrollo. Ofrecen una solución rápida y un atajo fácil - por un precio. Estos
individuos son, sin excepción, fraudulentos y charlatanes de feria, más interesados en el
fomento de sus cuentas bancarias que en la apertura de chakras, lo que realmente no
pueden lograr de todas formas.

173
La activación de los centros de energía primaria en una persona desde el
exterior (a menudo desde una gran distancia) simplemente no es posible. Hay sí
personas que tienen ciertas habilidades; pueden ser capaces de provocar determinadas
sensaciones energéticas en los centros primarios de otra persona (pero sólo mano a
mano), elevando y encauzando (traslocando) la energía en ellos. De ser posible, esto se
llama “transferencia energética sencilla”, y es similar a una curación energética por
medio de las manos conscientes de un capacitado. Sin embargo, este efecto no se
sostendrá demasiado en el tiempo, sobre todo si está destinado a los centros de energía
primaria del receptor. Las personas que reciben este traspaso de energía percibirán las
tradicionales sensaciones energéticas corriendo a través de sus cuerpos, y obtendrán
beneficios adicionales como si ellas mismas corrieran su propia energía y estimularan
sus propios centros primarios.
Debe quedar bastante claro a estas alturas que los centros primarios no son
pequeños dispositivos mecánicos simples que se pueden abrir y cerrar con algunos
hechizos de una varita mágica y algunas buenas intenciones. Salvo accidente o
habilidad natural, los centros de energía primaria no pueden ser alimentados durante la
latencia, inactividad, reposo, letargo o dormancia, y sí a través del desarrollo y
fortalecimiento de sus estructuras de soporte energético. Esto debe hacerse de una
forma equilibrada, porque si no, la energía del cuerpo se perturbará y se volverá
inestable, lo que puede causar graves problemas. El desarrollo de la energía del cuerpo
y sus centros primarios lleva su tiempo, siempre y cuando se tome en serio. Los atajos
y las soluciones rápidas no son sino imprudentes y desaconsejables.

Aporto aquí un escrito sobre las facultades de la energía kundalini.

Kundalini: El Despertar de la Fuerza de la Vida:


Por Osho (Bhagwan Shri Rashnísh)

Ningún conocimiento teórico de autoayuda y ninguna visualización anatómica


de la kundalini son realmente necesarias para la meditación. Cuando digo esto, no
quiero decir que no exista algo como la kundalini o los chakras. La kundalini está allí,
los chakras están allí, pero de ninguna forma ayudará el conocimiento teórico. Es más,
puede estorbar y llegar a ser una barrera por muchas razones.
Una de estas razones es que cualquier conocimiento sobre la kundalini o sobre
las vías esotéricas de la bio-energía, sobre los caminos interiores del élan vital, es
generalizar. Y varía entre distintos individuos; la raíz será la misma. Con "A" será
diferente; con "B" será diferente; con "C" será diferente. Su propia vida interior tiene
una individualidad, de modo que adquirir algo a través del conocimiento teórico no le
va a ser de ayuda; puede que sea un obstáculo, porque ese saber no es sobre usted.
Llegará a conocer sobre sí mismo solamente cuando usted profundice en sí.
Existen los chakras, pero el número difiere con cada individuo. Uno quizá
tenga siete; otro quizás nueve; otro es posible que más, otro menos. Esta es la razón por
la cual se han desarrollado tantas variadas tradiciones. El budismo habla de
nueve chakras, los hindúes hablan de siete, los tibetanos de cuatro. ¡Y están todos en lo
cierto!
La raíz de la kundalini, el paso a través del cual circula la kundalini, es
también diferente con cada individuo. Y cuanto más se sumerge en ello, más individual

174
será para uno mismo. Por ejemplo, de su cuerpo, su cara es la parte más individual, y
en la cara, los ojos son todavía más individuales. La cara tiene más vida que cualquier
otra parte del cuerpo; es por esto que sintetiza al individuo. Es posible que no se haya
dado cuenta que a partir de una edad determinada—especialmente al llegar a la
madurez sexual—la cara asume unas características determinadas que continuarán, más
o menos, durante toda la vida. Antes de la madurez sexual la cara cambia mucho, pero
ya en la madurez sexual, su individualidad se fija según un patrón determinado y ahora
la cara será más o menos la misma.
Los ojos tienen todavía más vida que la cara y son tan individuales, que
cambian a cada momento. A menos que uno haya conseguido la iluminación, los ojos
no estarán nunca fijos. La iluminación es otro género de madurez. Con la madurez
sexual la cara llega a fijarse, pero es otra clase de madurez la que nos encontramos
cuando los ojos llegan a poder permanecer fijos. No podrá usted ver ningún cambio en
los ojos de Buda; su cuerpo envejecerá, morirá, pero sus ojos continuarán siendo los
mismos. Ésta es una de las indicaciones. Cuando alguien alcanza el Nirvana, los ojos
son la única puerta que permitirá saber a los de fuera si el hombre lo ha alcanzado
realmente. Ahora los ojos no cambian nunca. Todo se modifica, pero los ojos se
mantienen igual. Los ojos son expresión del mundo profundo. Pero la kundalini es
todavía más profunda.
Ningún saber teórico puede ser de ayuda. Cuando se dispone de este
conocimiento, empieza uno a imponerlo sobre sí mismo. Comienza a ver las cosas
desde la perspectiva que nos han enseñado, pero es posible que no correspondan a su
situación individual. Entonces se crea más confusión.
Uno debe percibir los chakras, no saber "sobre" ellos. Debe sentirlos; debe
encontrar sensaciones dentro de sí. Solamente sentir sus chakras—y su kundalini como
su camino—le servirán de ayuda. De hecho, el conocimiento ha sido muy destructivo,
por lo que respecta al mundo interior. Cuanto más conocimiento adquirimos, menor es
la posibilidad de sentir lo real, lo auténtico.
Empiece a imponer lo que ya sabe sobre sí mismo. Si alguien dice: "Aquí está
el chakra, aquí está el centro", entonces empieza uno a visualizar los chakras en estos
puntos. ¡Y puede que no estén allí en absoluto! Y creará chakras imaginarios. Puede
crearlos; la mente tiene la capacidad de hacerlo. Puede generar chakras ilusorios, y
entonces, debido a su imaginación, aparecerá un flujo que no será la kundalini, sino una
simple fantasía suya, una ensoñación completamente ilusoria.
Una vez que puede usted visualizar centros y desarrollar
una kundalini imaginaria, entonces podrá crear cualquier cosa. Y vendrán experiencias
imaginarias, y desarrollará un mundo completamente falso dentro de sí. El mundo
exterior es ilusorio, pero no tan ilusorio como el que usted puede crear dentro de sí.
Todo lo interior no es necesariamente real o verdadero, pues la imaginación es también
interior, los sueños son también internos. La mente tiene la facultad—una muy
poderosa facultad—de soñar, de crear ficciones, de proyectar. Por eso es bueno
proceder en meditación, sin prestar atención a la kundalini o a los chakras. Si se los
encuentra, está bien. Puede que comience a sentir cosas; solamente entonces, pregunte.
Puede que empiece a sentir un chakra trabajando, pero debe dejar a la sensación física
del cuerpo llegar antes. Puede que sienta ascender la energía, pero deje que primero le
llegue la sensación. No imagine, no piense en ello. No haga ningún esfuerzo intelectual

175
para entenderlo antes. Ningún conocimiento previo es necesario. No es solamente
innecesario, sino que puede dañar la totalidad del proceso.
Y otra cosa: la kundalini y los chakras no pertenecen a su anatomía o a su
fisiología. Los chakras y la kundalini pertenecen a su cuerpo sutil, a su sukshma
sharira o cuerpo etérico, no a este cuerpo, al cuerpo denso. Desde luego que
encontraremos puntos que se corresponden con el físico. Los chakras son parte de
su sukshma sharira, pero su fisiología, su anatomía, tienen puntos que se corresponden
con el físico. Si usted siente un chakra interiormente, solamente entonces logrará
percibir el punto correspondiente. De otra forma, puede diseccionar todo tu cuerpo,
pero no encontrará nada con respecto a los chakras.
Todas las habladurías, las mal llamadas evidencias y declaraciones científicas
de que su cuerpo tiene algo como la kundalini y los chakras, son tonterías, un absoluto
disparate. Existen puntos que se corresponden, pero esos puntos solamente podrá
sentirlos cuando perciba el chakra real. Diseccionando su cuerpo físico no podrá
encontrar nada. No hay nada, porque la cuestión no es anatómica.
Una cosa más: no es necesario atravesar los chakras. ¡No es necesario! Uno
puede realmente sortearlos. Tampoco es necesario que usted llegue a sentir
la kundalini antes de su iluminación. El fenómeno es muy diferente de lo que pueda
uno pensar. No percibimos la kundalini, porque no puede sentirse su ascenso. Percibirá
la kundalini únicamente si su camino no está muy despejado. Si el camino está
completamente despejado, entonces la energía fluye; pero no la percibirá. De modo que
la persona que siente más la kundalini, tiene bloqueos, es decir, hay muchas
obstrucciones en su camino y la kundalini no puede fluir.
La percibe cuando hay algo que opone resistencia al flujo de energía. No
puede sentir la energía directamente, a menos que haya una resistencia. Si muevo mi
mano y no hay ninguna resistencia, el movimiento no se sentirá. El movimiento es
percibido gracias a la resistencia del aire, pero no será sentido tanto como cuando es
una piedra la que se opone. Entonces sentiré más el movimiento. Y en el vacío no
sentiré ningún movimiento en absoluto. Es así de relativo.
Buda nunca habló sobre la kundalini. No es que no la hubiera en su cuerpo,
porque los conductos eran tan limpios, que no había ninguna resistencia. De modo que
él nunca la sintió. Mahavira jamás habló sobre kundalini. Debido a ello, se creó una
falsa noción, y entonces los jainos, los seguidores de Mahavira, pensaron que
la kundalini era una completa estupidez, que no existía. Así, al no sentir Mahavira
la kundalini, veinticinco siglos de tradición jaina han continuado negándola,
proclamando que no existe. Pero la razón de Mahavira para no hablar sobre ella, era
completamente diferente. Como no había bloqueos en su cuerpo, nunca la sintió.
De modo que no es necesario para usted sentir la kundalini. Puede que no la
perciba en absoluto. Y si no siente la kundalini, entonces sorteará los chakras, porque
el trabajo de los chakras se necesita únicamente para romper los bloqueos. Si no, no
son necesarios.
Cuando hay un bloqueo, y la kundalini es obstruida, entonces
el chakra empieza a moverse, debido al bloqueo de la kundalini. Se vuelve dinámico.
El chakra empieza a moverse debido a la kundalini bloqueada y se mueve tan rápido
que, debido al movimiento, se crea una determinada energía. Y ésta rompe el bloqueo.
Si el pasaje está despejado, el chakra no será necesario y usted no sentirá
nunca nada. Realmente la existencia de los chakras es solamente para ayudarle. Si
la kundalini es bloqueada, entonces la ayuda será necesaria. Algún chakra absorberá la

176
energía que está siendo bloqueada. Si la energía no puede moverse más allá, volverá
para atrás. Antes de que vuelva atrás, el chakra absorberá la energía completamente y
la kundalini se moverá en el chakra. A través del movimiento, la energía se hará más
vital, más viva, y cuando vuelva otra vez al bloqueo podrá romperlo. De modo que es
simplemente un mecanismo, una ayuda.
Si la kundalini se mueve y no encuentra ningún bloqueo, entonces usted nunca
sentirá ningún chakra. Es por ello que alguien puede percibir nueve chakras, algún otro
diez y quizás otro sienta solamente tres o cuatro, uno o ninguno. Depende. De hecho,
hay infinitos chakras y con cada movimiento, con cada paso de kundalini,
un chakra estará allí para ayudar. Si la ayuda es necesaria, se le podrá dar.
Por ello insisto en que la teoría no es de ninguna ayuda. Y la meditación, tal
cual, no se ocupa realmente de la kundalini. Si la kundalini llega, eso es otra cosa; pero
la meditación no tiene nada que ver con ella. La meditación puede ser explicada sin tan
siquiera mencionar la kundalini. No hay ninguna necesidad. Y la mención de
la kundalini sólo creará todavía más dificultades para explicarlo todo. La meditación
puede ser interpretada directamente; no necesita preocuparse de los chakras. Empiece
con la meditación. Si el camino está bloqueado, puede que llegue a sentir la kundalini,
y los chakras estarán allí, pero esto es completamente involuntario. Debe recordar que
es inconsciente; su voluntad no es necesaria en absoluto.
Cuanto más profundo sea el camino, tanto más involuntario será. Puedo mover
mi mano—esto es algo voluntario—pero no puedo mover mi sangre, aunque puedo
intentarlo. Años y años de entrenamiento pueden hacer a una persona capaz de
conseguir actuar sobre la circulación de la sangre voluntariamente. El Hatha Yoga
puede hacerlo; se ha hecho, no es imposible. Pero es algo fútil. Treinta años de
entrenamiento sólo para controlar el movimiento de la sangre es una estupidez y una
tontería, pues con el control no se gana nada. La circulación de la sangre es
involuntaria; nuestra voluntad no es necesaria. La maquinaria del cuerpo, el mecanismo
del cuerpo, se preocupa de eso haciendo cualquier cosa que sea necesaria. Nuestros
sueños no son voluntarios, nuestro nacimiento no es voluntario, nuestra muerte no es
voluntaria. Son mecanismos no voluntarios.
La kundalini es algo todavía más profunda; más insondable que nuestra
muerte, más recóndita que nuestro nacimiento, más trascendente que nuestra sangre,
porque la kundalini es el desplazamiento de nuestro segundo cuerpo. La sangre es el
elemento que transita por el cuerpo fisiológico; la kundalini es la circulación del cuerpo
etérico. Y es absolutamente involuntaria. Incluso un hatha yogui no puede hacer nada
con ella de forma voluntaria.
Si usted entra en meditación, entonces la energía empieza a moverse. Si usted
está profundamente en ello, entonces la energía empieza a moverse hacia arriba y
percibirá el cambio de sentido. Se advertirá de muchas maneras; incluso el cambio
fisiológico puede ser percibido.
Por ejemplo, de ordinario, biológicamente, es signo de buena salud para
nuestros pies estar calientes y para nuestra cabeza estar fría. Biológicamente es un buen
signo de salud. Cuando ocurre lo contrario, que los pies se enfrían y la cabeza se
calienta, la persona está enferma. Pero lo mismo pasa cuando la kundalini fluye hacia
arriba: los pies se enfrían.
Realmente, el calor en los pies no es otra cosa que energía sexual fluyendo
hacia abajo. En el momento en que la energía vital, la kundalini, empieza a fluir hacia
arriba, la energía sexual la sigue. Ésta empieza a fluir hacia arriba: los pies se vuelven

177
fríos y la cabeza caliente. Biológicamente es mejor para los pies estar más calientes que
la cabeza, pero espiritualmente es más sano que los pies estén fríos, porque éste es un
signo de que la energía está fluyendo hacia arriba.
Muchas enfermedades empiezan a aparecer cuando la energía comienza a fluir
hacia arriba, porque, biológicamente, nosotros hemos confundido todo el organismo.
Buda murió muy enfermo; Mahavira murió muy enfermo; Ramana Maharsi murió con
cáncer, Ramakrishna murió con cáncer. Y la razón es que todo el organismo biológico
es perturbado. Se dan muchas otras razones, pero son tonterías.
Los jainos han creado muchas historias, ya que no podían concebir que
Mahavira hubiese podido estar enfermo. Para mí es el caso contrario; no puedo
concebir cómo habría podido estar completamente sano. No podía estarlo porque éste
iba a ser su último nacimiento y todo el sistema biológico tenía que derrumbarse. Un
sistema que había persistido durante milenios tenía que derrumbarse. No podía estar
sano; al final tuvo que estar muy enfermo. ¡Y lo fue! Pero era muy difícil para sus
seguidores entender que Mahavira lo estuviera.
En aquellos días solamente había una explicación para la enfermedad. Si
nosotros estábamos sufriendo una enfermedad determinada, esto quería decir que
nuestros karmas, nuestras deudas pasadas, habían sido malas. Si Mahavira hubiese
sufrido una enfermedad, entonces eso hubiese querido decir que él estaba todavía bajo
la influencia kármica. Esto no podía ser así, de modo que se inventaron una ingeniosa
historia: que Goshalak, un competidor de Mahavira, estaba usando las fuerzas del mal
contra él. Pero éste no era, en absoluto, el caso.
El flujo biológico natural es descendente; el flujo espiritual es ascendente. Y
el organismo completo se caracteriza por el flujo descendente.
Puede que usted empiece a sentir muchos cambios en su cuerpo, pero el
primero se producirá en el cuerpo sutil. La meditación es simplemente el medio para
crear un puente entre el cuerpo denso y el sutil. Cuando digo "meditación" quiero decir
sólo eso: poder saltar fuera de nuestro cuerpo material. Eso es lo que quiere decirse con
"meditación". Pero para dar este salto se necesita de la ayuda del cuerpo material:
tendrá que usarlo como un escalón.
Desde cualquier punto extremo puede dar el salto. El ayuno ha sido usado para
llegar a un extremo. Con un largo y continuado ayuno llega usted al límite. El cuerpo
humano puede, ordinariamente, aguantar un ayuno de noventa días, pero entonces, en
el momento en que el cuerpo está completamente exhausto, en el momento en que las
reservas que han sido acumuladas para emergencias han sido agotadas, en este
momento, son posibles una o dos cosas. Si no hace nada, la muerte puede ocurrir, pero
si usa este momento para la meditación, el salto puede que ocurra.
Si no hace usted nada, si sigue adelante con el ayuno, la muerte puede llegar.
Entonces eso será un suicidio. Mahavira, que experimentó más profundamente el ayuno
que cualquier otra persona en toda la historia de la evolución humana, es el único
hombre que permitió a sus seguidores un suicidio espiritual. Él lo
llama santhara: llegar al punto extremo, cuando sólo dos cosas son posibles. En un
solo momento, puede ser que muera o salte. Si usa alguna técnica, puede saltar.
Entonces, Mahavira dice: "Esto no es suicidio, sino una grandiosa explosión espiritual".
Mahavira fue el único hombre, el inimitable, que dijo que, si tiene usted el coraje,
incluso el suicidio puede ser usado para su progreso espiritual.
Desde cualquier punto extremo, el salto es posible. Los sufíes emplean la
danza. Llega un momento en el baile en que empiezan a sentirse "no-terrenales". Con

178
un verdadero danzador sufí, incluso el auditorio empieza a sentir esa sensación. A
través de la actividad del cuerpo, de sus movimientos rítmicos, el que danza pronto
comienza a sentir que él es diferente del cuerpo, que está separado del cuerpo. Uno ha
de empezar el movimiento, pero pronto un mecanismo no-voluntario del cuerpo toma
el mando. Usted principia, pero si el final es también suyo, entonces la danza será
simplemente un baile corriente. Pero si comienza y hacia el final siente como si de
alguna manera, en medio de la danza, ésta es dirigida por un mecanismo no voluntario,
y se ha convertido en una danza derviche. Entonces se moverá tan rápido que el cuerpo
se estremecerá y se convertirá en no voluntaria.
Es el punto desde el que uno puede volverse loco, o puede saltar. Puede que
acabe loco, porque un mecanismo no voluntario ha tomado el movimiento de su
cuerpo. Se escapa a su control; no puede hacer nada. Puede volverse loco y que nunca
sea capaz de retornar atrás otra vez desde este movimiento no-voluntario. Este es el
punto donde están ambos: la locura o, si conoce la técnica para saltar, la meditación.
Esta es la causa de que los sufíes han sido conocidos siempre como locos. ¡Por
lo general son dementes! Hay incluso una secta en Bengal que es justo como los sufíes:
los fakires Baul. Se mueven de pueblo en pueblo, danzando y cantando. La palabra
misma "baul" quiere decir "bawl", loco, desequilibrado. Son gente que está
esquizofrénica.
La locura ocurre muchas veces, pero si se conoce la técnica, entonces la
meditación puede acaecer. Siempre ocurre en el extremo. Esa es la explicación de que
los místicos hayan usado siempre el término "el filo de la espada". La locura puede
ocurrir, o puede la meditación, y muchos métodos usan su cuerpo como el filo de una
espada desde el cual una u otra son posibles. Entonces, ¿cuál es la técnica para saltar a
la meditación? Yo he hablado sobre dos: el ayuno y la danza. Todas las técnicas de
meditación son para llevarse al extremo donde uno pueda dar el salto, pero el salto
mismo puede ser dado sólo a través de una técnica muy simple, de un método
verdaderamente sin regla.
Si usted puede darse cuenta del verdadero momento en que el ayuno le ha
llevado al precipicio de la muerte, si puede ser consciente del momento en que la
muerte se asoma, si puede ser consciente, entonces allí no hay muerte. Y no sólo es que
allí no hay muerte esta vez; entonces allí no hay muerte nunca. ¡Ha dado el salto!
Cuando el momento es tan intenso que sabe, en un segundo, que es algo superior a
usted, cuando sabe que si pierde un solo segundo no podrá volver atrás otra vez,
manténgase consciente... ¡Y entonces salte! Ser consciente es el método. Y debido a
que el ser consciente es el método, las personas zen dicen que no existe un método. El
ser consciente no es en absoluto un método. Por eso Krishnamurti continúa diciendo
que no hay método.
El ser consciente no es realmente un método. Pero yo todavía llamo a esto un
método, porque si nosotros no podemos ser conscientes entonces, en el momento
exacto en que el salto es posible, estará perdido. Así que, si alguien dice, "Solamente
ser consciente servirá", esto puede ser cierto para una entre mil personas, pero ésa una
será la que haya llegado al punto donde ambos, la muerte o la locura, son posibles. Ha
llegado a este punto por cualquier camino.
Y con los demás, con la mayoría de la gente, no servirá solamente hablar de
ser conscientes. Primero deberán ser entrenados. Ser conscientes en las situaciones
ordinarias tampoco sirve. Y usted no puede ser consciente en situaciones ordinarias. La
estupidez de la mente tiene ya una larga historia; su letargo, su pereza, su

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inconsciencia, han estado desarrollándose por mucho tiempo. Solamente escuchando a
Krishnamurti o a cualquier otro, no puede nunca esperar despertar. Y realmente será
difícil ser consciente de aquellas mismas cosas que ha estado haciendo sin ser
consciente tantas veces.
Ha llegado a su oficina, completamente inconsciente de que "está siendo
dirigido"; ha dado la vuelta, ha andado, ha abierto la puerta. Durante toda su vida ha
estado haciendo esto. Ahora ha llegado a ser un mecanismo no-voluntario. Ha sido
desterrado completamente de su consciencia. Entonces Krishnamurti dice: "Sé
consciente cuando camines". Pero usted ha estado caminando sin ser nunca consciente.
El hábito se ha asentado muy profundamente, ha llegado a ser una parte de sus huesos y
de su sangre. Ahora esto es muy difícil.
Solamente puede ser consciente en emergencias. Alguien pone una pistola en
su pecho. Usted puede ser consciente porque es una situación de la que no tiene
experiencia. Pero si estuviera familiarizado con la situación, no sería consciente en
absoluto.
El ayuno sirve para crear una emergencia, una clase de emergencia como
usted nunca antes ha conocido. Así que alguien que ha estado practicando el ayuno
puede que no sea ayudado. Necesitará cada vez períodos de ayuno más largos. O, si
nunca ha danzado, podrá ser ayudado fácilmente con la danza. Pero si es un bailarín
experto, como los derviches sufíes, no funcionará. No funcionará en absoluto porque
usted es perfecto, muy eficiente... y eficiencia quiere decir que el acto está ahora siendo
ejecutado por la parte no voluntaria de la mente. Eficiencia siempre quiere decir eso.
Esta es la razón por la cual se han desarrollado ciento doce métodos de
meditación. Uno puede que no sirva para usted; otro puede que sí. Y el que le será de
más ayuda es aquél que le es completamente desconocido. Si no ha sido nunca
entrenado según un método en particular, entonces muy pronto se creará una
emergencia. Y en esta emergencia, ¡sea consciente!
Ocúpese de la meditación y no de la kundalini. Y cuando sea consciente,
comenzarán a ocurrirle cosas. Por primera vez será consciente de un mundo interno
que es mayor, más extenso y vasto que el universo. Energías desconocidas,
completamente extrañas, empezarán a fluir en usted. Algo nunca oído, imaginado o
soñado, empezará a ocurrir. Pero con cada persona, cambia; de ahí que lo mejor sea no
hablar de ello.
Y debido a que son diferentes, las antiguas tradiciones hablan con énfasis del
gurú. Las escrituras no servirán; sólo el gurú sirve. Los Maestros han estado siempre en
contra de las escrituras, a pesar de que éstas hablan de ellos y los ensalzan. El mismo
concepto de gurú se opone a las escrituras. El bien conocido proverbio, "Guru bin
gnana nahee"—sin el gurú no habrá conocimiento— no quiere decir realmente que sin
el gurú no haya saber, sino que con sólo las escrituras no hay erudición.
Lo que se necesita es un Maestro vivo, no un libro muerto. Un libro no puede
saber qué tipo de persona es usted. Un libro es siempre una generalización, no puede
ser particular. Es imposible; no existe esa posibilidad. Sólo una persona viva puede ser
consciente de sus necesidades, de aquello que pueda ocurrirle.
Esto es realmente paradójico: las escrituras hablan sobre gurús, "Guru bin
gnana nahee", y los gurús están simbólicamente contra las escrituras. El mismo
concepto de que el gurú le dará el saber, no quiere decir que vaya a proveerle de
conocimiento. Al contrario, quiere decir que sólo una persona viva puede ser de alguna
ayuda. ¿Por qué? Porque ella puede comprender al individuo.

180
Ningún libro puede entender lo individual; los libros no están hechos para
nadie en particular, están hechos para todos. Y cuando es necesario dar un método, su
individualidad deberá ser tenida en cuenta de forma muy, muy exacta y científica. Este
conocimiento que el gurú tiene que transmitir, ha sido siempre transferido en secreto,
privadamente, del gurú al discípulo.
¿Por qué el secreto? El secreto es el único medio para transmitir el
conocimiento. Al discípulo se le ordena no hablar de ello a nadie. La mente quiere
hablar. Si sabe algo, es muy difícil mantenerlo en secreto; ésta es una de las cosas más
complicadas. Pero ésta ha sido siempre la forma de actuar de los gurús, de los
Maestros. Te darán algo, con la condición de no hablar sobre ello. ¿Por qué? ¿Por qué
este secreto?
Son muchos los que dicen que la Verdad no necesita ser secreta; que no
precisa ser privada. ¡Esto es una estupidez! La Verdad necesita más privacidad que la
mentira, ya que puede resultar fatal para cualquiera; puede ser peligrosa. Ha sido dada
a un individuo en particular. Tiene sentido sólo para él y para nadie más. No deberá
comunicarla a nadie hasta que él mismo llegue al punto donde la individualidad se
abandona. Ha de comprender esto: en el gurú, esa singularidad se ha perdido.
Solamente entonces puede mirar en lo profundo de vuestra propia individualidad. Si él,
él mismo, no la ha olvidado, entonces podrá sólo interpretarle, pero nunca estará
capacitado para conocerle.
Por ejemplo, si yo estoy aquí y digo algo sobre vosotros, soy "Yo" el que está
hablando de vosotros. Y no es sobre vosotros; al contrario, es sobre mí. Yo no puedo
ayudaros porque realmente no os puedo conocer en absoluto. Cualquier forma en que
pueda conoceros, es sólo un rodeo a través del conocerme a mí mismo. Este punto de
"yo estoy aquí" ha de desaparecer. Debo ser solamente una ausencia. Únicamente
entonces puedo ir a las profundidades de vuestro ser, sin ninguna interpretación. Sólo
entonces puedo conocerle tal cual es, no en concordancia conmigo. Y sólo entonces
puedo ser de ayuda. He aquí el secreto.
De ahí que sea bueno no hablar sobre la kundalini y los chakras. Lo único que
deberá ser enseñado, oído y entendido es la meditación. Y a partir de ahí todo lo demás
seguirá.
La kundalini no es, en sí misma, una fuerza de vida; al contrario, es un canal
particular para esta fuerza, un camino. Pero la energía puede tomar otros caminos
también, así que no es necesario pasar a través de la kundalini. Es posible que alguien
consiga la Iluminación sin pasar a través de la kundalini, pero la kundalini es el camino
más fácil, el más corto.
Si la energía de la vida pasa a través de la kundalini, entonces el brahma-
randra, será el punto final. Pero si la energía de la vida toma otro camino—y son
posibles infinitos caminos—entonces el brahma-randhra no será el punto final. De
modo que el florecimiento del brahma-randra es sólo una posibilidad, una
potencialidad, en caso de que la energía de la vida pase a través de la kundalini.
Hay Yogas que ni tan siquiera mencionan la kundalini. Entonces allí no hay
nada como el brahma-randra. Pero este es el camino más fácil, es así que
ordinariamente el noventa por ciento de las personas que lo consiguen pasan a través de
la kundalini. La kundalini y los chakras no están localizados en el cuerpo físico.
Pertenecen al cuerpo etérico, pero tienen puntos de correspondencia con el cuerpo
físico. Es como cuando usted siente amor y pone su mano sobre el corazón. Nada como
"amor" existe allí, pero su corazón, su corazón físico, es un punto que se corresponde.

181
Cuando coloque su mano sobre su corazón, está poniendo su mano en el chakra que
pertenece al cuerpo etérico, y este punto es aproximadamente paralelo a su corazón
físico.
La kundalini es parte del cuerpo etérico, así que todo lo que vaya
consiguiendo como progreso en el camino de kundalini no muere con su cuerpo físico.
Va con usted. Todo lo que consiga permanecerá con usted, porque no es una parte de
su cuerpo físico. Si fuese una parte de su cuerpo físico, entonces con cada muerte se
perdería y tendría que empezar desde el mismísimo principio. Pero si alguien alcanza el
tercer chakra, este logro se mantendrá con él en su siguiente vida. Irá con él,
"almacenado" en el cuerpo etérico.
Cuando digo que la energía de la vida va a través de la kundalini, entiendo
la kundalini como un conducto; todo el conducto que conecta los siete chakras.
Estos chakras no están en el cuerpo físico, por tanto, todo lo que pueda decirse sobre
la kundalini se refiere al cuerpo etérico.
Cuando la fuerza de la vida pasa a través de la kundalini,
los chakras empezarán a vibrar y florecer. En el momento en el que la energía llega a
ellos, se vivifican. Es justo como cuando es creada la hidroelectricidad. La fuerza y la
presión del agua hacen girar la dínamo. Si allí no hubiese ni presión ni agua, la dínamo
se detendría, no trabajaría. La dínamo gira debido a la presión. De la misma manera
los chakras están allí, pero están muertos hasta el momento en que la fuerza de la vida
los penetra. Solamente entonces empiezan a girar.
Por eso se llaman "chakras". "Chakra" no equivale exactamente a la palabra
"centro", porque centro significa algo estático, y chakra quiere decir algo en
movimiento. La traducción exacta sería "rueda", no "centro". O centro dinámico,
rotativo... centro en movimiento.
Los chakras son centros hasta que la energía de la vida llega a ellos. En ese
momento empiezan a ser chakras. Entonces no son centros: son ruedas girando. Y cada
rueda, por la rotación, crea nueva energía. Esta energía es usada de nuevo para
aumentar la velocidad de rotación del chakra. De modo que cuando la fuerza de la vida
pasa a través de cada chakra, lo vivifica, le da vida.
La kundalini es el conducto a través del cual se mueve la fuerza de la vida. La
fuerza de la vida se localiza en el centro sexual, el muladara. Puede ser usada como
energía sexual. Por lo tanto, crea un tipo determinado de vida biológica. También
entonces genera movimientos, también entonces genera más energía, pero es biológica.
Si esta misma energía se mueve hacia arriba, el canal de la kundalini se abre.
El centro sexual, el muladara, es el primero en abrirse. Puede abrirse hacia
una generación biológica o puede abrirse hacia una generación espiritual.
El muladara tiene dos aberturas, una superior y una inferior. En el conducto de
la kundalini, el centro más alto es el sahasrar, en el cual el brahma-randra es el punto
medio. La abertura del brahma-randra es un camino hacia la propia realización.
Otros caminos son también posibles, y el conducto de la kundalini puede no
ser utilizado. Pero son más arduos. Y en estos métodos no aparece la kundalini. No hay
movimiento en ese camino. Son métodos hindúes: el Raja Yoga, el Mantra Yoga, y
todas las muchas técnicas del Tantra. Hay métodos cristianos, budistas, métodos zen,
métodos taoístas. No se ocupan del despertar de la kundalini. Este conducto no es
utilizado. emplean otros canales, cauces que ni siquiera pertenecen al cuerpo etérico:
conductos astrales. El cuerpo astral, el tercer cuerpo, tiene su propio conducto. El

182
cuerpo mental, el cuarto cuerpo, tiene sus propios conductos. Todos, los siete cuerpos,
tienen sus propias redes.
Existen muchos Yogas que no "utilizan" la kundalini. Solamente
el Hatha Yoga utiliza la kundalini como camino. Pero es el más científico y el menos
difícil. Es un método fácil de ir paso a paso, para un despertar más gradual que los
otros Yogas.
Aunque no se emplee el camino de la kundalini, algunas veces hay frecuentes
despertares de la kundalini. Algunas veces pasan cosas que están más allá de nuestra
capacidad, algunas veces pasan cosas que no se pueden concebir. Entonces estaremos
completamente desbordados. Otros conductos tienen su propia preparación. Los
métodos tántricos o los métodos ocultos no son el Kundalini Yoga. El Kundalini Yoga
es solamente uno de muchos métodos. Pero es mejor ocuparse solamente de uno.
El método de la Meditación Dinámica que estoy usando, tiene que ver con
la kundalini. Es más fácil trabajar con la kundalini, porque nos hace obrar y bregar por
el segundo cuerpo. Cuanto más profundo se penetra, en el tercero o cuarto cuerpo, más
dificultades se presentan. El segundo cuerpo es el más cercano a su cuerpo físico, con
el que hay puntos de correspondencia; por eso es más fácil.
Si usted trabaja con el tercer cuerpo, los puntos de correspondencia están en el
segundo. Si trabaja con el cuarto, los puntos de correspondencia están en el tercero.
Aquí su cuerpo físico no participa. No puede sentir absolutamente nada en su cuerpo
físico. Pero con la kundalini, puede sentir minuciosamente cada paso, y saber dónde
está. Con ello uno se advierte más seguro. En los otros métodos tendrá que aprender
técnicas que le ayudarán a sentir los puntos de correspondencia en el segundo o en el
tercer cuerpo, y esto toma su tiempo.
Los otros métodos rechazarán la kundalini, pero su rechazo no es correcto. Lo
niegan porque no se ocupan de ella. La kundalini tiene su propia metodología. Si uno
está trabajando con un método zen, no debería dedicarse a la kundalini. Pero a veces,
incluso trabajando con otro método, la kundalini aparece, porque los siete cuerpos
penetran uno en el otro; están entrelazados. De esta manera, si está trabajando con el
cuerpo astral, el tercer cuerpo, el segundo cuerpo posiblemente empiece a funcionar.
Acaso uno obtenga una chispa del tercero.
Lo contrario no es posible. Si uno está trabajando con el segundo cuerpo, el
tercero no se despertará, ya que el segundo, es inferior al tercero. Pero si está
trabajando con el tercero, está creando una energía que puede surgir en el segundo sin
ningún esfuerzo de nuestra parte. La energía fluye hacia esferas inferiores. El segundo
cuerpo es inferior al tercero, por eso la energía generada en el tercero puede a veces
fluir hacia él.
La kundalini puede ser sentida a través de otros métodos, pero los que enseñan
métodos no relacionados con la kundalini no nos permitirán prestarle atención. Si les
presta interés y curiosidad, sentirá mucha más energía. Todo el método que no esté
relacionado con la kundalini, se derrumbará.
Si está concentrado en cualquier método, hágalo totalmente. No se involucre
en cualquier otro, ni piense en otro método, porque lo confundiría. Y la cuestión de
la kundalini es tan sutil y tan desconocida que la confusión podría ser perjudicial. El
método de Meditación Dinámica está relacionado con la kundalini. Incluso si va
observando su respiración, ayudará a la kundalini, porque la respiración acompañada
de prana, de la energía vital, está relacionada con el cuerpo etérico, el segundo cuerpo.

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Este, a su vez, no guarda relación con el cuerpo físico. Es tomado de su cuerpo físico,
ha sido sacado de él, pero es tan sólo la puerta.
El prana se relaciona con el cuerpo etéreo. Los pulmones realizan la
respiración, pero la hacen para el cuerpo etérico. Su cuerpo físico, el primer cuerpo,
trabaja para el etérico, el segundo. De igual modo, el etérico trabaja para el astral, el
tercero, y el astral trabaja para el mental, el cuarto.
Su cuerpo físico es la puerta para el segundo cuerpo. El segundo cuerpo es tan
sutil que no puede ocuparse directamente con el mundo material. Así, primero su
cuerpo material transmuta lo material en formas vitales. Entonces estas formas pueden
convertirse en alimento para el segundo cuerpo.
Cualquier cosa absorbida a través de los sentidos, queda transformada en una
forma vital. Entonces se convierte en comida para el segundo cuerpo. El segundo
cuerpo transforma esto en formas aún más sutiles, y esto, a su vez, se convierte en
alimento para el tercer cuerpo.
Es algo así: usted no puede comer tierra, pero en las verduras, los elementos
del barro han sido transformados; entonces se pueden comer. El mundo vegetal
trasforma la tierra en una forma viva y sutil. Ahora podrá ingerirla. No puede comer
hierba. La vaca la come por usted. Va a su interior y ella la transforma en leche. Ahora
podrá ingerirla; puede beber su leche.
De la misma forma, su primer cuerpo absorbe la materia, transformándola en
formas vitales. Entonces el segundo cuerpo se hace cargo. La respiración la realizan los
pulmones. Los pulmones son máquinas que trabajan para el segundo cuerpo. Si éste
muere, los pulmones permanecen intactos, pero no hay respiración. Ha desaparecido.
El segundo cuerpo es el maestro del primero y el tercero el maestro del segundo. Cada
cuerpo inferior es el servidor del superior.
Así, pues, ser consciente de la respiración ayuda a la práctica de la kundalini.
La respiración genera energía, la conserva y ayuda a la fuerza de la vida a elevarse.
Todo este método está relacionado con la kundalini. Una vez que se conoce,
podrá hacer cualquier cosa con él. Entonces, no necesitará nada más.
El último chakra, el sahasrar, puede ser alcanzado por cualquier
método. Sahasrar y brahma-randra son los nombres dados al séptimo chakra en
el Kundalini Yoga. Si no trabaja usted en la kundalini, si trabaja en el tercer cuerpo,
entonces también alcanzará este punto, pero no lo reconocerá como brahma randra, y
los seis primeros chakras serán ignorados. Ha ido por otro camino. Por eso las etapas
serán diferentes, pero el final será el mismo. Los siete cuerpos están en conexión con el
séptimo chakra, así desde cualquier punto uno puede alcanzarlo.
Uno no debe involucrarse en dos caminos, en dos métodos. De otra forma se
creará confusión y la energía interior será dividida en dos canales. Cualquier método
debería canalizar toda la energía en una dimensión. Esto es lo que hace este método de
Meditación Dinámica, y por eso empieza con diez minutos de respiración profunda y
rápida.
Pregunta:
¿Es la kundalini algo semejante al movimiento de tina serpiente?
No, es diferente. Puede que encontremos una persona que nunca haya visto
una serpiente. Si su kundalini despierta, no podrá concebirla como "un poder
serpentino". Es imposible, porque el símbolo no existirá. Entonces la sentirá de
diferentes formas. Esto debe ser entendido.

184
En Occidente no se puede concebir la kundalini como un poder serpentino
porque la serpiente no es una realidad suya en la vida ordinaria. Esto ocurría en la India
antigua; la serpiente era un cotidiano vecino. Y esto era una de las cosas percibidas más
poderosas, con el movimiento más bello. De este modo, el símbolo de la serpiente fue
escogido para representar el fenómeno de la kundalini. Pero en cualquier otra parte la
serpiente no puede ser el símbolo. Sería no natural. Las serpientes no son conocidas.
Entonces no puede concebirlas; ni puede ni tan siquiera imaginárselas.
Los símbolos están ahí... y son importantes en relación a su personalidad, pero
un símbolo particular es importante sólo si es real para usted, únicamente si cabe dentro
de su esquema mental.
Pregunta:
¿Es la kundalini un fenómeno psíquico?
Cuando usted pregunta si es "psíquico", tiene miedo al asociar lo psíquico con
lo irreal. La psique tiene su propia realidad. “Psique" quiere decir otro nivel de
realidad, el no material. En la mente, lo real y lo material han llegado a ser sinónimos,
pero no lo son. La realidad es mucho más grande que lo material. Lo material es
solamente una dimensión de la realidad. Incluso un sueño tiene su propia realidad. No
es material, pero no lo tome como irreal. Es simplemente otra dimensión de la realidad.
Incluso un pensamiento tiene su propia realidad, aunque el pensamiento no es
material. Cada cosa tiene su propia realidad, y existen ámbitos de realidad y grados de
realidad y diferentes dimensiones de la realidad. Para nuestras mentes, la realidad
material ha llegado a ser la única realidad; entonces, cuando decirnos "psique", cuando
decimos "mental”, la palabra es catalogada como “irreal".
Estoy diciendo que la kundalini es simbólica, es psíquica; la realidad es
psíquica. Pero el símbolo es algo que usted ha estado dando a esta realidad. No es
inherente a ella.
El fenómeno es psíquico. Algo asciende en su interior; hay un poderoso
escalamiento hacia su mente. Algo sube desde abajo hacia su mente. Es una
penetración muy poderosa. Usted la siente, pero siempre que trata de expresarlo,
aparece un símbolo. Incluso si empieza a entenderlo, usa un símbolo. Y no solamente
utiliza un símbolo cuando expresa el fenómeno; usted, usted mismo, no puede
entenderlo sin el símbolo.
Cuando decimos elevación, esto también es un símbolo. Cuando decimos
"cuatro", esto también es un símbolo. Cuando decimos "arriba" y "abajo", usamos
símbolos. Verdaderamente nada es "arriba" y nada es "abajo".
En realidad, hay sensaciones existenciales, pero no símbolos con los que
entender y expresar estas sensaciones. De modo que cuando entiende, una metáfora
viene a usted. Y dice: "Es igual que una serpiente…. Entonces se convierte
simplemente en algo como una serpiente. Asume un símbolo; empieza a verse como
usted lo concibe. Lo modela dentro de un patrón particular; de otra forma no puede
entenderlo.
Cuando a su mente llega algo que ha empezado a abrirse y florecer, tendrá que
imaginarse lo que está ocurriendo de alguna forma. En el momento en que el
pensamiento entra, lleva consigo sus propias clasificaciones. Entonces dirá
"floreciendo", dirá "abriéndose”, dirá "penetración". La cosa en sí misma puede ser
entendida a través de muchas metáforas. La metáfora depende de usted; de su mente. Y
el "de qué depende" está en función de muchas cosas; por ejemplo, de su experiencia
de vida.

185
De aquí a doscientos o trescientos años es posible que no haya serpientes en la
Tierra porque el hombre mata todo aquello que se le opone. Entonces, "serpiente" será
una palabra histórica, una palabra en los libros. No será una realidad. Incluso hoy día
no es realidad para una gran parte del mundo. Entonces la fuerza se perderá; la belleza
no estará allí. El símbolo estará muerto y tendrá que concebir la kundalini en una nueva
forma.
Puede convertirse en una "corriente eléctrica". "Electricidad" congeniará más,
será más apropiado para la mente que "serpiente". Podrá decirse también: "Como un
cohete yendo hacia arriba, a la Luna". La velocidad será más adecuada; será como un
cohete. Si fuésemos capaces de sentirla y toda nuestra mente se la imaginará como un
cohete, simplemente se convertirá en un cohete. La realidad es otra cosa, pero la
metáfora la construye usted. La ha escogido debido a sus experiencias, porque es
significativa.
Debido a que el Yoga se desarrolló en una sociedad agrícola, tiene símbolos
agrícolas: una flor, una serpiente, etc. Pero son solamente símbolos. Buda ni tan
siquiera habló de la kundalini, pero si lo hubiese hecho, no habría hablado sobre el
poder de la serpiente. Mahavira no habría hablado sobre ello. Viniendo de familias
reales, los símbolos que eran familiares para otras personas, no lo habrían sido para
ellos. Usaban otros símbolos.
Buda y Mahavira procedían de palacios reales. La serpiente no era una
realidad allí. Pero para los campesinos, esto era una gran realidad; a uno no podía no
serle familiar. Y eso era también peligroso. Uno tenía que estar atento a esto. Pero para
Buda y Mahavira no era una realidad en absoluto.
Buda no hablaba de serpientes; hablaba de flores. Flores... las flores eran
conocidas para él, más conocidas para él que para cualquier otra persona. Había visto
muchas flores, pero solamente flores vivas. Los jardineros de palacio tenían la orden de
su padre de evitar que viera ni una sola flor marchita. Había visto solamente flores
jóvenes, porque durante toda la noche los jardineros preparaban el jardín para él. Por la
mañana, cuando él llegaba, no veía ni un tallo muerto, ni una flor muerta; solamente
flores llenas de vida.
De modo que el florecer era una realidad para él en una forma que no lo es
para nosotros. Entonces, cuando alcanzó su Realización, habló de ello como de un
proceso de flores y flores, abriéndose y abriéndose. La realidad es algo distinta. Pero la
metáfora viene de Buda.
Estas metáforas no son irreales. No son solamente poesía. Corresponden a su
naturaleza. Nosotros le pertenecemos; ellas nos pertenecen. La negación de los
símbolos se ha revelado como drástica y peligrosa. Usted ha matado todo lo que no es
materialmente real, y los rituales y símbolos han tomado su desquite. Vuelven otra vez.
Están ahí, en nuestros vestidos, en nuestros templos, en nuestras poesías, nuestros
actos. Los símbolos tomarán su desquite; volverán. No pueden ser eliminados, porque
van con nuestra naturaleza.
La mente humana no puede pensar en términos relativos, puramente
abstractos. No puede. La realidad no puede ser concebida en términos de matemáticas
puras, nosotros podemos solamente concebirla en símbolos. La conexión con símbolos
es básica al carácter humano. De hecho, es solamente la mente humana la que crea
símbolos; los animales no pueden crearlos.
Un símbolo es una imagen viva; siempre que algo ocurre en nuestro interior,
ha de usar símbolos exteriores. Siempre que empiece a sentir algo, el símbolo aparece

186
automáticamente, y en el momento que llega, la fuerza es moldeada dentro de este
símbolo concreto. De esta manera, la kundalini es como una serpiente. La verá y la
sentirá. Incluso será más viva que una serpiente viva. Sentirá la kundalini como una
serpiente, porque no puede sentir una abstracción. ¡No puede!
Hemos creado ídolos de dios, porque no podemos percibir una abstracción.
Dios no tendría sentido como abstracción. Él se convierte en algo matemático.
Sabemos que la palabra "dios" no es dios, pero tenemos que usarla. La palabra es un
símbolo. Sabemos que la palabra "dios" es un símbolo, un término y no dios en sí, pero
tenemos que usarla. Y esta es la paradoja: cuando sabemos que algo no es un hecho
real, pero también sabemos que no es un hecho ficticio, que es una necesidad; es una
realidad. Entonces deberá trascender el símbolo. Ha de manifestarse y propagarse, y
también deberá conocer ese más allá.
La mente no puede concebir el más allá. La mente es tan sólo el instrumento
que poseemos. Cualquier concepción debe llegarle a través de ella. De este modo
sentirá el símbolo; se volverá real. Y para otra persona, otro símbolo puede llegar a ser
tan real como su símbolo es para usted. Entonces surgen las controversias. Para cada
persona su símbolo es auténtico, real, pero estamos obsesionados con una realidad
concreta, debe ser real para nosotros; de otra forma no puede ser auténtico.
Podemos decir: "Esta grabadora es real”, porque es auténtica para todos
nosotros. Tiene una realidad objetiva. Pero el Yoga está relacionado con la realidad
subjetiva, no es tan real como la realidad objetiva, pero es real a su manera.
La obsesión por la objetividad debe desaparecer. La realidad subjetiva es tan
real como la realidad objetiva, pero en el momento que usted la concibe, le da su propia
fragancia, la llama a su manera, emplea su propia metáfora. Y esta manera de percibir
ha de ser forzosamente individual. Inclusive si alguien tiene experiencias similares, las
percepciones serán diferentes. Incluso dos serpientes diferirán entre sí, ya que la
metáfora ha surgido de dos individuos distintos.
Así, pues, estas metáforas - el sentir la kundalini como el movimiento de una
serpiente - son puramente simbólicas. Pero tienen una correspondencia con la realidad.
Existe el mismo movimiento, el sutil movimiento, como el de una serpiente. La fuerza
existe; la dorada apariencia existe... y todos ellos corresponden al símbolo de la
serpiente. De modo que, si este símbolo le es familiar, está bien.
Pero puede no serle familiar. De modo que nunca diga a nadie que lo que le ha
pasado a usted forzosamente ha de pasarle a él. ¡Nunca diga esto a nadie! Puede pasarle
o no pasarle. El símbolo apropiado para usted puede que no lo sea para él. Si todo esto
puede ser comprendido, no hay razón para discutir.
Las diferencias han surgido a causa de los símbolos. Un musulmán no puede
concebir un símbolo de Buda. ¡Es imposible! Las circunstancias de los dos son muy
diferentes. Incluso la palabra "dios" puede ser una carga, si no es entendida como un
símbolo que corresponde a su individualidad.
Por ejemplo, Mahoma no podía concebir un dios compasivo. La compasión no
existía en su entorno. Todo era tan terrorífico, tan peligroso, que dios tenía que ser
concebido de una forma diferente. Al ser su relación con los otros países únicamente
guerrera, la gente del tiempo de Mahoma no podía concebir un dios que no fuera cruel.
Un dios incruento, un dios compasivo, hubiera sido irreal para ellos, porque este
concepto no se hubiera correspondido a su realidad.
Para un hindú, dios es visto a través de su ambiente. La naturaleza es bella, el
suelo es fértil, la raza está profundamente arraigada en la tierra. Todo fluye y fluye en

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una dirección concreta, y el movimiento es muy lento, como el del Ganges. No es ni
terrorífico, ni peligroso. Así pues, el dios hindú ha de ser forzosamente Krishna
bailando y tocando su flauta. Esta imagen surge del propio ambiente y de la mente de la
raza y de sus experiencias.
Cualquier cosa subjetiva es difícilmente traducible, pero el nombre y símbolo
que le demos no es irreal. Es real para nosotros. Así pues, cada uno debe defender su
propio símbolo, pero no debe imponer su propio símbolo a los demás. Debe decir:
“Incluso si todos los demás están en contra de este símbolo, me agrada, me llega de
forma natural y espontánea. Dios se me muestra a mí así. Yo no sé cómo se enseña a
los demás".
De modo que ha habido muchas maneras para indicar esas cosas; miles y
miles de formas. Pero cuando digo que es subjetivo, psíquico, no quiero decir que es
tan sólo un nombre. No es tan sólo un nombre. Para usted es una realidad. Le llega de
esta manera, y no puede ser de otra forma. Si no confundimos materialismo con
realidad y no confundimos objetividad con realidad, entonces todo resultará claro. Pero
si las confunde, entonces serán algo difícil de comprender.

Meditación Dinámica:
Catarsis y Celebración
La meditación es un fenómeno que afecta la energía. Algo muy esencial tiene
que ser entendido en relación a todos los tipos de energías, y ésta es la ley básica para
conocerse: la energía se mueve en una polaridad dual. Esa es la única forma en que se
mueve. No hay ninguna otra forma para su desplazamiento. Se mueve en una polaridad
dual.
Para que una energía llegue a ser dinámica, es necesario su polo opuesto. Es
justo como la electricidad, que se mueve con polaridades positivas y negativas. Si
tenemos solo la polaridad negativa, no habrá electricidad, o si solo está la polaridad
positiva, tampoco la habrá. Ambos polos son necesarios, y cuando ambos polos se
juntan, se produce la electricidad, entonces se enciende la chispa.
Y esto es así para todo tipo de fenómenos. La vida continúa; entre hombre y
mujer, la polaridad. La mujer es el polo negativo de la energía de vida; el hombre es el
polo positivo. Son eléctricos, por consiguiente, tanta atracción. Solo con el hombre, la
vida desaparecería; solo con la mujer no podría haber vida, solo la muerte. Entre el
hombre y la mujer existe un equilibrio. Entre el hombre y la mujer -estos dos polos,
estas dos orillas- fluye el no de la vida.

188
Donde quiera que usted mire, encontrará la misma energía moviéndose en
polaridades, equilibrándose.
Esta polaridad es muy significativa para la meditación, porque la mente es
lógica y la vida es dialéctica. Cuando digo que la mente es lógica, quiero decir que la
mente se mueve en forma lineal. Cuando digo que la vida es dialéctica, quiero decir
que la vida se mueve con su opuesto, no linealmente. Zigzaguea de lo negativo a lo
positivo, de lo positivo a lo negativo, de lo negativo a lo positivo. Zigzaguea, usa los
opuestos.
La mente se mueve en una línea, en una simple línea recta. Nunca se mueve
hacia lo opuesto. Niega lo opuesto. Solo cree en uno, y la vida cree en dos.
Así que para cualquier cosa que la mente vaya a crear, siempre elige uno. Si
la mente elige el silencio -si la mente se ha hartado de todo el ruido que es creado en la
vida y decide estar en silencio, entonces la mente va a los Himalayas. Quiere estar en
silencio, no quiere tener nada que ver con ningún tipo de ruidos. Aún el canto de los
pájaros la perturbará, la brisa que sopla entre los árboles la molestará. La mente quiere
silencio; ha elegido la línea. Ahora lo opuesto tiene que ser negado absolutamente.
Pero este hombre, viviendo en el Himalaya -buscando el silencio, evitando al
otro, al opuesto- será un hombre muerto, ciertamente apagado. Y cuanto más elija el
silencio, más se apagará -porque la vida necesita de su opuesto, del desafío de su
opuesto.
Hay un silencio diferente que existe entre dos opuestos. El primero es un
silencio muerto, el silencio del cementerio. Un hombre muerto está en silencio, pero a
usted no le gustaría estar muerto. Un muerto está en absoluto silencio. Nadie lo puede
perturbar; su concentración es perfecta. Usted no puede hacer nada que distraiga su
mente: su mente está absolutamente fija. Aún si todo el mundo a su alrededor
enloquece, él permanecerá concentrado. Sin embargo, no quisiera estar muerto.
Silencio, concentración, o como quiera que se llame... no le gustaría estar muerto,
porque si está en silencio y muerto, el silencio no tiene ningún sentido.
El silencio debe ocurrir mientras uno está absolutamente vivo, vital,
burbujeante, con vida y energía. Entonces el silencio tiene sentido. Pero el silencio
tendrá una cualidad totalmente distinta. No será un silencio opaco, apagado. Estará
vivo. Será un equilibrio sutil entre las dos polaridades.
Un hombre que busca un equilibrio vivo, un silencio vivo, querrá estar en
ambos, en la plaza pública y en los Himalayas.
Querrá ir a la plaza pública a gozar del ruido, y también querrá ir a los
Himalayas a gozar del silencio. Y creará un equilibrio entre estas dos polaridades
opuestas, y permanecerá en ese equilibrio. Y este equilibrio no se puede lograr por
esfuerzos lineales.
Esto es lo que significa la técnica Zen de esfuerzo sin esfuerzo. Usa términos
contradictorios -el esfuerzo sin esfuerzo, o la puerta sin puerta, o el camino sin camino.
El Zen siempre usa el término contradictorio de inmediato, solo para insinuar
que el proceso va a ser dialéctico, no lineal. El opuesto no va a ser negado, sino
absorbido. El opuesto no va a dejarse de lado -debe ser usado. Si uno lo deja de lado,
siempre será una carga sobre usted. Si lo deja de lado, permanecerá colgando de usted.
Sin usarlo, perderá mucho.
La energía puede convertirse y utilizarse. Y entonces, usándola, será usted
más vital, más vivo. El opuesto debe ser absorbido, entonces el proceso se vuelve
dialéctico.
El no esfuerzo significa no hacer nada, inactividad -akarma. El esfuerzo
significa hacer mucho, actividad -karma. Ambos deben estar presentes.

189
Haz mucho, pero no sea un ‘adicto a hacer’ -entonces logrará ambos. Actúe
en el mundo, pero no sea parte de él. Viva en el mundo, pero no deje que el mundo
viva en usted. Entonces las contradicciones han sido absorbidas...
Y eso es lo que estoy haciendo. La meditación dinámica es una contradicción.
Dinámica quiere decir esfuerzo, mucho esfuerzo, absoluto esfuerzo. Y meditación
quiere decir silencio, ‘no esfuerzo’, no actividad. Puede llamarla una meditación
dialéctica.

Instrucciones para la Meditación Dinámica


Esta es una meditación en la cual usted tiene que estar continuamente alerta,
consciente, atento, haga lo que haga. En la primera fase, respirar; en la segunda fase,
catarsis, en la tercera fase, el mantra 'huu'.
Permanezca como un testigo. No se extravíe. Es fácil extraviarse. Mientras
está respirando, puede olvidarlo; puede volverse uno con la respiración, a tal punto que
puede olvidar al testigo. Pero, de esta manera no capta el punto. Respire tan rápido y
tan profundamente como le sea posible, ponga toda su energía en ello, pero así y todo
permanezca como un testigo. Observe lo que está pasando como si fuera simplemente
un espectador, como si todo esto le estuviera pasando a alguien más, como si todo esto
estuviera pasando en el cuerpo, y la consciencia estuviera simplemente centrada y
observando. Esta cualidad de ser testigo se tiene que mantener en las tres etapas. Y,
cuando todo se para, y en la cuarta fase se ha quedado completamente inactivo,
congelado, entonces este estado de alerta habrá llegado a la cúspide".

Instrucciones:
La meditación dura una hora y tiene cinco fases. Mantenga los ojos cerrados
todo el tiempo, utilizando una venda en ellos si es necesario. La puede hacer solo, pero
será más poderosa si se hace con otros. Es una experiencia individual, por eso debe
olvidar a los que tiene a su alrededor y mantener sus ojos cerrados todo el tiempo,
preferiblemente usando una venda.

Primera etapa: 10 minutos


Respirando rápidamente, inhalando y exhalando por la nariz, concentrándose
siempre en la exhalación. La respiración debe penetrar profundamente en los
pulmones, y el pecho debe expandirse con cada inhalación. Respire lo más
rápidamente posible, asegurándose que la respiración permanezca profunda. Haga esto
del modo más holístico posible, sin tensar su cuerpo.
Asegúrese de que su cuello y hombros se mantengan relajados. Continúe
hasta que literalmente se convierta en la respiración, dejando que ésta sea caótica (eso

190
quiere decir no en un ritmo regular, predecible). Una vez que su energía comience a
moverse, hará mover su cuerpo. Permita que se den esos movimientos corporales y
úselos para que le ayuden a crear aún más energía. Si mueve sus brazos y cuerpo en
una forma natural, ayudará a que la energía se eleve. Sienta cómo su energía aumenta.
No afloje ni se relaje en la primera parte y no disminuya el ritmo.

Segunda etapa: 10 minutos


Sigua a su cuerpo. De libertad a su cuerpo para que exprese cualquier cosa
que surja... ¡EXPLOSIONE!.... Deje que el cuerpo tome el control. Ayude a que salga
todo lo que necesite ser expulsado. Enloquezca... Cante, grite, ría, llore, salte,
sacúdase, patee y tírese al suelo. No reprima nada; mantenga todo su cuerpo en
movimiento. Un poco de 'actuación' frecuentemente, ayuda a comenzar. Nunca permita
que su mente interfiera con lo que está sucediendo. Recuerde ser total con su cuerpo.

Tercera etapa: 10 minutos


Relajando sus hombros y cuello, levante ambos brazos lo más alto posible, sin
trabar los codos. Con los brazos levantados, salte gritando el mantra ¡JU!... ¡JU!...
¡JU!... lo más profundo posible, haciendo que el sonido salga del fondo de su vientre.
Cada vez que caiga sobre las plantas de sus pies (asegúrese que sus talones toquen el
suelo), haga que el sonido golpee profundamente en su centro sexual. Dé todo lo que
tenga, quédese totalmente exhausto.

Cuarta etapa: 15 minutos

A la voz de ¡STOP! quédese inmóvil donde está, en cualquier posición que le


encuentre. No acomode su cuerpo en ninguna forma. Una tos, un movimiento,
cualquier cosa disipará el flujo de energía y todo el esfuerzo será desperdiciado.
Presencie todo lo que le está sucediendo.

Quinta Etapa: 15 minutos


¡Celebre! Con la música y la danza exprese cualquier cosa que se encuentre.
Lleve consigo esta energía de vida por todo el día.

Alumbrándose a sí mismo
Sugerencias útiles
Este sistema de Meditación Dinámica comienza con la respiración, porque la
respiración tiene raíces profundas en el ser. Puede ser que no lo haya observado, pero
si puede cambiar su respiración, puede permutar muchas cosas. Si observa su
respiración cuidadosamente, verá que cuando está con cólera tiene un ritmo particular
de respirar. Cuando está enamorado, hay un ritmo totalmente diferente. Cuando está
relajado respira en forma distinta; cuando está tenso respira diferente. No puede

191
respirar de la manera que lo hace cuando está relajado, estando con cólera al mismo
tiempo. Es imposible.
Cuando usted está excitado sexualmente, su respiración cambia. Si no permite
que su respiración conmute, su excitación sexual desaparecerá automáticamente. Esto
significa que su respiración está profundamente relacionada con su estado mental. Si
cambia su respiración, puede permutar su estado mental. O si conmuta su estado
mental, la respiración cambiará.
Por lo tanto, empiezo con la respiración y sugiero diez minutos de respiración
caótica en la primera etapa de la técnica. Al decir respiración caótica, quiero ilustrar
una respiración profunda, vigorosa, rápida, sin ningún ritmo -solamente inhalando y
exhalando, inhalando y exhalando tan vigorosamente, tan profundamente, tan
intensamente como le sea posible. Lleve el aire hacia adentro y luego expúlselo.
Esta respiración caótica es para crear un caos dentro de su sistema reprimido.
El estado en que está, es el reflejo de su modo de respirar. Un niño respira de una
manera particular. Si tiene usted miedo, no puede respirar profundamente. El miedo
crea una respiración superficial.
Esta respiración caótica es para destruir todos sus patrones del pasado. Lo que
ha hecho de usted, la respiración caótica lo va a destruir. La respiración caótica creará
un caos dentro suyo, porque a menos que se cree un caos, no podrá liberar sus
emociones reprimidas, y esas emociones se irán alojando ahora en el cuerpo.
Usted no es cuerpo y mente; es cuerpo/mente, psico/somático. Es ambos
juntos. Así que cualquier cosa que haga con su cuerpo, llega a su mente, y cualquier
cosa que haga con su mente llega a su cuerpo. El cuerpo y la mente son dos extremos
de la misma entidad.
Diez minutos de respiración caótica ¡es maravilloso! Pero tiene que ser
caótica. No es un tipo de pranayama -respiración yoga. Es simplemente crear el caos a
través de la respiración. Y crea el caos por muchas razones.
La respiración profunda y rápida le da a uno, más oxígeno. Cuanto más
oxígeno en el cuerpo, más vivo llega a estar, más parecido al animal. Los animales
están vivos y el hombre está medio muerto, medio vivo. Tiene que convertirse en un
animal de nuevo. Solo entonces podrá desarrollarse algo superior en usted.
Si solo está medio vivo, nada se puede hacer. Así que esta respiración caótica
le hará como un animal: vivo, vibrante, vital -con más oxígeno en su sangre, más
energía en sus células. Las células de su cuerpo estarán más vivas. Esta oxigenación
ayuda a crear electricidad en el cuerpo -o la puede llamar bío energía. Cuando hay
electricidad en su cuerpo, puede entrar profundamente en su interior, más allá de sí
mismo. Esta electricidad trabajará dentro de usted.
El cuerpo tiene sus propias fuentes de electricidad. Si las golpea con más
respiración y más oxígeno, comienzan a fluir. Y si llega a estar realmente vivo,
entonces ya no más será un cuerpo. Cuanto más vivo llegue a estar, tanta más energía
fluirá en su sistema y tanto menos se sentirá físicamente. Se percibirá más como
energía y menos como materia.
Y cada vez que suceda que esté más vivo, en esos momentos no estará
orientado al cuerpo. Si el sexo tiene tanto atractivo, una de las razones es ésta: que, si
realmente está en el acto, moviéndose totalmente, totalmente vivo, entonces ya no más
será un cuerpo, será simple energía. Sentir esta energía, vivir con esta energía, es muy
necesario, si quiere ir más allá.
La segunda etapa de esta técnica de la Meditación Dinámica es una catarsis.
Le digo que se vuelva conscientemente loco. Cualquier cosa que venga a su mente
-cualquier cosa- permita que se exprese; coopera con aquello. Sin resistencia, solo un
flujo de emociones.
Si quiere gritar, entonces grite. Coopere con ello. Un grito profundo, un grito
total, en el cual todo su ser esté involucrado; es muy terapéutico, es profundamente

192
terapéutico. Muchas cosas, muchas enfermedades serán liberadas solo por el grito. Si
el grito es total, todo su ser estará en él.
Así que por los siguientes diez minutos (esta segunda etapa también es de
diez minutos) permítase a sí mismo expresarse a través del llanto, del baile, de gritos,
de lágrimas, de saltos. En unos cuantos días llegará a sentir lo que es.
Al principio puede ser forzado, un esfuerzo, o aún puede ser una 'actuación'.
Nos hemos hecho tan falsos, que nada auténtico o real puede ser hecho por nosotros.
No nos hemos reído, no hemos llorado, no hemos gritado auténticamente. Todo es solo
fachada, una máscara. Así que cuando comience a hacer esta técnica –al inicio- puede
ser forzado; puede que sea solo actuación. Pero no se preocupe. Continúe. Pronto
tocará esas fuentes donde ha reprimido tantas cosas. Tocará esas fuentes y una vez que
sean liberadas, se sentirá descargado. Una nueva vida vendrá hacia usted, un nuevo
nacimiento tendrá lugar.
Esta descarga es fundamental y sin ella no puede haber meditación para el
hombre en su estado actual. Y otra vez, no estoy hablando de las excepciones. No son
pertinentes.
Con esta segunda etapa -al expulsar lo que hay adentro- llega a quedar vacío.
Y esto es lo que significa el vacío: estar vacío de todas las represiones. En este vacío
algo puede hacerse. La transformación puede ocurrir, la meditación puede ocurrir.
Después, en la tercera etapa uso el sonido ju. Muchos sonidos han sido usados en el
pasado. Cada sonido tiene un efecto específico. Por ejemplo, los hindúes han estado
usando el sonido awm. Puede ser familiar para usted. Pero no voy a sugerir el awm. El
awm golpea el corazón. El aún está golpeando la puerta de una casa donde no hay
nadie.
Los sufís han usado el sonido ju, y si dice usted ju en voz alta, va directo al
centro del sexo. Así que este sonido es usado como un martilleo interiormente. Cuando
llega uno a estar vacío, este sonido puede fluir dentro suyo.
El movimiento del sonido es posible solo cuando uno está vacío. Si está lleno
de represiones, nada sucederá. Y algunas veces es aún peligroso usar algún mantra o
sonido cuando uno está lleno de represiones. Cada capa de represión cambiará la
trayectoria del sonido, y el resultado final puede ser algo que ni siquiera soñó, ni
esperó, ni deseó. Es necesario una mente vacía, solo entonces puede usarse un mantra.
Así que nunca sugiero un mantra a nadie en el estado en que está. Primero debe haber
una catarsis. El mantra ju no debe hacerse nunca, sin haberse hecho las dos primeras
etapas. Nunca debe hacerse sin ellas. Solo en la tercera etapa (por diez minutos) el ju
es usado -gritando tan fuerte como le sea posible, dándole toda su energía. Tiene que
martillear su energía con el sonido. Y cuando esté vacío -cuando haya sido vaciado por
la catarsis de la segunda etapa- el ju penetra profundamente y golpea el centro sexual.
El centro sexual puede ser golpeado de dos formas. La primera es en forma
natural. Cada vez que usted es atraído a alguien del sexo opuesto, el centro sexual es
golpeado desde afuera. Y ese golpe es también una vibración sutil. Un hombre es
atraído a una mujer, o una mujer es atraída a un hombre. ¿Por qué? ¿Qué hay en el
hombre y que hay en la mujer para que esto suceda? Una electricidad positiva o
negativa los golpea, una vibración sutil. Es realmente un sonido. Por ejemplo, habrá
observado que los pájaros usan un sonido como atracción sexual. Todo su canto es
sexual. Están continuamente golpeándose entre sí con sonidos particulares. Estos
sonidos golpean los centros sexuales de los pájaros del sexo opuesto.
Vibraciones sutiles de electricidad están golpeándonos desde afuera. Cuando
su centro sexual es atizado desde afuera, su energía comienza a fluir hacia afuera
-hacia el otro. Entonces habrá reproducción, nacimiento. Alguien nacerá de usted.

193
El ju está sacudiendo el mismo centro de energía, pero desde adentro. Y
cuando el centro sexual es atizado desde adentro, va adentro. Y cuando el centro
sexual es golpeado desde adentro, la energía comienza a fluir hacia adentro. Este flujo
interno de energía, nos cambia completamente. Será transformado, se alumbrará a sí
mismo.
Será alterado solo cuando su energía se mueva en una dirección totalmente
opuesta. Hasta ahora, está fluyendo hacia afuera, pero después empieza a fluir hacia
adentro. Hasta ahora está fluyendo hacia abajo, pero después empieza a fluir hacia
arriba. Este flujo de energía hacia arriba es lo que es conocido como kundalini. La
sentirá fluyendo por su columna, y cuanto más alto se eleve, más alto se izará con ella.
Cuando está energía llega al brahmarandhra -el último centro en usted: el séptimo
centro, ubicado en la coronilla- será el hombre más elevado posible.
En la tercera etapa use el ju como un vehículo para llevar su energía hacia
arriba. Las primeras tres etapas son catárticas. No son meditación, son solo una
preparación para ella. Son las previsiones para dar el salto, no el salto mismo.
La cuarta etapa es el salto. En la cuarta etapa le digo ¡stop! Cuando le digo:
"¡Stop!" quédese completamente inmóvil. No haga nada en absoluto, porque cualquier
cosa que haga puede ser una distracción y perderá lo esencial. Cualquier cosa -solo una
tos o un estornudo- y puede perderlo todo, porque la mente se ha desviado. Entonces,
el flujo de energía hacia arriba, se detendrá inmediatamente, porque su atención se ha
desviado.
No haga nada. No se va a morir. Aún si sobreviene un estornudo y no
estornuda por diez minutos, no se va a morir. Si tiene ganas de toser, si sientes una
irritación en la garganta y no hace nada, no se va a morir. Simplemente deje que su
cuerpo esté muerto, para que la energía se pueda mover en un influjo hacia arriba.
A medida que la energía se mueve hacia arriba, uno se va volviendo más y
más silencioso. El silencio es una consecuencia de la energía fluyendo hacia arriba y la
tensión es una consecuencia de la energía fluyendo hacia abajo. Ahora todo su cuerpo
se volverá silencioso -como si hubiera desaparecido. No lo podrá sentir. Ya no tendrá
cuerpo. Y cuando está uno en silencio, toda la existencia está en silencio, porque la
existencia no es nada sino un espejo. En miles y miles de espejos se refleja. Cuando
está en silencio, toda la existencia se ha vuelto silenciosa.
En su silencio, le diré que simplemente sea un espectador -en constante estado
de alerta: sin hacer nada, sino permaneciendo expectante, estableciéndose consigo
mismo, sin hacer nada -sin movimiento, sin deseo, sin querer llegar a ser- solo
permaneciendo en el aquí y el ahora, silenciosamente presenciando lo que sucede.
El permanecer en el centro, en sí, es posible gracias a las tres primeras etapas.
Si no se ejercitan las tres, no podrá permanecer consigo mismo. Puede ir hablando de
eso, pensando en eso, soñando en eso, pero no sucederá porque no está listo.
Estas tres primeras etapas le prepararán para que permanezca en el momento.
Le convertirán en alerta. Eso es meditación. En esa meditación, algo sucede que está
más allá de las palabras. Y una vez que sucede, no volverá a ser el mismo otra vez;
será imposible. Es un crecimiento; no es simplemente una experiencia. Es un
desarrollo.

Recuerde: permanezca como testigo

194
Esta es una meditación en la que tiene que estar continuamente alerta,
consciente, despierto en cualquier cosa que haga. Permanezca como espectador. No se
pierda.
Es fácil de extraviarse. Mientras respira, se puede olvidar. Puede fusionarse
tanto con la respiración, que se puede olvidar del espectador. Pero entonces pierde lo
esencial. Respire tan rápido y profundo como pueda, ponga toda su energía en ello,
pero aún permanezca siendo un espectador.
Observe lo que está sucediendo, como si fuera un oyente o asistente, como si
toda la cosa le estuviera sucediendo a otra persona, como si le estuviera sucediendo al
cuerpo, y la consciencia esté simplemente centrada, mirando.
Este espectador debe acompañarle en todas las tres etapas. Y cuando haga el
stop y en la cuarta etapa esté completamente inactivo, congelado, paralizado, entonces
este estado de alerta llegará a su cúspide.

Nota del escritor: Esta terapia meditativa jamás la puse en práctica, por lo que
no estoy en condiciones de apoyarla o desmentirla. A mi juicio, es algo violenta y no
se adapta a mis intenciones y propósitos.
Está en usted, amable lector, tomarla en cuenta, o no. O simplemente asumirla
a título meramente informativa e ilustrativa. Dejo en usted su decisión.

15.Relajación Física Profunda


El primer gran obstáculo que enfrentan los proyectores es la relajación física
profunda. Esta habilidad esencial hay que aprenderla y asimilarla a fondo. Desearía
enfatizar esto lo suficientemente firme; de los miles de problemas que he tratado en los
últimos años relacionados con la proyección, en personas físicas y a través de Internet,
esta habilidad está muy por delante de causar la mayoría de los problemas, o más bien,
la falta de ella – la relajación física profunda –. Todo el mundo parece pasar
demasiado de prisa el aprendizaje de la más importante de todas las habilidades
básicas, apurados por seguir adelante con las etapas aparentemente más interesantes.
Muchas personas parecen pensar que debido a que se mantienen despiertos el
tiempo suficiente para alcanzar un cierto nivel de trance, deben, por lo tanto, estar

195
relajados físicamente lo suficiente. ¡Incorrecto! Es bastante posible alcanzar el estado
de trance sin tener un nivel suficientemente profundo de relajación física para crear las
condiciones que permitan la proyección consciente.
El estado de trance significa que su cuerpo físico está dormido mientras que su
mente todavía permanece despierta. Sin embargo, su cuerpo todavía puede contener
tensiones físicas y nudos musculares importantes, aunque esté profundamente dormido
o en estado de trance. Un estado de trance tenso no permite la generación adecuada del
doble proyectable. Simplemente no se va a generar en las zonas que contienen aún
tensión física. Esto puede causar semi proyecciones parciales o incompletas, e incluso
desagradables, y mucha frustración.
La relajación física profunda es la base sobre la que descansa todo lo demás.
Sin ella, la proyección consciente se convierte en extremadamente difícil, si no
imposible. Si no asimila a fondo esta valiosa habilidad, va a desperdiciar una enorme
cantidad de tiempo y esfuerzo tratando de proyectarse antes de estar listo, sólo para
fallar en cada tentativa al borde de la exteriorización. Recomiendo que se dedique más
tiempo y esfuerzo al aprendizaje reflexivo de la relajación física profunda, antes que a
cualquier otra habilidad - ¡es sumamente importante! La relajación mejora con el
tiempo y la práctica. Es trascendental el desarrollo de habilidades de relajación eficaces
y buenos hábitos de laxitud en los primeros días de ejercitación. La relajación física
profunda es un procedimiento sencillo, que se debe practicar correcta y regularmente.

Postura y Confort
Antes de comenzar a utilizar el sistema de relajación física profunda (que va a
ser pronto), por favor asegúrese de que no esté cansado física ni intelectualmente. El
déficit de sueño puede ser un verdadero problema, porque interfiere con su capacidad
de permanecer despierto durante los ejercicios venideros - especialmente si usted los
practica acostado, cosa que no aconsejo. El valor de estos ejercicios se reducirá
considerablemente si se permite que el cansancio natural interfiera con el proceso de
relajación deliberada. Sugiero que se practiquen cuando esté completamente despierto
y bien descansado. También invito a que no practique estos ejercicios inmediatamente
después de una comida pesada, ya que tiende a promover el sueño en lugar de lo
buscado. Si la simple relajación es un problema, el baño antes de comenzar estos
ejercicios puede ser de una gran ayuda, sobre todo con agua caliente, y con el agregado
de minerales y sales de baño.
Use ropa holgada y cómoda y mantenga sus pies descalzos o con calcetines
sueltos, dependiendo de la temperatura local. Comience por sentarse en un cómodo
sillón con buen respaldo, con apoyo para el cuello y los brazos, y con una almohada
debajo de sus pies. Esta almohada es necesaria porque cuando el cuerpo físico se relaja
a un nivel muy profundo, los músculos de apoyo de los pies tienden a relajarse y
exponer a los huesos a una baja circulación sanguínea, lo que causará una molesta
distracción.
Si un sillón no es una opción, utilice lo que tenga a disposición. Incluso una
silla del comedor puede ser sustituida, aunque deberá aplicar más atención, a los fines
de encontrar el punto de equilibrio perfecto para la cabeza. Es posible utilizar una
cama, pero puede ser un gran problema la conciliación del sueño. Si tiene que usar una
cama, acuéstese boca arriba y mantenga los antebrazos verticales por encima de ella,

196
con los codos apoyados en la superficie de la cama. Esto le ayudará a evitar que caiga
en dormancia.
Una buena postura ayuda mucho. No se permita hundirse en la silla. Si usted
comienza con buena postura, su cuerpo va a estar bien equilibrado. Si su postura no es
buena, cuando los músculos se relajen profundamente, su cuerpo se combará y hundirá.
Esto puede causar molestias en la columna vertebral y articulaciones, así como en la
circulación sanguínea, todo lo cual interferirá con el proceso buscado. Ponga
almohadas detrás de su espalda baja y cuello, según sea necesario, para asegurarse de
que no estén caídos o combados.
La cabeza debe posicionarse en postura equilibrada y no se permite que se
eche para atrás ni se incline hacia ningún lado. Cierra los ojos y deje que su cabeza y su
cuello se relajen. Mueva su cabeza hacia atrás y hacia adelante lentamente y se dará
cuenta de que hay un punto de equilibrio exacto en donde debe caer, a través de la
gravedad. Este punto de equilibrio es la posición perfecta para su cabeza. Si usted tiene
una almohada detrás de su cuello, se permite dejarla caer ligeramente sobre ella. Una
posición de la cabeza equilibrada tiene el beneficio adicional de mantenerlo despierto,
ya que, si se adormece, la cabeza tiende a caer sobre su pecho o hacia un lado y hará
que se despierte.
Una vez que tenga un poco de práctica en el equilibrio de su cuerpo y que
trabaje en la plena relajación física profunda, puede utilizar cualquier cosa, incluso una
silla de madera del comedor con respaldo duro. Si usted goza de buen equilibrio, podrá
relajarse a un nivel muy profundo en cualquier lugar, momento y situación.

Relajando los Grupos Musculares


Yo he preservado aquí estos ejercicios de relajación física profunda lo más
simples dentro de lo posible. Todo lo que se requiere es que progresivamente tense y
relaje los grupos de músculos opuestos. Si ya sabe y utiliza una disciplina de relajación
de todo el cuerpo, puede adoptarla, asegurándose de que todos los grupos de músculos
estén cubiertos. Advertencia: Proceda lenta y suavemente con estos ejercicios cuando
empiece a hacer uso de ellos. Es muy fácil forzar los músculos y tendones poco
utilizados con cualquier sistema, empleando grupos musculares opuestos,
especialmente los relacionados con el cuello. Si tiene alguna duda acerca de su
capacidad para hacer estos ejercicios de manera segura, por favor consulte con su
médico o fisioterapeuta primero.
Con todos estos ejercicios, prestar especial atención a la parte de relajación al
final de la misma. Permita que sus músculos se hundan y aflojen, y relájelos después de
tensar. En las primeras etapas de entrenamiento, le sugiero que este sistema se
practique en varias ocasiones, hasta que se logre una sensación de acogedora y tibia
pesadez y flojedad en todo el cuerpo. Lo suficientemente cercano, no es lo
suficientemente bueno cuando se trata de una relajación física profunda para una EFC.
La práctica de esta temática a fondo, le ahorrará una gran cantidad de tiempo y esfuerzo
más tarde, y hará que la proyección resulte mucho más fácil. Este sistema, al igual que
con cualquier otro, le resultará más rápido y eficaz cuanto más a menudo lo practique.
Si lo hace con regularidad, el nivel de relajación física profunda se puede lograr en
pocos minutos.

197
Tensión de Cuerpo Completo: Haga esto de pie o acostado, antes de
acomodarse para comenzar con los ejercicios siguientes. Tome un largo y profundo
respiro mientras estira sus brazos y piernas y arquea la espalda y el cuello. Estírese
hacia ambos costados, y hacia adelante y hacia atrás.
Diez Respiraciones: Siéntese cómodo y prepárese para comenzar. Cierre los
ojos y relájese por un minuto o dos, dejándose abandonar. Cuando esté listo, tome diez
respiraciones largas y profundas por la nariz, llenando sus pulmones cada vez, para
luego vaciarlos completamente por la boca. Sienta que la tensión se escapa hacia afuera
de su cuerpo cada vez que exhala. Imagine una nube blanca de energía gasificada que
entra en su cuerpo con cada inhalación. Imagine esto penetrando por su nariz y
traslocándose a través de los conductos nasales, la garganta y hacia abajo para rebosar
sus pulmones. Imagine una nube oscura repleta de tensión que abandona su cuerpo con
cada larga EXHALACIÓN. Tómese su tiempo con esto. Es importante. Después de las
diez respiraciones, y a lo largo de todos los ejercicios siguientes, si le es posible,
mantenga una pequeña parte de su mente enfocada en su respiración, sintiendo cuando
entra y sale de su cuerpo. Esto ayudará a mantenerla clara, coadyuvando enormemente
a la relajación física profunda.
Pies y Pantorrillas: Estire o tense todos los dedos, las pantorrillas y todos los
músculos de ambos pies al mismo tiempo, durante cinco segundos, y luego relájelos.
Busque que los dedos de los pies se curven hacia abajo y hacia arriba varias veces,
tensándolos, luego relajándolos.
Muslos: Tense ambos muslos, mantenga durante cinco segundos y luego
relájelos. Presione hacia abajo con ambos talones y tense de nuevo, y a continuación,
relájelos de nuevo.
Caderas y Nalgas: Empuje las nalgas hacia atrás en la silla y tense, mantenga
este esfuerzo durante cinco segundos y luego relaje. Balancee las caderas hacia delante
lentamente y tense durante cinco segundos y luego relájelas.
Las Piernas completas: Tense todos los músculos en su conjunto: caderas,
piernas, pantorrillas y pies, todo al mismo tiempo. Mantenga esta posición durante
cinco segundos, luego relájelos, como si los dejase ir.
En estas circunstancias, ya no debería sentir sus piernas. La sensación es
similar a cuando nos adormecen las piernas para operarnos, (anestesia raquídea y
epidural, que se aplican en la columna vertebral o sus alrededores), y nuestro cuerpo
superior permanece consciente.
Estómago y parte inferior de la Espalda: Hinche el estómago y tense todos los
músculos de la parte baja de la espalda. Mantenga esta situación durante cinco
segundos, a continuación, relájelos. Hunda el estómago y tense los músculos de la parte
baja de la espalda. Mantenga esta condición durante cinco segundos, relájelos.
Pecho y Espalda Superior: Arquee hacia adelante los hombros mientras
exhala y hunde el pecho. Tense toda la espalda superior y los músculos de los hombros
durante cinco segundos y luego relájelos. Empuje los hombros hacia atrás e inhale
profundamente mientras empuja hacia afuera el pecho. Tense todos músculos
superiores de la espalda y el pecho. Mantenga esta posición durante cinco segundos,
relájelos.
Brazos y Hombros: Tense los hombros, los brazos y las manos, apretando los
puños. Tense y mantenga durante cinco segundos, a continuación, relájelos. Retuerce
ambos antebrazos y puños hacia los hombros, y curve las muñecas hacia adentro. Tense
y mantenga durante cinco segundos, luego relájelos.

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Cara y Cabeza: Con los ojos cerrados, la cabeza tirada hacia atrás, abra la
boca ampliamente, y efectúe un movimiento de apriete con los músculos de la cara,
tensándolos junto con los de la cabeza. Mantenga esta posición durante cinco segundos,
luego relájelos. También con los ojos cerrados, sonría pródigamente mientras aprieta
toda la cara y los párpados, tensando los músculos de la zona facial, el cuero cabelludo
y la mandíbula. Mantenga esta posición durante cinco segundos, luego relájelos. Frunza
o arrugue el ceño profusamente mientras comprime la cara, tensando todo el cuero
cabelludo, la mandíbula, y los músculos faciales. Mantenga esta posición durante cinco
segundos, luego relájelos.
Mandíbula: Con la cabeza correcta en su posición de reposo equilibrado,
forzar la mandíbula inferior hacia afuera. Estírela y mantenga durante cinco segundos,
a continuación, relájela.
Cuello 1: Sin tensar, arquee el cuello hacia adelante lentamente y presione la
barbilla hacia abajo con firmeza sobre el pecho, tan fuerte como le sea posible.
Mantenga esta posición durante treinta segundos, respirando normalmente, y luego,
lentamente, relájelo, volviendo a su posición normal de reposo. (Si usted tiene
problemas de tensión en el cuello, mantenga la barbilla contra el pecho durante un
máximo de tres minutos).
Cuello 2: Una vez más, sin tensar, empuje lentamente la cabeza hacia atrás y
estire firmemente la barbilla hacia arriba. Sigua empujando la barbilla, pero sin tensar
los músculos del cuello. Mantenga esta posición durante treinta segundos, respirando
normalmente, y luego relaje lentamente y vuelva a la posición de reposo equilibrado.
(Una vez más, si usted tiene problemas de tensión en el cuello, mantenga esta posición
durante un máximo de tres minutos).
Cuello 3: Con la cabeza en su posición normal de reposo, apriete los dientes y
lentamente tense todos los músculos del cuello y la mandíbula, sintiendo la tirantez
difuminándose a través de todo el cuello y el cráneo. Mantenga la posición durante diez
segundos, y luego relaje.
Tensión de Cuerpo Completo: Permanezca en posición relajada y provóquese
un estiramiento en todo el cuerpo, lo más profundo que pueda. Suavemente y con
cuidado estírese y extiéndase completamente tanto como pueda, mientras realiza una
larga, lenta y profunda exhalación. Tense y mantenga durante cinco segundos o más,
entonces relaje ampliamente todo su cuerpo mientras exhala. Compruebe su postura y
rectifique la posición de descanso en este momento, según sea necesario, mientras se
refugia en su estado de relajación.
Diez respiraciones: Repita este paso a fondo sintiendo de verdad toda la
tensión expulsada de su cuerpo con cada EXHALACIÓN. Naturalmente percátese de
que todo su cuerpo se hunde en la silla o en la cama, como si realmente se derrumbase
y se sintiese tragado por su estado, más pesado, más cálido y más regocijadamente
relajado con cada EXHALACIÓN.

Masajes con las Manos Conscientes


La cabeza, el cuello y los hombros son las zonas más difíciles para lograr que
se relajen profundamente. El estrés y la tensión interna afectan particularmente los
músculos de estas áreas. La tensión viene de adentro, así que debemos penetrar más

199
intensamente para quitarla. Utilice sus manos sensibles de la consciencia para masajear
y aliviar la tensión en estas áreas.
Perciba sus manos de la consciencia masajeando profundamente su cuello,
hombros y hasta su cráneo, como si alguien externo estuviese friccionando su piel por
usted. Utilice su mente para recrear estas acciones de la consciencia. Sienta sus manos
penetrar internamente a través de los músculos, tendones, columna vertebral, cuello y
hombros. Sienta sus manos acariciando profundamente toda su columna vertebral y
atravesando su cabeza. Observe la tensión holística siendo expulsada de su cuerpo, y
sienta el efecto de hundimiento, fulgor, pesadez y jubilosa relajación estableciéndose
definitivamente en su cuerpo.
Después de haber pasado por todo el proceso de relajación, concéntrese en su
respiración mientras trasloca sus manos conscientes a lo largo de todo su cuerpo, en
busca de nudos musculares, tensiones arraigadas, u otras áreas problemáticas. Tenga en
cuenta estas zonas de difícil acceso para su futura referencia, a los fines de evitar
pérdidas de tiempo futuras. Compruebe nuevamente las áreas problemáticas de vez en
cuando, durante todos los ejercicios venideros, y vuelva a relajarlas cuando lo sienta
necesario.

Transcribo aquí un método que a mí me ha dado excelentes resultados, y de


hecho lo practico hasta el día de hoy.

Método de Relajación, Concentración y


Meditación: guiado por el sr. José Silva:
Si usted está leyendo este relato, sin duda es porque le interesa alcanzar el
desarrollo de sus poderes mentales, de sus potencialidades psíquicas. Usted desea
conseguir una vida plena, una vida armónica. Evidentemente para que esto ocurra, se
hace necesario obtener primero una armonía psicofísica. Recordar aquello de mente
sana en cuerpo sano. ¡Claro que es necesario un cuerpo sano para albergar una mente
sana! Pero, ¿cómo lograr una mente sana? y ¿qué es una mente sana?
Una cosa va con la otra; por eso me he referido a la armonía psicofísica.
Si usted desarrolla sus potencialidades psíquicas, sin duda influye también
sobre la contraparte física.
Si consigue una verdadera paz interior, ésta se verá proyectada en el cuerpo y
en el mundo exterior; es decir, que esa paz interior puede hacerse transmisible a
aquellas personas que lo rodean y al mundo con el cual usted está en continuo contacto.
Es necesario establecer una relación armónica, entre el mundo externo y el universo
psíquico. Sin embargo, esto no se produce comúnmente, debido al caótico sistema de
vida que llevamos los hombres de esta época en este planeta Tierra: una vida agitada,
desordenada, a menudo sin un verdadero sentido espiritual. Este momento de nuestra
existencia en esta tierra es único, por lo tanto, es importante aprovechar su tránsito,
tránsito que tiene un sentido, sentido que no debemos dejar nunca de lado.
Así, no solamente para obtener un mejor desarrollo de las potencialidades
ocultas de la mente, sino también para conseguir vivir mejor, de una manera
descansada, aprovechando más nuestras posibilidades mentales, es que debemos
meditar diariamente. Meditar es obtener una transformación de la consciencia, es
conseguir una inmersión hacia los estratos profundos de lo psíquico, es conseguir una

200
sensación absoluta de paz consigo mismo, que habrá de permitirnos enfrentar con
calma, con sabiduría y con precisión aquellas vicisitudes a que nos tiene acostumbrados
la vida moderna.
La meditación favorece a la memorización, al buen uso de la mente, a la
producción de determinados fenómenos parapsicológicos, especialmente aquellos
subjetivos, por ejemplo: las premoniciones, las precogniciones, la clarividencia, la
clariaudiencia. Ayuda además el buen ejercicio de la meditación a dormir sin
sobresaltos, profundamente, a superar el estrés; permite al cuerpo mantenerse
vigorizado; a lo psíquico, ese universo interno, ejercitado, y finalmente permite
alcanzar un despliegue psicofísico que entrega, a quien practica meditación
correctamente, una serie de posibilidades prácticas y también espirituales que nunca
antes había imaginado. Pero claro, las cosas deben hacerse paso a paso.
Antes de comenzar con los ejercicios de meditación, usted debe conocer con exactitud
todo lo concerniente al relax y a la concentración. Nadie debe alcanzar el estado de
meditación si primero no sabe la manera de relajarse cómodamente y no está
capacitado para concentrarse.
Concentrarse es poder fijar la atención en un único objeto o en un único hecho
que se esté percibiendo o imaginando.
Habitualmente creemos que tenemos una buena capacidad de atención y, por
ende, de concentración. Sin embargo, cuantas veces usted comenzó leyendo un párrafo
y después de un rato advirtió que no recordaba nada, pues mientras leía había estado
pensando, sin darse cuenta seguramente, en otra cosa. Quiere decir esto, que su
atención es débil, y se desgasta pronto.
No hay que alarmarse por esto, le pasa a la mayoría de la gente; simplemente ocurre
que usted ha perdido su capacidad de concentración; es decir, que no puede fijar su
atención en una sola cosa por vez, y se deja invadir por distracciones que lo están
alejando del objetivo prefijado.
¿Cómo se puede intentar entonces, si quiera, un acercamiento a la meditación
si no se está en condiciones de lograr una concentración precisa?
La meditación no es, como equivocadamente se cree, la simple ausencia de
tensión; tampoco consiste en un proceso pasivo. Al contrario, es muy activo. Para
conseguir el relajamiento, uno debe hacer que se afloje el cuerpo, intentando mantener
el pensamiento fijo, todo lo cual significa, obviamente acción. Sin esfuerzo, no
alcanzaremos la relajación.
El error que cometen muchos novatos es que a menudo se olvidan de practicar
la relajación, a menos que la conviertan en parte de su rutina diaria, igual que cepillarse
los dientes, afeitarse, bañarse, etc. Por esto, es conveniente que avancemos paso a paso.

RELAJACIÓN:
Primero, vamos a enseñarle los secretos del relax, la posibilidad de lograr una
situación de descanso físico, descanso que usted habrá de hallar aun cuando minutos
antes de empezar este ejercicio se encontrara muy cansado o agitado tras la labor diaria.
Obtener este relax, esta sensación de descanso físico, permitirá posteriormente
lograr una buena concentración y, a partir de ella, conseguirá usted penetrar en los
niveles de la meditación.
Preguntémonos entonces ¿Qué es el relax? ¿Qué es relajarse? Pues,
simplemente obtener una sensación placentera, cercana a una idea de falta de peso. La
persona que logra relajarse debidamente, siente como si flotara, como si su cuerpo

201
hubiera disminuido de peso hasta medidas inimaginables. Esto trae aparejado el
consiguiente bienestar para el organismo.
En estado de relax, las funciones fisiológicas disminuyen hasta mínimos
establecidos, momento en que, mediante profundas respiraciones, logramos que la
sangre se oxigene maravillosamente, que los pulmones vacíen el aire viciado asimilado
durante el día, y que la sangre ricamente oxigenada acuda al cerebro cual fértil sabia;
de esta manera queda dado el paso primero, firme, concreto, para conseguir el objetivo
siguiente, la concentración.
Vamos a ver ahora como conseguir un buen relax. Existen muchas técnicas
para esto, hemos leído cantidad de libros, hemos escuchado a muchos de nuestros
maestros dándonos distintas indicaciones. De todo eso, hemos sacado vasta
experiencia, y ahora consideramos útil dar una técnica nuestra con lo positivo que
hemos conseguido rescatar de todo lo aprendido durante muchos años.
Esta experiencia nos indica que no todos los métodos difundidos
popularmente permiten que la persona consiga los resultados que se buscan;
especialmente debido a que la mayoría tratan solamente de hacer que uno sienta un
momentáneo alivio del cansancio muscular, sin otras ambiciones; pero lo que aquí
deseamos obliga a ir mucho más lejos.
Estamos preparándonos para el fundamental momento en que iniciemos las
prácticas de meditación. Por esto, nuestro método de relax deberá ser regular, de
acuerdo a lo que vamos a ir indicando y de acuerdo con un sistema que, como hemos
dicho, nuestra experiencia en el tema nos muestra como el más efectivo.
Vamos a dividir el desarrollo de la técnica en varios pasos:

PRIMER PASO:
No es conveniente haberse bañado o duchado previamente; pues ello,
especialmente si se ha hecho con agua tibia o caliente, produce un relax muscular
acelerado que no beneficia a este ejercicio. Tampoco es conveniente hacer lo opuesto,
es decir con agua fría, porque entonces lo que se consigue es que el cuerpo llegue a la
práctica de relax con contracciones, (por decirlo gráficamente), contracciones
musculares; o sea, con una tensión provocada artificialmente, que va a hacer más difícil
conseguir el relax.
Es aconsejable entonces, tomar el baño o la ducha después de haber concluido
con todos estos ejercicios, o bien cuatro o cinco horas antes, de manera tal que no
influya en lo que estamos buscando, para poder conseguir finalmente el estado de
meditación.
Vamos a tomar un lugar apropiado para poder hacer el ejercicio de relax.
Elegiremos un punto y allí vamos a practicar relax todos los días, si es posible, y en los
mismos horarios; puede ser una sala cómoda, mejor si es un balcón o un jardín; mejor
aún si se está en contacto profundo con la naturaleza, entre árboles, plantas, sobre el
pasto.
Deberá ser un sitio tranquilo, alejado de ruidos, alejado de la música, y donde
no haya olores fuertes. Fragancias sí, podría ser, pero nada penetrante. Todo deberá
conjugarse para producirnos tranquilidad, ninguna excitación.
Si tuviese una habitación, porque a usted no le es posible hacer estas prácticas
al aire libre, (que es lo más aconsejable), entonces que se trate de una habitación bien
ventilada, sin acondicionadores de aire funcionando y con una amplia ventana abierta,

202
por donde no penetren ruidos ni elementos que perturben sus ejercicios, pero sí por
donde llegue aire limpio, abundante.
Es conveniente hacer los ejercicios de relax al amanecer o después de que el
sol se haya puesto. Consideramos, según nuestra experiencia, que lo ideal es hacerlo
mirando hacia el punto cardinal Este.
Esto, no solo tiene connotaciones arquetípicas que influyen en los estratos más
profundos de la psique, (connotaciones místico esotéricas), sino que también está
vinculado a la actividad magnética de la Tierra.
Cada ejercicio de relax debe durar entre diez y quince minutos, no más.
Cuando se sumen la concentración y luego la meditación, la práctica completa de estos
tres métodos, no superará los cuarenta minutos.

SEGUNDO PASO:
Para realizar la práctica de relax es menester sentarse cómodamente en un
sillón, en una mecedora, en una reposera, o bien quedarse en el suelo; siempre sobre
una frazada o una alfombra, ya que el cuerpo nunca, durante este tipo de ejercicios,
debe estar en contacto directo con la tierra.
Hay que tener cuidado de que la superficie sobre la que uno se va a acostar sea
dura, y mantenga al cuerpo derecho, a la columna vertebral en posición correcta; no
debe ser una superficie blanda, como por ejemplo un colchón, ya que esto puede hacer
que la persona, si está muy cansada, se quede dormida en medio del ejercicio de relax,
cosa que por otro lado es muy común entre quienes no tienen suficiente tiempo de
práctica.
Lógicamente, en la medida que usted lleve semanas y meses practicando,
podrá hacerlo sentado incómodamente o también tirado sobre un colchón muy mullido;
ya no se va a dormir; pero no se va a dormir por la razón siguiente: usted tendrá un
acondicionamiento que en este momento aún le falta.
Para hacer la práctica, hay que estar vestidos con ropas flojas, cómodas, que
permitan al cuerpo absoluta libertad de movimientos. No hay problema tampoco en
hacerlo con el cuerpo desnudo, siempre y cuando el clima lo permita. Recordamos que
la sensación que usted debe tener en todo momento es de comodidad, y no de tensión.
Hacer esta ejercitación con el cuerpo desnudo en épocas de bajas temperaturas le va a
ocasionar una tensión que es contraria a lo que estamos buscando.

TERCER PASO:
Ahora usted ya está en el lugar que ha elegido para comenzar con su primer
ejercicio de relax. Desde ya, el lugar debe estar a oscuras o en penumbras, no debe
haber luces directas. Durante los primeros tiempos será conveniente que las prácticas se
hagan con una semi luz, a efectos de que la oscuridad absoluta o la penumbra, (la
penumbra generalizada), no favorezcan la llegada del sueño.
Cerramos los ojos; estamos acostados o cómodamente sentados. Cerramos los
ojos. Concentramos nuestro pensamiento en los pies. Piense en los pies; más
exactamente en los dedos de los pies.
Para ello, tratamos de visualizar nuestro interior. Hacemos como que las venas
y arterías son caminos y avenidas. Y en cada zona del cuerpo que nos detenemos para
relajar, imaginamos habitaciones atestadas de aparatos e instrumentos, controlados por
seres o individuos que semejan personas tal como nosotros.

203
Observamos a esos seres, al mando de sus ámbitos, y los obligamos a
desconectar toda la maquinaria, de tal modo que queden en estado de mínima
resolución, todos los circuitos trabajando al mínimo permisible; les ordenamos que
apaguen las luces y que toda la zona quede como momentáneamente abandonada.
Les hablamos en pensamiento, visualizándolos, aconsejándolos de que se
dirijan por esos caminos a lo largo del torrente sanguíneo, hacia el cerebro, o la caja
craneana. Y los vemos marchar, y agruparse en cada zona por donde pasan, siendo cada
vez más, tal como si fuese un ejército bien adiestrado.
En cada punto que tocamos, les obligamos a seguir adelante, hacia la cabeza,
de tal manera que cuando lleguemos allí, y relajemos los músculos de la cara, también
relajemos a todos esos seres que nos estarán observando sentados en fila, y en silencio.
Terminado todo esto, les diremos que retomen sus puestos de trabajo, y que se
acuesten a dormir en sus habitáculos hasta el otro día.
Pero, sigamos con nuestro tema del relax: comenzamos a mover únicamente
los dedos de los pies. Ahora, tensamos los músculos de los pies, bien tensos; usted tiene
los dedos de los pies, los músculos, los pies en sí, tensados.
Ahora aflójelos; vuelva a mover los dedos de los pies, y tense nuevamente,
con mucha tensión, con fuerza. Cinco veces haga esto; ya lleva dos... tres veces más.
Tensar... aflojar. Nuevamente el movimiento de los pies, tensar, aflojar; una
vez más, usted solo.
Entre tensión y tensión repetimos el movimiento de dedos. Todo esto,
mientras tanto va acompañado de respiraciones profundas.
Le enseño a respirar para favorecer el método de relax, es así: usted toma el
aire por la nariz, inhala profundamente; tratamos de aspirar la mayor cantidad de aire
posible. Lo retenemos unos segundos, y luego largamos el aire por la boca muy
lentamente, buscando vaciar por completo, por entero, los pulmones. Quiere decir que
buscamos sacar el aire viciado y llenar nuestros pulmones con el que tenga vital
oxígeno.
Se lo explicamos más detalladamente:
La respiración es la más importante de nuestras funciones; sin ella no
podríamos existir, porque el aire, que contiene oxígeno y otros gases, activa el cerebro
y lo pone en funcionamiento. Pero nuestro modo de respirar es el medio más
imperfecto para utilizar el aire.
¿Necesitáis hacer una reflexión profunda? ¿Debéis pensar sobre un asunto
difícil? ¿Encontrar alguna solución? Entonces no hay duda de que habréis notado que, a
medida que se piensa más profundamente, la respiración se hace más lenta.
Un adepto que medite profundamente, respira con tanta lentitud que se
advierte con dificultad si realmente lo está haciendo o no. Todos los que han sido
sepultados en vida, pueden retener la respiración, a fin de prolongar el aliento durante
varias horas.
El aire en si no es esencial. Él contiene prana, que no es un elemento que el
estudiante de química pueda obtener en un tubo de ensayo, o calentar en una retorta, o
mirar a través del microscopio, pero es esencial para el mantenimiento de la vida,
porque se trata de la energía universal de todas las cosas.
Ante todo: ¿cómo respira usted? Relájese lo más posible. Está sentado en
posición erecta, con la cabeza hacia adelante. Empieza aspirando aire lentamente, dilata
el abdomen inferior, manteniendo inmóvil la espalda y rígidas las costillas. Luego

204
ensancha el pecho, usando las costillas y los músculos intercostales y al mismo tiempo
levanta la espalda y la empuja hacia atrás.
Este ejercicio llena de aire toda la zona de los pulmones y revierte las bolsas
de aire impuro, que producen asma, enfermedades de la voz y, a menudo congestión
pulmonar.
Es muy fácil practicar este tipo de respiración completa, pero debe usted
recordar que el aspirar representa sólo la mitad de la batalla. Cuando usted emite el
aire, su espalda debería hundirse, cerrarse sus costillas, y su abdomen empujar para
expeler todo el aire impuro de los pulmones. Hasta que esto no quede bien en claro,
hasta que usted no se libere del aire impuro y no aspire otra porción pura, no es posible
adelantar y obtener la máxima cantidad de prana. Presumiblemente usted inicia su
práctica respiratoria, de modo que debemos continuar.
Recordemos que la respiración consta de tres etapas: 1) Aspirar el aire; 2)
retener el aire, y 3) expulsar el aire.
Hay varias "razones" que nos permiten alcanzar ciertos objetivos; es decir,
deberíamos aspirar durante un determinado periodo, y luego retener el aliento durante
un cierto lapso antes de expulsarlo. Veamos cuáles son esas "razones":
Como todos saben, los pulmones actúan como una esponja dentro de una caja.
Si usted llena los pulmones de aire, el oxígeno se adhiere a la sangre y los gases inútiles
pasan desde ella a los pulmones y se colocan en alguna de las bolsas más profundas de
nuestras "esponjas".
Necesitamos exhalar dos veces mientras aspiramos, porque se necesita el
doble de tiempo para expulsar el aire impuro de los pulmones. Al mismo tiempo,
deberíamos echar fuera todo el aire que podamos.
De lo contrario, no llenaremos de aire los pulmones durante la inspiración
sucesiva, con la consecuencia de que el aire nuevo se verá contaminado por el viejo
(como el agua estancada en un pantano), que está alojado en las bolsas más profundas.
El aire de los pulmones permite que los bacilos permanezcan tranquilos, de
modo que estos corpúsculos no puedan desarrollarse en tuberculosis y afectarnos;
mientras que esto no sucede si se respira profundamente y se exhala completamente.
La razón de una unidad adentro y dos afuera debe ser satisfecha. Por ejemplo:
inspire usted durante cuatro segundos y exhale durante ocho segundos. Con la práctica,
usted puede inspirar por más tiempo y exhalar durante casi dos veces ese lapso.
Hemos visto que el promedio de la razón adentro - afuera es de uno a dos.
Veamos ahora el paso sucesivo.
¿Por cuánto tiempo podríamos retener la respiración? El promedio es cuatro
veces el número de segundos que usted empleó para inspirar, o dos veces el que
necesita para exhalar.
De modo que, según el ejemplo, usted aspiraría en cuatro segundos, retendría
el aliento cuatro veces cuatro segundos, es decir, dieciséis segundos y exhalaría en dos
veces cuatro segundos, es decir, ocho segundos. De este modo tenemos: inspirar
durante cuatro segundos, retener durante dieciséis segundos y exhalar durante ocho.
Usted debe tener presente una cosa: si respira irregularmente, no poseerá una mente
regular, ya que cuando su respiración es constante, también lo es su mente. Usted es tal
como respira. Deberá entonces estar sentado cómodamente. Si es joven y tiene
alguna práctica de estas cosas, puede adoptar la Posición del Loto, o mantener las
piernas cruzadas; pero lo que realmente interesa es la comodidad. Mantenga la columna

205
vertebral erecta y la cabeza derecha (a menos que se indique lo contrario), con la
mirada hacia el horizonte.
Recuerde: en cada caso, el tiempo de exhalación es dos veces más largo que el
de inspiración; es una regla fija.
Usted debe respirar lo más silenciosa y pausadamente posible y en forma
completa; es decir, usando el abdomen, los músculos del pecho, y levantando y bajando
la espalda. Tiene que inspirar y exhalar todo el aire que pueda. Después de esto ¡ya no
tendrá más aire impuro en los pulmones!
Naturalmente, tomará cada vez más aliento, lo retendrá cada vez más y
exhalará cada vez más lentamente. Al comienzo, usted podrá inspirar durante cuatro
segundos, retener durante ocho y exhalar durante ocho. Pero después de dos meses
podrá inspirar durante ocho segundos, retener durante dieciséis y exhalar durante
dieciséis y, cuando haya practicado durante un año, podrá inspirar durante ocho
segundos, retener el aliento durante casi medio minuto y luego exhalar durante más de
dieciséis segundos. Pero no debe intentarlo antes de practicar durante unos doce meses.
Este es verdaderamente un buen ejercicio de respiración que debería practicar
veinte veces por día, independientemente de la práctica de relax.
Mientras va realizando este ejercicio de relax, hay que hacer respiraciones
como la que acabo de enseñarle, cada minuto o minuto y medio.
Ahora ya se ha producido el aflojamiento de los pies; vamos a ir un poco más
arriba. Pasamos a las piernas. Por cinco veces tensaremos y aflojaremos todos los
músculos de esa zona; el resto del cuerpo no se moverá; tampoco volveremos a actuar
sobre los pies.
Ahora afloje los músculos de las piernas, tanto como le sea posible; déjelos
bien flojos; ahora tense... bien tensas esas piernas, muy tensas, casi que queden
flotando en el aire, casi que no estén tocando ningún apoyo; relájelas. Vuelva a buscar
la sensación de flojedad, de estar flotando con esas piernas.
Cuatro veces más repita el ejercicio, cinco en total. Tensar... aflojar... tensar...
aflojar... tensar... aflojar.
Realizado esto, buscamos sentir la sensación de falta de peso en las
extremidades inferiores.
Esta parte del cuerpo va siendo sedada. Pero ATENCIÓN: para que esto tenga
resultados positivos con todo el cuerpo, cada vez que pasamos de una zona a otra,
concentramos no solo los movimientos en esa región, sino también nuestro
pensamiento en esa parte, exclusivamente.
Por ejemplo, recién su pensamiento tenía que estar ubicado solo en la
actividad de los músculos de las piernas.
Seguimos: sin olvidar las debidas respiraciones, pasamos a ocuparnos de los
glúteos. Por cinco veces aflojamos, relajamos y tensamos los músculos de esta parte del
cuerpo. Lo iremos haciendo de una manera armónica, y siempre nos moveremos
regularmente; es decir, de manera acompasada. Cinco veces tensión, y cinco veces
relax de forma intercalada.
Persistimos en la búsqueda de una sensación de falta de peso. Lentamente,
esta sensación se va generalizando en nosotros.
Ya sentimos que nuestro cuerpo, al menos de la cintura para abajo, es a
menos, y tiende a elevarse. O sea que estamos sintiendo algo parecido a una falta de
peso.

206
Esto es bueno, se debe a que hemos conseguido relajar parte de nuestros
músculos; y de esa manera nos estamos quitando las tensiones diarias.
Pasamos ahora a los músculos del abdomen. También aquí los tensamos y
aflojamos cinco veces. Primero vamos a aflojarlos; aflojamos los músculos del
abdomen; utilizamos nuestras manos para pasar sobre la región abdominal, buscando
soltar los músculos.
Hacemos esto por espacio de unos segundos. . . sacamos las manos, las
dejamos a los costados, flojas, y ahora tensamos la región muscular. Unos segundos así
mantenemos la tensión y nuevamente, aflojamos.
Por cuatro veces más repetimos este ejercicio; por cuatro veces más vamos a
aplicar nuestras manos sobre los músculos del abdomen cada vez que estemos en la
parte de relax abdominal.
Recordamos que cada vez que hacemos una tensión, sea en la parte del cuerpo
que fuere, ésta debe mantenerse por espacio de unos segundos. Por otra parte, tampoco
debemos aflojar los músculos rápidamente o con brusquedad; todo lo contrario, cada
parte de esta ejercitación se debe realizar lentamente, con criterio, con concentración en
la región sobre la que trabajamos, sin ningún apuro.
La mente fijada únicamente en lo que se está haciendo, y no en lo que hay que
realizar después, o pensando en nuestra tarea siguiente si se atrasa, ni tampoco en los
problemas o dificultades del día. Estamos concentrados en nuestro cuerpo, con nuestra
mente, para nosotros mismos, para beneficio psicofísico, para alcanzar la armonía y la
paz interior. Si la actitud mental no es de reposo, esta técnica de relax pierde su efecto,
y no puede utilizarse. No sirve como paso previo a la concentración.
Esto mismo ha de suceder con cualquier otra técnica. Es absolutamente
necesario que usted haga el ejercicio con una actitud tranquila; esté sereno, sabiendo
que dispone de tiempo y que tiene las ganas suficientes. Hacer este ejercicio como una
obligación no rinde frutos. Asociar el apresuramiento al relax, a la concentración y a la
meditación, es un desatino.
Siguiendo con estas indicaciones que le he ido dando, usted va a pasar a otras
regiones del cuerpo, pero le dejo que lo vaya haciendo solo. Únicamente le doy el
orden en el que ira concentrándose:
Después de los glúteos, después de los músculos del abdomen, que ya hemos
explicado, se ocupará usted de los músculos del pecho, siempre haciendo cinco
tensiones y aflojando por otras cinco veces.
Luego vamos a ocuparnos de ejercitar los músculos de la columna vertebral.
Para eso, se buscará llevar la cabeza hacia adelante, intentando tocar el pecho con el
mentón. Esto también cinco veces.
Entonces, usted habrá de sentir un músculo, (en realidad son varios) que se
tensa por sobre la espalda, y en recorrido similar al de la columna vertebral. Esta parte
del sistema de relax es importante, ya que se trata de un lugar donde se acumulan
muchas tensiones durante el día. Aquí debemos buscar lograr una correcta sensación de
comodidad; si no le alcanzara para obtenerla con cinco ejercitaciones, haga diez... haga
quince.
Es muy importante que descargue la tensión acumulada en esta región del
cuerpo.
Ahora nos vamos a ocupar del cuello. También aquí las tensiones se acumulan
enormemente. Para conseguir el relax de los músculos del cuello, procedemos a girar la

207
cabeza muy lentamente, primero de derecha a izquierda, y después de izquierda a
derecha, por lo menos diez veces.
Así mismo pasamos los dedos de nuestras manos, masajeando con lentitud
sobre esta región, como si buscáramos deshacer grumos o alzar la piel. Todo esto no
debe durar menos de un minuto.
Si usted siente la necesidad, (porque ve el alivio que le va dando), de
continuar varios minutos, hágalo... es importante. Tanto la región de la columna
vertebral como la del cuello acumulan gran cantidad de tensiones diariamente.
Concluido esto, vamos a ocuparnos de la frente. Movemos los músculos de la
cabeza, del cráneo más exactamente, aflojando y tensando la frente unas cinco veces;
es decir, vamos a buscar que primero se nos produzcan arrugas en la frente, y luego la
presentamos licita. Mientras hacemos esto, vamos pasando las yemas de los dedos de
las manos sobre la frente, muy despacio, tratando de obtener una sensación placentera y
de alivio.
Ponemos las manos en la región media de la frente, las yemas de los dedos
hacen contacto con la frente y se van alejando hacia ambos lados de la cara. Luego los
bajamos, siempre sin dejar de estar en contacto con la piel hacia el mentón, donde los
dedos de las manos volverán a unirse.
Hacemos esto otra vez más, es decir, buscamos sacar las tensiones faciales
varias veces, las necesarias hasta encontrar una sensación placentera, de alivio, como
ya dijimos.
Volvemos a explicarlo: pasamos nuestros dedos, partiendo del medio de la
frente hacia los costados, descendemos por las mejillas hasta volver a unir los dedos en
el mentón, terminando el recorrido con un fuerte impulso de las manos hacia afuera,
como si estuviéramos secándonos la cara o sacando las energías negativas acumuladas
en nuestra piel.
Hacemos esto una vez, dos veces, cinco veces, diez veces, según sea la rapidez
con la que vamos obteniendo la sensación de alivio. Es la única vez que vamos a hacer
algo con cierta brusquedad en el ejercicio de relax; cuando las manos llegan al mentón,
se alejan de la cara, apuntando lejos del cuerpo, como si estuvieran quitando energías
negativas o sacando agua acumulada en la cara.
Pasamos ahora nuestra atención a las manos. Primero movemos los dedos,
después, tensamos los puños, esto cinco veces. Movemos las manos como si
estuviéramos tocando el piano, tensamos ahora, cerramos las manos en forma de puño,
apretamos bien, y luego aflojamos.
Con los brazos, finalmente, procederemos de la misma manera que lo hicimos
antes con las piernas.

CUARTO PASO:
Así, todo el cuerpo se habrá relajado, obteniendo usted una sensación
placentera, de calma y paz absolutas, de quietud y descanso.
No debe olvidar entonces realizar tres respiraciones profundas de la manera
indicada al principio de esta lectura.
Así, damos por finalizado el ejercicio.

QUINTO PASO:

208
No es conveniente abrir los ojos rápido ni moverse en seguida. El relax bien
hecho produce una vaga sensación de mareo, que dura desde que se abren los ojos hasta
tres, cuatro o cinco minutos más tarde.
Por ello, es conveniente que usted espere a recuperar la consciencia
totalmente, antes de levantarse, si es que esta acostado, o salir de la silla, si es que ha
hecho allí el ejercicio.
Le recordamos que esta técnica de relax debe ser realizada en soledad, sin que
nadie se encuentre cerca, mirando o interfiriendo con la tranquilidad psicofísica que
debe existir durante toda la práctica.
Tampoco deben llevarse relojes, ni mirarlos. El tiempo lo calculará usted,
mentalmente.
Y ahora que conoce los secretos del ejercicio del relax, puede seguir con este
relato, para conocer ¿qué es la concentración? y ¿cómo se obtiene el estado final de la
meditación? Suerte.

CONCENTRACIÓN:
Ahora vamos a describir nuestra técnica de concentración mental. ¿Qué es la
concentración?
Algo de esto hemos hablado ya. Concentración es lo que se obtiene cuando
queremos que el foco de nuestra atención se dirija a cuestiones mentales: pensamientos,
imágenes, fantasías, frutos de la imaginación.
Cuando usted logre producir concentraciones mentales con facilidad, el resto
habrá de surgir solo. Nada del exterior podrá afectarlo, si sabe alcanzar este estado de
concentración mental.
Por supuesto que no es cosa fácil. El hombre de hoy tiene muchas cosas que lo
aquejan. Éstas se acumulan en forma de recuerdos y de pensamientos en su mente. A
cada momento, cuando usted quiere pensar en tal o cual cosa, (cosas bien definidas),
algo surge, irrumpe en su consciencia, distrayéndolo. De tal modo que no se llega
nunca a conclusiones meditadas y profundas; así es como actuamos, produciendo
errores y desaciertos, de los que tarde o temprano uno se arrepiente.
Es entonces cuando nos preguntamos ¿cómo no me di cuenta antes? Y la
respuesta es fácil: usted no se dio cuenta, sencillamente porque no pudo trabajar en el
asunto todo el tiempo que era necesario. Y no pudo trabajar de esa manera por falta de
concentración.
Por supuesto que el ser humano se encuentra capacitado para hacer varias
cosas a la vez. Pero esto es real, es verdadero, siempre y cuando se trate de situaciones
o hechos que puedan complementarse.
Yo le estoy escribiendo estas líneas a usted en este momento, y mis manos
están jugando con un anillo, o mi mirada está fija en un cuadro. Pero estoy concentrado
en lo que debo escribir, y no me distraigo. Así deben ser todas nuestras acciones. De lo
contrario, se está pidiendo un imposible. Nadie puede escribir una carta con una mano
y otra carta distinta con la otra, porque la atención se diversifica; de manera tal que la
mente exige unificación para desarrollar una tarea correctamente y poder arribar a un
lugar determinado exitosamente.
El hombre debe ser una totalidad, una armónica totalidad psicofísica. De otra
manera es imposible lograr el proceso que lleva a obtener la paz interior que se
transmite como una seguridad incesante hacia el mundo externo. Fuera de esto por
supuesto, quedan aquellas actividades del cuerpo humano que se suceden sin

209
intervención de la voluntad del individuo, por ejemplo: respirar, los latidos del corazón,
etc.; pero debe quedar claro que todo aquello que exige voluntad, requiere de la
concentración. Veamos entonces nuestra técnica de concentración:
Para iniciar la práctica de la concentración mental, primero debemos haber
realizado por completo el ejercicio de relax, tal como se lo indiqué anteriormente.
Usted ya lo ha leído y ha practicado lo suficiente. Mas preferible sería que se haya
ejercitado convenientemente, durante dos o tres semanas y hasta un mes si fuera
necesario, diariamente, antes de disponerse a iniciar la práctica de concentración que en
unos minutos estará usted leyendo.
Así va a llegar un momento en que le será gozoso realizar la concentración,
porque al surgir con facilidad el relax, no habrá de verse exigido, ni tampoco forzado
en ningún momento.
Como hicimos en la oportunidad anterior, vamos a dividir esta ejercitación en
varios pasos.

PRIMER PASO:
Una vez relajado, usted, sentado, con la columna vertebral bien adherida al
respaldo, o también podría ser acostado, sobre un lugar duro, preferiblemente de
madera, comenzará a borrar todo pensamiento de su mente. Es decir, buscará dejar la
mente, como se dice vulgarmente, en blanco.
Por cierto que esto no va a suceder con facilidad. Una y otra vez habrán de
llegarle pensamientos de distinto tipo, y multiplicidad de imágenes; pero no importa.
Lo que interesa es intentarlo.
Ya, cuando se alcanza el grado o estado de meditación, paso que veremos
luego, habrá salvado usted este inconveniente.

SEGUNDO PASO:
Usted va a realizar una prueba para comprobar sus posibilidades de
concentración mental. Para ello, se obligará a producir en su mente, algunas imágenes,
de acuerdo con lo que yo voy a ir describiendo.
Ahora que usted ya ha hecho el ejercicio de relax, y está sentado o acostado
como le indiqué, mantiene la mente en blanco.
Entonces se decide cual es el objeto que va a imaginar. Usted va a imaginar
una pirámide egipcia. Está con los ojos cerrados, con la mente en blanco; y ahora yo le
indico que imagine una pirámide egipcia. Usted busca imaginar, y por lo tanto debe
llegar a visualizarla con los ojos cerrados; es decir, visualizarla mentalmente. Una
pirámide egipcia, con todas sus características. ¿Logra hacerlo? Si la respuesta es
positiva, lo felicito. Es evidente que usted tiene una capacidad innata de concentración
mental.
Pero, también es posible que en un principio no aparezca la imagen de la
pirámide egipcia, o surjan figuras que no tienen nada que ver con lo buscado, o se
presenten en su mente fantasías vinculadas con lo egipcio, pero que usted siga sin ver
una pirámide concretamente.
Todo esto, cualquiera de estas posibilidades por separado, o una combinación
de ellas, nos estará hablando de que usted tiene dificultades en la concentración mental.
No logra dominar con su mente la imagen; sino que, por el contrario, pensamientos
llamémosle parásitos, dominan, (porque en este momento son más fuertes), su
voluntad.

210
Pues bien, esto va a tener que ser corregido. No hay que incomodarse por ello,
a todos nos pasó alguna vez en nuestros comienzos, y será cuestión de persistir, con
paciencia, con tesón, repitiendo el ejercicio.
Primer paso: usted mantiene la mente en blanco. Segundo paso: decide qué
objeto va a imaginar.

TERCER PASO:
Busca imaginar ese objeto.
Tercer paso del ejercicio: después de un tiempo de práctica, usted comprobará
que puede construir con su mente, a voluntad, la imagen de una pirámide egipcia, tal
como yo le he pedido, o cualquier otra figura que se proponga.
Magnífico. Esto significa que su poder de concentración mental va en rápido
aumento. Por lo tanto, la exigencia mía ahora será mayor.
Ahora procurará imaginar no solamente esa pirámide, sino también el paisaje
que la rodea. La arena del desierto, las piedras sueltas, los bloques que integran la
pirámide, algunos camellos con personas sobre el lomo..., en fin. Usted sabrá imaginar
todo aquello que pueda servir para reconstruir un paisaje egipcio en torno a una gran
pirámide.
Para entonces, habrá de tener muy bien dominada la posibilidad de que alguna
idea ajena vaya a desconcentrarlo. Esto significa que nada podrá quitar su atención al
imaginar lo que se ha propuesto.

CUARTO PASO:
Ahora vamos a buscar concentrar nuestro pensamiento en las características
minúsculas del paisaje imaginado. La pirámide, por ejemplo, se acercará en nuestra
visión mental, y podremos estudiarla aun en cosas pequeñas. Veremos esto y lo otro, el
tipo de material, las características de su basamento, unos trozos de piedra rotos, en fin,
todos los detalles precisos y minúsculos.
¿Qué buscamos con todo esto? Lo que buscamos es lograr que la voluntad
consciente que usted tiene supere a los emergentes inconscientes que afloran en
cualquier momento. Esto obliga a una práctica cotidiana y severa; porque, de lo
contrario, el intento se va a dispersar, alcanzándose resultados magros, o directamente
ningún resultado.
Cada uno de los pasos que le he enumerado precedentemente, pueden llevarse
a cabo directamente en el primer ejercicio de concentración que usted haga, siempre y
cuando se encuentre con una buena predisposición. De no ser así, le va a ser más fácil
que vaya haciendo un paso por día; o en su defecto, un paso tras otro, a medida que
vaya logrando la imagen mental deseada.

QUINTO PASO:
Cuando usted advierte que se encuentra en condiciones de lograr todo lo que
desea imaginar, entonces habrá superado la prueba más difícil. Se encuentra ahora
preparado para intentar una verdadera concentración. Y decidirá entonces qué cosa
desea imaginar, y se comprometerá consigo mismo para lograrlo al primer intento.
Si puede hacerlo, si nada interrumpe su concentración mental, si puede
permanecer imaginando lo buscado durante algunos minutos, habrá salido airoso, y con

211
sumo éxito de esta prueba. Su poder de concentración mental estará fortalecido lo
suficiente como para que en poco tiempo más se inicie en el difícil arte de la
meditación.
Además, ahora que ha alcanzado la posibilidad de conseguir la concentración
mental con facilidad, va a encontrar que le resulta más sencillo leer, recordar cosas,
descansar, atender con la debida profundidad a sus asuntos. La concentración mental es
una herramienta tan útil como un pincel lo es para el pintor.
Le doy algunos detalles de importancia que favorecen a una mejor
concentración: trabaje usted en una habitación bien ventilada y de aspecto alegre.
Realice el ejercicio de relax entre unos siete a diez minutos, y dedíquese a la
concentración por unos cinco minutos solamente. Tanto el relax como la concentración
deben hacerse con los ojos suavemente cerrados. Esto cambiará, según veremos, recién
en lo que hace al ejercicio de meditación. Aquí, como en el caso del relax, no hay que
tener apuros ni tensiones de ningún tipo. Asegúrese que realiza el ejercicio en un lugar
donde no habrá de ser interrumpido por personas o animales que atraviesen la
habitación durante el tiempo que dura esta práctica.
Lo correcto será hacer dos ejercicios diarios, uno al amanecer, y otro al
atardecer. Si esto no le fuera posible por razones de horario, entonces deberá usted
estudiar si lo hace por la noche o por la mañana; pero una vez decidido esto, lo hará
siempre a la misma hora. Es importante porque genera una armonía; es decir, se respeta
el ciclo del relax y la concentración.
Cuando haga estas prácticas, sáquese relojes, anillos y elementos metálicos
que estén en contacto con el cuerpo.
Hay algunas cosas que desfavorecen a la concentración; se las enumero: el
hábito de fumar, tomar bebidas alcohólicas o la drogadicción de cualquier especie.
Haber comido dentro de las tres horas previas a iniciar la ejercitación. Ésta, como ya
vimos para el relax, debe hacerse siempre con el estómago vacío. No hay que permitir
que otras personas o animales estén en contacto con uno mientras se hace la práctica;
esto desfavorece la canalización de energías psíquicas y ayuda a la distracción.
Finalmente, hay que estar convencido de que se realiza la práctica como una
actividad nueva cada día, y no como una rutina más. Si usted tiene la mentalidad de que
cada ejercitación es una rutina, entonces está favoreciendo la dejadez y el abandono.
Cada práctica, día tras día, debe ser hecha con el mismo fervor de la primera
vez, y el convencimiento de que se alcanzarán situaciones nuevas, sorprendentes,
importantes para nuestra realización psicofísica; de manera tal que no haya nada de
rutinario, (salvo el condicionamiento de la técnica y el horario), ni en el relax, ni en la
posterior concentración.
Transfórmese usted en una persona que continuamente realiza el relax y la
concentración mental, para así llegar a la posibilidad final, a la técnica más importante
que vamos a ver ahora: la meditación, la posibilidad de transformar la consciencia.

MEDITACIÓN:
Meditar es una técnica que permite al hombre encontrarse con su YO superior.
Es decir, un sistema con el cual puede llegar hasta los estratos más profundos de la
psique.
A través de la meditación se consiguen diversos beneficios: sensación de paz
interior, armonía psicofísica, mejor aprovechamiento de las posibilidades mentales,
mejor desarrollo de lo espiritual, menores deseos materiales, y lo que es muy

212
importante: se obtiene una apertura hacia los estratos arquetípicos del inconsciente
colectivo, donde está albergada la energía psíquica que desarrolla la producción de los
fenómenos parapsicológicos.
Esto significa que la meditación es la vía más adecuada para intentar un
aumento en la producción personal de sucesos parapsicológicos. Podemos considerarla
una llave, llave esencial que abre la puerta hacia ese otro mundo que llevamos dentro
nuestro y que, según conoce la parapsicología, salvo en el caso de los dotados, en los
demás, en la gran mayoría de las personas, solo aflora muy de vez en cuando.
La práctica de la meditación ayuda así a la armonización psicofísica, a la
elaboración de una necesaria sensación de paz interior, que le brinda al sujeto,
tranquilidad. Y, además, fomenta la producción de fenómenos parapsicológicos.
Conocemos muchas técnicas de meditación; todas ellas han surgido en
Oriente, y por lo tanto la mayoría no son apropiadas para la práctica por parte del
hombre que vive occidentalmente. Sin embargo, una en particular nos complace. La
hemos puesto en uso de manera personal, y también en nuestros grupos de alumnos,
con resultados satisfactorios. Y es por ello que paso a transmitírsela:
Al igual que hicimos con el caso del relax y de la concentración, vamos a
dividir esta técnica de meditación en varios pasos:

PRIMER PASO:
Usted deberá estar ya relajado, luego habrá hecho convenientemente el
ejercicio de concentración. De esta manera quedará en la siguiente posición física:
sentado en un sillón o en un lugar muy cómodo, los codos apoyados sobre los
apoyabrazos, de manera tal que las manos, cómodas y libres, alcancen la cabeza
fácilmente. Los ojos estarán mirando hacia el Este, el lugar por donde sale el Sol. Y
esta posición será mantenida durante todo el ejercicio de meditación.
Usted debe estar en una habitación, sólo, bien ventilada, y con vista, a través
de una puerta grande o un ventanal abierto, hacia la naturaleza. Sin embargo, la
habitación estará en penumbras, con muy poca iluminación y nada de luz directa. Lo
ideal será mantener una fuente de luz natural, quizá la que entra por la ventana o por la
puerta, evitando así todo tipo de artefactos eléctricos.
Trate de obtener una habitación especial para meditar. O sea que ésta es una
práctica que debe contar con un lugar acostumbrado. Esto es así porque las paredes,
como los objetos de la sala, son influidos por la benéfica y armónica energía que
desprende el individuo durante la meditación. Estas energías habrán de ayudarlo en los
días siguientes a realizar la meditación con mayor facilidad.

SEGUNDO PASO:
Usted ya está colocado en la posición correcta. Entonces habrá de buscar
aislarse del mundo exterior de la siguiente manera: coloque su dedo pulgar de la mano
derecha sobre el pabellón de la oreja derecha, y presione con la parte blanda y carnosa
hacia el orificio de la audición, bloqueándolo.
Haga lo mismo con el dedo pulgar de la mano izquierda, bloqueando la oreja
izquierda. Una vez hecho esto, y manteniendo los pulgares en esa posición, lleve cada
uno de los dedos meñiques hacia los ojos. El meñique de la derecha hacia el globo
ocular derecho, el meñique de la izquierda hacia el globo ocular izquierdo.
Con estos dedos serán tapados los globos oculares; sus ojos están cerrados, y
se coloca ahora la yema de cada meñique sobre el ojo correspondiente. Y presionará un

213
poco, sin que haya dolor, buscando simplemente sentir que los globos oculares están
inmovilizados.
Los otros tres dedos que quedan libres usted los distribuirá en la frente, entre
el pulgar, que se halla controlando el pabellón de la oreja, y cerca de las sienes. De esta
forma se cierra uno de los circuitos energéticos del cuerpo humano.

TERCER PASO:
Cuando se encuentre en esta posición, se hallará próximo a ingresar al terreno
propio de la meditación. Para ello deberá conseguir antes algunos resultados. Por
ejemplo: es imprescindible que una figura coloreada y luminosa aparezca en su mente,
como si sus ojos estuvieran viéndola. Se trata de una mancha, generalmente dorada,
con algunos tonos muy oscuros. Según los orientales, si usted llega a ver un destello
luminoso en el interior de la zona oscura, ese es el tercer ojo que ha comenzado a
actuar.
De cualquier modo, es necesaria esta visualización antes de meditar. Esta
figura luminosa nos acompañará durante toda la meditación. Si no se consigue
obtenerla en este primer intento, usted deberá seguir buscándola, hasta lograr que ella
se forme. Un buen método de búsqueda es ir cambiando la ubicación de los dedos
meñiques sobre los párpados, así como también ir variando la presión que estos dedos
ejercen sobre los ojos.

CUARTO PASO:
Una vez aislado del mundo exterior a través de la anulación de los dos
sentidos que más distracciones nos generan: el de la vista y el del oído, usted deberá
lograr quitar de su mente todo asunto turbador.
En realidad, si hace el ejercicio correctamente, estas situaciones de distracción
desaparecerán por completo, y sentirá algo así como una sensación de abismo, de
vacío. Es que está ingresando en el mundo interior. Por lo tanto, ocuparemos nuestra
mente, momentáneamente en blanco, en prestar atención a los sonidos del cuerpo.
Aislados del mundo exterior, concentraremos nuestro esfuerzo en escuchar primero: los
latidos del corazón, que es lo más fácil de lograr.
Con el paso del tiempo, usted estará en condiciones de atender a los sonidos
de su respiración, de los jugos gástricos en el estómago, y hasta de escuchar el sonido
del torrente sanguíneo en venas y arterias. Todo esto nos brinda autocomprensión, y es
el paso previo para la obtención de una paz interna y una armonía psicofísica duradera.

QUINTO PASO:
Es importante ahora que los globos oculares queden bien fijados a causa de la
presión de los meñiques, y que, por lo tanto, no permitan ningún movimiento.
La técnica de meditación se va a completar ahora, y usted ingresará
decididamente en su interior. Para esto, además de estar viendo esa forma luminosa que
le indiqué más arriba, y después de haber recorrido los sonidos de su cuerpo,
procurando una excelente concentración y el conocimiento propio, habrá de iniciarse
ahora en el pensamiento de "OHM", o m. OHM. . . OHM. . . OHM. Esto no significa
que usted vaya a proferir palabra alguna, tampoco murmullos o silabeos, simplemente
pensará en esta expresión: OHM. ...OHM. …OHM, un término sagrado en Oriente.

214
"O" es la parte del físico; "M" involucra a lo psíquico, a la mente, a lo
espiritual. OHM entonces responde a una unidad psicofísica. Medite sobre OHM, para
que en la realidad haga contacto con la Divinidad. OHM es el símbolo de la Divinidad.
Esto, para nuestros ojos occidentales y científicos, puede traducirse de la
siguiente manera: utilizar la expresión "OHM" durante la meditación tiene enormes
beneficios, pues, simbólicamente, permite el despertar del inconsciente colectivo; esto
es, estar en contacto, en unión con el estrato más profundo de la psique.
OHM permite encontrarse con uno mismo, con el yo interno, con dios para el
pensamiento oriental. OHM responde a símbolos arquetípicos. Pensar en OHM permite
iniciar una meditación correcta y saludable.

ÚLTIMO PASO, EL SEXTO:


Usted se encuentra ya en la posición indicada, sus ojos trabados, sus oídos
anulados; está viendo la mancha luminosa; está "oyendo" interiormente el pensamiento
en OHM. Toda su atención se reduce a estas dos cosas. Debe estar físicamente cómodo.
La meditación ha comenzado.
Un nuevo mundo se abre en usted. Aparecerán imágenes simbólicas, figuras
arquetípicas; muchas de ellas serán de significado oculto en este primer momento, no
las comprenderá. Pero no importa, déjese llevar por esa corriente de situaciones sin
lógica aparente, conjuntamente con una gran seguridad y una paz interior que irán
surgiendo. Es que se está operando una correcta meditación.
Le dije al comienzo: meditación es la transformación de la consciencia; usted
comienza a ser otro, otro mejor, y con sus posibilidades humanas más desarrolladas. La
mancha luminosa y el sonido OHM pensado, le servirán como postes indicadores,
mientras avanza por los caminos sugestivos del interior psíquico. Por eso antes
recorremos los sonidos del cuerpo.
Ahora usted investiga los sonidos de la psique. Antes hizo el reconocimiento
del interior físico. Ahora está recorriendo su interior psíquico. Ese cuerpo que llevamos
continuamente con nosotros, y que, sin embargo, rara vez nos ocupamos de conocer.
Ahora sí está capacitado para prestarle la atención suficiente. Usted está
habilitado para realizar el relax, para realizar la concentración y para convertirse en un
verdadero meditador, en un hombre mejor, en un ser, en un hombre de hechos, en una
mujer positiva, en un ser humano, en fin, mejor.
Meditación es transformación de la consciencia. A través de este ejercicio, de
todo este método de relax, concentración y meditación, usted puede desarrollarse
plenamente, no solo en lo físico, que puede conseguir en un gimnasio o en un club, sino
en lo psíquico, en alcanzar una voluntad férrea de la cual, obtenga los hechos positivos
que desea desarrollar en su vida.
La meditación es un sistema para poner orden en la propia mente, para
adiestrarla e instruirla. La meditación consiste en pensar en un cierto objeto o asunto,
de modo que se pueda conocer todo lo que con él se relaciona.
Se puede meditar sobre una planta y visualizar así la semilla en la tierra; al
meditar sobre la semilla, se ve la rajadura de la vaina exterior y el primer intento que
introduce la vida, la ciega búsqueda, y cómo el pequeño tallo se entrelaza en la tierra y
sale hacia la luz, dirigiéndose hacia arriba como un hilo blanco que emerge y se hace
verde o marrón. Crece, se hace adulto y más tarde arroja las semillas que caen
alrededor y se transforman en comida para los pájaros, o el viento las transporta y las
trasplanta lejos.

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También podemos ver cómo estas semillas, que caen en la tierra, son a su vez
enterradas y vuelven a crecer.
La meditación nos permite, cuando estamos adiestrados, buscar el motivo
interior, indagar en lo que de otro modo nos sería desconocido.
Le doy ahora unos consejos finales: tratándose esto de una actividad diseñada
en Oriente, por gente de aquellos lugares, hay algunos detalles que indicar al
Occidental de hoy que está leyendo esto. No se impaciente, no se angustie, no sea
ansioso. No crea que va a obtener meditaciones fantásticas desde el primer día. Se trata
de un trabajo de larga duración y acondicionamiento que uno debe hacer consigo
mismo, sea perseverante. No haga dos ejercicios hoy y mañana ninguno.
No deje la meditación para último momento ni como asunto de fin de semana.
En la meditación tiene gran importancia la constancia y la regularidad. Esto, por
supuesto, exige esfuerzo y sacrificio, como todo lo importante en la vida.
La meditación debe ser considerada una actividad diaria; y así, como usted va
al trabajo en determinado horario, o se alimenta en tal o cual hora, debe meditar en el
momento determinado. No como una rutina, sino como una vivencia revitalizadora. No
medite nunca exigido de tiempo. La meditación debe hacerse con tranquilidad, sin
apuros ni pensando que el tiempo es escaso.
Lo dejo entonces con estas tres técnicas: la del relax, la de la concentración y
la de la meditación, las tres reunidas en este relato.
Éste es el resultado de algún tiempo de trabajo, de años de ejercitación, que
sinceramente espero a usted le sean de la misma utilidad que a mí.
Recuerde que hoy es el primer día del resto de su vida; empléelo así, con
actitud mental positiva.

Otros conceptos sobre la Meditación:


La posición correcta para la meditación es sentarse derecho sobre su regazo,
su pierna derecha por sobre la izquierda, dobladas entre sí, sus manos descansando
sobre sus rodillas, con las palmas abiertas hacia arriba.
Ahora repita la palabra OHM o BUDDHO en su mente, enfocando su atención
en medio de su pecho, justamente en el corazón. No deje que su atención deambule
hacia adelante, atrás o afuera del cuerpo. Sea cuidadoso en enfocar su mente en ese
órgano en forma constante y con precisión, y entonces usted logrará entrar en un estado
de concentración.
Cuando entramos en concentración, la mente puede abstraerse tanto en sí, que
no sabrá cuánto tiempo transcurrió desde que adquirió la posición de sentado. Con el
tiempo y la constante práctica, puede llegar a concentrarse por un lapso de muchas
horas. Por esto, usted no deberá fijarse un plazo limitado cuando se disponga a
practicar la meditación. Deje las cosas seguir su propio curso.
La mente alcanza la verdadera concentración cuando usted visualiza con
precisión lo imaginado. Si la mente no alcanza ese estado (de precisión), es porque no
logra la concentración adecuada o se encuentra en los albores de ella.
Tenemos muchos estados mentales que nos pueden engañar. Entonces usted
debe penetrar en el corazón mismo, en vez de alcanzar solamente la mente.
Antes de que se inicie en la práctica de la meditación, deberá primero aprender
la diferencia entre corazón y mente, ya que ellos no son la misma cosa. La mente es el

216
órgano que piensa y forma las percepciones e ideas sobre todas las diferentes cosas. El
corazón es simplemente el estado mental sobre algo, y sabe qué es ese algo, sin formar
ningún pensamiento adicional en él. Su diferencia es como relacionar el río con los
remansos del mismo.
Aparte, no olvidemos que los fenómenos físicos tienen que yacer bajo el
control de los fenómenos mentales.
Todas las ideas y pensamientos viciosos y contaminantes son capaces de
provenir en el proceso de la concentración, porque la mente piensa y maquina
constantemente, deambulando fuera en busca de ellos. Usted será capaz de ver estos
mecanismos claramente con su propio corazón, una vez que su mente llegue a
clarificarse para alcanzarlos.
El agua pura es harto limpia y clara en su íntima naturaleza. Si alguien coloca
tintura en este líquido incoloro, cambiará su composición y color en conformidad con
la proporción de tintura agregado. Pero una vez que el agua se filtra y destila, vuelve a
ser limpia y clara como antes. Esto es una analogía para aplicar al corazón y la mente.
Sinceramente, Buda enseñó que la mente se identifica con el corazón. Si no hay
corazón, no hay mente. La mente es una combinación de condiciones. El corazón, en sí
mismo, no objeta condiciones.
Cuando usted alcanza al corazón, descubrirá todas sus contaminaciones,
propiciadas por la mente. Y cuando cada vez realicemos meditaciones más y más
prolongadas y profundas, repitiendo OHM, OHM, o BUDDHO, BUDDHO, nuestra
mente dejará gradualmente sus distracciones y desazón, y solo estará atenta a esas
palabras. Permanecerá firme, con OHM. ... BUDDHO; será su única preocupación,
hasta que vea que su estado mental solo atina a reflejar esas palabras, y se identifique
con su mente en sí misma en todo momento, sin considerar si usted está sentado,
caminando o boca abajo. Cueste lo que cueste esa actitud, no afloje; usted logrará
esclarecer su mente, tenaz o pertinazmente, con BUDDHO.
Una vez que ha alcanzado esta etapa, manténgase en esa actitud todo lo que
pueda. No debe dar lugar a ninguna prisa ni urgencia, porque el deseo es el obstáculo
más serio a la mente concentrada. Una vez que el deseo proviene, su concentración se
deteriorará inmediatamente, porque la base de su concentración en BUDDHO no es
sólida. Cuando esto suceda, usted no podrá asirse ni retener de ningún modo su actitud
mental pasiva, y solo conseguirá trastornarse. Todo esto lo llevará a alejarse de esa
quietud y pasividad, y su mente se agilizará hacia la desconcentración.
Usted debe eliminar toda prisa; aparte, sea precavido y cauto, no debe saltar
ninguno de los pasos citados.
La palabra OHM y/o BUDDHO propician la conexión mental para lograr la
calma y el enfriamiento de los desquicios alteradores. Es la trayectoria para dar origen
a la consabida paz y satisfacción interior, trayectoria única que nos liberará de las
tensiones y sufrimientos del diario vivir en este mundo.
A veces, después de estar sentado meditando largo rato, usted comenzará a
preocuparse por el fluir adecuando de su sangre, o si sus nervios trabajan correctamente
con esa pasividad, o si sus músculos no se adormecerán, propiciando una parálisis; o si
usted está meditando lejos de su hogar, en medio de un frondoso bosque, puede
maquinar mentalmente el susto por la mordida de una serpiente, o el arañazo de algún
roedor, o la picadura de alguna alimaña, o pueden los "fantasmas" frecuentarlo,
arreciándolo con toda clase de caras temerosas. El miedo a una posible muerte puede
cuchichear de mil maneras diferentes.

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Todos éstos son solo ejemplos que deberá erradicar y cicatrizar. La verdad es
nada en absoluto con lo que usted imagina. Recuerde que los obstáculos para una
correcta meditación citados aquí son solo ejemplos. Hay realmente muchos otros, que
sólo los encontrará usted.
Trate de lograr fe solo en OHM o BUDDHO. Garantizo que ninguna de estas
obsesiones lo perjudicará realmente, a menos que arrastre un mal Karma del pasado, ya
que, para ello, necesitará más tiempo de purgación. Cuando la gente comienza con la
meditación, su confianza tiende a ser débil. Cueste lo que cueste, estos tipos de
contaminaciones mentales siempre inmiscuyen; destrúyalas, porque forman la base de
este mundo y de las mentes. A cada momento durante la meditación, en que vamos
purificando nuestra consciencia, esas contaminaciones tratarán de interferir e impedir
que nosotros logremos escapar de este mundo.
Cuando observemos cuan realmente serias y nocivas ellas son, deberemos
tratar de lograr aferramos a nuestra fe, fortaleciendo y solidificando nuestra mente,
esquivándolas apenas se vislumbren, tomando a BUDDHO como nuestro refugio.
Fijemos entonces firmemente nuestro pensamiento en BUDDHO, para perfeccionar
nuestra sensibilidad.
No debemos dejar que nuestras mentes tropiecen con obsesiones
contaminantes; si hacemos este tipo de compromiso, nuestro entendimiento se enfocará
directamente y con precisión hacia la concentración.
En este momento, sentirá como si estuviese en otro mundo, donde reina una
paz y soledad inusitados, que nada de lo que conoce puede comparársele. Simplemente
sentirá una paz y quietud inesperadas. Es el estado separado de la propia mente, "el
mundo de la mente". Las realidades convencionales no aparecerán allá, de tal manera
que ningún conocimiento de ninguna especie provendrá.
Cuando la mente se retira de la concentración, usted lamentará que ese genial
estado haya pasado; también tendrá la sensación de ver todo más claro y recordar
mejor. Tenemos que entrenar la mente para conseguir este tipo de concentración
frecuentemente, para lograrla diestra y experta; pero no trate de recordar (mientras lo
hace) sus estados pasados de concentración, y no deje que el nuevo procedimiento
imite otros procesos similares anteriores, porque no es esa la manera, ya que solamente
logrará crearse más problemas. Simplemente contemple a BUDDHO, BUDDHO,
exigiendo en su mente la repetición de esa consigna.
Después del logro de la primera concentración, la próxima no será la misma,
pero no se preocupe. Simplemente asegúrese de que consigue el objetivo, la
concentración. Cuando los resultados vienen de muchas maneras diferentes, su
comprensión se acrecentará, y usted logrará desarrollar muchas técnicas diferentes para
practicar y aprender.
Ahora vamos a aclarar la diferencia entre mente y corazón, para que usted
comprenda, porque después de todo, hemos hablado de entrenar la mente en la
concentración, pero si no entendemos la relación entre corazón y mente, no sabrá
dónde ni cómo practicar correctamente:
El corazón y la mente tienen deberes diferentes. La mente piensa, vaga y
forma ideas de todas las especies, en conformidad a donde las contaminaciones la
conducen. En lo que concierne al corazón, simplemente es el que sabe. Es la
consciencia, que es neutra.

218
El corazón no tiene cuerpo. Es un fenómeno mental. Es simplemente
consciencia. Usted puede aplicar esa consciencia a todo. No yace dentro ni fuera del
cuerpo.
Cuando nosotros nos referimos al corazón como músculo u órgano, no
hacemos alusión al corazón verdadero. Éste es simplemente un órgano para bombear
sangre a lo largo del cuerpo, para mantenerlo con vida. Si esto no sucede, la vida no
puede durar.
Como dijimos, la mente es la que maquina y forma las ideas. Tiene que hacer
uso de las seis herramientas de los sentidos, para poder trabajar. Tan pronto como el
ojo ve un objeto visual, el oído oye un sonido, la nariz huele un aroma, la lengua gusta
un sabor, el cuerpo reacciona al contacto con una sensación táctil fría o caliente, dura o
mullida, el intelecto piensa en una idea en conformidad con sus contaminaciones,
buenas o malas. Si cualquiera de estas sensaciones es buena, la mente se siente
complacida; si ellas son malas, se desagrada. Todo esto es un asunto de la mente y sus
contaminaciones.
Aparte de estos seis sentidos, nada puede la mente hacer. Cuando usted
entrena a su mente, o, en otros términos, practica la concentración, tiene que conseguir
el control sobre esa mente, sobre ese entendimiento, que serpentea alrededor de los seis
sentidos, que ya detallamos. No deje, entonces, que su pensamiento deambule hacia
afuera, adelante o atrás del cuerpo. Oblíguelo a permanecer en su interior, centrado en
el corazón.
¿Qué es el corazón? El corazón no tiene nada que ver con cualquiera de los
seis sentidos. Cuando la gente en general, habla de algo con referencia al corazón, solo
se refiere al órgano, centrado en medio del pecho. Realmente, el corazón no yace en
ningún lugar particular.
Si usted quiere comprender qué es el corazón, puede tratar el siguiente
experimento: respire hondamente y retenga su hálito por un momento. En este punto,
usted percibirá la consciencia neutra, la consciencia del saber. Esto solo se percibe
durante ese pequeño lapso del no respirar. Únicamente, en el momento de la retención
del aliento, actúa el verdadero corazón. La retención del aliento puede ayudar a reducir
el dolor físico. La gente que sufre de grandes dolores, tiene que retener el hálito, como
una manera efectiva de relevar su dolor.
Una vez que usted se da cuenta de que el corazón y la mente tienen
características y deberes diferentes, encontrará más fácil entrenarse en concentración.
Realmente el corazón y la mente no son la misma cosa desde un punto de vista, y sí lo
son desde otro punto de vista. Cuando nosotros practicamos concentración, entrenamos
la mente, y una vez que la mente responde, es donde descubrimos las virtudes del
corazón.
Buda dijo: la mente se identifica con el corazón. Cuando ella ha sido
totalmente entrenada, con el cuidado de haberla centrado únicamente en BUDDHO, no
necesitará deambular desquiciadamente de aquí a allá, sino que, sin demora, se
unificará en una sola unidad. La palabra de interrelación desaparecerá sin que usted sea
consciente de ello, y sentirá síntomas de paz y liviandad, que nada en el mundo puede
igualar. Quien jamás ha experimentado este procedimiento, no podrá ser capaz de
describirlo con palabras, porque nada puede comparársele. Estos tipos de sucesos son
puramente personales, únicamente usted puede sentirlos como verdaderos.
Además, si ha desarrollado mucha potencialidad en vidas previas, le pueden
suceder cosas asombrosas. Por ejemplo, usted puede ganar conocimiento de seres

219
celestiales. Puede aprender sobre su futuro y pasado propios y el de otras personas; en
qué vida usted destinó saber estas cosas. Cuando la mente logra concentración ideal,
puede saber sobre su propio devenir, en una manera inesperada.
Pero la concentración es algo muy sutil y sensible. Usted no puede forzar ni
obligar a su mente a entrar en concentración.
Si somos impacientes, el procedimiento solo logrará contrariarnos más. Tiene
que ser muy paciente. Así, sí o sí la mente va a lograr concentración; usted tiene que
meditar sobre BUDDHO, simplemente medite sobre BUDDHO. Fuerce su
entendimiento a una neutralidad pareja, deje el hálito fluir suavemente, y ponga
cuidado y atención en enfocar su atención en BUDDHO y nada más.
En la meditación sobre BUDDHO, usted tiene que conseguir ser seguro y/o
experto. Cuando un espíritu bueno o malo lo perturba, tiene que ser capaz de aferrarse a
la concentración inmediatamente. No deje que la mente sea afectada por ese espíritu.
Cuando píense en BUDDHO, la consciencia se unifica inmediatamente, y cuando
pueda hacer esto, su mente será sólida e inquebrantable y capaz de confiar en sí misma.
Para lograr que las contaminaciones gradualmente desaparezcan con este
método, es mejor tratar de arreglar las cosas entrando en los cuatro niveles de
absorción, manteniendo el pensamiento, el arrebato y el placer, simplemente
hiperbólicos en uno con precisión y ecuanimidad; o tratando de perfeccionar la primera
etapa de la trayectoria al NIRVANA, con el abandono de la personalidad y la
inspección de la identidad propia, la incertidumbre y el apego a preceptos y prácticas
sociales; o dar lugar a la superación de diferentes contaminaciones mentales.
Buda enseñó a la gente que hace esfuerzos para abandonar las
contaminaciones, que tenían que actuar como guerreros en los viejos tiempos. En el
pasado, ellos habían tenido que construir fortalezas con paredes fuertes, fosas, portones
y torres para protegerse a sí mismos del ataque del enemigo. Cuando un guerrero
inteligente salía para batallar y observaba que no tenía ninguna oportunidad de victoria
alguna, se retiraba a su fortaleza a elaborar un nuevo plan. A la vez, reunía tropas, las
armas y el alimento suficientes, (por ej.: hacer su concentración directa y fuerte) y
entonces salía nuevamente a reanudar su pelea con el enemigo (por ej.: todas las formas
de contaminaciones).
La concentración es una fortaleza muy importante. Si usted no tiene
concentración, su discernimiento no puede alojarse en ninguna fortaleza. El
discernimiento del conocimiento no es algo que pueda adaptarse con un arreglo, toda
vez que proviene desde la concentración, procurando dominarla hasta lograrla prolija y
sólida. Si usted no tiene ningún incentivo mental, ¿dónde adquiere entonces el
conocimiento? Si no es así, simplemente su inmovilidad mental será dominada de
alguna manera.
Cuando su concentración es sólida y constante a secas, donde usted puede
entrar y salir a voluntad, será capaz de permanecer inmóvil y contemplar su cuerpo
desde el punto de vista de sus inatractividades, o desde el punto de vista de sus
elementos físicos. O, si le gusta, usted puede contemplar la gente del mundo hasta que
los vea todas como esqueletos; o puede contemplar el espacio mundial entero tan vacío.
Una vez la mente se centra totalmente, entonces será capaz de ver claramente
cómo sus contaminaciones le producen concupiscencia, enfado e ilusión, y será capaz
de encontrar medios para rectificarlas con esta técnica.
Esta alusión es como el agua de un lago que se mantiene fangoso por
centenares y centenares de años, y repentinamente llega a transformarse en clara para

220
que usted pueda observar toda la vida que yace a lo largo y ancho del fondo,
organismos que nunca soñó existían allí antes. Esto se llama conocimiento.
En otros términos, usted ve el daño que le producen las preocupaciones que
provienen desde los seis sentidos; pero tan pronto como es consciente de ellos, debe
retirarse en concentración e inmovilidad y contemplar esas preocupaciones muy
cuidadosamente.
Si quiere realmente desarraigar sus contaminaciones, entonces deje que ellas
aparezcan, estando con la mente en total quietud. Cuando ellas traten de inducir tristeza
o alegría, es allí donde debe liberar su mente, perturbada y/o trastornada, obligándola a
no dejarse influir. Trate de enfocarla exclusivamente en examinar esos sentimientos
infecciosos.
Ejemplo: si el ojo ve un objeto visual atractivo, logrando usted sentir alguna
sensación, entonces examine simplemente el sentido de esa sensación, para averiguar si
proviene desde el ojo o desde el objeto visual.
Si examina el objeto visual, se dará cuenta de que es simplemente un
fenómeno físico. No importa si es bueno o malo, no trate de persuadirlo a sentir agrado
o desagrado, o amor u odio. Es simplemente un objeto visual que aparece y desaparece
en conformidad con su naturaleza propia.
Cuando usted vuelve a examinar el ojo que ve el objeto visual, encuentra que
él va en busca del objeto y, tan pronto como encuentra uno, la luz consigue reflejar en
sus nervios ópticos toda clase de formas visuales que irán apareciendo. El ojo no trata
de persuadirlo a sentir agrado o desagrado; una vez que haya visualizado una forma
visible, la forma desaparecerá.
En lo que concierne a los otros sentidos y sus objetos, con atractivos o sin
atractivos, ellos deberán examinarse simplemente de la misma manera.
Cuando usted contempla de esta forma con su mente, verá claramente que
todas las cosas en el mundo que llegan a ser los objetos de contaminación, trabajan a
través de los seis sentidos. Si discierne sobre esos seis sentidos para no ser corrompido
por ellos, las contaminaciones no progresarán dentro de usted, por el contrario: el
conocimiento y el discernimiento provendrán, suplantando a esos seis sentidos,
culpables de propiciar los medios para llegar a la bondad y la maldad.
En otros términos, cuando la mente se concentra totalmente, los sentidos
exteriores… el ojo que ve formas, el oído que oye sonidos, etc., simplemente no
aparecerán. Usted no prestará ninguna atención a esos sentidos exteriores.
Cuando su concentración es totalmente sólida y fuerte, será capaz de
contemplar éste, el mundo de la mente, que da origen al contacto sensitivo, las
percepciones, preocupaciones y todas las contaminaciones. Éste, el entendimiento, se
abstraerá de todo ello, y sólo con el corazón se unificarán en una consciencia simple.
El corazón es neutro y eterno. No piensa ninguna cosa. Es simplemente
consciente de su inmovilidad. Él es un genuino fenómeno central, indiferente e
inactivo. Es neutro con ningún pasado, ningún futuro, ninguna bondad, ninguna
maldad.
Nosotros hacemos diariamente alusión al corazón humano, que es un
fenómeno mental, mintiendo arbitrariamente sobre él, golpeándonos el centro del
pecho. Pero ¿dónde se encuentra verdaderamente el corazón? Nosotros no lo sabemos.
Intente enfocar su atención en cualquier parte del cuerpo, y percibirá su presencia en su
consciencia. O pruebe enfocar su atención fuera del cuerpo, en una esquina del techo o
fuera de su casa, y lo mismo sentirá su presencia dentro de su consciencia.

221
Entonces, nosotros podemos concluir que el corazón es eterno y la consciencia
neutra. Por doquier fluye la consciencia neutra, donde el corazón esté.
Cuando la gente en general habla del corazón, golpeándose el pecho, no es a él
al que hacen referencia ciertamente. Hablan simplemente de un conjunto de músculos y
válvulas para bombear sangre a lo largo del cuerpo para mantenerlo vivo. Si esta
bomba no envía sangre a lo largo del cuerpo, él no podrá subsistir. Morirá sin lugar a
dudas.
Toda la información del pensamiento se retiene en el cerebro. La mente piensa
en el bien y en el mal, usando como medio al cerebro. El sistema nervioso del cerebro
es un fenómeno físico. Cuando un factor causal externo le provoca una cortadura
interna, éste fenómeno físico no puede durar, hay que remediarlo, suturar la herida.
Pero, en lo que concierne a la mente (que es un fenómeno ajeno al cuerpo), el budismo
enseña que continúa existiendo al morir, y puede tomar nacimiento nuevamente. Este
fenómeno mental decaerá únicamente cuando el conocimiento discierna sobre sus
factores causales y desarraigue sus ocasionales subyacencias.
El budismo enseña a conocer su cuerpo, y observar cómo se constituye en sus
treinta y dos partes interrelacionadas, y cuáles son sus facultades y obligaciones. A su
vez, el budismo también enseña a entender que el cuerpo es inherentemente sin
atractivo. Le enseña a integrarse al mundo de un ser humano, y que él se constituye de
sufrimiento y tensión; y que, finalmente, tendrá que desintegrarse y unirse a su
naturaleza original.
Inmediatamente después de que recibimos este cuerpo, si bien está ya lleno de
substancias groseras y sin atractivo, y si bien se constituye de toda clase de
sufrimientos y tensiones, nosotros somos todavía capaces de depender de nuestras
acciones, debiendo trabajar sobre la bondad, para reparar nuestras deudas al mundo
antes de que nuestro permiso en esta tierra lo ensombrezca la muerte.
Buda enseñó que, aunque la naturaleza de una persona, se desintegre y muera,
la mente - el contramaestre de este mundo - debe volver, para ser renacida en otro
cuerpo, mientras todavía posea contaminaciones.
También él nos enseñó a practicar la concentración, (esa herramienta tan
poderosa que todos tenemos y que es un asunto exclusivamente de la mente). Nosotros
no tendremos preocupaciones por fuera, viendo y oyendo con los ojos y los oídos,
como órganos abstractos e insensibles. En cambio, seremos conscientes de la directa
sensibilidad de contacto que posee la mente. Los sentimientos son los mejores medios
para controlar nuestra mente. Cuando el contacto sensitivo la golpea, ¿tiene un impacto
sobre usted?
¡Sí!, tiene mucho impacto, significa que su sensibilidad es débil, y su
fundación es todavía temblorosa. Si tiene solo un poco de impacto, o ninguno, significa
que su sensibilidad es fuerte, y usted es capaz de cuidar de sí mismo.

222
16. Dominando la Mente
La mente superficial está siempre activa mientras esté despierta. Se puede
comparar con una enorme plataforma de mensajes y recordatorios. Su función es
mantenerle al tanto de todo lo que pasa a su alrededor. Es como que alguien
constantemente le habla, recordándole todo, afirmando constantemente y reafirmando
lo obvio; haciendo juguetonamente comentarios ingeniosos, sobre todo mientras se
asegura de que usted sepa exactamente lo que está sucediendo en el mundo alrededor
de usted en todo momento. ¿”Es mi coche ese que está en la cochera? ¡Leche, tengo
que conseguir leche! ¡Maldita sea, mi automóvil viene atrasado para el servicio! ¿Por
qué hizo ese comentario ella la noche anterior – qué quiso decir con esa mirada suya
cuando nos despedimos”? Etc.
Esto es lo que se llama diálogo interno, o la mente del mono, utilizando el
término más Oriental. No nos damos cuenta realmente de estos pensamientos y estas
imágenes, ya que constantemente revolotean atravesando nuestras mentes, sirviendo a
un propósito útil en nuestra vida cotidiana. Estos son, sin embargo, absolutamente
molestos cuando estamos tratando de borrar, relajar y enfocar nuestra mente. Es como
tener a alguien dentro de su cabeza constantemente, charlando con usted mientras está
tratando de hacer un trabajo serio. No puede concentrarse completamente, a menos que
tenga un poco de paz y tranquilidad mental en lo que busca hacer.
Esto es parte de la razón por la que muchas personas pueden concentrarse
mejor mientras se escucha música. La música ocupa la superficie de la mente y retrasa
el diálogo interno, dando lugar a los niveles más profundos del pensamiento y la

223
concentración. La mayoría de los adolescentes puede trabajar y estudiar perfectamente
bien con música a todo volumen. No pueden, sin embargo, hacer lo mismo en un
ambiente imbuido de paz y tranquilidad, debido al diálogo interno incesante.
Mientras que la música ayuda a controlar el diálogo interno en silencio, es
considerada certeramente como un puntal artificial, en relación con el entrenamiento
mental. No aconsejo utilizarla a menos que sea absolutamente necesario. Para relajar
profundamente la mente y alcanzar el estado de trance, donde se podrá trabajar con un
nivel más profundo y más vigoroso, es necesario silenciar el “parloteo” constante de
diálogo interno. Los pensamientos superficiales también generan tensiones internas que
se reflejan en el cuerpo físico como tensión física, los que harán que la proyección sea
más difícil.

Ejercicios para el Control del Pensamiento

Respiración para Alejar los Pensamientos:


Centre su atención en el proceso de la respiración; utilice esto para mantener
su mente totalmente clara.
Sienta cada respiración entrando a su cuerpo y llenando sus pulmones, luego
perciba cuando sale. Siga el proceso de respiración con su mente, pero no piense en él.
Siéntalo, sea consciente del proceso, deje que la percepción de la respiración ocupe
toda su mente. Este ejercicio es suficiente para ocupar la mente superficial y mantener
sus pensamientos divagantes al margen.
Si necesita profundizar, compute sus respiraciones. Cuente hasta diez
respiraciones, y a continuación empiece de nuevo. El enumerar mentalmente no es una
infracción en la disciplina de control del pensamiento. Cuando usted cuenta cada
número, arrastra la palabra mental sobre todo el proceso respiratorio individual. Por
ejemplo, acompañe la INHALACIÓN con cuidado contando (mentalmente)
"Unnooooo" (uno) a lo largo de toda la EXHALACIÓN. Conserve su mente clara
durante la próxima INHALACIÓN y cuente (mentalmente) "Doossssss" (dos) a lo
largo de toda la EXHALACIÓN.
Mientras usted está sosteniendo su mente clara, los pensamientos superficiales
intentarán colarse de nuevo. Cuando esto comience a suceder, (y siempre lo harán en
las primeras etapas) empuje de forma rápida y firme esta basura y arrójela afuera, antes
de que tengan la oportunidad de afianzarse y concretar su cometido (dispersión). Usted
mejorará estos procesos progresivamente con un poco de práctica y el transcurrir del
tiempo. Pronto será capaz de detectar la presión de esos pensamientos banales, y así
detenerlos antes de que tengan la oportunidad de formar palabras mentales reales
dentro de su mente superficial.
Al llegar a la etapa donde se puede sentir la presión de los pensamientos, ya
que están a punto de comenzar, usted ya ha conseguido algo realmente. A continuación,
puede empezar a empujarlos fuera antes de que se conviertan en auténticos.
Eventualmente, con una poco de práctica, usted será capaz de mantener su mente
superficial totalmente clara, como una pizarra en blanco. La presión de los
pensamientos que quieren incurrir seguirá intentándolo por algún tiempo, incluso
después de que los domine. Esta presión irá disminuyendo, sin embargo,
progresivamente, con la práctica regular y constante.

224
Ejemplo del Control del Pensamiento
Un pensamiento superficial: "Creo que será mejor que le compre un
nuevo collar anti pulgas al gato…"
Se convierte en: "Creo que será mejor que le compre un
nuevo collar ant…”
Cada vez mejor: "Creo que será mejor que le compre u..."
Ya falta poco: "Creo que será mejor q..." - Esta es la
presión de un pensamiento a punto de
comenzar
Casi lo consiguió: "Creo que será m…" – Disminuyendo la
presión
¡Perfecto!: "?" - No hay presión de pensamiento en
absoluto = mente superficial clara

Los ejercicios de control de pensamiento y de concentración, se deben


practicar todos los días durante al menos cinco minutos en total, y durante más tiempo
si le es posible. Estos pueden ensayarse en cualquier hora del día, y también
convertirlos en ejercicios más prolongados. (En momentos de espera, y aún en viaje, se
pueden poner en práctica también). A pesar de que esto puede ser difícil y frustrante en
las primeras etapas, con un poco de práctica organizada logrará que su mente
superficial se blanquee con muy poco esfuerzo y por períodos prolongados de tiempo.

La Mente Profunda
Una vez que la mente superficial se rinde y el diálogo interno es acallado,
experimentará un profundo silencio dentro, que puede sentirse un poco extraño al
principio; será algo así como estar solo en medio de un estadio deportivo que se está
desocupando rápidamente después de un gran espectáculo, y escuchar a medida que
queda paulatinamente en silencio, cuando todo el mundo se va. En un momento,
extrañará toda la acción y el bullicio, y de repente se sentirá raro y de alguna manera
desnaturalizadamente calmado y relajado. Esto se debe a que estos pensamientos
superficiales bulliciosos ahora aquietados, han ido desapareciendo de sus procedencias
y orígenes mentales para el resto de su vida. Se ha creado una especie de estilo forzado,
o una sensación de vacío, un silencio mental obligado en el interior de su mente. Este
logro importante requirió esfuerzo y concentración, que se suma a la clase de silencio
coercitivo de los sentimientos.
Tomará algún tiempo para que su mente más profunda se acostumbre a este
silencio mental y comience a relajarse y a expandirse, así que paciencia. Usted crecerá
acostumbrado a esto, y un día aprenderá a amar esta nueva situación más que a
cualquier otra cosa. Una vez que haya alcanzado el silencio interior, se puede pensar
más profundamente y enfocar su mente por completo en lo que está haciendo.
La crítica de los grupos religiosos para estas prácticas con relación a la
meditación y a la limpieza de la mente surge, creo yo, de que la gente saca
conclusiones falsas y sin sustento cuando escuchan términos como vaciamiento, vaciar
la mente, silenciar el interior, o compenetrarse con el silencio. Algunas personas
religiosas arraigadas a lo antiguo, sobre todo las dogmáticas y ortodoxas, afirman que

225
no es seguro vaciar la mente, porque piensan que de esta manera le damos una
oportunidad al demonio o a alguna entidad maligna para que entre y habite en ella.
Nada más ligado a la estupidez.
Si, sin embargo, se tiene en cuenta o se entiende lo difícil que es vaciar la
mente de su molde y mantenerla clara y despejada durante cualquier período de tiempo,
se hace evidente que este vacío sólo se logra a través de un esfuerzo mental
disciplinado. Usted está bloqueando sus propios pensamientos, y por lo tanto también
cualquier otro pensamiento que busque entrar en su mente. En cierto modo, los
meditadores se puede decir que ocupan sus mentes de “pensamientos silenciosos
estáticos”, y utilizan este precepto para suprimir todo pensamiento. La mente clara, o la
mente vacía, asociada a la meditación, puede considerarse con mayor precisión como
con un “pensamiento silencioso forzado”, lo que (con el tiempo y la práctica) se logrará
a través de un proceso cada vez más sencillo.
He encontrado que la práctica de mantener la mente clara a la fuerza, puede
ser una contramedida eficaz contra energías y pensamientos intrusivos, sin importar su
naturaleza u origen. Una entidad espiritual que quiera invadir o interferir mentalmente
con alguien, le resultaría mucho más fácil deslizarse e incurrir a través del diálogo
mental interno de esa persona, y esconderse entre las charlas banales y sin sentido de
una mente indisciplinada. Si esa mente superficial se mantiene clara y callada a través
de un esfuerzo mental disciplinado, no dará lugar a espíritus indeseables a ocultarse
detrás de ella.

Relajación y Concentración
Un fuerte esfuerzo mental puede generar una gran tensión física. El cuerpo
físico está íntimamente conectado con todos sus procesos mentales; lo que afecta a la
mente afecta al cuerpo físico hasta cierto punto. Aprender a concentrarse y relajarse al
mismo tiempo nos enseña a rechazar las acciones de la consciencia corporal y mental
de las físicas. Ser capaz de separar estos diferentes tipos de acciones, es muy
importante para conquistar las técnicas relacionadas con el trance, lo energético, la
consciencia corporal, y la proyección.
Los tres ejercicios siguientes están diseñados para mejorar la concentración y
el enfoque mental. Se pueden practicar en cualquier momento del día y en cualquier
lugar. Puede ensayarlos incluso mientras viaja hacia y desde el trabajo, en los tiempos
de espera, en los atascos de tráfico, y en cualquier otro momento libre durante el día
cuando usted esté obligado a no hacer nada. Simplemente tome una respiración
profunda, relájese un poco, y comience, estando de pie o sentado. Al menos uno de
estos ejercicios se debe hacer durante un par de minutos, varias veces al día. Cuanto
más a menudo se practiquen, más rápido se llegará a la concentración aguda, y el
enfoque mental mejorará.

Consciencia en un Solo Objeto

226
Escoja un objeto – un árbol, una silla, una imagen, una nube, un gato
(cualquier cosa) - y obsérvelo con cuidado, pero firmemente. No se concentre en
cualquier parte, deje que sus ojos miren con cuidado el conjunto del mismo. Utilice la
consciencia en la respiración para mantener su mente clara mientras hace esto,
arrojando sus pensamientos basura lejos. Mantenga este objetivo a la vista todo el
tiempo que pueda sin distraerse o permitir que ingresen pensamientos externos.
Concéntrese intensamente en el objeto elegido para la total exclusión de todo lo demás.
Sienta el objeto en su totalidad y su imagen incorporándose dentro de su mente,
mientras lo contempla. No permita que sus ojos o su frente se tensen. Continúe con este
proceso por tres minutos, o durante todo el tiempo que pueda.
Al finalizar este ejercicio, cierre los ojos y cúbralos rápidamente con las
palmas de las manos, dejando fuera toda incidencia de luz. Trate de mantener y
prolongar la fijación de la imagen residual a través de los ojos mentales durante todo el
tiempo que pueda. Trate de hacer que esta imagen residual se sustente vigorosamente.
Cuando se desvanezca la imagen remanente, conserve el recuerdo representado en sus
ojos mentales, imaginando los detalles de la misma manera como usted lo hace al
construir y sostener cualquier fantasía. Como alternativa, o si por casualidad es no
vidente, sostenga un objeto con ambas manos y siéntalo. Perciba su forma y textura y
ocupe completamente su mente con la imagen generada, sintiéndola con exclusión de
todo el resto. Algún objeto va a formarse sin duda.

Enfoque Puntual
Elija una pequeña mancha o marca en una pared y céntrese suave pero
firmemente en ella. Mantenga su mente clara y limpia de todo pensamiento. Use la
consciencia respiratoria para ayudarse a mantener la superficie de su mente impoluta.
Si usted se concentra y mira con atención, fijación y firmeza esa marca, un efecto
óptico de vez en cuando hará que su visión se oscurezca. Su visión irá oscureciéndose
en su derredor y en los bordes, eclipsando y distorsionando la imagen hasta que la
pierda temporalmente. No haga caso de esto, o simplemente parpadee y quite esa
alteración visual basura sin romper la concentración. Sus ojos volverán a la normalidad
tan pronto como abandone la concentración. Mantenga sus ojos y frente relajada, y esto
no va a suceder tan a menudo. Continúe durante tres minutos, o durante el tiempo que
pueda. Como alternativa, apoye la punta de un lápiz en la yema de un dedo, y presione
suavemente hasta que pueda sentir un pequeño pinchazo con la presión ejercida. Mueva
ahora su dedo ligeramente para hacer que este pequeño punto de presión continúe
sintiéndose. Concéntrese en este punto de presión y excluya todo lo demás, y
concéntrese en la respiración para mantener su mente clara de todo pensamiento ajeno.

Retención Post Imagen


Relájese, calme la mente, y mire fijamente a cualquier fuente de luz suave: la
luna, una vela, una bombilla de pocos vatios, una ventana abierta, etc. (Por supuesto, no
al sol o cualquier fuente de luz lo suficientemente brillante como para dañar sus ojos. Y
tenga en cuenta que estos ejercicios, si son aplicados de forma exagerada, pueden
causar fatiga visual o una cefalea tensional. Si esto sucede, trátelas como lo haría con

227
cualquier fatiga normal de ojos o cefalea). Contemple suave pero firmemente una
fuente de luz durante treinta segundos más o menos sin cambiar su fijación o punto de
enfoque. No apunte directamente sobre ella, sólo mírela fijamente. Utilice la
consciencia respiratoria para mantener su mente superficial clara mientras lo hace.
(Proceso o fenómeno fosfénico, explicado con detalle en capítulos anteriores).
Entonces cierre los ojos y rápidamente cúbralos con las palmas de las manos,
dejando fuera toda entrada de luz. Mantenga y acompañe la brillante imagen residual
que se ha generado en sus ojos mentales. Conserve esta proyección visual por el tiempo
que pueda. Trate de hacerla crecer y perdurar más cada vez. Si utiliza una ventana
abierta, trate de sostener también la imagen posterior del escenario visto a través de ella
y no sólo de la luz, utilizando su imaginación para recrearla y retroalimentarla.
Manipulando el enfoque de sus ojos detrás de sus párpados cerrados, afectará esta
imagen residual. Juegue con este encauzamiento hasta que encuentre qué ayuda en su
cerebro a retener y prolongar la persistencia de las imágenes. Como alternativa,
céntrese en la textura de algún objeto. Después de su memorización, mantenga la
percepción posterior en su mente durante el tiempo que pueda, sosteniéndola clara y
limpia, con consciencia en la respiración.

Consciencia Respiratoria
Por favor, preste especial atención a este ejercicio, porque la técnica de la
consciencia respiratoria se utiliza ampliamente en este libro.
Al igual que hicimos antes, inhale lenta y profundamente, y con regularidad,
por la nariz y exhale por la boca. Enfoque toda su consciencia sobre el mecanismo y la
acción en sí. Sienta el aliento entrando y saliendo de su cuerpo. Sienta el rozamiento
del aire atravesando las paredes y laterales de la nariz, circulando y traslocándose a
través de los conductos nasales, la faringe, la laringe, la garganta en sí, la tráquea, los
bronquios, y llenando el interior de los pulmones. Perciba y acompañe el fresco
oxígeno denso de la noche y note que se conduce a través de las partes internas de su
cuerpo. Mantenga su mente totalmente clara de todos los pensamientos superficiales,
mientras que hace esto. Su mente debe mantenerse como una pizarra en blanco. No
permita que ningún pensamiento superficial se origine ni se ponga en marcha. No
cuente sus respiraciones ni imagine algo con estos ejercicios. Enfoque toda su atención
únicamente en el flujo de aire adentrando y escapando de su cuerpo.
Observe y analice cuánto tiempo puede mantener esta situación sin pensar en
otra cosa en absoluto. Tome nota del tiempo que le demanda hacer esto, ya que esto
indicará cómo está progresando con los ejercicios. Continúe así durante tres minutos, o
durante el tiempo que pueda. Una vez que llegue a los tres minutos, será capaz de
mantener su mente totalmente clara por tiempo indefinido. El denuedo de hacer esto se
aliviará progresivamente con la práctica regular hasta que pueda lograrlo sin esfuerzo.

La Respiración en Colores
Comience a aplicar la consciencia respiratoria, como lo acabo de explicar.
Imagine que su color brillante favorito (cualquiera menos el negro, el marrón o el gris)
se introduce en su cuerpo a través de sus fosas nasales al INHALAR. Compenétrese con

228
este color (en sus ojos mentales) como si el aire que INHALA fuera una nube espumosa,
con su bruma vaporosa de colores, llena de vida y energía. Imagine esa misma nube,
oscura y de aire descolorido, dejando su cuerpo y sus órganos respiratorios al EXHALAR,
y al hacerlo, sienta esta tensión desprenderse de esa energía sucia y perjuriosa.
Concéntrese únicamente en esta operación y sostenga su mente totalmente clara e
inmune de todo pensamiento ajeno.
Este ejercicio en particular tiene la ventaja adicional de encausar un flujo de
energía atmosférica en el cuerpo y a través de los pulmones, lo cual es muy estimulante
y eficaz para la respuesta de vitalidad tanto física como mental. Prolongue esto por el
espacio de tres minutos, o durante todo el tiempo que pueda.
Como alternativa, o si no puede imaginar colores, en su lugar perciba un
perfume favorito, o utilice el aroma de un perfume real. Mantenga la percepción de este
aroma, cada vez que inhale y exhale.

Práctica
Silenciar la mente superficial puede parecer muy fácil, pero definitivamente
no es una cosa sencilla de aprender. Se necesita tiempo y práctica, y esto es una
absoluta necesidad para cualquier tipo de desarrollo interno serio. Durante las primeras
etapas de entrenamiento mental, si usted logra silenciar su mente superficial durante
más de diez segundos, es que su iniciación es bastante buena. Sin embargo, la
capacidad para despejar la mente superficial es muy progresiva, y la práctica regular lo
retribuirá con grandes beneficios. Trabajando seria y concienzudamente con
regularidad en esta habilidad, los diez segundos originales de silencio mental crecerán
rápidamente, transformándose en veinte, treinta, sesenta, ciento veinte segundos, etc.,
cada vez más, y más, y más, haciendo que este proceso llegue a ser totalmente natural
todo el tiempo.
Por favor, no se desanime si algunos de los ejercicios de este libro parecen
difíciles la primera vez que intenta practicarlos. Aprender algo nuevo puede ser
embrollado, pero todo se hace más fácil con la práctica regular en lo “oculto”. Trabajar
en estas habilidades de forma individual, le ahorrará gran cantidad de tiempo y esfuerzo
en el largo plazo. Recuerde que cualquier ejercicio o práctica que sea rehuida,
esquivada o mal trabajada durante las primeras etapas de desarrollo, detendrá todo
avance. Para ello será necesario retornar a lo básico, con el fin de hacer de nuevo lo que
ha sido eludido. Sólo haga lo mejor que pueda con estos ejercicios, y practique
regularmente. Pronto se encontrará logrando impresionantes y constantes progresos.

Auto Repetición de los Patrones o Modelos de


Pensamiento
Problemas de patrones de pensamientos auto-repetitivos surgen de vez en
cuando durante o como resultado de ejercicios de desarrollo mental. Esto le puede
suceder a cualquier persona en todo momento y sin ninguna razón aparente. Una línea
de una canción, una cantinela publicitaria, un poema, un fragmento de diálogo,
preocupaciones y trastornos o cosas similares, aparecen repentinamente en la mente
superficial, sin razón aparente. Comenzarán a repetirse una y otra y otra vez, hasta el

229
cansancio. En menor magnitud, este problema puede tomar la forma también de
fantasías o de imágenes en su memoria.
Esto puede ser un problema serio, exasperante, y frustrante. Hace que
cualquier tipo de trabajo mental serio, o incluso sencillamente dormir, sea virtualmente
imposible. Esto no es cosa de risa. He visto a personas perder días de sueño. También a
hombres adultos y mujeres que vierten lágrimas de frustración. También he visto a
niños golpeando sus cabezas contra puertas y paredes, tratando de silenciar los
susodichos patrones de pensamientos auto-repetitivos. Esto nunca debería suceder, pero
en caso de que se encuentre con una situación de estas, aquí está la solución, en cuatro
etapas.
Primera etapa: Despeje su mente a través de pura fuerza de voluntad, tal
como una pizarra en blanco, silenciando o acallando la repetición y despejando la
intromisión salvaje y brutal, mientras incorpora respiraciones profundas y vigorosas,
por el tiempo que le sea posible, apretando los dientes mental y físicamente si es
necesario.
Hostigue y ajetree su mente para obligarla a compenetrarse en obediencia
temporal, exudándola. Para esto, no se requiere de la relajación física. Ponga todo lo
que pueda de usted en esto y esté preparado para deshacerse de la perturbadora
enajenación mental alojada allí. Utilice la consciencia de la respiración para ayudarse,
según sea necesario. Este primer paso está diseñado para destacar el patrón de
pensamiento problema, además de ser un feroz y lacerante ejercicio (pero a su vez
excelente) para el control del pensamiento. Si esto corrige el problema, perfecto, pero si
el patrón de pensamiento malicioso persiste o se reanuda, continúe con la segunda
etapa.
Segunda Etapa: Sustituya el patrón de pensamiento malicioso tan pronto como
le sea posible después de que comience el proceso repetitivo, antes de que crezca y se
convierta en vehemente. ¡Interceda encarnizadamente para que no continúe!
Reemplácelo por un patrón de pensamiento simple, pero un poco más extenso y
deliberado, repitiéndolo frenéticamente en su mente, una y otra vez. Verbalice este
nuevo pensamiento en voz alta un par de veces, o cántelo, ya que así ayudará a
fortalecerlo. Concéntrese en repetir la sustitución creada hasta que sienta la presión
proveniente del debilitamiento del patrón de pensamiento original. El reemplazo
utilizado puede ser cualquier cosa, un fragmento de una canción, un verso, una
cancioncilla, un jingle, una oración, una afirmación, etc. Debería ser algo que fluya con
facilidad, o quizás alguna frase con rimas pueda trabajar mejor. Una vez que la cuestión
original comienza a debilitarse, sustituya el patrón de pensamiento reemplazado de
nuevo. Emplee cualquier cosa, pero a través siempre del patrón de pensamiento original
para este propósito. Repita la nueva muletilla hasta que la primera injerencia se
debilite. Si esto resuelve el problema, bien, pero si no es así, proceda con la tercera
fase.
Tercer Etapa: Si el problema original retorna, repita las etapas uno y dos, pero
aplicando el doble o incluso el triple de números de reemplazos utilizados. Abrevie la
muletilla ligeramente y utilice más entusiasmo y voluntad mental. ¡Tome una ducha y
cante en voz alta! Intente reemplazarlos en su conjunto, utilizando frases
progresivamente más cortas. Si cualquiera de las líneas sustitutas comienza a ser
redundante otra vez, repita el proceso completo con un nuevo patrón de pensamiento
como base. Esto también ayudará a relegar y apartar el obstáculo original. Evite el
patrón de pensamiento problema original: Nunca lo utilice como reemplazo.

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Cuarta Etapa: Despeje su mente superficial a través de pura fuerza de
voluntad y a través de la consciencia respiratoria, silenciando la repetición final
utilizada. Mantenga la mente clara, abandonada y lejos de cualquier patrón de
pensamiento redundante, incluso reemplácelos si es necesario. Por último, relájese y
deje que vuelva a la actividad de pensamiento normal. Si la mente superficial se
comporta así, puede dejar de luchar y volver a lo que al principio estaba haciendo, o
retorne al sueño. Pero manténgase alerta de patrones de pensamiento problema en el
futuro, tratándolos y enfrentándolos más rápidamente cuando aparezcan.
Repita estos pasos cuantas veces sea necesario para controlar el factor
problema. Como último recurso, utilice auriculares y escuche música, tan fuerte como
sea necesario, para amortiguar el patrón de pensamiento repetitivo. Esto se apoderará
de su mente superficial y fomentará el silencio. Continúe con este proceso por el
tiempo que sea necesario para superar el patrón de pensamiento repetitivo. Duerma con
los auriculares puestos. Prosiga reproduciendo música ininterrumpidamente o con un
contador de tiempo, si es necesario, pero no permita que el problema continúe sin ser
tratado. Este último método es el más recomendado para jóvenes o niños que no logran
discurrir ni concretar los ejercicios mentales anteriores.
Si el proceso falla y su mente todavía está plagada de pensamientos auto-
repetitivos, lo más probable es que no va a tener éxito con los ejercicios de desarrollo
mental serios en este período. Le sugiero que renuncie a ellos y trate de dormir un
poco, ver televisión o, trabaje en algo (lo que le parezca más apropiado), para sacar a su
mente de todo esto. Si no puede superar este problema, por lo general también
interferirá con su capacidad para conciliar el sueño. Si esto es lo que sucede y si
persiste, por favor trátelo como con cualquier síntoma asociado al insomnio, y no deje
de asesorarse con un médico familiar.
Las causales más comunes de la repetición de patrones, especialmente los que
contienen diálogos atormentadores e imágenes dolorosas de la vida real del pasado, son
el estrés y la ansiedad, generadas por conflictos internos de la vida sin resolver. Su
mente subconsciente está simplemente incurriendo por lo que considera que son
problemas graves, y está exigiendo que se traten y se combatan de manera inmediata.
Manipule estos problemas inteligentemente y la repetición de patrones de pensamiento
generalmente desaparecerán. Si, no obstante, no puede hacer frente por sí solo a esta
situación de no cortar con los pensamientos repetitivos arraigados y preestablecidos
firmemente en su mente, por favor, no dude en consultar a un médico profesional y siga
su consejo.

17. El Estado de Trance


Un trance es un estado muy simple y natural del ser, que se compenetra en
nosotros cuando el cuerpo físico se duerme mientras la mente permanece despierta. Y
esto es muy simple, la frecuencia de las ondas cerebrales se conmuta en respuesta al
cambio de nivel de la actividad mental. A menor actividad mental, más profundo será
el trance. Los niveles normales de consciencia causan mucha actividad bioeléctrica,
que es asociada al dinamismo despierto de la mente superficial, llamado: “nivel beta”.
Cuando se entra en el estado de trance, esta actividad es reducida significativamente,
causando muchas sensaciones físicas y mentales peculiares. Los cambios en la
actividad de las ondas cerebrales son medibles con un aparato denominado
“electroencefalograma” o EEG (por sus siglas en inglés).

231
El cerebro humano tiene dos mitades, dos hemisferios, cada lado asociado a
diferentes funciones y habilidades físicas y mentales. El lado izquierdo del cerebro es la
parte racional y lógica de resolución de problemas, mientras que el lado derecho es el
más emocional, es la parte creativa e intuitiva. Creo que el estado de trance hace que
estos dos hemisferios comiencen a trabajar juntos, sincronizándose más fuertemente de
lo que son capaces en el estado de vigilia normal.
Cuanto más permanezcamos en el estado de trance, la conexión entre los
hemisferios bioenergéticos se hace más fuerte, y entonces es más fácil que los dos
hemisferios puedan trabajar juntos. Cuando ambos están vinculados, la mente se
tranquiliza y entra en introspección, se vigoriza, fusiona y equilibra. Esto mejora y
realza la calidad del pensamiento, se profundiza y se abre a la inspiración, mientras
proporciona una gran claridad mental - aunque en un estado alterado de consciencia.
Un cuerpo físico profundamente relajado con una mente clara y despierta ejerce una
mayor influencia en este estado de trance asociado, que la que puede ocurrir
naturalmente.
Todos experimentamos esto cada noche, aunque sea brevemente, mientras nos
quedamos dormidos. La mayoría de la gente ni siquiera se da cuenta cuando sucede,
pero todo el mundo sabe lo bien que nos hace sentir. ¿Quién no disfruta de dormir? Del
mismo modo, ¿quién no goza de entrar en estado de trance? El trance es un estado
encantadoramente dichoso, confortable, porque libera al ser del estrés; es como
sumergirse en un agradable y cálido baño físico/mental en un spa.
Al dormirse usted encontrará, si observa con atención, que comienza a
perderse entre pensamientos confusos e impresiones. Su cuerpo empieza a sentirse
pesado, cálido y acogedor, y sus pensamientos se convierten en absurdos y sin sentido.
Esto pasa justo en la frontera del sueño, antes de perder completamente la coherencia y
caer en el olvido aparente del sueño. La sensación de pesadez del cuerpo es el signo de
que se ha entrado en estado de trance. La incoherencia mental, (en el caso de entrar en
el estado de trance mientras se queda dormido) es causada únicamente por el cansancio
físico y mental.
Una vez que el cuerpo físico se queda dormido, el centro de la consciencia
despierta se transfiere al cuerpo etérico. Este es el mejor concepto sobre un tipo de
proyección en el interior del cuerpo. La sensación de pesadez durante el estado de
trance indica que el centro de la consciencia despierta se ha desplazado un paso fuera
de su cuerpo físico y en el primero de sus cuerpos sutiles, su cuerpo etérico. Este
acompaña a la consciencia un paso más cerca del doble proyectado en tiempo real.
La próxima vez que se está quedando dormido, mantenga los antebrazos
verticales con los codos descansando cómodamente en la superficie de la cama. Esta
posición lo mantendrá despierto un poco más de lo normal. Observe lo que sucede
mientras se está quedando dormido. Usted experimentará el estado de trance por lo
menos durante unos minutos más de lo habitual antes de dormirse, y aún por más
tiempo, si no está demasiado cansado y puede mantener la concentración. Si se relaja y
utiliza la técnica de la respiración consciente mientras se queda dormido, en lugar de
permitir que su mente derive y divague, puede prolongar el proceso de la narcosis y
permanecer en el estado de trance aún más tiempo.
Como parte del entrenamiento para lograr la proyección, es necesario aprender
a poner su cuerpo a dormir sin dejar de estar mentalmente despierto y en control - en
otras palabras, sería como entrar en el estado de trance y permanecer despierto. Esto
puede ser un poco difícil al principio, pero no lo es en absoluto si usted sigue el

232
procedimiento correcto y obtiene un poco de práctica regular. El cansancio físico y
mental que, naturalmente, origina el estado de trance mientras nos quedamos dormidos,
puede ser reemplazado por un nivel profundo de relajación física y una mente
superficial clara.
Si usted se permite reaccionar ante los sonidos distractivos durante el trabajo
de trance, desarrollará una respuesta habitual a ellos, dando lugar fácilmente a agentes
de omisión, descuido e irritación. Esto puede afectar seriamente su capacidad de entrar
y mantener el estado de trance. Puede ser que necesite ayuda artificial tal como música
agradable de fondo para crear las condiciones ideales y poder entrar cuanto antes al
estado de trance con eficiencia. Esto hará que dependa de esas condiciones para
lograrlo. Una dependencia de este tipo es un hábito poco saludable, ya que hace que los
cimientos habituales del estado de trance sean débiles y sensibles, en lugar de fuertes y
resistentes.
Si usted es un principiante sin hábitos de trance, por favor preste atención a mi
consejo sobre esto. Acepte los sonidos y déjese arrastrar por ellos, sin tensión, reacción,
o queja mental en absoluto. Tolere y admita que suenen armónicamente y sin que lo
irriten. Observe las distracciones inevitables como valiosas oportunidades para poner a
prueba su capacidad de atención y concentración, como ondas sonoras chocando
suavemente sobre usted. Este problema se aliviará progresivamente con el tiempo y la
paciencia.
La necesidad de una calma y quietud totales lo llevará a la negación del placer
del trance meditativo al aire libre, por ejemplo, en medio de todas las infinitas y
maravillosas distracciones sonoras de la naturaleza: como el agua gorgoteando sobre
rocas, los ruidos de animales, el viento y las tormentas, las olas rompiendo en la playa,
los niños parloteando, y el coro dulce del canto de los pájaros en el amanecer. Estos son
un regalo de la naturaleza para todos nosotros, y pueden ser una compañía perfecta para
el estado meditativo del trance.

Diferentes Niveles de Trance


He dividido el estado de trance en tres niveles básicos, y he utilizado nombres
descriptivos de sensaciones (en lugar de los términos técnicos más comúnmente
utilizados como alfa, beta, theta y delta) para simplificar, y para ayudar a evitar
confusión mientras trabaje en estos niveles de trance. Le permitirá saber en qué nivel
de trance se encuentra simplemente observando las sensaciones que está
experimentando. Los tres niveles básicos de trance que doy aquí, se ofrecen como una
guía básica solamente para principiantes.
Trance Ligero
El trance ligero es lo que llamo el primer nivel de trance, muy similar al
estado de ensueño. Mientras se relaja, su cuerpo físico comienza a sentirse cálido,
acogedor, y letárgico. Sus párpados de repente pesan y sus ojos comienzan a nublarse y
difuminarse. Una oleada suave y cálida de pesadez fluye sobre usted. Su mente se torna
ligeramente borrosa y tiende a ir a la deriva. Tiene algo de dificultad para enfocar los
pensamientos, especialmente si está mentalmente cansado y con necesidad de dormir.
Los patrones de luz y color (imágenes hipnagógicas) se ven de vez en cuando
durante el estado de trance ligero. Visiones imaginativas mentales pueden observarse si

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el potencial clarividente natural está presente. Cosquilleos diseminados a las veces de
un escozor, en ocasiones se sienten en las zonas de la cara y el cuello, causados por el
movimiento de energía a través de las estructuras de soporte energético de los centros
de la frente y coronario. (El estado de trance en sí provoca un aumento en el flujo de
energía, por lo tanto, de ahí el resultado de las sensaciones).
Con este nivel de trance llega una leve sensación corpórea general de cálida y
confortable confusión y una ligera disociación del cuerpo físico y el entorno
circundante. El tiempo parece correr más despacio y los sonidos se manifiestan un poco
más fuertes y alejados de lo que realmente son. Una vez que el trance ligero se
estabiliza, se sostiene fácilmente durante largos períodos de tiempo. Y con él se puede
lograr una claridad mental interna, siempre y cuando el cansancio no sea un problema.
Este es el estado de trance generalmente más utilizado durante las meditaciones
matinales y las de grupos liderados. Si este nivel de trance va acompañado de un
profundo estado de relajación física, es muy probable que se alcance el desdoblamiento
y la proyección consciente.
A pesar de que este nivel de trance se sostiene de forma sencilla, es también
bastante delicado y fácil de romper. El movimiento físico, incluso de un pie y/o hablar,
debe ser lento y premeditado para sostenerlo.

Trance Completo
El estado de trance completo tiene muchas similitudes con el de trance ligero,
pero las sensaciones son más pronunciadas. Entrar al trance en pleno está marcado por
una oleada muy notable de pesadez corporal y una ligera sensación de caída. Esto viene
bastante rápidamente, como un torbellino cálido y pesado que fluye a través de usted,
que parece minar su fuerza física y mental, y su cuerpo es arrastrado y absorbido por el
sueño. Se necesitan en ese momento, concentración y enfoque mental para frenar la
caída de la mente dentro de las redes de la narcosis. Su sentido horario temporal
cambia, retardando o acelerándose, dependiendo de su nivel de cansancio mental. Si
está fatigado, el tiempo tiende a acelerarse; de lo contrario, tiende a menguar.
Notablemente, se convierte en un ente disociado de su cuerpo físico y su ambiente.
Su sentido experiencial del ambiente que lo rodea cambia considerablemente
en el momento que entra en el estado de trance completo. El entorno circundante se
siente como que se ha convertido de repente en mucho más amplio, más espeso y más
vacío. Los sonidos periféricos se ahogan o silencian, o se alejan; algo así como lo que
sucedería si metiese su cabeza dentro de una caja de cartón, sin ser tocado o distraído.
Podrá sentir sensaciones de cosquilleo profundo amortiguado en los huesos de
los brazos y las piernas si usted los mueve para aliviar su cuerpo físico durante el
trance, en similitud a lo que se siente cuando un brazo o una pierna se quedan
dormidos, pero sin dolor en absoluto. Algunos movimientos físicos siguen siendo
posibles, pero requieren más esfuerzo y se sienten como si estuvieran sucediendo en
cámara lenta. Si se las arregla para ponerse de pie durante el trance pleno (que no es
ninguna hazaña, pero sí posible), difícilmente pueda sentir sus piernas. Si usted puede
caminar (cosa también posible), sentirá como si lo estuviera haciendo sobre dos
enormes almohadas. Cualquier tipo de actividad física tiende a erosionar la profundidad
del trance, a menos que se proceda de una manera lenta y abstraída.

234
Los sonidos agudos causan una sensación incómoda en el estómago y el plexo
solar, lo que puede percibirse casi como un golpe o insuflación físicos, si usted se
permite reaccionar a ellos. (Esta hiperestesia o sensibilidad sonora se puede reducir
sólo por la experiencia adquirida a través de trances meditativos regulares). Sus
pensamientos comienzan a sentirse diferentes, más lentos de lo normal pero
extremadamente claros. Esto es causado por la obturación de su mente superficial, lo
que está revelando un nivel mental más profundo.
El sostenimiento de su mente clara y enfocada, es el verdadero truco para
mantenerse despierto y mentalmente funcional. Si no se concentra y alimenta la
concentración, usted tenderá a fantasear y derivar entre pensamientos frágiles y sin
sentido. La primera vez que comience a experimentar con los estados de trance, es
necesario concentrarse, sostener firmemente su mente despierta y no permitir que la
tensión física ni mental intervenga.
A veces, son observadas imágenes hipnagógicas detrás de los párpados
cerrados, en los ojos de la mente, al igual que visiones ocasionales. El proceso llamado
REM (por sus siglas en inglés) (movimiento ocular rápido) es una actividad que sucede
esporádicamente, pero cuando lo hace, provoca que los fragmentos de imágenes
soñadas se sumerjan en los ojos de la mente. Esto puede indicar déficit de sueño; es
decir, la mente física carece de energía, se ha quedado dormida, y ahora está soñando.
Si el efecto REM comienza, lo mejor que puede hacer es ignorarlo.
Normalmente va y viene en episodios de unos pocos minutos cada uno, o a veces más.
Esta impresión se percibe como que los ojos están revoloteando y oscilando bajo sus
párpados. Y puede ser muy molesto cuando sucede durante el estado de trance. Si se
convierte en un problema, frote suavemente los dedos de cada mano juntas y tome un
par de respiraciones profundas, estirando y moviendo su cuerpo levemente, para
reposicionarlo. Esta actividad física leve suele ser suficiente para detener la alteración
REM y obstruir o cerrar la mente al sueño, al tiempo que permite que el trance y el
proceso de desarrollo, continúen. Este procedimiento también le ayuda a reducir el
nivel de trance. Cuando el REM se detiene, cese todo movimiento físico y continúe con
el trance meditativo.
Usted pasará la mayor parte de su tiempo en algún lugar entre los estados de
trance ligero y trance completo. A medida que adquiera capacidad y experiencia, estos
niveles pueden variar. La capacidad de lograr el trance completo es muy renovadora y
progresista, como la mayoría de las habilidades desarrolladas. Esto tiene que ser
trabajado concienzudamente, y con la práctica regular y reiterada se puede llegar rápido
y fácilmente.

Trance Profundo
El trance profundo comienza con los síntomas del estado de trance completo,
los que se vuelven notablemente más pronunciados a medida que usted se retrotrae en
un nivel mucho más profundo. Hay vastas sensaciones extrañas asociadas con el trance
profundo, percibidas dentro de muchas combinaciones: las más comunes son frialdad
en todo el cuerpo y una sensación de caída continua.

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El estado de trance profundo no es peligroso. No puede hacerle daño más de lo
que puede el sueño profundo. Es muy difícil entrar en este estado, incluso
deliberadamente. No espere que le suceda espontánea o accidentalmente si todavía no
ha dominado el estado de trance completo. Pero los síntomas asociados con el trance
profundo a menudo son tan fuertes que pueden ser aterradores si usted no sabe lo que le
está sucediendo o si no está afianzado con ellos.
Si alguna vez se preocupa porque le parece que podría estar yendo demasiado
profundo en las prácticas, simplemente siéntase a sí mismo moviéndose hacia arriba,
girando lentamente la cabeza, activando la boca, los dedos de las manos y los pies, y
restaurando progresivamente el movimiento de su cuerpo, hasta que pueda
desprenderse del trance por completo. Si el movimiento le resulta extremadamente
difícil, o si se siente totalmente paralizado, es más probable que se haya proyectado,
perdiéndose el proceso de salida de su cuerpo; incluso debería haber experimentado las
clásicas vibraciones. En este caso, concéntrese en mover el dedo gordo de un pie. Esto
hará que la proyección se retrotraiga y la parálisis termine. Si todos los esfuerzos para
salir de trance profundo fallan, no se asuste ni entre en pánico. Simplemente
entréguese al sueño. Poco después se despertará, bien descansado y sin ningún efecto
de desgaste.

Requisitos para lograr el Trance


Para entrar en el estado de trance, se requieren tres cosas: relajación física
profunda, mente superficial clara, y técnica mental.

Relajación Física Profunda: Realice el ejercicio completo de relajación física


profunda (ver capítulo N° 15) hasta que esté físicamente relajado tanto como le sea
posible. Es aconsejable, especialmente para los principiantes, un poco de ejercicio
físico previo para conseguir estirar y relajar los músculos tensos, seguido de un baño o
ducha caliente.

Mente Superficial Clara: Permítase poner fin al ingreso de pensamientos, para


así distenderse y prepararse para los ejercicios de relajación; a continuación, desactive
su mente, centrándose en la consciencia respiratoria. Usted puede encontrar esto más
fácil de lograr si arremete eficientemente contra cualquier pensamiento apremiante que
su mente pueda absorber en este momento. Simplemente dedíqueles un momento,
dándole lugar a cada uno, para luego soltarlos. Esto aliviará enormemente la presión
del clamor de pensamientos.

Técnica Mental: Esta es una técnica de desaceleración mental rápida, para


acortar el tiempo que necesita para entrar en el estado de trance, en lugar de esperar a
que su cuerpo concilie el sueño bajo sus propias facultades. Centrándose en esto,
también ayudará a ocupar y mantener su mente superficial clara y despierta.

En todos los ejercicios de caída o descenso que se dan a continuación, utilice


su imaginación para construir los escenarios y sentir que el efecto buscado es cierta e
indudablemente real. Elabore la sensación de consciencia corporal interna completa lo
más impetuosa y enérgica que pueda. Evoque alguna escena de usted mismo haciendo

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algo similar, o tome algún pasaje que recuerde de una película. Utilice este silogismo
para volver a recrear la sensación en usted, parodiando la misma acción con su
imaginación. Sienta el acto de caer o descender (ya sea a través de una escalera, un
hoyo, un edificio, o una montaña); no sólo piense en la acción, trate de verla y
sintonizarla con sus ojos mentales conscientes.
Una vez que haya alcanzado un nivel de estado de trance, advertido por una
oleada de pesadez corporal y calidez, relájese y respire lenta y naturalmente. Mantenga
su mente clara - aferrándose y afirmándose al estado de trance obtenido – centrando y
enfocando una pequeña parte de su mente en la consciencia respiratoria. Si necesita
profundizar su nivel de trance, continúe con el ejercicio de caída mental hasta que lo
alcance.
He sugerido algunas alteraciones aquí. Por favor pruébelas a todas y encuentre
la más efectiva para usted, o la que más le calce.
Cuando encuentre una que se adapte, admítala. Esto le ayudará a programar su
mente subconsciente para reaccionar ante la técnica, auxiliándolo y motivándolo a
cambiar el proceso para llegar más fácil y rápidamente al estado de trance.
No es necesario que exagere los detalles imaginarios de los escenarios
utilizados en los ejercicios de descenso mental. La pared rocosa en el pozo por debajo
del ascensor, por ejemplo; sólo tiene que imaginar sin entrar en definiciones absurdas e
innecesarias, utilizando un difuminado movimiento descendente. Es el desplazamiento
hacia abajo y la sensación construida por su imaginación y percibida por su consciencia
corporal lo que hará que sus ondas cerebrales reduzcan su velocidad y frenen, acción
que dará lugar al estado de trance. No es el escenario imaginado en sí mismo lo que
elabora esta maniobra. La relajación física profunda y la técnica de desaceleración
mental, básicamente engañan a su mente subconsciente en el advenimiento del proceso
previo al sueño, mientras que usted todavía está completamente despierto.

Ascensor
Imagine que está en un ascensor con uno de sus laterales abierto - el lateral
que usted está figurándose - abierto a roca desnuda. Sienta que el ascensor comienza a
descender con usted en él. Imagínese que puede ver las caras rocosas del hueco del
ascensor que corren hacia arriba a medida que va descendiendo, cayendo más y más
profundo dentro del proceso de trance, a medida que avanza. Imagínese que este pozo
de roca tiene una textura irregular y características que puede recordar y ver fácilmente,
moviéndose hacia arriba frente a usted mientras el ascensor lo va transportando hacia
abajo, abajo, abajo.
Si le satisface la idea, puede imaginar que está viendo un gran número al pasar
un piso cada tantos segundos, y avanzar a través de ellos a medida que el ascensor se
descuelga más y más profundo. Traiga a su memoria la última vez que estuvo en un
ascensor, rememorando la sensación. Recuerde la ligera impresión de vértigo que le
atraviesa el estómago, a medida que baja. Recree en su mente esta percepción; siéntala
a través de su consciencia corporal. Prosiga imaginando y percibiendo este escenario,
mientras se asegura de que su cuerpo físico no sea cautivado por la tensión. Sienta su
cuerpo dejándose ir y hundiéndose más y más en el estado de trance, a medida que el
ascensor baja, baja, baja...

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Escalera
Imagine que usted está en una escalera. Recree los sentidos percibidos por la
consciencia corporal de los movimientos que involucran brazos y piernas, y poco a
poco y lentamente comience a bajar. Mueva un pie y su mano contraria a través de la
consciencia y baje un peldaño. A continuación, mueva el otro pie y su mano opuesta y
baje otro peldaño. Si esto es demasiado complejo, imagine que está aferrándose con las
manos a las barandas laterales de la escalera, y se desliza a través de estas, y que baja
solamente con los pies. Continúe descendiendo por la escalera, un peldaño por vez,
tomándose su tiempo para concentrarse en cada uno de ellos. Sienta el movimiento de
su cuerpo a medida que va bajando. Imagine una pared de roca o de ladrillos pasando, a
medida que avanza. Sea consciente de la textura del material, cómo se mueve hacia
arriba, y se aleja de usted a medida que avanza. Siéntase caer y caer más y más,
sumergiéndose en las fauces del trance, con cada paso hacia abajo que da.

Pasos
Imagine que está de pie en la cabecera de un largo tramo de escaleras, con
altos muros de piedra de ambos lados. Los escalones son amplios, imponentes,
profundos y empinados. Levante un pie imaginario a la vez - cuidando de sentirse a sí
mismo haciéndolo - y de el primer paso hacia abajo. Sienta el movimiento descendente
en su cuerpo, y cómo sus pies se desplazan uno a la vez, bajando cada escalón. Repita
esta acción, dando el siguiente paso hacia abajo, luego el siguiente y el siguiente.
Mientras va avanzando y dejándose caer por las escaleras, imagínese mirando la textura
de las paredes de piedra a ambos lados, y cómo esas imágenes se van alejando con un
movimiento ascendente a medida que baja peldaño por peldaño. Continúe con esto,
lenta y deliberadamente, sintiendo el movimiento y cayendo más y más dentro del
estado de trance, a medida que avanza. Cuente los pasos si quiere, lentamente, como si
estuviera enumerando sus respiraciones, "Unoooo, Dosssss, Tressss", etc., cayendo más
y más con cada exhalación.

Bajando por una Cuerda


Imagínese que usted está colgando de las manos de una cuerda fuerte y sus
piernas están envueltas firmemente alrededor de ella. Sus brazos son robustos y no hay
ninguna posibilidad de caer. Mueva una mano imaginaria hacia arriba, luego la otra,
descendiendo paso a paso por la cuerda, y deslizando las piernas enroscadas sin dejar
de sostenerse. Observe la textura de la cuerda frente a su rostro a medida que se va
escapando de sus manos hacia arriba. Continúe con esto, sintiendo el descenso y el
hundimiento en las profundidades, cayendo más y más en el estado de trance a medida
que cae.

Pluma

238
Imagine que usted es una pluma y está flotando suavemente, deslizándose
hacia abajo desde una gran altura. Siéntase cayendo suavemente, recreando la
sensación de descenso en su consciencia corporal cada vez que exhala y hunde los
pulmones. Siéntase ondulando y girando en el aire cuando inhala e hincha los
pulmones. Perciba la atmósfera a su alrededor; imagine la textura de las nubes blancas
en su entorno, en movimiento hacia arriba a medida que cae suavemente a través de
ellas. Continúe con esto, sintiéndose flotar y meciéndose suavemente hacia abajo, y
cayendo más y más en el estado de trance con cada respiración. Puede invertir el
sentido de las respiraciones según su necesidad y comodidad, dependiendo de cómo lo
aprecie más natural.

Anillos de Humo
Esta práctica se puede hacer desde cualquier posición, incluso caminando.
Imagine que sus pies están en el centro de anillos densos de humo, tan gruesos como
sus brazos. Imagine y sienta estos anillos de humo elevándose por encima de su cuerpo
y desaparecer arriba de su cabeza. Los anillos de humo son muy densos y se mueven
cerca de su cuerpo. Figúrese que usted puede percibir que se mueven sobre su piel a
medida que suben. Visualícese que puede ver estos anillos de humo a medida que
avanzan más allá de sus ojos. Los anillos de humo deben repetirse cada dos segundos
más o menos, pero esto puede variar para adaptarse a la persona. Perciba el ascenso de
los anillos de humo con su consciencia corporal, y vea como se dilatan regularmente a
medida que van subiendo a lo largo de su cuerpo. Advierta una sensación interna de
caída cuando estos anillos de humo imaginarios suben. Siéntase cayendo más y más
dentro del estado de trance con la caricia de cada anillo de humo que se eleva a lo largo
de todo cuerpo, uno a uno, de los pies a la cabeza.

Técnica de Trance Personalizado


Imagine cualquier escenario en el que esté familiarizado con lo que implica el
efecto de descenso, o cualquier tipo de movimiento hacia abajo o de sensación de
caída. Esto puede ser: una escalera mecánica, un tobogán de agua, una pértiga de un
bombero, un salto en paracaídas, montañismo, buceo acuático, cualquier cosa que
pueda inducir a su consciencia corporal a una caída natural o una sensación de
movimiento descendente.

Trance Invocado
A muchas personas les ayuda repetir una oración simple o mantra, una y otra
vez en su cabeza, como acompañamiento y apoyo de su técnica de trance de descenso
mental. Esto también ayuda a mantener la mente clara y bien enfocada, y con el tiempo
condicionarla para reaccionar ante la invocación. Se programará usted comenzar a caer
en el estado de trance cada vez que utiliza la oración o también puede ser una súplica.
Repita: "Abajo, abajo, abajo... profundo, más profundo, más profundo ", o algo similar,

239
lentamente y con calma y de manera elocuente. Repitiendo esto una y otra vez dentro
de su cabeza y sintiendo cómo cae abajo, abajo, abajo cada vez que la menciona.
Usted puede elaborar su propia invocación, pero fíjese de que su significado
sea sencillo, fácil de recordar y que se mimetice con el efecto buscado de descenso.
Con el tiempo, la oración será más y más eficaz, provocando un efecto condicionador
más vigoroso y perdurable.

Problemas Comunes con el Trance


La mayoría de las dificultades comunes referidas al trance, se derivan de las
tres áreas problemáticas principales que figuran a continuación. Estas devienen
principalmente de nuestro moderno estilo de vida occidental. Deben abordarse y
superarse antes de poder operar con éxito el estado de trance y sustentarlo lo
suficientemente fuerte como para lograr exitosamente la proyección consciente.

Quedarse Dormido durante el Trance


Este problema muy común por lo general es causado por déficit en el sueño.
Aunque usted pueda sentirse bien, siempre hay una posibilidad de que no haya estado
durmiendo lo suficiente, (la mayoría de las personas no lo hacen). Si goza de un
descanso desordenado, normalmente tendrá pocas probabilidades de entrar en el estado
de trance, incluso si alcanzó primero el estado de profunda relajación física, porque
está mentalmente cansado. Y por lo general tendrá problemas para mantener la
coherencia mental necesaria para que el estado de trance opere, una vez que se sumerja
en él. Su mente carecerá de vitalidad y no será capaz de sostenerla y dominarla.
Tenderá a perder el control muy fácilmente y a menudo acabará por quedarse dormido
durante la parte principal del trance meditativo.
Puede resultar más fácil inducir el estado de trance, cuando el cuerpo y la
mente estén cansados, pero la coherencia y el control mental durante el trance serán
muy limitados si un excedente de sueño está presente. Un compañero siempre presente
es el olvido del sueño en el trance, en caso de estar fatigado. Si está abatido y exhausto
en exceso, lo más lógico es que se genere un estado de trance natural. El trance,
después de todo, es un suceso totalmente innato que cada uno provoca mientras se
queda dormido. Debido a la falta de vitalidad mental, en este caso, el estado de trance
será demasiado inestable para permitir el suficiente control del operador para lograr
cualquier tipo de trabajo serio.
Muchas personas, cuando meditan, se encuentran que terminan de forma
natural después de un período de tiempo determinado. Por lo general tienen muy poca
consciencia del paso del tiempo, o incluso de lo que ocurre en su entorno durante la
mayor parte de sus trances meditativos. Ellas recuerdan que caen en trance y se sienten
totalmente dichosas de lograrlo, aunque sea por un rato, antes de volver a la tierra más
tarde, percibiéndose frescas y relajadas. Después de entrar en el estado de trance, lo que
simplemente han tenido es una siesta agradable con algo parecido a un trance suave.
La solución obvia es dormir más, y luego volver a la práctica de trance muy
despierto y fresco. Si esto es difícil, trate cambiando la hora del día para practicar los
ejercicios de trance. Hacerlo por ejemplo en la mañana, o justo después de una siesta

240
reparadora, por lo general resolverá la mayoría de los problemas relacionados con el
déficit de sueño.
Muchas personas se despiertan a una hora más o menos temprana para realizar
este propósito cada día. Se levantan, hacen un poco de ejercicio, se toman una ducha, y
a continuación, practican la meditación, el trance y los ejercicios para el desarrollo de
energía. Ellas encuentran la práctica del trance meditativo mucho más exitosa cuando
se hace temprano en la mañana, debido a una combinación de relajación física profunda
natural y un estado mental renovado, alimentados por una buena noche de sueño.
La relajación física profunda y una mente clara y fresca son ingredientes
esenciales para que la praxis sea ventajosa. Por estas mismas razones, los intentos de
proyección también suelen ser más exitosos en estas horas del día. Algunas personas
encuentran más fácil desdoblarse si se van a la cama temprano y ponen el despertador
para despertarse durante la noche. Inmediatamente que se desvelan, se aferran
profundamente al estado de relajación inducida por el sueño, y tratan seguidamente de
efectuar una proyección. En este caso, todos los ejercicios preliminares pueden ser
evitados, porque el ejecutante se enfoca directamente en la técnica de la proyección -
generalmente con buenos resultados. Este punto indica hasta dónde es importante la
relajación física profunda y el estado de trance estable para la proyección.

Incapacidad para Ingresar al Trance


La incapacidad para entrar en el estado de trance es generalmente causada por
un nivel insuficiente de relajación física profunda y/o por la mala concentración y
pobres habilidades. Ante cualquier problema relacionado al trance, examine e
identifique sus áreas débiles. A continuación, vuelva a leer las secciones pertinentes de
este libro y repita los ejercicios necesarios hasta que se rectifiquen estos problemas.
Practique, practique, practique, es mi mejor consejo aquí. Si usted ha recorrido
y practicado todos los ejercicios de esta sección, pero encuentra que todavía no puede
entrar en el estado de trance, por favor, no se rinda. Vuelva al principio y empiece de
nuevo, si es necesario.
Insista con las lecciones y ejercicios, uno a la vez, y no se apresure con ellos.
Esto puede parecer un proceso tedioso y laborioso, pero hay que ser paciente consigo
mismo y encontrar su tiempo. Todo el mundo tiene una estructura psicológica diferente
y es imposible generalizar, o comparar el progreso de una persona con otra.
No evalúe los avances logrados con los de otra persona. Tómese su tiempo y
trabaje a su propio ritmo. A algunos individuos les calzan los ejercicios de trance como
pez en el agua, mientras que otros encuentran que tienen efectivamente que trabajar
duro para alcanzar los niveles de relajación y claridad mental que el trance requiere.
Pero no dude de que puede dominar el estado de trance si aprende las habilidades
individuales correctamente y practica con regularidad.

Caer en Trance con Demasiada Facilidad


Este es un efecto secundario ocasional del trabajo de desarrollo a largo plazo.
Si una persona consume mucho tiempo en estado de trance, finalmente se convierte en
su segunda naturaleza y luego se alcanza muy fácilmente. Las personas con esta

241
tendencia, pueden encontrarse accidentalmente deslizándose dentro del estado de trance
muchas veces al día, estado que aparece y desaparece rápidamente. Si esto no se evita,
puede causar frecuentes disociaciones de la realidad, que es una forma poco saludable
de vivir. Y puede convertirse en un trastorno psicológico grave, y si no se aborda,
puede requerir tratamiento profesional.
Un déficit de sueño agravará este problema. La mejor manera de detener el
trance accidental es ser consciente de ello y observar el porqué, especialmente en los
momentos en que es más probable que ocurra; por ejemplo, al conducir, o al caminar,
detenerse y mirar un poco de televisión o cambiar de tarea, a la espera de que pase el
efecto. Esté listo para trabajar contra esto, arrastrando y arrojando el trance fuera de sí
mismo en el momento en que se siente cerca.
La actividad física y mental focalizada en nuestro entorno y en la gente que
nos rodea, es la mejor manera de evitar que accidentalmente caigamos bajo los efectos
del estado de trance. Si surge este problema, mi mejor consejo es tomar un descanso
intenso y hacer un lapsus en todos los ejercicios de desarrollo y meditación,
especialmente en los trabajos de trance, por unas semanas. Durante esta pausa,
concéntrese en la vida física y en sus actividades normales; póngase al día con respecto
a su descanso nocturno, y concrete todas las tareas singulares y las reuniones que usted
haya estado posponiendo durante todo este tiempo.

242
18. Preparándose para la Proyección
Proyectarse fuera del cuerpo conscientemente no es tan difícil como se cree
comúnmente. Es simplemente tener bien en cuenta ciertos factores, a saber: relajación
física profunda del cuerpo y despejar y blanquear la mente, y a continuación, activar y
desencadenar el reflejo de proyección con una técnica de desplazamiento. La mayoría
de la gente, si se prepara correctamente, disponiendo de algo de tiempo y esfuerzo en el
desarrollo de las habilidades necesarias, no tendrá problemas para lograr esto. Lo que
suceda a partir de ese momento en adelante, depende en gran medida de su energía, el
autocontrol, el equilibrio, la actitud, y la planificación inteligente.

El Trance y La Relajación Física Profunda


He encontrado que la mayoría de las personas fracasan con el desplazamiento
consciente de la proyección, ya sea por tener un problema con el estado de trance
(demasiado ligero, excesivamente profundo, o poco control) o porque han sido
desprolijos y descuidados a la hora de aprender y practicar la relajación física en su
totalidad – y/o por lo general, ambas cosas.
Es muy posible entrar en el estado de trance sin haber conseguido un nivel
profundo de relajación física, al igual que es también factible caer en las fauces del
sueño con tensión muscular todavía en el cuerpo físico. Esto, en sí mismo, puede
causar enormes problemas a los proyectores durante la fase de salida. Muchas personas
se apresuran o se saltean los ejercicios de relajación física profunda, creyendo a
menudo que están bien relajados, ya que pueden entrar en el estado de trance bastante
fácil y rápido. Y no entienden que el estado de trance, más el cansancio resultante de un
déficit de sueño, pueden anular la relajación física profunda, que es un requisito
imprescindible para entrar en el estado de trance.
Y pueden continuar con los intentos de proyección, pensando que están
haciendo todo correctamente, cuando en realidad no cumplen con los requisitos
mínimos. Esto puede ser muy frustrante, con una insospechada tensión física
estropeando lo que podría de otro modo ser una cadena de EFC exitosas.
Una y otra vez le digo a la gente - y una y otra vez parecen no escucharme -
"¡El verdadero secreto de la proyección exitosa es la relajación física profunda,
profunda, profunda!". Parece una respuesta demasiado simple para la solución, se
podría decir, pero es la pura verdad. Un trance intensamente normal fusionado con un
nivel profundo de relajación física es la mejor combinación para un desdoblamiento
suave y exitoso.
Un nivel de trance más acentuado de lo que la mayoría de la gente por lo
general parece alcanzar durante los intentos de proyección, permite una mayor claridad
de pensamiento. Esto hace que la separación sea más fácil, y proporcione un mejor
control durante y después de la salida. Mucha gente profundiza demasiado dentro del
estado de trance, por lo general debido a un déficit de sueño, entonces experimentan la
actividad llamada REM (por sus siglas en inglés) (movimientos oculares rápidos),
impresión de que estamos envueltos en una telaraña, y otras sensaciones como por
ejemplo vigorosos movimientos de energía, relacionados al trance, todo lo cual puede
convalidar en una gran distracción durante el proceso.

243
El Reflejo de Proyección
Cuando el balance energético entre el cuerpo físico, el cuerpo energético
expandido y la mente, alcanzan el punto crítico donde se puede producir la proyección,
un acontecimiento lleno de energía incorporada que yo llamo: el reflejo de proyección,
provoca la generación completa y la extrusión del doble proyectado.
El primer requisito es en favor de la consciencia, por el hecho de reflejarse en
el cuerpo etérico en expansión, como sucede cuando el cuerpo físico se queda dormido
o entra en estado de trance. Esto provoca un cambio interno de la consciencia en el
primer nivel del cuerpo sutil, el cuerpo etérico expandido, generándose internamente.
El sueño normal quita la consciencia despierta fuera de la ecuación de la proyección.
Con la mente despierta fuera de camino, y con seguridad dormida, la proyección del
doble en tiempo real se produce con suavidad y rapidez. El reflejo de la proyección es
en consecuencia desencadenado en forma natural y no causa sensaciones desagradables
de desdoblamiento que podrían despertar al durmiente.
No obstante si la mente despierta se mantiene coherente el tiempo suficiente,
en un estado de trance y profunda relajación, puede desencadenar este reflejo con
cualquier técnica de proyección. Una vez activado, el reflejo de proyección hace que el
resto del desplazamiento suceda en forma automática, e incluso difícil de detener.

Coacción o Tensión de Separación


Para proyectarse conscientemente fuera del cuerpo, es necesario cambiar y
mantener un punto fuerte de la consciencia fuera de los límites del cuerpo físico, con la
solidez y el tiempo suficientes como para desencadenar el reflejo de la proyección.
Todas las técnicas de proyección, si las analizamos, están diseñadas para desplazar de
alguna manera la consciencia fuera del cuerpo físico. Lógicamente, mientras más
animosa y más directa sea la acción sobre la consciencia, más tensión ejercerá sobre el
doble proyectado. Cuanta más coacción de separación sea ejercida, más rápida y fácil
se activará el reflejo de proyección.
Una de las técnicas de proyección más populares hoy en día consiste en
traslocar o trasladar las vibraciones. Se intenta así que el proyector se mude con su
mente, imaginando o visualizando haciendo esto, tratando de converger con las
vibraciones en algún lugar fuera de nuestro cuerpo físico e imaginándose a sí mismo
tratando de transbordar estas vibraciones, para provocar la proyección. Este proceso es
razonablemente eficaz, aunque creo que la idea de la existencia de las vibraciones
aparte del cuerpo físico, parece ilógica.
El factor que causa la tensión de separación es la acción del cuerpo-
consciencia exterior, extendiendo hacia afuera, lanzando o desplazando algo, tirando
de él. En realidad, no importa qué es lo que se está lanzando afuera, siempre y cuando
se esté sacando algo a través de la consciencia corporal. Las técnicas referidas a las
vibraciones, sin embargo, no son tan eficaces como las técnicas basadas en la
formación de imágenes táctiles, tales como la de la cuerda y otras dadas en los
capítulos venideros.
Las imágenes táctiles se pueden utilizar para imitar cualquier acción física
solo con la consciencia corporal, tanto dentro como fuera de los límites del cuerpo
físico. La más simple de las acciones, la más fácil y sencilla será centrarse o enfocarse

244
en el desplazamiento de la consciencia, y por lo tanto más fuerte será su efecto sobre el
doble proyectado. Operando con manos y brazos virtuales, protagonizaremos la acción
más asequible y vigorosa para mimetizar con la consciencia del cuerpo. La facilidad de
su empleo y la eficacia pura y transparente del obrar sencillo a través de las manos
conscientes se detalla en las unidades de entrenamiento dadas anteriormente en este
libro.
La mayoría de las técnicas de meditación y de inducción al trance, ejercen
algún grado de presión de separación en el doble proyectado. Cualquiera que sea la
técnica mental, todas están diseñadas para inducir algún tipo de movimiento interno en
el cuerpo físico, provocando su disociación y la pérdida de los niveles normales de la
consciencia despierta. Esto se hace generalmente a través de algún movimiento
imaginado o visualizado del tipo de caída o descenso.
Cualquier acción mental interna de movimiento descendente, motivará a que
la consciencia corporal se conmute o se trasloque ligeramente fuera de los confines del
cuerpo físico provocando una suave presión de separación sobre un amplio sector del
cuerpo. Estas acciones suelen ser al revés de lo que se necesita para desencadenar o
activar el reflejo de proyección. Es más como tratar de conseguir que el doble
proyectado se separe de su par físico por sus propios medios, en lugar de proyectarse.
Este tipo de operaciones inducirán el estado de trance, pero por lo general no
provocarán el reflejo de proyección, a menos que ocurra espontáneamente.

Las Consabidas Vibraciones


En mi opinión, las famosas vibraciones no son la causa de la proyección, sino
un síntoma de la actividad energética asociado a la generación interna del doble
proyectable. Cuando las condiciones energéticas están maduras para la proyección, el
cuerpo físico/etérico comienza a generar internamente su aspecto doble proyectable.
Esto provoca una actividad energética un poco mayor, sintiéndose en todo el cuerpo en
forma de vibraciones. Pero a pesar de que las sensaciones de zumbidos y vibraciones
son percibidas fuertemente en el cuerpo físico, no son vibraciones ni trepidaciones
físicas detectables. El cuerpo físico en realidad no se sacude ni zumba. Esto indica (a
mi entender) que este trepidar no proviene del cuerpo físico, sino que es percibido
solamente desde dentro del cuerpo etérico, o del doble proyectable que se está
generando.
A menudo, las vibraciones comienzan mucho antes de que ocurra realmente la
proyección. Las vibraciones a menudo se localizan en distintas partes del cuerpo físico,
lo que indica que el doble proyectable se está generando por porciones. Por ejemplo, si
sólo las piernas y la parte inferior del torso están vibrando, entonces el doble
proyectable se está generando solo en esos sectores por el momento. En situaciones
como esta, los proyectores a menudo sienten las piernas o los brazos flotando sueltos y
moviéndose fuera de los límites del cuerpo físico.
Cuando las vibraciones se sienten sólo en una parte del cuerpo, es indicio de
que esa sola parte ha llegado a la relajación profunda y está en el estado de excitación
energética requerida para que ocurra la proyección. Las partes que no están vibrando,
por lo tanto, debemos sospechar de que no están listas para la proyección, posiblemente
debido a la tensión física, oculta en esas áreas. Muchas personas se encuentran
adheridas a un sector de su cuerpo físico durante la salida. También a menudo

245
experimentan dolor y molestias en estas áreas atascadas si continúan tratando de forzar
el desplazamiento de su cuerpo sin tener este factor en cuenta. Me permito sugerir aquí
que la falta de una correcta, total y profunda relajación física es el principal factor que
contribuye en este usual problema.
Salud y Capacidad de Proyección
Mientras que la condición física no es definitivamente un precursor necesario
para la proyección consciente, puede ser de gran ayuda. Un razonable estado físico
hace que sea más fácil alcanzar y mantener un nivel profundo de relajación física y de
estado de trance. Un cuerpo físico saludable por lo general, está alejado de las
consecuencias ocasionadas por molestias en la garganta, tos, calambres y problemas de
circulación. Dificultades como la asfixia nocturna, también pueden causar trastornos o
agravar un organismo saludable, y esto puede tener una influencia negativa en la
capacidad proyectable.
La mala salud y un deterioro físico no impiden la proyección consciente.
Algunas enfermedades pueden incluso facilitarla. Para compensar una enfermedad o
una dolencia, quizás haya que modificar las técnicas de proyección, especialmente la
posición empleada de reposo. Por ejemplo, si la tos es un problema, una posición de
proyección más enhiesta o hirsuta ayudará a aliviar la molestia. Si tenemos mala
circulación, deberemos prestar más atención al relleno del colchón de la cama o la silla
utilizada. Para los calambres musculares o de la columna vertebral, la posición y el
relleno de los asientos o colchones utilizados durante los intentos de proyección,
necesitarán ser modificados para proporcionar un mejor apoyo. Si tenemos un
problema grave de salud o una discapacidad importante, puede ser prudente consultar a
un médico fisioterapeuta o quiropráctico, sin necesidad de dar demasiadas
explicaciones de por qué estamos buscando una mayor comodidad. Puede simplemente
citar incluso el deseo de una profunda relajación física.

