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APUNTES DE FÍSICA DE PARTÍCULAS

María Shaw Martos Amalia Williart Torres


2
Índice General

I FÍSICA DE PARTÍCULAS 5
1 Propiedades generales de las partículas elementales 7
Objetivos didácticos específicos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8
1.1 Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9
1.2 El Descubrimiento de las partículas . . . . . . . . . . . . . . . 12
1.2.1 Las tres primeras partículas (antes del neutrón) . . . . 12
1.2.2 Del neutrón al pión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15
1.2.3 La era de los quarks. Nuevas generaciones de partículas 17
1.2.4 Descubrimientos más recientes . . . . . . . . . . . . . . 19
1.3 Clasificación de las Partículas . . . . . . . . . . . . . . . . . . 20
1.3.1 Partículas y antipartículas . . . . . . . . . . . . . . . . 21
1.3.2 Fermiones y Bosones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 22
1.4 Los diagramas de Feynman . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 26
1.5 Las cuatro interacciones fundamentales . . . . . . . . . . . . . 28
1.5.1 Interacción electromagnética (QED) . . . . . . . . . . . 33
1.5.2 Interacción débil . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 35
1.5.3 Interacción fuerte (teoría QCD) . . . . . . . . . . . . . 38
1.6 Simetrías. Leyes de conservación . . . . . . . . . . . . . . . . . 40
1.6.1 Clasificación de las simetrías . . . . . . . . . . . . . . . 41
1.6.2 Invariancia relativista . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 42
1.6.3 Ejemplos de simetrías discretas . . . . . . . . . . . . . 44

2 Leptones 53
Objetivos didácticos específicos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 54
2.1 Las tres familias de leptones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 55
2.1.1 Evidencia de la conservación del número leptónico . . . 58
2.2 Neutrinos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 60

3
4 ÍNDICE GENERAL

2.2.1 Observación del neutrino electrónico y del antineutrino


electrónico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 60
2.2.2 Evidencia de la naturaleza diferente de los neutrinos
de las tres familias de leptones . . . . . . . . . . . . . . 61
2.2.3 Helicidad del neutrino . . . . . . . . . . . . . . . . . . 62
2.2.4 Masa del neutrino . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 63
2.2.5 Neutrinos solares . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 64
2.3 Muones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 64
2.3.1 Desintegración de los muones . . . . . . . . . . . . . . 65
2.4 Interacción débil . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 66
2.4.1 Clasificación de las interacciones débiles . . . . . . . . 66
2.5 Los bosones intermediarios . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 68
2.5.1 Masa y desintegraciones de los bosones intermediarios . 68

3 Hadrones 73
Objetivos didácticos específicos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 74
3.1 El modelo de quarks de los hadrones . . . . . . . . . . . . . . 75
3.1.1 Composición y tipos de hadrones . . . . . . . . . . . . 75
3.1.2 Números cuánticos de los hadrones . . . . . . . . . . . 79
3.2 Mesones. El estudio del pión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 82
3.2.1 Multipletes de mesones . . . . . . . . . . . . . . . . . . 82
3.2.2 Propiedades del pión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 82
3.2.3 Modos de desintegración de los mesones . . . . . . . . 85
3.3 Bariones. Estructura quark de los nucleones . . . . . . . . . . 87
3.3.1 Masa de los bariones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 88
3.3.2 Producción y detección de los bariones . . . . . . . . . 89
3.3.3 Momentos magnéticos . . . . . . . . . . . . . . . . . . 90
3.4 El descubrimiento del último quark (el quark t) . . . . . . . . 92
3.5 Partículas extrañas. Propiedades . . . . . . . . . . . . . . . . 92
3.5.1 Propiedades de las partículas extrañas . . . . . . . . . 93

A Ejercicios de autoevaluación 97
A.1 Enunciados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 97
A.2 Soluciones a los ejercicios . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 98

Bibliografía 102
Parte I
FÍSICA DE PARTÍCULAS

5
Capítulo 1
Propiedades generales de las
partículas elementales

7
8 Física de Partículas

OBJETIVOS DIDÁCTICOS ESPECÍFICOS


• Analizar comparativamente los constituyentes básicos de la materia en
la escala de las partículas fundamentales.

• Desarrollar los diagramas de Feynman para distintos procesos.

• Describir las cuatro interacciones fundamentales y las propiedades bási-


cas de sus partículas mediadoras.

• Enunciar las leyes de conservación y precisar su campo de válidez.

• Comprender las simetrías de las interacciones, relacionándolas con las


leyes de conservación.
Propiedades generales de las partículas elementales 9

1.1 Introducción
La física de partículas (denominada también física de altas energías o
física subnuclear) es la disciplina científica que tiene por objetivo deter-
minar cuáles son los constituyentes básicos o elementales de la materia y las
propiedades de las fuerzas que intervienen en sus interacciones.
En los últimos 25 años, el progreso del conocimiento sobre las propiedades
de los constituyentes fundamentales de la materia y sus fuerzas ha dado lugar
al Modelo Estándar de la física de partículas (exceptuando la gravitación,
que tiene poca influencia en el mundo de las partículas).

La denominación de Física de Altas Energías se debe a dos razones:

a) Por el hecho de que hay partículas fundamentales, como por ejemplo


el bosón Z 0 , cuya masa es elevadísima, MZ = 91, 187 GeV/c2 , casi
100 veces la masa del protón. La equivalencia entre masa y energía
(E = mc2 ) implica que para producir estas partículas es necesaria
mucha energía.

b) Por la dualidad onda-corpúsculo, que postula que toda partícula de mo-


mento p tiene una longitud de onda asociada λ = h/p. Para explorar
lo infinitamente pequeño (longitud de onda pequeña), es necesario dis-
poner de proyectiles de alta energía.

Para cimentar los conceptos contenidos en el Modelo Estándar, hay que


remontarse a principios de siglo, cuando aparecen las nuevas ideas con las
que se intenta explicar el átomo y sus propiedades. Entre 1900 y 1930 dos
grandes revoluciones conceptuales tuvieron lugar en la física, que incidie-
ron directamente en la física de partículas: la teoría de la relatividad y la
mecánica cuántica.
La consecuencia más conocida de la teoría de la relatividad es que ningún
objeto puede desplazarse a una velocidad superior a la de la luz en el vacío:

c = 2, 99792 × 108 m · s−1

es decir, una velocidad cercana a los 300.000 km/s.


Otra consecuencia es que la masa no se conserva; puede crearse o des-
truirse. Eso sí, la energía siempre se conserva. Para ello, hay que incorporar
la masa como una nueva forma de energía. Es bien conocida la relación entre
10 Física de Partículas

la masa en reposo, m, de una partícula y la energía asociada, dada por la


fórmula de Einstein:
E = mc2

La relatividad nos obliga a reconsiderar las nociones de espacio y tiempo


absolutos e idénticos para todos los observadores, inicialmente formuladas por
Isaac Newton. Esta concepción, aproximadamente válida en lo cotidiano, es
inaplicable a entes que se desplacen a grandes velocidades, ya que tanto el
espacio como el tiempo son relativos al sistema de observación. Son conceptos
tanto más diferentes cuanto la velocidad relativa de los sistemas de referencia
sea más cercana a c.
La mecánica cuántica por su parte introduce muchos conceptos revolu-
cionarios que se aplican al mundo atómico y subatómico. Un concepto ma-
croscópico, el determinismo clásico, queda relegado en el microcosmos por
el principio de incertidumbre, que relaciona las incertidumbres de dos
magnitudes conjugadas, por ejemplo la posición y el momento, x y p a través
de la conocida expresión de Heisenberg:
∆x∆p ≥ h/2π
y por lo tanto postula la imposibilidad de conocer simultáneamente la posi-
ción y la cantidad de movimiento de una partícula (por ejemplo, del electrón
en el átomo) y en la que interviene la constante de Planck,
h = 6, 626076 × 10−34 J · s
cuyo valor numérico es tan pequeño que sólo tiene consecuencias importantes
en el mundo atómico y subatómico.
De especial relevancia es la relación de de Broglie,
h
λ=
p
que da la longitud de onda λ asociada a una partícula cuyo momento es p.
Justifica, como ya se ha visto, la conexión existente entre la física de altas
energías y el estudio de los constituyentes básicos de la materia. Al aumentar
la energía de un proyectil, disminuye linealmente el tamaño mínimo de la
estructura analizable por la onda asociada a dicha partícula.
En el año 1997 se celebró el centenario del descubrimiento del electrón,
puesto de manifiesto en los trabajos en los tubos de rayos catódicos llevados
Propiedades generales de las partículas elementales 11

a cabo por J.J. Thomson. También se celebró el cincuentenario del descu-


brimiento del pión en los rayos cósmicos. Hace tan sólo cincuenta años eran
conocidas unas pocas partículas: el electrón, el protón, el neutrón y el neu-
trino junto con el cuanto del campo electromagnético, el fotón. Lo curioso
es que la materia que nos rodea puede explicarse prácticamente con estas
partículas. Sin embargo, el estudio de las propiedades de la fuerza nuclear
entre protones y neutrones, así como la búsqueda de nuevas partículas ines-
tables que se producen en las reacciones de los rayos cósmicos, dieron lugar
al descubrimiento de centenares de partículas inestables que sembraron la
duda sobre el concepto de partícula elemental.
Otra revolución, esta vez tecnológica, marcó el progreso de la física de
partículas: el desarrollo de los aceleradores. Éstos, que fueron pensados pa-
ra escrutar el interior de los núcleos, permitieron obtener en el laboratorio
numerosas nuevas partículas. Con ellos, en pocas décadas, se logró un consi-
derable avance en la comprensión de las propiedades de la materia. Entre los
conceptos más originales cabe citar el del modelo de quarks constituyentes
de los hadrones1 .
En esta impresionante carrera en búsqueda de lo desconocido, cabe citar
los espectaculares descubrimientos de los años 1970, debidos sobre todo a los
colisionadores de partículas, último eslabón del desarrollo de los acelerado-
res. Se descubren nuevos quarks, confirmando las especulaciones lógicas y
abstractas sobre los constituyentes fundamentales de la materia. En 1983, se
detectan por primera vez los bosones intermediarios de la interacción elec-
trodébil, partículas llamadas W ± y Z 0 , en el CERN (Ginebra). En los años
1990 se culmina otra etapa muy fructífera en la que se confirma la existencia
de sólo tres familias de neutrinos en el LEP (colisionador e+ e− ) del CERN
y en la que se descubre el sexto y último de los quarks en el Tevatrón de
Fermilab (Chicago, EEUU), el quark top. Al mismo tiempo se confirman
numerosas predicciones del Modelo Estándar de las partículas.
Este conjunto de descubrimientos ha revolucionado nuestro conocimiento
sobre las propiedades de la materia al igual que hicieron las teorías de los
años 1920 y 1930.
En lo que sigue, se procederá en primer lugar a un breve repaso de la
evolución histórica de esta disciplina, fruto del progreso del conocimiento
acumulado en sólo un siglo.
1
Se denominan así a las partículas que sienten la interacción fuerte o interacción nuclear.
Se estudiarán más adelante, en el tercer capítulo de estos apuntes.
12 Física de Partículas

1.2 El Descubrimiento de las partículas

1.2.1 Las tres primeras partículas (antes del neutrón)


A finales del siglo XIX ya se hablaba, utilizando para ello un lenguaje
ondulatorio, de tres tipos de rayos:

• Canales (+), los conocidos iones positivos, medidos originalmente por


W. Wien.

• Catódicos (−) , es decir los electrones.

• Luminosos (γ), con las mismas propiedades que los rayos X. Éstos
fueron descubiertos en 1895 por W.C. Roëntgen.

El electrón es el primer corpúsculo, identificado por primera vez por J.J.


Thomson 2 en 1897, precisamente un año después del descubrimiento de la ra-
diactividad (así llamada por la propiedad que tenía el Radio de emitir ciertas
radiaciones) por el físico francés H. Becquerel. A partir de entonces nace una
nueva denominación de las partículas utilizando también la denominación
ondulatoria de rayos y que aún perdura hoy:

• α, posteriormente identificados como núcleos de Helio.

• β, los electrones.

• γ, los fotones.

2
Joseph John Thomson (1856-1940) recibió el Nobel de Física en 1906. Fue el tercer
director del Laboratorio Cavendish, sucediendo a John William Strutt (1842-1919) y al
genial James Clerk Maxwell (1831-1879).
Propiedades generales de las partículas elementales 13

Figura p1.1 - Esquema del experimento de Thomson, con los campos E y B


implementados en el interior de un tubo de rayos catódicos en el que se había
producido un vacío muy elevado.

El experimento de Thomson de medida de la carga del electrón fue reali-


zado con un tubo de rayos catódicos. El físico francés J. Perrin demostró,
utilizando un campo eléctrico, que las partículas emitidas (por efecto térmico)
en el cátodo de un tubo de rayos catódicos tenían carga negativa. Thomson
utilizó un tubo de vacío en el que montó un campo eléctrico de intensidad
E y un campo magnético B. Midió la posición del impacto de los electrones
después de atravesar los campos eléctrico y magnético, en una pantalla de
sulfuro de zinc (SZn).
El principio de funcionamiento del experimento de Thomson es el siguien-
te. Sea un haz de electrones con dirección perpendicular a un campo eléctrico
y magnético, conocidos y perpendiculares entre sí, tal como puede verse en
la figura p1.1. Supóngase que la deflexión de los electrones es nula. Como
consecuencia, el efecto combinado de E y B permite determinar la velocidad
14 Física de Partículas

de los electrones. En efecto, se cumple que Fe = −Fm , las fuerzas eléctrica y


magnética son opuestas, con lo que

qE = qv × B

o sea, v = E/B.
Para acelerar los electrones hasta la velocidad v, se establece un potencial
exterior V . La conservación de la energía toma ahora la forma:
1 2
mv = eV
2
quedando para el cociente
µ ¶2
m B
= 2V
e E
La medida realizada por J.J. Thomson no fue muy precisa. Los valores
que encontró iban de 1,1 a 1,5 × 10−11 kg/C. El valor aceptado hoy es:
m
= 0, 568 × 10−11 kg/C
e
El éxito del experimento fue debido a la calidad del vacío conseguido en el
interior del tubo de rayos catódicos (unos 10−3 mm de Hg). Posteriormente
el propio Thomson, utilizando un dispositivo de condensación ideado por uno
de sus alumnos, C.T.R. Wilson, midió la carga del electrón, obteniendo:

e = 3, 4 × 10−10 esu

También fue Thomson, en 1911, quién determinó la carga y masa del


protón. Gracias al norteamericano R. Millikan fue perfeccionado el método
de medida de la carga del electrón. Hoy se sabe que la carga del electrón, en
valor absoluto es

|e| = 4, 803 × 10−10 esu = 1, 602 × 10−19 C

tomándose, por convenio, como una carga negativa.


Las cargas eléctricas del electrón y del protón son iguales y opuestas. Sus
masas son muy diferentes:
me = 9, 109 × 10−31 kg = 0, 511 MeV/c2
mp = 1, 672 × 10−27 kg = 938, 279 MeV/c2
Propiedades generales de las partículas elementales 15

Además del electrón y del protón, se conoció otra partícula a principios


del siglo XX: el fotón.
Hertz, quien entre 1886 y1887 había verificado la teoría unificadora del
electromagnetismo de J.C. Maxwell, descubrió que al irradiar una superficie
metálica con luz de longitud de onda corta, podía producir electrones. Como
en este fenómeno participan luz y electricidad se le denominó efecto fotoeléc-
trico. La existencia del fenómeno en sí no presentaba mayor problema, pero
lo que no lograba explicar la física clásica era por qué el metal emite electro-
nes sólo para ciertas longitudes de onda de la luz, y por qué cuando aumenta
la longitud de onda cesa la emisión de electrones, independientemente de la
intensidad de la luz o de cuánto tiempo se dejase encendida. Tampoco se
entendía por qué la velocidad de los electrones liberados no depende de la
intensidad de la luz, pero sí de su color. Al usarse longitudes de onda más
pequeñas, los electrones salen disparados con más energía.
Este hecho condujo a Einstein en 1905 a proponer que el postulado cuán-
tico de Planck debía tomarse en serio: La luz que incide sobre el metal está
concentrada en forma de corpúsculos cuya energía es proporcional a su fre-
cuencia. El electrón al absorber uno de estos corpúsculos, se queda con toda
su energía y la usa para escaparse del metal.
La idea de la cuantización de la luz no fue fácilmente aceptada por la
mayoría de los físicos de principios de siglo. Pero con el tiempo fue aumen-
tando el número de experimentos que evidenciaban la naturaleza cuántica
de la luz, confirmándose así la existencia del fotón (Por cierto, la palabra
fotón fue introducida por G.N. Lewis en 1926, como sinónimo de cuanto de
luz). Uno de los experimentos cruciales en este sentido fue realizado por
el norteamericano A. Compton entre 1921 y 1923, que consistió en irradiar
un bloque de parafina con luz monocromática de alta frecuencia, y observar
que era menor que la original y dependía del ángulo de dispersión. El pro-
pio Compton mostró que este efecto sólo puede ser explicado con base en la
teoría fotónica de la luz.

1.2.2 Del neutrón al pión


Como hemos visto, hasta 1932 sólo se conocían tres partículas elementales:

e, p, γ
16 Física de Partículas

las dos primeras bastan para edificar la primera idea atómica de Rutherford
y Bohr, que se completa después del experimento de Rutherford de difusión
de las partículas α del Radio por una lámina de oro, con el que se pone de
manifiesto la existencia del núcleo atómico.
En 1932 J. Chadwick 3 descubre el neutrón (n) apareciendo así la primera
versión razonable del modelo nuclear. Ese año puede considerarse como el
del nacimiento de la física nuclear moderna.

Figura p1.2 - El esquema del detector (que recibía el curioso nombre de


spinthariscope de Crookes inventado en el año 1903) utilizado en el
experimento de Rutherford por Geiger y Marsden en el que
se descubrió el núcleo atómico.

El mismo año 1932 C. Anderson 4 , discípulo de Millikan, descubre el posi-


trón, antipartícula del electrón cuya importancia es notoria ya que confirmó
la predicción de la ecuación relativista de Dirac, propuesta en 1928. También
se debe a Anderson la primera evidencia del muón (µ) pocos años después
(en 1937).

3
J. Chadwick, Nature, 129 (1932) 312.
4
C. D. Anderson, “The positive electron ”, Physical Review, 43 (1933) 491.
Propiedades generales de las partículas elementales 17

Figura p1.3 - a) Fotografía del paso de uno de los primeros


positrones a través de una cámara de niebla que fue el detector utilizado
por C. Anderson para estudiar la radiación cósmica. La placa central es de plomo.
El positrón, que entra por debajo es frenado al atravesar dicha placa.
La curvatura es debida a que la cámara estaba en el seno de un campo magnético.
b) Esquema del suceso fotografiado.

