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E L MANUAL PARA LA VIDA DE

L EO B ABAUTA

Personal Development Books


http://ztdspanish.blogspot.com
Índice general

1. Introducción 3

2. Simplicidad 5
2.1. Ordenando . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7
2.2. Evitando la multitarea . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11
2.3. Deshazte de tus compromisos . . . . . . . . . . . . . . . 15
2.4. Elimina todo lo que no sea esencial . . . . . . . . . . . . 19
2.5. No hagas todo lo que aparezca en tu lista de tareas . . . 25
2.6. El arte de no hacer nada . . . . . . . . . . . . . . . . . . 29
2.7. Despeja tu mente . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 37
2.8. 72 trucos para simplificar tu vida . . . . . . . . . . . . . 43
2.9. Come más despacio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 57

3. Productividad 61
3.1. Dale sentido a tu día: las Tareas Más Importantes . . . . 63
3.2. Céntrate en tus Grandes Rocas . . . . . . . . . . . . . . 65
3.3. Vacía tu bandeja de entrada . . . . . . . . . . . . . . . . 69
3.4. Despeja tu escritorio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 73
3.5. Madruga más . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 77
3.6. Cómo sentirte motivado cuando estés desanimado . . . 83
3.7. Aprovecha al máximo los días en los que te sientas
perezoso . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 91
3.8. Libérate de tus tensiones . . . . . . . . . . . . . . . . . . 95

I
Índice general

4. Felicidad 99
4.1. Cultiva la compasión en tu vida . . . . . . . . . . . . . . 101
4.2. Evita el materialismo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 107
4.3. Consejos prácticos para vivir la Regla de Oro . . . . . . 113
4.4. Acepta las críticas con elegancia y gratitud . . . . . . . 119
4.5. Ten fe en la humanidad, y restablece la amabilidad . . . 125
4.6. Aumenta la confianza en ti mismo . . . . . . . . . . . . 131
4.7. Vive tu vida conscientemente . . . . . . . . . . . . . . . 141

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1 Introducción

Al comenzar mi vida adulta, a los 17 años, hubiera estado muy


bien que alguien a quien yo respetara me hubiera proporcionado un
manual para mi vida, con todos los temas esenciales explicados como
un listado de pasos a seguir.

Me hubiera enseñado a simplificar mi vida, algo que he tenido que


aprender por mi cuenta durante los últimos años.

Me hubiera ilustrado sobre las bases de la felicidad, y de cómo ser


productivo y cumplir mis sueños.

La vida no te proporciona un manual de este tipo, por supuesto,


y ni siquiera el más preparado de todos nosotros podría escribir un
texto de estas características.

Así que este libro no es más que un pobre intento de simular un


manual de este estilo. Porque, a decir verdad, no puede existir un
conjunto de instrucciones que funcionen para todos y cada uno de
nosotros. Y, sinceramente, es mejor aprender haciendo que aprender
leyendo.

Pero eso no va a evitar que lo intente. En mi blog Zen Habits he


intentado compartir lo que he aprendido, las cosas que a mi me han

3
1 Introducción

funcionado y que me han permitido alcanzar mis éxitos durante estos


últimos años:

Convertirme en un corredor
Hacerme vegetariano
Correr un maratón
Ser organizado y productivo
Duplicar mis ingresos
Completar un triatlón
Ser el autor de un blog de mucho éxito
Saldar mis deudas
Perder unos 14 kilos de peso
Vender un libro electrónico exitoso
Convertirme en una persona madrugadora
Crear un hogar minimalista

Todo esto puede parecer una gran cantidad de objetivos cumplidos


como para haberlo hecho en tan pocos años. Pero lo conseguí simple-
mente aplicando unos cuantos principios, adoptando hábitos de uno
en uno, aprendiendo a centrarme, y haciendo cosas que me encantan.

Este libro no es más que una colección de algunas de mis mejores


entradas en el blog Zen Habits. Se pueden encontrar de forma gra-
tuita en el blog, pero las he reunido todas aquí a petición de mis lec-
tores. Espero que algunas os sean de utilidad a vosotros... escoge los
artículos que pienses que puedes aplicar a tu vida, y dales una opor-
tunidad.

– Leo Babuta, ZenHabits.net

4
2 Simplicidad

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6
2.1 Ordenando

2.1. Ordenando

Una de las cosas que más paz me proporciona es tener una casa
limpia y ordenada. Cuando me levanto por la mañana y entro en un
salón que está ordenado, tiene un aspecto minimalista, y en el que
no hay trastos desperdigados, mi corazón se llena de tranquilidad y
alegría.

Cuando, por el contrario, entro en un salón desordenado, lleno de


juguetes y libros y cosas innecesarias por todos lados, entonces parece
que se ha desatado el caos y mi mente se vuelve frenética.

Soy una persona ordenada y amante de la simplicidad desde hace


unos años (quizá desde hace 8 ó 9 años) y soy bastante bueno en este
tema, pero me he dado cuenta de que es necesario volver a echar un
vistazo a tu nivel de desorden de vez en cuando.

Aquí tienes mis mejores trucos para ser una persona ordenada:

Divide la tarea en pequeñas partes. Resérvate unos 15 minu-


tos para ordenar tan solo un estante, y cuando termines con el
estante o con esos 15 minutos, celebra tu victoria. Al día sigu-
iente ponte otros 15 minutos con otro estante. Ordenar un ar-
mario completo o una habitación entera puede ser un trabajo
sobrecogedor, y al final te puedes ver atrasándolo para siempre.
Si este es tu caso, hazlo en pequeños pasos.

Resérvate unas cuantas horas para hacerlo. Este truco puede


parecer un poco contradictorio con el anterior... y lo es. No es
más que una estrategia diferente, y lo que quiero decir es que
hagas lo que mejor te funcione a ti. A veces, en mi caso, me

7
2 Simplicidad

gusta reservar parte de una mañana, o una mañana entera de


sábado, para ordenar un armario o una habitación. Lo hago de
una sola vez, y cuando termino me siento estupendamente.
Vacía completamente el estante o el cajón. Sea la estrategia
que utilices entre las dos anteriores, deberías centrarte en un
único estante o cajón cada vez, vaciándolo completamente. A
continuación, limpia dicho estante o cajón. Después, toma la pi-
la de objetos que contenía y ordénala (mira el siguiente truco),
volviéndolo a colocar todo en su sitio de nuevo. A continuación,
ponte con el siguiente estante o cajón.
Ordena todos los elementos de la pila, de uno en uno, y toma
decisiones rápidas. Ten a mano una bolsa de basura y una caja
donde poner las cosas que vayas a regalar. Cuando lo saques
todo del estante o cajón, ordena los elementos de uno en uno.
Escoge un objeto, y toma una decisión: basura, regalar o man-
tener. No lo vuelvas a colocar en la pila. Hazlo con toda la pila,
y pronto habrás terminado. Si sigues ordenando y reordenan-
do todos los elementos de la pila no terminarás nunca. Vuelve a
colocar en su sitio sólo aquello que quieras mantener, y colócalo
de una forma que sea agradable de ver.
No tengas piedad. Puede que te encante acumular cosas, pero
lo cierto es que nunca usarás la mayoría de los trastos que has
acumulado. Si hay algo que no hayas usado durante el último
año, deshazte de ello. Es tan sencillo como eso. Si solo lo has
usado una o dos veces a lo largo del último año, pero sabes
que no lo vas a usar durante el siguiente año, deshazte de ello.
Tíralo si es algo que no debe salvarse de la basura, o regálaselo
a alguien que quizá pueda usarlo.
¿Papeles? Sin piedad, a menos que sean importantes. Revistas,
catálogos, correo basura, facturas de hace más de un año, no-
tas manuscritas escritas por ti o por cualquier otro, material an-

8
2.1 Ordenando

tiguo de trabajo... ¡tíralo todo! La única excepción deberías hac-


erla con el material relacionado con tu declaración de la renta,
que deberías conservar durante unos siete años (nota del tra-
ductor: varios autores estadounidenses recomiendan mantener
la documentación relacionada con los impuestos durante un pe-
riodo de siete años; en el caso de otros países, como España o
México, esto podría ser distinto), y otros documentos impor-
tantes como garantías, certificados de nacimiento, casamiento
o defunción, seguros y otros documentos de este estilo. Los re-
conocerás cuando los veas. Todos los demás, ¡tíralos!
Si hay muchas cosas que no sabes si tirar, crea una caja de
"quizás". Si no te decides a tirar algo porque piensas que a lo
mejor podrías necesitarlo más adelante, ponlo en una caja, ciér-
rala, etiquétala, y almacénala (garaje, sótano, armario), de man-
era que quede fuera de tu vista. Lo más seguro es que nunca
vuelvas a abrir de nuevo esa caja. Si ese es el caso, sácala de-
spués de seis meses o un año, y tírala o regálala.
Crea un sistema para evitar que se acumule el desorden. Hay
un motivo por el que tienes esas pilas tan altas de papeles por
todos lados, y grandes montones de juguetes, libros y ropa. Es
porque no has adoptado un sistema regular para mantener las
cosas en su lugar, y deshacerte de lo que ya no necesitas. Nunca
conseguirás la perfección, pero si piensas de una manera más
inteligente sobre como tu casa se volvió tan desordenada, quizá
puedas encontrar una manera de evitar que suceda de nuevo.
¡Celébralo cuando lo hayas conseguido! Esto es una regla gen-
eral que deberías aplicar a cualquier aspecto de tu vida: celebra
siempre tus triunfos, sin importar lo pequeños que sean. Inclu-
so si lo único que has hecho es ordenar un cajón, eso es algo
que está muy bien. Recompénsate con algo delicioso. Abre ese
cajón (o armario, o lo que sea), y admira su simplicidad. Respi-

9
2 Simplicidad

ra profundamente y sé consciente de que has hecho algo bueno.


Disfruta de la sensación de paz.

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2.2 Evitando la multitarea

2.2. Evitando la multitarea

Te encuentras trabajando en dos proyectos simultáneamente, mien-


tras tu jefe coloca dos nuevos informes sobre tu mesa. Estás hablando
por teléfono mientras te llegan tres nuevos correos electrónicos. Estás
intentado salir pronto por la puerta para que te de tiempo a com-
prar algunas verduras para la cena de camino a casa. Tu Blackberry
se estropea y también tu teléfono móvil. Tu compañero de trabajo te
interrumpe para pedirte algo de información y tu Google Read tiene
más de 100 entradas pendientes de leer.

Estás haciendo malabarismos con tus tareas a una velocidad com-


parable a la de los mejores artistas de circo. Felicidades, campeón de
la multitarea.

En estos tiempos de tecnología instantánea nos vemos constante-


mente bombardeados por una gran sobrecarga de información y una
gran cantidad de peticiones que requieren invertir parte de nuestro
tiempo. Esto es en parte la razón por la que GTD (nota del traductor:
Getting Things Done, el sistema de productividad de Dave Allen) es
tan popular en esta sociedad de la información – es un sistema basado
en tomar decisiones rápidas y diseñado para mantener todas las exi-
gencias de nuestra vida bajo control. Pero incluso aunque utilicemos
GTD, algunas veces la cantidad de tareas a realizar es tan elevada que
nuestro sistema empieza a degradarse.

Este artículo trata sobre como evitar la multitarea – una guía lo más
simple posible para trabajar por tu salud mental.

Primero, unas cuantas razones por las que la multitarea es perjudi-


cial:

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2 Simplicidad

1. La multitarea es menos eficiente, debido a que debemos cam-


biar de esquema mental cada vez que abordamos una nueva
tarea, y después volver a cambiar al volver a la anterior.
2. La multitarea es más complicada, y por lo tanto, es más prob-
able sufrir ansiedad o cometer errores.
3. La multitarea puede ser una locura, y en este mundo tan caóti-
co necesitamos poner fin al terror y encontrar un oasis de paz
y tranquilidad.

He aquí algunos consejos para evitar la multitarea:

1. Primero prepara varias listas de tareas pendientes separadas


por contexto (por ejemplo, llamadas, ordenador, recados, casa,
a la espera, etc.) para determinar qué es lo que puedes hacer
en cada situación.
2. Dispón de una herramienta de captura de información (como
por ejemplo una libreta) para poder tomar notas inmediata-
mente cuando detectes que se debe hacer alguna cosa.
3. Ten una bandeja de entrada física y una en forma de cuen-
ta de correo electrónico (tan pocas bandejas de entrada como
sea posible) de tal forma que toda la información entrante sea
recogida en un mismo lugar (la primera para todos los pape-
les, la segunda para toda la información digital).
4. Planea tu día en bloques, dejando algunos bloques abiertos
entre medias para tareas urgentes que puedan surgir. Podrías
probar bloques de una hora, o de media hora, dependiendo de
lo que mejor te funcione a ti. O prueba esto: bloques de cuarenta
minutos, separados por bloques de veinte minutos para tareas
diversas.
5. Lo primero que debes hacer por la mañana es trabajar en tu

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2.2 Evitando la multitarea

Tarea Más Importante. No hagas ninguna otra cosa hasta que


ésta no esté terminada. Tómate un pequeño descanso, y en-
tonces continua con tu segunda Tarea Más Importante. Si con-
sigues completar dos o tres de estas tareas por la mañana, el
resto de tu jornada será un paseo.
6. Cuando estés trabajando en una tarea durante uno de tus blo-
ques temporales, elimina todas las distracciones. Cierra tu pro-
grama de correo electrónico, e incluso desconéctate de Internet
si es posible. Apaga tu teléfono móvil. Intenta también no con-
testar tu teléfono. Céntrate en una única tarea, e intenta com-
pletarla sin preocuparte por el resto de cosas.
7. Si sientes la necesidad apremiante de echarle un vistazo a tu
correo electrónico o de cambiar a otra tarea, detente. Respira
profundamente. Céntrate de nuevo. Vuelve a la tarea que tienes
entre manos.
8. Si llega algo mientras estás trabajando, ponlo en la bandeja de
entrada, o anótalo en tu sistema de captura. Vuelve a la tarea
que tienes entre manos.
9. De vez en cuando, y siempre que hayas terminado una tarea,
procesa tus anotaciones y tu bandeja de entrada, añadiendo
nuevas tareas a tus listas de tareas y cambiando tu planifi-
cación si es necesario. Procesa tu correo electrónico y otras ban-
dejas de entrada a intervalos regulares y predeterminados.
10. Hay algunas ocasiones en las que una interrupción es tan ur-
gente que no puede esperar a que completes la tarea que estás
llevando a cabo en ese momento. En ese caso, anota en que
punto de tu tarea te han interrumpido (escribiéndolo si tienes
tiempo), y aparta todos los documentos relacionados con dicha
tarea juntos a un lado (quizá en una carpeta etiquetada como
”acción” o en una carpeta de proyecto). Cuando puedas volver

13
2 Simplicidad

a tu tarea podrás sacar el contenido de la carpeta y echarle un


vistazo a tus notas para saber por dónde ibas.
11. Respira profundamente, estírate, y toma un descanso de vez
en cuando. Disfruta de la vida. Sal afuera y aprecia la natu-
raleza. Mantente cuerdo.

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2.3 Deshazte de tus compromisos

2.3. Deshazte de tus compromisos

Como antiguo editor de un periódico, una de las cosas que aprendí


fue a recortar bastante la longitud de los textos que pasaban por mis
manos (por favor, no hagáis ningún comentario sarcástico acerca de
por qué no hago esto con las entradas de mi blog). Eliminaba todo
lo que no era necesario, y obtenía como resultado una historia con
mucho más significado.

Recomiendo encarecidamente que apliques esto a tu vida.

Hoy aplicaremos esto a tus compromisos.

Haz un inventario de todos tus compromisos personales, sin im-


portar de qué tipo sean. Aquí tienes los más comunes:

Trabajo: todos tenemos muchos compromisos adquiridos en nue-


stros trabajos. Añádelos todos a tu inventario.
Trabajo por cuenta propia: algunos de nosotros somos autónomos,
o hacemos trabajos por cuenta propia para ganar dinero. Más
compromisos.
Familia: es posible que debamos cumplir un rol como marido,
mujer, padre, madre, hijo o hija. Cualquiera de estos roles con-
lleva algunos compromisos.
Niños: mis hijos participan en diversas actividades, como el
equipo de fútbol, el coro, el campeonato académico, el equipo
de baloncesto, concursos de deletreo, y alguna más. Cualquiera
de sus compromisos es mio también.
Cívicos: podríamos ser voluntarios de diferentes organizaciones,
o miembros de una organización sin ánimo de lucro.

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2 Simplicidad

Religiosos: muchos de nosotros estamos muy involucrados con


nuestras iglesias, o somos miembros de alguna organización re-
ligiosa. O quizá nos hemos comprometido a asistir a los oficios
religiosos una vez por semana.
Aficiones: quizá te gusta practicar deporte, como correr o ir en
bici, o construyes maquetas, o eres parte de una organización
secreta y desconocida relacionada con el mundo de los cómics.
Todas estas aficiones vienen acompañadas de — ¡sorpresa! –
compromisos.
Hogar: además de todo lo relacionado con la familia, hay ciertas
cosas que debes hacer en casa.
Internet: podríamos ser habituales en un determinado foro, lista
de correo o grupo de Google. Todo esto son comunidades vir-
tuales que conllevan compromisos.

Puede ser que en tu caso existieran otras categorías. Agrégalas a tu


listado de compromisos.

Ahora examina detalladamente cada uno de los elementos de la


lista y pregúntate a ti mismo: ¿cómo proporciona esto valor a mi vida?
¿Cómo de importante es para mi? ¿Esto está en consonancia con mis
valores y objetivos? ¿Cómo afectaría a mi vida si lo abandonara? ¿Me
aleja esto de mis objetivos en la vida?

Estas preguntas son duras, pero te sugiero que intentes al menos


eliminar un elemento de tu lista – el compromiso que te proporciones
menor valor a cambio de tu inversión de tiempo y esfuerzo. Deshazte
de él, al menos durante unas semanas, y comprueba si puedes vivir
sin él. Vuelve a comprobar tu lista pasado un tiempo y pregúntate si
podrías eliminar algún otro compromiso. Elimina sin piedad, conser-
vando tan solo aquellos que de verdad signifiquen algo para ti.

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2.3 Deshazte de tus compromisos

Deshacerte de un compromiso puede que te haga sentir culpable,


porque los demás desearán que lo mantengas. Pero por otra parte
supondrá una gran liberación no tener que volver a cumplir con di-
cho compromiso cada día, semana o mes. Te hace ahorrar mucho
tiempo, y mientras algunas personas puedan sentirse decepcionadas,
tú tienes que pensar en lo que es importante para ti, y no para cualquier
otro. Si nos comprometiéramos para cumplir con todas las expectati-
vas de los demás, nunca tendríamos tiempo para nosotros mismos.

Tómate un tiempo para eliminar algunos de tus compromisos, y


verás como consigues simplificar mucho tu vida. Te lo agradecerás.

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18
2.4 Elimina todo lo que no sea esencial

2.4. Elimina todo lo que no sea esencial

Si eres como yo, tendrás un listado con muchas tareas pendientes


de hacer, quizás divididas por contextos (trabajo, hogar, recados, lla-
madas, etc.). Tu lista de tareas es tan larga que es sobrecogedora. Nun-
ca consigues que quede vacía porque crece cada día.

Simplifica tus listas hasta que contengan tan solo lo más esencial, y
eliminarás la necesidad de disponer de un sistema complejo de plan-
ificación.

Imaginemos primero una situación ideal. Hace poco comencé a


simplificar mi implementación del método GTD hasta conseguir de-
jarlo prácticamente en nada. Todavía tengo largas listas de tareas pen-
dientes, pero no las suelo mirar muy a menudo. En lugar de esto he
comenzado un proceso de simplificación, así como de eliminación de
todo lo que no es importante.

Ahora mi lista de tareas pendientes consiste básicamente en un lis-


tado de tres cosas esenciales que me gustaría hacer hoy. También ten-
go una lista de pequeñas tareas de las que me gustaría deshacerme,
todas a la vez, en apenas unos 30 minutos más o menos, dejando el
resto de mi día libre para tareas más importantes. Todavía uso mi
agenda como un medio para recordar todas mis citas, pero no la utili-
zo como un sistema de planificación. De hecho, ya no necesito ningu-
na herramienta de planificación – he reducido mi lista a tres tareas,
cada día.

¿Cómo puedes llegar a este punto? Aquí tienes unos cuantos pasos
clave:

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2 Simplicidad

Elimina, elimina. Tómate unos cuantos minutos para revisar tu


listado de tareas y proyectos, y trata de ver cuánto puedes sim-
plificarlo. Conviértelo en un reto. ¡Intenta dejarlo a la mitad!
Si tienes 50 elementos, déjalos en 25. Entonces, unos días más
tarde, intenta eliminar todavía más elementos. ¿Cómo escoger
que tareas eliminar? A veces una tarea ha pasado tanto tiempo
en nuestro listado que ya no es necesario llevarla a cabo. Tacha
estas tareas. Otras veces puedes delegar una tarea. Hazlo, y bór-
rala. Sigue leyendo para conocer más consejos.
Conoce qué es lo esencial. ¿Cómo puedes saber qué es esen-
cial? Sabiendo cual es tu objetivo principal, y también conocien-
do tus otros objetivos, si es necesario. Nunca deberías centrarte
en más de un objetivo a la vez, aunque si necesitas 2 ó 3 también
está bien. Pero no intentes seguir 10 objetivos o así. Estos 2 ó 3
objetivos se traducirán en proyectos esenciales. Cualquier tarea
será esencial siempre que te ayude a acercarte a tus objetivos, y
no esencial si no tiene nada que ver con ellos.
Simplifica tus compromisos. ¿Con cuántos proyectos te encuen-
tras comprometido? ¿En cuántas actividades extracurriculares
estás involucrado? No lo puedes hacer todo. Debes aprender a
decir que no, y a valorar tu tiempo. Y si por algún motivo ya has
dicho que sí, todavía es posible decir no. Simplemente sé hon-
esto y di que ya estás liado con una gran cantidad de proyectos
que es necesario completar urgentemente, y que por lo tanto ya
no dispones de tiempo para otras cosas. Poco a poco deberías
ser capaz de ir reduciendo la cantidad de tus compromisos a un
número muy pequeño – tan solo mantén aquellos que le pro-
porcionen valor y alegría a tu vida.
Reduce tu número de fuentes de información. Últimamente
he empezado a eliminar la mayoría de mis fuentes RSS. Tam-
bién respondo a muchos menos correos electrónicos que antes.

20
2.4 Elimina todo lo que no sea esencial

Y desde hace más de un año, no he leído ni un solo periódico,


ni he visto televisión (excepto DVDs), o leído una única revista.
Las noticias han dejado de proporcionarme valor. Simplifica las
entradas a tu vida, y podrás simplificar las salidas.
Revisa semanalmente. Tu lista de tareas pendientes tiende a
crecer a lo largo de la semana. Dedica unos cuantos minutos
cada semana a eliminar, y luego eliminar más todavía. No nece-
sitas una lista de tareas pendientes enorme para ser productivo
– tan solo tienes que hacer aquello que importa.
Grandes Rocas. Durante tu revisión semanal, piensa en aque-
llas tareas importantes que te gustaría completar a lo largo de
la siguiente semana. Estas tareas son tus Grandes Rocas. Aho-
ra planifícalas en tu agenda como la primera cosa a hacer du-
rante el día, a lo largo de diferentes días de la siguiente semana.
Haz que estas tareas se correspondan con las Tareas Más Impor-
tantes de cada día, y complétalas siempre en primer lugar – no
dejes que se vean desplazadas al final del día.
El máximo valor. Veamos un ejemplo basado en dos redactores
de noticias. El primero de ellos está siempre muy ocupado y
escribe docenas de artículos cada semana. Todos estos artícu-
los están bien, pero no son más que mera rutina. El segundo
redactor escribe un único artículo esta semana, pero consigue
un titular en primera página, consigue que se hable de él por
toda la ciudad y en todos los blogs de Internet, recibe un premio
de periodismo y se convierte en alguien importante dentro de
la profesión. Gracias a este artículo consigue una mejora en su
situación laboral y un contrato para escribir un libro. Puede que
el ejemplo sea un poco exagerado, pero ilustra bastante bien el
hecho de que algunas tareas merecen mucho la pena a largo pla-
zo, mientras que otras simplemente te mantienen ocupado y no
cuentan para nada. El primer redactor podría haber permaneci-

21
2 Simplicidad

do toda la semana en la cama, y su vida no hubiera cambiado


demasiado (excepto que no le hubieran pagado durante dicha
semana). Céntrate en esas tareas importantes, que harán de ti
alguien importante, que te generarán beneficios a largo plazo, y
que te darán satisfacción y felicidad. Todas estas tareas son tus
Grandes Rocas. Elimina lo demás.

