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Este documento discute las causas potenciales del fracaso en la repertorización homeopática. Identifica tres categorías principales: 1) Fallas derivadas del interrogatorio al enfermo que proporciona síntomas confusos o escasos. 2) Fallas derivadas del interrogatorio del médico. 3) Fallas aparentes debido a factores externos que afectan la evolución del paciente, no la repertorización en sí. El autor analiza cada categoría y ofrece consejos para mejorar la repertorización en esos casos desafiantes.
Este documento discute las causas potenciales del fracaso en la repertorización homeopática. Identifica tres categorías principales: 1) Fallas derivadas del interrogatorio al enfermo que proporciona síntomas confusos o escasos. 2) Fallas derivadas del interrogatorio del médico. 3) Fallas aparentes debido a factores externos que afectan la evolución del paciente, no la repertorización en sí. El autor analiza cada categoría y ofrece consejos para mejorar la repertorización en esos casos desafiantes.
Este documento discute las causas potenciales del fracaso en la repertorización homeopática. Identifica tres categorías principales: 1) Fallas derivadas del interrogatorio al enfermo que proporciona síntomas confusos o escasos. 2) Fallas derivadas del interrogatorio del médico. 3) Fallas aparentes debido a factores externos que afectan la evolución del paciente, no la repertorización en sí. El autor analiza cada categoría y ofrece consejos para mejorar la repertorización en esos casos desafiantes.
Repertorización. Algunas Causas de Fracaso Dr. Armando J. Grosso
Información para el medico homeópata
Repertorización. Algunas Causas de Fracaso Dr. Armando J. Grosso
duele el estómago, y su atención se ha polarizado exclusi-
A unque por lo general el resultado de la repertorización vamente en este sentido.
nos conduce al remedio conveniente para el enfermo inves-
—¿Le duele más con el calor?, ¿con el frío?, tigado, no es demasiado raro que el resultado falle, es decir, ¿comiendo?, ¿en ayunas?, ¿acostado? que no obtengamos todo lo que esperábamos de ninguno Todo es lo mismo, refiere. Le duele el estómago de los remedios “más indicados” en ella. Alguna vez el re- y no sabe decir más que eso. medio no sirve absolutamente y otras veces el caso no evo- —¿Y aparte del estómago, tiene alguna otra molestia? luciona como debiera; unos síntomas mejoran y otros no. —Nada más que el estómago. Entonces sacamos en conclusión que la repertorización del caso falló. Indudablemente, muchos son los factores que Y cuando el médico insiste en investigar otras cosas, una pueden intervenir en esta falta de éxito. Su investigación sorda y a veces no disimulada irritación lo va invadiendo y puede llegar a ser compleja. Pero pronto se echará de ver comienza a hacer lo posible para mostrar con su expresión que hay fracasos de la repertorización por determinadas el aburrimiento que lo domina. “Tantos le han preguntado causas —que analizaremos— y fracasos de evolución de lo mismo y, en suma, ¿para qué? ¿Qué resultado obtuvie- enfermos que atribuimos a la repertorización pero que nada ron?”. Si es un asmático, no hablemos. Porque para él ya no tienen que ver con ella. hay horario ni influencia climatérica ni nada que valga. Él Entre las primeras están las fallas de interrogatorio; entre tiene asma, siempre asma y nada más que asma. Y lo peor- las segundas, la injerencia de causas extrínsecas al síndro- de todo es que esa es la verdad. Y así pueden multiplicarse me que fue llevado a la repertorización. los ejemplos. Bien. Estos casos son difíciles desde el primer momento. El homeópata algo experimentado advierte en Podemos, por lo tanto, considerar: seguida que allí hay pobreza y confusión de síntomas. Nin- 1. Fallas derivadas del interrogatorio, imputables guno de ellos es limpio ni preciso, y probablemente tampo- al enfermo. co hallaremos alguno que sea tan firme y cierto como para 2. Fallas derivadas del interrogatorio, imputables apoyarse en él en busca del hilo de Ariadna. al médico. 