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Alumno

ALEXANDER HUACCHA MELO

Curso
DERECHO INTERNACIONAL PÚBLICO

Tema

SUCESIÓN DE ESTADOS Y LAS COMPETENCIAS PERSONALES


DE LOS ESTADOS

Docente
MIRKO JUAN JOSE
SUCESIÓN DE ESTADOS Y LAS COMPETENCIAS PERSONALES
DE LOS ESTADOS

INTRODUCCIÓN

Una de las funciones principales del Derecho internacional es, la de delimitar y distribuir
las competencias estatales.

La nota de soberanía que caracteriza al Estado es la que fundamenta y explica el conjunto


de competencias que, con independencia de cualquier otro poder o autoridad, le
corresponden para el ejercicio de sus funciones; competencias que tomando como base
los propios elementos constitutivos del Estado van a ser fundamentalmente, de carácter
territorial y personal: las competencias territoriales, se refieren a la reglamentación de las
actividades que se desarrollan dentro del ámbito del territorio estatal; las competencias
personales inciden sobre las personas que habiten en su territorio, y por extensión sobre
las personas físicas y ciertos objetos que poseen su nacionalidad, pudiendo también el
Estado ejercer ciertas competencias sobre sus nacionales cuando se encuentren en el
territorio de otro Estado.

Al Estado le corresponde otras competencias de base y alcance extraterritorial, por


relación, concretamente, a las personas, cosas y actividades que se localicen y tengan
lugar en espacios internacionales, que no pertenezcan a la soberanía de ningún Estado.

El ordenamiento jurídico internacional reconoce la capacidad de que dispone el Estado


para ejercer sus competencias soberanas con total plenitud, exclusividad y autonomía, y
ello como notas expresivas de la no subordinación del poder estatal a ninguna otra
autoridad, sin su consentimiento.

LAS COMPETENCIAS PERSONALES DEL ESTADO

Aunque el Estado se caracteriza por ser un sujeto de base territorial, el territorio no es el


único ámbito donde se proyectan sus competencias. Uno de los elementos esenciales del
Estado es su población y sobre esa población, el Estado ejerce otro tipo de competencias
denominadas competencias personales.
1. Concepto

Por competencias personales debemos entender el conjunto de competencias derivadas


de la soberanía, que el Estado ejerce sobre las personas que se encuentran bajo su
jurisdicción.

La población está constituida, en principio, por el conjunto de personas que de modo


permanente habitan en el territorio del Estado y están en general unidas a éste por el
vínculo de la nacionalidad. No obstante, ese ejercicio de competencias se proyecta
también, con distinta intensidad, sobre los siguientes sujetos:

 Las personas que se encuentran en su territorio, aunque no sean nacionales suyas


(por ejemplo, un turista que se encuentra en su territorio).

 Las personas que se encuentran bajo su jurisdicción, aunque no se encuentren ni


en su territorio ni sean nacionales suyas (por ejemplo, una persona que se
encuentra en un territorio ocupado militarmente por el Estado o en una aeronave
o un buque que porta el pabellón de dicho Estado).

 Sus nacionales, aunque no estén en su territorio.

Se plantea como un problema las competencias que ejerce el Estado sobre las personas
que no son nacionales suyas y que se encuentran en un territorio sobre el que el Estado
ejerce exclusivamente jurisdicción. Este es el caso de algunas situaciones ya históricas
como el ejercicio de competencias sobre los habitantes de territorios sometidos a
mandatos, a protectorado y a otras situaciones especiales.

2. Atribución de las competencias personales

En el derecho Internacional el reparto de las competencias parte del Estado por su carácter
territorial y por su población.

El territorio es la base espacial donde el Estado ejerce sus competencias y la población es


la base personal del ejercicio de ciertas competencias del Estado y que indica la
vinculación entre un estado y un conjunto de personas. Para ello es necesario saber sobre
quien tiene competencia un Estado; por eso es importante definir lo que es nacionalidad.

3. La Nacionalidad
La nacionalidad es un vínculo jurídico que permite identificar a la persona como parte de
la población o elemento constitutivo del Estado. El art 2 del Convenio Europeo sobre
Nacionalidad, del 6 de noviembre de 1997; define: “vinculo jurídico de una persona y
Estado”; esta vinculación entre sujeto y Estado produce una serie de efectos.

