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AUTOR:
ASESOR:
TRUJILLO – PERÚ
2016
AGRADECIMIENTOS
El Autor.
RESUMEN
This contribution investigates the character that I present the last stage of
Late Moche and its interaction with the Middle Horizon in the Lambayeque region.
It focuses on the site of Huaca Bandera considered the last Mochica ceremonial
center located in Valley Motupe - La Leche, which has a long record to
contextualize the interaction during that period. The evidences in architecture,
iconography and mainly in ceramics demonstrates at least stylistically influence
of foreign societies in the Middle Horizon. Through ceramic analysis and
development of polythetic typology, three well marked stylistic groups were
identified: Local ceramic style (Late Moche), ceramic foreign style (Wari
derivative) and post-Mochica ceramic (Transitional). These peculiarities pottery
provides important information to understand the process that gave the end of
the Late Moche, where local style coexist and intermingle with outsiders style
and gestating the beginning of a new style that would later be known as
Lambayeque.
ÍNDICE
AGRADECIMIENTOS
PRESENTACIÓN
RESUMEN
ABSTRACT
ÍNDICE
ÍNDICE DE CUADROS
ÍNDICE DE FIGURAS
INTRODUCCIÓN…………………………………………………………………….1
7.1. Cantaros………………………………………………………………………….….….151
7.2. Ollas………………………………………………………………………………….….157
7.3. Botellas………………………………………………………………………....……….165
7.4. Tinajas…………………………………………………………………………………....173
7.5. Platos……………………………………………………………………………….……177
7.6. Escudillas…………………………………………………………………………….….182
7.7. Vasos…………………………………………………………………………………….183
7.8. Cuencos………………………………………………………………………..………..186
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS……………………………………….…….216
ANEXOS
ÍNDICE DE CUADROS
Figura 18: (A) fragmento de cerámica de estilo Viñaque encontrada en Huaca Soledad,
Batan Grande. (B) y(C) fragmentos del mismo estilo huaqueados en San José
de Moro. (D) Pareja de felinos sentados de frente sobre una vasija del estilo Sican
Temprano prevenientes de Huaca del Pueblo, Batan Grande (Extraído de Shimada
1994a: 251)………………………………………………………………………………….37
Figura 19: Vasija recuperadas de la Tumba 21 de Huaca Santa Rosa (Tomada de
Bracamonte 2011: 17. Fig. 10)………………………………………………………….…39
Figura 20, 21 y 22: Fotografía aérea del Complejo Arqueológico Huaca Bandera (arriba).
Vista frontal de la pirámide principal “Huaca Bandera” (centro). Fragmentos
de decoración paletada (abajo) registradas en la prospección realizada por Paul
Kosok (Kosok 1965)……………………………………………………………………..….43
Figura 23: Mural encontrado en el Sector Norte 1 donde se representaría a la escena
de la Presentación de la copa (arriba). Reconstrucción digital de los personajes de
la escena (abajo) (Archivo del PIAHB)……………………………………………….…...47
Figura 24: Grafiti 1 encontrado en el corredor ceremonial que ilustraría a la Sacerdotisa
Moche (archivos PIAHB)………………………………………………………………...…47
Figura 25: Grafiti 2 representa a dos personajes sobrenaturales enfrentándose con el gesto
de presentar la copa. (Archivo PIAHB)……………………………………………….…..48
Figura 26: Reconstrucción isométrica del Conjunto Amurallado 1 (Archivo del PAHB)………....49
Figura 27a: Mural en escaques superpuestos por el friso en el Sector sur, Huaca Blanca
(arriba). 27b: detalle del friso de los personajes con la cola de ola zoomorfa y copa
en la mano (centro). 27c; Reconstrucción digital del personaje felino en detalle en
el mural en escaques (abajo) (Archivo PIAHB)………………………………….……….50
Figura 28: Reconstrucción digital del muro en escaques superpuesto por el friso en el sector
de Huaca Blanca (Archivo PIAHB)…………………………………………………….….51
Figura 29: Diseño arquitectónico del mural perteneciente a la Huaca Facho; nótese la
similitudes del diseño comparada a la de Huaca Blanca (Extraída de Donnan 1972).51
Figura 30: Detalle de la iconografía de la porra antropomorfizado llevando la copa;
mural de Huaca Facho (Extraída de Donnan 1972)……………………….……………51
Figura 31: Fotografía de planta de la Unida XCVIII G’’ vista de Este a Oeste del
capa 2. (Fotografía extraída del archivo del PIAHB)…………………………………...69
Figura 32: Fotografía de planta de los recintos, vista de Sur a Norte. (Imagen extraída del
archivo del PIAHB)………………………………………………………………………….70
Figura 33: Fotografía de planta de los recintos de la unidad LXXXIV O’’ (Imagen extraída
de archivo del PIAHB)………………………………………………………………………71
Figura 34: Fotografía de planta de la unidad LXXXII O’’, presencia de material cultural
asociado al piso deteriorado del capa 2 (Imagen tomada del archivo PIAHB)…….…73
Figura 35: Fotografía de Planta de la Unidad LXXII W’’’ vista de Este a Oeste (Imagen
tomada del archivo PIAHB)………………………………………………………………...74
Figura 36: Fotografía de planta de la unidad XCVII F’’ vista del piso asociado a banqueta
del capa 2 (Imagen tomada del archivo PIAHB)………………………………………….75
Figura 37: Fotografía de planta de Unidad LXXIII Q’’’ Nivel 2 (Imagen tomada Risco et
al. 2013)……………………………………………………………………………...………76
Figura 38: Fotografía de planta de la Unidad LXXIV P’’’ del Nivel 2 (Imagen tomada de
Risco et al. 2013)……………………………………………………………………………78
Figura 39: Fotografía de planta de la rampa, ubicada en el lado Este del Montículo 01
(Imagen tomada de Risco et al 2013)……………………………………………………..78
Figura 40: Fotografía de una concentración de vasijas semi-completas y fragmentos de
cerámica, halladas sobre piso del nivel 2, de la Unidad LXXIII Q’’’ (Imagen
tomada Risco et al. 2013)…………………………………………………………….…….77
1
al estilo ceramográfico, lo que nos sugiere que el proceso de cambio que se dio
a finales del Mochica Tardío enmarcada por el Horizonte Medio tubo respuesta
diferentes en cada región Mochica; por lo cual cada grupo social Mochica
presentaría una singularidad y reacción diferente a este proceso de cambios.
Objetando así, el modelo de los Moches como una sola y única unidad política,
contario a ello enfatizamos la probable existencia de que cada valle Mochica
tendría un configuración política diferente y un desarrollo histórico independiente
(Donnan 2011; Koons 2012, 2014; Quilter y Koons 2012). Así mismo sugerimos
que debería elaborarse secuencias de cerámica para cada valle como la mejor
forma de estudiar la estructura política de cada entidad y así aproximarse a su
desarrollo histórico, como el caso de Huaca Bandera el cual nos ha permitido
reconstruir la situación social y los procesos de cambio por las que atravesó
dicho centro ceremonial durante el periodo Mochica Tardío.
2
CUARTA PARTE: ANÁLISIS TIPOLÓGICO DE LA CERÁMICA DE HUACA
BANDERA, contiene el análisis tecnológico morfológico y decorativo de la
cerámica, así como una propuesta tipología politética para el sitio partir de los
datos obtenidos de los criterios analizados independientemente.
Hipótesis general.
Hipótesis Particular.
3
Mochica en Huaca Bandera, es resultado de una estrategia ideológica de
subsistencia por parte de las elites debilitadas para sustentar su
legitimidad en un periodo en crisis, la adaptación y reinterpretación de esta
ideología debió ajustarse a los cánones Mochicas, en consecuencia la
forma de como materializarla necesariamente se modificó.
Objetivo General
Objetivos específicos
4
PRIMERA PARTE: GENERALIDADES
Fig. 1. Vista geográfica de los valles de Lambayeque (Tomada del Google Earth 2015).
5
1.1. Ubicación y descripción general
El complejo arqueológico Huaca Bandera se encuentra ubicado
geográficamente en la margen derecha de unos de los brazos del rio Motupe. A
una distancia de 8 Km. al oeste del pueblo de Pacora, a 35 Km. de línea de playa
(en línea recta) y a una altitud de 52 m.s.n.m. Pertenece dentro de la Carta
Geográfica la Hoja Jayanca 13D (Fig. 2).
Su punto base geográfico, se sitúa entre los 6°24’48’’ latitud sur y los
9°54’30’’ longitud oeste; en las coordenadas UTM 9290953 N y 620698 E, del
Datum WGS 84 una altura de los 52 msnm. Políticamente pertenece a la
jurisdicción del distrito de pacora, en la provincia de Lambayeque (Curo 2010).
1.2. Climatología
El clima del valle de Motupe está determinado por las influencias directas
del mar, las corrientes peruanas del Niño, la atmosfera dominada por el anticiclón
del Pacifico Sur, los vientos y las cordilleras de los Andes. Es por ello que posee
un clima semitropical; con una humedad de 50% a 60% en promedio y escasas
precipitaciones.
La temperatura promedio anual oscila en una máxima de 26,2°C y mínima
de 17,3°C, en verano (entre enero y abril) la temperatura fluctúa entre 30°C
como máxima y 20°C como mínima; sin embargo, cuando el clima se
“tropicaliza” por la influencia del Niño alcanza temperaturas hasta los 35°C. En
invierno la temperatura tiene una máxima de 24°C y una mínima de 15°C.
(Garayar 2003).
6
relieve plano en donde no existe vegetación o es muy escasa apareciendo
especies halófitas distribuidas en pequeñas manchas verdes dentro del extenso
y monótono arenal grisáceo eólico. La precipitación pluvial es escasa de 15 y 30
mm., en todo el año. El suelo se caracteriza por ser sumamente salino y ácido
formando así un escenario paisajístico de una planicie desértica (arenal grisáceo
eólico) con algunas elevaciones producto de la acumulación eólica de la arena.
1.4. Hidrología
Por su ubicación el complejo arqueológico Huaca Bandera corresponde a
la cuenca del rio Motupe, su actual cauce modificado en el año 1997 transcurre
a una distancia de 1 Km del lado Este del complejo y a 7 Km en relación de su
antiguo cauce. Así mismo de igual manera forma parte de la cuenca baja del rio
La Leche, debido a su aproximación de 2Km de distancia del lado sureste del
complejo, punto en donde los cauces de los ríos Motupe y La leche se
encuentran formando así el rio Morrope. Estos ríos pertenecen al sistema
hidrológico del Pacífico y se caracterizan por tener una descarga irregular de
sus aguas durante todo el año; escasas en invierno e incrementándose en
verano, debido a las precipitaciones abundantes en la sierra (Fig. 3).
Según la Carta Nacional de Incahuasi, el origen del rio Motupe es el
resultado de la confluencia de los ríos Chiniama y Chóchope, su recorrido es de
Noreste a Sureste, pasando por el lado este del pueblo de Motupe y al Oeste de
Jayanca y Pacora, a lo largo de su recorrido recibe por la margen derecha las
aguas del rio Chotoque y posteriormente las agua del rio Salas para luego unirse
7
en el suroeste de Pacora con el rio La Leche en el sector Las Juntas dando
origen al río Morrope cuyo lecho desaparece al Oeste de este pueblo por lo que
genera inundaciones en épocas lluviosas. Posee un recorrido de 73 Km de
longitud con una masa media anual de 34,4 m³ y un caudal de 1,09 m³/s; el
caudal pico que se puede registrar se da durante el fenómeno de El Niño
alcanzando 600 m³/s.
Por otro lado el rio La leche conocido también como río Loco, debido que
en épocas de fuertes lluvias (fenómeno de El Niño) su caudal es muy torrentoso
causando inundaciones en diferentes poblados por donde atraviesa. Este río
algunos lo llaman río Sangana, es donde se origina una confusión, según el
Instituto Geográfico Nacional y los lugareños llaman río La Leche tanto al
proveniente de Incahuasi como al que baja por Miracosta y Tocmoche (Río
Sangana). El primero se forma en el distrito de Incahuasi por la unión de dos
riachuelos: el proveniente de la laguna Tembladera y el que nace de las lagunas
situadas al Oeste del caserío San Lorenzo; atraviesa luego el citado distrito y se
interna en el de Pítipo. El segundo es el río Sangana, que nace de las lagunitas
denominadas Quinsacocha y desciende hacia el Oeste por los distritos de
Miracosta y Tocmoche (prov. de Chota), llevando mayor cantidad de agua que
el primero. Pero según los acuerdos geográficos; para determinar el origen de
un rio se tendrá en cuenta su formador más largo. Por lo tanto El río La Leche
es el originado en Incahuasi, teniendo como afluente el Río Sangana que
constituye su afluente más importante. Su cuenca colectora se calcula en 1 304,
6 km², confluye con el río Motupe en el lugar denominado Las Juntas, se calcula
que tiene una longitud de 51,8 Km y se caracteriza por tener un volumen
irregular; gran parte del año no posee caudal, solo en los meses de verano, su
masa media anual es de 201,4 m³ y su caudal de 6,41 m³/s (INGEMMET 2010).
8
Fig. 2. Ubicación del Complejo Arqueológico Huaca Bandera, en la Carta Geográfica Hoja
Jayanca 13D
Fig. 3. Vista panorámica del valle Motupe-La Leche y sus principales ríos con relación al
Complejo Arqueológico Huaca Bandera (Tomada del Google Earth 2015).
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1.4.1. Hidrogeología
Acuíferos
Se caracteriza por ser unidades geológicas que tienen la capacidad de
almacenar y trasmitir aguas subterráneas a través de sus fracturas fallas y poros.
En esta zona existen dos tipos de acuíferos: a) Fisurado sedimentario y b)
Acuíferos poroso no consolidado.
10
cuaternario esta región estuvo sujeta a movimientos eustáticos que dieron lugar
a la deposición de material aluvial, fluvial, eólico, y a la formación de la geoforma
característica de esta zona.
11
b) Depósitos fluviales: Constituido por una mezcla, cantos,
grava, bloques subredondeados de granulometría variable,
englobados en una matriz poco compacta. Su permeabilidad se
considera alta y su valor como suelo de cimentación es
moderado. Este depósito se encuentra distribuido a los largo de
los cauces del rio Motupe y La Leche
Geomorfología: Esta parte del valle se caracteriza por ser en gran medida una
llanura costera árida y poco accidentada, donde destaca las pampas aluviales y
las formaciones eólicas. De acuerdo al INGEMMET clasifica a esta parte de la
región por tener una “Pendiente muy baja” (menos de 10°) y “Pendiente baja”
(10°-20°). Teniendo en cuenta las características morfológicas, morfometricas,
geológicas se ha divido el terreno en unidades geomorfológicas:
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y represamiento de los valles. Está compuesto por arenas,
arcillas con mesclas de fragmentos heterométricos y
heterogéneos de rocas de distinta composición. Propenso a
inundaciones periódicas.
b) Planicie fluvio-aluvial: es una superficie amplia y plana donde
se asienta el complejo arqueológico y el pueblo de Pacora. Se
encuentra conformada por material no consolidado movible
(conglomerados, arena y arcillas), ubicado en los lechos de los
ríos Motupe y La Leche. La baja pendiente y la acción fluvial
predispone a esta subunidad a procesos de inundación
estacional o excepcional.
2. Geoformas de origen eólico
a) Explanada eólica: corresponde a la parte oeste del complejo
arqueológico, formada por la acumulación de arena que bordea
la planicie fluvio-aluvial. Sus extensiones son kilométricas,
formada por algunos montículos de arenas fijas y móviles en
etapas de vientos fuertes. Es considera una zona erizada, cabe
mencionar que dicha unidad es susceptible a procesos de
arenamiento y licuación de suelos.
1.6. Fauna
El clima extremo de este ecosistema no fue impedimento para la
adaptación de algunas especies teniendo como resultado una amplia variedad
faunística de mamíferos, reptiles y aves principalmente. Entre los mamíferos
tenemos: el “zorro costeño” (Dusicyon sechurae), también existen roedores
como la “ardilla gris” (Scirus straminaus), un tipo de “rata de campo” (Akodon
sp).
En el grupo de los reptiles encontramos la “lagartija” o “capon” (Tropidurus
peruvianos), al “salta ojos” (T. occipitalis), a la “culebra corredora” (Tachimenes
sp), al “coralillo” (Micrurus sp.), “jergón” o “sancarranca” (Botrops sp.) y al famoso
“cañan” (Dicrodon heterolopis) y el grupo de los anfibios es representado por el
“sapo común” (Bufo spinulosus).
13
Con respecto al grupo de las aves tenemos: al “cernícalo” (Falco
sparverius peruvianus), al “pampero peruano” (Geossita paytensis), el
inconfundible “Huerequeque” (Burhinus supercilaris), el “gallinazo cabeza negra”
(Coragyps atraus), la “lechuza” (Athene cunicularia manodes), el “cuculí”
(Zenaida auriculata), la “putilla” (Pirocephalus rubinus) y la “águila común”
(Pandion sp)
1.7. Flora
Debido a la escases de lluvia y un clima de altas temperaturas, existe una
escasa vegetación silvestre entre las más representativas tenemos el “frijolillo”
(Erythrina sp.), el “sapote” (Capparis angulata), el “overo” (Cordia rotundifolia), el
“vichayo” (C. macrocephala, capparis ovalifolia), “algarrobo” (Prosopis pallida),
“chope matorral” (Crypto carpus piriformes), “hierva santa” (Cestrum
auriculatum), “pájaro bobo” (Tessaria integrifolia), al “chilco macho” (Baccharis
salifolia), “chico hembra” (Baccharis glutinosa), “caña brava” (Gynerium
saggittatum) y el “carrizo” (Arundo donax); algunas de estas plantas solo crecen
en temporada de lluvia o cuando los ríos tienen cause.
14
que están al Sur de distrito, cuyos accesos no están en buen estado de
conservación, pero que se puede llegar al extremo sur del área arqueológica
(Curo 2010).
