En el procedimiento administrativo existe una clasificación de procedimientos,
siendo estos la del procedimiento de aprobación automática y la del procedimiento de evaluación previa, debiendo de señalar que la solicitudes presentadas en la administración pública, se sujetan a un procedimiento de evaluación previa, no pudiendo ser estas aprobadas desde el momento en que la recurrente los presento, ya que del procedimiento de aprobación automática se habilita el ejercicio de derechos preexistentes del recurrente, debiendo de requerirse para la atención de una evaluación previa una instrucción, substanciación, probanza y pronunciamiento de la entidad, quedando la petición en expectativa hasta la resolución del trámite.
El deber de la administración pública, es de tramitar los procedimientos
administrativos de oficio o a pedido de parte, con sujeción al ordenamiento jurídico y a la tutela del interés público, existiendo un derecho para los administrados de que este procedimiento administrativo sea resuelto en el plazo de hasta 30 días con las garantías inherentes al debido procedimiento administrativo.
Existiendo dos obligaciones en la administración pública para respetar un deber
y un derecho:
Existe un deber de la entidad pública de tramitar los procedimientos
administrativos, de oficio o a pedido de parte, con sujeción al ordenamiento jurídico y a la tutela del interés público. Y, Existe un derecho de los administrados a iniciar un procedimiento y a que éste sea resuelto en plazo (30 días), con las garantías inherentes al debido procedimiento administrativo .