La nacionalidad es el vínculo jurídico que une a la persona con el estado y tiene la doble
vertiente de ser un derecho fundamental y constituir el estatuto jurídico de las personas.
Por esta relación, el individuo disfruta de unos derechos que puede exigir a la
organización estatal a la que pertenece y ésta, como contrapartida, puede imponerle el
cumplimiento de una serie de obligaciones y deberes.

El artículo 15 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos establece el derecho


de toda persona a una nacionalidad, y a no verse privado arbitrariamente de su
nacionalidad ni del derecho a cambiarla.

La nacionalidad es un elemento fundamental en la vida del individuo, en tanto en cuanto


le permite pertenecer a un grupo, identificarse con éste y, a la vez, le otorga la protección
del Estado y la posibilidad del ejercicio de sus derechos conforme a las normas jurídicas
del mismo.

La nacionalidad, en definitiva, es la máxima expresión jurídica de la integración de una


persona en una comunidad estatal, es algo más que la autorización de residencia y trabajo.

Asimismo, la nacionalidad juega un importante papel en el sentido de ser la condición


necesaria para acceder a la protección diplomática de los derechos de los nacionales de
un país cuando se encuentran en el extranjero. Es decir, todo nacional de un Estado tiene
derecho a que los órganos diplomáticos de su país le ofrezcan protección y asesoramiento
durante sus estancias en el extranjero.

B. Determinación de la nacionalidad

La determinación del régimen jurídico de la nacionalidad corresponde al Derecho Interno.


Son los propios Estados los encargados de establecer las normas que determinen quienes
son sus nacionales.

El Derecho Internacional deja al derecho interno de cada Estado la reglamentación de la


adquisición y perdida de su nacionalidad. Por lo tanto, siendo la regulación de la
nacionalidad una competencia exclusiva del Estado; al Derecho Internacional le
corresponde exclusivamente precisar los límites de esa competencia.
Sobre la base del Derecho Internacional general; solo una limitación es precisa: los
estados deben de abstenerse de determinar quiénes son nacionales de terceros Estados;
pues hacerlo sería contrario al principio de competencia exclusiva de los mismos.

C. Efectos de la Nacionalidad

-Origina una serie de derechos y obligaciones entre el nacional y su Estado. En el caso


del derecho Internacional; la protección diplomática.

-Determina la interinidad o grado de participación del nacional en la vida de su Estado.


Por ejemplo, existe una serie de Derechos Fundamentales aplicables a todas las personas,
pero, existen otros que solo están conferidos a los nacionales.

-Determina también el estatuto jurídico-privado básico de la persona, caracterizando su


capacidad de obrar y el ámbito de su poder y responsabilidad.

D. Adquisición y perdida de la nacionalidad

Toda persona tiene derecho a una nacionalidad; según el artículo 5.1 de la Declaración
Universal de Derechos Humanos.

Todo niño tiene derecho a una nacionalidad; según el artículo 24.3 del Pacto Internacional
de los Derechos Civiles y Políticos.

Sobre la perdida de la nacionalidad es competencia del Estado desproveer de su


nacionalidad a sus nacionales por cuestiones políticas o como consecuencia de sanción
penal.

La Declaración Universal de Derechos Humanos recoge en el artículo 15: “A nadie se


privará arbitrariamente de su nacionalidad ni del derecho a cambiar de nacionalidad”.

-Adquisición de la nacionalidad peruana

En la Constitución Política del Perú, aprobada en 1993, establece en su artículo 52 lo


siguiente:

"Son peruanos por nacimiento los nacidos en el territorio de la República. También lo son
los nacidos en el exterior de padre o madre peruanos, inscritos en el registro
correspondiente durante su minoría de edad. Son asimismo peruanos los que adquieren la
nacionalidad por naturalización o por opción, siempre que tengan residencia en el Perú."