Posición y Comodidad para la EFC


La posición de reposo del cuerpo físico durante los intentos de proyección,
puede engendrar un efecto importante en lo que suceda antes, durante, y después de una
proyección. Acostado boca abajo en su propia cama, cómodo en esa posición durante el
sueño natural, no es el escenario ideal para proyectarse conscientemente. Todos
estamos condicionados a caer dormidos cuando nos sumergimos en la cama - lo que
aumenta la probabilidad de perder los recuerdos espejo si se produce la proyección. Yo
recomiendo ya sea usar otra habitación para la proyección, o cambiar la posición de la
cama que se utiliza. Si el cambio no es posible, relaje su cabeza en el otro extremo de la
cama. Es también posible condicionarse para la proyección mediante el uso de una luz
de color de baja potencia, tal vez con un incienso favorito. Si se utilizan estos artilugios
sólo cuando los intentos de proyección se van a realizar, no tardarán en convertirse en
condicionadores para tal fin.
Yo siempre recomiendo una posición de sentado o semisentado para la
proyección, si es posible. No sólo es más fácil proyectarse desde una posición de ese
tipo, sino que también es más factible recordarla después del evento. Sentado ayuda a
superar varios problemas asociados a la pérdida de la memoria espejo, causados por
caer rápidamente en las fauces de un sueño profundo durante una proyección. Si alguna

246
vez ha dormido en una silla, notará que no lo hace tan profunda ni intensamente como
con la comodidad de su propia cama. Agrego también que es mucho más fácil
despertarse y levantarse de una posición sentada o semisentada, del mismo modo que
es más fácil mantenerse despierto mientras sostiene el estado de trance en esa posición.
Esto también hace que sea más asequible, si ha caído dormido
accidentalmente, darse cuenta y reaccionar a las sensaciones energéticas que advierten
el retorno del doble proyectado durante el arribo y la reintegración.
Hay varias formas de adaptar la posición de sentado o semisentado a su
situación y necesidades. Tenga en cuenta que usted se está preparando para una
proyección, y no para una noche de sueño placentero. Si bien la comodidad es
importante, la capacidad de relajar profundamente el cuerpo físico mientras sustenta la
mente despierta, lo es mucho más. Un poco de malestar puede ser una buena alternativa
para este acontecimiento.
Un sillón reclinable funciona bien para este caso, siempre y cuando tenga un
discreto soporte para la espalda y el cuello y con el agregado de una almohada para sus
pies. Si utiliza una butaca sencilla, sugiero poner una guía telefónica o un ladrillo en la
angulación. Esto evita que la cabeza se balancee hacia delante sobre el pecho y ayuda a
sortear problemas de respiración.
Use almohadas o cojines para asegurarse de que el cuello y la espalda baja
estén soportados correctamente. También puede colocar almohadas debajo de los
brazos y las manos para aumentar su comodidad. Si la parte trasera de la butaca es
demasiado baja y no proporciona soporte para el cuello, posiciónela contra una pared y
coloque otra almohada detrás de la cabeza para apoyarla. Use ropa suelta y cómoda y
calcetines flojos - dependiendo de la temperatura local, por supuesto. Un chándal de
gran tamaño es ideal. Si la habitación es fría, es mejor utilizar un calefactor. Si los
insectos son un problema potencial, fumigue la habitación a fondo primero o use
mosquiteros y repelente de insectos.
Si no tiene la posibilidad de utilizar un sillón, quizás una reposera reclinable o
un colchón inflable junto a la piscina podrían sustituirlo. Utilice almohadas para
aumentar la comodidad de sus brazos, piernas y cuello.
Probablemente el método más sencillo y conveniente sería acomodarse como
si estuviera por tomar el desayuno en la cama. Usted no quisiera estar demasiado
vertical, ya que esto puede resultar incómodo. Ni tampoco en posición demasiado
horizontal. Le sugiero que pruebe con una angulación aproximada de 45 grados y, a
continuación, vaya variándola para adaptarse. Una cama de hospital con un respaldo
ajustable sería perfecta, si pudiera conseguir una. Las colchas no deben ser tan pesadas
como para causar malestar.
Utilice varias almohadas para apoyar la cabeza en la cama, o use un colchón
de espuma densa reforzada y algunas almohadas. O puede cortar un trozo de goma
espuma reforzada, con su forma y tamaño (es bastante barata en las tiendas mayoristas
que proveen este tipo de artículos), o utilice, en su defecto, una bolsa de fideos frescos.
Es importante que su cuerpo esté bien apoyado y no tienda a caerse o
deslizarse, o que busque acalambrarse cuando esté profundamente relajado. La mala
postura provoca tensiones y finalmente conduce al dolor molesto o puede inferir en
movimientos involuntarios para aliviarlos, aparte de los problemas de circulación,
cualquiera de los cuales podrá romper el estado de relajación profunda.
Desconecte el teléfono o baje su volumen, descuélguelo o configure un
contestador para recibir llamadas en silencio. La mayor parte de los ruidos de fondo se

247
pueden menguar mediante el uso del llamado "ruido blanco". Simplemente sintonice
una frecuencia o canal de radio o televisión donde no haya transmisión ni estación.
Suba el volumen hasta que el silbido (estática) o ruido blanco cubra los ruidos de
fondo. No recomiendo que reproduzca música durante las tentativas de proyección,
porque generalmente distrae y puede provocar respuestas emocionales y tensión, que
arruinarán los intentos. Pero las grabaciones prolongadas de sonidos naturales como la
lluvia o el viento, etc., son una alternativa aceptable.
Los tapones para los oídos o auriculares cómodos también ayudan a eliminar
el ruido de fondo. Al practicar ejercicios de trance en lugares bastante ruidosos – como
ser: mirando televisión – deberá ejercer una dosis extra de voluntad que, con la
práctica, permitirá ignorar totalmente los ruidos que distraen, haciendo que la
proyección sea posible, incluso cuando la calma y el silencio totales no se pueden
lograr.
Por último, ya que el miedo causado por la falta de iluminación adecuada es
un factor importante que contribuye en contra del proceso de proyección, sugiero que
utilice una luz de noche o una lámpara con una bombilla de pocos vatios. Muchas
personas se encuentran en la oscuridad tenebrosa una vez que salen, y abortan la
experiencia poco después, simplemente porque la oscuridad hace que todo parezca
siniestro. Incluso el miedo exiguo a la oscuridad, añadido al desconocimiento de lo
nuevo y la inquietud natural causada por estar en un medio ambiente fuera del cuerpo,
es una receta infalible para la ansiedad y el temor. La mejor manera de superarlo, es
proyectarse durante el día. Temprano en la mañana, justo después del amanecer, es
probablemente el momento más adecuado para la mayoría de la gente que trabaja.
Por cierto, los ojos del cuerpo físico deben mantenerse cerrados en todo
momento durante los ejercicios de EFC y los intentos de proyección. Esto puede sonar
obvio para la mayoría de la gente, pero he tenido un gran número de consultas en los
últimos años con respecto a este punto. El doble proyectado obtendrá la visión en
tiempo real justo antes o durante la salida. No hay necesidad de abrir los ojos del doble
proyectado, o hacer cualquier otra cosa asociada a esto, después de abandonar el cuerpo
físico.

EFC o Sueño Lúcido


La posición de reposo del cuerpo físico puede incidir no solo en el descanso,
sino también en el tipo de experiencia que se producirá. Esto no afecta a todas las
personas, pero definitivamente vale la pena mencionarlo. Mucha gente, incluido yo
mismo, tienen dificultades para proyectarse mientras están echados de lado o
acurrucados.
Debo estar acostado boca arriba o sentado en una silla, o cualquier variación
entre estas dos posiciones. Para la proyección, yo prefiero un sillón reclinable, con una
angulación cercana a los veinticinco grados de la vertical. Si me enrosco o imito una
posición fetal, y sobre todo de costado en la cama o en un sillón reclinable, no demoro
en quedarme dormido o tener un sueño lúcido. Por alguna razón, mi cuerpo tiene que
estar en una posición horizontal o vertical para facilitar la proyección, aunque no
parece importar si mi cabeza descansa recta o ligeramente a uno u otro lado.
Sospecho que la posición física recurrente para los sueños lúcidos y EFC
puede variar de persona en persona. Esto, quizás, desempeñe un papel importante en

248
los intentos iniciales de proyección, especialmente si la intensidad de este efecto es
desconocida. Si la posición de descanso lo afecta como a mí, podría evitar que se
proyecte. Le sugiero variar la postura poco después de repetidos intentos fallidos, o si
para conciliar el sueño es un problema, sólo ver si esto tiene algún efecto.

19. Técnica de la Proyección


El hecho de poder lograr la proyección consciente requiere cultivar un
delicado acto de equilibrio mental y físico. Esto se puede comparar a un bebé
aprendiendo a caminar. Un bebé tiene que tratar de lidiar con la gravedad, el peso
corporal y el equilibrio, y debe coordinar muchos músculos subdesarrollados, nervios,
habilidades y capacidades, todo al mismo tiempo. Las primeras veces que los bebés
tratan de ponerse de pie, se tambalean y caen porque su cerebro no sabe cómo
coordinar todo holísticamente.
Del mismo modo, durante los primeros intentos de proyección consciente, los
aspirantes intentan mantener un estado de relajación física y mental profunda, al
intentar exteriorizar la esencia de la consciencia corporal, al mismo tiempo de batallar
con algunas sensaciones energéticas significativas. Hay tantas cosas nuevas que
recorrer, experimentar y adoptar, y éstas deben ser practicadas hasta el hartazgo para
que se ajusten a su norma exacta; mientras tanto, la vida transcurre y otras cosas pasan,
de las que tenemos que lidiar, por lo que es muy fácil perder el control y caer de nuevo
en el estado de vigilia.
La correcta aplicación de las destrezas y habilidades que conforman la
proyección puede llevar un tiempo prolongado. No caiga en el desánimo. El cerebro
aprende a coordinar mejor múltiples tareas a través del esfuerzo aplicado y la práctica
regular. Mientras más tiempo invirtamos tratando con la práctica del desdoblamiento,
más rápido el cerebro llegará a compaginar todo y los ejercicios se tornarán cada vez
más y más asequibles.
Antes de intentar cualquiera de las técnicas de proyección descritas en los
capítulos siguientes, consulte las unidades de capacitación y desarrollo anteriormente
detalladas en este libro. Toda la terminología requerida, los aspectos de fondo y las
técnicas, están aquí.

Aflojamiento del Cuerpo Proyectable


El aflojamiento del cuerpo proyectable implica desplazar temporalmente la
consciencia corporal fuera de los límites del cuerpo físico con sencillos ejercicios de
sensibilización. Los siguientes están diseñados para liberar el doble proyectable.
También el proyector los puede utilizar para las acciones de exteriorización de la
consciencia corporal durante la relajación física profunda y/o el estado de trance,
fenómenos que se recomiendan para estos ejercicios, pero también se pueden practicar
desde un estado de relajación suave, y aun así lograr buenos resultados. Los ejercicios
son muy sencillos de transitar y son capaces de desencadenar o activar las EFC sin
duda, así que prepárese. Si esto le sucede, o si logra una proyección parcial, utilice el
ejercicio que desencadenó lo buscado, y manténgalo como base de su principal técnica

249
de proyección, o adáptela y combínela con un método similar. Con relación a este tema
de la proyección, si ensayamos algo que funciona, debemos anexarlo y construir desde
su base, ¡para lograr así potenciar el resultado mediante el cultivo comprometido y la
insistencia!

Pérdida de la Acción de Rebote


Póngase en el estado requerido para la proyección con su cuerpo y mente
profundamente relajados. Lo ideal es usar las técnicas de relajación física profunda y
las de inducción al trance; a continuación, aplique el circuito de energía de cuerpo
completo durante un par de minutos. Utilice solo sus centros primarios para este
ejercicio. Perciba el entorno alrededor de usted con su mente e imaginación, y
construya una imagen de él en sus ojos mentales. Haciendo uso de la memoria, tome
nota de cómo se vería el espacio que lo circunda desde su posición, si sus ojos
estuviesen abiertos: la ubicación de la puerta, la ventana, el techo, las paredes y los
muebles. Haga una observación holística y memorice todo antes de comenzar.
Inicie una acción de rebote de la consciencia de cuerpo completo desde la
cabeza a los pies, los brazos descansando cómodamente a los lados (véase el capítulo
N° 12). Continúe hasta que advierta una velocidad de rebote cómoda y rítmica. A
continuación, amplíe su punto de consciencia - la parte de la consciencia que está
haciendo rebotar a través de su cuerpo - hacia fuera más allá de la cabeza y los pies
hasta que perciba que rebota en el techo frente a usted y en el piso por debajo, si está
acostado. Si está sentado, hágala rebotar desde el suelo, a través de su cuerpo, hasta el
techo por encima de usted, y luego hacia debajo de nuevo a través de su cuerpo al
suelo. Repita esto como una acción de rebote continuo. Ajuste el ángulo de la acción de
rebote para que esté directamente en línea con su torso.

Fig. 23. Dos acciones de rebote


para aligerar el doble proyectable

A medida que su consciencia rebota en la pared, el techo y el suelo, utilizando


la imaginación en base a su memoria, aprecie y sienta cada superficie, como si
estuviese más cerca. Vea estas texturas como si sen hallasen realmente allí, justo al
lado suyo. Trate de sentir como si realmente estuviese allí. Sea consciente del cambio
espacial y de su nueva posición de su cuerpo físico, las paredes, puertas, ventanas y
muebles se visualizan en ese único y determinado momento y su consciencia rebota en

250
cada superficie. Cree una instantánea de esta nueva posición en sus ojos mentales cada
vez que rebota su consciencia en cada superficie. Sienta verdaderamente estar allí,
fuera de su cuerpo físico por un momento.
Si tiene problemas con esto, pegue pequeños objetos en el techo y las paredes
y memorícelos para vincularlos. Vuelva a crear esas imágenes con su imaginación en
los ojos de la mente, durante estos ejercicios. Antes de comenzar, si quiere, coloque su
rostro contra estos objetivos, para que realmente pueda lograr la sensación de cada
posición. Memorice lo que se siente como si realmente estuviese allí. Instantáneamente
recree esta sensación al final de cada rebote.
Una vez que tenga la acción de rebote en marcha, preste más atención a su
consciencia rebotando en la pared o el techo que en la de su consciencia pasando a
través de su cuerpo físico. Una vez que su consciencia corporal esté trabajando fuera de
su cuerpo físico, la percepción de sí mismo debe permitirse deslizarse suavemente en el
entorno.
El siguiente paso es hacer rebotar su punto de consciencia de su cuerpo en
línea con su cara y con los ojos, como si estuviesen abiertos y mirando al frente. Si está
acostado, rebote varias veces con el techo encima de usted, luego hacia abajo a través
de su cara hasta el suelo, debajo de la cama. Si está sentado, rebote varias veces en la
pared de enfrente, entonces dé vuelta a través de su cara y rebote en la pared detrás
suyo. Nuevamente, una vez que esta acción de rebote está en marcha, va a permitir que
la percepción de su cuerpo físico se deslice a un segundo plano y se concentre en la
acción exterior de rebote.
Como he dicho, esta técnica de rebote puede desencadenar el reflejo de la
proyección por su cuenta. Las técnicas de rebote también son útiles para lograr la
observancia y la percepción de la proyección sin tener que acercarse demasiado a la
salida. La técnica de rebote desplaza instantáneamente su punto de consciencia fuera de
su cuerpo físico, haciendo algo así como una breve proyección, de bajo impulso cada
vez que el punto de la consciencia rebote, en una superficie. Repita este ejercicio
durante el tiempo que desee, antes de continuar con el intento de una proyección real.

Aflojamiento de la Respiración
Póngase en el estado requerido para la proyección. Perciba el ambiente que lo
rodea y tome nota de su disposición espacial. Concentre su consciencia en la acción
respiratoria y siéntase a sí mismo respirando lenta y naturalmente en cada inhalación y
exhalación.
Al inspirar, siéntase expandiéndose hacia afuera, y cómo sus pulmones se
llenan a capacidad plena, como si su cuerpo físico fuese rápidamente extendido hacia el
exterior, como un globo. Sienta la sala cómo se reduce a su alrededor, a medida que se
expande para abarcarla. Al final de la respiración, trate de sentir su consciencia
ocupando la capacidad de toda la habitación.
Al exhalar, sienta la reducción en sí mismo, como un globo al colapsar. Sienta
el ambiente que lo rodea expandiéndose rápidamente lejos de usted a medida que se
empequeñece más y más. Al completar la exhalación, sienta brevemente las
coordenadas espaciales de las baldosas del cuarto que están muy, muy lejanas, como si
fueran un punto minúsculo en la consciencia, una chispa diminuta en un espacio

251
gigante. Repita este ejercicio durante el tiempo que desee, antes de continuar con un
intento de proyección completa.

Aflojamiento Giratorio
Cualquier acción de la consciencia corporal que consolide un punto de la
consciencia en el exterior del cuerpo físico, es extremadamente difícil de mantener, si
se sostiene en un solo lugar. Es, sin embargo, bastante fácil generar un punto de
consciencia si este se mantiene en movimiento. El movimiento engaña a la mente
momentáneamente para que acepte un punto de consciencia exterior.
Póngase en el estado requerido para la proyección. Rebote su punto de
consciencia, al nivel de los ojos, de ida y vuelta a la pared o al techo directamente en
frente de usted un par de veces. Mueva su punto de consciencia en el sentido de las
agujas del reloj en torno a las baldosas de la habitación, tocando brevemente la
superficie de cada pared, techo y suelo cuando pasa. Circunde la habitación
continuamente, tomando uno a tres segundos por cada circuito.
La velocidad puede variarse para adaptarse a lo que sienta más natural. A
medida que su punto de consciencia rodea la habitación, sienta como se desliza y peina
suavemente las paredes interiores. Esté atento y manténgase al tanto de su cambio de
perspectiva en la sala y cómo su punto de consciencia gira a su alrededor. Perciba en
usted mismo su punto de consciencia girando alrededor de la habitación. Trate de sentir
sus coordenadas espaciales cambiando a su alrededor, en el exterior de su cuerpo, a
medida que gira.
Siéntase dando vueltas dentro de su cuerpo y cómo se mueve a medida que
gira, el entorno que lo rodea. Perciba el giro estable a una velocidad de la que se sienta
más cómodo. Si continúa con esto, su mente en algún momento será engañada y creerá
en realidad que está girando fuera de su cuerpo. Cuando esto suceda, sentirá una
sensación de caída momentánea dentro de usted mismo, un breve estado vertiginoso
que normalmente va a extinguirse muchas veces durante el uso de esta técnica, la cual
puede desencadenar el reflejo de la proyección tan buscado, así que estese listo.

Fig. 24 Acción de a-
flojamiento giratorio

Aflojamiento a través de la Imaginación


Por favor, tómese el tiempo necesario para el siguiente ejercicio. Hágalo
lentamente y a fondo. Póngase en el estado requerido para la proyección. Cuando usted
esté sosegado y ensimismado, imagínese como poco a poco saliendo de su cuerpo y

252
flotando cerca de la puerta de su habitación. Sienta y sea consciente de que su cuerpo
todavía está en la cama o sentado detrás de usted a medida que flota y se aleja.
Muévase a través de su puerta, como si estuviera realmente proyectándose, y percíbase
flotando fuera de su cuerpo físico y moviéndose por la casa, imaginando tantos detalles
como le sea posible, a medida que avanza. Observe en las habitaciones contiguas; a
continuación, salga y camine lejos a lo largo de la calle. Vaya tan lejos como su
memoria lo lleve con cierta precisión. Esta visión imaginaria no tiene que ser perfecta.
Deténgase y examine brevemente los puntos de interés a lo largo del camino.
A medida que avanza, trate de sentir estar lejos de su cuerpo físico realmente,
consciente de dónde se hallaría en relación con su ubicación remota imaginada. Esto es
difícil de mantener, lo sé, pero el movimiento ayuda, a fin de mantener el
desplazamiento de su doble imaginario en todo momento, para aliviar la presión
mental. Momentos ocurrirán durante este ejercicio donde notará de repente que
experimenta la sensación de estar realmente en el imaginario de sí mismo. Esto causará
una sensación de caída momentánea, a menudo acompañada de una brizna de energía a
través de su estómago y pecho. Esta es una muy buena señal y demuestra que está
exteriorizando con éxito su consciencia y ejerciendo una gran presión en su doble
proyectable. Esa pizca de energía indica que se está generando sin duda el doble
proyectable.
Una vez que pueda imaginarse como estando fuera del cuerpo físico, también
podrá figurarse volar o proyectarse al instante a otros lugares conocidos, pero distantes,
como ser otras casas o pueblos. Imagínese flotando en el aire y que vuela por los
aledaños. Imagine cómo sería este fenómeno y cómo se vería el mundo desde allá
arriba en el cielo. Percíbase a sí mismo en este instante proyectándose a otro lugar.
Perciba esta nueva situación, en otro lugar aledaño. Para finalizar este ejercicio, véase a
sí mismo proyectándose de nuevo en su habitación y contemplando su cuerpo físico,
esperando su regreso. Imagínese flotando hasta volver a entrar en él.
Al hacer este ejercicio, trabaje y cultive el sentirse a sí mismo como estando
lejos de su cuerpo físico, y de inmiscuirse en su imaginario mundo, recreado a través de
los ojos de su doble proyectado. Este ejercicio también puede desencadenar el reflejo
de la proyección. Si esto es lo que sucede, se pueden sentir sensaciones de proyección
sólo remotamente, como si transcurriesen a distancia. Y quizás puede también no sentir
nada y de repente encontrarse en su doble proyectado, en ese lugar remoto que está
imaginando.

Técnica de Proyección de la Cuerda


Si usted ha transitado a través de todos los ejercicios antes descriptos, y se va
interiorizando en su desarrollo energético, habrá aprendido a utilizar sus manos
conscientes muy bien. Ahora es el momento de poner en práctica todo en lo que se ha
venido cultivando, y utilizar sus manos de sensibilización para salir de su cuerpo. La
técnica de la cuerda optimiza el uso de los recursos energéticos mentales y potencia el
entusiasmo al acortar el tiempo necesario para desencadenar el reflejo de la proyección
durante un intento de disociación. Un ingrediente clave para la técnica de la proyección
mediante la cuerda, es imaginar que ella cuelga del techo. Esta cuerda se utiliza para
ejercer una fuerte y continua presión en un único punto. La acción consciente de mano
sobre mano subiendo por la cuerda, engaña a la mente para que acepte y sostenga un

253
punto exterior de consciencia corporal. Esto estimula el reflejo de la proyección con
más fuerza que cualquier otra técnica que he experimentado.
El primer paso es imaginar una larga y fuerte cuerda colgando frente de usted,
justo por encima de su pecho, en una postura natural para la posición en que se
encuentre. Si está acostado, perciba el extremo de la soga que cuelga sobre el centro de
su pecho, donde pueda alcanzarla fácilmente con sus manos. Si está sentado, imagine la
cuerda colgando justo en frente de su cara, con su extremo estando firmemente fijado al
techo. La cuerda estará bien al alcance de sus manos. Varíe la posición y el ángulo de
esta cuerda imaginaria, para adaptarla al modo en que se sienta más natural.
Concentre sus manos conscientes en el centro de su pecho. Acerque ambas
para agarrar la cuerda. Suba mano sobre mano fuertemente por la cuerda. Tire de ella
hacia su pecho con cada acción de escalada. Siéntase a sí mismo, en su doble
proyectable, atravesando la cuerda y subiendo a través de ella. Perciba cómo su cuerpo
físico queda atrás mientras sube y se aleja de él. Concéntrese en la acción de
escalamiento, pero no deje que su cuerpo físico responda o se tense. Respire de forma
natural sin contener el aliento, ni permita agitarse o respirar entrecortado. Mantenga su
mente clara y enfocada exclusivamente en subir la cuerda.
Trate de desarrollar una fuerte pero natural acción de escalada con ambas
manos, tal como lo haría si tuviera realmente una cuerda para el mismo fin en la vida
real. Una mano se extiende mientras la otra mano se aferra. Ambas trabajan juntas en
todo momento. Cuando una mano tira de la cuerda, la otra mano debe llevarse al
extremo superior consecuente, atenta para el siguiente tirón. Trate de no usar sólo una
mano en cada esfuerzo. Con las dos juntas hará que la técnica de la cuerda sea más fácil
y eficaz.
Varíe la velocidad de la acción asociada a la subida, a la que sienta más fácil y
natural, pero no se desplace demasiado lentamente. Tal como con una acción de rebote,
aumente la velocidad de escalada hasta que sienta resistencia, luego vuelva a una
velocidad más cómoda. En el caso mío, me parece que llevar la velocidad de ascenso a
aproximadamente medio a un segundo por cada movimiento de mano (extendiéndola y
tirando de la cuerda) es mejor.
Sienta sus manos de sensibilización bien fuertes y figúrese subir sin esfuerzo y
vigorosamente a través de la cuerda. Trate de sentir su doble proyectado, su cuerpo
desplazándose, moviéndose hacia arriba a medida que trepa. Es la consciencia exterior
generando la acción de ascenso, la que hace que esta técnica trabaje mejor. La acción
de escalamiento también proporciona un movimiento ascendente y exteriorizador
naturales para intentar alejarse del cuerpo físico.
Algunas personas pueden tener dificultades para crear las manos conscientes
en este ejercicio. Algunas pueden incluso encontrar que una o ambas manos de
sensibilización no obedecen las órdenes. Si este es el caso, acabe por hacer lo mejor
que pueda para mantener las manos en movimiento e intentar escalar y trepar por la
cuerda en cualquier forma que sea capaz. Hay muchas maneras de evitar los problemas
comunes originados en esta técnica de escalar con la cuerda; además de las técnicas de
proyección alternativas, se darán otras en los próximos capítulos.

254
Fig. 25 Técnica de la Cuerda

Muchas personas han encontrado que les es muy útil atar una cinta larga o una
cuerda, al techo, por encima de sus camas o sillas, colgando dócilmente al alcance de la
mano. Tóquela de vez en cuando hasta que se acostumbre a su posición en su mente. La
percepción y la ubicación de la cuerda crecerán en su memoria consciente, por lo que le
será más fácil imaginarse aferrándose a ella y subiendo con sus manos de
sensibilización. La posición de la cuerda ayuda a que sea más natural y fácil de
imaginar esta acción.

Síntomas de Presión con la Cuerda


La primera señal de que la técnica de la cuerda está trabajando es una peculiar
sensación de mareo, sumado a un localizado tipo de energía en movimiento con un
efecto de vértigo recorriendo la boca del estómago y el pecho. Si usted percibe esta
sensación, la técnica de la cuerda está ejerciendo una buena presión sobre su doble
proyectable. Mantenga el efecto de escalamiento un rato más, y quizás se desencadene
así el reflejo de proyección - siempre y cuando permanezca físicamente relajado lo
suficiente como para permitir la generación del doble proyectable.
Como experimento, pruebe ahora este breve ejercicio: cierre los ojos y tome
algunas respiraciones profundas para serenarse a sí mismo, nada más. Siéntase llegar y
subir firmemente mano sobre mano, una cuerda imaginaria durante veinte segundos.
Concéntrese y realmente sienta sus manos de sensibilización que realizan la acción de
escalada al hacer esto. Utilice su memoria e imaginación para recrear una sensación
real de que lo que está haciendo está verdaderamente sucediendo.
Usted debería sentir algún cambio con bastante rapidez: una leve sensación de
mareo localizado o escurrimiento de energía en el estómago y el pecho. Esto es similar
a la sensación que se obtiene cuando un ascensor de repente comienza a moverse hacia
abajo. Este vértigo ligero y rezumar de energía, son los síntomas de su cuerpo
proyectable que se ve sometido a la acción de la consciencia de escalamiento de la
soga. Cuando el cuerpo y la mente están profundamente relajados y totalmente
preparados para la proyección, la presión causada por esta acción irá aumentando
vertiginosamente, y tendrá un efecto devastador.

255
Primera Proyección con la Cuerda - Experiencia
Por motivos lógicos de interés, aquí transcribo el relato de mi primera
experiencia con la cuerda:

Me acosté en mi cama por la tarde, justo después de la puesta del sol,


pensando en la nueva técnica de la cuerda, en la que había estado incursionando.
Algunos amigos me pedían desarrollar un método para lograr la proyección,
especialmente en personas ciegas, y específicamente para las que han sido ciegas desde
su nacimiento. He utilizado el sentido del tacto como base para esta nueva técnica, ya
que las percepciones del tacto y del contacto están muy desarrolladas en los no
videntes. Tuve, en teoría, que descubrir un nuevo método para utilizar este sentido, que
he llamado: imagen táctil, con el fin de ejercer suficiente presión en el doble
proyectable para desencadenar el reflejo de proyección. Era sólo una idea para trabajar
en ese momento; el siguiente paso fue el testeo de la técnica en mí mismo, para ver si
podía llegar a funcionar. Teóricamente era lo adecuado, y la técnica debía funcionar,
¿pero… esto era práctico?
No realicé ninguno de los ejercicios previos de relajación, trance, o trabajo de
estimulación energética. Sólo quería ver si la nueva técnica de la cuerda ejercería
alguna presión incisiva en mi doble proyectable. Me quedé allí durante varios minutos,
reflexionando sobre todo esto en mi mente mientras me acondicionaba y relajaba, listo
para una corta siesta. Entonces pensé "qué diablos", y decidí probar la nueva técnica de
la cuerda en serio. El entusiasmo del descubrimiento se encendió y esparció dentro de
mí, al darme cuenta de que había elaborado una fuerte intención de proyección, y
entonces di mi mejor tino a esta nueva técnica.
Extendí hacia afuera mis manos de sensibilización y recreé en mi consciencia
cómo se sentiría una cuerda resistente entre ellas. No perdí tiempo con detalles
minuciosos y pormenorizados, solamente ejercí el sentido básico de aferramiento a algo
parecido a una cuerda imaginaria. Una vez hecho esto, comencé a subir por ella mano
tras mano diligentemente. Inmediatamente sentí una fuerte sensación de vértigo en el
estómago y el pecho. También una especie de mareo profundo hasta los huesos, y un
cosquilleo en todo mi cuerpo, fundamentalmente en brazos y piernas. Aclaré la
excitación de mi mente y centré toda mi atención en la acción de escalamiento a través
de la cuerda. ¡Realmente parecía estar funcionando! Mientras subía, sentía una especie
de presión energética desarrollándose dentro de mí. Sentí mi cuerpo de repente ponerse
muy pesado mientras rápidamente me deslizaba en un sólido nivel de trance. Esto fue
todo lo que aconteció, aunque mucho más rápido de lo habitual. Mi cabeza y pecho ya
estaban empezando a elevarse, libres, mientras subía por la cuerda y percibía cada vez
más nítidamente la presión que estaba en proceso de desarrollo. ¡Yo nunca antes había
experimentado una salida como ésta!
Seguí escalando y entonces el centro de mi corazón comenzó a palpitar, y las
vibraciones se sucedieron, corriendo por todo mi cuerpo. Yo estaba simplemente
¡asombrado! ¡Había estado subiendo la cuerda por menos de un minuto! Seguí
ascendiendo vigorosamente y, de repente, el reflejo de la proyección se hizo presente y
mi doble en tiempo real rezumó libre, llegando a apoyarse flotando cerca de los pies de
mi cama. ¡Todo esto había sucedido tan rápido, que apenas tuve tiempo de registrar los
cambios en mi cuerpo cuando me proyecté! La pesadez al entrar en trance, el golpeteo
del centro de mi corazón y luego la aceleración, las vibraciones en todo el cuerpo, la

256
salida, ¡todo sucedió tan rápido! Regresé a mi cuerpo poco después de la
exteriorización y, emocionado, registré la experiencia. Este suceso fue definitivamente
el desdoblamiento más sencillo, rápido y suave que jamás había realizado.
Intenté la técnica de la cuerda varias veces durante esa noche y la mañana
siguiente, y no tuve problemas para salir de mi cuerpo cada vez. Y no fue tanto por la
idea de aplicar este ejemplo de la cuerda como una técnica de proyección nueva, que en
sí no lo es. Pero el uso deliberado de la consciencia corporal y la aplicación de
imágenes táctiles fue sí algo nuevo. Espero que se haya entendido, entonces, cómo
funciona esto, proceso que fue tan importante para mí en ese momento.

Secuencia de Proyección
No es recomendable tener sólo una secuencia de proyección. Todo el mundo
tiene diferentes niveles de experiencias y habilidades naturales. Y las circunstancias
también cambian; lo que ayuda un día, puede obstaculizar el siguiente. Por esta razón,
le doy tres procesos que integran la cuerda flexible y sugiero que se alternen entre ellos
para ser adaptados cada vez que se esté intentando una proyección. Por ejemplo, es
posible que se despierte temprano en la mañana (el mejor momento para lograr una
proyección sencilla y exitosa) y quiera proceder directamente con la técnica de la
cuerda. En otra ocasión, puede ser necesario una demanda de mayor trabajo para lograr
que sea viable la relajación y la proyección.

Secuencia Completa
El tiempo dedicado a cada parte de esta secuencia puede variarse para ser
adaptado a cada capacidad, experiencia y circunstancia individual. No invierta
demasiado tiempo en cada sección, porque puede que le invada el problema potencial
del sueño. Al menos varios minutos, sin embargo, deben ser dedicados al comienzo en
la relajación física profunda – sobre todo si usted es principiante. No puedo dejar de
recalcar la importancia de la relajación física profunda en el proceso de la proyección.
Si usted nunca ha tenido una proyección consciente, pero ha realizado varios intentos
infructuosos, yo recomendaría gastar treinta minutos o más en la relajación.
El trabajo recomendado de desarrollo de la energía primaria y secundaria en
este procedimiento, es de enorme ayuda para los proyectores novatos, especialmente
para aquellos que aún no han logrado una salida consciente. Su práctica hace a la
proyección mucho más alcanzable. El trabajo del centro primario se puede obviar en
los proyectores con experiencia, si se desea, pero las experiencias de proyección
entonces tienden a ser más débiles. En el tema de la proyección, ¡la energía lo es todo!
Haga el ejercicio de relajación física profunda en forma completa – como
mínimo por diez minutos. Pre estimule manos y pies y utilice el circuito de cuerpo
completo durante unos pocos minutos. Despeje su mente superficial e induzca un
estado de trance entre suave y completo. Eleve su energía estimulando cada uno de los

257
centros de energía primaria (no exagere con esto). Vuelva a elevar la energía de los
circuitos primarios y secundarios, según sea necesario durante el intento. Afloje el
adosamiento del doble proyectable con una técnica de rebote exterior (opcional).
Utilice la técnica de la cuerda (u otra alternativa) para lograr la proyección y busque
desdoblarse hacia el exterior.

Secuencia Rápida
La secuencia rápida es útil si usted siente que tiene la energía necesaria para
proyectarse, pero no el tiempo o la energía mental necesarios para ir por la secuencia
completa. Pre estimule manos y pies y utilice el circuito de cuerpo completo por el
lapso de unos minutos. Recorra el procedimiento de relajación física profunda sólo una
vez. Induzca un estado de trance ligero. Utilice la técnica de la cuerda (u otra
alternativa) para la proyección y busque desplazarse hacia el exterior.
Proyección Instantánea
La proyección instantánea es mejor utilizarla cuando nos despertamos en un
estado de relajación física profunda, cuando estamos sintiendo las vibraciones, o
cuando todo en nuestro interior se siente bien y equilibrado y sabemos que tenemos una
buena oportunidad para proyectarnos. Un sensible momento para un intento de
proyección instantánea es cuando nos despertamos en medio de una confortable y
reparadora siesta, durante la noche o por la mañana, después de que nos encontremos
ya profundamente relajados. Aferrémonos a ese estado de relajación física profunda,
incentivando una firme intención de proyección y comenzando a utilizar una técnica
determinada.
Cada vez que sienta las vibraciones – en cuerpo parcial o total - utilice de
inmediato su técnica de proyección y trate de desplazarse al exterior, no importa lo que
esté haciendo o en qué etapa de la secuencia de proyección se encuentre. Siempre que
se produzcan las vibraciones, especialmente las generales en el cuerpo, es posible
proyectarse con rapidez y facilidad. Todo lo que se necesita hacer es tomar una
decisión con determinación, y a continuación, utilizar alguna de las técnicas. Si pone
toda su concentración en esto, usted debería salir de su cuerpo rápidamente. ¡Recuerde
realizar la experiencia de proyección ultracorta!

Motivación
(De suma relevancia)

Los ingredientes más importantes para cualquier proyección exitosa son


el entusiasmo y la motivación. Sin ellos, no habrá suficiente energía mental para
tener éxito; o las alternativas son abandonar la experiencia y la intención de
desdoblarse o renunciar y quedarse dormido. Por lo tanto, es muy importante
mantener el tiempo de preparación para cualquier intento de proyección lo más
corto posible, porque si lo prolongamos en demasía, se convertirá en mentalmente
agotador. Si hay algo que el nuevo proyector tiene en abundancia es el entusiasmo.
La vehemencia y la pasión son incentivo y energía mental pura. Una cosa que se

258
destaca con este tema de la proyección, es que todas las historias de éxito que he
recibido hacen notar la resolución de la palabra.
Resolución + Acción = EFC exitosa. Un gran número de personas me
enviaron correos electrónicos todos estos años con historias sobre proyecciones
exitosas, aplicando determinismo y prestancia. ¡En todos los casos, ellos han
estado practicando la técnica de la cuerda, cuando de repente han decidido
hacerlo con más vehemencia e intrepidez! Han puesto todo en su nuevo proyecto
de exteriorización y en la mayoría de los casos han tenido éxito en su trascendental
proyección consciente, a menudo en su primer intento.
Este tipo de determinación puede hacer la gran diferencia. Tomar una
decisión firme, ser valiente y decidido, y simplemente... ¡hacerlo! Esta sentencia
concentrará toda su energía mental en un solo y poderoso esfuerzo y en un único
punto, para un determinado propósito: ¡proyectarse fuera del cuerpo!

Consejos y Notas Sumariales de la Técnica de la


Cuerda
Las sensaciones de mareo localizado, presión y movimiento de energía
causados por la técnica de la cuerda, deben tenerse en cuenta cuidadosamente. Ajuste
su acción de escalamiento de la cuerda con estos fenómenos en mente, los que pueden
ser mimetizados para lograr el máximo efecto. Si detenta problemas con el método de
la cuerda, retome los ejercicios de entrenamiento relacionados y las secciones de
solución de problemas en este libro y reléalas o practíquelas hasta superar el problema.
Concéntrese en mantener un equilibrio interior en calma en todo momento
durante el intento de proyección. Céntrese en la cuerda que está subiendo y excluya lo
demás. Ponga todo lo que tiene en la acción de escalar. ¡No analice o piense en lo que
está haciendo! Observe su respiración y no retenga o permita que se convierta en
superficial o irregular. No haga nada más que subir la cuerda, hasta que vislumbre salir
de su cuerpo.
Cuando las vibraciones comienzan, pueden estar localizadas en una sola parte
de su cuerpo. Si enfoca su atención en estas vibraciones, usted encontrará que puede
moverlas y traslocarlas, y a menudo uno puede ser capaz de intensificarlas y
extenderlas con sus manos de sensibilización. Las vibraciones van a responder y seguir
las acciones de la consciencia corporal. Sin embargo, no aconsejo esto durante los
intentos de proyección, porque van a llamar su atención y alejarlo de la acción del
escalamiento de la cuerda. Manténgase relajado y concéntrese en su técnica de
proyección y las vibraciones se propagarán de manera natural. Pueden ser
especialmente vertiginosas durante los primeros intentos - esté listo para una enorme
expectación cuando sobrevengan.
Esté preparado para sentir los fuertes latidos de su corazón y las palpitaciones
aceleradas. Se trata de un acontecimiento importante. Pueden ser increíblemente
vigorosos durante los intentos primigenios de proyección, lo que en muchas personas
conlleva a una situación pavorosa, y como resultado abortan su tan codiciada
exteriorización. Mi consejo es que ignore totalmente este suceso. No le harán daño en
absoluto. Las aceleraciones del centro del corazón suceden para proporcionar energía al
doble proyectable. No es el corazón físico el que se estimula. También ignore
percepciones tales como: presión en la cabeza y la frente, no importa que tan vigorosas

259
o incómodas sean. Cuanto más pronto salga de su cuerpo, más rápido dejarán de
producirse.
No haga caso tampoco de los ruidos o voces que se escuchen antes o durante
el intento de proyección - no importa cuán real o fuertes se escuchen. Estos
acontecimientos son un tipo de alucinación auditiva sin sustancia auténtica. Si siente
que algo lo toca o tiran de usted, o incluso manos que lo agarran, ignórelas. Estos son
un tipo de alucinación táctil. Ninguna de estas situaciones ilusorias puede hacerle daño,
pero sí distraerlo - romper su influjo nervioso y su concentración - y disminuir sus
posibilidades de llevar a cabo una proyección exitosa, si reacciona ante ellas.
Recuerde y retenga todos los principios basados en EFC ultracortas exitosas.
Diez segundos afuera del cuerpo, para luego reintegrarse. Por favor, ¡confíe en mí
consejo! Las posibilidades de recordar que la proyección fue exitosa, se incrementarán
intrépidamente. Diez valerosos segundos recordados de proyección valen más que ¡mil
noches enteras olvidadas!
En muchos casos, en el momento en que el reflejo de la proyección esté a
punto de comenzar, usted puede sentir un deslizamiento energético creciente y
repentino a través del estómago y el pecho. Esto se percibe como una colosal
excitación corporal apresurada. Este evento marca el momento exacto de la separación
entre el cuerpo físico/etérico y su doble proyectado. El reflejo de la proyección se ha
disparado y está vacilando justo en el borde de la partida. Usted puede o no haber
experimentado las vibraciones antes o después de ese momento. Mantenga la calma y
trate de no reaccionar ante esta sensación cuando arremeta. Si no se maneja con
cuidado, esto va a arrojarlo completamente fuera del trance e incorporarlo nuevamente
al estado de vigilia completa.
Si lo anterior sucede y sólo se detiene en frío, dejándolo aturdido y cansado, o
tal vez incluso parcial o totalmente paralizado, es una apuesta bastante segura de que se
ha proyectado. Ha fracasado parcialmente debido al efecto de la división de la mente.
Mantenga la calma y la mente despierta y clara; espere a que su doble proyectado
vuelva a ensamblarse. Retorne al circuito secundario de cuerpo completo en este lapso.
Utilice esta opción para mantener la mente límpida, ocupada y despierta hasta que su
doble proyectado se reintegre. El juicio de reconocer las proyecciones iniciales
ultracortas le será ahora demostrado - si su doble proyectado presta la debida atención.
Si siente las vibraciones, pero simplemente se van, y se encuentra aturdido o
paralizado, una vez más, lo más probable es que ya está proyectado y ha fracasado en la
salida debido al efecto de la mente dividida. Entonces se convierte en una cuestión de
tratar de mantenerse semiinconsciente hasta que su doble proyectado retorne. No
debería hacerlo esperar demasiado tiempo si mantiene la proyección ultracorta. Sea
paciente y trate de recuperar la experiencia vivida durante la reintegración al mantener
su mente clara e impoluta. Los recuerdos completos de la experiencia inundarán su
mente durante la reintegración, si todo va según lo planeado.
Tenga en cuenta que en algunos casos, es posible encontrarse a sí mismo
revoloteando fuera del cuerpo, o volando en una estructura del tipo tubo, con sólo
sensaciones de salida muy leves. Sin embargo, en la mayoría de las proyecciones
iniciales de principiantes, estas sensaciones estarán presentes y son importantes, por lo
que siempre esté preparado para ellas.
Algunas personas tienen problemas con la técnica de la cuerda, porque no
pueden dejar de visualizar la cuerda en sus ojos mentales. Algunos dicen que se
encuentran chocando contra el techo y no pueden avanzar. Algunos incluso sienten un

260
montón de cuerdas debajo de ellos. La solución a cualquiera de estos problemas es
simple: si la visualización está causando una contrariedad, a continuación, utilice la
misma (visualización) para crear una solución. Por ejemplo, imagine que un pequeño
agujero debajo suyo está tragando la cuerda utilizada. O, figúrese que está subiendo a
través del techo hacia el cielo en lugar de golpear contra el techo.

20. Variaciones de la Técnica


Este capítulo ofrece soluciones a algunos problemas relacionados con las
proyecciones comunes. También brinda modificaciones a la técnica de la cuerda y
técnicas alternativas de proyección, que pueden adaptarse mejor a algunas personas.
También me parece que puede ayudar a proyectores iniciales que con diferentes
técnicas de proyección intentan desdoblarse. Esto no sólo proporciona una variedad
bien necesaria de ejercicios para las acciones de manos de sensibilización, sino que
ayuda a evitar el aburrimiento y la monotonía. Utilizando la misma técnica de
proyección durante largos períodos de tiempo, puede menoscabarse en un poco
rutinario y causar que algunos proyectores pierdan interés o se queden dormidos.
Además, la relajación, el trance, y los ejercicios de desarrollo de energía pueden
practicarse por separado e independientemente de los intentos usuales de proyección.
Proceda a través de la secuencia completa hasta la fase de la técnica de
proyección, y luego levántese y tome un breve descanso para relajarse o refrescarse.
Durante esta pausa, trate de aferrarse al mejor estado físico y mental profundamente
relajado que pueda. Vuelva a su cama o silla y pase unos minutos de reasentamiento y
vuelva a relajarse, tanto física como mentalmente. Una vez que esté resuelto y listo,
utilice el método de proyección rápida o instantánea.
Si trepar por la cuerda tiene un fuerte efecto en usted, esta técnica puede ser
utilizada por sí misma como una alternativa viable a otras con fines inductivos al
trance, ya que puede acelerar los trabajos preparatorios necesarios para un intento de
proyección.

Variaciones sobre la Técnica de la Cuerda


Cuerda con una mano: Si la mano consciente no parece obedecer o se siente
débil o incontrolable, la técnica de la cuerda se puede hacer con una sola mano,
utilizando la que es más sensible. Dentro de sus posibilidades, haga que su mano más
débil agarre la cuerda y quede fija en ella (como si esa mano apretara y resbalara por la
cuerda), mientras que la mano más fuerte sea la que haga la fuerza de escalamiento.
Sienta la mano más vital extendiéndose y tirando de la cuerda desde el pecho al piso, y

261
luego suéltela y tire de nuevo, en una continua acción de ascenso. Trate de avanzar
mucho más rápido de lo que podría con sus brazos físicos. Imagínese que sus brazos
conscientes están hechos de goma y se sienten como que están estirándose hacia la
salida mientras sube por la cuerda.

Cuerda entre dos Puntos: En lugar de una cuerda colgando hacia abajo desde
arriba, imagine una cuerda resistente y tensa que atraviesa el techo de su habitación, en
línea con su cuerpo y justo encima de él, a poca distancia de las manos. Esta cuerda se
une firmemente a los soportes montados en las paredes opuestas de su habitación. Sienta
sus manos llegar hasta la cuerda y aferrándose a ella subir a lo largo, arrastrándose a sí
mismo por el cuarto hacia la pared detrás de su cabeza. Si tiene una sola pared detrás de
su cama, haga que la cuerda termine en el respaldar de la cama durante los intentos de
proyección, o imagine que está subiendo por la pared.

Cuerda Colgante: Otra forma de obtener las acciones en torno a manos


conscientes débiles o incontrolables es tomar la cuerda y sentir que está colgando de ella
fuertemente y que la cuerda viene de arriba. No trate de subir a través de ella;
simplemente siéntase aferrado a ella. Cuando haya logrado esto, imagine que está
siendo izado lentamente hacia arriba por un helicóptero, que lo arrastra y lo aleja de su
cuerpo. Siéntase ser levantado e impelido fuera de su cuerpo, moviéndose más y más
hacia arriba. Percíbase dejando su cuerpo lentamente detrás de usted. Sienta el entorno
espacial del dormitorio cómo se aleja y se convierte en más y más pequeño, a medida
que se acerca y atraviesa el techo.

Cuerda de Esquí Náutico: En lugar de una cuerda que cuelga del techo,
imagine que está sosteniendo el mango de una cuerda de esquí unida a una poderosa y
rápida lancha frente a usted. Siéntase ser arrastrado firmemente por el mango de la
cuerda de esquí, como si estuviera deslizándose sobre el espejo de agua, listo para un
nuevo comienzo. Ajuste el ángulo de la cuerda de esquí a lo que siente más natural.
Imagínese que usted puede escuchar el motor al acelerar, la excitación y el entusiasmo,
y de repente la lancha se retira y lo arrastra fuera de su cuerpo, en una ráfaga de
conmoción astral.

Entramado de Cuerdas de Carga: Imagine que tiene un entramado de


gruesas cuerdas de carga colgando frente de usted, similar a las voluminosas cuerdas
entrelazadas que son usadas en los cursos de adiestramiento militar, y que suspenden de
postes, que los aprendices tienen que subir. Si está sentado, imagine esta cuerda gruesa
colgando frente a usted y a su alcance con las manos de sensibilización. Si está
acostado, imagine que la cuerda cuelga desde arriba, por encima suyo. Suba por la
cuerda de la misma manera como se describe en la técnica normal. Con este método, no
importarán donde estén sus manos, ya que siempre encontrarán un trozo de cuerda para
agarrar. Trepe por esta red de cualquier manera que pueda o le resulte más fácil y
cómodo, usando las manos, los brazos, las piernas y los pies, en cualquier forma que
les sirvan, a los fines de impulsarse hacia arriba y fuera del cuerpo. Esta técnica
resuelve muchos problemas de control de las manos conscientes, en donde parecen
tener mente y decisión propias, y donde el fracaso por resbalamiento o deslizamiento
tienen lugar.

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Ejercicios y Técnicas Alternativas
Ejercicio para Lavarse las Manos: Mantenga ambas manos de
sensibilización hacia el frente y lleve a cabo una acción de lavado, como si enjuagase
sus manos y antebrazos verdaderos con agua y jabón. Varíe la velocidad de la acción de
lavado de lento a rápido y mantenga extendidas las manos de su cuerpo.

Ejercicio de Máquina de Vapor: Mantenga ambos brazos de sensibilización


retiradas del cuerpo. Imagine un círculo cuyo diámetro es la distancia entre el pecho y
las manos. Haga circular una mano consciente alrededor de la otra, siguiendo el
diámetro exterior de este círculo (algo así como si estuviera imitando una máquina de
vapor con las manos y los brazos de la consciencia).
Después de un breve periodo de tiempo, la acción tomará ritmo. Ahora, aquí
viene la parte difícil: después de hacerlo durante veinte segundos o más, detenga e
invierta la acción. El impulso de esta operación a través de la consciencia forzará a que
este efecto circular continúe en su dirección original, por lo que es difícil de parar y
cambiar. Si se concentra, encontrará que se puede lograr con el esfuerzo. No se
preocupe si no lo logra las primeras veces que lo intente. Siga así y con la repetición
metódica tendrá éxito. La dificultad de este ejercicio muestra la valoración de su
entrenamiento. Si usted practica regularmente, ganará rápidamente un mejor control y
fuerza en todas las acciones de manos y brazos conscientes, beneficiando las
operaciones generales de estímulo y sensibilización de la energía, incluidas las
utilizadas en técnicas de proyección. Este ejercicio también puede desencadenar el
reflejo de proyección por su cuenta. Observe esto como un entrenamiento de
musculación para brazos y manos de sensibilización.

Método de la Gran Rueda: Una extensión del método anterior es imaginarse


a uno mismo sosteniendo una rueda grande de bicicleta en posición vertical frente a
usted. Esta rueda debe ocupar todo el espacio de la sala, con su centro colgando en el
espacio en medio de la sala entre su cuerpo físico y el punto más alejado de la rueda.
Prepárese para la proyección. Sienta un único punto de consciencia
moviéndose fuera de su cuerpo, desde la zona de la cabeza, y volando hacia arriba y
lejos suyo. Empuje este punto de consciencia hacia arriba y sobre la parte superior de la
circunferencia de la rueda grande, moviéndolo hacia arriba y hacia abajo y alrededor y
de regreso a su cuerpo. Sienta este punto de consciencia cómo se mueve a través de su
cuerpo, a través de su centro base y hacia arriba a través de todos los demás centros de
energía primaria, hasta llegar a su cabeza. Perciba este punto de consciencia fuerte y
sólido. Mueva su punto de consciencia alrededor de esta gran rueda una y otra vez,
hasta que logre un ritmo constante.
Al igual que con todas las acciones del tipo de rebote, varíe su velocidad hasta
que encuentre la más natural. Sienta el punto fuerte de la consciencia arañando o
rasgando hacia arriba todo su cuerpo cada vez. Se dará cuenta cuando pasa a través de
su cuerpo, que esta acción se ralentiza, luego se acelera de nuevo, ya que se aleja de
usted cada vez. Este arrastre momentáneo es causado por el factor de resistencia
consciente que se encuentra en cualquier acción de rebote de la consciencia a través del
cuerpo. Lo que demuestra que esta acción está estimulando su cuerpo etérico a medida
que pasa a través de él.

263
Este método es bastante animoso y desencadena fácilmente el reflejo de
proyección si se puede sostener razonablemente estable por el tiempo suficiente. No
importa si su punto de consciencia menea un poco de lado a lado cuando rodea la gran
rueda, siempre y cuando se sostenga más o menos bajo control y dando vueltas. Puede
tomar un poco de esfuerzo mantenerlo constante, pero al igual que con el ejercicio del
motor de vapor de agua antes explicado, tiene un valor incalculable para el
entrenamiento de la voluntad y el control de las acciones del cuerpo y la consciencia
exteriores.

Método de la Escalera: Una buena alternativa al uso de la cuerda es imaginar


una sólida escalera que cuelga del techo. El escalón más bajo de esta escalera debe
estar a poca distancia de sus manos, o la parte del cuerpo que se sienta más natural para
esta acción. Suba la escalera mano sobre mano, sintiéndose ascender hacia el techo.
Perciba la sala cambiando a su alrededor y sus coordenadas espaciales transformándose
a medida que sube. Siéntase en movimiento, más y más alto, por la escalera sin fin. Si
se imagina llegar al techo, siéntase a sí mismo llegando y atravesándolo y seguir
subiendo más allá, como si la escalera fuera infinitamente larga.

Método de Cambio del Punto: el cambio del punto es la técnica de


proyección más directa y potente de todas, aunque puede ser un poco difícil de
aprender. Se requiere un gran esfuerzo mental de concentración, en el que los
proyectores deben sostener la imagen de la consciencia corporal externa completa de su
cuerpo físico durante un tiempo, con el fin de desencadenar el reflejo de proyección.
Esta es la técnica que primero he aprendido y he utilizado en la mayoría de mis
proyecciones iniciales conscientes. Su dificultad soslayó muchos de los problemas
relacionados con la proyección que tenía en esos momentos. A pesar de esto, es muy
eficaz cuando se domina. Vale la pena el esfuerzo de aprenderla; asimismo, algunas
personas encontrarán que les resulta como pez en el agua.
Actualmente utilizo la combinación de la cuerda y el cambio de punto para la
mayoría de mis proyecciones. Comienzo con el uso del cambio de punto, entonces
cuando estoy parcialmente afuera, incluyo la cuerda. Generalmente intercambio varias
veces entre estas dos técnicas durante las salidas. Encuentro que, alternándolas, hace
que la salida sea más fácil y rápida. Si estoy proyectándome desde una cama, también
uso el método del balanceo, estiramiento o despliegue (descrito más adelante) para
terminar de salir.
Primero prepárese para un intento de proyección de la forma habitual:
atravesando las técnicas de relajación, inducción al trance, y estimulación de la energía,
de acuerdo con las secuencias: (completa, rápida o instantánea) de proyección - lo que
sea necesario.
Sienta y despliegue su consciencia corporal completa. Perciba las coordenadas
espaciales de su cuerpo, en relación al espacio alrededor suyo. Construya un mapa de
su ámbito con su mente, sobre el lugar donde las puertas, paredes, ventanas y muebles
se ubiquen en la habitación. Fabrique y personifique su entorno con su imaginación, en
sus ojos mentales, percibiéndose a sí mismo y la sala que lo circunda.
Utilizando la imaginación alimentada por la consciencia corporal completa,
sienta a continuación ascender o salir de su cuerpo, flotando o de pie fuera del alcance
de su cuerpo físico con las manos.

264
Si está acostado en la cama, siéntase a sí mismo como flotando a una corta
distancia por encima de su cuerpo físico, permaneciendo en línea con él y frente al
techo. Si utiliza una silla, percíbase como de pie a un metro de distancia de su cuerpo
físico. Imagine, sienta y perciba con toda la fuerza que le sea posible, ubicándose
realmente frente a su cuerpo físico.
Mantenga la consciencia corporal firmemente centrada en el exterior
imaginado en su nueva ubicación. No intente ver o sentir su doble estando por encima o
delante de usted; más sí como permaneciendo por encima o delante de su cuerpo físico,
a través de la perspectiva de su doble proyectado. Esto es difícil en un primer
momento, pero le irá siendo asequible con la práctica. Concéntrese en la detección de
las coordenadas espaciales traslocando en la habitación a su alrededor, desde esta
nueva perspectiva. Sienta y sea consciente de su cuerpo físico esperando detrás o
debajo suyo. Imagine y perciba su doble proyectado como ya estando separado de su
cuerpo físico. Concéntrese en sostener su punto de consciencia corporal completa,
dentro de su doble proyectado imaginado en su nueva ubicación.
Sienta la presión de su cuerpo físico tratando de tirar hacia atrás de él.
Percíbase luchando contra esta presión. Concéntrese y utilice su fuerza de voluntad,
para obligar a su doble proyectado a tensionar y tirar contra esta presión. Atiborre su
mente con este solo propósito y la intención determinante de proyectarse sin su cuerpo
físico. Utilice su máxima fuerza de voluntad, pero no permita que su cuerpo físico se
tense o responda de ninguna manera.
Si está tratando de proyectase desde una cama, mentalmente apriete los
dientes (sin tensar) y siéntase a sí mismo poco a poco, pero con fuerza creciente, lejos
de su cuerpo físico. Oblíguese a subir unos centímetros paso a paso. Estire los hombros
de su doble proyectado, primero uno, después el otro, y trate de asumirse como más
alto y más lejos de su cuerpo físico, un poco más cada vez. Trate de sentirse rodando y
distanciándose hacia el centro de la habitación, si eso ayuda.
Si se proyecta desde una silla, mentalmente apriete los dientes (sin tensar) y dé
un pequeño pero contundente paso para alejarse de su cuerpo físico. Con cada paso,
distánciese unos centímetros, luchando contra la fuerza que lo ligue a él. ¡Sienta esta
fuerza de manera constante debilitándose en respuesta a sus esfuerzos! Perciba los
hombros de su doble proyectado imaginado encorvándose y desprendiéndose y su
cabeza extendiéndose y lanzándose hacia adelante a medida que lenta pero
constantemente rasga la resistencia que lo sujeta a su cuerpo físico.
Mantenga las acciones anteriores con suficiente entereza, que seguro van a
desencadenar el reflejo de proyección muy rápidamente. No permita que su cuerpo
físico se ponga tenso mientras transcurre cualquiera de los anteriores ejercicios - este es
el verdadero truco para señalar el cambio.

Método del Vapor: Prepárese para un intento de proyección normal. Cuando


esté listo, genere la consciencia corporal y de dónde está en relación con la habitación
en que se encuentra, como en la técnica de cambio de punto más arriba. Imagínese ser
más, más y más ligero, como si su cuerpo estuviera convirtiéndose en vapor. El vapor
se expande y se eleva. Siéntase cada vez más amplio y más ligero y, poco a poco, pero
con sumo cuidado y muy suavemente, levántese y salga de su cuerpo físico. Perciba
cómo va cambiando la habitación y la posición de los muebles a medida que se levanta
cada vez más alto. Manténgase al tanto de su cuerpo físico, que está por debajo de
usted, en cuanto flote libre. Sienta su consciencia corporal centrada firmemente dentro

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de su nuevo cuerpo vaporoso, y percíbala como justo por encima del físico, y
lentamente desprendiéndose en una ondulación ingrávida y etérea. No mantenga su
cuerpo vaporoso rígido. Anímese suavemente a inclinarse y balancearse libre e
independiente. Este ligero movimiento flotante hace que este método del vapor resulte
más fácil.

Método de Rotación o Giro: Rodar o girar fuera del cuerpo es una técnica de
proyección popular y razonablemente eficaz. Hace uso de un movimiento natural de la
consciencia corporal – rodando o girando en la cama - algo que ha hecho miles de
veces sin saberlo. Este método es especialmente útil si ya ha comenzado una
proyección espontánea, o si usted se encuentra todavía parcialmente ligado a su cuerpo
durante un intento de salida. Cuando se utiliza como una técnica inicial de proyección,
sin embargo, deja mucho que desear, ya que puede ser bastante difícil lograr una
proyección con este método a partir de cero. Considero que este procedimiento es más
adecuado para ayudar a una proyección entreverada, o para concluir con esta operación.
Siéntase rodando hacia un lado, como si estuviera girando para salir de la
cama. Repita esta acción tantas veces como sea necesario. Adquiera la consciencia
corporal para lograr percibir este movimiento rotativo en su cuerpo, como si realmente
lo estuviera haciendo. No permita que su cuerpo físico se tense o responda a esta
acción, de ninguna manera.
Si utiliza una silla, alternativamente, sienta la acción de rotación como si
estuviera enrollándose o rodando fuera de su silla. Sienta la perspectiva de la sala
cambiando a su alrededor mientras rueda. Esta técnica definitivamente tiene mérito de
peso como método fundamental para lograr con éxito la proyección, cuando otras han
fracasado. Encuentro que esta acción de rotación hacia afuera también ayuda durante
proyecciones difíciles, digo sobre todo cuando estamos con parte de nuestro cuerpo
astral aún adosado al físico, como a veces sucede si no nos hemos preparado
correctamente.

Método del Misil: Prepárese para un intento de proyección. Cuando esté listo,
imagine que usted está recostado en la punta de un gran cohete. La mayor parte del
enorme cohete está oculto en el interior de un tubo subterráneo debajo suyo. Su cama o
silla están firmemente unidas a la punta de este cohete y encerradas en un cono de
cristal impenetrable. El techo y las paredes se van cayendo paulatinamente,
desapareciendo a su alrededor para revelar las estrellas. Sienta el estruendo de los
cohetes y el temblequeo debajo de usted cuando los enormes motores encienden su
fuego y van levantando la estructura lentamente, yéndose usted también. Siéntase e
imagínese subiendo lentamente hacia las estrellas con los grandes motores tronando por
debajo suyo. Perciba las vibraciones de los cohetes que resuenan atrás y sienta cómo se
levanta su cuerpo y se aleja de la habitación, dirigiéndose hacia las estrellas.
Permanezca consciente de su cuerpo físico quedando inerte allá abajo y distanciándose
mientras se eleva. Sienta estas vibraciones incrementándose, propagándose, recorriendo
e invadiendo todo su cuerpo, mientras los cohetes rugen fuera en la noche llena de
estrellas.

Método del Bumerang: Esta técnica utiliza una acción de rebote en un punto
desde el centro de la frente. Esta operación vence y supera claramente las dificultades
encontradas al sostener un punto de consciencia corporal exterior al cuerpo físico,

266
mediante el uso de una acción de rebote de la consciencia. Esto hace que usted sienta y
vea un breve destello de una nueva ubicación espacial en los ojos mentales al final de
cada acción de rebote hacia afuera. Esta situación engaña a su mente para que acepte un
desplazamiento momentáneo de un punto de la consciencia a una localización externa.
En primer lugar, elija un objetivo en el techo por encima de su cama, o en lo
alto de la pared de enfrente, si utiliza una silla. Puede ser un accesorio de luz o una
imagen (cualquier cosa), o puede también colocar un pequeño papel en blanco en su
lugar. Párese sobre su cama, o de pie en su silla (¡con cuidado de no caerse!) y adquiera
la percepción de lo que se siente al estar justo al lado de este objetivo. Bloquee la
imagen de este parámetro en sus ojos mentales y en su imaginación. Perciba cómo
están ubicados los muebles, ventanas, puertas, y la cama y cómo se ven y se sienten
desde allí, mientras enfrenta la situación. Memorice lo que se siente al estar en la zona
de destino.
Luego acuéstese o siéntese y prepárese para un intento de proyección.
Discurra un poco de tiempo extra para estimular el centro de la frente, usando el
método dado anteriormente (véase el capítulo N° 14). Sostenga firmemente ese punto
de consciencia en el centro de la frente, en sus ojos mentales. Rebote su punto de
consciencia lejos y sienta que toca el objetivo, entonces rebote de nuevo a su centro de
la frente en su cuerpo físico. Trate de ver que esto ocurra en su imaginación, en sus
ojos mentales.
A medida que rebota hacia afuera, su punto de consciencia toca el objetivo en
ese momento singular, para convertirse brevemente en “consciente” de esa nueva
posición, como si su cara estuviese justo al lado o al frente de la meta. Sienta esto con
su consciencia y véalo en su imaginación, en los ojos de la mente. Los detalles de esta
acción no tienen que ser precisos: Todo lo que se requiere es una sensación borrosa,
vaga o difuminada de los cambios en la habitación, sentirse a sí mismo rebotando en el
objetivo y estar virtualmente allí, con sus ojos mentales.
Cuando el rebote de su punto de consciencia dé la vuelta a su cuerpo físico,
sienta que su percepción de la habitación de repente cambia de nuevo a su centro de la
frente. Brevemente trate de ver en sus ojos mentales el objetivo a través de la
habitación, como desde la perspectiva de su cuerpo físico, desde su centro de la frente y
los ojos de la mente.
Una vez en marcha, esta acción provoca un desenfoque en sus ojos mentales,
con el objetivo de ser visto y sentido brevemente entre dos diferentes perspectivas,
desde la frente del cuerpo físico y luego desde cerca de la meta, y así alternativamente.
No es necesario seguir de cerca lo que sucede entre estos puntos con los ojos de la
mente. La sensación de sentir este cambio en su consciencia y de ver con los ojos de su
mente, es suficiente. Cada rebote, para dentro o para fuera, debería tomar alrededor de
un segundo en cada sentido, pero esta velocidad se debe variar para adaptarse a lo que
se sienta más natural en usted.
Repita este proceso, continuamente rebotando entre el centro de la frente y su
destino, hasta que el reflejo de la proyección se dispare. Si siente que la proyección está
cerca con este proceso, pero en realidad no sucede, cambie a otra técnica similar, como
la de la cuerda o la de enrollarse hacia afuera, para lograr salir.

Método del Conductor: Si alguna vez ha estado en un largo viaje en coche, o


pasado un prolongado tiempo en un juego de computadora, es posible que se haya dado
cuenta de que posteriormente una imagen sombría pero animada de su largo viaje

267
quedó impactada en sus ojos mentales. Esta imagen será mucho más clara si encima
está cansado. Al cerrar los ojos y relajarse, la visión que tenía de ese largo camino, y el
paisaje a ambos lados, seguirá jugando en su imaginación y en sus ojos mentales por
algún tiempo (efecto fosfénico). Esto a menudo tiene una duración de una hora o más si
ha pasado un lapso prolongado. Este efecto se puede utilizar para desencadenar el
reflejo de proyección.
Todo lo que tiene que hacer es relajarse y dejar que este escenario se explaye y
esparza en su imaginación mientras se relaja profundamente y permite que su sentido
de la consciencia corporal se mueva a lo largo de la carretera hacia el horizonte. Utilice
el paisaje para mantener su mente despejada de pensamientos, con la asistencia de la
consciencia respiratoria, si es necesario. Observe la carretera, los árboles y los edificios
cómo se mueven hacia usted y siéntase desplazándose hacia ellos cuando la escena se
desenrolla. En el fondo de su mente, perciba que su cuerpo físico está quedando atrás a
medida que conduce hacia el horizonte alejándose más y más. Si usted puede sentir este
movimiento de la consciencia hacia adelante con suficiente fuerza, es posible que
desencadene el reflejo de proyección bastante rápido.

Método de Proyección de Ojos Remotos de Dos Personas: Es posible lograr


un tipo de proyección que se ejecute mientras el cuerpo y mente físicos están todavía
parcialmente despiertos (véase el capítulo N° 5). Para volver a crear una proyección de
ojos remotos bajo circunstancias controladas, se requiere un poco de preparación y
dedicación. Debe obligarse a estar muy cansado, como el hecho de pasar una noche
entera en vela, o quedarse trabajando hasta muy tarde o hasta las primeras horas de la
mañana, para luego despertar a su controlador (otra persona), para un intento de
proyección. Lo que se necesita no es un nivel normal de cansancio, sino un estado de
relajación profunda, tanto física como mental, causado por exceso de cansancio, del
tipo que pueda hacer que, literalmente, se quede dormido de pie. El café y otros
estimulantes deben evitarse durante los preparativos previos para este experimento.
Cuando esté lo suficientemente cansado, acuéstese o siéntese en una posición
cómoda. No debe ser perturbado ni molestado por otro que no sea su controlador. Por
esa razón, este experimento se realiza con relativo éxito bastante tarde por la noche -
con el teléfono en posición de apagado o en silencio. La otra persona, el controlador,
debe hablar con usted y le mantendrá todo el tiempo despierto, pero no debe exagerar o
romper su delicado estado mental.
El controlador también debe monitorear la actividad REM (rapid eye
movement) por sus siglas en inglés, (movimiento ocular rápido). El estado REM es un
signo importante, porque indica que está entrando en la narcosis, mientras que todavía
permanece despierto. El estado REM es fácilmente detectado por un parpadeo continuo
y un movimiento molesto de los párpados. Usted debe mantenerse ligeramente
despierto y razonablemente coherente durante todo el experimento. El controlador debe
despertarle con suavidad si se queda dormido, hablándole y frotándole el brazo, o
incluso con un ligero zarandeo.
Puede ayudar a este proceso estimulando de forma deliberada el centro de la
frente, antes y durante este proceso. Esto mismo ocurre también si obliga a sus ojos
cansados a permanecer abiertos durante parte del tiempo, pero también se debe permitir
a sus ojos que regularmente se cierren. Si todo va según lo previsto, pronto usted
deberá comenzar a ver ciertas representaciones detrás de sus ojos cerrados: patrones de
luz, colores, imágenes, fotografías y escenarios. Estas serán imágenes hipnagógicas,

268
sueños lúcidos, o visiones clarividentes, o una mezcla de éstos. Deberá tratar de
describir todo lo que observa para que el controlador sepa lo que está sucediendo.
En algún momento, una parte de usted se proyectará fuera de su cuerpo, y será
capaz entonces de elaborar un comentario corriente de cómo sucede una proyección. La
división de la mente se producirá en el momento de la separación, y su coherencia
mental tenderá a debilitarse a partir de este punto. El controlador debe trabajar en
mantenerlo simplemente despierto lo suficiente como para hablar coherentemente, pero
no tanto como para que se altere su delicado estado de relajación.
Su perspectiva a menudo vacilará de ida y de vuelta entre sus cuerpos
proyectado y físico, e incluso entre su estado de ensueño involucrado aquí. El trance
profundo (causado por el exceso de cansancio intenso, la estimulación del centro de la
frente y la condición de vigilia parcial que se mantiene por la fuerza) puede permitirle
mantener una conexión visual bastante estable con su doble proyectado remoto.
Una vez que logre conectarse con su doble proyectado, se dará cuenta de que
está viendo a través de sus ojos mentales, pero no será consciente de sentir esa realidad,
o la sensación de sí mismo en esa ubicación remota, a menos que su cuerpo físico y su
mente se permitan caer profundamente dormidos. Sugiero utilizar una grabadora y
encenderla tan pronto comience a ver imágenes hipnagógicas.
Uno de los mejores momentos para intentar una proyección de ojos a
distancia, o remotos, es después de un período extenso haciendo el amor, cuando una
pareja se encuentra a sí mismo profundamente relajada, tal vez incluso agotada, pero
aún lo suficientemente despierta como para estar hablando juntos en las primeras horas
de la mañana, cuando todo esté tranquilo y no haya distracciones. Este momento es
cuando es más probable que se experimente una proyección espontánea de ojos
remotos. Si ambas partes se encuentran hablando cerca en la oscuridad, con sus ojos
abriéndose o cerrándose suavemente, pueden mantenerse entre sí despiertos y ambos
tratar de proyectar sus ojos remotos. La primera de ellas que tenga éxito, debe
convertirse en el sujeto, y la otra en el controlador.

Ayudar a Otros Proyectores a Desdoblarse


Aunque he oído muchos rumores en sentido contrario, no creo que sea posible
ayudar directamente a otra persona a salir fuera del cuerpo. He intentado muchas veces
y no parece ser factible. En mi opinión, si este suceso es recordado por el individuo,
será interpretado como un ataque psíquico directo, lo que conlleva a ser
extremadamente desagradable.
Es posible, sin embargo, despertar proyectores dormidos en tiempo real
mientras se encuentran fuera del cuerpo. Cuando la proyección del sueño natural
ocurre, el cuerpo en tiempo real se desplaza fuera de su cuerpo físico y se sitúa justo
por encima de él, a menudo imitando su posición de dormido. Los proyectores en
tiempo real en este estado están dormidos, al igual que su cuerpo físico y la mente. Un
proyector consciente servicial o benéfico puede entonces tratar de ayudar a despertar
suavemente al individuo del sueño en la zona de tiempo real. Las personas que están
durmiendo pueden focalizarse y darse cuenta de que están siendo proyectadas entonces,

269
y podrían interactuar o convertirse en compañeros de viaje para el proyector
consciente.
Ya sea que los proyectores que despiertan recuerden o no su experiencia, el
acontecimiento permanecerá para ser recuperado. Todos los factores que hacen que la
proyección sea difícil de recordar todavía están allí, y aún tienen que ser superados o
vencidos por los proyectores despiertos. Sin las habilidades necesarias para
proyectarlos por nuestros propios medios, recordar una experiencia como esta, será una
tarea más difícil aún.
La mejor oportunidad para obtener el éxito sería que el despertar suceda antes
de que el proyector dormido caiga en el sueño profundo. El proyector original
entonces, puede instruir al novato sobre cómo aprovechar al máximo las posibilidades
de recordar la experiencia vivida de la proyección. Pero esto sigue siendo una cosa muy
inexacta. He intentado esto muchas veces con proyectores en tiempo real dormidos y,
aunque he conseguido despertarlos y viajar con un buen número, ninguno hasta ahora
ha recordado nada después de los hechos.
Como nota al margen, en los últimos años muchas personas han reportado
sentir sus manos arrastradas fuera de sus cuerpos, o tocadas de alguna manera durante
las salidas de proyecciones espontáneas. Sospecho que estos individuos ya estaban al
menos parcialmente fuera de sus cuerpos en ese momento, flotando cerca de sus
cuerpos físicos dormidos sin darse cuenta de que ya estaban afuera. Las manos que
sintieron, pueden haberse originado de amigos con exceso de celos o incluso de seres
espirituales provechosos; es muy difícil opinar fehacientemente al respecto. Creo que el
escenario más probable también puede surgir de una alucinación táctil, generada por la
propia mente subconsciente del proyector.
Si algo como esto sucede durante una proyección (cosa que es muy rara, por
cierto), sugiero que despeje su mente del miedo y siga adelante con la proyección
independientemente. Las proyecciones conscientes son muy, muy valiosas como para
desperdiciarlas, especialmente durante los primeros intentos, mientras que todavía
estamos aprendiendo el proceso de salir. No hay que dejarse engañar con respecto a las
proyecciones exitosas abortadas por cualquier razón. Al igual que con los consabidos
ruidos y voces astrales comunes, una vez fuera del cuerpo, ningún rastro se encontrará
de lo que pudo haber causado las sensaciones originales preocupantes. Considere a este
tipo de acontecimientos – como alarmas momentáneas - y una verdadera prueba de
valentía.
Si no le gusta lo que encuentra cuando sale, siempre se puede dar la vuelta y
sumergirse de nuevo en su cuerpo físico. Esta no sólo es la manera más rápida y fácil
de abortar una proyección, sino que también le brinda a uno la experiencia en torno al
egreso e ingreso consciente, factor que tiene un valor incalculable.
También ayuda a mantener su mente firme y atenta durante la salida -
espontánea o delibera - pensar que nada habrá que le provoque dolor o daño real al
doble proyectado. La copia original de la mente y sus recuerdos siempre están
protegidos con seguridad en el interior del cuerpo físico/etérico, que no puede ser
destruido y no es vulnerable a la interferencia o posesión externa, por el mero hecho de
que esté proyectado. En mi opinión, el cuerpo físico/etérico está mucho más protegido
durante una EFC que en el estado de sueño normal o despierto. No hay realmente nada
a qué tener miedo, salvo el generado y retroalimentado por uno mismo.

Llamadas y Reuniones con Otros Proyectores


270
Muchas personas me han preguntado cómo proyectarse y conocer o reunirse
con otras gentes o proyectores. He encontrado que la manera más confiable es
llamando a la persona objetivo justo antes de la salida. Cuando usted está en estado de
trance y/o cerca del desdoblamiento, imagine a su persona objetivo. Todo el mundo
tiene una esencia distinta de personalidad. Este sentimiento puede ser utilizado para
sintonizar y localizar a otras personas. Mantenga la imagen de su objetivo en mente y
llámela por su nombre varias veces, expresando con fuerza esto en su mente. Si la
persona objetivo está dormida o fuera de su cuerpo, él o ella usualmente oirán su
reclamo y aparecerán justo antes de su salida, o esperarán cerca cuando logre terminar
con el proceso. Él o ella a menudo responderán de forma audible. Pero no con una voz
real, (aunque suene auténtica), sino a través de una transmisión telepática que se
escucha con una especie de clariaudiencia, u oído astral. Si está en una situación de
tiempo real o visión astral en este momento, también podrá ver a su compañero/a
esperando por usted, por lo general con algo de perplejidad de porqué él o ella están
allí, a menudo sin darse cuenta también de que están fuera de sus cuerpos.
Si esto no funciona, repita el proceso anterior después de la salida. En primer
lugar, muévase al menos unos seis metros de distancia fuera de su cuerpo físico, y a
continuación, llame al individuo objetivo en voz alta.
Otra forma para lograr reunirnos con la persona objetivo es proyectarse y
sintonizarse con ella utilizando el método de viaje instantáneo (véase el capítulo N°
24). Basta solo con pensar firmemente en nuestro objetivo, tratando de sintonizar con él
o ella, a lo que prontamente sentiremos moviéndonos hacia él. Esto hará que
inmediatamente vayamos a donde las personas destinatarias están.
Ninguno de estos métodos tendrá un verdadero logro si usted no conoce a la
persona objetivo bastante bien. No hay que esperar tener éxito en proyectarse y reunirse
con personajes famosos o con personas que no conocemos. En este sentido, también es
extremadamente difícil proyectarse junto a individuos con que no estemos a gusto, o se
tenga rencor de alguna de las partes. Se requiere un cierto nivel de armonía para lograr
una conexión astral y de encuentro.
El objetivo no tiene necesariamente que ser terrenal o estar viva, pero
proyectarse y buscar reunirse con un espíritu de una persona fallecida es mucho más
difícil de lo que podría esperarse. Si queremos sintonizar con una persona espiritual,
quizás nos encontremos cambiando de nivel astral, por lo general a uno de los tantos
mundos espirituales, donde podemos interactuar con nuestro objetivo. Su composición
energética, su desarrollo y las habilidades que haya ganado en el tema de la proyección,
tendrán mucho que ver con el éxito de este proyecto.

Ayuda del Reloj con Alarma


Muchas personas encuentran que es más fácil proyectarse si fijan su reloj
despertador una hora o dos antes de su tiempo normal de vigilia, para a continuación,
intentar una proyección. El cuerpo físico ya está profundamente relajado y pasado de
sueño – estado de trance – factores que contribuirán a que la proyección sea mucho
más factible y sencilla. (Si tiene que levantarse para el trabajo en un tiempo establecido
por la mañana, se sugiere emplear dos relojes con alarma, para evitar exceso de sueño;
uno para la proyección y uno para el trabajo).

271
Otro uso del reloj con alarma es utilizar el botón de repetición para las
proyecciones cortas. Esta es también una forma práctica para alcanzar algunos efectos
de la mente dividida por la limitación del tiempo de una proyección. Establezca su
botón de repetición para despertarle con suavidad a intervalos de diez o quince
minutos. Cuando suene la alarma, pulse el botón de repetición e intente una proyección
rápida, yendo directamente a la técnica de proyección.
Cada vez que la alarma lo despierte, apriete el botón de repetición y trate de
recordar una proyección, en caso de que se haya producido alguna, luego inténtelo de
nuevo. Cuantas más veces lo intente, más posibilidades tendrá de conseguir recordar un
esbozo o fragmento de una proyección. Tan pronto como rememore alguna situación
relacionada, anótela. Ayuda a este fin si utiliza el reloj con alarma, una lapicera y un
cuaderno de fácil acceso, entonces no tendrá que molestarse ni salir de su estado
relajado al utilizarlos.

21. Problemas en las Proyecciones


Los problemas que aquejan a los nuevos proyectores son muchos y variados.
En cualquier problema recurrente con las EFC, es importante aislar la causa y tomar las
medidas correctivas más temprano que tarde, porque si no, el interés puede decaer y el
objetivo: inducción consciente de la EFC no ser tenida en cuenta. Tomar medidas
inmediatas también evita la posibilidad de quedar condicionado negativamente por un
problema, convirtiendo la salida en más difícil de lo que debería ser.
De los miles de problemas asociados a este tema en que me he interiorizado en
los últimos años, es evidente que existen varias situaciones diferentes. Las siguientes
secciones ofrecen algunos consejos sobre la superación de los mismos.

272
Problemas con el Ascenso
Algunas personas descubren que tienen dificultades para utilizar las manos de
sensibilización en las acciones de escalamiento o ascenso. Por lo general, una parte de
la consciencia le parecerá más débil y menos controlable que la otra, y que
continuamente escapa de la cuerda o la escalera, lo que hace que todo sea más difícil.
Este problema también puede afectar la estimulación y las acciones de aumento de la
energía. La perseverancia en la sensibilización de las manos y las acciones de
incremento de energía, irán mejorando progresivamente para superar este tipo de
problemas. Mientras más veces utilice esta acción de la consciencia, más fuerte y
segura se convertirá. Alternativamente, algunos métodos de proyección indicados aquí
no requieren el complejo comportamiento de las manos generadas por la consciencia.
Encuentre lo que funcione mejor para usted y lo que provoque el efecto más fuerte en
su doble proyectable. Ajústese a lo que opere mejor y construya en base a ello. Usando
una combinación de técnicas que no requieran acciones de sensibilización de las
manos, es probablemente la mejor manera de superar los problemas de ascenso.

Surgimiento de Energía en el Torso


La emersión de energía en el torso no es un fenómeno desagradable. Es muy
parecida al surgimiento de energía emocional y excitación características provocadas al
obtener de repente un premio de un millón de dólares. Pero puede ser de una gran
molestia. Del mismo modo que el reflejo de la proyección comienza a surtir efecto, una
fuerte sensación de caída combinada con una rápida sobrecarga energética del cuerpo,
surgen hacia arriba a través de la zona del estómago y el pecho. Las fuertes sensaciones
de energía en movimiento causadas por la sobretensión en el torso, parecen provenir
principalmente de los centros más bajos de energía primaria. Mi teoría es que en el
momento en que el reflejo de la proyección se activa, algunos centros de energía
primaria provocan un efecto estroboscópico fuerte, creando temporalmente una
delicada red de nuevas conexiones energéticas en todo el cuerpo físico/etérico. Esta
nueva red genera las condiciones energéticas que permiten que se produzca la
proyección. Manifestaciones de energía en toda esta nueva red explotan cuando el
mecanismo para la proyección genera internamente el doble proyectable, antes de su
expulsión fuera del cuerpo físico/etérico. La sobretensión del torso no debe ser
confundida con la sensación de aceleración del ritmo cardíaco o las consabidas
vibraciones, (que también se experimentan comúnmente durante la salida), aunque
estas parecen estar energéticamente relacionadas. La sobretensión en el torso es una
sensación muy visceral y puede ser difícil de superar. Se considera como si se tratara de
una sensación física interna, ya que provoca una respuesta tensioactiva inmediata
dentro del cuerpo físico, generando una ruptura de la relajación y un quebrantamiento
del estado de trance, y por lo tanto una proyección fallida.
Debemos esperar a que esta sensación extrema detone justo al borde de la
salida. Mantenga la calma y no se permita reaccionar ante ella. La reacción física puede
ser controlada, siempre y cuando no sea demasiado vigorosa. Esta sensación es una
parte perfectamente normal del proceso de proyección, que no le hará daño en absoluto.
La sobretensión es mucho más fuerte durante las primeras proyecciones, y
progresivamente se va flexibilizando a medida que se intentan nuevas proyecciones

273
conscientes. Un efecto secundario de los intentos de proyección, incluso de los fallidos,
es el provocar una expansión energética generalizada, así como el desarrollo del
mecanismo de proyección. Si el aumento de energía es demasiado fuerte como para
ignorarlo, de tal modo que se despierte jadeando o con dificultades para respirar,
dedique más tiempo a la traslocación y al desarrollo de energía durante las sesiones
regulares de capacitación. Este trabajo aislado, (aparte de los intentos de proyección
reales), es lo mejor que puede hacer para sortear este problema.
Si dicha situación continúa, quizás valga la pena familiarizar su cuerpo con
sensaciones similares. Busque un ascensor de alta velocidad y pase algún tiempo
subiendo y bajando en él, para que usted se acostumbre a la repentina sensación de
caída, cada vez que intenta con la proyección. Cierre sus ojos y relájese mientras
experimenta esto, y no permita que el movimiento repentino lo coja por sorpresa. Otra
alternativa podría ser la de pasar un tiempo en un parque de diversiones, especialmente
en las montañas rusas. Para los más aventureros puede ayudar el paracaidismo, el salto
en alto, el salto con elástico, o los toboganes de agua. El cuerpo físico se acostumbra
rápidamente a todo lo que se experimenta con regularidad. Los efectos de la
sobretensión en el torso entonces, irán reduciéndose, así como también la repentina
respuesta tensioactiva del cuerpo físico.

Picor Localizado - Sensaciones Energéticas


Las sensaciones de estar atrapado dentro de una red de telarañas son muy
conocidas y comunes - un grave problema para algunas personas - asociadas al trance y
al desarrollo energético. Estas sensaciones de cosquilleo (hormigueo) localizado, picor,
escozor, o estar atrapados dentro de una red de telarañas, se sienten generalmente en la
cara y el cuello, variando su intensidad, desde un ligero cosquilleo o picazón hasta una
intensa sensación de escozor en la piel. El lugar más común donde discurren estos
agentes es en la cara, especialmente alrededor de la boca y la nariz. En casos más raros,
estos escozores pueden ser experimentados en otros lugares y en áreas mucho más
grandes del cuerpo físico.
Manténgase alerta con el surgimiento de estas sensaciones de escozor en todo
momento. Este tipo de sensaciones, potenciadas, (escozor, sentirse como dentro de una
tela de arañas, o picor grave) son muy raras, y parecen ser síntomas asociados a los
bloqueos de energía y/o vías de energía estrechas en los circuitos de conexión en la
superficie del cuerpo energético, percibidas sobre la piel del cuerpo físico. Estos
escozores son causados por el movimiento y traslocación de la energía, a través del
sinfín de centros de energía más pequeños y sus vías de conexión que cubren todo el
cuerpo. Los sitios donde estas sensaciones de hormigueo o escozor son más comunes,
corresponden a los puntos de acupuntura y principales terminaciones nerviosas en el
área facial. Y solo se irán reduciendo gradualmente a medida que los centros de energía
y su circuitería se desarrollen para manipular el alto flujo de energía generada por los
intentos de estados de trance y de proyecciones.
Alguna actividad de este tipo normalmente está presente en las personas con
un centro de la frente más activo que lo habitual, incluso si este centro está sin o poco
desarrollado. La cara contiene una poderosa y compleja estructura de soporte
energético entre los centros de la frente y la corona. Cualquier incremento en el flujo de
energía a través de esta estructura, provocará que al menos algunas sensaciones de

274
escozor se sientan allí. A mayor flujo de energía en esta zona, más fuerte serán las
sensaciones que subyazcan. Este fenómeno continúa hasta que la estructura de soporte
se desarrolle y fluya lo suficiente como para manipular el aumento de los flujos de
energía requeridos por estos centros superiores. Incluso, por más que estén bastante
bien desarrolladas las estructuras de soporte facial y los centros de la frente y la corona,
alguna actividad de escozor es generalmente percibida, sobre todo cuando estos centros
superiores están siendo utilizados de forma activa durante el estado de trance completo.
El sistema secundario ayuda a reducir estas sensaciones de escozor,
desarrollando progresivamente los circuitos de la energía corporal. Las áreas
problemáticas específicas tales como las del rostro, también deben ser focalizadas y
masajeadas intensamente, con una acción de sensibilización adecuada, mediante las
consabidas operaciones de cepillado o envolvimiento, con la intención de desarrollar
esas zonas. Tenga en cuenta aquí que la rectificación de los problemas graves
referentes a estos síntomas, puede tomar cierto tiempo. Por favor, sea paciente y trabaje
en torno a este dilema hasta que note mejoras, sin renunciar a los intentos de
exteriorización.
Recomiendo que los escozores sean ignorados en la medida de lo posible; pero
si llegan a ser insoportables, puede rasguñar suavemente ese sector de la piel con sus
manos. Si lo hace, cuide de moverlas lenta y deliberadamente, arañando o raspando de
una manera distraída, relajada, de modo que no se rompa su estado tanto físico como
mental de relajación.
Cuando llegan los escozores, veo en ellos una prueba de mi concentración y
los ignoro totalmente. Por lo general desaparecen después de unos pocos minutos, pero
a veces he tenido que rascar sobre una picazón intensa o un ardor profundo, a
semejanza de la picadura de un mosquito.
Me he encontrado con muy pocas personas que padecieron problemas serios
de escozor. En casos raros, las sensaciones de escozor pueden cubrir la totalidad de la
superficie del cuerpo. Esto se siente, (o eso me han dicho), como una horda de insectos
arrastrándose por todo el cuerpo, algo que suena insoportable, y probablemente lo sea.
Y, de hecho, la proyección consciente y el desdoblamiento se hacen imposibles bajo
estas circunstancias. Sugiero en estos casos aislados, concentrarse en técnicas de
relajación, meditación y trabajo energético, hasta que los bloqueos de los circuitos
energéticos se despejen. Una vez que estas áreas sean escudriñadas y desarrolladas, las
sensaciones de escozor disminuirán.

Presión o Tensión en los Centros Primarios


Leves sensaciones de presión intensa se sentirán a veces en la cabeza, como
resultado de la sobre actividad del centro de energía primaria y el movimiento
energético durante los intentos para lograr el trance o la proyección. Estas son
sensaciones naturales, causadas por algunas de las funciones más activas de los centros
de la frente y de la corona, sobre todo cuando se manifiestan desde la inactividad. Trate
de ignorar estas sensaciones de presión lo más que pueda. De todos modos, son una
buena señal de que estos están respondiendo al aumento del flujo energético, generado
por los ejercicios de desarrollo y los intentos de proyección.

275
Las sensaciones de presión o tensión, especialmente cuando se localizan en el
centro de la frente, son indicios del potencial clarividente. La presión es raramente
intensa como para causar dolor real, pero a menudo se sentirá bastante incómoda.
Episodios de presión intensa son impredecibles e infrecuentes. Pueden experimentarse
sobre todo en proyectores novatos que no han concebido ningún desarrollo energético
significativo antes de sus intentos de proyección.

Presión o Tensión Localizada


La presión localizada en el centro de la frente, puede asemejarse bastante a la
sensación de tener el dedo pulgar apoyado firme y constante, presionando el centro de
la frente. Esto se puede sentir ya sea en una pequeña zona del centro de la frente o en
un área circular más grande, que cubra todo el centro de la frente. Y puede variar entre
presión leve o intensa, pudiendo durar varios minutos o más. Raramente, se puede
percibir presión intensa (igual a la presión lograda con el dedo pulgar apretando sobre
la frente) en una pequeña zona en el centro de la parte superior de la cabeza. Esta
última sensación se relaciona con la actividad del centro coronario y su desarrollo.

Banda Apretada Alrededor de la Cabeza


Esta condición puede sentirse muy parecida a como si tuviésemos un cinturón
de cuero atado alrededor de nuestra cabeza, y que se esté apretando lentamente. Esta
presión se sentirá alrededor de la circunferencia de la cabeza, comprimiendo toda su
parte superior, incluyendo la frente, como si toda la cabeza estuviese siendo vendada
con demasiada fuerza. Esta sensación de carga y de presión, es causada por la actividad
del centro de la corona. Las sensaciones de presión en la frente y la corona están
relacionadas y a menudo surgen juntas. Más raramente, el área facial también es
involucrada, sobre todo si se siente que todo el cráneo se encuentra bajo presión.
Este fenómeno puede ser muy incómodo si ataca los centros de energía,
incluso hasta doloroso a veces. Aunque es poco frecuente, puede hasta provocar fuertes
dolores de cabeza, incluso migrañas si usted es propenso a ellas. El dolor real puede ser
más frecuente si los centros de la frente y la corona están siendo más desarrollados que
el resto del cuerpo energético, cosa que no recomiendo. Si el dolor se convierte en un
problema, la mejor solución es detener todo trabajo de estimulación y desarrollo.
Tómese un descanso prolongado para afianzarse y restablecerse. Esto quizás ocupe
varios días o más.
Puede evitar áreas problemáticas con los ejercicios de desarrollo energético,
pero esto no obstante suele causar algunos dolores de presión también. En todos los
casos en que me he encontrado con este ejemplo - incluyendo mis propias experiencias
– los dolores manifestados por tensión en los centros de la corona y de la frente irán
progresivamente disminuyendo su intensidad, una vez que se lleven a cabo
(correctamente) y se discurran los ejercicios de desarrollo energético de forma regular.
Se deben estimular los centros de la frente y la corona con mucho cuidado en
las primeras etapas de desarrollo. Es muy importante que no se los haga trabajar en
exceso, sobre todo si se están experimentando fuertes sensaciones de presión. Una gran

276
cantidad de tiempo y paciencia pueden ser necesarios para corregir y depurar en forma
suave y con seguridad estos centros, después de una inactividad prolongada.

Problemas Respiratorios
A veces esta opresión se siente en el pecho y la garganta, en conjunto con
sensaciones de ahogo o incluso asfixia. Este fenómeno puede percibirse cuando usted
no esté recibiendo suficiente oxígeno, o cuando se olvide de respirar durante un intento
de proyección. La presión en el pecho y la garganta es normalmente causada por la
actividad en los centros de energía primaria, pero la sensación de falta de oxígeno a
menudo tiene otro porqué. La apnea del sueño, (suspensión transitoria de la
respiración), un trastorno respiratorio del sueño bastante común, hace que una persona
deje de respirar varias veces mientras está dormida, para luego tomar aire cuando su
falta de oxígeno se agudiza y lo despierta. Este problema no es causado por los intentos
de proyección, pero es una condición clínica preexistente que no es advertida.
Durante el trabajo de trance o de un intento de proyección, el cuerpo físico se
duerme mientras la mente se mantiene despierta. Cualquier problema respiratorio
durante el sueño, se hace mucho más evidente ahora, porque la mente está despierta y
lo notará. Una posible solución a este problema, si no es demasiado grave, es ajustar su
práctica del trance o adecuar la posición de proyección, para que su cabeza permanezca
más inclinada hacia atrás y sus vías respiratorias se mantengan más abiertas. Incluso un
ligero cambio de posición puede hacer una gran diferencia con problemas respiratorios
de este tipo. Por favor, consulte a un médico si siente que tiene algún tipo de trastorno
respiratorio continuo durante el sueño. Estas condiciones prolongadas en el tiempo,
mientras sean tratables, pueden ser peligrosas si no se corrigen. El hecho de fumar,
beber, y el sobrepeso, empeoran estos síntomas. Pero si recuperamos y cuidamos la
salud de nuestro cuerpo físico, sortearemos por lo general este padecimiento.

Adherencia al Cuerpo Físico durante la Salida


Algunas personas a veces experimentan síntomas de adherencia a una parte
del cuerpo durante una salida, por lo general al estómago, cabeza o piernas. Este
fenómeno parece ser causado por la generación incompleta del doble proyectable,
dando como resultado sólo una proyección parcial. Hay varias razones posibles para
esto.
Comidas proteicas pesadas antes de los intentos de proyección, parecen ser
responsables de muchos problemas de desdoblamientos parciales. Se necesita mucha
energía para digerir los alimentos; en comidas pesadas o harto grasosas, más energía se
desvía en los procesos de digestión bioenergéticos. La energía corporal prácticamente
se retrae por una hora o más, después de una comilona pesada de cualquier tipo. Más
allá de esta situación, sólo tendremos una gran cantidad de gruesas proteínas sin digerir
en nuestro estómago, causando una lentitud en el desarrollo de los centros de energía
en esa área, lo que hará que no respondan al reflejo de la proyección.
El centro de almacenamiento sub-ombligo también está situado cerca de la
zona baja del estómago, y la energía que fluye desde y hacia este importante centro
puede llegar a ser restringida, mientras el estómago esté ocupado digiriendo una

277
comida pesada. Si tratamos de forzar la apertura de los centros de energía primaria
durante los intentos de proyección en estos casos, puede causarnos diferentes niveles de
malestar, tales como calambres, e incluso dolor durante la salida. Esto es fácilmente
superado con el solo hecho de no ingerir una comida tan grávida, y mediante la
reducción de la cantidad de gruesas proteínas, especialmente en la cena, antes de
acostarse.

Dolores y Calambres durante la Salida


He tenido muchos reportes de personas con casos de diferentes niveles de
calambres y dolor, desde leves a graves, en el estómago o en el pecho - y en algunas
raras ocasiones, en otras áreas - durante la proyección. También yo mismo he
experimentado en varias ocasiones. La acción de tirar de nosotros mismos fuera del
cuerpo usando una técnica de escalamiento, en algún momento puede causarnos
calambres internos y sensaciones de tironeos, como si el estómago, el corazón o los
pulmones se retorcieran y sufrieran calambres. Esto está directamente relacionado con
el intento de proyección. Por ejemplo, cada tirón de la cuerda puede causar una
sensación de sacudida interna dolorosa, que se detiene tan pronto como la acción de
escalamiento se interrumpe. Esto puede ser muy incómodo, incluso doloroso si
continúa tratando de forzar el desdoblamiento a través de este método. Este problema
parece ser causado por la inactividad en una parte singular del cuerpo energético,
interfiriendo en esa área con la generación del doble proyectable.
Hay muchas causas posibles para esto fenómeno. Una es continuar con los
esfuerzos de proyección después de que una separación exitosa ha ocurrido. Continuar
con ellos después de haberse producido, es probable que cause problemas en el cuerpo
etérico, que normalmente no puede salir de los confines del cuerpo físico.
La solución es detenerse, analizar e interpretar los síntomas relacionados con
la proyección. Si ha sentido vibraciones o el aumento de energía en el torso, o si la
parálisis parcial o total en vigilia está presente, o si algún grado de tiempo real o de
visión astral está presente, lo más probable es que usted esté proyectado. Ahora deberá
esperar el regreso de su doble. Si este parece ser el caso, vale la pena tratar de
contactarse con su doble proyectado. Entonces, alcáncelo con su consciencia y trate de
sentirse dentro de él, imaginando que ya está fuera del cuerpo. A menudo, esto
resultará en una conexión telepática y una transferencia instantánea de pensamientos al
doble proyectado. Si lo logra, recuerde que debe seguir manteniendo la proyección de
lapso breve. Trate de volver a entrar en su cuerpo físico antes de que pueda caer en el
estado de sueño profundo.

Alhajas y Relojes
El oro, las joyas y otros objetos de metal sólido, pueden interferir con la
generación del doble proyectable. Aprendí esto hace años, por propia experiencia; el
uso de relojes, anillos, o cadenas en el cuello me causaban problemas durante la salida,
así como durante el trance y el trabajo energético. También he leído muchos informes

278
de personas que han tenido problemas e incluso dolor al utilizar joyas y relojes durante
proyecciones exitosas.
Un joven reportó sentir dolor severo en su lengua durante varios intentos de
proyección satisfactorios. Fue un sujeto experimentado, que nunca había tenido
problemas antes de este suceso. El dolor simplemente comenzó como una presión en la
lengua, que rápidamente se convirtió en un suplicio; luego se extendió a través de la
mandíbula y el cuello, haciéndose cada vez más y más penoso mientras continuaba con
las prácticas de salida. El dolor se hizo tan intenso que le hizo abortar cada proyección
que intentaba. Le pregunté a fondo, para saber hasta el dato más ínfimo, y salió a la luz
que había tenido recientemente un perno rosado de oro insertado en la lengua, que le
había provocado una herida que nunca sanó completamente. No veía cómo este asunto
pudiese interferir con la proyección, pero, bajo mi consejo, eliminó el perno de oro y
logró proyectarse con éxito esa misma noche, y sin recurrencia del dolor.
En una línea similar, una mujer joven me informó recientemente que había
experimentado un intenso dolor y presión en su pecho durante una proyección
consciente. Entonces se vio obligada a abortar sus intentos. A su retorno, encontró a su
mascota (una rata) dormida en su pecho, cosa que hacía habitualmente. La presencia de
la rata sobre el pecho parece haber sido la causa del dolor y la presión que sintió
durante su intento de salida.
Lógicamente el doble proyectado puede pasar a través de metales sólidos,
gemas y piedras preciosas con facilidad. Sin embargo, la presencia de estos en el
cuerpo físico durante los intentos de proyección, parece interferir con la generación del
doble proyectable, siendo la causa aparente de obstaculización y adherencia a su cuerpo
físico en esa zona. Por alguna razón, esto también provoca que la presión y el malestar
intervengan contrariamente durante la salida. Y parece afectar a algunos más que a
otros, pero en todos los casos se apunta a la presencia de oro, joyas y otros elementos
decorativos en el cuerpo físico, causando variados problemas durante la salida. Es
posible que las coronas de oro, los dientes postizos y otros elementos sólidos también
puedan causar complicaciones en algunas personas. Si usted siente presión localizada y
dolor durante la proyección, vale la pena atender la zona afectada, y ver si algún
adminículo presente podría ser el causal. La composición energética variable y los
diferentes niveles de desarrollo de los proyectores individuales, pueden causar una
amplia gama de contradicciones e incongruencias aparentes, con problemas
relacionados particularmente con la proyección, afectando a algunos proyectores y a
otros no.

¿Norte Magnético?
La orientación del cuerpo físico durante un intento de proyección, no parece
tener un efecto importante en la factibilidad de la proyección para algunas personas –
pero cada pequeño detalle ayuda. Yo prefiero tener la parte superior de mi cabeza
apuntando hacia el norte si estoy acostado, pero si estoy sentado me gusta estar
enfrentando al norte o al sur, aunque esto sólo puede ser una preferencia mía. No
obstante, me he proyectado muchas veces mientras estuve apuntando hacia el este o el
oeste, acostado y sentado, y en ningún caso determiné alguna experiencia notable
diferente. Mientras que la orientación parece tener un determinado efecto en algunas
personas, no parece perjudicar a todos por igual, tengan o no experiencia en el

279
desdoblamiento. Sugiero que los nuevos proyectores experimenten por sí solos con este
tema, y vean si perciben diferencia alguna.

Ciclo Lunar
El ciclo lunar también parece tener algún efecto sobre los niveles de dificultad
de la salida, así como también en la frecuencia de proyecciones espontáneas. Entiendo
que el mejor momento para las EFC son las semanas que rodean a la luna llena.
Aunque me he proyectado todos los días del mes, y durante todo el año, siento más
intenso el impulso para proyectarme durante el transcurso de la luna llena. Algunas
personas parecen ser más afectadas por el ciclo lunar que otras.
Sugiero que los proyectores comprueben el ciclo lunar que va en contra de sus
proyecciones exitosas, especialmente las espontáneas. También vale la pena tener en
cuenta esto en relación con los sueños lúcidos y fragmentos de sueños vívidos, en
contraposición a las noches con sueños sin incidentes. Este detalle nos dará una
indicación clara del mejor momento del mes para que nos proyectemos, y si es o no el
ciclo lunar el que nos está afectando.
El factor de la luna también puede contribuir o causar muchas dificultades
comunes de proyección, como calambres, dolores y salidas parciales, especialmente
cuando no hay luna en absoluto.

Problemas con la Saliva


Muchas personas tienen problemas durante el trance, los trabajos de desarrollo
o los intentos de proyección, ya sea por un exceso de saliva, necesitando su deglución
continua; o la falta de ella, provocando el estado de una garganta y boca secas. Ambas
condiciones pueden generar una gran distracción e interferencia con las proyecciones
conscientes.
Si su boca y garganta tienden a secarse durante los ejercicios de desarrollo o
los intentos de proyección, primero asegúrese de que tener suficiente agua para beber
antes de comenzar con los ejercicios, de tal manera de contrarrestar la deshidratación,
especialmente si usted vive en el entorno de un clima cálido. La única cosa que podría
provocar la sequedad de la garganta es que esté respirando en exceso a través de la
boca. La solución es (lógicamente) intentar corregirse y respirar más a través de la
nariz. Asegúrese de que los conductos nasales estén limpios y despejados de antemano.
Un ligero cambio de posición también puede ayudar si su boca tiende a abrirse
naturalmente.
Roncar también puede causar sequedad de boca y problemas de dolor de
garganta. Cuando el cuerpo físico se dispone a dormir durante el estado de trance y los
intentos de proyección, a menudo comienza a roncar por su cuenta, a pesar de que la
mente del proyector está completamente despierta. En muchos casos, los proyectores
no son conscientes plenamente de esto, especialmente si están teniendo problemas de
fluctuación del estado de ensoñación, con vigilias permanentes. La solución es
restaurar el déficit de sueño, de modo que sea más probable conciliar el sueño, y
cambiar la posición de reposo del cuerpo físico a una posición donde encuentre que no
se genere el ronquido.

280
Si la saliva excesiva tiende a acumularse, trate de no pensar en ello. Si lo hace,
aplicará más consciencia en su boca y su lengua, lo que, en sí mismo, puede causar un
aumento en el flujo de saliva. Evite las bebidas dulces, té o café, y todo lo que deje
residuo de sabor en la boca y que cause discurrimiento de saliva. Cepíllese los dientes y
utilice un enjuague bucal, y a continuación, enjuague con agua fresca, ayudando a la
garganta a deshacerse de sabores no deseados. Si está acostado, mantenga la cabeza
derecha, y no de costado; esto ayudará a frenar la tendencia de acumulación de saliva
en la parte posterior de la garganta. No deje que su mente recorra ninguna parte de la
garganta. Trague normalmente cada vez que tenga que hacerlo, de una manera relajada
y distraída. Degluta normalmente, inclusive acomode su cuerpo y su cuello, para aliviar
el proceso, también durante los trabajos de trance y los intentos de proyección.
Movimientos de menor importancia como estos, se pueden hacer sin romper las
disciplinas de relajación y trance, siempre y cuando se realicen lentamente y de una
manera distraída y relajada.

Excitación Sexual
La excitación sexual es uno de los problemas menos comunes, ya que está
relacionada con la actividad energética en los centros primarios más bajos,
específicamente en los centros de los genitales. Este fenómeno puede ser muy molesto,
por razones obvias. Una solución posible es pasar más tiempo desarrollando y
trabajando con la energía, independientemente de los intentos de proyección, para que
el cuerpo energético puede desarrollarse hasta el punto donde el mayor flujo de energía
que se origine a través de los centros genitales no dé lugar a la excitación. Si dispone de
una pareja, tener relaciones sexuales antes de un intento de proyección puede ayudar a
aliviar este problema. Si nuestra compañera/o no está disponible, podemos disponer de
la imaginación para servir a este propósito…
Muchas personas se han preguntado si tener relaciones sexuales antes de un
intento de proyección puede llegar a interferir con él o no. A algunos les preocupa que
el sexo pueda agotar la energía corporal y hacer que la proyección sea más compleja y
engorrosa, o hasta que nos repongamos. En mi opinión, el sexo antes de un intento de
proyección, tiene aspectos más positivos que negativos. La satisfacción sexual disgrega
en gran medida la tensión física y mental, promoviendo el equilibrio energético y la
relajación física y mental profunda. Provoca un fulgor energético cálido persistente y
un estado de bienestar, atributos que pueden ser de una gran ayuda en la proyección,
sobre todo en los primeros intentos, tales como el equilibrio energético y físico
profundo y la relajación mental, los que son ingredientes esenciales para una
proyección exitosa.
La principal razón por la que la gente piensa que el sexo consume energía,
creo, es porque la mayoría tienen sexo durante la noche antes de ir a dormir. El estado
de relajación profunda experimentada durante la consecuencia de las relaciones
sexuales, sobre todo si las personas están ya cansadas, tiende por lo general a hacer que
caigan dormidas muy rápidamente. Si este es el caso, le sugiero que utilice los métodos
de proyección rápida, o inmediatamente tome ventaja de la situación antes de que el
sueño y la pesadez lo invadan.
En algunos casos, sin embargo, el sexo nos energiza, dándonos problemas
para dormir durante algún tiempo después. En este caso, el sexo puede ser

281
temporalmente perjudicial para realizar la proyección. Por otra parte, esta es una muy
buena manera de superar transitoriamente la fatiga, por lo que un intento de proyección
se puede hacer antes de la aparición del sueño. Al proyectarse después del sexo, sin
embargo, recuerde que debe mantener la proyección ultra corta, ya que el cuerpo físico
tenderá a caer en el estado de sueño profundo mucho más rápido de lo normal.

Visión Astral Defectuosa


La visión astral defectuosa en ocasiones causa problemas durante o
inmediatamente después de la salida. Yo diría que el diez por ciento de todos los
nuevos proyectores se encontrará con algún tipo de problemas de visión durante sus
primeras salidas. Las dificultades de visión más comunes son visión borrosa, los ojos
que no trabajan, tener que parpadear y esforzarse para enfocar, visión de túnel, ceguera
parcial y ceguera completa.
La causa de todos los problemas de visión en las EFC se debe a la carencia de
energía que fluya en el doble proyectado desde el cuerpo físico/etérico. El doble
proyectado es energía pura, generada y sustentada durante toda la proyección por el
cuerpo físico/etérico. Toda la energía que fluye en él le da vida y en gran medida,
afecta a sus capacidades y funciones. El método más eficaz que he encontrado para
superar los problemas de visión, es (de alguna manera) sacar provecho de la energía
proveniente directamente del cuerpo físico/etérico durante la proyección. Esto es
bastante sencillo de lograr y muy eficaz. Utilice su consciencia para percibir el
traslocamiento de energía desde su cuerpo físico/etérico. Si le es posible, use su
imaginación para captar el flujo de energía coruscante rezumando en usted. Recuerde
que no tiene pulmones ni necesita respirar mientras permanezca fuera del cuerpo, pero
sí se puede utilizar este recurso de la respiración para ayudarse con el proceso. Vuelva
a crear en su imaginación la traslocación de energía con cada inhalación, percibiendo la
acción de extraerla o succionarla desde su cuerpo físico/etérico, y sintiendo dicha
energía fluyendo y discurriendo dentro de su doble proyectado. Esto creará una fuerte
demanda energética, lo que inducirá a su surgimiento y a su actividad para consumarla.
Una vez que usted interprete y advierta el fluir energético, puede intentar
extraerlo para implementarlo en su doble proyectado, para que esté a disposición en
cualquier momento que tenga necesidad de él. Piense aquí que cuanta más energía
necesite el doble proyectado para operar, más fuerte y dinámica será su experiencia, y
más determinante y vigorosa será su memoria.
Aquí expongo algunas de las ideas y soluciones que me han ayudado a mí y a
otros proyectores en problemas relacionados con la visión. Todos estos ejemplos fueron
experimentados fuera del cuerpo.

· Pida por visión clara en forma determinante, hable en voz alta si le es


posible; inténtelo, que lo
conseguirá.
· Utilice su capacidad creativa para imaginar y perciba la luz a su alrededor.
· Cree una antorcha encendida o una lámpara y empléela.
· Utilice el método de viajes instantáneos y cambie a un destino bien
iluminado.

282
· La habitación en realidad puede estar a oscuras, por lo que intente permutarla
por una habitación bien iluminada.
· Solicite una lámpara o luz de noche mientras esté proyectado.
· Encienda una lámpara en otra habitación y trasládese a ella después de la
salida.
· Proyéctese durante las horas diurnas.

Desorientación y Discordancia del Cuerpo Sutil


Los fenómenos de debilidad y desorientación a veces se experimentan después
de una EFC, sobre todo si ha sido demasiado prolongada o coartada abruptamente. Esto
puede ocurrir incluso si la salida consciente ha sido errática y el proyector se ha dado
cuenta algún tiempo después de dicho proceso. Este síntoma se cree popularmente que
es causado por algún tipo de desajuste del cuerpo sutil, donde el doble proyectado no se
ha alineado correctamente con su contraparte física durante la reintegración.
Muchas personas hoy en día creen que el doble proyectado es una copia
perfecta o un patrón del cuerpo físico, que contiene un duplicado sutil de todos los
órganos internos. La teoría: “Un cuerpo dentro de un cuerpo dentro de un cuerpo" es
popularmente utilizada para ilustrar la forma en que los cuerpos sutiles pueden
separarse del cuerpo físico y sostenerse con la consciencia exterior durante una EFC.
Lo antedicho se certifica perfectamente sobre un papel, especificando de manera
efectiva y precisa parte de lo que sucede, pero no es una teoría viable cuando se aplica
a algunos de los más complejos aspectos energéticos sobre la proyección. La
discordancia del cuerpo sutil no es, creo, un término explicativo razonable o lógico,
aplicable al fenómeno de la debilidad, fragilidad o desorientación que habitualmente
suceden después de una proyección.
Según tengo entendido, el doble proyectable es generado internamente por el
cuerpo etérico, entonces extrudido como punto energético de la consciencia,
conteniendo en su interior una copia refleja de dicha consciencia. El cuerpo del doble
proyectable, cuando se observa, se crea y se moldea con su propia consciencia corporal
holística auto reflejada, pero sólo cuando esas partes son contempladas
deliberadamente. Cuando el doble proyectado reingresa, se reintegra con su ser
físico/etérico original, descargando el cúmulo de recuerdos en este proceso. La
sustancia energética de la cual el doble proyectado se compone entonces, se disuelve de
manera efectiva nuevamente dentro del cuerpo físico/etérico. Se convierte así de nuevo
en la energía prima de la que fue previamente elaborado. Esta energía cruda es
inmediatamente reabsorbida en las áreas de almacenamiento vitales del cuerpo etérico.
Se cree que el cuerpo astral está simplemente inmerso dentro del cuerpo físico
durante su estado de vigilia, y que se libera para proseguir su existencia astral fuera,
cada vez que su cuerpo físico duerme. Algunas personas incluso, afirman que el cuerpo
astral es capaz de estar totalmente discordado o desalineado de su contraparte física,
aunque su estado sea de vigilia completa. Las razones expuestas con respecto a la
discordancia del cuerpo astral son muchas, pero por lo general implican un reingreso
inapropiado o demasiado abrupto. Algunos psíquicos, curanderos y sanadores culpan a
la exposición de este fenómeno en sus pacientes, por tener experiencias fuera del
cuerpo en una fase demasiado temprana de desarrollo, a pesar de que estas pueden ser
espontáneas y totalmente fuera del control del paciente.

283
Creo que esta línea de razonamiento ha generado una excusa general que
llamaremos: – desalineación o discordancia del cuerpo astral – expresión que se
utiliza cada vez que un psíquico o curandero no logra averiguar cuál es realmente el
mal que aqueja a su paciente. Una frase holística más razonable sería: conflictos
bioenergéticos que involucran la interfaz físico/etérica. Mi razonamiento es que
cualquier problema del cuerpo sutil capaz de afectar al cuerpo físico, tiene que surgir
lógicamente del cuerpo etérico. Este es el cuerpo sutil más cercano al cuerpo físico,
energéticamente hablando, y, por lo tanto, tiene mayor efecto sobre el mismo.

284
22. Superando la División de la Mente
Toda una vida de experiencias en la proyección, la exploración y la
investigación, me han llevado a creer que los efectos de la mente dividida son los más
grandes factores que contribuyen a la falla de los recuerdos en las EFC. Este problema
se complica por muchas causas sutiles, las cuales pueden ser superadas bastante
fácilmente con un poco de conocimiento y preparación, además de unos cuantos trucos.
Yo llamo recuerdos adquiridos a las imágenes remembradas durante cualquier
tipo de experiencia fuera del cuerpo. Ellas permanecen guardadas durante algún tiempo
después de la reintegración, en forma energética, esperando ser activadas a través de
asociaciones mentales latentes de los recuerdos experimentados. Este tipo de recuerdos
son muy delicados y se pierden fácilmente, comportándose a semejanza de los sueños.
Si los recuerdos de las imágenes no se descargan en niveles accesibles de la
consciencia durante la reintegración del doble proyectado con su contraparte física,
dejan de existir o se evaporan en el éter; es como si las experiencias que transcurrieron
nunca hubieran sucedido. Recordar una EFC es la parte más voluble y versátil de
cualquier proyección exitosa.
Reiterando: Cuando se produce la división de la mente, una copia completa de
la consciencia y la memoria permanecen residentes en el interior del cuerpo
físico/etérico en todo momento. Esta, que llamamos copia original maestra, es
totalmente capaz de generar pensamientos independientes, si dispone de la energía y el
entrenamiento para sostenerse en sí despierto. Pero normalmente nos convertimos en
semiinconscientes y caemos en sueño poco después de que la división de la mente
ocurre.
La copia de la consciencia que se refleja en el doble proyectado, es
completamente independiente. Es energéticamente generada, proyectada, y mantenida,
en el exterior del cuerpo físico/etérico. Una vez que se produce la división de la mente,
registra sus experiencias por separado.
Pero a pesar de que el doble en tiempo real se ha proyectado con éxito y está
despierto y consciente, el cuerpo físico queda tumbado allí, también plenamente
consciente, pero generalmente desconociendo que se ha ejecutado una proyección
exitosa fuera del cuerpo. El proyector se encuentra justo allí, desilusionado y pesado
debido al estado de trance, a menudo parcialmente paralizado y meditando sobre otro
intento de proyección aparentemente fracasado, tal vez incluso con nuevos ensayos de
proyección que muy pronto dan paso al sueño.
El corto tiempo que se pasa reflexionando sobre los intentos de proyección, al
parecer, no es suficiente para generar una memoria sólida en el cerebro físico durante
este período de tiempo. Esta memoria se convierte así en la residente más fuerte para
ese período de tiempo. Durante la reintegración, las imágenes recordadas de ese mismo
período de tiempo dispondrán de un espacio de tiempo difícil de ser sobrescrito. Los
recuerdos residentes pueden ser efímeros, aburridos y opacos, tal vez sólo de un par de
minutos apenas, y estos serán fácilmente reemplazados por las horas de recuerdos de
imágenes interesantes gobernados por la vida física. Los recuerdos del cuerpo
físico/etérico tienen una conexión mucho más fuerte e inmediata con el cerebro físico,

285
grabándose automáticamente a medida que suceden y, por lo tanto, causan más
impresión en él.
Cuando la memoria del sueño se convierte en activa, tiende a debilitar la
integridad y la coherencia del doble proyectado. El cuerpo etérico, entonces, tiene que
apoyar energéticamente otra copia funcional de la consciencia, los recuerdos durante la
dormancia del cuerpo físico. Este fenómeno causa un debilitamiento general de todas
las copias exteriores de la consciencia y los recuerdos de las imágenes energéticamente
grabadas. Esto puede tener un acentuado efecto en los recuerdos de las imágenes de
tiempo real y del doble astral, que parecen ser los últimos en la lista durante la
reintegración. Los recuerdos de los sueños pueden ser muy fuertes y apremiantes, ya
que a menudo se sobrescriben o mezclan con los recuerdos de tiempo real y del astral.
Debido a esto, para la mayoría de la gente, las imágenes de estos recuerdos serán
recuperadas y rememoradas generalmente como trozos inconexos y piezas flotando en
un mar de fragmentos de sueños ajenos.
La proyección plenamente consciente fuera del cuerpo requiere que el cuerpo
físico/etérico esté en un estado de sueño ligeramente normal, o en el equivalente al
estado de trance. Un reingreso y reintegración exitosos requieren que el cuerpo
físico/etérico esté por lo menos parcialmente despierto, porque si no, el doble
proyectado efectivamente se bloqueará fuera de su cuerpo físico hasta que este se
despierte, lo que puede tomar toda la noche.
Durante las varias horas que un doble proyectado permanezca bloqueado u
obturado fuera de su cuerpo físico durante una noche normal de sueño, hará también
que con el transcurrir del tiempo se quede dormido, en tanto que se proyectan o se
activan sus aspectos más dimensionales. Estos aspectos superiores operan con la
consciencia a niveles mucho más altos que la mente física o su doble en tiempo real, y
estos aspectos superiores son vagamente conscientes de que además tienen un cuerpo
físico al que deben volver. La idea de retornar con una tentativa de salvar los recuerdos
de experiencias de alto nivel es generalmente de muy baja prioridad para estos aspectos
superiores.
Como dije en el comienzo de este libro, creo que la clave que permite las
proyecciones fiables, planificadas, y repetibles fuera del cuerpo, se encuentra en la
vinculación entre las EFC y el almacenamiento de la memoria física en un nivel básico
de la consciencia.
Mi investigación apunta a un factor clave para lograr la descarga exitosa de las
imágenes memorizadas, que es un elemento pequeño y no reconocido aún con relación
al estado de trance, algo que ocurre de forma natural en esos pocos y arbitrarios
momentos nebulosos entre el dormir y el despertar. Este elemento es una simple
vacilación de la consciencia. Y ocurre cuando la consciencia del proyector comienza a
despertar, y oscila brevemente entre el sueño y la vigilia antes de desvelarse por
completo.
Esta vacilación puede permitir que los recuerdos de las imágenes virtuales se
descarguen con éxito en los niveles accesibles de la memoria durante la reintegración.
Mientras que la consciencia está oscilando entre estos dos estados, el almacenamiento
de la memoria en el cerebro físico se encuentra plenamente abierta, a la espera, pero sin
grabar o registrar. Esto proporciona una breve ventana por la que el cerebro físico
puede recibir una imagen virtual completa de experiencias para ser descargada. Al
perder esta ventana – que es lo más probable - no habrá recuerdos de las imágenes
virtuales en absoluto, porque no se descargaron en los niveles accesibles del cerebro

286
físico. El proyector entonces tiene que confiar en desencadenar algo antes de que los
recuerdos de esas experiencias desaparezcan completamente.
Algunas personas parecen tener una clave natural innata para memorizar sus
EFC y poder descargarlas en un porcentaje promedio más alto que la mayoría, y con
muy pocos problemas. Estas personas afortunadas, sin embargo, son pocas y distantes
entre sí, y hasta ahora no han podido decirnos cómo lo logran. Tampoco nos dicen por
qué otros fracasan, cuando concienzudamente copian lo que parece ser el mismo
proceso.
Un estado de trance bien controlado y estable no es la clave. El natural
almacenamiento de la memoria física en el cerebro humano registra sólo un conjunto
de recuerdos en un período de tiempo único (según creo yo). Una mente activa, incluso
durante un estado de trance controlado, bloqueará la descarga de imágenes virtuales
memorizadas del doble proyectado durante la reintegración.
Se pueden encontrar pistas seductoras para resolver el problema de descarga
de los recuerdos de las vivencias experimentadas en las EFC, si consideramos que el
reingreso deliberado en el cuerpo físico puede ser extremadamente difícil, si no
totalmente imposible, una vez que la mente físico/etérica cae en el estado de sueño
profundo, o su equivalente: el estado de trance profundo.
La llave para desbloquear y usar esta ventana de descarga de memoria
brevemente abierta reside en saber exactamente cuánto tiempo pasará antes de que la
consciencia de un proyector comience a bascular. El reingreso y la reintegración deben
programarse para que coincidan con este brumoso momento de vacilación. La pérdida
de imágenes virtuales de la memoria se puede minimizar, creando este estado de
titubeo deliberadamente, haciendo que la consciencia bascule a intervalos regulares
durante el curso de una proyección. Esto proporciona breves portillos a través de los
cuales pueden sobrevenir potenciales descargas de experiencias virtuales secundarias.
Es muy difícil para la persona promedio volver a crear este estado basculante
sin perder el control y caer dormido. Una coordinación sincronizada es la mejor postura
para superar esta dificultad, generada desde dentro y fuera del cuerpo físico. El doble
proyectado y su contraparte físico/etérica deben trabajar juntos. Una tentativa puede ser
consumada coordinando la reentrada y la reintegración en los lapsos en que sabemos
que esta ventana esté abierta, con la mente siendo encausada artificialmente, para que
bascule o vacile en esos momentos preestablecidos. El kit de la cuestión aquí es que la
clave para una EFC exitosa y confiable es que usted logre desarrollar la capacidad de
trabajar con su doble proyectado durante las proyecciones previstas, en lugar de dejar
que las imágenes virtuales experimentadas caigan en los vientos caprichosos del azar
y la eventualidad.

Trabajando con los Extramuros de la División


Mental
Usted puede hacer varias cosas para afianzarse con el fenómeno de la división
de la mente, y minimizar así la pérdida de las imágenes ensayadas en las EFC. Todos
los artificios expuestos de aquí en adelante a este respecto, sirven para ejercitar y
perfeccionar la capacidad de recordar las imágenes franqueadas por los sueños y las
EFC, y son un paso más que importante en este proceso de aprendizaje. El cerebro
físico es capaz de evocar significativamente más recuerdos experimentados, si nos

287
disponemos con ahínco y nos focalizamos en este objetivo. Cuanto más reiteradamente
recapitulemos esas imágenes ensayadas, más fácil nos resultará recuperarlas.

Evocando Frases Recuperaremos Imágenes de la


Memoria
Invocar reiteradamente recuerdos oníricos, lograremos entrenar el sector de la
mente para recuperar los recuerdos de esas imágenes. Conseguir esto es muy fácil y
toma sólo un mínimo de tiempo y esfuerzo. Cada mañana, tan pronto se despierte, pase
el primer par de minutos dando marcha atrás y tratando de rememorar las imágenes de
los sueños de la noche previa. Siéntese en un extremo de su cama con los pies en el
suelo, o en el baño, y ponga su mente a trabajar, tirando hacia atrás en los recuerdos
que le lleguen. Ponga la mira en el modo de búsqueda, como si se tratara de un hecho
pequeño que tiene temporalmente olvidado. Siga buscando y conjeturando llevarlos
hasta la superficie, incluso si su mente permanece totalmente en blanco. Los recuerdos
están ahí, sólo tienen que ser activados y desenterrados. Utilice estas frases “gatillo”
que figuran a continuación, una y otra vez.

· Sentí estas vibraciones increíbles y luego ...?


· Me ajetreaba fuera de mi cuerpo y entonces ...?
· Flotaba por la habitación y entonces ...?
· Pasé por la pared y luego ...?
· Me miré las manos y que ...?
· Yo estaba a punto de ...?
· Yo estaba dentro ...?
· Estaba hablando con...?
· Había un montón de ...?
· Yo estaba volando sobre ...?
· Estaba con...?
· Vi un...?

Usted puede generar y emplear muchas más frases para este propósito. Éstas
deben estar relacionadas con alguna situación probable que le haya acontecido mientras
soñaba o estaba proyectado. Después de una proyección planificada, utilice frases
desencadenantes relacionadas con los objetivos de la misión primaria. Puede pensar
que ha fracasado en el cometido con respeto a la EFC, pero hay una buena probabilidad
de que haya tenido éxito y acaba de perder el recuerdo de esas experiencias durante la
reintegración.
Propicie estas frases activadoras con su mente. Comuníquese y perciba las
imágenes por fragmentos recordados en su memoria cuando las pronuncie. Con cada
frase gatillo, imagínese haciendo lo que sugiere el gatillo. Adopte la actitud normal de
tener olvidado algo que usted sabe y conoce bien y está explorando y buscando en su
memoria para recuperarlo. Con confianza espere a que detone en su mente en cualquier
momento.
Trate de imaginar cómo sería salir de su cuerpo al mismo tiempo que está
despierto. Piense y perciba las vibraciones, los latidos rápidos del corazón, la sensación

288
de caída, y a continuación, el efecto de flotar y balancearse de arriba abajo y a los
costados, a pocos centímetros de su cuerpo físico. Ponga un poco de esfuerzo en esto, y
vuelva a crearlo en su imaginación o en sus ojos mentales, como si hubiera sucedido
realmente, porque lo más probable es que así haya sido. Repita las frases gatillo en voz
alta si quiere, ya que esto puede ayudar con el proceso de recuperación.
Una vez que se logre desbloquear un solo fragmento de esa memoria oculta,
usted tiene la clave para encontrar y desobstruir muchas más. Este fragmento puede ser
el de una proyección, un sueño lúcido, o simplemente un sueño. Todos son valiosos, y
la práctica regular de las vías de recuperación de la memoria guardada, recabará en un
buen ejercicio. Concéntrese en estos fragmentos. Con un poco de esfuerzo, su mente
comenzará a encontrar y recuperar más y más recuerdos experienciales asociados a
ellos. Al poco tiempo, los recuerdos comenzarán a anegar y desbordar nuevamente su
mente. Puede ser que sean ilegibles y desarticulados, pero ahora pasarán a ser
recuerdos reales. Usted podrá ordenarlos y clasificarlos y tratar con ellos más tarde.
¡Algunos recuerdos de imágenes virtuales son siempre accesibles! Sólo tiene que
enfocarse en ellos, desbloquearlos, y arrastrarlos hacia afuera, a veces enojándose y
bufando de bronca. Si usted practica diariamente, los recuerdos de imágenes virtuales
se convertirán progresivamente en más animosos y su restauración le resultará cada vez
más fácil.
Después del intento de recuperación inicial, en las próximas horas mantenga
una pequeña parte de su mente buscando en el trasfondo, a medida que avanza acerca
de sus asuntos. Discurriendo en los acontecimientos de la vida real, las palabras y los
pensamientos a menudo proporcionarán asociaciones mentales que desembocarán en
recuerdos de imágenes, trayéndolos a la superficie. Cuando se activa un fragmento de
memoria, anótelo, y a continuación, pase unos momentos reflexionando sobre él y
fortaleciéndolo, tratando de encontrar y ampliar otros recuerdos de imágenes
relacionadas. Mantenga a mano un pequeño cuaderno y un bolígrafo. Si no lo vuelca
sobre el papel o presta atención a ellos de inmediato, las imágenes virtuales recordadas
generalmente desaparecerán y con bastante rapidez.
Persevere, sea paciente y trabaje en esto durante varios minutos cada día. Le
será especialmente provechoso y útil si continuamente pierde la batalla al intentar
desdoblarse, con solo sensaciones de proyección que se desvanecen en el último
momento.

Registrando y Apuntalando Palabras Clave


Es importante registrar palabras claves y frases desencadenantes tan pronto
como le sea posible, después de localizar y rememorar fragmentos de imágenes
virtuales. Recordándolas pueden sentirse muy intensas y trascendentes, y entonces
usted puede pensar, "¡Guau, yo nunca voy a olvidar esto!" pero lo más probable es que
en unos momentos más tarde lo haga. Los recuerdos de imágenes virtuales son
transitorios por naturaleza y se pierden con mucha facilidad.
Inmediatamente registre las imágenes virtuales recordadas, tan pronto como
salgan a la superficie. No es necesario escribir un relato completo, ya que puede tomar
demasiado tiempo y hará que se olvide más de lo que escriba. Lo primero que hay que
hacer cuando se localizan recuerdos de imágenes virtuales, es vocalizar la experiencia
inmediatamente, mentalmente o en voz alta. Esto ayudará a mantenerlos el tiempo

289
suficiente como para darnos tiempo a que sean volcados en el papel. Sigua hablando
hasta que obtenga y retenga las palabras clave. Sólo apunte algunas palabras y frases
que cubran o se relacionen con los recuerdos. Una vez hecho esto, podrá relajarse para
materializarlos más adelante, y utilizar estos fragmentos para desencadenar los
recuerdos más asociados.
Cuanto más a menudo trabaje en el área de los recuerdos y en volcar las
imágenes virtuales recuperadas, mejor va a llegar a ellas. Eventualmente se convertirán
en su segunda naturaleza. Le aconsejo que haga de esto un hábito diario permanente.
He estado practicando este aspecto desde hace más de veinticinco años. Cuando
despierto cada mañana, ahora puedo rememorar la mayor parte de mis EFC, o sueños y
visiones que haya tenido durante la noche, y elegir algunas de las más significativas e
interesantes para recuperarlas y registrarlas.
Aparte de la senda invaluable de experiencias espirituales que he recogido
mediante el control y monitoreo de mis sueños, con frecuencia encuentro soluciones
innovadoras a los problemas de la vida real vigente. He aprendido a depender de esta
guía de orientación e inspiración. Yo también ocasionalmente sueño con largas
“películas” de historias entramadas. Aparte de ser muy agradables (mejor que las
películas mismas), he disfrutado de cada epopeya, registrándolas oportunamente, sobre
todo las más interesantes, planificando en un futuro cercano escribir interesantes
novelas basadas en ellas algún día.

Palabras y Frases que Desencadenan la


Reintegración
Es de un gran apoyo si el doble proyectado mantiene con fuerza el recuerdo de
sus experiencias fuera del cuerpo en la mente, durante el reingreso. Para ayudarse con
esto, utilice alguna frase gatillo o una palabra clave que represente la experiencia de
proyección. Escoja un par de los eventos más memorables e interesantes y conforme
una frase corta para encapsular la experiencia. Sosténgala firmemente en su mente y
vocalícela durante el reingreso en su cuerpo físico para desencadenar el proceso.
Por ejemplo, durante una breve proyección, usted observó sus manos
derretirse antes de pasar a través de una pared, palpó su estructura interior y percibió su
textura, luego voló por encima de su casa bajo la lluvia y regresó atravesando el techo
de la vivienda, volviendo a entrar en su cuerpo físico. Esta situación puede ser
representada por las palabras clave: pared, lluvia, volar, techo; o quizás sea más fácil
general frases gatillo como: la fusión de las manos, volando bajo la lluvia, a través de
la pared, o sobre el techo. La firme retención de una sola frase gatillo en su mente, y
literalmente parafraseándola con vehemencia durante el reingreso, facilitará en gran
medida la descarga de recuerdos de imágenes virtuales en niveles accesibles de la
memoria.

Posición y Confort
La posición y la comodidad del cuerpo físico durante una proyección, afectan
directamente la factibilidad de mantenerse despierto y consciente, y de dormir solo
ligeramente si llega el sueño. Sentarse en un sillón o estar apoyado en una cama con

290
varias almohadas, encontrará que no fomenta el sueño profundo, o al menos ralentizará
su aparición. Estar ciertamente incómodo ayuda a mantener la mente más alerta durante
los intentos de proyección. Esto también apoya el hecho de prolongar el estado
intermedio de sueño y vigilia, creando una semi vigilia basculante durante un poco más
tiempo de lo habitual, aspecto invaluable a la hora de lograr proyecciones tempranas,
ultracortas y de salida consciente.

Familiarizándonos con el Estado de Trance


Es importante desarrollar la capacidad de mantener un nivel acorde de trance y
poder trabajar dentro de él. Esto debe hacerse sin quedarse dormido con demasiada
frecuencia o profundamente, y sin caer en un nivel de trance demasiado abisal. Cuanto
más tiempo pueda mantener despierta su mente físico/etérica en el estado de trance,
después de una proyección exitosa (aunque pueda parecernos fallida en ese momento),
mayor será el tiempo que su doble proyectado pueda permanecer fuera de su cuerpo. Y
también hará que él sea más sólido durante este momento, lo que generará experiencias
más fuertes y vívidas. Lo que, por sí solo, aumentará las posibilidades de descargar
exitosamente la memoria secundaria durante la reintegración.
Si usted tiende a quedarse dormido rápidamente, después de los intentos de
proyección (que pueden ser demasiado largos y agotadores durante los primeros
intentos) provocará que por lo general caiga en un sueño profundo con bastante
rapidez. Las posibilidades de recordar una proyección son entonces bruscamente
reducidas. Si puede mantenerse a sí mismo semi despierto, vacilando por unos pocos
minutos más, puede utilizar este tiempo con buenos resultados. Si, cuando salga del
cuerpo, se disciplina para regresar y entrar en su cuerpo físico con bastante rapidez,
sabiendo más o menos cuánto tiempo es capaz de mantenerse a sí mismo semi
despierto, y tanto usted como su doble proyectado trabajan juntos en esto, tendrá más
posibilidades de un reingreso exitoso y una descarga de experiencias de imágenes
virtuales, completa. Incluso una breve salida consciente de diez segundos es un logro
muy valioso. Proporciona experiencias de primera mano y hace que la proyección se
convierta en una ¡realidad! La etapa de las proyecciones posteriores se puede aumentar
gradualmente, pero la primera proyección exitosa, deliberada y consciente, y su
reingreso, es la más importante de todas. Y es la que le dará el suficiente cimiento para
comenzar a construir.

Ejercicio Astral de Visualización


Experimentar con la visión astral es muy interesante y sumamente valioso.
Aparte de su valor durante el desarrollo, le ayuda a mantenerse despierto y consciente
dentro del cuerpo físico/etérico durante un período prolongado de tiempo, después de la
salida. Cierto grado de tiempo real o visión astral (ver a través de los párpados
cerrados) se manifiesta generalmente justo antes o durante una salida de proyección
exitosa. Si el cuerpo físico/etérico persevera después de un intento de proyección,
aunque parezca que ha fracasado en el intento, a menudo será exitosa esta habilidad.
El punto de vista resultante se puede determinar al observar toda la habitación
sin ningún movimiento físico correspondiente. Este no es sólo un asombroso ejercicio
pendiente del cuerpo etérico, sino que también permite el uso de la otra técnica de

291
recuperación de la memoria virtual espejo: el uso de la respuesta astral, para descargar
recuerdos de imágenes virtuales directamente en el cerebro físico. Concentrándose en
la observancia de la habitación y sus alrededores a través de los párpados cerrados, y en
mejorar el control de esta habilidad, coadyuvará a mantenerse ocupado y despierto lo
suficiente para ayudarse en la reinserción.
La utilización periódica de la visión astral en tiempo real mejora de manera
constante con la práctica. Incluso si usted no logra ver en su mayor parte la habitación
o sus alrededores a través de sus párpados cerrados, de todos modos lo mismo algo
verá. Y este fenómeno puede variar entre imágenes hipnagógicas y visiones astrales
complejas.
Usted puede ver nada más que un poco de luz tenue. Cualquier cosa que capte
a su alrededor, obsérvela y juegue con el enfoque de sus ojos detrás de sus párpados
cerrados, tratando de vislumbrar todo con mayor claridad. Esto ayudará a activar y
mejorar su visión astral, o por lo menos ocuparla hasta que su doble proyectado retorne
para reintegrarse a su cuerpo físico.
Nunca abra los ojos de su cuerpo físico o mueva los párpados para comprobar
si sus ojos están abiertos o cerrados. Relájese y confíe en que están cerrados. Si están
abiertos, sus ojos se secarán rápidamente y se verá obligado a parpadear cada pocos
segundos. Si usted no siente la necesidad de parpadear, confíe en que están cerrados y
que evidentemente está percibiendo en tiempo real y/o con visión astral.

Reingreso Consciente
Me he dado cuenta, en los últimos años, que la reintegración exitosa con la
descarga de la memoria completa, se emprende mucho mejor si el reingreso en el
cuerpo físico se realiza consciente y deliberadamente a través del doble proyectado.
Esto debe hacerse antes de que el cuerpo físico caiga en el estado de sueño profundo.
Durante una EFC, la mayoría de los proyectores quedan tan absortos con su
nuevo estado de existencia, que al explorar el potencial de su nuevo entorno se olvidan
completamente de su cuerpo físico, que está en permanente espera. Nunca piensan en
volver a entrar hasta que retornan automáticamente cuando finalmente se despiertan,
por lo general varias horas más tarde y sin recuerdos de esas nuevas experiencias
virtuales. Y asumen que nunca olvidarán la impetuosa y memorable experiencia que
están teniendo. Suponer que una EFC sea recordada - olvidando la división de la mente
y la naturaleza voluble de su reintegración - es una manera segura de perder por
completo los recuerdos virtuales experimentados.

Proyección Ultracorta
Un factor constante en la mayoría de los casos de EFC exitosas que he
recibido de la gente que he entrenado, es que ellos han escuchado un consejo simple
pero extremadamente importante que les he inculcado desde el principio. Y es que
realizaron sus primeras proyecciones bien cortas. Hicieron una reentrada intencional en
sus cuerpos físicos poco después de su salida. No puedo enfatizar suficientemente la
importancia y la eficacia de este parámetro. Los proyectores novatos simplemente

292
deben regresar a sus cuerpos antes de que su mente físico/etérica pierda de vista las
cosas y caiga en sueño profundo.
Este es el único aspecto que va a superar la falta de habilidad, disciplina, y
experiencia del principiante. Este primer éxito pleno e íntegramente consciente de
salida y reentrada, incluso de lapsos ultracortos de diez segundos de proyección, es de
suma importancia para los principiantes en general. Hace que las EFC sean
efectivamente alcanzables y experiencialmente reales para ellos. Y esto les proveerá de
entusiasmo para las proyecciones futuras. Esta experiencia y saber de primera mano
afectará significativamente sus sistemas de creencias personales, abriendo un montón
de otros interrogantes, y logrando que muchas otras cosas sean ahora posibles,
licenciando a todos sus aspectos futuros de formación y desarrollo.
Se necesita una gran cantidad de energía mental para mantener la mente del
doble proyectado centrado durante una EFC. La mayoría de los proyectores sólo
disponen de unos pocos minutos, o ni siquiera eso, antes de que pierdan el enfoque y el
control sobre lo experimentado y se pierda esta privilegiada oportunidad de
descargarlos exitosamente en su par físico. Cada minuto que pasa durante una EFC,
hace que sea más difícil para el doble proyectado, enfocar y trasladarse
coherentemente.
Debe uno disciplinarse para regresar al cuerpo bien pronto, después de
promover la salida consciente. Si estamos hablando de una primera proyección, sobre
todo, salga, muévase unos seis metros de distancia de su cuerpo físico, y observe sus
piernas moverse y desplazarse; tómese una pausa y perciba cómo se siente estar fuera
del cuerpo, eche un vistazo rápido a sus manos y vea cómo se derriten o desintegran,
para luego retornar y sumergirse, reingresando a su cuerpo físico - ¡parafraseando su
frase gatillo, como ya expliqué! -. Entonces, concéntrese directamente en escribir lo
que atravesó. Y bloquee y retenga esos preciosos recuerdos virtuales ¡en su cerebro!
¡Un recuerdo de proyección exitosa de diez segundos vale más que mil noches
enteras olvidadas! Lo más importante para todos los principiantes que incurren en este
fenómeno, es ensayar esa primera salida totalmente consciente, percibiendo lo que se
siente al estar fuera del cuerpo, para luego experimentar una reentrada plenamente
consciente. ¡No importa nada más! ¡No trate de hacer ninguna otra cosa las primeras
veces que logra salir fuera del cuerpo!
Por favor, confíe en mí en este momento, incurriendo en proyecciones bien,
bien cortas. Usted puede aumentar lentamente el tiempo de sus EFC a medida que
mejore en la incursión de reentradas conscientes y la descarga de los recuerdos espejo
pertinentes.

Contando Ovejas
Contar ovejas (o cualquier otro animal u otro elemento a elección), "una oveja,
dos ovejas, tres ovejas, cuatro ovejas", etc., puede ser de una gran ayuda durante las
proyecciones cortas iniciales.
El doble proyectado debe programarse para hacer exactamente lo mismo. Se
debe planificar para volver a entrar en su cuerpo físico a una cuenta predeterminada,
por ejemplo, en la oveja número veinte – y dar entonces por terminada la proyección
inicial.

293
El cuerpo físico/etérico y su doble proyectado deben coaccionar juntos para
hacer de esto un método de trabajo. Todo lo que tiene que hacer el doble proyectado es
flotar encima o sumergirse de nuevo en su cuerpo físico a la cuenta convenida. El resto
del proceso de reingreso es un acto reflejo. El doble proyectado debe mantener
firmemente su EFC exitosa en su mente y verbalizar alguna frase gatillo, para que se
produzca la inercia de regreso y reingreso.
Sugiero que la mente físico/etérica se permita relajarse y vacilar, y también
comenzar a caer en las fauces del sueño cuando llegue a la cuenta de veinte, listo para
la reintegración. Esto mantendrá a la mente físico/etérica focalizada, enfocada y
despierta en el período de tiempo requerido, lo que hará que se cree una fuerte relación
entre los recuerdos memorizados del lado físico y del lado de la EFC. Ambos aspectos
del proyector discurrirán en la sincronización e intentarán o esperarán el reingreso y la
reintegración más o menos al mismo tiempo.
Ambos deben trabajar juntos en esto. La mente físico/etérica esperará a que el
doble proyectado retorne poco después del recuento de las veinte ovejas, entonces
puede observarse con cuidado y atención la precipitada energía corriendo a través del
torso y la ligera sensación descendente o de caída, fenómenos que señalan el reingreso
del doble proyectado. A la cuenta de veinte, la mente físico/etérica debe dejar de contar
y relajarse, sosteniendo su mente clara y con consciencia en la respiración,
permitiéndose al mismo tiempo derivar hacia el estado de dormancia. Esto incentiva la
fluctuación necesaria de la consciencia para una reintegración y la descarga exitosa de
la memoria virtual espejo.
Este estado vacilante debe mantener la mente físico/etérica consciente el
tiempo suficiente para percibir las sensaciones de reingreso energético cuando se
produzcan. Estas sensaciones lo devolverán a la consciencia plena, con una carga
completa de recuerdos virtuales experimentados. Una vez que el proceso se ha
realizado con éxito, el recuento de ovejas puede aumentarse de manera constante, hasta
el límite de la capacidad de su mente física/etérico de mantenerse despierta mientras
cuenta.
Tenga en cuenta aquí que los recuerdos del doble proyectado pueden o no
sustituir holísticamente los recuerdos físico/etéricos de ese mismo período de tiempo,
durante la reintegración. Si la proyección se realiza correctamente y esto es lo que
parece haber ocurrido, puede darse el caso de que no haya ningún recuerdo del lado
físico/etérico en este esfuerzo de proyección conjunta. Si la proyección fue
satisfactoria, tome por sentado que esta técnica funcionó. Si por el contrario falló, trate
de averiguar lo que salió mal, y siga intentándolo hasta que domine el proceso por
completo. Bien vale la pena también utilizar las frases de activación de recuperación de
la memoria y poner su mente en una intensa búsqueda después de un intento al parecer
fallido, en un esfuerzo por recobrar y recuperar los recuerdos espejo en un nivel
consciente de la memoria.

Repitiendo Comentarios y Afirmaciones


Otro mecanismo valioso que ayuda a la recuperación de la memoria virtual
espejo, es proferir comentarios verbales, repitiéndolos durante el período de la
proyección. Hable todo el tiempo durante la EFC, describiendo cada pequeña cosa que
está sucediendo, viendo y experimentado. Estas disquisiciones ayudarán a fortalecer los

294
recuerdos virtuales y harán que sean más fáciles de recuperar y volcar en la memoria
física después de la reintegración.
También refuerza, al final de la descripción de cada elemento, acción o
escena, reafirmar que con regularidad recordará todo. Firmemente diga: "¡voy a
recordar todo esto!" como una afirmación que ayude a cimentar esas memorias en el
cerebro energético sutil del doble proyectado.

Misiones Planificadas
Planifique las proyecciones y adquiera el hábito de cumplir con sus planes.
Tener objetivos primarios, secundarios y terciarios, y centrarse en ellas durante la
proyección. Haga que estos objetivos sean alcanzables dentro de un marco de tiempo
razonable y realista, para que el lapso de espera no sea demasiado largo. Además de
conseguir proyecciones más productivas, este logro también le dará al doble proyectado
algo definido en que enfocarse durante cada EFC, y a la mente físico/etérica, alguna
idea de lo que su doble proyectado ha estado haciendo durante cada proyección. Esto
último redundará en una ayuda significativa cuando se trata de rescatar memorias
virtuales, permitiendo que se apliquen frases mucho más específicas de activación al
proceso de recuperación de frases desencadenantes (valga la redundancia).

Trabajando con la División de la Mente


Hay algunas formas ventajosas de utilizar la división de la mente, a los fines
de ayudar a los recuerdos virtuales espejo a consolidarse en el cerebro físico durante
una proyección, sobre todo en la reintegración. Tres efectos energéticos son lo
suficientemente fuertes para ser utilizados en este propósito: la respuesta o reacción
astral, el aumento energético en el torso, y la sensación descendente o de caída en el
reingreso.

Descarga de la Respuesta Astral


A los fines de utilizar la respuesta astral para una descarga de memoria, hay
que disciplinarse una vez que esté fuera del cuerpo, para intentar una conexión
inmediata con su contraparte físico/etérica antes de que derive en el sueño. Ambas
partes deben trabajar juntas en esto, y convenir de que el doble proyectado permanezca
de pie o flote en un lugar determinado en la sala cerca del cuerpo físico, pero a no
menos de dos metros y medio de él, o casi con seguridad será absorbido por éste. Debe
intentar conectarse visual y telepáticamente con su contraparte física.
El aspecto físico/etérico también debe tratar de comunicarse y conectarse con
su doble proyectado, utilizando el tiempo real o la visión astral si estas habilidades
están presentes, o llegar con su sensibilidad si estas habilidades no están presentes. El
lado físico/etérico debe confiar que su doble proyectado cooperará y estará en la zona
de destino, y debe comunicarse con todos los sentidos disponibles. Su doble proyectado
debe estar en el área de destino haciendo exactamente lo mismo, si todo va según lo
planeado. El doble proyectado estará por ahí en algún lugar cercano. Con la conexión,

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todos sus recuerdos virtuales llegarán en algún momento y aflorarán en el cerebro
físico.
Si se hace primero una conexión emocional, puede causar una sensación
incómoda de presencia y ansiedad en ambos lados. Si este es el caso, mantenga la
calma dualmente y esta sensación no se intensificará. Si esta impresión llegase a ser
demasiado fuerte, el doble proyectado deberá abandonar la zona inmediata, y poner un
poco de distancia entre sí y su contraparte físico/etérica. Puede regresar e intentarlo de
nuevo tan pronto como la presión de respuesta astral disminuya o desaparezca.
La mejor manera de desarrollar el tiempo real y la visión astral es utilizarlos
con la mayor regularidad posible, porque si incluso esta conexión falla, sigue siendo un
ejercicio beneficioso. Tenga en cuenta que, una vez localizado, el doble proyectado
puede parecer muy diferente de su contraparte física. Por lo general será más joven y
delgado que su original, pero también puede parecer un poco fantasmal. Una vez que
ambos lados de la división de la mente se conectan, los recuerdos físicos y virtuales se
transferirán en ambos sentidos. Si todo va bien, este proceso hará que los recuerdos
duales sean sólidos para ese único período de tiempo.
Una vez que una conexión se ha hecho, el doble proyectado debe alejarse de
su contraparte física por unos segundos o se corre el riesgo de sentir náuseas durante la
respuesta astral. La conexión energizará ambas mentes, la física y la proyectada. Esta
energía aprobará una proyección más prolongada de lo normal, mientras que además
permitirá un buen control y fuertes recuerdos virtuales espejo. Aun así, trate de que el
resto de la proyección sea bastante corta, si es posible no más de dos minutos, o
arriésguese a perder por completo los recuerdos virtuales de la segunda parte de la
experiencia.
Si el contacto se gestiona sin efectos secundarios adversos, la respuesta astral
se puede utilizar para descargar los recuerdos virtuales almacenados en la memoria
física, y el doble proyectado puede retornar regularmente durante el transcurso de una
proyección – por decir cada dos minutos - y reconectarse con su contraparte física. Esto
permite que la duración de una proyección pueda prolongarse considerablemente. Si
habitualmente vuelve a conectarse de esta manera, permitirá que la memoria del
cerebro físico se instaure y se actualice con la última serie de recuerdos espejo, cada
vez. Estas remembranzas se almacenarán en el cerebro físico como reminiscencias
sólidas y por lo tanto fácilmente recuperables.
Tan pronto como el doble proyectado comience a experimentar las
fluctuaciones de la realidad, sugiero una reentrada inmediata. Esta es una señal de que
la mente dormida se está volviendo activa y que el cuerpo físico/etérico está cayendo
en un nivel más profundo de sueño. Si el doble proyectado intenta superar las severas
fluctuaciones de la realidad, corre el riesgo de olvidar los recuerdos de la experiencia
desde ese momento en adelante. Puede también perder la oportunidad de hacer un
reingreso consciente, lo que llevará al fracaso del objetivo.

Reingreso Rápido de la Energía a través del Torso


Cuando el doble proyectado retorna y reingresa en su contraparte física, causa
un aumento energético muy notable que atraviesa el cuerpo físico, sintiéndose
especialmente fuerte en el estómago y el pecho. Si el cuerpo físico/etérico está aun
parcialmente despierto durante la reentrada, la violenta acometida energética va a

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sacudirnos nuevamente a plena consciencia. Se trata de un movimiento ascendente de
sobretensión, un hormigueo, y una sensación energética muy similar a la arremetida de
energía en el torso, percibida durante la salida. Comienza y termina muy rápidamente,
tomando de uno a tres segundos, dependiendo de la velocidad y la suavidad del
reingreso. Un hormigueo del tipo adrenalítico como resultado de la embestida
energética, discurrirá rápidamente hacia arriba a través de las piernas y la parte inferior
del cuerpo; luego se propagará rápidamente a través del estómago y el pecho antes de
detenerse abruptamente.
Si se han sentido sensaciones relacionadas con la proyección previa, las
percepciones de reincorporación son una certeza de que el doble proyectado ha vuelto a
entrar en su cuerpo físico. Este es el momento ideal para retener y recuperar los
recuerdos virtuales. Llegan con una fuerte impresión de que acaba de olvidar algo,
entonces utilice las frases de activación y recuperación de la memoria virtual. Si usted
está acostado boca abajo en su lecho, incorpórese, apoye los dos pies en el suelo, y
haga el esfuerzo de recordar la experiencia proyectable. Los recuerdos están ahí, justo
debajo de la superficie. Sólo tiene que llegar a su interior y desencadenarlos. Una vez
que haya localizado y focalizado algún fragmento, todo un conjunto de recuerdos
espejo resurgirán e invadirán su memoria física.
Si el doble proyectado vuelve a entrar en el cuerpo físico deliberadamente, se
puede hacer mucho a los fines de lograr una descarga exitosa de memoria virtual. Al
igual que con la salida, uno de los mayores problemas con el ingreso es que el doble
proyectado siente un enorme aumento energético junto a un intenso hormigueo. Se
estremece nuestro cuerpo físico con dicha energía, y se percibe una sensación de caída
y de mareo, a medida que se zambulle rápidamente hacia el interior. Estas fuertes
sensaciones pueden romper fácilmente su concentración. En cierto modo, se pierde la
consciencia momentáneamente, en tanto que estas sensaciones dan paso al momento
crítico del reingreso.
El doble proyectado debe sostener su consciencia fuera del cuerpo físico muy
firmemente en el frontispicio de su mente, durante esta etapa. Cuando se inicia el
proceso de reingreso deliberado, no se debe ceder a la avalancha de sensaciones
energéticas asociadas con el arribo y la reintegración. Todo lo contrario, se debe
continuar concentrado en el pensamiento de ser consciente de lo que ha estado
haciendo y sucediendo, que es que se ha proyectado fuera de los confines de su cuerpo
físico. Yo siempre sugiero, por cada reingreso consciente, que el doble proyectado
retenga una frase gatillo firmemente en su mente, y la haga voz cuando se sumerge de
nuevo dentro de las fauces de su par físico. Esto incrementará enormemente las
posibilidades de recuperar los recuerdos virtuales espejo en los niveles conscientes del
cerebro físico.

Sensación de Caída o Descenso en el Reingreso


Las personas a menudo perciben notables sensaciones de caída, mientras están
tratando de conciliar el sueño. Esto puede ocurrir varias veces antes de la narcosis, y a
menudo provocar que se respire con dificultad y a veces hasta que se caiga uno de la
cama, sobre todo cuando estamos acostados de lado, acción potenciada por una fuerte
sensación de hundimiento y de vacío abrumador. Esto le sucede a la mayoría de las
personas que pasan mucho tiempo cerniéndose al borde del sueño, vacilando entre los

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estados de vigilia y de sueño. Esta sensación es causada por una proyección breve y su
proceso de salida y reingreso.
Si se siente una gran tristeza y un profundo letargo inmediatamente después de
la percepción de caída, o si son evidentes el tiempo real o la visión astral, entonces es
más probable que una proyección esté en pleno desarrollo. Si usted se sorprende
recostado a un lado de la cama luego de un sueño, y está inmediatamente bien
despierto, muy probablemente que un reingreso completo se haya experimentado. No
hay a menudo ningún otro síntoma sensible relacionado con proyecciones asociadas a
este tipo de semi sueño proyectable. El doble proyectado se escapa fuera muy
fácilmente si las condiciones son las correctas. Este es un tipo natural de salida a través
del sueño, y en esto la mente consciente no está implicada, porque se encuentra
levemente dormida y fuera del proceso. Por lo tanto, no habrá ninguna sensación
intensa de exteriorización generada por este tipo de proyecciones.
Si se sienten sensaciones de caída, interprete el agente que las haya provocado
y emplee de inmediato las técnicas de recuperación de la memoria virtual espejo, para
tratar de recordar la EFC. Sostenga la intención en su mente de que, si usted se
encuentra fuera del cuerpo, aunque sea por un lapso efímero, inmediatamente se
zambullirá de nuevo en su cuerpo, verbalizando alguna frase gatillo que conozca. Esto
sólo podría producir un breve recuerdo de un EFC espontánea, pero no obstante es una
manera fácil de recuperar algún tipo de experiencias de proyección, y es sin duda un
muy buen comienzo si usted recién está incursionando en el tema.
Si es propenso a las sensaciones de caída, es posible que desee experimentar
mantenerse despierto más de lo habitual, flotando y basculando entre la vigilia y los
estados de narcosis. Una manera fácil de hacer esto es colocar los antebrazos hacia
arriba y los codos apoyados en la cama. Sus manos comenzarán a caer cada vez que
incursione en las fauces de la dormancia; esto le ayudará a despertarse y despabilarse a
cada momento, y prolongará el tiempo para conciliar el sueño y el número de veces que
se quede dormido. Esto aumenta las posibilidades de capturar los recuerdos de las
experiencias de los períodos (así sean breves) fuera del cuerpo.

Retorno y Reingreso
Muchas personas se preocupan sobremanera por el hecho de quizás perderse o
de no ser capaces de volver a sus cuerpos físicos después de una proyección. De
acuerdo con mi experiencia y todo lo que yo sé, el cordón de plata no puede separarse
ni cortarse, y el doble proyectado no puede ser ocupado por otra entidad o bloqueado
permanentemente por estar fuera de su cuerpo físico, mientras esté aún con vida. El
doble proyectado por lo general puede regresar a su cuerpo físico en cualquier
momento durante un EFC, simplemente presintiendo o percibiendo su cuerpo físico y
el espacio y el entorno alrededor de él. Este solo proceso trasladará inmediatamente el
doble proyectado de nuevo a los confines de su par físico o a su ámbito más próximo.
Sin embargo, existe una circunstancia notable que puede hacer que el
reingreso en su cuerpo físico sea difícil, si no temporalmente imposible. Si en el
momento en que el doble proyectado retorna, su par físico ha entrado en el estado de
sueño profundo, puede encontrarse que el cuerpo físico sí está temporalmente
bloqueado, lo que puede causarnos una seria ansiedad, ya que es normal que creamos
que nuestro cuerpo físico ha muerto durante nuestra ausencia.

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Yo mismo la he experimentado, y he asesorado a muchas personas a las que
les ha sucedido lo mismo. Esta es la única circunstancia, hasta donde yo sé, que puede
interferir en el proceso de reintegración automática. Puede llegar a ser una experiencia
aterradora. El cuerpo físico se sentirá frío y sudoroso, y sin vida al tacto o percepción
de su doble proyectado.
En todos los casos donde este tipo de experiencias ha sido registrado, algún
ruido o acontecimiento físico - p.ej., la campana de un despertador o el timbre del
teléfono - han hecho que el cuerpo físico se despierte poco después de que el doble
proyectado haya comenzado a preocuparse. Este evento despertará y sacará al cuerpo
físico de su dormancia profunda, reactivando así el mecanismo de reingreso y
permitiendo que el proceso termine con éxito.
Los casos de recuerdos virtuales como los mencionados, siempre abrazan un
fuerte contenido emocional (a menudo ligado o asociado al terror) inundando
inmediatamente nuestra mente física, que vacilará y nos llevará a despertarnos y
desvelarnos en un estado de incertidumbre total. Este fenómeno obliga a la mente a
recuperar esta experiencia del todo inquietante, de la que la mayoría de los proyectores
preferirían olvidar – lo que es bastante irónico, realmente. Este tipo de experiencias por
lo general deja al proyector emocionalmente inestable y perturbado, a menudo con un
temor fuertemente arraigado durante un largo período (sino permanente) de repetir
cualquier tipo de EFC.
El mejor consejo que puedo dar a cualquier persona que se encuentre
bloqueada temporalmente fuera de su cuerpo, es que confíe en que se trata de un suceso
por cierto temporal y bastante normal, y que en absoluto le hará daño. Dedique este
momento para explorar o regrese a los planos astrales y disfrute del tiempo que le
queda fuera de su cuerpo. Usted no recordará casi nada después, pero eso no tiene
importancia, así que deléitese mientras pueda. Lo más importante aquí es no
preocuparse y no entrar en pánico.
La muerte es un evento bastante extremo, por decir algo. Incluso si hubiera
muerto pacíficamente en su sueño de un ataque al corazón o algo parecido,
seguramente se habría despertado al momento, mientras toma su último aliento
jadeante…
Si de hecho sucede que ha fallecido durante una EFC, entonces no hay nada
que usted o cualquier otra persona puede hacer al respecto. Sin embargo, mantener la
calma le ayudará sobremanera si usted realmente ha fallecido repentinamente. Esto le
ahorrará tormentos y angustias y hará que su ida sea más fácil de aceptar y tolerar. Si
mira a su alrededor, pensando que podría haber muerto, y no ve figuras religiosas o
ángeles, amigos espirituales, o parientes difuntos, y ningún túnel de luz o cualquier
cosa fuera del tema relacionado con la proyección normal en tiempo real, hay una
probabilidad extremadamente alta de que su cuerpo físico esté atravesando sólo un
sueño profundo. Si este es el caso, en breve se despertará, siempre y cuando usted no
entre en pánico y empeore las cosas más de lo que realmente son.

Técnica de Reingreso mediante la Grabación de


Interferencias
El método de reingreso a través de la grabación de interferencias fue diseñado
con la intención de ser aplicado a la teoría de la división de la mente, para superar los

299
problemas relacionados a este evento. Esto es particularmente útil si los intentos de
proyección primarios están fallando ininterrumpidamente, con proyectores que
continuamente caen en sueño y no tienen forma de saber si tuvieron éxito o no.
Recomiendo que se grabe una cinta con sonidos sencillos de la naturaleza o ruidos
delicados, para que lo despierten con suavidad. De tal manera que trabaje mucho mejor
que cualquier otro tipo de alarma.
Golpee con un lápiz suavemente sobre la mesita de luz, una vez por segundo
durante cinco segundos y registre el sonido. Este será el ruido despertador de primer
nivel. El proceso debe continuarse por un período de diez segundos de silencio. Siga
con otro lapso de grabación, provocando el mismo ruido, pero un poco más alto, una
vez por segundo durante cinco segundos, luego otros diez segundos de silencio. Esta
secuencia debe ser acompañada por un suave tintineo continuo, golpeando por ejemplo
un lápiz en un vaso o una taza de porcelana con una frecuencia de una vez por segundo
durante cinco segundos, luego otros diez segundos de silencio.
Después de esto, aumente progresivamente el nivel de ruido, variando su
fuente (una mesa, una porcelana, un vidrio, un metal, etc.) en segmentos de cinco
segundos, con diez segundos de silencio, para luego golpear bastante fuerte con una
cuchara una cacerola de metal - lo suficientemente alto como para que definitivamente
lo despierte. Los registros de un xilofón infantil o sonidos de aves o de la naturaleza –
cualquiera que lo sienta con gusto - se pueden utilizar para crear un ambiente de
interferencias más interesante. Una vez que tenga la cinta grabada, ajuste el volumen a
un nivel correcto para usted.
Para encontrar el nivel perfecto de ruido que comience a despertarlo
exitosamente, busque a alguien más que se preste para ser despertado usando estos
ruidos grabados, como expliqué más arriba. Y monitoree sus reacciones con cuidado,
especialmente las expresiones faciales y movimientos en busca de signos de vigilia,
asociando los que ejerzan influencia entre los estados de sueño y vigilia. Este esquema
le dará una idea de cuál es el nivel de sonido ideal para despertarlo. Realizando esta
grabación suscitaremos resultados más precisos, ya que con dicha experiencia
produciremos la grabación más efectiva de interferencias.

Del lado del Doble Proyectado


Una vez fuera del cuerpo, permanezca a por lo menos seis metros de distancia
de su par físico, si le es posible, para contrariar el efecto de succión de usted mismo
accidentalmente. Si siente la presión que busca arrastrarlo de nuevo en él, luche y
oblíguese a moverse y alejarse rápidamente. Por otra parte, tenga otro reloj cercano en
la habitación y sincronícelo con el que esté más cerca de su cuerpo físico. Mire este
reloj y vuelva a entrar de nuevo a su doble físico en el tiempo señalado.
Esté atento al transcurrir del tiempo y asegúrese de regresar a su cuerpo con el
espacio suficiente para observar el reloj, ya que se acerca la hora en que va a sonar la
alarma. Esté preparado para una reentrada consciente en el momento en que se apague.
Tenga en cuenta que su contraparte física probablemente ha caído en un sueño entre
ligero e intermedio, posiblemente incluso profundo. Un reingreso exitoso, deliberado y
consciente es ahora totalmente posible. El reloj debe estar colocado en una posición tal
que el doble proyectado pueda verlo fácilmente mientras está de pie o flotando cerca de

300
la cama o donde esté ubicado su par físico, sin la necesidad de tener que acercarse
demasiado a él.
Cuando la alarma se apaga y comienza la primera serie de ruidos
reproducidos, usted debe estar esperando cerca, listo para el reingreso, con una frase
gatillo sostenida firmemente en su mente. Debe estar en equilibrio, preparado y listo,
esperando sentir las primeras sensaciones de gravitación y arrastre hacia su cuerpo
físico, señal de que comienza a fluctuar el despertar. Una vez que sienta este primer
tirón, debe deslizarse inmediatamente dentro de su cuerpo físico, ¡verbalizando su frase
gatillo enérgicamente! Esté preparado para tomar el control a medida que vuelve a
entrar y forzar su cuerpo físico a despertar, y recordar todo, entonces tome nota de su
experiencia. Tenga siempre un cuaderno y un bolígrafo al lado suyo.

Del Lado del Cuerpo Físico


Cuando en su cuerpo físico primero escuche el sonido de la grabación que
comienza a despertarlo, debe tratar de no hacerlo de inmediato. Intente ignorarlo y
permítase dormitar y vacilar. Insista en volver a dormirse. Despertar su cuerpo físico es
el trabajo de su doble proyectado, no del cuerpo físico. La grabación continuará su
reproducción a intervalos regulares, levantando lentamente el volumen cada vez, con
pausas de diez segundos de silencio. Manténgase atento a las sensaciones de
sobretensión en el torso o las percepciones de caída o descenso, cualquiera de las
cuales son señales de que el doble proyectado está reingresando. Cuando usted
presienta cualquiera de estos fenómenos, sabrá que su doble proyectado está en el
proceso de reintegración. Si la técnica falla o se pierde en este momento y acaba poco a
poco por despertarse sin recuerdos aparentes, disponga su mente en la búsqueda de
frases gatillo para intentar reconquistar los recuerdos virtuales de la EFC, a los fines de
recuperarlos. Ellos están ahí, sólo hay que alcanzarlos, desencadenarlos y liberarlos.
Los diez segundos de silencio entre cada segmento despertador pueden ser
aumentados si el cuerpo físico despierto no tiene suficiente tiempo para fluctuar tras un
sueño ligero después de que un segmento que da un sonido ha comenzado el proceso
despertador. Usted debe ser capaz de fluctuar o volver a caer en un semi sueño o sueño
ligero, para que esta técnica funcione correctamente. Con el tiempo, si la practica con
regularidad, su mente se programará para responder a los sonidos de la grabación y
lograr así fluctuar por fuera y por dentro del estado de sueño. Esto maximizará las
posibilidades de una proyección planificada exitosa y un reingreso con su descarga de
recuerdos virtuales espejo completa.
Un último modo de utilizar la técnica de grabación fluctuante explicada más
arriba es no utilizar ningún método de proyección en absoluto. Ajuste la grabación de
alarma fluctuante por un lapso de quince o veinte minutos después de que calcule que
va a caer en sueño. Simplemente ponga la grabación y déjese caer en las fauces de la
dormancia normal, tomando nota de la hora en que está establecido que se apagará. Al
utilizar este método de grabación fluctuante, queda totalmente en manos de su doble
proyectado, porque es el único responsable de despertarlo y forzar una descarga de
memoria espejo completa a través de observar el reloj y utilizar la técnica de reingreso
en base a frases gatillo verbalizadas. Cuando el sonido de la grabación despierte a su
cuerpo físico, permítase fluctuar y vacilar durante un tiempo, pero si el proceso lo toma

301
totalmente despierto y sin recuerdos de proyección, utilice las frases de recuperación de
la EFC para ayudar a redimir las experiencias virtuales vividas.

23. Resguardo del Sueño Lúcido


Los ejercicios de entrenamiento que figuran en este libro, sobre todo los
relacionados con el desarrollo energético, aumentarán considerablemente el recuerdo
de sus sueños, obteniendo sueños lúcidos, y la actividad espontánea de sus EFC. Es una
pena perder toda esta preciosa energía en sueños no controlados, asique sugiero utilizar
una técnica de sueño lúcido, como una copia de respaldo y un objetivo secundario. Esto
proporcionará algún recuerdo de las experiencias fuera del cuerpo a través de los
sueños lúcidos, y le ayudará a aumentar su interés hasta que tenga éxito en obtener las
preciadas EFC.
Un sueño lúcido es un tipo genuino de EFC, aunque el portal dimensional que
se atraviesa para lograrlo es mejor considerarlo como algo interno. Y mientras que no
funciona para todo el mundo, un sueño lúcido a menudo se puede convertir en una EFC
en tiempo real presintiendo el cuerpo físico o regresando a él, o estando cerca de él.
También a veces es posible proyectarse a partir de un sueño lúcido, con la imaginación,
a los planos astrales y dirigirse a un destino astral.
Todo el mundo sueña cuando duerme y la mayoría de la gente recuerda
algunos sueños, aunque sólo determinados fragmentos ocasionales. Algunas personas
afirman que nunca sueñan, pero lo que realmente quieren decir es que simplemente no
recuerdan sus sueños. Soñar es un asunto habitual, pero en realidad hay mucho más que
eso en esta cuestión, de lo que parece. Para la mayoría de la gente, los sueños son su
única conexión con el universo profundo y sus raíces espirituales.

302
Creo que soñar es un proceso energético interno natural de la mente. Libre de
las limitaciones de la consciencia normal en vigilia, la mente subconsciente asume el
control, reflejando pensamientos, fantasías y energías creativas en los ojos mentales del
cerebro dormido, pero nunca totalmente inactivo. El proceso del sueño puede ser
pensado como algo parecido a un espacio personal generado energéticamente, infinito
en tamaño y alcance, dentro de la mente humana. El centro de la frente se activa
durante el sueño, creando y alojando el medio ambiente soñado, un espacio personal
que también conecta la encarnación humana con su mente espiritual animada original,
el ser superior. Los ojos mentales pueden ser pensados como un vínculo personal a
otras dimensiones, una puerta al más allá.
A medida que el cuerpo físico y la mente entran en dormancia, una copia de la
consciencia se refleja en el cuerpo etérico, y de allí en el doble proyectable que se está
generando, y más tarde en el astral y cuerpos sutiles superiores. Mientras esto sucede,
la copia físico/etérica de la mente comienza a desplazarse hacia otro tipo de
proyección, una proyección interna en el entorno del sueño.
Al inicio del proceso, mientras nos quedamos dormidos, la mente
físico/etérica comienza a perder la fuerza de voluntad para elaborar coherencia y
patrones de pensamiento lógicos. Poco a poco se pierde, vagando entre fragmentos de
pensamiento e impresiones subconscientes. Y olvidando el contacto con la realidad,
comienza a experimentar sueños, algunos de los cuales parecen estar generados por la
mente subconsciente. Esto es parte de un proceso natural bastante conocido, por el que
la mente brega en la solución de problemas y conflictos internos. Trabaja en la
elaboración de todo tipo de escenarios y situaciones distintas, y vive este proceso
internamente dentro de la seguridad del entorno de los sueños. Esto ayuda a la mente a
encontrar la paz y el equilibrio de una manera natural.
Creo que los ambientes oníricos son simplemente otras dimensiones,
dimensiones del sueño que se alcanzan a través de una puerta psíquica interna. Toda
esta acción se desarrolla en los ojos mentales del soñador, o se refleja en él. Los sueños
dimensionales pueden ser tan reales e infinitos en tamaño y alcance, que cualquier otra
dimensión o universo paralelo. Así como usted no puede tomar partido de la dimensión
astral, tampoco podrá de la dimensión soñada. Considero que todas las dimensiones no
físicas pueden estar sutilmente relacionadas e incluso vinculadas e interconectadas.

El Sueño Lúcido
Con un sueño lúcido normal, la consciencia plena, despierta, vuelve a usted en
algún punto durante el curso de un sueño. De repente se da cuenta de que está soñando,
despertándose efectivamente dentro del entorno. A continuación, puede tomar alguna
medida de control sobre el escenario soñado y el transcurso de los acontecimientos.
Los sueños lúcidos son diferentes de las experiencias fuera del cuerpo, sobre
todo porque a menudo parecen mucho más vívidos y realistas. Un sueño lúcido
impactante puede ser indistinguible de la realidad, incluso silo toma desde un estado de
vigilia completa. Un soñador lúcido es mucho más consciente de tener algo parecido a
un cuerpo físico que uno en tiempo real o proyección astral. Los soñadores lúcidos a
menudo experimentan sensaciones físicas, como la gravedad, la textura, la temperatura,
el gusto, el placer y el dolor. Estas sensaciones son generadas por la mente

303
subconsciente a través de experiencias similares recordadas. Mientras más convincente
sea el sueño lúcido, más realistas se tornarán sus sensaciones.
Los sueños lúcidos, las proyecciones en tiempo real, y las proyecciones
astrales en general, comparten terrenos en común. El centro de la consciencia sensible
del soñador a menudo discurre de un lado a otro muchas veces entre estos estados
durante una experiencia única. Y con frecuencia, más de un tipo de vivencias son
percibidas o recordadas cuando suceden simultáneamente. Este efecto es causado por
diferentes aspectos de la división mental, inmiscuida en uno y otro aspecto durante la
eventual descarga de la memoria espejo al final de la experiencia. Fenómeno que
provoca un confuso conjunto de recuerdos mixtos, compuestos por una mezcla de
secuencias soñadas, sueños lúcidos, experiencias en tiempo real, EFC, y proyecciones
astrales.

Control de la Realidad
Para llegar al estado de lucidez, usted tiene que programar su mente con un
disparador para que se dé cuenta de que está soñando, de modo que pueda tomar el
control. La manera más efectiva es mediante la costumbre frecuente de verificar la
realidad. (La comprobación de la realidad también trabaja en las EFC espontáneas).
Se necesita tiempo y perseverancia para elaborar y hacer realidad la
comprobación o el chequeo de una acción habitual, y no funcionará hasta que se
convierta en rutinaria. Pero una vez que se logra, los sueños lúcidos o EFC espontáneas
pueden ser experimentadas casi todas las noches, incluso muchas veces en cada noche.
En consecuencia, trabajar con respecto a la revisión de la realidad, bien vale el
esfuerzo.
De lo que se trata es de programarse para detener lo que se está haciendo por
un momento, en la vida física, para verificar la realidad de su situación actual. Este
fenómeno es muy rápido y sencillo de lograr, pero debe hacerse con regularidad,
muchas veces al día, para que se convierta en una acción frecuente y automática. Los
hábitos comprobables de la realidad deben convertirse en una respuesta corriente y
usual a un suceso frecuente de la vida real. Cada vez que discurra un test de la realidad,
observe a su alrededor y pregúntese:

· ¿Es esta situación normal?


· ¿Mi entorno se ve normal?
· ¿Mis manos se ven normales?
· ¿Puedo flotar, levitar o volar?

La clave para una efectiva comprobación de la realidad es trabajar sobre un


disparador simple. Este disparador debe ser una acción frecuente o un evento que se
puede utilizar varias veces al día. La idea es aislar una acción simple y programarse
para reaccionar habitualmente ante este evento, detonando la constatación de una
realidad determinada cada vez que suceda. Por ejemplo, cada vez que ingiera una
bebida durante el día, proceda a realizar un test de la realidad. Aporto algunas ideas
desencadenantes de repaso de la realidad:

· Manos: Cada vez que me las lavo

304
· Bebida: Cada vez que ingiero una
· Aseo: Cada vez que vaya al baño
· Tiempo: Cada vez que compruebo la hora o se menciona el tiempo
· Alimentación: Cada vez que como algo

Cualquier principio desencadenante que elija, como el hecho de beber o ir al


baño, se adecuará perfectamente a estos fines. Estas acciones abarcan impulsos dentro
del cuerpo físico, y ambas se pueden sentir con mucha fuerza desde nuestro interior a la
hora del sueño o del estado de proyección. La mayoría de la gente experimenta al
menos uno de estos impulsos durante el sueño cada noche. Estos impulsos a menudo
conducen a falsos despertares, donde soñadores o proyectores vagan fuera tratando de
conseguir una bebida o ir al baño, o ambas cosas, sin saber que en realidad están fuera
del cuerpo físico. A través de estos movimientos, intentarán beber o vaciar sus vejigas,
con su cuerpo físico a su vez dormido en la cama.
Así, cada vez que vaya al baño, encienda y apague el interruptor de luz por lo
menos dos veces, para comprobar que esté funcionando normalmente. Si usted está
proyectado en tiempo real (un falso despertar), podrá sentir el clic del interruptor de
luz, pero ella no se encenderá ni se apagará y el interruptor en realidad no se moverá.
Trate de pasar sus manos por la pared o por algún otro objeto sólido. Revise sus manos
para ver si se ven normales, o si se derriten.
Si usted se encuentra afuera en un entorno natural, como frente a un árbol o un
arbusto, cosa que sucede muy a menudo cuando sentimos la necesidad de orinar dentro
de un sueño o EFC, compruebe la realidad de la situación antes de continuar. Si el
cuerpo físico necesita orinar y esto lo despierta dentro de un sueño o EFC, se puede
luchar contra este impulso y continuar la experiencia durante varios minutos más o
menos, antes de ser atraído y reabsorbido por el cuerpo físico.
Alternativamente, perciba su cuerpo sutil y proyéctelo de nuevo, para luego
levantarse e ir al baño mientras mantiene su estado de relajación profunda el mayor
tiempo posible. Anote una descripción rápida de su experiencia, empleando sólo unas
cuantas palabras clave, antes de regresar a la cama. Al llegar y sumergirse en ella, a
menudo será capaz de retrotraerse en el tiempo y retomar el estado de sueño o EFC
suspendido, para continuar donde los dejó inconclusos. A la mañana siguiente, utilice
sus notas para ayudarse a recuperar los recuerdos espejo de estas experiencias virtuales.
Un poco de esto nos relatan Hereward Carrington (17 de Octubre de 1880 - 26
de Diciembre de 1958, Los Ángeles, California, Estados Unidos) y Sylvan J. Muldoom
(18 de Febrero de 1903 - Octubre de 1969, Darlington, Wisconsin, Estados Unidos)
más adelante, en este libro, cuando hacen referencia a sus prácticas y experiencias.

Hambre y Sed
Es posible aprovechar los efectos del hambre y la sed, porque instan a causar
perspicuidad o lucidez durante los sueños. También es factible utilizar este despertar
para ser aplicado durante una EFC, o incluso para provocar un falso despertar. Un falso
despertar es una EFC breve en tiempo real, en la que los proyectores creen que están
despiertos en lugar de proyectados. Los impulsos de sed y hambre se sentirán con
fuerza desde todos estos estados, y, a menudo impulsarán a que mientras se sueñe o
mientras estemos proyectados vayamos a tomar una copa o un aperitivo.

305
El primer paso es programarnos para hacer una revisión de la realidad
habitual, cada vez que estemos bebiendo. Note si el líquido está potable, que en
realidad humedezca la garganta y sacie su sed. Si usted está soñando o está proyectado,
ningún líquido saciará su sed y entonces se encontrará intentando beber una cantidad
ridícula de líquido virtual.
El siguiente paso es negarnos a ingerir líquido y/o comida alguna durante unas
horas antes de irnos a la cama. Coloque un vaso grande de agua y algo de comida en
una bandeja en su cuarto. Ponga éstos fuera de su alcance, en algún lado opuesto de la
habitación. Detrás de este alimento y bebida, ubique una hoja grande de papel blanco
donde se lea con claridad, "¡Estoy teniendo una EFC!" o "¡voy a hacer un test de
realidad AHORA!". Asegúrese de poner esta leyenda antes de retirarse, porque de lo
contrario, solo conseguirá acostumbrarse a que estén allí, de modo que no prestará
ninguna atención a los mismos durante una EFC.
Si usted trata de consumir este alimento y beber durante un sueño, se
encontrará con estas acciones copiadas del original. Inclusive se verán y sentirán los
mismos sabores, que evidentemente no van a saciar su sed, ni satisfacer su hambre.
Esta discrepancia se puede utilizar como el consabido disparador. Normalmente, si se
intenta consumir durante una EFC o durante un falso despertar, sus manos pasarán a
través. Estas señales le avisarán del hecho de que usted está teniendo una EFC. Si esto
sucede, es una buena idea volver a entrar en su cuerpo físico y anotar lo que pasó. A
continuación, vuelva a dormir y trate de repetir la EFC o el falso despertar.
A veces, sin embargo, la capacidad creativa subconsciente de un proyector
enmascara automáticamente muchos aspectos del cuerpo fuera del ambiente. Los
proyectores en tiempo real, sin darse cuenta, pueden crear inadvertidamente copias de
estos alimentos y bebidas. Al igual que con los sueños, éstos no nos satisfarán el
hambre ni la sed. Esta discrepancia, de nuevo, se puede utilizar para desencadenar la
consecución y/o comprensión de que una EFC está en curso.

Afirmaciones
Se trata de afirmaciones repetitivas de frases que se utilizan para programar la
mente subconsciente. Estas son más eficaces si se dicen justo antes de entrar en
dormancia. Antes de ir a dormir cada noche diga: "¡Me acordaré de hacer mi
comprobación de la realidad!". O mejor "hago mi verificación de la realidad"; de tal
manera que con estas afirmaciones repetitivas y contundentes se logre una revisión de
la realidad más auténtica - por ejemplo, "¡voy a recordar mirar mis manos!”. Haga esto
veinte veces o más antes de caer en las fauces del sueño. Concéntrese en el contenido y
el significado de lo que está diciendo; porque si frasea como un loro, no logrará los
objetivos buscados. La idea detrás de esta afirmación, es forzar y convencer a su
subconsciente para que le recuerde que debe hacer su revisión de la realidad durante un
sueño lúcido o EFC.

Recordando un Sueño Lúcido

306
Después de una revisión exitosa de la realidad durante un sueño o EFC, es
posible que se dé cuenta de que ha surcado un sueño lúcido o que está teniendo una
EFC. Si este es el caso, ¡Mantenga la calma! Las emociones fuertes como la excitación,
pueden arruinar una experiencia virtual y despertarlo dentro de su cuerpo físico. Una
vez que usted tome consciencia de alguno de estos sucesos, puede lograr el control de
la situación y continuar desde allí.
Una vez lograda la lucidez, es importante comenzar afirmándose a sí mismo
que va a recordar todo. Esto mejorará enormemente sus posibilidades de rememorar la
experiencia. Dígase a sí mismo en repetidas ocasiones, "¡Me acordaré de todo!" Otra
excelente manera para lograr el fortalecimiento de estos recuerdos es repetirse a sí
mismo algún comentario a través de la experiencia. Hablarse en voz alta a sí mismo,
describiendo enteramente lo que ve y hace en todo momento, pero además afirmando
con regularidad que va a recordar.

Síntomas de Desdoblamiento a través del Sueño


Es muy común que un soñador experimente las sensaciones energéticas
asociadas con una proyección (vibraciones, rápidos latidos del corazón, sensación de
caída, etc.) inmerso dentro del estado de sueño. Estas sensaciones suelen liberar el
estado de sueño lúcido, desencadenando de repente el hecho de ser consciente de su
situación. Pero la transferencia de un nivel fuera del cuerpo a otro, digamos por
ejemplo de una zona de tiempo real a otros planos astrales, no se acompaña de las
mismas sensaciones energéticas como las de una proyección externa normal de la
consciencia. Usted puede percibir en sí mismo estar teniendo una EFC espontánea, y
sentir todas las sensaciones normales relacionadas, especialmente si ha estado tratando
de generar verdaderas EFC previas. Puede incluso estar soñando que está en el proceso
de intento de una EFC de la consciencia, que no es infrecuente ni poco común.
Si se da cuenta de los síntomas relacionados con la proyección durante un
sueño o sueño lúcido, mantenga la calma y no luche contra ellos. Experimentará algo
muy parecido a una proyección externa de la consciencia, pero será su cuerpo en
narcosis el que la experimentará. Sentirá sensaciones de proyección dentro del sueño,
que pueden llegar a ser muy fuertes y vivificantes, pero siempre mucho menos
alarmantes de lo que podría sentirse en el cuerpo físico. La mayoría de la gente sentirán
sólo vibraciones, parálisis parciales, y una sensación de flotamiento, como si estuvieran
levitando dentro de su sueño. Sin embargo, pueden no darse cuenta de que están
soñando en este momento; más usualmente no lo harán.

Efectos de la Posición en Sueños Lúcidos y EFC


La posición de reposo del cuerpo físico puede tener bastante efecto sobre una
EFC o un sueño lúcido. Encontré esto en mí mismo al no poder lograr una salida
consciente mientras estaba acostado de lado. Sí puedo en posición de sentado, reclinado
o acostado sobre mi espalda. Si me echo sobre mi lado izquierdo, tiendo a proyectarme
directamente en un sueño lúcido. Tumbado sobre mi lado derecho no me favorece para
dormir ni ninguna otra cosa, y si me las arreglo para conciliar el sueño, por lo general
no logro recordar nada. Mientras que las posiciones de reposo indicadas anteriormente

307
pueden no afectar a todos exactamente de la misma manera, sugiero que se estudien sus
efectos potenciales.

Proyección del Sueño Lúcido


Una de las experiencias más fuertes e impactantes que conozco, es la
consecuente de haberme proyectado delibera o voluntariamente dentro de un entorno
de sueño lúcido desde un estado de vigilia completa, y sin la ruptura de la consciencia.
Yo denomino a esta experiencia: proyección del sueño lúcido, aunque otros también la
han llamado SUEÑO DESCONTROLADO (sueño lúcido inducido por la vigilia).
Aunque esto es técnicamente un sueño lúcido, se puede nombrar acertadamente: la
mejor experiencia extracorporal, ya que tiene muchas similitudes con una EFC
consciente.
Una proyección a través de un sueño lúcido no es esencialmente diferente de
una proyección consciente. Ambas causan la misma claridad de percepción, la de
operar de forma remota desde el cuerpo físico. La única diferencia notable es que las
proyecciones de sueños lúcidos son mucho más realistas y genuinas (con respecto a
nuestra vida) de lo que son las proyecciones o sueños lúcidos normales. Sensaciones
como la gravedad, el peso y la sensibilidad del cuerpo físico, su capacidad para
saborear, oler y sentir el placer y el dolor, las limitaciones de la materia sólida, la
susceptibilidad de la temperatura, etc., son todas indistinguibles de las percepciones de
la vida física.
La proyección del sueño lúcido es particularmente útil cuando los intentos de
lograr una EFC fallan continuamente al borde de la exteriorización. Todo lo que se
requiere es hacer un intento de proyección normal. Si esto no funciona, o se siente
aprensivo y no desea seguir adelante con el proceso de desfasaje, simplemente
deténgase en lo que está haciendo y trate de lograr una proyección de sueño lúcido en
su lugar. La relajación física profunda y la preparación energética para el intento de
proyección pueden ser utilizadas para alimentar una proyección de sueño lúcido.
Después de casi desencadenar el reflejo de proyección, simplemente ajústese a
su posición más cómoda, e induzca la llegada del sueño. Trate de relajarse como en el
proceso de quedarse dormido. Si su actual posición no proporciona los resultados
deseados, intente otras durante pruebas futuras. Manténgase en trance y mentalmente
enfocado al tiempo que permítase estar a la deriva hasta el borde de dormirse. Esté
atento mentalmente y enfocado en imaginar un entorno en el destino del nuevo sueño.
Mantenga este objetivo en su mente y permítase dimanar fuera de sí mismo, como si
estuviera dentro del mismo sueño.
Si todo va bien, se deslizará directamente dentro del escenario objetivo. Va a
encontrarse de repente de pie y totalmente consciente. Obtendrá una continuidad
definida de la consciencia despierta, sin ser interrumpida en absoluto, al igual que
ocurre con normalidad en la proyección de la consciencia. Usted no sólo después de
quedarse dormido se despertará allí, sino que podrá proyectarse allí directamente desde
el estado de vigilia. La transición es repentina e impresionante. Sentirá como que se ha
deslizado repentinamente a través de una cortina virtual al ámbito del sueño, … y
completamente despierto.
El escenario soñado de destino puede ser cualquier cosa que quiera, pero yo
recomiendo espacios con grandes almacenes o centros comerciales que conozca

308
personalmente. Por alguna razón, estos escenarios hacen que la proyección del sueño
lúcido sea mucho más fácil de lograr. No tengo ninguna idea de por qué esto funciona,
pero, que funciona ... funciona.
Fantasee con un episodio dentro de una tienda o centro comercial con el que
esté familiarizado. Construya este escenario en su imaginación hasta que tenga una idea
clara y una visión imaginaria lo más exacta posible de la misma en sus ojos mentales.
También ayuda si usted verbaliza la escena propuesta en su sueño lúcido. Vocalice el
nombre del destino en su mente como lo está imaginando al intentar proyectarse allí.
Construya esta escena en sus ojos mentales (imaginación) y en silencio, pero no deje de
repetir continuamente su nombre, permitiéndose deslizarse más y más hacia el entorno
de destino.
Una vez que usted se manifieste en el objetivo, trate de no distraerse.
Planifique entrar en la tienda o centro comercial, si no está ya allí. Sigua moviéndose.
Camine por el centro comercial y busque una puerta o un ascensor. Cualquier elemento
que pueda tomar para llegar a otro ambiente, como por ejemplo el correo. Evite
pensamientos sexuales en todo momento, ya que estos afectarán gravemente la calidad
y la duración de toda la experiencia.
Antes de abrir una puerta, imagine y espere encontrar el entorno que desee, o
un camino que conduzca a él, en algún otro departamento o sector. Mantenga esta
imagen y la intención mental al abrir cada puerta. Si esto no funciona, vuelva al centro
comercial y encuentre un ascensor. Intégrese dentro del personaje del sueño, y
pregúntese dónde encontrar uno que esté lo más cercano posible. Una vez dentro del
ascensor, pulse un botón e imagine su destino elegido; sostenga esta imagen en su
mente cuando el ascensor se mueva. Espere encontrar este destino o una manera de
llegar a él cuando el ascensor se detenga y las puertas se abran. Si esto no funciona,
pruebe otros entornos al azar. Si nuevamente esto no funciona del todo o si se pierde,
intente encontrar una puerta de salida del centro comercial y siga sus instintos a partir
de allí.
Una vez que sabe dónde se encuentra el ascensor, o cuando esté al frente de
una puerta conveniente, retorne a ella durante las incursiones futuras. Desde allí, usted
puede navegar rápidamente a donde quiera. Si no le es posible pensar en un destino,
invierta algún tiempo en la creación de uno en su imaginación antes de la proyección
de un sueño lúcido, o explore al azar. Cuanto más a menudo edifique en su imaginación
escenarios comerciales como los descritos, más fácil y fiable será la proyección del
sueño lúcido.

Proyección del Sueño Lúcido - Experiencia


Las verdaderas diferencias entre un sueño lúcido y una EFC sólo se hacen
evidentes si ambas son experimentadas adyacentemente, lo que permite una
comparación rápida y objetiva. Los estudios de casos históricos simplemente no
proporcionan datos suficientes como para obtener algún parámetro. Los siguientes
relatos de mis primeras proyecciones de sueños lúcidos muestran los efectos de la
posición de reposo, al tiempo que destacan cuáles son las diferencias obvias entre
proyecciones de sueños lúcidos, experiencias fuera del cuerpo, y sueños lúcidos
normales.

309
Me desperté a eso de las dos de la mañana, acostado boca arriba con todo mi
cuerpo vibrando. Podía sentirme a punto de proyectarme de forma espontánea. Mis
brazos y piernas ya estaban comenzando a flotar. Sin embargo, algo dentro de mí no
quería. Estaba cansado y había atravesado un día por demás ocupado y ajetreado, y sólo
quería volver a dormir. Había tenido un sueño muy reconfortante hasta entonces y
deseaba volver a él si pudiera. Me sentía pesado y lento, pero logré girar sobre mi lado
izquierdo. Las vibraciones se detuvieron de inmediato y la sensación de pesado
hundimiento pronto me dejó. Feliz ahora, me acurruqué y relajé de nuevo,
concentrándome en el paisaje de ensueño que acababa de abandonar y en el nombre
que le había dado: "indómito". Tenía la esperanza de que esto me llevara de vuelta a
la normalidad del descansar, utilizando este truco (como lo hacía a menudo) para lograr
tal fin.
Después de unos pocos segundos, me sumergí directamente en el sueño que
había dejado antes. La transición fue impresionante. Hubo una total continuidad de la
consciencia despierta. No es que me dormí y me desperté en el sueño, sino que me
proyecté directamente en él desde el estado de vigilia completa. De repente aparecí en
una concurrida tienda de ventas, brillantemente iluminada, al igual que la que había
estado soñando con anterioridad.
Frente a mí, una joven de cabello oscuro estaba armando una mesa en el
comedor. Vi la gente en todas partes, comprando, los servicios de comida, los paquetes
embalándose sobre estantes, etc. Todo se veía y sentía como en nuestra realidad,
estable y sólido. ¡Fue simplemente alucinante! Me incorporé de un salto y me incliné
varias veces, dando pequeños saltos para sentir el peso de mi cuerpo, entonces me
pellizqué: "¡Ay!" Sentí el dolor del mismo modo que lo haría en la vida física, y mi
cuerpo percibió su peso normal. Yo estaba completamente vestido y hasta podía sentir
la textura de mis calcetines cuando moví mis dedos dentro de los zapatos.
Miré mis manos. Se veían normales y no se derretían en absoluto. Intenté crear
una manzana en mi mano, pero no pasó nada.
El paisaje de ensueño en donde me encontraba no cambió en lo más mínimo.
Curioso, pensé en un sueño lúcido normal, en donde el ambiente puede ser alterado y
cualquier cosa ser creada por la imaginación. De todos modos, era plenamente
consciente de que estaba soñando.
Me acerqué a la joven y le pregunté qué estaba haciendo. Ella me dijo que se
estaban preparando para el gran día, fuera lo que fuese. En una mesa que estaba en el
medio de un entorno de muebles, cogí un gran jarrón con flores. El jarrón se sentía
como verdadero y las flores olían a flores de verdad. Arranqué un pétalo de una rosa y
lo comí. Tenía un sabor seco, perfumado, y ligeramente amargo, al igual que un pétalo
de rosa auténtico, pero su gusto no persistió en mi boca como lo haría normalmente.
Incliné el jarrón y chorreó algunas gotas de agua en mi mano. Se sentía fría y húmeda,
como el agua real.
Y entonces traté de asegurarme de estar realmente dentro de un sueño lúcido,
como yo creía. Di un tirón del mantel de lino que estaba sobre la mesa principal en
donde se encontraban algunos platos y jarrones con flores. Y como era de esperar,
funcionó; el jarrón y un par de platos se estrellaron ruidosa y estrepitosamente en el
suelo. Algunas personas miraron, pero nadie parecía preocuparse por el estropicio, ni
siquiera la encargada de la tienda, cuya decoración acababa de arruinar. Ella
simplemente desembaló otro mantel de lino y reorganizó las cosas, como si nada
hubiese pasado, sacudiéndolo y colocando de nuevo todo en su lugar.

310
Más seguro ahora, caminé por un pasillo donde había varios estantes con
piezas grandes de cerámica de aspecto barato en su parte superior, y los fui arrojando
uno a la vez. Miré a mi alrededor para ver si alguien se daba cuenta. Se sucedieron los
ruidos de las vasijas rompiéndose, haciéndose pedazos y volando en todas direcciones.
Unas cuantas personas miraron, pero nadie parecía importarle. Tranquilizado por esto,
me acerqué a algunas cajas y salté sobre ellas desde los bancos. Algunas personas me
miraron, pero nadie parecía inmutarse, sin decir absolutamente nada.
Al momento me deslicé de nuevo dentro de mi cuerpo y traté de recuperar la
memoria y recordar, pensando hacia atrás, "¡Guau! Eso fue increíble ... ¡y tan real!"
Luché para controlar mi entusiasmo y traté de nuevo de volver al sueño. Esto se estaba
poniendo muy interesante. Sostuve el nombre antedicho y las imágenes relacionadas en
mi mente otra vez para retornar a esa experiencia, pero todo fue en vano. Las
vibraciones empezaron de nuevo y me sentí comenzando a proyectarme. Esta vez el
reflejo de la proyección fue efectivo, y me encontré fuera de mi cuerpo. En un instante
estaba al pie de mi cama. La casa estaba oscura y silenciosa mientras flotaba alrededor
de mi habitación decidiendo qué hacer. Eché un vistazo rápido a mis manos. Parecían
extrañamente alargadas y ahora sí comenzaban a derretirse.
Como no quería continuar con la EFC, me sumergí de nuevo en mi cuerpo y
abrí los ojos. Me quedé allí por un momento, luego los cerré y traté de conciliar de
nuevo el sueño. Las vibraciones volvieron a comenzar y hubo otras sensaciones de
caída, y la clásica pesadez y los síntomas de flotación sobre mi cuerpo físico, cuando
me di cuenta de que estaba proyectándome otra vez. Esforzándome, me di la vuelta
hacia mi lado derecho. Los síntomas de proyección se detuvieron, pero no podía volver
a sumergirme en el sueño. Me di la vuelta a mi otro lado (el izquierdo) y traté de
encontrar comodidad en mi arrullo otra vez. Esta posición se sintió mucho mejor.
Sosteniendo la imagen y el nombre del sueño en mi mente cuanto pude, pronto me
encontré allí.
Reaparecí en la tienda donde había estado en mi última visita, hacía tan solo
unos minutos. La misma vendedora de la tienda trabajaba afanosamente en la misma
mesa y el decorado del comedor. El jarrón que había roto antes estaba puesto en su
lugar completamente sano sobre su mesa, tal cual donde había estado antes.
Caminé a través de la tienda en busca de signos de daño de mi visita anterior.
Todo lo que había roto antes estaba en perfecto estado y sin rastros de roturas. Era
como si nada hubiera pasado. ¡Esto fue increíble! No importaba lo que yo hubiese
hecho, el escenario restaurado estaba allí.
Me deslicé de nuevo en mi cuerpo y di la vuelta a mi espalda, tratando de
resolver yo mismo la situación y volver al sueño. Creo que fue mi estado anímico de
entusiasmo y emoción lo que lo interrumpió. Las vibraciones empezaron de nuevo, así
que di la vuelta a mi lado izquierdo otra vez. Sentía como si estuviese colgado ahora, y
me di cuenta de que lograr la proyección en el sueño era mucho más fácil desde mi lado
izquierdo. Traté de ingresar de nuevo en mí mismo y al esforzarme en concentrarme en
la imagen de la tienda y el nombre (indómito) en mi mente otra vez, me deslizaron
nuevamente dentro de la tienda. Todo era normal y yo estaba de vuelta donde
originalmente había partido, con la misma señorita trabajando afanosamente en la
decoración del comedor. Ella levantó la vista y sonrió cuando se percató de mi
presencia, entonces felizmente volvió sobre su trabajo. Decidí entonces explorar los
alrededores después de todo lo que había pasado, y salí más allá del ámbito de la mesa
y de los servicios en el centro comercial.

311
Caminé durante algún tiempo, explorando el enorme centro comercial. Había
un buen número de gente alrededor. Todo el mundo parecía muy ocupado en sus
compras, o abstraídos en lo que estaban haciendo. Es de destacar que los niños que vi
estaban muy tranquilos y de buen comportamiento, caminando como pequeños robots
junto a sus madres. Había un poco de luz de fondo y música de órgano y el ruido
habitual de las personas caminando en bulliciosa armonía. Unas pocas personas estaban
hablando por teléfono aquí y allá, pero nadie parecía estar charlando o dialogando con
su compañero. La gente responde cuando se le pregunta, pero sus respuestas son poco
interesantes y no muy serviciales. Me pareció imposible iniciar una conversación que
implicara que mi interlocutor abandonase su tarea en cuestión.
Todo el mundo parecía carecer de personalidad, como los personajes de fondo
en una película. Superficialmente este paisaje de ensueño era increíblemente real, tal
vez demasiado real, pero profundizando, notaba que le faltaba algo. Esto se parecía a la
vida física, pero sin duda no era el mismo tipo de vida física que conozco.
Había decidido buscar una manera de salir del centro comercial y explorar un
poco más, cuando de repente, me sentí débil y pesado. Las fuerzas fluyeron fuera de mí
y me sentía como si estuviera moviéndome en cámara lenta. Mis piernas flotaban ahora
lentamente hacia arriba mientras caía paulatinamente al piso, apoderándose de mí una
sensación de debilidad y rigidez. La gente pasaba por encima y alrededor de mí
mientras yacía allí, pero nadie me prestaba la más mínima atención.
Me sentí como el globo de un niño, flotando por el suelo. Estaba débil y
pesado y ya no podía percatarme del peso normal de mi cuerpo, ni podía percibir el
suelo debajo de mí.
Al momento me desperté de nuevo dentro de mi cuerpo, y sentí que estaba
bien despabilado esta vez. Me di la vuelta a mi espalda y me quedé allí pensando en la
importancia de estas experiencias. Las vibraciones ya no volvieron en este momento,
probablemente porque estaba más despierto ahora. Era obvio para mí que mi posición
de reposo había afectado los diferentes tipos de experiencias que había tenido. Yo
estaba ahora demasiado emocionado y bien despierto como para hacer cualquier tipo de
exploración adicional de este fenómeno, así que me di por vencido y fui a buscar una
bebida y registrar esta experiencia en mi diario.
El tipo de parálisis que se produjo al final de la experiencia antedicha indica
que generalmente el cuerpo físico y la mente permanecen muy despiertos, demasiado
tensos, o en proceso de despertar. La tensión en el cuerpo físico a menudo nos vuelve
vulnerables y nos quita poder, y a menudo nos paraliza, diluyendo cualquier cuerpo
sutil que esté activo en este momento.

24. Proyección de Realidad Virtual


La proyección de realidad virtual (Virtual reality projection - VRP por sus
siglas en inglés), es una técnica que se aplica fuera del cuerpo, y a través de la cual la
mente subconsciente puede ser engañada, creando reinos virtuales a su medida. Esto se
logra durante proyecciones en tiempo real mediante la observación de una imagen o
una pintura, mientras la mente se mantiene vacía y la mirada se sostiene fija por delante

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y fuera de foco. Es muy fácil de realizar, una vez que se logra uno proyectar, y puede
aportar un montón de nuevas experiencias. También es una muy buena manera de
entrar en los planos astrales, si usted está teniendo problemas de conseguirlo a través de
la zona de tiempo real. He descubierto este fenómeno completamente por accidente,
mientras me ejercitaba y en las pruebas de proyección con la técnica de la cuerda.
El doble proyectado tiene un enorme potencial creativo durante cualquier tipo
de EFC astral o en tiempo real. Sin embargo, puede ser difícil crear deliberadamente
algo lo suficientemente persistente como para ser útil. Si una espada es
premeditadamente creada por un proyector en tiempo real, por ejemplo, esa figura
aparecerá lentamente, exactamente como la imagina. Sin embargo, se desvanecerá
rápidamente una vez que el proyector cesa de mantener su imagen en la mente. Para
crear algo duradero, la mente subconsciente debe ser engañada para ayudar.
Un proyector es un punto de la consciencia sin forma ni tamaño. El cuerpo del
doble proyectado es creado por la propia percepción de la consciencia corporal del
proyector, y sólo se hace evidente cuando es observado adrede, con una especie de
autoobservación, que provoca y afecta la aparición de lo que se ve. Si no se observa
ningún cuerpo, los proyectores vuelven a ser un punto de la consciencia. Esta
variabilidad en el tamaño y las formas se puede utilizar para crear algunas imágenes y
situaciones de efectos especiales interesantes, que se pueden experimentar fuera del
cuerpo. Porque este punto de consciencia es tan pequeño, que cualquier cosa que se
acerque y se observe de cerca, se puede percibir como cada vez de mayor tamaño, a
medida que la distancia entre ella y el proyector decrece.
Considere lo que sucede cuando un proyector en tiempo real pasa
lentamente a través de una pared sólida. Una vez que la superficie de esa pared es
violada y la cabeza del proyector comienza a pasar a través de ella, su interior resaltará,
y podrá ser vista detallada y claramente. Si, en cambio, el doble proyectado ha
mantenido su imagen de tamaño físico normal, al atravesar alguna superficie sólida, no
verá tanta textura ni detalle magnificado.
Sin embargo, si se atraviesa una imagen bidimensional o un espejo, dará la
ilusión de pasar a algo mucho más grande de lo en realidad es. El truco es mantener la
mente superficial clara y la mirada desenfocada y directa cuando el cuadro o espejo se
aproxima. El proyector se mueve entonces dentro del objetivo en lugar de pasar a
través de él. Esto parece engañar a la mente subconsciente que crea un reino astral
virtual alrededor del doble proyectado, idéntico al observado en la imagen o el espejo
que se acerca.
Lo que sigue es el detalle de mi primera experiencia accidental con este
fascinante fenómeno.

Primera Proyección de Realidad Virtual –


(Experiencia)
Era de noche en un invierno temprano. Utilizando la nueva técnica de
la cuerda, me proyecté fuera de mi cuerpo. Estaba bastante oscuro en la
habitación, con sólo una farola de luz fuera de ella y que cuyo destello entraba
por una abertura entre las pesadas cortinas que cubren mi ventana. Flotando
hacia la pared me conduje a la sala de estar, donde mi madre miraba la
televisión, y cuando estaba a punto de pasar, me di cuenta de algo extrañamente

313
familiar en frente de mí. Antes de que pudiera ver bien de qué se trataba, de
repente me hallé en un nuevo y extraño mundo.
¿”Dónde diablos estoy ahora”? Pensé, sorprendido. Aún me encontraba
en el inicio de una animosa proyección en tiempo real, que parecía
repentinamente haber trocado a un reino astral sin razón aparente. Esto era muy
inusual en esta etapa tan temprana de una proyección. No esperaba fluctuaciones
de la realidad por lo menos en los próximos cinco o diez minutos. Me encontré
en un mundo con poca luz y brumoso. Los ambientes se percibían húmedos y
sombríos, pero no me sentía amenazado de ninguna manera. Una enorme valla
ferroviaria hecha con durmientes tallados de madera estaba delante de mí. Pude
ver una gran construcción hecha de madera, semi destruida y destartalada, a una
corta distancia detrás de la valla. A la derecha de ella, vi reflejos plateados
oscuros, pareciendo sugerir un sector con agua a la distancia.
Oí ruidos amortiguados procedentes del lado del edificio antiguo y,
mirando por encima, vi movimiento en las sombras. No me sentía amenazado,
así que me incorporé y atravesé la valla y me acerqué para investigar. El piso se
sentía casi esponjoso por debajo de mí y una niebla espesa pegada al suelo me
atravesaba y se arremolinaba sobre mis piernas. Este mundo se percibía bastante
sólido en comparación con la mayor parte de los reinos astrales que tuve
oportunidad de conocer. Vagamente podía sentir mi cuerpo, el suelo, y la valla
mientras la subía, aunque estos fenómenos no se comparaban con las
sensaciones de la vida física.
Un hombre grande más o menos vestido, junto a un viejo perro negro
salieron arrastrando los pies fuera de las sombras. El hombre era un gigante en
mi comparación, generando una sombra más o menos destacada, cuya altura
debía ser por lo menos de dos metros y medio. Se movieron hacia la derecha y
lejos de mí, parar acercarse a otra valla de gran tamaño pero menor a la anterior.
Se quedaron mirando en dirección al lago en la distancia. Entonces procedí a
llamarlos, pero no parecían oírme. Subieron por encima de la valla y se alejaron
hacia el lago, poco a poco desapareciendo en la niebla.
Luego me acerqué a la salida del edificio antiguo. Parecía ser un
enorme granero con una gran puerta abierta en un lado y una especie de
cobertizo en la parte trasera. Miré por dentro, pero no vi nada, solo la niebla y
sombras. Rodeando el granero, me pareció aún más sombrío en la parte trasera,
así que decidí seguir al hombre y su perro. Nada de esto tenía sentido para mí ni
tampoco me generaba interés alguno, no obstante, todo me parecía vagamente
familiar. No podía pensar por qué. ¿Habría estado en este entorno antes?
Me di por vencido y decidí probar moviéndome a un reino diferente.
Me miré las manos. Relucían blancas e irreales, y buscando mis dedos veía que
se fundían rápidamente y se transformaban en palos o tocones. Al suceder esto,
caí en la cuenta y pronto supe por qué este reino era tan familiar para mí. Me
percaté de que estaba dentro de una gran pintura que cuelga en la pared de mi
dormitorio, regalo de mi padre. Esta pintura está plasmada en colores del otoño
y representa un antiguo granero con una valla de tosca madera corriendo junto a
él. Hay un pequeño lago en el fondo y un hombre y un perro negro están de pie
cerca de la granja y mirando hacia el lago. La imagen es crepuscular y brumosa
y bastante tenue en su aspecto general, con un montón de sombras profundas. Y
está colgado en el lugar donde yo había tratado de pasar a través de la pared.

314
Emocionado y no queriendo perder la pista de lo que había pasado, me
centré en mi cuerpo físico y pronto me encontré de vuelta en mi silla. Encendí la
lámpara a mi lado y volqué la experiencia en mi diario - unas pocas palabras
claves y frases en la secuencia correcta para que empalmen en mi cerebro y
eviten el olvido. Apagué la lámpara y mis ojos se acostumbraron a la tenue
penumbra. Efectivamente, un haz delgado de luz que atravesaba un resquicio
entre las cortinas, se apoyaba sobre la pintura.
Tengo una pequeña linterna dentro del cajón de mi mesilla, entonces la
envolví con un viejo abrigo y la coloqué sobre el aparador bajo la pintura,
tratando de que un delgado haz de luz cayera sobre la cara de la imagen. Esto
pone de relieve y destaca la figura bastante bien, al mismo tiempo que sumerge
a la habitación en la oscuridad casi total.
Utilizando la nueva técnica de la cuerda de nuevo, oscilaba libre fuera
de mi cuerpo, y entonces me acerqué al techo. En la pared frente a mí, la pintura
ahora estaba claramente iluminada, dentro de un charco de luz. Me llamó la
atención la similitud que el cuadro tenía con respecto a la imagen de una
ventana abierta. Me moví lentamente para ver si volvería a suceder. La primera
vez había sido accidental, así que tenía dudas sobre la posibilidad de repetir la
experiencia.
Me acerqué; cuanto más lo hacía, más la pintura crecía. Mi doble
proyectado pareció encogerse hasta que fui sólo un punto diminuto cuando
llegué a estar cerca de él. Me moví hacia adelante y hacia atrás unas cuantas
veces, estudiando este efecto. Tuve la impresión de que estaba buscando dentro
de la imagen cuando llegué a estar muy cerca de ella, en lugar de sólo mirarla.
Me trasladé a la pintura y a su interior de nuevo. De repente, allí estaba
yo en el mismo mundo brumoso. Esta vez en el otro lado del granero, cerca del
pequeño lago. Todo estaba mucho más iluminado en esta oportunidad,
probablemente a causa de la luz proporcionada por la linterna. Me giré,
esperando ver el fulgor de la lámpara en el espacio, pero vi solo imágenes vagas
de árboles distantes en sombras remotas. Sentí que, de pronto, mi cuerpo me
llamaba. Me levanté y anoté la nueva experiencia en mi diario.

Creando un Mundo de Realidad Virtual


Para crear un mundo virtual personalizado, busque una imagen, una pintura, o
un cartel con una escena agradable, algo prometedor, alegre y soleado. Cuélguelo en la
pared o en el techo, o incluso en otra habitación cercana. Hágase de una pequeña
lámpara direccional o linterna de baja potencia, o de un proyector, o algún elemento
que produzca luz, y ubíquelo enfocándolo, de modo que todo o parte del cuadro o cartel
sea suavemente iluminado cuando la luz principal esté apagada. Personalice un
ambiente virtual mediante la colocación de pequeñas imágenes de objetos y de
personas que quiera encontrar allí. Trate de que estos extras se mezclen más o menos
en la misma escala, con la imagen.
Puede utilizar un espejo para mejorar el ámbito de realidad virtual (RV)
deseado. Un espejo añade profundidad a una imagen de dos dimensiones, efecto que
ayuda a crear un mundo virtual mucho más claro y realista. Coloque la imagen frente al
espejo, para que su proyección pueda ser vista claramente. Usted no va a disponer de

315
un cuerpo carnal que interfiera con esta perspectiva durante la proyección, por lo que la
imagen puede estar bastante cerca del espejo. Una mesa, un tocador o un espejo dentro
de un armario son ideales para este propósito. Simplemente cuelgue la foto o imagen
elegida frente al espejo y ubique la lámpara de bajo voltaje para que la imagen sea
reflejada en el espejo. O use un mural de papel tapiz pintado. Este se puede observar
directamente o a través de su reflejo.
Una pequeña imagen de una persona viva o fallecida puede engañar a su
mente subconsciente e inducirla a que cree una réplica de ella en un mundo de RV.
Este corolario puede ser una manera eficaz para comunicarse con personas fallecidas y
espíritus en un entorno controlado y seguro. Esta réplica, en un entorno de RV,
generará el potencial necesario para atraer el espíritu real de la persona representada, lo
que podría lograr una posible y significativa comunicación.
Un entorno a su medida contendrá un gran número de elementos familiares
que siempre encontrará allí cada vez que ingrese. Esto ayuda enormemente en la
superación de los miedos naturales asociados a la proyección, potenciados por un
contexto desconocido fuera de cuerpo. Y de este modo se crea un refugio seguro, una
especie de traje protector, donde nos podemos introducir cada vez que sintamos
ansiedad durante una proyección en tiempo real.
Un entorno virtual también se puede generar como un área de ensayo para
proyectarnos en los planos astrales. Se puede utilizar para evitar completamente la zona
de tiempo real, si esto le está causando aprensión. Y así poder entrar seguro en los
planos astrales, y viajar más allá de los límites de lo que se representa o refleja dentro
del mundo virtual creado. Atraviese esa colina, corra a través de esos árboles, o
traspase el borde de lo que representa la imagen que está utilizando, para crear su
marco virtual. Una vez que usted se mueva más allá de los límites del grabado,
descubrirá que está en una situación y entorno anormales y que pronto se desvanecerán
o encontrará su camino en los planos astrales. De esta situación depende e influye en su
valor energético y ángulo de percepción en el momento de la proyección.
Reflector o Linterna: Se puede hacer un simple punto iluminado envolviendo
un reflector (linterna) en papel de aluminio y haciéndole un pequeño agujero en él, a
través del cual puede pasar la luz. Ajuste la linterna para dirigir un haz delgado de luz
sobre la imagen que se está utilizando. No necesita amplitud de luz para este propósito.
Imagen o Cuadro: Otra forma de crear una entrada al entorno de RV que
buscamos, es con el uso de una caja de cartón. Una pequeña caja de cartón (del tipo de
las que utilizamos para guardar los zapatos) servirá para este propósito. Pinte el interior
de la caja con pintura negra mate, o fórrela interiormente con papel crepé negro, para
lograr que se oscurezca lo más posible. Pegue la imagen que va a utilizar en la parte
inferior de la caja, boca arriba. Deje el otro extremo abierto para facilitar el acceso al
doble proyectado. Coloque la caja abierta de tal modo que pueda iluminar la imagen
con un haz de luz o una linterna, buscando que ese haz de luz caiga sobre la imagen.
Tenga cuidado de no utilizar una lámpara tan potente que pueda generar el suficiente
calor como para encender la caja de cartón. No se olvide que no necesita una gran
cantidad de luz.
Este proceso descripto se puede mejorar mediante la colocación de un espejo
en la parte inferior o en un extremo de la caja. Un pequeño espejo de bajo precio es
perfecto para este propósito. Colóquelo en la parte inferior de la caja y ubique la
imagen en un ángulo aproximado de cuarenta y cinco grados en el otro extremo de la
posición del espejo. Deje una abertura por encima de donde la imagen se fija, para

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proporcionar acceso al doble proyectado. Ajuste la luz de tal manera que caiga sobre la
imagen y haga que se refleje en el espejo, en el otro extremo de la caja. De este modo,
se puede obtener entonces una reflexión bastante clara. Se debe realizar una abertura
por encima o por detrás de la imagen, de forma que el doble proyectado pueda ver a su
través, y así tener acceso visual al espejo, en el otro extremo de la caja.
Se puede ubicar el cuadro o imagen encima de un armario o en algún lugar
más conveniente en la habitación, y una luz tenue encendida antes de realizar la
proyección. También se puede colgar del picaporte de la puerta, en una pared, o
simplemente apoyada en el suelo en alguna parte. Sin embargo, es aconsejable ponerla
lo más lejos posible de donde esté ubicado el cuerpo físico en la sala, para disminuir la
presión entre el doble proyectado y su cuerpo físico. Si la habitación que se utiliza es
muy pequeña, también se puede ubicar el cuadro o imagen en una habitación
adyacente.

Observando la escena
Puerta de entrada con una fuente de luz
del proyector

Cuadro
Espejo

Fig. 26. Montaje de un cuadro con un espejo de frente

Accediendo al Mundo de RV
Para entrar en un entorno virtual, proyéctese en tiempo real y diríjase de
inmediato a la figura elegida. Mantenga su mente clara. No piense en lo que va a hacer.
Sostenga la mirada hacia el frente constantemente y siéntase avanzando hacia la
imagen. Mantenga la calma y no piense en ella, ni en atravesarla. No piense en nada
mientras se mueve acercándose, deje que la imagen atiborre su vista. La imagen
parecerá comenzar a crecer en tamaño. Basta con moverse hasta su interior. Es tan
simple como eso. Si usted quiere volver a su cuerpo físico, solo piense en él y será
transportado inmediatamente. Busque en esta imagen una puerta de entrada a otro
mundo.

25. Las Formas Astrales en Movimiento

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Una vez que salga de su cuerpo y esté listo para empezar a moverse y
explorar, usted puede sorprenderse con algunas desconcertantes dificultades, incluso
con el más simple de los movimientos. Cómo salir primeramente del entorno fuera del
cuerpo, y especialmente atravesar la zona de tiempo real, cosa que no es tarea fácil
como se puede imaginar. En este capítulo se ofrece asesoramiento para resolver los
problemas más comunes de desplazamiento y circulación.

Una Mente Individual


Si su doble proyectado parece tener una mente individual, y tiende a moverse
en direcciones no afines a donde usted quiera dirigirse, y se siente una cierta resistencia
al intentar corregir esto, es muy posible que su cuerpo físico/etérico tienda a sostener
un tipo de ojos remotos experimentales en la proyección. Se puede ver a través de ellos
y tratar de controlar el doble proyectado en forma remota - lo que significa que estará
tratando de gobernar sus movimientos.
Este problema es causado por la división de la mente, y puede llegar a
provocar confusión, pero tiene una cura sencilla. Muévase y apártese simplemente de
su cuerpo físico; encontrará que estos efectos de control remoto progresivamente van
disminuyendo con la distancia. El efecto de control remoto parece prácticamente
desaparecer cuando el doble proyectado consigue apartarse uno o dos metros de
distancia de su cuerpo físico. Esto se atribuye al área de influencia del cordón de plata.
El espacio temporal promedio en que la mente físico/etérica se mantiene
despierta, es bastante limitado durante una proyección. De este modo, se garantiza el
inicio de la pérdida de control y el comienzo de la conciliación del sueño con bastante
rapidez. Su intento de controlar el doble proyectado, por lo tanto, no va a durar mucho
tiempo, por lo general a lo sumo un par de minutos más o menos.

Impulso Astral
La mayoría de los nuevos proyectores experimentan problemas sencillos de
desplazamiento durante sus primeras proyecciones. Dichas contrariedades de
movimiento son más distinguibles en la zona de tiempo real que en los planos astrales.
En dicha zona, simplemente moverse a través de una habitación en la dirección correcta
puede ser un gran logro para un proyector novato. Esta falta de control es bastante
normal, y ocurre simplemente porque los nuevos proyectores no están familiarizados
con ese entorno ni con el cuerpo astral. Esto es un poco como encontrarse de repente en
gravedad cero y sin saber cómo desplazarse correctamente. Por lo tanto, alguna
experimentación y práctica son necesarios.
Un típico problema que se puede encontrar durante el impulso, es el que es
muy parecido a lo que un verdadero entorno de gravedad cero genera inicialmente en
los intentos de movimiento. Este impulso provoca en los proyectores la continuidad del
moviendo después de que han decidido parar, lo que puede llevarlos a atravesar
paredes, techos, puertas, etc. Creo que esto es causado por la fuerza de acción de la
consciencia, utilizada para provocar el movimiento inicial. Si esta acción es demasiado
fuerte o se continúa durante demasiado tiempo, los proyectores se moverán más lejos
de lo que planeaban y se encontrarán con que no tienen frenos con que detenerse. Si la

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acción de movimiento efectuada no se hace correctamente, puede también generar un
desplazamiento en una dirección completamente equivocada. Sólo la práctica nos
enseñará cómo proponernos objetivos con algún grado de efectividad, precisión y
gracia.
Aprender a despegarse y salir del cuerpo físico puede ser un proceso muy
cómico; en mis experiencias iniciales con proyecciones en tiempo real, siempre
comenzaba tratando de encontrar el camino a través de la casa para salir al exterior.
Flotando y deslizándome a través de paredes y puertas equivocadas y generalmente
terminando pegado al techo. Entonces, cuando finalmente lograba salir de la casa, me
escabullía corriendo a lo largo de la carretera, tratando de conseguir suficiente
velocidad para poder despegar como un avión o un pájaro. Y durante un tiempo me
ilusionada con la idea de auto transportarme, agitando mis brazos o usando un
movimiento de natación (que realmente ayuda con el vuelo), pero nunca conseguía
alejarme de los árboles circundantes y los tejados.
Luego, el descenso fue interesante, ya que parecía suceder en cámara lenta.
Sentí un tipo de impacto lento y pesado cuando toqué el suelo. Recuerdo que percibí
algo que se podría comparar con la concusión cerebral cuando nos damos un golpe
fuerte en el cráneo, y algo así como una vaga sensación de dolor, sensación que nunca
me perturbó siquiera o me envió de nuevo a mi cuerpo, y nunca me pareció penetrar en
el suelo durante el impacto. Correteaba y me deslizaba por el camino, tomando una
serie de pasos gigantes, consiguiendo saltar por los aires por un momento y batiendo
los brazos como un loco, tratando de llegar más alto y más rápido. Extrañamente tenía
movimientos lentos, mientras sentía que algo me mantenía tirando de mí hacia la
superficie, cada vez que me lanzaba a los aires. Debido a esto, a menudo me encontraba
flotando involuntariamente sobre los tejados de casas extrañas, imbuido en una torpeza
parecida a la imagen de un borracho en gravedad cero. Me parecía estar continuamente
pidiendo disculpas a un sin fin de perplejos individuos de paso, mientras flotaba dentro
y fuera de sus casas.

Aprendiendo a Caminar
Una vez que usted logra proyectarse, encontrará que realmente no tiene un
cuerpo a semejanza de su par físico, y por lo tanto no dispone de piernas con las que
estar de pie, caminar o correr. Para intentar moverse, no piense en lo que va a hacer o
cómo va a hacerlo, ¡simplemente hágalo! Sentirá usted mismo el desplazamiento y el
comienzo de la marcha solo por el uso de su sentido de la consciencia corporal holística
para proporcionar el movimiento hacia adelante. Imagine que todos los lugares a que
desee acceder se encuentran cuesta abajo y que usted está usando patines con ruedas, y
acaba por comenzar a rodar hacia delante cada vez que desee moverse.
Para el desplazamiento hacia adelante, simplemente siéntase avanzando.
Incorpore en su memoria la sensación de moverse. Vuelva a crear esta sensación en su
consciencia corporal. Sienta que lo que está en frente de usted se le está acercando,
como si ya estuviera desplazándose. Con un poco de práctica, se encontrará
trasladándose grácilmente sobre la superficie. Este suceso probablemente se describa
con más precisión si lo llamamos “vuelo rasante”.

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Lograr los cambios de dirección y frenar, nos demandará un poco más de
práctica, pero puede llegar a ser divertido si tiene la actitud y predisposición correctas.
El sentido del “ridículo” tiene un valor invaluable en el entorno de tiempo real.
Una vez que domine los movimientos simples, salga al aire libre o deslícese
sobre una carretera y practique a lo largo del asfalto a una mayor velocidad. Imagínese
que está conduciendo un automóvil o una moto. No trate de visualizar, ver o crear nada,
sólo sienta el movimiento en sí mismo. Adopte una posición de conducción natural o
monte a caballo y siéntase seguir adelante como si estuviera realmente avanzando o
cabalgando por la carretera. Perciba el camino y su entorno en movimiento alejándose
de usted, tal como sucede en la realidad. Advierta la aceleración y el frenado como lo
haría con un coche real, utilizando pedales imaginarios, si quiere. Doble en las
esquinas, y encontrará que no tiene las mismas limitaciones de inercia como si
estuviese conduciendo un vehículo de verdad, pero el hábito de tener que reducir la
velocidad para doblar en una esquina seguirá afectándolo hasta que se dé cuenta de que
puede acercarse y tomar las curvas, manteniendo una velocidad constante.

Aprendiendo a Volar
Al igual que con los movimientos simples, la mayoría de las personas se
encuentra con problemas a la hora de aprender a volar. Pero sucede que es,
curiosamente, mucho más fácil lograr la hiper velocidad y llegar por ejemplo al espacio
exterior, que flotar o volar como un pájaro sobre los árboles y los tejados. No hay
gravedad legítima que afecte al doble proyectado, pero no obstante tendremos impreso
a fondo en nuestra psiquis el hábito gravitacional. Volar es exactamente lo mismo que
ir deslizándose por encima del suelo, no importa a que altura, y se lleva a cabo
exactamente de la misma manera que con un movimiento simple.
Una vez en el aire, usted notará algo muy parecido a la gravedad, tirando y
arrastrándolo lentamente de vuelta a la tierra. Este efecto es ni más ni menos que el
hábito o rutina gravitacional, la costumbre de ser continuamente conscientes del peso
de nuestro cuerpo y de la posibilidad de caernos en cualquier situación dada. La
consciencia de la gravedad es un arraigado instinto de supervivencia excesivamente
animoso, por lo que garantizo tendrá un fuerte efecto sobre su doble proyectado
mientras incurramos en este fenómeno.
Si usted persevera, se encontrará moviéndose a través de una larga serie de
grandes saltos y vuelos cortos. La altura de estos desplazamientos se verá afectada por
la elevación tomada desde la superficie. Al principio, encontrará que como máximo
ascenderá aproximadamente a una altura media relacionada con los edificios y / o
árboles de su entorno. Va a hundirse en repetidas ocasiones dentro de la tierra cuando
la acción de la consciencia (que causa el movimiento) termine y el hábito gravitacional
se haga cargo. A su vez, se encontrará pensando en lo que está sucediendo y se
preguntará qué pasó con la gravedad. Al pensar en el vuelo, la gravedad y la altura,
provocará que el impulso del vuelo se detenga, y el hábito gravitacional lo tire hacia
abajo. No discurra en ello, ¡simplemente hágalo!
Este síntoma de vuelo puede llegar a inducir emoción y estímulo, y este
entusiasmo también podría provocar su caída. Esta exaltación estimulará su cuerpo
físico/etérico, lo que puede causar que comience a despertar, si es que está ligeramente
dormido. Esto provocará que el doble proyectado se debilite, motivando que descienda

320
inmediatamente, o que termine la proyección por completo, si el cuerpo físico se
despierta. Adopte entonces una actitud desanimada y controle y sofrene su entusiasmo.
Esto no sólo generará un vuelo más asequible, sino que hará que la proyección adquiera
considerable fuerza y se extienda notablemente.
En las primeras etapas, puede comenzar a volar rozando la carretera mientras
aumenta la velocidad, para luego sentirse uno mismo saltando en el aire mientras bate y
agita sus brazos y se siente despegar. No rechace esta sensación; es una muy buena
manera de aprender a volar, y es sumamente ocurrente también. Y, todavía puede
divertirse aún más si no se permite sobreexcitarse.
Salga a un camino recto y despejado y póngase en movimiento, sintiendo el
desplazamiento y acelerando todo lo que le sea posible. Percíbase batiendo los brazos y
percátese que salta por los aires como un pájaro acuático que despega de un lago.
Advierta el ángulo de visión ligeramente ascendente y sienta el aire libre que lo
atraviesa sobre el suelo. Mantenga el ritmo de aleteo en sus brazos y siéntase
propulsarse cada vez más rápido y más alto, adicionando velocidad y altura a este
portento tan peculiar.
Una vez que usted consiga estar en vuelo batiendo los brazos, agregue
movimientos de natación, los que también suelen ser muy útiles para estos efectos, ya
que proporcionan velocidad y ascenso extras, siempre que sea necesario. Estas
maniobras también tienen su efecto dentro de los planos astrales. El entorno astral
puede ser bastante diferente de la zona de tiempo real, pero la mayoría de sus principios
básicos siguen siendo aplicables, especialmente a los que se refieren a desplazamiento.
Otra técnica que puede intentar, es despejar y depurar su mente y simplemente
percibirse flotando en el aire, sintiendo como si su cuerpo fuese a cada instante más
ligero y liviano en el aire. Adviértase subiendo y sienta despegar del suelo, que se aleja
por debajo de usted a medida que asciende. Esta es también una buena práctica para
que experimente. Simplemente siéntase suspendido en el aire y percátese de su entorno
y los objetos que lo rodean a medida que se ciernen.
Todas las acciones que involucran el hecho de volar requieren de un esfuerzo
de la consciencia corporal completa; en las primeras etapas del proyector novato, sin
duda va a necesitar de una sobredosis de esfuerzo adicional para superar el hábito
gravitacional. Si se encuentra continuamente retornando y cayendo a la tierra, niéguese
a aceptar esto y aplique más fuerza de voluntad para lograr sentir la sensación de
ascenso en la dirección que desea. La fuerza de voluntad adosada al esfuerzo de la
consciencia corporal son las únicas herramientas que superarán el arraigado hábito
gravitacional, que, con el tiempo y la perseverancia, lo auto convencerán de que ya no
está limitado por la gravedad, y entonces podrá volar a voluntad durante su EFC. Una
vez que las cadenas internas que causan el hábito gravitacional son arrojadas fuera,
podrá tener la libertad de volar a cualquier parte del universo y a cualquier velocidad
que se formule.
El vuelo en una EFC no es limitado como en la vida real física. Se puede volar
por el aire, por el espacio exterior, e incluso bajo el agua. No hay resistencia o
impedimento bajo el agua; es tan natural como volar por el aire o por el espacio,
aunque la velocidad en que se desplace bajo el agua sea menor, debido a la disminución
de la visibilidad.
A través de la práctica y la perseverancia, usted pronto disfrutará de este
fenómeno inmensamente placentero. Es una sensación increíble, especialmente durante
el día: será capaz de saltar edificios altos con un solo movimiento; adquirir velocidad

321
infinita con solo pensarlo; flotar como un helicóptero o sentarse en mechones solitarios
de nubes; volar junto con las aves surcando los cielos; explorar con seguridad las
profundidades del océano, jugar con ballenas y delfines; salir de la tierra y explorar
otros planetas, estrellas y galaxias. Usted podrá explorar y experimentar todo, la
búsqueda de lo nuevo y lo interesante, llegando a donde ninguna vida humana haya ido
antes. Cuando salga de su cuerpo, entenderá que el cielo ya no es el límite, pasando a
ser nada más que el comienzo...

Atravesando Materia Sólida


Al trasponer materia sólida, la mayoría de los proyectores novatos tienen
alguna dificultad para moverse a través de objetos sólidos tales como paredes, puertas y
ventanas, sin mencionar la roca sólida, cuando se encuentren en la zona de tiempo real.
Su sistema de creencias parece jugar un papel importante en esta dificultad. Si
realmente creemos que podemos movernos con facilidad a través de una pared o puerta
sólidos y estamos dispuestos simplemente a hacerlo, sin siquiera pensar en ello, sin
duda podremos, aun siendo novatos. Si solo creemos que podemos movernos a través
de la materia sólida, y esto no funciona, puede significar que no estamos aceptando
inconscientemente esta capacidad. Entonces, potenciando el esfuerzo de la consciencia
y la fuerza de voluntad, superaremos este síntoma. También disponemos de algunos
métodos para engañar a la mente subconsciente y conseguir solventar este problema.
Una vez que hemos practicado un par de veces, rápidamente se nos hace más fácil a
medida que la mente subconsciente comienza a aceptar esta capacidad. Enumero aquí a
continuación algunos trucos y concejos ya probados en otras personas con el mismo
problema.
1. Evite ventanas y espejos durante las proyecciones en tiempo real,
así como cualquier otra superficie altamente reflectada, aun el agua estancada que
refleje el cielo. Pasando a través de una imagen manifiesta, puede ésta alterarse en la
zona de tiempo real y convertirse en una representación especular y anómala. Esto es,
en principio, muy parecido a cómo trabaja la realidad durante la proyección virtual.
Una vez dentro de una imagen anormal, puede ser difícil volver a la verdadera zona de
tiempo real, sin retornar al cuerpo físico. Utilice paredes, techos y puertas, siempre que
le sea posible, para que mantengan su aspecto en tiempo real durante la proyección.
Incluso observarse en un espejo o su reflexión será un obstáculo potencial a la
integridad de la proyección en tiempo real. Es muy fácil caer involuntariamente en esta
condición, sin notar el cambio en nuestro estado y ámbito, y sufrir entonces una
experiencia anómala y desaconsejada.
2. Moverse a través de impedimentos, mirando hacia atrás o
distraídamente, ha ayudado a muchas personas a superar sus dificultades al atravesar la
materia sólida. Colóquese delante del obstáculo o pared que desea pasar, y a
continuación, dese la vuelta y simplemente empújese a sí mismo a través de él (de
espalda), sin mirar y sin pensar en lo que está haciendo. No discurra en ello;
¡simplemente hágalo! Este método también es útil para pasar a través de superficies
reflectantes sin percibir ninguna anomalía. Si los proyectores no se ven reflejados, no
suele afectar.
3. Tome carrera frente al obstáculo y ponga la cabeza hacia abajo y
continúe su camino rápidamente, sin pensar en lo que está haciendo.