15
LXXI Q’’’
LXXIII Q’’’
LXXIV Q’’’
NORTE 1 LXXV Q’’’
LXXVI Q’’’
LXXIII P’’’
LXXVI P’’’
LXXIII R’’’
LXXIV R’’’
LXXVI R’’’
XCIX F’’’
XCVII F’’’
NORTE 2 XCVII G’’’
XCVIII F’’’
XCVIII G’’’
Fig. 4. Plano sectorizado del Complejo Arqueológico Huaca Bandera indicando las
Áreas de donde proviene la muestra ceramográfica
16
CAPITULO II: ANTECEDENTES DE INVESTIGACIONES
Los Mochicas,
Fig. 5. Mapa de los sitios Mochicas más importaste en la particularmente se
costa norte del Peru. (Tomada de Castillo 2012)
caracterizan por dos
motivos principales, una de ellas, la construcción de centros urbanos donde
predominan grandes edificios públicos. Estos edificios públicos consisten en
estructuras monumentales de forma piramidal, escalona y trunca, elaborada
17
masivamente con adobes (Hastings y Mosley
1975). Algunos de ellos funcionaron como
edificios sagrados para actividades rituales,
otros como centros cívicos que a su alrededor
se emplazaban núcleos habitacionales, centros
de producción especializada y cementerios
(Franco et al. 2007:91), entre ellas destacan
sitios como Las Huacas de Moche (valle de
Moche); Mocollope, el Brujo, Licapa (valle de
Chicama); Pacatnamú, San José Moro (Valle
de Jequetepeque), Sipán, Pampa Grande,
Huaca Bandera (valles de Lambayeque), entre Fig. 6. Zorro sentado. Extraída
otros (Fig. 5). de Donnan et al. (1991)
1La escultura es el arte de modelar, tallar y esculpir un material, con el fin de representar figuras u objetos
en tres dimensiones. Esto quiere decir que, a diferencia de la pintura, que es bidimensional y plana, las
esculturas tienen volumen y pueden ser apreciadas no sólo de frente sino desde distintos puntos
(tridimensional).
18
A lo largo del tiempo se han propuesto diversos modelos que intentan
reconstruir el tipo de organización socio-político que habrían tenido los Mochicas.
Particularmente se puede constatar dos grandes momentos, por un lado la
concepción tradicional que describen un modelo unificado y centralizado de una
sociedad Mochica, y por otro lado una idea relativamente más moderna que
plantea la existencia de múltiples sociedades Mochicas interactuando y con
trayectorias de desarrollo diferentes (Castillo 2012). Ambos modelos son
producto de un continuo trabajo de campo y reflexiones teóricas que se habían
iniciado en los albores del estudio de la cultura Mochica, con los trabajos de Max
Uhle (1915), Alfred Kroeber (1925) y Rafael Larco (1948).
Alfred Kroeber (1925) fue quien caracterizó por primera vez el estilo
Mochica en base de un minucioso análisis de las colecciones de Uhle y de
algunos museos de Norteamérica, Europa y Perú. Permitió confirmar que éste
estilo era anterior a los estilos Tiahuanaco y Chimú, por lo que lo bautizó con el
nombre de Proto Chimú. Además observó que existían algunas variaciones
especialmente en su forma y contenido iconográfico, por lo que sospechó que
se debía a factores cronológicos del estilo. Esta sospecha no se comprobaría
hasta que no se estableciera una secuencia para la cerámica Mochica (Castillo
2012: 40).
Rafael Larco (1938-1939) es quien por primera vez designa con el término
Mochica para referirse al grupo social dueño de este estilo característico. Larco,
quien tuvo un gran interés por conocer y entender a estos pobladores que habían
habitado en esta regiones antiguamente, empezó a realizar excavaciones en
19
diversos valles de la costa norte
entre Chicama y Santa, registrando
números entierros y obteniendo a
partir de ellos numerosas vasijas,
las cuales junto con adquisiciones
de otras colecciones, para luego
lograr reunir las más grande y
completa colección de cerámica
Mochica que existe a la fecha. Fue
en base al estudio de esta
colección, que Larco pudo definir el
estilo Mochica. En un inicio Larco
estaba más interesado en entender
la mentalidad y vida del hombre
Mochica del pasado, por lo que
publicó primero en dos volúmenes
Fig. 8 Secuencia Cultural de la costa norte su trabajo llamado “Los Mochicas”,
planteada por Rafael Larco (Tomada de Castillo
2012). donde describió al hombre Mochica
y su sociedad, la religión, el arte, gobierno y el culto a los muertos (Larco 1938,
1939). En 1946 se realizó la famosa Mesa Redonda de Chiclín auspiciado por
Larco y el Instituto de Investigación Andina de Nueva York, este evento marco
un hito importante en el estudio de los Mochicas, Larco presentó su cuadro
cronológico de las culturas arqueológicas de la costa norte (Fig. 8) y además,
expuso la secuencia estilística de cinco periodos de la cerámica Mochica la cual
estaba basada en una seriación de las botellas asa estribo, en donde observó
que los cambios ocurridos en el asa y en gollete (Fig. 9) se correlacionaban con
los cambios en la forma y la decoración de línea fina de las vasijas (Larco 1948).
Estos resultados fueron publicados dos años después, en 1948 por Larco bajo
el título “Cronologías Arqueológica del Norte del Peru”.
20
Durante la década de los sesenta, producto de excavaciones clandestinas
en el valle alto de Piura aparecen una serie de objetos (cerámica y metales)
estilísticamente similares a lo conocido como Mochica, esto produjo un gran
asombro a la comunidad científica ya que no contaban con documentación
precisa para explicar este fenómeno. Los cerámicos encontrados presentaban
rasgos Cupisnique, Salinar, Virú y Mochica, según algunas fuentes de los propios
“huaqueros” parecerían sugerir que estas vasijas se hallaban entremezcladas en
los mismos contextos conjunto con un nuevo estilo local inédito bautizado como
Vicús (Guffroy, Kaulicke y Makowski 1089: 125). Ante estos datos, Larco se
apresuró a afirmar que la pluralidad de estilos hallados en esta región sería
resultado de proceder de una serie de cementerios de distintas cultura (Tinoco
2010: 107). Durante los siguientes años, Larco se dedicó a reunir piezas de estilo
Mochica provenientes de Vicús y comparándolos con su colección museística,
logró encontrar suficientes rasgos para identificarlos dentro del estilo
pertenecientes a las fases I y II, estos datos le bastaron para señalar que los
Mochicas habrían controlado desde muy temprano un territorio aún más vasto
de lo que se presumía (Castillo y Donnan 1994: 150).
21
cuyas asociaciones cerámicas mostraban una clara correspondencia con el
estilo “Moche V”. De este modo, se concluyó que tras el abandono de las
“Huacas de Moche” el principal centro político-religioso del valle se trasladó hacia
Galindo, zona más propicia para el control de las fuentes de agua.
22
Con los nuevos descubrimientos e información que continuamente iban
apareciendo, se comprobó que cada región Mochica seguía un proceso de
desarrollo independiente y distinto que a su vez evolucionaron a los largo de
más de 600 años. Sin embargo; este proceso gracias a prácticas rituales
comunes e interacciones sociales entre las elites, parece haber ido
transformándose de manera convergente constituyendo el fenómeno cultural
Mochica (Castillo 2012: 82). En consecuencia empezaron a surgir dudas acerca
del uniformizado modelo de organización socio-político del estado Moche. Ya
no se podía argüir como hizo Larco que se trataban de préstamos culturales o
intercambios comerciales, por lo que surgió de nuevo la necesidad de reevaluar
la validez de la clásica secuencia tipológica como herramienta cronológica
(Tinoco 2010: 112).
Una repuesta
innovadora a estos
inconvenientes
metodológicos y
cronológicos fue
proporcionada por
Christopher Donnan y
Luis J. Castillo,
quienes proponían la
existencia de dos
grandes regiones
Mochicas; una sureña
que comprendía los
Fig. 10. Cuadro comparativo de la secuencia de los estilos valles desde Chicama
Mochica Norte y Mochica Sur (Tomada de Castillo et al. 2007).
hasta Nepeña y otra
norteña que abarcaba los valles desde Piura hasta Jequetepeque, ambas
separadas por el gran desierto de Paiján. Además elaboraron en base al material
ceramográfico norteño una secuencia de cerámica general del Mochica Norte
(Fig. 10) que subdividieron en “Mochica Temprano” entre los 200-550 d.C., (que
correspondería cronológicamente, pero no necesariamente estilísticamente a
las fases I y II del sur), “Mochica Medio” entre los 550-700 d.C., (equivalente al
23
Mochica III y parte del IV del sur) y “Mochica Tardío” entre los 700-850 d.C.,
(equivalente al Mochica IV y V del sur) (Castillo y Donnan 1994).
Fig. 11. Cuadro cronológico Mochica considerando los valles de la costa norte y los diferentes
estilos que interactúan. Se indican también algunos de los sitios característicos para cada
periodo (Extraído de Castillo 2012: 368).
24
2.2. El Mochica Tardío y el Periodo Transicional
Este lapso de tiempo se inicia a fines del siglo VI d.C., se caracteriza por
ser un proceso claramente complejo marcado por profundos cambios en el
panorama político y social Mochica, como el abandono de asentamientos
principales y el surgimiento de nuevos centros urbanos, la disminución del poder
político basado en la ideología y la adopción de nuevos patrones culturales
fueron los indicadores del cambio ocurridos a largo de trescientos años. El
resultado de estos procesos fue la reconfiguración de la sociedad Mochica,
primero en procesos culturales bastante peculiares, como el Periodo
Transicional de San José de Moro (Castillo y Rucabado 2003) y finalmente el
establecimiento de dos culturas regiones distintas; Lambayeque, en la región
Mochica Norte y Chimu, en la región Mochica Sur (Castillo 2012:107), las causas
por las cuales esto sucedió no fueron del todo claras. Sin embargo, en las
mayorías de casos siempre se discute tres principales causas: a) consecuencia
de una serie de eventos climatológicos catastróficos, b) una crisis sociopolítica
interna y c) las presiones o conquista de sociedades foráneas como Wari
(Castillo 2000, 2003, 2012).
25
brusca como indicadores de inseguridad debido a conflictos mayores por el
control de los derechos de agua (Bawden 1995, Shimada 1994b).
26
Las investigaciones realizadas en el sitio de Huacas de Moche,
demostraron que entre los 600 o el 650 d.C. el Templo Viejo es clausurado como
respuesta al colapso del sistema teocrático generado por el desprestigio de la
elite religiosa de las esferas de poder, y paralelamente las elites urbanas
emergieron, surgiendo así un nuevo aparato político (Uceda 2009). Este evento
marco el fin del dominio religioso de la elite suprema Mochica y el inicio del
desarrollo de un estado secular (Uceda 2014).
27
Fig. 13. Sitio de Pampa Grande con una extensión de cuatro kilómetros cuadrados
ubicado en el cuello del valle Chancay-Lambayeque (Tomada de Castillo 2012).
28
La situación en el valle de Jequetepeque es muy particular difiere en gran
medida al compararlo con sus valles vecinos. Sitios de gran magnitud como
Pampa Grande o Galindo siguiendo el patrón urbano en el cuello de los valles
son inexistentes para Jequetepeque. Sin embargo lo que caracteriza para este
periodo es la emergencia y proliferación de sitios ceremoniales de pequeña y
media escala a lo largo de la parte baja del valle y la expansión de las tierras de
cultivo en el interior de la región gracias a la construcción de canales de
irrigación (Castillo y Donnan 1994, Castillo 2000, Dillehay 2001). Otra
singularidad que caracteriza a este valle contrario a la situación de los valles de
Moche y Lambayeque es su paisaje político fragmentado y descentralizado
(Dillehay 2001, Swenson 2004). Sitios como Cerro Chepén y San Idelfonso
presentan amurallamiento, muchos investigadores sugieren que son señales de
posibles conflictos étnicos en este periodo, lo que llego a plantear una situación
que probablemente carezca de integración y monopolización de fuerza coercitiva
por un único centro de poder (Dillehay 2001).
Entre los sitios que podemos nombrar más interesantes, no solo para este
valle sino para toda la costa Norte durante este periodo es San José de Moro, el
cual pareció haber gozado de un estatus particular en relación a los otros sitios.
Los extraordinarios contextos funerarios de elite afiliados a la mitología Mochica
que se registraron ahí permiten señalar a San José de Moro como un centro
ceremonial y probablemente político de un importante prestigio (Castillo y
Donnan 1994, Castillo 2000, Castillo 2012). Sin duda otra de las particularidades
que resaltan en este sitio, es la presencia de cerámica de origen foráneo de gran
calidad en los entierros de elite. Esta situación se debería al resultado de una
nueva estrategia por partes de las elites, los cuales se asociaron a estos
artefactos foráneos de prestigio con el afán de sostener su poder y legitimidad
su ideología en un periodo de crisis (Castillo 2000).
29
Mochica Tardío A: Corresponde con el inicio del periodo y está
caracterizada, a nivel de la cerámica fina, por la aparición de la cerámica
Mochica Tardía de Línea Fina, la cerámica Mochica Polícroma (Castillo
2009, McClelland et al. 2007), y algunas de las tradiciones foráneas como
Wari-Ocros, Wari-Chaquipampa, Cajamarca Medio, Nievería y Atarco
(Castillo 2010; Castillo et al. 2008). La cerámica de calidad media está
conformada por formas derivadas de Mochica Medio, particularmente los
cántaros de cuello efigie, la cerámica modelada o impresa pero sin buen
acabado ni engobes, y un nuevo repertorio de cerámica doméstica en la
que figuran ollas y cántaros con cuellos rectos evertidos y bultos en el
cuerpo, jarras de cuerpos carenados y botellas de cuerpos achatados.
30
Mochica Tardío C: Durante la fase Mochica Tardía C se produce una
drástica ruptura con relación a las líneas de evolución de los estilos
cerámicos que se venían siguiendo desde el Periodo Mochica Medio
(Castillo 2000). La cerámica Mochica Tardía de Línea Fina prácticamente
desaparece y el cambio más importante en la cerámica doméstica es que
las ollas de cuello plataforma comienzan a perder popularidad y son
reemplazadas por ollas de cuello compuesto o recto evertido. Muchas
formas típicas de la cerámica Mochica de calidad media continúan,
particularmente piezas decoradas con diseños en relieve. También son
frecuentes las piezas polícromas, vasos lira, keros negros y “crisoles”,
pero con caras humorísticas modeladas. (Castillo 2012: 393-402).
31
Fig. 15. Especímenes Típicos para la
fase Mochica Tardío A (arriba
izquierda); Mochica Tardío B (arriba
derecha); Mochica Tardío (Abajo
izquierda). Tomada de Castillo 2000.
32
El Periodo Transicional
Fig. 17.
Cerámica del
Transicional
Tardío.
35
El caso Transicional en Lambayeque
36
San José de Moro además cerámica Sican Temprano (Fig. 18), correspondiente
al Proto – Lambayeque del valle de Jequetepeque.
Fig. 18. (A) fragmento de cerámica de estilo Viñaque encontrada en Huaca Soledad, Batan
Grande. (B) y(C) fragmentos del mismo estilo huaqueados en San José de Moro. (D) Pareja
de felinos sentados de frente sobre una vasija del estilo Sican Temprano prevenientes de
Huaca del Pueblo, Batan Grande (Extraído de Shimada 1994a: 251).
38
Fig. 19. Vasija recuperadas de la Tumba 21 de Huaca Santa Rosa (Tomada de Bracamonte 2011:
17. Fig. 10).
39
2.3. Antecedentes de investigación de Huaca Bandera – Pacora antes
del 2010
41
los dividen para otorgar sendas encomiendas. El listado de caciques empieza
con Facollapa hacia 1548, le sigue Don Jerónimo Rodríguez Puiconsoli, luego
existe una sucesión familiar de este último pasando por diez generación, en esté
trayecto se observa una variación en el apellido cambiando de Puiconsoli a
solamente Cususoli, siendo el ultimo heredero Don Gaspar Cususoli, quien falle
en el año 1814 (Zevallos 1989: 110 – 111).
43
Además mencionan que es un sitio que corresponde a las épocas del
Horizonte Medio, periodo Intermedio Tardío. Es claro que la referencia alude al
Complejo Arqueológico Huaca Bandera, asignándole otro nombre, cuando
Kosok antes ya había publicado su trabajo donde menciona el nombre correcto;
mencionando además que en “La Carta del Ejército” se encontraba ya con ese
nombre. Así también erróneamente lo ubica en el distrito de Jayanca, mientras
que la cronología es aproximada (Curo 2013: 12).
45
infiltración cultural foránea (Castillo 2000, 2003; Rucabado y Castillo 2003) o
también que parte de la Costa Central y Costa Norte compartían momentos
difíciles y tuvieron que unir esfuerzos para enfrentarlos, durante el Horizonte
Medio (Época 1B). Lo cierto es que la información procedente del Complejo
Bandera nos está planteando la imagen de un pueblo Moche en pleno proceso
de transformación, donde las tradiciones arquitectónicas y constructivas han
iniciado cambios de técnicas, al igual que las imágenes muestran variantes que
las aproximan a aquellas de los Lambayeque y donde también el estilo
ceramográfico ha sufrido transformaciones, caso del Moche Polícromo o la línea
fina sobre anaranjado natural que manifiestan el desplazamiento de sus
tradiciones estilísticas por el empuje de los estilos intrusivos (Curo 2010: 6)
46
Fig. 23. Mural encontrado en el Sector Norte 1 donde se representaría a la escena de la
Presentación de la copa (arriba). Reconstrucción digital de los personajes de la escena
(abajo) (Archivo del PIAHB)
47
Fig. 25. Grafiti 2 representa a
dos personajes sobrenaturales
enfrentándose con el gesto de
presentar la copa. (Archivo
PIAHB)
48
trataba de pequeños asentamientos nucleados alrededor de una plataforma
piramidal, caso de las Área Norte 1 y Oeste 1, próximas al Conjunto Amurallado
1, en el sector Norte (Fig. 26).
Fig. 26. Reconstrucción isométrica del Conjunto Amurallado 1 (Archivo del PAHB)
49
Fig. 27a. Mural en escaques
superpuestos por el friso en el Sector
sur, Huaca Blanca (arriba). 19b: detalle
del friso de los personajes con la cola de
ola zoomorfa y copa en la mano (centro).
19c; Reconstrucción digital del
personaje felino en detalle en el mural en
escaques (abajo) (Archivo PIAHB)
50
Fig. 28. Reconstrucción
digital del muro en
escaques superpuesto
por el friso en el sector
de Huaca Blanca
(Archivo PIAHB).
Fig. 29. Diseño arquitectónico del mural perteneciente a la Huaca Facho; nótese la
similitudes del diseño comparada a la de Huaca Blanca (Extraída de Donnan 1972).