3. Fallas aparentes de la repertorización: Reacción Cierto es también que hay que disculparlos porque estos irregular del remedio de fondo por causas enfermos están desesperados y desalentados; pero el hecho extrínsecas. resultante es que, desgraciadamente para ellos, estos pa- Vamos a desarrollar cada uno de estos puntos. cientes tienen poca solución. Solamente una bien entendida colaboración entre el médico y el enfermo puede producir algún fruto. La historia de uno de estos pacientes es una Fallas imputables al enfermo masa de síntomas y no “un caso”, como dice Kent. La causa más corriente del fracaso de un medicamento que Aquí no nos queda más recurso que la repertorización de ha sido correctamente investigado reside en la deformación todos los síntomas del enfermo, locales y generales, para adquirida por el cuadro de síntomas del enfermo. La sinto- tratar de extraer por razón de mayor peso —si se nos per- matología original de sus males ha sido borrada por los mite la expresión—, el remedio posible. sucesivos tratamientos a los que el paciente fue sometido. Ya no le quedan más que los síntomas locales: una mezcla No obstante, y a pesar de lo desalentadora que es la tarea, descolorida y vaga de su sufrimiento, sin relieves de ningu- no debe darse a priori todo por perdido. na especie. El enfermo, pongamos por caso, nos dice que le Además de la solución anunciada pueden encontrarse otros ciones o de otras causas accesorias. Quitan la hojarasca del caminos. A nuestro juicio, tiene importancia establecer una caso y quedan más acentuados y definidos los síntomas correcta y detallada crónica de la evolución del pasado reales del enfermo. Tales serían Nux vomica, Carbo veg., mórbido del sujeto para poder saber qué ha pasado allí has- Psorinum, Sulphur, Pulsatilla, Kali jodatum y Thuja. Des- ta llegar a determinar la situación presente; qué pués de un medicamento de esta clase, reactivos, debere- “supresiones” hubo y cómo se han sucedido las distintas mos tomar nuevamente el caso poniendo especial atención localizaciones de su morbilidad. Establecer si estamos ya en los síntomas y modalidades actuales y con ellos buscar ante un terciarismo miasmático irreductible o no. el remedio. Veremos, por ejemplo, que el enfermo tuvo un reumatismo Hemos visto el tipo de enfermo que nos da pocos síntomas, cuya supresión fue seguida por una pleuritis. Más tarde confusos y sin relieve. Pero el interrogatorio depara a veces hubo una blenorragia larga, que costó mucho curar. Nueva sorpresas distintas. Aparece el enfermo que nos da dema- supresión seguida un tiempo después por asma. La crono- siados síntomas. logía de su pasado mórbido o sea la comprensión del ori- Aquí hay que desconfiar. Un exceso de síntomas es casi tan gen de su estado actual, puede sugerirnos alguna orienta- malo como una falta de ellos. Se trata, por lo general, de ción en la selección de los síntomas a repertorizar. Las mo- pacientes neuróticos donde los datos varían constantemen- dalidades comunes a las distintas etapas, es decir, que se te. Estos también son de solución difícil. En este enfermo repiten, pueden llegar a adquirir solidez. todo síntoma que no sea confirmado por una repregunta, o Si los síntomas actuales son muy confusos trátese de esta- por la concordancia de sus modalidades con las de los de- blecer los comienzos de su síndrome actual —asma, en este más, es sospecho so de ser incierto y hay que ponerlo en caso— y si esto no fuera posible, remóntese a cada etapa cuarentena o eliminarlo desde ya. Aunque parezca paradó- anterior. Reuniendo los síntomas de cada una, viendo las jico, es difícil que sea buen indicador de un remedio, un modalidades que se han reiterado en el curso de las distin- síntoma sobre el que un enfermo de esta clase cargue