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1
Obra Inédita depositada en la
Dirección Nacional del Derecho de Autor
de la República Argentina.
Expediente n° 683358/2008
Expediente n° 747015/2009
Expediente nº 942922/2011.
2
EN MEMORIA
A Clemens van Bönninghausen, cuya prodigiosa colección del tropismo y de las modalidades
peculiares de los remedios permite alcanzar la curación a tantos pacientes.
A Ricardo Haehl, Guillermo Boericke y Willis Ward, cuya generosidad y tenacidad permitieron
rescatar la casi perdida 6ta. edición del “Organon”.
Adams. Aegidi. Ahner. Apelt. Baher. Becher. Bethmann. Bruner. Bute H. G. Caspari. Cubitz. Foissac.
Franz. Gersdorff von. Goullon. Gross. Gutman. Hahnemann Frederik. Haubold. Hartlaub. Hartmann.
Haynel. Hempel. Hering. Herring. Herrmann. Hornburg. Jahr. Kretschmar. Langhammer. Lehmann.
Lehmann J.Lesquereur. Meyer. Michler. Nenning. Piepers. Rohel. Rummel. Rueckert. Th.Schoenke.
Schréter. Schweikert. Seidel. Staff. Teuthorn. Tietze. Trinks. Wagner. Wahle. Wislicenus.Woost.
3
EN RECONOCIMIENTO
EN HONDA GRATITUD
4
“El Ser Supremo me ha permitido descubrir o puedo decir, me ha revelado, la
mitigación del sufrimiento de la humanidad”.
¡¡ HAHNEMANN ¡¡
SU MENSAJE
“En modo alguno exijo fe ciega y tampoco pretendo que estas verdades sean
comprendidas. Tampoco yo las comprendo. Es suficiente con que sean un hecho y nada más. Es
únicamente la experiencia la que lo afirma y yo confío en la experiencia antes que en mi propia
inteligencia”.
“Estas verdades, puras y grandes, serán cuestionadas durante años y hasta por los
mismos médicos homeópatas y no llegarán a ser puestas en práctica debido a la especulación
teórica y a las convicciones prevalecientes…”
“He sentido que era mi deber dar a conocer al mundo estas magnas verdades de las
que tanto necesita y no me incumbe si a la humanidad le es posible observarlas cabalmente o
no”.2
1
Samuel Hahnemann, “Organon”, Prefacio a la 1ª edición, 1810.
2
Samuel Hahnemann “Enfermedades Crónicas”, México, Ed. Porrúa, 1990, pág. 235/6.
5
6
INTRODUCCION
La primera parte de este libro ha sido escrita para rendir tributo a Samuel
Hahnemann y a su monumental obra.
Es asimismo un breve relato de cómo la Homeopatía desvió su camino por causa de las
inevitables pasiones humanas hasta un punto de difícil retorno.
La segunda parte del libro está dedicada a todos los enfermos crónicos, en la
certeza de que mediante los avances aquí asentados, puedan muchos de ellos alcanzar la
curación.
En la convicción de que la Verdad tiene sus propios caminos más allá de la opinión
humana, los hallazgos y comprobaciones aquí asentados no pretenden persuadir a nadie, ya que
únicamente los hechos iluminan las verdades. Se relatan entonces con la esperanza de que sean
juzgados sólo por sus resultados clínicos.
7
En conformidad con la física actual, aporta una nueva comprensión de la
Dinamización homeopática, así como del Campo de Energía del remedio y del significado
de su expansión, que reemplaza a la idea de simple dilución, la cual deja de ser un agente
inactivo y accesorio y adquiere un poder dinámico de jerarquía tan fundamental como la fricción.
El quinto avance que se expone son las condiciones para llevar a cabo el tratamiento
continuo a lo largo de años, en el convencimiento de que no existe método más eficaz en la
curación y prevención de las Enfermedades Crónicas.
Finalmente, la segunda parte del libro, fruto de estos años de investigaciones, está
también dirigida a aquellos médicos que prosigan esta senda que abrió el Maestro.
Aun hoy, relacionar el laboratorio experimental con la clínica abre inmensos territorios
que solo esperan ser recorridos, siempre que quien lo haga tenga su espíritu desprovisto de
prejuicios tal como el del “niño pequeño” que refirió Thomas Huxley 3.
3
Ver cita en pág. (primera) del Capítulo II de la 2da. Parte de este libro.
8
PRIMERA PARTE
9
10
CAPITULO I
“Hipócrates, el asclepíades, dice que la naturaleza incluso del cuerpo, solo puede
entenderse como un todo”.
“Fedro” de Platón.
A mediados del siglo IV AC, Hipócrates, uno de los más grandes médicos de Occidente,
desacralizó las enfermedades al considerarlas naturales y no divinas, lo cual constituyó una
profunda revolución por sus consecuencias:
Enunció también uno de los principios en los que basaba su práctica médica que luego
fue extensamente desarrollado por la homeopatía:
Ese principio fue retomado luego de casi 2.000 años, a comienzos del 1500 de nuestra
era, por el médico y alquimista suizo Philippus Aureolus Theophrastus Bombastus von
Hohenheim, autotitulado Paracelso (1493-1541), quien formuló la máxima latina “similia
similibus curentur”, que significa “los iguales se curan con los iguales”, la cual luego se
erigió en la divisa de la Homeopatía.
Afirmó que:
“Lo que produce ictericia, también cura la ictericia y todas sus variedades. De igual
modo, la medicina que curará la parálisis debe proceder de lo que la causa y de esta forma
nosotros ejercemos de acuerdo al método de curación por arcanos”.6
Paracelso afirmó que la acción medicinal se halla oculta “en el interior de la hierba y el
mineral” a lo que llamó “arcano o quintaesencia”, vislumbrando también la naturaleza y
características del remedio dinamizado, aunque empleando métodos esotéricos:
“El ‘arcano’ o quintaesencia es la virtud de una cosa en su más alta potencia. La dosis
de esta medicina es tan pequeña y tan suave que cuesta creerlo. Sólo debe tomarse en vino o
algo similar y siempre en la más mínima cantidad, debido a lo celestial de su poder, de su virtud
y de su eficacia”.7
Fue por último quien dejó en claro que la labor del médico va más allá del diagnóstico y
el tratamiento, al expresar:
4
Hipócrates, “De la enfermedad sagrada”.
5
Hipócrates, “Libro acerca de lo que se enferma en el hombre”.
6
Paracelso, “Archidoxis”, volumen III, pág. 18.
7
Whitall N. Perry ,“La alquimia en la Homeopatía”, Barcelona, Ed. Plenum, , 1995, págs. 31 y 70.
11
“La más necesaria de todas las cosas es la misericordia que debe ser innata en el
médico. Donde no hay amor no hay arte”.8
El mismo concepto que Hipócrates había llamado Physis fue luego desarrollado por el
médico belga Johannes Baptista van Helmont (1578-1644) que lo denominó Principio Vital, y
del cual afirmó:
“la simple verdad es que el hombre tiene al médico en sí mismo, que la Naturaleza es el
médico de las enfermedades y ofrece mejores medios para curarlas que los recursos más
exitosos de nuestro arte”.
En 1771, el fisiólogo suizo Albrecht von Haller enunció otro principio farmacológico
fundamental que hasta entonces no se había desarrollado como sistema, consistente en que las
medicinas “deben ser ensayadas en el cuerpo sano y sin haber sido mezcladas”.9
Luego fue Paul Joseph Barthez, médico francés consultante de Napoleón (1734-1806),
quien jerarquizó el concepto de Principio Vital considerando a toda enfermedad como
alteración de dicho principio y proponiendo los rudimentos prácticos de la Ley de la Similitud,
o de Curación, al sostener que el médico debe basar su tratamiento en las “indicaciones” que
recibe de la enfermedad: si el paciente tiene náuseas debe dársele un emético, si tiene cólicos
entonces un purgante, esto es su similar.
Por fin, en 1796 el médico alemán Christian Friedrich Samuel Hahnemann (1755-1843),
quien a la sazón contaba con 41 años de edad y era entonces poco conocido, publicó en el Diario
de Hufeland un extenso trabajo fruto de seis años de experimentaciones, que tituló “Ensayo
sobre un nuevo principio para descubrir los poderes curativos de las sustancias medicinales”,
donde registró los síntomas que producían numerosas sustancias, las que a su vez eran capaces
de curar esos mismos síntomas en un enfermo.
Tuvo nacimiento así la Homeopatía en ese año de 1796, aunque concebida seis años
antes.
“No recordaré aquí la locura de esos antiguos médicos que basaban las virtudes
curativas de las drogas medicinales en su forma y color, es decir sobre la doctrina de los
signos; que creían que el orchis curaba la debilidad sexual porque sus raíces poseen dos bulbos
groseramente semejantes a los testículos; la calabaza sería útil en la ictericia porque es
amarilla; las flores del Hypericum eficaces en las heridas porque producen un jugo rojo, etc. …
Yo hago a un lado todas estas simplezas aunque se encuentren aún en materias médicas
recientes”.10
8
Paracelso, “Liber de Caducis”.
9
Prefacio a su “Famacopea Helvética”, citado por S.Hahnemann en “Organon”, 6ª. Edición, México, Ed. Porrúa,
1984, nota al parágrafo 108, pág. 165.
10
S. Hahnemann, “Organon”, 4ª edición, 1829.
12
Habiendo sido esbozadas la Ley de Similitud o de Curación, la experimentación de las
medicinas únicas en el hombre sano como forma de conocer su capacidad curativa, y la
existencia de la Fuerza Vital, Hahnemann demostró que es posible estimular a ésta mediante el
método de Dinamización de las sustancias medicinales.
Llamó Fuerza Vital a lo que hoy podríamos entender como Energía Biológica,
especialmente con base en los gigantescos avances que se produjeron en la Física, por lo que
aquélla será expresada en adelante con esta más moderna denominación, que a los efectos
estrictamente explicativos de la obra cumple la misma función.
Este “vitalismo” no tiene relación con aquél que pregonaba que la materia viva obedecía
a leyes naturales diferentes de las que regían sobre la materia inerte, y que prácticamente fue
desechado a fines del siglo XIX.
“Mi carrera ha sido como un descenso desde las dimensiones más grandes a las
dimensiones más pequeñas con el deseo de comprender lo que es la vida. De esta forma he
pasado de los animales a las células, de las células a las bacterias, de las bacterias a las
moléculas, y de las moléculas a los electrones. Y la ironía de esta historia es que las moléculas y
los electrones, precisamente no tienen vida. Y heme aquí de ahora en adelante, obligado a
volver sobre mis pasos para subir de nuevo la escalera que con tanto esfuerzo descendí”.
Esta perplejidad y decepción es resultado de buscar una estructura material y visible que
distinga a los seres vivos de los inanimados, cuando solo hay pura Energía Biológica que todo lo
impregna.
Claude Bérnard, padre de la fisiología dio testimonio acerca de esta Energía Biológica o
“ley preexistente” que organiza, ordena y armoniza al organismo, al afirmar:
11
Mayr, Ernst “Así es la biología”; Ed. Debate, Madrid, 1998, pág. 37.
13
“… [los procesos] se someten y se siguen uno al otro, bajo un patrón, de acuerdo a una
ley preexistente; se repiten con orden, regularidad y constancia y armonizan de tal manera que
crean la organización y el desarrollo del individuo”.
4º. La existencia de una Unica Enfermedad Crónica, con exclusión de las venéreas,
que yace en el fondo de los padecimientos crónicos, la cual debe tratarse para alcanzar la
curación estable.
Ante cada cuadro clínico crónico no venéreo el médico debe tener presente que sólo
está frente a un fragmento de esa Enfermedad Básica de la Humanidad, o Psora, y que para
curar cada uno de esos fragmentos llamados Enfermedades Crónicas debe usar los remedios que
por su naturaleza tengan el poder de alcanzar la mayor profundidad curativa, y que son los
Antipsóricos.
De lo contrario, utilizando remedios Apsóricos, que son los que carecen de dicho poder
frente a las Enfermedades Crónicas, únicamente se cambia la máscara con que este Mal
12
E. Schrödinger, “ ¿Qué es la vida?”, Barcelona. Ed. Tusquets, 1984, pág. 124.
13
S. Graf y otros, “Más allá del cerebro”, Barcelona, Ed. Kairos, 2003, pág. 201.
14
Fundamental se exhibe, sin lograr su curación, si bien ellos pueden curar las enfermedades
agudas.
Por fin sostuvo que para dar estabilidad a la curación de toda enfermedad crónica no
venérea, antes, durante o al final del tratamiento con Antipsóricos, debe utilizarse el Azufre,
que es el remedio que cura esta Enfermedad Fundamental, ya que a raíz de sus investigaciones
comprobó que los síntomas de ésta coincidían con los que aquella sustancia dinamizada producía
en los experimentadores sanos.
La Ley de la Armonía.
Las Leyes de la Naturaleza que se han enunciado resultan concordantes también con
otra que en las mentes médicas fue surgiendo a través del tiempo y que pregona:
“No hay enfermedad contra la que no haya sido creado y descubierto un medicamento
que la cure”14 .
“Para cada enfermedad especial, para cada estructura patológica peculiar, hay
remedios particulares directamente efectivos …”.15
Esta notable Ley de la Armonía, no expuesta como tal hasta ahora, pero no por ello
menos cierta, puede enunciarse así:
“No hay anarquía o caos en el enfermar. Se enferma de modo tal que siempre
existe en la Naturaleza una sustancia que dinamizada y elegida por similitud, es capaz de
curar”.
Sorprende que estén desperdiciadas las revelaciones de la época quizás más rica de este
genio único de las ciencias médicas, justamente cuando las Enfermedades Crónicas graves
agobian como nunca antes a la humanidad.
Diversas explicaciones pueden darse a dicho fenómeno, pero el hecho penoso es que se
prescinde de este verdadero tesoro para nuestro bienestar el cual yace casi ignorado.
Resulta menester entonces rescatarlo para dirigir luego nuestros pasos más allá de
Hahnemann, recorriendo su propio sendero.
Si bien su vida fue larga y fructífera -el epitafio que pidió para su tumba así lo describe:
“No he vivido en vano”-, la exhaustiva exploración de lo que descubrió requerirá de múltiples
mentes lúcidas y de muchísimo tiempo.
14
Paracelso, “De Natura Rerum III”, citado por Whitall N. Perry en “La alquimia en la homeopatía”, Barcelona, Ed.
Plenum, 1995, pág. 53.
15
S.Hahnemann, “Lesser writings”, “Essay on a new principle for ascertaining the curative powers of drugs”, New
Delhi, Ed. B. Jain, 1990, pág. 267.
15
En palabras del Dr. Carlos A. Gutierrez, “Hahnemann es aún demasiado moderno
para ser bien comprendido”.
Solamente por virtud de una apasionada investigación y de una reflexión sin prejuicios
podrá seguir construyéndose ladrillo a ladrillo esta obra sagrada del conocimiento humano que es
el saber curar.
El primer período evolutivo abarcó 32 años, desde 1796 hasta 1827 inclusive, y sus
cinco hitos son:
1811. La Materia Médica Pura, en la que hasta 1827 estudió 83 remedios, de los 111 que
experimentó en su vida.
El segundo período evolutivo abarcó los últimos 15 años de su vida, desde 1828 hasta
1843, y produjo siete avances fundamentales:
1833. Ensaya y rechaza el método Korsakov. Resultados erráticos. En ruta hacia una nueva
escala.
16
Además de la primera edición de “Enfermedades Crónicas”, cuyos varios tomos se
publicaron desde 1828 hasta 1830, Hahnemann escribió una segunda versión también en
múltiples tomos, que se editaron entre 1835 y 1839.
Fue tal la genialidad de este hombre, que generación tras generación su vasto y rico
pensamiento aun sigue siendo rastreado y exhumado a la manera de los arqueólogos, en busca de
nuevas y nuevas claves.
17
18
CAPITULO II
Con base en lo anterior supuso que la corteza peruana usada como remedio para fiebres
intermitentes actúa porque produce síntomas similares a los de la fiebre intermitente en personas
sanas.
En el referido trabajo de 1796 expuso conceptos que constituyen las bases de un nuevo
sistema de curación, y que son:
16
R. Haehl, “S.Hahnemann, his life and work”, Notas a la Materia Médica de Cullen, Tomo I, Capítulo V, New
Delhi, Ed. B. Jain, 1992, pág. 37.
17
S.Hahnemann, “Escritos Menores”.
19
- Existe una capacidad de reaccionar en todos los organismos que se opone a la enfermedad
artificial medicinal, con lo cual se logra la curación.
- Las sustancias medicinales producen un efecto primario y la Fuerza Vital del experimentador
otro posterior secundario o reactivo, opuesto a éste. Para conocer las capacidades curativas de
una droga, deben considerarse exclusivamente los efectos primarios.
- Estas experimentaciones solo deben realizarse en el cuerpo humano sano y con sustancias
únicas (sin mezcla).
“La Materia puramente inerte, la Materia totalmente bruta, no existe. Todo elemento
del Universo contiene en un grado más o menos infinitesimal, algún germen de interioridad y de
espontaneidad, es decir de conciencia”.
Theillard de Chardin, en “La visión del pasado”.
Hasta 1798 Hahenamnn utilizaba el remedio tal como era corriente en su época, es decir
empleando dosis masivas. En los ejemplos subsiguientes, las cantidades diarias por él
recomendadas llegaban a alcanzar los 2.480 miligramos.
1796.
Para la Disentería: ARNICA.
Niño de 9 meses: 2 a 6 granos diarios
Niño de 4 años: 4 a 9 granos diarios
Niño de 6 a 7 años: 6 a 12 granos diarios
1797.
Para una Colicodinea: VERATRUM ALBUM
4 granos diarios
20
1798.
IGNATIA: 8 granos diarios en adultos
Cada grano de Nüremberg, antigua medida de peso que usaba Hahnemann, equivalente
al peso de un grano gordo de trigo, era de 0,062 gramos o sea 62 miligramos (ver Glosario), es
decir que las dosis eran fácilmente mensurables, pero al año siguiente (1799) decidió
experimentar hasta llegar al límite final: encontrar la menor dosis útil, a fin de evitar su
toxicidad.
Dado que las minúsculas cantidades que se dispuso a emplear no podían ser pesadas con
exactitud en su balanza, optó por diluirlas en agua para luego fraccionarlas, y con el propósito de
homogeneizar esas cada vez más ínfimas cantidades en solución, aplicó al remedio prolongadas
sacudidas durante uno, tres, y hasta cinco minutos en cada uno de los sucesivos pasos de
dilución.
Mas allá de las cuantiosas sacudidas acumuladas, las diluciones que alcanzó en 1799
son aún hoy inverosímiles para muchos, aunque bajas para la homeopatía actual.
Entonces, como se ve, por obra del azar interrelacionó dos procesos que son la
Fricción y la Desconcentración, en pasos sucesivos, provocando un fenómeno de
impregnación energética desconocido hasta entonces y aún hoy poco comprendido, al que
llamó Dinamización de las Sustancias.
Hahnemann supo que estaba frente a un fenómeno que desde siempre yacía oculto, y
que contenía enormes posibilidades terapéuticas, ya que despertaba en las sustancias una
asombrosa aptitud medicinal.
Por consiguiente, habiendo transcurrido solo un año del uso de dosis masivas, por
primera vez y de manera súbita las dosis por él recomendadas adquirieron una
infinitesimalidad sorprendente.
En otro ensayo del mismo año (1801) y como una casi oculta definición dentro de un
párrafo que para muchos pasó desapercibido, Hahnemann dijo:
Entonces, tan sólo dos años después comprendió el extraordinario fenómeno por él
descubierto y que constituye uno de los pilares de la nueva ciencia médica, a saber:
Hubo incluso médicos homeópatas que curaban en virtud de esa energía mientras
negaban su existencia, como lo hacía el Dr. Robert Ellis Dudgeon, que fue el mejor traductor de
su obra al inglés.
Sin embargo este estado dinámico del remedio lo sitúa en el mismo plano energético
que el de la Energía Biológica, lo que queda en evidencia por su capacidad de provocar una
enfermedad similar a la natural y aun más fuerte que ésta, y a su vez ello hace posible la
curación.
