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JESÙS EN MI HOGAR

Desde que somos pequeños necesitamos de un Grupo Social Primario para poder
subsistir, siendo éste nuestra Familia que se encarga de procurar las condiciones
básicas de Alimentación para poder formarnos y desarrollarnos, la Higiene que
evita perjuicios a la salud y el Abrigo que complementa a las anteriores, como
también lo relativo a la Educación y los primeros aspectos de nuestro desarrollo
cognitivo e intelectual.

Pero para todo ello es necesario un soporte o sustento que funcione como base
para todas las actividades que se realicen dentro de nuestro seno familiar, y es
ello la Vivienda un Hogar una casa donde no solo tendremos el refugio sino
también el lugar donde Descansar y Desarrollarnos diariamente, un pilar
fundamental de toda familia.

Desde épocas primitivas el hombre supo buscar y generar su refugio como


Defensa ante la Intemperie, alejándose de otros depredadores como también
contando con un lugar donde poder almacenar sus Bienes y Recursos, que eran
aprovechados por su Entorno Social más cercano además de funcionar como
cobija para los más pequeños.

En una vivienda es necesario contar con los Servicios Básicos que más que una
comodidad consisten en el cumplimiento de Necesidades Vitales que están
relacionadas a la provisión de alimentos (como en el caso por ejemplo de la Red
de Gas para poder cocinarlos) como también en el Abrigo, además de ser un lugar
de socialización.

Es así que en nuestra Vivienda podemos recibir a otros individuos, realizar


distintas actividades sociales como Reuniones de Amigos y hasta albergar a otros
miembros de la familia compartiendo una cena, teniendo una importancia que rige
no solo en cuanto a resguardo, sino también al desarrollo social de una persona.

Para estas comodidades, claro está, cada individuo necesita tener su propio
espacio, donde poder desarrollar no solo actividades conjuntas con otros
miembros del grupo familiar, sino también tener un espacio para su intimidad.
Todos aquí tenemos un hogar cierto? O por lo menos tenemos un lugar donde
refugiarnos y estar con la familia.
Leamos:
Salmo 127:1: Edificar: construir, hacer algo juntando u ordenando ciertos elementos o materiales de
acuerdo con un plan, especialmente edificios o cualquier otra obra de albañilería

Josué 24:15. Mi familia le sirve al Señor. Nuestra familia adora al único y verdadero
Dios.

Deuteronomio 6:6, 7 En nuestro hogar hablamos, vivimos y permanecemos en la


palabra de Dios.

Hebreos 2:13 En mi hogar confiamos plenamente en Jesús.

Dejar a Jesucristo y la Biblia fuera de nuestra diaria conversación, de nuestro


hogar es un error fatal. Jesús nunca tuvo un hogar de su propiedad, pero fue un
amante del hogar y pasó mucho tiempo en diferentes hogares. Su Presencia en el
hogar es indispensable. Él ama nuestro hogar y quiere ser un huésped, un invitado
especial muy bienvenido en todo tiempo. Nunca debes crear una situación en tu
hogar o relación con la que no te sentirías confortable invitándole como tu
huésped. Realmente no puede haber profundo y permanente amor sin él.
En esta noche tocaremos sólo 3 casa en las cuales Jesús estuvo presente en
ellas. Y veremos cuál fue la actitud de cada uno de los que Vivian en ella:
1. JESÙS EN CASA DEL FARISEO (LUCAS 7:36)
De los tres partidos prominentes dentro del judaísmo en los tiempos de Jesús (los
fariseos, Los fariseos fueron, por mucho, los más influyentes. Durante el ministerio
de Jesús, los fariseos eran un grupo religioso que siempre se oponían en sus
enseñanzas.
  SU ORIGEN  
“El origen de la palabra ‘fariseos’ lo tenemos en hebreos ‘PERUSIM’ y en el griego
‘PHARISAO’, del cual se deriva nuestra actual palabra castellana ‘FARISEO’.  Que
en su forma semítica el significado es: separado, aparte o separatista”. 
 
El grupo atribuía su inicio al período de la cautividad babilónica (587 a. C.-536 a.
C.). Algunos sitúan su origen durante la dominación persa o los consideraban
sucesores de los hasidim que significa amados por Dios, o leales a
Dios. (devotos).
 
Se definieron como partido durante la revuelta de los macabeos contra los
invasores seleucidas (167 – 165 a.C.). y se fortalecen durante el reinado de Juan
Hircano (135 a. de J.C.). Generalmente el término “FARISEO” se utiliza en plural
más que en singular. Según el HISTORIADOR JOSEFO, en su momento de
mayor popularidad había más de 6.000 fariseos.