Tres TMIs (Tareas Más Importantes). Este será tu sistema de


planificación todos los días: anota tus tres Tareas Más Impor-
tantes en una hoja de papel (yo escribo la mía en un Moleskine).
Eso es todo. Tacha cada tarea cuando la completes. Dedica tu
día entero, si es posible, a dichas tareas, o al menos la primera
mitad del día. Tus TMIs serán básicamente las Grandes Rocas
que hayas planificado para ese día, junto con alguna otra TMI
que debas realizar.

Junta las tareas pequeñas. A lo largo del día surgirán una se-
rie de tareas que deberás completar obligatoriamente, ya que
de lo contrario podrían suponerte un problema para más ade-
lante. Anótalas en una pequeña lista de tareas pequeñas (la mía
se encuentra en la parte inferior de una página de mi libreta
de bolsillo). Lo más probable es que no necesites hacerlas aho-
ra. Simplemente anótalas y dejálas para más tarde. Establece
un periodo de tiempo (quizá 30 minutos o algo así) para com-
pletarlas todas juntas a cierta hora del día (quizá a las 4 de la
tarde). Primero completa tus TMIs, y entonces completa todas
estas tareas pequeñas de una sola vez. Estas tareas podrían ser
llamadas de teléfono, enviar correos electrónicos, escribir una
pequeña carta, llevar a cabo algún tipo de papeleo, etc. Trata
de quitártelas rápidamente de encima y entonces elimínalas de
tu lista. Puede que se queden algunas pendientes para mañana.
Es mejor dejar las tareas pequeñas para mañana que las más
importantes. Aplica esto mismo a la lectura de tu correo elec-

22
2.4 Elimina todo lo que no sea esencial

trónico – si lo haces varias veces a lo largo del día, se convertirá


en una fuente continua de interrupciones. Hazlo solamente una
o dos veces al día.

23
24
2.5 No hagas todo lo que aparezca en tu lista de tareas

2.5. No hagas todo lo que aparezca en tu


lista de tareas

Un lector de Zen Habits llamado Jeremy Martin me envió la sigu-


iente pregunta:

”Mi problema es que si mantengo una lista de tareas pendientes, sin im-
portar si tienen mucha prioridad o si están relacionadas con proyectos per-
sonales, me siento culpable si no me esfuerzo en hacer disminuir su tamaño.
Esto normalmente me lleva a un estado en el que me siento quemado, con lo
que casi no puedo hacer nada. Nunca sé cuando es correcto relajarse, o cuan-
do es correcto descansar y jugar a un videojuego, leer un libro, o cualquier
otra actividad de ocio”

”¿Tienes algún consejo que me pueda ser de utilidad?”

Muchos de nosotros nos tenemos que enfrentar con este problema,


y no hay una respuesta sencilla.

Aquí tienes mis sugerencias:

1. Selecciona de 1 a 3 Tareas Más Importantes (TMIs) cada día.


Las 1, 2 ó 3 cosas que realmente deseas hacer dicho día. Esto es
un añadido que hago al sistema GTD, no parte de él. Sin embar-
go, he comprobado que me ayuda a centrarme en lo importante.
GTD asume que tú sabes qué es lo que necesariamente debe ser
hecho, lo cual es cierto, pero es muy útil determinarlo al princi-
pio del día, y asegurarte de que esas tareas son completadas.

2. Completa tus TMIs durante las primeras horas del día. Una
vez hecho esto, todo lo que hagas de más podrás considerarlo

25
2 Simplicidad

un extra. Y si te apetece tomar un descanso y jugar después de


completar tus TMIs, podrás hacerlo sin preocuparte de que lo
importante quede sin hacerse.

3. Nunca conseguirás vaciar tu lista. Esto es algo que tuve que


aprender por las malas. Trataba de eliminar todas las tareas de
una de mis listas separadas por contexto (por ejemplo, la lista
de @llamadas), pero tan pronto como tachaba 2 ó 3, otras 2 ó
3 venían a ocupar su lugar. Hoy en día, lo que intento es dis-
minuir el número de elementos de mis listas lo máximo posible,
dentro de unos límites razonables.

4. GTD no consiste en completar todo lo que aparezca en tu lista.


Consiste en saber qué es lo que debe ser hecho, de tal forma
que cuando estés haciendo algo, tengas la completa seguridad
de que el resto de cosas que no estés haciendo en ese momento
están almacenadas en tu sistema, y que no tendrás que preocu-
parte de ellas en ese momento. En otras palabras, saca todo de
tu cabeza y mételo en un sistema confiable de tal forma que no
tengas que estar preocupado por otras cosas mientras te con-
centras en la tarea que tienes entre manos.

5. También es conveniente planificar tu tiempo en bloques. Yo


establezco un bloque para llamadas y correos electrónicos, otro
para escribir, otro para entrevistas (esto en concreto consume
gran parte de mi tiempo de trabajo), etc. De esta forma, cuando
me encuentro en un bloque trato de completar el mayor número
de tareas relacionadas, y no me preocupo por el resto hasta el
bloque de mañana. Esto tampoco es parte de GTD, que desacon-
seja seguir una planificación de este tipo, pero es un buen añadi-
do. Carecer totalmente de planificación puede producirte, como
has visto, bastante ansiedad, porque nunca sabes qué es lo que
tienes que hacer.

26
2.5 No hagas todo lo que aparezca en tu lista de tareas

Por último, solamente decir que puedes probar estos métodos por
ti mismo, pero deberías buscar qué es lo que funciona en tu caso.
Algunos de estos consejos te pueden servir, y otros no. ¡Es tu sistema
el que tiene que adaptarse a ti, no al revés!

27
28
2.6 El arte de no hacer nada

2.6. El arte de no hacer nada

Es cierto, todos sabemos cómo no hacer nada. Todos sabemos có-


mo desperdiciar el tiempo y no hacer nada con él. Pero muchos de
nosotros estamos siempre tan ocupados que no tenemos muchas opor-
tunidades de hacerlo. Y cuando por fin podemos dedicarnos a perder
el tiempo, nuestra cabeza está siempre pensando en otras cosas. No
nos podemos relajar y disfrutar de estos momentos.

No hacer nada puede ser una pérdida de tiempo, o un tipo de arte.


Aquí te explico como convertirte en un maestro, y de paso, mejorar
tu vida, deshacerte de la ansiedad y ser más productivo cuando estés
realmente trabajando.

Empieza poco a poco

No hacer nada, en el sentido estricto de la palabra, puede ser muy


duro si intentas hacer demasiado nada a la vez. Haz pequeños nadas
al principio. Tómate unos 5 ó 10 minutos, y practica en un lugar se-
guro – en casa, ni en el trabajo ni en un lugar publico abarrotado.
Podrías también no sentirte preparado para hacerlo en medio de la
naturaleza, así que hazlo en tu dormitorio o en tu salón. Busca un
momento y un lugar sin distracciones, sin ruido, y sin gente para mo-
lestarte.

Elimina todas las distracciones

Televisión, ordenador, teléfonos móviles, teléfonos normales, Black-


berries, y etc. No hacer nada es complicado cuando nuestras her-
ramientas de comunicación nos interrumpen porque alguien quiere
que hagamos algo.

29
2 Simplicidad

Ahora cierra tus ojos y no hagas nada. Sí, algún listo por ahí podría
decir que estás haciendo algo – estás sentado aquí o allí, cerrando tus
ojos. Pero quiero decir hacer nada en el sentido de que si alguien nos
llama para preguntarnos qué estamos haciendo podamos contestarle
”Oh, nada”. No les dejes llamarte de todas formas, ya que te pueden
distraer.

Tras 5 ó 10 minutos de no hacer nada, puedes dejarlo y ponerte a


hacer algo. Pero trata de hacerlo todos los días, o tantas veces como
puedas, porque la práctica hace al maestro.

Respirar

El primer elemento a dominar para convertirse en un maestro del


no hacer nada es la respiración. Podrías sospechar que lo que estás
haciendo en realidad es meditar. Bien, deshazte de esas sospechas.
No estás aquí para tener sospechas – no deberías estar haciendo nada.

Primero inspira lentamente, y a continuación expira también lenta-


mente. Siente como el aire entra en tu cuerpo, a través de tu nariz, y
baja directamente a tus pulmones hasta llenarlos. Ahora siente como
sale de tu cuerpo, a través de tu boca, y siente la agradable sensación
que se produce al vaciarse tus pulmones.

Haz esto durante 5 ó 10 minutos, si puedes. Practícalo tanto como


puedas. Cuando veas que estás empezando a pensar en otras cosas,
como por ejemplo lo estupendo que es el blog Zen Habits, bueno,
¡para! No te dejes vencer , y vuelve a concentrarte en tu respiración.

Relajación

Una parte importante de no hacer nada es ser capaz de relajarse. Si

30
2.6 El arte de no hacer nada

estamos tensos, entonces no hacer nada es completamente inútil. El


primer paso para la relajación es encontrar un lugar cómodo para no
hacer nada – una silla suave, un sofá, una cama limpia y bien hecha.
Una vez que hayas encontrado el lugar, colócate y muévete para con-
seguir que se adapte mejor a la forma de tu cuerpo. Piensa en cómo
se tumba un gato y consigue ponerse cómodo. Los gatos son muy
buenos en el arte de no hacer nada. Nunca podrás llegar a su nivel de
maestría, pero podrías utilizarlos como fuente de inspiración.

A continuación, prueba la técnica de la respiración. Si no estás com-


pletamente relajado al llegar a este punto (y una pequeña siesta sería
un gran indicador de que has conseguido la relajación), entonces trata
de automasajearte. Sí, el masaje es mucho más eficaz cuando es ad-
ministrado por otras manos diferentes a las tuyas, pero el automasaje
también está muy bien. Empieza con tus hombros y con tu cuello.
Continua con tu cabeza e incluso con tu cara. También tu espalda,
brazos y piernas. Evita todas las áreas que te puedan llevar a hacer
algo más íntimo (aunque eso podría ser relajante también).

Otra buena forma de alcanzar la relajación es mediante un ejerci-


cio en el que tensas cada músculo de tu cuerpo, individualmente, y
entonces lo relajas. Empieza con tus pies, luego tus piernas, y sigue
hacia arriba hasta tus cejas. Si puedes hacerlo hasta llegar a la parte
superior de tu cabeza, entonces este artículo puede que sea muy bási-
co para ti.

Una vez que te encuentres relajado, comprueba si te puedes relajar


todavía más. Trata de no relajarte tanto que pierdas el control de tus
fluidos corporales.

31
2 Simplicidad

El baño – una técnica avanzada

Aquellos que estén comenzando en el arte del no hacer nada de-


berían evitar esta técnica. Pero para aquellos que hayan adquirido la
habilidad suficiente para completar con éxito los pasos anteriores, la
técnica del baño puede ser maravillosa.

El baño debe ser agradable y caliente. El agua no debe estar tibia,


sino que caliente. Las burbujas también son un requisito, incluso si
eres demasiado hombre para ello. No se lo digas a ninguno de tus
amigotes y ya está. Otros accesorios de baño, como esponjas, jabones
y esencias son opcionales.

Una vez más, debes deshacerte de todas las distracciones. El baño


te sentará mejor si no hay nadie en casa, pero si esto no puede ser, haz
saber a todo el mundo que NO PUEDES ser interrumpido, incluso si
la casa se está derrumbando. Si alguien rompe esta regla, podrá ser
objeto de tu ira infernal.

Entra en el baño muy despacio, primero con un pie y después con


el otro. Si el baño está a una temperatura lo suficientemente alta, lo
mejor es que entres poco a poco. Cuando llegues a las partes más sen-
sibles del cuerpo, como la entrepierna, lo mejor es cerrar fuertemente
tus ojos y meterte en el agua hirviendo todavía más despacio a pesar
de tus instintos de huir. Una vez que hayas conseguido meterte com-
pletamente (lo cual incluye tener la cabeza debajo del agua) cierra los
ojos y siente el calor.

Podrías comenzar a sudar. Esto es algo bueno. Deja fluir el sudor.


Ten a mano un vaso de agua, porque podrías deshidratarte del sudor.
Un buen libro es otra manera de disfrutar de tu baño. Permite que el

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2.6 El arte de no hacer nada

calor penetre en tus músculos, y que éstos se relajen completamente,


y siente todas tus preocupaciones y toda tu ansiedad abandonar tu
cuerpo para disolverse en el agua.

Un baño caliente es todavía mejor si es inmediatamente seguido


por una ducha fría. Lo hagas o no, sal del baño una vez que el agua
ya no esté caliente y tu piel esté muy arrugada.

Saborear y sentir

No hacer nada es también muy agradable cuando lo acompañas de


buena bebida o comida. Un buen té o café, vino, chocolate caliente,
y otras bebidas afrodisiacas son muy adecuadas. Lo mejor es tomar
estas bebidas sin acompañarlas de nada más, como comida, un libro
u otras distracciones. Concéntrate en el líquido conforme lo sorbes
lentamente, disfrutando a fondo su sabor, textura y temperatura en
tu boca antes de tragarlo. Cierra tus ojos mientras lo haces. Disfruta
de tu bebida.

La comida también está muy bien: fresas, postres deliciosos, pan


recién hecho, la mejor... sopa... del mundo, o cualquier otra cosa con
la que disfrutes mucho. Asegúrate de comer lentamente, saboreando
cada bocado. Mastica lentamente, y cierra los ojos mientras disfrutas
de la comida. Siente la textura en tu boca. Es como alcanzar el éxtasis.

No hacer nada en la naturaleza

Una vez que hayas superado las etapas anteriores, estarás prepara-
do para practica este arte en la naturaleza. Busca un lugar apacible
– el jardín de tu casa, si es lo suficientemente apacible, un parque,
el bosque, la playa, un río, un lago – los lugares con agua son exce-

33
2 Simplicidad

lentes. Los mejores lugares son aquellos a los que no llegue el sonido
del tráfico o de la ciudad.

En la naturaleza puedes practicar durante 20 minutos, una hora,


o incluso más tiempo. Existen menos distracciones, y realmente po-
drás aislarte de todas las fuentes de ansiedad de tu vida cotidiana. No
dejes a tu mente vagar – concéntrate en los parajes naturales que te
rodean. Observa con detenimiento las plantas, el agua y la vida salva-
je. Aprende a apreciar la majestuosidad de la naturaleza, el milagro
de la vida.

Incorporando el arte a tu vida diaria

Este es el último paso para convertirte en un maestro. No lo in-


tentes hasta que hayas adquirido la práctica suficiente en todas las
etapas anteriores.

Empieza a intentar no hacer nada cuando estés esperando en una


fila, en la sala de espera del médico, en el autobús, o en el avión.
Espera, sin leer ningún periódico o revista, sin hablar por teléfono,
sin comprobar tu correo electrónico, sin escribir una lista de tareas,
sin hacer ningún tipo de actividad, sin preocuparte de lo que tendrás
que hacer más adelante. Espera, no hagas nada. Concéntrate en tu
respiración, o prueba alguna de las técnicas de relajación que hemos
comentado anteriormente. Concéntrate en quienes tengas alrededor
– obsérvalos, trata de entenderlos, escucha sus conversaciones.

A continuación, trata de no hacer nada mientras conduces. Sí, debes


conducir, pero intenta no hacer nada más. No escuches la radio, una
cinta o las noticias. No practiques la multitarea. No uses el teléfono
móvil, no comas y no te maquilles. Tan solo conduce. Concéntrate

34
2.6 El arte de no hacer nada

en tu conducción, mirando lo que vas dejando atrás, y siente tu res-


piración. Relájate, y no te preocupes por el resto de conductores (¡pero
no te choques con ellos!). Conduce lentamente, tomándotelo con cal-
ma con el acelerador y el freno. Esta técnica viene acompañada de un
gran efecto secundario: el ahorro de combustible.

Por último, trata de no hacer nada en medio del caos, como en tu


lugar de trabajo o en otro sitio agobiante. Simplemente apágalo todo,
cierra tus ojos, y piensa en tu respiración. Prueba una técnica de rela-
jación. Trata de hacer esto durante 5 ó 10 minutos las primeras veces,
hasta que seas capaz de hacerlo durante 20 ó 30 minutos. Si consigues
hacer esto en medio de un día de agobios o con los niños, serás capaz
de centrarte más en la tarea que tengas entre manos. Estarás relajado
y preparado para concentrarte, para conducirte a un estado de acción
(cuidado: no hacer nada puede hacerte tener problemas con tu jefe,
¡así que ten cuidado! Pero si consigue hacerte más productivo, a tu
jefe no debería importarle).

Por último, ten en cuenta que el arte de no hacer nada no puede


ser dominado de la noche a la mañana. Necesitarás horas y horas
de práctica, así como trabajo duro (no hacer nada no es fácil). ¡Pero
disfrutarás cada minuto! Inténtalo hoy.

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36
2.7 Despeja tu mente

2.7. Despeja tu mente

”Me aterroriza no conseguir un estado mental perfecto” – Rey


Lear (Shakespeare)

El mundo de ansiedad y preocupaciones y recados que hacer y


proyectos que completar y ruido en el que nos vemos inmersos llena
nuestra mente de desorden y caos.

Nuestra mente a veces no puede encontrar la calma que tan deses-


peradamente busca.

Muchos lectores me han escrito agradeciéndome mis artículos rela-


cionados con el orden y la organización... pero pidiéndome, a veces
con un poco de desesperación, que escriba acerca de cómo ordenar o
despejar la mente, y no solo el hogar o el escritorio.

Es una petición totalmente válida – si hay algo que necesita orga-


nización, eso es nuestra mente, en mi opinión – pero también es una
tarea de enormes proporciones. ¿Cómo despejas tu mente? Esto no
funciona como si tuvieras un montón de pensamientos por ahí desor-
denados, esperando a que los cojas y decidas cuáles debes conservar y
cuáles debes meter en una caja para deshacerte más adelante de ellos.
La mente no es como una bandeja de entrada, que puedas ordenar y
sobre la que puedas actuar.

El cerebro es un órgano complejo y confuso, el núcleo de nosotros


como seres humanos (si crees, como yo hago a menudo, que el alma se
encuentra en la mente y no en el corazón). La mente a menudo se en-
cuentra cubierta por una mortaja que oculta viejas heridas y traumas,
y formada por tantas capas de consciencia que ni siquiera el mejor de

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2 Simplicidad

los psicoanalistas ha conseguido nunca atravesarla por completo.

Así que, ¿cómo comenzamos a despejarla? Realmente no es difícil,


si lo piensas un poco: el acto de simplificar no debería hacerse com-
plejo.

Puedes despejar tu mente por medio de acciones simples, cosas que


ya hemos comentado aquí antes, pero que con casi total seguridad
garantizan que se obtendrá un efecto positivo. Las pequeñas cosas
pueden hacer grandes cambios, especialmente si se combinan. Prueba
unas cuantas, y comprueba si te funcionan a ti.

1. Respira. Tan sencillo y tan efectivo. Respira profundamente unas


pocas veces, y sigue por unos cuantos minutos, concentrándote
tan solo en tu respiración. Observa como tu respiración hace
que el aire entre en el cuerpo y luego salga. Esto tiene un efec-
to relajante, especialmente si vuelves a concentrarte en tu res-
piración cada vez que tu mente se pierda un poco. Esto permite
que otros pensamientos fluyan (nota: algunos podrían llamar a
esto meditación, pero esa palabra suele asustar a la gente, así
que simplemente lo he llamado respiración).
2. Anótalo. Si tienes muchas cosas en tu cabeza, te puede ayudar
anotarlas en un papel para sacarlas de allí. Este es uno de los
hábitos esenciales de Zen To Done (y de GTD, por supuesto)...
anotar tus tareas e ideas. Esto evita que tu cabeza se llene con
todo lo que necesitas recordar y hacer.
3. Identifica lo esencial. Esto es prácticamente un mantra en Zen
Habits (¿te lo puedes imaginar? Todos nosotros aquí en Zen
Habits, sentados en la posición del loto, cantando lentamente:
”Identifica lo esencial... identifica... lo esen... cial...”). Pero es-
to es así porque es un detalle crucial en todo lo que escribo: si

38
2.7 Despeja tu mente

quieres simplificar u organizar, el primer paso es identificar qué


es lo más importante. En este caso, identificar qué es lo más im-
portante en tu vida, y qué es aquello importante en lo que de-
berías estar concentrado ahora mismo. Haz una pequeña lista
con todas estas cosas.
4. Eliminar. Ahora que has identificado lo esencial, puedes iden-
tificar lo que no lo es. ¿Qué cosas que forman parte de tu vi-
da no son realmente necesarias o importantes para ti? ¿En que
cosas estás pensando ahora y que no están en la pequeña lista
que acabas de hacer? Eliminando tantas de estas cosas como
puedas, podrás eliminar mucha basura de tu mente.
5. Escribe un diario. Esto es similar al consejo de ”Anótalo” de
más arriba, pero con un poco más de profundidad. Mantener
un diario (ya sea en papel o en Internet, no importa) te ayuda
a explorar diferentes áreas de tu vida sobre las que no sueles
detenerte mucho a pensar. Y esta exploración podrían ayudarte
a encontrar algunas cosas en tu mente que hasta ahora no te
habías dado cuenta de tener allí, cosas que pueden ser elim-
inadas o sobre las que podrías pensar más. Y además, llevar
estos pensamientos a un diario es otra forma de sacarlos de tu
mente.
6. Replanteate tus hábitos de sueño. A veces no dormimos lo su-
ficiente, o nuestros patrones de sueño no son los ideales. No
estoy diciendo que debas cambiar tus patrones de sueño, pero
a veces esto puede hacer maravillas. Y si no piensas sobre ello,
no te darás cuenta de cuánto tu sueño (o la falta de él) te está
afectando.
7. Pasea. Salir fuera y hacer algún tipo de actividad física es una
gran manera de sacar cosas de tu mente. Yo prefiero correr o
hacer trabajo de jardinería, pero sea lo que prefieras tú no im-
porta. Gastar algo de energía física despeja la mente.

39
2 Simplicidad

8. Mira menos televisión. A mi la televisión no me relaja, aunque


pudiera parecer que hacer el vegetal delante de la televisión po-
dría ser bueno para ello. La televisión llena tu cabeza de ruido,
pero sin todo lo bueno de la música, leer, o tener una buena
conversación. Mira menos televisión, y te darás cuenta de que
tu mente empezará a estar más tranquila.
9. Entra en contacto con la naturaleza. Esto es algo similar al con-
sejo de ”Pasea” explicado anteriormente, pero sin tanta carga
de actividad. A mi me gusta ir a algún sitio donde haya agua...
al mar, al río, a un lago, o incluso a una fuente hecha por el
hombre si no hay nada más disponible. También ver la lluvia
caer me ayuda. A veces esto puede ser tanto relajante como un
potenciador de la concentración.
10. Haz menos cosas. Toma tu lista de tareas y tacha la mitad de las
cosas que aparezcan en ella. Simplemente escoge unas cuantas
cosas que deberían ser terminadas hoy, y céntrate tan solo en
ellas. Deja el resto. Si haces menos, tendrás menos cosas en tu
cabeza.
11. Ve más despacio. Puede parecer un poco extraño, lo sé, pero an-
dar, hablar, trabajar o conducir despacio puede suponer un gran
cambio. Es como si estuvieras diciendo: ”no estoy dispuesto a
tener agobios en mi vida, sin importar lo que otras personas es-
peren de mi. Quiero tomármelo con calma”. Como resultado, tu
mente se sentirá también menos apurada.
12. Olvídalo. ¿Hay algo que te preocupa? ¿Estás enfadado con al-
guien? ¿Frustrado? ¿Estás en medio de una rencilla? A pesar de
que todo esto son emociones y pensamientos naturales, no son
en absoluto necesarios. Intenta olvidarlos. Ya sé que es más fácil
decirlo que hacerlo, pero merece la pena.
13. Ordena lo que tengas alrededor. Ya he comentado esto antes.

40
2.7 Despeja tu mente

Organizar mi escritorio o mi hogar me ayuda a calmarme. Tener


muchas cosas alrededor tuyo genera un desorden visual que
ocupa parte de tu mente, aunque no te des cuenta de ello.
14. Una única tarea. Abordar múltiples tareas simultáneamente es,
en la mayoría de las ocasiones, una buena manera de llenar tu
mente con un montón de actividad que no repercute directa-
mente en tu productividad o tu felicidad. En lugar de ello, trata
de realizar tus tareas de una en una. Olvídate de todo lo demás,
hasta que hayas terminado con la tarea en la que estés inmer-
so. Entonces podrás continuar con la siguiente, y así sucesiva-
mente.
15. Desahógate. A veces puede ser de gran ayuda compartir tus
problemas con otro ser humano. Si tienes pareja o un gran ami-
go o un miembro cercano de tu familia o un compañero de tra-
bajo... hazle saber cómo te sientes. Para devolverles el favor es-
cúchales a ellos también. Ya, esto es solo hablar... pero puede
suponer una gran ayuda para tu salud mental.

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42
2.8 72 trucos para simplificar tu vida

2.8. 72 trucos para simplificar tu vida

”La simplicidad es la cumbre de la civilización” – Jessie Sampter

El concepto de vida simple o sencilla tiene diferente significado y


diferente valor para cada uno. Para mí significa eliminar todo excepto
lo esencial, cambiando el caos por la paz, y utilizar mi tiempo para
hacer cosas que realmente sean importantes.

