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INTRODUCCIÓN

A *
PONS
VILADO^

JULIUS EVOLA

3b
9
fl.'HB N4 25 PTS.
INTRODUCCIÓN A LA OBRA DE bor con la dirección de las revistas " U R " , y des-
JULIUS EVOLA pués " K R U R " .

JULIUS EVOLA. nace en Roma en 1898 y Durante el periodo del "Grupo de U R " . suje-
muere el 11 de junio de 1974. Son setenta y seis to todavía a influencias idealístico-nietzschianas
años de vida consagrados, tras dura y sacrificada en unión con el tamrismo comienza a sentir la
andadura ascendente, a culminar las más altas influencia de una nueva línea de pensamiento. A
cimas de elevación y rectitud heroica. Su obra y este respecto, se deben considerar los nombres
trayectoria serán bautizadas por él mismo como de Rene Guénon, Guido de Giorgio. Hermán
"El camino del cinabrio", que arranca desde un Wirth y J.J. Bachofen.
pelodo juvenil, necesariamente incompleto y de
influencias culturales del ambiente, hasta los La primera reacción de Evola,sujeto aún, co-
tiempos de mayor madurez, equilibrio y firmeza mo decimos, a ciertas influencia: profanas y a un
doctrinal que lo convertirán en uno de los más carácter no demasiado intelectual, frente a Gué-
cualificados representantes europeos del pensa- non, aquel maestro "sin igual de nuestro tiempo,
miento tradicional. fue sobre todo negativa": llegando incluso a es-
cribir en la revista "Idealismo realístico" una
Después de haber participado en la primera crítica del libro que sobre el Védanta Guénon
guerra mundial, sus contactos con los medios ar- había escrito. Sin embargo, eliminadas las prime-
tísticos le llevan a escribir "ARTE A S T R A T T A " ras desconfianzas, Evola va descubriendo en
(1920). destacando en el dadaísmo . "El da- aquel pensador francés al más alto y firme expo-
daísmo —nos dirá— no quería ser simplemente nente occidental del saber "no humano", tradi-
una nueva tendencia del arte de vanguardia. De- cional, que le fuera de tan valiosa ayuda para
fendía sobre todo una visión general de la vida iniciar el descolgamiento definitivo del plano
cuyo impulso, hacia una liberación absoluta con de la cultura profana y "para reconocer la futili-
el trastorno de todas las categorías lógicas, éticas dad de errores pasados o de bases cualesquiera
y estéticas, se manifestaba en formas paradógicas del "pensamiento moderno". En Guido de Gior-
y desconcertantes. Señalaba el autodisolverse del gio, pensador poco conocido y cuya obra litera-
arte, en un superior estado de libertad"?O como ria es más bien escasa, Evola profundizaría en el
señalara Tristán Tzara, proclamaba "lo que hay concepto de la tradición, entendida ésta, como
de divino en nosotros" por el "despertar de la norma de vida opuesta radicalmente a los tiem-
acción antihumana".
pos de decadencia que definen al mundo actual.