Así, por vez primera, la humanidad dispuso del formidable poder de curar
mediante la energía.
18
Dudgeon, R.E., “Lectures on the theory and practice of homeopathy”, Lecture XIV, New Delhi, Ed. B. Jain, 2002,
pág. 392 y sgtes.
19
S. Hahnemann, “Lesser writings. On the power of small doses of medicine in general”, New Delhi, Ed. B. Jain, 1990,
pág. 387.
20
S. Hahnemann, “ Organon”, 4ª edición, reproducido en “Estudios de medicina homeopática”, primera serie, pág.
575, citado por D. Demarque en “Homeopatía medicina de la experiencia”, México, Ed. Propulsora de homeopatía,
1987, pág. 324.
22
Este fantástico hallazgo lo fue ratificando con el tiempo, ya que pocos años después
comprobó que sustancias no medicinales, en su estado natural, como sal marina, carbón,
lycopodium, oro, sílice, cal, y otras, mediante este método de preparación se convertían en
poderosos remedios, y también que riesgosos venenos perdían su peligrosidad y adquirían
extraordinarias capacidades curativas.
“Estas medicinas actúan sobre nuestro estado de salud … sin transmisión de partículas
materiales desde ellas, de un modo dinámico …
No es en los átomos materiales de estas medicinas altamente dinamizadas, ni en la
extensión de sus superficies físicas … donde reside bajo forma invisible la energía medicinal.
Es que, al contrario, en todo pequeño glóbulo impregnado o en su solución, yace oculta
una fuerza medicinal ahora al descubierto, liberada, específica … y que actúa con más fuerza
cuanto más libre y más inmaterial se haya vuelto la energía, por obra de la dinamización”.
Un argumento crítico a la Homeopatía refiere que por carecer de toda molécula, las altas
dinamizaciones no pueden tener actividad medicinal: “un remedio sin remedio”.
También con demasiada frecuencia se pone énfasis en que son las dosis infinitesimales
lo que distingue a la Homeopatía de la Alopatía, sin percibir que la diferencia está en ese estado
dinamizado de las sustancias, no en su pequeñez.
Adquieren los primeros esa facultad de estimular a la Energía Biológica para que ella
sea el agente terapéutico, mientras que el remedio no dinamizado no pone en marcha la mayor
fuerza curativa conocida pues carece de esa aptitud.
21
R. Haehl, “S.Hahnemann, his life and work”, New Delhi, Ed. B. Jain, 1992, tomo I, pág. 317.
22
S. Hahnemann, “Organon”, 6ª edición, 3ª nota al parágrafo 269, México, Ed. Porrúa, 1984, pág. 254.
23
Asimismo y en referencia a la notable actividad del remedio dinamizado sobre la
Energía Biológica del hombre enfermo, debe mencionarse que cuando esta energía se enferma,
en razón del desequilibrio en que se encuentra, tiene una sorprendente avidez por la energía del
remedio dinamizado que la cura por similitud. A esa apetencia se le denomina sensibilidad.
Refiriéndose a dicha avidez, Paracelso decía que “la enfermedad desea al remedio que
la cura, como el hombre a la mujer”.
Puede concluirse entonces que en virtud de que son de la misma naturaleza tanto el
dinamismo o energía del remedio homeopático, como el dinamismo que gobierna al
organismo o Energía Biológica, es que ambas energías pueden interactuar.
Esta naturaleza análoga queda demostrada por la capacidad que la energía del
remedio tiene de provocar una enfermedad similar y aun más fuerte que la natural, tal
como antes fue referido.
La Energía Biológica enferma alcanza su equilibrio o curación solo por el estímulo que
le proporciona la energía de igual carácter del remedio homeopático, situando así a la medicina
homeopática en un campo dinámico al cual no accede la alopática.
El resumen conceptual del primer libro permite descubrir el germen de dicha doctrina el
cual se expone a continuación:
- Ciertas enfermedades agudas contagiosas, tales como rabia, peste, fiebre amarilla,
viruela, sarampión, porque tienen el mismo origen, conservan siempre el mismo carácter y curso.
Se les puede dar nombres individuales y si un remedio cura a una de ellas, las curará siempre a
todas las iguales, dado que sus síntomas son invariablemente los mismos. 23
[Podría decirse que en las enfermedades agudas contagiosas, que conservan siempre el mismo
carácter y curso, se elige el remedio de la enfermedad]
- Los síntomas presentes son todo mediante lo cual la enfermedad se expresa y todo
por razón de lo cual el remedio debe ser elegido tanto en los padecimientos agudos como en los
crónicos.
- Los síntomas más peculiares o singulares son los más seguros en la elección del
remedio.
23
S. Hahnemann, “Organon”, 6ª edición, parágrafos 100, 101, 102 y 241, México, Ed. Porrúa, 1984, págs. 159, 160, 161
y 234.
24
idem cita anterior.
24
- Las normas para llevar a cabo el registro del caso en consulta consisten en saber
escuchar y preguntar sin inducir la respuesta.
Cinco años después, en 1810, publicó la 1ª edición del “Organon”, donde establece
únicamente la experimentación como base de la Homeopatía:
25
S. Hahnemann, “Organon”, Introducción a la 1ª. edición publicada en 1810.
25
Conceptos destacados de cada edición del “Organon”.26
Pese a esos ataques, Hahnemann había comprendido nueve años antes (“Sobre la cura y
prevención de la Fiebre Escarlatina”- 1801) que por el método de preparación homeopático la
acción medicinal era “dinámica”, es decir de una cualidad energética muy diferente a la de los
remedios alopáticos corrientes.
La dificultad de dicho sistema radicaba en que para las enfermedades más frecuentes no
se conocían sus agentes tóxicos similares y los conocidos eran poco numerosos (aún actualmente
se sigue recurriendo a esta terapéutica como ocurre con la Apiterapia).
También eliminó los parágrafos referidos al uso de dosis múltiples a favor ahora de la
dosis única, aunque esta práctica la revirtió al final de su vida (1832).
Destacó en esta edición como muy conveniente que el médico experimente en sí mismo
los remedios ya que ello es “fuente de toda verdadera sabiduría”. Esta recomendación fue
reiterada hasta la última edición (parágrafo 141 y su nota).
Por primera vez se incorporaron los miasmas crónicos: psora, sicosis y sífilis, y la
necesidad de tratarlos únicamente con remedios antimiasmáticos, destacando en especial los
antipsóricos, de acuerdo con las conclusiones alcanzadas luego de 12 años de reflexiones y
experimentaciones, que había publicado en “Enfermedades Crónicas” el año anterior. Debe
señalarse que los remedios apsóricos pueden curar las enfermedades agudas, aunque no tienen la
aptitud para hacerlo con la psora.
Para las enfermedades muy antiguas y arraigadas promovió el uso de la vía percutánea
por fricción sobre piel sana, como medio de introducir el remedio en el organismo y no como
tratamiento local.
Comenzó a referirse a una “Facultad Vital”, ruda y no inteligente, que actúa como
fuerza curativa.
26
Calificó a esta Fuerza Vital como dinámica (Energía) y sostuvo que sólo podía ser
ordenada como consecuencia del estímulo que le otorga el dinamismo medicinal, resultado éste
del método de preparación homeopático de los remedios.
Por consiguiente señaló que hay que efectuar las experimentaciones con remedios
dinamizados y no en bruto.
Afirmó que la potencia 30 de la escala Centesimal era la más apropiada para dichas
experimentaciones.
En ella desarrolló una nueva escala para acceder a las más altas dinamizaciones de los
remedios homeopáticos.
La escala Milesimal (o cincuenta milesimal) al igual que la Centesimal, parte de las tres
primeras trituraciones tradicionales, es decir del millonésimo, hasta alcanzar la extraordinaria
desconcentración de 10-147, y la suma acumulada de 3.000 sucusiones en su última potencia, y es
mediante esta herramienta que se accede a la curación de las Enfermedades Crónicas más
profundas.
Pierre Schmidt resumió “los ocultos tesoros del último Organon” en los siguientes
conceptos:
Paralelamente:
- Continuó afirmando que para la toma del caso debe considerarse el conjunto de los
síntomas presentes, y en particular los peculiares.
27
S.Hahnemann, “Organon”, 6ª edición, 7ª nota al parágrafo 270, México, Ed. Porrúa, 1984, pág. 259.
28
P. Schmidt, “The hidden treasures of the last Organon”; New Delhi, Ed. B. Jain, 2002, pág. 3 a 20, originalmente
publicado en The British Homeopathic Journal; July/October, 1954.
27
- Siguió impulsando el uso de la Vía Inhalatoria y de la Vía Percutánea, señalando
sus ventajas, tal como venía haciéndolo desde la 4ª edición del “Organon” de 1829.
La escala Milesimal, dado que tiene una fase líquida y otra seca en cada potencia,
no permite la elaboración de remedios mediante la utilización de dichas máquinas
dinamizadoras, salvo que se alteren las condiciones de su preparación.
Que todo suceso tiene más de una lectura se observa con transparencia en la historia del
“Organon” definitivo, concluido por Hahnemann poco antes de morir, aunque sin haber llegado a
editarlo.
Su viuda, la marquesa Melanie d`Hervilly, que era 44 años menor que su marido, luego
de la muerte de éste se negó a publicar la obra pese a los reiterados pedidos de Bönninghausen,
quien era la otra persona que conocía su existencia.
Por fin, Melanie Hahnemann puso en venta el manuscrito, pero lo hizo a tan elevado
precio que los interesados no pudieron reunir el dinero suficiente para adquirirla.
En 1880, poco después que Melanie falleciera, Hering, discípulo de Hahnemann y padre
de la Homeopatía en Estados Unidos de Norteamérica, en un nuevo intento tampoco pudo
obtener por suscripción entre sus colegas la suma requerida por los herederos de aquélla para
venderla.
Mientras tanto, ante la necesidad de alcanzar las altas dinamizaciones por parte de los
homeópatas y el desconocimiento de las normas establecidas por Hahnemann para ello,
originado en la decisión de Melanie, la Homeopatía desvió su camino hasta un punto de difícil
retorno.
28
- El enorme desacierto de practicar arbitrariamente con dichas máquinas un
desmesurado número de sucusiones a cada potencia -200 y hasta 300 por potencia, en
dinamizadores hoy en boga-.
Como consecuencia de esta anarquía, las violentas agravaciones que se produjeron han
constituido un impedimento para la curación de muchos pacientes y a la vez fomentaron el
descrédito de la Homeopatía.
Cuando este último legado vio la luz, se pudo apreciar en plenitud el desarrollo de la
escala Milesimal, que era la solución dada por Hahnemann para acceder a las altas
dinamizaciones, sin recurrir al método Korsakov de frasco único, ni a los dinamizadores que
utilizan este método, cuyos errores ya fueron señalados.
Tiempo después sus restos fueron trasladados al Cementerio Père Lachaise, y al abrir el
ataúd se observó que su cabeza reposaba sobre las trenzas de Melanie.
La Materia Médica Pura se publicó en seis tomos, desde 1811 hasta 1821, abarcando los
años de las Guerras Napoleónicas.
Por otro lado, los registros del efecto de las drogas en el cuerpo humano, en los casos de
intoxicación por accidente o suicidio, eran parciales y en dosis masivas, los cuales daban sólo
una idea aproximada de su poder curativo.
29
R. Haehl, “S. Hahnemann, his life and work”, New Delhi, Ed. B. Jain, 1992, Tomo I, pág. 103.
29
Todo esto lo llevó a convencerse de la verdad proclamada por el gran fisiólogo suizo
Albrecht von Haller, de que las drogas debían probarse en personas sanas y de una por vez (no
mezcladas).
De esa forma estudió hasta el final de su vida la acción de 111 sustancias que
constituyen el principal basamento sobre el que hoy trabajan los homeópatas de todo el mundo.
Desde entonces no muchos remedios fueron experimentados con método y sistema para
ser agregados al trabajo hecho por Hahnemann y sus discípulos.
En la 5ª edición del Organon (1833) señaló que tanto la enfermedad (fuerza vital
desordenada) como el medicamento son dinámicos (energías) y por ello es que pueden
interactuar, e indicó no efectuar las experimentaciones con sustancias en bruto, como lo había
hecho años atrás, sino dinamizándolas hasta la potencia 30 de la escala Centesimal.
La Materia Médica Pura con que contaba Hahnemann para su práctica, contenía un
limitado registro de las capacidades curativas de cada remedio, tanto respecto a la esfera física
como a la mental, y tampoco abundaban descripciones de los síntomas claves o peculiares.
Distinta entonces es la situación actual, ya que no hay duda que el aporte a la Materia
Médica Pura de comprobaciones clínicas por parte de numerosos homeópatas de todo el mundo
con posterioridad a la muerte de Hahnemann ha sido decisivo para el conocimiento completo de
los medicamentos.
El efecto primario.
En “La Medicina de la Experiencia” del año 1805, enunció con claridad que: “cada
sustancia medicinal simple causa una enfermedad peculiar y específica; una serie de síntomas
determinados, los cuales no son producidos exactamente de la misma forma por ninguna otra
medicina en el mundo”.
En esa obra destacó también que los síntomas peculiares son los más seguros en la
elección del remedio, y que la capacidad curativa de los medicamentos ensayados radica solo en
los síntomas primarios que producen en el experimentador.
“En el curso de estas investigaciones que me han llevado tantos años, he hecho un
descubrimiento importante. He observado que experimentando en el hombre sano, los
medicamentos provocan dos series de síntomas; unos aparecen de inmediato o al poco tiempo
que la sustancia ha sido introducida en el estómago o puesta en contacto con alguna parte del
organismo; mientras que otros enteramente contrarios, se manifiestan poco después de la
desaparición de los primeros. He comprobado que los medicamentos proporcionan alivio
30
duradero solamente en aquellos casos en los que hay concordancia entre los síntomas que
producen durante las primeras horas de su acción sobre el hombre sano y los síntomas de la
enfermedad que se quiere combatir …”.30
“… al experimentar sobre cuerpos sanos con dosis moderadas de una medicina, sólo
observaremos su acción primaria …”.31
“Cuanto más moderadas sean, dentro de ciertos límites, las dosis de la medicina que se
use para tales experimentos … tanto más nítidos serán los efectos primarios que se desarrollen
y sólo éstos son los que más nos interesa conocer …”.32
Como resulta indudable, las patogenesias que erróneamente registran tanto el efecto
primario como el secundario, tal como algunos libros preconizan, mezclan la acción del
remedio con la reacción opuesta del organismo del experimentador, induciendo a error.
Por último, Hahnemann había precisado que en los metales y en minerales como
arsénico, mercurio, plomo y otros, el efecto primario declina gradualmente hasta reestablecerse
el estado de salud previo, sin que ningún efecto secundario se le oponga.
En cuanto se refiere a la elección del medicamento –en particular los antipsóricos para
las Enfermedades Crónicas-, Hahnemann lo hacía teniendo en cuenta el síntoma peculiar del
paciente, ya fuera físico o mental.
Vale aquí precisar que “peculiar”, según la acepción más generalizada en los
diccionarios, es lo propio o privativo de cada persona o cosa, y en la Homeopatía, a partir de su
creador, alude a los síntomas que son propios del enfermo y no de la enfermedad.
El síntoma peculiar o característico debe ser una modalidad personal, sea ese síntoma
general o local, físico o mental.
30
S.Hahnemann, “Estudios de medicina homeopática”, primera serie, pág. 408/9, citado por D.Demarque, en
“Homeopatía medicina de la experiencia”, México, Ed. Propulsora de homeopatía, 1987, pág. 31.
31
S. Hahnemann, “Organon”, 6ª edición, México, Ed. Porrúa, 1984, parágrafo 114, pág. 169.
32
S. Hahnemann, “Organon”, 6ª edición, México, Ed. Porrúa, 1984, parágrafo 137, pág. 180/1.
33
S. Hahnemann, “Organon”, 6ª edición, México, Ed. Porrúa, 1984, 2ª nota al parágrafo 69, pág. 135.
31
Para definir una enfermedad en la alopatía se consideran los síntomas comunes a todos
los pacientes que presentan un determinado cuadro clínico, desechándose los no comunes o
propios de cada uno de ellos.
En lo atinente a los síntomas mentales, Hahnemann “no les otorgaba el excesivo peso
que hoy tienen, como también que no se refirió a personalidades “tipo” para llevar a cabo
dicha elección”.
“… No fue un prescriptor mental al estilo de Kent y sus seguidores …”
“… Usaba los síntomas mentales si ellos eran característicos, y no únicamente porque
fueran mentales”.35
La búsqueda del remedio similar por los síntomas mentales, aunque no sean peculiares
o característicos, práctica habitual en la actualidad, conduce a muy frecuentes errores.
Por último se destaca que la experiencia clínica cada día confirma que las
circunstancias de agravación y mejoría de los síntomas según cuando suceden, sean
generales o locales, mentales o físicos, constituyen los peculiares más certeros para acceder
al simillimum.
Los nosodes.
Los nosodes son los remedios que se obtienen a partir de productos patológicos
humanos o de los animales o de los agentes transmisores de las enfermedades.
Hahnemann rechazó su empleo, práctica que denominó Isopatía, y en la carta que hacia
fines de 1833 dirigió a Clemens van Böninnghausen, su mejor discípulo, sobre ellos dijo:
“Estoy de acuerdo con su opinión respecto al ciego uso de la llamada isopatía y de otros
remedios no probados y nuestro rechazo a ellos nunca será lo suficientemente fuerte”.36
34
Ver subtítulo: 1810. La doctrina homeopática. El “Organon”, perteneciente al Capítulo II.
35
Rima Handley, “In search of the later Hahnemann”, U.K., Ed. Beaconsfield, 1997, pág. 71.
36
R. Haehl, “S. Hahnemann his life and work”, Tomo II, Suplemento 140, New Delhi, Ed. B. Jain, 1992, pág. 292.
37
S. Hahnemann, “Organon”, 6ª edición, nota al parágrafo 56, París, Ed. Vigot Freres, 1952, pág. 74/5, traducido por P.
Schmidt.
32
5.- 1816. El método de preparación de los remedios homeopáticos.
La escala Centesimal.
Si bien antes de 1816 Hahnemann utilizaba lo que para esa época eran altas
dinamizaciones, lo cierto es que se entendía por ello remedios que raramente sobrepasaban el
equivalente a la potencia 15 Centesimal.
Propuso también otras potencias para el uso con cada remedio, a las que calificaba
como las más apropiadas para cualquier enfermedad.38
Continuó luego con una constante tendencia al uso de los remedios cada vez mas
dinamizados, porque pese a la progresiva disminución de la cantidad de sustancia, su capacidad
de estimular la Energía Biológica, es decir su dinamismo, era cada vez mayor, y por ende se
incrementaba su aptitud curativa, según explicó en la 4ª edición del “Organon” de 1829.
- Hasta 1816 y aun algo después, el uso de una gota y con menos frecuencia el de
varias gotas.
38
R. E. Dudgeon, “Lectures on the theory and practice of homeopathy”, New Delhi, Ed. B. Jain, 2002, Lecture XIV.
33
- Desde 1816, y probablemente antes, de un glóbulo impregnado con el remedio, y a
veces de una gota (raramente varias).
c) Acerca de las sacudidas dadas durante su preparación a cada potencia, vale aclarar
con carácter previo, que ese término se emplea para la escala Centesimal, pues para esas
preparaciones Hahnemann daba una vigorosa sacudida con el brazo que sostenía el frasco,
llevándolo desde el hombro opuesto hasta la pierna del mismo lado. Fue después, cuando
preparaba remedios en la escala Milesimal, que aplicó sucusiones o golpes dados con el frasco a
un libro con tapas de cuero o superficie similar.
Para la escala Centesimal Hahnemann indicaba dar 10 sacudidas por potencia; sin
embargo, cuando comprobó que ese número de sacudidas producía agravaciones, lo consideró
excesivo y por lo tanto disminuyó aquéllas a 2 por potencia y con ello se evitaron entonces
dichas agravaciones.
El análisis del sistema de frasco único creado por el investigador ruso será ampliado en
el Capítulo: “1833. Ensaya y rechaza el método Korsakov”.