Significa deshacerse de muchas de las cosas que haces para poder


pasar más tiempo con la gente y aquello que amas. Significa deshac-
erse del desorden para quedarse tan solo con todo aquello que real-
mente nos proporciona valor.

Sin embargo, conseguir la simplicidad no es un proceso sencillo.


Lo importante es el viaje, no el destino, y a menudo se trata de un
viaje en el que das dos pasos hacia delante para a continuación dar
un pequeño paso hacia atrás.

Si estás interesado en simplificar tu vida, te proporciono a contin-


uación una buena guía (si no estás interesado, no sigas leyendo).

La lista corta

Para aquellos cínicos que se quejen de que la siguiente lista es de-


masiado larga, simplemente decir que sólo son necesarios dos pasos
para simplificar:

1. Identificar qué es lo más importante para ti

2. Eliminar todo lo demás

43
2 Simplicidad

Esto por supuesto no es útil a menos que veas cómo puedes apli-
carlo a diferentes áreas de tu vida, así que a continuación te presento
una lista larga.

La lista larga

No existe una guía paso por paso para simplificar tu vida, pero
he recopilado una lista incompleta de ideas que debería ayudar a
cualquiera que busque conseguir una vida más simple. No todos es-
tos trucos te servirán – selecciona aquellos que te llamen la atención
e intenta aplicarlos a tu vida.

Un aviso importante: esta lista será criticada por ser demasiado


complicada. No te agobies. Simplemente selecciona los trucos de uno
en uno. Cuando hayas terminado con uno de ellos continúa con el
siguiente.

1. Haz una lista de las 4 ó 5 cosas que sean más importantes para
ti. ¿Qué es lo más importante para ti? ¿Qué es lo que más val-
oras? ¿Cuáles son las 4 ó 5 cosas que más deseas en tu vida?
La simplificación comienza por identificar estas prioridades, ya
que el objetivo será conseguir más tiempo libre para dedicarlo
a estas cosas.

2. Evalúa tus compromisos. Échale un vistazo a todo lo que es-


tá girando en torno a tu vida. Todo, desde el trabajo al hog-
ar, pasando por las actividades de tus hijos, o tus aficiones, o
tus negocios. Reflexiona sobre cuáles de estas cosas son las que
realmente te proporcionan valor, y sobre cuáles te encanta hac-
er. ¿Cuál de todos estos elementos tiene algo que ver con esas
4 ó 5 cosas más importantes que incluiste en la lista del punto
anterior? Deshazte de todo aquello que no tenga nada que ver

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2.8 72 trucos para simplificar tu vida

con lo que apuntaste en tu lista.


3. Evalúa tu gasto del tiempo. ¿Cómo pasas el día? ¿Qué cosas
haces desde que te levantas por la mañana hasta que te acues-
tas por la noche? Haz una lista, y comprueba si todas esas activi-
dades son compatibles con tu lista de prioridades. Si no, elimina
todo aquello que no lo sea, y concéntrate en lo que realmente es
importante. Rediseña tu día.
4. Simplifica las tareas relacionadas con tu trabajo. Nuestra jor-
nada laboral se construye sobre un listado sin fin de tareas pen-
dientes. Si simplemente tratas de hacer todas las tareas de la
lista nunca conseguirás terminarlo todo, y peor aun, no con-
seguirás disponer de tiempo para ponerte a hacer lo realmente
importante. Concéntrate en las tareas esenciales y deshazte de
las demás.
5. Simplifica tu lista de tareas personal. Siguiendo con el mismo
espíritu del punto anterior, piensa en todas tus tareas person-
ales. A veces nuestra lista personal de tareas es tan larga co-
mo la del trabajo. Y tampoco conseguimos completarla. Así que
céntrate en lo más importante, y busca vías alternativas para
eliminar las demás (automatizar, eliminar, delegar o contratar a
alguien que te ayude).
6. Aprende a decir no. Adquirir este hábito es imprescindible para
aquellos que tratan de simplificar sus vidas. Si no puedes decir
que no, siempre tendrás demasiado que hacer.
7. Reduce el número de canales de comunicación. Hoy en día
nuestras vidas se ven afectadas por diversas tecnologías de co-
municación: correo electrónico, mensajería instantánea, correo
tradicional, Skype, Twitter, foros, etc. Pueden absorber tu día
completamente si dejas que eso suceda. Te aconsejo limitar tus
canales de comunicación: consulta el correo sólo a ciertas horas

45
2 Simplicidad

del día, un número determinado de minutos (yo recomiendo


dos veces al día, pero hazlo como mejor te funcione a ti). Conéc-
tate a tu cliente de mensajería instantánea una única vez al día,
durante un tiempo limitado. Haz tus llamadas telefónicas tan
solo a cierta hora. Lo mismo con el resto de tus comunicaciones.
Diseña una planificación y cíñete a ella.
8. Limita tu consumo de medios de comunicación. Este truco no
será del gusto de todo el mundo, así que si la información pro-
porcionada por los medios de comunicación es importante para
ti, por favor pasa al siguiente (así como en el caso de cualquier
truco que no creas que te vaya a servir). Sin embargo, pienso
que los medios de comunicación – televisión, radio, Internet,
revistas, etc. – pueden llegar a dominar nuestras vidas. No les
dejes hacerlo. Simplifica tu vida y tu consumo de información
limitando la cantidad de la misma que consumes.
9. Haz una limpieza de tus trastos. Si consigues dedicar un fin de
semana a deshacerte de todos los trastos que no te hacen falta,
te sentirás estupendamente. Consigue cajas y bolsas de basura
para todos esos trastos que quieras regalar o tirar.
10. Deshazte de grandes objetos. Nuestras vidas están repletas de
desorden, pero si empiezas con las cosas grandes, simplificarás
tu vida rápidamente y a lo grande.
11. Ordena tus habitaciones. De una en una, examina tus habita-
ciones y elimina todo lo que no sea necesario. Actúa como si
fueras el editor de un periódico, dejando tan solo lo esencial y
eliminando todo lo demás.
12. Revisa cajones y armarios. Una vez que hayas examinado ca-
da habitación, ponte con tus armarios y escritorios. Ordena tus
lejas y cajones de uno en uno.
13. Revisa tu ropa. ¿Está tu armario de la ropa a punto de estal-

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2.8 72 trucos para simplificar tu vida

lar? ¿Están los cajones tan llenos que no los puedes ni cerrar?
Simplifica tu armario de la ropa deshaciéndote de todo aquello
que ya no te pongas. Trata de construir un armario de la ropa
minimalista centrándote en estilos simples y colores lisos que
emparejen perfectamente entre ellos.
14. Simplifica tu ordenador. Si en tu ordenador hay demasiados
archivos y desorganización, considera trabajar completamente
online. Esto puede simplificarte la vida en gran medida.
15. Organiza tu vida digital. Si no te ves capaz de controlar tu des-
orden digital, todavía hay esperanza. Lee esta guía para curarte
y poder eliminar el desorden.
16. Escribe una frase sobre la simplicidad. ¿Cómo sería para ti una
vida simple? Anótalo.
17. Limita tus impulsos consumistas. Si eres un esclavo del ma-
terialismo y el consumismo, existen medios para que te libres
de ello. Yo he pasado por lo mismo, y aunque no estoy com-
pletamente recuperado, me siento mucho más libre que antes.
Si puedes librarte del materialismo, podrás comenzar a adop-
tar el hábito de comprar menos. Y eso significará menos trastos,
menos gastos, y una vida menos frenética.
18. Libera tiempo. Busca formas de liberar más tiempo para las
cosas que realmente son importantes. Eso significa eliminar to-
do lo que no deseas, deshacerte de todo lo que te haga perder el
tiempo, y dejar espacio para lo que realmente quieres hacer.
19. Haz lo que te realmente te guste. Una vez que hayas consegui-
do liberar más tiempo, asegúrate de invertirlo en hacer cosas
que te gusten. Vuelve a tu listado de 4 ó 5 cosas importantes.
Haz cosas relacionadas con ellas, nada más.
20. Pasa más tiempo con la gente que amas. Seguramente el listado
que has construido con las 4 ó 5 cosas más importantes para

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2 Simplicidad

ti contendrá a alguna de las personas que amas (si no es así,


quizá deberías pensártelo otra vez). Ya sean tu esposa, tus hijos,
una pareja, tus padres, otros miembros de tu familia, tu mejor
amigo, o lo que sea, encuentra tiempo para hacer algo con ellos,
para conseguir más intimidad con ellos (no necesariamente en
el sentido sexual).
21. Pasa algo de tiempo en soledad. Busca tiempo para pasarlo
contigo mismo. El tiempo en soledad es bueno para ti, aunque
a algunas personas les resulte incomodo. Puede que necesites
práctica para acostumbrarte al silencio y a escuchar tu voz inte-
rior. Suena muy ”new-age”, lo sé, pero es muy relajante. Y esta
calma es necesaria para encontrar lo que realmente es impor-
tante para ti.
22. Come despacio. Si te tragas la comida casi sin masticarla, no
sólo no estás disfrutando de su sabor, sino que además no es-
tás comiendo de una forma saludable. Come más despacio para
perder peso, mejorar la digestión y disfrutar más de la vida.
23. Conduce despacio. La mayoría de la gente se vuelve agresiva
al conducir, pitando, agobiándose, enfadándose y frustrándose.
Y al mismo tiempo, poniéndose en peligro a sí mismos y a los
demás. Conducir más despacio no es sólo más seguro, sino que
además es más barato y puede ser muy relajante. Pruébalo.
24. Vive el presente. Esta frase es muy importante si lo que quieres
es disfrutar de una vida más simple. Vivir el aquí y el ahora,
vivir el momento, te hace consciente de tu vida y de lo que está
sucediendo a tu alrededor y dentro de ti. Mejora en gran medi-
da tu salud mental.
25. Haz tu vida más eficiente. Muchas veces vivimos encadenados
a sistemas complejos y no planificados porque no hemos pen-
sado mucho sobre ellos. En lugar de esto, céntrate en un único

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2.8 72 trucos para simplificar tu vida

sistema cada vez (tu sistema para hacer la colada, tu sistema


para hacer recados, tu sistema para tratar el papeleo, tu sistema
para trabajar con el correo electrónico, etc.) y trata de hacerlo
más simple y eficiente, reflejándolo por escrito. Una vez hecho
esto, cíñete a tu nuevo sistema.

26. Crea un sistema simple para manejar tu correo postal y tu pa-


peleo. Si no dispones de ningún sistema, los papeles se te amon-
tonarán. Un sistema simple te ayudará a mantenerlo todo en
orden.

27. Crea un sistema simple para las tareas del hogar. Otro ejemplo
de sistema simple es recoge-conforme-ensucies.

28. Despeja tu escritorio. Si tienes un escritorio desordenado puedes


distraerte y sufrir desorganización y ansiedad. Conseguir un es-
critorio despejado requiere tan solo una pequeña cantidad de
pequeños hábitos.

29. Establece rutinas. La clave para mantener tu vida simple es es-


tablecer rutinas.

30. Mantén la bandeja de entrada de tu correo electrónico vacía.


¿Está la bandeja de entrada de tu correo electrónico saturada de
correos tanto nuevos como ya leídos? ¿Siguen amontonándose
los mensajes? Si es así, eres una persona normal – pero podrías
ser más eficiente y conseguir un correo electrónico más simple
siguiendo tan solo unos pequeños pasos.

31. Aprende a vivir frugalmente. Vivir frugalmente significa com-


prar menos, querer menos cosas, y dejar menor rastro en el
planeta. Está directamente relacionado con la simplicidad.

32. Haz que tu casa tenga un estilo minimalista. Una casa min-
imalista tiene lo que hace falta, y poco más. Es también muy
tranquila (y además mucho más fácil de limpiar).

49
2 Simplicidad

33. Encuentra otras maneras de ser minimalista. Hay montones.


Puedes encontrar maneras de ser minimalista prácticamente en
cualquier área de tu vida.
34. Considera vivir en una casa más pequeña. Si vacías tu casa
de trastos, seguramente no necesitarás tanto espacio. No quiero
decir que debas vivir en un barco (aunque hay mucha gente
que lo hace felizmente), pero si te encuentras cómodo en una
casa más pequeña, no solo será más barata, sino que más fácil
de mantener, y una gran simplificación para tu vida.
35. Considera conducir un coche más pequeño. Este es un gran
paso, pero deberías pensar que si tienes un gran coche o un
monovolumen, quizás no necesitas tanto espacio. Estos coches
son más caros, usan más gasolina, y son más difíciles de aparcar
y de mantener. Simplifica tu vida con menos coche. No es nece-
sario que sea minúsculo, sobre todo si tienes familia, pero trata
de encontrar un coche pequeño que te permita transportar a
toda tu familia cómodamente. Quizá no es algo que creas que
vayas a hacer ahora, pero deberías considerar planteártelo co-
mo un cambio a largo plazo.
36. Aprender qué es ”suficiente”. La sociedad materialista en la
que nos vemos inmersos hoy en día parece apoyar el que ca-
da vez se quiera más y más, sin que se vea fin en el horizonte.
Por supuesto, puedes conseguir el último juguetito tecnológico,
o más ropa o zapatos. Más trastos. Pero, ¿cuándo tendrás sufi-
ciente? Mucha gente no lo sabe, y eso les mantiene comprando
más y más. No tiene fin. Súbete al tren sabiendo cuánto es sufi-
ciente para ti, y apeate cuando lo alcances.
37. Diseña un menú semanal simple para tus cenas. Si el decidir
qué cenar es algo que os agobie mucho a ti o a tu familia, con-
sidera el diseñar un menú semanal. Escoge tantos platos como
sean necesarios para rellenar un menú semanal de cenas, es-

50
2.8 72 trucos para simplificar tu vida

coge una para cada día, y ves al supermercado a por los ingre-
dientes. Ahora ya sabrás que vas a cenar todas las noches, y
además dispondrás de los ingredientes necesarios. No te com-
pliques preparando recetas difíciles – escoge platos que puedan
ser cocinados en 10 ó 15 minutos (o menos).
38. Come de forma saludable. Puede no resultar obvio cómo el
comer de forma saludable está relacionado con la simplicidad,
pero piensa en qué ocurre si no lo haces: si consumes muchas
grasas, o mucha sal o azúcar, o fritos, seguramente tendrás prob-
lemas médicos a largo plazo. Podríamos estar hablando de var-
ios años en el futuro, pero imagina constantes visitas a los médi-
cos, pasar por hospitalizaciones, viajes a la farmacia, recibir ter-
apias, ser operado, etc. Creo que coges la idea. No ser saludable
es complicado. Comer de manera saludable simplifica todo esto
a largo plazo.
39. Ejercicio. Este punto está muy relacionado con el anterior, ya
que el ejercicio simplificará mucho tu vida a largo plazo, pero va
incluso más allá: hace que el agobio y la ansiedad desaparezcan
y te hace sentir mejor. Es fantástico.
40. Ordenar antes de organizar. Mucha gente comete el error de
intentar organizar un escritorio desordenado o un armario a
reventar. Esto no es solo duro sino que además es complica-
do. Simplifica el proceso deshaciéndote de toda la basura que
puedas, y a continuación organizando. Si ordenas lo suficiente,
puede que ni siquiera necesites organizar nada.
41. Ten un lugar para cada cosa. Es un consejo antiguo, pero es el
mejor consejo para mantener tus cosas organizadas. Después de
ordenarlas, claro.
42. Encuentra la simplicidad interior. No soy una persona muy
espiritual, pero he descubierto que dedicar algo de tiempo a mi

51
2 Simplicidad

yo interior crea una simplicidad tranquila, en lugar de una con-


fusión caótica. Podrías pasar este tiempo rezando o comunicán-
dote con Dios, o meditando, o escribiendo un diario, o conocién-
dote a ti mismo, o en la naturaleza. Hagas lo que hagas, dedicar
tiempo a tu yo interior es algo que merece la pena.
43. Encuentra la forma de descargar tu ansiedad. Todos nosotros
tenemos que enfrentarnos al agobio o la ansiedad – sin impor-
tar cuánto simplifiques tu vida, todavía sentirás ansiedad en de-
terminadas circunstancias (excepto tras llevar a cabo la simpli-
ficación definitiva, la muerte). Así que encuentra la manera de
descargar la ansiedad cuando te encuentres en estas situaciones.
44. Trata de vivir sin coche. Bueno, esto es algo que yo personal-
mente no he probado, pero conozco a algunas personas que sí
que lo han hecho. Es algo que haría si no tuviera hijos. Andar,
ir en bici, o utilizar el transporte público. Reduce los gastos y
te proporciona tiempo para pensar. Un coche además es muy
complicado, requiriendo no sólo que pagues ciertos gastos, sino
que busques un seguro, le hagas revisiones cada cierto tiempo,
mantenimiento, reparaciones, gasolina, y mucho más.
45. Busca una forma creativa de autoexpresión. Ya sea la escritura,
la poesía, la pintura, el dibujo, dirigir películas, diseñar páginas
web, bailar, practicar con el monopatín, o cualquier otra cosa.
Todos debemos satisfacer nuestra necesidad de autoexpresión,
y encontrar una forma de hacerlo tiene como consecuencia que
nuestra vida sea más satisfactoria. Sobre todo si consigues rem-
plazar con esto todo el tiempo que estabas dedicando anterior-
mente a tareas de trabajo que no te interesaban.
46. Simplifica tus metas. En lugar de perseguir media docena de
metas o más, simplifica y quédate solo con una. No solo te sen-
tirás menos agobiado, sino que además te permitirá conseguir
un éxito mayor. Podrás concentrarte en esa única meta y dedi-

52
2.8 72 trucos para simplificar tu vida

carle toda tu energía. Eso te dará muchas más posibilidades de


éxito.
47. Monotarea. Realizar múltiples tareas simultáneamente es más
complicado, más agobiante, y generalmente menos productivo.
Trata de abordar tus tareas de una en una.
48. Simplifica tu sistema de archivo. Apilar tus papeles y ya está
no funciona. Pero un sistema de archivo no tiene por qué ser
complicado para ser útil. Diseña un sistema sencillo.
49. Desarrolla una mayor capacidad de relajación. Si cada pequeño
hecho que sucede te llena de ira y agobio, nunca conseguirás
una vida simple. Aprende a abstraerte de todo y tener una vida
más tranquila.
50. Reduce tu consumo de anuncios. Los anuncios hacen que de-
seemos tener cosas. Están diseñados para eso, y funcionan. Bus-
ca vías de disminuir tu exposición a la publicidad, ya sea impre-
sa, online, por televisión o radio, o de cualquier tipo. Querrás
tener muchas menos cosas.
51. Vive más pausadamente. Hazlo todo despacio, con tranquili-
dad, y prestando especial atención a lo que estás haciendo.
52. Haz cada día una lista de Tareas Más Importantes (TMIs). De-
cide las 3 tareas más importantes del día, aquellas que te gus-
taría que se llevaran a cabo dicho día. No trates de basarte en
una larga lista de tareas que seguramente no completarás al fi-
nal de la jornada. Una simple lista con 3 cosas, esas que te hagan
sentir que has conseguido algo.
53. Establece rutinas para el comienzo y el final del día. Una gran
forma de simplificar tu vida es establecer rutinas para el princi-
pio y el final de cada día.
54. Crea un ritual matutino de escritura. Si te gusta escribir, como
a mi, conviértelo en un ritual tranquilo a desarrollar durante las

53
2 Simplicidad

primeras horas del día.


55. Aprende a no hacer nada. No hacer nada podría ser consider-
ado un tipo de arte, y debería ser parte de la vida de cualquier
persona.
56. Lee ”Walden”, de Thoreau. Un libro esencial sobre el tema de la
simplificación. Disponible de manera gratuita en Wikisources.
57. Opta por la calidad en lugar de por la cantidad. Trata de no
acumular muchos trastos a lo largo de tu vida... en lugar de eso,
quédate con unas pocas posesiones, aquellas que realmente te
satisfagan y que te vayan a durar mucho tiempo.
58. Lee ”Simplify your life”, de Elaine St. James. Uno de mis au-
tores favoritos en el campo de la simplicidad.
59. Llena tus días de pequeños placeres. Haz una lista de tus pe-
queños placeres favoritos, y espárcelos a lo largo de tu día.
60. Simplifica tus fuentes RSS. Si sigues docenas de fuentes RSS,
o incluso más de cien (yo una vez lo hice), probablemente lo
único que conseguirás será agobiarte tratando de estar siempre
al día. Simplifica tu lectura de fuentes RSS.
61. Pero suscríbete a Unclutterer. Probablemente el mejor blog so-
bre la simplificación que puedas encontrar (sin contar Zen Habits,
por supuesto).
62. Diseña un patio delantero en tu casa fácil de mantener.
63. Lleva menos cosas. ¿Están tus bolsillos abarrotados? Plantéate
llevar contigo sólo lo esencial.
64. Simplifica tu vida online.
65. Esfuérzate por automatizar tus fuentes de ingresos. Esto no es
algo fácil, pero se puede hacer, y de hecho ya hay quien lo ha
conseguido. A mí mismo, por ejemplo, me ha funcionado.

54
2.8 72 trucos para simplificar tu vida

66. Simplifica tus cuentas. Mucha gente evita hacer cuentas con su
dinero (lo cual es muy importante) porque es muy duro o muy
complicado.
67. Simplifica tu vida financiera.
68. Aprende a hacer equipajes ligeros. ¿A quién le gusta tener que
arrastrar un montón de equipaje durante sus viajes?
69. Utiliza un sistema de productividad minimalista. El sistema
Zen To Done, en su versión minimalista, es lo único que necesi-
tas. Todo lo demás solo sirve para decorar.
70. Deja espacios de tiempo entre tus obligaciones del día. Cuan-
do tengas que acudir a determinadas citas, o necesites realizar
ciertas cosas, no te las planifiques una a continuación de la otra,
sin tiempo para respirar. Deja algo de espacio entre todas las
cosas que necesites hacer, de tal forma que puedas tener tiem-
po para imprevistos, y puedas disfrutar de un día mucho más
relajado.
71. Vive más cerca del trabajo. Esto puede significar o bien buscar
un trabajo más cercano a tu casa, o bien buscar una casa más
cercana a tu trabajo. Cualquiera de las dos opciones simplificará
mucho tu vida.
72. Pregúntate siempre: ¿esto simplificará mi vida? Si la respuesta
es no, reconsidéralo.

55
56
2.9 Come más despacio

2.9. Come más despacio

Uno de los problemas a los que nos enfrentamos en nuestra vida


diaria es que siempre tenemos prisa y nunca tenemos tiempo para
nada... con lo que cuando tenemos un poco de tiempo para llevarnos
algo a la boca solemos engullirlo.

Esto tiene como consecuencia que vivamos agobiados y de una


manera poco sana.

Y con algo tan simple como comer más despacio podemos empezar
inmediatamente a cambiar este estilo de vida. ¿Cómo se debe hacer?
Con mordiscos pequeños, masticando más lentamente y durante más
tiempo, y disfrutando más tiempo de tu comida.

A cambio de tan sólo unos pocos minutos más en cada comida, se


producirán unos cambios muy profundos.

Puede que ya hayas oído hablar del Movimiento por la Comida


Lenta, que comenzó en Italia hace un par de décadas y cuyo objetivo
era enfrentarse a la moda de la comida basura o comida rápida. Lo
que te proporciona la Comida Lenta no podrás obtenerlo nunca de la
comida rápida.

Si lees el Manifiesto por la Comida Lenta (Slow Food Manifesto),


verás que todo esto no tiene que ver solamente con tu salud – es más
bien un estilo de vida. Y ya quieras adoptar este estilo de vida o no,
existen unas cuantas razones por las que te deberías plantear el comer
más despacio:

1. Pérdida de peso. Un número cada vez mayor de estudios de-

57
2 Simplicidad

muestran que por el simple hecho de comer más despacio se


consumen menos calorías – de hecho, lo suficiente como para
perder hasta unos 9 kilos sin necesidad de modificar tu dieta ni
otros hábitos. La razón es que nuestro cerebro tarda 20 minu-
tos en percibir que estamos llenos. Si comemos rápido, comer-
emos más allá del punto en el que ya nos sentiríamos llenos. Si
comemos más despacio, tendremos tiempo para darnos cuenta
de que ya estamos llenos y podremos parar. Ahora bien, aunque
yo no puedo evitar recomendarte que comas más sano, si lo que
quieres es perder peso, comer más despacio debería ser parte de
tu estilo de vida.

2. Disfrutar la comida. Esta razón es casi tan importante como


la anterior, en mi opinión. Es difícil disfrutar de tu comida si
la engulles. De hecho, incluso pienso que no está mal comer ali-
mentos que podríamos considerar poco saludables siempre que
comas una pequeña cantidad de los mismos y despacio. Pién-
salo: a ti te gusta comer este tipo de comidas que no deberías
(postres, pizzas, fritos, etc.) porque tienen buen sabor. Pero si
te las comes rápido, ¿entonces qué sentido tiene? Si comes más
lentamente, conseguirás la misma cantidad de sabor, sin que
llegue tanta cantidad a tu estómago. Esto es algo que a mí me
funciona. Y aun sin tener este último argumento en cuenta, pien-
so que serías más feliz si saborearas tu comida y disfrutaras de
ella, comiéndola despacio. Haz que tus comidas sean un plac-
er gastronómico, no algo que debes hacer deprisa y corriendo
entre agobios.