322
4. Busque una rendija, abertura, grieta o rotura, un ojo de cerradura o
una ventana, y mire a través de ella. Concéntrese en lo que pueda ver del otro lado y
percíbase a sí mismo como estando allí. Debe ensimismarse y advertirse como
queriendo estar allí. ¡Deséelo tan fuertemente como pueda! En la mayoría de los casos,
se encontrará prontamente del otro lado. Esto es algo así como recorrer una muy corta
distancia en proyección instantánea.
5. Enfóquese en el impedimento, manteniendo su mente clara.
Alcáncelo con su mano y, sin más, solo empuje directamente. Impele su brazo en él,
hasta el codo. Observe que su brazo se mueva fácilmente dentro, y entonces percátese
de lo que se siente en su interior. En su mano percibirá un poco de cosquilleo, y se verá
algo difusa. Va usted a seguir avanzando. Esfuércese y siga adelante con firmeza, con
la cabeza ligeramente reclinada hacia adelante, y comprobará que, con ella y su mano,
juntas, comenzarán a atravesar el obstáculo. Siempre recuerde que está en estado
incorpóreo, por lo que sólo percibirá la sensación de la misma. Mantenga su mente
clara y no piense en absoluto lo que está sucediendo. Una vez que advierta el primer
movimiento a su través, continúe adelante y solo camine sin detenerse. No tema. De
ninguna manera sucederá jamás que los proyectores puedan quedar atrapados en el
interior de la materia sólida, y verdaderamente no hay posibilidad de que esta situación
les ocasione daño alguno.
6. Si usted sabe lo que está del otro lado del óbice o de la barrera,
imagínese permanecer allí. Siéntase como si realmente estuviese allí, y lo normal es
encontrarse de repente del otro lado. Asegúrese de imaginar este concepto
correctamente si quiere permanecer en tiempo real. Si sucede que se equivoca con
respecto a lo que está del otro lado, es posible que sea desplazado a otro lugar.
7. Resistencia y textura. Mientras se mueve a través de una pared de
ladrillos de una casa, por ejemplo, verá capas de pintura, yeso, mortero, y el ladrillo,
bien iluminado y con claridad definida. Enfréntese de pie ante una pared semejante,
luego, lentamente, ponga su mano en ella. Perciba su interior. A continuación, intente
lentamente presionar su cabeza dentro de la pared, lo suficiente como para observar en
su interior. Usted no sólo verá y sentirá su interior, también podrá degustar y oler. Esta
es una increíble experiencia que no lo perjudicará de ningún modo. Si logra penetrar
esta pared con la mano y la cabeza, ¿qué puede haber de riesgoso en ir hasta el final y
pasar a su través?

Fig. 27. Visión del ojo proyector al


atravesar la materia sólida.

323
Velocidad, Distancia y Limitaciones
Mientras que la velocidad no es estrictamente un factor limitante para el doble
proyectado, la velocidad máxima a la que es posible viajar durante una EFC parece ser
establecida por la mente subconsciente. Existe una relación directa entre lo que parece
ser una velocidad razonable y la velocidad máxima que es realmente posible. Esta
situación es más probable fijarla de acuerdo con la distancia a recorrer. La velocidad
está adosada, por lo tanto, a la distancia relativa observada por delante.

 Desplazamiento lento: En el interior de edificios y áreas cerradas, la velocidad


al caminar parece natural y es bastante adecuada para recorrer distancias cortas.
Aplicar una velocidad mayor parece inaceptable para la mente subconsciente y
no la autorizará.
 Desplazamiento rápido: La velocidad desarrollada al caminar y la desarrollada
por un vehículo: más o menos hasta 320 kilómetros por hora, parecen totalmente
naturales y posibles. La aceleración relativa posible se ve afectada por la
claridad con que la distancia se ve por delante. Los proyectores pueden viajar
mucho más rápido en una autopista abierta y durante la luz solar que a través de
suburbios o barrios y durante la noche. Velocidad de desplazamiento durante la
noche en tiempo real también está limitada por la luz disponible.
 Desplazamiento aéreo: En este caso, desde recorrer distancias ya sea caminando
o con velocidad supersónica parece un hecho natural, no obstante (insisto),
dependen de la altura y la distancia que se pueda observar por delante de nuestra
posición. Los proyectores que se ubiquen más alto, conseguirán mayor claridad
del ambiente circundante, y cuanto más lejos y con más detalle puedan ver por
delante, más rápido y natural parecerá el proceso, y por lo tanto más posible de
realizar. Desde una gran altura en un día claro, sobrepasar varias veces la
velocidad del sonido parece bastante natural.
 Desplazamiento acuático: la visibilidad bajo el agua es mucho más limitada que
en el aire libre, y por lo tanto la aceleración posible a desarrollar es mucho más
restringida.
 En el espacio extraterrestre: lograr la velocidad de la luz se siente
perfectamente natural y por tanto es posible.
 Velocidad máxima: No hay límites de velocidad en absoluto. La velocidad del
pensamiento es infinita y la velocidad máxima a alcanzar por un proyector
también es infinita. De hecho, la aceleración aumentará en proporción directa a
la distancia a recorrer observada por delante. Dentro del espacio exterior, es
posible dilucidar distancias increíbles, inclusive trasladarse a otras galaxias y
aún más allá. Mientras se observe algún punto en la distancia, usted podrá estar
allí en prácticamente un mínimo espacio de tiempo. Desplegar una velocidad
(por decir) intergaláctica o muy por encima de la velocidad de la luz, se sentirá
muy natural y será, por tanto, alcanzable fácilmente.

Viajes Instantáneos
En general es admisible pensar que, si se visualiza un destino, podrá
lógicamente proyectarse uno mismo allí, y a la velocidad del pensamiento.

324
Este método funciona razonablemente bien, pero puede ser un poco aleatorio
cuando se viaja en tiempo real. Su exactitud depende de si usted se ha fijado
correctamente su meta de destino, y qué tan clara es la imagen dentro de su creatividad
mental. Si un proyector no ha visualizado personalmente el destino, generalmente
devendrá en un lugar astral que se le asemeje — y de vez en cuando interactuará dentro
de un reino astral totalmente distinto.
Un entorno o imagen astral de un lugar determinado, parece ser creado (u
optimizado) habitualmente, a través del acto de imaginar el objetivo. Esto puede
basarse en la idea de lo que el proyector se ha fijado como destino. A los proyectores
les podrá parecer que han llegado a su verdadero objetivo en tiempo real, pero por lo
general encontrarán discrepancias entre su entorno físico real y en el que realmente se
han proyectado.
Por ejemplo, un grupo de proyectores serios me contaron una vez que llevaban
a cabo regularmente EFC grupales de autoayuda, y se reunían en la cima del cerro
Uluru (anteriormente llamado Ayers Rock) en Australia. Como yo he visitado este
cerro un par de veces y conozco esta zona bastante bien en mi vida física, les pedí que
me proporcionasen algunos detalles sobre esta montaña rocosa, para que pudiera
verificar su punto de reunión exacto. Ellos me describieron muchos aspectos y
características que eran inexactos o simplemente no estaban allí en absoluto, como
escalones de piedra tallados, etc. Entonces pensé que estos proyectores se reunían muy
probablemente en una reflexión astral de la colina. Posiblemente hayan creado
ambientes extras irreales allí, convirtiéndolos en imágenes realmente similares.
Pero ciertamente hay excepciones al realizar viajes instantáneos a lugares
distantes que el proyector nunca haya visitado en su vida física. Algunas fluctuaciones
de la realidad, de hecho y por lo general, se pueden encontrar en los sitios de destino.
Es posible proyectarse instantáneamente y en tiempo real con la intención de reunirse
con otra persona, independientemente del lugar en que esa persona pueda estar, si es
que se sabe su ubicación exacta o si se mantienen profundos sentimientos hacia ella. En
este caso, puede bloquearse, por así decirlo, la ubicación remota de una persona
determinada, concentrándose intensamente en su personalidad y su esencia. Viendo a
una persona en una revista o película, o haber charlado con ella un par de veces, no es
suficiente. Se necesita conocerla estrecha e íntimamente y ser capaz de sentirla y
generarla visualmente con los ojos de la mente; si así procedemos, instantáneamente
nos veremos proyectados junto a ella en tiempo real.
Si el individuo objetivo está en ese momento dormido cuando planifica
juntarse, sin duda se proyectará hacia su ubicación actual y lo verá como realmente
está, dormido en la cama, o si no, se proyectará en una reflexión astral de su ubicación.
Esta copia por lo general estará fuertemente influenciada por lo que en ese momento
esté soñando la persona objetivo. Si ella está en la zona de tiempo real o en los planos
astrales, es posible proyectarnos directamente a donde quiera que esté. Si el caso es que
se encuentra dormida en tiempo real cerca de su cuerpo físico, suele ser posible
despertarla y comunicarse con ella. Los proyectores en tiempo real pueden tener la
percepción de lograr tocar físicamente a otros proyectores en tiempo real, si así lo
desean.
Si la persona objetivo está despierta (en la vida física) cuando planifiquemos
reunirnos con ella, a veces es posible viajar a su ubicación física real y observarla en
tiempo real. Esta situación, por lo general, se verá afectada o influenciada por
fluctuaciones de la realidad, causadas por la mente y/o la imaginación de la persona

325
objetivo. Estas fluctuaciones de la realidad pueden no ser obvias o visibles, sobre todo
si el proyector no está familiarizado con ese entorno. Por lo tanto, dicho sitio puede ser
superpuesto o intercalado con ciertas fluctuaciones de imaginación mental. Si el sujeto
de destino está entre una multitud o un gentío, por ejemplo, en una gran ciudad, las
imágenes mentales (estáticas) de todas ellas en ese entorno, también se entrometerán y
afectarán el contexto de tiempo real.
Mientras más clara sea la zona objetivo para hallarse con otra persona, menos
interferencias interactuarán en ese ambiente mental. Por ejemplo, desplazarnos hacia
una persona objetivo ubicada en un yate en el medio del océano o en una remota
cabaña perdida dentro de un bosque, puede ser posible siguiendo estos pasos.
Para un proyector, trasladarse al encuentro de una persona muy conocida y
atravesar largas distancias, le será mucho más factible, si retenemos alguno de los
aspectos que nos aseguren llegar a dicho objetivo, durante la proyección en tiempo real.

Viajes de Larga Distancia


Volar es la mejor manera de llevar a cabo proyecciones de viajes cortos o de
media distancia, es decir, que incluyan unos pocos cientos de kilómetros. Esto puede
sentirse como que no es mucha distancia, cuando se tiene en cuenta la velocidad
potencial de un proyector. Incluso este recorrido, sin embargo, puede ser todo un
desafío si las cualidades objetivas de una proyección en tiempo real son sostenidas. Es
muy fácil deslizarse en una copia astral de la realidad durante el viaje en tiempo real.
Fluctuaciones de la realidad son compañeras de viaje constante de cualquier proyector
en tiempo real. Estas se harán presentes e intervendrán cada vez que un proyector se
relaje, se desconcentre o desvaríe de su enfoque. El control mental estricto debe
mantenerse en todo momento, mientras viaje en la zona de tiempo real.
No es práctico recorrer una larga distancia por la superficie terrestre en tiempo
real. Por ejemplo, un país en el otro lado del mundo puede estar a alrededor de doce mil
kilómetros de distancia. Usted tendría que multiplicar por aproximadamente sesenta
veces la velocidad del sonido para llegar allí en menos de quince minutos. Este nivel de
velocidad no es natural para un proyector dentro de la atmósfera de la Tierra, y
cualquier cosa que se acerque a este tipo de hiper velocidad hará que la visión del
proyector se vuelva borrosa o esté desenfocada. Esta desvirtuación será causal de
desorientación y un cambio inmediato de distancia objetivo en tiempo real. Los
aspectos objetivos en tiempo real se perderán a continuación, y por lo general durante
el resto de esa proyección.
Quince o veinte minutos es la duración máxima de tiempo que los proyectores
experimentados pueden sostener con suficiente fuerza durante su permanencia en
tiempo real, para en consecuencia poder regresar y lograr un reingreso consciente antes
de ser atrapados por los planos astrales. Los proyectores novatos suelen normalmente
disponer de unos pocos minutos de permanencia en el ámbito del tiempo real. En
cualquier caso, el cuerpo físico debe ser capaz de despertarse por el regreso de su
doble, o su reingreso, eventualmente, no será posible. Por lo tanto, cualquier viaje de
larga distancia en tiempo real estará limitado por el lapso que tarde el cuerpo
físico/etérico de un proyector en caer en las fauces del sueño profundo.
Viajar largas distancias en tiempo real, es como volar en un helicóptero súper
rápido, sentado con su piyama, en la noche, sin instrumentos y sólo las estrellas y los

326
puntos de referencia para guiarse. En estos casos, los proyectores necesitarán estudiar
geografía, además de memorizar mapas de carreteras y fotografías de su punto de
destino, ya que estos no podrán verse desde el aire. Tienen que ser capaces de
reconocer océanos, continentes, países, estados, ciudades, pueblos, carreteras y puntos
de referencia. Llevar a cabo viajes de larga distancia planeando sobre la superficie
terrestre será posible sólo si los proyectores disponen del tiempo y la energía necesarios
para hacer todo esto y además volver a su cuerpo físico para introducirse antes de caer
y descarriarse dentro de los planos astrales.
Orbitando la Tierra
Para proyectarse a un lugar lejano, después de que todos los detalles se han
memorizado, es mucho más fácil entrar en la órbita terrestre para luego volver a
atravesar la atmósfera y dirigirse directamente hacia el objetivo buscado. A medida que
los proyectores se acercan a la superficie de la Tierra, deben ajustar su ángulo de
enfoque, las características geológicas del objetivo, lugares de interés, y las carreteras
en torno a su punto de destino. Este método es adecuado para cualquier proyección
donde la distancia a recorrer sea de más de unos pocos cientos de kilómetros, algo así
como dar un paso gigante de unos cientos de kilómetros hacia arriba y luego hacia
abajo, para encontrar la meta. Esta práctica resulta mucho más rápida que los viajes
superficiales comunes.
Entrando en órbita con el propósito de dar saltos geográficos gigantes es un
poco más difícil de lo que parece. Llegar hasta allí es fácil; uno se siente a sí mismo
yendo hacia arriba muy rápido. Pero detenerse en la estratósfera y prepararse para
retornar y reingresar, puede ser bastante difícil. Algunas personas, incluido yo mismo,
tienden a arruinar este proyecto saliendo fuera del sistema solar, y a veces hasta fuera
de la galaxia. Para evitar esto, es importante controlar la velocidad de ascenso,
manteniendo el pensamiento en la superficie y simultáneamente una constante
verificación de la altura alcanzada.
Me resulta más fácil proyectarme hacia la Luna o el Sol, como una manera de
limitar el salto inicial hacia la atmósfera. Este salto proporciona un objetivo visual de
inmenso tamaño, lo que nos limitará de a momentos. Como el objetivo se puede ver
claramente, la velocidad no está limitada. Una vez en el espacio, es una simple cuestión
regresar a la Tierra, volviendo a entrar directamente hacia el destino y descendiendo
rápidamente hacia la superficie. En el espacio, lejos de la atmósfera de la Tierra, no hay
problemas con la borrosa y difuminada visión a través de la velocidad, ni tampoco, por
ende, cambios de la realidad.
Si bien esto puede sentirse como un proceso lento, en realidad se logra en unos
pocos segundos.

El Espacio Extraterrestre y Las Limitaciones de la


Distancia
Con los años, he escuchado a mucha gente alegando que llegan a visitar
regularmente otros planetas o estrellas del sistema solar. Esto parece ser algo muy fácil
de lograr por el doble proyectado, pero en realidad es bastante difícil en la práctica.

327
Mientras que el Sol y la Luna son relativamente fáciles de encontrar, la
búsqueda de otros planetas en nuestro sistema solar no lo es.
El sistema solar es un área enorme y sus planetas son pequeños puntos en
movimiento en el espacio. Pueden ser difíciles de identificar a simple vista, incluso
desde la órbita terrestre. Debido a que nuestro planeta gira una vuelta completa cada
veinticuatro horas, mientras que también orbita alrededor del Sol, las posiciones de los
planetas y las estrellas van cambiando rápidamente y nunca están en el mismo lugar
dos veces. Para proyectarse a un planeta bajo la línea de visión, sin instrumentos de
navegación para mostrarnos el camino, el proyector en tiempo real deberá tener un
conocimiento razonable de astronomía y ser capaz de ubicar la posición del planeta
objetivo en relación con las estrellas circundantes, con algún grado de precisión.
El viajar a los planetas del sistema solar utilizando el método de proyección
instantánea no funciona del todo bien. Si se hace un intento, incluso si se utilizan
fotografías reales tomadas por naves espaciales como guía, los proyectores por lo
general sólo se desplazarán a un reino astral parecido a lo que ellos creen que es su
planeta de destino. Es que en realidad se necesita bastante más que sólo unas pocas
fotografías y una buena imaginación para proyectarse a un lugar remoto en tiempo real,
en el que nunca antes se ha estado.
Varios reinos astrales poseen un aspecto bien definitivo y la percepción de ser
verdaderos planetas. Creo que es muy posible que en los últimos años algunos reinos
astrales se hayan creado y se observen bastante sólidos, generándose y manteniéndose a
través de la imaginación y los sueños de la raza humana. Muchos proyectores viajan a
estos reinos astrales homólogos a planetas, creyendo que están trasladándose en tiempo
real a sus objetivos verdaderos.
No hay limitaciones de distancia, destinos o velocidad, aparte de los datos
arriba mencionados. Por tanto, es posible viajar a la estrella o galaxia más distante. La
velocidad del pensamiento es infinita, ¡y es muy, muy, muy veloz! Trasladarse a
velocidad infinita en el espacio exterior se siente como que el espacio está plegado en
sí mismo y en torno nuestro. Casi no hay sensación de movimiento hacia adelante
aparte de los millones de estrellas que destellan, y es que enormes distancias se
recorren en un abrir y cerrar de ojos. Si los proyectores observan algo por delante que
les llame la atención y desean ir allí, todo lo que tienen que hacer es sentirse avanzando
hacia el objetivo y percibirse moviéndose hacia él, lo que hará que puedan estar allí tan
pronto como el hecho de pensarlo.
De vez en cuando salgo al espacio profundo, donde las galaxias son sólo
pequeñas manchas en la distancia, particularmente, para pensar y meditar en soledad.
He viajado lejos en el espacio profundo, en un intento por percibir la velocidad de
desplazamiento y hasta dónde podía llegar, y para encontrar en todo caso el final del
universo, si es que existe. He viajado mucho más allá del alcance de cualquier tipo de
telescopio. He visto galaxias centellantes por delante de mí, como farolas borrosas más
allá de la ventanilla de un auto a toda velocidad por la noche.
Tan lejos y tan rápido como he sido capaz, atravesé el espacio intergaláctico,
cada vez a mayor velocidad, y sin embargo nunca he encontrado ningún lugar
totalmente desprovisto de galaxias ni de estrellas. Cada vez que dejo muy por detrás un
grupo de galaxias, y creo que estoy cruzando un claro de materia y luz (supongo algún
agujero negro), otra débil mancha aparece en el horizonte interestelar frente a mí. Lo
mejor que he podido hacer hasta ahora (según creo), es posicionarme entre manchas
débiles y tenues de galaxias lejanas. El universo físico parece ser infinito en tamaño, de

328
acuerdo a mi humilde pensar a través de mis observaciones en tiempo real fuera del
cuerpo. Salvo que haya estado viajando de alguna manera en círculos intergalácticos, lo
que no es un concepto inadmisible.
Retornar desde una proyección efectuada desde una larga distancia, (sin
importar lo lejos que se llegue), es una cosa por demás sencilla. Simplemente
percibiendo y percatándonos de nuestro cuerpo físico, siendo conscientes de él y de la
habitación o ambiente que nos cobije. Tan solo esto, por lo general, nos reintegrará o
nos situará cerca de nuestro cuerpo físico y acabará con la proyección en un instante. Ir
tras nuestro cordón de plata, como para utilizarlo de guía hacia nuestro cuerpo físico
sólo funciona cuando estemos relativamente cerca de él. Haciendo esto desde una gran
distancia, o desde el espacio profundo, sólo nos dará una idea muy aproximada de la
dirección de nuestro posicionamiento.
Manteniendo la mirada en el cordón de plata mientras regresamos desde una
proyección efectuada a larga distancia, solo provocará una dramática reducción de la
velocidad de retorno. Este método es por lo tanto inútil, si tenemos en cuenta la gran
lontananza en cuestión y las limitaciones del tiempo, razones más que suficientes para
tenerse siempre en cuenta durante las EFC.

Privacidad, Ética y EFC


Una creencia infundada de que fuera del cuerpo nuestras actividades son
vigiladas desde otro lado, sigue siendo popular en la actualidad. Algunos creen que, si
los proyectores se portan indebidamente, van a ser detenidos y multados de tener
nuevas experiencias fuera del cuerpo – prohibición llevada a cabo por alguna autoridad
superior. Otros incluso creen en una fuerza policial astral que nos cuida y nos castiga
por nuestros comportamientos poco éticos e inmorales.
De acuerdo con mi experiencia, esto es solo un mito. Hay algunas barreras
naturales asociados con las EFC, pero no éticas ni morales. La consciencia y las
consecuencias naturales son los únicos verdaderos modificadores del comportamiento.
¿Se imagina usted la alucinante logística de mantenimiento y control de varios miles de
millones de proyectores tan solo del planeta Tierra, todas las noches?
Ciertamente jamás he visto ningún supervisor policial astral en el ámbito fuera
de cuerpo durante mis años de exploración. Y algunos de mis experimentos fuera del
cuerpo han probado pormenorizadamente esta, mi exposición a lo largo de los años.
Porque nada en absoluto me ha impedido o siquiera retenido jamás por tener nuevas
experiencias fuera del cuerpo a voluntad.
Si bien no hay leyes en la actualidad que rijan las EFC, hay algunas
repercusiones resolutivas y dinámicas naturales a considerar. Si la base de nuestros
impulsos emocionales y comportamientos habituales no están bien controlados, la
calidad de las experiencias fuera del cuerpo se deteriorará de manera sensible y
constante. La deliberada mala conducta parece afectar los valores vigorizantes
proyectables más que cualquier otra cosa, reduciendo notablemente su nivel de
potencialidad operacional astral. Como un poderoso imán, atraerá lo semejante en el
medio ambiente fuera del cuerpo, incluso en la zona de tiempo real. La atracción de
proyectores y seres afines es otra consecuencia natural digna de consideración. Esto
tiene el efecto de segregar un cúmulo de proyectores malhechores de la misma calaña,
y cada uno operando en diferentes niveles de los planos astrales.

329
También son importantes las intenciones que hacen a las cuestiones de
privacidad en tiempo real. La mala conducta ocasional o accidental no atraerá ninguna
consecuencia notable. Pero si es reiterativa o se hace carne en nuestra modalidad, como
por ejemplo invadir deliberadamente la privacidad, y otros tipos de comportamiento
antisocial, generará rápidamente un ambiente de negatividad en el sensible entorno de
fuera del cuerpo. Esta sintomatología aumentará progresivamente hasta que un enfoque
más civilizado se suscite a través del tiempo y de las experiencias fuera del cuerpo.
Invadir la privacidad de los demás de forma accidental o a través de una experiencia sin
mácula o bien intencionada, y no para la auto satisfacción personal, no generará
ninguna repercusión negativa.
Creo que la idea de que nuestro comportamiento esté vigilado por determinado
tipo de entidades, cuando estemos fuera del cuerpo, proviene de alguno de los primeros
libros sobre EFC, escritos alrededor de principios del siglo veinte, o bien por
consabidas influencias religiosas. Estoy seguro de que sus autores han implantado y
dado cuenta de esta verdad, dado que, si los futuros proyectores se interiorizaran de la
ilimitada libertad de acción en los diferentes ámbitos astrales, podrían comportarse de
maneras inaceptables para el entorno, y contrarrestar su propia seguridad y protección.
Es una forma de protegernos de la verdad inmanente. Entiendo que quizás sea
motivada por alguna moralidad victoriana o cultural generada por nuestra propia
consciencia, originando un: "¡Deténgase o la realidad manifiesta lo enceguecerá!", a
los fines de tutelarnos y de ampararnos con una especie de manto astral o manto
cósmico.
Teniendo en cuenta que los primeros libros sobre EFC se han utilizado como
material de referencia desde entonces y todavía están instaurados en obras modernas,
esta advertencia sigue influyendo en los proyectores de hoy día. El mito difundido de la
existencia de cuantiosos protectores astrales, se ha generado hace ya muchos años, y
continúa siendo creído y perpetuado en la actualidad; aunque debo añadir que no a
través de la experiencia personal.

330
26. Los Planos Astrales
Los planos astrales son, en mi opinión, una refracción de la energía generada
por la consciencia universal. Tienen una forma definida, un orden y una estructura, y
entiendo que es una de las verdaderas maravillas de nuestro increíble universo
multidimensional. La estructura de los planos astrales se puede observar con claridad, e
incluso utilizarse con fines explorativos, si se lo aborda desde su "ángulo de
percepción" energético correcto.
Esta es mi postura con respecto al ángulo en el que un proyector percibe los
planos astrales a través de los sentidos mentales directos en su estado de doble
proyectado. Los ángulos de percepción varían de un proyector a otro, habiendo del tipo
tubo y tipo plano bidimensional, que son los más comunes. El ángulo de percepción se
establece por la conformación energética de cada proyector y su actividad durante el
desplazamiento, además de ser afectado por su sistema de creencias.
La teoría esotérica tradicional, nos dice que la dimensión astral contiene siete
niveles principales, o planos, cada uno plétora de subplanos inferiores, universos
internos, y reinos. Las abundantes y variadas descripciones para esta estructura, ya
sean: hinduista, budista, espiritista, de la nueva era, etc., incluso las teorías
multidimensionales de la física moderna, parecen a menudo entrar en conflicto,
principalmente debido a las creencias culturales y religiosas. He encontrado que es
imposible aseverar que alguna versión de estas teorías sea la más precisa. Por lo tanto,
basaré la mía sobre la estructura de los variados planos astrales, según mi propia
experiencia.
Explorar y cartografiar los planos astrales es como tratar de explorar un
planeta entero a pie, sin mapas ni instrumentos. Evidentemente no se puede hacer
durante una sola proyección. Debería ser llevada a cabo durante un prolongado período
de tiempo, por proyectores altamente cualificados con buena recuperación de lo
memorizado, y excelentes habilidades de organización, retención y recuperación
experienciales.
Los planos astrales son ambientes complejos, de múltiples capas, con energías
generadas a través de dimensiones, basadas en percepciones, bajo aspectos bien
variables. Esto suena a un trabalenguas, lo sé, pero es así de todos modos. La forma en
que los planos astrales y sus contenidos son percibidos, experimentados y recordados,
puede ser muy variable, dependiendo en gran medida del nivel espiritual depurativo del
proyector y de su actividad energética en el momento de la proyección, y más

331
subordinado a su sistema de creencias, su nivel de consciencia en el momento de la
proyección, y el potencial básico de su consciencia.
Todo esto afecta la forma en que se desempeña el cerebro físico, y cuánto de
lo que se percibe durante una proyección es capaz de almacenar como recuerdos
reconocibles y decodificables. Después de todo, lo único que queda al cabo de una
proyección, es el reflejo recuperable de la misma, que se percibe, interpretándola y
recordando lo experimentado desde la consciencia.
En la dimensión astral, las cualidades energéticas de los viajeros son afectadas
en gran medida por su ángulo de percepción, más su estado o nivel de consciencia en
ese momento particular. Esto sucede, en mi opinión, no sólo durante la experiencia,
sino también después. Y afectará lo memorizado y la forma en que se almacenan y se
vuelcan dichos recuerdos en el cerebro físico y en el nivel básico de su consciencia, y,
por lo tanto, obviamente, cómo se retomarán esas experiencias después de los hechos.
He explorado sólo una muy pequeña parte de los planos astrales, que
constituyen una estructura dimensional enorme, atestada de abundantes y diferentes
aspectos y facetas. Ni siquiera he podido terminar de llevar a cabo las observaciones de
las capas primarias y de sus estructuras a nivel superficial, y mucho menos tratado de
trazar su plétora de subplanos internos y universos. Pero intentaré transmitir un sucinto
retrato de los planos astrales a través de estas líneas, según cómo los he percibido
durante mis viajes. Creo que esto les concederá a muchos, una mejor y más
comprensible mirada de lo que la teoría por sí sola podría proporcionar.
Los planos astrales, analizados por una consciencia primigenia, se pueden
comparar con las páginas de un libro gigantesco, con huelgos ligeramente matizados de
color entre las páginas. Estas páginas, o planos, parecen estar a cientos de millas de
distancia durante una proyección astral. Las áreas entre esos planos son, creo, algo así
como zonas de amortiguamiento o limitación que separan cada plano astral primario
del siguiente. Estas áreas varían en color, pero tienen una percepción distintivamente
similar entre cada una de ellas — una especie de nada denso, silencioso, teñido de color
— océanos de espacio vacío coloreado. Parece existir una relación entre los colores de
estas áreas divisorias y los colores energéticos generados por los centros primarios de
energía (chakras principales) del cuerpo energético humano.
La superficie de un plano astral es bidimensional y está cubierta con líneas de
cuadrículas horizontales y verticales perfectamente rectas. Estas crean una apariencia
uniforme de cuadros sobre toda la superficie. Cada cuadrado en una superficie,
contiene un diseño geométrico brillante y multicolor, repetido interminablemente en los
demás. La superficie de cada plano astral tiene su propio patrón único, completamente
diferente del patrón de superficie de cualquier otro plano astral.
A su vez, Cada plano astral se manifiesta en dos dimensiones, cuando se
acerca uno a su superficie. Sin embargo, un medio ambiente completamente
tridimensional es experimentado cuando estos son penetrados.
Cada plano astral también contiene conexiones con todos los demás
planos astrales primarios. Estas conexiones
se personifican en patrones y colores en su
apariencia superficial.

Fig. 28. Escenario de los planos astrales,

332
mostrando el boceto de una proyección
durante una aproximación e ingreso.

Sin embargo, tenga en cuenta que, si los proyectores no poseen las habilidades
energéticas necesarias para trascender el quinto plano astral, por ejemplo, ingresando
desde cualquiera de los anteriores, solo podrán auto transportarse a reinos internos más
elevados, pero dentro del quinto plano astral.
La experimentación es la única forma segura de saber si estas estructuras
pueden utilizarse como puertas a altos planos astrales primarios.
La superficie de un plano astral es magnífica e impresionante a la vista. Estas
estructuras son absolutamente incomparables en su arte, frescor y colorida belleza, su
magnitud y grandeza, y su espectacular energía, impresionante y profundamente
misteriosa. Estoy seguro de que son estructuras lógica e inteligentemente diseñadas,
geométricamente ordenadas en exceso e ingeniosamente funcionales para ser
meramente accidentales o naturales. En mi humilde entender, creo que parecen haber
sido diseñadas por una inteligencia mucho más avanzada que la nuestra.
Esta sucinta ilustración y su perspectiva no son abstractas. Se basan en mis
recuerdos experienciales de muchas proyecciones conscientes y entradas en los planos
astrales, tratando de plasmar muy brevemente lo que mis ojos mentales pudieron
observar. (Vea la figura que sigue). Ésta representa con somera exactitud, la superficie
de lo que creo que es el quinto plano astral, y muestra cómo en realidad se vislumbra, a
los ojos del espectador, durante una proyección astral.
Si usted puede explayar su intuición un poco, después de ver esta ilustración,
intente imaginarse a sí mismo allí. Cierre los ojos y percíbase flotando a cinco millas de
altura, mirando hacia abajo estas maravillosas imágenes cuadradas.

Las siguientes ilustraciones muestran cómo yo percibo los planos astrales primarios.

333
Fig. 29. Siete planos astrales primarios
Subplanos Astrales
Mis viajes dentro de los planos astrales, me han demostrado que cada plano
astral primario tiene una estructura interna compleja, un espectro enmarañado de
niveles interconectados, subplanos y reinos internos, tanto positivos como negativos.
Dimensionalmente hablando, muchas de las partes internas están situadas en ángulo
recto con respecto al plano astral primario que las sostiene. Esta descripción (ángulos
correctos) debe ser considerada en abstracto; no hay nada en la dimensión física que se
pueda siquiera comparar en forma equitativa con el funcionamiento interno de estas
estructuras. Sin embargo, los siguientes diagramas intentarán hacerlo.
La física moderna dice que la energía no puede ser destruida, sólo alterada.
Creo que esto también se aplica en todas las demás dimensiones. Las energías
reflejadas de la consciencia, irradiadas en los planos astrales desde la dimensión física,
tienen muchos formatos, positivos y negativos, cada uno con cuantiosas variaciones
sutiles. La energía reflejada contenida dentro de los planos astrales, se origina a partir
de la energía primigenia cruda de la consciencia holística, condicionada por las mentes
que las han emanado. Los subplanos y los reinos menores, dentro de cada plano astral,
son partes de un sistema de filtración energética extremadamente enrevesado. No
puedo pensar en ninguna otra manera de describir la complejidad alucinante de este
proceso.
Las estructuras energéticas internas, canalizan las energías negativas y
positivas (reflexiones energéticas de la consciencia) en diferentes áreas dimensionales.
Esto parece ser llevada a cabo por fuerzas naturales, que actúan como mecanismos de
atracción y repulsión energéticos.
Las energías positivas y negativas se irradian una de la otra y luego se
congelan en áreas de espera relacionadas energéticamente, de modo que las energías
positivas y negativas generadas por la consciencia, se separan y canalizan hacia los
niveles dimensionales con los que están más precisamente sintonizados.
El proceso de filtrado energético astral es más apreciable en los subplanos
internos inferiores. No es evidente en absoluto en las estructuras superficiales, ni puede
percibirse tan fácilmente dentro de los planos astrales superiores. Los niveles astrales
más altos parecen atraer y filtrar solo energías refinadas de alto nivel. Estas fluyen
libremente hacia ellos desde áreas disonantes de menor dimensión, que no son capaces
de manipular energías de alto nivel.
Una vez filtradas, estas energías parecen echar raíces y contribuir
energéticamente al medio ambiente en capas dimensionales, áreas, ámbitos o reinos

334
con los que estén más sintonizados. Las áreas positivas y negativas coexisten dentro de
todos los subplanos y reinos, donde permanecen dimensionalmente separadas, a través
de mecanismos naturales de repulsión energética.
Este efecto de filtrado energético, a menudo se puede percibir, durante una
proyección, como una sutil gradiente de luz, como un brillo gradual u oscurecimiento,
o como intensa o ligera. Existen gradientes o niveles de luz y atmósfera entre grupos
conectados de opuestos relacionados. No parece haber divisiones rígidas entre áreas
positivas y negativas. En la práctica, si usted mantiene un solo rumbo direccional,
disponiendo de cualquier lapso de tiempo, percibirá que el paisaje astral cambia
lentamente, para mejor o para peor.

Fig. 30. Despiece del plano astral, que muestra Sub Planos Interior de los Sub
Planos
la estructura interna (representación abstracta).
Recorte de un Plano Astral sencillo.

Su voluntad puede anular el mecanismo de filtrado energético natural, lo que


le permitirá ir a donde quiera que elija. Los proyectores astrales siempre se desplazarán
naturalmente al nivel astral con el que estén sintonizados energéticamente, pero pueden
continuar desde allí a áreas positivas o negativas con las que no estén naturalmente en
sintonía.
En los planos astrales, cada gradiente energético de conexión tiene muchas
direcciones, no todas ellas evidentes para los ojos astrales humanos.
Las directrices emocionales, espirituales y psíquicas, se pueden aceptar
intuitivamente, pero deben ser innatas al proyector, ya que no son siempre
representadas visiblemente en las partes internas de los planos astrales. La mayoría de
las tendencias visibles de los planos astrales tienen un resultado razonablemente
positivo. Si se toma y mantiene una vía positiva, el proyector generalmente se
desplazará progresivamente a áreas más brillantes y más claras, o a áreas de mayor
nivel. El reverso generalmente no ocurrirá por accidente, aunque puede llegarse sí por
un acto deliberado de exploración. Si los viajeros siguen enfocados en lo que están
haciendo y preservan sus mentes orientadas a lo positivo, tendrán muy poco de qué
preocuparse a este respecto. En la práctica, los viajeros que deambulan por los planos
astrales al azar, se encontrarán experimentando una gran cantidad de ambientes y
entornos interesantes y variados. No hallarán áreas severamente negativas en sus viajes,
a menos que vayan activamente a buscarlas. Las intenciones subyacentes y las

335
cualidades de pensamiento de los viajeros astrales, los protegerán de ingresos
accidentales a áreas negativas que no estén en sintonía con sus energías.
Espero que la descripción y la explicación anteriores arrojen algo de luz sobre
las preguntas que me hacen regularmente, de por qué las áreas negativas se encuentran
dentro de los planos astrales, cuando el astral se encuentra en una vibración
dimensional mayor que el universo físico.
Los aspectos positivos y negativos están interrelacionados; no podrían
coexistir sin la presencia del otro, como no podrían existir los imanes sin tener polos
positivos y negativos. Por supuesto que los opuestos contenidos dentro de la estructura
de los planos astrales, no se definen con la misma precisión que los polos de un imán.
Porque en el astral existe un gradiente atmosférico a menudo perceptible, de opuestos
energéticos.
Subplanos Astrales Inferiores
Los subplanos astrales inferiores (tradicionalmente los que deben evitarse),
parecen ser áreas donde la sensibilidad negativa, o mejor, el resentimiento, el
pensamiento nocivo y las energías generadas por la fantasía ligada a lo perjudicial, se
han estado acumulando durante mucho tiempo. Estas áreas son el hogar de
manifestaciones negativas del lado más oscuro de la mente humana y su imaginación.
Las franjas de estas áreas no son peligrosas, pero son decididamente desagradables. Los
execrables subplanos inferiores, son áreas oscuras y sombrías, pobladas (más
adecuadamente, contaminadas) con todo tipo de demonios, monstruos y figuras de
pesadilla. Las más profundas de estas áreas oscuras, podrían llamarse acertadamente
áreas dimensionales infernales.
Si usted se encuentra en un área negativa o cerca de ella, la inmediata solución
de sentido común es proyectarse hacia un área más brillante tan pronto como sea
posible. La forma más rápida de alejarse es imaginarse fuertemente en un lugar más
agradable, y utilizar la proyección instantánea para desplazarse allí. Retener una
imagen de la estructura de entrada firmemente en la mente y proyectarse
instantáneamente allí, generalmente le devolverá a la superficie, sin que se pierda o
aborte la proyección. Si esto no funciona, vuele hacia arriba mientras utiliza
pensamientos espirituales elevados, oraciones o canciones, para encumbrar y purificar
la consciencia. Deslícese hacia una zona más brillante o hacia una chispa de luz que se
pueda ver arriba o adelante. Una dirección hacia arriba usualmente alejará al proyector
de un área negativa.
Los viajeros astrales no necesitan atravesar por subplanos astrales negativos o
inferiores para viajar a niveles astrales más altos y más positivos. Las áreas negativas
en los planos astrales están, en cierto modo, energéticamente en paralelo al plano
normal como estructura dimensional. Es muy difícil proyectarse deliberadamente en un
área de subplanos inferiores profundamente negativa o maligna, o proyectarse hacia un
nivel o plano más elevado, por la misma razón. Las diferencias energéticas, la atracción
natural y los efectos de repulsión, generalmente prohíben que esto ocurra
accidentalmente. Cada proyector tendrá sus propias limitaciones energéticas.
Los únicos casos en los que me he encontrado con proyectores que han tenido
serias o malas experiencias con los subplanos inferiores son cuando se ha involucrado
el uso de drogas alucinógenas para precipitar las experiencias fuera del cuerpo. Las
drogas, si bien son capaces de causar experiencias de desplazamientos, eluden las
habilidades y caminos necesarios para una proyección consciente segura. Esto rompe

336
muchas leyes naturales relativas a la proyección, al tiempo que superan artificialmente
muchas salvaguardas y barreras naturales. Las barreras naturales están ahí para proteger
al principiante de operar en áreas dimensionales de las que no esté preparado todavía
para experimentar. Muchos usuarios de drogas se han reído de mi postura al respecto,
diciendo que generalmente solo tienen experiencias positivas. Pero, únicamente se
necesita una mala experiencia, una infernal experiencia, para arruinar su mente y su
vida, posiblemente para siempre. Usar drogas para lograr EFC es como jugar a la ruleta
rusa con el tambor lleno de balas en el revólver.
Los viajeros astrales normalmente solo se proyectan en áreas con las que están
naturalmente sintonizados. Cada uno de nosotros parece tener un valor energético
natural, establecido por nuestro nivel de consciencia, un valor afectado por muchas
cosas, incluido el karma, el camino de la vida, el estilo de vida corriente, y acciones
pasadas, así como por los estados naturales, desarrollo de la existencia y su potencial
energético. Durante una proyección astral inmediata sin un destino específico, los
viajeros virtuales se proyectan automáticamente al plano astral con que se encuentren
más energéticamente en sintonía en ese momento particular. Este plano siempre tendrá
una mayor relación energética con los centros de energía primaria más activos del
individuo en cuestión. El desarrollo energético y espiritual a largo plazo, por lo tanto,
afectará considerablemente a qué planos astrales el proyector puede alcanzar de forma
natural.

Reinos y Universos Astrales


Los planos astrales se pueden comparar con un vasto océano de pensamientos
manifiestos, emociones y rememorizaciones que se han estado acumulando lentamente
desde el comienzo de los tiempos. Los mecanismos de filtración energética interna de
repulsión y atracción hacen que este océano se estratifique en capas. Muchas de estas
capas desarrollan una integridad cohesiva que las mantiene claramente separadas de
cualquier otra área dimensional. Estas áreas, tradicionalmente llamadas ámbitos o
universos y reinos astrales, son generadas por grupos de energías estructuradas y afines,
pensamientos, recuerdos, ideas, creencias y fantasías que se han acumulado a lo largo
del tiempo.
Un reino astral es considerado mejor un entorno o mundo específico. Es una
isla, ciudad o pueblo dentro un universo: un lugar que tiene una sola temática y
estructura consistente. Los reinos astrales son generalmente áreas civilizadas que
contienen grupos de seres astrales de ideas afines.
Éstos varían mucho en tamaño y posibilidades, algunos parecen ser tan
pequeños como un pueblo rural, mientras que otros parecen infinitos en tamaño y
envergadura. Cada reino tiene un enfoque y contexto distintos y perdurables, y su
propio y único entorno. Muchos contienen habitantes astrales nativos, con niveles
variables de inteligencia y sociedad. Algunos parecen ser estructuras bastante
modernas, mientras que otros parecen antiguos.
Los viajeros astrales normalmente experimentarán más de un universo o reino,
cada vez que se proyecten a los planos astrales. Como el nivel astral al que ellos se
proyectan, se establece por sus valores energéticos al comienzo de una proyección,
normalmente serán afines a su gusto. Por lo tanto, normalmente se encontrarán en áreas

337
agradables cada vez, donde siempre se sentirán razonablemente cómodos, aunque a
menudo un poco perplejos.
Para la mayoría de los viajeros astrales novatos, una excursión a los planos
astrales, puede ser comparada con tomar un vuelo misterioso y aterrizar en una ciudad
extraña. Sin embargo, una ciudad es una ciudad, una unidad específica en su conjunto,
y aunque el idioma, las costumbres y las leyes pueden ser diferentes, todas están
pobladas principalmente por seres humanos reconocibles en forma y aspecto. Con el
tiempo, a medida que se gana experiencia para navegar en el ámbito astral, será posible
viajar a destinos más específicos y luego explorar los planos, universos y reinos astrales
de una manera mucho menos aleatoria.

Regiones Astrales con Vida Real


Algunas partes de las áreas astrales inferiores, contienen paralelismos de la
vida física que a menudo se confunden con la realidad o con la zona de tiempo real. Se
pueden considerar como extensiones de la zona de tiempo real, porque contienen
reflexiones energéticas de la consciencia, tanto objetivas como subjetivas, que aún no
han sido sometidas a ninguna filtración dimensional notable y ordenada. Estas
contienen una mezcla fluídica y variable de paisajes y estructuras. Aunque a menudo
parecen tener similitudes con la dimensión física; un examen más detallado revela nada
más que una mezcla fluídica de reflexiones astrales subjetivas.

Plano Astral Principal

Subplanos

Sub-subplanos

Reinos

Universos

Fig. 31. Vista despiezada


de subplanos y sub-subplanos
internos, mostrando reinos
y universos.

Las áreas astrales más bajas parecen estar muy afectadas por las mentes que
sueñan en el área local. Puede ser una especie de “tierra de nadie” o un cruce o mezcla
entre la zona de tiempo real, los planos astrales y la complejidad de los sueños.
Simplemente el hecho de pasear por lo que parece ser nuestra ciudad natal, en la
dimensión astral inferior, puede llevarnos a través de muchas ciudades y países

338
diferentes, y con frecuencia a lugares extraños que no existen en el mundo físico en
absoluto.
Las áreas astrales inferiores son lugares bastante deprimentes. Aunque muy
transitadas por los proyectores, carecen de orden, por lo general están mal iluminadas,
y parecen no estar para nada en armonía; una amalgama confusa de ciudades, paisajes,
pueblos y épocas, que aparentan un constante cambio. Las experiencias aquí pueden ser
bastante alucinantes y confusas.
Si bien estas áreas a menudo están muy pobladas, muchas de las personas que
se encuentran aquí parecen estar medio dormidas y vagando con otros proyectores
astrales. Por lo general, no son conscientes de dónde se encuentran o de lo que están
haciendo, aunque aparentemente muchas parecen estar activamente involucradas en la
realización de alguna tarea o faena. Si otro proyector los despierta, generalmente
recuerdan quiénes son, pero se sorprenden de dónde están. Estas áreas son mejor
consideradas como subplanos astrales inferiores, pero no son realmente negativas,
aunque algunas partes sí pueden contener aspectos negativos, y desde todo o cualquier
cosa se puede encontrar allí.
La última vez que visité esta área dimensional, me encontré flotando a través
de un amplio corredor, lleno de giros y vueltas, cruces de caminos y pasos
subterráneos. Estaba repleto de gente; la mayoría de ellos, a juzgar por las reacciones
energéticas que recibí cuando me acercaba, eran otros proyectores. El lugar tenía un
ligero tinte rojizo, con su atmósfera oscura y húmeda. Me sentí como si estuviese
dentro de un gigantesco laberinto subterráneo. Me detuve y hablé cortésmente con
varias personas, pero, aunque la mayoría se las veía felices de charlar, no podía sacarle
ninguna conversación con algún sentido a nadie.
Los proyectores astrales de bajos niveles, si son conscientes, suelen
presentarse hiper o sobreexcitados. Esto es el resultado de la experiencia astral misma,
aunque rara vez será recordada. Por otro lado, muchas personas, en estas áreas, no
saben en realidad que están proyectándose. En general, se mueven como hormigas sin
ningún propósito particular ni dirección alguna, hablando entre sí sobre nada en
particular. Encontré algunas áreas abiertas con edificios y más gente aquí y allá, pero
no había orden y todo el lugar tenía poco sentido. Pronto me aburrí con todo esto y
aborté la proyección.

Espacios Vacíos o Huecos


Los agujeros dimensionales, comúnmente llamados espacios vacíos, se
encuentran alrededor de los planos astrales. Son áreas vacías totalmente oscuras y sin
rasgos distintivos. Las áreas vacías parecen no contener absolutamente nada y, por lo
tanto, no son de ninguna manera peligrosas. Entrar en un área vacía causa la privación
sensorial total en un proyector, una negrura silenciosa sin entrada sensorial.
Las áreas vacías, según algunas versiones de la teoría esotérica, conducen a
los niveles dimensionales causales y trascendentales más abstractos, más allá de los
planos astrales. Mi experiencia apoya esta teoría. Desgraciadamente, no hay forma de
que yo sepa explicar o describir el proceso de trascendencia de un espacio vacío,
aunque un estado alterado de la consciencia, es obviamente el requisito básico. Los
vacíos no parecen conducir a los niveles superiores o mentales de la escala dimensional
estándar.

339
Se han aportado muchas razones sobre la existencia de los espacios vacíos,
pero, por su naturaleza, es difícil observarlos y analizarlos, y mucho menos tratar de
comprender su lugar natural en el esquema de las cosas. Las áreas vacías parecen ser
áreas de dimensión nula, que no contienen ninguna estructura subjetiva u objetiva o
forma alguna. Es posible que estos huecos estén completamente fuera de la estructura
dimensional normal, algo así como los agujeros negros en el universo físico.
Usted no debe asustarse si de pronto se encuentra flotando dentro de un
espacio vacío durante una proyección. No hay, literalmente, nada que temer. La verdad
es que no he llegado a saber nunca cómo se entra deliberadamente en un área
dimensional vacía. Esto es solo algo que sucede ocasionalmente, y, por lo tanto, no me
preocupa demasiado.
Es posible que muchas EFC en espacios vacíos, sean simples problemas
relacionados a la visión astral. Muchas personas tienen dificultades para percibir el
entorno circundante fuera del cuerpo. Por lo tanto, un impedimento extremo de visión,
podría causar ceguera total temporal en una EFC, haciendo que el proyector perciba
que se encuentra en un área vacía (consulte el capítulo N° 21).
Tres formas chequeadas y comprobadas de escapar de un espacio vacío:
pruebe mirar sus manos y ver cómo se derriten. Perciba su cuerpo físico e intente
proyectarse cerca de él. Imagine otro lugar y proyéctese allí, utilizando el método de
proyección instantánea. Esta táctica a menudo conducirá a un proyector a un lugar más
brillante y tangible. Si falla, simplemente relájese y disfrútelo. Yo encuentro que las
áreas vacías son lugares maravillosos para la introspección, la meditación y la oración.
Nada le molestará mientras esté suspendido en estos espacios vacíos.

Estructuras Astrales Estilo Planas y Tubos


A medida que avance en su habilidad para moverse en la zona de tiempo real,
y alrededor de los primeros niveles de los planos astrales, comenzará a ver (al originar
las proyecciones), estructuras definidas de los planos astrales. Estas estructuras marcan
las entradas a diferentes planos astrales y subplanos, y se pueden utilizar para la
navegación dentro de ellos. La geometría, los colores y los patrones de una estructura
de entrada a los planos astrales, creo, representan sus subplanos, universos y reinos
internos, de una manera visual abstracta. Los proyectores pueden percibir dos tipos
básicos de estructuras, cuando ingresan a los planos astrales a través de sus superficies:

Estructura Astral Estilo Plana: una superficie plana, bidimensional,


de proporciones infinitas; generalmente es vista por primera vez como si tuviese una
gran altitud, con una superficie plana extendiéndose a todos los horizontes. Esta
superficie está cubierta de líneas cuadriculadas horizontales y verticales, delgadas y
oscuras, prolijamente espaciadas, lo que permite una apariencia cuadriculada limpia.
Estas líneas de cuadrícula describen cuadrados que cubren toda la superficie. Cada
cuadrado contiene un único patrón geométrico multicolor idéntico, repetido sin fin en
todos los otros cuadrados.
Estructura Astral Estilo Tubo: en este caso, es un túnel más complejo
o estructura en forma de tubo, que también contiene líneas de cuadrículas internas y
patrones geométricos, a menudo de colores brillantes. Las líneas y los patrones de la
cuadrícula son internos, por lo tanto, no se ven tan fácilmente en su totalidad como con

340
la estructura de entrada del tipo plano. Los proyectores también suelen escuchar un
sonido rápido y turbulento, notas musicales, tonos y otros, mientras se mueven a través
de este tubo astral. Estos sonidos son, creo, parte de la obviamente más compleja
estructura del tubo astral. Moverse a través de un tubo, por lo general produce un
sonido precipitado; cada punto de salida que se pasa, a menudo crea un cambio en el
sonido o tono y melodías o una serie de notas musicales complejas.

Los proyectores pueden usar cualquiera de estas estructuras para ingresar y


navegar en los planos astrales. Ahora, qué tipo de estructura es percibido, parece estar
establecido por el valor energético y el ángulo de percepción del proyector en cuestión,
en el momento de la proyección. Las similitudes entre las estructuras de entrada tipo
tubo y tipo plano astrales, indican que comparten una relación subyacente. En ambos
casos, los proyectores ven estructuras astrales definidas que contienen líneas de
cuadrícula y coloridos diseños geométricos. El uso de cualquiera de ambas, también
tiene el mismo resultado. Estas estructuras son consistentes y se encontrarán sin
cambios, cada vez que las mismas partes de los planos astrales sean visitadas. Es
razonable sugerir que las estructuras tipo tubo y plano son una misma cosa: superficies
del plano astral y estructuras de entrada. Sugiero además que las diferencias aparentes
en estas estructuras de entrada son causadas únicamente por el ángulo de aproximación
y el ángulo de percepción energética, utilizados por diferentes proyectores. Los
proyectores se acercarán a la misma estructura de entrada astral, desde dispares ángulos
dimensionales y desde puntos diferentes. Estos ángulos distintos de enfoque muestran a
los proyectores, muy desemejantes aspectos de la misma estructura de entrada astral.
La estructura de entrada astral tipo tubo puede, por lo tanto, pensarse que es algo así
como una estructura de entrada tipo plano astral enrollada, pero ya sea así o no, es una
misma cosa, simplemente percibida de manera diferente y desde distintos ángulos de
percepción.
Estos ángulos contrarios de percepción, creo, son causados por diferentes
patrones y niveles de actividad de los centros de energía primaria dentro de cada
proyector individual. La tarea de los centros de energía primaria (actividad de los
chakras) establece el ángulo dimensional de enfoque de un proyector. El tipo de
estructura de entrada astral que se percibe, se establece por el nivel, la calidad y el
patrón de actividad energética, dentro de los cuerpos energéticos de cada proyector.
Los proyectores con centros coronario y entre cejas o de la frente bien activos,
a menudo sienten que dejan sus cuerpos físicos a través de la cabeza o las áreas de las
entre cejas; generalmente perciben una estructura de entrada astral tipo tubo. Los
proyectores con centros del corazón o garganta dinámicos, generalmente se sienten
saliendo por la parte frontal de sus cuerpos físicos; y generalmente perciben una
estructura de entrada astral de tipo plano. El tipo de salida, por lo tanto, da alguna
indicación del nivel en el que se está operando y, a su vez, indica el tipo de estructura
de entrada que puede esperar encontrar.
El nivel de actividad de los centros de energía primaria (actividad de los
chakras) afecta la complejidad de los dos tipos básicos de estructuras de entrada de los
planos astrales, en el momento de la proyección. Por ejemplo, un proyector con un
centro entre cejas o coronario naturalmente energizado y dinámico, pero solo
ligeramente activos en el momento de una proyección, solo puede percibir una
estructura de entrada astral de tipo tubo muy básica, tal vez negra y blanca, sin adornos
coloridos ni notas ni tonos musicales. Este mismo proyector, desplazándose en otro

341
momento, cuando los centros de la frente o coronario estén más energéticamente
activos, podrá percibir una versión mucho más elaborada y colorida de la misma
estructura de entrada de tipo tubo astral.
Otra forma de explicar lo anterior es hacer una comparación entre estos
distintos ángulos de percepción, usando tres diferentes tipos de cámaras. Digamos que
primero nos tomamos una foto con una cámara normal, más allá con una cámara
filmadora, luego con una cámara de rayos x, etc. La primera representación nos
mostrará una imagen en todo su esplendor, con nuestra piel, rostro y cabello intactos
(estructura de entrada astral tipo plana o bidimensional) en un aspecto inmóvil o tieso.
La segunda imagen nos mostrará más detalles y en movimiento, pero en realidad será
solo una mejor representación de la primera. La tercera imagen mostrará su compleja
estructura interna y órganos, más no la piel (estructura de entrada tipo tubo astral).
Cada cámara muestra esencialmente lo mismo, pero cada una proporciona una vista
bastante diferente, desde un ángulo energético de percepción también diferente.

Estructura de Entrada al Plano Astral Bidimensional


La estructura de entrada de tipo plano bidimensional astral es en la que estoy
más familiarizado. Yo la utilizo con más frecuencia que la del tipo de estructura de
tubo, ya que me parece que es más sencilla de ubicar, disponer y navegar.
La atmósfera que se encuentra sobre este plano, la que rodea al proyector, está
ligeramente teñida de color, como si consistiera en un vapor fino que se irradiara desde
la superficie del plano astral. Este matiz de color no es visible cuando se mira
directamente hacia la superficie, pero se puede ver nebulizando todos sus horizontes. Si
los proyectores sacan sus ojos de este entorno superficial debajo de ellos, y se dan
vuelta y miran por detrás, verán una brumosidad descolorida hasta donde alcanza la
vista, algo así como observar el espacio profundo en una noche clara y sin estrellas.
Para ingresar a una estructura de entrada tipo plano bidimensional astral,
simplemente sumérjase en ella mientras mira su superficie y mantiene su mente
razonablemente clara. Elija un cuadrado a medida que se acerque, (cualquier cuadrado
funcionará), y apunte al sector por donde desea pasar. El cuadrado elegido y su ruta
crecerán constantemente, hasta que adquiera más o menos el tamaño de una cancha de
fútbol. La transición a través de su superficie es bastante distinta, pero no va
acompañada de ninguna sensación real.
Una vez atravesado el patrón de la superficie, por lo general aparecerá dentro
de un reino astral, o puede encontrarse temporalmente en otra zona intermedia
débilmente coloreada, lo que indica que se está acercando a un subplano interno. Si
ingresa en esta zona de intermediación, debe seguir viajando en la misma dirección
hasta llegar a un reino astral. Esto generalmente solo toma unos pocos segundos.
Para moverse entre los subplanos, puede cambiar de dirección mientras está
dentro, trasladándose en un ángulo diferente de su rumbo original. Si no está seguro de
qué camino tomar o no puede decidirse, cualquier ángulo entre la izquierda, la derecha
o seguir recto, generalmente tendrá resultados positivos. Se trata de una cuestión
azarosa y, por lo general, lo mejor es explorar el reino en cuestión, en lugar de
arriesgarse a abortar accidentalmente la proyección, mientras intenta cambiar de
destino.

342
Siempre tenga en cuenta que al igual que cualquier EFC, el tiempo de
proyección astral es limitado. Este período será el más vinculado al tiempo que tarda el
cuerpo físico/etérico en caer en el estado de sueño profundo. Los proyectores
preparados, se aprovechan de lo que encuentran y exploran lo que está a mano,
usufructuando el momento mientras puedan hacerlo. Esto no es tan limitante como
parece, ya que el tiempo es muy variable en el entorno astral.
El tiempo generalmente pasa mucho más lento allí, sobre todo en los más altos
planos astrales, y se puede lograr mucho incluso si sólo dispone de unos pocos minutos
de tiempo real para trabajar.

Navegando en los Planos Astrales Bidimensionales


Una forma bastante confiable de navegar en la estructura de entrada astral tipo
plano es usar el patrón de superficie como guía, ya que allí encontrará internamente una
relación directa entre las partes individuales de este diseño y las partes internas,
subplanos y reinos. Los puntos de entrada definen exactamente dónde aparecerá. Por lo
tanto, si recuerda el punto exacto de entrada y lo anota en su diario después de la
proyección, puede volver a un reino o universo astral dado, una y otra vez durante las
proyecciones futuras. Con un poco de experimentación, puede desarrollar un mapa
astral de un lugar determinado.
Las esquinas de cada cuadrado contienen pequeños pero distintos puntos y
toques pintados de color que se ven entre la gama del amarillo, verde, naranja y rojo.
Cada uno de estos parece ser un punto de entrada en un reino interno o universo
específico.
La quinta pieza central del patrón de la superficie del plano astral es una
estrella curva, de seis puntas, azul oscuro rodeada por un nítido y delgado contorno
amarillo, coronado por una flor color oro de cuatro pétalos, investida por un centro
circular de color púrpura, engastado en un azul índigo de fondo. El color de fondo
parece indicar el nivel de ese plano en el espectro astral. Cualquier parte de la esquina
de los patrones o la pieza central, nos llevará a los reinos más estructurados dentro de
ese plano astral. Si la pieza central de color púrpura es penetrada por el mismo centro,
nos llevará al reino interno más alto posible dentro de ese plano.
La flor color oro y su centro púrpura, creo, es lo que se conoce como el
famoso mantra budista: "La joya en el corazón de la flor de loto".
Al igual que con todas las estructuras astrales de entrada, los diferentes
proyectores experimentarán ligeras diferencias peculiares, debido a las ingrávidas
variaciones en sus ángulos energéticos de percepción. Pero los planos astrales y sus
estructuras de entrada, son dimensionalmente sólidas y consistentes, y podrá comprobar
que están en línea con las descripciones que he dado.

343
Estructura de Entrada Tipo Tubo Astral
Muchos proyectores abandonan sus cuerpos desde el cráneo y se encuentran
corriendo a través de una estructura tipo tubo astral, o descubren la entrada al tubo
astral esperando cerca, después de su salida del cuerpo, dejándoles la opción de
ingresar al túnel o no. Esto es útil si un proyector quiere pasar unos minutos en tiempo
real antes de ingresar a los planos astrales.
Personalmente, prefiero la estructura de entrada tipo plano bidimensional
astral, ya que puedo encontrar mi camino mucho más fácil de esa manera. No conozco
ninguna forma confiable de hallar, deliberadamente, una estructura de entrada tipo tubo
astral, durante una proyección. Ellas son encontradas o no, solo al comienzo.
No tenga miedo de entrar y explorar el tubo astral, si se encuentra con él
durante una proyección, sin importar lo que haya escuchado. ¡No le dañará de ninguna
manera! Muchas personas me han informado que la visión de este tubo es muy similar
al túnel de luz del que han oído hablar, según lo informado por personas que tuvieron
experiencias cercanas a la muerte. Por lo tanto, se han negado a entrar en ellos por
simple precaución o miedo, perdiéndose la experiencia de su vida. Déjeme asegurarle,
no hay forma posible de que le lastime. Tampoco hay forma posible de que pueda ir
demasiado lejos, simplemente usando una estructura de entrada tipo tubo astral.
Ingrese a la estructura del tipo tubo astral y de inmediato se encontrará
corriendo a través de él. Sentirá una sensación de gran velocidad y, a menudo,
escuchará un sonido acelerado, como el aire que pasa silbando. Líneas de cuadrícula,
colores, patrones, tonos y notas musicales cambian a medida que avanza en él. Las
salidas aparecen a intervalos regulares, marcadas por cambios definidos en los colores,
tonos y patrones a su alrededor. A veces experimentará visiones mentales breves y/o
sensaciones intuitivas de a dónde conducen las salidas.
Use su intuición para elegir una salida que le atraiga, o elija una que conozca
por experiencia o simplemente arbitrariamente diríjase a una. O si no, solo espere,
disfrute del paseo dentro del tubo astral y mire dónde termina. El entorno no le hará
daño, más allá de lo que haga.
La apariencia de los colores, patrones y tonos musicales que rodean los puntos
de salida dentro de una estructura tipo tubo, pueden proporcionar una guía del tipo de
nivel astral o reino al que conducen. Colores turbios con demasiado negro o gris, con
sonidos bajos, discordantes o desagradables, por ejemplo, lo más probable es que lo
lleve a subplanos astrales inferiores. Un montón de rojos, naranjas, verdes, azules,

344
amarillos, morados y dorados, por otro lado, acompañados de tonos o notas musicales
armoniosas o agradables, lo llevará a niveles y reinos superiores.
Simplemente sumérjase en la entrada elegida al pasar por allí y de repente se
encontrará dentro de un reino astral. El ingreso es bastante dramático; como entrar en
otro mundo. Si memoriza los patrones, colores, tonos y la apariencia de la
exteriorización, podrá encontrar este dominio nuevamente durante las proyecciones
posteriores.
Más estructuras de entrada de tipo tubo astral pueden aparecer durante el curso
de una única proyección. Si usted quiere regresar al tubo y no puede verlo, visualícelo
con fuerza en su mente y muy probablemente aparecerá en algún lugar cercano.
Alternativamente, puede intentar una proyección instantánea dentro de él. Otra forma
de encontrarlo nuevamente, es acercarse y sentirlo con su cuerpo físico, y tratar de
proyectarse de nuevo cerca de él. El tubo astral a menudo se encuentra cerca de su
cuerpo físico, pero a veces no. Como el tiempo de proyección siempre es limitado, le
sugiero que explore lo que tenga a mano, en lugar de comenzar todo de cero y
desperdiciar así su preciado tiempo.

Túnel de Luz
Muchos proyectores informan disparar a alta velocidad a través de un túnel de
luz cuando se proyectan, y luego terminan en algún lugar dentro de los planos astrales.
Algunas personas perciben la estructura de entrada del tipo túnel astral, como blanco y
negro con líneas cuadriculadas. Otras la perciben como multicolor o embellecido de
muchas otras maneras. Por lo tanto, es razonable sugerir que el túnel de luz puede ser
simplemente otra versión del ángulo de percepción de la misma estructura básica de
entrada.
Por otro lado, también es posible que, a veces, un efecto breve de túnel de luz
pueda ser causado por la difuminación inicial de las estrellas, cuando un proyector viaja
a una velocidad extrema a través de la galaxia, hasta que la realidad cambia y entra en
los planos astrales propiamente dichos. Por esto, afirmo que los planos astrales no
tienen una ubicación espacial real en el universo físico. Una ráfaga repentina de gran
velocidad a través de la atmósfera y en el espacio exterior, sin embargo, puede hacer
expulsar a un proyector rápidamente fuera del tiempo real y sumergirlo directamente en
los planos astrales, generando una simple desorientación, que causa el resultado de un
cambio dimensional.
Encontrar Estructuras Astrales de Entrada
Muchos proyectores, aunque pueden trabajar bien en la zona de tiempo real,
parecen incapaces de entrar deliberadamente en los planos astrales. Ellos de vez en
cuando, pueden deslizarse en reinos astrales espontáneamente, pero no logran percibir
ningún tipo de estructura de entrada astral, lo que hace que la navegación sea
extremadamente difícil. Percibir algún tipo de estructura de entrada (ya sea tipo tubo o
plano bidimensional) es necesario, para que los proyectores exploren y regresen a
regiones astrales específicas, o para encontrar su camino hacia dimensiones de niveles
superiores.
Por otro lado, muchos proyectores parecen incapaces de operar en la zona de
tiempo real. Tienden a deslizarse directamente a los reinos astrales, a la vez que eluden

345
cualquier tipo de estructura de entrada reconocible. Pasé muchos años de proyecciones
conscientes, atascado en la zona de tiempo real. Me resultó difícil entrar
deliberadamente en los planos astrales, aunque esto sucedía ocasionalmente, hasta que
aprendí algunos trucos para superar este inconveniente.
El método que uso y que recomiendo para entrar en los planos astrales es este:
comenzando cerca del nivel del suelo, apuntar a medio camino entre el horizonte y
hacia arriba y despegar. Vuele a la mayor velocidad posible. Comience a moverse hacia
arriba y sienta y tome consciencia del universo lleno de estrellas que se extienden ante
usted. Incluso si es de día, imagínese esto en su mente, a medida que alcanza y siente
las estrellas más allá de la atmósfera de La Tierra. Llene su mente con la sensación de
una distancia enorme, al dirigirse a las estrellas. La increíble aceleración que esto causa
hace que su visión se empañe momentáneamente, pudiendo experimentar un breve
efecto de túnel de luz.
Para aumentar la precisión, puede mantener en su mente la imagen azul antes
explicada de cuadrículas, mientras se dirige hacia las estrellas. La primera señal que
obtendrá de que ha tenido éxito es el cambio dimensional, se siente como una
sensación de caída breve, acompañada de un momento de difuminada desorientación.
Entonces se encontrará en un área teñida de color cerca de una estructura astral de
entrada de tipo plana bidimensional (que es lo más probable), o puede encontrarse
dentro de un reino astral, que es un poco menos probable. Aún menos probable es que
se encuentre cerca o dentro de una estructura de entrada tipo tubo astral.
Este método requiere un poco de práctica, pero funciona y es bastante
confiable. Una vez que llegue a una estructura astral de entrada, debería ser capaz de
encontrar el camino de vuelta allí otra vez. Simplemente tenga en mente la imagen
recordada o el aspecto y la sensación como de impulsarse hacia las estrellas. El dibujo
azul con cuadrículas antes descripto, da una representación bastante precisa de lo que
es una verdadera estructura de entrada a los planos astrales, porque realmente se le
parece. Si usted puede imaginar esto con suficiente fuerza en su mente, debería ser
capaz de proyectarse a este plano con bastante facilidad. Mire esta imagen como una
especie de mapa astral hacia una estructura de entrada.
Si este método falla por completo, lo que es muy poco probable, puede
encontrarse en el otro lado de la galaxia, o en otra. Si esto sucede, disfrute de su vuelo
espacial y explore. Nada de lo que pueda hacer lo lastimará, no importa cuán lejos o
cómo de rápido llegue. Usted simplemente no puede perderse en el espacio. No se
preocupe por encontrar el camino de regreso a su cuerpo físico, tampoco. El cuerpo
físico lo hará retroceder si es necesario, o simplemente puede pensar en él, y de
inmediato ser absorbido e inmerso.

Volviendo a un Plano Astral


El modelo geométrico de colores en la superficie de cada estructura de entrada
a los planos astrales, es claramente diferente del que se encuentra en la superficie de
cualquier otra estructura de entrada. Este patrón parece ser una especie de código
dimensional de colores, que representa de forma abstracta los componentes internos de
cada plano astral. El tinte de colores diferentes que se encuentra en las áreas de
espacios abiertos, cerca de los planos astrales, también puede corresponder con el nivel
de los planos astrales que está siendo recorrido. Utilizando el espectro conocido, como

346
guía básica, puede dar a los proyectores alguna idea de dónde se encuentran entre los
planos astrales. Tenga en cuenta que hay muchos más colores por encima del espectro
físico normal, y sólo se pueden percibir cuando se está fuera del cuerpo. Algunos
colores astrales son imposibles de describir, ya que no hay nada en la dimensión física
con que compararlos. Sugiero que éstos sean juzgados de manera intuitiva y por su
belleza.
Puede ser posible usar colores de la zona intermedia, para proyectarse a
niveles específicos de los planos astrales. Este es un buen comienzo para los nuevos
proyectores, y definitivamente vale la pena experimentar con ellos, especialmente si
usted está teniendo problemas para entrar en los planos astrales. El éxito de esto
dependerá de qué tan bien pueda henchir o rebozar su mente con el color elegido
durante una proyección. Deberá imaginar el color y dejar que se cubran sus ojos
mentales, mientras se siente a sí mismo moverse o caer en él, exactamente de la misma
manera como lo haría con el método de proyección instantánea. Cuando aparezca allí,
debe seguir avanzando en su dirección original; con suerte, muy pronto aparecerá una
estructura de entrada a un plano astral.
El método de proyección de realidad virtual (véase el capítulo N° 24), también
se puede utilizar para este propósito. Si se introduce dentro de una imagen con un solo
color brillante primario, según la técnica de Proyección de Realidad Virtual, puede ser
posible provocar un cambio dimensional directamente en el nivel astral asociado con
ese color. Si el patrón de superficie de un plano astral puede ser recreado como una
imagen, esto también se puede utilizar, según la técnica de Proyección de Realidad
Virtual, para proyectarse directamente a la superficie de ese plano astral. La imagen
azul anterior es, de nuevo, ideal para este propósito.

La Roca de la Calavera
La siguiente es una experiencia de entrada a un plano astral, mostrando
estructuras astrales típicas de entrada de tipo plano bidimensional, por mí percibida.

Esta proyección ocurrió alrededor de la una de la tarde. No hice ningún trabajo


de energía, trance, o meditación antes, con la intención de tener una siesta y no una
proyección. Yo estaba descansando bien, pero, aunque muy fatigado, no podía conciliar
el sueño – demasiado café por la mañana tal vez. Pronto me sentí caer en trance y los
primeros movimientos energéticos y las vibraciones comenzaron a diseminarse por
todo mi cuerpo. Comencé a ver el entorno que me rodeaba, en la zona de tiempo real a
través de mis párpados cerrados, así que decidí ir al ámbito astral por un momento. Salí
con la técnica de la cuerda instantánea (véase el capítulo N° 19) y comencé a
despegarme y liberarme de mi cuerpo físico.
Literalmente me desconcerté, me sentía débil y tenía poca energía o control
direccional. Esto me dijo que estaba demasiado cerca de mi cuerpo físico, y mi mente
aún demasiado despierta. Floté con dificultad por la pared de mi habitación, para
alejarme de mi cuerpo físico. Cuando atravesé la pared, sentí un ruido eléctrico y un
zumbido y oí un sonido de rasgadura definido como el corrimiento de una cremallera.
Vi el interior de la pared muy clara y brillantemente iluminada cuando pasé por ella.
Me dirigí hacia la sala principal como un borracho, con la intención de darle a mi
sobrino Matt, una buena dosis de susto al pasar a través de su cuerpo físico.

347
Tenía muy poco control y sentía que mi cuerpo físico intentaba arrastrarme de
regreso a él. Todavía estaba demasiado cerca, y probablemente mi cuerpo físico se
había debilitado aún más al hacer una partida demasiado rápida sin ningún trabajo
energético preliminar. Decidí salir de la casa por un tiempo, pensando que esto debería
solucionar el problema. Desplazándome por la habitación libremente, caí de lado a
través de la ventana y fui a dar en el patio delantero. Rodé y flote sobre el césped
delantero y me arrastré lejos de la casa. Pronto comencé a sentirme mejor.
Sobrevolé el camino hacia el parque frente a la casa. Esperé allí por unos
momentos, abrazando un gran árbol viejo de caucho, mientras me concentraba en atraer
más energía hacia mí mismo, sintiéndola correr dentro de mí, desde mi cuerpo
físico/etérico atrás en la casa.
Mucho más fuerte, volé hacia la playa a poco más de un kilómetro de
distancia, sintiéndome mejor, ahora que estaba al aire libre y lejos de casa. Era un
glorioso día soleado con un cielo azul brillante y muy pocas nubes.
Escogiendo un punto muy por encima del horizonte, extendí la mano y sentí el
universo lleno de estrellas oculto más allá del cielo azul. Me obligué a adoptar una
velocidad excesiva, aumentándola dramáticamente. Todo se volvió borroso cuando me
lancé al espacio, a través de un breve túnel de luz de estrellas borrosas. Sentí un cambio
dimensional y me encontré en algún lugar de la dimensión astral. Después volé a través
de la oscuridad por unos momentos, y una zona más brillante de azul profundo, como
el cielo de la tarde, apareció a mi alrededor.
Encontré una gran estructura de entrada en el plano astral. Extendido por
varios kilómetros debajo de mí, su superficie azul claro llamó mi atención, cubierto con
espectaculares patrones alineados en cuadrículas. Esto fue absolutamente
impresionante de contemplar, y me detuve un rato, respirando toda esa belleza. Cada
cuadrado de esta estructura revestido de cuadrículas, se atiborró con el mismo
espectacular patrón geométrico multicolor. Esta era la puerta de entrada a un plano
astral, a otros mundos internos. Se extendió debajo de mí hasta donde pude ver en todas
las direcciones, llenando holísticamente mi horizonte.
Es difícil describir un espectáculo tan impresionante como el que se
encontraba debajo de mí. En el mundo físico no hay nada con que si quiera hacer una
comparación justa. Supongo que la visión de un paracaidista desde una gran altura
sobre los campos cuadrados de tierras cultivadas, sería lo más cercano. Yo estaba
emocionado y atemorizado por esta espectacular belleza geométrica. Sin más
vacilación, me deslicé hacia la superficie. Un hormigueo de energía inundó mi cuerpo
astral y grité con alegría, tan fuerte como pude, "Geronimoooo ... ¡Heeeee ... Haaaaaa!"
Y escuché mi voz retumbar alto y claro en toda la dimensión astral.
Cuando me acerqué a la entrada estampada, sentí un zumbido casi tangible, de
poder, en la atmósfera que me rodeaba. La cuadrícula que había escogido como
objetivo se hizo cada vez más y más grande, pero permaneció marcadamente distinta
hasta el momento final, cuando me sumergí en ella. No hubo sensación de impacto,
pero la transición fue dramática. De repente me encontré en lo que parecía agua azul
oscura, mucho más espesa que la atmósfera tintada que acababa de dejar. La visibilidad
era extremadamente buena, y pude ver a lo largo de cientos de metros en todas
direcciones. Por un momento, pensé que estaba en otra zona intermedia. Entonces noté
pequeñas burbujas y pedazos de materia alrededor mío, lo que indicaba que estaba bajo
el agua. Me dirigí hacia arriba en un ligero ángulo hacia un área más clara, que supuse
que era la superficie.

348
Un movimiento brillante me llamó la atención. Volviendo a bajar, me deslicé
para investigar. Observé un cardumen de varios peces enormes en la distancia. Al
acercarme, vi que eran redondos, planos y de colores brillantes, que se parecían mucho
a los peces tropicales del Amazonas. Estos eran mucho más grandes que las ballenas
más grandes que nadan en los océanos de La Tierra. Buceaba entre estos extravagantes
y monstruosos tiburones, pero ellos eran pequeños en comparación con los enormes
peces, como las carpas entre gigantescos colosos. Uno de los más bellos peces advierte
mi presencia mientras yo flotaba grácilmente frente a su gigantesco cuerpo. Me miró
calmado con un gran ojo amistoso del tamaño de un automóvil mientras flotaba a su
lado. Sentí inteligencia, curiosidad y.… algo así como diversión proveniente del gran
pez.
En espiral hacia arriba, emergí entre las animadas olas del océano y me elevé
en un glorioso cielo índigo. Dos soles brillaban sobre mí, uno grande y naranja y uno
pequeño y amarillo. Varios kilómetros a la derecha me encontré una costa con una
pequeña bahía llena de arenas amarillas cremosas. Blancas y brillantes olas surcadas
por abundante espuma rodaban interminablemente sobre la playa, sobresaliendo del
mar azul. Al asomarme desde la orilla, en el punto izquierdo de la bahía, había una
enorme forma pálida. Miré más cerca: Una roca en forma de calavera se asomó ante
mí, con sombras cavernosas en sus cavidades, donde parecían surgir dos ojos que
observaban desde varios cientos de metros de altura.
Asimilando todo y luego rotando, divisé algunos veleros grandes de curioso
diseño a varios kilómetros de distancia. Eran altos, embarcaciones de madera de las
antiguas, arrastradas por cantidad de remos y personas, de alta mar, grandes, altas y con
nariz de toro en la proa, pero increíblemente bajas desde el medio a la popa. Las velas
estaban apoyadas de una manera que nunca había visto antes, con mástiles adosados en
V con fuertes botalones; se veían como gigantes velas en forma de ala de murciélago,
que se extendían a través de sus mangas. La gente se arrastraba como hormigas sobre
las cubiertas y los aparejos. Me zambullí hacia ellos mientras viraban, todos girando
con movimientos al unísono enfrentando el oleaje, agitando sus remos bellamente
ornamentados, a medida que remolineaban con estilo, vivos rodillos de espuma blanca.
Descendí cerca del timón del barco, en la cubierta alta de la nave principal. He
servido durante varios años en buques mercantes como mozo, y sé algo de asuntos
náuticos, pero esto se veía y se sentía como ningún otro barco que haya visto en mi
vida. No pude resolver cómo inclinaban sus velas para virar correctamente, pero
parecían estar bien y se movían a un buen ritmo.
La popa del barco estaba increíblemente baja en el agua y, mirando hacia
atrás, pude ver que colgaba una carga sostenida por lo que parecían redes marinas.
Cada vez que el barco entraba en picada, las olas caían sobre las redes, lo que parecía
una forma extraña de almacenar un tipo de carga que debiera permanecer húmeda.
Intrigado, volví a flotar para echarle un vistazo más de cerca. La carga estaba formada
por fardos de color marrón verdoso de algas manchadas, finas bolsas de red de
mariscos negros y paquetes atados de algún tipo de gusano marino que parecían ser
rollos de cuerda amarrados a paletas de madera. Todo estaba cubierto con redes
marinas, para evitar que la carga se escapara. Interpreté que el almacenamiento húmedo
de la carga ahora tenía mucho sentido.
La tripulación era vagamente de aspecto europeo, de pelo oscuro y de
complexión fuerte, curtida y vestida con camisas toscas grises y marrones, pantalones

349
cortados y deshilachados en las rodillas. Llevaban cintas en sus cabezas con cuentas y
cinturones de tela negra enrollados y anudados alrededor de sus cinturas.
Mientras volvía hacia el puente de la nave, vi a una mujer sentada cerca de la
rueda del barco sobre un gran bulto de algo como lana. Ella se percató de mi presencia,
pero volvía la cabeza bruscamente cada vez que yo la miraba.
La única mujer en cubierta, parecía a cargo de la nave. Era más pequeña y
flaca que los hombres, vestida con una falda hasta la rodilla de fino material color
hueso, atada a la cintura con un ancho cinturón trenzado de cuerda. Su cabello castaño
oscuro colgaba casi hasta su cintura, cuando no era desplegado por la brisa. Un
pequeño cuchillo con mango de hueso sobresalía de debajo de su ceñidor. Ella tocó este
cuchillo brevemente cuando me acerqué a ella, pero pareció cambiar de idea y cruzó
los brazos con fuerza. Me miró, y cavilé en sus ojos casi de un dorado brillante que
sostenían una advertencia silenciosa.
Me miré a mí mismo para asegurarme de estar vestido lo suficiente,
pantalones cortos y camiseta, mi atuendo astral estándar. Luciendo mi sonrisa más
ganadora, respetuosamente le pregunté cómo se llamaba este mundo, pero giró
bruscamente la cabeza. Me moví para llamar su atención otra vez, pero ella giró la
cabeza de nuevo. Acercándome, le ofrecí otra sonrisa, pero saltó del fardo y se dirigió
hacia una escotilla de madera labrada que se encontraba cerca. La llamé y ella dio
media vuelta y me gritó algo mientras desaparecía por la escotilla. No pude entender lo
que había dicho, pero casi podía adivinar lo que significaba.
Encogiéndome de hombros, me acerqué a los hombres que con sus gruesos
brazos sobre cubierta se ocupaban de dirigir la nave. Ellos o bien se volvieron o se
quedaron mirando sombríamente a la cubierta, ignorándome. Esto fue muy peculiar,
pensé. La gente en la mayoría de los reinos astrales habla contigo, por lo general, solo
para decirte lo que piensan de tu intrusión en sus vidas. Todos podían verme y me
advertí bastante substancial aquí, pero nadie quería tener nada que ver conmigo. Me
sentí muy mal recibido y pronto abandoné el barco.
Giré en círculos alrededor de la flota por un momento antes de darme por
vencido, y decidí dar un largo paseo sobre la costa. Aterrizando sobre la roca en forma
de calavera, exploré su parte superior. Tenía una superficie lisa y erosionada de piedra
caliza con un tipo vetusto mohoso y de sensación húmeda. Esto me trajo el recuerdo de
mi visita a Stonehenge de niño, antes de que pusieran la gran valla a su alrededor. No
vi a nadie ni nada de interés a lo largo de la orilla o en la roca, aparte de algunas
peculiares gaviotas de aspecto peludo. Todo parecía muy pacífico aquí y, aparte de los
habitantes marítimos antipáticos, decidí que me gustaba bastante el lugar.
Sabiendo que mi tiempo era probablemente corto, decidí ponerme en
movimiento y explorar un poco más este reino. Levantándome, agité mis brazos para
una mayor velocidad (no se rían, esto funciona) y retomar mi trayectoria original,
dejando pronto atrás la roca con forma de calavera. Antes de que pudiera ir más allá,
percibí esa clásica sensación peculiar, tirar de mí, cuando mi cuerpo comenzó a
arrastrarme de regreso a él. El cambio dimensional borró mi visión, con una breve
sensación de caída. Me sumergí de nuevo en mi cuerpo y me agarré de los lados de la
cama cuando desperté. Sentado, busqué mi diario, sintiéndome bien descansado
después de mi inesperada excursión astral.

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A modo de ejemplo para futuras consultas, las palabras claves que volqué en
mi diario para describir la experiencia anterior fueron: debilidad, estrellas, plano azul,
patrones, buceo, peces, naves, cráneo. Esto es todo lo que necesitaba para consolidar
los recuerdos de la experiencia en mi cerebro, porque no quería perderlos. Entonces
procedí a llenar todos los detalles.
Nótese que el orden de las palabras claves se utiliza como una guía para
denotar la secuencia de acontecimientos.

Navegando por los Reinos Astrales


No es necesario percibir una estructura de entrada en el plano astral para
acceder a los reinos y moverse entre ellos, aunque esta es obviamente una forma mucho
más precisa de navegar. La mayoría de las personas descubrirán que pueden
proyectarse directamente en reinos astrales, sin demasiados problemas, evitando por
completo cualquier tipo de estructura de entrada. Esto se puede comparar con tomar
vuelos misteriosos en cada proyección. Hay muchas maneras de entrar en los reinos
astrales y pasar de un reino astral a otro. Todos estos causan el desplazamiento

351
dimensional, o sea, el proyector puede trasladarse a un reino astral u otras ubicaciones
astrales.

 Imagine un lugar en el que le gustaría estar (viaje instantáneo). No tenga


cuidado de idear un destino fantasioso. Por ejemplo, si le gustaría viajar al
reino astral de la calavera, como el reseñado más arriba, recree la ilusión
generada en los ojos de su mente a través de la descripción detallada y sienta
que se está desplazando o cayendo en él.
 Aumente su nivel de energía, extrayendo más de su cuerpo físico/etérico.
Adviértase adquiriendo y percibiendo la energía en su cuerpo proyectado.
Mientras haces esto, sienta que sus vibraciones aumentan. Siéntase animado y
vibrando con fuerza, aumentando en intensidad y pureza, mientras se percata
más ligero y creciente. Percíbase subiendo y cambiando a los planos astrales.
 Vuele lo más rápido que pueda, apuntando a mitad de camino entre el
horizonte y hacia arriba, mientras alcanza y siente la galaxia llena de estrellas
delante suyo. Desee, imagine y perciba que está disparando a través de las
estrellas a una velocidad excesiva.
 Acceda a un espejo, una imagen o una pantalla de TV, según la técnica de
proyección de realidad virtual (consulte el capítulo N° 24). Use esto como un
área de preparación y vuele en una dirección hasta que se encuentre en un
reino astral.
 Mire sus manos y obsérvelas derretirse hasta que se hayan ido completamente.
Su mente subconsciente tendrá problemas para aceptar esto, lo que causará un
cambio dimensional, transportándolo a un reino astral. Esto también se puede
usar para cambiar a otro reino.
 Gire lo más rápido que pueda e intente desorientarse. Esto a menudo
provocará un cambio dimensional y un desplazamiento a un reino astral, o un
cambio de reino.

Estabilización de la Visión de las Manos


Las manos de su doble proyectado pueden ser muy útiles para causar un
cambio dimensional, pero también puede usarlas para estabilizar una proyección
vacilante, cuando las fluctuaciones de la realidad comienzan a erosionarse. Para
estabilizar una proyección, observe brevemente sus manos y luego vuelva a mirar hacia
otro lado antes de que comiencen a difuminarse. Haga esto tan a menudo como lo
necesite, echándole un vistazo brevemente cada medio minuto más o menos, si lo
necesita.
La técnica de mirar las manos parece enviar una pequeña onda de choque
energético por el cordón de plata, estimulando el cuerpo y la mente físico/etérica, y
causando que se proporcione más energía al doble proyectado. Esto también parece
retrasar la entrada al cuerpo físico en el estado de sueño profundo. La duración así de
una proyección, puede prolongarse y hacerse más memorable. Esto es especialmente
efectivo durante las proyecciones en tiempo real.

Áreas de Descanso y Recuperación Astrales


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Muchas personas, cuando mueren, parecen desplazarse hacia áreas de
descanso y recuperación astrales. Los espíritus descansan y duermen en estas áreas
hasta que se recuperan de las condiciones que se les impusieron durante sus vidas
terrenales y estén listos para progresar en el mundo de los espíritus propiamente dichos,
y tomar roles más activos en sus vidas posteriores. Si se ingresa a estas áreas de
recuperación, generalmente se percibirá un escenario parecido al de un hospital.
Descubrirá espíritus descansando, durmiendo y siendo atendidos en un ambiente
hospitalario. Incluso verá enfermeras y doctores que cuidan a estos pacientes
espirituales. Esto no significa que haya un reino astral como un hospital real, donde los
seres espirituales avanzados se preocupan por los espíritus en recuperación; lo más
probable es que la mente del proyector cree el escenario del hospital. El ángulo de
percepción del proyector interpreta las energías contenidas en las áreas de descanso y
recuperación astrales, y las traduce en imágenes metafóricas vivas.
La actividad energética amplificada y los estados de consciencia alterados,
pueden permitir que los proyectores se desplacen a niveles dimensionales superiores.
Todas las experiencias de esta naturaleza, deben ser descargadas e interpretadas, para
que el cerebro físico pueda almacenarlas como recuerdos comprensibles y revocables.
Esto explica la naturaleza metafórica abstracta de todas las experiencias de nivel
superior. También dilucida las dificultades inherentes a su interpretación y
comprensión, en el nivel básico de la consciencia normal despierta del cuerpo físico.
He visitado lugares de descanso y recuperación astral muchas veces. El
escenario y la atmósfera de los hospitales son siempre similares, pero cada habitación
que visito es bastante diferente. Estas habitaciones parecen reflejar las condiciones de
vida que rodean a los pacientes en el momento de su paso.
Como dije, realmente no creo que haya un hospital real flotando en algún
lugar de la dimensión astral, atendido por seres que intentan curar a los espíritus
enfermos y cansados para recuperar su buena salud, aunque este sea un pensamiento
hermoso. Creo que el escenario es creado por la propia mente, ya que glosa las energías
emitidas desde estas áreas, de la única manera que puede. Esta interpretación de la
percepción, se realiza de acuerdo con las asociaciones mentales aprendidas de las
mentes colectivas, así como también de las que la consciencia conjunta de la
humanidad establece en nosotros. Como se trata de un área de curación, descanso y
recuperación para los recién fallecidos, nuestra mente interpreta esto como un escenario
de tipo hospitalario, atendido por médicos y enfermeras que se preocupan por ellos.
Los médicos y enfermeras que trabajan en este hospital astral, no parecen ser
verdaderos seres espirituales. Hasta el momento no he podido poner en marcha nada
parecido a una conversación significativa con ninguno de ellos. Parecen ser muy
bidimensionales o dimensionalmente básicos.
Por otro lado, muchas de las personas/espíritus que he conocido allí, y que
parecen estar visitando o esperando a un paciente en el hospital, sugieren ser bastante
reales. Muchos forasteros espirituales responden y conversan de una manera
razonablemente normal. Los espíritus con los que he hablado en esta situación, no
cavilan en estar enterados del tiempo que ha transcurrido desde que permanecen aquí, o
de muchos detalles concernientes a su vida después del momento de la muerte. Los
recuerdos de su vida terrenal también parecen vagos, como un sueño medio olvidado.
Muchos espíritus aparentan estar conscientes solo de su realidad presente, la
de estar en un lugar, el escenario del hospital, por un tiempo indeterminado. Algunos

353
de ellos tienen vagos recuerdos de que provienen de otras áreas dimensionales, pero
hasta ahora me han dado solo detalles vanos y muy incompletos. A menudo hablarán
de un lugar cálido, iluminado e interesante, en el que tienen muchos amigos y seres
queridos, pero no más detalles que éstos. La respuesta más común que recibo al
preguntarle a los espíritus de dónde proceden es: "Un lugar realmente encantador y
todos son muy amables. No entiendo esto. Lo siento mucho. Lo sé perfectamente bien
y puedo imaginarlo en mi cabeza, pero no puedo describírselo".
La calidad onírica de la memoria exhibida por los espíritus visitantes en esta
área que por no encontrar un mejor título llamaremos: hospital astral, puede ser causada
por estar demasiado lejos de su nivel base natural de consciencia en ese momento.
Tenga en cuenta aquí que el nivel natural o básico de un espíritu está, lógicamente, en
alguno de los mundos espirituales, y ya no en la dimensión física. Parece que cualquier
alejamiento del nivel básico natural de consciencia, ya sea de seres espirituales o seres
humanos, causa problemas de traslación de memoria. Este problema de mudanza
también explica, creo, las numerosas dificultades y caprichos comunes a las
comunicaciones y canalizaciones espirituales en general.

27. El Cordón de Plata


354
El famoso cordón de plata es una intrincada estructura de filamentos
energéticos que, como un cordón umbilical, vincula el cuerpo físico/etérico (copia
original) con su doble proyectado, durante cualquier tipo de EFC, incluidas las
experiencias cercanas a la muerte (ECM). La cuerda de plata forma un enlace
energético inquebrantable entre el cuerpo físico/etérico y su doble proyectado, lo que
permite un flujo telepático, emocional y energético continuo entre ambos, no todos en
el nivel consciente.
Digo que incluye las ECM ya que, lógicamente, si una persona sobrevive a
una muerte física temporal, debe haber habido algún vínculo energético permanente
entre el cuerpo físico/etérico y la ECM y el doble proyectado. Esto es lo único que
permitiría la reconexión del cuerpo físico temporalmente difunto con su doble
proyectado, cuando vuelva a la vida.
El doble proyectado se debe suministrar constantemente con el tipo correcto
de energía necesaria, para soportar su funcionalidad e integridad en cualquier nivel que
esté operando. La cantidad y calidad de energía que fluye hacia el doble proyectado,
afecta en gran medida sus capacidades durante cualquier tipo de EFC. Un buen flujo de
energía fortalece su capacidad de pensamientos y movimientos coherentes y permite
una mayor descarga de memoria durante su eventual reintegración con su homólogo
físico. Sin suficiente energía fluyendo en él, la consciencia y la memoria se vuelven
débiles y confusas, y el control sobre el doble proyectado se torna difícil.
La consciencia necesita mucha energía. La presencia de la consciencia
despierta en cualquier cuerpo sutil, crea una fuerte demanda de energía, causando un
flujo mucho más vigoroso de energía en ese cuerpo sutil particular, que en cualquier
otro. Esto tiende a debilitar a todos los demás cuerpos sutiles, pero permite que el
cuerpo sutil activo mantenga su integridad y funcionalidad conscientes mucho mejor.
El desarrollo energético puede superar esto hasta cierto punto; no obstante, todos los
proyectores tienen solo una cantidad finita de energía con la que operar. La cantidad de
energía disponible para cualquier proyector solo se desarrollará momentáneamente.

Ubicación del Cordón de Plata


Existe una discordia sobre la existencia y ubicación del cordón plateado.
Ciertas personas afirman que está unido al ombligo, algunas que está unido a la frente,
y otras afirman que no existe en absoluto. Mis observaciones extra corporales muestran
que el cordón plateado sí existe, pero solo se ve cuando se busca deliberadamente.
El sitio de fijación del cordón de plata en el cuerpo físico es extremadamente
difícil de determinar durante la proyección. Parecen ser varios cordones más pequeños,
cada uno extendiéndose desde cada centro primario de energía (chakras principales) del
cuerpo físico/etérico, así como muchos filamentos más pequeños y tenues que se
extienden desde algunos de los centros secundarios de energía más grandes (chakras
menores), especialmente desde las áreas del torso y la cabeza. Estos parecen fluir sobre
la superficie del cuerpo físico y finalmente se unen para formar un solo cordón
principal, a un par de centímetros del exterior del cuerpo físico. A mi modo de ver, el
cordón plateado no está sujeto al cuerpo físico sino al cuerpo etérico.
La unión del cordón de plata al doble proyectado parece estar en un solo punto
y no muestra una estructura de filamentos más pequeños que formen un cordón de plata

355
principal más grande. El cable plateado no siempre está conectado a la misma área en
cada doble proyectado. Constantemente se verá en el lado que mira directamente a la
ubicación del cuerpo físico del proyector, pero esta dirección a menudo puede ser
bastante difícil de determinar, dimensionalmente hablando.
Existen varios motivos por lo que muchos proyectores, a lo largo de los años,
discrepen sobre diferentes ubicaciones del cable de plata en el doble proyectado. El
primero es el efecto que la creencia puede tener sobre el ambiente fluídico fuera del
cuerpo, y por lo tanto en la apariencia del doble proyectado. Las creencias son una base
sólida para el pensamiento. Pueden tener un fuerte efecto sobre lo que se percibe
durante cualquier proyección. Así como la autoimagen da forma al doble proyectado, el
cordón plateado generalmente se verá justo donde se espera que se vea. Si no se cree
en un cable plateado, y como resultado no se lo espera ver, generalmente no se
observará ni notará durante una proyección, incluso si se busca activamente.
Recuerdo, durante las proyecciones en mi infancia, ver mi cordón plateado
conectado a mi área del ombligo. No tenía creencias que pudieran afectar la veracidad
o no del cable de plata en ese momento, sin tener idea de qué era, lo que agrega peso a
mis observaciones. Desde entonces he observado el cordón de plata unido a otros tres
lugares en mi doble proyectado: el pecho, la garganta y la frente. Este posicionamiento
parece variar según el tipo de proyección que estoy experimentando en ese momento.
El cordón de plata se llama así por su apariencia general, plateada y brillante.
Es bastante hermoso a la vista. Parece variar en tamaño y densidad aparentes,
probablemente afectado por las energías que fluyen a través de él en el momento de la
observación. Por lo general, asemeja tener entre dos y medio y cinco centímetros de
diámetro. La cubierta exterior de la cuerda de plata, brilla con un tono plateado
centelleante débil, pero una inspección más cercana, revela un tipo de estructura
moteada, multicolor y en constante movimiento. Dentro del cordón plateado, se pueden
ver halos de motas pequeñas y rápidas de energía, que fluyen velozmente en todas
direcciones. Esto se parece un poco a la estática en movimiento que se ve en un
televisor de color que ha sido sintonizado fuera de la estación. Los proyectores que
tocan el cordón plateado o pasan las manos a través de él, a veces sienten un leve
cosquilleo.
En tiempo real, si se observa de cerca, se verá que la ubicación del cable
plateado cambia a medida que el doble proyectado se mueve y gira. Se mantiene
bastante recto constantemente, nunca doblado ni retorcido, y siempre se ve del lado del
doble proyectado que enfrenta a su contraparte física. Esto en sí mismo puede hacer
que el cable de plata se vea en una variedad de ubicaciones en el doble proyectado. En
áreas más dimensionalmente alejadas, donde no hay una dirección real hacia el cuerpo
físico, el cordón plateado se ve generalmente extendiéndose desde la frente del doble
proyectado.
Además, el nivel de actividad energética dentro del cuerpo físico/etérico en un
momento determinado, afecta la observación de diferentes sitios de conexión. La fuerza
y el nivel de actividad dentro de cada centro de energía primaria, varían mucho, y
diferentes centros de energía trabajan en distintas combinaciones y vínculos para
desemejantes tipos de proyección y actividades relacionadas.
Esto se debe a que muchos tipos diferentes de energías son necesarios para
mantener la integridad del doble proyectado en distintos niveles dimensionales y
circunstancias. Los centros de energía primaria más fuertes y más activos, lógicamente
tendrán filamentos de energía más visibles que se extienden desde ellos. La actividad

356
energética en el cuerpo físico/etérico se refleja en el doble proyectado, y esto muy
probablemente afecte la ubicación de acceso del cordón plateado allí. Si un proyector
tiene un centro de la frente activo y vital de forma natural, por ejemplo, el cordón
plateado generalmente será más visible en esa área. Se verá extendiéndose desde el área
de la frente entre sus aspectos físico y proyectado.
Parece haber una creencia generalizada de que el cable plateado es vulnerable.
Mucha gente me ha escrito a lo largo de los años, preocupada por lo que podría pasar si
su cable de plata se dañase de alguna manera o, dios no lo quiera, incluso se cortase, a
través de un percance o algún tipo de ataque de una entidad, durante una proyección.
Cantidad de personas se niegan a siquiera intentar la proyección debido a esto. Los
miedos son totalmente infundados y se basan completamente en la suposición del
cuerpo vacío, que ya he tratado anteriormente en este libro (ver capítulo N° 3). Nunca
me he encontrado con una sola instancia en la que esto haya sucedido, ni siquiera cerca
de mí. No me he tropezado jamás con nada que me haga pensar siquiera en una remota
posibilidad digna de ser considerada seriamente. En mi experiencia, no hay forma de
que el cable plateado pueda ser dañado.

Fig. 32. Cordón de Plata, mostrando


diferencias puntos de fijación en el
cuerpo físico y en el doble proyectado.

El cordón plateado, hasta donde puedo determinar, es invulnerable y, por lo


tanto, incorruptible. He pasado mucho tiempo fuera de mi cuerpo, y he experimentado
y explorado, y me he alejado significativamente. A menudo, me he encontrado en
algunas situaciones bastante extremas. Si el cordón de plata pudiera ser destruido o
cortando, sin duda habría muerto muchas veces. Tampoco se puede destruir
simplemente porque una proyección se interrumpa repentinamente, sin importar en qué
circunstancias o qué tan abruptamente.

Divisar el Cordón de Plata


La historia siguiente de un caso sacado de mis archivos de correo electrónico,
muestra una observación extremadamente rara, de un proyector dormido en tiempo real
y su cable plateado, por otra persona despierta. Tenga en cuenta que el cable plateado
fue visto aquí como proveniente del lado del doble proyectado y no desde la ubicación
física de los centros de energía primaria. El sitio de conexión probablemente se vio

357
afectado por la posición del doble proyectado en ese momento (flotando sobre su
costado) como se detalló anteriormente.
Recuperé este texto de un correo que me envió una persona:

Intenté proyectarme con su técnica de la cuerda. Mi esposa y yo mirábamos la


televisión en la cama hasta que nos sentimos somnolientos y nos quedamos dormidos.
Al rato me desperté relajado y traté de sentirme trepando mano a mano por una cuerda,
hasta el techo de mi habitación. Me dormí en algún momento y no recuerdo haber
tenido éxito, pero mi esposa se despertó más tarde durante esa noche para ir al baño.
Ella vio lo que describió como un gran "osito de peluche" flotando en el aire a unos
pocos centímetros por encima de mi cuerpo dormido, conectado a mi lado por una cinta
de plata brillante. Ella pensó que estaba soñando y se frotó los ojos varias veces, pero la
misma imagen permaneció cada vez que los reabrió. Agitó su mano a través del oso de
peluche y la cinta de plata varias veces, pero no pudo sentir nada sólido. Perpleja, se
convenció a sí misma de que no era real y que debía estar soñando y, finalmente, volvió
a dormirse. Más tarde esa noche, ella otra vez se despertó, pero la imagen había
desaparecido.

Esta historia muestra el avistamiento de una proyección típica durante el sueño


en progreso. El cuerpo extruido en tiempo real aquí, imita la posición de sueño de su
cuerpo físico, y está básicamente dormido y soñando, aunque fuera de su cuerpo. La
esposa de este hombre aparentemente todavía estaba medio dormida cuando vio el
doble de su marido y su cordón plateado. Probablemente tenía algo de capacidad de
visión residual en tiempo real o astral, lo que le permitió hacer esta rara observación.
Todos proyectamos nuestros cuerpos en tiempo real durante el sueño, pero la
mayoría de las personas permanecen profundamente dormidas durante y después de
este evento. El doble proyectado usualmente imita al cuerpo físico, adoptando una
posición justo encima del cuerpo dormido, generalmente al alcance de la mano. He
observado muchos casos de esto mismo durante mis propias investigaciones extra
corporales en tiempo real. Si es despertado por otro proyector en tiempo real, los
proyectores dormidos a menudo se desvelan, pero por lo general se sienten aturdidos y
confundidos, a menudo creyendo que están realmente en otro lugar. Y tienden a
regresar a dormir nuevamente con bastante rapidez. Es frustrante intentar mantener una
conversación con proyectores en este estado, ya que parecen estar intentando actuar en
dos o más niveles al mismo tiempo.

358
28. El Cuerpo Etérico
Considero que el cuerpo etérico está compuesto de materia etérea estable y
altamente estructurada, más bien como una escultura de hielo compleja, profunda y
exhaustiva, en comparación con los tipos más fluídicos de materia sutil generadas
durante una proyección.
En su estado contraído (cuando el cuerpo físico está completamente
despierto), el cuerpo etérico está rodeado por una vaina densa, comúnmente llamada
“envoltura de vitalidad”, que actúa tanto como una capa de almacenamiento energético
como una barrera protectora. Defiende el interior sensible de las energías externas,
atmosféricas e intrusivas. El cuerpo etérico normalmente solo desplazará esta estructura
parecida a un escudo denso, cuando se expande durante el sueño o a través del estado
de trance (en diversos grados, dependiendo de la profundidad de trance alcanzada).
Totalmente expandido, parece comenzar a absorber radiaciones energéticas
finas: ¿energía universal o cósmica? chi? prana? - del universo que lo rodea. Los
puertos de intercambio de energía que cubren la piel del cuerpo físico, especialmente
en su estado de sueño expandido, parecen florecer durante esta expansión y son capaces
de absorber y condensar las radiaciones sutiles de energía, filtrándolas en las áreas de
almacenamiento vitales del cuerpo etérico.
Este proceso de expansión y refinamiento del cuerpo etérico, no deja ni el
cuerpo físico ni la copia original de la mente, la memoria y la consciencia
energéticamente vulnerables durante el sueño o la proyección. En su estado expandido,
el cuerpo etérico parece volverse mucho más sensible a las energías intrusivas y forma
algo así como una alarma perimetral energética alrededor del cuerpo físico dormido.
Creo que el propósito subyacente de todos los cuerpos sutiles, incluido el más
denso de ellos, el cuerpo etérico, es permitir que la consciencia espiritual animadora se
manifieste a través de un ser viviente de carne y hueso. Los cuerpos sutiles mantienen
firmemente el espíritu esencial dentro del cuerpo físico, uniéndolo así dentro de la
dimensión de la materia y su laboriosa e intensa experiencia. La materia etérica puede
ser considerada como una sustancia de vitalidad bioenergética y de yuxtaposición, que
vincula y sostiene el espíritu animador en su cuerpo físico. Esto le permite al espíritu
manifestarse y expresarse en la dimensión física, mientras que le posibilita mantener
vínculos energéticos firmes con todos sus niveles superiores de la existencia, a través
de un espectro de cuerpos sutiles superiores y progresivamente más refinados.

Muerte y Materia Etérica


Por interés, y como esto se relaciona con procesos energéticos relacionados
con la proyección, echemos un breve vistazo a lo que parece sucederle al cuerpo
etérico, a la materia etérica y al doble proyectable durante la muerte del cuerpo físico.
La muerte física se puede considerar como la última proyección fuera del
cuerpo, la EFC final. Cuando ocurre la muerte física, el cuerpo en tiempo real se
proyecta en su forma más energética posible, mucho más vigorosa que bajo cualquier
otra circunstancia. En el caso de la muerte súbita, el cuerpo en tiempo real contiene la
mayoría de las sustancias vivientes bioenergéticas y puramente energéticas que se

359
almacenaron en el cuerpo etérico. En cierto modo, el cuerpo etérico se proyecta desde
su cuerpo físico junto con su contraparte de tiempo real, formando lo que podría
llamarse el cuerpo etérico en tiempo real. Esta es una versión mucho más sólida y
estable del doble en tiempo real normalmente proyectado. Contiene una copia completa
de la consciencia y su memoria (ahora la única copia original o de nivel básico)
contenida de forma segura dentro de él, junto con todo el espectro de cuerpos sutiles
superiores, en un estado de vigilia completamente integrado ahora, pero fuera del
cuerpo físico.
Como una de las funciones del cuerpo etérico es almacenar con seguridad
todos los recuerdos en forma energética, cuando el cuerpo físico muera y el cuerpo
etérico se libere, llevará consigo el recuerdo de su reciente encarnación física.
Para mi manera de pensar, cuando el cuerpo físico muere, primeramente, el
cuerpo etérico es impulsado en tiempo real. Ahora todo ese cúmulo de recuerdos y
experiencias descansa en un sector básico del cuerpo sutil y en la escala dimensional,
tomando el lugar originalmente retenido por su cuerpo físico ahora difunto. Se hace
cargo de posicionar y mantener la copia maestra de la mente y la memoria. Se
mantiene completamente integrado y en estado de vigilia completa, aunque ahora fuera
de su cuerpo físico, libre de sus ataduras y existente en la zona de tiempo real.
Debido a que el cuerpo etérico en tiempo real ahora mantiene una integración
total en estado despierto (anteriormente propiedad exclusiva del cuerpo físico), no
subyacen ninguno de los conflictos energéticos o efectos de división de la mente y
normalmente asociados con cualquier tipo de EFC. De acuerdo con algunos espíritus
recientemente fallecidos con los que me comuniqué durante algunas proyecciones en
tiempo real, las fluctuaciones de la realidad aún pueden ser un problema, sobre todo las
generadas por otras mentes y energías que continúan afectando nuestro entorno en
tiempo real.
Durante los momentos finales de la muerte, la mayor parte de la materia etérea
del cuerpo físico moribundo, se transfiere rápidamente a su recién formado cuerpo
etérico en tiempo real. Una transferencia de materia etérea residual también parece
continuar, aunque mucho más lentamente durante unos pocos días después de la
muerte, hasta que todo lo que queda del cuerpo físico se transfiera a su nuevo vehículo
etérico ahora en tiempo real.
Como nota al margen relacionada: la destrucción del cuerpo físico por
cremación, explosión, etc., en cualquier momento durante o después de la muerte
física, no parece interferir con la transferencia de la materia etérea residual. La materia
etérica no se puede aniquilar por medios físicos, pero el cuerpo físico sí; por lo tanto, la
destrucción del cuerpo físico lógicamente solo debería servir para liberar cualquier
materia etérea residual. Esto posiblemente tendría el efecto de lograr que la materia
etérica residual esté disponible más fácil y rápidamente para el cuerpo etérico en
tiempo real.
La gran cantidad de materia etérea (energía vital o vitalidad pura) liberada
durante el proceso de la muerte, mantiene la integridad del vehículo etérico en estado
completamente despierto. Esto lo soporta o propugna (más el espíritu animador), muy
cerca de la dimensión física (a menudo) dentro de la zona de tiempo real. La duración
real de la existencia del espíritu en tiempo real, parece bastante variable. Creo que esto
está muy influenciado por la vitalidad física y espiritual de la persona fallecida en
cuestión, así como por su nivel de desarrollo espiritual, composición psicológica,
deseos y problemas emocionales. Algunos espíritus parecen saltear por completo esta

360
etapa intermedia del más allá, mientras que otros parecen tener una existencia
prolongada allí.
Todo este proceso parece dar a los espíritus que parten, el tiempo que tanto
necesitan para estabilizarse y aceptar su nuevo estado de existencia, tal vez incluso
dejando pasar algunas despedidas fúnebres. Una vez que la materia etérica y la
vitalidad de un espíritu se consumen, parecen experimentar algo llamado la segunda
muerte. Luego de terminar y agotar definitivamente la zona de tiempo real, avanza a la
siguiente etapa natural de su existencia. Este es generalmente uno de los mundos
espirituales, o una de las áreas de recuperación o escenificación. La segunda muerte es
suave y totalmente indolora, según me han dicho quienes la han experimentado, y de
ninguna manera es angustiante para un espíritu. Lo mejor es pensar que es solo otra
proyección, provocada por otros cambios naturales en las cualidades energéticas del
cuerpo etérico en tiempo real, que naturalmente lo desplaza o lo proyecta al siguiente
nivel.
Otra nota al margen relacionada: la segunda muerte puede retrasarse solo si el
espíritu encuentra alguna forma de reemplazar su cúmulo de materia etérica que se está
reduciendo constantemente. Al parecer, esto solo puede hacerse mediante una estrecha
asociación (tocar y abrazar) con la vida de seres con quienes el espíritu tiene una
relación empática, lo que lleva a un refuerzo de transferencia de materia etérea al
cuerpo etérico en tiempo real del espíritu difunto. Esto, en esencia, puede considerarse
como un tipo accidental de alimentación de materia etérea. En la mayoría de los casos
(espíritus y fantasmas atados a la tierra, etc.) esto no causa problemas reales para la
vida. Por lo general, tampoco es un acto intencional por parte del espíritu difunto,
aunque he encontrado algunas excepciones notables, en mis viajes.
Parece haber muchas formas diferentes en que la muerte y el proceso de la
vida futura inmediata, pueden suceder. Esto depende en gran medida del nivel de
desarrollo espiritual y el sistema de creencias fundamentadas de la persona en cuestión.
Muchos individuos experimentan un túnel de efecto de luz en el transcurso de
su muerte. Esta visualización del túnel a través del cuerpo físico, indica una gran
participación del centro de la corona, en el proceso de la muerte. Aunque es difícil de
probar, este tipo de muerte parece estar muy relacionado con el desplazamiento de la
proyección dentro de un entorno tipo túnel o tubo, donde los individuos se perciben a sí
mismos como saliendo de sus cuerpos físicos a través de sus cabezas. El túnel del
efecto de luz puede indicar un nivel más alto de experiencia mortuoria. Los espíritus
que parten pueden, en este caso, proyectarse directamente en uno de los mundos
espirituales, omitiendo la zona de tiempo real y otras etapas intermedias de la muerte,
como áreas de descanso y recuperación dentro de los planos astrales, etc.

Experiencias Cercanas a la Muerte


También se puede generar y proyectar una gran cantidad de materia etérica, en
respuesta a la muerte temporal del cuerpo físico, o por un trauma severo, donde exista
una amplia posibilidad de que ocurra la muerte física. Este tipo de evento puede causar
una experiencia cercana a la muerte (ECM). Una ECM ocurre cuando una persona es,
literalmente, expulsada de su cuerpo físico, como resultado de algún tipo de trauma
masivo, por ejemplo, accidente automovilístico, caída grave, ahogamiento, parto difícil,

361
cirugía o ataque cardíaco. Una ECM es similar al proceso de la muerte: la verdadera
diferencia es que la experiencia fuera del cuerpo es temporal.
Las personas que experimentan una ECM suelen encontrarse con mucho
ánimo y vitalidad en la zona de tiempo real, a menudo durante un período bastante
largo. Como están tan cerca de la dimensión física, por lo general son plenamente
conscientes de los eventos que suceden en el mundo físico que los rodea. Debido a la
naturaleza de las ECM, estos eventos a menudo se centran en su cuerpo físico
traumatizado.
Muchas personas, cuando experimentan una ECM, están muy asustadas e
inseguras de sí mismas y, por lo tanto, tienen algunas dificultades, comprensiblemente,
para aceptar y adaptarse a lo que les está sucediendo. El gran trauma provocado por
este tipo de eventos, también asegura una fuerte descarga de memoria espejo durante la
reintegración. En muchos casos, diferentes personas informaron con precisión de
eventos de la vida física y conversaciones reales que ocurrieron mientras los
proyectores con ECM estaban clínicamente muertos.
Las ECM superan a cualquier otro tipo de EFC en potencia, claridad y
memorabilidad, debido a la generación temporal repentina, del cuerpo etérico en
tiempo real, que es el último vehículo fuera del cuerpo en tiempo real. (Una ECM
puede ser tan clara y memorable como el estado normal de vigilia). Esto indica cómo el
cuerpo etérico desempeña un papel más que importante en la claridad de las EFC y en
su memorización de carácter holístico.

Muerte, EFC, y Coherencia Mental


Estos escritos sugieren que el nivel básico de existencia (normalmente el
estado físico alerta, a menos que esté muerto) permite la manifestación más clara y
vigorizante de la consciencia, así como una retención de memoria más firme. De este
modo, defino el estado básico de existencia como el nivel donde se puede lograr la
integración total de todos los cuerpos sutiles, durante un estado de vigilia completa.
Para las personas vivas, el nivel básico de consciencia, es el estado normal de vigilia en
su cuerpo físico. Para las personas recientemente fallecidas, que existen en la zona de
tiempo real, el nivel básico de consciencia es el de su cuerpo etérico en tiempo real.
Proyectarse lejos del nivel básico (cualquier tipo de proyección fuera del
cuerpo), puede explicar la ambigüedad de pensamientos que comienzan a afectar a la
mayoría de los proyectores poco después del desplazamiento. Esto se puede pensar
como algo así como incoherencia mental y amnesia progresivas. Eventos que
aumentarán en severidad a medida que uno se aleja del estado básico en el que viaja el
proyector y se ve afectado por el tiempo que permanece distanciado de ese estado. Y
también puede explicar por qué las EFC vívidamente recordadas, suelen ser de corta
duración.

362
29. Los Registros Akáshicos
Creo que los legendarios registros akáshicos son parte de un medio que
impregna las dimensiones, en todos los niveles, y tiene muchos aspectos diferentes.
Son registros permanentes de cada pensamiento, percepción y evento que ha ocurrido
alguna vez, como un libro de historia enorme e infinitamente detallado, donde se puede
acceder a los eventos pasados, ver e incluso experimentar de primera mano. Los
registros akáshicos se pueden acceder y experimentar dentro de los planos astrales
(durante las EFC) o con clarividencia, visualización remota y otras habilidades
psíquicas.

Fig. 33. Escenario Tradicional


de la biblioteca de los Registros
Akáshicos

Los registros akáshicos también contienen energías probabilísticas, que son


registros del futuro. Las energías probabilísticas surgen y son generadas por eventos,
acciones y pensamientos pasados y presentes. Estas energías se pueden sintonizar y
leer, visualmente o de otra forma, de muchas maneras diferentes, tanto dentro como
fuera de los planos astrales; pero los registros akáshicos son mucho más accesibles
como un tipo de estructura de registros investigables desde los planos astrales, donde se
puede buscar, ver y experimentar, incluso por proyectores no calificados.
Al igual que el hospital astral, los registros akáshicos son una estructura
dimensional energética sin perfil o forma real. La apariencia de esta estructura se ve
afectada por los ángulos de percepción de los proyectores, sus sistemas de creencias y
habilidades creativas. Las necesidades de los proyectores de una estructura definida y

363
bien conocida dentro de la cual trabajar, crean una configuración astral similar a una
biblioteca bastante sólida, que se ha incorporado y mantenido durante infinidad de
años.
La estructura más popular, es el escenario de una biblioteca tradicional.
Imagine un gran e imponente edificio de piedra blanca, bellamente conservado, con
amplios escalones de mármol que atraviesan otros tantos pilares de piedra que marcan
la entrada principal. Este edificio está ubicado atrás, entre céspedes y jardines
cuidadosamente conservados. En el interior, hay un gran vestíbulo principal con techos
altos. Varios pasillos conducen desde allí a diferentes partes de la biblioteca. Algunas
veces, un bibliotecario se encontrará con los proyectores y podrá guiarlos al sector que
desean investigar. De lo contrario, lo cual es más frecuente, los proyectores deben usar
su intuición para elegir un pasillo y bajar una sección de registros. Si no sienten nada y
todos los pasillos se ven y se perciben iguales, deberán adivinar. Mientras se vaticina,
los proyectores deben tener firmemente en cuenta, su área de interés o consulta. El
pasillo elegido se abre a una sala más grande, llena de libros y pergaminos. Incluso
terminales de computadora se pueden encontrar y utilizar allí en estos días. Luego se
debe seleccionar un elemento para su visualización y, una vez más, es importante que
la consulta se tenga en cuenta en todo momento.

Proyección a los Expedientes Akáshicos


Proyección directa: cuanto antes se proyecte uno a los registros akáshicos
después de su salida, mejor, ya que el tiempo de proyección siempre es limitado.
Después del desdoblamiento, aléjese por lo menos a seis metros del cuerpo físico y
deténgase. Imagine el escenario de la biblioteca con fuerza. Mantenga la intención de
visitar los registros akáshicos firmemente en su mente. Y sienta desplazándose hacia el
destino imaginado.
Alternativamente, proyéctese a los planos astrales de la manera habitual,
manteniendo la intención de encontrar los registros akáshicos firmemente en su mente.
Cualquiera de los dos métodos puede llevarle allí. De repente se encontrará de pie en el
césped, cubierto de hierbas frente al edificio de la biblioteca, después del cambio
dimensional.
Uso de estructuras de entrada: Si, después del cambio dimensional, se
encuentra usted flotando sobre una estructura de entrada a los planos astrales (ver
capítulo N° 26), sumérjase en ella y penetre la parte central del patrón, lo más cerca que
pueda del punto muerto. Lo llevará al reino más elevado que su valor energético puede
alcanzar dentro de ese plano astral. A medida que se sumerge en la pieza central,
mantenga la intención de buscar firmemente en los registros akáshicos e imagine el
escenario de una biblioteca tradicional. Debería encontrarse allí poco después de la
transición, a través de la superficie. Si está utilizando una estructura de entrada tipo
tubo astral, mantenga la intención de encontrar los registros akáshicos firmemente en
su mente mientras está viajando a través. Utilice su intuición para seleccionar una
salida o espere a que aparezca un destello de visión mental que muestre algo parecido a
una estructura tipo biblioteca. Alternativamente, espere hasta que el tubo lo lleve a
algún lado. Con suerte, estará cerca o en los registros akáshicos al rato.
Método de viaje instantáneo: Después de la salida del cuerpo, imagine o
visualice el escenario de la biblioteca. Sostenga esto tan claramente como pueda y

364
proyéctese allí, usando el método de viaje instantáneo (vea el capítulo N° 25). Sienta
que se está moviendo hacia su destino y perciba que está allí.
Creando una puerta: Otra buena forma de ingresar a los registros akáshicos es
usar su capacidad creativa para generar una puerta imponente. Esto es mucho más fácil
de lograr de lo que parece; incluso un novato puede hacerlo. Después de proyectarse
fuera del cuerpo, imagine con fuerza una pesada puerta tachonada, de hierro, con
enormes bisagras. Constrúyala en su mente e imagínela se manifestará lentamente ante
usted, a medida que la construye desde el recuerdo de una puerta similar que haya visto
en el pasado. Si puede, cree un letrero de bronce pesado que diga "Registros
akáshicos". Mantenga su intención de encontrar un sendero rodeado de césped en la
entrada a la biblioteca. Si concentra sus energías creativas, esta puerta aparecerá
lentamente frente suyo, como por arte de magia. Cuando pueda ver la puerta con
claridad, simplemente ábrala y generalmente encontrará el escenario de la biblioteca
tradicional justo detrás. Si no puede tocar o abrir esta puerta, use su capacidad creativa,
imagínese que se entreabre, sienta que se abre o atraviese la puerta, como lo haría con
cualquier otra puerta o pared.

Entrando a través de una Anomalía


Otra forma de ingresar es a través de alguna opción anómala. Busque una
puerta falsa o fuera de lugar en su casa. Mantenga la intención de encontrar el escenario
de la biblioteca del otro lado, mientras pasa a través de ella. Si encuentra un corredor de
algún tipo, con más puertas detrás de la primera puerta irregular, ingrese a una de las
nuevas puertas mientras mantiene la intención de encontrar los registros akáshicos más
allá de ellas. Repita este proceso, ingrese a las puertas singulares cada vez que
encuentre una, hasta que detrás de una de ellas encuentre la biblioteca que está
buscando.
Registros virtuales: También puede utilizar la proyección de realidad virtual para
obtener acceso a los registros akáshicos desde la zona de tiempo real (consulte el
capítulo N° 24). Genere una imagen de un edificio imponente, similar a la descrita
anteriormente, obtenga una representación de una biblioteca real, o adquiera una usted
mismo, ya que la asociación mental que esto causará también puede ayudar en este
proceso. Cuelgue esta imagen en la pared de su habitación o según otros métodos de
PRV (proyección de realidad virtual). Escriba las palabras "Registros Akáshicos" en el
edificio de la imagen, justo sobre la entrada. Después del desplazamiento en tiempo
real, avance hacia esta representación y, por lo general, se encontrará en los registros
akáshicos o cerca de ellos. Esta imagen también se puede reflejar en un espejo, según la
técnica de espejo PRV, para mayor realismo.
Si utiliza un espejo, escriba las palabras "Registros Akáshicos" invertidas, o
escríbalas en un trozo de plástico transparente, luego inviértalo y péguelo con cinta
adhesiva a la imagen, de modo que las palabras se lean normalmente cuando se reflejen
en el espejo. Usando el método de PRV, al pasar por la imagen o el espejo, tenga en
mente la intención firme del deseo de visitar los registros akáshicos. Esto debería ser
suficiente para trastocarlo a los registros akáshicos reales. Una vez allí, proceda a
ingresar al edificio de la forma habitual, y considérese a usted mismo como parte de los
registros akáshicos reales.

365
Visualización de Registros
Una vez que llegue usted al edificio de la biblioteca de registros akáshicos, a
través de cualquier método, ingrese y espere encontrar dentro exactamente lo que está
buscando. Al subir los escalones y entrar a la finca, tenga en cuenta si su interés es ir en
la búsqueda de eventos pasados o futuros. Cuando llegue a la sala de registros, puede
encontrar libros, rollos o imágenes en paredes, estantes, escritorios o mesas, o incluso
en terminales de computadora. Alternativamente, puede que se encuentre transportado
a un misterioso mundo nebuloso, como a menudo me ha sucedido, lleno de símbolos
extraños e imágenes metafóricas vivientes.
Si usted utiliza el método tradicional de creación de bibliotecas,
probablemente encontrará libros. Sin embargo, estos serán bastante diferentes de los
libros normales. Dentro de ellos verá títulos, imágenes, ilustraciones y símbolos. Por lo
general, no importará qué libro recoja. Más sí cuál es su intención cuando seleccione y
abra uno. Por lo general, verá imágenes en movimiento e ilustraciones vivas en su
interior. Concéntrese en una de estas imágenes y deja que compenetre en su mente, lo
que sucederá automáticamente si la observa fijamente. Esto generalmente lo introducirá
dentro de la página, donde podrá experimentar una visión akáshica, o un registro de
primera mano.
Para volver a la biblioteca desde un libro / visión y comenzar de nuevo,
imagine y sienta la escena de la biblioteca que acaba de abandonar y será transportado
de regreso a ella. En la mayoría de los casos, una vez que se ha experimentado un
registro, los proyectores se deslizarán automáticamente a esa sala determinada
nuevamente, o cuando hayan visto lo suficiente, simplemente con desearlo.
Sea cual sea el método utilizado, tenga en mente una intención firme del
período de tiempo requerido: pasado, presente o futuro. Los eventos futuros que se ven
en los registros akáshicos son fuertes probabilidades. No deben considerarse como un
destino completamente inmutable. Las claves de los cambios que podrían afectar los
eventos futuros se representarán simbólica o metafóricamente como parte del evento
que se está viendo. Estos elementos potencialmente modificadores, pueden ser sutiles y
quizás bastante difíciles de reconocer, pero siempre estarán ahí. Desafortunadamente,
estos elementos son generalmente aparentes, por lo que solo están en retrospectiva.

Sintonización de Áreas de Interés


Si sintoniza los registros akáshicos sin un tema definido en mente,
generalmente se encontrará viendo una de las dos áreas temáticas generales:
1) Desastres: Guerras, terremotos, accidentes aéreos, inundaciones,
incendios, descarrilamientos de trenes, asesinatos en masa, muerte y destrucción, etc.
Los desastres tienen una energía mucho mayor que cualquier otro tipo de evento,
debido al efecto dramático incidente en las vidas de tanta gente. La energía que rodea
estos registros, los hace sobresalir por encima de todo lo demás. De alguna manera,
burbujean hacia la superficie, donde son mucho más fáciles de observar.
2) Personal: Los eventos que rodean su propia vida, propiedad e
intereses, y las vidas de todos los que están relacionados con usted, pasado, presente y
futuro, también son muy fuertes. Al igual que con los desastres, estos eventos de alta
energía se destacarán de los más mundanos.

366
Si nos fijamos en el futuro general, dentro del área de las probabilidades, a
menudo experimentaremos una vorágine confusa de simbolismos e imágenes
metafóricas complejas y de múltiples capas, mezcladas con eventos aparentemente
reales. Esto puede ser muy confuso a veces, pero se puede deducir mucho, si
comprende algo de la naturaleza subyacente de la energía generada por las imágenes
metafóricas con las que está usted tratando.

Imágenes Metafóricas
Como la poesía, el arte y la música son los idiomas gemelos del alma, el
simbolismo y las imágenes metafóricas son los lenguajes del espíritu, y están por
encima del nivel básico de consciencia. En niveles más altos de consciencia, los
pensamientos y palabras utilizados por el nivel básico de la consciencia, se vuelven
progresivamente redundantes. Las comunicaciones y las percepciones siempre
coinciden con el nivel de consciencia alterado que se experimenta.
Mi experiencia con niveles más altos de consciencia, a través de la meditación
y la proyección de alto nivel, me ha demostrado que cuanto más me alejo de mi nivel
básico de consciencia, la percepción y la comunicación se vuelven más abstractas y
complejas. En niveles más altos, las percepciones, los pensamientos y los mensajes se
tornan progresivamente más abstractos y compendiados.
Las imágenes metafóricas abstractas son el lenguaje universal del espíritu, por
encima y más allá del nivel básico de la consciencia. Esta es una forma muy sintética
de mostrarnos el mensaje, basada en la percepción, en la que una gran cantidad de
información se conlleva en intercambios telepáticos, con superposiciones emocionales
e intuitivas. El resultado final son imágenes metafóricas abstractas en movimiento.
Cuanto más alto sea el nivel dimensional experimentado, más simplificado se vuelve
esto en términos abstractos.
Digo simplificado, porque este factor, en esencia, reduce una saga de registros
a una imagen o visión sencilla, que solo parece ser simple en su superficie. La razón
por la que parece tan elemental, creo, es porque se pierden muchos detalles en su
transformación, desde el formato de alto nivel al formato de nivel básico, cuando el
cerebro físico lo registra como elementos reconocibles y memorizables.
Cuando el nivel básico de la consciencia recibe cualquier percepción o
mensaje desde un nivel dimensional superior, o nivel más alto de consciencia, lo
interpreta de la única manera que puede, llevándolo a un nivel básico. Las impresiones
energéticas complejas y los mensajes, se interpretan y se traducen de muchas maneras,
desde simples imágenes y símbolos abstractos, hasta impresiones metafóricas en
movimiento. En lugar de palabras, oraciones y párrafos, el resultado final es algo así
como una selección de piezas de arte abstracto, que se generan en medio de una serie
de breves actos, donde cada elemento, vestuario, palabra, acción y gesto tiene un
significado profundo.
Cuando la consciencia de los proyectores cambia a niveles dimensionales
superiores, llevan consigo su nivel básico de consciencia y comprensión. Este nivel
básico de comprensión anula los niveles más altos de percepción y comunicación
naturales, lo que significa que las percepciones y comunicaciones recibidas allí no se
pueden entender. El nivel básico solo es capaz de comprender completamente las

367
percepciones y comunicaciones naturales a nivel básico, en la dimensión física, en su
nivel normal de consciencia despierta.
No conozco ninguna manera de superar esto directamente. Incluso si un estado
elevado de consciencia se incorpora a una proyección, con el tiempo, todo tiene que ser
descargado, almacenado e interpretado en formato de nivel básico por el cerebro físico,
como una memorización normal. Solo este factor, sospecho, es responsable de la gran
pérdida de detalles y significados comunes en cualquier proyección, por encima de la
zona de tiempo real. (La única excepción es con las comunicaciones espirituales. Los
seres espirituales pueden debatir deliberadamente sus comunicaciones en un nivel
básico de comprensión, para relacionarse con los proyectores o las personas en la
dimensión física. Por lo tanto, es poco probable que las percepciones o comunicaciones
de alto nivel que no son comprensibles de inmediato, provengan de conexiones
intencionales de un ser espiritual inteligente).
Este problema de interpretación se aplica particularmente a la información
obtenida de los registros akáshicos. Los niveles naturales de percepción y
comunicación dentro de los planos astrales y los registros akáshicos, no son
completamente comprensibles en el nivel básico de la consciencia, porque la
información obtenida de los registros akáshicos debe interpretarse dentro del nivel
básico de la consciencia por la mente humana, por medio del cerebro. La información
obtenida de fuentes superiores, se interpreta en algo que el cerebro cree que se asemeja.
Esto hace que el cerebro interprete las percepciones energéticas de alto nivel en
resúmenes metafóricos, en imágenes e impresiones que se parecen más a la esencia
cruda y compacta y al significado de lo que se recibe. Desafortunadamente, el producto
final, lo recuperado, puede parecer que no tiene sentido.
(Como nota al margen relacionada: esta línea de pensamiento sugiere que los
jeroglíficos egipcios antiguos y otros lenguajes pictóricos simbólicos antiguos pueden
corresponder a un alto nivel de comunicación escrita, en lugar de los lenguajes de
imágenes simples de las civilizaciones que parecen ser de bajo nivel).

Asociaciones y Predicciones
Todos percibimos y experimentamos los registros akáshicos de forma
diferente, de acuerdo con nuestro ángulo energético de percepción y asociaciones
mentales aprendidas. Las unidades de energía que representan cada evento grabado, se
almacenan en formato energético compacto natural a ese nivel. Cuando se visualizan e
interpretan los registros, se los considera como un tipo de experiencia de visión mental
astral, con superposición de impresiones emocionales e intuitivas. Cómo esta energía
afecta los ojos de la mente de los proyectores, depende no solo de su ángulo de
percepción, sino también de cómo funciona su mente subconsciente.
Las asociaciones mentales subconscientes parecen verse afectadas por
antiguos simbolismos incrustados en la consciencia colectiva, a pesar de que puedan
parecer, superficialmente, imágenes contemporáneas a los ojos mentales.
Esta es la razón principal, creo, por la que muchos profetas, psíquicos,
videntes y espectadores han hecho predicciones tan sombrías sobre el futuro del mundo
y la humanidad. Han accedido a los registros akáshicos, ya sea dentro o fuera del
cuerpo, y han visto un torrente de terribles desastres que se avecinan en el futuro
cercano.

368
Esta es mi humilde reseña (hasta donde he podido llegar) sobre un tema tan
enigmático. Probablemente en el futuro cercano, habrá más aportes sobre este dilema.

Una experiencia de los Registros Akáshicos


Cuando se trata de indexar o catalogar, ver y descifrar eventos mundiales
pasados y futuros, un poco de conocimiento de historia, geografía, simbolismo antiguo,
asuntos de actualidad y líderes mundiales es una ayuda definitiva. Si cuando tuve la
siguiente visión hubiera podido reconocer a la persona que vi dirigiéndose a la multitud
y hubiera considerado los hitos del país, podría haber predicho con exactitud un evento
futuro importante, en lugar de tener una visión acertada solo en retrospectiva.

Después de completar un trabajo de energía experimental en el centro de mi


frente, durante una sesión de trance profundo, me proyecté fuera de mi cuerpo. Pasé a
través de un breve túnel de luz estelar y tuve una fuerte intención en mi mente de
querer asistir a los Registros Akáshicos.
En un momento experimenté un destello silencioso de luz blanca plateada en
mi mente y una sensación momentánea de algo así como una conmoción cerebral en mi
rostro, cegando mis percepciones por un momento. Este fenómeno pienso, fue a causa
del retorno del efecto estroboscópico en el centro de mi frente en mi cuerpo
físico/etérico (ver capítulo N° 14). El centro de mi frente había fluctuado varias veces
en la última hora, pero esta era la primera vez que ocurría durante una proyección.
Cuando mis percepciones se estabilizaron, me encontré bajo un parpadeante
cielo de color índigo púrpura que me envolvió hasta las rodillas con una calina
pegajosa. Esta especie de bruma se inflamó a mi alrededor, formando extrañas
esculturas nebulosas en el aire. Cada uno de estos fenómenos colapsó en un caldo
caliginoso después de unos pocos movimientos.
No pasó mucho tiempo antes de que me diera cuenta de que, si sostenía o
impulsaba un pensamiento en la niebla, una forma estallaba, representando de algún
modo ese pensamiento. Cuanto más prolongaba este pensamiento, más detallada y viva
se veía la forma, atiborrándose de color y vida aparentes. Concentrándome, me centré
en los desastres futuros y la bruma bullía hacia arriba, zumbando y destellando en un
mar de chispas multicolores.
Mientras la niebla me envolvía, comencé a ver en varios niveles a la vez. Fui
bombardeado con atisbos de guerras, terremotos, hambre, volcanes, enfermedades,
inundaciones, accidentes aéreos, asesinatos y explosiones. Visiones de personas que
sufrían y morían, ocuparon mi mente, y sentí su terrible dolor y angustia. Era
nauseabundamente confuso, por no decir completamente deprimente. Estas visiones
parecían estar conectadas con la extraña bruma. Me sentí ensimismado con este
fenómeno, como si fuera una parte viva de mí, pero todo parecía horriblemente
mezclado y combinado. Fue como tratar de ver varios canales de televisión al mismo
tiempo, con las imágenes superpuestas. Muy confuso. Despejé mi mente y la embestida
de las impresiones se ralentizó. Esto fue sumo complicado, entonces me concentré con
más claridad y calma en mi intención original. La bruma hervía y zumbaba a mi
alrededor otra vez, pero mucho menos caóticamente.
En lo profundo de la confusión y de las sombras, cientos de formas y símbolos
vagos brotaron a mi alrededor. Fluctuaron dentro y fuera, algunos más claros que otros,

369
pero mantuvieron su distancia e individualidad esta vez. Vi una pieza repleta de
simbolismos que reconocí, (un encapuchado con la guadaña), y entonces fijé mi
atención en ella. Esta figura rápidamente se hizo más grande y más sólida que las
demás. Floté hacia ella y me concentré, manteniendo la idea de la guerra en el fondo de
mi mente. El ideograma se elevó repentinamente, más grande que una persona normal,
y caminó hacia mí, mientras mi corazón astral explotaba en un sinnúmero de latidos.
De repente se veía muy real y amenazante.
El velo se oscureció y la atmósfera se volvió siniestra, llenándose con el hedor
pegajoso de la muerte y la decadencia. La imagen simbólica echó hacia atrás su fea
cabeza y se echó a reír, rugiendo malévolamente, levantando y sacudiendo amenazante
su guadaña. En la otra mano sostenía un manojo de cuerdas, que sujetaban a varios
perros malvados que de repente aparecieron a su lado. Eran gigantescos, de pechos
grandes, huesudos, de pelo corto, de color amarillo sucio, con enormes mandíbulas
gruñendo y ardientes ojos rojos.
Su bravía, agresión y sed de sangre era aterradora. Forcejearon, aullaron y
arrastraron a la severa imagen con la guadaña, hacia mí. Estos perros entonces cobraron
vida. Me concentré en la escena y sentí que empezaba a cambiar de nuevo. El
encapuchado liberó a los aterrorizantes perros justo en frente de mi cara y se lanzaron
directamente hacia mí mientras me trasladaba (afortunadamente) hacia una visión
esperanzadora más clara y pura.
Me encontré flotando sobre una ciudad extraña bajo un cielo azul claro con
una luz brillante y sin nubes. El sol abrasador me quemaba y el aire se llenó de aromas
acres que no reconocí. Un par de cientos de metros debajo de mí, un hombre moreno,
de piel oscura, fornido, con bigote y uniformado, estaba parado en un estrado elevado
bajo dos cimitarras gigantes. Bajé para ver mejor, acercándome a unos quince metros
por encima y frente a él. Las espadas eran enormes, parecían tener unos doce metros o
más de altura. Estaba dando un discurso carismático y exhortaba a una enorme multitud
de personas en un lenguaje irreconocible. Nunca había visto una multitud tan grande,
parecía haber millones de personas allí. Estaban vestidos con túnicas y turbantes,
algunos parecían trapos viejos. La multitud vitoreaba frenéticamente cada vez que el
hablante hacía una pausa o se detenía para respirar.
Mientras miraba, una de las espadas se transformó lentamente en una gran
espada de estilo de las cruzadas de dos manos con un crucifijo dorado grabado en la
hoja, cerca del travesaño gigante y la empuñadura. La escena continuó durante varios
minutos y luego se desvaneció mientras me esforzaba por salir de la estructura de
registros akáshicos turbia de la que acababa de llegar. Regresé entonces a mi cuerpo
físico todavía en trance. Había estado fuera por casi veinte minutos.

El hombre que daba el discurso, ahora lo sé, era Saddam Hussein. La escena
fue en Bagdad, en el monumento iraquí al soldado desconocido. Este monumento fue,
creo, construido para honrar a los muertos de la guerra Irán-Iraq. Vi esta visión del
futuro, siete meses antes de que comenzara la Guerra del Golfo. No supe quién era
Saddam Hussein hasta que comenzó la Guerra del Golfo, o dónde tendría lugar esta
escena, hasta que observé la televisación nefasta de la guerra.
En la vida real, hay dos cimitarras gigantes colocadas en este monumento. La
espada cambiante (de una cimitarra a la espada de un cruzado) transformaba imágenes
simbólicas, lo que indica una probabilidad futura. Las espadas cruzadas también eran
un símbolo fácilmente reconocible, lo que representa la probabilidad de un conflicto
militar entrante entre Oriente y Occidente.

370
30. El Pulso Akáshico
La naturaleza completa de la investigación de las EFC, es subjetiva en el
sentido más estricto de la palabra. Sea lo que sea, lo próximo es lo mejor de mí que
puedo dar para hacerlo pensar, querido lector. Esto es lo más destacado que puedo
hacer. Si la evidencia experiencial y el razonamiento que ofrezco aquí son sólidos,
brindarán alguna idea de muchos misterios interdimensionales complejos: la ley
universal, el karma, los registros akáshicos y la consciencia colectiva, y cómo estos se
relacionan con la vida cotidiana en el universo físico.

El Viento Astral
Si uno se proyecta regularmente a la zona de tiempo real, de vez en cuando se
encontrará con un fenómeno desconcertante que yo llamo el viento astral. El viento
astral, una de las fuerzas naturales más asombrosamente poderosas en el universo, es
más dramática y notable cuando se experimenta durante una proyección consciente en
tiempo real. Es causada, creo, por lo que yo llamo el pulso akáshico. Estoy seguro de
que algunos proyectores reconocerán la siguiente situación, a través de proyecciones
claramente recordadas, fragmentos de sueños o a través de impresiones vagas y
sentimientos que se ciernen cerca del borde de la memoria.

Está usted viajando por la zona de tiempo real, ocupándose de sus propios
asuntos, cuando de repente le atrapa una fuerza irresistible. Se siente arrastrado lejos de
su voluntad, generalmente de espaldas. Se percibe como si estuviera siendo empujado
por un viento increíblemente fuerte, o algo parecido a una tromba. Sin embargo, todo

371
está tranquilo y no hay perturbaciones notables en el entorno. La fuerza del viento
astral es similar a la sensación causada por el cuerpo físico cuando intenta reivindicar a
su doble proyectado, pero es mucho más poderosa. No hay ansiedad, ni sensación de
temor o debilidad, solo una fuerza irresistible que le arrastra. Pero, ¿por qué sucede
esto, a dónde nos lleva y cuál es el objetivo?
Usted puede luchar contra el viento astral por unos momentos, sintiéndose
como si estuviera forcejeando contra una corriente silenciosa con la fuerza de un
huracán. Crece en potencia progresivamente hasta que lo arrastra, aparentemente por el
pescuezo, hacia el cielo y el más allá. Entonces observa cómo su casa y su ciudad se
reducen debajo suyo, mientras es atrapado por las nubes y.… por lo desconocido.
Después de lo que parece ser un tiempo corto, se encuentra flotando y descendiendo
otra vez... pero en otro tiempo y lugar, ondulando hacia abajo aproximadamente en el
mismo ángulo en el que originalmente fue arrastrado. Es posible que vea los tejados de
una ciudad o poblado que puede o no reconocer en ese momento, cada vez más grandes
a medida que cae.
Será abandonado en un entorno mundano, a veces reconocible, tal vez solo
unos pocos meses en el pasado o en el futuro, más generalmente en el futuro. El viento
astral lo libera allí por un corto espacio de tiempo, y es libre de vagar por un rato
-nunca asustado, pero siempre perplejo. Toda la experiencia del viento astral puede
parecer completamente ajena a usted. Y ver e interactuar con personas que conoce,
extrañas o no. Algunas veces estas otras personas estarán al tanto de su presencia, a
veces no. Pero siempre se presentarán tan confundidas como usted sobre el porqué de
la reunión y qué significa.
Puede ser testigo de una escena de la vida real de su pasado o futuro. Puede
sentir que es solo un punto de consciencia sin un cuerpo, un espectador invisible que ve
en todas las direcciones a la vez. Algunas veces se fusiona con su ser pasado o futuro y
ve (a través de un nuevo par de ojos), como si estuviera realmente allí. Puede llegar a
algún lugar en el pasado distante y observar eventos peculiares. Puede ver un pueblo
antiguo, casas, personas y sucesos de hace cientos de años, y deambular por calles
desconocidas de antaño.

El viento astral no es un evento poco común. Ha sido experimentado y


discutido por muchos otros proyectores frecuentes. En el libro “La Proyección del
Cuerpo Astral”, Muldoon y Carrington llaman a este fenómeno "Proyección de la
Súper Consciencia” y lo describen como causado por una inteligencia superior,
llevando al proyector por la fuerza a un nivel dimensional más alto, por razones poco
claras. Muldoon menciona una de esas experiencias propias, donde aterrizó en una casa
y vio extraños a quienes dice haber conocido en carne propia varios meses después. La
teoría más popular es que la fuerza del viento astral es una demostración de alto nivel
espiritual, dando al proyector alguna prueba secreta, cuyo propósito y significado casi
siempre elude el mismo proyector en cuestión. En términos generales, estas
experiencias generalmente parecen no tener sentido, incluso en comprensión
retrospectiva.
Examinemos la lógica de esta teoría: ¿por qué un ser inteligente haría algo tan
aparentemente extraño, sin sentido y bizarro? ¿Sin sentido? ¿Por qué tomarse tantas
molestias para confundir a los proyectores y buscadores sinceros e inteligentes? Los
seres superiores podrían fácilmente dar a los proyectores mensajes claros y
experiencias comprensibles. Y, por ejemplo, crear fácilmente una pizarra y escribir un

372
mensaje simple en ella, o mostrar imágenes y símbolos simples. Seguramente elegirían
un mensaje de alguna importancia para el proyector, en lugar de algo que desafíe por
completo la interpretación.
Creo que el viento astral no es una acción deliberada de una inteligencia
superior, sino un fenómeno natural con una causa natural.
Pero, ¿cuál es el propósito del viento astral y cómo funciona? ¿Y cómo se
aplica esto a todos nosotros aquí en la Tierra y en el universo físico?
En primer lugar, la gran mayoría de las personas no tienen EFC conscientes, y
los proyectores más frecuentes (un muy pequeño grupo minoritario, de hecho)
permanecen poco tiempo en la zona de tiempo real antes de trasladarse a los planos
astrales. Los proyectores suelen perder la pista de sus experiencias de viento astral y
recuerdan muy poco al respecto.
Este tipo de evento se ha intentado explicar como algún tipo de proyección de
alto nivel forzada o espontánea, o una proyección desde dentro de otra proyección, que
nos desplaza a un nivel dimensional más alto.
Una experiencia de viento astral en tiempo real es mucho más realista y
reconocible que su contraparte del plano astral, porque los recuerdos de las
experiencias inmersas en el viento astral por encima de la zona de tiempo real parecen
verse muy afectados por el nivel básico de comprensión. La interpretación a cargo del
cerebro físico, de este tipo de experiencias de nivel superior, aparentemente no permite
que se formen recuerdos siquiera reconocibles, después de que un doble proyectado se
reintegra con su par físico.
Los proyectores más frecuentes tienen la suerte de lograr dos o tres
proyecciones decorosas o satisfactorias por mes. Estas son siempre de corta duración,
especialmente las sucedidas en tiempo real. La división de la mente, la
comprensibilidad a nivel básico, su transcripción y los problemas de pérdida de la
memoria oculta, hacen que la gran mayoría de las experiencias de proyección queden
olvidadas. Todo esto sugiere que las personas no están destinadas a operar
conscientemente en la zona de tiempo real cuando llega el viento astral. Los
proyectores están destinados a fluctuar a la deriva en tiempo real, profundamente
dormidos, como en una proyección durante el sueño normal. La mayoría de las
personas en el mundo, están profundamente dormidas cada vez que el viento astral las
golpea y las reúne, por lo que no es sorprendente que estas experiencias solo se
informen con muy poca frecuencia.
Es bastante obvio, a partir de esta línea de razonamiento, que el viento astral
no puede explicarse como un contacto deliberado de alto nivel con un espíritu, la
proyección espontánea de alto nivel o la súper consciencia. Debe haber una causa y
efecto natural en dicho proceso, e incluso un propósito inherente, detrás de todo este
fenómeno del viento astral. ¿No le hace pensar todo esto, aunque sea un poco, sobre el
origen y el propósito del viento astral? Los fragmentos tentadores de eventos pasados y
futuros, que se muestran en los extremos de las experiencias del viento astral, indican
con fuerza la incidencia de o en los registros akáshicos. Si es así, ¿dónde entran los
registros akáshicos en la ecuación? Para el caso, ¿cuáles son los registros akáshicos?
¿Cómo funcionan y por qué están allí? ¿Cuál es su propósito y función natural? Y, ¿qué
tiene que ver el viento astral con ellos? Bueno... He pasado muchos años meditando
sobre estas mismas preguntas.

De Aquí a Akasha
373
Para recapitular rápidamente: los registros akáshicos, creo, no existen en
ningún lugar o tiempo en particular, ni en parte alguna de ningún nivel o ámbito
dimensional. Son generados por la consciencia, en un medio subyacente, inter
dimensional y energético, que fluye a través de todos los niveles de nuestro infinito
universo multidimensional. Llamo a este medio subyacente simplemente Akasha.
Akasha está en todas partes y en todo momento, un aspecto del éter que absorbe sutiles
reflejos energéticos irradiados en él, por todos los niveles de consciencia a través del
acto de vivir y existir.
Un aspecto de Akasha, los registros akáshicos, puede considerarse como un
registro energético completo de eventos pasados y probabilidades futuras. Los eventos
pasados existen como persistentes reflexiones energéticas. Los registros futuros son
generados por estas energías persistentes. El futuro existe, así como energías
probabilísticas abstractas, generadas por eventos, acciones y pensamientos pasados y
presentes. Cuanto más poderosa sea la probabilidad de un evento futuro, más fuertes
serán las energías asociadas a él. Algunas hipótesis, como los grandes desastres
naturales, son tan fuertes que prácticamente no se pueden modificar con ninguna acción
de transformación precipitada por el ser humano. Estos eventos permiten llamarse
apropiadamente: “energías ineludibles del destino”.
Los pensamientos y las acciones pasadas y presentes, causan reacciones en el
medio energético de Akasha, ondas energéticas que afectan las energías probabilísticas
futuras que se generan dentro de Akasha. Se puede decir acertadamente, creo, que cada
acción registrada en el medio energético de Akasha causa una reacción igual y opuesta
en ella. Este mecanismo energético de acción-causa-reacción tiene una fuerte influencia
modificatoria sobre las energías probabilísticas, un efecto comúnmente llamado
karma. El karma genera una reacción energética futura igual y opuesta para unir y
equilibrar cada acción. El karma no es recompensa ni castigo, sino que es el proceso a
largo plazo de equilibrio energético, mediante el cual las unidades individuales de
consciencia (espíritus), logran progresivamente el equilibrio, a través de múltiples
encarnaciones dentro de la dimensión física.

Ley Kármica: Cada acción genera una reacción energética igual y opuesta
dentro de Akasha.
Ley Universal: Los iguales se atraen y repelen los opuestos, pero sólo en su
versión modificada por la ley kármica.

Las energías de probabilidad kármicas influyentes están, creo, compuestas


para cada unidad individual de consciencia (cada espíritu individual), en algo que
comparo con un grupo akáshico influyente. Esto es así como un área privada de
almacenamiento energético, que contiene atributos positivos y negativos. Las energías
kármicas influyentes positivas tienen un efecto positivo, y las energías kármicas
influyentes negativas tienen un efecto negativo en la vida de la persona/espíritu en
cuestión. La ley kármica establece el equilibrio de estas energías positivas y negativas.
El concepto de grupo akáshico se puede simplificar aún más como un tipo de
marcador energético, que representa las acciones positivas y negativas de la
consciencia. Estos se equilibran con los puntajes de todos los demás jugadores en el
juego de la vida. Las influencias de la vida condicional se establecen y se aplican a

374
todos los jugadores, de acuerdo con las reglas de equilibrio que rigen el marcador
kármico universal.
Las energías probabilísticas no existen solo como parte de un conjunto
peculiar de registros que muestran eventos pasados y futuros (que es como
normalmente se consideran los registros akáshicos). Estas energías también tienen un
efecto increíblemente fuerte en el presente y el futuro. Son la esencia energética
modificadora del ahora y el futuro. Las energías probabilísticas generan todas las
condiciones energéticas presentes y futuras (influencias de la vida) de acuerdo con la
ley kármica. Este proceso alucinante implica una serie de atracciones y repulsiones
delicadamente ordenadas e increíblemente complejas e interconectadas, y que abarcan
las series cronológicas de todos los tiempos, al igual que las energías se atraen y los
opuestos se repelen, pero solo como lo establece y aplica la ley kármica.
El karma es el factor de modificación subyacente de la ley universal, el que
elabora las reglas y el que anota el marcador en uno. El karma y la ley universal
funcionan mano a mano, como aspectos del mismo mecanismo influyente que afecta la
vida. Esto me lleva a creer que son energéticamente indivisibles, con la ley universal
como el brazo influyente del karma. Esta es la razón por la cual existen energías
probabilísticas, en mi opinión, y por qué nos afectan a todos tan profundamente.
Akasha es un medio interdimensional fluídico, un océano infinito que abarca
el tiempo repleto de las energías abstractas generadas por la consciencia. Contiene
reflexiones energéticas pasivas y las energías influyentes no tan pasivas, generadas por
el karma. Akasha existe y fluye en todas partes y en todo momento. Como un
verdadero océano, está saturado de mareas y corrientes complejas, tiene profundidades
y bajíos, cardúmenes y arrecifes, e islas y continentes. Por encima de todo, está
absolutamente lleno de vida en todas sus maravillosas variedades.
La Fuente de toda consciencia, se encuentra en el centro del universo. De esto
viene el instrumento vivo del karma y el mecanismo de trabajo real de la ley universal,
el pulso akáshico. Cuando los vientos astrales soplan a través de Akasha, absorben y
registran, calculan y modifican, y finalmente aplican karma, a través de la ley
universal, a todos los seres vivos en el universo. Akasha es el éter, el medio
interdimensional interconectado, la onda portadora universal, que permite el ajuste
regular de todas las influencias de la vida, hasta los detalles más mínimos incluso de las
formas de vida más humildes. Este mecanismo absorbente, de cálculo y de ajuste es
iniciado por La Fuente de toda consciencia, desde dentro del Gran Centro, a medida
que se extiende a través del universo multidimensional, generando el increíble
fenómeno del viento astral.

El Pulso Akáshico
Pero Akasha no es solo un extraño medio energético y una onda portadora,
parte de la cual contiene una peculiar colección de registros que abarcan el ámbito de
los tiempos. Es una fuerza viva, respirable y dinámica que afecta a todos, las
veinticuatro horas del día. Es el latido del corazón de la consciencia universal. Akasha
es responsable de todas las condiciones de vida e influencias que rodean la existencia
de todos. Nos afecta profundamente y es parte de nosotros, tanto como nosotros somos
parte de ella.

375
El Gran Centro está en la parte superior de la estructura dimensional, el más
alto de todos los niveles dimensionales. Tiene dentro de sí el soporte de la consciencia
universal, La Fuente, esa gran chispa de vida original que pensó, imaginó, creó y
abarcó todo el universo con las energías originales de luz y vida.
El aspecto de La Fuente, responsable de la articulación del pulso akáshico y de
la aplicación del karma y de la ley universal, se puede comparar con un procesador de
computadora infinitamente poderoso e inteligente. Por favor, perdónenme por la
descripción excesivamente mecánica. Intento simplificar y explicar lo inexplicable en
un nivel básico de consciencia colectiva para su comprensión.
El fenómeno del viento astral ocurre cuando La Fuente se extiende y exhala un
sutil reflejo de las esencias de la vida a todas las unidades individuales de consciencia
en el universo. Cada doble proyectado, durmiente o consciente, incluye en su interior
un registro energético completo de todos los pensamientos y acciones pasados y
presentes. También contiene dentro, un conjunto de energías condicionales e
influyentes que La Fuente recoge, examina, modifica y actualiza periódicamente,
durante el fenómeno del viento astral. Llamo a estas energías “semillas de
consciencia”. Las semillas de consciencia afectan profundamente las vidas de todos y
cada uno de los espíritus encarnados en el universo. Son responsables de la suerte, tanto
buena como mala, en todos los aspectos de la vida.
Estas semillas de consciencia se atraen para verificar, procesar y actualizar,
durante lo que llamo un “episodio de pulso akáshico”. La Fuente revisa y procesa cada
conjunto actual de pensamientos, acciones y eventos contenidos dentro de cada espíritu
individual. Estos se pesan y se calculan, sumándose a todas las acciones y
pensamientos pasados, a través de las encarnaciones, incluidos sus efectos en los demás
espíritus. Estas energías se equilibran y modifican, individualmente y en grupos, de
acuerdo con la ley kármica. Las semillas de la consciencia se actualizan regularmente
por ley kármica y universal, de acuerdo con la ecuación divina del equilibrio, la
armonía y el crecimiento espiritual.
La Fuente luego EXHALA las esencias modificadas de todos los dobles
proyectados, como una onda energética interdimensional masiva que llamo “el pulso
akáshico”. Esta onda contiene dentro de ella todas las esencias de vida recién
modificadas de las unidades de consciencia individuales en el universo. Estas esencias
ahora están llenas de semillas de consciencia influyentes actualizadas, gotas energéticas
de consciencia que regulan y rectifican la vida. Todo esto se respira de nuevo a través
del espectro dimensional y vuelve al universo físico, y a la dimensión de las
experiencias intensas, arduas y complicadas. Si a usted lo atrapa el viento astral durante
una proyección en tiempo real, vuelva a su consciencia plena, a medida que comienza a
caer a través de las nubes, hacia la Tierra.
A medida que cada doble proyectado se reintegra con su cuerpo físico, estas
semillas de consciencia son llevadas a su cuerpo etérico, donde toman raíz. Algunas
semillas comienzan su influencia energética de inmediato, mientras que otras
permanecen dormidas, listas para emerger cada vez que sus energías se desencadenan
por eventos de la vida real. Cuando se activa una semilla codificada, las energías que
libera comienzan a modificar el conjunto de atracciones y repulsiones contenidas
dentro de cada persona. Esto afecta profundamente la forma en que esa persona
interactúa con el medio ambiente y con las demás, porque afecta la forma en que las
atracciones y las repulsiones de la ley universal trabajan a nivel básico.

376
Y, por cierto, puede explicar el déjà vu, (en francés ‘ya visto antes’, es un tipo
de paramnesia del reconocimiento [en contraposición a las paramnesias del recuerdo]
de alguna experiencia que sentimos como si hubiera sido vivida previamente). Una
poderosa semilla desencadenada en una persona, causa el déjà vu, una fuerte sensación
de concienciación, de haber visto, experimentado o hecho algo antes. Considero que el
déjà vu es causado por la secuencia de activación codificada de una semilla de
consciencia, que explota ascendentemente a través de la mente subconsciente. Parece
como si un recuerdo importante hubiera emergido repentinamente en la mente
consciente, una evocación de algo sucedido a través de una experiencia pasada. Muchas
personas se dan cuenta de esto al comienzo del evento desencadenante y, por lo tanto, a
menudo saben exactamente qué va a suceder a continuación. Este tipo de experiencia es
muy notable y puede tener un gran efecto en la vida de las personas. Es muy parecido a
conocer el futuro antes de que suceda, presenciando una pequeña parte de ese futuro a
medida que se desarrolla. Podríamos llamar a esto: clarividencia, clariaudiencia,
premonición, precognición, fenómeno paranormal o parapsicológico, etc.

Las Pequeñas Elecciones de la Vida


La vida está llena de pequeñas opciones. Concebimos una serie de elecciones
aparentemente insignificantes todos los días de nuestras vidas: lo que comemos y
bebemos, qué autobús o tren tomamos, qué leemos, etc., etc. Las pequeñas decisiones
que adoptamos, y las que nos construyen otras personas, afectan profundamente
nuestras vidas y las vidas de otros. Disponemos de libertad de elección; nuestras vidas
no se trazan como un guion para ser escoltado ciegamente. Tenemos el poder de
cambiar el futuro, eligiendo nuestros caminos, a medida que los aprovechamos,
tomando pequeñas decisiones. Y las pequeñas opciones pueden ser tan importantes,
como las grandes elecciones. Nunca sabemos cuándo una pequeña elección, o una
casualidad resultante, va a tener un gran efecto en nuestras vidas y las de los que nos
rodean.
Nuestras elecciones están influenciadas por cuatro factores principales: razón,
tensión circunstancial, emoción e intuición. Pero no necesariamente en ese orden. La
intuición proporciona el elemento más aleatorio de selección, a menudo haciéndonos
elegir hacer lo que nos da la gana. Muchas veces, cuando seguimos nuestros sentidos,
no hay otro componente involucrado. Este factor aleatorio es el elemento más afectado
por las energías influyentes. Estas moldean nuestras vidas y las de los demás,
trabajando a través de nosotros y de todos los que nos rodean, y creando efectos
influyentes recíprocos a largo plazo.

Akasha Elemental
El pulso akáshico es una onda portadora de energía masiva e influyente.
Interviene en nuestros pensamientos y sentimientos y adapta las influencias de la vida y
las energías condicionales que nos afectan a todos y cada uno de nosotros, tanto a nivel
personal como grupal. Es un vasto derramamiento de la ley universal, el latido del
corazón de la consciencia universal. INHALA y hace que el viento astral sople por todo
el universo. EXHALA, haciendo que el pulso akáshico fluya a través de todo tiempo y

377
espacio, impregnando holísticamente las realidades dimensionales. La infinita
complejidad y alcance de La Fuente lo ve todo. Observa, asimila, calcula, equilibra e
intercede en todo, hasta los detalles más mínimos de las vidas más puras y más
ordinarias.

Fig. 34. El viento astral y el fenómeno del


pulso akáshico

La Fuente, que se muestra como una estrella en la parte superior de la


pirámide de la figura superior, se encuentra dentro del Gran Centro, que está en la parte
superior del espectro dimensional. Este es el centro original de la consciencia universal,
el más alto nivel de consciencia. En la parte inferior está la dimensión física, nuestra
realidad, la dimensión de la experiencia dura, donde todas nuestras vidas existen y se
desarrollan en el nivel básico de la consciencia y la comprensibilidad. Entre estos dos
extremos de consciencia están las capas dimensionales ascendentes y descendentes.
Los episodios del pulso akáshico ocurren, hasta donde alcanzo a determinar,
dos o tres veces cada período de veinticuatro horas. Sin embargo, puedo estar
completamente equivocado aquí y lamento no poder ser más específico sobre el
tiempo. (Para ser más precisos, sería necesario proyectarnos en tiempo real durante
muchos períodos consecutivos de veinticuatro horas. Nadie puede pasar esa cantidad de
tiempo fuera de su cuerpo y conservar un recuerdo claro de ello). En ciertos momentos
del año, el fenómeno del viento astral parece ser mucho más fuerte de lo normal. No
tengo una respuesta firme sobre por qué esto es así, pero sospecho que las influencias
astrológicas pueden jugar un papel importante en esta cuestión.

Propósito Natural de la Proyección


Durante el sueño normal, el cuerpo etérico se expande, genera y refina el
doble proyectable, que, como se dijo, contiene una reflexión completa de la consciencia
y todos los recuerdos, tanto conscientes como subconscientes. En otras palabras, el
doble proyectado contiene una copia perfecta de su yo físico en forma energética sutil,
a un pequeño paso de la dimensión física.
También se puede pensar que el doble proyectado contiene todos los cuerpos
sutiles superiores. A medida que él, durmiendo o no, es INHALADO por La Fuente,
sus cuerpos sutiles más densos son eliminados progresivamente, como las capas de una

378
cebolla, a medida que asciende por el espectro dimensional hacia el Gran Centro. Esta
es la razón por la cual el doble proyectado existe por separado del cuerpo físico durante
el sueño. Espera, dormido o despierto, fuera de su cuerpo físico, para el próximo pulso
akáshico.
Cuando llega el viento astral, el doble proyectado se acerca irresistiblemente
hacia el Gran Centro, volviéndose más y más refinado a medida que avanza. Las capas
más gruesas de su cuerpo energético, se desprenden progresivamente, a medida que se
mueve en forma ascendente, hasta que solo queda su esencia pura: la expresión
energética más alta posible de sí mismo. Este es el más alto y más puro de todos los
cuerpos energéticos que se asimila directamente en La Fuente. Un momento intemporal
más tarde es EXHALADO, ahora completamente actualizado, y el pulso akáshico lo
lleva de vuelta descendentemente, a través del espectro dimensional. Recupera sus
cuerpos sutiles más burdos en el camino, a medida que es devuelto al universo físico,
para finalmente reintegrarse con su cuerpo físico en espera.
Esto sucede naturalmente durante el sueño. Por lo tanto, la mente consciente
normalmente no experimenta ni recuerda la asimilación de las semillas influyentes de
la consciencia, a menos que le ocurra a un proyector en tiempo real totalmente
despierto. Los proyectores en tiempo real experimentarán todo el fenómeno del viento
astral, y también pueden experimentar las imágenes metafóricas abstractas asociadas
con las secuencias de activación codificadas de semillas de consciencia actualizadas.
Esto puede suceder cuando estas semillas se transfieren a su doble despierto en tiempo
real, antes de que se descarguen en el cuerpo físico/etérico. Este evento puede hacer
que el proyector despierto en tiempo real experimente de primera mano, una poderosa
visión de sus ojos fuera del cuerpo. Debido a la naturaleza fluídica del ambiente fuera
del cuerpo, esto generalmente se vive como un evento y no como una visión. Creo que
este proceso causa algunos sueños proféticos.
Todo apunta a que las EFC conscientes sean actos de consciencia antinatural;
posiblemente incluso una escapatoria en los mecanismos de servicio de la vida. Pero
creo que esta es una respuesta demasiado simple cuando se considera el potencial a
largo plazo de las EFC. Las EFC son demasiado poderosas y significativas para ser
accidentales. Por lo tanto, parece lógico sugerir que las EFC conscientes pueden ser
una parte importante del proceso evolutivo espiritual. A medida que la humanidad
evoluciona, creo que el factor que llamamos EFC se convertirá en una parte más
profunda y significativa de la vida, tanto a nivel individual como de crecimiento de
especies. Las EFC permiten una fuerte experiencia de conexión con La Fuente, El
Todo, El Súper Yo, con el creador de todo, como diminutas chispas que descansan en
lo profundo de nuestros corazones.

Una Experiencia con el Viento Astral


La siguiente es un ensayo con el viento astral que tuve hace varios años,
durante una proyección en tiempo real, muy intensa. Estaba completamente despierto
en ambos cuerpos físico/etérico y en tiempo real, lo que me dio una perspectiva única
del fenómeno del viento astral. Con el tiempo y en retrospectiva, los resultados de las
influencias sembradas involucradas aquí, y sus secuencias desencadenantes
codificadas, se pudieron examinar, estudiar y comprender mejor.

379
Era una calurosa noche de verano y me encontraba meditando hasta tarde en la
noche. En pleno trance, estaba retomando energía y trabajando en mis centros
primarios superiores. Mi cuerpo comenzó a sentir un hormigueo y pronto percibí las
consabidas vibraciones, que, ya sabemos, es un efecto secundario ocasional en este tipo
de trabajo energético. Decidí proyectarme. Volé libre por la habitación, flotando varios
metros en frente de mi cuerpo físico, y me dirigí hacia la parte posterior de la casa, con
la intención de salir por la pared trasera. Una fuerza como la violencia de un viento
poderoso (todo lo que faltaba eran los golpes y aullidos de un viento real) me
empujaron hacia atrás. Mi otro aspecto, el yo físico sentado en la silla, observaba con
gran interés lo que le sucedía a nuestro doble en tiempo real. Ninguno de nosotros tenía
idea de lo que estaba sucediendo o por qué. Decidimos indagar y ver qué había
sucedido, sabiendo que no podríamos hacer nada al respecto, de todos modos.
Algo me arrastró a través de la pared y hacia el cielo en un ángulo de
aproximadamente cuarenta y cinco grados, hacia atrás y enfrentando mi casa. No podía
darme la vuelta y enfrentar lo que me estaba movilizando. Ya había experimentado esto
varias veces y sabía que estaba bajo un poderoso fenómeno, pero no entendía
exactamente qué era. No tenía miedo, ya que esto nunca me había lastimado, pero
estaba fascinado y preocupado a la vez. Observé que mi casa se volvía cada vez más
pequeña a medida que la fuerza me arrastraba por el cuello hasta atravesar el cielo
nocturno, hacia lo desconocido.
Pareció oscurecerse momentáneamente, después de ser empujado a través de
una fina capa de nubes. Recuerdo que estas nubes pasaban volando a mi lado como si
estuviera batiéndome en paracaídas al revés. Me volví a percatar de que caía de nuevo a
la tierra poco tiempo después. Estaba mirando hacia adelante ahora, pero con el mismo
ángulo y velocidad que cuando me había ido. El viento astral me abandonó en el medio
de la carretera frente a mi casa, al final de un callejón sin salida, bordeado de árboles,
en los suburbios. Frente a mí había una gran nevera de aspecto sólido, parada en medio
de la carretera, con una enorme pared de ladrillos rojos a unos seis metros detrás de
ella. No pude ver la parte superior de la pared. (En la vida real no hay pared o
refrigerador allí por supuesto).
Me moví hacia la nevera. Su puerta estaba parcialmente abierta y su luz estaba
encendida. De alguna manera sabía que estaba descompuesta, y la vi llena de juguetes
viejos y basura. Al momento siguiente mi esposa apareció a mi lado. Ella miró la
nevera y luego me observó fríamente. Y dijo firmemente, "Adiós", luego se volvió y se
alejó furiosa, distanciándose de nuestro hogar. Justo antes de doblar la esquina, se
detuvo y se giró, para mirarme. Su rostro se suavizó un poco, y con una pequeña y
triste sonrisa continuó su camino, y trepó por una pequeña valla, desapareciendo de mi
vista.
Me quedé allí, aturdido, mirando la escena desolada que me rodeaba. Tenía la
certera idea de que las imágenes significaban que mi esposa y yo estábamos destinados
a dividirnos y separarnos definitivamente, en algún momento en un futuro no muy
lejano. Esto me dejó estupefacto, ya que estábamos felizmente casados en ese
momento, criando nuestros cuatro pequeños hijos.

Esta experiencia visionaria terminó allí, y de repente me encontré de regreso


en mi cuerpo físico. Me levanté y anoté en mi diario todo lo que había sucedido.
Alrededor de media hora pasó desde que me alejé de mi cuerpo. Esta prueba, ahora lo
sé, fue un episodio de pulso akáshico. Había sido testigo de la operatividad del pulso

380
akáshico de primera mano, durante una proyección extremadamente vigorosa en
tiempo real.
Cualquier experiencia, visión o sueño relacionado con la proyección, puede
contener elementos residuales de episodios del pulso akáshico. En la misma línea, las
visiones de los ojos mentales también pueden activarse en un individuo clarividente,
cuando se sintoniza con las semillas de la consciencia contenidas en el cuerpo
energético del sujeto. Así es como, básicamente, considero que las lecturas
clarividentes o psíquicas personales, funcionan. Este tipo de visión mental revela
visualmente lo que originan estas semillas influyentes, como me sucedió en la
experiencia anterior. El equivalente visual de lo que estos desencadenantes representan,
puede generarse como signos y símbolos simples (un refrigerador) o como imágenes
metafóricas vivientes, mezcladas con eventos aparentemente reales.
Los acontecimientos de la vida real, que se observan en visiones y sueños, a
menudo se parecen a una simple pantomima o parodia. También se los ve a menudo
como una serie de jugadas de un acto (una serie de segmentos de visión) con toques
modificatorios abstractos que muestran influencias kármicas y probabilidades futuras.
Son, por naturaleza, extremadamente complejos, debido a la sofisticada y enredada
comprensibilidad a los niveles de interpretación de la memoria básica.
Es posible aprender cuantiosamente sobre las influencias, los eventos y las
condiciones venideras y los factores cambiantes mediante el análisis de las experiencias
visionarias. Las opciones posibles y sus resultados probables, positivos y negativos, a
menudo se muestran claramente. Desafortunadamente, el contenido profético de las
visiones y los sueños proféticos a menudo son demasiado simples y claros a los fines
de una fácil interpretación en su valor nominal. ¿Dije simple? Esto se describe más
acertadamente como una combinación sofisticada de representaciones abstractas
demasiado simplistas y eventos de la vida real que pueden parecer poco claros en ese
momento. Sin embargo, en retrospectiva, el verdadero significado de una visión puede
ser absurdamente elemental. Esta es parte de la razón por la cual es necesario un
protocolo establecido para una interpretación precisa, y así evitar el (quizás) absurdo
abstracto y metafórico.
Lo que sigue es una versión de EFC específica, de un protocolo universal de
interpretación visionaria que he estado desarrollando durante un tiempo. La naturaleza
y la interpretación de las imágenes metafóricas son una de mis pasiones, al igual que
sus aplicaciones universales a las percepciones adquiridas a través de sueños y
visiones. Este protocolo se puede aplicar y usar para descifrar cualquier tipo de visión o
experiencia visionaria, o sueño, ya sea ensayado dentro o fuera del cuerpo.

Protocolo de Interpretación
Los sueños y experiencias visionarias a menudo tienen un contenido tan vago,
desordenado y aparentemente aleatorio, que su interpretación puede ser
extremadamente difícil, si no imposible. Esta es la razón por la cual la interpretación se
recupera mejor en tipos de experiencias más claras y activas, o partes de experiencias,
aunque nunca está de más analizar el segmento visionario más pequeño e
insignificante. Con un poco de práctica, pronto nos quedará claro qué experiencias o
partes de experiencias justifican una interpretación seria y cuáles deberán ser ignoradas.
A estos fines, un protocolo de interpretación o un procedimiento establecido, ayudará.

381
Adquiera un diario y anote todos los sueños significativos y experiencias fuera
del cuerpo. Este es un sabio consejo para cualquier persona que tenga necesidad
visionaria y progreso espiritual personal. Los sueños y las visiones nos muestran y nos
enseñan todo sobre nuestro pasado, presente y futuro. Nos guiarán a lo largo de los
caminos rocosos de la vida, si tan solo disponemos de los ojos para ver a través de la
exasperante simplicidad del todo.
Por lo general, solo en retrospectiva, ciertos elementos de la visión, se vuelven
significativos. Un registro de experiencias pasadas nos permite investigarlas y
compararlas con otras visiones y eventos de la vida real. El conocimiento y las nuevas
ideas adquiridas a partir de la comparación repetida de la simbología y los resultados de
la vida real, se pueden aplicar a las visiones y sueños presentes y futuros. La precisión
de este tipo de análisis profético, basada en una simbología de visión personal
identificable, funciona mejor a largo plazo.
Nuestra mente funciona de diferentes maneras cuando se trata de experiencias
de sueños y visiones. Todos tenemos nuestro propio conjunto de filtros mentales
incorporados, generados por asociaciones simbólicas peculiares únicas y determinantes.
Las asociaciones mentales aprendidas, y aquellas establecidas dentro de todos nosotros
por la consciencia colectiva, son utilizadas por el cerebro físico en el nivel
subconsciente, para interpretar las respuestas que acusan las visiones desde los niveles
dimensionales superiores y más allá del nivel básico de comprensión. Estas energías,
percibidas o recibidas en su forma pura durante sueños, visiones y EFC, deben
traducirse al formato de nivel básico (formato estándar de almacenamiento de
experiencias memorizadas y almacenadas en el cerebro físico) antes de que puedan
descargarse, para convertirse en recuerdos efectivos.
Incluyo los sueños aquí, aunque este libro no trata acerca de la interpretación
de ellos, ya que a menudo es imposible diferenciar entre las visiones adquiridas por
EFC y las visiones adquiridas en sueños. Muy a menudo, durante las EFC, solo se
recuerdan los extremos o los segmentos visionarios clarividentes y los episodios de
pulso akáshico, y todo lo demás se pierde en los confines de la memoria. Estos, a
menudo, parecen sueños vívidos normales.
Solo a través del proceso de registrar e interpretar las experiencias visuales, a
largo plazo, se pueden identificar las peculiaridades más importantes de las
asociaciones psicológicas personales. La recuperación y el análisis a largo plazo,
permiten la identificación del simbolismo y las imágenes generadas en las experiencias
visionarias, por parte de la mente subconsciente. Con el tiempo, aparecen patrones
repetitivos. Se detallan las formas, las estructuras y la simbología que conforman las
imágenes metafóricas de las visiones y los sueños de un individuo. Cuando se conocen
los elementos básicos de estos patrones, ese conocimiento se puede aplicar a la
interpretación de la visión particular. Una gran cantidad de valiosa información
personal puede ser obtenida a partir de visiones y sueños aparentemente sin sentido.
Como beneficio adicional, cuanto más se usa un protocolo establecido, más poderoso y
preciso se convierte en herramienta y guía profética.
Diseño del Diario
El diseño que se muestra a continuación, se puede elaborar según sea
necesario. Se debe usar al menos una página completa para cada experiencia, con
espacio en blanco al final para notas retrospectivas y llamados que se agregarán más
adelante. Si una visión es larga o compleja, es posible que se necesite más de una

382
página para descomponerla. Con el tiempo, un ojo más práctico permitirá que la mayor
parte de la interpretación se haga mentalmente, y que se necesite mucha menos
atención en un diseño formal. Se puede simplificar progresivamente, para reflejar una
mayor comprensión.
Ayuda si usa el mismo diseño cada vez. Las palabras claves pueden agregarse
primero, transcritas desde el bloc de notas que debe mantener junto a su cama en todo
momento. Se puede escribir la experiencia completa, utilizando las palabras claves
como guía, más adelante en el día cuando tenga tiempo.
Cabecera: En la parte superior de cada entrada del diario (use siempre una
nueva página para cada visión o sueño) ponga el número de página, la fecha completa y
la fase lunar en negrita. En la misma línea, escriba una frase breve para encapsular la
experiencia, por ejemplo, "Avistamiento de ballenas" o "Disneylandia" o
"Refrigerador". No tenga miedo de aliterar, ya que esto ayudará a bloquearlas en la
memoria. Estos encabezados facilitan la búsqueda de experiencias particulares en una
fecha futura. Agregar la fase lunar es opcional, pero considero que es una referencia
útil que, a lo largo del año, muestra los momentos en que ocurrieron visiones y sueños
significativos. Esto puede ser un buen indicador de cuánto es probable que ocurra lo
mismo en el próximo año, y cómo nos vemos afectados por las influencias astrológicas.
Palabras claves: Enumere las palabras claves de la experiencia en la primera
línea, debajo del encabezado, manteniendo la secuencia real de eventos. Separe los
segmentos visionarios con un guion, -como estos-, si hay más de uno involucrado.
La experiencia completa: Deje una línea en blanco, luego describa la
experiencia completa, usando las palabras claves como guía, y nuevamente los guiones,
para indicar claramente segmentos de visión separados.
(Deje una línea en blanco entre cada una de las secciones siguientes).
Configuración: Describa brevemente la configuración y el trasfondo de la
visión, enumerando cada cambio si la visión tiene múltiples segmentos.
Participantes: Haga una lista de todos los participantes en la visión, en orden
de importancia por su conexión con usted y su vida, así como por la significación de la
parte que desempeñan en la visión. Si hay muchas personas en el evento, enumere las
que son activas o intervienen en partes significativas en orden descendente, como
"Elenco de apoyo" y "Extras".
Secuencia de Eventos: Tenga en cuenta y marque la secuencia de eventos,
usando palabras claves como guía. Puede enumerarlas por separado para una visión
corta, pero para una más larga es probablemente más fácil insertarlas en la sección
"Experiencia completa", como # 1, # 2, # 3, adosando números, especialmente si está
interpretando una visión prolongada o compleja.
Símbolos: Las cosas que parecen extrañas o fuera de lugar, son usualmente
símbolos que tienen un significado más profundo de lo que es aparente en la superficie.
Los símbolos pueden ser cualquier cosa: objetos, animales, personas o incluso la ropa
con que están vestidas. A menudo, varios elementos parecerán extraños o fuera de
lugar; todos deberán ser tenidos en cuenta. Por ejemplo: un oficial de policía puede
simbolizar asuntos legales, mientras que un bombero puede simbolizar daño, peligro o
urgencia. Un automóvil, o cualquier otra forma de transporte, generalmente indicará el
camino de su vida. Un tipo particular de vehículo, por ejemplo, una ambulancia, una
camioneta, un camión o un coche fúnebre, puede agregar un significado importante e
indicar eventos futuros. Una ambulancia, por ejemplo, puede indicar una enfermedad

383
futura. Interprete cada símbolo, una vez identificado, de la manera más básica posible,
y, rara vez se equivocará.
Acciones simbólicas: Cualquier acción que se destaque o tenga un significado,
o que se realice de tal forma que llame la atención, es una acción simbólica. Incluso
acciones pequeñas y aparentemente insignificantes, pueden ser extremadamente
importantes. Si alguien pasa un elemento, o puntos, o revela algo, o se mueve, o sonríe,
o frunce el ceño, o se ríe, o se aleja, etc., estas acciones simbólicas esconden un
significado más profundo. Piense en la parodia simple aquí.
Por lo general, una acción simbólica importante se destacará y atraerá su
atención durante una visión o sueño. Tenga en cuenta que el recuerdo que tiene de una
visión es solo una parte muy pequeña de la información total que contiene. Cualquier
sentimiento o intuición, con respecto a alguna parte de una visión, puede considerarse
un indicador importante que, si se tiene en cuenta adecuadamente, puede desenterrar
más información y más significados.
Además, sea consciente que, en muchos casos, se encontrará en el centro de la
acción. A menudo intentará hacer algo o llegar a algún lado. El resto de la visión, a
menudo se acumulará alrededor de esta acción central. Esto, si está presente, revela el
tema central o el impulso de la experiencia, y generalmente indica con qué se asocia el
resto de la simbología, o bien puede aplicarse durante la interpretación.
Los modificadores simbólicos: Estos agregan significado a símbolos y
acciones simbólicas. Si, por ejemplo, alguien le pasa un objeto y este está dañado o
sucio, la condición de ese objeto se debe considerar como elemento modificador,
alterando su significado. Al viajar en un vehículo, el tipo y condición de ese vehículo
es un factor importante de modificación. Si se encuentra viajando a pie, la condición de
la carretera y el paisaje circundante serán los elementos modificadores a tener en
cuenta.
Señalización: Estos son los elementos más importantes a buscar.
Constantemente estarán allí, aunque puede que no siempre sean tan claros, como el
símbolo del refrigerador dado anteriormente. Los indicadores simbolizan las fechas de
los próximos eventos, algo que los marcará o activará. Es posible que no estén
relacionados de ninguna manera con los eventos reales. Un indicador suele ser algo
fuera de lugar, que no se puede esquivar o sortear; por lo general, solo habrá un
símbolo que se ajuste a la premonición, si es necesario. Por ejemplo, puede ver una
batería de automóvil en el medio de una sala de estar durante una visión o experiencia
de sueño. Esto indicaría que cuando la batería de un automóvil se vuelve significativa,
los otros eventos representados en la visión estarán activos o estarán a punto de
activarse. Puede ser algo pequeño, como un regalo de Navidad o una tarjeta de
cumpleaños. Podría ser cualquier cosa.
Conexiones: Observe cualquier cosa que conecte a los participantes, objetos y
eventos visionarios con su vida real.
Preguntas: ¿Qué es en sí mismo? ¿Qué hace? ¿Cómo simbolizo una conexión
con mi vida? ¿Cuál es su forma más simple y significado más básico? Haga estas
preguntas sobre cada parte, símbolo y acción, luego aplique el sentido común, la lógica,
la intuición y, especialmente, el conocimiento de la vida personal. Esto proporcionará
información valiosa sobre los significados ocultos. Tenga cuidado de dar a cada parte,
el significado más simple y básico posible. Las ilusiones y las conclusiones apresuradas
arruinarán cualquier interpretación, como ignorar lo obvio. Si no se puede encontrar un
significado claro, simplemente deje un gran signo de interrogación. Su concepto a

384
menudo se aclarará solo en retrospectiva. No complique demasiado el proceso de
interpretación, o erosionará el significado y el valor de cualquier experiencia visual.
Entonces, la regla más importante: mantenga esta línea de preguntas
simplistas. No pase por alto lo obvio, ni tampoco las situaciones modificatorias más
sutiles.
Comentarios y conjeturas: Después de aplicar estas preguntas a cada parte de
su visión, haga una lista o escriba su interpretación de la visión aquí. Aplique el
conocimiento actual, tomado de visiones y sueños del pasado, más los sentimientos, la
intuición y la razón. Si ya ha comenzado un índice simbólico, aplíquelo con
interpretación lógica. Si todavía está perdido en cuanto al significado de una visión o
experiencia de sueño, aplique una conjetura rápida y firme, basada únicamente en la
intuición. Tenga cuidado con las ilusiones y trate de no sacar conclusiones precipitadas;
estos son asesinos silenciosos de la interpretación precisa.
Retrospección o Recapitulador: Esta parte debe dejarse en blanco hasta que se
analicen y desarrollen las piezas visionarias en la vida real. Una vez que esto sucede, la
visión debe ser revisada cuidadosamente, para repetir el simbolismo y los patrones que
puedan usarse, para interpretar otras visiones.
Ordenación de Datos: Tome nota de los temas recurrentes, los símbolos, los
patrones y sus significados aparentes, de acuerdo con la visión del pasado y las
experiencias con los sueños. Una vez identificados, transfiéralos a un índice en la parte
posterior de su diario y utilícelos para mejorar el protocolo de interpretación. El índice
se vuelve especialmente dominante, una vez que estos elementos están vinculados con
eventos de la vida real. Haga una lista numerada de las páginas donde los símbolos se
repitan, para que sea más fácil rastrear e identificar elementos particulares.

Ejemplo de Interpretación - La Nevera


Encabezamiento:
"Nevera Estropeada" (fecha) (Luna Llena) (número de página)

Palabras Claves:
EFC, viento - en el camino, nevera rota, pared de ladrillos, esposa
enojada, adiós.

La experiencia Completa:
[Ya explayada anteriormente.]

Ajuste:
# 1. EFC comenzó dentro de mi casa. # 2. En el camino fuera de mi
casa.

Participantes o Integrantes:
Mi mujer; yo mismo.

Secuencia de Eventos:

385
Me proyecté; me sorprendió un viento misterioso; aterricé en la calle;
vi el refrigerador averiado y la pared; apareció mi esposa, miró el refrigerador, se
despidió y se marchó; mi esposa se detuvo y me saludó antes de continuar alejándose
de mi vista.

Símbolos:
Camino fuera de mi casa [¿por qué estaba allí... afuera en la calle?];
pared grande de ladrillos [una barrera o terminación, o un fechador?]; refrigerador
[símbolo impar, ¿tal vez una fecha?]

Acciones Simbólicas:
Mi esposa dijo adiós; mi esposa se alejó de mí; mi esposa se detuvo y
me saludó.

Los Modificadores Simbólicos:


La luz del refrigerador estaba encendida [¿se muestra el trabajo de la
luz?]; el refrigerador parecía estar estropeado y estaba lleno de juguetes viejos y
basura; la pared de ladrillos era enorme y parecía infranqueable; mi esposa estaba
enojada y fríamente me dijo adiós; mi esposa se alejó de mí y se fue de nuestra casa [lo
que indicaba que se había separado precipitadamente]; mi esposa me saludó tristemente
de nuevo [¿indicando remordimiento tardío?].

Señalización:
¿Refrigerador? ¿Pared de ladrillo?
Conexiones:
Yo estuve ahí; mi esposa estaba allí [conectados por matrimonio]; Yo
estaba en el camino fuera de mi casa [vincular estos eventos con la vida familiar].

Comentarios y Conjeturas:
Aunque no podía ver cómo o por qué, supuse que esta visión predijo
que mi matrimonio terminaría en un futuro próximo; más probable es que el indicador
de la fecha sea un refrigerador averiado.

Comprensión Retrospectiva:

Todos los eventos representados en esta experiencia se hicieron


realidad. Un año después de que tuve la prueba del refrigerador, mi vecino de al lado
construyó una gran pared de ladrillos (dos metros y medio de alto) alrededor de su casa.
Unos meses después de eso, mi familia y yo nos mudamos a otra ciudad a quinientos
kilómetros al sur. El día que nos marchamos a la nueva casa, nuestro refrigerador se
descompuso. Tomamos prestado uno de un pariente, mientras que el nuestro estaba en
reparación. El frigorífico facilitado tampoco funcionaba, aparte de la luz de la puerta,
que sí prendía. Después de reparar el nuestro, al refrigerador prestado lo colocamos en
nuestro porche durante casi dos años, esperando ser recogido. Cada vez que lo miraba,
mientras los niños lo llenaban lentamente con juguetes viejos y basura, recordé la
experiencia del refrigerador. Tenía la sensación de que, cuando finalmente lo llevaran,
podría significar el final de mi matrimonio.

386
A pesar de todo este saber previo, todavía no podía ver que esto sucediera.
Nuestro matrimonio tenía su parte de altibajos habituales, pero aparentaba estable y
todo parecía perfectamente normal. Un día, un pariente vino y recogió el refrigerador
roto. Una fuerte sensación de déjà vu se apoderó de mí y me pregunté nuevamente si
esto significaba el final de mi matrimonio, pero todavía no podía ver que algo andaba
mal. Y exactamente una semana después de que se recolectó el refrigerador viejo, mi
matrimonio terminó repentinamente, sin ninguna razón que pudiera haber previsto.
Terminé en la calle, literalmente, tal como la visión representada en su forma
metafórica simplista. Parece que el camino en el que estaba parado, fuera de mi casa en
la visión, también aportaba un símbolo con un significado oculto.
Observando hacia atrás, ayudado por la retrospectiva, el significado de cada
elemento y acción se volvió claro como el cristal. La pared de ladrillos que vi era alta e
infranqueable, lo que indicaba un final definitivo. Si hubiera habido alguna manera de
cambiar los eventos futuros representados, un camino a través, alrededor o sobre la
pared, se habría representado en la visión; por ejemplo, una escalera apoyada contra
ella o un agujero en la pared. Por pura coincidencia (o no), un muro de ladrillos grande
fue construido por mi vecino justo antes de que nos fuéramos de la ciudad, ¿o fue solo
una casualidad? Tal vez este fue otro fenómeno fechador, o un disparador astutamente
disfrazado, liberando semillas influyentes que germinarían y principiarían su efecto en
y alrededor de nuestras vidas, en ese particular momento.
Es de destacar que los juguetes viejos y la basura en el refrigerador jugaron un
papel importante en el resultado de esta experiencia. No puedo dar detalles de esto
aquí; es muy personal, pero sí decir que este símbolo fue extremadamente preciso.
Si bien la erudición de este evento futuro no dio lugar a ningún cambio en su
resultado inevitable, hizo que fuese mucho más fácil de tolerar cuando sucedió, sobre
todo los pasajes difíciles. Estaba mental y psicológicamente preparado para eso. Por lo
tanto, recuperé mi vida muy rápidamente después de este suceso perturbador. Y, aquí
estoy escribiendo este libro unos años más tarde, cosa que nunca hubiera podido hacer
si estos acontecimientos no ocurriesen como lo hicieron. Y eso definitivamente es algo
para pensar...

Naturaleza Abstracta del Simbolismo


Me gustaría hacer una advertencia general aquí, sobre la naturaleza abstracta
de los símbolos y las imágenes metafóricas que se encuentran comúnmente en
cualquier visión. El malentendido de la naturaleza de las imágenes metafóricas, más las
ilusiones y las conclusiones precipitadas, no solo pueden generar mucha confusión,
sino que también pueden dañar nuestra vida.
Si, por ejemplo, los proyectores ven (en sueños) morir a un ser querido,
pueden negarlo emocionalmente y usar deliberadamente su capacidad creativa para
cambiar el resultado de la visión. Esto suele suceder porque simplemente no pueden
enfrentar la alternativa, sea lo que sea que realmente signifique. La emoción puede
arruinar la importancia de cualquier experiencia visionaria. Se pueden perder todas las
advertencias útiles o elementos modificadores que muestren formas de cambiar o
modificar un resultado. Por ejemplo, la visión completa en su forma inalterada puede
haber contenido información potencial para salvar una vida en cuestión, si realmente

387
estaba en peligro. El enfoque del observador desapasionado e impasible, es realmente
la única forma de manejar cualquier tipo de experiencia visionaria.
La estructuración, la secuencia, los copartícipes, los símbolos, las acciones, los
modificadores y las conexiones en cualquier tipo de experiencia visionaria o sueño
premonitorio, son todos aspectos significativos de la misma. Y el estado emocional del
espectador y cómo la experiencia lo afecta, es otro factor muy importante a tener en
cuenta durante el análisis. Solo la experiencia, la lógica, la intuición y un camión lleno
de sentido común, pueden enseñar a cualquiera cómo interpretar con claridad una
experiencia visionaria profética de la vida real. Hasta que se obtenga esta experiencia,
es mejor tratar cualquier tipo de visión, especialmente aquellas que representen temas
de alto interés como las relaciones, el dinero o la muerte, con extrema precaución.

388
31. EFC y Fluctuaciones de la Realidad
No encuentro explicaciones simples para las causas subyacentes de las
fluctuaciones de la realidad que plagan y envuelven a los proyectores en tiempo real
poco después de su salida del cuerpo. Ojalá las hubiera; haría mi trabajo mucho más
fácil. En la mayoría de los casos, especialmente en los nuevos proyectores, la realidad
comienza a fluctuar solo un par de minutos después de la salida. Las fluctuaciones de la
realidad son más notables durante las proyecciones en tiempo real, especialmente
dentro de las casas de los proyectores, ya que los detalles de estos ámbitos son bien
conocidos.
Varios factores posibles tienen el potencial de causar o contribuir con las
fluctuaciones de la realidad. La mente superficial, si no está estrictamente controlada,
proporcionará una corriente continua de diálogo aleatorio y pensamientos concisos.
Parte de esto surge del subconsciente en respuesta a asociaciones desencadenadas por
pensamientos, el entorno y los eventos y accionar del medio ambiente. Una fracción
aquí del problema es debido a la actividad conjetural, o lo que comúnmente se llama:
“la superposición de pensamientos”. La superposición afecta a los psíquicos,
clarividentes y videntes remotos por igual: los pensamientos conjeturados interfieren
con la percepción y el análisis objetivo. En el caso de las EFC en tiempo real, la
superposición tiene un efecto mucho más creativo que en la vida física. Es más visual
y, por lo tanto, a menudo activará los poderes creativos de la mente subconsciente.
Por ejemplo, si un objeto, forma o sombra se ve vagamente durante una
proyección, la mente superficial a menudo adivinará qué es, incluso si el proyector no
está pensando en ello. Esto puede estimular a la mente subconsciente a alterar el objeto
o crear una forma que se adapte a todo lo que se está intuyendo. Si un proyector tiene
temor subconscientemente al ambiente que lo rodea fuera del cuerpo, sombras vagas
pueden transformarse fácilmente en imágenes temerosas.
Durante cualquier tipo de proyección, la mente subconsciente es dominante y
posee la mayor parte del poder creativo. Una vez activada, puede crear objetos y
escenarios complejos al instante, sin el tiempo y el esfuerzo necesarios para crear algo
similar, utilizando los poderes creativos, de por sí más débiles de la mente consciente.
La mente subconsciente espera en el trasfondo, lista para saltar y crear algo en un abrir
y cerrar de ojos. Así mismo generalmente no habrá un propósito inteligente en lo que
ella creará.
La mente en sueños, cuando se vuelve activa, puede acceder a fuertes vínculos
telepáticos, energéticos y empáticos entre el cuerpo/mente físico/etérico y su doble
proyectado, a través del cordón de plata. Por lo tanto, es capaz de causar fluctuaciones
de la realidad, como alucinaciones en tiempo real generadas por los sueños, en torno al
doble proyectado. Los efectos de interferencia de la mente del que sueña, son más
notables dentro de los noventa metros más o menos del doble proyectado, y disminuyen
con la distancia.
El tiempo que le toma a un proyector ingresar al estado de sueño es
extremadamente variable. El comienzo de las fluctuaciones de la realidad durante una
EFC en tiempo real, puede aprovecharse para indicar cuándo la mente del que sueña se
está activando. Este es un muy buen momento (recomendado para principiantes) para
finalizar una proyección, y para intentar un ingreso consciente mientras el cuerpo

389
físico/etérico se está despertando grácilmente, antes de que caiga en un nivel más
profundo de sueño. Sin embargo, a medida que los proyectores adquieren experiencia y
conozcan sus fortalezas, debilidades y limitaciones, las fluctuaciones de la realidad se
irán desgastando e incluso superando hasta cierto punto. El tiempo de espera durante
una EFC se puede extenderse gradualmente, con un reingreso exitoso siempre posible.
Con cualquier intento de proyección, el deseo y el esfuerzo para inducir la
proyección a menudo se trasladarán al estado de sueño. La mente en sueño de un
proyector, a menudo creerá que todavía está involucrada en un intento de proyección
mientras está activa, especialmente si se durmió justo en el medio de una. Cuando
sienta que los síntomas parecidos a una proyección provienen de su cuerpo físico /
etérico (vibraciones, latidos cardíacos rápidos, etc.), creerá que está teniendo una EFC
desde el interior de su cuerpo físico. Luego experimentará una versión de sueño falsa
pero muy realista, de una proyección de salida consciente.
Las EFC imaginarias de las mentes de los que estén soñando, les parecerán
extremadamente realistas. El aspecto en tiempo real de esta EFC durante el sueño, se
basará en los recuerdos reales del proyector, en el área circundante. Esto tiene el
potencial de superponer la verdadera EFC en tiempo real (que ya está en progreso) con
una versión soñada falsa de exactamente lo mismo. El proyector del sueño ficticio
siempre tendrá un punto de vista diferente del verdadero proyector en tiempo real. El
falso proyector puede creer que está en otra parte de la casa, o puede estar simplemente
mirando en otra dirección de donde realmente esté ubicado. Esto puede superponerse al
entorno auténtico en tiempo real con un escenario retorcido, retrógrado o fluctuante que
no tendrá ningún sentido para el verdadero proyector.
Otras mentes, despiertas o dormidas, también son capaces de contribuir a las
fluctuaciones de la realidad. Esto puede considerarse como un ruido mental estático o
de fondo. La distancia afecta la intensidad de este tipo de interferencias. La razón de
esto está directamente relacionada con la forma en que el doble proyectado es menos
afectado por su propio cuerpo físico/etérico a medida que toma mayor distancia de él.
Los proyectores que operan en áreas escasamente pobladas, notarán mucho
menos ruido de fondo (o ruido ambiental). Las áreas muy pobladas ven aumentado
drásticamente el ruido de fondo. Por esta misma razón, las actividades metafísicas
serias y los rituales mágicos nunca se llevan a cabo en áreas densamente pobladas.
El centro de la frente o el tercer ojo de un proyector también es capaz de
recibir visiones durante una EFC. Los centros de energía primaria potencian su
actividad durante las EFC, en relación con el estado de vigilia normal, debido al
aumento de la actividad energética dentro del cuerpo físico/etérico. Un centro de entre
cejas activo durante una proyección, puede actuar como un receptor de visión no
sintonizado. (Esto varía según el nivel de capacidad de clarividencia de los individuos
y, por lo tanto, es menos frecuente). Puede causar visiones extrañas e imágenes
inexplicables, aparentemente no relacionadas con el proyector durante una EFC en
tiempo real.
La actividad del centro de la frente, también puede causar visiones complejas,
que se experimentan durante las EFC. Si el centro de la frente de un proyector, recibe
una fuerte visión durante el curso de una EFC, el doble proyectado puede encontrarse
experimentando esa visión de primera mano, desde el interior de la visión. En efecto,
una visión vigorosa puede causar un cambio dimensional, que transporte al doble
proyectado a un reino astral. Una experiencia visionaria como esta, generalmente
pondrá fin a los aspectos en tiempo real de una EFC.

390
Una vez que las fluctuaciones de la realidad comienzan, durante una EFC en
tiempo real, puede ser difícil dar sentido a lo que está sucediendo. No lo recomiendo, ni
siquiera que lo intente. Las tentativas de hacerlo provocarán más complicaciones y
generarán fluctuaciones de la realidad aún más descabelladas. Por lo general, para los
proyectores, es mejor aceptar lo que esté sucediendo, mantener su mente lo más clara
posible y continuar con su EFC lo mejor que pueda. Si las fluctuaciones de la realidad
se vuelven pronunciadas o se potencian, a menudo ayuda el alejarse del área afectada y
esperar que las cosas se conviertan en más estables en otros lugares. Si esto falla, los
proyectores avezados que se encuentran en tiempo real, intentarán reingresar a sus
cuerpos físicos mientras puedan, o arriesgarse a perder por completo el recuerdo de esa
experiencia.
Si bien el desarrollo energético puede potenciar los aspectos objetivos de una
EFC en tiempo real, la mayoría de los proyectores en esta área esperarán un “paquete
mixto” de percepciones poco después de la salida. La norma es una mezcla extraña y
fluídica de percepciones objetivas y subjetivas, con fluctuaciones de la realidad que
aumentarán constantemente, a medida que la proyección continúa. Esto deja a la
mayoría de los proyectores confundidos por hallar algún tipo de explicación lógica, lo
que es poco probable que se encuentre. Aunque molestas, las fluctuaciones de la
realidad no son elementos nocivos o negativos en las EFC. Por lo general, son un poco
incongruentes y ridículas, eso es todo.

Cómo Evitar las Fluctuaciones de la Realidad


 Concéntrese en lo que está haciendo en todo momento y no deje que su
mente divague. Mantener el control durante una proyección lo fortalecerá y
hará que los recuerdos espejo sean más fuertes.
 Siga moviéndose en todo momento para no permanecer en un área por
mucho tiempo.
 Aléjese de su cuerpo físico inmediatamente después de la salida y
manténgase a una distancia mínima de seis metros en todo momento, cuanto
más lejos, mejor.
 Concéntrese en la visión frontal y gírese lenta y deliberadamente.
 Mantenga un pensamiento continuo y fijo durante la proyección. Hable en
voz alta consigo mismo todo el tiempo, describiendo lo que está viendo y
haciendo. Si su voz no funciona, dígalo en su mente.
 No se concentre en ningún objeto o escena por mucho tiempo. Obsérvelas
solo brevemente al pasar, describiéndolas en voz alta, luego avance.
 Mire sus manos fugazmente, pero con frecuencia, y siempre que la realidad
fluctúe, pero no por el tiempo suficiente como para causar que se derritan o
difuminen. Cada vez que haga esto, una pequeña onda de choque se envía,
por el cordón de plata, hacia el cuerpo físico/etérico. Esto le proporciona un
pequeño impacto que ralentiza su entrada en el estado de sueño,
fortaleciendo así al doble proyectado.
 Termine la EFC cuando las fluctuaciones de la realidad se vuelvan
pronunciadas, mientras que usted todavía pueda hacerlo.

391
Confundir Efectos Astrales
Siempre recuerde que no dispone de un cuerpo real durante una EFC. Es solo
un punto infinitamente pequeño de consciencia, una chispa creada por las energías
puras de su consciencia. No tiene un tamaño o forma real. Está totalmente libre de las
limitaciones de su cuerpo físico y de todas las leyes del universo físico.
En muchos sentidos, el cuerpo físico y su doble proyectado se pueden
comparar con una batería de automóvil y la energía almacenada en ella, o con un
condensador eléctrico y su carga almacenada. Si de alguna manera pudiera separar uno
de estos dispositivos físicos de su energía almacenada, liberando pero conteniendo su
energía en una sola unidad cohesiva, ¿qué tamaño tendría la unidad de energía? ¿Qué
pesaría esa unidad? ¿Cómo se vería la unidad de energía?
No hay respuestas reales a estas preguntas, ya que la energía tiene un tamaño
de cero, una masa de cero y un peso de cero. Pero el producto de estas preguntas estaría
presente de alguna forma y tendría un potencial de energía que podría calcularse.
Debería, hipotéticamente, existir como energía pura, una vez liberada de las
restricciones de la materia.
Le pregunté a un amigo mío, un físico matemático, si estos interrogantes
podrían establecerse o probarse matemáticamente, y su comparación con el doble
proyectado. Recibí una respuesta del tamaño de un capítulo. Como conclusión, puedo
afirmar que las matemáticas y físicas de nivel científico están muy por encima del
profano, pero el resultado final fue que el doble proyectado se comparó con un pozo
sinfín e inexplicable.
Por todo eso, el doble proyectado es de hecho una especie de cuerpo, aunque
energético. Un proyector puede percibir este cuerpo, pero solo cuando partes de él se
observan a sí mismo deliberadamente. Las fracciones sutiles del cuerpo parecen ser
creadas por la mente subconsciente. La mente de un proyector no parece ser capaz de
aceptar la inexistencia total de su cuerpo, por lo que crea una imagen espejo temporal
de las partes que premeditadamente son buscadas.

Partes del Cuerpo Fusionadas


Si usted intenta observar de cerca las partes de su propio doble proyectado
durante una EFC, especialmente sus manos, descubrirá que comienzan a derretirse y
desvanecerse rápidamente, en dos o tres segundos. Puede echar un vistazo a cualquier
parte de su cuerpo y luego mirar hacia otro lado para luego retornar su mirada y
observar que parece bastante sólido y estable, pero al estudiarlo de cerca y más
detenidamente, verá que se difumina paulatinamente. Por ejemplo, si observa sus pies y
luego levanta uno de ellos para una inspección más cercana, comenzará a desvanecerse
igual que las manos.
Las manos, al ser las partes del cuerpo proyectadas con mayor frecuencia
durante una EFC, se ven pálidas y sobrenaturales. A veces incluso parecen
macabramente alargadas y espectrales (ver figura Nº 1, Capítulo Nº 2). No entre en
pánico si observa este efecto, ya que es bastante normal. Por lo general, solo se ven
durante las EFC de baja intensidad. En todos los casos, después de unos pocos
momentos de observación, los dedos comenzarán a fundirse rápidamente en muñones
pálidos. El resto de la mano y el antebrazo continuarán desvaneciéndose si la

392
observación continúa. Si mira hacia otro lado y luego de vuelta a sus manos, el proceso
de fusión comenzará de nuevo desde el principio.
Cualquier otro objeto físico real observado de cerca durante una EFC no se
disolverá. Las cosas cambiarán; se transformarán, desaparecerán, se revertirán y
mutarán en otras cosas, pero no se desvanecerán como lo hacen las partes del cuerpo.
Esto apunta al acto de la autoobservación, como la causa del fenómeno de la fusión de
partes del cuerpo. Creo que este fenómeno es causado por un conflicto dentro de la
mente subconsciente. La mente subconsciente proporciona partes sutiles temporales del
cuerpo, aparentemente como una acción refleja desencadenada por el acto de la
autoobservación. Sabe que su cuerpo físico real existe en otro lugar, y sabe que debería
tener un cuerpo como el de él durante una EFC. Entonces, cuando el doble proyectado
busca su cuerpo, la mente subconsciente es engañada para crear partes temporales del
mismo.
Sin embargo, estas partes del cuerpo no se mantendrán, porque la mente
subconsciente no puede aceptar que él exista en dos lugares diferentes al mismo
tiempo. Los conflictos internos subconscientes y energéticos hacen que las partes del
cuerpo se desvanezcan rápidamente. Si mi razonamiento es correcto aquí, esta pugna
contribuye en gran medida a explicar por qué el fenómeno de las manos “derretidas”
puede tener tal efecto en los proyectores.
Una breve mirada a las manos durante una EFC, por ejemplo, causa una
pequeña onda de choque entre el doble proyectado y su contraparte física, que ayuda a
estabilizar la proyección. Una observación más prolongada y profunda, a menudo
traslada un proyector de tiempo real directamente a un reino astral. Este último efecto
es especialmente vigoroso durante una proyección astral y puede ser utilizado por los
proyectores para desplazarse entre los planos astrales, aunque al azar.
Este cambio dimensional quizás se deba a que la mente subconsciente se
desorienta momentáneamente, debido a los conflictos que surgen del acto de una
estrecha autoobservación. Este último efecto es variable, sin embargo, y parece afectar
a algunos proyectores más que a otros. Esta variabilidad es probablemente causada por
varios factores; la experiencia, la excitabilidad, el miedo, la exasperación y la inquietud
afectan la fuerza de la “onda de choque” que genera la autoobservación. Cuanto más
profunda sea la onda, más fuerte será su efecto sobre el doble proyectado.
El fenómeno de la fusión de las partes del cuerpo es más notable en tiempo
real que en los planos astrales o superiores, aunque también ocurre de la misma
manera. Y, como es uno de los escasos factores constantes asociados a las EFC y el
doble proyectado, es digno de un estudio adicional más profundo. Entonces…,
ampliando:

Problemas con la Reversión de la Visión


La inversión de la visión es una contrariedad y un obstáculo ocasional típico
en la zona de tiempo real. En mi opinión, este problema surge porque el cuerpo físico
tiene una perspectiva de visión frontal natural de aproximadamente 220 grados,
pudiendo ver la mitad frontal de su entorno visible, pero no puede ver detrás de sí
mismo al mismo tiempo. Sin embargo, el doble proyectado es solo un punto de
consciencia con el potencial de tener visión en tiempo real en todas las direcciones al
mismo tiempo. Yo llamo a este fenómeno: visión esférica, a falta de un mejor término.

393
El doble proyectado no contiene órganos de los sentidos que funcionen, ni
siquiera copias energéticas de ellos. Por lo tanto, no está sujeto a las limitaciones de la
visión impuestas en su contraparte física. Puede ver en todas las direcciones a la vez si
logra superar su perspectiva de visión frontal natural arraigada. Este aumento en el
potencial de visión, causará problemas ocasionalmente cuando ocurra accidentalmente.

Fig. 35 Problema de reversión de la visión.

Un punto de vista de 360 grados no es fácilmente aceptable por la mente


consciente o subconsciente. De manera similar, este problema de visión en tiempo real
también puede interferir con el sentido arraigado del doble proyectado de lo que se
encuentra a la izquierda y a la derecha, lo que puede agravar aún más el problema de la
visión esférica.
La visión esférica puede causar varios efectos muy peculiares en tiempo real y
algunas fluctuaciones de la realidad bastante retorcidas. Por ejemplo, los proyectores
frecuentes en tiempo real, a menudo encuentran que su mundo se invierte de repente
durante una proyección, como si se tratara de algún tipo de dimensión espejo o reino
astral invertido. Holísticamente se ve igual, con las mismas cualidades objetivas que las
normales, pero todo está invertido o al revés y/o fuera de lugar.
Durante algunas EFC, los sentidos visuales de los proyectores se verán como
desorientados y momentáneamente experimentarán un cambio de perspectiva, en la que
se han invertido la izquierda y la derecha. Esto puede suceder si de repente cambia de
dirección sin darse cuenta del efecto o sentido de dirección. Su punto de vista se altera
repentinamente, sin que realmente se mueva o gire, como debería hacerlo en su cuerpo
físico. Esta acción ha invertido su punto de vista natural frontal, izquierda y derecha,
posterior y frontal, arriba y abajo. Lo que entonces desorienta y engaña a los “escuetos”
poderes creativos de la mente subconsciente, a los fines de rearmar y reubicar
instantáneamente el entorno, para que se adapte a cómo se siente que debería ser. Una
fracción de segundo de desorientación inadvertida y el entorno de la EFC se vuelve
loco.

394
El diagrama de arriba ilustra la inversión del punto de visión sin necesidad de
girar, y el extraño efecto que esto puede causar. Lo natural es tener el sentido de lo que
está al frente y a nuestra espalda, arriba y abajo, izquierda y derecha. Estas lecturas
están tan arraigadas en nosotros que suelen tener un fuerte efecto en la percepción en
tiempo real, que es una percepción mental directa. Tenga en cuenta que, en este
diagrama, el sentido natural de la dirección no cambia, cuando el punto de visión del
proyector rota de repente al revés sin que la persona realmente gire.
Por favor, ténganme paciencia cuando trato de explayarme al respecto, ya que
explicar un fenómeno tan “antinatural” (si es que podemos llamarla así), como la
inversión de la visión, es un verdadero dolor de cabeza. El proyector @ en tiempo real
está en el centro del diagrama que mira hacia (A) con la puerta claramente percibida en
su lado derecho natural. Tiene una visión frontal normal, con una perspectiva natural de
izquierda y derecha, como en la vida física. El proyector sabe, al igual que su mente
subconsciente, que si gira y mira hacia (B), la puerta y el televisor estarán en su lado
izquierdo, y la silla en su lado derecho, como se muestra arriba.
Ahora, si usted, como proyector, está mirando hacia (A) y de repente se da la
vuelta sin moverse, y sin darse cuenta de esta falta de movimiento, su punto de visión
se invertirá repentinamente, sin que usted realmente gire. El punto de visión (A) se
convertirá de repente en el punto de visión (B) pero sin que usted gire, como lo haría en
la vida física. Su sentido de izquierda y derecha se han invertido de repente.
Cuando su punto de visión cambia repentinamente de (A) a (B), sin que
realmente gire y experimente una rotación, de tal manera que su mente puede aceptar y
ajustar, la puerta permanecerá a la vista y causará un gran problema, al igual que la silla
y la TV, cuando de repente aparezcan ante nuestra vista. Usted estaba al tanto de la
puerta en su lado derecho con el punto de visión (A), pero no pierde de vista esa puerta
cuando de repente se da la vuelta y cambia su punto de visión a (B).
Su mente subconsciente no puede aceptar esta inversión repentina del punto de
visión. Incluso la mente consciente tendría problemas para aceptar esto. La puerta que
se ve en el lado derecho, mirando hacia (A) al comienzo de la inversión de adentro
hacia afuera, tendría que desaparecer y reaparecer nuevamente en el lado derecho,
después de que gire y mire hacia (A). Pero, esto colocaría la puerta en el otro lado de la
habitación, lo cual es claramente imposible. La TV y la silla también tendrían que
invertir sus posiciones para mantener su perspectiva natural de izquierda y derecha en
orden, lo cual también es claramente una proposición imposible para la mente
subconsciente.
El nuevo punto de visión con la perspectiva de izquierda y derecha sin
alteraciones, obtenido por el cambio repentino en el punto de visión sin girar, se vuelve
claramente imposible para la mente subconsciente. Por lo tanto, toma la salida más
fácil y cambia la perspectiva, para que se adapte a lo que puede manipular con mayor
comodidad. Ahora, tenga en cuenta que lo que la mente subconsciente y la mente
consciente pueden aceptar son dos ollas de pescado completamente diferentes. Este
cambio aparentemente imposible en el nuevo punto de visión, hizo que la mente
subconsciente corrija creativamente la vista invertida o alterando y cambiando partes
de ella, para adaptarla a lo que siente que es más aceptable.
La mente subconsciente realiza alteraciones instantáneas, a medida que
cambia su punto de visión. O bien hace desaparecer la puerta real para hacerla resurgir
al otro lado de la habitación, y luego cambiar el televisor y la silla para adaptarlos a
esta nueva perspectiva, o más bien simplemente crea otra puerta, otro televisor y otra

395
silla para ambos lados de la habitación. Ahora puede encontrar que tiene una habitación
con dos puertas, una a cada lado, con un televisor y una silla en ambos sectores, para
que coincidan. O bien, de repente puede descubrir que ya no tiene una silla o un
televisor…; pero no debe quejarse, porque ahora tiene dos puertas para compensar!!!.
La causa básica del problema de reversión de la visión en las EFC en tiempo
real, se puede simular acostándose de espaldas, con la cabeza colgando sobre el borde
de la cama. Despeje su mente sobre lo que está haciendo y no trate de resolverlo de
antemano. Abra los ojos (en la vida física) boca abajo y rápidamente intente levantar la
cabeza hacia la izquierda, hacia la derecha, hacia arriba y hacia abajo. Puede hacer lo
mismo mirando detrás suyo con un espejo. Al hacer esto, usted encontrará que causa
una desorientación leve en su sentido innato de izquierda y derecha. Descubrirá que
debe calcular deliberadamente cuál es la izquierda y la derecha desde su posición
revertida (o invertida). Esta ligera desorientación es todo lo que se necesita para activar
la mente subconsciente y crear algo con lo que se sienta más cómoda.
Durante una proyección en tiempo real, la mente subconsciente utilizará sus
herramientas para generar algo para ayudarse con lo que se sienta en su perspectiva
natural de izquierda y derecha, en el momento de la inversión. Y lo hace de acuerdo
con la evidencia visible que tiene antes y después de que ocurra el cambio de punto de
visión, lo que generará una visión anómala del tiempo real; una vez que esto suceda, es
demasiado tarde para corregirlo. La mente subconsciente no aceptará un cambio
consciente de izquierda y derecha, y cualquier cosa que haya creado permanecerá
presente mientras dure la EFC.
Si comprende el efecto de la visión esférica y se encuentra con que se invierte
durante una proyección, descubrirá que no es realmente un problema. Simplemente
tenga en cuenta lo que sucedió y continúe experimentando objetivamente en el tiempo
real, en lugar de pensar que está perdiendo el tiempo en una extraña dimensión
espejada. Esto significa que, si tiene planes de hacer algo en tiempo real, aún puede.
Solo tiene que adaptarse de la mejor manera posible.
Mi más sano consejo es que, si esto ocurre dentro de una casa, salga por la
parte más consabida que pueda encontrar. Luego, aléjese mientras dure la proyección, o
vuelva a ingresar desde otra dirección o lugar. Si pasa por una anomalía, a través de
una puerta creada, digamos, generalmente se encontrará en un reino astral.
Para entender este fenómeno cabalmente, no queda otro recurso que sufrirlo
en carne propia mediante la experimentación. Es todo lo que puedo decir al respecto.

Anomalías del Tiempo Real


Comparar el poder creativo de la mente subconsciente con el de la mente
consciente, es como relacionar un banco de supercomputadoras con la calculadora de
un niño. Durante cualquier EFC consciente, esta diferencia en la capacidad creativa y
cognitiva, puede causar una gran confusión. Esta gran diferencia en el poder creativo,
combinada con problemas de visión y reversión de perspectiva, es la causa subyacente
de muchas anomalías durante las EFC.
Tome todo esto que sigue en conjunto, y tendrá una receta para la confusión total:

 Fuertes poderes creativos de la mente subconsciente


 Débiles poderes creativos de la mente consciente

396
 Sensibilidad de las percepciones del doble proyectado
 Sensibilidad del entorno fuera del cuerpo a la energía creativa
 Visión esférica, con inversiones de perspectiva izquierda y derecha

Por ejemplo: salga de su cuerpo y explore su casa en tiempo real. Todo


parecerá normal, pero a medida que avanza, de repente notará una puerta en el lugar
equivocado. Al darse cuenta de esta anomalía, avance hacia la cocina, pero encontrará
que está incompleta o en el lado equivocado de la casa, o ambas cosas. Mientras se
mueve por la casa, de alguna manera accidental, ha invertido su punto de vista
inherente y confundido su sentido natural de izquierda y derecha. Su mente
subconsciente, por lo tanto, ha reorganizado el diseño de la casa para adaptarse a lo que
se sienta es más acostumbrado y connatural.
Esto lo confundirá sin fin. Los muebles, cuadros, ventanas, puertas, etc.,
parecerán ser normales, pero nada estará donde debería estar, y algunas partes
parecerán faltar por completo. Avanzando, encontrará otra puerta donde no debería
haberla. Esta puerta parecerá real, aunque estará en el lugar equivocado. Una vez
creada, puede cambiar su apariencia, pero rara vez se descreerá. Las puertas sólidas no
tienen el hábito de desaparecer, incluso durante una EFC, por lo que estará atrapado en
ese portento paisajístico por el momento.
Cuando se dirija a donde debería estar la puerta real, a veces encontrará la
puerta allí, a veces no. Puede terminar con dos o más puertas donde solo debería haber
una. Si atraviesa la puerta real, la que todavía está en el lugar correcto, normalmente
encontrará el resto de la casa detrás de ella, tal como debería ser. Pero, si atraviesa una
puerta falsa, ingresará a una anomalía creada. Esto siempre lo llevará a un reino astral.
La mente subconsciente sabe que una puerta falsa es una anomalía. No aceptará esto
como una apertura a un sector normal de la casa que no puede estar allí.
Las irregularidades como estas, son fluctuaciones de la realidad causadas
simplemente por movernos en la zona de tiempo real. Las puertas anómalas pueden
usarse como entradas bastante confiables en los reinos astrales. Ingrese a una y
continúe abriendo otras puertas a medida que las encuentre. Estas otras puertas
singulares aunque no reales (sin intención de abrir un debate sobre lo que es real y lo
que no lo es) anómalas se abrirán en otros reinos astrales. Si se concentra y tiene en
cuenta el tipo de reino astral al que desea ingresar al abrir estas puertas, la mayoría de
las veces encontrará lo que está buscando.

397
32. Proyecciones de Nivel Superior
Las dimensiones más altas son similares en estructura a cualquier dimensión
astral, pero existen a niveles o vibraciones mucho más altas de consciencia. Como toda
dimensión astral, cada una es un área dimensional completamente separada, aunque se
puede decir que ocupan el mismo espacio. Entre cada nivel hay un área intermedia, o
zona de amortiguamiento, similar a las teñidas de color, que dividen los planos
principales de la dimensión astral, pero más anchas y más difíciles de atravesar.
Cada nivel principal de consciencia se corresponde con una dimensión
particular, y cada uno de nosotros tiene un cuerpo sutil para ubicarlo. Los niveles
superiores se vuelven progresivamente más abstractos y de naturaleza compleja, al
igual que los niveles de consciencia asociados a ellos. Todos reflejamos, en mayor o
menor medida, una faceta energética de nosotros mismos en el conjunto de las
dimensiones superiores y niveles de consciencia, en todo momento, al igual que un
aspecto del cuerpo astral se refleja constantemente en la dimensión astral (véase el
capítulo Nº 2). La fuerza de estas reflexiones y su efecto sobre las realidades internas y
externas, depende en gran medida del desarrollo energético, el intelecto, la
espiritualidad y el potencial natural del individuo.

Técnicas de Alto Nivel


Para proyectarse a un nivel más alto, los aspirantes a proyectores primero
deben elevar su valor energético, para lograr armonizar en él. Esto se realiza mejor
antes de la salida, pero también se puede hacer durante una proyección, y es posible
que suceda espontáneamente. La forma más efectiva de alcanzar niveles más altos
-salvo por habilidad natural- es a través de la práctica de la meditación consciente, el
desarrollo energético y otras prácticas espirituales relacionadas.
La generación de un doble proyectable de alto nivel se ve afectada por el valor
disponible de consciencia, por la configuración activa de los centros de energía
primaria, y por la calidad de las energías que se producen. Por lo tanto, el proceso de
generación del cuerpo superior está limitado por la capacidad del mecanismo de
proyección para generar las cualidades energéticas requeridas.
Proyectarse conscientemente en niveles más altos que el astral medio, por
ejemplo, más allá del quinto o sexto plano astral, requiere de un alto nivel de habilidad
y desarrollo o una gran capacidad natural, o ambas cosas. Por lo general, un proyector

398
necesita dominar tanto la sensibilización como la estimulación energética para lograrlo.
Sin embargo, hay maneras de aprovechar la capacidad natural latente.
Idealmente, un aspirante a proyector de alto nivel necesita alguna experiencia
al respecto. Sin embargo, es posible comenzar aquí y utilizar el siguiente
procedimiento, como una técnica de proyección autónoma. Si ha fallado en la
proyección utilizando otros métodos, pruebe con éste también. Puede adaptarse a usted
y funcionar mejor, incluso en un primer intento de proyección.
Nota: Todas las habilidades y técnicas requeridas aquí se dan en otros lugares
de este libro (ver partes Nº 2, 3 y 4).

1. Estimule los pies y las manos, según el nuevo sistema, luego utilice un
circuito de cuerpo completo durante diez minutos o más.
2. Use una técnica de relajación física profunda, luego compenétrese con el
estado de trance completo.
3. Estimule todos los centros de energía primaria.
4. Aplique ejercicios adicionales de estimulación del centro de la frente y la
coronilla.
5. Potencie y profundice la energía a través de todo el cuerpo, incluidos los
brazos, y hacia arriba a través de todos los centros primarios, en una sola
acción suave hacia el centro de la corona, con la INHALACIÓN. Mantenga la
consciencia en el centro de la corona y sienta que la energía fluye hacia allí a
través de la INHALACIÓN y a través de toda la siguiente exhalación. Regrese
la consciencia a los pies y repita desde el inicio con la siguiente
INHALACIÓN. Este ejercicio está diseñado para absorber y acumular energía
en los centros de las entre cejas y la corona.
6. Continúe con el ejercicio anterior durante al menos diez minutos, o hasta
que comience a ver un color que se diluye, o se tiñe su visión detrás de sus
párpados cerrados. El púrpura es el mejor color al respecto, pero cualquier
color primario brillante será una buena señal. Si no ve nada, de todos modos,
continúe con la siguiente parte de este ejercicio.
7. Usando la consciencia de su cuerpo, genere un sonido continuo
"Aummmm" en el centro de su corazón. Imagínelo y siéntalo cada vez más
fuerte en su corazón. Una vez que esto esté establecido, mueva lentamente
este sonido de consciencia hasta el centro de la garganta, y desde allí hasta el
centro de la frente, y finalmente extiéndalo al centro de la corona. Éste es un
tono bastante profundo, como si vibrara suavemente en la parte posterior de la
garganta de un hombre maduro. Sienta fluctuar el sonido y deje que se explaye
y ocupe toda la cabeza. Este sonido puede continuar por sí mismo, o incluso
propagarse a través del todo el cuerpo, o puede que no. Si logra mantener este
tono sin demasiado esfuerzo, trate de continuarlo durante el intento de
proyección. Si esta parte es demasiado difícil, intente mantener el sonido
"Aummmm" solo en el centro de la frente o la garganta, lo que le sea más
fácil. Haga lo mejor que pueda al respecto durante unos minutos, luego pase a
la siguiente parte de este ejercicio.
8. Detrás de sus párpados cerrados, busque un punto de luz distante, o un
pequeño patrón de luz que sea más brillante que cualquier otro que pueda ver.
Al hacerlo, puede aparecer un pequeño punto brillante, estrella o estructura
multicolor, o incluso un patrón geométrico. También puede manifestarse una

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escena distante, individual o multicolor, como si se viera a través del lado o
extremo equivocado de un telescopio. Cierre suavemente sus ojos y mantenga
este objetivo firmemente en sus ojos mentales.
9. Cambie su consciencia hacia y dentro del objetivo y siéntase moviéndose
hacia él. Percíbase a sí mismo como ya allí dentro. Imagine y sienta una fuerte
conexión de amor espiritual con el objetivo. Ame al objetivo y quiera estar allí
con todo su corazón y alma. Utilice la técnica de desplazamiento de puntos en
este interludio y siéntase usted mismo moviéndose directamente hacia el
objetivo. La cuerda u otras técnicas de proyección se pueden agregar o alternar
si son necesarias.
10. Si no se puede hacer que el método anterior funcione, sugiero que el
circuito secundario de cuerpo entero se aplique por media hora o más,
agregado al paso uno, y que el paso cinco también se continúe durante media
hora o más. Esto es a menudo necesario para proporcionar la calidad de
energías requeridas para una proyección de alto nivel. Si, en cualquier
momento durante el proceso anterior, el centro de la frente resplandece, y se
ve un fuerte destello de luz blanca plateada brillante en sus ojos mentales,
vaya directamente a los pasos ocho y nueve y complete la proyección.

Cuando tenga éxito en la proyección utilizando este método, puede


experimentar cualquiera de las variantes normales de sensaciones relacionadas con la
proyección, o puede que no sienta ninguna y se encuentre instantáneamente allí dentro
de su objetivo. Este método siempre causará una proyección de un mayor nivel, dentro
de las posibilidades energéticas del proyector. Por lo general, sufrirá un instante de
desorientación, una breve sensación de caída vertical y un destello de luz, cuando el
centro de su frente se ilumine, y de repente aparecerá donde sea que vaya.

Experiencias de Alto Nivel


Los nombres orientales comúnmente usados para describir niveles más altos
son (para la persona occidental promedio) bastante insignificantes. Las dimensiones
más altas tampoco tienen señales que digan "Bienvenido a los Planos Astrales - ¡Ta ...
Daaa!" o "Planos mentales - ¡Cuidado con su mente!" o "Planos Búdhicos - ¡Ámense
unos a otros!" Por lo tanto, he decidido usar mis propios nombres para algunos de los
niveles dimensionales superiores, nombres más comprensibles y menos abstractos, tal
como los he percibido durante algunas de mis experiencias más extraordinarias de
proyección y mística.
He ingresado a niveles altos espontáneamente, a través de proyecciones a
planos astrales y en tiempo real, pero normalmente utilizo el método de proyección de
alto nivel. Esto incluye el tiempo extra y el aumento de energía mencionados en el paso
diez.

Nivel de Arco Iris


Me proyecté dentro de un patrón multicolor distante, que se veía brillante en la
distancia, a través de la observación de bordes morados que impregnaron mi mente.

400
[Encuentro que debo ser elocuente aquí para transmitir la apariencia de este lugar
increíble].
Vuelo sobre un arcoíris flotante y emerjo a lo largo de un río iridiscente, hasta
que llego a una orilla de luz palpitante. Existen variedades alucinantes de colores
indescriptibles, la mayoría no se encuentran ni siquiera en los altos planos astrales. Los
pensamientos aparecen y desaparecen como sólidos patrones caleidoscópicos
cristalinos de luz y sonido vivos – brillantes imágenes auténticas que explotan como
fuegos artificiales dentro de mi mente.
Un breve paseo a través de campos luminosos bajo un cielo resplandeciente y
una lluvia incandescente de ideas, arroja deslumbrantes atisbos de la más elevada
operatividad abstracta de la consciencia. Un paseo por un bosque en constante
crecimiento, de estructuras cristalinas en un estado constante de flujo creativo, alimenta
mi hambrienta imaginación y me siento envanecer enormemente en tamaño. Mirando
hacia el cielo, caigo en una vorágine parpadeante de luz violeta brillante que cada vez
más abstracta se vuelve, descomponiéndose rápidamente en complejidades
absolutamente increíbles, formas, colores y sonidos en constante cambio.
La dulce música reboza el aire, y resuena y palpita a través de mi ser,
provocando delicadas notas en mis fibras del corazón, mientras mi espíritu se eleva.
Nunca se han escuchado sonidos tan maravillosos en oídos mortales ... con voces
angelicales que canturrean notas de canciones que mi mente no sabe, pero que mi alma
conoce bien. No tengo idea de dónde estoy o qué está pasando, pero es increíblemente
hermoso. Es casi dolorosamente intenso y vibrante, y me siento fortalecido y tengo el
poder abrumador de crear algo maravilloso. ¡Un poema cobra vida dentro de mi mente!
Con una última explosión púrpura que entumece mi adormecimiento cerebral, vuelvo a
caer en mi silla, con una mueca de asombro pasmado. Mi mente duele y corre con
energías inspiradoras residuales que solo momentos antes se habían inyectado a través
de todo mi ser.

Si usted ingresa a este nivel, no intente racionalizarlo ni entenderlo, porque


esto va más allá de la mera comprensión mortal. ¡Solo acepte lo que encuentre allí,
vaya con la corriente y disfrútelo! Verdaderamente se ve y se siente como si uno
estuviera caminando por un arco iris viviente, hasta convertirse en una espectacular
tierra de maravillas, donde sería fácil imaginar que los dioses seguramente habitarían.
Se refleja aquí un perplejo asombro. Uno debe liberar al niño dentro suyo y disfrutar de
esta circunscripción maravillosa de portentos, absorbiendo cada nube que pasa. Todo se
siente muy real y sólido aquí, el tiempo se percibe más distorsionado que en la alta
dimensión astral, y la realidad es fluida, caleidoscópica y abstracta en extremo.
Imbuida por todas estas imágenes cristalinas brillantemente coloridas y
cambiantes, hay una enorme sensación de poder aquí. Y se percibe una gran actividad
en todas partes. He vislumbrado ángeles, hadas y otros seres maravillosos. Algunos de
ellos aparecen como hermosos seres animados de apariencia humana, con una estampa
increíble de elevada virtud. Estas son, creo, entidades espirituales de alto nivel, que no
tienen una forma establecida o reconocible relacionada con la humanidad. Muy
probablemente mis ojos mentales interpreten las energías emitidas por estos seres,
dándoles forma y aspecto. Esto les concede una apariencia hermosa, no mundana, que
trasciende cualquier forma meramente mortal, encapsulando su bella esencia, mientras
se retiene una apariencia básicamente humana con la que podría relacionarme.

401
Encuentro que una comunicación significativa con estos seres es virtualmente
imposible. Sentimientos tangibles y cálidos de amor y comprensión fluyen a través de
mí, cada vez que trato de contactarme, pero un intercambio de cualquier índole que se
asemeje a las palabras, no parece posible mientras opero dentro de este nivel
dimensional. Los ojos de mi mente, sin embargo, literalmente se filtran con imágenes
metafóricas de múltiples capas, y estoy inundado de impresiones intuitivas en estos
momentos. Vislumbro que hay muchos planos, niveles y reinos diferentes aquí; en
general, es profusamente más complejo y abstracto que incluso el más elevado de los
planos astrales que pueda alguna vez haber conocido.

Nivel Místico
Este es un nivel hermoso, cálido y abstracto, lleno de paz absoluta y amor
infinito. La paciencia maternal profunda del alma y la comprensión paternal impregnan
la atmósfera aquí. Esto es totalmente diferente de cualquier otro nivel dimensional que
haya experimentado. Tiene la apariencia visual de nubes blancas mullidas bellamente
texturizadas. No hay escenas, paisajes ni sonidos aquí, aparte de la penetrante
esponjosidad blanca ondulante y un suave zumbido profundo que conmueve el alma,
más allá del sonido, casi inaudible, que es maravillosamente relajante y curativo.
No hay cielo ni tierra ni altibajos, solo bellas nubes blanquecinas por todas
partes. En esta dimensión, uno renuncia muy rápidamente a los pensamientos
conscientes de la individualidad y comienza a fundirse en El Uno, en la dicha total y
absoluta y en la expiación. El pensamiento es posible aquí, pero el impulso y la
necesidad de reflexionar se desvanecen muy rápidamente. Un estímulo irresistible me
sumerge más profundamente dentro de la felicidad del silencio total y el abismal
descanso reconfortante del amor infinito.
Deja uno de ser viejo o joven, hombre o mujer. Estar aquí es como regresar al
útero de la madre universal. Una vez que nuestra mente se calla, el silencio se convierte
en uno y se siente como si ella estuviese inmersa en algo como algodón caliente y
nuestra alma-madre nos está acurrucando. Estamos rodeados, absortos y asimilados por
el amor infinito, la comprensión, el perdón y la expiación maravillosamente puros.
Justo antes de que pierda uno el rastro y la noción de esta experiencia, se dará cuenta de
quién es realmente, de lo grande que uno es, pero nunca será capaz luego, de ponerlo
en palabras... más, es una lástima.
El tiempo no tiene ningún significado aquí, ni lugar en absoluto. Si usted
ingresa a este mundo, nunca querrá abandonarlo. Es imposible generar la intención de
querer deliberadamente desistir de este lugar. Podría usted disfrutar aquí para siempre
con alegría y felicidad perfectas, o hasta olvidarse por completo de que su cuerpo físico
lo arrastre hacia atrás en algún momento. Suelo creer que este es el lugar de curación y
descanso del alma, alma que atraviesa su largo viaje de ascensión, a través de los
mundos espirituales, al final de cada vida física.

