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Pérdida de peso involuntaria

Es una disminución en el peso corporal que no se hace de manera voluntaria. En otras palabras, la
persona no trató de perder peso haciendo dietas o ejercicio.

Causas
Hay muchas causas de la pérdida de peso involuntaria, algunas de las cuales aparecen en la
siguiente lista:

• SIDA
• Cáncer
• Depresión
• Diarrea crónica (que dura mucho tiempo)
• Drogas, como anfetaminas, fármacos quimioterapéuticos, consumo de laxantes (cuando se
abusa) y medicamentos tiroideos
• Drogadicción
• Trastornos alimentarios, incluyendo anorexia nerviosa y bulimia
• Hipertiroidismo
• Infección
• Inapetencia
• Desnutrición
• Comportamiento manipulador (en niños)
• Tabaquismo

El médico llevará a cabo un examen físico y lo pesará. Le pueden hacer preguntas acerca de la
historia clínica y los síntomas, como:

• ¿Cuándo comenzó la pérdida de peso?


• ¿Se ha presentado pérdida de peso de manera repentina o lenta?
• ¿Cuánto peso ha perdido?
• ¿Está comiendo menos?
• ¿Está comiendo alimentos diferentes?
• ¿Está haciendo más ejercicio?
• ¿Ha estado enfermo(a)?
• ¿Tiene problemas dentales o úlceras bucales?
• ¿Tiene más estrés o ansiedad de lo usual?
• ¿Ha vomitado? ¿Usted mismo se provoca el vómito?
• ¿Tiene más energía últimamente?
• ¿Presenta desmayos?
• ¿Ha tenido un cambio en la visión?
• ¿Experimenta aumento de la sensibilidad al frío o al calor?
• ¿Ha tenido estreñimiento o diarrea?
• ¿Presenta incremento de la sed o está tomando más líquidos?

En los casos de pérdida de peso cuya causa es la anorexia nerviosa o la depresión, se puede
recomendar el asesoramiento psicológico. Para los casos de pérdida de peso causados por
enfermedad crónica, se puede necesitar una sonda de alimentación con el fin de mantener el nivel
de nutrición y prevenir edemas, curación deficiente y atrofia muscular.
Trastornos de la conducta alimentaria
Los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) engloban varias enfermedades crónicas y
progresivas que, a pesar de que se manifiestan a través de la conducta alimentaria, en realidad
consisten en una gama muy compleja de síntomas entre los que prevalece una alteración o
distorsión de la auto-imagen corporal, un gran temor a subir de peso y la adquisición de una serie
de valores a través de una imagen corporal.
En los últimos 30 años, los TCA surgieron como enfermedades cada vez más frecuentes, sobre
todo en los adolescentes. Los estudios sobre la frecuencia de estos trastornos muestran un
aumento preocupante, principalmente en la población de mujeres jóvenes. Se ha encontrado que
entre 1 y 2% de las mujeres padecen de Anorexia Nerviosa (AN), y entre 1 y 3% padecen
Bulimia Nerviosa (BN). Estos trastornos se presentan en una proporción de 10 a 1 mujer, varón
aunque en los últimos años ha incrementado el número de varones que los padecen.
Generalmente el inicio de los trastornos de la conducta alimentaria es de los 14 años hasta los 20.
En México se han llevado a cabo diversos estudios para detectar dichas manifestaciones
conductuales. Los hallazgos en muestras representativas de estudiantes de entré 14 y 24 años de
edad han indicado que 1.1% de varones y 5% de mujeres en el estado de Morelos y 3.4% de
varones y 9.6% de mujeres en la Ciudad de México refieren dichas conductas.

Anorexia
La anorexia o anorexia nerviosa (ANA) es, junto con la bulimia un conjunto de enfermedades
mentales y uno de los principales trastornos alimenticios, también llamados Trastornos
psicogénicos de la Alimentación (TFA). Lo que distingue a la anorexia nerviosa es el rechazo de
la comida por parte del enfermo y el miedo obsesivo a engordar, que puede conducirle a un
estado de inanición. Es decir, una situación de gran debilidad ocasionada por una ingesta
insuficiente de nutrientes esenciales. En casos graves puede desarrollar desnutrición, hambre,
amenorrea y extenuación.
Participan en su evolución las funciones psicológicas, los trastornos neuroendocrinos, hormonales
y metabólicos.
La anorexia nerviosa es una enfermedad, y no debe ser confundida con el síntoma llamado
anorexia. El término anorexia proviene del griego a-/an- (negación) + órexis (apetito, hambre;
deseo) y se emplea, en general, para describir la inapetencia o falta de apetito;este síntoma puede
ocurrir en circunstancias muy diversas, tales como estados febriles, enfermedades generales y
digestivas o simplemente en situaciones transitorias de la vida cotidiana.
La anorexia nerviosa por el contrario, no es un síntoma, sino una enfermedad caracterizada por
una pérdida autoinducida de peso acompañada por una distorsión de la imagen corporal, cuya
presencia es indicativa de un estado patológico diferente del individuo, y puede tener
consecuencias muy graves para la salud quien la sufre. Es un factor de riesgo para la enfermedad
de Wernicke.