Hay que esperar al año 1947 para que se produzca otro nuevo e importante
descubrimiento: el del pión (π) de H. Yukawa, quien había propuesto su idea
en 1935.
Se da un nuevo paso con el experimento de Reines y Cowan 5 en el que por
primera vez identifican reacciones del neutrino (ν e ), en 1956, más de 20 años
después de que Pauli lo hubiese propuesto argumentando la conservación de
la energía en la desintegración β. Este experimento se realiza en una central
nuclear, fuente intensa de neutrinos.

1.2.3 La era de los quarks. Nuevas generaciones de


partículas
A partir del año 1950 se ponen en funcionamiento varios aceleradores de
partículas y comienzan a identificarse numerosas partículas, algunas de las
5
Este experimento está descrito en el capítulo 6 de las Unidades Didácticas de Física
Nuclear.
18 Física de Partículas

cuales ya se habían detectado por primera vez en la radiación cósmica. El


gran número de partículas propició ideas de clasificación, muy originales y
atrevidas. A principio de los años 1960, Murray Gell-Mann (Premio Nobel
de Física 1969), Y. Neeman y G. Zweig, propusieron la idea de quarks
constituyentes, introduciendo la conocida simetría SU(3) de clasificación de
las partículas elementales conocidas hasta entonces. Los primeros quarks
descritos fueron:

• El quark d - Down (abajo), es el más ligero de los quarks con carga - 13 .


Es un constituyente del protón y del neutrón.
• El quark u - Up (arriba), es el más ligero de los quarks con carga 23 . Es
el compañero del quark d en la primera generación. Es un constituyente
del protón y del neutrón.

En 1973 tiene lugar un resultado trascendental, con un experimento hecho


en el CERN (Ginebra) con la cámara de burbujas Gargamelle, en el que se
descubren las corrientes neutras. Se trata de reacciones elásticas

ν µ + e− → ν µ + e−

sin cambio de carga entre los leptones, al contrario que en procesos como6

ν e + p → e+ + n

llamados de corrientes cargadas. También se descubren reacciones inelás-


ticas del tipo
νµ + N → νµ + X
en las que el nucleón se rompe dando un sistema de partículas X. Con ello
se da pie a nuevas ideas de unificación que lentamente van afianzándose con
la identificación de dos nuevos quarks:

• El quark c (de charm; es decir, encanto), en 1974, con el descubrimiento


del mesón J/ψ, con una masa de 3097 MeV/c2 , gracias a las iniciativas
de los físicos B. Richter en SLAC7 y S. Ting en Brookhaven8 , ambos
en EEUU.
6
Este es precisamente el proceso que Reines y Cowan estudiaron y permitió el descu-
brimiento, por primera vez de interacciones de neutrinos.
7
Augustin, J.E., Physical Review Letters, 33 (1974) 1406.
8
Aubert, J.J., Physical Review Letters, 33 (1974) 1404.
Propiedades generales de las partículas elementales 19

• El quark b (de beauty o bottom; es decir, belleza), en 1977, con el


descubrimiento del Υ, con una masa de 9460 MeV/c2 , por el grupo de
L. Lederman en Fermilab9 (Chicago), también en EEUU.

Todo ello gracias al nuevo desarrollo de las técnicas de aceleradores y de


los detectores de partículas asociados.
Merece recordarse el gran aumento de la energía obtenido gracias al im-
pulso de los colisionadores, cuyo cenit se alcanza con los experimentos UA1 y
UA2 del CERN. Gracias a ellos en 1983 se observan por primera vez los bo-
sones intermediarios Z 0 y W ± en el colisionador protón-antiprotón, llamado
SppS, confirmando las ideas unificadoras de la teoría de Glashow, Wein-
berg y Salam. Este éxito es aún más notorio después de los resultados de
los cuatro experimentos del colisionador e+ e− LEP del CERN, que inició su
funcionamiento en verano de 1989.

1.2.4 Descubrimientos más recientes


Recientemente10 se ha descubierto el quark t (de top; es decir, cima o
también truth, o sea verdad), en las colisiones pp a 1,8 TeV en el centro de
masas, gracias al Tevatrón de Fermilab (Chicago, EEUU), el colisionador que
actualmente proporciona las colisiones de mayor energía. La masa encontrada
para el quark top es mt = 175 ± 5 GeV.

La búsqueda del bosón de Higgs


En el esquema del Modelo Estándar de las partículas y sus interacciones,
la única partícula (o partículas) fundamental que queda por descubrir es
el bosón de Higgs, cuya masa es desconocida aunque probablemente muy
elevada (mH > 100 GeV/c2 ). Es la partícula que se predice para cumplir
con la unificación electrodébil y dar masa a los constituyentes y a los bosones
intermediarios W ± y Z, a través del llamado mecanismo de Higgs11 .
Para la búsqueda del bosón de Higgs (infructuosa en el colisionador LEP),
el CERN está construyendo el mayor colisionador protón-protón del mundo,
9
Herb, S.W., Physical Review Letters, 39 (1977) 252.
10
F. Abe et al., Phys. Rev. D50 (1994) 2966. En esta publicación se describe el expe-
rimento que llevó a cabo la Colaboración CDF en el que se presenta la primera evidencia
experimental del quark top en el año 1994.
11
Mecanismo hipotético según el cual la masa de una partícula se debería a que avanza
interaccionando con el campo de Higgs, que supuestamente lo llena todo.
20 Física de Partículas

el LHC (Large Hadron Collider), utilizando el mismo túnel que albergó el


LEP, y cuyo inicio se planifica para el año 2006.

1.3 Clasificación de las Partículas


De esta extraordinaria cadena de descubrimientos se ha llegado hoy a
identificar los constituyentes más elementales de la materia: los quarks y
los leptones. De momento se ha establecido que existen sólo tres familias
(generaciones) de ambos. Estos doce constituyentes son todos fermiones.
También existen las correspondientes antipartículas de cada fermión de forma
que existe una simetría total en el número de antifermiones constituyentes.
Las cuatro interacciones puestas de manifiesto (gravitatoria, débil, elec-
tromagnética y fuerte) tienen también en común que la fuerza se explica
mediante el intercambio de partículas elementales, que se suelen llamar par-
tículas fuerza, y que en este caso son bosones, es decir, partículas con espín
Propiedades generales de las partículas elementales 21

entero.
La definición de partícula elemental o fundamental sería: Partículas
de las que está constituida la materia y las que, a su vez, no pueden dividirse
en constituyentes. En este caso se entiende que se trata de entes puntuales
que no pueden explicarse como entes compuestos por otros más elementales
o por estados excitados de éstos.

1.3.1 Partículas y antipartículas


Cada partícula tiene su antipartícula. La antipartícula tiene las mis-
mas propiedades físicas que la partícula, excepto las cargas que las tienen
opuestas. Cuando una partícula y su antipartícula se encuentran, pueden
aniquilarse mutuamente y producir energía.
El concepto de antipartícula es consecuencia de la mecánica cuántica y
de la relatividad. Para visualizarlo basta con recordar las ecuaciones de
una partícula libre. Cuando Schrödinger escribió su ecuación, sugirió una
generalización que la hiciese compatible con la teoría de la relatividad, esa
ecuación se conoce como ecuación de Klein-Gordon, por los nombres de los
científicos que más la estudiaron

• No relativista - Schrödinger

∂Ψ ~2 2
E = p~ 2 /2m −→ i~ (~x, t) = − ∇ Ψ(~x, t)
∂t 2m
• Relativista - Klein-Gordon
2
2∂ Ψ(~x, t)
2 2 2 2 4
E = p~ c + m c −→ −~ 2
= −~2 c2 ∇2 Ψ(~x, t) + m2 c4 Ψ(~x, t)
∂ t

Ambas ecuaciones de ondas tienen como solución

Ψ(x, t) = Nei(~p~x−Ep t)/~

donde EP es la energía de la partícula.


Lo llamativo es que si Ψ es solución de la ecuación de Klein-Gordon con
Ep > 0, la función Ψ∗ también lo es con Ep < 0. La teoría se confirmó cuan-
do el positrón fue identificado por Anderson en los rayos cósmicos (1931),
22 Física de Partículas

habiéndose encontrado sucesivamente todas las demás antipartículas sin ex-


cepción.
Las antipartículas se denotan anteponiendo el prejijo anti- al nombre de la
partícula y, en símbolos, con el mismo que a la partícula pero poniéndole una
barra encima. Así el protón (p) tiene como antipartícula el antiprotrón (p̄);
al neutrino (ν) le corresponde el antineutrino (ν̄) y al quark q el antiquark
q̄. La única excepción a esta regla es el electrón (e − ) cuya antipartícula, por
razones históricas, se denota por e+ y se le llama positrón12 .
Cuando la partícula tiene carga eléctrica nula, coincidirá en algunos casos
con su antipartícula. Por ejemplo, el fotón y el pión neutro π o , que tiene
espín total 1 y cero, respectivamente. En otros casos, concretamente cuando
el espín total es semientero, la partícula y la antipartícula, siendo ambas
eléctricamente neutras, son distintas entre sí, debido a la existencia de, al
menos, una propiedad física que las diferencia. Por ejemplo, este es el caso
del neutrón y del antineutrón debido al número bariónico.
La relación partícula-antipartícula es simétrica; llamamos partícula al
electrón o al protón y antipartículas a positrones o antiprotones porque en
nuestra vecindad (aquí vecindad se entiende en sentido cósmico, unos diez mil
millones de años luz) hay muchos más electrones y protones que positrones
y antiprotones.
Si la partícula es inestable y tiene vida media τ , entonces la antipartícula
(que es también inestable) tiene la misma vida media τ .
Con esto, las partículas y antipartículas tienen las mismas propiedades
físicas (M, J, . . .) excepto las magnitudes electromagnéticas (carga, momen-
to magnético) y los números cuánticos internos (extrañeza, encanto, belleza,
. . . ), que cambian de signo. La teoría relativista de Dirac explica la exis-
tencia de antipartículas y contiene el espín como grado de libertad necesario
para explicar las propiedades de los electrones.

1.3.2 Fermiones y Bosones


La materia observable que nos rodea está formada por conglomerados de
moléculas obtenidas por unión de múltiples átomos con una nube electrónica
(compuesta por los leptones de menor masa y mejor conocidos: los electrones)
12
Esta notación, pero no el nombre, se utiliza también para los electrones pesados (lep-
tones), muón y tau. De manera que tenemos µ− y τ − para las partículas y µ+ y τ + , para
las antipartículas.
Propiedades generales de las partículas elementales 23

y un núcleo. Los núcleos atómicos, como bien se sabe, están compuestos por
protones y neutrones (llamados nucleones). Estos últimos, a su vez, están
compuestos por quarks.
La materia está pues compuesta por fermiones, partículas de espín semi-
entero y se clasifican en quarks y leptones. Estos constituyentes son partículas
sin estructura, puntuales, al menos hasta los menores tamaños que ha sido
posible explorar hasta hoy con los aceleradores disponibles (10−3 fm). La
interacción de los fermiones entre sí se describe mediante el intercambio de
bosones, partículas de espín entero.

Principio de conexión espín-estadística


A los constituyentes fundamentales −fermiones y bosones− se les aplica
el principio de conexión espín-estadística, propuesto por E. Fermi en 1940,
al igual que a otros sistemas cuánticos. Este principio permite conocer la
simetría de la función de ondas ψ(q1 , q2 , .., qN ) de un sistema de N partículas
idénticas.
Cuánticamente, las partículas idénticas (cuyas funciones de onda se su-
perponen) son indistinguibles. Clásicamente el concepto de trayectoria las
distingue. Por definición, el hamiltoniano H es simétrico en las variables
qi ya que las i partículas son idénticas. El operador intercambio de dos
partículas Pij : qi ←→ qj , conmuta con H y clasifica las funciones de onda en
simétricas (ψS ) o antisimétricas (ψ A ), correspondiendo a los valores propios
±1 de Pij , teniendo el mismo valor propio E del hamiltoniano.
Para un sistema de N partículas se puede definir el operador P , operador
permutación de N partículas (N! posibilidades), que conmuta con H y es
una constante del movimiento. Los N ! estados propios del operador P son
propios de H y todos tienen la misma energía. En principio, todos los estados
tienen la misma probabilidad de existir. En efecto, sea cual sea el tipo de
partículas idénticas, el cuadrado de la función de ondas, |ψ(q1 , q2 , ..., qN )|2 ,
que da la probabilidad de que las partículas ocupen el estado definido por
las coordenadas qi , no cambiará bajo cualquier intercambio i −→ j.
Sin embargo, existen dos tipos de funciones de onda que se distinguen
por el valor propio ± del operador permutación P . Se tienen las siguientes
posibilidades:
Estado totalmente simétrico
ψ S (q1 , ....., qN ) → P ψ S = +ψ S
24 Física de Partículas

Estado totalmente antisimétrico


½
+ψ A (perm. par)
ψ A (q1 , ....., qN ) → P ψ A =
−ψ A (perm. impar)

Es decir, el operador P tiene dos valores propios distintos (+ y −) según


la paridad de la permutación de las partículas idénticas. La definición de
paridad de la permutación P es que el número de intercambios Pij es par o
impar.
El postulado de simetrización parte del hecho de que todo sistema de
N partículas idénticas se describe con un estado simétrico ψ S o antisimétrico
ψ A . La conexión espín-estadística establece la siguiente regla:
• Los bosones, partículas con espín entero (ejemplo: γ, W, Z,π, ρ, etc.)
son descritos por estados simétricos ψ S y obedecen a la estadística de
Bose-Einstein.
• Los fermiones, partículas con espín semi-entero (ejemplo: leptones,
quarks, p, n, Λ, etc.) se describen por estados antisimétricos ψA y
obedecen a la estadística de Fermi-Dirac.

El principio de exclusión de Pauli


Una consecuencia muy conocida del principio de simetrización es el prin-
cipio de exclusión de Pauli, por el que dos electrones no pueden encontrarse
en un mismo estado cuántico. Efectivamente al tratarse de fermiones idén-
ticos, la función de ondas es antisimétrica bajo el intercambio de alguna de
sus variables y en el caso en el que los dos fermiones ocupen el mismo estado
cuántico, la función de ondas se anula. Este no es el caso de los bosones,
para los que no hay limitaciones en el número de bosones que pueden ocupar
el mismo estado cuántico.
La construcción de funciones de onda totalmente simétricas bajo el in-
tercambio de cualquier par de ellas es inmediato. Para la construcción de
funciones de onda antisimétricas, existe un método bien conocido en Física
Atómica: el de los Determinantes de Slater. Se aplica en el marco del modelo
de partícula individual en el que la función de ondas total puede factorizarse
en producto de funciones de onda de una partícula. Un caso particular muy
sencillo es el de un sistema formado por dos partículas (como por ejemplo
los dos electrones del átomo de Helio). Se supone que
ψ(q1 , q2 ) = Φ(~r1 , ~r2 )χ(1, 2)
Propiedades generales de las partículas elementales 25

producto de la función espacial Φ, por la función de espín χ, que dependen


de coordenadas totalmente independientes y por lo tanto se puede escribir
como producto. Para formar una función antisimétrica se tendrán dos posi-
bilidades:

ψ s=0 (q1 , q2 ) = Φ+ (r1 , r2 )χ0,0 (1, 2) Función singlete de espín

ψ s=1 (q1 , q2 ) = Φ− (r1 , r2 )χ1,Ms (1, 2) Función triplete de espín

Existen dos posibles funciones espaciales: Φ± . Se distinguen por el valor


propio del operador intercambio:

P12 Φ± (1, 2) = ±Φ± (1, 2)

La función espacial Φ, describe el movimiento orbital de una partícula alre-


dedor de la otra, lo que se realiza gracias a los armónicos esféricos Y`m (θ, φ).
El intercambio 1 ←→ 2 equivale al cambio θ → π − θ y φ → φ + π, lo
que introduce el factor (−1)` multiplicando a Φ. De esta manera, existe una
relación directa entre el valor del momento angular orbital ` y la simetría de
la función; si ` es par (impar), la función Φ es simétrica (antisimétrica). En
concreto:
P12 Φ(r1 , r2 ) = Φ(r2 , r1 ) = (−1)` Φ(r1 , r2 )
En el caso del átomo de Helio, en el estado fundamental los dos elec-
trones ocupan el estado espacial13 1s, que es simétrico, luego por cons-
trucción Φ− = 0; sólo existe el estado llamado para-helio, cuya energía es
E1s,1s = −78, 99 eV. Fue la observación de un único nivel energético del es-
tado fundamental del Helio la que condujo inevitablemente al principio de
exclusión de Pauli.
Otro buen ejemplo de aplicación del principio de simetrización es el de
la desintegración del mesón ρ0 (770), de espín J = 1, en dos piones. La
desintegración ρ0 → π 0 π 0 no está permitida porque al tratarse de dos bosones
idénticos en el estado final se debe tener ` par, y como los mesones π 0 tienen
espín 0 no puede obtenerse un valor impar para el espín del ρ, luego dicha
desintegración no es compatible con el valor del espín del ρ.
13
En notación espectroscópica 1s representa el estado con números cuánticos n = 1 y
` = 0.
26 Física de Partículas

Principio de conservación del número de fermiones


Por último, es importante tener presente el principio de conservación del
número de fermiones. Este principio implica que los fermiones se crean o
se destruyen a pares, entendiendo el par como de fermión-antifermión. En
los sistemas de bosones, por el contrario, el número de bosones total no es
constante. Pueden crearse y destruirse siempre que se respeten los otros
principios de conservación como por ejemplo la carga eléctrica y todos los
demás números cuánticos que son generalizaciones de la carga (S, C, B, T ) y
que se definen más adelante.

1.4 Los diagramas de Feynman


Los cálculos de secciones eficaces (probabilidades de reacción) y de vidas
medias (probabilidades de desintegración) se realizan gracias a las técnicas de
cálculo de la teoría cuántica de campos contenidas en las reglas de Feynman.
Para ello, primero hay que desarrollar los diagramas de Feynman del proceso
que se desea estudiar.
Un diagrama de Feynman no representa trayectorias de partículas ni im-
plica distancias entre las mismas. Se trata simplemente de un método gráfico
de representar una interacción entre las mismas, pudiendo tratarse de una
reacción o una desintegración.
En los diagramas de Feynman las partículas se representan con líneas,
Las líneas rectas con la flecha apuntando en el sentido del tiempo creciente
se usan para representar fermiones, las flechas apuntando en el sentido inverso
del tiempo representan antifermiones (sin embargo en estas notas, todas las
partículas o antipartículas se dibujarán en el sentido del tiempo). Las líneas
discontinuas, onduladas o rizadas, se usan para representar fotones.