3. Mejor digestión. Si comes más despacio, masticarás más la co-


mida, lo cual tendrá como consecuencia una mejor digestión.
Podríamos decir que la digestión comienza realmente en la bo-
ca, así que cuanto más trabajo hagas allí arriba, menos trabajo le
reservarás a tu estómago. Esto te puede ayudar a tener menos

58
2.9 Come más despacio

problemas digestivos.
4. Menor ansiedad. Comer lentamente y prestar una especial aten-
ción a lo que estás comiendo puede ser una gran experiencia
de relajación mental. Disfruta del momento, en lugar de com-
er apresuradamente mientras no te quitas de la cabeza lo que
tienes que hacer a continuación. Cuando comes, deberías cen-
trarte en comer. Este tipo de actitud, en mi opinión, te llevará
a una vida con menos agobios y a la felicidad a largo plazo.
Inténtalo.
5. Rebelión contra la comida basura y las prisas. Nuestras vi-
das caóticas, agobiantes, rápidas nos llevan a consumir comi-
da basura, y a comerla rápidamente. Este estilo de vida nos está
deshumanizando, nos está haciendo personas menos sanas, nos
genera ansiedad e infelicidad. Vamos con prisas durante todo
el día, haciendo unas tareas tras otras sin pensar, sin tomarnos
el tiempo necesario para vivir, para disfrutar la vida, para rela-
cionarnos con los demás, para ser humanos. Eso no es algo bueno.
Rebélate contra este estilo de vida y esta filosofía... con el simple
hábito de comer más despacio. No comas comida basura. Come
en un buen restaurante, o mejor aun, cocina tu propia comida.
Saborea la vida.

59
60
3 Productividad

61
62
3.1 Dale sentido a tu día: las Tareas Más Importantes

3.1. Dale sentido a tu día: las Tareas Más


Importantes

Ya hablé brevemente sobre este tema cuando describí mi rutina


durante las primeras horas de la mañana, pero pienso que debería
hablar más sobre las TMIs – las Tareas Mas Importantes. No es un
concepto original, pero es algo que utilizo a diario y que me ha ayu-
dado en gran medida.

Es muy simple: la TMI es la tarea que más necesitas llevar a cabo


o más te gustaría que se completara a lo largo del día. En mi caso,
he modificado esto un poco para usar tres TMIs en lugar de una sola
– las tres cosas que me gustaría hacer hoy. ¿Hago más cosas aparte
de esas tres tareas? Por supuesto. Pero la idea es que, sin importar el
resto de cosas que haga a lo largo del día, me debo asegurar de que
consigo completar estas tres tareas. Así que la primera de mis TMIs es
lo primero que hago cada día, justo después de levantarme y beberme
un vaso de agua.

Y esta es la clave de todo este asunto para mí: al menos una de las
TMIs debería estar relacionada con alguno de mis objetivos. Mientras
que las otras dos podrían ser cosas relacionadas con el trabajo (y nor-
malmente lo son), la primera debería ser una acción siguiente en el
proyecto que me va a ayudar a alcanzar uno de mis objetivos. Y eso
es lo que hago cada día de manera automática.

Otro punto clave: lo primero que debes hacer por las mañanas, ya
sea en casa o nada más llegar al trabajo, debe ser completar tus TMIs.
Si las dejas para después, puede que te quedes sin tiempo o estés tan
ocupado que no puedas completarlas. ¡Líbrate de ellas, y el resto de

63
3 Productividad

tu jornada será todo cuesta abajo!

Es algo muy sencillo de implementar, y aun así ha sido una gran


revelación para mi. A veces las cosas pequeñas son las que realmente
importan. Te aconsejo que le des una oportunidad.

64
3.2 Céntrate en tus Grandes Rocas

3.2. Céntrate en tus Grandes Rocas

Imagina que representamos tu semana como siete cubos de arena,


y que te pones a llenar cada cubo sin ninguna planificación inicial
con piedras pequeñas, arena, u otros escombros que encuentres por
el camino... pronto no te quedará sitio para meter dentro Grandes
Rocas. Tus cubos se llenan más rápido de lo que te imaginas, y una
vez estén llenos, no puedes hacer nada más. No es posible disponer
de cubos más grandes.

Lo que podrías hacer es colocar primero tus Grandes Rocas en ellos,


y rellenar el resto con piedrecitas o arena.

Las Grandes Rocas son todas aquellas tareas importantes que te


gustaría completar esta semana. Redactar un informe, publicar una
nueva página web, ir al gimnasio, pasar un tiempo con tu esposa o
hijos, alcanzar tus sueños. Estas Grandes Rocas se van posponiendo
semana tras semana porque nunca encontramos tiempo para poner-
nos con ellas – nuestros días se llenan de cosas a hacer muy rápido,
y antes de que nos hemos cuenta, han pasado varias semanas y las
Grandes Rocas siguen estando a nuestros pies en el camino, sin que
ni siquiera las hayamos recogido.

Planifica tu semana por adelantando, colocando las Grandes Rocas


primero.

Este concepto es similar al de las TMIs, solo que tomando como


medida de tiempo una semana en lugar de un día. Tu Grandes Rocas
son tus TMIs para esa semana.

Aquí tienes cómo poder hacer esto (explicado por medio de una

65
3 Productividad

inevitable lista, por supuesto):

1. Haz una lista. Al principio de la semana – el domingo por la


noche o el lunes por la mañana – anota las Grandes Rocas que
te gustaría completar a lo largo de la misma. Deberían ser tareas
importantes – tareas que si mirases atrás una vez terminada la
semana te sentirías orgulloso de haber completado. Asegúrate
de no incluir solamente tareas relacionadas con tu trabajo, sino
que también algunas que te ayuden a acercarte a tus metas o
sueños.
2. Acorta la lista. Al principio, anota sólo de 4 a 6 Grandes Rocas...
no necesitas probar con 10 o más, sobre todo al principio. Más
adelante serás capaz de decidir por ti mismo cuántas Grandes
Rocas puedes abordar a lo largo de una semana, pero por ahora,
empieza con pocas.
3. Coloca las Rocas. Observa la semana que viene en tu agenda. Si
no tienes ninguna, escribe los días de la semana en una hoja de
papel, divididos en bloques de una hora (o imprime la semana
correspondiente de una agenda por Internet). Escribe las citas
que ya tuvieras para dicha semana. Ahora toma tus Grandes
Rocas, y colócalas en la agenda. Trata de colocarlas en alguna
combinación de día y hora en la que sepas que vas a poder ll-
evarlas a cabo. No las coloques en horas tan ocupadas que sea
difícil concentrarse, y dejando al menos un espacio de media
hora entre reuniones. Date tiempo para hacerlas.
4. Deja espacio para las pequeñas piedras. A ser posible, no rel-
lenes el resto de la agenda con cosas que hacer. Cada mañana,
mira tu agenda y comprométete a completar tus Grandes Rocas
para ese día. Esas son las TMIs de dicho día. Si tienes alguna
otra TMI menos importante ponla también en la agenda, pero
no pongas demasiadas. Una agenda muy ajustada tiende a ir

66
3.2 Céntrate en tus Grandes Rocas

atrasándose conforme tareas anteriores toman más tiempo del


planificado.
5. Complétalas pronto. Si puedes, haz que tus Grandes Rocas sean
las primeras tareas a completar por la mañana. Intenta no plani-
ficarlas para más tarde a lo largo del día, porque conforme avan-
za éste pueden surgir imprevistos que te hagan posponer la re-
alización de tus Grandes Rocas, como siempre. Complétalas a
primera hora de la mañana, y tendrás el resto del día para ocu-
parte de tu semana superocupada.
6. Siéntete orgulloso. Cuando haya terminado la semana, mira
hacia atrás – si conseguiste completar una (¡o todas!) de tus
Grandes Rocas, siéntete feliz y orgulloso de ti mismo. ¡Con-
seguirlo te hace sentir tan bien!

¿Cómo consigue este método tan sencillo hacerte tan productivo?


Bien, la productividad no consiste realmente en hacer muchas cosas.
Más bien consiste en conseguir hacer lo importante. Pero si te distraes
haciendo todas aquellas cosas que no lo son... en efecto, habrás he-
cho un montón de cosas y habrás estado muy ocupado, ¿pero cuánto
conseguiste realmente? A veces, al terminar la semana, miramos ha-
cia atrás y pensamos: "no he hecho muchas cosas, ¡pero realmente me
sentí muy agobiado!".

Esta es una forma de conseguir hacer lo que realmente es impor-


tante. Efectivamente, todavía tendrás que preocuparte de las cosas
pequeñas. Pero al final de la semana, podrás mirar atrás y decir que
has sido productivo. Esto es lo que marca la diferencia.

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68
3.3 Vacía tu bandeja de entrada

3.3. Vacía tu bandeja de entrada

Yo utilizo Gmail exclusivamente como herramienta de correo elec-


trónico, la gestión del cual constituye la mayor parte de mis dos tra-
bajos diarios. Suelo recibir una gran cantidad de correos cada hora, y
soy bastante rápido en contestar.

Sin embargo, si mirases la bandeja de entrada de mi cuenta de


Gmail te sorprenderías de verla vacía prácticamente siempre.

Tener una bandeja de entrada despejada me da una sensación Zen


de paz, calma y tranquilidad. Es algo que le recomiendo a todo el
mundo. Esto no ha sido siempre así – en el pasado mi bandeja de en-
trada estaba abarrotada. Mis correos solían permanecer allí, a veces
sin leer, a veces esperando que hiciera alguna acción con ellos, a ve-
ces esperando para ser archivados, y otras veces simplemente porque
estaba procrastinando. También tenía muchas carpetas para clasificar
el correo, de tal forma que pudiera encontrar lo que necesitara en
cualquier momento. A veces me tomaba mucho tiempo el archivar
un correo, por lo que simplemente lo dejaba pasar. Conozco a mucha
gente con un problema parecido.

Pero GTD lo cambió todo, y durante casi un año he sido bastante


constante a la hora de tener una bandeja de entrada limpia.

Aquí te indico unos pasos sencillos para conseguir un correo Zen:

1. Evita comprobar tu correo electrónico a primera hora de la


mañana, o dejar el programa de correo electrónico permanen-
temente funcionando. Este truco se puede leer en muchos otros
blogs, así que no estoy diciendo nada nuevo. Si lo primero que

69
3 Productividad

haces al empezar a trabajar es leer tu correo, perderás un ra-


to relativamente largo con ello. En lugar de esto, haz la tarea
más importante que te hubieras programado para ese día, o
comienza con algo con lo que hubieras estado procrastinando.
Entonces ya podrás comprobar tu correo electrónico. Mejor aún,
haz 2 ó 3 cosas antes. Además, si estás todo el día comproban-
do tu correo, o tu programa te muestra un aviso tan pronto co-
mo recibes un nuevo correo, estarás distraído constantemente y
no te podrás concentrar en la tarea que tengas entre manos. Yo
miro el correo una vez cada hora, pero tus necesidades podrían
ser distintas.
2. Cuando estés comprobando tu correo, trata los correos de uno
en uno, sin saltarte ninguno. Decide qué es lo que debes hacer
con cada correo.
¿Es correo basura o un mensaje en cadena? Elimínalo di-
rectamente.
¿Es un correo largo que debes leer con tal de obtener al-
gún tipo de información? Archívalo en una carpeta que
hayas etiquetado como ”Lectura” o imprímelo para poder
leerlo en cualquier momento que no puedas hacer otra cosa
(por ejemplo, mientras estés esperando en una fila).
Si el correo requiere que lleves a cabo alguna acción, an-
ota la acción en tu lista de tareas o en tus listas GTD
para llevarla a cabo más adelante. También comprueba si
el correo contiene alguna información que necesites para
completar la tarea. Si es así archívalo. De esta forma po-
drás encontrarlo más tarde cuando te pongas a realizar la
tarea.
Si puedes responder en un minuto o dos, hazlo inmedi-
atamente. No lo dejes para más adelante. Si lo dejas pasar,
se te acumularán muchos correos de este tipo y nunca te

70
3.3 Vacía tu bandeja de entrada

animarás a contestarlos. Yo suelo responder rápidamente,


con algún texto corto, y lo envío inmediatamente. De esta
forma la gente me percibe como alguien que responde y
que está al tanto de las cosas.
Si necesitas comprobar el estado de algo relacionado con
el correo, o estás esperando una respuesta, anótalo en tu
lista de ”a la espera”. No lo dejes en tu bandeja de entrada
como recordatorio.
3. Solo tengo una carpeta: ”Archivo”. Cuando respondo a un correo,
o leo la información que contiene si no necesita respuesta, o an-
oto alguna tarea relacionada en mi lista de tareas, lo archivo.
Tan simple como suena. Podrías disponer también de una car-
peta ”Lectura” si lo deseas. Yo normalmente imprimo los corre-
os largos para leerlos en otro momento, mientras estoy comien-
do o esperando. Otras personas utilizan una carpeta de ”Re-
quiere acción” o de ”A la espera”, pero en mi opinión dichas
carpetas se pueden interpretar como bandejas de entrada adi-
cionales que debes comprobar constantemente. A mi no me gus-
ta tener que comprobar carpetas adicionales. Tengo mi lista de
tareas y mi lista de ”a la espera”, y eso es suficiente. Así que
es tan simple como pulsar el botón ”Archivar” para guardar
un correo, y si más tarde lo necesito, puedo hacer uso de las
herramientas de búsqueda de Gmail para ello. Nunca he tenido
problemas con este sistema.

El correo Zen es fácil: comprueba tu correo a intervalos regulares,


toma una decisión inmediata para cada correo (o anota una acción en
una lista de tareas para llevarla a cabo más adelante) y archívalo.

Ahhh... ¡bandeja de entrada vacía!

71
72
3.4 Despeja tu escritorio

3.4. Despeja tu escritorio

Hubo un tiempo en que mi escritorio estaba abarrotado, no tan


solo con las cosas con las que estaba trabajando en ese momento,
sino que también con docenas de cosas con las que no: notas, post-its,
números de teléfono, papeles a archivar, pilas de trastos que tenía que
usar más adelante, etc. Estaba demasiado ocupado para ordenarlo, y
si lo hacía, no pasaba mucho tiempo sin que se volvieran a apilar
cosas.

Hoy en día la historia es diferente. Mi escritorio esta vacío, excepto


por el material que esté usando en ese momento, y si acaso una libreta
y un bolígrafo para tomar notas, ideas o tareas a realizar más tarde
conforme se me fueran ocurriendo. Es un sentimiento liberador... me
da mucha calma... reduce la ansiedad y el caos... hace más sencillo
encontrar cualquier cosa... y me hace más eficiente y productivo.

¿Cómo conseguí llevar a cabo esta transformación? Bien, no fue al-


go sencillo, y he mejorado con los años, pero podrás encontrar los pa-
sos básicos para ello más abajo. Lo más importante que debes recor-
dar es que debes disponer de un sistema y seguirlo a rajatabla. De lo
contrario, cada vez que despejes el escritorio, volverá a estar desor-
denado de nuevo muy pronto.

Este es mi sistema:

1. Primero, coge todo lo que tengas sobre tu escritorio y en tus


cajones, y colócalo aparte en una pila. Ponlo en tu bandeja de
entrada (o si no cabe, simplemente apílalo al lado del escritorio).
A partir de ahora, cualquier cosa que llegue a tu escritorio por
primera vez debe ser colocado en la bandeja, y procesado tal

73
3 Productividad

cual se comenta en los siguientes pasos.


2. Procesa la pila de arriba a abajo. Nunca reordenes, nunca te
saltes ni un solo trozo de papel, y nunca vuelvas a colocar nada
en la pila. Haz lo que tengas que hacer con lo que hayas sacado
de la pila, y después continúa con el siguiente elemento. Las
opciones que tienes son: tirarlo, delegarlo, archivarlo, hacerlo, o
ponerlo en una lista de tareas para hacerlo más adelante. En ese
orden de preferencia. Hazlo tan sólo si necesitas dos minutos
o menos para ello. Si necesita más tiempo, o no puedes tirarlo,
delegarlo, o archivarlo, entonces ponlo en una lista de tareas
pendientes (hablaré más sobre listas de tareas en otro post).
3. Repite al menos una vez al día para tener tu escritorio despe-
jado. Hacerlo al final del día es lo mejor, pero yo suelo recoger
y procesar varias veces a lo largo de la jornada. Una vez que
hayas procesado la pila, tu escritorio estará despejado. Habrás
tirado o archivado o de alguna forma puesto cada cosa donde le
corresponde (que no es sobre tu escritorio o tirado en un cajón
sin más). Mantenlo así. Debes seguir el sistema anteriormente
especificado: poner todo en la bandeja de entrada, y a contin-
uación tomar una decisión sobre cada uno de los elementos de
la pila, tomando cualquiera de las opciones anteriormente indi-
cadas. Si un elemento de la pila conlleva una tarea que hayas
añadido a tu lista de tareas pendientes, puedes guardarlo en
una carpeta llamada ”requiere acción”. Pero deberás comprobar
esta carpeta regularmente (diaria o semanalmente) para asegu-
rarte de que no contiene nada que no deba estar allí.

Es así de simple. ¿Tienes un número de teléfono en un post-it? No


lo dejes sobre tu escritorio. Archívalo en tu programa de contactos.
¿Tienes algo con lo que necesitarás hacer algo más adelante? No lo
mantengas sobre tu escritorio. Anota la tarea correspondiente en una

74
3.4 Despeja tu escritorio

lista de tareas pendientes, y mételo en tu carpeta ”Requiere acción”.


Archiva, tira o delega todo lo demás.

Dejar trastos encima de tu mesa es típico de procrastinadores (y


como procrastinador que soy, sé de lo que hablo). Si lo dejas para
más tarde, se te amontonarán cosas encima del escritorio. Ponte con
ello inmediatamente, toma una decisión, actúa.

Lo que he descrito aquí se trata de un hábito que es recomendable


(pero difícil) adoptar. Fallarás. Cuando esto suceda, recuerda que es
lo que querías conseguir e inténtalo de nuevo. Pronto se convertirá
en un hábito muy difícil de romper. Y créeme, una vez que consigas
tener siempre tu escritorio despejado, no querrás volver a la misma
situación de antes.

75
76
3.5 Madruga más

3.5. Madruga más

”Irse pronto a dormir y madrugar hacen que el hombre sea sano,


rico y sabio” – Ben Franklin.

”No te fíes de los supuestos beneficios obtenidos por madrugar,


tal cual fueron expuestos por el caprichoso de Franklin...” – Mark
Twain

Hace poco Rob, un lector de mi blog, me preguntó acerca de mi


hábito de levantarme a las 4:30 de la mañana todos los días, y me
pidió que escribiera acerca de los beneficios para la salud de levan-
tarse pronto, lo cual yo creo que es una excelente pregunta. Desgraci-
adamente, no existe ninguno, al menos que yo sepa.

Sin embargo, tiene muchos más beneficios de otro tipo.

Pero en primer lugar, déjame aclarar que si te consideras un ave


nocturna, y es algo que a ti te funciona, es algo fantástico. No hay
ninguna razón para cambiar, sobre todo si estás contento con ello.
Pero para mi, el cambio de ser un trasnochador a un madrugador
(sí, es posible) ha sido un regalo del cielo. Me ha ayudado de tan-
tas formas diferentes que nunca se me ocurriría volver a mis hábitos
anteriores. He aquí algunos de los beneficios:

1. Da la bienvenida al nuevo día. Me encanta tener la posibilidad


de levantarme y darle la bienvenida al nuevo día que comien-
za. Yo sugiero crear un ritual para por las mañanas que incluya
dar las gracias por todas tus bendiciones. Esto está inspirado
por el Dalai Lama, que dijo una vez: ”Cada día piensa al lev-
antarte ’hoy soy afortunado de haberme levantado, estoy vivo,

77
3 Productividad

tengo una preciosa vida, y no voy a desperdiciarla. Voy a usar


todas mis energías para crecer, para expandir mi corazón hacia
los demás, para alcanzar la iluminación para el beneficio de to-
dos los seres vivos, voy a tener sentimientos amables hacia los
demás, no voy a enfadarme o a pensar mal de los demás, voy a
beneficiar a los demás tanto como pueda’.”
2. Un comienzo fabuloso. Yo estaba acostumbrado a saltar de la
cama, tarde como siempre, y arrastrarme para preparar a los
niños y llevarlos al colegio, llegando siempre tarde al trabajo.
Me encaminaba hacia mi trabajo, con aspecto de estar destroza-
do y casi dormido, malhumorado y a remolque de todos los
demás. Desde luego no era una gran forma de empezar el día.
Hoy en día sigo un ritual renovador por las mañanas. Antes de
las 8 de la mañana ya he hecho muchas cosas, mis hijos están
preparados pronto, como yo, y cuando todo el mundo comien-
za a trabajar yo ya les llevo una gran ventaja. Según mi propia
experiencia, no hay una mejor forma de empezar el día que des-
pertándose pronto.
3. Tranquilidad. Sin niños gritando, bebés llorando, balones de
fútbol, coches o ruido de televisión. Las primeras horas de la
mañana son tan tranquilas, tan silenciosas... es mi hora favorita
del día. Disfruto enormemente esas horas de paz, de tiempo
para mi mismo, en las que puedo leer, pensar y respirar.
4. Amanecer. La gente que se levanta tarde se pierde uno de los
grandes espectáculos de la naturaleza, que se repite en toda su
magnitud todos y cada uno de los días – la salida del sol. Me
encanta ver cómo el día se va aclarando poco a poco, cómo el
azul de la medianoche se transforma en un azul claro, cómo
el cielo se empieza a llenar de colores brillantes, pintándose la
naturaleza también de colores increíbles. Por la mañana me en-
canta correr a esta hora, mirar al cielo y decir: ”¡que día más

78
3.5 Madruga más

glorioso!”. De verdad. Es cierto que lo hago. Ya sé que es cursi.


5. Desayuno. Madruga y por fin tendrás tiempo para desayunar
de verdad. A mi me enseñaron que es una de las comidas más
importantes del día. Sin desayuno, te quedarás sin energías y
tendrás tanta hambre a la hora de comer que te comerás cualquier
cosa, por muy poco saludable que sea, que seas capaz de encon-
trar y llevarte a la boca. Cuánto más rica en grasas y azúcares
mejor. Pero si desayunas te sentirás saciado hasta más tarde.
Además, desayunar mientras se lee un libro o se disfruta de un
café en la tranquilidad de la mañana es mucho más agradable
que tragarse algo de camino al trabajo o en la mesa de tu oficina.
6. Ejercicio. Es cierto que existen otras horas del día en las que es
posible hacer ejercicio, pero yo he descubierto que aunque hacer
ejercicio después del trabajo también puede ser muy agradable,
es posible que al final no lo hagas por otros imprevistos que sur-
jan a lo largo del día. Nunca habrá algo que te impida realizar
tu ejercicio a primera hora de la mañana.
7. Productividad. Las horas más productivas del día, al menos
para mi, son las mañanas. Me gusta escribir por las mañanas,
cuando no hay distracciones, antes de mirar mi correo elec-
trónico o las estadísticas de mi blog. Consigo hacer muchas más
cosas si empiezo a trabajar por la mañana. Cuando llega la tarde,
no necesito trabajar más y puedo pasar más tiempo con mi fa-
milia.
8. La hora de las metas. ¿Tienes alguna meta personal? Bueno, de-
berías tenerlas. Y no hay mejor hora para revisarlas, planificar
para conseguirlas, o realizar tareas que te lleven a su consecu-
ción. Deberías disponer de una meta que te gustaría completar
esta semana. Y cada mañana deberías escoger una única tarea
que te permita acercarte a dicha meta. Y si es posible, que sea lo
primero que hagas por la mañana.

79
3 Productividad

9. Desplazamientos. A nadie le gustan los embotellamientos, ex-


cepto a las compañías petrolíferas. Desplázate antes, y el tráfi-
co será mucho más ligero con lo que llegarás al trabajo antes y
ahorrarás tiempo. O mejor aun, ve en bicicleta. O todavía mejor,
trabaja desde casa.
10. Citas. Es mucho más sencillo llegar a tus citas a tiempo si te lev-
antas más pronto. Que llegues tarde causa una mala impresión
a la persona que te está esperando. Llegar temprano les impre-
sionará. Además, dispondrás de más tiempo para prepararte.