El Perú acepta doble y hasta múltiple nacionalidad, porque "la nacionalidad peruana no
se pierde". Por otro lado, la Ley de Nacionalidad, Ley No. 26574, dada el 21 de diciembre
de 1995, "regula los vínculos jurídicos, políticos y sociales concernientes a la
nacionalidad peruana, de acuerdo con los preceptos de la Constitución Política y los
Tratados celebrados por el Estado y en vigor" (artículo 1 de la Ley de Nacionalidad).

-Perdida de la nacionalidad peruana

La constitución política del Perú recoge en su artículo 53:


"La ley regula las formas en que se adquiere o recupera la nacionalidad. La nacionalidad
peruana no se pierde, salvo por renuncia expresa ante autoridad peruana."

 La renuncia a la nacionalidad es voluntaria, expresa y se manifiesta en una escritura


pública.

 Los ciudadanos que viven en el exterior y deseen renunciar a la nacionalidad peruana


pueden hacerlo ante el funcionario consular mediante escritura pública.

La legislación peruana permite doble y hasta múltiple nacionalidad y no exige que el


ciudadano peruano que quiere adquirir otra nacionalidad en vía de naturalización renuncie
a la nacionalidad peruana.
Sin embargo, las leyes alemanas no permiten doble nacionalidad cuando se trata de
naturalización, por lo cual las autoridades alemanas invariablemente exigen la renuncia a
la nacionalidad de origen antes de otorgar la nacionalidad alemana, a menos que el Estado
de nacimiento no permita la renuncia expresa.

En todos los casos se debe devolver el Documento de Identidad (DNI), y presentar el


pasaporte, así como la Libreta Militar (si el interesado la tiene) para la debida anulación
de dichos documentos.

Los padres no pueden renunciar a la nacionalidad peruana en nombre de sus hijos menores
de edad, pues de acuerdo a dispositivos legales actualmente vigentes, sólo los mayores de
edad pueden hacerlo.
Para poder suscribir la escritura pública de renuncia a la nacionalidad peruana, hay que
ser mayor de edad y tener un DNI vigente.

4. La competencia del Estado sobre sus nacionales en el extranjero

El poder del Estado sobre sus súbditos se ejerce de forma plena dentro del territorio del
mismo. Cuando dichos súbditos se encuentran en el extranjero, el Estado no puede ejercer
sobre los mismos su competencia de ejecución sin el consentimiento del Estado en que
se encuentran sus nacionales. Ello no quiere decir que el Estado no tenga el poder de
llamar a los súbditos que se encuentran en el extranjero

Para los casos en los que los súbditos no respondan a dicho llamamiento, los Estado han
procurado, a través de algunos tratados de emigración y servicio militar, que les sean
entregados. Además, los Estados a través de los Acuerdos de Establecimiento procuran
un trato especial para sus nacionales cuando éstos se encuentren en el extranjero. A falta
de tratados, el Estado tiene derecho a que se garantice a sus nacionales un tratamiento que
no esté por debajo del llamado standard mínimum.

No obstante, el Estado siempre puede poner en funcionamiento el mecanismo del


ejercicio de la protección diplomática.

5. Extranjería

A. Concepto de extranjero

Para determinar quiénes son extranjeros para un Estado en concreto existen dos criterios:

a) Criterio de exclusión: se considera en principio a todos los no nacionales como


extranjeros; criterio válido, aunque se incluya entre éstos al apátrida.

b) Criterio más restrictivo: se considera extranjeros a las personas físicas o jurídicas


que no son consideradas como nacionales por el país en que están domiciliadas o en el
que son transeúntes, pero son consideradas como nacionales suyos por un tercer Estado
o por varios. En este supuesto no serían considerados como extranjeros los apátridas.

B. Categorización de los extranjeros

Anteriormente en el Derecho Internacional se diferenciaba entre nacionales y extranjeros;


sin embargo; esto ha cambiado porque la pertenencia de ciertos Estados a Organizaciones
Internacionales de integración ha provocado la aparición de categorías intermedias que
han puesto fin a la tradicional distinción entre nacional y extranjero.

Por ejemplo, en el Estado de España existen nacionales, extranjeros y ciudadanos de la


Unión Europea.

Además de ello existen tres situaciones sociopolíticas que dificultan la denominación de


extranjero

 Extranjero que poseen una nacionalidad plenamente operativa.