Las tres más simples son:

Imagen Descripción Partícula representada


Línea recta, flecha hacia la derecha Electrón
Línea recta, flecha hacia la izquierda Positrón
Línea ondulada Fotón
Propiedades generales de las partículas elementales 27

EJEMPLOS:

Un electrón emite un fotón

Un electrón absorbe un fotón

Un positrón emite un fotón

Un positrón absorbe un fotón

Creación de pares:
Un fotón produce un electrón y un positrón

Los diagramas de Feynman permiten calcular la amplitud de probabilidad


de un proceso como resultado del producto de las siguientes cantidades:

• La constante de acoplamiento de cada vértice, que da la amplitud de


probabilidad de emisión y de absorción del mediador.

• La del propagador del bosón virtual intermediario (líneas internas).


28 Física de Partículas

En cada vértice se conserva p y Q, es decir el momento y la carga eléctrica.


Las líneas internas no son observables. Se trata de partículas intercambia-
das; se dice también que son los propagadores de la fuerza. Son partículas
virtuales, de existencia efímera, y no tienen la masa de la partícula (o sea
no están en su capa másica), es decir no cumplen la ecuación de Einstein
E 2 = (pc)2 + (mc2 )2 . Pero en el proceso global la energía se conserva siem-
pre.

1.5 Las cuatro interacciones fundamentales


Actualmente se sabe que existen cuatro fuerzas fundamentales a través de
las cuales interaccionan estos constituyentes o fermiones primarios: la gra-
vitatoria, la electromagnética, la débil y la fuerte. El concepto de
fuerza ha evolucionado de la física clásica a la cuántica. Clásicamente una
interacción (a distancia) entre dos partículas es debida a la acción del poten-
cial, o campo, creado por una sobre la otra. Cuánticamente, la interacción
entre dos partículas se manifiesta a través del intercambio (emisión y absor-
ción) de bosones (partículas de espín entero), también llamados partículas
mediadoras. Un precursor de esta idea es la teoría de Yukawa.
La de cohesión nuclear, fuerza entre los nucleones, tiene corto alcance (∼
1 fm). H. Yukawa (en 1934) desarrolló la primera explicación de este hecho.
Para ello se basó en la idea de la electrodinámica cuántica, que describe la
interacción entre cargas a través del intercambio de fotones (idea que surgió
al cuantizar el campo electromagnético, hacia 1930, el fotón es el cuanto del
campo electromagnético), y que tanto éxito estaba teniendo. Supuso que la
interacción entre dos nucleones se produce debido al intercambio de un cuanto
(un bosón) del campo nuclear al que se le llamó mesón y que posteriormente
trás su descubrimiento se identificó con el pión. El diagrama de Feynman
que describe esta idea puede verse en la figura p1.4. Así, Yukawa introdujo la
idea de que la interacción nuclear es mediada por el intercambio de mesones.
Sólo se intercambian bosones, ya que para intercambiar fermiones habría
que intercambiar también el correspondiente antifermión para cumplir los
principios de conservación.
Estas ideas dieron lugar al modelo llamado OPEP14 (one pion exchange
potential).
14
Este potencial aparece en el capítulo 2 de las Unidades Didácticas de Física Nuclear.
Propiedades generales de las partículas elementales 29

Una de las grandes aportaciones de la teoría de Yukawa es que la masa


del mesón intercambiado está relacionada con el alcance de la fuerza, R. En
efecto, en los modelos de intercambio el principio de incertidumbre permite
el intercambio de una partícula de masa m, o sea equivalente a una incer-
tidumbre energética ∆E = mc2 , siempre que el tiempo que dura el proceso
cumpla
~
∆t∆E ∼ ~ −→ R = (1.1)
mc
ya que R = c∆t, puesto que se supone que se propaga como máximo a la
velocidad de la luz en el vacío. Se dice que la partícula intercambiada es
virtual, ya que su energía y su momento no cumplen la relación de Einstein
E 2 = (mc2 )2 +(pc)2 (lo que equivale a decir que la partícula intercambiada no
está en su capa másica), y no es detectable ya que no es una partícula libre;
no se trata de una partícula real. Los demás números cuánticos, tales como
la carga, deben conservarse. A todos los efectos, se supone que la partícula
intercambiada es puntual, no tiene estructura.

Figura p1.4 - Diagrama de Intercambio de π de Yukawa.

Para calcular el potencial de intercambio de un bosón hay que recurrir a


la teoría cuántica de campos relativista. Pero haciendo una sencilla analogía
con la electrodinámica, puede encontrarse una expresión para dicho potencial.
El potencial electrostático creado por una carga q en el origen cumple la
30 Física de Partículas

ecuación de Poisson:
·¸
2 1
∇ Vc (~r) = − 4πqδ(~r) (1.2)
4π²0

que tiene por solución el conocido potencial de Coulomb,


· ¸
1 q
Vc (r) =
4π²0 r

La energía potencial de la carga q0 en el campo creado por q será

Uc = q 0 Vc (r)

Al cuantificar el campo electromagnético, la ecuación (1.2) se reinterpre-


ta como la de la amplitud de probabilidad (función de ondas) de un fotón
libre con masa nula. Aparecen los cuantos del campo, los fotones, cuya fuen-
te es la carga eléctrica. La fuerza electromagnética tiene alcance infinito y
los fotones, mediadores, tienen masa nula. La intensidad de la interacción
electromagnética viene dada por la constante de acoplamiento
· ¸
1
4π²0

o la más comúnmente utilizada constante de estructura fina que es la cons-


tante adimensional α = e2 /(4π²0 ~c) = 1/137.
Supóngase ahora el caso de un mediador nuclear, que en principio tiene
masa m y que es el responsable de la fuerza de atracción entre nucleones. El
cuanto debe de ser un bosón, emitido y absorbido por una fuente caracteri-
zada por una constante de acoplamiento gs . Análogamente al caso electros-
tático, la mejor ecuación relativista para el potencial creado por una fuente
en el origen es la ecuación relativista de Klein-Gordon:
³ mc ´2
∇2 φ(~r) = φ(~r) − gs δ(~r)
~
válida para partículas de masa m y espín s = 0. Tiene por solución el
potencial de Yukawa,
mc
g2 e− ~ r
φ(r) = s
4π r
Propiedades generales de las partículas elementales 31

que suele escribirse también

gs2 e−r/R
φ(r) =
4π r
siendo R = ~/mc, parámetro que se interpreta como el alcance de una fuerza
mediada por un bosón de masa m, ya que la intensidad del campo se reduce
en 1/e a una distancia R = ~/mc. Esta expresión para el alcance coincide
con la obtenida anteriormente en (1.1), utilizando el sencillo argumento del
principio de incertidumbre de Heisenberg.
El pión, m(π± ) = 139, 57 MeV/c2 , descubierto en 1947 por Lattes, Occhia-
lini, Muirhead y Powell, da para el alcance R ∼ 1, 4 fm teniendo en cuenta
la expresión (1.1), que es una aproximación muy buena al máximo alcance
de la fuerza nuclear.
Los piones cargados, junto con el pión neutro (mπ0 = 134, 97 MeV/c2 ),
con vidas medias τ ± = 26 ns y τ 0 = 8, 4 × 10−17 s, forman un triplete de
isospín (lo que asegura la independencia de carga de la interacción nuclear)
y son mesones pseudoescalares (J P = 0− ).
Para estimar el valor numérico de gs , pueden utilizarse los parámetros del
deuterón R ∼ 2 fm y V0 ∼ 30 MeV, con lo que
gs2 g2
∼ 100 MeV · fm; o sea, adimensionalmente: αs = s ∼ 1
4π 4π~c
que puede compararse al valor de la constante de acoplamiento, adimensio-
nal, que mide la intensidad de la interacción electromagnética, la llamada
constante de estructura fina α = e2 /(4π²0 ~c) = 1/137. Así se comprende el
origen de la denominación de fuerza fuerte.
Los bosones intermediarios de las fuerzas descritas más arriba son: el
gravitón, el fotón, los bosones Z 0 y W ± descubiertos en el CERN en
1983, y los gluones. Estas partículas y sus números cuánticos aparecen en la
tabla 1.1; sólo los bosones intermediarios de la interacción débil son masivos;
todos los demás tienen masa nula. El gravitón todavía no se ha descubierto
experimentalmente.

También se describen en la tabla 1.1 las fuentes que generan el campo.


Cada interacción tiene una intensidad diferente, depende de la propiedad
física que genera la fuerza y se caracteriza por una constante que se llama
32 Física de Partículas

BOSÓN Fuente del campo M S Q


(B = 0, L` = 0) (GeV/c2 )
Fotón, γ Carga eléctrica 0 1 0
W ±, Z 0 Carga débil 80,41 - 91,187 1 ±1, 0
Gluón, gi (i = 1, 8) Color 0 1 0
Gravitón, ² Masa 0 2 0

Tabla 1.1: Partículas mediadoras (bosones)

la constante de acoplamiento de la interacción. Debe ser medida experi-


mentalmente.
Los leptones son sensibles a la interacción débil y si están cargados, sienten
la interacción electromagnética.
Los quarks tienen las mismas interacciones que los leptones y además
tienen interacción fuerte.
Todos estos logros son el resultado combinado de profundos desarrollos
teóricos y de un brillante trabajo de experimentación en gigantescos acelera-
dores de partículas, y a un nivel de complejidad prácticamente pionero en el
dominio de las ciencias puras.
El estudio de las partículas elementales se sigue realizando según los prin-
cipios del experimento de Rutherford, aunque en la actualidad se utilizan los
aceleradores como fuentes de partículas. El choque de partículas pone de ma-
nifiesto los efectos de las fuerzas entre constituyentes, por eso las magnitudes
más importantes con las que se catalogan los experimentos son las secciones
eficaces. Muchas partículas tienen una vida efímera, se desintegran y por
ello la otra magnitud importante es la vida media. Estas dos magnitudes
están relacionadas entre sí, ya que las dos dependen de la intensidad de la
interacción responsable.
En el mundo subatómico la interacción gravitatoria es despreciable. En
efecto, como la constante de Newton GN = 6, 67 ×10−11 Nm2 /kg2 , si se toma
como unidad la masa del protón, la constante adimensional vale
GN m2
= 4, 6 × 10−40
4π~c
lo que es insignificante comparado con los acoplamientos de las otras fuerzas
existentes. El hecho de no tomarla en consideración no altera ninguna de las
conclusiones, por ello se abandona su discusión en lo que sigue.
Se describirán a continuación las otras tres fuerzas o interacciones.
Propiedades generales de las partículas elementales 33

1.5.1 Interacción electromagnética (QED)


La interacción electromagnética es debida a la carga eléctrica de los cons-
tituyentes. Sus propiedades las describe la teoría mejor conocida hasta hoy:
la electrodinámica cuántica, abreviadamente QED. Es la más simple y la que
más éxitos ha cosechado.
El fotón es el cuanto del campo que se acopla a la carga eléctrica. La
intensidad de la interacción viene dada por la constante de estructura fina
e2 1
α= ≈
4π²0 ~c 137
proporcional al cuadrado de la carga eléctrica y es el parámetro que caracte-
riza la interacción electromagnética. La probabilidad de emisión o absorción
de un fotón es proporcional a la constante de acoplamiento.

Figura p1.5 - Diagramas de Feynman de los vértices que describen


los acoplamientos básicos de la teoría electrodinámica cuántica.
Los ejemplos utilizan al electrón y al positrón.
Aparecen los vértices elementales de la aniquilación,
materialización, efecto Compton y bremsstrahlung.
Todos ellos tienen un acoplamiento dado por la constante de estructura fina,
α = e2 /(4π²o ~c) = 1/137.
En la figura p1.5 aparecen los cuatro vértices elementales, en donde se ha
utilizado el electrón (o el positrón) como ejemplo. Estos procesos elementales
son puramente virtuales porque no conservan la energía.
34 Física de Partículas

En efecto, tómese por ejemplo el diagrama de bremsstrahlung del positrón


de la figura p1.5. La carga (Q), el momento (p) y el momento angular (J)
se conservan, aunque sin embargo la energía no se conserva. En efecto,
utilizando la notación (E, ~k) para indicar el cuadrivector energía-momento
se tiene
e+ (E0 , 0) → e+ (Ek , −~k) + γ(kc, ~k)
que explícitamente conserva la cantidad de movimiento. Si el e+ inicial está
en reposo, E0 = mc2 , el e+ final tendrá una energía
p
Ek = (kc)2 + (mc2 )2

con lo que la diferencia de energía entre el estado final y el inicial será


∆E = Ek + kc − E0 , es decir, se cumple kc < ∆E < 2kc, en vez de ser
nula. En conclusión, todos los procesos de la figura p1.5 sólo representan
vértices fundamentales. Es una notación gráfica que describe las interaccio-
nes electromagnéticas posibles.

Figura p1.6 - Diagrama de Feynman de primer orden de teoría de


de perturbaciones que explica la difusión elástica e− e− .

Sin embargo un proceso en el que exista emisión y absorción del fotón


virtual puede tener lugar, ya que entonces la energía y el momento pueden
Propiedades generales de las partículas elementales 35

conservarse entre las partículas reales del estado inicial y final, con lo que
por ejemplo podría darse la difusión electrón-electrón según la figura p1.6.
Este último es uno de los infinitos diagramas de Feynman que explican
la interacción e− e− . Es el diagrama más sencillo: solo se intercambia un
fotón virtual, es decir representa un proceso de primer orden en teoría de
perturbaciones (leading-order), que da la contribución dominante debido a
que los otros diagramas de orden superior corresponden a procesos en los que
1
intervienen potencias más elevadas de α = 137 , la constante de acoplamiento
entre cargas.

1.5.2 Interacción débil


La primera manifestación de la interacción débil es la desintegración beta
de los núcleos. Pronto se asoció la desintegración beta nuclear al proceso
más elemental de la desintegración beta del neutrón:

n → p + e− + ν e

Inicialmente las desintegraciones débiles fueron descritas por la teoría de la


interacción puntual de Fermi, que después se amplió y dio origen a la teoría
V-A15 .
Pero del estudio de las desintegraciones de los hadrones y de las interac-
ciones de los neutrinos se llegó a la llamada teoría electrodébil de Glashow,
Weinberg y Salam (GWS), una teoría unificadora que explica las desintegra-
ciones de los quarks y los leptones pesados. También explica las interacciones
de los neutrinos y las interacciones de los leptones cargados en las que apa-
recen neutrinos. Esta interacción conserva los números leptónicos Le , Lµ y
Lτ .

La teoría GWS supone la existencia de un triplete (cargas eléctricas 0,±) y


un singlete (el fotón, de carga eléctrica 0) de bosones intermediarios sin
masa; pero a baja energía la simetría se rompe y tres de los bosones
adquieren masa: son los bosones W ± , Z 0 , cuyas desintegraciones son:

W ± → e± + ν e y Z 0 → e+ + e−
15
La teoría V-A ya ha sido comentada en las Unidades Didácticas de Física Nuclear
(Capítulo 6). Recordar aquí, que se basa en la descripción de la interacción débil como
una interacción puntual descrita mediante un operador que tiene un término vectorial (V)
y otro axial (A).
36 Física de Partículas

Figura p1.7 - a)Diagramas de Feynman para los vértices


fundamentales de la interacción débil por intercambio de
±
W (corrientes cargadas). Como puede verse es la interacción
responsable del cambio de sabor de los quarks.
b) Diagramas de Feynman del acoplamiento básico del bosón Z o ,
es decir de procesos llamados de corrientes neutras.
Ambos procesos tienen una constante de acoplamiento αW ,
proporcional a la carga débil de los contituyentes.

Se llama teoría electrodébil porque unifica la interacción electromagnética


y la débil. Una manera inmediata de constatar que las dos interacciones
están unificadas es que la teoría predice que la constante de acoplamiento
débil (la constante de Fermi, G) y la constante de estructura fina, α, están
relacionadas entre sí:
π α
G= √
2 Mw2 sen2 θw
donde sen2 θw es un parámetro de la teoría (el ángulo de Weinberg, o el ángulo
de mezcla débil) cuyo mejor valor medio actual, medido en los experimentos
del colisionador LEP del CERN y del SLC de SLAC es
sen2 θw = 0, 23152 ± 0, 00023
Una vez conocido el valor del sen2 θw , se puede determinar G la constante
débil (que ya introdujo Fermi en su teoría) y de aquí determinar la masa de
Propiedades generales de las partículas elementales 37

los bosones intermediarios que aparecen en la tabla 1.1 relacionados por

Mw = Mz cos θZ

Si se utiliza una notación parecida a la de la constante de estructura fina,


es decir introduciendo una constante αW proporcional al cuadrado de la carga
débil e2W , se encontraría un valor cercano a αW ∼ 4α (ver tabla 1.2).
La teoría que describe la interacción electrodébil es una teoría invariante
gauge.
La teoría electrodébil postula que la interacción es debida al intercambio
de alguno de los tres bosones de la interacción débil: W ± , Z 0 y de fotones
γ. La fuerza es debida a la carga débil, una propiedad que poseen todos
los constituyentes elementales de la materia, quarks y leptones, tengan o no
tengan carga eléctrica. Como la teoría es invariante gauge no abeliana, se
da la circunstancia que los bosones también interaccionan entre sí, existiendo
acoplamiento entre los tres bosones.

Figura p1.8 - Diagrama de Feynman de primer orden de teoría de


perturbaciones que explica la desintegración beta del neutrón a través del
cambio de sabor del quark d.

El bosón cargado W ± es responsable de las llamadas corrientes cargadas,


es decir, desintegraciones en las que un quark se transforma en otro cam-
biando su carga eléctrica (cambio de sabor) o un leptón se transforma en su
neutrino.
Se puede entonces entender la desintegración del neutrón como debida
al cambio de sabor de uno de sus quarks constituyentes, el quark d, que
38 Física de Partículas

pasa a ser un quark u (ver figura p1.8 que muestra el diagrama de Feynman
correspondiente)16 .

d → u + e− + ν̄ e

El bosón Z 0 , como no tiene carga eléctrica, sólo puede acoplarse al mismo


par leptón-antileptón o al par qq de idéntico sabor. En la figura p1.7(b), pue-
den verse los diagramas de Feynman básicos de las denominadas corrientes
neutras.

