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I

Apuntes de una biografía

Los años de formación

A ugusto Harold Álvarez García nació en el seno de una próspera familia Anteproyecto en la
Bahía de Acapulco.
yucateca “venida a menos“, en un día especial, el 24 de diciembre de 1914,
Finales de los 40.
en la ciudad de Mérida. Su madre, María García López, era la hija de un rico
Página anterior.
hacendado, don Sixto García, un connotado porfirista; y su padre, Augusto N.
Álvarez Escalante, hijo de españoles, el cual incursionó en el comercio de
telas, al igual que su hermano, negocio que tiempo después dejó para dedi-
carse a la administración de las haciendas henequeneras. Tuvieron cinco
hijos: dos mujeres mayores que Augusto, un varón que le seguía y la menor,
que murió muy pequeña. Su padre era fanático de la historia de Inglaterra,
por ello les puso a él y a su hermano Carlos el segundo nombre en inglés. En
aquellos años, principios del siglo XX, era costumbre entre las familias pudien-
tes de la llamada “casta divina“ yucateca ponerles nombres anglosajones a
los hijos, con la esperanza de enviarlos a realizar estudios en el extranjero,
en aquellos lugares con los que mantenían relaciones comerciales, como los
Estados Unidos y Gran Bretaña.
Como a muchas familias acomodadas, la Revolución Mexicana los afectó
profundamente. Sus bienes fueron incautados, por lo que debieron huir a la
Habana, junto con otros familiares yucatecos, mientras las aguas turbulen-
tas se calmaban, ya que, además, el patriarca familiar se había involucrado
en actividades contrarrevolucionarias al lado de Benjamín Argumedo. Así, Participación del bautizo
llegaron a un país republicano, bajo la influencia de los Estados Unidos, que de Augusto H. Álvarez.
se encontraba en calma y prosperidad por el auge
azucarero. Pero en 1920, las bajas en los precios
del azúcar provocaron una recesión económica y
el aumento del desempleo. Quizás por ese motivo
decidieron regresar a su país natal, que para ese
entonces, 1921, después de la lucha armada se
encontraba en proceso de reconstrucción. Dos
años antes, su padre había intentado infructuo-
samente en la Ciudad de México obtener de Venus-
tiano Carranza la devolución de sus propiedades.
Por ese tiempo Augusto H. Álvarez era un niño de
siete años cuando regresó a su país y se estable-
ció en la Ciudad de México, en una de las mejores
colonias de la clase media, la San Rafael, que le
dejó imborrables recuerdos.
Durante su adolescencia, fue un joven inquieto
que disfrutaba la ciudad; estudió la primaria con
los hermanos maristas en el Colegio Francés de
Puente de Alvarado, menos un año que estuvo en
la Escuela Central, la cual parece fue definitiva en
el desarrollo de las habilidades manuales que cul-
tivaría toda su vida: dibujo, calas en madera y el
2 AUGUSTO H. ÁLVAREZ. ARQUITECTO DE LA MODERNIDAD

Compañeros de la manejo de la lámina, entre otras. También estudió la secundaria y la prepa-


Generación de 1933 ratoria con los hermanos maristas en el Colegio Francés de la avenida Mo-
en la “perrada“ en la
Academia de San Carlos.
relos. Fue una época de recuerdos entrañables y de acontecimientos que
marcarían su vida, como cuando perdió la visión del ojo izquierdo por un
disparo accidental, alrededor de los quince años, mientras jugaba con rifles de
diábolos con unos amigos.
En la familia de Augusto H. Álvarez no existía una tradición artística ni tam-
poco algún pariente que lo hubiera acercado al mundo de las Bellas Artes.
Fue el arquitecto Francisco Centeno quien lo impulsó a estudiar arquitectura
y lo convenció de que se cambiara al bachillerato de arquitectura en el segun-
do año, ya que se había inscrito al de ingeniería. De esta manera, aprendió a
dibujar y reforzó sus aptitudes y conocimientos en trabajos manuales. Además
de su extraordinaria habilidad manual, que desarrolló a pesar de su disca-
pacidad visual, Augusto H. Álvarez fue un gran observador. Esta dualidad,
habilidad y conocimiento, fue definitiva en su vida profesional. Investigaba
cómo funcionaban las cosas, y después las armaba a escala. Durante años
realizó múltiples modelos de coches, aviones, barcos y trenes con los ma-
teriales más diversos: cajas de puros, ligas de ortodoncia, cajas de grasa de
zapatos, etcétera. Esto lo llevó a tener una considerable colección de he-
rramientas y un verdadero taller. Ya antes de comenzar su carrera sabía dibu-
jar y construir maquetas, y, sobre todo, sabía y estaba convencido de que
para diseñar cualquier cosa debía saber cómo construirla, premisa profesio-
nal que siempre tuvo en cuenta.
Al término del bachillerato, a los diecinueve años de edad, Augusto H.
Álvarez quedó huérfano de madre. Al dolor de esta pérdida se sumó el aban-
dono de su padre, quien después de un año de viudez, decidió regresar solo
a Mérida, dejando a María, Augusto y Carlos en la Ciudad de México. Este
I. APUNTES DE UNA BIOGRAFÍA 3

suceso marcó para siempre la relación con su pa-


dre, de quien prácticamente nunca hablaba y con
quien se reconcilió muchos años después, cuando
ya era un arquitecto maduro y había formado una
familia. Su hermana María “Marucha“ se hizo car-
go de sus dos hermanos, cosiendo vestidos para
señoras, valuando y vendiendo alhajas, entre ellas
las heredadas de la madre. Augusto comenzó ilu-
sionado sus estudios de arquitectura y se empleó
como dibujante en algunas oficinas de ingenieros
constructores, donde comenzó a demostrar sus ha-
bilidades como maquetista.
Ingresó en 1933 a la Escuela Nacional de Ar-
quitectura, ubicada en la antigua Academia de San
Carlos, junto a una generación de futuros pro-
fesionistas destacados, entre ellos: Alberto T. Arai
Espinoza, Carlos Gómez Palacio, Enrique Guerre-
ro, Félix Tiburcio Nuncio, María Luisa Dehessa “la
primera arquitecta mexicana“ Mauricio Gómez Ma-
yorga, Carlos B. Lazo, Antonio Pastrana, Enrique
Carral Icaza, Juan Robles Gil, Manuel Martínez
Paéz y Ramón Marcos Noriega.1 Desde los prime-
ros meses enloqueció con su profesión, como co-
mentó en una entrevista.2 El director de San Carlos
era el arquitecto José Villagrán García, acompa-
ñado de una excelente planta de maestros: Fran-
cisco Centeno, Federico E. Mariscal, Lino Pica-
seño, Carlos M. Lazo, Leandro Izaguirre, Juan Mar-
tínez del Cerro, Luis G. Serrano, Eduardo Concha,
José Albarrán y Pliego, Luis R. Ruiz y el más que-
rido por Augusto H. Álvarez: Mauricio M. Campos,
a quien siempre consideró además de excelente
maestro, un gran hombre.
La enseñanza de aquella época en San Carlos
era un tanto confusa para los estudiantes inquietos
como Augusto, pues aún era muy tradicional, ape-
gada a cierto academicismo, con la aceptación de
Apuntes de Geometría de
versiones estilísticas conservadoras y con el cues- Augusto H. Álvarez.
tionamiento de la arquitectura moderna, que los
jóvenes veían ávidamente en las publicaciones.
Pero, al mismo tiempo, ofrecía las enseñanzas in-
novadoras de Villagrán, quien pugnaba por la
importancia del programa arquitectónico como ba-
se de todo ejercicio compositivo, la sinceridad
arquitectónica, la unidad de las partes con el todo
y la correspondencia de la obra arquitectónica con
1
Otros alumnos inscritos en 1933: Fernando Aguado,
Jesús Aguilar, Marcel Calvet, Carlos Corona, Federico de
su tiempo. Augusto H. Álvarez hizo suyas estas Palacio, Luis del Villar, Salvador Díez, Cayetano Fausti, Gus-
enseñanzas, sobre todo una de las premisas prin- tavo Galván, Pedro A. García, Gustavo García, Ramiro Gon-
cipales de la cátedra del maestro: “Arquitectura es zález, Víctor Loizaga, David López, Enrique Meyrán, Héctor
construcción“. Montiel, José Morales, Armando Nicolau Quintana, Miguel
Varios acontecimientos de principios de los años Ortega, Gustavo Padilla, Fernando Parra, Rafael Ramírez,
Antonio Rivera, Jorge Rincón, Roberto Sánchez, Manuel Sui-
treinta impactaron con seguridad al joven estudian-
naga, Enedina Toscano e Ignacio Vértiz Bouchard.
te; uno de ellos, el ambiente que se respiraba en el 2
Graciela de Garay, Historia oral de la Ciudad de México:
ámbito arquitectónico, reflejado en las llamadas testimonios vivos de sus arquitectos (1940-1990). Augusto H.
“Pláticas sobre Arquitectura“ de 1933, donde se Álvarez, México, Instituto José María Luis Mora, 1994, p. 11.
4 AUGUSTO H. ÁLVAREZ. ARQUITECTO DE LA MODERNIDAD

cuestionaba qué era la arquitectura y cuál era su función, entre otros temas,
enfrentándose dos posturas: la arquitectura como técnica o la arquitectura
como objeto y actividad artística.3 En estas pláticas sobresalieron por su ra-
dicalismo socialista Juan Legarreta y Juan O´Gorman, quien impactó a Augus-
to H. Álvarez y se convirtió en una de sus tempranas influencias.4 Por otra
parte, en 1932 había surgido la Escuela Superior de Construcción, posterior-
mente llamada Escuela Superior de Ingeniería y Arquitectura del Instituto Poli-
técnico Nacional, con una orientación social que pugnaba por las carreras
técnicas para atender a la población posrevolucionaria.
Desde el principio de su carrera, Augusto H. Álvarez se apasionó por la
lectura sobre temas arquitectónicos y se convirtió en un lector incansable de
las publicaciones europeas, más que de las estadounidenses. En esta prime-
ra etapa de su carrera, reconoció que la obra de Le Corbusier influyó en él
profundamente, aunque también se sentía plenamente identificado con las
obras de los holandeses y alemanes: “...y es que yo considero que todas
estas influencias son, más que nada, de las que penetran en uno por afini-
Título de Arquitecto de
Augusto H. Álvarez, 1939.

3
Véase Cuadernos de Ar-
quitectura 1. Pláticas sobre
Arquitectura 1933, CONACUL-
TA-INBA, México, 2001.
4
Graciela de Garay, His-
toria oral de... op. cit., p. 15.
I. APUNTES DE UNA BIOGRAFÍA 5

El arquitecto Juan
Sordo Madaleno.
Archivo Juan Sordo
Madaleno.

dad de temperamentos“.5 Posteriormente, la obra de Mies van der Rohe, aban-


derada por la famosa frase “menos es más“, se convirtió en parte inherente de su
manera de sentir y hacer la arquitectura.
Fue un estudiante a quien le gustaba intensamente trabajar en la escuela,
y siempre le llamó la atención el ambiente de los talleres, por la convivencia
cotidiana con los compañeros y con los maestros. Afirmaba que en ese inter-
cambio de opiniones residía la verdadera enseñanza. Este pensamiento lo
reflejó siempre en su taller.
Siendo estudiante, trabajó en la oficina de Carlos Contreras, quien le trans-
mitió sus conocimientos sobre urbanismo; igualmente, colaboró en el taller
de Mauricio M. Campos, donde tuvo la experiencia del diseño arquitectónico.
Posteriormente, el arquitecto Campos lo recomendó con Pedro Alfonso Es-
calante, con quien trabajó en el área de la construcción. Estas experiencias
le permitieron tener un panorama global de la profesión. Cuando colaboraba
con el arquitecto Escalante, éste le pagó cuatro meses de sueldo, sin trabajar,
para que terminara su tesis. Siempre recordaría con gratitud este gesto des-
interesado, que le permitió recibirse el 18 de agosto de 1939, a los 24 años 5
Ibídem, p. 14.
6 AUGUSTO H. ÁLVAREZ. ARQUITECTO DE LA MODERNIDAD

6
Ibídem, p. 11. de edad, con la tesis “Edificio para un Sanatorio de Maternidad en la Ciudad de
México“, tema que eligió por su cercanía con varios médicos,

. . .no fue un proyecto precioso ni mucho menos. Fue una cosa bastante común y
corriente, pero me gustó el tema, lo estudié, lo investigué y me lancé a hacerlo. No
se realizó pero fue una experiencia muy buena.6

El inicio de una vida profesional

En 1939 realizó su primera obra: una casa para sus familiares en la calle
Ensenada No. 53, en la colonia Condesa, apegada a los cánones lecorbu-
sianos. Desde 1940 comenzó su actividad profesional de manera indepen-
diente; entre 1940 y 1947 se asoció con el arquitecto Juan Sordo Madaleno
para edificar numerosas obras, en las colonias Juárez y Cuauhtémoc pri-
mordialmente, que ayudaron a conformar en gran medida el paisaje urbano
de aquella época. Paralelamente a su actividad profesional, dio clases de
composición en la Escuela Nacional de Arquitectura, junto con arquitectos
relevantes de la época, como se verá más adelante.

Boda de Augusto H. Se casó a la edad de 28 años con Delfina Fuentes Ogarrio, mujer reflexiva
Álvarez con Delfina y discreta, hija del Ingeniero Lorenzo Fuentes Aizpuru. Con ella formó una
Fuentes Ogarrio, el día
familia y una buena pareja, parte importante de su vida privada y social, ya
23 de junio de 1943.
que siempre lo acompañaba a los eventos sociales “que a él nunca le entusias-
maron mucho“; como anfitriones, ella organizaba y disfrutaba, con gran dedi-
cación, numerosas cenas, comidas y encuentros. De este matrimonio, que
duró hasta el final de su vida, nacieron cuatro hijos varones: Augusto, Manuel,
Jorge y Javier, con quienes siempre llevó una estrecha y cariñosa relación.
I. APUNTES DE UNA BIOGRAFÍA 7

Desde joven realizó varios deportes: uno de sus preferidos fue el remo, 7
“Una obra, una postura“,
que practicó como miembro del club España. Posteriormente, y por muchos Calli, No. 29, México, septiem-
bre-octubre de 1967, p. 40.
años, fue un apasionado del golf, que jugaba varias horas a la semana en el
Club de Golf México o en el Country Club de Churubusco en compañía de
buenos amigos, como Enrique Carral, Felipe Soto o Luis Sánchez Renero.
Augusto H. Álvarez fue un profesional de la arquitectura que mostró su
calidad y seriedad como arquitecto desde sus primeras obras, lo que repercu-
tió positivamente en su producción. Basado en la dedicación, la constan-
cia, el esfuerzo, y mucho trabajo, se forjó una vida y una posición económica
que le permitió disfrutar de sus gustos, aficiones, y viajes por diversos países.
Su fama se reflejó tempranamente, al ser llamado a los 36 años de edad
para participar en la creación del conjunto escolar más ambicioso que se ha
construido hasta la fecha en el país: la Ciudad Universitaria del Pedregal de
San Ángel, donde proyectó, junto con Ramón Marcos Noriega, la Escuela
de Comercio y Administración.

La apropiación de un concepto universal

Augusto H. Álvarez vivió siempre de acuerdo con su manera de pensar. Su


afinidad con el Movimiento Moderno en la arquitectura fue algo natural, pues
desde joven creyó firmemente en un mundo universal:

...si vivimos en un mundo en el que las distancias se acortan cada vez más, en
donde los medios de comunicación son cada día más fáciles, haciendo que las in-
fluencias de otros pueblos y las culturas se entremezclen, y ello permite que los
logros de las ciencias, la tecnología y la industria, no sean el patrimonio de una
sola nación sino que formen un bien común. No creo tener el derecho a renunciar
a esa participación ni al principio o a la gestación de una nueva cultura y un nue-
vo sentido de vida universal en el que se van diluyendo cada vez más y más los
rasgos característicos de las naciones. Sobrevivirán aquellas culturas enraiza-
das profundamente y aquellas que reciban más lentamente el impacto de este
nuevo mundo, de este internacionalismo que ha venido desarrollándose desde el
primer cuarto de siglo y cuya influencia ha sido definitiva en todas las manifes-
taciones artísticas sin excluir a la arquitectura.7

Como hombre de su tiempo, el desarrollo tecnológico, desde el segundo


cuarto del siglo XX, lo impactó profundamente; estaba convencido de que se

Credencial del Club


de Golf México.
8 AUGUSTO H. ÁLVAREZ. ARQUITECTO DE LA MODERNIDAD

Augusto H. Álvarez
(ca. 1970).
Foto: Guillermo Zamora.

debía conocer a fondo la tecnología para llegar a cambios trascendentales.


Por otra parte, sabía desde entonces que el enorme avance de las comu-
nicaciones nos hacía pertenecer al mundo y no sólo a un país.8 Esto explica
su visión e interpretación de la arquitectura, su convencimiento de cómo de-
bían vivir las personas y su apropiación de los sistemas tecnológicos y ma-
teriales de uso universal. Para él, como para muchos otros arquitectos de la
época, no se trataba de una moda pasajera: era una búsqueda permanente
que no admitía la tradición sin su relectura.
El arquitecto Álvarez fue un personaje multifacético: conocedor y amante de
la música clásica, en especial la de Brahms, Mozart y Debussy; también le gus-
8
“Arquitectura es viven- taba el jazz y los tangos, de los cuales se sabía con lujo de detalle varias de sus
cia“, Obras, Año XII, Vol. XII, letras; era muy superticioso “en contraste con su mente racional“ le apasiona-
No. 142, México, octubre de ba la modernidad, todo aquello que representara la vanguardia, la última
1984, p. 55. novedad.9 Desde joven le fascinó comprar radios, grabadoras, encendedores,
9
Entendemos por van- “pues era un fumador empedernido“, relojes, cámaras, lapiceros, plumas, cal-
guardia aquello que se anti-
cipa a su tiempo.
culadoras, cafeteras, automóviles, en fin, todo aquello que formaba parte de su
10
“Una obra, una postu- vida cotidiana. De todo esto, disfrutaba del diseño, la tecnología y los nuevos
ra“, Calli... op. cit., p. 35. materiales. Así era su forma de ser: era un hombre identificado plenamente
11
Una de las principales con la época; un individuo universal, siempre a la expectativa, aunque no creía
ocasiones en donde pudo en los rompimientos bruscos, sino en el avance lento y paulatino.10
transmitir sus conocimientos
fue cuando impartió la Cá-
tedra Extraordinaria “Fede- Una trayectoria académica
rico Mariscal“, de enero a
junio de 1990 en la Facultad Augusto H. Álvarez transmitió sus conocimientos a las jóvenes generacio-
de Arquitectura de la UNAM. nes de distintas formas, desde las aulas universitarias, la mesa de dibujo de
12
Dio clases de compo- su taller y como conferencista en varias universidades del país.11 Hacia 1942,
sición en esta Escuela de
1942 a 1946 y de 1954 a 1960.
el arquitecto Mauricio M. Campos, como director de la Escuela Nacional de
Debido a la importancia que Arquitectura, lo invitó a dar clases de composición; su cátedra resultó revo-
Augusto H. Álvarez tuvo en lucionaria, apegada a las ideas innovadoras del Movimiento Moderno. Al
la Escuela Nacional de Ar- respecto, confesó años más tarde, que pocos entendían lo que propuso en
quitectura, y a la relevancia aquel momento, lo que se convirtió en un mayor aliciente para seguir por ese
de su trabajo profesional, el
camino.12 Estuvo como docente al lado de maestros como Mario Pani, Enri-
Centro de Cómputo de la aho-
ra Facultad de Arquitectura que del Moral y Enrique de la Mora. A lo largo de su vida tuvo la satisfacción
lleva su nombre desde el 27 de presenciar cómo varios de sus alumnos, que después fueron sus amigos,
de mayo de 1994. se convirtieron en renombrados profesionistas, como Rafael Mijares, Ramón
I. APUNTES DE UNA BIOGRAFÍA 9

Torres, Héctor Velázquez, Salvador Ortega y Jaime Ortiz Monasterio, por 13


La fecha oficial de in-
nombrar sólo algunos. Cabe anotar que en este recinto escolar también fue greso como profesor a la Es-
cuela Nacional de Arquitec-
Jefe del Taller No. 4, a finales de los años cincuenta.13
tura es el 1º de abril de 1945.
De trato siempre amigable y respetuoso con sus alumnos, fue un profesor El Taller No. 4, luego cambió
de pocas palabras y varios de ellos recuerdan sus correcciones en la clase de de denominación por el Ta-
composición: explicaciones parcas y en ocasiones difíciles de entender, pues ller “E“, mismo que actual-
prefería expresar su pensamiento con el lápiz en la mano; más bien, le gusta- mente se llama “Jorge Gon-
ban las conversaciones informales, de las que surgieron lazos de afecto y zález Reyna“.
14
Escrito de Augusto H.
amistad perdurables. Fue un maestro que supo sensibilizar a sus alumnos en Álvarez, s.f., Archivo Augus-
la arquitectura, por lo que una de las tareas obligadas era la visita a los con- to H. Álvarez, Facultad de
ventos coloniales, para que apreciaran las proporciones, texturas, remates y Arquitectura, UNAM.
el claroscuro de sus fachadas. Apegado a un riguroso racionalismo, los en-
caminó en los preceptos de orden, limpieza volumétrica y modulación; pero,
sobre todo, como él mismo afirmó:

...quienes fueron mis alumnos, no son mis seguidores, cada uno ha definido su
propio camino. Mi labor fue la de guía con base en mis convicciones, haciendo
sentir mi estimación y amistad.14 Augusto H. Álvarez, 1952.
10 AUGUSTO H. ÁLVAREZ. ARQUITECTO DE LA MODERNIDAD

En 1954, un grupo de patronos del Colegio Israelita lo invitó a formar una


escuela de arquitectura, proyecto que llevó a cabo con una excelente planta
de maestros, y que sólo duró un año por problemas administrativos.

La fundación de la carrera de Arquitectura en la Universidad Iberoamericana


15
El doctor Felipe Par-
dinas Illanes (1912-1985) Aproximadamente en el año de 1953 el arquitecto Augusto H. Álvarez fue
nació y murió en la Ciudad
llamado por el doctor Felipe Pardinas,15 sacerdote jesuita en ese entonces,
de México; estudió Letras y
Filosofía en Loyola, España para comenzar a planear la fundación de la carrera de arquitectura en la Uni-
y en Ysleta College, EUA y versidad Iberoamericana.16 El doctor Pardinas fue un hombre visionario que
Teología en la Universidad tenía una gran apertura hacia todas las áreas del conocimiento, esto le permi-
Gregoriana de Roma. De- tía tener una perspectiva global del mundo, de ahí su interés de formar a los
cano del Departamento de universitarios en esa línea del pensamiento. Él pensaba que los arquitectos
Ciencias Políticas y Socia-
les de la UIA ; profesor de
iban a tener un papel protagónico en el desarrollo del México moderno, por
Metodología y Estadística; tal motivo, tuvo un especial interés en fundar esa carrera. Por otra parte, hay
profesor de Temas Orien- que señalar que en esa época la carrera de Arquitectura en la Escuela Nacio-
tales y Antropología; funda- nal de Arquitectura estaba “saturada“ “con un cupo tope de 1000 alumnos“
dor de la revista Comunidad. por lo que la carrera en la Universidad Iberoamericana, surgía además, como
Autor de: Tablas para Ex-
una necesidad y complemento necesario, ante la creciente demanda de
perimentos Estadísticos (Mé-
xico, 1983); Metodología y alumnos en esa licenciatura.17
Técnicas de Investigación Fue así, que el doctor Pardinas se propuso crear esta escuela con un
en Ciencias Sociales (Mé- enfoque más humanístico; el proceso para lograrlo fue largo ya que se formó
xico, 1989); Orientaciones un Consejo Consultivo, encabezado por Augusto H. Álvarez, con arquitectos de
de Valor en algunos Estu- renombrado prestigio como: Enrique Carral, Enrique de la Mora, Ricardo de Ro-
dios Académicos Contem-
poráneos sobre Filosofía del
bina, y Vladimir Kaspé, además de que fueron invitados profesionistas de
Hombre (Tesis para optar al otras áreas, lo que enriqueció el ambiente académico. Este grupo compro-
título de Etnólogo, espe- metido se reunió durante dos años aproximadamente, una vez por semana,
cialización en Antropología por lo general en casa de Enrique de la Mora, para discutir y planear el plan
Social, México, 1963); Un de estudios. Cabe anotar, que en estas juntas las esposas de los arquitectos
Puente de Bambú (México,
“principalmente Tatiana de la Mora, Delfina Fuentes de Álvarez y Carmen
1982); Relaciones Diplomá-
ticas entre México y China Carral“ jugaron un papel importante, ya que tomaban notas y apuntes de lo
1895-1946 (México, 1982). que se comentaba en estas reuniones.
Tomado del Diccionario Po- Desde el comienzo del proyecto, el doctor Pardinas decidió que el arquitec-
rrúa, Historia, Biografía y to Álvarez sería el primer director de la carrera (1955-1957), por tal motivo
Geografía de México, Mé- éste último viajó a los Estados Unidos para conocer algunas universidades y
xico, Editorial Porrúa, Sexta
Edición, 1995.
sus planes de estudio. Visitó el Instituto Tecnológico de Massachussets y la
16
La Universidad Iberoa- Universidad de Harvard, donde contactó a Walter Gropius, que en aquellos
mericana fue fundada por años era decano de la carrera de Arquitectura, y con el cual estableció una
los Jesuitas en la Ciudad de relación amistosa.
México oficialmente el 7 de Cabe anotar que, paralelamente a la carrera de arquitectura, el doctor
marzo de 1943. Surgió co-
Pardinas había promovido la fundación de las carreras de Historia del Arte
mo una Universidad privada
y católica. (1953), y Artes Plásticas y Diseño (1956) dirigida por Mathias Goeritz que,
17
Datos encontrados en junto con Arquitectura, formarían un todo integral: el Departamento de Arte,18
un documento s.f. que se en- mismo que se ubicó en la calle de Palmas (hoy Diego Rivera) No. 50, en San
cuentra en el Acervo Histó- Ángel Inn, en el edificio que hoy ocupa el conocido restaurante del mismo
rico de la Biblioteca Francis- nombre, donde permanecieron hasta 1962. En ese año se cambiaron a Co-
co Xavier Clavigero de la
Universidad Iberoamericana.
yoacán, a la calle de Zaragoza No. 84 “que era la casa de ejercicios de los je-
18
La carrera de Diseño suitas“ donde se instalaron hasta 1963, cuando se inaguró el conjunto escolar
Industrial en un principio es- de la Universidad Iberoamericana en Cerro de las Torres No. 395.
tuvo integrada a nivel téc- La carrera de Arquitectura se fundó oficialmente el 28 de febrero de 1955,
nico con la carrera de Artes aunque desde el 15 de este mes habían iniciado las clases. A la inauguración
Plásticas; fue en 1959 que
asistió el doctor Nabor Carrillo “Rector de la Universidad Nacional Autóno-
se desliga y se funda como
escuela independiente. Des- ma de México“, y en nombre de la Universidad Iberoamericana el doctor
de 1968 aparece la carrera de Felipe Pardinas como Director del Departamento de Arte, entre otros per-
Diseño Gráfico. sonajes. En ese primer año se inscribieron 45 alumnos,19 los cuales contaban
I. APUNTES DE UNA BIOGRAFÍA 11

con una excelente planta de maestros, como los del taller de Composición:
Augusto H. Álvarez,20 Enrique Carral, Ramón Torres y Héctor Velázquez. Las
otras materias de este primer semestre fueron: Historia de la Arquitectura,
Taller de Historia de la Arquitectura, Iniciación al Estudio de la Arquitectu-
ra, Matemáticas, Mecánica, Dibujo del Natural, Educación Plástica, Superficie
y Geometría Descriptiva.21 Cabe destacar la presencia del doctor Mathias
Goeritz como profesor de Dibujo al Natural, el cual era un personaje totalmen-
te opuesto a la personalidad de Augusto H. Álvarez, sin embargo, a pesar de
las diferencias que existían entre ellos, hubo un total respeto en su relación.
Así, aunque el plan de estudios era el mismo que el de la Escuela Nacio-
nal de Arquitectura “ya que la carrera estuvo incorporada a la UNAM hasta
1972, año en que se logró la autonomía“, este plan agregó una serie de ma-
terias como Historia de las Religiones, el idioma Alemán, Historia de la Ar-
quitectura Mexicana, entre otras, que complementaban esa educación integral
que el doctor Pardinas había establecido como prioridad.
El arquitecto Álvarez fue muy riguroso en la aplicación del plan de estudios;
realmente adquirió el compromiso que el doctor Pardinas le encomendó, y no
hay duda que cumplió su misión satisfactoriamente. Fue más allá de ser un
simple maestro para las primeras generaciones, pues varios de ellos se con-
viertieron en muy buenos amigos, sólo menciono algunos de la primera gene-
ración: Francisco Serrano Cacho, los hermanos Martha Elena y Luis Campos
Newman, Jaime Pérez Nájera, Gerardo Rodríguez, Manuel Gómez, Antonio
Musi, Jose Luis Creixell, Iván Saldaña, José R. Nava, Carlos Vázquez Medi-
na, Ignacio Cortina, José Ignacio de Abiega Sordo; además otros alumnos de
las subsecuentes generaciones como Luis Guerrero y Fernando Rovalo.

Manuel Martínez Páez,


Enrique del Moral y
Walter Gropius en el
taller de Campos Eliseos
No. 432. Comida con
motivo del VII Congreso
Panamericano de
Arquitectos, 1952.