Invitamos a Jesús que permanezca en nuestro hogar pero no le atendemos


ni hacemos lo que a él le agrada en nuestra casa?
Le rogamos Jesús ven a mi vida, toma el control de mi hogar pero…
En cambio vemos una mujer que tenía fama de pecadora…
Actitud de la mujer pecadora

Jesús había sido invitado a comer a casa de un tal Simón fariseo v.36. Quiero que
veamos cómo Jesús se mezclaba con los pecadores y los religiosos de su tiempo
para presentarles su necesidad de arrepentimiento y el perdón de pecados.
Nosotros tenemos que estar en este mundo sin ser de él en su frenesí de pecado,
pero en medio de los pecadores para ser luz y sal en medio de ellos, si no ¿cómo
van a creer?
Estando sentado Jesús a la mesa, más bien reclinado, en esa época no se
sentaban a la mesa como nosotros hoy día, sino que se tumbaban en unos
reclinatorios, apoyándose en el lado izquierdo y con la mano derecha libre para
comer. Las piernas las doblaban hacia atrás y por ello los pies quedaban hacia
atrás.
Esta mujer pecadora se enteró que Jesús iba a comer en casa de Simón el
fariseo, y ¿qué hizo? (Lucas 7:37-38). Su deseo era mostrarle amor y gratitud a
Jesús. Tuvo que ser muy valiente para colarse en esa comida, aunque era
costumbre que gente no invitada a la casa, viniera y estuviera detrás viendo y
escuchando la conversación de los invitados, incluso uniéndose a veces a la
conversación.
Al ver a Jesús empezó a llorar, pero de gozo, de gratitud, por sentirse perdonada.
Esto no estaba preparado, quizás lo del perfume sí, pero las lágrimas no. Fluyeron
de tal manera que podía regar los pies de Jesús, y los enjugó con sus cabellos. A
la par derramó ese perfume costoso sobre los pies y los besaba. El jarro de
alabastro era un frasco de yeso blanco fino (o quizás de un color delicadamente
teñido). Tenía cuello largo, y para derramar su contenido tenía que romperse ese
cuello. Ella, lo único que quería era expresar abiertamente el amor a Jesús y no le
importaban lo que dijeran. Estas muestras eran el resultado de un corazón
arrepentido y perdonado por su vida de pecado y lleno de gratitud.
¿Cómo mostramos nosotras ahora el amor al Señor? En nuestro hogar Jesús
también debe ocupar el primer lugar en nuestras vidas, ser el centro de ella, y
estar dispuestos para él.
2. JESÙS EN CASA DE MARTHA (LUCAS 10:38)
Muchas veces tenemos que escoger entre lo bueno y lo mejor. Entre lo que es
verdaderamente importante y lo que es relativamente importante. Y hay cosas de
hecho que por su naturaleza son tan importantes, tan esenciales, tan centrales
que otras cosas que son bastante buenas en su propia liga, en comparación con
esas cosas esenciales palidecen y son reducidas a una categoría de tercera o de
cuarta importancia.
Y yo creo que de todos los pasajes en la escritura que nos hablan acerca de las
prioridades en la vida y cuál debe ser la prioridad principal, el pasaje de Marta y
María es el más gráfico, el más ilustrativo, el más dramático, el más atractivo y
literario de todos.
Es un llamado para todos nosotros a poner la mira en las cosas de arriba
primeramente. Poner la mira en las cosas de arriba. Y así nos lo dice el Apóstol
Pablo: “Poned la mira en las cosas de arriba
El afán no nos deja escuchar a Jesús.
Jesús también nos puede hablar en nuestro hogar, él es nuestro invitado. Y
si lo invitamos es para escucharlo.
3. JESÙS EN CASA DE ZAQUEO (LUCAS 19:2-10)
Zaqueo, que significa “el puro,” “el justo,” o, si es abreviatura de Zacarías, “Dios se
acordó,” es presentado por este relato en dos caracteres íntimamente unidos entre
sí. Es “jefe de publícanos” y hombre “rico.”
Los publícanos eran los recaudadores de los impuestos de Roma a Israel. Por eso
eran aborrecidos por los judíos, como coautores de la dominación romana. La
autoridad de Roma admitía de éstos una cantidad alzada, y luego ellos podían
resarcirse en los cobros del pueblo. Ello dejaba un margen de abuso manifiesto en
los beneficios. Acaso por eso era “rico.” Máxime siendo “jefe” de los publícanos de
toda aquella zona de Jericó (cf. Lc 3:12-13). 

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