i
"Su indiferencia hacia el mundo moderno - h a
El periodo que él mismo ha dado en llamar escrito Evola— era tal que se había retirado a los
"especulativo" estará fuertemente influenciado montes, sentidas por aquél como su propio am-
por Nietzsche, Miohelstaedter y Weininger. Di- biente natural." En Hermán Wirth, se delineaba
cho periodo abarcaré cuatro años, de 1923 a el tema de una filosofía déla historia que partía
1S27, aunque algunas libros escritos «n tal «tapa de ll idea da la tradición primordial nórdica. V
no vivan la luí hasta 1930. De asta época taran rásetelo • J.J. ••(ihelan, I O I "oes lipes tunda-
las siguientes obras: "SAGUI S U L L ' I D I A L l S - mámalas 0* clvllliaclón, la civilización da upo
MO MÁGICO" (19251, "L'UOMO COME PO- uránico-virll y aquélla da tipo telúrico (o lunar)
TENZA" (1926). " T E O R Í A D E L L ' I N D I V I D U O
femenino". "En una, como principio supremo
ASSOLUTO" (1927). "IMPERIALISMO PAGA-
del universo, valía el elemento celeste y lumino-
NO" (1928) y "FENOMENOLOGÍA D E L L ' I N -
DIVIDUO ASSOLUTO" 11930). Alterna esta la- so personificado en la divinidad masculina; en la
otra dignidad, estaba el principio de la vida y de
la fecundidad, personificada en la Gran Diosa, en
ft M M ka *«•«• MB-MOMJUMM, MJM pirfl—tMp, mm tUm
PMftMiM 4« JMÜM Xaafcv la Gran Madre, análogamente en la divinidad de
carácter femenino, telúrico, nocturno o lunar". de la mentalidad moderna decadente. Asi, el teo-
Dando lugar a una distinción entre "la civiliza- sofismo, que pretendiendo ser una vía de salida
ción de los héroes y la civilización "deme'trica" semi-religiosa muy extendida, incorpora elemen-
(en general ginecocrática). entre los cultos olím- tos claros de la mentalidad moderna como el
picos y solares y los cultos "ctonico-lunares", evolucionismo, el humanitarismo e ideales de la
entre el derecho paterno y el matriarcado, entre subversión democrática; aparte de las erróneas
la ética aristocrática de la diferencia y la promis- comprensiones sobre "el karma" y la teoría de
cuidad panteísta y orgiástica". "la reencarnación". O el espiritismo, —en suma
ignorancia espiritual— tomando por 'espíritus'
Guiado por esta nueva corriente de pensa- de los muertos lo que no son, entre otras cosas,
miento, da vida a una nueva publicación: "LA más que energías vitales, residuos anímicos des-
T O R R E " (1930), que tendrá en Guido de Gior- prendidos al conectar el espíritu con la vida eter-
gio a uno de sus más fieles inspiradores. Con este na, o almas en pena destinadas a perecer por
nuevo paso, Evola abandona definitivamente no haber sabido liberarse de lo contingente. 0 el
"las tesis extremistas y poco meditadas del " I M - psicoanálisis, como la rebeldía de lo 'inferior'
PERIALISMO PAGANO", que habían influido de lo 'cenagoso', en auténtica subversión, fren-
principalmente en la línea u orientación del te al principio dominador y luminoso del ser.
"Grupo de UR". "LA T O R R E " , por el contra- Además de lo apuntado, Evola, alude en esta
rio, se referirá ahora al concepto de tradición y a obra a la antroposofla.al neomisticismo; aborda
la civilización tradicional. "En la editorial del el problema del catolicismo y un posible fortale-
primer número se decía que la revista quería reu- cimiento del mismo, así como otros temas como
nir a los pocos que eran capaces de una rebelión el satanismo, la "alta magia", el primitivismo, los
frente a la actual civilización", manifestando la obsesos y el superhombre.
más enérgica y "firme protesta contra la omnl-
prevalencia insolente de la tiranía económica y Su obra principal data de 1934: " R I V O L T A
social, y contra el naufragio de todo punto de CONTRO IL MONDO MODERNO", que es sim-
vista superior en aquello más mezquinamente bólicamente, como el centro del que, como
humano". " L A T O R R E " , venia indicada como rayos de una rueda, parten el resto de sus obras,
el símbolo "no de un refugio o lugar de una particularmente, las posteriores.
mayor o menor mística, sino de un puesto de
resistencia, de combate y de realismo superior".
"A decir verdad, el título no corresponde al
contenido, porque no se trata de un libro polé-
En 1931 publica "LA T R A D I Z I O N E ERME- mico, más bien de un estudio de morfología de
TICA", obra básica sobre la alquimia, y de la la civilización y de filosofía de la historia. La
que existe una reciente traducción española, pu- palabra 'rebelión' es sobre todo una consecuen-
blicada bajo el titulo "La Tradición Hermética" cia del libro más que su contenido propiamente
(Eds. Martínez Roca, S.A. / Barcelona, 1975), dicho". De cualquier modo, por su contenido
espiritual originario, este libro, como ha señala-
En 1932, "MASCHERA E VOLTO DELLO do J. von Kempski, "supera a nuestra época os-
SPIRITUALISMO CONTEMPORÁNEO", análi- cura e invita a la reconquista de un mundo y de
sis critico de las principales corrientes pseudo-es- una civilización de hombres no quebrados".
pirituales de nuestro tiempo. Existe una versión
en castellano publicada en México, 1974, por A diferencia de Spengler. este libro de Evola.