19
Documento s.f. que se
encuentra en el Acervo His-
tórico de la Biblioteca Fran-
cisco Xavier Clavigero de la
Universidad Iberoamericana.
20
Dio clases de compo-
sición en la Universidad Ibe-
roamericana de 1955 a 1961
y de 1967 a 1969.
21
Estos datos fueron to-
mados de las calificaciones
del primer semestre de la ar-
quitecta Marta Elena Cam-
pos Newman.
12 AUGUSTO H. ÁLVAREZ. ARQUITECTO DE LA MODERNIDAD

Arquitectos Enrique El concepto de un taller de arquitectura


Carral Icaza, Manuel
Martínez Páez y Augusto
La oficina de Augusto H. Álvarez fue siempre un taller, si por esto entendemos
H. Álvarez, 1952.
un lugar de trabajo y aprendizaje bajo la influencia de un maestro. En su ofi-
cina “construida en 1950 en la calle de Campos Elíseos No. 432“ y después
en la calle de Lazcano No. 20 en 1981, prevaleció el concepto de trabajo en
equipo como parte de la filosofía de la firma. Allí se trabajaba de manera
concentrada, seria y profesional, pero se admitían el buen humor y las bro-
mas, que muchas veces él mismo propiciaba; igualmente, era un sello del
despacho el buen café, preparado en las tradicionales cafeteras italianas. Se
sentaba solo en su restirador, en una esquina al fondo del taller, y junto con
los otros integrantes trabajaba por horas, acompañado de sus plumones “para
marcar las distintas claves de sus croquis“ lapiceros, papeles cuadriculados
y “albanenes“. Era un jefe que imponía respeto, pero no era distante. Se in-
volucraba en el ambiente de la oficina, que en ocasiones interrumpía para
hacer comentarios sobre algún edificio, arquitecto, noticia o sus experien-
cias de viajes; eran conversaciones que se convertían en enseñanzas. Procu-
raba ir más allá de un trato meramente profesional:
I. APUNTES DE UNA BIOGRAFÍA 13

...trato de ser lo más humano posible con la gente que me rodea en mi taller, 22
María Teresa Gómez
donde la convivencia es algo extraordinario; los que ahí estamos no somos perso- Mont, “Galardonará el Pre-
nas de cuento, somos gente viva, común y corriente que comparte todo, hasta lo sidente Miguel de la Madrid
más insignificante como tener hambre o sueño.22 con el Premio Nacional de
Arquitectura a Augusto Álva-
rez“, Novedades, 15 de junio
Una característica muy significativa del taller era el trabajo en estrecha co- de 1984.
laboración con otros profesionales de la arquitectura y la ingeniería, técnicos
calculistas, especialistas en instalaciones, y con “maestros“ de la construcción,
la herrería, y demás disciplinas afines. De ahí la importancia de las célebres
y animadas “juntas“ en su despacho, destinadas a analizar, discutir y acor-
dar distintas ideas, propuestas y soluciones a innumerables proyectos e ini-
ciativas de trabajo.
Desde los años cincuenta, Augusto H. Álvarez formó un conjunto muy am-
plio de asociaciones profesionales, según los distintos proyectos, lo cual le
dio a su taller y a la firma de arquitectos y profesionales reunidos en torno a él
una enorme fortaleza, capacidad y flexibilidad para emprender numerosos y
variados compromisos de trabajo de diseño arquitectónico. Estas asociaciones
abiertas constituyen uno de los razgos más sobresalientes de su constante
búsqueda para innovar las formas de trabajar y de producir una buena ar-
quitectura, acorde con sus ideas y con su tiempo.
No le gustaba la gente banal, prefería rodearse de personas serias, inte-
ligentes y trabajadoras. Era un hombre seco y cálido a la vez, que creaba la-
zos afectivos duraderos e impulsaba a los demás a superarse; su fuerte per-
sonalidad tenía un especial magnetismo, rodeado de sencillez y modestia.
Conocido afectivamente como “Augusto“, fue querido y respetado por todos
aquellos que lo trataron, quienes se refieren a él como un verdadero caballero.
En el taller, sólo comentaba los proyectos con sus socios y con los di- Apunte perspectivo del
bujantes, quienes interpretaban los apuntes que encerraban toda la infor- Centro de la Industria
mación del proyecto: (ca. 1947).
14 AUGUSTO H. ÁLVAREZ. ARQUITECTO DE LA MODERNIDAD

23
Escrito de Augusto H. ... los croquis que realizo, yo los entiendo y algunos de mis cercanos colaborado-
Álvarez, s.f., Archivo Augus- res quizá también. Pues algunos esquemas son en realidad un todo, porque en
to H. Álvarez, Facultad de una sola expresión expreso muchas cosas como plantas, cortes y alzados [...].
Arquitectura, UNAM.
Representan una ‘taquigrafía’ personal como un proceso rápido para fijar un pen-
24
Otros importantes so-
cios y colaboradores fueron: samiento.23
Ricardo Flores Villasana,
Carlos Alvarado, Octavio A lo largo de su trayectoria, se asoció con distintos arquitectos: Manuel
Sánchez, José Luis Creixell, Martínez Páez, Juan Sordo Madaleno, Enrique Carral Icaza, Héctor Meza,
Salvador Ortega, Carlos Jorge Flores Villasana y José Adolfo Wiechers, entre los principales,24
Maisterrena Sada, Juan Pa- igualmente, se asoció con su hijo, Augusto F. Álvarez, quien fue director ge-
blo Flores Camarillo, Sergio
Luis Cardoso, Luis Guerrero,
neral del despacho desde 1982. Es importante señalar que la firma de Augus-
etcétera. En el libro de Au- to H. Álvarez Arquitecto y Asociados S. C. amplió sus horizontes y efectuó,
gusto H. Álvarez. Arquitecto además del diseño arquitectónico, diseño de interiores y diseño gráfico, entre
y Asociados S. C., se en- otras actividades, para lo cual participó su hijo, Manuel Álvarez Fuentes,
cuentra una lista detallada diseñador industrial. De la misma manera, se relacionó para algunos proyectos
de sus socios, asociados, co- con firmas extranjeras de renombrado prestigio como: Perkins & Will
laboradores, miembros del
taller, su equipo de adminis-
Partnership de Chicago; Pei, Cobb, Freed & Partners de Nueva York; Kohn,
tración y fotógrafos. Pedersen, Fox (KPF) de Nueva York y Gensler Associates de Houston.
Augusto H. Álvarez disfrutaba del trabajo en conjunto, pues estaba con-
vencido de que la mejor enseñanza se encuentra en la convivencia. Estas
colaboraciones se dieron en un diálogo continuo y en un ambiente de mutuo
respeto. Por el taller transitaron innumerables estudiantes que aprendieron el
oficio y recibieron el beneficio de la experiencia y la convivencia del trabajo
en equipo. Con el tiempo, varios de ellos se convirtieron en renombrados ar-
Croquis de mueble quitectos que guardan un grato recuerdo y un profundo reconocimiento ha-
(ca. 1948). cia su maestro.
I. APUNTES DE UNA BIOGRAFÍA 15

La plenitud de una vida y una profesión 25


Para conocer los cola-
boradores de estas obras y
las citadas a continuación,
Debido a su personalidad y calidad profesional, pronto sobresalió en el gremio véase la Cronología de obra.
de los arquitectos. En 1952 ganó, junto con otros arquitectos, el concurso del 26
Manuel Álvarez Fuen-
Aeropuerto de la Ciudad de México (1950-1954). Como ya dijimos antes, fue tes, “Recuerdos del Arq.
invitado a diseñar con su amigo Ramón Marcos la Escuela de Comercio y Ad- Augusto H. Álvarez“, Arqui-
ministración en Ciudad Universitaria (1950-1952), al mismo tiempo que parti- tectónica, México, Universi-
dad Iberoamericana, 2003,
cipaba en uno de los edificios símbolo de la capital: la Torre Latinoamericana pp. 19-20.
(1950-1956).25 A partir de entonces, ganó varios concursos y su carrera pro-
fesional tuvo una vertiginosa trayectoria.
El arquitecto Álvarez se distinguió por ser un hombre discreto, serio y dis-
tinguido; en su conversación eran recurrentes las palabras oportunas y ati-
nadas, y en su figura delgada sobresalían sus manos largas y expresivas. Se
caracterizó por ser un lector curioso y dedicado, al que le interesaban, sobre
todo, las obras de historia que abordaran o explicaran las distintas ideas y
concepciones del mundo antiguo, románico, renacentista y moderno. Fue un
viajero incansable que disfrutaba planear y preparar minuciosamente sus
viajes, con la invaluable ayuda de su esposa, los cuales realizó invariablemen-
te con su cámara y una libreta de apuntes. En 1958 fue por primera vez a Eu-
ropa en barco, en compañía de su esposa y de una pareja de familiares;
viajaron durante seis meses por diversos países, visitando numerosas obras
importantes de arquitectura, incluso fueron a la Hoschule fur Gestaltung de
Ulm, en Alemania Occidental, relacionada con la Bauhaus, de la cual quedó
gratamente impresionado.26 A esta experiencia enriquecedora le seguirían Croquis de sillón
otros viajes por diversos países; sin embargo, confesó que esta primera (ca. 1948).
16 AUGUSTO H. ÁLVAREZ. ARQUITECTO DE LA MODERNIDAD

Maqueta de trenes excursión fue definitiva para aquilatar la arquitectura de su país y observar de
de Augusto H. Álvarez. cerca la que lo había impactado desde estudiante. En los años cincuenta, y
principios de los sesenta, construyó obras relevantes, apegadas a un estricto
racionalismo, tales como el Banco del Valle de México, en Juárez No. 100
(1955), la Universidad Iberoamericana (1961-1963) y el edificio para la In-
mobiliaria Jaysour (1961-1964).
En 1961, se mudó con su familia de la calle de Simón Yarto No. 39 a la ca-
sa de Lazcano No. 20, donde vivió hasta sus últimos días, y continuó un pro-
yecto que había comenzado en 1947, con el nacimiento de su hijo Augusto:
la maqueta de trenes eléctricos a “escala H0“, que formó parte indisoluble de
su vida, a la cual le dedicó muchas horas de su tiempo, los domingos por las
tardes, y cuando el ritmo de trabajo se lo permitía: “descansar haciendo
adobes“, diría Tomás García Salgado.27 Se trataba de un proyecto que no de-
Tomás García Salgado,
27 bía tener fin, en el que se vieron involucrados sus hijos, primero como obser-
Augusto H. Álvarez, Discur- vadores, luego como ayudantes y después disfrutando las pistas de coches
so, reflexión, ensayo, obras, de carreras que trazó su papá. En un cuarto de la casa ubicó la gran maque-
currículo, México, Futura Edi- ta con las vías de los trenes, viviendas, hotel, estaciones, carboneras, puentes,
tores, s.f. (publicación prepa-
rada al recibir Augusto H. Ál-
hacienda henequenera e iglesia románica, además de los distintos modelos
varez el Premio Nacional de de trenes, tanto de carga como de pasajeros; igualmente, algunos importantes
Arquitectura en 1983), México. personajes a escala formaban parte imprescindible de la maqueta, por men-
I. APUNTES DE UNA BIOGRAFÍA 17

Croquis para la
maqueta de trenes
(ca. 1950).

Croquis para la maqueta


de trenes y edificio
(ca. 1950).

cionar lo más importante. Él mismo se planteaba los programas y construía


pacientemente los elementos del mundo imaginario y privado que había dise-
ñado, pleno de ingenio y destreza, y que sólo interrumpió algunos meses an-
tes de su fallecimiento.
A mediados de la década de los sesenta, su espíritu inquieto y abierto a las
innovaciones tecnológicas adoptó el concreto armado aparente como un reto
más; así experimentó nuevos sistemas constructivos que dieron como resul-
tado obras valiosas en su entorno. Esta década y la siguiente fueron de inten-
sa actividad para el taller, aunque para ese entonces ya habían construido
18 AUGUSTO H. ÁLVAREZ. ARQUITECTO DE LA MODERNIDAD

decenas de casas, edificios de departamentos y de oficinas. Así, proyectó el


Centro Nacional de Investigación y Enseñanza Agrícola en Chapingo (1964-
1967), las oficinas para IBM (1970-1972), las oficinas de la Mitra (1970-1973),
y las oficinas para la compañía de seguros La Interamericana (1968-1971).
Paralelamente a este intenso trabajo, construía su mundo particular en torno
a sus familiares, los amigos y las aficiones que complementaban su vida, co-
mo los automóviles que desde chico le apasionaron. Construyó distintos mode-
los a escala, desde los famosos modelos Ford T hasta los Fórmula Uno. En
1959, asistió a la Exposición de la Industria Italiana en el Auditorio Nacional,
como consecuencia de esta exhibición, compró en 1960 su primer Alfa Romeo,
modelo Julieta Sprint, cuyo diseño lo cautivó; y en 1961 y 1962 dos converti-
bles, modelos Julieta Spider, el último de los cuales siempre conservó.28 A esta
afición, le acompañó su gustó por velear. En el año de 1972 terminó su casa en
Valle de Bravo, desde entonces navegar en el lago en compañía de sus fa-
miliares y amigos se convirtió en uno de sus pasatiempos favoritos.29 A par-
tir de esa época, disfrutó los fines de semana entre la Ciudad de México y Valle
de Bravo, donde construyó un buen número de casas y pasó momentos muy
gratos. Gozaba la vida y el trabajo, en plena madurez profesional, estaba
consciente de su producción, tanto de los logros como de las fallas, de las cua-
les siempre aprendió para transformarse a sí mismo.

Las últimas décadas de su vida

Las diversas sociedades profesionales por Augusto H. Álvarez determinaron,


hasta cierto punto, las etapas de su trayectoria. En los primeros años de la
década de los setenta se asoció para participar en un concurso con los co-
nocidos arquitectos, Juan Sordo Madaleno y José Adolfo Wiechers; los tres
obtuvieron el primer lugar en el Centro Operativo Bancomer, Coyoacán (1974-
1976). A esta obra le siguieron otros proyectos y concursos, con estos y con
otros socios, que se caracterizaron por el predominio del cristal y el manejo
del concreto aparente. En esta época realizó el edificio para las oficinas cor-
porativas de Transportación Marítima Mexicana (1981-1984), e hizo la am-
pliación de la Escuela Bancaria y Comercial (1987-1989).
El taller de Augusto H. Álvarez se vio afectado “como la gran mayoría de
los despachos y arquitectos de la Ciudad de México“ por el sismo de sep-
tiembre de 1985, a raíz del cual se interrumpieron o cancelaron varios pro-
yectos y concursos. Fue una época difícil, más aún porque en estas fechas
tuvo problemas de salud que le impidieron continuar con el intenso ritmo de
trabajo que lo había caracterizado; por este motivo, en esta última década
de su vida estuvo pendiente del taller, pero únicamente como asesor o con-
sultor. Apoyó de manera decidida a su hijo Augusto, que ya tenía una sólida
trayectoria y una amplia experiencia, para que asumiera el cargo de Director
General de la firma. En estos últimos años el taller llevó obras relevantes
como la Plaza Corporativa para el Grupo Nacional Provincial (1990-1995),
en la colonia Campestre Churubusco, el edificio Quadro Magno en Santa Fe
(1992-1994) y el edificio en Palmas No. 1005 (1994), entre otros.
Augusto H. Álvarez siempre estuvo abierto a los cambios y a las inno-
vaciones tecnológicas que modificaban la vida cotidiana. En su momento, se
Manuel Álvarez Fuen-
28 compró la máquina de escribir más moderna, y así, sucesivamente todos los
tes, “Recuerdos“, op. cit., pp. aparatos y equipos que ayudaban a simplificar el trabajo, como las copiadoras
30-31. y el fax; fue uno de los más entusiastas cuando aparecieron las computado-
29
Arquitectura México, No.
ras en los talleres de arquitectura. En 1985, la oficina se adaptó para recibir la
100, México, abril-julio, 1968.
30
Manuel Álvarez Fuen- nueva tecnología. Mantuvo viva su capacidad de asombro con estas máqui-
tes, “Recuerdos“, op. cit., nas, que nunca sustituirán el poder creativo del hombre, y se sorprendió aún
pp. 33-34. más cuando vio trabajar el plotter con sus trazos aparentemente aleatorios.30
I. APUNTES DE UNA BIOGRAFÍA 19

31
Graciela de Garay, His-
toria oral..., op. cit., p. 11.

Alfa Romeo de
Augusto H. Álvarez.

Uno de sus últimos proyectos fue regresar a su natal Yucatán, para pasar
las temporadas de invierno en compañía de su esposa. Esta idea surgió des-
pués de haber sido invitado por el Colegio de Arquitectos de Yucatán a dictar
algunas charlas; volver a sentir algunos de los patios y espacios de su primera
infancia lo conmovió profundamente, por ello compró una casa de finales del
siglo XIX, cerca de la ermita de Itzimná, en Mérida, y la remodeló con la cola-
boración del arquitecto emeritense Enrique Duarte Aznar y con su hijo Augus-
to F. Álvarez. Lamentablemente, por problemas familiares y de salud, no la
disfrutó como hubiera deseado. Murió cuando tenía 80 años de edad, el 29
de noviembre de 1995.
A lo largo de su vida recibió numerosos premios y distinciones, como el
Premio Nacional de Arquitectura de la Asociación de Ingenieros y Arquitec-
tos, en 1983; el Gran Premio de la Academia Nacional de Arquitectura, en
1988, y el Premio Anual de la Academia Mexicana de Arquitectura, en 1990,
entre los principales. Además, ganó varios concursos; nunca hablaba de sus
premios ni le gustaba asistir a las ceremonias, prefería que su obra hablara
por sí sola. Por más de cincuenta años se dedicó a la arquitectura, que para
él fue la esencia de su existencia, y que compartió con su familia y sus amigos.31 Augusto H. Álvarez
en su despacho
Augusto H. Álvarez fue un hombre ejemplar por su trabajo, sencillez, dis- (ca. 1984).
ciplina, sobriedad y honradez. Quienes lo conocieron lo estimaron de ver- Foto: Augusto F. Álvarez.
dad y lo admiraron por su permanente compromiso ante la vida. (Página siguiente).
II
Las primeras obras

Una nación en desarrollo y la arquitectura

En los años cuarenta se consolidaron los proyectos políticos en la vía del


desarrollo capitalista. El país comenzó una franca carrera hacia la indus-
trialización que repercutió directamente en las ciudades, al sufrir un cambio
notable en su estructura y extensión, aumentando su población y sus re-
querimientos. La Segunda Guerra Mundial promovió la expansión de la eco-
nomía mexicana, ya que se comenzaron a fabricar productos que antes se
importaban, tales como electrodomésticos, textiles, alimentos, químicos y pa-
ra la industria de la construcción. Se impulsaron empresas como Altos Hornos,
Hojalata y Lámina, Cementos Anáhuac y la compañía de asbestos y techos
Eureka.1
La obra pública se promovió al mismo tiempo que se expandió la iniciativa
privada, lo que dio como resultado una proliferación de edificios, en especial
las construcciones para la vivienda, la salud, la docencia, el comercio y la
administración.
Existía una aparente estabilidad política y social, y las relaciones entre el
Estado y el clero comenzaron a mejorar considerablemente cuando el pre-
sidente Manuel Ávila Camacho se declaró católico en 1940. Hacia 1939, el
Partido Acción Nacional se consolidó como la primera oposición seria al parti-
do oficial. El desarrollo del país estuvo acompañado por cierta inquietud y el
malestar de un sector de la población, porque los propósitos iniciales del mo-
vimiento revolucionario, como el impulso democrático, la justicia social, la
mejora económica, el afán nacionalista o la cruzada educativa, ya no eran
tan sólidos. Al mismo tiempo, las inversiones extranjeras y las vanguardias
eran acogidas y asimiladas en los diversos sectores culturales de la sociedad.
La capital del país se iba transformando ante los cambios vertiginosos y
hacia finales de los cuarenta contaba con tres millones de habitantes. En
1946, el partido oficial se presentaba con nuevas siglas: PRI; poco tiempo
después subiría al poder el primer mandatario civil emanado de la Revolución
Mexicana: Miguel Alemán Velasco, y con él la Revolución Institucional. Este
presidente procuró la modernización del campo, impulsó la industria de la
construcción que tuvo un desarrollo sin precedentes; se tendieron varios mi-
les de kilómetros de carreteras, se impulsó el turismo, y la economía creció,
aunque no fue la mayoría de la población la que recibió los beneficios.
En la Ciudad de México se realizó una campaña de embellecimiento y
expansión de sus vías de comunicación en algunos sectores, como la apertu-
ra de la avenida División del Norte, la ampliación de la avenida de los Insur-
gentes para entroncarse con la carretera a Cuernavaca y la creación del Via-
ducto Miguel Alemán, una de las vías rápidas e importantes de la ciudad.
Lo sucedido en el ámbito económico y social se reflejaba claramente en la
arquitectura: durante la década de los cuarenta los arquitectos mexicanos 1
Enrique Krauze, El se-
egresados de la Academia de San Carlos y del Instituto Politécnico Nacional xenio de Ávila Camacho,
tenían un camino que compartir ante los problemas y necesidades del país. México, Editorial Clío, 1999,
Los preceptos del Movimiento Moderno, simbolizados por las enseñanzas de pp. 76-77.
22 AUGUSTO H. ÁLVAREZ. ARQUITECTO DE LA MODERNIDAD

Le Corbusier, y los de los otros paradigmas de la arquitectura internacional,


como Walter Gropius o Mies van der Rohe, influyeron de manera definitiva en
2
Aunque aquí sólo se
la arquitectura mexicana.2 El racionalismo, que postulaba que el razonamien-
mencionan, por la influencia to lógico debía presidir cada uno de los pasos en el proceso de diseño, co-
definitiva en los arquitectos menzó a ser asimilado por los arquitectos mexicanos e interpretado de
mexicanos, aquellos para- múltiples maneras.
digmas racionalistas que por Se construyeron numerosos edificios que paulatinamente ayudaron a trans-
décadas se convirtieron en
formar la capital. La modernidad y el desarrollo del país quedaron re-
los principales protagonistas
del Movimiento Moderno, la presentados, entre otros factores, por las construcciones “altas“ en el género
historiografía más reciente habitacional, pero sobre todo en el de las oficinas, que tuvieron una gran
acepta que la modernidad se demanda respondiendo a las necesidades del país. Al mismo tiempo, se
manifestó de múltiples mane- comenzaron dos grandes conjuntos: el Centro Médico Nacional y la Ciudad
ras con otros protagonistas y Universitaria, donde quedarían reflejados los adelantos tecnológicos y la
otros enfoques. Sólo habría
que nombrar a Eric Mendel-
arquitectura de la época.3
sohn, Antonio Sant´Elia o
Kasimir Malévich, entre mu- La modulación como una forma de proyectar
chos otros.
3
Esta década fue signi- Desde el inicio de su vida profesional, Augusto H. Álvarez estuvo inserto en el
ficativa, entre otros motivos,
racionalismo, el cual pugnaba por una clara distribución interna, circulacio-
por el proyecto del Plan
Nacional de Construcción de nes coherentes, suficiente ventilación, costos controlados y soluciones óp-
Hospitales (1943-1946), que timas, entre otras premisas; para lograrlo, la modulación, y por lo tanto la
dejó valiosos ejemplos por estandarización, eran las soluciones idóneas. Conoció a fondo la obra y los
todo el país; uno de ellos, el textos de Le Corbusier, en especial el libro de Hacia una arquitectura publicado
Hospital la Raza, en el Dis- en 1923, leído por todos los arquitectos de la época, en el cual, entre varias
trito Federal (1945-1952), de
Enrique Yáñez. También es
ideas centrales, el autor proponía la estandarización y la modulación de la
importante señalar al Hos- vivienda.4 De la misma forma, leyó los escritos donde Walter Gropius plantea-
pital General Manuel Gea ba las posibilidades que ofrecía la unión de la máxima estandarización con la
González (1942) y el Club mayor variabilidad.5 Finalmente, fue un seguidor de la obra de Mies van der
Mundet (1943), en el Distrito Rohe, quien se preocupó por expresar el espíritu de la época, experimentar
Federal, de José Villagrán
con las posibilidades de los materiales y utilizar los adelantos técnicos de su
García. Otras obras rele-
vantes fueron las de Mario era. Mies utilizó la modulación, desnudó los materiales, depuró a la arqui-
Pani, como la Unidad Habi- tectura de la ornamentación e influyó en cientos de arquitectos en numerosos
tacional Presidente Alemán países. En México tuvo varios seguidores, el principal fue el arquitecto Álva-
(1940-1950), la Escuela Na- rez, además de Juan Sordo Madaleno, Ramón Marcos, Héctor Velázquez,
cional de Maestros (1945), el Ramón Torres y Jaime Ortiz Monasterio, quien afirmaría que Mies era el mo-
Conservatorio Nacional de
Música (1946) y el Hotel Pla-
delo que se empecinaban en seguir en aquellas décadas.
za (1945). De igual importan- En México, el tema de la modulación había sido de interés y debate. En las
cia fue el Instituto Mexicano Pláticas de Arquitectura de 1933, el de la estandarización tuvo distintos pun-
del Seguro Social (1946- tos de vista. El arquitecto Salvador Roncal expresó que, al estar inmersos en
1950), de Carlos Obregón el periodo de la técnica, la arquitectura debía suprimir todo aquello que fuera
Santacilia.
capricho, variedad inútil y frivolidad, lo que conducía a la estandarización, la
4
Le Corbusier, Hacia una
arquitectura, Buenos Aires, cual, afirmaba acertadamente, unificaba los métodos de producción y permi-
Poseidón, 1978. tía la continuidad de un mismo trabajo en lugares distintos.6
5
Walter Gropius, citado en La modulación era un método conocido, pero las propuestas dependieron
Hans M. Wingler, La Bau- de la habilidad del arquitecto, de su eficacia como constructor, de su profe-
haus, Weimar, Dessau, Ber- sionalismo y honradez en el manejo de los costos y, sobre todo, de su curio-
lín, 1919-1933, Barcelona,
Gustavo Gili, 1962, p. 251.
sidad, conocimientos, talento e imaginación.
6
Pláticas sobre Arquitec- Desde su época de estudiante la modulación llamó poderosamente la aten-
tura 1933, CONACULTA-INBA, Mé- ción de Álvarez porque representaba una forma sencilla, congruente y racional
xico, 2001, p. 48. para proyectar, estaba seguro de que el futuro de la arquitectura se basaría
7
“La enseñanza del dise- en la estandarización. Una de sus influencias tempranas, como se ha mencio-
ño: Mesa Redonda“, Cuader-
nado, fue Juan O´Gorman, entre otros motivos, por el uso del módulo de 30
nos de arquitectura y docen-
cia, No. 2, México, Facultad centímetros que utilizó en varias de sus obras.7
de Arquitectura, UNAM, octu- Apoyado en las ideas existentes de este sistema, comenzó a realizar los
bre de 1986, p. 16. primeros intentos de proyectar con base en un módulo. Estaba convencido
II. LAS PRIMERAS OBRAS 23

Casa en San Jerónimo,


México, D.F. 1952.
Dibujo: Ricardo Flores
Villasana.

Apuntes de edificio
(ca. 1950).

de las ventajas de las medidas inglesas; las adoptó porque mantienen una
coherencia con el ser humano, y a la vez determinaban las dimensiones de
los materiales industriales como el acero, el cristal y la madera. De esta ma-
nera, el pie, es decir 30.5 cm se convirtió en la unidad de la cual partió para
explorar con innumerables combinaciones, como 61 cm, 1.22 m o 2.44 m.
Este sistema le permitía evitar el desperdicio de los materiales, y por lo tanto
un ahorro considerable de dinero para el propietario; a la vez, propiciaba que
todas las partes del edificio se relacionaran entre sí, tanto en planta como en
alzado. Con la modulación, Augusto H. Álvarez estableció sus propias con-
diciones de diseño:

...modular, no cuadricular, es un modo de sentir las dimensiones, de proporcio-


nar, de relacionar las partes con el todo y viceversa, que responde a una voluntad
de orden y a un deseo de integración; que es adaptable a cualquier dimensión sea
abstracta o fijada analíticamente, pero siempre a escala con el hombre y la indus- 8
“Una obra, una postura“,
tria. A muchos podrá parecerles inflexible pero a mí me permite establecer un rit- Calli, No. 29, México, septiem-
mo y una armonía.8 bre-octubre de 1967, p. 34.
24 AUGUSTO H. ÁLVAREZ. ARQUITECTO DE LA MODERNIDAD

Apuntes casa El módulo no limitaba la composición arquitectónica del arquitecto Álva-


habitación (ca. 1950). rez, era una herramienta de trabajo mediante la cual lograba las proporciones
adecuadas en sus proyectos, un medio que le permitía expresar sus ideas:

El módulo para mí, creo que para muchos que lo manejan, es exactamente lo mis-
mo que el papel pautado para el compositor; el papel pautado no es la composi-
ción ni tampoco está regulando la composición musical, simplemente está indican-
do una manera de expresar, una manera de trabajar o una manera de poder poner
en el plano, por decirlo de alguna manera, lo que uno pretende decir o hacer.9

El diseño ortogonal fue permanente durante su trayectoria profesional, don-


de sobresalió el orden, la funcionalidad y la austeridad. Dominaba los planos
cartesianos en su mente, y a través de ellos imaginaba los espacios que plas-
maba en el papel para después edificarlos. Para él, la obra estaba terminada
cuando solucionaba hasta el último detalle en el papel:

...una obra está acabada, en el momento en que sale el último plano positivo de
esa obra, es decir, antes de que la obra termine, ya está acabada para mí, por-
que ya tengo todos los pelos en la mano, la conozco desde antes de levantarla,
eso es a mi juicio lo que es válido, en donde ya decidiste todo, ya lo tienes en la
9
“La enseñanza del di- mente.10
seño. Mesa redonda“, Cua-
dernos, op. cit., p.16.
10
Entrevista realizada por
Lucio Muniain, s.f., Archivo
Augusto H. Álvarez, Facul-
tad de Arquitectura, UNAM.
II. LAS PRIMERAS OBRAS 25

Las experiencias en el género habitacional

El inicio de una trayectoria profesional siempre es difícil, pues implica arduo


trabajo y mucha dedicación. En el caso del arquitecto, primero necesita con-
seguir el cliente, difícil tarea para un recién egresado con poca experiencia, y
luego comenzar la aventura con él para concretar sus aspiraciones en una
obra edificada. Como se ha mencionado, Augusto H. Álvarez tuvo sus prime-
ras experiencias laborables con los arquitectos que habían sido sus maes-
tros y sus enseñanzas tuvieron gran valor. De manera individual, comenzó
en 1939 con diversos trabajos en el género habitacional. En esta fecha se
asoció con Manuel Martínez Páez, arquitecto nacido en San Luis Potosí y
alumno distinguido de la Escuela Nacional de Arquitectura. Juntos efectua-
ron varios proyectos: uno de los primeros fue la casa de la calle de Ensenada
No. 53 (1939-1940), en la colonia Condesa, un ejemplo impecable de in-
fluencia lecorbusiana con un esquema compacto en torno a un “hall“ o ves-
tíbulo con escaleras centrales, al exterior se presentaba con ventanas a lo
largo y el balcón proyectado hacia la calle. De esa época también se tiene
que citar la casa en Río Pánuco No. 173 (1940-1941), con características si-
milares en su distribución, pero de tres niveles y con amplios ventanales
hacia la calle.
Mención especial merece la primera casa que realizó el arquitecto Álva-
rez para su familia, en la calle de Simón Yarto No. 39, San Ángel (1949),
Casa habitación,
localizada en un terreno irregular y con desniveles, factor que aprovechó en
Ensenada No. 53,
el proyecto. En esta obra recuperó el tradicional patio mexicano, conservó Col. Condesa,
los árboles y desarrolló el proyecto en torno a ellos. La casa la diseñó de México, D.F. 1939.
acuerdo con su forma de ser: con espacios racionales, medidos, en correspon- Foto: Guillermo Zamora.
26 AUGUSTO H. ÁLVAREZ. ARQUITECTO DE LA MODERNIDAD

Casa habitación, Río


Pánuco No. 173,
Col. Cuauhtémoc,
México, D.F.
1940-1941.
Foto: Israel Katzman.