Bulimia
La persona con bulimia experimenta ataques de voracidad que vendrán seguidos por ayunos o
vómitos para contrarrestar la ingesta excesiva, uso o abuso de laxantes para facilitar la
evacuación, preocupación excesiva por la imagen corporal y sentimientos de depresión, ansiedad
y culpabilidad por no tener autocontrol. Las personas que padecen dicha enfermedad llegan a
tener hasta 15 episodios por semana. Afecta principalmente a personas jóvenes, en su mayoría
son mujeres; también afecta a personas que han padecido anorexia o han realizado dietas sin
control. Intervienen factores biológicos, psicológicos y sociales.
Existen dos tipos:
• Bulimia purgativa: después de los periodos de atracones, el enfermo usa laxantes, diuréticos o
se provoca el vómito como método compensatorio.
• Bulimia no purgativa: para contrarrestar los atracones, hace ejercicio en exceso, dietas
restrictivas o incluso ayunos.
Los factores principales que van a mantener este problema son la ansiedad, la falta de autoestima
y la alteración de la imagen corporal. Las consecuencias de las conductas bulímicas son
amenorrea, malformaciones en los dedos, problemas dentales y maxilofaciales, debido a los
constantes atracones, pérdida de cabello, arritmias que pueden desenfocar en infartos, perforación
esofágica, pancreatitis, entre otras. Para evitar el aumento de peso usan métodos compensatorios
inapropiados (inducción al vómito).

INTERACCIÓN FÁRMACO-NUTRIENTE
Es la modificación en la respuesta farmacológica de un medicamento originada por alimentos.
Varían de acuerdo a la dosis del medicamento, la edad, el sexo y el estado de salud del paciente.

TIPO DE INTERACCIONES:
-Fisicoquímicas: Se producen sin necesidad de que intervengan procesos fisiológicos del
organismo, existe una disminución en la cantidad de fármaco o de nutriente que se absorbe
-Farmacocinéticas: Pueden alterar las características de su absorción, metabolismo y excreción,
ya sea aumentándolo, disminuyéndolo o retrasándolo. Presencia de alimentos en el tracto
gastrointestinal puede afectar a la absorción y actuar a diferentes niveles.
-Farmacodinámicas: Producen cambios en la respuesta del paciente a una combinación de
fármaco-nutriente. La vitamina E puede potenciar los efectos de los anticoagulantes, aumentando
el riesgo de sangrado.

ACCIONES DE LOS FÁRMACOS SOBRE LOS NUTRIENTES


-Interfieren con la absorción de nutrientes: la rxn entre medicamento y minerales puede reducir la
cantidad de mineral disponible para absorción. Se recomienda tomar los minerales x separado
esperando de 2 a 6 hrs.
-Adsorben Nutrientes: Ciertos medicamentos adsorben nutrientes, vitaminas y minerales. Ejem:
el efecto de colestiramina provoca adsorción de Vit. Liposolubes y ácido fólico. Si es el caso se
recomienda utilizar complementos vitamínicos.
-Interfieren en la conversión de algunas Vitaminas a su forma activa: no permiten que actúen
correctamente en el organismo , provocan déficits de ciertos nutrimentos y ciertas funciones
propias del organismo no se llevan a cabo. Ejem: sin la conversión del ácido fólico, se inhibe la
síntesis de ADN.

MEDICAMENTOS QUE AFECTAN LA INGESTA ALIMENTARIA:


1) el apetito: algunos antidepresivos (amitriptiline, imipramine); hipoglucemiantes (insulina,
tolbutamida); corticoides; tranquilizantes; medicamentos oncológicos (megestrol) y
antihistamínicos (ciproheptadina).
2) Producen naúseas y/o vómitos: anfetaminas; los antiartríticos; antibióticos; drogas
oncológicas; anticonvulsivos; antihistamínicos; antihipertensivos; agentes quelantes;
corticosteroides; fármacos para problemas cardíacos; anticonceptivos orales; analgésicos y sales
de potasio.
3) Causan constipación: antiácidos (hidróxido de aluminio); antidepresivos; antihipertensivos;
anti ulcerosos; inhibidores de la absorción del colesterol; drogas para problemas cardíacos y
analgésicos narcóticos (codeína).
4) Causan diarrea: algunos antiácidos (hidróxido de magnesio); algunos antibióticos;
medicamentos oncológicos (fluorouracilo y metrotexate); antiinflamatorios.

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