Ed. Diana, bajo el titulo "Máscara y rostro del afirma no un pluralismo (y menos aún un relati-
esplritualismo contemporáneo". vismo) de civilizaciones, sino más bien un dualis-
mo. Asi. las civilizaciones, por encima de los
Pese a lo que pueda creerse el conjunto de tiempos, de las latitudes y de los hombres que
tendencias 'espiritualistas' que hoy están muy les dan vida, no son más que de dos tipos: unas
de moda, por norma, "no son el síntoma de un civilizaciones, de orden descendente por antitra-
resurgimiento sino uno de los fenómenos que dicionales sustentadas sobre principios disolven-
atestiguan el desfallecimiento propio de una épo- tes, y otras ascendentes o tradicionales asentadas
ca crepuscular". Dado el peligro de materialismo y animadas por los principios inamovibles de or-
imperante han surgido formas de aparente y vaga den y rectitud. El libro, pues, delimitará y ante-
espiritualidad, que en lugar de aliviar las tensio- pondrá las categorías de esos dos tipos de civili-
nes humanas las agravan, que lejos de tender a la zaciones, esencialmente dispares en cualquier
reunificación y firme fundamento de la persona- punto de la existencia a que hagan referencia: al
lidad la disocian y empobrecen, y que de cual- mismo tiempo que expondrá los elementos y ra-
quier modo, no aciertan a separarse radicalmente zones que motivan el paso de un tipo de civiliza-
ción a otro. Asi, como ha acontecido, el cambio sas corrientes de pensamiento y acción tradicio-
de una civilización de tipo tradicional a otra de nal, durante la Edad Media y el Renacimiento.y
tipo antitradicional viene debido no, como se concretamente en la concepción gibelina del
dice, al progreso y a la evolución, sino a una 'Imperio' (que tenía en Dante a una de sus rnás
auténtica 'calda' o involución, ocasionada por un significadas cabezas) "en relación a su tentativa
"creciente distanciamiento del 'mundo supremo', de realizar, organizar y unificar Occidente bajo
por las destrucciones de las conexiones reales el signo de un Imperio sagrado".
con la transcendencia, por el predominio de lo
que es puramente humano y, en fin, por lo que Su aportación al tema de la raza data de un
es material y físico". Mientras que, el paso de período dilatado (1935-1943). Dedicado a un es-
una civilización de tipo 'moderno' o antitradicio- tudio concienzudo llega a superar las corrientes
nal hacia otra superior, tradicional, vendría co- biológicas o materialistas que sobre raciologfa
mo elevación de la más firme v auténtica recon- imperaban en su tiempo, alcanzando una alta
quista espiritual y como consecuencia de la desapa-
concepción espiritual e integral sobre el tema ra-
rición de las barreras del aislamiento individualis-
ta con todo lo que de caótico lleva esencialmen- cial. Son sus obras de estos años: "IL MITO
te consigo ese aislamiento. DEL SANGUE" (1937), "SINTESI DI DOTTRI-
NADELLA RAZZA* (1941) -obra tenida en al-
A demostrar, mediante la lectura caballeres- ta estima por Benito Mussolini y convertida en la
ca, la presencia en el seno del medioevo europeo obra oficial del racismo italiano—, y, por último,
de una veta de espiritualidad conectada con la " I N D I R I Z Z I PER UNA EDUCAZIONE
tradición primordial, escribe en 1937 "IL MIS- RAZZIALE" (1941), básica de introducción al
TERO DELIGRAALE LATRADIZIONE GHI- tema.
