Está en la página 1de 1

Caso el grafitero- Diego Felipe Becerra Lizarazo

Hechos del caso


El 19 de agosto de 2011, un joven de 17 años de edad se encontraba pintando grafitis por
la avenida suba en el noroccidente de Bogotá junto con unos amigos, el patrullero de la
policía metropolitana de Bogotá Wilmer Antonio Alarcón accionó con su arma de fuego al
joven.
Se relata que el patrullero Alarcón retuvo a Felipe becerra y sus amigos para una “requisa
de rutina”, y que después de revisar su mochila Alarcón le dijo algo al diego Felipe que
hizo que saliera corriendo y tras una persecución el uniformado desenfundo y accionó sin
justificación alguna su arma de dotación contra el menor de edad causándole una herida
mortal en la espalda. Un conductor que pasaba por el sector traslado a Felipe becerra
hasta la clínica Shaio, pero el joven murió por la gravedad de la herida. El patrullero
justifico su actuar relatando que el joven se encontraba robando un bus de servicio
público y salió corriendo con un maletín a lo cual Alarcón hizo la persecución y que en
“legítima defensa” le disparo ya que diego Felipe portaba un arma de fuego.
Se tenía que demostrar quien había plantado un arma de fuego y que se buscaba con
esto, la abogada pachon quien asumió la defensa aseguró que las pruebas evidenciaban
la alteración de la escena del crimen con el propósito de desviar la investigación y hacer
pasar al joven como un delincuente. Esto se aclaró con el testimonio de los uniformados
adscritos a la policía metropolitana de Bogotá Navarrete, rodríguez y Tovar quienes
ayudaron a Alarcón a alterar la escena, adquiriendo un arma de fuego en el mercado
negro.
Relación del caso con medicina legal y criminalística
Ya que la medicina legal es la disciplina que efectúa el estudio teórico y practico de los
conocimientos médicos y biológicos necesarios para la resolución de problemas jurídicos
y el objetivo de la criminalística es recrear la escena del crimen descubrir al indiciado o
sospechoso y relacionarlo con esta, por medio de la epistemología de una ciencia, la
lógica y la razón más allá de toda duda razonable.
Se dijo que el joven solamente portaba pinturas y aerosoles en su maletín. Las pruebas
forenses concluyeron que nunca había portado un arma de fuego por esta razón las
acusaciones que se estaban haciendo en diferentes medios de comunicación oficiales de
la policía nacional fueron tumbadas. También en un informe de balística indico que el
arma tenía varias fallas y para ser accionada necesitaba de un conocimiento alto en el
manejo de armamento y el informe de medicina legal arrojo que las manos del joven no
tenían rastros de pólvora ni en su mochila se habían encontrado rastros del arma.

También podría gustarte