Cuando se hizo evidente la necesidad de contar con muy altas dinamizaciones, más allá
de la 30 Centesimal, y ante la imposibilidad de emplear para ello cientos de frascos, Hahnemann
no recurrió a las máquinas dinamizadoras basadas en el método Korsakov, sino que resolvió el
desafío creando la escala Milesimal de elaboración manual, sistemática, confiable y la de acción
más profunda, explicada en la 6ª edición del “Organon”.
Esta escala constituye en la actualidad un método uniforme para todos los laboratorios y
farmacias, y supera claramente al método Korsakov, que además de ser errático en sus efectos,
produce remedios diferentes según sea la máquina dinamizadora empleada.
39
R.E. Dudgeon, op cit, Lecture XVIII.
34
- La administración del remedio en seco o en solución.
- La elección de Dosis Únicas o Múltiples, y en este último caso, según la agudeza o cronicidad
de la afección, el intervalo entre aquéllas.
Tal como se refirió poco antes, al concebir la escala Centesimal Hahnemann consideró
excesivo aplicar 10 sacudidas por potencia, cuando comprobó las agravaciones que ocasionaba el
remedio así elaborado, por lo que las disminuyó a 2, y de ese modo logró buena tolerancia y
aptitud curativa, tal como lo expuso en “Enfermedades Crónicas”.
En su trabajo “¿Cómo pueden pequeñas dosis de esas muy atenuadas medicinas como
las que emplea la homeopatía aún poseer gran valor?” (1827), Hahnemann advirtió el peligro de
aplicar en la preparación medicinal más sacudidas por potencia que las indicadas, y puso como
ejemplo que si a un niño con coqueluche se le diera una dosis de Drosera 15 Centesimal,
preparada con 20 sacudidas por potencia, la agravación que sobrevendría pondría en riesgo la
vida del paciente, y por el contrario, una dosis de Drosera 30 Centesimal, preparada con 2
sacudidas por potencia, tendría un efecto curativo suave.
Con este cuadro queda en evidencia que el peligro aludido yace en el exceso de
sacudidas acumuladas recibidas por el remedio en la potencia considerada -300 en el primer
caso y 60 en el segundo-, y demuestra el carácter acumulativo que él le asignaba y su
fundamental incidencia en la clínica.
No puede dejar de recordarse aquí que farmacopeas de varios países indican para la
escala Centesimal dar 20 o más sacudidas por potencia lo que da un acumulado final de 600 o
más sacudidas en lugar de 300, con las consecuencias imaginables.
35
“Cuando se haya consumido el medicamento y sea necesario continuar con el mismo
remedio, si el médico deseare preparar una nueva porción de medicamento a partir del mismo
grado de potencia, será preciso que dé a la nueva solución, tantas sucusiones como la suma
de la cantidad de sucusiones dadas hasta la última dosis de la porción anterior – suma que
expresa el total de sucusiones impartidas- y además dará unas pocas más, antes de extraer la
primera dosis de la nueva preparación”. 40
Urge entonces rescatar este concepto, ya que luego de haber sido enunciado por el
Maestro, permaneció totalmente ignorado.
Tales procedimientos son los que explican las violentas agravaciones que se observan
en la práctica diaria y esas evidencias corroboran la certeza de la advertencia de Hahnemann.
40
S. Hahnemann, “Enfermedades Crónicas”, México, Ed. Porrúa, 1990, pág. 295 (Prefacio al 3º volumen de la 2ª
edición, escrito en 1834 y publicado en 1838).
36
CAPITULO III
Desde 1828 hasta 1830 Hahnemann publicó una de sus obras fundamentales:
“Enfermedades Crónicas”, de la que después, entre los años 1835 y 1839 escribió una segunda
edición.
“Me he esforzado noche y día en los últimos cuatro años para descubrir la clave
perdida y hallar así el medio para extirpar las antiguas Enfermedades Crónicas.
Por medio de miles de experimentos y de experiencias así como por incesantes
meditaciones he logrado al fin mi objetivo.
… invalorable descubrimiento, cuyo valor para la humanidad excede todo lo que yo
he descubierto jamás y sin el cual toda la homeopatía actual permanecería incompleta o
imperfecta”. 41
La enfermedad psórica.
Al cabo de 6 a 14 días de haber estado en contacto con una persona portadora de lo que
Hahnemann llamó el Miasma de la Psora, o incluso por el contacto con prendas contaminadas
por el agente transmisor, aparece una febrícula fugaz y en la piel una erupción de vesículas muy
pruriginosa.
41
R. Haehl, “S. Hahnemann his life and work”, New Delhi, Ed. B. Jain, 1992, Tº II, Suplemento 83, pág. 153 (carta
respecto a la Doctrina de la Psora al Real Cónsul General de Prusia, escrita en Köethen el 10-1-1823).
42
S. Hahnemann, “Enfermedades Crónicas”, México, Ed. Porrúa, 1990, pág. 100/102.
37
dinamizados. Describió a esa energía desequilibradora de la Energía Biológica
asemejándola a “la energía de un imán”.43
Además de poder ser adquiridos, Hahnemann afirmó que los miasmas crónicos pueden
ser heredados:
“… la enfermedad [miasma crónico] que ha sido recibida por infección o por herencia
…”.44
Y más adelante:
Su historia natural a veces abarca más de una generación, y explica que ella se inicie en
una persona, evolucione en su hijo, y provoque por ejemplo un cáncer en su nieto a poco de
haber nacido.
Infinidad de veces los médicos homeópatas que tratan pacientes con Energías
Biológicas vigorosas, observan en el curso de sus tratamientos, al ir curando los cada vez mas
antiguos planos de este desorden, la aparición de dicho exantema tan pruriginoso.
Este profundo desequilibrio para ser curado requiere el uso de Sulphur, o de Hepar
Sulphur.
Tales brotes de prurito tan peculiar prueban cada día de la práctica médica homeopática
el antiguo origen de este gravísimo desorden de la Energía Biológica.
Este “miasma crónico de la psora” fue considerado por Hahnemann como el causante
de casi el 90 % de los padecimientos crónicos y sus estragos: “siete octavos [7/8 = 88 %] de
todos los males crónicos brotan exclusivamente de ella …”. 48
43
S. Hahnemann, “Organon”, 6ª. edición, México, Ed. Porrúa, 1984, parágrafo 11, 1ª nota.
44
S.Hahnemann, “Organon”, 6ª edición, México, Ed. Porrúa, 1984, nota al parágrafo 78.
45
S.Hahnemann, op. cit, nota al parágrafo 284.
46
S.Hahnemann, “Enfermedades Crónicas”, México, Ed. Porrúa, 1990, pág. 165
47
“S.Hahnemann, “Organon”,6ª edición, México, Ed. Porrúa, 1984, parágrafo 73.
48
S. Hahnemann, “Enfermedades Crónicas”, México, Ed. Porrúa, 1990, pág. 49.
38
contagioso, rodeaba a un enfermo y que tenía la capacidad de transmitir la enfermedad. Por
ejemplo: para la viruela se estimaba que la atmósfera que contenía al agente contagioso abarcaba
un poco más de 4 metros (por extensión también la atmósfera conteniendo los agentes
contagiosos en contacto con ciénagas o materias orgánicas pútridas, capaz de transmitir
enfermedades).49
Para el creador de la homeopatía las palabras que siguen tenían los siguientes
significados:
“Nacidas en los tibios pantanos del Ganges, millones de ínfimas invisibles criaturas
vivientes … “.50 [son las portadoras del cólera].
Consideró que en estado de salud los miasmas crónicos están en latencia, y que la
enfermedad ocurre cuando ellos abandonan ese estado y entran en actividad.
49
“Parr’s London Medical Dictionary” de 1809, citado por Rima Handley, “In search of the later Hahnemann”, UK,
Editorial Beaconsfield, 1997, pág. 61.
50
49 S.Hahnemann, “The lesser wrigtings of S. Hahnemann- The mode of propagation of the asiatic cholera”, New
Delhi, Ed. B. Jain, 1990, pág. 758/9, ensayo publicado en 1831.
51
Allí señalaba que la eliminación de la manifestación externa de ese miasma crónico sin
su curación interna, podía producir enfermedades tales como: tisis, asma, insanía, edemas,
apoplejía, ceguera, parálisis, y a veces hasta muerte súbita.
A modo de síntesis, cabe entonces afirmar que hay una única enfermedad crónica
(excluyendo las venéreas), y que todas las manifestaciones que se atribuyen como
pertenecientes a diversas enfermedades independientes, no son más que fragmentos de
aquel único mal expresado de múltiples formas.
La primera confusión que dio origen a enormes y lamentables errores, provino del
hecho de que las palabras “krätze” en alemán, e “itch” en inglés, significan no solo escabiosis,
sino también prurito o erupción pruriginosa.
Hahnemann conocía muy bien la escabiosis y su causa, que es el ácaro arador, habida
cuenta que ya en 1792, es decir 36 años antes de enunciar la doctrina de la psora, escribió en la
Revista Anzeiger de Gotha:
“Esto muestra claramente que lo que Hahnemann quería significar con su “psora”,
era algo muy diferente de la sarna común, con la cual había estado familiarizado por largo
tiempo”.
52
“Allgemeiner Anzeiger der Deutsche” (1816) reeditado en los “Escritos menores de Samuel Hahnemann”
53
Quien primero postuló este error en la acepción del vocablo fue Jorge Torrrent.
54
R. Haehl, “S. Hahnemann, his life and work”, tomo II, Suplemento 84, New Delhi, Ed. B. Jain, 1992, pág. 159.
40
Además son concluyentes las evidencias que siguen:
Mal podía entonces Hahnemann equiparar la psora con la escabiosis, y era por
tanto evidente que utilizaba el vocablo en su otra acepción, o sea como prurito o erupción
pruriginosa.
Por considerar a la palabra “itch” en su primera acepción, es decir “escabiosis”, fue que
R.E. Dudgeon criticó que Hahnemann hubiera incluido al herpes, empeine y costra láctea, como
capaces de transmitir la psora, ya que según él “no tienen el menor derecho a ser consideradas
de carácter escabioso”, pero adoptó esta postura sin considerar la segunda acepción de la
palabra.56
55
S. Hahnemann, “Organon, 6ª. edición, México, Ed. Porrúa, 1984, parágrafo 11, 1ª nota.
56
R.E. Dudgeon, “Lectures on the theory and practice of homeopathy”, New Delhi, Ed. B. Jain, 2002, Lecture X, pág.
292.
41
Por igual motivo el Dr. Puffer, contemporáneo de Hahnemann, sostenía que este último
estaba equivocado al atribuir la psora a la escabiosis, pues nunca había mencionado al ácaro ni
a sus túneles.57
En definitiva vale como única conclusión que para Hahnemann la psora, si bien
básicamente es un profundo desorden interno, su manifestación cutánea consiste en una
erupción muy pruriginosa que nada tiene que ver con la enfermedad producida por el
ácaro.
Otro desorden se adueñó del concepto de miasma crónico, que para Hahnemann tiene
como requisito indispensable la existencia de:
“El efecto dinámico de las influencias que ocasionan la enfermedad en el hombre sano,
así como la energía dinámica de las medicinas sobre el principio de la vida restituyéndolo a la
salud, en nada difieren de la infección y esto ni es material ni es mecánico en modo alguno,
como la energía de un imán que no es material ni es mecánica atrayendo a una pieza de hierro
o de acero”.59
Con respecto al modo de contagio empleado por el agente transmisor, señaló que lo es
por contacto dérmico casual para la psora, y por el coito para la sicosis y sífilis.
La vía de ingreso es cualquier punto de la piel para la psora, y la mucosa genital para la
sicosis y sífilis.
57
Revista Homeopática Austríaca, 2º volumen, citado por R.E. Dudgeon en op. cit., pág. 276.
58
S.Hahnmenan, “Enfermedades Crónicas”.
59
S. Hahnemann, “Organon”, 6ª edición, México, Ed. Porrúa 1984, 1ª nota al parágrafo 11.
42
es la erupción pruriginosa en piel ya descripta, para la sicosis son las verrugas ficoideas y para la
sífilis es el chancro, estas dos últimas en la mucosa genital.
Una nueva confusión fue causada tanto por James Tyler Kent, como por James Henry
Allen, quienes identificaron la psora con la idea religiosa del pecado original, lo cual a su vez fue
rechazado por C. Hering.
“Mucho antes del diluvio, que fue una inundación que destruyó a los malos que
estaban sobre la superficie de la tierra en aquel tiempo, ya hubo una manifestación llamada
lepra, que no era sino el resultado de una terrible profanación que tuvo lugar en aquel período.
Muchísima gente sufría entonces aquella aura violenta de lepra, mientras que el orden
natural de la raza humana de hoy es una forma más suave de psora sobre una raza de gente
diferente”.61
“Debe haber habido alguna enfermedad anterior a este estado que reconocemos como
el miasma crónico de la psora. [Para comprenderlo] tendremos que aceptar la Palabra de Dios
como algo histórico … No está mal razonar de esta manera y espero que vosotros lo aceptaréis
no solamente como historia, sino también como revelación divina”.63
“El dominio que abarca [la receptividad psórica] es realmente vasto, pues se remonta
al error fundamental del hombre, el pecado original, verdadera enfermedad primaria de
60
R. Handley, “In search of the later Hahnemann”, UK, Ed. Beaconsfield, 1997, pág. 38.
61
J. Kent, “Filosofía homeopática”, Buenos Aires, Ed. Albatros, Lección XIX.
62
op. cit. Lección XVIII.
63
op. cit. Lección XIX.
43
nuestra raza; yo entiendo la enfermedad así creada, como estado primario, a partir del cual
todas las razas han engendrado lo que podemos llamar receptividad psórica que a su vez, ha
puesto las bases de todas las otras enfermedades”.64
La razón por la que Kent fue un prescriptor mental en detrimento de los síntomas
físicos, aun cuando ellos fueran peculiares o característicos, radica en que situó en la esfera
mental la causa de las enfermedades.
La mezcla de medicina con religión, algo que Hipócrates había separado 2.300 años
antes, es aun más evidente en James Henry Allen, así como más ajena a la doctrina de la
Homeopatía.
“… vemos que el pecado es el padre de todos los miasmas crónicos, además de ser el
padre de la enfermedad”.
Todos estos conceptos no fueron jamás expresados por Hahnemann, por lo que
resultan totalmente extraños a la homeopatía.
J. Henry Allen también añadió otra confusión, quizás la más grave porque está muy
difundida, cuando a comienzos del siglo XX cuestionó el concepto de miasma crónico,
especialmente del psórico, tal como lo había expuesto Hahnemann.
“Lo patológico en cualquier grado marcado, raramente viene o nunca viene del
miasma psórico, que es más un perturbador funcional”.66
“Antes que nada debemos repetir la regla: la psora por sí misma no nos da ningún
cambio de estructura y otro miasma debe estar presente para obtener un cambio en la
estructura o forma, de una parte o de un órgano”.67
64
J. Kent “La ciencia y el arte de la homeopatía”, citado por D. Demarque en “Homeopatía medicina de la experiencia”,
México, Ed. Propulsora de homeopatía, 1987, pág. 229.
65
J.Henry Allen, “Los miasmas crónicos. Psora y Pseudosora”, Buenos Aires, Ed. Albatros,1985, págs. 30, 43 y 130.
66
J.Henry Allen, “Los miasmas crónicos. Psora y Pseudopsora”, Buenos Aires, Ed. Albatros, 1985, pág. 198.
67
op. cit., pág. 252.
44
El Mal Fundamental de la humanidad, el más demoledor, el más polifacético: “al
que mejor cuadra el apelativo de hidra, el monstruo mitológico de múltiples cabezas” tal como
lo describió Hahnemann en “Enfermedades Crónicas”, quedó para J. Henry Allen reducido a
una simple tendencia al desequilibrio, más que constituir el desequilibrio mismo, una mera
inhibición no destructiva o una “perturbación funcional” según sus palabras.
Sin embargo, pese a las ideas de J.Henry Allen, el creador de la homeopatía había
calificado precisamente a la psora como la enfermedad miasmática “… más destructiva y …
menos comprendida”.68
Además, hasta el final de su vida (1843) Hahnemann afirmó que desde el comienzo de
la historia escrita que situó en los tiempos bíblicos, la humanidad padece en un 88 %
“exclusivamente” de psora, y que en el 12 % restante, los padecimientos son consecuencia
de sífilis, sicosis o sus combinaciones.
“Siete octavos [88 %] de todos los males crónicos brotan exclusivamente de ella [la
psora] en tanto que el octavo remanente [12 %] surge de la sífilis y del sicosis, o por
combinación de dos de estas tres Enfermedades Crónicas miasmáticas o, lo que ya es raro, de
la complicación de las tres”.69
“La psora es la enfermedad miasmática más antigua, más difundida, más destructiva,
y sin embargo es la menos comprendida”71.
“Estas verdades puras y grandes serán cuestionadas durante años y hasta por los
mismos médicos homeópatas y no llegarán a ser puestas en práctica debido a las
especulaciones teóricas y a las convicciones prevalecientes …”.
“Aquellos que meramente estudian y tratan los efectos de la enfermedad, son como
personas que imaginan que pueden alejar el invierno barriendo la nieve de la puerta.
No es la nieve lo que causa el invierno, sino que es el invierno la causa de la
nieve”.“De vidibus membrorum”. Paracelso.
68
S.Hahnemann, “Enfermedades Crónicas”, México, Ed. Porrúa, 1990, pág. 42.
69
op. cit., pág. 49/50.
70
J. Henry Allen, “Los miasmas crónicos. Psora y pseudopsora”, Buenos Aires, Ed. Albatros, 1985, pág. 164.
71
S.Hahnemann, op cit., pág. 42.
45
Volviendo entonces al fundador de la Homeopatía, durante los 11 o 12 años anteriores a
1828 investigó el motivo del fracaso de la mayoría de los tratamientos de las Enfermedades
Crónicas.
“¿Cuál era la razón del fracaso en lograr salud perdurable en tantos miles de intentos
llevados a cabo para curar enfermedades de índole crónica?”
“Encontrar la razón por la cual todas las medicinas halladas por la Homeopatía
fracasaban cuando se intentaba la efectiva curación de dichas enfermedades … fue tarea de
importancia fundamental en la que me empeñé constantemente a partir de 1816 o 1817, hasta
que el Dador de todo lo bueno me permitió solucionar gradualmente tan sublime problema
merced a reflexión incesante, infatigable investigación, observación sin preconceptos y los
experimentos más precisos, todo ello con el objeto del bienestar de la humanidad”.72
“Antes de haber alcanzado tal comprensión yo solamente podía enseñar cómo tratar
a la totalidad de las enfermedades crónicas como si fueran dolencias aisladas, individuales
…”74
Hahnemann llegó al concepto de una única enfermedad crónica (excluidas las venéreas)
al comprobar:
- Que al existir una única Energía Biológica que mantiene al organismo como
unidad, su desequilibrio es también un único mal fundamental, aunque se
muestre por fragmentos.
- Que dentro del conjunto de síntomas presentes en cada una de las Enfermedades
Crónicas, siempre yacen otros que permiten reconocer una “índole esencial”
de la psora.
Caracterizan a la psora “varios síntomas que le son comunes”, es decir que se
repiten en cada uno de aquellos conjuntos, identificando así a ese Unico Mal
Fundamental.
- Que para la curación estable, además del remedio antimiasmático similar, debe
tratarse el fondo miasmático, la psora misma, lo cual se efectúa con un único
remedio: Sulphur, como corresponde a esa única enfermedad.
72
S.Hahemann, “Enfermedades Crónicas”, México, Ed. Porrúa, 1990, págs 32 a 34.
73
S. Hahnemann, “Enfermedades Crónicas”, México, Ed. Porrúa, 1990, pág. 204.
74
S.Hahnemann, “Organon”, 6ª edición, México, Ed. Porrúa, 1984, nota al parágrafo 80.
46
“… las Enfermedades Crónicas miasmáticas, que según lo expuesto, permanecen
siempre invariables en su índole esencial, y en particular la psora …”.75
- Que su acción tenga una duración larga o mediana, pues indican así su acción
profunda. Nunca los de acción breve.