el tas enfermedades tal vez pueda vislumbrarse el remedio de acento. El enfermo cree obrar sinceramente, pero su estado fondo. Recordamos un resultado brillante de Phosphorus neurótico lo conduce a darnos síndromes superficiales, sin en un caso de asma, en que los síntomas confusos del esta- arraigo ni hondura, y muy a menudo engañosos. do actual condujeron a la investigación del cuadro inicial Cuando se pretende hacer la jerarquización de los síntomas de su padecimiento. Los síntomas subjetivos de esa época de estos enfermos hay que decidirse a eliminar todo lo du- sugerían marcadamente Phosphorus y el resultado confir- doso, haciéndolo sin reparo, aunque se trate de un signo mó la elección. llamativo y raro, y aunque sólo nos queden cuatro o cinco Otra enferma, una joven con dolores en sus miembros infe- síntomas fundamentales sobre los cuales apoyar la pres- riores discretamente varicosos, sólo nos hablaba de sus do- cripción. Como línea general de conducta en los enfermos lores con modalidades de agravación y mejoría de lo más demasiado ricos en síntomas, toda la sintomatología local contradictorias. No consigue alivio de su padecimiento des- debe desecharse. Y debemos recordar que estos pacientes de hace cinco años. Como no se viera solución en los sínto- necesitan Tuberculinum más que otro nosode. mas de su estado actual llevamos la atención al origen de Recapitulando, es necesario tener presente que una reperto- su enfermedad. La anamnesis prolija de su comienzo sugie- rización ordinaria no nos dará un buen resultado en los re la idea de una polineuritis gripal y después vinieron las enfermos carentes de síntomas ni en los enfermos que los várices. Las modalidades del comienzo y la localización tienen en exceso. Por razones distintas según vimos, el ca- neurítica condujeron a Argentum y el resultado fue muy mino común nos puede llevar al error y es necesario enton- bueno. Ella, la pobre muchacha, decía lo que sentía: dolores ces apelar a alguna de las soluciones sugeridas más arriba y más dolores de pie y en la cama, con el frío y el calor. Se para encontrar el remedio para ellos. sumaban las algias neuríticas a los dolores varicosos. Y es- taba tan aburrida de ellos y de los médicos que hubo que interesarla seriamente para tener respuestas exactas de su Fallas imputables al médico malestar original. Al momento que el médico toma el caso debe estar siempre Sucede a veces en estos casos confusos por larga evolución en guardia contra las respuestas dadas sin firmeza y sin y la alteración de síntomas sufrida, que no se puede cons- seguridad. Es una cuestión de matices, pero que se aprende truir el menor esbozo de síndrome evocador de un reme- pronto a distinguir. Síntomas inseguros equivalen a pres- dio. Entonces podemos apelar a alguno de los medicamen- cripción insegura. Hay que prestar atención a la manera en tos “aclaradores”, es decir, remedios que tienen la virtud de que el enfermo contesta al interrogatorio. Preguntas mal ordenar en cierta medida la economía del enfermo y hacen formuladas llevan implícitas malas contestaciones y, por lo desaparecer una cantidad de síntomas secundarios, parasi- tanto, ofrecen malos resultados. tarios, que no dependen de la enfermedad sino de medica- Pero además de esto el médico debe fijarse en el grado de por el frío. inteligencia del enfermo y su expresión. No discriminar sobre estas variaciones puede conducirnos Ésta denota siempre algo: indiferencia, aparente o real, in- a querer dar el remedio de fondo durante la poussée, o vi- quietud, aprensión, desaliento, etcétera. ceversa. Por supuesto, la repertorización acusará un fraca- Hay que valorar estos estados de ánimo y tomarlos en con- so. sideración como síntomas, porque algunas veces el paciente no quiere y otras veces no puede expresarlos en palabras. Fallas mal imputadas a la repertorización. Con- La inobservancia de estas reglas suele llevar a