51
Al comparar las características de los murales tanto del Sector Norte como
con el Sector Sur advierte diferencias que tendrían connotaciones de carácter
étnico – cultural (ibíd). Estas diferencias se dan en el aspecto técnico pero
asimismo desde un aspecto conceptual de diseño, hecho que posibilita pensar
una vez más, en el proceso de cambio religioso que se estaba suscitando en el
sitio. Mientras que en el Sector Norte, en Huaca Bandera, los murales se
diseñaban sin utilizar la técnica de la incisión y se pintaban escenas completas,
donde varios personajes eran representados mediante la utilización de siete
colores sobre superficies llanas; en el sector sur, en Huaca Blanca esto ocurría
usando la técnica de la incisión previa, para personajes aislados en paneles,
sobre superficies discontinuas (Muro Nichado), que en conjunto representan dos
procesiones opuestas que coinciden en un punto central y aparentemente
usando solo cinco colores. El primer caso corresponde bien a la tradición Mural
Mochica, mientras que el segundo se asemeja a la concepción de diseño
Tiahuanaco – Wari, que ya se observaba desde la etapa Moche Tardío para el
estilo de línea fina, específicamente en las representaciones del tema del
Enteramiento para la cerámica de San José de Moro (ibíd: 137).
52
Paralelamente a las investigaciones arqueológicas hechas por el PIAHB,
se han realizado dos investigaciones por parte de estudiantes de la Universidad
Nacional de Trujillo con el asesoramiento del proyecto. El primero de ellos es un
trabajo de licenciatura realiza por Rosa Ninatante (2011), el cual presenta su
tema “Arquitectura Domestica Moche en el Área Norte 2 del Complejo
Arqueológico Huaca Bandera”, donde en sus conclusiones establece para esta
área una función doméstica.
53
SEGUNDA PARTE: ASPECTOS TEÓRICOS
Los Mochicas al igual que otras sociedades ágrafas para ser definidas e
interpretadas son estudiados a través de evidencias culturales; que no es otra
cosa que objetos producidos y desechados procedente de las actividades diarias
de la existencia humana (Renfrew y Brahn 1993). Por ello existe una relación
directa entre el objeto arqueológico y la sociedad que lo produjo, debido que los
restos materiales son producto de la actividad social (Lumbreras 2005). A partir
de un conjunto de objetos que comparten un mismo rasgo estilístico se puede
diferenciar sociedades ya desaparecidas. Para ello el término “estilo”, ha sido
empleado para definir las características formales de una obra o un grupo de
obras (Francovich y Manacorda 2001), J.C. Muelle define al “Estilo” como una
manera especial y característica de expresión artística, peculiar de grupos
humanos ya desaparecidos (Muelle 1960: 15). Por otro lado Uceda mencionan
que el estilo, desde el punto de vista arqueológico es el conjunto de rasgos o
características de forma y/o fondo observables en algún aspecto o varios de la
cultura material a partir de los cuales podemos identificar al grupo o grupos
sociales o sociedades que los creó o asimiló (Uceda et al. 2006). Entonces
podemos decir que el estilo es la forma, decoración y tecnología para producir
un objeto dentro de una sociedad. Para determinar un “estilo” es necesario tener
en cuenta los detalles o rasgo de un objeto; es decir, realizar una investigación
de carácter integral, en las características particulares de la forma, la decoración
y la forma de producción (tecnología) (Cruz et al. 2005).
54
imperante, siendo las elites quienes conforman este poder imperante haciendo
uso de la ideología como una fuente de poder social con la finalidad de alcanzar
objetivos específicos; ya sea, controlar o dirigir el trabajo y las actividades de un
grupo para ganar beneficios de la acción social (DeMarrais et al 1996: 3).
DeMarrais y coautores señal que esta ideología de dominación controlada por
las elites puede ser sostenida a través de su materialización, en pocas palabras,
dándole una forma física y concreta (Ibíd. et al 1996: 2).
Steve Bourget define que a los que llamamos como Mochica fue
principalmente un fenómeno religioso que se expresaba a travez de conjuntos
de símbolos y mensajes que aparecen en los medios de comunicación portátil,
como la cerámica, arquitectura, patrones funerarios, entre otros. Los sitios que
participan con estos mensajes y símbolos fueron probablemente participe de
alguna forma en la ideología Mochica, un sitio del mismo periodo que no utilizo
estos símbolos no puede considerase Mochica (Bourget 2010)
La sociedad Mochica en sus casi 700 años que floreció mantuvo con una
relativa homogeneidad, una sola entidad política y cultural (Castillo y Donnan
1994), aunque con variaciones que surgían en los diferentes valles de la costa
norte; debido a que cada organización política Mochica seguía un proceso de
desarrollo distinto, materializado en artefactos que cambiaron con el tiempo
siguiendo secuencias evolutivas distintas; y que los rituales e interacciones entre
las elites de estas organizaciones parecen haber hecho que estos procesos sean
convergentes (Castillo y Uceda 2008: 715).
56
el valle de Jequetepeque a inicios de la década de los noventa a la actualidad,
evidencian que el territorio Mochica estuvo dividido en al menos dos principales
regiones culturales; los Mochicas del norte y los Mochicas del sur (Castillo y
Donnan 1994; Bawden 1994; Kaulicke 1992, 1994; Shimada 1994b), separadas
por el gran desierto de Pampas de Paiján. Cada una presentaba un desarrollo
independiente en cuanto al estilo de la cerámica. Para el caso de la cerámica
Mochica Norte el desarrollo es dividido en tres fases: Mochica Temprano, Medio
y Tardío (Castillo y Donnan 1994). Sin embargo estas diferencias culturales y
también medioambientales entre la costa norte y sur ya habían sido observadas
por Kroeber (1930), quien considero que el valle de Jequetepeque fue una zona
transicional entre ambas.
57
Transicional que comprende dos fases (Castillo 2000, 2003, Castillo y Rucabado
2003; Castillo et al. 2007). El autor de esta investigación utilizará éste último
modelo temporal establecido para el Mochica Norte, debido que el sitio donde se
ejecutara la investigación pertenece geográficamente a esta región.
2 El periodo Mochica Tardío corresponde aproximadamente a los siglos VIII y IX y ha sido caracterizado
principalmente en base a la cerámica (Castillo y Donnan 1994, Castillo 2000, 2003, 2007), la cual se define
como un “fenómeno completamente diferente, con sus rasgos propios, estilos y formas definidas, que
devienen de la tradición Mochica Medio, y que salvo en el casos de las famosas botellas pictóricas de línea
fina, guarda poca prelación con los estilos sureños” (Castillo et all. 2007).
58
Dorothy Menzel en los años sesenta realizó un estudio comparativo de
muestras de cerámica y con apoyo de algunas muestras de fechado de
radiocarbono subdivido en cuatro épocas3 el periodo del Horizonte Medio que se
extiende desde la aparición de los estilos Wari, su expansión, y el eclipse
definitivo de las formas y diseños derivados de esta tradición Ayacuchana. Según
esta subdivisión de Menzel, los periodo Mochica tardío y Transicional están
enmarcados entre las Épocas 1B y 2 calibradas actualmente entre los años 700
– 1000 d.C. aproximadamente (Giersz y Makowski. 2014:36-30). Periodos que
se caracterizan por la presencias de estilos Wari en el norte, como el Viñaque,
éste tiene influencia de Robles Moqo, Chakipampa B y Nazca, la forma típica de
este estilo es la silueta en forma de lira, que ha sido derivada de Chakipampa B
y otros más al sur como Atarco y el de Pachacamac (Menzel 1968).
3 Dorothy Menzel (1968) elabora una secuencia ceramográfico del Horizonte Medio basándose en la
distinción de los estilos alfareros. La autora divide este periodo en cuatro épocas, con la subdivisión de las
dos primeras en: Época 1A y 1B y Época 2A y 2B. Época 1: en la primera fase sobresale el estilo ceremonial
Conchopata, mientras que en la segunda fase el estilo característico es Robles Moqo, ente los estilos
domésticos, esta Chakipampa, Okros y Negro Decorado entre los estilos regionales relacionados con Wari,
destaca Nivería (costa central). Época 2: se observa diferencias entre los estilos que son identificados como
estilos regionales Wari como ejemplo, el estilo Viñaque, de influencias Roble Moqo, Chakipampa B y Nasza;
la forma típica es la silueta en forma de lira que deriva del Chakipampa B, el estilo característico en Nazca
es el Atarco, en la costa central el estilo Pachacamac que remplazo al estilo Nivería. Época 3: los estilos
regionales que destacan es el Soisongo en el área de Nazca y el estilo Pinilla en Ica. Época 4: se puede
apreciar derivaciones simplificadas y reducidas de los estilos de la Época 3.
59
funerario y la aparición de nuevos estilos de cerámica (Ángeles 2009, Schreiber
2014), la gran cantidad de cerámica foránea de estilo Wari y derivados
encontrados en sitios Mochicas, demuestra la notable influencia que tuvo en el
desarrollo del Mochica Tardío.
60
Otros modelos específicos que explican que el colapso Mochica se debió
a factores medio ambientales, consecuencia de cambios climáticos relacionados
con un Paleo-ENSO (Shimada et al. 1991), estudios realizados por Thompson y
Mosley en los glaciales de los Andes aseguran un gran periodo de prolongadas
sequias producto de un mega-ENSO (Rosas 2007: 225). Otra propuesta señala
que el ocaso Mochica es producto de la existencia de una paradoja estructural
al interior de la sociedad; un alejamiento entre gobernante y el pueblo (Bawden
1995, Shimada 1994a), a consecuencia a eso las elites en su estrategia de
legitimarse buscaron un interés de afiliarse a sociedades con prestigio en este
caso Wari (Castillo 2000, 2003; Castillo et al. 2007; Rucabado y Castillo 2003;
DeMarrais et al. 1996). Otros autores observan un marcado fraccionamiento de
la sociedad Mochica, donde cada organización local era libre de establecer
alianzas y afiliaciones con otros grupos étnicos o sociedades foráneas. Tom
Dillehay señala que muchos sitios Mochicas eran fortificados debido a una
situación de “conflicto esporádico o posible guerra organizada entre
comunidades” (Dillehay, 2001: 271), Dillehay asume que el conflicto era producto
de una competencia entre grupos étnicos por el control de los mejores terrenos
de cultivo. Por otro lado Marco Rosas interpreta el patrón arquitectónico y el
estilo de la cerámica de Cerro Chepén de un posible origen Cajamarca, lo que le
conduce a señalar una incursión por parte de grupos Cajamarcas en pleno
corazón territorial Mochica, produciendo una presión externa hacia los grupos
locales (Rosas 2007). Por último, el modelo de colapso Moche a consecuencia
de una conquista y anexión por parte de Wari tiene como abanderados a
investigadores como Lumbreras y William Isbell, quien sostienen la existencia
del primer imperio expansionista en los Andes durante el Horizonte Medio, cuya
capital se encontraba en Ayacucho y disponía de capitales provinciales a lo largo
del territorio, con la función de administrar (Lumbreras 1979; Isbell 2000).
Agregados a estos modelos existen algunos que presentan una propuesta
alternativa como la de Ruth Shady que contradice al modelo imperialista
postulando que no habría existido tal imperio sino que más bien todo esta
aparición de objetos Wari en casi tos los Andes seria consecuencia de
interacciones comerciales. (Shady 1988)
61
En la última década a raíz de numerosas investigaciones y un aumento
de literatura científica sobre temas relacionados con el Horizonte Medio y en
consecuencia sobre Wari, la visión monolítica de los años setenta sobre un
imperio Wari es ahora insostenible. Nuevos investigadores que mantienen
algunas de las ideas sobre un Wari expansionista, han protagonizado nuevos
discursos sobre este tema adoptándose a los nuevos descubrimientos. Entre
ellos tenemos a Watanabe, quien menciona la existencia de una presencia
imperialista Wari en la sierra norte especialmente en Cajamarca, en el cual los
Waris no necesitaron implantar una infraestructura imperial en toda la región, ya
que el poder se ejercía desde pocos establecimientos claves (Watanabe 2014).
Por su parte, Jenning explica que no debemos confundir al hablar de un imperio
Wari con lo realizado por los Incas, además plantea que los cambios
sociopolíticos que caracterizaron el Horizonte medio en los andes, parece ser el
resultado de respuestas locales a fenómenos locales y externos (Jenning 2014).
Por otro lado, quizás una de la más importantes defensoras de este modelo seria
Schreiber quien sostiene que Wari fue un experimento temprano de formación
de un imperio, resaltando con énfasis los Wari no fueron los Incas, su área de
dominio no fue tan extensa como el Tahuantinsuyo y su control no fue tan
marcado en su área de dominio, plantea un modelo “mosaico de control” imperial
en el cual los Wari interactuaban de manera muy diferente con diferentes grupos
en distintas regiones, las relaciones interregionales tuvieron diversos grados de
integración y control (Schreiber 1992, 2013, 2014).
62
Es indudable por lo antes expuesto que el surgimiento de Wari estuvo
relacionada al menos en gran medida, con los cambios culturales que
influenciaron a muchas sociedades de los Andes durante el Horizonte Medio. Sin
embargo, el tipo de relación política, económica y social que conectaron a los
Wari con otras regiones particulares, permanecen aún poco claros.
Especialmente para el caso de la costa norte donde no hay evidencia sólida que
Wari haya “conquistado” esta región de los Andes. Al parecer, esta no consistió
en una invasión militar, sino en un lento ingreso de una influencia ideológica a
través de estilos derivados como Cajamarca y estilos de la costa central
asociadas a nuevas tecnología, que inicialmente producirían estilo híbridos y
copias locales de estilos foráneos las que no alteran grandemente los estilos
domésticos locales. Hasta que finalmente desaparece el estilo pictórico, cambian
los patrones funerarios, y surge una nueva tradición cultural en este caso los
Lambayeques (Castillo 2003).
La relación entre Wari y los Moches, visto desde una forma de mecanismo
de parte de las elites Moches decadentes, con el único propósito de legitimar su
poder a través de símbolos de prestigio y estableciendo vínculos con sociedades
foráneas (Castillo 2000, 2003; Castillo et al. 2007; Rucabado y Castillo 2003;
DeMarrais et al. 1996), o por lo contario de una anexión de parte de los señores
Wari imponiendo el sello característico de sus costumbres y hábitos productivos
en los objetos producidos por las sociedades de la costa norte (Giersz y
Makowski. 2014:51). El resultado de este encuentro de sociedades y sus estilos
produjo un severo impacto no solamente en las relaciones sociales entre las
esferas de poder y el pueblo sino también en la forma de producción de la
cerámica local, debido a que la importación en gran medida de cerámica Wari es
extremadamente escaso en los hallazgos recuperados en contextos funerarios y
63
en los basurales contiguos de áreas ceremoniales de sitios Mochicas tardíos
demostrarían una producción local de cerámica fina con motivos foráneos.
Consecuentemente las formas, las técnicas y los tipos de decoración que se
empleaban para la manufacturación de piezas de cerámica típicas Mochica
tuvieron que modificarse y adaptarse para esta nueva síntesis de estilo.
64
de un marco estético global y tradicional contradiciendo modelos estilísticos pan-
Moches como también la existencia una esfera norte y sur muy marcadas
(Donnan 2011, Koons 2014).
65
de un microscopio de Barrido se determina la composición química de los
pigmentos utilizados en la decoración de vasijas. Como resultado de los avances
tecnológicos la aplicación de métodos y técnicas de arqueometría para el
estudio de la cerámica ha crecido en gran medida, pero muchos de estos
trabajos son meramente descriptivos y muy poco relacionados a resolver el tema
del colapso Moche relacionado con el Horizonte Medio. De igual manera son
escasas las investigaciones de análisis en base a la cerámica en Lambayeque
y nula para el valle de la Leche-Motupe siendo el limite Mochica más
septentrional para esta región, como se planteara en esta investigación y poder
tener mayor conocimiento sobre el colapso Moche y en medida aportar al
entendimiento de fenómeno Wari para la costa Norte.
66
TERCERA PARTE: EXCAVACIÓN
CAPÍTULO IV: DESCRIPCIÓN DE LOS NIVELES ESTRATIGRÁFICOS Y
ELEMENTOS ARQUITECTÓNICOS
4.1 Excavaciones en el Sector Norte – Huaca Bandera
6 Durante la temporada de excavación 2013 se pudo concluir que el Conjunto Amurallado 1, estaba
conformado por dos pirámides de características arquitectónicas muy similares (Curo 2013).
67
4.2 Estratigrafía de Sector Norte
68
han registrado de 2 a 3 niveles compuestos en general por arena eólica fina y/o
semi-compacta con algunas evidencias de material cultural como cerámica,
cabeceras de muro y adobes sueltos para los niveles superiores, y solo un piso
de ocupación de color verdoso que se asocia a la arquitectura registrado en el
nivel 2 (Fig. 31).
Fig. 31. Fotografía de planta de la Unida XCVIII G’’ vista de Este a Oeste del capa 2.
(Fotografía extraída del archivo del PIAHB)
Estratigrafía:
69
las unidades XCVII G’’ y XCVIII G’’ se observa nichos en uno de sus lados. Los
muros están construidos con adobes con mortero de barro mezclado con greda,
con un tramado de soga y de cabeza. Sobre el piso se observa material cultural
como fragmentos de cerámica, restos malacológicos, restos óseos y restos de
carbón.
Fig. 32. Fotografía de planta de los recintos, vista de Sur a Norte. (Imagen extraída del
archivo del PIAHB)
70
Las unidades intervenidas en este sector (incluidas las no descriptas),
registran en algunos casos 2 a 4 niveles, el primer nivel está compuesto por un
acumulamiento de arena eólica semi compacta y algunas evidencias de material
cultural. Por otra parte los pisos de ocupación asociados a la arquitectura se
registran para el nivel 2, y finalmente en los niveles inferiores 3 y 4 se registran
depósitos de relleno de arena suelta y un suelo natural arcilloso (Fig. 33).
Fig. 33. Fotografía de planta de los recintos de la unidad LXXXIV O’’ (Imagen
extraída de archivo del PIAHB)
Estratigrafía
71
Nivel 1a: Consiste similarmente al material de acumulamiento de los niveles
superiores, con la diferencia de presentar escombros de adobes productos de la
destrucción posiblemente natural de los muros. Se ha registrado numerosos
fragmentos correspondiente mayormente a ollas, ése nivel solo se ha registrado
para la unidad LXXXII O’’ y tiene un espesor de 0,50 m.