BELLINA DELL'IMPERO". Esta obra, en ver-
"El racismo —escribió Evola—, como es cono-
sión castellana, ha sido publicada por Ed. Plaza y
cido había tenido desde el principio una parte de
JanésIBarcelona, 1975), bajo el título: "El mis-
relieve en el nacional-socialismo", así como en-
terio del Grial".
tre ciertos estudiosos del tema, bajo formas ex-
En esencia el Graal, simboliza el 'centro es- tremistas y primitivas. "Mientras de un lado el
piritual' , el "principio de una fuerza transcen- racismo se asoció al antisemitismo, del otro ha-
dente e inmortal" unida a un estado de plenitud bía dado lugar a tendencias 'paganas " . siendo
primordial presente en el mismo período de la Alfred Rosenberg el principal exponente de ta-
'caída', de la involución o decadencia. Por enci- les ¡deas.
ma de lo que se pudiera creer, el Graal. lejos de
cualquier simbolismo contemplativo, es el miste-
La diferencia, pues, de éste racismo oon el
rio de una iniciación guerrera; lo que de por sí propugnado por Evola, era, como él mismo seña-
da a esta leyenda, céltica en los orígenes, un lara, notabilísima. Rosenberg, en su célebre li-
carácter marcadamente occidental. "Es significa- bro "El mito del siglo XX", había intentado
tivo que en todos los textos, los custodios del acercarse a la tradición nórdica de los orígenes
Graal o del lugar en el cual aquél se manifiesta procurando una interpretación dinámica a su ba-
no sean de los sacerdotes, sino de los caballeros, se r a c i a l . a varias civilizaciones y a la misma
de los guerreros y, además, que aquel lugar venga historia. "Pero todo lo dicho, en modo superfi-
descrito no como un templo o una iglesia, sino cial y aproximativo y sobre todo en un conjunto
como una corte o como un castillo". adaptado a la finalidad política casi exclusiva-
mente alemana. Faltaba pues, a 'Rosenberg. toda
El guerrero que. tras su lucha simbólica, logra comprensión para la dimensión de la sacralidad y
abrirse paso hacia el Graal por la vía de las armas de la transcendencia", dando lugar por otra par-
opera en sí mismo el don de aquel 'centro espi- te a una primitivísima polémica contra el catoli-
ritual' . siendo por ello "llamado a solventar una cismo, la cual, no se salvaba de más de veinte
argumentos de base iluminista y laica.
tarea de restauración". Con ello vuelve a «actua-
lizarse vigorosamente el principio tradicional de
unidad heroica, donde indisolublemente se unen "En cuanto al racismo alemán de Estado, se
la rectitud y santidad con la pericia y la victorio- presentó aquél como la mezcolanza de una varie-
sa fortaleza combativa t través del valor: «I más dad de una ideología nacionalista de fondo ean-
vállenla, *l ma|or tf entra loi ' f u t r i d ' , «I victo- oarmanlitt • idus de un cunniumo biológico.
rioso, ei i su vez ti mis santo y recto de todos En orden a este último, no fue del todo injusto
los caballeros, y viceversa. Trotsky cuando definió el racismo como un ma-
terialismo zoológico".
En la segunda parte del libro, Evola alude a la
influencia que la leyenda del Graal tuvo en diver- Frente a lo arriba dicho, Evola concibe la ra-
za "en un sentido superior, es decir,como la sus- un libro de tal nivel que, en seguida, entre los
tancia humana más profunda y originaria. Es evi- ambientes especializados sobre el tema, se consi-
dente -sigue Evola— que el concepto de la raza deró al autor como a un budista o como a un
depende de la imagen que se tenga del hombre, y especialista del budismo, lo cual, como él mismo
que tal imagen es la que define el nivel de cada dijera, naturalmente no era exacto.
