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Los jóvenes de hoy pueden tener el espíritu que dominó a Daniel; pueden sacar
fuerza de la misma fuente, poseer el mismo poder de dominio propio y revelar la
misma gracia en su vida, aun en circunstancias tan desfavorables como las que
predominaban entonces. Aunque rodeados por tentaciones a satisfacer sus
apetitos, especialmente en nuestras grandes ciudades, donde resulta fácil y
atrayente toda complacencia sensual, pueden permanecer por la gracia de Dios
firmes en su propósito de honrar a Dios. Mediante una determinación enérgica y
una vigilancia constante, pueden resistir toda tentación que asalte el alma. Pero
sólo podrá alcanzar la victoria el que resuelva hacer el bien por el bien mismo.
Las mismas poderosas verdades que fueron reveladas mediante estos hombres,
Dios desea revelarlas mediante los jóvenes y los niños de hoy. La vida de Daniel
y sus compañeros es una demostración de lo que él hará en favor de los que se
entreguen a él y procuren con todo el corazón realizar su propósito. Profetas y
Reyes 360.
EL EJEMPLO DE SAMUEL
Vi a un ángel de pie con una balanza en la mano, que pesaba los pensamientos y
el interés del pueblo de Dios, especialmente de los jóvenes. En un platillo estaban
los pensamientos e intereses que tendían hacia el cielo; en el otro se hallaban los
pensamientos e intereses terrenales. En este platillo se arrojaba toda la lectura de
cuentos, los pensamientos dedicados a los vestidos, la ostentación, la vanidad y
el orgullo, etc. ¡Oh, cuán solemne momento! Los ángeles de Dios, de pie, pesan
con balanza los pensamientos de los que profesan ser hijos de Dios, de aquellos
que aseveran haber muerto al mundo y estar vivos para Dios. El platillo lleno de
los pensamientos terrenales, la vanidad y el orgullo, bajaba rápidamente a pesar
de que se sacaba pesa tras pesa de la balanza. El que contenía los pensamientos
e intereses referentes al cielo, subía mientras que el otro bajaba. ¡Qué liviano era!
Puedo relatar esto como lo vi, pero nunca podré producir la solemne y vívida
impresión que se grabó en mi mente, al ver al ángel que tenía la balanza donde
se pesaban los pensamientos e intereses del pueblo de Dios. Dijo el ángel:
¿Pueden los tales entrar en el cielo? No, no, nunca. Diles que la esperanza que
ahora poseen es vana, y que a menos que se arrepientan prestamente, y
obtengan la salvación, perecerán”... MSV 43.3
Vi que muchos se miden entre sí y comparan su vida con la vida de otros. Esto no
debe ser. Nadie sino Cristo nos es dado como ejemplo. Él es nuestro verdadero
modelo, y cada uno debe luchar para distinguirse por su imitación de él... MSV
43.4
CUIDAR LA MENTE
Tanto los jóvenes como los de más edad, tendrán que dar razón de su esperanza;
pero sus mentes destinadas por Dios a cosas mejores, formadas para servirle
perfectamente, se han espaciado en cosas insensatas en vez de hacerlo en los
intereses eternos. Esa mente que vaga de aquí para allá, es tan capaz de
comprender la verdad, la evidencia de la Palabra de Dios en favor del sábado, y el
verdadero fundamento de la esperanza del cristiano, como de analizar las
apariencias, los modales, los vestidos, etc. Y todos los que entregan su mente al
placer que producen los cuentos insensatos y ociosos, alimentan sus facultades
imaginativas; pero ante ellos se eclipsa el brillo de la Palabra de Dios. La mente
queda directamente separada de Dios, y se destruye el interés por su preciosa
Palabra. Joyas de los Testimonios t1 26
COMO DEBEN SER LOS JOVENES DE ESTE TIEMPO
Los jóvenes de nuestro tiempo pueden hacerse tan valiosos a los ojos de Dios
como lo fué Samuel. Si conservan fielmente su integridad cristiana, pueden
ejercer una influencia poderosa en la obra de reforma. Hombres tales se
necesitan hoy. Dios tiene una obra especial para cada uno de ellos. Jamás
lograron los hombres resultados más grandes en favor de Dios y de la humanidad
que los que pueden lograr en esta época nuestra quienes sean fieles al cometido
que Dios les ha confiado. Patriarcas y profetas 620
“Mas fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir; sino
que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis
soportar”.11 Corintios 10:13. Y también a nosotros nos toca una parte que
realizar. No nos hemos de colocar innecesariamente en el camino de la tentación.
Dios dice: “Salid de en medio de ellos, y apartaos..., y no toquéis lo inmundo; y yo
os recibiré, y seré para vosotros por Padre, y vosotros me seréis hijos e hijas”.22
Corintios 6:17, 18. ¿Cómo podemos esperar que Dios nos guarde de caer, si por
la asociación con los mundanos en busca de placer, por nuestra conformidad con
prácticas mundanas, por la unión de nuestros intereses con los incrédulos,
colocamos nuestros pies en la senda de la tentación y el pecado?
Pesan sobre los jóvenes graves responsabilidades. Dios espera mucho de los
jóvenes que viven en esta generación de luz y conocimiento acrecentados. Desea
usaros para hacer disipar el error y la superstición que ensombrecen la mente de
muchos. Han de disciplinarse recogiendo todo tilde y punto de conocimiento y
experiencia. Dios los tiene por responsables de las oportunidades que se les han
dado. La obra que tienen delante espera sus fervientes esfuerzos para ser llevada
a cabo paso a paso, según demande el tiempo.
Si los jóvenes quieren consagrar la mente y el corazón al servicio del Señor,
pueden alcanzar una elevada norma de eficiencia y utilidad. Es ésta la norma que
el Señor espera que la juventud alcance. Hacer menos que esto es rehusar sacar
todo el provecho posible de las oportunidades dadas por Dios. Esto será
considerado como traición contra Dios, como omisión del trabajo por el bien de la
humanidad.
¿Qué estáis haciendo, queridos jóvenes, para hacer saber a otros cuán
importante es tener la Palabra de Dios como guía, guardar los
mandamientos de Jehová? ¿Estáis declarando por precepto y ejemplo que
sólo por la obediencia a la Palabra de Dios pueden salvarse los hombres? Si
hacéis lo que podéis, seréis una bendición para los demás. Mientras hacéis lo que
podéis de acuerdo con lo mejor de vuestra capacidad, se irán abriendo ante
vosotros medios y oportunidades para hacer más (Youth’s Instructor, enero 1,
1907). Mensajes Para los Jovenes 67