En los 15 años posteriores a esta doctrina, estudió 28 nuevos remedios, de los cuales 26
fueron antipsóricos, es decir el 93 %, con lo que entonces sí pudo curar las Enfermedades
Crónicas.
Obtuvo ese éxito al orientar, a partir de 1828, la búsqueda de remedios con profundidad
psórica, especialmente minerales, tales como Alumina, Baryta Carbónica, Bórax, Calcárea
Carbónica, Graphites, Kali Carbonicum, Natrum Carbonicum, Natrum Muriaticum, Nitric
Acidum, Petróleum, Phosphorus, Zincum, y otros79.
77
S. Hahnemann, “Organon”, 6ª edición, México, Ed. Porrúa, 1984, parágrafo 103.
78
S. Hahnemann, “Enfermedades Crónicas”, México, Ed. Porrúa, 1990, pág. 125.
79
Rima Handley, “In search of the later Hahnemann”, UK, Ed. Beaconsfield, 1997, Capítulo V (ver listado de los
remedios y sus fechas de experimentación).
80
S.Hahnemann, “Enfermedades Crónicas”, México, Ed. Porrúa, 1990, pág. 272.
47
Carbónica - Carbo Vegetabilis - Carbo Animalis - Causticum - Clematis - Colocynthis -
Conium - Cuprum - Digitalis - Dulcamara - Euphorbium - Graphites - Guaiacum -
Hepar Sulphur - Iodum - Kali Carbonicum - Lycopodium - Magnesia Carbónica -
Magnesia Muriática - Manganum - Mezereum - Muriatic Acidum - Natrum Carbonicum -
Natrum Muriaticum - Nitri Acidum - Nitrum o Kali Nitricum - Petroleum - Phosphorus -
Phosphoricum Acidum - Platina - Sarzaparrilla - Sepia - Silicea - Stannum - Sulphur -
Sulphuricum Acidum - Zincum -
Se enfrentan así con los mismos escollos para la curación que Hahnemann tenía antes
de descubrir la Doctrina de la Psora, a la que consideró “… invalorable descubrimiento cuyo
valor para la humanidad excede todo lo que yo he descubierto jamás…”
No puede curarse una enfermedad crónica con Pulsatilla o con Nux Vomica, por
ejemplo, ya que con los apsóricos solamente se cambia y deforma el cuadro sintomático con que
ella se muestra sin curarla, si bien tales remedios pueden hacerlo en el caso de las enfermedades
agudas.
“… los otros remedios [apsóricos] –aún cuando hayan sido seleccionados de acuerdo
a la más estricta similitud de síntomas- en modo alguno proporcionan curaciones duraderas y
completas en los casos de Enfermedades Crónicas, como sí las proporcionan los reconocidos
en calidad de antipsóricos cuando son seleccionados con igual criterio homeopático, porque
éstos –a diferencia de aquéllos- se adecuan a la variedad infinita de síntomas del gran mal de la
psora”.81
Este concepto miasmático tiene una enorme importancia práctica, ya que si el médico
homeópata tiene frente a sí un caso de psora, el hecho más habitual en la tarea diaria cuando trata
Enfermedades Crónicas, necesitará hacer en algún momento del tratamiento una prescripción
miasmática, indicando el antimiasmático fundamental de la psora: Sulphur, o si los síntomas así
lo señalan: Hepar Sulphur.
La prolongada práctica clínica demuestra que las Enfermedades Crónicas psóricas sólo
se curan con los antipsóricos, ya que únicamente con ellos esas curaciones son estables y
“duraderas”.
“Toda diátesis psórica [en actividad] …muy raramente habrá de ser curada por un
solo remedio antipsórico, y requerirá por el contrario el empleo de varios de estos remedios –y
en los casos de mayor gravedad el empleo de muchos de ellos- uno a continuación del otro”.83
81
S.Hahnemann, “Enfermedades Crónicas”, México, Ed. Porrúa, 1990, pág. 165.
82
Carta a su dilecto discípulo Clemens van Bönninghausen, desde Köthen, el 9 de marzo de 1833 –R.Haehl,
“S.Hahnemann is life and work”, tomo II, suplemento 120-, New Delhi, Ed. B. Jain, 1992, pág. 250.
83
S.Hahnemann, “Enfermedades Crónicas”, México, Ed. Porrúa, 1990, págs. 202/203.
48
“Tratándose de Enfermedades Crónicas no venéreas, que comúnmente provienen de la
psora, para efectuar su curación, con frecuencia se requerirá dar en sucesión varios remedios
antipsóricos y que cada uno de ellos haya sido elegido homeopáticamente en consonancia con
el grupo de síntomas que hayan quedado una vez que se ha completado la acción del remedio
previo”.84
La prescripción miasmática.
A partir del descubrimiento del miasma crónico de la psora dado a conocer en 1828, y
con base en el reconocimiento de “la índole esencial de la psora” 85, el principal objetivo de
Hahnemann pasó a ser la búsqueda del método que permitiera curar ese fondo psórico
subyacente en todas las enfermedades crónicas no venéreas.
Desde que inició su estadía en París (1835), y quizás antes, decidió invertir la estrategia
y abrió frecuentemente el caso con Sulphur, para remover el miasma psórico subyacente, y luego
trató los síntomas remanentes con el “simillimum”:
“Ahora abre la mayoría de sus casos crónicos con sulphur, elegido sin considerar los
síntomas característicos que antes estimaba importantes, en razón presumiblemente de
comenzar el caso prescribiendo para el miasma psórico subyacente… él se convirtió en un
prescriptor miasmático. Su clara intención era tratar el miasma psórico antes de iniciar el
tratamiento de los síntomas más individualizados”.86
Cerrando este Capítulo debe reiterarse que a la homeopatía le hizo un enorme daño la
sorprendente y generalizada aceptación de la tergiversación introducida por J. Henry Allen en el
concepto hahnemanniano de la psora que él dijo sostener.
De ser para Hahnemann “el más destructivo” de los miasmas, “el mal fundamental de
la humanidad”, en la concepción de J. Henry Allen la psora quedó reducida a una mera
“perturbación funcional”.
84
S.Hahnemann, “Organon”, 6ª edición, México, Ed. Porrúa, 1984, parágrafo 171.
85
S. Hahnemann,“Organon”, 6ª edición, México, Ed. Porrúa, 1984, parágrafo 103.
86
Rima Handley, “In search of the later Hahnemann”, UK, Ed. Beaconsfield, 1997, págs. 40 y 46.
49
2.- 1829. El descubrimiento de Nuevas Vías de Administración de las Medicinas:
Inhalatoria y Percutánea.
“El descubrimiento consiste en ver lo que todos han visto y pensar lo que nadie pensó”
Alberto Szent Györgi von Nagyrapolt, premio Nobel de Química, año 1937.
Vía inhalatoria.
La mención inicial del uso de la inhalación como vía de ingreso medicinal correspondió
a Paracelso, quien la recomendó en casos de pacientes inhabilitados para la deglución, como
acontece en la apoplejía y en la epilepsia. 87
Observó que empleando la vía inhalatoria las agravaciones eran mucho más suaves
que si se utilizaba la vía oral.
“Si una idea no parece absurda de entrada, pocas esperanzas hay para ella”
Albert Einstein.
“Los remedios homeopáticos tienen su efecto más seguro y más poderoso en forma de
vapor cuando el paciente lo inhala de glóbulos impregnados con el líquido medicinal,
guardados secos, en un frasco”.
“… esta inhalación ejerce el poder medicinal en el mismo grado de intensidad que las
dosis orales, e incluso produce su efecto más suavemente y durante el mismo tiempo”.89
87
R.E.Dudgeon, “Lectures on the theory and practice of homeopathy”, New Delhi, Ed. B.Jain, 2002, Lesson I, pág. 16.
88
S.Hahnemann, “The lesser writings of S. Hahnemann”, Remarks on the extreme attenuation of homeopathic
medicines, New Delhi, Ed. B. Jain, 1990, pág. 766.
89
C. Bönninghausen, “Repertorio de Remedios Homeopáticos”, 1833, Prefacio de S. Hahnemann.
50
En el mismo año, en una nota al parágrafo 288 de la 5ª edición del “Organon” de 1833,
sus palabras manifiestan su entusiasmo:
“Es especialmente en la forma de vapor por olfacción e inhalación del aura medicinal
que siempre emana del glóbulo impregnado con el líquido medicinal en alta dinamización y
guardado seco en un pequeño frasco, que los remedios homeopáticos actúan más seguramente
y con el mayor poder …”.
“[la inhalación] produce su influencia curativa sobre la fuerza vital en la más suave
pero poderosa manera, y ella es preferible a todo otro modo de administrar el medicamento en
sustancia por boca …”
“He llegado a convencerme (algo que jamás hubiera creído antes) que por la
inhalación, el poder de la medicina es ejercido sobre el paciente al menos en el mismo grado
de intensidad, que cuando la dosis de la medicina es tomada por boca”.90
Aura, según los diccionarios, significa: hálito, aliento, soplo [atmósfera medicinal que
se desprende del glóbulo].
En 1832, es decir un año antes, Hahnemann había abandonado el uso de las Dosis
Unicas al descubrir que las Dosis Múltiples abreviaban la curación, método que utilizó también
con las inhalaciones del glóbulo en seco.91
En 1834 Hahnemann descubrió que la dilución del glóbulo en “gran cantidad de agua”
hace “mucho más poderosa” su acción, lo que fue expuesto en el Prefacio a la 2ª edición del
volumen 3 de “Enfermedades Crónicas”, publicado en 1838.
Más tarde, ratificó también este concepto en el parágrafo 272 de la 6ª edición del
“Organon”:
“Un glóbulo … disuelto en gran cantidad de agua y sacudido bien antes de cada
toma se convierte en un medicamento mucho más poderoso …”
Comprobó que es curativa tanto la atmósfera que rodea al glóbulo en seco al ser
inhalada, como también la que al agitar el frasco se desprende del líquido en el que fue
disuelto dicho glóbulo.
Tal como hizo para la vía oral, usó para esta forma medicinal las Dosis Múltiples del
remedio disuelto en “gran cantidad de agua y sacudido bien”, antes de cada inhalación para
“variar el grado de potencia”, lo que permite su mejor tolerancia:
“Si en el tratamiento se usare tan sólo un frasquito de digamos una dracma de alcohol
diluido en el cual estuviere contenido y disuelto mediante sucusiones un glóbulo de la medicina
a usar por inhalación cada dos, tres o cuatro días, también este frasquito deberá ser bien
sacudido ocho a diez veces antes de cada inhalación”.92
La vía percutánea.
91
C. Bönninghausen, “Repertorio de Remedios Antipsóricos”, 1832, Prefacio de S. Hahnemann.
92
S.Hahnemann, “Organon”, 6ª edición, México, Ed. Porrúa, 1984, parágrafo 248.
93
S.Hahnemann, “Enfermedades Crónicas”, México, Ed. Porrúa, 1990, pág. 296.
51
Y unos años después:
Finalmente Hahnemann advirtió que la piel sobre la que se fricciona el remedio debía
ser sana, ya que el método sirve como vía de ingreso y no como tratamiento local.
“Que la costumbre tantas veces probada no te fuerce [a marchar] por ese camino”.
Advertencia a no dejarse vencer por la fuerza de la costumbre, dictada por una diosa a
Parménides.
Pese a ello, en estas formas de ingreso medicinal y en otros factores que se expondrán,
yacen ignoradas las claves del arte de prescribir que resuelven las frecuentes, no curativas y a
veces severas agravaciones medicinales.
Por otra parte, la cualidad de profundidad, apta para tratar las más arraigadas
enfermedades, sólo es propia de la vía percutánea, cuando ella es usada como vía única, sin
el uso simultáneo de la vía oral.
Urge entonces incorporar estos recursos a fin de evitar las frecuentes agravaciones de la
práctica corriente en las que por exceso de estímulo se malogran muchos tratamientos.
La Ley de la Sobreestimulación.
“… una medicina … dañaría con cada dosis demasiado grande … tanto más cuanto
mayor resultare su homeopaticidad y más elevada su potencia”.
Y poco después:
94
S.Hahnemann, “Organon”, 6ª edición, México, Ed. Porrúa, 1984, parágrafo 285.
52
principio vital y el paciente ya no sufre más a la enfermedad original desde el momento en que
una dosis demasiado fuerte de la medicina homeopática haya actuado sobre él, pero ha
quedado más enfermo a consecuencia de la afección medicinal similar pero más violenta, que
es más difícil de extinguir” (destacado en el original).
Infinidad de veces, ante la queja del paciente que dice “estoy peor”, los médicos
homeópatas hemos suspendido remedios por atribuir la agravación de los síntomas a un
error en su elección, cuando aquélla sólo era consecuencia de un sobreestímulo efectuado
con el medicamento bien elegido.
Es en virtud de esta ley que las vías de ingreso medicinal olvidadas, en especial la
inhalatoria, surgen como medios curativos tan valiosos a fin de lograr estímulos suaves y bien
tolerados y por ende más curativos.
Luego de haber indicado esa única dosis, aguardaba durante 40, 60 o 100 días hasta que
se agotara su efecto y reaparecieran síntomas, sin dar más tomas durante la espera.
Si por el contrario ellos indicaban otro remedio, administraba el nuevo repitiendo luego
la espera anterior.
- en los casos en que llegaba a curar, esto ocurría luego de un tratamiento muy
prolongado, que insumía numerosos años.
53
Se diferencian las Dosis Múltiples de las Únicas, en que las primeras repiten las
dosis sin esperar la reaparición de los síntomas, requisito indispensable para las segundas.
Al emplear las Dosis Múltiples, Hahnemann se enfrentó con el problema de que ellas
ocasionaban frecuentes agravaciones, aún cuando entonces las administraba en seco,
inconveniente que admitió en la 5ª edición del “Organon” de 1833.
Como consecuencia de ello indicó intercalar después de cada dos o tres dosis del
remedio, otro medicamento relacionado con él. Por ejemplo, en un tratamiento con Sulphur
intercalaba Hepar Sulphur.
A este método, que aún provocaba frecuentes agravaciones, lo modificó un año después,
ya que pudo resolverlas dando el remedio disuelto en “gran cantidad de agua y sacudido bien
antes de cada toma” para aumentar su “grado de potencia”.
- Impedir con ello la vuelta de los síntomas, lo cual significa que la enfermedad
se yergue en estado similar al que se encontraba antes de la dosis precedente.
A las Dosis Múltiples puede no recurrirse cuando exista una Energía Biológica
vigorosa, en una enfermedad crónica reciente y no grave, ya que su curación se puede obtener
mediante una Dosis Única aunque en la inmensa mayoría de los casos no se dan estas
circunstancias.
En 1829 el general Simeón Korsakov, consejero de estado ruso, puso por carta a
consideración de Hahnemann una modificación del método de preparación de la escala
Centesimal.
Para evitar el uso de gran cantidad de frascos, corchos y alcohol que ese procedimiento
implicaba, Korsakov estimó que podía utilizarse un frasco único, el cual era vaciado después de
lograda cada potencia y como consideraba que en sus paredes quedaba el equivalente de una
gota, luego agregaba las 99 gotas de agua alcoholizada.
“El procedimiento … descripto por el señor Korsakov es muy sensato … permite una
fidelidad y una certeza de las diluciones siguientes, de tal modo que no hay nada que
reprocharle: facilita enormemente las operaciones”.95
95
S. Hahnemann, carta a su amigo J. E. Stapf, citada por D.Demarque, “Técnicas homeopáticas”, Buenos Aires,
Ediciones Marecel, 1981, pág. 108/9.
54
Sorprendentemente, luego de esta aprobación y tras cuatro años de ensayos con el
nuevo procedimiento, Hahnemann no hizo ninguna mención a éste cuando detalló la escala
Centesimal, en la 5ª edición del “Organon” de 1833.
Tampoco, tras dos años más, hizo referencia al método propuesto en la 2ª edición de
“Enfermedades Crónicas” de 1835/9.
Puede considerarse entonces a 1833 como el año en que Hahnemann abandonó los
ensayos con el sistema de frasco único, cuya evaluación había iniciado en 1829.
A fines de 1840 Hahnemann comenzó a usar esta nueva escala, que detalló en la 6ª
edición del “Organon”, terminada en 1842, aunque desgraciadamente publicada recién en 1921,
luego de una demora de 79 años.
5.- 1834. El remedio en solución con aumento del “grado de potencia”. Abandona
el remedio en seco.
Indicó ingerirlo diariamente, en ocasiones día por medio, a lo largo de 40 días o más.
Esta preparación no era semejante al simple remedio en solución que utilizaba por
gotas desde el comienzo de la homeopatía, antes de descubrir la impregnación de glóbulos,
ya que ahora indicó que fuera “disuelto en gran cantidad de agua”.
Sin embargo comprobó que las Dosis Múltiples empleando el glóbulo así diluido
provocaban:
55
- Que se suscitaran síntomas nuevos ocasionados por el remedio y no pertenecientes
al paciente.
“… con esta precaución: que el grado [de potencia] de cada dosis varíe en algo
respecto al de la dosis precedente y que también varíe el grado de la próxima, a fin de que el
principio vital que habrá de ser alterado por una enfermedad medicinal similar no sea excitado
hacia reacciones desfavorables y tumultuosas, como ocurre siempre que se repiten rápidamente
dosis sin variación alguna”.96
“Un glóbulo de éstos puesto seco sobre la lengua es la dosis mínima para una
enfermedad reciente y moderada. En este caso la medicina toca pocos nervios. Pero otro igual
al anterior, triturado con azúcar de leche, disuelto en gran cantidad de agua y sacudido bien
antes de cada toma, se convierte en un medicamento mucho más poderoso, apto para usar por
varios días. Cada dosis por más pequeña que sea, afectará a muchos nervios”.97
Con este método que llamó “aumento del grado de potencia” evitó las
exacerbaciones sintomáticas que ocasionaban las repeticiones sin aumento de dicho grado,
haciendo posible la buena tolerancia de las Dosis Múltiples a lo largo del tiempo y
alcanzando la curación más rápidamente.
96
S.Hahnemann, “Organon”, 6ª edición, México, Ed. Porrúa, 1984, parágrafo 246 –destacado en el original-
97
S.Hahnemann, “Organon”, 6ª edición, México, Ed. Porrúa, 1984, parágrafo 272.
56
- Lograr la “solución incorruptible” del glóbulo diluido mediante el agregado de
alcohol.
- Evitar las agravaciones que ocasiona la sola dilución del glóbulo “en gran
cantidad de agua”, al agregarle más sacudidas antes de cada toma, lo que llamó
“potentizar de nuevo la solución medicinal”, pudiendo así “aumentar el grado de
potencia”.
Estos factores combinados son la esencia del arte de prescribir, y si están bien elegidos
constituyen las condiciones necesarias para alcanzar la curación de las enfermedades crónicas.
Este incremento se pone de manifiesto al considerar que la fricción dada por las
sacudidas es una magnitud acumulativa.
Así, en la potencia final de dicha escala acumuló ahora 300 sacudidas en lugar de las 60
previas, alcanzando entonces su propósito de aumentar la intensidad.
Desde 1832 Hahnemann intentaba el tratamiento continuo, aunque en esa época, luego
de varias tomas, se veía obligado a suspenderlas durante 30 o 40 días.
“Influir con el remedio sobre la Fuerza Vital … de manera continua … para que la
reacción curativa sea continua.
98
S.Hahnemann, “Organon”, 6ª edición, México, Ed. Porrúa, 1984, parágrafo 246.
57
Rara vez [dar las dosis] antes de 7 días … dando las tomas cada 9, 12, 14 días.
Después … dejar que el remedio surta su efecto 4 a 6 semanas”.99
Para Hahnemann fue una regla general que la frecuencia de la repetición de las dosis
debía ser mayor cuanto más aguda y reciente era la enfermedad, y menor cuanto más crónica y
antigua era ella, supeditando ese principio a la reactividad del paciente.