perder sínto- ducta irregular del remedio por causas extrínse- mas que han estado siempre presentes, desde la primera cas. consulta. El “¿me curaré?” dicho con timidez al final de la Algunas veces la evolución de un enfermo sometido a un consulta revela un estado de aprensión a menudo comple- remedio de fondo es irregular. Presenta altibajos inmotiva- tamente disimulado hasta ese momento. La inquietud del dos, persistencia de síntomas que deberían desaparecer y enfermo, que a cada rato cambia de posición en su asiento otras anomalías de evolución. El médico se siente impulsa- sin motivo, revela un temperamento distinto de otro que do a cambiar el remedio y se pregunta si será exacto el re- parece que se estuviera cayendo a pedazos y que sólo busca sultado de la repertorización del caso. donde apoyarse mejor. La locuacidad de uno en contraste Supongamos algo frecuente. Un enfermo bien estudiado no con el mutismo de “empacado” de otro, etcétera, son tam- reacciona como es debido a su remedio de fondo. El pacien- bién síntomas y lo mejor es que son absolutamente reales, te mejora su estado general, su parte mental y en todos sus positivos y, por lo tanto, mal hace el médico si no los anota síntomas importantes, pero hay un grupo de ellos que no en su historia porque la repertorización adolecerá de fallas. mejora y este grupo impide que el enfermo tenga la sensa- Otra causa importante de errores cometidos por el médico ción plena de bienestar. Como una ironía veremos alguna radica en la inadecuada valoración de los síntomas del mo- vez que el enfermo mejora de todo, menos de la molestia mento actual en lo que respecta a su jerarquización. Ghatak, local por la cual nos vino a consultar. Pongamos por caso en su obra, insiste en que debe dejarse de lado sin contem- que se trate de un enfermo crónico hepático que nos consul- plación a todo síntoma, de cualquier jerarquía que sea, si es ta por una cistitis. Con el remedio de fondo aumenta nota- que él no ha evolucionado con la enfermedad, y a conceder- blemente su apetito, mejora su carácter, su estado general, le importancia en el caso inverso. etcétera, pero sus trastornos vesicales se mantienen en el Si un paciente que tiene una enfermedad cualquiera en evo- mismo estado. ¿Qué es lo que sucede aquí y cómo se expli- lución nos da entre sus síntomas mentales, por ejemplo, ca la situación? En principio debe esperarse un tiempo ra- temor a las tormentas, y ese síntoma no se ha ido agravan- zonable y proceder al cambio de dilución. Si esto no bastara do a medida que la enfermedad evolucionaba; si este sínto- para resolver el caso debemos concluir en que el remedio ma ha sido una especie de espectador del resto del síndro- de fondo no cura esta lesión. Sucede probablemente que ese me, entonces carece de importancia para integrar el cuadro remedio no tiene marcada acción sobre el miasma causante del remedio actual, y a lo más servirá para la elección de de los síntomas rebeldes. algún remedio ulterior. Si un niño es habitualmente capri- Pero existe también otra posibilidad. Estos síntomas son choso, este síntoma no puede tomarse en cuenta para elegir locales; puede haber, por lo tanto, un factor local que impi- un remedio para una angina sobreviniente, pero si el niño de el progreso de la curación. No habiendo violación de se torna caprichoso cuando tiene una angina, entonces sí reglas higiénicas fundamentales debe procederse a una tiene alto valor. Si un sujeto es friolento durante un proceso anamnesis prolija del comienzo de la molestia. Por ahí sal- agudo cualquiera que lo afecte, el síntoma debe desecharse, drá a luz que, hace años, una blenorragia causante de las pero, si siendo friolento se torna caluroso durante él, enton- molestias vesicales fue “suprimida” con instilaciones de ces la calurosidad tiene valor. nitrato de plata. En este caso no hay más solución que dar Muchas veces los médicos no discriminamos