Cómo madrugar más

No hagas cambios drásticos. Empieza poco a poco, levantán-


dote unos 15 ó 30 minutos antes de lo habitual. Acostúmbrate
a ello durante unos días. Entonces estarás preparado para lev-
antarte unos 15 minutos antes. Hazlo gradualmente hasta que
consigas alcanzar la hora que te hayas propuesto.
Vete a la cama antes. Puede que estés acostumbrado a estar de-
spierto hasta tarde, quizá viendo la televisión o navegando por
Internet. Pero si sigues con este hábito, mientras que a la vez
intentas madrugar más, tarde o temprano dejarás una de las
dos cosas. Y si es el hábito de madrugar el que abandonas, te
empezarás a despertar tarde de nuevo y tendrás que volver a
empezar desde el principio. Te sugiero irte a la cama antes, in-
cluso si no tienes sueño, y que leas en la cama. Si estás realmente
cansado, te dormirás mucho antes de lo que te esperas.
Aleja el despertador de la cama. Si está justo al lado de la cama,
lo pararás cuando suene. Si está lejos de la cama, te tendrás que
levantar para pararlo. Y por lo tanto, cuando lo pares, ya estarás
levantado. Ahora ya solo te falta permanecer en pie.
Sal del dormitorio tan pronto como pares la alarma. No te

80
3.5 Madruga más

permitas ponerte a pensar para justificar el volver a la cama.


Fuérzate a ti mismo a salir de la habitación. Mi hábito consiste
en ir inmediatamente al baño para orinar. Una vez que ya he
hecho eso, me he lavado la cara, y he visto a ese tipo feo del
espejo ya estoy preparado para enfrentarme a un nuevo día.
No te pares a pensar. Si dejas a tu cerebro que te convenza para
no levantarte pronto, nunca lo conseguirás. No aceptes el volver
a la cama como una opción válida.
Ten una buena razón. Planea algo para hacer a primera hora
de la mañana que sea importante para ti. Esto te motivará y te
ayudará a levantarte. A mi me gusta escribir por las mañanas,
así que esa es mi razón para salir de la cama. Una vez que he
hecho eso, ¡me encanta leer todos vuestros comentarios!
Haz que levantarse pronto sea una recompensa. Sí, al princi-
pio puede parecer que te estás obligando a hacer algo duro, pero
si lo conviertes en una experiencia placentera, pronto desearás
levantarte siempre pronto. Una buena recompensa es hacerse
una buena taza de te o café y leer un libro. Otra buena recom-
pensa podría ser un buen desayuno (¡Un batido! ¡Ñam!), o con-
templar el amanecer, o meditar. Encuentra algo que sea placen-
tero para ti, e inclúyelo en tu rutina de las mañanas.
Aprovéchate de todo ese tiempo extra. No te levantes una o
dos horas antes tan solo para leer blogs, al menos que ése sea
tu objetivo personal. No te levantes pronto para desperdiciar
ese tiempo extra que ganas. ¡Haz que despegue tu día! A mi me
gusta usar ese tiempo para preparar la comida de mis hijos, o
planificar el resto del día (es decir, establecer mis TMIs), o hacer
ejercicio o meditar, o leer. Cuando son las 6:30 de la mañana ya
he hecho más cosas de las que suele hacer el resto de gente a lo
largo del día.

81
82
3.6 Cómo sentirte motivado cuando estés desanimado

3.6. Cómo sentirte motivado cuando estés


desanimado

Incluso las personas más motivadas – tú, yo, Tony Robbins – se


pueden sentir desmotivadas a veces. De hecho, muchas veces nos
encontramos tan desanimados que incluso pensar en realizar algún
cambio positivo parece demasiado difícil.

Pero no pierdas la esperanza: con unos pequeños pasos, minúscu-


los de hecho, puedes comenzar a andar el camino del cambio positi-
vo.

Sí, lo se, a veces esto parece imposible. No tienes ganas de hacer na-
da. A mi también me ha pasado, y de hecho aun me siento así alguna
vez que otra. No estás solo. Pero he aprendido unas cuantas maneras
de salir de ese estado de desánimo, y hoy te las explicaré.

Todo esto ha sido inspirado por el lector Roy C. Carlson, que pre-
guntó:

”Me preguntaba si podrías escribir sobre por qué puede resultar tan difícil
cambiar de dirección y empezar a tomar el control de nuestra vida. Debo
admitir que me encuentro en ese tipo de situación, y recibir consejos sobre
como evitar esta sensación negativa sería algo fantástico”.

Roy tan solo es una de las muchas personas que se siente así. Como
ya he dicho, incluso yo a veces me siento así, y de hecho a veces debo
hacer un gran esfuerzo para conseguir motivarme y hacer ejercicio –
y usaré ésto como ejemplo para enseñar cómo salir de este estado de
desánimo.

83
3 Productividad

Cuando dejo de hacer ejercicio durante una temporada, debido a


alguna enfermedad, lesión o trastorno producido por algo que ocurra
en mi vida, me es muy difícil empezar de nuevo. A veces incluso no
me siento ni con ganas de pensar en ello. Pero siempre he encontrado
una manera de vencer al desaliento, y aquí te indico algunas de las
cosas que he aprendido y me han ayudado:

1. Una meta. Cuando me siento desmotivado, a menudo descubro


que es porque me están sucediendo muchas cosas. Estoy inten-
tando hacer demasiadas cosas. Y eso hace decrecer mi nivel de
energía y motivación. Quizá este es el error más común que
comete la gente: tratan de manejar muchas cosas a la vez, de
conseguir simultáneamente muchos objetivos. No puedes man-
tener tu nivel de energía y concentración (las dos necesidades
básicas para conseguir una meta) si estás intentando cumplir
dos o más objetivos a la vez. No es posible – yo lo he intentado
muchas veces. Debes elegir una única meta, por ahora, y cen-
trarte en ella completamente. Lo sé, es duro. Aun así, te hablo
desde la experiencia. Siempre podrás volver a alguno de tus
otros objetivos cuando hayas cumplido con tu Único Objetivo.
2. Encuentra inspiración. Mi inspiración viene de otros que han
conseguido aquello que yo deseo conseguir, o que están en pro-
ceso de conseguirlo. Leo otros blogs, libros, revistas. Realizo
búsquedas en Google relacionadas con mi meta, y leo historias
de éxito. Zen Habits es tan solo un lugar en el que encontrar
inspiración, no solo para mi sino que también para muchos lec-
tores que han conseguido muchas cosas asombrosas, pero exis-
ten más.
3. Entusiásmate. Esto puede parecer obvio, pero mucha gente no
lo tiene en cuenta: si quieres evitar la desmotivación, consigue
que tu meta te entusiasme. Pero, ¿cómo puedes conseguirlo cuan-

84
3.6 Cómo sentirte motivado cuando estés desanimado

do te encuentras desanimado? Bueno, puedes empezar buscan-


do inspiración en otros (mira el punto anterior), pero deberás
tomar ese entusiasmo y construir sobre él. Yo he aprendido que
hablando con mi mujer sobre lo que quiero conseguir, y con
otras personas, y leyendo tanto como sea posible, y visualizan-
do cómo sería mi vida en el caso en el que tuviera éxito (viendo
los beneficios de conseguir mi objetivo en mi cabeza), consigo
entusiasmarme con una meta. Una vez que lo he conseguido, es
ya solo cuestión de aprovechar esa energía y seguir trabajando.

4. Crea expectación. Esto puede sonar duro, y mucha gente se


saltará este truco. Pero funciona de verdad. Me ayudó a dejar
de fumar después de muchos intentos fallidos. Si encuentras
tu inspiración y quieres conseguir una meta, no empieces aho-
ra mismo. Muchos de nosotros nos entusiasmamos y queremos
empezar ya. Eso es un error. Selecciona una fecha en el futuro
– dentro de una semana o dos, o incluso dentro de un mes –
y conviértela en tu Fecha de Inicio. Márcala en el calendario.
Entusiásmate con esa fecha. Hazla la fecha más importante de
tu vida. Mientras tanto, ponte a escribir un plan de acción. Y
realiza alguna de las acciones que comento a continuación en
esta lista. Porque retrasando el comienzo, estarás creando ex-
pectación, e incrementarás tu energía y concentración a la hora
de ponerte a alcanzar tu meta.

5. Pon tu objetivo en un sitio visible. Imprime tu meta usando


un tamaño de letra grande. Usa pocas palabras, como si fuera
un mantra (”Hacer 15 minutos de ejercicio. Todos los días”), y
colócala en la pared o en la puerta de la nevera. Hazlo en casa
y en el trabajo. Ponla en tu fondo de escritorio en el ordenador.
Deberías tener recordatorios de este tipo para mantener tu con-
centración y conseguir que tu entusiasmo se mantenga. Una fo-
to que represente tu meta (como un modelo con unos abdomi-

85
3 Productividad

nales musculados, por ejemplo) también podría ayudar.


6. Comprométete públicamente. A ninguno de nosotros le gusta
quedar mal delante de los demás. Pondremos mucho más em-
peño en hacer algo que hayamos dicho públicamente que va-
mos a hacer. Por ejemplo, cuando quise correr mi primer maratón,
empecé a escribir una columna sobre ello en mi periódico local.
Toda la isla de Guam (de aproximadamente 160.000 habitantes)
sabía cual era mi meta. No podía echarme atrás, incluso aunque
mi motivación fuera o viniera, y seguí con ello hasta que lo con-
seguí. Bien, no hace falta que te comprometas anunciando tu
meta en un periódico, pero podrías hacerlo con amigos, tu fa-
milia o compañeros de trabajo, y también podrías escribirlo en
tu blog, si tienes alguno. Y hazte responsable de tus compro-
misos – no sólo te comprometas una vez, comprométete tam-
bién a dar detalles sobre tu progreso cada semana más o menos.
7. Piensa sobre ello todo los días. Si piensas en tu meta todos los
días, es más probable que se cumpla. Por eso escribir tu meta y
colgarla en una pared o ponerla en tu fondo de escritorio (como
he comentado anteriormente) ayuda mucho. Enviarte a ti mis-
mo recordatorios diarios también ayuda. Y si te comprometes
a realizar un pequeño paso que te acerque cada día más a tu
meta (incluso aunque sea durante cinco minutos), entonces lo
conseguirás con total seguridad.
8. Obtén algún tipo de ayuda. Es muy difícil conseguir algo solo.
Cuando decidí correr un maratón, tuve la ayuda de mis amigos
y mi familia, y una gran comunidad de corredores en Guam
que me animaron en mis carreras de 5.000 metros y que corrían
largas distancias conmigo. Cuando decidí dejar de fumar, me
uní a un foro en Internet que me ayudó mucho. Y por supuesto,
mi mujer Eva me ha ayudado en cada etapa de mi camino. No
hubiera podido cumplir mis objetivos sin su ayuda, o sin la

86
3.6 Cómo sentirte motivado cuando estés desanimado

ayuda de todos aquellos que me apoyaron. Encuentra tu red


de apoyo, ya sea en el mundo real o en Internet, o en ambos.
9. Date cuenta de que existe un ir y venir de motivación. La moti-
vación no es algo que permanezca constante a lo largo del tiem-
po. Viene y se va, y se vuelve a ir y a venir, como la marea. Pero
date cuenta de que a pesar de que puede desaparecer, no lo hará
para siempre. En algún momento volverá. Tan solo sigue con
tus planes y espera a que la motivación vuelva. Mientras tanto,
lee sobre tu meta (mira más arriba), pide ayuda (mira más ar-
riba), y haz alguna de las otras cosas de esta lista hasta que tu
motivación vuelva.
10. Sigue con ello. Pase lo que pase no te rindas. Incluso si no te
sientes motivado en absoluto hoy o esta semana, no lo dejes.
Te lo repito, la motivación volverá. Piensa en tu meta como un
largo viaje, y en tu estado de desánimo como un bache en el
camino. Un pequeño bache no debería hacerte abandonar. Pien-
sa a largo plazo, maneja con habilidad los flujos y reflujos, y lo
conseguirás.
11. Empieza con pasos pequeños, muy pequeños. Si te está costan-
do mucho empezar, puede ser debido a que estés intentando
empezar a lo grande. Si por ejemplo lo que quieres es hacer ejer-
cicio, podrías pensar que debes hacer entrenamientos intensos
cinco días a la semana. No – al contrario, empieza con pasos
pequeños, minúsculos. Haz tan solo ejercicio durante dos min-
utos. Lo sé, suena ridículo. Pero funciona. Comprométete a hac-
er dos minutos de ejercicio diario durante una semana. Podrías
querer hacer más, pero no pases de los dos minutos. Es tan fá-
cil que no podrás fallar. Hazlo a la misma hora, todos los días.
Tan solo algunas abdominales, dos flexiones, y correr un poco.
Una vez que hayas conseguido hacer ejercicio diario durante
dos minutos a lo largo de una semana, sube hasta cinco min-

87
3 Productividad

utos, y no te pases de ese tiempo durante la siguiente semana.


En un mes ya estarás haciendo 15 ó 20 minutos de ejercicio di-
ario. ¿Lo que quieres es madrugar más? No trates de levantarte
directamente a las cinco de la mañana. Despiértate 10 minutos
más pronto durante una semana. Eso es todo. Cuando lo hayas
conseguido, levántate 10 minutos aun más pronto durante la
siguiente semana. Pasos minúsculos.
12. Apóyate en tus pequeños éxitos. Como dije antes, si empiezas
con pequeños pasos cada semana, seguro que tendrás éxito. No
puedes fallar si empiezas a hacer algo que es extremadamente
fácil. ¿Quién no es capaz de hacer ejercicio durante dos min-
utos? (te pido disculpas si ese es tu caso). No sólo te sentirás
bien contigo mismo, sino que además tendrás sensación de éx-
ito. Toma esa sensación de éxito y apóyate en ella cuando des
tu siguiente paso, que también debe ser minúsculo. Añade dos
o tres minutos más a tu rutina de ejercicios, por ejemplo. Con
cada paso (cada paso no debería durar menos de una semana)
te irás sintiendo cada vez más exitoso. Haz que cada paso sea
muy, muy pequeño y no podrás fallar. Tras unos pocos meses,
tus pequeños pasos te habrán proporcionado un gran progreso
y un gran éxito.
13. Lee sobre ello todos los días. Cuando pierdo mi motivación,
leo un libro o un blog que trate sobre mi meta a conseguir. Me
inspira y me revigoriza. Por alguna razón, leer ayuda a moti-
varte y a concentrarte en aquello sobre lo que estas leyendo. Así
que lee algo relacionado con tus metas todos los días, si puedes,
especialmente si no te sientes motivado.
14. Pide ayuda cuando tu motivación desaparezca. ¿Te encuen-
tras en problemas? Pide ayuda. Mándame un correo electróni-
co. Únete a un foro en Internet. Consigue a un compañero que
se una a ti. Llama a tu madre. No importa a quien, encuentra a

88
3.6 Cómo sentirte motivado cuando estés desanimado

alguien para contarle tus problemas. Hablar sobre ello ayuda.


Pídeles consejo. Pídeles ayuda para sobreponerte al desánimo.
Funciona.
15. Piensa en los beneficios, no en las dificultades. Un problema
común es que solemos pensar en lo duro que es algo. ¡Hacer
ejercicio parece tan duro! Tan solo pensar en ello te hace sentir
cansancio. Pero en lugar de pararte a pensar en lo duro que es
algo, piensa en todo aquello que puedes conseguir si lo haces.
Por ejemplo, en lugar de pensar lo cansado que es hacer ejerci-
cio, concéntrate en lo bien que te sentirás cuando lo hayas he-
cho, y lo sano y delgado que te verás a largo plazo. Los benefi-
cios de algo te darán energía para continuar.
16. Elimina los pensamientos negativos; reemplázalos por pen-
samientos positivos. Es importante que empieces a examinar
tus pensamientos. Intenta reconocer diálogos interiores nega-
tivos, que son los que realmente te desaniman. Tan solo pasa
unos días siendo consciente de cada pensamiento negativo. En-
tonces, tras unos pocos días, trata de erradicarlos como a in-
sectos, y trata de reemplazarlos por sus correspondientes pen-
samientos positivos. Erradica el ”¡Esto es muy duro!” y reem-
plázalo por ”¡Puedo hacerlo! ¡Si ese inútil de Leo puede, yo tam-
bién!” Suena cursi, pero funciona. De verdad.

89
90
3.7 Aprovecha al máximo los días en los que te sientas perezoso

3.7. Aprovecha al máximo los días en los


que te sientas perezoso

¿Has tenido alguna vez uno de esos días nada productivos en los
que te sientes perezoso y no te apetece ponerte a trabajar en nada de
lo que aparece en tu lista de tareas?

Todos tenemos días improductivos de este tipo. A veces no hemos


dormido suficiente, otras no tenemos la suficiente motivación, y otras
veces nos distraemos con algún juego nuevo muy divertido (a mi me
pasó eso ayer con Befuddlr).

Así que, ¿qué es lo que puedes hacer? Hoy le echaremos un vistazo


a algunas de mis estrategias favoritas para días improductivos.

El lector Ben Helps me preguntó hace poco:

¿Sueles atravesar ciclos de aumento y disminución de productividad?”

Parece que siempre que intento administrar correctamente la gran canti-


dad de cosas a las que tengo que seguir la pista y que tengo que hacer (llevar
con éxito mis propios negocios), hay semanas en las que lo hago estupen-
damente y me siento maravillosamente. Desgraciadamente, también tengo
semanas en las que siento que me pierdo muchas cosas y que no estoy con-
siguiendo avanzar demasiado.

¡Buena pregunta, Ben! La respuesta rápida sería: ¡por supuesto que


atravieso ciclos de aumento y disminución de productividad! Espero
que la gente no crea que soy productivo a todas horas.

91
3 Productividad

En mi opinión se trata de una cuestión de encontrar formas de com-


pletar tareas importantes aun no sintiéndome productivo, y también
de permitirme tomar algún descanso de vez en cuando. Nuestras
mentes necesitan descansar – no pueden funcionar a toda máquina
constantemente.

Estas son mis consejos para conseguir aprovechar al máximo los


días llenos de improductividad:

1. Encuentra algo divertido que hacer. Si te sientes desmotiva-


do, puede ser debido a que las cosas en tu lista de tareas te
aburren. ¡Necesitas encontrar algo que hacer que te entusiasme!
Esto puede ser complicado para algunas personas, pero aquí
tienes una forma de hacerlo: da un paso hacia atrás, cierra los
ojos, y deja que tu mente fluya. ¿Qué podría ser divertido hacer
hoy? ¿Cómo podrías salir de tu rutina normal? ¿Qué es lo que
te apasiona? ¿Qué sería nuevo y refrescante para ti? Deja fluir
las ideas, y empieza a anotarlas (en este punto puedes abrir los
ojos si quieres). A continuación escoge algo divertido y que te
entusiasme entre todo lo que has escrito, incluso si no es algo
urgente – ¡hacer algo que no es urgente es mejor que no hac-
er nada! Estar entusiasmado con algo es la mejor manera de
abandonar ese estado de desmotivación. Encuentra algo que te
apasione, ¡y búscalo!

2. Elimina las distracciones. ¿Qué es lo que te está distrayendo


hoy? Ya sea una nueva página web que hayas descubierto (¿Zen
Habits?), un foro, Digg, algún juego de solitario o el Bejeweled,
lo que sea... Si consigues bloquear esa distracción, conseguirás
hacer mucho más. Sé que es duro. Un buen método sería el sigu-
iente: haz que un amigo o compañero de trabajo te obligue a
dejar de utilizar eso que te distrae. Otro buen método sería: de-

92
3.7 Aprovecha al máximo los días en los que te sientas perezoso

sconéctate de Internet. Yo puedo hacer muchas más cosas cuan-


do sigo este último consejo. :)
3. Pon algo espantoso al principio de tu lista. Si hay algo que
haya estado aplazando últimamente, algo que me aterrorice, lo
suelo poner al principio de mi lista de tareas del día, y luego
pongo otras cuantas cosas debajo. ¿Sabes qué? Puede que no
haga esa cosa que he puesto al principio de la lista, pero la pro-
crastinidad en este caso servirá para que con tal de no hacer esa
tarea terrible haga el resto de cosas que he puesto en mi lista.
¡Esto es sin duda un buen ejemplo de improductividad produc-
tiva!
4. Relájate. Está bien, así que no consigues hacer nada hoy. ¿Se va
a acabar el mundo? A veces, sobre todo si estás pasando por una
época de mucho trabajo, tu cerebro necesita descansar. ¡Tómate
el día libre! Permítete rejuvenecer. Si puedes tomarte el día libre,
¡hazlo! Si no, tan solo paseate por la oficina hoy, y ya volverás
al trabajo mañana. Te encontrarás con energía de nuevo.
5. Da un paseo. A veces lo único que necesites es dejar circu-
lar la sangre. Sentarte todo el día en tu mesa puede hacerte
mucho mal. Levántate, camina un poco, y ve afuera si puedes.
Diez minutos de aire fresco te dejarán relajado y preparado para
comerte el mundo.
6. Dúchate. Si trabajar desde casa (como hago yo a veces), es muy
tentador levantarse y trabajar directamente en pijama (o peor).
Pero si no te sientes limpio, puede que no te sientas produc-
tivo. Así que ¡dúchate! Te sentirás mucho mejor, y preparado
para trabajar. Es sorprendente ver como una ducha y un afeita-
do pueden suponer una diferencia tan grande.
7. Duerme una siesta. La herramienta de improductividad defini-
tiva. Si puedo echarme una siesta, ésta siempre me ayuda. Me

93
3 Productividad

siento fresco y mucho más preparado para enfrentarme al tra-


bajo que tengo frente a mi.
8. Ponte música. No hay nada que te vaya a hacer funcionar mejor
que escuchar una canción animada. En serio, pruébalo. Cualquier
cosa que sea buena te servirá. Esta es mi lista de reproducción
actual, llena de clásicos; te aseguro que te mantendrá en movimien-
to (te devolveré el dinero si no te funciona):

Tommy James and The Shondells - Hanky Panky


The Temptations - Just My Imagination
Ronettes - Be My Baby
Dusty Springfield - I Only Want To Be With you
Sam Cooke - Don’t Know Much About History
Dusty Springfield - Son Of A Preacher Man
Frankie Valley - Stay (Just a Little Bit Longer)
Frankie Vallie and The Four Seasons - Walk Like a Man
Diana Ross and The Supremes - Baby Love
Beatles - Can’t Buy My Love
Sam Cooke - Stand By Me
Kinks - What I Like About You
Diana Ross and The Supremes - You Can’t Hurry Love
Kinks - Come Dancing
The Temptations - My Girl
The Staples Singles - Let’s Fo It Atain

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3.8 Libérate de tus tensiones

3.8. Libérate de tus tensiones

Como cualquier otro yo también tengo de vez en cuando uno de


esos días locos llenos de actividad, reuniones, gente que viene a verme,
cientos de correos, llamadas de teléfono y mensajes de texto, y un
proyecto tras otro.

Normalmente soy capaz de mantener la calma y la concentración


en la vorágine de mi jornada laboral. pero esos días locos pueden
poner a prueba mis habilidades. Permanezco calmado, pero mis nive-
les de ansiedad crecen más de lo que me gustaría.

Cuando sucede eso, necesito liberarme de mis tensiones.

Conozco unos trucos que he probado y me funcionan y que, he


de decir, hacen descender mi nivel de ansiedad cuando los pongo en
práctica.

Esto es lo que a mi me funciona:

1. Respiración profunda. Inspira profundamente. Mantén el aire.


Ahora expúlsalo... lentamente. Intenta contar hasta 10 conforme
vas expulsando el aire. Siete como la tensión y la ansiedad salen
de tu cuerpo con cada expiración. Repite de 3 a 10 veces, según
lo que necesites.

2. Automasaje. Me gusta masajear mis hombros, cuello, cabeza, y


parte baja de la espalda. Me ayuda mucho. Incluso mejor: ¡pi-
de a alguien que quieras que te lo haga! Otra gran técnica de
relajación es estirar todos los músculos para relajarlos a contin-
uación, uno a uno, empezando por los dedos gordos de los pies

95
3 Productividad

y acabando por la cabeza.