doctrina de la raza". As(, como se ha dado a
entender anteriormente, "todas las desviaciones Respecto a los acontecimientos más señala-
acusadas en el racismo derivan de partir de una dos de su tiempo no permaneció aieno. Así, el
imagen del hombre de fondo materialista, que se retorno a los principios heroicos por él propug-
adolece del cientifismo y del naturalismo. Por el nado, como una vía de salida ante la descen-
contrario la conclusión básica de mi formulación dente trayectoria del mundo moderno, pronto le
—expone el pensador italiano— arranca de la
llevaría a observar con simpatía el fenómeno
concepción tradicional que reconoce en el hom-
bre un ser compuesto de tres elementos: el cuer- ' fascista ' europeo: fervoroso movimiento juve-
po, el alma y el espíritu. Una teoría de la raza nil y rebelde que aspiraba a encontrar formas
debía por lo dicho considerar todos y cada uno superiores de vida, más allá de la concepción
de los tres elementos, por consiguiente distinguir burguesa o marxista de la existencia. Evola, sin
una raza del cuerpo, una raza del alma y una embargo, aunque italiano, nunca llegaría a adhe-
raza del espíritu. La pureza racial se tiene cuan- rirse personalmente al Partido Nacional Fascista
do las tres razas concuerdan. están en armonía: de Italia, manteniendo siempre ciertas reservas.
la una expresándose a través de la otra", aunque En verdad, aquel fenómeno histórico europeo,
hoy esto no se verifica, dada la decadencia impe- junto a virtudes positivas y verdades de valor
rante, más que en rarísimos casos, universal mas o menos latentes, portaba también
i elementos subversivos que solo una cuidada la-
bor discriminatoria podría anular, así como po-
En correspondencia a las tres componentes se tenciar lo recto y vertical del mismo. No obstan-
debería por tanto formular un racismo de prime- te, para Evola, ésto habría de ser una labor pos-
ro, de segundo y de tercer grado. Y de acuerdo a terior a realizar después de la guerra, una vez que
la jerarquía existente de derecho, entre los com- las águilas hubieran reposado su vuelo victorioso.
ponentes del hombre, derivar, en vía de princi- Pese a los mejores intentos, los de más valor y
pio, la preeminencia de una raza interior, enten- señorío, la victoria no se alcanzó, pero Evola, de
dida como 'estilo', como "modo de ser y de inquebrantable voluntad, inició el trabajo que ni
definirise ante todo de sí y por sí", respecto de las estrecheces ni las dificultades propias de la
otra exterior, solamente biológica. Lo que obli- derrota pudieron desviar ni romper. A poner en
gaba y obliga aún hoy a "una profunda revisión práctica esta ¡dea corresponden sus obras:
de todas las miras del racismo cientifista y mate- "ORIENTAMENTI" (1950). once directrices bá-
rialista e incluso del dominio de la genética y de sicas frente a lo confuso y desviado a que puede
la teoría de la herencia". De esta forma se res- llegar un excesivo fervor revolucionario de escasa
pondía al fetichismo de la pureza racial entendi- solidez interior; "GLI UOMINI E LE ROVINE"
da en términos exclusivamente físicos: nada sig- (1953), desarrollo del opúsculo anterior: y por
nifica que pueda permanecer pura en diversos último. "IL FASCISMO CON NOTE SUL TER-
tipos la raza exterior, cuando, como por ejemplo ZO REICH" (1970).
en el caso de holandeses y escandinavos, la raza
interior esté gastada, apagada y descentrada. Asimismo, su fuerte, alta, firme y positiva po-
sición doctrinal le llevar ía, a lo largo de su vida,
Las ideas de Evola expuestas sobre la idea de a un alejamiento crítico de la propia Iglesia, leve
la raza, además de suponer una importante apor- reflejo, hoy, de aquella, vigorosa institución tra-
tación cultural y necesaria puntualización antici- dicional que fue durante la Edad Media. El mis-
pada a las presuntuosas e ignorantes declaracio- mo comportamiento de la Iglesia, cada vez más
nes de la UNESCO sobre el tema, suponen una tolerante con la subversión e incorporada al
significativa instancia antiigualitaria y antiracio- mundo moderno, acentuará, respecto de la pos-
nalista que las mismas promueven desde un pun- tura tradicional mantenida por Evola, aun más
to da vina polluco-social. ese alejamiento que él llevará siempre acompaña-
do da un M H Q ««paramado do rectificación que
Va «n 1943, publica un ensayo «obre ascesis en vano esperó durante su vida.