1.5.3 Interacción fuerte (teoría QCD)


Históricamente se conoce como interacción fuerte la que liga los nucleones
para formar los núcleos de la materia. Los primeros intentos de explicar la
interacción fuerte, fueron llevados a cabo por Yukawa, quien postuló por
primera vez la idea de intercambio de mesones para explicar la interacción
N − N. Así, en Física Nuclear existen modelos que han generalizado el
intercambio de un pión y han explicado muchas propiedades de la interacción
N − N.
Pero hoy en día, tras los éxitos de los modelos de quarks constituyentes de
los hadrones, se sabe que la interacción fuerte fundamental es la que existe
entre quarks. Es la fuerza que los mantiene ligados en el interior de los
hadrones.
La teoría cromodinámica cuántica (QCD), postula que la fuerza es debida
al color de los quarks (cada quark puede tener 3 colores, representados por
sus iniciales r, v, a) y el bosón del campo es el gluón, partícula sin masa
y de espín 1. La intensidad de la interacción entre quarks, viene de nuevo
dada por una constante de acoplamiento αs ∼ 1, mucho mayor que la de la
interacción electromagnética (ver tabla 1.2).
Los gluones, contrariamente al caso del fotón, también tienen color. Por
ello, en este caso también existen acoplamientos entre gluones.
Una de las ideas más chocantes de esta teoría es que todas las partículas
observadas son singletes de color. Esta idea obliga a que los entes fundamen-
tales, que tienen color, están confinados en el interior de los hadrones. Esto
es lo que se denomina la esclavitud infrarroja: la fuerza fuerte aumenta con
la separación entre quarks.
16
La transformación del quark d en quark u, se puede representar como una interacción
de d con el antiquark ū. Así aparece reflejado en el diagrama de Feynman de la figura p1.8.
Propiedades generales de las partículas elementales 39

Figura p1.9 - Diagrama de Feymann de la interacción fundamental


entre dos quarks (qr y qa ) en la que se intercambia el gluón gar̄ .

Sin embargo, se ha probado que a pequeña distancia los quarks se com-


portan como entes totalmente libres; este fenómeno se denomina libertad
asintótica17 (este concepto puede visualizarse como la disminución progre-
siva de la constante de acoplamiento fuerte a pequeña distancia: αs → 0, si
r → 0). Gracias a la libertad asintótica se han podido hacer predicciones
en el marco de la teoría QCD, realizando desarrollos perturbativos. Por el
contrario, dado que la constante de acoplamiento αs ∼ 1, los fenómenos a
grandes distancias (bajas energías) entre quarks no son calculables por teoría
de perturbaciones ya que la serie no converge.
Un resumen sobre las interacciones fundamentales, los bosones interme-
diarios y las constantes de acoplamiento puede verse en la tabla 1.2.

Mediador Acoplamiento a Constante de Alcance


INTERACCIÓN quarks leptones acoplamiento (m)
Electromagnética γ qqγ ``γ α = 1/137 ∞
Fuerte g qr qb grb - αs ≈ 100α 10−15
Débil W , Z0
±
W qu qd W `ν ` αw ≈ 4α 10−18

Tabla 1.2: Características de las interacciones entre constituyentes fundamentales


(quarks y leptones)
17
El Premio Nobel del año 2004 ha sido concedido a D. Politzer, F. Wilczek y D. Gross,
por los estudios teóricos que llevaron al descubrimiento de la libertad asintótica.
40 Física de Partículas

1.6 Simetrías. Leyes de conservación


Las simetrías y las leyes de conservación aparecen constantemente en la
Física.
La importancia de las simetrías en física de partículas es que conducen a
leyes de conservación. Este es el contenido del Teorema de E. Noether,
que dice que cada simetría de la naturaleza está asociada a una ley
de conservación y viceversa. Ejemplos de esta conexión pueden verse en
la tabla 1.3.
Invarianza Magnitud conservada
Desplazamientos de t → E, la energía total
Desplazamientos de x → p, la cantidad de movimiento total
Rotaciones de θ → `, el momento angular total
Transformaciones gauge → Q, la carga eléctrica

Tabla 1.3: Conexión entre simetría y ley de conservación que cumplen


los sistemas físicos, consecuencia del teorema de Noether.
Las tres primeras simetrías son espacio-temporales.
La última simetría se refiere a la electrodinámica y es del espacio interno
de las propiedades de las partículas.

Si una teoría o proceso no cambia cuando se realizan ciertas operaciones


sobre ellos, se dice que poseen una simetría respecto a estas operaciones. Un
círculo por ejemplo, no cambia bajo una rotación o una reflexión y tiene, en
consecuencia, simetría rotacional y de reflexión.
Matemáticamente, una simetría está asociada a una transformación que
deja invariante la función de ondas del sistema físico, por lo tanto es una
propiedad que puede cumplir cualquier tipo de interacción.
Las leyes de conservación están emparejadas con la existencia de números
cuánticos que se conservan, es decir, permanecen inalterados antes y después
de una interacción.
Algunas leyes son universales; son válidas para todas las interacciones.
Por el contrario, hay simetrías que no son aplicables a ciertas interacciones.
Un ejemplo es la paridad, que no se conserva en las interacciones débiles.
En ausencia de teorías, conocer bien las simetrías de un sistema y las leyes
de conservación permite conocer muchas propiedades sobre una interacción.
Propiedades generales de las partículas elementales 41

Cantidad Interacción
Fuerte E.M. Débil
Energía E sí sí sí
Momento p sí sí sí
Momento angular J sí sí sí
Carga eléctrica Q sí sí sí
o
N Bariónico B sí sí sí
No Leptónico L sí sí sí
Isospín I sí no no*
Extrañeza S sí sí no
Encanto C sí sí no
Belleza B sí sí no
Verdad T sí sí no
Paridad P sí sí no
Conjugación de carga C sí sí no
Inversión temporal T sí sí no
Simetría CP CP sí sí sí
Simetría CPT CPT sí sí sí
* En este caso se cumplen reglas como ∆I = 1, 12 .

Tabla 1.4 - Leyes de conservación de las interacciones entre partículas elementales.

1.6.1 Clasificación de las simetrías


Se pueden establecer tres características que permiten clasificar las sime-
trías.
En primer lugar, existen dos tipos de simetrías según la naturaleza del
espacio en el que se aplican:

• Simetrías espacio-temporales; son consecuencia de propiedades del


espacio-tiempo; las leyes físicas son independientes del sistema de re-
ferencia utilizado para describir un fenómeno: debe existir invariancia
bajo traslaciones y rotaciones.

• Simetrías internas; son consecuencia de la propia estructura de las


partículas; las leyes físicas presentan invariancias bajo transformaciones
de propiedades de las partículas, por ejemplo isospín I, conjugación de
carga C.
42 Física de Partículas

Pueden también clasificarse en:

• Simetrías continuas:

La invariancia bajo transformaciones continuas da lugar a números


cuánticos aditivos.

• Simetrías discretas:

La invariancia bajo transformaciones discretas da lugar a números cuán-


ticos multiplicativos.

Por último, existen teorías que cumplen un tipo de simetría muy particu-
lar, conocida como invariancia gauge. Es una simetría que se originó en el
estudio del electromagnetismo, ligada a la elección del potencial (φ, A).~ Se
puede elegir un potencial distinto si se exige la invariancia de las ecuaciones
bajo la transformación gauge:

Ψ(~x, t) −→ Ψ0 (~x, t) = e−iqf (~x,t) Ψ(~x, t) (1.3)

Estas simetrías pueden clasificarse como simetrías globales (se cumplen


en todo el espacio; entonces la función f en (1.3) es una constante) o simetrías
locales (la función escalar f(~x, t), depende de la coordenada espacial).

1.6.2 Invariancia relativista


De capital importancia es la noción de invariancia relativista. Todos los
sistemas físicos, como es el caso de las partículas, que se desplazan a veloci-
dades cercanas a la velocidad de la luz, cumplen la denominada invariancia
Lorentz, derivada del principio de la relatividad restringida que postula que
ningún ente puede desplazarse a una velocidad superior a la de la luz en
el vacío, c. Como consecuencia, las transformaciones entre sistemas de co-
ordenadas (incluido el tiempo) deben satisfacer la ley de transformación de
Lorentz.
Propiedades generales de las partículas elementales 43

Figura p1.10 - Representación gráfica del movimiento de un sistema de


coordenadas (O0 ) respecto al sistema laboratorio (O),
que se supone fijo con el observador.

Si se conocen las leyes físicas que gobiernan un sistema físico, ha de saber-


se cómo transformar sus observables dependiendo del sistema de referencia
desde el que se observe. Estas transformaciones entre sistemas de coorde-
nadas son las transformaciones de Lorentz (generalización de las conocidas
transformaciones de Galileo de la física clásica). La invariancia Lorentz,
coloca en el mismo plano al tiempo y al espacio. Las leyes físicas deben ser
invariantes respecto a las transformaciones relativistas, o dicho de otra ma-
nera, las ecuaciones físicas deben ser independientes del sistema de referencia
utilizado.
El invariante de Lorentz establece que la masa en reposo de una partícula
es constante en cualquier sistema de referencia que se observe. Lo que se
traduce en

E 2 − p2 c2 = M 2 c4

es decir que [E 2 − p2 c2 ] es invariante.


44 Física de Partículas

1.6.3 Ejemplos de simetrías discretas


Al contrario que los desplazamientos y rotaciones que son transformacio-
nes continuas del espacio-tiempo, las transformaciones que se presentan aquí
son transformaciones discretas. Tienen asociados números cuánticos multi-
plicativos. Lo más importante será identificar cúales de estas simetrías se
conservan ante cada tipo de interacción.
Las simetrías P (paridad) y T (inversión temporal) están asociadas a
propiedades del espacio-tiempo; son propiedades externas a las partículas,
mientras que la simetría C se refiere al espacio interno de las propiedades de
las partículas.
Los grupos de transformaciones P y C (conjugación de carga) son grupos
finitos de dos elementos, la identidad e y un elemento g que cumple g 2 = e.
La invariancia bajo la transformación g implica que está representada por un
operador U(g) unitario, que conmuta con el hamiltoniano

[U, H] = 0

Los vectores propios |pi cumplen U 2 |pi = p2 |pi = |pi, es decir, los valores
propios son p = ±1.
La conservación del número cuántico p implica que las transiciones sólo
pueden tener lugar entre estados con el mismo valor propio de p.
Por el contrario, el operador T es antiunitario y no da lugar a valores
propios, sin embargo es una simetría que cumplen las interacciones fuertes y
electromagnéticas.

La Paridad P
La paridad es una operación que transforma un estado en su imagen
espacial, es decir
|Ψ(~r)i = Pa |Ψ(−~r)i
siendo Pa una fase constante. En principio se suponía que todas las interac-
ciones de la naturaleza obedecían a esta simetría. Sin embargo, una de ellas,
la interacción débil, no es invariante bajo la Paridad.
Una nueva aplicación del operador paridad conduce a

P 2 |Ψ(~r)i = Pa2 |Ψ(~r)i


Propiedades generales de las partículas elementales 45

o sea los valores posibles de Pa = ±1. Si se considera una función propia del
operador momento:
Ψp (~r, t) = ei(~p·~r−Et)/~
entonces
PΨp (~r) = Pa Ψp (−~r) = Pa Ψ−p (~r)
luego una partícula en reposo (p = 0) es un estado propio del operador pari-
dad con valor propio Pa . Es lo que se llama paridad intrínseca de la partícula
a. Se abrevia diciendo que Pa es la paridad de la partícula, entendiendo que
está en reposo.
La paridad es un buen número cuántico para la interacción fuerte y elec-
tromagnética, es decir, se conserva. Los estados físicos que intervienen en
estos procesos tienen paridad bien definida.
Además de su paridad intrínseca, si una partícula tiene un momento
angular orbital, tiene también un valor propio asociado a dicho estado. Por
ejemplo si una función de ondas de una partícula viene dada por

Ψ(~r) = Rn` Y`m (θ, φ)

entonces la paridad de esta función de ondas viene definida por el valor del
momento angular orbital: P = (−1)` . Ello es debido a las propiedades de
los armónicos esféricos:

PY`,m (θ, φ) = Y`,m (π − θ, π + φ) = (−1)` Y`,m (θ, φ)

ya que ~r → −~r equivale a θ → π − θ y φ → π + φ.


En definitiva se tendrá que

PΨn,`,m (~r) = Pa Ψn,`,m (−~r) = Pa (−1)` Ψn,`,m (~r)

luego Ψn,`,m (~r) es una función propia de la paridad con valor propio Pa (−1)` .
Todos los constituyentes elementales (excepto los neutrinos) tienen una
paridad intrínseca bien definida. Ello es necesario para que pueda aplicarse
la conservación del número cuántico multiplicativo.
Por convenio , a los quarks u, d, c, s, t, b y a los leptones e− , µ− τ − se
les asigna paridad P = +1. Se cumple además

P (antifermión) = −P (fermión) (1.4)

P (antibosón) = P (bosón)
46 Física de Partículas

Que los fermiones tengan paridad opuesta a los antifermiones es consecuencia


de la Teoría de Dirac.
De hecho, como se postula que

P (quarks) = +1

se tendrá que

P (antiquarks) = −1

luego por ejemplo, de acuerdo con el modelo de quarks que nos dice que un
mesón es un estado q q̄, la paridad de un mesón será

PM = Pa Pb (−1)L = (−1)L+1

ya que Pa Pb = −1 puesto que se trata de un par quark-antiquark. En general,


para un sistema cualquiera compuesto por un fermión f y un antifermión f¯,
se tiene,
P (f f¯) = (−1)L+1

Figura p1.11 - Definición de los momentos angulares L12 y L3


utilizados para calcular la paridad de un barión formado por tres quarks.

La paridad de los bariones

PB = Pa Pb Pc (−1)L12 (−1)L3 = (−1)L12 +L3

en donde L12 es el momento angular orbital de los quarks 1 y 2 y L3 es el


momento angular orbital del quark 3 respecto al centro de masas del sistema
Propiedades generales de las partículas elementales 47

1-2 (véase figura p1.11). Por supuesto que la paridad de un antibarión es


PB̄ = −PB .
La paridad del pión fue inicialmente determinada mucho antes de que
se introdujera el modelo de quarks, gracias a un experimento que estudió
la reacción de captura de un π− en reposo por el deuterio, π − d → nn, que
conserva la paridad, mientras que la reacción π − d → nnπ 0 no se observó18 .
Se cumple que la paridad del fotón

Pγ = −1

y es la misma que la del campo eléctrico E. Los fotones reales se desplazan


a la velocidad de la luz y por lo tanto tienen masa nula. Se llaman fotones
transversales porque los campos asociados E y B son perpendiculares al vector
momento p. La polarización de espín de las partículas se denomina helicidad:
~s · p~
h=
|s||p|

siendo ~s el espín y p~ el momento19 . Como la interacción electromagnética


conserva la paridad, ello implica que la helicidad neta de los fotones es 0,
porque h cambia de signo bajo paridad. A los fotones con h = +1, −1, 0
se les llama dextrógiros, levógiros y escalares. Los fotones reales son trans-
versales20 . Por ello, fotón transversal significa dextrógiro y levógiro en igual
proporción.
La conservación de la paridad en la interacción electromagnética se ob-
serva por ejemplo en la aniquilación

e+ + e− → γ + γ

que por tratarse de una aniquilación en onda S, se tiene

Pe+ Pe− = (−1)`γ

siendo `γ el momento angular orbital del estado final. Este resultado se ve-
rifica experimentalmente midiendo la polarización de los fotones en el estado
final. Esto además confirma la predicción vista en (1.4).
18
W. Chinowski; J. Steinberger, Phys. Rev. 95 (1954) 1561.
19
Esta definición volverá a aparecer en el tema 2, cuando se describa la helicidad de los
neutrinos.
20
Un fotón virtual es escalar y además tiene masa 6= 0.
48 Física de Partículas

También se conserva en las interacciones fuertes. Un buen ejemplo es el


de la reacción
π − d → nn
que por antisimetría del estado nn sólo puede ser un estado 3 P1 y cumple
todas las leyes de conservación (I, J, P). No se ha detectado la reacción
π − d → nnπ0 , que no conserva la Paridad.
La violación de la paridad fue inicialmente descubierta en la desintegra-
ción β nuclear (en el experimento de desintegración del 60 Co, realizado por
Mme. Wu y colaboradores).
También se ha verificado experimentalmente en la desintegración de par-
tículas vía interacción débil, como es el caso de la desintegración del

π + → µ+ + ν µ

seguida de
µ+ → e+ + ν e + ν̄ µ
comprobándose que el µ+ sólo se produce con helicidad h = −1, es decir
es levógiro. Esto implica que el ν µ es también levógiro. Análogamente sólo
existe el ν̄ µ dextrógiro (con helicidad h = +1). Esta propiedad se amplía a
los otros neutrinos.
Si la paridad fuese una buena simetría para la interacción débil, la imagen
especular del neutrino, existiría. La violación de la paridad es pues compa-
tible con la no existencia de un neutrino dextrógiro.

La conjugación de carga C
Es también una simetría discreta; la operación de conjugación de carga
transforma una partícula en su antipartícula, dejando su momento p~ y su
espín ~s inalterados: ¯ ®
C |A, p~, ~si = Ca ¯Ā, p~, ~s
Los números cuánticos contenidos en A son las cargas y sabores de las par-
tículas, que permiten distinguir entre partículas y antipartículas.
Así pues, el operador C cambia el signo de las cargas de las partículas:
Q, B, L, (números cuánticos aditivos), y de los números cuánticos de sabor
I3 , S, C, T, B pero no cambia el signo del momento ni del momento angular.
De nuevo, al igual que en el caso de la paridad, se cumplirá que Ca2 = 1
y por lo tanto los valores propios de este operador serán Ca = ±1, pero
Propiedades generales de las partículas elementales 49

los estados propios sólo pueden ser los de partículas neutras, o sea, con
Q = B = L = 0 y además I3 = S = C = T = B = 0. Ejemplos de
estados propios de la conjugación de carga son los bosones neutros:

γ, π 0 (140), η 0 (547), η 0 (958), ρ0 (770), ω 0 (892), φ(1020), J/ψ(3097), Υ(9460)

Todas estas partículas son idénticas a sus antipartículas.