bien entre los un remedio intercurrente de menor radio de acción, un re- síntomas constitucionales, del substractum mórbido de un medio que nosotros llamaríamos más “localizado”. paciente —que son más o menos fijos—, y las variaciones En nuestro caso será, por supuesto, un antídoto del nitrato que aparecen cuando este substractum realiza un esfuerzo de plata. Con él mejorará su vejiga y después el enfermo depurador, o sea, una enfermedad. Un enfermo hepático, volverá a ser accesible a su remedio de fondo. El medica- friolento, tiene una poussée de colecistitis, y durante ella se mento intercurrente quitó un escollo. torna caluroso. Esto no significa que el enfermo sea sensible Debemos interpretar esta situación así: el remedio básico es al frío y al calor. Si estamos investigando el remedio de su correcto, pero no tiene acción sobre un determinado ele- crisis actual debemos tomar como índice la agravación por mento de distinto origen miasmático. el calor y para la búsqueda del remedio de fondo el síntoma propio de su estado mórbido básico, que es la agravación La anamnesis revelará con frecuencia casos como éste, don- Se trata de una diabética benigna que mejora bien y mucho de una intervención terapéutica demasiado activa hecha en con Lycopodium. No obstante sigue presentando ligeros una oportunidad anterior deja tras de sí una secuela persis- cuadros febriles o enfriamientos y sudores que son reacti- tente, pero otras veces el síntoma inmodificado no puede vaciones ligeras de un antiguo paludismo que el remedio de atribuirse a esta causa. fondo no ha logrado vencer. La causa primera a investigar en los casos de paludismo es si ha habido exceso de quinina Un niño de temperamento linfático con anginas y adenopa- en aquella época. Se antídota la quinina pon Natrum mu- tías a repetición nos conduce a prescribirle Calcarea carbo- riaticum y aunque no se eliminan totalmente sus malesta- nica con buen resultado en términos generales. Pero este res, ellos se atenúan francamente y el remedio de fondo enfermo tiene una tos espasmódica cuyo retorno constante continúa su acción en mejor forma que antes. tiene inquietos a los padres. Con el remedio de fondo el ni- ño ha mejorado su estado general y en todos sus aspectos En todos estos casos el remedio intercurrente “más localiza- fundamentales, pero la tos no se ha modificado. La explo- do” no tiene más objeto que desalojar un escollo dejado por ración radiológica no muestra nada particularmente orien- un agente externo, germen, toxina o medicamento que im- tador. Se trata entonces de aclarar si el medicamento bási- pide la recuperación del organismo ante la solicitación del co es correcto o no. Hacemos una investigación prolija so- buen remedio. bre el comienzo de la tos y sabemos así que ella quedó co- Llegamos ahora a considerar una situación no frecuente mo secuela de un sarampión. La intervención del remedio pero tampoco excesivamente rara. Un enfermo viene mejo- adecuado a los comienzos de la tos, Drosera, resuelve la rando bien con su remedio de fondo y de repente, y sin situación. causa aparente, su buena marcha se detiene y el enfermo entra en un período de inmovilidad. No empeora, pero Casos como estos son frecuentes en los niños, en los que, tampoco mejora. Sus malestares persisten y no puede en- por no haber transcurrido demasiado tiempo desde el co- contrarse la razón. No solucionándose el caso con el cambio mienzo de su afección hasta el momento en que el médico de dinamización se debe comenzar a buscar si hubiera lo ve pueden recordarse bastantes síntomas con relativa cuestiones de orden psíquico o moral de por medio, y neu- facilidad. Un caso muy semejante al anterior es el siguiente: tralizar sus efectos en tal caso. Otro camino a investigar es el de tratar de hallar un remedio similar y de preferencia Nos traen una niña de 5 años por su carácter del mismo grupo (Grupos de Boyd), elegido