budista: " L A DOTTRINA DEL RISVEGLIO",
cuya edición inglesa fue muy apreciada por la Alternando con su« escrito» y conferencias
Pili Society, conocido e ilustre instituto académi- llega a conocer y trabar amistad con personalida-
co de estudios sobre el budismo de los orígenes. des de su tiempo como Altheim. Clauss, Von
Leers, O. Spann. el principe K A Rohan, en Bu- "METAFÍSICA DEL SESSO" viene a supe-
carest conoce al por entonces menos conocido rar, haciendo referencia a los principios tradicio-
que hoy Mircea Eliade que por aquellos años nales, las formas más primitivas, degradantes e
treinta formaba parte del ambiente de Codreanu incluso morbosas, que sobre el sexo existen: des-
y habla ya seguido la actividad del "Grupo de de las concepciones meramente antropológicas,
UR", al mismo tiempo conoce también a Corne- biológicas, sociológicas, eugenésicas y psicoanall-
liu Codreanu, de quién llegó a escribir: "recuer- ticas. hasta aquéllas que lo consideran en sus di-
do a Corneliu Codreanu, el jefe de la Guardia de versas comprensiones ideológicas como algo pe-
Hierro rumana, como una de las figuras más pu- caminoso y demoníaco. El sexo: "la más grande
ras, rectas y nobles" (1). "más dignas y espiri- fuerza mágica de la naturaleza", se reconduce,
tualmente orientadas que yo habfa encontrado por el contrario, en esta obra a su puro y recto
en los movimientos nacionales del tiempo". sentido; llevándolo a una 'reconciliación' con el
Igualmente, sus viajes por centro-europa, le lle- espíritu.
van a tomar contacto con el Ordensburg Cróssin-
see. donde tiene oportunidad de dictar algunas "En esta obra-escribe Evola-e! término 'me-
conferencias e identificarse con aquellos jóvenes tafísica' viene usado en un doble sentido. El
de las Schutz-Staffeln: el intento más serio y primero es aquél corriente en filosofía, donde
auténtico de reconquista aristocrática que haya por 'metafísica' se entiende generalmente la in-
existido en los últimos siglos de la moderna dagación de los significados últimos. El segundo
Europa. es aquél casi literal, que puede referirse al dicho
' lo que va más alia de lo físico ' en el presente
En Viena, en el año 1945. poco antes de la caso en el sexo y en las experiencias del sexo".
entrada de los aliados, fiel siempre a su lema:
"no esquivar, sino buscar los peligros" (no acu- En fondo último, el impulso del 'eros' es un
día a los refugios) es victima de un bombardeo incitar al despertar de la reintegración y de la
que le ocasiona la parálisis de las extremidades i reunificación del hombre: "es el esfuerzo meta-
inferiores. físico de superar el estado del individuo escindi-
do y condicionado y de establecer la unidad ab-
Reiniciada su actividad con "ORIENTAMEN- soluta y primordial del ser. A tal suerte, la sus-
T I " , en 1950, es arrestado y llevado a juicio co- tancia primaria del 'eros' es una especial forma
mo pensador antidemocrático, en parte por ha- de gozo hiperf ísico (que no excluye el autocon-
ber escrito el opúsculo antes citado, por haber trol y lo incondicionado) análogo a todos los
alentado y colaborado con la revista 'Impe- otros que el mundo antiguo consideró como po-
rium' que llevó a cabo su primera edición y por sibles vías hacia una experiencia suprasensible".
el hecho de ser considerado el 'maestro' de cier- El sexo rcadquiere. por tanto, bajo esta visión
to sector juvenil inconformista con el sistema una transcedencia muy superior a un mero ins-
cultural imperante en el mundo moderno. Evola tinto animalesco de reproducción, que, aun sig-
ante esto, sin regatear la altura de sus ideas con nificativo, es una de sus facetas menos importan-
vagos intentos defensivos, llega a insinuar. Inclu- tes. Supone estar en posesión de una potencia
so a indicar, a la corte que si lo que se quería creadora de índole interior en su más alta y su-
juzgar era la doctrina del Estado expuesta y prema comprensión espiritual.