No existe ningún barión ni ningún leptón que sea un estado propio de
la conjugación de carga. Sólo serán propios de C, los bosones neutros y con
todos los números cuánticos de sabor igual a cero.
La conjugación de carga es una buena simetría para las interacciones
fuertes y electromagnéticas.
Un ejemplo de conservación de C se da en el fotón, cuanto del campo
electromagnético, cuyo espín es Sγ = 1 y cuyo valor propio de la conjugación
de carga es C(γ) = −1, ya que el campo eléctrico E, cambia de signo bajo
C, por lo tanto la desintegración π 0 → γ + γ está permitida (y es la que tiene
lugar de manera dominante), puesto que la conjugación de carga del π 0 es
C(π 0 ) = +1. Por el contrario la desintegración π 0 → 3γ está prohibida por
la conservación de C. Experimentalmente,

π 0 → 3γ
< 3 × 10−8
π 0 → 2γ
La conjugación de carga no es una buena simetría para la interacción
débil. El transformado por C del neutrino no existe (el neutrino es levógiro
y el antineutrino, dextrógiro).
50 Física de Partículas

Definiciones de interés
• SU(N) - Se trata de una estructura matemática conocida como ”gru-
po”, donde se describen operaciones sobre N objetos. Un grupo es un
sistema matemático compuesto por varios elementos y en el que rigen
reglas determinadas.
La teoría de grupos juega un papel muy importante en la física de
partículas. Con su ayuda la simetría de las partículas se puede describir
de forma sencilla.
Algunos ejemplos son SU(2), que se aplica a los 2 quarks o 2 leptones
de una generación, y SU(3) que se aplica a los tres colores de un quark.
Recientemente se han combinado los tres colores y los dos sabores para
obtener un conjunto de 5 entidades que pueden describirse con una
teoría de gran unificación empleando SU(5).

• Color - El color es una propiedad que poseen los quarks y los gluones.
Es una carga de tipo ”triple”, semejante a la carga eléctrica, considera-
da la fuente de la fuerza fuerte entre los quarks y descrita por la teoría
de la cromodinámica cuántica de la interacción fuerte. El color no se
manifiesta más allá de la esfera de las partículas elementales.
No tiene relación con el color ordinario. Juega el mismo papel en las
interacciones fuertes que la carga eléctrica en las electromagnéticas.
Hay tres colores (denominados convencionalmente rojo, verde y azul).
Cada quark lleva un color y los gluones son bicolores.

• Sabor - El sabor es el nombre genérico de las cualidades distintivas de


los diferentes quarks: up, down, strange, charm, bottom y top. Este
concepto se aplica también a los leptones, donde distingue el electrón
del muón, el tau o el neutrino. Por lo tanto, el sabor incluye la masa y
la carga eléctrica.

• Generación - Los leptones y los quarks se aparejan de dos en dos,


formando generaciones o familias.

• Gauge - Las teorías gauge son una clase de teorías sobre las partículas
y las fuerzas que actúan sobre ellas: por ejemplo, la cromodinámica
cuántica y la teoría de la fuerza electrodébil. La palabra gauge (que
significa medida, calibre, aforo, galga) fue introducida por Hermann
Propiedades generales de las partículas elementales 51

Weyl, hace más de 50 años, para referirse a determinadas propiedades


de la teoría electromagnética y hoy se usa principalmente por razones
históricas.

• Abeliano - Álgebra conmutativa. Estructura algebraica con producto


conmutativo. El orden de la transformación no tiene importancia (por
ejemplo en el momento lineal).

• No abeliano - Álgebra no-conmutativa, el orden si tiene importancia,


por ejemplo las rotaciones (momento angular).
52 Física de Partículas
Capítulo 2
Leptones

53
54 Física de Partículas

OBJETIVOS DIDÁCTICOS ESPECÍFICOS


• Conocer las tres familias de leptones.

• Profundizar en las propiedades de los neutrinos. Evidencia experimen-


tal de las diferentes clases de neutrinos.

• Entender las propiedades de los muones.

• Estudiar las partículas mediadoras de la interacción débil.


Leptones 55

2.1 Las tres familias de leptones


Los leptones1 constituyen tres familias de partículas, cuyas propiedades
aparecen en la tabla p2.1, son: el electrón y el neutrino electrónico (e− , ν e ),
el muón y el neutrino muónico (µ, ν µ ) y el tauón y el neutrino tauónico (τ ,
ν τ ).
Existen tres leptones cargados e− , µ− , τ − y sus correspondientes antilep-
tones. Los leptones más masivos no son simplemente estados excitados de
los ligeros, ya que por ejemplo no se observan desintegraciones del tipo

µ9e+γ

El electrón es el leptón mejor conocido, fue descubierto por J.J. Thomson


hace ya un siglo, el mismo tiempo transcurrido desde el descubrimiento de
la radiactividad. Las propiedades de los electrones son muy conocidas, por
ejemplo de Física Atómica, y no se van a exponer aquí. Pero merece la pena
recordar que según todas las evidencias experimentales actuales, el electrón
parece ser una partícula puntual (”Dirac”) con radio menor que 10−15 cm.
A mitad del siglo XX se descubre el leptón µ, gracias a los experimentos
con rayos cósmicos que buscaban el mesón de Yukawa. Efectivamente se
aclara que el pión se desintegra dando

π − → µ− + ν̄ µ (2.1)

seguido de la desintegración del muón

µ− → e− + ν̄ e + ν µ

y se comprueba experimentalmente que el neutrino que acompaña al muón


es distinto del que acompaña al electrón. Esto se logra posteriormente, al
comienzo de los años 60, como consecuencia del desarrollo de los aceleradores
y tras un ingenioso método de fabricar haces de neutrinos (que se obtienen
al producir haces de piones que se desintegran según la expresión 2.1 ante-
rior), gracias a lo cual pueden estudiarse las reacciones de neutrinos contra
la materia. Se encuentra por ejemplo que sólo se obtienen reacciones en las
que se producen muones y no electrones:

ν µ + n → p + µ−
1
El nombre proviene del Griego, leptos, y significa ligero, ya que durante mucho tiempo
las partículas conocidas más ligeras eran el electrón, el positrón y los muones.
56 Física de Partículas

En 1975 y gracias la colisionador e+ e− SPEAR del laboratorio SLAC


de Stanford, California (EEUU), M. Perl2 y su grupo descubren un nuevo
leptón cargado, el más masivo de los leptones que bautizan con el nombre de
τ ± y que como los otros dos también tiene un neutrino asociado.

El leptón τ es tan masivo (mτ = 1777 MeV) que más de la mitad de sus
desintegraciones tiene lugar dando hadrones en el estado final; así, además
de los procesos leptónicos

τ − → `− + ν̄ ` + ν τ (2.2)

se encuentran, entre otros,

τ − → π− + ν τ ó τ − → ρ− + ν τ

El experimento del descubrimiento del leptón τ es un bello ejemplo del


ingenio de un grupo de investigación, que se centra en la identificación de
los modos leptónicos (2.2) de la desintegración del τ . La identificación se ve
complicada por el hecho de que hay neutrinos (indetectables) en el estado
final. Pero se vieron favorecidos por el efecto umbral, ya que los leptones
τ se producen asociados en la reacción e− e+ → τ − τ + . La idea fue buscar
la producción asociada de e+ µ− ó e− µ+ . Los resultados pueden verse en la
figura p2.1, donde efectivamente se pone en evidencia la aparición de este
estado final, justo a partir del umbral, que es igual a 2mτ .

2
M. Perl et al., Phys. Rev. Lett. 35, 1489 (1975).
Leptones 57

Figura p2.1 - Cociente de secciones eficaces de producción de dos partículas


de carga opuesta en la reacción e− e+ → e± + X ∓ + Y respecto a la producción
de pares µ− µ+ . Y representa partículas neutras no detectadas. La medida se
complica por la existencia del umbral de producción de partículas con encanto,
muy cercano al umbral de producción de leptones τ .
Datos de W. Bacino et al., Phys. Rev. Lett. 41 (1978) 13.

El resumen de estos descubrimientos puede verse en la tabla p2.1, en


la que aparecen todos los leptones conocidos hasta hoy con sus números
cuánticos. En particular pueden verse los tres números leptónicos. Se
denomina número leptónico a la suma Le + Lµ + Lτ . Estos números
cuánticos se conservan cada uno por separado y, por supuesto, la suma de
ellos en todas las interacciones débiles. Garantizan que en todos los procesos
débiles, cada neutrino acompañe al leptón de su familia.
58 Física de Partículas

LEPTONES
S = 12 , B = 0 M(MeV/c2 ) τ (s) Q Le Lµ Lτ

e 0,511 estable -1 1 0 0
2
νe ≤ 5, 1 eV/c estable 0 1 0 0
− −6
µ 105,66 2,2×10 -1 0 1 0
νµ ≤ 0, 17 estable 0 0 1 0
τ− 1777,0 0,291×10−12 -1 0 0 1
ντ ≤ 24, 0 estable 0 0 0 1
Tabla p2.1 - Los leptones y sus números cuánticos.
Los antileptones correspondientes tienen cargas eléctricas Q y
números leptónicos Li cambiados de signo, pero con idénticas masas
y vidas medias.

No se han encontrado más leptones cargados que tengan una masa supe-
rior a m` ∼ 50 GeV, pese a las intensas búsquedas realizadas en los colisio-
nadores modernos.

2.1.1 Evidencia de la conservación del número leptóni-


co
Los leptones se producen a menudo en desintegraciones de hadrones, cuan-
do una partícula más pesada sujeta a interacción fuerte se transforma espon-
táneamente en partículas más ligeras. Cuando esto ocurre, la desintegración
es debida a la interacción débil y la correspondiente vida media de la par-
tícula es muchísmo mayor que la correspondiente a la desintegración por
interacción fuerte. La primera de este tipo de desintegraciones en ser descu-
bierta fue la transformación de un neutrón en protón. La conservación de la
carga requería que junto con el protón se produjera una partícula de carga
negativa, y por conservación de la energía se llegó a la conclusión de que esa
partícula era un electrón. Sin embargo, esto no era suficiente para que se
conservase el momento angular porque las tres partículas eran fermiones con
espín 1/2 y un sistema con un electrón y un protón tienen espín entero. La
desintegración en un protón y un electrón también contradecía la observa-
ción de que el protón y el electrón no tenían energías definidas como ocurre
en una desintegración a dos cuerpos. Pauli postuló que otra partícula muy
difícil de ser observada se emitía al mismo tiempo. Es un fermión con espín
1/2, a la que se denominó neutrino. Por lo que la desintegración del neutrón
Leptones 59

se puede escribir como


n → p + e− + ν n (2.3)

Sin embargo un protón ligado en un núcleo puede también transformarse


en un neutrón emitiendo un positrón y un neutrino. A este proceso, como
ya se ha visto en temas anteriores, se le denomina como desintegración β + .
Teniendo en cuenta anteriores consideraciones establecidas para la desinte-
gración del neutrón, la desintegración del protón se puede escribir

p → n + e+ + ν p (2.4)

Durante un tiempo no hubo razón para sospechar que ν n y ν p no fue-


ran la misma partícula. El ν n se produce en numerosas reacciones nucleares
donde, por fisión, un núcleo pesado se divide en dos núcleos inestables más
pequeños. Los ν p se producen en gran cantidad en el sol cuando cuatro pro-
tones se unen para formar una partícula alfa, que es la que genera la energía
solar. Sorprendentemente, y como se describirá en la siguiente sección, se
comprobó que ν p y ν n son partículas diferentes. La manera más sencilla de
explicarlo es que tanto en (2.3) y (2.4) hay otra ley de conservación además
de la conservación de la carga, el momento angular y la energía, a la que se
denominó ley de conservación del número leptónico. Así que atribuyendo al
al electrón el número leptónico 1 y a su antipartícula, el positrón, el número
leptónico -1, y correspondientemente a ν n el número leptónico -1 y a ν p el
número leptónico 1. A ν p se le denomina simplemente neutrino electrónico
ν e , y a ν n antineutrino electrónico ν̄ e .
Según esta regla un leptón unicamente puede ser creado con un antileptón.
Además se encontró que el leptón y el antileptón tenían que ser de la misma
familia. Por lo que, por ejemplo, la producción de pares por rayos gamma
produce la creación de un par e− −e+ o, a energías muy altas, un par µ− −µ+ ,
pero la creación de un par e+ − µ− no se ha observado nunca. Otro tipo de
desintegración
µ+ → e+ + γ (2.5)
que estaría permitida por carga, energía, momento angular y conservación
del número leptónico, no se ha observado nunca tampoco.
Otro importante tipo de desintegraciones es la del pión cargado, por ejem-
plo
π + → µ+ + ν
60 Física de Partículas

y se ha comprobado que este neutrino es diferente del neutrino electrónico


por lo que la expresión anterior debe ponerse

π + → µ+ + ν µ

introduciendo al neutrino muónico. Todas estas observaciones son consis-


tentes con la hipótesis de que además de la ley de conservación del número
leptónico, debe existir una ley de conservación de número leptónico familiar3 .
Según esa ley se explica por qué (2.5) no puede ocurrir y la desintegración
de los muones se produce de la siguiente manera

µ+ → e+ + ν e + ν̄ µ

µ− → e− + ν̄ e + ν µ

2.2 Neutrinos
2.2.1 Observación del neutrino electrónico y del anti-
neutrino electrónico
Los neutrinos son partículas muy dificiles de detectar, fueron por primera
vez observadas por Reines y Cowan al final de los años 50, alrededor de 25
años después de que su existencia fuera postulada por Pauli en 1932. Se
consiguió con el estudio de la reacción inversa a (2.3)

ν̄ e + p → n + e+

Para ello se usó el intenso flujo producido por un reactor nuclear. Esta
reacción es muy dificil de observar ya que la sección eficaz, para el espectro
de energías de los antineutrinos producidos después de las reacciones de fisión,
es muy pequeña, del orden de 10−43 cm2 = 10−19 b. Con los antineutrinos
se bombardeó dos tanques llenos de 200 litros de agua en la que se habían
disuelto sales de cadmio (CdCl2 ), cada tanque estaba colocado entre inmensos
detectores de centelleo líquido. El experimento requería un conocimiento
muy riguroso de la eficiencia del detector. Finalmente se demostró que la
diferencia entre el número de señales detectadas cuando el reactor estaba en
funcionamiento y las detectadas cuando estaba parado, coincidía con lo que
3
Número leptónico electrónico, muónico o tauónico.
Leptones 61

se esperaba debido al flujo de neutrinos producidos por el reactor (alrededor


de 1013 neutrinos/cm2 s).
Davis realizó una experiencia similar, para ver si los antineutrinos podían
producir la reacción
ν̄ e + n → p + e−
que sería la inversa de (2.4), si el ν e y el ν̄ e fueran la misma partícula. Usaron
un gran tanque de CCl4 y buscaron la producción de 37 Ar debida a la reacción
37 37
ν̄ e + Cl → Ar + e−

Esta experiencia dió un resultado negativo, con lo que se demostraba que


los neutrinos y los antineutrinos son partículas diferentes. A esta misma
conclusión se llegó con la información experimental que nos proporciona la
desintegración doble beta, como se ha visto en capítulos anteriores.

2.2.2 Evidencia de la naturaleza diferente de los neu-


trinos de las tres familias de leptones
La ley de conservación del número de generación de leptones se basa
en la suposición de que los neutrinos de cada familia son diferentes. Esto
se ha comprobado experimentalmente para los neutrinos electrónicos y los
muónicos.
Cuando un haz de protones de alta energía (varios GeV) bombardean un
blanco de cualquier elemento, se produce un gran número de piones positivos
y negativos. Estos tienen una vida media de 2, 6 × 10−8 s, desintegrándose en
un muón y un neutrino. La desintegración, según la conservación del número
leptónico familiar será
π − → µ− + ν̄ µ
y
π + → µ+ + ν µ
Los muones y otras partículas cargadas que se puedan producir, se eliminan
aplicando un campo apropiado, con lo que sólo los neutrinos interaccionarán
con los protones y los neutrones del detector, en el que se producen electrones
y positrones o muones negativos y positivos. Si es cierto que se conserva el
número leptónico familiar, se puede esperar que las siguientes reacciones

ν µ + n → µ− + p
62 Física de Partículas

y
ν̄ µ + p → µ+ + n
tengan lugar, mientras que las reacciones

ν µ + n → e− + p

ó
ν̄ µ + p → e+ + n
estén prohibidas. Esta experiencia fue hecha por Danby. Solamente detectó
muones, y ningún electrón o positrón, por lo que la diferente naturaleza de
los neutrinos electrónicos y los muónicos quedó demostrada.
El número de neutrinos tauónicos es tan pequeño que aún no ha sido
posible probar que son diferentes de los electrónicos o los muónicos. Sin
embargo, se supone que la ley de conservación del número leptónico de familia
también se cumple para esta familia.

2.2.3 Helicidad del neutrino


Una vez que se ha comprobado que el neutrino y el antineutrino son di-
ferentes, nos debemos preguntar cuál es la propiedad intrínseca que los hace
diferentes. Experimentalmente se ha comprobado que hay una propiedad
que los distingue: todos los antineutrinos tienen el espín paralelo al momen-
to lineal (dirección del movimiento), mientras que los neutrinos lo tienen
antiparalelo. Esta propiedad se denomina helicidad y se define como:

~s · p~
h=
|~s · p~|

donde ~s es el espín y p~ es el momento lineal4 . Toma el valor h = +1, para


el antineutrino y h = −1 para el neutrino (se suele decir que el antineutrino
es ”diestro” y el neutrino ”zurdo”, ya que la precesión de ~s alrededor de p~
describe una trayectoria similar al recorrido de un tornillo diestro para los
antineutrinos y de un tornillo ”zurdo” para los neutrinos). Los electrones
emitidos en la desintegración β tienen una propiedad similar, con h = −v/c
para e− y h = +v/c para e+ , pero no se trata de una propiedad intrínseca de
todos los electrones, sino sólo de los emitidos en procesos β. Los electrones
4
Esta definición ya ha aparecido en el tema 1 de estos apuntes.
Leptones 63

en los átomos no tienen helicidad definida, ni tampoco los que se originan en


la producción de pares. Para que la helicidad sea un magnitud intrínseca el
neutrino debe tener masa nula.