3. Da un paseo. Cuando estoy inmerso en un momento de an-
siedad me gusta tomarme cinco minutos para pasear alrededor
del edificio. También voy realizando el ejercicio de respiración y
de automasaje que he comentado anteriormente mientras camino.
Es una gran forma de liberar la tensión y ayudarte a recuperar
la concentración.
4. Ejercicio. Hoy fui a la playa a las 5:30 de la mañana a nadar.
Al salir el sol la playa estaba preciosa y nadar fue vigorizante.
Ayer salí con la bicicleta, y la mañana anterior salí a correr un
poco. Mañana pienso que correré otra vez. Hacer ejercicio elim-
ina toda la tensión y te da algo de tranquilidad para pensar.
5. Sal fuera de la ciudad. Incluso si no hubiera ido a nadar, es-
tar en la playa con mi café descafeinado (dejé la cafeína, ¿re-
cuerdas?) fue muy relajante. Es muy agradable conectar con la
naturaleza e impregnarte de la belleza que ves a tu alrededor.
Mientras estés allí, estírate, desperézate, haz algunas respira-
ciones profundas, y disfruta.
6. Sexo. Un clásico. Funciona como por arte de magia. En serio.
Probablemente sea el mejor método de la lista (lo siento mamá).
7. Tómate un día libre. Eso es lo que estoy haciendo hoy. Creo que
faltar a clase es una de mis cosas favoritas. Tengo muchas vaca-
ciones y bajas por enfermedad acumulados, así que realmente
no es un problema para mi. Simplemente voy a estar todo el día
sin hacer nada para tranquilizarme y centrarme.
8. Medita. No necesitas entrenamiento para tener una corta y re-
lajante sesión de meditación. Simplemente siéntate en algún lu-
gar tranquilo, cierra tus ojos, relájate, y concéntrate en tu res-
piración. Trata de concentrarte en como el aire entra en tu cuer-
po, y en como sale de él. Cuando aparezcan otras cosas en tu

96
3.8 Libérate de tus tensiones

cabeza (inevitablemente lo harán), tan solo se consciente de el-


lo (no las obligues a abandonarla) y déjalas irse, y a contin-
uación vuélvete a centrar en tu respiración. Haz esto durante
tanto tiempo como puedas, respira profundamente unas pocas
veces para despejarte, y levántate como nuevo.
9. Lee. Me encanta tirarme sobre el sofá con un buen libro. Bueno,
no necesariamente debe ser un buen libro – simplemente algo
que no pueda dejar de leer hasta la última página. Algo que me
capture completamente, y que me haga evadirme de cualquier
otra cosa. John Grisham me gusta mucho, y también William
Gibson. Y Terry Pratchett. O Ann Patchett, lo que sea. Y Stephen
King. Déjate llevar a sus mundos.
10. Ama. Me gusta pasar tiempo con mi mujer y mis hijos. Estar
con ellos, centrarme en ellos, y olvidarme del resto del mundo.
Ellos son todo lo importante, y a veces debo recordarlo.
11. Desconecta. Apaga el teléfeno, el ordenador y desconéctate del
mundo exterior durante unos momentos. Todas estas cosas el-
evan tu nivel de ansiedad. Desconéctate de Internet y olvídate
del mundo online. Excepto de Zen Habits. Ese será el único blog
que tendrás permiso para leer cuando estés intentando liberar
tensiones.
12. Duerme una siesta. Uno de mis trucos favoritos. Tan solo te
harán falta 30 minutos para estar como nuevo. Dormir una sies-
ta es como apretar el botón de reinicio de tu vida.

97
98
4 Felicidad

99
100
4.1 Cultiva la compasión en tu vida

4.1. Cultiva la compasión en tu vida

”Si quieres que los demás sean felices, practica la compasión. Si


quieres ser feliz tú mismo, practica la compasión ” – Dalai Lama

”Mi mensaje predica la práctica de la compasión, el amor y la am-


abilidad. Estas cosas son muy útiles en nuestra vida diaria, además
de ser muy importantes para la sociedad humana en su conjunto ”
– Dalai Lama

Creo que la compasión es una de las pocas prácticas que pueden


traer felicidad a nuestra vida tanto a corto como a largo plazo. No
hablo de placeres inmediatos como el sexo, las drogas o el juego (a
pesar de que no estoy contra todo ello), sino de algo que te traerá
felicidad verdadera y duradera. El tipo de felicidad que permanece.

La clave para desarrollar la compasión en tu vida es conseguir hac-


erla una práctica diaria.

Medita sobre ello por la mañana (puedes hacerlo mientras com-


pruebas tu correo electrónico), piensa sobre ello cuando te encuentres
interactuando con otras personas, y reflexiona sobre ello por la noche.
De esta manera formará parte de tu vida. O como el Dalai Lama tam-
bién dijo,

”Esta es mi sencilla religión. No es necesario ningún templo; no


es necesaria ninguna filosofía complicada. Nuestro propio cerebro,
nuestro propio corazón es nuestro templo; la filosofía es amabili-
dad”

101
4 Felicidad

Definición

Veamos cuál es la definición que la Wikipedia hacer de la Com-


pasión:

”La compasión es una emoción que proporciona un sentido de sufrimiento


compartido, muchas veces combinado con un deseo y un intento de aliviar
dicho sufrimiento como si fuera propio. En este sentido, todas las formas de
la Regla Dorada están claramente basadas en el concepto de compasión ”

”La compasión difiere de otras formas de comportamiento humano en que


su foco es principalmente el alivio del sufrimiento ”

Beneficios

¿Por qué desarrollar la compasión? Bien, hay estudios científicos


que sugieren la existencia de beneficios físicos cuando se practica la
compasión – la gente que la practica produce un 100 % más de DHEA,
que es la hormona que contrarresta el proceso de envejecimiento, y un
23 % menos de cortisol – la hormona del estrés.

Pero también proporciona otros beneficios, tanto emocionales co-


mo espirituales. El beneficio principal es que te ayuda a ser más feliz,
y lleva a que los que están a tu alrededor también sean más felices.
Si estamos de acuerdo en que un objetivo común para cualquiera
de nosotros es luchar por nuestra propia felicidad, entonces la com-
pasión es una de las herramientas principales para conseguir dicha
felicidad. Es por lo tanto de vital importancia que cultivemos la com-
pasión en nuestras vidas y que la practiquemos todos los días.

¿Cómo podemos hacerlo? Esta guía contiene 7 prácticas diferentes


que puedes probar y quizás incorporar a tu vida diaria.

102
4.1 Cultiva la compasión en tu vida

7 prácticas de compasión

1. Ritual matinal. Recibe cada mañana con un ritual. Prueba éste,


aconsejado por el Dalai Lama: ”hoy debo considerarme afor-
tunado de haberme levantado, de estar vivo, de disfrutar de
una vida humana preciosa, que no voy a desperdiciar. Voy a
usar todas mis energías para desarrollarme, para expandir mi
corazón hacia los demás, para conseguir la iluminación para
beneficio de todos los seres vivos, voy a tener pensamientos am-
ables hacia los demás, no voy a enfadarme o pensar mal sobre
los demás, voy a beneficiar a los demás tanto como pueda ”.
Una vez que hayas hecho esto, prueba alguna de las siguientes
prácticas.
2. La práctica de la empatia. El primer paso para cultivar la com-
pasión es desarrollar empatia hacia todos los seres humanos.
Muchos de nosotros creemos que somos empáticos, y en cierta
manera casi todos nosotros lo somos. Pero muchas veces esta-
mos muy centrados en nosotros mismos (yo no soy una excep-
ción) y dejamos que nuestra empatia se oxide. Prueba esta prác-
tica: imagina que un ser amado está sufriendo. Algo terrible le
ha pasado. Ahora trata de imaginar el dolor que está atraves-
ando. Imagina su sufrimiento con tanto detalle como sea posi-
ble. Tras practicar esto unas cuantas semanas, deberías intentar
imaginar el sufrimiento de otras personas que conozcas, no solo
de aquellas personas cercanas a ti.
3. La práctica de las cosas en común. En lugar de buscar las difer-
encias existentes entre ti y los demás, trata de buscar todo lo que
tenéis en común. Para empezar, todos somos seres humanos.
Necesitamos alimento, refugio y amor. Todos nosotros buscamos
atención, reconocimiento, afecto y sobre todo, felicidad. Reflex-
iona sobre todas las cosas en común que tienes con cualquier

103
4 Felicidad

otro ser humano, e ignora las diferencias. Uno de mis ejercicios


favoritos proviene de un gran artículo de Ode Magazine – es un
ejercicio de cinco pasos que puedes intentar cuando te encuen-
tres con amigos o con algún extraño. Hazlo de manera discreta
y prueba todos los pasos con la misma persona. Con la atención
puesta en la otra persona, dite a ti mismo:
Paso 1: ”Como yo, esta persona está buscando la felicidad”
Paso 2: ”Como yo, esta persona está tratando de evitar el sufrim-
iento”
Paso 3: ”Como yo, esta persona ha conocido la tristeza, la soledad
y la desesperación”
Paso 4: ”Como yo, esta persona busca satisfacer sus necesi-
dades”
Paso 5: ”Como yo, esta persona está aprendiendo sobre la vi-
da”
4. La práctica del alivio del sufrimiento. Una vez que puedas em-
patizar con otra persona, y entender su humanidad y su sufrim-
iento, el siguiente paso es querer que dicha persona sea libre de
cualquier forma de sufrimiento. Este es el núcleo de la com-
pasión – de hecho, es su definición. Prueba este ejercicio: imagi-
na el sufrimiento de un ser humano con el que hayas coincidido
recientemente. Ahora imagina que eres tú el que esta pasando
por dicho sufrimiento. Reflexiona acerca de cuánto te gustaría
que terminara dicho sufrimiento. Reflexiona sobre lo feliz que
serías si otro ser humano deseara el final de tu sufrimiento, y
actuara para conseguirlo. Abre tu corazón a ese ser humano
y si sientes, aunque sea mínimamente, que te gustaría que su
sufrimiento acabara, reflexiona sobre ello. Ese es el sentimiento
que deseas desarrollar. Con práctica constante, el sentimiento
puede crecer y desarrollarse.

104
4.1 Cultiva la compasión en tu vida

5. La práctica del acto de amabilidad. Ahora que has conseguido


ser bueno en la práctica anterior, lleva el ejercicio un poco más
allá. Imagina de nuevo el sufrimiento de alguien con el que te
encontraras recientemente. Imagina de nuevo que eres esa per-
sona, y que estás pasando por ese sufrimiento. Ahora imagi-
na que otro ser humano querría que tu sufrimiento acabara –
quizá tu madre o un ser amado. ¿Qué te gustaría que hiciera
dicha persona para conseguir acabar con tu sufrimiento? Aho-
ra invierte los papeles: eres la persona que desea que acabe el
sufrimiento de la otra persona. Imagina que haces algo para
ayudar a aliviar dicho sufrimiento, o para erradicarlo por com-
pleto. Una vez que hayas conseguido ser bueno en ello, haz algo
pequeño todos los días para ayudar a mitigar el sufrimiento de
los demás, aunque sea mínimamente. Puede ser una sonrisa,
una palabra amable, hacer un recado, o simplemente hablar so-
bre el problema con la otra persona. Haz algo amable para ayu-
dar a aliviar el sufrimiento de los demás. Cuando seas bueno
en esto, busca una manera de convertirlo en una práctica di-
aria, hasta conseguir que sea algo que practiques a lo largo de
todo el día.

6. La práctica de aquellos que nos maltratan. La ultima fase de es-


tas prácticas de compasión no es tan solo aliviar el sufrimiento
de aquellos que amamos y con los que tratamos, sino que inclu-
so el de aquellos que nos tratan mal. Cuando nos topamos con
alguien que nos maltrata, en lugar de actuar con ira, retírate.
Más adelante, cuando te encuentres más tranquilo, reflexiona
acerca de la persona que te trató mal. Trata de imaginar su his-
toria personal. Trata de imaginar qué se le enseñó cuando era un
niño. Trata de imaginar el tipo de día o semana que ha pasado
dicha persona, y qué tipo de cosas malas le han pasado. Trata
de pensar sobre el estado mental o el humor en el que se en-

105
4 Felicidad

contraba dicha persona – el sufrimiento por el que debe estar


pasando para tratarte de esa manera. Y entiende que su acción
no fue provocada por ti, sino por todo lo que está pasando. Aho-
ra piensa algo más acerca del sufrimiento de esa pobre persona,
y trata de imaginar cómo aliviarlo. Y entonces reflexiona sobre
el hecho de que si hubieras tratado mal a una persona, y dicha
persona hubiera actuado con amabilidad y compasión hacia ti,
seguramente sería menos probable que tratas mal a dicha per-
sona de nuevo, y más probable que fueras amable con ella. Una
vez que hayas dominado está práctica de reflexión, trata de ac-
tuar con compasión y compresión la próxima vez que trates con
esta persona. Hazlo en pequeñas dosis, hasta que tengas prácti-
ca. La práctica hace la perfección.
7. Rutina nocturna. Te recomiendo encarecidamente que te tomes
unos minutos antes de ir a la cama para reflexionar sobre el día
que acaba. Piensa acerca de la gente con la que te encontraste y
con la que hablaste, y cómo os tratasteis unos a los otros. Piensa
en el objetivo que te marcaste por la mañana, actuar con com-
pasión hacia los demás. ¿Cómo de bien lo hiciste? ¿Qué podrías
haber mejorado? ¿Que aprendiste de tus experiencias hoy? Y si
tienes tiempo, prueba alguna de las prácticas anteriores.

Estas prácticas compasivas pueden ser llevadas a cabo en cualquier


lugar. En el trabajo, en casa, en la carretera, mientras viajas, en una
tienda, en casa de un amigo o de un familiar, etc. Al practicar el ritual
matinal y el nocturno, podrás enmarcar tu día adecuadamente, con
una actitud para practicar la compasión y desarrollarla dentro de ti.
Y con práctica, podrás comenzar a ser compasivo a lo largo de todo
el día, a lo largo de toda la semana.

106
4.2 Evita el materialismo

4.2. Evita el materialismo

”La felicidad consiste en tener una familia, grande, cariñosa, com-


prensiva y unida que viva en otra ciudad” – George Burns

El dinero no puede comprar el amor. Tampoco puede comprar la


felicidad.

El mundo materialista de hoy en día nos anima a comprar los juguetes


tecnológicos más novedosos, la ropa más a la moda, cosas más grandes
y mejores, etc., pero la investigación demuestra que las compras y las
posesiones no nos compran la felicidad. Según un artículo de la CNN:

”El dinero sólo compra la felicidad a aquellos que no tienen satisfechas


las necesidades básicas. Una vez que se pasa la barrera de los 50.000$ an-
uales, más dinero no conlleva mucha más felicidad [según estudios sobre la
felicidad].”

Así que si nos vemos empujados hacia el materialismo no es por


nuestra propia felicidad, sino que por las ganancias de las grandes
corporaciones. Desgraciadamente, es difícil escapar de la trampa del
materialismo, y encontrar la felicidad en algo que no sea comprar
cosas por Internet o disfrutar en un centro comercial.

Pero es posible. Aquí tienes una guía sobre cómo vivir una vida
libre de materialismo y sobre cómo descubrir la verdadera felicidad.

Evitando del materialismo

Miremos donde miremos encontraremos mensajes que nos dicen


que debemos comprar cosas. En Internet (incluyendo en los blogs)

107
4 Felicidad

vemos continuamente anuncios que intentan que compremos un pro-


ducto o servicio. Esa es la razón principal por la que en la televisión y
en las películas vemos productos colocados aquí y allá, de tal forma
que nunca estamos seguros de si es publicidad o de si fueron coloca-
dos allí por el director.

Enciende la radio o abre un periódico o una revista, y serás bom-


bardeado por más publicidad. Ve a un centro comercial, y sentirás
todo el rato impulsos de comprar cosas.

Continuamente recibimos el mismo mensaje: compra, compra, com-


pra... y también que comprar nos hará más felices... es algo que es-
tá metido en nuestras cabezas desde nuestra infancia con los Happy
Meals y los dibujos animados hasta el día en que dejemos de vivir.
No podemos escapar.

Bueno, en cierta forma sí que podrías. Podrías ir a vivir a una cabaña


en el bosque (y no suena mal del todo), o podrías seguir viviendo en
un lugar civilizado, pero encontrando maneras de evitar el material-
ismo.

He aquí algunas sugerencias:

Consume menos televisión. ¿De verdad te gusta mirar la tele-


visión tantas horas? Piensa cuáles son los programas que de ver-
dad, de verdad te gustan, y mira la televisión solamente cuando
los hagan. Cuando empiecen los anuncios, levántate y haz otra
cosa. O utiliza Tivo para ver la televisión. Podrías incluso anu-
lar tu suscripción a la televisión por cable, si te atreves – yo lo
he hecho, y es una de las mejores cosas que he hecho nunca.

Evita las noticias. Los periodistas nunca te lo dirán, pero si fuer-

108
4.2 Evita el materialismo

an totalmente sinceros, deberían confesarte que la parte más


importante de cualquier compañía de noticias, ya sea en tele-
visión, radio, Internet o prensa escrita, es el departamento de
publicidad. Es el departamento que paga los cheques del resto
de la compañía. Las noticias son el medio por el que dirigen el
tráfico a la publicidad. Así que cuando estás viendo o leyendo
noticias, en realidad estás siendo absorbido por la publicidad.
Trata de hacer esto: deja las noticias durante una semana. Yo lo
llevo haciendo durante dos años, y no me ha pasado nada malo.
De hecho, me ha ayudado mucho.
Lee menos contenidos en Internet. No te estoy sugiriendo que
canceles tu conexión a Internet ni nada parecido. A mi me en-
canta leer blogs. Pero descubre cuáles son los que realmente
te encanta leer, los que te dan mayor valor, y no leas otros. Y
dedícale a esto no más de 30 minutos al día. Si puedes hacer
esto, habrás avanzado un gran trecho en tu camino hacia tu lib-
eración del mundo de los anuncios.
Abandona las revistas en favor de los libros. Las revistas tam-
bién son diseñadas con el objetivo de vivir de la publicidad. Y
en raras ocasiones te proporcionan verdadero valor. En lugar de
leer revistas, prueba a leer libros libres de anuncios. Aprovecharás
mejor el tiempo.
No vayas a ningún centro comercial. El único propósito de es-
tos lugares es que te gastes tu dinero. Si lo que quieres es pasar
la tarde del sábado, busca un lugar en el que no necesites gastar
dinero para pasarlo bien – por ejemplo, un parque o una playa.
Si necesitas comprar algo, ves a una tienda específica (no a un
centro comercial), entra y compra lo que necesites. No vagues
por la tienda, mirando otras cosas. Quedarás atrapado.
Registra tus impulsos materialistas. Cuando estés conectado
a Internet, o viendo la televisión, o en una tienda, registra el

109
4 Felicidad

número de veces que deseas comprar algo. Lleva contigo una


pequeña libreta o unas tarjetas, y pon una pequeña marca por
cada vez que sientas esa necesidad. Una vez que seas más con-
sciente de tus impulsos, podrás empezar a controlarlos. Si puedes
controlarlo, limitar tu consumo de medios de comunicación (co-
mo digo en los anteriores consejos) no tiene por qué ser nece-
sario – aunque insisto en que hacerlo te dará una mayor calidad
de vida.
Usa una lista de los 30 días. Si todavía hay algo que desees
comprar después de todo, anótalo en una lista, junto a la fecha
en la que añadiste dicho elemento a la lista. Ahora prométete
a ti mismo que no comprarás dicho objeto durante los próxi-
mos 30 días. Puede ser duro, pero lo conseguirás. Una vez que
hayan pasado los 30 días, si todavía lo quieres, cómpralo. Pero
no puedes comprar nada (excepto cosas esenciales como la co-
mida) sin ponerlo antes en la lista de los 30 días. Muchas veces
tus impulsos consumistas desaparecerán durante el periodo de
espera.
Ordena. Todavía me sorprende la cantidad de basura que sue-
lo comprar a lo largo de los años, sobre todo cuando le echo
un vistazo a mis armarios y a otras posesiones y empiezo a de-
shacerme de cosas que no uso o que ya no quiero. Es un proceso
gratificante, y al mismo tiempo me hace darme cuenta de lo in-
útil que es todo nuestro consumismo. ¡No necesito muchas de
las cosas que compro! Cuando haces esto, la próxima vez será
menos probable que compres trastos inútiles. Sobre todo si te
gusta el aspecto ordenado de tu casa tras ordenar, tanto como
me gusta a mi.
Encuentra otras formas de entretenimiento. Puedes hacer muchas
más cosas además de ver la televisión o películas, o leer revistas,
periódicos, o navegar por Internet. ¿Por qué no practicas algún

110
4.2 Evita el materialismo

deporte o haces ejercicio, o juegas a juegos de mesa o creas algo


artístico, o escribes o lees un libro? Trata de hacer cosas diver-
tidas con tus hijos, o de visitar a familiares u otros seres queri-
dos. Prueba el voluntariado. Estoy seguro de que se te pueden
ocurrir hasta 100 cosas baratas o gratis para hacer con tu tiempo
libre.

Compra cosas de segunda mano. Cuando sientas la necesidad


de comprar algo, y estés convencido de que realmente lo necesi-
tas, intenta buscarlo usado en lugar de comprarlo nuevo. Busca
en las tiendas de segunda mano, en mercadillos benéficos o lu-
gares similares.

El verdadero camino hacia la felicidad

Así que, una vez que hayas conseguido escapar del materialismo,
¿Cómo puedes encontrar la felicidad verdadera? Existen muchas for-
mas, y cada uno de nosotros somos diferentes, pero aquí tienes algu-
nas cosas que deberías probar:

Lista de bendiciones. Haz un listado de todas aquellas cosas en


tu vida por las que estás agradecido. Da gracias por ellas todos
los días.

Pensamiento positivo. Intenta eliminar de tu vida los pensamien-


tos negativos, y reemplázalos por otros positivos.

Pequeños placeres. Haz una lista de todas aquellas cosas que


te proporcionen un gran placer. Repártelas a lo largo de tu jor-
nada. Descubre otros pequeños placeres a lo largo del día.

Amabilidad. Lleva a cabo pequeños actos de amabilidad y com-


pasión al azar. Hazlo de manera anónima. Ayuda a quienes lo
necesitan. Conviértete en voluntario. Haz a alguien sonreir.

111
4 Felicidad

Amor. Conecta íntimamente con tus seres queridos. Cuida tus


amistades. Pasa tiempo con ellos, entiéndelos, hazles felices.
Salud. Haz ejercicio y come de manera saludable – puede sonar
algo trillado, pero puede traer mucha felicidad a tu vida.
Significado. A veces es útil encontrar el significado de nuestras
vidas, ya sea a través de la iglesia o de forma espiritual, o a
través de aquellos que queremos o de las cosas que nos apasio-
nan. Dale sentido a tu vida.
Fluye. Elimina cualquier distracción, y concéntrate de verdad
en lo que estés haciendo. Si es escribir un artículo, como este,
ponte a ello con todas tus fuerzas, hasta que consigas olvidarte
del mundo exterior.
Conócete a ti mismo. Mantente en sintonía con lo que te pro-
porciona felicidad. Estudiate a ti mismo. Aprende sobre qué es
lo que amas, y sobre tu habilidad para amar. Incrementa tu ca-
pacidad para practicar la compasión.

112
4.3 Consejos prácticos para vivir la Regla de Oro

4.3. Consejos prácticos para vivir la Regla


de Oro

”Ama a tu prójimo como a ti mismo” – Levítico 19:18

Una de las pocas reglas que intento vivir todos los días, y en la que
fallo cada día que lo intento, es la Regla de Oro.

Me encanta la simplicidad de la Regla de Oro, su tendencia a hac-


erme interaccionar con los demás... y también su tendencia a hacerme
más feliz.

Es verdad: la regla de tratar a los demás como te gustaría que te


tratasen a ti te llevará definitivamente a la felicidad.

Supongamos que aplicas la Regla de Oro a todas tus interacciones


con otras personas, y que ayudas a tus vecinos, o que tratas a tu famil-
ia con amabilidad, o que haces un esfuerzo extra por tus compañeros
de trabajo, o que ayudas a un desconocido que lo necesite.

Verás que todas estas acciones, sin duda alguna, serán buenas para
la gente a la que ayudes o con la que seas amable... pero también te
darás cuenta de algo extraño. La gente te empezará a tratar mejor.
Aparte de esto, sentirás una creciente satisfacción, mayor confianza
en ti mismo, sabrás que eres una buena persona.

Esto no son pequeños beneficios. Son enormes. Y por esa razón –


ni siquiera considerando que nuestro mundo sería un lugar mejor si
más gente se guiara por esta regla – te recomiendo que hagas de la
Regla de Oro el centro de todo, y que trates de vivirla al máximo.

113
4 Felicidad

Debo admitir que existen fuertes argumentos en contra de la Regla


de Oro, que existen excepciones y razones lógicas para pensar que
la Regla de Oro, llevada al extremo, puede fracasar. Pero no estoy
preocupado por ello. La verdad es que vivir la Regla de Oro en el día
a día te hará mejor persona, hará más felices a los que te rodean, y
hará del sitio en el que vivas un lugar mejor.