mantenida por él, debían estar también entre los
acusados Platón, Metterních. Bismark, Dante..., Por contrapartida, en el mundo de hoy, en su
es decir, toda una tradición cultural. En relación concepción escindida, profana y desacralizada de
con este insignificante incidente, Evola elabora la existencia, la persona está sujeta y condenada
"L'AUTODI F ESA", uno de sus escritos más bre- a una comprensión del sexo limitada, que no ve
ves, pero al mismo tiempo fundamental para más allá de la propia avidez, ansia, deseo de sim-
comprender su trayectoria doctrinal. ple placer, instinto genesíaco; en suma, sexuali-
dad animal. Bajo la concepción moderna, el se-
Las alusiones que Evola. a lo largo de su obra, xo, lejos de liberar se convierte en una auténtica
viene haciendo a diversos aspectos de una con- fuerza destructiva del ser que degrada, envanece,
cepción de la existencia esencialmente opuesta a aniquila y esclaviza.
la que hoy impera, no pod la dejar pasar un pro-
blema como el sexo, verdadera obsesión para De 1961 es la obra "CAVALCARE LA TI-
gran parte de nuestros contemporáneos. De ahf GRE": orientaciones existenciales para una épo-
que en. 1958, escribiere "METAFÍSICA DEL ca de disolución. En este libro, el último verda-
SESSO", su obra más importante de la segunda deramente de su obra. Evola pretende ayudar a
postguerra. los que, habiendo seguido su corriente tradicio-
nal, se enfrentan al mundo moderno por los ca- físicamente el 11 de junio. Días después de este
minos hostiles de la acción. hecho, incondicionales y fieles amigos, tras algu-
nas vicisitudes, incineran a Julius Evola en orden
Muchos son los ingenuos que. pretendiendo a su voluntad. Posteriormente, recogidas sus ce-
cambiar el signo de la actual civilización, se es- nizas, dos jóvenes montañeros escalan el monte
tuerzan en combatirla para poder transformarla Rosa, en el norte de Italia, y haciendo un hoyo
en su propio seno; lo cual, es esencialmente im- profundo en un glaciar depositan la urna conte-
posible. El mal, en sí mismo, no puede transfor- niendo las cenizas. Evola, hoy, incorporado al
marse en bien. Para llegar a la rectitud, a conec- reino de lo "celeste", está presente.
tar con formas superiores de existencia, debe
uno primero desprenderse de los vínculos que Sus habitaciones, del Corso Vittorio Emanue-
tenga contraídos con la realidad, en este caso le 197. en Roma, que cuando viejo y enfermo se
decadente, que quiere combatir. A toda vincula- veían llenas de jóvenes que acudían a hacerle
ción con lo superior es preciso precederla de una compañía y a escuchar su palabra, son hoy, in-
auténtica ruptura. Esto ya, de por si, es el co- tactas, el lugar fijo de peregrinación de los que,
mienzo de toda auténtica revolución interior. luchadores en este mundo hacia la conquista
' del otro ', quedaron y quedan vivamente impre-
Evola. sin embargo, no entenderá aquí por sionados por la obra del héroe; la cual, hoy. des-
ruptura una simple actitud exterior. La ruptura de Italia, se ha extendido a Francia y Canadá
preconizada por Evola es aquella propia del hé- donde actualmente existen centros destinados a
roe mítico que va ganando la vida eterna perma- velar y difundir su pensamiento. Pronto, quizás,
neciendo físicamente en los 'infiernos' y lu- también España e Iberoamérica se incorporen a
chando frente a las tendencias 'infernales', dis- esta tarea necesaria en estos tiempos sujetos a la
puesto a afrontarlas sin ceder interiormente. A agitación y a la disolución.
esto es lo que Evola llama simbólicamente "Ca-
balgar el tigre".