Nivel 2a: Está formada por arena de color beige de consistencia semi-compacta
a suelta de un espesor de 0,20m. Se recuperaron vasijas semi-completas como:
72
ollas, vasos, botella pequeña; asimismo se registró fragmentos de huesos de
animal, carbol, pan de cal, restos malacológicos y de metal; como también
grumos de pintura amarilla y adobes plano-rectangulares colapsados.
Nivel 2b: Corresponde a un relleno compuesto por arena fina de color beige de
consistencia suelta, de un espesor de 0,30 m., se registrador evidencias de
restos malacológicos, carbón y fragmentos óseos.
Nivel 2c: Está formada por un contexto de arena suelta donde se registraron
tientos de cerámica, restos malacológicos y un objeto lítico.
Fig. 34. Fotografía de planta de la unidad LXXXII O’’, presencia de material cultural
asociado al piso deteriorado del capa 2 (Imagen tomada del archivo PIAHB).
73
En la Temporada 2010 se intervino la parte extrema Sur, que corresponde
a las unidades LXX U’’’, LXX V’’’, LXXI W’’’, LXXII W’’’ y LXXIII W’’’ (Fig. 35).
Posteriormente en la temporada 2013 las excavaciones continuaron en esta
área, interviniéndose un montículo ubicado al Este de la terrada. Dicho
montículo se le asignará el nombre “Montículo 01”, en él se realizaron 10
unidades de excavación.
Fig. 35. Fotografía de Planta de la Unidad LXXII W’’’ vista de Este a Oeste (Imagen tomada
del archivo PIAHB)
Estratigrafía
Capa superficial: Compuesto por una acumulación de arena fina producto del
acarreo eólico, con presencia de material cultural descontextualizada como:
fragmentos de cerámica y restos malacológicos, además se observa gran
número de escombros de adobes consecuencia de excavaciones ilícitas. Tiene
un espesor entre 0,02 m. y 0,06 m.
Capa 1: Está formado por una acumulación de arena eólica de consistencia poco
compacta de color beige claro, tiene un espesor irregular entre 0,20m. a 0,80m.
Se puede apreciar exposiciones de cabeceras de muro y presencia de
fragmentos de enlucido con improntas de quincha decoradas con pintura roja,
amarilla y blanca, formando diseños antropomorfos (LXXII W’’ y LXXIII W’’).
Además se registró material cultural compuesto: tiestos de cerámica y restos
malacológicos.
74
Capa 2: Corresponde a un piso de color verdoso de consistencia semi compacta
de 0,05m., de espesor que se relaciona a la arquitectura conformado por 5
recintos de planta cuadrangular, totalmente interconectados por vanos directos
y estrechos. Al interior de los recintos están ocupados por plataformas bajas
“banquetas” (Fig. 36). Además se pudo definir la presencia de un corredor y dos
áreas abiertas. Los muros están formados por adobes rectangulares colocados
de soga con mortero de barro mezclado con greda. Sobre el piso de los recintos
se observan algunos fragmentos de enlucido caídos con improntas de quincha
decorados con pintura de color rojo, amarillo, negro y blanco de un mural
policromo conformando diseños de personajes. Además se registró dentro y
fuera de los recintos gran porcentaje de fragmentos de cerámica como también
vasijas semi-completas halladas sobre el piso.
Nivel 2a: compuesto por una capa de arena eólica de color beige claro, tierra
suelta y grumos con material cultural entre cerámica completa y fragmentos. Este
nivel tiene un espesor de aproximadamente 0,20m.
75
4.2.3.1 Sector Área Norte 1 – Montículo 01
Fig. 37. Fotografía de planta de Unidad LXXIII Q’’’ Nivel 2 (Imagen tomada Risco et al.
2013)
Estratigrafía
Capa Superficial: Compuesto por arena fina de consistencia suelta, producto del
acarreo eólico, presenta una coloración beige claro, tiene un espesor
aproximado de 0.10 m. El material escaso se encuentra asociado a Donax sp.,
y tiestos de cerámica diagnóstica y no diagnóstica. El relieve del terreno presenta
pendiente hacia el lado Este.
76
Capa 1: Corresponde a una acumulación de arena de arrastre eólico de
consistencia suelta de color beige claro, tiene un espesor de 0,38m en promedio
sin embargo puede alcanzar los 0,85m para las unidades del lado este debido
a la pendiente. Se registró cabeceras de muro como también adobes sueltos,
fragmentos de cerámica y una gran concentración de restos malacológicos (en
su mayoría Donax) descontextualizados.
de soga y unidos con argamasa de barros, los mismos que forman 11 recintos
continuos de planta rectangular totalmente interconectados por vanos directos y
estrechos, como también por corredores. Estos recintos presentan en su interior
plataformas bajas o “banquetas” (Fig. 38), en el lado Este del montículo se
registró un rampa central de acenso de Este a Oeste (Fig. 39), la cual está
flanqueada por dos “banquetas”. En cuanto a las evidencias culturales se
registra una peculiaridad, la mayoría de material cultural como: vasijas semi-
completas, fragmentos de cerámica (Fig. 40), restos malacológicos, objetos
líticos y metálicos se hallaron para el lado Oeste, donde existe mayor
concentración de recintos, banquetas y quemas lo que significarías que esta área
tendría un función de producción o almacenaje. En cambio en el lado Este se
registra poca o nula concentración de material cultural salvo en la plataforma de
ingreso de la rampa, donde se registró fragmentos de muro enlucido decorados
con pintura roja.
77
cultural. Se determinó como suelo natural a la capa arena de color beige de
consistencia semi compacta, la cual está sobre la capa de tierra arcillosa de
coloración verdosa de consistencia muy compacta.
Fig. 38. Fotografía de planta de la Unidad LXXIV P’’’ del Nivel 2 (Imagen tomada de Risco
et al. 2013).
Fig. 39. Fotografía de planta de la rampa, ubicada en el lado Este del Montículo 01 (Imagen
tomada de Risco et al 2013).
78
CUARTA PARTE: ASPECTOS METODOLÓGICOS
Datos Generales.
Comprende: Responsable; Fecha; N° de Ficha; Código, y Procedencia.
Datos Culturales.
Comprende: Periodo; Filiación Cultural; Fase / Estilo.
Características Morfológicas.
Comprende: Categoría; Grupo; Forma; Tipo; Labio; Borde; Cuello; Tipo
de Asa; Forma del cuerpo; Base y Soporte.
Características Tecnológicas.
Donde se incluye: Manufactura; Color de Pasta; Acabado Superficial; Tipo
de Cocción; Granulometría y Grosor de Pasta
Características decorativas.
Se ha subdivido en: Altera la Superficie y Adosa en la superficie. Pero los
atributos de análisis son los mismos, comprendiendo: Técnica decorativa;
Motivo iconográfico y Colores Empleados
79
Observaciones, Interpretaciones o Información Adicional.
B. Análisis cerámico
El análisis del material cerámico tiene como objetivo dar indicios acerca
de las características que presenta la cerámica del sito Huaca Bandera, así
como; también establecer una cronología del sitio y de una manera general,
trazar posibles relaciones con sitios contemporáneos
80
otros. Se analizaron todos aquellos fragmentos que consideramos nos otorgaría
mayores y mejores datos, obteniéndose una muestra total de 720 fragmentos.
81
ordena de formas y variaciones nos permite tener una idea aproximada, y al
menos general del inventario general de vasija, las actividades y eventos que se
habrían dado y en escala se habría realizado. Esto no excluye que en la muestra
se mezclen algunos fragmentos de objetos pertenecientes a otros periodos
especialmente más tardíos, lo cual es fácilmente identificable puesto que
estadísticamente no son representativos.
Fue Irving Rouse quien diferenció por primera vez el “método tipológico”,
del método analítico, mencionado que la clasificación analítica se centra en la
identificación de modos o atributos particulares en colecciones cerámica, la
clasificación tipológica utiliza como unidad principal el tipo, que se refiere a una
combinación repetitiva de rasgos (Rouse, 1960). El termino tipo es la unidad de
comparación más frecuente para los materiales arqueológicos. El “tipo” es el
punto básico de una clasificación, y la variación de tipos de objetos ha podido
fijarse en muchas culturas con mayor o menor precisión conociéndose con
certeza que tipos han dado origen a otros. La diferencia entre tipos, (que en
ocasiones se establecen por avances o retrasos tecnológicos, por modas, por
causas económicas, o por otras causas) a través de un tiempo y dentro de un
espacio determinado, puede ser percibido por el prehistoriador, el mismo que es
capaz de asociar un tipo a un grupo humano en una época concreta y dentro de
un espacio determinado (Eiroa, et al. 1989: 14).
82
consumo, y por ende, su superficie debo estar expuesta al fuego. Al asumir esta
idea eliminamos la posibilidad de cualquier otro uso7 probable (Muro 2010b: 125).
7 Sinopoli (1991) sugiere que es posible asignar tres tipos de usos a las vasijas. El primer uso es para el
cual la vasija fue manufacturada; el segundo, aquel que la vasija adquiere ante una determina circunstancia
y finalmente un tercero podría ser definido como el “uso casual” que la vasija podría tener luego de ser
descartado.
83
Insertándose en un escenario temporal, como la fase del Mochica Tardío;
fase que se caracteriza por la existencia de un sincretismo cultural donde estilos
cerámicos locales y foráneos se entre mezclan produciendo nuevos estilos
híbridos de gran variedad de formas y especialmente diseños decotativos, por
ello consideramos que la variabilidad decorativa debe toman también un papel
protagónico en la elaboración de nuestra tipología. Un claro ejemplo de ello, son
algunos tipos registrados en la categoría morfo-funcional como los platos y las
botellas los cuales están supeditados no tanto a la forma, sino más bien al tipo
de diseños decorados8 que estos presentan. Sin embargo esto no es aplicado
a todas las categorías morfo-funcionales, como es el caso de las ollas donde la
diferencia partiría de las distintas formas del cuello (variable de forma y no de
decoración)
8 Diversos autores que ha investigados temas relacionas para este periodo Mochica final, determinaron la
existencia de distintos grupos de cerámica en los cuales han sido definidos por la variable de decoración,
en primer lugar y luego la forma, como por ejemplo el “Estilo Línea Fina” (Donnan y McClelland 1999), el
estilo Proto-Lambayeque (Castillo y Rucabado 2003), el estilo Mochica Polícromo (Castillo 2000), el estilo
Cajamarca Costeño (Bernuy y Bernal 2008), entre otros.
84
5.1.2 Tipos y Variantes
85
por cada tipo y por cada categoría morfo-funciona, en algunos caso donde el
elemento analizado presenta en su decoración pinturas variadas o algún detalle
se le fotografiara.
CATEGORIA MORFO-FUNCIONAL
TIPO
VARIANTE
86
A) Boca: Abertura de la vasija que permite el paso hacia el exterior puede
ser de amplitud diversa y forma variada.
B) Labio: Se ubica en el extrema superior del borde de la vasija comprende
el punto de unión entre la cara interna y externa.
C) Borde: Es la extremidad superior del cuello o cuerpo de la vasija, ( en el
caso de olla o vasija de borde directo
D) Cuello: Es la parte superior de la vasija, generalmente es estrecha. Se
extiende desde la boca hasta el punto de inflexo que da origen al cuello-
E) Asa: parte accesoria de una vasija que sirve para asirla.
F) Cuerpo: Es la parte principal, se sitúa entre el cuello o boca y la base.
G) Base: Es la parte inferior exterior de la vasija, sobre el cual se sienta y
reposa el cuerpo
87
QUINTA PARTE: ANALISIS Y TIPOLOGIA DE LA CERAMICA DE HUACA
BANDERA
88
posee 82 (11,39%) fragmentos, de los cuales 64 elementos se ubican en el nivel
2 y 18 en el nivel 3.
Vasijas cerradas
Cántaros
Se caracterizan por ser vasijas cuya altura del cuello es mayor al diámetro
de su boca que es angosta y restringida, su altura del cuello siempre es más
elevada que la de una olla; pero nunca más estrecho que el diámetro de la boca
de las botellas. La abertura de la boca permite el ingreso de sólidos y líquidos
para su conservación, en muchos casos pueden presentar en el cuello
representaciones escultóricas denominadas como cara-gollete. Por lo general
son de cuerpos globulares, con bases convexas o planas (Fig. 45)
89
Fig. 45. Formas más representativas de los cantaros (Imagen extraída de Manrique 2001).
Fig. 46. Variantes de cantaros: a) cuello recto; b) cuello cóncavo; c) cuello evertido; d)
cuello compuesto; e) cara gollete.
90
Ollas
91
Fig. 48. Variantes de ollas: a) cuello recto; b) cuello divergente; c) cuello corto; d) cuello
convexo; e) cuello carenado; f) cuello compuesto; g) cuello directo
92
Botellas
93
Fig. 50. Variantes de botellas: a) cuello recto; b y c) cara golletes; d) cuello con asa
posterior; e) gollete troncocónico asa puente.
Tinajas
Vasijas de gran tamaño y volumen de bases planas o convexas,
generalmente de cuerpo tronco-cónico. Algunos tinajas pueden presentar cuello
o simplemente no tenerlas, su diámetro de boca es amplia la cual permite un
acceso fácil a los contenidos internos, aunque debido a su mayor profundidad
habrían sido necesario el uso de elementos auxiliares para este fin (Muro 2010b:
169). La función de este tipo de vasijas está relacionada con la preparación y
almacenamientos de grandes cantidades de chicha, hecho que a su vez permite
relacionarlo con la realización de banquetes (Fig. 51).
94
Fig. 51. Formas más
representativas de las
tinajas (Tomada de
Manrique 2001).
Fig. 52. Variantes de tinaja: a) con cuello recto –convergente; b) con cuello convexo y
borde corto divergente; c) con cuello divergente; d) borde directo; e) convergente con
reborde interno.
95
Vasijas abiertas
Platos
Son vasijas abiertas de paredes divergentes cuya altura total suele ser el
diámetro máximo de su boca, de base plana, convexa o con soporte. Se le asocia
generalmente con la función de servir además se caracteriza porque en la parte
interna es donde con mayor frecuencia presenta decoración. De acuerdo a un
análisis demostraron que a pesar de sus paredes delgadas los platos cuentan
con gran dureza, resistencia y se fragmentan con dificultad, sobre todos los
platos tipos “Cajamarca serrano” que se caracterizan por esta hechos con arcilla
tipo caolín (Thiriet 2009).
96
Fig. 54. Variante de platos: a y b) pared recta –divergente; c) borde con labio en bisel
exterior; d) pared divergente y borde engrosado.
Escudillas
Es una vasija abierta cuyo diámetro superior está comprendido entre dos
y media y cinco veces la altura de la pieza, generalmente es un recipiente ancho
y alto pero que tiene la forma de una media esfera (Lumbreras 2005: 115).
Probablemente cumplía con la función de una vasija para beber o en el servicio
de la mesa.
Fig. 55.
Fragmentos de
escudillas.
97
VASOS
Son vasijas abiertas de paredes divergentes cuya altura es mayor al
diámetro de su boca y cuya forma pueden ser cilíndricas o cóncavas, en algunos
casos estas formas varían. Suelen tener bases planos o soportes. A pesar de
ser vasijas abiertas, el diámetro de su boca no permite manipular los contenidos
(Muro 2010b: 166). Su función ha sido la de servir líquidos (Fig. 56).
Fig. 57. Variante de vasos: a) pared recta –divergente; b) compuesto: cuerpo ovoide y
pared divergente.
98
Cuencos
Vasijas abiertas de cuerpo semiesférico, en la cual la altura total de la
vasija es el tercio del diámetro máximo. Suelen ser más profundos que los platos
y poseer un diámetro de boca más estrecha. Presenta en su mayoría escasa
decoración, también cumpliría una función domestica ligada a la actividad de
servir (Fig. 58).
Parte de vasijas
En la muestra contamos con un total de 371 elementos de esta categoría
y representan el 51,74% del total.
99
Golletes
Es la parte superior de una vasija
cerrada. Tiene un diámetro mínimo, igual o
inferior al tercio del diámetro máximo del
recipiente (Balfet et al. 1992)
Agarraderas
Parte de la vasija que permite
asir a éste y cuya características
principal es estar unido a la piensa
por un solo punto (Heras y Martínez
1992: 10).
En esta muestra contamos
con 17 fragmentos que representan
el 2,37% del total. Dividido en 6
subtipos: 1 agarradera cónica
(0,14%), 2 agarraderas tipo anillo
(0,28%), 1 asa lateral cintada
(0,14%), 7 asas puentes (0,97%), 1
mango falso (0,14%) y 5
agarraderas tipo oreja (0,69%); de
la cual existe una variante tipo oreja
Fig. 61. Variantes de agarraderas: a) tipo
aserrada (Fig. 61). anillo; b) asa lateral cintada; c) asa puente; d)
mango falso; e) tipo oreja perforada; f) tipo
oreja aserrada.
100
Bases
Es considerada como base la
parte inferior-exterior de un recipiente
sobre la que éste se asienta y puede
presentar o no soportes.
En la muestra contamos con 33
elementos que representan el 4,60%
del total. Entre las formas registradas
tenemos: base plana con 25
elementos (3,47%), base convexa
con 3 elementos (0,42%) y 5 soportes
conformados por 4 tipo anulares
(0,56%) y 1 tipo pedestal (0,14%)
(Fig. 62).
Fig. 62. Fragmentos de soportes.
Cuerpos decorados
101
Fig. 55. Fragmentos de cuerpo decorados.
Aplicaciones
Instrumentos musicales
Adornos
102
Utensilios
Objetos rituales
Conformado por 2
fragmentos de figurinas huecas que
equivalen el 0,28% del total. Las
figurinas son representaciones
figurativas o escultóricas de seres
humanos o animales, cuya función
tuvo una finalidad ritual (Fig. 65).