Nivel Espiritual
Mis viajes y experiencias que aquí detallo pertenecen al mundo real del
espíritu, o posiblemente a una región que lo bordea. Aquí, los espíritus parecen estar

402
esperando a sus seres queridos. Esto me ha inspirado a afirmar que es el lugar feliz de
reunión, donde la integración de las almas se lleva a cabo al final de cada vida física.
He estado en este nivel solo unas pocas e inolvidables veces. Siempre atisbo la
misma estructura y características básicas, pero los eventos cambian. El fondo es más
puro, más brillante, blanco plateado, mucho más resplandeciente de lo que el sol podría
ser alguna vez. Sin embargo, es una luz supremamente suave a pesar de su increíble
brillo, muy relajante y curativa. Me parece que es la luz pura del amor divino. El suelo
es de color crema, liso y se siente fresco y sólido bajo los pies, como el mármol
texturado pulido.
Frente a mí siempre hay una gran estructura, parecida a un anfiteatro, del
tamaño de un campo de fútbol, hundida en la roca cremosa con suaves pendientes en
todos los lados, que parece tener varios metros de profundidad. Detrás hay una
pendiente o declive natural, que sube unos seis metros sobre el suelo. Ésta se eleva en
el medio, se extiende a ambos lados y luego se inclina suavemente en los laterales del
anfiteatro. La fuente de luz viene de detrás de esta subida. Por lo general, estoy de pie a
unos veinte pasos del borde del anfiteatro, mirando hacia el frente del otro lado.
Por lo general, alrededor de un centenar de personas se esparcen por el
anfiteatro, a menudo agrupadas en pequeñas fracciones, que semejan el mundo físico,
pero en su forma más magnífica. Todos parecen más jóvenes y más en forma, pero no
obstante son completamente reconocibles. Brillan extáticamente con una luz interior,
ardiendo con el más brillante fulgor de amor, felicidad y alegría imaginables. El
ambiente aquí es “eléctrico” y vital, pero al mismo tiempo, profundamente circunspecto
y espiritual. En este nivel, puede uno realmente sentir la “presencia divina”, como una
fuerza tangible y omnipresente.
El nivel natural de las comunicaciones ahora es de alto nivel, imágenes
metafóricas telepáticas, con una base empática e intuitiva. Esto es similar a la
clarividencia de alta calidad, desde el lado del clarividente, pero es mucho más
vigorosa que cualquier cosa que haya experimentado. El habla normal es totalmente
superflua. (Las pocas palabras que puedan ser escuchadas en esta experiencia se
entenderán como de costumbre). El tiempo se detiene completamente y la realidad es
surrealista pero estable, sintiéndose más real que la dimensión física.
He ingresado a esta dimensión solo en unas pocas ocasiones, cada una desde
la más profunda meditación consciente, durante lo que puedo comparar solo a un
ensayo místico fuera del cuerpo. Cada una de estas veces, he experimentado la
actividad extrema del centro de la corona y la frente. En estas raras ocasiones, la
energía mística se ha disparado a alturas aparentemente imposibles y me ha consumido,
arrastrando mi espíritu. En el clímax de esta experiencia profundamente contemplativa,
he visto una increíble estructura brillante de luz blanca plateada. Está siempre muy
lejos, en el límite de mi visión mental, y puedo sentir que se acerca.

Aporto aquí un ejemplo de mi experiencia personal en este nivel dimensional.


Intento explayarme más, pero, hasta ahora, las palabras me han fallado... las emociones
son lo que son.
El sonido sagrado de "Aummmm" me rodea y me impregna y escucho
una nota musical larga, suave, que sube lentamente su volumen, y que viene de lo
profundo de la luz, seduciendo a mi alma. He sentido esta nota alta y pura
profundamente en mi corazón, llamándome y atrayéndome hacia sí. Al rebozar mi
mente con esta nota y fijar mis ojos mentales en la luz, siento que me impele y

403
persuade. Con cada gramo de mi fuerza y energía, me aferro a este llamado y renuncio
a mi cuerpo y mi vida, lleno de alegría mística. Un torrente masivo de hormigueante
energía efervescente inunda mi columna vertebral mientras mi cuerpo se cae y me
elevo... hacia la luz y el más allá.
Un vértigo momentáneo, y una breve sensación de velocidad infinita al
atravesar un túnel en explosión de luz plateada…, y de repente estoy allí. Me tambaleo
ligeramente, recuperando mi equilibrio como si hubiera tropezado, y soy consciente de
que este maravilloso lugar deviene a mi alrededor. Mis ojos se llenan de asombro
cuando veo, de pie justo en frente de mí, a mi hijo primogénito, Jeremy. Tenía casi
ocho años cuando nos dejó. Esperó cortésmente, pero se arrojó a mis brazos como una
bala de cañón en el instante en que lo miré, burbujeando de risa: "¡Lo hiciste, papá, lo
hiciste! Les dije que vendrías ... ¡les dije que podías hacerlo!"
Lucía igual que cuando lo había visto por última vez, brillando lleno de
vida. No había envejecido un día, aunque sabía que debería haber crecido un poco
desde la última vez que lo vi. Jeremy estaba radiante de felicidad y charlando sin parar,
sus ojos marrones brillando en los míos. Lo abracé y mi espíritu lloró con la alegría de
volver a verlo. Sentí el aguijón de lágrimas rápidas y pesadas quemando la parte
posterior de mis ojos y un gran sollozo subyugó dentro de mí.
Reprimiendo esto con un acto de voluntad, sabiendo que mi tiempo aquí
es corto y no queriendo estropearlo, tomé a Jeremy bajo mi brazo y rápidamente bajé al
anfiteatro. Una gran multitud de personas nos estaba esperando allí. Había amigos y
familiares que había conocido y amado, además de muchas personas que no reconocí.
Todos parecían muy amistosos y afables, y tuve la sensación de que conocía a muchos
de ellos... de algún otro tiempo y lugar. Hubo muchas lágrimas de alegría, abrazos y
besos por todas partes.
Otra persona que quería ver era una vieja novia mía. Ella estaba, como de
costumbre, saltando y animando al grupo. Salió de la multitud y me abrazó, su largo
cabello rubio miel era un halo brillante rodeando su cara traviesa. Cuando nuestros ojos
se encontraron, una visión mental de sorprendente claridad estalló en mi mente,
superpuesta en mis ojos. En la visión, llevaba un espectacular traje de vaquera
enjoyado y con borlas, y un elegante sombrero y brillantes pistolas plateadas de gran
tamaño. Estaba disparando las armas en el aire, con silenciosos y brillantes destellos,
mientras bailaba una musiquilla irlandesa y se reía. Mucho pasó entre nosotros en esos
pocos momentos. Su apodo en la vida real había sido “Cowboy”, pero ella era una
chica irlandesa de corazón, nacida y criada en la ciudad de Dublin Fair... como le
gustaba decir.
Eché un vistazo a una elevación que se ocultaba detrás del anfiteatro. En
la cima de esa montaña había varios ángeles. Se veían igual que el maestro Miguel
Ángel los pintó. Eran seres verdaderamente hermosos, pero extrañamente frescos,
distantes y serios. Algunos de ellos parecían sostener lo que parecían alas grandes y
dobladas a sus espaldas; algunos no tenían nada. Poseían el cabello rizado, dorado y
pálido hasta los hombros, revestidos en piel de alabastro, y vestían largas túnicas
blancas que fluían. Todos soplaban cuernos estilizados de color dorado que parecían
tener varios metros de largo. La nota pura y alta que me guio aquí, vino de estos
cuernos mágicos.
Alejándome de la multitud, caminé solo hacia el exterior, mirando con
asombro a los ángeles y a la brillante luz que descendía detrás de ellos. Les saludé con
la mano, pero no me lo devolvieron. La hermosa nota que provenía de los cuernos

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dorados comenzó a desvanecerse y los ángeles bajaron lentamente sus cuernos al
unísono. Me di la vuelta, tratando de respirar y de absorber todo lo que veían mis ojos,
encerrando esas imágenes y recuerdos en mi cerebro para siempre. Me quedé quieto y
pasmado por un momento atemporal, lleno de maravilloso asombro por la enormidad
de todo lo acontecido.
La nota de las trompetas se silenció y el aire brilló a mi alrededor en un
momento intemporal de profundo silencio. La sulfuración lumínica del arco iris
implosionó en mi mente y, con una breve sensación de caída, me encontré de regreso
dentro de mi cuerpo físico. Sin aliento me aferré a los brazos de mi silla con fuerza,
luego lloré cuando caí en la cuenta de que estaba de vuelta en mi cuerpo. Nunca he
querido volver de ese hermoso lugar... y las palabras me fallan completamente en este
punto.

El Nivel Summerland
Adiciono aquí un nivel más que he experimentado, pero que aún no he
franqueado, y que me gustaría compartir con ustedes. Yo llamo a este horizonte:
“Summerland”. Muchos pueden pensar que es como el paraíso, o uno de los paraísos
(también llamados mundos espirituales), pero realmente no puedo decirlo con certeza.
Sin embargo, parece probable. Las únicas fuentes que he escuchado en estas
descripciones, que a su vez son consistentes con mis experiencias, han sido las de
médiums espirituales ancianos. El término Summerland (tierra estival) es una
expresión antigua utilizada en la jerga espiritista mundial, pero que hoy ya no se usa.
Lo que he visto y experimentado en este nivel, siempre ha sido a través de una
puerta rectangular que aparece sobre mí. (Imagine un pórtico abierto hacia usted y de
tamaño normal fijado al techo, por donde se vislumbra una imagen holística).

Mientras medito, una atmósfera poderosa de amor y tranquilidad impregna mi


habitación con un carácter natural diferente a cualquier otro. Los colores
caleidoscópicos explotan muy lentamente dentro de mi mente. Sobrecogido y un poco
aturdido por la fuerza de esta manifestación, abro mis ojos físicos cuando son atraídos
hacia una puerta rectangular, inundando de luz dorada la habitación, cuando esta se
abre lentamente. El esplendor no solo es tangible, sino que también es muy real, lo que
permite su visión normal incluso en una habitación oscura.
Inmóvil, miro por la puerta con asombro. Acertadamente llamado
Summerland, se ve, se huele, se escucha y se siente como el día de verano más
maravilloso que se pueda imaginar. Sumamente conmovido, mis sentidos me dicen que
un país de asombrosas maravillas está justo al otro lado de esta puerta celestial.
Por todo lo que puedo ver, más allá de la puerta está la vida en pleno, con
árboles, flores y pájaros cantando. Puedo contemplar y escuchar algunos contra un
telón de fondo de cielos azules salpicados de mullidas nubes blancas. Las flores brotan
lentamente en los bordes de esta abertura, enmarcando la entrada con belleza sinfín,
mientras cuelgan graciosamente en la habitación. El olor de su perfume es
indescriptiblemente embriagador. Siento el calor de un día de verano acariciando mi
piel, mientras a luz dorada baña mi cara y mis manos.
Sentimientos tangibles de amor, paz y felicidad irradian a través de la puerta.
Olores vivos impregnan el aire, capa sobre capa de belleza embriagadora: de tierra,

405
flores, hierba, heno, hojas, madera, árboles, agua y aire fresco del campo calentado por
el sol. Siento y escucho suaves cascadas y arroyos que salpican cerca. Dulces sonidos
de niños jugando y riendo, pájaros revoloteando y caracoles, y el viento que corretea
juguetonamente a través de las ramas sombreadas de las copas de viejos árboles me
acarician los oídos. Me duele terminar con este lugar maravilloso y retornar a la vida
ordinaria, y trato de prolongar y no estropear lo que está sucediendo. Espero...
pacientemente.
Este lugar me resulta muy familiar, como encantador, que alguna vez conocí
bien, pero que tristemente ya casi lo he olvidado. Todo lo que me queda son imágenes
y sentimientos lejanos que hacen cosquillas en los bordes de mi memoria, en un anhelo
profundo de volver. Son recuerdos distantes de mi infancia con días de ensueño de
verano que pasaron trepidando por antiguos senderos de aventuras, y de largos días
pasados en compañía de amados hermanos y compañeros de juego, en campos
hechizados con bosques alguna vez encantados.

33. Seres Astrales y Vida Salvaje


La dimensión astral contiene una amplia variedad de formas de vida
energéticas no físicas, cuyo nivel de inteligencia varía enormemente. La gran mayoría
parece tener sus propios menesteres, les gusta ocuparse de sí mismos, y en general no
les satisface que los molesten o interfieran en sus asuntos. Sin contar a los seres de alto
nivel como semidioses, ángeles y maestros espirituales, van desde amistosos,
ocasionalmente útiles, hasta juguetones, neutrales, traviesos, maliciosos, francamente
desagradables y malvados. Estos seres se muestran en una amplia variedad de formas
ilusorias. Algunos de los tipos menos inteligentes parecen animales y depredadores por
naturaleza, muy parecido a la vida salvaje de los animales y los insectos que se
encuentra en la dimensión física; yo llamo a estos últimos: vida astral salvaje, por falta
de un adjetivo mejor. Aunque todos estos seres aparentan provenir de algún lugar en la
dimensión astral o cerca de ella, muchos son capaces de operar en la zona de tiempo
real. Y algunos, desafortunadamente, se deleitan en atormentar a los proyectores,
especialmente a los novatos.
En cierto modo, la dimensión astral se puede comparar con el océano: dada la
naturaleza fluídica de sus variados entornos internos, se puede encontrar absolutamente
de todo: peces, mariscos, pulpos, delfines, ballenas, tiburones, barracudas, serpientes
marinas, cangrejos, camarones, medusas, tortugas, focas y pingüinos, etc., etc. Alguna
fauna oceánica es amigable; otros son inofensivos; los hay dañinos solo cuando son
molestados, fastidiosos o hambrientos; algunos pueden ser involuntariamente dañinos;
y otros son francamente peligrosos todo el tiempo. Sumado a todo esto, también habrá
viajeros, muchos incluso de tierras lejanas, que se encuentran navegando, volando o
nadando (por los vastos océanos infinitos).

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Aunque muchas partes de los planos astrales parecen estar llenas de vida, es
bastante raro encontrarse con seres de cualquier especie, mientras uno viaja por allí.
Sucede solo ocasionalmente. Casi todos los planos y dominios astrales tienen algún
tipo de habitantes locales. Estas formas de vida, casi siempre existen en áreas o
dominios específicos, y a menudo parecen ignorar cualquier realidad o nivel
dimensional distinto del suyo. Otras veces se sorprenden cuando se encuentran con un
viajero astral. Algunos tipos parecen ser conscientes de las diferentes dimensiones,
pero la mayoría aparentan tener poca paciencia con los proyectores y tienden a
ignorarlos.
En cierto modo, acercarse a los seres astrales que uno no conoce, es como
acercarse a los extraños en la dimensión física. La mayoría de los desconocidos ignoran
a otras personas, incluso cuando cortésmente se les hacen preguntas. Los extraños, en
el mejor de los casos, darán respuestas superficiales mientras se alejan, tratando de
ignorarnos. Los seres astrales, entonces, no parecen disfrutar de involucrarse en los
asuntos de extraños, por lo general tienen cosas mucho más importantes que hacer con
su tiempo.
Mientras usted se proyecta, se encontrará ocasionalmente con otros
proyectores, pero la mayoría de ellos ni siquiera se dará cuenta de que están
proyectándose. La consciencia de los proyectores y los recuerdos de su existencia
física, de quién y qué son, varían vastamente. Muchos parecen sonámbulos o estar
soñando, o simplemente armonizando con el flujo y los eventos vivientes del reino
astral, como si fueran parte de él y realmente vivieran allí. A menudo se sorprenden
cuando se les señala que pueden volar, etc.
Sospecho que esta variabilidad en la consciencia y la memoria, es causada por
múltiples factores, como el desarrollo y la actividad energética, la cantidad de energía
que fluye al doble proyectado desde su cuerpo físico/etérico, y si un proyector ha hecho
una salida consciente y ha conservado los recuerdos después; y agregando a esto, un
sinnúmero de posibilidades que aún no conozco. La salida consciente del cuerpo parece
causar un flujo de energía mucho mayor en el doble proyectado de lo que normalmente
está disponible para los proyectores que están soñando. También es posible que la
continuidad ininterrumpida de la consciencia, provista por una proyección de salida
consciente, elimine muchas de las cualidades oníricas asociadas con la existencia en
otras dimensiones.
Lo más importante que se debe tener en cuenta acerca de cualquier ser que
pueda encontrar en la dimensión astral, es que no todos son producto de la creación de
su propia mente subconsciente. Inteligentes o no, por lo general tienen su propia vida,
significado y propósito, cualquiera que sea. En la mayoría de los casos, no son simples
decoraciones para ser aprovechadas o usadas por cualquier viajero astral que pase. Y,
sin embargo, algunos seres astrales conversarán e incluso alentarán activamente a los
viajeros astrales, especialmente si son corteses y sinceros. Las cosas similares se atraen
como en los planos astrales; si eres amigable y sincero, es mucho más probable que
encuentres seres que también sean afables y francos.
La mejor regla de conducta y seguridad es mantenerse alejado y solo, ser
cortés y ocuparse de sus propios asuntos, a menos que se le acerquen o le pidan lo
contrario. Y, siempre esté listo para apartarse rápidamente si ocurre algo extraño o
amenazante, o si se siente incómodo de alguna manera.
Muy rara vez los proyectores se encontrarán con seres espirituales avanzados,
y solo ocasionalmente se localizarán ángeles. En mi opinión, los ángeles son una raza

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de seres espirituales altamente avanzados. Definitivamente existen. He visto ángeles
muchas veces, en mis EFC y mis visiones, así como con mis ojos descubiertos, en
algunas ocasiones espectaculares e inolvidables. Pero son imposibles de rastrearlos o
simplemente encontrarlos intencionalmente durante una EFC. Inclusive son
básicamente raros en la zona de tiempo real y los planos astrales bajos. Ocasionalmente
uno se puede cruzar con ellos accidentalmente, especialmente en las dimensiones
astrales alta y mental. Los ángeles y otros seres espirituales avanzados parecen hacerse
visibles solo cuando tienen una muy buena razón para hacerlo. Definitivamente no son
del tipo para detenerse y conversar al paso.
Los ángeles y los seres espirituales avanzados, a diferencia de la mayoría de
los habitantes astrales, no parecen estar limitados a ningún nivel particular de plano o
dimensión. Ellos tienen la aptitud, creo, de manifestarse en cualquier nivel, incluso en
la zona de tiempo real y en la dimensión física. Tienen la capacidad de “envolver” a los
seres inferiores en su energía y transportarlos temporalmente a otros niveles
dimensionales. De esta manera, a menudo se los verá auxiliando a los espíritus de las
personas fallecidas a manifestarse temporalmente en la zona de tiempo real, o incluso a
ayudarlos a aparecer visiblemente en la dimensión física misma. Este tipo de cosas
siempre tiene muy buenas razones, aunque estas pueden no ser identificables en ese
momento (milagros).
Típicamente, una manifestación espiritual como esta, comenzará con una
fuerte acumulación de energía en la habitación, acompañada de muchas motas de plata
y diminutos destellos de luz. Un aura tangible de poder y presencia se extenderá por
todo el aposento y la atmósfera se volverá “eléctrica”. Luego, se hará presente un eje
angosto y vertical de luz brillante plateada que se expandirá rápidamente, como si
cortinas de luz se separaran lo suficiente para que una persona pudiera atravesarlas.
Una enorme fuente de luz plateada brillante junto con una sensación tangible de poder,
emoción y amor, se derramará a través de esta línea divisoria entre el velo dimensional
y el terrenal. El espíritu difunto visitante simplemente caminará a través de esta
abertura y se detendrá dentro de la habitación, bañado y protegido dentro de este halo
de luz.
En este momento, si mira más atrás de la luz, detrás del espíritu difunto,
generalmente verá (por lo menos) un ser espiritual avanzado o un ángel parado allí,
como si esperara pacientemente a una docena de metros por detrás del espíritu
visitante. Un pariente fallecido o amigo del espíritu visitante también se verá a menudo
de pie justo detrás y al lado del espíritu visitante, a menudo con una mano apoyando en
su hombro.

Ceremonias Astrales
Cada vez que los proyectores salen conscientemente de sus cuerpos,
especialmente los nuevos, siempre habrá una pequeña posibilidad de que se encuentren
en medio de algún tipo de ceremonia extraordinaria. Estos son eventos increíblemente
emocionantes y vigorosos. Por lo general, no son muy amenazantes, aunque pueden
causar cierta ansiedad simplemente debido a su naturaleza inusual y poderosa. Sin
embargo, son raros y atrapan a la mayoría de los proyectores por sorpresa.
Tal vez este tipo de evento tendrá lugar para marcar un hito significativo en el
desarrollo espiritual de un proyector en el camino de la vida. El proyector puede

408
ignorar por completo la importancia de esta primera proyección de salida consciente,
pero los seres espirituales superiores la marcan como una ocasión que merece una
ceremonia. A menudo, un proyector parece experimentar cambios internos durante
estas ceremonias. Este tipo de eventos puede tener un efecto considerable en el sistema
de creencias del proyector y en su vida futura.
No estoy sugiriendo que espere usted que algo como esto les suceda, ya que
normalmente nada pasará. Y, si no ocurre nada, agradezcan la paz y tranquilidad del
entorno y utilicen este tiempo para aclimatar y potenciar sus piernas en el nuevo ámbito
astral, por así decirlo. Por otro lado, vale la pena estar preparado para lo inesperado en
todo momento... en caso de que algo extraordinario realmente suceda.

Alto Nivel de Contacto


Es posible, mientras se está fuera del cuerpo, contactar con seres avanzados en
los planos astrales, pero esto es mucho más difícil de lo que la mayoría de la gente
imagina. El hecho de que los proyectores puedan salir de sus cuerpos y tropezar con los
planos astrales, no significa que tengan acceso instantáneo a seres o guías espirituales
avanzados.
Para que el contacto de alto nivel se realice en todo o en parte, parece que
debe haber una verdadera y virtual necesidad de asesoramiento o ayuda. No obstante,
no siempre funciona por esa razón. Sospecho que esto se debe a que la necesidad debe
ser lo suficientemente importante como para justificar tal intervención. Querer consejos
generales sobre la vida, o tener una gran cantidad de preguntas, no parece ajustarse a
esta ley.
Los seres espirituales avanzados raramente se contactan o permiten que los
humanos se pongan en comunicación con ellos. La correlación se realizará cuando
crean que está justificado, y cuando estimen que es el momento adecuado.
Muchos en nuestro mundo moderno se sienten desorientados, perdidos,
espiritualmente hambrientos, aislados y privados de su libertad psíquica. Naturalmente
anhelan el contacto con seres espirituales avanzados para mostrarles el camino. Piensan
que, si solo pudieran salir de sus cuerpos, podrían visitar a estos seres superiores o
exigir una audiencia, pero esto simplemente no funciona así. Si un ser avanzado
necesita contactar a alguien, lo hace. Nada de lo que esa persona podría hacer para
quitarlo, no le sería posible. Las personas no necesitan estar fuera del cuerpo, ni ser
psíquicas ni desarrollarse de ninguna manera, para que ocurra un contacto de alto nivel.
El contacto de alto nivel ocurrirá de vez en cuando durante una proyección, y
he aprendido algunas formas relacionadas para ayudar con esto. Proyectarse
conscientemente fuera del cuerpo y dentro de los planos astrales a menudo, en sí
mismo, precipitará algún nivel de contacto con los seres espirituales avanzados. Sin
embargo, he descubierto que hacer cualquier tipo de contacto de alto nivel es mejor
considerado como un objetivo a largo plazo, algo que se espera con impaciencia,
mientras se aprovecha al máximo la vida de la mejor manera posible; nadie puede hacer
nada mejor que eso.
La más destacable manera de cultivar el contacto de alto nivel, y de acelerar
este proceso un poco, es a través del servicio espiritual regular y significativo,
complementado con el desarrollo energético y psíquico, en ese orden particular de

409
prioridad y esfuerzo. Sin embargo, hay algunos procederes relacionados con la
proyección, que podrían alentar y dar pie al contacto de alto nivel.

Enviando una solicitud


Imprima una fuerte intención en su mente y téngala en cuenta todas las noches
mientras se duerme, especialmente antes de hacer un intento de proyección. Visualice y
exprese esta intención, esta petición, diariamente, a través de oraciones y meditaciones,
o mediante pensamientos simples, durante los instantes tranquilos de cada día.
Mantenga esta petición en el fondo de su mente durante el día, y duérmase con esto, lo
que hará que su solicitud sea conducida a los niveles correspondientes. Los síntomas de
alto contacto pueden aparecer a través de sueños y sueños lúcidos, no solo a través de
proyecciones.

Método de Proyección
Inmediatamente después de cada desplazamiento en tiempo real, aléjese al
menos seis metros de distancia de su cuerpo físico y deténgase. Párese en silencio por
un momento y manifieste con reverencia su pedido de alto contacto, hablando en voz
alta o mentalmente. Luego, salga de su casa y fije sus ojos en las estrellas del
firmamento. Si está nublado, vuele sobre las nubes u orbite el planeta. Elija la estrella
más brillante que pueda ver, o un grupo de estrellas que le atraigan, y mientras
mantiene su pedido en mente, proyéctese hacia ellas a una hiper velocidad.
Sienta que se mueve hacia el objetivo y perciba el desplazamiento hacia sí.
Esto causará un cambio dimensional en los planos astrales y, con suerte, será
transportado a un nivel superior al normal, donde tendrá más posibilidades de encontrar
el contacto que desea.
Pidiendo Direcciones
Los viajeros astrales a menudo se pueden encontrar con seres astrales
inteligentes, y algunos hasta serán amables y serviciales. Es posible que no tengan las
respuestas que el viajero busca, pero muy probablemente les darán consejos o
instrucciones, si se los aborda con respeto y se les pide amablemente. Algunos seres
astrales a menudo parecen estar un poco fuera de lugar cuando se los encuentra,
simplemente sentados o de pie con un aspecto desentendido o poco importante. Incluso
hay quienes parecen deleitarse en engañar a los proyectores y probar su verdadera
naturaleza e intención.
Pueden aparentar como un niño pequeño, un viejo mendigo o incluso un
animal de algún tipo. O es posible que tomen el papel de un joven o una mujer
hermosa, a menudo escasamente vestidos y con una actitud sexualmente provocativa.
Esta última es una prueba severa, ya que los proyectores deben controlar no solo sus
pensamientos, sino también sus instintos e impulsos primarios.
Estos seres pueden ser muy difíciles de detectar, apareciendo con formas o
aspectos muy diferentes, y generalmente elegirán una apariencia que un proyector
menos esperaría. Si se aborda de la manera correcta, corrientemente se encontrará que
son mucho más de lo que esa apariencia puede simular. Algunos están muy contentos

410
de dar consejos e instrucciones, aunque esto a menudo será un poco críptico o
enigmático. Es posible que, como dije, no tengan las respuestas que busca el proyector,
pero casi siempre los orientarán en la dirección correcta, lo cual es un muy buen
comienzo.
Alternativamente, los seres espirituales avanzados, a menudo se exhiben como
algo más fácilmente reconocible. Por lo tanto, muy probablemente se mostrarán de una
forma más tradicional y aceptable, como un hombre o una mujer sabios, y
generalmente parodiando la imagen suscitada por la mente del proyector. Muchas
personas hoy creen que tienen un guía espiritual de una apariencia y un nombre en
particular. Lo que convalida que a veces un ser espiritual avanzado tome esta
apariencia, para hacer un contacto planificado.

El Sacerdote y la Maldición - Experiencia


Un buen ejemplo de contacto de alto nivel me sucedió recientemente cuando
tuve un problema grave. Estaba estudiando la dinámica del ataque psíquico y me había
permitido confrontar con un ataque bastante fuerte, el cual continuó en mi persona por
un tiempo demasiado prolongado antes de intentar romper con él. Observaba los
métodos y tácticas utilizados por el perpetrador, y por las entidades involucradas, y
estaba experimentando con protecciones y medidas defensivas. Había estado trabajando
en ello, de vez en cuando, durante varios meses.
El ataque fue complejo, pero mis mayores problemas derivaron en
agotamiento y estrés. Encontré un bloqueo de energía significativo en mi cadera
derecha, que hizo su aparición en algún momento durante el curso del ataque. Este
fenómeno provocó un drenaje de energía, causándome mucho dolor. Estaba en un
verdadero lío y me sentía cada vez más débil. Ni siquiera podía equilibrarme lo
suficiente como para meditar adecuadamente, especialmente por la noche. A decir
verdad, comencé a preocuparme un poco y temí por el desastre en el que me había
metido. Los experimentos parecían una buena idea en ese momento, pero no
recomendaría este tipo de cosas a los pusilánimes. No obstante, aprendí mucho de todo
esto, lo que amplió significativamente mi conocimiento al respecto.

Después de un gran esfuerzo, finalmente logré proyectarme, aunque algo


débilmente, fuera de mi cuerpo. Inmediatamente manifesté una fuerte solicitud de
ayuda y me enfoqué hacia las estrellas, apuntando a la más brillante de la Cruz del Sur.
Mi visión se volvió borrosa y experimenté un breve efecto de túnel de luz cuando el
cambio dimensional me llevó, antes de que ésta se aclararse y se restableciese. Me
encontré en una habitación a la luz de las velas, con paredes y suelo de piedra en bruto.
A seis metros más o menos frente a mí se sentó un ser, en apariencia un
pequeño y delgado sacerdote viejo de unos ochenta años. Llevaba una túnica blanca de
algodón de cuerpo entero con un cinturón de cuerda lisa atado a la cintura; una gorra
blanca cubría la parte posterior de su cabeza gris calva, y su cabello muy corto
alrededor de esto. A pesar de su aparente edad, su rostro parecía joven y suave y sus
ojos brillaban con sabiduría, fuerza y gentil amabilidad. Sobre su regazo había una faja
ancha, blanca, con borlas y bordes anudados de aparente oro, con un hermoso crucifijo
también de oro, estampado en ella. Alrededor de su cuello, colgaba una simple cadena
de oro que sostenía un pequeño crucifijo del mismo metal.

411
Estaba parado afuera de un amplio círculo de velas, que lo rodeaban. Me
acerqué al círculo y me presenté, sintiendo una sensación tangible de amor y poder
crudo que emanaba de este ser de aspecto, en apariencia, insignificante. Él me miró; sus
ojos brillaban con diversión mientras asentía con un saludo agradable. Me hizo señas
para que me acercara y me senté frente a él, con las piernas cruzadas en el suelo,
imitando su postura.
Le conté toda mi historia y los problemas en los que estaba metido. Escuchó
en silencio, con los ojos entrecerrados, ocasionalmente haciendo preguntas pertinentes
y dirigiendo mi discurso. Me sentí muy cómodo al hablar con él, y el amor y el respeto
florecieron dentro de mí.
Después de que terminé de hablar, el sacerdote se sentó un rato con los ojos
cerrados y luego comenzó a hablar en voz baja, ofreciéndome consejos y, en general,
aclarando todo el asunto. Aprendí mucho de esta conversación, que escuché
atentamente.
Su conocimiento y sabiduría en estos asuntos me asombraron. Nunca antes había
conocido a alguien, vivo o no, con quien pudiera hablar en este nivel.
En un momento, cuando el sacerdote comenzó a departir sobre mi cadera
derecha, movió las manos y me hizo señas para que me acercara. Me sentí atrapado
dentro de una fuerza poderosa. Otros seres que lo acompañaban me pusieron de costado
y me obligaron a acostarme horizontalmente frente al sacerdote, flotando justo fuera del
piso. De repente me encontré completamente desnudo.
El sacerdote movió sus pequeñas manos sobre mi cuerpo y finalmente las puso
sobre mi cadera. Mis articulaciones de esta zona se movieron y sentí que estaban
siendo giradas al revés. Esto no dolió, pero se sintió bastante incómodo.
El sacerdote movió sus manos lentamente hacia atrás y un objeto oscuro y
sombrío, con forma de caja de zapatos, atravesado por grumos de color rojo opaco y
anaranjado y espeluznantes líneas negras comenzó a flotar fuera, sobre mi cadera. Esa
cosa la apartó un poco, separándola de la piel, y pude ver la repugnancia de esas
cuerdas rojas y negras que se extendían como prolongaciones pegajosas desde mi
cadera, ingle y parte superior del muslo. Era arto desagradable y asqueroso, pues sentía
que estaba unida a mis nervios en esa área. Cuando el sacerdote movió sus manos
debajo de eso, pude sentir los nervios tirando y trepidando incómodamente, en lo más
profundo dentro de mi cuerpo.
Él sonrió con interés y dijo: "Dios mío, no he visto uno de estos hace tiempo.
La mayoría desaparecen después de unos años, pero uno como este puede durar por
generaciones".
¿”Qué es”? Yo pregunté.
"Una maldición, muy probablemente de una bruja", decretó," y una poderosa.
Diría que usted ha tenido esta protervia desde hace mucho tiempo. Debe recordar cómo
fue el origen de ese episodio", dijo, deteniendo lo que estaba haciendo por un momento
y mirándome profundamente a los ojos. "Y luego deberá regresar y volver a verme de
nuevo. Afortunadamente, siendo tan añeja, está en un estado exiguo, aunque todavía
bastante activa. Parece haber sido alterada y modificada muchas veces, y ahora está
trabajando de una manera algo falaz. Esto probablemente se ha producido a través de
los muchos ataques que usted ha sufrido durante su vida terrenal, especialmente esta
actual.
"Evidentemente tiene enemigos poderosos, Robert. Maldiciones como esta
afectan la atmósfera alrededor de una persona, causando falsas atracciones y

412
repulsiones en ella, y en las personas a su alrededor, algo así como un amuleto de mala
suerte, solo que mucho peor. Los campos energéticos que emanan de esta cosa causan
interrupciones en las corrientes de la ley universal; de la misma manera que un objeto
de acero puede interferir con la precisión de una brújula magnética.
"Maldiciones como esta no son de su mundo. Por lo general, están diseñadas
para tener un efecto negativo particular. Esta es probablemente la razón por la cual la
fuente de su ataque actual fue atraída por usted en primer lugar, y por qué ella ha
podido causarle tantos problemas. Veré qué puedo hacer".
Diciendo esto, el sacerdote se levantó con reverencia y colocó la ancha faja
sobre mi cadera. Luego cerró los ojos y comenzó a hablar suavemente en una lengua
que no entendí, aunque sonaba un poco como el latín. Una luz blanca brillante emanó
de sus manos y penetró profundamente dentro de mí, a mi alrededor y a través de la
cosa extraña ya fuera de mi cadera. Sentí mis nervios estremecerse y punzar y luego un
cosquilleo, casi erótico, sensación que inundó mi entrepierna cuando la cosa se iluminó
de repente y luego se desvaneció. Cambió bruscamente su apariencia, llenándose de
brillantes motas de luz blanca, para luego disolverse de nuevo dentro de mi cuerpo.
"Robert, por favor escúcheme con mucha atención. La mía es la magia que
une y libera. No puedo hacerle daño, eliminar o destruir esto por usted. Está vivo en su
propia forma especial y no puedo destruirlo con mis facultades. Solo puedo aconsejarle
que trate de tener empatía con esto, de tal manera que sus efectos en usted se reduzcan
a un nivel más tolerable. Solo usted puede eliminar esto, pero primero debe recordar
cómo lo obtuvo, quién se lo envió y, lo más importante, por qué haría algo tan terrible
".
No obstante, sentí como si me hubieran quitado un gran peso de encima y mi
cadera volviese a estar sensible, aunque un poco entumecida. La rigidez se extendió y
pronto se convirtió en un calambre intenso. La cara del sacerdote se desvaneció
lentamente cuando el entorno de piedra desapareció y mi propia habitación se
materializó a mi alrededor. Me deslicé y me integré suavemente dentro de mi cuerpo.
Quedándome completamente despierto, me encontré que mi cadera y muslo
derechos estaban realmente entumecidos y acalambrados, así que di una vuelta
cojeando por la casa (asaltando el refrigerador de pasada) hasta que el dolor se
estabilizó a un nivel más soportable. Volví a la cama una hora más tarde, y pronto me
dormí tranquilamente, expresando mi agradecimiento en oración al maravilloso ser que
acababa de conocer.

Después de haber estado bajo este ataque durante tanto tiempo, noche tras
noche tras noche, la paz y la tranquilidad y la falta de actividad en mi habitación eran
tangibles, como un bálsamo curativo para mí. Me desperté la mañana siguiente, muy
fresco, sin calambres ni dolor y mi cadera se notaba mucho mejor. Después de esta
experiencia fue que mi vida y pasar se transformaron rápidamente en más saludables y
los efectos debilitantes del ataque psíquico se redujeron considerablemente. Tan pronto
como me sentí lo suficientemente fuerte, con unas cuantas noches más de sueño en mi
haber, rompí la conexión y me desligué de este fastidio por completo.

¿Formas de Pensamiento o Formas de Vida no


Física?

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Existe un argumento popular, regularmente presente hoy, de que todas las
entidades no físicas de tipo negativo son simplemente formas de pensamiento, creadas
y propagadas espontánea o deliberadamente por los miedos, pensamientos y fantasías
de la humanidad. En general, se consideran manifestaciones del lado más oscuro de la
consciencia colectiva de la humanidad, dado que se generan en los subplanos astrales
inferiores durante un período prolongado de tiempo. También se los considera como
formas de pensamiento independientes y auto motivadas.
Creo que esta es una forma simplista de aceptar la existencia obvia de seres no
físicos, como simples formas de pensamiento. Y me parece que evita los problemas
incómodos planteados por la posibilidad de que algunas formas de vida negativas
puedan tener orígenes diferentes y ser completamente independientes. Esta última
posibilidad altera el sincronismo de muchas personas sobre cómo funciona el universo.
Sostener esta posibilidad parece fomentar solo confusión, incomodidad e
inseguridad en el sistema de creencias en muchas personas, y también generando una
sensación de impotencia ante algo en lo que activamente desearían escindirse y no
creer. He encontrado que, a la mayoría de los individuos, no les gusta creer o hablar
sobre la existencia de diablos y demonios, reinos satánicos y otros desagrados que
podrían encontrar en la noche.
Del mismo modo, muchas personas no creen que pueda haber otras formas de
vida inteligente en el universo: más con la consabida manía de convertir cada
avistamiento de ovnis en explicaciones fenoménicas naturales o globos meteorológicos,
etc, etc, etc... Aceptar la posibilidad de la existencia de formas inteligentes de vida
alienígena, posiblemente con un nivel de inteligencia y tecnología más alto que el
nuestro, da motivación a la confusión, el malestar y la inseguridad de nuestro sistema
de creencias tan profundamente arraigado, simplemente por las numerosas incógnitas
que plantea esta posibilidad, junto a sus consecuentes interrogantes.
Creo que hay una fina distinción entre formas de vida reales no físicas de otra
dimensión y formas simples de pensamiento. Muchas formas de vida no físicas, aunque
generalmente se clasifican hoy en día como formas de pensamiento sin sentido, parecen
originarse por completo desde otras dimensiones, posiblemente incluso desde
dimensiones paralelas a la nuestra. La distinción entre estos tipos, formas de
pensamiento o seres independientes, es básicamente una: su intelecto. Sus limitaciones
de inteligencia se muestran por su capacidad de pensar, adaptarse e innovar. Las formas
de pensamiento, por naturaleza, son creaciones mentales, y exhiben solo los rasgos de
comportamiento o inteligencia programados en ellas durante su creación. No tienen una
inteligencia natural innata con la que discernir, habituarse y evolucionar cuando se
enfrentan a situaciones nuevas e intelectualmente desafiantes.
Las verdaderas formas de vida no físicas, por otro lado, lógicamente tendrían
algún nivel de inteligencia natural y, por lo tanto, serían capaces de cierta adaptación e
innovación. El nivel de flexibilidad y originalidad exhibidos, obviamente, se
establecerá gracias a su nivel de inteligencia. Esto haría que la clasificación a través de
la observación de sus reacciones estimulativas sea al menos, factible.
Si todas las entidades negativas fuesen formas de pensamiento, lógicamente
también lo serían todas las entidades positivas, incluidos todos los seres espirituales
avanzados, guías y ángeles. Y no se puede decir que nuestro universo -los seres físicos
vivientes y los seres no físicos- racionalice solo manifestaciones positivas de
consciencia. Durante el lapso de mi vida y mis exploraciones, he encontrado distintas
similitudes entre la dimensión física y las dimensiones no físicas, como la astral. Cada

414
una contiene aspectos positivos y negativos, y muchos gradientes y ramificaciones
sutiles en el medio.
Todos estos argumentos no parecen engendrar resolución razonable alguna.
Ninguno de los dos tipos puede capturarse, examinarse, diseccionarse ni clasificarse
idóneamente, ni incluso rastrearse con precisión sus orígenes, en cualquier forma que
se asemeje a un perfil científico confiable y comprobable. Lo que deja la observación,
la experiencia y el razonamiento como las únicas herramientas para formular cualquier
tipo de opinión. Se convierte así en un punto discutible, cuando uno tiene que tratar con
la vida astral salvaje y otros seres no físicos de cualquier tipo que se le crucen. Por lo
tanto, continuaré explayándome sobre este tema tal como lo veo, de acuerdo con mis
propias observaciones, conclusiones, experiencias y razonamientos.

Subplano Inferior Salvaje


Los paradigmas más molestos de vida astral salvaje parecen provenir de los
notorios subplanos astrales inferiores, que contienen los aspectos más oscuros y más
negativos de los planos astrales. Estos fenómenos se pueden comparar con espejos
virtuales paralelos a los planos astrales orientados positivamente. Si bien así mismo
forman parte de los planos astrales, técnicamente hablando, son un aspecto claramente
separado o aparte de ellos, ya que contienen todas las cualidades más oscuras y
protervias. Otra manera de verlo es considerar que este es el lado nocturno u oscuro de
los planos astrales.
La vida astral salvaje inferior normalmente parece ser capaz de operar solo en
dimensiones similares o inferiores a su dimensión original.
Esto es razonable, basado en las limitaciones energéticas establecidas por su
naturaleza y nivel de origen dimensional. Algunos de estos seres parecen capaces de
operar en la zona de tiempo real. (Se puede pensar que este es un territorio bastante
neutral, dimensionalmente hablando).
Todas las entidades inferiores, independientemente de su clasificación u
origen, parecen ser solitarios predadores que muestran distintos grados de fuerza,
inteligencia y capacidad. Los seres negativos exhiben una naturaleza fría y casi
insectívora. Los sentimientos elevados como el amor, la compasión y la misericordia
son totalmente ajenos a ellos. Esto, sin embargo, no significa que sean malvados, solo
que no tienen sensibilidad alguna. Una araña de jardín no tiene conmiseración; para ella
no es malo matar y comer una hermosa mariposa. Es una araña y actúa de acuerdo a su
naturaleza; las arañas se alimentan de insectos para sobrevivir.
En mi experiencia, los entes negativos no trabajan bien en compañía,
independientemente de los posibles orígenes compartidos. Por lo general, parecen ser
bastante agresivos y combativos entre sí, lo que da como resultado un orden jerárquico
distinto, cada vez que se encuentran juntos. La vida astral salvaje a veces puede verse
forzada a trabajar en conjunto, temporalmente, a través de circunstancias en las que
tienen una necesidad o interés común.
La vida astral salvaje puede manifestarse en una enorme variedad de formas
ilusorias y cambiantes. Los favoritos regulares son horribles monos sonrientes, gárgolas
y formas harpías. Algunos parecen preferir una apariencia de demonio cornudo más
tradicional, mientras que otros prefieren una más contemporánea. Estas últimas formas

415
posiblemente muy semejantes a los modelos de películas de terror y programas de
televisión, o incluso en las pesadillas modernas de la humanidad.
El tamaño y la apariencia de una entidad, como la vista por un proyector en
tiempo real o en planos astrales, no da necesariamente una indicación justa de su fuerza
e inteligencia reales. Muchas entidades pequeñas y débiles parecen deleitarse con verse
grandes y peligrosas, del mismo modo que un animal hincha su cuerpo durante un
enfrentamiento, para parecer más grande. Las entidades más fuertes y más inteligentes
no parecen molestarse demasiado con estas pretensiones, e incluso pueden emplear su
forma original, si es que tienen una. He visto entidades del tamaño de osos polares salir
despavoridos cuando les he gritado "¡BOO!". También he visto a otros del tamaño y
apariencia de grandes ratas, con las que no interferiría por elección.
Muchos entes parecen elegir una forma tomada de la mente de un proyector
(indicando que gozan de cierto grado de habilidad telepática) y la utilizan para generar
el máximo nivel posible de miedo. Esta es una muy buena razón para que los
proyectores mantengan sus mentes claras y oculten sus verdaderos sentimientos,
cuando se encuentren o se vean obligados a lidiar con estos fenómenos astrales
salvajes.
Las criaturas más débiles de la fauna astral y, con mucho, las más comunes,
son las responsables de la mayoría de los ataques de pánico provocados por este tipo de
moradores elementales (véase el capítulo Nº 34), y no obstante parecen tener poco
poder propio. Estos son seres tímidos y bastante débiles y su apariencia siempre es una
ilusión muy exagerada. Por lo general, evitan los encuentros directos con los
proyectores, y generalmente se retiran apresuradamente cada vez que uno se les acerca
con una actitud firme o de confrontación. A la mayoría de las entidades negativas no
les gusta la atención directa y evitan ser vistos.
Algunos tipos de vida salvaje astral parecen atraídos y posiblemente se
alimenten de las vibraciones energéticas generadas y transmitidas por proyectores
excesivamente temerosos. El miedo y la timidez continuos por parte de un proyector,
parecen hacer que la vida salvaje astral sea más agresiva. Su comportamiento
intimidante es, sin embargo, siempre sin ataque directo. Esto indica que no son capaces
de montar una arremetida directa a un proyector, y mi experiencia apoya esta moción.
El miedo progresivo por parte de un proyector, a menudo atraerá a otros entes del
mismo tipo, aumentando así su número y empeorando las cosas. Aun así, estos casos
son bastante raros.
La gran mayoría de la vida astral salvaje no tiene, creo, la capacidad de dañar
directamente al proyector, pero siempre se recomienda precaución en estos asuntos.
Comúnmente se piensa que las entidades no físicas de cualquier tipo son
completamente inofensivas, y solo son capaces de asustarnos. Si bien esto es
generalmente cierto, al igual que con los seres moradores elementales, que se analizan
más adelante en este libro (ver capítulo Nº 34), existen excepciones. Los cuerpos
astrales y superiores en tiempo real, son virtualmente invulnerables, y definitivamente
no pueden ser destruidos o asesinados. Pero es posible sufrir daño psíquico y debilidad
energética a través de un ataque intenso o prolongado, provocado por las más fuertes e
inteligentes entidades no físicas.
Estos casos son extremadamente raros, pero si la sustancia energética de un
doble proyectado se menoscaba, este daño podría reflejarse en su cuerpo físico. En este
caso, el cuerpo físico podría experimentar cansancio inusual. Incluso más raramente,
hinchazones, erupciones y marcas extrañas también pueden aparecer. Estas son muy

416
parecidas a las hinchazones, ampollas acuosas y erupciones que ocasionalmente son un
efecto secundario del trabajo de desarrollo energético (ver capítulo Nº 13),
especialmente durante las primeras etapas, cuando los caminos energéticos se limpian y
acondicionan. Todos estos síntomas se curan inusualmente rápido, y a menudo
desaparecen en pocas horas. El cuerpo energético se recupera y restaura muy
rápidamente si su sustancia se altera o daña por la interferencia de algún fenómeno
inusual.
Cualquier ataque significativo que cause pérdida de sustancias energéticas en
el doble proyectado, generará un efecto secundario a prueba de fallas, causando el
aborto inmediato de esa proyección como una acción refleja. La proyección es un
proceso delicadamente balanceado, que involucra un intercambio energético y
telepático constante entre el cuerpo físico y el doble proyectado. No toma mucho
tiempo interferir en este proceso y hacer que se frustre, lo que resulta en el retorno
inmediato del doble proyectado a la seguridad de su cuerpo físico.
Tenga en cuenta aquí que los ataques, y especialmente los ataques que causan
daño energético real o pérdida de sustancias, son raros en extremo y no deben
preocuparnos demasiado. El riesgo es más o menos equivalente a que un nadador
recreativo resulte gravemente herido por una peligrosa alimaña marina. Para el nadador
promedio, las lesiones son eventos bastante raros, con el mayor peligro de recibir nada
más que una picadura ocasional de medusa. Sin embargo, los buceadores profesionales
de aguas profundas pasan mucho más tiempo en océanos insondables inexplorados, y
por lo tanto enfrentan un riesgo ligeramente mayor de daños que los nadadores
recreativos. Esto también se aplica a los proyectores frecuentes, especialmente aquellos
con una propensión natural a los aspectos más ocultos y metafísicos de la exploración
fuera del cuerpo. Por último, esto también se aplica a los proyectores más
experimentados que ayudan activamente a las personas que sufren de ataques psíquicos
y otros problemas relacionados con la vida social.
A mi leal saber y entender, si los proyectores se ocupan de sus propios
asuntos, mantienen la calma, usan el sentido común y se alejan si alguna vez se
encuentran en una situación difícil, tienen muy poco de qué preocuparse. De todas las
miles de historias de casos relacionados con proyecciones en los que se me ha
consultado, solo he encontrado un puñado de situaciones en las que la fauna astral
realmente problemática estaba involucrada. En la mayoría de estos casos, una vez que
esta situación fue confrontada con una actitud más valiente y más positiva, las
entidades problemáticas, ya sean reales o imaginarias, simplemente desaparecieron.

34. Los Miedos y los Ruidos Astrales


El miedo, producido por sensaciones de salida inesperadas o adversas, por
ruidos y voces astrales inexplicables, o simplemente por la exposición al entorno
extracorpóreo, representa una barrera importante para las EFC. El temor es una barrera
natural que “protege” a los proyectores no preparados de la manifestación del ambiente
fuera del cuerpo, hasta que puedan hacerle frente por sí solos. Esto se aplica

417
especialmente a los que son principiantes que, aunque pueden ser entusiastas, tienen
una disposición emocional más delicada de lo que creen.
El miedo detiene a cualquier proyector nervioso e inseguro, en frío y con
parálisis o apoplejía. como cualquier buen mecanismo proteccionista, hasta que logre
ser lo suficientemente resistente mental y psíquicamente como para hacer frente a las
presiones y tensiones implicadas en las operaciones extra corporales. Un aspecto
importante para soslayar es superar progresivamente todos los sobresaltos de cualquier
especie, relacionados con el desplazamiento del cuerpo astral. A medida que podamos
superar cada etapa ligada al canguelo, el proyector conquistará una barrera natural
importante. Enfrentar y superar cada tipo y nivel de temor que devenga, preparará y
acondicionará al proyector para operaciones extra corporales más extensas, paso a
paso.

Los Variados Colores del Miedo


El miedo relacionado con la salida de la proyección es una reacción intuitiva
natural causada por sensaciones, eventos y situaciones inusuales y, a menudo extremas,
todas asociadas a lo desconocido. Hace que los aspirantes a proyectores aborten sus
salidas una y otra vez, sobre todo cuando están al borde de su primera proyección de
salida consciente, largamente buscada y esperada. Sin embargo, la mayoría de los
miedos asociados con la proyección, nacen de la simple ignorancia. El conocimiento
reemplaza al temor, haciendo que lo desconocido e inesperado sea conocido y
confiable.
Los sentimientos que pueden generarse por las fuertes sensaciones
relacionadas a la exteriorización, si no están completamente preparados, pueden causar
terror y pánico innecesarios. Las malas experiencias, si no se examinan y comprueban,
pueden condicionar psicológicamente a los proyectores contra EFC futuras. Esto
aumentará significativamente los niveles de dificultad en intentos futuros, de forma
muy similar a como la sensibilidad de un diente lo hace apabullarse cuando se cepilla,
dolor que avanza y se acentúa, incluso mucho después de que haya sanado. El
cuerpo/mente física recordará el suplicio y las experiencias desagradables, y
rápidamente establecerá respuestas condicionadas, para evitar recurrencias en el futuro.
Muchas personas me han interpelado por este problema, aunque la mayoría
fue anticipada estoicamente de lo que podrían esperar, después de leer mis tutoriales en
Internet. En la mayoría de los casos, los proyectores se vieron obligados a abortar su
primera salida exitosa, simplemente porque no estaban preparados para la enormidad
de sensaciones resultantes.
Por favor, no crea que estoy exagerando aquí. ¡Este es un problema importante
para todos los nuevos proyectores! Le daré advertencias precisas y le ahorraré sorpresas
por adelantado, preparándole así para lo que pueda llegar a enfrentar.
Es posible que no tenga ninguna sensación desagradable durante el
desdoblamiento, o ninguna con la que no pueda lidiar fácilmente. Algunas experiencias
durante las primeras proyecciones pueden resultar bastante suaves. Otras personas
parecen salir rápidamente de sus cuerpos, y sin ningún problema. Sin embargo, tenga
en cuenta que estas afortunadas, pertenecen a una minoría bastante pequeña.

Sensaciones Intensas durante la Exteriorización


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La presencia de la mente despierta durante la fase de separación de la
proyección, a pesar de que se haya logrado el estado de trance completo, causa
conflictos energéticos importantes entre el cuerpo físico/etérico y su doble. Esto es
especialmente aplicable a los proyectores novatos, cuyos cuerpos energéticos no han
tenido tiempo para desarrollarse y permitir el mecanismo de salida consciente. Los
proyectores poco experimentados generalmente no están preparados para las
visceralmente complejas etapas finales de la exteriorización. Por lo general, quedan
impresionados por una masiva sobrecarga sensorial. Muchas personas, honesta y
sinceramente van a creer que están muriendo, fenómeno asfixiante que solo los llevará
a abortar, de cualquier forma posible, el proceso.
Las sensaciones ligadas a la salida son siempre mucho más violentas y
agresivas durante las primeras ejercitaciones conscientes. Sin embargo, se alivian
progresivamente durante los intentos progresivos, a medida que el mecanismo de
proyección comienza a adaptarse y desarrollarse energéticamente. Esto hace que los
primeros intentos, incluso los fallidos, sean algo así como una espada de dos filos.
Obligan al desarrollo energético del mecanismo de proyección y del cuerpo energético,
facilitando así un futuro promisorio. Sin embargo, también pueden causar estrés y
tensiones intimidantes, que pueden generar una reacción psicológica de
estremecimiento, si no se operan con cuidado, lo que hace que la proyección sea más
difícil durante los futuros intentos.
Comprender la mecánica y la dinámica del proceso de proyección ayuda a
superar una gran cantidad de problemas relacionados al respecto. "Hombre prevenido
vale por dos”, dicen. Tengo la intención de hacer que los nuevos proyectores sean
completamente conscientes de lo que podrían enfrentar. Afortunadamente, este
conocimiento práctico los ayudará a mantener el control para que no se asusten ni
tengan temores infundados que puedan obstaculizar sus primeras EFC conscientes. El
condicionamiento psicológico positivo generado por una primera proyección de salida
consciente exitosa, incluso una ultracorta, es extremadamente importante. No hay nada
como el éxito para potenciar el aprendizaje de cualquier habilidad compleja.
Debido a lo anterior, desaconsejo intentar una salida consciente parcial, "solo
para ver cómo se siente", antes de comprometerse a una salida completa. Un intento de
salida parcial siempre generará conflictos y sensaciones energéticas mucho más
profundas de lo habitual, que una mediante el proceso ideal. Una mala experiencia
puede condicionar y disuadir a los proyectores contra futuros intentos. El
acondicionamiento negativo puede aumentar no solo la dificultad del proceso, sino
también la gravedad de las sensaciones futuras. Se recomienda “decisión”.
Cuanto más rápido llegue a la fase de salida, más pronto cesarán las
incómodas sensaciones ligadas al proceso. Cuando esté listo para intentar una salida
completa, simplemente hágalo y prepárese para poner toda su voluntad al respecto.
Comprométase, siéntalo mentalmente y dispóngase para salir valerosamente, pase lo
que pase. Esta actitud también le dará muchas más posibilidades de tener éxito con su
primer intento de salida consciente.
Prepárese para un proceso bastante áspero y difícil durante su primera salida.
Estese listo para sortear un terremoto interno de una magnitud increíble. Es mi deseo de
que esté listo para conducir esta tormenta con calma y estoicidad, factores
imprescindibles. Esté preparado para resistir y tolerar el fenómeno pase lo que pase,
con tranquilidad e inteligencia, sabiendo que esto no puede lastimarlo…, aparte,

419
terminará muy pronto. Las sensaciones de salida intensas pueden durar entre diez
segundos y cinco minutos, dependiendo de la velocidad y la dificultad de la salida. Sin
embargo, estas siempre serán más leves y finalizarán mucho antes si la fase de partida
se sostiene el menor tiempo posible. Si mantiene usted la calma, el equilibrio y el
control, la exteriorización resultará más sencilla y mucho más rápida. Recuerde que las
sensaciones de salida acentuadas terminan cuando se completa la separación.
Las proyecciones que involucran los centros de la frente y la coronilla, donde
se perciben a sí mismos como dejando su cuerpo a través de la cabeza, generalmente
estarán acompañados de sensaciones de salida bastante suaves. En ese sentido, de
acuerdo con mi investigación, un porcentaje mucho más alto de mujeres que hombres
puede esperar experimentar salidas a partir de la frente o de la cabeza. Sin embargo, la
mayoría de los proyectores deberían esperar una fuerte actividad en sus centros
cardíacos.
Las sensaciones profundas de exteriorización no serán experimentadas por
todos. Tampoco sucederán durante cada modelo o arquetipo de proyección. Sin
embargo, es mucho mejor esperar y estar preparados, que estar atrapados por poco
entrenamiento, como sucede tan a menudo en los proyectores novatos.
Con el fin de ilustrar convenientemente las sensaciones profundas y complejas
de la exteriorización, detallo ahora una de mis experiencias durante el transcurso de mis
primeros intentos. Estaba aplicando los ejercicios sobre el desplazamiento astral
consciente, y pasando por los mismos problemas y frustraciones que muchos de ustedes
ahora pueden estar experimentando. Lo que sigue esclarece las sensaciones de salida
más insondables, creo, que cualquier nuevo discípulo podría enfrentar.

He estado proyectándome desde muy temprana edad, desde los tres o cuatro
años, pero todas mis primeras proyecciones fueron espontáneas y no implicaron
ninguna técnica real o esfuerzo consciente. Más tarde, cuando comencé a interesarme
en las EFC, tuve que comenzar desde el principio. Entonces desarrollé todas las
habilidades necesarias, como la relajación física profunda, la concentración y el trance.
Luego me instruí en los ámbitos del desplazamiento consciente, al igual que muchos de
ustedes están aprendiendo ahora. Sabía que era posible tener recuerdos vívidos de
muchas EFC de mi infancia, pero eso no hizo que el proceso de aprendizaje fuese más
fácil o más corto.
Había intentado muchas veces proyectarme antes de esto, pero hasta ahora con
solo una salida exitosa. (Pero esa experiencia fue tan inusual que no puedo plasmarla
aquí como un ejemplo racional). Estuve acostado en la cama por más de una hora,
relajando mi cuerpo físico y tratando de inducir el estado de trance. Finalmente sentí
que la pesadez del trance se extendía por mi cuerpo, luego comencé a potenciar mi
energía y estimular mis centros de energía primaria. Estaba usando una técnica de
visualización bastante obtusa aquí, porque era todo lo que sabía en este momento.
Trabajé en cada uno de mis centros primarios, hasta que sentí algún signo de actividad
en ellos, luego comencé a usar mi nueva técnica de proyección. Cambié mi punto de
consciencia e intenté percibirme como si estuviera flotando sobre mi cuerpo físico. Fue
un duro trabajo el asimilar y llegar a ser consciente de cómo la habitación había
cambiado y la percibía desde esa posición, y de dónde estaba mi cuerpo físico desde
esta nueva perspectiva, lo que fue extremadamente difícil de lograr, porque requirió
mucha concentración.

420
Sustenté mi mente despejada, y me esforcé por mantener mi punto de
consciencia holística corporal fija sobre mi cuerpo físico. Una sensación de cosquilleo
profundo como hasta los huesos se extendió por mi cuerpo, y una especie de mareo
localizado comenzó en mi estómago y pecho. Mi corazón, o más bien mi centro
cardíaco, dio inicio a notables palpitaciones; esta sensación se hizo cada vez más fuerte.
La percepción de mareo y cosquilleo fueron explayándose, y pronto comenzaron a
subir y desparramarse a través de mi cuerpo en forma ondulatoria, sensaciones que
cada vez se sintieron más profundas. Y fue especialmente fuerte en mi estómago y
pecho. Pronto todos estos fenómenos se arraigaron fuertemente en una onda vibratoria
generalizada. Empecé a sentir una presión cada vez mayor en todo mi cuerpo,
particularmente alrededor de mi cabeza.
El mareo se percibía como una sensación giratoria o de caída. Fenómeno que
se intensificó rápidamente y pronto sentí como si estuviera atrapado en una especie de
parque de diversiones desquiciado. Estas fueron sensaciones extrañas e increíblemente
fuertes. En el fondo de mi mente, comencé a preguntarme si podría estar muriendo,
pero también me emocionó la enormidad sensorial del todo y la probabilidad de éxito
de mi EFC. Apreté mis dientes mentalmente, decidido a no dejar que esto me superara,
como me había pasado en intentos anteriores, y continuar adelante pase lo que pase.
Extraños ruidos explotaban y se desvanecían a mi alrededor, como sonidos de
muebles arrastrados y arrojados áspera y estrepitosamente contra un suelo de madera.
También escuché el murmullo de voces y risas ocasionales. Ignoré todo esto, sabiendo
que solo eran ruidos astrales como los que había leído y escuchado antes. Increíbles
colores, formas, patrones de luz e imágenes flotaban en mi visión detrás de mis ojos
cerrados. El cosquilleo profundo hasta los huesos, los zumbidos oscilantes y el mareo
aumentaron, acompañados por una sensación de caída aún más profunda, como si
estuviera descendiendo continuamente hacia atrás desde una gran altura. Esta sensación
me hizo sentir fuertes náuseas. La presión alrededor de mi cabeza aumentó al punto de
provocar dolor, como si tuviera un cinturón de cuero ajustado alrededor del cráneo y un
sádico invisible lo apretase lentamente.
En este momento, sentía mi corazón a punto de saltar de mi pecho. Tenía la
impresión de que mi cuerpo pesaba increíblemente y se oprimía por la presión. En el
fondo de mi mente, me pregunté nuevamente si realmente podría estar muriendo. Las
vibraciones, la presión, el corazón acelerado y el efecto de caída, todas estas
sensaciones aumentaron hasta que pensé que gritaría o me desmayaría; eran muy, muy
fuertes. Ruidos de estrépito tronaron y se estrellaron en la habitación a mi alrededor,
ahora imitando cadenas pesadas que se arrastraban ruidosamente sobre láminas de
hierro corrugado cerca de mi cama. Ignoré todo y me mantuve enfocado en
conservarme relajado y en lo que estaba haciendo, alimentando mi punto de
consciencia holística corporal frente a mí.
Animando mi mente, me esforcé por mantener el control. Ahora podía ver los
detalles de la habitación a mi alrededor a través de mis párpados cerrados, como si mis
ojos estuviesen abiertos. Todo mi cuerpo rebozó de enormes y monótonas ondas
vibratorias y un movimiento de energía creciente me enrolló. El centro de mi corazón
corría como un motor de cortadora de césped y sentía mi cabeza como si fuese estando
aplastada por una presión al punto dolorosa. Las vibraciones literalmente retumbaron
por todo mi cuerpo y el centro de mi corazón se aceleró increíblemente más y más,
sintiendo como si su par físico corriese raudo.

421
De repente, todo cambió y sentí que me separaba de mi cuerpo físico.
Comencé a elevarme, junto a un torbellino animoso de grandes sensaciones corporales
incómodas. Levantándome más rápido pero suavemente ahora, finalmente oscilé o
flameé libre fuera de mi cuerpo. Las sensaciones realmente fuertes se detuvieron en el
momento en que logré la separación. Cambiaron a vibraciones corporales intensas
cuando el reflejo de proyección literalmente me desdobló. Las vibraciones se
detuvieron cuando me erguí cerca del pie de mi cama. ¡Estaba fuera de mi cuerpo y
libre al fin!
Pude ver la habitación a mi alrededor claramente a pesar de que estaba
bastante oscuro, con solo un poco de luz de luna filtrándose a través de las persianas de
mi habitación. Estaba muy tranquilo; no había señal de ninguna situación asociada a
ruidos extraños y voces que había escuchado al salir de mi cuerpo. Me sentí
maravillosamente y lleno de energía, entusiasmado por el éxito, pero extrañamente
calmado por dentro. Un poco nervioso, floté alrededor de la sala imbuida en
semioscuridad, recuperando mi equilibrio.
Me pregunté qué estaría acechando en las sombras o esperándome afuera en la
noche oscura. Probablemente nada, pero soy por naturaleza bastante cauteloso. Si bien
básicamente similar a las muchas proyecciones espontáneas que tuve cuando era niño,
sin embargo, ésta fue extrañamente diferente. Se sentía mucho más vigorosa y real. Me
obligué a moverme, flotar lejos de mi cuerpo y salir a través de la pared.
Afuera, la luz de la luna arrojaba misteriosas sombras en movimiento a través
de los árboles azotados por el viento, sobre el frío y húmedo pavimento. Me desplacé
hacia la carretera y la sobrevolé. Podía sentir, oler y saborear intensamente el aire
nocturno cargado de rocío. El entorno a mi alrededor se sentía muy sólido y concreto.
Tomando un poco de velocidad, me lancé a través del aire, agitando los brazos y
rozando las copas de los árboles, clarificando mi visión mientras daba la vuelta a mi
casa. Al pasar un rato, todas las habilidades y cualidades de la EFC que había
aprendido y usado de niño retornaron en mí. Giré varias veces, observando y
absorbiendo todo lo que pude antes de dejarme flotar suavemente a través de las ramas
de un antiguo pino. Podía aspirar, experimentar y degustar las hojas y los sabores
amargos y secos de la savia, la madera viva y la corteza, mientras me deslizaba a través
del tronco retorcido, hasta el suelo.
Entusiasmado por la victoria, pero por alguna razón sintiéndome un poco
ansioso, volví ondulando a mi casa, esperando entrar a mi cuerpo. No tenía idea de por
qué me sentía tan ansioso, especialmente después de todo el tiempo que pasé sin miedo
fuera, cuando era niño. Tal vez, solo porque estaba lóbrego y tenebroso aquí en la
oscuridad de la noche.
Regresé a mi habitación, ingresé por el techo y me aproximé a mi cuerpo.
Cuando me estaba acercando, sentí algo como el efecto de la gravedad que me atraía
hacia él. Cuando me incorporé, sentí hormigueos y zumbidos por todo el cuerpo.
Percibí que me succionaba verticalmente a través de mi estómago y pecho, pero lo
juzgué desde la perspectiva de mi cuerpo físico, como si algo estuviera entrando en mí.
Abrí los ojos y me desperté... inmensamente satisfecho con mi nuevo éxito. ¡La
próxima vez prometí quedarme más tiempo y explorar! Más tarde, con un bocado
respetable de sándwich de queso y pepinillos y una jarra de leche helada, comencé a
volcar esta segunda experiencia en mi nuevo diario titulado EFC.

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Exaltación y Ansiedad
La exaltación y la ansiedad, combinadas con el sofocamiento ligado al éxito
inminente, pueden generar una aceleración corporal del tipo adrenalítica, que
posiblemente trunquen los intentos de salida en cuestión de minutos. Esto puede
parecer que tiene similitudes con la sobretensión energética del torso, tratada
anteriormente, pero en realidad su origen es por una causa bastante diferente. Una
combinación de trepidación, ansiedad y pura excitación provocará una sobredosis
importante de adrenalina a través del cuerpo físico. Esto rompe instantáneamente el
estado delicadamente equilibrado requerido para la proyección, habitualmente justo
cuando el reflejo de proyección comienza a generarse y el proyector se da cuenta
repentinamente de que está a punto de tener una EFC totalmente consciente.
Muchos proyectores tienen problemas al respecto. Trabajan duro y hacen todo
bien y, a continuación, justo cuando las vibraciones comienzan y el reflejo de
proyección intenta activarse, ocurre nuevamente. De repente, se dan cuenta de lo que
está por suceder y se sobreexcitan, perdiendo así el enfoque y el control sobre la
experiencia. Tan rápido como comenzó, se detiene allí mismo, dejándolos
completamente despiertos y maldiciéndose a sí mismos, sabiendo que fue por su culpa.
Muchas personas tienen la impresión de que una vez que logran activar el
reflejo de proyección y están por salir de su cuerpo, lo han conseguido. Piensan que
pueden simplemente sentarse y disfrutar de la experiencia a partir de ahí. Esto
definitivamente no es el caso... así que tengan cuidado. Los requisitos para mantener un
cuerpo físico profundamente relajado y una mente clara y enfocada, no terminan
repentinamente en el momento en que un proyector comienza a salir del cuerpo. Es
necesario continuar manteniendo el estado delicadamente equilibrado en todo
momento, no solo antes y durante la salida, sino para toda la proyección. Cualquier
aumento de excitación o agitación imprudente puede abortar una proyección antes,
durante o después de la salida.
La excitación incontrolada durante la salida, exhibe una falta de control
mental y emocional en cualquier aspirante a proyector. Lo que también tiene, además
de lo anterior, la posibilidad de causar muchos problemas en el entorno fuera del
cuerpo. Este es otro aspecto de la barrera natural que genera el miedo, que al igual que
todas las barreras naturales, tiene un cierto atractivo a prueba de fallas. Las barreras
naturales protegen a los proyectores no preparados (no importa cuán entusiastas) de la
exposición al entorno sensible fuera del cuerpo, donde las turbaciones no son tan
particulares e inofensivas.
Un proyector excesivamente excitado podría fácilmente tener problemas
durante una proyección, a través de una simple falta de autocontrol. El entorno fuera
del cuerpo es fluídico y se ve afectado fácilmente por el pensamiento y la imaginación,
especialmente los generados por la mente subconsciente. Un ligero miedo
hormigueante, causado quizás por un atisbo de algo imaginado moviéndose entre las
sombras, combinado con un leve temor a la oscuridad, podría fácilmente convertirse en
un episodio de terror ascendente. Lo que daría como resultado un trauma y un
condicionamiento psicológico negativo para las EFC futuras.
Hay otro aspecto más sutil que considerar, relacionado con el efecto de
división de la mente. A menudo, una proyección puede tener éxito, pero la mente
físico/etérica estará en ese momento tan sobreexcitada por las sensaciones de salida,
que desechará las fuertes imágenes espejo ingresadas al cerebro físico. En este caso, la

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consciencia permanece firmemente centrada en el cuerpo físico/etérico. Esto puede
dificultar que el doble proyectado descargue sus vivencias ocultas en niveles accesibles
del cerebro físico durante la reintegración. Si este es el caso, las experiencias pueden
así perderse, lo que será un problema importante en los nuevos proyectores que tienen
poca práctica en la recuperación de la memoria espejo oculta.
La solución a todos estos problemas planteados es mantenerse calmo,
concentrado y relajado. Controle firmemente las turbaciones antes, durante y después
de la salida y durante todo el transcurso de la proyección. Si los proyectores logran
ignorar las fuertes sensaciones ligadas al proceso de salida y superar el miedo, la
ansiedad y la excitación, es muy posible que tengan éxito en el resultado.
¡Pueden liberarlas y darles pie a todas sus emociones, una vez que regresen a
sus cuerpos físicos! De hecho, usar esta liberación emocional puede potenciar las
vivencias ocultas y hacerlas literalmente conquistables durante la fase de ingreso. Por
lo tanto, es permisible, incluso aconsejable, exaltarse mentalmente y encarnar el éxito,
solo durante la fase de intrusión. Esto ayudará a sobrescribir las memorias existentes
del cuerpo físico/etérico durante el mismo período de tiempo, y consolidar los
recuerdos ocultos en él, para que sean recuperables más fácilmente.
Una vez que los proyectores atravesaron con éxito esta barrera durante la
salida consciente, lograrán mantener el autocontrol y regresarán para ingresar de forma
controlada; entonces habrán pasado una prueba importante. Ahora estarán listos para
comenzar a aprender cómo operar en el entorno fuera del cuerpo, viajar y explorar
ilimitadamente.

La Oscuridad y lo Desconocido
El miedo al entorno extracorpóreo desconocido es otra barrera natural a la que
se enfrentan todos los proyectores nuevos. En un ambiente experiencialmente
desconocido, es bastante consustancial sentir cierta inquietud, incluso un poco de temor
y hasta pavor, lo que no deja en cierto punto de ser saludable, como un proceso
proteccionista de nuestra psique. Los proyectores novatos pueden haber leído muchas
historias sobre esto, pero nunca lo habrán experimentado realmente.
Muchos niños tienen miedo a y en la oscuridad. Sus padres les dicen que no
hay nada de qué temer. Abren las puertas del armario y les muestran que no hay nada al
acecho, ni debajo de la cama. Después de todo eso, los niños aún temen la oscuridad
por desconocida y omnímoda, y exigen una luz de noche. Esta es una precaución
natural generada por la imaginación, simplemente porque no pueden ver en la
oscuridad y, por lo tanto, se sienten inseguros.
Esto es muy parecido a lo que puede suceder en las profundidades de las
mentes de los nuevos proyectores, alimentadas por la imaginación, cuando salen de sus
cuerpos por primera vez. Las cualidades desconocidas y los aspectos cambiantes del
entorno, que alguna vez fue familiar, además de los rumores, las historias de terror y las
películas, pueden fomentar el temor sin sentido, ocasionando la exaltación de sus
nervios fácilmente y arruinar su enfoque una y otra vez, anulando las proyecciones de
otro modo exitosas, y conduciéndolos de vuelta a la seguridad manifiesta de sus
ámbitos físicos. Definitivamente se requiere cierto coraje para afrontar una EFC,
especialmente cuando se ingresa y se permanece en el ambiente de tiempo real durante

424
la noche. Estos miedos deben anularse antes de que echen raíces y comiencen a
interferir con las EFC.
Recuerde siempre que el entorno sensible fuera del cuerpo se ve muy afectado
por la exultación, y que ese síntoma atrae superlativamente. Si se permite que el miedo
se intensifique, entonces se puede adicionar un aspecto más temeroso o incluso
siniestro al entorno fuera del cuerpo, generado y manifestado alrededor de los
proyectores, por la capacidad creativa de sus propias mentes.
Incluso si en el fondo se siente un miedo genuino (subconsciente), es muy
recomendable no permitir que éste surja en la mente consciente. Sea positivo y
valiente, y actúe como si fuese completamente osado e intrépido. ¡Afronte con valentía
el desconocido entorno extracorpóreo! Si no puede hacer esto, realmente no debería
estar proyectándose. Recuerde siempre que nada puede lastimarlo mientras está fuera
de su cuerpo. El doble proyectado es un ser energético y, por lo tanto, virtualmente
invulnerable. Puede nadar en lava fundida o volar en medio de una supernova sin sufrir
un arañazo.
Ponga esperanza en convertirse en un observador tranquilo y desapasionado
en todo momento, sin dar lugar al miedo en su mente y espíritu, y pronto lo olvidará al
acondicionarse al entorno fuera del cuerpo. Esta actitud le ayudará a superar
progresivamente cualquier temor genuino que pueda aparecer, incluso el más pequeño,
a través de la acumulación de la experiencia personal en estos ámbitos. Si se esfuerza y
pone coraje, logrará convertir lo desconocido en manifiesto y familiar, lo que reducirá
progresivamente los niveles infundados de miedo.

Miedo Generado por el Efecto de la Mente Dividida


En la zona de tiempo real, especialmente, el miedo puede causar que los
sentimientos y compuestos tangibles de temor y pavor sin sentido, se generen y se
combinen entre los cuerpos físico/etérico y su doble proyectado. Esta es una
interacción energética emocional relacionada con la parálisis en la vigilia y la
retroalimentación astral. No es causado por una fuente independiente. Esta
retroalimentación se intensificará y se agravará progresivamente si no se hace nada al
respecto. Cuanto más fuerte es el síntoma, más profunda es la respuesta, especialmente
si el proyector está operando cerca del cuerpo físico en la zona de tiempo real. Este
efecto casi desaparece si pone cierta distancia entre usted y su cuerpo físico. Salga de la
casa y siga moviéndose hasta que la sensación disminuya.
El enfoque y el control mentales, más una actitud de observancia tranquila y
desapasionada, evitan que los síntomas emocionales comiencen, efecto que reducirá la
probabilidad de que se manifiesten otros problemas potencialmente negativos.

Reacción Visceral Inicial


Probablemente el tipo de miedo más difícil de superar en cualquier proyector
novato es la reacción visceral inicial causada por las energías generadas por el cuerpo
físico/etérico durante el proceso de proyección. Durante la salida consciente, o la salida
espontánea en la que el proyector toma consciencia durante la salida, el cuerpo y la
mente del proyector experimentan sensaciones fuertes en todo el cuerpo, causadas por

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energías que normalmente solo se generan durante el estado de reposo. La presencia de
la consciencia despierta magnifica estas sensaciones energéticas en gran medida; la
mente consciente no tiene experiencia con estas energías y, por lo tanto, no gozará de
herramientas con las que recurrir cuando trata de acostumbrarse a ellas. Los
proyectores experimentarán una reacción visceral ligada al temor, una fuerte sensación
de inconveniencia y un gran peligro a su alrededor.
Creo que esto es causado por un efecto de lucha o huida. Los proyectores
perciben el peligro, pero como no se advierte ninguna fuente de su origen, intuyen que
la huida es la única opción para sobrevivir. Este instinto primordial de supervivencia
inunda la mente del proyector con un miedo abrumador.
La mayoría de los nuevos proyectores tendrán que lidiar con ciertos niveles de
miedo durante las EFC tempranas. Pero disminuirá progresivamente a medida que se
adquiera experiencia, pero un cierto nivel generalmente siempre estará presente. El
miedo forma una fuerte barrera natural para las EFC. Su capacidad de dominarlo y
atravesar esta barrera, muestra que ha pasado una prueba importante y está listo para
cumplimentar este proceso.

Un Morador Infame en los Umbrales Iniciales


El morador infame en las experiencias iniciales, más los ruidos y voces
astrales, son probablemente las manifestaciones más conocidas que enfrentan algunos
nuevos proyectores. El fenómeno del residente es, creo, otro aspecto de la barrera
natural que crea el miedo. Este fenómeno debe enfrentarse y tratarse valientemente
para que los proyectores afectados por este problema, puedan operar libremente fuera
de sus cuerpos.
Este tipo de manifestaciones, aunque es bien conocido, definitivamente no es
un problema universal relacionado con las EFC que todos deben enfrentar. Lejos está
esto de ser cierto. Las investigaciones muestran que una exposición o exhibición de un
tipo de entidad humanoide o no, causará problemas a menos de uno de cada veinte
proyectores nuevos, y solo durante sus primeras EFC. Los ruidos y voces astrales, sin
embargo, molestarán intermitentemente a la mayoría.
Por favor no espere que esto suceda cuando salga de su cuerpo por primera
vez. Preocuparse podría fácilmente causar que su propia mente subconsciente lo
manifieste. Creo que es lo que sucede en la mayoría de los casos, teniendo en cuenta el
entorno sensible fuera del cuerpo y el efecto que el miedo puede tener sobre él. El
morador puede surgir en muchas variantes, pero generalmente será una combinación o
variación de lo siguiente: Inmediatamente después de la salida, se encuentra una forma
humanoide sombría y amenazante, por lo general todo de negro, sin rasgos
característicos y con ojos enrojecidos. Puede quedarse allí inmóvil, o puede dar algunos
pasos hacia adelante y hacer gestos atemorizantes. Incluso estar en silencio o respirar
fuerte y ruidosamente.
Puede gruñir, rugir, reír o largar una buena carcajada. También hablar y
ordenar que regrese a su cuerpo, a menudo por su nombre. Aún amenazarlo con la
ruina y la tristeza si continúa con su proyección. El clásico monstruo residente nunca
ataca ni daña. No he tenido ni un solo informe siquiera de que hayan osado tocar a un
proyector. Es solo una ilusión. Debe ser confrontado y ordenar que se retire, expulsarlo
o ignorarlo por completo. Mi mejor consejo es ser valiente, estar a la altura de las

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circunstancias, enfrentarlo y mirarlo a los ojos tan fuerte como pueda y exigir que
desaparezca. Luego, de la vuelta y abandone el área, ignorándolo por completo a partir
de ese momento. No estará allí esperando por usted a su regreso.
He presentado aquí lo que pueden parecer algunos ejemplos bastante extremos
de este tipo de experiencia. Estos ejemplos son bastante estándar, sin embargo, no son
exagerados en lo más mínimo. Prefiero preparar a los nuevos proyectores para lo que
podrían tener que enfrentar, en lugar que los tomen por sorpresa en el proceso de
desdoblamiento. ¡El morador en la puerta de entrada se asemeja a un matón! Al igual
que todos los bravucones, cuando se les enfrenta con valentía, el viento quita sus
velámenes, y corren o quedan reducidos a insolencias y delirios inofensivos.
La lógica sugiere que, si la entidad fuera realmente una amenaza genuina
capaz de causar un daño concreto, no se mantendría en pie y amenazaría. Atacaría
inminentemente, haciendo uso del elemento sorpresa y del temible estado del
proyector. Los moradores seguramente no advertirían ni asustarían constantemente a
los proyectores en sus cuerpos antes de la salida, con ruidos y voces astrales, no si están
genuinamente interesados en perjudicarlos, o si fueran capaces de hacerlo. Todo esto
indica que probablemente tengan miedo a los proyectores y/o no dispongan de un poder
real con el que puedan dañarlos.
Creo que algunos tipos de experiencias con respecto a este fenómeno, se
pueden considerar como manifestaciones de los miedos subconscientes generados por
la mente del proyector. En otras ocasiones, la vida salvaje astral interferente, de orden
inferior, parece ser responsable, posiblemente atraída por los propios temores del
proyector y por las vibraciones energéticas que estos producen y transmiten antes y
durante las primeras proyecciones.
No he encontrado ninguna evidencia o experiencia, ni propia ni ajena, para
sustentar la idea de que el residente sea algún tipo de observador personal o guardián.
Nunca en mis experiencias he visto a ser alguno que se adapte a esta figura. La idea de
una estampa de observador o guardián, creo, proviene de la creencia generalizada de
que el cuerpo físico se deja vacío y vulnerable durante la proyección.
Nunca me he enfrentado a ninguna entidad real y verdadera. Sin embargo, mi
madre tuvo experiencias ligadas a estos entes, durante sus primeras proyecciones de
salida consciente, hace ya muchos años, cuando todavía era adolescente. Siendo
espiritualista, mi madre ignoró de forma vehemente estos seres cuando aparecían,
orando y repitiendo una y otra vez el Salmo Veintitrés de la Biblia, hasta que la dejaran
sola, como le había ordenado hacer su iglesia. Para ella, los moradores se manifestaban
como seres pequeños, feos y del tamaño de un mono, gruñendo y soltando risitas, y
aferrándose a ella cuando abandonaba su cuerpo. Cuando esto sucedía, repetía su
oración y los ignoraba audazmente mientras continuaba su camino, dejando el área y
los seres elementales muy atrás. No estaban allí cuando regresaba a su cuerpo un
tiempo después.
El doble proyectado es un ser extremadamente poderoso, incluso si sus
generadores no lo saben y no tienen idea de cómo usar sus capacidades defensivas u
ofensivas. El doble proyectado de un ser humano vivo, tiene a su merced sus enormes
recursos, asique definitivamente no debe jugar con él. Las entidades negativas pueden
presentir este potencial y serán naturalmente cautelosas con ellos y más especialmente
con los proyectores afianzados y confiados en tiempo real.
Creo que lo anterior proporciona algunas pistas muy reales de por qué estos
fenómenos negativos ponen piedras en el camino e inhiben a los proyectores novatos

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en primer lugar. Y que cualquier proyector inexperto que esté a punto de realizar su
propósito conscientemente en la zona de tiempo real causará pánico en las entidades
negativas del área. Luego harán todo lo que está en su poder para evitar que se
proyecten, simplemente porque estarán temerosos de las posibilidades consecuentes.
Considero que todas las manifestaciones elementales, junto con sus
moradores, son totalmente ilusorias. Las fuentes de estas ilusiones pueden variar, pero
si son generadas por una del tipo independiente, debe haber, según sugiere la lógica,
una razón para ello. En el caso de las entidades negativas, todo indica que su interés es
perpetrar tensión generalizada contra los indefensos y desprevenidos proyectores, y
este engendro parece haber estado sucediendo desde hace mucho tiempo. Sabiendo
esto, sugiero que los nuevos proyectores no hagan caso de estos elementales negativos.
Se dice que una pequeña competencia es saludable, y cada nuevo proyector que se
libere en la zona de tiempo real, agrega un soldado potencial más al rango de los
“buenos”.
Siempre tenga en cuenta, sin importar lo que ocurra durante una proyección,
que los proyectores nunca dejan sus cuerpos físicos vacíos y expuestos durante ninguna
EFC. El cuerpo físico siempre contiene con seguridad la copia original de la mente y su
memoria. El cuerpo físico/etérico nunca, nunca queda vacío, expuesto, desprotegido o
vulnerable. Tener una EFC no lo expone de ninguna manera, a ningún tipo de
interferencia, que de otra manera debería vulnerabilizar su vigilia normal y los estados
de sueño.

Ruidos Astrales y Otras Cosas que Van de Mal en


Peor
Se escucharán ruidos astrales durante la exteriorización, con voces aterradoras
y cosas que se estrellan en la noche, como cadenas que se arrastran, risas y murmullos
siniestros, carcajadas malvadas y gruñidos y rugidos desagradables. Estos sonidos
intimidantes son un tipo ilusorio de audio; no tienen sustancia y, por lo tanto, no son
amenazadores. Sin embargo, son una gran distracción y deben ignorarse por completo
antes y durante el proceso. Los ruidos astrales son bastante comunes durante el inicio,
pero siempre cesan en el momento en que se completa el desplazamiento. Es mucho
más común que los nuevos proyectores oigan ruidos y voces astrales, que los más
experimentados. Raramente los escucho yo en estos días, pero solía hacerlo
regularmente durante mis primeros años de practicante consciente, aproximadamente
cada cinco proyecciones.
A menudo se harán audibles ruidos extraños como preludio de una EFC,
generalmente justo al borde del desdoblamiento, consciente o espontáneo, exactamente
cuando el reflejo de proyección esté a punto de dar inicio y hacer que el proyector salga
del cuerpo. Prepárese para lidiar con esto cuando suceda. Puede parecer que me
contradigo con lo que dije antes, pero he encontrado ruidos astrales tan frecuentes que
su viabilidad no parece verse afectada por la sugestión. Una gran cantidad de personas
que se han acercado para platicar sobre estos problemas de sonidos en el astral, nunca
antes habían oído hablar de ellos. No los esperaban, pero sucedieron de todos modos.
Ya he mencionado algunos de los tipos de ruidos astrales más alarmantes, pero
creo que merecen un desarrollo más completo. Los tipos de ruidos varían
enormemente. Pueden ser muy estruendosos e increíblemente reales. O imitar

428
campanas, lamentos de sirenas, cadenas pesadas que se arrastran y traquetean sobre
chapas de hierro corrugado, sonidos de alguien abriéndose paso con golpes de martillo,
o mucha gente hablando ruidosamente, motores de vehículos de carrera, motosierras,
aporreando y golpeando la puerta de su habitación, incluso sonidos de niños jugando y
riendo, o llorando y suplicando ayuda. Es posible que escuche su nombre en voz alta y
clara, a veces por una voz que conoce bien. Esta voz puede generalmente informar de
algún tipo de emergencia en su hogar, o simplemente le exigirá que se levante, ya que
hay algo importante que debe atender allí mismo. Son tan reales que puede decidir (si
no está preparado) abortar la proyección e indagar qué diablos está pasando en su casa.
"Qué momento", pensará, "justo cuando estoy al borde de mi primer EFC". Estos
ruidos por lo general parecen originarse bastante cerca, a menudo desde afuera de la
ventana o la puerta del dormitorio, o incluso desde el interior de su habitación. Usted
puede pensar que su ciudad se ha vuelto completamente loca y los dirigentes han
decidido hacer algunas reparaciones viales hasta altas horas de la noche justo afuera de
su puerta, con martillos neumáticos y motosierras trabajando a toda máquina; porque
de verdad que pueden ser tan fuertes y tan reales. A mí me han engañado para que
abandone el desplazamiento consciente muchas, muchas veces, especialmente durante
mis primeros años de proyección.

Voces Astrales
Una voz astral fuerte y agresiva puede ordenarle (a menudo por su nombre)
que detenga lo que está haciendo y regrese a su cuerpo de inmediato, o se enfrente a
una terrible fatalidad. El argumento y el instante de ocurrencia de estas voces variarán
enormemente de una experiencia a otra, pero el sentido o esencia principal siempre será
la misma: intimidarle para que aborte su proyección. También quizás escuche una voz
que habla con otra sobre usted, discutiendo y criticando en voz alta por su estupidez por
tratar de abandonar el cuerpo, insinuando que esto es algo muy peligroso, o que es un
momento muy pernicioso para usted. "¡Míralo! ¿No sabe nada? ¿Qué demonios está
tramando ahora? Mira lo que está haciendo... oh no... ¡qué estupidez va a hacer!".
Etcétera.
Esta embestida negativa hace que los proyectores empiecen a dudar
seriamente de sí mismos. Comienzan a preocuparse de que de hecho puedan estar
haciendo algo tonto o peligroso. Pero estas voces que distraen e intimidan nunca nos
dañarán y deben ser totalmente ignoradas. Una vez que se haya concretado el
desplazamiento, estas voces se detendrán inmediatamente y nunca encontraremos sus
causas y orígenes (Por lo menos, hasta donde llegan mis conocimientos).

Dos Posibles Causas de Ruidos Astrales


Creo que hay dos posibles causas a tal efecto:
Accidental: Es posible que los sonidos y voces naturales sean captados por los
sentidos intensificados del doble que se proyecta, ya que sintoniza y se sincroniza con
las partes del entorno local en tiempo real o astral durante el preludio de la salida. La
naturaleza aleatoria de estos ruidos sugiere que solo pueden escucharse cuando hay
actividad para causarlos, en el área local en tiempo real o astral. El estado de nuestro

429
cuerpo energético, específicamente la configuración activa de los centros primarios en
el momento de la proyección, también puede desempeñar algún papel. Es posible que
algunos proyectores desarrollen esporádicamente un tipo de clariaudiencia, la
capacidad de escuchar voces y sonidos espirituales en la zona de tiempo real y la
dimensión astral, así como también las voces de otros proyectores. El escenario más
probable es cuando se escuchan ruidos y voces astrales simples, y el proyector no es
referido ni directa ni indirectamente.
Deliberada: Otra posibilidad es que algunos ruidos astrales se produzcan
deliberadamente y sean dirigidos telepáticamente a los proyectores por la vida salvaje
astral de bajo orden. Estos ruidos parecen ser una ilusión auditiva muy inteligentemente
diseñada, una distracción furtiva trazada para preocupar o engañar a un proyector, a los
fines de que aborte una salida inminente. Este truco y/o trampantojo está bien
relacionado con el aparente propósito de las manifestaciones de tipo elemental y
morador.
Si esta es de hecho la verdadera fuente de los ruidos astrales, entonces son
simplemente una alternativa atemorizante audible, generada y manipulada por las
manifestaciones visuales del tipo entidad ligada a lo elemental. El escenario más
probable es cuando el proyector es abordado y llamado por su nombre, o
indirectamente se lo menciona de otra manera.

Tratar con los Ruidos Astrales


Todos y cada uno de los ruidos astrales deben ignorarse por completo durante
la etapa de salida de una EFC. Estos efectos de sonidos inofensivos distraerán e
interrumpirán su equilibrio y le impedirán proyectarse si les da cabida y les presta
atención. Esto es especialmente así cuando se trata de ser molestado o llamado por
alguien dentro de su propia casa. No importa lo que escuche y lo que se diga, ¡ignórelo
por completo!
Las posibilidades de que ocurra una emergencia real en ese momento
particular, cuando usted está en el umbral externo de una EFC, es remoto en extremo.
Piénsalo. Si hubiera una eventualidad concreta, alguien en su casa seguramente entraría
en su habitación y lo despertaría. Lo sacudirían físicamente si fuese necesario de
verdad. Además, si alguien estuviera golpeando su puerta, el ruido lo sacaría
instantáneamente fuera del estado de trance.
Los amigos y familiares tampoco suelen pararse al otro lado de una puerta
cerrada, golpeando y gritando a través de ella, especialmente a altas horas de la noche o
temprano en la mañana. Si continúa con su proyección, puede ir y verificar si hay una
emergencia real en su casa. Si algo efectivamente está sucediendo y su presencia es
realmente necesaria, puede regresar a su cuerpo, y enfrentar la situación momentos
después.
Me he proyectado innumerable cantidad de veces ignorando los sonidos y las
voces astrales. Todo está siempre en silencio cuando por fin salgo de mi cuerpo. Nunca
hay algo allí esperándome que podría haber causado todo este ruido y alboroto
mencionados anteriormente. Esto muestra que los sonidos y las voces astrales no están
directamente relacionados con las manifestaciones atemorizantes ligadas a los seres
más elementales y del tipo morador o residente. No obstante, el hecho de escuchar
ruidos y voces astrales, no significa que haya algún tipo de manifestación visual
intimidante que le haga fracasar el proceso de desdoblamiento.

430
Me han apabullado los ruidos astrales muchas veces a lo largo de los años.
¡Son absolutamente exasperantes! Aprendí a ignorarlos en su gran mayoría cuando
suceden, pero todavía me sorprenden y atrapan de vez en cuando; y es que pueden ser
tan convincentes.

Manos que Agarran y otras Molestias


Antes o durante la salida, es posible que sienta manos frías y pegajosas
agarrando e inhibiendo su cuerpo. Incluso puede ver imágenes fugaces de caras
monstruosas que lo miran furioso o con sorna. Es posible que escuche a estos seres
sombríos que aparentemente se deslizan por la habitación. Estas manos nunca nos
dañarán; solo pueden asustarnos. Son un tipo de ilusión sensorial y debe ser ignorado.
Y una vez que la salida se ha completado, generalmente desaparecerán.
Antes o durante la duplicación, puede usted sentir, ver o escuchar alguna
molestia; un animal pequeño, a menudo un perro o un gato, pueden saltar a su cama y
comenzar a lamerle la cara, rascarlo y gruñir, o molestarlo y distraerlo de alguna otra
manera. Una variante puede ser que un amigo o pariente entre o intente entrar a la
habitación. Esta persona rápidamente comienza a despistarlo o fastidiarlo de alguna
manera: exigir que se levante inmediatamente, tocarlo o incluso hacerle cosquillas. No
obstante, no olvide que esto es solo un fenómeno ilusorio, y debe ser ignorado.

Emisarios en las EFC


Un raro tipo de problema en las EFC que afecta aproximadamente a uno de
cada doscientos proyectores en algún momento de su vida (complicación que
sobreviene en la zona de tiempo real o bajo astral) es la aparición de un polizón,
emisario, mandatario, espía, guardia, etc., manifestación que puede sucederle tanto a
los proyectores experimentados como a los novatos. Después de la salida, usted se dará
cuenta de que alguna entidad le está agarrando por detrás. A menudo verá un par de
brazos que lo rodean y se aferran a su cuerpo. Este ser puede permanecer en silencio o
hablar y hacer amenazas o sonidos amenazantes. A menudo responderá si se le habla.
Puede sentir que está siendo arrastrado por él, o que lo está acarreando usted mismo.
Si intenta dialogarle, este ser generalmente dará respuestas cortas, crípticas o
en clave, negativas o sin sentido, pudiendo contener o no amenazas. Incluso decirle que
está allí para ayudarlo de alguna manera; más no crea nada de esto. Por lo general,
podrá darse la vuelta y ver frente a frente a su desafiante. A menudo observará una cara
masculina de aspecto áspero con ojos deslumbrantes. Cuando lo mire, puede usted
maltratarlo firmemente o amedrentarlo de alguna otra manera. Alternativamente, puede
no hacer o no decir nada en absoluto. Incluso parecer estar dormido o inconsciente
cuando se lo escudriña.
En caso de que le preocupe perder una oportunidad de contacto espiritual
benéfico: una manera simple de averiguar quién es (para distinguir si es un buen
espíritu de uno malo) es pedirle cortés pero firmemente que se vaya y regrese en otro
momento cuando se le pida. Un espíritu afable o piadoso entenderá y se irá de
inmediato, y volverá en otro momento cuando se le solicite. Un espíritu pérfido

431
rechazará a regañadientes, o inventará alguna excusa, por ejemplo, que ellos saben qué
es lo mejor para usted.
El consenso entre los proyectores es que estos emisarios se sienten atraídos
por el miedo que genera el propio proyector. Es más probable que aparezcan cuando
los proyectores se vuelvan temerosos o ansiosos durante una EFC. En algunos casos,
solo tiene usted que pensar en ellos brevemente y aparecerán. La mejor medida
preventiva es controlar el miedo y no pensar en estos seres desagradables, ni siquiera
por un momento. Elimine y arroje todo pensamiento sobre estos asuntos fuera de su
mente y concéntrese en la EFC todo el tiempo.
Siempre que sea lo suficientemente valiente, una buena forma de enfrentar
esta situación es confrontarlo o atacarlo valientemente. No lo escuche, sin importar lo
que diga. Exija que se vaya de inmediato y amenácelo con terribles consecuencias e
imprecaciones si no obedece. Si esto no funciona, cree un bate de béisbol u otra arma
de su elección y úsela para amenazar a esta manifestación, hasta que se vaya. El arma
creada debe tenerse siempre presente para que no se desvanezca mientras se usa. Este
procedimiento debe repetirse durante cualquier EFC futura si reaparecen. El Capítulo
Nº 35, "Autodefensa Astral", proporciona detalles sobre la creación y el uso de bártulos
de usanza astral. (Esto puede parecerle cómico, pero para estos casos, realmente
funciona). Si lo anterior no le resulta efectivo, o si es demasiado tímido para una
confrontación, o si la manifestación se repite, negar su existencia a veces servirá,
aunque esto generalmente lleva más tiempo. Ignórelo totalmente y niegue su existencia.
Desconsidérelo fervientemente y descompóngalo con habilidad creativa. Imagínese y
vea cómo sus brazos se desvanecen y sienta que el resto de su cuerpo se difumina
detrás suyo. Una alternativa es hacerlo estallar en llamas con capacidad creativa y tratar
de quemarlo.
El cambio de forma también puede ser aplicado aquí, y su aspecto (el del
proyector), puede transfigurarse para manipularlo o hacerlo desaparecer (al emisario).
Por lo general, lo pequeño es más efectivo que lo grande, pero ambos deberían
probarse. El uso de cualquier nivel de capacidad creativa, a menudo será suficiente para
ahuyentar a estos desagradables, ya que de esta manera intimidamos a la vida salvaje
astral.
Pasar lentamente a través de las paredes y otros objetos sólidos también puede
ayudar. Tome esto como que se desguaza usted en la pared, a medida que la penetra.
Otra idea es proyectarse hacia una iglesia o el lugar de culto más cercano. Una segunda
opción es proyectarse directamente a niveles superiores de los planos astrales, lo que
hará que el espía se pierda en el cambio dimensional, porque estas manifestaciones
pertenecen al plano astral bajo o inferior.
Si todos estos métodos fallan, le aconsejo que busque los servicios de un buen
chamán practicante (ver bibliografía al final). He intercambiado correspondencia con
chamanes y virtuosos por esta problemática muchas veces, y los resultados siempre han
sido positivos.

Superando el Miedo
El miedo es un mecanismo de defensa natural. La verdadera valentía es la
capacidad de controlarlo, sin dejar de operar de una manera razonablemente normal. El
coraje no es la capacidad absolutista de no sentir miedo.

432
Una de las mayores causas del sentimiento de temor cuando se está fuera del
cuerpo, es la tendencia que la mayoría de los proyectores tienen para proyectarse tarde,
en la noche antes de dormir. Una EFC definitivamente puede ser un poco espeluznante
durante la noche. Pero tenga en cuenta que algunas personas se pueden encontrar
rodeadas, durante una EFC, con al menos suficiente luz para ver, incluso en las noches
más oscuras. Esta claridad, generalmente localizada en el área inmediata al proyector,
se denomina luz astral y es generada por la mente subconsciente del proyector. Por lo
general, puede iluminar su entorno simplemente deseándolo.
El ámbito fuera del cuerpo es ultra sensible a la mente activa. Sienta que la luz
brilla y sucederá. Busque esta refulgencia y espere que el área a su alrededor se aclare,
(William Buhlman tiene varios ejemplos en sus memorias sobre sus viajes astrales) -
más adelante se transcriben sus experiencias-. Verá las sombras desvaneciéndose y todo
se volverá más claro y más distintivo. El área a su alrededor pronto se tornará mucho
más diáfano y claro; esta luminiscencia le seguirá a donde sea que vaya. Todo será así
menos sombrío e intimidante.
La manera más simple y efectiva de reducir el miedo es proyectarse durante el
día. En lugar de tomar una siesta reparadora por la tarde, podría disponer de llevar a
cabo una EFC maravillosa. Obtendría la misma calidad de descanso, pero se divertiría
mucho más... No hay nada de espeluznante ni temeroso en proyectarse a la luz del día,
y hay mucho más para hacer y experimentar también. Si usted no tiene la oportunidad
de proceder durante el día, sugiero que cambie inmediatamente a los planos astrales
poco después de la salida. Los planos astrales son lugares muy interesantes para estar, y
generalmente permanecen bien iluminados. No hay nada de preocupante en los planos
astrales; a menudo se encontrará a pleno sol una vez que llegue allí.
Por lo general, algún sentimiento atemorizante seguirá presionándolo hasta
que su autocontrol sea más adecuado. Con el tiempo, la exposición repetida al entorno
fuera del cuerpo eliminará estas desagradables cualidades desconocidas, lo que hará
que los diferentes miedos disminuyan significativamente. La resistencia y la
funcionalidad fuera del cuerpo también mejorarán constantemente a medida que se
gane experiencia personal. Esto les dará a los proyectores progresiva libertad en
aumento.
No hay nada de malo en tener miedo cuando uno se proyecta. No deja de ser
saludable, y lo obliga a ser cauteloso y prudente. Un poco de temor y precaución lo
mantendrá vivaz y activo por mucho más tiempo de lo que lo haría una posición
intrépida y de valentía arriesgada. Mientras pueda usted controlar su miedo sin dejar
que lo perjudique, todo marchará bien.
Todavía me siento un poco inquieto, temeroso y ansioso cada vez que dejo mi
cuerpo. Nunca sé realmente con lo que me voy a encontrar cada vez que salgo.
Probablemente siempre sentiré este respeto saludable, a pesar de que me he proyectado
innumerable cantidad de veces y puedo controlarme muy bien. Sé qué hacer y qué
esperar, pero cuando se trata de llevarlas a cabo, siempre asoma un poco de ansiedad en
el fondo de mi mente. Y estos síntomas afloran especialmente durante las salidas en la
oscuridad de la noche, cuando el entorno circundante en tiempo real se presenta un
poco espeluznante. Lograr controlarse uno mismo y ser lo más valiente que se pueda
sería lo ideal, y simplemente “póngale el pecho con osadía”, sin importar qué tan
asustado se sienta en su interior. Nadie podrá hacerlo mejor que ustedes, mis amigos.

La Religión y las EFC


433
Muchas personas se inquietan al pensar de que estén violando alguna ley
religiosa si se proyectan fuera de sus cuerpos. Les preocupa que pueda haber una línea
de texto en la Biblia o algún otro libro sagrado que lo prohíba, y que podrían estar
haciendo algo perjudicial para sus almas. Hasta donde yo sé, no hay advertencias
directas en la Biblia ni en ningún otro libro sagrado, que claramente prohíban o
adviertan contra estos temas.
No tengo la intención de entrar en un debate religioso aquí. Estoy seguro de
que muchas personas en el mundo se deleitarían en corregirme sobre este asunto, y
citarían textos bíblicos que “podrían” interpretarse como proyecciones o EFC, y como
cosas malas. Pero la opinión religiosa contra este fenómeno no puede contradecir las
experiencias personales ni las evidencias investigativas, y se pueden tomar creo como
interpretaciones textuales no relacionadas. Por lo tanto, este tipo de argumentos yo los
considero más vale como “conjeturas desinformativas y holísticamente erróneas”.
Todos en el mundo se proyectan de una forma u otra cada vez que duermen.
No hay excepciones para esta regla. Esto incluye por supuesto a las personas que
critican la práctica de la proyección por motivos religiosos. La gran mayoría de
nosotros simplemente no las recuerda, o solo perciben y tienen recuerdos de sueños
ocasionales más vívidos y llamativos. No hay nada oculto o misterioso en las EFC. Es
una facultad completamente natural, si las hay. Y, como esta aptitud o habilidad la
experimentamos inconscientemente de todos modos, ¿qué razonamiento lógico podría
haber para que esta actividad perfectamente innata se niegue también, pudiéndose
plasmar en la consciencia despierta?
Me disculpo sinceramente si he molestado a alguien aquí. Mi ofensa no es
intencionada. Creo que nuestro supuesto “Creador” nos diseñó y nos hizo exactamente
como somos, con un cuerpo bioenergético que genera naturalmente las energías
necesarias para proyectarse durante el sueño. Todos somos intrínsecamente capaces,
con un poco de práctica, de estimular deliberadamente la generación de estas mismas
energías. Y, también podemos aprender a simular el estado de sueño natural al entrar en
el estado de trance (cuerpo dormido + mente despierta), para poder abandonarlo de
manera consciente.
Si no tuviéramos la capacidad de desplazarnos fuera de los límites del cuerpo
físico, ¿por qué todos hemos nacido con la habilidad innata de poder hacerlo? ¿Se
equivocó el supuesto creador en darnos los beneficios de los aspectos bioenergéticos
y/o puramente energéticos, en conjunto con las capacidades inmanentes del
desdoblamiento? Tan solo dese la oportunidad, e intente con prestancia, disposición y
perseverancia, seguir esta guía explícita, que no tiene otra función más que la de
abrirnos los ojos a un mundo desconocido…

434
35. Autodefensa Astral
Si cree usted o no en la vida astral salvaje o en entidades no físicas, dependerá
de sus convicciones y experiencias personales. Muchas personas afirman que estas
cosas, si es que existen, son probablemente formas de pensamiento inofensivas. Ellas
manifiestan esto a pesar de que no tienen experiencia real en estos asuntos, y nunca
tuvieron que lidiar con este tipo de situaciones. Las creencias personales se convierten
en un punto discutible si uno tiene que controvertir con este tipo de cosas en persona.
Independientemente de la creencia y de si se observa o no algo amenazante o
potencialmente peligroso (y normalmente nunca se experimentará), es
psicológicamente reconfortante y fortificante para los proyectores tener alguna idea de
cómo protegerse si alguna vez necesitan hacerlo. No me gusta detenerme en estas
posibilidades negativas, más aquí aporto varios métodos de autodefensa durante una
EFC clásica.
El doble proyectado, especialmente en tiempo real, es un ser extremadamente
poderoso en comparación con las entidades no físicas. Tiene una fuente de energía
fuerte y renovable: el cuerpo físico/etérico, suministrando constantemente sus
requerimientos de energía. También tiene la capacidad de cambiar su tamaño y
apariencia, y posee una idoneidad creativa innata, para forjar herramientas, armas y
autodefensas.
Dejando a un lado todas las bromas, un doble proyectado consciente en tiempo
real, no tiene que soportar las descorteses atenciones de los demás. Es capaz de
proteger su integridad en cualquier situación, e incluso generar una confrontación o
conflicto energético extremo.
La libertad personal y la integridad de cualquier doble proyectado, aunque sea
ligeramente consciente de su verdadero potencial, las gozan por un derecho natural
otorgado, que además puede hacer cumplir. Solo tiene que ser un poco valiente y hacer
lo que naturalmente es capaz, y la mayoría de la vida salvaje astral se batirá en retirada
apresurada. Aquellos que no se aparten inmediatamente, se verán superados por el

435
potencial energético constantemente renovable y la capacidad creativa versátil del
doble proyectado.

Materia Astral
La cuestión de si existe o no materia astral es discutible cuando se opera en un
entorno fuera del cuerpo. La materia astral es el éter, la sustancia subyacente de la que
se componen todo lo sutil, incluida la zona de tiempo real (al menos esto es lo que he
podido dilucidar con mis experiencias). Es extremadamente sensible a la consciencia y
reacciona a la energía del pensamiento, de la misma manera que la materia física
responde a la fuerza. La materia astral puede ser moldeada por el pensamiento en
cualquier forma o aspecto imaginable. Las creaciones del pensamiento pueden ser tan
perfectas, que pueden parecer indistinguibles de la realidad.
Una forma de describir la naturaleza de la materia astral, especialmente
cuando se habla de creaciones de formas de pensamiento, es hacer una comparación
entre la materia astral y la película fotográfica antigua no expuesta. Cuando la película
no expuesta es atrapada por la energía de la luz, al ser enfocada por la lente de una
cámara, se quema una imagen en la película cuando los químicos fotosensibles que la
recubren, reaccionan a las energías de la luz. La calidad de la lente de la cámara, la de
la película y el papel en el que está impresa, más la habilidad del operador, determinan
la calidad de la imagen resultante.
Cuando la materia astral se expone a las energías del pensamiento, enfocadas
por la lente de la mente, comienza a formarse una imagen, generada por la reacción de
la materia astral, sensible a las energías concentradas del pensamiento creativo. La
complejidad, el vigor y la durabilidad de la forma de pensamiento, dependen en gran
medida de la generación de su fuerza y su perdurabilidad creativa. El ímpetu y la
habilidad de la mente creativa determinan la calidad y la constancia de la creación
resultante.

Creación de las Formas de Pensamiento


La capacidad del doble proyectado para crear deliberadamente objetos a través
del pensamiento, es bastante conocida. Sin embargo, mantener la subsistencia de una
creación por un determinado período de tiempo, depende en gran medida de la fuerza
creativa, la habilidad y la experiencia del proyector, y de la naturaleza del nivel
dimensional en el que esté operando. En la zona de tiempo real, por ejemplo, es más
difícil crear deliberadamente formas de pensamiento duraderas, ya que este es un
entorno mucho menos fluídico que la dimensión astral propiamente dicha. Los objetos
pueden crearse intencionalmente, pero esto lleva mucho más tiempo y esfuerzo que en
los planos astrales. Las creaciones en tiempo real tienden a desvanecerse con bastante
rapidez, en comparación con las de los planos astrales.
Una forma de pensamiento creada puede ser absolutamente cualquier cosa:
una persona, un animal, un objeto o incluso un escenario complejo o una vista
panorámica. Muchos practicantes mágicos, paganos y chamánicos, dedican una gran
cantidad de tiempo y esfuerzo en hacer esto. Crean y mantienen edificios, templos,
talleres, herramientas, armas e incluso seres auxiliares para su oficio.

436
Cuando se crea una nueva forma de pensamiento, generalmente comienza a
decaer y desaparecer con bastante rapidez, casi en el momento en que su creador deja
de trabajar en ella. Por ejemplo, si un proyector novato crea una nueva espada en la
zona de tiempo real, tomará forma durante varios segundos. A medida que el proyector
se enfoca y la construye con imaginación, aparecerá lentamente. Sin embargo, una vez
que el esfuerzo utilizado para generarla cesa, la espada comenzará a difuminarse.
Para mantener un elemento en forma, un proyector debe tenerla en cuenta
dentro de su consciencia en todo momento, hasta que comience a establecerse y sea así
más duradero. Cuanto más tiempo se insuma y más reiterativamente se genere el
mismo elemento, más duradero se volverá. Sin embargo, la naturaleza efímera de las
nuevas formas de pensamiento no impide que un proyector novato cree armas
efectivas. Los rayos energéticos, por ejemplo, solo necesitan mantenerse en existencia
por un tiempo muy corto para ser efectivos.
Las dificultades de crear formas de pensamiento duraderas en la zona de
tiempo real, no afectan de la misma manera la capacidad creativa de la mente
subconsciente. En esa zona tiene poderes creativos inmensamente mayores que la
mente consciente. Si el subconsciente es burlado en un acto creativo, generalmente
sostendrá su inventiva, reiterativamente mientras dure esa proyección.
El poder creativo se puede utilizar con un efecto devastador en el entorno
fuera del cuerpo, para disuadir e incluso dañar la problemática astral salvaje. Todo lo
creado en el entorno fuera del cuerpo es relativamente sólido allí. Como está
compuesto por la misma sustancia básica que el entorno en sí, puede afectar
directamente el contenido de ese entorno. La efectividad de un objeto creado, también
depende de la cantidad de energía que el proyector le imparta durante su creación. Los
proyectores deben sentir que una parte de su propia sustancia fluye hacia cualquier
elemento que creen. Esto lo fortalecerá y lo hará más efectivo y duradero.

El Acto Creativo
Para crear un objeto a través del pensamiento, aclare su mente y concéntrese
completamente en lo que está por crear. Constrúyalo y sosténgalo, deseándolo con su
imaginación y observe y perciba este objeto como si ya existiera. Mantenga esta
imagen firmemente en su mente en todo momento; abarrote su mente con el objeto
deseado y apuntálelo mientras se genera, sintiendo que una parte de usted fluye dentro
de él. De esta forma, hará que el objeto se vaya generando hasta que esté
completamente modelado.
En la dimensión astral, un objeto creado surgirá en muy poco tiempo y con
poco esfuerzo consciente. La creación en la zona de tiempo real, sin embargo, requiere
más esfuerzo y demandando más tiempo. Un objeto creado tenderá a desvanecerse de
la vista después de algunos segundos, según el esfuerzo y la habilidad creativa del
proyector.
Si el elemento deseado tiende a “derretirse” rápidamente, se requerirá más
esfuerzo para sostenerlo, al igual que cuando se intente cambiar su aspecto. Si se
planifica un objeto más duradero, uno que pueda utilizarse durante cada proyección, se
debe dedicar un tiempo a recrearlo al inicio de cada desplazamiento. Al principio, cree
y mantenga objetos bien sencillos, tanto como le sea posible y use exactamente la
misma receta mental cada vez. Los objetos creados (formas de pensamiento)
lentamente se volverán más sólidos y requerirán menos tiempo y esfuerzo para

437
configurarlos cada vez. Con el tiempo, encontrará sus elementos esperando allí cuando
se proyecte, o podrá requerirlos con un simple pensamiento cuando sea necesario.
Luego se sostendrán en forma, requiriendo poco esfuerzo consciente para sustentarlos
en el éter.
Un fenómeno interesante asociado a la creación de espadas, armas y
protectores, es que los detalles delicadamente elaborados a menudo aparecen en ellos,
al igual que las variaciones en el tamaño y el estilo de lo que en realidad se visualiza
durante el acto creativo. El producto final puede parecer bastante diferente de la receta
mental de la que surgió. Es sobradamente fácil mantener la forma básica y los detalles
de una espada en nuestra mente al crearla, pero los patrones delicadamente grabados,
las particularidades, las escrituras complejas, las insignias, las representaciones
gráficas, las asas imaginativamente adornadas con joyas y los centelleantes campos de
energía, definitivamente no lo son. Estos detalles adicionales parecen ser
proporcionados por algo más que la receta mental confeccionada.
Hay dos razones viables, creo. Es muy posible que la mente subconsciente del
proyector juegue un papel en esto, recreando una espada ya creada mientras se forma.
Sin embargo, esto parece poco creíble, porque si la mente subconsciente está
trabajando en ese elemento, lo más probable es que creará la espada entera en primer
lugar. La confección sería mucho más duradera y tendría menos tendencia a
desvanecerse.
Lo más probable es que el proyector que está creando la espada (totalmente
incauto y confiado) elabore la que realmente aparecerá. El proyector puede tener una
asociación a largo plazo, posiblemente a través de conexiones de vidas pasadas o
propiedades astrales a largo plazo, con esa espada en particular. Esta misma espada es
invocada en el intento del proyector de crear una espada desde cero.
Las experiencias asociadas a los combates astrales como estos, muestran algo
del enorme potencial del doble proyectado. Serán capaces de cuidarse y defenderse, si
los proyectores se dan cuenta de que son aptos de hacerlo.
Como dije antes, el doble proyectado es un ser muy poderoso. No tiene porqué
tolerar dócilmente las poco amables facultades de la problemática vida astral salvaje de
ningún tipo. Ésta puede ser la razón por la cual la vida salvaje astral en general parece
evitar activamente los encuentros directos con proyectores en tiempo real.
Me atrevería a adivinar que estos seres saben o pueden percibir el potencial
energético de los proyectores en tiempo real y naturalmente les tienen miedo. Esta
puede ser la razón por la que hacen todo lo posible para ponernos nerviosos y
asustarnos para que volvamos nuevamente a nuestros cuerpos, lo que a menudo hace
que renunciemos a las EFC por completo. Cada proyector consciente es una grave
amenaza para ellos y para su forma de vida. Piénselo: si fuese permisible que cualquier
proyector consciente vagabundeara por el entorno extracorpóreo a voluntad, los malos
o elementales podrían verse obligados a tener que abandonar la zona de tiempo real y
regresar a cualquier resumidero dimensional oscuro del que salieron en sus orígenes.
Recibir una espada y una armadura cuando se las solicite, es la señal de que un
proyector tiene conexiones a largo plazo en los planos astrales y superiores, de las
cuales puede ser totalmente ajeno. También significa que, de alguna manera, ha pasado
la prueba y fue promovido al servicio astral activo, por así decirlo. Lo ideal es solicitar
su espada al comienzo de una proyección en tiempo real, después de alejarse de su
cuerpo físico. Debe usted levantar su mano y pedir en voz alta, con profunda sinceridad
y reverencia, por su espada. Si está listo para recibirla, lo hará. Es tan simple como eso.

438
Si su primera solicitud no recibe respuesta, intente de nuevo la próxima vez que salga,
y siga deseándola hasta que esté listo.

Cambio de Forma
También es posible cambiar el tamaño, la forma y la apariencia de lo creado
en el entorno sensible fuera del cuerpo. El cambio de forma es bastante factible durante
una proyección en tiempo real, pero por supuesto es más fácil de mantener en la
dimensión astral propiamente dicha. Puede usted convertirse en lo que sea que piense y
sienta que es. También ser tan grande como quiera, simplemente al percibir expandirse
y crecer, hasta que se eleve sobre lo que sea que le haya provocado temor e incordio. A
continuación, puede pisarlo, patearlo o golpearlo con su puño extra grande o con el
arma creada.
Alternativamente, puede sentir que se está convirtiendo en un gran
depredador, como un león, un lobo, un elefante, un águila, etc. La consistencia de
cualquier nueva forma en que se haya transformado, debe ser tenida en cuenta y
sostenida en la consciencia corporal completa en todo momento. Puede tomar algún
esfuerzo sostener una nueva configuración por un período prolongado de tiempo. El
secreto detrás del cambio exitoso de aspecto, es muy parecido al de aprender cómo ser
una persona con habilidades y triunfante; o es como prepararse para jugar un nuevo
papel en una obra de teatro y, por lo tanto, ensayar regularmente. La imaginación
creativa y la capacidad de sostener un sentido diferente de autoconsciencia corporal
completa, son las únicas limitaciones en el cambio de aspecto. Sugiero que todos los
nuevos proyectores elijan una forma y la mantengan hasta que aprendan a utilizarla. Al
igual que con cualquier creación generada a través del pensamiento, la nueva será
progresivamente más fácil de usar con la práctica.

439
36. Algunas Consideraciones de
Hereward Carrington y Sylvan J.
Muldoon (Transcripción parcial)
Cuando ocurrieron mis primeras experiencias de proyección fuera del cuerpo
no contaba más que doce años, y tan joven e inmaduro era de espíritu que no
comprendí entonces su magnitud. Las experiencias se producían involuntariamente,
repitiéndose con frecuencia, de modo que tanto me acostumbré a ellas que, de hecho,
pronto las consideré como algo muy natural y rara vez las mencioné aun a los
miembros de mi propia familia; y ni qué decir que tampoco llevaba registro de ellas,
pese a que muchas personas interesadas me animaban para que así lo hiciese.
Yo había oído, de individuos que se decían entendidos, que la proyección
consciente del cuerpo astral no era nada insólita y que muchos psiquistas podrían
lograrla a voluntad. Yo también deseaba ser capaz de producirla voluntariamente, y
reconozco que envidiaba a quienes (según había oído) podían hacerlo. Entonces
comencé a buscar a alguien que lograse producir el fenómeno voluntariamente. Pero mi
búsqueda resultó vana y, finalmente, me vi forzado a concluir que no era posible
encontrar a ese “alguien”. De este modo, empecé a experimentar yo mismo con el
fenómeno y en este libro el lector encontrará los resultados de esas experiencias.
No me es ajeno el hecho de que para creer en la proyección astral consciente
es necesario experimentarla primero, y hasta es posible que yo mismo me rehusase a
aceptarla como cierta si no la hubiera experimentado y no supiera que es cierta. El

440
escéptico exclama: “¡Yo quiero la prueba, la prueba objetiva, y entonces creeré!” Y el
proyector replica: “No puedo darle una prueba objetiva. Usted debe experimentarla y
entonces tendrá la prueba”. El argumento de que el proyector no puede probar al
escéptico que no se trata de un sueño no es de consideración, puesto que tampoco el
escéptico puede demostrar al proyector que sí se trata de un sueño. De este modo, toda
argumentación es inútil, tan inútil como la discusión de la causa primera o del último
efecto.
El problema aparece así, nítidamente planteado: hay que experimentarla. La
existencia de la torta se prueba comiéndola. No he tratado de ocultar nada ni he
recurrido a los pseudoargumentos basados en los “peligros” que estas experiencias
implican como ha hecho la mayoría de los autores que han escrito sobre este tema. Yo
proporciono los procedimientos específicos para lograr la proyección del cuerpo astral
de acuerdo con la experiencia y el conocimiento que tengo de los mismos, y es mi
mayor deseo que la verdad de mis afirmaciones sea juzgada a la luz de los resultados
obtenidos mediante la práctica de estos métodos. El que quiera pruebas las tendrá, pero
vuelvo a repetirlo: no sin experimentar. Claro está que se querrá saber cómo se puede
experimentar; pues bien, enseñarlo es mi tarea. Pero más no puedo hacer.
En esta obra he relatado gran parte de mis experiencias; sin embargo, las
experiencias de que doy cuenta no representan, de ningún modo, la totalidad de las que
he tenido. Pero un volumen de este tamaño difícilmente podría contener la síntesis de
todas ellas. Jamás podría haber recogido toda la información aquí contenida de las
pocas experiencias referidas.
Al hombre medio no le interesan las experiencias de los demás, sólo le
interesan las propias. Al escribir este libro yo he partido del supuesto de que el lector
sólo desea saber cómo se produce el fenómeno, importándole mucho menos la
narración de las experiencias. Aunque, según dije antes, no soy lo bastante optimista
para creer que muchos habrán de leer lo que he escrito desprovistos de prejuicios, sí
creo, en cambio, que nadie que ponga a prueba, cabal y conscientemente, los métodos
por mí proporcionados, habrá de fracasar en su tentativa.

Algunas experiencias personales


Aporto aquí una breve reseña de algunas tentativas de proyección astral
realizadas por mí mismo hace ya algunos años. Las llevé a cabo durante mis
experiencias en el campo del Yoga. Unas cuantas veces “deseé” presentarme a cierta
dama —naturalmente en forma completamente psíquica— precisamente en el momento
en que comenzaba a dormirme. La mayoría de esas tentativas resultaron frustradas,
pero en tres ocasiones la dama de referencia despertó súbitamente y me vio parado en
su habitación o sentado en su lecho. Permanecí visible durante escasos segundos para
luego “desvanecerme en el aire”. Por mi parte no tuve consciencia de ningún éxito
aparente en ocasión alguna; me limitaba a despertar por la mañana como de costumbre,
ignorando si había “pasado” algo o no. Estos experimentos abarcaron un período de
varias semanas y casi no hace falta decir que en ninguna oportunidad di la menor
indicación acerca de las horas escogidas para intentar estas “proyecciones”.
Claro está que, así como pueden haber sido proyecciones inconscientes reales,
también pueden haber sido experiencias puramente subjetivas, iniciadas tal vez
telepáticamente. Pero una de ellas fue realmente sorprendente y quizás deba dedicarle,

441
por ello, mayor espacio. Debo aclarar que la joven dama en cuestión es una eximia
pianista y está dotada de una memoria musical prodigiosa. Basta que ejecute o escuche
un trozo musical una vez para que ya no lo olvide nunca. Este hecho es de importancia
por las razones que veremos más adelante.
Un día le pregunté si alguna vez había escuchado esa vieja canción, “Cuando
los gorriones hacen su nido”, popularizada años atrás por Jenny Lind y que en mi
infancia había sido una de mis tonadas preferidas. Ella me contestó que no la conocía.
Entonces prometí conseguir un ejemplar de la partitura y enviárselo “alguna vez”, pues
tenía la certeza de que le gustaría. Eso es todo cuanto hablamos en esa oportunidad, sin
asignarle al asunto más importancia. Dos noches después, traté de “aparecer” ante ella
y como de costumbre, me desperté por la mañana, sin saber si mi experimento había
tenido éxito o no. Poco más tarde recibí una comunicación telefónica, y la joven dama
de referencia me informó que yo había “aparecido” ante ella la noche anterior ‘en
forma bastante más vívida que de costumbre’ y que como consecuencia se había visto
impulsada a escribir automáticamente una línea poética. Esa tarde la visité, me narró la
experiencia, me mostró el verso y confieso que sufrí una verdadera conmoción
momentánea; la poesía consistía en los versos iniciales de la canción “cuando los
gorriones hacen su nido”, reproducidos con absoluta precisión, sin exceptuar una sola
palabra.
Me limito a dar cuenta de este caso por lo que pueda encerrar de valor, pues
no puedo proporcionar ninguna “prueba” y todo el incidente podría haber sido
simplemente una notable coincidencia. Personalmente me siento inclinado a dudar que
así haya sido. Sin embargo, me abstendré de insistir en ello, contentándome con
anotarlo como ejemplo ilustrativo de los curiosos resultados a que puede llegarse
experimentando en este espinoso terreno. Como hemos visto, otros investigadores han
obtenido resultados muchos más llamativos y convincentes.
He gozado del privilegio de trabajar junto a Muldoon, y he sugerido ciertos
experimentos convenientes o el tratamiento de algunos puntos no esclarecidos todavía;
fuera de esto, la redacción de estas líneas se debe exclusivamente a Muldoon, y es mi
convicción que el mundo psíquico ha contraído con él una profunda deuda de gratitud
por su espíritu de sacrificio y su determinación al emprender la tarea de escribirlo,
hallándose postrado en cama con grandes dolores físicos.
Quiero hacer presente una vez más mi cabal certeza de su sinceridad, su
fidelidad y su notable actitud científica hacia sus propias experiencias.

Extractos de la correspondencia de Muldoon


En los siguientes extractos de algunas cartas que Muldoon me escribió, se
hallará un interesante material. Ello permitirá al lector realizar un enfoque lateral sobre
la psicología del autor, y, si tenemos presente de cuánto deslumbramiento y perplejidad
conlleva un caso como éste, creo que su inclusión estará así plenamente justificada.
Casi no hace falta decir que estos extractos fueron realizados con el permiso de
Muldoon. También de interés es la terminología empleada por el autor —tal como
aparece en estas cartas y en algunas partes del libro— y constituirá un dato más sobre
su ser íntimo. Muldoon me escribió estas cartas a saber:

442
Fragmentos epistolares
Me pregunta usted si he tocado alguna vez el cuerpo físico durante mi
permanencia en el cuerpo astral, ¡No!, Es difícil hacerlo. He tratado, pero siempre para
encontrar que debía seguir interiorizándome, debido a la proximidad excesiva de los
cuerpos. ¿Asistió usted alguna vez a una sesión de materialización tratando de retener a
un “espíritu” en el momento de regresar a su mundo? Bueno, si usted ha experimentado
alguna vez ese tremendo tirón magnético, se dará cuenta de lo difícil que es impedir la
interiorización cuando uno se acerca al cuerpo físico lo bastante para confundirse con
él...
Usted me pregunta también si he visto alguna vez durante mi permanencia en
el astral algo cuya existencia yo ignorase, verificando posteriormente su supervivencia
real. ¡Por supuesto! Esto no es nada raro durante la proyección consciente.
Frecuentemente me he introducido en el interior de una casa y observado todos los
objetos a mi alrededor, y he visitado más tarde esa misma casa con mi cuerpo físico,
comprobando que todo era exactamente igual a como lo había visto en el astral... Pero
nunca jamás en mi vida he podido tener una sola experiencia clarividente hallándome
en coincidencia. La única manera posible para mí de ver astralmente ha sido siempre
hallándome dentro del cuerpo astral. Dentro de mi cuerpo físico sería incapaz de ver un
solo espíritu, así hubiera un millón a mi alrededor... Escudriñar el interior de una caja
no sería ningún problema, pese a que nunca he tratado de hacerlo, durante la
exteriorización. Simplemente nunca se me ocurrió; pero he visto en cambio el interior
de algunas casas, he visto a sus habitantes, etc., sin haber penetrado nunca físicamente.
En el hall de mi casa, sobre una mesa, hay un pequeño instrumento usado para
marcar el tiempo mientras los alumnos aprenden música, un metrónomo. Todo lo que
hay que hacer para ponerlo en funcionamiento es mover el péndulo; éste deja escuchar
un ruido perfectamente audible hasta que el resorte baja. Yo duermo en una habitación
contigua al hall. La otra noche soñé que me hallaba muy cerca de este metrónomo; en
mi sueño, me pareció que lo ponía en marcha. No bien lo hube soñado, me desperté en
mi cuerpo físico, en la cama. Un segundo después aproximadamente, el metrónomo de
la pieza contigua comenzó a marcar su tic-tac-tic-tac; ahora bien, es completamente
imposible que este aparato pueda ponerse en marcha por sí solo; más aún, había
permanecido en esa mesa durante meses sin que nadie lo usase. Al parecer, apenas lo
toqué —en el sueño— me desperté y lo oí marchar en la pieza contigua. De no ser por
el elemento tiempo, me inclinaría a pensar que yo lo había puesto en funcionamiento,
hallándome en el cuerpo onírico, que, por supuesto, no es sino el astral en un estado
parcialmente consciente. Sin embargo, no empezó a marchar sino en el momento en
que yo desperté en mi cuerpo físico, aunque lo había puesto en marcha, durante el
sueño, un instante antes. ¿Podría haber sucedido que la causa del movimiento material
hubiese viajado hasta el metrónomo, —mientras yo soñaba con él— permanecido allí
hasta después de hallarme consciente y haberlo puesto en marcha en ese momento? Si
yo me hubiera hallado proyectado en el cuerpo astral, ¿no hubiera debido empezar a
andar el metrónomo antes de mi regreso al cuerpo físico? Me pregunto si será posible
realizar un acto de este tipo: mover algo hallándose en el cuerpo astral y no producir el
movimiento hasta cierto tiempo después de que el cuerpo astral lo haya abandonado...

443
Lo que acabo de contarle fue escrito hace ya varios días. Anoche nuevamente
puse en marcha el metrónomo en un sueño, exactamente en la misma forma en que lo
hice la primera vez. Pues bien; he tratado de mover las cosas durante mis proyecciones
conscientes, pero sin lograrlo. Y lo extraño de lo ocurrido con el metrónomo es que en
ninguno de los dos casos traté de hacerlo, intencionalmente, sino que la acción surgió
espontáneamente. ¡Si tan sólo pudiera hacerlo a voluntad! Lo que no puedo entender es
esto: ¿por qué no comenzó a marchar el metrónomo hasta dos segundos después de
haber soñado yo que lo ponía en marcha? Aquél se halla situado a unos cinco metros de
donde yo duermo. Existe una pared por medio, pero, por supuesto, eso no cuenta,
porque de hecho fue el cuerpo onírico el que hizo andar el aparato. Quizás, hallándonos
conscientes, carezcamos de la fe o la convicción necesarias para lograr producir un
movimiento material (a la inversa del caso de la sugestión consciente. Hay una sola
cosa que me desconcierta: el elemento tiempo. ¿Por qué no empieza a marchar el
metrónomo antes de hallarme yo perfectamente consciente en el cuerpo físico? Es
indudable que la interiorización del espectro no requiere tiempo en absoluto mientras
uno se encuentra consciente; pero asimismo esto no explicaría el elemento tiempo. Si
yo soñara que lo pongo en marcha y luego, al despertarme, lo oyera funcionar, entonces
sí podría explicarse perfectamente. Pero no empieza a marchar sino cuando ya me hallo
despierto...
(De una carta posterior). ¡Nuevamente el metrónomo! No, no fue una
alucinación auditiva. Debí levantarme para detener su marcha. La segunda vez lo dejé
andar, precisamente para comprobar si alguien en la casa lo oía. Y efectivamente, mi
hermano lo escuchó y al cabo de unos instantes bajó a pararlo. La primera vez anduvo
cinco o seis minutos, y alrededor de veinte la segunda, no es posible llamar alucinación
a una realidad palpable como ésta, ¿no es cierto?
¿Le parece que corresponde mencionar este incidente como una prueba
posible de que las cosas pueden ser puestas en movimiento durante el sueño, pese a que
no lograré probarlo? Claro está que no podría probar que el sueño fue la causa real del
movimiento; pero, de no ser así, ¿cómo, me pregunto, empezó a andar el aparato —
inmediatamente después de haber soñado que lo ponía en marcha— si yo no tuve nada
que ver con él?
Me han ordenado que no me mueva de la cama durante cuatro semanas, pero
probablemente pueda seguir escribiendo, si bien a un ritmo algo lento... A esta altura ya
me duele bastante la espalda, de modo que tendré que reposar un rato, por lo cual me
despido de Ud. por ahora. Pronto le daré nuevos capítulos de mi manuscrito...
Esta mañana tuve una proyección accidental, mientras yacía boca abajo y a
plena luz (si esto no va contra todas las leyes de la proyección, no sé qué decirle). Y lo
que sigue es lo que descubrí. Al yacer boca abajo, las sensaciones experimentadas
durante el movimiento por el espacio se hallan invertidas. Cuando uno se mueve para
arriba, cree que está moviéndose hacia abajo. La única manera de discriminar la
verdadera dirección del movimiento es por la vista. Yo hubiese jurado que me movía
hacia abajo, pero al mirar comprobé que era todo lo contrario.
Hace unos días me desperté alrededor de las seis de la mañana y permanecí
despierto durante unos veinte minutos. Entonces comencé a cabecear hasta que me
dormí de nuevo, y soñé que me hallaba parado en el mismo sitio que había ocupado en
los sueños con el metrónomo, de que ya le hablé en cartas anteriores. Soñé que mi
madre estaba sentada en una mecedora y me decía: ¿”Te das cuenta que estas
soñando”? A lo cual contesté: “Claro que estoy soñando ¿no?” Eso puso fin al sueño y

444
no parece sino que apenas hube dicho “Claro que estoy”, me desperté en mi cuerpo
físico, en la cama.
Me hallaba consciente pero incapaz de moverme; no podía proferir ni un
sonido ni mover los párpados (parálisis en vigilia). Este estado duró alrededor de tres
minutos y en todo ese tiempo me temblaba el cuerpo entero, especialmente los
miembros. Luego, de pronto, volví a mi condición normal. Unos segundos después
sonó un fuerte golpe, como si alguien hubiera maltratado los hierros de la cama con un
pesado martillo. El ruido fue tan tremendo que me zambullí como si me hubiera
asustado... Tenga usted presente que, desde unos dos segundos antes de que se oyera el
golpe, me hallaba perfectamente consciente. No había nadie por allí cerca y esto que le
cuento ocurrió a plena luz (sonidos y ruidos astrales). Estas manifestaciones físicas
encierran un profundo interés para mí, pues nunca experimenté algo semejante con
anterioridad, pero tampoco hice nada para que sucediesen; todo esto ocurrió
espontáneamente, sin intervención alguna de mi voluntad.
Usted conoce la creencia de que las materializaciones no pueden producirse
sin un círculo. Pues bien, una vez vi materializarse tres espíritus, caminar por la
habitación y ¡conversar conmigo! Mi madre estaba muy enferma y había debido
guardar cama durante varias semanas. Una noche estábamos los dos solos en casa, ella
acostada, bajo la influencia de la morfina; me hablaba y su conversación revelaba los
efectos de la droga. Tan pronto decía cosas sensatas, como empezaba a delirar. Yo
estaba sentado en la pieza contigua leyendo, de frente a la puerta de su dormitorio. No
hacía mayor caso de su “charla”, pues ya me había acostumbrado a ella...
Leía entonces, cuando repentinamente oí varias voces; una de ellas, según lo
reconocí de inmediato, era la de mi abuela. Alcé la vista. Allí estaban tres espíritus
perfectamente materializados caminando por la pieza en que se hallaba mi madre. En
un primer momento pensé que se había levantado de la cama, pero luego vi que eran
tres los seres cuyas voces había oído. Inmediatamente reconocí a mi abuela, pero a los
otros dos no los conocía. Tardé bastante antes de poder creer que esto fuera real.
Entonces mi madre me llamó: “Sylvan, ven aquí, pronto; están abuela, abuelo y Louis”.
Yo nunca había visto las dos personas mencionadas en último término, pero en cambio
había conocido a mi abuela antes de su muerte.
Mi abuela era alemana y ahora hablaba en alemán. Le oí decir algo así como:
“Vot jail de young?” Temiendo que se desmaterializara, penetré en el cuarto
lentamente. Mi abuela, que estaba parada en la puerta, frente a mí, exclamó: “¡Solbun!”
(No podía pronunciar “Sylvan” y cuando yo era pequeño siempre me llamaba de esa
forma). Avancé hasta la puerta y le hablé. Una de las figuras pareció sumergirse en el
piso. La otra también desapareció, pero mi abuela todavía estaba allí y por la expresión
de su rostro, me di cuenta de que deseaba que retrocediese. Entonces se desvaneció y
yo me lancé hacía la puerta. Mi madre, perfectamente en sus cabales, me dijo: ¿”Por
qué no entraste antes?, los tres estaban materializados”. Le aseguré que había visto todo
a través de la puerta abierta. Efectivamente; había una luz más que suficiente, tanto en
el dormitorio como en la habitación en que yo había estado leyendo. Le pregunté a mi
madre ¿qué había dicho mi abuela, explicándole que yo había entendido algo así como:
“Vot fail de young?” Mi madre me contestó algo en alemán que no puedo citar, pero
que suena exactamente igual a lo que yo oí, y me dijo: “en alemán quiere decir: ¿qué te
pasa, querida”? La ascendencia de mi madre es mitad inglesa mitad alemana, por lo
cual entiende y habla el alemán. De todos modos, esto fue exactamente lo que sucedió.

445
Cuando me detengo a pensar en ello, me parece casi inconcebible que la
proyección astral consciente no sea universalmente conocida. Me cuesta creer que un
fenómeno tan real, pueda ponerse en duda y no sea aceptado, al igual que los
fenómenos físicos. Pero quizás yo mismo no pensara así si no la hubiera experimentado
tantas veces. Cuando uno se proyecta conscientemente, no hay duda alguna acerca del
desplazamiento; se tiene la certeza de su realidad; se la conoce exactamente del mismo
modo que se puede saber si se está sentado o no. Podrían decirme que cuando no me
hallo físicamente consciente sólo estoy soñando, y yo no podría probar lo contrario.
Pero es evidente por sí mismo.
Nunca tuve una experiencia consciente fuera del cuerpo más allá del plano
terreno. Francamente, ¡no sé dónde estarán los planos superiores! Es bastante curioso,
por cierto, que algunos proyectores puedan alcanzar estos planos superiores, en tanto
que muchos espíritus que habitan los planos inferiores, afirman que ellos mismos no
pueden hacerlo. La mayoría de los proyectores que reclaman para sí esta facultad, son
tan ególatras que están convencidos de que no bien despierten, después de la muerte,
habrán de encontrarse en un plano superior. Conozco una, aquí cerca, que se pasa
hablando de sus viajes por el mundo de los espíritus; pero dice tales cosas que un
simple sueño clarividente podría explicar. Siempre está alegando que el secreto de la
proyección es un “elemento peligroso” en manos de un “ignorante”, etc., etc., de modo
que ¡se rehúsa a explicar la forma en que ella se proyecta...! Y creo que es aquí
precisamente donde se equívoca. Es mi convencimiento que si una persona sabe cómo
se hace, deberá decir exactamente el cómo, para que otras puedan a su vez,
experimentar y ensayar por sí mismas. Yo no tendría cara para decirle a alguien que
una cosa es demasiado peligrosa para él, y no para mí, puesto que no me creo en
absoluto superior a los demás...

Conocimiento en la antigüedad de la
existencia del cuerpo astral
“Existe un cuerpo natural (físico) y otro espiritual”; así lo dice San Pablo en su
primera “epístola a los Corintios”. La investigación psíquica ha establecido, también,
de antiguo, la creencia de que dentro de cada ser material existe un “doble” no material,
un ente secreto que coincide, con la mayor exactitud, con el organismo físico.
Son numerosos los informes, provenientes de acreditados hombres de ciencia,
que prestan apoyo a la teoría de la existencia de este ser no material, el “cuerpo astral”,
tal como ellos lo designan corrientemente, capaz de separarse de su contraparte física y
de existir con entera independencia de su morada material, intangible para los seres que
lo rodean.
Aquí llamaremos a este enigmático fenómeno: “proyección astral” o
“exteriorización astral”, siendo ambos términos sinónimos. Son muchos los escritos
teosóficos que se han ocupado del extraño fenómeno de la proyección astral, pero pese
a todo el conocimiento hasta ahora reunido, apenas podemos considerarnos todavía en
el jardín de infantes de la escuela del misterio.

446
En efecto, la exteriorización del cuerpo astral es, en realidad, el primer paso en
la marcha hacia el reino desconocido que llamamos “muerte”, al cual tarde o temprano
todos hemos de llegar. Así pues, lector, si este oscuro fenómeno ha hecho presa alguna
vez de tu imaginación, si, de pie frente a un ataúd, has contemplado el frío cadáver y en
reverente silencio te has preguntado cómo ese ser hasta tan poco tiempo antes, animado
de vida, dotado de inteligencia, movimiento, pensamiento y habla, exactamente igual
que tú que ahora lo contemplas, podía haberse convertido en una simple masa inerte; si
te has sobresaltado entonces al pensar que tú también habrás de convertirte un día en
algo similar, entonces debe importarte la proyección astral, puesto que no es grande la
diferencia que separa la proyección astral de la muerte.
Para las grandes multitudes que nunca han experimentado el fenómeno y aún
para aquellos que en una forma u otra se han familiarizado con el mismo, deberá ser
colocado necesariamente entre la categoría de las “teorías”; pero para el propio
proyector astral consciente, la exteriorización de la contraparte no material del cuerpo
físico es una gran realidad, tan evidente por sí misma como el hecho de hallarse vivo y
dotado de consciencia.
Desde ya debemos advertir al lector que el autor de estas líneas se halla
perfectamente familiarizado con el fenómeno y que ha realizado cientos de
proyecciones a lo largo de un período de más de doce años, proyecciones éstas no
siempre agradables, unas veces llevadas a cabo en forma consciente y otras sólo
parcialmente consciente. La mayor parte del material que constituye el contenido de la
obra que sigue, procede de su propia experiencia.
Después de tantos años de proyecciones astrales he podido descubrir, gracias a
la realización de numerosas experiencias en este terreno, una innumerable cantidad de
hechos y de hipótesis que explican esas hazañas; muchas de los cuales, hasta donde
llegan mis conocimientos, permanecían todavía desconocidas o no habían sido tratadas,
por lo menos, en forma exhaustiva, por los investigadores de la ciencia teosófica.
No me es ajeno el hecho de que el mundo está poblado de escépticos,
incapaces de ceder un ápice en sus convicciones y que, pese a proclamarse a sí mismos
“prácticos”, se hallan cerrados a las nuevas posibilidades; estos individuos sólo saben
pedir “pruebas”, permaneciendo ciegos a la evidencia de que el camino conducente a la
“Realidad” se halla cubierto con la niebla del misterio; por eso me apresuro a declarar
que si tú, lector, perteneces a esta raza sedienta de pruebas susceptibles de ser medidas
y pesadas mediante el limitado instrumento de los cinco sentidos humanos, será mejor
que dejes ya esta lectura, porque no las habrás de encontrar aquí.
Claro está que el materialista rechazará de inmediato la idea de la proyección
astral como un simple disparate. Su ídolo es la “Razón”; ella es la luz que guía todos
sus pasos. Se complace así bajo el imperio de lo que él llama “la divina antorcha de la
razón”. Lástima que esta divina antorcha tenga un pequeño defecto y es éste: que no
arroja mucha luz que digamos sobre los misterios de la vida...
La propia vida está más allá de la comprensión de la mente humana, y no
digamos nada de la razón. Cuál de los cinco sentidos del materialista es aquel que le da
una comprensión de la vida, de la creación, o del pensamiento y los procesos mentales,
es cosa que él ignora y sin embargo debe aceptarlo. A decir verdad, el materialista está
dispuesto a aceptar cualquier cosa sin un mayor razonamiento. En efecto, podemos
examinarlo todo, analizarlo hasta el día del juicio final y volver a examinarlo una y otra
vez, y sin embargo siempre resplandecerá por encima de nuestros esfuerzos lo
inexplicable... Por otra parte, “No existe ningún punto en las enseñanzas teosóficas

447
mejor establecido, conocido de más larga data, o más perfectamente probado”, dice
William Walker Atkinson, “que la existencia del cuerpo astral”.
“El Cuerpo Astral correspondiente a cada persona, es una réplica exacta del
cuerpo físico del individuo. Está compuesto de una fina materia etérea y se halla de
ordinario en el interior del cuerpo físico. Por lo común, la separación del cuerpo astral
de su equivalente físico tiene lugar sólo con extrema dificultad, pero en el caso de los
sueños, esfuerzos mentales grandes, y en ciertas condiciones de naturaleza oculta, el
cuerpo astral puede llegar a desprenderse y realizar largos viajes, desplazándose a la
velocidad del pensamiento.
“En estas salidas se halla siempre ligado al cuerpo físico, por medio de una
especie de larga película. Si este vínculo llegara a romperse, el individuo moriría
instantáneamente. Pero en los planos ordinarios de operación no se ha oído nunca,
prácticamente, de ese fenómeno.
“El cuerpo astral sobrevive largo tiempo al físico, pero con el tiempo llega a
desintegrarse completamente. Sucede a menudo que merodea por el lugar donde yace
el cuerpo físico, pudiendo ser confundido con el espíritu de la persona fallecida, aunque
sólo se trata en realidad de una simple envoltura, un recubrimiento exterior más fino
que el físico, del verdadero espíritu.
“Frecuentemente el cuerpo astral de una persona próxima a morir se proyecta
hacia los amigos o seres amados, algunos instantes antes de la muerte física, debido
probablemente al vehemente deseo del moribundo de ver y ser visto antes de partir. El
cuerpo astral suele viajar, alejándose de su envoltorio físico, en los fenómenos
psicománticos, y visitar lugares lejanos, percibiendo todo cuanto allí acontece.
“También abandona el cuerpo durante los sueños que se conocen con el
nombre de psicománticos, o por acción de las drogas, o en algunas de las fases más
profundas de la hipnosis; en todos estos casos puede visitar extraños lugares y
mantener, incluso, conversaciones mentales con otros cuerpos astrales o con otros entes
incorpóreos. El carácter fragmentario y desordenado de los recuerdos que de estos
sueños se conserva se debe a que, durante los mismos, el cerebro no recibe las
impresiones transmitidas con toda perfección, o en razón de una falta de práctica,
desarrollo, etc.; el resultado es siempre una especie de placa fotográfica velada”.
Parto del supuesto de que el lector ya se ha convencido de la realidad del
fenómeno, o que por lo menos le interesa lo bastante para aceptar la hipótesis. No
discutiremos aquí la cuestión del espiritismo en general, pues ello no contribuiría a
solucionar los problemas de la proyección astral.
En este tratado nos ocuparemos principalmente de ciertas peculiaridades del
cuerpo astral, que tienen lugar mientras gozamos de vida física; y si bien es cierto que
el cuerpo astral existe durante y después de la muerte —como ya dije antes— ya otros
se han ocupado de su supervivencia, de modo que nuestro interés se dirigirá al estudio
del cuerpo astral en su actividad previa a la separación definitiva de su equivalente
físico.
Nos llamamos seres vivos, pero en realidad la parte material de nuestro
organismo no es más viva que una piedra. Es la energía que se encuentra detrás del
mecanismo físico lo que realmente tiene “vida”. Los propios nervios carecen de vida
—si la tuvieran, habríamos enterrado más de un cuerpo con vida—; es la energía neural
la que nos anima y el cuerpo astral es el condensador de la energía nerviosa que
utilizamos.

448
“¡Cómo!” exclamará el lector, “entonces el cuerpo astral existe siempre”.
¡Claro que sí! Son muchos los autores que, al tratar de la proyección astral, han
manifestado su impresión de que el cuerpo astral consiste en un proceso mental; pero
no es ese el caso. Si así fuera, ¿cómo podría un individuo muerto repentinamente,
procurarse instantáneamente su cuerpo astral? Además, nadie podría poseer un cuerpo
astral después de la muerte, salvo el individuo lo bastante afortunado para haber oído
alguna vez del “proceso mental creador”.
Ahora bien, aquellas fuerzas que pueden alterar la armonía existente, son las
mismas que provocan la salida del cuerpo astral.
El cuerpo astral coincide con el físico en todo momento. Puesto que ambos
cuerpos se componen de “sustancias”, es evidente que ambos tendrán idéntica forma;
de este modo, el espectro es, por su aspecto, un duplicado exacto del cuerpo físico. En
el momento de lo que llamamos “muerte”, el astral conserva su semejanza con el físico,
pero al cabo de no mucho tiempo, va evolucionando hasta constituir un espíritu de
composición mucho más refinada.
La esfera de vibraciones a que nuestra existencia terrena se halla limitada, no
abarca toda la creación; por consiguiente, permanecemos ignorantes de las vastas
realidades que nos circundan. Cuando el espectro astral (cuyos ojos usa ahora, lector, al
leer estas líneas) sea hábilmente afinado y elevado su registro —lo cual puede lograrse
— esos ojos podrán ver otras cosas además de los objetos familiares, y el cuerpo astral
podrá liberarse del físico. El hecho de que los ojos, después de la proyección, sean
todavía capaces de ver, además de los seres astrales, las cosas terrenas, nos muestra
también que el campo de vibración ha aumentado.
Existe, sin embargo, el subconsciente; esa vasta e insondable
superinteligencia, próxima a lo omnipotente, y, sin embargo, no la concebimos como lo
individual, a diferencia de la consciencia. Los más de los que creen en el “espíritu”
tienen cierta tendencia a pensar que el despertar en el campo astral equivale a verse
dotado de todas las facultades del subconsciente, pero no es así. En efecto, el
subconsciente mantiene con el ser exteriorizado, prácticamente la misma relación que
con el interiorizado (dotado de vida física).
Suponga el lector, por ejemplo, que su cuerpo físico muriera en este mismo
instante. Se encontraría entonces en los dominios astrales, todavía inalterado, no como
un ser super inteligente, sino exactamente con la misma mentalidad que antes, ni más
ni menos. Y esto es algo que no debe olvidarse: el cuerpo físico no es más que materia
desprovista de inteligencia, y hace las veces de una capa con respecto al cuerpo astral.
Es lógico suponer que, al tiempo del nacimiento, el astral —el Yo— adquiere
su existencia por medio de la omnipotente inteligencia que es, fue y será, mientras la
mente consciente de este cuerpo sólo es una página en blanco lista para recibir
impresiones, para aprender y crecer.
No importa en qué etapa de la vida sobrevenga la muerte; nuestra consciencia
total, al fin de la existencia terrena, es la misma que poseemos después de la expiración
física.

Mi primera proyección astral consciente


Teniendo siempre presente el hecho de que el astral es el Yo real y vivo,
mientras que el físico sólo es una especie de envoltorio, pasaremos ahora a considerar

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lo que ocurre realmente cuando tiene lugar una proyección astral. Para ello describiré la
primera proyección consciente que yo experimenté. Debe tenerse en cuenta, sin
embargo, que no todas las experiencias son iguales y que si, siguiendo las reglas de este
arte, que más adelante detallaremos, el lector logra proyectarse, es muy posible que su
experiencia no coincida en todos sus aspectos con la descripción que aquí doy de las
mías.
Era yo a la sazón un chico de doce años, poco preocupado por los problemas
más serios de la vida. Pese a que otros miembros de mi familia habían realizado en
cierta medida estudios de lo oculto, no sabía prácticamente nada por entonces, de la
vida superior. Había oído, sí, que vivimos después de la muerte, pero eso era todo
cuanto sabía al respecto y ni aún eso era objeto de preocupación para mí.
Tras la lectura de algunos libros de espiritismo mi madre, impulsada por la
curiosidad y el deseo de determinar si todo aquello eran hechos verdaderos o ficticios,
decidió visitar el campamento instalado en el valle del Mississippi de la Asociación
espiritista de Clinton, Iowa. Yo la acompañé, junto con mi hermano menor, y allí tuvo
lugar el hecho que ahora relataré.
Aquella noche nos retiramos a hora temprana, alojándonos en una casa donde
estaban parando media docena de médiums famosos. Alrededor de las 10:30 de la
noche me dispuse a dormir, exactamente con la misma naturalidad que siempre,
entregándome al sueño durante varias horas. Al cabo de este tiempo me di cuenta de
que me estaba despertando lentamente, aunque aparentemente no podía volver a
dormirme ni tampoco despertarme por completo. En medio de este desconcertante
sopor, supe (en mi interior) que yo existía en alguna parte, de alguna manera, en un
estado impotente, silencioso, oscuro e insensible.
Y sin embargo todavía me mantenía consciente; era ésta, en verdad, una
desagradable contemplación del ser. Nuevamente lo repito: era consciente de que
existía, pero dónde, eso era, al parecer, lo que no podía comprender. Mi memoria no
me ayudaba en esto. La estupefacción que se experimenta al despertarse bajo la
influencia de un anestésico, es muy semejante. Estaba convencido de que me hallaba en
vías de despabilarme de un sueño natural en forma normal, y sin embargo no podía
seguir más allá. Un único pensamiento dominaba mi mente: ¿dónde estaba yo? ¿dónde
estaba?
Gradualmente —a mí me pareció una eternidad, pero en realidad sólo debe
haberse tratado de un corto intervalo— me torné más consciente del hecho de que me
encontraba reclinado en alguna parte. A estas ideas medianamente claras, siguieron
pensamientos algo más nítidos, y a poco creí saber que me hallaba recostado en una
cama, pero sintiéndome todavía desconcertado en cuanto a mi ubicación exacta. Traté
de moverme, de determinar en qué medio me hallaba, para sólo comprobar mi
impotencia, como si hubiese estado adherido al objeto sobre el cual descansaba. Ligado
o adherido, ésa era la sensación exacta (parálisis en vigilia). Si uno se encuentra
consciente al comenzar la exteriorización, es frecuente sentirse como pegado, sujeto, en
una completa inmovilidad.
Lo peculiar de este fenómeno es que uno pueda estar consciente y, sin
embargo, incapacitado de moverse. Yo llamo a este estado “catalepsia astral”, pues no
existe ningún término para designarlo. Más adelante la estudiaremos al detalle. Basta
decir por ahora, que la catalepsia astral puede hacerse presente ya sea con o sin el
funcionamiento de los sentidos y con o sin consciencia, pues es un control
subconsciente directo.

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Finalmente cesó la sensación de adherencia, pero sólo para ser reemplazada
por otra igualmente desagradable, a saber, la de flotar. En todos sus puntos
simultáneamente, todo mi cuerpo rígido —creí entonces que era el cuerpo físico, pero
en realidad se trataba del astral—comenzó a vibrar a gran velocidad en la dirección
vertical y sentí una tremenda presión sobre la nuca, en la región del bulbo raquídeo. La
opresión, sumamente intensa, era ejercida con impulsos regulares, como si su fuerza
hubiera hecho pulsar mi cuerpo entero.
Todo esto me pareció una especie de extraña pesadilla, sumido como estaba
en la más profunda oscuridad, pues no sabía entonces, por supuesto, lo que en realidad
estaba ocurriendo. En medio de este maremágnum de extravagantes sensaciones —
vibraciones, flotamiento, zigzagueos y tirones de la cabeza— comencé a escuchar
algunos sonidos familiares, aparentemente remotos. El sentido del oído empezaba a
funcionar. Traté de moverme, pero todavía en vano, como si me hubiese hallado presa
de una misteriosa fuerza sobrenatural.
A la recuperación del sentido del oído, siguió inmediatamente la del sentido
de la vista. Cuando pude ver, quedé más que asombrado.
No hay palabras que puedan describir mi azoramiento. ¡Estaba flotando!
Estaba flotando. En el aire, con rígida horizontalidad, a unos pocos metros de la cama.
Ahora pude captar la habitación y mi ubicación exacta. Las cosas presentaban un
aspecto neblinoso al principio, pero comenzaban a aclararse. Sabía muy bien donde
estaba, pero no podía explicarme mi extraño comportamiento. Lentamente,
zigzagueando todavía bajo la fuerte presión sobre la nuca, avanzaba en dirección del
cielo raso, siempre situado horizontalmente e incapaz de determinación voluntaria.
Naturalmente, creía que éste era mi cuerpo físico, tal como siempre lo había
conocido, pero que misteriosamente había empezado a desafiar la gravedad.
Demasiado increíble para que lo comprendiera, era, sin embargo, inmoderadamente
real para negarlo; en efecto, hallándome consciente, en pleno uso del sentido de la
vista, no podía dudar de mis facultades. Sin intervención de mi voluntad, a una altura
de algo menos de dos metros sobre la cama, como si el movimiento hubiera sido
conducido por una fuerza invisible presente en el espacio, pasé de la posición
horizontal a la vertical, quedando finalmente colocado de pie sobre el piso de la
habitación. Allí permanecí durante unos dos minutos, incapaz todavía de moverme
voluntariamente, la vista fija hacia adelante. Me encontraba aún bajo el efecto de la
catalepsia astral.
Entonces desapareció la fuerza que me controlaba. Me sentí liberado,
percibiendo tan sólo la tensión en la nuca. Di un paso y la presión aumentó al instante,
desviando mí cuerpo en un ángulo agudo. Me las compuse para girar sobre mí mismo.
¡Había dos yo! Ya empezaba a creer que me había vuelto loco. Otro “yo” parecía
descansar tranquilamente sobre la cama. Me resultó difícil convencerme de que esto era
real, pero mi consciencia lúcida no me permitía dudar de lo que mis ojos veían.
Mis dos cuerpos idénticos se hallaban unidos por medio de un cable elástico,
uno de cuyos extremos estaba sujeto a la región del bulbo raquídeo del individuo astral,
en tanto que el otro extremo caía entre los ojos del cuerpo físico yacente. Este cable se
extendía a lo largo de los dos metros que nos separaban. Todo este tiempo me resultaba
difícil mantener el equilibrio, oscilando primero hacia un lado y luego hacia el otro.
Ignorando el verdadero significado de mi condición, mi primer pensamiento,
al ver este espectáculo, fue que me había muerto durante el sueño. No sabía entonces
que la muerte sobreviene únicamente tras la ruptura del cable elástico. Avancé con

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esfuerzo bajo la influencia magnética del cordón, hacia los seres terreros
consanguíneos que dormían en la habitación contigua, con la esperanza de despertarlos
y hacerles saber la terrible nueva. Intenté abrir la puerta, pero de pronto me encontré
atravesándola. Un nuevo milagro para mi mente no poco confundida.
Yendo de un cuarto a otro, traté fervientemente de despertar a los dormidos
ocupantes de la casa. Los llamé, los sacudí, me aferré a ellos, pero mis manos pasaban
a través de sus cuerpos como si sólo hubieran sido vapores. Comencé a gritar. Quería
que ellos me viesen; pero eran incapaces incluso de percibir mi presencia. Todos mis
sentidos parecían normales, salvo el del tacto. Aparentemente, no podía realizar ningún
contacto con las cosas. Un automóvil transitó frente al hotel y lo pude ver y oír
perfectamente. Pasado un rato, el reloj dio las dos y al mirarlo vi que era efectivamente
esa hora.
Comencé a vagar por el lugar, lleno de ansiedad, esperando que al llegar la
mañana alguno de los que ahora dormían se despertase y me viese. Según recuerdo,
anduve por las distintas piezas durante unos quince minutos, cuando percibí un
acentuado aumento en la resistencia del cable. Ahora me arrastraba cada vez con más
fuerza. Bajo la acción de esta fuerza, comencé a zigzaguear nuevamente y pronto
descubrí que era remolcado de regreso al cuerpo físico. Una vez más, me encontré
incapacitado de moverme. Una vez más me hallaba en manos de una fuerza invisible,
tremenda, todopoderosa. Me encontraba en estado de catalepsia, otra vez volví a
adoptar la posición horizontal directamente encima de la cama.
Fue exactamente el proceso inverso del que había experimentado al elevarme
sobre la cama. Poco a poco el espectro descendió, vibrando nuevamente, y luego cayó
bruscamente, entrando una vez más en coincidencia con el cuerpo físico. En el
momento de la simultaneidad, todos los músculos del cuerpo se estremecieron y
experimenté un dolor punzante, como si me hubiesen desgarrado en dos mitades.
Nuevamente poseía vida física; perduraban todavía en mí los efectos del terror y el
desconcierto; y durante toda esta experiencia, me había mantenido absolutamente
consciente.
Con posterioridad a esta aventura que acabo de relatar, experimenté cientos de
nuevas proyecciones, con innumerables variantes de las sensaciones acotadas más
arriba, pero describiendo el movimiento corporal siempre la misma trayectoria seguida
en aquella primera experiencia. Aunque la repetición trae consigo como consecuencia
natural una mayor perfección, fue aquélla, sin duda, una de las más insólitas
proyecciones de iniciación registradas, en cuanto a la lucidez consciente se refiere,
puesto que su nitidez no ha sido siquiera alcanzada muchas veces ni aún por médiums
conocidos.
Si bien es mi opinión personal que yo me encuentro dotado de un oculto poder
natural para proyectar mi ser interior fuera del cuerpo, también me inclino a atribuir el
carácter extraordinario de esta primera exteriorización consciente al hecho de que en
las habitaciones contiguas a aquella que yo ocupaba, se hallaban durmiendo varios
médiums. Es un hecho, como la mayoría de los estudiosos de lo oculto lo saben, que
puede establecerse una línea de fuerza entre determinadas personas en beneficio de otra
persona. Más adelante volveré sobre este punto, en la medida en que se relacione con
este fenómeno.
En mi descripción omití, de intento, muchos detalles sobre los cuales habré de
detenerme sólo cuando hayamos avanzado más profundamente en nuestro estudio.
Largo en verdad es el cuento que podría narrarse de la vida en el plano astral, de la

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relatividad terrena, de la asociación de espectros, etc.; sin embargo, no hay enfoque
susceptible de ser reducido a lápiz y papel que pueda expresar con fidelidad todo
aquello. Pospondré pues mi tentación de explayarme sobre este punto, a fin de realizar
una exposición más analítica del fenómeno de la exteriorización astral y de las formas
de su producción.
Sin duda la primera objeción que levantará el escéptico, y aun algunos de los
investigadores de lo sobrenatural, contra el proyector consciente, es que éste no
abandona en realidad su cuerpo físico, sino que cuanto pretende haberle sucedido no es
sino un sueño indeleblemente grabado en su memoria. Sólo cabe una respuesta a esta
ridícula suposición: Si una persona no sabe cuándo se halla dotada de consciencia,
entonces habrá que someterla, por cierto, a un test de salud mental.
El argumento es éste: “pues bien, usted puede haber soñado todo eso. En su
sueño usted puede haber creído que se hallaba plenamente consciente”. Pero éste es el
reverso del razonamiento correcto. Bien puede suceder que en un sueño ignore un
individuo que se halla inconsciente, pero cuando posee consciencia, entonces sabe
positivamente que no está soñando. ¿Por qué? Simplemente porque poseemos un claro
discernimiento del presente y del pasado cuando nos hallamos conscientes. Por eso
debe descartarse desde ya, la idea de que la proyección astral consciente pueda ser una
reminiscencia onírica.
Pero sigamos adelante. De lo dicho antes, hemos podido extraer un cuadro
mental bastante completo de una proyección del cuerpo astral, con la participación de
la consciencia desde el mismísimo principio hasta el final del proceso. No es siempre
éste el caso, sin embargo, sino más bien una excepción que rara vez se presenta en la
experiencia corriente. La consciencia, en realidad, puede surgir en cualquier momento
o en cualquier lugar o en cualquier posición durante el proceso. Puede alternar con la
inconsciencia y puede suceder que nunca participe del acto en absoluto.
Por regla general, cuando la consciencia interviene, lo hace a partir del
momento en que el cuerpo se ha separado y comienza a caminar, permaneciendo
totalmente ajena al proceso anterior. Siendo éstos el tiempo y lugar más comunes para
la intervención de la consciencia, son también los más convenientes; en efecto, se
eliminan de este modo las desagradables etapas preliminares —mencionadas en la
descripción anterior— que asaltan la consciencia del sujeto.
Las fases elementales —la catalepsia bajo control subconsciente, el zigzagueo
y la sensación de flotar— no son nada agradables para ser experimentadas
conscientemente (aunque con la práctica, uno termina por acostumbrarse a ellas). No
obstante, debe recordarse que estas actividades previas, constantemente tienen lugar
(siempre que, por supuesto, la exteriorización se produzca con el cuerpo físico en
estado de trance en posición yacente horizontal), ya sea que el sujeto se halle o no
desprovisto de consciencia.

Catalepsia astral
Hemos hecho mención de la catalepsia astral, y dado que ésta es la causa de
muy diversos fenómenos atribuidos a otros factores, será conveniente estudiarla más a
fondo. Todos nosotros hemos oído hablar de la catalepsia. Webster la define como:

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“Una repentina suspensión de las sensaciones y de la volición, con rigidez muscular”.
Así es, efectivamente, cuando el cuerpo astral se halla en coincidencia con el físico;
pero la catalepsia es el control subconsciente del cuerpo astral y puede existir con
independencia del organismo físico, como quedó demostrado en la experiencia
descripta más arriba. Durante la catalepsia, el cuerpo astral adquiere una característica
de conformación, que bien pudiéramos describir con la palabra “rígida”, puesto que no
se diferencia apreciablemente del estado presentado por el cuerpo físico, durante la
rigidez cataléptica.
Cuando un individuo presenta una catalepsia física, ello significa que su
cuerpo astral también padece catalepsia. Todos nosotros hemos visto demostraciones
de casos de hipnosis en que un sujeto, bajo los efectos de la rigidez cataléptica, es
suspendido horizontalmente, apoyándole los talones y la cabeza en dos soportes; no
sólo puede mantenerse en esta posición, sino que incluso puede agregársele una gran
piedra en el centro del cuerpo y golpearla con un martillo hasta hacerla pedazos, sin
que el cuerpo ceda por ello en su rigidez. La catalepsia del cuerpo astral es el origen de
la catalepsia física.
Una vez exteriorizado el espíritu y reducido momentáneamente a la
impotencia bajo los efectos de la catalepsia, el subconsciente puede operar libremente.
Este es un ejemplo patente de la sabiduría de la super inteligencia. Todos nosotros
sabemos lo difícil que es llevar un cuerpo vivo a la posición vertical, y lo fácil que
resulta, en cambio, si el cuerpo se halla rígido y desprovisto de resistencia. Al parecer,
el subconsciente saca provecho de esta ley. Aun cuando el cuerpo astral se encuentre
bajo control cataléptico, la mente consciente puede seguir funcionando, por lo menos
parcialmente; pero por regla general su accionar se halla inmovilizado mientras dura
este estado.
La catalepsia astral gobierna todos los movimientos desde el comienzo de la
exteriorización, hasta el momento en que el espíritu asume la posición vertical. No es
raro que el espíritu permanezca parado cierto tiempo antes de verse liberado. Algunos
proyectores sólo alcanzan este punto sin llegar nunca a liberarse.
En caso de que la interiorización se produzca antes de la liberación del estado
cataléptico, no puede hablarse de una proyección realmente completa. Durante la
misma, el cuerpo se caracteriza por su inestabilidad y sus oscilaciones en todo sentido.
Para considerar completa una proyección, es necesario que el espíritu logre liberarse de
la catalepsia. En la etapa de la interiorización, en una proyección completa, la
catalepsia vuelve a hacerse presente en el momento en que el cuerpo se halla listo para
pasar de la posición vertical a la horizontal.

Tipos de proyecciones
Existen tres clases de proyección que podrían clasificarse como consciente,
parcialmente consciente, e inconsciente. Esta última clase (inconsciente) incluye dos
formas distintas del fenómeno. La primera, lo que podríamos llamar amóvil; la segunda
¡sonambúlica! La proyección astral inconsciente amóvil no es otra cosa que la
catalepsia astral inconsciente en la posición perpendicular o de pie. Es frecuente que el
proyector llegue a esta posición, tal como se ha demostrado en los párrafos anteriores.
Del mismo modo que dentro de la categoría de proyecciones inconscientes
encontramos dos tipos de fenómenos, el amóvil y el móvil (sonambúlico), también

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dentro de la clase consciente de proyecciones, aparecen los tipos amóvil y móvil. La
única diferencia es que, en estos últimos, el sujeto se halla despierto. Es evidente que el
tipo amóvil siempre precede al móvil, en el cual puede transformarse.

Sonambulismo astral
Así como existe el sonambulismo del cuerpo físico, también existen personas
que caminan, durante el sueño, en su cuerpo astral. Podemos llamar a este fenómeno
“sonambulismo astral”. Es ésta una fase de la proyección inconsciente, más avanzada
que la correspondiente al estado inconsciente amóvil. Es la fase en que el espíritu se
libera de la catalepsia, pero permaneciendo inconsciente; es mucho más común de lo
que se cree generalmente.
Muchos médiums viajan en el cuerpo astral durante el sueño, pero nunca
llegan a adquirir consciencia de ello, permaneciendo, por consiguiente, ignorantes del
fenómeno. Expresé más arriba que cuando hay intervención de la consciencia, ésta
tiene lugar, en la mayoría de los casos, mientras el sujeto se halla parado en estado
cataléptico o bien en sonambulismo astral. Una de mis experiencias más frecuentes ha
sido siempre adquirir consciencia en pleno sonambulismo astral. Exactamente como en
el sonambulismo físico, la mente subconsciente controla al cuerpo vagabundo.

Interrupciones conscientes durante


el sonambulismo astral
Con intervalos espaciados durante todo el sonambulismo astral, la mente
dormida, inconsciente, puede tornarse activa durante un lapso sumamente pequeño, o
parcialmente consciente durante un período más largo. Al producirse estos
intermitentes relámpagos de “lucidez”, el sujeto registra confusas escenas y sonidos,
que al día siguiente puede recordar como un incoherente conjunto de impresiones
fantasmales.
Existen incontables variedades diferentes de sonambulismo interrumpido. El
funcionamiento perfecto o imperfecto de los sentidos, sumado a los innumerables
grados de consciencia, producen naturalmente diversas impresiones sobre la memoria,
acordes con la proporción relativa del grado de consciencia y del uso de los sentidos.
Es evidente que cuanto más normal sea el desempeño de los sentidos y el estado de
consciencia, tanto más verídicas serán las impresiones, y consiguientemente, su
recuerdo ulterior.
¿A quién no le ha sucedido visitar un lugar enteramente desconocido y al
contemplarlo, recibir, a través de un conglomerado de impresiones desvaídas, la
sensación de haber estado antes en ese mismo lugar? (déjà vécu). Y, sin embargo,
sabemos perfectamente que nunca habíamos estado allí. Una explicación posible sería
atribuir esta especie de reconocimiento, al hecho de haber visitado previamente aquel
lugar en un estado sonambúlico astral interrumpido. La mente subconsciente,
contemplativa, futura, proyecta a veces el cuerpo astral hacia lugares que el sujeto
visitará más tarde en su ser físico. Con mucha más frecuencia, sin embargo, es la
percepción clarividente y no la proyección, la que tiene a su cargo esta tarea.

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Las interrupciones conscientes durante la proyección astral no se limitan, en
modo alguno, al estado sonambúlico, pues también pueden ocurrir durante la etapa
inconsciente amóvil. Es fácil comprender que si el cuerpo se halla en estado
sonambúlico cuando sobrevienen esos relámpagos de la consciencia, el recuerdo
posterior de estas fugaces impresiones, será un grabado heterogéneo de un medio
circundante en continuo cambio. En tanto que, si el cuerpo se halla en la condición
amóvil, el recuerdo posterior será uno solo y específico. No todos los que llamamos
sueños, obedecen a interrupciones conscientes, sino solamente algunos de ellos. Más
adelante indicaré la relación existente entre la proyección astral y los sueños.

Proyección a distancia
Otra forma característica del fenómeno que venimos estudiando, es la
proyección a distancia. El cuerpo astral se separa de su duplicado físico y viaja hasta
algún lugar distante en estado inconsciente; aunque a veces puede tornarse consciente
en ese lugar por un breve lapso. Por lo general, mientras se mantiene despierto, el
médium ordena a su subconsciente que lo envíe al lugar remoto donde desea ir, a fin de
contemplar las escenas y acontecimientos que allí se desarrollan. Aquí empieza a
desempeñar su papel el trance. Al despertar nuevamente, el médium tiene consciencia
de haber estado en el lugar deseado, pero raramente guarda recuerdo alguno de haber
realizado el viaje.
En estos casos no se recuerda la verdadera distancia cubierta, porque al
parecer, el viaje se desarrolla a la velocidad del pensamiento, hallándose el sujeto
siempre inconsciente. Como es natural, la verdadera distancia recorrida, y los seres
comprendidos en ese espacio, no quedan registrados conscientemente en la mente del
sujeto. Existen casos de proyectores a distancia que han sido vistos en cuerpo astral —a
gran distancia del físico— por otros médiums.
Una autoridad tan eminente como William T. Stead, narra el caso de una dama
de su conocimiento, especialmente dotada con la facultad de proyectarse a grandes
distancias, materializándose en el lugar elegido. Con la práctica, llegó a convertirse en
una fuente de preocupaciones y disgustos para sus amigos, pues en cualquier momento
podía hacerles una inesperada visita y materializarse, con el consiguiente susto de sus
relaciones. Naturalmente, en casos como éste, lo que pensaban de inmediato es que la
amiga había muerto y lo que ellos veían era su “fantasma”. Las visitas se tornaron tan
frecuentes, sin embargo, que sus amigos, finalmente familiarizados con el fenómeno,
llegaron a apreciarlo en todo cuanto de interés y maravilla encerraba.
Muchas de las llamadas proyecciones a distancia no son, probablemente,
proyecciones en absoluto, sino creaciones subconscientes del propio médium, puesto
que únicamente el subconsciente puede captar visualmente una escena distante, con un
efecto equivalente al de la contemplación por parte del cuerpo astral consciente,
durante sus viajes.
Un autor se ha expresado como sigue, con respecto a la “visión a distancia”:
“La vista así obtenida de una escena distante, se parece en muchos aspectos a la que
proporciona un telescopio. Las figuras humanas suelen verse muy pequeñas, como si
estuviesen colocadas en un escenario distante; pero pese a su tamaño diminuto, su
aspecto es nítido, tanto como si estuvieran a pocos centímetros de distancia. A veces
también es posible, por medio de este método, escuchar lo que se dice, al tiempo que se

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ve lo que se hace; pero como en la mayoría de los casos no se presenta este fenómeno,
debemos considerarlo más bien como la manifestación de una habilidad adicional, y no
como corolario necesario de la facultad de la vista”.
“Debe observarse que, en los casos de este tipo, el clarividente no abandona
realmente el cuerpo físico, sino que se limita a procurarse para sí, una especie de
telescopio psíquico. Por consiguiente, goza del beneficio de su capacidad psíquica,
mientras examina la escena distante; así, por ejemplo, su voz suele describir lo que ve,
aún en el mismo momento de estar haciendo la observación”.

Las tres velocidades de traslación


del fantasma
Existen tres velocidades según las cuales puede viajar el fantasma. La primera
es la velocidad normal o natural, utilizada por el sujeto cuando se halla dotado de
consciencia y en libertad de moverse por su vecindad inmediata, o bien en estado de
sonambulismo astral. Entonces se limita a caminar.
En la segunda o velocidad media, el sujeto se desplaza sin esfuerzo con mayor
rapidez que la velocidad normal, pero no tan rápido como para llegar a perturbar la
percepción. Cuando el sujeto se desplaza con esta velocidad media, no tiene la
sensación de moverse, sino más bien de que las cosas avanzan hacia él, atravesándolo
por su lado, exactamente del mismo modo en que pasan los campos y cercos cuando
marchamos en un tren rápido.
El fantasma no parece pasar a través de la puerta, sino más bien la puerta a
través del fantasma. El cuerpo astral arroja una estela de luz (centellas), que cubre unos
sesenta centímetros a sus espaldas, y lo sigue cuando éste se mueve con velocidad
media.
Estas centellas, de aspecto fosforescente —que da al cuerpo astral su color
característico— siguen detrás del mismo, al igual que las luminosas cabelleras de las
“estrellas fugaces”. Esta velocidad media le permite al sujeto recorrer distancias
considerables en poco tiempo, sin pérdida de su consciencia.
La tercera es la velocidad de desplazamiento supranormal, un vértigo más allá
de toda comprensión. Siempre que tiene lugar, el sujeto se halla inconsciente, y gracias
a ella, puede recorrer vastas distancias.
Está más allá de toda posibilidad, recorrer tan enormes distancias a esa
velocidad y al mismo tiempo tener cabal idea de las mismas, pues la mente consciente
piensa con demasiada lentitud, y antes de que pudiera formular un solo pensamiento
con claridad, el objetivo ya habría sido alcanzado.
Lo que acabamos de decir con respecto a las tres velocidades con que puede
desplazarse el cuerpo astral proyectado, se aplica también a los seres astrales
permanentemente separados de sus correspondientes seres físicos (los muertos). Hay
quienes sostienen que todo viaje del cuerpo astral en proyección, siempre tiene lugar a
una gran velocidad. Pero esto sólo ocurre cuando el espíritu se dirige hacia un lugar
muy distante. En otras ocasiones, puede emplearse la velocidad media de
desplazamiento, y no faltan tampoco las oportunidades en que el espíritu en libertad
prefiera comportarse en forma análoga a la corriente en la vida física, con todas sus
peculiaridades de paso, balanceo y porte.

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La enfermedad como estímulo de la proyección
No debe suponerse que la proyección sólo tiene lugar durante el sueño natural.
También puede producirse cuando el sujeto se halla prácticamente en cualquier estado
de inconsciencia. Cuando la persona presenta un estado patológico, especialmente
aquellos que suponen necesidad de reposo o sueño, no sólo puede ocurrir la
proyección, sino que es frecuente que tenga lugar.
Es un hecho que cuanto más se debilita, languidece y se enerva el cuerpo
físico, tanto más fácil es que el equivalente astral se desprenda de él; en efecto, en estos
casos, la resistencia material que obstaculiza el impulso interior hacia la separación,
disminuye considerablemente. Es indudable que, en el momento de la muerte, mucha
gente ya se encuentra erguida en su cuerpo astral, aún antes de que el cuerpo físico
haya exhalado su último suspiro; aunque muy bien puedan no ser conscientes de ello.
Es mi firme convencimiento que la debilidad física favorece la mayoría de las
manifestaciones mediúmnicas, pues cuanto menor sea la coordinación material de una
persona, tanto menor será la resistencia que los resortes subconscientes hayan de
vencer. Este “factor de morbilidad” también vale para la proyección astral. Sé, sin
embargo, que, al hacer esta afirmación, me coloco contra el dictamen de varias
autoridades eminentes.
La opinión popular parece inclinarse por la alternativa de que la coordinación
material perfecta (salud) es requisito esencial para la producción del fenómeno de la
proyección astral; no obstante esto, no desespero de desarraigar esta creencia mediante
el testimonio de mis experiencias personales y la exposición de las razones específicas
que me llevan a creer precisamente lo contrario. Y si no estoy de acuerdo con otros
autores en cuanto al factor que produce, estimula e influye la proyección del cuerpo
astral, esto se debe simplemente a la evidencia que mi vasta experiencia personal me ha
proporcionado.
Sólo deseo aclarar que, en este punto, mi opinión difiere de la gran mayoría de
mis contemporáneos. No trataremos de dilucidar ahora de qué lado está la razón, pero
más adelante volveremos a esta cuestión de la “morbilidad”.
La exteriorización puede provocarse por medio del hipnotismo y del
mesmerismo. Es un hecho significativo que Andrew Jackson Davis (espiritista
estadounidense, nacido en Blooming Grove, Nueva York. 11 de agosto de 1826,
Blooming Grove, Nueva York, Estados Unidos - 13 de enero de 1910, Boston,
Massachusetts) —el vidente de Poughkeepsie, uno de los más grandes del mundo,
quizás— haya experimentado la proyección astral desde edad temprana, inducido por
la acción de un magnetizador, William Livingston. La primera experiencia de Davis
fuera del cuerpo, consistió en moverse a través del aire, siguiendo una trayectoria
espiral.

Exteriorización astral instantánea


Un golpe violento, especialmente sobre la cabeza, o cualquier otro shock
extremo, capaz de producir la pérdida de la consciencia como consecuencia, pueden
generar una proyección astral instantánea. Si el lector desea poner en práctica una

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simple receta para lograrla, nada mejor que pedirle a un amigo, o mejor todavía a un
enemigo, que le dé en la cabeza un buen golpe con un sólido bate de béisbol.
Este es el método más simple, pero puesto que lo más probable en este caso
sería la pérdida total de la consciencia durante la exteriorización, quizás fuera mejor
seguir alguno de los métodos indicados aquí. Sin embargo, hablando ahora con toda
seriedad, está perfectamente comprobado que un golpe vigoroso, puede producir a
menudo una rápida y efímera separación, ya sea que la víctima se percate o no de ello.

Una experiencia de proyección


consciente efímera
Un vecino mío, de setenta años de edad, cuya casa puedo ver desde donde
escribo estas líneas, me relató un episodio que no fue sino un caso de proyección astral
efímera e instantánea de tipo consciente.
Un día de invierno se había dirigido en su trineo al bosque en busca de leña.
En el camino de regreso, venía sentado al tope del trineo cargado. Durante todo el
tiempo, caía una persistente nevisca que dificultaba la visibilidad. Sin previo aviso, un
cazador (que acertaba a pasar por el camino) descargó su rifle contra una liebre. Los
caballos, espantados, se dieron a la fuga, volteando el trineo y arrojando a su conductor
de cabeza contra el suelo.
Cuando me contó el accidente, me expresó que no bien acababa de tocar
tierra, tuvo consciencia de hallarse parado contemplando su propio ser tirado inmóvil,
cerca del camino, boca abajo en la nieve. Pudo ver la nieve cayendo a su alrededor, el
trineo, los caballos, el cazador que se precipitaba hacia él. Todo esto no ofrecía ningún
género de dudas: pero lo que desafiaba su entendimiento era el hecho de haberse
convertido de pronto en dos seres distintos, pues por entonces creía estar observando
todo cuanto acontecía, desde otro cuerpo físico.
Así que el cazador se aproximó, las cosas parecieron oscurecerse. Y su
recuerdo consciente siguiente fue el de hallarse tirado en la tierra, con el cazador a su
lado, tratando de revivirlo. Tan real había sido todo lo visto desde el cuerpo astral, que
no podía creer que no hubiesen existido realmente dos cuerpos físicos, ¡llegando
incluso a pretender descubrir huellas en la nieve, en el lugar donde él sabía que había
estado parado!

Frecuencia de la proyección instantánea


El ejemplo anterior, no sólo muestra lo poco que cambia el individuo cuando
se halla lejos de su cuerpo físico en todo lo que no sea sustancia y composición, sino
también que el cuerpo astral es parte integrante de la existencia terrena; es, en realidad,
el verdadero yo; el asiento de la mente consciente, y no un producto de la voluntad del
individuo. Son muchas las personas que han tenido experiencias más o menos
similares; pero, ignorantes de la realidad exacta, las han pasado por alto, suponiéndolas
una inexplicable aberración del yo físico.
La duración de una proyección instantánea de este tipo, depende de la
intensidad del golpe que la provoca. A un shock violento, seguirá un intervalo de

459
inconsciencia más largo que el que sucedería a un golpe menos vigoroso. Se desprende
aquí que cuanto más prolongada sea la inconsciencia, mayor duración tendrá la
exteriorización.
El estado de coma efímero, sólo podría producir una proyección breve o
fugaz, y con frecuencia la duración de la exteriorización no pasará de una fracción de
segundo. En realidad, la exteriorización e interiorización del cuerpo astral puede
llevarse a cabo con tal velocidad que el sujeto no llegue siquiera a darse cuenta de su
“salida” del cuerpo físico. La sensación experimentada se reduce en la mayoría de los
casos a un mareo momentáneo, durante el cual el sujeto cree quizás, haberse apartado
unos centímetros del lugar en que estaba parado.
Es muy probable que cualquiera de nosotros haya experimentado alguna vez
en su vida un “sacudón” que le hiciera “ver las estrellas”, como reza el dicho. El
resplandor entrevisto es el aura, que permanece visible durante el tiempo en que los dos
cuerpos no coinciden. También puede verse este mismo resplandor en un radio más
amplio, y por mayor tiempo, cuando la proyección es consciente, es decir, al comienzo
de una separación prolongada.
Hasta tal punto el espíritu astral constituye nuestra más íntima personalidad,
que no llegamos a darnos cuenta cuán estrechamente ligados a él nos hallamos; parece
escapar incluso, a nuestra comprensión, el hecho mismo de que en este preciso
momento y permanentemente estemos utilizándolo. Él constituye nuestra vida, y
cuando se separa definitivamente del cuerpo físico, aquélla se extingue.
Privado del cuerpo astral, nuestro organismo físico no sería sino una tosca
masa de materia insensible, sometida inexorablemente a las leyes del mundo físico.
Este espíritu, persevera en los hábitos contraídos durante su coincidencia con el cuerpo
físico, y es por ello que él ha aprendido a conformarse también a las leyes físicas.
Cuando un agente extraño al orden natural de las cosas, viene a turbar la
armonía del ser físico —un golpe, un shock, la violación de un hábito, un deseo intenso
insatisfecho, una enfermedad de hecho, cualquier factor capaz de producir una
deficiencia en la perfecta coordinación material— siempre el astral experimentará una
conmoción correspondiente.

El choque como causa de la


exteriorización astral
La conclusión lindante con el trauma, no es la única forma posible de
generación de la proyección instantánea, pues basta a veces un sacudón inesperado del
organismo físico, para que el espíritu salga de la coincidencia.
Son muchos los que se maravillan ante la idea de que la separación astral
pueda llevarse a cabo, cuando en realidad no creo encontrar una sola persona que no la
haya experimentado en mayor o menor grado, ya sea sabiéndolo o no. Y la forma
extensiva de proyección no es sino el desarrollo de las formas inferiores.
He aquí dos axiomas apropiados para este tipo simple de separación astral:

1. Si el cuerpo recibe repentinamente la acción de una fuerza contraria, durante su


trayectoria en una dirección dada, aquélla no incidirá de inmediato sobre el astral,

460
conservando éste durante cierto tiempo la dirección primera, con lo cual sale de
coincidencia.
2. Si un cuerpo material que se mueve en una dirección dada choca repentina e
inesperadamente contra el cuerpo inerte, hará que el ser físico salga ligeramente de
la coincidencia en la dirección indicada (el astral, un instante después, se mueve en
dirección al físico).

Debe tenerse presente que sólo se trata aquí de una separación fugaz y a corta
distancia y que tiene lugar con la velocidad del relámpago, casi demasiado grande para
que el sujeto que la experimenta, llegue a quedar privado de consciencia, aunque no
deja de sufrir cierto desconcierto repentino.
Además, en esas ocasiones, puede experimentarse la sensación de estar a
punto de elevarse en el aire o la de un vacío profundo en el estómago. En todo caso, la
colisión debe ser inesperada, súbita, y lo bastante fuerte para detener el impulso normal
de la masa en movimiento.
Cuando un automóvil se detiene bruscamente, arrojando vigorosa e
inesperadamente hacia adelante a sus ocupantes, es la efímera falta de armonía entre
los dos cuerpos (astral y físico) la que causa la sensación de vacío mencionada más
arriba. Esto parece demasiado vulgar para ser cierto; pero es así, esto tan sólo ocurre
por la gran medida en que el ser astral participa de nuestro ser íntimo, al punto que no
reconocemos el hecho; nos desconocemos a nosotros mismos.

Un caso de proyección causada por un paso en


falso
He aquí un ejemplo de cómo un sacudón inesperado, puede arrojar al espíritu
fuera de coincidencia. Me sucedió una noche, hace algunos años, mientras bajaba las
escaleras de mi casa. Había estado durmiendo hasta un rato antes y me hallaba todavía
medio adormilado. Eran quince escalones que había subido y bajado cientos de veces,
puesto que en esa casa había pasado toda mi vida. No podría decir por qué, pero
cuando llegué al último escalón traté de dar un paso más (a muchos nos ha pasado esto)
y el ímpetu me sacudió vigorosamente.
Una sensación de vacío se dejó sentir en la boca del estómago, y aún antes de
que el cuerpo físico cayera sobre el suelo, me encontré proyectado fuera de él, con
plena consciencia. Y no quiero significar con esto que creyera que me hallaba
consciente, lo que quiero decir es que realmente estaba consciente. A un tiempo, vi caer
el cuerpo físico en el suelo y lo sentí en esa acción, mientras me hallaba parado a
algunos metros del mismo.
Pero analicemos este caso y veamos lo que realmente sucedió, pues esto nos
permitirá establecer la ley fundamental de la proyección astral.

La ley fundamental de la proyección astral


Debe entenderse bien que no es la mente consciente quien provoca la
proyección, sino la voluntad subconsciente. Podemos caminar por medio de un

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esfuerzo consciente, pero generalmente caminamos inconscientemente, bajo la acción
de la voluntad subconsciente. Es cuando el cuerpo se encuentra sujeto a la fuerza
motriz subconsciente, y una barrera inesperada intercepta el movimiento del ser físico,
que el astral continúa moviéndose durante cierto tiempo en la dirección dada.
Si la propulsión fuera consciente, eso no sucedería. Si al descender las
escaleras, yo hubiera caminado conscientemente, no se hubiera producido el paso en
falso. Pero el descenso era inconsciente, hallándome sometido al control de la voluntad
subconsciente, y cuando la barrera (el piso) se interpuso ante el cuerpo físico, la
voluntad subconsciente aún conservaba el impulso a descender, arrastrando consigo el
cuerpo astral fuera de coincidencia.
Este mismo principio se aplica al caso de separación, ocasionada por una
fuerza en movimiento que choca contra un cuerpo inerte. El cuerpo inerte está bajo la
acción de la voluntad subconsciente. Cuando la fuerza de choque encuentra al cuerpo
físico, la voluntad subconsciente tiende a permanecer en su posición, hasta que la
voluntad consciente lo mueve. De este modo, el espíritu se mantiene en su posición,
mientras el ser material auspicia la coincidencia.
Tras un análisis de la causa de la separación instantánea o insignificante,
arribamos a las siguientes conclusiones evidentes por sí mismas:
1. El cuerpo (los dos cuerpos en coincidencia) puede moverse inconscientemente.
2. El cuerpo es capaz de movimiento inconsciente cuando la mente consciente se halla
en actividad.
3. El cuerpo es capaz de movimiento inconsciente cuando la mente consciente no está
en actividad (sonambulismo).
4. Cuando el cuerpo se mueve inconscientemente, es la voluntad subconsciente quien
lo mueve.

Todo esto nos lleva a la regla básica de la proyección astral: “si se apodera de
la voluntad subconsciente la idea de mover al cuerpo (los dos cuerpos en
coincidencia) y el ser físico se halla incapacitado, la voluntad subconsciente moverá al
cuerpo astral con independencia del físico”.

La proyección intencional y no intencional


como resultado de las mismas causas
Dado que ésta es la ley fundamental de la proyección, surge de inmediato la
pregunta ¿cómo puede ser incitada deliberadamente la voluntad subconsciente para
motivar el desplazamiento del astral, durante la incapacitación del físico? “Esto no es
nada fácil”, dirá el lector. Y en efecto, no es fácil; especialmente si se pretende
conseguirlo por medio de un simple pensamiento o una resolución medianamente
intensa; pero existen ciertos métodos positivos para lograr este objetivo.
Si localizamos las causas que producen la proyección no intencional del
cuerpo astral y hacemos que estas mismas causas obren intencionalmente, a fin de
lograr la proyección, entonces, ¿por qué no habrá de lograrse a voluntad? Todas mis
primeras exteriorizaciones fueron accidentales, involuntarias. En un principio creí estar
dotado de algún poder sobrenatural del que otros carecían; pero por medio de un
acabado estudio de las manifestaciones que acompañaban a estos fenómenos, y

462
registrando cuidadosamente todas las peculiaridades por ellos presentadas, logré
finalmente determinar las causas que producían aquel aparente milagro. Poniendo estas
causas en acción, con la mente inmiscuida en la proyección astral, conseguí producir el
fenómeno a voluntad, y mucho antes de haber leído una sola palabra sobre este tema en
los libros pertinentes.
No me detendré a profundizar por el momento lo relativo a la índole de estas
causas, sino que dejaremos su estudio para más adelante, pues es mi deseo suministrar
antes, una información de carácter más general, con respecto al tema que nos ocupa.
No estará fuera de lugar decir, sin embargo, que los “deseos reprimidos” son
indiscutiblemente el factor primordial, en la producción de la proyección no
intencional.
Vemos así cuán grande es la determinación de la voluntad subconsciente, toda
vez que se ve impulsada hacia la actividad. Cuando uno empieza a caminar, seguiría y
seguiría caminando, de no ser por la mente consciente que lo detiene. Y cuando uno
está parado, así permanecería por los tiempos de los tiempos si la mente consciente no
lo incitara a moverse.
Ahora bien; ¿cómo se las compone el deseo reprimido para encauzar a la
voluntad subconsciente hacia el movimiento del cuerpo? Mientras uno se mantiene
consciente, desea algo. Y no hace nada para moderarlo. Uno quisiera refrenarlo, pero se
interpone algún obstáculo en el camino. Entonces continuamos deseando, deseando,
deseando, tornando cada vez más tensa la condición de la voluntad subconsciente. La
presión llega a hacerse tan grande que nos ponemos en conflicto con nosotros mismos.
Puede sentirse entonces al subconsciente tratando de realizar lo que nosotros deseamos.
Y lo haría de inmediato, a no dudarlo, si sólo pudiera ganar para sí lo mejor de nuestra
mente consciente.
Alcanzado este punto, la voluntad subconsciente se halla lista a actuar en el
primer momento en que dejemos de obstaculizarla. De este modo, durante el sueño,
puesto que la mente consciente ya no puede decir ¡no! a la voluntad subconsciente, ésta
trata de proyectar el cuerpo hacia el lugar deseado. Ahora bien, si el sujeto dormido se
encontrase físicamente incapacitado, el cuerpo astral habría de proyectarse.
¿Qué entendemos cuando decimos físicamente incapacitado? Simplemente,
que el cuerpo físico no posee la actividad suficiente para responder en el instante en
que la voluntad subconsciente comienza a moverse. Por regla general, el cuerpo no se
halla (durante el sueño), en el mismo estado de actividad que lo caracteriza durante la
vigilia. El corazón late con mayor lentitud, y el organismo se halla todo en un nivel
inferior al correspondiente a la vigilia normal.
Si el sujeto está enfermo, el organismo físico no podrá responder de
inmediato, lo cual confirma la hipótesis ya adelantada de que cuanto más débil se haya
una persona, tanto más fácil es la proyección del cuerpo astral, siempre que la
enfermedad presuponga reposo o sueño.
En La Psicología de los Sueños, Walsh se expresa en la forma siguiente: “No
bien comienza el sueño, tienen lugar ciertos cambios en la estructura física. El pulso y
la respiración se tornan más lentos, menos agitados; baja la presión de la sangre,
disminuye la temperatura y aumenta la transpiración. El estómago, los intestinos, los
riñones, el hígado y otros órganos se hallan en actividad, aunque con ritmo menos
intenso. Puesto que la cantidad de trabajo requerida por las estructuras físicas es mucho
menor que durante la vigilia, estos órganos pueden descansar. Y siendo que la

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recuperación sobrepasa a las pérdidas, el organismo en general se halla lo bastante
repuesto, después de una cierta cantidad de sueño”.
Entendemos entonces, por “incapacidad física”, un estado de musitada
pasividad, ya sea que el sujeto se encuentre guardando cama por enfermedad o
profundamente dormido, de modo tal que no pueda reasumir instantáneamente la
actividad, cuando la voluntad subconsciente se apodere de él para mover su cuerpo.
Veamos el caso del sonámbulo: mientras uno duerme, la voluntad
subconsciente determina mover el cuerpo, generalmente debido a un deseo reprimido.
El sonámbulo se levanta de la cama y comienza a caminar en coincidencia, debido a
que el cuerpo físico no se halla lo bastante inactivo (no está incapacitado) para
quedarse atrás, cuando la voluntad subconsciente inicia el movimiento; en cambio, si el
sujeto se hubiese hallado en estado de extrema pasividad, el cuerpo astral habría salido
del físico, llegando así a un estado de sonambulismo astral.

Qué es y dónde está la mente consciente


¿Cómo está compuesta la mente consciente? ¿Dónde existe? ¿Dónde se
encuentra la mente consciente cuando está privada de consciencia? Ni aún los más
sagaces filósofos de lo oculto han podido responder estos interrogantes que, a no
dudarlo, habrán de permanecer por siempre como simples objetos de especulaciones.
Ni siquiera conocemos los límites, la naturaleza o la ubicación de la mente consciente.
Sin embargo, sabemos que utilizamos la mente y que (aparentemente) puede
tornarse inconsciente. Pero, ¿dónde se encuentra durante la inconsciencia? ¡Esa es la
cuestión! Parece casi tan ridículo creer que la mente consciente pueda esfumarse
instantáneamente, reduciéndose a nada, al sobrevenir el estado de coma, como creer
que sigue existiendo durante dicho intervalo sin que nosotros nos percatemos de ello.
Ahora bien; si efectivamente fuera posible para la mente consciente reducirse
a “nada”, durante el coma, ¿cómo habría de recrearse después, pasado ese estado, con
entera perfección? Pero, por otro lado, si la mente consciente sigue existiendo durante
todo el período de olvido, ¿cómo habremos de explicar el hecho de que no seamos
conscientes si perdura todavía la consciencia? y aun cuando así fuese, ¿dónde existe la
consciencia?
Cuanto más se profundiza en este terreno, más hondo parece el enigma. La
más ligera meditación sobre ello, podría convencer rápidamente al ególatra más
recalcitrante, de que, después de todo, se conoce a sí mismo bastante mal. Que la mente
existe, es una evidencia que no necesita ser probada; pero qué pasa con ella durante el
coma es un misterio que permanece todavía insondable.
Algunos pretenden que son los sentidos y no la mente consciente lo que
desaparece transitoriamente, y que, sin la actividad de los sentidos, no habría
consciencia. Pero, ¿podemos definir mejor, acaso, la naturaleza de los sentidos que los
de la mente consciente?, ¿qué son los sentidos?, ¿cómo trabajan?, ¿cuál es la causa de
la sensibilidad?, ¿dónde está la sensibilidad durante la inconsciencia? Tratar de resolver
un misterio, sustituyéndolo por otro, sólo trae como resultado un número más grande
de misterios a resolver.
Otros son de opinión que, al sobrevenir el coma, la mente consciente se
exterioriza en el cuerpo astral, lo cual explica su inconsciencia. Pero si esto fuera
cierto, ¿cómo es que el sujeto no siempre se percata de hallarse exteriorizado en el

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cuerpo astral, cada vez que hay una pérdida de la consciencia?, ¿cómo es posible en
sueños?, ¿dónde está la mente consciente del sonámbulo? Sólo cabe una respuesta para
estas preguntas: “No sabemos”. Lo mejor que podemos hacer es comparar la mente
consciente durante el reinado del sueño, con un prisionero encerrado en una celda,
privado de salir, hasta tanto no se le abra la puerta.
Si pudiésemos determinar qué abre y cierra la puerta de la consciencia,
también podríamos determinar, entonces, por qué algunas proyecciones astrales
involucran consciencia y otras no. Y en una etapa ulterior, llegaríamos a descubrir un
medio para que el espíritu proyectado inconscientemente pudiese tornarse siempre
consciente, superando así las azarosas experiencias actuales.

El estado hipnagógico: neurosis y sueño


Cuando la consciencia se halla presente desde el principio de una
exteriorización, la salida del cuerpo etérico comienza con un estado hipnagógico,
estado éste que hace frontera entre la consciencia y la inconsciencia.
Veamos cómo se expresa Walsh con referencia a dicho estado: “Antes de
dormirnos, debemos pasar por una etapa inadvertida de semi vigilia y semi sueño,
designado con el nombre de estado hipnagógico. Antes de despertar, también debemos
pasar por un estado similar a éste. Habitualmente la hipnagogia dura algunos segundos,
pero puede extenderse hasta quince minutos. Es más probable que se prolongue al
pasar del sueño a la vigilia, que en el caso inverso”.
“Al aproximarse el sueño, suele experimentarse la sensación de caer. Esto
obedece a la relajación general del sistema muscular. Si una persona sufriese una fuerte
perturbación mientras dura el estado hipnagógico, la transición normal de la vigilia al
sueño, o la inversa, podría ser considerablemente alterada”.
“La consciencia puede despertarse plenamente, pero el despertar en los
centros motores puede ocurrir con mayor lentitud; esto trae aparejada una parálisis
pasajera de los miembros y órganos del lenguaje, privando al sujeto, en consecuencia,
del movimiento y el habla. Esta forma de parálisis, designada “parálisis nocturna” por
algunos autores, (para quien escribe estas líneas es la catalepsia astral) puede
sobrevenir después de un despertar normal”.
“Por regla general, la parálisis dura poco tiempo; en caso de prolongarse,
acarrea un grave trastorno mental. La fatiga, la neurosis, o una falta de salud general,
pueden ser causas del fenómeno”. Lo cual no hace sino fortalecer mi convencimiento
de que la falta de coordinación material es un factor que favorece la proyección.
El cuerpo etérico se halla en catalepsia, con tendencia a desviarse ligeramente
fuera del físico. ¿Por qué razón provoca la fatiga, la neurosis o la falta de salud general
esta parálisis? Porque hay una sensible disminución de la energía neural acumulada en
los cuerpos. En realidad, he aquí exactamente lo que es la exaltación neuronal:
incapacidad de retener la energía, dentro de los límites del organismo físico.
La energía es cósmica, omnipresente; puede fluir hacia el cuerpo etérico y
fuera de él, pues éste constituye un verdadero condensador de esa energía. Pues bien,
yo he encontrado que cuando el cuerpo etérico se desvía ligeramente fuera de
coincidencia, se convierte en un imán más poderoso de la energía universal, que

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durante la coincidencia. De este modo, en el caso de la persona enferma, la parálisis
experimentada no es sino catalepsia astral, primera etapa ésta, siempre, de la
exteriorización; la causa estriba en la acción del ser subconsciente tendiente a separar
los cuerpos, a fin de que el condensador etérico pueda “cargar” más libremente.
Y esto sucede noche a noche en millones de personas; pero para que lleguen a
experimentar alguna vez la parálisis o catalepsia, es necesario que, durante la misma,
permanezcan conscientes. Lo que se tiene por un “aura”, ese algo que envuelve a
aquellos que duermen, no es, en realidad, sino el cuerpo etérico que se halla a algunos
centímetros fuera de coincidencia. Por regla general, en las personas normales, hay una
pérdida de la consciencia, antes de que comience este fenómeno.
No es difícil comprender que, si la consciencia ha sido desdoblada todo a lo
largo de una proyección completa, el estado hipnagógico será el ideal para que
comience la salida. Es más probable que se produzca la catalepsia consciente al pasar
del sueño a la vigilia que en el caso inverso. La experiencia ha demostrado
categóricamente que, si la consciencia comienza a trabajar con demasiada intensidad
después de que el subconsciente haya efectuado una ligera separación al sobrevenir el
sueño, será más fácil que el espíritu vuelva a entrar en coincidencia que en condiciones
similares, en el pasaje de la vigilia al sueño.
En otras palabras, la mayor parte de las proyecciones, tendrán más éxito
“consciente” sí comienzan en el estado hipnagógico, al salir del sueño. Cuando uno se
despierta y se encuentra impotente, sujeto a la catalepsia astral —llamada “parálisis
nocturna”— lo primero que suele hacerse entonces es alarmarse. El sujeto desea
recobrar su actividad física y lucha por liberarse. Esto es más que una sugestión
consciente para la voluntad subconsciente, y ésta no tarda en hacerse sentir.
Sí pudiera evitarse esta alteración y el sujeto se mantuviese emocionalmente
sereno, el control subconsciente no recibiría ninguna orden de volver a la actividad
física. Por el contrario, si al sujeto se le ocurriera elevarse hacía el techo y se
propusiese flotar en el aire que lo circunda, la voluntad subconsciente proseguiría el
proceso de exteriorización, con el resultado final de una proyección astral
completamente consciente.
En estas circunstancias, el cuerpo físico se halla considerablemente
incapacitado. La voluntad subconsciente se ha apoderado ya del ente astral. Sólo se
trata de qué indicación se le haga a esa voluntad, y el espíritu continuará exteriorizando
o volverá nuevamente, al estado de coincidencia.
Lo mismo sucede al caminar. Una vez que el sujeto se halla en movimiento, la
voluntad subconsciente conserva su control, pero basta realizar una sugestión
consciente para detenerse. Si el sujeto se halla en estado de catalepsia astral consciente
y desea entonces recobrar nuevamente su actividad física, esa misma voluntad
subconsciente no tardará en complacerlo.
Quizá se replique, al igual que un amigo mío, con la siguiente expresión: “¡Me
gustaría tropezar con el “tipo” que se quedara tranquilo al despertar y encontrarse
paralizado!” Y sin embargo yo lo he logrado, y garantizo que cualquier persona puede
obtener una perfecta proyección consciente, si se mantiene emocionalmente sereno y
da las órdenes apropiadas cuando se despierte en estado de catalepsia. El resultado será
una articulación ordenada y coherente del organismo, al igual, exactamente, que,
durante la vigilia, cuando caminamos u obramos en cualquier otra forma.
Claro está que no es cosa fácil mantenerse sereno frente a lo supranormal,
especialmente cuando uno se encuentra en sus manos; pero, como todas las cosas en el

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terreno de lo supranormal, la proyección consciente pronto pierde su carácter
intimidante y uno termina por acostumbrarse a ella.

Sensaciones y emociones en las


diferentes etapas de la exteriorización
La primera sensación o impresión que experimenta el sujeto al sobrevenir la
consciencia (si es que acontece) depende, naturalmente, del lugar ocupado por el
espíritu, en ese momento.
Las sensaciones recibidas varían según los diferentes grados de separación. Si
la consciencia hace su aparición en el estado hipnagógico y la voluntad subconsciente
presenta una tendencia hacia la proyección, la primera idea del sujeto será que existe
“en alguna parte”.
Si la consciencia se hace presente uno o dos segundos después, la primera
impresión será de adherencia. Si tarda algo más todavía en sobrevenir, será la de flotar;
luego, la de temblar, la de zigzaguear, etc., etc. Es la actitud del fantasma o el lugar
ocupado por éste, lo que determina la primera idea consciente. Y debe tenerse presente
que este primer pensamiento entraña una importancia vital. Es precisamente entonces,
cuando debe conservarse la calma y ordenar el ascenso en el aire.
La mayoría de las proyecciones conscientes fracasan en la iniciación misma
del proceso, debido a que la actitud asumida entonces por el fantasma, produce una
sensación desagradable, que, a su vez, provoca un consecuente estado emocional.
Puede aplicarse a este fenómeno la siguiente regla: las emociones que impliquen
disgusto, alarma, miedo, etc., constituyen otras tantas sugestiones efectivas, dirigidas a
la voluntad subconsciente, para que ésta vuelva al sujeto a su estado físico normal.
De este modo, encadenándose uno a uno, el primer pensamiento influirá
directamente en los siguientes, y si la actividad por entonces realizada es de naturaleza
tal que genere emoción, se seguirá de inmediato el deseo de tornar nuevamente a la
normalidad física, con lo cual, la voluntad subconsciente se pondrá en acción, a fin de
llevarlo a efecto.
Es más fácil que ocurra la proyección consciente si el primer pensamiento
también consciente tiene lugar, antes de que el espíritu ascienda por el aire. Resulta
sorprendente cuán fácil es todo esto en realidad, después de haberlo hecho una vez. Es
similar al caso del individuo que, temeroso de realizar un viaje en avión, se decide por
fin y, cerrando los ojos, se encuentra de pronto, sin saber cómo, pero con entera
prestancia, en pleno vuelo.
Puede parecer paradójico que las actitudes del espíritu suelan influir sobre las
emociones, y que éstas a su vez puedan afectar la actividad de aquél; no obstante, éste
es el caso. También puede parecer contrario a la difundida opinión de que la excitación
neuronal es un factor favorable para la separación, como así también la exaltación de
las emociones; y sin embargo también esto es cierto.
No obstante, si la proyección astral no estuviese condicionada por todos estos
factores tan poco naturales, todo el mundo estaría permanentemente proyectándose. La
proyección astral consciente jamás podrá ser alcanzada por quien no tenga un control
absoluto sobre sus emociones.

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Trayectorias del fantasma durante la proyección
Creo que es esta la primera vez que un autor afirma concretamente que la
voluntad subconsciente lanza al fantasma siguiendo una trayectoria específica, y que la
posición del cuerpo físico en el momento del lanzamiento, gobierna invariablemente la
dirección en que habrá de moverse el “doble”.
Cuando el cuerpo se encuentra en posición yacente, o en reposo horizontal, el
astral emerge del físico, avanzando hacia arriba, en estado perfectamente rígido, y en
posición rigurosamente paralela a la del cuerpo material. Por regla general, todas las
partes de los dos cuerpos, se separan simultáneamente. El miembro etéreo se sacude en
toda su longitud —o, con más precisión, “vibra”— no de un lado a otro, sino de arriba
a abajo.
Por lo común, la progresión ascendente se realiza, en esta forma, lentamente;
el cuerpo astral sólo avanza dos o tres centímetros por vez, siendo frecuentes las caídas
a la posición de origen. Cuando la separación alcanza unos treinta centímetros, el astral
comienza a zigzaguear, en forma muy similar al movimiento de un pez que remonta
una corriente de agua. Si la consciencia sobreviene en esta posición, será sumamente
difícil conservar el dominio sobre las emociones, siendo el resultado más frecuente la
interiorización final del espíritu, salvo que el sujeto esté muy acostumbrado a estas
experiencias.
De esta manera el cuerpo astral alcanza finalmente una altura comprendida
entre uno y dos metros.
Sobreviniendo este punto, comienza a operar la fuerza que tiende a la
verticalidad. La mitad inferior del cuerpo (los pies) empieza a bajar, en tanto que la
mitad superior (la cabeza) comienza a subir, hasta que el fantasma alcanza la posición
vertical o de pie. Es como si hubiese un eje transversal en el centro del cuerpo.
Existen ocasiones en que el control subconsciente no coloca al fantasma en
posición erguida a los pies del cuerpo físico yacente, sino que, después de elevarlo a
una altura de un metro y medio, comienza a avanzar por el espacio todavía en posición
horizontal, asumiendo la postura erguida sólo después de haber recorrido cierta
distancia. Así que el astral comienza a erguirse, cesa la trepidación, y el zigzagueo es
reemplazado por una oscilación lateral.
Si el sujeto goza del sentido de la vista, puede ver, desde un comienzo, un aura
jaspeada en torno. Tal la trayectoria recorrida siempre por el fantasma, cuando la
exteriorización tiene lugar, hallándose el cuerpo físico en posición horizontal. El
proceso completo puede desarrollarse con suma rapidez, o bien verse demorado, según
los casos.
Si la exteriorización tiene lugar cuando el cuerpo físico se halla en la posición
erguida, la fase horizontal queda eliminada automáticamente, pues en este caso, el
miembro etérico sale de su equivalente físico ya en la posición vertical.
La exteriorización astral no difiere del fenómeno conocido con el nombre de
“pasaje”, en el momento de la muerte, en lo que respecta al comportamiento del
fantasma. El “pasaje” señala simplemente el tránsito del cuerpo sutil, fuera de la
posición coincidente con el físico.
En tanto que los movimientos del cuerpo astral son semejantes en la muerte y
en la exteriorización, existe en esta última, un elemento que falta en aquélla: la línea de
fuerza vital que une al cuerpo físico con su duplicado astral. Es esta línea de fuerza lo

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que llamamos “cordón astral”, “cordón de plata” o “cable astral”, en cuya presencia
radica la diferencia entre la proyección hacia la muerte y la simple exteriorización.
En la muerte, al igual que en la proyección astral, puede suceder que el
fantasma permanezca inconsciente durante cierto tiempo. Algunos dicen que la
consciencia se presenta en forma instantánea. Otros, que el moribundo perdura todavía
un instante en una especie de sueño o letargo. Otros, por fin, que, durante un largo
período, el sujeto permanece sumido en una inconsciencia total. Según éstos, los hay
que nunca “prueban la muerte”.
Imaginemos a una persona, un soldado tal vez, caminando en dirección recta
hacia adelante, en busca de cierto objetivo. Supongamos que, imprevistamente, un
proyectil lo detuviese súbitamente en su marcha, privándolo de vida. En ese caso, el
cuerpo astral seguiría caminando, ignorante momentáneamente de lo acontecido, es
decir, que físicamente habría “muerto”. Sólo mencionamos esto para ilustrar la relación
en que la posición corporal se halla con el cuerpo astral, durante la separación.

Algunos síntomas de la exteriorización astral


Quizás pueda recordar ahora el lector haber experimentado una o más de las
etapas elementales de la proyección astral; así, la sensación de adherencia, la de flotar,
la de girar, la de zigzaguear, la de ascender; los saltos y caídas durante la hipnagogia, la
sensación de vacío en la boca del estómago, el sentimiento de que la propia
“consciencia” se escapa de la cabeza.
Todos estos síntomas pueden haberle sucedido muchas veces, sin alcanzar a
tener consciencia de ellos. Y cuando se percate de los mismos, el médico los pasará por
alto, explicando que son los “nervios”. Resulta fácil decirle a un paciente que son los
“nervios” la causa de estos hechos peculiares; pero explicarle cómo es que estos
nervios producen esos efectos, ya es otro asunto. Los nervios producen estos
fenómenos, porque el astral no se halla firmemente ligado al físico.
¿Qué es el mareo? Es un estado de laxitud del cuerpo astral. ¿Qué afloja al
cuerpo astral? Muchas cosas; un golpe en la cabeza, la actividad anormal de los
órganos vitales, en fin, una veintena de agentes. Aparte de la causa, los mareos o el
vértigo indican que el cuerpo astral no está ligado con firmeza al físico. Cuando
estamos mareados, nuestro paso es vacilante, pues el cuerpo astral está flojo y presenta
una fuerte tendencia a salir del físico. Si giramos sobre nosotros mismos, nos
mareamos; y esto ocurre porque el movimiento rotatorio afloja al cuerpo astral; es
interesante destacar, en ese sentido, que los faquires recurren a menudo a este método,
para obtener la exteriorización astral.
Una experiencia bastante frecuente es la de despertarse por la noche en cierto
momento y ver un duplicado del propio ser revoloteando a unos treinta centímetros de
uno. Ocupa una posición horizontal y tiembla como si estuviera apoyado en el aire. Es
del color de la gasa. Un instante después, nos despertamos con un sobresalto. En este
caso, el etérico (llamo al astral “etérico” no porque crea que está compuesto de éter,
sino porque otros que lo creen le han dado este nombre) se halla a unos treinta
centímetros fuera de coincidencia.

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Pero surge de inmediato esta objeción: “¡Yo lo vi desde mi cuerpo físico!” —
así es en efecto. Pero la mente consciente no se halla en estos casos en el cuerpo físico.
Más adelante trataré de explicar cómo los sentidos pueden así engañarnos. La
sensación perceptiva procede, en este caso, de la mente consciente situada en el cuerpo
astral, donde el sujeto está realmente, y viaja a través del cable astral hasta el ojo físico.
He aquí otros síntomas de exteriorización astral: catalepsia, frigidez del
cuerpo, sueños de caer, de volar y de golpes en la cabeza. Pueden verse luces,
imágenes, figuras, y oírse sonidos de diversas clases, desde ruidos inarticulados hasta
las más hermosas melodías.
En su trabajo sobre la Proyección Astral, Prescott Hall resume sus propias
experiencias en este sentido de la manera siguiente: “Los objetos más precisos que se
me aparecían ante la vista, eran un perfil griego y la cabeza y los hombros de un hindú
con un turbante. Estas dos imágenes eran perfectamente nítidas. Un objeto rojo y
brillante. En tercer lugar, luces azules, vastas, redondas. Cuarto, una lucecita azul y
amarilla. Quinto, paisajes, a veces en dos tonalidades y a veces con los colores
naturales. Sexto, espacios luminosos o manchas de niebla o color. Con frecuencia,
contornos de personas, pero sin detalles precisos. Séptimo, figuras de forma irregular
de toda clase, de color blanco, comúnmente sobre un fondo de color azul cielo...
Figuras de papel de seda. Eran éstas, quizás, las imágenes más raras y las que mayor
esfuerzo requerían para su generación”.
“He aquí los principales sonidos percibidos: un silbido semejante al del vapor
cuando sale de un silbato; notas musicales aisladas; frases musicales; generalmente
desconocidas. Himnos u otras melodías previamente conocidas. Acordes, generalmente
muy hermosos. Dos o más notas, alternando a intervalos regulares. El sonido de una
campana o campanas, a veces en armonía. Ruidos metálicos como el golpear de un
martillo sobre un yunque”.
No es raro escuchar, al principio de una proyección, sonidos aparentemente
distantes, familiares al sujeto. A menudo suenan como si alguno, muy alejado,
estuviese llamando con voz musical. Una sensación muy peculiar es la de que alguien
invisible lo sopla a uno en la cara. También puede sentirse como si dedos invisibles le
tocasen a uno la garganta, la boca y la nariz, produciendo una sensación de
“cosquillas”.

El cable astral
No existe un solo estudioso de los fenómenos espirituales que no declare que
el cordón astral es una estructura de consistencia elástica que vincula al cuerpo astral
con su par físico; en efecto, tal es la idea que tiene el mundo en general, con respecto a
este esquemático organismo astral. No es difícil explicar está ignorancia. Por un lado,
está el experimentador psíquico, quien, incapaz de proyectarse a sí mismo, sólo puede
extraer sus conclusiones de las afirmaciones realizadas por los demás. Y por el otro, la
mayor parte de las personas que sí se proyectan no conservan una lúcida consciencia, o
bien carecen de ella en absoluto. Algunos adoptan una consciencia pasajera, cuando ya
se hallan a cierta distancia del cuerpo físico; y los hay también que, absortos en las
maravillas descubiertas, no piensan ni un instante en investigar las causas de las
mismas.

470
En muchas oportunidades, hallándome conscientemente proyectado, pude
examinar y observar a fondo, la acción peculiar del cable astral. Es una especie de
misterio secundario dentro del acto principal, conocido con el nombre de “proyección”.
Este organismo vital se compone, hasta donde yo he podido comprobar, del mismo
material o esencia que el propio cuerpo astral. Su acción errática siempre me causó una
profunda impresión, llegando a creer a veces, que poseía una verdadera inteligencia. De
donde viene al salir el espíritu, o adonde se va cuando el espíritu entra en coincidencia,
son misterios demasiado profundos para que yo pueda sondearlos. Su elasticidad es
cosa que, con mucho, supera a toda imaginación y sus cualidades expansivas no pueden
compararse en modo alguno a ningún objeto material.
Lo más aproximado quizás, si se trata de transmitir la idea del cordón astral,
sea equipararlo con un cable elástico; sin embargo, semejante comparación está muy
lejos de dar la noción exacta de lo que verdaderamente es este órgano vivo. El cordón
astral se estira siempre de un cuerpo al otro, sin que el espacio o la distancia que los
separe importe en absoluto.

Radio de acción del cordón


Cuanto menor es el espacio que separa a los dos cuerpos, tanto mayor es el
grosor del cable astral, y mayor también su atracción magnética, lo cual dificulta la
estabilidad del espíritu. Cuando los cuerpos se hallan ligeramente fuera de
coincidencia, el cordón tiene el diámetro de una moneda de dólar. Este es el ancho
máximo que puede alcanzar, si bien el aura que lo rodea lo hace parecer cercano a los
quince centímetros de espesor.
El diámetro disminuye en proporción al aumento de la distancia que separa los
cuerpos, hasta cierto límite; entonces alcanza su diámetro mínimo, que luego conserva,
cualquiera sea la distancia recorrida por el cuerpo astral; este diámetro mínimo
equivale al de un hilo de coser corriente. En el espacio comprendido entre la separación
inmediata y el punto en que el cordón astral adquiere su diámetro mínimo, aquél
presenta una gran actividad. Llamamos a esta distancia: “radio de actividad del cordón
astral”.
Como es natural, me esforcé por determinar la longitud de este “radio de
actividad”, pues su acción sobre la proyección del cuerpo astral me pareció de suma
importancia. De modo pues que en la primera proyección consciente que volví a
realizar, tuve extrema precaución en registrar el lugar por mí ocupado, cuando el
cordón alcanzaba su grosor mínimo. Una vez que recobré mi actividad física, medí esta
distancia y hallé que era de cuatro metros y medio. Durante cierto tiempo creí que mi
cálculo de la distancia era correcto; pero cuando volví a ensayar el experimento, a fin
de verificar la primera comprobación, me encontré con un resultado muy diferente. La
distancia era, esta vez, de sólo dos metros y medio.
Estaba claro pues, que el radio de actividad del cordón astral era variable;
después de casi un año de meditación sobre este problema, llegué finalmente a
descubrir el motivo de esta variabilidad. Encontré que cuando no me sentía tan bien
como de costumbre, el radio de resistencia o actividad del cordón, era menor que
cuando me hallaba en mejor estado físico.
La experimentación repetida no hizo sino confirmar esta observación. Vuelvo
a decir una vez más aquí, que cuanto más se profundiza en el estudio de la proyección

471
astral, más evidente se torna el hecho de que la coordinación material es un poderoso
factor de influencia negativa para su consecución. Cuanto mejor sea la salud del sujeto,
más energía habrá acumulada en el condensador (cuerpo astral) y tanto mayor será el
fluir de la energía a lo largo del cable astral —si es que consigue proyectarse—, y tanto
más extendido será el radio de actividad del cordón.
Cuanto mayor sea la cantidad de energía condensada en el cuerpo astral, tanto
más difícil le será separarse de su equivalente físico. A la inversa, cuanto más enervado
se halle el individuo, y menor sea el cúmulo de energía acumulada en el condensador,
tanto menor será el vínculo con el cuerpo físico y tanto más corto el radio de actividad
del cordón. Y si una persona llega a debilitarse en extremo, el astral ya no podrá
permanecer en el físico, debiendo proyectarse, a veces en forma permanente. Entonces
los médicos dicen: “Murió porque estaba desnutrido”.
De este modo, es evidente que el radio de actividad del cordón, varía en forma
directamente proporcional a la salud del proyector. Cuando los dos cuerpos se hallan
separados por una distancia de pocos centímetros, el diámetro del cable es equivalente
al de una moneda de dólar, sin que en ello influya el estado de salud; pero en el caso de
un individuo debilitado, la disminución del tamaño tiene lugar con mayor rapidez. En
condiciones físicas normales, el cordón disminuye (de acuerdo con la distancia de
separación) más o menos en la forma siguiente: cuando la separación es de unos pocos
centímetros, presenta un diámetro de unos cuatro centímetros; a los tres metros, de
menos de dos centímetros (se asemeja a un trozo de manguera); a cuatro metros y
medio, aproximadamente, puede alcanzar su grosor mínimo, que mantiene ya
inalterable hasta el infinito.
De color blanco grisáceo, es bastante semejante, cuando se halla muy
extendido, a un largo hilo de telaraña. Desde la coincidencia hasta el límite del radio de
actividad del cordón, se observan en éste, dos tipos distintos de actividad; por lo menos
hasta donde nuestra vista puede establecerlo. Sin embargo, me atrevo a afirmar que
fuera de estas manifestaciones, deben existir muchas otras actividades complejas,
demasiado sutiles para ser vistas por el individuo conscientemente proyectado, aun
cuando éste observe al cable dentro de un radio reducido.
Una de ellas consiste en una acción regular de pulso. La otra, es una ligera
expansión y contracción del órgano extendido. Evidentemente, estas dos actividades se
hallan combinadas, no puede haber ninguna duda con respecto a las operaciones
involucradas; el movimiento observado en el cordón, es una manifestación exterior de
un proceso vital más sutil. Hemos hecho mención, en otra parte, de la diferencia
existente entre lo que se ha denominado el “pasaje” en el momento de la muerte, y la
proyección del cuerpo astral. Esta diferencia radica en el hecho de que el cordón astral
está intacto, uniendo a ambos cuerpos, en el caso de la proyección astral.
El cuerpo etérico es el condensador de la energía cósmica, esa misma energía
que empleamos para movernos. Esta energía es el “aliento de la vida”, omnipresente en
todos los seres vivos que existen.
Quizás usted crea ser un cuerpo viviente, pero es en realidad: “un alma
viviente”. Sólo el ente astral tiene existencia real; sólo él atesora la energía universal,
que es el aliento de la vida.
Pero, ¿qué tiene que ver todo esto con el cable astral? Simplemente lo
siguiente: Cuando el cuerpo astral está en coincidencia, el individuo se halla
físicamente vivo. Cuando el cuerpo astral sale fuera de coincidencia, el individuo está

472
físicamente muerto. He aquí la función de la “línea de fuerza” astral: transmitir el
“soplo vital” al cuerpo físico, durante la proyección del astral.
Durante toda la exteriorización, la respiración y el pulso del cuerpo material
deben continuar, y cuando el astral se halla dentro del radio de actividad del cordón,
puede observarse la manifestación exterior de esta actividad en toda la longitud del
cable. ¿Le ha sucedido al lector, alguna vez, sentir un fuerte dolor de cabeza y
experimentar al mismo tiempo, pulsaciones regulares en la nuca? Si se exceptúa el
dolor, esta sensación de pulso es semejante a la experimentada en la región del bulbo
raquídeo por el fantasma exteriorizado —siempre que no haya pérdida de la
consciencia, por supuesto—, con cada pulsación del corazón.
Cada latido del corazón puede sentirse en el astral; cada latido atraviesa toda
la longitud del cable y produce una pulsación en el corazón físico. Pero los tres latidos
son simultáneos. No sólo pueden sentirse las pulsaciones del corazón en la cabeza
astral, sino que también pueden percibirse tocando el cable con la mano astral,
exactamente igual que cuando se toma el pulso físico con la mano física.
También puede verse pasar por el cable astral cada inspiración tomada en el
cuerpo astral, con su consiguiente duplicación en el cuerpo físico insensible. Durante la
exteriorización consciente, puede retenerse la respiración a voluntad, exactamente del
mismo modo que durante la coincidencia. Pero no es prudente hacerlo, sobre todo para
el principiante, pues no sería difícil que sobreviniera una congestión física, provocando
la muerte.
Yo he realizado el experimento varias veces, hallándome proyectado
conscientemente, y dentro del radio de actividad del cordón. En el instante preciso en
que se retiene la respiración, la ligera expansión y contracción antes mencionadas cesan
en el cable psíquico y en el cuerpo físico al mismo tiempo; pero mientras la respiración
se mantiene suspendida, las pulsaciones continúan normalmente. Una inspiración
profunda en el astral, determina una inspiración idéntica en el físico; una inspiración
breve, otra breve; una agitada, otra agitada; etc. El sujeto respira en el astral y en él late
su corazón, exactamente de la misma manera que durante la coincidencia. Y el corazón
físico sólo late porque late el corazón astral. “¡Es el espíritu el que vive!”
Cuando se produce la exteriorización, se observa siempre un constante tirar y
retraerse del cable, que puede ser experimentado en grado apreciable por el proyector,
cuando éste se halla dentro del radio de actividad del cordón. Quien pueda imaginarse
en el aire sostenido por la mano firme de un gigante que lo tomara por la cabeza, y tan
pronto lo alejara de sí como lo acercase hacia su cuerpo, o lo balanceara de un lado a
otro, pero siempre aferrándolo con fuerza y, dejando sentir en el punto de contacto una
pulsación regular, podrá imaginarse exactamente las sensaciones experimentadas por el
proyector consciente, cuando éste se encuentre dentro del radio de actividad del
cordón.
Esta presión del cordón, varía de acuerdo con la distancia de separación;
cuanto más cerca de la coincidencia se hallan los cuerpos, tanto mayor es la presión; e
inversamente, cuanto más grande es el espacio que separa los cuerpos y menor el
diámetro del cable, tanto menor la resistencia ofrecida. Esto debe ser tenido en cuenta
por quienquiera que intente la proyección astral, pues es difícil realizar viaje alguno si
se permanece dentro del radio de actividad del cordón.
Una vez que el sujeto logra pasar más allá del mismo, llega a sentirse tan libre
como un espíritu separado del cuerpo definitivamente. Sólo existe un medio de vencer
esta resistencia, y ello consiste en el esfuerzo de la voluntad, en la aplicación efectiva

473
de toda la voluntad, con el fin de alejar el cuerpo físico. Soy de la opinión que, en la
mayoría de los experimentos de proyección llevados a cabo por los hipnotizadores, rara
vez sale el espíritu del radio de actividad del cordón.
Ya hemos visto cómo es controlada la respiración del cuerpo físico desde el
astral y cómo es posible interferir conscientemente con esta función vital. Yo he
hallado que la interferencia consciente puede actuar sobre la resistencia del cable. En
forma similar, también la pulsación cardíaca afecta la resistencia del cordón. Cuanto
más tranquila sea la respiración, menor será la tensión del cable. Si hallándose
consciente, el astral realiza inspiraciones profundas y llenas, y todavía se encuentra
dentro del radio de actividad del cordón, aumentará la atracción del mismo, a veces
hasta el punto de arrastrar al cuerpo astral hacia el físico e incluso dentro de éste. Yo
mismo lo he experimentado y sé que es un hecho. Por otra parte, cuanto más veloz y
más fuerte sea el pulso cardíaco, mayor será la resistencia del cordón.
Aunque la suspensión de la respiración, durante la exteriorización consciente,
debilita la resistencia del cable, no es aconsejable practicarla, como recurso para salir
del radio de actividad del cordón, pues, como ya dije antes, el organismo físico podría
correr cierto peligro por falta de oxígeno, debido a que se encuentra ya en un estado
debilitado. El punto vital radica en el hecho de que la emoción actúa aumentando la
tensión del cable y, por consiguiente, en detrimento de la proyección. ¿Por qué?
Simplemente, porque la emoción acelera la respiración y el pulso.
Supongamos, por ejemplo, que un sujeto se exteriorizase conscientemente en
cuerpo astral, dentro del radio de actividad del cordón, y que el miedo lo sobrecogiese.
Esto traería aparejada una serie de emociones que, a su vez, determinarían la
aceleración del pulso y de la respiración. El organismo físico adquiriría entonces, un
mayor vigor. Esto aumentaría consiguientemente la resistencia del cable y, a menos
que se presentasen otros factores favorables a la exteriorización capaces de compensar
la acción de aquélla, tendría lugar la interiorización.
Aunque suele y puede compararse la “línea de fuerza” astral con un cable de
goma, en un aspecto es completamente diferente. Supongamos que se tirase de ambos
extremos de un cable elástico a la vez. Al aumentar la longitud, el diámetro disminuiría
proporcionalmente, intensificándose la resistencia. En el caso del cable astral, si bien es
cierto que al aumentar la longitud disminuye el diámetro, la resistencia se hace, en
cambio, menor.
La fuerza que actúa en el cordón no es generada por él. La índole de esa
fuerza permanece en el misterio. Unas veces, parece hallarse perfectamente controlada,
tendiendo a apartar al espíritu del cuerpo físico, pero otras se comportan
caprichosamente, impulsando primero hacía adelante al cuerpo astral, arrastrándolo
luego rápidamente hacia atrás, y arrojándolo, por fin, primero a un lado y luego al otro.
Ahora bien; durante todo el transcurso de la proyección, actúan factores
favorables y factores desfavorables para la producción del fenómeno, en forma similar
a lo que acontece con otros procesos de la naturaleza. Cuando los factores positivos
contrarrestan la acción de los negativos, la proyección se desarrolla en forma ordenada
y bien dirigida.
Si, en cambio, predominan los factores negativos durante la coincidencia, es
imposible la realización de la proyección. Si los factores negativos recién se
intensifican estando el fantasma proyectado (dentro del radio de acción del cordón),
perturbarán, naturalmente, el desarrollo normal del fenómeno. Y aunque estas dos

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fuerzas contrarias se hallan siempre presentes, las influencias favorables deberán
necesariamente ser algo más grandes que las contrarias, so pena de que cese el avance.
La fuerza que actúa en el cable astral se rige por el predominio relativo de los
factores positivos o negativos que, según acabamos de decir, están siempre presentes.
Recuérdese que no es el fantasma quien se aleja del cuerpo físico o regresa al mismo.
Es la fuerza subconsciente la que así lo determina. Para el fantasma consciente, es
como si el cable tuviera verdadera inteligencia. Es ésta la fuerza subconsciente que
actúa en él. Y esta fuerza depende del equilibrio de los factores positivos y negativos.
Cuando estos factores contrarios se hallan parejamente equilibrados, y cuando
el fantasma ha alcanzado una distancia de separación de (digamos) un metro ochenta,
se producirá una inestabilidad en el astral, una oscilación de lado a lado y luego de
atrás hacia adelante. Ya hemos explicado la forma en que las emociones intensifican la
tensión del cordón astral y cómo la serenidad produce el efecto contrario. Es rarísimo
que estos factores opuestos no entren en conflicto durante una proyección. Los sonidos
(al igual que las emociones) actúan aumentando la tensión del cordón, de modo tal que
el silencio es absolutamente indispensable.