“Lo que he dicho en la 5ª edición del Organon, en una larga nota a este parágrafo
[246] y con la finalidad de prevenir tales reacciones indeseables del principio vital, era todo
cuanto mi experiencia me permitía entonces.
Pero durante los últimos cuatro o cinco años [1837/38] gracias a una nueva forma de
proceder que yo perfeccioné aún más, todas esas dificultades fueron completamente resueltas.
El mismo remedio bien elegido puede ser ahora repetido diariamente y durante meses si fuera
necesario”.
Más adelante aclaró que las potencias deben darse en dinamizaciones de progresión
ascendente.
A continuación entonces se resumen las condiciones que deben existir para poder
efectuar el Tratamiento Continuo en una enfermedad crónica.
58
- Emplear un glóbulo, raramente dos, tamaño semilla de amapola, disuelto en “gran
cantidad de agua”, aumentando el “grado de potencia” con 8, 10 o 12 sacudidas o sucusiones
previas a cada dosis.
- Usar las Dosis Múltiples diariamente o cada 9, 12, 14 o más días, según la
sensibilidad del paciente.
- Para las enfermedades psóricas hacer una prescripción miasmática con Sulphur o
Hepar Sulphur, antes, durante o después del tratamiento con los remedios antipsóricos.
Hahnemann mismo experimentó por esa época con la potencia Centesimal 200 de
Sulphur, pese a lo cual pidió para el uso corriente no sobrepasar el límite de la potencia 30
Centesimal, a fin de que todos los homeópatas adquirieran su práctica médica con remedios
hechos bajo un único sistema, igual para todos, mediante el cual se pudieran intercambiar las
experiencias clínicas:
“Yo no apruebo vuestras dinamizaciones medicinales elevadas (por ejemplo más allá
de la XII y XX) [potencias 36 y 60 Centesimales].
Tiene que haber un final en esto, no se puede ir al infinito.
Haciendo de ésto una regla; que todos los remedios homeopáticos sean atenuados y
dinamizados hasta la X [potencia 30 Centesimal] nosotros tenemos un modo uniforme de
proceder en el tratamiento para todos los homeópatas, y cuando ellos describen una cura
nosotros podemos repetirla, ya que ellos y nosotros operamos con las mismas herramientas”.100
No obstante lo referido, Jenichen de Wismar alcanzó las potencias 2.500, 8.000, y llegó
a la 16.000, aunque conservó oculto el procedimiento empleado. Aparentemente usó en forma
manual el método Korsakov, aplicando 30 sacudidas por potencia.
Con estos remedios hechos con métodos de preparación carentes de todo sistema
comienza la confusión en que estamos inmersos en la actualidad respecto a las técnicas de
dinamización para las altas potencias: Korsakov probablemente empleó el frasco único,
mientras que Jenichen, Fincke y Swan mantuvieron en secreto sus propios métodos.
Respecto al sistema empleado por Fincke poco pudo saberse, ya que nunca lo reveló.
Aparentemente recurrió a alguna variante del ilógico procedimiento de fluxión continua, que
aquí no se trata dado que carece no solo de lógica, sino de las más elementales normas que
permitan calificarlo de método.
Swan empleó también algún procedimiento de fluxión continua. Kent le confió a Hayes,
en una carta del 30/7/1903, que luego de ver personalmente a Swan preparar sus remedios arrojó
100
S.Hahnemann, “Lesser writings of Samuel Hahnemann”, New Delhi, Ed. B. Jain, 1990, nota al pie en pág. 765 (carta
al Dr. Schreter, del 12/9/1829).
59
todos los que tenía hechos por él, calificando dicho procedimiento como una “superchería de la
peor clase”.101
“Pero con una relación tan baja del medio diluyente respecto de la medicina: 100/1, si
fuere sometida forzadamente a muchas sucusiones mediante alguna máquina adecuada
desarrollaría medicinas que, especialmente en los grados de dinamización más elevada,
actuarían casi de inmediato pero con una violencia furiosa y hasta peligrosa …”.102
Debe recordarse que el primer proyecto de máquina dinamizadora fue diseñado por el
Dr. Messerschmidt, y apareció publicado en los “Archivos de Stapf”, en 1834, en vida de
Hahnemann.103
- La potencia 30 Centesimal hahnemanniana (30 CH), final para esta escala, tiene un
acumulado de 300 sacudidas.
- La potencia 30 Milesimal hahnemanniana (30 LM), final para esta escala, tiene un
acumulado de 3.000 sucusiones.
- Una potencia 10.000 K Centesimal corriente, hecha con alguna de las máquinas
dinamizadoras comunes, que aplican 200 sucusiones por paso, empleando el frasco único según
Korsakov, tiene un acumulado de 2.000.000 de sucusiones.
Con esta última astronómica cifra y otras similares hechas con dinamizador, se entra de
lleno en el campo de los efectos de “violencia furiosa y hasta peligrosa” advertidos por
Hahnemann.
Está demás poner como ejemplo las sucusiones acumuladas de potencias como la
50.000 K o 100.000 K o mayores.
Sin embargo, por fortuna, como la Desconcentración generada por el método Korsakov
es irregular, sus consecuencias también lo son, y así no siempre producen los efectos severos que
ocasionarían si aquélla fuera regular.
Hahnemann le dirigió una carta a Korsakov, en la que expresó que esas altas
dinamizaciones debían tener carácter experimental, y que para el uso corriente de todos los
101
D. Demarque, “Técnicas Homeopáticas”, Buenos Aires, 1981, Ed. Marecel, pág. 119.
102
S. Hahnemann, “Organon”, 6ª edición, México, Ed. Porrúa, 1984, nota al parágrafo 270.
103
R. Haehl, “S. Hahnemann, his life and work”, New Delhi, Ed. B. Jain, 1992, tomo I, pág. 332/4.
60
médicos homeópatas no había que sobrepasar la potencia 30 Centesimal, a fin de lograr
resultados uniformes, y por ende comparables.
En esa carta refirió por otro lado, que los trabajos de Korsakov confirmaban sus propias
evidencias respecto a que:
Pese a ello las Farmacopeas de muchos países indican 20 y más sacudidas por cada
potencia para la escala Centesimal.
En consecuencia, los médicos homeópatas hemos perdido aquello que el Maestro pidió
conservar: “un modo uniforme de proceder en el tratamiento para todos los homeópatas, y
cuando ellos describan una cura nosotros podamos repetirla, ya que ellos y nosotros
operamos con las mismas herramientas”.106
105
ver “La Escala Centesimal”, en el Capítulo correspondiente al año 1816.
106
S.Hahnemann, “Lesser writings of Samuel Hahnemann”, New Delhi, Ed. B. Jain, 1990, nota al pie en pág. 765, carta
al Dr. Schreter del 12/9/1829.
61
cuando se trata de las potencias más allá de la 9 o 12, que corresponden a la III y IV Centesimal,
ya que químicamente no puede demostrarse aquella presencia en tanto superan el número de
Avogadro. No actúan en el campo de la Química sino en el de la Física, por lo que requieren de
otro orden de magnitudes. Ocurre como si se pretendiera pesar la electricidad.
Los ejemplos dados ilustran acerca de la confusión reinante, y si bien existen muchos
otros, alcanza con ellos para no insistir en el tema.
107
R. E. Dudgeon, “Lectures on the theory and practice of homeopathy”, New Delhi, Ed. B. Jain, 2002, Lecture XVIII,
pág. 527.
108
D. Demarque, “Técnicas homeopáticas”, Buenos Aires, Ed. Marecel, 1981, pág. 111.
62
La mayor dificultad práctica que tuvo para concebir la escala Milesimal fue cómo
subdividir en 500 partes la gota medicinal en el proceso de dilución, a fin de alcanzar altas
dinamizaciones.
Cada una de estas etapas, partiendo de uno de dichos glóbulos, da como resultado una
potencia de la escala Milesimal, por lo que al repetir este proceso 30 veces, se completa dicha
escala y se obtiene la potencia final 30 Milesimal hahnemanniana.
Esta elevada dilución por potencia le permitió aplicar 100 sucusiones por paso, con lo
cual logró alcanzar su objetivo:
Recordando la cita ya expuesta antes, resulta claro que su propósito fue poder aplicar el
máximo de sucusiones, a las que atribuía todo el poder medicinal:
109
S. Hahnemann, “Organon”, 6ª edición, México, Ed. Porrúa, 1984, nota al parágrafo 270.
110
S. Hahnemann, “Organon”, 6ª edición, México, Ed. Porrúa, 1984, nota al parágrafo 270.
111
S. Hahnemann, ob. cit., nota al parágrafo 270.
63
restregar y sacudir. La ayuda de un medio de atenuación escogido, no medicinal, es tan sólo
una condición secundaria”.112
Los propósitos finales de Hahnemann para crear la escala Milesimal fueron los
siguientes:
Sin embargo innumerables farmacias y laboratorios, tergiversando las normas dadas por
Hahnemann, preparan los remedios en la escala Milesimal a partir del millonésimo sólo en fase
líquida a fin de adaptarlos al mencionado método Korsakov, obteniendo por esta práctica
farmacéutica medicamentos que ya no pertenecen a la escala Milesimal hahnemanniana, aunque
se vendan como tales.
112
S. Hahnemann, “Organon”, 6ª edición, México, Ed. Porrúa, 1984, nota al parágrafo 269.
113
S. Hahnemann, “Enfermedades Crónicas”, México, Ed. Porrúa, 1990, pág. 282.
114
R. Handley, “In search of the later Hahnemann”, UK, Ed. Beaconsfield, 1997, pág. 142.
64
- cuando la curación no se inicie y el remedio esté bien elegido.
Todo el esfuerzo que el profesional pone en lograr la historia clínica que habitualmente
lleva dos horas o más y cuya ulterior prescripción se confía a dichas farmacias o laboratorios,
puede quedar esterilizado por el proceder antes referido.
Conclusión.
Este repaso histórico muestra que los siete últimos descubrimientos de Hahnemann, que
van desde 1828 hasta el final de su vida, son omitidos en la práctica habitual cuando se tratan
Enfermedades Crónicas, ya que es corriente que:
- Se utilice exclusivamente la vía oral, desconociendo las ventajas de las otras vías
de administración medicinal: la inhalatoria, que es la más suave y mejor tolerada, sin que por
ello pierda dinamismo, y la percutánea, de elección en las enfermedades más arraigadas que
requieren gran profundidad en el estímulo a la Energía Biológica.
115
C. Bönninghausen, The value of high potencies en “The lesser wrigtings”, New Delhi, Ed. B. Jain, 2003, pág. 140.
65
Múltiples y del tratamiento continuo, que someten la enfermedad a la acción del medicamento
sin declinación y de manera constante.
- Se empleen remedios hechos con el método Korsakov de frasco único, que tiene
desconcentración errática, en lugar del uso del método manual de frascos múltiples, de las
escalas Centesimal y Milesimal hahnemannianas, cuya desconcentración es regular.
Es evidente entonces que el médico homeópata dispone de una gran riqueza de recursos
terapéuticos que se omiten en la práctica corriente.
66
SEGUNDA PARTE
67
- Una nueva comprensión de la dinamización y de la expansión del campo de
energía del remedio.
- La primera escala equilibrada en homeopatía.
- El tratamiento continuo durante años.
- Un nuevo método de impregnación medicinal para el tratamiento de los
enfermos muy hiperreactivos.
68
CAPITULO I
La escala Millonesimal.
Conviene dejar aclarado que los conceptos y hallazgos que se exponen a continuación,
así como los de toda la segunda parte de este libro en general, no se lograron en una secuencia
lineal como la que se sigue en los libros de texto, ya que a lo largo de los años hubo avances,
contramarchas, ensayos, aciertos y errores como sucede en toda ciencia empírica. Con igual
criterio, las fechas que se consignan son aproximadas.
Aquí, a fin de presentar una reveladora comprensión de los conceptos hallados, se los ha
expuesto como la síntesis de una sucesión de nociones enlazadas en la búsqueda del remedio de
efecto profundo y bien tolerado.
En el año 1992 se creó la Fundación Homeopática Argentina, destinada entre otros fines
a la difusión, enseñanza e investigación de la homeopatía.
69
1991, 1992 y 1993. Durante este período se sistematizaron también los procedimientos y técnicas
de laboratorio con el objeto de prepararlos para las experimentaciones.
Fue de gran utilidad haber contado con el desarrollo matemático de la escala Milesimal,
no expuesto por Hahnemann en la 6ª edición del “Organon”, llevado a cabo ahora por el Dr.
Horacio Zanetto, lo que permitió estudiar exhaustivamente dicha escala.
Antes de abordar el análisis que sigue cabe señalar que los remedios homeopáticos
están preparados mediante procesos de Fricción y Desconcentración sucesivos.
A lo largo del libro pueden vincularse entre sí los siguientes términos, por cuanto aluden
al mismo concepto:
- concentración.
- energía concentrada.
- intensidad.
- fricción, sacudidas y sucusiones.
- desconcentración.
- energía extendida o expandida.
- expansión o “liberación”.
- dilución.
Como se expresó, por sacudidas se entiende el vigoroso movimiento del brazo que
sostiene el frasco, llevándolo desde el hombro opuesto hasta la pierna del mismo lado, siendo tal
el método utilizado por Hahnemann en la escala Centesimal. Por sucusión se entienden los
golpes dados con el frasco a un libro con tapas de cuero o superficie similar, siendo tal el
procedimiento que empleó para la escala Milesimal. Ambos métodos se refieren al remedio en
solución.
70
A fin de lograrlo estuvo obligado a alcanzar altas diluciones para “moderar la fuerza
del medicamento” aunque a la dilución la consideró “desprovista de toda acción terapéutica”.
Estimó que para poder aplicarle esas 100 sucusiones proyectadas para cada potencia, era
necesaria una dilución de 1/50.000, también para cada una, la cual fue una relación estimativa,
ya que no existía ningún sistema de medida para ambas magnitudes.
Dado que en la primera escala que creó las diluciones eran de 1/100 por potencia, se la
denominó escala Centesimal (o Centesimal hahnemanniana, o CH).
A la última escala que diseñó, por tener las diluciones de 1/50.000 por potencia, se la
llamó escala Milesimal (o cincuenta milesimal o LM), en correspondencia con la Centesimal que
le antecede.
De manera similar la nueva escala experimental, por las razones expuestas en los
cuadros que siguen, debería tener diluciones de 1/25.000.000, y se habría denominado
Millonesimal (o veinticinco millonesimal, ó MM).116
Como se ve, Hahnemann multiplicó por diez (10) las sacudidas, y por quinientos (500)
la dilución.
116
Si bien en la nomenclatura romana el signo que expresa millón es la letra M con una barra horizontal superior, por
razones prácticas aquí se la señalará como MM.
71
Sólo muy ocasionalmente, en voluntarios hiporeactivos, fue bien tolerada y resultó útil a
los fines curativos.
¿Por qué si se habían respetado los factores de conversión que usó Hahnemann para
pasar de la escala Centesimal a la Milesimal, la nueva escala Millonesimal ocasionaba tan
frecuentes agravaciones?
Resultó evidente que para responder a estas preguntas era necesario experimentar
modificando los factores que intervienen en la elaboración de los remedios homeopáticos.
Durante los dos años siguientes (1995/1996), se llevaron a cabo las comprobaciones
experimentales de estas cuatro variantes de la escala Millonesimal.
72
CAPITULO II
“Siéntate como un niño pequeño ante los hechos y prepárate a abandonar cualquier
noción preconcebida; sigue humildemente adonde quiera y a cualquier abismo a que conduzca
la Naturaleza o no aprenderás nada”.
Thomas H. Huxley. Biólogo defensor de la Teoría de la Evolución.
Dado que los pacientes más hiperreactivos de la clínica son los llamados alérgicos, en
quienes su enfermedad radica precisamente en esa respuesta patológicamente excesiva, y que por
consiguiente durante el tratamiento presentan numerosas agravaciones, se seleccionó a los
voluntarios asmáticos para estas constataciones a fin de detectar fácilmente la menor
intolerancia.
Por agravación se entiende que como consecuencia de la acción del remedio, surge
un aumento de los síntomas actuales del paciente, mientras que los síntomas de retorno
aluden a la reaparición de síntomas anteriores, no presentes en la actualidad.
73
Ambos, a menos que sean leves, suelen ser indicio seguro de un exceso de estímulo
medicinal y cuanto mayor es la agravación que produce el remedio empleado, también es
menor su efecto curativo, e incluso las grandes agravaciones virtualmente anulan todo
poder terapéutico del remedio.
El objetivo entonces fue lograr remedios que no ocasionaran síntomas de agravación y/o
retorno, o que éstos fueran muy moderados y fugaces.
El tiempo confirmó el criterio de que si además del poder medicinal de la nueva escala
se buscaba la mejor tolerancia, no había en la clínica mejores comprobadores que los voluntarios
asmáticos, dada la enorme reactividad y tendencia a agravarse que los caracteriza.
Se estimó que si fuesen logrados remedios bien tolerados por los asmáticos, la
tolerancia sería excelente para todos los demás enfermos de menor reactividad.
Los resultados clínicos obtenidos con los remedios hechos con 500 sucusiones por
potencia de la escala Millonesimal, mostraron una leve pero alentadora disminución de los
síntomas de agravación y retorno, respecto a los elaborados con 1000 sucusiones..
Esto fue un aliciente para pasar sin demora a la siguiente variante de 100 sacudidas por
potencia de la escala Millonesimal, lo que aconteció a comienzos de 1996.
Con esta última variante las respuestas clínicas superaron todo lo obtenido con
anterioridad, especialmente en tolerancia, aunque la frecuencia de las agravaciones aun requería
solución ya que solo habían mejorado un poco respecto de las que producía el uso de la escala
Milesimal hahnemanniana.
Pese a ello, ahora sí se tuvo la certeza de estar en el buen camino, y entonces, con la
expectativa de tener al alcance de la mano la posibilidad de obtener en las enfermedades crónicas
de pacientes hiperreactivos mejores resultados curativos que los logrados con todas las escalas
conocidas, se iniciaron las comprobaciones de las últimas dos variantes propuestas para la escala
Millonesimal: con 10 y con 5 sucusiones por potencia.
Hacia finales de 1996 resultó evidente que comparando ambas variantes de la escala
Millonesimal, con 10 y con 5 sucusiones por potencia, desde el punto de vista de los resultados
experimentales clínicos, no pudo observarse que una de ellas fuera superior a la otra.
Aunque estas dos últimas variantes de la escala Millonesimal tenían esos asombrosos
resultados, no alcanzaban la profundidad dinámica deseada, pese a lo cual se consideraron un
paso enorme en la dirección correcta.
74
Entonces debía comprenderse en qué factores residía la capacidad para curar y la casi
ausencia de agravaciones, justamente en pacientes con tan enorme reactividad.
CAPITULO III
“La materia está constituida por las regiones del espacio en las que el campo es
sumamente intenso. No existe el campo y la materia ya que todo es campo”.
Albert Einstein.
Para la comprensión plena de los experimentos del Capítulo anterior resultó evidente
que ninguno de los factores allí implicados debía en adelante seguir siendo estimado ya que se
necesitaba un sistema de medidas.
75
Un concepto revelador.
Por consiguiente ambos campos se corresponden con los conceptos enunciados por
Einstein cuando afirmó que todo es campo de energía en dos estados, según sea su grado de
intensidad o concentración.
Es así que la aptitud curativa guarda directa relación con el grado de expansión
del campo de energía, tal como lo demuestra la clínica.
76
Las sustancias medicinales simples no sometidas a concentración y
desconcentración sucesivas, actúan químicamente y no en virtud de su energía o
dinamismo, tal como ocurre con los remedios alopáticos.
Sin embargo, como ambos forman parte de un único campo de energía, ninguno
puede actuar independientemente del otro, si bien para curar deben guardar una relación
armónica entre ellos.
Como no retorna a los estados previos es irreversible, y también es casi ilimitado porque
aún no se conoce un momento en que su dinamismo deje de estimular a la Energía Biológica.
- Acumulativo.
- Irreversible.
- “casi Ilimitado”.117
En síntesis, dado que el proceso que siguen ambos campos es cíclico (concentración –
expansión – concentración…) se puede considerar que traza en el espacio una imaginaria
trayectoria doble helicoidal (ver figura a continuación).