Figura p2.2 - En a) el espín y la velocidad son paralelos (Helicidad +1)


En b) son antiparalelos (Helicidad -1)

2.2.4 Masa del neutrino


Una cuestión abierta de gran importancia es determinar si los neutrinos
son partículas de masa nula o no. Además de estar relacionado con el hecho
de que la helicidad sea una magnitud intrínseca de los neutrinos, también lo
está con la posibilidad de lo que se denomina las oscilaciones de neutrinos:
según la teoría, si los neutrinos tuvieran masas diferentes a cero, un neutrino
de una familia se podría transformar en un neutrino de otra familia con lo
que se violaría la ley de conservación del número leptónico de familia.
En los últimos años se han realizado un gran número de experimentos
para resolver este problema. Todos ellos son consistentes con la hipótesis de
neutrinos con masa cero y proporcionan límites superiores para las masas de
las tres familias de neutrinos.
En el caso del neutrino electrónico la determinación más exacta de su
masa consiste en estudiar el máximo (end-point) de la energía los electrones
emitidos en la desintegración del tritio
3
1H → 32 He + e− + ν̄ e + 18, 6 keV

Si el neutrino tiene masa nula, aparte de la pequeña correción por la


energía de retroceso del 3 He, la energía máxima del electrón debería ser
igual al valor de la Q = 18, 6 keV, si el neutrino tuviera una masa diferente
64 Física de Partículas

de cero la energía máxima sería inferior a ese valor, y la diferencia entre esa
energía máxima y la Q sería el valor de la masa del neutrino. Las medidas
más recientes, dan como límite superior a la masa del neutrino electrónico
un valor de 5,1 eV, con un margen de confianza del 95%.
En el caso del neutrino muónico, la medida más exacta del límite superior
para su masa se obtiene con el estudio de la desintegración del pión

π + → µ+ + ν µ

Y el límite superior para el neutrino tauónico se obtiene del estudio de la


desintegración del tauón

τ − → 3π − + 2π + + ν τ

2.2.5 Neutrinos solares


Aparece en el capítulo de Fisión y Fusión del las Unidades Didácticas.

2.3 Muones
Forman parte de la componente más penetrante de la radiación cósmica a
nivel del mar. En 1936-37 Anderson y Neddermeyer obtuvieron la evidencia
de la existencia de los muones basándose en la medida del alcance, el momento
y la ionización. Comprobaron que tenían carga eléctrica (de ambos signos) y
una masa de alrededor de 200 veces la del electrón. Esta partícula se presenta
solamente en dos estados de carga + ó −, y se comporta esencialmente como
un electrón pesado.
La fuente más común de muones es la desintegración del pión,

π ± → µ± + ν µ

además aparecen como productos en otras desintegraciones, como por ejem-


plo
Σ± → µ± + ν µ + n
Λ → µ− + ν µ + p
Son las partículas más ligeras que se producen en una colisión electrón-
positrón,
e+ + e− → µ+ + µ−
Leptones 65

El muón µ− y su antipartícula µ+ tienen ambos una masa de sólo 105, 7


MeV/c2 , la masa se puede medir con la radiación emitida por los átomos
muónicos. Pueden penetrar la materia con gran facilidad5 , mientras que los
electrones por su masa pequeña y los hadrones por la interacción fuerte tie-
nen alcances mucho más pequeños. Son las partículas inestables que tienen
la vida media más larga (2 µs), después de los neutrones, lo que permite ser
fácilmente identificadas experimentalmente. Por ello el proceso de produc-
ción de pares muónicos se utiliza a menudo como punto de referencia para
otras reacciones e+ e− .
El espín del muón es 1/2. La prueba de ello resultó de experimentos que
mostraron también la no conservación de la paridad en la desintegración del
muón.

2.3.1 Desintegración de los muones


Los muones libres se desintegran en electrones y partículas neutras. El
espectro de los electrones emitidos en este tipo de desintegraciones es conti-
nuo; por consiguiente, se requiere más de una partícula neutra para que se
conserven la energía y el momento. La forma del espectro concuerda con las
predicciones de una desintegración

µ− → e− + ν µ + ν̄ e

que se produce por interacción débil y es completamente análoga a la desinte-


gración beta. De los dos neutrinos se cree que uno es del tipo que se encuentra
en la desintegración beta, y el otro, del que interviene en la desintegración del
pión. Los experimentos no han permitido revelar cantidad alguna apreciable
de radiación gamma asociada con la desintegración del muón.
La energía de los electrones emitidos es máxima cuando los dos neutrinos
escapan en la misma dirección opuesta a la del electrón. La probabilidad de
que esto ocurra en el caso de neutrinos idénticos es 0. La razón cualitativa
para que así suceda está ligada con el principio de exclusión de Pauli, que
prohibe que dos neutrinos idénticos se muevan en el mismo estado cuántico.
Si los dos neutrinos fuesen idénticos no habría electrones con la máxima
energía posible, por lo que se llega a la conclusión de que en la desintegración
del muón se emiten dos neutrinos diferentes.
5
Los muones que provienen de la radiación cósmica pueden ser detectados en minas
subterráneas.
66 Física de Partículas

2.4 Interacción débil


2.4.1 Clasificación de las interacciones débiles
Se distinguen dos tipos de desintegraciones débiles:

Las que se conocieron primero y fueron llamadas corrientes cargadas, que


por ejemplo cambian el sabor de los quarks

d → u + e− + ν̄ e (2.6)

o convierten un leptón en un neutrino, produciendo en ambos casos un


cambio de carga entre los leptones igual a la unidad de carga e.
Las denominadas corrientes neutras, que dan lugar a procesos sin cambio
de carga
e− + e+ → ν e + ν̄ e

Utilizando el lenguaje de fuerzas de intercambio, las corrientes cargadas


están mediadas por los bosones cargados W ± y las corrientes neutras por el
bosón Z 0 .
Entre partículas, los procesos débiles se clasifican en:

• Puramente leptónicos (no intervienen hadrones, sólo leptones)

` → `0 + ν ` + ν̄ `0

Siendo ` y `0 leptones.
Como es el caso de
µ+ → e+ + ν e + ν̄ µ
ó
τ − → e− + ν̄ e + ν τ

• Semileptónicos (intervienen hadrones junto a leptones)

q → ` + ν̄ `

Donde q es un hadrón y ` es un leptón.


Por ejemplo
π + → µ+ + ν µ
Leptones 67

ó
K − → π 0 + e− + ν̄ e
e igualmente en el caso de la desintegración beta nuclear,
n → p + e− + ν̄ e
esta desintegración a nivel de quarks se explica con la expresión (2.6)
• Hadrónicos o No-leptónicos (no intervienen leptones)
q1 → q2
Donde tanto q1 como q2 son hadrones.
Por ejemplo
Σ− → n + π −
K + → π+ + π0
K + → π+ + π+ + π−

EJEMPLO:
El sistema formado por un electrón y un muón µ+ enlazados por
su atracción de Coulomb, se denomina “muonio” ¿Cuál de las
siguientes reacciones de muonios pueden ocurrir?

a) ¡ + −¢
µ e →γ+γ

b) ¡ + −¢
µ e → ν e + ν̄ µ

c) ¡ ¢
µ+ e− → e+ + e− + ν e + ν̄ µ

Solución

a) No puede ocurrir, pues no se conserva el número leptónico electrónico ni


el muónico. Es decir, que ambos deben ir siempre acompañados de sus
neutrinos respectivos.
b) y c) Si pueden ocurrir. Se conservan la carga, número leptónico y espín.
Ambos casos son interacciones débiles puramente leptónicas.
68 Física de Partículas

2.5 Los bosones intermediarios


La idea de que la interacción débil estaba mediada por bosones de inter-
cambio muy pesados, fue aceptada generalmente mucho antes de que estos
fueran descubiertos. La estructura de la teoría de Fermi de la desintegra-
ción beta implica que la interacción es puntual, con lo que los bosones que
se intercambian tienen que ser muy masivos. Sin embargo, esto sólo se pu-
do confirmar cuando fueron detectados experimentalmente y se midieron sus
propiedades.
La producción de un bosón W o Z requiere que interactúen un leptón
y un antileptón, o un quark y un antiquark . Durante mucho tiempo la
producción de W ± ó Z 0 fue posible solamente con la ayuda de quarks en un
haz de protones según las reacciones:

u + ū → Z 0

d + d¯ → Z 0

d + ū → W −

u + d¯ → W +

2.5.1 Masa y desintegraciones de los bosones interme-


diarios
Estos bosones fueron descubiertos en 1983 estudiando las colisones protón-
antiprotón en el primer colisionador de hadrones del CERN. El centro de
masas relativo estaba a 540 GeV. Generalmente estas interacciones produ-
cen chorros de hadrones pero en algunos casos es posible detectar, entre
otras partículas, la emisión de un par electrón-positrón con un gran momen-
to transversal como aparece en la figura p2.3. Su energía es la esperada si se
formaron en la desintegración de bosones W ± o Z 0 .
Leptones 69

Figura p2.3 - La desintegración de un bosón Z 0 , producido en una colisión


p − p̄, se produce con la emisión de un par e− − e+ .

El momento transversal es la componente del momento perpendicular a


la dirección del haz (figura p2.4). La distribución del momento tranversal
de los leptones cargados se puede usar para encontrar la masa del W ± . Si
consideramos que W + se produce en reposo y luego decae a e− − e+ y ν e
(como en la figura). El momento transversal del positrón se puede aproximar
a
+ MW · c
pet ≈ sen θ
2
donde θ es el ángulo en que se emite el positrón con respecto al eje del haz.
Si consideramos la dependencia de la sección eficaz del proceso con pt y con
cos θ
dσ dσ d cos θ
= ·
dpt d cos θ dpt
y obtenemos lo siguiente

dσ dσ 2pt 1
= · q
dpt d cos θ MW · c
(MW · c)2 − p2t
70 Física de Partículas

Según esto la sección eficaz tendrá un máximo en


MW · c
pt =
2
y caerá rápidamente.

Figura p2.4 - Cinemática de la desintegración W + → e+ + ν e .


Las cifras más precisas obtenidas con este método hasta la fecha son

MW = 80, 41 ± 0, 10 GeV/c2

Como la sección eficaz de producción de bosones Z en colisiones e+ e− es


mucho mayor que la de creación de W , la masa de Z se ha medido de manera
más precisa que la de W . Además las energías de los haces se conocen con
una precisión de MeV, el resultado obtenido es

MZ = 91, 187 ± 0, 007 GeV/c2

Cuando W y Z se producen son muy inestables, y decaen posterior-


mente por interacción débil a pares de fermiones (leptones o quarks). El
número de canales posibles de quarks es mayor que el de leptones, pero las
desintegraciones a quarks son difíciles de observar claramente ya que hay un
gran fondo de procesos QCD. Por lo que la búsqueda experimental de W y
Z se concentra en los canales leptónicos
Leptones 71

W → e + νe
→ µ + νµ
→ τ + ντ

Z 0 → e+ + e−
→ µ+ + µ−
72 Física de Partículas
Capítulo 3
Hadrones

73
74 Física de Partículas

OBJETIVOS DIDÁCTIVOS ESPECÍFICOS


• Comprender la estructura interna de los hadrones.

• Entender el modelo quark de los hadrones.

• Estudiar los mesones.

• Estudiar los bariones. Estructura de los nucleones.

• Conocer el descubrimiento del quark top.

• Entender el concepto de extrañeza y cuáles son sus manifestaciones


experimentales.

• Comprender el significado de la producción asociada.

• Profundizar en las interacciones fuertes y débiles de las partículas ex-


trañas.
Hadrones 75

En la década de los 60 se detectaron y estudiaron un gran número de


hadrones (por entonces conocidos por el nombre de partículas elementales)
que se fueron descubriendo gracias a la puesta en marcha de los grandes
aceleradores de partículas y de los correspondientes detectores.
La aparente complejidad en cuanto al elevado número y propiedades de
los hadrones quedó rápidamente superada al ser propuesto el primer modelo
de quarks constituyentes, de Gell-Mann, Neeman y Zweig, objeto de estudio
en este tema. La consistencia general entre los números cuánticos de los
hadrones descubiertos y las predicciones de los modelos basados en quarks
constituyentes, aportaron razones muy sólidas para creer en los quarks.
Los hadrones conocidos hasta entonces serían, por tanto, estructuras (es-
tados ligados) constituidas por tres tipos diferentes de quarks: u (“up”=
arriba), d (“down”= abajo), s (“sideways”= de lado, más conocido por
“strange”= extraño por llevar extrañeza).

3.1 El modelo de quarks de los hadrones


Fruto de los trabajos teóricos de M. Gell-Mann1 , Y. Neeman2 y G. Zweig3
se elabora un primer modelo de los hadrones basado en la simetría unitaria
SU(3), y que postula la existencia de tres constituyentes básicos, que el propio
Gell-Mann bautiza con el nombre de quarks. Estos quarks se distinguen por
su sabor y se denomina u, d, s.
Esta simetría es consecuencia de la conservación del isospín de la ex-
trañeza en las interacciones fuertes entre los hadrones.

3.1.1 Composición y tipos de hadrones


Según el modelo de quarks constituyentes, los hadrones son estados liga-
dos de quarks, cuyas estructuras elementales son:

• Los mesones - El modelo de quarks supone que son estados q1 q 2 (dos


quarks). Por lo tanto son bosones. Tienen número bariónico B = 0.
El nombre de mesón fue introducido por Yukawa cuando propuso la
existencia del mesón π. Pueden crearse y destruirse individualmente,
1
M. Gell-Mann, Phys. Rev 125, 125 (1962); y Phys. Lett. 8, 214 (1964).
2
Y. Neeman, Nucl. Phys. 26, 222 (1961).
3
G. Zweig, CERN preprint Th401 y CERN preprint TH412 (1964).
76 Física de Partículas

siempre que se cumplan todos los principios de conservación. La tabla


p3.2 contiene los mesones4 estables (bajo la interacción fuerte).
• Los bariones - Su estructura en quarks es q1 q2 q3 (tres quarks). Son,
por lo tanto, fermiones. Tienen número bariónico B = 1. Los repre-
sentantes más genuinos en este grupo son los nucleones. El número
bariónico se conserva en todas las interacciones. Esto es consecuencia
de la conservación del número de fermiones. La tabla p3.3 contiene los
bariones estables (bajo la interacción fuerte).

Además se suelen denominar hadrones exóticos (tanto mesones como


bariones), a todos aquellos hadrones que no cumplen la anterior prescripción
mínima. Una manera de descubrir mesones exóticos es buscar partículas cu-
yos números cuánticos no pueden explicarse por estados qq̄. Otra categoría
de exóticos está representada por hadrones compuestos por 4 ó 5 quarks (ba-
riones del tipo qqqqq̄ o mesones qq̄qq̄). Todas esta búsquedas han resultado,
hoy por hoy, infructuosas.

Quarks
S= 12 , B = 1
3
M(GeV/c2 ) Q I I3 C S T B
2 1 1
u 0,39 3 2 2
0 0 0 0

d 0,39 - 13 1
2
- 12 0 0 0 0

s 0,51 - 13 0 0 0 -1 0 0

Tabla p3.1 - Los tres primeros quarks introducidos por Gell-Mann,


que componen la representación del modelo SU(3) de sabor.
A todos ellos, por convenio, se les asigna la Paridad = +.

Los números cuánticos de los hadrones son función del número de quarks
constituyentes, y su definición es sencillamente:

Extrañeza → S = −Ns = − [N(s) − N(s)]

Encanto → C = Nc = [N(c) − N(c)]


4
Los datos de las partículas contenidas en estas tablas pueden verse en la publicación
bianual que realiza el Particle Data Group.
Hadrones 77
£ ¤
Belleza → B = −Nb = − N(b) − N(b)
£ ¤
Verdad → T = Nt = N(t) − N(t)
en donde N(qi ) representa el número de quarks de sabor qi (o q i si se trata
de antiquarks). Se da la circunstancia de que T = 0 para todos los hadrones
conocidos hasta hoy. En efecto, la partícula que tenga un quark t entre sus
constituyentes, debe necesariamente tener una masa M > 175 GeV/c2 , lo
que requiere disponer de aceleradores con energías superiores a las actuales.
Los números cuánticos que acaban de describirse son muy importantes
porque se conservan en las interacciones fuertes y electromagnéticas, como
se verá más adelante.
El número bariónico puede calcularse con
1
B= [N(q) − N(q)] (3.1)
3
que resulta ser B = 1 para los bariones, B = −1 para los antibariones y
B = 0 para los mesones. En términos del número de quarks se tiene,
1X 1
B= Nq = (Nu + Nd − S + C − B + T ) (3.2)
3 q 3

Ejemplo:
¿Cuál es el número bariónico de p, π o y Σ+ ?
p está compuesto por uud, aplicando la expresión (3.2) y teniendo
en cuenta que S = C = B = T = 0
1
B= [2 + 1] = 1
3

π o está compuesto por uū, aplicando la expresión (3.1)


1
B = [1 − 1] = 0
3

Σ+ está compuesto por uus, por lo que S = −1 y C = T = B = 0,


aplicando la expresión (3.2)
1
B = [2 − (−1)] = 1
3
78 Física de Partículas

La conservación del número bariónico está ligada a la conservación del


número de quarks. Este es un número que se conserva en todas las inte-
racciones. Las interacciones fuertes y electromagnéticas conservan incluso el
sabor de los quarks.

Ejemplo:
Comprobar que se conserva los quarks en la siguiente reacción:

p + p → p + n + π+

p → uud
n → udd
π → ud¯ = u − d
+

¾
p + p → uud + uud = 4u + 2d
p + n + π o → uud + udd + (u − d) = 4u + 2d
como se puede ver el número de quarks de cada sabor se conserva.

A los tres primeros quarks se les asignan los números cuánticos de la tabla
p3.1, todos ellos son fermiones (espín 12 ) y tienen número bariónico B = 13 ,
de forma que los bariones tienen número bariónico 1, y los mesones tienen
número bariónico 0. Existen también los tres antiquarks de cada uno de los
quarks de la tabla p3.1. Los antiquarks tienen número bariónico B = − 13 , así
como todas las otras cargas, cambiadas de signo. De esta manera, el modelo
se generaliza a todas las antipartículas y supone que los antibariones están
compuestos por tres antiquarks q̄1 q̄2 q̄3 y los mesones q1 q̄2 tendrán antimesones
q̄1 q2 , con lo que podrán existir mesones que son su propia antipartícula (por
ejemplo el π 0 ó el ρ0 ).
Así pues, los quarks tienen carga eléctrica fraccionaria. Pero hay que
insistir en el hecho experimental de que todavía no se ha descubierto ninguna
partícula en estado libre (es decir cuya trayectoria sea medible en un campo
electromagnético) que tenga carga eléctrica igual a una fracción de la del
electrón. Los quarks existen únicamente confinados en el interior de los
hadrones y todavía no ha sido posible detectarlos en estado libre. Esta es la
idea de confinamiento.
Hadrones 79

3.1.2 Números cuánticos de los hadrones


El objetivo de la espectroscopía de hadrones es determinar los números
cuánticos de todos los hadrones encontrados en los experimentos de física de
altas energías. Los más representativos son:
Masa (M), espín-paridad y conjugación de carga (notación J PC ) y las
cargas Q, S, C, B, T .
La interacción fuerte, conserva todos los números cuánticos de los hadro-
nes, es decir, los que aparecen an la tabla p3.1.