de acuerdo a “imposible” (y así lo era, en efecto), que mejora con Nux los síntomas precedentes. Pero si tampoco se lograra solu- vomica. Pero además tiene una tos espasmódica que no ción por este medio, lo mejor será no hacer nada y esperar sólo no mejora sino que va en aumento. También aquí pen- durante un tiempo a que aparezcan nuevos síntomas o nue- samos que si ese remedio mejora en forma acentuada su vas molestias que nos orienten hacia un nuevo remedio o carácter, estado general y apetito, y no cubre este aspecto nos liguen a retornar al mismo. Esta situación es convenien- del caso es porque debe haber un factor local o un estado te comunicarla francamente al enfermo. Así se logrará su miasmático ajeno al fondo miasmático propio de la niña; cooperación y la paciencia necesaria para esperar algo que es decir, existe un factor agregado. En la historia tenemos no está en nuestras manos producir: la aparición de sínto- anotado: coqueluche [nota del editor: tos ferina] hace 3 mas guiadores. Son períodos de latencia que los norteame- años. Tratando de ampliar esta referencia nos enteramos de ricanos llaman períodos do nothing, de no hacer nada. Fe- que en esa época tuvo una tos coqueluchoidea muy larga y lizmente estos casos no son frecuentes. Pero bueno es que el de diagnóstico dudoso. Pero al mismo tiempo sabemos que médico conozca su existencia porque son situaciones des- la niña estuvo hace unos 20 días en contacto con un niño concertantes. coqueluchoso. Suponemos entonces que ésta sea la verdade- Por último, hay también algo que contribuye a resolver al- ra tos convulsa. Se impone entonces un cambio de orienta- ción terapéutica. El remedio de fondo propio de la niña no gunos casos y que no debe olvidarse nunca. Es un poco de despierta en ella elementos de inmunidad para este factor buen sentido. etiológico. Esto debemos lograrlo con otro remedio. En este caso Coccus cacti dio cuenta rápidamente de la tos. Des- Recordamos el caso de una chica reumática y psoriásica pués de este episodio la niña siguió reaccionando bien a que mejoraba bien con Lycopodium. No obstante, su peso Nux vómica durante dos años, mejorando increíblemente su seguía un lento pero continuo descenso que se había inicia- estado general. do un año antes de ponerse en tratamiento. El caso nos ins- piraba bastante preocupación porque existían antecedentes Veamos otro caso en que una intervención medicamentosa familiares de bacilosis.Y durante un tiempo, a pesar de que la antigua altera y detiene el curso de una mejoría. mejoría se producía siguiendo la ley de curación, pensamos si con el tratamiento no estaríamos produciendo una supresión que hubiera sido de consecuencias muy se- rias para ella. En este punto resolvimos aclarar bien las cosas y felizmente comenzamos por el principio: averiguar CREADO Y EDITADO POR: cómo comía la chica. Resultó que si bien ella tenía buen apetito, comía muy poco a la hora del almuerzo porque la dominaba el temor de llegar tarde al empleo, asunto que le Jorge Montoya Saldaña preocupaba seriamente. Bien, comiendo con tranquilidad, en el centro, la chica mejoró rápidamente su peso. Se trata- ba de un aparente fracaso del remedio de fondo allanado con una solución de orden higiénico.
Como vemos, en todos estos casos el remedio de fondo ha-
llado no cumplía totalmente la misión que se esperaba de él y podría hablarse de fracasos de la repertorización. Sin du- da alguna existe también esta circunstancia, pero bien mira- do el asunto creemos que extremando el cuidado en el inte- rrogatorio y eliminando las causas exteriores podemos ha- llar en la repertorización lo que tenemos derecho a exigir: la indicación de uno o varios remedios que puedan ser la cla- ve del caso en investigación.
La homeopatía permite curar a más
personas que cualquier otra terapéu- tica. Es el método más reciente y el más especializado para tratar de mo- do económico y no agresivo.