Ejemplo de una interiorización


causada por un ruido
Recuerdo una exteriorización en que me hallaba a unos cuatro metros y medio
del cuerpo físico, pero dentro todavía del radio de acción del cordón. Eran alrededor de
las once de la noche. La progresión se desarrollaba en forma lenta y errática. En el
sótano alguien empezó a sacudir vigorosamente las parrillas del horno. El ruido llegó a
mí en forma sorpresiva. El cable entero pareció vibrar un instante y luego, con un tirón
enorme, me arrastró rápidamente de la posición erguida a la horizontal, llevándome así
por el aire hasta el sitio exacto de mi cuerpo físico, entrando de inmediato en
coincidencia; el “regreso” se desarrolló en algunas fracciones de segundo.
Los ruidos y las emociones “barren” al astral, llevándolo de regreso al estado
de concomitancia con mayor rapidez y eficacia que cualquier otro factor desfavorable,
a menudo con la velocidad del relámpago. En tales ocasiones, el cuerpo físico siempre
experimenta un “shock”, a veces acompañado de dolor, o, tal como yo lo he designado,
una sensación de “desgarramiento en dos”. El término técnico es “repercusión”.

Repercusión del cuerpo astral


Dentro del radio de acción del cordón, pueden producirse muchos fenómenos
curiosos: repercusión del propio cuerpo astral, repercusión de la sensibilidad,
repercusión del movimiento, sensibilidad dual, falta de sensibilidad, catalepsia,
inestabilidad del cuerpo, etc. Consideraremos en primer lugar, la repercusión del
cuerpo astral.
La causa más común, probablemente, de repercusión corporal, es el despertar
de la consciencia durante una proyección inconsciente. El espíritu puede hallarse
proyectado a cualquier distancia, dentro del radio de acción del cordón, en estado
inconsciente, cuando de pronto, la consciencia hace su aparición. Casi antes de que

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estalle la primera chispa de consciencia, el astral repercute dentro del físico con
inconcebible velocidad. Cuando la coincidencia tiene lugar en esta situación, un
sacudón recorre todo el organismo físico —como si cada músculo del cuerpo se
hubiera contraído en el mismo momento— haciéndose particularmente notable en los
miembros. La consciencia, causa determinante de la repercusión corporal, ha entrado
en actividad y, en consecuencia, inmediatamente después de la repercusión, el sujeto se
halla consciente y ya en el cuerpo físico.
Existen cientos de personas (todos los que duermen) cuyos cuerpos astrales
salen ligeramente de coincidencia noche a noche, a fin de cargarse de energía cósmica.
¿Le ha pasado alguna vez al lector hallarse muy fatigado y, al entrar en el estado
hipnagógico (cuando uno empieza a dormirse), dar un brusco salto espasmódico y
recobrar la consciencia? El médico llama a esto “nervios”, pero eso no explica nada.
La solución del problema no es difícil. Cuando el condensador, el cuerpo
astral, se halla descargado, el subconsciente lo saca de coincidencia en la primera
oportunidad, a fin de recuperar energías lo antes posible. De este modo, cuando uno se
halla fatigado o enervado por cualquier otra circunstancia, al entrar en el estado
hipnagógico, el astral sale de coincidencia. Un destello de consciencia se hace entonces
presente, o se oye un ruido repentino, o algún agente excita las emociones, como el
miedo, por ejemplo. El cuerpo astral repercute, entonces, sacudiendo al físico, aunque
sólo haya estado separado de éste por escasos centímetros.
Debe tenerse presente que el fantasma se halla en estado cataléptico, por lo
cual, al coincidir vigorosamente, obliga a los músculos relajados del cuerpo físico a
conformarse a su propio estado. Si el astral regresa al físico sin violencia, en estado
cataléptico, y el sujeto se torna consciente, la sensación experimentada será la de una
parálisis momentánea. El shock producido por la repercusión es siempre desagradable
y unas veces más violento que otras. La violencia depende del espacio que deba
recorrer el cuerpo astral para entrar en coincidencia nuevamente, como así también de
la velocidad con que tenga lugar la interiorización.
La velocidad de interiorización está regulada, a su vez, por la preponderancia
relativa de los factores negativos. Cuanto mayores sean la velocidad y la distancia,
tanto más violento será el sacudón. La velocidad y la distancia combinadas producen la
repercusión máxima; pero de estos dos factores, es el primero el más importante; en
efecto, aun a la distancia de treinta centímetros, si el regreso al cuerpo físico se produce
con gran velocidad, éste sufre un shock violento.
El resultado más aparente de esta súbita reanimación —cuando velocidad y
distancia se hallan combinadas— es la sensación de ser desgarrado longitudinalmente a
lo largo del eje central del cuerpo. La expresión “desgarrón longitudinal” describe esta
dolorosa sensación, con más exactitud que cualquier otra palabra. Es un agudo dolor
repentino, como si un afilado instrumento hubiera atravesado el cuerpo en toda su
longitud.
Este serio efecto no es experimentado con tanta frecuencia como el “salto”,
debido a que la mayoría de la gente no alcanza grandes separaciones. Sin embargo, los
dos son sumamente desagradables. No podría decir si estas penosas repercusiones
encierran algún peligro para el cuerpo astral, pero es probable que sólo se trate de
accidentes más desagradables que perjudiciales. Cuando el regreso se halla controlado,
como es lo normal, por el subconsciente —con predominio equilibrado de los factores
positivos y negativos— el sujeto no advierte la regresión al estado de coincidencia.

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Si el principiante que intenta realizar este fenómeno (proyección), sufre serias
repercusiones corporales, entonces tendrá un indicio de que, en cierta medida, ha
logrado realizar la proyección; si bien en medio de un conjunto de serios factores
negativos. Una repercusión seria, suele poner punto final a estas experimentaciones,
debido al temor del sujeto de experimentar nuevos shocks, pues este miedo reprimido
acarrea consigo, a su vez, fuertes impresiones que, al primer destello de la consciencia,
“barren” al astral hacia el cuerpo físico, con nuevas y desagradables repercusiones.
Pero si el sujeto desea realmente ejecutar proyecciones de más vastos alcances
y experimenta repercusiones corporales, lejos de fijarse en el dolor que ocasionan (que
sólo es pasajero) o de temerlas por peligrosas, deberá aceptarlas como la mejor prueba
del éxito de sus tentativas, persuadiéndose de que no encierran ningún peligro y de que
no deben perturbar la marcha de sus proyecciones. Esto eliminará el miedo reprimido
que pone en marcha las emociones perturbadoras durante la proyección.
Los ruidos, sensaciones y emociones producen repercusiones corporales,
siempre que el astral se encuentre dentro del radio de acción del cordón. Claro está que
fuera del radio de acción, estas influencias son nulas. El principal factor es, quizás, el
emocional; los ruidos, sensaciones, etc., son factores secundarios. Y aquí nos
encontramos con otra paradoja. La proyección astral de tipo inconsciente es de tal
naturaleza ¡que acarrea sensaciones! Estas sensaciones determinan la aparición en la
mente de turbaciones, exaltaciones o sueños. Y la emoción nacida del sueño hará que el
cuerpo sutil se interiorice.
Quizás pueda llamarse a esto “un círculo vicioso”. Y lo es en cierto sentido;
sin embargo, sucede aquí lo mismo que con los sueños; la irritación o sensibilización
de la vejiga hará soñar al sujeto que la vacía. Y el sueño de vaciar la vejiga, hará que
ésta sea vaciada. Por regla general, las sensaciones producidas por la actividad del
cuerpo astral, determinan la aparición de sueños del tipo de volar, que pasaremos a
discutir de inmediato.

Sueños típicos de “proyección”


Existen varios sueños “repetidores” causados por la exteriorización del cuerpo
astral, que estudiaremos a continuación:
1. Sueños de caídas.
2. Sueños de vuelos.
a) Sueño de nadar.
b) Sueño de vuelo (vertical).
c) Sueño de los pasos gigantes.
3. Sueño de los aleteos del cuerpo y de la cabeza.
4. Sueño de los golpes en la cabeza.
5. Sueño del avance hacia un objeto espectral.

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¿Ha experimentado el lector alguna vez los sueños de volar y de caer? Si es
así, sabrá perfectamente cuán desagradables son. Se han expuesto muchas teorías para
explicar estos sueños, pero algunas son tan incorrectas como eminentes sus creadores.
Y, no obstante, estos sueños son sumamente fáciles de explicar, toda vez que
se ha experimentado la proyección astral. Veamos cómo se expresa Walsh con respecto
al sueño de caer; adviértase la forma en que lo compara con lo que ya hemos aprendido
de la proyección astral. Cito al Dr. Walsh: “Los sueños de caídas no son nada
agradables. Por lo general provocan un shock que despierta al que sueña (repercusión).
Corre la superstición de que, si el sujeto llega al fondo del precipicio, sobreviene la
muerte. Claro está que esto es pura imaginación. y el único argumento en defensa de tal
punto de vista es que naturalmente no podemos despertar a una persona muerta y
preguntarle si había tenido o no semejante sueño; pero, por otro lado, tampoco es
posible probar esta superstición. Puede sí suceder que los sujetos histéricos o nerviosos
tengan sueños de caídas tan vívidos que determinen una parálisis funcional o
debilitamiento paralelo del organismo.
“El sueño de caer puede ir asociado con el de volar, sucediendo a éste, o bien
puede ocurrir independientemente. Una persona sueña, por ejemplo, que vuela
placenteramente y luego, que se precipita súbitamente; o bien puede soñar que cae
desde la cumbre de una montaña u otro lugar elevado, sin ningún sueño previo de
volar. En estos sueños de caídas, nos despertamos siempre antes de llegar al fondo; esto
sucede porque al producirse el sueño, ya estamos en vías de despertarnos, o bien
porque las emociones provocadas por él son lo bastante fuertes para causar el despertar.
“Existen muchas explicaciones posibles del sueño de caer. La descripción más
corriente es que se halla relacionado con el de volar, con la sola diferencia de que en el
primero la respiración se hace más dificultosa y lenta y aumenta el entumecimiento de
la piel. Las interferencias con la salud, pueden a veces, producir estos cambios.
“Jewell, citado por Ellis, afirma que ciertos observadores, particularmente
propensos a los sueños de caer y volar, los atribuyen definidamente a una circulación
sanguínea defectuosa y declaran que, habiéndoles recetado sus médicos determinados
remedios, a fin de regular el funcionamiento del corazón, éstos han tenido siempre un
efecto inmediato, librándolos de ese contratiempo. Los sueños ocasionales de caer no
encierran, sin embargo, ninguna importancia ni riesgo.
“No pocas veces el sueño de caer se produce precisamente cuando uno está
por dormirse. Como ya dijimos antes, el sueño avanza gradualmente, los músculos se
relajan con lentitud y los sentidos empiezan a perder su sensibilidad. Mucha gente
experimenta, en el momento de dormirse, la sensación de deslizarse hacia abajo dentro
de un agujero o por una pendiente, despertándose a veces sobresaltada. Estas personas
son, por lo general, de carácter nervioso, aunque la fatiga o una ligera perturbación de
la salud normal, pueden predisponer a experimentar esta sensación. Es posible, si se
presta atención a las sensaciones que se hallan psicológicamente presentes en el estado
hipnagógico, percibir la relajación de los músculos y la sensación de hundimiento o
deslizamiento que la acompaña. No se aconseja practicar esta observación, sin
embargo, si el sujeto es impresionable o nervioso.
“El uso de una cama dura y firme, elimina con frecuencia la sensación de
hundimiento durante el estado hipnagógico, pudiendo prevenir así, ciertos sueños de
caídas. Si la cama se hunde en el medio, puede cooperar a producir la impresión de
hundimiento, en las fases iniciales del sueño; o bien la de caída, al cambiar de postura
durante el sueño. Las personas afectadas por estos sueños perturbadores pueden a veces

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encontrar alivio a sus males, ocasionalmente, eliminando el ruido de las persianas
abiertas, el crujido de los resortes del lecho, etc...
“La sensación que experimentamos, durante la vigilia, de ser arrastrados hacia
el borde de algún edificio muy alto en el cual acertemos a hallarnos, o el mareo que se
apodera de nosotros al ascender rápidamente a un lugar elevado, pueden tener cierta
importancia en la explicación de los sueños de caídas. La causa reconocida de estas
sensaciones durante la vigilia, es una disminución de la presión sanguínea. Durante los
sueños, es sabido que el sujeto puede reconstruir escenas de la vida real, y así, en este
caso, la sensación de caer, cuando la ha experimentado claramente durante la vigilia.
No es rara la disminución de la presión sanguínea durante el sueño, debido a ligeras
perturbaciones físicas; este hecho también puede explicar algunos sueños de caídas”.
En los párrafos que anteceden, el Dr. Walsh nos suministra una descripción
ideal del sueño de caída, adelantando algunas explicaciones plausibles acerca de su
origen; y es indudable que algunas de las causas por él expuestas, estimulan este tipo
de sueños; sin embargo, yo me atrevo a afirmar con entera convicción, que la causa
más corriente del sueño de caída es la interiorización del cuerpo astral proyectado.
El doble puede hallarse exteriorizado a cierta distancia del cuerpo; surgen
entonces factores negativos y aquél es arrastrado de la posición vertical a la horizontal,
a través del espacio, hasta quedar directamente encima del físico, para caer luego
dentro de éste. A menudo se tiene la impresión de flotar, cuando el astral yace
horizontalmente por encima del físico y aparece en ese momento el primer destello de
consciencia. Se inicia entonces un sueño de volar o de flotar. Aparecen las emociones
-nuevos factores negativos- y sobreviene un repentino descenso. Consecuentemente el
sueño virará a la espantosa sensación de caída. En el instante en que el astral entra
violentamente en coincidencia -repercute-, y el shock es transmitido al cuerpo físico.
Este ejemplo ilustra la forma en que la proyección puede hacer que una
sensación -emparentada con la acción que se está desarrollando- elabore un sueño que
promueva a su vez ciertas emociones y el astral se interiorice. El sujeto puede recibir la
impresión de que el sueño ha durado largo tiempo, más del necesario para que el
espíritu se interiorice; pero no es esto lo que ocurre en realidad. Un sueño, que insume,
en apariencia un largo espacio de tiempo, puede desarrollarse en un brevísimo lapso.
Si el lector ha experimentado alguna vez el sueño de caer, sabrá con exactitud
lo que significa interiorizar con velocidad. Aun cuando el sujeto se halla plenamente
consciente, la repercusión del cuerpo astral producirá una sensación idéntica a la
ensayada, cuando la consciencia no es completa. Por mi parte, durante largo tiempo
experimenté con anterioridad a mi primera proyección consciente, casi noche a noche,
sueños de caídas, sueños de flotar y fuertes repercusiones. Uno puede hallarse a sólo
algunos centímetros fuera de coincidencia y experimentar, durante el descenso, un
sueño de caída.
Aunque no estoy en completo acuerdo con el Dr. Walsh, debo admitir que su
descripción reúne todas las condiciones necesarias para tornarla ideal, de modo que
practicaremos en la misma una especie de disección, relacionando los distintos
fragmentos con los procesos astrales. Las frases tomadas de este autor, serán
designadas por medio de una “W”.
W. “Los sueños de caídas están lejos de ser agradables”. Es precisamente por
esta razón que una exaltación intensa estimula y repercute sobre el cuerpo o con mayor
rigor.

479
W. “Por lo general determinan un shock que despierta al sujeto”. Esto no es
sino la “repercusión” del cuerpo astral.
W. “Un sueño de caer puede ir asociado con otro de volar, al cual sucede”.
Cuando un sueño de volar precede a otro de caer, como es lo común, la
sensación de flotar o volar obedece, en un principio, al hecho de que el cuerpo astral se
halla flotando realmente de un lado a otro por encima del físico. Y así, ondulando, se
halla cuando resplandece la primera chispa de la consciencia. La sensación determina
el surgimiento de emociones; el cable y el cuerpo físico son afectados por igual y el
astral comienza a ser arrastrado hasta ocupar la posición directamente encima del
físico; de aquí la sensación de volar. A continuación, el astral se precipita hacia abajo
dentro del organismo físico, originando así la impresión de caída. Al entrar en
coincidencia, sobreviene la repercusión o shock del organismo físico.
W. “El sujeto puede soñar que se precipita desde la cumbre de una montaña u
otro lugar elevado sin ningún sueño previo de volar”. Esto ocurre cuando el primer
relámpago de la consciencia se hace presente en el momento en que el cuerpo astral
yace directamente encima del físico. En este caso sólo se limita a caer o, dicho en otras
palabras, es arrastrado rápidamente hacia abajo por la presión del cable”.
W. “En los sueños de caídas nos despertamos siempre antes de llegar al fondo;
esto sucede porque al producirse el sueño ya estamos en vías de despertarnos, o bien
porque las emociones provocadas por el sueño son lo bastante fuertes para causar el
despertar”.
La mayoría de los expertos se hallan acordes en el hecho de que el sujeto
siempre se despierta antes de tocar el fondo, en este tipo de sueños. Lo cual no es
exacto. Muchas veces me ha sucedido tocar el fondo, y además he recogido el
testimonio al respecto de muchas otras personas. La mayoría de éstas, al igual que yo,
tocan el fondo exactamente al mismo tiempo que repercuten. Es decir, que el llegar al
fondo en el sueño y el chocar con el cuerpo físico tienen lugar simultáneamente. Se
puede colisionar con el fondo en el sueño de caer, experimentar sólo una ligera
repercusión, volverse a dormir, y continuar soñando que se han sufrido graves lesiones,
incluso que uno se halla reducido a polvo, como resultado de la caída”.
W. “Ciertos observadores particularmente propensos a los sueños de caer y
volar, los atribuyen definidamente a una circulación sanguínea defectuosa y declaran
que, habiéndoles recetado sus médicos determinados remedios a fin de regular el
funcionamiento del corazón, éstos han tenido siempre un efecto inmediato, librándolos
de esos sueños”.
¡Otra confirmación de la proyección astral! La administración de
medicamentos para regular el funcionamiento del corazón elimina los sueños de caídas,
porque impide la separación astral. Un sujeto puede ingerir estricnina e impedir
efectivamente la proyección puesto que, al regular el funcionamiento cardíaco, ya no
habrá posibilidad de una pasividad física subnormal. Más adelante veremos cómo la
disminución del pulso cardíaco actúa favoreciendo la proyección. La pasividad física
subnormal requerida para este fenómeno, depende siempre del corazón.
W. “Estas personas (sujetas a las sensaciones de caídas) suelen ser de carácter
nervioso, aunque la fatiga o las ligeras perturbaciones de la salud pueden predisponer a
experimentar estas sensaciones.
La fatiga, la efervescencia neuronal, etc., son siempre causa de la separación
del cuerpo astral. Aún antes de que sobrevenga el sueño, el astral se halla ligeramente

480
fuera de coincidencia, a fin de cargar energía cósmica. Puede darse el caso, incluso, de
que uno se halle en estado hipnagógico, a varios centímetros fuera de coincidencia.
W. “La sensación que experimentamos, durante la vigilia, de ser arrastrados
hacia el borde de algún edificio muy alto en el cual acertemos a hallarnos, o el mareo
que se apodera de nosotros al ascender rápidamente a un lugar elevado, pueden tener
cierta importancia en la explicación de los sueños de caídas”. Esto es perfectamente
cierto; lo sé por experiencia.
Pese a las críticas de que pueda ser objeto, a mi juicio el libro del Dr. Walsh,
la Psicología de los sueños, encierra un alto valor informativo y creo que debe
recomendarse su lectura a todos aquellos que estén interesados en los fenómenos
oníricos.

Como descubrí la causa de muchos sueños


de caídas
De pequeño tenía la costumbre de ir casi diariamente a jugar con un amigo,
más o menos de mi misma edad, que vivía en una casa vecina. Era ésta una amplia
construcción, de forma cuadrada y de extraordinaria altura, pues estaba construida en la
cima de un monte. Sobre el techo, que era chato, había una azotea con rejas, a la cual se
llegaba por medio de una escalera que la unía con el desván.
Muchas veces habíamos tratado de subir a la azotea, pero siempre la madre de
mi amigo había arruinado nuestros planes. Pero llegó por fin el día en que nuestro
centinela debió ausentarse. Estábamos jugando a los soldados y subimos a la azotea,
que llamábamos “Monte de guardia”, para vigilar al enemigo. Permanecí durante algún
tiempo cerca del centro de la azotea, pero al cabo de un rato me arrastré sobre mis
manos y rodillas hasta el borde y, levantando la cabeza por encima del límite superior
de la verja, miré hacia abajo. Entonces me sentí mareado, pareciéndome que algo me
impulsaba a saltar, precipitándome al suelo. De no haber sido por la verja, yo creo que
lo hubiera hecho. Un instante después, el susto fue más grande que la tentación de
tirarme y me retiré rápidamente, arrastrándome hacia el centro de la azotea y de allí
bajé precipitadamente hasta encontrarme en la calle una vez más, sano y salvo. Desde
entonces siempre tuve miedo de volver a subir a la azotea. Aún ahora el solo hecho de
pensar en ello me da escalofríos.
Un año más tarde, más o menos, comencé a experimentar sueños de caídas, o
más bien un mismo sueño que siempre se repetía con toda exactitud. Soñaba que me
hallaba flotando sobre la casa de mi amigo siempre en el preciso lugar hasta donde me
había arrastrado desde el centro de la azotea. Y en el sueño, no bien alcanzaba el borde,
en el mismo punto por donde había mirado hacia abajo aquel día en que jugábamos a
los soldados, me comenzaba a caer. En el momento en que golpeaba contra el suelo,
me despertaba de un salto. En este sueño, yo siempre aparecía uniformado de soldado y
ya adulto.
Otras veces había experimentado varias proyecciones conscientes cuando una
noche, retornó el viejo sueño. Estaba flotando sobre la casa en que vivía mi amigo.
(Esto ocurría unos siete años después del día en que jugáramos a los soldados en “el
monte de guardia”). Pero esta vez la sensación de flotar no pareció impresionarme
tanto. Finalmente me detuve, en el lugar preciso en que siempre comenzaba el suceso.

481
Esta vez yo no caía. Me hallaba inmóvil, en el aire, al borde del techo. Lentamente
comencé a recobrar la consciencia. Ya con toda lucidez para razonar, hallé que estaba
proyectado en cuerpo astral a un metro aproximadamente del cuerpo físico. No estará
de más que agregue aquí que uno puede caer en el sueño aparentemente desde grandes
alturas, pero la caída real del astral es apenas una fracción de la distancia soñada.
Ya habrá advertido el lector, que el cuerpo astral no se hallaba realmente en el
lugar donde yo estaba según el sueño, pero todo cuanto hacía era semejante a la
actividad por mí desarrollada en él. Este derivaba del dinamismo del cuerpo astral,
relacionada de algún modo con la impresión subconsciente que yo había recibido aquel
día lejano de mi infancia, al mirar sobre la verja de la azotea.
Entonces comprendí el significado de los “sueños de caídas”. Durante la parte
del sueño en que yo flotaba sobre la casa, el cuerpo astral se hallaba encima del físico y
a uno de sus lados. (Un destello de consciencia había brillado en ese momento, y
puesto que me hallaba realmente flotando, vino con su luz la sensación de flotar). Esto
puso en marcha mis emociones. El cable comenzó a tirar, el astral a moverse por el aire
(volar) hasta alcanzar una posición directamente encima del cuerpo físico. Este punto
coincidía con la parte del sueño en que yo me hallaba al borde del techo. En el
momento en que el astral descendiese, la sensación del sueño sería la de una caída. Y
en el momento de la repercusión, volvería a mí la consciencia. Como se ve, esto
explica el fenómeno de los sueños de caída.
Volviendo, pues, al punto de partida, diremos que la actividad del cuerpo
astral puede provocar un sueño (de flotar, volar, caer) y el sueño puede, a su vez,
despertar ciertas emociones; éstas actúan entonces como estímulo del cuerpo físico,
determinando un aumento en la tensión del cable con la interiorización final del astral.
Y todo el proceso puede atribuirse a una sola causa fundamental: la exaltación. Las
actitudes, sensaciones, sueños, ruidos, etc., son todos factores secundarios, que pueden
obrar conjuntamente con aquella. La exaltación puede ser, en sí misma, positiva o
negativa. Si la sensación es agradable, la impresión también tendrá este carácter; se
trataría en este caso de una emoción positiva para la exteriorización. Pero si la
sensación no es agradable, la impresión será, naturalmente, negativa.
De ordinario, es el “proceso del despertar” lo que causa las impresiones
negativas, mientras el astral flota en el espacio. Si el sujeto soñara que flota, mientras el
cuerpo astral estuviera flotando realmente y este sueño fuera agradable —por ejemplo,
un sueño de aviación— el resultado de la sensación sería una emoción agradable,
siendo improbable la intervención de la consciencia. En estas condiciones, el sujeto
experimentaría la cautivante sensación de volar y su astral recibiría un impulso más
fuerte hacia la exteriorización que hacía la interiorización. Se trataría en este caso de
una emoción positiva para la exteriorización.
Los sueños de volar por lo general se recuerdan con agrado. Un amigo mío
experimenta sueños de volar sumamente placenteros. Según él, el vuelo es tan real que,
al hallarse físicamente despierto, casi puede experimentar la sensación de abandonar la
tierra. En estos sueños, afirma, parece siempre hallarse a algunos metros sobre el nivel
del suelo, volando siempre sobre las cabezas de los demás. (A mí ciertamente, también
me ha pasado lo mismo. N. del T.)
La neurosis es un síntoma conocido. Veamos lo que dice Walsh al respecto:
“Los epilépticos tienen a veces la sensación de ser sumamente livianos y subir por el
aire. Una paciente declaró que, precisamente antes de una convulsión, sintió como si se
hubiera elevado ‘derecho al cielo’. La sensación de ascender también es experimentada

482
por las personas en trance de morir, lo cual puede hacerles pensar que son
transportados hacia el cielo. He aquí las palabras de un individuo agonizante: ‘No
dejéis que me lleven; sujetadme a la tierra’; es muy probable que esta sensación haya
sido la causa de frase tan sugestiva”.
La causa subyacente de la mayoría de los sueños de volar, radica en los
fenómenos del cuerpo astral. Es el movimiento específico realizado por el cuerpo astral
durante la ocurrencia del sueño, lo que determina el tipo de sensación experimentada.
Si se tiene presente la trayectoria recorrida por el cuerpo astral al exteriorizarse, será
sumamente fácil avizorar la relación existente entre la proyección astral y el sueño de
volar. Recuérdese que el cuerpo astral asciende hasta colocarse en posición horizontal
sobre el físico, y luego se yergue en el mismo lugar, o bien se desplaza primero hacia
un lado antes de erguirse.
Esta última operación es bastante frecuente, y más frecuente todavía es que el
cuerpo astral ascienda cierta distancia en posición horizontal -poco más de un metro-,
luego se desvíe dos o tres metros hacia uno de los costados, todavía en posición
paralela al piso, y permanezca allí cierto tiempo antes de regresar. Esta es la forma en
que se desarrollan la mayoría de las proyecciones y es en este tipo de experiencias
donde se originan muchos sueños de volar.
He aquí otra actividad característica del astral: primero asciende hasta alcanzar
determinada altura, en posición horizontal; luego lentamente, se aleja dos o tres metros
hacia un costado; después regresa, ubicándose nuevamente encima del cuerpo físico,
para apartarse una vez más; y siempre en posición paralela al suelo. De la observación
de las innumerables actividades del cuerpo astral, o proyecciones astrales, surge un
rasgo característico, preferentemente puesto de manifiesto cuando el astral se halla
dentro del radio de acción del cordón. Esta característica es la repetición de
movimientos.
Podría compararse el proceso entero, con el caso de una madre que permitiese
ir a su hijo a un lugar distante... La madre (el subconsciente) accede a que el niño (el
cuerpo astral) se aleje un breve trecho de ella y luego lo hace regresar; más tarde le
permite al chico que se aleje más y más, haciéndolo volver cada vez. Finalmente, tan
grande es la distancia que la madre le permite recorrer al niño, que ya no puede
llamarlo para hacerlo volver (fuera del radio de acción del cordón astral), con la
consiguiente libertad del niño. No obstante, al cabo de un rato, la madre saldrá en busca
del pequeño y lo traerá de una oreja a la casa. Pero el subconsciente (como la mayoría
de las madres) a veces permite que el niño se aleje de la casa sin llamarlo tantas veces
para que regrese.
El miedo es causa de muchos sueños de caídas. Puede suceder que uno se
encuentre suspendido horizontalmente en el espacio y tenga un sueño (no de volar, sino
un sueño ordinario) que, por una u otra razón, le produzca miedo, aunque después no se
recuerde. La emoción estimulada por el sueño se hace tan intensa, que sobreviene la
interiorización del cuerpo astral. De aquí, como una consecuencia natural, se sigue el
sueño de caer.
No hace mucho, un miembro de mi familia tuvo una experiencia de este tipo.
Soñó que la casa era asaltada y que uno de los ladrones amenazaba matarla. Fue tanto
su terror que la emoción arrastró su cuerpo onírico hasta la posición de coincidencia,
mientras al sueño de los asaltantes lo reemplazaba ahora un sueño de “caída”.
No es raro experimentar un sueño de caída después de irse a dormir, cuando
en el transcurso del día se ha recibido un gran susto; en efecto, un incidente aterrador,

483
cualquiera sea su índole, “sube” hasta la superficie de la mente durante el sueño y pone
en marcha las emociones del sujeto.

Tipos de “caídas” o interiorizaciones


Existen tres formas diferentes de interiorización del cuerpo astral, ya sea que
el sujeto se halle consciente, inconsciente, o parcialmente consciente; en otras palabras,
tres “caídas”. Son ellas:
1. Caída en espiral.
2. Caída recta.
3. Caída vibratoria, lenta.

(A veces el astral se introduce por el costado; pero esto no es una caída. Véase
más adelante el “Sueño de ser arrastrado hacia un objeto espectral).
En los sueños de caídas, se experimentan las dos primeras de esta
enumeración. La tercera es la llevada a cabo todas las noches, durante el sueño, puesto
que es el método normal de interiorización.
La caída recta trae como consecuencia una violenta repercusión, pues el astral
se precipita directamente sobre el organismo físico.
En la caída en espiral, el astral cae con un movimiento en espiral y, si bien es
cierto que hay repercusión, no es ésta de las más violentas, como por ejemplo la que
acompaña a la caída en línea recta. Sin embargo, la sensación de la caída en espiral es
muy desagradable, mucho más incluso que la de la caída recta.
Todas las demás veces (salvo cuando el cuerpo se introduce por el costado) el
doble desciende hacia el organismo físico con lentitud, vibrando en toda su extensión,
de arriba a abajo, al entrar en coincidencia. Esta es la interiorización normal,
perfectamente controlada.

Las causas de las diferentes caídas


¿Cuál es la causa de estas diferentes caídas? Ya hace muchos años que me
planteé por primera vez este interrogante; luego, gracias a una experimentación
repetida, descubrí que la voluntad consciente puede hacer que el cuerpo astral sea
sometido en mayor grado a la gravitación, si se la aplica en ese sentido, y en menor
grado, si ése es el deseo de la voluntad. Descubrí también que la voluntad
subconsciente podía hacer que el cuerpo astral se moviese con completa independencia
de la voluntad consciente.
Asimismo, observé que la exaltación tiene por efecto habitual, hacer que la
inteligencia rectora torne al cuerpo astral más sujeto a las leyes de la gravedad. De
modo que, dentro del radio de acción del cordón, la exaltación tiene un doble efecto.
Primero, la exaltación acarrea una mayor actividad vital en el cuerpo físico por
intermedio del cable, haciendo que el cuerpo astral sea arrastrado nuevamente al físico.
Segundo, la exaltación suele hacer que el cuerpo astral se comporte obedeciendo en
forma más rigurosa las leyes de la gravitación.
Cuando el cable astral comienza a arrastrar hacia abajo al cuerpo astral
flotante, si este último (por acción de la voluntad subconsciente), ya sea

484
espontáneamente, o estimulado por la exaltación (en un sueño), quedara reducido a tal
estado, que también la fuerza de la gravedad actuara sobre él, arrastrándolo hacia abajo,
el resultado sería una caída recta con una violenta repercusión.
En la caída en espiral, encontramos una fuerza que actúa en oposición a otra, a
diferencia de la caída recta en que ambas fuerzas obran de acuerdo. Es decir que, en la
caída en espiral, el cable arrastra al espíritu, pero éste se halla en un estado capaz de
resistir la atracción de la gravedad; de este modo, en lugar de precipitarse directamente
hacia abajo sobre el organismo físico, empieza a girar en espiral.
El caso es muy semejante al de un niño que tirase de una cometa. La cometa
representa el cuerpo astral y el hilo representa el cordón astral. Cuando el niño tira del
hilo, la cometa, que resiste la fuerza de atracción de la gravedad, comienza a descender
girando en espiral.
En la caída espiral, la emoción determina, de ordinario, que el cuerpo astral
sea arrastrado por la gravedad, un instante antes de tocar el físico, pero la repercusión
resulta considerablemente atenuada por ese tipo de tracción. En este género de caídas,
la cabeza del sujeto parece girar en forma más acentuada que el cuerpo; esto se debe
simplemente al hecho de que la acción del cable astral se ejerce sobre la cabeza. A
veces, sin embargo, se hace tan intensa la atracción sobre dicho sector, que el cuerpo
abandona su movimiento en espiral, comenzando a zigzaguear.
En la caída lenta, vibratoria, los factores se hallan equilibrados y la fuerza
rectora que todo lo gobierna, tiene todos los resortes bajo su control. Es este equilibrio
de las fuerzas, lo que determina el ligero balanceo del astral en dirección vertical,
puesto que tiende por igual a moverse hacia arriba y hacia abajo; ¡tan delicado es el
equilibrio!
Es evidente que, en las dos primeras caídas, debe existir algún factor que ha
perturbado el control perfecto de la inteligencia rectora; por ejemplo, la exaltación o el
miedo provocados por un sueño. No estará de más decir aquí que la exteriorización
también puede ser de tres clases, a saber, el ascenso en línea recta, la ascensión en
espiral y la ascensión normal, también lenta y vibratoria, como el descenso normal.
En el caso de la ascensión recta, existe un empuje firme del cable, sumado a la
liberación del cuerpo de la acción gravitatoria. En el ascenso en espiral, también
coexiste el impulso del cable, pero el cuerpo sufre la influencia de la gravedad. En la
ascensión lenta, vibratoria, hay equilibrio entre los factores y por ello ésta se halla bajo
un perfecto control.
En la caída o ascenso en espiral, el sujeto suele oír una especie de “rumor”
como si un par de alas revolotearan a su alrededor o como si el cuerpo ofreciera
resistencia al aire que lo atraviesa.

Como impedir la repercusión


en un sueño de caída
Después de haber experimentado unas cuantas veces sueños de caídas,
llegamos a saber, mientras caemos, que se trata de un sueño; pero esto no nos quita el
temor de precipitarnos contra el fondo. Ahora bien; hace ya mucho tiempo descubrí
que lo mejor para anular el efecto de un sueño de caída consistía en “dejarse caer”.

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No está desprovisto de interés el hecho de que varias personas a quienes
comuniqué mi hallazgo, lo recordaron en el sueño durante la caída y “se dejaron caer”.
Todos ellos declararon que la repercusión había sido casi insignificante. No hay que
tener miedo de golpearse con el fondo; hay que dejarse caer y la repercusión, si la hay,
será apenas perceptible. No nos olvidemos que un factor importante es el miedo, que
agrava en sumo la caída.

Diferentes tipos de sueños de volar


Existen diversas variantes del sueño de volar, casi tantas como las posiciones
que puede adoptar el cuerpo astral mientras oscila en el espacio, sobre el cuerpo físico
o la superficie del suelo. Téngase siempre presente que los “sueños proyectivos” son
casi invariablemente acciones efectivas. Si el sujeto puede controlar sus sueños,
también puede comprobar los movimientos del cuerpo onírico. Más adelante nos
detendremos nuevamente en este punto.
Una variante del sueño de volar la constituye el de “nadar”, ya sea con o sin
participación de las piernas y brazos. Ésta siempre tiene lugar al tiempo que el cuerpo
astral se halla zigzagueando longitudinalmente por el espacio, en posición horizontal.
Otra variante es aquella en que el sujeto se halla de pie y sueña que se
desplaza a gran velocidad sobre la superficie de la tierra, a lo largo de una calle, etc. En
realidad, el cuerpo onírico ejecuta efectivamente estas acciones, durante el desarrollo
de muchos de esos sueños, moviéndose generalmente con la velocidad media. Muchas
veces me ha sucedido despertarme en medio de un sueño de esta naturaleza, para
encontrarme volando realmente en el astral. Por lo general este sueño es agradable.
Por último, tenemos el sueño “de los pasos gigantes”, en que al sujeto le
parece moverse sobre la superficie de la tierra, dando enormes pasos, pero con suma
gracia y desenvoltura, en un casi deslizarse etéreo. También este sueño reproduce una
acción verdadera. En estas ocasiones, el sujeto se mueve por el espacio dentro de su
cuerpo astral, y si bien existe movimiento de los miembros, no son éstos quienes lo
desplazan, sino la voluntad subconsciente. Así, cada paso equivale a una gran distancia
recorrida, pues no es el paso en realidad el que hace avanzar al cuerpo.
Se lo podría comparar con el caso de las calesitas en los patios de juegos
infantiles; los niños dan unos pasos al tiempo que la empujan y. esto basta para que
puedan andar, sentados sobre ella, varias vueltas. El mejor ejemplo para ilustrar el
sueño del “paso gigante”, es el de un corredor fotografiado en el cine con cámara lenta;
el deslizamiento, la gracia, la aparente falta de peso, etc., como si el corredor se hallara
sostenido en el aire, y recorriese con cada paso, una gran distancia, son los puntos de
contacto entre los dos casos comparados.

Sueño del aleteo


He aquí un sueño típico de los que tienen lugar “dentro del radio de acción del
cordón astral”. En éste, el sujeto experimenta sacudones rítmicos, en tanto que su
cuerpo parece hallarse sumamente laxo, “flameando” en dirección longitudinal, en
forma algo semejante a aquella en que se mueven los brazos y el cuerpo de un jinete al
cabalgar.

486
En este sueño, el cuerpo parece casi carecer de peso, y los “saltos” son a
menudo graciosos y se suceden rápidamente con intervalos regulares. A menudo, el
sujeto sueña que avanza de este modo a lo largo de una calle o cualquier otro camino.
Otras veces sólo parece ser la cabeza del sujeto la que “aletea” o se sacude, pero en
forma muy pronunciada.
La causa más corriente de este sueño suele ser la actividad del cordón; la
alternación regular de impulsos y tirones del cable hace que el cuerpo onírico se mueva
rítmicamente. Algunas personas sueñan que van dando saltos semejantes a los de un
conejo. A veces el aleteo es sumamente exagerado y puede tenerse la impresión de que
pasan siglos entre un aleteo y otro.

Sueños de golpes en la cabeza


También éste es experimentado dentro del radio de acción del cordón astral.
El sujeto sueña siempre que algo o alguien lo está golpeando en la cabeza. Son bastante
intensos y regulares.
El sueño de los golpes en la cabeza obedece, por regla general, a las intensas
pulsaciones del corazón que, al ser transmitidas a través del cable, llegan hasta la
cabeza a la altura de la nuca del cuerpo onírico, donde repercuten.
Nueve veces de cada diez en que el proyector recobre la consciencia dentro
del radio de acción del cordón, sentirá las pulsaciones en el cable astral, en la región
del bulbo raquídeo, aun antes de que su estado sea lo bastante lúcido para que pueda
explicarse lo que le está sucediendo.
No estará de más aclarar que no todos los sueños pueden explicarse por
estados preexistentes en la consciencia. Debe entenderse, asimismo, que no todos los
sueños aquí mencionados son causados por la actividad del cuerpo astral, sino muchos
de ellos. Por ejemplo, un sueño de flotar puede ser simplemente el resultado de la
acumulación de gas debajo del diafragma, con la consiguiente opresión del corazón, lo
cual puede dar la sensación de hallarse en el aire.

Sueño de avance hacia un objeto espectral


Con frecuencia el cuerpo onírico emerge del físico, desplazándose a cierta
distancia por el aire; luego desciende hasta colocarse en el mismo nivel que el cuerpo
físico, pero a una distancia de éste de, digamos, tres metros. El cuerpo astral puede
descansar en esta posición cierto tiempo, hasta que, por una u otra razón (por lo común
debido a un estado emocional, el cable empieza a arrastrar al “doble” hacia el físico,
que se encuentra a su misma altura.
El sujeto, que se halla soñando, cree ver un objeto espectral en lugar de su
propio cuerpo físico. En el sueño, avanza por lo tanto hacia un objeto que tanto puede
ser un Buda, alguna persona odiada, un animal, etc.; en realidad, cualquier cosa que
pueda representarse en la mente del sujeto en ese momento. El cuerpo físico es, de este
modo, la realidad que descansa detrás de aquellos oscuros símbolos y hacia los cuales
se dirige.
Muchas veces sucede que el objeto parece avanzar hacia el sujeto, en lugar de
ser el sujeto quien avanza hacia el objeto. Siendo éste un sueño de “repetición”, cada

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vez que retorna a la mente, ésta se representa el mismo objeto. El sujeto es arrastrado
cada vez más cerca, hasta ser finalmente absorbido por el objeto; generalmente el
sujeto se despierta con una repercusión, al coincidir con el cuerpo físico en el lugar
preciso que la forma espectral ocupaba en el sueño. El movimiento de “succión” tanto
puede ser gradual como muy rápido.
Este sueño no difiere en gran medida del de caer, por lo menos en lo relativo a
las causas; pero mientras que, en el sueño de caída, el cuerpo onírico se mueve hacia
abajo, en éste el cuerpo astral ingresa al físico lateralmente.
Todas las veces que experimenté esos sueños, me he sentido arrastrado hacia
algún objeto monstruoso, generalmente con aspecto de Buda; en el momento en que me
precipitaba contra el mismo, estallaban luces en todas direcciones desde el lugar en que
se había producido el choque, coincidiendo todas estas sensaciones, naturalmente, con
la repercusión.
Una amiga me ha relatado sus experiencias personales en este terreno.
Siempre que experimenta este tipo de sueño (de repetición), dos ojos monstruosos
parecen contemplarla, al tiempo que avanzan hacia ella incesantemente, tornándose
más y más grandes a medida que se acercan, hasta que por fin parecen absorberla, y
entonces se despierta con un sobresalto, ya en el cuerpo físico.
También mi hermana solía tener este tipo de sueños, pero en su caso el objeto
era una enorme botella, acostada sobre su costado. Primero comenzaba a ser arrastrada
hacia el cuello de la ilusoria botella y luego hacia su interior; en este momento solía
despertarse con un sobresalto, exclamando: “¡El corcho me arrastra hacia la botella!”
Existen incontables variantes de este sueño, pero la actividad del cuerpo
onírico siempre es la misma. Claro está que es el cable el que arrastra al cuerpo astral
dentro del físico. He realizado largas investigaciones en lo relativo a este sueño,
comprobando que la mayoría de las personas que lo habían experimentado, lo hicieron
en la edad de la pubertad. Si esto puede entrañar o no alguna significación, no puedo
decirlo.

Sueños ilusorios
En muchos sueños las personas y los objetos aparecen con su aspecto
verdadero, en tanto que en otros se presentan modificados. Puede suceder que uno vea
algo o a alguien en el sueño e inmediatamente surjan ideas asociadas, impresiones
relacionadas con la cosa vista, exactamente del mismo modo en que asociamos una
idea con otra durante la vigilia. La mente ve entonces algo o alguien que sólo guarda
cierta relación con el objeto real. Durante el sueño puede “verse” cualquier cosa en que
se pose el pensamiento; de este modo, cuando surge en la mente un pensamiento con
referencia a un objeto dado, el sujeto lo ve como una entidad real, aunque no se trata
sino de una ilusión.
Así, en el sueño de volar, el sujeto puede sentir la presencia del cuerpo físico
debajo suyo, y esta impresión trae aparejadas otras diversas sensaciones con ella
relacionada, con lo cual el cuerpo, por acción de las distintas ideas así asociadas, puede
tomar el aspecto de una multitud, un animal, o cualquier otra cosa, sobre los cuales el
sujeto cree hallarse volando. En el sueño de caer, la cama puede presentarse como si
fuera la tierra o el fondo de un precipicio, debido a que la mente se asocia con la idea
de tierra o fondo durante la caída. Estos son solo burdos ejemplos de sueños ilusorios.

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Mientras dormimos, se desarrolla una incesante asociación de ideas e
impresiones en las enigmáticas cámaras de nuestro cerebro. Puede suceder que no
siempre seamos conscientes de ellas, o que no siempre recordemos nuestros sueños;
pero, no obstante, existe siempre un fluir constante de impresiones. Y es por acción de
la sucesión de ideas que muchas personas y objetos se nos aparecen diferentes o
alteradas/dos.
Un hombre de larga barba puede suscitar la idea de un animal peludo en el
sujeto que sueña. Entonces el hombre percibido asume, en el sueño, la forma de un
animal; en otras palabras, el sujeto es víctima de una ilusión. El animal, a su vez, puede
sugerir la idea de caza; la caza puede sugerir la de una escopeta; la escopeta, la de ser
muerto por un enemigo, etc. Si el sujeto, al despertarse, sólo recuerda la parte del sueño
en la que le daban muerte con una escopeta, entonces declarará haber soñado que
alguien lo mataba.
Puede suceder que uno se halle viajando en el cuerpo astral, soñando, y al
despertar descubra que muchas de las cosas aparentemente vistas en el sueño, sólo eran
ilusiones.
También incurrimos, en nuestros sueños, en exageraciones con respecto al
tiempo y la distancia. En el sueño del “aleteo”, por ejemplo, a veces parece que
transcurrieran siglos entre un “aleteo” y otro, en tanto que, en realidad, sólo media un
breve espacio de tiempo. Y en el sueño de descender, a menudo nos parece caer desde
una gran altura, en tanto que la distancia real recorrida por el cuerpo astral al realizar su
descenso sobre el físico, es incomparablemente más pequeña.
Todo esto afirma la teoría de grandes pensadores y avezados
científicos con respecto a las teorías de la relatividad del tiempo y de la energía y física
cuánticas.

Efectos de la inestabilidad
He comprobado, por regla general, que el subconsciente libera al fantasma del
estado de catalepsia, en el límite del radio de acción del cordón astral. Cuando
reaparece el movimiento en el cuerpo proyectado dentro de este límite, es casi seguro
que la interiorización se producirá en forma instantánea (si se trata de un principiante
en estado consciente).
A continuación, pasaré a detallar lo que ocurre cuando el astral es liberado de
la catalepsia, dentro del radio de acción del cordón. Supongamos que el cuerpo astral se
halle proyectado, en posición erguida, a una distancia de uno o dos metros y medio del
cuerpo físico, y dentro del radio de acción del cordón astral, por lo cual, el fantasma
estaría sujeto a la tensión del cable. Ahora bien; si el fantasma estuviese dotado de
capacidad para moverse, su comportamiento se asemejaría considerablemente, sin
duda, al andar vacilante de un borracho o al de un niño que empieza a caminar,
oscilando de un lado a otro. Surgirían entonces determinadas impresiones; el fantasma
entraría nuevamente en catalepsia, y sería arrastrado hacia la posición horizontal,
encima del cuerpo físico, precipitándose finalmente, sobre éste.
Claro está que la repetición continuada de estos hechos, terminaría por
acostumbrar al proyector. Cuando un individuo se proyecta por primera vez, tiene que
aprender nuevamente a caminar; para ello dispone de su capacidad de movimiento
dentro del radio de acción del cordón astral. Otra consecuencia inconveniente de que el

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fantasma reciba la capacidad para moverse cuando se encuentra dentro del radio de
acción, es que raramente puede mantener una verdadera estabilidad, siendo lo más
frecuente, por el contrario, que sufra una especie de estupefacción o mareo, creyendo
que él se encuentra inmóvil, de pie, y todo gira a su alrededor. No obstante, el
subconsciente trata —por lo general con éxito— de mantener al fantasma en estado
cataléptico, hasta tanto no haya franqueado el límite de acción del cable astral.
Existen tantas funciones individuales, de por sí complejas, que operan
simultáneamente durante el acto de la proyección astral, que no es difícil que a esta
altura el lector ya se halle un poco confundido. Debe recordarse que la mayoría de estas
funciones tienen lugar dentro del radio de acción del cable, es decir, mientras el
fantasma se halla separado del cuerpo físico, pero no en libertad. En realidad, no podría
considerarse perfecta una proyección si ésta no hubiese superado el límite de acción del
cable, aun cuando la entidad etérea se hubiera separado enteramente de su duplicado
material.
“El radio de acción del cable” es un hecho desconocido, al parecer, por
muchos autores, al punto que, en realidad, entiendo que nadie lo ha explicado antes o
por lo menos mencionado; mi opinión personal al respecto es que la mayoría de los
investigadores que han trabajado en este terreno no saben siquiera que existe esta
acción del cable, suponiendo que el fantasma goza de completa libertad, no bien
abandona el cuerpo físico.
No es probable que el principiante, al efectuar una de sus proyecciones de
práctica, se encuentre liberado de la catalepsia o dotado de movimiento, o en estado
consciente y en pleno goce de sus sentidos y facultades, durante su permanencia dentro
del radio de acción del cable. Es muy raro que esto ocurra. El simple hecho de que los
médiums capaces de proyectarse conscientemente, no hayan mencionado nunca la
acción centrípeta del cable, es una prueba categórica de que nunca se han hallado en
pleno goce de sus facultades, dentro de los límites de actividad del cable astral.
A mi juicio, el subconsciente obedece a un plan definido al proyectar al
cuerpo astral, y si aquél está bien concebido y es deseo del subconsciente que se
cumpla paso a paso, la normalidad no regresará al espíritu sino hasta hallarse fuera del
radio de actividad del cable.
El cuerpo astral no insume un plazo de tiempo definido para pasar del estado
de coincidencia al límite de acción del cable. La rapidez del tránsito depende del
temperamento del individuo. Algunas personas tienen tal predisposición para las
proyecciones, reuniendo una considerable suma de factores positivos, que logran pasar
los límites de actividad del cable con suma rapidez, tanta que a veces son incapaces de
detenerse en mitad de camino, aun cuando así lo quieran. Estos sujetos experimentan
frecuentes proyecciones involuntarias (por lo común de noche, durante el sueño).
Otros sólo consiguen proyectarse fuera del límite con extrema lentitud, gracias
únicamente a una casual intervención de ciertos factores positivos o a la estimulación
intencional de estos factores. Otros individuos, por su parte, hallándose al parecer
perfectamente conscientes, sanos y aún en plena actividad física (caminando),
presentan sin embargo factores favorables para la proyección. Entonces el miembro
etérico comienza a sacudirse, a agitarse y desenvolverse, saliendo de su recinto
material. El cuerpo físico se retuerce, temblando. Un instante después, el etérico entra
en estado cataléptico, listo para salir. Otro tanto acontece con el cuerpo físico. Entonces
sobreviene la separación y el organismo se precipita en tierra, convertido en una masa
inerte.

490
Tal lo que suele designarse con el nombre de “epilepsia”. Durante estos
últimos ocho años, he mantenido estrecho contacto con esta enfermedad que ha
desafiado todas las tentativas da la medicina por explicarla, llegando finalmente a la
conclusión de que un ataque epiléptico no consiste sino en el proceso que acabo de
describir más arriba. Por lo común, el epiléptico presenta un desorden físico que actúa
como agente básico del desprendimiento del cuerpo etérico. Las lesiones cerebrales,
como así también las anormalidades de carácter sexual, suelen ser las causas más
corrientes. Conozco un caso en que la presión del gas contra el plexo solar era la causa
del ataque.
Con la enfermedad siempre se intensifica la mentalidad anormal, y yo creo (no
es ésta una opinión exclusivamente mía, sin embargo) que el desequilibrio de la mente
—la demencia en cualquiera de sus formas— se debe a que el etérico no se halla
firmemente ligado al organismo físico.
Cuando la interacción entre el etérico y el físico no es normal, como en el caso
de la epilepsia, algunos sujetos degeneran en la imbecilidad.
Yo conozco a una mujer que adquirió una inusitada clarividencia más o menos
por la misma época en que se le manifestaron los primeros ataques de epilepsia.
Asimismo, muchas figuras destacadas de la historia, han padecido de epilepsia, tal el
caso de César, Napoleón y Sócrates. Por qué las anormalidades de la mente acarrean
estos resultados específicos en casos también determinados, es cosa acerca de la cual
no es mucho lo que sabemos.

Excentricidades de los sentidos


Los sentidos funcionan tan caprichosamente dentro de los límites de actividad
del cable, que sería difícil si no imposible, proporcionar una síntesis enteramente
satisfactoria de lo que puede o no puede suceder en el “campo de los sentidos”. Lo
mejor que puedo hacer, es relatar el curioso comportamiento de ellos tal como yo lo he
experimentado personalmente.
Tomemos, para empezar, el sentido de la vista. Cuando nos hallamos en
coincidencia y dotados de consciencia, sólo vemos aquellos objetos cuyas vibraciones
se conforman a las de nuestros ojos o entran dentro de una misma esfera vibratoria, a
menos que gocemos de la facultad de la clarividencia. Cuando salimos de coincidencia,
permaneciendo conscientes, no siempre el sentido de la vista se recupera de inmediato;
pero cuando así sucede, la esfera vibratoria ha aumentado considerablemente, con lo
cual podemos ver no sólo los objetos materiales que observábamos durante la
coincidencia, sino también los seres astrales. Hemos dado el nombre de “visión astral”
a esta facultad.
Durante las separaciones a corta distancia, en estado consciente, existen varias
maneras en que pueden presentarse estas “visiones”. El cable astral puede adaptarse a
la conducción de “corrientes sensorias” tan bien como el cuerpo, de modo que los
sentidos pueden pasar alternativamente de un cuerpo al otro o presentarse en ambos
cuerpos y en el cable al mismo tiempo, dentro de su radio de acción. Puede suceder que
el fantasma se separe (dentro de los límites de actividad del cable) y el sujeto goce de
consciencia. Entonces verá al astral desde sus ojos físicos (pese a estar cerrados), lo
verá moverse, pararse, acostarse, flotar, etc., por la habitación.

491
Creo haber mencionado ya que el sujeto dormido puede recobrar la
consciencia y verse a sí mismo, en el astral, desde sus ojos físicos, ocupando la
posición horizontal sobre el físico, a unos treinta centímetros de distancia. Esta entidad,
suspendida en el aire, tiene una consistencia semejante a la gasa y parece temblar
continuamente. Puede suceder entonces que el sujeto despierte repentinamente y sufra
una repercusión. Y nadie logrará convencerle que todo esto no lo vio en realidad desde
sus ojos físicos, pues argumentará de esta manera: “Lo vi desde mi cuerpo físico; vi al
astral flotando sobre mí. En consecuencia, me hallaba consciente en el cuerpo físico”.
Pese a todo lo indubitable que esto pueda parecer, el cuerpo físico no poseía
consciencia en absoluto. El sujeto era consciente en el astral, en tanto que la “corriente
visual” se transmitía a través del cable hacia los ojos físicos. No eran éstos los que
veían al astral. No eran los ojos físicos los que veían al espíritu paralelo al cuerpo
físico, puesto que los ojos físicos normales no podían ver espíritu alguno y menos
todavía, cerrados como estaban. El asiento de la consciencia se hallaba en el cuerpo
astral, pero la corriente visual, en lugar de centralizarse en los ojos del cuerpo astral,
por uno de sus desvíos habituales, realizaba su circuito pasando a través del cable hacia
los ojos físicos.
Todo este fenómeno solo se entiende cabalmente a través de la propia
experiencia.
Tomemos por ejemplo el caso de nuestra vista normal, cuando nos hallamos
físicamente conscientes. Vemos con los ojos, decimos, porque la interconexión
neuronal va desde ellos hasta la mente consciente. Supongamos ahora que nuestros ojos
y los “hilos” que los unen con la mente fueran sacados de las órbitas y colocados a
treinta centímetros de distancia de las mismas, y que la vista se dirigiese entonces hacia
el lugar de origen. Entonces, lejos de ver desde nosotros, nos veríamos a nosotros
mismos. Y ésa es precisamente la forma en que la corriente de visión astral funciona en
ocasiones, transmitiéndose a través del cable, con el resultado de que el espíritu se ve a
sí mismo. Y ésta es sólo una excentricidad de la visión astral.
Existe todavía otro fenómeno más complicado y desconcertante que el que
acabamos de mencionar. Nos referimos a la visión astral dual, que tiene lugar cuando el
proyector ve aparentemente desde sus ojos físicos y, al mismo tiempo, desde sus ojos
en el cuerpo astral donde está situado realmente. Cuando esto ocurre (división de la
mente) (cosa muy rara) el sujeto puede observar al astral exactamente como si estuviera
en el físico, y seguirlo con la mirada a medida que se mueve por la pieza, y todo este
tiempo puede ver también al ser físico, reposando sobre la cama con los ojos cerrados,
mientras se mueve por el entorno en su cuerpo astral.
¿Qué pensaría el lector si de pronto experimentase realmente hecho tan
increíble? ¿Qué pensaría si pudiera ver desde dos lugares, distantes uno de otro, al
mismo tiempo? Pues bien, lo más natural sería atribuir esa doble visión a la existencia
simultánea de una doble consciencia en dos lugares diferentes. Pero nosotros ya
sabemos que la mente consciente no forma parte del cuerpo físico, sino que opera en el
astral. Esta visión astral dual no implica necesariamente una consciencia dual; sólo se
trata aquí de una doble pista del sentido de la visión, una de las cuales corre a lo largo
de la “línea de fuerza” conduciendo al cuerpo físico, y la otra, al cuerpo astral. (No se
me ocurre otra teoría)
La primera vez que experimenté este fenómeno, pensé que se trataba de una
consciencia dual; pero no tardé en descubrir que sólo se trataba de un efecto de visión
doble. Sólo puede darse dentro del radio de acción del cable (hasta donde alcanza mi

492
experiencia), al igual que la visión unilateral desde los ojos físicos. Si el sujeto
experimenta una visión astral dual y en ese momento el espíritu pasa el límite de
actividad del cable -¡clic!- se corta la visión de los ojos físicos.
Ahora bien; existen autores que afirman la posibilidad de producir una
consciencia dual, es decir, una doble consciencia simultánea en el cuerpo físico y en el
astral. Yo, por mi parte, no podría decir que esto sea imposible; he visto demasiadas
cosas desconcertantes para negar la posibilidad de una consciencia dual; sin embargo,
no creo haberla experimentado nunca; por lo menos me convencí de ello después de
haber comprendido la actividad dual de los sentidos, que en un primer momento había
tomado por una doble consciencia.
En su libro Higher Psychical Development, Hereward Carrington afirma:
“Claro está que el cuerpo astral se halla estrechamente vinculado con el ‘cuerpo
onírico’, asemejándose considerablemente ambas entidades entre sí. El Dr. Frederik
Willem van Eeden, (3 Abril 1860, Haarlem, Holland – 16 Junio 1932), realizó algunos
experimentos en extremo interesantes sobre su propia persona, en el cuerpo onírico.
Este investigador se esforzó por transferir su consciencia a dicho cuerpo, de modo que
luego pudiese recordar todo lo que le hubiese ocurrido durante el sueño, y trató de
controlarlo en forma tal que intentase, por su intermedio, manipular los objetos físicos
del mundo material.
“Si bien no obtuvo un éxito completo, se acercó mucho al mismo, logrando la
conformación de dos consciencias con un funcionamiento plenamente independiente.
Recordaba claramente que se hallaba dormido en la cama, con los brazos cruzados
sobre el pecho y al mismo tiempo, recordaba, también con la mente, haber mirado a
través de la ventana a un perro que corría y volvía la vista hacia él detrás de los vidrios,
para seguir luego su carrera, y otros detalles por el estilo. Luego recordó haberse
desplazado hacia el lecho en que yacía su cuerpo físico y un instante después se
despertó para encontrarse nuevamente, por supuesto, en su cuerpo físico. Pero durante
toda la experiencia, tuvo una nítida sensación de consciencia dual de ambos cuerpos”.
Como se verá, el Dr. Van Eeden sostiene aquí que se hallaba consciente en los
dos cuerpos al mismo tiempo. Yo he experimentado algunos fenómenos similares al
descrito por él y en un principio, también creí que mi consciencia se hallaba en ambos
cuerpos simultáneamente; pero tras una investigación más profunda de este misterio,
llegué a la conclusión de que sólo se trataba, como ya dije antes, de una actividad dual
del sentido de la vista.
Hice ya la aclaración, e insisto ahora nuevamente en ello, de que he visto
demasiadas maravillas para negar la posibilidad de la consciencia dual; de este modo,
aunque lejos mío el propósito de contradecir las afirmaciones del Dr. Van Eeden, deseo
señalar la sorprendente similitud entre lo que el Dr. Van Eeden considera consciencia
dual y lo que yo interpreto como visión dual. No pasará inadvertido, indudablemente,
que los hechos comunicados por este investigador holandés, podrían explicarse
fácilmente como el resultado de una visión dual, con una única consciencia y la línea
de fuerza astral haciendo las veces de hilo conductor entre el sentido de la vista y la
posición ocupada por los ojos físicos.
Existe a mi juicio algo aparentemente inconveniente en la consciencia dual,
suponiendo que fuera posible. Si la consciencia pudiera realmente multiplicarse y si se
hallase en el cuerpo físico durante la ausencia del cuerpo espiritual, entonces todas las
teorías que afirman que la consciencia solamente puede operar a través de un medio no
material, serían falsas. Ahora bien; si durante la proyección, el cuerpo físico tuviera

493
una consciencia propia, entonces ¿de qué serviría el individuo interior? ¿Pueden ambos
cuerpos ser conscientes al mismo tiempo durante la separación? Si el cable se corta,
¿proseguirá el ser físico existiendo conscientemente? No lo creo. Mi opinión es —y
tengo buenas razones para afirmar que estoy en lo cierto— que aquello que se
interpreta como consciencia dual, no es en realidad más que una pista secundaria de la
visión astral, localizada en la “línea de fuerza” astral, y que funciona acorde con los
ojos del fantasma.
Dejando por el momento este problema de la consciencia dual, volvamos a
nuestro análisis de la visión dual, pues es absolutamente cierto que ésta sí existe
ocasionalmente, dentro del radio de acción del cable. Podríamos decir incluso que el
sentido de la vista puede funcionar —durante una proyección consciente, dentro del
radio de acción del cable— en tres formas diferentes: desde los ojos del espíritu (que es
lo normal); desde el sitio ocupado por los ojos físicos, y desde ambos simultáneamente.
Por regla general, el sentido de la vista actúa desde los ojos del espíritu
solamente; pero también se dan los casos mencionados más arriba, casos que, si me he
detenido a examinar, ha sido simplemente porque a lo largo de esta obra, no me he
limitado a los procedimientos normales, sino que también he querido considerar
detalladamente los fenómenos menos frecuentes. Sin embargo, me permito aconsejar al
lector que no se detenga mucho tiempo en la consideración de estos, que yo he dado
como poco frecuentes, a menos que el hacerlo así, favorezca el desarrollo de las
proyecciones astrales; no olvidemos que, en el astral, como uno piensa, así es.

Sentido duplicado del tacto


En el estudio del Dr. Van Eeden existe un punto interesante digno de ser
considerado detenidamente. Mientras se hallaba parado junto a la ventana (en el cuerpo
onírico o astral) mirando hacia afuera, este autor vio acercarse un perro, se percató de
cómo lo miraba a través de los vidrios y cómo reiniciaba su carrera una vez más.
Evidentemente, este perro podía ver astralmente, puesto que, al parecer, había sido
capaz de observar el cuerpo astral del Dr. Van Eeden, y en efecto, no existe ninguna
razón para creer que los animales no hayan de poder ver tan bien o mejor que los seres
humanos.
El perro, especialmente, parece hallarse dotado de sentidos particularmente
sutiles. Yo tenía uno en mi casa, en realidad todavía nos acompaña, aunque tiene ya
trece años. Su nombre es “Jack” y, pese a ser bastardo, ha sido siempre un gran amigo
para mí. Yo deseaba comprobar si Jack podía verme mientras me hallaba exteriorizado
en el cuerpo astral; a ese fin, le permití dormir en mi misma habitación. Sabía que
podría confiar plenamente en Jack, como así también que éste no haría ningún ruido ni
interferiría en modo alguno con mi experiencia.
Todo anduvo bien menos un pequeño detalle: Jack dormía demasiado
plácidamente en su nuevo dormitorio y todas las veces que lograba proyectarme, Jack
estaba tan ausente que no percibía mi presencia. Pero una noche en que me hallé
proyectado conscientemente, creo que, en forma accidental, Jack no estaba dormido.
Estaba parado en el piso, mirando cariñosamente el cuerpo que yacía sobre la cama,
como si esperase una indicación para saltar y dormir a su lado.
Desde el otro extremo de la pieza, traté de llamar la atención de Jack. Me
desplacé hacia un punto en que sus ojos tendrían que verme forzosamente, haciéndole

494
señas para que viniese. No obstante. sus ojos siguieron observando al cuerpo físico, si
bien en cierto momento alzó la cabeza y husmeó el aire en dirección del fantasma. Pero
esto sólo duró un instante, pareciendo entusiasmarle más la contemplación del cuerpo
físico que la de mi verdadero ser. No creo que haya sospechado por un solo momento
que yo no estaba en el cuerpo.
Por fin, sucedió algo realmente interesante. Jack saltó a la cama y se apretujó
contra un costado del cuerpo inerte, acurrucándose allí. Y al hacerlo sucedió algo
extraño. El cuerpo físico fue ligeramente sacudido en sentido vertical por la acción de
los resortes que acababan de recibir el peso del perro, y el astral, exactamente en el
mismo instante, también se meció en sentido vertical, en medio del espacio, guardando
una perfecta armonía con el movimiento del físico, pese a que el astral se hallaba en
posición vertical y el físico horizontal.
Pero lo más extraordinario es que cuando el perro se acurrucó contra el cuerpo
físico, yo sentí su calor contra el astral, como si se hubiese apretujado realmente contra
éste. ¿Cómo pudo ocurrir esta transferencia de sensaciones o, más exactamente, del
sentido del tacto? En la misma forma en que se percibe cualquier cosa material; en la
misma forma en que se percibe en la vida física mediante los sentidos y a través de las
corrientes sensorias.
Durante la proyección, éstas recorren el cuerpo físico, el astral y el cable. En
otras palabras, si el sujeto percibe cualquier cosa material, mientras se encuentra en el
cuerpo astral, deberá hallarse dentro del radio de acción del cable y el objeto percibido
tendrá que presentar un contacto material con el cuerpo físico; este contacto es luego
transmitido a lo largo de la “línea de fuerza” hacia el cuerpo astral, donde se siente
finalmente.
Pero esto sólo es una peculiaridad del sentido del tacto, y así como el sentido
de la vista actúa en forma errática, éste sólo se presenta (hasta donde mi experiencia
alcanza) dentro del radio de acción del cable. Ya hemos visto también, que aun el
movimiento del cuerpo físico puede duplicarse en el astral, como en el caso del
balanceo del cuerpo físico al saltar el perro sobre la cama.
Sé de antiguo que cuando el sujeto se halla dentro del radio de acción del
cable, puede sentirse a veces en el cuerpo astral un contacto realizado con el físico,
localizándose la sensación, exactamente en el mismo lugar en ambos cuerpos; pero lo
que yo nunca he observado es que también la recíproca sea posible y que un contacto
con el astral pueda ser experimentado en el físico; sin embargo, algunos eminentes
autores parecen darlo por sentado.
Así, por ejemplo: “En algunos experimentos, he logrado disociar parcialmente
los dos organismos por medio de la sugestión hipnótica; mientras el sujeto se hallaba
en trance profundo, se probó la existencia independiente del cuerpo astral o etéreo por
diversos fenómenos de sensibilidad y movimiento”.
“Por ejemplo, después de haber aflojado en cierta medida al cuerpo interior, lo
pinchábamos con una aguja, y pese a que el punzamiento tenía lugar a varios
centímetros de la superficie del cuerpo material, el sujeto lo experimentaba
exactamente como si se le hubiera aplicado en el cuerpo real”.
“El pinchazo tenía lugar sobre la superficie del cuerpo etérico, esto es, a una
distancia de unos quince o veinte centímetros del organismo material, pero, por un
fenómeno conocido entre los estudiosos psíquicos con el nombre de ‘repercusión’ (de
la sensibilidad), se transmitía su efecto hasta el cuerpo material, de modo tal que el
sujeto sentía los pinchazos en el cuerpo físico”.

495
Existen otros experimentos que confirman las comprobaciones anteriores;
veamos lo que al respecto dice Hereward Carrington en su libro: “Higher Psychical
Development”, los investigadores franceses... han realizado una serie de útiles
experiencias en el campo de lo que ellos denominan exteriorización de la sensibilidad y
de la fuerza motriz, es decir, de las facultades sensoria y motriz. Si coloco una mano
sobre una caja de fósforos, a fin de moverla, tengo que tocarla. Sin embargo, si yo
fuera un médium y colocara la mano a una distancia de un centímetro de la caja y
entonces quisiera que la caja se moviese, ésta se movería realmente; la teoría explica
este fenómeno diciendo que el médium puede proyectar de sus dedos una energía que
actúa a manera de puente, llenando el vacío existente entre la caja y la mano. Esto se
llama “proyección de la fuerza motriz”.
“Por otra parte, si me pincho el dedo, sólo sentiré el dolor si la aguja lo toca;
pero cuando la sensibilidad se halla proyectada más allá del cuerpo -como suele
suceder, aparentemente, en algunos casos de hipnosis profunda y trance- entonces
podrá pincharse un punto situado a un centímetro de distancia del dedo, y el sujeto
experimentará dolor; y hasta tal extremo se han llevado estos experimentos, que el
Coronel de Rochas y otros autores pretenden haber extraído por completo el cuerpo
astral de su envoltorio físico, colocándolo a su lado, por así decirlo; y afirmar que al
pinchar este cuerpo, cada puntada en el astral ‘repercutía’ en el físico; es decir, que
cualquiera fuera el lugar del astral en que se producía el pinchazo, éste era siempre
experimentado en el físico”.
Como el lector recordará, ya hemos mencionado este punto, al referirnos a la
‘materialización’.
Pese a que yo sabía desde largo tiempo atrás que a veces, cuando el astral
proyectado se halla dentro del radio de acción del cable, puede experimentarse un
contacto con el cuerpo físico en el punto correspondiente del astral, el caso inverso era
una novedad para mí. Sin poner en tela de juicio la autenticidad de estos experimentos,
debo confesar que me resulta imposible comprender cómo puede pinchar una aguja el
cuerpo astral y repercutir el fenómeno en el físico, siendo que el ente astral es
intangible e impenetrable a las cosas materiales. Debemos tener presente que los
investigadores que descubrieron esta “repercusión” de la sensibilidad, son hombres de
ciencia dignos de crédito. El hecho de que a mí me resulte imposible comprender cómo
puede establecer la aguja contacto real con el ser astral que es un ente incorpóreo, no
quita valor en lo más mínimo a sus hallazgos.
Al tratar de resolver este problema, se me ocurrieron varias explicaciones
puramente teóricas. Un hecho importante en el caso de estas experiencias que no debe
ser pasado por alto, es que el sujeto se hallaba en estado hipnótico; cabe preguntarse,
pues, ¿si la repercusión de la sensibilidad tendría lugar, debido a algún nuevo factor
introducido por aquel estado? Cabe preguntarse, asimismo, ¿si podría ocurrir el mismo
fenómeno, en los casos de proyecciones realizadas sin la influencia de este factor
hipnótico?

El astral puede atravesar obstáculos


punzantes sin sentir nada

496
Hace unos dos años que leí por primera vez el informe sobre la repercusión de
la sensibilidad causada por pinchazos de agujas en el cuerpo astral; a fin de
experimentar personalmente la realidad del fenómeno, construí un dispositivo bastante
semejante a las camas usadas por los faquires; escogí una tabla de madera del mismo
largo que la cama y coloqué en ella varias agujas con la punta hacia afuera; luego
sujeté este aparato a los soportes de la cama, a una distancia de unos cuarenta y cinco
centímetros del lugar en que yo dormía, apuntando las agujas hacia abajo.
Durante las semanas en que llevé a cabo este experimento, logré producir una
proyección consciente y una segunda involuntaria. Aunque las separaciones no fueron
considerables, pasé a través de la tabla sin experimentar el menor contacto. Es por esta
razón que me inclino a creer que la repercusión de la sensibilidad, tal como la
observaron los investigadores franceses, obedece de algún modo a la hipnosis. Admito,
con todo, que también aquí puedo estar errado. Pasemos a ver ahora la posibilidad de
que se tratara de una ilusión hipnótica de los sentidos.
Cito aquí al profesor Lew Alexander Harraden (1900 – Hipnosis):

Ilusiones de los sentidos durante


el trance hipnótico
“Cuando este estado llega a su culminación (trance hipnótico), la mente del
sujeto permanece dormida hasta el momento de ser impulsada a la actividad, mediante
alguna sugestión u orden del operador, a las cuales el sujeto responde automáticamente,
tal como una locomotora obedece las maniobras de su conductor. En estas
circunstancias, el sujeto es, en realidad, un simple autómata pensante. Así, se deja
poseer completamente por cualquier idea que se le imprima en el pensamiento y carece
de capacidad para juzgar su congruencia con los hechos reales, debido a que es incapaz
de compararlas con ellos.
“De este modo, el operador puede manipularlo como quien ejecuta un
instrumento musical, y así, pensará, sentirá y actuará en la forma en que aquél desee
que piense, sienta, hable o actúe; pero esto no sucede -tal como lo hemos representado
esquemáticamente- porque la voluntad del sujeto se halle sometida en forma directa a
la del operador, sino porque su voluntad se halla suspensa, en estado inerte, y todas sus
operaciones mentales son dirigidas por las sugestiones que el operador imprime en su
consciencia”.
“La mente del sujeto, habiendo perdido su capacidad de autodirección, no
puede sacudir el yugo de ninguna idea dominante, por tiránica que ella sea, sino que
debe ejecutarla en todos sus puntos. Ningún pensamiento que se le ocurra, puede ser
sometido a la prueba del sentido común, sino que debe ser aceptado de inmediato y sin
condiciones; tampoco puede recordar hecho alguno, por muy familiar que sea, sino es
dentro de su alcance inmediato”.
En otra parte, el profesor Harraden declara: “Los órganos de los sentidos y de
la percepción, son a modo de canales que transmiten cualquier sugestión hecha al
sujeto. Por muchos y diversos medios, una mirada o un movimiento, el hipnotizador
puede transmitir una sugestión determinada al paciente, tan imperiosa como una orden
expresada con palabras”. Cuando el sujeto se halla en trance hipnótico profundo, puede

497
atravesársele la carne con una aguja y hacérsele al mismo tiempo la sugestión de que
no siente nada, y aquél nada sentirá.
Pues bien, si se lo pinchara insertando la aguja en el espacio ocupado por el
cuerpo astral (durante la exteriorización del mismo, bajo los efectos de la hipnosis),
¿por qué no habría de poder hacerse que el sujeto experimentara el pinchazo en su
organismo físico? En efecto, ya sabemos que existen corrientes sensorias en el cuerpo
astral, en el cable y en el físico, simultáneamente. De este modo, aunque sólo se trataría
entonces de un dolor imaginado, para el sujeto sería tan real como si no lo fuese, y
debido a una duplicación de sensaciones, podría sentirlo en el cuerpo físico.
El interrogante que se presenta es el siguiente: ¿se halla el sujeto normalmente
consciente bajo el control del operador, o es objeto, en cambio, de ilusiones, engaños y
alucinaciones de los sentidos? Creo que este último es el caso. Si el puntazo de la aguja
actuase realmente sobre la sensibilidad del cuerpo astral y el sujeto se hallará
normalmente consciente, éste tendría que sentirlo allí. Pero dudo que esta repercusión
de la sensibilidad tuviese lugar, si el operador sugiriese que no debe ser sentida en el
momento de pinchar el espacio ocupado por el cuerpo astral.
Por mi parte, no alcanzo a comprender cómo puede el sujeto discernir sobre el
verdadero significado de todo lo que sucede a su alrededor y hallarse todavía bajo
control hipnótico. La mayoría de los experimentos franceses fueron realizados
mediante el agente hipnótico, pero yo no podría afirmar si puede obtenerse, de esta
manera, un estado normal del cuerpo astral.
Todo lo que puedo decir, con respecto a la repercusión de la sensibilidad no
es, sin embargo, sino pura especulación. En realidad, nada sé de la proyección astral
provocada por medio de la hipnosis; nunca experimenté repercusión de la sensibilidad
del cuerpo astral sobre el físico, como consecuencia del contacto de un objeto material
con el astral, si bien la repercusión del astral en sí misma es muy frecuente.
Por otra parte, si el astral se hallara materializado al extremo de la “línea de
fuerza”, la aguja podría pinchar este cuerpo transitoriamente material, y, debido a una
duplicación de la sensibilidad, podría suceder que el puntazo fuese experimentado en el
cuerpo material. Esto sería lógico, consecuente con los hechos comprobados con
anterioridad; en tanto que pinchar con una aguja material una forma no material y que
el pinchazo se sienta, pese a que la aguja no realiza contacto real alguno con el astral,
parece (por lo menos a mi juicio) sumamente incongruente.
Supongamos que esta teoría fuera exacta, es decir que el pinchazo de una
aguja sobre el cuerpo astral exteriorizado pudiera realizar un contacto real con la
sensibilidad. ¿No tendría que estar entonces el cuerpo astral constantemente alerta,
esquivando los objetos materiales “puntiagudos”? porque de no hacerlo, estos objetos
podrían actuar sobre su sensibilidad.
Hay algo que falla en esta teoría; yo creo que sólo se trata de una ilusión de
los sentidos.
No obstante, sería el colmo de la locura afirmar que la repercusión de la
sensibilidad (tal como la sostienen los autorizados investigadores franceses) es
imposible, especialmente cuando son tan notables quienes la dan por cierta. Existe sin
embargo una cosa de la cual estoy completamente seguro, y es ésta: si la repercusión
de la sensibilidad tiene lugar realmente, sólo puede dentro del radio de acción del
cable astral.
Pero volvamos a analizar lo que entendemos por “radio de acción del cable”.
Se trata de un radio de gran proximidad, en que la “línea de fuerza” astral se halla

498
dotada de gran actividad y de un tamaño superior al mínimo; dentro de esta esfera se
hallan presentes fuerzas de atracción y de resistencia; los sentidos se comportan en
forma desusada, duplicándose a sí mismos; es posible la presencia de una fuerza motriz
duplicada; casi siempre se producen estados catalépticos; la inestabilidad del cuerpo es
lo normal; la respiración y el pulso cardíaco pueden intensificar la actividad del cable,
y finalmente, también dentro de esta esfera, pueden tener lugar las repercusiones del
cuerpo astral. En suma, consiste en un estado de separación carente de perfecta
libertad, en el que pueden darse diversas anomalías; es el estado en que, si bien el astral
se halla separado del físico, todavía existen vínculos que lo ligan a éste, por medio de
la “línea de fuerza”, y estos vínculos son más o menos firmes, según la naturaleza del
proyector.

Sensibilidad duplicada y obsesión


Volvamos nuevamente la vista por un instante a la transmisión de la
sensibilidad del cuerpo físico al astral por medio del cable. Se sabe de antiguo que
muchas víctimas de una muerte violenta, especialmente en los casos de una muerte
dolorosa, se han hecho presentes a los médiums poco tiempo después, quejándose de
experimentar todavía los dolores padecidos en el cuerpo físico en el momento de la
muerte.
La mayoría de los médiums, creyendo que el cuerpo astral es inmune a todo
dolor, les han dicho a esos espíritus atormentados, durante su comunicación con los
mismos, que estaban muertos, dentro de un cuerpo en que no existe el dolor y que el
Yo, en el astral, sólo sufría un dolor puramente imaginario. Estos seres afligidos no se
limitan a imaginarse sus padecimientos en un principio, si bien es cierto que su estado
mental los mantiene obsesionados con aquella idea, aun mucho después de haberse
“cortado” el cable.
Lo que realmente sucede en este caso es lo siguiente (según mi humilde
entender): en el momento de la muerte el astral se halla exteriorizado y dentro del radio
de acción del cable, en tanto que la sensibilidad es transmitida desde el cuerpo físico
hasta el astral; lo cual no hace sino concordar con mi experiencia en que, hallándome
exteriorizado dentro de los límites de actividad del cable, pude sentir el calor del perro
a mi lado.
El dolor sufrido, junto con la confusión natural por que atraviesa la víctima en
tales momentos, la enloquece literalmente, haciéndola presa de una obsesión que
perdura aun después de haberse separado el cable. No es puramente cuestión de
imaginación, la que coloca al espíritu en este trance; es, por el contrario, una verdadera
transferencia de impresiones, realizada a lo largo de la “línea de fuerza”, transmisión
ésta de un dolor real; téngase bien presente. Y, en medio de esta locura, suele suceder
que la víctima viva constantemente -aun durante meses enteros- la muerte
experimentada; en otras palabras, continúa padeciendo su muerte y los dolores que la
generaron.
Citaré a continuación un suceso que ilustra este caso. La señora M. E. Hess,
amiga personal de quien escribe estas líneas, que practica la cura por autosugestión y
vive en La Salle, Illinois, narra el caso siguiente al que designaremos:

499
El caso “89”
Una paciente, una dama de alrededor de treinta y cinco años, visitó a la señora
Hess en su consultorio. La paciente creía ser una locomotora y hacía, en consecuencia,
todos los sonidos característicos de aquella máquina. Así, andaba por su casa haciendo:
chuck-chuck-chuck... luego imitaba la salida del vapor: shhhhhhhhhh... más tarde el
pitido: piip-piip... y finalmente recorría, de este modo, vastas extensiones pobladas de
estaciones imaginarias, a lo largo de una vía también imaginaria.
Después de algunas indagaciones, la señora Hess descubrió que un espíritu, en
el astral, seguía constantemente a la paciente y que dicho espíritu era un maquinista. A
continuación, la facultativa se puso en comunicación con el causante de la obsesión,
enterándose así de que éste había muerto en forma violenta, mientras manejaba su
máquina, la número 89. Tal era en efecto, el nombre con que aquél se designaba (89) y
era tal la confusión que padecía, que todavía creía hallarse entre las ruedas de la
máquina. No podía comprender que había muerto y que se hallaba en su cuerpo astral.
Recurriendo a la madre del maquinista, que había abandonado el mundo con
anterioridad, pudo lograrse finalmente hacer entrar en razón al espíritu obsesionante,
con lo cual éste dejó de experimentar los atroces dolores. Pero en un comienzo, no se
había tratado solamente de una cuestión de pura imaginación. El “89” había quedado
trastornado por el hecho de hallarse consciente en el cuerpo astral, dentro del radio de
acción del cable, (y por lo tanto existiendo todavía las sensaciones dobles) cuando la
máquina lo arrolló, de modo que pudo experimentar en el astral todos los dolores
consiguientes.
¿Se maravilla acaso el lector de que estos seres astrales pierdan la razón,
tornándose víctimas de estas angustiosas obsesiones? Pues bien; una experiencia como
la del caso narrado, podría enajenar a cualquiera. Sin embargo, por fortuna, los factores
operantes en el momento de la muerte, no siempre son tan desfavorables como en este
caso. No siempre se manifiesta la consciencia en el mismo tiempo y lugar; no siempre
circula la sensibilidad en los tres organismos al mismo tiempo (el cuerpo físico, el
astral y el cable); no siempre son las muertes violentas y angustiosas. Pero con todo,
este caso nos muestra que existen razones, al fin y al cabo, para que algunos espíritus
retornen continuamente y se quejen de dolores imaginarios, que son para ellos, por
cierto, bastante más que simple imaginación.
No se piense ni por un instante que este dolor del cuerpo astral no es genuino.
El sufrimiento es real; la sensibilidad que entra en juego, es la misma con que los dos
cuerpos se hallaban dotados cuando estaban en coincidencia, y, si bien es cierto que el
ser astral es insensible a los objetos físicos, no es menos cierto que el dolor proveniente
del cuerpo físico y experimentado a través del cable, es un dolor real y capaz de
perdurar aún después de cortado el cable. Reconozco que es difícil concebir la
existencia de sensibilidad con independencia de los nervios del cuerpo, pero por el
mero hecho de parecer increíble, no podemos rechazar esta explicación.
Quizás esto guarde alguna relación con el hecho perfectamente conocido de
que algunas personas a quienes se les han amputado los brazos o las piernas, pretenden
experimentar sensaciones en el miembro ausente, aún después de haber cicatrizado el
muñón. ¿No se deberá esta permanencia de las sensaciones a la existencia de
sensibilidad en el astral, en el lugar correspondiente al ocupado anteriormente por el
miembro amputado?

500
En su libro, Psychical Phenomena and the War (La guerra y los fenómenos
psíquicos), Hereward Carrington cita un caso similar al del maquinista de la “89”; a
éste lo designaremos como:

El caso de la bayoneta incrustada


El día de año nuevo de 1916, tres amigos asistían a una sesión de espiritismo,
cuando se les presentó un soldado que se quejaba de que la bayoneta (que le había dado
muerte) estaba incrustada todavía en su pecho (astral) provocándole la consiguiente
angustia; les pidió, así, que se la sacaran. Tras una larga conversación entre el ente
astral y los tres amigos, aquél les refirió que era canadiense, casado con la cocinera (de
nombre Alicia), de una tal señora Weston, que vivía en Herne Bay (cerca de Londres),
y otros muchos detalles.
Pero lo que más le preocupaba era aquella bayoneta, que un soldado alemán le
había clavado el día de Navidad y que todavía permanecía en su cuerpo, torturándolo
constantemente. Entonces uno de los asistentes le explicó que era víctima de una
ilusión; que él había muerto, y ahora se hallaba, por lo tanto, en un nuevo cuerpo, y
que, si la bayoneta podía estar clavada todavía en el cuerpo antiguo, no era posible, en
cambio, que también estuviese clavada en su ser actual.
A lo cual replicó el espíritu, haciendo caso omiso de cuanto se le decía, que
por favor le sacaran la bayoneta. Al parecer, el ser astral era completamente consciente
del dolor y de ningún modo se hallaba dispuesto a admitir que era víctima de una
ilusión. Así, sólo se sintió liberado y tranquilo cuando uno de los amigos fingió
extraérsela del pecho. ¿De dónde procedía la sensación de dolor del soldado?
Simplemente, de la transmisión a través del cable astral, de un cuerpo al otro, mientras
el individuo se hallaba consciente. El hecho de que por último el dolor fuera eliminado
por la mente, no prueba que aquel no hubiera existido en realidad.
Pero quizás el lector se sienta inclinado a exclamar: ¿”Cómo puede explicarse
la aparente presencia de la bayoneta? Evidentemente no había ninguna bayoneta
clavada en el cuerpo astral del espíritu”. ¡Pero sí había! No una bayoneta física, sino la
forma astral de una bayoneta creada por la mente del espectro. Más adelante
analizaremos la forma en que la mente se crea su propio medio circundante.

Duplicación y desplazamiento de la motilidad


Dentro del cable astral, opera una “fuerza” de tremendo poder. A menudo me
hubiera gustado disponer de un método que me permitiese medir esta fuerza en
términos físicos; es decir, determinar el peso exacto de materia que podría ser movida
por esta fuerza, en caso de que el cable estuviera conectado con ella.
Estoy firmemente convencido de que, durante la proyección del astral y
mientras éste se halla dentro de los límites de actividad del cable, y en caso de que
fuera posible realizar una “prensión” tangible sobre un objeto físico determinado, la
fuerza del cable sería capaz de mover dicho objeto, aun cuando pesara ¡una tonelada!
De todas mis experiencias, he extraído suficientes razones para creer en la posibilidad
de que un cable “libre” se extienda hacia el exterior del cuerpo, es decir, un cable o
varilla astral sin el cuerpo astral correspondiente en su extremo; este cable libre sería

501
capaz, al parecer, de ejercer su acción de impulso y atracción características y
transmitir “la fuerza motriz” que, en ciertas circunstancias, puede mover los objetos.
(Como se sabe, uno de los métodos que facilitan la clarividencia, es el basado en la
“línea de fuerza” astral).
De ser esto cierto, sería posible que la “fuerza motriz” del cuerpo del sujeto, se
desplazase hacia el exterior del mismo, a lo largo de la “línea de fuerza”, de modo que
el individuo, con su fuerza motriz corporal así exteriorizada, se hallaría privado de esa
fuerza, pese a estar todavía su cuerpo astral en coincidencia y pese a mantenerse
consciente. Se ha observado con frecuencia que los médiums suelen hallarse reducidos
a esta condición de impotencia cuando se producen los “toques” de las masas.

Producción voluntaria de un “rap” durante


la exteriorización de la motilidad
En realidad, yo mismo he logrado producir “raps” (golpes), hallándome en
este estado. Recuerdo con perfecta claridad haberme despertado una mañana,
hallándome disminuido en mi fuerza motriz. Entonces razoné de este modo: si mi
fuerza motriz se ha extendido fuera de mi cuerpo, y yo ahora estoy consciente, ¿por qué
no desear que se produzca un toque? Entonces deseé, con toda mi fuerza de voluntad,
que se produjera un golpe en la cómoda. Y en efecto, el toque se produjo. De ordinario,
sin embargo, cuando uno se encuentra en este estado de exteriorización de la fuerza
motriz, la excitación es demasiado grande para pensar en emplearla de esta manera, y,
en lugar de ordenar a la fuerza motriz que actúe fuera de uno, lo que se desea más
ardientemente es en su retorno inmediato.
En cuanto a la posibilidad de mover objetos cuando el cuerpo astral mismo se
halla proyectado al extremo de una línea de fuerza, diremos que en ciertas
circunstancias esto puede lograrse; más tarde analizaremos más detalladamente este
fenómeno. Por el momento, nos limitaremos a señalar este punto: la fuerza motriz
puede “desplazarse” a través del cuerpo astral, exactamente del mismo modo en que
puede hacerlo la sensibilidad. Los desplazamientos pueden ser rápidos o lentos.
Durante la proyección astral (dentro del radio de acción del cable), puede
haber, en cierta medida, una fuerza motriz dual. De esto, por lo menos, estoy seguro.
Cuando ocurre, cada movimiento del extremo proyectado de la línea de fuerza incide
sobre la anatomía física del sujeto, generalmente en forma leve, dependiendo su
intensidad de la cantidad de fuerza motriz que permanezca todavía en ese sitio, y que
suele ser muy escasa.
En estas condiciones, con la fuerza motriz duplicada, cualquier movimiento
del brazo astral producirá un temblor correlativo en el brazo físico, en forma más o
menos semejante a aquella en que se sacuden las patas de un perro mientras sueña.
La duplicación de la fuerza motriz es mucho menos común que la de la
sensibilidad; ciertas personas parecen más predispuestas a ella que otras. Es más fácil
que se presente en los estados inconscientes y oníricos que en los conscientes. Todos
estos hechos son demasiado profundos para poder examinarlos exhaustivamente, pero
sé positivamente que son ciertos; sé, por ejemplo, que uno puede mover un objeto

502
durante el sueño, pero que ese objeto no se mueve hasta unos dos segundos después en
la realidad. Yo mismo he tenido una experiencia de este tipo.
Todo lo cual me recuerda lo que Sir Oliver Lodge (físico y escritor británico -
12 de junio de 1851, Penkhull, Stoke-on-Trent, Reino Unido - 22 de agosto de 1940)
expresa al analizar los fenómenos experimentados por Eusapia Paladino (Médium
italiana de renombre internacional, ganándose fama de poseer extraordinarios poderes
paranormales - 21 de enero de 1854, Minervino Murge, Italia - 16 de mayo de 1918.
Estas son sus palabras textuales: “El hecho... de que el cuerpo del médium
sufre movimientos correlativos o de simpatía, es sumamente instructivo e interesante.
Ocurre a veces que cuando el médium va a empujar un objeto distante, efectúa un
pequeño impulso brusco con la mano en esa dirección, e inmediatamente después el
objeto se mueve. En cierta oportunidad se realizó esta experiencia repetidamente con el
mismo objeto, un escritorio situado en un rincón de la habitación, a fin de tener una
certeza cabal al respecto”.
“...Cuando el objeto en cuestión se hallaba a un metro ochenta o dos de
distancia, el intervalo transcurrido (entre el impulso y el movimiento real del objeto)
fue de unos dos segundos. Cuando se ejecuta una melodía en el acordeón, los dedos del
médium se mueven en forma enteramente adecuada, recordando este proceso al del
perro que mueve las patas mientras sueña que corre en pos de una liebre. Es como si
Eusapia soñara que ejecuta el instrumento y lo hiciese en forma tan vívida, que el
instrumento es realmente ejecutado”.
“Es como si el perro soñara la persecución con tanta fuerza, que una liebre
distante resultara realmente capturada y muerta, presa de un perro fantasma; y, pese a
todo lo fantásticas y desprovistas de valor que puedan parecer por ahora estas
especulaciones, yo me siento inclinado, y lo confieso, a buscar la solución de estos
problemas en este terreno. En el campo de las concepciones idealistas de la naturaleza,
son muchos los filósofos que han considerado que el pensamiento es la única realidad
existente, siendo el sustrato material sólo una consecuencia de aquél”.
“Lo mismo, aunque en menor grado, sucede aquí; es, por así decirlo, como si
el sueño de la persona en trance, fuera lo bastante vívido para afectar físicamente a los
objetos circundantes y producir en la realidad resultados objetivos, y para determinar
no solamente movimientos reales y permanentes de los objetos ordinarios, sino también
adiciones transitorias de partículas materiales en ciertos objetos extraordinarios, siendo
el carácter de estas adiciones suficientemente objetivo como para que sean percibidas,
oídas y vistas y probablemente hasta fotografiadas, mientras ellas perduran”.
Cuando digo que uno puede soñar que mueve un objeto físico y que éste no lo
hace en realidad sino hasta unos dos segundos después de haber soñado que lo movía,
quiero decir eso precisamente, pese a todo lo opuesta que tal afirmación pueda parecer
a las leyes que dicta el sentido común. (Quizás en el futuro pueda sondearse este
extraordinario fenómeno). El cuerpo físico se desplaza durante un sueño —esto sucede
a menudo— porque el cuerpo onírico se ha movido y la duplicación de la fuerza motriz
determina aquella reacción en el primero.
El fantasma puede yacer, por supuesto, sobre el cuerpo físico durante el sueño
y es posible que ocurran acciones duplicadas involuntarias, es decir, movimientos
nerviosos u otras acciones similares, por parte del cuerpo físico.
Es más fácil mover un objeto físico con una línea de fuerza libre, que, con el
cuerpo astral proyectado sobre la línea de fuerza, pues en el primer caso, la fuerza
motriz se halla concentrada sobre el punto en cuestión; en tanto que, en el segundo, la

503
fuerza motriz es empleada en la manipulación del cuerpo astral y en caso de que ésta
retorne al cuerpo, se difunde en toda su extensión.
Ya he mencionado varias veces la tremenda atracción magnética ejercida por
la línea de fuerza durante la interiorización. Es interesante hacer constar que esta fuerza
“absorbente” es idéntica a la fuerza que arrastra al espíritu materializado de regreso a
su lugar de origen (gabinete), y son muchos los experimentadores eminentes que han
comprobado que cualquier cosa que le ocurra a la forma materializada, incide sobre el
cuerpo del médium encerrado en el gabinete; en otras palabras, existe una línea de
fuerza entre el cuerpo físico del médium y la forma materializada.
Podría considerarse aquí la teoría de que (por lo menos en muchas ocasiones)
es el cuerpo astral del médium el que se materializa, constituyendo así un duplicado
material, pero fuera del gabinete.
En caso de que el cable psíquico que une el cuerpo astral con el físico durante
la proyección, se corte, el resultado instantáneo será la muerte. Esto es, al parecer, lo
que ha sucedido en ciertas sesiones en que el “cuerpo” fue arrebatado, lo cual demostró
terminantemente, en tales casos, que se trataba realmente del cuerpo astral del médium.
El astral no pudo, por así decirlo, volver nuevamente a su morada física. Existen
algunos casos —de los cuales se guardan noticias, según creo— de médiums que han
muerto dentro del gabinete.
Desde largo tiempo atrás conozco a un viejo ocultista, Carl Pfuhl (1895),
quien me relató que en cierta ocasión una niña que dormía en una hamaca, fuera de la
sala en que se estaba realizando una sesión de materialización, se materializó allí,
afirmando ser la hija de uno de los presentes que tenía una hija muerta de más o menos
la misma edad. Sin embargo, la forma era la de la niña que dormía en una hamaca, en
el exterior de la casa, y no se había “transformado” en modo alguno, a fin de
representar la niña que pretendía ser. Al despertarse, la niña que dormía en la hamaca
¡no sabía nada de cuanto había ocurrido!
Sabemos que el pensamiento puede actuar sobre la forma del cuerpo astral, y
es posible que algún espíritu, deseando manifestarse, imprimiera al cuerpo astral
inconsciente del médium una forma similar a la propia, hablando luego a través de la
misma. Es éste un tema, sin embargo, del que no podemos ocuparnos aquí. Ya hemos
dedicado demasiado tiempo al análisis de la duplicación de la fuerza motriz si bien no
ha sido, según creo, en balde.

La finalidad del sueño


Los términos “separación y discoincidencia” han sido usados más o menos
como equivalentes, aunque en la práctica existen ciertas diferencias de significación en
lo que se refiere a los fenómenos astrales. La entidad astral puede no coincidir con la
física y no hallarse, sin embargo, separada de ella, pese a existir un claro espacio entre
ambas. Es decir que el astral puede hallarse dos centímetros fuera de coincidencia,
ocupando los dos cuerpos todavía en sus partes correspondientes, el mismo espacio. No
obstante, estas partes no coinciden una con otra.
Toda vez que un individuo se duerme, su cuerpo astral sale ligeramente de
coincidencia, quizás sólo una fracción de centímetro, quizás un poco más. En todo
caso, nunca la coincidencia es perfecta durante el sueño, aunque ésta pueda ser
infinitésima, y no guarda una considerable relación con la capacidad para proyectarse,

504
pese a que la proyección no es sino un aspecto extensivo de la no coincidencia. Un
individuo puede ser normal, “inmune” por completo a la proyección astral, y sin
embargo su cuerpo astral saldrá noche a noche fuera de coincidencia durante el sueño.
Hereward Carrington estaba en lo cierto al afirmar: “Desde la más remota
antigüedad, se han venido exponiendo diversas teorías para explicar el sueño, pero
ninguna tuvo nunca una aceptación completa. Tenemos, así, las llamadas “teorías
químicas”, que se esfuerzan por explicar el fenómeno del sueño sobre la base de que
durante la vigilia se forman en el cuerpo ciertas sustancias tóxicas que son eliminadas
durante el sueño. Otros lo han querido explicar atribuyéndolo a las condiciones
peculiares de la circulación sanguínea en el cerebro; otros, a la acción de ciertas
glándulas; otros, a la relajación muscular; y otros, por fin, a la falta de estímulos
exteriores.
“Todas esas teorías han resultado insuficientes para explicar los hechos. En
realidad, no llegaremos nunca a una teoría explicatoria del sueño mientras no
admitamos la presencia de una fuerza vital y la existencia de un espíritu humano
individual que abandona el cuerpo en forma más o menos completa durante las horas
del sueño, de lo cual deriva un fortalecimiento espiritual, debido al abastecimiento que
tiene lugar durante su viaje por el mundo de los espíritus”.
Hay un punto en el fenómeno del sueño que no logramos comprender, “el
proceso de la inconsciencia”. Ignoramos cómo sobreviene la inconsciencia. Ignoramos
adónde se va la mente consciente. Pero sabemos, sin embargo, cuál es la finalidad del
sueño. Un individuo no podría recuperar su “energía nerviosa” si el cuerpo astral
estuviese perpetuamente conformado al físico, sin salir jamás de coincidencia. Esta no
coincidencia o discoincidencia natural, que todos los individuos experimentan, podría
llamarse “la zona del reposo”, pues no existe allí actividad de los cuerpos, salvo las
funciones naturales. Si uno pudiera ver (astralmente) a un sujeto dormido, advertiría la
forma física y sobre ésta (quizás a unos escasos milímetros de distancia), el contorno
del cuerpo astral. Téngase bien presente que sólo hablo del sueño natural.
Normalmente, el astral se desliza fuera de coincidencia y luego, nuevamente dentro de
coincidencia, sin que el sujeto lo advierta ni al dormirse ni al despertar. Tan lenta y
suave es la forma en que se desliza.
Sin embargo, puede salir de coincidencia o entrar con tal velocidad, que no es
posible hacerse una idea consciente del tiempo empleado. Los movimientos del astral
tienen lugar, generalmente, en el estado hipnagógico y, según ya dije antes, rara vez se
da cuenta de ello el sujeto; rara vez los siente, si bien a veces puede percibirlos.
Recordemos lo que Walsh expresa al respecto:
“El sueño sobreviene en forma gradual; los músculos se relajan con lentitud y
disminuye la sensibilidad de los sentidos. Mucha gente experimenta, en el momento de
dormirse, la sensación de deslizarse hacia abajo dentro de un agujero, o por una
pendiente, y a veces se despierta con un sobresalto. Estos individuos son de carácter
nervioso, aunque la fatiga o una ligera perturbación de la salud puede predisponer para
experimentar esta impresión. Es posible advertir, si se presta atención a las sensaciones
psicológicamente presentes durante el estado hipnagógico, el relajamiento de los
músculos y la impresión de hundimiento o deslizamiento que lo acompaña”.
Pues bien; si el sujeto logra mantenerse consciente hasta el último momento,
en el estado hipnagógico, podrá apreciarse la salida del astral, tal como la perciben a
menudo los individuos nerviosos o en estado de fatiga. ¿A qué se debe esto? A que el
astral entra siempre en la zona de reposo durante el sueño, a fin de cargar energía

505
universal o cósmica. En las personas nerviosas, y en los individuos dominados por la
fatiga, el “condensador” (cuerpo astral) se halla más descargado; he ahí la verdadera
explicación de la neurosis; el astral sale con mayor facilidad y rapidez, en tanto que la
consciencia se disipa un instante después, de modo que el sujeto percibe el movimiento
del cuerpo astral.
A esta altura aparece una nueva sensación discoincidente. El astral, donde se
halla la mente en realidad, a menudo experimenta la sensación de hundirse o de
deslizarse, debido a que los dos cuerpos poseen sensibilidad y el físico parece moverse
hacia abajo, en tanto que, en realidad, es el astral que se mueve hacia arriba. Claro está
que el sujeto cree hallarse en el cuerpo físico, pero la verdad es que se encuentra
algunos milímetros en discoincidencia con el mismo.
Sin duda preguntará el lector: ¿”puede ‘sentir’ el sujeto el desprendimiento del
astral durante el acto de la proyección”? Claro está que tendría que hallarse consciente
para poder conocer lo que le sucede, y en este último caso, percibiría ciertas
sensaciones que, una vez familiarizado con su significación, las podría reconocer como
“signos” del aflojamiento del cuerpo astral.
No es necesario llegar a experimentar una proyección considerable, a fin de
conocer la naturaleza de estas “sensaciones”. Será suficiente con que el sujeto ensaye,
durante el estado hipnagógico, concentrando la atención sobre sí mismo y trate de ver
lo que realmente sucede cuando el sueño se apodera de él. En otras palabras, bastará
que logre obtener el equilibrio entre la consciencia y la inconsciencia —favoreciendo
ligeramente a la primera— manteniendo la mente libre de tensiones durante todo el
estado hipnagógico, para que perciba la discoincidencia, en el instante en que el astral
ingrese a la zona de reposo. La sensación será entonces, o bien una impresión de caída
o bien la de una acumulación repentina de aire bajo el centro del cuerpo,
preferentemente bajo el estómago. Generalmente, sigue a esto una ligera repercusión
del cuerpo si el individuo se halla consciente, debido a la aparición de impresiones.
Hay otro punto todavía sobre el cual quisiera llamar la atención. Cuando el
subconsciente decide la realización de una proyección de dimensiones considerables, el
cuerpo astral cae bajo los efectos de la catalepsia. Esto puede suceder tanto durante la
coincidencia exacta de ambos cuerpos como en la zona de reposo. Si el astral se torna
cataléptico durante su coincidencia exacta con el físico, éste también se hallará en
estado cataléptico; pero si la catalepsia recién aparece en la zona de reposo, no
alcanzará al ser físico. Estas circunstancias no se producen en forma súbita, sino que
van envolviendo al sujeto casi en forma inadvertida, de modo que, si éste ha de
percibirlas, deberá ser sumamente sensible.
Cuando el sujeto experimenta la sensación de caída o de deslizamiento en el
estado hipnagógico y se sobresalta, puede suponer que se ha hallado ligeramente
consciente durante todo el tiempo; pero si se observan los cambios psicológicos
cuidadosamente, se verá que la consciencia había estado disminuyendo gradualmente
durante todo el proceso, al punto de haber desaparecido casi en el momento de
producirse la impresión de deslizamiento; luego, con el sobresalto, nuevamente retorna
la consciencia al sujeto. Y a poco que se piense en ello se admitirá que, en cierto
momento, el individuo carece de hallarse consciente. Es precisamente en ese brevísimo
instante de “inconsciencia” cuando la voluntad subconsciente impulsa al astral.

506
El control de los sueños
Muchos sueños surgen como consecuencia del estado mental predominante en
ese momento, de modo que no es difícil adquirir la facultad de soñar un sueño
determinado; a menudo sucede, en estos casos, que el sueño mantiene en movimiento
al cuerpo astral, en lugar de detenerlo en la zona de reposo. Antes de finalizar esta obra,
veremos cómo un proyector astral puede hallarse soñando y tornarse súbitamente
consciente, para encontrar su cuerpo proyectado en un medio adecuado a su sueño. A
mí me ha sucedido varias veces, y más adelante relataré las experiencias
correspondientes. De este modo, mediante cierta práctica, el sujeto puede producir un
sueño deseado a voluntad. Y digamos de paso que el control onírico es uno de los
métodos conducentes a la producción de proyecciones astrales, método por otra parte,
sumamente agradable.
Hereward Carrington se expresa en la forma siguiente al respecto: “Existe un
método práctico por medio del cual pueden obtenerse ‘sueños reales’. Es de suma
importancia, en este sentido, que el sujeto se observe a sí mismo en el momento en que
‘cae’ dormido, y que se mantenga consciente durante el pasaje a la esfera onírica. Si el
lector realiza varios experimentos en este sentido, no tardará en sentirse capacitado
para mantener un control consciente sobre sí mismo hasta el momento de caer dormido;
por otra parte, esta autoobservación —la consciencia de la transición al sueño— es en
extremo interesante”.
“Una vez aprendido esto, el sujeto deberá imaginar ante sí una escena
concreta, y mantenerla firmemente presente en su pensamiento. Luego, en el momento
en que sobreviene el sueño, todavía deberá mantener presente esta escena y en el
último instante —antes de caer dormido— transferirse a sí mismo conscientemente a
esa escena; en otras palabras, introducirse dentro del cuadro imaginado. Una vez
alcanzado este punto, el sujeto podrá imprimir una consciencia ininterrumpida al estado
onírico, conservando durante todo el tiempo, una perfecta continuidad del pensamiento;
no habrá así ningún bache en la consciencia; el sujeto se introduce en el cuadro onírico
trazado y sigue soñando conscientemente. Una vez realizado el sueño, el sujeto podrá
recordarlo perfectamente, punto por punto”.
Maravilla realmente la armonía casi perfecta de las instrucciones dadas por
Carrington para “llevar a cabo este punto”, con el método de control onírico empleado
para impulsar el cuerpo astral hacia el espacio exterior. Un paso más allá del trayecto
recorrido por Carrington, se halla la fase proyectiva del cuerpo astral hacia un punto
señalado por el subconsciente, en concordancia con el sueño formulado por la
consciencia. Más adelante, cuando el lector haya aprendido el método para provocar la
proyección astral, como así también la forma de estimular los factores positivos o
favorables para la proyección, podrá hacer que el astral se proyecte efectivamente
dentro de un sueño, recordando luego, al despertar, todo lo sucedido durante el mismo,
o bien despertándose durante el acto mismo del sueño. En ese caso, el sueño se disipará
y el lector se hallará allí proyectado.
Como se recordará, era ésta la fórmula empleada con tanto éxito por el Dr.
Van Eeden. Debe tenerse un gran cuidado, sin embargo, en la ideación del sueño; éste
debe ser completamente pensado por la mente consciente y repetidamente elaborado
antes de que el subconsciente pueda reproducirlo en consecuencia. Ahora bien; es de

507
gran importancia la naturaleza del sueño a producirse, debiendo hallarse construido
sobre la base de la actividad realizada naturalmente por el cuerpo astral durante la
exteriorización, de modo tal que la sensación implicada por el sueño, concuerde con la
producida por la actividad del espíritu, y se impida así que éste se despierte.
El sueño deberá ser, necesariamente, de naturaleza plausible, de modo que las
sensaciones provocadas por el mismo, resulten agradables al sujeto, y se hallen en
armonía con las correspondientes a la exteriorización; además, si ha de inducirse a la
separación, las sensaciones y emociones deberán ser agradables, a fin de que el espíritu
no recupere el estado consciente. Los sueños que concuerdan en la actividad y
sensaciones implicadas con las producidas por la exteriorización, tienden a proyectar al
espíritu.
La actividad significa, por supuesto, actividad del Yo en el sueño. El Yo del
sujeto debe moverse ostensiblemente en el sueño, debe participar permanentemente él
mismo y no limitarse a quedarse parado en actitud contemplativa. Si el sueño es de tal
naturaleza que se halla centrado sobre un deseo reprimido, los factores favorables a la
proyección por él puestos en acción, serán todavía más fuertes. Más adelante,
proporcionaré las indicaciones específicas para la producción de la proyección astral,
mediante el control onírico.
Las personas de “temperamento nervioso”
son las mejor capacitadas para los experimentos
psíquicos
En tanto que todo el mundo discoincide ligeramente durante el sueño, es decir,
se desplaza hacia la “zona de reposo”, los individuos de temperamento nervioso lo
hacen con mayor rapidez y facilidad, llevando su exteriorización hasta límites más
distantes que los de otro temperamento. El carácter, después de todo, tiene una gran
relación con la proyección; los tipos neuróticos, puesto que no se hallan tan firmemente
ligados al cuerpo físico, son los mejores sujetos para la proyección, si bien otros tipos
de caracteres, si no tan sensibles, no son por ello inmunes.
Hereward Carrington, que ha profundizado el estudio de todos los aspectos de
lo oculto y a quien no vacilaré en citar con toda libertad a lo largo de este estudio,
declara, al resumir las experiencias del doctor Charles Lancelin, conocido ocultista y
hombre de ciencia francés (4 de enero de 1852, Dreux, Francia - 1941): “Para la
experiencia, debe escogerse un temperamento adecuado; de no ser esto posible, el
experimento estará condenado al fracaso o a un éxito sólo parcial. El ‘temperamento’
no debe confundirse con el ‘carácter’ o configuración mental. El temperamento es un
estado psicológico producido por el predominio de un elemento, órgano o sistema del
cuerpo humano”.
“Existen cuatro tipos principales de temperamentos: nervioso, bilioso,
linfático y sanguíneo. De éstos, es el primero el más indicado para los experimentos
psíquicos de toda clase; el bilioso es el más receptivo; el sanguíneo se muestra
propenso a las alucinaciones tanto objetivas como subjetivas; en tanto que el linfático
es el menos adecuado de todos, desde cualquier punto de vista que se lo considere”.
“Claro está que el temperamento en un sujeto es, por lo general, un producto
compuesto de todos estos rasgos, que sólo raramente aparecen en estado de pureza
ideal; pero el temperamento preferentemente nervioso, es uno de los más indicados

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para estas pruebas, al igual que para todos los demás experimentos psíquicos. Ahora
bien; existe en todo momento cierto fluir al exterior de la fuerza nerviosa o
“exteriorización de la neuricidad”, tal como se denomina este fenómeno en todos los
individuos, pero en ciertos tipos de sujetos conocidos con el nombre de ‘médiums’ o
‘psíquicos’, éste logra características mucho más acentuadas. En ellos adquiere esta
fuerza tal intensidad al ser irradiada, que puede ser medida por medio de instrumentos
especialmente construidos al efecto, conocidos con el nombre de biómetros,
estenómetros, etc.”.
“Los investigadores franceses han ideado varios instrumentos de este tipo.
Todos ellos demuestran la existencia de una fuerza de repulsión, generada a un costado
del cuerpo, y otra fuerza atractiva, con origen en el otro costado. En los seres humanos
normales, estas fuerzas deben ser iguales. Cuando no lo son, suceden entonces cosas
extrañas a su alrededor. Por medio de estos instrumentos, puede medirse la potencia
relativa de estas fuerzas”.
Si bien existe, como Lancelin lo señala, un fluir hacia adentro y otro hacia
afuera de la energía o fuerza cósmica, en todos los tipos, durante las horas de la vigilia,
el fluir hacia afuera supera al fluir hacia adentro, especialmente en el tipo nervioso. De
modo que cuando sobreviene el sueño —que es el método seguido por la naturaleza
para cargar al condensador— el condensador astral se separa del cuerpo físico. Puesto
que el tipo nervioso requiere un superior abastecimiento de energía, sale de
coincidencia con gran facilidad y rapidez, proyectándose a mayores distancias que
cualquier otro tipo.

El fantasma es libre fuera de la


actividad del cable
Una vez que el astral transpone el límite de actividad del cable, se libera,
debiendo responder tan sólo a su propia voluntad. Ya no existe ninguna probabilidad de
que se produzcan excentricidades de los sentidos, inestabilidad del cuerpo, o de que
sobrevengan otras complicaciones sumamente frecuentes antes de transponer este
límite.
Estos factores perturbadores que pueblan el área abarcada por la actividad del
cable astral, no desaparecen instantáneamente, sino en forma gradual, a medida que
avanza el cuerpo; y cuando la proyección alcanza finalmente cierto punto, el cable
logra su calibre mínimo, asemejándose a un largo hilo de una telaraña; en estas
circunstancias, no se observa en él ninguna actividad.
Pese al estado aparentemente inerte o de laxitud del cordón, debe existir
necesariamente un fluir intrínseco de energía cósmica desde el astral o ser animado,
hacia el físico o inanimado; pero este fluir energético no puede compararse en modo
alguno con el intercambio anterior al pasaje del cuerpo astral, por el límite de actividad
del cable.

Proyección prolongada

509
En el tipo de proyección prolongada y a distancia, el cuerpo físico puede
adquirir un aspecto cadavérico, puesto que la energía cósmica que recibe es muy
escasa, y puede tener toda la apariencia de hallarse sin vida. En una proyección de este
tipo, la temperatura del miembro físico puede sufrir un descenso tan increíble, que sólo
resulta biológicamente comparable con el de los animales que invernan.

El proyector no puede perderse


El lector se preguntará si esta (proyección) no será, después de todo, una
práctica peligrosa. Se preguntará, por ejemplo, si no será posible que el espíritu, una
vez libre, se extravíe; o que permanezca alejado demasiado tiempo, determinando la
muerte del cuerpo físico. Por regla general, la fuerza subconsciente directriz sabe
perfectamente lo que hace, pero en este aspecto, supera con mucho a la mente
consciente. ¿Cree acaso el lector por ventura, que uno puede proyectarse al estado
libre, fuera del radio de acción del cable, estar dotado de consciencia, y rehusarse a
regresar, permitiendo así la muerte del cuerpo físico? Naturalmente, sólo a una persona
que nunca se haya proyectado podría ocurrírsele semejante idea; pero todo proyector
consciente sabe perfectamente que en caso de intentar permanecer alejado del cuerpo
físico demasiado tiempo, no tarda en perder la consciencia.
Sostengo aquí que el cuerpo astral puede proyectarse a lugares distantes y
desconocidos por un simple esfuerzo de la voluntad. Y para regresar a su cuerpo físico,
le bastará volver a emplear su voluntad en ese sentido.
Cuando menos se espera, la mente subconsciente interviene y arrastra al
espíritu instantáneamente hacia atrás, llevándolo del lugar donde se encuentra, por
distante que sea, a la zona de actividad del cable, donde es absorbido por el organismo
físico. En realidad, es la fuerza subconsciente la que traslada a grandes velocidades al
astral, llevándolo a lugares distantes y luego nuevamente de regreso al cuerpo, aun sin
pérdida alguna de la consciencia durante esos brevísimos instantes. El sujeto puede
hallarse caminando fuera del radio de actividad del cable, perfectamente consciente, y
encontrarse de pronto bajo el control subconsciente, moviéndose hacia el cuerpo físico
para interiorizarse.
De modo, pues, que el hecho de hallarse fuera del radio de actividad del cable,
con la consiguiente liberación que esto representa, no reporta gran ventaja en cuanto al
control final de la voluntad subconsciente se refiere. Quizás el lector sea de opinión que
un individuo puede disociarse de su sustento físico y vagar por algún extraño lugar del
mundo astral, y pese a hallarse consciente, carecer de la discriminación necesaria o del
sentido de orientación elemental para hallar el camino de regreso hacia la morada
material. Esto no es posible; la voluntad subconsciente puede barrer literalmente el
espíritu dentro del cuerpo físico, aun antes de haberse formulado con toda claridad, el
pensamiento de regresar. Quizás el lector crea que la mente consciente es maravillosa;
quizás crea que es capaz de pensar y actuar con rapidez; pero una vez que se ha
experimentado la proyección consciente en el cuerpo astral, se comprende que
comparada con la rapidez de acción de la superinteligencia subconsciente, la de la
mente consciente es lo que el paso del caracol al vuelo de un pájaro. Todo aquel que
quiera iniciarse en la práctica de la proyección del cuerpo astral, puede abandonar
desde ya sus temores de extraviarse.

510
Como se reabastece el cuerpo físico
durante la proyección
He comprobado en diversas ocasiones que mientras uno se halla en estado de
libertad -ya sea por las inmediaciones del cuerpo físico o a gran distancia de éste-
puede ser enviado de vuelta dentro del radio de actividad del cable a intervalos, y de
inmediato el organismo físico comienza a respirar en forma más acelerada. Es evidente
que el subconsciente no descuida un solo instante la condición del organismo material
y que el condensador de energía cósmica —el espíritu— es arrastrado de regreso, para
abastecer al físico a través del cable, que siempre aumenta de tamaño al acercarse a su
contraparte física, dando más vigor a su línea de fuerza.
En su libro Higher Psychical Developmnet, dice Carrington: “El problema de
la proyección del cuerpo astral es su vital importancia, pues, en primer lugar,
constituye uno de los fenómenos psíquicos más interesantes, y, en segundo lugar,
representa la meta final de las tres escuelas: la Yoga, la Ocultista y la Psíquica. Todas
ellas se esfuerzan por arribar a resultados más o menos similares, pero valiéndose de
distintos medios, y lo logran con diferentes grados de autoconsciencia”.
“Cuando el yogui ha alcanzado el grado de perfección en que puede proyectar
su cuerpo astral a voluntad, es capaz entonces de recorrer grandes distancias y ver y
escuchar hechos distantes, lo cual explica el extraordinario poder de los hindúes de
conocer las cosas que ocurren a grandes distancias; esto permite también el entierro
voluntario durante largo tiempo y otras experiencias similares, pues en esas ocasiones
el astral se encuentra alejado del físico”.
“Ausente el cuerpo de sensaciones, el físico se limita a conservar sus
funciones vegetativas, en la medida suficiente para permanecer viviendo. Y, de acuerdo
con esta teoría, el cuerpo físico es sustentado por una continua corriente vital,
proveniente del cuerpo astral, que le llega a través del cable astral, vínculo éste que
comunica a ambos seres; y una vez que el yogui vuelve en sí, saliendo del estado de
trance, afirma recordar las experiencias que ha vivido durante el tiempo en que
permaneció enterrado, ‘muerto’ aparentemente para el mundo exterior”.
En su meritorio trabajo, My Experiennces While Out of My Body (Mis
experiencias fuera del cuerpo), dice Cora Lodencia Verónica Scott (Médium - 21 de
abril de 1840, Nueva York, Estados Unidos - 3 de enero de 1923: “Adquirí consciencia
de ser conducida hacia donde la forma terrena estaba todavía respirando, de ser
protegida y animada por un espíritu guardián y por fieles amigos de la vida humana”.
Según esto (y así es) existen amigos en el reino de lo invisible que pueden
prestar -y a veces prestan, efectivamente- una inestimable ayuda al médium
proyectado.
Sin embargo, existe una contradicción en el testimonio de la señora Richmond
y es ello que aparentemente el espíritu guardián le infunde “aliento” al cuerpo
inanimado. Nosotros sabemos que la fuerza reguladora de la respiración es transmitida
desde el cuerpo astral hacia el físico, a lo largo del cable. Animar al cuerpo terreno,
infundiéndole vida, es la finalidad esencial del cordón astral.
Existen, si, en el mundo de lo invisible, amigos capaces de prestar ayuda. Esto
no puede ponerse en tela de juicio. Pero tampoco puede dudarse que la capacidad de

511
respirar procede del cable astral. Probablemente la señora Richmond se sintió inclinada
a afirmar lo contrario al contemplar a un amigo reclinado sobre ella. La exteriorización
astral no depende en absoluto de los “espíritus”, pese a que éstos puedan ayudar en
ciertas circunstancias. La proyección puede tener lugar sin que haya un solo mortal o
espíritu próximo a la forma física. La fuerza que todo lo gobierna yace en el propio
individuo.
Es evidente que la señora Richmond dio por sentado que el espíritu guardián
era el responsable del proceso respiratorio. Ya hemos visto cómo, durante el estado
libre de la proyección, el espíritu era arrastrado a su morada original, a intervalos, para
el reabastecimiento del organismo físico. Un examen más detenido de las experiencias
de la señora Richmond revela el hecho de que, después de todo, ella también conocía la
existencia de esta línea de fuerza tendida entre ambos cuerpos, puesto que en otro lugar
de su obra declara: “Estos llamados a la atención y las fugaces visitas al cuerpo eran
sumamente breves, apenas lo suficiente para mantener encendida la llama vital”.
El principiante que se lance a la práctica de esta operación, no debe olvidar
nunca que la superinteligencia autora del aparente milagro, se halla dentro de él mismo.
No debe creer en ningún momento ni por razón alguna, que al practicar una proyección
astral está colocando su vida a merced de una inteligencia consciente ajena a su propio
ser -ya sea espíritu o mortal- si bien deberá mostrarse agradecido por cualquier ayuda
exterior que pueda recibir.
Es la superinteligencia que alienta en su interior, la que gobierna la situación,
y si el sujeto llega a formarse la idea de que debe depender de otras fuerzas ajenas, no
es difícil que nunca logre su propósito. Si se quiere obtener algún resultado positivo, no
deberá buscarse el camino fuera de uno mismo, sino en su interior.

¡Solo durmiendo!
Claro está que, como en todas partes, también aquí hay excepciones; pero no
es en las excepciones sino en la regla general donde debemos apoyar nuestro
comportamiento. En efecto, pese a que el subconsciente conserva, casi
invariablemente, su poder durante la proyección, siempre hay un margen abierto para
las complicaciones. La inteligencia que gobierna el proceso puede incurrir
ocasionalmente en errores, si bien esto sólo sucede bajo la influencia de agentes
extraños.
De este modo, si ha habido casos de médiums que han encontrado un fin
lamentable, incluso la muerte, sólo ha sido por el imperio de circunstancias
excepcionalísimas. Se afirma que Cora L. V. Richmond ha logrado permanecer
proyectada en el astral durante varios días. Hamid Bey “el más joven de los faquires
egipcios”, cuyas maravillosas demostraciones del poder de la mente sobre el cuerpo
asombraron al mundo occidental, se ha sometido a varios y prolongados entierros
públicos.
En Atlanta, California, permaneció enterrado durante una hora; tres horas en
Englewood, New York; siete horas en San Diego, California, etc., —sin la protección
de féretro alguno, esto es, cubierto directamente por la tierra— en presencia de
numerosos periodistas escépticos. En su oportunidad, la prensa publicó todos los
detalles de estos entierros, y cualquier lector interesado puede consultarlos.
Aunque estas pruebas pueden parecer casi inconcebibles al espectador medio,
en Oriente no son nada raras y los viajeros que han recorrido la India, Egipto y otros

512
países orientales, han dado testimonio de cientos de casos semejantes. Muchos de estos
entierros fueron realizados en circunstancias óptimas, siendo vigilado todo el proceso
por testigos escépticos.
Hace algunos años, fue enterrado un célebre faquir oriundo de la provincia de
Lahore, India, por el término de treinta días, bajo la vigilancia del príncipe Ranjeet
Singh y de Sir Claude Wade. El faquir fue colocado dentro de una bolsa —mientras se
hallaba en estado cataléptico— que fue atada firmemente. Luego se colocó la bolsa en
una caja, herméticamente cerrada, quedando sus llaves bajo la custodia del General
británico.
A continuación, se depositó la caja en un nicho de ladrillos, sellándose la
puerta con el sello de su majestad Ranjeet Singh; se destacó, finalmente, una guardia de
soldados ingleses, para vigilar el nicho día y noche. Al cabo de los treinta días, se abrió
el nicho, se sacaron los cerrojos de la caja y se desató la bolsa —todo estaba
exactamente en el mismo estado en que se había dejado— y el faquir, en extremo
consumido, pero todavía con vida, fue resucitado por sus amigos.
Si las proyecciones de este tipo, no estuvieran perfectamente gobernadas por
una inteligencia omnisapiente, el cuerpo no podría pasar una prueba semejante si se da
el caso de la intervención de algún factor inesperado, de tal modo que el cuerpo astral
no pudiese retornar periódicamente.
No existe ninguna prueba que indique que aquellos que volvieron “a la vida”
hubieran estado realmente en el plano astral. Pero no es necesario remontarnos a los
tiempos bíblicos para encontrar ejemplos de personas que, tomadas erróneamente por
muertas, fueron luego milagrosamente resucitadas. Todas las generaciones han sido
testigos de casos semejantes. Por esta razón existió, en otra época, la costumbre en
Francia, de trasladar los cuerpos de aquellas personas declaradas muertas a la morgue,
donde debían permanecer bajo vigilancia un tiempo determinado, antes de practicarse
el sepelio. Se confiaba así en eliminar el peligro de los entierros prematuros.
No hace muchos años tuvo lugar un curioso funeral en la pequeña ciudad de
Iowa. La víctima yacía en el recinto de la iglesia, donde se le tributaban los homenajes
póstumos, y mientras sus deudos contemplaban por vez postrera sus despojos mortales,
comenzó a emanar un hilo de sangre de la nariz del cadáver. Y un instante después, la
presunta muerta tornaba nuevamente a la vida.
Todo esto está directamente relacionado con los fenómenos astrales. Toda vez
que el cable astral se separa del cuerpo físico, ese cuerpo inicia su rápido viaje de
retorno al polvo de donde vino.
Lo que se ha dicho en los párrafos anteriores con respecto a la proyección, no
debe provocar el menor recelo en el principiante que desee practicar metódicamente la
proyección astral. La probabilidad de que la voluntad subconsciente se “equivoque” es
realmente insignificante.
Las enfermedades graves, que de por sí ponen en peligro la vida, son la causa
común de los pocos resultados desgraciados de que se guarda noticia; y en estos casos,
la proyección tiene lugar involuntariamente. Como puede verse, si bien la enfermedad
es un estímulo para la proyección del cuerpo astral, el sujeto que quiera realizar una de
proporciones considerables, no debe hallarse en estado excesivamente por debajo de lo
normal.

513
Lugar en que la “línea de fuerza” astral
hace contacto con los cuerpos
Las opiniones de los principales autores que han tratado este tema, parecen
hallarse divididas en lo referente al punto de contacto entre la “línea de fuerza” astral y
los cuerpos. Sabemos, o por lo menos debiéramos saber, que pueden ser tan atípicas las
condiciones involucradas en cada caso, tan diferentes los individuos y tan diversos y
entremezclados los grados de materia, que algunos experimentadores arriban,
naturalmente, a conclusiones completamente opuestas a las de otros, Un autor sostiene
que el cable astral está adherido al cuerpo físico a la altura del plexo solar, situado
detrás del estómago. Otro afirma que el lugar de contacto se halla en la parte inferior de
la frente, entre los ojos. Y hay otros aun (parecen ser la mayoría) que sustentan la
opinión de que el punto de contacto se halla en el bulbo raquídeo. Por mi parte,
comparto esta última opinión y creo que las pruebas que la abonan son incontrastables.
Si pueden por lo tanto defenderse todas aquellas opiniones, el conflicto estará
reducido al plano teórico o, mejor dicho, a la polémica personal entre sus defensores;
pero lo cierto es que el cable puede partir de cualquiera de los centros vitales del
cuerpo. Un famoso investigador de estos problemas, cuya palabra es de inapreciable
valor y que no tiene igual en el mundo del ocultismo, es un entusiasta defensor de la
teoría de que el cable astral tiene su punto de contacto con el cuerpo físico en el plexo
solar. Pero, si esto es cierto, ¿dónde se comunica con el cuerpo astral? ¿también a la
altura del plexo solar del cuerpo proyectado? Sin duda que, de ser así, el proyector
astral consciente deberá hallarse en serias dificultades mientras permanece dentro del
radio de acción del cable...
He aquí lo que yo sé a través de mi experiencia: Nunca vi que el cable hiciera
contacto con el cuerpo físico a la altura del plexo solar, pero sí he observado que puede
hacerlo en la parte anterior, en la posterior y en los costados de la cabeza. En mi caso
particular, el extremo astral ha estado invariablemente adherido al bulbo raquídeo.
Quizás suceda que aquellos experimentadores que defienden al plexo solar como punto
de contacto se valgan, a ese efecto, de la sugestión durante las etapas iniciales de la
proyección astral.
Sea ello como fuere, hay una razón concreta para que el cable astral pueda
partir de puntos diferentes de la cabeza física, y es ella la posición ocupada por el
cuerpo físico en el momento de la proyección. Entonces, si los cuerpos astral y físico
coinciden, y según sea la posición en que se halle el cuerpo físico, tal será la del astral.
Si el físico se halla de espaldas en la posición horizontal, el astral emerge también de
espaldas. En este caso, el cable astral saldrá del físico a la altura de la frente, entre los
ojos, haciendo contacto con el astral en la nuca en la región del bulbo raquídeo. Cabe
agregar que ésta es la posición ideal para la proyección.
Por el contrario, si el físico se hallara boca abajo en posición horizontal, el
cuerpo astral emergería también boca abajo. En este caso, el cable astral saldría de la
nuca del cuerpo físico, para insertarse directamente en el bulbo raquídeo del astral. Si
uno se halla dotado de consciencia durante una proyección de este tipo, podrá sentir al
cable astral curvado sobre su cabeza, como una especie de manguera elástica, pulsando
regularmente.

514
Hace muchos años tuve la siguiente experiencia que ilustra este punto:

Girando en el Aire
La primera percepción de que fui consciente en esta oportunidad, fue la de que
mi cabeza era arrastrada hacia abajo, hasta apoyarse el mentón sobre el pecho y de que
algo me golpeaba blandamente sobre la nuca. Un instante después me hallaba
plenamente lúcido en el astral, descubriendo que algo tiraba hacia abajo, en efecto, de
mi cabeza, y que el mentón estaba realmente apoyado sobre el pecho.
Los golpes que sentía en la cabeza se debían a las pulsaciones del cable astral.
En esta forma, pues, me hallaba yo en el aire, precisamente debajo del cielo raso de la
habitación. Era incapaz de todo movimiento voluntario y una sensación de opresión
parecía sofocarme. Mi cuerpo físico se hallaba acostado boca abajo y en esta misma
posición me hallaba yo ahora en el astral; era, pues, la “línea de fuerza” astral la que
tiraba mi cabeza hacia abajo; podía sentir su acción con tanta claridad, como si se
hubiera tratado de un segmento de manguera atado a la nuca del cuerpo astral que,
pasando por encima de la cabeza, hubiera tirado de ella con fuerza, obligándola a
doblarse sobre el pecho.
Esta experiencia me convenció en forma concluyente de que el cable astral se
inserta siempre en la región del bulbo raquídeo del astral, pues en ninguna otra
oportunidad hubiera sido más conveniente otro sitio para su inserción. No obstante,
también en este caso, el contacto tuvo lugar en el punto mencionado, lo cual no era, por
cierto, una disposición ideal.
Durante algunos instantes permanecí en esta posición; luego advertí que
comenzaba a darme vuelta lateralmente sobre mí mismo. Por un momento creí que mi
cabeza iba a ser separada del cuerpo. El movimiento de rotación continuó, hasta que
finalmente me encontré acostado en el aire con la espalda hacia abajo. Una vez
terminada esta operación, la fuerza rectora comenzó a mover los pies hacia abajo y la
cabeza hacia arriba hasta colocarme en la posición erguida. Por qué la inteligencia
subconsciente juzgó necesario hacerme girar sobre mí mismo en el aire antes de
completar la proyección, es cosa que ignoro.
Al producirse la interiorización, tuvo lugar el mismo proceso, pero en el
sentido inverso. Primero pasé de la posición vertical a la horizontal, situándome en un
punto directo encima del cuerpo físico. Este movimiento tuvo lugar, cuando todavía me
hallaba de cara al techo. Entonces volví a girar sobre mí mismo y descendí lentamente
(boca abajo) dentro del organismo físico que estaba acostado en la cama, también boca
abajo. Si hemos de considerar típica esta experiencia, debemos concluir forzosamente,
que la posición horizontal de espaldas es la ideal para la proyección.

Los Cuatro Cerebros del Hombre


Claro está que el punto de contacto entre el cable astral y la cabeza, y el punto
en que aquél termina realmente, son dos cosas distintas. Al proyector puede parecerle
que el cable se halla centrado en el bulbo raquídeo, en la parte anterior o a un costado
de la cabeza física, según el lado que hubiera quedado hacia arriba en el momento de la
proyección. No obstante, todo esto podría ser pura apariencia, terminando el cable, en

515
realidad, dentro de la cabeza, en la glándula pineal; por ahora, no sabemos lo suficiente
para decidir lo contrario.
En el cuerpo existen cuatro grandes centros nerviosos o psíquicos —los cuatro
cerebros del hombre, como se los llama a veces— el cerebro propiamente dicho, el
cerebelo, el bulbo raquídeo y el plexo solar. Fuera de estos centros, también tenemos la
glándula pituitaria y la glándula pineal. Puesto que la proyección del cuerpo astral
depende en cierta medida de la concentración en uno o más de estos centros, los
examinaremos rápidamente.
El cerebro, dividido en dos hemisferios, constituye la parte anterior de la masa
encefálica, dentro del cráneo. El cerebelo se encuentra ubicado detrás y debajo del
cerebro. Ambos se hallan unidos por un corto pedúnculo, conocido con el nombre de
pedúnculo cerebeloso. El plexo solar (cerebro abdominal) se halla en el abdomen,
detrás del estómago. De naturaleza compleja, se compone de un material semejante al
de los otros dos grandes centros nerviosos.
El bulbo raquídeo es un ensanchamiento del extremo superior de la médula
espinal, que, extendiéndose en el interior del cráneo, está situado debajo del cerebelo.
Este consiste en una serie de divisiones y ramales de los ganglios vinculados con los
dos centros vitales vecinos. Se sabe perfectamente que en el bulbo raquídeo se
encuentran ciertos nervios que controlan la función respiratoria. El lector juzgará por sí
mismo si es éste o no un punto ideal para la inserción de la “línea de fuerza” astral, a
fin de transmitir el “aliento” vital.

La glándula Pineal
Situado dentro del cerebro se encuentra un órgano muy particular, la glándula
pineal, que, hasta hace pocos años, constituyó una fuente de misterios, pese a que los
orientales han proclamado, desde antiguo, la significación de esta glándula en su
relación con lo oculto. La glándula pineal, aparte de su importancia fisiológica, es
reconocida actualmente por gran número de estudiosos occidentales de la ciencia
psíquica, como el punto de contacto entre los mundos físico y espiritual.
Swami Bhakta Vishita afirma: “La glándula pineal es una masa de sustancia
nerviosa ubicada dentro de la masa encefálica, cerca del centro del cráneo,
directamente encima casi, de la espina dorsal. Tiene la forma de un pequeño cono y es
de color rojo grisáceo. Situada frente al cerebelo, se halla unida al tercer ventrículo del
cerebro.
“Contiene una pequeña cantidad de partículas arenosas, por lo cual se las
conoce con el nombre corriente de ‘arena cerebral’. Su nombre científico proviene de
su forma, semejante a la de una piña. Los ocultistas orientales sostienen que la glándula
pineal, con su peculiar disposición de los corpúsculos nerviosos y sus diminutos
granitos de arena cerebral, se halla íntimamente vinculada con ciertas formas de
transmisión y recepción de las ondas mentales.

La glándula Pituitaria
La glándula pituitaria, situada delante y debajo de la glándula pineal, es otro
órgano al que se le atribuye significación oculta. Existe un vínculo entre ambas

516
glándulas, sobre el cual actúa, según se afirma, una fuerza sutil. El doctor W. H.
Downer declara al respecto:
“Los movimientos moleculares en la glándula pineal son la causa de la
clarividencia espiritual, pero para lograr que esta clarividencia ilumine todos los
campos del universo, las luces emanadas de la pituitaria deben unirse a los fuegos de la
pineal, y esta unión representa la conjunción del sexto y el séptimo sentidos en uno
solo o, en otras palabras, significa que la consciencia del individuo se halla tan
inspirada, que las esferas magnéticas de la mentalidad superior y del sentido espiritual
superior se hallan conjugadas”.
Si se tienen en cuenta las importantes funciones de todos y cada uno de estos
centros vitales, fácilmente se comprenderá que no habría peligro en afirmar que el
cable astral puede transmitir el “aliento” de vida a cualquiera de ellos, durante la
proyección del espíritu, como así también que, en esta forma, la energía estaría
adecuadamente distribuida; en efecto, el sistema nervioso completo se halla en
armonía, unas partes con otras, en toda la extensión del organismo físico.
Algunos autores han comprobado que la concentración en la glándula pineal
(el pensamiento adecuadamente concentrado, por supuesto) facilita la proyección del
cuerpo astral, y parece estar fuera de toda duda que la concentración del sujeto en un
punto determinado, genera siempre una línea de fuerza en ese punto. La fuerza no es
generada por el centro nervioso físico, sino que éste es puesto en marcha por aquélla.

La energía cósmica
Ninguno de los centros vitales mencionados en los párrafos precedentes, son
capaces de crear fuerza alguna; sólo son distribuidores, rectificadores, transformadores;
son los complicados mecanismos materiales, de que se sirve la energía vital para poder
actuar. El hecho de que el cuerpo físico pueda ser destruido, no implica que haya de ser
deshecha también la fuerza que descansa detrás de ese cuerpo, del mismo modo que la
rotura de una lámpara eléctrica no destruye la energía que la hace funcionar.
Es interesante destacar el hecho de que algunas personas a quienes se les han
extraído ciertas partes del cerebro, no manifestaron perturbación alguna. Gustav Geley
(Médico francés e investigador psíquico - 14 de julio de 1865, Montceau-les-Mines,
Francia - 4 de julio de 1924), en su libro “From the Unconscious to the Conscious”
(Del inconsciente al consciente), cita muchos casos de este tipo, ocurridos en Francia
durante la guerra; en su mayoría, se tratan de operaciones quirúrgicas practicadas a
soldados que habían recibido lesiones graves.
Los fisiólogos no creen que la energía vital —consciencia, sensibilidad, fuerza
motriz— pueda existir con independencia del organismo físico, en la creencia de que el
cuerpo material es el generador de la energía. La principal razón que sustenta esta
teoría es el simple hecho de que no puede probarse que el cuerpo físico no la genere.
Pero tampoco puede probarse que el cuerpo físico sea su fuente creadora; por lo tanto,
esta teoría carece de fundamento.
El cuerpo físico librado a sí mismo, no puede siquiera retener la energía vital,
puesto que ésta se halla acumulada en el condensador astral, y pasa al físico durante la
proyección, mediante la línea de fuerza, desembocando en un centro vital del
organismo físico. Estudiar los fenómenos astrales —incluso la propia vida— sin
considerar primero la energía que se encuentra detrás de todos ellos, sería como

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edificar una casa sin cimientos, o como estudiar las aplicaciones eléctricas sin conocer
la fuerza que las posibilita.
Quizás el lector nunca se haya detenido a pensar que la energía que utiliza es
cósmica, que se encuentra presente en todas partes y que no es generada por el
organismo, sino absorbida y condensada por éste a través del cuerpo astral, el cual,
como ya hemos visto, se reabastece durante el sueño, completando así una
importantísima función. Se comprenderá también que la alimentación y la dieta
constituyen un factor de peso en el fenómeno de la separación del cuerpo astral.
La creencia corriente sostiene que la energía es generada por el cuerpo y que
comer “tantos” alimentos producirá “tanta energía”. Sí esto fuera cierto, nada sería más
fácil que reemplazar el sueño con alimentos, de modo que no bien nos sintiéramos
cansados, débiles o enervados, bastaría ingerir más alimentos, para que la fatiga se
disipara como por encanto. Además, si tal teoría fuera cierta, cuanto mayor fuese la
cantidad de alimentos ingerida, tanto mayor sería la energía generada; pero las
investigaciones científicas han demostrado que atiborrar de comida a un inválido, no
hace sino agravar su situación. El alimento es materia, al igual que el cuerpo físico y, si
abastece a éste, es sólo gracias a la fuerza cósmica que lo anima, y no porque produzca
energía por sí mismo.
N. del E.: Me gustaría recordar y agregar aquí que Hereward Carrington y
Sylvan J. Muldoon escribieron estas notas alrededor de 1930 – 1940, dato no menor a
la hora de compararlas con los avances científicos hoy en día. Es mi decisión entonces
plasmar sus comentarios y experiencias con el fin de aportar otros puntos de vista a los
del sr. Robert Bruce, y que el lector discierne y bascule sacando sus propias
conclusiones.

El ayuno acrecienta el ingreso


de energía cósmica
De las tres fuentes de la energía, es el sueño la más importante; nada más fácil
de comprobar que si pudiéramos beber, comer y respirar en forma adecuada,
dormiríamos menos, reteniendo todavía la cantidad de energía necesaria, y que, si
durmiésemos más, no necesitaríamos realizar el consumo habitual de alimentos.
Y ésta es una de las razones por las cuales el ayuno actúa favoreciendo la
proyección astral. En efecto, a medida que avanza el ayuno, se elimina una de las
fuentes secundarias de energía, por lo cual, y a fin de retener en el sistema la cantidad
de energía necesaria, el cuerpo astral es proyectado por la noche a mayores distancias,
fuera de coincidencia, de modo tal que puede cargar una mayor cantidad de energía
cósmica, para compensar la pérdida. Esta es la razón que explica por qué la gente
puede sobrellevar largos ayunos sin experimentar pérdidas de energía y hasta, en
ciertos casos, aumentarla.
Dirán algunos: ¿”Cómo es posible que el paciente retenga la misma cantidad
de energía, siendo que durante el ayuno no duerme más tiempo que antes”? En otras
palabras: ¿cómo es posible que el sujeto capte más energía durante el ayuno, mediante
el sueño, que, en épocas normales, durmiendo el mismo número de horas? Pues bien;

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esto se explica fácilmente, pues la suma de energía cargada no depende de la duración
del sueño, sino de la distancia alcanzada por el cuerpo astral en su separación.
Recuérdese que el cuerpo astral discoincide con el físico durante el sueño, con
el fin de cargar energía, y cuanto más lejos del cuerpo físico se proyecte, tanto mayor la
facilidad con que condensa la fuerza cósmica. Podemos ver, pues, en esta forma, la
relación existente entre el ayuno y la proyección astral. Cuanto más profundo sea el
sueño, más inactivo se hallará el cuerpo (o lo que es lo mismo, más incapacitado) y
tanto mayor será la distancia alcanzada por el ser astral en su exteriorización. Es ésta la
razón por la cual, en el sueño hipnótico, el sujeto puede obtener, en un breve espacio de
tiempo, los mismos beneficios que en un lapso mucho más largo de sueño natural.
N. del E.: Aquí se plantea la discordancia entre sueño profundo y distancia
entre el cuerpo astral y el carnal. Dentro de los límites de mi humilde entender, Sylvan
J. Muldoon confunde capacidad de concentración de energía con respecto al
aletargamiento oscuro y hasta ahora desconocido de la mente en dormancia. No creo
que el aumento o disminución de la distancia de separación del cuerpo astral tenga
injerencia absoluta en la capacidad de retención de la energía.
Hace ya mucho tiempo que los orientales conocen el valor de esta fuerza
cósmica. Ellos la llaman “prana” y, según definición de Swami Bhakta Vishita es:
“una forma de energía sutil que interpenetra el universo, pero que en el organismo de
los seres humanos se manifiesta bajo una forma especial. Esta fuerza sutil o prana es
susceptible de ser transmitida, según se afirma, de un organismo a otro y constituye,
asimismo, la fuerza energética por medio de la cual pueden producirse muchos
procesos ocultos y fenómenos ligados a lo oculto.
“El prana se halla estrechamente vinculado con el ‘magnetismo humano’ de
los ocultistas occidentales, y las propiedades que a este último se atribuyen no son sino,
en realidad, las mismas que los orientales han venido considerando desde siglos atrás
como las cualidades esenciales del prana; de este modo, se observa un acuerdo de
fondo entre las escuelas ocultistas de oriente y occidente, pese a las diferencias en la
terminología”.
Esta energía cósmica posee muchas facultades. Una de ellas es la de “curar”.
Todo enfermo que se cura, sólo se cura merced a la energía cósmica. La medicina, la
quiropráctica, la Christian Science y todos los demás métodos curativos similares
dependen, para su eficacia, del prana. Lo que más puede realizar un método curativo,
es ayudar. En caso de enfermedad, si el paciente efectúa un ayuno, no sólo asiste en
esta forma a eliminar las toxinas del cuerpo, sino que también se potencia
automáticamente el ingreso de energía cósmica, de energía curativa.
El más ilustre perito americano en Yoga, Hereward Carrington, afirma en su
Higher Psychical Development que: “Los hindúes poseen todo un notable sistema de
fisiología... Ellos afirman la existencia de ciertos portadores de energía, los nadis.
Existen en número de setenta y dos mil, y cada uno de ellos posee múltiples
ramificaciones.
“Si se toma un escalpelo y se practica una disección del cuerpo humano, no se
hallarán, sin embargo, estos centros. A lo cual responden los hindúes: ‘¡Ah!, pero no
están compuestos de materia física sino astral, por lo que quien practica la disección, si
no posee ningún sentido astral, no puede verlos.’ Estos portadores de energía son los
centros de almacenamiento del prana, como así también su principal medio de
circulación”.

519
Un poco más adelante, en el mismo libro, encontramos lo siguiente: “Los
médicos nos dicen que necesitamos más sueño, generalmente, alrededor de ocho horas.
Si dormimos ocho horas por día, esto significa que nos pasamos la tercera parte de la
vida durmiendo. Realmente, parece un derroche. Los hindúes razonan entonces: ‘¿no
será posible evitar parte de este derroche? ¿no será posible alcanzar un estado en que el
sueño ya no sea necesario?’ Siguiendo punto por punto ciertos ejercicios (que
Carrington explica detalladamente) se llega finalmente a reducir en forma considerable,
las horas de sueño.
En la práctica, hallamos que la curva del sueño describe la siguiente
trayectoria: “Empezamos con lo que se llama ‘umbral de la consciencia’; éste se hunde
cuando caemos dormidos, para luego elevarse gradualmente una vez más; de este
modo, inmediatamente después de haberse quedado dormido, el sujeto se encuentra en
el punto más profundo, ascendiendo luego gradualmente desde ese punto hasta el
momento del despertar.
El problema es éste. ¿No será posible profundizar esa curva, de modo de
alcanzar un sueño más profundo, necesitando un menor número de horas? Los hindúes
afirman haber alcanzado un método para profundizar artificialmente el sueño,
reduciendo su duración; en occidente hemos hecho algo similar por medio del
hipnotismo”.
Todo esto guarda relación directa con el tema que venimos estudiando, es
decir, la proyección astral. Creo que es ésta la primera vez que alguien afirma que el
cuerpo astral discoincide durante el sueño, a fin de reabastecerse de energía, y que la
profundidad del mismo, como así también la cantidad recuperada, dependen de la
distancia que separa al astral del cuerpo físico; es decir, que a una mayor distancia de
separación corresponde un mayor ingreso de energía cósmica o prana, en el astral.
Pero, ¿no nos muestra todo esto en forma convincente, que cuanto más débil
sea un individuo, tanto más fácil le será efectuar proyecciones de proporciones
considerables? Vuelvo a insistir en que pese a lo que puedan sostener otros autores, el
estado patológico constituye un factor positivo para la proyección astral. Por mi parte,
no me alcanzan las razones que puedan oponerse a esta teoría, si bien me apresuro a
conceder que es mucho más peligrosa la práctica de proyecciones prolongadas o a
distancia, cuando el estado de salud del organismo se halla resentido.
No se entienda de lo anterior, que es mi propósito aconsejar la producción
intencional de un estado patológico para favorecer la proyección. Sólo quiero dejar
bien sentado que no es posible afirmar que la salud sea un factor necesario en el arte de
la proyección astral. Si tal fuera cierto, cuanto más próximos nos hallásemos a la
muerte (y más debilitados nos encontráramos), tanto más difícil nos resultaría morir
(alcanzar la proyección permanente). Claro está que el sentido común se niega a
admitir semejante afirmación.
Otra creencia muy difundida es la de que “quemamos” nuestra energía. Pero
lo que realmente hacemos es exteriorizar nuestra energía; es decir, que la energía
neural pasa al exterior del cuerpo astral. En los individuos de temperamento neuronal,
esta proyección exterior es sumamente marcada y ésa es la razón de que el individuo
sea neurótico. Creo haber dicho ya que este pasaje de la energía al exterior puede ser
medido por medio de ciertos instrumentos. Si se pudiera eliminar el excedente de la
energía exteriorizada por un sujeto neurótico, éste dejaría de serlo. Es fácil comprender
que las personas de temperamento nervioso necesitan un mayor reabastecimiento
durante el sueño, que los individuos de otro temperamento. Existen cierto tipo de

520
ejercicios y posiciones corporales que tienden a exteriorizar la energía cósmica, en
tanto que el tipo opuesto tiende a interiorizarla. Se ha comprobado que el miedo
determina la intoxicación del torrente sanguíneo casi en forma instantánea. A ello se
atribuye pues, que una persona se debilite cuando es presa del miedo.
Pero veamos por qué nos desfallece el miedo (y es esta la primera vez que se
sustenta una teoría de este tipo): el miedo provoca la marcha hacia el exterior de la
energía neural, debilitando automáticamente a la víctima. No hay ningún agente capaz
de exteriorizar la energía nerviosa en forma tan completa y rápida como el miedo. Si
fuera cierto aquello de que la energía es “quemada”, no sería posible explicar los
estados de “enervación instantánea”, como cuando el miedo hace presa de nosotros. La
energía es omnipresente e indestructible: no es generada ni consumida, en su lugar, es
interiorizada y exteriorizada, siendo su lugar de condensación el cuerpo astral.
Cuando el sujeto se halla proyectado conscientemente en el cuerpo astral,
puede observar esta energía neural; en efecto, es perfectamente posible observar su
color y su condensación en los cuerpos de otros sujetos. Es luminosa, a semejanza de
una luz blanca. Es esta energía la que confiere al ente astral su aspecto fosforescente.
Son los destellos de esta energía condensada, los que forman la estela a espaldas del
fantasma, cuando éste se mueve con la velocidad intermedia.
Aunque el resplandor de la energía neural puede verse a lo largo del cuerpo
completo, ésta se condensa principalmente en el centro del mismo. Alcanza su mayor
luminosidad en la región del plexo solar. Yo he podido comprobarlo varias veces.
Andrew Jackson Davis solía decir que él siempre veía el sistema nervioso en el interior
del cuerpo como si estuviera lleno de luz.
Yo soy de opinión, fundada en la observación astral, de que el gran centro de
almacenamiento de la energía condensada se halla, en los seres humanos, en la región
del plexo solar. También existen algunos hechos fisiológicos que parecen corroborar
esta afirmación. Ya he dicho que el miedo provoca la exteriorización instantánea de la
energía neural. Pues bien, es un hecho comprobado que siempre experimentamos los
efectos del miedo con mayor intensidad en el plexo solar. El proyector astral en estado
consciente, puede percibir la energía neural.

La consciencia consume energía


La consciencia (el estado de simple vigilia) disipa energía, exactamente del
mismo modo en que la consume cualquier actividad. Un individuo puede permanecer
sentado o en posición horizontal, completamente inmóvil, en estado consciente, y, sin
embargo, consumir energías. He aquí un hecho que es importante tener siempre
presente: aunque el cuerpo astral se reabastece cuando sale de coincidencia con el
físico, o se separa del mismo, la inconsciencia es necesaria, a fin de cosechar el mayor
beneficio en la operación de reabastecimiento.
Si el sujeto proyecta el astral y se mantiene consciente todo el tiempo, no
logra recargar el cuerpo astral; la inconsciencia es un factor tan necesario como la
separación. Personalmente observé muchas veces que, después de experimentar una
proyección enteramente consciente, me sentía, tras coincidir nuevamente con el físico,
más fatigado que al salir del cuerpo. Y, por el contrario, comprobé muchas veces que
cuando se trataba de una proyección inconsciente (es decir, cuando la consciencia
recién aparecía en el acto de la interiorización, lo cual me daba la pauta de que había

521
estado proyectado) me sentía, a mi regreso al cuerpo físico, lleno de un nuevo vigor;
hasta tal punto a veces, que, al despertarme, me sentía capaz de volar por el aire. Es
muy común sentirse “muerto de cansancio” después de una exteriorización consciente
y experimentar, además, un fuerte dolor en la nuca.
Existen indicios vehementes que dan cuerpo a la afirmación de muchos
ocultistas de que el sueño —la inconsciencia— no es producido por determinados
agentes del cuerpo material, sino por la acción de factores ajenos. Las teorías tales
como la de la hiperemia cerebral, la anemia cerebral, etc., y todas las que atribuyen el
sueño a influencias materiales, deben ser descartadas. Pero tampoco puede ser atribuido
a la salida del cuerpo astral, pues hemos visto que aun este ser duerme, pudiendo
hallarse inconsciente y proyectado o consciente y proyectado.

La consciencia durante la proyección astral


Aunque en la mayoría de los casos de proyecciones astrales, la “consciencia”
depende principalmente del azar (es decir, parece depender del azar, ya sea que haya o
no consciencia), tengo la certeza de que no es imposible idear ciertos métodos para
influir sobre la aparición de la consciencia, durante las proyecciones del ser astral.
Claro está que es posible hallarse consciente desde el principio mismo de la
exteriorización, pero no es éste el caso habitual. En muchas proyecciones en que he
adquirido consciencia durante su desarrollo, he podido analizar las causas que (a mi
parecer) provocaron la aparición de la consciencia en cada caso. Algunas de estas
causas son semejantes a las que producen el retorno de la consciencia durante la
coincidencia de los cuerpos.
A menos que la consciencia se halle presente desde el principio mismo de la
proyección, su primera manifestación consiste en un sueño. Rara vez surge aquélla
repentinamente; lo usual es que aparezca por grados, durante la proyección del astral,
siendo siempre precedida por un sueño y abriéndose paso a través del mismo. Si el
sueño corresponde a la actividad del espíritu, es más probable que la consciencia se
haga presente; de ahí que sea tan importante el control onírico.
Pasaré a relatar a continuación, un despertar que ilustra este punto: se podrá
apreciar entonces cabalmente la diferencia entre la “consciencia onírica” y la
“consciencia real”.

Un caso de “sueño verdadero”


Soñé que entraba en un imponente salón de techo muy alto, con una gran
claraboya en medio y varios vitrales en las paredes. Cuando entré era, como dije, un
amplio recinto, pero después de algún tiempo de permanecer en él, advertí que había
cambiado. Era ahora una pequeña habitación y sólo había en el cielo raso un agujero de
reducidas dimensiones, a través del cual podía percibir luz.
Según creo recordar, el cuartito tenía poco más de un metro cuadrado y yo me
hallaba parado en el centro del piso, mirando hacia arriba a través del agujero
practicado en el centro del techo. Era ésa la única abertura por la cual podía escapar,
puesto que no había ni puertas ni ventanas.

522
Allí estaba yo, pues, mirando hacia arriba y preguntándome cómo lograría
escabullirme. No existía ningún medio para trepar hasta la ventana, pues las paredes
eran perfectamente lisas y no había ningún objeto donde pararse en el estrecho recinto.
De modo que me hallaba encerrado, sin poder hacer otra cosa que mirar a través del
agujero. Así me pareció permanecer durante cierto tiempo, cuando de pronto se me
ocurrió la idea de que quizás pudiera salir volando a través del agujero.
Comencé a elevarme en el aire, pero precisamente cuando pasaba a través del
orificio, quedé aprisionado en él. Una mitad de mi cuerpo, de las caderas para abajo,
quedó dentro del cuarto y la mitad superior afuera. Allí estaba ahora sin poder realizar
movimiento alguno. Entonces comencé a despertar, dándome cuenta de lo que estaba
ocurriendo. ¡Estaba proyectado! Sí, era la misma historia de siempre: despertar de un
sueño, para encontrarme exteriorizado. Pero lo interesante del caso es que la ubicación
del cuerpo (astral) coincidía con la posición que yo tenía en el sueño. En efecto, cuando
adquirí consciencia, me hallaba precisamente a mitad de camino a través del techo de la
habitación. Es decir que había ascendido, directamente por encima del cuerpo físico,
logrando la posición vertical y hallándome ahora con la mitad superior por encima del
techo y la inferior debajo.
Este no es nada más que uno de los muchos “despertares” que he
experimentado al salir de un sueño; ahora bien, yo he observado que siempre que un
sueño coincide con la actividad del cuerpo astral, generalmente sobreviene la
consciencia real. Cuando el sueño coincide con la acción del cuerpo astral, determina
siempre la exteriorización del mismo.

Despertar en el astral a causa de un ruido


He aquí otro ejemplo en que encontramos la participación del “ruido”. Una
noche, antes de retirarme a dormir, había estado leyendo acerca de una matanza
realizada por los indios. El jefe de la banda de indios se llamaba “El Curita”. Apenas
me acosté, comencé a soñar. Me hallaba en un claro del bosque. Este era bastante
ancho, de unos seis metros cuadrados.
Llevaba un revólver conmigo, pero, al pasar a través del claro, vi de pronto
varias cabezas de indios que se asomaban entre los árboles y la maleza, a mi alrededor.
Levanté el arma y comencé a disparar hacia ellos, uno por uno. Era un ¡bang—bang—
bang—bang! continuo. Y con cada disparo, el revólver parecía hacer un estruendo
ensordecedor, haciéndome temblar cada vez que lo descargaba.
Pero no podía dejar de tirar, ¡ya que no quería caer en manos de los indios! ¡Y
ese horrible bang—bang—bang! ¡Cómo torturaba mis tímpanos! Entonces descubrí al
jefe de los indios. Era “El Curita” y avanzaba hacia mí por el claro del bosque, para
matarme y obtener mi cuero cabelludo.
De modo que, apuntándole con mi revólver, no vacilé en dispararle: ¡bang—
bang—bang!; pero esta vez no lograba acertarle y el indio cada vez estaba más y más
cerca. Cuando ya casi me tocaba, dejé caer el revólver y comencé a retroceder. Pero el
bang—bang—bang proseguía. ¡Ahora se hacía más nítido! El jefe indio parecía
desvanecerse rápidamente. ¡Me hallaba consciente!
Era una noche de viento y una de las persianas, que había quedado abierta,
estaba golpeando contra la pared: bang—bang— bang. Descubrí entonces, ya
consciente, que me hallaba proyectado en el astral, parado cerca de mi revólver, detrás

523
de la puerta de la cocina. ¡Pero eso no era todo! Allí estaba, frente a mí, un indio,
(espíritu) que me dijo: ¿”Llamabas al Curita”?
Estos son tan sólo dos ejemplos de la forma en que uno puede tornarse
consciente durante una proyección del cuerpo astral. Podría citar otros muchos, casi
innumerables, pero eso requeriría otro libro tan largo como éste. Consideremos
solamente el último ejemplo; si cuando comenzaron los golpes y la lucha con el terrible
jefe indio, me hallase dentro del radio de acción del cable, hubiera sobrevenido una
interiorización inmediata, debido a las emociones provocadas por esta experiencia. Se
advierte fácilmente que sólo hay un paso del sueño a un despertar completamente
consciente.

El mundo de los sueños


Existe un mundo de los sueños. Cuando uno sueña no se halla realmente en el
mismo mundo que cuando se encuentra dotado de consciencia—en el cuerpo físico—
si bien estos dos mundos se confunden el uno con el otro. Cuando uno sueña se halla,
en realidad en el plano astral, situándose el cuerpo onírico, por regla general, dentro de
la zona de reposo. La distancia de separación no tiene aquí ninguna importancia; una
vez que el astral se separa —ya sea a escasos centímetros o a una distancia remota— el
sujeto se encuentra en el plano astral.
Quizás ésta sea la primera vez en que el lector advierte que cada vez que va a
dormir, su ser onírico discoincide, penetrando, por lo tanto, en el mundo astral. El
hecho de permanecer en la zona de reposo, no implica por ello que el sujeto no esté en
el mundo astral. Durante la discoincidencia, éste se halla en armonía vibratoria con el
mundo astral y el físico a un tiempo. Puede hallarse consciente, parcialmente
consciente, o inconsciente, ya sea dentro o fuera de coincidencia.
En un sueño, el sujeto posee una consciencia parcial y puede hallarse fuera de
coincidencia; la mente se convierte, así, en una estación receptora de ondas, ondas
etéreas que portan consigo pensamientos, sonidos, influencias, música, voces, y toda
suerte de impresiones, de ambos mundos; y es precisamente debido a la recepción de
estas impresiones, que se originan muchos sueños. Cuando el sujeto cae (se eleva, en
realidad) dormido, y si la mente consciente se encuentra parcialmente cerrada,
funcionará en conjunción con el subconsciente, proviniendo el material para los sueños,
de los pensamientos, ruidos, etc., de ambos mundos. Si la mente consciente se halla
cerrada o bloqueada por completo, entonces no hay sueño o, mejor dicho, el sujeto no
recuerda haber soñado, al despertarse.
Cuando el sujeto está dormido, es mayor su capacidad vibratorio-receptiva
que cuando se halla físicamente despierto. Una persona dormida no se diferencia
considerablemente de un médium, pero, puesto que se halla inconsciente, no lo
advierte; si su estado es, en cambio, parcialmente consciente, entonces se hallará
abierto a las vibraciones de los dos mundos. Si el individuo despierta de un sueño en el
cuerpo físico, su capacidad vibratorio—receptiva se hallará armonizada con el plano
físico, y si despierta de un sueño en el astral durante una proyección, su capacidad
vibratorio—receptiva abarcará los planos físico y astral a la vez.
El estado onírico se encuentra en un punto intermedio entre la consciencia
completa y la completa inconsciencia; como se puede ver, una vez que el sujeto se
halla proyectado y soñando, sólo necesita dar un paso para pasar a la consciencia

524
completa. Se ha llamado con propiedad “cuerpo onírico” al astral, pues es dentro de ese
ser donde soñamos, aun cuando podamos hallarnos en coincidencia o a unos
centímetros apenas fuera de coincidencia o completamente separados del físico.
La aparición de los sueños no debe atribuirse a una causa única; las
influencias que los producen son tan numerosas, enigmáticas y sutiles, que realmente
no parece posible que lleguemos a comprender nunca cabalmente, la significación de
nuestras fantasías nocturnas. Pero sí podemos, por medio del conocimiento adquirido,
utilizar los sueños para provocar la proyección astral.
Sólo debe tenerse presente una regla con respecto a los sueños: Cuando la
actividad del yo en el sueño, coincida con la del fantasma astral, el sueño determinará
la exteriorización efectiva del mismo. Quizás diga el escéptico: ¿”Cómo ha hecho usted
para saber si la acción del yo en el sueño, correspondiente con la del fantasma,
determina su proyección”?
Sólo cabe una respuesta: así lo prueba la experiencia. Aunque el lector puede
leer esa regla en unos pocos segundos, el autor de estas líneas necesitó varios años para
descubrirla y confirmarla. Pues bien; “si la damos por cierta, todo lo que necesitamos
hacer es soñar en verdad”, lo cual no es difícil, si se tiene presente la trayectoria
recorrida por el espíritu al proyectarse, y amoldando el sueño a la misma.
Claro está que el sueño debe ser del tipo de “aviación”. El sujeto puede “soñar
en verdad”, pero a menos que comprenda la trayectoria recorrida por el fantasma y la
aplique a su sueño, éste no tendrá ningún efecto “proyectivo” sobre el astral. Es
perfectamente natural suponer, sin embargo, que un sueño adecuadamente dirigido,
puede lograrlo. Durante el sueño, la mente se halla parcialmente consciente, actuando
aquél como una “sugestión” o indicación realizada a la voluntad subconsciente, es
decir, la fuerza que mueve en la práctica, al ser etéreo o etérico.
Recuérdese siempre la ley fundamental de la proyección:
Cuando la voluntad subconsciente decide mover al cuerpo (cuerpos en
coincidencia) y el cuerpo físico se halla incapacitado, el cuerpo astral se proyecta
fuera del físico.

Es el sueño adecuado el que actúa como estimulante sobre la voluntad


subconsciente, impulsándola a mover el cuerpo y, puesto que el organismo físico se
halla incapacitado —ocupando el astral la zona de reposo— el cuerpo astral es
“extraído” por el sueño, que puede ser del tipo de aviación.
Es tan cierto que un sueño adecuado provoca la proyección astral, como el
hecho de que una decisión consciente de “caminar” mientras nos hallamos físicamente
despiertos, hace que marchemos. En ambos casos, es la misma voluntad subconsciente
la que mueve al cuerpo o cuerpos. Si se me pregunta cuál es la forma más agradable de
lograr la proyección astral, no vacilaré en contestar que es la del “control onírico”.
Existen varios métodos para alcanzar este aparente milagro, pero todos ellos deben
descansar sobre la misma ley fundamental. Como es muy posible que algún lector
desee intentar proyectarse por medio del “control onírico”, pasaré a dar ahora las
instrucciones pertinentes. Más adelante otorgaré, asimismo, otros procedimientos. Mi
consejo es, sin embargo, que no se ponga en práctica ningún método, hasta no haber
estudiado perfectamente, primero, todo el contenido de este libro.

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El método de proyección mediante
el “control onírico”
Durante varias noches después de acostarse (varias semanas sería todavía
mejor) el sujeto debe observarse a sí mismo durante el proceso del sueño. Deberá tratar
de concentrar sus pensamientos en sí mismo. No habrá que pensar en nada ni nadie,
sino en uno mismo. Debe mantenerse siempre una estrecha vigilancia sobre el propio
ser, a medida que se desvanece la consciencia. Recuérdese que, si bien uno está por
dormirse, se halla todavía despierto. El lector sólo apreciará el significado que esto
encierra cuando lo ensaye, pues no es posible comprenderlo tras una simple lectura.
Una vez que se haya aprendido a mantener la consciencia hasta bien entrado el
estado hipnagógico, es decir, hasta que el sujeto se sienta envuelto por el sueño, habrá
llegado entonces el momento de dar un paso más adelante e idear un sueño adecuado,
que deberá tenerse siempre durante las fases iniciales del sueño. Recuérdese: el sueño
debe idearse de tal modo que requiera la actividad del sujeto y, además, que esta
actividad coincida con la trayectoria recorrida por el espíritu durante la proyección.
¿Qué prefiere el lector? ¿Nadar? ¿Volar en avión? ¿Ascender en globo? ¿Dar
vueltas en la rueda gigante? ¿Subir en ascensor? En el sueño se deberá hacer lo que a
uno le “gusta” hacer. Si se escoge algo desagradable, la sensación producida
determinará la interiorización, puesto que será fastidioso. Debe buscarse aquello que
proporcione sensaciones placenteras; de este modo, si sobreviene la consciencia
después de haberse efectuado la separación de los cuerpos, la sensación proveniente de
la posición del espíritu en el aire, será agradable. Naturalmente, que esto requerirá
mucho tiempo, pues no es fácil realizar una acción en el sueño de tal naturaleza, que
produzca sensaciones de gozo.
Supongamos, por ejemplo, que al lector le guste subir en ascensor (esta es mi
fórmula personal). Ya hemos aprendido a conservar la consciencia hasta el momento de
dormirnos. Debemos acostarnos de espaldas y concentrar nuestro pensamiento en
nosotros mismos. Nos hallamos acostados de espaldas sobre el piso de un ascensor.
Nos quedaremos allí muy quietos, hasta dormirnos, y no bien lo logremos, el ascensor
comenzará a moverse hacia arriba. Y entonces experimentaremos un gran regocijo al
subir, apoyados de espaldas sobre el piso.
Ya trepida ligeramente, disponiéndose a partir hacia el piso más alto de un
gran edificio. Lenta, suavemente, comienza a ascender, ascender, ¡ascender! Somos
conscientes de que nos movemos hacia arriba. La sensación experimentada nos
complace al máximo. Ya estamos cerca del último piso. Se detiene. Ahora vamos a
incorporarnos y salir del ascensor, caminando sobre el piso de la terraza del rascacielos.
Entonces miraremos todo lo que nos rodea, mientras caminamos, sin descuidar un solo
detalle. Enseguida, volveremos nuevamente al ascensor y allí nos recostaremos de
espaldas sobre el piso. Luego descendemos lentamente, lentamente, siempre hacia
abajo; y ahora nos hallamos, siempre de espaldas sobre el piso del ascensor, de regreso,
en la planta baja del edificio.
Ya he dicho que tal era el sueño que yo ideé, a fin de facilitar la salida del
cuerpo astral del físico. Ahora bien; es de suma importancia utilizar siempre el mismo
sueño, pues si primero se prueba con un sueño y luego con otro, el subconsciente no
recibirá una impresión tan intensa, como cuando se ensaya noche a noche con el mismo
sueño.

526
Elabórese vívidamente el sueño en el pensamiento y manténgaselo presente,
mientras desaparece gradualmente la consciencia; realícese entonces la entrada directa
en el “ascensor”, precisamente en el momento en que empieza a “perderse” el
conocimiento; entonces el cuerpo astral comenzará a moverse hacia arriba en el
ascensor, se erguirá sobre su equivalente físico (en el momento en que el sujeto sueñe
hallarse parado en el aparato, al llegar al último piso); y se moverá hacia adelante en el
momento exacto en que el sujeto sueñe que sale del ascensor. En forma semejante, al
regresar, según el sueño, dentro del aparato, el astral habrá de desplazarse hasta ocupar
una posición directamente encima del físico; y cuando el sujeto se acueste nuevamente,
el astral volverá otra vez a la posición horizontal; al tiempo que el ascensor descienda,
finalmente, también bajará el cuerpo astral.
El sueño actúa como estimulante de la voluntad subconsciente. En todos los
casos, el sujeto debe recordar el sueño después de despertar. Otra ventaja de este
método es que el cable astral no perturba en lo más mínimo la experiencia, como suele
acontecer cuando se practican otros métodos.
Si uno logra proyectarse por medio del control onírico y alejarse una distancia
lo bastante grande antes de tornarse consciente, no hay ninguna razón para que no se
conozca el área de actividad del cable astral. El gran problema consiste en adquirir
consciencia, una vez que uno se encuentra proyectado. Recuérdese que la consciencia
onírica no es la verdadera consciencia, aunque pueda recordarse el sueño.

El sueño adecuado siempre proyecta


al fantasma
Claro está que no es necesario emplear el sueño descripto anteriormente; el
lector puede elaborar su propio sueño, cuidando de hacerlo coincidir con la trayectoria
real del astral en todos sus aspectos. Quizás se piense que, pese a soñar este tipo de
sueños, el ente astral pueda permanecer en coincidencia. ¡No hay que engañarse!
Aunque el sujeto carezca de una lúcida consciencia, el cuerpo astral saldrá fuera del
físico.
En las primeras experiencias que realicé con este sueño, comprobé que
muchas veces se producía una repercusión del cuerpo, pero esto sucedía siempre
debido a que había soñado que el ascensor descendía demasiado rápido. También
descubrí que podía producir la repercusión del astral a voluntad, con sólo imaginarme
que caía desde un edificio muy alto en el momento de dormir. En esas oportunidades,
mantenía firmemente en mi pensamiento esa idea (la de que me caía de un alto edificio)
y a poco de haberme dormido, experimentaba la repercusión. Todo lo que tiene que
hacer el lector para convencerse de que todos los fenómenos que he mencionado son
ciertos, es seguir las instrucciones al pie de la letra y comprobarlo por sí mismo.
Si al sujeto le gusta nadar, lo más conveniente será, por supuesto, que sueñe
hallarse en el agua y que ésta lo levanta, llevándolo hacia arriba. A continuación, una
vez que las aguas hayan rebasado las orillas, el sujeto nadará hacia afuera. Esto se
acomodará a la trayectoria realizada por el espíritu durante la proyección.
Sin duda que muchas personas aducirán que jamás podrán proyectar su cuerpo
astral al espacio; que nunca lograrán desvincular un cuerpo del otro; y, sin embargo,
toda vez que esas personas se disponen a dormir, el ente astral se separa en cierta

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medida del físico; toda vez que esas personas tienen un sueño en que se caen, esto
significa que el cuerpo astral ha estado proyectado y su regreso al físico está señalado
por la caída.
Pero el gran problema, vuelvo a repetirlo, es éste: ¿cómo lograr proyectarse y
mantener la consciencia lúcida durante el proceso? Ya he dicho que la consciencia es,
hasta cierto punto, una cuestión de azar. Por mi parte, he realizado algunos
experimentos con éxito en la disposición voluntaria de la consciencia; y digo con éxito
porque creo que ésta no se hubiera hecho presente sin la intervención del factor
específico que en esas ocasiones puse en juego. Algo más adelante, examinaremos este
problema con mayor detenimiento.
Por ahora, no estarán de más algunas sugestiones sobre el tema que veníamos
tratando, es decir, el “control onírico”. Claro está que el principal movimiento
ejecutado por el astral es el de ascenso, que tiene lugar al “salir” el espíritu; de este
modo, aun cuando el desplazamiento lateral no sea tan vívido, el movimiento de
ascenso habrá de tenerse nítidamente grabado en el yo, y, de ser posible, el cuerpo
deberá hallarse (en el sueño) acostado de espaldas en posición horizontal, al tiempo de
subir.
El sueño debe ser ideado con el mismo cuidado con que puede planearse un
importante asunto de la vida cotidiana; el mero hecho de que sólo se trate de un sueño,
no disminuye en lo más mínimo la fuerza movilizadora del astral. He aquí unas cuantas
sugestiones de sueños que podrían ser puestas en práctica, algunas de las cuales han
sido tomadas del libro Higher Phychical Development, del Dr. Carrington.
El sujeto debe representarse un cuadro mental de sí mismo en el espejo, su
propia figura. Constrúyase, por así decirlo, o imagínese un espejo situado a unos siete
metros detrás de sí en el espacio, y represéntese a sí mismo caminando de espaldas
hacia el espejo.
Otro método consiste en esforzarse en levantarse a sí mismo fuera del cuerpo,
hasta alcanzar una altura sobre la cabeza de unos cuarenta y cinco centímetros.
Imagínese que de todos los poros del cuerpo se desprende un espeso vapor. A
continuación, ese vapor se hermana en forma simétrica encima del sujeto y forja una
réplica de sí mismo, siendo luego transportado hacia arriba por el aire.
Otro buen tema para construir mentalmente es el de trepar una escalera; y otro
tanto podría decirse de trepar una cuerda. (El autor ha experimentado muchas
proyecciones provocadas por sueños de trepar una escalera). N. del E.: Acuérdese el
lector de los mismos procesos planteados por Robert Bruce.
Otra forma, y muy buena, pues concuerda exactamente con los movimientos
realizados por el fantasma durante la exteriorización, es la consistente en imaginarse un
gran tanque llenándose gradualmente de agua, sobre cuya superficie nos hallamos
flotando. Lo importante es descubrir un pequeño agujero en uno de los lados del
tanque, a través del cual pueda salir. Claro está que este ejercicio no es recomendable
para aquellas personas que tengan miedo al agua. Pero si al sujeto le gusta, difícilmente
podría encontrarse un método mejor, pues en este sueño, la trayectoria del yo es
correcta y la sensación experimentada, agradable.
Otro método consiste en imaginarse a sí mismo dando vueltas. Los objetos en
rotación ocupan un lugar importante en los trabajos proyectivos. Los derviches, al igual
que otros muchos orientales, recurren a los ejercicios giratorios con este propósito,
cuyo efecto es, sin duda, el de aflojar el cuerpo astral dentro del físico, como así
también el de inducir a estados conscientes estáticos. Como se recordará, ya dije antes

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que el mareo no es sino un estado de flojedad del cuerpo astral. Los epilépticos
empiezan a girar por lo común en el momento preciso en que sobreviene un “ataque”.
Realizando a menudo varias revoluciones completas del cuerpo antes de comenzar la
fase cataléptica.
Puede utilizarse la imagen de una estrella en rotación, a fin de estimular la
actividad del cuerpo astral. También la concentración en la imagen de un remolino; la
sensación de extender y contraer el cuerpo es sumamente útil, al igual que la de ser
arrastrado sobre la cresta de una ola.
Un ejercicio muy conveniente es el de imaginarse un cono. Esta imagen, en
una u otra forma, es sumamente frecuente en los trabajos proyectivos, porque implica
la idea de contraerse hacia un punto o expandirse a partir de un punto; de este modo, es
frecuente representar el pasaje a través de un surtidor de agua o de un espacio con
forma de reloj de arena. También puede idearse un cono de círculos de tamaño
creciente y decreciente y volver dicho cono del interior al exterior, o bien se puede
hacer que un disco giratorio tome la forma de un cono y vuelva luego a achatarse,
adquiriendo nuevamente la forma de un disco.
Otra imagen mental sumamente útil consiste en representarse una llama y
esforzarse en identificarse con ella, a fin de estimular la actividad del cuerpo astral. Si
se pudiera ver realmente un ente astral durante la proyección, éste tendría el aspecto de
una llama blanquecina con la forma y dimensiones de un ser humano.
Un buen método a este efecto consiste en cerrar los ojos, y hacerlos girar
luego hasta fijarlos en un punto situado entre los dos ojos —en forma muy similar a lo
que hacen los yoguis— y realizar un esfuerzo concentrado para reunir todas las
energías psíquicas en ese punto. El sujeto debe desear entonces con toda la fuerza de su
ser, estar allí, y cuando haya concentrado su yo íntegramente en dicho punto, entonces
deberá desear ser proyectado hacia el exterior, por el espacio, desde ese punto de
partida. Este método pone a prueba los ojos, pero ha resultado de una eficiencia
incalculable.
He aquí otro eficaz sistema de proyección: El sujeto debe reclinarse hacia
atrás en un sillón, en forma tal que pueda mirarse directamente en un espejo (un espejo
real), situado a poco más de un metro frente a él. El sujeto debe entonces relajar sus
músculos y descansar en la paz más completa, pensando sólo en sí mismo. A
continuación, deberá intentar dormirse, observando a través de los ojos entornados su
propia imagen reflejada en el espejo.
A poco de iniciado el experimento, el sujeto se sentirá adormilado,
comenzando a cabecear; pero de ningún modo debe dejar de contemplar la imagen del
espejo. Esta es casi una forma automática de proyectarse, pues así que el cuerpo astral
trata de salir, la cabeza tiende a caer. Si el astral se proyecta efectivamente, la cabeza
caerá. Como se ve, el estado alcanzado por el sujeto es de suma efectividad, pues no
bien el astral se dispone a “salir” del sueño, la cabeza cae, lo cual eleva de inmediato al
cuerpo entero.
El sujeto pasa entonces a imaginarse que, abandonando la silla, se desplaza
flotando por la habitación, y esto en el preciso momento en que la cabeza amenaza
caer, cuando el sueño se hace imperioso y el cuerpo astral empieza a discoincidir
ligeramente.
Sin duda habrá advertido el lector que en el momento en que una persona cae
(se eleva) dormida, el cuerpo físico parece experimentar un ligero choque, y que, en
caso de que algún miembro del organismo físico no se halle apoyado sobre un punto

529
sólido, caerá indefectiblemente, con el efecto de revivir ligeramente al sujeto. Pues
bien, este principio puede utilizarse a fin de estimular la aparición de la consciencia
durante la etapa en que el astral trata de salir, pues es precisamente la exteriorización
del astral lo que ocasiona el relajamiento antes mencionado.
Como el lector habrá observado, este principio fue aplicado en el último
ejercicio que dimos. Puede emplearse también cuando uno se dispone a dormir en la
posición horizontal. Es muy interesante poner a prueba este artificio, anotando los
resultados obtenidos. Después de acostarse, y, mientras el sujeto tiene presente el sueño
elaborado, puede levantar un brazo en el aire, de modo que caiga cuando sobrevenga el
sueño.
Ahora bien; en el estado hipnagógico, el brazo comenzará a oscilar o caer, lo
cual despertará al sujeto ligeramente, pues éste no deberá permitir que caiga. En esta
forma, se logrará prolongar la consciencia más de lo usual en el estado hipnagógico.
No es raro en modo alguno, al experimentar este método, que el sujeto se sienta sin aire
en la región del estómago, precisamente en el momento de caer el brazo, cuyo efecto
tratará de evitar, dando un pequeño salto.
Este “salto” no es sino una ligera repercusión del cuerpo. Aun los sujetos
menos propensos a la proyección, pueden experimentar lo que acabamos de describir;
es decir, sentir realmente el movimiento del astral mediante el empleo de esta fórmula.
Por otra parte, constituye un excelente ejercicio de práctica a fin de “soñar en verdad”,
pues para ello es necesario prolongar la consciencia hasta el momento preciso de
“elevarse” dormido. Cierto es que mucha gente nunca tiene consciencia de dormirse, en
realidad, la mayoría de la gente; pero hasta que el sujeto no pueda experimentar la
“consciencia de dormirse” nunca logrará soñar con verdad onírica.
La proyección del cuerpo astral mediante el control onírico, no es tan difícil de
alcanzar como podría creerse. Una vez que el ser etéreo comienza a elevarse, el sueño
dirige la trayectoria del “cuerpo onírico” y el movimiento del mismo dirige al sueño.
Esto puede resultar un poco difícil de entender, pero, no obstante, es cierto. Todo el
secreto consiste en escoger un punto de partida apropiado, en hallarse en un estado
espiritual conveniente en el momento de “despegar”. No es necesario que el sujeto
ponga en marcha al cuerpo, pues éste se moverá por sí mismo en el momento del
sueño; no obstante, el sujeto debe dirigirlo dentro de su construcción onírica y
mantenerlo siempre avanzando.
El astral sale de coincidencia naturalmente en el instante en que el sujeto se
duerme; igualmente también, se pone en movimiento y es ése precisamente el momento
en que el sujeto debe proyectarse mentalmente, dentro del ascensor en movimiento
ascendente (u otro movimiento equivalente si no es éste el sueño escogido) y “dejarse
ir”. El “cuerpo onírico” no es ni más ni menos, por supuesto, que el astral en estado
parcialmente consciente. En estas circunstancias el astral reproduce exactamente todo
lo que acontece en el sueño.
Es tan cierto que un sueño elaborado logra exteriorizar al astral, como que un
sueño de caer conduce a su interiorización final. Lo curioso de este tipo de sueños es
que uno sueña exactamente lo que está sucediendo, por lo menos en lo que respecta a la
actividad y sensaciones del cuerpo astral. Es natural que el investigador
inexperimentado crea que el sueño debe mantenerse fiel al esquema trazado de
antemano, para luego apartarse del mismo; pero esto nunca sucede; el sueño regula la
actividad del astral paso a paso y, puesto que éste es una realidad, el sueño también lo
será.

530
Si el sujeto se tornara completamente consciente en medio de uno de estos
sueños, lo más probable sería que se encontrase en un punto correspondiente al lugar en
que la acción se desarrollaba durante el sueño. Es decir que, si el sujeto emplea por
ejemplo el sueño del ascensor, y se torna consciente precisamente en el momento de
erguirse en el último piso, habrá de encontrarse en cuerpo astral alzado precisamente
encima del cuerpo físico. Me tiene sin cuidado que esto pueda o no parecer absurdo; no
es nada más que la verdad y en incontables ocasiones he podido comprobarlo. De todos
los métodos conocidos para proyectar al astral en el espacio, es este uno de los más
agradables y seguros.

Resumen del método mediante el control onírico


Haremos a continuación una breve reseña del método de proyección del
cuerpo astral mediante el control onírico:
1. Practíquese hasta lograr mantener la consciencia aún en el momento mismo de
“elevarse” dormido. La mejor forma de lograrlo es colocar algún miembro del
cuerpo físico en posición tal que no tenga apoyo, tendiendo a caer no bien el sujeto
se duerma. (Ver el ejercicio incluido en la parte precedente).
2. Elabórese un sueño en que esté bien delineada la actividad del yo. El sueño debe ser
del tipo de aviación, comprendiendo movimientos ascendentes y horizontales hacia
afuera, los cuales coinciden con la trayectoria del astral durante la exteriorización.
Debe tratarse de un sueño que proporcione placer al sujeto.
3. Manténgase bien lúcido el sueño en el pensamiento; visualícelo en el momento de
elevarse dormido; proyecte el yo dentro del mismo y prosiga soñando. En el sueño,
el ascensor (o su equivalente) comienza a moverse hacia arriba, coincidiendo su
ascenso con la proyección del astral; es decir que el sujeto imagina subir en el
preciso instante en que se “eleva” dormido.

He aquí, pues, la fórmula esquemática para la obtención de la proyección del


cuerpo astral por medio del control onírico, fórmula esta que debe ser observada en
todos sus puntos. No se trata de meras fantasías, sino de un método acabadamente
experimentado. Claro está que, a medida que el lector aprenda otros procedimientos,
podrá optar por el más adecuado a su temperamento.
El lector comprobará que si antes de acostarse lee algún cuento o artículo de
gran interés —un cuento que lo mantenga en suspenso, preferentemente acerca de
aviadores osados u hombres que operan a grandes alturas, como por ejemplo los relatos
del vuelo de Bird al polo norte— sus probabilidades de proyectarse mediante el control
onírico habrán aumentado considerablemente.
La misma noche en que realicé mi primer viaje en avión tuve un sueño al
respecto y, al despertarme del mismo, me encontré proyectado. Después de realizar una
pequeña encuesta personal entre mis conocidos que habían viajado en avión, descubrí
que la mayoría de ellos habían experimentado un sueño del tipo de aviación al poco
tiempo de efectuado el primer vuelo; muchos de ellos habían tenido sueños de caída,
con las repercusiones consiguientes.
Como se verá, una actividad de contorno bien preciso —desarrollada en el
esquema del sueño— efectuada durante el día, aun cuando sólo se trate de la lectura de
un emocionante relato aéreo, produce resultados positivos por la noche. Si empleando

531
este método, el sujeto tiene un sueño y luego lo recuerda, podrá estar seguro de que el
cuerpo astral, el ser onírico, tuvo participación en el mismo. (Sin embargo, no
confundamos la “consciencia onírica” con la consciencia real). El paso siguiente,
probablemente el más difícil de todos, consiste en dotar a ese cuerpo onírico de
consciencia real, después de su proyección y, si es posible, fuera del radio de acción del
cable.

Como dotar de consciencia al cuerpo onírico


Una proyección parcialmente consciente ya representa un adelanto sobre la
proyección inconsciente; en consecuencia, una proyección consciente sólo constituye
una fase ulterior en el proceso: proyección inconsciente —parcialmente consciente—
consciente. O bien el fantasma adquiere la consciencia por azar —ignorándose la razón
del despertar— o bien deben idearse ciertos medios a fin de provocar el surgimiento de
la consciencia.
Hasta donde mi conocimiento alcanza, sólo existen dos influencias capaces de
despertar al fantasma proyectado en forma artificial.
Son éstas los “sonidos” y la “sugestión aplicada adecuadamente, previa a la
proyección”. De ambos métodos es sin duda el último, el más eficaz; el primero
(sonidos) sólo “resulta” cuando el espíritu ha sobrepasado el límite de actividad del
cable; dentro del radio, los ruidos tienen el efecto contrario, o sea, de interiorizar al
astral.
Es un hecho comprobado que cuanto más se proyecta uno, más fácil es que
aparezca la consciencia a voluntad. También he observado que el lugar en que la
consciencia se hace presente una vez, será el lugar probable de una segunda aparición,
si el espíritu acierta a cruzar por ese mismo punto durante su sonambulismo astral. Por
qué sucede esto es cosa que ignoro. Sin embargo, he aquí una hipótesis:
¿Le ha sucedido alguna vez al lector viajar —digamos a lo largo de una
carretera, en automóvil— y ocurrírsele, en cierto lugar, un pensamiento determinado?
Y luego, semanas más tarde, viajando por la misma ruta, ¿no le ha sucedido volver a
pensar al pasar por el mismo punto que antes, la misma idea que la primera vez? Claro
está que sí; y tal parece como si el sitio en cuestión, hubiera sugerido las mismas ideas
que uno tenía en el pensamiento al pasar con anterioridad por ese punto, aun cuando
aquéllas no guardasen ninguna relación con el mismo.
Yo, por ejemplo, cada vez que paso por un recodo del camino a una milla de
donde vivo, pienso en un circo. Por qué, no lo sé, pero siempre que doy vuelta por ese
sitio, se me presenta la imagen de un circo. Pues bien; esto es precisamente lo que
ocurre en el astral. Si el sujeto se halla sonambúlico (y puede agregarse que el cuerpo
astral tiene el hábito de recorrer las mismas trayectorias, una y otras veces, si bien en
ciertas ocasiones puede desviarse de la ruta conocida) y adquiere súbitamente la
consciencia en cierto lugar, no tardará en comprobar que siempre que vuelva a pasar
por ese punto en el astral, surgirá la consciencia como la primera vez.
Existe mucha, mucha gente, que noche a noche sale en estado sonambúlico
“fuera” del cuerpo físico. ¡Pero no lo saben! No dudo que el mundo se asombraría
considerablemente si supiera hasta qué punto son comunes las proyecciones astrales
inconscientes y parcialmente conscientes. Ahora bien; a medida que el cuerpo astral se

532
mueve hacia adelante —si se encuentra en estado onírico— el ambiente circundante a
través del cual se desplaza, actuará influyendo sobre el sueño.
Esos sueños tan vívidos, en los que parecemos realizar una gran actividad —
sueños que hemos soñado un gran número de veces— pueden ser, y lo son por lo
general, astrales sonambúlicos. Puede suceder, a veces, que después de un sueño
semejante, la ruta recorrida no se haya borrado completamente de la memoria y que, al
pasar por los mismos lugares durante la vigilia, se reconstruya todo el sueño
nuevamente.
¡Pero no es esto todo! A la vez siguiente que tenemos un sueño, sabemos que
se trata de un sueño y de este modo ¡soñamos que estamos soñando! Esto puede
parecer difícil de comprender, pero sin embargo así es la realidad. ¡Extraño fenómeno
éste de los sueños!
Pero vayamos un poco más lejos todavía. ¿Qué sueños tiene el lector que se le
repitan constantemente y en los cuales realice un papel activo? ¿Sueña alguna vez que
está soñando? En este caso, ¿de qué se trata el sueño? ¿Suele encontrar algún sitio
durante las horas de vigilia que le induzca a recordar el sueño? En otros términos,
¿dónde se encuentra en el cuerpo físico, cuando siente de pronto que ha estado con
anterioridad en un lugar semejante? Todos estos son puntos que el sujeto debe
observar.
En caso de que logre armonizar esas condiciones, deberá tratar de realizar el
sueño en su cuerpo físico y recorrer la ruta con el pensamiento puesto en el sueño y, al
hacerlo, decirse y repetirse a sí mismo que la próxima vez que en un sueño alcance ese
punto habrá de despertarse, por ejemplo, en este árbol, en esta puerta, etc.
Puede suceder que el sueño se repita al cabo de poco tiempo,
espontáneamente; también puede ser que el sujeto logre producirlo voluntariamente, al
pensar en sí mismo en el momento de dormirse. Si el sueño fuera realmente un sueño
astral sonambúlico, la indicación del deseo de despertarse al llegar a cierto punto dado
—en el cuerpo astral— constituiría un fuerte factor hacia la consecución de una
completa consciencia astral.
Esta indicación no difiere considerablemente de la que se efectúa al sujeto
bajo una influencia hipnótica, para que se “despierte”. En estos casos, el operador dice:
“Contaré hasta cinco y entonces te despertarás” o bien: “Ahora camina derecho hacia
adelante y cuando llegues a esa puerta deberás despertarte”. El sueño proporciona a la
mente una indicación semejante a las anteriores y de acuerdo con ésta, actúa luego el
sonámbulo astral.
Si se ha localizado el lugar (u otro similar) en que el sujeto se hallaba durante
el sueño y se vuelve a recorrer el mismo camino en el cuerpo físico, exactamente tal
como se lo recuerda en el sueño, y entonces se dice al sujeto que cuando llegue a este
árbol, esta puerta (o cualquier otra cosa) en el sueño, habrá de despertarse, esta
indicación se cumplirá al pie de la letra cuando el sujeto camine efectivamente hacia la
puerta, el árbol, etc., en su cuerpo onírico.
Es éste el método más seguro para dotar al espectro proyectado, de
consciencia, si bien supone cierto estudio de los propios sueños. Claro está que cuando
el sujeto es capaz de producir un sueño del tipo de aviación y recordarlo, sólo bastará
con que se indique a sí mismo, precisamente en el momento en que se duerma, la
obligación de despertarse en determinado lugar.
Tomemos, por ejemplo, el sueño del ascensor. Bastará que el sujeto se diga a
sí mismo que debe despertar después de haber llegado hasta el último piso del edificio

533
y haber salido del ascensor, para adquirir la consciencia en ese momento. Es éste un
método más simple, pero no tan eficaz como el complicado método del “estudio
onírico” que acabamos de dar más arriba. Habrá que usar siempre de la prudencia al
indicar el punto en que uno desea despertarse, asegurándose de que no se halle
demasiado próximo al cuerpo físico, a fin de no despertar dentro del radio de acción del
cable, pues esto debe evitarse en lo posible.
Supongamos por un instante que el sujeto duerma en la planta baja de su casa,
o en cualquier otro piso, siempre que existan otros encima de aquél. El sujeto ha ideado
un sueño de ascensor, en el cual habrá de ser conducido hacia arriba. A continuación, el
sujeto se yergue y sale caminando del ascensor, dirigiéndose al piso superior del
edificio. Un punto importante en este proceso es conocer la “disposición” que tienen
las cosas situadas a lo largo de ese trayecto, es decir, disponer de una idea exacta de los
lugares ocupados por las cosas que se encuentran en el piso inmediato superior, a fin de
adaptar el sueño a su posición relativa.
El sujeto deberá elegir determinado objeto situado en el piso superior —una
puerta, una ventana— algo que se encuentre en la trayectoria a recorrer en el sueño y,
cuando se disponga a dormir y tenga delante de sí el esquema del sueño, deberá
ordenarse a sí mismo despertar en el momento en que alcance dicho objeto. En esta
forma, cuando el individuo se acerque con su cuerpo onírico al mismo, la orden habrá
de cumplirse.
La indicación de despertarse al llegar a un lugar determinado en el astral,
siempre resultará más eficaz que la simple sugestión de tornarse consciente “en alguna
parte”. La sugestión de “lugar” funciona en el astral del mismo modo que la de
“tiempo” en el físico.
Quizás el lector haya ensayado la “sugestión” para remplazar al despertador,
indicándose así, al acostarse, la obligación de despertarse a determinada hora, con el
resultado efectivo, a la hora deseada. He ahí la forma en que el “lugar” actúa sobre el
cuerpo astral; deséese simplemente despertar en determinado “lugar” en cuerpo astral,
exactamente de la misma forma en que otras veces se ha deseado despertar a cierta
“hora” en el cuerpo físico.
Aunque un tipo de sueño adecuado —el tipo de aviación— difícilmente falla
en la “extracción” del cuerpo onírico, las personas nerviosas, temperamentales, son tan
susceptibles, que muchas veces se proyectan espontáneamente durante el sueño, y en
tanto que un temperamento dado puede tener determinado sueño (no necesariamente el
del tipo de aviación, sino un sueño cualquiera) en que el cuerpo onírico no se aleja de
la zona de reposo, el tipo nervioso podría tener el mismo sueño, con la ulterior salida
del cuerpo onírico y la ejecución real del sueño.
En otras palabras, en tanto que el sueño del tipo de aviación “extrae” por lo
general el cuerpo onírico en cualquier tipo de persona, con aquéllas de carácter
nervioso, es posible a veces, que baste un sueño ordinario. En estos casos, no puede
decirse nunca de antemano lo que hará el fantasma; pero siempre podrá comprobarse
que su actividad guarda cierta relación con el sueño. Puede suceder que el fantasma
salga proyectado al mismísimo lugar con el que sueña el sujeto. Si el sitio es producto
de la imaginación en el sueño, puede ocurrir que el espíritu encuentre un sitio
semejante al creado por la mente.
Es posible que el fantasma se detenga frente a objetos similares a los vistos en
el sueño. Como ejemplo de ello, bastará recordar el sueño que yo relaté en que me
hallaba luchando contra los indios y en que, al adquirir plena consciencia en el cuerpo

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onírico, comprobé que me hallaba parado cerca del sitio en que guardaba mi revólver.
Puede suceder que mientras el sujeto sueña con un lago e incluso con el océano distante
a cientos de millas, el cuerpo onírico se proyecte, para participar del sueño, hasta el
océano, o que tan sólo se limite a cruzar la calle, deteniéndose en el charco que hay en
la manzana de enfrente a aquella en que duerme.
Los factores que estimulan la
voluntad subconsciente
Hemos hablado de ciertos individuos que se proyectan espontáneamente y
dicho que existe un tipo especial, el nervioso, a quien estas experiencias le suceden con
frecuencia. Pero no debe creerse que ello se debe solamente a la adaptabilidad de su
temperamento. Antes que nada, es necesario que la voluntad subconsciente decida
mover el cuerpo, pues de otro modo, ni aún el sujeto de temperamento nervioso podría
proyectarse.
Recuérdese la ley fundamental de la proyección astral: cuando la voluntad
subconsciente decide hacer mover el cuerpo (cuerpos en coincidencia) y el cuerpo
físico se halla incapacitado, la voluntad subconsciente proyecta al cuerpo astral fuera
del físico.
Claro está que no tiene nada de maravilloso hacer que la voluntad
subconsciente mueva a los dos cuerpos en coincidencia, cuando nos hallamos dotados
de plena consciencia y capacitados para movernos. Es esto algo que hacemos a diario.
Todo lo que necesitamos hacer es indicarnos a nosotros mismos el deseo de caminar,
para que la voluntad subconsciente nos tenga caminando hasta recibir nuevas
instrucciones. De modo que, después de todo, la voluntad subconsciente no es tan
misteriosa, ya que hacemos de ella un uso diario.
¿Cómo podemos inducir a esta voluntad subconsciente a mover el cuerpo
astral cuando estamos dormidos? Este es el punto clave, y enseguida mostraré cómo
debe hacerse. Pero, antes que nada, hagamos un pequeño razonamiento. Si se logran
descubrir los factores que estimulan la voluntad subconsciente, impulsándola a la
acción involuntariamente, ¿no podrá conseguirse que estos mismos factores actúen
voluntariamente para producir el mismo efecto? ¡Claro que sí!
M. Flammarion dijo una vez: “En todos los problemas científicos existen dos
métodos de investigación: el de la observación y el del experimento”; y es ésa
precisamente la forma en que el autor de este libro adquirió todos sus conocimientos
acerca de la proyección astral. Por medio de una cuidadosa observación, del análisis y
la experimentación escrupulosa llevados a cabo durante las proyecciones conscientes
involuntarias, logró determinar cuáles son los factores que estimulan la voluntad
subconsciente. En primer término, he de enumerar estos factores; a continuación, los
explicaré y, finalmente, mostraré la forma de ponerlos en práctica, a fin de crear las
condiciones para la proyección del cuerpo astral:

A. Sueños.
1. Tipo de aviación.
2. Sueños que estimulen el deseo y el hábito.

B. Deseo. (de poseer o hacer algo; excluyendo las necesidades).


1. Deseo intenso.

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2. Deseo reprimido.

C. Deseos corporales: necesidades.


1. Hambre.
2. Sed.
3. Enervación. (falta de energía cósmica).
D. Hábito.
1. Hábito de antigua data.
2. Rutina.
3. Hábito — Deseo.
4. Hábito interrumpido.

Algunos de los factores incluidos en la lista, no son tan fuertes como otros,
según aprenderá el lector muy pronto. Ya hemos examinado el primer grupo de
agentes, es decir, los “sueños”; vimos entonces que éstos activan la voluntad
subconsciente; y aprendimos también la forma de utilizar estos “sueños”, para
ocasionar la proyección. Ahora pasaremos a analizar los grupos B, C y D.
La voluntad subconsciente no constituye todo el reino de la mente
subconsciente; este último es tan vasto que puede siempre actuar dentro de sí mismo,
por así decirlo. La mente subconsciente puede “indicar” una acción determinada a la
voluntad subconsciente —como por ejemplo durante el sueño— si acierta en actuar
uno de los factores antes mencionados, o si adquiere la fuerza suficiente para
mantenerse en la superficie de la mente subconsciente durante el sueño. Es decir, que la
indicación para que la voluntad subconsciente mueva al cuerpo X procede, cuando
estamos dormidos, de la mente subconsciente, exactamente del mismo modo en que la
indicación de mover el cuerpo cuando estamos despiertos, procede de la mente
consciente.
Es la misma “Voluntad” la que mueve al cuerpo, no importa cuál sea la fuente
de donde proviene la orden. La única razón para que el astral salga del cuerpo físico en
el primer caso (mientras dormimos) y no en el segundo (cuando estamos despiertos) es
que el organismo físico se halle “incapacitado” en el primero de los estados. En lo que
a la indicación respecta, la voluntad subconsciente responde con la misma prontitud, ya
se trate de una orden subconsciente o consciente.
Puede verse fácilmente, entonces, que el requisito primordial consiste en grabar
con tanta fuerza como se pueda estos factores “activantes” sobre la mente
subconsciente, para que ésta conserve la impresión durante el sueño; factor que puede
lograrse por medio de la mente consciente, con acciones repetidas (como en la
“rutina”), con la sugestión (como en el “deseo”) o, en algunos casos, por medio de la
combinación de la acción con la sugestión al mismo tiempo.
Cuando logramos imprimir uno de estos factores “activantes” sobre la mente
subconsciente, suele producirse una proyección involuntaria, mientras el sujeto
duerme.
He aquí la explicación: Quizás el sujeto se haya formado el hábito de acudir a
cierto lugar. Entonces, si persiste en este, terminará por grabarlo en la mente
subconsciente. Ahora bien; si esta impresión llega a ser lo bastante fuerte y asciende
hasta la superficie durante el sueño, la mente subconsciente sugerirá que el sujeto repita
la acción y la voluntad subconsciente será puesta en marcha con esta indicación. Si los

536
demás factores se presentan favorables —temperamento, inactividad del cuerpo físico,
etc.—, el resultado final será la proyección del cuerpo etéreo.
Los estudiosos afirman que existe la proyección “espontánea” del cuerpo
astral; pero, no obstante, siempre se encuentra detrás de toda proyección, y por
espontánea que ella pueda parecer, una causa subyacente. La razón de que se llamen
“espontáneas” estriba tan sólo en que las causas que intervienen en el fenómeno son
desconocidas.
Los hábitos y deseos ordinarios, aunque a veces logren producir la proyección
en el caso de un temperamento adecuado, no impresionan por lo general, a la mente
subconsciente con la fuerza necesaria.
Un deseo intenso, como así también un hábito de antigua data, provocan
impresiones mucho más fuertes sobre la mente subconsciente, por lo cual deben
considerárselos factores altamente positivos. En realidad, tanto el hábito adquirido
largo tiempo atrás como el deseo intenso, tienen su raíz en la mente subconsciente.
El deseo reprimido y el hábito interrumpido actúan en forma semejante.
Después de cierto tiempo de haber hundido sus raíces un hábito en la mente
subconsciente, esa mente aprende a expresar ese hábito, y por ello mismo decimos que
lo es; parece existir el deseo de expresar ese hábito, y la determinación de expresarlo.
Esta es la razón por la cual es tan difícil abandonarlo.
Ahora bien; si el sujeto posee un hábito profundamente arraigado y lo
interrumpe repentinamente, la tendencia hacia su expresión se intensifica
considerablemente en la mente subconsciente. El sujeto puede experimentar esta
tendencia dentro de sí mismo. De modo que durante el sueño esta tendencia, este deseo
de expresar el hábito, esta determinación hacia su expresión —que se ha acumulado en
el subconsciente— “rompa las cadenas” y la voluntad subconsciente se esfuerce por
mover el cuerpo, a fin de ejecutar el acto habitual.
El deseo reprimido actúa en forma similar. En este caso, el sujeto posee un
deseo profundamente arraigado, y, a menos que pueda aplacarlo, debe retraerse del
mismo, por medio de un esfuerzo consciente. Pero en su interior, el individuo persiste
deseando, deseando, deseando. Tanto que, de no ser por cierto obstáculo insuperable,
no se demoraría un instante en satisfacerlo.
De este modo, al desear e impedirse al mismo tiempo la satisfacción de ese
deseo, el sujeto no hace sino aumentar la “tendencia” en el interior de la mente
subconsciente. Puede experimentar entonces en ese interior un bullente impulso a
expresarse. El individuo está en guerra consigo mismo. La “tendencia” hacia la
expresión se torna tan grande dentro de la mente subconsciente, que termina por
estallar durante el sueño, cuando ya la consciencia no puede obrar para detenerla. En
esta situación, la voluntad subconsciente entra en acción.
Como se comprende, el abandono de un hábito de larga data o la represión de
un deseo, actúan en forma semejante y constituyen factores más fuertes que el mero
hábito o deseo. El secreto para conseguir que la mente subconsciente “ordene” a la
voluntad subconsciente, radica en la “tendencia hacia la expresión, que puede
acumularse en la mente subconsciente.
Algunos investigadores de lo oculto creen que es la voluntad subconsciente
quien se fortalece, que es la voluntad subconsciente la que estalla de súbito. Esto no es
exacto. La voluntad subconsciente es siempre omnipotente. Es la “tendencia hacia la
expresión” la que se fortalece terminando por estallar, y no la voluntad subconsciente.
Recuérdese que la “mente” subconsciente y la “voluntad” subconsciente, son dos cosas

537
distintas. Nadie podría lograr nunca fortalecer la voluntad subconsciente, haciendo que
estalle durante la noche.
Lo que el sujeto realiza, es una intensificación de la “impresión” grabada en la
mente subconsciente, es decir, la “tendencia hacia la expresión”, la cual actúa luego
como una simple indicación para que la voluntad subconsciente la ponga en ejecución.
El individuo graba esa impresión —hábito, rutina, deseo, etc.—, con tanta fuerza sobre
la mente subconsciente, que termina por ascender hasta la superficie, permaneciendo
allí durante el sueño, de modo que actúa entonces como una indicación —que no es
otra cosa en realidad— para que la voluntad subconsciente entre en acción.
El deseo reprimido, el hábito interrumpido y la rutina, son los tres factores
principales que producen “tendencia” sobre la mente, determinando las proyecciones
involuntarias, siempre que, por supuesto, los demás factores se presenten favorables.
La rutina es una forma regular de actuar, repetida día a día, ya se trate de trabajo o de
placeres, etc.
Si se pudiese observar a un proyector inconsciente durante el curso de una
proyección, podría comprobarse a menudo que el fantasma sigue la misma rutina que el
sujeto está acostumbrado a seguir durante la vigilia. La mente subconsciente guarda esa
acción tan profundamente arraigada en sí misma que, como resultado, el espíritu la
repite paso a paso. La rutina y el hábito se hallan más o menos entremezclados. Otra
razón más para que aquellas personas que se hallan postradas en cama por una
enfermedad, logren proyectarse con frecuencia.
Todas las personas siguen alguna rutina y ésta se arraiga a través de la
repetición en la mente subconsciente. Ya sea que uno se dé cuenta de ello o no, siempre
existirá una “tendencia” en la mente, arraigada en sí misma que, como resultado, el
espíritu la repite, y que nos domina. Todos hemos oído el caso de personas que
necesitan trabajar”, pues —afirman— se tornan altamente irritables si se ven forzadas a
la inactividad. En este caso se hace patente la “tendencia” de la rutina.
En tanto que el sujeto continúe realizando su actividad cotidiana, pospondrá la
“tendencia” y, por consiguiente, no habrá de advertirla. Pero si súbitamente, por
cualquier motivo, se ve forzado a quebrarla, entonces experimentará sus demandas
dentro de sí mismo. Los agricultores, por ejemplo, parecen poseer esta tendencia hacia
la rutina fuertemente arraigada en sus mentes subconscientes. Con frecuencia, tratan de
abandonar el campo, radicándose en la ciudad, pero no tardan en regresar a sus tierras
nuevamente. No hacen con eso sino cumplir con las exigencias de ese impulso interior.
Ahora bien; cuando una persona se ve súbitamente forzada a quebrar su rutina
—por ejemplo, debido a una enfermedad— la “tendencia” comienza a acumularse en la
mente subconsciente, pues no encuentra salida; es exactamente lo mismo que ocurre
con la acumulación de gas en una botella que, de no ser destapada periódicamente para
permitir el escape del gas, termina por estallar. Esta “tendencia” puede tornarse tan
fuerte que como resultado se establezca permanentemente en la superficie del
subconsciente o bien aflore a la superficie mientras el paciente duerme; en estos casos,
la voluntad subconsciente comenzará a ser estimulada, tratando de mover el cuerpo
astral y sacarlo del físico, para realizar la rutina en cuestión.
Pues bien; quizás parezca extraño que, si nos apegamos tenazmente a
determinada rutina, esto fortalezca su “tendencia”, y que también el quebrarla,
intensifique esa misma tendencia; pero a poco que nos detengamos a reflexionar,
observaremos que no hay en ello ninguna contradicción. Y digamos de paso que esto
coincide, en parte, con las comprobaciones del doctor Charles Lancelin, reputado

538
investigador francés, cuyo método para producir la proyección astral consiste
precisamente en la “rutina tenaz”.
A continuación, haré una breve reseña de lo que expresa este autor al respecto,
reservándome el derecho, al mismo tiempo, de disentir con él cuando afirma que el
éxito del experimento depende del poder que posea la voluntad subconsciente; en
efecto, tengo el convencimiento de que es la fuerza de la “tendencia hacia la expresión”
de la mente subconsciente la que ordena a la voluntad subconsciente que debe dar
salida a esa “tendencia” y no la propia voluntad subconsciente. Sin embargo, los dos
estamos de acuerdo en que la “rutina tenaz” trae como consecuencia este resultado.
“Lo primero que debe hacerse para asegurar el éxito de nuestra proyección
astral”, de acuerdo con Lancelin, “es dinamizar la voluntad; hiperdinamizarla, en
realidad, de modo tal que se encuentre sobresaturada y pronta a estallar, como el
champagne cuando se saca el corcho.
Existen diversos métodos para lograrlo. Uno de ellos —el más simple—
consiste en repetirse a sí mismo muchas veces antes de quedarse dormido: ‘Poseo
voluntad, poseo energía’. Así debe continuarse hasta que sobrevenga el sueño y se
pierda la memoria. Entonces uno puede pensar en el trabajo del día siguiente, con
claridad y al detalle, y formarse la resolución de no desviarse ni un milímetro del
mismo, aun cuando la presión exterior o la tentación sean muy fuertes. Esto le
proporcionará a la voluntad subconsciente una fuerza que nada podrá igualar.
Como se desprende de las frases citadas, el doctor Lancelin sostiene que la
“rutina tenaz” constituye un factor positivo —al igual que el autor de este libro— aun
cuando no coincide conmigo en la razón por la cual esta “rutina tenaz” favorece
realmente a la proyección.
Como es natural, creo que es el doctor Lancelin quien está equivocado. Si
sometemos el asunto a un cuidadoso examen, encontraremos que es la impresión
realizada por la rutina la que se ha fortalecido; es el arraigo del hábito el que crece en
forma tal, que termina por hacer eclosión hacia el exterior, pareciendo indicar, de este
modo, que es la voluntad subconsciente la que realiza la acción.
Supongamos que la voluntad subconsciente sea una locomotora y la tendencia
su maquinista. Ahora bien; a fin de que la locomotora se mueva, es necesario que el
maquinista la haga marchar; como es lógico, la locomotora no habrá de moverse por sí
misma. Cualquiera de los factores antes enumerados, bastan para provocar, al ascender
a la superficie durante el sueño, la acción de la voluntad subconsciente. Y la voluntad
subconsciente sólo puede obedecer esta indicación.
Si fuera cierto que ésta se halla tan dinamizada que no puede mantenerse
retraída, el sujeto habría de vérselas en figurillas durante la vigilia, pues sus
indicaciones no servirían entonces para nada. Recuérdese siempre esto: es la indicación
la que hace eclosión, proyectándose al exterior, y no la voluntad subconsciente. Y esta
indicación puede proceder por igual de la mente consciente o subconsciente.
Si la voluntad subconsciente pudiese operar sin haber recibido primero una
indicación, ¿cómo podría verificar el proyector astral sus movimientos?, ¿cómo
podríamos controlar nuestras acciones mientras nos hallamos conscientes? El hecho de
que la voluntad subconsciente mueva el cuerpo, no indica en modo alguno que lo haga
por hallarse hiperdinamizada.
No hace falta dinamizar la voluntad subconsciente, a fin de que mueva al
cuerpo astral, que dinamizaría para que mueva al cuerpo físico. Es la “indicación” la
que obra en esta forma y no la energía dinámica acumulada. Cuando nos hallamos

539
dotados de consciencia y deseamos movernos, no nos detenemos a dinamizar la
voluntad, todo lo que necesitamos es indicarnos este movimiento a nosotros mismos y
enseguida nos desplazamos bajo el mandato de la voluntad subconsciente.
Si fuera necesario que la voluntad subconsciente estuviera hiperdinamizada
para poder trasladar al cuerpo astral, entonces, ¿en qué forma podría mover aquélla al
cuerpo físico?
Algunos investigadores han estimado el peso aproximado del cuerpo astral en
unos sesenta gramos. Supongamos que el cuerpo físico de un sujeto pese ochenta kilos.
En ese caso, el físico pesaría unas mil doscientas veces más que el astral. Sin embargo,
nada nos impide mover el cuerpo físico con una mera indicación; y es también esta
simple “indicación” la que hace que la voluntad subconsciente mueva al astral durante
el sueño, aun cuando aquélla emane de una creación onírica.
Si hay algo que debe ser reforzado es solamente la voluntad consciente, de
modo que nos apeguemos firmemente a nuestra rutina, y esta impresión quede bien
grabada sobre la mente subconsciente. No obstante, no es necesario el poder de la
voluntad consciente, pues podemos lograr que el cuerpo astral se proyecte por la simple
acción de un sueño adecuado.
Todo cuanto hacemos se halla impreso en la mente subconsciente, y estas
impresiones están dándonos constantemente “indicaciones”; o por lo menos, somos
capaces de recordar estas impresiones (a menos que padezcamos de amnesia). Ahora
bien, cuando un acto o un pensamiento es repetido una y otra vez, se graba con más
fuerza, como es natural, en la mente subconsciente, y como es natural también, “se
indicará” con mayor facilidad.
Cuando hacemos empleo de nuestra fuerza de voluntad consciente,
aferrándonos tenazmente a una rutina dada, o cuando nos gusta (deseamos) tanto la
rutina que nos apegamos a ella, ésta se graba tan fuertemente en la mente
subconsciente, que allí se queda, en la superficie, o bien emerge hacia ella cuando
dormimos (se indica a sí misma) y entonces la voluntad subconsciente es impulsada a
mover el cuerpo. Es este, pues, el principal requisito involucrado, es decir, que la
indicación se convierta progresivamente en acción. La voluntad subconsciente obedece
la indicación en forma bastante semejante a aquella en que el sujeto hipnotizado
obedece las órdenes del operador.

Como descubrí que el “deseo” constituye un factor


activante
Pasemos ahora a examinar aquellos deseos que constituyen necesidades
corporales. Antes que nada, explicaré la forma en que descubrí el hecho de que el deseo
“indica” u ordena directamente a la voluntad subconsciente, durante el sueño.
Una noche calurosa de verano me fui a acostar y mientras yacía en la cama,
descubrí que empezaba a sentir sed —deseaba beber un vaso de agua— pero en lugar
de levantarme y apaciguar el deseo, no me moví de la cama —a decir verdad, sólo por
pura pereza— debido quizás a hallarme algo adormilado.
De este modo, en lugar de ser saciado, el deseo se vio así reprimido. Varias
veces estuve a punto de levantarme a buscar el vaso de agua, pero nunca llegué a
hacerlo. Finalmente, caí dormido. Cuando recobré nuevamente la consciencia, me
hallaba proyectado en el astral. Fue esto el resultado de un sueño, nada más que un

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sueño insignificante. Había soñado que me hallaba parado junto a la canilla de la pileta
de la cocina y que no podía abrirla, para mi contrariedad, pues deseaba tomar un vaso
de agua.
Me torné entonces plenamente consciente; mis manos (astrales) se hallaban
sobre el grifo, pero naturalmente no podían hacerlo girar. Entre el sueño y lo que
ocurría en realidad existía, sin embargo, una diferencia: en el sueño yo creía que el
grifo estaba cerrado con tanta fuerza que no podía hacerlo girar, pero al adquirir una
consciencia lúcida, comprendí que la imposibilidad de abrirlo se debía a que mis manos
no efectuaban contacto alguno con la canilla material.
Entonces se me ocurrió de pronto la idea de que el deseo había desempeñado
un importante papel en esta proyección; de este modo, volví a experimentar con
posterioridad sobre este mismo terreno y comprobé que así era en efecto. No debe
interpretarse que un deseo reprimido ya no es un deseo, pues la represión tiene lugar
simplemente por acción de la mente consciente, permaneciendo el deseo real en el
subconsciente. Un deseo reprimido es, en realidad, un deseo intensificado en la mente
subconsciente, lo cual determina que ascienda a la superficie y actúe como indicación
durante el sueño.
En el caso del deseo ordinario, podrían pasar varios días, meses incluso, antes
de que la impresión se hiciese lo bastante fuerte para manifestarse en el sueño; pero en
el caso de un deseo que representa una necesidad, como la sed, por ejemplo, puede
bastar incluso el transcurso de una sola hora para que se grabe profundamente en la
subconsciencia.
El lector sabe esto por experiencia, sin necesidad de leer mis afirmaciones; y
si no, en la primera oportunidad en que experimente sed, trate de reprimir el deseo y
entonces verá cómo se acumula éste en su interior hasta que su peso termina por
hacerse insoportable. Se observará así cuán imperioso es el deseo de beber. Es
precisamente esta cualidad lo que hace que se manifieste durante el sueño, ordenando
en forma inapelable su satisfacción, de modo que la voluntad subconsciente se ve
obligada a mover el cuerpo, pues al no hallarse consciente el sujeto, ya no puede
evitarlo.
De modo que si el cuerpo físico del sujeto se halla “incapacitado” (en un
estado tal en que no pueda responder instantáneamente al ponerse en marcha la
voluntad subconsciente), el cuerpo astral habrá de abandonar al físico. La sed entraña la
tendencia más fuerte y de resolución más rápida, de tal manera que puede emplearse en
la práctica de este fenómeno.
En segundo término, detrás de la sed, viene el hambre, el deseo de alimentos.
El ayuno ejerce una doble influencia positiva sobre la proyección astral. Sin duda el
lector debe recordar la primera razón, (la vimos al estudiar la energía); en esta
oportunidad aprendimos que, durante el ayuno, se suprime una fuente secundaria de
energía, y en consecuencia el astral debe proyectarse a mayor distancia durante el
sueño, a fin de “reabastecerse” lo antes posible de energía cósmica.
La segunda razón que hace de la falta de alimentos un factor positivo en la
proyección del cuerpo astral, es que el deseo de alimentos se halla presente, de
ordinario, especialmente en las primeras etapas del ayuno, y este deseo, al ser
reprimido por la mente consciente, se intensifica dentro de la mente subconsciente; la
tendencia llega a hacerse tan fuerte, que pronto asciende a la superficie, manifestándose
como una indicación u orden, mientras el sujeto duerme. La voluntad subconsciente es
entonces dominada por la indicación, exactamente en la misma forma que en el caso de

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la sed. Fácilmente puede verse entonces la ventaja del ayuno, cuando se trata de
obtener la proyección astral. Más adelante proporcionaré ciertas instrucciones
específicas, a fin de investigar las diferentes “tendencias” en forma voluntaria.

La actividad del fantasma inconsciente es regida


por la “tendencia”
Si la indicación de la “rutina” aflora a la superficie de la mente subconsciente
mientras estamos dormidos, y nos proyectamos entonces en el astral, el fantasma habrá
de seguir todos los pasos de la rutina, a menos que nos tornemos conscientes y
dirijamos sus movimientos.
Si la indicación de cierto hábito profundamente arraigado, asciende a la
superficie de la mente subconsciente mientras dormimos, y entonces nos proyectamos
en el astral, el fantasma reproducirá todas las fases del hábito, a menos que nos
tornemos conscientes y dirijamos nuestros movimientos.
Si un sueño (indicación) de ascenso por el espacio aflora a la superficie de la
mente subconsciente mientras dormimos, y no nos hallamos dotados de la suficiente
consciencia para gobernar nuestros movimientos, el fantasma habrá de ejecutar el
sueño paso por paso.
Si aparece en la superficie de la mente subconsciente la indicación de un
intenso deseo mientras dormimos, y nos proyectamos entonces en el cuerpo astral, pero
sin adquirir consciencia de nuestros actos, el espíritu sólo obedecerá a aquel impulso,
tratando de aplacar el deseo.
El astral obedece la orden imperiosa que recibe de la mente —cualquiera de
las dos mentes— durante la proyección. Si bien he hecho una enumeración de los
factores que, habiendo impresionado la mente subconsciente, ascienden a la superficie
durante el sueño, para manifestarse (como otras tantas órdenes) a la voluntad
subconsciente, no todos actúan en la misma forma y, como no tardaremos en ver, los
tres grupos (sueños, hábitos y deseos), se hallan más o menos relacionados.
Podemos poseer el hábito, por ejemplo, de hacer determinado acto; también
podemos desear hacerlo, y podemos por fin, soñar que lo hacemos. Pronto llegaremos
así a un círculo vicioso. Un deseo puede motivar un hábito. Un hábito puede motivar
un deseo. Un deseo puede motivar un sueño. Un sueño puede motivar un deseo, etc.
La indicación que pugna por “hacer eclosión” durante el sueño, debe ser tal
que implique movimiento del cuerpo, del yo, y ya sea que provenga de un hábito, de un
sueño, de un deseo o de una combinación de cualquiera de estos tres factores.
Si el hábito que “hace eclosión” es de tal tipo que involucra un movimiento
del yo, la indicación tenderá en ese sentido. Si el deseo que “hace eclosión” es tal que
requiere movimiento del yo a fin de aplacarlo, la indicación tenderá en ese sentido.
A poco que se reflexione, se comprenderá que cuanto mayor sea el número de
factores implicados en la formación de una impresión, tanto más fuerte habrá de ser la
indicación en ella originada. El “matiz” de la impresión determina la forma en que
actúa la voluntad subconsciente. Puede suceder que responda con determinación, con
entusiasmo, activa o débilmente, etc.; esto depende del matiz predominante en la
indicación y de la medida en que el cuerpo físico se halle “incapacitado”, como así
también de la cantidad de energía acumulada en el condensador, etc.

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Volvamos nuevamente al ejemplo de la locomotora (voluntad subconsciente),
y su maquinista (indicación). La máquina obedece las maniobras del maquinista, y del
mismo modo la voluntad subconsciente obedece cualquier indicación de la mente
subconsciente. El espíritu, durante la proyección, puede hallarse consciente,
parcialmente consciente, o inconsciente. Si el fantasma se halla proyectado
inconscientemente, realizará el acto habitual o tratará de aplacar su deseo (o lo que
quiera que fuere) sin que el sujeto llegue a saberlo.
Si surge una completa consciencia en el interior del fantasma proyectado, lo
más probable es que éste responda a las indicaciones conscientes que reciba. Si se trata,
en cambio, de una proyección parcialmente consciente, el fantasma ejecutará la acción
(de acuerdo con la indicación recibida), mientras el sujeto sueña, y este sueño será más
o menos igual a la acción ejecutada.
La indicación procedente del hambre o la sed, si éstas son intensas durante el
sueño, no sólo impulsa la voluntad subconsciente a “levantarse” y aplacar el deseo,
sino que también origina el soñar del espíritu; de este modo, se plantea una doble
fuerza positiva: deseo y sueño. Ya los antiguos hebreos observaron la forma en que el
hambre y la sed afloraban a la superficie de la mente durante el sueño. También
observaron que, en la construcción onírica, el deseo era aplacado.
Leemos, en efecto, en Isaías XXIV, 8: “Será como cuando un hambriento
sueña y cree comer; pero luego despierta y su alma está vacía; o cuando sueña un
hombre acosado por la sed, y sueña que bebe; pero después despierta y comprueba que
se halla tan débil como al dormirse”. El Barón Trenck (16 de febrero de 1726,
Haldensleben, Alemania - 25 de julio de 1794) que pasó un hambre intensa durante su
encierro en un calabozo, tuvo muchos sueños en los que asistía a banquetes sibaríticos.
No se crea por un solo momento, sin embargo, que siempre que se sueña se
proyecta el cuerpo astral, o que siempre que uno se proyecta, el cuerpo astral sueña.
Puede suceder que un fuerte deseo aflore a la superficie de la mente subconsciente y
cause, no obstante, un sueño no proyectivo, pues, aunque el deseo tienda a “extraer” el
astral por intermedio de la voluntad subconsciente, pueden existir otros factores
contrarios a la proyección. Sin embargo, la mente consciente sólo puede hallarse
operando en forma parcial, pues de otro modo el sujeto no estaría soñando. En el caso
inverso, podría suceder que un fuerte deseo aflorase a la superficie durante el sueño,
proyectase el espíritu, y el sujeto no soñase con él.
Noche a noche ascienden hasta la superficie de la mente subconsciente fuertes
deseos y hábitos, pero si la mente consciente no se halla en actividad, ni siquiera
parcial, entonces no puede originarse sueño alguno, si bien podría producirse una
proyección, que es, de hecho, lo más frecuente en estos casos. En otras palabras,
durante una proyección inconsciente, el fantasma se halla realmente dormido; no
obstante lo cual, por extraño que parezca, el fantasma puede caminar o desplazarse en
otra forma por el espacio. Como el lector recordará ya nos hemos referido antes a este
estado; en aquella oportunidad lo designamos con el nombre de “proyección amóvil” y
de “sonambulismo astral”.

El deseo sexual es un factor negativo

543
Conociendo la medida en que el deseo sexual se torna activo durante el sueño,
podría pensarse que constituye un fuerte factor estimulante y de suma utilidad para la
proyección del astral; sin embargo, aquél representa una “tendencia” que obra contra sí
misma, por lo menos en lo referente al cuerpo astral; en efecto, un deseo demasiado
intenso tiende a tornarse emocional; esto determina que la sangre comience a circular
con mayor rapidez en el cuerpo físico y entonces “la incapacidad” de éste, deja de ser
tal; como consecuencia natural, el cuerpo astral no podrá proyectarse; lejos de ello, será
arrastrado al más estrecho contacto con el cuerpo físico.
Además, un deseo de este tipo entrañaría una profunda inquietud del cuerpo
físico. La mente subconsciente no concibe su satisfacción como no sea mediante el
cuerpo físico, pues a ello ha estado habituada, como así también a la posición reclinada
que el cuerpo suele ocupar en esas ocasiones; de modo que la indicación, en este caso,
al aflorar a la superficie de la mente subconsciente, acabaría por dirigir al cuerpo astral
hacia adentro del cuerpo físico y no hacia afuera.

Es más fácil la proyección del fantasma


hacia un lugar familiar
Otro poderoso factor (hábito interrumpido) que tiene un efecto activante
sumamente fuerte sobre la voluntad subconsciente, es el de dormir en un lugar extraño,
esto es, un lugar donde no se tenga costumbre de dormir. Probablemente el lector no
tenga idea de la fuerte tendencia que posee la mente subconsciente a llevar el cuerpo
nuevamente al lugar en que tiene costumbre de dormir.

Proyección de un lugar extraño a otro familiar


Cuando tenía dieciséis años, fui un día a visitar a mi tía que vivía en un pueblo
cercano, a veintidós kilómetros de distancia. Esa noche la pasé en su casa, pero antes
de dormirme me sentí muy inquieto, pues hubiera deseado hallarme en mi casa y
dormir en la habitación y en la cama donde siempre lo hacía.
Finalmente, el sueño me venció y enseguida comencé a soñar que me hallaba
volando provisto de un par de alas, en mi propia habitación, precisamente encima de la
cama donde hubiera querido dormir. Entonces adquirí consciencia en el astral,
encontrándome revoloteando en posición horizontal sobre la cama donde siempre había
dormido, en mi propia casa.
He aquí una experiencia en que, al despertarme, creí hallarme muerto. En
aquella oportunidad, como es lógico, no vi mi cuerpo físico acostado sobre la cama
según era costumbre, siempre que me proyectaba en forma consciente dentro de esa
habitación. Lo primero que se me ocurrió al descubrir la ausencia de mi cuerpo físico,
fue que yo había muerto y me había visto privado de consciencia cierto tiempo, durante
el cual debía haber sido enterrado.
¿”Dónde está mi cuerpo”?, me pregunté asombrado: ¡Quiero encontrarlo!”,
pero no bien pensé en ello, me vi instantáneamente transportado de regreso a la
habitación en que había pasado la noche en casa de mi tía.

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Puede verse, mediante este ejemplo, la lentitud con que funciona la mente
consciente, si se la compara con la subconsciente. Antes de que tuviera tiempo para
recordar (consciencia) que había estado durmiendo en la casa de mi tía, ya me hallaba
de regreso en mi cuerpo físico.
Como se verá, en este ejemplo se encuentran presentes los tres factores:
hábito, deseo y sueño. Además, yo deseaba hallarme en cierto lugar y a fin de aplacar
ese deseo, el cuerpo astral me trasladó hacia él.
En cualquier clase de proyección, siempre le resulta más fácil al cuerpo astral
“proyectarse” hacia un lugar familiar que a otro extraño; en realidad, es sumamente
frecuente hallar al cuerpo astral, cuando se encuentra exteriorizado e inconsciente,
vagando por los ambientes familiares o realizando las actividades que tenía costumbre.
Y esto no sólo se aplica a los espíritus transitorios proyectados, sino también a
aquellos separados en forma permanente del cuerpo (espíritus-fantasmas de los
muertos).

Los espíritus o fantasmas de los muertos se hallan


dominados frecuentemente por la “tendencia” del
deseo o del hábito
Es ésta una de las razones que explican el hecho de que existan tantas casas y
parajes poblados de fantasmas. Los espíritus de los muertos pueden presentar un
“deseo” o un hábito tan fuertemente grabado en su ser íntimo, que sólo aciertan a
continuar punto por punto los mismos hábitos y actos que cuando se hallaban unidos al
cuerpo físico, aun mucho tiempo después de haberse tornado conscientes; y esto se
debe a que allí está la “tendencia” y no tienen más remedio que obedecerla. Es esta
misma tendencia del deseo o del hábito, o de ambos a la vez, la que gobierna al espíritu
cuando duerme. Sabiendo esto, es posible hacer que la voluntad subconsciente proyecte
al fantasma mientras dormimos; para ello basta inyectar una fuerte “tendencia” de
deseo o hábito o de ambos a la vez, la cual, al aflorar a la superficie de la mente
subconsciente durante las horas del sueño, pone en marcha la voluntad subconsciente,
siempre que nuestro cuerpo físico se encuentre “incapacitado”, obedeciendo de esta
forma, a la tendencia del hábito o al reclamo imperioso del deseo.
Los fantasmas de los muertos no se conducen, durante cierto tiempo después
de su entrada definitiva en el plano astral, en forma muy disímil a la de los espíritus de
los vivos. Algunos permanecen inconscientes durante cierto tiempo; otros se hallan
dotados de consciencia desde antes incluso que el cable astral se corte, y los hay
todavía que vagan en medio de un sueño, es decir, parcialmente conscientes.
Ya sea que el espíritu se encuentre inconsciente o parcialmente consciente,
siempre se hallará bajo la tendencia del hábito o del deseo, no pudiendo desviarse del
mismo hasta tanto no cese la actividad de la “indicación”. Pero una vez que se
encuentre consciente el sujeto podrá, si así lo quiere, romper el mandato continuo del
deseo y la rutina del hábito. No obstante, la tendencia suele ser tan fuerte que aun
hallándose dotado de consciencia, el fantasma retornará una y otra vez a los ámbitos
familiares, obedeciendo así pasivamente, a su mandato.
Después de la muerte, los hábitos continúan intactos y los deseos tan
insatisfechos como antes; en consecuencia, también permanece intacta la “tendencia”

545
por ellos originada. El espíritu realiza todas las fases constitutivas del proceso de
aplacar un deseo dado experimentado en vida, o bien se entrega a un hábito al que
había estado acostumbrado.