103
CATEGORÍA / PROCEDENCIA Este Norte 1 Norte 2 TOTAL %
c. recto 3 26 3 32 4.44%
c. cóncavo 12 12 1.67%
c. evertido 11 2 13 1.81%
Cántaros
c. compuesto 19 2 21 2.92%
cara gollete 4 14 18 2.50%
indeterminado 6 6 0.83%
c. recto 1 3 1 5 0.69%
c. divergente 1 4 1 6 0.83%
c. corto 1 12 2 15 2.08%
Ollas con cuello c. convexo 2 37 7 46 6.39%
carenado 10 10 1.39%
c. compuesto 3 12 1 16 2.22%
directo 3 3 0.42%
CERRADAS
c. recto 7 1 8 1.11%
sin asa
cara gollete 2 2 0.28%
Botellas
posterior 1 1 0.14%
con asa
puente 1 4 5 0.69%
c. recto
1 1 0.14%
convergente
Cuadro 1. Cuadro general por formas del total de fragmentería de cerámica registrada por
Sectores.
104
6.1.1.1 Análisis de la variedad espacial
La presencia de ciertas formas y tipos en lugares determinados puede
caracterizar la funcionalidad del espacio o ciertas singularidades que puede
presentar el contexto. En este caso de estudio se pudo observar ciertas
características de los tipos de cerámica en relación a la variedad del espacio,
los cuales se detallara a continuación:
105
En las vasijas abiertas, los platos de labio redondo y los de labio biselado
exterior son los más frecuentes y representa el 3,21% y 2,14%
respectivamente. Para el grupo de partes de vasija, hay mayor cantidad de
fragmentos, en donde los cuerpos decorados ocupan el 43,57% y las bases
planas equivalen al 3,93% (Fig. 67)
106
SECTOR ESTE
Escudillas; 9.09% Cántaros; 15.91%
Cuencos; 4.55%
Vasos ; 11.36%
Ollas; 18.18%
Platos; 15.91%
Fig. 66. Distribución porcentual de las categorías de fragmentos del Sector Este.
SECTOR NORTE 1
Cuencos; 0.75% Escudillas; 1.88%
Vasos ; 2.63%
Platos; 13.53%
Cántaros;
33.08%
Tinajas; 15.04%
Botellas; 2.63%
Ollas; 30.45%
Fig. 67. Distribución porcentual de las categorías de fragmentos del Sector Norte 1.
SECTOR NORTE 2
Escudillas; 3.03%
Cuencos; 9.09%
Cántaros; 21.21%
Vasos ; 3.03%
Platos; 18.18%
Tinajas; 9.09%
Ollas; 36.36%
Botellas; 0.00%
Fig. 68. Distribución porcentual de las categorías de fragmentos del Sector Norte 2.
107
6.1.2 Análisis Tecnológico
108
La categoría media, está representada por el número 2, aquí son percibidos
algunos temperantes como la mica, el cuarzo, entre otros. Su tamaño es superior
a 0,5 mm y menor de 1 mm. Se registraron 258 elementos que equivalen el
35,83% del total de la muestra. Los más representativos son los cuerpos
decorados 109 fragmentos y las ollas con cuello convexo teniendo 18
elementos.
109
GRANULOMÉTRIA
CATEGORÍA total %
0 1 2 3
c. recto 2 16 14 32 4.44%
c. cóncavo 7 5 12 1.67%
c. evertido 2 9 2 13 1.81%
Cántaros
c. compuesto 4 17 21 2.92%
cara gollete 1 8 9 18 2.50%
indeterminado 6 6 0.83%
c. recto 5 5 0.69%
c. divergente 5 1 6 0.83%
c. corto 2 8 5 15 2.08%
Ollas con cuello c. convexo 19 26 1 46 6.39%
carenado 2 8 10 1.39%
c. compuesto 3 11 2 16 2.22%
CERRADAS
directo 3 3 0.42%
c. recto 3 4 1 8 1.11%
sin asa
cara gollete 1 1 2 0.28%
Botellas
posterior 1 1 0.14%
con asa
puente 1 4 5 0.69%
c. recto convergente 1 1 0.14%
c. convexo y borde
con cuello 1 1 0.14%
corto divergente
Tinajas c. divergente 1 1 0.14%
directo 2 18 20 2.78%
sin cuello
VASIJAS reborde 18 18 2.50%
indeterminado 1 4 5 0.69%
p. recta divergente 6 25 31 4.31%
Platos labio bisel exterior 2 10 12 1.67%
p. divergente y borde engrosado 6 6 0.83%
ABIERTAS p. recto divergente 3 8 11 1.53%
Vasos
compuesto 1 1 2 0.28%
Cuencos 4 3 7 0.97%
Escudillas 4 6 10 1.39%
recto 5 5 0.69%
Gollete
troco-cónico tubular 4 1 5 0.69%
cónica 1 1 0.14%
tipo anillo 2 2 0.28%
asa lateral cintada 1 1 0.14%
Agarradera
asa puente 4 3 7 0.97%
PARTES DE mango falso 1 1 0.14%
VASIJA tipo oreja 4 1 5 0.69%
plana 4 15 6 25 3.47%
convexa 1 2 3 0.42%
Base
anular 2 2 4 0.56%
pedestal 1 1 0.14%
cuerpos decorados 34 159 109 5 307 42.64%
aplicaciones 3 1 4 0.56%
INSTRUM.
Silbato 1 1 0.14%
MUSICALES
ADORNOS Colgante 1 1 0.14%
OTROS
UTENSILIOS Rayador 1 1 0.14%
OBJETOS
RITUALES Figurina hueca 2 2 0.28%
TOTAL 74 328 258 60 720 100%
% 10.28% 45.56% 35.83% 8.33% 100%
110
6.1.2.2 Estudio de las pastas y cocción de la cerámica
111
CATEGORÍA Anaranjado Roja Gris Mixta Blanco total %
c. recto 18 2 4 8 32 4.44%
c. cóncavo 8 4 12 1.67%
c. evertido 8 3 2 13 1.81%
Cántaros
c. compuesto 14 7 21 2.92%
cara gollete 10 4 4 18 2.50%
indeterminado 3 3 6 0.83%
c. recto 5 5 0.69%
c. divergente 4 2 6 0.83%
c. corto 10 5 15 2.08%
con cuello
Ollas c. convexo 31 2 1 12 46 6.39%
carenado 8 2 10 1.39%
c. compuesto 8 1 7 16 2.22%
CERRADAS
directo 3 3 0.42%
c. recto 4 1 3 8 1.11%
sin asa
cara gollete 2 2 0.28%
Botellas
posterior 1 1 0.14%
con asa
puente 2 3 5 0.69%
c. recto convergente 1 1 0.14%
c. convexo y borde
con cuello 1 1 0.14%
corto divergente
Tinajas c. evertido 1 1 0.14%
entrante 12 2 6 20 2.78%
sin cuello
VASIJAS reborde 15 3 18 2.50%
indeterminado 4 1 5 0.69%
p. recta divergente 7 20 3 1 31 4.31%
Platos labio bisel exterior 7 2 3 12 1.67%
p. divergente y borde engrosado 4 2 6 0.83%
ABIERTAS p. recto divergente 11 11 1.53%
Vasos
compuesto 1 1 2 0.28%
Cuencos 3 3 1 7 0.97%
Escudillas 8 1 1 10 1.39%
recto 5 5 0.69%
Gollete
tronco-cónico tubular 4 1 5 0.69%
cónica 1 1 0.14%
tipo anillo 2 2 0.28%
asa lateral cintada 1 1 0.14%
Agarradera
asa puente 1 5 1 7 0.97%
PARTES DE mango falso 1 1 0.14%
VASIJA tipo oreja 5 5 0.69%
plana 9 1 12 3 25 3.47%
convexa 3 3 0.42%
Base
anular 3 1 4 0.56%
pedestal 1 1 0.14%
cuerpos decorados 143 17 38 109 307 42.64%
aplicaciones 1 3 4 0.56%
INSTRUM.
Silbato 1 1 0.14%
MUSICALES
OTROS ADORNOS Colgante 1 1 0.14%
OBJETOS UTENSILIOS Rayador 1 1 0.14%
RITUALES Figurina hueca 2 2 0.28%
TOTAL 372 27 127 193 1 720 100%
% 51.67% 3.75% 17.64% 26.81% 0.14% 100%
112
6.1.2.3 Análisis del tratamiento superficial
Restregado
En esta categoría se han registrado 254 elementos que representan al
35,28% de la muestra analizada, destacan los cuerpos decorados con 51
elementos, las ollas de cuello convexo con 26 fragmentos y los cantaros de
cuello recto con 19 elementos.
Alisado
Es la categoría más representativa, tiene un total de 292 fragmentos que
corresponden al 40,56% del total, destacando los cuerpos decorados con 203
elementos.
Pulido
Se registró un total de 169 fragmentos que equivalen al 23,47% de la
muestra. Destacan los cuerpos decorados con 51 elementos, las bases planas
con 19 fragmentos y los platos de paredes rectas divergentes con 22 elementos.
Bruñidos
Está representado solo por 5 elementos representado el 0,69% de la
muestra total. Conformados por 2 cuerpos decorados, 2 platos de paredes
divergentes y 1 botella asa puente (Fig. 71).
113
CATEGORÍA RESTREGADO ALISADO PULIDO BRUÑIDO TOTAL %
c. recto 19 8 5 32 4.44%
c. cóncavo 6 4 2 12 1.67%
c. evertido 5 1 7 13 1.81%
Cántaros
c. compuesto 20 1 21 2.92%
cara gollete 11 2 5 18 2.50%
indeterminado 6 6 0.83%
c. recto 2 3 5 0.69%
c. divergente 4 2 6 0.83%
c. corto 11 4 15 2.08%
con cuello
Ollas c. convexo 40 6 46 6.39%
carenado 8 2 10 1.39%
CERRADAS c. compuesto 12 4 16 2.22%
cuello directo 3 3 0.42%
c. recto 8 8 1.11%
sin asa
cara gollete 1 1 2 0.28%
Botellas
posterior 1 1 0.14%
con asa
puente 4 1 5 0.69%
c. recto convergente 1 1 0.14%
con cuello c. convexo y borde 1 1 0.14%
c. divergente 1 1 0.14%
Tinajas
directo 8 12 20 2.78%
sin cuello
reborde 13 5 18 2.50%
VASIJAS
indeterminado 3 2 5 0.69%
p. recta divergente 4 3 22 2 31 4.31%
Platos labio bisel exterior 10 2 12 1.67%
p. divergente y borde engrosado 3 3 6 0.83%
ABIERTAS p. recto divergente 1 10 11 1.53%
Vasos
compuesto 1 1 2 0.28%
Cuencos 3 4 7 0.97%
Escudillas 1 7 2 10 1.39%
recto 5 5 0.69%
Gollete
troco-cónico tubular 1 4 5 0.69%
cónica 1 1 0.14%
tipo anillo 1 1 2 0.28%
asa lateral cintada 1 1 0.14%
Agarradera
asa puente 7 7 0.97%
PARTES DE mango falso 1 1 0.14%
VASIJA tipo oreja 1 2 2 5 0.69%
plana 2 4 19 25 3.47%
convexa 1 1 1 3 0.42%
Base
anular 4 4 0.56%
pedestal 1 1 0.14%
cuerpos decorados 51 203 51 2 307 42.64%
aplicaciones 1 3 4 0.56%
INSTRUM.
Silbato 1 1 0.14%
MUSICALES
OTROS
ADORNOS Colgante 1 1 0.14%
OBJETOS
UTENSILIOS Rayador 1 1 0.14%
RITUALES Figurina hueca 2 2 0.28%
TOTAL 254 292 169 5 720 100%
% 35.28% 40.56% 23.47% 0.69% 100%
114
6.1.2.4 Análisis del grosor de la pasta
115
GROSOR DE LA PASTA
RANGO 1 RANGO 2 RANGO 3 TOTAL %
CATEGORÍA
(1-10) (11-20) (21-30)
c. recto 13 19 32 4.44%
c. cóncavo 12 12 1.67%
c. evertido 13 13 1.81%
Cántaros
c. compuesto 19 2 21 2.92%
cara gollete 17 1 18 2.50%
indeterminado 6 6 0.83%
c. recto 5 5 0.69%
c. divergente 5 1 6 0.83%
c. corto 7 8 15 2.08%
con cuello
Ollas c. convexo 46 46 6.39%
carenado 8 2 10 1.39%
c. compuesto 11 5 16 2.22%
CERRADAS
directo 3 3 0.42%
c. recto 8 8 1.11%
sin asa
cara gollete 2 2 0.28%
Botellas
posterior 1 1 0.14%
con asa
puente 5 5 0.69%
c. recto convergente 1 1 0.14%
c. convexo y borde
con cuello 1 1 0.14%
corto divergente
Tinajas c. divergente 1 1 0.14%
sin cuello directo 17 3 20 2.78%
VASIJAS reborde 14 4 18 2.50%
indeterminado 4 1 5 0.69%
p. recta divergente 31 31 4.31%
Platos labio bisel exterior 12 12 1.67%
p. divergente y borde engrosado 6 6 0.83%
ABIERTAS p. recto divergente 11 11 1.53%
Vasos
compuesto 2 2 0.28%
Cuencos 7 7 0.97%
Escudillas 9 1 10 1.39%
recto 4 1 5 0.69%
Gollete
troco-cónico tubular 5 5 0.69%
cónica 1 1 0.14%
tipo anillo 2 2 0.28%
asa lateral cintada 1 1 0.14%
Agarradera
asa puente 7 7 0.97%
PARTES DE mango falso 1 1 0.14%
VASIJA tipo oreja 5 5 0.69%
plana 25 25 3.47%
convexa 3 3 0.42%
Base
anular 4 4 0.56%
pedestal 1 1 0.14%
cuerpos decorados 301 6 307 42.64%
aplicaciones 4 4 0.56%
INSTRUM.
Silbato 1 1 0.14%
MUSICALES
OTROS
ADORNOS Colgante 1 1 0.14%
OBJETOS
UTENSILIOS Rayador 1 1 0.14%
RITUALES Figurina hueca 2 2 0.28%
TOTAL 623 88 9 720 100%
% 86.53% 12.22% 1.25% 100%
116
6.1.3 Análisis Decorativo
117
r. ocre 0.19%
negro 2.83%
escultórico 3.77%
incisión 0.94%
Fig. 73. Gráfico de la distribución porcentual del tipo de decoración en los fragmentos.
b)
a)
c)
d)
Fig. 74. a) Fragmento con pintura blanco crema - marrón - rojo oxido - amarrillo ocre – negro de
diseños de escaques de estilo Wari derivado (arriba derecha); b) fragmento con pintura blanco
crema - negro - anaranjado – marrón de estilo Moche Policromo (arriba izquierda); c y d)
fragmentos oxidante con pintura de línea negra de filiación Mochica (abajo).
118
CATEGORÍAS TOTAL %
incisión 5 0.94%
excisa y/o dactil 12 2.26%
aplique modelado 17 3.21%
aplique moldeado 11 2.08%
escultórico 20 3.77%
estampado impreso 17 3.21%
alto relieve 9 1.70%
tipo muesca 1 0.19%
punteada/ punzonada 3 0.57%
blanco crema 353 66.60%
119
blanco blanco b.crema- b.crema- marrón- b.crema- negro-
excisa y/o aplique aplique estampado punteada/ blanco negro / negro/
CATEGORÍAS TIPOS incisión escultórico alto relieve tipo muesca crema - crema/ negro/ rojo ox- amarillo anaranjado- negro r. ocre
dactil modelado moldeado impreso punzonada crema b.crema r.ocre
negro r.ocre r.ocre ocre- negro marrón
c. recto X X X
c. cóncavo X X
c. evertido X X
Cántaros
c. compuesto X X
cara gollete X X X X X
indeterminado X X X
c. recto X
c.
X
divergente
c. corto X
Ollas con cuello c. convexo X X X
carenado X
c.
X
compuesto
directo X
CERRADAS c. recto X X X
sin asa
cara gollete X X
Botellas
posterior
con asa
puente
c. recto
convergent X
e
c. convexo y
con cuello
borde corto X
Tinajas divergente
VASIJAS
c.
X
divergente
directo X
sin cuello
reborde X
indterminado X
pared divergente X X X
platos labio bisel exterior
p. divergente y borde
ABIERTAS p. recto divergente X X X
Vasos
compuesto
Cuencos X
Escudillas X
recto X X
Gollete
troco-cónico tubular
cónica
tipo anillo
asa lateral cintada
Agarradera
asa puente X X
PARTES DE mango falso X
VASIJA tipo oreja X
plana X X
convexa
Base
anular
pedestal X
cuerpos decorados X X X X X X X X X X X X X X X
aplicaciones X X X X
INSTRUM.
Silbato
MUSICALES
OTROS
ADORNOS Colgante
OBJETOS
UTENSILIOS Rayador
RITUALES Figurina hueca X
120
Cuadro 7. Tipos de decoración según las formas de los fragmentos
6.1.3.1 Análisis de Estilos y Filiación Cultural
121
FILIACIÓN CULTURAL
TOTAL %
WARI HORIZONTE
CATEGORÍA / PROCEDENCIA MOCHICA LAMBAYEQUE CAJAMARCA MOCHE - WARI POST-MOCHICA
DERIVADO MEDIO
c. recto 28 4 32 4.44%
c. cóncavo 12 12 1.67%
c. evertido 10 3 13 1.81%
Cántaros
c. compuesto 21 21 2.92%
cara gollete 13 5 18 2.50%
indeterminado 6 6 0.83%
c. recto 3 2 5 0.69%
c. divergente 6 6 0.83%
c. corto 13 1 1 15 2.08%
Ollas con cuello c. convexo 38 8 46 6.39%
carenado 4 6 10 1.39%
c. compuesto 14 2 16 2.22%
CERRADAS directo 3 3 0.42%
c. recto 3 2 3 8 1.11%
sin asa
cara gollete 2 2 0.28%
Botellas
posterior 1 1 0.14%
con asa
puente 2 3 5 0.69%
c. recto convergente 1 1 0.14%
c. convexo y borde
con cuello 1 1 0.14%
corto divergente
Tinajas c. divergente 1 1 0.14%
directo 20 20 2.78%
VASIJAS sin cuello
reborde 18 18 2.50%
indterminado 5 5 0.69%
pared divergente 6 1 2 22 31 4.31%
platos labio bisel exterior 12 12 1.67%
p. divergente y borde engrosado 6 6 0.83%
ABIERTAS p. recto divergente 10 1 11 1.53%
Vasos
compuesto 2 2 0.28%
Cuencos 4 3 7 0.97%
Escudillas 9 1 10 1.39%
recto 5 5 0.69%
Gollete
troco-cónico tubular 5 5 0.69%
cónica 1 1 0.14%
tipo anillo 2 2 0.28%
asa lateral cintada 1 1 0.14%
Agarradera
asa puente 7 7 0.97%
PARTES DE mango falso 1 1 0.14%
VASIJA tipo oreja 3 2 5 0.69%
plana 10 3 3 1 8 25 3.47%
convexa 3 3 0.42%
Base
anular 1 3 4 0.56%
pedestal 1 1 0.14%
cuerpos decorados 267 14 9 17 307 42.64%
aplicaciones 1 3 4 0.56%
INSTRUM.
