To: cdrews@una.ac.

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From: Carlos Drews <cdrews@una.ac.cr>
Subject: La fila del bus y el anteproyecto de tesis
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Estimados compañeros del curso Biología de la Conservación,

El otro día me encontré con las cinco de la tarde en el congestionado centro de San José y camino a la parada
de buses bajo la lluvia despiadada de octubre. La fila ordenada de paraguas doblaba por la esquina hasta más
allá de la mitad de cuadra. Carente de mucha experiencia haciendo esta fila, pensé que sería cuestión de tal
vez unos quince a cuarenta y cinco minutos hasta obtener un puesto en el bus a Heredia. Decidí hacer la fila
con la misma paciencia de aquellos que la hacen todos los días.

Calculé que tenía delante de mí unas 50 personas y me pregunté si podría calcular el tiempo estimado de
espera en función del ritmo pausado pero constante al que avanzaba la fila. No era difícil. Era simplemente
cuestión de medir cuántos metros se avanzaba en unos cinco minutos y luego extrapolar a la distancia restante
hasta el sitio donde se detiene el bus. Pero luego me pregunté qué haría con el resultado: desde ya podría yo
definir un umbral de espera anticipada a partir del cual renunciaría a la fila y optaría por tomar un taxi. Sin
embargo mi decisión de antemano era clara: iba esperar lo que tocara, y regresaría a Heredia en bus, como si
los demás pasajeros fueran a sentir algo de mi acomodada solidaridad para con ellos. Me detuve ante la
opción de tomar el dato de velocidad de avance, no hice ninguna medición y degusté en silencio bajo el
poncho mi romanticismo por la tarde cansada que oscurecía bajo la llovizna.

A los 48 minutos de espera abordé el bus. Mientras nos arrastrábamos despacio entre el tráfico mojado, pensé
sobre el sentido de tomar datos cuando es bien factible hacerlo pero cuando no hay claridad sobre qué hacer
con los resultados. Si no estaba yo dispuesto a optar por una alternativa de transporte en función de la tasa de
avance de la fila entonces carecía de sentido medir aquella tasa.

El examen cromosomal de una muestra intrauterina es una vía para identificar durante la fase temprana de un
embarazo si hay en el embrión un defecto genético, como por ejemplo el mongolismo. Madres mayores de 35
años a veces se ven tentadas por someterse a este examen que no es inofensivo, pues en un pequeño
porcentaje de las intervenciones conduce a un aborto espontáneo aún cuando el feto esté perfectamente
saludable. La pregunta que hacen los médicos a la madre que solicita el examen es muy clara: Si encontramos
un defecto genético Ud. estaría dispuesta a terminar su embarazo? Es decir: tomaría Ud. acciones a partir del
resultado del examen? Si la respuesta es negativa entonces se obvia el examen - no tiene ningún sentido
hacerlo. Se trata en tal caso de información costosa (por el riesgo que implica) e innecesaria. Esta situación es
análoga al planteamiento de medir ciertas variables en proyectos de conservación.

En proyectos de conservación es fundamental definir de antemano qué resultados conducen a qué acciones y
de qué manera los datos afectarán las decisiones. Más de una vez nos hallamos tentados por medir algo - pero
no siempre reflexionamos sobre las consecuencias a seguir a partir del hallazgo. Un ejemplo común es la
estimación de densidad o del tamaño población de una especie amenazada. Cuáles son los umbrales a partir
de los cuales emergen qué acciones? Si no hay claridad en cuanto a tales umbrales entonces no hay claridad
en cuanto a la utilidad de llevar a cabo tal estimación. Cada medición compromete recursos de tiempo y/o
dinero – por eso debe ser llevada a cabo con responsabilidad. El uso que se dará a los resultados debe quedar
explícito en el planteamiento inicial del proyecto - de esta forma se mantiene un norte concreto que organiza
el pensamiento.

Tres cuartos de hora más tarde entre el tráfico paciente llegué a Heredia sin prisa ni contratiempos, pensando
en sus anteproyectos.

Un saludo afectivo,

Carlos Heredia, 16.11.1998