Casa habitación,
Juan Leyva No. 125,
Col. Lomas de Virreyes,
México, D.F. 1945.
Foto: Guillermo Zamora.

dencia con las necesidades familiares, con estructura de concreto armado y


materiales locales como: piedra, tepetate, ladrillo y madera; fue una casa re-
presentativa de la época, en donde la ornamentación y los estilos quedaron
en el olvido. Sin embargo, años después comentaría que esta obra lo cansó
Entrevista realizada por
11

Lucio Muniain, s.f., Archivo


por el exceso de materiales; él deseaba algo distinto, un espacio que ma-
Augusto H. Álvarez, Facul- nifestara su forma de ser: una vivienda más luminosa, blanca y austera que
tad de Arquitectura, UNAM. construyó hasta 1961 y que más adelante se analizará.11
II. LAS PRIMERAS OBRAS 27

Casa habitación, Plantas baja y alta


Simón Yarto No. 39, de la casa habitación,
Col. San Ángel Inn, Simón Yarto.
México, D.F. 1949. México, D.F. 1949.
28 AUGUSTO H. ÁLVAREZ. ARQUITECTO DE LA MODERNIDAD

Además de su colaboración con Manuel Martínez Páez, Augusto H. Álva-


rez se asoció entre 1940 y 1947, con el arquitecto Juan Sordo Madaleno. De
esta sociedad surgieron casas y varios edificios de departamentos y oficinas
que contribuyeron a la transformación del paisaje urbano de la capital. Esta
fue una asociación profesional muy importante ya que se combinaron y comple-
mentaron muy bien las habilidades y fortalezas de ambos; no hay duda que
el talento y profesionalismo de los dos coadyuvó a la calidad lograda en los
edificios. Aunado a esta circunstancia, se sumó el interés de la familia del ar-
quitecto Sordo Madaleno como inversionistas, así como las magníficas rela-
ciones públicas y don de gentes de Juan.
Cabe recordar que de manera paralela a su labor profesional en estos
años, el arquitecto trabajó como profesor en la Escuela Nacional de Arqui-
tectura, donde impartió clases de composición hasta 1946, actividad que rea-
nudó en la siguiente década. Además de las casas mencionadas y de otros
proyectos de diversa índole, como los edificios con Juan Sordo Madaleno
que se verán enseguida, continuó proyectando de manera individual otros
trabajos. Uno de ellos fue la residencia para sus amigos Arturo y Elvira Ca-
sares, ubicada en la Ave. Desierto de Los Leones No. 227 (1950), en la cual
realizó uno de los primeros ensayos de estructura de acero aparente con lo-
sa de concreto armado, utilizando al exterior recubrimientos de piedra y
tabique. Se trataba de una vivienda de dos pisos: en la planta baja, la estan-
cia se significaba por su transparencia porque estaba delimitada por venta-
nales que permitían las vistas, por un lado hacia un jardín, y por el otro lado,
a un patio con grandes árboles. Así, logró la fusión del espacio interno con el
externo en el área social de la residencia, apegada a un estricto racionalis-
mo, pero con una particular interpretación.
Por lo general, las casas de Augusto H. Álvarez de esta época todavía no
Casa habitación, tenían una clara modulación; la estructura era de concreto armado con algu-
Simón Yarto. nos ejemplos de estructura mixta. Creó espacios cómodos y muy funcionales,
México, D.F.1949. con los servicios concentrados, los espacios sociales y privados bien jerar-
II. LAS PRIMERAS OBRAS 29

Casa habitación,
Simón Yarto.
México, D.F. 1949.
30 AUGUSTO H. ÁLVAREZ. ARQUITECTO DE LA MODERNIDAD

Casa habitación, Calzada


Desierto de los Leones
No. 227, Col. San Ángel
Inn, México, D.F. 1950.

Casa habitación, Calzada


Desierto de los Leones.
México, D.F. 1950.
II. LAS PRIMERAS OBRAS 31

quizados. Desde entonces la buena iluminación fue un factor preponderante 12


Augusto H. Álvarez rea-
en sus casas, con frecuencia utilizaba tragaluces o domos para ventilar e ilumi- lizó entre 1940 y 1950 alre-
dedor de 12 casas habitación,
nar los servicios, de esta forma evitaba su aparición en las fachadas, las cua-
y en total durante toda su
les se presentaban con pocos elementos diferenciados. Es importante señalar carrera profesional aproxi-
que la orientación no fue una de sus principales preocupaciones: prefería cap- madamente 50. Véase la
tar la luz y el sol a raudales a través de grandes ventanas.12 Cronología de obra.
13
Algunos ejemplos de
Los edificios de departamentos estos autores son: de Fran-
cisco J. Serrano el edificio
“Basurto“, en Ave. México
Uno de los géneros más prolíficos durante los años posrevolucionarios fue- No. 187 (1942-1945); de Ma-
ron los edificios de departamentos y su construcción propició la densificación rio Pani, en Río Neva No. 13
de la ciudad de México. Se construyeron varios ejemplos de calidad en la dé- (1943) y Río Balsas No. 36
cada de los cuarenta, entre ellos se pueden mencionar los edificios de Mario (1943); de Carlos Lazo B.,
Pani, Carlos Lazo Barreiro, Francisco J. Serrano y los edificios funcionalis- en Insurgentes No. 210
tas de Luis Barragán en la colonia Cuauhtémoc.13 (1941); de Luis Barragán, en
Río Lerma esquina Río Gua-
La aparición de los nuevos sistemas constructivos, en particular el concre- diana (1936-1940).
to armado y el uso generalizado del elevador, permitieron obras de más de
tres pisos. Así se incrementó el edificio en “altura“ de siete u ocho pisos. En
los años treinta, la planta baja se destinó para los comercios, pero al aparecer
el vehículo automotor, y por lo tanto la necesidad de su resguardo, este espa-
Croquis de la fachada
cio fue destinado al garaje. En la ciudad se vendieron múltiples predios irre- y perspectiva para el
gulares o en esquinas conflictivas para levantar estos edificios, cuya demanda edificio de departamentos,
fomentó su construcción de manera acelerada. Los edificios de calidad fue- Marsella No. 61-63.
ron copiados una y otra vez, no siempre acertadamente; en ellos resaltaba la Década de los 40.
32 AUGUSTO H. ÁLVAREZ. ARQUITECTO DE LA MODERNIDAD

14
Con Juan Sordo Mada- solución apegada a los cánones lecorbusianos: planta libre, fachadas apla-
leno, durante la década de nadas y pintadas de blanco o en tonalidades suaves, sin ornamentación, con
los cuarentas, construyó al-
algunos materiales aparentes como el ladrillo, piedras naturales o celosías;
rededor de nueve edificios
de departamentos, cuatro de soluciones que se fueron transformando paulatinamente hacia el predomi-
oficinas y tres casas habita- nio del cristal. Así, en este entorno construyeron sus obras Álvarez y Sordo
ción. Posteriormente se reu- Madaleno.14
nirían para efectuar otros pro- En colonias como la Cuauhtémoc, Juárez y Centro proyectaron varios edi-
yectos. ficios de departamentos, tanto para la clase media como para la de mayores
15
Graciela de Garay, His-
toria oral de la Ciudad de Mé-
ingresos, con planta libre, de concreto armado y muros divisorios, logrando
xico: testimonios vivos de una total libertad en el diseño de las plantas arquitectónicas y en el juego de
sus arquitectos (1940-1990). las fachadas. Diseñaron las columnas remetidas, respecto del paño de los
Augusto H. Álvarez, México, entrepisos, lo que propició la aparición de grandes ventanales, que no eran
Instituto José María Luis Mo- frecuentes en los edificios habitacionales. Para el arquitecto Álvarez, las ven-
ra, 1994, p. 24.
tanas pequeñas resultaban insuficientes, pues pretendía que entrara la luz y
el sol a raudales en las estancias.15 El tratamiento era distinto en las recáma-
ras que resolvieron con base en bandas continuas, y utilizaron ventanas más
pequeñas para los servicios. Asimismo, diseñaron como otros arquitectos,
balcones continuos o aislados tratados como elementos compositivos para
acentuar el claroscuro de las fachadas. Se apreciaba una arquitectura fun-
cionalista, en la que la función específica de cada habitación se reflejaba en
el exterior. En uno de estos edificios, localizado en la calle de Mississippi No.
Edificio de 31 esquina Río Pánuco (1941), el arquitecto Álvarez y su esposa vivieron los
departamentos y primeros años después de casarse.
comercios, Río
Una de las primeras muestras fue el edificio construido en la Plaza Melchor
Mississippi No. 31,
esquina Pánuco, No. Ocampo No. 50 (1943), localizado frente a lo que era un parque, junto a otros
192, Col. Cuauhtémoc, edificios de arquitectos connotados, como los de Luis Barragán, en cola-
México, D.F. 1941. boración con José Creixell y Max Cetto, y el de Enrique del Moral. Este con-
II. LAS PRIMERAS OBRAS 33

Edificio de
departamentos, Nilo,
No. 37, Col. Cuauhtémoc,
México, D.F. 1941.
Foto: Alberto Moreno
Guzmán.

Edificio de
departamentos, Plaza
Melchor Ocampo,
No. 50, Col. Cuauhtémoc,
México, D.F. 1943.
Foto: Alberto Moreno
Guzmán.
34 AUGUSTO H. ÁLVAREZ. ARQUITECTO DE LA MODERNIDAD

Edificio de departamentos,
Río Lerma No. 345, 343,
341, 339 esquina
Melchor Ocampo,
Col. Cuauhtémoc,
México, D.F. 1944.
Foto: Guillermo Zamora.

Edificio de
departamentos,
Río Lerma esquina
Melchor Ocampo,
México, D.F. 1944.
Foto: Guillermo Zamora.
II. LAS PRIMERAS OBRAS 35

Edificio de departamentos,
Serapio Rendón
esquina Alfonso Herrera,
Col. San Rafael,
México, D.F. 1947.

Planta del edificio


de departamentos,
Serapio Rendón.
México, D.F. 1947.
36 AUGUSTO H. ÁLVAREZ. ARQUITECTO DE LA MODERNIDAD

Edificio de
departamentos y
comercios, Paseo de la
Reforma esquina con
Melchor Ocampo
y Mariano Escobedo,
Col. Nueva Anzures,
México, D.F. 1947.

Edificio de departamentos
y comercios,
Paseo de la Reforma.
México, D.F. 1947.

16
Véase de I. E. Myers,
Arquitectura Moderna Mexi-
cana, New York, Architectural
Book Publishing Co., p. 131.
17
Ibídem, p. 37.
18
De esta época resalta
el edificio de oficinas en Pa-
seo de la Reforma y La Fra-
gua (1948-1950) de Mario Pa-
ni y Jesús García Collantes.
II. LAS PRIMERAS OBRAS 37

junto de fachadas, que guardaron relación entre sí


por la altura y la solución de bandas en las ven-
tanas, representaron fielmente el funcionalismo de
la época. El de Álvarez y Sordo, se distingue sobre
todo por su solución en ladrillo refractario aparen-
te y por la presencia de la terraza jardín en el úl-
timo piso.
Cerca de allí se localiza el conjunto de cuatro
edificios en la esquina de Río Lerma No. 345, 343,
341, 339 y Melchor Ocampo (1944); en él se pro-
yectaron fachadas similares para que aparecieran
como una unidad, aunque los programas eran dis-
tintos. Estas construcciones fueron una muestra
temprana de la modulación, tanto en planta como
en fachadas, recubiertas de piedra y amplios ven-
tanales de piso a techo. Cabe resaltar la solución
de la esquina en la que, por la estrechez del terre-
no, colocaron un balcón remetido que ampliaba el
panorama hacia las dos calles. De aspecto similar
en su factura es el edificio de cuatro niveles loca-
lizado en Serapio Rendón, esquina Alfonso Herrera
(1947): la planta baja fue destinada al estaciona-
miento y los tres niveles para los departamentos
fueron proyectados con grandes ventanales en la
estancia y con los balcones a todo lo largo pro-
tegiendo, parcialmente, las fachadas del sol.16
Finalmente, destacamos uno de los mejores
ejemplos: el edificio localizado en la esquina de
Melchor Ocampo, Mariano Escobedo y Reforma
(1947), en la antigua glorieta de Simón Bolívar, por
ello su forma semicircular para adaptarse a la for-
ma del terreno. Por la proximidad al bosque de
Chapultepec, se procuró que la estancia de los die-
ciséis departamentos, dos por piso, disfrutara de
la vista a través de los paramentos acristalados con
balcones en toda su extensión. Al igual que los
otros edificios de su género, se hizo de concreto
armado, con la planta libre y con las circulaciones
verticales al centro. En las fachadas laterales se
localizaron las recámaras con vanos reducidos.
Se destinó el último nivel a la terraza jardín, y la
planta baja a un comercio y al vestíbulo que so-
bresalió por la calidad de los acabados y la
ausencia de decoración.17

Los edificios de oficinas

Uno de los géneros que surgieron en la década de


los cuarenta fueron los edificios de oficinas con
comercios. El desarrollo del país, y en especial de
la capital, así lo demandaba; los bancos, las com-
Planos del edificio
pañías de seguros y las oficinas para las insti-
de departamentos y
tuciones, comenzaron a formar parte del paisaje comercios, Paseo
urbano.18 Numerosas compañías comenzaron a de la Reforma.
mudarse del centro histórico de la ciudad hacia México, D.F. 1947.
38 AUGUSTO H. ÁLVAREZ. ARQUITECTO DE LA MODERNIDAD

Edificio comercial y de colonias menos conflictivas: buscaban espacios amplios, bien iluminados y
oficinas, Morelos No. 10 ventilados que sólo los nuevos edificios les podían ofrecer. Por esta razón
esquina Paseo de la varios arquitectos se avocaron a construir estos espacios. Augusto H. Álva-
Reforma, Col. Juárez,
rez y Juan Sordo Madaleno estuvieron entre los pioneros en la construcción
México, D.F. 1946.
Foto: Guillermo Zamora. de los edificios en altura representativos del auge económico del momento.
Es importante anotar que su convencimiento de un mundo universal se ex-
tendía hacia el trabajo que se realizaba en las oficinas, y por lo tanto se re-
flejaba en la forma de resolverlas:
II. LAS PRIMERAS OBRAS 39

Planta baja y planta tipo


del edificio comercial y de
oficinas, Morelos No. 10.
México, D.F. 1946.

Edificio comercial y de
oficinas, Morelos No. 10.
México, D.F. 1946.
Foto: Guillermo Zamora.
40 AUGUSTO H. ÁLVAREZ. ARQUITECTO DE LA MODERNIDAD

19
Louise Mereles Gras, ...yo creo que un edificio de oficinas es lo mismo aquí que en otro lado. No es
“Augusto H. Álvarez. Constan- que nosotros tengamos una manera muy característica de trabajar, sino que
te búsqueda de soluciones“, tenemos, quizás, los mismos intereses que puede tener un oficinista en cual-
en Novedades, viernes 27 de quier país europeo o latino. Al americano no le importa trabajar con luz artifi-
agosto de 1993.
cial mientras que al mexicano, el latino o el francés, se preocupan por esto.
20
Graciela de Garay, His-
Me ha inquietado siempre que los lugares de trabajo sean amables, desur-
toria oral, op. cit., p. 43.
banizados, donde abunde la luz natural y exista la posibilidad de tener vistas
agradables hacia el exterior.19

El arquitecto Álvarez siempre partía de la búsqueda de las siguientes


características para diseñar estos edificios: flexibilidad en las plantas arqui-
tectónicas, lo que lograba con la planta libre y la modulación que permitían ver-
satilidad y facilidad de acondicionamiento, sobre todo buena iluminación natu-
ral, y en lo posible, vistas agradables, ya sea hacia un jardín o una plaza. Él
sabía que los espacios de trabajo donde el ser humano pasa de ocho a diez
horas laborando tenían que tener un ambiente confortable, pues gran parte de
la eficiencia depende de las condiciones físicas y psicológicas del lugar.20
Sin duda, uno de los principales edificios de oficinas que construyeron de
Edificio de oficinas para
esta época fue el ubicado en las calles de Paseo de la Reforma y Ave. More-
la compañía Gillette los No. 10 (1946), frente a la glorieta de Cristóbal Colón. Debido a que ofrecía
de México, Mariano espacios con una calidad superior a lo habitual, se convirtió en un ejemplo a
Escobedo No. 151-153. seguir. La estructura era de concreto armado con columnas, lo que daba a las
México, D.F. 1948. plantas gran flexibilidad. Este espacio continuo ofrecía la posibilidad de co-
II. LAS PRIMERAS OBRAS 41

locar subdivisiones con muros ligeros que se podían cambiar de acuerdo con Edificio de oficinas
las necesidades de cada oficina; se realizó de once niveles y planta baja de para el Centro de la
doble altura para comercios. También resultó innovadora la instalación del Industria de la Ciudad
de México, Manuel
aire acondicionado en búsqueda de un mayor confort del usuario. En las fa-
María Contreras esquina
chadas se utilizaron canteras blancas y rojo oscuro que contrastaban con la Villalongín y Sullivan,
herrería pintada de blanco.21 Este edificio sobrevive con dignidad, no obstan- Col. San Rafael,
te las diversas y desiguales modificaciones que ha sufrido en su uso. Diver- México, D.F. 1947.
sos ejemplos de estos arquitectos aparecieron en la ciudad, como el de la
avenida Insurgentes esquina con las calles de Puebla y Oaxaca; el de In-
surgentes esquina Tonalá, y el de Insurgentes esquina Monterrey, lamen-
tablemente desaparecidos.
A partir de 1947, fecha en que concluyó la primera etapa de la sociedad
con el arquitecto Juan Sordo Madaleno, el arquitecto Álvarez comenzó a rea-
lizar diversos proyectos en colaboración con el arquitecto Enrique Carral Ica-
za. En esta época temprana de su sociedad, sobresalió el edificio de ofici-
nas y comercios ubicado en un predio triangular, en las calles de Manzanillo
No. 1 esquina con Chiapas e Insurgentes (1949). Se trata de un edificio de
once niveles dividido en dos partes: el cuerpo de las oficinas con planta libre
y con la fachada principal hacia Insurgentes y otro cuerpo de servicios que se
ajusta eficazmente a la irregularidad del terreno. Resulta de interés, además
de la planta arquitectónica, la fachada de cristal ya que el juego logrado con
la cancelería se convirtió en un recurso expresivo muy interesante.
A lo largo de su vida construyó más de cincuenta edificios de oficinas, así
como remodelaciones y ampliaciones, convirtiéndose en un verdadero espe-
cialista. En las décadas siguientes ganaría varios concursos, premios y dis-
tinciones por este tipo de edificio producto de la modernidad.
21
Véase I. E. Myers, Ar-
quitectura Moderna, op. cit.,
p. 150; “Immueble commercial
à Mexico“, en L´Architecture
d´Aujourd´ hui, No. 21, París,
diciembre de 1948.
III
El apogeo de una trayectoria profesional

Algunas notas sobre el México de mediados del siglo xx

La arquitectura está determinada por múltiples factores que inciden directa


o indirectamente en su desarrollo; entre los principales se encuentran los
modos de vida, la economía y la situación política del momento, por ello para
entender el contexto en el cual Augusto H. Álvarez realizó una parte fun-
damental de su obra, es necesario presentar un breve panorama del México
de mediados del siglo XX.
La imagen del país en aquella época era la de una nación próspera: en el
sexenio de Adolfo Ruiz Cortines (1952-1958) se fortaleció la institución pre-
sidencial y se consolidó la estabilidad del sistema político mexicano. Duran-
te su gestión, se devaluó el peso de $8.50 a $12.50 por dólar para amortiguar
la aceleración alemanista y se continuó el remozamiento de la Ciudad de
México con Ernesto P. Uruchurtu como regente. El régimen tuvo pocos opo-
sitores, y los que hubo finalmente fueron reprimidos.
En la década de los cincuenta, el entorno influyó de manera muy signifi-
cativa en el ambiente ideológico que se vivía en México. Nuestro país, al
igual que la mayoría de las naciones latinoamericanas, se esforzaba por
alcanzar el progreso. Se pretendía que se desarrollara como un país urbano,
industrial y de clase media. Estados Unidos se convertía cada vez más en el
modelo a seguir, no sólo en el aspecto económico sino también en el cultural.
El consumismo de diversos productos, como los automóviles y artefactos do-
mésticos, era notorio entre la clase media mexicana, pero al mismo tiempo se
presentaba la otra cara de la moneda, mientras una parte del país cambiaba
aceleradamente, la otra permanecía en el atraso económico y el campo que-
daba en el rezago.
Durante el sexenio de Adolfo López Mateos (1958-1964) el descontento
de las clases más desprotegidas, obreros y campesinos, se manifestó, esta
vez con el apoyo de un sector estudiantil e intelectual; sin embargo las voces
inconformes fueron sometidas. La izquierda se fortaleció y tomó como pa-
radigma la revolución cubana, mientras la Iglesia renovó sus ánimos con la
Teología de la Liberación, que atendía preferentemente las necesidades de
los pobres. Por su parte, el sector empresarial mantenía un rumbo ascenden-
te; la economía del país se expandió en forma estable, entre otros factores,
porque el tipo de cambio se sostenía y las altas tasas de interés estimulaban
el ahorro interno. Se emprendieron y realizaron numerosas obras públicas y
sociales, como la aparición del ISSSTE (Instituto de Seguridad y Servicios So-
ciales para los Trabajadores del Estado) y varias unidades habitacionales. El
programa cultural apoyó la construcción de museos y la distribución gratuita
de libros de texto; en los años sesenta, el país se incorporaba al ámbito cultu-
ral internacional ampliando sus horizontes. México se convertía en el escenario Edificio comercial
y de oficinas, Manzanillo
ideal para la construcción en las grandes urbes de edificios que simboliza- No. 1, esquina Chiapas
rían el llamado “milagro mexicano“, concepto que se utilizó para denominar e Insurgentes Sur, Col.
el extraordinario ritmo de crecimiento de la economía nacional. En ese proce- Roma, México, D.F. 1949.
so Augusto H. Álvarez jugó un papel fundamental. (Página anterior).
44 AUGUSTO H. ÁLVAREZ. ARQUITECTO DE LA MODERNIDAD

La Arquitectura Internacional y las referencias en el extranjero

A partir de 1932, después de la exposición “Modern Architecture. International


Exhibition“ en el museo de Arte Moderno de Nueva York, el Movimiento Mo-
derno en la arquitectura se transformó en un lenguaje formal, dejando a un
lado sus iniciales preocupaciones sociales. Los arquitectos Philip Johnson y
Henry-Rusell Hitchcock quienes fungieron como curadores de la muestra,
eligieron las obras internacionales que representaban el espíritu de la época.1
Sin embargo, paulatinamente el repertorio formal de la llamada Arquitectura
Internacional se convertía en un lenguaje unitario que sería adoptado por nu-
merosos países. Entre otras características o nuevos códigos estéticos, este
estilo proponía el espacio acotado, es decir, el volumen puro, sin ornamen-
tación. Igualmente, señalaba el uso de la modulación para unificar los ele-
mentos constructivos. Planteaba una estructura portante, es decir, un es-
queleto de acero o concreto con el cual era posible una mayor inventiva en la
planta, porque los muros de carga prácticamente desaparecerían; de esta
manera, el espacio fluido o continuo se presentaba como una de sus prin-
cipales aportaciones. Por otra parte, la envolvente del edificio se convertía en
una protección contra las inclemencias del tiempo, y el cristal una “funda“
ideal. Esta fachada pendía de la estructura portante para provocar el efecto
de un muro cortina o curtain wall, que se enfatizaba dejando más remetidas
las columnas y fijando en placas salientes los componentes de las fachadas.2
La utilización del vidrio fue uno de los símbolos no sólo de aquella época
sino del siglo XX; este material, que separa lo interno de lo externo a la vez
que los une ópticamente, “es siempre simultáneamente límite y superación
del límite“.3 La transparencia y por lo tanto la fusión del dentro con el afuera,
y la integración de la naturaleza en el interior de las habitaciones, son resul-
tado de la utilización de este material.
Una de las primordiales figuras representativas de la Arquitectura Inter-
nacional fue el arquitecto Ludwig Mies van der Rohe quien fue un referente
1
A raíz de esta exposi-
ción se publicó el libro de fundamental para Augusto H. Álvarez pues retomó varias de las característi-
The International Style: cas del alemán para elaborar su propia arquitectura. Una de ellas fue la sin-
Architecture since 1922, ceridad estructural, es decir, partir de la tecnología como base de todo diseño
MOMA, Nueva York, 1932. artístico; Mies afirmaba que al desnudar la estructura y envolverla por una su-
2
Para ampliar la infor- til cortina de cristal se podían apreciar los principios estructurales. Otra pe-
mación sobre el muro cortina
o curtain wall, se puede con-
culiaridad fue el interés en la articulación de los miembros estructurales y las
sultar una de las ediciones juntas, así como el cuidado en los detalles constructivos. Mies desarrolló una
especiales de DOCOMOMO In- estética, a partir del ladrillo, el acero y el cristal donde el juego de reflejos y no
ternacional: Journal, No. 12, el efecto de luz y sombra era lo importante. Así, el muro de cristal sería una
Curtain Wall Refurbishment, compleja superficie reflejante sometida a una transformación permanente.4
Netherlands, julio, 1996.
Augusto H. Álvarez interpretó estas singularidades a lo largo de su trayectoria
Peter Krieger “Transparencia
y reflexión en la arquitectu- profesional y las adoptó y adaptó de manera particular, utilizando tecnologías
ra moderna“ en Paisajes ur- de construcción disponibles entonces en México y que fueran a su vez econó-
banos. Imagen y memoria, micas e innovadoras.
México, Instituto de Investi- Además de Mies, el arquitecto Álvarez conoció la obra de otros arquitectos.
gaciones Estéticas, UNAM , Ya sea directamente, porque como se ha mencionado, fue un viajero incan-
2006.
3
Udo Kultermann, La ar-
sable siempre en búsqueda de la obras de la modernidad, y al mismo tiem-
quitectura contemporánea, po, porque estaba enterado de lo que pasaba en la arquitectura a nivel mundial
Barcelona, Editorial Labor, ya que recibía varias revistas internacionales. Resulta aventurado nombrar
1969, p. 48. arquitectos o edificios de aquella época que influenciaron directamente a Ál-
4
Christian Norberg Schulz, varez, pero no hay duda que, como a muchos otros arquitectos de la época,
Arquitectura Occidental. La
el edificio The Lever House, de la firma de Skidmore, Owings & Merrill (1952)
arquitectura como historia de
formas significativas, Bar- encabezada por Gordon Bunshaft en Nueva York, fue uno de ellos, ya que se
celona, Gustavo Gili, 1983, levantaba como pionero de una nueva generación de rascacielos, con inno-
pp. 192-194. vaciones tecnológicas y formales como el tramado de la fachada y el color
III. EL APOGEO DE UNA TRAYECTORIA PROFESIONAL 45

verde oscuro del cristal con ciertas propiedades térmicas. Igualmente le ha-
brá resultado de interés la obra de Arne Jacobsen por lo impecable de su fac-
tura y el diseño integral logrado en los interiores, en donde sobresale la mo-
dulación, la claridad y el orden como en el Royal Hotel y Terminal de Líneas
Aéreas SAS (1956-1961) en Copenhague. También se podrían mencionar las
casas de Charles Eames y de Craig Ellwood, o la arquitectura japonesa de
Kenzo Tange por su sencillez y pureza formal.
En aquella época los volúmenes de cristal, de perfecta y económica ejecu-
ción, además de favorecer una rápida amortización de la inversión, caracteri-
zaron la imagen de las ciudades modernas. Lamentablemente, sólo aparecie-
ron aisladamente algunos ejemplos de calidad, multiplicándose las copias y la
construcción en serie, lo que provocó la pérdida de originalidad y amor por el
detalle. Abolir la decoración, emplear la línea recta y simplificar el repertorio
formal no era garantía de buena arquitectura, porque éstas no eran soluciones
sino punto de partida para enfocar los problemas. En México contados ar-
quitectos supieron entenderlo, Augusto H. Álvarez entre los primeros.
La Arquitectura Internacional recibió enérgicas críticas: se cuestionó pro-
fundamente su universalidad, planteando que los edificios podían encontrar-
se en cualquier punto del planeta; se le reprochó el olvido de la historia, el
negar la cultura de cada región; igualmente, se reprobó el uso irrestricto del
cristal, sin atender a las orientaciones, y el que en la arquitectura doméstica,
impedía la intimidad lograda sólo por la segunda fachada de cortinas. El esti-
lo internacional ofrecía una monótona e impersonal falta de energía creadora,
salvo los casos que sobresalían por su calidad y por las aportaciones del lu-
gar, como en múltiples ejemplos habitacionales de connotados arquitectos, y
en diversos edificios públicos y privados de la Ciudad de México: el Instituto
Politécnico Nacional en Zacatenco (1957-1964), de Reynaldo Pérez Rayón y
su equipo; la Estación Central de Buenavista (1958) de Jorge L. Medellín; el
Centro Médico Nacional (1954-1961), de Enrique Yánez y su equipo; el Ho-
tel María Isabel (1962-1963), de José Villagrán García, Juan Sordo Mada-
leno y José Wiechers; la Secretaría de Trabajo y Previsión Social (1954), de
Pedro Ramírez Vázquez y Rafael Mijares; el Museo de Antropología e His-
toria (1963-1964), de Pedro Ramírez Vázquez, Rafael Mijares y Jorge Cam-
puzano; el Pasaje Jacaranda en Londres, Génova y Liverpool, (1956) de
Ramón Torres y Héctor Velásquez, y el edificio de Seguros Anáhuac, en el
Paseo de la Reforma (1958), de Juan Sordo Madaleno, por citar algunos de
los más relevantes, sin incluir los ejemplos de Augusto H. Álvarez, que se
presentan más adelante.