SUSTANCIAS SIMPLES
117
Afirmación de Hahnemann respecto a la dinamización homeopática, en una carta a Korsakov, en “Remarks on the
extreme attenuation of homeopathic medicines” en “The lesser writings of S. Hahnemann”, New Delhi, Ed. B. Jain,
1990, pág. 763.
77
CAMPO CONCENTRADO
+ INTENSIDAD
LA ENERGIA SE CONCENTRA
CAMPO EXPANDIDO
- INTENSIDAD
LA ENERGIA SE EXPANDE O
“LIBERA”
CAMPO CONCENTRADO
+ INTENSIDAD
LA ENERGIA SE CONCENTRA
SUSTANCIAS DINAMIZADAS
La misma figura doble helicoidal fue diseñada por Leonardo Da Vinci para la
construcción de la escalera central del castillo de Chambord del rey Francisco I de
Francia, ubicado a la vera del río Loira. En ella dos personas pueden descender cada
una por su propio helicoide siguiendo trayectorias independientes tal como ocurre
con los Campos, aunque ambos pertenecen a un mismo doble helicoide.
El doble helicoide con el que se representan estos fenómenos no debe confundirse con
una espiral, ya que el primero gira en torno a un cilindro, y la otra alrededor de un cono.
78
Ello se denomina dinamización, y es lo que precisamente le otorga a las sustancias la
extraordinaria virtud de estimular la Energía Biológica a fin de que recupere su equilibrio
perdido.
Ambos estados de energía guardan entre sí una relación que puede o no estar en
equilibrio terapéutico.
Si bien lo expuesto debe considerarse como una hipótesis simplificada del proceso de
dinamización de las sustancias, es probable que no exista hoy una interpretación de lo que
sucede en él que lo explique mejor y que penetre más hondamente en la naturaleza de este
extraordinario fenómeno.
CAPITULO IV
79
“… sostengo que la noción de “tamaño normal” es arbitraria y no existe en la
naturaleza. Hay un prejuicio puramente humano que decreta que son normales los tamaños que
van de la pulga al hipopótamo; pero el tamaño del átomo de hidrógeno o de la vía láctea,
aunque no sean normales para nosotros, son perfectamente normales para la naturaleza. Por
todas estas razones, los argumentos sobre la dosis infinitesimal no parecen tener sentido”.
Salvador de Madariaga 118
Profundo dinamismo,
Máxima capacidad curativa, y
Tolerancia óptima.
El campo de energía puede adquirir por alta fricción una carga de energía elevada,
en cuyo caso se llama intenso o Campo Concentrado.
Campo Concentrado (CC): es la medida del estado del campo de energía con carga
elevada.
No hay duda que el Campo Concentrado es una magnitud acumulativa, por lo que su
medida debe reflejar esta propiedad.
Medición del Campo Concentrado: se lo mide por el valor de la suma acumulada de las
sacudidas o sucusiones en la potencia medicinal considerada.
Por ejemplo:
118
“Reflexiones sobre la medicina”, en “Obras escogidas. Ensayos”, Buenos Aires, Ed. Sudamericana, 1972, pág. 1000.
80
- Campo Concentrado de la potencia 12 CH (Centesimal hahnemanniana):
Sacudidas por potencia: 10 x 12 = (CC) 120.
El campo de energía que está siendo intensificado por fricción, accede al estado de
Campo Expandido cuando se desconcentra mediante la adición de lactosa a las sustancias
secas, o agua alcoholizada a las sustancias en solución.
Las dinamizaciones son más activas cuando aumenta el Campo Concentrado, que es
índice de la intensidad dada por la fricción, y también al aumentar la desconcentración del
Campo Expandido, pues en tal caso se produce “un efecto de liberación” o despliegue de la
energía generado por su expansión.
En realidad estos fenómenos, vistos desde la nueva física, son aun mucho más
complejos, e incluyen el concepto de aumento de velocidad (energía) de las partículas,
directamente proporcional a la separación o desconcentración entre ellas.
A los efectos de precisar desde esta nueva óptica el fenómeno llamado Campo
Expandido, la noción del significado de su expansión o “liberación” es suficiente.
Campo Expandido (CE): es la medida del estado del campo de energía que ha sido
intensificado por fricción sin alcanzar alta carga, pero que está muy desconcentrado.
También ésta es una magnitud acumulativa, por lo que su medida debe reflejar esta
propiedad.
Medición del Campo Expandido: se lo mide por el valor del exponente de la potencia
matemática con base 10 de la desconcentración o dilución acumulada, en la potencia
medicinal considerada.
Por ejemplo:
81
Tomando por definición de ambas magnitudes (CC y CE) las elegidas arriba, se tienen
parámetros que otorgan valor fiel a la intensidad generada por la fricción, y a la expansión
producida por la desconcentración.
Cuanto más valor tiene el Campo Concentrado, más intensidad generada por la fricción
tiene el remedio; cuanto más valor tiene el Campo Expandido mayor expansión del campo de
energía por desconcentración tiene el remedio. A la inversa los valores disminuyen de igual
forma.
3. Dinamismo.
Es un hecho que cuanto mayor intensidad generada por fricción tenga el Campo
Concentrado, así como cuanto mayor desconcentración de la energía posea el Campo
Expandido, mayor será la capacidad del remedio para estimular la Energía Biológica.
También ésta es una magnitud acumulativa, por lo que su valor debe reflejar esta
propiedad.
Medición del Dinamismo (D): se lo mide mediante el producto del valor del Campo
Concentrado por el del Campo Expandido, en la potencia medicinal considerada.
Dadas las elevadas cifras de este índice, surge la necesidad –especialmente para las altas
potencias- de establecer una unidad o patrón de medida llamado Unidad Dinámica (UD), que
permita utilizar cantidades menores.
82
Dinamismo (D) de la potencia 30 CH: (CC) 300 x (CE) 60 = 18.000 ó (UD) =1
4. Relación.
Mide la sinergia que rige la acción conjunta entre estas dos magnitudes, y
constituye uno de los principales factores que hacen a la tolerancia y por ende a la
capacidad curativa de los medicamentos.
Es esta una magnitud que tiene enorme relevancia en la concepción de las escalas de
remedios homeopáticos.
Medición de la Relación (R): se la mide mediante el cociente entre el valor del Campo
Concentrado y el del Campo Expandido en la potencia medicinal considerada.
Ejemplo:
Cuanto más cerca de ese valor se encuentre este cociente, mejor tolerado y más
curativo será el remedio, y a la inversa ocurre cuanto más elevado se halle respecto a dicho
valor de Equilibrio. Cocientes inferiores al valor de Equilibrio no proporcionan mejores
resultados terapéuticos y dificultan la tarea en el laboratorio.
- Campo Concentrado o medida del estado del campo de energía con intensidad
elevada,
- Campo Expandido o medida del estado del campo de energía muy desconcentrado
y carente de gran intensidad,
83
Para poder relacionar entre sí las escalas en todas ellas debe partirse del
millonésimo obtenido luego de tres horas de trituración en mortero, según las normas
dadas por Hahnemann, a fin de que el grado inicial del Campo Concentrado y del Campo
Expandido en la fase seca sea uniforme en todas.
Estas magnitudes no son aplicables a las medicinas obtenidas mediante las máquinas
dinamizadoras que emplean el método Korsakov, pues su desconcentración irregular impide
disponer de una medida cierta del Campo Expandido en los remedios así elaborados, y menos
aún para los del método de fluxión continua, habida cuenta su completa carencia de sentido
común y de normas que permitan calificarlo como un método coherente.
84
CAPITULO V
La clave se revela.
85
Hallazgo del valor de Equilibrio.
La clave tan buscada está en el valor de Relación donde el cociente entre ambos
campos (CC / CE) expresa la mayor concordancia terapéutica o armonía entre ellos a fin
de que ejerzan la máxima sinergia terapéutica.
En la práctica, ante una determinada intensidad del Campo Concentrado ¿en qué
medida debe desconcentrarse el Campo Expandido?
El cuadro que más adelante se verá aclara los interrogantes precedentes y permite
entender el fenómeno que antes no podía comprenderse porque se carecía de magnitudes.
Al lograr este valor óptimo de concordancia terapéutica se accede a ese punto crucial
donde surge el más alto sinergismo entre ambas magnitudes, lo que permite doblegar antiguas y
graves Enfermedades Crónicas.
Esta relación óptima fue el objetivo más buscado en tales ensayos, hasta alcanzar a fines
de 1997 dicho valor de máximo equilibrio, que luego se constituyó en el corazón de una nueva
escala de remedios homeopáticos, en la que cada una de sus potencias conserva esa relación de
inmejorable sinergia.
86
Como consecuencia de esas investigaciones se llegó a la confirmación reiterada de
que el tan buscado Equilibrio es de valor 1 (uno), y puede notarse así:
Por ejemplo, una potencia que tenga 500 sucusiones acumuladas (CC 500), deberá tener
una desconcentración o dilución acumulada de 10-500 (CE 500), para que su Equilibrio sea de 1
(uno).
CC 500
---------- = -------- = 1
CE 500
En esta relación de armonía óptima, su aptitud para curar y su tolerancia serán máximas.
Es la clínica la que muestra cómo el grado de tolerancia y por ende su capacidad para
curar, depende totalmente de la aproximación o alejamiento al valor de Relación, uno (1).
Estos valores por sí mismos explican los resultados buenos, regulares y malos
observados en la clínica.
No se comparan aquí las potencias hechas por fluxión continua, en mérito a las razones
ya expuestas para descartarla.
Como resulta del cuadro anterior, la recomendación de que en lugar de 10, se apliquen
200 o más sacudidas a cada potencia en la escala Centesimal corriente mediante las máquinas
dinamizadoras que emplean el método Korsakov, sin que ello esté basado en resultados de
laboratorio experimental relacionándolo con la clínica, altera y desnaturaliza las normas dadas
por Hahnemann, fruto de meticulosas pruebas y contrapruebas llevadas a cabo durante años.
Ellas ocasionan la “violencia furiosa y hasta peligrosa” que él señaló.
87
Remedios así preparados en la última potencia tienen 6.000 o más sacudidas
acumuladas en lugar de 300, con lo que sus valores de Relación pasan de estar 5 puntos alejados
del valor de Equilibrio, a estar 100 puntos más lejos, y en consecuencia cambian sus respuestas
clínicas de Buenas a Muy malas.
Todos los días pacientes y médicos son testigos de los resultados de esta práctica
farmacéutica sin fundamento en razón de ignorarse las normas hahnemannianas y por omitir el
carácter acumulativo del Campo Concentrado (sacudidas o sucusiones).
Todas tienen iguales valores de Campo Concentrado, pero distintos valores de Campo
Expandido y por ende tampoco son iguales sus valores de Relación.
30 CH 300 60 5 Buena
(Hahnemanniana)
Tal como se aprecia, las respuestas curativas son muy diferentes, y la clave para la
mejor capacidad curativa radica en desplegar el Campo Expandido a fin de que la Relación entre
éste y el Campo Concentrado (CC/CE) sea de valor 1 (uno).
Muchos de los valores de Relación expuestos en los gráficos anteriores por sí solos
explican las tan frecuentes agravaciones y la mala tolerancia medicinal que se observan en
la práctica diaria para perjuicio de los pacientes y de la homeopatía misma.
88
Como surge de los resultados que exhibe el referido cuadro, se ve que la tolerancia y
capacidad curativa va de excelente en valores en torno a 1, buena en el valor 5, y de ahí en más
ambas capacidades llegan hasta malas y muy malas respuestas en la medida de su progresión.
Por lo tanto, puede afirmarse que la escala ideal es aquella en que cada una de sus
potencias tengan el Equilibrio igual a uno (E = 1).
Remedios preparados de manera tal que los cocientes entre las referidas magnitudes
sean inferiores a este valor de 1 (uno) tienen igual excelente respuesta curativa y tolerancia
clínica que los del Equilibrio, pero dificultan el trabajo de laboratorio por la gran cantidad de
frascos requeridos para su elaboración, conclusión obtenida luego de ensayar una escala
experimental con valor de R = 0,33 y CE = 2296 (10 -2296) que exigía el uso de más de 600
frascos.
CH 2 60 / 60 = 1
X 1 30 / 30 = 1
LM 5 150/147 = 1 (aprox.)
Cc 2 60 / 60 = 1
MM 8 240/228 = 1 (aprox.)
Es del caso recordar que Hahnemann llegó al valor exacto de Equilibrio cuando daba 2
sacudidas por potencia en la escala Centesimal, tal como lo expuso en “Enfermedades Crónicas”.
Sin embargo, como pretendía incrementar las sacudidas pero a la vez buscaba evitar las
agravaciones, introdujo la práctica de aumentarlas a 10 sacudidas por potencia, y dando otras 10
sacudidas previas a cada una de las dosis múltiples diluidas en “gran cantidad de agua”,
observando como resultado que el remedio era de aceptable tolerancia. A este procedimiento lo
denominó “variación del grado de potencia”.
Impactan estas cifras comparándolas con las que Hahnemann empleaba en la escala
Centesimal: 10 sacudidas por potencia y un acumulado final de 300 de ellas.
En los remedios obtenidos por el método Korsakov con otras difundidas máquinas
dinamizadoras que aplican 300 sucusiones por potencia alterando aún más la escala Centesimal
hahnemanniana que sólo da 10 sacudidas manuales por potencia, el cálculo del Dinamismo de la
potencia 30 Centesimal corriente que se expondrá en el siguiente cuadro, demuestra su
peligrosidad.
Sacudidas Sacudidas
Escala por potencia acumuladas Desconcentración Dinamismo Unidades dinámicas
30 CH 300 / 60 = 5
30 Cc 9.000 / 60 = 150
Este valor de Relación alejado 150 puntos del valor de Equilibrio explica las violentas
agravaciones que con tanta frecuencia se ven en la práctica diaria. Imagine el lector lo que ocurre
con las potencias 1.000, 5.000, 10.000 y superiores de la escala Centesimal corriente, hechas con
dinamizador empleando el método Korsakov.
Los dos cuadros anteriores exhiben que dicha potencia 30 Centesimal corriente con 30
Unidades Dinámicas, y 150 de valor de Relación, hecha con máquina dinamizadora empleando
el método Korsakov, tiene un valor de Relación enormemente alejado de la concordancia
terapéutica óptima, y por tanto el remedio es muy descompensado, y a raíz del gran Dinamismo
que posee ejerce su acción a mucha profundidad, por lo que ocasiona un desequilibrado y
violento estímulo a la Energía Biológica.
90
Lo anterior se demuestra al intensificar exclusivamente el Campo Concentrado,
aplicando numerosas sacudidas durante un tiempo prolongado a una solución medicinal
sin diluirla, lo que la torna clínicamente intolerable.
- El Campo Concentrado (CC) está constituido por la energía que genera la alta intensidad
aplicada, mientras que el Campo Expandido (CE) es el campo de influencia del primero y
expresa el grado de “liberación”de esa energía.
- que el remedio elegido sea único y similar especialmente en sus síntomas peculiares, así como
que sea un antipsórico si se trata de una enfermedad crónica no venérea, el que se prescribirá en
serie con otros antipsóricos.
- la elección apropiada de la escala cuyos valores de Relación sean los más próximos al valor de
Equilibrio (E=1);
Una cuestión central ya relatada fue entonces la búsqueda de esta correspondencia (CC /
CE) óptima, la que quedó revelada por la clínica a través de las respuestas terapéuticas.
91
CAPITULO VI
Pensaba que debía haber una correspondencia o relación entre sacudidas o sucusiones y
dilución, y esta relación vinculaba forzosamente ambas magnitudes.
- Toda la acción medicinal está dada solo por la fricción (sacudidas y sucusiones).
Sin embargo, de los conceptos de la nueva física, de los trabajos experimentales de más
de una década relatados en este libro y merced a haber podido observar en la clínica la acción de
muy altas desconcentraciones como resultado del uso de micropipetas de precisión, surge un
nuevo y asombroso hallazgo de enorme importancia en el desarrollo del dinamismo del remedio
homeopático:
119
S. Hahnemann, “Organon”, 6ª edición, parágrafo 269, traducido del alemán al francés por el Dr. P. Schmidt, Paris,
Ed. Vigot Freres, 1952, pág. 216/7.
92
La llamada dilución o desconcentración del campo de energía, o Campo
Expandido, no es una magnitud desprovista de acción terapéutica cuya única finalidad sea
moderar la fuerza medicinal, sino que es un agente activo y fundamental en el dinamismo
curativo del remedio.
Han sido las micropipetas de precisión las que al conseguir dividir la gota medicinal en
ínfimas fracciones mensurables permitieron expandir con facilidad el campo en una medida
antes no imaginada, poniendo en evidencia la fundamental actividad terapéutica del Campo
Expandido.
-Que se trata de una poderosa energía terapéutica llamada Campo Expandido, que
coexiste con el Campo Concentrado. Ambos son dos estados de un único campo
total de energía.
- Que logrado el Equilibrio entre ambas magnitudes se alcanza la sinergia más alta
accediendo a su mayor capacidad para curar.
El concepto de campo de energía ya había sido formulado en el siglo XIX por Faraday
y Maxwell considerándolo una condición del espacio circundante a un cuerpo cargado
electromagnéticamente, capaz de influir sobre otros cuerpos cargados y sus campos. Luego, la
teoría de la relatividad formulada por Einstein desarrolló extensamente la noción de campo de
energía.
120
La Escala Equilibrium se desarrolla en el Capítulo VII de esta Segunda Parte.
93
Resumiendo entonces, las sustancias medicinales simples en crudo o no dinamizadas,
no estimulan la Energía Biológica, ya que actúan en el plano de la química y no en el de la
energía, y deben ser friccionadas y desconcentradas sucesivamente hasta alcanzar un grado de
expansión que les permita acceder al estado de Campo Expandido, el que por mayor fricción
alcanza alta intensidad, es decir que parte de él adopta otro estado que es el de Campo
Concentrado, debiendo estar ambos en equilibrio para desplegar toda su capacidad curativa.
Si ambos estados crecen en armonía surge entonces un dinamismo medicinal con tal
capacidad terapéutica que el orden perdido de la salud se recupera.
Se requiere entonces que a mayor intensidad del campo de energía exista también
mayor “liberación” o expansión de aquél.
Una evidencia del enorme poder terapéutico del Campo Expandido se manifiesta en la
comparación entre dos potencias con similares Campos Concentrados y con muy diferentes
grados de expansión.
En efecto, la potencia 7 Eq. es mucho más “poderosa” que la potencia 30 CH, según
surge de comprobaciones clínicas de una década. En ambas el Campo Concentrado es casi igual
ya que la 7 Eq. tiene 299 sucusiones acumuladas, y la 30 CH tiene 300 sacudidas acumuladas,
por lo que el mayor poder terapéutico de la primera no puede radicar en esa magnitud.
94
Ahora el objetivo es expandir o “liberar” el campo de energía, desconcentrarlo o
diluirlo todo lo posible, aplicándole la intensidad o fricción en la medida necesaria para que
el cociente entre el Campo Concentrado y el Expandido sea de máxima sinergia, es decir
que ambos estén equilibrados entre sí y de esa manera alcancen el valor más cercano
posible a la unidad (E = 1).
Para ello han constituido un aporte insoslayable las micropipetas de precisión que
permiten utilizar en la elaboración de la escala Equilibrium gotas 100 veces más pequeñas que
las que usaba Hahnemann, quien para verter solo una gota, con gran esfuerzo debía antes
esmerilar con arena la cara interna del cuello de cada frasco de vidrio.
No hay duda que las modernas técnicas e instrumentos, como las aludidas micropipetas
de precisión, y los conceptos de la nueva física que Hahnemann no conoció, permiten hoy
acceder a un gran avance en los recursos con que cuenta el médico homeópata para curar.
Incorporando tales nociones a una nueva escala medicinal que sea equilibrada en la
Relación entre sus Campos, los estímulos a la Energía Biológica de los remedios así logrados
dan una respuesta curativa suave y profunda, siempre que el medicamento sea el similar y
además sean adecuadas la vía de administración y la frecuencia con que se repitan las dosis.