El fantasma inconsciente puede mover


a veces objetos materiales
Ya se ha dicho que la forma en que la voluntad subconsciente responde a la
indicación, depende del “matiz de la misma”. Bajo la tendencia de un hábito
profundamente arraigado o de la rutina, la voluntad subconsciente suele adquirir en
ciertas ocasiones, una verdadera determinación; se sirve entonces de una poderosa
“fuerza motriz” que aplica a cada acción, y esta fuerza motriz es mucho más vigorosa
en la ejecución de un hábito que en los demás casos.
Esta es la razón por la cual los espíritus de los muertos —bajo la tendencia del
hábito, en los ámbitos por ellos frecuentados en vida—suelen mover objetos que sus
voluntades conscientes no hubieran podido. La fuerte respuesta de la voluntad
subconsciente, se origina como consecuencia del profundo arraigo en la mente
subconsciente de la tendencia de la indicación.
El espíritu inconsciente puede a veces, bajo la tendencia, cumplir con un
hábito, mover algunas cosas que otro espíritu consciente no lograría, debido a que la
voluntad consciente es incapaz de producir la “fuerza motriz” que puede generar la
voluntad subconsciente; de modo que una sola indicación consciente no es tan fuerte
como una sugestión profundamente arraigada en el subconsciente.
Así, podemos explicar (entre otras) cómo podrían suceder los hechos
conocidos de casas pobladas de fantasmas. El fantasma que realiza sus actividades en
ese entorno, lo hace bajo el impulso del deseo o el hábito, y es tan grande la “fuerza
motriz” generada, que llegan a hacerse “sentir” por los seres terrenos que habitan esas
casas. El espíritu puede hallarse, en estos casos, inconsciente, parcialmente consciente
o consciente.
Muchos especialistas dedicados al estudio de las casas encantadas, han
comprobado que ciertas manifestaciones ocurren con intervalos precisos, en forma
perfectamente regular. Esto sucede debido a que el espíritu se halla bajo la tendencia
del hábito.
He aquí un ejemplo:

Un espíritu merodeador bajo la tendencia


de un hábito y un deseo
Años atrás conocí a una anciana señora que vivía en una habitación del
segundo piso de un caserón, donde pasó los últimos años de su vida terrenal. Durante
los últimos diez años había tenido el hábito de leer la Biblia con toda regularidad. Por
las mañanas, entre las cuatro y las cinco, se levantaba del lecho, se sentaba en una vieja
y crujiente mecedora (por la cual guardaba especial predilección) y leía la Biblia, al
tiempo que se mecía en la silla, produciendo cada movimiento un crujido característico.

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A las cinco cerraba su libro y descendía a la planta baja. Durante diez años
siguió esta misma rutina, sin variar un solo punto. Por fin, llegó el día en que murió.
Los otros ocupantes de la casa se despertaban todas las mañanas, después de la muerte
de la anciana señora, alrededor de las cuatro y podían oír claramente la silla que aquélla
había utilizado, crujiendo como si alguien hubiera estado hamacándose en ella.
Comenzó a circular entonces la historia de que la casa se hallaba “encantada”,
con el resultado de que todos los ocupantes la abandonaron a poco de ocurrida la
muerte de la vieja señora y no apareció nunca, después de esto, ningún inquilino
dispuesto a habitarla. Aunque las personas que se mudaron, no eran supersticiosas —
así lo declararon ellas— y no creían en “fantasmas”, insistían sin embargo, en que
todas las mañanas, entre las cuatro y las cinco, ¡oían el crujido regular de la mecedora!
Reproducimos este caso sólo a fin de mostrar la forma en que la tendencia del
hábito puede posesionarse en la mente subconsciente, y además para ilustrar el poder
de la “fuerza motriz” bajo la tendencia de un hábito y de un deseo. El espíritu era presa
del deseo de leer y del hábito regular en un lugar determinado.

Un fantasma madrugador
He aquí otro caso que ilustra la forma en que el espíritu retorna a sus hábitos
regulares durante la proyección. En una casa vivían un anciano de setenta y cinco años,
su hijo y la familia de su hijo; todos dormían en el piso alto; el anciano en su propia
pieza, el marido y su esposa en otra y los chicos en una tercera.
El anciano caballero tenía la costumbre de levantarse temprano de mañana y
encender la estufa en la planta baja. Todas las mañanas, a las seis y media, realizaba
esta tarea con escrupulosa regularidad, no porque tuviera la obligación, sino
simplemente porque le gustaba.
Un domingo de mañana, más o menos a esa hora, el hijo despertó en el piso
alto y oyó los ruidos de los hierros en la estufa de la planta baja. Le comentó entonces a
su esposa que su padre debía estar encendiendo el fuego. Lo cual no tenía
absolutamente nada de extraño; y media hora más tarde el hijo y su esposa se
levantaron.
Al llegar abajo descubrieron que la estufa no había sido encendida; y, sin
embargo, ellos sabían que habían oído al anciano —o alguien al menos— andar con los
hierros de la estufa a las seis y media. La esposa subió entonces al cuarto de los niños
para avisarles que no hicieran ruido, pues el abuelo todavía no se había levantado y
seguía durmiendo.
Pero los niños argumentaron que ellos habíanlo oído bajar y caminar por el
hall, y encender el fuego. Al ver así confirmada su primera impresión —que el anciano
se había levantado— el hijo y su esposa se dirigieron a la habitación de aquél.
El anciano se hallaba en su lecho, al parecer dormido; pero un rápido examen
demostró que en realidad estaba muerto. Se llamó inmediatamente al médico, quien
declaró que el anciano debía haber fallecido por lo menos cinco horas antes. De modo
que llegaron todos a la conclusión entonces, que no podía haber sido el anciano a quien
habían oído desde el piso alto.
Son numerosos los casos semejantes a éste. El espíritu obraba bajo la
tendencia del hábito y en estas ocasiones la “fuerza motriz” es sumamente poderosa.

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Más adelante volveré sobre este tema, es decir, la posibilidad que tiene un fantasma de
mover objetos físicos.

El factor “Enervación”
Entre los factores que impulsan la voluntad subconsciente a mover el cuerpo
astral, puede incluirse la “enervación”. No es necesario profundizar el análisis de este
factor, puesto que hemos visto antes la forma en que la “enervación” —falta de energía
cósmica— determina la proyección del cuerpo astral, a fin de abastecerse de energía
cósmica durante el sueño. También aprendimos que los sujetos de temperamento
nervioso salen con mayor rapidez, más fácilmente y a mayor distancia que los de
temperamento tranquilo.
La enervación es, en realidad, una condición corporal, y constituye un
importante auxiliar en la proyección del cuerpo astral. Pues bien; si el sujeto se repite a
sí mismo una y otra vez: “tengo energía, tengo energía, tengo energía”, durante días y
días — como sostienen algunos autores que debe hacerse, a fin de proyectarse— lejos
de facilitar la proyección, no hará sino atar cada vez con lazos más firmes, el cuerpo
astral al físico. En efecto, cuanto mayor sea la cantidad de energía almacenada por el
sujeto, tanto menor será el impulso del condensador astral a separarse a una gran
distancia del organismo físico, durante la discoincidencia.
Si es cierto que el temperamento nervioso es el mejor dotado para la
proyección, no será irrazonable concluir que el consumo de energías es el mejor
método para alcanzar la proyección. Y así es en efecto. Es la falta de energía nerviosa
lo que caracteriza a un temperamento nervioso, y el consumo de la propia energía, por
cualquier medio que se realice, no hace sino acercar la meta perseguida por el sujeto.
El astral no se separa del físico por la noche, durante el sueño, porque tenga
demasiada energía, sino, muy por el contrario, por carecer de ella; tal es la razón de que
dormimos.
Si fueran la fuerza de voluntad y la acumulación de energía las causas de la
proyección del cuerpo astral, una persona enferma no podría proyectarse, lo cual
contradice precisamente todos los hechos conocidos.

Determinación de la “tendencia” adecuada,


para usar en la proyección
Ahora que comprendemos las causas que impulsan la voluntad subconsciente
a mover el cuerpo durante el sueño, todo lo que necesitaremos para provocar una
proyección será desarrollar uno de los factores requeridos con suficiente vigor, para
que aflore a la superficie de la mente subconsciente o permanezca en ella, después de
habernos dormido.
Al elegir el factor que se desea utilizar, no debe optarse por el primero que a
uno se le ocurra, sino que debe realizarse un examen previo de todos los agentes en
juego, a fin de establecer si el factor se acondiciona al caso individual, si no es de
difícil desarrollo para la mente subconsciente, si se halla en armonía con las leyes de la

548
proyección y si ya ha experimentado algún incremento previo (evitando tener que
crearlo específicamente para el proceso), etc.
El sujeto deberá formularse las siguientes preguntas: ¿tengo yo algún deseo
con cuya satisfacción me provoque soñar frecuentemente, o que haga presa de mí
violentamente, durante la vigilia? ¿Requerirá su satisfacción movimientos del cuerpo
astral? ¿Es un deseo sexual? (en este caso, no debe empleárselo, pues no permitirá una
entera pasividad del cuerpo físico), ¿Es acaso un deseo de venganza dirigido contra
alguien? (en caso de que así sea, no se debe tratar de desarrollarlo). ¿Poseo algún
hábito que me produzca placer? ¿Es un hábito-deseo? ¿Sueño frecuentemente con él?
(esto sólo sirve para mostrar si aquél se halla lo bastante arraigado en la mente
subconsciente, como para manifestarse durante el sueño). ¿Constituye parte de mi
rutina? ¿Me desagrada mi rutina? etc.
El objeto de este cuestionario, consiste simplemente en permitir al sujeto
determinar el factor más apropiado para la proyección; aquél que se adapte en forma
más ventajosa a sus exigencias particulares. Si el sujeto conoce los requisitos de la
proyección astral, podrá escoger el factor en forma más científica. No es sin embargo a
mí a quien corresponde establecer cuál es el factor más indicado para intentar la
proyección; pero si he de dar algún consejo al lector, me permitiré, de todos modos,
indicar la “sed”, por varias razones que veremos enseguida.
En primer lugar, ¿por qué tomarse el trabajo de desarrollar un hábito de rutina
tenaz, a través de semanas enteras probablemente, para grabarlo nítidamente en la
mente subconsciente, cuando fácilmente puede imprimirse la “sed” en unas pocas horas
y con un esfuerzo mínimo? En segundo lugar, la sed debe ser satisfecha; el
subconsciente lo sabe y habrá de recurrir a cualquier recurso para aproximar el cuerpo
al agua, de modo tal que habrá de mover el astral con determinación, en caso de que no
pueda mover el físico. (Más adelante suministraré la fórmula correspondiente).

Incapacidad
Antes de poder suministrar instrucciones específicas de provecho para el
lector, es necesario considerar otro aspecto del proceso. Sabemos que no sólo la
voluntad subconsciente debe asumir la determinación de mover al cuerpo, sino también
que el cuerpo físico se halle “incapacitado”.
Sólo una vez que hayamos aprendido cómo obstruir la actividad del cuerpo
físico, estaremos en condiciones de asimilar las instrucciones para combinar la
“tendencia” y la “incapacidad”, combinación ésta indispensable a fin de obtener el
efecto deseado, esto es, la proyección del cuerpo astral. Como se recordará, la
“incapacidad” del cuerpo físico significa que éste se encuentre inusitadamente pasivo,
en la más completa inactividad; tanta, que no pueda responder en el momento en que la
voluntad subconsciente trate de mover a ambos cuerpos en coincidencia.
Cuando tal ocurre, el cuerpo astral se separa del físico. Si la voluntad
subconsciente intenta mover al cuerpo precisamente en el momento en que el sujeto se
queda dormido, el espíritu se proyecta, sin detenerse en la zona de reposo.
Si la voluntad subconsciente intenta mover al cuerpo —esto es, si se hace
presente alguna indicación— mientras el fantasma se halla en la zona de reposo y el
cuerpo físico no se encuentra en un grado adecuado de pasividad, el espíritu se
deslizará nuevamente hacia el interior del organismo físico, moviéndose finalmente los

549
dos cuerpos juntos en coincidencia. El sujeto puede estar parcialmente consciente o
inconsciente. Puede poner en ejecución lo que sueña (en caso de hallarse parcialmente
consciente); también puede aplacar un deseo, poner en práctica un hábito, etc. Esto es
lo que se conoce con el nombre de sonambulismo físico; en éste, el sujeto puede
tornarse consciente, del mismo modo que en el caso del sonambulismo astral.
La única diferencia es que, en uno de los casos, el cuerpo físico se encuentra
incapacitado, quedando detrás, por lo común en el lecho; en el otro caso, por el
contrario, el cuerpo físico no se halla incapacitado, participando también del
movimiento. Un rápido análisis del sonambulismo, nos ayudará a comprender el
significado de la proyección astral, pues así podremos ver la semejanza existente entre
ambos, como así también la presencia de un factor determinante, del cual depende que
sea el cuerpo físico el que se mueva o solamente el astral. Ese factor es la
“incapacidad” y existe un método específico para facultarla a voluntad.
Antes de proseguir con el estudio de este método, detengámonos un instante a
observar la similitud existente entre la causa y el proceso del sonambulismo físico y la
causa y el proceso de la proyección astral. La causa es en ambos casos, como ya
dijimos, el aflorar a la superficie de la mente subconsciente de una impresión —que
actúa como orden frente a la voluntad subconsciente— cuya naturaleza puede consistir
en un hábito, un deseo o un sueño.
Toda vez que el espíritu se proyecta o que el sujeto empieza a caminar
dormido físicamente, el estado mental es exactamente el mismo. El sonámbulo físico
puede poner en ejecución el sueño que ocupa su pensamiento, al igual que el
sonámbulo astral. Los movimientos del sonámbulo son tan precisos, que al observarlos
asombra la seguridad de la inteligencia rectora.
Sí el sonámbulo acierta a encontrar en su paso a una persona, o bien no le
presta la menor atención, o inmediatamente la incluye como parte de su sueño, en caso,
claro está, de que el sujeto se encuentre parcialmente consciente. Si hallándose en el
cuerpo astral, y siendo iguales las demás condiciones, se encontrase el proyector en sus
sueños con otros individuos — terrenos o espirituales— éstos se convertirían de
inmediato en personajes de su sueño. Recuérdese mi sueño con los indios, que en aquel
caso el mismísimo “Curita” estaba parado frente a mí.
Un autor ha contado el caso de un hombre que después de haberse acostado,
fue asaltado por la idea de que había olvidado cerrar la puerta de su negocio; poco
tiempo más tarde este mismo individuo fue detenido por un agente en las proximidades
del negocio; según todo lo hace presumir, el sujeto había llegado hasta allí caminando
en estado sonambúlico.
Se ve aquí claramente cómo permaneció la impresión en la superficie de la
mente subconsciente, activando la voluntad subconsciente, mientras el hombre dormía.
En caso de haberse hallado físicamente incapacitado, sólo el cuerpo astral hubiera
viajado hasta el negocio.
Seguramente el lector dirá: “En este caso, la impresión no fue causada por un
deseo ni por un hábito ni tampoco por un sueño.
¡Pero esto no es cierto! Hasta donde la mente del sujeto importa, el hábito de
cerrar la puerta del negocio había sido evidentemente violado.
También existía el deseo de saber si el negocio estaba cerrado o no, y en este
último caso, de cerrarlo.
A poco que se detenga a analizar los casos de sonambulismo, el lector
descubrirá que todos ellos, como así también las proyecciones astrales, obedecen a los

550
mismos factores fundamentales: deseo, hábito o sueño. Con todo, puede suceder que ni
aun estudiando minuciosamente las acciones del sonámbulo, pueda encontrarse el
resorte que lo mueve; sin embargo, tengo el convencimiento de que una mayor
profundización en el examen de las mismas, habrá de conducir forzosamente a un
deseo, hábito o sueño adecuado.
Pues bien; puede suceder que un hábito fuerte proyecte al fantasma o ponga al
sonámbulo en movimiento al igual que una indicación onírica, aun cuando su ejecución
práctica lo aleje del cumplimiento del hábito. Por otra parte, esto es lo que acontece
generalmente. El sujeto está siempre dominado por la indicación más fuerte que acierte
a imperar en su pensamiento.
Consideremos, por ejemplo, el caso de un sujeto que se acostase con hambre y
que su deseo de alimentarse aflorase en la superficie de la mente subconsciente o
permaneciese en la misma. Si el deseo fuera lo bastante fuerte, la indicación concreta
“comida” no tardaría en hacerse presente en la voluntad subconsciente.
En caso de que el sujeto no se hallase físicamente incapacitado —y no se
tornase consciente— empezaría a caminar en estado sonambúlico. En caso contrario, es
decir, si se encontrase físicamente incapacitado, terminaría por proyectarse bajo el
imperativo “¡comida!”. Si no se presentase ninguna indicación onírica, o si
experimentase el sujeto un sueño que sugiriese comer (que es lo más probable) el
sujeto permanecería bajo la impresión dominante y entonces podría dirigirse hacia el
aparador o un restaurante o la panadería, etc., según el pensamiento relativo que la idea
de comida despertase en su mente.
En caso de que, en el camino recorrido bajo el impulso del deseo, se
encontrase el sujeto en estado parcialmente consciente (es decir, en el sueño), con algo
capaz de producir una impresión diferente en su pensamiento, podría suceder que
olvidase su deseo de comer y empezara a hacer alguna otra cosa.
Supongamos que el individuo estuviera proyectado o en sonambulismo físico,
bajo la sugestión “comida” y que la impresión relativa o accesoria fuera la de la
panadería. En este caso, el sujeto no tardaría en dirigirse hacia aquélla. Supongamos
ahora que en el camino pasara frente al banco, donde guarda su dinero y realiza sus
transacciones comerciales, y supongamos también que tuviera el hábito de ir a menudo
al banco a depositar sus ingresos. Si esta indicación posterior llegara a dominar a la
primera, en lugar de continuar su camino hacia la panadería, trataría de entrar al banco.
En el caso de una proyección astral, el individuo podría pasar directamente a
través de la puerta del banco, dirigirse a la ventanilla de depósitos, efectuar el suyo y
salir luego caminando nuevamente, siguiendo el trayecto habitualmente recorrido en
sus diligencias. Si se hallara en cambio dentro del cuerpo físico, en estado
sonambúlico, podría suceder que llegase hasta la puerta del banco, soñara que estaba
cerrada y se diera media vuelta, emprendiendo el regreso a su casa. En este caso, no
habría hecho más que seguir las indicaciones derivadas de la mente rectora de sus
movimientos, exactamente las mismas indicaciones que guían nuestros movimientos
cuando nos hallamos dotados de consciencia.
Veamos lo que al respecto dice David Walsh (Estados Unidos – 1945): “En
algunas personas, los ataques de sonambulismo varían muy poco. Todas las palabras,
ademanes y gestos tienen exactamente lugar en el mismo momento cada vez,
exactamente como si se tratase de la representación de un drama sobre la escena. En
caso de que el ataque tuviera un fin brusco, antes de haberse completado el drama

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onírico, éste habría de proseguir, en el ataque siguiente, desde el mismo punto en que
había sido interrumpido”.
“He aquí un caso narrado por Charcot que ilustra este punto. Su paciente era
un periodista que creía ser, durante los ataques de sonambulismo, un novelista famoso.
Después de haber escrito dos o tres páginas, bastaba retirárselas para que cesara el
ataque. Pero al ataque siguiente comenzaba a escribir precisamente desde el punto en
que había interrumpido su trabajo la vez anterior”.
Nuevamente nos encontramos aquí con el deseo (de escribir) y el hábito, como
causas activas y determinantes del proceso. Como se ve, el sonambulismo físico y la
proyección astral se apoyan fundamentalmente sobre una base común. La diferencia
consiste simplemente en que, en un caso, el cuerpo físico se encuentra lo bastante
activo como para adherirse al astral durante el proceso, y en el otro no.

Proyección astral causada por la sed


Del mismo modo en que un individuo adecuadamente predispuesto, puede
experimentar el sonambulismo físico o la proyección del cuerpo astral bajo la
influencia de una impresión de hambre, dirigiéndose a un aparador, restaurante o
panadería, etc., del mismo modo también habrá de comportarse el mismo tipo de
sujeto, pero dirigiéndose ahora a la canilla, al arroyo, o a cualquier otro lugar apropiado
para satisfacer su deseo, en caso de hallarse bajo la influencia de la “sed”.
En mis primeras experiencias sobre este terreno, es decir, cuando por primera
vez traté de estimular voluntariamente el deseo de agua antes de irme a dormir, me vi
recompensado con el éxito desde la iniciación misma de aquéllas. A fin de reforzar la
tendencia volitiva, me abstenía de beber durante cierto tiempo, antes de realizar la
prueba, estimulando al mismo tiempo el deseo, fijando continuamente el pensamiento
en la idea de beber, y también mirando vasos de agua, llevándomelos a la boca sin
probar el líquido, etc.
Antes de acostarme, y venciendo mi repugnancia, me tomaba una pequeña
porción de sal. Como podrá imaginarse el lector, eso era una verdadera tortura, pero
con todo, la recompensa era suficiente, pues la “tendencia” así originada, superaba con
mucho las predisposiciones más vehementes experimentadas con anterioridad. Para
comprenderlo, bastará imaginarse el deseo de beber que yo debía experimentar al
sobrevenir el sueño, después de haber postergado su satisfacción tantas veces.
La primera proyección alcanzada por medio de este método en que adquirí
consciencia durante el transcurso de la misma, fue una proyección onírica. Soñé que
caminaba por un polvoriento camino. Era un día de un calor abrasador. Tenía sed, pero
no podía encontrar lugar alguno donde beber. Por fin me saqué la camisa y traté de
humedecerme la boca con la transpiración de la misma.
Pero la sed seguía en aumento. Cada vez me hallaba más débil y enceguecido
por el sol; finalmente, llegué a una pequeña granja. ¡En la granja había un molino!
Entonces me precipité con la ansiedad que es de imaginar hacia el tanque anexo al
mismo, pero para descubrir que estaba seco. Levanté la vista y vi que las aspas del
molino no giraban; entonces, sabiendo que si lograba hacerlas girar pondrían en
funcionamiento la bomba extractora, comencé a trepar, aferrándome a los hierros de la
base, y tratando de alcanzar la escalera para subir hasta la plataforma superior, desde
donde podría mover las aspas con la mano.

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Cuando alcancé la escalera, comencé a ascender por ella rápidamente.
Precisamente en el momento en que llegaba al extremo superior, las aspas comenzaban
a girar velozmente y, enganchándose en mis ropas, me arrojaban a gran distancia por el
aire. En el sueño, me alegraba enormemente de hallarme volando por el aire, pues
desde aquella altura podía ver que me acercaba rápidamente a un río próximo a mi
casa, donde probablemente podría saciar mi sed. Pocos instantes después me hallaba de
rodillas bebiendo en el río. Fue en este momento cuando me torné plenamente
consciente; me hallaba en el cuerpo astral sobre la ribera del río —que dista menos de
una cuadra de mi casa— en un punto donde suelo sentarme a pescar.
El lector podrá advertir en este ejemplo, los diversos elementos que actúan
sobre la proyección. Por un lado, tenemos el deseo de beber; también el sueño de
ascender (por el molino), el de moverse hacia afuera (al ser enganchado por las aspas),
el de despertarme en el punto del río en que tenía el hábito de pescar.
Reforzando la tendencia de la sed, logré repetir varias veces la primera
experiencia aquí mencionada, es decir, aquella en que desperté en la cocina tratando de
abrir la canilla con las manos (astrales). Recuérdese que cuando el sujeto se torna
consciente en el astral en un lugar dado, es probable que vuelva a retornarse consciente
siempre en el mismo lugar, si las condiciones son semejantes.

Sonambulismo físico causado por la sed


He aquí un ejemplo de cómo la “tendencia” de la sed puede provocar un
sonambulismo físico, además de la proyección astral. El incidente no pertenece a mi
experiencia personal, sino que me fue narrado por un individuo de mi conocimiento.
Un hombre de edad mediana, que nunca había tenido la costumbre de beber mucha
agua, comenzó a experimentar gradualmente un deseo cada vez más intenso de beber.
Llegó así a beber inmensas cantidades por día, y finalmente a alzarse durante el sueño
para seguir bebiendo.
En estado sonambúlico se levantaba del lecho, se calzaba los zapatos,
descendía las escaleras, se ponía el sombrero, sacaba el balde del pozo, lo llenaba, y
luego regresaba nuevamente a la casa, donde comenzaba a beber. Este episodio se
repetía noche a noche con toda regularidad.
Un médico a quien se consultó el caso, lo atribuyó a una “afección nerviosa”,
pero su tónico para los nervios no puso fin a las andanzas sonambúlicas. Finalmente se
recurrió a otro médico. Este último observó todos los movimientos del paciente durante
varias noches, tomando nota de los más mínimos detalles. Llegó así a la conclusión de
lo que impulsaba al hombre a andar en estado sonambúlico sin descanso, era su deseo
de beber y, después de revisarlo cuidadosamente, descubrió que padecía de una intensa
gastritis, dolencia que va siempre acompañada de la sed.
Curada la gastritis, desapareció el deseo de beber, cesando al mismo tiempo
las actividades nocturnas.
Si el sujeto experimenta un intenso deseo de cometer un delito, es decir, un
deseo criminal que se halla obligado a reprimir, y este deseo hace eclosión durante el
sueño, el sujeto empezará a andar en estado sonambúlico, físicamente, o bien se
proyectará en cuerpo astral, tratando de dar satisfacción a su deseo.

553
Al respecto dice el doctor Walsh: “Por regla general los actos del sonámbulo
son inofensivos y acordes con sus experiencias o naturaleza íntima. Es conocido el caso
de aquel sacerdote, del carácter más austero durante el día, pero que robaba durante la
noche. Estos pueden atribuirse a sueños sumamente intensos o a fuertes impulsos que
el sujeto era capaz de reprimir durante el día, pero no ya por la noche, al adormecerse
la mente consciente”.
Y el doctor Walsh está en lo cierto; es la indicación realizada a la voluntad
subconsciente la que pone en actividad al sujeto y el hecho de que éste se proyecte en
cuerpo astral o el de que ambos cuerpos, el físico y el astral, se mantengan unidos
durante el proceso, sólo depende de un factor: “la incapacidad”.

La incapacidad es un factor importante


Pasaré a relatar, a continuación, un descubrimiento que realicé mientras me
hallaba investigando las causas de mis primeras proyecciones; aparte del interés
intrínseco que pueda presentar, permitirá al lector conocer las principales razones a las
que obedece la “incapacidad”.
De natural inquisitivo, no cesé en la investigación de las proyecciones astrales,
después de haber experimentado las primeras exteriorizaciones conscientes, llegando
así a la conclusión de que debía existir una causa, de que el aparente milagro no podía
tener lugar sin la presencia oculta de ciertos factores que lo determinaran; pero todavía
debía pasar algún tiempo antes de que lograra descubrirlo.
Varios eminentes espiritistas a quienes escribí narrando mi caso, me
informaron que no conocían ninguna causa específica de la proyección astral,
afirmando que se trataba de un don; así, insistían particularmente en el hecho de que
los hindúes poseían en alto grado esta facultad, etc., etc.
De modo que, al acostarme por las noches, me preguntaba siempre si habría
de proyectarme esa vez o no. Y me pasaba las horas despierto, pensando en aquella
extraña realidad sobre la que nadie podía arrojar ninguna luz. Me dejaba arrastrar así
hasta el estado hipnagógico, visualizando la proyección, pensando en ella,
concentrándome en el proceso todo; en realidad, las experiencias que me habían
acontecido parecían haber aprisionado todas mis ideas, y el peso de esta obsesión
tornábase particularmente fuerte por la noche.
Y lo más triste de todo era experimentar tan palpable realidad y no encontrar a
nadie que me creyese. Mis amigos, mis parientes, consideraban ridícula la mera
mención de “semejante imposibilidad”, para decirlo con sus propias palabras. Me
declararon “visionario” y un poco perdido en las nubes.
El desprecio de que me hacían objeto los demás, me hería profundamente. A
menudo, después de acostarme, me entregaba al llanto, al pensar que nadie prestaba
crédito a mis afirmaciones. Si pudiera encontrar las causas, me decía, y pudiera
hacérselas conocer a ellos, quizás lograra así que creyeran en el fenómeno. Así surgió
mi determinación de averiguar la razón que provocaba las proyecciones. El lector ya
conoce algunas de las comprobaciones que entonces realicé. Así fue como llegué
también al descubrimiento de que la “incapacidad” del cuerpo físico era esencial.
Una noche, mientras yacía despierto en el lecho, me dediqué a concentrar mi
pensamiento en las diferentes partes de mi cuerpo. Mis ideas se detuvieron así en el
corazón. Advertí entonces que éste no parecía latir a la velocidad normal.

554
Al día siguiente fui a ver un médico y me hice revisar el órgano. Sólo pulsaba
42 veces por minuto, pero se hallaba sano. Me dio una caja de estricnina —estimulante
cardiaco— asegurándome que esto lo volvería a la normalidad. Me tranquilizó,
además, diciendo que varias veces le había tocado examinar casos semejantes, entre
ellos, el de un hombre cuyo apellido me dio, que tenía un pulso también alrededor de
cuarenta pulsaciones por minuto.
Ahora bien; durante casi un año entero antes de esta consulta, casi no había
pasado semana en que no se produjera alguna proyección, y todas las noches había
podido percibir cómo emergía el cuerpo astral por encima del físico, durante el estado
hipnagógico, haciéndome “saltar”. Creo haber mencionado ya que aquellas personas
que se ven perturbadas por la sensación de “saltar”, hundirse, deslizarse, elevarse y
caer (movimientos y repercusiones del cuerpo) experimentan un gran alivio en sus
trastornos cuando los médicos les dan un remedio para regular la actividad del corazón.
La razón de que un estimulante cardíaco alivie esos trastornos, es simplísima:
el corazón activa al cuerpo físico. Si el corazón funciona con ritmo lento, el cuerpo
(durante las horas de reposo) se torna más pasivo que cuando el pulso es normal o
acelerado. El cuerpo astral se proyecta siempre, durante el sueño, hacia la zona de
reposo. Cuando el físico se halla normalmente activo, el astral no puede separarse,
hasta tanto no abandone parte de su actividad. Por lo común se pierde la consciencia
antes de que el astral haya emergido del físico; y el cuerpo se torna pasivo también
antes de la exteriorización.
Pues bien; si el corazón funciona con ritmo por debajo de lo normal, el
organismo físico se torna lo bastante pasivo como para permitir la salida del cuerpo
astral, poco antes de haberse perdido la consciencia; de modo que el sujeto percibe el
movimiento del astral. Désele al sujeto un estimulante cardíaco, y el cuerpo físico no
trocará en pasividad para permitir la salida del astral, sino hasta mucho tiempo después
de haberse perdido la consciencia; por otra parte, el estimulante mantiene al astral muy
próximo al físico.
Convendrá recordar ahora lo que se dijo con respecto a la enervación. Cuando
el condensador astral se halla descargado, el cuerpo etéreo sale de coincidencia con
mayor rapidez que cuando contiene una cantidad considerable de energía. Es ésta la
razón por la cual los sujetos nerviosos (faltos de energía neural) experimentan síntomas
semejantes a los presentados por aquellos sujetos cuyo pulso se halla por debajo de lo
normal.
Un pulso por debajo de lo normal tiene el mismo efecto que la enervación, es
decir, permite al cuerpo astral salir de coincidencia antes de que el sujeto haya perdido
la consciencia por completo. ¡Imagínese lo que sucedería si nos faltase energía neural y
poseyéramos un pulso muy por debajo de lo normal a un mismo tiempo! Pues bien, era
ésa precisamente la situación en que yo me encontraba.
Ya he dicho que antes de tomar el estimulante cardíaco que me recetó el
médico, había experimentado alrededor de una proyección consciente semanal, como
así también, pero noche a noche, los estados iniciales de la proyección. No bien
comencé a tomar la droga, desaparecieron todas las huellas del fenómeno, incluso las
fases iniciales. Llevé entonces la experiencia hasta sus últimos límites, ingiriendo el
medicamento durante dos meses, al cabo de los cuales me había convencido
firmemente de que la “pasividad” del cuerpo físico constituía un requisito
indispensable para producir el fenómeno de la proyección astral.

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Al fin dejé de tomar las píldoras. Al cabo de pocos días observé que el pulso
bajaba, y no pasó mucho tiempo antes de que volviera a experimentar los procesos ya
descriptos. Entonces realicé otro descubrimiento. Por medio de mi mente ¡podía
controlar el ritmo de mi pulso! Después de acostarme y relajar todos los músculos, me
concentraba en el corazón y así, en menos de dos semanas, logré dominar su actividad
a voluntad, acelerando o disminuyendo las pulsaciones según quisiese.
Como consecuencia natural, pronto logré también mantener el corazón en su
funcionamiento normal, sin el uso de ningún estimulante; pero la capacidad de reducir
el ritmo cardíaco me permitía también obtener voluntariamente una completa
incapacidad del cuerpo físico. Más adelante daré las instrucciones necesarias para
hacerlo, a fin de que el lector pueda provocar artificialmente esta condición (a mi
entender) necesaria.

Algunos factores positivos secundarios


Pero si bien existen dos factores principales de la proyección astral, a saber, la
“tendencia adecuada de la indicación” y la “incapacidad física”, no es por ello menos
real la existencia de otros muchos factores secundarios, que, en mayor o menor medida,
contribuyen con aquéllos en la generación de la proyección astral. Es mi propósito
lograr que el lector aprenda a reconocer todos los elementos, por insignificantes que
éstos sean, favorables al proceso. A continuación, enumeraré algunos de ellos, y es
seguro que el lector podrá agregar a mi lista otros muchos.
Es de extrema importancia para el experimento, la temperatura del organismo.
Si ésta es demasiado baja en el momento de iniciar la operación, traerá como
consecuencia una considerable inquietud mental. Sí, por el contrario, es excesivamente
alta, el individuo se sentirá incómodo, imposibilitando así la pasividad y el
relajamiento muscular. Además, el calor del cuerpo contribuirá a que el corazón haga
circular la sangre más libremente, dificultando así el estado de “incapacidad”. La
temperatura ideal sería aquella en que el sujeto se sienta fresco y cómodo.
Cualquier elemento que se incorpore al organismo y que produzca un efecto
estimulante (bebidas alcohólicas, remedios, alimentos) actuará como factor negativo,
principalmente por el hecho de que todo estimulante se opone a la “incapacidad”.
Sí bien las emociones deben permanecer serenas, la mente, lejos de lo que se
suponga, no tiene por qué mantenerse igualmente inactiva. Puede suceder que uno se
acueste profundamente preocupado y que ese mismo estado de ánimo cree la
“tendencia” adecuada, capaz de permanecer en la superficie o aflorar a ella, después de
sobrevenir el sueño.
Claro está que, en el caso de la hipnosis, en que la “indicación” proviene del
operador y no del propio sujeto, la pasividad de la mente es esencial. En el tipo de
proyección que consideramos ahora, es la propia mente del sujeto la que actúa como la
mente del operador en el caso de la hipnosis.
En la autoproyección, la indicación procede de la propia mente del sujeto. En
la inducida por medio de la hipnosis, la sugestión procede de la mente del operador. En
realidad, si la mente se halla en completa pasividad, no podría surgir ninguna
indicación durante el sueño; en consecuencia, no podría obtenerse en absoluto la
proyección del cuerpo astral; El factor vital de la proyección es la “tendencia de la
mente”.

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La mente consciente puede hallarse considerablemente preocupada, antes de
que el sujeto se duerma, permaneciendo esa “tendencia” en la superficie del
subconsciente. Recuérdese el caso del hombre que se había dormido con la
preocupación de no haber cerrado la puerta de su negocio. Esta “tendencia” permaneció
luego en la superficie y aun después de haberse dormido, y se apoderó de su voluntad
subconsciente, con el resultado final de que el individuo no tuvo más remedio que
levantarse en medio de su sueño e ir a cerrar la puerta del negocio.
Si el lector se ha formado la idea de que la mente debe hallarse absolutamente
tranquila, a fin de producir la proyección del cuerpo astral, deberá volver nuevamente
sobre esta convicción, pues la pasividad del espíritu es uno de los mejores métodos
para impedir la proyección.
El dormitorio del sujeto debe hallarse lejos de todo fragor perturbador. Los
ruidos tienden a facilitar la interiorización y el estado de alerta del cuerpo físico. Nada
tiene esto de nuevo, pues todo el mundo sabe que lo mejor para despertar a una persona
dormida es hacer algún ruido cerca suyo.
No obstante, si el espíritu ha sido proyectado fuera del físico a cierta distancia
—fuera del radio de acción del cable— es tan probable que el ruido lo despierte en el
cuerpo astral como cuando se halla en el físico. Al intentar una proyección, sin
embargo, no es fácil que el sujeto pueda realizar de primera intención una separación
completa a larga distancia, por lo cual los “sonidos” no son recomendables.
Mi experiencia personal me indica que son los sonidos insólitos los que suelen
despertar al espíritu. El tic—tac de un reloj, el chirriar de la puerta de una estufa u
horno —sonidos éstos familiares y que pasan inadvertidos— no parecen perturbar el
experimento. Claro está que un ambiente campesino es más adecuado para el
experimento que otro ciudadano, por lo menos en cuanto al factor “sonido” se refiere.
Durante las tentativas de proyección astral, debe recurrirse a todo lo que
contribuya a la comodidad y relajamiento del cuerpo físico. No es aconsejable usar
muchas ropas en la cama, pues por lo general un peso excesivo sobre el cuerpo,
produce ciertos efectos psicológicos peculiares durante el sueño.
Este peso que oprime el cuerpo del proyector, puede estimular la creencia —
durante el sueño— de que se halla aprisionado bajo una masa sólida o que se ahoga,
surgiendo sueños en ese sentido, con el resultado final de poner en juego las emociones
del sujeto. Pero no son éstos los únicos efectos que puede tener la acumulación de
frazadas pesadas en la cama. Muchas veces, hallándome dentro del radio de acción del
cable y consciente, percibí que parecía existir cierto peso indescriptible sobre mi ser,
como si algo me oprimiese; era una sensación muy semejante a la que se experimenta
cuando se quiere respirar, pero parece faltar el aire.
También he tenido sueños en que, hallándome parado, trataba de caminar,
pero un enorme peso descansando sobre mi cabeza me lo impedía; en medio de muchos
sueños semejantes, me he despertado súbitamente, para encontrarme proyectado dentro
del radio de acción del cable, sin que la sensación de peso hubiera cesado de
oprimirme. El análisis de la situación, me llevó en todos los casos, al convencimiento
de que aquella sensación de hallarse bajo un gran peso (durante la proyección y dentro
del radio de acción del cable) era determinada por el peso de las frazadas colocadas
sobre el cuerpo físico.
De este modo, no sólo es posible que las ropas de cama plúmbeas provoquen
sueños contrarios a la situación propicia para la proyección, sino que sugieren incluso,
la idea de caída en el espíritu proyectado.

557
Existe también otro ángulo, desde el cual puede enfocarse este asunto. ¿No es
posible que las ropas pesadas sugieran a la mente subconsciente la idea de ahogo, o que
determinen un sueño de ahogo, capaz de estimular el deseo de aire e impulsar, de este
modo, a la voluntad subconsciente a que desplace el cuerpo hacia el exterior, a fin de
complacer este deseo? Claro que sí; y si el cuerpo físico estuviera “incapacitado”, el
astral se proyectaría. He aquí otra causa de la llamada “proyección espontánea”; como
se ve, ¡siempre existe alguna ley fundamental detrás de la aparente espontaneidad!
Lo más conveniente es no usar nada, durante el experimento. Siempre es
mejor no tener nada puesto que algo de más. La ropa demasiado ajustada es sumamente
inconveniente, pues no sólo es incómoda, sino que también entorpece la circulación de
la sangre. Sí bien es conveniente disminuir el pulso cardíaco, no es prudente
obstaculizar su libre circulación.
Y en este sentido, cuanto mayor sea la libertad, mejor. No se trata de que el
cuerpo astral no pueda pasar a través de las ropas del sujeto o de las frazadas, pues
puede atravesar fácilmente una maciza pared de ladrillos o una lámina de acero; el
punto de importancia es que un abrigo excesivo produce un efecto psicológico
altamente perturbador. Si el sujeto tiene, en cambio, poca o ninguna ropa sobre el
cuerpo durante el experimento, obtendrá un efecto psicológico de “libertad” y
“ligereza”, de inestimable valor para fortalecer las sensaciones peculiares de toda
proyección.
No es difícil comprender la razón por la cual los inconvenientes señalados
atentan contra las sensaciones naturales de la proyección de ligereza y libertad. La
sensación de opresión avasallará al astral; del mismo modo, la sensación de ligereza
influirá sobre el astral en ese sentido, es decir, estimulando la aparición de sueños, con
un efecto “extractivo” del cuerpo onírico. Resumiendo, diremos que el “peso” sobre el
organismo físico —ya provenga de la ropa o de cualquier otra cosa— es un factor
contrario a la proyección astral.
Si bien la proyección del cuerpo astral puede tener lugar mientras el sujeto se
halla sentado en una silla, la posición yacente horizontal es, con mucho, preferible. Las
horas de la noche cuando uno ya ha dormido un rato, son quizás las más convenientes.
Existen muchas razones para que así sea. Cuando el sujeto se acuesta por la noche, se
olvida de los pensamientos relacionados con las actividades mundanas hasta el día
siguiente, en tanto que, si intenta la proyección durante el día, probablemente se haga el
siguiente razonamiento: “me voy a acostar un rato a ver qué pasa; después seguiré
trabajando”, o algo por el estilo.
Existen tantas y tantas razones para preferir la noche al día en la práctica de
este fenómeno, que casi parece una pérdida de tiempo tratar de numerarlas a todas. Por
la noche no existen tantas influencias capaces de distraer la atención del sujeto, por lo
cual su concentración sobre el yo (de fundamental importancia) es más fácil que
durante el día.
Aunque la proyección del cuerpo astral puede tener lugar en cualquier
momento, yo he comprobado que, por regla general, se produce varias horas después
de uno haberse dormido. Y por lo común, después de medianoche. Esto no es sino lo
natural, pues durante el sueño el cuerpo físico se torna mucho menos activo; además, el
mundo exterior se halla más tranquilo después de medianoche.
Una de las formas más seguras de realizar la proyección del cuerpo astral, y en
especial las proyecciones conscientes desde el primer instante, consiste en dormir

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varias horas y recién entonces empezar a proyectar el cuerpo astral, al adquirir
consciencia, es decir, durante el estado hipnagógico que sucede al sueño.
Es en estas circunstancias cuando la catalepsia astral se produce con mayor
frecuencia. Lo más corriente es que pasen varios segundos antes de que uno pueda
moverse físicamente; primero, debido a que el cuerpo físico se halla en un estado de
extrema pasividad; segundo, porque el fantasma está en catalepsia; y tercero, porque la
“fuerza motriz” puede hallarse fuera del cuerpo. Estas coyunturas son sumamente
favorables para la proyección consciente. Proyección que por supuesto, puede
obtenerse por medio de una indicación apropiada.
La posición yacente sobre el costado derecho o sobre la espalda es la más
conveniente para la proyección astral, si bien ésta puede producirse cualquiera sea la
posición del cuerpo. En mi caso particular, ha sido la posición yacente de espaldas la
más ventajosa; el lector comprobará que esta postura favorece especialmente la
proyección, sobre todo cuando se la quiere producir en el estado hipnagógico que
precede al sueño.
La posición yacente sobre la espalda favorece también las sensaciones de
flotar y ascender por el aire. Una de las razones que lo explican es que la sangre no
circula tan libremente a lo largo de la espina dorsal, insensibilizando en parte la
sensación de contacto con el lecho. La sensación, cualquiera sea su origen, es
decididamente la más adecuada para producir el ascenso del astral. Siempre que, claro
está, al sujeto le plazca esta sensación.
También se advertirá que mientras uno yace de espaldas, es más fácil percibir
la sensación producida cuando el cuerpo astral penetra en la zona de reposo. Mucha
gente no puede dormirse acostada de espaldas por esta misma razón, es decir, porque
experimentan la sensación de flotar, precisamente en el momento en que la consciencia
comienza a disiparse, de modo que sufren ligeras repercusiones.
Muchas personas tienen la costumbre de proferir alguna palabra o sílaba al
producirse la repercusión, experimentando, al mismo tiempo, una sensación de vacío
en la boca del estómago. Pese a todo lo terrible que pueda parecer esta sensación, en el
momento de experimentarla, por lo general resulta agradable al recordarla más tarde.
Otros experimentan tal terror que saltan fuera de la cama antes de poder impedirla.
Existe un caso de una mujer que sintió el movimiento del cuerpo astral en el
momento de “elevarse dormida” y repercutió con un grito. De un salto se bajó de la
cama y salió de la casa a la carrera, antes de que pasara la sensación de terror. Siempre
que experimentaba una repercusión, lanzaba un grito. Según sus declaraciones, siempre
que estaba por dormirse “algo” se colocaba debajo de ella, la empujaba hacia el aire y
luego la dejaba caer con fuerza.
La paciente lo atribuía a su cuerpo físico, observando que siempre ocurría
cuando se acostaba de espaldas. Lo que sucedía, en realidad, era lo siguiente: la dama
de nuestro caso experimentaba el movimiento del cuerpo astral en el momento de
dormirse; esto la asustaba, y entonces repercutía con un grito. (Cuando corría hacia
afuera lo hacía, según ella, para poder respirar).
El cuerpo astral parece ascender con mayor rapidez cuando el sujeto yace de
espaldas; también parece existir cierta tendencia a gritar en el momento de la
repercusión. ¡Ay! ¡Oh! ¡Uy! Son las exclamaciones más frecuentes en esas
circunstancias. Otro sonido proferido comúnmente es una exclamación ahogada,
semejante a un gruñido sordo, como si le hubieran pegado a uno un hercúleo golpe en
el abdomen, tan vigoroso que forzara la salida del aire a través de las cuerdas vocales.

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Si el lector pertenece a aquellos que “no pueden dormir” de espaldas, debido a
las desagradables sensaciones antes mencionadas. existen grandes probabilidades de
que experimente proyecciones conscientes. Pero es esencial que el sujeto se convenza a
sí mismo de que la sensación le resulta agradable y practique la proyección en las fases
iniciales del sueño, por ejemplo, por medio del sueño del ascensor. No es tan fácil tener
éxito si se descansa sobre el lado izquierdo o boca abajo.

Ruidos repercutivos
Las ligeras repercusiones que acompañan al sueño natural, y aun las
repercusiones más serias experimentadas en los sueños de caídas, suelen ir
acompañadas de un ruido peculiar, que parece dejarse oír muy cerca del oído o dentro
de la cabeza. Uno muy común es “¡pop!”, como si una pelota minúscula hubiera
explotado cerca del oído.
Otras veces se oye un “zizzzzzz”, y en ciertas ocasiones un sonido dentro del
cerebro que hace que el órgano empiece a vibrar. Otro sonido oído frecuentemente es
un martilleo seco, bastante semejante al ruido producido por una chispa eléctrica al
tocarse los polos positivo y negativo de una batería. Este sonido se percibe, por lo
general, en el punto inicial de la proyección, y también en el momento de entrar
nuevamente en coincidencia, y parece producirse en la cabeza, cerca de la parte
posterior del cráneo.
También en el momento de volver a coincidir ambos cuerpos, suele oírse un
rasgueo muy semejante al producido por una cuerda de guitarra al ser tocada; es como
si la cuerda, sumamente tensa, comenzara a vibrar dentro de la cabeza. Otras veces el
sujeto escucha una palabra claramente articulada; parece sonar muy cerca del oído y a
veces, incluso, dentro mismo de la cabeza, como si allí hubiera sido pronunciada.
Lo sorprendente de estos sonidos es la forma en que pueden ser percibidos —
sí, realmente percibidos— dentro de la propia cabeza. El cerebro parece sacudirse
como el parche de un tambor que vibra y resuena al ser batido.
En cierta ocasión en que me hallaba proyectado, estaba parado a tres metros
de mi cuerpo físico. En la calle comenzó a ladrar un perro. Oí al perro con mis oídos
físicos, ¡pero lo sentí en mi cabeza astral! No oculto que esto no es fácil de explicar,
pero así sucedió en realidad. Fue como si mis oídos hubieran estado proyectados y yo
pudiese oír el sonido del ladrido dentro de mi cabeza (astral).
Quizás el lector haya oído de personas que son capaces de oler el color.
También los sonidos pueden evocar colores.
Carrington ha tocado este tema en su libro Higher Psychical Development. Es
interesante señalar que, en ciertas ocasiones durante la proyección astral, el sujeto
puede ver desde distintas partes de su cuerpo astral; así, por ejemplo, puede suceder
que esté en el aire en posición horizontal, boca arriba, y vea sin embargo lo que tiene
lugar debajo de él, ¡mientras sus ojos miran precisamente en la dirección opuesta! Por
lo común, la fuerza del hábito, induce al proyector a servirse de sus ojos, pero esto no
es siempre absolutamente necesario. Yo creo más bien todo lo contrario, por lo menos,
fuera del radio de acción del cable, si bien es posible que a otros proyectores les suceda
de otra manera. Existen personas capaces de hacerlo en el cuerpo físico. Conozco a un
individuo que parece poseer la facultad de ver con la frente. Andrew Jackson Davis
dice al comentar sus primeras experiencias en este terreno: “Después de taparme los

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ojos físicos con un pañuelo, el operador colocó un libro en posición horizontal en una
misma línea con la frente, y pude ver y leer el título sin la menor vacilación. Esta
prueba, como así también muchos otros experimentos similares, fueron luego
ampliamente confirmados, quedando así demostrada la posibilidad de la visión con
independencia total de los órganos físicos de los sentidos”.
Lombroso, al igual que otros autores, menciona muchos casos de personas
capaces de ver por medio del plexo solar, con completa independencia de los ojos
físicos. En ciertas oportunidades, el cuerpo astral es capaz de ver algunos objetos que
se hallan a varias millas de distancia; pero lo más frecuente son los casos en que el
espíritu se traslada instantáneamente al lugar percibido.

“La luz”: un factor negativo


El cuerpo astral se separa del físico con mucha mayor facilidad en la
oscuridad total. Si bien “la luz” tiene una marcada tendencia a ligar ambos cuerpos, no
es menos cierto que en algunos casos puede producirse la proyección, pese a la
presencia de este factor. Por regla general, sin embargo, sólo los proyectores más
experimentados pueden hacerlo.
Conociendo pues la influencia de la luz, es posible que el lector se sienta
inclinado a suponer que lo más conveniente para sus experiencias proyectivas sea la
oscuridad total, como, en efecto, lo aseguran muchos ocultistas; sin embargo, yo por mi
parte nunca daría semejante consejo, pues existen muchas razones por las cuales la
oscuridad total está lejos de representar una condición ideal para el principiante.
Quizás diga el lector: “Sé perfectamente por qué. Es porque al hallarse
exteriorizado uno no podría ver”. Pero esa no es la razón, puesto que una vez que el
sujeto se halle exteriorizado y dotado del sentido de la vista, la habitación, oscura para
los ojos físicos dejará de serlo para el proyector, pues éste estará usando ahora sus ojos
astrales; en estas condiciones todo parece iluminado por una luz “neblinosa”, tal como
la que aparece en los sueños, una luz difusa, ni muy brillante ni muy sombría, que
parece atravesar los objetos del mundo material.
¿Le ha sucedido alguna vez al lector dormirse en medio de una completa
oscuridad, luego despertarse y no poder comprender dónde estaba? ¿No recuerda acaso
el desagradable efecto y el desconcierto que produce esta situación en su espíritu? En
ese caso el lector recordará que no poseía entonces ningún sentido de la orientación,
creyendo que la cabeza estaba donde debían haber estado los pies, o bien que la cabeza
había cambiado de lugar, o que la puerta de la habitación no estaba en el lugar donde
tendría que haber estado, etc.
Casi todo el mundo ha experimentado una vez u otra un despertar semejante,
en medio de la oscuridad más absoluta, privado por completo de su sentido de
orientación. Un amigo mío me relató una vez que una noche se había despertado en
medio de la mayor oscuridad y tan confundido estaba que al tratar de encontrar la
puerta de su habitación se dirigió exactamente al lado opuesto a aquél en que la puerta
estaba en realidad, ¡metiéndose en el ropero! No obstante, insistió en que todo el
tiempo había estado perfectamente consciente. Por fin, comenzó a tantear en derredor
de la pieza hasta dar con la puerta.
Supongamos, por ejemplo, que un sujeto se acueste con la cabeza en la
cabecera de la cama, los pies a los pies de la cama, la ventana a la derecha, la puerta a

561
la izquierda, el ropero a un costado; en otras palabras, que el sujeto se acueste
consciente de su orientación. Figurémonos que el sujeto se duerme. Si más tarde se
despierta y cree hallarse en una posición diferente a la que realmente ocupa, habiendo
perdido su sentido de orientación. ¿Qué habría pasado?
Quizás el lector crea que ello se debe a que el sujeto no puede ver en la
oscuridad, perdiendo en consecuencia su sentido de la orientación. ¿Pero por qué la
consciencia que le había advertido antes de dormirse su verdadera posición, no le
indica ahora que la puerta está a la izquierda? ¿Creerá el lector acaso que es falta de
visión? Si así fuera, ¿por qué no pierde el sentido de la orientación cuando entra en una
habitación oscura?
He aquí la solución del problema: Supongamos que el sujeto se acuesta
perfectamente consciente de su posición; de hecho, podría levantarse inmediatamente
después de haberse acostado y salir de la pieza con los ojos cerrados, sin necesidad de
tropezar con los muebles o de meterse en el ropero, puesto que conoce su verdadera
posición y puede prescindir de sus ojos. ¿Por qué, en cambio, después de haber
dormido cierto tiempo, cree el sujeto hallarse en una posición diferente a la ocupada en
realidad? ¿Por qué puede suceder que el sujeto se levante y creyendo caminar hacia la
puerta, se dirija al ropero? ¿Qué se ha hecho de aquella consciencia que “sabía” dónde
se hallaba y podía conducirlo por la habitación con los ojos cerrados?
Pues bien, lo que sucede es lo siguiente: Cuando uno se duerme, el astral
emerge del físico y puede yacer en un ángulo diferente del mismo. Los sentidos
conservan su agudeza durante el sueño, grabando en la mente el hecho de que el cuerpo
se encuentra en otra posición. Cuando el sujeto se despierta en el físico, la impresión
recibida por el hecho de que el cuerpo ha estado ocupando una posición distinta, lo
conduce a imaginarse, al despertar, que sigue todavía ocupando aquella posición, y,
puesto que no puede ver, no acierta a saber cuál es la posición que realmente ocupa.
De este modo surgen las confusiones antes mencionadas, que persistirán hasta
tanto el sentido de la vista o el tacto le demuestren que ha sido víctima de una ilusión.
Hay todavía otra explicación posible. Colóquese a una persona en el medio de
la calle, véndensele los ojos y, a pesar de todo, sabrá en qué dirección camina, pues
antes de privársele del sentido de la vista, era consciente de su orientación. No necesita
de los ojos; ella “sabe”. Pero colóquesele una venda y hágasele dar varias vueltas sobre
sí mismo y perderá todo el sentido de la orientación. Y ésa es precisamente la forma en
que el cuerpo astral determina, durante el sueño, la falsa creencia en el sujeto, de que se
halla estableciendo una posición que en realidad no ocupa.
Si nos dormimos en una oscuridad absoluta, es probable que nos despertemos
creyendo que nos hallamos en una posición diferente de la que en realidad ocupamos, y
no prestemos más atención al episodio, durmiéndonos nuevamente. Si en estas
circunstancias, es decir, cuando el sujeto cree estar en una posición diferente de la
ocupada en realidad, estuvo experimentando una proyección de considerable magnitud,
pero repentinamente sucede algo imprevisto, que impulsa al cuerpo astral de regreso al
organismo físico, entonces la voluntad subconsciente dirigirá al astral hacia el lugar en
que el sujeto creía hallarse, en lugar de llevarlo directamente al físico.
En caso de que un sueño de caída acompañase el descenso del cuerpo astral, el
sujeto tendría la sensación de hacerse pedacitos, sufriendo así una espantosa pesadilla,
antes de que la mente subconsciente pueda desoír la indicación impartida por la mente
consciente y comprender el hecho (en sí mismo) de que la indicación consciente es
errónea y que el cuerpo físico no yace en el sito señalado.

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Claro está que esto no es lo más frecuente, pero la mente puede engañarse
realmente, por así decirlo. Nadie sabe positivamente qué camino puede ella tomar.
Tengo entendido que existen pocos casos de personas que han experimentado sueños
de caída con la sensación final de ser deshechas en pedazos, al chocar contra la tierra u
otro obstáculo. Personalmente he experimentado algunos de estos sueños tan
especiales, pero siempre pude atribuirlos a las causas antes enumeradas.
Otra desagradable sensación que puede sobrevenir como consecuencia de una
proyección efectuada en una oscuridad absoluta, es una especie de disgusto que se
apodera del espíritu del sujeto. Esto suele suceder especialmente en los casos de sujetos
que han sufrido antes, la terrible experiencia de violentas repercusiones en una absoluta
oscuridad y privados del sentido de orientación. Si hay algo deprimente, es la
experiencia de una repercusión violenta, acompañada de un sueño aterrador, a lo cual
se suma en estas circunstancias, la incapacidad de ver o comprender la propia posición
en el espacio, aun después de haber recobrado la consciencia.
Por eso me permito aconsejar, especialmente al principiante y
fundamentalmente a aquellos individuos de temperamento nervioso, que siempre dejen
entrar luz suficiente en el dormitorio, de modo que, en cualquier circunstancia similar a
las relatadas anteriormente, se halle en condiciones de discernir inmediatamente su
verdadera posición, en relación con los demás objetos de la habitación. Si hay algo que
el sujeto debe desear conservar, es su sentido de la orientación, pues esto no solamente
implica consecuencias físicas, sino que también influye sobre el astral y aun, a veces,
sobre la mente subconsciente. Estoy firmemente convencido de que el lector no tardará
en comprobar que una ligera penumbra representa la iluminación ideal para la práctica
de la proyección del cuerpo astral.

Ejemplo de una interiorización provocada


por exceso de luz
En cierta ocasión tuve una interesante experiencia relacionada con el factor
“luz”, que pasaré a narrar de inmediato. La habitación en que duermo de ordinario,
posee una ventana situada exactamente en una misma línea con el farol de la calle.
Desde la cama puedo ver la luz a través de la ventana y aquélla, a su vez, envía sus
rayos directamente hacia el dormitorio. La compañía de electricidad local a veces
enciende las luces más tarde que otras, según la época del año, etc.
Una noche me fui a acostar cuando las luces todavía no habían sido
encendidas, y pocos instantes después me hallaba en medio de una proyección
consciente. Me había elevado por encima del cuerpo físico a una distancia de unos
sesenta centímetros. Pero precisamente en este punto, ¡zas! se encendió el farol,
inundando de luz la habitación. Inmediatamente sentí el característico resonar de una
cuerda rasgueada, seguido de una repercusión. Creo que fue ésta la vibración más larga
que jamás haya oído, y era como si mi cerebro, dentro del cráneo, temblara
furiosamente.
¿Ha escuchado el lector alguna vez el sonido producido por el rasgueo de una
uña de acero sobre la cuerda tensa de una guitarra hawaiana? Pues bien; ése es el

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sonido que tan a menudo acompaña la interiorización. De donde podrá concluir el
lector cuán inconveniente es el efecto de una luz excesiva.
No estaría demás agregar aquí que mucha gente que padece pesadillas, ha
logrado evitarlas durmiendo en piezas parcialmente alumbradas. Pero dejemos ya el
problema de la luz.
Carrington, citando a Lancelin, incluye los siguientes factores adicionales,
capaces de influir sobre la proyección astral; yo no los he experimentado
personalmente, pero los transcribo aquí por el interés que pudieran despertar en la
experiencia particular de cada lector.
 Humedad: el aire debe hallarse seco y claro; barómetro alto.
 Electricidad atmosférica: en caso de ser elevada, perjudica el experimento.
 Sexo: preferiblemente masculino para el proyector y femenino para el receptor
u “observador” del espectro.
 Terceros: en lo posible, el proyector y el observador deben hallarse solos.
Este último requisito sólo es necesario cuando el experimento es llevado a
cabo en colaboración, esto es, cuando el sujeto trata de aparecérsele a un observador o
en aquellos casos en que el sujeto considera que la presencia de algún amigo íntimo a
su lado, puede beneficiar la operación.
Mi opinión personal es que, por regla general, de nada sirve al sujeto poner al
tanto a terceros de lo que intenta realizar. Yo creo que la única ocasión en que los
demás pueden ser útiles, a menos que se trate de médiums, es cuando están dormidos.
No intentaré en modo alguno explicar por qué la proximidad de otras personas
dormidas cerca del proyector parece darle fuerza, pero yo he podido comprobar este
hecho positivamente más de una vez. Como sé también positivamente que. la
proximidad de terceros despiertos (a menos que se trate de médiums) tiende a crear una
fuerza contraria a la proyección, por inmóviles que se encuentren.

Repercusión telepática
He aquí una pequeña experiencia con la cual tropecé por azar, pero que luego
practiqué deliberadamente con dos sujetos distintos, alcanzando resultados similares.
Una calurosa tarde de verano, mi hermanito, que tenía entonces doce años, se acostó en
la cama con la intención de hacer una siesta. La idea me pareció buena y entonces yo
seguí su ejemplo, acostándome al lado suyo.
Entre los dos había un espacio de unos treinta centímetros. Al cabo de cierto
tiempo, comenzamos a adormilarnos, yo con el pensamiento fijo inconsciente en la
proyección astral; no con la intención de proyectarme, sino pensando simplemente, con
una especie de indolencia mental, en el aparente milagro que tantas veces había
experimentado ya.
Mi mente, en estado completamente laxo, lejos se hallaba de pensar en la
persona que yacía a mi lado. Recuerdo perfectamente que estaba pensando en la forma
casual en que el cuerpo astral hace abandona del físico. Este pensamiento trajo a otros
y así, naturalmente, llegué a pensar en las frecuentes repercusiones del cuerpo. Pero no
bien se había hecho consciente este pensamiento en mi espíritu, mi hermano
experimentó una violenta repercusión.
Si esto sólo hubiera sucedido en aquella oportunidad, bien pudiéramos haberlo
tomado por una coincidencia, pero cuando el mismo hecho se repite numerosas veces,

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se hace necesario suponer que la mente de una persona dada puede influir sobre el
movimiento del cuerpo astral. De modo que, a fin de comprobar si este suceso había
sido o no el fruto de una simple coincidencia, traté con posterioridad de reproducir las
mismas condiciones de la primera experiencia, para ver si obtenía un resultado
equivalente.
Luego introduje una variante, valiéndome del esfuerzo mental. Me acostaba,
por ejemplo, al lado de mi hermano y más o menos en el momento en que éste estaba
por dormirse, yo trataba, mediante un esfuerzo de la voluntad, hacer “rebotar” el
cuerpo astral sobre el físico, después de haber ordenado enérgicamente con el
pensamiento durante cierto tiempo, que se proyectase. Pero esto no produjo ningún
resultado; los pensamientos conscientes, forzados, no produjeron el mismo efecto que
aquellos casuales y tranquilos, —indolentes, podríamos decir— referentes a la
proyección astral y las repercusiones.
Más tarde realicé el mismo experimento con dos amigos, llegando al mismo
resultado. Los pensamientos tranquilos y casuales sobre la repercusión y la separación,
provocaban esta última, en tanto que los pensamientos tensos y voluntariosos, no tenían
ningún efecto aparente.
Es posible que el sujeto se hallare, al dormirse, en una disposición receptiva, y
que el pasaje del cuerpo astral a la zona de reposo, guardase armonía con los
pensamientos provenientes de mi mente en ese sentido, permitiendo un ajuste rítmico
entre mi mente y el cuerpo astral que recibe las impresiones por aquélla transmitidas
(telepáticamente); finalmente al concentrarse mis pensamientos en la repercusión del
cuerpo astral, éste, obediente, se apresura a retornar al físico.
Estoy firmemente persuadido de que dos personas cualesquiera podrían
producir esta repercusión, con sólo hacer punto por punto lo que dije antes; y si el
sujeto que trata de realizar una proyección astral, desea tener algún amigo de confianza
cerca suyo para ayudarlo, yo creo que éste será el ejercicio más indicado para practicar
en primer término, puesto que “registra”, por así decirlo, el momento en que ambas
mentes se hallan armonizadas, pudiendo así encontrar el camino conducente a
experiencias más vastas.
He aquí las instrucciones precisas para llevar a cabo esta experiencia: El sujeto
y su ayudante deben situarse uno al lado del otro, sobre la cama, o dondequiera que se
lleve a cabo el experimento. La hora más propicia para efectuarlo es cerca de
medianoche, cuando se empieza a experimentar realmente el deseo de dormir. El sujeto
no debe pensar en lo que está haciendo, acostándose en la forma más natural posible. El
ayudante concentra entonces su pensamiento en el hecho de que el cuerpo astral del
sujeto comience a elevarse sobre el cuerpo físico.
No debe existir tensión alguna en la mente del ayudante: éste debe limitarse a
visualizar, en forma algo indolente, el cuerpo astral del sujeto saliendo del físico, a una
distancia de unos siete u ocho centímetros —precisamente en el momento en que
comienza a “elevarse” dormido—, y cuidando siempre de no forzar el pensamiento y
dejando que la visualización traiga consigo las ideas asociadas correspondientes
relativas al cuerpo astral, incluyendo por fin, las referentes a la repercusión. Con esta
última, el sujeto debe repercutir.
Todos aquellos que se muestran interesados en los fenómenos ocultos, no
encontrarán dificultad alguna para alcanzar estos resultados. La armonía entre el sujeto
y su ayudante se produce en el momento en que aquél se “eleva” dormido y ejecuta el
acto en que se halla pensando el ayudante.

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A partir de ese instante, los resultados dependen por completo del estado
mental del ayudante; éste debe limitarse a pensar y visualizar el cuerpo astral del
sujeto, situándolo en la zona de reposo y desviando luego su pensamiento hacia el
efecto de la repercusión. Podrá observarse entonces que la repercusión no es muy seria,
provocando tan sólo un malestar momentáneo.
Pese a todo, no creo conveniente practicar la proyección astral con la ayuda de
un segundo, pues éste es completamente innecesario cuando el sujeto conoce a fondo el
método a seguir. En estas condiciones, puede alcanzar un control mucho más fuerte,
tornándose dueño absoluto de la situación, sin que influencia alguna proveniente de
pensamientos conscientes o inconscientes de terceros, pueda perturbarlo en lo más
mínimo.
Siempre me ha resultado difícil proyectarme con la proximidad de terceros.
Uno de los primeros pensamientos que se imponen al sujeto cuando adquiere
consciencia en el cuerpo astral proyectado, es el relativo al cuerpo físico. Lo primero
que hace uno entonces, cuando percibe la presencia de alguien cerca del punto en que
yace el cuerpo físico, es interiorizarse.
A mí, por lo menos, siempre me ha sucedido esto, y estoy seguro de que todo
proyector sincero admitirá que sólo puede mirar con desconfianza a cualquiera que se
acerque a su cuerpo físico, mientras se halla proyectado. Durante varios años me
abstuve de proyectarme, a menos que fuera en una habitación cerrada con llave; esto
me procuraba, según pude comprobar repetidamente, una sensación íntima de
seguridad.
De todos modos, quien haga la prueba, experimentará los beneficios de esta
precaución. En caso de que el sujeto necesitase la presencia de un “observador” durante
el experimento, lo mejor sería que éste permaneciese en una habitación contigua,
manteniendo las “manos quietas”.
Lo mejor que puede hacerse, es no hablar a nadie de las experiencias que se
están realizando. Quizás no sea fácil comprenderlo de inmediato, pero si uno tiene
realmente el deseo de producir una proyección, lo más ventajoso para lograrlo es
siempre mantenerlo enterrado dentro de uno mismo; esto “lo intensifica” y esta
“intensidad” del deseo provocará la proyección. Si, en cambio el sujeto habla, libera,
en cierto modo, parte de la “tensión y energía” que necesitará.

Como provocar la “Incapacidad”


Sabemos ya que, durante el sueño natural, el cuerpo físico se halla más o
menos “incapacitado”; pero si se quiere acentuar todavía más esta incapacidad, es
necesario aminorar la marcha del pulso. Ya he explicado cómo descubrí este hecho,
ideando un método especial para disminuir voluntariamente la velocidad del pulso.
Además, las actividades tendientes a aminorar los latidos provocan, como efecto
secundario, concentración y relajamiento, con lo cual se torna innecesaria la práctica de
ejercicios especiales para obtener estas dos condiciones.
Después que el sujeto se acuesta, lo primero que debe hacer es asumir una
cómoda posición horizontal, preferentemente sobre la espalda. En caso de que no tolere
la posición yacente de espaldas, puede acostarse sobre el lado derecho. Supongamos
que el experimentador adopte la primera actitud, dejando caer los brazos a los costados.

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En primer lugar, debe realizar una inspiración profunda, reteniendo el aire
durante unos segundos; entonces debe tratar de enviar el aire hacia la boca del
estómago, de modo que el diafragma se hinche en ese punto. A continuación, se
exhalará el aire, dejando los pulmones totalmente vacíos. Esto debe repetirse unas seis
u ocho veces. Estas inspiraciones tienen por objeto, producir el relajamiento del plexo
solar.
Será de suma utilidad aquí, un pequeño consejo extraído del libro sobre Yoga,
de Carrington. Helo aquí: “Es completamente esencial que el sujeto perciba la
relajación del plexo solar; debe ser una sensación como si una flor se ‘abriese’ en el
pecho, exactamente debajo del punto en que se dividen las costillas. En caso de que los
músculos se hallen tensos, el sujeto no podrá efectuar sus evoluciones, hasta tanto no
logre relajarlos. Es necesario concentrarse y adquirir un ‘control’ suficiente, de modo
que el relajamiento sobrevenga, como efecto natural del deseo del sujeto.
“El plexo es el mayor centro nervioso del cuerpo, fuera del cerebro; él regula
el ‘sistema simpático’, controlando también las funciones digestivas y otras funciones
vegetativas; se comprende así que el estómago no deba estar lleno al emprender estos
ejercicios de yoga, pues los alimentos harían presión sobre el plexo y también contra el
corazón. Esta es una de las principales razones por las cuales es de suma importancia
que el estómago se encuentre vacío y que la comida ingerida sea muy liviana”.
A continuación, el sujeto debe cerrar los ojos, e imaginarse su propio ser.
Luego, comenzando por el punto superior de la cabeza, debe concentrar el pensamiento
en el pericráneo y tratar de moverlo, empleando los músculos adecuados. Ahora el
pensamiento deberá recaer sobre la mandíbula; el sujeto debe aflojarla y apretarla
alternativamente varias veces. Luego lo mismo con el cuello, los brazos, los antebrazos
y finalmente, con las manos. El segundo paso consiste en recorrer desde la base del
cuello hacia abajo, todas las partes del cuerpo, pensando en cada una de ellas cada vez,
y tratando de contraer y relajar los músculos en todos esos puntos, hasta llegar así a los
dedos de los pies, en forma muy semejante a como un gato contrae y relaja sus zarpas
cuando ronronea.
Después, el pensamiento se detendrá en el corazón, no en forma tensa, sino
abandonándose a esa idea, con laxitud. El sujeto percibirá enseguida sus latidos,
pudiendo sentirlos en el punto correspondiente del pecho. La mente deberá
concentrarse entonces en esos latidos hasta que se hagan muy pronunciados y el
individuo pueda sentirlos y oírlos claramente.
Son éstas las mismas pulsaciones que experimenta el proyector en la nuca,
cuando se halla fuera del cuerpo físico, dentro del radio de acción del cable. En
realidad, ésta es la única sensación física auténtica que el sujeto experimenta durante la
proyección, a menos que perciba el peso de las ropas que cubren al ser físico, etc. Esto
significa que cuando el individuo se halla dentro del radio de acción del cable, es la
duplicación de las sensaciones la que le permite sentir los latidos, tal como podría
experimentarlos si estuviera dentro de él. La mejor manera de sentir el pulso antes de la
proyección, es recostarse sobre el lado izquierdo; sin embargo, esta posición no es
recomendable, porque se comprime el corazón.
Una vez que el principiante haya adquirido la facultad de yacer en forma
totalmente laxa, sintiendo y oyendo al mismo tiempo los latidos del corazón dentro del
pecho (para lo cual no necesitará más de dos o tres ensayos), el paso siguiente
consistirá en adquirir la capacidad de sentir y escuchar los latidos en cualquier parte del
cuerpo, mediante la concentración del pensamiento en cada una de ellas.

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Parto de la base de que el sujeto se encuentra ahora en la posición indicada en
mis instrucciones, facultado para percibir los latidos del corazón y en un estado general
de laxitud mental.
Entonces deberá escuchar los latidos cuidadosamente; ¿se perciben bien? -toc-
toc. El sujeto se concentra ahora en el cuello. ¿Percibe claramente los latidos del
corazón en el cuello? Toc-toc-toc. Ahora que puede percibir los latidos en el cuello,
deberá posar sus pensamientos en las mejillas, y no tardará en escucharlos allí. No bien
se hayan experimentado nítidamente las pulsaciones en las mejillas, deberá pasarse a la
parte superior de la cabeza, centrando el pensamiento en ese punto: toc-toc-toc. ¡Ya es
capaz de sentir los latidos en la cabeza!
El proceso siguiente consistirá en percibirlos nuevamente en todos los puntos
antes recorridos: las mejillas, el cuello, el pecho, etc., cada vez más abajo. En este
instante, el sujeto los percibe en la boca del estómago. El pensamiento debe
permanecer fijo en ese punto hasta que los latidos sean bien nítidos. Allí están: toc-toc-
toc. Obtenido esto, el sujeto puede concentrarse un poco más abajo, en la parte inferior
del abdomen. En este punto es fácil percibir los latidos, tan fácil casi como en el cuello.
A continuación, se pasará a los muslos, los dos a un tiempo. Ya está: toc-toc-
toc. Ahora, a las pantorrillas, luego a los pies, a las plantas de los pies (donde se
percibirán claramente los latidos del corazón), siempre concentrando el pensamiento en
cada punto particular.
Entonces debe regresarse nuevamente a las pantorrillas, y a los muslos. Ahí
están las pulsaciones. Después el sujeto pasará a concentrarse en el muslo derecho,
dejando de lado el izquierdo. Así, podrá ver que es capaz de percibir los latidos del
corazón en cualquier punto en que se pose su pensamiento. En la primera oportunidad
en que el lector tenga los pies fríos (literalmente), podrá comprobar por sí mismo el
poder de su voluntad, haciendo activar la circulación sanguínea en los mismos,
mediante el método indicado más arriba.
Si centra su pensamiento en la región del bulbo raquídeo, percibiendo allí los
latidos, sabrá entonces exactamente cuál es la sensación experimentada por el espíritu
proyectado, cuando percibe las pulsaciones a través del cable astral.
Antes de proseguir debo realizar, sin embargo, una advertencia. Si el lector es
enfermo del corazón, no debe intentar realizar la proyección astral, pues el corazón que
llena en la vida una función irreemplazable, decrece considerablemente en su actividad
durante la proyección astral. Además, como ya sabe el lector, el bienestar del
organismo físico depende, durante la proyección del cuerpo astral, de la función
respiratoria. Pero si, por el contrario, el lector posee un corazón perfectamente sano,
nada tendrá que temer de estos experimentos.
Habiendo alcanzado ya el sujeto la posibilidad de percibir los latidos del
corazón en cualquier parte del cuerpo mediante la concentración de su pensamiento,
tendrá que tratar ahora de obtener la reducción del ritmo cardíaco, lo cual no es muy
difícil. Lo que se necesita para la proyección astral es un pulso lento y firme. Cuando el
sujeto se concentre sobre este órgano, deberá suponer que representa una inteligencia,
al igual que él mismo, y que es capaz de comprender y obedecer lo que él le manda;
ésta es, en realidad, la verdadera situación.
El corazón es controlado por una inteligencia que se oculta detrás del mismo;
nos referimos a la inteligencia subconsciente. Los pensamientos y la concentración del
sujeto, pueden considerarse como una segunda inteligencia. De modo pues que, si se

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desea disminuir o aumentar la velocidad de latidos del corazón, deberá partirse del
supuesto de que se halla gobernado por inteligencia.
Quizás el lector haya tratado alguna vez de transmitir mandatos o indicaciones
a su mente subconsciente, para luego preguntarse inseguro: ¿”Cómo saber si mis
órdenes fueron o no acatadas por la inteligencia interior”? Pues bien, en el caso del
corazón, no hay ninguna dificultad para que llegue a saberlo.
Bastará concentrarse en aquél, pensando que cada vez late más y más
lentamente o, por el contrario, cada vez más rápido, según sea el caso; si obedece a esta
orden, entonces el sujeto sabrá que ya ejerce cierto control sobre la inteligencia rectora.
Además, si se conoce el estado en que la mente consciente se encuentra, y cuando es
capaz de controlar al corazón, también se conocerá el estado en que deberá hallarse en
cualquier otra circunstancia, por ejemplo, cuando se desea imprimir ciertos
pensamientos en la mente subconsciente.
Mucha gente se irrita al pensar que su mente subconsciente no obedece desde
la primerísima orden consciente impartida. A muchos les fastidia repetir y repetir una
indicación para que la mente subconsciente la obedezca. Pero detengámonos a pensar
un instante. ¿Qué pasaría si la inteligencia rectora actuase no bien se hubiese impartido
la primera orden? Supóngase que el sujeto pensase que su corazón se ha detenido y que
la inteligencia interior obedeciera inmediatamente esa indicación, ¿qué sucedería
entonces? Afortunadamente, la mente subconsciente no es tan fácil de controlar; sin
embargo, no es tan difícil a su vez convencer al pulso de que acelere o disminuya su
ritmo.
En resumen: supondremos ahora que el sujeto se encuentra acostado de
espaldas, en estado laxo, con los brazos a los costados, y que se halla dotado con la
facultad de percibir los latidos del corazón en cualquier parte del cuerpo. Este es el
momento de concentrar nuevamente el pensamiento en el corazón y, si su marcha no es
regular, deberá afirmarse en el pensamiento la idea de que sí es regular. El sujeto debe
esforzarse por captar el ritmo adecuado y marcarlo mentalmente, concentrándose en el
latido del corazón con el ritmo adecuado. Este ejercicio se realizará hasta que el
corazón marche con regularidad.
Una vez que esto haya sido alcanzado, o bien en el caso de que el corazón
palpite con perfecta regularidad desde un principio, el sujeto ya estará listo para
concentrar su pensamiento en un ritmo más lento. Sólo debe pensar en estas
pulsaciones. Debe concentrarse en estos latidos, que podrá percibir en el pecho y en el
corazón. Mentalmente deberá marcarse el tiempo, moviendo ligeramente la cabeza, si
es necesario, con cada latido. Después de mantener este ritmo durante varios minutos,
deberá comenzar a marcar mentalmente un compás más lento, pensando que el corazón
empieza a latir más despacio.
De ninguna manera deberá interrumpir su concentración para averiguar si el
corazón le obedece o no, pues esto podrá saberlo naturalmente en su propio cerebro.
Continúese pues con el pensamiento concentrado en esta forma, hasta que el corazón
marche con el ritmo ordenado. Esto no es ni cercanamente tan difícil de realizar como
podría imaginarse el lector; la mayoría de la gente, sin duda, no tardará en lograrlo
después de unas pocas horas.
No nos hallamos en condiciones de precisar la lentitud necesaria en la marcha
del corazón, para provocar una “incapacidad” física considerable. Como se recordará,
mi pulso era, en las oportunidades en que experimentaba proyecciones en forma

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regular, de 42 pulsaciones por minuto. Esta velocidad no podía considerarse, en modo
alguno, peligrosa y, sin embargo, provocaba una gran pasividad en mi cuerpo físico.
Claro está que, por lo general, las pulsaciones del corazón son más lentas
durante el sueño que durante la vigilia; de este modo, si mi corazón latía con un ritmo
de 42 pulsaciones por minuto, estando despierto, este ritmo debía disminuir
considerablemente al dormirme. Es la circulación de la sangre, entiéndase bien, la que
anima, o incapacita, al cuerpo físico.
El pulso normal varía según los diferentes individuos, de modo que habrá que
considerar por separado cada caso particular. En tanto que el cuerpo físico se halla,
hasta cierto punto, naturalmente “incapacitado” durante el sueño, es evidente que una
disminución de diez o quince pulsaciones por debajo de lo normal, acarreará una
incapacidad mucho mayor.
El más indicado para determinar su propio grado de pasividad es, sin duda, el
mismo sujeto. El pulso puede reducirse asombrosamente; tanto, que apenas puede
percibirse a veces su latido. Si antes de dormirse la persona empieza a sentirse
ligeramente enfriada, o cree percibir un soplo fresco de aire sobre las piernas o brazos,
tendrá en ello un síntoma evidente de “incapacidad”, incapacidad que será todavía más
profunda cuando el sujeto se duerma. Debe evitarse, sin embargo, enfriarse al punto de
sentirse incómodo. Habrá que tratar en este caso, de procurar a la vez frescor y
comodidad.
Sí pese a todo, al lector no le agrada la idea de disminuir las pulsaciones de su
corazón y prefiere experimentar con el grado habitual de pasividad durante el sueño
(con pulso normal), puede intentarlo, y no es imposible que tenga éxito. Ya sabemos
que muchas proyecciones tienen lugar con este simple estado de reposo físico. Claro
que cuanto mayor sea la incapacidad, superiores serán las probabilidades de éxito; es
por esta razón que he dado las instrucciones necesarias para provocar la incapacidad
más profunda.
La zona de reposo, en el sueño natural, se halla condicionada en alto grado por
el estado del cuerpo físico; cuanto mayor vida haya en éste, tanto más cerca de la
coincidencia permanecerá el astral. El grado de dependencia del cuerpo físico, es
semejante al que existe en relación con la cantidad de energía almacenada en el
condensador (cuerpo astral). Si a una profunda incapacidad se suma un estado de
enervación, el astral podrá separarse unos treinta centímetros del físico, al dormirse el
sujeto.
Por el contrario, si se acuesta sin hallarse cansado, con un exceso de energías
—más una gran animación física— es muy posible que no se pueda conciliar el sueño,
y en caso de lograrlo, que el astral sólo discoincida unos pocos milímetros con el físico.
Si el sujeto, al acostarse, presenta un estado de enervación, pero sin pasividad física, el
astral se separará unos quince centímetros del físico, y así siguiendo para las demás
circunstancias, dependiendo de la intensidad de los factores en juego, la distancia de
separación en cada caso.
Por regla general el espíritu asciende cada vez más, a medida que el sueño se
torna más profundo. Cuando uno “se eleva” dormido, el astral puede hallarse a unos
cinco centímetros fuera de coincidencia; pero después de un sueño de algunas horas, el
astral puede hallarse a treinta centímetros fuera de coincidencia, debido a que, en este
tiempo, el cuerpo físico se ha tornado cada vez más pasivo. Es por esta razón que la
mayoría de las proyecciones tienen lugar después que el sujeto ha dormido varias
horas.

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Una vez que adquiera la facultad de disminuir el pulso a voluntad, el individuo
se maravillará de la prontitud con que el corazón obedece su mandato; entonces
bastarán unos pocos segundos para reducirlo al ritmo deseado. Cuando este ejercicio se
domine a la perfección y el control voluntario sobre el órgano sea completo, el sujeto
tendrá que hablarle al corazón. Así, le dirá, por ejemplo: “Corazón, ahora tienes que
latir a un ritmo de cincuenta pulsaciones por minuto y así seguirás hasta nuevo aviso”.
La persona podrá comprobar entonces, con asombro, que el corazón
conservará efectivamente este ritmo, hasta tanto no se le imparta una nueva orden. Esto
es más o menos equivalente a hipnotizar la inteligencia rectora que gobierna el
corazón. Pero habrá que cuidarse muy bien de dar primero una orden y luego sacar el
reloj de respaldo para controlar si efectivamente es cumplida, pues esto destruye toda la
fuerza del mandato. Y si con todo, el sujeto se empeña en hacerlo, ello se hará por lo
menos, en la creencia de que el corazón late efectivamente con el ritmo indicado.
El control cardíaco es, hasta donde mi conocimiento alcanza, el único método
seguro para provocar a voluntad la “incapacidad” física.
Su práctica representa un avance inconsciente hacia la “consciencia del yo”,
requisito éste esencial para la proyección del cuerpo astral. El sujeto debe tratar
siempre de reunir todos los factores favorables a la incapacidad del cuerpo físico
antes de intentar proyectarse, no importa cuál sea el método empleado para
impresionar la voluntad subconsciente.

Desarrollo de la consciencia del Yo


Todo aquel que quiera tener éxito en la proyección astral, debe mantener fijo
el pensamiento en sí mismo; debe estudiarse, interrogarse; tratar, en suma, de
conocerse. En todo el mundo sólo existe una persona exactamente igual a uno, Uno.
Debe dejarse momentáneamente el estudio de otras personas y empezar el del propio
ser. No es necesario posar la vista a noventa y dos millones de millas de distancia,
sobre el sol, para encontrar algo maravilloso; el sol no encierra más misterios que la
propia personalidad. No bien empieza el sujeto a investigarse a sí mismo en esta forma,
descubrirá asombrado cuán poco de sí mismo sabe.
Hace algunos años leí un interesante artículo de un famoso investigador, creo
que en la revista Physical Culture, en el que se afirmaba que la mayoría de las personas
no tienen ninguna idea del aspecto que presentan sus espaldas desnudas; nunca han
visto su columna vertebral en un espejo, ¡y, sin embargo, esta misma gente cree
conocerse!
La “consciencia del yo” es fundamental en la proyección astral, de modo que
el principiante deberá aprender desde ya a conocerse a sí mismo, (tema fundamental si
los hay).
A continuación, expondré un ejercicio que a mí me significó el éxito en varias
pruebas y que, sin duda, resultará un auxiliar inestimable para todo proyector astral.
Colóquese una silla delante de un espejo, pues se trata ahora de que el sujeto
se confunda consigo mismo. Para ello, deberá estudiarse tan intensamente, que el sopor
pronto se apodere de su mente y se pierda la facultad de discriminar cuál es el
verdadero yo.
El individuo debe hallarse, pues cómodamente instalado en un sillón,
contemplando su imagen en el espejo. No debe pensarse en el espejo, ni debe creerse

571
que uno mira un reflejo; hay que convencerse, por lo contrario, de que uno se encuentra
realmente en el lugar ocupado por la imagen, es decir, que no está en su cuerpo real.
Trátese entonces de escudriñar el propio ser cuidadosamente, procurando
descubrir todos los detalles que antes hubieran pasado inadvertidos. Examínese el
verdadero color del cabello, la empírica expresión de los ojos, la auténtica forma de la
nariz. Obsérvense los pómulos, el vello debajo de la barbilla, los defectos de la piel en
la frente, los pequeños surcos a los lados de la nariz. Claro está que hay bastantes
parámetros que mirar y estudiar y por largo tiempo; pues bien, el examen no debe
abandonarse hasta no haber agotado todas las posibilidades de análisis.
Una vez finalizada esta exhaustiva inspección, el sujeto deberá pararse frente
al espejo, fijando la vista en los ojos. Manténganse los ojos fijos en los de la imagen
reflejada. Si es necesario se pestañará, pero sin sacar los ojos de los de la imagen.
¿Empieza el sujeto a sentirse flojo? ¿Comienza a balancearse la vista ligeramente de un
lado a otro? Pues bien, eso es precisamente lo que debe suceder.
A continuación, habrá que sentarse nuevamente en la silla, mirando siempre a
sus ojos en el espejo. Simultáneamente, repítase el propio nombre una y otra vez, en
forma clara y monótona. Esto produce un efecto muy sutil sobre la mente. Si después
de algunos instantes, los ojos parecen enturbiarse u oscurecerse, no debe permitirse que
esto perturbe la fijeza de la mirada, manteniéndola, por el contrario, perpetuamente
clavada en los ojos de la imagen.
Esta ilusión del yo “despista” al cuerpo astral, pues hace creer a la mente
subconsciente que es la imagen reflejada el verdadero yo. Por lo común, si el sujeto se
duerme ahora, la indicación en este sentido es tan vehemente que impulsa a la voluntad
subconsciente, poniéndola en actividad, y ésta, a su vez, conduce al cuerpo astral hacia
el lugar en que la mente interior cree que se halla el verdadero ser.
Téngase siempre presente que no importa en lo más mínimo la mayor o menor
veracidad de la indicación proveniente de la mente subconsciente; si la mente se
engaña en la creencia de que el propio ser se encuentra en el punto reflejado en el
espejo, imprime en la voluntad subconsciente la idea correspondiente. Esta prueba
puede practicarse por la noche, tratando de conciliar el sueño en la silla; o bien puede
ensayarse en un momento en que el individuo se halle “muerto de cansancio”; entonces
habrá que acostarse de un salto y dormirse de inmediato, conservando presente en el
pensamiento, aquella visión.
Casi no hace falta decir que, en este ejercicio, el sujeto tendrá que utilizar sus
ojos reflejados en el espejo, imitando la visualización sobre una bola de cristal. Es éste
un ejercicio excelente, pues implica los requisitos específicos de la proyección astral.

Ahora explicaré cómo se debe observar un espejo o una imagen reflectiva, tal
como una bola de cristal, por ejemplo. Bastará para practicar, buena disposición y
paciencia. Este arte, llamado cristalomancia, es muy antiguo; ya en la época faraónica,
en Egipto, se recurría a la observancia de esferas de vidrio o de cristal, o aguas
tranquilas. Esta técnica de leer la bola de cristal se origina en los oráculos de agua. Para
poder practicar este arte, lo más adecuado será contar con una bola de cristal, pero de
no ser así, podemos utilizar como sustituto, un recipiente esférico, tipo pecera, de
cristal, el que se llenará de agua hasta los bordes.
Luego, debemos buscar un ambiente donde nadie nos moleste y poco
iluminado; no es necesario que se practique a oscuras, como se cree comúnmente.
Precisaremos además una mesa y una tela de color negro. A continuación, colocaremos

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la tela negra sobre la mesa, que servirá de apoyo a la bola de cristal o pecera, (lo ideal
que ésta quede a unos 30 cm. por debajo de nuestra vista), luego se ubicarán a su
alrededor algunas velas, de izquierda a derecha.
Encenderemos las velas y reduciremos la luz de la habitación al máximo. Para
llevar una buena práctica, debemos relajarnos, cerrando los ojos. Realizaremos unas
respiraciones profundas y pausadas, por un par de minutos, y sin abrirlos pensaremos
solamente en relajarnos. Al abrir los ojos, lo haremos observando el centro de la bola.
Mientras se respira suavemente, nuestra mirada debe perderse en su interior. No
importa lo que se vea, la cuestión es que los ojos se habitúen a mirar. Mientras se sigue
observando la bola, parpadeando normalmente, colocaremos las manos alrededor de
ella, pero sin tocarla; se la debe recorrer con la mirada en su totalidad.
No se verán en ella imágenes en movimiento, solo se podrán contemplar luces
o manchas; luego, con la práctica, se lograrán ver figuras geométricas o números. Con
el transcurso del tiempo y la ejercitación, se podrán esperar respuestas en forma de
símbolos.
Lo principal es que en un principio logremos relajarnos, veamos la bola y
obtengamos visiones simples. Cuando se logre la perfecta concentración, se formulará
la pregunta; ésta se debe hacer en voz alta; deberemos esperar unos segundos y luego,
mirando el centro de la bola, se reformulará la pregunta. Solo se deberá contemplar lo
que se vea; no se debe cuestionar; simplemente tenemos que tomar la información
mentalmente, para que luego, con la paz adecuada, se la pueda interpretar
acertadamente.
La lectura de la bola de cristal es un método de clarividencia muy popular y
altamente eficaz. La persona entrenada puede ver colores, imágenes fugitivas o
nebulosas, símbolos o velos. Se produce una abstracción del tiempo; lo que se ve en el
cristal puede haber sucedido en el pasado, presente o futuro.
Para aprender a leer la bola de cristal, hay que armarse de paciencia y
tenacidad. Pueden pasar semanas, hasta que aparezcan las primeras imágenes. Aquí
algunos consejos:
• La habitación donde se practica la videncia, debe estar débilmente
iluminada con luz natural o artificial o con una vela, de manera que la luz llegue desde
detrás del vidente.
• La habitación debe estar templada y silenciosa. La bola debe ser de
un tamaño no menor a los cinco centímetros, totalmente limpia y posicionada sobre una
tela negra, para no tener reflejos. Se puede magnetizar, pasando las manos por encima
de su superficie.
El vidente empieza a mirar fijamente en el interior de la bola, quedando pasivo
y concentrado, sin llegar a sentir cansancio. Hay que tener mucha paciencia. Según la
sensibilidad del vidente, aparecerán primero una especie de nubes de colores o velos
ondulantes. Con el tiempo se sucederán figuras, personas u objetos confusos. En este
momento, no se debe forzar la visión y esperar hasta que aparezcan imágenes más
claras.
La temperatura del cuarto, así como las condiciones de iluminación, son muy
importantes. Debe uno sentirse a gusto, completamente relajado y con la mente
tranquila, para poder contemplar la bola de cristal con una luz adecuada pero suave.
Caliente la bola, acercándola al fuego o frotándola con sus propias ropas.
Luego, colóquela sobre la base (es indispensable un fondo oscuro).

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Proyecte la mente al interior del cristal y no a su superficie. Espere
atentamente que se presente alguna imagen. Fije los ojos en la bola, procurando no
parpadear demasiado, sin forzar la vista.
Concéntrese ahora en aquello que desee descifrar. No se desaliente si no ve
nada. Al principio no es fácil tener éxito. Haga prácticas diarias a la misma hora,
empezando por sesiones de cinco minutos. Vaya aumentando el tiempo hasta llegar a la
media hora.
En los momentos anteriores a la aparición de una imagen, tendrá la impresión
de que la bola se nubla y adopta un color gris lechoso: es el momento de decir lo
primero que se le ocurra. Respire lenta y profundamente mientras observa con atención
el interior del cristal. Al principio verá imágenes inconexas, como si fueran sueños,
pero poco a poco irán adquiriendo sentido y será capaz de interpretarlas.
Lave la bola siempre que sea necesario, con agua y jabón. Si está
especialmente sucia, porque la han manipulado otras personas, lávela de nuevo con
agua y alcohol, o mejor aún, sumérjala durante diez minutos en una solución de agua y
vinagre. Enjuáguela con cuidado y séquela con una gamuza suave.

Dinamización de la proyección
Uno de los mejores auxiliares de la proyección del cuerpo astral es la
“comprensión de los fenómenos astrales”; esto es, el conocimiento de los verdaderos
hechos y actividades que configuran el comportamiento del cuerpo astral y las causas
de los mismos. Estos deben grabarse indeleblemente en el pensamiento. Muchas veces
esta comprensión resplandece de pronto en la mente del sujeto, asombrándolo y
maravillándolo de que nunca con anterioridad hubiera percibido realidades tan
evidentes. Es posible que muchos de mis lectores abran los ojos por primera vez a los
fenómenos del yo, y que, después de estudiarlos, empiecen a experimentar de
inmediato los síntomas de la actividad del cuerpo astral, síntomas que antes siempre
habían sido pasados por alto. El lector tendrá que interpretar lo relativo al fenómeno,
pensarlo y practicarlo intensamente, si realmente quiere llegar a tener éxito en esta
odisea. La comprensión del proceso debe arraigarse en la mente tan profundamente que
llegue a convertirse en parte de la propia vida. La consagración al estudio de la
proyección astral deberá ser tan absoluta, que el estudiante no tolere la menor
interrupción durante su aprendizaje.
He aquí, pues, el gran secreto para conseguir que el fenómeno se “exprese”
ante uno. Entiéndase bien que estamos tratando ahora de otro método para provocar la
proyección del cuerpo astral, método que consiste en la “impresión de la proyección
astral en el pensamiento”. Este es un procedimiento directo; cuando llega a convertirse
en parte de la mente subconsciente, la mente consciente comienza a tornarse
obsesionada por el conocimiento de que el cuerpo astral puede existir con
independencia del físico, no pareciendo haber, por lo tanto, ningún obstáculo para que
el cuerpo astral no se proyecte fuera de él.
¿Comprende el lector lo que esto significa? El sujeto debe impregnar su mente
subconsciente en tal medida con la idea de la proyección astral, que ésta no tarde en
convertirse en una obsesión. Lo que puede lograrse mediante la mente consciente, a
través de un tenaz estudio del arte, de su práctica y de su meditación. Ante todo, el
individuo deberá alentar una gran ambición: proyectar el cuerpo astral. Deberá

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empaparse en esta única aspiración, y de este modo no sólo estará creando un deseo
vehemente —que la mente subconsciente (que ya sabe todo lo relativo a la proyección)
tratará de aplacar— sino que también estará contribuyendo a la formación de un hábito
profundo; en poco tiempo, el sujeto empezará a soñar frecuentemente con el fenómeno.
Esto es particularmente probable, si antes de acostarse dedica un par de horas
a la lectura de un artículo sobre el proceso y luego se duerme con éste en su
pensamiento. Y recuérdese bien que el soñar con la proyección astral (esto es, soñar
que el cuerpo astral puede hacer y hace todas las cosas aquí relatadas) implica la
seguridad positiva de experimentar tarde o temprano. ¿Cómo podría haber soñado el
lector con este fenómeno, si todavía no lo comprende perfectamente? ¡Si hasta es
probable que ni siquiera supiera de la existencia del cuerpo astral! Ahora, en cambio,
puede impregnarse la mente hasta tal punto en la comprensión del fenómeno, que su
visión pronto se hará nítida en su pensamiento, empezando a constituir una parte de su
vida y, sobre todo, de sus sueños.
Sé positivamente que soñar con la proyección astral determina en la práctica,
la proyección. Hasta un sueño producido por el temor de proyectarse, puede extraer al
cuerpo onírico. Pasaré a explicar ahora cómo el miedo puede constituir a veces un
factor negativo y otras, positivo, para la proyección, según las circunstancias especiales
en que el miedo se manifieste.
En mis primeras experiencias de proyección consciente —debo confesarlo—
solía tener miedo, no durante la proyección (y esto es lo extraño) sino antes de
dormirme. Lo milagroso del proceso se apoderaba de mi pensamiento, hasta extremos
que las palabras no pueden expresar; su idea me poseía con más fuerza que deseo,
pensamiento, o ansiedad alguna.
No sé en qué forma me hice la idea (quizás por haber oído hablar a otros de
ello) de que toda clase de asesinos, malhechores y demonios habitaban en el plano
astral, a la espera de víctimas propicias. Un eminente espiritista me advirtió que era
posible que algún genio maligno influyera sobre mí durante la proyección, o que se
introdujese en mi cuerpo físico, impidiéndome regresar nuevamente al mismo.
Reconozco que esto me daba miedo, tanto miedo, que las primeras veces
sentía verdadero terror antes de dormirme. Entonces todo el proceso se instalaba
nítidamente en mi pensamiento, nada más que por el miedo de proyectarme y ser
aprisionado por algún monstruo astral.
¿Cómo actuaba este miedo? Precisamente, haciendo las proyecciones más
frecuentes, pues mi espíritu se hallaba impregnado con el conocimiento de todo el
proceso; además, ese mismo miedo que lo intensificaba, contribuía a exteriorizar la
energía neural, incitándome más aún a las grandes separaciones.
Y, noche a noche, para mi infortunio, el cuerpo astral abandonaba el físico,
obedeciendo las órdenes de la mente subconsciente. Muchas veces me despertaba en
medio de un sueño proyectivo, para descubrir que realmente se había proyectado mi
astral durante el mismo. Las repercusiones eran cosa de todas las noches. Pero el hecho
que más me desconcertaba era éste: ¿por qué sentía yo tanto terror cuando me hallaba
en el físico o al despertarme en el astral dentro del radio de acción del cable (con el
resultado forzoso de una repercusión) en tanto que, cuando me hallaba libre, esto es, —
cuando despertaba fuera del radio de acción del cable— no experimentaba el menor
temor?
Esta comprobación me impresionó profundamente; ¿por qué desaparecía así el
miedo? Era el mío similar al caso de un jugador de fútbol antes de un partido, o de un

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boxeador antes de una pelea, que se sienten morir de miedo o de nervios, para
recobrarse luego repentinamente, al entrar en acción. Era ésta exactamente, la
sensación que yo experimentaba. Después de un tiempo, tanto llegué a acostumbrarme
a las proyecciones, que empezaron a gustarme; los demonios astrales no parecían
preocuparse mayormente por mi persona, y las veces que me encontré con alguno, no
me parecieron muy diferentes de la gente que siempre había conocido.
No bien desapareció el temor a las proyecciones, advertí que éstas empezaban
a ocurrir con menos frecuencia. Pero cuando el deseo de producirlas reemplazó al
miedo, advertí que aumentaban nuevamente. Yo sé ahora que el miedo y el deseo
producen efectos similares sobre la mente subconsciente, configurando la orden de
proyectar al astral durante el sueño. Mi mente subconsciente se hallaba, pues, saturada
con el conocimiento de lo que mi cuerpo astral era capaz de hacer y con el deseo de
concebirlo.
También el lector puede llegar a proyectarse de esta forma. Simplemente
tendrá que dinamizar su mente subconsciente con un conocimiento y deseo verdaderos.
Con la mente así dinamizada, le bastará dormirse, para proyectarse. La mente
subconsciente puede llegar a saturarse con este conocimiento y deseo por medio de la
mente consciente, es decir, pensando en la proyección, practicándola y leyendo acerca
de la misma con la mayor frecuencia.
Hay que leer sobre la proyección antes de irse a dormir. Hay que concentrar el
pensamiento en la trayectoria que habrá de recorrer el fantasma durante la proyección.
Esto último es de la mayor importancia; he comprobado que una vez que la mente se
halla dinamizada, constituye una de las fuerzas más grandes para la consecución del
éxito. Pero claro está que el lector no hubiera podido hacer esto con anterioridad, ya
que nadie le ha dicho cuál es el recorrido exacto e invariable del espíritu durante la
proyección; ahora, con la ayuda de este libro, la tarea se verá altamente simplificada.
Cuando en adelante nos refiramos a la “dinamización” de la proyección, solo
significaremos la saturación de la mente subconsciente con el conocimiento y el deseo
de la proyección astral. Esta saturación de la mente subconsciente se alcanza mediante
la mente consciente, la voluntad consciente.
El lector puede tener la certeza de que la proyección del cuerpo astral puede
ser, en realidad, cualquier cosa menos lo que la imaginación supone que es. Es la
errónea concepción de la mente la que produce disgusto en el sujeto y no la proyección
real. Indudablemente, esto vale también para la proyección permanente (muerte).

¿Qué es la “Voluntad”?
La palabra voluntad proviene del idioma latín voluntas, voluntātis (verbo volo
= ‘querer’, y sufijo -tas, -tatis = ‘-dad’, ‘-idad’, en castellano), y consiste en la
capacidad de los seres humanos que les mueve a hacer cosas de manera intencionada.
Es la facultad que permite al ser humano gobernar sus actos, decidir con libertad y
optar por un tipo de conducta determinado. La voluntad es el poder de elección con
ayuda de la consciencia.
El actuar humano está orientado por todo aquello que aparece como la mejor
opción, desde las actividades recreativas hasta el empeño por mejorar en el trabajo,
sacar adelante a la familia o ser productivos y eficientes.

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La voluntad opera principalmente en dos sentidos:
 De manera espontánea, debido a la motivación y al convencimiento de realizar
ese algo, como el querer huir de los problemas, el querer salir adelante, o irse
a pasear con alguien, iniciar una afición o un pasatiempo, organizar una
reunión, asistir a un entrenamiento, etc.
 De forma consciente, debido al esfuerzo u obligación a realizar determinadas
cosas: terminar un informe a pesar del cansancio, estudiar una materia que no
nos gusta o presenta dificultades, recoger y ordenar las cosas que están fuera
de su lugar, levantarse a pesar del sueño, etc. Todo esto representa un ejercicio
de voluntad, porque se llega a la decisión de actuar contando con los
inconvenientes.

La voluntad es fundamental para el ser humano, pues lo dota de capacidad


para llevar a cabo acciones contrarias a las tendencias inmediatas del momento. Sin
voluntad no se pueden lograr objetivos planeados. Es uno de los conceptos más
difíciles y debatidos de la filosofía, especialmente cuando los filósofos investigan
cuestiones como las que se refieren al libre albedrío.
Existe la cuestión adicional de si puede simultáneamente observar lo que se
desea hacer y además tener conocimiento de las razones por las que se elige hacer eso
en lugar de otra cosa. Los interrogantes más profundos sobre la existencia humana
giran a menudo alrededor de las cuestiones sobre la voluntad.
El lector podría preguntarse en qué consiste la voluntad. Veamos lo que Cyrus
Franklin Leavitt (1914) dice al respecto: “Se han dicho una cantidad de tonterías sobre
la educación de la voluntad. La mayoría de los libros que sobre ella tratan, no llevan a
ninguna parte, pues no explican en absoluto el proceso del querer”.
“Tenemos la costumbre de pensar que ‘querer’ significa forzarse a hacer algo,
o entrar en acción”.
“Significa sí, obligarse a hacer algo y significa también entrar en acción, pero
mentalmente. Querer significa un esfuerzo de la atención. William James (filósofo y
psicólogo estadounidense con una larga y brillante carrera en la Universidad de
Harvard, donde fue profesor de psicología, así como fundador de la psicología
funcional - 11 de enero de 1842, Nueva York, Estados Unidos - 26 de agosto de 1910,
Chocorua, Nuevo Hampshire, Estados Unidos) señala que a esto se limita simplemente
la voluntad, es decir, a la “Atención”. La voluntad consiste, simplemente, en conservar
la atención sobre cierto pensamiento o idea hasta que sature por completo la mente,
desalojando todas las demás ideas de la consciencia”.
“No existe pues, ninguna dificultad en obligarse a hacer algo, si no se permite
la entrada en la mente de ninguna otra idea. Y en efecto, las reflexiones que lo
impulsan a uno hacia la acción, son las mismas que dominan la consciencia, las que se
adueñan de la atención... Hay que pensar resueltamente, con determinación. Hay que
idear planes para llevar a efecto los pensamientos. Hay que concentrarse. Hay que
arrojar bien lejos todos los pensamientos perturbadores. Así no se tardará mucho en
poder empezar a comportarse de acuerdo con aquellos pensamientos”.
Una vez adquirida esta “dinamización proyectiva”, una vez saturada por
completo la mente subconsciente con el conocimiento y el deseo de la proyección
astral, se podrá dar por cumplida la parte más difícil de la tarea. Pero recuérdese, ante
todo, que la mente debe ser dominada por el conocimiento y el deseo del proceso, pues

577
es esta presión conjunta la que ha de abrirse paso hacia la superficie de la mente
durante el sueño. Cuando el individuo conoce su arte, y el deseo estimula la voluntad
subconsciente, la realización de una proyección astral se torna un juego de niños.

Sueños proyectivos típicos


La “dinamización proyectiva” debe producir sueños proyectivos, siempre que
el astral se halle en estado parcialmente consciente y que la “tendencia” (tendencia
hacia la proyección) se muestre activa durante el sueño. El contenido de un sueño
proyectivo depende del grado de comprensión de los fenómenos astrales que tenga el
sujeto; es de vital importancia, por consiguiente, poseer un conocimiento acabado de
todos los pormenores que rodean a las actividades del astral, después de la separación.
Volvamos ahora al principio fundamental del control onírico: tratar de soñar
un sueño veraz con respecto al fantasma. La forma más sencilla de provocar un sueño
de este tipo, es hacer que la comprensión de la proyección y el deseo de realizarla, se
apoderen hasta tal punto del pensamiento, que el sujeto no pueda dormirse sin pensar
en ello. Entonces, cuando se duerma, la “tendencia” dejará sentir su efecto. Es ella
quien realiza toda la operación. Consiste en este caso en sugerir hacer precisamente
aquello que se está tratando de hacer. Como se recordará, dijimos antes que el “control
onírico” es el método más fácil para lograr la proyección del cuerpo astral. Pues bien,
lo que ahora decimos es que la “dinamización proyectiva” es el método más simple
para alcanzar el control onírico, pues la dinamización del conocimiento de los
movimientos del cuerpo astral y del deseo de realizarlos, determinan el surgimiento del
sueño adecuado.
Durante muchos años mi mente se halló completamente “dinamizada” con la
proyección, y en muchos de los sueños me sucedía despertarme para encontrarme
proyectado.
Solía soñar (en el sueño proyectivo) que me hallaba acostado en posición
horizontal, encima exactamente de mi cuerpo físico (aun cuando supiera en el sueño
que estaba soñando; he ahí la parte difícil de captar) y luego soñaba que me desplazaba
a lo largo de la trayectoria recorrida en realidad por el astral.
Uno se halla tan cerca de la verdadera consciencia cuando “sueña que está
soñando” y se trata de un sueño proyectivo, que aparentemente, esta verdadera
consciencia se ve forzada a intervenir. En esta forma tenían lugar la mayoría de mis
proyecciones conscientes.
Otras veces el sueño asumía otra forma. En lugar de soñar que me elevaba en
el cuerpo astral, me parecía estar parado de costado, observando cómo se proyectaba el
cuerpo astral y entonces, después de unos instantes, me introducía en éste y luego
continuaba soñando que me hallaba allí, o bien me despertaba realmente en el mismo.
Existen varias explicaciones posibles, aunque puramente teóricas, que pueden
arrojar luz sobre este punto. En efecto, cierta vez advertí que en el momento en que
soñaba que me introducía en el cuerpo astral (ya proyectado), empezaba a tornarme
consciente en ese cuerpo. Recuérdese que la “consciencia” abandona el astral cuando
se produce la “inconsciencia”. No es la salida del cuerpo astral lo que determina la
inconsciencia. Pues éste puede estar consciente e inconsciente fuera del cuerpo físico, y
también puede estar inconsciente dentro del cuerpo físico.

578
El hecho de que el cuerpo astral se mueva hacía la zona de reposo durante el
sueño, no indica en modo alguno, que la salida del astral sea la causa de la
inconsciencia. Sucede simplemente que las cosas son así. En efecto, la salida del astral,
por un lado, y la intervención de la inconsciencia, por el otro, fenómenos ambos que
tienen lugar generalmente en forma casi simultánea, constituyen dos funciones
completamente independientes.
Si nos tornáramos inconscientes cada vez que el astral abandona el cuerpo
físico, la proyección astral consciente sería un mito. Muchas personas pueden, de
hecho, moverse hacia la zona de reposo durante el estado hipnagógico —siendo la
discoincidencia de poco más de medio centímetro— y conservarse conscientes todavía,
pero sin darse cuenta de la separación, experimentando luego una brusca repercusión
dentro del cuerpo físico.
Esto es sumamente frecuente. Dado que la inconsciencia sobreviene
generalmente cuando el sujeto empieza a dormirse — exactamente unos instantes antes
de efectuar el tránsito hacia la zona de reposo— muchos ocultistas han caído en el error
de suponer que la salida del cuerpo astral del físico es la causa de la inconsciencia.
También la inversa es cierta, es decir, que podemos hallarnos inconscientes
dentro del cuerpo físico desde cierto tiempo antes de que el astral salga a la zona de
reposo. Este es el caso más frecuente cuando el organismo se halla bajo los efectos de
algún estimulante.
Como se ve existen algunas excepciones a la regla que gobierna el pasaje del
cuerpo astral a la zona de reposo. De todos modos, el principio general es que el astral
entra en la zona de reposo, inmediatamente después de haberse producido la
inconsciencia.
Según los individuos, el tiempo que media entre la pérdida de la consciencia y
la salida del astral, puede ser mayor o menor, dependiendo las variaciones de la
naturaleza intrínseca de cada sujeto. Como puede verse fácilmente, para realizar una
proyección consciente —desde el comienzo de la misma— el tipo de sujeto más
indicado es aquél que inicia el tránsito hacia la zona de quietud antes de que
sobrevenga la inconsciencia. Sobre esta peculiaridad del individuo, influyen diversos
factores: temperamento, incapacidad, etc., según hemos visto.
Puesto que sabemos que es la salida de la consciencia del cuerpo astral lo que
produce la inconsciencia, podríamos explicar en esta forma, aquel sueño en que uno
sueña que está proyectado en el cuerpo astral, pero separado de ese cuerpo, debido a
que la verdadera consciencia se halla fuera del astral. Y esta teoría parece tornarse
todavía más probable en aquellos casos de sueños proyectivos, en que el sujeto se halla
fuera del cuerpo astral contemplando sus movimientos, y luego se introduce en él,
adquiriendo consciencia en el mismo, en el momento en que sueña que se introduce.
Ahora bien; si la consciencia plena abandona el cuerpo cuando el astral se
halla inconsciente, la consciencia debe abandonar al cuerpo parcialmente cuando éste
se halla parcialmente consciente. Y en un sueño de esta naturaleza —cuando uno sueña
que observa los movimientos del cuerpo astral y luego se introduce en éste— ¿no es
posible que una parte de la consciencia que escapó del cuerpo fuera capaz de
comprensión real (división de la mente)? O quizás esto se explique suponiendo la
existencia de un cuerpo más refinado, coincidente con el astral, que en el transcurso de
este sueño se separara de aquél y lo contemplara mientras recorriese su trayectoria,
para volver a introducirse, finalmente en el astral.

579
De todas maneras, estos son los dos sueños proyectivos típicos que se
experimentan cuando se sueña con la proyección.
Primero, aquél en que uno se halla en el cuerpo astral y recorre la trayectoria
del espíritu durante la proyección. Segundo, aquél en que uno se mantiene de pie
separado del astral, observando sus movimientos a lo largo de la trayectoria habitual,
para luego introducirse en el mismo.
Si nos detenemos un minuto a recordar algo que hemos explicado con
anterioridad, veremos que a veces puede observarse al cuerpo astral desde los ojos
físicos, debido al circuito visual que corre a lo largo del cable. Ahora bien; si uno
puede ver esto estando consciente, ¿por qué no habría de verlo cuando esté
parcialmente consciente (soñando que se halla de pie mirando los movimientos del
cuerpo astral)? Yo creo, por mi parte, que esta podría ser una plausible explicación de
este tipo de sueños proyectivos.
La forma más directa, y, por cierto, la más sensata, de crear una “tendencia”
adecuada en la mente subconsciente, a fin de que se manifieste durante el sueño, es sin
duda, la que ya señalamos antes, es decir, la “dinamización proyectiva”. ¿En virtud de
qué —me pregunto yo— habría el sujeto de complicarse la vida tratando de saturar su
mente con un hábito no relacionado con la proyección del cuerpo astral, por la sola
razón de que la tendencia hacia ese hábito es capaz de impresionar la voluntad
subconsciente, cuando puede, en cambio, saturar la mente en la misma forma con el
conocimiento del arte y el deseo, de ejecutarlo, adquiriendo así la facultad de soñar
directamente los procesos proyectivos que tienen lugar, en vez de soñar un hábito
cualquiera, digamos por ejemplo, su rutina cotidiana?

Como incrementar la tendencia de la rutina


De todos modos, si el lector se empeñara, sin embargo, en imponer la
tendencia de la rutina a la mente subconsciente, tendría que concentrar toda su fuerza
de voluntad consciente sobre la rutina. En tal caso, el sujeto deberá aferrarse con
determinación siempre a las mismas tareas diarias, sin apartarse nunca de las mismas
en ninguna circunstancia.
Hay que acostarse a horario, y levantarse a horario, comer a horas fijas,
ejecutar diariamente las obligaciones usuales, en forma regular y concienzuda, etc.,
hasta que la rutina se convierta en una parte de la vida del sujeto, hasta que la mente
haya desalojado de su campo toda impresión extraña y el individuo se comporte casi
automáticamente. Con la mente así saturada por la “tendencia” del hábito, el sujeto
deberá visualizarse a sí mismo realizando la diaria rutina, en el momento de “elevarse”
dormido, cuidando de asegurar la completa pasividad del cuerpo físico antes de
practicar la visualización.
La voluntad subconsciente actuará de acuerdo con la fuerza de la indicación.
Nosotros nos apegamos a un hábito por una de estas dos razones o quizás, en algunos
casos, por las dos: 1) Porque deseamos realizar una tarea dada y 2) porque la necesidad
nos obliga a realizar esa tarea.
Si esto es cierto, la “tendencia” de la rutina habrá de impresionar a la voluntad
subconsciente en consecuencia. Si el sujeto desea la rutina, la voluntad subconsciente
habrá de mover el cuerpo con mayor facilidad que si aquél se forzara a sí mismo en la
ejecución de la rutina, por pura necesidad; esto significa, simplemente, que el deseo

580
sumado al hábito, domina la voluntad subconsciente en forma más completa que el
hábito solo.
La dinamización proyectiva es mucho más fácil de imprimir sobre la mente
subconsciente que la dinamización de la rutina, pues ésta es demasiado vulgar para
“apoderarse” de la mente con la misma fuerza que la proyección astral. Siempre es
mayor el efecto sobre el pensamiento de lo supranormal que de lo normal. A mi juicio,
el método de la proyección astral basado en la tenacidad de un hábito es, con mucho, el
más difícil de todos; y, si ha de juzgarse por la naturaleza humana, no podrá negarse
que la mayoría de la gente habrá de sentirse especialmente inclinada a aferrarse con
gran tenacidad a su diaria y vulgar rutina. La dinamización proyectiva aventaja a la
dinamización de la rutina en la generación de la proyección astral, en la misma medida
en que el barco de vapor aventaja al de velas. Con todo, ambas dinamizaciones son
bienhechoras y siempre terminan por llegar al destino perseguido.
Hay que crearse un fuerte hábito del estudio de la proyección astral; hay que
convertir la práctica de este arte en una rutina y hay que desear la facultad de
proyectarse en el astral con tanta vehemencia que la mente llegue a ser dominada por la
“proyección astral”. Debe lograrse una pasividad completa del cuerpo físico y
“elevarse” dormido, visualizando la trayectoria recorrida invariablemente por el astral
en la proyección. Esa es la forma de proyectarse a voluntad.
Quizás el lector piense que, después de todo, es bastante difícil proyectar el
cuerpo etéreo; pero si se piensa en que las causas de este fenómeno surgen a veces en
forma desconocida, se comprenderá que hacer entrar en juego intencionalmente a estas
mismas causas no es, al fin y al cabo, tan sencillo.

Como incrementar la tendencia de la sed


Cuando se intente promover una “tendencia” del tipo de los deseos, se
comprobará que es el deseo de beber el más fácil de estimular y el que con más vigor
puede imprimirse en la mente subconsciente. Y si el lector no se convence de que la
sed es el factor creador de tendencias más poderoso, pues no tiene más que probar
cuánto tiempo puede estar sin tomar agua... Beber es una necesidad. La sed debe ser
saciada. La mente adopta la determinación de satisfacer el deseo y, al proyectarse el
cuerpo astral, la voluntad subconsciente actúa en consecuencia.
He aquí un método cuya eficacia he podido comprobar repetidas veces: El
sujeto empieza por privarse de beber durante un considerable lapso antes de ir a
acostarse (se descuenta, por supuesto, que la experiencia se ensayará por la noche, al
irse uno a dormir). La duración del lapso en el cual el sujeto debe privarse de beber
debe ser calculada por él mismo, dado que las condiciones varían con los diferentes
individuos.
Suele ser conveniente empezar por la mañana, de modo que el deseo de beber
se torne suficientemente intenso a medida que avanza el día: en caso de hacerse
angustioso, puede tomarse un sorbo de agua periódicamente, para amortiguar la
ansiedad. Al llegar la noche, si el deseo se vuelve demasiado intenso, el sujeto deberá
tomar unos sorbos de agua salada. El deseo quedará así satisfecho, en cierta medida,
por un breve lapso, para luego retornar con más vehemencia que antes.
Además, en el transcurso del día, puede acrecentarse el deseo de beber,
fingiendo que se va a beber, pensando en beber, mirando el agua sin tocarla, etc. Antes

581
de acostarse, se colocará un vaso de agua fría en algún lugar en que el sujeto tenga la
costumbre de beber; digamos, por ejemplo, en la pileta de la cocina. El individuo puede
sentarse en una silla y mirar el vaso de agua, concentrando el pensamiento en su deseo
de beber.
Se mantendrá la vista fija en el agua, al tiempo que se concentrará el
pensamiento en el cuerpo astral, visualizándolo al abandonar el organismo físico en la
habitación en que el sujeto duerme, y se representará mentalmente su viaje hacia la
cocina para aplacar la sed con el agua mentalizada. No debe abandonarse ni un
momento esta visión del camino que el astral habrá de recorrer después de proyectarse.
Repítase este proceso mental una y otra vez, manteniéndose la vista fija siempre en el
vaso.
Llega entonces el momento de ir a acostarse y dormir. El sujeto tendrá sed,
pero olvidándose por ahora de esto, tendrá que pensar en el corazón, a fin de disminuir
el pulso por medio de la concentración del pensamiento en el mismo. Si el sujeto no
consigue conciliar el sueño, puede tomar otro sorbo de agua, preferentemente salada,
de modo tal que el deseo se acentúe todavía más después de haber conciliado el sueño.
El mismo hecho de que la persona encuentre difícil dormirse, demuestra que
la tendencia de la sed es de una fuerza inusitada; pues bien, es esta misma fuerza que lo
mantiene despierto, la que habrá de poner en acción a la voluntad subconsciente para
mover al cuerpo astral, durante el sueño.
Al caer dormido, el sujeto debe seguir pensando en el vaso de agua; debe
pensar también en la salida del cuerpo astral y en su trayectoria hacia el vaso. Si el
cuerpo físico ha sido adecuadamente “incapacitado”, el cuerpo astral saldrá del físico
durante el sueño, para tratar de aplacar el deseo. La trayectoria pensada de antemano se
impondrá por sí sola y el astral no tendrá más remedio que seguirla.
Es necesario dejar sentado que se trata en este caso de un ejercicio extremo; en
efecto, en esta forma se consigue mover al cuerpo astral con suma facilidad, pues el
solo deseo de agua basta, de hecho, y todo lo que la mente se limita a hacer, es
conducir al cuerpo hacia un lugar cualquiera donde pueda beber, sin importar que el
recorrido haya sido o no preparado de antemano. Sin embargo, si el sujeto toma todas
las precauciones antes enunciadas, podrá estar más seguro del éxito.
Después de haber practicado este ejercicio por algún tiempo, deberán
analizarse los sueños, a fin de establecer si éstos corresponden con los movimientos
reales del astral. Puede ser, incluso, si el sujeto tiene suerte, que adquiera consciencia
durante la proyección. Si no lo consigue, deberá concentrarse en el hecho (mientras
practique el ejercicio) de que despertará al llegar al vaso de agua. El individuo debe
representarse a sí mismo en el momento de tornarse consciente, al tocar el vaso de
agua. Entonces, cuando se proyecte y toque el vaso —al menos el espacio en que se
encuentra el vaso— la indicación de tornarse consciente se impondrá por sí misma.
En forma similar, puede estimularse también el deseo de comer,
intensificándolo con el mismo procedimiento antes indicado para el agua. Esto no es
tan desagradable como el método de la sed. Si el sujeto es muy “comilón”, el método
resultará; pero, si, por el contrario, se trata de una de esas personas a quienes la comida
les resulta casi indiferente, la “tendencia” creada por el ayuno no será lo bastante
vehemente como para apoderarse por completo de su pensamiento.
El individuo puede idear su propio método, cuando estimule la tendencia del
hambre, pues si a esta altura no comprende todavía los principios involucrados en la

582
proyección del cuerpo astral, esto significa que no se halla preparado aún para
practicarla.
Al referirse a la exteriorización en su libro sobre el Yoga, Carrington dice: “El
primer paso consiste en abstenerse de probar todo alimento y bebida estimulante. Las
glándulas pituitaria y pineal son excesivamente estimuladas, según se cree, por estos
agentes, lo cual perturba la circulación sanguínea en el cerebro”. Este es otro factor que
el lector debe tener siempre presente cuando intente realizar una proyección astral, pues
la ingestión de bebidas y alimentos estimulantes conspira contra la “incapacitación” del
cuerpo físico.
Ya hemos dicho que existen algunos alimentos que influyen sobre el cuerpo
astral y, como se recordará, algunos investigadores han llegado a afirmar, incluso, la
existencia de una dieta específica para aflojar el cuerpo astral, como así también la de
otras indicadas para ajustarlo. Sea ello lo que fuere, por mi parte creo haber probado
más dietas que persona alguna en el mundo, con el fin de aflojar al miembro astral,
arribando finalmente a la conclusión de que, si bien es cierto que algunos alimentos
tienden a aflojar al astral, su efecto es demasiado insignificante para ser tenido en
cuenta.
Es la tendencia imperante en la mente la que proyecta al cuerpo, y no hay
alimento alguno capaz de crear una tendencia adecuada. A mi juicio, lo único que
conseguirá el lector si intenta obtener la proyección astral mediante ciertas dietas, será
una gran desilusión, a menos que, claro está, la dieta produzca hambre, a semejanza de
un ayuno corriente, o a menos que la dieta favorezca la incapacidad, facilitando así la
entrada de otros factores en juego. Esto es todo lo que puede hacer una dieta, es decir,
ayudar a la acción de los factores fundamentales de la proyección.

La proyección hacia el agua


En cierta ocasión, mientras experimentaba con la tendencia de la sed, me
ocurrió lo siguiente: Al pie de una loma cubierta de bosques que alcanza a verse desde
donde escribo estas líneas, hay una fuente que brota de las raíces de un árbol. Si
quisiera llegar hasta la fuente, tendría que atravesar el camino que pasa frente a mi
casa, recorrer cerca de un cuarto de milla a lo largo del río, hasta llegar a un puente,
cruzar el puente y atravesar una pequeña distancia a lo largo de las vías del ferrocarril,
llegando así al lugar en que los rieles se aproximan al pie de la loma.
Tiempo atrás tenía la costumbre de recorrer frecuentemente ese camino y
sentarme al pie del manantial. Una de las cosas que más me encantaban era
arrodillarme a beber (cosa que, por lo demás, todavía me gusta), de modo que siempre
me las arreglaba para hacer un paseo hasta la fuente y beber de su agua.
No sé por qué razón, pero lo cierto es que el agua del manantial me gustaba
mucho más que la del pueblo. Así pues, una tarde atravesé el río, en dirección a la
fuente, como de costumbre, llevando un recipiente para traer agua al regresar. Esa
noche volqué el agua en la pileta —donde siempre bebo en mi casa— y me quedé
mirándola unos veinte minutos antes de irme a dormir. Me proponía, como el lector
habrá adivinado, proyectarme hacia la pileta llena de agua.
Pero, en lugar de hallarme en la pileta, cuando me desperté en el astral, me
encontraba, para sorpresa mía, precisamente al lado de la fuente. El cuerpo astral había
dejado atrás la pileta, el río, las vías, para detenerse finalmente junto al surtidor. A

583
diferencia de lo que es habitual, el despertar no fue precedido, esta vez, por ningún
sueño. Me desperté de pronto, simplemente, para encontrarme en aquel sitio.
Debo hacer notar que siempre es conveniente tener algún sueño antes de
despertarse, pues, en caso contrario, el sujeto es presa de agitación. El sueño permite
que la consciencia sea adquirida en forma gradual.

Carácter raro de las proyecciones conscientes


Sólo muy raramente logra el proyector astral obtener una proyección
completamente consciente desde el principio al fin. Lo sé, no sólo por experiencia, sino
por la de muchos otros investigadores. La mayoría de los informes relativos a
proyecciones astrales, comienzan en el momento en que el sujeto se encuentra a sí
mismo en su nuevo cuerpo, fuera del físico, es decir, que no se vuelve consciente sino
hasta el momento en que se encuentra proyectado a cierta distancia del organismo
físico, fuera del radio de acción del cable.
Creo haber dicho ya, por otra parte, que, en la mayoría de los casos, la
consciencia sólo se hace presente una vez que el individuo se halla proyectado.
Además, es éste el momento más oportuno para que aparezca la consciencia, pues en
caso de hacerlo al principio de la proyección, permite experimentar ciertas sensaciones
desagradables que tienen lugar dentro del radio de acción del cable.
Sin embargo, yo he realizado varias veces proyecciones de este tipo
(conscientes desde un comienzo) y otras muchas, me ha tocado experimentar
proyecciones involuntarias también de esta misma naturaleza. Como se recordará, la
primerísima de mis proyecciones fue, aunque involuntaria, consciente desde el
principio.
Todas las veces que se produjo una proyección de esta clase, observé que ésta
había tenido lugar tras un sueño de varias horas. Lo usual era que me despertase entre
la una y las cuatro de la mañana y entonces el cuerpo astral comenzaba a “elevarse”, al
tiempo que volvía a dormirme; pero, en otras ocasiones (como en la primera
experiencia citada), la proyección comenzaba en el estado hipnagógico, al salir del
sueño.
Pasaré a detallar ahora lo que sucede en cada una de estas etapas:
1) Estado hipnagógico al salir del sueño, y
2) Estado hipnagógico al venir el sueño.
La primera experiencia narrada constituye un excelente ejemplo de lo que
ocurre cuando la proyección consciente tiene lugar durante el estado hipnagógico que
sucede al sueño. El sujeto comienza a despertarse lentamente, incapaz de comprender
dónde se halla, pero consciente de encontrarse o existir en alguna parte. Si el lector
cierra los ojos y se tapa los oídos, tendrá una idea de la situación en que se tropieza el
proyector en los momentos que anteceden a una exteriorización de este tipo.
Luego la consciencia se hace ligeramente más nítida y el individuo comprende
que se halla acostado en la cama, antes aún de poder ver u oír cosa alguna. Al mismo

584
tiempo se empieza a percibir claramente una especie de pulsación en la nuca. Son los
latidos del corazón. A veces es ésta la primera sensación que se percibe, precediendo
incluso a la comprensión de que uno se halla en la cama.
A poco el sujeto descubre que no puede moverse, y si quiere realizar la
proyección no debe experimentar deseo alguno de desplazarse físicamente, sino tan
sólo de elevarse en el aire. Sin embargo, no debe intentar levantarse haciendo un
esfuerzo, pues esto habría de interferir con la fuerza que mueve efectivamente al
organismo. El individuo debe permanecer quieto, sin emociones, pensando solamente
en mudarse hacia arriba.
La sensación que se experimenta es la de pesar una tonelada o la de estar
pegado al lecho. Al cabo de cierto tiempo, esta fuerza adhesiva parece dejar de surtir
efecto; el sujeto se siente entonces como una especie de globo cuando suelta amarras;
es en este momento cuando empieza su ascenso. A esta sensación sigue la de flotar,
debido a que el cuerpo etéreo se halla realmente emergiendo. El individuo debe
permanecer perfectamente tranquilo, tratando de disfrutar lo máximo posible esta
impresión; sus pensamientos deben concentrarse siempre en la idea de subir y salir.
Por lo general, el estado cataléptico perdura hasta que el cuerpo franquea el
límite de actividad del cable, pero a veces puede suceder que el astral se libere dentro
del radio de acción del cable, una vez que el cuerpo se ha erguido. En efecto, si se halla
en posición horizontal, la liberación de la catalepsia no puede producirse.
Durante el tiempo en que la persona permanece dentro del radio de actividad
del cable, puede percibir perfectamente los latidos del corazón en la nuca y, de una
manera u otra, experimentar alguna de las excentricidades sensorias típicas en esta
etapa de la proyección. Una vez franqueado el límite de actividad del cable, el fantasma
se halla libre y dotado de inefable agilidad y destreza.
Es a esta altura cuando se tornan conscientes la mayor parte de los
proyectores. No en vano la mayoría de los informes comienzan de esta manera: “Una
vez más me encontré fuera del cuerpo, dotado de una libertad que jamás podrían
expresar las palabras”. ¿No es éste, acaso, el lugar más indicado para tornarse
consciente? ¡Claro que sí! Todas las etapas de la proyección astral que pueden resultar
desagradables quedan así eliminadas, cuando uno puede despertar para gozar de esta
perfecta libertad.
Debe prestarse atención al hecho de que cuando una proyección consciente
empieza durante el segundo estado hipnagógico (al salir del sueño), el sujeto percibe la
separación de los dos cuerpos. Pero cuando la proyección se produce durante el primer
estado hipnagógico (al entrar el sueño) el cuerpo astral se eleva con tanta facilidad que
el sujeto no lo advierte sino cuando ya se halla a varios centímetros del físico. Cuando
empieza a recuperarse el sentido del oído, los sonidos escuchados parecen ser muy
distantes. En forma similar, las primeras impresiones visuales son borrosas y
blanquecinas. En el mismo momento en que los sonidos se tornan más claros, también
las impresiones visuales adquieren mayor nitidez. Existe un punto en la zona de
discoincidencia, en donde, al pasar el cuerpo astral en su ascenso, la consciencia parece
disiparse ligeramente para luego volver a tornarse normal.
Siempre que he experimentado exteriorizaciones conscientes desde el
principio, he podido comprobarlo. Precisamente en el momento en que el astral
abandona el físico, la consciencia se oscurece un instante y luego regresa nuevamente,
al igual que una bombita eléctrica cuya luz decreciera momentáneamente para volver a
brillar luego con su intensidad normal. Es en este punto donde resulta más difícil

585
conservar la lucidez. Recuérdese bien: se halla muy próximo a la posición coincidente,
dentro de la zona de reposo.
La producción de una proyección enteramente consciente, es una operación
sumamente difícil y delicada. A menos que el cuerpo físico se encuentre en un
profundo estado de “incapacidad” y las emociones hayan sido totalmente eliminadas,
todas las tentativas resultarán inútiles.
En este caso no se hace necesaria la existencia de una “tendencia”
subconsciente, puesto que la voluntad subconsciente recibe la indicación de moverse
hacia arriba directamente de la mente consciente. Si las proyecciones conscientes del
principio al fin sólo ocurren por regla general después de haber dormido el sujeto
varias horas, ello se debe a que, en su transcurso, el cuerpo físico queda “incapacitado”
en una considerable medida.
Es frecuente el fenómeno que hace que la gente se despierte a horas avanzadas
de la noche en estado de “parálisis nocturna”, lo cual no es sino una especie de
catalepsia del cuerpo astral. Es éste el momento propicio para intentar la proyección,
pues, en estas circunstancias, se reduce tan sólo a una cuestión de indicación apropiada
y tranquilidad emocional.
Repetidas veces he podido comprobar que las proyecciones astrales
conscientes del principio al fin ocurren siempre después de haber dormido varias horas
y a veces, incluso, después de una noche entera de sueño; en este último caso, las horas
más usuales son entre las seis y siete de la mañana. En mi caso personal, generalmente
me despertaba de súbito, casi siempre a la misma hora y seis u ocho mañanas seguidas,
hasta que un día, exactamente a la misma hora, se producía el despertar que me
conducía luego a una proyección consciente del cuerpo etérico.
Seis mañanas seguidas, digamos, me despertaba súbitamente a las dos y, tras
permanecer despierto durante unos quince minutos, me volvía a dormir. Entonces
llegaba una mañana en que, como en las demás, me despertaba a las dos, pero, en lugar
de volver a dormirme, experimentaba una proyección astral, unas veces, al despertar
del sueño, otras, al volver a dormirme.

La voluntad pasiva
¿Le ha sucedido alguna vez al lector experimentar un intenso deseo de
adquirir o hacer algo y despertarse regularmente en la soledad de las noches con el
deseo fijo en ese pensamiento? ¿y ha advertido que después de haberlo experimentado
durante cierto tiempo, por lo general el deseo ha terminado por cumplirse? ¿Y no es
como si en aquellos momentos alguna influencia extraña en el interior de uno lo
hubiera despertado, nada más que para dar salida al deseo largamente acariciado?
A mí, al menos, eso me pareció siempre, y en tres oportunidades distintas
logré obtener lo que tanto deseaba, que, en las horas conscientes de la vigilia, parecía
hallarse totalmente fuera de mis posibilidades. Si el lector se detiene a examinar este
fenómeno, no tardará en comprobar cuán fácil es adquirir la capacidad de alcanzar
cosas casi imposibles, con sólo despertarse en medio de la noche y pensar en ellas. He
aquí un ejemplo ilustrativo:
El señor Brown desea un aumento en su salario. Durante largo tiempo ha
alimentado ese deseo, pero sin decidirse a pedirle el aumento a su jefe. En medio de la
noche, Brown se despierta con el pensamiento fijo en “más dinero”. Ya perfectamente

586
consciente, se decide a encarar al jefe y decirle “cuatro cosas”. Además, hará esto,
aquello y lo de más allá. Pero al llegar el día siguiente, ¿adónde se habrán ido esa fuerte
voluntad, esa determinación de la noche anterior?
Cuando Brown piensa en la decisión tomada en los entresueños de la noche,
aunque lúcido y consciente, se pregunta cómo pudo haber pensado hacer cosas tan
ridículas. Pero a la noche siguiente Brown vuelve a despertarse pensando siempre en lo
mismo: más dinero. Y, en la tranquilidad de la noche, nuevamente experimenta el
impulso de una fuerte voluntad, casi ridícula vista a la luz del día, y ahora
perfectamente lógica, en la quietud y adormilamiento de la noche; entonces sus
intenciones de decirle al jefe las “cuatro cosas” y pedirle un aumento, nuevamente se le
imponen como razonables.
A todos nosotros nos ha pasado esto. Todos hemos hecho planes, decidido
adquisiciones u otros negocios, al reflexionar despiertos durante la noche, para
considerarlas, al llegar la mañana y vistos a la luz del día, absurdos e impracticables,
casi fantásticos o completamente irrazonables. Si tuviéramos en la realidad el “temple”
que tenemos en esas imaginaciones nocturnas (imaginación consciente) ¿no seríamos
verdaderamente osados?
Ya sabemos que la voluntad no es sino ponerse en acción, determinarse a
hacer algo. mentalmente, centrando la atención sobre cierto objeto, hasta que todo lo
demás pase a un segundo plano. Existe una voluntad pasiva y una voluntad activa. La
voluntad pasiva es la más fuerte, la más determinada, la que se apodera de nosotros
cuando nos despertamos en medio de la noche para planear nuestros castillos de naipes.
La llamamos voluntad pasiva, debido a que cuando la empleamos, nos hallamos
reducidos a un estado de suma pasividad.
Llamaremos voluntad activa a aquella que empleamos durante el día, cuando
nos hallamos dotados de actividad corporal y mental. Es esta voluntad la que nos hace
reconsiderar las decisiones tomadas por la noche.
La voluntad pasiva es la voluntad imaginativa, pero es extrema y determinada
en su volición; no obstante, el sujeto se halla firmemente convencido, durante su
funcionamiento, de que las premisas por ella expuestas son razonables.
He aquí otro ejemplo para ilustrar la diferencia que existe entre la voluntad
pasiva y la activa, pues esto es de suma importancia para la producción de la
proyección astral, según veremos en seguida.
Recuerdo que, cuando era pequeño, mi hermano mayor tenía una escopeta,
calibre 10. Siempre había deseado poder contar a mis amigos que había tirado con la
escopeta, que había experimentado un fuerte culatazo, etc. El chico que vivía al lado de
mi casa me dijo un día que, si tiraba con aquella escopeta, el retroceso me haría caer, y
me desafió a que lo hiciera. Yo deseaba ardientemente demostrar que era capaz de
manejar la escopeta, pero en mi interior estaba terriblemente asustado por el temor de
que al descargarla me voltease efectivamente.
Varias noches me desperté pensando en tirar con la escopeta en cuestión y
siempre, al pensar en ello, me resolvía a intentarlo; me veía a mí mismo disparando el
arma y veía a mi amigo contemplándome con admiración. Durante la noche parecía
perfectamente razonable disparar aquella pesada escopeta y muchas veces me dije
categóricamente: “mañana voy a tirar”.
Pero cuando llegaba el día siguiente y volvía a ver la imponente arma, todas
las resoluciones, de la voluntad pasiva, toda mi determinación nocturna, tan razonable
en ese momento, parecía desvanecerse rápidamente como una quimera. Ahora bien; si

587
yo hubiera poseído la misma voluntad extrema durante la actividad del cuerpo que
durante su pasividad, no habría vacilado en descolgar la escopeta y descargarla.
Claro está que la voluntad activa y la pasiva se confunden una con otra; pero
para los fines actuales, será más conveniente considerarlas como dos entes
perfectamente diferenciados, ambos conscientes.
Como se comprenderá, la voluntad pasiva no se manifiesta tan sólo en los
fugaces momentos de vigilia que ocurren durante la noche, pues esta voluntad
imaginativa puede actuar en cualquier momento en que nos hallemos dotados de
consciencia. La voluntad activa y la voluntad pasiva pueden actuar simultáneamente, es
decir que el sujeto puede estar realizando una acción ordenada por la voluntad activa y
al mismo tiempo la voluntad pasiva puede estar ordenando otra acción distinta.

Como proyectarse con el método


de la voluntad pasiva
Durante los ensueños diurnos, usamos a menudo de la voluntad pasiva.
Entonces imaginamos cosas, pero no queremos. Podemos querer sin imaginación. Pero
cuando empleamos la imaginación a fondo, cuando nos despertamos en medio de la
noche y pensamos en la realización de alguna acción que durante el día parecería
absurda y nos decimos “haré esto o aquello”, entonces estamos creando poderosísimas
impresiones en nuestra mente subconsciente.
Cuando las decisiones tomadas por el sujeto son perfectamente serias y el acto
a realizar, extremo, la impresión recibida por la mente subconsciente será también
proporcionalmente fuerte. Recuérdese que la mente subconsciente recibe estas
indicaciones al pie de la letra, sin que importe la fuente de donde provienen; así, si el
sujeto emplea, a fin de obtener lo que desea, su voluntad pasiva —la voluntad
imaginativa, la voluntad extrema, la voluntad determinada— la mente subconsciente
recibirá órdenes determinadas, extremas, que no podría obtener de la voluntad activa.
Quizás diga el lector: ¿”qué se pretende hacernos creer? ¿que uno puede
proyectarse con sólo imaginarse que lo hace”?
En cierto sentido, esto es más cierto de lo que podría parecer a simple vista;
pero conste que yo no afirmo que baste la sola imaginación para proyectar al cuerpo
astral. Lo que sí afirmo es que la voluntad pasiva, la voluntad imaginativa, puede
determinar la proyección del cuerpo astral. Dado que la mente subconsciente acepta
todas las indicaciones sin discriminación alguna, también las impartidas por la voluntad
pasiva, la voluntad extrema, son acatadas sin reservas.
Pero volvamos a nuestro amigo el señor Brown, que deseaba un aumento de
sueldo. Bajo la influencia de la voluntad pasiva, Brown piensa, mientras yace tranquilo
en el lecho por la noche, todos los pormenores de su pedido de aumento; se visualiza,
se percibe a sí mismo yendo a encontrarse con el jefe para exigirle un mayor sueldo. Y
en todo momento, bajo la acción de esta voluntad imaginativa, Brown la considera
como lo más razonable del mundo, diciéndose: “haré esto y aquello”, con verdadera
seriedad de propósito. Su mente subconsciente recibe una influencia semejante y la
“tendencia” de esta extrema determinación alcanza considerables proporciones.

588
Pues bien; si Brown continuase cierto tiempo utilizando esta voluntad
extrema, llegaría el día en que por fin pondría en ejecución los proyectos ideados por la
noche. En este caso, la mente subconsciente que ha recibido las órdenes, las retiene
todavía durante el día, y si la mente consciente de Brown llega a “ausentarse” durante
cierto tiempo, el subconsciente conserva todavía la tendencia de las voliciones pasivas.
Y ése es el principio que debemos aplicar para producir la proyección del
cuerpo astral; es decir, que debemos despertarnos por la noche bajo la voluntad pasiva
de proyectarnos, y dormirnos luego con esta determinación extrema, fija en el
pensamiento.
Creo haber dicho ya que varias mañanas seguidas solía despertarme alrededor
de las dos, hasta experimentar finalmente una proyección consciente. Cada vez que me
despertaba, tenía la impresión de que alguna fuerza en mi interior me había despertarlo
de intento, para que pensara en la proyección del cuerpo astral y la desease. (Me
imaginaba, al parecer, cosas imposibles y sin embargo en aquel estado de pasividad
extrema, no parecían inalcanzables en absoluto, de modo que entonces me decía: “me
voy a proyectar con plena consciencia desde el principio. Lo he hecho ya
involuntariamente y lo voy a hacer de nuevo. Voy a ir a este lugar, a aquél, o al de más
allá” etc., dando rienda suelta a mi imaginación y aceptando todos sus excentricidades
como los más razonables del mundo).
Sin embargo, al llegar el día, confieso que modificaba mi decisión,
diciéndome que quizás pudiera proyectarme con plena consciencia desde el principio,
que quizás pudiera presentarme en este lugar o en aquel otro, etc.; y aun cuando con
anterioridad lo había hecho, dudaba ahora que pudiera de nuevo voluntariamente. Hasta
que, finalmente, se hizo la luz en mi espíritu, y descubrí que la voluntad pasiva, la
voluntad imaginativa, era la voluntad más fuerte, y que todos aquellos fantásticos
sueños, razonables en su momento, echaban hondas raíces en realidad, en la mente
subconsciente. Fue pues, de este modo, como logré producir las primeras proyecciones
astrales conscientes.
Aunque había observado que, con anterioridad a una proyección consciente,
me despertaba durante varios días seguidos a las dos de la mañana y que, durante el
tiempo que permanecía despierto, no pensaba en nada sino en proyectarme, no descubrí
la causa real de las proyecciones conscientes del principio al fin, sino hasta muchos
años después.
Sé ahora que fue en estos lapsos de vigilia nocturna cuando entró en juego la
voluntad pasiva, hiperdinamizando el deseo de proyectarme, que ya existía en mi
mente. Así es en efecto; el deseo estaba allí, éste era dinamizado por el conocimiento
de la proyección y el deseo de ejecutarla, y la tendencia del deseo despertaba por la
noche, poniendo en marcha la voluntad pasiva; esto no hacía sino hiperdinamizar el
deseo, facilitando finalmente su realización concreta, por medio de una proyección
consciente del principio al fin.
Es interesante señalar que ésta tenía lugar a la misma hora exactamente que
me había despertado las noches precedentes.
A decir verdad, cuando la “tendencia” de un deseo es lo bastante fuerte como
para despertar al sujeto por la noche, basta también para proyectar al cuerpo astral, sin
necesidad de su hiperdinamización, por medio de la voluntad pasiva; pero el uso de la
voluntad pasiva durante varios días consecutivos a fin de hiperdinamizar la tendencia,
permite obtener proyecciones conscientes desde el principio, unas veces, al salir del
sueño, y otras, al dormirse.

589
Cuando la tendencia de la mente se torna intensa, determina alguno de los tres
efectos siguientes: despierta al sujeto; provoca sonambulismo físico, o bien proyecta al
cuerpo astral. Si la tendencia despierta al sujeto por la noche, éste puede valerse de la
misma para hacer entrar en juego la voluntad pasiva y hacer así que la tendencia se
vuelva más fuerte y dinámica que nunca; entonces llegará cierto momento, cuatro o
cinco noches después, en que la consciencia no se hará presente y la voluntad
subconsciente empezará a mover el cuerpo astral precisamente en el momento en que
surja la consciencia; esto puede ocurrir apenas iniciado el movimiento del astral, o bien
después de recorrida cierta distancia.
No vacilaré en declarar que la voluntad pasiva o la voluntad imaginativa de
proyectarse, es uno de los grandes secretos de la proyección astral.
Llámeselo si se quiere, un proceso de mera imaginación, pero no se trata tan
sólo de imaginación, sino de imaginación más voluntad de hacer lo imaginado.
En ningún caso puede presionarse la voluntad pasiva con relativo éxito, pues
no bien se la fuerce, se convertirá en voluntad activa. El sujeto debe limitarse a desear
la proyección con vehemencia suficiente para determinar la aparición en su interior de
la voluntad pasiva, la cual, a su vez, elaborará la tendencia del deseo, persuadiendo a la
mente subconsciente de que las visiones imaginadas relativas a la proyección son
perfectamente razonables y posibles.
Quizás suceda que, durante el día, bajo la influencia de la voluntad activa, el
sujeto piense en proyectarse; pero entonces lo asaltarán las dudas acerca de su
capacidad; por la noche en cambio, cuando se despierte y se dé a imaginar su propia
proyección, tendrá fe en su capacidad para hacerlo, exactamente del mismo modo en
que yo la tenía por la noche, de que sería capaz de disparar la escopeta. Esa voluntad
determinada y extrema que se apodera de nosotros cuando despertamos por la noche y
pensamos con el cerebro consciente, aunque algo adormilado, es la voluntad que
promueve la proyección del cuerpo astral. A ella deberá recurrir quien quiera tener
éxito.
El sujeto debe tratar de despertarse a una hora determinada —digamos a las
tres de la mañana— durante varios días consecutivos y, si su deseo de proyectarse es lo
bastante fuerte, su voluntad imaginativa se posará sobre ese deseo. No debe emplearse
esfuerzo alguno de voluntad; el sujeto debe limitarse a permitir que la voluntad e
imaginación se detengan sobre el fenómeno de la proyección y sigan naturalmente su
curso, volviendo a dormirse durante el proceso. Repítase esto mismo durante varias
noches seguidas y bien pronto comenzarán a suceder extrañas cosas a esa hora de la
madrugada...

Resultados obtenidos mediante


la dinamización de la proyección
Si el sujeto considera que tiene la mente lo bastante dinamizada con el deseo
de proyectarse, y si su juicio es correcto, sucederá alguna de estas cuatro cosas:
1. El sujeto soñará con una proyección del cuerpo astral.
2. Sufrirá sonambulismo físico. (Uno de los síntomas es despertarse y
encontrarse saliendo precisamente en ese momento de la cama).
3. Se despertará por la noche con el deseo fijo en el pensamiento.

590
4. Experimentará una proyección consciente.

Si no tiene lugar ninguno de estos fenómenos, sólo puede haber una


explicación. O bien el sujeto exclusivamente se imaginó que su mente se hallaba
dinamizada por el deseo, o bien está experimentado proyecciones astrales
inconscientes. Porque ha de tenerse muy en cuenta que la proyección astral
inconsciente ocurre con suma frecuencia. Mi parecer es que no hay nadie que tenga una
idea aproximada de lo frecuente que es en realidad la proyección astral inconsciente.
Por mi parte, estoy firmemente convencido de que, por cada caso de
sonambulismo físico, hay una docena de proyecciones astrales de tipo inconsciente. Yo
he experimentado muchas proyecciones astrales conscientes, pero no tengo ninguna
idea de cuántas veces habré estado proyectado inconscientemente; y a pesar de eso,
sólo experimenté en toda mi vida —por lo menos, eso es lo que a mí me consta— dos o
tres fenómenos de sonambulismo físico.
Y en cuanto a los cuatro resultados diferentes a que puede conducir la
dinamización del deseo de proyectarse en el astral, diremos que:
1) Si el sujeto sueña con la proyección del cuerpo astral, deberá emplear de
inmediato alguno de los métodos indicados para despertarse, al llegar a un
lugar determinado.
2) Si el sujeto realiza un sonambulismo físico, ello se debe a que no ha
logrado un grado adecuado de “incapacidad” del cuerpo físico; la solución
será entonces reducir más todavía el número de pulsaciones del corazón por
minuto, a fin de que cuando la voluntad subconsciente decida proyectar el
cuerpo, el organismo físico no pueda responder instantáneamente y se quede
atrás.
3) Si el sujeto se despierta en medio de la noche con el deseo fijo en la mente,
entonces deberá poner en juego la voluntad pasiva, haciendo que actúe sobre
el deseo, a fin de “elevarse” dormido, bajo la influencia de esta voluntad
imaginativa. El individuo deberá asegurarse, asimismo, de que su cuerpo
físico ha sido reducido a una completa pasividad antes de dormirse, de modo
que al despertar se halle en una perfecta catalepsia astral.
4) En caso de que no ocurra ninguno de los tres fenómenos precedentes, o
bien le faltará al sujeto una tendencia volitiva lo suficientemente intensa, o
bien estará sufriendo proyecciones inconscientes sin saberlo. En este caso,
debe imponerse la obligación todos los días antes de dormirse, de despertarse
a las tres de la mañana.

Si esta iniciativa no lo despierta, empleará un despertador, hasta que se haya


formado el hábito de despertarse a la hora indicada. Entonces permanecerá despierto en
el silencio nocturno, consciente aunque adormilado, y dejará que la voluntad pasiva
actúe sobre el deseo de proyectarse. Noche tras noche se procederá en la misma forma,
hasta que el hábito quede bien establecido. Entonces, al acostarse por la noche, habrá
que provocar una mayor pasividad corporal, disminuyendo las pulsaciones del corazón.
Es éste, uno de los métodos que mejores resultados me ha procurado, en lo
que a proyecciones enteramente conscientes se refiere. Con la mente dinamizada por la
idea de la proyección, me acostaba de noche, reduciendo el pulso considerablemente
antes de dormirme, a veces hasta no más de treinta pulsaciones por minuto, cifra ésta
que, sin duda, bajaba algo más todavía al sobrevenir el sueño.

591
Entonces me despertaba a cierta hora de la noche y, si no me encontraba
desprovisto de fuerza motriz, dejaba que la voluntad pasiva siguiera su curso, logrando
así, algunas veces, producir una proyección al volver a dormirme. Pero si en cambio
comprobaba que carecía de fuerza motriz, me mantenía completamente inmóvil y
tranquilo, pensando tan sólo en elevarme y apartarme del cuerpo.
Por regla general, se comprueba que el astral se separa del físico antes de que
el sujeto despierte, como me sucedió muchas veces al poner a prueba este método,
aparte de los casos de “consciencia-desde-el-principio”.
Existe todavía otro método que me proporcionó muy buenos resultados,
probablemente los más agradables que haya obtenido nunca. Con la mente dinamizada
por el deseo de proyectarme, me despertaba a las dos de la mañana y, mientras
permanecía despierto —consciente, aunque adormilado— comenzaba a pensar en la
proyección y en despertarme en la habitación de algún amigo mío, a cierta distancia de
mi hogar. Entonces me dejaba estar allí, con entera pasividad, haciendo que mi
voluntad imaginativa actuase sobre este deseo, hasta que finalmente me dormía. ¡Y el
resultado no se hacía esperar! Había repetido este proceso durante una semana
solamente, cuando me desperté un día en la habitación de una amiga mía, en lugar de
hacerlo en mi cuerpo físico.
En el momento en que yo aparecí, ella estaba dormida y después de haber
permanecido observándola durante algunos instantes, emprendí el regreso. Quizás diga
el lector: ¿”Por qué no trató de despertarla mientras estaba allí”? Pero yo también
podría preguntar, a mi vez: ¿De qué me hubiera valido repetir una vez más la vieja
experiencia de querer hacer contacto con objetos físicos? Tantas veces lo he intentado
sin éxito que ya sólo me parece una pérdida de tiempo; sobre todo cuando existen
tantas otras cosas que ver y experimentar en esas privilegiadas oportunidades.
Frecuentemente había hablado con mi amiga acerca de la proyección del
cuerpo astral, explicándole todos los detalles relativos al fenómeno; pero pese a
prestarme atención, siempre conservó sus dudas. Después que descubrí este método,
relativamente fácil, de proyectarme hasta ella en el astral, se me ocurrió una idea para
demostrarle que realmente era capaz de lograr esta proeza en mi cuerpo astral.
Era uno de mis deseos más vehementes lograr persuadirla de mi veracidad,
pues poco y nada me importaba la opinión de los demás.

Algunas proyecciones típicas


Entonces convinimos el siguiente plan. Ambos debíamos despertarnos a las
dos de la mañana y permanecer así, conscientes, aunque adormilados. Yo debía pensar
en proyectarme hacia su cuarto. Ella tendría, a su vez, que visualizar mi proyección. Al
emplear este método, no sólo confiaba en mi propia capacidad de proyectarme, sino
también en la ayuda que la fuerza psíquica de mi amiga pudiera brindarme. Lo
convenido era dejar que nuestras voluntades pasivas actuaran sobre nuestros deseos en
medio de la noche, a un mismo tiempo.
Pasaron varias semanas durante las cuales logré proyectarme varias veces en
su habitación, tornándome consciente al llegar allí. Sin embargo, no recordaba haberme
trasladado hasta el lugar; en otras palabras, sólo adquiría consciencia una vez que había
llegado al punto de destino. En una oportunidad en que yo me desperté, ella también
estaba despierta, pero no me vio.

592
Sin embargo, sucedió algo extraño. Decidí que la vez siguiente realizaría
ciertas acciones, acerca de las cuales nada le diría, a fin de comprobar si ella era capaz
de describir lo que yo había hecho, en caso de que afirmase haberme visto.
En consecuencia, una vez allí, me dirigí hacia la cómoda, coloqué la mano
sobre el cepillo, me volví luego hacia ella, poniendo la mano sobre su hombro,
permanecí allí parado unos instantes, luego regresé nuevamente a la cómoda y volví a
colocar la mano sobre el cepillo, una vez más me dirigí hacia ella, etc., etc., repitiendo
la misma acción una docena de veces. Entre tanto ella había permanecido
aparentemente dormida todo el tiempo.
Al día siguiente le pregunté si me había visto en la habitación. “No” me
replicó. “pero soñé que habías estado allí”.
¿”Qué soñaste”?, le pregunté.
“Soñé que tratabas de cepillarme el cabello”; contestó.
“Y que te pasabas yendo y viniendo, tratando de encontrar el peine, mientras
yo te decía que estaba sobre la cómoda”.
Llegué entonces a la conclusión de que esto era casi un éxito completo, aun
cuando ella hubiera estado soñando; sin embargo, todas sus tentativas por verme habían
resultado vanas. ¿Qué supone el lector que habrá pasado entonces? Soñé que me
hallaba en su pieza (se trata en este caso, evidentemente, de una proyección
parcialmente consciente, pues no recordé haber tenido el sueño sino hasta el día
siguiente al encontrar a mi amiga) y ella declaró haberme visto allí. ¡Nada en el mundo
hubiera podido persuadirla de que no me había visto! Claro está que podría acudirse a
la teoría de las “formas de pensamiento” para explicar este hecho; pero a mi parecer, no
es mayor milagro el traslado del astral a cierto punto, que la creación y percepción por
terceros de una forma de pensamiento. Si admitimos que el espíritu puede proyectarse
por la noche e influir sobre los pensamientos de terceros a cierta distancia ¿no es
posible que muchas personas hayan cometido crímenes impulsados por la influencia
maligna de algún espíritu criminal que los hubiese acosado durante el sueño para
decidirlos? ¡Claro que es posible!
La suposición de que los sueños son provocados en su totalidad por hechos
registrados con anterioridad en la consciencia durante el día y que se graban en la
mente subconsciente, es completamente errónea.
Los espíritus de los muertos y de los vivos, los pensamientos de los muertos y
de los vivos, pueden determinar sueños. Y pueden influir también sobre la mente de los
individuos, sin que estos se enteren de ello.
Y aquí surge otro punto interesante. Supongamos que un sujeto se proyecta en
el astral durante la noche, se introduzca en la casa de alguna otra persona y que algún
ocupante de la misma perciba la presencia del fantasma. ¿Cree acaso el lector que
podría convencerse a un individuo medio de que el fantasma por él visto pertenecía a
una persona viva y terrena como él mismo?, nos parece difícil.
Y en caso de que el espíritu proyectado se hallase inconsciente, el observador
declararía que el “fantasma” había pasado a su lado sin prestarle la menor atención.
Como se ve, existen varias razones que pueden explicar los casos de residencias
frecuentadas por fantasmas.
Por otra parte, si el fantasma proyectado estuviera privado de consciencia,
¿por qué no habría de sufrir la influencia de los pensamientos de los ocupantes de la
casa y hacer lo que estos individuos le ordenasen? ¿no podría acaso la telepatía ejercer
su control sobre la mente del fantasma? No sólo lo veo posible, sino que me parece

593
altamente probable. Por ejemplo, mientras yo soñaba hallarme en la habitación de mi
amiga, en el momento en que ella pensó que me había visto allí, ¿no podría haber sido
su mente la instigadora del sueño que yo tuve (de haber estado allí) en mi mente?
En todo caso, eso es lo que ocurrió en aquella ocasión. Según mi amiga, yo
había entrado en la habitación a través de la pared, precisamente en el momento en que
ella se disponía a dormir, pero recorrí la pieza en todas las direcciones sin prestarle
ninguna atención, hasta que, finalmente, emprendí el regreso nuevamente a través de la
pared. Con el transcurso del tiempo, con todos los cuidados y obligaciones de la
existencia cotidiana, nuestro experimento quedó casi abandonado; pero desde entonces
han sido varias las veces que desperté en su habitación, valiéndome del empleo de la
voluntad pasiva, la voluntad imaginativa; otras veces el proceso tuvo lugar en forma
involuntaria.
¿Por qué no hacer la prueba, entonces? ¿Si no existe ninguna razón que lo
impida? Convéngase el ensayo con alguna persona con quien exista un afecto
recíproco. Ambos deberán despertarse a una hora determinada de la noche, y,
manteniéndose despiertos —conscientes, aunque adormilados— deberán dejar que la
Voluntad pasiva consciente opere sobre el mutuo deseo.
El individuo que deba proyectarse tendrá que desear hallarse al lado del
observador; tendrá que visualizarse a sí mismo en su ascenso, en su salida del físico y
en su carrera veloz por el aire hacia el encuentro del amigo; este, por su parte, debe
imaginar, al mismo tiempo, esta misma operación. Pero no debe olvidarse el empleo de
la voluntad pasiva, de la voluntad imaginativa. Hay que dormirse haciendo uso de la
voluntad pasiva.
Cuanto mayor sea el afecto existente entre el proyector y el observador, tanto
mayor será la armonía existente entre ambos y el deseo de reunirse. También puede
ensayarse, a título experimental, reunirse con algún ser amado distante, al acostarse por
la noche, por medio de la voluntad imaginativa; entonces habrá que desear estar cerca
de esa persona y visualizarse a sí mismo en el movimiento de ascenso y salida del
cuerpo físico, en el momento de quedarse dormido. Otro factor que puede resaltar de
utilidad en este experimento, es el hecho de que el cuerpo astral se halla por lo común
bajo la tendencia de regresar al lugar en donde tiene el hábito de residir, moviéndose
así con mayor facilidad de un lugar extraño a otro familiar.
He aquí algunos ejemplos semejantes a los que he transcripto anteriormente,
tomados de la obra de Carrington: “True Ghost Stories” (Historias verdaderas de
fantasmas). El primero es un caso de esta naturaleza, experimentado por el investigador
inglés Rev. William Stainton Moses (Clérigo inglés y médium espiritista - 5 de
noviembre de 1839, Lincolnshire, Reino Unido - 5 de septiembre de 1892): “Una noche
decidí presentarme ante Z., distante unas cuantas millas. No le había avisado nada de
mi experimento, pero me acosté poco después de medianoche con mi pensamiento
deliberadamente fijo en Z., cuyo lugar de residencia, como así también sus
habitaciones, me eran completamente desconocidas. No tardé en quedarme dormido y a
la mañana siguiente me desperté sin conservar memoria alguna de que hubiera
sucedido algo en particular.
Al encontrarme con Z. algunos días más tarde, le pregunté: ¿”No notaste nada
raro en las habitaciones de tu casa el sábado a la noche”? “Sí”, me contestó, “pasaron
una cantidad de cosas. Había estado sentado junto al fuego con M. fumando y
charlando. Alrededor de las doce y media se levantó para irse y yo mismo lo acompañé.
Volví entonces al sitio que había ocupado junto al fuego a terminar mi pipa, cuando te

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vi a ti sentado en la silla que acababa de dejar M. Te miré cuidadosamente y luego
levanté un periódico para asegurarme de que no estaba soñando, pero al bajarlo de
nuevo, tú habías desaparecido. Mientras yo miraba con la boca abierta, tú parecías
disiparte en el aire”.
Algunos ocultistas quizás pretendan explicar este caso como una forma-de-
pensamiento; es decir, que la voluntad de la persona que había decidido presentarse
ante su amigo, era tan poderosa, que había creado su forma en el lugar deseado. Por lo
que a mí respecta, me han acontecido demasiadas experiencias similares a ésta, estando
dotado de consciencia, como para aceptar la teoría de la forma-de-pensamiento, si bien
no niego su posibilidad.
Por qué se esfuerzan los estudiosos en descartar un milagro aparente para
reemplazarlo por otro no menos misterioso, es algo que no puedo entender. ¿Es acaso
la teoría del cuerpo astral más difícil de admitir que la de las formas pensadas? Se trata
en este caso de una proyección astral inconsciente típica. Otra explicación posible sería
atribuir el fenómeno a la telepatía; en efecto, una persona podría imprimir
telepáticamente sus pensamientos en la mente de otra situada a una gran distancia, con
tal vehemencia que este último pudiera experimentar una “alucinación telepática”,
creyendo haber visto realmente en el lugar al “agente”. Más adelante estudiaremos la
forma en que la mente puede crear formas de pensamiento.
En el próximo caso sólo usaremos las iniciales, pero el autor de la
comunicación era conocido por los miembros de la S.P.R., quienes garantizaron la
veracidad del autor: “Un domingo de noche, en noviembre de 1881 decidí, tras una
lectura acerca del inmenso poder que encierra la voluntad humana, realizar un esfuerzo
supremo de mi ser para presentarme, bajo la forma de un espíritu, en el dormitorio que
da a la calle, de un segundo piso, de un edificio situado en el número 22 de la Hogarth
Road, Kingston, donde se hallaban durmiendo dos jóvenes damas de mi conocimiento,
la señorita L. S.V. y la señorita S. V., de 25 y 11 años respectivamente. Yo vivía
entonces en el número 23 de Kildares Gardens a una distancia de unas tres millas de
Hogarth Road; nada había dicho a las personas antes mencionadas acerca de mi
intención de ensayar este experimento, por la sencilla razón de que se me ocurrió
espontáneamente la noche del domingo. La hora escogida para hacerme presente fue la
una de la mañana y me formé el firme propósito de hacer que mi presencia fuese
percibida.
“El jueves siguiente fui a visitar a las damas en cuestión y sin que mediara
ninguna alusión de mi parte sobre el tema, la mayor me dijo que la noche del último
domingo había sufrido un terrible susto al advertir mi presencia al lado de su lecho;
entonces había gritado, pues la aparición avanzaba hacia ella, y el grito despertó a su
hermanita, que también me vio. Le pregunté si se hallaba despierta en aquel momento y
me replicó categóricamente que sí, y al preguntarle yo la hora del fenómeno, me dijo
que había ocurrido ‘alrededor de la una de la mañana’.
“A mi pedido, esta dama escribió una declaración del hecho, a cuyo pie
estampó su firma”. El señor Edmund Gurney (psicólogo y parapsicólogo inglés - 23 de
marzo de 1847, Hersham, Reino Unido - 23 de junio de 1888, Brighton, Reino Unido)
(uno de los autores de “Phantasms of the Living” - 1886) se interesó profundamente
por estos experimentos, pidiendo a B. que le notificase con anticipación en la primera
oportunidad en que decidiera volver a presentarse de modo tan extraño. En
consecuencia, el día 22 de marzo de 1884, recibió la siguiente carta: Estimado señor

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Gurney: Esta noche a las doce horas voy a tratar de hacer perceptible mi presencia en el
número 44 de Morland Square. Dentro de algunos días le hare conocer el resultado.
Lo saluda a Ud. afectuosamente… La carta siguiente, fechada el 3 de abril,
contenía la declaración que reproducimos a continuación, redactada por la receptora, la
señorita L. S. Verity:
“La noche del sábado 22 de marzo de 1884, alrededor de media noche, tuve
una clara impresión de que el señor S. H. B. se hallaba en mi dormitorio y con mis
propios ojos lo vi claramente, puesto que me hallaba perfectamente despierta. Se
acercó a mí y me acarició el cabello. Cuando me visitó el día miércoles 2 de abril, le
proporcioné voluntariamente este informe, especificándole la hora y las circunstancias
en que se había producido la aparición, sin que él la hubiese mencionado antes ni
hiciese la menor alusión al respecto. La aparición fue completamente nítida e
inconfundible”.
La señorita A. S. Verity proporciona además esta comunicación
suplementaria: “Recuerdo que mi hermana me dijo que había visto a S. H. B. y que él
le había tocado el cabello, antes de venir a vernos el dos de abril”.
Veamos ahora el informe suministrado por el agente de la operación: “El
sábado 22 de marzo, tome la determinación de hacerme presente en forma perceptible a
la señorita V. que vive en el número 44 de Morland Square, Notting Hill, a las doce de
la noche; y conforme lo había convenido previamente con el señor Gurney, le envié a
éste una carta donde le informaba acerca de mi resolución (especificando la hora y
otros detalles). Unos diez días después visité a la señorita V. y ella me dijo
voluntariamente que el día 22 de marzo, a las doce de la noche, me había visto
nítidamente en su habitación (estando perfectamente despierta) y que había sufrido una
fuerte impresión nerviosa, viéndose obligada a llamar un médico a la mañana
siguiente”.
Las experiencias de este tipo podrían incluirse en el renglón de las
“alucinaciones telepáticas”, pero a mi parecer, constituyen otros tantos ejemplos de
proyecciones inconscientes típicas del cuerpo astral.
¿Sabe el lector por ventura cuánto tiempo necesita el cuerpo astral para
trasladarse a un lugar distante y regresar nuevamente a la zona de reposo donde duerme
el sujeto? Pues no más de un diezmilésimo del tiempo que le lleva leerlo.
Cuando un espíritu proyectado adquiere uso de su consciencia en cierto paraje
distante. ¿cómo explicaremos este hecho? ¿Por la teoría de la alucinación telepática o
por la del cuerpo astral? Los anteriores ejemplos son todos casos típicos del método
proyectivo que acabo de exponer, a saber, de la voluntad pasiva.
Muchos de los individuos clasificados como “soñadores”, han logrado realizar
hechos insólitos mediante el uso de la voluntad pasiva o imaginativa unas veces para
bien, otras para mal. Se ha enfatizado el hecho de que se trataba de soñadores. Y si
lograron realizar cosas desacostumbradas, solo fue porque dejaron que sus voluntades
pasivas obrasen sobre aquello que deseaban realizar —aun cuando lo hayan hecho
inconscientemente— de modo tal que esas voluntades pasivas los hicieron objeto de
una extrema tendencia que, al hacer eclosión, produjo los resultados buscados.
El lector debe gobernar sus pensamientos activos, y también los pasivos,
especialmente la voluntad imaginativa. Y si quiere llevar a cabo raras proezas, no sólo
deberá utilizar la voluntad activa sino también la imaginativa.
Esa es, pues, la forma de desarrollar una “tendencia” extrema en la mente, es
decir, deseando proyectarse hacia cierto lugar o persona y despertando en medio de la

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noche, para poner en acción la voluntad pasiva sobre aquel deseo y dejando,
finalmente, que éste domine completamente la mente al volver a dormirse.
Si el sujeto pudiese efectuar esa práctica noche a noche durante varios meses,
no tardaría en descubrir que su mente subconsciente no necesita otra “tendencia” que el
deseo de proyectarse, para determinar la ejecución de una proyección efectiva.
De este modo, el individuo podría proyectarse con sólo reducir el pulso, una
vez acostado, y pensar en el lugar o en la persona hacia los cuales se desea efectuar la
proyección. Yo lo he hecho muchas veces, bastando a tal efecto una sola indicación
(proyectarse hacia cierto lugar) realizada al acostarme, durante la noche.

La mente criptoconsciente
Al utilizar el método de la voluntad pasiva resulta evidente, por supuesto, que
no es la voluntad consciente la que exterioriza el cuerpo astral, sino la voluntad
inconsciente. La razón para que la voluntad inconsciente pasiva constituya un factor tan
poderoso, radica en que sus voliciones son extremas, determinando la aparición de
“tendencias” sumamente intensas en la mente inconsciente; a continuación, la mente
inconsciente o subconsciente obra por sí misma, para ejecutar la proyección.
Tampoco es la mente subconsciente ordinaria la inteligencia rectora —pues
ésta no razona— sino un departamento de la mente inconsciente que sí lo hace, incluso
analiza y dirige. Algunos lo identifican con la mente “superconsciente”; en todo caso,
se cree que esta inteligencia rectora es la mente superconsciente.
Este sector de la mente inconsciente posee una voluntad propia, exactamente
del mismo modo en que la mente consciente tiene su propia voluntad.
Dado que esta división de la mente inconsciente posee todas las cualidades de
la mente consciente y además una voluntad propia, la llamaremos mente
“criptoconsciente”. Es esta voluntad la que hemos venido designando hasta ahora (a fin
de tornar la explicación lo más breve y simple posible) como voluntad subconsciente.
Hasta aquí no nos ha sido necesario detenernos a considerar ninguna de las
diversas partes de la mente, habiéndonos referido en forma general a la mente
subconsciente y a la voluntad subconsciente; ahora, sin embargo, a fin de explicar en
forma más completa algunos interesantes aspectos de estos fenómenos psíquicos, es
indispensable que comprendamos esta distinción. Recuérdese entonces que la
inteligencia rectora de un cuerpo astral proyectado es la mente “criptoconsciente”.
Una vez que el sujeto comienza el estudio y la práctica del arte, su mente
criptoconsciente está facultada para tomar todos los hilos en sus manos, es decir, para
planear una proyección (al parecer sin ninguna razón en absoluto para ello) y utilizar su
propia voluntad con independencia de cualquier otra mente.
De este modo, el sujeto descubre de pronto que es víctima de una proyección
y que hay una inteligencia interior que lo gobierna. en lugar de ser él quien la gobierne.
Cuando se producen estas proyecciones automáticas, es poco o nada lo que
puede hacerse para impedirlas. Un ocultista ha captado toda la significación de este
hecho, al expresarse en la forma siguiente: “Durante la exteriorización, el astral parece
poseer una voluntad propia. pudiendo avanzar a gran velocidad sin que el sujeto
siquiera lo sepa”.
He aquí otra causa pues, de lo que suele llamarse proyección espontánea;
proyección, en realidad, prácticamente automática.

597
Cuando la mente criptoconsciente ejecuta una proyección astral en forma
automática, las leyes involucradas en la proyección ordinaria —tendencia, incapacidad,
etc.— no parecen tener gran importancia, ¡tan grande es la fuerza ejercida sobre el
cuerpo astral! A mí me ha tocado experimentar este tipo de proyección astral, sin
“incapacitación” física, a plena luz, sin la quietud necesaria en el ambiente ¡y estando
acostado boca abajo! Ya he dicho muchas veces que la inteligencia rectora parece
hallarse presente, durante una proyección astral, en el aire, en el cable astral, en alguna
parte que no puede precisarse a punto fijo. (Véase, por ejemplo, la descripción de mi
primera experiencia). Si bien el individuo puede permanecer consciente, a menudo
carece de control sobre la inteligencia que lo mueve a voluntad.
La mente criptoconsciente es la inteligencia que eleva al cuerpo astral, lo
somete al estado de catalepsia, lo libera del mismo, lo hace girar en el aire, lo impele
hacia adelante, lo coloca en posición erguida y realiza, en fin, las diversas maniobras
necesarias para el desplazamiento del mismo. La mente criptoconsciente puede ejecutar
un número infinito de las más diestras y asombrosas “piruetas” con el cuerpo astral;
también puede controlarlo en la misma forma en que un hipnotizador controla a su
paciente, si bien con la peculiaridad de que el sujeto puede hallarse consciente durante
todo el tiempo en que se encuentra bajo la influencia de la voluntad criptoconsciente.
La mente criptoconsciente dispone de una sutil y poderosa fuerza, a fin de
realizar estas operaciones. Esta facultad, esta fuerza motriz, dirigida por la inteligencia,
es el factor menos conocido por nosotros y se encuentra, sin duda, en todos los
individuos.
Si pudiéramos desembozarlo, explicarlo, comprender su constitución y su
naturaleza, habríamos dado ciertamente un gran paso hacia adelante en la dilucidación
de muchos extraños fenómenos físicos, como, por ejemplo, la clarividencia, la
clariaudiencia, la telekinesis, la telepatía, precognición, etc.

Manifestaciones criptoconscientes
En el caso de muchos médiums, la mente criptoconsciente —operando por
medio de esta fuerza desconocida— es capaz de llevar a cabo muchos actos curiosos,
como, por ejemplo, la producción de manifestaciones físicas.
La fuerza radica en el médium y es dirigida por la mente criptoconsciente. en
tanto que los fenómenos producidos son atribuidos por los observadores a la existencia
de “espíritus” del otro lado. Ni siquiera el propio médium se da cuenta de que detrás de
aquellas manifestaciones materiales hay una inteligencia, la mente criptoconsciente.
No conozco nada que actúe en forma más astuta que la inteligencia
criptoconsciente cuando ésta se adueña de un individuo. A veces llega, incluso, a hacer
cosas realmente cómicas. Soy de opinión de que la mente criptoconsciente produce a
menudo ciertos efectos que distraen a los asistentes a una sesión, pura y
exclusivamente para divertirlos, o bien deja oír “toques”, ruidos, etc., en un lugar
determinado, por la sola razón de que las personas que habitan en dicho lugar esperan
oír o ver alguna “manifestación”. No sería esto, en consecuencia “mera alucinación”.
Los seres terrenos pueden ser la causa de la producción en la casa en donde
viven, de ciertas manifestaciones físicas, visuales y auditivas, que no se vacilan en
atribuir a los “espíritus”, ya que sólo provienen de sus propias mentes

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criptoconscientes, por intermedio de la “fuerza” desconocida de que hablamos más
arriba. Entonces dirán: “Nosotros no hicimos nada en absoluto para que se produjeran
esas manifestaciones, de modo que tienen que haber sido los espíritus”.
No hay que engañarse: es muy cierto que los espíritus también pueden generar
estas manifestaciones —merodear por las casas encantadas, etc.— pero no todo lo que
sucede debe achacársele a estos entes errantes.
También es probable, a mi parecer, que muchos de los mensajes suministrados
por un médium bajo control, provenientes según se cree generalmente de “espíritus
amigos”, procedan en realidad de la mente criptoconsciente del médium. No es ir
demasiado lejos afirmar que la mente criptoconsciente puede representar, incluso, a un
amigo desaparecido, cuando transmite un mensaje.
La mayoría de los ocultistas más avanzados están de acuerdo en que muchos
fenómenos psíquicos obedecen a la inteligencia interior del médium, que opera
mediante cierta fuerza vital, en tanto que otros muchos obedecen a la acción de
verdaderos espíritus. Y esa inteligencia oculta que actúa con tanta habilidad, no es sino
la mente criptoconsciente. Y no es sino ella la inteligencia que controla las
proyecciones del cuerpo astral, manipulándolo a voluntad.
En realidad, es esta habilidad en el manejo del cuerpo, una de las cosas que
más sorprenden en las primeras proyecciones completamente conscientes
experimentadas. No diré que constituya la impresión más asombrosa, pero sí por lo
menos la segunda. La primera es, sin duda, la vacilante comprobación de que se está
vivo todavía, con las mismas características individuales de siempre, pero fuera del
cuerpo físico.
Esta comprobación, en las proyecciones conscientes —cuando uno mira el
propio organismo físico privado de vida— es casi demasiado asombrosa para aceptarla
de primera instancia por cierta, quedando el sujeto en estado, casi diría, de éxtasis.
Cuando el individuo se recupera de esta primera impresión, el segundo milagro visual
es la maravillosa destreza de la inteligencia que gobierna la operación.

Las diversas formas en que puede


desempeñarse la mente
Consideraremos ahora las diversas formas en que puede funcionar la mente
desde el principio de la proyección del cuerpo astral, hasta el límite de actividad del
cable y luego, más allá de ese límite.
Examinaremos en primer término, una proyección voluntaria o involuntaria
que tenga lugar durante el sueño, con la presencia de una tendencia —de deseo o hábito
— en la superficie de la mente subconsciente común. Esta “tendencia” es operada por
una sección de la mente inconsciente, que hemos llamado mente criptoconsciente, es
decir, que la mente inconsciente opera dentro de sí misma.
La mente criptoconsciente inicia la consideración de este problema así
planteado —la tendencia— y mediante un proceso de razonamiento, decide la forma de
eliminar o aliviar esa tendencia presente en la mente subconsciente común,
proyectando al cuerpo astral.
Probablemente la mente criptoconsciente realiza estas actividades durante la
noche, mientras estamos dormidos, porque durante el día nuestra mente consciente

599
podría interferir; la mente criptoconsciente sabe perfectamente que a veces la mente
consciente está obligada a reprimir las tendencias; por eso aprovecha cuando ésta no
funciona, para darles salida. En todo caso, es la mente criptoconsciente la que controla
y dirige la “fuerza” sutil y determina la proyección.
Cuando el cuerpo astral se halla en medio de una proyección, el sujeto puede,
a veces:
1. Hallarse inconsciente. Cuando este es el caso, la voluntad criptoconsciente
rige todos los movimientos del cuerpo astral, impulsándolo de un lado a otro a
través del plano astral, siguiendo sus hábitos, satisfaciendo deseos, etc.
2. Hallarse consciente e influir, por medio de su voluntad consciente, sobre el
control de los movimientos de exteriorización o interiorización. Pero nunca puede
influir sobre la inteligencia rectora para que ésta cambie la trayectoria seguida por
el espíritu durante sus operaciones. En efecto, esta actividad se desarrolla siempre
en forma absolutamente invariable.
El sujeto puede, por ejemplo, mandar al cuerpo que se eleve cuando se halla
dotado de consciencia (y suspendido en el aire), y la inteligencia rectora responde a
la orden, moviendo el cuerpo hacia arriba. O bien, cuando se halla en vías de pasar
a la posición vertical, puede permanecer en la posición horizontal con sólo
ordenarlo.
Como se ve, a veces, se puede ejercer cierto control sobre la mente
criptoconsciente, aún dentro del radio de acción del cable; en realidad, esto puede
suceder en la mayoría de los casos.
3. Pero existen otras ocasiones en que el sujeto, pese a hallarse dotado de
consciencia, no es capaz de influir sobre la mente criptoconsciente mediante las
órdenes conscientes. Tal acontece cuando la mente criptoconsciente ha puesto en
ejecución su propia voluntad, fuertemente determinada. En estos casos, lo mejor es
dejarla obrar, pues, en realidad, nada puede hacerse contra ella. Cuando la mente
criptoconsciente “elabora” una proyección por su cuenta, con independencia de
cualquier otra mente —proyección automática o semiautomática— el sujeto puede
hallarse consciente pero completamente dominado por la voluntad de la mente
criptoconsciente, por lo menos dentro del radio de acción del cable, y aun fuera de
éste, en algunos casos.

La regla general, sin embargo, es que, al alcanzar el límite de actividad del


cable, el sujeto adquiera la facultad de elegir, pudiendo obrar a voluntad, si bien la
fuerza interior puede intervenir en cualquier momento, según veremos enseguida. En
efecto, pasaremos ahora a considerar la forma en que actúan la mente fuera del radio de
acción del cable.
Supondremos pues, que el sujeto se halla dotado de consciencia, pero fuera del
radio de acción del cable; en otras palabras, que se halla normalmente consciente en el
astral, con el cuerpo bajo el control absoluto de su mente consciente, exactamente igual
a cuando ambos cuerpos se hallan en coincidencia y el sujeto está dotado de
consciencia. (En este caso, puede desplazarse a la velocidad normal, o sea, la corriente
para los seres humanos). Ahora bien; supongamos que desee llegar hasta la casa de su
vecino, pero sin hacer ningún esfuerzo para lograrlo. Instantáneamente empezará a
moverse hacia delante, pero siendo las cosas, en apariencia, las que avanzan hacia él y
lo atraviesan, dejándolo atrás.

600
El sujeto es consciente, se da cuenta de lo que está sucediendo, pero no hace
uso de su propia fuerza motriz. En este caso, la velocidad empleada es la intermedia; el
sujeto se halla en una condición análoga a aquella en que se encuentra dentro del radio
de acción del cable, cuando ordena a la inteligencia rectora y ésta le responde.
Pues bien; supongamos ahora que el sujeto quiera trasladarse a la casa de un
amigo situada a dieciséis kilómetros de distancia; inmediatamente se encontrará en el
lugar deseado. En este caso habrá hecho uso de la velocidad de traslación supranormal,
que es siempre inconsciente. Una vez llegado al punto de destino, puede caminar
normalmente o desplazarse con la velocidad intermedia, según sea su deseo.
Si menciono esto, es solamente a fin de ilustrar cómo nuestras mentes
interiores pueden interferir unas con otras en cualquier momento, durante la proyección
del cuerpo astral. Ese principio también vale para los espíritus que habitan el plano
astral. En cierta ocasión tuve una experiencia que ilustra este punto; podría agregar
también, que dicha experiencia fue una de las más insólitas que haya tenido nunca.

Una proyección super consciente


Le he dado a esta experiencia la designación de “Proyección Super
consciente” por una razón que se hará evidente una vez que el lector la haya leído.
Ocurrió en una de esas extrañas noches de luna en que la misma atmósfera parece
saturada de una misteriosa quietud; era el verano de 1924. Yo había salido de casa poco
después de la cena, con destino al pueblo. Aquella noche, nada parecía interesarme; me
hallaba bajo los efectos de una indescriptible sensación de soledad.
Recorrí de extremo a extremo varias veces la misma calle, hasta que
finalmente me senté a descansar en un banco situado frente a un garaje. Allí permanecí
cierto tiempo, meditando en los “por qué y los para qué” de la vida; recuerdo que
muchas veces levanté la vista hacia aquella luna serena y resplandeciente que brillaba
encima mío, irritándome la idea de que existieran tantos misterios que el alma humana
no puede abarcar. Por fin, profundamente desolado, me fui a mi casa, me introduje en
mi dormitorio, cerré la puerta con llave y me arrojé en la cama.
No había pasado mucho tiempo cuando de pronto advertí que una especie de
onda fría me recorría de arriba abajo, entumeciéndome los brazos y piernas. Me
pellizqué la cadera, pero no percibí nada. Luego hice otro tanto con el brazo, pero
también éste parecía hallarse insensible. Estoy seguro de que me podrían haber
atravesado la carne con una aguja y nada habría sentido.
Pocos instantes más, y me hallaba completamente incapacitado para moverme.
La fuerza motriz me había abandonado, y así, privado de todo movimiento, permanecí
consciente varios minutos. Era aquélla, sin duda, una situación sumamente
desagradable: me encontraba consciente, pero incapacitado para ver, oír, sentir o
moverme; me sentía como si sólo la consciencia hubiera existido dentro de mí. Con
todo, no se trataba de una experiencia demasiado insólita para mí, sabiendo lo que iba a
suceder de un momento a otro, me mantuve con espíritu sereno, listo para una nueva
incursión consciente en el astral.
A poco fui elevado en el aire y proyectado luego a una distancia de unos tres
metros, donde una vez más comenzó a activarse mi sentido de la vista. Como suele
suceder en estos casos, al principio todo parecía borroso, como si la habitación hubiera
estado llena de vapores o nubes blancas, semitransparentes, como si me hubiera hallado

601
mirando a través de una ventana de vidrio ordinario, viendo sólo objetos deformados
detrás de la misma. Esta situación es, sin embargo, pasajera: por lo general sólo dura
alrededor de un minuto en prácticamente todas las proyecciones conscientes.
De modo que no tardé en volver a ver normalmente. A continuación, la
inteligencia rectora me pasó de la posición que ocupaba a la vertical, colocándome
erguido sobre el piso de la habitación, al tiempo que me balanceaba, como ya he dicho
que suele suceder cuando uno se encuentra dentro de los límites de actividad del cable.
Cuando transpuse este límite, una vez más volví a sentirme libre y normal; entonces
recorrí la casa y luego salí a la calle.
No bien hube salido, me encontré con una escena totalmente desconocida,
descubriendo que la casa era extraña y que los alrededores no eran aquellos de mi
pueblo con los cuales estaba familiarizado. De inmediato comprendí que me había
trasladado hacia un lugar desconocido a velocidad supranormal, pero por qué lo había
hecho seguía siendo un misterio. Entonces traté de investigar por los alrededores, a fin
de establecer cuál podía haber sido la intención de la inteligencia interior al enviarme
hasta aquel sitio. En el interior de la casa más próxima, había cuatro personas, una de
ellas, una joven de unos 17 años.
Sin embargo, todavía no podía ver la razón de mi viaje. Sabiendo por
experiencia que, si uno no emplea la voluntad consciente durante las proyecciones en el
cuerpo astral, la voluntad subconsciente toma a su cargo el control, me hice el siguiente
razonamiento: “No haré nada por averiguar o comprender por qué me encuentro aquí.
Simplemente, dejaré que la mente criptoconsciente me manipule a su gusto”. Entonces
aflojé la tensión de mi mente consciente, manteniéndome a la expectativa, en espera de
la primera oportunidad, para descubrir la razón de mi viaje hacia aquel lugar exótico,
rodeado de gente extraña.
No bien me hice esta reflexión, mi cuerpo se movió sin que mediase esfuerzo
alguno de mi parte, hasta ocupar una posición directamente enfrente de la joven antes
mencionada, que, dicho sea de paso, estaba cosiendo un traje negro. Mi viaje seguía
siendo, todavía, tan misterioso como antes, de modo que comencé a recorrer la
habitación, tomando nota de los diversos objetos que en ella se encontraban. No parecía
haber absolutamente ninguna razón para que yo permaneciera en aquel sitio —
dondequiera que fuese—; lo único razonable parecía ser, en aquel momento, volver a
mi casa.
Pero antes de desear regresar nuevamente al cuerpo físico, realicé una última
inspección del lugar, tanto en su aspecto interior como en el exterior, comprobando que
se trataba de una granja. Un instante después, me hallaba de regreso en mi propia
habitación, contemplando mi cuerpo físico que yacía sobre la cama. Como siempre me
he comportado prudentemente en el caso de las proyecciones a gran distancia, decidí
volver a introducirme en el físico, para lo cual sólo necesité moverme hacia él,
deseando interiorizarme. (Efectivamente, es sumamente difícil impedir la
interiorización si uno se aproxima demasiado al cuerpo físico).
Pasaron seis semanas. Ya casi había olvidado esta experiencia (pues no se
diferenciaba considerablemente de muchas otras proyecciones a distancia), cuando una
tarde, al regresar a mi casa, vi bajar de un auto y entrar en una de las casas vecinas, a la
joven que había visto la noche de la proyección, seis semanas antes.
Como es lógico, me asaltó de inmediato una gran curiosidad. Entonces
permanecí por los alrededores, esperando que saliera de la casa, pues yo sabía que no
vivía allí. Al cabo de un rato, efectivamente, salió dirigiéndose hacia el coche, y yo, sin

602
pérdida de tiempo, le dirigí la palabra sin preámbulos, preguntándole directamente
dónde vivía.
A lo cual me respondió ella que eso no me importaba, pensando, claro está,
que yo sólo era un insolente.
Con todo, logré por fin hablarle y decirle que la había visto antes, que sabía
cómo era su casa, y aun llegué a describírsela para convencerla de que realmente la
había visto. Tan exacta era mi descripción que, al escucharla, la joven se sintió
tranquilizada y comenzó a hablar con más libertad, preguntándose quién podía haberme
contado todo eso y cómo podía yo saberlo, ignorando en cambio, el lugar en que ella
vivía.
Y así, una cosa fue trayendo a la otra... La joven en cuestión comenzó a
gustarme. A partir de entonces la he vuelto a ver muchas veces; he vuelto a su casa
(exactamente como en la proyección consciente), situada a veinticuatro kilómetros de
mi casa. He llegado, incluso, a convencerla de que la proyección astral es posible, pues
varias veces me ha visto proyectado en su habitación. En la actualidad es, en realidad,
íntima amiga mía, habiéndose prestado a realizar conjuntamente conmigo las
experiencias antes mencionadas.

La proyección automática
Si bien puede afirmarse que la “proyección espontánea” no existe, no hay que
creer por ello que la mente criptoconsciente no puede producir la proyección del cuerpo
astral sin la intervención de ciertos estímulos. Por otra parte, si bien podemos llamar a
ese tipo de proyección “criptoconsciente automática” no puede considerarse realmente
espontánea, del mismo modo que no podríamos considerar espontáneo un acto
concebido en la mente consciente y ejecutado más tarde bajo órdenes, sin intervención
alguna del exterior.
En estos casos, es interesante observar que la mente inteligente que llevamos
en nuestro interior actúa en forma muy semejante a la mente consciente, durante las
proyecciones voluntarias. Cuando queremos provocar una proyección voluntaria,
sabemos que la pasividad del cuerpo físico es un factor de fundamental importancia,
pasividad que podemos alcanzar mediante el control cardíaco; y sabemos también que,
al hacerlo, ciertas “ondas frías” suelen recorrer nuestro cuerpo, entumeciéndolo y
privándolo de movimiento.
Si el sujeto se halla consciente al comenzar una proyección criptoconsciente
de generación automática, uno de los primeros síntomas que percibe es la “onda fría”, y
luego el entumecimiento de brazos y piernas (exteriorización de la sensibilidad), tan
marcado a veces, pueden llegar a insensibilizarse.
A continuación, el sujeto descubre que la voluntad interior lo ha privado del
uso de su fuerza motriz. ¿No es esto semejante a la “incapacidad” voluntariamente
inducida? Podemos producir a voluntad un estado de completa pasividad del cuerpo
físico, muy semejante al determinado por la mente criptoconsciente en las etapas
iniciales de una proyección automática del astral.
De todo cuanto hemos dicho acerca de las funciones mentales durante el
proceso de la proyección astral, nada debe tomarse demasiado al pie de la letra pues, en
realidad, las distintas secciones de la mente actúan e influyen unas sobre otras, en

603
mayor o menor grado, pudiendo obrar independientemente unas de otras o en mutua
colaboración.
Es casi prácticamente imposible establecer exactamente la forma en que las
diversas secciones de la mente habrán de desempeñarse en cada caso, aun cuando se
pueda, mediante el estudio y la experimentación, establecer la existencia de muchas
funciones importantes que intervienen en el mundo insondable de los fenómenos
astrales.
Bastará que una persona experimente una sola proyección consciente, para
que comprenda la superioridad de la mente criptoconsciente. Sin embargo, si bien en
ciertas ocasiones esta mente controla al proyector a la perfección, otras veces se halla
bajo la influencia de las órdenes impartidas por las otras mentes.
Expliquémonos con mayor claridad:
1. La mente criptoconsciente puede producir la proyección criptoconsciente
automática del cuerpo astral, y el sujeto puede hallarse privado de consciencia; es
decir, que la fuerza rectora hará con el cuerpo a su antojo, con independencia de
cualquier otra impresión exterior.
2. La mente criptoconsciente puede obrar sobre una “tendencia” desde la mente
subconsciente común; puede proyectar al cuerpo y sufrir las influencias de las
impresiones registradas en la mente subconsciente común. Esto es muy corriente.
3. La mente criptoconsciente puede recibir una indicación directa de la mente
consciente, y realizar una proyección del cuerpo astral. Esto no es tan corriente,
pero a veces puede lograrse, especialmente si se usa la voluntad consciente pasiva.
4. La mente criptoconsciente puede tener el cuerpo bajo su control (hallándose el
sujeto consciente), y obedecer indicaciones de la mente consciente, o bien
recibirlas, pero hacer caso omiso de las mismas.
5. La mente criptoconsciente puede tener el cuerpo bajo control (estando el sujeto
dotado de consciencia), y obedecer las indicaciones de la mente subconsciente
común, como por ejemplo la “tendencia” de un hábito.

De este modo, si la mente criptoconsciente se resiste a obedecer las


indicaciones de la mente consciente, pero atiende las indicaciones provenientes de la
mente subconsciente común, el sujeto se verá forzado a la ejecución de un hábito o a la
satisfacción de un deseo, los cuales se manifiestan en forma de “tendencia”—aun
hallándose consciente (las entidades que frecuentan las casas encantadas suelen
hallarse en esta situación).
Lo que antecede puede brindar una idea aproximada de las diversas formas en
que las “mentes” actúan; sin embargo, el principio fundamental es que el individuo
puede influir sobre la fuerza rectora, por medio de su voluntad consciente, la mayor
parte del tiempo en que tiene lugar una proyección consciente. De hecho, lo más
frecuente es que la fuerza rectora libere al sujeto después de haberlo proyectado.
En lo que a las proyecciones conscientes se refiere, lo mismo da que sea una u
otra la mente rectora, pues el sujeto permanece ignorante de cuanto le acontece. Fuera
de toda duda, la mente criptoconsciente es la responsable de muchos fenómenos
psíquicos que pronto nos detendremos a examinar. Pero antes, permítaseme describir
otra prueba algo espeluznante.

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Una experiencia horrible
Un día del verano de 1916, una violenta tormenta de viento y lluvia asoló la
localidad en que vivo y, pese a que su duración fue sumamente breve, los daños
causados resultaron de magnitud considerable: hubo edificios destruidos, árboles
volteados, líneas de alta tensión cortadas e inundaciones parciales de los terrenos bajos.
Pasada la tormenta, el vecino de al lado, mi hermano y yo, salimos a la calle
para ver los resultados del desastre. Caminábamos a lo largo de la acera, hablando de la
tormenta, cuando al llegar a unas tres cuadras de casa, tropezamos con un sitio en que
se habían cortado los cables de alta tensión; uno de ellos, que colgaba de un poste,
había quedado atravesado en medio de la calle.
Nos detuvimos prudentemente, preguntándonos si tendría corriente. La
calzada se hallaba completamente húmeda, al igual que la vereda en que estábamos
parados. Entonces me adelanté para apartar el cable del camino. Y eso es todo lo que
recuerdo, porque el cable tenía, efectivamente, corriente, y yo no tenía suela de goma
en los zapatos, de modo que el contacto me arrojó al suelo privado de consciencia en
forma instantánea.
Mis compañeros me contaron más tarde lo que había ocurrido inmediatamente
después de haber tocado el cable. Reboté vigorosamente hacia adelante; estaba rígido y
mi cara se había hinchado como si fuera a explotar, por la presión de la sangre. El salto
fue tan violento que fui a dar a unos tres metros de la vereda en medio del barro de la
calle, con el cable todavía pegado a mi cuerpo o yo pegado al cable, no podría decirlo a
punto fijo... De eso nada recuerdo; lo que sí sé es que casi en seguida me torné
consciente fuera del cuerpo físico, viéndolo desde mi astral, tirado en el barro. Podía
sentir incluso la fuerte corriente eléctrica a través de mi organismo, pese a hallarme
parado a cierta distancia del cuerpo físico, todavía en contacto con el cable (es este un
caso de “Sensación Duplicada o División de la Mente”).
No podría describir con palabras el terror, la angustia y el dolor de aquellos
momentos. El sólo pensar en ello me hace maravillarme de que pueda haberlo resistido.
Pese a hallarme exteriorizado fuera del cuerpo físico, contemplando y sufriendo a la
vez aquella horrible sensación, nada podía hacer. No podía moverme por propia
volición. Mis brazos se mantenían rígidos en el cuerpo astral, como si hubieran estado
aferrados a un cable inexistente, reproduciendo la posición exacta de los brazos del
cuerpo físico; ¡pero éstos sí se hallaban adheridos al cable eléctrico!
Mi cuerpo astral, aunque en posición vertical, se hallaba exactamente en la
misma actitud que el cuerpo físico, caído horizontalmente. Un miembro de cada cuerpo
estaba levantado; ambos cuerpos estaban ligeramente retorcidos en la parte media; las
dos manos de ambos cuerpos se hallaban en actitudes similares, como si el astral
también hubiera estado pegado al cable eléctrico.
En medio de esta agonía, pude ver a mis compañeros parados al lado mío,
muertos de susto, y sin atreverse a tocarme, por temor de ser también ellos
electrocutados. En vano les grité para que me auxiliaran, pues claro está que no podían
ver mi cuerpo astral ni escuchar mis ruegos. Una y otra vez les pedí a gritos que
hicieran “cortar la corriente”, pero sólo había oídos sordos para mi súplica y allí
permanecían aquellos dos muchachos, demasiado atemorizados para moverse.
Repentinamente parecieron recuperar el uso de sus facultades y comenzaron a
gritar y saltar frenéticamente pidiendo auxilio. Desde mi astral podía verlos claramente
ir de uno a otro lado aullando en demanda de auxilio. Según ellos, yo también había

605
gritado al tocar por primera vez el cable, y al golpear en tierra y durante todo el tiempo
en que permanecí allí tirado. Pero yo no recuerdo haberlo hecho; seguramente debo
haber gritado mientras me hallaba inconsciente. Después de dar en tierra, según
afirman ellos, me levanté dos veces para volver a caer. Y entonces pensaron que me
había muerto. En este momento debe haberse producido la proyección, adquiriendo
consciencia en el astral.
Sea ello como fuere, el caso es que cuando volvió a mí la consciencia, me
encontré parado al lado de mi cuerpo físico en el astral, experimentando la intensa
angustia de ser electrocutado, exactamente con la misma intensidad que si me hubiese
hallado consciente en el cuerpo físico. Recién ahora puedo comprender que ninguna
palabra podría describir el atroz estertor entonces padecido. Es como si el dolor hubiese
perforado de cada uno de los poros de mi cuerpo, mientras temblaba en el astral y en el
físico simultáneamente, bajo el efecto de la fuerte corriente.
Así permanecí inerme durante varios minutos, que para mí fueron otros tantos
años. Por fin, vi que la gente se acercaba corriendo hacia el sitio de todas partes del
vecindario, y entonces tuve la certeza de que alguien vendría a librarme de aquel
tormento. A una cuadra de distancia casi, divisé a M., uno de mis mejores amigos que,
tras saltar sobre un cerco, se precipitó a la carrera hacia el lugar.
También se acercaban dos damas de las casas vecinas, a quienes yo conocía.
Y, por último, un hombre y su hijo vinieron corriendo hacia mí; el hombre llevaba un
hacha y tenía botas de goma. Entonces se agachó para recoger mi cuerpo físico y, al
hacerlo, me pareció rebotar bruscamente de regreso en el mismo, recobrando el
conocimiento, mientras todos los vecinos me miraban azorados.
Todos ellos se asombraron del hecho de que yo hubiera “resucitado”, según
sus propias expresiones, y también el médico que me atendió manifestó su sorpresa,
dado el largo tiempo que había estado en contacto con el cable, víctima de la corriente.
Los espectadores habían supuesto, en realidad, que ya me había muerto. Según
declararon mis compañeros, habían pasado unos diez minutos desde el momento en que
toqué el cable y aquel en que me recogieron.
Puesto que yo permanecí consciente durante unos cinco minutos más o menos,
debo haberme hallado unos cinco minutos inconsciente antes de despertarme en el
cuerpo astral.

Por qué las víctimas de una muerte violenta,


reconstruyen esa fatalidad en el astral
Casi todas las noches después de este terrible accidente, soñaba que era
víctima de fuertes descargas eléctricas, volviendo a vivir nuevamente, en el sueño, toda
la experiencia anterior, exactamente como había ocurrido. A veces me tornaba
consciente, descubriendo que sólo se trataba de un sueño, pero indefectiblemente me
encontraba proyectado de pie, al lado del cuerpo físico que yacía sobre la cama. Aún
entonces, muchas veces, tardaba varios minutos en comprender que me hallaba dotado
de consciencia en el cuerpo astral y que aquella experiencia sólo pertenecía al pasado.
En cierta ocasión, desperté en medio de esa espantosa pesadilla, para
encontrarme proyectado, viviendo una vez más, aquella funesta experiencia,
exactamente en el sitio en que había tenido lugar, es decir, a varias cuadras de mi casa.

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Creo haber dicho antes que la víctima de una muerte violenta tiene cierta tendencia a
reconstruir su muerte una y otra vez en el astral. Si nos detenemos un instante a
considerar este hecho, no tardaremos en advertir toda su crueldad.
No es difícil explicar la razón por la cual la víctima se ve impulsada a
reconstruir su muerte periódicamente. No es tanto por la permanencia del dolor real
como por la del terror mental producido por el dolor, que se arraiga profundamente en
la mente subconsciente (tendencia), bajo cuyo control se encuentra la víctima a menos
que su mente consciente se halle en perfecta actividad.
A fin de tornar más clara esta explicación, supongamos por un instante que yo
hubiera muerto como resultado del accidente. En esas circunstancias hubiera habido
más de un factor capaz de impulsarme más tarde, una vez que me encontrase
permanentemente en el astral, a reproducir mi muerte.
En efecto, no es sino esto lo que hacía las veces en que, hallándome
físicamente vivo pero proyectado, volvía a reconstruir el accidente por las noches.
¿Qué hubiera podido impedir que hiciera otro tanto durante el sueño si me hubiera
hallado permanentemente proyectado (muerto)? Sí, sí; pues los seres astrales duermen
y sueñan exactamente igual que tú, lector, o yo; el cuerpo astral no es sino un cuerpo
onírico, y eso es algo que debemos recordar siempre.
De este modo, aun cuando me hubiese convertido entonces en un habitante del
mundo invisible, no me hubiera diferenciado notablemente de lo que soy ahora, en mi
cuerpo de carne y hueso, y al llegar la noche, o en cualquier otro momento en que la
inconsciencia se hubiese apoderado de mí o me hubiese hecho objeto de un sueño,
hubiera vuelto a vivir mi muerte en el astral, exactamente como la había experimentado
también, cuando el físico todavía estaba vivo.
La impresión dominante grabada en mi mente (la “tendencia”) se hubiera
adueñado de mí, exactamente en la misma forma en que la tendencia de un hábito
obliga al proyector a poner ese hábito en ejecución. No cuesta mucho imaginarse la
profunda impresión que puede producir sobre la mente el terror de una muerte violenta.
Este terror puede llegar, incluso, a desequilibrar la mente de la víctima, tornándola
momentáneamente insana. La “tendencia” dominante en su cerebro lo impulsará
permanentemente a reconstruir las circunstancias de su muerte.
Claro está que, en esta situación, el sujeto se hallará “anclado a la tierra”, y en
caso de que los seres terrenos pudieran presenciar su conducta, el lugar elegido
terminaría por considerarse “embrujado”.
Mucho es lo que se ha escrito acerca de estos entes anclados, pero la mayoría
de los autores no ha logrado esclarecer por qué se hallan éstos reducidos y encadenados
a tan angustiosa situación. Los hay, incluso, que llegan a afirmar que el espíritu
“merodeador” debe haber llevado en el mundo, una vida objetable, debiendo quedar
“cautivo” en el astral, por lo tanto, a manera de castigo.
Esto podría parecer muy lógico desde el punto d vista del razonamiento
objetivo, pero las experiencias en el campo de la proyección astral, revelan que las
causas son muy otras. El ser terreno más recto e irreprochable puede llegar a quedar
prisionero en la tierra con la misma posibilidad que el más malvado de los sujetos. La
cautividad no depende de la ética, sino de la psiquis.
En varias ocasiones, he sido objeto de las críticas de los espiritistas, por
atreverme a realizar esta afirmación, es decir, que los seres más honestos y los más
malvados tienen probabilidades parejas de quedar cautivos después de su muerte. Y, es

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tan cierto como que el sol brilla, que la persona más pura e inocente puede quedar
cautiva anclada en la tierra.
Es siempre la víctima de un asesinato la que vuelve a reconstruir su muerte y a
visitar el lugar en que ésta tuvo lugar. ¿Ha oído el lector alguna vez, acaso, de un
asesino que visite en su astral el lugar del hecho? claro que no; es siempre la víctima, la
parte inocente la que frecuenta las casas embrujadas.
Existen cuatro razones y solamente cuatro para que los espíritus sufran su
cautiverio en la tierra (según mi propio criterio y conocimiento). Resulta curioso que ya
hayamos hecho uso de tres de ellas para obtener la autoproyección. Se refieren todas a
las condiciones de la mente y su actividad y desempeño, y son: 1) el deseo; 2) el
hábito; 3) los sueños; 4) la demencia. Puede parecer absurdo —especialmente para
quienes creen que el cautiverio se produce como resultado de una mala conducta
durante la vida terrenal— que lo mismo puede ser un sentimiento de venganza la causa
del cautiverio de un ente astral, impulsándolo a “frecuentar” un lugar o individuo
determinados, que un sentimiento de amor.
Una madre que ansíe ardientemente estrechar a su hijo una vez más contra su
pecho, acudirá una y otra vez al lugar deseado, después de su muerte, convirtiéndolo
así, involuntariamente, en centro de una serie de fenómenos de “encantamiento”. Pues
bien; un criminal que experimente deseo de venganza, hará exactamente lo mismo. En
los dos casos, el sujeto se halla bajo la influencia de la “tendencia” de la mente, y no
sólo da salida a esa tendencia mientras se halla consciente (es decir, cuando la voluntad
criptoconsciente obedece a la tendencia, haciendo caso omiso de las órdenes
conscientes, cosa que suele suceder), sino también cuando se encuentra inconsciente o
en estado onírico.
Sé de un caso en que una abuela que amaba profundamente a sus nietos;
frecuentó durante varios meses después de su muerte el lugar en que habían
transcurrido sus últimos años. Y cierto tiempo antes de morir, su salud mental se había
visto considerablemente perturbada. Al cabo de algunos meses de haber soportado sus
visitas astrales, un miembro de la familia logró ponerse en comunicación con ella
diciéndole:
¿”Cuál es la razón que te hace volver aquí, trastornándonos a todos”?
A lo cual replicó la anciana en su jerga cuasi alemana: “Si ricién acafo de
llegar! Fine solamente a fer como estaban mis nietos y ahoga me magcho”.
El intermediario terreno la instruyó acerca de lo que debía hacer, explicándole
que sus visitas al lugar no traían nada bueno y mucho mejor sería que abandonase todos
sus deseos y hábitos terrenales. A partir de ese instante, la casa dejó de ser frecuentada
por la anciana y sus habitantes vivieron tranquilos. Es éste un caso típico en que el
amor (o deseo) provoca, con su “tendencia”, el regreso del ente astral.
En lo que a la reconstrucción de la propia muerte en el astral se refiere, existe
un caso notablemente ilustrativo. Ocurrió cerca de Bristol, Inglaterra. Dos hombres se
trabaron en lucha en el camino hacia un molino, peleando furiosamente. Forcejearon,
rodaron, se golpearon y volvieron a golpearse hasta que por fin uno de ellos le dio
muerte al otro.
Durante varios meses después del suceso, todas las noches a la misma hora (la
hora en que había tenido lugar la muerte), el espíritu de la víctima volvía a aparecer en
aquel lugar, reconstruyendo toda la reyerta hasta el momento de su muerte
(exactamente en la misma forma en que yo volvía a reconstruir mi accidente con el

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cable eléctrico noche tras noche). Así, el espíritu volvía a pelear, forcejear y rodar,
trabado en lucha con su enemigo imaginario, para volver luego a desaparecer.
Los observadores que presenciaron estas escenas, declararon que la entidad
parecía hallarse soñando, si bien en cierta ocasión intercambió algunas palabras con
ellos, con la misma cordura con que podría hacerlo una persona consciente. Y esto es lo
que confunde a muchos investigadores. En efecto, ellos razonan que, puesto que el ente
cautivo se halla lo bastante consciente como para comprender lo que se le dice y
hablar, no puede estar soñando. Pero esto es un grave error.
En esas ocasiones es la mente criptoconsciente la que tiene al ente bajo su
control y es esta mente la que habla, responde a las preguntas que se le formulan, etc.,
en tanto que la menté consciente se halla ocupada con su sueño. También puede
suceder que el ente astral se encuentre dotado de consciencia, bajo el domino de la
mente criptoconsciente y que ésta haga caso omiso de las indicaciones conscientes,
prestando atención tan sólo a la tendencia de la mente subconsciente. Pero esto no suele
ser frecuente.
Ya hemos dicho que la mente criptoconsciente controla siempre al sujeto —
proyector o espíritu— cuando éste se encuentra inconsciente o dotado de consciencia
onírica.
Aun cuando pueda obedecer las indicaciones provenientes de la consciencia
onírica, aun cuando quiera que se tropiece con un caso de cautiverio terreno, se podrá
tener la seguridad de que la mente consciente del individuo no trabaja normalmente, es
decir, con la fuerza necesaria, y de que es su voluntad criptoconsciente la que lo
controla. Es probable que el lector se resista a creerlo. Pues bien; no es necesario irnos
al astral para probarlo. Ya he dicho que la única diferencia que existe entre el
sonambulismo astral y el físico, es que en este último los dos cuerpos se hallan en
coincidencia, bajo el control de la voluntad subconsciente, esto es, la voluntad
criptoconsciente.
Ahora bien, en la primera oportunidad en que el lector se encuentre con un
sonámbulo capaz de hablarle razonablemente mientras se halla en estado sonambúlico,
deberá dirigirle la palabra, despertarlo, y preguntarle después si recuerda la
conversación sostenida.
Su respuesta será, en todos los casos, negativa. No obstante, el sonámbulo es
capaz de expresarse lógicamente y de actuar con instintiva precisión (el instinto deriva
de 1a mente criptoconsciente). De donde se desprende que, después de todo, no es su
mente consciente la que habla con nosotros cuando le dirigimos una pregunta.
Tampoco es siempre la mente consciente del espíritu merodeador, la que responde
nuestras preguntas, cuando lo interrogamos en el lugar por él frecuentado.
Es la impresión —la “tendencia”— producida en la mente, por el terror de una
muerte violenta, la que (aflorando a la superficie cuando la mente consciente está
desprevenida o privada de la fuerza necesaria para controlar la tendencia) actúa sobre la
mente criptoconsciente. En caso de que yo hubiera sido víctima de un sonambulismo
físico con la electrocución durante mis sueños, habría representado sin duda la tragedia
con ambos cuerpos en coincidencia, exactamente en la misma forma en que lo hacía en
el astral. Durante la guerra mundial, era muy frecuente que los soldados volviesen a
experimentar durante el sueño, los horrores del frente de batalla, profiriendo gritos de
angustia, retorciéndose en la cama, etc.

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No, no es necesario que vayamos a lo invisible para establecer las causas que
impulsan a un proyector o a un espíritu a frecuentar un lugar o a reconstruir una y otra
vez un suceso trágico.
Janet ha recogido una serie de interesantes casos de sonambulismo, entre los
cuales se encuentra el de Irene, de veinte años de edad, quien durante sesenta noches
consecutivas había velado junto a su madre agonizante, enferma de tuberculosis. Este
ejemplo ilustra vigorosamente el tema que hemos venido tratando.

El caso de Irene
“Al producirse la muerte de su madre, trató de volver el cadáver a la vida.
pero, como tenía los miembros levantados, el cuerpo cayó al piso, demandando
infinitos esfuerzos volver a colocarlo sobre el lecho. El lector puede imaginarse lo
horrible de esta escena. Algún tiempo después del sepelio, comenzaron a aparecer
ciertos síntomas curiosos. Era este uno de los más espléndidos casos de sonambulismo
que jamás me haya tocado presenciar. Las crisis duraban varias horas y constituían
verdaderas representaciones dramáticas, de un vigor que ningún actor sería capaz de
alcanzar en una representación ordinaria”.
“La joven tenía el hábito singular de volver a representar todos los sucesos
que habían tenido lugar el día de la muerte de su madre, sin omitir el menor detalle.
Algunas veces se limitaba a hablar, relatando todo lo que había sucedido con una gran
volubilidad, formulando respuestas a las preguntas correspondientes, o haciendo una
pregunta y permaneciendo callada, como si escuchase en espera de una respuesta. A
veces sólo parecía contemplar la trágica escena, con rostro demudado por el terror;
otras, al tiempo que las tristes escenas desfilaban ante sus ojos, reproducía con el
cuerpo los movimientos que aquélla le sugerían”.
“En otras ocasiones, las alucinaciones, las palabras y los actos se combinaban,
para crear el más singular de los dramas. Y al llegar el momento en que había ocurrido
la muerte, en su representación sonambúlica, volvía siempre a pensar una misma idea,
la del suicidio, preparándose a ejecutarla. Entonces, parecía considerarla en voz alta y
discutirla con la madre, haciendo preguntas y pidiéndole su consejo. Estas réplicas
terminaban invariablemente con la decisión de hacerse arrollar por un tren”.
“También este detalle había sido sacado de la vida real. En la representación,
la joven se arrojaba al suelo, estirándose sobre el mismo, como podría haberlo hecho
sobre las vías en espera de la muerte; con un sentimiento a la vez de terror y de
impaciencia”.
“Así permanecía algún tiempo con el rostro demudado por expresiones
realmente llamativas. Ante sus ojos desorbitados y fijos, llegaba entonces el tren, y un
horrible grito salía de su garganta, al tiempo que se doblaba hacia atrás, cayendo
inmóvil de espaldas, como si hubiera muerto. Alcanzado este punto, la representación
comenzaba nuevamente, repitiéndose paso por paso, hasta llegar una vez más al mismo
desenlace. Una de las características más notables de estas representaciones
sonambúlicas, era que podían llegar a repetirse indefinidamente”.
“No sólo eran siempre iguales los diferentes ataques, repitiéndose los mismos
movimientos, las mismas expresiones y palabras, sino que, en el transcurso de un
mismo ataque, cuando éste duraba cierto tiempo, la misma escena podía llegar a
repetirse sin cambiar un solo punto, hasta cinco o diez veces. Por fin, la agitación

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parecía desvanecerse, el sueño se hacía menos nítido, y gradual o bruscamente, según
los factores en juego, la paciente recobraba su consciencia normal, reasumiendo sus
tareas ordinarias, sin manifestar el menor trastorno por lo acontecido durante la noche”.
Tenemos aquí un excelente ejemplo de la forma en que las diferentes
secciones de la mente pueden actuar, es decir, separada o conjuntamente. La mente
criptoconsciente, que controla los movimientos del cuerpo, recibe sus órdenes de la
fuerte impresión (“tendencia”) grabada en la memoria, ejecutándolas en forma regular.
La sección que da las órdenes a la mente criptoconsciente, no es la misma que controla
el cuerpo, haciendo que éste represente el drama.
La mente criptoconsciente es la fuerza rectora. No bien se presenta la idea de
la muerte de la madre, la mente escapa por una tangente y la impresión de ser arrollada
por un tren crea otra fuerte “tendencia” en la mente de la joven, lo que impulsa la
inteligencia rectora a representar, no ya la muerte de la madre, sino la suya propia. Esto
es semejante a lo que ocurre en el caso de un sonámbulo astral cuando éste sigue el
curso de una línea tangencial, (recordemos el ejemplo de aquel proyector que
comenzaba dirigiéndose a la panadería, cruzaba luego en su camino el banco, donde
guardaba su dinero y al cual tenía la costumbre de concurrir, y entonces modificaba su
ruta, entrando al banco para efectuar un depósito).

La mente criptoconsciente y la telekinesia


Es en extremo difícil proporcionar pruebas objetivas de la proyección del
cuerpo astral; mucho más difícil de lo que la mayoría de la gente parece suponer. La
teoría de que una vez que el “proyector” sale del cuerpo, puede manipular los objetos
físicos con un simple esfuerzo de voluntad, es muy bonita y está muy bien en teoría,
¡pero en la práctica es otro cantar!
Antes de intentar explicar sucintamente cómo pueden ser movidos los objetos
físicos por el proyector, será más conveniente hacer un pequeño razonamiento.
¿Cuántas personas se murieron el año pasado? ¡Por cierto que varios miles! ¿Se
atrevería alguien a afirmar que todos esos miles de seres que han pasado al mundo
astral, se abstienen de emplear su fuerza de voluntad consciente, a fin de comunicarse
con sus seres amados de la tierra?
O mucho me equivoco o esto es precisamente lo primero que haría cualquiera
al despertar en el plano astral. Pues bien: ¿cuántos casos de objetos físicos movidos por
seres astrales se registran anualmente? Poquísimos, si se compara su número con el de
las personas que han muerto y tratan, según todo lo hace suponer, de hacer sentir su
presencia entre los vivos. No; la voluntad consciente no constituye el factor primordial
en la producción de los fenómenos físicos.
Siendo las cosas así, no es razonable esperar toda suerte de manifestaciones
físicas por parte de un proyector astral consciente. Son pocos en verdad, los individuos
que tienen una noción exacta de lo incorpóreo que parecen los objetos físicos a los
seres astrales. Muchos investigadores parecen ignorar, incluso, que el cuerpo astral
vibra con mayor rapidez cuando se halla a sesenta centímetros del cuerpo físico, que
cuando se encuentra a sólo quince centímetros fuera de coincidencia.
Y sin embargo es así, y a un metro de distancia fuera de coincidencia, el ritmo
vibratorio es todavía mayor. De no ser así, el ser astral sería incapaz de atravesar los

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objetos corpóreos. Quizás el lector exclame: ¡”Pero el cuerpo astral puede pasar a
través del físico”!
¡Un momento! ¿Nunca se le ocurrió al lector que, si el cuerpo astral vibrase en
coincidencia con el mismo ritmo que fuera de coincidencia, los dos cuerpos chocarían
cuando el astral tratase de pasar al exterior del organismo material? Si no aumentara el
ritmo vibratorio del astral, este no podría salir de coincidencia.
Cierto es, no obstante, que la fuerza de voluntad es el factor implicado en la
manipulación de los objetos físicos. Pero no es la voluntad consciente, sino la voluntad
inconsciente, la voluntad de la mente criptoconsciente. Es posible quizás que una vez
que el espíritu abandona al organismo físico definitivamente, pueda llegar a controlar la
voluntad criptoconsciente con mayor pericia. Pero esto no es tan simple para el astral
proyectado transitoriamente; como ya dijimos, éste se halla la mayor parte del tiempo,
bajo el control de la mente criptoconsciente.
¿Cuál es entonces la razón de que esta mente criptoconsciente no produzca
manifestaciones físicas con mayor frecuencia? No todas las manifestaciones físicas son
producto de la voluntad criptoconsciente, debemos admitirlo, pero cuando lo son, esta
voluntad debe actuar sobre cierta “fuerza” para hacerlo. La sola voluntad no podría
mover ningún objeto físico; es esa “fuerza” manipulada por la voluntad, la que los
mueve. La voluntad es mental y este proceso en que la mente criptoconsciente actúa
sobre una “fuerza” en cierta forma (con determinación), pone en acción la fuerza
motriz de la que tan poco sabemos pero que, sin embargo, existe.
Supongamos que cuando el sujeto se halla consciente y en pleno control de su
fuerza motriz, quiera voltear un vaso de la mesa y que, mediante el empleo de su fuerza
motriz, le dé un golpe con el puño, derribándolo, en cumplimiento de la volición
expresada. Para ello no bastará la sola voluntad; necesitará hacer empleo de su
“fuerza”, como así también de su brazo y de su puño. La fuerza debe ser generada por
el proceso mental interior.
Otro tanto ocurre con la mente criptoconsciente; su voluntad debe operar la
“fuerza”, antes de poder manipular los objetos. Pero cómo puede hacerlo la mente
(cualquiera de ellas) es cosa que ignoramos. Es fácil decir que, en el cuerpo físico, el
brazo se estira hacia el vaso y lo empuja de la mesa debido a la impresión que se
transmite a lo largo de los nervios desde los centros del cerebro, provocando la
contracción de los músculos necesarios en la forma adecuada. Pero explicar la forma en
que esa impresión se origina y en qué consiste, es cosa que no podría hacerse por
ahora. Lo que llamamos impresión es, por supuesto, fuerza.
Existen varias condiciones de la voluntad —la voluntad criptoconsciente—
que actúan sobre la “fuerza”, cada una en forma diferente. Esto también vale para la
voluntad consciente. Si el sujeto sólo quiere a medias, voltear el vaso sobre el piso, su
voluntad actuará sobre la “fuerza” ligeramente, empujando el vaso también a medias.
Si el sujeto hubiera querido en cambio, con determinación, el acto se habría
cumplido con todo vigor. De este modo, la fuerza necesaria para ejecutar un acto
vigoroso, parecería provenir de la determinación de la voluntad. Todo depende, en
consecuencia, de que la voluntad actúe sobre la “fuerza”, con mayor o menor firmeza.
Y lo mismo exactamente sucede con las diferentes condiciones en que la voluntad
opera sobre la “fuerza” en la mente criptoconsciente.
Si, por el contrario, la mente criptoconsciente —sobre la cual el proyector o el
espíritu astral tienen tan poco dominio— quiere débilmente, la “fuerza” también será
débil. Si quiere con determinación o en forma hiperpositiva, la “fuerza” sobre la cual

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actúa se tornará “sólida”, según suele llamársela. ¡Y ésta es la fuerza que mueve a los
objetos físicos!
Quizás sea posible que algunos individuos puedan desarrollar una voluntad
consciente lo bastante grande para lograrlo; pero la voluntad criptoconsciente es, por lo
común, mucho más poderosa que la voluntad consciente. Claro está que muchas veces
la voluntad consciente armoniza con la criptoconsciente.
El problema estriba naturalmente, en saber cómo puede tornarse sólida esta
fuerza. En realidad, no lo sabemos a punto fijo. Si pudiera concebirse esa fuerza como
algo compuesto de átomos y electrones, podría acudirse a la hipótesis de que se
producen ciertos cambios en la “estructura” atómica de la misma, tornándola más
sólida y facultándola, de este modo, para hacer contacto con los demás objetos
corpóreos.
Otra posibilidad (en los casos en que el cuerpo astral mueve los objetos) es
que la estructura atómica del cuerpo se torne más sólida, como efecto de la acción de la
voluntad criptoconsciente. Mi propia experiencia me hace pensar que una “voluntad
criptoconsciente bien determinada”, tiende efectivamente a “solidificar” el cuerpo
astral, como se desprende de una experiencia que describiré enseguida.
Pero antes nos detendremos a considerar la opinión del profesor Théodore
Flournoy (doctor en medicina y profesor de filosofía y psicología fisiológica en la
Universidad de Ginebra - 15 de agosto de 1854, Ginebra, Suiza - 5 de noviembre de
1920) con respecto a la posible naturaleza de la acción telekinética.
He aquí las palabras textuales del mencionado profesor: “Así como el átomo y
la molécula constituyen el centro de una mayor o menor zona de influencia radiante,
del mismo modo podría concebirse al individuo organizado, ya sea éste una célula
aislada o una colonia de células, como el centro de una esfera de acción, pudiendo
concentrar sus esfuerzos, por momentos, en ciertos puntos con preferencia a otros, ad
libitum” (a placer, a voluntad).
“Mediante la repetición, el hábito, la herencia y otros principios caros a los
biólogos, ciertas líneas de fuerza más constantes terminarían por diferenciarse en esta
esfera homogénea, original, y así, poco a poco, podrían dar nacimiento a los órganos
motores”.
“Sea un ejemplo: nuestros cuatro miembros de carne y hueso que se mueven
en nuestro derredor, no serían sino un recurso más económico ideado por la naturaleza,
una máquina elaborada en las sucesivas etapas de un largo proceso adaptativo, a fin de
obtener con el menor gasto, los mismos efectos útiles que mediante el uso de aquella
rudimentaria esfera original”.
“De este modo, habiendo sido reemplazadas o transformadas estas fuerzas
primordiales, sólo podrían manifestarse muy excepcionalmente, en ciertos estados, o en
individuos anormales, a manera de reaparición atávica de una forma de conducta caída
en desuso desde largo tiempo atrás; en efecto, es grande su imperfección, pues
requiere, sin ninguna compensación, un consumo de energía vital mucho mayor que el
uso ordinario de los brazos y piernas”.
“Quizás sea el propio poder cósmico, el ‘demiurgo’ amoral y estúpido, la
inconsciencia del señor Eduard von Hartmann (filósofo - 23 de febrero de 1842, Berlín,
Alemania - 5 de junio de 1906), la que entra en contacto directo con un sistema
nervioso trastornado, y da lugar a sueños trastocados, sin pasar por los canales
corrientes de los movimientos musculares”.

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La teoría del profesor Flournoy reviste sumo interés. Son muchos los
fenómenos telekinéticos que se producen por la acción de la fuerza motriz del médium,
transmitida a lo largo de la “línea de fuerza” astral. Ya vimos antes cómo podía
desplazarse de un punto a otro esta fuerza motriz, a través de un cable libre, como así
también a lo largo del cable que une el cuerpo astral con el físico durante las
proyecciones, cuando aquél se encuentra dentro del radio de actividad del mismo.
En lo que al proyector astral respecta, existen muy pocas probabilidades de
que consiga mover los objetos físicos por medio de su voluntad consciente, a menos
que se halle al mismo tiempo bajo el control fuertemente determinado de la mente
criptoconsciente. Pero cuando la mente criptoconsciente se halla fuertemente
determinada, es casi imposible que la voluntad consciente pueda influir sobre ella en lo
más mínimo. Y aun en las ocasiones en que la mente criptoconsciente no se halla
determinada, lo más probable es que no responda a las indicaciones conscientes.
Tantas veces traté inútilmente de mover los objetos físicos durante las
proyecciones conscientes, que finalmente abandoné toda tentativa, profundamente
desalentado. Esta impotencia (para mover los objetos físicos) es una de las cosas más
exasperantes que conozco. Es irritante, casi diría angustioso para el espíritu, tratar de
realizar un contacto imposible con las cosas materiales. Ciertamente debe ser esta
situación un verdadero “infierno” para el desdichado que ni puede regresar al cuerpo
físico ni puede librarse del yugo de sus hábitos y deseos terrenos.
El lector no tiene, sin duda, ninguna noción de la desolación que esta
experiencia produce. Infinidad de veces me ha sucedido, hallarme proyectado fuera de
mi cuerpo físico y consciente, tratando una y otra vez, hasta el cansancio, de tocar las
cosas materiales. Como es fácil imaginar, al cabo de unas cuantas tentativas,
comenzaba a ponerme frenético, de modo que cuando una vez más despertaba en mi
cuerpo físico y volvía a sentir todas esas cosas amadas que siempre había conocido, me
daría ganas de gritar: ¡”Qué gloria poder tocar otra vez”!
Reconozco francamente que nunca pude mover un solo objeto físico, mediante
la voluntad consciente. Sin embargo, recientemente tuve una experiencia en que, al
parecer, moví un objeto de peso considerable por medio de la voluntad
criptoconsciente. (Algo más adelante, el lector encontrará la descripción de esta
experiencia).
Por mi parte, estoy firmemente persuadido de que los proyectores astrales, los
médiums terrenos y los entes en cautiverio, pueden mover y de hecho mueven los
objetos materiales por medio de la voluntad criptoconsciente —la voluntad que los
controla— ya sea que ellos lo sepan o no. A veces, durante un sueño, pueden moverse
ciertos objetos que el sujeto, de hallarse proyectado, no podría por medio de su
voluntad consciente, debido simplemente a que la mente criptoconsciente tiene en esas
ocasiones, un completo control sobre el cuerpo; en efecto, si en estas circunstancias
surge del sueño la indicación de mover un objeto y llega a producir una fuerte
determinación en la mente criptoconsciente, la fuerza por ésta operada se torna
“sólida”, actuando efectivamente sobre el objeto.
En dos oportunidades diferentes me ha ocurrido soñar que movía
determinados objetos en mi casa, comprobando, al despertarme, que los objetos habían
sido efectivamente movidos. El doctor Burns narra el caso de un caballero que, en el
transcurso de un sueño, se precipitó contra la puerta de una casa distante, con tanta
fuerza, que las personas que se hallaban dentro de la habitación apenas pudieron resistir
la fuerte presión ejercida. ¡He aquí la voluntad criptoconsciente determinada en acción!

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Y es ésta la razón por la que los espíritus cautivos pueden mover los objetos
físicos, cosa que suelen hacer con bastante frecuencia. Como recordará el lector,
mediante la repetición de un acto (habito o deseo), se puede aumentar la “tendencia”
que éste produce en la mente. Los espíritus cautivos que suelen merodear por
determinados lugares, se ven obligados a hacerlo por alguno de estos cuatro factores o
por una combinación de los mismos, a saber, el deseo, el hábito. el sueño y la
demencia. Lo que llamamos demencia no se diferencia considerablemente del estado
onírico.
En aquellos casos en que un ente astral se sitúa en armonía con las cosas
terrenas, bajo los efectos de la demencia o de un estado onírico, la mente
criptoconsciente siempre conserva su control sobre el mismo, y si esta mente adquiere
espontáneamente una determinación dada —por razones que ignoramos— la “fuerza”
por ella operada se torna “’sólida” y capaz de mover objetos. Un ente cautivo
individual puede producir manifestaciones físicas que un espíritu avanzado no lograría
producir sin la ayuda de un “Círculo”. Y si puede, es simplemente porque su voluntad
criptoconsciente actúa en forma hiper- positiva sobre la “fuerza”.
Permítaseme llamar la atención sobre la diferencia existente entre la
“potencia” de la voluntad criptoconsciente y la voluntad consciente. Tampoco aquí
necesitamos irnos a lo “invisible” para obtener un ejemplo ilustrativo. Imaginemos una
persona demente, de carne y hueso. Cuando se halla bajo la influencia de su voluntad
consciente, no se muestra superior en fuerza al resto de los mortales. Pero cuando su
mente consciente pierde el equilibrio y la inteligencia subconsciente se adueña de su
ánimo, entonces la voluntad subconsciente se coloca en armonía con su voluntad
consciente, e instantáneamente su poder físico se multiplica en forma casi increíble.
Yo conozco a un joven que dista bastante de ser fuerte. Un individuo corriente
podría aprovecharse de él fácilmente cuando su mente se halla perfectamente
equilibrada y consciente; pero cuando se apodera de él un ataque de locura, se
transforma en un gigante; en cierta ocasión cinco hombres juntos obrando al unísono y
empleando toda su energía, no pudieron contenerlo. Todos los ataques de locura de este
tipo son, indudablemente, otros tantos casos de control criptoconsciente; el principio
fundamental que aquí se halla en juego, no es otro que el involucrado en los casos que
veníamos considerando anteriormente, es decir, los de la fuerza generada por la
“voluntad criptoconsciente” y las manifestaciones físicas que aquella produce.
En los casos en que el espíritu cautivo se halle bajo los efectos de la tendencia
de un deseo o hábito, y si esta “tendencia” se vuelve hiperpositiva, la voluntad
criptoconsciente actuará también, por lo general, en forma hiperpositiva sobre la
fuerza. Esa es la razón por la cual, gran parte de los espíritus cautivos son percibidos
por los seres terrenos después de la muerte, cuando tratan de continuar en la ejecución
de sus hábitos o en la satisfacción de sus deseos, pues provocan a menudo, con su
conducta, el movimiento de los objetos físicos.
El lector ya sabe, por otra parte, que el deseo se hace tremenda mente más
fuerte cuando el individuo no puede aplacarlo — hiperdinamizando así cada vez más la
tendencia del deseo en la mente subconsciente del sujeto— e impulsando la voluntad
criptoconsciente a obrar con determinación, lo cual hace que la fuerza se vuelva
“sólida” y capaz de producir fenómenos físicos.
Se comprende entonces por qué a menudo un solo espíritu cautivo puede
mover objetos físicos, en tanto que otros espíritus superiores —cuyos deseos y hábitos
han desaparecido y cuyas mentes se hallan equilibradas— no pueden hacerlo. Si todo

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esto es cierto, debemos admitir que un espíritu cautivo que sufra ataques de locura
(estado en el que la voluntad criptoconsciente se torna dinámica) será capaz de mover
los objetos materiales con relativa facilidad.
Conociendo como dominamos algunas de las sutiles expresiones de la mente
criptoconsciente y la forma en que opera sobre la “fuerza”, los fenómenos de
poltergeist no resultan difíciles de comprender.