Silbato 1 1 0.14%
MUSICALES
ADORNOS Colgante 1 1 0.14%
OTROS
UTENSILIOS Rayador 1 1 0.14%
OBJETOS
RITUALES Figurina hueca 2 2 0.28%
TOTAL 535 36 1 18 15 3 112 720 100%
% 74.31% 5.00% 0.14% 2.50% 2.08% 0.42% 15.56% 100%
122
6.1.4 Comentarios
123
mixta, cuenta con 195 (27,20%) elementos, se creer que la vasijas con este tipo
de cocción tienen una menor calidad causada por la mala cocción, que reflejaría
una prisa en la elaboración de la cerámica (Seoane et al. 2008) y problemas en
el colocado de las piezas dentro del horno (Chapdelaine et al. 1998). Por otro
lado la cerámica de cocción reductor y pasta gris presenta 127 (17,64%)
elementos, Seoane (ibíd) plantea que este tipo de cocción en la cerámica es
propia de personajes de prestigio; ya que la cerámica hecha en hornos cerrados
requiere de invertir más tiempo en la elaboración para su tratamiento, previo al
conocimiento tecnológico especializado (Zavaleta et al. 2011) esto es interesante
debido a que las vasijas más representativas de cocción reductora están
conformadas por nuevas formas de botellas de doble gollete y vasos muy ligados
a la influencia Wari.
V1-Ol-T5: Olla de cuerpo globular, cuello compuesto, labio evertido corto y base
convexa. Sus medidas son: 30,1 cm de alto, con un ancho de 28,2 cm y un
diámetro de abertura de 17,0 cm. Su peso es de 2618,3 gramos. Con respeto a
las características tecnológicas, el tipo de cocción es mixta, de manufactura
modelada, tratamiento superficial alisado, granulometría tipo 2, con un grosor de
pasta de 7 mm. En cuanto a las características decorativas, presenta una franja
de pintura blanco cremas alrededor del cuello de la vasija. Presenta huellas de
hollín en la base y al interior de la vasija.
V2-Ol-T5: Olla de cuerpo globular, cuello compuesto, labio evertido corto. Con
un altura de 20,1 cm, 28,2 cm de ancho y 1698,4 gramos. Tipo de cocción
oxidante, pasta anaranjada, manufactura modelada, acabado superficial
restregado y de granulometría tipo 2. Presenta una franja de color blanco crema
alrededor del cuerpo de la vasija a modo de decoración.
125
V3-Ol-T2: Olla de cuerpo globular, cuello convexo, labio redondeado y base
convexa. El diámetro de su boca es de 13,3 cm, su ancho 28,4 cm y su altura
26,5 cm. Es una vasija modelada, cocción oxidante, acabado superficial alisado,
granulometría tipo 2 y 7 mm de grosor de pasta. Presenta a la altura del cuello y
parte del cuerpo bandas y manchas de pintura blanco crema. Evidencia en la
parte inferior hollín.
126
cocción es oxidante, manufactura modelado, acabado superficial alisado,
granulometría tipo 2 y grosor de pasta 5 mm. La decoración es simple, presenta
bandas de pintura blanco crema en el cuerpo, además evidencia de hollín en la
base de la vasija.
V10-Ol-T2: Es una olla cuello convexo, labio plano, cuerpo globular y base
convexa. Sus medidas son: 19,0 cm de alto, 13,4 cm de ancho, 8,5 cm de
diámetro de boca, 523,8 gramos. Es una vasija modelada, cocción oxidante,
acabado superficial restregado, granulometría 2 y grosor de pasta 4 mm. En
cuanto a sus características decorativas presenta dos bandas de color blanco
crema, una ubicada alrededor del labio y borde mientras la otra banda se ubica
en la parte superior del cuerpo de la vasija. Además presenta dos protuberancias
a modo de decoración en el borde la vasija.
V11-Ol-T5: Olla de cuerpo globular, cuello globular, labio evertido corto y base
convexa. El diámetro de su boca es 16,0 cm, altura de 26,0 cm, ancho 29,0 cm
y su peso 2802,4 gramos. En cuanto a sus características tecnológicas: la
127
cocción es oxidante, manufactura modelado, acabado superficial alisado,
granulometría tipo 2 y grosor de la pasta 6 mm. Está decorada por una franja de
color blanco crema ubicada entre el cuello y el cuerpo de la vasija. Presenta
evidencia de huellas de hollín en gran parte del cuerpo.
V12-Ol-T2: Es una olla de cuerpo globular, cuello convexo, labio biselado interior
y base convexa. Sus medidas son: 18,0 cm de alto, 18,5 cm de ancho, 12,0 cm
de diámetro de boca y 1245,7 gramos. Es una vasija oxidante, manufactura
modelado, acabado superficial restregado, granulometría tipo 2 y grosor de pasta
5 mm. Respecto a su decoración presenta, pintura blanco crema alrededor del
cuello y la parte superior del cuerpo de la vasija.
V13-Ol-T5: Es una olla de cuerpo globular, cuello globular, labio evertido corto
y base convexa. Sus medidas son 22.5 cm de alto, 26,5 cm de ancho, 14 cm de
diámetro de boca. En cuanto a sus características tecnológicas, la manufactura
es modelada, cocción oxidante, acabado superficial restregado, granulometría
tipo 2 y grosor de pasta 5 mm. En cuanto a la decoración presenta, pintura blanco
crema en forma de una franja al contorno del cuerpo de la vasija.
V15-Ol-T6: Es una olla de cuerpo globular, cuello corto, labio divergente y base
convexa. Tiene una altura de 16,0 cm, ancho 23,5 cm, diámetro de boca 22,9
cm y un peso de 1387,5 gramos. Presenta dos “mangos falsos” en la parte
superior del cuerpo de la vasija En cuanto sus características tecnológicas: la
cocción es mixta, manufactura modelado, acabado superficial restregado,
granulometría tipo 2 y grosor de pasta de 5 mm. La decoración está presente de
manera interna como externa y se compone de pintura de color blanco crema.
Abundancia de manchas de hollín.
128
V16-Ca-T1: Cántaro cara-gollete de cuerpo ovoide, cuello recto, labio
redondeado y base convexa. Sus medias son: 37,5 cm de altura, 35,0 cm de
ancho, 11 cm de diámetro de boca, 4619,0 gramos. Con respecto a sus
características tecnologías, la cocción es oxidante, manufactura modelada,
acabado superficial alisado, granulometría tipo 3 y grosor de pasta 6 mm. En
cuanto a la decoración presenta pintura blanco crema en gran parte del cuerpo,
además observamos la representación de un rosto antropomorfo en el cuello
realizada de manera impresa.
V17-Ol-T2: Es una olla de cuello convexo, labio plano, cuerpo globular y base
convexa. Tiene las siguientes medidas: 22,2 cm de altura, 24,0 cm de ancho,
13,0 cm de diámetro de boca 2252,6 gramos. Vasija de manufactura modelada,
cocción oxidante, acabado superficial restregado, granulometría tipo 2, grosor
de pasta 4 mm. Con respecto a la decoración presenta, pintura blanco crema en
forma de franja que recorre el contorno del cuerpo de la vasija.
V19-Ol-T2: Es una olla de cuerpo globular, cuello convexo, labio plano y base
convexa. Sus medidas son: 30,0 cm de alto, 33,6 cm de ancho, 12,0 cm de
diámetro de boca y 2791,0 gramos. Con respecto a las características
tecnológicas: la cocción es oxidante, manufactura modelado, acabado superficial
alisado, granulometría tipo 2 y grosor de pasta 6 mm. En cuanto a las
características decorativas, solo presenta pintura blanco crema en forma de
franja ubicada al contorno de la parte superior del cuerpo de la vasija.
129
características tecnológicas: la manufactura es moldeada, cocción oxidante,
acabado superficial alisado, granulometría tipo 1 y grosor de pasta 4 mm. La
vasija escultora representa a un personaje con una mano sobre el cuerpo, la cual
sujeta a otro de menor tamaño; posible infante con el brazo izquierdo. Mientras
que el otro brazo porta una muñequera, y la mano se encuentra sobre la boca o
mentón.
V21-Ol-T2: Es una olla de cuello convexo, labio plano, cuerpo globular y base
convexa. Sus medidas son: 18,0 cm de alto, 18,5 cm de ancho, 10,0 cm de
diámetro de boca y 1006,7 gramos. Vasija de manufactura modelada, cocción
oxidante, acabado superficial alisado, granulometría tipo 2 y grosor de pasta 6
mm. En cuanto a sus características decorativas presenta pintura blanco crema
en forma de bandas al contorno del cuerpo de la vasija y a la altura del cuello.
Presencia abúndate de hollín.
V22-Ol-T5: Es una olla de cuello globular, borde corto divergente, labio plano y
base convexa. Sus medidas son 31,0 cm de alto, 33,6 cm de ancho, 19,0 cm de
diámetro de boca y 4869,9 gramos. Con respecto a sus características
tecnológicas: la cocción es oxidante, manufactura modelado, acabado superficial
alisado, granulometría 3, grosor de pasta 7 mm. En cuanto a sus características
decorativas presenta, pintura blanco crema en forma de franja entre el cuello y
el cuerpo de la vasija.
V23-Ol-T2: Es una olla de cuello convexo, labio plano, cuerpo globular y base
convexa. Sus medidas son: 22,0 cm de altura, 24,0 cm de ancho, 12 cm de
diámetro de boca y 1824,0 gramos. En cuanto a sus características tecnológicas,
la manufactura es modelada, cocción oxidante, acabado superficial restregado,
granulometría tipo 3 y grosor de pasta 6 mm. Con respecto a la decoración
presenta pintura blanco crema en forman de franja entre el cuello y el cuerpo de
la vasija además dos protuberancias a modo de aplicaciones decoran la parte
superior del cuello.
130
tecnológicas: la manufactura modelada, cocción reductora, acabado superficial
pulido, granulometría tipo 1 y grosor de pasta 3.
V25-Ol-T2: Es una olla de cuello convexo, cuerpo globular y labio plano. Tiene
una altura de 25,0 cm de alto, 26,0 cm de ancho, 15,0 cm de diámetro de boca
y 2133,0 gramos. De acuerdo a sus características tecnologías: la cocción es
oxidante, manufactura modelada, acabado alisado, granulometría tipo 2 y grosor
de pasta 5 mm. Presenta pintura blanco crema en gran parte del cuerpo de la
vasija.
V27-Ol-T1: Es una olla de cuerpo globular, cuello recto, labio plano y base
convexa. Sus medidas son: 20,0 cm de alto, 21,0 cm de ancho, 12,0 cm de
ancho. Es una vasija de cocción oxidante, manufactura modelada, acabado
superficial restregado, granulometría tipo 2 y grosor de pasta 6 mm. La
decoración está realizada por pintura blanco crema en forma de banda y la
técnica del chorreado en casi todo el cuerpo.
131
acabado superficial pulido, granulometría 1 y grosor de pasta 4 mm. La vasija
escultórica representa a un personaje adornando por dos asa perforadas a modo
de orejas en el cuello, además presenta representaciones ornitoformas con
individuos consecutivos en la parte superior del cuerpo.
132
moldeada, cocción oxidante, acabado superficial pulido, granulometría 1 y grosor
de pasta 4. En cuanto a la decoración presenta dos hileras de volutas pintadas
delimitadas por líneas paralelas negras sobre rojo natural. Además presenta dos
asas perforadas en la base del cuello.
V35-Ol-T2: Olla de cuello convexo, labio biselado interior, cuerpo globular y base
convexa. Tiene una altura de 25,0 cm, ancho 21,0 cm, diámetro de boca 12,0 cm
y peso 1500,2 gramos. En cuanto a las características tecnológicas: la
manufactura es modelada, cocción oxidante, acabado superficial restregado,
granulometría tipo 2 y grosor de pasta 6 mm. Con respecto a la decoración
presenta pintura blanco crema en casi la totalidad del cuerpo de la vasija.
Además abúndate huellas de hollín.
V36-Ol-T2: Olla de cuerpo globular, cuello convexo, labio plano y base convexa.
Su altura es: 20,6 cm de alto, 21,0 cm de ancho, 12,0 cm de diámetro de boca;
1451,0 gramos. En cuanto a sus características tecnológicas: la cocción es
oxidante, manufactura modelado, acabado restregado, granulometría 2 y grosor
de pasta 5 mm. La decoración está compuesta por pintura banco crema en toda
la parte superior del cuerpo y cuello de la vasija además presenta dos
protuberancias en el borde de la olla.
V37-Ca-T1: Cántaro cara gollete, cuerpo globular y base convexa, sus medidas
son: 43,5 cm de alto, 34,5 cm de ancho, 11,0 cm de diámetro de boca y 5259,5
gramos. De manufactura modelada, cocción oxidante, acabado superficial
restregado, granulometría tipo 3, grosor de pasta 7 mm. Con respecto a la
decoración presenta bandas horizontales de pintura blanco crema en todo el
cuerpo, en el cuello se observa una representación zoomorfa realizada con la
técnica del estampado.
133
ancho; 11,5 cm de diámetro de base y 4541,8 gramos. En cuanto a las
características tecnológicas: la manufactura es modelada, cocción oxidante,
acabado superficial restregado, granulometría tipo 2 y grosor de pasta 6 mm.
Con respecto a la decoración presenta bandas verticales de color blanco creme
en todo el cuerpo, en el cuello se observa la representación de un rostro
zoomorfo realizada con la técnica del estampado.
V41-Ca-T1: Cántaro cara gollete de cuerpo globular, base convexa, cuello recto
y labio biselado exterior. Sus medidas son: 33,0 cm de altura, 33,2 cm de ancho,
10,0 cm de diámetro de boca y 4137.1 gramos. De acuerdo a sus características
tecnológicas: la cocción es oxidante, manufactura modelado, acabado
restregado, granulometría tipo 2 y grosor de pasta 7 mm. Con respecto a sus
características decorativas presenta pintura blanco crema en gran parte del
cuerpo, presenta una rostro zoomorfo en el cuello, realizado de manera
estampada.
134
ancho, 13,0 cm de diámetro de boca 2822,5 gramos. Vasija de cocción oxidante,
manufactura modelado, acabado restregado, granulometría tipo 2 y grosor de
pasta 6 mm. En cuanto a la decoración presenta pintura blanco crema
completamente la parte media superior de la vasija.
V46-Ca-T1: cántaro cara gollete de cuerpo lenticular, cuello recto y base plana.
Sus medidas son: 22,2 cm de alto, 14,5 cm de ancho, 17,2 cm de largo y 758,2
gramos. En cuanto a sus características tecnológicas: la manufactura moldeada,
cocción reductora y acabado superficial pulido. La vasija tiene una
representación escultórica de un felino antropomorfizado, además presenta dos
orejas perforadas en el cuello.
V47-Ca-T1: cántaro cara gollete, cuerpo lenticular, cuello recto y base plana, sus
mediadas son: 21,7 cm de alto, 12,8 cm de ancho, 16,3 cm de largo, 5,5 cm de
135
diámetro de boca y 658,8 gramo. En cuanto a sus características tecnológicas:
la manufactura es moldeada, cocción reductora y acabado superficial pulido. Es
una vasija escultórica con representación antropomorfa, el cual presenta orejas
perforas en el cuello de vasija y un colla inciso de cuentas rectangulares en la
base del cuello.
Vasijas cerradas
Cántaros
Está representada, por 9 vasijas que equivalente al 18,75% del total de la
muestra (Fig. 78). Está dividida en tres sub grupos: Cántaro cara gollete
compuesta por 7 elementos (14,58%), cántaro cuello divergente representado
por un elementos (2,08%) y cántaro de cuello compuesto conformada por 1
vasija (2,08%).
Ollas
Esta categoría es la mejor representada y esta compuestas por 25 vasijas
que corresponde al 53,52% de la muestra total (Fig. 79). Está dividida en 5 sub
136
grupos: Olla de cuello recto con 3 (6,25%) elementos, olla de cuello corto 1
(2,8%) vasija, olla de cuello convexo con 12 (25%) elementos, olla de cuello
acampanulado con 1 (2,8%) elementos, olla con cuello compuesto con 8
(16,67%) elementos.
Botellas
Tinaja
Representada por 1 (2,0%) tinaja de doble cuerpo con cuello (Fig. 81c).
Vasijas abiertas
Platos
Representados por 2 vasijas que corresponden al 4,0% de la muestra total
(Fig. 81a), conformados por los platos de pared recta divergente.
Escudillas
Conformada por 2 vasijas que equivalente al 4,17% del total (Fig. 81b).
Vasos
Conformada por 5 vasijas que equivalen al 10% de la muestra total (Fig.
82). Está divido en dos sub grupos: Vasos de pared recta divergente con 4
(8,05%) elementos y 1 (2,0%) vaso compuesto: cuerpo ovoide y pared
divergente.
Cuenco
Registramos solo 1 elementos que representa el 2,08% de la muestra (Fig. 81d)
137
CATEGORÍA / PROCEDENCIA ESTE NORTE 1 NORTE 2 TOTAL %
cara gollete 5 2 7 14.58%
Cántaro divergente 1 1 2.08%
c. compuesto 1 1 2.08%
c. recto 1 1 1 3 6.25%
c. corto 1 1 2.08%
Olla c. convexo 3 5 4 12 25.00%
VASIJAS
acampanulado 1 1 2.08%
CERRADAS
compuesto 1 5 2 8 16.67%
cara gollete 2 2 4.17%
sin asa
c. recto 1 0 1 2.08%
Botella
con asa puente 1 1 2.08%
Tinaja de doble cuerpo 1 1 2.08%
Plato p. recta divergente 1 1 2.08%
p. recta divergente 3 1 4 8.33%
Vaso
cuerpo compuesto 1 1 2.08%
VASIJAS
ABIERTAS
Escudilla 1 1 2 4.17%
Cuenco 1 1 2.08%
TOTAL 21 20 7 48 100%
% 43.75% 41.67% 14.58% 100%
Cuadro. 9. Cuadro general por formas de toral de fragmentería de cerámica registrada por
Sectores.