Anotaciones sobre la arquitectura de Augusto H. Álvarez

Hacia principios de los años cincuenta, Augusto H. Álvarez ya había definido


las características de su arquitectura. Estaba convencido de adoptar, no co-
piar, ese lenguaje universal porque se identificaba plenamente con su ma-
nera de entender la arquitectura. Acompañaba el estricto racionalismo que
siempre lo caracterizó con una pureza volumétrica; desnudó su arquitectura
de cualquier ornamentación, hasta llegar a una simplicidad total, particula-
ridad que fue como una consigna de vida, una y otra vez repetía lo mismo:
quería construir “cosas tranquilas, que no susciten inquietud, sino que se
sientan naturales o normales“.5 Otra característica suya fue la transparencia, 5
Graciela de Garay, His-
y por lo tanto el predominio del cristal. Él amaba profundamente la luz y el sol, toria oral de la Ciudad de Mé-
xico: testimonios vivos de
y los aprovechaba al máximo como un recurso natural; no fue una moda pa-
sus arquitectos (1940-1990).
sajera la adopción de los paramentos acristalados, fue una peculiaridad suya, Augusto H. Álvarez, Méxi-
que llevó en varias ocasiones al extremo, por lo que fue muy claro al expresar co, Instituto José María Luis
su pensamiento: Mora, p. 73.
46 AUGUSTO H. ÁLVAREZ. ARQUITECTO DE LA MODERNIDAD

Apuntes de Edificio. A mí me han criticado todo el tiempo, a lo largo de mi vida profesional, porque uso
(ca. 1950). demasiado vidrio, porque no me importan las orientaciones, porque mis edificios no
tienen jamás una definición en cuanto a dónde está la entrada y, en fin, cosas de
ese tipo. Pero para mí eso no vale absolutamente nada. [...] porque la arquitectura
depende de la manera de ser de uno. A mí me gusta la luz, me gusta ver el sol y no
me importa de dónde provenga, si es del oriente, del poniente o del sur. Me gusta el
sol y me gusta ver los exteriores. Esa es la razón de mi ‘abuso del vidrio’.6

En efecto, la pureza volumétrica estaba por encima de las orientaciones, lo


cual se reflejó en el interior de varios edificios por el exceso de asoleamien-
to. Él consideraba al cristal de la siguiente manera: “para mí, la ventana no
sirve únicamente para dar iluminación o para ventilar. Para mí, la ventana es
un muro transparente“,7 por ello lo utilizaba con ingeniosos sistemas de can-
celería diseñados en su taller, apoyado por un excelente cuerpo técnico.
Augusto H. Álvarez vivió toda su vida comprometido con la búsqueda con-
tinua y sistemática de nuevas tecnologías; su reto era aportar algo novedoso
en cada proyecto, por eso afirmaba:

Tenemos la obligación de dar nuevas respuestas a viejos problemas mediante


novedosas soluciones y expresiones formales. De allí la importancia fundamen-
tal de la investigación y búsqueda en cada proyecto que se estudia.8

Ibídem, p. 1.
6
Para él, sólo podrían crearse formas arquitectónicas innovadoras si éstas
Ídem.
7
se derivaban de una estructura nueva.
8
“Arquitectura es viven-
cia“, Obras, Año XII, Vol. XII,
Las obras de este arquitecto representaban la síntesis de forma, función y
No. 142, México, octubre de técnica porque eran el resultado de un análisis riguroso del programa arqui-
1984, p. 55. tectónico, de las funciones y circulaciones, y de un estudio profundo y muchas
III. EL APOGEO DE UNA TRAYECTORIA PROFESIONAL 47

veces propositivo de técnicas y materiales constructivos, y de una voluntad 9


“Una obra, una postu-
formal muy clara. En efecto la forma y la función iban a la par porque se su- ra“, Calli, No. 29, México,
septiembre-octubre de 1967,
maban en un todo integral. Pensaba que la arquitectura era:
p. 32.
10
Ibídem, p. 33.
...una unidad formada por la idea, la ejecución y la vivencia. Como proceso es in-
variable: es conocimiento, procedimiento y forma, comprensión de la vida y de
sus necesidades, trabajo paciente e imaginación, pero imaginación dentro de los
límites de nuestro alcance. Su expresión formal no es meramente el resultado de
una función pero es complementaria a ella y la consecuencia lógica del sistema
constructivo, de la estructura misma y de los materiales, y como forma resultante
deberá ser razonable, convincente y sincera [...] No tiene la pretensión de dar
mensajes y sus símbolos son los materiales y los elementos de que está hecha.9

Siempre afirmó que la arquitectura era para vivirse y no para fotografiarse,


por lo que buscó en cada proyecto satisfacer a sus clientes, pues pensaba
que el éxito del proyecto dependía, en gran medida, de la interpretación ade-
cuada de las distintas maneras de pensar y las necesidades particulares de
las personas. Fue un profesional de la arquitectura por su actitud ante el
diseño, ya que en el taller se resolvía con meticulosidad hasta el último deta-
lle; de la misma forma buscaba siempre mejorar cualquier proyecto y aportar
algo nuevo. Por lo general no admitía lo usual, siempre se planteaba algo
distinto para resolver problemas similares, ya sean técnicos o estructurales,
por ello pretendía salirse de lo trillado o de lo común, experimentando cons-
tantemente, si bien no siempre con éxito. Nunca pretendió que su arquitectura
se distinguiera por ser original o genial; tampoco espectacular, pues afirma-
ba que lo espectacular no era perdurable.10
La ubicación de sus proyectos en el terreno resultaba variable porque de-
pendía del contexto urbano, las vistas, las vialidades y el programa. Si se
trataba de un edificio, estudiaba a fondo el movimiento vehicular y las nece-
sidades del estacionamiento y sólo cuando obtenía la mejor solución con-
Edificio de departamentos,
tinuaba con el proyecto. En predios regulares, a veces ocupaba la totalidad Paseo de la Reforma,
del terreno; en otros, sólo una parte, adosándose a tres de las cuatro colin- No. 99. México, D.F.
dancias. Si la forma del predio era irregular, en ocasiones era determinante 1953.
48 AUGUSTO H. ÁLVAREZ. ARQUITECTO DE LA MODERNIDAD

Edificio comercial
y de oficinas, Oaxaca
esquina Colima y
Salamanca, No. 102,
Col. Roma, México, D.F.
1959-1961
Foto: Guillermo Zamora.

Edificio comercial
y de oficinas, Oaxaca
esquina Colima y
Salamanca, No. 102,
Col. Roma, México, D.F.
1959-1961.
III. EL APOGEO DE UNA TRAYECTORIA PROFESIONAL 49

en la concepción del partido arquitectónico, como en el edificio Jaysour para


el Banco de Cédulas Hipotecarias. Pero en otras no se adaptaba a sus lími-
tes, ajustaba sus paralelepípedos como más le convenía, salvando las irre-
gularidades con espacios abiertos o circulaciones. Si el terreno era amplio,
jugaba con distintos volúmenes dejando en ocasiones áreas libres o patios
para integrarlos.
Para el arquitecto Álvarez, el contexto sólo era determinante en ocasio-
nes; afirmaba que cuando éste no era de calidad, era la obra arquitectónica
la que lo conformaba.11 La gran mayoría de sus obras se localizaron en un
entorno consolidado: colonias como San Ángel Inn, Cuauhtémoc, Roma, Juá-
rez, Condesa, Lomas de Chapultepec o Polanco, y vialidades como la Avenida
Reforma, Insurgentes o Cuauhtémoc fueron el escenario de su arquitectura,
que contrastaba por su modernidad. Era un arquitecto muy celoso en el proce-
so de diseño y se involucraba totalmente. Comenzaba por un minucioso aná-
lisis del programa arquitectónico, que desmenuzaba, ordenaba y cuantifica-
ba, para pasar a la etapa de composición, como refleja en sus afirmaciones:

...una obra se gesta en la cabeza, no en el papel, es decir, tú tienes que tener tu


concepto en la cabeza antes de que tomes un lápiz, mientras no tengas eso di-
fícilmente puedes llegar a algo.12

Obtenía las soluciones modulando y diseñando los espacios con gran faci-
lidad porque tenía un talento especial para componer. En ocasiones fue
caprichoso, como reconoció cuando era un arquitecto consagrado, porque
se aferraba a una idea y la justificaba basado en sus convicciones:

Por mi parte, tengo mis caprichos y mis manías y me critican mucho porque soy
un diseñador que abusa del cristal. Estas críticas no me importan, ya que así lo
siento pues me gusta la luz; si la orientación es tolerable uso el cristal, sin mayo-
res preocupaciones.13

Sus plantas arquitectónicas eran compactas y atendían a una clara modu-


lación, tanto las de oficinas como las habitacionales, que daban por resultado
cuadrados y rectángulos, o su combinación; en ambas prevalecía la planta
libre, donde organizaba el espacio libremente, lo cual le convenía a las ins-
tituciones financieras porque podían realizar fácilmente los cambios constan-
tes que demandan sus empresas. En las oficinas, concentraba los servicios,
baños, escalera y elevadores, localizándolos en la parte menos favorecida
del terreno; creaba circulaciones lineales o perimetrales, o bien los concentraba
en volúmenes que se articulaban al principal, como en el edificio para Se-
guros Tepeyac (1957-1958), o en el “Castorena“ (1959-1961) en la calle de
Oaxaca esquina con Colima y Salamanca. Eran espacios apegados a un 11
Entrevista de Juan
estricto funcionalismo y al estudio racional de las áreas; éstas eran exactas, Pablo Castell al arquitecto
hasta se podría decir que poco generosas, donde todo los elementos se Augusto H. Álvarez, el 12 de
articulaban como piezas de un rompecabezas. enero de 1983. Archivo Au-
gusto H. Álvarez, Facultad
Las fachadas eran simples, sin alardes formales, pero con un estudio me-
de Arquitectura, UNAM.
ticuloso del detalle, como él mismo decía: 12
Escrito de Augusto H.
Álvarez, s.f., Archivo Augus-
Creo que esa preocupación por el detalle es lo que hace que las obras aparezcan to H. Álvarez, Facultad de
sin relieve o aparentemente más sencillas. Pero cuesta mucho trabajo lograr esa Arquitectura, UNAM.
sencillez.14 13
Louise Mereles Gras,
“Augusto H. Álvarez. Cons-
En los edificios, formaba una retícula perfectamente modulada con el cris- tante búsqueda de solucio-
nes“, Novedades, México,
tal y la herrería, sin remates y sin enfatizar el acceso, que se distinguía más 27 de agosto de 1993.
por la composición que por los elementos formales. Sus proporciones eran 14
Graciela de Garay, His-
producto de la modulación, pero sobre todo de su habilidad compositiva. toria oral, op. cit., p. 74.
50 AUGUSTO H. ÁLVAREZ. ARQUITECTO DE LA MODERNIDAD

Edificio comercial
y de oficinas, Oaxaca
esquina Colima y
Salamanca, No. 102,
Col. Roma,
México, D.F. 1959-61.
Foto: Guillermo Zamora.
III. EL APOGEO DE UNA TRAYECTORIA PROFESIONAL 51

Edificio de oficinas
para la Asociación
de Scouts de México,
Durango esquina
Córdoba, Col. Roma,
México, D.F. 1959-1961.
Foto: Guillermo Zamora.
52 AUGUSTO H. ÁLVAREZ. ARQUITECTO DE LA MODERNIDAD

Edificio de oficinas y taller


de arquitectos, Campos
Elíseos No. 432,
Col. Los Morales,
México, D.F.1950.

Edificio de oficinas y
taller de arquitectos,
México, D.F.
Archivo Enrique
Carral Icaza,
Foto: Guillermo Zamora.
III. EL APOGEO DE UNA TRAYECTORIA PROFESIONAL 53

Desde joven, Álvarez fue reconocido en el medio de la construcción por la 15


Véase “Despacho de
calidad de sus obras en la primera década de su vida profesional. Paulati- tres arquitectos“, Arquitec-
tura-México, No. 43, sep-
namente lo llamaron para proyectar bancos, compañías de seguros, oficinas
tiembre de 1953.
de diversa índole, múltiples casas y edificios de departamentos. Su calidad
dio la pauta para que lo contrataran para proyectos públicos relevantes, pero
también comenzó a ganar concursos, lo que incrementó su prestigio y, por lo
tanto, su producción arquitectónica.
En el año de 1950, comenzó con diversos coautores tres obras trascen-
dentes: la Escuela de Comercio y Administración, en Ciudad Universitaria; la
Torre Latinoamericana y el Aeropuerto Central de la Ciudad de México. A
partir de entonces su carrera profesional tuvo un vertiginoso ascenso. Tam-
bién en 1950 proyectó su taller en la calle de Campos Elíseos No. 432, en co-
laboración con los arquitectos Manuel Martínez Páez y Enrique Carral Icaza;
estas oficinas expresaban fielmente su forma de ver y sentir la arquitectura:
dos cuerpos nítidos, transparentes y bien proporcionados, con la estructura
de acero y concreto aparente.15
Desde este taller diseñó las obras que le dieron fama y prestigio, porque
durante quince años (1950-1965) realizó aproximadamente setenta de las
obras registradas en su currículo, que comprende más de doscientos pro-
yectos, sin contar decenas de anteproyectos o remodelaciones a lo largo de
cincuenta y seis años de trayectoria profesional. Fue una época de esplen-
dor, propositiva y de intenso trabajo. Continuó su actividad profesional por
tres décadas más, experimentando con el concreto, el acero, el aluminio y el
cristal, e inventando plafones modulares, canceles divisorios desmontables,
paneles, mobiliario, etcétera, logros que le dieron un lugar indiscutible en la
historia de la arquitectura mexicana, y que más adelante se comentan.

La Escuela de Comercio y Administración de Ciudad Universitaria

Augusto H. Álvarez intervino en la construcción de Ciudad Universitaria desde Edificio para la Escuela
que participó, en 1947, como varios arquitectos del momento, en el concurso Nacional de Comercio y
de la planta de conjunto de este magno proyecto, con una propuesta en red Administración de la
ortogonal que tomaba como eje principal de composición la avenida de los Ciudad Universitaria,
Col. Pedregal de San
Insurgentes. La Escuela Nacional de Arquitectura fue la ganadora del certa- Ángel, México, D.F.
men y los arquitectos Mario Pani y Enrique del Moral fueron los encargados Foto: Arquitectura-
de realizar el plano de conjunto definitivo y de coordinar los proyectos particu- México, No. 39,
lares de cada edificio. Fue así que lo invitaron, junto con el arquitecto Ramón septiembre de 1952.
54 AUGUSTO H. ÁLVAREZ. ARQUITECTO DE LA MODERNIDAD

Edificio en obra para


la Escuela Nacional de
Comercio y Administración
en la Ciudad Universitaria,
México, D.F.
Archivo fotográfico del
Instituto de Investigaciones
Estéticas de la UNAM.
Foto: Saúl Molina.

Plano de conjunto de
Ciudad Universitaria,
Coyoacán, México, D.F.
1947. Participación en
concurso.
III. EL APOGEO DE UNA TRAYECTORIA PROFESIONAL 55

Marcos Noriega, su amigo de la infancia, para proyectar la Escuela de Apuntes del proyecto
Comercio y Administración (1950-1952), ahora Facultad de Economía, con de la planta de conjunto de
Ciudad Universitaria, 1947.
una capacidad original para 1600 alumnos. Esta escuela se localizaría cerca
del conjunto de las Humanidades, con el cual se ligaría por medio del es-
tacionamiento común; por esta razón su aspecto formal estuvo condiciona-
do, para no romper la armonía hacia el campus universitario, por el de la
extensa crujía de las Humanidades. Ambas edificios acristalados, reciben de
lleno el asoleamiento del sur; por ello resulta particularmente molesto el calor
en los salones a determinadas horas del día. Sin duda, estos edificios resul-
taron poco eficientes en este aspecto, pues estuvieron determinados más
por el aspecto formal que por el del funcionamiento óptimo.
El edificio consistía en dos volúmenes paralelos entre sí y ligados en plan-
ta baja: el primero, de cuatro pisos, con orientación oriente-poniente, era una
crujía de 125 m donde se alojaban las aulas; y el segundo cuerpo, con planta
baja y mezanine, contenía los servicios, la cafetería, la biblioteca y un audito-
rio, entre otros espacios.16 De esta obra, Augusto H. Álvarez recordaba con
16
Véase de Mario Pani y
Enrique del Moral, “Escuela
agrado el experimento que llevaron a cabo en la biblioteca:
de Comercio y Administra-
ción“, en La Construcción de
Si mal no recuerdo era una estructura de madera: esto nos surgió con la idea que la Ciudad Universitaria del
habíamos realizado con anterioridad. [...] hicimos una oficina dentro de un local Pedregal, Vol. XII, México,
que convertimos en un estupendo taller de arquitectura. Estaba hecho con una es- U N A M , 1979, pp.137-139;
tructura de madera y metal. Fue un experimento, pero nos dio un poco la pauta para “Escuela de Comercio y Ad-
hacer la biblioteca con esa idea.17 ministración“, en Arquitec-
tura-México, No. 39, Méxi-
co, septiembre de 1952, pp.
En la actualidad este edificio se encuentra totalmente transformado debi- 256-258.
do al gran crecimiento de la población estudiantil y a un proyecto del propio 17
Graciela de Garay, His-
Augusto H. Álvarez. toria oral, op. cit., p. 34.
56 AUGUSTO H. ÁLVAREZ. ARQUITECTO DE LA MODERNIDAD

La Torre Latinoamericana: un rascacielos para la capital del país

La compañía de Seguros de Vida La Latinoamericana, Seguros de Vida S. A.18


“una de las más importantes en aquella época“ decidió sustituir su antiguo
edificio de seis pisos de altura, localizado en la esquina de la avenida Made-
ro y San Juan de Letrán “actualmente Eje Lázaro Cárdenas“, por otro que
18
El 30 de abril de 1906, fuera el más alto no sólo de la capital sino del país.19 Así, la Torre Latinoame-
se fundó la compañía de
ricana (1948-1956) se levantó en pleno centro histórico “en una parte del
seguros “La Latinoamérica,
Mutualista, S. C.“; en 1910 terreno que ocupó el convento de San Francisco“, como propaganda y símbo-
se convirtió en sociedad anó- lo del poderío de la empresa y como muestra de la modernidad, ante el asom-
nima, con el nombre “La La- bro de los capitalinos y el enfado de un grupo de arquitectos que con acierto
tinoamericana, Seguros de afirmaban que no era el lugar idóneo para levantar tal construcción, tanto por
Vida, S. A.“. En septiembre el entorno histórico como por lo conflictivo de las vialidades.20
de 1930 adquirió el edificio
en Madero y San Juan de
En el mes de julio de 1948 se iniciaron los sondeos del subsuelo; al estudiar
Letrán, y en 1931 ocupó el ter- las muestras inalteradas en el laboratorio, se concluyó que el peso total del
cer piso para sus oficinas; en edificio podía ser de 25,000 toneladas, carga que podría aplicarse con un
1937 se terminó la recons- amplio factor de seguridad. Considerando que se podía proyectar con una car-
trucción del mismo y ocupó ga unitaria de 900 Kg/m2, se dedujo que el edificio podría llegar a tener un
gran parte de este edificio.
área construida de 27,000 m2, que de acuerdo a la superficie del terreno de
Para 1946 la compañía ob-
tuvo el permiso de la Secre- 1, 240 m2, daría una torre de 44 pisos si se realizaba el proyecto arquitectóni-
taría de Hacienda para hacer co con base en materiales ligeros. Los principales problemas a resolver fueron:
la inversión necesaria para la selección de la estructura y de los materiales, así como el diseño de la ci-
un nuevo edificio en esta es- mentación para que no sufriera daños, a pesar del hundimiento general de la
quina; en 1947 la compañía ciudad y de la vibración de la estructura durante los temblores de gran in-
se reubicó temporalmente en
Reforma No. 95 y 97 durante
tensidad. El resultado fue una torre de 181.33 m de altura total, con 44 pisos,
los trabajos de construcción tres sótanos y una gran antena de televisión de 44 metros.
del nuevo edificio. El arquitecto Álvarez participó en este proyecto gracias a la invitación que
19
Cabe recordar que en le hiciera tanto el ingeniero Leonardo Zeevaert (1914), encargado de la ci-
este cruce de avenidas se mentación y la estructura, como su hermano, el ingeniero Adolfo Zeevaert
localiza el edificio de oficinas
(1920-2003), director de obras.21 Su intervención consistió en “vestir un es-
que en 1930 realizaron los
arquitectos Manuel Ortiz Mo- queleto“; es decir, diseñó la fachada de la estructura de acero importada de
nasterio, Bernardo Calderón Estados Unidos, que se adquirió a la “Bethlehem Steel Company“, empresa
y Luis Ávila, para la compa- que fabricó la del Empire State Building (1929-1931). Esta compra fue un ca-
ñía de seguros La Nacional, so único en México, ya que la importación de este material resultaba muy di-
el cual fue considerado, en fícil y costosa a raíz de la Segunda Guerra Mundial.
aquella época, como el pri-
mer rascacielos de Latinoa-
La cimentación del edificio es compensada con pilotes de concreto de apo-
mérica. Se explica entonces yo directo tipo “Button-Bottom“, patentados por la compañía piloteadora
el afán de la compañía de La “Western Foundation Corporation“, una de las principales a nivel internacional;
Latinoamericana de estar en total se incaron 361 hasta encontrar el manto resistente a 33 metros bajo
representada, a mediados del el nivel de la banqueta. La cimentación está constituida por una retícula de
siglo XX, por el edificio más
trabes de concreto que soportan las columnas y transmiten la carga a las lo-
alto del país.
20
Antes del proyecto de- sas haciendo coincidir la resultante del peso total de edificio con el centro de
finitivo el arquitecto Manuel gravedad de conjunto de los pilotes.22 A mediados de 1950, se empezó a
de la Colina y el ingeniero recibir la estructura de acero y comenzó el montaje. Toda la estructura es re-
Rivero del Bar realizaron un machada y los entrepisos de concreto; al interior, tanto los muros divisorios
anteproyecto en el cual se como los acabados, debían estar separados de la estructura, así como los
planteaba un edificio de 27
pisos con estructura de ace-
muros de los nueve elevadores, sanitarios y escaleras, los cuales no debían
ro, revestido parcialmente de coincidir con los ejes de las columnas.
piedra y cristal. Al interior se tuvo especial cuidado en el vestíbulo pues era el lugar comu-
21
También es importante nitario de los cientos de usuarios que albergaría la torre; por esta razón se pen-
señalar la participación del só en materiales durables pero a la vez de gran calidad: para el piso se colocó
Ingeniero norteamericano, el
granito de origen noruego y al frente de los elevadores mármol negro nacional,
Dr. Nathan M. Newmark “in-
vestigador de la Universidad las columnas se recubrieron con lámina de aluminio anodizado. La planta
de Illinois“, como consultor baja se destinó para locales comerciales y una sucursal bancaria que funciona
en el diseño antisísmico. hasta la fecha. Al exterior, las fachadas se recubrieron con cristal y aluminio:
III. EL APOGEO DE UNA TRAYECTORIA PROFESIONAL 57

22
Para una mayor infor-
mación sobre la cimenta-
ción, la estructura y datos en
general de este edificio se
puede consultar: Leonardo
Zeevaert, “Foundation Design
and Behaviour of Tower Lati-
no Americana“, Geotechni-
que, septiembre de 1957;
“Un edificio comercial“, Ar-
quitectura-México, No. 60,
México, diciembre de 1957;
Luis Cuevas Barajas “Com-
portamiento de la estructura
de la Torre Latinoamerica-
na de la Ciudad de México“,
Tesis de Licenciatura en In-
geniería Civil, UNAM, 22 de
febrero de 1962.

Perspectiva del
Proyecto de la Torre
Latinoamericana.
Eje Central Lázaro
Cárdenas esquina
con Francisco I. Madero,
México, D.F. 1950-1956.
Archivo del museo de este
edificio. Foto: Columba
Sánchez Jiménez.
58 AUGUSTO H. ÁLVAREZ. ARQUITECTO DE LA MODERNIDAD

Estructura de la Torre
Latinoamericana,
México, D.F. 1950-56.
Archivo Fotográfico del
Instituto de Investigaciones
Estéticas de la UNAM.
Foto: Luis Márquez.

Perspectiva del
vestíbulo de la Torre
Latinoamericana.
1950-1956. Archivo del
museo de este edificio.
Foto: Columba Sánchez
Jiménez.

las 2 500 ventanas son uniformes, se diseñaron con un marco de aluminio


que sostiene a dos cristales pulidos separados por una cámara de aire seco;
Estructura de la Torre estas hojas quedaron fijas al marco con un eje central con pernos, que permi-
Latinoamericana, ten que puedan girar y abrirse. El borde de cada losa de concreto de cada
México, D.F. 1950-1956. entrepiso se cubrió con cristal azul y con lámina de aluminio corrugado.
Archivo Fotográfico del
Es difícil precisar hasta dónde llegó la intervención del arquitecto Álvarez
Instituto de Investigaciones
Estéticas de la UNAM. en el diseño de las fachadas. Al preguntarle sobre este proyecto comentó
Foto: Juan Guzmán. que varias de sus propuestas no se llevaron a cabo, por diversas razones.
(Página siguiente). Igualmente existen varias perspectivas de anteproyectos en donde se obser-
60 AUGUSTO H. ÁLVAREZ. ARQUITECTO DE LA MODERNIDAD

23
Graciela de Garay, His- van otras soluciones. Sugirió que se realizara un edificio exento que permitie-
toria oral, op. cit., pp. 46-48. ra abrir el atrio de la iglesia de San Francisco, localizado en el corazón de la
24
Después del sismo de
manzana, hacia San Juan de Letrán, pero no se aceptó. También propuso un
1957 esta construcción ob-
tuvo el reconocimiento con el edificio de cristal, con ventanas modulares fijas, canceles de aluminio natu-
premio del American Institute ral y los entrepisos expresados en concreto aparente; asimismo, contemplaba
of Steel Construction por ser: la utilización de aire acondicionado. Afirmó que se dio cuenta de que los due-
“El edificio más alto que ja- ños tenían una imagen predeterminada del edificio y querían algo muy co-
más haya sido expuesto a mercial que respondiera a una estrategia publicitaria.23
una enorme fuerza sísmica“.
Es interesante anotar algu-
Inaugurada el 23 de abril de 1956, fue en su momento la obra más im-
nos datos de esta torre: en portante de la ciudad, tanto por su altura como por su alarde técnico. La com-
su momento fue el rascacie- pañía de La Latinoamericana sólo ocupó algunos pisos, el resto se ofrecía en
los con la mayor altura del alquiler. Durante varios años el porcentaje de ocupación fue muy alto ya que
mundo construido en una zo- compañías nacionales y extranjeras ser mudaron a este edificio prototipo de
na sísmica y el que tenía los
modernidad. Sin embargo, con el tiempo, quizá la falta de estacionamiento y
elevadores más rápidos, así
como el líder en cuanto al- el desplazamiento de los edificios financieros hacia Reforma, Polanco e Insur-
tura de Latinoamérica. Asi- gentes provocaron una disminución en su demanda; debido a esta proble-
mismo cuando se terminó en mática desde hace algunos años paulatinamente se ha remozado sin perder
1956, la torre Latinoameri- el diseño y el aspecto original, ya que ha sido considerada parte de nuestro
cana ocupaba el número 45 patrimonio del siglo XX.
entre los edificios más altos
a nivel internacional y el nú-
La Torre de La Latinoamericana ha demostrado su eficiencia ante los sis-
mero uno en la Ciudad de mos de gran intensidad que han sacudido la capital del país, como el de 1957
México hasta 1972, primero y el de 1985, sin sufrir ningún daño y conservándose como uno de principales
cuando se edificó el antiguo lugares emblemáticos de la capital.24
Hotel de México (hoy World
Trade Center) y segundo en
1984, año en el que se cons-
truyó la Torre Ejecutiva de
Pemex.