 Extranjeros que poseen una nacionalidad de la que no puede servirse por razones
políticas. Por lo tanto, es inefectiva.

 Personas que carecen por circunstancia diversas de toda nacionalidad

C. Normas aplicables a los extranjeros

Como los nacionales, los extranjeros y los apátridas están en principio sometidos al
Derecho interno del Estado en cuyo territorio se encuentran ocasional o permanentemente
y, muy especialmente, a las normas de aplicación territorial, de seguridad pública y, en
general, a todas aquellas cubiertas por el concepto del orden público interno e
internacional.

También les obligan las normas internas administrativas que el Estado promulga para
reglamentar el régimen de los extranjeros (como las obligaciones de estar provistos de
pasaporte, de inscribirse en registros especiales o de proveerse de autorizaciones
especiales de trabajo, etc.).

Corresponde al Derecho Internacional Público regular los límites que tiene el ejercicio de
esa competencia personal sobre los extranjeros. En este sentido, si bien respecto de sus
nacionales el Estado se ve escasamente limitado por el DI (fundamentalmente por medio
de las normas relativas a los derechos humanos), respecto de los extranjeros la soberanía
del Estado no sólo se ve limitada por las normas internas citadas, sino por normas
impuestas por el DI. Dichas limitaciones pueden proceder:

Del Derecho Internacional General. Aquellas que están dirigidas a garantizar y a hacer
respetar el standard minimum internacional.
D. La entrada de los extranjeros

En el estado actual del Derecho Internacional, la admisión de los extranjeros es una


cuestión que puede ser apreciada en principio discrecionalmente por el Estado receptor.
La reglamentación en concreto queda a la competencia exclusiva del Estado, que la regula
generalmente mediante disposiciones administrativas.

Está muy generalizado que se regule el régimen de pasaportes o documentos de entrada


y se haga regresar a frontera a todos los que hayan entrado en el país desprovistos de tales
documentos.

En muchas ocasiones el Estado exige un visado de entrada, que se facilita en los


Consulados del país receptor en el extranjero.

Respecto de aquellos que pretendan establecerse en el país con ánimo de trabajar en él,
no es infrecuente que de iure o de facto se llegue en la práctica a distinguir entre aquellos
que llegan al país por motivos turísticos de los que lo hacen por otros motivos, exigiendo
determinadas autorizaciones previas para trabajar.

En el momento actual de la evolución del DI cabe afirmar la formación de una norma que
prohíbe a los Estados la discriminación a efectos de entrada entre los súbditos de un país
y los de otro (salvo que medien circunstancias especiales, como la no existencia de
relaciones diplomáticas o consulares o la imposibilidad de garantizar la seguridad de
dichas personas). La negativa a admitir súbditos de un determinado país sería contraria
no solamente a las normales relaciones de amistad entre los Estados, sino también al
Derecho Internacional Contemporáneo, en el que las discriminaciones en principio son
consideradas contrarias al mismo. Ahora bien, este principio no impide la posibilidad de
establecer regímenes preferentes que se aplican a la entrada y permanencia de
determinados extranjeros, así como a su estatuto en el ordenamiento interno del Estado
receptor.

Del Derecho Internacional Convencional. Los Estados procuran conseguir que los
tratados que celebran con otros Estados en cuyo territorio residen nacionales de los
primeros reconozcan derechos en beneficio de éstos. Estos tratados dan lugar a un
régimen particular para los nacionales de los Estados contratantes.
E. La expulsión de los extranjeros

No existe en el DI General norma que prohíba la expulsión de extranjeros. La inexistencia


de una regla de DI General que prohíba la expulsión nos viene confirmada indirectamente
por el sistema europeo de derecho humanos, cuyos órganos de protección, al ocuparse de
cuestiones que rozaban el problema de la expulsión y extradición de extranjeros, ha
precisado que “en determinadas circunstancias, la expulsión pudiera dar origen a un
tratamiento inhumano”.