138
En las vasijas abiertas, los vasos tipo “Kero” de labio divergente son más
frecuentes y representan el 14,29%; las escudillas y cuencos representan el
9,52% (Fig. 75)
ESCUDILLAS CUENCOS
5% 5%
CÁNTAROS
VASO 29%
14%
PLATO
5%
TINAJA
5%
BOTELLAS OLLAS
14% 24%
Fig. 75. Distribución porcentual de las categorías de vasijas del Sector Este.
139
ESCUDILLAS CÁNTAROS
VASO 5% 15%
10%
BOTELLAS
5%
OLLAS
65%
Fig. 76. Distribución porcentual de las categorías de vasijas del Sector Norte 1.
OLLAS
100%
Fig. 77. Distribución porcentual de las categorías de vasijas del Sector Norte 2.
140
Fig. 78. Variantes de cantaros: a) cantaros cara gollete; b) cántaro de cuello compuesto y c)
Cántaro cuello divergente.
Fig. 80. Variante de botellas: a) botellas cara –gollete; b) gollete recto y c) doble
gollete y asa puente.
141
Fig. 79. Variante de ollas: a) cuello recto; b) cuello convexo; c) cuello acampanulado; d)
escultórico; e) cuello compuesto; f) cuello corto
142
Fig. 82. Variante de vasos: a) vasos de paredes rectas –divergentes; b) vaso
compuesto: cuerpo ovoide y pared divergente.
Fig. 81. a) Plato decorado de estilo foráneo (Horizonte Medio); b) Escudillas de cocción
reductora (arriba) y oxidante (abajo); c) Tinaja de doble cuerpo de estilo foráneo; d) Cuenco
oxidante con pintura blanca al contorno del labio.
143
6.2.2 Análisis Tecnológico
GRANULOMETRÍA
TOTAL %
CATEGORÍA 0 1 2 3
cara gollete 2 3 2 7 14.6%
Cántaro divergente 1 1 2.1%
c. compuesto 1 1 2.1%
c. recto 1 2 3 6.3%
c. corto 1 1 2.1%
VASIJAS Olla c. convexo 1 9 2 12 25.0%
CERRADAS acampanulado 1 1 2.1%
compuesto 7 1 8 16.7%
cara gollete 2 2 4.2%
sin asa
Botella c. recto 1 1 2.1%
con asa puente 1 1 2.1%
Tinaja de doble cuerpo 1 1 2.1%
Plato p. recta divergente 1 1 2.1%
p. recta divergente 2 1 1 4 8.3%
Vaso
VASIJAS cuerpo compuesto 1 1 2.1%
ABIERTAS
Escudilla 2 2 4.2%
cuenco 1 1 2.1%
TOTAL 4 12 27 5 48 100%
% 8.3% 25.0% 56.3% 10.4% 100%
144
6.2.2.2 Estudio cocción y color de pasta de la cerámica
Según el análisis del color, las pastas de cocción oxidante presentan color
anaranjado contando con 38 elementos que corresponde al 76,0%, y el color rojo
con 2 vasijas que equivalen al 4,0%, asimismo las pastas de cocción reductora
presenta color gris contando con 10 que representa el 20,0% del total de la
muestra (Cuadro 11).
cuenco 1 1 2.1%
TOTAL 34 11 3 48 100%
% 70.8% 22.9% 6.3% 100%
145
6.2.2.3 Análisis del tratamiento superficial
Cuenco 1 1 2.1%
TOTAL 17 19 12 48 100%
% 35.4% 39.6% 25.0% 100%
146
6.2.3 Análisis Decorativo
CATEGORÍAS TOTAL %
Aplicación modelada 3 6.38%
Aplicación moldeada 2 4.26%
Escultórico 2 4.26%
Incisión 1 2.13%
Excisa 2 4.26%
Alto relieve 1 2.13%
Estamado / impreso 4 8.51%
Blanco crema 18 38.30%
B.crema / rojo 1 2.13%
Negro / rojo 3 6.38%
B.crema - negro / rojo 1 2.13%
MIXTA 9 19.15%
TOTAL 47 100%
147
6.2.3.1 Análisis de Estilos y Filiación Cultural
POST-MOCHICA 20.83%
2.08%
HORIZONTE MEDIO
Fig. 83. Gráfico
WARI DERIVADO 6.25% de la distribución
porcentual de las
4.17% vasijas de
MOCHICA-WARI
acuerdo a su
filiación y estilo
MOCHICA 66.67%
cultural
148
6.2.4 Comentarios
Las 48 vasijas registradas para este análisis provienen de tres Áreas
distintas, distribuidos de la siguiente manera: En el sector Este se registraron 19
(39,58%) vasijas; al igual que en el sector Norte 1; en cambio en el sector Norte
2 se registró solo 7 (14,58%) elementos.
149
color negro sobre un rojo natural, sus diseños son menos complejos en
comparación a las botellas de Línea Fina de San José de Moro las cuales
presentan escenas rituales, estas en cambio muestran motivos simples como
bandas, volutas, chevrones, espirales y formas geométricas; también se registró
un ejemplar de pintura blanco crema sobre rojo en el interior de un plato de base
anular, el cual presenta diseños en bandas verticales agrupados en cuadro
grupos equidistantes muy característica para el Horizonte Medio; finalmente se
registró una vasija de pintura blanco crema, negro sobre rojo engobado, con
diseños fitomorfos de “pallar”, escalonados, geométricos muy típicos en el arte
Mochicas, y como soporte tiene a una vasija de forma foránea; una botella doble
gollete y asa puente.
150
CAPÍTULO VII: TIPOLOGÍA POLITÉTICA
151
Tipo 2: Cántaro de cuello cóncavo
152
CÁNTAROS
DECORACIÓN DECORACIÓN
SIMPLE COMPLEJA
TIPO 4
CUELLO ZOOMORFO
RECTO CÓNCAVO EVERTIDO ANTROPOMORFO
TIPO1 TIPO 2 TIPO 3 TIPO 5 TIPO 6
MINIATURA
153
Tipo 4: Cántaro de cuello compuesto
Se les denomina cuello compuesto a todas aquellas vasijas cuyo cuello
no tiene una solo orientación en su forma, el cuerpo en general es globular y la
base convexa. Pueden presentar pintura blanca crema “chorreada”. Estas
formas han sido registradas por Rojas y Johnson (2006: 136 Fig.11B-E) para
Pampa Grande. Finalmente, podemos asociarlo al periodo Mochica Tardío.
154
riodo transicional en el valle de Jequetepeque y Lambayeque (Castillo y
Rucabado 2003: 26, Bracamonte 2015).
155
Tipo 6: Cántaro cara gollete con representación zoomorfa
156
En algunos casos puede presentan orejas aserradas perforadas e incisiones a
modo de “ojos” y aplicaciones modeladas de brazos que se proyectan hasta el
rostro. La cocción generalmente es mixta y el acabado superficial tosco.
157
crema en forma de bandas aplicadas sobre el cuerpo de la vasija con la técnica
del “chorreado”. Todos los ejemplares presentan cocción oxidante.
158
Tipo 4: Olla de cuello convexo
159
Lambayeque y Chimú, presentan una carena más sutil y no incluyen mayor
decoración que la pintura sobre el cuerpo y el cuello.
160
Tardío y Transicional Temprano, Swenson también lo registra para Huaca
Colorada (Swenson et al 2010: 122. Fig. 116).
161
- Olla con decoración impresa de diseños dentados: Conformado por una
configuración compuesta de cadenas enmarcadas por una o más líneas
paralelas basados y conectados por triángulos.
- Olla con decoración impresa de diseños lineales: Consiste en líneas
horizontales o verticales, nunca juntas que rodean el cuerpo de la vasija.
162
Fig. 85. Tipología de ollas
OLLAS
Tipo 11
DECORACIÓN
SIMPLE DECORACIÓN
COMPLEJA
PINTURA
CUELLO
RECTO CORTO CARENADO COMPUESTO
Tipo 1 Tipo 3 Tipo 5
11 Donnan ha publicado dos piezas con esta decoración procedentes de sus excavaciones en Mazanca
(Donnan, Navarro y Cordy-Collins 1998: 26 y 49). Estas piezas provienen de contextos ubicados en el
tránsito entre Virú y Mochica. Ubbelohde-Doering (1983, Fig. 19.3) publica una pieza semejante encontrada
en la tumba E-1, perteneciente al periodo Mochica Medio en Pacatnamú. Para el periodo Mochica Tardío
tenemos dos ejemplos, uno publicado por Shimada de Pampa Grande (Shimada y Maguiña 1994, Fig. 1.17);
y otro encontrado en una tumba de un niño en San José de Moro (Castillo y Donnan 1994a, Fig. 358).
Finalmente, en San José de Moro se han encontrado piezas de esta peculiar forma en un entierro
Transicional (Castillo 2003: 91).
164
Tipo 11: Ollas con cuello directo
165
Tipo 2: Botellas cara gollete con representación antropomorfa
12 Castillo (2009b, 2012) la cerámica Mochica Tardía de Línea Fina (MTLF) se caracteriza por el uso de
líneas pictóricas muy delgadas sobre engobe blanco que se usaron para ilustrar con gran detalle complejas
escenas. La cerámica MTLF presenta formas nunca antes vistas y muy innovadoras, como botellas de
cuerpos múltiples y perforados o de asas estribo dobles; técnicas decorativas desconocidas en la región
Mochica Norte y unos repertorios iconográficos inéditos y de gran elaboración escenográfica. Estas
innovaciones, que distinguen a la cerámica MTLF de otros estilos Mochicas, a primera vista podrían parecer
meramente mutaciones estilísticas y artísticas, pero en realidad son reflejo de las grandes transformaciones
sociales y políticas que, en última instancia, anuncian el colapso de los Mochicas. El estilo MTLF, estuvo
circunscrito exclusivamente en el valle de Jequetepeque, y se produjo sólo durante el periodo final de la
cultura Mochica.
13 Castillo (2003, 2009b, 2012) durante el Periodo Mochica Tardío se advierte las primeras evidencias de
interacciones con las sociedades Cajamarca y Wari. Observándose la aparición de artefactos de estilos
foráneos, particularmente de los estilos Chaquipampa, Nivería, Atarco y Cajamarca Medio, todos
correspondiente al Horizonte Medio Época 1B. Fruto de estas interacciones, se genera localmente un estilo
hibrido al que llamamos Mochica Policromo, que conjuga tradiciones Mochicas y Foráneas en las formas
cerámica, iconográficas y esquemas de color. Rohfritsch (2007) realizó un estudio arqueométrico sobre
fragmentos de estilo Policromo de San José de Moro, Los análisis determinaron que las pastas utilizadas
en la fabricación de estas piezas, estuvieron formadas por las mismas arcilla usas para la manufacturación
de piezas locales. Sin embargo el estudio de las pinturas determinó que las técnicas de decoración
aplicadas y pigmentos utilizados eran ajenos al valle.
166
Todas las botellas son elaboradas con la técnica del moldeado, presentan
una pasta de color gris y un acabado superficial, muy bien pulido y/o bruñido.
Este tipo de botella es muy recurrente en contextos funerarios del periodo
transicional, registrándose en San José de Moro (Castillo y Rucabado 2003,
Rucabado 2006) y en Santa Rosa -Lambayeque (Bracamonte 2015: 114 Fig. 87).
167
Tipo 4: Botellas de cuello único simples
168
BOTELLAS
SIN ASA
CON ASA
DECORADA SIN DECORACIÓN
DECORACIÓN DECORACIÓN
A. LATERAL
COMPLEJA SIMPLE
TIPO 5 ADOSADO A LA ALTERA LA
TIPO 4 SUPERFICIE SUPERFICIE
ADOSA A LA ALTERA LA
SUPERFICIE SUPERFICIE
OREJA
PERFORADA
ANTROPOMORFA ZOOMORFA
Fig. 86. Tipología de Botellas.
TIPO 2 TIPO 3
169
Tipo 6: Botellas de doble cuello y asa puente con decoración de Línea fina
14 Donnan y McClelland (1999) mencionan que durante la Fase V “La fase terminal” de los Moches, aparece
una nueva forma de vasija – las botella con doble gollete y asa puente, son consecuencia aparentemente
de un préstamo de la cerámica Wari, la que llego a la costa Norte durante este periodo.
170
Tipo 7: Botella de doble cuello y asa puente con decoración excisa
171
doble cuello y asa puente. La cocción es reductora y el acabado puede ser pulido
o bruñido.
Por lo general estos tipos de botella doble cuello y asa puente (Tipo 7)
presentan no solo decoraciones en el cuerpo, sino también en las asas a modo
de aplicaciones moldeadas o modeladas, debido a que solo ha registrado partes
de asas su correspondencia tipología es incierta, vimos conveniente agruparlos
de acuerdo al motivo de la decoración. Logrando registrar 2 grupos:
172
comienzan a presentar sobre el asa puente figuras modeladas
representando semillas de nectandras (remplazando a las
representaciones de pallares observadas en piezas policromas
Mochicas Tardío), figuras zoomorfas (iguanas y sapos) y/o
antropomorfas (Castillo y Rucabado 2003; 26).
173
Tipo 2: Tinaja de cuello convexo y borde corto divergente
174
huellas dactilares a manera de ojos en la parte superior, el cual lo asocia al estilo
decorativo Gallinazo.
175
TINAJAS
CUERPO
COMPUESTO
Fig. 72. Tipología de Tinajas.
VARIANTE 1
176
Tipo 5: Tinajas de paredes convexas convergentes y reborde interno
177
Tipo 2: Plato con decoración pictórica compleja
178
Tipo 3: Platos de paredes rectas divergentes
16 Henri y Paule Reichlen (1949) fueron los pioneros en elaborar un cronología relativa en base a la
cerámica, quieres establecieron 5 periodos para la historia prehispánica en Cajamarca (I-V). Posteriormente
la misión Japonesa a cargo de Terada y Matsumoto (1985) establecen una nueva secuencia cronológica
basada en 5 fases: Cajamarca Inicial, Temprano, Medio, Tardío y Final. Dichos autores definieron varios
tipo decorativos que mantiene una correlación con la cronología propuesta: Cursivo Pre-Clásico, para el
Cajamarca inicial; Cursivo Clásico, Cursivo Rectilíneo y Cursivo Floral, para el Cajamarca Medio y
Semicursivo, para el Cajamarca Tardío, entre otros.
17 Watanabe (2009) plantea una división de 3 sub-fases para fase Cajamarca Media: Cajamarca Media A
(550/600 -700 d.C.) se produce el Cajamarca Cursivo Clásico; Cajamarca Media B y Cajamarca Media C
(700-900) donde aparece para la segunda sub-fase el Cajamarca Cursivo Floral y en la sub-fase final el
Cajamarca cursivo se vuelve más tosco y aparecen por primera vez trípodes cortos.
179
Tipo 4: Platos de paredes divergentes y con labio en bisel exterior
180
PLATOS
DECORADOS NO DECORADOS
TIPO 1 TIPO 2
CAJAMARCA
Fig. 88. Tipología de Platos
181
7.6 Escudillas: (Fig. 89)
ESCUDILLA
PARED CONVEXA
DIVERGENTE TIPO 1
DECORACIÓN CON
APLIQUE Variante 1
182
Vasos: (Fig. 90)
Tipo 1: Vasos de paredes rectas divergentes con decoración en banda
moldeada
183
recordar a los vasos registrados en el Castillo de Huarmey (Ver Giersz y Pardo
2014: 131. Fig. 78a), como también los registrados en el sitio Paredones en
Cajamarca (Ver Watanabe 2014: 123. Fig. 21A-B), Huacas de Moche (Zavaleta
et al. 2013: 348 Fig. 106), aunque se observan una marcada diferencia; pero el
tema del concepto de representar rostros de personajes al contorno del cuerpo
de la vasija mantienen similitudes.
Son vasos que presentan paredes muchos más altas a los tipo anteriores;
pero mantiene la forma y proyección de los bordes y la base. La coloración de la
pasta es gris y el acabado pulido. La manufacturación puede ser hecha en
moldes o de manera modelada y la decoración es ausente.
184
VASOS
CUERPO COMPUESTO:
PAREDES RECTAS OVOIDE Y PAREDES
DIVERGENTES DIVERGENTES
TIPO 4
DECORADOS NO DECORADOS
TIPO 3
ALTERAN LA
SUPERFICIE
185
Tipo 4: Vasos de cuerpo compuesto: globular y paredes divergentes
7.7 Cuenco:
186
Variante 2: Cuencos de pasta anaranjada
187
SEXTA PARTE: RESULTADOS Y DISCUSIÓN
188
botellas de cuerpo achatado presentan mayor variedad (Castillo 2000: 21.Fig
19).
189
Haciendo un paréntesis a este grupo estilístico, podemos mencionar a
unos cuantos tipos de vasijas que presentan influencia estilística Gallinazo. El
registro de este tipo de estilo en periodos tardíos no es nada sorprende debido
a que se pueden encontrar aun después de la interrupción del fenómeno
Mochica, habiendo coexistido e incluso en algunos casos sobrevivido a su
colapso (Castillo 2009a). Dentro de este grupo estilístico podemos registrar
algunas formas que tiene una singular longevidad, y se va adaptando a los
cambios en los diferentes periodos, tal es el caso de los cántaros tipo 7
(decoración Incisa) que se caracteriza por ser un cántaro cara-gollete en el que
presenta un brazo modelado proyectado sobre la cara, tapándose la boca o un
ojo. Esta forma se registra desde la época Guañape y aparece en contextos
tardíos en Pacatnamú, San José de Moro y Pampa Grande. Una posible
repuesta a esta circunstancia de coexistencia estilística parece haber sido que
el estilo Gallinazo estaba íntimamente relacionado con un sustrato popular que
no estaba controlado por la instituciones políticas ni influenciado por la ideología
dominante (Ibíd), sino como refiere Donnan (2009) los estilos Mochicas y
Gallinazo fueron dos expresiones de un mismo fenómeno cultural, una vinculada
con las elites y otra al pueblo.
190
(Muro 2010a), este tipo de olla se caracteriza por presentar un cuello carenado
muy sutil a diferencia del carenado bien definida y pronunciadas que se
encuentran en periodos tardíos. Mauricio (2007 citado en Muro 2010b) opina que
este tipo de cuellos consistiría en una evolución de las ollas de cuello plataforma.
