HISTORIAS DE VIDA

QUERIDOS ESTUDIANTES ESTE EJERCICO LOS VAMOS A REALIZAR PARA

EXPERIMIENTAR UN POCO LO QUE LOS PACIENTES EN CONDICION DE
DUELO PUEDEN SENTIR. LA LECCION DEL LIBRO QUE VAMOS A REVISAR
ES: LECCION DE LA PERDIDA PAGINA 35.

1. REALICE SU REFLEXION PERSONAL ACERCA DE ESTA LECCION EN

BASE A LAS EXPERIENCIAS DE SU VIDA Y COMO ESTE LE DA UNA
PERSPECTIVA DISTINTA PARA VIVIR.

DESARROLLO
La vida es un constante aprendizaje, esta nos brinda la oportunidad de generar
vivencias, momentos, nos brinda personas, nos da recuerdos y se encarga de
darnos lecciones a lo largo del trayecto. al mirar al pasado comprendemos que
estas cosas las hemos aprendido a valorar fruto de las vivencias y reflexiones, al
compararnos con nuestro “yo infante” cuando nos gobernaban el desconocimiento
y las ganas de descubrir el mundo que nos rodeaba, nuestro “yo adolescente”
descubriendo la libertad y autonomía y dándose cuenta las primeras lecciones
valiosas de la vida para su “yo adulto”.
“El cambio y la pérdida están profundamente conectados. No hay transformación sin
pérdida” -STEPHEN GROSZ.

Siempre he pensado que en este mundo somos arrancados de las entrañas de

nuestra madre, arrojados cual corderos al matadero, vivimos con miedos,
disfrutamos las alegrías como hienas eufóricas, nos defendemos como lobos,
pasamos dificultades cual perro desamparado; pero siempre volvemos como
águilas y ante las vicisitudes renacemos cual fénix.
De las lecciones que nos enseña la vida una de las mas necesarias que estas nos
enseña es el saber perder y no solo el perder un objeto, una materia u cualquier
otra cosa material, esta nos enseña a saber que es normal que las personas no se
queden siempre en nuestras vidas, si lo pensamos bien, nuestra vida es una
constante sucesión de pérdidas y encuentros. A lo largo del camino nos
desprendemos de antiguos amigos, familiares, parejas, compañeros de trabajo,
abandonamos algunos lugares, ponemos punto final a ciertas relaciones y
cerramos capítulos de nuestra vida, cada una está ligada a un ciclo dentro de
nuestro propio ciclo y tarde o temprano estas nos dejaran ya sea porque tomaron
caminos diferentes al nuestro o porque su ciclo vital se vea culminado.
Todas esas situaciones nos pueden precipitar en un proceso de duelo, el más
doloroso de todos es el duelo por la muerte de una persona querida. Aunque es
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curioso ver como le tenemos temor a la perdida de un ser querido o incluso a

nuestra propia muerte, evitamos a toda costa enfrentarnos a estas dos
situaciones; sin tener en cuenta que la perdida y la muerte nos enfrenta a nuestros
peores miedos. Nos ayudan a ver qué diferente podría ser la vida, y esa visión se
lleva el resto de nuestros miedos. Por desgracia, cuando el miedo ha
desaparecido, solemos estar ya demasiado enfermos o viejos para hacer lo que
habríamos hecho antes si no hubiéramos tenido miedo. Nos hacemos viejos y
enfermos sin haber probado siquiera nuestras secretas pasiones, sin descubrir
nuestro verdadero trabajo o convertirnos en la persona que nos hubiera gustado
ser. Igualmente llegaríamos a ser viejos y enfermos un día, aunque hubiésemos
realizado lo que anhelábamos, pero no tendríamos nada que lamentar. No nos
encontraríamos al final de una vida vivida a medias. De aquí deriva una clara
lección: Tenemos que superar nuestros miedos mientras aún podamos hacer
aquello que soñamos y saber sobrellevar dichas perdidas, porque al final ¿Qué es
la vida? Sino una perdida y aprendizaje constante, porque se nos es arrebatado
todo lo que una vez se nos brinda, pero al final lo valioso e importante prevalece
con nosotros.

-Realizado por: Camila Andrea De la Hoz Polonia.