Torre Latinoamericana,
México, D.F.
1950-1956.
Foto: Alberto Moreno
Guzmán.
III. EL APOGEO DE UNA TRAYECTORIA PROFESIONAL 61

El Aeropuerto Central de la Ciudad de México

La Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas convocó en 1949 a un 25


Graciela de Garay, His-
concurso nacional para esta obra, pues el Puerto Aéreo Central que había toria oral... op. cit., p. 50.
proyectado Fernando Beltrán y Puga, ubicado en lo que había sido el Aeró-
dromo militar de Balbuena, era ya totalmente insuficiente, por lo que se planeó
que fuera sustituido por otro proyecto de acuerdo con las nuevas necesida-
des. De esta manera, Augusto H. Álvarez, quien tenía cierta experiencia e in-
terés en el tema gracias a que había trabajado poco tiempo en esa institución,
junto con sus compañeros arquitectos Enrique Carral Icaza, Manuel Martínez
Páez, Ricardo Flores Villasana y Guillermo Pérez Olagaray, decidieron entrar
al concurso y presentar un diseño innovador. El fallo fue favorable a su pro-
yecto, que consistía en un diseño flexible, como un mecano, desmontable, y
que podía crecer gracias a la estructura de acero que proponían, totalmente
modulada y con piezas intercambiables.25 Esto permitiría que el Aeropuerto
Central cambiara conforme a la demanda de operación, que en aquel momen-
to ascendía a 288 aviones “bimotores y tetramotores“ diarios. Igualmente,
propusieron lugares de entretenimiento para los pasajeros que al transbordar
pasan largas horas en espera. Por motivos políticos y administrativos, el nue-
vo aeropuerto (1950-1952) no se construyó en acero sino en concreto, lo cual Aeropuerto Central
limitó sensiblemente su flexibilidad y lo volvió un proyecto más rígido. de la Ciudad de México
En el nuevo diseño se destacaban el edificio de la Dirección General de y edificio de oficinas
para la aeronáutica
Aeronáutica Civil y el principal, que alojaba propiamente a la estación de pa-
civil, Col. Balbuena,
sajeros. En el primero se localizaban las oficinas; se ubicaba en forma per- México, D.F.
pendicular al principal y desfasado de su eje de simetría, constaba de cinco 1950-1952.
niveles. Por su planta libre, la planta baja se pudo integrar a la plaza de re- Foto: Luis Limón Aragón.
62 AUGUSTO H. ÁLVAREZ. ARQUITECTO DE LA MODERNIDAD

Aeropuerto Central de la cepción. El edificio terminal, consistía en una crujía de 280 m de largo por 42 m
Ciudad de México. de ancho, con planta baja y mezanine, resuelta simétricamente, dividida en
México, D.F.
un ala nacional, otra internacional y la parte central para los servicios ge-
1950-1952.
Foto: Luis Limón Aragón. nerales, como correo, telégrafos, peluquería, etcétera. Paralelo a este cuerpo,
se localizó otro para alojar el bar, la cafetería y el restaurante, entre otros
servicios, con vista hacia las plataformas de operaciones. Al exterior resalta-
ba la torre de control, la marcada horizontalidad del edificio terminal, los
paramentos acristalados, los parasoles de color rojo que, a manera de alero-
nes de avión, se movían para impedir la incidencia directa de los rayos sola-
res, así como, las circulaciones peatonales, que funcionaban como espacios
de transición. Al interior imperaba el orden, la amplitud del espacio y la trans-
parencia. Se trataba de un conjunto que ofrecía dignamente una imagen de
modernidad a los visitantes extranjeros.
Además de los edificios, se construyeron, rehabilitaron y ampliaron las pis-
tas principales y de taxeo; se levantaron dos plataformas de estacionamiento
y un hangar, se efectuaron obras de drenaje, alumbrado, pavimentación y
vialidades, y se desvió el Río Churubusco. Sin duda, se trataba de una de las
principales obras del presidente Miguel Alemán, quien la inauguró el 19 de
noviembre de 1952, aunque se concluyó totalmente hasta 1954. Este aeropuer-
to con una capacidad original de operación para 17 280 pasajeros diarios y
Véase “Aeropuerto Cen-
26

tral de México“, Arquitectu- 750 hectáreas de terreno, continúa funcionando, a pesar de las numerosas
ra-México, No. 49, México, remodelaciones y el desmedido número de usuarios que transita cotidiana-
1955. mente por sus pasillos.26
III. EL APOGEO DE UNA TRAYECTORIA PROFESIONAL 63

Planta del conjunto


del Aeropuerto Central
de la Ciudad de México
y edificio de oficinas
para la aeronáutica civil.
1950-1952.

Croquis del Aeropuerto


Central de la Ciudad de
México y edificio de
oficinas para la
aeronáutica civil.
1950-1952.
64 AUGUSTO H. ÁLVAREZ. ARQUITECTO DE LA MODERNIDAD

Cortes esquemáticos del Una nueva imagen para las instituciones financieras y bancarias
Aeropuerto Central
de la Ciudad de México, Entre numerosas empresas financieras, compañías de seguros, bancos y
Col. Balbuena.
1950-1952.
oficinas, se generalizó la preocupación, que hasta ese momento no era ex-
tensiva, por mostrar una imagen moderna a través del inmueble que las alber-
gaba; es decir, el edificio era el medio publicitario para proyectar su prestigio,
de ahí la importancia de su aspecto: necesitaban vender a la sociedad la
calidad de su empresa. Augusto H. Álvarez supo responder, exactamente,
a lo que buscaban, y fue uno de los mejores arquitectos que dio respuesta a
ese México moderno que se presentaba al mundo como una nación en pleno
desarrollo. Había viajado tanto a Estados Unidos como a Europa y conocía
los edificios de las grandes compañías y su significado en el ámbito arqui-
tectónico y cultural. En este país, los empresarios y banqueros no se querían
quedar atrás, y deseaban estar a la vanguardia, no sólo en los servicios que
ofrecían sino en sus instalaciones. El arquitecto Álvarez lo sabía:

Antes de que te digan cuál va a ser el programa, ya están hablando de la imagen


que quieren proyectar. Sí, es una mentalidad nueva, nueva porque en nuestro me-
dio no existía. Salvo ¿qué le diré?, por algunas señaladas excepciones como el
Banco de México que tenía esa preocupación.27

Augusto H. Álvarez ofreció edificios funcionales, luminosos y flexibles, con


grandes claros que representaban fielmente el espíritu de la época; afirma-
27
Graciela de Garay, His- ba que era arquitectura mexicana porque expresaba la realidad del momen-
toria oral... op. cit., p. 44. to del país.
III. EL APOGEO DE UNA TRAYECTORIA PROFESIONAL 65

A lo largo de su carrera, trabajó para las siguientes empresas bancarias:


Banco del Valle de México, Banco de Industria y Comercio, Banco de Cédu-
las Hipotecarias, Banco del Ahorro Nacional, Banco de Londres y México,
Banca Serfín, Bancomer, City Bank, Banco J. P. Morgan y Banamex. En el
área de los seguros, tuvo numerosos clientes, entre los que destacan: Segu-
ros de Vida La Latinoamericana, Seguros Tepeyac, La Nacional, La Provin-
cial, La Libertad, Grupo Nacional Provincial, La Interamericana, Compañía
Mexicana de Seguros de Crédito y Seguros Azteca. No hay duda que fue a
raíz de estos proyectos que el arquitecto Álvarez consolidó un prestigio y un
lugar en el ámbito arquitectónico, aunque incursionó en otros géneros, como
el habitacional, donde tuvo notables ejemplos y experimentó sistemas cons-
tructivos e innovaciones que en muchos casos implementaría en los edifi-
cios de oficinas.

Los proyectos para el Banco del Valle de México

Para esta institución bancaria realizó dos proyectos sobresalientes: el primero


fue el edificio de oficinas y sucursal bancaria de la calle Juárez No. 100 (1954-
1955). Se trataba de una torre de oficinas de doce niveles y un cuerpo longi-
tudinal de cuatro niveles, con la sucursal bancaria en la planta baja; aquí
habría que resaltar, más que el aspecto formal, la importancia de la estructura
propuesta, sin precedentes en México. El afán de innovar de Augusto H. Ál-
varez, de no quedarse atrás en el aspecto tecnológico fue un factor deter-
minante para que desarrollara su ingenio, acompañado siempre de imagina-
ción y conocimiento. Para realizar éste y otros proyectos, se enfrentó a los
precios elevadísimos que el acero importado había alcanzado a raíz de la
Segunda Guerra Mundial, motivo por el cual la compra era prácticamente
imposible. Por otro lado, las posibilidades del acero nacional eran muy limi-
tadas, como él mismo señaló:

La fundidora de acero en Monterrey tenía cinco secciones [...] Había unas cuan-
tas vigas, más o menos interesantes que empezamos nosotros a usar, eran las
vigas H con una forma agradable desde el punto de vista arquitectónico...28

Ante este panorama, propuso, junto con el ingeniero Carlos Rousseau y


Simón Bali, combinar los elementos estructurales existentes con placa de
acero soldada, que serviría de refuerzo y permitiría realizar nuevas estructuras:
“El ingeniero Rousseau metía a los soldadores adentro de las vigas, les
diseñaba huecos por los cuales se metían, soldaban y luego volvían a cerrar“.29
En el edificio del Banco del Valle de México la solución le permitió ampliar
el claro y generar una planta libre de apoyos intermedios de 15 m de ancho
con losas de concreto armado. La torre contaba con los servicios y circu-
laciones en la parte posterior, y dejaba la luz y las vistas para los empleados
que podían abrir las ventanas con un diseño particular de cancelería de gui-
llotina. La claridad y la franqueza en la estructura acentuaban la expresión
formal del edificio, hoy modificado y parcialmente demolido, que en su mo- 28
Entrevista de Lucio
mento tuvo trascendencia en Estados Unidos, donde comenzaron a utilizar la Muniain a Augusto H. Álva-
placa soldada porque resultaba más económica.30 rez, Augusto F. Álvarez y
El segundo proyecto fue la sucursal ubicada en lo que fue la glorieta del Manuel Álvarez, s.f. Archivo
Riviera, en la Avenida Universidad esquina con la Avenida Cuauhtémoc (1958- Augusto H. Álvarez, Facul-
1959). La ubicación privilegiada y la forma del terreno determinaron el proyec- tad de Arquitectura, UNAM.
29
Ídem.
to, que consistió en una sucursal que sirvió además como anuncio; es decir, 30
Véase “Edificio para
se propuso algo llamativo e inusual en una obra de este tipo porque la es- despachos“, Arquitectura-
tructura portante de acero se pensó para que contuviera el anuncio que de México, No. 58, junio de
noche resultaba más espectacular, por su iluminación. En la fachada también 1957.
66 AUGUSTO H. ÁLVAREZ. ARQUITECTO DE LA MODERNIDAD

Edificio de oficinas
para el Banco del Valle de
México, Juárez No. 100
esquina Humboldt, Col.
Centro, México, D.F.
1954-1955.
Foto: Guillermo Zamora.

Edificio de oficinas
para el Banco del
Valle de México,
México, D.F.
1954-1955.
Foto: Guillermo Zamora.
III. EL APOGEO DE UNA TRAYECTORIA PROFESIONAL 67

Estudio de fachadas
para la sucursal del
Banco del Valle de México,
Ave. Universidad esquina
Cuauhtémoc (antigua
Glorieta del Riviera),
Col. Letrán Valle,
México, D.F.
1958-1959.

Sucursal del Banco


del Valle de México.
México, D.F.
1958-1959.
Foto: Guillermo Zamora.
68 AUGUSTO H. ÁLVAREZ. ARQUITECTO DE LA MODERNIDAD

Sucursal del Banco se distinguía una celosía escultórica de Herbert Hoffman que revelaba la ofici-
del Valle de México, na del gerente. Al interior prevaleció la transparencia por el predominio del
Ave. Universidad
vidrio sin manguetería; se utilizaron escasos materiales, como el mármol, aten-
esquina Cuauhtémoc
(antigua Glorieta del diendo al deseo de la ausencia de decoración. Con el tiempo, esta sucursal
Rivera) Col. Letrán Valle, se fue transformando, hasta perder su apariencia original.
México, D.F. 1958.
Foto: Guillermo Zamora. El edificio de Seguros Tepeyac

Uno de los prismas acristalados de aquella época fue el que construyó, en


colaboración con Enrique Carral, para la compañía de Seguros Tepeyac (1957-
1958), en la calle de Artículo 123, esquina con Humboldt. Se trataba de un
edificio de siete niveles realizado con un sistema constructivo novedoso, pro-
bado dos años antes en el Conjunto Urbano Palmas (1955-1959), el sistema
conocido como lift-slab o losas levantadas, el cual consistía en colar las lo-
sas en paquete con todas las instalaciones preparadas para después elevar-
las, piso por piso, por medio de gatos hidráulicos. En este caso las losas
fueron aligeradas con sonotubos los cuales se aprovecharon como ductos
para la calefacción y ventilación. La planta arquitectónica modulada tenía
cuatro ejes longitudinales y seis transversales de columnas, que permitían
liberar el espacio de trabajo, ya que los servicios, escaleras y elevadores, los
concentraron en la parte posterior del terreno en un cuerpo compacto que
contrastaba con el volumen transparente, en el cual sólo quedaban expresa-
III. EL APOGEO DE UNA TRAYECTORIA PROFESIONAL 69

Edificio de oficinas y
comercios para la
Compañía de Seguros
Tepeyac, S.A., Artículo
#123 esquina Humboldt,
Col. Centro, México, D.F.
1957-1958.
Foto: Ricardo Flores
Villasana.

Edificio en construcción
de las oficinas y comercios
para la Compañía de
Seguros Tepeyac, S.A.,
México, D.F.
1957-1958.
70 AUGUSTO H. ÁLVAREZ. ARQUITECTO DE LA MODERNIDAD

dos los entrepisos y la cancelería perfectamente modulada. Fue un edificio


representativo por su propuesta estructural que en su momento irrumpió con
su fisonomía acristalada en el centro histórico de la Ciudad de México y que
desapareció años después.

El edificio para Seguros La Libertad: un premio internacional

El primer reconocimiento internacional que recibió Augusto H. Álvarez fue


por este edificio que realizó en colaboración con Carlos Alvarado y Octavio
Sánchez (1958-1959), ubicado en la esquina de Liverpool y Dinamarca. Esta
obra mereció el primer lugar en la Bienal de Sao Paulo, Brasil en 1961. El
proyecto original, previsto para realizarse en etapas, tuvo algunas modi-
ficaciones, pues el edificio de doce niveles ubicado en la esquina, no se cons-
truyó y en los otros dos volúmenes se redujo ligeramente la altura; quedó al
fondo del terreno el de oficinas, de cuatro niveles y al frente el de comercios
de un nivel.
Los volúmenes se articulaban por un patio rectangular “algo inusual en
este género de edificios“ el cual contaba con vegetación, además tenía un
Edificio de oficinas y espejo de agua que se interceptaba con una banca de diseño particular. Es-
comercio para la te espacio estaba limitado en uno de sus extremos por un biombo construido
compañia de seguros con piezas de diversos tamaños con motivos abstractos que posteriormente
La Libertad, Liverpool fue retirado. Los edificios se resolvieron con una estructura de acero expues-
esquina Dinamarca,
Col. Juárez, México, D.F.
ta con losas de concreto armado que obedecía a un sistema modular, que se
1958-1959. mostraba claramente en la manguetería de aluminio de las fachadas; esta
Foto: Guillermo Zamora. modulación permitía al interior una fácil subdivisión del espacio de las oficinas.
III. EL APOGEO DE UNA TRAYECTORIA PROFESIONAL 71

Edificio de oficinas
y comercios para la
compañia de seguros
La Libertad, México, D.F.
1958-1959.
Foto: Guillermo Zamora.

Edificio de oficinas y
comercios para la
compañia de seguros
La Libertad, México, D.F.
1958-1959.
72 AUGUSTO H. ÁLVAREZ. ARQUITECTO DE LA MODERNIDAD

Edificio de oficinas y Lo interesante del proyecto, además de su pureza volumétrica, fue la pro-
comercio para la puesta de ubicar el edificio de oficinas en la parte menos valiosa del terreno;
compañia de seguros
de esta forma revalorizaba la zona y dejaba el área más apreciada para un fu-
La Libertad, México, D.F.
1958-1959. tura construcción. Igualmente hay que señalar su preocupación por hacer
Foto: Armando Salas más amables las áreas de trabajo al orientarlas con vista hacia un espacio
Portugal. tranquilo y jardinado. Por su parte, el acceso al conjunto quedó definido por
un marcado claroscuro provocado por la cubierta plana que articulaba los
edificios con la calle.

El edificio Jaysour: el muro cortina

Este edificio es uno de los más relevantes del arquitecto Augusto H. Álvarez,
no sólo por ser uno de los mejores exponentes de la arquitectura internacional
del país, sino porque representa fielmente las características de su arqui-
tectura. En él convergen la técnica, el funcionamiento, la innovación, el ex-
perimento, la búsqueda y una voluntad formal muy precisa. Lo construyó en
Edificio de oficinas colaboración con el arquitecto Octavio Sánchez Álvarez para la Inmobiliaria
para la Inmobiliaria Jaysour, en un sitio privilegiado sobre la Avenida Paseo de la Reforma No.
Jaysour, Paseo 364, esquina con Varsovia, razón por la que este proyecto tuvo restricciones
de la Reforma, No. 364 precisas que lo condicionaron, tales como la altura en relación con Paseo de
esquina Varsovia, la Reforma y con las colindancias, y la exigencia de dejar libre un 25% de la
Col. Juárez, México, D.F.
1961-1964.
superficie del terreno. Se levantó entre 1961 y 1964 para albergar compa-
Foto: Guillermo Zamora. ñías con actividades bancarias, de aseguramiento y fianzas, primordialmen-
(Siguiente página). te del Banco de Cédulas Hipotecarias.
III. EL APOGEO DE UNA TRAYECTORIA PROFESIONAL 73
74 AUGUSTO H. ÁLVAREZ. ARQUITECTO DE LA MODERNIDAD

Edificio de oficinas Se trata de un edificio formado por tres cuerpos: uno bajo, de cuatro niveles
para la Inmobiliaria en forma de L que alojaba las oficinas generales; un volumen de servicios li-
Jaysour, S.A.,
gado al anterior, localizado al fondo del terreno; y una torre de 19 niveles de
México, D.F.
1961-1964. 250 m2 cada uno para las oficinas ejecutivas; ésta se remetió del alineamien-
Foto: Guillermo Zamora. to de la calle para formar una plaza de acceso con un espejo de agua y dos
asta bandera, lo que permitió que el conjunto tuviera una mejor presencia
urbana. Al respecto, el arquitecto Álvarez recordaba en una entrevista:

La plaza que se creó al frente del edificio me la objetó en un principio el propieta-


rio. Esa es una idea muy particular de la gente que supone que los espacios abier-
tos al exterior o los que tienen vida pública son espacios perdidos. Cosa que es
una falsedad, porque el edificio nunca pierde la patria potestad sobre ese terreno
que cede a la ciudad.31

Al exterior, la torre se levantaba como un prisma limpio, modulado a 1.22 me-


tros, tanto en planta como en alzado, separado en tres de sus colindancias a
partir del quinto nivel; cubierto de cristal, salvo la fachada de los servicios,
que se resolvió con placas de mármol travertino. El arquitecto Álvarez expre-
só claramente el motivo que lo llevó a esta solución:

Yo quería hacer un edificio muy limpio, ‘sin pegotitos’. En ese tiempo apenas se
empezaba a usar el muro cortina en Estados Unidos. En los edificios de los
31
Graciela de Garay, His-
años 50 o 60, la curtain wall no llegaba hasta el nivel de la calle, siempre se que-
toria oral... op. cit., p. 64. daba un piso arriba. En el de Cédulas Hipotecarias no es así, porque ésta llega
III. EL APOGEO DE UNA TRAYECTORIA PROFESIONAL 75

Edificio de oficinas
para la Inmobiliaria
Jaysour, México, D.F.
1961- 1964.
Foto: Guillermo Zamora.

Planta del segundo piso


del edificio de oficinas
para la Inmobiliaria
Jaysour, México, D.F.
1961- 1964.
76 AUGUSTO H. ÁLVAREZ. ARQUITECTO DE LA MODERNIDAD

Detalle de cancelería del


edificio de oficinas para la
Inmobiliaria Jaysour,
México, D.F.
1961-1964.

Edificio de oficinas
para la Inmobiliaria
Jaysour, México, D.F.
1961-1964.
Foto: Guillermo Zamora.
III. EL APOGEO DE UNA TRAYECTORIA PROFESIONAL 77

hasta abajo. Es un caso único. Esto se hizo así porque yo quería un prisma que 32
Ídem.
saliera desde abajo, que no estuviera montado sobre columnas, quería algo muy 33
Ídem.
definido y lo logré.32

En efecto, este edificio llamó la atención en su momento por su calidad arqui-


tectónica, su propuesta urbana, y por ser el primer ejemplo del llamado muro
cortina que integró perfiles de aluminio con un diseño especial que permitía la
ventilación de emergencia, en caso de que el aire acondicionado fallara. Este
temor se justificaba porque el uso del aire acondicionado apenas comenzaba a
generalizarse en este tipo de edificios. Así, en su afán de proponer algo dis-
tinto e innovador, diseñó una cancelería que consistía en lo siguiente:

Como los perfiles de aluminio tienen forma de ‘U’, a mí se me ocurrió hacer unas
regletas movibles, como reglas de cálculo, con una serie de agujeritos. Dependien-
do de la posición de las regletas, los agujeros podrían coincidir o no, para quedar
abiertos o cerrados, lo que permitiría la entrada o salida del aire.33

La estructura en los cuerpos principales se solucionó con trabes de acero


de alma abierta y losas de concreto aligeradas en la torre de oficinas, y con
columnas perimetrales de acero basadas en placas soldadas y forradas de
asbesto para protegerlas del fuego. Debido a experiencias anteriores, don-
de había observado que muros y columnas forrados de piedra u otro mate-
Edificio de oficinas
rial pegado con mezcla, con los temblores, se les desprendía el recubrimien- para la Inmobiliaria
to, propuso que a las columnas se les colocaran cinturones de acero que Jaysour, México, D.F.
permitieran atornillar las placas de mármol travertino y a los muros unos gan- 1961-1964.
chos para sostener los acabados. Foto: Guillermo Zamora.
78 AUGUSTO H. ÁLVAREZ. ARQUITECTO DE LA MODERNIDAD

Apunte de las escaleras


para la Inmobiliaria
Jaysour, México, D.F.
1961-1964.

Apuntes del edificio


de oficinas para la
Inmobiliaria Jaysour,
México, D.F.
1961-1964.
III. EL APOGEO DE UNA TRAYECTORIA PROFESIONAL 79

Este edificio es uno de los más relevantes y significativos de Augusto H. 34


Véase “Edificio de ofi-
Álvarez, puesto que representó una época de poderío económico de un país en cinas, México, D.F.“, en
Cuadernos de Arquitectura,
desarrollo; pero sobre todo, una arquitectura que se realizaba en distintos
No. 18, México, INBA, 1963.
puntos del planeta de la cual quedan pocos edificios de calidad en su estado
original. Lamentablemente, el Jaysour sufrió años después remodelaciones
que alteraron su silueta, que envejecía dignamente con la ciudad.34

Los espacios para la educación y la cultura

A lo largo de su trayectoria profesional, el arquitecto Álvarez realizó sólo un


museo: el de Arte Contemporáneo Carrillo Gil en la Ciudad de México. En el
género educativo construyó escasos edificios, aunque muy representativos
dentro de su trayectoria profesional. El primer proyecto para la educación
que realizó fue la mencionada Escuela Nacional de Comercio y Administra-
ción en Ciudad Universitaria (1950-1952). Posteriormente llevó a cabo, junto
con Manuel Rosen Morrison, un kinder para el colegio Israelita (1953), ubica-
do en la calle de San Lorenzo No. 290, en la colonia Del Valle. El proyecto
resultó muy interesante tanto por la propuesta estructural como por los es-
pacios logrados; se resolvió con base en marcos estructurales y tensores,
muros divisorios de tabique aparente y mamparas metálicas con precolados
ligeros que en conjunto provocaron espacios muy amplios, luminosos, de fá-
cil mantenimiento, donde la modulación organizaba óptimamente las aulas y
las áreas de recreación.
Por esta época construyó algunos proyectos con Enrique Carral, como la
Escuela Primaria Moctezuma (1954-1955) en la calle Norte 17, No. 250 y dos
más, el Colegio Oxford y la Universidad Iberoamericana; ésta última se con-
vertiría en una de sus obras más representativas. Años después realizaría
otros edificios escolares: el Centro Nacional de Investigación y Enseñanza
Agrícola en Chapingo, Estado de México (1964-1967), y los edificios para la
Escuela Bancaria y Comercial (1979-1989) que, por ser posteriores, más ade-
lante se comentarán.

Kinder Colegio
Israelita, San Lorenzo
No. 290, Col. Del Valle,
México, D.F. 1953.
Archivo Manuel Rosen.
80 AUGUSTO H. ÁLVAREZ. ARQUITECTO DE LA MODERNIDAD

Kinder Colegio Israelita, El Museo Carrillo Gil


México, D.F. 1953.
Archivo Manuel Rosen.
En el ámbito de la cultura, proyectó también con el arquitecto Enrique Carral,
el Museo de Arte Contemporáneo Carrillo Gil (1959-1961) en la avenida
Revolución No. 1608 y Altavista. Se trataba de un edificio pionero en su gé-
nero pues debía albergar la colección privada de pinturas de Alvar Carrillo Gil
“pediatra y empresario yucateco“ que consistía en 164 obras de José Cle-
mente Orozco, 47 de David Alfaro Siqueiros y 27 de Diego Rivera, entre otros
artistas que formaban parte de la colección. El proyecto original, el cual pos-
teriormente fue modificado, comprendía además, espacios para bodegas,
oficina de administración, taller, auditorio, comedor, sistemas mecánicos de
climatización “que nunca se instalaron“, y un amplio departamento habita-
cional en el último piso. Era un proyecto totalmente novedoso porque no exis-
35
Para mayor informa- tía en México ningún edificio moderno realizado para este fin.35 Originalmente
ción sobre este museo se se proyectó como un volumen compacto y cerrado al exterior, con un siste-
puede consultar: 30 años del ma especial de celosías para filtrar la luz solar y muros dobles, aunque lo
Museo Carrillo Gil. Origen y
vocación, México, Museo
más característico fueron las rampas “las cuales siempre se conservaron“
Carrillo Gil, 2004. Es impor- para acceder a los distintos niveles que, además de funcionar como espacio
tante señalar que fue hasta de tránsito, permiten observar las diversas exposiciones. A lo largo de su
1960-1964, con Adolfo Ló- historia, por diversos contratiempos tanto económicos como políticos, ha
pez Mateos como presiden- sufrido varios cambios y remodelaciones, una de ellas realizada por Augusto
te, que se realizan varios
H. Álvarez en 1986.
museos en inmuebles rea-
lizados exprofeso para tal
fin; aunque, en 1952, Mathias
Goeritz proyectó el Museo
Experimental de El Eco.
III. EL APOGEO DE UNA TRAYECTORIA PROFESIONAL 81

Apunte del acceso


del Museo de Arte
Contemporáneo
Carrillo Gil, Ave.
Revolución, No. 1698
esquina Altavista,
Col. San Ángel,
México, D.F.
1959-1961.

Alzado del Museo


de Arte Contemporáneo
Carrillo Gil,
México, D.F.
1959-1961.
82 AUGUSTO H. ÁLVAREZ. ARQUITECTO DE LA MODERNIDAD

El Colegio Oxford

El Colegio Oxford (1955-1956), ubicado en la calle del Antiguo Camino al


Ajusco No. 287 en San Ángel Inn, fue producto de un concurso que ganó en
colaboración con Enrique Carral. Fue un intento de proyectar un atractivo co-
legio particular para niñas, con alberca e instalaciones funcionales, pero so-
bre todo fue interesante en su momento porque concretó un sistema nove-
doso conocido como flat-slab o losas planas que había visto por primera vez
en la sección técnica de la revista Architecture D´Aujourd´hui, al respecto
comentó:

En esa época yo estaba experimentando con un sistema de construcción que me


parecía interesante y ya había probado en una casita en San Ángel (Cedros No. 2,
en 1951). Este sistema que se llama flat-slab no se ha usado mucho y tiene, a mi
modo de ver, el gran atractivo de que no usa trabes, sino losas apoyadas en colum-
nas que tienen un capitel que se integra a la losa.36

Perspectiva del Colegio Tanto él como otros arquitectos usaron posteriormente este sistema en di-
Oxford, Antiguo Camino a
versas obras pues satisfacía la búsqueda de simplicidad en los proyectos.37
Acapulco, No. 287,
Col. San Ángel Inn, Esta escuela fue significativa para el arquitecto Álvarez ya que por largo tiem-
México, D.F. po su oficina realizó las modificaciones y ampliaciones que demandaban las
1955-1956. necesidades de la institución.

La Universidad Iberoamericana
36
Graciela de Garay, His-
toria oral... op. cit., p. 36. El arquitecto Álvarez fue llamado para proyectar el campus de la Universidad
37
Este sistema sería co-
nocido después como losa
Iberoamericana (1961-1963), institución privada que tenía varios de sus edi-
encasetona o losa reticular, ficios dispersos en distintos rumbos de la Ciudad de México; estas escuelas
donde se usaba el casetón se localizaban en lugares “muchos de ellos“ sin las características apropia-
plástico o de block de cemen- das para la educación, además esta dispersión impedía la unión y consoli-
to. Algunas de las obras en dación de la institución, la cual cobraba mayor presencia cada día. Como se
que utilizó este sistema fue-
mencionó anteriormente, la relación de Augusto H. Álvarez con la Compañía
ron: casa habitación en la
calle de José María Teresa de Jesús venía de tiempo atrás, cuando fungió como el primer director de la
No. 220, San Ángel Inn (1959- carrera de Arquitectura (1955-1957); esta buena experiencia y su permanen-
1961); edificio de oficinas pa- te contacto con los jesuitas, aunado a su prestigio profesional, propiciaron
ra Cartón y Papel de México, que fuera el arquitecto elegido para proyectar la sede de esta institución.
Santa Clara, Estado de Mé- El conjunto universitario se localizaba en la colonia Campestre Churubusco,
xico (1959-1961); edificio para
la Asociación de Scouts de
en la Avenida de las Torres No. 395; el proyecto original “que nunca se termi-
México, calle de Córdoba y nó de construir y que con el tiempo se fue adaptando a las necesidades“, lo
Durango (1959-1961). realizó en colaboración con Enrique Carral Icaza, y comprendía un edificio
III. EL APOGEO DE UNA TRAYECTORIA PROFESIONAL 83

Edificio principal y
estacionamiento
de la Universidad
Iberoamericana,
Ave. Cerro de las Torres,
No. 395, Col. Campestre
Churubusco, México, D.F.
1961-1963.