CAPITULO VII
95
La escala Equilibrium (Eq).
Ahora se consideró que para que las nuevas potencias reflejaran la mejor
concordancia terapéutica entre las magnitudes y la clínica, debían ellas vincularse con el
valor del Dinamismo que es la magnitud que mide la capacidad para estimular la Energía
Biológica, en lugar de aplicarle por separado tanto al Campo Expandido como al Campo
Concentrado, incrementos fijos carentes de correspondencia clínica.
96
- Que de una potencia a la siguiente haya un Dinamismo suficiente para
que su acción sea observable en la clínica, a fin de no tener que saltear
potencias para apreciarlo.
Se parte de un grano (65 miligramos) de la sustancia a ser dinamizada, triturándola con lactosa
en polvo, hasta alcanzar el millonésimo al cabo de 3 horas, conforme las instrucciones aludidas
en el párrafo anterior.
Se disuelve un grano (65 miligramos) del millonésimo en polvo, en un frasco que contenga 500
gotas de 65 miligramos cada una, de una mezcla de una parte de alcohol y 4 de agua destilada, a
las que se le deben aplicar 5 sucusiones.
Una microgota de 0,65 miligramos de esta solución, obtenida del frasco anterior con
micropipeta, se disuelve en 100 gotas de alcohol al 70 %, de 65 miligramos cada una, y esta
operación de diluciones sucesivas se repite 6 veces. A cada uno de los 6 frascos se le aplican 5
sucusiones.
Del último frasco se separa una gota de 65 miligramos, y se la disuelve en 100 gotas de alcohol
al 70 %, de 65 miligramos cada una, en un frasco que no lleva sucusiones.
Con dicha mezcla se impregnan glóbulos de tamaño tal que 100 de ellos pesen 65 miligramos.
Estos glóbulos una vez secados constituyen la primera potencia Eq.
Para la segunda potencia Eq, se disuelve uno solo de dichos glóbulos en 100 gotas de alcohol al
70 %, de 65 miligramos cada una, y se le aplican 5 sucusiones (antes debió ser diluido en una
gota de agua destilada, ya que es poco soluble en alcohol).
Una micro gota de 0,65 miligramos de esta solución obtenida con micropipeta, se disuelve en
una solución de 100 gotas de 65 miligramos cada una de alcohol al 70 %, y esta operación de
diluciones sucesivas se repite dos veces. A cada uno de los dos frascos se le aplican 4
sucusiones.
Del último frasco se obtiene una microgota de 6,5 miligramos, con la que se impregnan 50
glóbulos de igual tamaño que los anteriores.
Una vez secados estos glóbulos constituyen la segunda potencia Eq.
Tal como se hizo para la 2ª potencia se procede hasta alcanzar la 15ª, que es la última de la
escala, variando solo el número de pasos de desconcentración, así como la cantidad de
sucusiones.
La tabla adjunta detalla el número de pasos de desconcentración (0,0001, o 1-4) y el número de
sucusiones requeridas para cada frasco, variable para cada potencia.
97
U. Pasos de Campo
Poten- Diná- desconcen- Campo Sucusione Concen-
cia micas Dinamismo tración Expandido s trado Equilibrio
1 1/16 1125 6 29+6 35 35 1
2 1/8 2250 2 48 13 48 1
3 1/4 4.500 4 69 21 69 1
4 1/2 9.000 5 93 24 93 1
5 1 18.000 9 134 41 134 1
6 3 54.000 23 231 97 231 1
7 5 90.000 16 299 68 299 1
8 7 126.000 13 356 57 356 1
9 9 162.000 10 401 45 401 1
10 13 234.000 20 485 84 485 1
11 17 306.000 16 554 69 554 1
12 21 378.000 14 615 61 615 1
13 29 522.000 26 724 109 724 1
14 37 666.000 22 816 92 816 1
15 53 954.000 39 977 161 977 1
Se recuerda que el campo expandido del millonésimo (10-6) debe sumarse al campo expandido
de la 1ª potencia Eq. que tiene valor de 29.
1 Grano / 500
1 gotas = 65 mg /32.500 mg = 2 (-3) CC: 35
1 microgota /
(-4)
100 gotas = 0,65 mg /6500 mg = 1 6 veces= 1(-24) CE: 35
1 gota /100
(-2)
gotas = 65 mg / 6500 mg = 1 UD: 1/16
1 glóbulo /
(-4)
2 100 gotas = 0,65 mg /6500 mg = 1 CC: 48
1 microgota /
(-4)
100 gotas = 0,65 mg /6500 mg = 1 2 veces= 1 (-8) CE: 48
1 microgota /
50 glóbulos = 6,5 mg / 32,5 mg = 2 (-1) UD: 1/8
1 microgota /
100 gotas = 0,65 mg /6500 mg = 1 (-4) 4 veces= 1 (-16) CE: 69
1 microgota /50
glóbulos = 6,5 mg /32,5 mg = 2 (-1) UD: ¼
1 glóbulo / 100
4 gotas = 0,65 mg /6500 mg = 1 (-4) CC: 93
1 microgota /100
gotas = 0,65 mg /6500 mg = 1 (-4) 5 veces= 1 (-20) CE: 93
1 microgota /50
glóbulos = 6,5 mg /32,5 mg = 2 (-1) UD: ½
0,65 mg /6500
5 1 glóbulo /100 gotas = mg = 1 (-4) CC: 134
1 glóbulo /100
6 gotas = 0,65 mg /6500 mg = 1 (-4) CC: 231
1 microgota /100
gotas = 0,65 mg /6500 mg = 1 (-4) 23 veces= 1 (-92) CE: 231
1 microgotas /50
(-1)
glóbulos = 6,5 mg /32,5 mg = 2 UD 3
99
4 sucusiones a cada uno de los 23 frascos y 5 al primero
1 glóbulo /100
7 gotas = 0,65 mg /6500 mg = 1 (-4) CC: 299
1 microgota /100
gotas = 0,65 mg /6500 mg = 1 (-4) 16 veces= 1 (-64) CE: 299
1 microgota /50
glóbulos = 6,5 mg /32,5 mg = 2 (-1) UD: 5
1 glóbulo / 100
8 gotas = 0,65 mg /6500 mg = 1 (-4) CC: 356
1 microgota /100
gotas = 0,65 mg /6500 mg = 1 (-4) 13 veces= 1 (-52) CE: 356
1 microgota /50
glóbulos = 6,5 mg /32,5 mg = 2 (-1) UD: 7
1 glóbulo /100
9 gotas = 0,65 mg /6500 mg = 1 (-4) CC: 401
1 microgota /
100 gotas = 0,65 mg /6500 mg = 1 (-4) 10 veces= 1 (-40) CE: 401
1 microgota /
50glóbulos = 6,5 mg /32,5 mg = 2 (-1) UD 9
1 glóbulo /
11 100 gotas = 0,65 mg /6500 mg = 1 (-4) CC 554
1 microgota /
100 gotas = 0,65 mg /6500 mg = 1 (-4) 16 veces= 1(-64) CE: 554
1 microgota /
50 glóbulos = 6,5 mg /32,5 mg = 2 (-1) UD 17
100
4 sucusiones a cada uno de los 16 frascos y 5 al primero
1 glóbulo /100
12 gotas = 0,65 mg /6500 mg = 1 (-4) CC: 615
1 microgota /
100 gotas = 0,65 mg /6500 mg = 1 (-4) 14 veces= 1(-56) CE: 615
1 microgota /50
glóbulos = 6,5 mg /32,5 mg = 2 (-1) UD 21
1 1 glóbulo /100
3 gotas = 0,65 mg /6500 mg = 1 (-4) CC: 724
1 microgota /
100 gotas = 0,65 mg /6500 mg = 1 (-4) 26 veces= 1 (-104) CE: 724
1 microgota /
50 glóbulos = 6,5 mg /32,5 mg = 2 (-1) UD 29
1 microgota /
100 gotas = 0,65 mg /6500 mg = 1 (-4) 22 veces= 1 (-88) CE: 816
1 microgota /
50 glóbulos = 6,5 mg /32,5 mg = 2 (-1) UD 37
El primero y el último paso de cada potencia son iguales a los de la escala Milesimal, con la
diferencia que ésta utiliza en cada último paso una gota de 65 miligramos para impregnar 500
glóbulos que pesan 325 miligramos, y la escala Equilibrium emplea una microgota de 6,5
miligramos para impregnar 50 glóbulos que pesan 32,5 miligramos, con lo que su resultado (0,2
o 2-1) es el mismo en ambos.
La principal diferencia son los pasos de dilución o desconcentración intermedios (de 0,0001 o
1-4) que corresponden a la escala Equilibrium y no pertenecen a la escala Milesimal.
Como se observa:
- La nueva escala tiene el Campo Concentrado o sucusiones repartidas entre los frascos
de dilución de cada potencia, en lugar de recibir todas las sucusiones juntas al final de cada
potencia.
- Al poder dividir la gota en otra 10 veces menor, al final de cada potencia se pueden
impregnar solo 50 glóbulos, lo que junto a que la nueva escala posee la mitad de potencias que la
LM, resulta que requiere una cantidad total de glóbulos 20 veces menor.
Submúltiplos y múltiplos de UD NO SI
Cantidad de potencias 30 15
Tal como muestra el cuadro, la escala Equilibrium está 6 ½ veces más desconcentrada
y 3 veces menos friccionada que la Milesimal hahnemanniana a fin de alcanzar el valor de
Equilibrio en cada potencia.
Además, en razón de tener dicho valor en todas sus potencias, posee también la mejor
tolerancia y la mayor capacidad para recuperar la salud.
102
Asimismo del cuadro resulta que el Dinamismo o capacidad para estimular la Energía
Biológica de la escala Equilibrium, llega a más del doble que el de la escala Milesimal.
Tergiversar las normas de preparación tal como frecuentemente se hace con la escala
Milesimal, llevará a obtener remedios que no pertenezcan a la escala Equilibrium, y cuyos
resultados serán muy diferentes a los que se obtienen con aquellos que se elaboren con ajuste a
las normas y manualmente.
Centesimal hahnemanniana 2
Equilibrium 65
Dado que ambas magnitudes están en equilibrio, también el Campo Concentrado tiene
un crecimiento promedio de 65 sucusiones por potencia.
103
CAPITULO VIII
Durante más de una década se experimentó por vía oral, percutánea e inhalatoria, la
nueva escala Equilibrium para el tratamiento de las más variadas patologías crónicas en
121
“Organon”, 6ª edición, México, Ed. Porrúa, 1984, parágrafo 279.
104
voluntarios hiper, normo e hiporeactivos, tiempos de duración de las terapias, frecuencia y
cantidad de las dosis, usando el glóbulo en seco o en solución.
Se recuerda que al emplear las Dosis Múltiples, su repetición se hace sin esperar
obligadamente la vuelta de los síntomas, requisito indispensable para las Dosis Unicas.
El resultado de toda la experiencia clínica acumulada en una década señala que para el
tratamiento continuo la escala Equilibrium debe utilizarse siempre por la vía inhalatoria.
En un frasco de 100 ml. color caramelo lleno hasta su mitad con agua alcoholizada al 5
o al 10 %, se disolverá un glóbulo tamaño semilla de amapola que haya sido previamente
impregnado con el líquido medicinal y luego secado.
Para los hiperreactivos se empleará sólo la inhalación del glóbulo en seco, única vía
bien tolerada en estos pacientes, y se lo hará de la siguiente manera:
En un pequeño frasco de 10 ml. color caramelo se colocará uno o dos glóbulos, tamaño
semilla de amapola, que hayan sido previamente impregnados con el líquido medicinal, y luego
secados, para efectuar una inhalación por una o por ambas fosas nasales, según reactividad, a la
noche, antes de acostarse.
Es útil agregar al frasco 8 a 10 granos del arroz redondo llamado “mochi”, para
mantener una atmósfera seca, los cuales además tienen la ventaja de simular glóbulos de mayor
105
volumen, ya que de lo contrario el frasco parece vacío dado el ínfimo tamaño de los glóbulos
medicinales.
El intervalo de 30 días entre las dosis evita superponer el nivel alto de estimulación de
cada dosis sobre el de la precedente, conclusión a la que pudo arribarse luego de innumerables
pruebas en las que se experimentaron todas las frecuencias posibles.
En los tratamientos continuos durante años, tanto la vía oral como la percutánea,
así como los intervalos menores a 30 días en la repetición de las dosis conducen a
agravaciones cuya intensidad está en relación directa con la pérdida de su poder curativo.
“Pero al dar a conocer al mundo este gran descubrimiento lamento no poder desterrar
de mí la duda sobre si mis contemporáneos comprenderán la secuencia lógica de éstas, mis
enseñanzas … o si, alarmados por la índole insólita de muchas de estas revelaciones, habrán de
preferir hacerlas a un lado antes de haber comenzado a experimentarlas, tornándolas inútiles
en consecuencia”.122
Dado que la inhalación cada 30 días del glóbulo en seco de la escala Equilibrium para
doblegar vastas Enfermedades Crónicas posee igual “índole insólita”, los propios prejuicios del
médico pueden constituirse en el mayor escollo para admitir su eficacia.
- inhalación alternada del glóbulo en seco y del glóbulo en solución cada 30 días
–un mes uno y al mes siguiente el otro- (15 % de los casos aproximadamente).
Aplicando la escala Equilibrium a lo largo de años mediante las Dosis Múltiples cada
30 días por vía inhalatoria, cuando ocurren agravaciones éstas son notoriamente diferentes a las
que se observan en los tratamientos que utilizan escalas alejadas del valor de Equilibrio, que
emplean Dosis Únicas, y la vía oral.
122
S. Hahnemann, “Enfermedades Crónicas”, 1ª edición, México, Ed. Porrúa, 1990, pág. 16.
106
Las agravaciones empleando la nueva escala por vía inhalatoria son sutiles y
consisten en un aumento leve de uno o de varios síntomas del cuadro que está siendo
tratado.
Otras veces reaparecen levemente síntomas padecidos antes del cuadro que motiva
la consulta y hay ocasiones en que dichas agravaciones sutiles se manifiestan como
curaciones que no llegan a completarse.
Todo ello obliga al médico homeópata y a su paciente a estar muy atentos a estos
fenómenos que indican sobreestimulación.
El resumen de un caso clínico sirve como ejemplo de la sutileza que puede asumir la
agravación, impidiendo la completa curación de una enfermedad crónica.
CASO CLINICO. H.S., mujer de 34 años, consultó por padecer psoriasis desde los 19 años, con
placas y costras en manos, rodillas, piernas, sacro, nuca y cuero cabelludo, acompañadas de
artralgias de dedos de las manos agravadas al despertar y mejoradas por el movimiento,
con progresiva deformación de las uñas.
Tenía menstruaciones retrasadas y contracturas musculares de cuello, mejoradas también
por el movimiento.
La paciente era calurosa, tenía deseo de comidas muy calientes y sufría temor a estar sola,
claustrofobia y angustia al despertar.
Varios miembros de su familia tenían psoriasis, várices y cólicos renales.
Fue medicada en tratamiento continuo con Lycopodium en escala Equilibrium, con potencias
bajas, por inhalación del glóbulo en seco cada 15 días, frecuencia que el autor empleaba años
atrás. Se utilizó el glóbulo en seco por suponer que era hiperreactiva, dado su cuadro clínico.
En el curso del primer año de tratamiento curaron todos los síntomas, salvo las persistentes
placas del cuero cabelludo que parecían refractarias al tratamiento.
Sorprendentemente y de forma casi automática, ellas desaparecieron al llevar la frecuencia
de la inhalación del glóbulo en seco a cada 30 días, evidenciando como una sutil agravación
impedía la completa resolución del caso.
Dicha agravación ocasionada por una excesiva frecuencia en las dosis, se manifestó como una
resistencia a la completa curación más que como un incremento sintomático.
CASO CLINICO. A.Z., mujer rubia de 31 años, odontóloga, presentó desde 5 años antes de la
consulta marcado temor a internarse en un sanatorio para el parto de sus hijos, los que debieron
realizarse en su casa.
Dos años después comenzó con esporádicas alucinaciones que la aterrorizaban, y que ella
reconocía como visión de una realidad anormal, contra la que luchaba con esfuerzo. Decía
ver con nitidez una persona ya fallecida, sentada en un sillón, y también una figura humana
amenazante en su baño.
Paralelamente se sentía imposibilitada de escuchar relatos horribles: no veía noticieros en
televisión, películas de terror, ni leía diarios.
Tenía miedo a la extracción de sangre para análisis, y si bien seguía con su trabajo, dejó de
practicar cirugía y sufría gran temor a ser asistida odontológicamente por colegas.
Desde la adolescencia tenía estreñimiento de hasta 10 días e infecciones urinarias con
periodicidad de alrededor de 80 días.
Carecía de otros antecedentes significativos.
Medicada en tratamiento continuo con Calcárea Carbónica en escala Equilibrium con bajas
potencias por inhalación del glóbulo en solución cada 30 días, en el término de 8 meses curaron
todos los síntomas, incluyendo las alucinaciones, salvo el aumento de la frecuencia de las
infecciones urinarias que se presentaron cada 40 días.
Se consideró que esta última circunstancia era una sutil agravación atribuible a la
inhalación del glóbulo en solución, por lo que se continuó el tratamiento con la inhalación
ahora en seco, también cada 30 días.
Con este último proceder al cabo de 6 meses cedieron totalmente las infecciones urinarias,
quedando asintomática luego de 14 meses de tratamiento continuo en total, evidenciando
107
que la mayor frecuencia de las infecciones urinarias era una sutil agravación por
sobreestimulación.
Cuando se emplea la escala Equilibrium por inhalación del glóbulo en seco cada 30
días, en pacientes hiperreactivos pueden ocurrir leves agravaciones con la primera y segunda
dosis, las cuales son transitorias, habitualmente bien toleradas y raramente ocurren más allá de la
segunda dosis.
En tanto, utilizando la misma escala por inhalación del glóbulo en solución cada 30
días, si la agravación es intensa o se prolonga bastante más allá de la segunda dosis, ello indica la
necesidad de pasar a la inhalación del glóbulo en seco, también cada 30 días, pudiendo entonces
considerarse a dichos pacientes como hiperreactivos, los cuales son mucho más numerosos de lo
que puede estimarse.
El médico debe tener la certeza de que los remedios de la escala Equilibrium hayan
sido preparados con frascos múltiples, manualmente y de acuerdo con las normas dadas, a
fin de que no exista ninguna duda respecto a su capacidad curativa.
De esta forma queda como único factor de error la equivocada elección del remedio, la
cual deberá reconsiderarse si el proceso curativo no tiene lugar.
Si existen dudas acerca de más de un factor en juego, por ejemplo: remedio elaborado
sin ajuste a las normas e incorrecta elección del remedio, nunca se podrá tener certeza de donde
está la equivocación.
No puede haber más que un solo factor a ser corregido, con el fin de no perder el control
del tratamiento y éste debe ser la errónea selección medicinal.
Tal como fue ya expuesto, los 10 años de uso de la escala Equilibrium no dejan
duda alguna de que en los tratamientos continuos de las Enfermedades Crónicas llevados a
cabo durante años, tanto las vías de ingreso oral y percutánea, como intervalos de
repetición de las dosis menores a 30 días conducen a la agravación sintomática y a la
consecuente pérdida de la capacidad curativa.
Pese a ello, la experiencia de esta década con las altas dinamizaciones de la escala
Equilibrium afirma categóricamente que empleando estos remedios aquello no se cumple cuando
se los usa en tratamientos continuos y prolongados.
La explicación puede residir en la gran capacidad para estimular que dicha Escala tiene
en virtud de poseer el óptimo equilibrio entre ambas magnitudes básicas (CC y CE).
“Enorme esfuerzo requiere admitir que algo tan diminuto, que una dosis tan
prodigiosamente ínfima de medicamento, pueda cumplir algún efecto siquiera mínimo en el
cuerpo humano y menos aún enfrentarse a esas enfermedades agobiantes, inmensamente
vastas”.
