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¡Oye Pelusa, despierta, vamos a trabajar! –le dice Susi a su amigo que estaba
medio dormido.
Oye Pelusa, despierta, acuérdate que tenemos mucho que hacer. Nuestro amo
Joaquín ya se levantó, ¡vamos!, ¡vamos!
Pelusa estaba muy cansado, no se reponía aún del trajín del día anterior. Estaba tan
agobiado de recorrer kilómetros y kilómetros solo para llegar a la orilla de un rio y
esperar allí varias horas para poder pasar por un estrecho puente y el único que
había además, en toda la región, donde solo cabía de a una ovejita y poder pasar al
otro lado.
Qué aburrida mi vida, pensaba Pelusa, eran más de dos mil ovejas haciendo lo
mismo que él, solo procurando tener paciencia para llegar al otro lado.
Caminó y camino mucho hasta que encontró una hermosa casita de madera. Tocó a
la puerta porque tenía mucha sed quiso pedir un poco de agua. – Toc, toc, regáleme
un poco de agua, sea usted amable. Al abrirse la puerta se encontró con una
enorme vaca de color café muy sonriente.
¡Oh, que sorpresa! sigue a mis aposentos, ¿que deseas ovejita? Pelusa un poco
tímido le pidió un poco de agua. La vaca sonriente le ofreció sentarse en el sillón
para que descansara.
Me llamo Pelusa. Vengo de un sitio muy lejano, estaba aburrido de mi vida en ese
lugar y decidí partir.
Qué triste. -Le dijo Martina-. Cuéntame, ¿qué fue lo que pasó para irte de aquel
lugar?, Pelusa empezó a relatarle: Pues mira Martina, yo vivía en un lugar muy
bonito, de praderas muy verdes y frescas. Tenía un amo que se llama Joaquín; mi
amo siempre estaba al pendiente de todo el rebaño ¡y eso que éramos muchas!,
más de dos mil ovejas. Nos alimentaba, nos bañaba, cuidaba muy bien de todas
incluso hasta nos cantaba todos los días. Pero también cuando llegaba la hora de ir
a trabajar nos tocaba caminar por varias horas hasta llegar a la orilla de un rio y
cruzar un pequeño puente de una en una.
Mira Pelusa, la verdad es que ese rebaño de ovejas hace un trabajo muy importante
y a la vez bonito. La razón por la cual todos los días caminan para dirigirse a ese
puente estrecho es por qué en el mundo de los humano hay personas que no
pueden conciliar el sueño, entonces para poder dormir, imaginan ovejas cruzando
un puente de una en una y empiezan a contarlas para así poder dormir. A algunas
personas les funciona a otras no, pero lo mejor de todo es que si un papito le cuenta
la historia del pastor Joaquín y sus ovejas a un niño o a alguien que no pueda
dormir, efectivamente los niños se van a quedar dormidos y van a tener un plácido
sueño.
Entonces Pelusa que escuchó atentamente todo lo que dijo su amiga, la vaca
Martina, se levantó y le dijo: - Martina, no sabía lo hermoso que es mi trabajo, me
has ayudado mucho y pienso en regresar.
Susi se dio cuenta que su amigo Pelusa había regresado y corrió a darle un fuerte
abrazo.
Bibliografía:
https://www.planetacurioso.com/2008/08/26/sera-cierto-que-contar-ovejas-funciona-
para-dormir-mas-rapidamente/
https://www.flipa.net/por-que-contamos-ovejas-para-dormir/
https://www.huffingtonpost.es/patricia-ramirez/contar-ovejas-un-mito-
con_b_1908485.html
https://www.muyinteresante.es/curiosidades/preguntas-respuestas/isirve-de-algo-
contar-ovejas-para-dormir