Conjunto de edificios
para la Universidad
Iberoamericana.
México, D.F.
1961-1963.
84 AUGUSTO H. ÁLVAREZ. ARQUITECTO DE LA MODERNIDAD

Conjunto de edificios para las diversas licenciaturas, biblioteca, comedores, aula magna, talleres
para la Universidad de arquitectura, diseño, artes plásticas, química e ingeniería y rectoría. Sin
Iberoamericana,
embargo, para comprender la propuesta formal, se tiene que mencionar que
México, D.F.
1961-1963. la idea conceptual del proyecto se hizo para que en un futuro la universidad
Foto: Guillermo Zamora. funcionara con un sistema departamental “proyecto que se concretó pau-
latinamente entre 1972 y 1974“, es decir, se abandonaría el esquema de
escuelas tradicionales para organizarse en departamentos disciplinares.38
Este nuevo esquema se inspiró en universidades norteamericanas y fue
38
“En 1972 la UIA obtuvo, pionero en Latinoamérica. Su organización permitía la convivencia e inte-
por decreto ministerial (SEP),
racción entre todos los alumnos y que éstos tuvieran una visión cósmica y
lo que fue llamado un de-
recho de Autonomía Aca- humanística de su profesión.39
démica. Tal derecho la ca- El conjunto, modulado a 91.5 cm consistió en un edificio principal longi-
pacitaba para elaborar sus tudinal de 220 m de largo con cinco edificios unidos perpendicularmente por
propios planes de estudio, medio de puentes. El mayor alojaba en la planta baja los accesos, las ofi-
independientemente de aque- cinas administrativas y los servicios; los otros dos niveles se destinaron para
llos de la UNAM; a la que una
gran mayoría de las carreras
las aulas diseñadas con la isóptica pertinente. En los cinco edificios parale-
de la UIA (entre ellas Ar- los, la planta baja se destinó a los servicios generales, cafetería, biblioteca y
quitectura) habían hasta ahí, sala de exposiciones; y en los otros dos niveles, talleres, aulas y laboratorios
estado incorporadas. [...] Al con capacidad variable.
mismo tiempo, el decreto la La estructura de concreto armado se colocó perimetralmente para lograr
comprometía a circunscribir
una total libertad al interior, donde se dispusieron canceles desmontables de
dichos planes de estudio, a
una serie de parámetros un diseño especial basado en láminas de asbesto planas, estos canceles mo-
experimentales, que inten- dulares permitían una gran flexibilidad en la disposición de los espacios, aun-
taban agilizar la enseñanza que carecían de propiedades acústicas.
III. EL APOGEO DE UNA TRAYECTORIA PROFESIONAL 85

Patio principal
de la Universidad
Iberoamericana,
México, D.F.
1961-1963.
Archivo Universidad
Iberoamericana.

superior, a nivel nacional, y


de hecho ponían a la UIA
como una de las insti-
tuciones PILOTO de tal ob-
jetivo. Entre otras condi-
ciones se sujetaban esos
planes a un límite de 450
créditos totales, sin incluir
Opción Terminal y Servicio
Social, y a la posibilidad con-
creta de una trayectoria po-
sible en el tiempo de cuatro
años; dos aspectos que en
sí transformaban todo, res-
pecto a la etapa anterior, de
cinco años de carrera sin un
límite riguroso de créditos“,
tomado de la “Entrevista al
Arq. José Nava Requesens“
en la Revista semestral del
Departamento de Arquitec-
tura y Urbanismo de la Uni-
versidad Iberoamericana,
Arquitectónica, No. 3, año 2,
2003, México.
39
Varios de estos datos
fueron proporcionados por
el arquitecto José Nava
Requesens, quien fue di-
rector de la Facultad de
Arquitectura de la Univer-
sidad Iberoamericana entre
1974 (interino) y de 1975 a
1980. También se puede con-
sultar el libro La Universidad
y el reto del México contem-
poráneo. Edición Conmemo-
rativa del XL Aniversario de
la Universidad Iberoameri-
cana, México, UIA, 1983.

Interior de la Universidad
Iberoamericana,
México, D.F.
1961-1963.
Foto: Guillermo Zamora.
86 AUGUSTO H. ÁLVAREZ. ARQUITECTO DE LA MODERNIDAD

Planta de conjunto
de la Universidad
Iberoamericana,
México, D.F.
1961-1963.

Edificio principal y
ventanería de la
Universidad
Iberoamericana,
México, D.F.
1961-1963.
Archivo Universidad
Iberoamericana.
III. EL APOGEO DE UNA TRAYECTORIA PROFESIONAL 87

Los muros exteriores eran de block extruído blanco esmaltado, que se com- Cafetería de la
binaron con el cristal y el aluminio. Era un edificio de fácil mantenimiento, sin Universidad
Iberoamericana,
decoración, sencillo y funcional, que sobresalía por su aspecto austero y ra-
México, D.F. 1972.
cional, donde cabe destacar los pisos de parquet de encino en los salones y Foto: Armando Salas
pasillos, excepto en la planta baja.40 Portugal.
El diseño del conjunto permitió que los cuatro espacios jardinados entre
los edificios paralelos funcionaran como patios de convivencia; resultaron ser
verdaderos claustros académicos, llenos de vida y actividades diversas.
Posteriormente, se construyeron otros edificios que, por tratarse de “do-
Croquis de la Biblioteca
naciones“, estuvieron condicionados a ciertas soluciones no contempladas de la Universidad
en el planteamiento original. Así, se hicieron los laboratorios de química (1966- Iberoamericana,
1968); en ellos se utilizó por primera vez la estructura prefabricada de concre- México, D.F.
to; los talleres de Ingeniería (1967-1968): con estructura metálica prefabri- 1976-1978.
cada; la cafetería (1972), con la estructura de concreto aparente y un máximo (Siguiente página).
de economía en los acabados. Finalmente, se construyó la Biblioteca Ge-
neral (1976-1978), con un volumen cúbico compacto, en su mayoría ciego,
con la estructura y prefabricados de concreto en las fachadas, aislando el
interior del exterior para crear un ambiente con vida propia alrededor de un
pequeño patio cubierto que se pensó estuviera lleno de plantas y flores, en
torno al cual giraban los cuatro módulos de servicios y el área libre para es-
tantería y usuarios.
Desafortunadamente, la primera parte del conjunto quedó parcialmente
destruida por el sismo del 14 de marzo de 1979, y fue demolida posteriormen-
te. Por varios años la Universidad Iberoamericana funcionó con instalacio-
nes provisionales, hasta que se mudaron en 1988 al nuevo plantel en Santa
Fe. Los edificios que no sufrieron daños en el temblor se adaptaron para otro 40
Véase “Universidad Ibe-
conjunto, que también proyectó el despacho del arquitecto Álvarez, al ganar roamericana“, Arquitectos de
el concurso para la Plaza Corporativa del Grupo Nacional Provincial (1990- México, No. 19-20, México,
1995), misma que se verá más adelante. septiembre de 1963.
88 AUGUSTO H. ÁLVAREZ. ARQUITECTO DE LA MODERNIDAD
III. EL APOGEO DE UNA TRAYECTORIA PROFESIONAL 89

Las propuestas en el espacio habitacional

Durante esta época (1950-1965), el arquitecto Álvarez proyectó más de trein-


ta casas habitación, varias para familiares cercanos, otras para amigos y
clientes. Tuvo la habilidad para interpretar las necesidades del cliente y con-
vencerlos de sus propuestas; confesó que era una gran satisfacción personal
cuando sus clientes le agradecían, aún después de mucho tiempo, el espa-
cio que les había diseñado. Igualmente, en estos años construyó alrede-
dor de siete edificios de departamentos en distintos rumbos de la ciudad que
se convirtieron en ejemplos de calidad, construidos en su gran mayoría con
fines lucrativos.
Cabe mencionar que varias de las casas fueron diseñadas para familias
de mayores ingresos, por lo cual muchos terrenos eran grandes y estaban ubi-
cados en lugares privilegiados, condiciones que favorecieron los proyectos.
Por otra parte, es importante señalar que en todas las obras, casas y edifi-
cios, efectuó un estudio profundo del programa arquitectónico; analizó qué
espacios se requerían y cuánto debían medir, y los organizó apegado a una
modulación. Al estudiar los planos se advierte la dedicación, el cuidado y el
esmero que tuvo en cada obra para satisfacer al cliente que lo había elegido
para construir su hogar.

Edificio de departamentos
para la Compañía de
Seguros La Nacional,
Antonio Rosales esquina
General Juan Carrasco,
No. 606 Norte, Culiacán,
Sinaloa, México.
1959-1961.

Los edificios de departamentos

La experiencia adquirida en los años cuarenta le permitió continuar con este


género de edificios hasta el final de su vida. En esta época utilizó las estructu-
ras de acero para realizarlos de mayor altura, de diez a doce niveles, lo que
permitía una mayor ganancia para los propietarios. Al igual que en los edifi-
cios de oficinas, ubicaba el volumen en el terreno en relación con las vistas o
las vialidades principales, ocupando gran parte del predio y dejando hacia
atrás un espacio libre en la colindancia para iluminar y ventilar los espacios
que generalmente eran secundarios, porque procuraba alinear hacia el fren-
te la estancia y las recámaras, y concentrar los servicios en forma lineal, en el
mejor de los casos. En ocasiones variaba la solución en los departamentos;
90 AUGUSTO H. ÁLVAREZ. ARQUITECTO DE LA MODERNIDAD

Edificio de departamentos
en condominio,
Tres Picos, No. 47, Col.
Bosques de Chapultepec,
México, D.F.
1957-1958.
Dibujo: Ricardo Flores.
III. EL APOGEO DE UNA TRAYECTORIA PROFESIONAL 91

Edificio de departamentos
y comercio para la
Compañía de Seguros
La Nacional, Edison,
No. 9 esquina Rosales,
No. 21, Col. Tabacalera,
México, D.F. 1958.
Foto: Guillermo Zamora.
92 AUGUSTO H. ÁLVAREZ. ARQUITECTO DE LA MODERNIDAD

Planta tipo del edificio es decir, le ofrecía al usuario distintas opciones en el número de recámaras.
de departamentos y Se trataba de prismas acristalados que recibían el sol y la luz a raudales, lo
comercio para la
que provocaba, en ocasiones, un exceso de asoleamiento que se trataba de
Compañía de Seguros
La Nacional, resolver con cortinas.
México, D.F. 1958. Un ejemplo valioso se localiza en la calle Tres Picos No. 47 (1957-1958), en
la colonia Polanco, actualmente modificado. Se trata de uno de los primeros
intentos de un muro cortina con elementos muy sencillos, donde habría que
destacar la propuesta novedosa de la manguetería de lámina en la fachada.
El arquitecto Álvarez diseñó para la compañía de Seguros La Nacional,
además de su club deportivo, dos edificios de departamentos con comercios
en planta baja, proyectados en colaboración con el arquitecto Enrique Ca-
rral. Uno de ellos se localiza en la calle de Edison No 9, esquina con Rosales
(1958), en la colonia Tabacalera. Su estructura original de acero fue reforza-
da tiempo después por el arquitecto Álvarez, al colocar los muros laterales de
concreto. En este proyecto experimentó en la fachada distintos materia-
les, como la manguetería de fierro tubular con cristal, el cual combinó con
paños opacos de lámina de asbesto tipo “glasal“, colocados en tal forma que
rompían la trama del cristal y le imprimían cierto ritmo a la fachada.
El otro edificio de esta misma compañía se ubicaba en Mérida No. 5 (1958),
en la colonia Roma; constaba de doce niveles, con estructura de acero de pla-
III. EL APOGEO DE UNA TRAYECTORIA PROFESIONAL 93

Edificio de departamentos
y comercio, Mérida,
No. 5, Col. Roma,
México, D.F. 1958.
Foto: Guillermo Zamora.
94 AUGUSTO H. ÁLVAREZ. ARQUITECTO DE LA MODERNIDAD

Edificio de departamentos
y comercio, Mérida,
No. 5, Col. Roma,
México, D.F. 1958.
Foto: Guillermo Zamora.

ca soldada, vigas de alma abierta y losas de concreto. Se distinguía por su


fachada modulada con manguetería de acero de la cual se desprendían los
balcones colocados de forma aparentemente aleatoria. Años después fue
demolido, como varios edificios representativos del Movimiento Moderno.

El Conjunto Urbano Palmas

Este conjunto, ubicado en la tercera sección de las Lomas de Chapultepec, en


la avenida de las Palmas No. 724 (1955-1959), fue un proyecto muy ambicioso
en sus orígenes pues se pretendía que fuera un conjunto urbano que tuviera
resueltas sus principales necesidades, es decir, que contara con edificios habi-
tacionales, oficinas, cine para 1 500 personas y un centro comercial, lo que da-
ba aproximadamente cuarenta mil metros cuadrados de construcción; esto era
factible debido a la extensión de 20 000 m2 del terreno. El arquitecto Álvarez
propuso a los inversionistas realizar una zona comercial de “categoría“. No se
concluyó debido a algunos problemas financieros, y sólo se realizaron dos edi-
ficios de apartamentos de lujo de trece niveles. El predio restante se fraccionó,
se vendió, y se olvidó por completo el proyecto original, el cual ofrecía un conjun-
to armónico, muy distinto a lo que ahora existe.
III. EL APOGEO DE UNA TRAYECTORIA PROFESIONAL 95

Conjunto urbano
en Palmas, No. 724,
Col. Sección Palmas,
México, D.F.
1955-1959.

Preocupado por aportar algo distinto en cada proyecto, llevó a cabo la pro- Maqueta de anteproyecto
puesta de un sistema constructivo sin precedentes en México: el sistema lift- del conjunto urbano en
Palmas, México, D.F.
slab o losas levantadas, mencionado en el proyecto de Seguros Tepeyac. En
1955-1959.
este caso, con un núcleo rígido de circulaciones que permitiría tener plantas
flexibles; años después, recordaría en una entrevista:

Además, este ingeniero amigo mío, [Ing. Pablo Cortina] tenía una relación en Es-
tados Unidos con un arquitecto que yo conocía y que tenía una patente de un
sistema estructural. Esa patente se podía explotar y se nos ocurrió usarla en es-
tos departamentos. Este sistema se llama lift-slab y en él uno colaba todas las
losas, luego las subía para colocarlas en su lugar. Un sistema muy revolucionario.41

Estos edificios fueron ejemplo de calidad y reconocidos en el ámbito ar-


quitectónico por arquitectos como Mario Pani, quien vivió por largo tiempo en
uno de esos departamentos. Su fisonomía limpia y austera sobresalía en aque-
lla zona donde las casas tipo colonial californiano habían tenido tanta de-
manda; desde esa época, y hasta el momento, la calidad de la arquitectura 41
Graciela de Garay, His-
de Augusto H. Álvarez prevalece. toria oral... op. cit., p. 27.
96 AUGUSTO H. ÁLVAREZ. ARQUITECTO DE LA MODERNIDAD

Las casas habitación

Cada casa es un universo particular en donde los habitantes satisfacen su


anhelo de un modo de vida, y para lograrlo contratan un arquitecto que in-
terprete sus necesidades y gustos; éste para lograrlo se tiene que involucrar,
como en ningún otro género, con la manera de pensar y de habitar de su
cliente. El arquitecto Álvarez supo traducir esa sensibilidad y concretarla en
espacios construidos de acuerdo con su personal manera de sentir y vivir la
arquitectura. Las casas que diseñó no fueron casas espectaculares ni lla-
mativas; nunca pretendió sobresalir por esos motivos, ni en este género ni en
ninguno. Tampoco eran lujosas, ya que los materiales eran de fácil man-
tenimiento y podían ser muy amplias, pero nunca ostentosas. A diferencia de
los edificios de oficinas que resaltaban en el contexto, la gran mayoría de sus
casas se volcaron hacia el interior del terreno buscando un mundo propio.
Esto lo podía plantear cuando el terreno era amplio, porque cerraba las fa-
chadas hacia la vida urbana y dejaba los servicios próximos a la calle. Las
orientaciones no eran determinantes para la solución del partido arquitectó-
nico, como sí lo eran el terreno, su topografía y las vistas. Aunque cuando el
terreno era pequeño, no se separaba de las colindancias, y la casa participa-
ba al exterior con sus balcones y terrazas.
Las plantas arquitectónicas eran compactas, cuadradas, rectangulares o
combinadas, con la inserción de balcones y terrazas en las recámaras, y la
Perspectivas de la
estancia o el comedor, como un medio de transición entre el espacio interno
casa habitación,
Lamartine, No. 737, y el externo. De igual forma, utilizaba los patios como elementos de distribu-
Col. Polanco, ción, así como para iluminar y ventilar las distintas habitaciones. Para estas
México, D.F. 1952. funciones también eran frecuentes los tragaluces, domos o pozos de luz en
III. EL APOGEO DE UNA TRAYECTORIA PROFESIONAL 97

los servicios, especialmente en los baños, porque los concentraba hacia el in- Casa habitación,
terior y nunca aparecían reflejados en las fachadas. Paseo de Lomas Altas,
No. 153, Col. Lomas
Su racionalidad lo llevaba a una clara zonificación y jerarquía de los es-
de Chapultepec,
pacios, es decir, separaba los servicios, como el cuarto de lavado y planchado, México, D.F. 1950.
la zona del tendido, el cuarto de máquinas, la cochera y el cuarto de sirvientes
de los espacios de descanso y estar, como las recámaras y la estancia. El
comedor y la cocina funcionaban como una liga con los servicios; esta dis-
tribución, en una sola planta arquitectónica, provocaba una circulación lineal
que evitaba cruces o interferencias. Si la casa era de varios pisos o desniveles,
la organizaba en función de esta jerarquía; podía haber una planta para los
servicios, otra para las recámaras y otra para la estancia, el comedor y la co-
cina, con escaleras diferenciadas y distribuidas según las necesidades. Era
frecuente que sus casas se adaptaran a la topografía del terreno mediante
desniveles provocando un escalonamiento en la construcción; pero en otros
casos esto no sucedía, ya que respetaba la topografía y construía por enci-
ma de ella: un buen ejemplo de ello se encuentra en la casa del ingeniero
Arturo Quintana, ubicada en la calle de Fuego No. 842 (1964-1965) en el Pe-
dregal de San Ángel.
En todas sus casas buscaba innovar o experimentar, sin que se lo pidiera
el cliente expresamente; era un reto que él mismo se planteaba, donde en-
sayaba nuevos sistemas constructivos, como el mencionado flat-slab. Utilizó
concreto, acero, losas nervadas, losacero o vigueta y bovedilla, según el caso.
Sin embargo, frecuentemente empleó una estructura basada en columnas,
98 AUGUSTO H. ÁLVAREZ. ARQUITECTO DE LA MODERNIDAD

Perspectiva de la casa
habitación, Mariano
Matamoros, No. 5,
Col. Tlalpan.
México, D.F. 1958.

Casa habitación,
Antiguo Camino a
Acapulco, No. 283.
México, D.F. 1955.
III. EL APOGEO DE UNA TRAYECTORIA PROFESIONAL 99

Perspectiva de la casa
habitación, Sierra
Paracaima, No. 245, Col.
Lomas de Chapultepec,
México, D.F. 1954.

Casa habitación,
Antiguo Camino a
Acapulco, No. 285,
México, D.F. 1955.
100 AUGUSTO H. ÁLVAREZ. ARQUITECTO DE LA MODERNIDAD

Interior de la que en repetidas ocasiones dejó aparentes, propiciando un espacio flexible.


casa habitación, Separaba parcialmente los espacios de convivencia con el mobiliario, des-
Meseta No. 207,
niveles y dobles alturas. Igualmente, se preocupó por combinar los materia-
Col. Pedregal.
México, D.F. 1957. les tradicionales con otros poco frecuentes, como lámina plana de asbesto y
Foto: Alberto Moreno diversas piedras naturales. En el caso de la manguetería, se destacan en los
Guzmán. planos los múltiples diseños de las ventanas, ya sean corredizas, abatibles o
de guillotina. De la misma forma, se avocó al diseño de la carpintería y del
mobiliario, donde se observa su amor por el detalle. En efecto, el arquitecto
Álvarez y su taller, así como el equipo de colaboradores externos de ilumi-
nación, aire acondicionado, estructuras, etcétera, formaron un grupo de tra-
bajo muy sólido y preocupado siempre por ofrecer espacios de calidad.
Respecto al color, se identificó plenamente con los pioneros del Movimiento
Moderno que utilizaron el blanco como sinónimo de modernidad, pureza e hi-
giene y en sus casas predominó este tono, tanto en el exterior como en el in-
terior aunque en ocasiones pintaba algún muro en un color primario. El
mobiliario tradicional desentonaba con sus espacios, que admitían muebles
con diseños modernos ya sea de madera o metálicos. Como se mencionó,
con frecuencia diseñaba muebles integrales cuidadosamente estudiados y
perfectamente modulados, o bien recomendaba el uso de muebles “Knoll“
de diseño moderno.
III. EL APOGEO DE UNA TRAYECTORIA PROFESIONAL 101

Casa habitación,
Cedros, No. 2,
Col. San Ángel,
México, D.F. 1951.
Foto: Guillermo Zamora.

Casa habitación,
Cedros, No. 2.
México, D.F. 1951.
Foto: Guillermo Zamora.
102 AUGUSTO H. ÁLVAREZ. ARQUITECTO DE LA MODERNIDAD

Casa habitación,
José de María
Teresa, No. 220,
Col. San Ángel Inn,
México, D.F.
1959-1961.
Foto: Guillermo Zamora.

Planta de la casa
habitación, José
de María Teresa,
No. 220, México, D.F.
1959-1961.
III. EL APOGEO DE UNA TRAYECTORIA PROFESIONAL 103

Algunas casas sobresalieron más que otras por su aspecto formal, o por sus
innovaciones, como la ubicada en la calle de Cedros No. 2, San Ángel (1951),
que diseñó para su hermana María, donde experimentó el sistema de losa
plana sin trabes. Era una casa compacta, bien iluminada, que giraba en torno
a un patio con un gran tragaluz; la austeridad y la ausencia de decoración fue-
ron sus características, además del diseño integral de todos los muebles. En
esa época esta casa simbolizó el prototipo de la modernidad, que quizá mu-
chos no aceptaban todavía. Lamentablemente la dueña nunca disfrutó esta
casa, pues murió repentinamente antes de que se concluyera, lo cual significó
una profunda tristeza para el arquitecto Álvarez, quien años después la ven-
dería para adquirir el terreno para una nueva casa en San Ángel Inn.
Otra residencia relevante se localizaba en la calle de José María Teresa
No. 220 (1959-1961), en San Ángel Inn, construida para el ingeniero Jorge
Hammeken; se trataba de un terreno muy amplio y con pendiente al que adap-
tó la casa con un área construida de ochocientos metros cuadrados. En esta
obra utilizó estructura de acero, el sistema flat-slab, grandes cristales y ladri-
llo prensado aparente, lo que dio por resultado una casa luminosa, con pe-
queños patios que permitían la integración del espacio interno con el externo.
La fachada hacia el jardín se presentaba como un volumen simple, sobre pi-
lotes, con un balcón que volaba, como elemento compositivo. Es interesante
señalar que al mismo tiempo, el arquitecto Álvarez, estaba construyendo su
propia casa, en Lazcano No. 20, por lo que se observan similitudes muy claras
entre estas casas y otras de esa época. Tal es el caso de la construida un año
Casa habitación,
después, para el ingeniero Rovirosa, en la Avenida Central No. 264, en Las
Ave. Central, No. 264,
Águilas, en colaboración con Enrique Carral. Es una casa de un cuerpo rectan- Col. Las Águilas,
gular de tres niveles, compacto y modulado, en medio de un jardín en el que México, D.F. 1962.
resaltaba la generosidad en las áreas recreativas, donde incluyó una alberca. Foto: Guillermo Zamora.
104 AUGUSTO H. ÁLVAREZ. ARQUITECTO DE LA MODERNIDAD

42
María Teresa Gómez La casa habitación en Lazcano No. 20
Mont, “Galardonará el Pre-
sidente Miguel de la Madrid
Esta casa, ubicada en San Ángel Inn (1959-1961), muy próxima a la de Yarto
con el Premio Nacional de
Arquitectura a Augusto Ál- No. 39, fue la segunda y última que construyó el arquitecto Álvarez para su
varez“, Novedades, 15 de familia en la Ciudad de México. Tenía una idea muy clara de lo que deseaba
junio de 1984. porque el proyecto ya existía en su mente, sin importarle dónde estuviera
exactamente. Deseaba un espacio sencillo, austero, sin complicaciones, acor-
de con su manera de pensar y de vivir la vida. La realizó con la colaboración
del arquitecto Luis Guerrero y en ella experimentó con varios conceptos y
soluciones novedosos, que implementó en otras propuestas para casas ha-
bitación y en otros géneros de edificios. Sobre esta casa vale la pena citar
una frase que revela sus ideas y sensibilidad:

Yo personalmente tengo una gran preocupación, me inquieta la manera de construir


y me ‘encanta’ el reto, el tener que hacer algo nuevo, diferente, algo que valga la
pena aunque sea chiquito pero que para mí represente un paso adelante; una
cosa te lleva a la otra, inventas, transformas, sacas de materias primas que tienen
Casa habitación del cualidades, otras que no se habían aprovechado, es un juego en el que me sien-
Arq. Augusto H. Álvarez, to como un niño.42
General Marcial Lazcano,
No. 20, Col. San Ángel Inn,
México, D.F. La casa estaba localizada casi al frente de un terreno rectangular con fondo
1959-1961. trapezoidal rodeada de áreas verdes en tres de sus lados. Las plantas arqui-
Foto: Guillermo Zamora. tectónicas eran cuadradas y moduladas a 90 cm x 1.20 m. En la planta baja
III. EL APOGEO DE UNA TRAYECTORIA PROFESIONAL 105

se localizaba el vestíbulo principal, las escaleras, los servicios, la terraza y el Estancia de la casa
cuarto de juegos, donde instaló permanentemente la maqueta de trenes. En habitación del
Arq. Augusto H. Álvarez.
la planta alta se desarrollaba gran parte de la vida familiar “algo novedoso en México, D.F.
aquel momento“, que giraba alrededor de un pequeño patio descubierto y 1959-1961.
otra zona protegida por un tragaluz, llena de vegetación, e inmediata al ves- Foto: Guillermo Zamora.
tíbulo y la escalera. En torno a este espacio luminoso distribuyó la sala, el
comedor, las recámaras, el estudio, el antecomedor y los servicios, orienta-
dos al norte y hacia la calle, porque la casa vivía hacia el jardín; era funcional
y tenía una circulación fluida y perimetral que marcaba una clara diferencia
entre lo social y lo privado.
La estructura se basaba en marcos metálicos de gran claro y losas de con-
creto; los muros externos y algunas divisiones internas se hicieron con muros
de ladrillo prensado aparente y, al interior, también usó paneles de asbesto
en marcos metálicos. La cancelería tuvo un diseño especial, pues colocó en
la estancia un gran vidrio deslizable de 2.40 x 7.20 m, el más grande de
México en aquel momento, el cual fue importado de la Gran Bretaña. Cabe
mencionar que el traslado de este vidrio, primero por barco y luego por tren,
así como su colocación resultó toda una odisea. Igualmente se tienen que
señalar las otras ventanas diseñadas en forma de guillotina que funciona-
ban con un mecanismo concebido especialmente para su fácil manejo. Los
closets y algunos muebles fueron construidos meticulosamente, al igual que
los acabados, en los que experimentó colocando asbesto en los pisos ex-
teriores e interiores, además de linóleum y concreto lavado. En los muros uti-
lizó lambrines de madera y laminado plástico, y en los techos de las recámaras
106 AUGUSTO H. ÁLVAREZ. ARQUITECTO DE LA MODERNIDAD

Casa habitación,
Lazcano, No. 20.
México, D.F.
1959-1961.
Foto: Guillermo Zamora.
III. EL APOGEO DE UNA TRAYECTORIA PROFESIONAL 107

Planta de una recámara


de la casa habitación del
Arq. Augusto H. Álvarez.
México, D.F.
1959-1961.

Planta del cuarto de estar


de la casa habitación del
Arq. Augusto H. Álvarez.
México, D.F.
1959-1961.
108 AUGUSTO H. ÁLVAREZ. ARQUITECTO DE LA MODERNIDAD

Planta de la casa y de la estancia puso el “parquet“ que le había obsequiado para su casa, pe-
habitación del Arq. ro en forma tardía, el ingeniero Guillermo Fernández de la Parra quien, ade-
Augusto H. Álvarez.
más de ser uno de sus grandes amigos, era dueño de la fábrica de Pisos
México, D.F.
1959-1961. Alfer. Cabe resaltar, porque era inusual en una casa habitación, la utilización
de un sistema hidroneumático de dos bombas alternas y aire acondicionado.
Lazcano No. 20 fue un experimento y una casa representativa de la arqui-
tectura de Augusto H. Álvarez: un volumen puro, simple, funcional, perfecta-
mente modulado, con gran luminosidad al interior, y pintada de blanco:

... de los colores, el blanco me atrae muchísimo. No soy capaz de pintar de colori-
nes una casa. Para mí el blanco es tranquilidad, es neutralidad y me llena en to-
dos los sentidos.43

Y así fue, pues vivió en esta casa más de treinta años en compañía de su
familia, de los trenes y de sus anhelos. Tiempo después, en 1981, trasladó
su taller a la parte posterior del terreno donde alguna vez ideó una alberca
que nunca realizó. Así, su mundo giraba en torno a San Ángel Inn, lugar de
43
Graciela de Garay, His- entrañables recuerdos que paulatinamente se fue transformando ante su mi-
toria oral, op. cit., pp. 1-2. rada inconforme.
III. EL APOGEO DE UNA TRAYECTORIA PROFESIONAL 109

La casa en Fuego No. 842

Esta residencia, realizada en colaboración con Jorge Flores Villasana para el


ingeniero Arturo Quintana en el Pedregal de San Ángel (1964-1965) “quien
era íntimo amigo del arquitecto Álvarez“, fue una de las más relevantes de su
trayectoria. El terreno donde se levantó este prisma rectangular era un exten-
so jardín, previamente arreglado, con una alberca; motivo por el cual la cons-
trucción respetó la topografía existente. La solución fue una estructura de
concreto en puente, apoyada sobre dos hileras de columnas; la planta libre
generada provocó amplios espacios con acabados sencillos, sin lujos, don-
de habría que resaltar la duela de madera en el techo de la estancia, que se
explica porque el señor Quintana era dueño de una maderería conocida co-
mo “AQ Industrial“. Al exterior, la casa es de concreto aparente, con ventanas
de guillotina y una amplia terraza hacia el jardín. En la parte superior colocó
el observatorio y estudio como un volumen atractivo, e inusual en su arquitec-
tura, por su forma semicurva e inclinada.
Además de su calidad, esta residencia es relevante porque significa, al
igual que otras obras que se verán en el siguiente capítulo, el comienzo de
otra etapa en la arquitectura de Augusto H. Álvarez. Tanto el predominio del Casa habitación,
Fuego, No. 842, Col.
cristal como el uso del acero cambiaron paulatinamente para dar paso a
Pedregal de San Ángel,
una arquitectura con menos vanos y con la presencia del concreto aparen- México, D.F.
te. Era una forma de innovarse a sí mismo, de experimentar con este material 1964-1965.
que estaba en auge en el ámbito mundial, ante el cansancio del lenguaje de Foto: Guillermo Zamora.
110 AUGUSTO H. ÁLVAREZ. ARQUITECTO DE LA MODERNIDAD

Casa habitación,
Fuego, No. 842.
México, D.F.
1964-1965.
Foto: Guillermo Zamora.