Con esto en mente, veamos algunos consejos prácticos para vivir la


Regla de Oro en tu vida diaria:

1. Practica la empatia. Convierte en un hábito el ponerte en el lu-


gar de los demás. De cualquiera: seres amados, compañeros de
trabajo, gente con la que te cruces en la calle. Intenta realmente
comprender, lo máximo que puedas, qué es lo que sienten, por
qué están pasando, y por qué hacen lo que están haciendo.
2. Practica la compasión. Una vez que seas capaz de entender a
otra persona, y sentir qué es lo que siente, aprende a desear
acabar con su sufrimiento. E incluso siempre que te sea posible,
realiza alguna pequeña acción que pueda mitigar su sufrimien-
to de alguna forma.
3. ¿Cómo te gustaría que te trataran? En realidad la Regla de Oro
no significa que deberías tratar a alguien exactamente como
te gustaría que te trataran a ti... significa que deberías inten-
tar imaginar cómo les gustaría ser tratados a ellos, y hacerlo.
Así que cuando te pongas en su piel, pregúntate cómo piensas
que les gustaría ser tratados. Pregúntate como te gustaría que
te trataran si te encontraras en su situación. John F. Kennedy hi-
zo esto mismo durante los controvertidos días de la segregación
racial de los 60, pidiendo a los americanos blancos que se imagi-
naran siendo menospreciados y tratados de malas maneras solo
por el color de su piel. Les pidió que imaginaran cómo les gus-

114
4.3 Consejos prácticos para vivir la Regla de Oro

taría que les trataran si se encontraran en dicha situación, y que


actuaran de esa forma con los negros.
4. Sé amistoso. Cuando tengas dudas, sigue este consejo. Nor-
malmente es seguro comportarse de manera amigable con los
demás. Es cierto que a veces hay alguien que no quiere que se
actúe de forma amigable con él, y deberías darte cuenta de el-
lo. También deberías ser amistoso dentro de los límites de lo
apropiado. ¿A quién no le gusta sentirse bien recibido y queri-
do?.
5. Sé servicial. Esta es seguramente una de las debilidades de nues-
tra sociedad. Es cierto, hay mucha gente ahí fuera a la que le
gusta ser servicial, y yo les aplaudo por ello. Pero en general
existe una tendencia al egoísmo y a ignorar los problemas de
los demás. No ignores los problemas y las necesidades de otras
personas. Busca alguna forma de ayudar antes de que te lo pi-
dan.
6. Sé amable al conducir. Otra debilidad de nuestra sociedad. Hay
pocas ocasiones en las que seamos tan egoístas como cuando es-
tamos conduciendo. No queremos ceder el paso, invadimos el
carril de al lado, pitamos y maldecimos. Quizá es la soledad del
coche. En persona no solemos actuar de una manera tan male-
ducada, al menos la mayoría del tiempo. Así que trata de ser
también amable mientras conduces.
7. Escucha a los demás. otra debilidad: todos queremos hablar,
pero muy pocos queremos escuchar. Y a pesar de ello, a todos
nos gusta ser escuchados. Así que utiliza todo el tiempo nece-
sario para realmente escuchar al otro, más que simplemente es-
perar tu turno para hablar. Esto te ayudará en gran medida a
entender a los demás.
8. Supera tus prejuicios. Todos tenemos prejuicios, ya sean rela-

115
4 Felicidad

cionados con el color de la piel, la belleza exterior, la altura, la


edad, el sexo... supongo que es parte de la naturaleza humana.
Pero trata de ver a cada persona como un ser humano único,
con una historia, unas necesidades y unos sueños diferentes. Y
trata de ver las similitudes entre tú y esa persona, a pesar de las
diferencias.

9. Deja de criticar. Todos tenemos la tendencia de criticar a los


demás, ya sea a gente que conocemos o a las personas que ve-
mos en la televisión. Sin embargo, pregúntate si te gustaría ser
criticado si te encontraras en la situación de esa persona. La
respuesta casi siempre es ”no”. Así que reprime tus criticas, y
aprende a interaccionar con los demás de una manera positiva.

10. No controles a los demás. También es raro encontrar a alguien


a quien le guste ser controlado. Créeme. Así que no lo hagas.
Es difícil, sobre todo si estamos condicionados a hacerlo. Pero
cuando sientas la necesidad de controlar a alguien, ponte en su
piel. Te gustaría disponer de libertad, autonomía y confianza,
¿verdad? Pues dale todo eso a los demás.

11. Piensa como un niño. La necesidad de controlar y criticar es


especialmente fuerte en el caso de adultos tratando con niños.
En algunos casos es necesario, por supuesto: no quieres que tus
hijos tengan un accidente, por ejemplo. Pero en la mayoría de
los casos no lo es. Ponte en la piel de ese niño. Recuerda cómo
era ser un niño, siempre controlado y criticado. Probablemente
no te gustaba. ¿Cómo te gustaría que te trataran si fueras un
niño?.

12. Envíate un recordatorio a ti mismo. Envíate un correo elec-


trónico a ti mismo como medio de recordatorio diario (usando
Google Calendar o memotome.com, por ejemplo) para vivir to-
da tu vida siguiendo la Regla de Oro, sin olvidarla.

116
4.3 Consejos prácticos para vivir la Regla de Oro

13. Ata una hilo a uno de tus dedos. O dispón de algún otro recorda-
torio permanente de tal forma que no te olvides de seguir la
Regla de Oro cuando interactúes con los demás. ¿Quizá un anil-
lo de oro falso o llevar una llave como colgante? ¿Un tatuaje? :)
14. Cuélgalo en tu pared o haz que sea tu página de inicio. La
Regla de Oro es un mantra excelente, y también puede ser un
buen póster.
15. Resístete a las represalias. Todos tenemos la tendencia a de-
volver el golpe cuando nos tratan mal. Es algo natural. Resístete
a esa necesidad. La Regla de Oro no consiste en tomar repre-
salias, sino que en tratar bien a los demás, sin importar cómo te
traten a ti. ¿Significa eso que puedes dejar que te traten como un
felpudo? No... debes hacer respetar tus derechos, por supuesto,
pero lo puedes hacer de una manera en la que sigas tratando
bien a los demás y en la que no te vengues solo porque te hayan
tratado mal. Recuerda el sabio (pero difícil de seguir) consejo
de Jesús: pon la otra mejilla.
16. Conviértete en el cambio. Gandhi dijo que nos convirtiéramos
en el cambio que nos gustaría ver en el mundo. Normalmente
solemos pensar que esto se refiere a grandes cambios, relaciona-
dos con la pobreza, el racismo o la violencia. Bien, eso está claro,
se aplica a todas estas cosas... pero también se puede aplicar a
una escala mucho más pequeña: a todas las interacciones en-
tre personas. ¿Quieres que nos tratemos unos a otros con más
compasión y amabilidad? Entonces haz que el cambio empiece
contigo. Incluso en el caso en el que el mundo no cambie, tú lo
habrás hecho.
17. Sé consciente de cómo te hace sentir. Date cuenta de cómo
tus acciones afectan a los demás, especialmente cuando los em-
piezas a tratar con amabilidad, compasión, respeto, confianza,
amor. Pero también date cuenta del cambio que se está pro-

117
4 Felicidad

duciendo en ti. ¿Te sientes mejor contigo mismo? ¿Más feliz?


¿Más seguro? ¿Más dispuesto a confiar en los demás, ahora que
confías en ti mismo? Estos cambios vienen poco a poco, pero si
prestas atención, los verás.
18. Recita una oración. Existe una oración relacionada con la Regla
de Oro, que se le atribuye a Eusebius de Caesarea, y que podría
valer la pena recitar una vez al día. Incluye las siguientes líneas,
entre otras:

Puedo obtener victorias que no me dañen ni a mi ni a mis


oponentes.
Puedo reconciliar amigos que se enfadaron entre ellos.
Puedo, dentro de mis posibilidades, dar todo lo necesario para
ayudar a mis amigos y a todos los que tengan necesidad.
Nunca le fallaré a un amigo en problemas.

118
4.4 Acepta las críticas con elegancia y gratitud

4.4. Acepta las críticas con elegancia y


gratitud

Todos los días recibo correos electrónicos y comentarios que son


maravillosamente positivos y motivadores, y la verdad es que son
estos los mensajes que ayudan en gran medida a que siga escribiendo
en mi blog. Sin embargo, también recibo comentarios negativos de
vez en cuando: críticas sobre las cosas que escribo, y también críticas
no muy agradables.

¿Cómo reaccionas ante las críticas? Creo que la primera reacción


de la mayoría de nosotros es ponernos a la defensiva, o peor aun,
intentar devolver el golpe.

Aunque las críticas pueden ser entendidas como algo doloroso o


desmoralizante, también pueden ser vistas de una manera positiva:
como una opinión sincera que nos puede motivar a hacerlo mejor.
Representan una oportunidad para mejorar.

Hace poco publiqué una entrada en mi blog del tipo ”Pregunta a


los lectores”, pidiendo sugerencias para mejorar, tras haber recibido
unos cuantos correos y comentarios críticos. Respondí a una de las
críticas con un ”gracias” y le pedí a su autor que lo comentara en
dicha entrada.

El lector me escribió un correo de respuesta, que decía:

”Tras enviar mi correo, sentí que quizá había sido un poco duro.
Pero ahora, tras leer tu respuesta, creo que podrías tener las cuali-
dades perfectas para escribir un artículo o dos sobre cómo aceptar las

119
4 Felicidad

críticas con elegancia y gratitud”.

Lo cierto es que la idea me gustó, así que aquí tenéis la entrada que
él me sugirió: cómo aceptar las críticas con elegancia y gratitud.

Detén tu primera reacción

Si tu primera reacción es intentar contraatacar a quien que te criticó,


o ponerte a la defensiva, tómate un minuto antes de reaccionar de
ninguna de estas formas. Respira profundamente, y párate a pensar.

Personalmente tiendo a enfadarme un poco cuando me critican.


Pero también me he enseñado a mi mismo a no reaccionar inmedi-
atamente. Por ejemplo, antes de contestar un correo electrónico lleno
de críticas suelo dejarlo al menos una hora en mi bandeja de entrada.
También suelo alejarme de alguien en lugar de decirle algo de lo que
me arrepentiré más tarde.

Ese tiempo de enfriamiento me permite pensar un poco más allá


de mi reacción inicial. Me permite sobreponer la lógica a la emoción.
No tengo nada en contra de las emociones, pero cuando una emoción
es negativa, a veces puede causar más mal que bien. Así que dejo
que las emociones se vayan extinguiendo, y entonces respondo más
tranquilamente.

Convierte algo negativo en algo positivo

Una de las claves de mi éxito en cualquier cosa que haga es mi ha-


bilidad para encontrar cosas positivas donde la mayoría de la gente
sólo ve cosas negativas. ¿Una enfermedad me obliga a dejar de hac-
er ejercicio? Me lo tomo como un merecido descanso. ¿Cansado de
mi trabajo? Es el momento de volver a descubrir qué es verdadera-

120
4.4 Acepta las críticas con elegancia y gratitud

mente importante para mi y de buscar un trabajo mejor. ¿Un tornado


destruyó todas mis posesiones? Esto me permitió darme cuenta de
que mis trastos no eran tan importantes, y también me permitió estar
agradecido de que mis seres queridos estuvieran sanos y salvos.

Puedes hacer exactamente lo mismo con las críticas: busca algo pos-
itivo en ellas. Es cierto, pueden ser maleducadas y amenazantes, pero
en la mayoría de las críticas puedes encontrar una pepita de oro: una
opinión sincera y una sugerencia para mejorar.

Por ejemplo, supongamos esta crítica: ”Escribes siempre sobre las


mismas cosas y tus entradas del blog son aburridas y sin inspiración”.

Esto puede ser leído como: ”necesito aumentar la variedad de los


temas que trato en mis entradas”.

Esto por supuesto es tan solo un ejemplo – puedes hacerlo con


cualquier crítica. A veces la recibes de alguien que simplemente es-
tá teniendo un mal día, pero muchas veces hay algo de cierto en la
crítica recibida.

Yo las veo como una oportunidad de mejorar – y sin mejora con-


stante, nos quedaríamos estancados. El mejorar es algo bueno.

Agradece la crítica

Incluso si alguien es duro y maleducado, agradéceselo. Puede que


hayan tenido un mal día, o quizá es una persona en general negati-
va. Pero incluso en ese caso, tu actitud de gratitud les cogerá despre-
venidos.

¿Y sabes qué? Mi hábito de agradecer a quienes me critican me ha

121
4 Felicidad

ayudado a ganarme a algunos de ellos. Algunos se convirtieron en


amigos míos, e incluso un par se convirtieron en dos de mis mayores
defensores. Todo por el simple hecho de agradecer sus críticas. Es
algo inesperado, y a menudo te lo agradecen.

E incluso si la persona que te critica reacciona mal ante tu ”gra-


cias”, hacerlo sigue siendo algo bueno – para ti mismo. Es una man-
era de recordarte que las críticas son algo bueno para ti, una manera
de mantenerte humilde.

Aprende de las críticas

Tras ver una crítica desde un perspectiva positiva, y agradecer a


quien la hizo, no te quedes donde estás y no sigas haciéndolo todo
como hasta ahora. Intenta de verdad mejorar.

Esto es algo difícil para algunas personas, sobre todo para aquel-
las que piensan que siempre tienen razón. Pero nadie tiene siempre
razón. De hecho, tú podrías estar equivocado y la persona que te crit-
ica podría tener razón. Así que mira si hay algo que puedas cambiar
para mejorar.

Y entonces haz el cambio. Lucha por ser mejor.

Cuando recibí críticas que decían que mis entradas del blog no eran
tan buenas como deberían, luché para mejorar. Me esforcé duramente
para escribir mejores entradas. ¿Lo he conseguido? Es algo subjetivo
– algunas personas dirán que no, mientras que otras parecen disfrutar
mis entradas. Personalmente me siento más orgulloso de algunas de
estas nuevas entradas, y me siento orgulloso del esfuerzo extra que
tuve que hacer para hacerlas mejor.

122
4.4 Acepta las críticas con elegancia y gratitud

Sé una mejor persona

Muchas veces nos tomamos las críticas como un ataque personal,


un insulto a lo que somos o a lo que hacemos. Pero no lo son. Bueno,
a veces sí, pero no tenemos que tomárnoslo de esa manera de todas
formas. Tómatelo como críticas a tus acciones, no a tu persona. Si lo
haces, podrás alejarte emocionalmente de las críticas y ver qué cam-
bios podrías hacer.

Pero la forma que tenemos muchos de nosotros de reaccionar ante


las críticas que nos tomamos como ataques personales es devolver el
golpe. ”No voy a dejar que nadie me hable así”. Especialmente si la
crítica se hizo en público, como en los comentarios de un blog. Debes
defenderte, y atacar al atacante... ¿verdad?

Falso. Al atacar al atacante, te estas rebajando a su nivel. Incluso


si la persona que hizo la crítica fue amenazante o maleducada, tu no
debes comportarte de la misma manera. No debes cometer los mis-
mos pecados.

Si puedes ignorar los insultos y los ataques, y responder de una


manera tranquila y positiva, serás una persona mejor. ¿Y sabes qué?
Obtendrás dos beneficios sorprendentes:

1. Los demás te admirarán y pensarán mejor de ti por sobrepon-


erte al ataque. Especialmente si te mantienes tranquilo y real-
mente te tomas la crítica de manera positiva. Esto me ha pasado
a mi; la gente llegó a halagar la forma en la que trataba los co-
mentarios ofensivos.

2. Te sentirás mejor contigo mismo. Al responder a los ataques


personales nos sentimos sucios. Pero si podemos evitarlo, nos

123
4 Felicidad

sentiremos bien con nosotros mismos. Y ese es el beneficio más


importante.

¿Cómo puedes permanecer ajeno a los ataques y ser una persona


mejor? Eliminándote a ti mismo de la crítica como persona, y obser-
vando sólo cuáles son las acciones criticadas. Buscando los aspectos
positivos de la crítica, y tratando de mejorar. Agradeciéndoselo a la
persona que hizo la crítica. Y respondiendo con una actitud positiva.

Un ejemplo rápido: supongamos que alguien critica una de mis en-


tradas diciendo: ”eres un idiota, no entiendo que tiene que ver x con
y”.

Mi reacción típica sería, en primer lugar, ignorar la primera parte


de la frase. Y en segundo lugar, decir algo como ”gracias por darme la
oportunidad de dejar más clara la relación entre x e y. Pienso que no
estaba tan claro como debería. La relación entre ambas cosas es...bla
bla. ¡Gracias por tu pregunta!”

E ignorando el insulto, aprovechando la oportunidad para explicar


mejor algo, agradeciendo la crítica, y estando positivo, he aceptado la
crítica con elegancia y gratitud. Y al hacerlo, paso a ser mejor persona
y me siento muy bien conmigo mismo.

124
4.5 Ten fe en la humanidad, y restablece la amabilidad

4.5. Ten fe en la humanidad, y restablece la


amabilidad

El otro día estaba en el DMV aquí en Guam (Nota del traductor:


DMV son las siglas de Departamento de Vehículos Motorizados) ren-
ovando el registro de mis dos vehículos. Llegué temprano, porque
odio las colas, pero me di cuenta de que me había olvidado un docu-
mento importante.

Pues bien, la mujer que me atendió en el DMV, tratándome con am-


abilidad, me ahorró cerca de una hora de conducir y esperar en una
cola... ella aceptó mi registro después de interpretar el reglamento de
una manera favorable para mi.

Ese tipo de amabilidad me alegró el día.

Es asombroso lo mucho que puede hacer por ti un poco de ama-


bilidad. Conduje de vuelta a casa con un gran sentimiento de amor
a la humanidad y un gran deseo de hacer el bien a los demás y de
devolverle a aquella mujer su amabilidad.

Desde entonces he saldado mi deuda de gratitud de una gran can-


tidad de formas, pero esto me ha tenido pensando acerca de la ama-
bilidad y la humanidad en un sentido más amplio. Tengo una enorme
fe en la humanidad... pero creo que todos necesitamos trabajar para
hacer volver de nuevo la amabilidad a nuestra sociedad moderna.

Ayer, mientras corría con mi hermana en la pista municipal, estu-


vimos hablando acerca de la amabilidad y la cortesía en nuestra so-
ciedad. Mi hermana, Katrina, se ha dado cuenta de que hoy en día

125
4 Felicidad

la gente es menos cortés y más maleducada con los demás. No dicen


cosas tan simples como ”gracias” o abren la puerta a los demás y ni
siquiera sonríen a los extraños.

No estoy seguro de si las cosas en este frente han empeorado du-


rante los últimos años, pero si ha sido así, sospecho que el cambio no
está en la gente, sino que en la pérdida de nuestro sentido de comu-
nidad. Es debido a que no nos juntamos demasiado, y a que las per-
sonas están separadas unas de otras de muchas maneras diferentes.

El efecto del anonimato

¿Qué ocurre cuando la gente se mete en el coche y todos coinciden


en la carretera? Por alguna razón, se vuelven unos idiotas maledu-
cados y desconsiderados (bueno, al menos la mayoría). Pero si estas
mismas personas se encontraran cara a cara, o tuvieran que pasar más
tiempo juntos y conocerse entre ellos, seguramente harían un mayor
esfuerzo para ser agradables.

Cuando vamos en coche difícilmente podemos ver a los otros con-


ductores. No nos importa lo que piensen, y sabemos que ellos no
saben quiénes somos. Es cierto, algunas personas se comportan bi-
en al conducir, pero la mayoría de la gente es agresiva y descuidada
cuando están al volante.

Ese es el efecto del anonimato.

Cuando de verdad llegamos a conocer a alguien normalmente ac-


tuamos de una manera totalmente diferente. Nos gusta ser vistos co-
mo buenas personas a los ojos de los demás (debido a la componente
social del instinto animal de los humanos), y por lo tanto, nos desvivi-

126
4.5 Ten fe en la humanidad, y restablece la amabilidad

mos por ser agradables – si interactuamos con una persona a nivel


personal, no de forma anónima.

Nuestra sociedad dividida

Como mi hermana Katrina señaló, nuestra sociedad se encuentra


sujeta a muchos cambios... todos ellos nos dividen de alguna forma
como individuos:

1. Menos religión. Hoy en día se considera religiosa una propor-


ción mucho menor de la población, lo cual tiene como conse-
cuencia que menos gente va a la iglesia. Esto significa que no
tienden a juntarse de la misma forma que hacían antes para
rezar, realizar tareas comunitarias o para conocerse. Algunas
personas contrarias a las religiones organizadas pueden pen-
sar que esto es algo bueno, pero la verdad es que no ha surgido
una organización laica lo suficientemente fuerte y unificadora
como para tomar el lugar que la iglesia solía ocupar en nuestras
comunidades y en nuestras vidas.
2. Televisión y otros medios de comunicación. Hoy en día pasamos
la mayoría de nuestro tiempo dentro de un edificio, viendo la
televisión, jugando a videojuegos, jugando o trabajando en In-
ternet, viendo películas, etc. esto significa que estamos separa-
dos unos de otros. No nos juntamos más como comunidad, no
jugamos demasiado fuera (o si lo hacemos, de manera individ-
ual la mayoría de las veces), no nos encontramos cara a cara.
3. Sociedad motorizada. Antiguamente la gente solía hablar en la
calle. La gente se veía en la calle, se decía ”hola” y se paraban
a hablar. Los niños solían jugar en la calle. Pero los coches han
invadido nuestras calles, que nunca más serán seguras para los
niños, los peatones o las bicicletas. Estás forzado a utilizar el

127
4 Felicidad

coche, porque no hay mejor forma de desplazarse (en la may-


oría de las ocasiones – en algunas ciudades el transporte públi-
co es una alternativa viable, pero no es así donde yo vivo). Y
cuando vamos en coche, tal como dije antes, nos mantenemos
separados del resto de seres humanos.

La tradición Amish de la construcción del granero

Cuando pienso en posibles formas de volver a sentirnos como una


comunidad, para interactuar de manera más personal y positiva, pien-
so en la tradición Amish de la construcción del granero (Nota del tra-
ductor: los Amish son una comunidad religiosa, mayoritariamente
localizados en Pensilvania, que viven un estilo de vida similar al de
siglo XVIII, sin electricidad, teléfono, etc.). Toda la comunidad acude
a ayudar a una familia... este es el tipo de tradición en el que las per-
sonas se ayudan unas a otras, se conocen más, y se crean vínculos.

Pienso sobre ello, y me pregunto si existirá alguna forma de jun-


tarnos todos como comunidad, ayudándonos unos a otros. Ya pode-
mos encontrar actividades de ese tipo, como limpiezas comunitarias,
Habitat for Humanity (Nota del traductor: una organización caritati-
va cristiana), y otras organizaciones caritativas. Todo esto son formas
maravillosas de juntar a la gente con el objetivo común de ayudar a
los demás.

Me gustaría ver más de este tipo de cosas. No tengo todas las re-
spuestas, pero sé que si hacemos un esfuerzo para organizar distintas
maneras de ayudar a los demás, de estar todos juntos, nuestras co-
munidades mejorarían enormemente. Todos nos conoceríamos entre
nosotros, y nos comportaríamos de una manera más agradable.

128
4.5 Ten fe en la humanidad, y restablece la amabilidad

Esa es, por lo menos, mi esperanza.

Mi fe en la humanidad

Llamadme inocente u optimista sin remedio, pero tengo una visión


muy positiva de la humanidad. Vale, vemos codicia, malos modales,
violencia y egoísmo todos los días. Pero creo que es más un síntoma
de los sistemas que rigen nuestra sociedad que el efecto de la maldad
de la raza humana.

Tengo fe en la humanidad.

A menudo no cierro con llave las puertas de mi coche. Suelo llevar


dinero en metálico encima, a la espera de que algún ratero me lo pue-
da robar. Le doy dinero a la gente que dice que lo necesita, si lo tengo,
sin preocuparme si se lo van a gastar en drogas o en lo que sea.

Hace poco un lector me preguntó cómo podía comprar el libro Zen


To Done de alguna forma que no fuera a través de PayPal. Yo no
conocía ninguna, así que le envié el libro por correo electrónico y le
pedí que me enviara un cheque – teniendo fe en que eso es lo que
haría. No solo me envió el cheque, sino que añadió una cantidad adi-
cional de 40$, junto con una nota que decía que el dinero extra era por
las copias que pensaba regalarle a sus amigos y por mi duro trabajo
aquí en Zen Habits.

Esa persona me alegró el día. Me demostró que mi fe en la hu-


manidad estaba justificada. Utilizo su nota como marcapáginas en el
libro que estoy leyendo, así que la veo varias veces al día.

Vosotros, los lectores de Zen Habits, sois increíblemente generosos,


amables, alentadores y compasivos.

129
4 Felicidad

Todos los días conozco gente amistosa, que me trata con amabili-
dad, que eleva mi espíritu.

La humanidad es algo maravilloso. Todos los seres humanos son


criaturas bellas y asombrosas.

Lo que necesitamos son formas de sacar lo mejor de la gente. De


juntarlos a todos. De hacerlos ayudar a los demás, en lugar de intentar
ser mejor que los demás.

Necesitamos sistemas que proporcionen mayores libertades, en lu-


gar de los sistemas autoritarios que nos oprimen. Necesitamos sis-
temas cooperativos, en lugar de los sistemas competitivos que ten-
emos hoy en día. Necesitamos sistemas unificadores, en lugar de los
sistemas existentes hoy en día, que lo que hacen es dividir a la gente.

Necesitamos cambios. Como digo una vez Gandhi:

”Debemos ser el cambio que queremos ver en el mundo”

Mi esperanza es ser ese cambio. Mi esperanza es que tú también lo


seas.

130
4.6 Aumenta la confianza en ti mismo

4.6. Aumenta la confianza en ti mismo

Una de las cosas que me impidió perseguir mis sueños durante


muchos años fue el miedo al fracaso... y la falta de confianza en mi
mismo que necesitaba para superar dicho miedo.