Un hecho que sostiene esta idea es la señalada por Muro en sus excavaciones
en San José de Moro, refiere:
Las botellas, por otro lado, se hayan representado por los tipos 1 y 4, los
cuales corresponden a las botellas de gollete único, que se caracterizan por tener
cuello recto o ligeramente divergente, de cuerpo globular o lenticular. La
decoración presente en algunos ejemplares del tipo 1 (decoración de Línea Fina)
consiste en diseños geométricos a partir de líneas y representación fitomorfos
de color negro sobre rojo natural, es evidente al comparar con los diseños
191
complejos de Línea Fina registrados en Pampa Grande, Santa Rosa, San José
de Moro y Huaca Colorada estos son sumamente más simples. Es importante
señala que las botellas asa estribo, principal soporte del estilo de Línea Fina que
se caracteriza por ser una típica cerámica oficial de proselitismo religioso de la
sociedad Mochica se encuentra ausente en el repertorio ceramográfico de Huaca
Bandera (Curo 2014), el análisis realizado por nosotros reafirmó esta
peculiaridad, el cual advierte que nos encontramos en una etapa final de la
sociedad Mochica. También se registró una botella completa (V47-Bo-T1) de
pasta reductora, que por su forma y apariencia parecería antecede al estilo de
botella y cántaros cara-golletes con representación antropomorfa y zoomorfa del
periodo Transicional.
Por su lado las tinajas registradas nos permite ver la presencia de dos
grupos: tinajas con cuello y tinajas sin cuello. Con respecto al primer grupo, solo
se registró tres ejemplares correspondientes al tipo 1 (cuello recto), tipo 2 (cuello
convexo y borde corto) y tipo 3 (cuello evertido). Estos tipos son muy frecuentes
en sitios como Cerro Chepén, San Idelfonso y San José de Moro. En cuanto a
las tinajas sin cuello, están representadas por los tipos 4 (borde entrante) y tipos
5 (reborde interno), siendo estos dos tipos los más representativos. Las tinajas
de tipo 4 son muy características desde el periodo Intermedio Temprano hasta
el intermedio tardío (Swenson 2004) registrados en sitios como San Idelfonso,
Cerro Chepén y San José Moro (Cusicanqui 2010a; Muro 2010a, 201b) dentro
del valle de Jequetepeque, así mismo también en la región Lambayeque en sitios
como Pampa Grande (Rojas y Johnson 2006). Una característica peculiar dentro
de los tipos de tinajas es la ausencia total de las tinajas sin cuello con borde
reforzado muy típicos dentro del repertorio ceramográfico de sitios Mochica que
se ubican mayormente en la región sur, según la división de Mochicas del Norte
y Mochicas del sur (Castillo y Donan 1994), sin embargo este tipo si es registrado
192
en la región norte siendo el caso de Pampa Grande (Rojas y Johnson 2006;
Wester et al 2006) posiblemente es debido a que Pampa Grande presenta una
mayor relación estilística con los sitios Mochicas del sur especialmente con
Galindo donde sus componentes cerámicos guardan mucha semejanza (Castillo
et al 2007: 42, Castillo y Uceda 2008: 15).
Las vasijas que muestran este estilo tenemos por ejemplo dentro del
grupo de las botellas algunos ejemplare de tipo 1 (botella de cuello único), las
representaciones de línea fina que presentan estas botellas están relacionadas
193
a la iconografía del Horizonte Medio (Larco 1948, Topic 1991), esto lo
confirmamos por la presencia de diseños de chevrones, símbolos romboidales y
escaques registrados en algunos fragmentos demostrando una clara influencia
Wari o sureña correspondientes al Horizonte Medio 2B (Menzel 1967), al Huari
Norteño A (Larco 1948), o a la etapa que corresponde al final del Mochica Tardío
y el inicio del periodo Transicional (Castillo y Rucabado 2003).El registro de una
botella semi completa de doble gollete y asa puentes decorados con Línea Fina
(tipo 6) de diseño típicamente Mochicas, comprueba las interacciones existentes
entre sociedades locales (Mochicas) y foráneas (Wari) que se dieron durante el
Mochica Tardío enmarcado por el Horizonte Medio, generando así estilos
híbridos al que se le denomina Mochica Policromo (Castillo 2003). Esta botella
tipo 6 que combina una iconografía y bicromía Mochica sobre un soporte (forma
de la vasija) de tipo foráneo que aparece según Donnan y McClelland (1999)
durante la Fase V “fase terminal” de los Moches producto de un préstamo de la
cerámica Wari cuando llegó a la costa norte durante este periodo, por ello la
vasija pertenecería a una de las seis posibles combinación que L. J Castillo
menciona al sintetizar el estilo Mochica y Wari o relacionado y derivada de esta.
Por sus características, correspondería al tipo 4 que describe Castillo (2000: 168.
Fig.25); sin embargo, comparándolo con el único ejemplo que describe para san
José de Moro de este tipo, la botella que registramos presentar diferencias
marcadas, desde la calidad de la vasija, la complejidad de la decoración y la
ausencia de escenas narrativa, no obstante si tenemos en cuenta que nos
encontramos en un etapa final de la sociedad Mochica donde afrontan un
proceso de cambios y reajustes, el cual es reflejada por la ausencia de la
cerámica oficial representada por el estilo Línea Fina, esta vasija podría tratarse
de una variante temporal del tipo registrado en San José de Moro, el mismo autor
citado menciona que al posterior abandono de la producción del estilo de Línea
Fina, se registran algunas formas derivadas pero adoptadas a los cambios
acontecidos para la época (Castillo 2012; 752).
194
La presencia de platos con influencia de estilo foráneo es muy reducida,
a pesar de ello se han podido identificar los tipos 1 (plato con decoración pictórica
simple) y un ejemplar correspondiente al tipo 2 (plato con decoración pictórica
compleja). En lo concierte a los platos de tipo 1, se caracterizan por presentar
como decoración bandas de color crema o negro dispuestas de formas vertical
agrupadas en grupos equidistantes al interior de la vasija. Esta forma de
decoración en los platos es muy similar a los registrados en la costa central para
el Horizonte Medio comparables con los ejemplares al catálogo de colección del
Museo de Larco (Fig. 91).
Fig. 91. Plato decorado con estilo del Horizonte Medio registrado en Huaca Bandera (A);
nótese la similitudes con las vasijas halladas para la costa central (catálogo del Museo
de Larco) (B y C).
195
de Moro para valle de Jequetepeque, estos registran una presencia significativa
del estilo Cajamarca.
197
la expresión de un proceso dinámico de trasformación política local (Rucabado
2008: 374).
198
Transicional, es interesante mencionar que la procedencia de estos tipos de
platos provienen en su totalidad de los sectores Norte 1 y Norte 2, los cuales son
áreas ubicadas en los perímetro del edificio monumental (Huaca Bandera), en el
reciente trabajado de gabinete realizado en el 2015 a cargo de la arqueóloga
Lorena Zúñiga los resultados demostraron la ausencia de estos tipos de platos
mencionados dentro del conjunto amurallado 1 conocido comúnmente como
Huaca Bandera y la presencia de estos y otros tipos en el sector sur
correspondiente a la ubicación del conjunto amurallado 3 o también llamado
Huaca Blanca (Zúñiga 2015 comunicación personal), esto podría demostrar
alguna diferencias temporales entre algunos sectores con respecto a otros.
Swenson registra para el valle de Jequetepeque ejemplares muy parecidos a los
tipos 4 y 5 argumentando que estos platos son muy populares en el intermedio
Tardío (ver Swenson 2004: 754. Fig. 7.12), así mismo en Huaca las Balsas se
evidencia platos de características similares (ver Delgado 2011: 166. Lam I-II)
esto podría argumentar que estos tipos de platos estaría relacionado con un
periodo post-Mochica.
199
Característica Alfarera de Huaca Bandera
201
otras. No obstante debemos señalar la presencia de algunos fragmentos de
botella decorados con línea fina aunque como hemos señalado anteriormente
esta difiere al compararla con la clásica Línea Fina que se halla mayormente en
botellas asa estribo, la cual es ausente en el repertorio de Huaca Bandera.
202
Este dato nos brindaría una referencia parcial de la ubicación temporal del
sitio, el cual se encontraría entre la última fase del Moche tardío C y el
Transicional.
203
ejemplares similares para el sitio Santa Rosa (Bracamonte 2012, 2015)
atribuidas al Horizonte Medio 2 (Fig. 92).
Fig. 92. Botella con representación zoomorfa “murciélagos” recuperada en Huaca Bandera
(A), nótese las similitudes con las vasijas halladas en Santa Rosa (Bracamonte 2011) (B) y
en San José de Moro (Castillo y Rengifo 2009) (C).
204
comparables con los que se encuentran en San José de Moro (Castillo y
Rucabado 2003). En algunos casos esta botellas presentan diseños de aves
dispuestas de manera consecutiva alternadas por triángulos invertidos
realizados en excision, ejemplares de rasgos similares se han podido registrar
en San José de Moro en la tumba Transicional M-U615 (Rucabado 2006; 141.
Fig.63j), como también se ha registrado parte del ajuar funerario depositados en
la cámara funerario del sitio El Castillo en Huarmey (Giersz et al 2004: 148. Fig.
91) (Fig. 93).
Fig. 93. Botella doble gollete y asa puente donde representan diseños de aves en
excision registradas en sitio Castillo de Huarmey (A), Huaca Bandera (B), San José de
Moro (c).
205
Batan Grande para el Lambayeque Medio que presenta cualidad morfológicas
muy similares, a excepción que el soporte es de metal y presenta algunos
detalles adicionales en la decoración haciéndola más compleja (Carcedo 2014:
136. Fig. 15. 10.2). No obstante podemos considerar que este tipo de vaso (tipo
3) registrado en Huaca Bandera vendría a ser un antecedente a los vasos
metálicos de este tipo registrados para el Lambayeque Medio antes
mencionados (Fig. 95).
Fig. 94. Vaso tipo Kero típico del Horizonte Medio recuperado Huaca Bandera (A), nótese las
similitudes con los vasos hallados en Santa Rosa (B) y San José de Moro (C y D).
Fig. 95. Vasos tipo Kero decorados al contorno con cuatro rostros frontales de personajes
distribuidos equidistantemente registrados en Huaca Bandera (A y B), para el periodo
Lambayeque Medio se hallan vasos de rasgos muy similares como los de Batan Grande (C).
206
CAPÍTULO X: LOS MOCHICAS DE HUACA BANDERA
Este argumento demostraría lo referido por Benson (2003: 477) que los
cambios no ocurren al mismo tiempo en lugares diferentes; cada lugar y grupo
tiene su propio ritmo de cambio y sus propias razones para cambiar o no
cambiar. Sin embargo a pesar de la existencia de particularidades propias de
cada sitio, todas ellas mantienen patrones y rasgos que los relaciona debido a
que durante esta fase Mochica Tardío enmarcado por el fenómeno del Horizonte
Medio, periodo que implicó el desarrollo de un sistema ideológico el cual unificó
gran parte de los Andes Centrales con sus respectivos aportes locales.
207
Por lo tanto el estudio del material ceramográfico de Huaca Bandera nos
brinda un panorama sobre este periodo de tránsito entre lo Mochica y lo
formalmente conocido como Lambayeque. De acuerdo a las evidencias y
resultados antes expuestos, podemos tener una idea preliminar de esta época
transitoria. El registro de material ceramográfico de estilo Mochica y Wari
(derivado) coexistiendo dentro del sitio es un prueba innegable de la influencia
que tuvo esta sociedad foránea; por lo menos estilísticamente sobre las elites
locales. Agregado a ello la presencia numerosa de cerámica reductora con claro
rasgos post-mochicas, nos advierte que se está forjando una nueva identidad
mediante una fusión selectiva de elementos tradicionales Andinas más
prominentes del norte y del sur; que posteriormente se conocerá como
Lambayeque Medio.
El resultado de nuestra tipología alfarera del sitio nos permitió ver fuertes
correspondencias formales y decorativas con los materiales registrados en sitios
Mochicas Tardíos contemporáneos. Cabe resaltar que los ejemplares de mejor
calidad (cerámica ritual) de Huaca Bandera presentan fuertes paralelismos con
los descritos en sitios como Huaca Santa Rosa durante el Horizonte Medio 2 y
San José de Moro equivalente al periodo Transicional. Posiblemente se deba a
que los estilos suntuarios y rituales asociados claramente con las elites se
caracterizan por ser estilos que cambian sus rasgos más saltantes, según
cambia la organización social y política a diferencia de los estilos utilitarios que
pueden permanecer prácticamente invariables con el paso de tiempo (Uceda et
al 2006: 323).
208
Castillo y Rucabado 2003), el cual correspondería a todo el periodo del Sican
Temprano utilizando la cronología propuesta para la cultura Sican (Shimada
1985, 1995, 2014) o Lambayeque (Cuadro 15).
Cuadro 15. Cronología relativa de Huaca Bandera compara con los sitios
mencionados.
Esto significaría que las personas que inmigraron a esta parte del valle
Motupe – La Leche, trajeron consigo no sólo su tradición tecnológica y temas
iconográficos Mochicas, sino también, todo el conjunto de elementos derivados
de la influencia Wari. Esta idea es muy factible si tenemos en cuenta la existencia
de sitios con ocupación Mochica Tardío e influencia del Horizonte Medio como
Huaca Facho ubicada en el valle la Leche (Donnan 1972); Huaca Pintada en
Illimo (Bonavia 1985); Solecape y la Huaca la Pava situadas en la margen
izquierda del canal el Taymi en el distrito de Mochumí, en estos dos últimos se
ha podido registrar cerámica con decoración de Línea Fina (MTLF) y formas muy
similares descritas para la fase Mochica Tardío A, así como también evidencias
de fragmentos de estilo Nivería (Fernández 2011, 2015). Por lo tanto resulta muy
probable que estos sitios en mención, los cuales presentan una ocupación
Mochica Tardío más temprana comparada a la de Huaca Bandera y elementos
estilísticos de influencia foránea pertenecientes al Horizonte Medio 1, hayan sido
por su cercanía al sitio en estudio los puntos de divergencia de la población que
209
se trasladó y asentó en Huaca Bandera. Además este fenómeno de
desplazamiento de grupos humanos no es desconocido para los Andes
Centrales, incluso se postula que desde el Horizonte Medio existen ya grupos
que se movilizan de un lugar a otro (Shady 1988).
210
Huaca Bandera representaría la construcción de un espacio simbólico (centro
del mundo) cuya función seria de representar, conmemorar y celebrar un
conjunto de actividades rituales; posiblemente relacionadas con el control y
seguimiento de las estaciones (Curo 2013) y así asegurar la adecuada
comunicación entre el mundo del hombre y el de los ancestros.
Fig. 96. Comparación del diseño y distribución arquitectónica de los sitios de Huaca
Bandera (Izquierda) y Pampa Grande (Derecha). Nótese que comparte mismos elementos
arquitectónicos como el corredor, rampa, muro perimetral entre otros.
211
dependencias. Por ello Buscaron un interés de afiliarse a sociedades con
prestigio en este caso Wari (Castillo 2000, 2003; Castillo et al 2007; Rucabado y
Castillo 2003; DeMarrais et al 1996). Por lo tanto nuestros resultados demuestra
lo sustentado por Rucabado (2006) quien plantea en su hipótesis que el colapso
Moche se produjo luego del periodo Transicional Temprano.
Consideraciones Finales
212
dogmático Mochica cayera en desuso y posterior su abandono. La
transformación en su ideología, creencias, tecnología e instituciones existentes,
así como la introducción de estas, redefinieron el contexto de la costa norte. Sin
embargo existieron grupos sociales que pudieron adaptarse a este nuevo
discurso ideológico y aprovecharon los cambios acecidos, a partir de un
sincretismo de tradiciones locales y foráneas lograron resurgir como entidades
locales autónomas, a este proceso se le denomina etnogenesis. Toohey (2009)
menciona que durante los periodos de post-colapso, nuevas etnogenesis
pudieron generarse, aprovechando los rápidos cambios socio-políticos donde
emergieron entidades políticas locales y socialmente autónomas (Ghavami
2015:133). Posiblemente podrá haber sido este caso lo ocurrido en Batan
Grande, donde la elite de esa sociedad introdujeron este nuevo discurso,
adaptándolas y modificándolas a su situación gestando así una nueva identidad
cultural denomina posteriormente como Lambayeque o Sican.
213
CONCLUSIONES
214
Probablemente se deba a que los estilos utilitarios permanecen
practicante invariables con el paso del tiempo y no sufren un
significativo cambio producto de las alteraciones sociales.
215
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Anexo
Registro gráfico del material cerámico
236
Cántaros
237
Tipo 2: Cántaros de cuello ligeramente cóncavo
238
Tipo 3: Cántaro de cuello evertido
239
Tipo 4: Cántaro de cuello compuesto
240
Tipo 5: Cántaro cara gollete con representación antropomorfa
241
Variante 1: Cantaros cara gollete con representaciones en miniatura
242
243
Tipo 7: Cántaro con decoración incisa y/o dáctil
Ollas
244
Tipo 2: Olla de cuello divergente
245
Tipo 3: Ollas de cuello corto vertido
246
Variante 1: Olla de cuello corto y “mangos falsos”
247
Tipo 5: Ollas de cuello carenado
248
Tipo 6: Ollas de cuello acampanulado
249
Tipo 8: Ollas con decoración impresa
250
Tipo 10: Ollas con decoración escultórica
Botellas
251
Tipo 2: Botellas cara gollete con representación antropomorfa
252
Tipo 4: Botellas de cuello único simples
253
Tipo 5: Botellas de asa posterior
Tipo 6: Botellas de doble gollete y asa puente con decoración de Línea fina
254
Tipo 7: Botella de doble pico y asa puente con decoración excisa
255
Tinajas
256
Tipo 3: Tinaja con cuello divergente
257
Tipo 5: Tinajas sin cuello de paredes convexas convergentes y reborde
interno
258
Platos
259
Tipo 3: Platos de paredes rectas divergentes
260
Tipo 4: Platos de paredes divergentes y con labio en bisel exterior
261
Tipo 5: Platos de paredes divergentes y borde engrosado
Escudillas
262
Vasos
263
Tipo 2: Vasos de paredes rectas divergentes con decoración en aplicación
antropomorfa
264
Tipo 3: Vasos de paredes rectas divergentes sin decoración
265
Cuenco
266