Casa habitación,
Fuego, No. 842.
México, D.F.
1964-1965.
Foto: Guillermo Zamora.
III. EL APOGEO DE UNA TRAYECTORIA PROFESIONAL 111

la arquitectura internacional. Varios de los edificios de este arquitecto fue-


ron pioneros en la utilización de este material, con el que experimentó exi-
tosamente.
Continuó trabajando en un México que se iba transformando paulatina-
mente y dejaba atrás el llamado “milagro mexicano“ lo que llevó al país al
endeudamiento y a los contrastes sociales que siempre se verán reflejados
en la arquitectura. Esa época de apogeo de Augusto H. Álvarez continuó con
menor ímpetu, por las difíciles circunstancias económicas que afrontaron
los arquitectos locales. Comenzaba una etapa de madurez y de recono-
cimientos en el gremio de los arquitectos, de participación en concursos, no Casa habitación,
Fuego, No. 842.
todos ganados. Frecuentemente era llamado para impartir pláticas y con- México, D.F.
ferencias, porque su prestigio era reconocido a nivel nacional, y su obra pu- 1964-1965.
blicada en el extranjero. Foto: Guillermo Zamora.
IV
La madurez constructiva

Reflexiones acerca del país a finales del siglo XX

Las últimas tres décadas de la vida profesional de Augusto H. Álvarez (1965-


1995) transcurrieron en un México en conflicto. Los enfrentamientos sociales,
crisis económicas y políticas, inflación, corrupción, inseguridad, luchas ar-
madas, narcotráfico, neoliberalismo y globalización, fueron algunos de los te-
mas recurrentes que marcaron la historia mexicana de la segunda mitad del
siglo XX y que de manera directa influyeron en la arquitectura. Estos acon-
tecimientos se reflejaron en la disminución de la construcción; pero aparecieron
géneros distintos como las franquicias, aumentaron los edificios corporati-
vos, los centros comerciales y en todas las construcciones, al menos en la
Ciudad de México, se buscó elevar los parámetros de seguridad.
El crecimiento económico del país en la década de los sesenta propició
fuertes desigualdades sociales y una distribución inequitativa de la riqueza;
la corrupción entre los líderes gubernamentales se acentuó y se concentró el
poder en el partido oficial. Estos factores, entre otros, propiciaron el surgi-
miento de reacciones y movimientos sociales que llegaron a su clímax con la
brutal represión de Tlatelolco en 1968. A partir de entonces, el llamado “mila-
gro mexicano“ llegaba violentamente a su fin y la sociedad mexicana, como
sucedió en otros lugares, sufrió un profundo cambio en sus valores cultura-
les y morales.
Al mismo tiempo que esto acontecía, la economía mexicana, como la de
los demás países en desarrollo, se vio afectada por una recesión a escala
mundial. Aunado a esta circunstancia el creciente endeudamiento público,
la mala administración y la intensa corrupción generaron en 1976 una nueva
devaluación del peso frente al dólar, iniciándose una etapa de ajuste eco-
nómico y de crisis continua que se fue acentuando por el auge ilusorio del
petróleo en 1980, la nacionalización de la banca mexicana en 1982 y el
terremoto en el Distrito Federal en 1985, entre otros acontecimientos sig-
nificativos.
Por su parte, el llamado neoliberalismo y por lo tanto la poca o nula in-
tervención del Estado en la economía dejaron en manos de la iniciativa pri-
vada gran parte de las compañías productivas. Los empresarios se trans-
formaron paulatinamente en la clase dirigente de la actividad económica, por
lo que los centros urbanos se convirtieron, aún más, en los lugares de
concentración de las actividades económicas, políticas y culturales del país.
En el ámbito arquitectónico el Estado trató de resolver, sin lograrlo, las
necesidades crecientes en materia de salud, vivienda y educación, pero tam-
bién realizó obras gubernamentales de proporciones monumentales que
pretendían afirmar su presencia ante la sociedad y mostrar al extranjero una
aparente prosperidad económica; sin embargo, su participación en la cons- Perspectiva del
trucción fue cada vez menor. Entre las obras monumentales construidas por edificio para la
Sociedad Mexicana
el Estado en la Ciudad de México se destacan: el Heroico Colegio Militar de Crédito Industrial.
(1971-1976), de Agustín Hernández y Manuel González Rul; la Delegación 1956.
Cuauhtémoc (1972), de Teodoro González de León, Abraham Zabludovsky, (Página anterior).
114 AUGUSTO H. ÁLVAREZ. ARQUITECTO DE LA MODERNIDAD

Luis Antonio Zapiáin y Jaime Ortiz Monasterio; el edificio de oficinas para el


INFONAVIT (1973-1975), de Teodoro González de León y Abraham Zabludovsky;
el Palacio Legislativo (1979-1980), de Pedro Ramírez Vázquez y David Mu-
ñoz; el Palacio de Justicia Federal (1987-1992), de Teodoro González de
León, Francisco Serrano y Carlos Tejeda; el Centro Nacional de las Artes
(1992-1994), cuyo plan maestro estuvo a cargo de Legorreta Arquitectos y
con la participación de varios autores.
La iniciativa privada adquirió entonces, y sobre todo a partir de la entrada
en vigor del Tratado de Libre Comercio (1994), un papel decisivo y protagóni-
co en la construcción de oficinas, edificios corporativos, centros comerciales,
espacios recreativos, de espectáculos, conjuntos mixtos y de vivienda para el
sector social con mayores ingresos. Sólo algunos arquitectos, entre los mi-
les de profesionistas de todo el país, participaron en la construcción del México
de fin de milenio. El taller del arquitecto Augusto H. Álvarez, gracias a su
prestigio y gran compromiso profesional, contribuyó con obras de calidad a
conformar la imagen de la capital, en un país donde la globalización incidía
cada vez más.
Aparecieron múltiples expresiones arquitectónicas en las ciudades, ante el
cansancio del lenguaje unitario de la arquitectura internacional; primero con
obras aisladas, hasta que se convirtieron, en pocos años, en un variado mo-
saico que reflejaba los intereses económicos de los distintos grupos y sectores
de la sociedad. Esta complejidad ha mostrado que la arquitectura mexicana
ha oscilado entre la tradición y la modernidad; entre una arquitectura racio-
nal y apegada a las vanguardias, y una arquitectura regional en busca de las
tradiciones y valores culturales. O bien, ha encontrado expresiones que han
conjugado diversos elementos. Al mismo tiempo, la aparición de nuevas téc-
nicas constructivas, el uso intensivo y variado del concreto armado, así como
el avance desmesurado de la tecnología contribuyeron al desarrollo de gran
variedad de expresiones formales, en las que han sobresalido de manera fu-
gaz muchos arquitectos y pocos han permanecido.

Las distintas etapas en la permanente búsqueda de calidad

Al estudiar el trabajo de Augusto H. Álvarez de los últimos treinta años, entre


1965 y 1995, aproximadamente, se pueden observar tres etapas distintas.
Proponer estos períodos es un tanto comprometedor, pues existen obras que
no se ajustan estrictamente a las peculiaridades marcadas en cada uno, por
lo que es difícil tratar de encasillarlas dentro de ciertos lineamientos. Las eta-
pas que a continuación se proponen y que más adelante se analizan, atien-
den, esencialmente, a cierto orden que se observa en las principales obras
de su trayectoria.
El arquitecto Álvarez comenzó a mediados de los años sesenta una nueva
etapa, pues la experiencia adquirida durante más de veinticinco años de in-
tenso trabajo, le permitió experimentar nuevos caminos. Hasta entonces la
lectura de sus proyectos, en su expresión formal había tenido una secuencia
lineal. Los paralelogramos, el énfasis en la línea recta, la preocupación por
la luz y por lo tanto el extenso uso del cristal, entre otros elementos, habían pre-
sidido sus composiciones. Alrededor de 1965, su arquitectura adoptó el con-
creto armado como método constructivo y expresivo para resolver la gran
mayoría de sus edificios. Durante diez años, aproximadamente, incursionó
en este camino logrando edificaciones propositivas, como el edificio para Se-
guros La Provincial (1965-1967), el edificio para La Interamericana (1968-
1971) y el edificio de oficinas IBM (1970-1972).
Posteriormente, hacia mediados de los años setenta, volvió a utilizar el
cristal como elemento preponderante de sus fachadas. Su preferencia por
IV. LA MADUREZ CONSTRUCTIVA 115

Anteproyecto de
edificio de oficinas,
Ruben Darío, No. 69,
México, D.F. 1975.
116 AUGUSTO H. ÁLVAREZ. ARQUITECTO DE LA MODERNIDAD

este material se debió, entre otros factores, a su inclinación por la luz natural,
y también a que la presencia del cristal como elemento significativo de mo-
dernidad, vanguardia y status económico continuaba vigente “y permanece
en vigor“ entre el mundo financiero, así como por las nuevas cualidades de
este material. Este período que duró hasta 1985 aproximadamente, dejó obras
que se han convertido en referencias urbanas como el Centro Operativo Ban-
comer (1974-1976), el edificio de oficinas en Monte Pelvoux (1981-1983), el
edificio de oficinas en Parque Reforma (1981-1983) y el edificio de oficinas
para Transportación Marítima Mexicana (1981-1984).
En esta propuesta cronológica, cabe hacer un paréntesis para señalar su
trabajo paralelo en Valle de Bravo, porque representó, durante varios años
(1967-1984 poco más o menos), el acercamiento a una arquitectura con mate-
riales naturales, apegada al sitio pero con su sello personal.
Finalmente, los últimos diez años (1985-1995) “período de menor actividad
de Augusto H. Álvarez“ se significaron por una diversidad reflejada tanto
en la forma como en los materiales utilizados; en esta etapa, dos obras en el
interior del país fueron premiadas por su calidad: Centro Empresarial Can-
cún (1992-1994), y la casa Álvarez Fuentes en Mérida (1992-1994).
Por su prestigio fue invitado a dar pláticas y conferencias, a pertenecer a
grupos colegiados, y siguió recibiendo distinciones, como el primer premio,
en 1969, de la Asociación Nacional de Manufactureros de Productos de Alu-
minio para la Construcción (ANMPAC), por el edificio localizado en Hamburgo
No. 172 esquina con Florencia (1967-1968). Esta obra se distinguió por el di-
seño integral de sus fachadas, donde se combinó el cristal, prácticamente sin
manguetería, con el aluminio que recubría pretiles y muros ciegos, y sólo
aparecía en los marcos de las ventanas. A este premio le siguieron varios
más, los cuales representaron la búsqueda permanente de calidad de su ta-
ller, que continuaba como una de las principales firmas del país.1

Las posibilidades del concreto

Desde los años cincuenta, surgió la inquietud en algunos arquitectos, en dis-


tintas partes del mundo, de explorar y ensayar las posibilidades estructura-
les y plásticas del concreto armado; unos sobresalieron más que otros, como
Le Corbusier, Pier Luigi Nervi, Louis I. Kahn, Paul Rudolph, Kenzo Tange o
Marcel Breuer quien influyó directamente en el arquitecto Álvarez.2 Cada uno
de ellos manejó el concreto de distintas formas, desde el llamado brutalismo
hasta el tratamiento refinado y de esmerado detalle, tanto en la estructura
1
Véase el Currículo don- como en las fachadas, en las que predominó el macizo sobre el vano. Lo cier-
de aparece cada uno de los to es que tenían en común la búsqueda de nuevos horizontes; estaban can-
premios y reconocimientos
sados, como cientos de arquitectos de todo el mundo, de las fachadas lisas y
que recibió.
2
El arquitecto Marcel homogéneas, de la repetición modular, de la ortogonalidad, de los dogmas
Breuer construyó algunos del Movimiento Moderno que llegaba a su fin ante la repetición y las copias
edificios en concreto apa- acríticas. Esta crisis del racionalismo se manifestó tanto en obras aisladas,
rente en los años sesenta: como en las publicaciones, las exposiciones y en otros ámbitos del pensa-
las oficinas principales del miento; aún así, hasta la fecha prevalecen varias de sus características como
Departamento de Habita-
ción y Desarrollo Urbano en
parte inherente de la arquitectura de nuestra época, interpretadas libremen-
la ciudad de Washington te por numerosos arquitectos.
(1963-1968), la Abadía y Uni- En México, el uso del concreto se hizo extensivo por las ventajas econó-
versidad de San Juan en Co- micas que se reflejaban en los costos de la mano de obra y el material, pero
llegeville, Minnesota (1953- también por la libertad expresiva que ofrecía. Esta búsqueda formal se dio al
1968), o las oficinas de IBM
comienzo, sobre todo, en las cubiertas, como una superación de la cubierta
en Florida (1967-1969), los
cuales influyeron en la cons- plana racionalista. En este sentido, se debe mencionar que el trabajo de Fé-
trucción de las oficinas para lix Candela en México resultó sobresaliente a escala internacional, porque
IBM de México (1972). desde 1961 fue reconocido por su trabajo con las estructuras de concreto;
IV. LA MADUREZ CONSTRUCTIVA 117

sus paraboloides hiperbólicos, llevados a cabo con connotados arquitectos, Club Deportivo para la
influyeron a numerosos profesionistas del país, sobre todo por sus iglesias.3 Compañía de Seguros
La Nacional, Calz. de
Posteriormente aparecieron otros arquitectos mexicanos que incursionaron
Tlalpan, No. 4085,
en el manejo del concreto aparente en edificios públicos, de oficinas o esco- Col. San Lorenzo Huipulco,
lares, entre los que se podría mencionar: el Instituto Indigenista en la avenida México, D.F.
Revolución, Ciudad de México (1963), de los arquitectos Alejandro Caso y 1964-1965.
Margarita Chávez de Caso; la Escuela de Derecho en la Universidad de Ta- Foto: Guillermo Zamora.
maulipas (1966), de Teodoro González de León; el ya mencionado conjunto
de edificios para el Centro Nacional de Investigación y Enseñanza Agrícola
en Chapingo (1967), de Augusto H. Álvarez, Enrique Carral y The Perkins &
Will Partnership; el edificio para el Grupo ICA en la colonia Escandón (1970),
de José Villagrán García; el edificio para Seguros La Interamericana en la
avenida Insurgentes (1971), de Augusto H. Álvarez y Héctor Meza; la Uni-
dad Interdisciplinaria del Instituto Politécnico Nacional en la colonia Granjas 3
Algunas de las iglesias
México (1972), de David Muñoz; el edificio para IBM de México en Mariano de Félix Candela en la Ciu-
Escobedo (1972), de Augusto H. Álvarez, Enrique Carral y Héctor Meza, y la dad de México: Iglesia de la
Delegación Cuauhtémoc (1972), de Teodoro González de León, Abraham Medalla Milagrosa (1953);
Zabludovsky, Jaime Ortiz Monasterio y Luis Antonio Zapiáin. Es necesario Capilla de Nuestra Señora de
destacar el trabajo en concreto aparente con agregados y cincelado de los la Soledad, El Altillo, (1955);
la Iglesia de San Antonio de
arquitectos Teodoro González de León y Abraham Zabludovsky.
las Huertas (1956) y la Igle-
El arquitecto Álvarez comenzó a explorar las posibilidades del concreto sia de San José Obrero (1959)
porque le entusiasmaba su maleabilidad, así como el aumento en los coefi- en Monterrey, en colabora-
cientes de resistencia; sin duda el uso de este material significó un reto más ción con Enrique de la Mora.
118 AUGUSTO H. ÁLVAREZ. ARQUITECTO DE LA MODERNIDAD

Club Deportivo para la en su trayectoria profesional.4 Durante una década aproximadamente ensa-
Compañía de Seguros yó con este material sin apartarse de la esencia de su arquitectura. Trabajó
La Nacional, Calz. de
con el concreto sin anular o minimizar la estructura, al contrario, los ejes es-
Tlalpan, No. 4085,
Col. San Lorenzo tructurales siempre estuvieron presentes como centro de la composición.
Huipulco, México, D.F. Siempre cuidó el detalle para lograr la sencillez que lo caracterizó; empleó
1964-1965. este material de forma racional, liso, con aristas porque usaba cimbras me-
Foto: Guillermo Zamora. tálicas o de triplay para lograr una superficie tersa. Nunca le interesó hacer
uso de elementos superfluos ni decorativos. El concreto por sí mismo era el
medio de expresión, combinado con el cristal, y aun cuando nunca dejó de la-
do la transparencia, disminuyó considerablemente su utilización. De manera
sistemática continuó fiel a su preocupación por un estudio riguroso del progra-
ma; asimismo, permaneció la modulación, la búsqueda de nuevas soluciones
estructurales, el detalle y el cuidado obsesivo en la manguetería, la innova-
ción y experimentación en los sistemas de iluminación y de subdivisión del
espacio interno.
Una de las primeras obras donde experimentó con el concreto fue en el
club deportivo para la Compañía de Seguros La Nacional, en la Calzada de
4
Graciela de Garay, His- Tlalpan No. 4085, en la colonia San Lorenzo Huipulco (1964-1965), actual-
toria oral de la Ciudad de Mé- mente muy transformado. En esta obra, entre otras aportaciones, diseñó una
xico: testimonios vivos de estructura, a partir de paraguas de concreto, que cubría un espacio muy am-
sus arquitectos (1940-1990).
Augusto H. Álvarez, México,
plio con escasos apoyos, lo que propició la amplitud que se enfatizó con la
Instituto José María Luis Mo- transparencia de los grandes ventanales; estos paramentos acristalados
ra, 1994, p. 59. fusionaban la casa club con la alberca, las canchas de tenis, frontenis y bás-
IV. LA MADUREZ CONSTRUCTIVA 119

quetbol. Cabe anotar que ya había plasmado esta inquietud en un anteproyec- 5


Esta iglesia se llevó a
to para una iglesia en Culiacán, Sinaloa (1960).5 cabo pero, por diversas ra-
zones, el resultado está ale-
A estas obras iniciales se continuaron varias donde el concreto se convir-
jado del proyecto original.
tió en el tema central y cabe agregar que en varios de estos edificios se conjugó
una estructura mixta de concreto y acero, con predominio hacia el exterior del
concreto aparente, combinado con el cristal en diversas modalidades.

El Centro Nacional de Investigación y Enseñanza Agrícola en


Chapingo

Este conjunto de edificios (1964-1967) lo proyectó en colaboración con Enrique


Carral y los arquitectos The Perkins & Will Partnership de Chicago, y fue la
primera experiencia de trabajo del taller con arquitectos extranjeros. Se trata-
ba de un complejo que reunía varios edificios, como aulas, dormitorios, biblio-
teca, casa para profesores, etcétera, ordenados en torno a espacios abiertos Conjunto de edificios
con jardín, algunos de ellos comunicados entre sí por medio de puentes. El para el Centro Nacional
diseño del conjunto permite la fuga de las visuales entre los edificios, que de Investigación y
varían en su expresión formal de acuerdo a su función. Enseñanza Agrícola,
Esta propuesta resultó distinta, hasta cierto punto, en la trayectoria del taller Plan Chapingo,
Estado de México.
por la utilización de los materiales: el motivo central fue el concreto aparente 1964-1967.
expresado tanto en la estructura como en las distintas celosías precoladas Archivo: Enrique
con agregados de mármol en color blanco “algo novedoso en aquel momento“ Carral Icaza.
tratadas como una doble fachada para impedir la incidencia solar directa en Foto: Guillermo Zamora.
120 AUGUSTO H. ÁLVAREZ. ARQUITECTO DE LA MODERNIDAD

Interior del conjunto


de edificios para el
Centro Nacional
de Investigación y
Enseñanza Agrícola,
Estado de México,
1964-1967.
Archivo: Enrique
Carral Icaza:
Foto: Guillermo Zamora.

Conjunto de edificios
para el Centro Nacional
de Investigación y
Enseñanza Agrícola,
Estado de México,
1964-1967.
Foto: Guillermo Zamora.
IV. LA MADUREZ CONSTRUCTIVA 121

el interior. En este sentido cabe resaltar el ritmo de los precolados que provo-
ca un claroscuro desigual que enriquece la volumetría. Igualmente resalta la
factura de la estructura: el cuidado extremo en las juntas constructivas, el tra-
mado de las trabes al interior, las columnas que se ramifican, y la textura del
concreto que refleja la colocación impecable de la cimbra. De igual interés
resultó el tratamiento de los otros materiales como: el ladrillo aparente, la pie-
dra braza y el block de concreto, combinados de tal forma que respondían
acertadamente al contexto.
Los interiores resultaron sobrios como en los dormitorios en los cuales la
disposición de las ventanas respondía a un amueblado preciso y modulado;
o en la biblioteca, resuelta como un volumen exento de dos pisos de altura,
en donde la solución de las dobles alturas provoca una gran amplitud que se
incrementa por la abundante luz natural, la cual predomina en todos los espa-
cios, pues además, en algunos, se recurrió a la luz cenital.
Edificio para oficinas
El edificio de oficinas para La Provincial generales de la Compañía
de Seguros La Provincial,
Este conjunto, realizado en colaboración con Octavio Sánchez, se localiza Ave. Miguel Ángel de
Quevedo, No. 915, Col.
en un lugar privilegiado sobre una de las avenidas principales del sur de la ca-
El Rosedal, Coyoacán,
pital: la Avenida Miguel Ángel de Quevedo No. 915, en un extenso terreno de México, D.F.
10 000 m2 aproximadamente (1965-1967). La forma irregular del terreno y la 1965-1967.
importancia de las vialidades determinaron la solución del conjunto. Foto: Guillermo Zamora.
122 AUGUSTO H. ÁLVAREZ. ARQUITECTO DE LA MODERNIDAD

Edificio de oficinas
generales de la
Compañía de Seguros
La Provincial.
México, D.F.
1965-1967.
IV. LA MADUREZ CONSTRUCTIVA 123

Edificio para oficinas


generales de la Compañía
de Seguros La Provincial.
México, D.F.
1965-1967.
Foto: Guillermo Zamora.

Edificio para oficinas


generales de la Compañía
de Seguros La Provincial.
México, D.F.
1965-1967.
Foto: Guillermo Zamora.
124 AUGUSTO H. ÁLVAREZ. ARQUITECTO DE LA MODERNIDAD

El planteamiento del programa arquitectónico proponía concentrar las ofici-


nas generales de la Compañía de Seguros La Provincial, y a la vez, que el con-
junto funcionara como una fábrica de seguros; para ello se generaron tres
volúmenes modulados a 1.22 m, organizados en torno a un patio. Uno, pequeño
e independiente, para un local comercial que funcionó como sucursal banca-
ria. Otro, bajo y muy amplio para la época “con 3 000 m2“, se destinó a las ofi-
cinas generales y servicios, el cual se resolvió con paraguas de concreto de los
cuales se suspendía el plafón reticular que contenía los elementos para la luz
artificial y funcionaba en algunos casos como guía de las divisiones internas.
Por sus características, permitía el paso de la luz natural filtrada por la separa-
ción entre los bordes de los paraguas; al exterior era un volumen casi cerrado
con prefabricados de concreto, salvo el lado que se comunicaba con el peque-
ño patio interior. Finalmente, se proyectó una torre de oficinas de cristal de on-
ce pisos para los ejecutivos, compañías filiales y plantas libres para renta. Esto
no se llevó a cabo, por diversos motivos, pues sólo se construyeron tres niveles
con una estructura perimetral metálica basada en viguetas I, en cuyo interior se
emplearon columnas de concreto armado como elementos rígidos. Su trans-
parencia contrastaba con el volumen ciego adyacente.
Hacia la avenida principal se concentraba la plaza de acceso, la sucursal
bancaria y una fuente que llamaba la atención por la escultura de acero ino-
xidable de Sandro Tagliolini, que servía como torre de enfriamiento del aire
Edificio para oficinas acondicionado, la cual lamentablemente desapareció.
generales de la Compañía Lo interesante del conjunto era su apertura hacia la ciudad, porque, al no
de Seguros La Provincial.
México, D.F.
existir bardas, se podía apreciar desde diversos ángulos, ya que ocupaba to-
1965-1967. da la manzana, convirtiéndose en una referencia urbana. Infortunadamente,
Foto: Guillermo Zamora ha tenido intervenciones que han modificado su aspecto original.
IV. LA MADUREZ CONSTRUCTIVA 125

El edificio de oficinas para La Interamericana

La compañía de seguros La Interamericana, era una empresa transnacional


con accionistas mexicanos y estadounidenses lo que determinó, hasta cierto,
punto los parámetros y lineamientos del proyecto. El dueño era el señor
Cornelius Vanderbilt Star, propietario de varias compañías de seguros y ade-
más de dos compañías ferroviarias. Se menciona esto porque Vanderbilt
deseaba que en este proyecto hubiera algo representativo de sus compañías,
como la utilización del acero. Augusto Álvarez lo convenció de que, en ese
momento, no era conveniente emplear dicho material, pero le ofreció expre-
sar en concreto la forma y el color que le recordara los durmientes del ferro-
carril, lo que explica el porqué de la forma y el color de la fachadas.
El arquitecto Álvarez, en colaboración con Héctor Meza, propuso en el
proyecto original un conjunto de cuatro edificios similares, pero de distintas
alturas, proyectados en cuatro predios colindantes en la Avenida de los In-
surgentes No. 1136, esquina con Tlacoquemécatl (1968-1971), tres de ellos
eran propiedad de la compañía. Desde el principio se consideró ubicar las
oficinas generales en el edificio de menor tamaño y alojar en los otros or-
ganismos filiales o de otras empresas. La propuesta original no se llevó a
cabo; únicamente se construyeron las oficinas en el terreno de 2 000 m2 que Edificio de oficinas
anteriormente había sido explotado como banco de material para una ladrille- de La Interamericana,
ra, mismo que después se rellenó. La capa resistente del terreno se localizó Insurgentes Sur,
a nueve metros de profundidad, por lo tanto, se decidió proyectar un volumen No. 1136 esquina
Tlacoquemécatl,
de tres niveles bajo el nivel de la calle y cuatro pisos más de oficinas por en- Col. del Valle,
cima del nivel de la Avenida de los Insurgentes. El edificio, modulado a 1.22 m, México, D.F.
es un cuadrado con los servicios y las circulaciones verticales al centro, y un 1968-1971.
126 AUGUSTO H. ÁLVAREZ. ARQUITECTO DE LA MODERNIDAD

Propuesta del conjunto


para edificio de oficinas
de La Interamericana,
México, D.F.
1968-1971.

Croquis para las oficinas


de La Interamericana,
México, D.F.
1968-1971.
IV. LA MADUREZ CONSTRUCTIVA 127

área muy amplia de oficinas alrededor, porque se logró un claro de doce 6


Véase, Juana S. De
metros por la estructura de columnas y losas de concreto combinada con Castellá, “Augusto H. Álva-
rez“, Conferencias del bicen-
vigas de acero de alma abierta. Al exterior, las fachadas se trataron únicamen-
tenario de la fundación de la
te con dos elementos: el concreto aparente de color ocre y los ventanales Escuela de Pintura y Escul-
corridos de cristal solar bronce sin manguetería, colocados “a hueso“, lo que tura, Tomás García Salgado
acentuó la sencillez de la obra que contrasta acertadamente con una escultu- (compilador), México, Facul-
ra de formas orgánicas realizada por Enrique Miralda, en la plaza de acceso.6 tad de Arquitectura, UNAM ,
De especial interés resulta el interior de este edificio, por su amplitud y 1984, pp. 48-51.
7
La palabra “Acorme“ se
limpieza en los acabados, pero sobre, todo por la utilización del plafón pre- deriva de las iniciales de los
fabricado y desmontable “Acorme“, diseñado en el taller del arquitecto Álva- apellidos de: Arq. Augusto
rez y colocado por primera vez en esta obra. Este falso plafón, con propieda- H. Álvarez, Arq. Enrique Ca-
des acústicas e incombustibles, consistía en una unidad modular prefabricada rral, Ing. Jaime Ortega (aire
de 1.22 x 1.22 m, realizada de tablaroca con acabado acústico, lámina es- acondicionado), Arq. Juan
Robles Gil (contratista de
maltada y acrílico, donde se reunía la inyección o retorno de aire acon-
herrería y sistemas cons-
dicionado, la iluminación, los sistemas de comunicación y sonido y la sus- tructivos especiales), Arq.
pensión para la cancelería; en su momento fue una novedad y se repitió en Héctor Meza y el Ing. Sabino
otros proyectos por su eficacia.7 Escobedo (iluminación).