Pienso que es algo a lo que todos nos enfrentamos en cierta for-


ma. La pregunta clave que nos podemos hacer es: ¿cómo superar ese
miedo?

Aumentando tu confianza en ti mismo y tu autoestima. Eso es lo


que he estado haciendo durante años, y es lo que finalmente me ha
ayudado a superar mis miedos y a poder perseguir mis sueños.

Sin duda puedo decir que todavía conservo esos miedos. Pero aho-
ra sé como superarlos, que puedo atravesar ese muro de miedo y
pasar al otro lado. Ya lo he hecho muchas veces, y gracias a ello me
será más fácil en el futuro.

La idea de esta entrada vino del lector Nick de Finlandia, que me


pidió que escribiera un artículo sobre autoestima y confianza en uno
mismo:

”Muchas de las cosas que propones ayudan a la gente a sentirse


mejor con ellos mismos y también a incrementar la confianza en uno
mismo. Sin embargo, estaría muy interesado en conocer lo que tienes
que decir en general sobre este tema. Reservarte tiempo para tus pro-
pios planes y sueños, hacer las cosas de manera diferente a como lo
hace la mayoría de las otras personas y no encajar en lo establecido
puede ser algo duro cuando se tiene poca confianza en uno mismo”

131
4 Felicidad

Nunca se ha dicho nada más cierto. Es casi imposible conseguir


tiempo para perseguir tus sueños, liberarse de los moldes tradicionales
o ser realmente tú mismo si tienes poca autoestima y confianza en ti
mismo.

Por otra parte, sé que algunas personas hacen una clara distinción
entre autoestima y confianza en uno mismo. En este artículo uso am-
bos términos indistintamente, incluso habiendo diferencia sutil pero
quizá importante... siendo dicha diferencia el creer que mereces el re-
speto de los demás (autoestima) o el creer en ti mismo (confianza en
ti mismo). Al final ambos conceptos apuntan a lo mismo, y al final,
las acciones que comento más adelante mejoran ambos.

Tomando el control de tu confianza en ti mismo

Si tienes poca confianza en ti mismo, ¿es posible hacer algo para


cambiar la situación? ¿Está tu confianza en ti mismo bajo tu control?

Aunque pueda parecer lo contrario, creo sin ninguna duda que


puedes hacer algo para mejorar tu confianza en ti mismo. No es al-
go genético, y tampoco pienso que debas depender de los demás para
conseguirlo. Y si piensas que no eres muy hábil, muy listo, muy atrac-
tivo, etc... eso se puede cambiar.

Puedes convertirte en alguien digno de respeto, y en alguien que


puede conseguir lo que se proponga a pesar de lo que digan los demás.

Puedes conseguir esto tomando el control de tu vida, y tomando el


control de tu confianza en ti mismo. Llevando a cabo acciones conc-
retas para mejorar tus aptitudes, tu autoimagen, puedes mejorar esa
confianza en ti mismo sin la ayuda de nadie más.

132
4.6 Aumenta la confianza en ti mismo

A continuación encontrarás 25 cosas que puedes hacer para con-


seguirlo. Ninguna de ellas supone un cambio revolucionario, ningu-
na de ellas conseguirá por si misma un cambio completo. La lista no
es desde luego exhaustiva. Son solo algunas de mis cosas favoritas,
cosas que a mi me han funcionado.

Y no necesitas hacerlas todas, como si fuera una receta... escoge


aquellas que te atraigan, quizá unas pocas para empezar, y pruébalas.
Si funcionan, prueba otras. Si no funcionan, prueba otras.

Aquí las tienes resumidas, sin ningún orden en particular:

1. Aséate bien. Esto puede parecer obvio, pero es sorprendente


ver la diferencia que puede suponer tomarse una ducha o afeitarse
en tu confianza en ti mismo y en tu autoimagen. Ha habido días
en los que mi estado de ánimo ha cambiado completamente gra-
cias a esto.

2. Vístete bien. Esto es un corolario al punto de arriba... si te vistes


bien, te sentirás bien contigo mismo. Te sentirás exitoso, pre-
sentable y preparado para enfrentarte al mundo. Ahora bien,
vestirse bien puede significar algo diferente para cada persona...
no significa necesariamente llevar un traje de 500 $, pero sí ropa
casual que sea bonita y presentable.

3. Manipula tu fotografía mental. Nuestra autoimagen significa


mucho para nosotros, más de lo que a menudo nos damos cuen-
ta. Todos tenemos una imagen mental de nosotros, que deter-
mina la confianza que tenemos en nosotros mismos. Pero esta
imagen no tiene por qué ser fija e inmutable. Puedes cambiarla.
Usa tus habilidades como manipulador de fotografías mentales
y trabaja en tu autoimagen. Si no es muy buena, cambiala. Trata
de averiguar por qué te ves de esa forma, y busca alguna forma

133
4 Felicidad

de arreglarlo.
4. Piensa de manera positiva. Una de las cosas que aprendí cuan-
do empecé a correr, hace algo de dos años, era cómo remplazar
pensamientos negativos (ver el siguiente punto) con pensamien-
tos positivos. Aprendí cómo cambiar mi manera de pensar, y
cuando lo hice sucedieron grandes cosas. Gracias a esta simple
habilidad fui capaz de entrenar y correr para una maratón en un
año. Sé que suena muy trillado, muy Vincent Peale, pero vaya
si funciona. En serio. Inténtalo si no lo has hecho hasta ahora.
5. Elimina los pensamientos negativos. Esto va de la mano con el
elemento anterior de la lista, pero es tan importante que lo trato
como un punto individual. Debes aprender a ser consciente de
la manera en la que te hablas a ti mismo, de los pensamien-
tos que tienes sobre ti y sobre lo que estás haciendo. Cuan-
do corría a veces mi mente empezaba a decir ”Es demasiado
duro. Quiero parar y ponerme a ver la televisión”. Bien, pronto
aprendí a reconocer este diálogo interior negativo, y aprendí un
truco que lo cambió todo en mi vida: a partir de ese momento
me imaginaba que los pensamientos negativos eran cucarachas,
y permanecía vigilante a la caza de esos bichos. Cuando cogía
alguno, lo aplastaba (mentalmente, por supuesto). Lo mataba.
Entonces lo remplazaba por un pensamiento positivo (”Vamos,
puedo hacerlo. ¡Solo una milla más!”).

”Conócete a ti mismo y ganarás todas las batallas” – Sun Tzu

6. Consigue conocerte a ti mismo. Antes de ir a la batalla, el gen-


eral más sabio se esfuerza por conocer a su enemigo muy, muy
bien. No puedes vencer a un enemigo sin conocerlo. Y cuan-
do estás intentando superar una autoimagen negativa y rem-
plazarla por confianza en ti mismo, tu enemigo eres tú mismo.
Consigue conocerte bien. Empieza a escuchar tus pensamien-

134
4.6 Aumenta la confianza en ti mismo

tos. Empieza a escribir un diario sobre ti, y sobre los pensamien-


tos que tienes sobre ti mismo, y analiza por qué tienes unos pen-
samientos tan negativos. Y entonces piensa en las cosas buenas
de ti mismo, las cosas que sabes hacer bien, las cosas que te
gustan. Empieza a pensar sobre tus limitaciones, y sobre si son
limitaciones reales o limitaciones que te has permitido colocar
allí de manera artificial. Indaga en tu interior, y conseguirás (al
final) ganar una gran confianza en ti mismo.
7. Actúa de manera positiva. Debes ir más allá de pensar de man-
era positiva y pasar a la acción. La acción, de hecho, es la clave
para desarrollar la confianza en uno mismo. Una cosa es apren-
der a pensar positivamente, pero cuando empiezas a actuar en
consecuencia, te cambias a ti mismo, poco a poco. Tú eres lo que
haces, y si cambias lo que haces cambiarás lo que eres. Actúa de
manera positiva, actúa en lugar de decirte a ti mismo que no
puedes ser positivo. habla a la gente de manera positiva, pon
energía en tus acciones. Pronto comenzarás a notar la diferen-
cia.
8. Sé amable y generoso. Oh, que cursi. Si esto es demasiado cursi
para ti, sigue con la lista. Pero para el resto de vosotros, sabed
que ser amables con los demás, y generosos con vosotros mis-
mos, con vuestro tiempo y con lo que tenéis, es una manera muy
buena de mejorar vuestra autoimagen. Si empiezas a actuar de
acuerdo a la Regla de Oro, empezarás a sentirte bien contigo
mismo y a pensar que eres una buena persona. Esto hará mar-
avillas. Créeme.

”Una clave importante para conseguir el éxito es la confianza


en uno mismo. Un punto clave para conseguir confianza en
uno mismo es la preparación.” – Arthur Ashe

9. Mejora tu preparación. Es difícil confiar en ti mismo si no pien-

135
4 Felicidad

sas que harás algo bien. Vence ese sentimiento mejorando tu


preparación tanto como puedas. Imagina que tienes que hacer
un examen: si no has estudiado, no conseguirás la confianza su-
ficiente en tus habilidades para superarlo. Pero si has hincado
los codos, estarás preparado, y tendrás mucha más confianza.
Ahora imagina que tu vida es un examen, y prepárate.
10. Conoce tus principios y vívelos. ¿Cuáles son los principios so-
bre los que construyes tu vida? Si no lo sabes, tienes un proble-
ma, porque tu vida estará carente de dirección. En mi caso, trato
de vivir la Regla de Oro (y fallo a menudo). Este es mi principio
más importante, y trato de vivir mi vida conforme a él. Tengo
otros, pero están en cierto sentido relacionados con esta regla
(siendo la mayor excepción ”Vive tu pasión”). Piensa sobre tus
principios... puede que los tengas pero que no hayas pensado
mucho sobre ellos. Ahora piensa en si realmente quieres vivir
según dichos principios, o si simplemente crees en ellos pero
no actúas según ellos.
11. Habla despacio. Es algo muy simple, pero puede significar una
gran diferencia en cuanto a cómo los otros te perciben. Una
persona con autoridad habla despacio. Muestra confianza. Una
persona que piensa que no merece ser escuchada hablará rápi-
do, porque no quiere que los demás estén esperando mucho
rato para terminar de escuchar algo que no merece la pena. In-
cluso si no sientes la confianza de una persona que habla lenta-
mente, trata de hacerlo unas cuantas veces. Te hará sentir con
mayor confianza. Está claro que no debes llevar esto al extremo,
pero tampoco suenes demasiado acelerado.
12. Permanece erguido. Suelo mantener una postura corporal hor-
rible, así que puede sonar un poco hipócrita dar este consejo,
pero sé que funciona porque lo sigo a menudo. Cuando me
imagino a mi mismo lo hago estando en una postura recta y

136
4.6 Aumenta la confianza en ti mismo

bien erguida. Esto hace que me sienta mejor. Me imagino una


cuerda atada a mi cabeza, tirando de mi hacia el cielo, y a mi
cuerpo estirándose. Por otra parte, la gente que se mantiene er-
guida y confiada suele ser más atractiva. Eso es algo bueno.
13. Mejora tus habilidades. ¿Cómo te puedes sentir más habili-
doso en algo? Consiguiendo mejorar tu habilidad. ¿Y cómo haces
eso? Estudiando y practicando. Haz pequeños cambios. Si quieres
ser un mejor escritor, por ejemplo, no intentes convertirte en un
profesional de la noche a la mañana. Simplemente empieza a
escribir más. Escribe un diario, un blog, historias cortas, o acep-
ta trabajos de escritor como autónomo. Cuanto más escribas,
mejor serás. Resérvate 30 minutos al día (por ejemplo) para es-
cribir, y la práctica mejorará tu habilidad.
14. Proponte pequeñas metas y consigue cumplirlas. La gente a
menudo comete el error de proponerse metas demasiado ambi-
ciosas, y cuando fallan, se sienten decepcionados. En lugar de
eso, intenta conseguir algo más factible. Establece una meta que
sepas que puedes conseguir, y entonces consigue cumplirla. Te
hará sentir bien. Ahora establece otra pequeña meta y consigue
cumplirla. Cuantas más metas pequeñas puedas cumplir, más
fácil te será, y mejor te sentirás. Pronto te estarás enfrentando
a metas más grandes (pero todavía factibles) y cumpliéndolas
también.
15. Cambia un pequeño hábito. No uno importante, como dejar
de fumar. Tan solo uno pequeño, como empezar a anotar todo
lo que te pase por la cabeza. O levantarte 10 minutos antes por
las mañanas. O beber un vaso de agua cuando te levantes. Algo
pequeño que sepas que puedes hacer. Hazlo durante un mes.
Cuando lo hayas conseguido, te sentirás muchísimo mejor.
16. Céntrate en las soluciones. Si siempre te estás quejando o cen-
trándote en los problemas, cambia tu foco de atención ya. Cen-

137
4 Felicidad

trarse en las soluciones en lugar de en los problemas es una de


las mejores cosas que puedes hacer por tu confianza en ti mis-
mo y por tu carrera. ”Soy gordo y perezoso”. Muy bien, ¿Có-
mo puedes solucionarlo? ”¡Pero no puedo motivarme!”. ¿Cómo
puedes solucionarlo? ”¡Pero no tengo energía!”. ¿Cómo puedes
solucionarlo?
17. Sonríe. Otro punto que te puede sonar muy trillado. Pero fun-
ciona. Me siento instantáneamente bien cuando sonrío, y me
ayuda también a ser más amable con los demás. Es algo in-
significante que puede provocar una reacción en cadena. No es
una mala inversión de tu tiempo y de tu energía.
18. Haz voluntariado. Es algo relacionado con el punto de ”sé am-
able y generoso” de más arriba, pero más específico. Ahora que
mucha gente comienza sus vacaciones... ¿podrías encontrar tiem-
po para hacer voluntariado de cualquier tipo, para hacer mejor
la vida de los demás? Será de lo mejor en lo que habrás nunca
invertido tu tiempo, y el sorprendente efecto secundario es que
te sentirás instantáneamente mejor contigo mismo.
19. Sé agradecido. Creo firmemente en la gratitud, como cualquiera
que haya estado siguiendo este blog durante un tiempo puede
saber. Pero lo he puesto aquí porque mientras ser agradecido
por lo que tienes en la vida y por lo que los demás te dan es
una actividad humana muy humilde... también puede ser una
actividad muy positiva y gratificante que mejorará tu autoima-
gen.
20. Ejercicio. Dios mío, parece que pongo esto en todas mis listas.
Pero si lo dejara fuera de la lista no estaría haciéndote un favor
en absoluto. El ejercicio físico ha sido una de las actividades que
más beneficios me ha proporcionado a lo largo de los últimos
años, y que más me ha hecho sentirme mejor conmigo mismo.
Todo lo que tienes que hacer es andar unas cuantas veces a la

138
4.6 Aumenta la confianza en ti mismo

semana, y verás los beneficios. Comienza ya con este hábito.


21. Poténciate a ti mismo gracias al conocimiento. Potenciarte a
ti mismo, en general, es una de las mejores estrategias para
conseguir confianza en ti mismo. Puedes hacerlo de muchas
maneras distintas, pero una de las más seguras es a través del
conocimiento. Esto es algo en la misma línea que el punto de
mejorar tus habilidades y mejorar tu preparación... aumentan-
do tus conocimientos, tendrás más confianza... y conseguirás
más conocimiento investigando y estudiando. Internet es una
gran herramienta para ello, así como la gente que tienes a tu
alrededor, los que hayan hecho ya lo que tu quieres conseguir,
los libros, las revistas, y las instituciones educativas.
22. Haz algo en lo que hayas estado procrastinando hasta ahora.
¿Hay algo en tu lista de tareas que haya estado allí durante mu-
cho tiempo? Hazlo a primera hora de la mañana, y quítatelo de
encima. Te sentirás muy bien contigo mismo.
23. Sé activo. Hacer algo es casi siempre mejor que no hacer nada.
Es cierto que hacer algo puede llevarte a cometer errores... pero
los errores son parte de la vida. Es la forma que tenemos de
aprender. Sin errores, nunca mejoraríamos en nada. Así que no
dejes que los errores te echen para atrás. Tan solo haz algo. Lev-
anta el culo y sé más activo – físicamente, o activo en el sentido
de seguir los pasos necesarios para conseguir algo.
24. Trabaja en pequeñas tareas. Tratar de completar un proyec-
to enorme puede ser algo sobrecogedor y desalentador, inclu-
so para el más preparado de nosotros. En lugar de ello, trata
de dividirlo en pequeños bloques y trabaja sobre ellos. Los pe-
queños éxitos te harán sentir mejor, y se irán acumulando para
conseguir grandes cosas. Aprende a trabajar de esta forma to-
do el tiempo, y pronto serás un maniático de la confianza en ti
mismo.

139
4 Felicidad

25. Despeja tu escritorio. Esto puede parecer algo simple e insignif-


icante (aunque para algunos de vosotros no). Pero siempre ha
hecho maravillas en mi caso. Si mi escritorio comienza a estar
demasiado desordenado, y el mundo a mi alrededor es un caos,
despejar mi escritorio es la mejor manera de conseguir poner de
nuevo esa parte de mi vida bajo control. Es la calma en el centro
de la tempestad que me envuelve.

”No me puedo creer que haya montañas que no puedan ser


escaladas por un hombre que conozca el secreto de cómo
convertir los sueños en realidad. Este secreto especial, creo yo,
puede ser resumido en cuatro Cs: curiosidad, confianza, coraje
y constancia, siendo el más importante la confianza. Cuando
creas en algo, créelo siempre, sin ninguna duda.” – Walt Disney

140
4.7 Vive tu vida conscientemente

4.7. Vive tu vida conscientemente

”Una vida vivida en base a tus elecciones es una vida de acciones


conscientes. Una vida vivida en base a las circunstancias es una vida
de creación inconsciente” – Neale Donald Walsch

En la medida de lo posible yo trato de vivir mi vida llevando a mi


mente consciente todo lo que pueda tener oculto en mi subconsciente.

Trato de despejar esa niebla, en la que a menudo nos vemos in-


mersos, para ver hacia donde estoy yendo, de tal forma que pueda
escoger de manera consciente en lugar de actuar de manera automáti-
ca.

¿Sientes a menudo la sensación de que tu vida va a la deriva, y de


que no estás yendo hacia donde te gustaría? ¿O de que no sabes como
llegar allí hoy?

Vivir conscientemente significa tomar el control de tu vida, pensar


sobre tus decisiones en lugar de tomarlas sin ninguna reflexión pre-
via, tener la vida que queremos en lugar de dejar que sean otros los
que la escojan por nosotros.

Si te sientes a la deriva, o piensas que tu vida está fuera de control, o


no sabes cómo conseguir lo que quieres... decidirse a vivir consciente-
mente podría ser una de las cosas más importantes que podrías hacer.

¿Estás viviendo ahora mismo de manera consciente?

Hazte a ti mismo las siguientes preguntas... si respondes que sí a


muchas de ellas, quizá deberías plantearte el vivir conscientemente:

141
4 Felicidad

1. ¿Estás atrapado en un trabajo que no te gusta en lugar de estar


disfrutando del trabajo que te gustaría tener?
2. ¿Estás haciendo cosas que te vienen dadas en lugar de hacer
cosas que realmente te apasionen?
3. ¿Pasas la mayoría de tu tiempo ocupado con tu trabajo en lu-
gar de disfrutar todos los días haciendo lo que te gustaría?
4. ¿Te gustaría poder pasar más tiempo con tus seres queridos?
5. ¿Te ves a ti mismo con sobrepeso porque has estado comiendo
la comida que has estado comiendo durante todos estos años
y porque te encuentras atrapado en una dinámica de no hacer
nada de ejercicio?
6. ¿Te encuentras agobiado por las deudas, sin saber a dónde va
tu dinero?
7. ¿Sientes como si estuvieras perdiendo el tiempo en hacer cosas
que no son verdaderamente importantes en lugar de dedicarlo
a las cosas que realmente sí lo son?
8. ¿Pasas tus días sin pensar acerca de lo que te gustaría con-
seguir en la vida o cómo obtenerlo?

Si respondiste que ”no” a todas estas preguntas, es probable que


ya estés viviendo conscientemente, y que no necesites esté artículo
en absoluto. Aquellos que queráis vivir más conscientemente, seguid
leyendo.

Cómo vivir conscientemente

Esto no es algo que puedas conseguir de la noche a la mañana. Vivir


conscientemente es un estilo de vida, una habilidad, un arte. No es
algo que hagas una vez, sino que un hábito que puedes adquirir para
el resto de tu vida.

142
4.7 Vive tu vida conscientemente

Pero es extremadamente simple: sé consciente, y piensa acerca de


todo lo que hagas. Toma decisiones conscientes en lugar de hacer las
cosas sin pensar. Eso es todo.

Suena simple, pero es sorprendente ver como muy poca gente lo


hace, y también es asombroso ver lo fácil que es vivir con el piloto
automático activado, haciendo lo que siempre hemos hecho porque
es lo que estamos acostumbrados a hacer. Es más fácil vivir de esta
forma, incluso si nuestra vida está llena de dificultades.

No es fácil cambiar nuestras vidas, romper las rutinas, empezar a


vivir la vida que queremos.

Reflexionar antes de tomar una decisión requiere una gran fuerza


de voluntad, mucha energía, y supervisión continua.

Aquí tienes algunos trucos que a mi me han funcionado:

1. Convierte el reflexionar sobre tu vida en una rutina regular.


Ya sea escribir un diario, o meditar sobre la jornada al final del
día, o tener una sesión semanal donde revisas tu vida, o salir
del despacho para reflexionar sobre algo... es importante que
pienses bien las cosas. Regularmente.

2. Al menos una vez al año, establece o revisa tus objetivos en


la vida. ¿Qué es lo que quieres conseguir? ¿Qué es importante
para ti? ¿Cómo te gustaría que fuera tu vida? ¿Cómo puedes
llegar allí? Anótalo, y guárdarlo en algún lugar donde puedas
consultarlo a menudo, y empieza a actuar.

3. También revisa tus relaciones. La gente que amamos son de


lo más importante que tenemos en nuestra vida, e incluso lo
único importante. Necesitas pensar sobre tus relaciones con el-

143
4 Felicidad

los. ¿Pasas el suficiente tiempo con ellos? ¿Les muestras tu car-


iño? ¿Hay alguna manera en la que puedas mejorar vuestra
relación? ¿Necesitas perdonar o pedir perdón por algo? ¿Existe
alguna barrera que debe ser eliminada? ¿La comunicación debe
ser mejorada? También puedes revisar tu relación con otras per-
sonas, como tus compañeros de trabajo.
4. Considera tu impacto en el mundo. ¿Cómo afecta al medio
ambiente las cosas que haces o consumes o la manera en la que
vives? ¿Cómo afecta a los países pobres del Tercer Mundo? ¿Có-
mo afecta a los pobres, los indefensos, los que no tienen voz?
¿Cómo afecta a tu comunidad? Tu vida afecta al resto del mun-
do, seas consciente de ello o no. Es importante ser consciente de
cómo tus decisiones afectan a los demás.
5. Considera el coste real de cada compra. A menudo compramos
cosas sin verdaderamente ponernos a pensar qué estamos ha-
ciendo o cuánto cuestan en realidad. Claro, son solo 30$... sin
problemas, ¿verdad? Pero esos 30$ podrían representar muchas
horas de tu vida... muchas horas que nunca más volverán. ¿De
verdad quieres pasarte la vida ganando dinero para compras
sin importancia? ¿Es eso lo que quieres hacer con tu vida? Creo
que esto merece cierta reflexión.
6. Considera los costes reales de todas tus cosas. Nuestra vida
está llena de trastos... nuestras casa, nuestras oficinas... y más
allá del coste monetario de comprar todos estos trastos, al final
acaban pasando factura. Todos nuestros trastos deben ser or-
denados, limpiados, trasladados, llevados con nosotros cuando
nos mudamos... invaden nuestro espacio, generan ansiedad vi-
sual. Más tarde tenemos que deshacernos de ellos, tomándonos
tiempo para tirarlos a la basura, reciclarlos o donarlos. Si tener
algo no merece todo este esfuerzo, deshazte de ello.
7. Revisa cómo gastas tu tiempo. Nunca llegamos a conocer real-

144
4.7 Vive tu vida conscientemente

mente en qué gastamos nuestro tiempo hasta que hacemos un


estudio o mantenemos un registro de cómo usamos todas las
horas del día. Si lo hacemos podemos llegar a conclusiones sor-
prendentes. Y una vez sabemos en qué gastamos nuestro tiem-
po, podemos tomar decisiones conscientes para cambiar la man-
era en la que lo haremos en el futuro.
8. Explórate. En el buen sentido. Tómate un tiempo para pensar
en el tipo de persona que eres. En cuáles son tus valores. En si
vives tu vida siguiendo esos valores. En cómo tratas a la gente.
En cómo te tratas a ti mismo. Piensa en ello: ¿qué te gustaría
que la gente dijera sobre ti el día de tu funeral?

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