Proyección astral en que moví un objeto físico


Pasaré ahora a relatar una experiencia que me ocurrió la noche del 26 de
febrero de 1928. Durante algunos días antes había sufrido de una seria afección
gástrica. Dormía yo solo en la planta baja de la casa, en tanto que mi madre y mi
hermano menor ocupaban un dormitorio del primer piso.
Entre las once y media y las doce de la noche me desperté repentinamente,
víctima de fuertes dolores en el estómago. Incapaz de arreglarme yo solo, llamé varias
veces a mi madre, pero como se hallaba profundamente dormida, no me oyó. Durante
varios minutos seguí llamándola inútilmente, hasta que por fin decidí bajarme de la
cama y arrastrarme por el piso hasta el hall, donde está la escalera, con la esperanza de
que gritando desde allí pudieran oír mi voz.
Tras algunos esfuerzos logré bajar de la cama, pero al iniciar mi marcha hacia
la puerta, el dolor se hizo tan intenso que no pude llegar hasta ella, cayendo al suelo en
una especie de desmayo. Pronto recobré nuevamente el conocimiento y, haciendo uso
de toda mi fuerza de voluntad, me las compuse para avanzar un corto trecho; sin
embargo, dado que había estado en cama durante casi un mes, el esfuerzo fue
demasiado grande para mí y volví a desmayarme. Esta vez recuperé la consciencia
fuera del cuerpo físico, para encontrarme en la escalera, avanzando en dirección al piso
alto, bajo el dominio de la mente criptoconsciente, es decir, sin ningún control o
esfuerzo de mi parte. En este caso la voluntad criptoconsciente se hallaba
perfectamente determinada; por lo menos no recuerdo ninguna otra ocasión en que me
hubiese hallado bajo su influencia tan profundamente deliberada.
Como es natural, quise mirar hacia mi cuerpo físico —que es siempre lo
primero que se hace en estos casos— pero esta vez mi decisión no tuvo la menor
influencia sobre la fuerza que me dominaba.
Después de subir las escaleras, atravesé la pared del cuarto de mi madre y la vi
a ella y a mi hermano menor acostados en la cama profundamente dormidos. Esta
impresión la recuerdo con toda nitidez; sin embargo, en este punto, se produjo una
laguna en mi consciencia. Al recobrarla nuevamente, me encontré parado al pie de la
cama. No podría decir con exactitud cuales fueron mis movimientos durante esta
omisión, pero al despertar vi a mi madre y a mi hermano en la mayor confusión;
aquélla de pie sobre el suelo, cerca de la cama, y el último, casi completamente fuera
del lecho; los dos estaban sumamente excitados y decían no sé qué acerca de que el
colchón se había levantado, haciéndolos rodar fuera de la cama mientras dormían.
Todo esto lo recuerdo claramente. Me hallaba tan lúcido como podría haberlo
estado en mi cuerpo de carne y hueso. Un instante después, desaparecí del cuarto; mi
astral fue arrastrado rápidamente hacia abajo en dirección al cuerpo físico, siguiendo un
movimiento en espiral. Al entrar en coincidencia, experimenté una repercusión
consciente.

616
Inmediatamente volví a llamar a mi madre y ella se apresuró a bajar, presa de
la mayor excitación; tanto en verdad, que se olvidó completamente de que me hallaba
enfermo y tirado en el suelo, comenzando a contarme ¡que los “espíritus” habían
levantado el colchón y la habían hecho rodar fuera de la cama! Según ella, no lo habían
levantado una vez, sino varias, con el consiguiente susto de su parte.
Si durante las horas de la noche pueden ocurrir hechos como éste, no sería
extraño que muchos de los sucesos atribuidos a la acción de los muertos, pudieran
explicarse por la proyección del cuerpo astral, bajo la influencia de la voluntad
criptoconsciente hiperpositiva, cuando el sujeto está privado de consciencia. Sin duda,
estos casos han de ser más frecuentes de lo que se supone corrientemente.

“Raps” (golpes) producidos durante un sueño


La noche del 17 de marzo de 1928, había estado leyendo acerca de Daniel
Dunglas Home (médium británico, famoso por poseer, supuestamente, poderes tales
como levitación o telekinesis - 20 de marzo de 1833, Currie, Reino Unido - 21 de junio
de 1886, París, Francia) y de su facultad de levitar su cuerpo físico. Con este
pensamiento en la mente, me fui a acostar y a la madrugada soñé que me encontraba
con Home y que comenzábamos a caminar por la calle, hablando de la levitación. En el
sueño, éramos muy amigos y hablábamos con la misma familiaridad con que lo harían
dos amigos íntimos.
Yo le decía ¡”Diablos, Home! Esa levitación fue perfecta. Cuéntame cómo lo
hiciste, así se lo puedo explicar a la gente”.
Entonces soñé que Home me hacía una demostración, elevándose en el aire y
bajando luego nuevamente a tierra. Y a continuación, me explicaba lo que había que
hacer. Desgraciadamente no recuerdo lo que me dijo... De todas maneras, traté de
hacerlo, pero a la primera tentativa, me di de bruces en la acera.
Me levanté y él volvió a enseñarme cómo debía hacerlo; entonces, de pronto,
advertí que había comenzado a elevarme en el aire. Parecía tan real que no tardé mucho
en tornarme consciente, para hallarme proyectado; el sueño (del tipo de aviación) había
determinado la proyección. Allí se encontraba mi cuerpo físico sobre la cama, pero yo
no estaba en la acera ni Home ni persona alguna conmigo.
Después subí la escalera, y recorriendo las habitaciones de la planta alta, miré
a mis familiares mientras dormían. Entonces decidí volver a bajar para intentar la
experiencia de tocar el cuerpo físico con mi mano astral. Esta experiencia me había
sido sugerida por un amigo, con el fin de establecer qué tipo de repercusión podía
producirse en ese caso. Pero no pude lograr efectuarla, pues cuando me hallé a una
distancia de poco más de un metro del cuerpo físico, perdí todo control sobre mí
mismo, entrando nuevamente en coincidencia.
Permanecí cierto tiempo despierto, oí el reloj dar las tres, y finalmente me
quedé dormido. Un rato después, comencé a soñar nuevamente. Esta vez soñé que me
hallaba caminando por el patio de atrás de mi casa. En el mismo, me daba cuenta de
que estaba soñando. (Esto no es raro cuando uno ha adquirido cierta práctica en el
control onírico).
Al lado de la casa, existe un gran tanque de nafta de dos mil doscientos litros;
a este tanque dirigí mis pasos, y tomando una llave inglesa que había sobre el mismo,
comencé a golpearlo vigorosamente. (Recuérdese que se trataba de un sueño). El ruido

617
de los martillazos pareció asustarme —tan fuerte era— y entonces recuerdo haber
atravesado la pared de la casa y recorrido las distintas habitaciones hasta llegar a mi
cuarto, donde desperté. Ya plenamente consciente, pude oír todavía los golpes
asestados al tanque. Otras tres personas declararon haber escuchado también los
golpes; los tres coincidieron en que el ruido había sido exactamente igual al que podría
haber producido alguien que hubiese golpeado el tanque con un martillo; pero, con la
sorpresa que es de imaginar, ninguno de estos testigos había visto a persona alguna
cerca del tanque en el momento en que se produjeron los ruidos.
Cuando la voluntad criptoconsciente es puesta en acción por medio de la
voluntad consciente, resulta en extremo difícil llegar a dominarla; las más de las veces
el sujeto termina por “tirar la esponja”. Esto explica por qué suele ocurrir que uno no
consiga una cosa hasta que no cesan sus esfuerzos y abandona toda tentativa de
lograrla. Es entonces cuando la voluntad criptoconsciente —la voluntad superior—
tiene una oportunidad de materializar la “tendencia”, obteniendo finalmente lo que el
sujeto ansía.
El método de la voluntad pasiva pone en acción la voluntad criptoconsciente
con mucha mayor facilidad; es por eso que frecuentemente el proceso de proyección de
la voluntad pasiva tiene éxito, en tanto que el de la voluntad activa no lo tiene. Claro
está que la repetición (es decir, el desarrollo de un hábito) constituye otro
procedimiento para poner en marcha la voluntad criptoconsciente.
Pero lo que no sabemos es la forma en que la “fuerza” es manipulada por la
voluntad criptoconsciente, ni tampoco cómo se torna hiperpositiva; lo que sí sabemos
es que cuando esto sucede, debido a la acción de cierta impresión proveniente de otra
sección de la mente, la “fuerza” por ella manipulada se torna, por así decirlo, sólida.
En muchos aspectos, nuestras mentes, nuestras voluntades, “fuerza” y
“control”, se comportan de la misma manera cuando estamos en coincidencia que
cuando estamos fuera de coincidencia. Adviértase el hecho de que el sonambulismo
astral y el físico son semejantes, y también que, así como hay levitación del cuerpo
astral, también la hay del cuerpo físico, y que ambas son horizontales, haciendo que el
cuerpo flote en el espacio.
Existe la levitación vertical cuando el cuerpo se eleva directamente hacia
arriba en el aire. Según se afirma, Home logró flotar en su cuerpo físico y salir de una
ventana para entrar en otra, a una altura de veinte metros del suelo, en presencia de tres
testigos oculares: eran éstos el conde de Dunraven, Lord Lindsay y el capitán Wynne,
todos ellos hombres respetables y dignos de fe. Wallace lo denominó “milagro
moderno”. Sir Arthur Conan Doyle declaró que la hazaña de Home había despertado en
él un profundo interés por los fenómenos ocultos. Sir William Crookes fue testigo de
muchas levitaciones singulares de Home. En el último Congreso de Psiquistas, el
Barón Albert von Schrenck-Notzing (médico y psiquiatra alemán, pionero en las
disciplinas de la psicoterapia y la parapsicología - 18 de mayo de 1862, Oldemburgo,
Alemania - 12 de febrero de 1929, Múnich, Alemania) leyó una comunicación en la
que se daba cuenta del caso de un joven alemán que practicaba yoga y que había
logrado realizar ya unas veintisiete levitaciones físicas.
No cuesta mucho imaginarse la enorme energía que debe trabajar la mente
criptoconsciente para poder hacer flotar la masa del cuerpo físico. Si se emplea esta
misma energía en el manipuleo del cuerpo astral, de un peso probablemente mil veces
menor que el físico, resulta evidente la facilidad con que éste podrá ser controlado.

618
Cuando la voluntad criptoconsciente entra en actividad y el sujeto se halla
libre de su cuerpo físico, comienza a moverse a merced de la voluntad que lo gobierna,
y es frecuente que rebote aquí y allá, incapaz de “frenar” la fuerza que lo mueve. Claro
está que al hablar de “frenos” nos referimos a la voluntad consciente.

Interrelación existente entre el


cuerpo físico y el astral
Sabernos que el cuerpo físico se halla conformado de acuerdo con sus leyes, a
las cuales obedece. Siendo esto así, (y siendo el astral un exacto duplicado del físico)
resulta evidente que es el cuerpo físico quien dota de forma al astral. Cabe suponer
entonces, que no es sino ésta la finalidad del cuerpo físico, es decir, dar forma a nuestro
espíritu. Andrew Jackson Davis (espiritista estadounidense, nacido en Blooming
Grove, Nueva York. - 11 de agosto de 1826 - 13 de enero de 1910) en “The Harmonial
Philosophy” se expresa en la forma siguiente: “El cuerpo del hombre es el goce de toda
la naturaleza orgánica y el cuerpo espiritual está formado por el cuerpo exterior. El
cuerpo físico constituye la concentración focal de todas las fuerzas. La representación
última de cada partícula de materia es llevada a cabo por el hombre. El cuerpo del
espíritu es el fruto de la organización física. No quiero decir con esto que el espíritu sea
creado, sino que su estructura se forma por medio del cuerpo exterior”.
“La mente misma no es una creación o forma última de la materia, sino que la
organización mental es el resultado de un refinamiento material. La finalidad de un
hueso físico es configurar un hueso espiritual; la de un músculo físico la de hacer un
músculo espiritual; no la esencia sino la forma... El oído físico se halla animado por un
oído espiritual. En una palabra, todo el cuerpo exterior no es sino la representación de
otro imperecedero”.
Más adelante vuelve a decir Davis: “El espíritu es sustancia y aunque no
difiere de la materia, no obedece a la ley de gravedad”.
Todas y cada una de las experiencias de cualquier persona, constituyen una
demostración cabal de que el espíritu es sustancia, puesto que cada uno de nosotros
desplaza al cuerpo de un lugar a otro. Puede llegar a moverse, incluso, sin pensar, dado
que el principio espiritual oculto se compone de todas las fuerzas vitales. El espíritu del
hombre demuestra su propia sustancialidad por medio de sus propias manifestaciones
normales.
“Si bien el espíritu del hombre tiene sustancia y peso, y también elasticidad,
divisibilidad y las muchas cualidades fundamentales y propiedades de la materia,
obedece, no obstante —como acabamos de indicar— a otras leyes superiores a la
gravitación ordinaria y a otras fuerzas físicas conocidas. Lo cierto es que la naturaleza
del hombre es doble. Así, tiene dos ojos, dos cerebros, dos manos, dos pies, dos
pulmones; el corazón humano es doble y lo mismo todas las partes del sistema”.
“Los órganos visibles dobles provienen de principios invisibles iguales y éstos
son masculinos y femeninos. Actúan recíprocamente, regulando todo aquello que sea
animación y actividad. El uno se contrae, el otro se expande. Estos principios forman
reunidos, una unidad, impartiendo una acción única al sistema doble... El espíritu, a
diferencia de los cuerpos inanimados, actúa sobre un principio positivo y negativo a la
vez, en virtud del cual el espíritu sostiene al cuerpo y el cuerpo sostiene al espíritu...”.

619
“Si el organismo de un espíritu es sustancia, entonces —en tanto sea sustancia
— deberá pesar algo cuando escapa del cuerpo material; el ser espiritual no pesa más
de la decimosexta parte de un gramo, pero continúa absorbiendo los elementos del aire
invisible hasta tornarse relativamente pesado, y no sólo adquiere el poder gravitacional,
sino también el poder de vencerlo... Las doctrinas espiritistas nos enseñan que el ser
más íntimo de un hombre es un espíritu que fluye a través de las sensaciones
nerviosas... que piensa y razona, que experimenta emociones mejores, más nobles y
más puras que las formas, fuerzas y cosas que lo rodean; que enseña al intelecto y al
corazón a reconocer verdades más elevadas que aquellas circunstanciales que lo
aprisionan”.
He aquí, pues, la teoría de Davis sobre la interrelación existente entre el
cuerpo físico y el astral. El cuerpo físico se halla bajo el imperio de las leyes físicas, en
lo que a su forma y configuración se refiere. De modo pues que, si el cuerpo astral es
su duplicado exacto, también deberá obedecer en lo que a su configuración respecta, a
las mismas leyes físicas. Sea ello como fuere, esta teoría no podría explicar la forma
asumida por aquellos seres que mueren antes de la madurez; por ello debemos aceptar
la teoría de que los seres pueden tener una configuración astral propia, independiente
de la física.

Composición del cuerpo astral


Otra pregunta que me suelen formular aquellos que tienen noticias de mis
proyecciones astrales es ésta: ¿”De qué está hecho el cuerpo astral”? y cuando yo
confieso que no lo sé, jamás dejan de hacer un comentario sarcástico.
Sin embargo, no veo por qué, el hecho de que yo no conozca la composición
de mi cuerpo astral, ha de restar crédito a todo lo afirmado con respecto a aquél. Lo
cierto es que ni siquiera conozco la composición de mi cuerpo físico y es evidente que
he tenido muchísimas más oportunidades de estudiar a éste que al astral. Por qué se
pretende que un proyector, cuyos viajes por el astral son sumamente breves, resuelva
todos los misterios habidos y por haber, es algo que no puedo comprender —sin duda,
un misterio más— especialmente si se tiene en cuenta que los “espíritus científicos” no
logran explicarnos estas cosas aun después de haber habitado en el astral durante varios
años.
Ciertamente, eso sería profundamente injusto. El hecho de que no pueda
explicar la composición del cuerpo astral, no debe restar crédito en lo más mínimo a
cuanto he dicho acerca de él. En realidad, ha sido para mí una gran desilusión no haber
podido establecer la naturaleza del cuerpo astral. Pero mi fracaso no parece sino ser un
fracaso general más que personal, pues no parece existir persona alguna en la tierra
capaz de explicar su composición. Hay quienes aluden al cuerpo astral llamándolo el
“doble fluido”. Lodge afirma que es “etéreo”.
La creencia más difundida es que no difiere considerablemente de la materia,
consistiendo la única diferencia en la disposición relativa de los átomos.
Personalmente, yo comparto esta última opinión… Veamos, por ejemplo, lo que dice el
doctor Henry Lindlahr (autor de uno de los textos fundamentales de la medicina
naturista estadounidense, Nature Cure, que incluye temas sobre la supresión de la
enfermedad versus la eliminación, la hidroterapia y la importancia del aire fresco y el
baño de sol - 1 de marzo de 1862, Alemania – 26 de marzo de 1924, Chicago, Illinois,

620
Estados Unidos) al respecto: “Esta fuerza vital constituye la fuente primera de toda
energía, la fuente de la cual derivan todas las demás formas de energía. Es
independiente del cuerpo, como así también de los alimentos y de la bebida, así como
la corriente eléctrica es independiente de la bombita de vidrio y del filamento de
carbón, a través de los cuales se manifiesta bajo la forma de luz y calor. La ruptura de
la bombilla incandescente, si bien extingue la luz, no disminuye por ello en lo más
mínimo la cantidad de electricidad que hay detrás de ella.
“En forma semejante, cuando el cuerpo físico ‘perece’, como nosotros
decimos, la energía vital prosigue actuando sin ninguna disminución en su potencia, a
través del cuerpo espiritual, que constituye la réplica exacta del cuerpo físico, pero
cuyos átomos y moléculas son infinitamente más refinados y vibran a velocidades
impensadamente mayores que los que componen el cuerpo físico. Esto no es una
cuestión puramente especulativa, sino un hecho demostrado por las ciencias naturales”.
Sería imposible, en verdad, concebir la supervivencia de un individuo después
de la muerte, sin la existencia de algún cuerpo material que le sirviera de vehículo a su
consciencia, a su memoria y a sus facultades racionales, a manera de instrumento para
el cumplimiento de las funciones físicas”.
“Por lo tanto, si hemos de considerar la supervivencia del individuo después
de la muerte como un hecho natural, y la inmortalidad como una posibilidad humana,
tendremos que aceptar como necesaria la existencia de un cuerpo material y otro
espiritual”.
“Los órganos sensorios del cuerpo espiritual, se hallan en armonía con esas
vibraciones más rápidas y finas. Por lo tanto, la materia espiritual se presenta a la vista
y al tacto espirituales tan real y sustancial como la materia física a nuestros órganos
físicos de los sentidos”.
“De estos argumentos se desprende que la ciencia moderna da la razón a
Pitágoras, quien enseñaba, veinticinco siglos atrás, que toda la materia estaba formada
por tres elementos: la sustancia, el movimiento y los números. Según la ciencia
moderna, la ‘sustancia’ de Pitágoras es el éter universal; el ‘movimiento’, la
electricidad, y los ‘números’ el número de electrones que vibran en el átomo y el
número de átomos que se mueven en una molécula”. Tal, pues, la opinión de Lindahr
sobre la composición del cuerpo astral.
Aunque en la actualidad no conocemos con certeza su estructura mucho
menos que exacta, la mayoría de los ocultistas son de opinión de que no está lejano el
día en que la ciencia haya de resolver este interesante problema en forma definitiva.
Pero si alguna vez se resuelve, tendrá que ser en un laboratorio y no, como muchos
parecen creer, mediante el simple examen de un proyector durante una proyección
consciente. Esto es tan imposible como podría haber sido tratar de resolver la
naturaleza del cuerpo físico, mediante su mera observación.
Cito aquí la definición del filósofo Jiddu Krishnamurti de lo que él entiende
por “inmortalidad”:
[Estoy seguro que muchos de vosotros creéis en la inmortalidad, en el alma, o
en el “atman” y otras cosas más. Y tal vez algunos de vosotros hayáis tenido
experiencias fugaces de esas cosas. Pero, si se me permite, me agradaría enfocar todo
esto desde un punto de vista distinto. Investiguémoslo con mucha seriedad y empeño, y
descubramos la verdad al respecto, no de acuerdo a ningún tipo determinado de
creencia o dogma religioso, ni a vuestra propia experiencia personal, por vasta,
hermosa y romántica que pueda ser. Os ruego, pues, que examinéis inteligentemente y

621
sin ningún prejuicio lo que vamos a dilucidar, no con la intención de rechazarlo o
defenderlo, sino más con la de descubrir. Porque es un problema de muy difícil
discusión. Son muchas las cosas que el tema implica, y si podemos pensar en ello de un
modo nuevo, tal vez nuestro enfoque de la acción y de la vida resulte diferente.
Creemos, al parecer, que las ideas son muy importantes. Nuestra mente está
llena de ideas. Nuestra mente es idea; no hay mente sin idea, sin pensamiento, sin
“verbalización”. Y las ideas desempeñan un papel extraordinariamente importante en
nuestra vida; es decir, lo que pensamos, lo que sentimos, las creencias e ideas en las
cuales estamos condicionados. Las ideas tienen un sentido extraordinario para la
mayoría de nosotros: ideas que parecen coherentes, lógicas, inteligentes, y también
ideas que son románticas, estúpidas, sin mucha significación. Estamos abarrotados de
ideas; toda nuestra estructura se basa en ellas. Y estas ideas surgen, evidentemente, por
obra de influencias externas y del “condicionamiento ambiental”, como asimismo por
exigencias internas.
Podemos ver muy bien cómo surgen las ideas. Las ideas son sensaciones. No
existe idea sin sensación. Y como la mayoría de nosotros se alimenta de la sensación,
toda nuestra estructura se basa en ideas. Siendo limitados y procurando agrandarnos
mediante la sensación, las ideas se tornan muy importantes: ideas sobre dios, sobre la
moral, ideas sobre diversas formas de organización social, etc.
De suerte que las ideas informan nuestra experiencia, lo cual es un hecho
evidente. Es decir, las ideas condicionan nuestra acción. La acción no es la que crea las
ideas; son las ideas que engendran la acción. Primero lo pensamos, luego actuamos; y
la acción se basa en las ideas. De modo que la experiencia es el resultado de las ideas;
pero la experiencia es diferente de la vivencia. Si lo habéis advertido, en el estado de
vivencia no hay ideación, en absoluto. Existe tan sólo el hecho de experimentar, de
actuar; más tarde viene la ideación -gustos y aversiones- derivada de esa vivencia.
Deseamos que la experiencia continúe o que no continúe. Si nos gusta,
retrocedemos hacia la experiencia que está en la memoria, lo cual es reclamar la
sensación de esa experiencia, no experimentar de nuevo. Existe, sin duda, una
diferencia entre vivencia y experiencia, y eso debe ser suficientemente aclarado. En la
vivencia no hay experimentador y experiencia; hay tan sólo estado de vivencia. Pero
después de esa vivencia, las sensaciones de la misma se reclaman, se anhelan; y de ese
deseo nace la idea.
Digamos, por ejemplo, que habéis tenido una experiencia agradable. Ha
pasado, y suspiráis por ella. Es decir, anheláis la sensación, no el estado de vivencia; y
la sensación crea ideas, basadas en el placer y el dolor, en evitar y aceptar, en la
negación y la continuación. Ahora bien, las ideas no son de importancia fundamental,
ya que, como lo vemos, ellas tienen continuidad. Podéis morir, pero las ideas que
habéis tenido, la gavilla de ideas que sois, continúa parcial o totalmente,
manifestándose de un modo pleno o sólo escasamente. Es obvio que ellas tienen una
forma de continuidad.
De suerte que, si las ideas son el resultado de la sensación, y lo son, y si la
mente está llena de ideas, si la mente es idea, entonces hay una continuación de la
mente como hato de ideas. Pero eso, sin duda, no es inmortalidad; porque las ideas son
mero resultado de las sensaciones, del placer y del “no placer”; y la inmortalidad tiene
que ser algo que esté más allá de las ideas, algo sobre lo cual no es posible que la
mente especule; porque la mente sólo puede lucrarse en términos de placer y de dolor,
de evasión y de aceptación. Como la mente sólo puede pensar en esos términos, por

622
más extensiva y profundamente que lo haga, ella sigue basándose en la idea; pero el
pensamiento, la idea, tiene continuidad, y es obvio que aquello que continúa no es
inmortal. De modo que para conocer o experimentar la inmortalidad, o para la vivencia
de ese estado, no debe haber ideación. Uno no puede pensar acerca de la inmortalidad.
Si podemos vernos libres de la ideación, es decir, si no pensamos en términos de ideas,
entonces hay tan sólo un estado de vivencia, un estado en que la ideación ha cesado por
completo.
Podéis experimentar con esto vosotros mismos; no aceptéis lo que os digo.
Porque hay mucho involucrado en todo esto.
La mente ha de estar del todo quieta, sin moverse hacia atrás ni hacia adelante,
sin ahondar ni encumbrarse. Es decir, la ideación debe cesar por completo. Y eso es
sumamente difícil. Por tal causa, nos apegamos a palabras como “alma”,
“inmortalidad”, “continuidad”, “dios”, todas las cuales tienen efectos neurológicos que
generan sensaciones. Y de esas sensaciones se alimenta la mente. Privad a la mente de
esas cosas, y estará perdida. Por eso ella se aferra con gran fuerza a las experiencias
pasadas, ahora convertidas en sensaciones.
¿Es posible que la mente esté serena -no parcialmente sino en su totalidad-
hasta el punto de tener experiencia directa de aquello que no puede pensarse, que no
puede ser expresado en palabras? Es obvio que aquello que continúa está dentro de los
límites del tiempo; y, a través del tiempo, lo atemporal no puede manifestarse. Por
tanto, dios, o lo que sea, no puede ser objeto de pensamiento.
Si pensáis al respecto, lo que hay es sólo una idea, una sensación, por lo tanto,
ya no es verdadero. Es simplemente una idea que continúa, que es heredada o
condicionada; y tal idea no es eterna, inmortal, atemporal. Es esencial que esto lo
sintamos realmente, que veamos su verdad a medida que lo vamos dilucidando. No
digáis “esto es así, aquello no es así”; “creo en la inmortalidad, y usted no”; “es usted
agnóstico y yo religioso”.
Todas esas expresiones son irreflexivas, sin madurez, y no tienen significación
alguna. Estamos tratando de algo que no es simple asunto de opinión, de simpatía o de
aversión, ni de prejuicio. Procuramos descubrir qué es la inmortalidad, mas no como lo
hace la gente llamada “religiosa”, que pertenece a uno u otro culto. Nosotros
intentamos experimentar ese estado, percibirlo, porque en él hay creación. Una vez que
se lo ha experimentado, vivido, entonces el problema entero de la vida sufre un cambio
significativo, revolucionario; y, sin eso, todas las disputas y opiniones triviales carecen
en realidad de significación.
Es preciso, pues, darse cuenta de todo este proceso, de cómo surgen las ideas,
de cómo la acción emana de las ideas, y cómo éstas, que dependen de la sensación,
dominan la acción y por lo tanto la limitan.
No importa de quien sean las ideas, si de la izquierda o de la extrema derecha.
Mientras nos aferremos a las ideas, permaneceremos en un estado en que no puede
haber vivencia alguna. Entonces vivimos tan sólo en la esfera del tiempo; en el pasado,
que brinda más sensación; o en el futuro, que es otra forma de sensación. Sólo cuando
la mente está libre de ideas, puede haber vivencia. Escuchad esto, simplemente; no lo
rechacéis ni lo aceptéis.
Escuchadlo como escucharíais el viento entre los árboles. No ponéis
objeciones al viento entre los árboles; resulta agradable. Si os desagrada, os alejáis.
Haced lo mismo aquí. No rechacéis: averiguad, simplemente. Porque son muchas las
personas que han expresado sus opiniones sobre esta cuestión de la inmortalidad. Los

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instructores religiosos hablan de ella, como lo hace todo predicador a la vuelta de la
esquina. Son tantos los santos, tantos los autores que niegan o afirman; dicen que hay
inmortalidad, o que el hombre es tan sólo el resultado de influencias del medio
ambiente, etc.
Las opiniones abundan. Pero las opiniones no son la verdad; y la verdad es
algo que ha de ser experimentado directamente, de instante en instante; no es una
experiencia que deseáis, lo cual resulta entonces mera sensación. Y sólo cuando se
logra ir más allá del hato de ideas que es el “yo”, la mente, y que tiene una continuidad
parcial o completa, sólo cuando se puede ir más allá de eso, sólo cuando el
pensamiento está totalmente callado, sólo entonces hay un estado de vivencia.
Entonces uno sabrá lo que es la verdad].
En otro de sus relatos, Krishnamurti agrega sobre la inmortalidad: [Sólo
somos conscientes de la dualidad, al menos durante la mayor parte de nuestro día. Hay
en nosotros un conflicto constante de dualidad: la persona que va a lograr y lo logrado,
el actor y la acción. Así, en nuestra mente está todo el tiempo este sentido de la
dualidad, el “yo” y el “no yo”. Ahora bien, sólo cuando la mente y el corazón se hallan
libres de esto, en esa integridad donde ambos se han liberado de todo sentido de
dualidad, en ese estado de plenitud, tiene su existencia la inmortalidad.
Ahora miramos la inmortalidad como si fuera una continuación del “yo”.
Cuando hablamos acerca de la inmortalidad, queremos que lo individual, el “yo”,
continúe en el curso del tiempo, indefinidamente, permanentemente.
Sólo somos conscientes, en su mayor parte, del “yo”. Sólo tenemos memoria
de ese “yo” y nada más. Ocasionalmente, tenemos una vislumbre de ese algo
permanente, de la realidad, pero con mayor frecuencia estamos conscientes de ese
“yo”. Por lo tanto, estando todo el tiempo conscientes de ese “yo”, queremos que ese
“yo” continúe. Pensamos que, de lo contrario, hay aniquilación.
Ahora bien, para mí el “yo” no es sino el resultado del conflicto, de la
resistencia, y queremos prolongar eso, este “yo”, este conflicto. Queremos perfeccionar
este “yo”. Mientras que, si estamos por completo libres del conflicto, entonces, en eso
está la inmortalidad. Ya no hay más una cuestión de tiempo, ya no hay más un “yo”
perdurando continuamente, sin muerte, a lo largo del tiempo. Cuando la mente está
libre del “yo”, lo cual sólo puede acaecer en la acción, entonces en ello está la
realización de la inmortalidad, la existencia intemporal.
Eso no puede imaginarse, uno no puede concebir mentalmente qué es la
inmortalidad. No puede filosofar al respecto. Ello tiene que ser percibido y
comprendido. Permítaseme exponerlo de otro modo.
La inmortalidad existe, pero para realizarla uno debe empezar con lo
transitorio. La inmortalidad se encuentra en lo transitorio, no lejos de lo transitorio.
Ahora bien, nosotros descartamos lo transitorio y tratamos de encontrar lo permanente,
mientras que yo digo: Preste atención a lo transitorio y encontrará lo permanente,
porque cuando se descubre cuáles son los valores transitorios de su acción, nacidos del
corazón y de la mente, en esa transitoriedad está la plenitud de lo perdurable, de lo
eterno. Inherentemente, en lo transitorio mismo, se encuentra lo permanente. Miramos
la inmortalidad como un medio de escape o como un fin para ser alcanzado después de
pasar por una serie sucesiva de experiencias. Para mí, la inmortalidad es estar libre de
todo sentimiento de conflicto, y uno puede estar libre de todo sentimiento de conflicto
cuando ha comprendido los valores genuinos, y para comprender los valores genuinos
uno debe conocer toda la transitoriedad que lo rodea.

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Por otro lado, quiero inmortalizar ese “yo”. Y lo hago a través de libros,
escribiéndolo y diciendo que es un texto famoso; o pintando, del trabajo, de buenas
obras; de construir esto o aquello quiero inmortalizarme.
Los antiguos egipcios se inmortalizaban, inmortalizaban sus vidas pensando
que continuaban (perpetuidad), y vienen los ladrones y destrozan todo eso. Ahora
Tutankamón es solo una máscara, una máscara de oro con una momia, etc.
Así, el hombre ha buscado la inmortalidad en las obras, en toda clase de
formas, para encontrar eso que es inmortal, es decir, más allá de lo mortal.
Así, ¿qué es la inmortalidad? No el libro que he escrito, no el cuadro que he
pintado, no el ir a la Luna y colocar allí una estúpida bandera. No el vivir una vida
virtuosa…o una vida deshonesta. Entonces, ¿qué es la inmortalidad?
Las catedrales son hermosas, maravillosas, de piedra; viene un terremoto y se
acabó. Miguel Ángel esculpió en mármol una obra fantástica; un terremoto o el fuego
puede destruirla; puede venir un lunático con un martillo y romperla. Nada de eso es
inmortal. Porque puede ser destruido. Cada estatua se convierte entonces en algo
muerto. Igual que cualquier poema o cuadro.
Uno se pregunta:¿qué es, entonces, la inmortalidad? No está en un edificio, no
está en una catedral, no está en el salvador que han inventado…, que el pensamiento ha
inventado, ni en los dioses que el hombre ha creado a su propia imagen.
Entonces, ¿qué es la inmortalidad? Porque está relacionada con la consciencia
y la muerte. A menos que lo descubra, la muerte será un terror. Uno trata de
inmortalizarse, de volverse inmortal pensando…que existe un brahman, un dios, que
existe la eternidad, alguien indescriptible, y uno hace cualquier cosa por acercarse a
’él’. De modo que llevaré una vida virtuosa, rezaré, mendigaré, obedeceré, viviré en la
pobreza, en la castidad, y así sucesivamente, para tener esa realidad inmortal en mí.
Pero sé que todo eso nace del pensamiento. Veo que el pensamiento y sus
productos son hijos de mujeres estériles.
La belleza en una iglesia, no que yo construya la iglesia; la belleza en una
catedral, en un poema, la belleza en una escultura, o una obra musical; la belleza…, no
el objeto de belleza. Esto es inmortal. Y no puedo alcanzarla, la mente no puede
alcanzarla…porque la belleza no está en el campo de la consciencia. Asique la
inmortalidad está en el campo del tiempo, y entonces la muerte también está en el
campo del tiempo, porque yo invento, con el pensamiento, las cosas del tiempo.
Y la muerte es el final…o el principio de un estado intemporal. Eso es lo que
me aterroriza. Por eso quiero que todo siga dentro del campo del tiempo. Decimos que
eso es inmortal: la estatua, el poema, la iglesia, la catedral. Pero veo que todo esto
también es transitorio; cualquier accidente puede destruirlo, o con un terremoto todo
desaparece.
De modo que la inmortalidad no está en el campo del tiempo, y el tiempo es
pensamiento; es obvio. Todo lo que inventa el pensamiento…debe estar en el campo
del tiempo. No obstante, el pensamiento trata de encontrar la inmortalidad,
inmortalidad para sí mismo y para las cosas que ha inventado.
Entonces, el problema es: ¿puede la mente ver esto…verlo? No imaginar que
lo ve...].
Y ante una pregunta del mismo tono en otro reportaje, Krishnamurti dice:
[Lo que voy a decirle acerca de la inmortalidad será difícil de comprender,
porque para mí la inmortalidad no es una creencia; existe. Lo cual es una cosa muy
diferente. Existe la inmortalidad - y no se trata de que yo la conozca o que crea en ella.

625
Espero que vea la diferencia. Tan pronto digo “la conozco”, la inmortalidad se vuelve
un objetivo, una cosa estática. Pero cuando no hay “yo”, hay inmortalidad. Cuídese de
la persona que dice: “Yo conozco la inmortalidad”, porque para ella la inmortalidad es
una cosa estática, lo cual implica que hay dualidad: están el “yo” y aquello que es
inmortal, dos cosas distintas. Lo que digo es que existe la inmortalidad, y existe porque
no existe la consciencia del “yo”.
Ahora, por favor, no diga que no creo en la inmortalidad. Para mí, la creencia
no tiene nada que ver con eso. La inmortalidad no es externa. Pero donde hay una
creencia en algo, tiene que haber un objeto y un sujeto. Por ejemplo, uno no cree en la
luz del Sol: ésta existe. Sólo una persona ciega que nunca haya visto la luz del Sol tiene
que creer en ella.
Para mí hay vida eterna, una vida que es un eterno devenir; es un devenir
eterno, no un crecimiento eterno, porque aquello que crece es transitorio. Ahora bien,
para comprender esa inmortalidad que yo digo que existe, la mente tiene que estar libre
de la idea de continuidad y no continuidad. Cuando una persona pregunta: ¿”Existe la
inmortalidad”?, quiere saber si, como individuo, continuará o si, como individuo, será
destruida. O sea, piensa sólo en términos de opuestos, en términos de dualidad: o existe
o no existe. Si se trata de comprender mi respuesta desde el punto de vista de la
dualidad, fracasará totalmente. Yo digo que la inmortalidad existe. Pero para realizar
esa inmortalidad, que es el éxtasis de la vida, la mente y el corazón deben estar libres
de la identificación con el conflicto que da origen a la consciencia del “yo”, y también
deben estar libres de la idea de aniquilación de la consciencia egocéntrica.
Pongámoslo de otro modo. Uno conoce sólo los opuestos: valor y miedo,
posesión y no posesión, desapego y apego. Toda nuestra vida está dividida en opuestos
- virtud y falta de virtud, bueno y malo - porque jamás afrontamos la vida
completamente, sino que siempre lo hacemos con esta reacción, con este trasfondo de
la división. Nosotros hemos creado este trasfondo, nosotros hemos mutilado nuestra
mente con estas ideas y entonces preguntamos: ¿”Existe la inmortalidad”? Yo digo que
existe, pero para comprenderla, la mente tiene que librarse de esta división. O sea, si
usted tiene miedo, no busque valor, deje que la mente se libere a sí misma del miedo;
vea la futilidad de lo que usted llama valor, comprenda que no es otra cosa que un
escapar del miedo, y que el miedo existirá en tanto exista esta idea de ganar y perder.
En vez de estar siempre tratando de alcanzar el opuesto, en vez de esforzarse en
desarrollar la cualidad opuesta, permita que la mente y el corazón se liberen a sí
mismos de aquello en que están atrapados. No trate de desarrollar lo opuesto. Entonces
sabrá por sí mismo, sin que nadie se lo diga ni lo conduzca a ello, qué es la
inmortalidad, inmortalidad que no es ni el “yo” ni el “tú”, sino la vida misma].

Cálculo del peso del cuerpo astral


Por mi parte, no creo en absoluto que se conozca a punto fijo el peso del
“doble” de un hombre.
Andrew Jackson Davis creía que pesaba alrededor de veintiocho gramos.
Otros afirman que no pesa absolutamente nada. Sin embargo, puesto que es sustancia,
el cuerpo astral tiene que tener algún peso. En este sentido, son de gran interés los
experimentos llevados a cabo por dos físicos holandeses, los doctores Johannes Willem
Matla (24 julio 1915) y Ernest Ferdinant Zaalberg Van Zelst (17 de noviembre de 1914

626
- 22 de septiembre de 1989). Estos investigadores se esforzaron por establecer la
composición y estructura del cuerpo astral.
Idearon al efecto un instrumento en extremo complicado, que denominaron
“dinamistógrafo”, y por medio de éste (según afirman) lograron obtener una
comunicación “directa” con el mundo espiritual, sin servirse de médium alguno. En
otras palabras, colocaron el aparato en una habitación, y observaron sus movimientos, a
través de una pequeña ventana de cristal situada en la pared, comprobando que la
máquina era manejada, aparentemente, por inteligencias espirituales; y las largas
“comunicaciones” así establecidas, fueron registradas por medio de un dial provisto de
letras, colocado sobre la parte superior del dinamistógrafo.
Existe un libro en francés titulado: “El Misterio de la muerte”, donde puede
encontrarse una detallada reseña de estos experimentos. En su obra “Modern Psychical
Phenomena”, Carrington, por su parte, también los ha resumido, (en el capítulo
“Comunicación instrumental con el mundo de los espíritus”). Extraigo de este artículo,
algunos párrafos relacionados con el cuerpo astral, cuya existencia fue establecida en
aquellas experimentaciones.
Puesto que eran físicos, estos investigadores se dijeron a sí mismos:
“Investiguemos y determinemos la estructura física y química exacta de este cuerpo —
su disposición y actividad molecular— y averigüemos, si es posible, su composición
precisa, tal como podríamos hacer con cualquier otro cuerpo”. He aquí las conclusiones
alcanzadas como resultado de una larga serie de experimentos que no podemos
detenernos ahora a examinar: “El cuerpo es susceptible de contracciones y
expansiones, por acción de la voluntad —esto es, la voluntad del cuerpo astral— siendo
la expansión de unos 1,26 mm., o sea 1/40.000.000 de su propio volumen, y la
contracción de dimensiones mucho más considerables, es decir, de cerca de 8 mm., lo
que equivale a 1/6.250.000 de su volumen. Su peso específico es cerca de 12,24 mg.
más liviano que el hidrógeno y unas 176,5 veces menor que el del aire”.
“La voluntad actúa sobre este cuerpo en forma mecánica, haciendo que se
expanda (eleve) o contraiga (descienda), al tiempo que la acción tiene lugar. Está
sujeto, de este modo, a la ley de la gravedad. Existe una fuerza X (desconocida) que
mantiene unidas a las moléculas del cuerpo. Los átomos que lo componen son en
extremo “pequeños y pesados”, pero se hallan muy separados unos de otros. La
densidad interna del cuerpo es más o menos igual a la del aire exterior. En caso de que
aumente la presión del aire que rodea al cuerpo, la del aire que se encuentra en su
interior, aumenta proporcionalmente... También se calculó el peso de este cuerpo,
hallándose que era éste de unos 69,5 gramos”.
Hasta cierto punto, estos resultados concuerdan con algunos experimentos
llevados a. cabo por el doctor Duncan MacDougall (1866 - 15 de octubre de 1920), de
Haverhill, Massachusetts, hace algunos años. Estos consistieron en pesar a cierto
número de pacientes agonizantes por consunción, en el momento de morir. A este
efecto, se colocaba la camilla con el cuerpo, en una balanza de alta precisión,
registrando así el peso de paciente junto con el de la cama, las ropas, etc. En el
momento de producirse la muerte, la aguja de la balanza avisaba inmediatamente.
El peso perdido en esta forma resultó ser, en cuatro de seis casos, de unos 65 a
70 gramos. Esto parece constituir una interesante confirmación de los experimentos
realizados en Holanda. También parece demostrar que el cuerpo astral es, en cierto
sentido, un objeto material, todo lo tenue que se quiera, pero material al fin.

627
Las ropas del fantasma
Los fantasmas de los muertos y los de los vivos, han sido vistos en muchas
ocasiones por ojos terrenos. Uno de los argumentos (negativos) al que con más
frecuencia suelen recurrir los escépticos, es el de que el fantasma se presenta vestido —
los observadores pueden describir por lo general el atuendo del ente astral— de modo
que (afirman ellos) sólo puede tratarse de una alucinación, pues si bien es cierto que el
cuerpo físico podría tener un duplicado astral, ya no es posible afirmar que las ropas
también lo tengan; en consecuencia, (afirman los descreídos) el espectro, en caso de
aparecer, sólo puede hacerlo desnudo.
Es perfectamente natural que el escéptico esgrima este argumento, exigiendo
una explicación de quienes afirman la realidad de estos fenómenos. Pero a su vez
podría preguntársele al escéptico: ¿”De dónde saca el chico sus ropas cuando se
convierte en un nuevo habitante del mundo físico? ¿No le ha sido preparado el ajuar de
antemano”? Entonces el incrédulo replicará afirmativamente; pues bien, en forma
similar puede sostenerse que las ropas del espíritu le han sido preparadas de antemano.
En varias ocasiones se me preguntó si podría arrojar alguna luz sobre este
problema de la indumentaria del fantasma y desde ya me apresuro a declarar que no es
mucho lo que puedo decir al respecto. Me limitaré, pues, a comunicar lo que yo he
observado. En lo que a la creación de las ropas se refiere, sé tanto de ello como de la
creación de mi cuerpo físico o de mi astral.
Pero hay algo que parece evidente y es esto: que la ropa del fantasma es
concebida, es decir, que no constituye un duplicado de la ropa física. El problema
capital sería entonces, a mi parecer, el de cómo son creadas estas ropas. En efecto, toda
vez que me encuentro vestido en mis proyecciones, me pregunto invariablemente de
qué estará hecha esa ropa, de dónde vendrá, cómo habrá llegado a mí, y cuál será su
aspecto.
Creo haber dicho ya que por lo general duermo bastante ligero de ropas, a fin
de evitar los sueños depresivos, con el consiguiente abatimiento del cuerpo astral, en
caso de producirse una proyección. Por otra parte, cuando las circunstancias lo han
hecho necesario, he dormido en pijama. Es sumamente curiosa la forma en que se
produce la duplicación astral; en efecto, nueve de cada diez veces encuentro, al
despertarme en el astral, todo tan perfectamente duplicado, que apenas alcanzo, a
darme cuenta de que me encuentro fuera de mi envoltura física; recién cuando
comienzo a moverme o trato de establecer contacto con los objetos (físicos) que me
rodean, adquiero la certeza de hallarme proyectado.
Casi podríamos asegurar, pese a no contar con el testimonio de todas las
personas que han muerto, que la primera impresión de la gran mayoría de ellas al
despertarse en el cuerpo astral, debe ser la de que se hallan en su cuerpo físico. Lo cual
nos demuestra hasta qué punto se duplica perfectamente el mundo físico en el astral.
Claro está que todo esto debe hallarse gobernado por alguna inteligencia superior que
el individuo lleva dentro suyo.
Todas las peculiaridades de nuestra vida completa ya están establecidas de
antemano para nosotros en el astral. Es ésta, precisamente, una de las cosas que más
confunden en este mundo. Si el individuo se ha mantenido apartado de la sociedad en
la vida real, lo más probable es que al despertarse en el astral se encuentre en

628
condiciones de aislamiento semejantes. En lo que a mí respecta, he pasado la mayor
parte de mi vida alejado de los grupos sociales y siempre, al despertarme en el astral,
me he hallado en medios semejantes, encontrándome rara vez con otros seres. Aunque
pueda parecer extraño al lector, no es esto, por ello, menos cierto.
Y si hemos dado estos ejemplos, sólo ha sido a fin de ilustrar cómo puede
prolongarse en el astral un hábito desarrollado durante la vida. Fuera de esto, también
existe aquella duplicación que tiene lugar en el momento de producirse la proyección
(pasajera o permanente), cuando el sujeto despierta para encontrar todo duplicado. Es
en esta categoría de fenómenos (duplicación), donde debemos situar la duplicidad de
las ropas del espíritu. En general, he comprobado que cuando mi cuerpo físico estaba
vestido con una ropa determinada, también mi astral aparecía vestido con aquella
prenda. Pero también aquí he observado algunas excepciones a la regla, todo lo cual no
hace sino demostrar las excentricidades de la inteligencia rectora. En efecto, sucede a
veces que el cuerpo físico se encuentra vestido de una manera dada, pero el astral se
presenta de otro modo; por lo común, con una especie de gasa blanca, a manera de
película envolvente. Esto no es en forma alguna insólito, siendo quizás la razón de que
los “fantasmas” hayan sido asociados invariablemente con las vestimentas blancas.
A veces los observadores confunden este atuendo astral con un “aura” y otras
veces el aura es confundida con la indumentaria.
Existe no obstante una diferencia. Podría suceder que el cuerpo astral
estuviera desnudo y entonces el aura actuaría a manera de ropa. En realidad, mi
creencia personal es que las ropas del espíritu están formadas por el aura. Algunas
veces al aura se presenta más densa que otras; también parece agolparse en ciertos
puntos con mayor densidad que en otros, haciendo que el espíritu asuma un aspecto
granulado realmente detestable. Claro está que esto es sólo lo que parece al observador
y no su naturaleza real.
Nadie debe afligirse con el temor de que pueda llegar a despertarse desnudo
en el astral, avergonzándose por ello, puesto que allí estará el aura para rodearlo, y no
bien comience a pensar en la necesidad de cubrirse con ropas, descubrirá con sorpresa
que sus pensamientos se han materializado en otras tantas prendas para su astral. El
pensamiento crea en el astral y la apariencia exterior será la reproducción exacta de lo
que el sujeto es en espíritu. De hecho, todo el mundo astral está gobernado por el
pensamiento.
En cierta ocasión, observé que de las emanaciones que rodeaban a mi cuerpo
astral se formaba cierto número de prendas exactamente iguales a las que cubrían mi
cuerpo físico, pese a hallarse ambos cuerpos separados por no más de un metro. En
otra, me desperté para encontrarme viajando con la velocidad intermedia. Un aura
sumamente densa me rodeaba, tan densa, en realidad, que apenas podía ver mi propio
cuerpo. Y así permaneció, hasta que el espíritu arribó a cierto punto donde quedó
vestido con el atuendo típico del “fantasma”.
Puede suceder que, al despertarse el individuo en el astral, ya esté vestido. Se
hace evidente, de este modo, que la misma sección de la mente subconsciente que
determina los fenómenos de duplicación, fabrica, por así decirlo, las ropas que visten al
astral.
Cualquiera que haya experimentado una proyección consciente, comprenderá
de inmediato que la mente consciente no crea necesariamente el atuendo del espíritu,
como algunos parecen creer.

629
La ropa es creada. De eso no puede caber ninguna duda. Es engendrada por la
mente interna, del mismo modo que son creadas las formas pensadas aun por la mente
consciente. En cuanto al proceso mismo de la creación, nada podría decir al respecto,
exactamente por la misma razón de que nada puedo decir acerca de la creación de la
materia física. Pero, de acuerdo con mis observaciones. las ropas parecen estar
formadas del aura coloreada que rodea al cuerpo astral. En efecto, cuando uno ve
modelarse las ropas (proceso que tiene lugar en forma casi instantánea) éstas parecen
constituirse como resultado de un espesamiento del aura, alrededor del cuerpo.
Recuerdo varios casos en que me encontré vestido en el astral, apenas unos
instantes después de haberse producido la discoincidencia.
En muchas oportunidades, mi madre me ha visto, estando exteriorizado. Unas
contadas veces gocé de consciencia al mismo tiempo, y mientras ella me veía a mí, yo
la veía a ella. En otras ocasiones, mi madre me ha visto rondar por los alrededores de la
casa en medio de la noche, sin que yo guardara más tarde, recuerdo alguno de haberlo
hecho (proyección astral inconsciente).
En todas esas oportunidades, ella me describió las ropas que llevaba puestas y
pese a que, según he dicho antes, el espíritu se halla vestido por lo general con una
réplica exacta de la ropa que el organismo físico tiene puesta, ella no reconoció muchas
veces el pijama que llevaba, comprobando posteriormente su primera impresión. Nunca
terminaría si comenzara a narrar todas las experiencias y ensayos de esta naturaleza,
que han tenido lugar dentro de los límites de mi propia casa, habiendo ocurrido, en su
mayoría, sin ninguna preparación previa; en otras palabras, en la mayoría de las
ocasiones en que fui “visto”, sólo se trató de proyecciones involuntarias, lo cual
elimina toda posibilidad de alucinación inducida por la “sugestión”.
Hay quienes afirman que no existen los espíritus desnudos. Eso es absurdo.
Los espíritus se visten según la moda y las costumbres de los lugares geográficos en
que han vivido. En el plano terreno, existen una gran cantidad de razas que viven
desnudas o semidesnudas. De igual modo, también lo están en el plano astral.
En ciertos aspectos. mis observaciones personales sobre la cuestión de la
indumentaria espiritual, coinciden parcialmente con las de Carolina D. Larsen. Veamos
lo que esta autora expresa en su libro: “Mis viajes por el mundo de los espíritus”:
“Puesto que el cuerpo astral es una copia exacta del físico, los hombres y las mujeres
siguen siendo tan hombres y mujeres en el mundo de los espíritus como en la tierra.
Todas sus características peculiares y cualidades masculinas o femeninas, permanecen
invariables. Los espíritus, al igual que los humanos, usan ropas... Las prendas se
forman de la siguiente manera: de las entidades espirituales emana un aura intensa, una
luz seudo-fosforescente. Esta aura se halla bajo el completo control de la mente. Es con
esta sustancia con que se modela el atuendo del cuerpo.
“En primer término, inmediatamente después de la muerte, se efectúa el
modelado que es, en la mayoría de los casos, un acto inconsciente. Pues no bien se
separa un espíritu del cuerpo físico, queda inmediatamente vestido, aun cuando esta no
sea más que una especie de sudario. Pero a medida que la mente recobra el control de sí
misma, el acto de vestirse se torna consciente y las características del atuendo
dependen en gran medida, del gusto del individuo”.
“De modo pues que inmediatamente después de la muerte, cuando el espíritu
se halla completamente dominado por las ideas y hábitos terrenos, los seres astrales
adoptan por lo general la moda, y los tipos de vestidos que habían preferido durante su
vida. De modo que lo que más me llamó la atención, en mis primeras andanzas por el

630
astral, fue el extraño espectáculo ofrecido por la multitud de espíritus, vestidos
exactamente igual que cualquier mortal, con prendas terrenales”.
“En el mundo de los espíritus, es el color del aura el que revela la calidad de
su proceso evolutivo. Todos los colores oscuros denotan un bajo grado de evolución. A
medida que el espíritu avanza, los colores del aura se tornan más y más brillantes.
Claro está que estos colores del aura determinan también el de sus ropas. De modo tal
entonces, que el carácter, la calidad y el grado de evolución del espíritu están indicados
por el color de sus ropas”.

“Según piensa el hombre”


Todo esto me recuerda otro punto, quizás el de más difícil comprensión de
todos los involucrados en los fenómenos astrales: me refiero al hecho de que todas las
cosas del plano astral parecen estar gobernadas por el pensamiento, más precisamente,
por la mente del proyector. Según piensa, ¡así es el hombre! Cuando pienso en cómo
transmitir al lector todo lo que esto significa, me desespera comprobar mi total
incapacidad para expresarlo en forma adecuada. De modo que sólo puedo repetir:
aquello que uno es en espíritu, será también en la realidad, cuando su cuerpo astral esté
proyectado.
Si alguna vez llega a aprender el lector a proyectarse conscientemente, su
asombro no tendrá límites, al observar las respuestas que invariablemente siguen a su
pensamiento. Permanentemente tendrá la sensación de que no puede pensar siquiera
con la velocidad necesaria. A mi juicio, es muy posible que, tras una permanencia
prolongada en el plano astral, resulte posible superar esa dificultad. La mayoría de las
veces, sin embargo, cuando el individuo piensa, antes de haber podido completar una
idea, ya ha obtenido lo que se proponía.
Veamos lo que dice Cora Linn Victoria Richmond (o también llamada Cora
Lodencia Verónica Scott fue una de las médiums más conocidas del movimiento del
espiritismo de la última mitad del siglo XIX. La mayor parte de su trabajo se realizó
como profesora de trance, aunque también escribió algunos libros cuya composición se
atribuyó a guías espirituales más que a su propia personalidad - 21 de abril de 1840,
Cuba, Nueva York, Estados Unidos - 3 de enero de 1923, Chicago, Illinois, Estados
Unidos) al hablar de sus propias experiencias fuera del cuerpo: “Cada vez me torné
más y más consciente de que la totalidad de mi ser, libre ya de las cadenas de los
sentidos corporales, podía percibir y recibir en forma perfecta la respuesta de cada
interrogante, aun antes de su completa formulación en el pensamiento”.
Resulta casi increíble, pero la voluntad subconsciente puede obtener el
resultado deseado aún antes de que este deseo se haya formulado en la mente. Así, el
sujeto piensa en visitar a un amigo y, antes de haberse hecho este pensamiento
completamente consciente, se encuentra ya en la casa del mismo. Claro está que es la
voluntad subconsciente la que tiene mayor dominio sobre el proyector, durante todo el
transcurso de la proyección —pero cuanto más frecuentes se hacen las proyecciones—
lo cual equivale a decir, cuanto más tiempo permanece uno en el astral, mayor se hace
el dominio de la voluntad consciente.
Un individuo puede moverse a lo largo de una calle en el cuerpo astral y
pensar: ¿”Qué sucede en el interior de esa casa”? E instantáneamente se encuentra a sí
mismo en el interior de la misma, o bien adquiere de pronto la facultad de ver dentro de

631
aquélla, etc. Esto explica, al mismo tiempo, por qué todo es tan incierto en el plano
astral: ¡Nunca puede decirse lo que va a suceder!

Purgatorio
Pese a todo lo maravilloso que el ser astral pueda parecer, se halla, en cierto
sentido, en medio de una especie de “confusión” o desconcierto; esta es la razón por la
que no existen dos personas que tengan experiencias similares; en efecto, lo que puede
ser cierto en una ocasión, bajo una tangible condición particular de la mente, podría ser
completamente diferente en otra oportunidad, con un estado espiritual distinto. Es
como si la mente creara su propio medio y este medio fuese, al mismo tiempo, ¡real!
Pero este estado determinado no puede prolongarse indefinidamente; por el contrario,
es una suerte de purgatorio donde uno debe aprender a pensar correctamente, con la
mayor rapidez posible.
Nadie podría librarse de esta condición pensando incorrectamente, así como
nadie puede remediar sus males con dinero; en efecto, los pensamientos erróneos crean
su propio medio erróneo. Este “lugar” del que estamos hablando (que yo me he tomado
la libertad de denominar plano astral) se encuentra aquí sobre la tierra, en medio de la
atmósfera terrena. Quizás el lector crea que lo que suele llamarse “purgatorio” no
encierra ninguna significación especial; sin embargo, ese término resulta
particularmente adecuado para designar el estado astral inferior.
En lo que a los estados astrales superiores se refiere, nada puedo decir acerca
de ellos. Hay algunos médiums que pretenden haberse proyectado a diversos planos y
subplanos del mundo astral, suministrando informes específicos acerca de las diversas
características de los mismos. Yo por mi parte, jamás he tenido proyección consciente
alguna como no haya sido en el plano terreno, tan terreno, como éste que habito en mi
cuerpo de carne y hueso. Algunos me han dicho que no me encuentro lo bastante
“evolucionado” y que, en caso de estarlo, tendría que alcanzar forzosamente otros
planos durante las proyecciones. De acuerdo con lo que afirman algunos médiums, es
tanta su perfección, que, en el momento de la muerte, a no dudarlo, se verán
inmediatamente proyectados en el ¡vigésimo plano! Mucho me temo que más de uno
de estos médiums estén en un lamentable error...
No hay nadie que comprenda plenamente el entorno del mundo astral. Nadie
podría entenderlo. Es demasiado complejo. Lo que en una ocasión resulta cierto, es, en
la siguiente, cualquier cosa menos la verdad. El mundo astral sólo puede ser objeto de
especulaciones polémicas y discusiones, y son muchas las teorías diferentes que se han
expuesto tratando de explicarlo.
La opinión más difundida es que el plano astral se compone de siete planos y
siete subplanos. No pido disculpas por el hecho de admitir que nada sé acerca de la
verdad o no verdad de esta séptuple escala de planos que constituyen, según se afirma,
el Plano Astral Universal. Son muchos los proyectores que afirman haberlos visto,
conducidos por “guías” quienes se encargan de explicarlo todo. Pero yo no debo
haberles caído simpático a estos guías, pues jamás me he encontrado con ninguno...
En todas las experiencias conscientes fuera del cuerpo que tuve hasta ahora,
jamás vi entidad alguna, como no fueran los seres terrenos que habitan en el mundo
físico. He visto, sí, espíritus astrales entre los terrenos, pero ninguno que pudiera
servirme de guía. Se me ha dicho que uno debe hallarse “altamente evolucionado” para

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poder pasar más allá de la atmósfera terrena; quizás sea ésta, después de todo, la razón
por la cual yo no he visto todas esas cosas maravillosas que afirman otros proyectores
durante sus exteriorizaciones.
En todo caso, siempre me he proyectado en la atmósfera terrena, y estoy
convencido de que prácticamente todos habrán de despertar al morir, en la atmósfera
astral terrena que hemos llamado “purgatorio”. Qué ocurre más allá de este purgatorio,
es cosa que no podría decir; sin embargo, pueden encontrarse en el mercado varios
libros de proyectores que pretenden haber penetrado en los reinos superiores, como así
también innumerables volúmenes que tratan de la vida que sucede a la muerte, todos
ellos al alcance de cualquier lector interesado.
Existe, sin embargo, algo que sé positivamente, y es que en la atmósfera
terrena —en este purgatorio de los muertos— se encuentran los entes astrales que
“frecuentan” a los terrenos. Es decir, que hay infinidad de espíritus de personas muertas
habitando en este plano terreno, si bien son intangibles con respecto a los objetos
físicos.
Las modernas corrientes espiritistas, sostienen que el espíritu sólo reside
pasajeramente en el astral, para luego continuar su incesante progresión hacia reinos
cada vez más elevados. Existe otra escuela que afirma la existencia del mundo astral,
pero, a diferencia de las anteriores, sostiene que los espíritus de los muertos que lo
habitan sólo se hallan allí en espera de una futura reencarnación, a fin de habitar
nuevamente en la carne.
El catolicismo, en todos los tiempos, ha mantenido la teoría del ‘purgatorio”.
En este sentido, la iglesia católica se aproxima a las enseñanzas del espiritismo más que
cualquier otra religión; en ambas concepciones, el “purgatorio” constituye un estado
pasajero, intermedio, en donde los “espíritus” de los muertos se preparan para una vida
más permanente. Es sumamente curioso que tanto los católicos como los espiritistas
sostengan que las almas puedan ser ayudadas durante su permanencia en el purgatorio
por los ruegos de los vivos.
En el purgatorio de los muertos, la mente del espíritu regula sus condiciones
de vida; en él, los viejos hábitos y deseos terrenos siguen haciendo presa todavía del
espíritu. De este modo, el ente astral debe aprender a pensar correctamente, puesto que
son éstos los que lo gobiernan.

El pensamiento como sostén del cuerpo astral


No es sino el pensamiento el que sustenta al cuerpo astral. ¿Cree acaso el
lector que el ser astral camina sobre el piso de una casa porque éste lo sostiene? ¡De
ningún modo! ¡Jamás! El espíritu es completamente independiente del piso. De hecho,
no realiza el menor contacto con el mismo. Y, no obstante, puede caminar sobre él.
¿por qué? Simplemente porque el pensamiento lo sostiene.
Dentro del cuerpo físico siempre hemos caminado sobre el piso y, por la
fuerza del hábito (profundamente arraigado en la mente subconsciente) sigue
caminando ahora en ese nivel, en lugar de hacerlo en otro cualquiera. La costumbre de
caminar sobre el piso, permite al espíritu hacerlo también en el astral, manteniéndolo
en el mismo nivel. De este modo, el deseo de caminar por un piso más elevado,
también podría sostener al astral, permitiéndole hacerlo. La voluntad subconsciente

633
regula el peso del cuerpo astral, haciendo que éste se eleve o caiga, o bien que
permanezca a una altura dada. También la voluntad consciente puede hacerlo.
Jamás una mente mortal podría explicar todos esos fenómenos. Jamás podría
un hombre entender cabalmente cómo crea “realidad” el pensamiento en el mundo
astral. Imagínese el lector caminando sobre el piso alto de una casa, como si aquél lo
sostuviese, ¡pero sin hacer contacto alguno, en realidad, con el mismo! Claro está que
cualquiera supondría que la sensación experimentada en estos casos, debe ser
sumamente extraña. Sin embargo, no lo es. En realidad, el espíritu ni siquiera se da
cuenta de ello; y es que si uno comienza a pensar en esto —como he hecho yo muchas
veces— entonces el espíritu se cae. ¿Por qué? Simplemente porque el proyector piensa
que el piso, al no hacer contacto con su cuerpo, ¡no puede sostenerlo!
Si podemos avanzar inconscientemente en esta forma, ello se debe a que la
voluntad subconsciente mantiene el cuerpo erguido debido a la fuerza del hábito en esa
posición. Cuando el lector camina en el físico, con toda seguridad que no piensa en lo
que está haciendo. Y tampoco repara en ello cuando se encuentra en el astral;
simplemente se trata de un hábito; en otras palabras, de una expresión subconsciente.
Del mismo modo, cuando el sujeto sube o baja escaleras en el cuerpo astral, no repara
en el hecho de que no pisa realmente sobre los escalones. Pero bastará que piense en
ello para caer verticalmente.
He aquí un ejemplo, a fin de ilustrar todo lo errático que puede ser el
funcionamiento de la mente en el astral. Por regla general tratamos de evitar colisionar
con algún automóvil, en nuestra vida terrena, cuando cruzamos las calles. En todos
nosotros se ha formado el hábito de mirar a ambos lados antes de cruzar una calle, a fin
de comprobar si se acerca algún vehículo.
Cierta vez me ocurrió encontrarme proyectado en el astral, caminando por la
vereda. Pues bien, aunque a la luz de la reflexión resulte absurdo, entonces me pareció
sumamente natural detenerme en la esquina para ver si venía algún auto. ¡La fuerza de
la costumbre! Otras veces, sin embargo, consciente de que ningún auto podía hacerme
el menor daño, jamás me detuve a ver si se aproximaba o no alguno.
En forma análoga, uno se siente inclinado, a veces, a evitar a las personas. El
sujeto puede hallarse caminando por una vereda y al salirle una persona de carne y
hueso al paso, puede ocurrir que la esquive inconscientemente. Otras veces, por el
contrario, el individuo pasará simplemente a través de cuantos transeúntes le salgan al
paso, sin pensar por un solo momento en la posibilidad de chocar con ellos. Todo lo
cual no sirve sino para mostrar que (en el astral) lo que sucede en una ocasión puede
muy bien no suceder a la siguiente; todo depende del pensamiento, consciente o
inconsciente, que domine la mente en cada caso.
En lo que a atravesar otros seres terrenos se refiere, no está demás decir que la
primera vez que uno experimenta esta sensación, se recibe una impresión casi
sobrenatural. Hay quienes afirman que, en estas oportunidades, el ser terreno, al ser
atravesado, experimenta una especie de soplo frío. No sé si esto será cierto o no, pero
lo dudo; el astral, por lo menos, no siente nada en absoluto en esas ocasiones, como no
sea la extraña impresión de atravesar objetos corpóreos.
No hay palabras que puedan expresar la sensación de “prodigio” que se
adueña del proyector cuando se torna perfectamente consciente en el purgatorio de los
muertos y ve a los espíritus cautivos, cabalga por el aire, se sostiene a si mismo con el
pensamiento, pasa a través de seres y cosas materiales (que no le ofrecen más

634
resistencia que el aire) y escucha la “charla” de seres que ni sospechan siquiera de su
presencia.
Y, sin embargo, pese a todo lo maravilloso que encierra el plano astral, es
agradable volver a sentirse en el cuerpo físico y poder “tocar” otra vez ¡Tocar! ¡Si tan
sólo pudieran palparse las cosas en el purgatorio! ¡He aquí el verdadero “infierno”! Yo
encuentro casi milagroso que ciertos espíritus cautivos que se hallan bajo la influencia
de la super tendencia de un hábito o deseo de realizar un determinado contacto
“palpable”, no se vuelvan locos. Sólo existe un remedio en tal estado: alejarse de lo
terreno, y “querer” poner fin a la tendencia de ese hábito y deseo imposibles.

Los espíritus cautivos no son numerosos


Los espíritus en cautiverio no son tan numerosos como podría creerse. Uno de
los errores más corrientes es creer que no bien se abandona el cuerpo físico, se tornan
visibles miles de espíritus en derredor de uno. No es éste el caso, sin embargo, pues si
bien existen algunos, no son muchos. Lo más frecuente es no ver ningún espíritu
durante la proyección. Por lo general, uno se encuentra absolutamente solo: un extraño
en medio de una tierra extraña y familiar a un tiempo.
Según se afirma, en las calles de las grandes ciudades, existen cientos de
espíritus o de seres astrales en permanente contacto con los de carne y hueso. Hay
quienes afirman que una vez que el sujeto se halla proyectado conscientemente en el
astral, es capaz de ver a grandes distancias. Esta, como todas las demás afirmaciones de
este tipo, no siempre son ciertas. En realidad, difícilmente pueda contestarse una sola
pregunta relacionada con el plano astral sin tener que decir: “a veces sí, pero otras no”.
Bien podría suceder que un sujeto se proyectase, encontrándose en medio de
una situación dada, y volviera a interiorizarse, persuadido de que ya sabe todo cuanto
hay por saber acerca del mundo astral. Sin embargo, tan sólo sabría algo acerca de la
situación particular que le tocó experimentar. Dada la inmensa variedad de situaciones
posibles, son muchas las descripciones referentes a fenómenos astrales francamente
contradictorias; lo que un médium da como evidente y natural, otro lo rechaza por
absurdo o falso. Y esto vale también para los espíritus. No hay dos espíritus, en efecto,
que piensen en la misma forma.
Y ya que estamos tratando el tema de los espíritus cautivos, permítaseme citar
otra experiencia con ellos relacionada. (De ser esto posible, podría escribir otro
volumen con la narración de todas las experiencias que he tenido a lo largo de muchos
años de proyecciones en el astral; aquí, sin embargo, me he limitado a citar aquellas
que, por una razón u otra, arrojan cierta luz sobre el fenómeno). Podríamos llamarla:

Una lucha con un demonio astral


En 1923 un hombre que vivía en mi misma ciudad, murió de cáncer de
estómago. La esposa de este individuo era muy amiga de mi madre y, pocos días
después del sepelio, tuvieron oportunidad de hablar extensamente. Le confió así (la
esposa del muerto) una cantidad de cosas que durante la vida del marido había
mantenido en secreto, que revelaban el verdadero carácter de aquél. Según ella, había
sido un verdadero bruto, lleno de vicios y malas condiciones; pues bien, ciertas cosas

635
que luego me contó mi madre, relativas al muerto, hicieron que le cobrara un odio
profundo. Recuerdo claramente cómo me “hirvió la sangre” de rabia al enterarme de
ciertos actos realizados por el muerto.
Esta conversación tuvo lugar alrededor de las siete y media de la tarde, y a las
nueve de la noche ya me había olvidado del incidente por completo. Esa noche, al
acostarme, experimenté una proyección consciente. Había pasado por las primeras
etapas del proceso con toda felicidad, aterrizando con mis pies fuera del límite de
actividad del cable, en completa libertad. Entonces di unos cuantos pasos hacia
adelante, pero luego me detuve, para echar un vistazo a mi cuerpo físico. (Es algo que
rara vez deja de hacerse).
Mis ojos tropezaron con un espectáculo aterrador y vergonzoso a la vez. Allí
estaba F. D. (el muerto), mirándome como un loco. Jamás podré olvidar mientras viva,
la salvaje expresión que tenía su rostro. Instintivamente comprendí que deseaba
vengarse, lo cual me hizo experimentar un profundo terror. No sabía en absoluto qué
hacer, pero antes de que atinara a reaccionar, ¡se abalanzó sobre mí! Durante unos
instantes nos trabamos en lucha, en la que él llevaba la mejor parte, mientras me
maldecía y golpeaba con todas sus fuerzas.
Su vigor resultó ser considerablemente superior al mío en aquel momento,
pero un instante después, descubrí de golpe que el mío, rector, me arrastraba hacia
“dentro”. Cuando este poder vino en mi ayuda, F. D. sólo parecía tener la fibra de un
pigmeo, pues pese a haberse aferrado con todas sus garras de mi cuerpo astral, éste
siguió moviéndose sin la menor vacilación hacia el cuerpo físico. Al llegar dentro del
radio de actividad del cable, una fuerza todavía mayor pareció infundirse en mi ánimo.
Pese a todos los esfuerzos del demonio para sujetarme, me elevé en el aire
horizontalmente, alcancé la posición directamente encima del cuerpo físico y me
precipité sobre éste, en una caída que determinó probablemente la repercusión más
violenta que jamás haya experimentado.
En todo el proceso me había hallado tan lúcido como lo estoy en este
momento o como lo está usted, lector, mientras lee estas líneas. Los escépticos dirán
que esto sólo fue una pesadilla; pero yo sé muy bien cuándo estoy consciente y sé
también, cuando estoy consciente, lo que es real y lo que no lo es. ¡Y ésta no fue una
pesadilla! ¡Fue todo real! Fue tan real como podría serlo cualquier pelea con un ser de
carne y hueso.

Obsesión
Y esto nos lleva al tema de la “obsesión”. Entre los propios espiritistas, existe
una polémica con respecto a si los espíritus cautivos en el purgatorio, pueden o no
ejercer influencias malignas sobre los mortales. Quien escribe estas líneas cree
firmemente en la posibilidad de la obsesión causada por espíritus. No es lógico que los
espiritistas y ocultistas sostengan, por una parte, que los buenos espíritus pueden influir
sobre las mentes terrenas, y por otra, que los espíritus malos no pueden hacerlo.
La ciencia moderna considera falsa la teoría de la obsesión espiritual,
afirmando que todos los casos en que se supone la existencia de influencias por parte
de los espíritus, no son en realidad sino casos de enfermedad de la mente y el cuerpo,
siendo su único remedio posible una atención médica adecuada. Los espiritistas
experimentados saben, sin embargo, que, si bien existen muchos casos de obsesión

636
aparente que pueden explicarse en esta forma, también los hay de verdaderas
obsesiones ejercidas por espíritus desprendidos de sus cuerpos, poco evolucionados.
Nada menos que William James dijo poco antes de morir: “La resistencia de los
estudios modernos a tratar la obsesión como una hipótesis por lo menos posible, pese a
toda la tradición basada en experiencias concretas que la apoya, me ha parecido
siempre el más curioso ejemplo del poder que tiene la moda, aun en las disciplinas que
consideramos ‘científicas’ ...”.
“No me cabe la menor duda de que la teoría de los espíritus (no
necesariamente de los demonios) pronto encontrará amplias oportunidades de
desarrollo. Ciertamente que hay que ser exageradamente ‘científico’ para permanecer
ciego e ignorante a esta posibilidad”.
El profesor James Hervey Hyslop, (18 de agosto de 1854 - 17 de junio de
1920 - profesor de ética y lógica en la universidad de Columbia, psicólogo e
investigador psíquico, uno de los primeros psicólogos estadounidenses en conectar la
psicología con los fenómenos psíquicos) declara, en su obra: ‘La vida después de la
muerte’: “Manifiesto y vuelvo a afirmar que la explicación de este caso reside en la
obsesión, espiritual o demoníaca. Antes de aceptar esta teoría, la combatí durante diez
años, hasta convencerme finalmente de que la supervivencia después de la muerte
estaba probada”.
He aquí el caso mencionado por el doctor Hyslop: “...Se trata aquí de un caso
de disociación, causado por el brutal tratamiento paterno; el resultado fue una forma de
personalidad múltiple que los médicos consideraron incurable, pronosticando a la
paciente el manicomio como destino cierto hasta el fin de sus días. Los distintos
médicos hicieron diagnósticos diferentes; para unos se trataba de paranoia, para otros
de demencia precoz, etc., pero donde los médicos fracasaron, la paciencia y cuidado de
un clérigo lograron restaurar a la niña su salud mental. Fue así como se tornó con el
tiempo, capaz de encarar un vasto negocio relacionado con la cría de aves, llegando a
ser vicepresidenta de la asociación encargada de su fomento, presidiendo las asambleas
y reuniones con inteligencia y con toda presencia de ánimo”.
“Posteriormente, ya curada, fue sometida a ciertos experimentos con un
psiquista, los cuales demostraron que se trataba de un caso de obsesión por la acción de
los espíritus. La profesión de médium comienza a desarrollarse como un medio eficaz
para impedir los casos de obsesión maligna. Gracias a este tratamiento, los pacientes
pueden retornar a su vida normal”.
Al referirse a las consecuencias implicadas por esta posición teórica, expresa
más adelante nuestro autor: “Lo más notable de estos casos es el efecto revolucionario
que habrán de tener en el campo de la medicina. Es perfectamente posible que miles de
enfermos a quienes se diagnosticó paranoia, curen con este nuevo tratamiento. Es hora
ya de que el mundo médico abra los ojos y aprenda algo”.
En “el caso 89”, que relaté algunos capítulos antes bajo el título general:
“Duplicación de la Sensibilidad y la Obsesión”, encontramos un ejemplo en extremo
interesante de la obsesión de que puede ser objeto un ser terreno, por parte de un
espíritu astral.
Algunos espíritus obsesionan de intento, otros, sin saberlo. A menudo, el
propio espíritu se halla obsesionado, como en el caso del “89”. La tendencia del deseo
terrenal es tan fuerte en el astral, que, si hay algo que debe percatarnos, es precisamente
que sean miles las personas obsesionadas por estos entes astrales que se esfuerzan en
vano por regresar a sus cuerpos materiales y aplacar sus deseos. Casi no hace falta

637
decir que las inteligencias que obsesionan a los individuos terrenos, son espíritus
situados en el purgatorio.
Pueden encontrarse algunos casos sorprendentes de obsesión —en los que los
entes obsesionantes dieron pruebas evidentes de su propia existencia independiente—
en los libros de J. Godfrey Raupert (1858-1929): “Los peligros del espiritismo”, “El
espiritismo moderno” y “El problema supremo”, también en la obra del doctor James
Martin Peebles (23 de marzo de 1822 – 15 de febrero de 1922) (médico
estadounidense, autor prolífico y organizador de muchas asociaciones profesionales,
médicas y religiosas), “La obsesión espiritual: Los demonios a través de los tiempos”.
En el artículo del doctor Elbert Hubbard Carson sobre “La Obsesión” se hallará un
examen único del tema; Carrington, por su parte, ha recopilado gran número de casos
excepcionales que presentan todos los signos aparentes del histórico fenómeno.
El libro del doctor Carl August Wickland (14 de febrero de 1861 – 13 de
noviembre de 1945, psiquiatra e investigador psíquico sueco-estadounidense del siglo
XX), ‘Treinta años entre los muertos’, también trata el tema de la “obsesión”. Es
interesante destacar que el doctor Wickland posee un instituto en Los Ángeles,
California, donde anualmente se curan decenas de pacientes “obsesionados”, mediante
el tratamiento espiritista ordinario. No es corto el número de autores e investigadores
modernos que han llegado finalmente a la conclusión de que la “obsesión” espiritual es
un hecho auténtico.
Una de las principales objeciones que suele formularse contra la práctica de la
proyección del cuerpo astral es que, mientras el espíritu se halla exteriorizado fuera del
cuerpo, podría suceder que un ente astral extraño se introdujese en el organismo físico,
impidiendo así a su verdadero propietario (el proyector) retornar nuevamente a su
cuerpo. Reconozco que nada puedo decir acerca de la mayor o menor probabilidad de
este tipo de obsesión; sin embargo, se me hace difícil aceptar como cierta esta teoría
con tanta frecuencia defendida por los espiritistas, y en verdad existe una razón para
que este tipo de obsesión no sea probable.
En efecto, si un ente cautivo no tuviera más que introducirse en un organismo
físico cuando el astral se encuentra proyectado para procurarse un nuevo cuerpo físico,
todas las noches habría cientos de víctimas, pues noche a noche (no debemos
olvidarlo), hay cientos de personas que se exteriorizan, viajando en sus cuerpos
oníricos, ya sea que se percaten o no de ello. No podríamos afirmar, pues,
categóricamente, que los entes cautivos saquen partido de este hecho, asumiendo el
control del organismo físico así abandonado. No cabe ninguna duda de que muchos de
los llamados peligros de la proyección astral, han sido objeto de grandes exageraciones.
En tanto que los psicólogos atribuyen todos los casos de personalidad dual y
hasta múltiple a la disociación o “rupturas” de la propia mente del sujeto, muchos
espiritistas eminentes sostienen que gran parte de esos casos son fruto, simplemente, de
la obsesión espiritual. Según me parece a mí, los espiritistas llevan, con mucho, la
mejor parte; en efecto, sus argumentos son lógicos, porque pueden explicar el origen de
la consciencia ajena que esos individuos presentan y mostrar cómo se ha desarrollado
esa consciencia. Los psicólogos, por el contrario, no siempre parecen poder
proporcionar una explicación satisfactoria de la forma en que se desarrolla esta segunda
consciencia, y muchas de las explicaciones a que entonces recurren son cualquier cosa,
menos plausibles.

638
Sabemos perfectamente, claro está, que todo lo que se llama “obsesión” no es
necesariamente obsesión espiritual y que, en infinidad de casos, la propia mente del
sujeto puede obsesionarse a sí misma.

Los Registros Akáshicos


Existe una difundida creencia de que, toda vez que una persona se encuentra
proyectada fuera de su cuerpo físico en el plano astral, se halla dotada de la facultad de
ver tanto el pasado como el futuro. En todas mis proyecciones conscientes, sin
embargo, sólo me ha tocado ver el presente.
Hay quienes afirman que, en cierto punto, existe un registro de todas las cosas
que se hayan dicho o hecho y que, en ciertas condiciones, se puede llegar a “leer” este
registro. Aunque jamás los he visto —los Registros Akáshicos, como los llaman— y
aunque tampoco he visto nunca el futuro estando consciente, he vivido, sin embargo,
en estados parcialmente conscientes en el cuerpo astral, ciertos hechos que no me
habían ocurrido todavía en mi vida física. En seguida daré más detalles acerca de estas
experiencias; entre tanto, permítaseme resumir lo que otros autores han dicho acerca de
los Registros Akáshicos.
Los Registros Akáshicos no se encuentran incluidos en ningún libro de
grandes proporciones, sino que constituyen otras tantas impresiones de todas las
palabras, de todas las escenas y actos que hayan ocurrido desde el principio de los
tiempos en el Éter Universal o “Luz Astral”. No debe parecernos esto demasiado
maravilloso, sin embargo, pues, si bien en pequeña escala, poseemos algo parecido en
nuestra memoria. En alguna parte de nuestro ser, se conserva el cuidadoso registro de
nuestro pasado. Diséquese el cerebro y no se encontrará la más mínima huella de lo que
llamamos “memoria”. Y, sin embargo, cada vez que se recuerda un hecho pasado, se
tiene la prueba de que éste se halla registrado en algún punto oculto e invisible. ¿Dónde
pues, está la memoria? ¿Son los Registros Akáshicos mucho más misteriosos que
nuestra propia memoria? La física nos enseña que la luz viaja con una velocidad de
unos 300.000 kilómetros por segundo. Existen estrellas fijas tan distantes de la tierra
que la luz que partió de ellas hace miles de años recién ahora está llegando a nosotros.
Podemos mirar una estrella fija, pero no la vemos como es ahora, o en el punto que
ocupa realmente, sino como era y donde estaba cientos de años atrás, cuando los rayos
de luz que ahora impresionan nuestra retina, habían salido de ella.
Veamos lo que dice Carrington al respecto: “La luz necesita un tiempo
considerable para recorrer tan enormes distancias, aun a la velocidad de 300.000
km/seg. (esto equivale, como sabrá el lector, a dar siete vueltas y media a la tierra en un
segundo). Según estos cálculos, la luz que nos llega del sol necesita ocho minutos para
recorrer la distancia que separa La Tierra de aquel astro”.
“Pues bien, si uno mira el sol, aunque lo vea aparentemente en este momento,
sólo ve el sol como era hace ocho minutos y no el sol como es en este preciso
momento; el sol de este momento recién podremos verlo dentro de ocho minutos; de
modo tal que, si hubiera una carrera de caballos en el sol, nosotros recién los veríamos
correr ocho minutos después de concluida la carrera”.
“Teóricamente, si el sol se alejara de nosotros y pudiéramos seguir viendo lo
que en él sucede, la luz, en lugar de necesitar ocho minutos para llegar a nosotros,
podría requerir un año, y entonces estaríamos viendo las cosas que sucedieron un año

639
antes. Pues bien; algunas estrellas se encuentran a distancias tan grandes que su luz
necesita cientos de miles de años para llegar a nosotros, viajando a la velocidad de
300.000 km/seg. (En astronomía las distancias se calculan por medio de lo que se llama
unidad ‘año luz’; esta unidad representa la distancia que recorre la luz en un año; para
tener idea de las dimensiones del universo, digamos que hay estrellas distantes a medio
millón de años luz)”.
“Todo lo cual nos lleva a este punto: supongamos que algo sucediese en La
Tierra y que al mismo tiempo hubiera alguien en el espacio, a una distancia suficiente,
para ver, al contemplar La Tierra, lo que sucedió aquí hace un año; es decir, que la luz
que partió de nuestro globo hacia el espacio hace un año, llegará a ese punto en este
momento. Supongamos ahora que un sujeto realice cierta acción; dentro de un año, el
observador teórico situado en aquel punto hipotético podría ver esa acción, es decir, la
acción sería registrada dentro de un año (o dentro de cien, mil o un millón de años X,
según la distancia a que se encuentre el observador hipotético)”.
“De modo tal que, si uno pudiera alejarse suficientemente en el espacio,
siempre existiría un punto, teóricamente, en que podría verse aquella acción registrada
en el éter”.
Así, por ejemplo, vemos todavía la luz de estrellas que han dejado de brillar
hace cientos de años. Las vibraciones lumínicas, puestas en movimiento largo tiempo
atrás, existen todavía, después de haber desaparecido la fuente que las originó. ¿Son
acaso los Registros Akáshicos más misteriosos? Según se afirma, el éter universal,
posee un registro fiel de todo lo que ha sucedido desde el principio de los tiempos. Los
hindúes sostienen que, si uno se encuentra lo bastante evolucionado, puede llegar a leer
estos registros.
Veamos cómo se expresa Swami Panchadasi, uno de los grandes maestros del
arte de la proyección astral: (libro escrito probablemente por William Walker Atkinson
(diciembre 5, 1862 - noviembre 22, 1932), abogado, comerciante, editor, y autor, así
como un ocultista y un pionero americano del movimiento “Nuevo Pensamiento”, bajo
ese seudónimo, y otros como Theron Q. Dumont y Yogi Ramacharaka).
“Desplazándose hacia cierto punto del tiempo, en la cuarta dimensión, puede
verse el cuadro animado de la historia de cualquier parte de la tierra y correspondiente
a toda época, desde el principio del mundo hasta el presente, o bien la crónica puede
invertirse. viajando hacia atrás, es decir, remontándose hasta los orígenes de los
tiempos”.
“También puede viajarse en el astral en las dimensiones espaciales ordinarias,
y si así se desea, ver los hechos que ocurrieron simultáneamente en La Tierra en un
tiempo dado”.
“Si hemos de atenernos a la verdad, sin embargo. debemos admitir que los
registros reales del pasado... sólo se encuentran en un plano mucho más elevado que el
astral y que lo que el sujeto alcanza a vislumbrar, no es sino un reflejo (prácticamente
perfecto, sin embargo) de los registros originales”.
“No obstante, hasta la misma percepción de este reflejo en la luz astral,
requiere un elevado grado de evolución oculta... Un clarividente ordinario, sin
embargo, puede captar a menudo vislumbres ocasionales de estos cuadros astrales,
siendo capaz de describir con bastante precisión ciertos hechos que pertenecen al
pasado o el futuro”.

640
La ejecución de hechos futuros en el cuerpo onírico
Ya sabemos que ciertos hechos (ocurridos en el pasado) pueden volver a
vivirse en el astral en el transcurso de un sueño proyectivo. Con frecuencia la mente,
absorta en la contemplación del futuro, hace que el sujeto que sueña (proyectado) viva
ciertos hechos que no han ocurrido todavía en el mundo material.
Claro está que un individuo puede experimentar contemplar el futuro, sin que
el cuerpo onírico efectúe alguna acción aparente: pero ocurre frecuentemente
(especialmente en los casos de individuos con particular predisposición hacía la
proyección) que al mismo tiempo que se produce el sueño con contemplación del
futuro, el cuerpo astral participa activamente en el mismo. Por mi parte, he tenido
varias experiencias de esta clase, encontrándome, al despertar de un sueño, en plena
ejecución astral de los hechos soñados.
He aquí un ejemplo de una experiencia ocurrida hace ya muchos años: Soñé
que salía por la puerta del frente de mi casa y caminando por la calle, me dirigía a la
escuela. (Para llegar a la escuela podía seguir indistintamente dos caminos: uno de
ellos, el trayecto más directo, pasaba por el distrito residencial del pueblo; el otro, más
largo, por la zona comercial. Al regresar a la escuela, después del almuerzo, casi
invariablemente elegía la zona residencial, puesto que ese camino era el más corto y
directo).
En el sueño, oía que alguien me llamaba, al tiempo que caminaba por la calle,
y al darme vuelta, un amigo mío que vivía a varias cuadras de mi casa, se me acercaba
corriendo para alcanzarme. Ambos éramos compañeros de grado, de modo que, en el
trayecto hacia la escuela, comentábamos los problemas de la clase de la tarde.
Llegábamos así, finalmente, al punto en que las rutas divergían; una, a través
de la zona comercial, la otra, por el distrito residencial.
Como era mi costumbre, yo comenzaba a caminar por este último camino,
esperando que mi amigo me siguiera. Pero éste me había dicho “ven, vamos por la
ciudad, total…tenemos tiempo de sobra”.
De este modo, optamos finalmente por el camino que llevaba a través de la
zona comercial. Me detuve entonces a mirar la vidriera de un negocio y, viendo un par
de medias sumamente bonito, entré a comprarlo. Luego reanudamos nuestra marcha
hacia el colegio. Al llegar al parque, vi a un compañero que se acercaba hacia nosotros,
a quien reconocí de inmediato. Cuando estuvo a corta distancia, me escupió uno de los
zapatos, y luego, haciendo una mueca, se escapó a toda marcha. Claro está que el chico
era un diablo.
Unos pocos instantes después, a medida que avanzaba hacia el edificio de la
escuela, comencé a tornarme cada vez más consciente, comprendiendo, aun antes de
haber adquirido una completa lucidez, que realmente me hallaba caminando por el
parque. Desperté entonces completamente en el astral, comprobando que mis acciones
habían sido reales; pero las personas del sueño habían desaparecido y yo estaba solo en
mi cuerpo astral.
Varias semanas después de haber tenido este suceso, ocurrieron en la realidad
todos los hechos antes narrados. Así, salí de mi casa camino a la escuela; mi amigo me
alcanzó corriendo; caminamos juntos hasta la encrucijada donde aquél me convenció
de seguir por el camino que llevaba a través del distrito comercial; vi las medias en la
vidriera de una tienda y las compré; atravesamos el parque y nos salió al encuentro el
mismo diablejo que había visto en el sueño, y, también como en el sueño, se nos acercó

641
rápidamente. Entonces le dije al compañero que iba conmigo: “Este me va a escupir el
zapato”. Y así lo hizo efectivamente, haciendo una mueca y huyendo luego
precipitadamente.
Como se desprende de este ejemplo, el cuerpo astral ejecutó un hecho que no
ocurrió en el mundo físico, sino varias semanas después.
He aquí otro caso más: En la primavera de 1927 me desperté una noche en el
astral, hallándome en un lugar extraño; tratábase de un parque en extremo atrayente.
Miré en mi derredor, observé sus características, tomando nota de muchos rasgos
especiales, como así también de su aspecto general. Me llamó particularmente la
atención una alta pared de piedra y dos pequeños puentes que cruzaban un arroyo. No
tenía el menor recuerdo de haber visitado nunca este lugar, ni sabía dónde se hallaba.
Tampoco pude recordar más tarde el trayecto recorrido por el astral en su regreso al
cuerpo físico. Recién dos meses más tarde, al realizar un viaje con un amigo, acerté a
visitar un parque en cierta ciudad, situada a unos ochenta kilómetros de mi pueblo,
comprobando que se trataba exactamente del mismo lugar que había visitado
previamente en mi cuerpo astral.
Son muchas las experiencias semejantes a ésta que podría citar. Bastan, sin
embargo, como ejemplo, las dos mencionadas más arriba. En realidad, difícilmente
pasa una sola semana sin que se produzca algún sueño con contemplación del futuro;
sin embargo, sólo en algunas ocasiones adquiero consciencia durante él.
He observado el hecho de que cuando se experimenta un sueño proyectivo con
contemplación del futuro, casi siempre comienza con alguna actividad rutinaria. Es
decir que el sueño, si bien se origina con una diligencia perfectamente familiar, se
desvía luego, siguiendo un curso diferente; de este modo, el individuo ejecuta en su
sueño cierta actividad que tiene por costumbre realizar a diario, hasta llegar a cierto
punto en que ocurre algo novedoso que todavía no ha sucedido en la realidad. Mi sueño
del trayecto a la escuela, constituye un ejemplo acabado de este tipo de experiencias.
Por regla general, después de uno de esos sueños, éste se “materializa” durante
el transcurso del día siguiente; pero también aquí, como en los casos que acabamos de
mencionar, la acción no tiene lugar en la realidad, sino hasta varias semanas después de
haberla ejecutado el cuerpo astral. Por otra parte, puede muy bien ser que mi cuerpo
astral haya ejecutado infinidad de sueños con contemplación del futuro, de los cuales
nada evoco, puesto que no siempre se recuerdan todos los sueños, y no siempre se
despierta el proyector en medio de uno. Es realmente lamentable que no podamos
encontrar algún método para soñar a voluntad con hechos futuros...
Algunas veces, en el transcurrir de un sueño proyectivo, el sujeto puede
encontrarse en medio de algún lugar extraño, y hallarse casi consciente, viendo todo
cuanto sucede en su derredor. Pero, al despertar en su cuerpo físico, no sabe a ciencia
cierta si los hechos ocurrieron realmente, atribuyéndolos, las más de las veces (al
recordarlos), a los ensueños nocturnos. Es muy posible que nunca llegue a tener
conocimiento de que lo soñado realmente tuvo lugar, siendo algo más que mera
fantasía.
Ver también en este sentido, el notable libro de John William Dunne
(ingeniero aeronáutico y escritor irlandés, en el campo de la parapsicología, logró
preeminencia a través de sus teorías sobre los sueños y por su autoría de obras
interesadas por la cuestión de la naturaleza del tiempo - 2 de diciembre de 1875,
Curragh Camp, Irlanda - 24 de agosto de 1949, Banbury, Reino Unido), “Un
experimento con el tiempo”, en el cual no sólo se narra un gran número de casos de

642
este tipo, sino que también se explica la forma en que pueden tenerse sueños proféticos
a voluntad, enseñando al lector el modo para lograrlo.

Muchos sueños clarividentes son


confundidos con proyecciones astrales
No debemos engañarnos con la creencia de que el cuerpo onírico ejecuta todos
los sueños, pues ello no es así. Son muchos los que creen que, durante todos los sueños,
el cuerpo astral se proyecta y ejecuta punto por punto la acción soñada. Pero nada más
erróneo que esto. Hay casos en que el cuerpo astral no responde siquiera a lo soñado,
permaneciendo totalmente inactivo. Así, es perfectamente posible soñar mientras el
astral se halla en coincidencia con el cuerpo físico. En caso de que el sueño lleve al
cuerpo (permaneciendo los dos en coincidencia) a una actividad efectiva, ésta se
manifestará en la forma de sonambulismo físico.
Por otra parte, también puede suceder que el sujeto sueñe mientras el fantasma
yace inmóvil en la zona de reposo. En otros casos, al tiempo que el sujeto sueña, el
cuerpo astral se proyecta y ejecuta todo lo soñado en el verdadero lugar de la escena; o
bien puede suceder que ésta sea creada exclusivamente por la mente, permaneciendo
las demás partes del sueño perfectamente idénticas. Uno puede soñar con hechos que
ocurren en cierto lugar distante, sin haberse proyectado hacia el mismo, exactamente
del mismo modo en que un clarividente puede ver lo que ocurre a grandes distancias
sin realizar proyecciones efectivas hacia esos lugares.
Sin duda alguna, existen muchos casos mencionados siempre como ejemplos
de proyecciones astrales, que no lo son en absoluto.
He aquí una interesante experiencia de este tipo. Pertenece a un miembro de la
sociedad: “Una mañana de diciembre de 18..., el sujeto A. tuvo el siguiente sueño, o,
como preferiría llamarlo, la siguiente revelación. Se encontró súbitamente en las
puertas de la avenida del Mayor N. M., a varios kilómetros de distancia de su casa.
Rodeándolo, había un grupo de personas entre las cuales se hallaba una mujer con un
cesto en el brazo; el resto eran hombres, cuatro de los cuales eran inquilinos del sujeto;
en tanto que a los demás no los conocía”.
“Algunos de los extraños parecían estar asaltando a H., uno de sus inquilinos,
lo cual lo movió a intervenir. Entonces golpeó violentamente al hombre en el costado
izquierdo y luego, con mayor violencia aun, le dio un puñetazo en el rostro.
Descubriendo con sorpresa que no había logrado derribarlo, el sujeto volvió a golpearlo
una y otra vez con toda la violencia y el frenesí de un hombre que tiene ante su vista el
espectáculo de un amigo indefenso, cobardemente atacado. Para gran sorpresa del
protagonista de este sueño, descubrió que sus brazos, aunque visibles para sus ojos,
carecían de sustancia y que los cuerpos de los hombres que golpeaba, como así también
el suyo propio, se confundían unos con otros después de cada golpe”.
“Los impactos habían sido aplicados con toda la violencia de que el sujeto se
creía capaz, pero no tardó en convencerse plenamente de su impotencia. Luego se
disipó su consciencia, ignorando lo que sucedió después de haber sido presa de este
sentimiento de insustancialidad. A la mañana siguiente A. experimentó la rigidez y el
cansancio que suele sentirse después de un violento ejercicio corporal. Según
declaraciones de su esposa, éste le había alarmado profundamente durante el curso de

643
la noche, pues había comenzado a debatirse furiosamente, asestando puñetazos a
diestra y siniestra, lo cual la hizo temer por su salud mental”.
“El, a su vez, la puso al tanto de su sueño, rogándole que recordara los
nombres de los amigos que en él habían participado. A la mañana del día siguiente
(miércoles), A. recibió una carta de su agente, que residía en una ciudad muy próxima
al lugar en que se había desarrollado el sueño, informándole que su inquilino había sido
encontrado a la mañana del martes a las puertas de la avenida del Mayor N. M., privado
del habla y aparentemente agonizante, debido a una fractura de cráneo. No había huella
alguna de los asesinos”.
“Aquella noche, A. partió para aquella ciudad, donde llegó el jueves de
mañana. En su camino hacia los tribunales, se encontró con el principal magistrado del
distrito, pidiéndole que diera órdenes de arrestar a los tres hombres que, aparte de H.
W., había reconocido en su sueño, a fin de interrogarlos por separado. Las órdenes
fueron cumplidas de inmediato”.
“Los tres hombres suministraron idénticos informes de lo ocurrido, dando
todos ellos el nombre de la mujer que había estado presente. Ésta fue arrestada,
efectuando una declaración exactamente igual. Todos ellos declararon que el lunes de
noche, entre las once y las doce, habían estado caminando en dirección a sus casas, a lo
largo de la carretera, cuando tres desconocidos le habían salido al paso; dos de ellos
atacaron brutalmente a H. W., en tanto que el otro impedía que sus amigos lo
defendieran. H. W. no murió, pero después de esta experiencia nunca volvió a ser el
mismo hombre que antes; pasado algún tiempo, se fue a vivir a otro país”.
Aunque este caso podría ser considerado un buen ejemplo de proyección
astral, es cualquier cosa menos eso. En realidad, el cuerpo astral del sujeto no se
hallaba siquiera fuera de coincidencia, puesto que a la mañana siguiente sufría el
cansancio y la rigidez provenientes de un violento ejercicio físico y, según las
declaraciones de su esposa, durante la noche había asestado golpes a diestra y siniestra,
como si lo hubieran estado matando.
Este es un caso típico de sonambulismo físico en que el sujeto se limitó a
soñar lo que estaba ocurriendo en un lugar distante. En forma alguna podría haber
estado proyectando el cuerpo astral en un punto distante, fuera del cuerpo físico,
permaneciendo este activo todavía. Por eso, insisto nuevamente, no debemos
engañarnos con la creencia de que el cuerpo onírico ejecuta todos los sueños fuera del
cuerpo físico, o creyendo que aquellos hechos que pueden verse estando astralmente
proyectados, no pueden si no es mediante la proyección astral.
Existen sólo dos maneras de saber si uno se ha proyectado realmente o no. O
bien algún clarividente deberá ver el cuerpo astral del sujeto, o el proyector tendrá que
tornarse plenamente consciente en el lugar de la escena. Los sueños en que el sujeto
cree hallarse en un lugar distante, no tendrían que darse jamás como ejemplos de
sueños proyectivos astrales. por el solo hecho de que parezcan sumamente reales. En
infinidad de casos de sonambulismo físico, el sujeto ha podido describir escenas
distantes, refiriendo exactamente lo que allí había acontecido. Jamás pueden darse
simultáneamente, en el mismo sujeto, el sonambulismo físico y la proyección astral.
Relacionado con esta visión a distancia, se halla lo que podía llamarse la
visión del medio inmediato, en la que el sujeto que sueña, ve todo lo que ocurre
realmente en su entorno cercano directo, incluso en la propia pieza donde duerme.
Estos sueños suelen ocurrir durante el día, a las horas de la siesta; no es raro que se
produzcan algunos instantes antes de que el sujeto se despierte. Se suele soñar así, por

644
ejemplo, que una persona dada está en la puerta, para despertar luego, un instante
después, y descubrir que la persona en cuestión se hallaba realmente en la puerta.

La consciencia onírica no es la consciencia real


Se desprende de aquí pues, que existe una consciencia onírica diferente de la
consciencia real. Se han escrito volúmenes enteros sobre casos de “proyección astral”
en que el sujeto se halla tan sólo dotado de consciencia onírica. Y es un hecho que
mucha gente —aun aquellos que han tenido experiencias fuera del cuerpo— cree que
es ésta la única consciencia que existe. Es por esta razón que la mayoría de los casos
que se dan como ejemplos de verdaderas proyecciones conscientes, son de un carácter
más o menos fantástico.
Es absolutamente necesario dejar bien claro este punto: existe una consciencia
onírica, en la que el sujeto ve exactamente lo mismo que si estuviera realmente
consciente, pero con el agregado de una mayor o menor dosis de fantasía. Podría llenar
un libro entero contando todas mis experiencias de este tipo; pero, ¿cómo estar seguro
de que fueron realmente, después de todo, proyecciones del cuerpo astral? Que una
persona dormida pueda ver, en un sueño clarividente, escenas que se desarrollan en
cualquier punto del plano terreno por distante que se encuentre, creyendo haberse
proyectado realmente a ese lugar, es un hecho que no puede ponerse en duda. Son
muchos los investigadores que lo han demostrado. Por mi parte, también he podido
comprobarlo en infinidad de oportunidades. Puede suceder, asimismo, que el sujeto vea
hechos y escenas en sus sueños, que se desarrollan en planos superiores, creyendo
luego haberse proyectado a estos planos del espíritu, cuando, la realidad es que su
astral no se ha separado un sólo milímetro del cuerpo físico.
En realidad, estoy convencido de que ésta es la forma en que ha sido reunida
la mayor parte de la información relativa a la “vida espiritual”; es decir, que ciertos
individuos que han soñado con los planos superiores, afirman luego haberse proyectado
efectivamente a estos reinos del espíritu. La convicción profunda de estos sujetos de
haberse proyectado realmente, proviene de la aparente precisión de los sueños
clarividentes.
He aquí un punto que debe recordarse: a menudo pueden verse, durante el
sueño, distantes escenas y hechos terrenos, sin que medie proyección alguna,
adquiriendo el convencimiento de haberse proyectado efectivamente. Sin embargo,
estas experiencias son profundamente diferentes de las correspondientes a una
proyección astral consciente. Así como no puede equivocarse con la consciencia física,
tampoco hay razón alguna para que se las confunda con la consciencia astral que, en
definitiva, no es sino una y la misma consciencia. No puede haber punto de
comparación; por un lado, se trata de un sueño, por el otro, de un estado de consciencia
real.
Nadie que haya tenido alguna vez una verdadera proyección consciente, puede
confundirla con un sueño clarividente. No podrá haber lugar a confusiones, si se tiene
siempre bien presente que uno puede existir fuera del cuerpo físico dotado de la misma
lucidez y consciencia que en su interior.

645
La muerte es tan solo una proyección permanente
De todo este estudio de la proyección astral, nos encontramos ya en
condiciones de extraer una idea bastante aproximada de lo que acontece en el momento
de la muerte. En efecto, después de todo, la muerte no es sino una proyección
permanente, una proyección del cuerpo astral en la que el sujeto no regresa ya a su
cuerpo físico.
La mayoría de las muertes tienen lugar, a no dudarlo, en estado inconsciente.
El doctor Baillie concluye diciendo que de “todas sus observaciones registradas ante el
lecho de muerte, la naturaleza ha dispuesto las cosas de modo tal que los hombres
abandonen el mundo, tan inconscientes como a él han venido”. Agrega luego este
autor: “En toda mi experiencia, no he visto un solo caso en que no se cumpliera esta
regla contra cincuenta a favor”.
Existen, sin embargo, algunos pasos excepcionales, en que la consciencia
parece haberse conservado hasta el último momento. Sir Benjamin Collins Brodie
(fisiólogo y cirujano inglés, famoso por su investigación sobre enfermedades óseas y
articulares, por las que recibió la medalla Copley - 9 de junio de 1783, West
Winterslow, Reino Unido - 21 de octubre de 1862, Surrey, Reino Unido),
conjuntamente con otros investigadores, ha recopilado varios casos de este tipo. El
profesor Hyslop es autor de un valioso artículo publicado en el boletín de la S. P. R.
(junio de 1898), sobre “La consciencia al morir”. Destaca este autor el hecho de que el
paciente parece muchas veces ser consciente de su propia muerte y que ello no sería
teóricamente posible si hubiera de suponerse que la muerte implica la pérdida de la
consciencia, pues ésta no podría ser consciente de su propia extinción. De todo lo cual
se desprende que la consciencia no se extingue, sino que tan sólo abandona el cuerpo o
hace una traspolación.
Puede considerarse afortunado aquél a quien la muerte lo toma desprevenido,
durante el sueño, manifestándose sin violencia. Una muerte violenta representa un serio
shock para la consciencia, imprimiendo la “tendencia” del shock en la mente
subconsciente. Esto determina, en muchos casos, que la víctima permanezca en un
estado de semidemencia, en la atmósfera terrena, como ya vimos en varios ejemplos
mencionados en este libro. La tendencia producida por una muerte violenta provoca,
frecuentemente, (al imprimirse sobre la mente subconsciente), una especie de obsesión
en la víctima, impulsándola a vivir una y otra vez su propia muerte en el astral,
llevando a veces esta obsesión, incluso, a otros seres.
Sin embargo, es perfectamente probable que la proyección permanente
(muerte) y la pasajera, sean de naturaleza muy semejante, y que, por lo tanto, no haya
dos personas que tengan exactamente la misma experiencia del “pasaje”’ al reino
espiritual; así quizás, unos pasen conscientemente, otros, en estado parcialmente
consciente, y otros, por fin, sin duda la mayoría, totalmente inconscientes. Algunos
espíritus que luego retornan, declaran haber tenido una consciencia bastante clara del
“pasaje”.
No estará de más citar, en este sentido, el caso de un soldado llamado Thomas
Dowding, británico de 37 años, que fue asesinado en el campo de batalla en la Primera
Guerra Mundial. El 12 de marzo de 1917, comenzó a comunicarse a través de la
médium de Wellesley, Tudor Pole.
Después de tambalearse en los éteres, sin darse cuenta de que estaba ya
muerto desde hacía un tiempo, se encontró con su hermano William, quien había

646
muerto tres años antes, y comenzó su orientación. "El infierno es una región de
pensamiento", comunicó Thomas Dowding el 17 de marzo de 1917. "El mal habita allí
y resuelve sus propósitos. ¡Las fuerzas utilizadas para retener a la humanidad en la
oscuridad de la ignorancia se generan en el infierno! No es un lugar; es una condición.
La raza humana ha creado la condición". Quienes entran en él son llevados a aceptar
que las únicas realidades son las pasiones sensoriales y las creencias del "yo" humano.
Este infierno consiste en creer que lo irreal es real. Consiste en atraer a los
sentidos sin la posibilidad de gratificarlos... Aparentemente, el infierno, depende de su
existencia de los pensamientos y sentimientos humanos". El purgatorio y el infierno,
según Dowding, son diferentes estados. Están en el purgatorio. "Todos debemos pasar
por un proceso de purga y purificación después de abandonar la vida terrestre.
Todavía estoy en el purgatorio. Algún día me levantaré por encima de él. La
mayoría de los que vienen aquí se elevan, o más bien a través del purgatorio, a
condiciones superiores. Una minoría se niega a renunciar a sus pensamientos y
creencias en los placeres del pecado y la realidad de la vida sensorial. Se hunden por el
peso de sus propios pensamientos. Ningún poder externo puede atraer a un hombre
contra su propia voluntad. Un hombre se hunde o se levanta a través de la acción de
alguna ley espiritual.
Y continúa más adelante: “Como Ud. ve, me daba mucha prisa por estos
hechos ‘importantes’, importantes entonces para mí, pero ahora sin ningún valor real.
¡Cómo sobrestimamos la significación de las cosas en La Tierra! En el campo de
batalla, tenía miedo de morir, pues estaba seguro de que esto significaría para mí la
extinción total. Hay muchos todavía que creen eso. Y es justamente porque no se
produjo en mí esa extinción por lo que yo quiero hablarle”.
“La muerte física no es nada. No hay en ella, en realidad, nada que temer.
Algunos de mis compañeros se lamentaban de mi suerte. Cuando sucedió esto, ellos
pensaron que había muerto realmente. Las cosas pasaron así: Recuerdo claramente todo
el incidente. Estaba apostado detrás de una trinchera, pronto a lanzarme al ataque; era
una hermosa tarde. No tuve en absoluto ningún presentimiento especial de peligro,
hasta que oí el zumbido de una granada. A éste siguió una violenta explosión en algún
punto a mis espaldas. Me encogí involuntariamente, pero ya era demasiado tarde”.
“Algo me golpeó fuerte, fuerte, muy fuerte, contra el cuello. ¿Podré olvidarme
alguna vez del dolor de aquel golpe? Es lo único desagradable que recuerdo. Entonces
caí, y al hacerlo, sin que al parecer mediara intervalo alguno de inconsciencia, me
encontré fuera de mi mismo. Como ve, le cuento mi historia con toda sencillez y
detalle; así le resultará más fácil comprenderla. Sabrá entonces qué poca cosa es la
muerte.
“Piense un minuto en lo que le digo. En un momento dado, estaba vivo,
dotado de mis sentidos terrenos, agazapado detrás de una trinchera, tranquilo, normal.
Cinco segundos después, me hallaba parado fuera de mi cuerpo, viendo cómo dos de
mis compañeros me llevaban por el laberinto de zanjas, hacia el depósito... Me parecía
estar en una situación parecida a la del sueño.
Sin duda había soñado que alguien o algo me había derribado. Y ahora soñaba
que me hallaba fuera del cuerpo. ‘Pronto’, me dije, ‘me despertaré para encontrarme
nuevamente en mi escondrijo, dispuesto al asalto’.
Más tarde, el soldado raso Dowing escribió: “Mientras vivía en el cuerpo
físico, nunca pensé gran cosa acerca de ello. Muy poco era lo que sabía acerca de la

647
fisiología. Ahora que vivo en otras condiciones, sigo siendo tan indiferente como
antes”.
“Con esto quiero decir que todavía tengo, evidentemente, un cuerpo de alguna
clase, pero no es mucho lo que podría decir acerca del mismo. No me interesa.
Simplemente, me sirve. No me cansa. Parece tener la misma forma que mi cuerpo
antiguo. Existe una diferencia sutil pero no podría analizarla... Cada uno de nosotros se
crea sus propias condiciones y su propia suerte en el purgatorio. Si me dieran otra
oportunidad, ¡qué diferente sería mi vida!... Nunca viví lo suficiente entre mis
congéneres ni me importó todo lo que tendría que haberme interesado en sus
problemas”.

Como se verá, encontramos en el relato del soldado Dowding infinidad de


puntos que coinciden con las enseñanzas extraídas de la proyección astral pasajera. Por
otra parte, Carolina Dybdal Larsen (1927) cuenta, en su obra: “Mis viajes por el mundo
de los espíritus”, que en cierta ocasión pudo ver entrar y salir al cuerpo astral de un
moribundo varias veces, antes de que lo abandonara definitivamente.
He aquí la descripción que nos da la señora Larsen de este incidente: “Si bien
tanto mi esposo como yo conocíamos perfectamente al señor G., no podría decirse que
estuviéramos en muy buenos términos con él. Se trataba de un individuo entregado al
alcohol y casi no había día en que no fuese víctima del vicio. Por razones particulares
que no corresponde especificar aquí, terminó por perder completamente su juicio,
lanzándose en una desenfrenada carrera entre el alcohol y las drogas, que concluyeron
por matarlo”.
“La misma noche en que murió, acerté a proyectarme en mi cuerpo espiritual.
Me trasladé entonces hacia su casa. En el lecho yacía el señor G. víctima de terribles
convulsiones provocadas por una dosis excesiva de alcohol y otras drogas. Junto a la
cama, se hallaban dos hombres que, según se me había dicho, estaban tratando de
ayudarlo. (Mi propio esposo pudo corroborar esto mismo más tarde)”.
“De pronto vi que el señor G. se levantaba en su astral, separándose
completamente de su duplicado físico. Inmediatamente inició una búsqueda
desesperada alrededor del lecho, de una botella llena hasta la mitad de whisky y un
frasquito con narcóticos que tenía escondido. Una vez que dio con ellos se esforzó por
llevárselos a la boca. Al no poder hacerlo, una expresión angustiosa le nubló el rostro.
Entonces retornó una vez más al cuerpo físico, introduciéndose en éste
completamente”.
“Un momento después, volvió a abandonar su forma mortal, sólo para realizar,
punto por punto, la misma operación anterior. Varias veces se repitió este mismo
proceso, pudiendo observarse cada vez que mientras el astral se hallaba proyectado, el
cuerpo físico tornábase rígido como en la muerte, y que tan pronto como volvía aquél a
coincidir con el organismo material, éste era nuevamente presa de terribles
convulsiones”.
“Finalmente, se proyectó, pero esta vez para siempre, y precisamente en el
momento en que comenzaba a buscar las botellas, advirtió mi presencia. Irguiéndose a
medias, me clavó los ojos con una expresión de profunda estupefacción. Luego, con
paso vacilante, salió de la casa en la mayor confusión, ignorante por completo del
hecho de que acababa de abandonar para siempre su forma física”.

648
“Es significativo el hecho de que cada vez que salía de su cuerpo físico, un
aura de color marrón lo cubría instantáneamente con un traje similar al que siempre
había usado. Aquel color no era sino signo de su falta de evolución espiritual”.
Andrew Jackson Davis, que fue testigo de más de una muerte gracias a su
facultad de ver astralmente, ha declarado que jamás presenció dos muertes iguales. En
su obra: “Harmonial Philosophy”, puede encontrarse la siguiente descripción de un
caso por él observado: “En la cama yace un ser humano prácticamente moribundo. Va
a ser una muerte rápida. El cuerpo físico se torna cada vez más frío y negativo, a
medida que los elementos del ser espiritual se hacen más positivos. Los pies son los
primeros en enfriase. El clarividente puede ver en este momento, exactamente encima
de la cabeza, lo que podría llamarse un halo magnético; es éste una especie de
emanación etérea, de aspecto dorado y palpitante, como si estuviera dotado de
consciencia”.
“Ahora el cuerpo se ha enfriado hasta las rodillas y los codos. La ola de frío
asciende luego por las piernas, hasta las caderas y hasta los hombros por los brazos. La
emanación se expande más aún, aunque todavía no ha alcanzado la altura de la
habitación. El frío de la muerte pasa sobre el pecho y a ambos lados del paciente, la
emanación casi llega hasta el cielo raso. El sujeto deja de respirar y el corazón de latir”.
“La emanación se alarga hasta tomar el contorno de la forma humana. Está
unida por cierto vínculo con el cerebro. La cabeza del sujeto late interiormente; es un
latido lento, profundo, desprovisto de dolor; es semejante al latido del mar. Las
facultades mentales se conservan intactas, en tanto que casi la totalidad del organismo
se halla muerto. La emanación dorada está unida al cerebro por un hilo vital
sumamente delgado”.
“Se hace presente entonces en el cuerpo de la emanación algo blanco y
brillante, semejante a la cabeza humana; luego se dibuja un débil contorno del rostro;
después el cuello y los hombros y por fin, en rápida sucesión, todas las demás partes
del cuerpo. Se configura así una resplandeciente imagen del cuerpo físico, si bien algo
más pequeña, pero idéntica en todos sus detalles...”.
“El fino hilo vital sigue todavía adherido al antiguo cerebro. La última fase del
proceso es la separación de este principio “eléctrico” (por llamarlo de alguna manera).
Cuando se corta este cable, el cuerpo espiritual se halla libre”.
La muerte, sin embargo, no es un problema que preocupe demasiado a la
mayoría de la gente, y si lo hemos tratado aquí, ha sido solamente en la medida que se
relaciona con la proyección del cuerpo astral. Casi nunca se le ocurre pensar al
individuo medio, que tiene que morirse algún día. Y si el pensamiento (de su propia
muerte) se le ocurre alguna vez, no vacila en arrojarlo lejos de su cerebro como algo
indeseable y horrible. Es una curiosa paradoja, si consideramos cuán fuerte es el
instinto de autoconservación en todos los mortales.
Son pocos los filósofos que han dedicado una cuidadosa atención al problema.
De todos quienes se han ocupado del tema, parece ser Carrington el que más ha
ahondado en sus misterios.
Como dice el profesor Edmund Edward Fournier d'Albe (1868 – 29 de junio
de 1933, St. Albans, Reino Unido - físico, astrofísico y químico irlandés. Profesor
universitario y distinguido en el estudio y popularización del electromagnetismo, así
como en los inicios de la astrofísica. También experimentó con la mejora de la radio y
la televisión. Además, se interesó en temas como la inmortalidad, la parapsicología y el
espiritismo) en su obra: “New Light on Inmortality”. “El siglo XX se halla demasiado

649
atareado para preocuparse por el problema de la muerte y la existencia que a ésta
sucede. El hombre práctico hace su testamento, asegura su vida y le dice adiós al
mundo, sin ninguna otra consideración ulterior. Las iglesias, interesadas
profundamente, en otros tiempos, en el destino del alma después de la muerte, están
dedicadas por completo, en la actualidad, a la instrucción moral y al mejoramiento de
las condiciones sociales de vida. La muerte como tema de controversia o de
especulación está, paradójica y prácticamente, muerta...”.
“Extraño y casi inexplicable en verdad, resulta el espectáculo de los mil
millones de seres humanos que se precipitan hacia la hora del juicio sin ningún
conocimiento preciso de lo que ese juicio les reserva, limitándose a tornar la vida como
les ha sido dada, con alegría y a la ligera, sin dedicar pensamiento alguno a estos serios
problemas. Este espectáculo no es muy diferente de aquel que solía presenciarse en las
prisiones, durante el reinado del terror, cuando los prisioneros mataban el tiempo
charlando animadamente, sin saber a quién le tocarla ir primero al patíbulo”.
“Anualmente más de cuarenta millones de cadáveres van a parar a la tierra. Se
desechan así un millón de toneladas de carne, sangre y huesos humanos, sin que
presten más servicios a la humanidad, transformándose luego gradualmente en otras
sustancias, y tal vez, en otras formas de vida. Mientras tanto, la raza humana, en sus
múltiples formas, vive y lucha...”.
“La muerte constituye un tema que, por increíble que parezca, sólo ha
merecido los comentarios más vulgares por parte de los filósofos...”.
Dice el profesor Ferdinand Canning Scott Schiller (filósofo pragmatista
germano-británico. Es uno de los padres fundadores del pragmatismo, junto con Dewey
y Peirce. Fue un gran polemista y participó en todas las discusiones filosóficas de su
tiempo. A pesar de su popularidad en vida, tras su muerte fue prácticamente olvidado -
16 de agosto de 1864, Ottensen, Hamburgo, Alemania - agosto de 1937, Los Ángeles,
California, Estados Unidos), de la Universidad de Oxford: “Spinoza tenía razón al
afirmar que no existe tema alguno en que los labios hayan pensado menos que en la
muerte, lo cual es, sin duda, una gran lástima para los sabios. Pues no existe
ciertamente tema más digno que la muerte, del estudio de aquellos que aman la
reflexión y el valor de las opiniones personales...”.
Por un lado, está el materialista, quien grita a los cuatro vientos que la muerte
representa la completa extinción del individuo. Por el otro, el espiritualista, para quien
la muerte no representa sino el comienzo de una vida mejor. Y entre estas dos escuelas
del pensamiento universal, existe todo un ejército de cultos, religiones y credos que
consideran a la muerte, en su mayoría, como una “maldición” que pesa sobre la
humanidad.
Ciertamente que no es la muerte la maldición sino la “vida”. La vida, con
todos sus dolores, sus tormentos y amarguras. Ningún estado futuro de felicidad
merece ese dolor; no hay nada que pueda compensar las desilusiones y desencantos de
la vida. Por cierto que hace falta ser un estoico, para poder disfrutar en otros planos,
sabiendo al mismo tiempo que hay otros seres que sufren en éste. Un individuo de esa
clase, no merece, a mi juicio, ser feliz. ¿Es posible que los espíritus pierdan ese rasgo
divino, la “simpatía”?
¡”Oh muerte! ¿Dónde está tu aguijón? ¡Oh tumba! ¿Dónde está su victoria”?,
he aquí la verdadera filosofía estoica. Existe sí un tormento en la muerte: la madre
moribunda que se aferra a su hijo, el padre agonizante que deja a su familia sin amparo;

650
el amante que llora sobre el cuerpo frío de su amada. ¡Oh muerte!, he ahí tu aguijón.
¡Oh, tumba!, he ahí tu victoria.
Para mí la vida es una maldición. Yo lamento que la vida exista. No hay
mente mortal capaz de escribir el menor argumento en defensa de la vida. ¡Cuánto
lamento que el materialista esté equivocado! Y clamo que la muerte no es el fin de
todo. ¡Cómo desearía que ella fuera un largo dormir sin sueños! Pero mis experiencias
no pueden haberme demostrado en forma más concluyente que aquello de “polvo eres
y polvo serás” no fue dicho por el alma.
Puesto que el destino ha querido que vivamos a despecho de nuestro
pesimismo; puesto que la mente humana no se extingue, ni aun en la muerte, bien será
que tratemos entonces de sacar el mejor partido de la vida, encauzando nuestros
pensamientos por cursos más optimistas, con la esperanza de que el enigma de la vida
llegue a resolverse algún día y supere entonces nuestras más caras aspiraciones,
demostrando así la falacia de los dictados de nuestra inteligencia (de que la vida es
trágica). Volvamos, pues, la vista hacia la proyección astral, a fin de tocar, a manera de
conclusión, algunos puntos más o menos vinculantes con nuestro tema, que también
han sido objeto de mi reflexión.

Proyección durante el ingreso de suero en la


anestesia
En las páginas que anteceden nos hemos dedicado principalmente al estudio
de la proyección que tiene lugar durante el sueño natural; también hemos dedicado
bastante tiempo a la proyección inducida por medios hipnóticos, de modo que el lector
ya debe estar familiarizado con ella.
En lo que al sueño producido por el uso de narcóticos se refiere, nos hemos
limitado, sin embargo, a mencionar simplemente el hecho de que la proyección es
posible en esas ocasiones. A fin de completar el tema, resumiremos una interesante
experiencia fuera del cuerpo ocurrida bajo los efectos de un anestésico, y comunicada
por el doctor George Wyld (médico homeópata escocés y teósofo cristiano - 17 de
marzo de 1821 - 24 de junio de 1906) en su obra: “La Teosofía o la dinámica del
espíritu”.
Nuestro autor había estado aspirando cloroformo, para mitigar el dolor
producido por un pequeño cálculo renal, cuando, para su enorme sorpresa, se encontró
vestido y dotado de sus facultades normales de razonamiento, a unos dos metros de la
cama, observando su propio cuerpo físico privado de movimiento.
Mientras así permanecía parado, logró comprender el significado de la
revelación, consiguiendo más tarde que otras personas corroboraran su experiencia,
todo lo cual lo condujo a la conclusión de que las sensaciones se hallan centradas en el
cuerpo sutil y de que la acción de los anestésicos se cumple, extrayendo el cuerpo
etéreo del físico, lo cual hace que este último no pueda sufrir ningún dolor.
Ernest Hunt (filatelista sudafricano que fue agregado al Rollo de filatelistas
distinguidos en 1959 -1877 – 1967), recogió el testimonio de gran número de personas
que habían tenido experiencias fuera del cuerpo durante el sueño proveniente de una
anestesia, declarando que: “Las descripciones que nos brindan los pacientes son en
esencia todas iguales, y, a menos que con entera falta de fundamento presumamos que.

651
se han puesto todos de acuerdo en mentirnos, debemos concluir forzosamente que
dicen la verdad”.
Algunos de ellos han llegado a afirmar que habían observado todas las
operaciones practicadas sobre sus propios cuerpos — exactamente como el individuo
que abandona su casa mientras la reparan— situados a cierta altura sobre el físico,
pudiendo ver y oír todo cuanto abajo ocurría.
John Arthur Hill, (investigador y escritor psíquico británico - 4 de diciembre
de 1872, Halifax, Reino Unido - 22 de marzo de 1951), en su obra: “El hombre es
espíritu”, cuenta el caso de una tal señorita Hinton quien, a la edad de diecisiete años
fue cloroformada para extraerle unas muelas. Su vuelta a la consciencia se demoró
considerablemente, acarreando una profunda alarma, pero cuando despertó, declaró
haber estado sobre el cuerpo físico, en medio de las personas allí reunidas, y también
dijo que había tratado de hablarles, pero sin éxito. Dándose por muerta, su mayor
sorpresa fue ¡que no la juzgaran!
Las experiencias de este tipo demuestran que, junto con las proyectivas
durante el sueño natural, existe un vasto campo para la experimentación médica,
mediante el uso de los anestésicos.
En un magnifico librito, “Por qué sobrevivimos”, el señor Hunt, a quien acabo
de mencionar, narra el caso de una amiga suya que tuvo el siguiente sueño (por lo
demás, un sueño proyectivo típico). “La joven del caso se encontró en cierta ocasión —
en el transcurso de un sueño— sobre el techo de un edificio y, por una u otra razón, le
llamó poderosamente la atención cierta cuerda que ella, prosaicamente, tomó por una
cuerda de tender la ropa”.
“La curiosidad la impulsó a seguir esta línea que, pasando por el borde del
techo, se introducía en la ventana de un dormitorio. Pero hete aquí que el tal cable la
condujo a una cama, donde se hallaba su propio cuerpo dormido, y no bien se produjo
el reconocimiento, se despertó bruscamente, otra vez en su cuerpo físico”.
Muchas veces he tenido sueños semejantes al anterior, hasta el punto de que
yo también me he sentido inclinado a seguir lo que ante mis ojos parecía una cuerda de
la ropa, encontrándome siempre al cabo del mismo, con mi cuerpo físico. Tanto llegué
a familiarizarme con éste, que al tiempo que seguía la línea (en el sueño), sabía que
terminaría por encontrar mi cuerpo al cabo.
Era mi intención incluir este sueño típico dentro del tema “Sueños proyectivos
típicos”, pero en aquella oportunidad dejé que otros aspectos más importantes del
fenómeno predominaran en mi pensamiento, pasándolo por alto. En este sueño, el
sujeto se muestra siempre sumamente intrigado con respecto a la posible naturaleza del
cable y el punto hacia el cual conduce. Por lo general se experimenta un irreprimible
deseo de seguirlo, regresando al cuerpo físico.
Lo que en el sueño se presenta como una cuerda para tender ropa, un hilo
telefónico, o cualquier otra cosa, claro está que no es sino el cable astral, tendido con su
diámetro mínimo y la ansiedad por seguirlo para ver a dónde conduce, no es sino un
recurso de la voluntad subconsciente, a fin de hacer volver el cuerpo onírico a su
duplicado físico.
Espero que nadie se forme la idea, después del examen de todos los métodos
incluidos en este libro para inducir la proyección astral, de que se ha dicho aquí la
última palabra sobre el tema, pues esto sería un grave error. Lo que yo he hecho no ha

652
sido sino desarrollar los métodos que me son más familiares. Es muy posible que otros
investigadores posean un valioso caudal informativo con relación al modus operandi.
Conocemos ya la forma en que el cuerpo astral puede viajar por el espacio;
pues bien, creo que no está lejano el día en que, mediante el conocimiento y la práctica
de ciertas leyes sutiles, todos nosotros podamos viajar físicamente por el espacio, en
forma automática y a voluntad, exactamente del mismo modo en que lo hace el astral.
Cierto es que poseemos vehículos aéreos; sin embargo, los medios de traslación física
no serán perfectos hasta tanto no podamos atravesar el espacio automáticamente.
Espero que un día podrá el hombre alcanzar la facultad de vencer la gravedad con su
cuerpo físico.
La proyección astral no es un privilegio de unos pocos elegidos; todo ser
viviente tiene a su disposición fuerzas latentes que sólo esperan ser adecuadamente
manipuladas para generarlas. Una idea muy difundida es que todos los individuos
capaces de proyectarse, se hallan dotados de un ser astral sumamente peculiar y distinto
de los de la mayoría de la gente; pero yo puedo asegurar categóricamente que el cuerpo
físico desempeña un papel tan importante como el astral en el fenómeno y por lo
general, no es el cuerpo astral el que presenta anomalías, sino el físico.

653
37. Algunas Reflexiones de Oliver
Fox (Transcripción parcial)
Si yo tuviese algún control de la situación, preferiría no utilizar el término
«proyección astral». Mucho más simple y exacto es emplear el término «experiencias
fuera del cuerpo».
En este uso del término, el Cuerpo Astral es el Doble, o el equivalente etéreo
del cuerpo físico, al cual se asemeja y con el que suele coincidir. Cada uno de nosotros
posee uno. Existen una cantidad substancial de ejemplos en la literatura de la
investigación psíquica relativa a casos en los que una persona se ha encontrado
teniendo una experiencia fuera del cuerpo. A veces ha surgido a causa de un accidente
muy serio.
Y otras ha llegado durante el curso de una enfermedad grave. En ocasiones, ha
sido el resultado de una conmoción por una noticia trágica o por una experiencia
angustiante. Aquellos que deseen ir más allá, encontrarán una considerable cantidad de
información en dos libros: Human Personality and its Survival of Bodily Death de
Frederic William Henry Myers (6 de febrero de 1843, Keswick, Reino Unido - 17 de
enero de 1901) y Phantasms of the Living de la señora Eleonor Mildred Sidgwick,
(1845-1936 - Londres). Existe también una pequeña sección, que habla de casos
típicos, en Science & Psychical Phenomena & Apparitions de George Nugent Merle
Tyrrell (1879 – 1952 - matemático, físico, ingeniero de radio y parapsicólogo), que él
llama experiencias «fuera-del-cuerpo».
Hay una modestia casi excesiva en los escritos del Sr. Fox (30 de noviembre
de 1885, Southampton, Reino Unido - 28 de abril de 1949) sobre este tema. Es evidente
que él siente profundamente la necesidad de no subrayar aquellas experiencias suyas en
las cuales hay evidencias de más peso que en las otras. Él registra sus fracasos y sus
experiencias intrascendentes, de una forma igualmente extensa. Pero el lector paciente
y, por encima de todo, genuinamente interesado, finalmente despertará al hecho de que,
bajo la descripción aparentemente casual de sus experimentos, el Sr. Fox ofrece una
metodología precisa para inducir experiencias fuera del cuerpo. El carácter único de
esto en la literatura, lo conocemos aquellos de nosotros que hemos tenido que masticar
mucha paja sin ningún resultado. Tal como nos lo cuenta, el Sr. Fox ha evitado en la
medida de lo posible, cualquier cuestión que no tuviera que ver directamente con las
experiencias fuera del cuerpo. Inevitablemente, sin embargo, ha tenido que señalar su
propio pasado teosófico. Pero podemos estar de acuerdo con sus experimentos y sus
experiencias, sin tener que compartir su visión.
Existen puntos en común en el tema de las experiencias fuera del cuerpo, para
personas de las más diversas visiones religiosas o no religiosas. Para decirlo más
claramente, las experiencias fuera del cuerpo son un hecho, sin importar cómo lo
entienda cada uno de nosotros. Uno puede, de todos modos, cuestionar la técnica de
inducción que nos ofrece Oliver Fox. Pero, cualquiera que sea la conclusión final a la
que se llegue, esta técnica merece nuestro estudio. El punto fascinante, al cual mi

654
mente regresa, y al cual la mente de cualquier lector serio debe regresar también, es el
carácter único de la narración de esa técnica por parte del Sr. Fox.

John C. Wilson (1940)

Primeros Sueños y Experiencias de Trance


Considerando el peculiar interés que los sueños habían de tener más adelante
en mi vida, creo que sería apropiado empezar esta historia, retrocediendo a los días en
que era yo muy joven y los pequeños y divertidos tranvías tirados por caballos, con sus
alegres campanas, pasaban ruidosamente delante de mi casa en la calle Seven Sisters.
Algunos puntos de importancia serán traídos a la luz, aunque, naturalmente, tuvieron
que pasar muchos años antes de que yo fuese capaz de apreciar su significado. Sería
útil, también, aclarar la cuestión de si mis experimentos de proyección han sido
posibles debido a alguna anormalidad psíquica congénita; pero debe recordarse que, a
pesar de ser generalmente rechazadas, por considerárseles tonterías y falsedades, las
experiencias psíquicas no son, en absoluto, raras en la infancia temprana.
Siendo niño, progresé de enfermedad en enfermedad (a decir verdad, las
primeras palabras que recuerdo haber oído fueron: «Es la difteria otra vez») y mi vida
se veía a menudo detenida temporalmente, por monótonos períodos en la cama, aunque
animada por unas cataplasmas excesivamente calientes y unas medicinas muy
desagradables. Sí, yo era, ciertamente, delicado y muy nervioso. Aunque su función
original no fuera servir a este propósito, una cruz de latón hundida en el asfalto delante
de la iglesia de Holyroad en Southampton, todavía señala el lugar en el cual una vez me
tiré sobre mi espalda y tuve una rabieta, para la vergüenza de mi madre y en detrimento
de mi bonito traje blanco de marinerito. De lo cual se puede inferir que era yo, además,
un poco temperamental.
Al mirar atrás, me da la impresión de que, en aquellos días, hasta que tuve
siete u ocho años, mis sueños eran principalmente de una variedad bastante amplia de
pesadillas. Supongo que debe haber habido, también, ciertos sueños alegres; pero, con
algunas excepciones, estos no han dejado una huella permanente en mi memoria, y sé
que cuando me iba a la cama tenía miedo de soñar. La mayor parte de estas pesadillas
eran comunes y corrientes, pero había dos de ellas que eran recurrentes, y que tienen
mucho que ver con nuestro tema de la proyección astral.
A la primera de ellas, la he llamado el sueño del doble. En este sueño, mi
madre y yo estábamos sentados en el comedor; casi siempre era de noche y la lámpara
de aceite ardía y podía estar encendido el cálido fuego de la chimenea. Al principio,
todo parecía muy normal, pero enseguida se producía un cambio extraño en la apacible
escena. Mi madre dejaba de hablar y me miraba fijamente con sus hermosos y
apremiantes ojos, al tiempo que la luz de la lámpara y del fuego se iban apagando
mientras que otra luz, dorada, que no parecía venir de ninguna parte, inundaba la
habitación. Entonces se abría la puerta y otra madre, vestida exactamente igual hasta el
más mínimo detalle, entraba y caminaba hacia mí; y ella, también, me miraba en
silencio, con unos hermosos ojos hipnóticos. Entonces el espantoso miedo se apoderaba
de mí y, después del habitual esfuerzo por gritar, me despertaba, realmente gritando.
Ahora bien, mi madre (a quien tuve la desgracia de perder muy pronto, ya que
murió cuando yo tenía trece años) parecía la cosa más encantadora del mundo. ¿Por

655
qué, entonces, me invadía de terror cuando había dos de ellas? Es cierto que este suceso
era contrario al transcurrir de los acontecimientos de la vida real, pero en mis sueños,
solían ocurrir cosas milagrosas sin que esto me asustara, pues aceptaba y no las
reconocía como anormales, mientras dormía. En aquella época, y durante muchos más
años, me pareció que el origen de mi temor, se hallaba en el siguiente dilema: Me veía
enfrentado a dos madres, iguales como dos gotas de agua, y no podía distinguir cuál de
ellas era la verdadera. Y, sin embargo, ¿por qué me producía tanto pánico esta
incertidumbre? Ahora me inclino a pensar que estos sueños del «doble», diferían de la
pesadilla común, que mi cuerpo se encontraba en un estado de trance más profundo del
que es habitual durante el sueño normal, y que tenía lugar algún grado de separación,
de manera que ese terrible miedo irracional tan frecuentemente asociado a este estado
de trance, invadía mi consciencia.
Durante mi niñez, el sueño del doble tenía lugar, creo, unas tres o cuatro veces
al año, aunque a intervalos irregulares. Cuando mi madre vivía, solía aparecer en él,
aunque en ocasiones la escena era distinta y mi padre o algún otro pariente o amigo
ocupaban su lugar. Ahora no puedo estar seguro de si alguna vez soñé con ella de este
modo después de su muerte, pero este sueño se fue haciendo cada vez menos frecuente,
y hace años que ya no lo tengo. Solamente en una ocasión, mi mujer fue la protagonista
y otra vez vi a mi propio doble. En este último caso, creí ver a mi gemelo de la
oscuridad, ya que parecía ser muy viejo e increíblemente malvado; pero es interesante
anotar que, a pesar de que me impresionó el aspecto malvado de mi doble, no le tuve
miedo.
La otra pesadilla, que para mí tenía una significación especial, era mucho
menos frecuente y adquiría diversas formas, aunque el mismo principio subyacente se
manifestaba en cada una de ellas. La he denominado el miedo a la extensión. El primer
ejemplo que puedo recordar de este sueño, es una interminable procesión de mineros
que estaba vaciando sacos de carbón en una pila que va creciendo, lentamente, cada
vez más. Algo en mí, que parece estar conectado con esta columna negra, se va
estirando poco a poco. Hay una terrible sensación de predestinación, de inevitabilidad:
los mineros nunca dejarán de vaciar sus sacos, la columna negra nunca cesará de crecer
hacia el cielo, y el tormento que hay en mí aumentará, y aumentará hasta que... Luego
viene el pánico, el intento de gritar, y la interrupción del sueño.
El último ejemplo que recuerdo de este tipo de sueños tuvo lugar cuando yo
tenía, aproximadamente, unos dieciocho años. Soñé que mi abuelo y yo estábamos
sentados a la mesa para cenar. De repente, él tomó una moneda de tres peniques de su
bolsillo y la sostuvo entre el dedo índice y el pulgar, desde el otro extremo de la mesa,
para que yo la viese. «¡Una monedita de tres peniques!» exclamó, «Pero crecerá y
crecerá y crecerá ¡y nada podrá detenerla jamás!» El volumen de su voz fue
aumentando, hasta que acabó en un grito: «¡Crecerá y crecerá y crecerá hasta partir al
mundo en dos!» Ahora, a pesar de que en mi sueño la moneda no aumentaba su
tamaño, algo en mí parecía estar conectado con una moneda invisible y estaba siendo
estirado, creciendo cada vez más, obedeciendo al horrible monólogo de mi abuelo.
Había una terrible sensación de inevitabilidad e impotencia, que culminaba en pánico.
Hice eco de su grito, y eso interrumpió la pesadilla.
Cuando era yo muy pequeño, cuatro o cinco años, este sueño de la extensión
hacía irrupción de vez en cuando en el estado de vigilia. Como la mayoría de los niños,
a veces entraba en un estado de ensueño, mientras jugaba y me quedaba mirando a la
nada. Repentinamente, un cambio sutil tenía lugar en la habitación, a pesar de que todo

656
seguía teniendo el mismo aspecto, y yo empezaba a sentir miedo. No lograba
comprender la naturaleza de este cambio y sólo podía explicármelo diciendo que «las
cosas iban mal». Podía tener, por ejemplo, una mano descansando sobre la mesa y la
otra sobre el respaldo de mi silla. La ilusión consistía en que no podía retirar las manos
de ahí, y la mesa y la silla se iban distanciando lentamente, estirándome; y, no obstante,
al mismo tiempo, yo sabía, en alguna parte de mi mente, que no se estaban moviendo
realmente. Quizás era este conocimiento el que impedía que el miedo adquiriera las
proporciones de una pesadilla y acabara en pánico. Me esforzaba por retirar las manos
y, entonces, con la misma prontitud, las cosas «iban bien» otra vez. Yo era libre, pero
me sentía muy desconcertado respecto a lo que me acababa de ocurrir.
En una ocasión, mientras mis manos descansaban sobre la cubierta de
ganchillo de mi caja de juguetes, el tejido pareció expandirse y separar mis dedos.
Cuando las cosas «iban mal», tanto si había luz diurna como si ésta provenía de una
lámpara, cambiaba de una forma similar a la que describí en el sueño del doble.
Creo que estas pesadillas de la extensión eran, probablemente también, el
resultado de un estado físico anormal, al estar el cuerpo en un trance inusualmente
profundo, e imbuido por el miedo peculiar de este estado. Aquí puede haber tenido
lugar, también, algún grado de separación de los vehículos, exteriorizándose al surgir
en mi consciencia la idea de la tensión o extensión. Las experiencias de extensión
durante la vigilia estaban, obviamente, provocadas por la autohipnosis. En este punto,
es posible que algunos de mis lectores de orientación psicoanalítica se sientan tentados
a hacer este comentario: «¡Este Fox parece haber desfondado ya sus experimentos de
proyección! Durante la más temprana infancia estuvo dominado por las ideas del doble
y de la extensión, y todo el resto es la continuación de estos dos hechos. Sus supuestas
aventuras fuera del cuerpo han sido puramente imaginarias».
Bueno, si yo fuese la única persona que ha tenido este tipo de experiencias,
esta línea de crítica sería digna de una atención circunspecta, aunque incluso entonces
creo que sería difícil hacer que el psicoanálisis abarque todos los hechos del caso. No
obstante, uno no tiene más que dirigirse a “The Mystery of the Human Double”, del
honorable Ralph Shirley (30 de diciembre de 1865, Oxford, Reino Unido – 1946), para
ver la enorme cantidad de evidencias confirmatorias que han aparecido después de la
publicación de mi artículo «The Pineal Doorway», en la revista Occult Review de abril
de 1920.
Aunque en mi opinión, las experiencias narradas en este capítulo son de un
interés indudable, por la luz que vierten sobre mi constitución psíquica, no creo que se
pueda decir con justicia que invalidan los resultados de mi investigación.
Personalmente, estoy dispuesto a consultar mi horóscopo, al cual me referiré más tarde,
para buscar la verdadera explicación de estas fuerzas que se manifestaron en mi vida,
produciendo primero los sueños del doble y de la extensión y más adelante, los
experimentos que son el tema de estas líneas. A veces, justo antes de quedarme
dormido, veía a través de mis párpados cerrados, una cantidad de pequeños círculos
vibrantes de color azul brumoso o de malva. Ahora describiría esta estructura como
algo parecido a una masa de huevos de rana, y apenas en la frontera de la visibilidad.
Al principio, estos círculos estaban vacíos, pero al poco rato, un diminuto rostro
sonriente, con penetrantes ojos azul acero, aparecía en cada círculo, y yo oía un coro de
voces burlonas que hablaban con mucha rapidez, como si estuvieran entonando con la
vibración, «¡Eso es todo, lo ves! ¡Eso es todo, lo ves!» Siempre decían lo mismo, pero
nunca he sido capaz de rastrear el origen de estas palabras o de descubrir su

657
significado, si es que tienen alguno. Y, como la aparición de estos rostros siempre
anunciaba una pesadilla particularmente desagradable, llegué a odiar su venida.
Este estado de las cosas persistió durante dos o tres años, aunque debemos
recordar que sólo era capaz de ver estos círculos a intervalos irregulares de varias
semanas; y luego sucedió lo inexplicable. Los círculos vibrantes aparecieron, vacíos al
principio, y, milagrosamente, ¡se llenaron de pequeños frascos de tinta de cristal! ¡Y no
hubo ninguna pesadilla! A partir de entonces, realicé una proeza de magia infantil.
Cuando aparecían los círculos vacíos, yo daba la orden: «¡Que sean soportes de tinta!»,
pues en aquella época yo confundía el frasco con el soporte. Sin lugar a dudas, los
pequeños frascos de cristal aparecían y no tenía ninguna pesadilla. Pero debía ser
rápido o, de lo contrario, los pequeños rostros sonrientes entraban primero, y yo oía sus
palabras sin sentido, y a continuación llegaba la pesadilla.
Este extraño incidente ofrece una buena ilustración del poder de la sugestión,
pero tiene también un significado más profundo, ya que en mis experiencias fuera del
cuerpo, he notado en varias ocasiones, debajo del resplandor dorado que inunda la
habitación, esta cortina vibrante, apenas visible, de células circulares. No sé lo que es,
pero creo que siempre está presente a la espalda de las cosas, si uno se concentra en
ello, aunque con frecuencia no es notoria debido a la naturaleza más sobrecogedora del
otro fenómeno. Pero en mis experiencias de proyección, estos círculos vibrantes
permanecen vacíos. Era únicamente en mi más temprana infancia que aquellos rostros
endiablados o los amigables frascos de tinta aparecían en ellas.
En la habitación en la que yo dormía, había lo que solía llamarse una lámpara
de «cola de pez», una cosa del pasado, como el farolero con su vara. A través del
transparente cristal de la esfera, yo podía ver la luminosa llama, en forma de abanico,
con su cono central de color morado oscuro, azul oscuro, desde el cual unos pequeños
puntitos rojos se disparaban hacia arriba. En mi estado soñoliento, yo solía observar
estos puntos que se elevaban, atravesando el oscuro espacio, y se perdían en la
luminosidad exterior, y a veces las cosas «iban mal» de repente.
La luz de la llama de gas reducía su intensidad y esa misteriosa luz de un
dorado pálido que provenía de ninguna parte, inundaba la habitación. Yo oía sonidos
extraños, crujidos y chasquidos, mientras pequeños rayos de luz azul, como relámpagos
en miniatura, eran lanzados desde las esquinas de la habitación. Y luego llegaba la
aparición: un hombre con un rostro horriblemente grotesco, un lobo de ojos
encendidos, un león, una enorme serpiente, un gran oso negro erguido, de manera que
alcanzaba el techo; veía todo esto en distintos momentos. Y yo no hacía más que gritar
y gritar. La aparición permanecía bastante quieta, mirándome ceñuda, y yo podía oír a
mi madre que corría escaleras arriba en respuesta a mi frenético S.O.S.; pero, tan
pronto como ella hacía girar el tirador de la puerta, la aterradora bestia se esfumaba y
las cosas «iban bien» otra vez.
Esto debe haber sido muy irritante para mi madre, pero ella era siempre dulce
y cariñosa conmigo. Ella, por supuesto, pensaba que yo había estado soñando, y me
aseguraba que había sido sólo una pesadilla. Bueno, yo sé que no lo era. Estas
experiencias, que eran muy poco frecuentes y que probablemente se terminaron cuando
yo tenía seis años, eran sin duda el resultado de un trance autoinducido, provocado al
mirar fijamente a la llama de gas. Tales apariciones, las luces y los sonidos, son
acontecimientos normales cuando uno está en el estado de trance, que es el preludio a
la proyección consciente. Hay una cosa, sin embargo, que me desconcierta: no puedo
comprender por qué mis gritos no interrumpían el trance, antes de que mi madre entrara

658
en la habitación. Quizás se deba a que mi memoria es poco fiable respecto al momento
exacto en el cual la aparición desaparecía, pero no creo que esta sea la explicación.
Sólo una experiencia de naturaleza placentera entra en esta categoría. Un
pequeño y gracioso personaje vestido de marrón (semejante a esos gnomos de jardín
que uno está un poco harto de ver hoy en día), trepó a mi cama y esbozó una sonrisa
tranquilizadora. Señaló en dirección a una pantalla que se hallaba cerca, y luego
apareció un resplandeciente círculo de luz que ahora me recuerda a la linterna mágica,
aunque creo que nunca había visto una en la época en que esto sucedió.
En este círculo, desde sus comienzos brumosos, apareció gradualmente una
escena encantadora, vívidamente coloreada, de una granja. Y todo se movía. Caballos,
vacas, perros, etc., todos moviéndose; patos que nadaban en un estanque; una mujer
con un vestido azul que saludaba desde la puerta de la granja. Al poco rato, la imagen
se desvaneció, el gnomo desapareció despidiéndose con una inclinación de cabeza y
una sonrisa, y yo me quedé aparentemente despierto y muy perplejo. El principal punto
de interés aquí es el círculo de luz, ya que en los años que vinieron a continuación, lo
volví a ver, aunque sin el gnomo y la escena de la granja; y otros investigadores han
destacado un fenómeno similar.
Me veo tentado a narrar una experiencia más de mi temprana infancia, aunque
no tiene nada que ver con el tema de la proyección. Me encontraba recostado sobre mi
cama, era de día y me sentía muy contrariado (quizás me había portado especialmente
mal y me habían enviado a la cama más temprano de lo acostumbrado). La vida era un
aburrimiento, mis padres eran injustos, y dormirme implicaba sueños y posiblemente
de los malos. Pero no había nada que yo pudiera hacer al respecto, de manera que cerré
los ojos. Inmediatamente oí el sonido más prodigioso, como una gran orquesta de
trompetas celestiales. Abrí los ojos maravillado y me quedé parpadeando a la luz del
día, ¡pues la noche había terminado! Había pasado, aparentemente, en un segundo, y
casi cincuenta años más tarde, sigue siendo la única experiencia de esta naturaleza que
he tenido. Pues, a pesar de que puedo despertar sin recordar haber soñado, aun así,
tengo la sensación de haber estado en la cama durante varias horas, y la atmósfera del
sueño que no recuerdo todavía permanece.
¡Ay, sí! Grandes cambios han tenido lugar en la calle de Seven Sisters. Los
alegres tranvías de juguete hace ya mucho tiempo que han ido a parar a un montón de
chatarra y los caballos que tiraban de ellos pastan en los Campos Elíseos -al menos, eso
espero-. La vieja casa, sin embargo, aún existe, y de vez en cuando paso por ahí para
contemplar, una vez más, las ventanas de las habitaciones en las que las cosas «iban
mal» hace ya muchos años. En Finsbury Park el cambio no ha sido tan grande.
Los árboles que conocimos aún están ahí y también una de las fuentes para
beber agua que me prohibían usar. A veces me siento ahí y puedo ver, aunque no sea
más que en mi imaginación, a una dama muy elegante, cuya belleza el tiempo nunca
apagará. Ella llega a través de los años para saludarme, y los pequeños rizos dorados
que coronan su frente resplandecen bajo el sol.

Preludio a una Búsqueda


Puede parecer un tanto sorprendente, después de los acontecimientos narrados
anteriormente, que mi interés por los sueños llegase a absorberme tanto; pero durante
mi niñez y mi juventud, mi salud fue mejorando poco a poco, y la atmósfera de

659
aquellos primeros años, amenazada por las pesadillas, pasó a formar parte del pasado.
Y, ahora, en mi cincuentena, sigo siendo un tanto enfermizo, pero difícil de matar.
En mi época de escolar yo era, en términos generales, bastante normal: trenes
a vapor en miniatura, pistolas de aire comprimido, experimentos químicos
espectaculares, petardos caseros que hacían explosión prematuramente, ratas blancas,
sellos, boxeo, gimnasia, remo y ciclismo. Así transcurría mi vida, de forma bastante
placentera y, aparentemente, sin ningún tipo de suceso psíquico. Supongo que yo no
era normal en tres aspectos que describiré muy brevemente, con la finalidad de
completar mi reseña de la etapa de transición que conecta a los incomprensibles -en
aquel momento- sucesos de mi temprana infancia, con el verdadero inicio de mi
investigación.
Cuando tenía trece años perdí a mi madre, y mi padre la siguió seis meses más
tarde. Los días de Finsbury Park llegaron a su fin, y me fui a vivir con mis abuelos a
Southampton. Yo era demasiado joven para darme cuenta de la irreparable desgracia
que había caído sobre mí; pero mi actitud hacia la muerte cambió, pues hasta entonces
le había tenido mucho miedo. Aunque morir pudiera ser un asunto doloroso, yo sentía
que más allá de la tumba me encontraría, sin duda, con mi madre, y ese pensamiento
despojó al misterioso otro mundo de la mayor parte de sus terrores y estimuló
enormemente mi interés por la vida después de la muerte. Con la ayuda de un
comprensivo compañero de escuela, llegué a aficionarme ligeramente a la Ouija y al
Espiritismo, pero los resultados no fueron ni convincentes, ni particularmente
edificantes. Pronto abandoné estos experimentos, pero continué leyendo cualquier cosa
acerca del espiritismo que cayera en mis manos.
Mi segunda anormalidad era casi vergonzosa, y una clara prueba de que Fox
estaba realmente loco; pues yo era un poeta, y las personas bien intencionadas
predijeron un gran futuro para mí. Permitid que me apresure a añadir que la promesa
verdaderamente extraordinaria de mis esfuerzos como escolar no se cumplió. El talento
maduró hasta cierto punto; pero más adelante, cuando me vi cada vez más absorbido
por mis estudios científicos, mi musa giró la cabeza y se marchó. Ahora me pregunto si
aquellos primeros poemas eran obra únicamente de mi consciencia. Con frecuencia
había una sensación preliminar de incomodidad e inquietud, y yo sabía que iba a
escribir otro «poema». Entonces, de golpe, las palabras parecían formarse en mi
cerebro y yo sentía el ritmo subyacente. Sí, me inclino a pensar ahora que algún poeta,
o poetisa, incorpóreo, intentaba hacer música con el muy elemental instrumento que
tenía a su disposición. Y por esta razón he considerado este asunto digno de ser
mencionado en esta historia.
Mi tercera anormalidad tiene una relación muy directa con nuestro tema de la
proyección astral. Aunque yo no era enteramente indiferente a los encantos del día, su
hermana noche me era mucho más querida. El encanto del día era más como una
estimulación superficial de los cinco sentidos; pero la noche entraba más profundo y
quizás llegara hasta un sexto sentido. Yo estaba embelesado por la luna y las estrellas y
el misterio de aquella poderosa bóveda. A veces, en invierno, este anhelo por la noche
triunfaba sobre mi amor por la comodidad. Obedeciendo a su extraña llamada, me
sentía impelido a abandonar el cálido fuego y mis sellos, y a divagar sobre la solitaria
comunidad que había bajo aquellas maravillosas estrellas. Y, en ocasiones, trepaba por
una escalera que apoyaba contra la antigua pared romana que colindaba con un lado de
nuestro jardín, y me sentaba, medio congelado, contemplando la espléndida luna. Sí, yo

660
amaba la noche y, ¿no era acaso la reina de aquel lugar encantado del reino de los
sueños?
Las pesadillas se estaban volviendo ahora cada vez menos frecuentes y eran,
por lo general, sueños de los normales, atribuibles a una cena poco moderada. El
glamour y la belleza se manifestaban cada vez más en mi vida onírica, y un nuevo tipo
de sueños llegó para estimular mi interés. El aspecto de la adivinación nunca me había
atraído. Le di una ojeada a un popular Libro de los Sueños y lo deseché con celeridad
por considerarlo una tontería, un veredicto al cual todavía me adhiero; pues, aunque un
cierto sueño pueda tener un verdadero significado profético para cierta persona, los
símbolos empleados pueden variar de acuerdo con la psique peculiar del soñador, y un
intento de estandarizarlos al modo de un Libro-del-Destino es absurdo. No existe un
lenguaje universal de los sueños.

Una vez finalizada mi época de escolar, había llegado a las siguientes


conclusiones:
1.- La mayor parte de mis sueños era, obviamente, una mezcla con, más o
menos, muy poco sentido, basados en acontecimientos pasados y recuerdos de libros
que había leído. Podían ser altamente placenteros y entretenidos, pero yo sentía que se
les pudiese atribuir ninguna importancia. Aquí, por supuesto, me equivocaba; pero las
investigaciones del Dr. Freud aún tardarían muchos años en darse a conocer al público
en general.
2.- De vez en cuando, ocurría que un sueño tenía un verdadero significado
profético, pero sólo en relación a asuntos bastante triviales.
3.- Cuando soñaba con mi madre, yo no me daba cuenta de que ella estaba
muerta, y ella no hacía referencia a su muerte ni me decía nada concerniente a su nueva
vida. Por lo tanto, no podía estar seguro de que el sueño no estuviese basado
enteramente en mis recuerdos de ella. No obstante, estos sueños eran
extraordinariamente vívidos, y estaban tan cargados de su perfumada atmósfera, que al
despertar me parecía como si acabara de estar con su presencia.
4.- En raras ocasiones tenía lo que podría llamarse un sueño histórico,
escenificado a una escala realmente grande y espectacular y aparentemente ambientado
en el pasado. Estos sueños tenían dos características peculiares:
 Yo no era un actor en ellos, sólo un espectador, como si se tratase de un
enorme teatro al aire libre;
 y nunca podía recordarlos con detalle, pues al despertar retenía únicamente
una impresión confusa.
Al principio, atribuí estos a algún principio escenificador que trabajaba sobre
mis recuerdos de libros y de obras de teatro, pero me preguntaba por qué yo
no representaba ningún papel en la obra. Más adelante, sin embargo, cuando
me familiaricé con la teosofía, aprobé la teoría de que, en estos sueños, yo
había contactado con los Registros Akáshicos, o más probablemente, con su
reflejo en la luz astral.
Es probable que muchos de mis lectores sean teosofistas, y por esta razón, he
considerado más adecuado hablar de proyección «astral» y no «etérica», aunque
algunas de mis experiencias sean quizás más etéricas en su naturaleza, utilizando esta
palabra en el sentido teosófico y sin ninguna referencia al postulado éter de la ciencia.
Según la teosofía, el doble etérico o cuerpo etérico es una extensión sutil,

661
interpenetrante, del vehículo físico, y a través de él circula la fuerza de vida
revitalizadora. Cuando es exteriorizado, no puede moverse más de unos pocos metros
de distancia de su equivalente material, al cual está conectado a través de una cuerda de
plata, y la ruptura de esta cuerda significa la muerte.
El cuerpo astral es un vehículo de la consciencia mucho más sutil y aunque
éste también se halla conectado mediante otra compleja estructura, o cuerda, al cuerpo
físico, tiene una libertad prácticamente ilimitada, ya que esta cuerda parece ser de una
elasticidad casi infinita. Ahora, como a veces en mis aventuras fuera del cuerpo he
parecido viajar muchas millas, es obvio que el término «astral» es el que considero más
adecuado. Por lo tanto, evitaré cualquier confusión con el «éter» de los científicos, y
escaparé a la crítica de mis amigos teosóficos.
5.- Sueños en los cuales yo exploraba lo que parecía ser un maravilloso mundo
celestial, que mostraba los más impresionantes extremos de la belleza y la fealdad, de
la atracción y de la repulsión, de la esperanza y de la desesperanza. Este mundo estaba
saturado de un glamour indescriptible, una atmósfera aparentemente divina; de manera
que, al despertar, sentía que había estado más cerca de lo celestial, incluso en el
infierno del sueño, de lo que lo estaba en mi agradable habitación iluminada por el sol
matinal.
Los sueños de este tipo fueron infrecuentes durante mi niñez, pero mi
juventud fue rica en ellos, ya que engendraron un descontento espiritual, el cual iba en
contra de mi creciente interés por la ciencia ortodoxa y la gratificación de los sentidos,
a través de los canales mundanos normales. La Tierra era cautivante, pero el sueño
celestial era más encantador aún. Me perseguía el recuerdo de una belleza que no era
de este mundo. Y en estos sueños noté, en muchas ocasiones, lo que parecía ser la
manifestación de alguna ley divina subyacente. Si uno se enfrentara valientemente a la
forma del horror, ésta sería disipada o se convertiría en una cosa bella, y esto último
siempre sucedía cuando mi compasión se despertaba y vencía a mi aversión.
6.- Observé que, en ocasiones, durante una pesadilla o un sueño doloroso de
tipo normal, no celestial, lo desagradable del mal momento que estaba pasando,
provocaba los siguientes pensamientos: «¡Pero esto no puede ser real! ¡Esto no me
pasaría a mí! ¡Debo estar soñando!» Y luego: «Ya he tenido suficiente de esto. Me voy
a despertar.» Y, rápidamente, escapaba de la situación, empujando al sueño, por decirlo
de alguna manera, lejos de mí, y despertando. En aquellos días, nunca me di cuenta de
las grandes posibilidades latentes en este descubrimiento, pero mi curiosidad se
despertó hasta cierto punto.
Me preguntaba por qué era capaz de saber en el sueño que era un sueño
únicamente en algunas ocasiones, y cómo se adquiría este conocimiento. Creo que se
me escapó la importancia de esta experiencia, porque descubrí que la compartía con
más gente. Es interesante anotar que, mientras muchas personas pueden escapar de una
pesadilla de este modo, muy pocas saben que están soñando, cuando el sueño es
placentero o común. Podría ser que la intensa tensión emocional sea la que despierta la
facultad crítica de la consciencia, permitiéndonos concluir que las extraordinarias
circunstancias del sueño, están demasiado alejadas de la vida real para ser realidad.
Por ende, en mis días escolares, las fuerzas se habían puesto en movimiento,
para instarme a emprender mi búsqueda entrando por la puerta de los sueños, y el
momento estaba casi a mi alcance, para iniciar mi gran aventura. Pues era un «gran»
acontecimiento para mí, da igual lo que piensen los demás de él; y, como soy por
naturaleza una persona bastante presumida, ¿por qué habría de simular una modestia

662
que no siento verdaderamente? Pero me gustaría hacer énfasis en este punto: mi única
razón para concentrarme en los sueños era que encontraba en algunos de ellos una
belleza y una divinidad que deseaba ardientemente, pero que no podía encontrar en la
Tierra. Yo no sabía nada acerca de la proyección astral, ni tenía la menor sospecha del
sorprendente giro que darían los acontecimientos en poco tiempo. Me dispuse a iniciar
la búsqueda de la belleza, y al final comprobé, al menos para mi propia satisfacción,
que poseía un alma inmortal.

Consciencia de los Sueños y


Primeros Ensayos de Proyección
En la primavera de 1902, cuando me encontraba yo a medio camino entre mis
dieciséis y mis diecisiete años, empecé un curso de tres años de ciencia e ingeniería
eléctrica en el Hartley Institute, que más tarde se convertiría en el Southampton
University College. Para mí ya existía un lazo sentimental con el viejo Hartley: mi
madre había estudiado allí antes de casarse y con frecuencia me había llevado al museo
y hablado de los fósiles, mientras mis ojos buscaban al gatito de dos cuerpos
embalsamado y a las falsas «sirenas» japonesas. Y fue a principios del verano de este
año, cuando tuve el sueño que marcó el verdadero inicio de mi investigación.
Soñé que me encontraba de pie en la acera, delante de mi casa. El sol salía
detrás de la muralla romana, y las aguas de la bahía de Bletchingden brillaban bajo la
luz matinal. Podía ver los altos árboles que hay en la esquina de la calle y la parte
superior de la vieja torre gris que se alza más allá de los Forty Steps. En la magia de la
luz matinal, la escena era enormemente hermosa, incluso entonces. La acera no era del
tipo normal, sino que consistía de pequeñas piedras de un gris azulado, cuyos lados
más largos formaban un ángulo recto con el bordillo blanco. Me disponía a entrar en la
casa cuando, al mirar casualmente estas piedras, me llamó fuertemente la atención un
extraño fenómeno pasajero, tan extraordinario que no podía creer lo que veían mis
ojos: habían cambiado su posición durante la noche, ¡y los lados más largos eran ahora
paralelos al bordillo! Entonces la solución vino a mi mente: aunque esta gloriosa
mañana de verano parecía de lo más real, ¡estaba soñando!
Al darme cuenta de este hecho, la naturaleza del sueño cambió de una forma
muy difícil de explicar a alguien que no haya tenido esta experiencia.
Instantáneamente, la intensidad de la vida se incrementó cien veces. Nunca habían
resplandecido el mar, el cielo y los árboles con una belleza tan encantadora; incluso las
casas más corrientes parecían estar vivas y ser místicamente hermosas. Nunca me había
sentido tan absolutamente bien, con semejante lucidez mental, divinamente poderoso,
¡inexpresablemente libre! La sensación duró sólo unos momentos, y entonces desperté.
Como supe más tarde, mi control mental había sido vencido por mis
emociones, de modo que mi cansado cuerpo hizo valer su protesta y me hizo regresar.
Porque, aunque no me di cuenta de ello en aquel momento, creo que esta primera
experiencia fue una auténtica proyección y que yo me encontraba desempeñándome
fuera de mi vehículo físico. ¿Por qué, cuando todo lo demás era tan normal, se cambió
la posición de los adoquines en mi consciencia?, no lo puedo explicar. Estas cosas
suceden en el extraño mundo astral que forma el telón de fondo para estas aventuras,
aparentemente objetivas, fuera del cuerpo; y el experimentador es muy afortunado de

663
que sucedan. Siempre me he lamentado de no haberme fijado si los adoquines
recuperaron su posición correcta, antes de que el sueño llegase a su fin.
Aunque en aquella época yo no sabía que la proyección fuese posible, me
alegró muchísimo descubrir que en un sueño uno podía adquirir, mediante la
observación de alguna incongruencia o un anacronismo, el conocimiento de que estaba
soñando. El subsiguiente cambio en la naturaleza del sueño, y el hecho de que éste no
terminara inmediatamente, colocaba al descubrimiento, en una categoría muy distinta
al método de escapar de una pesadilla. Más aún, me conducía hacia esta emocionante
pregunta: ¿Era posible prolongar el sueño mediante el ejercicio del poder de la
voluntad? Y me imaginaba libre como el viento, seguro en la consciencia de mi
verdadero estado y en el conocimiento de que siempre podría despertar si el peligro
amenazaba, moviéndome como un pequeño dios, a través del glorioso escenario del
mundo de los sueños.
A este nuevo tipo de sueños lo llamé sueño del conocimiento; pues en él uno
tenía el conocimiento de que realmente estaba soñando. Antes de irme a dormir debía
imprimir en mi mente el deseo de no permitir que esta importante facultad
permaneciese inactiva; debía mantenerse despierta, lista para precipitarse sobre
cualquier incongruencia en el sueño y reconocerla como tal. Suena simple, pero en la
práctica encontré que es una de las cosas más difíciles que uno pueda imaginar.
Cien veces pasaba yo (y todavía lo hago) delante de las más evidentes
incongruencias, y luego, finalmente, alguna anomalía me decía que estaba soñando; y
este conocimiento siempre traía consigo, al menos hasta cierto punto, el cambio que ya
he descrito. Pero descubrí que, aunque yo pudiese saber que estaba soñando, había
grados de consciencia de esto, y la experiencia era proporcionalmente más vívida o
más perfecta al grado de consciencia que se manifestaba en el sueño. Para conseguir
mejores resultados, debía conocerlo todo acerca de la vida anterior de mi ser terrenal,
tal como hace uno en la vida real, para darme cuenta de que mi cuerpo estaba dormido,
y para apreciar los amplios poderes que estaban a mis órdenes en este estado,
aparentemente fuera del cuerpo.
Para lograr el sueño del conocimiento, debemos despertar la facultad crítica
que parece estar, en gran parte, inoperativa en los sueños; y aquí se manifiestan
también grados de actividad. Supongamos, por ejemplo, que, en mi sueño, estoy en un
café. En una mesa cercana a la mía, hay una dama que sería muy atractiva si no fuese
porque tiene cuatro ojos. He aquí algunas ilustraciones de estos grados de actividad de
la facultad crítica:
1.- En el sueño está prácticamente dormida, pero al despertar, tengo la
sensación de que esta dama tiene algo peculiar. De repente: «¡Claro, por supuesto, tenía
cuatro ojos!»
2.- En el sueño muestro una ligera sorpresa y digo: «¡Qué curioso, esta chica
tiene cuatro ojos! Eso la estropea». Pero sólo de la misma manera que podría comentar,
«¡Qué pena que tenga la nariz rota! Me pregunto cómo se lo habrá hecho».
3.- La facultad crítica está más despierta y los cuatro ojos son considerados
algo anormal; pero el fenómeno no es apreciado del todo. Exclamo, «¡dios mío!» y
luego me tranquilizo agregando, «debe haber una galería de monstruos o un circo en la
ciudad». Por consiguiente, estoy a punto de darme cuenta, pero no llego hasta ahí.
4.- Mi facultad crítica está ahora totalmente despierta y se niega a satisfacerse
con esta explicación. Sigo mi tren de pensamiento, «¡Pero si nunca ha habido una

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anormalidad así! Una mujer adulta con cuatro ojos, eso es imposible. Debo estar
soñando».
Espero no haber elaborado este punto con nimiedad; pero he descubierto, para
mi sorpresa, que algunas personas son incapaces de captar esta idea del sueño del
conocimiento, que es en realidad un nuevo nivel de consciencia y distinto a los estados
experimentados en los sueños corrientes y en el estado de vigilia. Objetan, «Pero,
después de todo, es sólo un sueño. ¿Cómo puede un sueño ser algo más?» Y su
expresión muestra con elocuencia, la duda que son demasiado educados para expresar.
Bueno, para resumir, descubrí que, en estos sueños del conocimiento, se
abrían nuevos métodos de locomoción ante mí. Podía deslizarme sobre la superficie del
suelo, atravesar paredes aparentemente sólidas, etc. a una gran velocidad, o levitar
hasta una altura aproximada de unos treinta metros, y luego deslizarme. Volveré a estos
métodos más adelante.
También era capaz de realizar unos pequeños trucos intrigantes a voluntad,
como mover objetos sin un contacto visible, y moldear nuevas formas en la materia
plástica; pero en estos primeros experimentos, podía permanecer fuera del cuerpo
únicamente durante un tiempo muy breve, y esta consciencia del sueño tan especial,
sólo podía adquirirse a intervalos de varias semanas. Para empezar, mi progreso era
muy lento; pero en poco tiempo hice dos nuevos descubrimientos:
1.- El esfuerzo mental de prolongar el sueño me producía un dolor de cabeza
(leve al principio, pero aumentaba rápidamente su intensidad) y sabía instintivamente
que esto era un aviso, para que no resistiese durante más tiempo la llamada de mi
cuerpo.
2.- En los últimos momentos de la prolongación del sueño, y mientras yo era
objeto de este dolor, experimenté una sensación de lo más curiosa, como de una
consciencia dual. Podía sentirme en el sueño y ver el escenario; pero, al mismo tiempo,
podía apreciar que estaba acostado sobre mi cama y ver mi dormitorio. A medida que
la llamada del cuerpo se hacía más fuerte, el escenario del sueño se iba desvaneciendo
cada vez más; pero al mantener mi voluntad de seguir soñando, podía hacer que la
habitación se borrara y que el escenario del sueño recuperara su aparente solidez.
En esta etapa de mi investigación, surgió un nuevo interrogante: ¿Qué
sucedería si yo ignoraba la advertencia del dolor y luchaba hasta llegar a un clímax? A
decir verdad, tenía un miedo terrible de realizar el experimento, pero un sentido de
destino me impulsaba a continuar. Aproximadamente un año después del sueño de los
adoquines, reuní coraje, corrí el riesgo, gané la batalla y viví una aventura que nunca
olvidaré.
Soñé que estaba caminando junto a las aguas de la Costa Oeste. Era de
mañana, el cielo era de un azul pálido, las espumosas olas lucían verdes bajo el sol. He
olvidado cómo sucedió exactamente, pero algo me dijo que estaba soñando. Quizás
caminé a través de un poste de telégrafo, o me di cuenta de que mi cuerpo no tenía
peso. Decidí prolongar el sueño y continué caminando; el escenario era ahora
extraordinariamente vívido y claro. Muy pronto, mi cuerpo empezó a obligarme a
regresar. Experimenté la consciencia dual: podía sentir que estaba acostado sobre la
cama y que caminaba junto al mar, todo al mismo tiempo. Más aún, podía ver
vagamente los objetos de mi habitación, así como el escenario del sueño (Consciencia
dual o división de la mente).
Yo deseaba continuar soñando. Se estableció una batalla: ahora mi habitación
era claramente visible y la escena de la playa era borrosa; luego mi habitación se

665
tornaba confusa y la escena de la playa más intensa. Mi voluntad triunfó. Perdí la
sensación de consciencia dual.
Mi habitación desapareció de mi visión y me encontré en la playa,
sintiéndome indescriptiblemente libre y eufórico. Al poco rato mi cuerpo comenzó a
llamarme otra vez y, simultáneamente, noté un dolor agudo y neurálgico en mi frente
(no mi frente física) y en la parte superior de mi cabeza. Como yo deseaba con fuerza
continuar soñando, este dolor aumentó su intensidad, pero esta vez no hubo consciencia
dual, ni una claridad alternante del dormitorio y la playa; la habitación no era visible.
Luché contra mi cuerpo, manteniendo mi voluntad de permanecer en el mundo
de los sueños. El dolor de mi frente aumentó gradualmente, llegó a un punto máximo, y
luego, para mi satisfacción, cesó de repente. Al desaparecer el dolor, algo pareció hacer
«click» en mi cerebro. Yo había ganado la batalla. Mi cuerpo ya no tiraba de mí, y yo
era libre.
Continué caminando, disfrutando de la belleza de la mañana y de mi sensación
de libertad. No me topé con nadie, lo cual no era de sorprender, ya que pocas personas
paseaban así tan temprano por la mañana. Cuánto tiempo transcurrió, no lo sé; el
tiempo es la cosa más desconcertante en el mundo de los sueños, pero al poco rato se
me ocurrió que debía regresar a mi cuerpo. Debía estar en la universidad a las nueve, y
no tenía ni idea de cuál era la hora terrenal, sólo que probablemente era la mañana. Por
ende, deseé con fuerza terminar el sueño y despertar. Para mi sorpresa, no ocurrió nada.
Era como si un hombre que estaba realmente despierto deseara con fuerza despertar.
Me parecía que no podía estar más despabilado de lo que estaba.
Mi razón me dijo que la aparente solidez de la playa y de las olas iluminadas
por el sol, no eran la tierra y el mar físicos; que mi cuerpo estaba acostado sobre la
cama, a media milla de distancia en Forest View; pero yo no podía sentir la verdad de
esto. Parecía que estuviese completamente desconectado de mi cuerpo físico. En ese
momento noté que un hombre y un niño se me acercaban.
Al pasar junto a mí, hablaban entre ellos; no parecieron verme, pero yo no
estaba muy seguro de ello. Un momento más tarde, sin embargo, cuando me encontré
con otro hombre y le consulté la hora, éste no notó nada, y era evidente que no era
consciente de mi presencia. Entonces me pregunté si no estaría yo «muerto». Peor aún,
¡si no estaría en peligro de ser enterrado prematuramente! ¿Cuál era la hora real, la
hora verdadera en la Tierra? ¿Cuánto tiempo había durado este sueño?
Empecé a sentirme terriblemente solo. Esta experiencia fue bastante nueva
para mí: antes siempre había sido capaz de despertarme cuando me proponía desearlo
con fuerza; de hecho, el problema había sido que me despabilaba con demasiada
facilidad. Ahora tenía miedo, y me resultaba difícil mantener el control y no caer en un
estado de pánico. Deseé desesperadamente terminar con esto, una y otra vez, hasta que
llegué al punto de intensidad más alto. Algo pareció romperse. Una vez más, tuve la
extraña sensación de un «click» en mi cerebro. Ahora estaba despierto, sí, ¡pero
completamente paralizado! No podía abrir los ojos. No podía hablar. No podía mover
ni un músculo. Tenía una ligera sensación de que la luz del sol brillaba sobre mis
párpados, y podía oír claramente el tic-tac del reloj y a mi abuelo moviéndose en la
habitación adyacente (Parálisis en vigilia).
Ahora, a pesar de que mi posición era suficientemente desagradable, no me
sentí tan asustado como lo había estado cuando me encontraba fuera del cuerpo. Me
pareció imperativo permanecer lo más tranquilo posible. Con esta finalidad, repetí
mentalmente el Teorema del Binomio y otras fórmulas matemáticas. Luego me

666
concentré en desear fuertemente mover todo mi cuerpo. El resultado fue un fracaso
absoluto. Ahora me sentía más asustado, pero logré mantenerme razonablemente
tranquilo. Más tarde tuve una inspiración: pondría toda mi energía mental en levantar
únicamente mi dedo meñique. Lo conseguí.
Le siguieron el tercer dedo y el dedo medio. Después fui capaz de mover toda
la mano derecha. A continuación, logré levantar mi brazo por encima de mi cabeza y
coger la baranda de mi cama. Seguía estando ciego, y el resto de mi cuerpo parecía
estar hecho de hierro. Deseando con fuerza y tenacidad levantarme, tiré y tiré de la
baranda de la cama. Al principio sin éxito, y luego, casi de inmediato, el trance se
rompió. En un instante mis ojos estaban abiertos a la luz y mi cuerpo se había
incorporado. Salté de la cama alegremente, pero me tambaleé y tuve que apoyarme
contra la columna. Durante unos instantes fui víctima de un mareo terrible y creí que
me desmayaría, pero me recuperé con rapidez. Eran las ocho en punto, de modo que
tuve que darme prisa para llegar a la universidad a tiempo. Me sentí bastante mal y
muy deprimido durante el resto del día, aunque sin molestias serias. Pasaron
aproximadamente tres días antes de que recuperara del todo mi salud y el ánimo.
Ésta fue mi primera experiencia de ese estado de trance profundo, en el cual el
cuerpo parece estar, para el experimentador, en un estado cataléptico. La forma en que
esto fue superado (levantando primero el dedo meñique, etc.) puede haber sido una
ilusión; por ejemplo, podría ser que no hubiera habido movimientos del cuerpo físico
antes de que se interrumpiera el trance, aunque el hecho de que me encontrara a mí
mismo sentado, habla a favor de la realidad física de los medios por los cuales el trance
llegó a su fin. No existe ninguna prueba de una forma o de otra en este caso, ya que
nadie más que el experimentador estaba ahí para observar lo que realmente sucedió.
Durante un tiempo, este susto tuvo el efecto de hacerme recobrar el juicio,
pero luego la temeridad de la juventud irrumpió una vez más. Sin embargo, quizás se
tratase de la necesidad del investigador, y no del místico aventurero que había en mí, la
que me hacía repetir mi experimento de ignorar la llamada del cuerpo. Se me debe
hacer una concesión por mi edad, pero yo creía que había tropezado con algo realmente
importante y quería confirmar mis resultados.
Mediante la prolongación de un sueño (cuyos detalles no recuerdo) desafiando
al aviso del dolor, experimenté una vez más una gran dificultad para abandonarlo y
despertar. De nuevo me encontré en un estado que se asemejaba a la catalepsia y tuve
que recurrir a los métodos que ya he descrito. Esta vez, sin embargo, cuando hube
logrado levantar un brazo, se interrumpió el trance. Experimenté unos ligeros mareos y
sentí los efectos, fatiga y depresión, durante el resto del día. Una característica inusual
fue que todo recuerdo de los detalles del sueño se perdió en la tensión de interrumpir el
trance.
Esta experiencia fue, ciertamente, menos severa que la que relaté primero,
pero lo suficientemente desagradable como para disuadirme durante varios años de
volver a correr semejante riesgo. Había experimentado este trance cataléptico dos veces
en pocas semanas y sentí que estaba «jugando con fuego». Temía un fallo cardíaco, un
entierro prematuro, o la posibilidad de obsesionarme. Y, por supuesto, estaba
enamorado y la vida me parecía dulce. De modo que, durante muchos meses, en mis
nuevos experimentos de prolongación de los sueños, siempre consideré que el dolor en
mi frente era un aviso directo para regresar a mi cuerpo. Tan pronto como lo sentía,
deseaba con fuerza alejarme del sueño, y no tenía ninguna dificultad en despertar.

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La catalepsia puede ser producida por la hipnosis, y es muy probable que mis
síntomas fuesen, en realidad, físicos y no una mera ilusión del estado de trance; pero
ahora sé que no tenía necesidad de pasar por esa dolorosa lucha para interrumpir ese
estado. Si sólo hubiese tranquilizado mi mente, durmiéndome otra vez, mi cuerpo se
habría encontrado en estado normal al despertar. He comprobado esto en diversas
ocasiones y puedo recomendarlo como el mejor camino a tomar por cualquier lector,
quizás por accidente, en este estado, ya que la tensión mental y la tendencia a sentir
pánico, pueden ser nefastas para un corazón débil. Mi temor a un entierro prematuro
tampoco tenía ninguna base, porque como no había recibido atención médica desde
hacía casi un año, hubiese sido necesaria una autopsia, y lo más probable es que el
trance hubiese sido disipado por el bisturí del médico, antes de que el cuerpo sufriese
un daño importante. No obstante, podría existir un serio riesgo de entierro prematuro en
los casos en los que no hubiese una indagación, si la condición cataléptica resultase ser
de una gravedad excepcional.

El falso despertar y el estado de trance


Suspiro por los días en que era joven y estudiante de mi querido y viejo
Hardey. ¡Días maravillosos! ¡Qué rápido pasaron los tres años! Mis intereses eran
tantos y tan variados. En aquel período mágico de mi juventud, incluso este viejo y
corriente mundo nuestro, parecía fascinante y lleno de promesas de aventuras; y (sonría
si quiere usted) en lo más recóndito de mi mente, estaba siempre el delicioso
pensamiento, mantenido más o menos en secreto, de que yo era realmente distinto a los
demás hombres. Porque consideraba que era una especie de pionero celestial, un
explorador del vasto, oculto y trascendente reino del espíritu, y, quizás, destinado a
hacer algún gran descubrimiento para el beneficio perdurable de la humanidad.
Sin embargo, debe tomarse nota de que este pionero desperdició sus escasas
oportunidades de investigación de muy mala manera. Era tan difícil mantener el papel
de observador impersonal en este extraño mundo de los sueños; darme cuenta de que, si
permitía que mis emociones acabaran con mi control mental, el sueño llegaría a un
abrupto fin.
Yo entraba en un restaurante y pedía una comida, sólo para despertar después
de haber saboreado los primeros bocados. De hecho, ver cuánto es uno capaz de comer,
sin prestar atención al sabor, sería un muy buen ejercicio de control mental, si estos
sueños del conocimiento fuesen más fáciles de obtener; pero, tal como son las cosas,
existen mejores maneras de pasar el tiempo en un sueño, y yo no lo recomiendo.
De manera similar, visité un teatro, pero nunca pude permanecer en el sueño
más que unos pocos minutos, después de que se hubiera levantado el telón, porque mi
creciente interés en el juego acababa con mi control mental de la experiencia. Me
encontraba con una dama fascinante e incluso hablaba con ella durante un breve
momento, pero el mero pensamiento de un posible abrazo era fatal.
Por supuesto, siempre encontraba alguna excusa para mis repetidos fracasos;
simplemente estaba adquiriendo experiencia en el control. Fui muy lento para aprender
que el lema para los proyeccionistas debería ser: «Puedo mirar, pero no debo
interesarme demasiado, ¡y mucho menos tocar!»
Un compañero de estudios llamado Barrow, cuyo padre era Teosofista, atrajo
mi atención sobre el tema de la Teosofía; pero antes de esto, me había topado con

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algunas referencias, en relación a la reencarnación. Leí varios manuales elementales y
quedé muy impresionado con la semejanza entre mis «sueños celestiales» y el plano
astral de la Teosofía.
Asimismo, Annie Wood Besant (Londres, 1 de octubre de 1847 - Adyar, 20 de
septiembre de 1933 - escritora ocultista británica. Fue periodista, feminista,
revolucionaria, socialista, y líder activista a favor de la independencia de Irlanda, de la
unificación e independencia de Italia, y luego de la India, llegando a ocupar la
presidencia del Congreso Nacional Indio) realizó una visita a Southampton,
pronunciando una conferencia en el Philarmonic Hall, y pronto sucumbí al encanto de
su oratoria. Pero a pesar de hallar una riqueza de nuevas y fascinantes ideas en mi
mente sobre mis estudios teosóficos, no pude descubrir nada de uso práctico para mi
investigación sobre los sueños, ni encontrar ninguna mención a este sueño peculiar en
el cual uno tiene el conocimiento de estar soñando. Creo, más bien, que sólo se
insinuaba que los maestros y los adeptos prestigiosos eran capaces de abandonar sus
cuerpos a voluntad, pero no se concedía ninguna información en relación a sus
métodos, ni se animaba a uno a suponer que tal cosa fuese posible para la gente
corriente.
En la víspera de un examen sobre construcción de máquinas, tuve la fuerte
voluntad de ver el papel que nos pondrían. Soñé que estaba en examen y, sabiendo que
soñaba, intenté memorizar las preguntas del papel. Al despertar, recordaba dos: (1)
Dibuje y describa alguna forma de separador de vapor. (2) Dibuje una caja de grasa
apropiada para un camión de mercancías.
Al día siguiente, cuando realmente tomé el examen, encontré ambas preguntas
en el papel. No aparecían como preguntas completas por sí solas, sino como una
sección de otras. La primera era una pregunta probable, pero una revisión de exámenes
anteriores demostró que la segunda pregunta no había sido formulada desde hacía
muchos años. Pude haber tomado más detalles del examen, de no haber sido por el
hecho de que, en un sueño del conocimiento, leer es un asunto muy difícil. La
impresión parece suficientemente clara, hasta que uno intenta leerla; entonces las letras
se tornan borrosas, o se juntan, o desaparecen, o se convierten en otras.
Cada línea, o en algunos casos cada palabra, debe retenerse mediante un
esfuerzo de la voluntad, hasta que su significado haya sido captado. Luego es dejada
(con lo cual desaparece o cambia) y la siguiente es retenida, y así sucesivamente. Otras
personas me han contado que encuentran la misma dificultad al leer literatura de los
sueños; pero aún no he visto ninguna teoría realmente satisfactoria que los explique. Es
altamente improbable que yo hubiese podido repetir este logro, pero no lo intenté, pues
después de realizar el experimento, tuve la incómoda sensación de que no estaba
jugando limpio. Es cierto que otras personas tenían la libertad de hacer lo mismo, pero
yo sabía que nunca se les ocurriría intentarlo.
El otro experimento fue como sigue:
Había pasado la tarde con dos amigos, Slade y Elkington, y nuestra
conversación se había decantado hacia el tema de los sueños. Antes de partir,
acordamos encontrarnos, a ser posible, en Southampton Common en nuestros sueños
de esa misma noche. Yo soñé que estaba con Elkington en el Common, tal y como
habíamos acordado, pero Slade no se presentó. Ambos sabíamos que era un sueño y
comentamos la ausencia de Slade.
Después el sueño terminó, siendo de una duración muy corta. Al día siguiente,
cuando vi a Elkington, al principio no le conté absolutamente nada de mi experiencia,

669
pero le pregunté si había soñado. «Sí», replicó, «me encontré contigo en Common y
supe que estaba soñando, pero el viejo Slade no apareció. Sólo tuvimos tiempo de
saludarnos y comentar su ausencia, luego el sueño terminó». Al entrevistar a Slade, nos
enteramos de que no había soñado nada, lo cual quizás explicaba su incapacidad de
acudir a la cita.
Algunas personas han presentado esta objeción: «Oh, bueno, tú esperabas
encontrarte con tu amigo, de modo que soñaste que lo hacías. Eso es todo». Pero si la
expectativa es explicar la experiencia, entonces yo esperaba encontrarme con Elkington
y Slade, mientras que Elkington esperaba encontrarse con Slade y conmigo. ¿Cómo es
posible, entonces, que la expectativa nos fallara a ambos en relación a Slade? ¿Por qué
faltó?
¿Cómo es que la expectativa falló en hacerlo soñar que se encontraba con
nosotros? Elkington y yo fuimos incapaces de repetir este pequeño éxito. Todo el
asunto está erizado de dificultades; pero creo que es un hecho muy poco frecuente que
dos personas compartan aparentemente la misma experiencia onírica y que ambos la
recuerden al despertar.
Mis siguientes descubrimientos fueron el falso despertar y el estado de trance;
este último siendo realmente mucho más leve que el estado cataléptico que ya he
descrito, y convirtiéndose en él si el trance se torna más profundo, como lo
demostrarían experiencias posteriores.
A veces, después de un sueño del conocimiento, y con menos frecuencia
después de un sueño no recordado, parecía despertar, y permanecía bajo la impresión
de estar despierto, y luego algún hecho anormal me demostraba que me encontraba en
un estado de trance.
Ahora daré tres ejemplos de mis archivos guardados:
1.- Salí de sueños que no recordaba y pensé que ya me había despertado. Era
todavía de noche y mi habitación estaba muy oscura. Aunque me parecía estar
despierto, me sentía curiosamente poco inclinado a moverme. La atmósfera parecía
distinta, como si estuviese «tensa». Yo tenía la sensación de que estaban trabajando
unos poderes invisibles, intangibles, los cuales provocaban esta sensación de estrés
etéreo. Me puse a la expectativa. Ciertamente que algo estaba a punto de suceder. De
repente, la habitación se iluminó suavemente. Un sutil resplandor verdoso, que sugería
fosforescencia, emanaba de un armario japonés con puertas de cristal que había junto a
mi cama. Desde esta fuente, se extendía lentamente y de forma pareja, (como un gas
luminoso), una luz fría y espectral, de una brillantez invariable. Durante un rato
permanecí inmóvil, mirándola. No sentí miedo, pero sí estaba maravillado. Luego,
deseando observar más de cerca la fuente de esta misteriosa luz, realicé el esfuerzo de
superar mi extraña inclinación a no moverme. Al instante, la luz desapareció y las
cosas volvieron a ser normales. Ahora estaba realmente despierto, con la cabeza a
medio levantar de la almohada.
Nota: Yo no lo sabía, pero podría haber abandonado mi cuerpo con bastante
facilidad (mediante el método de la proyección instantánea) cuando me encontraba en
este estado, como resultará obvio más adelante. El resplandor, aunque se percibía
bastante real en su propio plano, era, desde el punto de vista físico, una ilusión.
2.- Mi amigo Barrow había acordado conmigo que intentaría precipitar su
vehículo astral mientras dormía, y aparecer ante mí en mi habitación. Mi experiencia
fue la siguiente:

670
Soñé que estaba en el salón principal de Hartley University College y que ahí
encontraba a mi madre. Este encuentro me sorprendió, pues yo sabía muy bien que
estaba soñando, aunque no podría decir cómo lo sabía. Le dije que esperaba una visita
astral de Barrow y que debía regresar a mi habitación para aguardar su llegada. Al
instante, fui atrapado por una especie de corriente invisible, y devuelto a mi cuerpo.
Desperté (al menos, me encontraba sin duda bajo la impresión de estar despierto) y me
sentí muy contrariado por esta interrupción abrupta del experimento.
«Si tan sólo hubiese conseguido permanecer en el sueño» pensé, «podría haber
esperado aquí (en el equivalente astral de mi habitación) y haberme encontrado con él
si venía; pero ahora, incluso si viene, como estoy despierto no podré verlo, pues no soy
clarividente».
Llegado este punto, me di cuenta de dos cosas: (1) Un cambio repentino casi
indescriptible había sido efectuado en la atmósfera, la cual parecía estar cargada de
expectación (la sensación de «antes de la tormenta» intensificada) y enrarecida, o
quizás comprimida. Me parecía que la atmósfera estaba siendo tensionada por obra de
alguna fuerza desconocida. (2) Que la puerta de mi habitación, que había permanecido
cerrada, estaba ahora entreabierta y una débil luz dorada se filtraba por la abertura.
Apenas tuve tiempo de notar estas cosas y luego, literalmente en un
relámpago, apareció mi amigo. No entró por la puerta. Apareció instantáneamente,
dentro de una nube con la forma de un huevo, de una intensa luz de un blanco azulado,
y permaneció junto a mi cama, contemplándome con seriedad. Estaba vestido con una
túnica blanca (probablemente su pijama). A medida que mis ojos se fueron recuperando
del efecto deslumbrador de su súbita aparición, vi que dentro del ovoide blanco azulado
que lo rodeaba, había tiras de color (rojo intenso, rosa rojizo, violeta, azul, verde mar y
naranja pálido). A excepción de lo que acabo de mencionar, no puedo recordar el orden
en el cual se distribuían, pero el naranja pálido estaba concentrado alrededor de la
cabeza, disparando hacia arriba un rayo cónico que se ensanchaba hasta llegar al techo.
Mientras permanecía ahí acostado (en el lado izquierdo de mi cama doble) mirándolo,
me sentí paralizado, no con miedo, sino con perplejidad y admiración. Él no habló,
pero yo sentí que me estaba diciendo mentalmente que no tuviese miedo. Debe
recordarse que todo esto sucedió en uno o dos minutos; luego, incluso mientras me
esforzaba por romper la extrafina inercia que me poseía y por hablar con él,
desapareció con la misma rapidez con la que había llegado.
Una vez más, y en apariencia completamente despierto, permanecí acostado
en la oscuridad, pero antes de que mi sorpresa por su abrupta desaparición se hubiese
esfumado, un fenómeno nuevo llamó mi atención. En el aire, sobre los pies de mi
cama, apareció un círculo de luz amarilla, como proyectada por una linterna mágica, y
en ella había tres figuras (un hombre y dos mujeres) que representaban el drama de la
descripción del «triángulo eterno». Estas figuras tenían una altura aproximada de
noventa centímetros; las ropas eran modernas y la coloración perfecta; pero no puedo
recordar qué fondo había. No era capaz de oír realmente sus palabras, pero sabía
mentalmente lo que estaban diciendo. Esta obra pareció durar varios minutos, y las
consideraciones de espacio me impiden ofrecer un relato más detallado. Terminó para
mí cuando una mujer apuñaló a la otra. Oí mentalmente el grito de la víctima, y la
conmoción que me produjo interrumpió el trance. La escena se desvaneció al instante y
yo permanecí acostado, realmente despierto ahora, mirando la oscuridad.
Nota: La experiencia onírica de Barrow resultó ser decepcionante. Él no
recordaba haber estado en mi habitación, pero lo que sí rememoraba era haberse

671
encontrado al pie de los Forty Steps, que están a sólo dos minutos andando desde mi
casa. Tuvo también muchos otros sueños, pero no recordaba ninguno de ellos.
Originalmente habíamos decidido encontrarnos (en nuestros sueños) en el vestíbulo de
Harcley, pero abandonamos esa idea en beneficio del intento de proyección astral de mi
amigo. En la primera etapa de mi sueño yo estaba, evidentemente, ciñéndome a nuestro
plan original, y tengo pocas dudas de que esto fuera una verdadera proyección, por mi
parte.
Desde un punto de vista científico, la puerta entreabierta, la aparición de
Barrow y la obra teatral, podrían considerarse ilusiones experimentadas durante el
estado de trance; es decir, que estos fenómenos no tenían existencia en el plano físico
de la vida en vigilia. Desde el punto de vista de lo oculto, sin embargo, la aparición de
Barrow, encerrado en el huevo áurico, puede haber sido un hecho tan real en su plano
de manifestación, como cualquier fenómeno físico lo es en la Tierra. Los ocultistas
están de acuerdo en señalar que la ausencia de recuerdos por su parte, no afecta la
autenticidad de la proyección, mientras que la presencia del aura bien definida, apoya
esto y se halla en oposición a la teoría de que yo vi únicamente una forma de
pensamiento de mi creación. En aquellos días mi idea del aura resulta muy vaga y,
ciertamente, no la hubiese imaginado en la forma en que apareció.
Podría recalcarse que Barrow era una persona intelectual, probablemente un
alma altamente evolucionada, y ese color amarillo denota el “elemento manásico”, la
mentalidad. No obstante, aunque podría tratarse simplemente de celos por mi parte,
esta aura parece haber sido un poco demasiado espléndida, más de lo que uno esperaría
encontrar en un adepto. Y ahora, en interés de la ciencia, debo sugerir otra teoría más
probable, pero bastante poco amable: que lo que yo vi no era el vehículo astral de
Barrow, sino una forma de pensamiento que emanaba de él; pues en aquella época me
adelantaba en materia teosófica y estaba bastante familiarizado con imágenes del aura.
Debe comprenderse, por supuesto, que, incluso si esta teoría es cierta, no implica
ningún trampantojo consciente por su parte.
La obra de teatro puede haber sido una creación de una parte de mi
consciencia, siendo objetivada en el proceso, de manera que pareciese una cosa externa
a la parte que observaba el fenómeno. Una vez más, puede haber sido una obra teatral
astral, o incluso un fragmento de los registros reflejados en la luz astral. No lo sé.
3.- Salí de un sueño no recordado, para encontrarme aparentemente despierto
en la oscuridad de mi habitación. En uno o dos minutos fui consciente del curioso
cambio en la atmósfera que ya he descrito. El pensamiento de que algo inusual estaba a
punto de suceder acudió a mí, pero yo no tenía ni idea de qué forma adquiriría esta
esperada manifestación. Entonces, de una manera sorprendentemente repentina, un
ovoide de color blanco azulado apareció a poca distancia de mi cama, y en él había una
figura aparentemente sólida que reconocí al instante. La aparición estaba vestida con
una simple túnica blanca de intenso brillo, pero no se discernía ningún color astral. El
rostro estaba dentro de las líneas de las representaciones ortodoxas de Cristo y era
maravillosamente hermoso. Creo que el cabello y la barba eran de un marrón rojizo, y
los ojos eran de un profundo azul oscuro. Su expresión era también ortodoxa, resuelta,
apacible y triste. Debo admitir que esta visión me dejó pasmado, y su belleza parecía
aumentar la parálisis que me afectaba. Después de una fracción de tiempo, logré
superar esta incapacidad para moverme. Estiré una mano para tocar la figura, y ésta se
esfumó inmediatamente. No se había pronunciado ninguna palabra. Ahora me

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encontraba despierto y encontré que tenía el cuerpo apoyado sobre un codo, a medio
levantar de la cama; mi brazo izquierdo estaba todavía estirado.
Nota: Me he declarado culpable de ser una persona bastante orgullosa, pero
incluso en aquella época no era lo suficientemente vanidoso como para creer que esta
experiencia había sido realmente lo que parecía ser. Me han sugerido que algún adepto,
que pasó delante de mí por casualidad, notó mi estado de trance y asumió esta forma,
para acelerar el elemento piadoso en mí. Si ésta fuese la verdadera explicación, no
puedo comprender por qué el adepto no escogió una forma menos convencional.
Demasiadas idas obligatorias a la iglesia y excesiva «educación religiosa» habían
acabado exitosamente con cualquier interés que yo pudiese haber tenido por el
cristianismo. El concepto popular de Cristo seducía al poeta que hay en mí, pero no
removía mis instintos religiosos; quizás porque me resultaba demasiado familiar. Si la
forma asumida hubiese sido India o China, me habría impresionado más y también
haber estado más dispuesto a creer que esta aparición era realmente un visitante
celestial de alto rango. Teniendo en consideración la ausencia de colores áuricos, los
cuales uno ciertamente esperaría ver, creo que esta figura era tan solo una forma de
pensamiento, aunque de una belleza y un poder excepcionales, que emanare de alguna
fuente desconocida. Fue, no obstante, una experiencia notable e inolvidable.
La casa, que fue mi hogar en este período de mi vida, parecía estar habitada
por un espíritu terrestre. Con frecuencia, durante la noche, o incluso a la luz del
amanecer, yo solía oír pasos que subían y bajaban por la escalera, y a veces hacían la
desagradable broma de detenerse frente a mi puerta (y esto era cuando ya estaba
realmente despierto, y no en un estado de trance). Me escabullí en varias oportunidades
y luego, una noche, cuando el «fantasma» se detuvo de esta manera, salté de la cama y
abrí la puerta de par en par en un santiamén. No pude ver nada, y debo admitir que me
sentí más aliviado que decepcionado al volver a entrar.
En una ocasión, mi abuelo y yo oímos, ambos, estos pasos. Nos
encontrábamos solos en la casa, pues nuestra ama de llaves nos había dejado una cena
fría y había salido a visitar a una amiga. De modo que nos sentamos junto al fuego,
leyendo en silencio. Entonces, oímos claramente unos pasos que descendían por las
escaleras y pasaban por el pasillo hasta la cocina. Mi abuelo levantó la mirada de su
libro con una ligera sorpresa.

< Pero bueno, no sabía que Emma había regresado, exclamó-.


< ¿Lo sabías tú? Ha vuelto pronto esta noche.
< No, no la he oído entrar -repliqué indiferente, pues los sonidos eran tan reales
que él parecía estar simplemente constatando un hecho incuestionable.
Pero unos veinte minutos más tarde, nos miramos el uno al otro con muda
perplejidad, mientras la llave abría la puerta principal. Era Emma, y nosotros habíamos
estado solos en casa cuando oímos los pasos. La puerta trasera estaba cerrada con
cerrojo, tal como ella la había dejado cuando salió.
A veces, cuando los pasos se detenían delante de mi habitación, oía un sonido
como si alguien intentara hacer girar el tirador de la puerta, lo cual añadía un aire
aterrador a los actos; pero como esto sucedía invariablemente en la oscuridad, yo no
podía constatar si el tirador se movía realmente. Pude eliminar a nuestro gato del
problema, pues, como yo era el primero en bajar por la mañana, podía confirmar que él
estaba aún encerrado en la cocina. Intenté aflojar la perilla de nuestro tirador, de modo
que el más ligero movimiento la hiciera caer, pero, curiosamente, cada vez que yo

673
hacía esto, aunque podía sentir los pasos, no oía que hicieran girar el tirador y la perilla
seguía floja por la mañana. De manera que nunca llegué a resolver el misterio.

La proyección de Elsie
En el verano de 1905 tuve una novia a la que llamaré, «Elsie». Nuestros
caminos en la vida estaban destinados a divergir, y hace muchos años que no tengo
noticias de ella. Pero si Elsie no ha hecho la última proyección y, por casualidad, lee
estas líneas, sabrá que no la he olvidado. Y, realmente, no es necesario que añada que
me haría muy feliz volver a tener noticias suyas.
Bueno, Elsie veía mi experimentación de una forma extremadamente
desfavorable. Sentía que era algo perverso. De cualquier manera, no le gustaba a ella,
¡y eso era todo!
Entonces, yo, con toda la dolorosa seriedad de la juventud, le expliqué
amablemente que ella no era más que una pequeña ignorante de miras estrechas y que
no sabía de qué hablaba. ¿Acaso conocía siquiera el significado de la palabra
proyección astral?
< Sí -dijo Elsie con mucho énfasis-. ¡Lo sé! Sé más de lo que tú crees. Podría
visitarte esta noche si quisiera.
Ante lo cual reí irrespetuosamente y sin moderación, pues ella sabía menos de
ocultismo, teórico y práctico que yo de costura. Elsie, y no se la puede culpar, perdió
los nervios.
< Muy bien -exclamó-. ¡Te lo demostraré! Es perverso, pero no me importa.
Vendré a tu habitación esta noche y me verás ahí.
< De acuerdo -repliqué, sin sentirme impresionado en lo más mínimo-, ven si
puedes.
Ahí acabó nuestra discusión y, poco después, me fui caminando hasta mi casa
(que estaba a más de una milla de distancia de la de Elsie) y la olvidé inmediatamente
al empezar a estudiar para mis exámenes. Me fui a dormir tarde porque estaba muy
cansado. Su alarde había sido tan infantil que no pensé para nada en él.
En algún momento de la noche, cuando estaba todavía oscuro, desperté; pero
fue un falso despertar. Podía oír el tic-tac del reloj y ver vagamente los objetos que
había en la habitación. Permanecí acostado en el lado izquierdo de mi cama doble, con
unos nervios estremecedores, esperando. Algo estaba a punto de suceder. Pero, ¿qué?
Incluso en esos momentos, no pensé en Elsie.
De repente, apareció una nube con forma de huevo de una intensa luz blanca
azulada. En medio de ella se encontraba Elsie, el pelo suelto, en camisón. Parecía
perfectamente sólida, de pie junto a una cómoda que había cerca del lado derecho de
mi cama. Así permaneció, mirándome con unos ojos tranquilos pero tristes, y pasando
su mano por la parte superior y delantera de una caja que había sobre la cómoda. No
habló.
Durante lo que parecieron ser unos segundos, no pude moverme ni pronunciar
una palabra. Sentí otra vez la extraña parálisis que he mencionado anteriormente. Me
llené de asombro y admiración, pero no tuve miedo de ella. Por último, rompí el
hechizo. Apoyándome sobre un codo, la llamé por su nombre, y desapareció tan pronto
como había llegado. Parecía que ahora estaba, ciertamente, despierto. «Debo anotar la

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hora» pensé, pero una somnolencia irresistible me invadió. Caí sobre mi espalda y
dormí sin soñar hasta la mañana.
La siguiente tarde nos encontramos y noté a Elsie muy excitada y triunfante.
¡Sí te visité! -me saludó-. Realmente lo hice. Me fui a dormir, deseando
con fuerza hacerlo, y ¡en un momento me encontraba ahí! Esta mañana sabía
exactamente cómo estaba todo en tu habitación, pero lo he ido olvidando a lo largo
del día; se me ha estado escapando. ¡Oh, aquella mente tan poco científica! ¿Por
qué no tomó apuntes? Bueno, a pesar de su impaciencia, yo no estaba dispuesto a
contar lo que había visto hasta que ella me hubiera dicho todo lo que podía
recordar. De modo que, aunque esta experiencia no podrá ser absolutamente
convincente para ella o para nadie más, al menos lo fue para mí.
Ella me describió en detalle lo siguiente:
1.- Las posiciones relativas de la puerta, la cama, la ventana, la chimenea, el
lavabo, la cómoda y el tocador.
2.- Que la ventana tenía varios cristales pequeños, en lugar de los cristales
grandes más corrientes.
3.- Que yo estaba acostado, con los ojos abiertos, en el lado izquierdo de una
cama doble (nunca le había contado que era doble) y que parecía deslumbrado.
4.- Un anticuado cojín para alfileres, un objeto poco habitual en la habitación
de un hombre.
5.- Una caja negra japonesa con unas figuras rojas en relieve.
6.- Una caja sobre la cómoda, forrada en cuero, con el interior recubierto en
dorado, con una chapa hundida en la parte superior, para que entre el asa. Describió
cómo pasaba los dedos por encima de un cordoncillo que sobresalía en la parte
delantera de esta caja.
«Te equivocas en una sola cosa -le dije más tarde-.
Lo que tú creíste que era un cordoncillo, era una línea dorada en el cuero. No hay
ningún cordoncillo que sobresalga por ninguna parte.
«Sí lo hay -afirmó Elsie-, te digo que lo sentí.
«Pero, mi niña querida -protesté-, ¿no crees que yo conozco mi propia caja?
«¡Me da igual! -replicó-, cuando vayas a casa mírala, y encontrarás un cordoncillo
dorado en la parte delantera.

Hice lo que me aconsejó. La caja estaba colocada mirando a la pared, y la


bisagra (que yo había olvidado) formaba un cordón continuo que sobresalía, tal como
ella lo había descrito. Dada su posición, ella había confundido, naturalmente, la parte
posterior de la caja con la parte delantera. Aunque estaba eufórica con su triunfo,
continuaba manteniendo que estos experimentos eran «perversos», y nunca pude
persuadirla de que volviera a aparecerse ante mí una vez más.
Estoy convencido de que Elsie, en carne y hueso, jamás había visto mi
habitación, pues, como nunca tampoco entró jamás a mi casa, no podía haber echado
un vistazo sin mi conocimiento. Estoy, también, bastante seguro de que no le había
contado que tenía un cojín de alfileres, una caja japonesa y una caja de cuero. Quizás
deba mencionar aquí que un relato sobre esta proyección fue publicado anónimamente
en el Weekly Tale-Teller de julio de 1914.
La afirmación de Elsie de que mis ojos estaban abiertos plantea una
interesante pregunta: ¿estaban realmente abiertos, o sólo parecieron estarlo? Mis ojos
físicos permanecían, ciertamente, cerrados durante mis experiencias catalépticas, ya

675
que entonces estaba ciego, a no ser por la luz que penetraba a través de mis párpados.
En los otros acontecimientos de trance que he descrito, me parecía que mis ojos estaban
abiertos; pero, por razones que explicaré más adelante, ahora creo que mis ojos físicos
seguían cerrados. De hecho, se abrieron en el momento en que se rompió el trance, de
manera que me encontré mirando la oscuridad. Probablemente Elsie vio los ojos
abiertos de mi equivalente astral, o quizás etérico.
Nunca he dejado de estarle agradecido a mi querida Elsie por haber sido
«perversa», aunque fuese sólo por una vez. La verdad sea dicha, aunque algunos de mis
amigos fueron comprensivos, el mundo se negó a dejarse impresionar por mi gran
descubrimiento, y a tomarlo en serio. Cuando intenté publicarlo, un editor llegó a
insinuar de un modo educadamente desagradable, que quizás estaba yo un poco loco.
Por ende, en los años que vinieron a continuación, tuve mis períodos de reacción y de
total escepticismo. Después de todo, ¿había algo en mi investigación? ¿No podrían ser
mis aventuras fuera del cuerpo puramente subjetivas, mera imaginación o sueños?
Pero siempre que me acordaba de la proyección de Elsie recuperaba el ánimo.
Yo había descubierto algo de gran importancia, pero el momento aún no estaba maduro
para dárselo al mundo. Yo sabía (y, de hecho, todavía lo sé) que Elsie estuvo en mi
habitación aquella noche en su espíritu, a pesar de que su cuerpo se encontraba en su
cama a kilómetros de distancia. Y si el alma podía abandonar el cuerpo mientras éste
aún vivía, ¿no existían razones de más para suponer que el hombre poseía un espíritu
inmortal? Quizás no era posible obtener pruebas fehacientes, pero esto hacía que todo
ese asunto (la cuestión de la inmortalidad y del alma) fuese mucho más probable. Sí,
debo continuar.
¡Oh, triplemente bendita Elsie! Nunca supiste cuánto hiciste por mí aquella
noche.
En ese mismo verano de 1905, de una forma totalmente inconsciente, le di a
Elsie un susto bastante desagradable. Ella despertó en una radiante mañana para
encontrarme de pie, completamente vestido, pero sin sombrero, junto a su cama. Yo
parecía tan sólido y real que ella no dudó en ningún momento que estuviese ahí en
carne y hueso. Dormía con la ventana abierta de par en par, y creyó que yo estaba
emulando a Romeo y que había escogido un momento singularmente inapropiado. Ella
podía oír a su hermano silbando alegremente en la habitación colindante y a su madre
subiendo las escaleras hacia la suya, para ver si ya se había levantado, como de
costumbre.
La pobre Elsie estaba en un estado terrible. Quería advertirme
desesperadamente que estaban a punto de descubrirme, pero parecía estar paralizada y
no podía moverse ni hablar. Yo me limité a permanecer ahí, sólido e impasible, muy
serio y silencioso. Entonces, cuando el tirador de la puerta se giró, desaparecí y su
madre entró. Estoy seguro de que Elsie me ofreció un relato veraz de cómo le
parecieron las cosas, pero ella se encontraba, claramente, en un estado de trance.
Verifiqué que yo hubiera estado durmiendo a esa hora, pero no tenía ningún recuerdo
del suceso.
En ocasiones, después de un falso despertar, tenía la experiencia bastante
aterradora de sentir una mano aparentemente sólida que me tocaba o me agarraba.
Mientras yacía en la oscuridad, estaba convencido de la posición de mis manos (se
encontraban debajo de las sábanas) y, sin embargo, una tercera mano me presionaba la
frente. En una ocasión, me rodearon unos brazos que parecían de acero y me apretaron

676
hasta dejarme casi sin aliento. Finalmente conseguí gritar y, mientras el trance se
rompía, vi una silueta de un blanco brumoso, disolverse en la noche.
Una aparición de tipo no humano me impresionó especialmente; sin duda el
intrépido pionero pegó un grito que rompió el trance eficazmente. Mi visitante parecía
una masa cónica de reluciente nieve y casi llegaba hasta el techo. No tenía rasgos, pero
dos encendidos ojos azules completaban la imagen. Después de haber superado mi
miedo, llegué a la conclusión de que esta extraña forma no era de naturaleza malévola
y probablemente sólo tenía una existencia real en su plano de manifestación.
Ahora pienso que pertenecía al reino de los Devas, pero el lector es
bienvenido a considerarlo una mera ilusión experimentada durante el estado de trance.
También oí, cuando me encontraba en este estado, además de los sonidos
físicos: sonidos de un chisporroteo, que sugerían un fenómeno eléctrico; ruidos de
estruendo y de runrún, como de máquinas gigantescas; un peculiar chasquido, que
recordaba a las correas de transmisión que se utilizan para transferir energía en un
taller; sonidos como el surgir de un mar furioso y de fuertes vientos; y, a veces, voces
que llamaban. Algunos de estos sonidos, pueden haber sido causados por variaciones
en la presión de la sangre, pero no creo que todos ellos puedan explicarse de este modo.

Sueño de conocimiento No esencial: otro método


Cuando planifiqué este escrito, decidí limitarme al tema de la proyección
astral y a hacer alguna referencia a mis investigaciones, (cuando fuese necesario), en
otras ramas del ocultismo. Parecía deseable excluir, también, todo material
autobiográfico que tuviese poco que ver directamente con mi tema. No obstante,
aunque no sea más que para explicar por qué mi proceso fue tan lento, una narración
muy breve de mis actividades informales es, creo, permisible, y proporcionará una
especie de telón de fondo para esta narración.
Es cierto que continué teniendo experiencias del Sueño del Conocimiento y
que realicé algunas proyecciones, pero nunca me tomé el trabajo de registrarlas, y
ahora han desaparecido por completo de mi mente. No sé por qué, pero la impresión en
mi cerebro de estas aventuras fuera del cuerpo es extremadamente huidiza. Debería
haberlas anotado en detalle lo antes posible después del suceso, lo cual es una gran
molestia cuando se interrumpe el descanso nocturno. Ciertamente no he sido el
investigador ideal: más bien perezoso y he trabajado sólo en rachas, atraído hacia aquí
o hacia allá por ambiciones en conflicto y otros intereses.
Dos de mis primeros cuadernos de apuntes han desaparecido y probablemente
fueron destruidos en la limpieza previa a una mudanza. Todavía tengo notas de varios
cientos de sueños, pero de estos, sólo unos sesenta pueden ser considerados verdaderas
proyecciones. Sin embargo, he realizado muchas más que, o no fueron registradas
jamás, o se encontraban en mis cuadernos perdidos.
He descubierto una breve anotación, realizada en agosto de 1906, de otra
aparición que vi en estado de trance. En esa ocasión fue de la mujer que al poco tiempo
se convertiría en mi esposa. Ella se encontraba en Southampton y yo en West
Kensington. Salí de un sueño no recordado, para encontrarme aparentemente despierto,
sin inclinación a moverme, y con los cambios en la atmósfera que he descrito con
anterioridad. Esta aparición fue similar a la de Elsie y desapareció en cuanto me moví,
lo cual rompió el trance. No pronuncié palabra alguna y no vi colores astrales. La que

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sería mi mujer se encontraba durmiendo en esos momentos, pero no tuvo ningún
recuerdo de haber soñado.
Luego se produce una brecha en mis registros hasta julio de 1908, y esta
experiencia marca un avance realmente importante:
Estaba recostado en el sofá por la tarde con los ojos cerrados, y
repentinamente descubrí que podía ver el estampado del sofá negro. Esto me dijo que
me encontraba en estado de trance. Entonces abandoné mi cuerpo, al desear con fuerza
salir de él, y experimenté una transición extremadamente repentina, hacia un hermoso y
desconocido paisaje en el campo. Caminé durante un buen rato sobre un suelo salvaje y
encantador, bajo un cielo de un azul vivo, en el cual había unas aborregadas nubes
iluminadas por el sol. Demasiado pronto, mi cuerpo me llamó a regresar, y en mi vuelo
hacia el hogar, recuerdo claramente haber atravesado un carro tirado por un caballo,
que se encontraba en una calle poco familiar. La apariencia real del cielo londinense en
el momento de la realización de este experimento, me es desconocida. De haber
decidido observarlo directamente, el trance se hubiese interrumpido.
La importancia de este relato reside en dos puntos:
1.- Se demostró que el sueño del conocimiento, que yo había considerado
hasta entonces como un requisito indispensable previo a la proyección, no era
realmente esencial y se podía prescindir de él por completo. Pues yo no me había
dormido realmente, sino que me encontraba en un estado somnoliento cuando descubrí
que podía ver a través de mis ojos cerrados. Era como si tuviese un par de ojos
interiores, que se hubiesen abierto de repente. Esto significaba que, cuando las
condiciones eran tan favorables, era posible entrar en un estado de trance sin la
intervención de un sueño y que uno podía experimentar en cualquier momento, no sólo
en las raras ocasiones en las cuales la facultad crítica se había mantenido despierta en el
sueño. Aún había de descubrir, sin embargo, que ambos métodos eran igualmente
difíciles pues, aunque era fácil inducir las etapas iniciales del trance, la más mínima
interrupción era suficiente para romper el estado antes de que éste fuera lo bastante
profundo como para permitir la separación.
2.- Aunque al lector le pueda parecer ridículo, nunca me había dado cuenta de
que el estado de trance precedía al hecho de la proyección. Probablemente a causa de
mis dos primeras experiencias catalépticas, yo creía que el orden del fenómeno era el
siguiente: sueño del conocimiento, proyección, falso despertar, y luego el estado de
trance como fase final. Sí, ahora parece muy estúpido de mi parte, pero debe recordarse
que trabajaba prácticamente solo y que en aquella época casi no había literatura sobre
el tema. Fue únicamente una inspiración, la que me hizo intentar abandonar mi cuerpo
en esta ocasión, algo que nunca había pensado hacer en todas mis experiencias previas
en estado de trance, y no hay explicación para ello.
Transcurrió casi un año antes de que pudiese repetir este éxito, y luego, en
octubre de 1909, tengo otro registro:
Después de que el sol se pusiera, me acosté en el sofá para experimentar. Mis
ojos estaban cerrados, pero, casi de inmediato, con mi visión astral, pude ver la
habitación con bastante claridad y a mi mujer sentada cosiendo junto al fuego. Sentí
también un adormecimiento que subía por mis piernas y la antigua falta de
predisposición a moverme, o la incapacidad de hacerlo. Esto me dijo que había
conseguido el estado de trance. Como anteriormente, con sólo desear con fuerza
abandonar mi cuerpo, me encontré de pie sobre la acera iluminada por la farola, fuera

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de mi casa. Caminé una distancia corta por la calle y entré en la tienda de ultramarinos.
Estaba llena de clientes, pero nadie se percató de mi presencia.
Deseaba saber si era visible para el tendero, pero mi cuerpo me llamó a
regresar, y creí haber despertado. La habitación parecía tan real como en la vida
normal, pero en aquel momento, un loro de vivo plumaje voló sobre mi cabeza y
atravesó la pared. Entonces supe, al observar esta ilusión, que había experimentado un
falso despertar y que me encontraba todavía en estado de trance. No obstante, antes de
que pudiese realizar otra excursión, algún ruido rompió el trance.
Mi único experimento con cloroformo pertenece a este período. Como había
conseguido aproximadamente una cucharada de un amigo médico, vertí un poco sobre
un algodón y procedí a inhalarlo cuidadosamente. Me encontraba acostado en el sofá y
mi mujer y Barroca estaban presentes. Después de unas pocas inhalaciones, me pareció
que era lanzado hasta las estrellas, y que un resplandeciente hilo plateado conectaba a
mi ser celestial con mi cuerpo físico. La consciencia dual era muy pronunciada.
Cuando hablaba, me parecía que mis palabras viajaban por el hilo y eran pronunciadas
por mi ser físico; pero el proceso era simultáneo, y yo podía sentir que me encontraba
entre las estrellas y en el sofá, todo al mismo tiempo. Desde esta altura olímpica, hablé
a mi pequeño público; pero, ¡ay de mí, el gran cerebro estaba nublado! Me cuentan que
manifesté una lamentable falta de seriedad y que mis comentarios no constituyeron una
contribución que valiese la pena preservar en los anales de la Investigación Psíquica.
Además, después del experimento, me encontré extremadamente mal durante unos
minutos. Por lo tanto, considerándolo todo, no puedo recomendar a un estudiante serio,
el método del cloroformo para obtener la separación.
En 1909 encuentro, también, un registro de un pequeño sueño del
conocimiento bastante singular:
Soñé que mi mujer y yo nos despertamos, nos levantamos y nos vestimos. Al
subir las persianas, hicimos el sorprendente descubrimiento de que la fila de casas de
enfrente había desaparecido y que en su lugar había campos despejados. Le dije a mi
mujer: «Esto significa que estoy soñando, aunque todo parezca tan real y yo me sienta
perfectamente despierto. Esas casas no pueden haber desaparecido durante la noche, ¡y
mira toda esa hierba!»
Pero, aunque mi mujer estaba muy perpleja, no pude convencerla de que se
trataba de un sueño. «Bueno, continuaré, estoy preparado para defender mi razón y
ponerla a prueba. Saltaré por la ventana y no me haré ningún daño». Ignorando
implacablemente sus súplicas y sus objeciones, abrí la ventana y me subí al alféizar.
Entonces salté, y floté suavemente hacia la calle. Cuando mis pies tocaron el suelo,
desperté. Mi mujer no recordaba haber soñado.
De hecho, yo me había puesto muy nervioso al saltar, pues la atmósfera dentro
de nuestra habitación, parecía tan absolutamente real que casi me hace aceptar lo
manifiestamente absurdo de lo que sucedía afuera. ¿Era mi mujer en el sueño tan sólo
una creación de mi mente? ¿O era realmente mi mujer desempeñándose en su vehículo
astral? No lo sé. Como se verá más adelante, se trata de un problema que nunca he sido
capaz de resolver. Por desgracia, mi esposa jamás ha tenido ningún recuerdo de haber
soñado, en las ocasiones en las cuales aparentemente la he encontrado en una
proyección o en un sueño normal. Una vez, estando probablemente ella también en un
estado de trance, se asustó al ver a mi yo etérico o astral sentado, fuera de mi yacente
forma física, y luego, por supuesto, yo no logré recordar nada.
Tengo, también, notas de una experiencia telepática:

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Una noche, salí a pasear, y me sumergí en el tema de una historia que escribía
en ese entonces. Estaba fumando un tabaco muy fuerte que en aquella época me
gustaba mucho, dejando salir el humo mecánicamente, mientras pensaba en la trama.
Justo cuando pasaba delante de una valla publicitaria en la calle de Westminster
Bridge, me encontré tambaleándome y pensé que estaría mareado. En pocos minutos
logré dominar la situación, guardé la pipa y continué caminando. Cuando llegué a casa,
casi había olvidado el incidente y me sorprendió encontrar a mi mujer bastante
preocupada por mí. Parece ser que ella había tenido una repentina visión mental, en la
cual me vio tambalear al tiempo que pasaba delante de una valla publicitaria, y tuvo
una impresión muy vívida de que yo me encontraba mal.
En mi caso, no recordaba haber pensado en ella para nada, al estar tan
preocupado con mi historia, hasta el punto en que descubrí que había fumado
demasiado; ni recordaba ella haber pensado en mí hasta que la imagen mental hizo
irrupción repentinamente en su consciencia. La naturaleza trivial del incidente, se suma
a la dificultad para encontrar una explicación satisfactoria.
En una ocasión, cuando me encontraba realmente en un serio peligro, mi
mujer sintió mi situación comprometida y sintió un fuerte pesar y preocupación. Sin
embargo, no tuvo ninguna imagen mental ni tampoco una idea de la naturaleza de mi
problema, a pesar del hecho de que ella estaba mucho en mis pensamientos en aquella
época.
En agosto de 1911 regresamos a Southampton, donde teníamos muchos
amigos y lazos sentimentales, y mi siguiente registro corresponde a julio de 1912: Me
encontraba acostado en la cama por la tarde cuando experimenté un “falso despertar”,
imaginando que mi mujer y dos amigos estaban sentados en la habitación, hablando.
Me sentía muy cansado como para participar en la conversación y «me dormí» otra
vez. Cuando volví a ser consciente de lo que me rodeaba, me di cuenta de que me
encontraba en estado de trance y que podía abandonar mi cuerpo. De modo que me
senté (como saliendo de mi cuerpo) y salí de la cama despreocupadamente. La
consciencia dual era muy pronunciada. Podía sentirme acostado sobre la cama y de pie
junto a ella, mis piernas contra la manta, simultáneamente; pero, aunque era capaz de
observar todos los objetos que había en la habitación con bastante claridad, no podía
ver mi cuerpo cuando lo buscaba sobre la cama.
Todo parecía tan real como en el estado de vigilia (más aún, especialmente
vívido) y me sentía indescriptiblemente bien y libre. Mi cerebro parecía estar
extraordinariamente alerta. Dejé la cama y caminé lentamente por la habitación hasta la
puerta. La sensación de consciencia dual iba disminuyendo a medida que me alejaba de
mi cuerpo; pero, justo cuando estaba a punto de salir de la habitación, mi cuerpo me
atrajo al instante y el trance se rompió. No hubo una etapa final de aparente catalepsia,
y la experiencia no tuvo efectos posteriores desagradables.
Este relato no parece muy interesante, pero marcó un avance importante, y su
significancia especial reside en la forma suave en que se efectuó la separación. Fue mi
primera experiencia de una proyección no instantánea, realizada cuando me encontraba
en un estado de trance autoinducido, sin el preliminar sueño del conocimiento. Pienso
ir tratando mis avances por orden cronológico, pero, aunque la información podrá ser
oscura de momento, quisiera añadir que ésta fue una verdadera proyección de «puerta
pineal», y el doloroso asunto de pasar por la «puerta» tuvo lugar mientras me
encontraba inconsciente en el plano físico. Se verá que estos comentarios se aplican
también a otros ejemplos de proyección no instantánea.

680
“Proyección instantánea” es el nombre que le he dado al tipo de proyección en
la cual la separación tiene lugar al lanzar, de un modo más o menos enérgico, al
vehículo sutil fuera del cuerpo físico, mediante un fuerte esfuerzo de la voluntad. En
estos casos, la velocidad aparente es tan grande, que uno atraviesa las paredes de la
habitación como un relámpago y, por lo tanto, no hay tiempo para la sensación de
consciencia dual.
Con este método ocurrirán, también, con frecuencia, rupturas de la
consciencia, de manera que el experimentador puede no ser completamente consciente
de su estado, identidad, etc., hasta detenerse, probablemente a muchas millas de
distancia de su cuerpo.
Ya comenté que no pude ver mi cuerpo cuando lo busqué sobre la cama, y ésta
ha sido mi experiencia en general, aunque otros proyeccionistas dicen que pueden ver
el suyo. Se me ha sugerido que, si estoy desempeñándome en mi cuerpo astral, debería
ser capaz de ver sólo los equivalentes astrales de los objetos de mi habitación; y, por lo
tanto, para ver a mi cuerpo físico, sería necesaria una especie de «clarividencia hacia
abajo», ya que su equivalente astral no coincidiría con él. Quizás otras personas tengan
este poder y yo no. Pero, fundamentalmente, los diferentes estados de consciencia son
el resultado de la capacidad de respuesta a los distintos tipos de vibración; y por esta
razón, puede ser que el proyeccionista, cuando se exterioriza, viva hasta cierto punto en
su propio mundo; y dos experimentadores nunca obtendrán resultados exactamente
iguales, porque no responden cabalmente al mismo tipo de vibración.
Esto es cierto también en el estado de vigilia, pero en un grado menor. Nuestro
mundo físico no es, para nada, el mismo lugar para todos nosotros. Algunas personas
no pueden ver los colores, otras no pueden oír los tonos; y si varias personas presencian
un mismo suceso y se registran sus impresiones individuales, habrá notables
diferencias en sus narraciones. No es de sorprender, entonces, que cuando nos alejamos
de la vieja materia sólida, encontremos que las impresiones o experiencias de un
proyeccionista no concuerdan completamente con las de otro.
El sr. Sylvan Muldoon, en su libro The Case Astral Projection, Chicago, 1936,
The Aries Press, escribe lo siguiente:
<El sr. Fox mantuvo que mientras estaba proyectado era incapaz de ver su
cuerpo físico (aunque el de su mujer sí). Este hecho me ha sido señalado en el pasado
como prueba contra la realidad de sus exteriorizaciones. Aunque, como ya he señalado,
no recurriré a explicaciones en el presente volumen, no hay absolutamente nada raro en
este hecho. Existen muchas razones por las cuales esto podría ser cierto y que, en
teoría, fortalecen, en lugar de debilitar, el relato del sr. Fox>.
Hubo, sin embargo, sólo una ocasión en la cual pude ver mi cuerpo. La
proyección, que era del tipo instantáneo, se realizó de una forma muy inusual:

15 DE FEBRERO, 1914
Por la tarde estuve experimentando sentado en la mecedora. Rápidamente
entré en estado de trance y vi con la visión astral, a pesar de que mis párpados estaban
completamente cerrados. Deseé con fuerza ascender. Entonces, repentinamente, fui
como transportado por el aire fuera de mi cuerpo, girando de manera tal que acabé
delante de él, y fui llevado hacia arriba en una posición casi horizontal. En este rápido
viaje hacia arriba, vi mi rostro como si lo estuviese observando a sólo dos centímetros
de distancia, extraño y monstruoso y, sin embargo, inequívocamente mío. Y a través de

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los párpados cerrados, los globos oculares se advertían completamente visibles.
Estaban vueltos hacia arriba, mostrando sólo lo blanco, lo cual les daba un efecto aún
más grotesco. Esta aparición fue tan inesperada y horrible que me espanté. No obstante,
continué deseando con fuerza ascender, y salí disparado hacia la negrura. Entonces,
cuando pensaba en dar el siguiente paso, el trance llegó a su fin. La impresión había
sido demasiado para el control mental de la situación. La peculiar cercanía del punto de
visión, pudo haber permitido que viese mi rostro en esta ocasión.

Nueve experiencias más


Los años 1913, 1914 y 1915 vieron un incremento gradual de mi interés por
mis experimentos de proyección. Yo había escrito dos novelas, que estaban destinadas
a no ser publicadas jamás, y después probé suerte con los cuentos cortos. En 1913 éstos
iban bastante bien; es decir, siete de cada nueve encontraron un hogar ¡después de ser
rechazados hasta dieciocho veces! Pero una vez que superé la novelería de ver mi
nombre impreso, mi natural terquedad se afirmó una vez más y mi interés se
desvaneció. Las historias que yo disfrutaba escribiendo, eran siempre las más difíciles
de vender, y me cansé de escribir aquellas que vendían con una relativa facilidad. Pero
con la llegada de la gran guerra, mi problema literario se resolvió: no vendía nada,
excepto lo relacionado con la guerra, y mi alma artística se encogió, debido a todo lo
que tendría que «empollar» para escribirlo. De modo que conseguí un empleo
administrativo y dediqué mis horas libres a los estudios ocultos y al trabajo de
investigación, ya que el ejército había rechazado mis servicios por el momento.
La escasez de notas ya ha terminado y ahora tengo abundante material para
poder seleccionar, tanto proyecciones exitosas como experiencias de trance que
llegaron a su fin antes de que se lograra la separación. En el presente capítulo he
escogido ocho relatos de este período, cada uno de los cuales parece poseer
características de especial interés.
Le advierto al lector que no tome mis afirmaciones acerca de la glándula
pineal, de una forma demasiado literal; de hecho, si le parece bien, lo invito a
contemplar la puerta pineal como algo puramente imaginativo. Pero, al menos, este
concepto constituye una ayuda muy útil para un ejercicio mental, que sin duda conduce
a una nueva forma de consciencia, incluso si la teoría de la proyección es rechazada. El
resultado que obtuve se encuentra más allá de cualquier cuestionamiento; pero mi
explicación del proceso en sí podría ser más simbólico que exacto. No obstante, tengo
razones para suponer que no me alejo tanto en mi descripción, recordando siempre que
las cosas son sólo “relativamente ciertas”, y que la verdad debe eludir siempre la
palabra hablada o escrita.

OTOÑO, 1913
Por la tarde, con la intención de experimentar, me acosté sobre la cama y logré
entrar en el estado de trance.
Luego procedí a abandonar mi cuerpo, experimentando la consciencia dual,
hasta que salí de la casa (atravesando las puertas cerradas); pero, al llegar a la calle, no
pude sentir mi cuerpo físico acostado sobre la cama. Había caminado unos noventa
metros, aparentemente sin ser observado por las pocas personas que había allí, cuando
me vi atrapado por una fuerte corriente y fui transportado a una gran velocidad.