Lo anterior no quiere decir que el extranjero se encuentre en todos los casos sin ninguna
garantía ante las expulsiones. Lo que queremos decir es que no está protegido frente a las
expulsiones por un conjunto de normas del DI. No obstante, existen en la mayoría de los
ordenamientos internos normas que reglamentan la expulsión. Ahora bien, el Estado
podría incurrir en responsabilidad internacional por expulsiones arbitrarias basadas en
decisiones de las autoridades internas.

-Derechos de los extranjeros que se encuentren en el territorio

Un standard minimun de derechos en constante ampliación

En la materia estudiada encontramos un régimen general, basado en el DI general, que


consiste en que el Estado está obligado a conceder un tratamiento determinado a los
extranjeros, que es comúnmente conocido por standard minimum.

 En la fase actual de evolución del Derecho Internacional, dentro del concepto de


standard minimum encontramos los siguientes derechos:

 Derecho a la protección de la vida e intereses de los extranjeros contra las acciones


de violencia colectiva organizada contra ellos.

 Derecho a no ser detenidos arbitrariamente y a que se proceda a una investigación


en tiempo razonable, dando al interesado la posibilidad de ser oído.

 Derecho a no ser torturado y a que no se le someta a tratamientos inhumanos.

 Tener asegurado el libre acceso a los Tribunales y no ser discriminados ante ellos
por razones de nacionalidad. Dicho derecho va íntimamente ligado a la
responsabilidad internacional del Estado por “denegación de justicia”.
 Derecho a poder ejercitar determinados derechos civiles básicos, como son los
relativos a las relaciones paterno-filiales y, en general, a los admitidos en la
mayoría de los Estados como derechos de familia.

 El concepto de standard minimum es un concepto cambiante, pero en trance de


ampliación. Para determinar el contenido en concreto del standard minimum
habrá que recurrir no sólo a las normas del DI generales y particulares, sino
también al Derecho comparado, para extraer del mismo los derechos que se
consideran como básicos por la mayoría de las legislaciones internas.

F. Regímenes cualificados de extranjería

1. ASILO

-El asilo territorial

El asilo territorial es aquella protección que un Estado presta en su territorio al acoger a


determinadas personas que llegan a él perseguidas por motivos políticos y cuya vida o
libertad se encuentran en peligro en el Estado de procedencia. Normalmente son
nacionales de este último Estado o eventualmente de un tercer Estado.

La institución del asilo tiene su fundamento en el momento actual de la evolución del DI


en la competencia que ejerce el Estado sobre su territorio. En virtud de esta competencia
puede conceder no sólo la entrada en su territorio, sino también otorgar protección
mientras que se habite dentro de su esfera territorial.

 El asilo es un derecho del Estado derivado de su soberanía.

 Las calificaciones de las causas del asilo corresponden al Estado territorial.

 Pueden beneficiarse de él las personas perseguidas (art. 14 DUDH) y las que


luchan en contra del colonialismo.

 Las personas comprendidas entre las citadas en el art. 14 DUDH y las que luchen
contra el colonialismo tienen derecho a que no se les niegue la entrada en el
territorio de los Estados y a no ser expulsadas o devueltas a cualquier otro Estado
en que puedan ser objeto de persecución.

 Se admiten como excepciones a la admisión y a la permanencia en el territorio


razones fundamentales de seguridad nacional o de salvaguarda de la población del
Estado. En el caso de las excepciones de la regla de Asilo se procurará un Asilo
provisional para permitir a la persona trasladarse a otro Estado.

 Quedan excluidos del asilo los que hayan cometido delitos contra la paz, crímenes
de guerra o delitos contra la Humanidad. Dichos delitos se consideran como
crímenes internacionales.

 El asilo debe ser respetado por todos los demás Estados. La situación de las
personas que se beneficien del asilo interesa a toda la Comunidad Internacional.

-El derecho de asilo diplomático

El asilo diplomático es el derecho que tienen las misiones diplomáticas de albergar y


proteger a cualquier persona perseguida por motivos políticos. No debe confundirse con
el asilo político o territorial que es la acogida dispensada por un Estado en el territorio de
su soberanía a los extranjeros que buscan refugio en él por encontrarse perseguidos en
sus países de origen por razones políticas, raciales o religiosas (esta definición fue
recogida de Internet).

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