Isospín en el modelo de quarks


De particular importancia es la simetría de isospín, consecuencia de la
igualdad de la fuerza fuerte para los quarks u y d. En efecto, Heisenberg
(1932) introdujo el isospín para caracterizar al nucleón, que tiene dos esta-
dos de carga: p y n, que se comportan de manera idéntica en las interacciones
fuertes (simetría de carga e independencia de carga de las interacciones fuer-
tes, propiedades de los núcleos espejo, etc.). La conservación del módulo de
I es consecuencia de la invarianza del hamiltoniano fuerte bajo las rotaciones
en el espacio de isospín.
El protón y el neutrón son dos estados ortogonales de la misma partícula
(nucleón). Esto es similar a la distinción que se hace entre los dos estados
posibles de espín de una partícula de espín 1/2, que son indistinguibles en
la ausencia de cualquier interacción que rompa la simetría rotacional (por
ejemplo, el campo magnético). Si dos estados de espín están degenerados en
energía hasta que se les aplica un campo magnético externo, que rompe la
degeneración en dos estados. De la misma manera se puede pensar que el
n y el p como estados degenerados en masa porque existe alguna simetría
de la fuerza fuerte (del hamiltoniano fuerte), y llamamos a esta simetría
espín isotópico o simetría de isospín. En realidad la existencia de fuerzas
electromagnéticas y débiles rompe esta simetría y levanta la degeneración en
las masas y por eso se puede distinguir entre n y p.
También los tres mesones π (π+ , π − , π o ) tienen casi la misma masa, y
la fuerza fuerte no distingue entre ellos. Por lo que en ausencia de campos
electromagnéticos y débiles, se puede pensar que los tres correspònden a
distintos estados de la misma partícula.
Se considera que todos los hadrones pertenecen a un multiplete de isospín
y que en ausencia de efectos que rompan la simetría hay una degeneración
80 Física de Partículas

en masa de todos los miembros del multiplete.


La tercera componente del isospín viene determinada por la carga de
la partícula. Se asigna el máximo valor de isospín I3 = I al miembro del
multiplete con la carga mayor.
Las quarks (u,d) forman un doblete de isospín (I = 12 ). Los demás son
singletes de isospín (I = 0). Habrá una serie de valores posibles de isospín
para cada extrañeza.
El isospín es una magnitud muy importante para la fuerza fuerte y no es
relevante para los leptones, se puede considerar que todos los leptones y los
mediadores tienen isospín 0.

Hipercarga
Se observó fenomenológicamente que la carga eléctrica de un hadrón se
puede relacionar con sus otros números cuánticos, a través de la relación de
Gell-Mann-Nishijima. Para ello se introduce la llamada hipercarga,5

Y =B+S

suma del número bariónico y de la extrañeza. Con ello la relación entre la


hipercarga y la carga eléctrica viene dada por
Y
Q = I3 +
2
que es la fórmula de Gell-Mann-Nishijima. En esta expresión Q es un número
entero, sin dimensiones. Si se desea calcular la carga, habrá que multiplicar
por la unidad de carga eléctrica e.

5
Esta definición de hipercarga se generaliza cuando se tienen en cuenta todos los quarks,
y se define Y = B + S + C + B + T , es decir incluyendo las cargas internas extrañeza,
encanto, belleza y verdad.
Hadrones 81

EJEMPLO:
Usando el principio Generalizado de Pauli, encontrar el espín iso-
tópico I de los siguientes sistemas; en los estados 1 P y 1 D.
a) π + π o
b) π + π −
Solución
La función de onda, que describe el sistema, debe ser simétri-
ca (son bosones) en el intercambio de las dos partículas que lo
forman.
(−1)L+S+I = 1, función simétrica (3.3)
a) Como π+ y π o tienen los dos isospín 1, luego I del sistema
puede ser 2, 1 ó 0.
La hipercarga es 0, ya que Y = S + B
y por ser piones S = B = 0. Podemos deducir el valor de I3 con
la expresión de Gell-Mann-Nishijima:
Y
Q = I3 + ⇒ Q = I3 ⇒ I3 = 1 ⇒ I 6= 0
2
Teniendo en cuenta (3.3) y que S = 0.
(−1)L+I = 1 ⇒ L + I = par
½
1 S=0
P 1 + I = par → I = 1
L=1
½
1 S=0
D 2 + I = par → I = 2
L=2
b) Al igual que en el caso anterior, π + y π − tienen los dos isospín
1, luego I del sistema puede ser 2, 1 ó 0.
La hipercarga también es cero y la carga cero. I3 = Q = 0
½
1 S=0
P 1 + I = par → I = 1
L=1
½
1 S=0
D 2+I = par → Hay dos posibles soluciones, I = 2 ó 0
L=2
82 Física de Partículas

3.2 Mesones. El estudio del pión


3.2.1 Multipletes de mesones
El isospín permite explicar por qué las fuerzas nucleares no distinguen
entre el protón y el neutrón, o entre los piones cargados y el pión neutro; el
protón y el neutrón forman un doblete y los piones un triplete. las diferencias
de masa serían debidas a las interacciones electromagnéticas. Matemática-
mente, la invariancia de las interacciones fuertes bajo isospín se expresa como
la invariancia de la teoría bajo el grupo de transformaciones SU(2).
Estos multipletes son grupos de estados degenerados. Un examen cuida-
doso de estos multipletes muestra que los cambios en la estructura de quarks
de un miembro a otro del multiplete incluye variaciones en u o d, o sus
antiquarks solamente.
Si los quarks u y d tuvieran la masa igual, la fuerza electromagnética sería
tan pequeña que se podría despreciar en comparación con la fuerza fuerte
quark-quark, por lo que la contribución coulombiana pudiera desaparecer, se
podría esperar que las diferencias entre las masas de los componentes de un
multiplete fueran 0 y existiría un simetría completa en la naturaleza.
La hipótesis en la que se basa lo expuesto anteriormente, es que la única
diferencia entre un quark u y un quark d es la carga eléctrica. Se da una
situación análoga en física atómica, donde es imposible distinguir entre un
electrón con espín ↑ de un electrón con espín ↓, excepto en la presencia de un
campo magnético. Por lo que se introduce la idea de espín isotópico, que ya
se ha estudiado anteriormente, cuyos estado son epín isotópico ↑ (quark u) y
espín isotópico ↓ (quark d), a los que no se les puede diferenciar en ausencia
de electromagnetismo.
Los quarks u y d tienen espín isotópico I = 1/2, con tercera componente
I 3 = +1/2 (u) e I 3 = −1/2 (d). Las combinaciones de 2 espines isotópicos
pueden dar un singlete I = 0 o un triplete I = 1.
Esto se ve claramente en los mesones (estados qq̄), donde se encuentran
singletes de isospín (η, ω, etc.) y tripletes (π + , π 0 , π − , ρ+ , ρ0 , ρ− ,...).

3.2.2 Propiedades del pión


En 1947, C.G. Lattes, H. Muirhead, G. Occhiliani y C.F. Powell anali-
zaron placas de emulsión nuclear que habían sido expuestas, durante días,
a rayos cósmicos a gran altura en la atmósfera. Observaron en ellas trazas
Hadrones 83

de rayos cósmicos primarios y secundarios: los primeros habían chocado con


núcleos atómicos en la atmósfera; producían su rotura y la emisión de diver-
sas partículas (rayos cósmicos secundarios), en todas direcciones que daban
lugar a nuevas trazas. Entre estas últimas, descubrieron las correspondientes
a nuevas partículas, con cargas eléctricas +e y −e, que se denominan pión
positivo π+ y negativo π − . Las masas de π+ y π − son iguales entre sí, dentro
de los errores experimentales.
Los piones cargados, una vez producidos, viajan como rayos cósmicos
secundarios un cierto trayecto, hasta que se desintegran espontánemente.
En 1948 ya fue posible producir artificialmente piones cargados en expe-
rimentos de laboratorio. Un haz de partículas α de alta energía - procedentes
del ciclotrón de la Universidad de Berkeley - bombardeó un blanco de car-
bono y entre los productos finales de la reacción se detectaron los piones
cargados.

Masa y carga de los piones


Se puede demostrar que cuando la relación entre los momentos del pión
y un protón es igual a la relación entre sus alcances en un medio absorbente,
dichas partículas poseen velocidades iguales y el valor de la relación en cues-
tión es igual al de la relación entre sus masas. De esta forma se encuentra
que
mπ+ = 139, 6 ± 0, 1 MeV/c2
La medida cuidadosa de la energía liberada en la desintegración del pión al
muón (π + → µ+ + ν µ ), proporciona un valor ligeramente más preciso de
dicha masa a partir de la masa del muón como dato. Las masas del pión
negativo y neutro se pueden relacionar observando el espectro energético de
los fotones procedentes de la reacción

π− + p → π0 + n

π 0 → 2γ
en un espectrómetro de pares, lo que lleva al resultado

mπ− − mπ0 = 4, 606 ± 0, 006 MeV/c2

la masa del π − se obtiene con la máxima precisión procediendo a la oportuna


medida de las energías de los rayos X procedentes de átomos piónicos. El
84 Física de Partículas

valor encontrado es
mπ− = 139, 577 ± 0, 013 MeV/c2
Esta serie de experiencias establece la igualdad entre las masas del π+ y
π − con un alto grado de precisión, tal como requieren los principios generales
de invariancia si dichos piones son partícula y antipartícula. Las experiencias
en cuestión relacionan también las masas del pión y del muón y contribuyen
a indicar que el valor de la masa del neutrino emitido en la desintegración
π − µ es consistente con cero (< 0, 6 MeV/c2 , con un 90% de confianza), tal
como ocurría en el neutrino emitido en la desintegración beta.
Todas las medidas de deflexión magnética y de ionización llevadas a cabo
sobre estas partículas, confirman que la carga de los piones es igual a la de
los electrones.

Vida media
La primera determinación precisa de la vida media de los piones carga-
dos se llevó a cabo permitiendo que un determinado número de mesones π −
describieran un número de órbitas conocido en campo magnético del mismo
ciclotrón en el que se producen artificialmente. Los mesones en circulación
podían ser interceptados por un detector adecuado tras un número determi-
nado de vueltas; la vida media se deducía a partir de la atenuación observada
en función del número de orden de la órbita en cuestión.
Más recientemente, se ha estudiado la atenuación debida a la desintegra-
ción en vuelo de un haz bien definido de piones; en la figura (p3.1) se repre-
senta un montaje experimental típico. Con el fin de eliminar las partículas
que contaminan el haz se utilizan contadores de Cerenkov; la experiencia
determina la fracción del haz que sobrevive a lo largo del recorrido del vuelo
en función de la distancia. Esta técnica se puede aplicar tanto a mesones π +
como π − . En el caso de mesones π + , que no son absorbidos por los núcleos
al ser frenados, se puede utilizar el método de las coincidencias retardadas;
en este método, la primera señal indica la llegada de un pión positivo a un
detector en el que queda detenido y la segunda señal (retardada), proce-
dente del mismo detector o de otro similar, indica la aparición del muón de
desintegración.
Los resultados de todas estas experiencias ponen de manifiesto que las
vidas medias de los mesones π + y π − son iguales dentro de las desviaciones
típicas; el valor aceptado actualmente es el que aparece en la tabla p3.2.
Hadrones 85

Figura p3.1 - Dispositivo experimental para la determinación de la vida media


de los piones por observación de su desintegración en vuelo.

3.2.3 Modos de desintegración de los mesones


El pión neutro decae en dos fotones; las primitivas estimaciones de su
vida media estaban basadas en un modo de desintegración alternativo a éste,
en el que se produce un fotón y un par electrón-positrón

π 0 → γ + e+ + e−

Los principales esquemas de desintegración de los piones estan íntimamen-


te relacionados con las experiencias por las que se estableció la existencia de
estas partículas y la medida de su vida media. Algunos se han discutido
anteriormente. El meson π+ en reposo se desintegra con una vida media de
2, 5 × 10−8 s, según el proceso

π + → µ− + ν µ (3.4)

en el cual el muón es emitido con una energía única de 4,17 MeV. Esta
partícula está polarizada longitudinalmente debido a la no conservación de
la paridad en tal desintegración. La energía liberada es consistente con una
86 Física de Partículas

masa nula para el neutrino asociado con el muón ν µ . La desintegración del


pión negativo no se observa en reposo debido a la atracción de Coulomb de
estas partículas respecto a los núcleos y a la fuerte absorción nuclear, pero
la desintegración
π − → µ− + ν̄ µ (3.5)

tiene lugar en vuelo. En este proceso se indica la aparición de un antineutrino


de acuerdo con el principio de conservación de los leptones y la asignación
de partícula y no de antipartícula al µ− .
En 1958 se descubrió6 que la desintegración electrónica del pión, según el
proceso
π± → e± + ν e (ó ν̄ e ) (3.6)

tiene lugar con una frecuencia del orden de 104 veces menor que la corres-
pondiente a la del modo principal π → µ. Puesto que la energía liberada
en la desintegración (3.6) es mucho mayor que la liberada en la (3.4) o en la
(3.5), debido a la masa del muón, las partículas finales del proceso electrónico
disponen de más estados de movimiento y, en principio, cabría esperar que
este proceso resultara favorecido. Sin embargo, este razonamiento ignora la
represión que la helicidad del neutrino produce en esta desintegración. La
figura (p3.2) muestra que en la desintegración π + → e+ el espín cero del pión
exige que la helicidad del positrón sea la misma que la del neutrino, es decir
−1. Sin embargo, la evidencia aportada por la desintegración beta indica que
los positrones son emitidos con una polarización longitudinal correspondien-
te a +v/c y, por lo tanto, en el límite relativista, estas partículas deberían
poseer una helicidad +1. En consecuencia, la desintegración π+ → e+ resul-
taría prohibida si fuera gobernada por el mismo tipo de interacción que la
desintegración nuclear beta; de hecho, la masa finita del electrón impide que
sea alcanzado el límite relativista y la reacción es permitida, aunque con un
retardo considerable. La desintegración π → µ resulta retardada por la mis-
ma razón, pero con un factor mucho más pequeño, debido al valor menor del
cociente v/c. La relación entre las frecuencias de las desintegraciones π → e
y π → µ, calculada utilizando estos factores, concuerda con la observada
experimentalmente.

6
T. Fazzini et al., Phys. Rev. Lett, 1, 247 (1958).
Hadrones 87

Figura p3.2 - Desintegración del π + en reposo en un muón o un positrón


y un neutrino alineados. En este esquema se representan la helicidades
requeridas por la conservación del momento angular.
La helicidad de µ+ , e+ es opuesta a la favorecida.

En 1962 se observó7 el modo de desintegración débil

π + → π 0 + e+ + ν e

Este proceso es análogo a una transición de Fermi 0+ → 0+ en la desinte-


gración nuclear beta y su probabilidad, calculada teóricamente, es un factor
1, 07×10−8 respecto a la desintegración π → µ; este resultado está de acuerdo
con el valor observado experimentalmente.

3.3 Bariones. Estructura quark de los nu-


cleones
Es el nombre genérico para cualquier partícula hadrónica con número
bariónico igual a 1. Los bariones mejor conocidos son el protón y el neutrón,
a los que se conoce indistintamente como nucleones. Los bariones compuestos
por los quarks u y d son los nucleones (isospín I = 1/2) y las partículas ∆
(isospín I = 3/2). A los bariones que contienen quarks s se les conoce como
hiperones. Estas partículas, Λ, Σ, Ξ y Ω se distinguen entre si por el isospín
y el número de quarks s que contienen. Estas magnitudes aparecen en la
siguiente tabla:

Nombre N ∆ Λ Σ Ξ Ω
Isospin I 1/2 3/2 0 1 1/2 0
Extrañeza S 0 -1 -2 -3
Número de quarks s 0 1 2 3
7
R. Bacastow et al., Phys. Rev. Lett., 9, 400 (1962).
88 Física de Partículas

Los antihiperones tienen extrañeza +1, +2 ó +3, respectivamente. El


descubrimiento de bariones que contienen quarks c y b ha hecho ampliar este
esquema.

3.3.1 Masa de los bariones

El espectro de masas de los bariones frente a la extrañeza y el isospín


aparece en la figura (p3.3). Los niveles más bajos de energía son los que
corresponden a J P = 1/2+ y J P = 3/2+ , como se puede ver claramente.
También es evidente que la masa de los bariones crece con el número de
quarks s. Además se puede ver que los bariones con J P = 3/2+ son 300
MeV/c2 más masivos que sus equivalentes con J P = 1/2+ .
Esto se puede primero atribuir a que el quark s es más masivo que los
quarks u y d. Pero esto no es todo, ya que si fuera así el Λ tendría la misma
masa que los Σ y el ∆ la misma que el protón. Evidentemente hay una
contribución espín-espín significativa (hiperfina), proporcional al producto
de los espines e inversamente proporcional al producto de las masa de los
quarks constituyentes.

· ¸
0 S̄1 · S̄2 S̄1 · S̄3 S̄3 · S̄2
M(barion) = m1 + m2 + m3 + A + + (3.7)
m1 m2 m1 m3 m3 m2

donde A0 es una constante y cada S̄i su correspondiente espín.


Utilizando y desarrollando la expresión anterior (3.7), queda para los
nucleones (neutrón o protón)

3 ~2 0
MN = 3mu − A
4 m2u

y para los ∆

3 ~2 0
M∆ = 3mu + A
4 m2u
Hadrones 89

Figura p3.3 - Masas de algunos bariones frente a su extrañeza e isospín.

3.3.2 Producción y detección de los bariones


Los bariones se pueden producir de diferentes maneras en aceleradores de
partículas. Por ejemplo se obtienen algunos estados excitados (resonancias)
cuando se bombardean protones con piones, y se puede estudiar la energía
(masa) y la anchura (vida media) de la resonancia ∆++ en la reacción

π + + p → ∆++ → p + π+

variando la energía del haz de piones y midiendo la sección eficaz total: El


pico más intenso y de menor energía, en la sección eficaz se encuentra a 1232
MeV, se le conoce como ∆++ (1232). Este estado de corta vida, se desintegra
alrededor de 0, 5×10−23 s de su formación, por lo que sólo es posible detectar
los productos de la desintegración. Su distribución angular se puede usar para
determinar el espín y la paridad de la resonancia, obteniéndose J P = 3/2+ .
Para generar hiperones, se puede utilizar un haz de kaones, una reacción
posible es
K − + p → Σ∗0 → p + K −
90 Física de Partículas

Este estado de resonancia intermedio, un estado excitado del Σ0 tiene, como


el ∆++ una vida media muy corta y decae inmediatamente.
En los experimentos descritos hasta ahora (experimentos de formación)
el barión que se forma es detectado como una resonancia en la sección eficaz.
Debido al número limitado de haces de partículas disponibles, este méto-
do sólo se puede utilizar para obtener nucleones y sus estados excitados, o
hiperones con extrañeza S = −1.
Una manera más general de producir bariones es en experimentos de pro-
ducción. En estos se lanza un haz de protones, piones o kaones, con la mayor
energía posible sobre un blanco. El límite en la energía disponible para pro-
ducir nuevas partículas es la energía del centro de masas del proceso. Para
energías del centro de masas mayores que 3 GeV, no se obtienen más reso-
nancias y la sección eficaz elástica es sólo una mínima parte de la sección
eficaz total. En este rango de energías el proceso principal es la producción
inelástica de partículas.