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Me detuve en un sitio hermoso, pero desconocido. Parecía que se estaba
celebrando una fiesta escolar, pues había muchos niños vestidos de blanco, jugando y
merendando bajo los árboles. Estaban también presentes algunos adultos; noté
particularmente la presencia de una vieja gitana. Un humo azulado surgía de las fogatas
que habían encendido, y una impresionante puesta de sol bañaba la apacible escena con
un suave resplandor dorado.
Caminé hasta llegar a unas casas de ladrillo rojo, las cuales marcaban,
evidentemente, el límite de las tierras de la comunidad, en esa dirección. La puerta
delantera de una de estas casas estaba a medio abrir, de modo que entré, curioso de ver
si sus habitantes se percataban de mi intrusión. Al final del pasillo había unas escaleras
ricamente alfombradas. Subí por ellas. Al ver una puerta entreabierta en el primer
descanso, entré, y me hallé ante una habitación cómodamente amueblada.
Una joven dama, vestida de terciopelo de color granate, se encontraba de
espaldas a mí, arreglándose el pelo delante del espejo. Yo podía ver aquel radiante
cielo ámbar a través de la ventana que había junto al tocador, y las abundantes trenzas
de un castaño rojizo de la chica, relucían bajo esta luz glamurosa. Noté que la colcha de
la cama tenía un aspecto arrugado y que había agua en una palangana sobre el
lavamanos.
«Ah, señora mía -pensé-, tú también has estado descansando y ahora te estás
arreglando para tomar el té, ¿o será para cenar?»
No me importó invadir su privacidad, pues ella podría existir tan sólo en mi
mente y yo sabía, por experiencias anteriores, que había muy pocas probabilidades de
que fuese visible para ella. Se me ocurrió colocarme detrás y mirar sobre su hombro en
el espejo. Me puse tan cerca de ella que percibí la agradable fragancia que emanaba de
su pelo, o quizás del jabón que acababa de utilizar. En el espejo pude ver su rostro
(particularmente bello; creo que sus ojos eran grises) pero ni la más débil señal del mío
era visible.
«Bueno -pensé-, es evidente que no puedes verme.
¿Puedes sentirme?»
Y apoyé mi mano sobre su hombro. Sentí claramente la suavidad de su vestido
de terciopelo y, entonces, ella se sobresaltó violentamente; tanto que yo reaccioné así
también. Al instante, mi cuerpo me atrajo y desperté, en un estado inmediatamente
normal; no hubo prolongación del trance, ni sensaciones de catalepsia. No noté ningún
efecto posterior negativo. El cielo del oeste había estado azul cuando me acosté, pero al
romper el trance vi que estaba del mismo color ámbar glorioso que había tenido en mi
experiencia fuera del cuerpo. Desafortunadamente, omití la fecha del experimento,
aunque escribí el relato inmediatamente después.
Desde la visión de que prolongar la experiencia debería ser la primera
consideración, haber tocado a la dama fue ciertamente un error. He descubierto que,
aunque pueda ser invisible a las personas con las que me encuentro en el viaje durante
el sueño, éstas responden a mi acto. Si la concusión producida es lo suficientemente
grande como para afectarme, entonces mi cuerpo me llama a regresar, probablemente a
través de la repercusión.

14 DE DICIEMBRE, 1913
Me encontraba caminando por algunas calles laterales, en un lugar que podría
haber sido una porción hasta entonces inexplorada de la enorme Londres de los sueños,

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y yo sabía que estaba soñando. No había nadie afuera excepto yo, a pesar de que era
pleno día y que el cielo despejado era de un celeste pálido. Entonces salí a una enorme
plaza y ahí, delante de mí, se alzaba un edificio colosal, un milagro de volumen y de
belleza arquitectónica. Era vagamente gótico en su diseño, una masa de lazos y detalles
esculpidos, con innumerables ventanas puntiagudas e incontables nichos que contenían
estatuas. Todo relucía con una indescriptible suavidad, compuesta de mil sombras y
tonos sutiles, con el maravilloso brillo y pureza de la luz onírica. Este edificio no era
únicamente de ladrillo y piedra, parecía estar vivo. Cerca de él había una estatua gris en
decadencia (quizás de la Reina Victoria) sobre un enorme pedestal; pero su estructura,
a pesar de ser de quince o veinte metros de altura, parecía absurdamente pequeña, un
mero enano, al lado de la impresionante grandiosidad de este enorme edificio.
La estatua tenía la apariencia de ser muy vieja, perteneciente a siglos pasados.
Como yo deseaba intensamente alcanzar la cumbre de este hermoso edificio, decidí
levitar y realicé unos ligerísimos movimientos de las piernas -los cuales he encontrado
necesarios desde entonces- mientras me echaba hacia atrás, simultáneamente, como si
me dispusiera a flotar en el agua. Al principio ascendí lentamente, luego fue como si
estuviese atrapado por una fuerte corriente y transportado hacia arriba a gran velocidad,
en una dirección inclinada.
Recuerdo haber pasado cerca de la cara de la estatua (una cosa monstruosa y
horrible, golpeada por el tiempo, que tenía el aspecto de haber sido carcomida por una
repugnante enfermedad, con unas desmenuzadas fosas nasales, que hacían que la nariz
fuese grotescamente puntiaguda) y las pequeñas imágenes de los nichos se tornaron
repentinamente grandes a medida que fui subiendo. Luego, cuando parecía que en mi
curso diagonal debía penetrar el edificio, mi cuerpo me llamó a regresar y desperté. El
glamour de esta experiencia persistió durante la mayor parte del día.
Nota: A diferencia de la aventura de la Bahía de Bletchingden, en la cual
parecí estar sobre la tierra, en la experiencia antedicha estuve, creo, en algún nivel del
plano astral.
En el curso de mis diversas exploraciones de este lugar, he descubierto que el
equivalente astral (si se trata de él) de una ciudad, parece mucho mayor que el de la
Tierra, pues además de sus actuales estructuras y características, se encuentran
edificios, monumentos, etc., que no tienen existencia actualmente en la Tierra.
Algunos de ellos deben haber existido en el pasado, y los otros sospecho que
son formas de pensamiento muy poderosas, o quizás presagios astrales de edificios
terrestres que un día llegarán.

9 DE JULIO, 1914
A las 9 a.m. me acuesto sobre mi cama para experimentar con los viajes a
través de los sueños. Los acontecimientos suceden como sigue:
1.- Me dormí y soñé que despertaba. Este falso despertar fue seguido por mi
verdadero despertar.
2.- Me volví a dormir, y esta vez logré entrar en el estado de trance correcto, y
era perfectamente consciente de mi condición. Luego abandoné mi cuerpo (pero no
podía verlo sobre la cama) y atravesé la habitación hasta la puerta. La consciencia dual
se percibía muy fuerte; podía sentirme acostado sobre la cama y de pie junto a la puerta
al mismo tiempo. Pasé al recibidor, luego abrí la puerta delantera y la cerré; pero, por
supuesto que no se trataba de la puerta física real. Llegado este punto, la consciencia
dual cesó y no pude continuar sintiendo mi cuerpo sobre la cama. Con la intención de

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visitar astralmente algunos amigos que vivían cerca, caminé unos noventa metros por
Foundry Lane hacia la Avenida Shirley. Pasé junto a una chica que no me vio. Sin
embargo, antes de poder llegar a la Avenida, me vi atrapado por alguna fuerza y
transportado lejos a una velocidad inmensa, deteniéndome finalmente en una ciudad
extraña. Sin ser visto, pasé por una calle llena de gente, observando con interés unos
edificios que me resultaban desconocidos y a las indiferentes personas. Recuerdo
particularmente un jardín delantero en el cual una veleta en miniatura hacía funcionar
un pequeño y curioso polichinela danzante.
Crucé por un mugriento puente ferroviario. Unas locomotoras verdes relucían
bajo la brillante luz del sol, y noté lo hermosas que eran las nubes de vapor condensado
que salían de las chimeneas, nubes perladas contra el cielo azul. De modo que caminé
durante aproximadamente unos cuarenta metros y luego empecé a sentir los pies
pesados. Cada vez más pesados. Mi cuerpo tiraba de mí con fuerza; ese cuerpo que
yacía sobre la cama, quizás a kilómetros de distancia. Finalmente, no pude resistir la
llamada durante más tiempo. Era como si una poderosa cuerda elástica, conectando a
mis dos cuerpos, hubiese aparecido de repente y me venciera. Salí disparado hacia atrás
a una velocidad sorprendente, entrando en mi cuerpo de un modo tan violento que el
trance se rompió al instante. Desperté.
3.- Me dormí otra vez y tuve varios sueños corrientes y sin ningún interés, en
los cuales no tenía conocimiento de estar soñando. Desperté una vez más.
4.- Entré en el estado de trance adecuado una vez más, totalmente consciente
de estar en él. Abandoné mi cuerpo, y pasé al jardín. Entonces decidí que haría mi
primer intento de elevarme a través de los planos. Me puse de pie, los brazos a los
lados y, concentrando todo el poder de mi voluntad en un esfuerzo supremo, deseé con
fuerza ascender. El efecto fue verdaderamente sorprendente. Al instante, la tierra cayó
a mis pies -así me lo pareció, debido a lo repentino y a la velocidad de mi ascensión.
Miré hacia abajo y vi mi casa, que ahora no era más grande que una caja de cerillas, y
las calles no eran más que gruesas líneas que separaban las casas. Noté que viajaba en
una dirección inclinada. Rectifiqué esto mediante un esfuerzo de voluntad y continué
ascendiendo directamente hacia arriba. Al poco rato, las nubes blancas escondieron a la
Tierra. La velocidad se incrementaba cada vez más. La soledad que sentí era
indescriptible.
Mi consciencia era perfecta, excepto por una cosa: perdí el sentido del tiempo.
Podía haber estado fuera del cuerpo durante horas, o incluso un día, no podía saberlo.
Pensamientos de un enterramiento prematuro me rondaron. Aquella soledad era
terrible.
El azul del cielo había ido desapareciendo gradualmente; pero el brillo de la
luz no había disminuido, por lo menos no de manera notoria. Entonces vi un fenómeno
de lo más imponente: desde un punto del zénit surgió una sucesión de relucientes
círculos concéntricos de un tono plomizo, extendiéndose sin cesar en enormes ondas;
como cuando se lanza una piedra a un lago. Ante esta visión sentí verdadero temor,
pero no perdí el autocontrol. Al darme cuenta que casi había llegado al límite de mis
poderes de resistencia, deseé descender. Instantáneamente, el proceso fue invertido; el
cielo se tornó azul otra vez; la Tierra se hizo visible a través del lanudo velo de nubes y
se elevó para unirse a mis pies. Entré otra vez en la casa y, suavemente, regresé a mi
cuerpo. Entonces experimenté un toque de catalepsia y tuve la ilusión de que mi mujer
me abrazaba, intentando desesperadamente devolverme a la vida. En realidad, ella no
se encontraba en casa.

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Rompí el trance sin mucha dificultad y me levanté de la cama. Era el
mediodía, de modo que todo el experimento había durado tres horas. No sentí ningún
malestar ni efectos posteriores desagradables. De hecho, tuve una sensación inusual de
frescor y de exaltación espiritual durante el resto del día. En realidad, el sol estuvo
brillando con fuerza todo el tiempo.
Nota: El viaje hacia arriba, no debe confundirse con los torpes intentos de
levitación realizados por mí en algunos sueños en los que he tenido conocimiento de
estar soñando. En estos últimos, la levitación se efectuó golpeando hacia abajo o
haciendo movimientos como andar con las manos y los brazos, con el cuerpo inclinado
hacia atrás en un ángulo, como a punto de flotar en el agua. En estos casos, la aparente
altura alcanzada fue sólo de quince y treinta metros respectivamente, y luego el tirón de
mi cuerpo físico, o alguna fuerza similar a la gravitacional, me hizo descender.
Cuando había alcanzado mi altura máxima, podía girarme, de modo que
miraba el suelo que había debajo de mí, y entonces continuaba, haciendo movimientos
de natación, o únicamente con el poder de la voluntad, si las condiciones eran
favorables. De hecho, creo que el verdadero poder motor se encuentra únicamente en la
voluntad y que el movimiento de las manos, los brazos y las piernas son sólo una ayuda
a la concentración y pueden, por ende, ser eliminados si uno es completamente
consciente de su condición. Este suceso, sin embargo, se logra mediante un esfuerzo
supremo únicamente de la voluntad, y los resultados obtenidos son muy distintos.

13 DE JUNIO, 1915
Por la tarde me acosté en el sofá con intención de experimentar. Entré en
estado de trance. Mis ojos estaban cerrados, pero podía ver la habitación con mucha
claridad. Al intentar abandonar mi cuerpo, ensayé sensaciones preliminares muy
peculiares y bastante aterradoras, como una gran erupción o un torrente que subía por
todo mi ser. La separación se efectuó de forma perfecta, con consciencia dual hasta que
abandoné la habitación. Bajé las escaleras. Luego fui atrapado y transportado a lo que
parecía ser un enorme palacio oriental. Una hermosa chica bailaba ante un grupo de
hombres y mujeres tumbados, ricamente vestidos.
Nadie podía verme. Me coloqué delante de la bailarina y fijé la mirada en sus
ojos azul cielo, pero ella no se percató de nada. Sucumbiendo tontamente a una especie
de fascinación, coloqué mi brazo alrededor de su cintura cálida y desnuda. Ella se
sobresaltó de una forma tan violenta, que la conmoción que me produjo rompió el
trance. Instantáneamente regresé a mi cuerpo y desperté. De modo que, por gratificar a
mis sentidos, mi experimento llegó a un intempestivo fin.

28 DE JUNIO, 1915
Antes del amanecer, experimenté con la proyección astral. Conseguí la
separación (abandoné mi cuerpo) nada menos que seis veces. Durante todo el
experimento mi trance no se interrumpió. Cada vez que regresaba a mi cuerpo,
fortalecía el trance mediante el poder de la voluntad, de manera que fuese cada vez más
profundo, y mi cuerpo se fue poniendo, aparentemente, tan rígido como un cadáver.
Finalmente, yo mismo interrumpí el trance, ya que no estaba seguro de cuánto tiempo
llevaba ocupado en mis viajes y temí que pudiese resultar peligroso retrasar mi regreso
por más tiempo. Mis experiencias fuera del cuerpo fueron vívidas y variadas. Podría

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haber escrito un informe bastante largo de ellas, si hubiese tomado apuntes
inmediatamente después de romper el trance; pero cuando me vestí, varias horas más
tarde, y después de dos o tres sueños corrientes, la mayor parte de los detalles de mis
viajes se me habían escapado. Muy a grandes rasgos, lo que sucedió fue lo siguiente:
1.- Abandoné mi cuerpo y me coloqué de pie junto a la cama, contemplando lo
que podría haber sido el vehículo astral de mi mujer o algún espíritu o elemento,
representándola. Ella caminaba por la habitación, y no era consciente de mi presencia,
y yo no podía ver su cuerpo sobre la cama. Regresé a mi cuerpo.
2.- Abandoné mi cuerpo y salí de la habitación. Subí las escaleras y me
encontré con el vehículo astral de la Sra. S., que vivía en la misma casa. Ella no me vio.
Llegado este punto, experimenté una repentina transición hacia una habitación extraña,
en la cual encontré a dos jóvenes damas a las que nunca había visto en el estado de
vigilia. Regresé a mi cuerpo.
3.- Abandoné mi cuerpo y retorné a la misma casa extraña. Ahí tuve una breve
conversación con las dos jóvenes, que permanecían en la misma habitación. Regresé a
mi cuerpo.
4.- Abandoné mi cuerpo y salí de la casa. Repentina transición a un pueblo, o
ciudad extraños. De noche; las calles llenas de gente. Me moví sin ser visto. Viajé
durante un trecho en un tranvía, pero el conductor no me vio. Leí un cartel de
reclutamiento en inglés. Regresé a mi cuerpo.
5.- Abandoné mi cuerpo y salí de la casa. Transición repentina a una ciudad
oriental. Día luminoso. Multitudes de nativos, que parecen indios, y algunos europeos.
Bazares en las calles y relucientes edificios orientales. En la distancia pude ver una
curiosa fuente: un enorme elefante arrodillado, esculpido en piedra negra, lanzaba
desde su trompa enrollada hacia atrás, un chorro de agua que iba a parar a un recipiente
blanco en forma de concha. Regresé a mi cuerpo.
6.- Abandoné mi cuerpo y me senté junto a la ventana, contemplando la
brillante Luna que se ponía y meditando hacia dónde ir a continuación. Hasta el
momento, debido a la profundización gradual de mi trance, mis períodos fuera del
cuerpo habían sido cada vez más prolongados. Decidí que era mejor dar por terminado
el experimento. Regresé a mi cuerpo y rompí el trance mediante un continuado
esfuerzo de mi voluntad.
Finalmente desperté, salí de la cama y miré la Luna. Estaba tal como la había
visto, estando fuera del cuerpo unos minutos antes. Las experiencias iniciales del trance
y finalmente el retorno a la vida de vigilia fueron ligeramente desagradables; pero, una
vez conseguida la separación, los resultados fueron altamente placenteros, debido a la
deliciosa sensación de libertad, salud y claridad de percepción. En conjunto, entonces,
esta prolongada serie de experimentos fue notablemente exitosa.

15 DE DICIEMBRE, 1915
Anoche, en un sueño en el que aparecía mi mujer, llegué a saber que estaba
soñando por la inesperada aparición de un gran acorazado que era impelido por las
calles por hombres que caminaban dentro de él. Presenciamos interesantes y extrañas
escenas carnavalescas y un gran fuego, un enorme edificio en llamas. Finalmente
dejamos atrás el carnaval y el fuego, y llegamos hasta un sendero amarillo que
conducía a un desolado páramo. Al detenernos a los pies de este sendero, éste se elevó
repentinamente ante nosotros y se convirtió en una calzada de luz dorada que se
extendía desde la Tierra hasta el zenit.

687
Entonces, en esta bruma teñida de ámbar, aparecieron incontables formas
coloreadas de hombres y bestias, que representaban la evolución ascendente del
hombre a través de las diferentes etapas de la civilización. Estas formas desaparecieron;
el sendero perdió su coloración dorada y se convirtió en una masa de vibrantes círculos
o glóbulos (como huevos de rana), de un color azul morado. Éstos, a su vez, se
convirtieron en «ojos de pavo real», y luego, de repente, llegó una culminante visión de
un gigantesco pavo real, cuya cola desplegada llenaba los cielos. Le grité a mi mujer.
Conmovido por el esplendor de la visión, recité un mantra en voz alta. Entonces el
sueño terminó.
Al salir de este sueño del conocimiento, experimenté un falso despertar. Más
tarde me encontré en estado de trance y procedí a experimentar. Conseguí la separación
y abandoné mi cuerpo. Entonces vi el vehículo astral de mi mujer (que había sido
alterado), o su personificación, sentado en una silla. Hablamos durante un rato sobre
astrología y la adoración a Isis en el antiguo Egipto. Casi de inmediato fui arrancado
por lo que parecieron ser contracorrientes de fuerzas ocultas. Oí fuertes ruidos y
experimenté un miedo espantoso. Entonces fui devuelto a mi cuerpo físico, que se
encontraba en estado cataléptico; pero al principio no pude romper el trance.
Sufrí un considerable dolor a causa del efecto desgarrador de estas grandes
fuerzas. Cuando rompí el trance, la encontré todavía dormida; pero no podría decir si
en realidad había hablado. No hubo efectos posteriores desagradables. Por desgracia,
mi mujer no recordaba el sueño ni nuestro encuentro y conversación astral.

6 DE FEBRERO, 1916
En esta ocasión experimenté con un objetivo concreto, el de visitar a la Sra. X
en su casa de la Avenida Lumsden, en Southampton. Al retirarme por la noche, me
acosté sobre mi costado derecho, manteniéndome lo más quieto posible y respirando
profunda y rítmicamente. No me concentré en la Sra. X, sino en las etapas preliminares
del experimento, ya que yo quería entrar en el estado de trance sin perder la
consciencia ni por un momento. En esto tuve bastante éxito. Después de realizar la
respiración durante un rato, noté una curiosa sensación en mis ojos físicos, como si
estuviesen vueltos hacia atrás y bizqueando ligeramente. Al mismo tiempo, toda mi
consciencia parecía estar concentrada en algún punto situado en el centro de mi
cerebro, quizás en la región de la glándula pineal. Se me ocurrió que estaba
«concentrándome hacia adentro», como lo denominan algunos estudiantes de
ocultismo.
Mantuve esta concentración durante un rato, y tuve la impresión de que mi yo
incorpóreo estaba siendo condensado en torno a este punto central en mi cerebro físico.
Al poco rato empecé a sentir que una parálisis iba apoderándose de mi cuerpo,
extendiéndose desde mis pies hacia arriba, entumeciéndolo gradualmente hasta llegar a
producir una dolorosa rigidez. Ahora parecía encontrarme en un estado similar al de la
catalepsia, incluso mi mandíbula estaba rígida, como si los músculos se hubiesen
convertido en grapas de hierro. Yo seguía en la oscuridad, mis ojos físicos
completamente cerrados y vueltos hacia atrás, pero ahora tenía la sensación de poseer
otro par; y fueron estos ojos no físicos, o astrales, los que abrí. Como se puede ver,
realmente pasé del estado de vigilia a un estado de trance adecuado sin ninguna
interrupción de mi consciencia.
Mi cuerpo físico yacía en estado de trance sobre su costado derecho y de cara
a mi mujer. Al abrir mis ojos astrales, giré dentro de mi cuerpo físico, de modo que

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acabé mirando en la dirección opuesta. Grandes fuerzas parecían tensionar la
atmósfera, y unos relámpagos de luz verde azulada llegaban de todas partes de la
habitación. Entonces vi un horrible monstruo: una cosa vaga, blanca, diáfana e informe,
que se extendía, con unas manchas horrendas y unas protuberancias en forma de
serpientes. Tenía dos enormes ojos redondos, como unos globos llenos de un fuego
azul pálido, cada uno de aproximadamente dieciséis centímetros de diámetro.
Ciertamente estaba muy asustado. Sentí que mi corazón físico daba un brinco,
y mi respiración se convertía repentinamente en un jadeo nervioso. No obstante, la
razón conquistó al miedo. Me volví a girar dentro de mi cuerpo físico, de manera que el
monstruo quedaba fuera de mi visión. Diciéndome a mí mismo que nada podía
hacerme daño, concentré mi voluntad en prolongar el trance que esta conmoción casi
había interrumpido. Tuve éxito.
Mi corazón se normalizó y mi respiración se tornó rítmica.
Una vez más giré dentro de mí mismo y observé la habitación. El monstruo
había desaparecido, pero los relámpagos continuaron durante un rato más. Estos
también cesaron, y luego la habitación pareció estar exactamente como siempre,
excepto por el hecho de que era iluminada suavemente y de forma pareja por una
fuente de luz que no era visible. Entonces me incorporé con mi cuerpo astral, saliendo,
así, de mi cuerpo físico yaciente, desplacé mis piernas hacia el costado de la cama y
finalmente me puse de pie, después de haber efectuado una separación total. La
consciencia dual era muy pronunciada, podía sentir claramente que estaba acostado
sobre la cama y que, al mismo tiempo, estaba de pie sobre el suelo. Sin embargo, no
podía ver mi cuerpo sobre la cama, quizás debido a que su equivalente astral se había
retirado conmigo; pero esto es sólo una teoría. La forma de mi mujer era claramente
visible. Me incliné y la besé, y ella abrió los ojos, mirándome medio dormida. Entonces
se me ocurrió que era mejor continuar con mi experimento, de modo que le dije adiós
con la mano y salí de la habitación.
Atravesando la puerta del cuarto y la de la calle, aparecí fuera de la casa e hice
una pausa mientras concentraba todo el poder de mi voluntad en la idea de viajar hacia
la Sra. X. En ese momento descubrí fugazmente una cortina apenas visible de objetos
circulares vibrantes, que parecían huevos de rana. Creo que eran de un color azul tenue
o un morado, pero estaban justo en el límite de la visibilidad. Ahora había perdido la
sensación de la consciencia dual. Todo mi ser parecía estar fuera de la casa. Mi razón
me dijo que mi cuerpo físico yacía sobre la cama junto a mi mujer, pero yo ya no lo
sentía ahí. Era necesario un poco de tiempo para concentrarse en la idea de viajar hasta
la Sra. X.
Casi de inmediato fui atrapado y transportado a una velocidad cada vez
mayor, atravesando casas y árboles, y tomando, aparentemente, el camino más corto
hacia el objetivo deseado. Al final de este viaje, que duró aproximadamente un
segundo, si es que llegó a tanto, me encontré dando golpes contra la parte delantera de
unas casas parecidas a las de la Avenida Lumsden. Era como si yo fuese un trozo de
papel lanzado aquí y allá por un vendaval. El impulso que me dirigía pareció agotarse
de repente, a la par que no lograba encontrar la casa correcta. En ese momento, mi
cuerpo me llamó a regresar. Hice el viaje a casa en un relámpago y me encontré todavía
en estado de trance y experimentando la consciencia dual.
Me concentré durante un rato en fortalecer el trance, ya que mi intención era
volver a intentarlo. Justo cuando estaba a punto de abandonar mi cuerpo, oí a mi mujer
decir con una claridad peculiar: «¡No, no debes hacerlo otra vez, o me asustaré!» Pensé

689
que su voz era probablemente una ilusión y, por lo tanto, dudé. Entonces ella habló otra
vez: «¡Despierta, cariño!» Yo seguía pensando que la voz era probablemente irreal en
el sentido físico, pero como no deseaba correr el riesgo de disgustarla, obedecí. Rompí
el trance con bastante facilidad y la interrogué. Ella no había hablado; y no recordaba
haberme visto abandonar mi cuerpo.
Hubo otro incidente relacionado con la Sra. X digno de contarse: En la noche
del 15 de marzo de 1916, soñé mucho con la Sra. X. Por la mañana, aunque no pude
recordar detalles, sentí que había tenido un contacto astral con ella. Había, sin embargo,
una cosa que sí pude recordar: que en algún momento de la noche yo había estado
acompañado de un animal pequeño, negro y peludo, que podría haber sido un perro.
Durante esa misma noche, la Sra. X, que se encontraba acostada, despierta, sobre su
cama, fue molestada por un sonido como de arañazos y de pasos ligeros en su
habitación. Al levantarse y encender la luz, ella, siendo clarividente, vio claramente un
animal pequeño, negro y peludo que corrió hacia la chimenea, hizo sonar los utensilios
del hogar, entró por el emparrillado y luego desapareció. Después de esto, a pesar de la
intensa luz, los ruidos continuaron y un cuadro fue golpeado insistentemente contra la
pared.
La Sra. X apagó la luz y regresó a su cama, y entonces los ruidos cesaron.
Ahora, a pesar de no tener ninguna razón para relacionarme con estas manifestaciones,
ella dijo que podía sentir mi presencia en la habitación y que creía que los fenómenos
eran causados por una fuerza que emanaba de mí. Ella me contó lo que he relatado
arriba, en presencia de mi mujer, antes de que yo mencionara mi sueño y el animal.

24 DE MARZO, 1916
Soñé que la Sra. X, el Sr. J, mi mujer y yo estábamos conversando en la sala
de estar de la Sra. X, donde nos hemos encontrado todos en varias ocasiones, para
discutir asuntos surgidos de los dones mediumnísticos y clarividentes de la Sra. X y el
Sr. J. Yo no sabía que estaba soñando. Como resultado de nuestra reunión, se
empezaron a manifestar unas fuerzas psíquicas muy poderosas, lo cual suele suceder.
Me provoqué un estado de trance de lo que pensé que era mi cuerpo físico y obtuve la
separación por el método de la puerta pineal. Entonces vi que la habitación estaba
repleta de relampagueantes luces astrales y que se estaban creando muchas formas.
Habiendo abandonado mi cuerpo, pasé delante de la Sra. X y de mi mujer (no pude
adivinar si eran capaces de verme) y me detuve junto al Sr. J. Él ciertamente sí podía
verme, y permanecimos charlando juntos. No recuerdo lo que dijimos. Finalmente, algo
ocurrió que rompió mi trance, y desperté.

20 DE ABRIL, 1916
Antes del amanecer, experimenté un falso despertar. La ilusión de sonidos y
una gran sensación de miedo hicieron que me diese cuenta de que me encontraba en
estado de trance. Sabiendo esto, mi miedo se desvaneció y decidí experimentar. Me
concentré en el intento de abandonar mi cuerpo y el resultado fue bastante interesante.
Sentí a mi yo incorpóreo correr hacia la glándula pineal y condensarse en ella (al
menos, esta fue la sensación y, al mismo tiempo, la dorada luz astral se encendió y se
tornó muy brillante. Entonces mi cuerpo me hizo regresar y la luz astral se apagó otra
vez. La sensación fue exactamente la opuesta a la anterior: mi yo incorpóreo regresó
corriendo, alejándose de la glándula pineal y expandiéndose hasta coincidir con el

690
cuerpo físico una vez más. Me volví a concentrar y sucedió lo mismo, pero en el tercer
intento logré la separación. Tras efectuarse todo esto, la luz astral volvió a ser normal
una vez más.
Luego salí de la cama e intenté experimentar con mi mano astral el contacto
con mi cuerpo físico que yacía en trance, pero no logré sentirlo ni verlo. En ese
momento, una voz que parecía emanar de mi mujer, a quien yo podía ver, me rogó que
no experimentara más. Como sabía por una experiencia previa que esta voz -en
relación al cuerpo físico de mi mujer- era probablemente una ilusión, decidí ignorarla.
Entonces atravesé la habitación a pie y me sorprendí al comprobar que la pared me
detenía y que parecía ser tan sólida como en el estado de vigilia. Ahora bien,
normalmente, en mis aventuras fuera del cuerpo puedo atravesar las paredes sin ser
consciente de estar haciendo ningún esfuerzo considerable; pero, esta vez, por alguna
razón desconocida, el estado parecía alterado. Permanecí mirando la pared,
presionándola suavemente, y deseé insistentemente y con todas mis fuerzas,
atravesarla. Lo conseguí, y la sensación fue de lo más curiosa. Conservando una
consciencia total, fue como si pasara algo semejante a un gas -en un estado como
extendido- a través de los intersticios, entre las moléculas de la pared, recuperando mis
proporciones normales al llegar al otro lado.
Entonces deseé con fuerza, viajar a cierto templo que me habían dicho existía
en Allahabad. Me moví a una velocidad enorme y llegué hasta una habitación moderna
muy iluminada. Aquí, un hombre y una mujer estaban sentados a la mesa, comiendo.
No parecieron verme.
Una vez más, repetí mi deseo «Templo-Allahabad-Indiaen el Pasado». Y
entonces me pareció que se formaba una especie de agujero, o ruptura, en la
continuidad de la materia astral y, a través de él, en la distancia (como visto a través de
un túnel muy largo) pude observar algo confuso que podría haber sido la entrada a un
templo con una estatua al fondo. Entonces volví a avanzar, pero, para mi desilusión,
aparecí casi de inmediato en otra habitación, en la cual tres mujeres se hallaban
sentadas alrededor de una mesa en la que había restos de comida. Una cuarta mujer
(bonita, de pelo rubio y ojos azules) se encontraba de pie, como si acabara de
levantarse de la mesa. Por lo visto, ninguna de ellas podía verme.
Fiel a mi objetivo, repetí una vez más: «Templo-Allahabad-India-en el
Pasado». El túnel empezó a hacerse visible otra vez, y luego debió ocurrir algo que
rompió el trance, aunque no sé lo que fue. Al instante, me apresuré a regresar a mi
cuerpo y desperté.

Trece experiencias más


Aquel intento de llegar al templo en Allahabad estaba destinado a ser mi
última proyección consciente de la puerta pineal; al menos, hasta el momento de
escribir estas líneas. Como se verá más adelante, sigo sin lograr la separación mediante
el método instantáneo. En la siguiente ocasión que intenté inducir el estado de trance,
descubrí que ante mis ojos estaba siempre la visión de una cruz ansata negra; y ahora
mi magia no funcionaba, la «escotilla» no se abría. La cruz ansata no se desvanecía.
Cuando cerré los ojos y giré hacia la luz, el símbolo apareció bien definido, como si
estuviese pintado de negro sobre la superficie roja de mis párpados. Con los ojos
abiertos, en una luz tenue, aún podía verla como si estuviese proyectada delante de mí.
Y, por mucho que lo intentara, ya no pude pasar por la puerta pineal.

691
4 DE ABRIL, 1923
En las primeras horas de la mañana me encontré en estado de trance. Conseguí
la separación con consciencia absoluta, mediante el fuerte deseo de salir de mi cuerpo,
y fui transportado lejos por una corriente astral. Llegué hasta una habitación apenas
amueblada, iluminada con gas. Había dos niñas sentadas junto a una mesa, hablando, y
percibí que ambas parecían estar padeciendo algún tipo de enfermedad de la piel. Ellas
no me vieron. Mi visita fue muy corta y enseguida fui arrastrado por la corriente una
vez más. En esa ocasión llegué hasta el campo, a la orilla de un río, y ahí encontré a mi
mujer. He olvidado cómo iba vestida, sólo sé que no llevaba su camisón. La Luna
brillaba intensamente, lo que hacía que la escena fuera muy hermosa y serena;
caminamos juntos bordeando el río. Le expliqué que estaba experimentando acerca de
la proyección y que en este estado podía sobrevolar. Entonces probé levitar con ella y
la tomé de la mano, pero en ese momento mi cuerpo me pidió que regresara y el trance
se interrumpió. Una duración bastante larga. Mi mujer no recordaba haber soñado. La
Luna brillaba realmente cuando desperté.

11 DE JUNIO, 1928
En un sueño preliminar que no recuerdo, tuve el conocimiento de que estaba
soñando. Decidí experimentar y fui inmediatamente arrastrado por alguna corriente
astral. Me detuve en una extensión de arena junto al mar. Estaba oscuro, había niebla y
todo era muy melancólico.
Yo estaba totalmente consciente de mi estado y de que mi cuerpo físico se
encontraba sobre una cama en la calle Worple, en Wimbledon. Caminé durante un rato
en medio de la bruma, y noté que las condiciones parecían inusualmente favorables. Mi
cuerpo no me estaba atrayendo y no había más corrientes. Entonces decidí que
intentaría llegar hasta cierto templo en ruinas en Tíbet, del cual me había hablado mi
maestra, Azelda. Con este fin, concentré toda mi voluntad en un gran esfuerzo, y esperé
a que pudiera salir a toda velocidad en alguna dirección horizontal.
El resultado fue absolutamente inesperado. El suelo se desplomó bajo mis
pies, y yo caí a una velocidad aparentemente enorme por un túnel, o pozo, oscuro y
estrecho. Este descenso continuó hasta que perdí el sentido del tiempo y me pareció
que caía durante horas. Algo en mí se estaba empezando a asustar, pero logré mantener
la calma diciéndome que en realidad me encontraba en mi cama en Wimbledon y que
mi maestra me protegería. Finalmente, me detuve con suavidad. Negrura y silencio;
entonces, como si despertara de un sueño profundo, fui percibiendo mi entorno
progresivamente.
Mis ojos parecían estar inevitablemente desenfocados: podía ver sólo la
imagen borrosa de unos colores vivos (rojo y un predominio de amarillo). Me
encontraba desnudo y dentro de una estructura en forma de X en posición vertical.
Algo caía por mi cuerpo desnudo. Era la sangre de varias heridas. Me estaba quemando
y sentía un escozor por todas partes. No podía ver, porque mi vista había sido casi
destruida por los hierros ardientes. Ahora los colores se movían. Podía tratarse de las
túnicas de unos hombres y mujeres. A cada segundo el dolor se tornaba cada vez más
intenso, como si alguna anestesia se estuviese desvaneciendo. Mi cuerpo parecía una
masa de heridas y quemaduras, e inevitablemente mutilado.

692
Ahora me resultaba muy difícil no entrar en pánico, a pesar de mis
afirmaciones de que mi cuerpo físico se encontraba en mi cama en Wimbledon, y me
pregunté si no me estaría muriendo.
Entonces oí la voz de un hombre, muy cerca de mi oído derecho, que decía,
tranquilamente, pero con una horrible insistencia: «¡Di que eres Teseo!» Al parecer yo
apenas podía hablar, pero con un gran esfuerzo repliqué: «Yo no soy Teseo. ¡Soy
Oliver Fox, el sirviente de Azelda!» Mis palabras produjeron un efecto semejante al de
la explosión de una bomba. El mundo pareció venirse abajo en torno a mí; un caos de
luz cegadora, sonidos terroríficos, y una arrebatadora tempestad. Mi regreso fue
instantáneo y el trance se rompió. Me encontré temblando y con el corazón latiendo
violentamente. Fue muy agradable ver a mi mujer durmiendo pacíficamente a mi lado.
Todavía estaba oscuro, por lo tanto, esta experiencia debió producirse en las primeras
horas de la mañana. Intenté pensar en quién era Teseo, pero lo confundí con «Tadeo de
Varsovia». Tenía la idea en mente de que podría haber contactado con los registros
akáshicos y tropezar, como quien dice, con el último episodio en la vida de uno de los
predecesores de mi grupo o, en lenguaje teosófico, con una encarnación anterior mía. Y
si era así, esperaba sinceramente que no me aguardase otra muerte como aquella en el
futuro. Pero volví a dormirme muy pronto y no soñé durante el resto de la noche.

3 DE NOVIEMBRE, 1929
Soñé que mi mujer y yo estábamos en la cama en una habitación extraña. Una
luz eléctrica colgaba del techo sobre la cama e iluminaba intensamente a mi mujer.
Repentinamente, ella desapareció de mi vista; aparentó fundirse en una nube y
esfumarse. Esto me dijo que estaba soñando, y me decidí a experimentar sobre la
prolongación del sueño y a explorar. La atmósfera del sueño se tornó entonces
sutilmente distinta, y experimenté esa maravillosa sensación de claridad mental y
bienestar que tiene lugar debido al estado de consciencia anormal producido por el
conocimiento de que uno está soñando. Supe que actuaba en mi vehículo astral
mientras mi cuerpo físico se encontraba en estado de trance en la calle Worple.
Entonces salí de la cama y tomé nota de mi extraño entorno. Este dormitorio era un
enorme apartamento, revestido del suelo al techo de pintura al duco roja, ricamente
ornamentado con escenas orientales. La cama y todo el mobiliario eran del mismo
hermoso color y estilo. Recuerdo particularmente un enorme armario. La cama tenía
sábanas de seda, un edredón y la colcha era de color naranja.
Salí a un largo pasillo en el cual había muchas puertas. Una de ellas estaba
entreabierta, y vi un baño tenuemente iluminado por la luz de las estrellas, que entraba
por una ventana. Me llegaron unas voces desde una habitación que estaba casi al final
del pasillo, y me pareció distinguir la de una mujer. Decidí entrar en aquella, pero, en
ese instante fui atrapado por alguna corriente astral y transportado fuera de ahí.
Entonces me encontré de pie sobre un parapeto en el techo de un gran palacio,
construido con una piedra blanca resplandeciente y sublime. Debajo, podía ver un mar
de techos, con alguna luz parpadeando aquí y allí. Estaba a punto de lanzarme al
espacio cuando me di cuenta de que había un muchacho a mi lado, pero no puedo
recordar su aspecto.

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8 DE DICIEMBRE, 1929
Muy temprano por la mañana experimenté el falso despertar. Salí de la cama e
intenté encender la luz eléctrica, pero no funcionó. Esto me dijo que estaba soñando, y
entonces me di cuenta de que había tenido lugar la separación y que me encontraba, en
realidad, fuera de mi cuerpo, habiéndolo abandonado al salir de la cama. Llegado este
punto, observé una silueta borrosa -la de una mujer- de pie, junto a mi mujer.
Esta forma pareció caer hacia atrás y desaparecer cuando yo me acerqué a ella.
Entonces me lancé hacia afuera a través de la ventana, internándome en una noche
tormentosa, y pude sentir que atravesaba los paneles de vidrio. Deseé con fuerza llegar
a aquel templo tibetano del cual mi maestra, Azelda, me había hablado.
Manteniendo la muletilla en mi mente, viajé a una gran velocidad en una
dirección horizontal. En lo que pareció ser un espacio de tiempo muy breve, la luz
aumentó y pude ver lo que parecieron ser las ruinas a medio excavar de algún edificio o
templo importante, construido en roca o piedra marrón. Entonces, para mi gran
desilusión, mi cuerpo me llamó a regresar y el trance se rompió.
Más tarde logré entrar en estado de trance nuevamente. Abandoné mi cuerpo
mediante la voluntad de salir de él y pasé a la habitación delantera. Estaba
intensamente iluminada por una luz dorada y vi, para mi sorpresa, que parte de los
muebles y de los objetos eran extraños y muy hermosos. Particularmente, me fijé en un
pequeño armario oriental.
Los muebles de un lado de la habitación eran, sin embargo, como realmente
son. La chimenea parecía haberse cambiado a una esquina. Se me ocurrió que estos
detalles podían estar producidos por “riachuelos” de pensamiento que afectaran mi
consciencia y provocaran una visión.
Decidí que haría otro intento de llegar hasta el templo, aproximándome a él
desde el mismo sitio que antes. Cruzando el rellano, regresé a mi dormitorio, que tenía
un aspecto normal; pero, justo cuando me disponía a pasar por la ventana, mi mujer
tuvo un sobresalto nervioso mientras dormía y sacudió mi cuerpo físico. Esto rompió el
trance y mi retorno fue tan rápido que casi pareció coincidir con su movimiento.

23 DE FEBRERO, 1930
Soñé que mi mujer y yo estábamos en una habitación que se asemejaba un
poco al comedor de mi antigua casa de Forest View, en Southampton. Mi mujer estaba
sentada en una silla a la izquierda de la chimenea, y yo en un sofá cerca de la ventana.
La habitación se encontraba casi a oscuras, de modo que intenté encender la luz, pero
no funcionaba. Esto me indicó que estaba soñando; pero creí que me encontraba
recostado en el sofá en esta habitación, y no me di cuenta de que estaba en la cama en
la calle Worple, en Wimbledon. Entonces realicé un enorme esfuerzo mental para
abandonar mi cuerpo (¿astral?) y me encontré viajando a toda velocidad por el espacio
hasta que me detuve repentinamente en lo que yo sentí que era otra esfera.
Me encontraba en un vasto y precioso jardín bajo un cielo azul intenso. El
efecto era el de un sol radiante, pero no recuerdo haber visto el sol. Abundaban las
flores hermosas, y unos pájaros de alegres colores revoloteaban aquí y allá. Me uní a
una multitud de personas, vestidas de variados colores, y entré en una enorme sala de
conferencias o un templo. La gente me miraba con curiosidad, como si yo fuese un
extraño; pero a pesar de que no dieron señales de bienvenida, no parecían resentir

694
verdaderamente mi presencia. En este templo o sala me senté en una fila delantera de
asientos, justo delante de un escenario elevado. Entonces apareció en el estrado un
hombre delgado, moreno y de apariencia austera, vestido de negro. Este sacerdote, o
maestro, enseguida me señaló y se acercó a mí.
«Usted no pertenece aquí -dijo- u otras palabras por el estilo.
«No, -respondí- y ya que mi cuerpo puede llamarme a regresar en
cualquier momento, bien podría usted dejarme permanecer aquí tanto como me sea
posible.
«¿Sabe usted dónde se encuentra? -preguntó.
Respondí que creía que todas las personas que me rodeaban estaban lo que en
el mundo se llama «muertos» y que yo también quizás pasaría a esta esfera cuando me
llegara el momento. Entonces, antes de que me pudiese responder, mi cuerpo me llamó
a regresar y mi retorno fue casi instantáneo.
Nota: Basándome en mis sensaciones, en la experiencia fuera del cuerpo y en
mi retorno a mi vehículo físico, me inclino a pensar que esta fue una verdadera
proyección. Aparte del hecho curioso de que hubiese retrocedido en el tiempo unos 23
años, hasta un período en el cual mi mujer y yo vivíamos en Forest View, era
perfectamente consciente de mi estado, después de que el fallo de la luz eléctrica me
indicase que estaba soñando.

27 DE FEBRERO, 1930
Soñé que caminaba, de día, por alguna calle desconocida, repleta de edificios
muy elegantes. Había mucha gente por ahí, con atuendos corrientes. Algún incidente o
detalle incongruente que no recuerdo me indicó que estaba soñando, y entonces decidí
experimentar con la prolongación del sueño. Me limité a seguir caminando, como un
visitante en una ciudad extraña. Noté que estaba vestido con el uniforme de oficial del
ejército, de modo que cuando pasé delante de un estupendo monumento
conmemorativo de la guerra, representé mi papel ofreciéndole una «mirada a la
izquierda» y saludando. También le devolví el saludo a un soldado que casualmente
pasó junto a mí. El uniforme era marrón, pero no estoy seguro de su confección
británica. Sin embargo, yo me sentía perfectamente consciente de mi verdadera
condición física.
Más tarde abandoné esta calle y me encontré en una hermosa carretera en el
campo. Los setos vivos y los árboles estaban cubiertos de hojas, y el cielo azul,
iluminado por el sol.
Tuve la sensación habitual (en estos experimentos) de una salud y vitalidad
maravillosas, y la atmósfera estaba cargada de belleza y de sensación de una aventura
inminente. Ciertamente encantador, pero el esfuerzo por prolongar el sueño estaba
provocando una presión en mi cabeza, y la experiencia tuvo un final corriente. Justo
cuando observaba a dos chicos con un burro que venían en dirección a mí por esta
carretera campestre, mi cuerpo me llamó de repente y el trance se rompió.

7 DE SEPTIEMBRE, 1930
Soñé que despertaba por la noche en nuestro dormitorio de la calle Worple.
Tenía un gran anhelo de comer chocolate, pero sabía que no había ninguna tableta en
casa. Por lo tanto, me vestí, sin despertar a mi mujer, y caminé hasta la estación
ferroviaria de Raynes Park, pensando que podría conseguir alguna tableta de la

695
máquina del andén. No había nadie y llegué hasta ahí sin problemas, pero no quedaba
ninguna chocolatina en las máquinas.
Entonces pensé en dar un pequeño paseo. Me marché de la estación y al poco
rato llegué a una tienda, un salón de té y pastelería- que estaba abierta, a pesar de ser
plena noche. En la parte trasera del establecimiento, había un gran invernadero, y ahí
me senté en una mesa redonda con superficie de mármol. Entonces noté, para mi
sorpresa, que había una docena, o más, de loros verdes sobre las ramas de algunos
árboles que estaban plantados en cubos. Los pájaros me observaban curiosos con sus
ojos perfilados en naranja, pero sin emitir ningún sonido. En una mesa cercana a la
mía, tres o cuatro niños estaban acurrucados juntos y dormían profundamente. Al poco
rato, una mujer rolliza de mediana edad vino a atenderme. No tenía chocolate, pero me
ofreció turrón -si no me importaba esperar un poco, ya que no recordaba dónde lo había
puesto-. Asentí y se marchó. Entonces se me ocurrió que debía hacer un buen rato que
me encontraba fuera y que, si mi mujer despertaba, se preguntaría qué me había
sucedido. Por extraño que parezca, no había pensado en esto antes.
Abandoné la tienda apresuradamente y empecé a dirigirme a casa. Entonces,
de forma repentina, comprendí la naturaleza ridícula de mi conducta por salir a buscar
chocolate en medio de la noche. ¿Cómo llegué a comportarme de una forma tan
absurda? Y aquella tienda extraña con todos esos pájaros vigilantes y silenciosos, y los
niños durmiendo ¡Pues claro! No hacía falta que me preocupara por mi mujer. Estaba
soñando; y ahora que lo sabía, era libre de experimentar. Entonces decidí que intentaría
llegar hasta mi maestra, Azelda. Hice un gran esfuerzo mental e inmediatamente
empecé a deslizarme con una gran rapidez, pero hacia atrás. Avancé apresuradamente,
atravesando paredes y sobrevolando campos a una velocidad cada vez mayor y,
mientras viajaba de esta extraña manera, me seguía concentrando en mi maestra. No
me pareció, sin embargo, que llevase mucho tiempo planeando, y no había sucedido
nada de interés, cuando mi cuerpo me llamó a regresar y, a mi gran desilusión,
desperté.
Mediante una concentración tenaz, logré regresar al estado de trance y me
proyecté fuera del cuerpo gracias al esfuerzo mental. Una vez más, avancé a una gran
velocidad a través de la noche, pero en esta ocasión mi movimiento era hacia adelante.
Y entonces, desafortunadamente, mi mujer se movió y me tocó. Esto rompió el trance,
y no pude volver a establecerlo.
Nota: El movimiento hacia atrás es muy interesante, ya que es el único
ejemplo que tengo actualmente de haber viajado así al empezar a planear, aunque el
regreso al cuerpo suele ocurrir de este modo. De hecho, esto sugiere que, aunque el
escenario de mi aventura pareciera estar bastante cerca de mi casa, en realidad ésta fue
de una experiencia astral, y mi cuerpo me estuvo llamando a regresar desde el
momento en que intenté llegar hasta mi maestra. Por lo tanto, cuando yo creí que
empezaba un nuevo viaje, en realidad estaba siendo forzado a regresar. Mi sueño de
estar caminando fue, creo, un falso despertar que indica un estado de trance. La
separación fue efectuada cuando me levanté para vestirme, pero yo no era consciente
de mi estado «fuera del cuerpo». Probablemente visité realmente la estación de Raynes
Park, pues la calle Worple y la estación aparentaban bastante normales. Más tarde, al
parecer se produjo un cambio de vibración y, cuando entré en aquella tienda fantástica,
que no tiene un equivalente físico que yo conozca, la experiencia se tornó de una
naturaleza definitivamente astral.

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20 DE DICIEMBRE, 1930
Soñé que estaba en la oficina y era de día. Al sentarme en mi escritorio, caí en
un ensimismamiento y tuve una visión en la cual mi mujer se encontraba de pie cerca
de unas flores blancas en un jardín. Mantuve la visión en mi mente y comencé a
examinar las flores cuando se me ocurrió intentar proyectarme hacia el jardín. Con este
fin, me concentré en las flores blancas. Entonces algo pareció estallar en mi mente y
súbitamente me encontré de pie junto a mi mujer en el jardín, el cual estaba inundado
de una intensa luz solar, (o una luz que se le parecía). Fue muy interesante notar cómo,
en un instante, las flores blancas se habían transformado de una mera imagen mental de
una realidad aparentemente sólida. Mi mujer no estaba sorprendida, a pesar que debo
haber aparecido de una forma bastante repentina. Le expliqué mi experimento y le dije
que mi cuerpo se encontraba en la oficina y que yo suponía que ella estaría en realidad
durmiendo y soñando. Entonces desperté.
Nota: Por mis sensaciones físicas, al despertar y también por el peculiar estado
de consciencia experimentado en el sueño, creo que mi cuerpo estaba realmente en
estado de trance y que yo estaba desempeñándome en mi vehículo astral al principio y
más tarde, durante mi aparente proyección, quizás en mi cuerpo mental. En raras
ocasiones, estando en estado de trance, me he concentrado en algún escenario conocido
y he logrado proyectarme hacia él. Me venía aquella extraña sensación de un «click» en
el cerebro, y entonces me encontraba ahí, la transición parecía instantánea. El hecho
sigue siendo, sin embargo, que en este experimento de las «flores blancas», mi
consciencia no era tan perfecta como suele ser, pues yo no me di cuenta de que mi
cuerpo se encontraba en mi cama en la calle Worple. No obstante, por las razones que
he expuesto, dudo de si esta experiencia puede ser un mero sueño dentro de un sueño,
aunque su escenario fuera, por supuesto, puramente astral (¿o mental?). Seguía estando
oscuro cuando desperté y no había flores blancas en nuestro jardín. Mi mujer no tenía
recuerdos de haber soñado.

13 DE SEPTIEMBRE, 1931
Soñé que despertaba de día, salía de la cama y caminaba, atravesando el
rellano hasta llegar a nuestra sala de estar. Miré hacia afuera y contemplé la calle
Worple. Todos los detalles de la avenida y de la habitación eran muy reales y vívidos,
especialmente el nuevo papel azul de las paredes y los cuadros y jarrones. Entonces
noté una incoherencia: un armario oriental laqueado se encontraba junto a la pequeña
mesa sobre la cual reposaban nuestros jardines chinos en miniatura. Nosotros no
tenemos ningún armario, y esto me indicó que estaba soñando. Entonces regresé al
dormitorio y vi a mi mujer acostada en la cama, aparentemente despierta. Le dije que
estábamos soñando y la besé. Esto interrumpió el sueño y desperté. Era realmente de
día, pero mi mujer seguía durmiendo.
Nota: Otro ejemplo de un falso despertar. La separación tuvo lugar,
probablemente, cuando soñé que salía de la cama. Incluso cuando supe que estaba
soñando, no era totalmente consciente de mi condición «fuera del cuerpo», ya que no
se me ocurrió experimentar más saliendo de la casa. Besar a mi mujer fue un error, ya
que la emoción surgida interrumpió mi control mental y rompió el trance.

697
17 DE NOVIEMBRE, 1931
De alguna forma, que no recuerdo, supe que estaba soñando y entonces decidí
experimentar prolongando el sueño. Era de día, y me encontraba caminando por una
calle estrecha con tiendas a cada lado. Al poco rato llegué a unos campos y los
atravesé. Estos conducían a una colina, por la que ascendí y descendí. Entonces vi que
me encontraba en los alrededores de un pueblo que la colina había ocultado. Las
tiendas estaban abiertas y había gente por ahí. Me fijé en el caballo y el carro de un
lechero. Justo cuando pasaba delante de una carnicería, mi cuerpo me llamó a regresar
y el experimento terminó. Por desgracia, no me fijé en los carteles de las tiendas, pero
la gente parecía bastante corriente.
Nota: Yo era totalmente consciente de que mi cuerpo físico se encontraba
durmiendo en la calle Worple. La experiencia tuvo el peculiar encanto y la vividez que
he descrito a menudo; pero en el viaje de regreso, que me pareció casi instantáneo, mis
recuerdos se tornaron borrosos. Como cuando desperté estaba oscuro, esta experiencia
debió ser puramente astral o debió tener lugar en algún sitio terrestre más adelante en el
tiempo.

27 DE NOVIEMBRE, 1932
Por la noche experimenté un falso despertar y pensé que estaba hablando con
mi mujer. Aunque me encontraba en un estado de trance con unos síntomas muy
dolorosos -una gran presión en la cabeza y una aparente rigidez muscular- no me
percaté de mi verdadero estado. Incluso cuando dos mujeres, una morena y la otra
rubia, entraron en nuestro dormitorio y empezaron a hablarnos, yo seguía sin darme
cuenta de que eran ilusiones desde un punto de vista físico, pero me sorprendió su
inesperada intrusión. Llegado este punto, experimenté una repentina transición hacia un
salón intensamente iluminado, en el cual la gente bailaba. Yo sabía que un momento
antes me había encontrado en el dormitorio de la Avenida Rothesay y esto, junto con el
recuerdo de los dolores y de las dos mujeres, me indicó que en realidad estaba
operando fuera de mi cuerpo físico. Fui arrastrado al exterior de la habitación por
alguna corriente y transportado hacia nuevas aventuras, pero el recuerdo de éstas se
perdió en el camino de regreso.

17 DE MAYO, 1936
Después de tomar una taza de té, me volví a dormir y al poco rato me di
cuenta de que me encontraba en estado de trance. Logré abandonar mi cuerpo mediante
la voluntad de salir de él. Fui transportado a una gran velocidad y me detuve en una
carretera en el campo. Caminé unos ciento ochenta metros por ella hasta que llegué
junto a un caballo que pastaba a la vera del camino. Lo toqué y pude sentir claramente
su pelo cálido y bastante áspero, pero no pareció notar mi presencia. Esto fue, sin
embargo, un error, pues distrajo mi atención del experimento y mi cuerpo me llamó a
regresar. La duración de esta experiencia fue, por ende, muy breve.

1 DE MARZO, 1938
Soñé que caminaba por una calle extraña por la noche. Algún incidente u
observación que no recuerdo me hizo saber que estaba soñando. Decidí experimentar.

698
Las condiciones eran inusualmente favorables para la levitación. Me elevé con bastante
facilidad hasta una elevación de varios cientos de metros (una altura excepcional de
alcanzar, y luego planeé horizontalmente a una velocidad cada vez mayor. Pasé de la
noche al día, presenciando un amanecer glorioso. El movimiento horizontal fue
disminuyendo gradualmente su velocidad y me encontré flotando por encima de alguna
ciudad. Pasé por una estación ferroviaria con un nombre que era algo así como
Ipswich. Decidí descender y explorar. Aterricé suavemente en un pequeño jardín
público, o parque, y vi un lecho de lobeliáceas rojas. Parecía ser verano en este lugar, y
temprano por la mañana, ya que había pocas personas y no se percataron de mi
presencia. Bajé por una calle con unos edificios singulares; las tiendas aún no habían
abierto.
Al poco rato llegué a un lago que había delante de una pintoresca casa vieja.
Vi a una mujer que miraba por una ventana, y unos patos que nadaban en el estanque.
El agua había rebalsado y había inundado un estrecho camino vecinal,
bordeado de árboles por uno de cuyos tramos pasé, sin llegar a sentir el agua, a pesar de
que me llegaba hasta las pantorrillas, y entonces mi cuerpo me llamó a regresar. El
regreso fue casi instantáneo.
Esta experiencia fue de lo más agradable y deliciosa. Yo estuve perfectamente
consciente de mi identidad durante todo el tiempo, de que mi cuerpo estaba en la cama
en la Avenida Rothesay, etc. La aparente duración habría sido de unos veinte minutos.
He ido más lejos que mucha gente por cierto sendero. He hablado con
maestros en otro mundo. He visto, (aunque de lejos) a seres celestiales, grandiosas
formas de deslumbrante llama, cuya belleza llenaba el alma de un afligido anhelo. Y,
sin embargo, de no ser por mis relatos, las benditas palabras escritas -que aseguran la
permanencia, a pesar de que velan, distorsionan y falsean- si no fuera por ellas, en
ocasiones dudaría de todo; sí, incluso de la realidad de mi maestra. Así de difícil es
matar al escéptico que hay en mí; pero no lo deseo, pues el escepticismo es muy útil
para la preservación del equilibrio mental. Mientras pueda comportarme como una
persona normal confortablemente estúpida, poco importa si estoy realmente tan loco
como el que más.
¿Qué sucedió con la última proyección? No hay nada que temer. ¡Podéis estar
seguros de ello! El terror no está en nosotros, sino en el cuerpo -esa pobre parte, frágil,
animal, tan cansada, pero sin embargo tan horrorizada ante su disolución futura-. Nos
levantaremos de ese último sueño, incluso como si despertáramos de uno vagamente
recordado de infortunio, y sentiremos que esas obsesionantes formas se deslizan de
nuevo hacia una noche que ya ha pasado. Sí, jóvenes y fuertes una vez más, nos
mantendremos erguidos en el bonito amanecer de la nueva vida, y extenderemos los
brazos del espíritu para recibir a la gloria del sol naciente.

699
38. Algunas Experiencias de
William Buhlman (Transcripción parcial)
Los primeros viajes
La experiencia más hermosa que podemos tener es lo misterioso. Es la
emoción fundamental de la que nace todo arte y ciencia verdaderos. Quien no la
conozca y ya no pueda sorprenderse ni maravillarse, es como si estuviera muerto en
vida y sus ojos permanecieran cerrados.
Estas palabras, escritas por Albert Einstein hace ya mucho tiempo, se grabaron
para siempre en mi mente. Hace veinte años creía firmemente que el mundo físico que
vemos y experimentamos, era la única realidad existente. Consideraba solo lo que me
contaban mis ojos: que la vida no tenía misterios ocultos, sólo incontables formas de
materia que vivía y moría. Los hechos estaban claros, no existían evidencias ni pruebas
de mundos no físicos ni de que nuestra existencia continuara después de la muerte.
Ponía en duda la inteligencia de los débiles mentales que aceptaban conceptos ilógicos
como el cielo, dios y la inmortalidad. Los consideraba cuentos de hadas creados para
consolar a los flojos y manipular a las masas. Según yo, la vida era fácil de
comprender: el mundo consistía en formas y materia sólidas, y la continuación después
de la muerte y el cielo no eran sino pobres intentos humanos por crear una esperanza

700
donde realmente no existía nada. Poseía el conocimiento arrogante de quien juzga al
mundo sólo con sus sentidos físicos y apoyaba mis conclusiones en las abrumadoras
observaciones aportadas por la ciencia y la tecnología. Después de todo, si existía algo
misterioso, con toda seguridad la ciencia lo tendría en cuenta.
Mis firmes convicciones sobre la realidad y la vida continuaron hasta junio de
1972. Durante una conversación con un vecino, mencionamos las posibilidades de que
existiera vida después de la muerte. Procedí a presentar con vigor mis agnósticos
puntos de vista. Para mi sorpresa, mi vecino no rebatió mis conclusiones; en lugar de
ello, me contó una experiencia que había tenido varias semanas antes. Una noche, justo
antes de dormirse, le impresionó descubrirse flotando encima de su cuerpo.
Completamente despierto y consciente, se asustó mucho y al instante volvió a su
cuerpo físico. Inquieto, me dijo que no fue sueño ni imaginación, sino una experiencia
completamente consciente.
Su prueba despertó mi curiosidad y decidí investigar por mí mismo este
extraño fenómeno. Después de varios días de búsqueda, descubrí numerosas
referencias históricas sobre las vivencias extra corpóreas. Con cierto esfuerzo, encontré
un libro sobre el tema que describía cómo se inducen las experiencias fuera del cuerpo.
Todo el asunto me parecía muy extraño y consideré que aquel libro era producto de una
imaginación desbocada.
Por curiosidad, decidí probar una de aquellas técnicas antes de dormirme.
Después de repetidos intentos durante varios días, comencé a sentirme un poco
ridículo. En tres semanas, lo único singular que había experimentado era que recordaba
mejor mis sueños. Cada día me convencía más de que todo aquel asunto era
simplemente un sueño intenso o vívido, estimulado por aquellas técnicas que
supuestamente ayudaban a desplazarse del cuerpo.
Una noche, aproximadamente a las once, me dormí mientras estaba realizando
una de dichas técnicas, y empecé a soñar que estaba sentado frente a una mesa redonda
con varias personas. Todos parecían formularme preguntas relacionadas con mi
desarrollo y mi estado de consciencia. En ese momento del sueño, comencé a sentirme
muy mareado y una extraña somnolencia, como la que produce la novocaína, comenzó
a extenderse por todo mi cuerpo. Incapaz de mantener la cabeza erguida, perdí el
conocimiento, golpeándome con la mesa. Desperté al instante, completamente
consciente, acostado en la cama de cara a la pared.
Escuchaba un extraño zumbido y de algún modo me sentía diferente. Con el
brazo extendido, intenté tocar la pared que estaba frente a mí. Entonces observé
sorprendido que mi mano penetraba en el muro; podía sentir su energía vibratoria,
como si tocara su estructura molecular íntima. En ese momento comprendí la
abrumadora realidad, ¡Dios mío, no estoy en mi cuerpo!
Impresionado, mi única idea fue ¡es real, dios mío, es real! Acostado en la
cama, observé mi mano con incredulidad. Cuando intenté apretar el puño, sentí la
presión de mis dedos; percibía mi mano completamente sólida, pero la pared física
frente a mí, parecía y se sentía como un material denso y brumoso. Decidido a ponerme
en pie, comencé a moverme sin esfuerzo hacia los pies de la cama, con mi mente
desbocada por la realidad que percibía. De pie, palpé con rapidez mis brazos y mis
piernas, para comprobar si eran sólidos y, para mi sorpresa, me sentí completamente
macizo, íntegramente real. Pero a mi alrededor, los objetos físicos de la habitación ya
no se manifestaban tan concretos ni sólidos; en lugar de ello, ahora parecían espejismos
tridimensionales. Al mirar hacia abajo, percibí un bulto grande sobre mi cama.

701
Sorprendido, vi que era la forma durmiente de mi cuerpo físico, de cara al muro y en
silencio.
Cuando concentré mi atención en el lado opuesto de la habitación, la pared
pareció desaparecer de mi vista. Frente a mí, pude ver un campo amplio y verde que se
extendía mucho más allá de mi habitación. Entonces vi una figura que me observaba en
silencio a una distancia de aproximadamente diez metros. Era un hombre alto, de
cabello oscuro, con barba y una túnica morada. Sobresaltado por su presencia, me
asusté y al instante «volví» a mi cuerpo físico. Con una sacudida, penetré en él y sentí
una extraña sensación de adormecimiento y hormigueo, que se desvaneció cuando abrí
los ojos. Muy excitado, me senté, con la mente a punto de estallar al comprender lo que
había ocurrido. Sabía que aquello era absolutamente real, no un sueño ni tampoco cosa
de mi imaginación.
La totalidad de mi consciencia personal había estado presente en ello. De
repente, todo lo que sabía de mi existencia y del mundo que me rodeaba tenía que ser
reevaluado. Siempre había expresado serias dudas con respecto a lo que pudiese
encontrar más allá del mundo físico.
En ese momento mi punto de vista cambió totalmente. Supe con certeza que
existen otros mundos y que las personas como yo vivimos también en ellos. Y lo más
importante, supe que mi cuerpo físico era sólo un vehículo temporal para el yo
verdadero que está en su interior y que con la práctica podría separarme de él a
voluntad. Emocionado con mi descubrimiento, tomé un bolígrafo y papel y anoté
exactamente lo que había ocurrido. Numerosas preguntas llenaban mi mente. ¿Por qué
la inmensa mayoría de la raza humana desconoce este fenómeno? ¿Por qué las
diferentes ciencias y religiones no lo investigan? ¿Es posible que este mundo invisible
sea el «cielo» mencionado en los textos religiosos? ¿Por qué los gobiernos no exploran
este mundo de energía paralelo? ¿Es posible que nuestra abrumadora dependencia de
las percepciones físicas nos haya conducido a pasar por alto una increíble vía de
exploración y descubrimiento?
A medida que desaparecía la conmoción inicial de mi primer prueba,
comprendí que mi vida ya nunca sería igual. Cuanto más analizaba el significado de mi
experiencia, más profunda la sentía. Todas mis ideas agnósticas habían desaparecido en
una sola noche. Supe que tenía que revalorar por completo lo que había aprendido
desde la niñez, todo lo que había considerado verdadero. Era obvio que mis cómodas
conclusiones acerca de la ciencia, la psicología, la religión y mi existencia, habían
estado basadas en una información incompleta. Me sentía emocionado, pero inquieto,
pues mis anteriores conceptos acerca de la realidad no parecían ya válidos.
Percibí un vacío cada vez mayor. En varias ocasiones, al comentar con amigos
lo que había experimentado, lo encontraron demasiado extraño para tomarlo en serio.
En 1972 el término experiencia extra corporal no se había acuñado todavía; en ese
entonces la descripción más común era proyección astral y si uno les contaba a los
demás que había abandonado mi cuerpo, pensaban inmediatamente que estaría bajo el
influjo de las drogas o que había enloquecido. Rápidamente descubrí que tenía que
guardarme mis experiencias para mí o afrontar cierto grado de incredulidad, e incluso
burlas.
Después de mi primera experiencia fuera del cuerpo, mi mente desbordaba
con innumerables posibilidades y preguntas. Desesperado por obtener información y
guía, pasé varias semanas en bibliotecas y librerías en busca de conocimientos sobre el
tema. Pronto descubrí que había muy poco; sólo se habían escrito unos cuantos libros,

702
y algunos de ellos eran muy viejos y habían ya dejado de editarse. A finales de julio de
1972 me sentí solo.
Decidí concentrarme en la técnica que me había funcionado. Consistía en
visualizar, mientras me dormía, un lugar físico que conociese bien. Igual que había
hecho antes, imaginé el salón de la casa de mi madre con el máximo detalle posible. Al
principio pareció difícil, pero después de algunas semanas, podía dibujar los detalles de
la habitación cada vez con mayor claridad; comenzaron a definirse en mi mente los
muebles, los diseños de las telas, las texturas e incluso las pequeñas imperfecciones de
la madera y la pintura. Me di cuenta de que cuanto más me imaginaba a mí mismo
interactuando con los objetos físicos, más detalladas se volvían mis visualizaciones.
Con la práctica aprendí a caminar físicamente por la habitación y a memorizar los
elementos que contenía. También me cultivé en la importancia de «percibir» el entorno
con mi mente: la percepción de la alfombra bajo mis pies, la sensación al sentarme en
una silla, caminar, encender una lámpara o incluso abrir la puerta. Cuantos más detalles
incluía en mi visualización, más eficaces eran los resultados. Aunque al principio fue
un reto, después de un tiempo fue divertido que mis visualizaciones cobraran vida en
mi mente. En ese momento decidí llevar un diario para registrar mis experiencias extra
corporales.

Anotación del 6 de agosto de 1972


Me desperté a las 4 de la mañana, después de tres horas y media de sueño y
comencé a leer un libro de experiencias fuera del cuerpo. Tras quince minutos de
lectura, sentí sueño y decidí visualizar el salón de mi madre. Lo elegí porque lo conocía
muy bien. Contenía varios artículos que yo había hecho en la escuela: un cenicero de
metal, un tope de madera para la puerta y una acuarela marina. Mientras imaginaba la
habitación, lentamente desplacé mi atención hacia los artículos que yo había elaborado.
Lo más vívidamente que pude, me imaginé caminando por la sala, observando los
muebles y las cosas hechas por mí. A medida que me concentraba en estos objetos
comenzaba a ver la habitación con gran claridad. Trasladé mi atención de un objeto a
otro y me imaginé tocando cada uno de ellos. Mientras me sumergía en las sensaciones
y las vistas del salón, me quedé dormido. En unos segundos, me despertaron intensas
vibraciones y un sonido estrepitoso en todo mi cuerpo. Me sentía como si estuviera
dentro del reactor de un avión y mi cuerpo y mi mente estuviesen a punto de separarse
por las trepidaciones. Me impresionó y me asustó la intensidad de ellas y los sonidos,
por lo que resolví volver a mi cuerpo. Cuando abrí los ojos, estaba completamente
aturdido y una extraña sensación hormigueante se me extendía por todos lados. Durante
los minutos siguientes, volvieron lentamente mis sensaciones físicas normales. Apenas
podía creer la intensidad de aquellas vibraciones.
Me quedé acostado y me pregunté qué eran y también aquellos sonidos, y qué
los provocaba. Sabía que no eran sensaciones físicas. Sólo pude suponer que, de algún
modo, tenían que ver con mi forma no física, tal vez eran el reconocimiento de la
transferencia de mi consciencia desde mi cuerpo físico al no físico. O tal vez
simplemente fui consciente de una transición o de un cambio vibratorio, necesario para
tener la experiencia extra corpórea. Sea lo que fuese, el hecho es que me asusté
muchísimo. Sin embargo, estaba decidido a encontrar lo que había detrás de esas
extrañas vibraciones. Debían tener una explicación lógica.
La semana siguiente no ocurrió nada. Comencé a dudar de mí mismo y de mi
capacidad para lograr la experiencia. Pero una noche, aproximadamente a las once,

703
dormitaba mientras visualizaba el salón de mi madre. En pocos minutos me desperté,
sorprendido por un zumbido penetrante y sintiendo vibraciones por todo mi cuerpo. Al
abrir los ojos comprendí que la mitad de mí estaba fuera del cuerpo físico. Mi primera
reacción fue de temor. Un pánico abrumador inundó mi mente y al instante volví a
interiorizarme. Al abrir los ojos físicos, descubrí que estaba adormilado y con
sensaciones de hormigueo; igual que antes, la sensación desapareció lentamente y
volvieron mis percepciones físicas normales. Me senté en la cama, impresionado por su
intensidad y los sonidos. Recuerdo claramente que dije en voz alta, ¿qué diablos ha
sido eso? Al repasar la experiencia, comprendí que carecía totalmente de preparación.
Ante los primeros indicios de separación, un temor instintivo parecía inundarme.
Durante dos noches no ocurrió nada singular. La tercera noche me despertó
una vibración y un adormecimiento extraños, que se extendían desde la nuca hasta el
resto de mi cuerpo. Hice mi mejor esfuerzo por mantener la calma y controlar mi
temor, pero no pude. Me sentía completamente fuera de control y muy vulnerable.
Espontáneamente pensé en mi cuerpo físico y vi con sorpresa que las vibraciones
desaparecían lentamente. Cuando volvieron mis percepciones físicas, me sentí
decepcionado por haber perdido una gran oportunidad de exploración. En un esfuerzo
por aprovechar el momento, me tranquilicé, dirigí mis ideas lejos del cuerpo físico y
comencé a estimular la vuelta de las vibraciones. (Lo conseguí concentrándome en las
que había experimentado en la nuca).
Quince minutos después, ya tranquilizado y otra vez entre el sueño y la vigilia,
las vibraciones volvieron. Comenzaron en la nuca y se extendieron por el cuerpo
lentamente, haciéndome vibrar en lo que parecía un nivel superior de frecuencia o de
energía. En esta ocasión conservé la calma y mi nivel de ansiedad disminuyó al darme
cuenta de que podía disfrutar aquellas sensaciones vibratorias si estaba preparado para
ellas. Un zumbido de tono alto parecía resonar en mi cuerpo y me sentía lleno de
energía y ligero como una pluma. Cuando pensé en flotar, percibí que me movía hacia
arriba. Sentí que no pesaba nada y por primera vez las sensaciones eran absolutamente
maravillosas.
Floté hasta el techo y lo toqué con mi mano. Sorprendido, comprendí que
palpaba la sustancia energética del techo. Al presionar mi mano en la brumosa
estructura molecular, sentí su hormigueante energía vibratoria. Cuando retiré mi mano
de él, observé que mi brazo brillaba con miles de luminosas chispas, blancas y azules.
Por curiosidad, estiré mi otra mano y toqué mi brazo y, para mi sorpresa, parecía
sólido. Al fijar la mirada en mi brazo, me hipnotizó la profundidad y la belleza de
aquellos puntos luminosos. Comprendí que mi brazo era como un universo de estrellas.
Es difícil de describir, pero me sentía atraído hacia el universo que era yo. En ese
instante volví a mi cuerpo y las sensaciones de adormecimiento y hormigueo se
retiraron rápidamente cuando abrí los ojos, todavía con algo de miedo.

2 de octubre de 1972
Desperté a las 3:15 tras dormir tres horas y media, y me fui al sofá del salón.
Después de leer alrededor de cuarenta minutos, me dio sueño y comencé a aplicar una
visualización diferente. Me imaginé como un brillante globo anaranjado lleno de helio.
A medida que se expandía el globo, me sentía cada vez más ligero. Intensifiqué mi
visualización y la mantuve todo lo que pude. Mientras me quedaba dormido, me
desperté al sentir intensas vibraciones y el clásico zumbido por todo el cuerpo.
Reconocí que estaba preparado para liberarme y pensé en flotar. Las vibraciones y los

704
sonidos disminuyeron rápidamente, mientras me separaba y flotaba hacia el techo. Por
instinto, estiré los brazos para tocarlo, pero, en lugar de ello, mis manos penetraron
lentamente en la hormigueante sustancia vibratoria del techo. Sentí una ligera
resistencia, mientras mis manos y mis brazos lo atravesaban.
Al moverme lentamente hacia arriba, mi cuerpo penetró y atravesó el
aislamiento, las vigas y el ático. Me invadió una intensa emoción cuando traspasé el
tejado y floté sobre la casa. Pensé en ponerme de pie y al instante estaba erguido,
parado en la parte más alta de la casa.
Al mirar alrededor, distinguí claramente la antena de la televisión y la
chimenea. Aunque era medianoche, el cielo y todo lo que me rodeaba estaba
parcialmente iluminado por un brillo plateado.
De pie encima de la casa, sentí una súbita necesidad de volar. Extendí los
brazos, me deslicé hacia abajo por el tejado y volé sobre el patio. Lentamente descendí
hasta llegar a un metro del suelo. Por alguna razón me sentía cada vez más pesado, y
seguí descendiendo hasta que estuve a sólo unos centímetros del césped. Pensé en
«mantener el control», pero era demasiado tarde. Caí de bruces sobre la hierba. En ese
preciso instante, regresé a mi cuerpo físico. Volvieron mis sensaciones físicas y me
pregunté por qué había perdido el control. ¿Por qué me volví tan pesado?

4 de octubre de 1972
Estuve repitiendo en silencio la afirmación «estoy fuera del cuerpo», durante
diez o quince minutos, mientras me vencía el sueño. Intensifiqué mi muletilla todo lo
posible, al tiempo que me quedaba dormido. Casi al instante, me despertaron intensas
vibraciones y un zumbido “eléctrico” que me recorría todo el cuerpo.
Me sobresalté al momento que me inundó una intensa ola de temor. Entonces
me tranquilicé repitiendo «la luz me protege». Lentamente se disipó el temor inicial,
mientras me veía rodeado por una esfera de luz protectora. Pensé en flotar y percibí que
me levantaba de mi cuerpo físico. Me sentía ligero como una pluma, oscilando
lentamente hacia arriba. Mientras me alejaba de mi cuerpo, me di cuenta de que las
vibraciones y el zumbido habían disminuido a una tenue impresión arrulladora.
Sintiéndome más seguro, abrí los ojos y vi el techo frente a mí a una distancia de medio
metro. Me sorprendió que hubiera flotado tan alto e instintivamente pensé en mi cuerpo
sobre la cama. Al instante regresé a él y percibí una extraña vibración cuando volvieron
rápidamente mis sensaciones físicas.
Acostado en la cama y repasando la experiencia, comprendí que las ideas
dirigidas a mi cuerpo físico me devolvían a él. Supe que era posible contemplar mi
cuerpo físico, porque durante mi primera experiencia extra corporal, lo había percibido
con claridad. Sospeché que la clave para observarlo, era mantener la mente separada de
lo emocional, pero, lo más importante, debía sostener mis ideas lejos de mi cuerpo
físico; el más ligero pensamiento dirigido a él, me volvía inmediatamente. Debí haber
pensado en dar la vuelta mientras flotaba, y luego haber observado mi cuerpo físico sin
pensar en él.

2 de noviembre de 1972
Me despertó el sonido y la sensación de un zumbido intenso. Sentía como si
mi cuerpo y mi mente se separaban con las vibraciones. Al principio me sorprendió su
intensidad, pero lentamente me tranquilicé y concentré toda mi atención en flotar lejos.

705
En segundos lo hice, y me alejé algunos metros de él. Noté que el sonido y las
vibraciones se retiraban después de la separación completa. En su lugar quedó una
serena idea de calma. Sentía que no pesaba nada y flotaba como una nube. Pensé en
acercarme a la puerta y me pareció que automáticamente flotaba en esa dirección.
Tenía una abrumadora sensación de libertad que hasta entonces no había percibido.
Espontáneamente decidí volar y pensé en hacerlo desde el tejado. Al instante
me acerqué al techo, lo atravesé y llegué al tejado como un cohete. Me emocionó ver la
rapidez de la respuesta, y entonces comencé a entender que mis ideas son la energía de
mi propulsión personal. Extendí los brazos y me elevé cientos de metros en el aire.
Debajo de mí vi los edificios y las calles de mi vecindario. Percibí una leve sensación
tensa mientras me elevaba cada vez más sobre la ciudad de Baltimore. La sensación
tirante aumentó y entonces pensé en mi cuerpo. Al instante regresé a él. Mi cuerpo
físico estaba adormecido y hormigueante cuando abrí los ojos.
A medida que continuaron mis experiencias fuera del cuerpo, me fascinaron
las estructuras de energía no física que observaba. Con cada experiencia me surgían
más preguntas, hasta que fue para mí una obsesión comprender la naturaleza de las
formas no físicas que encontraba.
En un intento por interpretar la relación entre los entornos físico y no físico,
desarrollé una serie de experimentos básicos. Por ejemplo, todos los días equilibraba un
lápiz en el borde de mi mesita de noche. Quería ver si, de algún modo, podía mover el
objeto físico con mi cuerpo no físico. Rápidamente descubrí que este simple
experimento era más difícil de lo que parecía. Mi mayor obstáculo era intentar
concentrarme en él. En el momento de la separación, mi mente volaba con
posibilidades ilimitadas, y mi experimento parecía insignificante en comparación con
las muchas maravillas que existían a mi disposición.
Con cada experimento comprendía mejor que mi estado de consciencia no
física era muy sensible y respondía al más ligero pensamiento. Las ideas conscientes y
subconscientes me impulsaban al instante en una dirección específica. Aprendí
rápidamente que mi mente subconsciente ejercía mucho más control e influencia sobre
mis acciones, de lo que jamás había imaginado. A menudo, una idea completamente
espontánea creaba una reacción inmediata. Por ejemplo, si pensaba en volar, lo cual
ocurría a menudo, volaba sobre mi vecindario inmediatamente, atravesando el techo o
los muros.
En forma gradual, comprendí que era absolutamente esencial conseguir un
control consciente y absoluto durante los primeros segundos de la separación. Para
lograrlo, probé diferentes formas. Al principio intenté concentrar toda mi atención en
mis manos o en mis brazos, inmediatamente después de la separación. Con esto
esperaba concentrarme en una sola idea y lograr el control que buscaba, lo que provocó
una extraña sensación de sumergirme en mí mismo. Aunque era estimulante, el
resultado final no fue de control, sino una sensación de estar hipnotizado y después
atraído a un universo resplandeciente con brillantes estrellas azules. Insatisfecho con
los resultados, decidí tomar mis brazos no físicos y concentrarme en las sensaciones
generadas por el contacto. Me sorprendía descubrir una sensación de solidez. Mi
cuerpo no físico poseía una cualidad vibratoria inherente; se sentía completamente
sólido, pero percibía a su vez la energía vibratoria de la sustancia de mis brazos.
Rápidamente descubrí que mi cuerpo energético era «real» en todos los sentidos, y
parecía ser un duplicado exacto de mi cuerpo físico. También encontré que, cuando mis

706
ideas se concentraban en mi cuerpo no físico, sentía una atracción hacia adentro, como
si un profundo vacío en mi interior tirase de mí.
Durante varios meses repetí este procedimiento de autoexamen y, así,
probando y equivocándome, aprendí acerca de mi cuerpo no físico. Después de
numerosas observaciones, comprendí que mi forma física era como un molde de
energía, de hecho, de energía consciente que asumía una forma temporal. El cuerpo que
experimentaba cuando estaba fuera de mi cuerpo físico parecía el resultado de las
expectativas de mi mente y de mis propios conceptos. Además, reconocí que,
concentrándome en mi cuerpo no físico, creaba una fuerte tendencia de atracción
interna hacia áreas que todavía no comenzaba a entender. Llegué a la conclusión de que
necesitaba otro método para conseguir el control consciente.
Después de casi un año, frustrado por los numerosos intentos fallidos de
conseguir un dominio completo, comprendí que estaba haciendo el proceso más
complicado de lo que debía ser. Durante una experiencia extra corporal,
espontáneamente grité: ¡Quiero control! Inmediatamente sentí que mi mente analítica
mejoraba. Estaba de pie, frente al respaldar de la cama, y mi visión trabajaba, pero
permanecía ligeramente desenfocada, por lo que grité ¡claridad! Automáticamente mi
visión se enfocó y sentí que subía un torrente de energía y de consciencia por mi
cuerpo y mi mente.
Me quedé fascinado. Por primera vez sentí un control completo: estaba
presente toda mi consciencia interna y me sentía mejor que en mi estado de consciencia
física normal. Mis pensamientos eran claros y muy vívidos.
De repente comprendí que la clave para lograr el control era simplemente
pedirlo con plena concentración, justo después de la separación. También empecé a
entender la importancia de abstraer mis pensamientos y la necesidad de ser muy
concreto cuando pedía algo. En una ocasión, inmediatamente después de la separación,
dije en voz alta «quiero consciencia completa al despertar» y al instante volví a mi
cuerpo físico. Descubrí que esa parte de mi mente tomaba mis pensamientos al pie de
la letra. Al elegir torpemente la palabra despertar, la interpretó como el despertar físico.
Después de varios meses de experimentar con distintas frases, me di cuenta de
que inadvertidamente me había programado para pensar en base a la palabra «control»
durante cada experiencia extra corporal. Pronto descubrí que lo hacía automáticamente
en el momento en que flotaba y me alejaba de mi cuerpo. Después de un año de
pruebas y equivocaciones, supe que finalmente estaba en el camino correcto.
En este periodo, proseguí con mis experimentos del lápiz. Durante varias
experiencias extra corporales, intenté mover el lápiz que permanecía en equilibrio
sobre la mesita de noche y me sorprendió descubrir que la frecuencia (la densidad)
vibratoria de mi cuerpo no físico parecía determinar si el lápiz, o incluso la habitación,
eran visibles para mí o no. Lentamente comprendí que el ambiente que observaba no
era el mundo físico, como había supuesto. Entendí que las estructuras que normalmente
observaba cuando estaba fuera del cuerpo eran no físicas.
En forma gradual, todo empezó a integrarse en un concepto total. Intuí por qué
había ligeras diferencias entre los muebles físicos y los no físicos, al igual que entre los
demás objetos. Por ejemplo, a menudo los muros no físicos tenían un color diferente, y
también eran distintas las formas y los estilos de los muebles y de las alfombras. Estas
diferencias solían ser mínimas, pero perceptibles.
Para que yo pudiera ver mi entorno físico normal, mi frecuencia vibratoria
interna debía ser relativamente densa o lenta. También observé que el simple acto de

707
pedir consciencia y claridad parecía aumentar automáticamente la frecuencia de mi
cuerpo no físico.
En un esfuerzo por hacer más realistas mis experimentos, puse lápices en tres
zonas distintas que normalmente atravesaba al dejar mi cuerpo. Esperaba ver los
lápices a un lado o al pie de la cama cuando pasara a través de ella. Recuerdo que, en
una ocasión, mi madre me preguntó ¿por qué dejaste ahí esos lápices? Imagine lo
difícil que es explicar esto a alguien sin parecer loco.
Tras varias semanas, después de la separación, finalmente me concentré en
uno de los lápices. Al ir hacia el lado de la cama, me abstraje en el lápiz que estaba en
la orilla de la cómoda. Al principio, mi visión parecía borrosa, como desincronizada,
por lo que exclamé en voz alta ¡luminosidad! Al instante mi visión se enfocó. Pude ver
claramente el lápiz frente a mí; sin embargo, parecía una forma tridimensional brumosa
con sustancia. Me acerqué, lo toqué con la mano y capté una ligera sensación vibratoria
mientras mis dedos atravesaban la sustancia del lápiz. Frustrado, lo intenté de nuevo,
pero con los mismos resultados. Concentrando mi atención, comprendí que mi cuerpo
no físico era obviamente menos denso que el lápiz y entonces espontáneamente dije
«necesito más densidad». Con un sobresalto, volví a mi cuerpo físico. Cuando recuperé
mis sensaciones físicas, no pude evitar reírme: se había cumplido mi petición. Recordé
que las demandas que yo hacía estando fuera del cuerpo eran tomadas literalmente.
Parecía que había poco espacio para interpretaciones o matices. Debía recordar que
necesitaba ser muy específico en cada petición. Tal vez algo como «quiero mover este
lápiz» hubiera sido más eficaz.
Algunos años después, practicando la autohipnosis con una vela encendida,
tuve una experiencia que tiene que ver con esto. Después de la separación, me puse de
pie junto a la vela y decidí apagarla de un soplido. Para mi sorpresa, se apagó
inmediatamente. Al volver a mi cuerpo físico, abrí los ojos y descubrí que la vela física
todavía estaba ardiendo. Después de analizar lo ocurrido, comprendí que debí haber
apagado una vela en una dimensión paralela muy cercana a la física. Esta dimensión es
un duplicado del mundo físico (supongo), formado con energía relativamente densa.
Este experimento es importante, porque nos da la evidencia de que los
ambientes y los objetos que se encuentran durante los viajes fuera del cuerpo, existen
de un modo independiente del universo físico. Al parecer no estamos observando el
mundo físico desde una perspectiva diferente, como muchos creen, sino interactuando
en una dimensión paralela, aunque separada.

21 de junio de 1973
Me desperté a las 5:00 de la mañana y me pasé al sofá. Después de leer unos
quince minutos, me dio sueño y decidí probar algo nuevo. Tomé una hoja de papel y
comencé a escribir afirmaciones extra corporales. «Ahora estoy fuera de mi cuerpo».
Mientras las escribía, las repetía verbalmente. Después de escribir aproximadamente
cincuenta, apenas podía mantener los ojos abiertos. Mientras me quedaba dormido,
repetí las afirmaciones mentalmente.
Me despertó un extraño adormecimiento y vibraciones en todo el cuerpo.
Permanecí lo más tranquilo posible y me concentré en la sensación de flotar hacia
arriba. Después de varios segundos, sentí que me elevaba y salía del cuerpo. Me quedé
de pie junto a él y caminé hacia la ventana. Mi visión estaba desenfocada, y pedí
entonces claridad. Sólo mejoró un poco, por lo que repetí la petición, esta vez en forma
más resuelta: «¡necesito claridad ya!» Al instante, mi consciencia se aclaró. Sentí mi

708
cuerpo más ligero y con más energía. Estaba vibrantemente despierto y consciente, y
decidí volar.
Estiré los brazos, di un pequeño salto y atravesé volando el techo, hasta llegar
a cientos de metros sobre mi vecindario. Giré mis brazos ligeramente y me equilibré.
Era muy estimulante. Me sentía completamente libre, volando sobre la ciudad de
Catonsville. Aunque era de noche, el paisaje estaba iluminado con un brillo plateado.
Debajo de mí, las casas y las calles parecían un jardín de Navidad. De repente, percibí
una sensación tirante en la espalda y espontáneamente pensé en mi cuerpo. Esto me
hizo regresar, con un sobresalto. Desperté con un ligero adormecimiento y un
hormigueo en todo el cuerpo.

3 de julio de 1973
Desperté con el sonido y la sensación de un zumbido intenso. Sentía como si
mi cuerpo y mi mente estuvieran dentro de un motor. Al principio, me sorprendió la
intensidad de las vibraciones, pero lentamente me tranquilicé y dirigí toda mi atención
a la idea de flotar lejos de mi cuerpo. Me separé y me deslicé hacia el techo. Después
de la ruptura, observé que había desaparecido el sonido atronador. Mientras flotaba a
un metro y medio por encima de mi cuerpo, las vibraciones fueron sustituidas por una
sensación de calma. Parecía que no pesaba nada y ondulaba como una nube. Ante la
simple idea de avanzar hacia la puerta, me vi impulsado automáticamente en esa
dirección. Concentrando mis ideas, pensé en el salón y floté directamente allí. No podía
creer que fuera tan fácil y natural.
Pensé en el salón y ya estaba en pie en él, examinando lo que me rodeaba.
Todo me parecía familiar, excepto que los muros tenían un color amarillo claro en
lugar de blanco y algunos de los muebles eran ligeramente distintos de sus contrapartes
físicas. Por ejemplo, una antigua mecedora con una cabeza de león se veía igual, pero
la mesa de café era diferente. La mesa física era de estilo moderno, mientras que su
contraparte no física parecía del siglo XVIII.
Mientras miraba en derredor, comprendí que veía a través del contorno
brumoso de los muros físicos. Cuando me concentré en el muro del salón, parecieron
desvanecerse su forma y su sustancia, hasta llegar a desaparecer. Tenía ante mí un
ambiente completamente nuevo, una pradera irregular que se extendía hasta donde me
alcanzaba la vista. Avancé varios pasos y entré al nuevo terreno. Mientras observaba la
pradera, me di cuenta de que había un hombre a unos veinte metros de distancia. Me
observaba atentamente pero no se acercaba. Durante varios minutos, miré en dirección
a él. Tenía el cabello oscuro, una barba bien afeitada y una túnica morada que le
llegaba hasta las rodillas. Reconoció mi mirada asintiendo con la cabeza y esbozando
una breve sonrisa.
La situación era abrumadora. Me sentía inquieto y no sabía qué hacer. ¿Debía
acercarme y hablar con este extraño o evitarlo? Mi dilema se resolvió rápidamente,
pues antes de darme cuenta estaba de vuelta en mi cuerpo físico. Acostado en mi cama,
me asaltó la idea de que este hombre podía ser la misma persona que vi durante mi
primera experiencia fuera del cuerpo. Cuanto más revisaba su aspecto, más me
convencía de que este no era un residente no físico «ocasional»; más bien parecía
contemplar todos mis desplazamientos. También era evidente que no tenía intención de
acercarse o comunicarse conmigo. Supuse que sabía que un movimiento de su parte
hacia mí probablemente me hubiera asustado; el simple hecho de ver a alguien fue ya
bastante inquietante.

709
Durante varios días, la curiosidad en relación con este hombre ocupó mi
mente. ¿Qué intentaba y qué se proponía? Me cuestionaba si sería algún tipo de guía
que observaba mi progreso. Además, me preguntaba si todos los que se aventuran fuera
del cuerpo tienen alguien que los observe. Era evidente que él no deseaba interferir; de
hecho, cuando lo vi, pareció casi sorprendido. Sólo pude especular que probablemente
observaba mis experiencias extra corporales desde un nivel vibratorio ligeramente
diferente, para que yo no lo viera.
Cuando concentré mi atención, debí elevar mi frecuencia vibratoria, y
entonces pude ver más allá de mi ámbito normal. Al comparar esta experiencia con la
primera, comprendí que fueron similares en muchos aspectos. La principal diferencia
estribó en que esta vez mi control y mi visión habían sido superiores.
Cuanto más analizaba mis experiencias, más comprendía que debía volver a
valorar todo lo que creía cierto o consideraba verdadero. Por ejemplo, el «hecho» largo
tiempo aceptado de que nuestra consciencia es el resultado de una actividad
electroquímica dentro del cerebro, resultaba una conclusión risible obtenida partiendo
de información obviamente incompleta. Ahora sabía que el cerebro tenía otras
funciones, posiblemente como un elemento de transferencia biológica entre la mente no
física y el cuerpo físico. Me quedó claro que el cerebro físico es similar al disco duro
de un ordenador, que almacena la información y los recuerdos necesarios, para apoyar
y hacer funcionar nuestro vehículo biológico temporal.
Conforme continuaron mis experiencias extra corporales, esta observación se
confirmó una y otra vez. Una cosa era cierta, yo podía pensar sin mi cerebro físico;
podía crear, analizar y recordar ideas. También reconocía que existían diferencias
definidas. Por ejemplo, cuando estaba fuera del cuerpo, era más espontáneo y sincero
que en mi cuerpo físico. Me sentía motivado a hacer cosas que ni siquiera se me
hubieran ocurrido mientras estaba en mi cuerpo. Por ejemplo, a menudo pensaba en
volar e instantáneamente salía de la habitación y planeaba sobre el vecindario o me
encontraba sobrevolando extraños paisajes que ni siquiera identificaba.
A veces sospechaba que estaba siendo dirigido por una parte mía desconocida
y más expansiva. Con frecuencia mis ideas espontáneas me conducían a situaciones y
experiencias que me permitían discernir áreas o sucesos relacionados con mi pasado o
mi presente. En numerosas ocasiones, no comprendí la razón de estas experiencias
hasta semanas o incluso años después.
La experiencia siguiente me produjo un efecto profundo. Por primera vez,
comprendí en realidad el potencial ilimitado de las exploraciones no físicas.
9 de julio de 1973
Alrededor del mediodía decidí dormir una siesta. Visualicé el salón de mi
madre mientras me quedaba dormido. Una sensación de adormecimiento y hormigueo
se extendieron por mi cuerpo. Disfrutando dicha impresión, salí con facilidad de mi
cuerpo. La emoción me embargaba mientras me dirigía hacia los pies de la cama. Al
mirar a mi alrededor, sentí la súbita necesidad de ver a una joven que vivía en el
apartamento que estaba arriba del mío. Al instante, subí flotando y sentí que mi cabeza
atravesaba el techo. Durante un momento, me atoré y me empezó a dar miedo. Dije en
voz alta «abajo» y al instante me encontré en el suelo. Con una sensación de alivio, me
tranquilicé y procedí a concentrarme. Me dirigí a la puerta de mi habitación y entré.
Mientras cruzaba la puerta sentí una leve sensación hormigueante, pero no tuve ningún
problema; de cerca, la puerta tenía un aspecto brumoso. Entré en el salón caminando

710
normalmente, me dirigí hacia la puerta principal cuando de repente, a mi derecha,
escuché claramente una voz de hombre llamándome por mi nombre.

 ¡Willie!
o Sobresaltado, busqué a mi alrededor y vi que había un hombre
sentado en el sofá. Parecía tener casi treinta años y, de algún modo,
sentía que lo conocía.
 Willie, me alegro de verte.
o Reconocí su voz y supe inmediatamente que era mi tío Hilton.
Impresionado por su presencia, sólo lo miré mientras él me hablaba.
 Apuesto a que te sorprende verme.
o Se rio y continuó.
 Tuve algunos problemas con el techo.
o Me acerqué y le dije:
 Tío Hilton, ¿en verdad eres tú?
o Volvió a sonreír.
 Sí, soy yo.
o Lo observé atentamente. Parecía veinte años más joven y mucho más
delgado que cuando murió.
o Advertía que le divertía mi mirada y dijo:
 Vaya, estoy tan sorprendido como tú de que hayas venido a verme.
o Su tono se hizo más serio.
 Willie, ¿cómo has aprendido a hacer esto?
o Su pregunta me sorprendió y contesté.
 Simplemente lo intenté y funcionó.
 Pocas personas pueden hacer lo que hiciste. Todos estamos muy sorprendidos.
o Me observaba, esperando mi respuesta.
o Mientras lo miraba, la realidad de la situación resultaba abrumadora.
Por alguna razón, sentí una súbita necesidad interna de volar.
 Tío Hilton, debo irme.
Sonrió y asintió mientras yo caminaba hacia la puerta.
Salí por la entrada principal y vi un extenso campo verde. (Mi entorno físico
era un complejo de apartamentos). Me alejé y extendí los brazos. Mis ganas de volar
parecían impulsarme en el aire como un cohete. Extendí los brazos, me equilibré e
intenté controlar el vuelo. Cuando miré hacia abajo, distinguí con claridad la carretera
Nº 40. Decidí seguirla y volar hacia el oeste a cientos de metros sobre el suelo. Una
emoción y una libertad intensas surgían de todas las partes de mi ser. Al dirigir mi vista
hacia abajo, vi con claridad la carretera, las casas y urbanizaciones enteras. Mientras
pasaba por Ellicot City, sentí una sensación tirante en el centro de mi espalda y pensé
en mi cuerpo. En un segundo regresé a mi cuerpo físico y sentí un hormigueo y un
adormecimiento ligeros que se disiparon con rapidez. Tan pronto como volvieron mis
sentidos físicos, busqué los viejos álbumes fotográficos de mi madre y en ellos una
fotografía de mi tío fallecido. Pasando las páginas de prisa, finalmente encontré una
foto suya en la que era un joven de veinte años. Sin duda la fotografía es la imagen
exacta del hombre que vi.
Mientras repasaba esta experiencia, quedaron claras dos cosas. Primero, era
evidente que continuamos después de la muerte. Aunque supe esto desde mi primera
experiencia extra corporal, se volvía más evidente cuando uno veía y hablaba con una

711
persona fallecida a quien se había conocido. En esto no parecía haber error; el hombre
con quien había conversado era definitivamente mi tío. Segundo, me asombró que él
parecía estar en el apogeo de la vida (le calculé unos treinta años). De hecho, estaba tan
joven que no lo reconocí en el acto (al menos visualmente). Su voz inconfundible y el
que me llamara «Willie» me aclararon su identidad. Mi tío era la única persona que
alguna vez me llamó Willie; los demás me decían William o Bill.
Al morir mi tío, tenía cuarenta y cuatro años y exceso de peso; sin embargo,
cuando lo vi, parecía joven, delgado y con buena salud. Es probable que después que
abandonamos nuestro cuerpo físico al morir, asumamos la forma de energía moldeada
o influenciada por nuestro concepto de nosotros mismos. Desde que aprendí que las
energías no físicas responden naturalmente a las ideas, me parece razonable que
nuestras ideas y la imagen de nosotros mismos influyan en nuestra energía personal.
Me parece probable que asumamos la forma no física que se adapte mejor al concepto
que tenemos de nosotros mismos. En este caso, no puedo evitar preguntarme qué
aspecto tendré cuando deje mi cuerpo. ¿Igual que mi cuerpo físico? También me
pregunto si mi forma cambiará si altero intencionalmente la imagen que tengo de mí
mismo. Suena un poco extraño, pero me parece posible que nuestra forma no física
también sea un vehículo temporal, igual que el cuerpo físico. Me pregunto qué
sucedería si (cuando estoy fuera de mi cuerpo) me concentrara en cambiar la forma de
mi cuerpo no físico.
Durante varias semanas, el encuentro con mi tío ocupó mi mente. Estaba
seguro de que sintió sorpresa y curiosidad acerca de mi capacidad para abandonar el
cuerpo; sin embargo, también parecía esperarme, y saber que yo entraría en el salón.
Tal vez esa fue la razón de que no pudiera atravesar el techo cuando lo intenté. Es
posible que, de alguna manera, fuese dirigido hacia el salón. Además, tuve la extraña
sensación de que había alguien sentado junto a él. Es difícil de explicar, pero sentí una
presencia más allí y estaba seguro de que durante un momento percibí el sutil contorno
de una mujer.
Seguí el modelo que antes me había funcionado. Me despertaba a las siete en
punto y me preparaba para una clase que tenía en la universidad a las nueve. Después,
volvía al apartamento de mi madre y leía hasta que me entraba el sueño. Generalmente
al mediodía comenzaba a aplicar mi técnica para salir del cuerpo.
Seguí experimentando con diversos métodos, pero encontré que el más
sencillo funcionaba mejor. Iba a mi habitación, me acostaba y me veía caminando por
el salón, examinando todos sus pequeños detalles. A menudo tomaba tres o cuatro
objetos de la habitación y me esforzaba en imaginarlos con claridad en mi mente. No
comprendía y ni siquiera pensaba en la mecánica de lo que hacía; sólo sabía que
funcionaba. Aproximadamente un 30 por ciento de las veces, después de adormecerme,
me encontraba sentado, flotando o rodando fuera de mi cuerpo. Las sensaciones
durante la separación, normalmente eran similares: un zumbido acompañado por una
percepción vibratoria interna o de intensa energía, que se extendía por mi cuerpo. En el
apogeo de las vibraciones, mentalmente me indicaba a mí mismo que saliera del
cuerpo, levantándome o girando. Prefería levantarme porque cuando giraba, me sentía
desorientado. Descubrí que la forma más fácil era simplemente levantarme y alejarme
caminando de mi cuerpo. Parecía que, de esta manera, mantenía un control más
consciente sobre mi cuerpo energético. Es posible que los movimientos que parecían
físicos y que se asociaban con caminar, tuvieran un efecto estabilizador.

712
14 de septiembre de 1973
Mientras me daba sueño, repetí mentalmente mi afirmación normal «estoy
fuera de mi cuerpo». Al mismo tiempo, visualizaba objetos del salón de mi madre.
Unos quince minutos después, salí. De repente, me despertó el sonido de un disparo
cerca de mi cabeza. Mi cuerpo estaba completamente adormecido y un abrumador flujo
de energía me recorría. Sentí temor e instintivamente pensé en mi cuerpo físico. Con un
sobresalto, volví y busqué por la habitación el origen del sonido. Después que recuperé
mis sensaciones físicas, comprendí que no había sabido aprovechar la experiencia.
Supuse que el disparo había sido un sonido interno, provocado tal vez por el hecho de
separarme de mi cuerpo físico y por haber interrumpido un punto de conexión en algún
lugar de mi cabeza.
Existe la teoría de que todos nosotros estamos conectados a nuestros cuerpos
físicos en siete puntos de energía (chakras) y que un sonido de fuerte estallido puede
indicar que ocurre una separación en la glándula pineal o cerca de ella. Hasta este
momento, no tengo ninguna evidencia que apoye esta teoría, pero debo admitir que mi
experiencia es muy similar a los sonidos descritos por Sylvan Muldoon y Paul
Twitchell.
Son escasas las investigaciones acerca de las sensaciones y sonidos asociados
con las experiencias extra corporales.
Espero que en un futuro cercano esto cambie. Si consideramos su enorme
potencial, resulta lógico que deban realizarse más investigaciones. Creo firmemente
que las disquisiciones futuras revelarán nuevos datos sobre la naturaleza y el origen de
dichos factores en o de la consciencia.

25 de octubre de 1973
Me estaba adormeciendo cada vez más, mientras repetía la afirmación: «ahora
estoy fuera de mi cuerpo». A continuación, percibí que estaba sentado en la cama
completamente consciente y observando la habitación. Las vibraciones fluían mientras
me levantaba y me separaba de mi cuerpo; atravesé el muro de la habitación y entré a
un nuevo ambiente. Recorrí un camino o sendero, alrededor del cual había un amplio
espacio plano. En la distancia hallé una torre transmisora de radio. Sentí un fuerte
impulso de arribar a ella y me dije «debo llegar a la torre». Al instante estuve más cerca
de ella.
Directamente frente a mí había docenas de viejos cubos metálicos de basura
que me bloqueaban el paso. Comencé a hacerlos a un lado y pregunté en voz alta «¿qué
representan estas cosas?» En ese instante, una serie de imágenes vívidas aparecieron en
mi mente; no pude identificar si se originaban dentro o fuera de mí. «Muy bien,
comienzas a comprender. Estás en una región vibratoria superior, en un entorno que
responde a las ideas. Tu mente crea lo que percibes a tu alrededor. Tu mente interpreta
el entorno de acuerdo con las formas y los puntos de referencia con los que puede
relacionarse».
Mi mente estaba colmada de emoción. Por primera vez, comprendía lo
evidente. El sendero era mi camino, la dirección de mi vida. Los botes de basura eran
desperdicios que frenaban mi avance: mis temores, mis limitaciones y mis vínculos.
Debía retirar de mi sendero todas aquellas cosas, para avanzar y alcanzar mis metas
espirituales.

713
Durante un momento, observé los bidones de basura; parecían viejos y
maltratados. Con una sensación de intensa alegría y satisfacción, los quité de mi
camino. Una descarga de energía me recorrió mientras limpiaba mi camino de
obstáculos. Me sentí pleno mientras me dirigía a la torre de radio, pero descubrí que
estaba directamente junto a ella. Mientras la rodeaba, percibí una súbita e intensa
sensación de tirantez. Supe que tenía que volver a mi cuerpo.
Ante la idea de mi cuerpo físico, al instante estuve dentro de él. Abrí los ojos y
sentí que mi vejiga estaba llena. Me molesté conmigo mismo por no planear mejor.
Sentía mucha curiosidad por la torre de radio y por lo que representaba exactamente.
¿Por qué no podía encontrar la puerta?
Tenía una idea, pero necesitaba confirmarla. También me preguntaba acerca
de la percepción que recibí. Era difícil de explicar, pero estuvo muy clara en mi mente;
parecían más imágenes que palabras. Y algo muy importante, comprendí que esa
experiencia era diferente de las anteriores. Había entrado en un entorno completamente
distinto, en un mundo no físico que parecía separado del ambiente físico que
normalmente experimentaba. Además, lo que me rodeaba parecía responder con
facilidad a mis pensamientos. De algún modo me sentí diferente, más ligero, con más
energía. No lo comprendí, primeramente, pero supuse que aquello era importante.

12 de noviembre de 1973
Percibí una ligera liberación y la sensación de movimiento rápido. De repente
estaba en una catedral, en pie, ante un púlpito elevado. Me sentía muy cómodo,
entonces subí hacia el púlpito. Estaba preparado para dirigirme a la multitud, pero
cuando miré, no había nadie. Confuso e inseguro de lo que debía hacer, volví a mi
cuerpo, y me encontré sentado en la cama completamente despierto y consciente.
Sorprendido, pensé: «Es extraño; nunca había tenido una experiencia fuera del cuerpo
mientras estaba sentado». En ese momento, me di cuenta: no estaba en mi cuerpo
físico. Miré a mi alrededor y lo vi en la cama, profundamente dormido. Una ola de
emoción me inundó cuando comprendí que la experiencia de la catedral me ocurrió en
un cuerpo de energía completamente diferente. Por primera vez lo entendí: la
«sensación» de los dos cuerpos no físicos era notablemente distinta. El cuerpo de
energía en el que estaba ahora era mucho más denso, casi físico, en comparación con la
ligereza del segundo cuerpo de energía.
Con esa experiencia, entendí que el primer cuerpo no físico (denso) es en
realidad un duplicado del físico, mientras que el segundo posee una frecuencia
vibratoria más fina, como la energía pura, dispuesto para responder al más ligero de
mis pensamientos. Cuanto más pensaba en lo que acababa de comprender, más
emocionado me sentía. Sabía que había hecho un descubrimiento importante, porque
entonces entendí cuán limitado está en realidad el primer cuerpo de energía. Esto
también explicaba por qué varían tanto mi capacidad y mis percepciones cuando estoy
fuera del cuerpo.
En teoría, debía ser capaz de moverme en forma consciente, de una forma de
energía a otra. En cierto sentido, debía ser capaz de desechar el primer cuerpo y
cambiar al segundo a voluntad. Estaba ansioso por mi siguiente experiencia para probar
mi teoría. Durante una semana lo intenté sin éxito; finalmente sucedió. Después de
dormir cinco horas, me desperté a las 6:00 de la mañana y me pasé al sofá. Tras leer
durante 15 minutos, me dio sueño y repetí mi afirmación favorita «estoy fuera de mi
cuerpo» unas cuarenta o cincuenta veces, mientras me quedaba dormido. Reconocí

714
inmediatamente el estado vibratorio, me levanté de mi cuerpo físico y di varios pasos
hacia la puerta. En lugar de atravesarla como lo hacía normalmente, solicité claridad y
pedí con firmeza experimentar mi segunda forma de energía: «ahora paso a mi cuerpo
superior». Sentí una descarga de energía y al instante estaba en un ambiente
completamente nuevo. Me encantó; había funcionado.
Me percibí lleno de energía y ligero como una pluma; mi mente cobró vida
ante aquellas posibilidades. Por costumbre, solicité claridad y mi mente se despejó. Por
primera vez comprendí en realidad lo que significaba ser consciente. Mis ideas se
hicieron más rápidas, más vibrantes y más vivas que nunca antes. Es difícil de
describir, pero me sentía increíblemente efusivo, sin temores ni límites. Vislumbré que
nuestro estado físico de consciencia es una percepción débil, como un sueño brumoso.
Además, me di cuenta de que el primer cuerpo no físico es muy parecido al físico.
Al analizar esta experiencia, recuerdo que se dio un cambio gradual en mi
cuerpo no físico. Se hizo evidente que conforme aumentaba mi frecuencia energética
personal, automáticamente me interiorizaba hacia regiones no físicas del universo. Este
descubrimiento es importante. A medida que exploramos hacia adentro, no sólo cambia
nuestra frecuencia y nuestra densidad, sino también nuestra forma no física.
Después de experimentar este cambio en varias ocasiones, no pude ya ignorar
la importancia del descubrimiento. La frecuencia energética de nuestros cuerpos se
relaciona directamente con la frecuencia de nuestro entorno inmediato. Como
resultado, cuando alteramos nuestra frecuencia personal, automáticamente vamos hacia
el nivel de energía no física del universo que corresponde a nuestra propia frecuencia
interna. Una vez que conseguí cierto grado de autocontrol sobre mis exploraciones no
físicas, comencé a experimentar conscientemente la alteración de mi frecuencia.
Descubrí que, cuando se está fuera del cuerpo, esto se consigue sencillamente pidiendo
un cambio de energía.
Durante dos años había creído que me movía en forma lateral, de un área a
otra, dentro de la misma dimensión, pero ahora la sorprendente verdad se hizo
evidente. No me había movido en forma lateral, sino hacia dentro del universo,
pasando de un entorno energético a otro. El movimiento lateral era diferente; sus
sensaciones generalmente eran más físicas.
Después de experimentar muchas veces, llegué a una serie de observaciones.
Primero, cuando pedimos un cambio, nuestro cuerpo de energía no físico responde
inmediatamente a nuestra petición. Segundo, cuando hacemos la petición de elevar
nuestra frecuencia vibratoria o interiorizarnos, nuestra consciencia automáticamente
nos impulsa a un área del universo con una frecuencia más alta. Y tercero, nuestra
frecuencia interna siempre se corresponde con la de la nueva dimensión o entorno que
experimentamos.
Con la práctica, es posible alterar y controlar en forma consciente, la
frecuencia vibratoria de nuestros cuerpos no físicos. Este proceso es la clave para
lograr un verdadero control y una libertad ilimitada mientras estamos fuera del cuerpo.
Con este conocimiento, es posible moverse de una dimensión energética a otra con un
absoluto control consciente y, lo más importante, se nos ofrece la posibilidad de
explorar todo el universo multidimensional. Este movimiento interior, cuando está
controlado, nos permite convertirnos en seres interdimensionales completamente
conscientes. El siguiente es un ejemplo.

12 de marzo de 1974
715
Al mediodía repetí mis afirmaciones usuales: «estoy fuera de mi cuerpo» y
lentamente me adormecí. En segundos sentí el estado vibratorio, me desprendí de mi
cuerpo físico dormido y me acerqué a los pies de la cama. Inmediatamente pedí
«¡claridad!» y mi visión mejoró.
Sintiéndome equilibrado, dije en voz alta «ahora paso a mi interior». Percibí
entonces una sensación de movimiento interno rápido, como si fuera atraído hacia un
profundo vacío dentro de mí. Esa sensación fue tan intensa que grité «¡alto!». Al
instante aquel movimiento cesó y comprendí que me encontraba en un nuevo ambiente.
Estaba en el exterior, en un hermoso lugar parecido a un parque. Mi visión era
brumosa, por lo que repetí mi petición «¡claridad!». Mi visión y mis ideas parecieron
caer en su lugar. Mi cuerpo se sentía más ligero y energético. Intenté permanecer
tranquilo mientras las ideas se me desbocaban. Miré hacia abajo y sentí mi cuerpo.
Tenía una forma reconocible, muy parecida a mi cuerpo no físico normal; sin embargo,
esta forma se sentía más ligera y energética que mi primer cuerpo de energía.
Emocionado con mi éxito, dije en voz alta «ahora paso al siguiente nivel». Al instante
fui atraído hacia adentro, a una velocidad increíble. Apenas pude soportarlo y
empezaron a crecer mis temores. En pocos segundos, el movimiento interno se detuvo
abruptamente y me hallé flotando en otro extraño ambiente. Esta vez se veían pocos
objetos, pero sentía una intensa energía a mi alrededor.
Al observar el lugar, interpreté que no necesitaba volver la cabeza; parecía que
veía el lugar donde dirigiera mis pensamientos y podía vislumbrar en todas las
direcciones al mismo tiempo. Miré mi cuerpo, pero no aprecié nada que pudiera
describir; era como un punto de vista de 360 grados sin forma ni solidez. Una
estimulante sensación de energía y conocimiento me recorrió. Todo mi ser se sumergió
en un mar de energía pura y de amor incondicional. Durante lo que me parecieron
horas, disfruté las sensaciones de flotar en este océano de pura luz viva. Sin deseos de
volver a mi cuerpo físico, concentré mi atención todo lo que pude. Finalmente, volví a
mi cuerpo y miré el reloj. Me sorprendí, había estado fuera menos de cuarenta minutos.
Al repasar mis experiencias, intenté lograr una comprensión más clara de mi
existencia no física. Ahora eran evidentes ciertas similitudes y diferencias entre mis
cuerpos físico y no físico. Por ejemplo, entendí que mi visión, cuando estaba fuera del
cuerpo, era muy similar a la física. La única diferencia notable era su claridad.
Después de la separación, a menudo mi visión era borrosa y desincronizada.
Sin embargo, podía mejorarla rápidamente exigiendo «claridad». Interpreté que era
esencial hacer esto durante cada experiencia extra corporal. Con frecuencia repetía
varias veces esa petición durante una misma experiencia fuera del cuerpo.
Observé que me basaba principalmente en el sentido de la vista. En
comparación, los otros sentidos parecían casi sin importancia. Al mirar atrás,
comprendo que esto pudo deberse a mi dependencia de la visión. Cada uno de nosotros
es diferente; algunos nos concentramos más en el oído o en el tacto, que en la vista.
Sospecho que es probable que cada uno se apoye más en un sentido que en los demás.
Por ejemplo, un músico profesional se concentra en el oído y una bailarina tiende a
concentrarse en el tacto. También reconocí que ya no era necesario respirar y que las
percepciones de temperatura parecían no existir. Aunque no experimenté sensación
alguna de temperatura, mi tacto funcionaba y podía sentir los objetos e incluso el
contacto entre mis manos. Además, mientras mi sentido del oído parecía igual, el
sentido del gusto parecía ausente. Más adelante descubriría que los cinco sentidos
siguen a nuestra disposición, si nos concentramos en ellos.

716
Con la experiencia llegué a comprender que nuestra mente crea y controla
todos nuestros sentidos no físicos. Me pregunto si nuestros cuerpos no físicos tienen la
capacidad natural o inherente de percibir.
Nuestros pensamientos moldean el cuerpo no físico, de acuerdo con nuestra
propia imagen. Llegué a comprender que mi cuerpo físico era sólo un vehículo
temporal. Con el tiempo, entendí que esto también se aplicaba a nuestros cuerpos no
físicos.
Reconozco que mi forma no física era, en muchos aspectos, un duplicado
energético de mi cuerpo físico. Mi tamaño y forma generales no variaban; sin embargo,
las sustancias energéticas que me formaban eran muy diferentes. En lugar de
moléculas, mi cuerpo no físico parecía hecho de incontables diminutos puntos de luz
conectados entre sí. En dos ocasiones, intenté verme en un espejo (un espejo físico)
cuando estaba fuera del cuerpo, pero no percibí nada.
Mi curiosidad acerca del aspecto, la constitución y la solidez de mi cuerpo no
físico aumentaba con cada aventura extra corporal. Aunque cuando estaba fuera del
cuerpo, podía fácilmente observar mis manos y mis brazos, resultó todo un desafío
apreciar mi cuerpo completo. Por fin, después de diez años de experiencias fuera del
cuerpo, ocurrió lo siguiente:

2 de octubre de 1982
Escuché el zumbido y sonidos como de motor y me concentré en salir de mi
cuerpo. Me puse frente a la puerta de la habitación y automáticamente pedí
«¡claridad!». Mi visión mejoró y pasé por la puerta hacia el salón. Sintiéndome todavía
un poco desincronizado, expresé verbalmente mi petición con más énfasis: «¡más
claridad!» Sentí que mi consciencia y mi visión caían en su lugar. Mis ideas eran claras
y exclamé «¡necesito ver la forma que tengo ahora!» Al instante, percibí intensamente
que era atraído hacia dentro de mí mismo. De repente, me sentí diferente, ingrávido,
como si flotara en el espacio. Mientras avanzaba, observé una forma resplandeciente de
color blanco azulado.
Por alguna razón, parecía saber que miraba mi cuerpo no físico desde una
perspectiva diferente. Veía sorprendido la forma que brillaba frente a mí, por la que
fluía energía y luz. Parecía un molde de energía creado a partir de un millón de
diminutos puntos de luz; expedía un brillo azulado, pero parecía tener una estructura
exterior definida.
El cuerpo de luz que tenía frente a mí, estaba desnudo y era idéntico a mi
forma física. Aunque parecía firme y sólido, había un notorio desplazamiento y
radiación de energía. Podía ver lo que parecía un océano de estrellas azules por todo mi
cuerpo. Es difícil de describir, porque las estrellas eran estables y no obstante se
movían al mismo tiempo; la luz y la energía de mi cuerpo parecían cambiar y fluir casi
como las olas de un océano.
Mientras miraba el cuerpo de luz, comprendí que yo debía estar en otro
cuerpo. Sin embargo, no podía percibir ninguna forma o solidez; era como un punto de
vista en el espacio sin aspecto de ningún tipo. Mientras me reflejaba en mi nuevo
estado del ser, capté una sensación de movimiento rápido y volví inmediatamente a mi
cuerpo físico. Al tranquilizarme y repasar la experiencia, llegué a una conclusión
inevitable: debía poseer múltiples cuerpos de energía. La forma que acababa de
experimentar, era incluso notoriamente más ligera (o menos densa) que mi segundo
cuerpo no físico. Comprendí que la visión tradicional de que poseemos dos cuerpos -un

717
cuerpo físico y un cuerpo espiritual- es demasiado simplista; somos mucho más
complejos que eso. Igual que hay múltiples dimensiones no físicas de energía en el
universo, cada uno de nosotros debe estar formado por complejos cuerpos de energía o
vehículos de expresión. Ahora me pregunto ¿cuántos cuerpos o formas no físicas deben
ser? Sospecho que debe haber uno en cada dimensión del universo y que todos ellos
están relacionados y conectados entre sí, igual que el cuerpo físico con su primer
cuerpo no físico (cordón de plata).

7 de octubre de 1983
Sentí una vibración y un hormigueo en todo el cuerpo. Pensando que debía
estar en el estado vibratorio, concentré mi atención en la sensación de flotar fuera del
cuerpo físico. En segundos estaba ondeando y me alejaba de él. Lentamente me deslicé
con los pies por delante hacia la puerta de la habitación. Con una sensación de sorpresa
absoluta, atravesé sin esfuerzo y con los ojos abiertos la estructura de la puerta y sentí
su energía vibratoria. La puerta parecía una nube de energía dentro de un molde etéreo.
Después de flotar a través de ella, pensé en ponerme de pie y al instante estaba
en el salón, junto al sofá y mirando la habitación. Entonces observé que parecía
seguirme una extraña forma pequeña. Al fijar la vista, reconocí a nuestro perro sabueso
McGregor. Me asombré porque nunca había visto un animal estando fuera del cuerpo.
Parecía sorprendentemente natural y sólido, movía la cola y me miraba.
Sus ojos eran brillantes, entonces observé algo más: había un filamento
delgado como una telaraña que surgía de su cuerpo y se extendía hacia la habitación.
Por curiosidad, me incliné y toqué el delgado hilo plateado. Al instante, el perro
desapareció. Rápidamente volví a mi cuerpo físico. A medida que se ausentaba el
adormecimiento, sentí físicamente que el perro saltaba a la cama. Me quedé quieto y
repasé la experiencia, intentando ponerla en perspectiva. Más que nunca, comprendí lo
poco que sabemos de nosotros mismos y de nuestro mundo. Me sentía como un niño
inocente que veía por primera vez el mundo real. Caí en la cuenta de lo arrogantes que
somos al suponer que lo sabemos todo. Nosotros, que ni siquiera entendemos
cabalmente lo que somos, por qué estamos aquí ni dónde vamos, nos consideramos los
seres dominantes e inteligentes del mundo. Es verdaderamente irónico que vivamos tan
engañados.
Todavía es más risible el hecho de que mantengamos tantas firmes
convicciones y conclusiones en relación con cosas que no vemos mi comprendemos.
Más que nunca, estoy convencido de que la exploración extra corporal puede
ofrecernos una respuesta a numerosos misterios de nuestra existencia.

21 de febrero de 1985
Entré en el estado vibratorio y sentí que oleadas de energía fluían por mi
cuerpo. Era una sensación tranquilizadora que irradiaba de lo más profundo de mi ser.
Mientras me concentraba en los cambios vibratorios, percibí que me recorrían impulsos
de energía y una singular sensación, como si unas manos estuvieran acariciando mi
cuerpo. Al principio me sorprendí, pero la impresión era agradable, una vez que me
hube acostumbrado a ella. Las oleadas de energía parecían aumentar y disminuir en una
secuencia rítmica, y sentí cómo me volvía cada vez más ligero, hasta que me separé por
completo de mi cuerpo. Percibí el sutil roce de las manos que me recorrían desde las

718
plantas de los pies y ascendían por todo mi cuerpo. Cada contacto creaba oleadas de
energía que resonaban en mí.
Sentía que mi frecuencia vibratoria interna se ajustaba a un nivel nuevo, y
capté que las personas que estaban junto a mí efectuaban una especie de «trabajo
energético». Durante más de veinte minutos, las corrientes de energía se desplazaron y
fluyeron en forma sistemática por mi cuerpo no físico. Todo mi ser parecía resonar con
aquellas oleadas de energía, y una abrumadora sensación de paz y unidad inundaba
todo mi ser. Luego, las oleadas de energía se disiparon lentamente y volvieron mis
sensaciones físicas.
Las preguntas se desbocaban en mi mente: ¿qué era aquello? ¿Qué finalidad
tenía? ¿Qué entidad o entidades me habían tocado? Una cosa era cierta, después me
sentí notablemente ligero y etéreo durante varias horas. Percibía que mi cuerpo vibraba
a una frecuencia más elevada o más delicada. Tenía la fuerte sospecha de que mi ser no
físico acababa de experimentar un ajuste vibratorio o de frecuencia. Sólo alcancé a
imaginar que tal vez necesitaba ese ajuste para ampliar o mejorar mis exploraciones no
físicas.
Aunque nadie se comunicó conmigo, supe que el proceso era un ajuste
energético importante, necesario para mi desarrollo personal. También comprendí que
las sensaciones energéticas eran completamente diferentes de lo que experimenté
durante la fase vibratoria antes de la separación. A medida que las manos me tocaban,
percibí una intensa sensación de dirección y propósito. Sospeché que una entidad, o tal
vez dos, trabajaban sobre mí. Como quiroprácticos invisibles, parecían saber
exactamente lo que hacían; cada contacto alteraba mi frecuencia vibratoria interna en
un punto específico dentro de mi cuerpo no físico y creaba oleadas de energía que
resonaban en lo más profundo de mi ser. Aunque al principio me sorprendió, fue una
experiencia absolutamente disfrutable, y estuve seguro de que ocurriría de nuevo.

5 de diciembre de 1986
Me acosté en mi cama visualizando el salón y repitiendo en silencio «ahora
estoy fuera de mi cuerpo» durante unos quince minutos. Después que me venció el
sueño, sentí las vibraciones y espontáneamente giré fuera de mi cuerpo. Llegué al suelo
y abrí los ojos. Lo veía todo borroso y me sentía muy pesado y desincronizado. Me
arrastré unos metros y dije en voz alta: «Soy ligero como una pluma». Recibí una
súbita descarga de energía y al instante me sentí más ligero y pude ponerme de pie.
Mientras me alejaba de la cama, mi visión seguía siendo débil, por lo que pedí
«claridad». Se enfocó al instante e inmediatamente atravesé caminando la pared de la
habitación y llegué a un brillante ambiente verde. Al mirar en derredor, comprendí que
estaba en una pradera. Me intrigó el súbito cambio de ambiente y espontáneamente dije
en voz alta: «¿Por qué estoy aquí?».
De pronto, sentí la presencia de alguien a poca distancia, y una serie de
vívidas imágenes colmaron mi mente. «Has aumentado tu frecuencia vibratoria al pedir
ligereza y de nuevo cuando solicitaste claridad. Has entrado a un entorno de frecuencia
más alta, que está muy cercano al físico». Me asombró la claridad de las imágenes que
se plasmaron en mi mente. Es difícil de describir, pero eran representaciones visuales
de ideas, no palabras. La comunicación era mucho más directa y precisa que las
palabras. Comprendí su significado y busqué su origen. Sentí la radiación energética de
alguien que estaba directamente frente a mí, pero no veía nada.

719
Otro flujo de imágenes llegó a mi mente. «Soy un viejo amigo que observa tu
progreso». Las imágenes despedían sentimientos de calidez y amistad. Me sentía
tranquilo, y pedí con firmeza: «Quiero verte». Observé absorto mientras aparecía el
brumoso contorno de una imagen. El transparente holograma de un hombre se
solidificaba frente a mí. Tenía cabello oscuro, una barba recortada y usaba una larga
túnica morada. Medía aproximadamente un metro ochenta y de su rostro irradiaba una
amplia sonrisa.
Al principio, me asombró la realidad de su rápida materialización, pero
pareció captar mi incomodidad y una serie de imágenes tranquilizadoras aparecieron en
mi mente: «No debes temer. Tú y yo somos viejos amigos». Percibí su amistad y me
tranquilicé. Mientras lo observaba, parecía que se alegraba de verme. Conocía mis
pensamientos y respondía a las preguntas que llenaban mi mente. «Soy como tú; la
única diferencia es que no tengo un vehículo físico». «Somos amigos desde hace
mucho tiempo y hemos trabajado juntos en numerosos proyectos internos... Tú y yo
hemos explorado mucho más allá de la segunda membrana. Ahora estás explorando la
región densa de nuevo... Tienes una extraña fascinación por lo físico, cosa que no
comparto». Hizo una breve pausa mientras se ordenaban mis preguntas.
«Actúo como uno de tus guías. Varios seres distintos te apoyan en diferentes
aspectos de tu vida. En cierta forma, cada uno de ellos es un especialista en un área
específica de la existencia. A ti y a mí nos encanta la exploración interna y estoy aquí
para ayudarte en esa parte de tu vida... Tu conclusión es correcta: un guía nunca debe
interferir en el desarrollo personal del individuo. Sabemos que no debemos dejarnos
ver, a menos que nos soliciten apoyo. Incluso entonces, debemos valorar la situación y
sus consecuencias antes de actuar».
Mi mente desbordaba con preguntas. El ser que estaba frente a mí parecía
comprender y prever mis pensamientos. Sus tranquilizadoras ideas-imágenes
explicaban preguntas concretas mientras continuaba: «Cada persona que se enfrenta a
una experiencia extra corporal o cercana a la muerte tiene un guía presente durante ella.
La ayuda siempre está disponible, pero debe solicitarse... No hay nada que temer, pero
muchos todavía no saben que sus ideas forman su realidad. Como ya sabes, esto sucede
al instante. El resultado puede ser sorprendente para el explorador novicio. Casi todos
tienen poco control sobre sus pensamientos».
Después de una breve pausa, continuó. «Tal como estás aprendiendo, el
control y la concentración en las ideas son absolutamente esenciales. Sobre todo,
cuando exploras más profundamente el interior del universo. Tu dominio ha mejorado,
pero todavía tienes temores que superar... Sentiste temor cuando me hice visible; supe
que tu campo de energía tembló y estuviste a punto de volver a tu cuerpo... Recuerda
esto siempre: cuando conquistamos nuestros temores, obtenemos nuestra liberación...
Muy pronto, confrontarás tus temores en otras maneras, tanto en el cuerpo denso como
en los de frecuencia más alta. Cada experiencia servirá para un propósito; cada
obstáculo es una bendición oculta».
En ese instante, regresé a mi cuerpo físico y abrí los ojos. Sentía que me
preparaba para algo, pero no tenía ni idea de qué pudiera ser. Percibí una curiosa
amistad con este hombre. Capté sus intenciones positivas y, de algún modo, me sentí
mejor preparado para afrontar lo desconocido. Sus últimas imágenes reaparecían en mi
mente: «Cada obstáculo es una bendición oculta». No pude evitar preguntarme si se
refería a mi pasado o me preparaba para el futuro.

720
Mientras repasaba esta experiencia, no pude menos que observar ciertas
semejanzas entre mi amigo no físico y el guía descrito en los libros de Paul Twitchell
(conferenciante y escritor espiritual estadounidense, autor de Pulp Fiction y fundador
de la religión conocida como Eckankar. Fue aceptado por los miembros de Eckankar
como Mahanta, el Maestro ECK Viviente desde el 22 de octubre de 1965 hasta su
muerte. 22 de octubre de 1908, Paducah, Kentucky, 17 de septiembre de 1971,
Cincinnati, Ohio, Estados Unidos).
Aunque parecidos, no me parece probable que fueran la misma persona. Con
el tiempo, he conocido varios exploradores extra corporales que me han descrito un
guía no físico de aspecto similar. Desconozco la razón de esto, pero me pregunto si el
concepto que tenemos de un guía o ser no físico puede influir en lo que
experimentamos cuando salimos del cuerpo.

3 de enero de 1987
Sentí las vibraciones y me elevé. Estaba de pie en mi habitación. Al mirar lo
que me rodeaba, vi que los objetos eran similares, pero no idénticos. Los paneles de
madera y las paredes eran diferentes a los de mi hogar físico. Me acerqué a la puerta y
la atravesé. Al instante estuve en un ambiente nuevo. Una mujer que me pareció
conocida se acercó a mí. Era alta, tenía largos cabellos castaños y una mirada
chispeante.
Se acercó sonriente y me dijo: «Te extrañé».
En forma espontánea le respondí: «Yo también».
Me besó y tomó mis manos cariñosamente. De repente, estábamos en otro
lugar. La esplendorosa escena de un parque se hizo nítida. Estábamos de pie a la orilla
de un estanque cristalino de color azul verdoso. Todo lo que nos rodeaba (los árboles,
el césped, el estanque) estaba vibrantemente vivo. Cuando miré a la mujer, una intensa
sensación de amor se inflamó en mí.
Fijó su mirada en mí y tomó mis manos. «Viajas mucho. Te necesito aquí».
La acerqué a mí. «Ahora estoy aquí».
Su rostro y su cuerpo parecían brillar como diez mil puntos de luz. Nos
besamos y una descarga de energía inundó mi mente. Nuestros cuerpos y nuestras
mentes se acercaron en una intensa explosión de energía pura y de alegría. Nuestras
ideas se fundieron y se tocaron en mil maneras sutiles. Me hundí en su mente y nos
volvimos un solo ser. El éxtasis que experimenté está más allá de las palabras. Por
primera vez, me sentí completo y pleno.
Pensé, dios mío, no quiero que esto termine.
Con un sobresalto, volví a mi cuerpo. Todo mi ser parecía vibrar en un nivel
más ligero y fino que jamás había conocido. Incluso mi cuerpo físico se sentía distinto,
más brillante, más ligero y con más energía de la que yo alcanzaba a concebir. Me
acosté en la cama y disfruté las oleadas de energía que fluían por mi mente y por mi
cuerpo. Aquellas sensaciones duraron varios minutos. Me quedé quieto y disfruté cada
momento.
Durante muchas semanas estuve analizando el significado de esta experiencia.
¿Así sería el sexo en el mundo interior o era aquello una unificación de mi mente
consciente con un aspecto más elevado de mí mismo? Sentía que debía conocer la
respuesta, pero no pude hallarla.

721
15 de octubre de 1988
Repetí las afirmaciones usuales, «estoy fuera de mi cuerpo», mientras me
quedaba dormido. A los pocos segundos estaba flotando encima de él, y me dirigí al pie
de la cama. Por costumbre dije en voz alta: «claridad». Al instante mi consciencia se
aclaró y espontáneamente pensé en explorar. Percibía movimientos rápidos mientras
estaba de pie en un patio magnífico que prácticamente era un parque. Cuando enfoqué
la vista, observé una docena de personas paseando en bicicleta y patinando. El patio
tenía el tamaño de un campo deportivo, varios árboles grandes y un muro de piedra de
dos metros y medio de altura. Observé que una mujer empujaba un carrito de bebé y
dos niños se lanzaban una pelota. Todo el ambiente era tranquilo y relajado. Me
interesó en especial el carrito -nunca había visto un infante estando fuera del cuerpo.
Para mi sorpresa, una sonriente niña pelirroja de unos doce años se acercó patinando y
me preguntó: «¿Eres nuevo aquí, verdad?» Le respondí: «Me parece que sí».
Súbitamente comenzó a llover y todos en el patio buscaron abrigo a la carrera.
Me asombró. En quince años, nunca había presenciado cambios climatológicos estando
fuera del cuerpo. La niña se me quedó mirando y me señaló un refugio bajo un árbol.
«Ven. Vamos allí». No podía creer lo real que parecía la lluvia. Aunque disfrutaba
sentirla escurriendo por mi cara, me pregunté si todos habían elegido este ambiente.
Por curiosidad, concentré mi atención en detener la lluvia. La niña me miró como si
estuviera loco.
«¿Qué haces?»
«Detengo la lluvia».
Al instante la lluvia cesó. La niña seguía mirándome y me preguntó: «¿Eres
viajero?» Sentí un ligero tirón en el centro de mi espalda y supe que tenía que regresar.
«Debo irme».
La niña parecía muy decepcionada y me dijo ¿«Volverás»?
Mientras la miraba, volví a mi cuerpo físico. La sensación hormigueante se
desvaneció mientras retornaban mis sentidos físicos.
Al abrir los ojos, apareció en mi mente el rostro de la niña con gran claridad.
Por alguna razón desconocida, la extrañaba. Sentía que la conocía, pero no recordaba
cómo ni de dónde. Fue muy frustrante, porque yo sabía que había una conexión entre
nosotros. Durante algún tiempo, comprendí que las coincidencias no existen. También
me intrigaba su pregunta: «¿Eres viajero?»

16 de septiembre de 1989
Mientras me quedaba dormido, repetí mi acostumbrada afirmación «estoy
fuera de mi cuerpo» treinta o cuarenta veces. Con toda mi voluntad, me concentré y
sostuve la afirmación como mi último pensamiento consciente antes de dormirme. Me
desperté con una ligera vibración y una sensación de rápido movimiento. En pocos
segundos, estaba de pie en un estacionamiento de varios niveles. En la distancia,
alcanzaba a ver rampas que subían y bajaban. Al mirar alrededor, una visión singular
atrajo mi atención: un resplandeciente automóvil nuevo, medio enterrado en un montón
de basura.
Aquello era tan extraño que me intrigó. Me pregunté: ¿Quién haría esto con
este precioso coche? Por alguna razón, sentí la abrumadora necesidad de mirar en su
interior. Comencé a retirar basura de las ventanas y las puertas. Mientras trabajaba,
comprendí que me enfrentaba a una labor titánica. No obstante, continué retirando

722
puñados de basura de las ventanas. Por fin, una ventana quedó limpia y yo atisbé hacia
el interior del coche. En lugar de un interior normal, veo una radiante luz blanca. Una
luz que parecía llena de energía y de vida. Sentí una intensa conexión con aquella, y
una irresistible necesidad de abrir la puerta del coche me invadió. Con gran
determinación, mis manos seguían apartando basura y lentamente otra ventana quedó
limpia. Sin darme cuenta, un automóvil conducido por un joven se detuvo junto a mí.
Inmediatamente percibí que nos conocíamos bastante bien, pero no recordaba de dónde
ni de cuándo. Me sonrió y me habló.

«Tienes mucho trabajo por delante».


Sorprendido por su presencia, asentí y me acerqué a su vehículo.
«¿Podrías ayudarme?»
Pareció que le divertía mi petición y contestó: «Cada uno de nosotros debe
liberarse a sí mismo». Sus palabras resonaron en mi mente y, al instante, regresé a mi
cuerpo físico. Mis sentidos físicos retornaron mientras valoraba la experiencia.
Más que nunca, comprendí que mi mente interpretaba mis experiencias fuera
del cuerpo con base en mis conceptos, símbolos e imágenes físicas actuales. Era
evidente que una parte superior de mí mismo, organizaba mis experiencias de una
manera adecuada para mi comprensión actual. Reconocí y comprendí la imagen de esta
experiencia, pero me preguntaba si era necesaria. En mi mente, la experiencia estaba
clara. Yo luchaba por liberar a mi yo-energía interno, a mi alma. La basura
representaba todo lo negativo que había hecho y aceptado durante años: fijaciones,
temores, límites, todos los atributos y sentimientos negativos que pretendía eliminar.
Mi basura personal limitaba, bloqueaba y restringía mi alma y no la dejaba brillar.
No pude evitar preguntarme qué habría sucedido si yo hubiera pedido ver el
origen de la energía representada por la forma. Por primera vez, comprendí que muchos
de los aspectos que había observado fuera del cuerpo fueron creados para mi beneficio.
Se manifestaron para mi comprensión. Era obvio que nuestras mentes están
condicionadas para reaccionar ante las conformaciones, no ante la energía pura. Cada
vez se me hacía más evidente que mi mente o mi alma creaban las imágenes externas
que yo percibía, para enseñarme lo que necesitaba saber.
Entonces me sentí preparado para ver la realidad existente tras esas figuras. En
la siguiente ocasión, iba a pedir ver la energía pura y real existente tras todas las formas
que percibía.

24 de enero de 1990
Sentí las vibraciones y me alejé de mi cuerpo físico. En pocos segundos estaba
de pie en la puerta de mi habitación. La fuerza de la costumbre me hizo pedir claridad y
guía. De repente, sentí un intenso movimiento interno y en segundos me encontré a la
entrada de un enorme edificio de piedra. El tamaño y la forma del edificio no se
parecían a nada de lo que yo conocía; la estructura se extendía hasta el horizonte y
parecía muy antigua. Frente a mí, había un conjunto de puertas de madera y latón de
unos cuatro metros de altura. Al entrar, observé una sala abierta que conducía a una
interminable serie de corredores. Atravesé el área abierta y entré al corredor más
cercano. Me rodeaban enormes salones repletos con formas que parecían todas iguales.
Aunque al examinarlas con detenimiento, me di cuenta que los objetos eran
ligeramente diferentes; parecían una progresión, o una evolución, del mismo objeto. En

723
otra sala había cientos de juguetes, cada uno con una forma y una estructura
ligeramente diferente.
No interesándome por los objetos, avancé por un extenso pasillo. Comprendí
que estaba en un área vacía y en desuso. Frente a mí había maderos que bloqueaban
una puerta doble. Usando toda mi fuerza, hice a un lado los maderos y abrí la puerta.
Tras ella había una especie de sala de motores o con máquinas eléctricas de algún tipo.
Directamente enfrente había un motor inmenso, con una altura como de tres pisos y el
tamaño de un campo de fútbol. Un tanto confuso, dije en voz alta: «¿Qué representa
esto?» Una corriente de vivas imágenes apareció en mi mente. «Esta es la fuente de
energía de las formas que ves. Tu mente intenta relacionarse con los conceptos que
puede comprender. La energía verdadera no tiene forma». El motor desapareció de mi
vista y una vigorizante sensación de energía pura irradió frente a mí. Al enfocar la
vista, observé ondas de luz que emanaban de un solo origen.
Mientras la miraba, la luz se volvió cegadora. Una parte de mí quería alejarse,
pero no lo hice. Sentí como si un incendio estuviera consumiendo las capas externas de
mi ser (mis viejos conceptos, creencias, suposiciones y conclusiones) eran incinerados
por la intensidad de la luz. No aguanté más y grité ¿«Qué es esto»? Al instante, me
sentí atraído hacia la luz. Mi mente rebosaba al comprender que me fundía con una
parte más grande de mí mismo. Súbitamente vislumbré que yo era el motor de mi vida,
que era la fuerza creativa existente en mi interior.
Me di cuenta de que me había separado de mí mismo. Durante varios minutos,
la luz y yo fuimos uno. Sentí una inmensa paz y una conexión que nunca antes había
conocido. Por primera vez comprendí que podía crear todo cuanto quisiera: mi poder
intuitivo estaba más allá de mi comprensión. Entonces supe que yo mismo me limitaba
con las ideas y nociones que había aceptado, y reconocí que debía liberar todos mis
límites, temores y expectativas. Una profunda fuerza interior me recorrió mientras
gritaba dentro de mí: Recordaré esto.
Al momento, volví a mi cuerpo físico. Mientas recuperaba mis sentidos,
repasé la experiencia y comprendí que podía recordar todo con detalle, pero sentía una
intensa separación. Extrañaba la sensación de unidad, de unión. Acostado en mi cama
supe que había experimentado una parte más extensa de mí mismo. No importa que lo
llamemos nuestro yo superior, nuestra mente creativa o nuestra alma. Pero tuve la
absoluta seguridad de que esa parte de mí tenía un total acceso a todas las respuestas.
Por alguna razón sabía que el enorme edificio era como un museo, tal vez era
un registro viviente de todas las formas, o incluso de todas las cosas que llegarían a
hacerse. Comprendí que mi mente interpretaba las formas que presencié, en relación
con mi entorno físico actual. Tardé bastante en entenderlo, pero por fin aprendí que lo
importante no son las formas que vemos, sino lo que representan. Esto me pareció un
avance importante. Por extraño que parezca, tuve la fuerte sospecha de que lo mismo
ocurría con el mundo físico que nos rodea.

6 de febrero de 1990
Me quedé dormido sin aplicar mis técnicas, pero desperté a la una de la
mañana en la etapa vibratoria. Me senté rápidamente en mi cuerpo no físico y miré a mi
alrededor. Me sorprendió ver a un hombre junto a mi cama examinando mi diario. Al
verme sentado, dio un paso atrás. Me enfureció su presencia y le grité:
«¿Quién eres?»

724
Se alejó de mi cama, confuso y atemorizado por mi presencia. Era un hombre
obeso, de mediana edad, con el cabello corto y sin afeitar, como de un metro setenta de
estatura. Siguió alejándose de mí mientras aumentaba mi furia, «¿quién diablos eres?»
Una combinación de rabia y temor explotó en mí, mientras gritaba: «¡Lárgate de aquí,
fuera de aquí!» Se dio la vuelta y salió corriendo de mi habitación, y al instante regresé
a mi cuerpo. Seguí gritando en mi cuerpo físico mientras regresaba y mis gritos
despertaron a mi esposa.
Impresionado, me senté y miré a mi alrededor. Me tranquilicé poco a poco y
repasé la experiencia. Comprendí que mi reacción fue exagerada, pero la visión de este
extraño en mi habitación provocó una respuesta autodefensiva.
No puede dormir el resto de la noche, preguntándome quién era aquel hombre.
Por más que lo intentaba, no podía identificar su rostro. Parecía tener mucho interés en
lo que había escrito; sospeché que me espiaba. Es probable que lo haya atemorizado
más que él a mí.
Después de pensarlo un poco, concluí que muy probablemente era uno de los
millones de habitantes de la primera dimensión de energía. Era posible que sintiera
curiosidad sobre mis experiencias extra corporales y simplemente estaba revisando.
No pude evitar preguntarme con cuánta frecuencia nos visitan habitantes de otras
dimensiones. Además, me puse a analizar seriamente nuestros conceptos de privacidad.
Sospechaba que esta experiencia contenía algo más de lo que yo alcanzaba a
comprender.

14 de marzo de 1991
Sentí las vibraciones y me dirigí a la puerta. Pedí «¡claridad!» Mi consciencia
era muy buena e instintivamente expresé en voz alta: «Avanzo hacia el interior».
Durante varios segundos, sentí un intenso movimiento interno que luego cesó
abruptamente.
Todo mi ser estaba inmerso en una maravillosa luz líquida. Me sentía
completamente tranquilo y a gusto. Me rodeaba una cálida sensación de amor total.
Cuando me concentré, todas mis preguntas se aclararon al instante. Una
simple petición colmaba mi consciencia, «necesito ver mi vida». Inmediatamente
aparecieron ante mí imágenes muy nítidas. Una serie de representaciones
tridimensionales se plegaba y se desplegaba; cientos, miles y después cientos de miles
de imágenes entraron en mi visión. Supe instintivamente que todas eran mías. Me
concentré en una y la figura cobró vida. Yo era un niño que usaba una túnica y
sandalias; los suelos y los muros eran de piedra y mármol. Era yo hace dos mil años.
No estaba sorprendido ni impresionado, simplemente parecía saberlo. Igual que un
recuerdo olvidado durante mucho tiempo, este momento en el tiempo pasó brevemente
ante mí. Dirigí mi atención a los otros incontables íconos que cobraban vida. Todos
eran sobre mi vida: algunas en la tierra, otras ocurrieron en áreas no físicas del
universo.
Mientras observaba estos sucesos, parecían cobrar sentido: cada
acontecimiento, cada vida, fue un paso necesario; cada uno consiguió un propósito
específico. Como las piezas de un rompecabezas, cada imagen cayó en su lugar, cada
una contribuyó al total. Cada representación, cada experiencia, eran necesarias para
alcanzar la suma de lo que soy en la actualidad.
De repente, me abrumó la magnificencia y la sabiduría de todo lo que
observaba. Lo bueno y lo malo, los triunfos y las derrotas. Las numerosas debilidades y

725
fallos, así como las ocasionales virtudes. Fui consciente de que presenciaba mi
evolución a través de miles de años de vida. Cada una era un paso, una experiencia de
crecimiento; cada existencia apoyándose en la anterior.
Una sensación de alegría me inundó cuando comprendí que las dificultades y
la adversidad eran necesarias. Cada desafío era una importante situación de
aprendizaje, un ambiente creado especialmente para mi desarrollo. Capté la sabiduría
de todo eso. Yo era el alumno y el maestro; el escritor, el productor y el actor de mi
vida. Una comprensión interna me atrapó: la única forma de conocer y comprender
algo era experimentarlo uno mismo. Lo demás es sólo teoría y especulación. La
sorprendente verdad se hizo evidente, la vida física era una escuela interactiva, un
territorio implacable para aprender a desarrollar nuestras almas.
Fascinado, tenía mi vida ante mí. Incontables años y experiencias
contribuyendo a lo que soy ahora. El tiempo necesario para crecer no es lo importante.
Me di cuenta de que soy inmortal y que el tiempo no cuenta. Como alma, como
consciencia pura, necesito un elemento artificial como el tiempo para registrar el
cambio. Como alma, no envejezco ni me deterioro; sólo aumentan mis conocimientos y
mi experiencia. Cada exploración en la materia aumenta mi discernimiento. Cada viaje
físico hace que vea y aprecie mejor la vida. Cada experiencia física es una oportunidad
para desarrollarme y crecer, la ocasión de expresar mis cualidades internas de amor,
humildad, paciencia y fortaleza.
Me tranquiliza la sencillez de todo. Es perfectamente comprensible: la
experiencia genera sabiduría. El tiempo no cuenta. En lo más profundo, conservamos
un registro permanente de cada prueba. Cada suceso, cada momento, se registra en
nuestra mente subconsciente.
Mientras veía las imágenes de mi vida, comprendí que los sucesos físicos sólo
eran una pequeña parte del total. Vivo en incontables formas distintas, en mundos
infinitos. Una sensación de compasión me recorrió mientras reconocí el propósito de
todo. El universo, físico y no físico, es una escuela para que se desarrollen las almas.
Vi claramente escuelas dentro de escuelas, dimensiones dentro de dimensiones, todas
funcionando como un ambiente adecuado para el aprendizaje interactivo. Cada nivel de
energía del universo tiene un propósito específico. Cada uno representa diferentes
desafíos y oportunidades para el crecimiento, para la evolución.
La sensación de propósito y orden se aclaró: presencié la evolución de la
consciencia, de mí mismo, durante eones de tiempo. Mi consciencia desbordaba amor y
gratitud. Por primera vez en mi vida, todo lo que me rodeaba tenía sentido. En ese
instante regresé a mi cuerpo con una cálida sensación de amor y conocimiento,
procedente de todas las células de mi ser. Por primera vez, comprendí mi propósito y
mi razón de ser.
En cada experiencia extra corporal, continué examinando las formas no físicas
que encontraba. Al principio, parecían imágenes holográficas con sustancia. Al
revisarlas con atención, descubrí que eran tan reales y sólidas como la materia física.
Estos objetos no físicos parecían hechos de una matriz de energía luminosa, en lugar de
energía molecular.
Durante años, no capté las implicancias, pero a medida que continuaron mis
experiencias, comencé a comprender que toda la vida, física y no física, estaba
interconectada. Además, descubrí que todos los objetos físicos que nos rodean existen
en múltiples frecuencias. Lo que nos rodea existe además en una dimensión paralela,
no física, del universo. Aunque nuestros ojos sólo perciben el resultado molecular

726
denso de la energía, la materia prosigue en una continuidad de energía no física, más
allá de nuestra vista. Cada forma es independiente de lo físico, aunque está conectada
con él por su frecuencia interna, igual que las partículas y las ondas de luz se
interconectan como una sola unidad de energía. La materia existe como una
continuidad de energía que se extiende mucho más allá de los pobres límites de nuestra
visión física. Es importante comprender esto, porque explica la existencia íntima de
todas las formas y sustancias, observadas a través del interior no físico del universo.
También esclarece la naturaleza multidimensional de todo lo que observamos
cuando estamos fuera del cuerpo. Por ejemplo, cuando estudiamos la luz física, sólo
percibimos una pequeña parte de todo el espectro electromagnético. No obstante, cada
uno de nosotros está inmerso en un mar de frecuencias de radiación: rayos X, rayos
infrarrojos, ondas de radio, microondas, etc. Igual que la luz visible sólo representa una
pequeña fracción del espectro de las ondas electromagnéticas, así la materia visible
sólo es una pequeña parte de todo el universo de energía, que tiene múltiples
dimensiones (frecuencias).
La inmensa mayoría del cosmos no está basada en las partículas, como supone
la ciencia actualmente, sino en las frecuencias. Las partículas físicas de la materia son
simplemente el resultado denso de algunas frecuencias (ondas) de energía no física.
Igual que la luz visible no es sólo una partícula de energía, sino una onda que exhibe
temporalmente un comportamiento de partícula, del mismo modo nuestro universo
físico no es simplemente energía molecular, sino una continuidad de frecuencias
energéticas que se extienden hasta lo más profundo del universo multidimensional.
Resumiendo, todos los objetos y las formas de vida, tienen una naturaleza
multidimensional. Cuanto nos rodea es multidimensional y existe simultáneamente en
diferentes frecuencias de energía. La totalidad de estas dimensiones energéticas
coexisten en el mismo espacio y tiempo, como las ondas de radio, las microondas, los
rayos X y la luz visible existen juntos a nuestro alrededor, cada uno dentro de su propia
banda de frecuencia.

12 de abril de 1991
Me introduje en el estado vibratorio y me dirigí hacia la puerta de la
habitación. Como no enfocaba bien dije «¡claridad!» y mi visión mejoró
inmediatamente. Al salir de la habitación me detuve y decidí explorar hacia adentro, en
lugar de recorrer mi casa. Espontáneamente expresé: «Avanzo hacia adentro». Al
momento, sentí un intenso movimiento interior que duró varios segundos, como si me
atrajera un vacío en el espacio. La sensación de movimiento se detuvo abruptamente y
me encontré en pie delante de una casa frente al mar. Ésta se elevaba a unos tres metros
del suelo, sostenida por pilares de madera de treinta centímetros de espesor.
Mi visión era todavía borrosa, así que volví a pedir claridad. Al enfocar la
vista con más luminosidad, pensé entrar en la casa. Casi al instante estuve dentro. En
ella todo me parecía familiar. Me sentía muy a gusto y, por alguna razón, estaba
absolutamente seguro de que ese era mi hogar no físico. La pared que daba al océano
era de vidrio.
Cuando me acerqué, noté que las esquinas estaban curvadas como plástico.
Parecía un hogar del futuro, lleno de cosas del pasado; todos los muebles, los cuadros y
las alfombras parecían antiguos. Cuando la busqué, vi mi mecedora con una cabeza de
león tallada orientada hacia el mar. Me di cuenta de que ese podía ser mi hogar en el

727
futuro. No supe si sería mi futuro físico o un futuro posible después de mi muerte, pero
en ese momento estuve seguro de su realidad.
Me sentía tan a gusto que me acerqué a la pared de vidrio y me asomé al
océano. Su sonido era magnífico. En lugar de rompientes estruendosas había una
intensa armonía rítmica, como una canción. Escuché con atención, intentando
reconocer la melodía. Instintivamente, abrí la puerta y me quedé de pie en una enorme
terraza con una vista magnífica hacia el mar. La música de las olas tenía una belleza
casi hipnótica. El sonido parecía atravesarme; resonaba en lo profundo de mi cuerpo y
de mi mente. Cuesta describirlo, pero el mar parecía irradiar amor. Mientras la música
me recorría, sentía las vibraciones de la canción como caricias.
Al mirar el océano, me sorprendían los cambiantes colores de las olas, como
nunca antes las había visto. Matices tornasolados se combinaban para formar
interminables ondas de vívidos colores, imposibles de describir: millones de tonos
cambiando y combinándose para formar una exhibición de luces de indescriptible
belleza.
Mi mente se perdió en las vibraciones y la canción del océano. Me sentí
completamente en paz, todo mi ser resonaba a su ritmo. Necesitaba fundirme con el
océano, pero en mi interior tenía miedo de ahogarme. De pronto fue evidente mi
indecisión y me di cuenta de mi temor; pensaba que los había superado, pero entonces
resultó obvio que tenía bastante trabajo por delante. Cuando me puse a analizar esto,
volví a mi cuerpo. Las sensaciones de adormecimiento y hormigueo se desvanecieron
rápidamente mientras recordaba la experiencia.
Comprendí que era la segunda vez que estaba en esa casa. En la primera asistí
a una reunión con varias personas. Sentía que la casa era mía y me pregunté si era allí
donde había vivido antes de nacer físicamente. Me puse a pensar en el mar de color y
música. Sospechaba que era el modo como mi mente interpretaba algo que estaba más
allá de mi comprensión. Sólo presentía que era el mar de la consciencia o una
representación de lo que creía era dios. Tal vez las dos cosas eran lo mismo. Todavía
no lo sabía, pero estaba seguro que me acercaba a la respuesta.

12 de abril de 1992
Sentí las vibraciones y me dirigí al pie de la cama. Mi visión era brumosa y
desenfocada, por lo que pedí claridad completa. Al instante, mi mente consciente se
sincronizó; mis ideas se aclararon. Mi mente cobró vida y se llenó de emoción mientras
me decía «esto es mejor que mi cerebro físico». De repente, sentí una intensa necesidad
interior de descubrir mi vida pasada. Espontáneamente dije en voz alta: «Quiero
conocer mi vida pasada».
Inmediatamente, sentí un movimiento interno y me encontré en un entorno
completamente nuevo. Me rodeaba una increíble escena de destrucción. Estaba en una
amplia calle de una ciudad, y sólo veía edificios demolidos. Intuí que la parte superior
de mi cuerpo se asomaba por la torreta de un tanque. Después se me ocurrió que veía a
través de los ojos de otro hombre: un soldado. Yo era ese hombre; percibía sus ideas y
sus emociones.
Me sentía muy arrogante, seguro y singularmente poderoso mientras miraba
los edificios ardiendo y los escombros. Estaba orgulloso de lo que había hecho. Yo era
el comandante de un tanque Panzer alemán. De algún modo, supe que la ciudad era
Varsovia, y que mis soldados y yo acabábamos de conquistarla.

728
Mi tanque se detuvo chirriando en el centro de la que fue una importante
intersección de la ciudad. Varios tanques a mi alrededor disparaban y bloques de
edificios completos se derrumbaban ante mí. Me sentía satisfecho conmigo mismo.
Con un aparato, le espetaba órdenes a un tanque que estaba a mi derecha. Al estirar mi
brazo, observé que mi uniforme era negro y estaba cubierto de polvo gris. Súbitamente,
una intensa sensación de movimiento, como un vacío, me devolvió a mi cuerpo físico.
Abrí los ojos y sentí el adormecimiento y el hormigueo, mientras me integraba con lo
físico.
Me sorprendió la intensidad de la experiencia. No fui un simple testigo, sino
un partícipe activo. Durante varios minutos percibí lo mismo que ese hombre: yo era él.
Me sentí decepcionado conmigo; me había imaginado como algo más que un arrogante
oficial alemán. Tal vez esto explicaba mis sentimientos antibélicos y mi fascinación por
los documentales de la Segunda Guerra Mundial.
Si este comandante alemán fue realmente mi última vida física, me preguntaba
cuánto de él influía en mí en ese momento. Comprendí que podría afectarme más de lo
que me gustaría admitir. Mientras trataba de analizarme en la forma más objetiva
posible, surgieron nuevas visiones. Me pregunté seriamente cuán arrogante, exigente y
distante soy ahora. ¿Todavía ladro órdenes y espero obediencia instantánea? Me
pregunté cuánto de mí estaba influenciado y determinado por mi pasado. ¿Cuán fuerte
era esa influjo? Me pareció que tenemos a nuestro alcance una cantidad ilimitada de
autoconocimiento, si estamos dispuestos a buscarlo.
No podía controlar mi curiosidad. ¿Cuántas vidas anteriores había
experimentado? ¿Cuán profundamente influían en mí? ¿Cuánto podría aprender si
supiera las respuestas?

24 de octubre de 1992
Repetí en voz alta: «estoy fuera de mi cuerpo» durante cinco o diez minutos.
Mientras me quedaba dormido, intensifiqué la afirmación en mi mente. Desperté con
los efectos de fuertes vibraciones que recorrían todo mi cuerpo. Inmediatamente
concentré toda mi atención en la idea de flotar hasta la puerta de mi dormitorio. En
pocos segundos sentí que me elevaba y ondulaba hacia la puerta. Después, con una
sensación de regocijo, pasé al salón. Mientras echaba una mirada alrededor, percibí que
estaba en mi primer cuerpo de energía (el más denso) y que tenía una irresistible
necesidad de explorar. Casi gritando, expresé una firme petición: «Quiero ver más». Al
momento, una sensación de movimiento rápido me sedujo hacia mi interior. Sentí
como si me atrajera el vacío y en segundos estuve en un nuevo entorno. Me deslumbró
y me cegó la intensidad de su luz ambiental. Cuando por instinto intenté protegerme de
la radiación, comprendí que mi cuerpo no tenía aspecto alguno: nada de brazos ni
piernas, sólo energía. Intenté entender que no tenía forma ni aspecto en absoluto.
Parecía una luz sin una figura externa identificable. Mi visión era infinita.
Por todas partes emanaba energía pura; no había imágenes, sólo rayos de luz.
Me atrajo lo que parecía una columna de luz blanca pura. Cuando me acerqué, me
impactó la intensa potencia de su radiación. Me detuve e intenté ajustarme. La energía
era tan intensa que sentía que mi piel se quemaba. La luz incineraba toda mi parte
externa, mis ideas, temores y conceptos. Al principio, intenté protegerme. Me rodeé
con ideas, sólo para comprender que también se quemaban por la intensidad de esa luz.
En ese momento, la luz penetró en mí como un líquido cálido para inundar mi cuerpo y

729
mi mente. Todo mi ser estaba lleno de luz, y cada parte de mí, resonaba en una nueva
frecuencia. Me tranquilicé y disfruté la sensación de energía pura que me atravesaba.
En lo más íntimo, comprendí que estaba ante algo de extrema importancia.
Había más dentro de la columna de luz. Ya sin temor, tuve un abrumador deseo de
conocer y entender. Me acerqué e intenté atisbar en su interior. La energía y la fuerza
puras se exponían más allá de las palabras; sentía que estaba junto a un sol
resplandeciente que irradiaba ondas de luz. Me sentía seguro, y lentamente avancé y la
toqué. Una intensa descarga de energía recorrió todo mi cuerpo. Sentí que me sumergía
en un océano de conocimiento puro. Me inundaban los recuerdos de lo que había sido,
de lo que había hecho. Todo ocurría en ese momento. Me maravillaba la absoluta
simplicidad de todo.
Por primera vez, todo estaba claro. Todo lo que somos y necesitamos está ya
aquí. Por primera vez, reconocí que nos hemos separado de nuestro origen. Qué
insensatos hemos sido. Nos concentramos en descomponer las formas moleculares,
cuando la realidad siempre ha estado ahí, esperando pacientemente a que abramos los
ojos y veamos. Una vigorizante sensación de amor, un profundo sentimiento de
compasión por todo lo que existe, llenó mi ser. Comprendí que todos estamos
interconectados en un océano de luz de vida. La separación que sentimos es
simplemente la densa ilusión de la forma molecular. Mi consciencia cobró vida al
discernir que mi mente y su capacidad no son sino otro vehículo temporal de expresión.
Existimos más allá de las ideas, más allá del tiempo, más allá de las causas y efectos
lineales.
Las interminables oleadas de conocimiento puro me colmaban. Mi mente se
desbordaba y capté que esto era más de lo que jamás esperé recordar. Grité: «Recordaré
esto». Al instante volví a mi cuerpo e intenté abrir los ojos.
No pude moverme y me reconocí bajo un estado cataléptico. Lentamente,
sentí un adormecimiento y un hormigueo extendiéndose por mi cuerpo físico. Después
de un minuto, pude mover los dedos de las manos y de los pies. Me quedé acostado y
repasé la experiencia con una sensación de asombro. Estaba seguro de que la columna
de luz era realmente yo, no sólo otra parte de mí, sino el yo puro, la esencia de todo lo
que soy. ¿Era posible que fuéramos tan increíbles? Me percibía separado y solo; no
obstante, al mismo tiempo me sentía conectado a algo más grande de lo que jamás
imaginé. Mi mente se aceleraba captando cosas, más de lo que yo alcanzaba a
comprender. Me di cuenta de que como seres humanos tenemos una tendencia natural a
etiquetar todo lo que experimentamos y a filtrarlo según nuestros conceptos y
conocimientos físicos. Me pregunté si todas las formas sirven para representar en
nuestras mentes algo más, algo que existe más allá de toda forma y sustancia; algo tan
puro y etéreo que está más allá de la capacidad de nuestras mentes para clasificarlo e
interpretarlo. Posiblemente el hecho de reconocer esto, fuera un paso importante en sí
mismo. Tal vez las constantes disputas entre las diferentes religiones, fes y sectas
terminarían, si reconociéramos que todas las creencias religiosas son interpretaciones
físicas.
Comprendí claramente que lo sublime no le importa nuestra teología personal.
Nuestras creencias físicas están arraigadas en formas y sustancias temporales; no son
sino momentos que transcurren en el tiempo. Lo que realmente importa es la
experiencia, la experiencia espiritual. Me pareció que el propósito de todo el universo
era esa experiencia: inmediata, intensa y personal. Nada puede sustituirla. Ahora está
claro que la pericia personal es el camino que todos compartimos hacia la sabiduría.

730
Mientras ampliaba mi exploración más allá de la primera dimensión interna,
comencé a observar cosas inusuales. En algunas áreas, las “nubes” de energía
dominaban el ambiente. Resultaba muy impresionante ver algunas de estas nubes
adoptando formas específicas. Vi lo que parecían automóviles, casas, incluso barcos
parcialmente creados. Después de años de experiencia, comprendí que estos elementos
son el resultado directo del pensamiento humano. Los ambientes de las dimensiones no
físicas están hechos de energía que responde a las ideas. Las ideas tienen la capacidad
innata de reordenar las energías sutiles que forman las dimensiones que no vemos con
nuestros ojos físicos.
Encontré que la sustancia-energía natural de las dimensiones internas son
formas de energía parecidas a nubes. En cierto sentido, esa energía es una radiación de
luz que se manipula con facilidad. Parece que los bloques de construcción de esas
dimensiones no son las partículas (los átomos y los quarks) sino ondas o frecuencias de
energía y de luz. Cuando examiné las nubes de energía, fue evidente que existían como
racimos de energía básica, sin forma, en modo muy similar a los hologramas que
lentamente crecen y cambian de forma y de densidad.

7 de diciembre de 1992
Me introduje en el estado vibratorio y floté medio metro encima de mi cuerpo.
Decidido a experimentar mi cuerpo vibratorio más fino, dije en voz alta: «Experimento
mi cuerpo superior.» Después de una breve percepción de movimiento, me hallé
flotando en una forma diferente. Experimenté tranquilidad y energía y percibí una
fuerza interna más uniforme. En lo íntimo, supe que había cambiado a mi cuerpo de
energía interno. Pero me sentía desincronizado y mi visión era brumosa, por lo que
exigí una claridad de consciencia completa: «¡Claridad!» Inmediatamente, mis ideas se
abrieron. Ahora mi estado era muy ligero y desbordante de energía.
En ese momento, mi propósito destelló en mi mente: «Quiero visitar otro
sistema». Al instante, estaba avanzando por un vacío oscuro a una velocidad increíble.
Al principio, me impresionó la velocidad, pero me tranquilicé y me adapté a las nuevas
sensaciones. En pocos segundos, flotaba en el espacio. Dirigí mi mirada hacia mí, pero
había poco que ver: mi forma no tenía brazos ni piernas; era una esfera de energía
consciente. Por alguna razón, no me sorprendió, me parecía completamente natural que
no necesitara brazos ni piernas en el estado en que estaba.
Giré con lentitud y me concentré en los espectaculares paisajes que me
rodeaban. Con asombro, observé cosas que nunca antes había imaginado. Había grupos
de luces por todas partes de a miles, como luces de Navidad colgadas en el cielo. Sentí
que flotaba en un océano luminiscente.
Atrajo mi atención algo que nunca antes había visto: una forma brumosa como
niebla. Se extendía hasta donde alcanzaba mi vista. Parecía una inmensa cortina densa;
excepto por su estabilidad, estaba fija, colgada en el espacio. Pedí claridad y me
encontré flotando en una posición ventajosa diferente, a varios kilómetros de la forma
brumosa. Entonces la vi con mayor precisión. Era más grande de lo que podía abarcar
mi mente, atravesaba el cielo como una frontera interminable.
Súbitamente, sentí la energía vibratoria de alguien cercano, una radiación
intensa sin forma ni sustancia. Al instante fui consciente de una comunicación, como
una serie de imágenes nítidas que aparecieron en mi mente. Lo que manifiesto a
continuación es un poco inconexo, pero es todo lo que puedo hacer para explicar con
palabras el significado de las imágenes internas.

731
 ¿Es hermoso, verdad?
Giré para ver quién era. La intensidad de la luz cegó mi consciencia. Comencé
a retroceder y a protegerme de su aplastante energía. La entidad siguió
comunicándose con mi mente.
 Me voy a ajustar.
La radiación disminuyó inmediatamente. No percibía forma alguna, sólo luz.
 Como bien comprendes, no tengo forma. Es innecesaria. Pocos de vosotros se
atreven a llegar aquí.
No pude responder, mi mente estaba abrumada y no sabía por dónde
comenzar. El ser de energía debió percibir mi dilema y empezó a responder.
 Tienes ante ti una de las muchas maravillas del universo. La infinidad de
niebla que observas es una de las numerosas membranas internas que dividen
las distintas frecuencias del universo. Estás contemplando la estructura interna
del universo. Las estrellas y galaxias que ves a distancia, son sólo la cubierta
exterior. La clave para la verdadera exploración es el movimiento a través de
las membranas de energía. A medida que avanzas hacia adentro, hacia el
origen, debe modificarse tu frecuencia energética. Sólo puedes atravesar las
barreras de energía que concuerdan con tu luz interior. Tienes ante ti la clave
de la estabilidad y de la estructura de todo el universo.
Era asombrosa la claridad de las imágenes que entraban en mi mente. Parecía
que este ser conocía automáticamente mis pensamientos.
 Toda energía consciente (las almas) vive dentro de la frecuencia energética
que está en fase con su frecuencia vibratoria personal. La membrana que
tienes frente a ti, separa una longitud de onda de otra.
Mientras miraba, no podía pensar en una respuesta adecuada. No me sentía
preparado, como un niño que tomara una clase de cálculo avanzado. De
nuevo, el ser de energía contestó a mis ideas.
 Estás preparado, de lo contrario no estarías aquí. Todos estamos donde
debemos estar. Alguna vez fui como tú y tú serás como yo; todos estamos en
un viaje infinito. Tu percepción de mí es inexacta. Soy un niño en
comparación con otros que habitan en el universo. La posible evolución de la
consciencia es ilimitada. Mi identidad no es importante y no se necesitan las
definiciones. Recuerda bien lo que ves, porque el reconocimiento y la
exploración de las membranas de energía, afectará significativamente la
evolución de tu especie.
De algún modo, me confundía la velocidad de la información que entraba en
mi mente y pedí una aclaración.
 No comprendo. ¿Cuál es el propósito de las membranas de energía?
 Simplemente separan entre sí las diferentes frecuencias energéticas. Estás
observando el punto de convergencia de dos dimensiones diferentes. Cada
membrana suministra la infraestructura necesaria para que exista cada
dimensión. Son las paredes celulares internas del universo viviente.
 Dios mío, es increíble.
 Hay mucho que ver. Tu aventura apenas comienza.
 ¿Qué quieres decir?
 Pronto verás lo suficiente.
 Todavía no comprendo.
 Lo harás, amigo mío, lo conseguirás.

732
Con un sobresalto, volví a mi cuerpo físico. Al principio estaba
desincronizado y no podía moverme. Después de unos veinte segundos, sentí que
regresaban mis sensaciones físicas.
Tras veinte años de experiencias extra corporales, descubrí que la tendencia
natural es que nuestros cuerpos no físicos se vuelvan cada vez menos densos, a medida
que continúa la experiencia. Parece que nuestra frecuencia personal vuelve lentamente
a su estado vibratorio «normal» o natural. Nuestro cuerpo no físico se ajusta a la
frecuencia vibratoria (densidad interna) que es nuestro estado natural del ser.
Varios exploradores extra corporales han hablado de este proceso de ajuste
interno. Robert Monroe hace mención a este cambio cuando describe que su aspecto no
físico adquiere una forma cada vez «menos humanoide» conforme se extiende la
duración de su experiencia fuera del cuerpo.
Esta tendencia a volver a nuestra frecuencia interna natural tiene otra
implicancia importante. En incontables ocasiones, he observado que cuando estoy fuera
del cuerpo durante más de algunos minutos, el ambiente observado se desvanece con
lentitud y otro se hace visible. Durante años pensé que mi visión simplemente ajustaba
su capacidad ampliada de percepción. Pero luego comprendí que esto sólo era una
parte.
Cuando estamos fuera del cuerpo, nuestra forma no física no es estática, como
parece al principio, sino que en realidad es un sistema de energía expansiva, que
fluctúa en su frecuencia energética interna. Esto se observa claramente a medida que
controlamos y ampliamos nuestras experiencias no físicas. En otras palabras, el cuerpo
no físico no es cuerpo en absoluto, sino un sistema energético muy sofisticado que
responde a nuestras ideas.
Cuando prolongamos nuestras experiencias no físicas, nuestra consciencia
tiende naturalmente a volver a su verdadero estado no físico. Aunque suene extraño,
estoy seguro de que todos nuestros conceptos relacionados con la forma y la sustancia
son circunstanciales y temporales. Me parece que, como almas, no tenemos forma.
Nuestro verdadero yo no es humanoide, como nos consideramos en la actualidad. El
alma o consciencia pura no tiene forma y, de hecho, se apropia de varios aspectos de
energía para su propósito.
En noviembre de 1993 se me desarrolló una neumonía aguda que me mantuvo
en cama diez días. Durante mi enfermedad me puse muy débil, no comía y dormía doce
horas diarias. Al tercer día, observé un significativo aumento en mis experiencias extra
corporales. Cada vez que me quedaba dormido, me encontraba flotando arriba o cerca
de mi cuerpo físico.
El avance de mi enfermedad coincidió con un incremento de experiencias
espontáneas fuera del cuerpo. Parecía como si la conexión entre mi cuerpo físico y no
físico, se debilitara con el progreso de la enfermedad. En los días más graves, percibí
una libertad que nunca había conocido. Espontáneamente salía de mi cuerpo cuando
dormitaba. En ocasiones, sentí como si no estuviera conectado en absoluto con mi
cuerpo físico. Comencé a utilizarlo como un punto de referencia o un área de
presentación, para descansar entre exploraciones no físicas. Durante una semana me
separé tanto que consideré a mi cuerpo físico como un obstáculo necesario que debía
mantener.
Durante este período experimenté un espectacular incremento en las
experiencias extra corporales en serie: generalmente en secuencias de entre dos y cinco

733
experiencias. Cada una era bastante breve, duraba desde treinta segundos hasta varios
minutos. En pocas ocasiones observé que la secuencia de sucesos abordaba un tema
relacionado.
Por ejemplo, una noche dormitaba mientras leía un libro sobre regresiones a
vidas anteriores. Casi inmediatamente sentí las vibraciones y me hallé flotando sobre
mi cuerpo. Mientras flameaba cómodamente, mis ideas volvieron a la posibilidad de
vidas pasadas e inmediatamente sentí un movimiento.

29 de noviembre de 1993
Estaba en pie ante las murallas de un castillo, mientras salía humo desde
abajo. Durante varios días había participado en una batalla y estaba exhausto y
asqueado de pelear. Vislumbré que era un soldado de la época medieval. Habíamos
estado sitiados durante dos meses, y por primera vez me preguntaba por qué
combatíamos. Parecía una locura. Había peleado y matado durante cinco años y estaba
harto. Sólo me mantenía en pie mi orgullo y mi sentido del deber.
Después de veinte años de servir con lealtad a mi rey, sólo poseía una espada
y la armadura que me cubría. Al fijar mi atención, me sorprendió lo real que era. Yo
era más que un simple espectador: de algún modo percibía y pensaba como este
hombre, captaba su dolor y su decepción. Me sentía como él, aunque sabía que no era
él. Intuí mucha tristeza y disgusto, una vida llena con victorias vacías. Comprendí que
el deber y el honor no eran suficientes por sí mismos. Sabía que la vida era algo más,
pero sólo conocía las armas y el arte de la guerra.
Con un estremecimiento, padecí un intenso dolor y un golpe en la espalda y
comencé a perder el conocimiento. En ese momento, percibí la conocida sensación de
hormigueo y me di cuenta de que estaba de vuelta en mi cuerpo físico.
Pensé en volar e inmediatamente me elevé sobre mi cuerpo. La claridad de
mis ideas era sorprendente y analicé el significado de la experiencia del soldado. Sentí
un cambio en mi consciencia y un rápido movimiento interno. En segundos, estaba en
un entorno completamente nuevo.
Estaba sentado sobre un suelo de piedra. Por todas partes había docenas de
monjes calvos, acomodados en meditación ceremonial. Supe que yo era un monje
budista. Olía el incienso almizclero que ardía y escuchaba campanas y cantos rítmicos.
Tres docenas de nosotros estábamos sentados en círculo, alrededor de un altar. Una
delgada columna de humo blanco se elevaba del centro del altar mientras un niño
calvo, de unos doce años, daba vueltas, canturreaba y balanceaba un incensario
ornamental de gran tamaño. Parecía estar en trance. Yo me mecía hacia delante y hacia
atrás y canturreaba suavemente una frase que parecía formar parte de mí. Todos
usábamos túnicas anaranjadas y al mirar mis manos, comprendí que era muy viejo, mis
extremidades eran delgadas y frágiles. Estaba contento con mi vida, completamente
libre de necesidades y de deseos. Mi mente estaba en paz. Pronto moriría.
Con una ligera sensación de movimiento, regresé a mi cama. Aunque estaba
en mi cuerpo, me sentía completamente desfasado en él, como si flotara en su interior.
Mi mente todavía analizaba el significado de la experiencia del monje, cuando percibí
un movimiento hacia adentro.
De pronto sentí un frío descomunal. Mi cuerpo y mi mente estaban
adormecidos. Me hallaba más allá de mi capacidad de resistencia. Me rodeaban los
cadáveres congelados de mis amigos y compañeros soldados, El terreno se presentaba

734
demasiado congelado para enterrarlos, por eso estaban donde cayeron. Mi tanque se
había convertido en una tumba helada.
Mi mente y mi cuerpo eran como una concha hueca y rota de mi yo interior.
Había desaparecido mi voluntad de vivir. A unos treinta metros, observé a dos soldados
andrajosos que arrancaban las botas de un hombre muerto. Junto a mí, una caricatura
de hombre que era un amigo mío, casi sin vida, murmuraba algo. No le entendí, por lo
que me acerqué.
«Por Dios, mátame».
No podía hacerlo. Me faltaba el valor y la fuerza para moverme. Volvía a
nevar y yo sabía que pronto moriría. Se escuchó un sonido atronador en la distancia;
los rusos pronto estarían allí. No sentía temor, ni odio, no sentía nada en absoluto.
Cerré los ojos y me hundí en la inconsciencia.
No podía comprobar que estas tres experiencias fueran vidas anteriores o que
no lo fueran. Sin embargo, se vislumbraron tan reales y vívidas como cualquier
experiencia física que haya tenido.
Creo que cuando exploramos nuevas dimensiones de energía, es una decisión
inteligente no emitir juicios. Nuestras preconcepciones de la realidad física tienden
naturalmente a influir en nuestras mentes. La clave de la comprensión es tratar de
mantener una comprensión lo más abierta posible.
Durante el tiempo que estuve enfermo, también comencé a entender con qué
facilidad se pueden controlar las experiencias extra corporales, con tal que recordemos
pedir claridad de vez en cuando. En nuestro estado de consciencia fuera del cuerpo, una
simple y firme petición de claridad de ideas y de visión, tiene un efecto tremendo. Al
repetir la técnica de la claridad, encontré que es posible prolongar las experiencias
extra corporales durante varias horas.
Mientras estuve enfermo, en ocasiones me divertía yendo y viniendo entre mi
cuerpo físico y mi cuerpo no físico flotante. Descubrí un singular estado de
consciencia, al que denominé consciencia doble. Encontré que en ocasiones podía
llevar un porcentaje de consciencia entre mis cuerpos físico y no físico. Era posible
percibir ambas formas simultáneamente y ajustar el porcentaje de consciencia en
ambos cuerpos.
En otras palabras, durante breves períodos podemos experimentar el mundo
físico y el entorno no físico, con diversos grados de eficacia. También vi que era
posible controlar el movimiento de la consciencia entre el primer y el segundo cuerpo
de energía. Mediante la voluntad, podemos controlar este cambio de consciencia; la
clave es permanecer concentrado y pedir mentalmente la segunda forma. También
debemos recordar que una vez separados de una forma específica -ya sea de materia o
de energía- estamos en libertad para movernos más allá de ella.
Con la cantidad de experiencias extra corporales que tuve, aumentó mi interés
en la física. Cuando estaba fuera del cuerpo, observaba con atención las estructuras
energéticas que me rodeaban. Me fascinaban las formas y las sustancias no físicas que
encontraba. Me di cuenta de que cada entorno y cada dimensión en el interior del
universo tiene semejanzas y diferencias específicas.
La diferencia más significativa parecía ser la capacidad de respuesta a las
ideas que un entorno no físico determinado tenía. Algunos entornos no físicos se
moldeaban fácilmente con el pensamiento, mientras que otros eran muy resistentes.
Creo que toda la energía no física responde a las ideas; sin embargo, cuando un grupo
de personas mantiene las mismas creencias, el grupo crea, moldea y conserva una

735
realidad consensuada. En efecto, la energía-ideas de un grupo forma, estabiliza y
solidifica la energía no física. Cuanto más grande sea el grupo (que puede ser de
millones), más estable se vuelve el ambiente energético inmediato.
Este es un descubrimiento importante, porque explica las vastas diferencias
que se encuentran al explorar las dimensiones no físicas. Por ejemplo, la primera
dimensión no física, es un mundo energético paralelo casi idéntico al universo físico.
Esta dimensión de energía existe cerca de lo físico y está moldeada por los
pensamientos consensuados de los seis mil millones de habitantes que hay en el mundo
físico.
La causa implícita de este fenómeno es notable: la consciencia crea la
objetividad. El pensamiento forma y moldea toda realidad, incluyendo la materia. La
creación es el resultado de las ideas-energía conscientes que influyen, ordenan y
manifiestan los aspectos y las sustancias tal como las conocemos. Incontables
exploraciones no físicas al interior del universo confirman esta observación. Sólo la
densidad de la materia oscurece esta verdad a nuestros sentidos físicos.
En el mundo físico, la consciencia utiliza para su expresión vehículos
biológicos. Nuestros cuerpos físicos son las herramientas directas de nuestra
consciencia; nuestras ideas dirigen nuestros cuerpos para construir la realidad que
experimentamos todos los días de nuestras vidas. Este proceso de la consciencia que
crea la realidad, es más importante de lo que las palabras pueden expresar. El
reconocimiento de esta realidad, es el primer paso hacia el conocimiento verdadero de
nosotros mismos y de lo que nos rodea. Cada uno de nosotros posee la capacidad y la
fuerza creativa para formar y moldear su entorno físico, emocional e intelectual ideal.
No obstante, de nosotros depende reconocer y ejercitar esa capacidad creativa.
Este reconocimiento de la fuerza creativa de la consciencia, afectará en forma
significativa nuestro futuro inmediato y la evolución de nuestra especie. Mientras no
comprendamos y no controlemos conscientemente las energías no observables que
fluyen por nosotros, estaremos limitados a las formas moleculares densas que nos
rodean. Nuestra evolución, de una criatura física a un ser multidimensional no físico,
está directamente relacionada con el reconocimiento y el control consciente de nuestras
ideas-energía. Una vez que comprendamos verdaderamente nuestra capacidad para
formar y moldear la energía que nos rodea, podremos tener la completa responsabilidad
de nuestros pensamientos. Con cada idea y cada acción, tomaremos consciencia de que
somos los creadores de nuestras vidas.
La verdad de esto se hace evidente durante las experiencias extra corporales.
Cuando estamos fuera del cuerpo, experimentamos y exploramos una realidad de una
frecuencia más alta, mucho menos densa que la materia física. Cada idea concentrada
puede y debe crear un resultado inmediato: si pensamos en volar, volaremos; si
pensamos en atravesar una pared, lo haremos. Nuestras ideas ejercen un completo
control sobre nuestra experiencia. Por primera vez, se hace evidente el verdadero poder
creativo del pensamiento. Esta comprensión es un paso importante en nuestra
evolución personal, pues aceptamos que debemos tomar la responsabilidad de nuestras
ideas y de nuestra vida.
El concepto de que la consciencia crea o moldea la realidad, no es tan
inalcanzable como algunos creen. Muchas de las mentes más finas de la física
moderna, consideran esta teoría como la base lógica de toda la realidad. Numerosos
físicos, como el eminente David Bohm (físico estadounidense que hizo importantes
contribuciones en los campos de la física teórica, la epistemología y la neuropsicología.

736
Ha sido ampliamente considerado como uno de los mejores físicos cuánticos de todos
los tiempos - 20 de diciembre de 1917, Wilkes-Barre, Pensilvania, Estados Unidos - 27
de octubre de 1992, Hendon, Reino Unido), Eugene Paul Wigner (físico y matemático
húngaro que recibió el Premio Nobel de Física en 1963 «por su contribución a la teoría
del núcleo atómico y de las partículas elementales, en especial por el descubrimiento y
aplicación de los importantes principios de simetría» - 17 de noviembre de 1902,
Budapest, Hungría - 1 de enero de 1995, Princeton, Nueva Jersey, Estados Unidos),
Henry Pierce Stapp (físico matemático estadounidense, conocido por su trabajo en
mecánica cuántica, particularmente el desarrollo de la teoría axiomática de la matriz S,
las pruebas de fuertes propiedades de no localidad y el lugar del libre albedrío en la
mecánica cuántica "ortodoxa" de John von Neumann - 23 de marzo de 1928,
Cleveland, Ohio, Estados Unidos) y los legendarios Walter Heitler (alemán que
contribuyó a desarrollar la teoría del enlace de valencia e hizo importantes aportaciones
a la electrodinámica cuántica y a la teoría cuántica de campos, así como al estudio de la
radiación cósmica - 2 de enero de 1904, Karlsruhe, Alemania - 15 de noviembre de
1981, Zollikon, Suiza), Fritz Wolfgang London (físico teórico estadounidense nacido
en Alemania. Sus contribuciones fundamentales a las teorías de la química y la unión
de fuerzas intermoleculares son hoy consideradas clásicas y se discuten en los libros de
texto de química física - 7 de marzo de 1900, Breslavia, Polonia - 30 de marzo de 1954,
Durham, Carolina del Norte, Estados Unidos) y John von Neumann (matemático
húngaro-estadounidense que realizó contribuciones fundamentales en física cuántica,
análisis funcional, teoría de conjuntos, teoría de juegos, ciencias de la computación,
economía, análisis numérico, cibernética, hidrodinámica, estadística y en muchos otros
campos - 28 de diciembre de 1903, Budapest, Hungría - 8 de febrero de 1957, Centro
Médico Naval Nacional, Bethesda, Maryland, Estados Unidos) apoyan la teoría
cuántica de que «la consciencia crea la realidad». Cada vez más, físicos y matemáticos
de todo el mundo, llegan a la misma conclusión: los objetos físicos no tendrían
atributos si no los contemplara un observador consciente.
Eugene Wigner, resumió esta observación cuando declaró: «No es posible
formular las leyes de la mecánica cuántica en una forma completamente consistente sin
hacer referencia a la consciencia... En cualquier forma que se desarrollen nuestros
conceptos futuros, se seguirá destacando que el estudio del mundo externo conduce a la
conclusión de que el contenido de la consciencia es la realidad máxima».
A medida que continuaron mis exploraciones no físicas, llegué a comprender
que observaba e interactuaba en una dimensión energética paralela. Mis conceptos de
espacio, tiempo y distancia ya no parecían válidos. Comencé a reconocer que la
dimensión que exploraba cuando estaba fuera del cuerpo, era muy parecida a la física;
de hecho, no estaba separada por el espacio o la distancia, sino más bien por una
frecuencia o densidad energética.
Aunque suene extraño, las otras dimensiones (posiblemente una cantidad
infinita de ellas) existen en nosotros ahora, en este momento. Además, observé que
todos los objetos físicos poseían una contraparte o duplicado energético no físico, que
parecía similar a un molde de energía. Por ejemplo, la dimensión no física más cercana
y sus estructuras energéticas coexisten con las dimensiones y funciones físicas como
una subestructura energética de la propia materia. Sin embargo, las mismas
subestructuras no físicas también existen completamente independientes del universo
físico.

737
Los entornos no físicos inmediatos que encontré, parecían representaciones
físicas de la materia. Estos objetos no físicos, aunque con una estructura estable y muy
parecidos a la materia, a menudo no eran un duplicado exacto de mi ambiente físico. Al
principio esto resultaba confuso, pero lentamente aprendí que con frecuencia necesitaba
revalorar mis expectativas de la realidad.
Hice varias observaciones sorprendentes.
 En primer lugar, suponemos que nuestro ambiente físico es la base firme y
estable de la realidad. Consideramos la densidad y la forma, como la prueba
definitiva de lo «real». Pero, ¿qué pasaría si nuestras suposiciones fueran
erróneas? ¿Qué sucedería si la realidad dependiera totalmente de la frecuencia
vibratoria del observador? ¿Qué ocurriría si hubiera numerosas, o incluso
infinitas realidades, infinitas dimensiones de energía?
 Segundo, después de explorar detenidamente el ambiente físico inmediato,
comencé a cuestionar si el mundo físico es un duplicado del no físico o
viceversa. Esta observación era importante, porque apuntaba a la estructura
fundamental de toda la energía, de la materia y de la realidad, tal como las
conocemos. Al principio supuse que la dimensión no física paralela era el
resultado de la materia. Pero con la experiencia, tuve que reconocer que no era
así. El universo paralelo es en realidad un universo de energía separado, que
interactúa como una subestructura invisible de todas las formas y sustancias
de la energía física. Lo no físico y lo físico son elementos inseparables de lo
mismo.
 Tercero, en forma gradual, comencé a entender que en realidad observaba una
continuidad de energía.
Todos los objetos físicos que observamos a nuestro alrededor, existen en
múltiples dimensiones del universo. Aunque parezca increíble, el resultado final estaba
claro: todos los objetos físicos, incluyendo las formas de vida, tienen una naturaleza
multidimensional. Lo que nos rodea existe como una continuidad de energía.
La materia no es el centro de la realidad. En lugar de ello, parece ser el
resultado de una serie de interacciones energéticas que ocurren en las dimensiones
invisibles. Con cada experiencia extra corporal, comprendía más claramente que la
materia es sólo una parte diminuta de los entornos energéticos que existen. En muchos
aspectos, la materia es el resultado externo y denso de una extraordinaria cadena de
sucesos, que ocurren más allá de nuestra visión física.
Me parece que nuestra percepción de la materia, del universo visible y del
lugar que ocupamos en el universo, es totalmente imprecisa. El universo que vemos no
es el centro de la realidad; es sólo la cubierta externa, la delgada capa epidérmica del
universo invisible. Con el tiempo, me convencí cada vez más de que todo lo que
consideramos sólido y real es sólo un vehículo temporal de la consciencia. Esta
realidad sólida que nos rodea, sólo nos parece auténtico porque nos concentramos en
nuestros sentidos físicos. Una vez que nos separamos de nuestro cuerpo biológico, el
mundo material parece un mundo de fantasmas, de formas brumosas y etéreas.
Con cada experiencia extra corporal, observé que los objetos físicos sólidos
que nos rodean parecían formas vaporosas. En varios casos, los objetos físicos como
los muros y los muebles parecían imágenes holográficas, que poseían una sustancia
definida pero vaporosa. Si intentaba tocar estos objetos, mi mano los atravesaba.
A menudo, sentía un hormigueo cuando mi mano o mi cuerpo atravesaban los
objetos físicos, pero estos ya no parecían reales en relación con mi nueva frecuencia

738
vibratoria. Además, observé que cuanto más tiempo permanecía separado de mi
cuerpo, más parecía desaparecer de mi vista el ambiente físico inmediato. Se hizo
evidente que la única realidad para mí eran los objetos o los seres que vibraban en
frecuencias cercanas a mi nueva frecuencia personal. En otras palabras, la realidad
depende de la densidad vibratoria del observador.
A primera vista, esta observación parecía extraña; no obstante, la física
moderna ha aportado ciertas evidencias que ayudan a explicarla. Por ejemplo, los
científicos han demostrado que la luz visible existe simultáneamente como partícula y
como onda.
En la actualidad, la naturaleza doble de la luz es un hecho reconocido por la
ciencia. Creo que la naturaleza partícula-onda de la luz ofrece evidencias sustanciales
de que toda la energía es una continuidad de frecuencias (dimensiones) múltiples, que
se extiende mucho más allá de las partículas densas de la materia que observamos a
nuestro alrededor. Igual que la luz posee una naturaleza doble, es tanto partícula como
onda; todos los objetos físicos y todos los perfiles de vida, están conformados tanto por
partículas físicas como por componentes energéticos no físicos. Esta es la continuidad
interconectada de energía que crea y sostiene el universo multidimensional en su
totalidad. Holísticamente, los objetos físicos que nos rodean, son en realidad, el
resultado externo y denso de esa continuidad de energía. Igual que la luz existe como
partícula y como onda en el mismo instante en el tiempo, todos los objetos físicos
coexisten simultáneamente como aspectos moleculares densos y como formas
espirituales no físicas. Comprender esto abre la puerta a una nueva y atractiva frontera
para la exploración y la investigación.

39. Algunas Últimas Palabras


Si se consideran las enormes implicancias del pulso akáshico y de la
separación mental, algunas de las complejidades más elusivas de la vida y la
consciencia pueden comprenderse más fácilmente, e incluso consustanciarse un poco.
Le pregunto a usted esto: ¿Cuál es más real, el cuerpo físico o la perfección sutil de su
doble proyectado? Cada uno es capaz de pensar y actuar independientemente, y cada
uno es completamente capaz de estar solo y decir: "¡Pienso... luego existo!" Entonces,
¿cuál es más real?
Si se acepta la naturaleza multidimensional de la consciencia humana, como
se puede experimentar de primera mano a través de la dualidad simple de la división
mental a corta distancia, surgen muchos problemas y preguntas complejas. Estas
sugieren la posibilidad muy real de que múltiples copias de la misma mente puedan
existir simultáneamente en muchos niveles dimensionales. Lo que abre el camino a una
posibilidad latente en un nivel superior de consciencia: o sea, múltiples encarnaciones
de un solo espíritu pudiendo coexistir al mismo tiempo, viviendo simultáneamente a
través de múltiples cuerpos físicos diferentes.
Si esto se considera, apunta a una posibilidad aún mayor: la de que haya un
parentesco espiritual yacente y tácito entre cada ser vivo en este planeta. En el

739
verdadero sentido de La Palabra, creo que todos somos hermanos y hermanas debajo
de nuestros cuerpos carnosos. Estamos íntimamente conectados y relacionados,
agrupados bajo la luz del Gran Espíritu Blanco que brilla desde el corazón de nuestro
universo multidimensional.
Si reflexionamos un momento sobre la actividad e interacción del pulso
akáshico, es razonable sugerir que, en última instancia, todos compartimos una fuente y
un destino común, independientemente de la raza, religión o género; incluso de
especies para el caso. Cada uno de nosotros es una parte integral de El Uno,
compartiendo las mismas raíces espirituales. También participamos de una relación
interconectada increíblemente compleja a través de las delicadas facultades de
equilibrio karmático, aplicadas energéticamente a través de la ley universal vigente,
cuando los vientos astrales a través de la insuflación akáshica, afectan profundamente
nuestras vidas.
¿Y qué hay detrás de la muerte, le pregunto? ¿Qué hay de ese último gran
viaje hacia lo desconocido que cada uno de nosotros seguramente emprenderá algún
día? ¿Qué hay de la muerte? La muerte es la proyección final del cuerpo físico, ese
último viaje hacia el exterior al final de la vida. La única diferencia entre cualquier
proyección en vida y la final es la de no disponer de un cuerpo físico al que regresar,
porque no habrá fin para ella. Entonces nos mantendremos libres de limitaciones y sin
obstáculos imbuidos por la ignorancia carnal, todos los límites perdidos, con más
libertad y habilidad de lo que jamás hubiéramos imaginado durante una proyección en
vida; realmente una proyección ilimitada.
Y, si ya ha tenido alguna experiencia con respecto a la proyección consciente,
no hará nada que no haya hecho antes. El miedo y el aguijón de la muerte pueden así
aliviarse mucho, con la posibilidad de que la vida continúe después, trascendiendo la
mera posibilidad. La continuidad de la vida después de la muerte, es mucho más fácil
de aceptar a través de la comprobación personal, o de vida obtenida a través de las
EFC. ¡Entonces podemos ir con tranquilidad y mesura, caminar con paso firme, en esa
noche oscura!
Creo que un potencial indescriptible permanece inactivo dentro de la raza
humana, individual y colectivamente. Tengo grandes esperanzas y veo un futuro
promisorio al respecto para nuestra raza. Estimo que, en algún lugar de nuestra
creciente comprensión, de la profunda unidad energética de nuestro espíritu humano
colectivo, y de su naturaleza inter dimensional profundamente arraigada,
encontraremos un mayor significado para la vida misma.
Sueño que algún día encontremos la clave para desbloquear este potencial
mayor, liberándonos así de la esclavitud de la carne y comenzando a comprender la
verdadera naturaleza de esta realidad que todos compartimos y que aún ignoramos.
Esto puede llevarnos a un entendimiento profundo de nosotros mismos, de nuestra
esencia, la de los demás y de todas las otras formas de vida en el universo. Y más
importante aún, puede acercarnos un poco más a la mayor intelección de todas: El
significado de la vida.
Antes de cerrar, me gustaría agradecerle por leer mi libro y dejarle un último
bocado que invita a reflexionar:
Si comienza usted a comprender su potencial creativo desarrollado durante las
EFC, donde se convierte en un verdadero creador por derecho propio, ¿podría
comenzar a aceptar su propia relación personal con una mente infinitamente más

740
imaginativa e inventiva? Esa mente una vez dijo, hace mucho, mucho tiempo atrás en
el mismo comienzo del todo... "¡Que haya luz!".

Glosario
Acción de rebote: Donde un punto de consciencia corporal se mueve rápidamente a
través del cuerpo físico / etérico, para causar una estimulación generalizada en el
cuerpo etérico. Ver también: Factor de resistencia de la consciencia.

Akasha: El medio energético subyacente, el éter, que impregna todas las dimensiones.

Akáshicos: De, o relacionado con Akasha.

Ángulo de percepción: En el contexto de este libro, es decir, la forma en que un


proyector percibe el ambiente fuera del cuerpo, durante una EFC, y este se ve
particularmente afectado por su composición energética en ese momento. Ver también:
Composición Energética.

741
Ángulo Energético de Percepción: Ver: Ángulo de percepción.

Astral Salvaje: Cualquier ser energético o habitante de los planos astrales inferiores,
que tiene un orden de inteligencia inferior. Estos seres son inofensivos para los
proyectores, aunque muchos tipos tienen una disposición maliciosa, animal, violenta o
negativa. Su poder se limita a inducir miedo en los proyectores, a través de varios tipos
de ilusión, engaño y decepción. Aunque mejor se los considera una rareza, estos seres
se encuentran ocasionalmente en la zona de tiempo real, principalmente durante la
noche, ya que parecen evitar la luz del día.

Bioenergía y Bioenergético: Una construcción basada en "Energía", relacionada en


particular con funciones energéticas y manifestaciones del cuerpo energético humano
que afectan, se ven afectadas o están relacionadas con las funciones biológicas del
cuerpo físico. Elevar la energía causa su movimiento, que se percibe como una
sensación física, y es resultado de la estimulación "bioenergética" de las terminales
nerviosas en el cuerpo físico. Además, conflictos bioenergéticos, estimulación
bioenergética, desarrollo bioenergético, etcétera. Ver también: Energía, Energía pura,
Sensaciones de Movimiento de Energía.

Centro de la frente: Un centro de energía primaria (o Chakra principal) situado en la


frente, entre los ojos. También se llama El Tercer Ojo. Ver también: Chakras, Centros
de energía primaria.

Centros de almacenamiento: En el contexto de este libro, estos centros se denominan:


almacenamiento de energía, y se detectan debajo del ombligo, en el sub-corazón y entre
las sub- cejas. Estas son las áreas principales de almacenamiento de energía del cuerpo
energético, y cada una almacena un tipo diferente de energía.

Centros de energía primaria: Los principales órganos bioenergéticos, o


transformadores energéticos, de la energía del cuerpo. Ver también: Chakras.

Centros de energía secundarios: Centros de energía menores (Chakras menores), que


apoyan los centros de energía primaria. Ver también: Chakras, Centros de energía
primaria.

Centros de energía terciaria: Pequeños centros de energía parecidos a poros que se


encuentran en todo el cuerpo, como los de la piel. Éstos están muy concentrados en
áreas diversas, por ejemplo, las palmas de las manos, las plantas de los pies, la boca y
los genitales. Éstos intercambian energía con el ambiente, y apoyan energéticamente
las funciones de los centros de energía primaria y secundaria, de hecho, más grandes.
Ver también: Chakras, Centros de energía primaria, centros de energía secundaria,
centros de almacenamiento.

Chakras: Término oriental, también llamado Centros psíquicos, Centros de energía o


Centros de energía primaria.

742
Complicaciones de la consciencia: Conflictos y obstáculos causados por un espíritu
no físico que se encarna en un ser biológico. Ver también: Retroalimentación astral,
Conflictos energéticos, Mente dividida, Efectos de división de la mente.

Composición superficial del plano astral: La superficie de un plano astral. Esta es


una estructura infinita, bidimensional, cuadriculada. Su superficie está dividida en
cuadrados nítidos, cada uno de los cuales tiene un color base y un elaborado diseño de
una pieza central, que se repite sin fin en cualquier otro cuadrado. Ver también: ángulo
de percepción, estructura de entrada del plano astral, planos astrales, estructura
energética.

Conflictos Energéticos: En el contexto de este libro, cualquier conflicto energético,


empático o telepático, entre el cuerpo físico / etérico, y su doble proyectado. También
significa los conflictos energéticos causados por la presencia de la consciencia
despierta, durante una EFC totalmente consciente. Los conflictos energéticos son
responsables de las fuertes sensaciones de exteriorización; por ejemplo, rápidos latidos
del corazón, fuertes vibraciones, palpitaciones, presión y adrenalina en todo el cuerpo,
a menudo experimentados por los proyectores novatos durante EFC tempranas. Ver
también: Retroalimentación astral, complicaciones de la consciencia, sensaciones
relacionadas con la salida.

Consciencia corporal: La sensación de la conscienciación del cuerpo físico, la


sensación táctil de sentir y percibir, y la consciencia del espacio ocupado por el cuerpo
físico. Ver también: manos conscientes, consciencia del cuerpo móvil, imágenes
táctiles.

Consciencia móvil corporal (CMC): La capacidad de mover y enfocar la consciencia


corporal a diferentes ubicaciones, dentro o fuera del cuerpo físico. Ver también: Manos
Conscientes, Consciencia corporal, Imágenes táctiles.

Constitución Energética: La calidad energética, el valor y la fuerza relativas de un


doble proyectado. Esto se ve fuertemente afectado por la configuración activa de los
centros de energía primaria (o chakras principales) durante una EFC. Establece las
capacidades de un doble proyectado. También limita su nivel de operaciones a valores
dimensionales en sintonía con su capacidad o grado energético en ese momento.
También ver: Ángulo de percepción.
Cordón de plata: El vínculo energético, telepático y empático que conecta el cuerpo
físico con su doble proyectado. Es a menudo visto como un cordón plateado brillante,
que se extiende desde el doble proyectado durante una EFC. Usualmente solo se
observa cuando se busca deliberadamente. El sitio de conexión en el doble proyectado
varía, de acuerdo con su composición energética durante la proyección. Ver también:
Constitución Energética.

Cuerda: Una técnica de salida para una EFC, usando las manos conscientes para
escalar una cuerda imaginaria. Ver también: Manos Conscientes, Imágenes Táctiles.

Cuerpo Astral: El vehículo energético (o doble proyectado) utilizado para viajar


dentro de los planos astrales. Ver también: Cuerpo en tiempo real.

743
Cuerpo en tiempo real: El cuerpo sutil (o vehículo energético) que alberga el reflejo
de la consciencia, la mente y la memoria durante una EFC, y lo mantiene cerca de la
dimensión física en la zona de tiempo real. Ver también: Proyección en tiempo real,
Zona de tiempo real.

Cuerpo energético: Ver cuerpo etérico.

Cuerpo etérico: El cuerpo sutil más estrechamente asociado y entrelazado con el


cuerpo físico. También a menudo llamado cuerpo energético, envoltura etérica,
envoltura vital, cuerpo de vitalidad o peri espíritu. También se puede decir que el
cuerpo etérico es la sustancia esencial similar a la argamasa, que une a un espíritu
encarnado con la carne de su cuerpo físico. Se pueden ver partes del cuerpo etérico
mediante la clarividencia (o visión áurica), como una extensión de dos centímetros y
medio o más, del cuerpo físico, simulando una banda neblinosa de color azul pálido o
blanco ceniza. Ver también: Materia Energética, Etérica.

Cuerpo físico / etérico: Cuerpos físicos y etéricos combinados. En particular, cuando


éstos están experimentando el estado de trance.

Déjà-Vu: Un tipo de experiencia precognitiva, una sensación de conocimiento interno,


de haber visto, hecho o experimentado algo antes de un evento real. Este fenómeno es
(según el autor) un efecto secundario común de los episodios de pulso akáshico. Ver
también: Episodio de pulso akáshico.

Descarga de memoria: En el contexto de este libro, significa la descarga de


experiencias y recuerdos de las EFC, en forma consciente y en niveles de
almacenamiento de la memoria recuperable de la mente físico / etérica del cuerpo
físico. Falla al descargar las experiencias vividas cuando en una EFC se descargan en
niveles profundos del subconsciente e inconsciente. Esta es la causa principal de la gran
mayoría de los fracasos de recuperación de recuerdos en las EFC. Sin su restitución, no
se logra retener ningún proceso relacionado con la experiencia. Ver también: Memoria
Sombra o Espejo.

Diálogo interno: Charla superficial de la mente, causada por pensamientos aleatorios,


también llamada mente del mono. Ver también: Mente superficial.

Dinámica o impulso de concientización: La naturaleza de una acción de consciencia


corporal, para continuar por sí misma por algún tiempo, después de que la acción de
consciencia deliberada que la causó, ha cesado. Ver también: Impulso astral, Manos a
través de la consciencia.

División de la mente: La división de la consciencia en dos partes idénticas, que se


produce durante cualquier tipo de EFC. La división de la mente ocurre al comienzo de
cualquier EFC, antes de la separación del doble proyectado con su homólogo físico.
Hay dos cuerpos durante una EFC (uno físico y otro sutil o energético - el doble
proyectado). Dos mentes (una física y una energética), por lo tanto, existe. Cada una de
ellas funciona independientemente durante la duración de una EFC, hasta que se

744
produce el reingreso y la reintegración, convirtiéndose en una sola mente nuevamente.
Ver también: efectos de la división de la mente.

Doble etérico en tiempo real: El vehículo energético de nivel básico (o cuerpo sutil)
generado durante una experiencia cercana a la muerte (ECM), después de que el cuerpo
físico ha fallecido temporalmente. También el estado de existencia experimentado
inmediatamente después de la muerte del cuerpo físico, y que generalmente está dentro
de la zona de tiempo real. Ver también: cuerpo etérico, ECM, cuerpo en tiempo real,
zona de tiempo real.

Doble proyectable: El doble generado en tiempo real, antes de su proyección fuera del
cuerpo físico / etérico, donde luego se convierte en el doble proyectado.

Doble Proyectado: El vehículo energético (o cuerpo sutil) que alberga una copia
energética y funcional de la mente de un proyector y sus recuerdos, fuera de su cuerpo
físico durante cualquier tipo de EFC.

Dormancia: Según el diccionario de la Real Academia Española se llama dormancia


(del inglés, dormancy, también conocido como dormición) a un período en el ciclo
biológico de un organismo en el que el crecimiento, desarrollo y actividad física se
suspenden temporalmente. Esto reduce drásticamente la actividad metabólica
permitiendo que el organismo conserve energía. Aquí utilizamos dicho término para
significar el estado onírico.

Dualidad: La sensación de darse cuenta de que está existiendo en dos cuerpos


separados, el cuerpo físico y su doble proyectado, durante una EFC. La dualidad es
causada por el efecto de la división de la mente, y generalmente solo se realiza cuando
las percepciones se reciben de ambos cuerpos simultáneamente. Por ejemplo, se
proyecta y comienza a operar en una ubicación remota de su cuerpo físico, pero todavía
está al tanto de algún aporte sensorial, generalmente sonidos y sentidos táctiles,
provenientes de su cuerpo físico. El centro de la consciencia también fluctuará a
menudo entre el físico y su doble proyectado durante una EFC. Ver también: Mente
dividida, efectos de división de la mente, ojo remoto.

Efecto estroboscópico: Cuando un centro de energía primaria acumula una carga


crítica de energía, se enciende de manera potente. El efecto estroboscópico del centro
de las cejas (o del chakra de la frente), provoca un destello brillante de luz blanca
plateada en los ojos de la mente, y una sensación de conmoción cerebral muy ligera se
hace sentir en toda el área facial.

Efectos de división de la mente: En particular, los efectos que la división mental


tienen sobre la recuperación de las experiencias vividas durante las EFC. Las
sensaciones comúnmente percibidas de existencia dual, la de hallarse en más de un
lugar al mismo tiempo, durante una EFC. También se asocia a los fenómenos
relacionados con la telepatía, la energía y las interacciones y conflictos empáticos, que
ocurren entre el cuerpo / mente físicos y el cuerpo / mente proyectada. Ver también:
Retroalimentación Astral, Complicaciones de la Consciencia, Conflictos Energéticos,
Descarga de Memoria, Mente dividida.

745
El gran centro: Nivel superior del espectro dimensional. Ver también: La Fuente.

Energéticamente: Una extensión de "Energético", que se relaciona con cualquier tipo


de manifestación, sensación, efecto o afectación energética (energía): es decir,
energéticamente hablando, energéticamente sano, basado en la energía, sensorialmente
energético, experimentado energéticamente, etcétera. Ver también: Energía,
Bioenergético, Energía Pura.

Energético: Término ampliamente utilizado a lo largo de este libro. Sin una opción
viable, el significado del diccionario de esta palabra es "traducido" para cubrir la
manifestación energética (energía) del cuerpo energético humano y de sus diversos
cuerpos sutiles, incluido su doble proyectado: valor energético, actividad energética,
aspecto energético, función energética, etcétera. Ver también: Energía, Bioenergía,
Energía Pura, Cuerpo Etérico.

Energía Pura: Una construcción basada en "La Dinámica" que se relaciona en


particular con funciones energéticas (de energía) de alto nivel y manifestaciones del
cuerpo energético humano que no se aplican específicamente a su cuerpo físico. Por
ejemplo, las funciones de las energías superiores (energía de los chakras) del cuerpo
energético y sus centros de energía primaria (chakras mayores), causan habilidades
psíquicas. Una habilidad psíquica es, por lo tanto, una función de energía pura, o
manifestación de energía pura, del cuerpo energético humano. Sin embargo, las
manifestaciones de energía pura a menudo causan sensaciones bioenergéticas,
percibidas como sensaciones físicas, es decir, los típicos latidos y zumbidos que
emanan de los centros activos de energía primaria (chakras principales). La energía
pura o vital también puede referirse a funciones energéticas y manifestaciones de
cuerpos sutiles sobre el cuerpo energético humano, es decir, el cuerpo astral. Ver
también: Bioenergética, Energética, Energéticamente, Cuerpo Etérico, Centros de
Energía Primaria.

Episodio de pulso akáshico: Un evento interdimensional cósmico regular, cuya


frecuencia se desconoce en este momento. Comienza con el Viento Astral,
recolectando los dobles proyectados de todos los seres conscientes en el universo,
incluidos los de los durmientes, y transportándolos al nivel dimensional más alto, para
que La Fuente los sincronice, según la ley kármica. Este evento finaliza cuando el pulso
akáshico devuelve a todos a sus cuerpos físicos, con las semillas de consciencia nuevas
o actualizadas. Ver también: Akasha, Pulso akáshico, Registros akáshicos, Viento
astral, Karma, Ley kármica, La Fuente, Ley Universal.
Estado de Trance: El estado alterado del ser, ingresado cuando el cuerpo físico se
duerme, mientras la mente permanece completamente despierta. El estado de trance
tiene muchos niveles y usos, y cada nivel se relaciona con un nivel de sueño. Los
estados de consciencia alterados son alcanzados mediante este método, manteniéndose
despierto y variando el nivel y el enfoque del estado de trance. Ver también:
Proyección de cuerpo interno.

Trance completo: Similar al estado de trance Theta.


Trance profundo: Similar al estado de trance Delta.

746
Trance Suave: Similar al estado de trance Alfa.

Estructura de entrada del plano astral: Una estructura de entrada basada en la


percepción, a través de la cual se pueden ingresar a las partes internas de un plano
astral. Hay tres tipos principales: tipo tubo, tipo plano y túnel de luz. El tipo que es
percibido por un proyector durante una EFC, y se ve muy afectado por su composición
energética en el momento de su proyección. Ver también: Ángulo de percepción,
Composición de la superficie del plano astral, Estructura energética.

Experiencias cercanas a la muerte (ECM): es cuando una persona muere


temporalmente y experimenta una fuerte EFC, hasta que resucita. Ver también: Doble
Etérico / Tiempo Real.

Experiencias fuera del cuerpo (EFC): Donde la consciencia se percibe como


existente y operando fuera de su cuerpo físico. También se llama proyección o
proyección astral.

Exteriorización: En el contexto de este libro, a menudo significa "La Salida" del doble
proyectable, ya que deja los límites de su cuerpo físico durante una EFC o proyección
astral.

Factor de resistencia de la consciencia: La resistencia que se siente cuando las manos


generadas a través de la consciencia, se mueven demasiado rápido a través de la
sustancia del cuerpo energético. Ver también: Manos a través de la consciencia, acción
de rebote.

Fluctuaciones de la realidad: Alteraciones en el entorno fuera del cuerpo, cambiando


o trocando lo que se percibe como real o normal en ese momento, en algo que se sabe
que es falso o inexacto.

Formas de pensamiento: Objetos energéticos, creaciones de pensamiento, a partir de


un pensamiento sostenido o acto de consciencia, y que existen por un tiempo limitado
en el entorno fuera del cuerpo. Las formas de pensamiento se consideran mejor como
compuestas de Materia Etérica estructurada. Las formas de pensamiento pueden tomar
cualquier aspecto: un objeto humano, animal o inanimado. Supuestamente, pueden
programarse para reaccionar a los estímulos, para realizar acciones independientes, e
incluso para asumir un tipo limitado de pseudoconsciencia propia. El tiempo que una
forma de pensamiento puede existir depende en gran medida de la fuerza y la duración
del pensamiento utilizado para crearlo y mantenerlo. Ver también: Materia Etérica.

Habitante en el umbral: Una manifestación inofensiva pero perturbadora (a menudo


aterradora), en la que un proyector se enfrenta a un ser oscuro y amenazante,
inmediatamente después de salir de su cuerpo físico durante una EFC. Ver también:
ruido astral, vida salvaje astral, seres elementales.

Imágenes metafóricas: Dentro del contexto de este libro, este término se aplica
particularmente a las visiones de acción real y a las experiencias observadas en las
EFC. Estas contienen símbolos metafóricos en capas y acciones alegóricas, repletas de

747
significado oculto, a menudo disfrazadas como escenas de la vida aparentemente real,
durante las experiencias acontecidas fuera del cuerpo.

Imágenes Táctiles (I. T.): El uso activo de la consciencia corporal enfocada, para
manipular y estimular el cuerpo energético, y elevar la energía en él y estimular sus
centros de energía. Las I. T. también se utilizan para técnicas de proyección. Ver
también: Manos a través de la imaginación y la consciencia, consciencia móvil
corporal.

Impulso astral: La tendencia del doble proyectado a continuar moviéndose después de


que la acción mental / consciencia, utilizada para causar su movimiento, ha cesado. Ver
también: Impulso o Dinámica de la Consciencia.

Karma: En la opinión del autor, Karma es lo que se conoce como el pecado en la Santa
Biblia. Karma es el influyente acumulado de la fuerza generada por todos los actos
pasados de la consciencia, positivos y negativos, de buenas y malas acciones. A través
del Karma, un espíritu es habilitado para obtener las experiencias de la vida real, que se
requieren para progresar espiritualmente (a través de la experiencia de vida), a través de
múltiples encarnaciones en la dimensión física. El karma le permite a un espíritu
mantener un equilibrio espiritual saludable, vida tras vida, y ayuda evitar la posibilidad
de corrupción del alma. Karma no es un proceso de recompensa y castigo. Karma
proporciona armonía espiritual a través de un proceso de equilibrio espiritual forzado.
Ver también: Ley Kármica, Ley Universal.

Kundalini: Kundalini es el nombre oriental tradicional para lo que se llama: "el


circuito maestro" explicado en este libro. Kundalini es el más fuerte de todos los
circuitos bioenergéticos humanos: la máxima expresión bioenergética del ser. Cuando
está completamente activada (cuando se eleva y potencia la Kundalini), se siente un
poderoso movimiento de energía interno, en forma de serpiente, a menudo acompañado
de una sensación de calor ardiente, algo doloroso. Esta fuerza "serpenteante", se
percibe dentro del cuerpo físico, de forma ascendente y en sentido de las agujas del
reloj: de ahí el término oriental a menudo utilizado para describir este profundo
fenómeno energético: "La Serpiente de Fuego".

La Fuente: El Ser Supremo. La consciencia creativa central del universo físico. La


Fuente es la chispa original de la consciencia, que crea y mantiene el universo, y todo
lo que late y vive dentro de él. Ver también: El Gran Centro.

Ley kármica: Por cada acto de consciencia realizado por un individuo, se genera una
reacción igual y opuesta, que a su vez es infligida por la Ley Kármica. Esto se expresa
acertadamente en los dichos populares: "Lo que se siembra, se cosecha". Ver también:
Karma, Ley Universal.

Ley universal: El conjunto increíblemente complejo de atracciones y repulsiones e


influencias condicionales que emanan de cada ser consciente. Al igual que la ley de la
atracción y repulsión de pares y opuestos, pero solo como lo establece la ley kármica.
Ver también: Episodio de pulso akáshico, Semillas de consciencia, Déjà vu, Karma,
Ley kármica.

748
Manos de Consciencia: Puntos focales de la consciencia corporal, utilizados para
manipular y estimular el cuerpo etérico y sus centros de energía. También se utiliza
para técnicas de trance y para lograr las EFC. Ver también: Consciencia móvil
corporal, imágenes táctiles.

Materia Etérica: Sustancia energética no física del cuerpo energético (o cuerpo


etérico). Esto puede causar que exista en una variedad de formas diferentes, y se piensa
mejor como algo similar al ectoplasma, pero generalmente es invisible a los ojos
terrenos. Ésta se puede ver por medio de la clarividencia o visión áurica, o a veces
puede aparecer inexplicablemente en las fotografías, como pálidas figuras y formas
indistinguibles, difuminadas o difusas. Ver también: cuerpo etérico, formas de
pensamiento.

Mecanismo de proyección: El mecanismo energético que genera y luego expulsa el


doble proyectable, fuera de los límites de su cuerpo físico, durante las EFC o
exteriorización de la proyección. Ver también: Desplazamiento, Reflejo de Proyección.

Memorias espejo: Cualquier recuerdo o memorización de una experiencia fuera del


cuerpo, obtenida por cualquier cuerpo sutil o en sueños o mientras es separado, o si se
percibe a sí mismo desplazado, de su cuerpo físico. Ver también: Descarga de
experiencias.

Mente superficial: La parte más comúnmente utilizada de la mente humana, donde se


puede decir que contiene los recuerdos más recientes y de corto plazo. Utilizada para el
pensamiento ligero y el habla mental interna, genera espontáneamente una corriente
constante de pensamientos aleatorios e impresiones. Esta parte de la mente es
responsable del incesante diálogo mental interno que se encuentra dentro de una
persona no entrenada o mente desenfocada. Ver también: Diálogo interno.

Narcosis: Término que utilizamos aquí simplemente como agente sinónimo del
proceso del dormir, sabiendo y teniendo en claro que dicho término hace referencia al
estado de inconsciencia profunda, provocado por un narcótico.

Ojos Remotos: Un efecto de la división de la mente. Este fenómeno es un tipo de EFC,


pero donde el proyector permanece parcialmente despierto y ambulatorio. Se produce
una versión débil de la división de la mente y ocurre un tipo de EFC de baja fuerza.
Una EFC de este tipo se experimenta y es percibida por el cuerpo físico parcialmente
despierto del proyector, como una vívida visión mental de una EFC en progreso, desde
la perspectiva del doble proyectado, pero donde no se ha notado una disociación real de
la proyección. Ver también: Duplicidad, complicaciones de la consciencia, dualidad, la
separación de la mente, los efectos de la división de la mente.

Palabra o frases de activación: Una palabra descriptiva o frase corta utilizada durante
la fase de reentrada de una EFC, para ayudar a fortalecer la recuperación de las
experiencias acontecidas durante las EFC. Ver también: Descarga de memoria,
Reingreso, Reintegración, Memoria espejo.

749
Parálisis en vigilia: También llamada parálisis del sueño. Desasociación entre el
cuerpo físico y su mente, a menudo causando total parálisis física. En opinión del autor,
este es un poderoso efecto de división mental causado por las EFC. La mente
literalmente se despierta dentro de su cuerpo físico desasociado y paralizado, mientras
que una fuerte EFC todavía está en pleno progreso. Ver también: Complicaciones de la
consciencia, efectos de división de la mente, división de la mente.

Planos Astrales: La parte estructurada de la dimensión astral, que supuestamente está


dividida en siete niveles distintos (comúnmente llamados planos astrales) donde cada
uno de estos contiene muchos subniveles y partes. Ver también: estructura de entrada
del plano astral, reinos e imperios astrales, subplanos astrales.

Proyección astral: Una EFC donde el proyector entra y opera dentro de la dimensión
astral, o planos astrales. Ver también: planos astrales, EFC, proyección en tiempo real.

Proyección de realidad virtual (PRV): P.R.V. es una técnica mediante la cual se


puede crear un reino astral hecho a medida, para luego ingresar en él.

Proyección de sueño lúcido: Una técnica mediante la cual el sueño lúcido inducido en
vigilia se puede lograr como una alternativa a una exteriorización y una EFC completa.

Proyección del cuerpo interno: La transferencia interna de la consciencia en vigilia al


cuerpo etérico, cuando se ingresa al estado de trance. Esto también ocurre mientras
entra en dormancia. Ver también: Estado de Trance.

Proyección del sueño: La proyección del sueño natural ocurre siempre que una
persona duerme. El doble proyectado se proyecta fuera del cuerpo físico durante el
sueño, a menudo flotando justo encima de él e imitando la posición de sueño de su par
físico. Alternativamente, un proyector que sueña puede viajar por los planos astrales
durante un tiempo antes de quedarse dormido. Ver también: Episodio de pulso
akáshico, Viento Astral.

Proyección en tiempo real: Una EFC, donde un proyector existe en un reflejo directo
de la realidad, donde tiene la percepción de ser una persona invisible en el mundo real,
y observar los eventos de la vida real a medida que suceden. Ver también: Cuerpo en
tiempo real, zona de tiempo real.

Pulso akáshico: La efusión cósmica de La Fuente, durante un episodio de pulso


akáshico. Ver también: Akasha, Episodio de pulso akáshico, Registros akáshicos,
Viento astral, Semillas de consciencia, La Fuente.

Ráfaga de energía en el torso: Aceleración corporal energética similar a la adrenalina,


percibida por el cuerpo físico como que la energía se precipita hacia arriba a través de
sus piernas y torso, ya que su doble proyectado comienza a salir o reingresar. Ver
también: Sensaciones de movimiento de energía, Desdoblamiento, Mecanismo de
Proyección, Reflejos de Proyección.
Reflejo de proyección: Cuando el mecanismo de proyección llega a una determinada
etapa, se alcanza el punto energético de no retorno. La eyección del doble proyectable

750
fuera de los límites de su cuerpo físico, luego se convierte en una acción refleja. Una
EFC no puede ser abortado una vez que se ha activado el reflejo de proyección. Ver
también: Doble Proyectado, Mecanismo de proyección.

Registros Akáshicos: Un campo de eco energético infinito, interminable e


interdimensional, que contiene ecos perpetuos generados por todos y cada uno de los
actos de consciencia, en forma energética. Los niveles de los Registros Akáshicos se
pueden acceder y percibir (ver) de varias maneras durante una EFC, siendo el más
común el escenario tradicional de "biblioteca". Si bien Los Registros Akáshicos
generalmente se consideran un depósito esotérico estructurado de todo el conocimiento,
son (según el autor) un fenómeno natural, relacionado con la vida, interdimensional, un
medio energético que puede "accederse" y "percibirse" en una forma "aparentemente"
estructurada. Es decir, que contiene registros detallados de todos los eventos pasados;
más las probabilidades futuras generadas por éstos, que pueden percibirse como
eventos "visibles". Sucesos pasados y futuros incluso pueden experimentarse de
primera mano durante una EFC, con el proyector entrando en un registro / visión y
convirtiéndose en un espectador invisible. Ver también: Akasha, Episodio de pulso
akáshico, Registros akáshicos, Viento astral, Semillas de consciencia, Karma, Ley
kármica, La Fuente, Ley universal.

Reingreso: Cuando el doble proyectado regresa y vuelve a ingresar en su homólogo


físico al final de cualquier tipo de EFC. También ver: Reintegración.

Reinos e imperios astrales: Partes internas distintivas de los planos astrales, cada una
de las cuales tiene un ambiente y un tema establecidos. Con una gran variación en
tamaños, desde la de un pequeño pueblo rural hasta un mundo entero o más grande aún,
a veces están habitados por seres astrales de inteligencia variable.

Reintegración: El proceso energético automático, mediante el cual el doble proyectado


se reintegra con su cuerpo físico / etérico. Ver también: Reingreso.

Respiración consciente: Similar a una antigua técnica Zen, donde se enfoca la acción
de la respiración. La consciencia en la respiración se utiliza para vaciar la mente y
mantenerla despejada durante largos períodos de tiempo, para la meditación, el trance y
la proyección astral.

Retroalimentación astral: Retroalimentación telepática entre el cuerpo físico / etérico


y su doble proyectado. Ver también: Complicaciones de la consciencia, conflictos
energéticos, desintegración mental, efectos de división de la mente.

Ruido astral: Un fenómeno inofensivo, pero a menudo inquietante. Esto se describe


mejor como una alucinación auditiva, donde un proyector escucha ruidos fuertes e
incluso voces a su alrededor, durante el preludio de una EFC. Ver también: Visión
Astral, Astral Salvaje, Morador en el Umbral, Elementales.

Semillas de la Consciencia: Gotas de energía fluyentes, o “semillas”, depositadas en el


cuerpo físico / etérico, después de un episodio de pulso akáshico. Estas establecen las
fortalezas y debilidades relativas de las atracciones y repulsiones complejas, que

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gobiernan las acciones de la Ley Universal, como lo establece la Ley Kármica. Ver
también: Pulso akáshico, Episodio de pulso akáshico, Registros akáshicos, Viento
Astral.

Sensaciones de movimiento de energía: A medida que la energía se genera, se


transforma, se acumula y se mueve sobre el cuerpo físico / etérico, los nervios dentro
del cuerpo físico a menudo se sobreestimulan. Esto causa una variedad sintomática de
hormigueo, zumbidos, palpitaciones, sensaciones de palpitaciones y vibraciones, que a
menudo se perciben como barridos de ondas en el cuerpo físico o como cúmulos de
adrenalina. Ver también: bioenergéticos, telarañas, vibraciones.

Sensaciones de exteriorización: Las sensaciones a menudo profundas de movimiento


de energía, experimentadas durante la fase de desdoblamiento de una EFC, por
ejemplo, rápidos latidos del corazón, vibraciones y presión. Las sensaciones fuertes de
salida a menudo son experimentadas por los proyectores principiantes durante las
proyecciones iniciales. Estas siempre se alivian gradualmente, ya que la experiencia y
el desarrollo se obtienen a través del paso del tiempo. Ver también: Telarañas,
Conflictos Energéticos, Sensaciones de movimiento de energía, Vibraciones.

Seres elementales: Seres inofensivos con escaso poder y muy poca inteligencia. A
menudo tienen una apariencia de mono y una naturaleza traviesa; estos seres parecen
deleitarse con los aterrados y atormentados proyectores novatos, a través de trucos e
ilusiones, especialmente durante sus primeras proyecciones de salida consciente. Ver
también: Ruido astral, Fauna astral, Morador en el umbral.

Subplanos astrales: Niveles internos y partes contenidas dentro de un solo plano


astral.

Sueño lúcido inducido despierto (W.I.L.D.): Un término acuñado por el sr. LaBerge
(ver bibliografía). Sueño lúcido inducido deliberadamente, desde un estado
profundamente relajado pero despierto, donde no ha habido una ruptura discernible o
lúcido de o en la consciencia. El individuo sueña que entra en un paisaje onírico
directamente desde un estado completo de vigilia. Aunque técnicamente es un sueño
lúcido, este es posiblemente el tipo más impactante y vigoroso de EFC. Ver también:
Sueños, Sueños Lúcidos, Proyección de Sueños lúcidos.

Sueño lúcido: Cuando una persona que sueña toma consciencia o se despierta dentro
de un sueño, se dice que es un "sueño lúcido".

Sueño: Soñar es un proceso mental interno del cuerpo físico, que normalmente ocurre
después de que uno se ha dormido. Si bien el autor clasifica el soñar como un proceso
mental interno, los sueños tienen lugar en otro conjunto de dimensiones, las
dimensiones oníricas, que no son menos reales que cualquier otra dimensión, es decir,
la Dimensión Astral. Los sueños lúcidos también tienen lugar en las dimensiones de los
sueños.

Técnica de fluctuación: Técnica diseñada por el autor para ayudar a superar los
problemas de pérdida de memoria de las EFC. Esta técnica permite que la consciencia

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fluctúe entre el estado de sueño / vigilia en un momento predeterminado. Una breve
ventana es así creada artificialmente por el estado fluctuante, a través de la cual los
recuerdos de las EFC pueden descargarse a niveles accesibles de la memoria. Ver
también: Descarga de memoria, Memorización de imágenes recordadas. Memoria
espejo.

Telarañas: Sensación de movimiento de energía irritante, cosquilleante, a veces


levemente punzante, que se siente como telarañas o pequeños insectos que están
tocando la superficie de la piel. A menudo se percibe durante el estado de trance, y más
comúnmente en el área facial, aunque puede ocurrir en cualquier parte del cuerpo
físico. Esto es causado por el movimiento de energía a través y sobre la piel del cuerpo
físico, que puede sobreestimular los nervios en la piel, causando irritación leve. Ver
también: Sensaciones de movimiento de energía, Vibraciones.

Tercer ojo: Ver Centro de entrecejas.

Traslocación: Según el Centro de Investigación del Cáncer, esta palabra se emplea


para el cambio genético en el cual un trozo de un cromosoma se rompe y se une a otro
cromosoma. A veces, los fragmentos de dos cromosomas diferentes, cambian lugares
entre sí. Las translocaciones pueden llevar a problemas médicos, como la leucemia, el
cáncer de seno (mama), la esquizofrenia, la distrofia muscular y el síndrome de Down.
Y sembrando aquí esta homonimia y a su vez una discordancia de conceptos,
decidimos emplear este término para simplificar el criterio de traslación o conmutación,
sobre todo hablando de energía corporal, energía orgánica, prana, éter, “chi”, etc.

Vibraciones: En el contexto de este libro, significa sensación de fuerte movimiento de


energía vigorizante, por lo general en todo el cuerpo, que se percibe como vibraciones
en el cuerpo físico. Está asociado con la generación interna del doble proyectable, al
comienzo de una EFC. Ver también: Conflictos Energéticos, Sensaciones de
Movimiento de Energía, Desdoblamiento, Mecanismo de Proyección.

Viento Astral: Un fenómeno ocasionalmente experimentado por los proyectores


frecuentes, donde una fuerte fuerza similar al viento, sopla sobre el proyector a través
del espectro dimensional hacia el Gran Centro. Ver también: pulso akáshico, episodio
del pulso akáshico, La Fuente.

Visión astral: La capacidad sensorial visual del doble proyectado durante una EFC.
También se utiliza para describir una habilidad del cuerpo físico para ver en la
dimensión astral; es un tipo de clarividencia. Esta capacidad a menudo es
experimentada por los proyectores durante el preludio de una EFC, o durante los
intentos de proyección, donde no se logra una salida real. Ver también: ruido astral.

Visión en tiempo real: Similar a la Visión Astral, pero donde el proyector ve la zona
de tiempo real que lo rodea. También relacionado con clarividencia, esta habilidad a
menudo se experimenta durante el preludio de una EFC, o durante un intento de
proyección, donde no ha logrado llevarla a término. Esto a menudo se confunde con un
enfoque de la visión normal, pero cuando el proyector está observando a través de sus
párpados cerrados. Ver también: Visión Astral.

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Zona de amortiguación: Un área intermedia, o zona, que divide dos niveles
dimensionales distintos.

Zona de tiempo real: El área dimensional no física más cercana al universo físico.
Una zona del universo físico separada de la dimensión astral propiamente dicha. La
zona de tiempo real no se encuentra ni en la dimensión astral ni en la dimensión física.
Es un entorno dimensional no físico que contiene un reflejo directo de la realidad, a
medida que ella transcurre, es decir, en un marco de tiempo real. Ver también: Cuerpo
en tiempo real, proyección en tiempo real.

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. El Conocimiento de Uno Mismo - Jiddu Krishnamurti
. Las Tensiones Estáticas (por el doctor Francis Lefebure)
. Kundalini: El Despertar de la Fuerza de la Vida – Osho Gulaab
. Método de relajación, concentración y meditación: José Silva
. ¿Qué es la Inmortalidad? – Jiddu Krishnamurti

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