- 0-
" C A V A L C A R E LA T I G R E " es la obra de
"negación del mundo y de los valores existen- Si de Evola tuviéramos que sintetizar su per-
tes" que devuelve a Evola a su "punto de ori- sonalidad, diríamos de él que no es ninguna 'ge-
gen" juvenil, cargado de un impulso profundo de nialidad' , que no es ningún 'pensador a lo mo-
salida —aun cuando no siempre consciente— has- derno' . "Lejos de exponer teorías propias, ha
ta el punto cero propio del dadaísmo, tal y como sabido hacerse eco de una realidad que va mucho
él mismo habla interpretado y vivido: es el ciclo más allá de su contingente y condicionada indivi-
de la propia obra que se cierra. El libro poste- dualidad" (2). Lejos de destacar e 'inventar' su
rior, titulado "L'ARCO E LA C L A V A " (1968), propio sistema filosófico al que, como otros, pu-
no será un nuevo libro propiamente dicho ya diera haberle colocado su nombre, Evola no bus-
que recogerá, por temas, diversos artículos publi- cará más que poner de relieve las verdades de
cados en vanas revistas durante su vida. Asimis- siempre, de esencia metafísica. Su constante y
mo, " I L C A M M I N O DEL CINABRO", que termi- línea maestra vendrán fijadas, por tanto, por un
na en 1972, no es tampoco otro nuevo libro, retorno a esos principios de valor universal.
sino, como él mismo ha dejado escrito, una guía
para caminar, entender y comprender sus obras
(que a nosotros de tanta utilidad nos ha servido De las dos grandes vías de aproximación ha-
para esta introducción), así como el resumen de cia aquella realidad suprahumana: la contempla-
una vida consagrada a desligarse de lo contingen- ción y la acción, Evola escogerá la segunda en su
te e individual para vincularse a lo transcenden- versión heroica, guerrera. Evola, pues, es un
te. Kshatriya del siglo X X , un guerrero que entiende
el combate, más allá del mero sentido profano,
«n lu <ulimito oonuniiio irMIelanal d« vi» •
Tr«» dm tnoi d i I H ÚltlmM llrWM d« " I L cammo simbólico de elevación y conquista espi-
CAMMINO DEL CINABRO". en 1974, ya en su ritual hacia la reintegración de la personalidad»
lecho de muerte, pide que le pongan a pie firme El héroe, como ser simbólico, en su lucha
—en la postura simbólica del guerrero que fue física y frente a lo exterior, no muestra más que
durante toda su vida—, como si intuyera su últi- su duro y pesaroso combate interior frente a las
mo instante, fiel a su norma de vida: "una única propias tendencias oscuras e inferiores; las cua-
cosa se debe tener presente, mantenerse en pie les, deben ser dominadas recta y equilibradamen-
ante un mundo de ruinas". Así, dejaría de existir te para poder así alcanzar la más auténtica y
elevada Patria: la del espíritu. Patria a la que do 'celeste' , frente al mundo del caos y de ti-
sólo los Señores, esto es, los que portan victoria, nieblas; como soldado del mundo de la tradición
pueden llegar y frente a la que no pueden preva- frente al mundo de la antttradición sin fronteras.
lecer 'declaraciones de derechos'; deseos malsa-
nos por la perversión; la tiranía de la mediocre y ISIDRO PALACIOS
titánica intelectualidad moderna; ó anhelos sen- NOTAS
timentales provistos da alasde cera, que tan solo
fll "ti mío l n c o - i / r a i-on Cvmiiin Ooérmmtm", Jmlt*M t*otm.
pueden remontarse hasta los niveles donde los « . v - f . t M M " i » l W 1 . S - P f : * - * - » t>Wy»r» / • Tt
rayos del sol las deshacen provocando la caída de
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quien no debió despegar sin la luz verdadera. tonto N * * * * * Jt«»*>M <UI Clmlo MtfmAol * • 4m4*A« ** ! * » • -
o*, n d m . 44, tmpttomhn 1074,
Es asi - t a l y como Evola ensena- cómo el
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heVoe moderno librado de cadenas, tras su revo- rion-l f migo -n/U « w unm timpl» pmimbrm y «•*• «M> f o a o n o m b r a
lución interior, como hombre nuevo, puede ini- « i m r « . í i i i t a , *J h* »tnl*ti—4ó «m 1 M Mgtmntm» molmt mumnttmmm:
ciar y proseguir la lucha cual brazo armado de la ~uniám4 Infartar, m*vplO A-mtnki. p o d r r ó* PMOTHft ciar* r* ti
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Idea en el minoritario ejército heroico del mun- fno «VI «apa-ttMlbín» « p r i t o m p o r a n v o - , / . Xi<oJfc **¿ D i a n a , Mi

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