3.3.3 Momentos magnéticos


~ > 0 (como el electrón, los núcleos, etc.) tienen
Los partículas con espín S
un momento dipolar magnético

µN ~
~µ = gs S
~

en donde gs es el factor giromagnético y µN = e~/2mp es el magnetón nuclear.


El momento magnético que predice la teoría de Dirac, para partículas
puntuales, sin estructura, es
e~
µD =
2M
o sea, que el factor giromagnético vale gs = +2, y así se ha confirmado en el
caso del e− y del µ− .
Si el protón no tuviese estructura y fuese una partícula elemental, se
tendría el mismo valor que antes pero con M = mp , o sea µp = µN , el
magnetón nuclear; sin embargo, el resultado experimental es µp = +2, 79
µN . De igual manera, se encuentra que el momento magnético del neutrón
vale µn = −1, 91 µN .
Hadrones 91

Momentos magnéticos en el modelo de quarks


Igual que en el caso de las masas, la comparación de los momentos di-
polares magnéticos de los bariones con los resultados experimentales, dan
resultados muy satisfactorios.
Considérese el estado fundamental del protón. El momento dipolar se
calculará como la suma de los momentos dipolares magnéticos de los tres
constituyentes del protón

~µp = ~µu + ~µu + ~µd

entendiéndose que hay que calcular el valor esperado del momento magnético
­ ® ­ ¯ ¯ ®
µp = ~µp = ψ p ¯~µp ¯ ψ p

Se llega al valor
2 1
µp = (µu + µu − µd ) + µd
3 3
De la misma manera se pueden obtener los momentos magnéticos para otros
bariones
1
µp = (4µu − µd )
3
1
µn = (4µd − µu ) (3.8)
3
1
µΣ+ = (4µu − µs )
3
Si se supone que mu = md , entonces, de los valores dados en (3.8) se obtiene
la relación
µn 2
=−
µp 3
que está de acuerdo con el valor experimental, −0, 685.
Para calcular valores absolutos de momentos magnéticos, deben conocerse
las masas de los quarks. Puede hacerse el revés, a partir de las medidas de
los momentos de los bariones n, p y Λ0 obtener las masas de los quarks.
Utilizando este procedimiento, se obtiene mu = 336 MeV, valor intermedio
entre las masas constituyentes obtenidas a partir de las masas de bariones y
mesones.
92 Física de Partículas

3.4 El descubrimiento del último quark (el


quark t)
En 1994, gracias al colisionador protón-antiprotón (TeVatrón) de Fermi-
lab, que alcanzó una energía en el centro de masas de la colisión de 1,8 TeV,
los dos experimentos instalados en el mismo, se obtuvo la primera evidencia
experimental de la producción asociada del quark t a través del proceso

p + p̄ → t + t̄ + X

siendo X un sistema de hadrones que conserva todos los números cuánticos.


La sección eficaz obtenida es σ(p + p̄ → t + t̄ + X) ≈ 6, 8 pb, mientras que
la sección eficaz de colisión σ(p + p̄) ≈ 150 mb. Esto informa de la enorme
dificultad del descubrimiento.
La detección del quark top, fue puesta de manifiesto gracias a su desinte-
gración
t → W+ + b y t̄ → W − + b̄
apareciendo pares de bosones W , junto con jets debidos a la fragmentación
de los quarks b, b̄ y a otros quarks. La identificación de los leptones e± y µ± ,
producto de las desintegraciones de los bosones W ± , permitieron explicar el
origen de los pocos sucesos obtenidos.

3.5 Partículas extrañas. Propiedades


La extrañeza se introduce para explicar el hecho de que algunos hadro-
nes, tanto mesones como bariones, (K, Λ, Σ,....), tengan vidas relativamente
largas, lo cual implica que no decaen a otros hadrones más ligeros (p, π) por
interacción fuerte o electromagnética, sino por la débil. Por otro lado, los
experimentos de la cámara de niebla indicaban que estas partículas se produ-
cen con secciones eficaces consistentes con la interacción fuerte. Esto era una
aparente paradoja, ya que estas partículas ”extrañas” sentían la interacción
fuerte cuando eran producidas, pero no parecían sentirla cuando decaían. La
solución de la paradoja surgió de la observación de que las partículas extrañas
aparecen por parejas.
Se introdujo un número cuántico S, que debía conservarse por la interac-
ción fuerte y la electromagnética, pero podía ser violado por la interacción
débil. S vale cero para los hadrones ”normales” (p, n, π), y se le asignó el
Hadrones 93

valor S = 1 para los kaones K 0 y K + . Debido a la conservación de S por


la interacción fuerte, en los procesos de colisión entre hadrones normales que
produjeran K 0 ó K + , la otra partícula extraña debe tener S = −1. Así se
le asignó S = −1 a K̄ 0 , K − , Λ, Σ+ , Σ− , Σ0 . Las cascadas Ξ0 , Ξ− tienen
S = −2. Las antipartículas tienen extrañeza opuesta a las partículas, para
que puedan aniquilarse con ellas sin violación de S. Cuando un hadrón con
extrañeza S decae, si existen otros hadrones más ligeros a los que pueda
decaer conservando S (además de la carga y el número bariónico), entonces
el decaimiento será rápido, pues ocurre por interacción fuerte o electromag-
nética, por ejemplo
Σ0 → Λ + γ
Si este no es el caso, el decaimiento ocurrirá por interacción débil, que puede
cambiar la extrañeza en una unidad (en primer orden).

3.5.1 Propiedades de las partículas extrañas


Las partículas extrañas poseen una serie de propiedades susceptibles de
ser medidas como la carga, la masa y la vida media de desintegración; el
espín intrínseco, la extrañeza, el espín isobárico y la paridad relativa se pue-
den determinar de modo indirecto. La paridad intrínseca de las partículas
extrañas no se puede deducir a partir de sus productos de desintegración
debido a la no conservación de la paridad en dichos procesos (interacción
débil). La determinación de las propiedades de las partículas extrañas no se
pueden considerar separadamente de su formación y desintegración.

Masa
La masa de una partícula extraña se determina estudiando la cinemática
de un proceso de producción o desintegración de la misma.
El mesón K + presenta un modo de desintegración parcial en tres piones
cargados; la medida de los alcances de los tripletes de piones procedentes
de un K + en reposo, en emulsión nuclear, proporciona un valor preciso de
la masa de esta partícula. El kaón neutro decae en dos piones cargados; las
energías de los piones emitidos en la desintegración en vuelo de mesones K 0 se
han medido utilizando una cámara de chispas y un sistema de espectrometría
magnética. La masa del K 0 se deduce entonces de las ecuaciones de balance
de energías y de momentos. Las masas de los kaones cargados y neutros se
94 Física de Partículas

pueden relacionar observando la reacción

K − + p → K̄ 0 + n

en una cámara de burbujas de hidrógeno, en la que la energía del neutrón se


evalúa a partir de la observación de la colisión n − p.
La masa del hiperón Λ0 se obtiene determinando los momentos de los
productos de la desintegración (π− + p) y el ángulo que forman sus trazas
cuando las partículas Λ0 se producen y desintegran en vuelo en una pila de
emulsiones nucleares. El valor Q es de 37,6 MeV. La masa del Σ se puede
obtener de una forma análoga, así como también a partir de las correspon-
dientes reacciones de producción; las masas de las partículas sigma cargadas
y neutras están relacionadas por el proceso

Σ− + p → Σ0 + n

Las masas del Ξ y Ω− se determinan a partir de las energías de los respectivos


productos de desintegración.

Paridad

Debido a la no conservación de la paridad en los procesos de desintegración


débil, es imposible relacionar la paridad de la partícula Λ con el sistema πp.
Ahora bien, si se conocen los momentos angulares orbitales que intervienen
en
π − + p → Λ0 + K 0

se puede deducir la paridad relativa. Convencionalmente se considera que


la partícula Λ, al igual que el protón, posee una paridad par; por lo tanto,
la paridad del kaón es impar. La paridad Σ se puede relacionar con la del
Λ llevando a cabo un análisis del proceso de desintegración electromagnética

Σ → Λ + e+ + e−
Hadrones 95

Mesones
Partícula Masa Vida media Modos de
P
(Estructura en quarks) J MeV/c2 τ (s) desintegración
Mesones sin extrañeza
π± (ud, ud) 0− 139,57 2, 6 × 10−8 µν
π0 (uu, dd) 0− 134,97 0, 84 × 10 −16
γγ
η 0 (uu, dd) 0− 547,5 Γ= γγ, 3π 0 , π+ π − π 0
= 1, 18 ± 0, 11 keV
Mesones con extrañeza
K ± (us, us) 0− 493,67 1, 24 × 10−8 µν µ , π ± π 0 , 3π, π0 `± ν l
0
K 0 , K (ds, ds) 0− 497,67 50%KS0 , 50%KL0

Mesones con encanto


0
D± (cd, cd) 0− 1893,3 1, 06 × 10−12 eX, K ± X, K 0 /K X
0 0
D0 , D (uc, uc) 0− 1864,6 0, 415 × 10−12 eX, µX, KX, K 0 /K X

Mesones con encanto


y extrañeza
0
Ds± (cs, cs) 0− 1968,5 0, 47 × 10−12 KX, K 0 /K X

Mesones con belleza


0
B ± (bd, bd) 0− 5279 1, 65 × 10−12 DX, D0 X/D X, D∗ X
0 0
B 0 , B (bu, bu) 0− 5279 1, 56 × 10−12 DX, D0 X/D X, D∗ X

Mesones con belleza


y con extrañeza
Bs0 (bs, bs) 0+ 5369 1, 54 × 10−12 Ds X, Ds π +

Tabla p3.2 - Tabla de mesones estables (bajo interacción fuerte).


El símbolo X representa una o varias partículas.
96 Física de Partículas

Bariones
Partícula Masa Vida Media Modos de
P
(Estructura en quarks) J MeV/c2 τ (s) desintegración
Bariones sin extrañeza
1+
p (uud) 2
938,3 - Estable
1+
n (udd) 2
939,6 887, 0 ± 2, 0 pe− ν e

Bariones con S = −1
1+
Λ0 (uds) 2
1115,6 2, 6 × 10−10 pπ − , nπ 0
1+
Σ+ (uus) 2
1189,4 0, 8 × 10−10 pπ 0 , nπ +
1+
Σ0 (uds) 2
1192,6 7, 4 × 10−20 Λγ
1+
Σ− (dds) 2
1197,4 1, 5 × 10−10 nπ −

Bariones con S = −2
1+
Ξ0 (uss) 2
1314,9 2, 9 × 10−10 Λπ0
1+
Ξ− (dss) 2
1321,3 1, 6 × 10−10 Λπ−

Bariones con S = −3
3+
Ω− (sss) 2
1672,4 0, 82 × 10−10 ΛK − , Ξ0 π − , Ξ− π0

Bariones con encanto


1+
Λ+c (udc) 2
2285 0, 21 × 10−12 ΛX, pK − π + , pK 0
1+
Σc (uuc, udc, ddc) 2
2453 - Λ+
c π
1+
Ξ+c (usc) 2
2466 0, 35 × 10−12 ΛK − π + π + , Σ+ K − π +
1+
Ξ0c (dsc) 2
2470 0, 1 × 10−12 Ξ− π + , Ξ− π + π + π −
1+
Ω0c (ssc) 2
2704 0, 06 × 10−12 ΣKKπ, Ω− π + , ΞKππ

Bariones con belleza


1+
Λ0b (udb) 2
5641 1, 14 × 10−12 J/ψ(1S)Λ, pD0 π −

Tabla p3.3 - Tabla de bariones estables (bajo interacción fuerte).


El símbolo X representa una o varias partículas.
Apéndice A
Ejercicios de autoevaluación

A.1 Enunciados
1. Aplicando el invariante de Lorentz, determine la energía cinética míni-
ma de K + en el sistema laboratorio, necesaria para producir un mesón
X en la reacción
K+ + p → K+ + p + X
mX = 1, 02 GeV/c2 .
2. Dado que los mesones K y π tienen espín 0, mostrar que uno de los
siguientes procesos de desintegración débil
K + → π+ + πo ó K + → π+ + π+ + π−
debe violar la conservación de la paridad.
3. Razone si la siguiente reacción es posible en lo concerniente a la apli-
cación de las leyes de conservación
π − + p → K + + Σ−

4. El Λo es un barión singlete de isospín, con extrañeza S = −1 ¿Cuál


será su contenido de quarks?
5. Determine el contenido en quarks de los dobletes de mesones K + , K o
(S = + 1) y K − , K̄ o (S = − 1).
6. El barión Σ existe con tres posibles valores de carga, +, 0 y −. De-
muestre que el Σ tiene extrañeza S = −1.

97
98 Física de Partículas

A.2 Soluciones a los ejercicios


1. La energía cinética mínima será la que consiga que las partículas resul-
tantes queden en reposo en el sistema centro de masas.
Invariante de Lorenzt
E 2 − p2 c2 = M 2 c4

Para simplificar vamos a hacer todos los cálculos asignando a c2 = 1


La energía inicial y el momento inicial, suponiendo que p está en resposo

Ei = EK + mp
pi = pk

El estado final, en el centro de masas

Ef = mK + mp + mX = M
pf = 0

Aplicando el invariante

(EK + mp )2 − p2K = M 2

y teniendo en cuenta que

p2K = EK
2
− m2K

sustituyendo
2
EK + m2p + 2EK mp − EK
2
+ m2K = m2p + m2K + 2mp EK = M 2

M 2 − m2p − m2K
EK =
2mp
Los valores de mp y de mK los obtenemos de las tablas, y operando se
obtiene
EK = 2, 6 GeV/c2
Y la energía cinética mínima será

TK = EK − mK = 2, 1 GeV/c2
Ejercicios de autoevaluación 99

2. En la desintegración
K + → π+ + πo
como los tres tienen espín 0, el momento orbital angular en el estado
final tendrá también valor 0, para que se conserve el momento. La
paridad en el estado final será

Pf = (−1)L Pπ+ Pπo

donde L es el momento angular total del estado final y Pπ+ es la paridad


de cada pión, por lo que queda

(−1)0 (−1)2 = +1

como se ve (−1)2 corresponde a la paridad intrínseca de los piones.


En la desintegración

K + → π+ + π+ + π−

si l es el momento relativo de la pareja π + π + en reposo, y L el momento


total de los tres piones. El momento angular orbital en el estado final
es la resultante de l y L. Para que la resultante sea cero, debe ser l = L.
Por lo que la paridad en el estado final será

(−1)l (−1)L (−1)3 = (−1)2l (−1)3 = −1

porque 2l es siempre par.


Como los estados tienen paridades opuestas, la desintegración no puede
conservar la paridad.
3. La reacción será posible si se cumplen las siguientes leyes de conserva-
ción

• La carga

π− p K + Σ−
carga − + + −
• La paridad

π− p K + Σ−
paridad − + − +
100 Física de Partículas

• Número bariónico, p y Σ− son bariones B = +1, mientras que π −


y K + son mesones B = 0

π − p K + Σ−
B 0 1 1 0

• Isospín, 2I+1 determina el número de partículas del multiplete


— π − tiene isospín I = 1 con I3 = −1, pertenece a un triplete
de partículas π + , π o , π − con I3 = 1, 0, −1
— p tiene un isospín I = 1/2 con I3 = 1/2, pertenece a un
doblete de partículas p, n con I3 = 1/2, −1/2
— K + tiene isospín I = 1/2 con I3 = 1/2, pertenece a un doblete
de partículas K + , K o con I3 = 1/2, 1/2
— Σ− tiene isospín I = 1 con I3 = −1, pertenece a un triplete
de partículas Σ+ , Σo , Σ− con I3 = 1, 0, −1

π − p K + Σ−
I 1 12 21 1
1 1
I3 −1 2 2 −1

• Extrañeza, usando la fórmula de Gell-Mann-Nishijima

S +B
Q = I3 +
2
sustituyendo valores obtenemos

π − p K + Σ−
S 0 0 1 −1

CUADRO RESUMEN
π − p K + Σ−
carga − + + −
paridad − + − +
B 0 1 0 1
1 1
I 1 2 2
1
I3 −1 12 1
2
−1
S 0 0 1 −1
Ejercicios de autoevaluación 101

4. Como S = −1 tiene un quark s, cuya carga es Qs = −1/3.


Para conseguir un barión neutro los otros quarks tienen que ser u,
Qu = 2/3, y d, Qd = −1/3. Por lo tanto

Λo → uds

5. Los mesones son combinaciones de q q̄


Para el doblete K + , K o → S =+1, por lo que tienen que tener el quark
s̄ con Qs̄ = 1/3, para obtener la correspondiente carga de cada uno de
los mesones las combinaciones son:

K + → s̄u
K o → s̄d

En el doblete K − , K̄ o → S =−1, estará el quark s y la carga se obtiene


con:

K − → sū
K̄ o → sd¯

6. Las tres cargas corresponden a las tres orientaciones posibles del vector
isospín (I3 = 1, 0, −1) que corresponden a Σ+ , Σo , Σ− . Aplicando
B+S
Q = I3 +
2
siendo en los tres casos B = 1, resulta que S = −1.
102 Física de Partículas

Bibliografía
H. Fritzsch, ”Los quarks, la materia prima de nuestro universo”, Alianza
Universidad (1984).

D. Griffiths, ”Introduction to elementary particles”, John Wiley & Sons


(1987).

W.S.C. Williams, ”Nuclear and particle physics”, Oxford Sciences (1991).

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W.E. Burcham and M. Jobes, ”Nuclear and particle physics”, Logman


Scientific & Technical (1995).

M. Shaw y A. Williart, ”Física nuclear: problemas resueltos”, Alianza edi-


torial (1996).

B. Povh, K. Rith, C. Scholz and F. Zetsche, ”Particles and Nuclei: An


introduction to the Physical Concepts”, Springer-Velag (1999).

F.J. Ynduráin, ”Electrones, Neutrinos y Quarks”, Crítica (2001)

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