S.Hahnemann.123
Si hay una dificultad con la que debe enfrentarse a diario el médico homeópata, más allá
de encontrar el remedio similar, es la de cómo tratar a los pacientes muy hiperreactivos.
Estos pueden ser, a modo de ejemplo, los llamados alérgicos, especialmente los riníticos
y asmáticos; los que tienen un estado de gran irritabilidad de su sistema nervioso, como sucede
en las neuralgias faciales o en las histerias; los que padecen el intolerable prurito psórico, cuando
éste está muy exaltado o extendido, los que sufren de pénfigo, y tantos otros.
Al se tratados, tales pacientes se agravan con facilidad, y esas agravaciones suelen ser
tan severas que el caso por lo general se malogra. A veces, aun se agravan los pacientes con el
remedio en las más bajas potencias de la escala Equilibrium, mediante la inhalación del glóbulo
en seco cada 30 días.
Como ya fue expuesto, que a mayor agravación menor proceso curativo, se hace
imprescindible la búsqueda de un recurso que permita ejercer un estímulo de bajísimo
dinamismo para tratar los pacientes muy hiperreactivos lo cual es muy dificultoso si se
carece del remedio suficientemente suave en su acción, que otorgue un estímulo cuyo dinamismo
sea tan ínfimo que esté acorde con tanta hiperreactividad.
Explicó que dicho poder medicinal se había transmitido por contacto, que los glóbulos
así impregnados tenían menor tendencia a producir agravaciones, y que su acción curativa
era mayor.
Pese a dicha apreciación, señaló también que la transmisión del poder medicinal a
los glóbulos vírgenes llevada a cabo en el experimento de Korsakov debía haber tenido
lugar mediante “la emanación o exhalación” que el glóbulo medicinal emite en forma
continua y constante, “perpetuamente”, aunque estuviese seco, tal como dicha emanación es
utilizada por inhalación del glóbulo también en seco, con fines terapéuticos.
A esta “emanación”, a la que se había referido en 1832, la definió como una energía
magnética en la 6ª edición del “Organon” de 1842, fuerza que hoy la nueva física ha unido a la
eléctrica, y por lo tanto se concibe como fuerza electromagnética.
“El imán atrae hacia sí y esto implica que actúa sobre la pieza de hierro o sobre la
aguja de acero, por medio de una energía inherente, puramente inmaterial, invisible,
conceptual, o sea que dinámicamente comunica a la aguja de acero la energía magnética
(dinámica) igualmente invisible”.
“De un modo similar debe juzgarse el efecto de las medicinas sobre el hombre vivo”.
Es muy probable que el glóbulo seco emita una energía radiante, de forma continua y
constante, “perpetuamente”, y que también cuando es disuelto la energía se transfiera al líquido,
el cual a su vez también la emita.
Se usó uno de esos glóbulos extraído del filtro y se lo colocó seco en un frasco de 10
cm. cúbicos; con éste se practicó en los pacientes con reactividad muy aumentada una sola
inhalación por cada fosa nasal, cada 30 días durante algunos meses.
Por más increíble que nos parezcan, los hechos están allí, a disposición de quien quiera
comprobarlos en el laboratorio experimental.
Yendo entonces a los resultados obtenidos por glóbulos en seco impregnados por
atmósfera medicinal, quizás el resumen de un caso clínico sirva para ilustración.
CASO CLINICO. J.R., paciente de 79 años de edad, que a los 20 años tuvo un brote de eczema
ampolloso y pruriginoso en dorso de manos suprimido por Radioterapia, el cual rebrotó
levemente una o dos veces por año, durante los diez años posteriores.
En los últimos años presentó un glaucoma unilateral de ojo izquierdo, y retracción
músuculotendinosa en ambas palmas.
Desde 8 meses anteriores a la consulta presentó voz enronquecida, agravada por hablar, y
carraspeo, luego de haber sufrido una importante pérdida económica, acompañada de marcado
temor en general.
Una semana antes de la consulta presentó súbito brote de eczema ampolloso en miembros
inferiores, flancos y dorso de manos “similar al que tuve a los 20 años, pero muchísimo más
severo y más extendido”, acompañado ahora de temor a la muerte.
La erupción ocasionó intensísimo prurito voluptuoso, casi imposible de evitar su rascado,
agravado por el baño caliente y mejorado por todo contacto frío; al respecto, su descripción
fue “duermo casi desnudo”.
Había sido tratado con antihistamínicos y corticoides inyectables, pero sin alivio a tanto prurito.
Se le indicó que durante tres meses, cada 30 días por cada fosa nasal hiciera una inhalación de un
frasco de 10 cm. cúbicos que contenía un glóbulo de 0.65 miligramos, en seco, de Phosphorus 1
Eq., el cual había sido impregnado por atmósfera medicinal.
Luego de una leve agravación que duró 2 días, se inició una notable mejoría con desaparición
total del prurito a los 15 días de la primera inhalación, para asombro del paciente y más aún
del autor. A ello luego siguió una progresiva y gradual curación del eczema.
112
potencias de la escala Equilibrium, puede poner punto final a las agravaciones en los
pacientes muy hiperreactivos, que ha sido una de las mayores dificultades de la terapéutica
homeopática.
El ideal del tratamiento continuo durante años como medio para doblegar las más
graves y antiguas Enfermedades Crónicas, sólo es posible con medicamentos cuyo estímulo
-cada dosis es un estímulo- esté acorde con la reactividad de cada paciente.
Estas investigaciones pueden alcanzar esa meta tan ansiada en el tratamiento continuo
de las Enfermedades Crónicas en los pacientes muy hiperreactivos, al poder ahora disponer de un
estímulo ínfimo mediante una inhalación cada 30 días de un glóbulo (o raramente dos)
impregnado por atmósfera del remedio similar de las más bajas potencias de la escala
Equilibrium, y colocado seco en un frasco de 10 centímetros cúbicos.
Por último, en orden a poder graduar el dinamismo del remedio inhalado, conviene
recordar las enseñanzas de Hahnemann al respecto, que conservan vigencia también para este
caso. Se trata de la graduación, que va desde hacerlo por ambas fosas nasales y de manera
profunda, hasta practicarlo por una sola y suavemente.
“Si éste [el paciente] estuviere inusualmente excitado o fuere muy sensitivo, una
cucharada de té de esta solución [un glóbulo disuelto en un vaso con agua] podrá ser vertida en
un segundo vaso con agua, revuelto bien el contenido y darle dosis de una o más cucharadas de
las de té”.
“Hay pacientes con sensibilidad tan extrema como para que pueda ser necesario
preparar mediante igual proceder un tercer vaso y hasta un cuarto”.125
125
S.Hahnemann, “Organon”, 6ª edición, México, Ed. Porrúa, 1984, nota al parágrafo 248.
113
En casos “con sensibilidad extrema”, siguiendo también a Hahnemann puede
procederse de igual forma y emplear sucesivamente tres, cuatro o más pasos de impregnación
atmosférica para que el paciente inhale del último glóbulo.
CAPITULO X
Consideraciones últimas.
“… a todos los que como yo han tomado la firme resolución de consagrar el resto de su
vida a la homeopatía y a la humanidad sufriente”.
Clemens van Bönninghausen.
No puede concluirse este libro sin antes hacer unas reflexiones respecto a la técnica más
segura para la elección certera del remedio similar.
Bajo este mismo esquema de análisis de los problemas, le encargó a Clemens van
Bönninghausen, su mejor discípulo y amigo, que desarrollara un repertorio de medicamentos
homeopáticos.
Los Repertorios señalan el remedio a partir del síntoma, y son lo inverso de la Materia
Médica, que señala el síntoma a partir del remedio.
114
Por ejemplo, dado que lycopodium cura inflamaciones articulares que ocasionan dolores
de rodillas o caderas agravados por el reposo y mejorados por el movimiento, la pregunta
consistía en considerar si era posible afirmar que aquél cura los síntomas cualquiera sea su sitio
de presentación, que se agraven por el reposo y se mejoren con el movimiento, con lo que la
modalidad local pasaría a ser general.
El Dónde (Ubi) se refiere al lugar de asiento de los síntomas o funciones, y por el cual
tiene afinidad cada remedio, o sea al tropismo de los medicamentos por cada tejido, órgano,
región o funciones del organismo (corresponde a los rubros 36 a 716).126
Señaló que los Síntomas Concomitantes, si son peculiares, pueden llevar al remedio
similar cuando ello no es posible con los Síntomas Principales o que motivan la consulta.
Además afirmó que cuanto más altas sean las dinamizaciones, tanto más se amplía la
esfera de acción del remedio respecto al Dónde y al De qué modo, quedando sin embargo
constante el Cuándo, a lo que consideró otra ley de la naturaleza.127
126
Numeración correspondiente a C.Bönninghausen, “Manual de terapéutica homeopática”,México, Ed. Propulsora
de homeopatía, 1ª edición en español.
127
C.Bönninghausen, The value of high potencies en “The lesser writings”, New Delhi, 2003, pág. 141
115
Luego de la muerte de este último, el Dr. Cyril M. Boger amplió y actualizó con nuevos
remedios su obra, que se publicó con el nombre de “Bönninghausen’s characteristics and
repertory”.
Es en virtud de su naturaleza tan peculiar que no hay recurso que otorgue menor
margen de error en la selección del remedio similar que el Cuándo, o circunstancias y
modalidades de agravación y mejoría de los síntomas.
CASO CLINICO. CM, mujer rubia de 38 años, de carácter laborioso, comenzó tres años antes a
notar piel seca y áspera en palma derecha, con formación de grietas en pulpejos de los dedos,
que empeoraban al mojarlos.
Un año después comenzó con frecuentes episodios de vértigos que motivaron la consulta y que
tenían las siguientes modalidades:
- empeoraban al mirar hacia arriba,
- empeoraban al girar la cabeza,
- empeoraban al levantarse de la cama,
- empeoraban al cerrar los ojos.
Dos años después se agregaron los siguientes síntomas concomitantes:
Acidez que empeoraba en ayunas y dolor opresivo precordial no relacionado a esfuerzos, con
electrocardiogramas de reposo y de esfuerzo normales.
Como síntomas antiguos tenía dificultad para iniciar el sueño y como característica personal le
gustaba comer hielo en cubos.
Medicada con Calcárea Carbónica, en potencias ascendentes a partir de la 1 Eq., por inhalación
del glóbulo en seco cada 30 días, revirtió la totalidad de los síntomas al cabo de un año y medio
de tratamiento continuo, salvo la dificultad para iniciar el sueño, que ella atribuyó a las tensiones
de su trabajo.
Como se ve, fueron entonces principalmente las modalidades y circunstancias de agravación de
los síntomas las que mediante el Repertorio de Bönninghausen llevaron en este caso como en
otros, a la correcta elección del remedio similar (para el síntoma deseo de hielo se utilizó el
Repertorio Synthesis).
Los valores 4 y 5 fijan con profundidad en la mente del médico la imagen de cada
remedio.
Para la buena formación del médico homeópata debe enfatizarse la ineludible necesidad
de estudiar además de la Materia Médica, la obra de Hahnemann, en particular el “Organon”,
116
“Enfermedades Crónicas”, todos los trabajos contenidos en “Escritos menores” y sus cartas,
parte de las cuales están en “S. Hahnemann, su vida y obra” de R. Haehl.
117
EPILOGO
Si las enfermedades agudas, descartadas las epidémicas, son sólo agudizaciones de las
crónicas, ¿ cuál es la causa última de éstas ?
Cuando el Maestro advirtió que para no enfermar se debían evitar errores en el régimen
de vida y de la dieta, llevar una vida de penurias o quebrantar leyes morales o a la propia
conciencia, en realidad aconsejó vivir en armonía con la naturaleza de cada uno y con la Gran
Naturaleza.
Hoy, la falta de armonía con ésta se pone en evidencia en el maltrato que el hombre está
dando a su propio planeta aunque la llama de la esperanza permanece siempre encendida, pues
como decía Heráclito: “El sol es nuevo cada día”.
Se debe reconocer que para estar sano no basta con lograr el orden del pequeño
universo que somos equilibrando su Energía Biológica ya que es imprescindible, además, la
unión y la armonía de la humanidad con el Gran Orden Universal, en razón de que
enfermamos cuando de él nos separamos.
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119
PALABRAS FINALES
Unas pocas palabras en primera persona, pues sólo ellas llevan la fuerza de los
sentimientos.
Otra razón se vincula al sentimiento de fraternidad hacia todos, que nadie ha dejado de
experimentar alguna vez. El impulsó las búsquedas.
Al desprenderme de estas páginas y para beneficio de los que sufren, deseo que los
avances aquí relatados se apliquen sin prejuicio alguno y solo se juzguen por sus resultados.
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Pensamiento de Jorge Torrent que encabeza el Capítulo V de la Segunda Parte del libro.
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“Los más inestimables tesoros son una conciencia irreprochable y una buena salud; el
amor de Dios y el estudio de uno mismo dan la una, la Homeopatía da la otra”.
Samuel Hahnemann.
123
GLOSARIO.
Agravación.
Antipsóricos.
Unicos remedios capaces de curar las Enfermedades Crónicas no venéreas, lo que equivale
a decir con aptitud para poner en latencia al Mal Fundamental o psora.
Apsóricos.
Remedios que se utilizan para curar enfermedades agudas, y que usados en una
enfermedad psórica cambian o suprimen algunos síntomas sin ponerla en latencia, por lo
que poco después retorna.
Atmósfera medicinal.
Energía radiante emitida por los glóbulos secos, que antes fueron impregnados con el
líquido medicinal y luego secados, o a partir del líquido en el que ellos fueron disueltos.
Campo Concentrado.
Campo de energía.
Condición en el espacio circundante a una fuente de energía, capaz de influir sobre otras y
sus campos.
Campo Expandido.
Carga.
124
Grado de intensidad de la energía del remedio.
Por ejemplo, el Campo Concentrado tiene carga alta, y el Campo Expandido tiene carga menor
aunque desconcentrada o “liberada”.
Curación.
Dinamismo.
Dinamización.
Dosis múltiples.
Método de repetición de las dosis, sin el requisito de la reaparición de los síntomas, aunque
dicha repetición debe hacerse con intervalos que no provoquen agravaciones.
Dosis únicas.
Enfermedad.
Equilibrio.
Escalas.
Decimal (X o D): Tiene una dilución de 1/10 y 10 sacudidas por potencia. Posee 0,5 UD finales.
Su valor de Relación está 10 puntos alejado del valor de Equilibrio.
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Fue creada por C.Hering y no por Hahnemann como a veces se afirma, y significó un retroceso
en el desarrollo de las dinamizaciones respecto de la escala Centesimal ya existente, motivo por
el cual el primero al final de su vida pareció arrepentirse de tal invención.
Centesimal (CH): Tiene una dilución de 1/100 y 10 sacudidas manuales por potencia. Posee 1
UD finales. Su valor de Relación está 5 puntos alejado del valor de Equilibrio.
Milesimal (LM): Tiene una dilución de 1/50.000 y 100 sucusiones manuales por potencia. Es
incompatible con el uso de las máquinas dinamizadoras que usan el método Korsakov de frasco
único. Debe elaborarse manualmente. Posee 24,5 UD finales. Su valor de Relación está 20
puntos alejado del valor de Equilibrio.
Grado de potencia.
Grano.
Inhalación.
Lesión.
Daño a nivel de los tejidos como consecuencia del sufrimiento severo o prolongado de la
Energía Biológica desequilibrada.
Ley de la Armonía.
“No hay anarquía o caos en el enfermar. Se enferma de modo tal que siempre existe en la
naturaleza una sustancia que dinamizada y elegida por similitud, es capaz de curar”.
Ley de la Sobreestimulación.
- Campo Concentrado: medida del estado del campo de energía con carga
elevada.
- Campo Expandido: medida del estado del campo de energía sin carga
elevada, pero muy desconcentrado o “liberado”.
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- Dinamismo: medida de la capacidad para estimular la Energía Biológica.
- Relación: medida de la concordancia terapéutica entre el Campo
Concentrado y el Campo Expandido.
- Equilibrio: medida de la óptima concordancia terapéutica entre el Campo
Concentrado y el Campo Expandido. Su valor es uno (1).
Método Korsakov.
Miasma.
Miasma agudo.
Miasma crónico.
El más “antiguo, difundido, destructivo y menos comprendido” de los tres miasmas crónicos
descriptos por Hahnemann, al que llamó “mal fundamental”.
Desequilibrio único, permanente y progresivo, de la Energía Biológica, causante de casi el
90 % de las afecciones crónicas de la humanidad.
Manifestado externamente por la aparición de una erupción muy pruriginosa y no por
escabiosis, con la que suele confundírsela.
Hahnemann calificó a la doctrina de la psora como “… invalorable descubrimiento cuyo valor
para la humanidad excede todo lo que yo he descubierto jamás …”.132
El 10 % restante corresponde a los miasmas crónicos sifilítico y sicósico.
Su curación consiste en ponerla en latencia, y para ello requiere el uso de los remedios
antipsóricos y de Sulphur o Hepar Sulphur, para darle permanencia.
La alopatía, a los fragmentos de este único desequilibrio, los llama enfermedades, dándoles el
carácter de entidades independientes y autónomas.
129
S. Hahnemann, “Organon”, 6ª edición, México, Ed. Porrúa, 1984, parágrafo 81, 2ª nota.
130
S. Hahnemann, “Enfermedades Crónicas”, México, Ed. Porrúa, 1990, pág. 165.
131
S. Hahnemann, “Organon”, 6ª edición, México, Ed. Porrúa, 1984, parágrafo 11, 1ª nota.
132
R. Haehl, “S. Hahnemann his life and work”, New Delhi, Ed. B. Jain, 1992, Tº II, Suplemento 83, pág. 153 (carta
respecto a la Doctrina de la Psora al Real Cónsul General de Prusia, escrita en Köethen el 10-1-1823).
127
Relación.
Retorno.
Sacudidas.
Movimientos vigorosos del brazo que sostiene el frasco con el remedio en solución,
llevándolo desde el hombro opuesto hasta la pierna del mismo lado durante el proceso de
dinamización. Tienen carácter acumulativo.
Hahnemann empleó este procedimiento en la escala Centesimal.
Síntoma.
Síntomas de agravación.
Aumento de la intensidad de los síntomas presentes en el paciente, por efecto del remedio
dinamizado.
Si no es leve, es índice de sobreestímulo.
Si se producen al comienzo del tratamiento, son consecuencia del primer estímulo del remedio
dinamizado a la Energía Biológica del paciente.
Síntomas patogenésicos.
Aparición por efecto del remedio, de síntomas que nunca tuvo el paciente, pero que
pertenecen a la esfera de acción de ese mismo remedio.
Si no es fugaz, es índice de error en la elección del medicamento.
Síntoma peculiar.
Síntomas de retorno.
Reaparición de síntomas que el paciente tuvo con anterioridad, por efecto del remedio
dinamizado.
Si no es leve, es índice de sobreestímulo.
Si se producen al final del tratamiento, indican que el paciente ya no necesitará más remedio,
porque la enfermedad natural desapareció y sólo quedó la medicinal.
Sucusiones.
Golpes con el frasco que contiene al remedio en solución, dados a un libro con tapas de
cuero o superficie similar, durante el proceso de dinamización. Tiene carácter acumulativo,
igual que la dilución o desconcentración.
Hahnemann utilizó este procedimiento en la escala Milesimal.
Unidad Dinámica.
Unidad de medida del Dinamismo del remedio, que es la capacidad para estimular la
Energía Biológica.
Equivale al Dinamismo de la potencia 30 Centesimal hahnemanniana, cuyo valor es de 18.000.
Por consiguiente el Dinamismo 18.000 es igual a una (1) Unidad Dinámica.
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INDICE. Página
INTRODUCCION.
Los seis nuevos avances en el tratamiento de las enfermedades crónicas. 7
PRIMERA PARTE.
En busca del Hahnemann olvidado. Los ocho conceptos omitidos. 9
La Ley de la Armonía. 15
Las claves omitidas. 15
Síntesis de la monumental obra de Hahnemann. 16
SEGUNDA PARTE.
Más allá de Hahnemann. Los seis nuevos avances. 67
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EPILOGO 117
GLOSARIO 123
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