El edificio de oficinas para la inmobiliaria Córdoba-Durango, La Mitra

Esta obra fue un caso singular en la trayectoria del arquitecto Álvarez, pues
se trataba de proyectar un edificio de oficinas para las autoridades ecle-
siásticas, sin embargo nunca tuvo contacto con esta institución, ya que el
trato y las negociaciones se hicieron a través del licenciado Jorge Martínez y
Martínez, representante del Arzobispado de México. Se trata de uno de los
proyectos en concreto aparente más significativos del taller, realizado en
colaboración con Jorge Flores Villasana y Augusto F. Álvarez (1970-1973).
Localizado en el corazón de la colonia Roma, en la esquina de las calles de
Córdoba y Durango No. 90, se distinguió en su momento por la factura y el di-
seño de sus fachadas en concreto aparente, en un contexto urbano que reci-
bía con recelo los edificios representativos de la modernidad.
El edificio, modulado a 1.22 m, está formado por tres volúmenes diferen-
ciados: un bloque de oficinas de doce niveles, un volumen separado por un
área jardinada que aloja el auditorio y el núcleo de servicios y circulaciones
verticales. Cabe destacar el diseño del cuerpo de oficinas de planta rectan-
gular, donde los nueve niveles superiores se agrupan en bloques de tres y se
alternan para generar terrazas interiores de triple altura reflejadas claramen-
te en las fachadas. Llevó esta solución, que provoca espacios más amables y
diversos en las áreas de trabajo, a otros proyectos, porque siempre tuvo la in-
quietud de ofrecer algo más que un área rentable. Habría que mencionar la
solución estructural basada en un tramado portante de entrepiso ahuecado,
con trabes de alma abierta de acero, que propició, por un lado, una gran
facilidad en las instalaciones, y por otro, la creación del primer intento de “pi-
so falso“ para colocar las conexiones necesarias para contactos, telefonía,
etcétera, bajo el piso con tapones de hule con un diseño especial de Manuel
Álvarez Fuentes, conocidos como “conebapi“, repartidos en las áreas de tra-
bajo, que daban una gran flexibilidad en el acomodo del mobiliario. Esta
innovación, pionera en su género, se anticipó a lo que ahora es de uso común
e indispensable en cualquier empresa; también se instaló el plafón Acorme
en las áreas de trabajo.
El interior del auditorio se distinguió por la expresividad plástica derivada
de la solución estructural de los muros y la cubierta de concreto colada in
situ a manera de trabelosas, adecuándose a las necesidades acústicas;
también sobresalió la escalera de concreto como un elemento escultórico
en medio del vacío.
128 AUGUSTO H. ÁLVAREZ. ARQUITECTO DE LA MODERNIDAD

Edificio de oficinas para


inmobliliaria Córdoba-
Durango. México, D.F.
1970-1973.
Foto: Alberto Moreno
Guzmán.
IV. LA MADUREZ CONSTRUCTIVA 129

Edificio de oficinas
para la inmobliliaria
Córdoba-Durango,
Durango, No. 90,
Col. Roma,
México, D.F.
1970-1973.
Foto: Armando Salas
Portugal.

Corte longitudinal del


edificio para las oficinas
para la inmobliliaria
Córdoba-Durango.
México, D.F.
1970-1973.
130 AUGUSTO H. ÁLVAREZ. ARQUITECTO DE LA MODERNIDAD

Edificio de oficinas
para la inmobliliaria
Córdoba-Durango.
México, D.F.
1970-1973.
Foto: Armando Salas
Portugal.

Planta de oficinas
para la inmobliliaria
Córdoba-Durango.
México, D.F.
1970-1973.
IV. LA MADUREZ CONSTRUCTIVA 131

Edificio de oficinas
para la inmobliliaria
Córdoba-Durango.
México, D.F.
1970-1973.
Foto: Alberto Moreno
Guzmán

Este edificio es un ejemplo del compromiso del taller de aportar siempre al-
go nuevo, porque desde el proyecto mismo, hasta la estructura o el piso fal-
so fueron búsquedas de nuevas soluciones. A raíz del sismo de 1985, el
edificio sufrió modificaciones para reforzar su estructura.

El edificio de oficinas para IBM de México: prototipo de flexibilidad

Las oficinas generales de IBM de México, se encontraban dispersas por la ciu-


dad, por ello sus directivos decidieron centralizar varias de ellas en un solo
edificio, en un terreno de 3 778 m2, en un sitio privilegiado de la Ciudad de
México, localizado en la cabecera de manzana de las calles Mariano Esco-
bedo No. 595, Campos Elíseos y Rincón del Bosque (1970-1972); este em-
plazamiento resultaba ideal para la corporación, pues el edificio estaría en la
afluencia de avenidas importantes “como en otras partes del mundo“, y po-
día ser visto desde distintos ángulos, lo que incrementaba su relevancia
dentro de la ciudad.
La compañía IBM era una de las empresas más importantes, a principios de
los años setenta, en el área de la informática, tanto en México como en el ám-
bito internacional, ya que había construido sus edificios en diversos países
con ciertos lineamientos similares, y el de México no sería la excepción. Que-
ría mostrar a través de sus edificios la excelencia de sus productos y preten-
día que existiera un balance óptimo entre economía, calidad, apariencia y
función. Esta empresa deseaba un inmueble simple y atractivo que influyera
en la comunidad de manera determinante, sin extravagancias; aceptaba las
132 AUGUSTO H. ÁLVAREZ. ARQUITECTO DE LA MODERNIDAD

Edificio de oficinas
para IBM de México,
Mariano Escobedo,
No. 595 esq. Campos
Eliseos y Rincón del
Bosque, México, D.F.
1970-1972.
IV. LA MADUREZ CONSTRUCTIVA 133

Propuesta de la planta
de oficinas para
IBM de México.
México, D.F.
1970-1972.

Edificio de oficinas
para IBM de México.
México, D.F.
1970-1972.
Foto: Alberto Moreno
Guzmán.
134 AUGUSTO H. ÁLVAREZ. ARQUITECTO DE LA MODERNIDAD
IV. LA MADUREZ CONSTRUCTIVA 135

innovaciones tecnológicas si éstas no interferían en los lineamientos bási- Isométrico del edificio
cos. Cabe anotar que el de México sería el primero que la corporación reali- de oficinas para
IBM de México.
zaría en Latinoamérica encargándoselo a un equipo de arquitectos no esta-
México, D.F.
dounidenses, por ello el desarrollo del proyecto estuvo condicionado a sus ri- 1970-1972.
gurosas especificaciones. Así, el arquitecto Álvarez, en colaboración con (Página anterior).
Enrique Carral y Héctor Meza, elaboraron el diseño, que originalmente com-
prendía dos edificios: el construido al fondo del terreno y una torre de ofici-
nas de 18 pisos al frente, que no se llevó a cabo, pero en su lugar se cedió un
espacio abierto a la ciudad, que permite observar el edificio con una mejor
perspectiva.
Varias fueron las condicionantes particulares de esta obra: una de ellas, el
muy corto tiempo en el que debía desarrollarse, puesto que este requisito for-
maba parte de las políticas de eficiencia de esta empresa, fue así que en tan
sólo nueve semanas se estudió el magnífico programa arquitectónico que IBM
les había proporcionado, y se realizó el diseño conceptual y el proyecto eje-
cutivo; igualmente, la construcción fue todo un reto para el taller porque se
terminó en poco más de un año. Otras especificaciones de carácter normati-
vo consistieron en que la relación entre el vano y el muro en las fachadas no
debía ser mayor de un tercio, o que el centro de cómputo se manejara con
redes y que llevara piso falso, lo que representaba un avance tecnológico en
aquel momento. En este sentido, cabe mencionar que estas oficinas incor-
poraron, por primera vez en Latinoamérica, una computadora IBM 360, la cual
ocupaba gran parte de la planta baja del edificio.
Se propuso un edificio de planta rectangular, modulado a 1.22 m, tanto en
planta como en alzado, con una estructura mixta de losas y columnas de
concreto con vigas de acero de alma abierta. El tiempo limitado para la
construcción llevó a los arquitectos a utilizar una serie de elementos de rápi-
da fabricación y montaje, como se hizo en las fachadas, donde se colaron in
situ algunos elementos a los que posteriormente les agregaron precola-
dos menores.
El edificio es un ejemplo de flexibilidad, por el alto grado de factibilidad de
transformación interna de sus espacios, no sólo en el área de las oficinas,

Detalle del edificio


de oficinas para
IBM de México.
México, D.F.
1970-1972.
Foto: Alberto Moreno
Guzmán.
136 AUGUSTO H. ÁLVAREZ. ARQUITECTO DE LA MODERNIDAD

sino también en los baños, que se pueden desmontar de ser necesario. Esta
flexibilidad se acentuó por el uso del plafón desmontable “Acorme“, emplea-
do con anterioridad, y por los paneles divisorios “Acro“,8 diseñados expre-
samente en el taller para este edificio. Estos canceles modulares y des-
montables, sujetos al plafón y al piso, consistían en una estructura metálica
recubierta de tablaroca con poliestireno como aislante y podían ser totalmen-
te ciegos, de vidrio o mixtos; estos elementos de división fueron los únicos
utilizados en el interior. Otro aspecto relevante fue que el taller llevó a cabo el
proyecto integral de diseño de los interiores, es decir se diseñaron los mue-
bles, la señalización y se seleccionaron los cuadros, las alfombras, los
accesorios, etcétera; hasta ese momento era el proyecto más completo que
realizaba la firma. Al exterior llamaba la atención por la expresión plástica
de la estructura y por el juego del claroscuro de las fachadas que resalta-
ban por su cabal factura.9

Algunas casas significativas

Sin duda, lo publicado sobre Augusto H. Álvarez se ha abocado principalmen-


te al análisis de sus edificios, ya sea de departamentos o de oficinas, por su
relevancia en la historia de la arquitectura mexicana. Sin embargo, sus nu-
merosas casas, escasamente publicadas, también son de interés y en este
estudio se han dado a conocer sólo algunas que complementan su relevan-
cia como arquitecto. Varias características pueden enumerarse para descri-
birlas: sencillez, austeridad, orden y tranquilidad, particularidades que per-
duraron en las viviendas que construyó durante los últimos años; sin embargo,
se pueden observar ciertas diferencias en relación con las casas de las
décadas anteriores. Por un lado, el uso del cristal disminuyó y se volvieron
más masivas; se modificó la relación entre el espacio interno y el externo,
pues el proyecto se volcó más al interior. Por otro, utilizó en algunos casos
materiales más tradicionales, como el barro, la piedra, la madera, y aplana-
dos rugosos, a veces pintados de color, aunque de manera dosificada.10 Pro-
bablemente, las casas realizadas en Valle de Bravo (1967-1984) influyeron o
modificaron su arquitectura habitacional, porque se observa un interés, en
esta época, por el lugar o el contexto que antes no era determinante.

Casa habitación en Moneda No. 78

Esta casa realizada para una joven pareja, ubicada en la calle de Moneda
No. 78, en Tlalpan (1977-1978), en colaboración con Jorge Flores Villasana,
8
La palabra “Acro“ se es un ejemplo muy original y valioso en la trayectoria de Augusto H. Álvarez.
deriva de las iniciales de:
La forma alargada del predio, la existencia de árboles centenarios, el gusto
Arq. Augusto H. Álvarez,
Arq. Enrique Carral y el Arq. de la pareja por los jardines, patios y terrazas, y el deseo de aislar a la casa
Juan Robles Gil (contratista del ruido de la calle, determinaron el proyecto. Se trata de una residencia
de herrería y sistemas cons- rodeada de jardín, con abundante luz en el interior, lo que provocó espacios
tructivos especiales). tranquilos, comunicados a través de medios niveles. La estancia, enriqueci-
9
Véase “El edificio que da con una chimenea y libreros, cuenta con una vista privilegiada hacia el
hay que ver por dentro“,
Obras, No. 1, enero de 1973.
jardín; por su parte, el comedor, ubicado medio nivel arriba, se ilumina a tra-
10
Entre 1965 y 1995 cons- vés de una pequeña ventana que se convierte en el punto focal. Los espa-
truyó cerca de veinte casas, cios son mesurados, totalmente modulados y divididos por muros de carga y
tanto en el Distrito Federal, de ladrillo con aplanados rugosos. A pesar de la iluminación profusa, pre-
como en Valle de Bravo y dominan los muros sobre el cristal. Cabe mencionar, que en esta casa como
además remodeló la suya en
en las otras, el arquitecto utilizó “recursos“ o las “pequeñas trampas de Au-
Mérida.
11
Entrevista con la Sra. gusto“, como diría la dueña de esta residencia, para iluminar los servicios,
Norma Ogarrio, el día 14 de baños y pasillos sin que al exterior aparecieran aberturas, porque lo hacía
mayo del 2004. cenitalmente.11 Jamás aparecerían reflejados al exterior los servicios, pues
IV. LA MADUREZ CONSTRUCTIVA 137

Casa habitación,
Moneda, No. 78, Tlalpan,
México, D.F.
1977-1978.
Foto: Juan Antonio
Berlanga Zubiaga.

Casa habitación,
Moneda, No. 78, Tlalpan,
México, D.F.
1977-1978.
Foto: Juan Antonio
Berlanga Zubiaga.
138 AUGUSTO H. ÁLVAREZ. ARQUITECTO DE LA MODERNIDAD

era sumamente cuidadoso en este aspecto. Igualmente, llama la atención el


diseño meticuloso y modulado del mobiliario en distintas partes de la residen-
cia, lo cual optimiza el espacio.
Al frente de la casa, un espejo de agua, el espacio abierto, los muros de
distintas alturas, la piedra de recinto y el blanco de los muros, combinado con
el color marrón, configuran un ambiente único y acorde con el lugar.

Las casas en Valle de Bravo

El trabajo desarrollado en Valle de Bravo merece una mención especial por


su calidad y su significado. Esta población del Estado de México se ha distin-
guido, desde hace varias décadas, por ser uno de los lugares turísticos más
atractivos de la zona. Su paisaje arbolado, el lago y el atractivo de las cons-
trucciones tradicionales motivaron la aparición de varios fraccionamientos
donde predominaron las casas de descanso de fin de semana.
Augusto H. Álvarez construyó en este sitio privilegiado varias casas con
similitudes que conforman una parte relevante y distinta de su trayectoria; la
que realizó para sí mismo sobresalió por ser la pionera y por mostrar esa ma-
nera particular de interpretar la tradición.
En uno de estos fraccionamientos, localizado al poniente de la población,
conocido como La Peña “por su proximidad con este cerro“, Augusto H.
Álvarez construyó algunas casas, además de la suya. Como el fraccionamien-
Casa habitación, to cuenta con una porción de margen hacia el lago, se construyó un club de
Sotavento, Lote No. 5,
vela el cual organiza competencias nacionales e internacionales cada año.
Fraccionamiento La Peña,
Valle de Bravo, Estado En torno a este centro, en terrenos con una pronunciada pendiente, varios ar-
de México, México. quitectos, como José de Yturbe y Andrés Casillas, también construyeron ca-
1977-1978. sas que tenían una característica común: el respeto a la localidad.
IV. LA MADUREZ CONSTRUCTIVA 139
140 AUGUSTO H. ÁLVAREZ. ARQUITECTO DE LA MODERNIDAD

Casa habitación, Varios factores fueron determinantes en la construcción de estas resi-


Sotavento, Lotes No. 8 dencias: el arquitecto Álvarez tuvo que considerar las intensas precipitacio-
y 8a, Fracc. La Peña, nes pluviales durante una larga temporada de lluvias, y por lo tanto el alto
Valle de Bravo,
grado de humedad que había que controlar tanto en la construcción como
Estado de México.
1977-1978.
en el diseño de muebles, el almacenamiento de víveres, ropa o el manteni-
Foto: Alberto Moreno miento de aparatos eléctricos. Otro factor decisivo fueron los vientos do-
Guzmán. minantes y la vista hacia el lago, en algunos casos.
(Página anterior). En estas casas experimentó su interpretación de la tradición, y afirmó:

Que se usen regionalmente procedimientos seculares auténticos conservando su


expresión propia es, o puede ser por diversas razones lógico, pero pretender ex-
presarse formalmente como en el pasado usando procedimientos actuales me
parece absurdo. Eso, vuelvo a repetir, no demuestra más que una falta de com-
prensión de nuestro tiempo.12

En efecto, descifró la tradición de manera particular, utilizó y estudió los


materiales y procedimientos regionales pero con una interpretación vigente:
el mejor ejemplo fue su casa.

Casa habitación,
Sotavento, Lote No. 5,
Fracc. La Peña,
Valle de Bravo,
Estado de México.
1977-1978.

12
“Una obra, una postu-
ra“, Calli, No. 29, México,
septiembre-octubre de 1967,
p. 40.
IV. LA MADUREZ CONSTRUCTIVA 141

La casa vacacional de Augusto H. Álvarez Cortes de la casa


habitación,
16 de septiembre s/n,
El terreno elegido por Álvarez tenía tres características que llamaron su aten-
Valle de Bravo,
ción para determinar el proyecto: una fuerte pendiente, varios árboles en el Estado de México.
centro y sin vista franca al lago, por lo que estaba protegido de los vientos 1977-1979.
dominantes. Esta morada representó para él un refugio alejado de la caótica
Ciudad de México (1969-1970); cuando hacía referencia a ella, afirmaba: “Era
una casa en la cual se vivía en el exterior, se vivía en el patio, en el corredor
y en mal clima, te refugiaba“.13
En efecto, la casa gira en torno al patio con varios árboles y tupida ve-
getación propiciada por el paso de un apantle; estos elementos conformaron
un espacio tranquilo, sombreado, ideal para la convivencia, donde se desta-
ca en uno de los muros una celosía escultórica de Herbert Hoffman Ysenbourg.
Esta casa la realizó en colaboración con su hijo, Augusto F. Álvarez quien
lo acompañó en repetidas ocasiones a visitar el Mesón de las Ánimas, viejo
hostal de Valle de Bravo construido en el siglo XIX; a los arquitectos Álvarez
les cautivó por su sistema constructivo, mismo que estudiaron minuciosamen-
te para interpretarlo y aplicarlo en la vivienda. De igual forma experimentó
con los materiales regionales: el ladrillo encalichado, la piedra, la madera y la
teja de barro, pero con un sello particular pues utilizó la modulación y además
en los acabados combinó el blanco con los colores primarios, diseñó el mo-
biliario y experimentó con la cancelería. Para la modulación utilizó las medi- 13
Documento en el Ar-
das del ladrillo tanto en sentido horizontal como vertical; las alturas se dieron chivo de Augusto H. Álvarez,
por el número de hiladas, y las dimensiones de las puertas y las ventanas se s.f., Facultad de Arquitec-
diseñaron en función de los múltiplos del ancho de los muros. La estructura tura, UNAM.
142 AUGUSTO H. ÁLVAREZ. ARQUITECTO DE LA MODERNIDAD

Casa habitación del Arq.


Augusto H. Álvarez,
Fracc. La Peña, Lote 1
Valle de Bravo,
Estado de México,
1969-1970.
Foto: Alberto Moreno
Guzmán.
IV. LA MADUREZ CONSTRUCTIVA 143

Detalle de la cocina de
la casa habitación del
Arq. Augusto H. Álvarez,
1969-1970.
144 AUGUSTO H. ÁLVAREZ. ARQUITECTO DE LA MODERNIDAD

Casa habitación de de los entrepisos se hizo a partir de vigas y tablones de madera, y para la cu-
Augusto H. Álvarez, bierta se utilizó la misma solución con tejas de barro como protección. Al in-
Estado de México.
terior, los espacios localizados debajo de las cubiertas inclinadas están de-
1969-1970.
Foto: Augusto H. Álvarez limitados por un plafón recto realizado con vigas y tablones, lo que generó un
espacio térmico a manera de ático, como en el mencionado mesón. Sólo en
las ventanas no se utilizaron materiales tradicionales, pues emplearon perfi-
les de lámina de zinc fijas, embutidas en el aplanado y recubiertas de madera.
Además empleó un método distinto para la ventilación que resolvió básica-
mente a través de tiros de ventilación formados entre los muros dobles, puesto
que el uso del concreto armado se restringió al máximo.
La casa de vacaciones en Valle de Bravo es un ejemplo relevante del tra-
bajo de Augusto H. Álvarez, pero sobre todo, representó en su vida personal
momentos de convivencia familiar, tertulias con amigos, y tal vez fue el lugar
donde proyectó en su mente varias de las obras que consolidaron su tra-
yectoria.
IV. LA MADUREZ CONSTRUCTIVA 145

Detalles constructivos
de la casa habitación
de Augusto H. Álvarez,
Estado de México.
1969-1970.

Casa habitación de
Augusto H. Álvarez,
Estado de México.
1969-1970.
Foto: Augusto H. Álvarez
146 AUGUSTO H. ÁLVAREZ. ARQUITECTO DE LA MODERNIDAD

Detalles de la casa La permanencia del cristal


habitación de
Augusto H. Álvarez,
A partir de 1974, Augusto H. Álvarez se asoció para varios proyectos y con-
Estado de México.
1969-1970. cursos con Juan Sordo Madaleno, con quien había trabajado exitosamente
en los años cuarenta, y quien a su vez era socio de José Adolfo Wiechers
Escandón.14 Desde entonces su arquitectura tomó un rumbo distinto en los
edificios de oficinas, porque retornó al cristal como elemento preponderante,
combinado con el concreto y otros materiales. El uso de este material res-
pondía, por un lado, a una razón económica ya que es relativamente de bajo
costo y fácil mantenimiento, y por otro, satisfacía la imagen de progreso y mo-
dernidad que los corporativos deseaban manifestar en sus edificios.
Las cualidades del cristal “como superficie translúcida, transparente y
aislante“, fueron una de las inquietudes constantes de Álvarez. Durante esas
décadas la tecnología del vidrio había avanzado aumentando la variedad
y calidad de este material, tanto por el color “verde, azul, bronce, gris“, así
como por las propiedades de reflejar la luz, aunque en menor grado como
material aislante térmico y acústico, lo que se reflejó en varias obras. Igual-
mente, siempre le llamó la atención la manera de contenerlo; sus numerosos
diseños de manguetería lo demuestran: ventanas abatibles, corredizas y de
guillotina, así como los diseños de sujeción del muro cortina.
Cabe anotar que a partir de 1980, aproximadamente, se observa en algu-
14
La sociedad entre Juan nos proyectos un rompimiento de la caja de cristal; los volúmenes regulares
Sordo Madaleno y José
comenzaron a fragmentarse, tal vez por la influencia de su hijo el arquitecto
Adolfo Wierchers Escandón
se formalizó aproximada- Augusto F. Álvarez, y por lo sucedido en el ámbito arquitectónico. Un ejem-
mente en 1952. plo singular, aunque no construido, fue el conjunto de edificios para las oficinas
IV. LA MADUREZ CONSTRUCTIVA 147

Edificio comercial
y de oficinas,
Hamburgo esq. Florencia,
México, D.F.
1967-1968.
Foto: Guillermo Zamora.
148 AUGUSTO H. ÁLVAREZ. ARQUITECTO DE LA MODERNIDAD

Edificio de oficinas para


la Inmobiliaria Pelvoux,
Monte Pelvoux, No. 111.
México, D.F.
1969-1970.
IV. LA MADUREZ CONSTRUCTIVA 149

de Vitrocentro, en Monterrey (1980). Se trataba de un conjunto totalmente


modulado donde jugó “libremente“ con los volúmenes cúbicos de cristal, y lo-
gró un proyecto dinámico, con ritmo y movimiento, muy distinto a lo que ha-
bía realizado hasta el momento.15
A partir del Centro Operativo Bancomer (1974-1976), construyó otros edi-
ficios de cristal que se convirtieron en ejemplos emblemáticos de la ciudad:
los de Parque Reforma, Transportación Marítima Mexicana y el edificio en
Palmas No. 1005.

El Centro Operativo Bancomer: ejemplo de modulación

Esta obra se derivó de un concurso cerrado, convocado por una de las ins-
tituciones bancarias más relevantes del país. El primer terreno elegido se
localizaba en Ixtacalco, ya que de acuerdo con algunas estadísticas, este era
el centro geográfico de los empleados de Bancomer que se encontraban
dispersos en 42 edificios. El arquitecto Juan Sordo Madaleno y José Adolfo
Wiechers, en colaboración con el arquitecto Álvarez trabajaron en conjunto
en el proyecto que finalmente resultó ganador. Sin embargo, los tres arqui-
tectos convencieron al señor Manuel Espinosa Iglesias de que este predio no
era el adecuado y le propusieron buscar otro más apropiado de acuerdo a la
jerarquía de la institución, tarea que llevaron a cabo recorriendo en helicópte-
ro la Ciudad de México hasta encontrar el terreno en Coyoacán.
Los objetivos del proyecto eran: concentrar las oficinas centrales para una
mayor eficiencia en el desarrollo de sus funciones, proporcionarle a la ins-
titución un proyecto con las instalaciones y equipos adecuados para fomen-
tar productividad, estandarizar los espacios de trabajo de acuerdo con su
función y mejorar la accesibilidad al nuevo centro operativo, con una ubica-
ción privilegiada totalmente comunicada y con servicios urbanos.
El terreno se encuentra en la avenida Universidad No. 1200, esquina con
la calle de Mayorazgo; uno de los principales requerimientos era conservar el
área arbolada existente en el predio de forma trapezoidal de 65 000 m2. Nu-
merosos árboles, algunos de gran tamaño se ubicaban, sobre todo, hacia la
avenida Universidad, por lo tanto el proyecto debía respetar, en lo posible,
esta área de alrededor de 35 000 m2. En el interior del edificio, además de los
espacios de oficinas, se necesitaban zonas para equipos especializados de
cómputo y telecomunicaciones,16 bóvedas de guarda de valores y documen-
tos, sitios de atención al público, servicio médico, sucursal bancaria externa e
interna, comedores generales y privados, cocinas, auditorio, centro de capa-
citación para el personal, dormitorios para los funcionarios del interior de la
República y estacionamiento, entre múltiples requisitos.
El concepto arquitectónico partió de áreas flexibles y modulares de ofici-
nas de 210 m2, con la posibilidad de intercomunicación física, pero separadas
por espacios jardinados cubiertos. En palabras del arquitecto Álvarez:
15
Uno de los anteproyec-
Se trata de un partido que es como un cuadrado, haga de cuenta un tablero de tos en donde se observa el
ajedrez, donde las líneas negras de este supuesto tablero van formando las cir- rompimiento de la caja de
culaciones. [...] sugerimos fraccionar los espacios que nosotros llamábamos cristal fue el Hotel y Suites
módulos de trabajo, para que éstos tuvieran una capacidad máxima de cuarenta Meliá Reforma, en colabo-
personas, pero cuidando que cada uno de ellos tuviera su propio espacio e identi- ración con Juan Sordo Ma-
dad y que, a la vez, estuviera aislado de las demás. De tal manera que no se sin- daleno y J. Francisco Serra-
tiera ese monstruo, lleno de gente, planeado para los 9 000 empleados que se es- no Cacho (1980).
peraba alojaría el edificio. Precisamente, este concepto general es lo que hace
16
En aquel momento se
instaló la primera computa-
diferente a Bancomer.17
dora IBM 370 y el conmutador
más grande de México.
Al centro del edificio se contempló un patio con claros libres de setenta me- 17
Graciela de Garay, His-
tros aproximadamente para dispersión y comunicación vertical de todos los toria oral..., op. cit., p. 66.
150 AUGUSTO H. ÁLVAREZ. ARQUITECTO DE LA MODERNIDAD

Edificio para el Centro empleados a través de escaleras eléctricas, el cual también sirve para usos
Operativo Bancomer, diversos, como eventos donde se reúne todo el personal. Está techado con
Ave. Universidad,
una estructura tridimensional y domos translúcidos que permiten el apro-
No. 1200, esquina
Mayorazgo, Col. Xoco vechamiento de la luz natural en las áreas de trabajo, si bien es necesario
México, D.F. mencionar que la incidencia de los rayos solares en algunas zonas ha re-
1974-1976. sultado excesiva provocando un calor molesto en los pisos superiores.
Foto: Guillermo Zamora. La modulación de 1.83 x 1.83 m fue la base del proyecto que originó el
claro de 10.98 x 10.98 m, reflejado en la estructura y en los módulos de trabajo;
el resultado fue un gran volumen cuadrado de 115 m de lado por siete niveles
de altura, con una superficie construida de 117 000 m2. El diseño estructural
se desarrolló a partir del concepto modular, estandarizando los elementos
constructivos con base en prefabricados en losas, muros, trabes y pretiles,
pues únicamente la cimentación, las columnas y algunos muros fueron colados
in situ, lo que permitió acortar los tiempos de ejecución. Para los acabados se
eligieron materiales que requerían un mínimo de mantenimiento: concreto
aparente martelinado, alfombra antiestática, linóleum y en las áreas de ma-
yor tránsito como vestíbulos, patios y zonas de distribución, adoquín de made-
ra tropical, entre otros.
IV. LA MADUREZ CONSTRUCTIVA 151

Planta piso del


edificio para el
Centro Operativo
Bancomer.
México, D.F.
1974-1976.

Centro Operativo
Bancomer.
México, D.F.
1974-1976.
Foto: Guillermo Zamora.
152 AUGUSTO H. ÁLVAREZ. ARQUITECTO DE LA MODERNIDAD

Interior del edificio


para el Centro
Operativo Bancomer.
México, D.F.
1974-1976.

Taller de Arquitectura, Los proyectistas pensaron que una caja de cristal era la solución ideal que
General Marcial permitiría a los usuarios disfrutar de la zona arbolada; querían integrar el ex-
Lazcano, No. 20,
terior con el interior para ofrecer al usuario espacios más humanos. Por otra
Col. San Ángel Inn,
México, D.F. 1981. parte, al estar el edificio rodeado de vegetación se evitarían las cortinas, aun-
Foto: Alberto Moreno que cabe anotar que en las orientaciones más conflictivas se han colocado
Guzmán. algunas por el exceso de asoleamiento. Su emplazamiento aislado de la ciu-
(Página siguiente). dad evita el ruido molesto de la zona al interior, aunque impide su articula-
ción con el contexto. Se trata de un edificio monumental, pero no por un afán
protagónico, sino por un programa extraordinariamente extenso y complejo,
que ha envejecido dignamente, como señaló el arquitecto Álvarez y que por
su flexibilidad ha sabido adaptarse a los cambios tecnológicos.18

El taller de arquitectura de Augusto H. Álvarez

Augusto H. Álvarez construyó su taller en la parte posterior del terreno de su


casa, en la excavación de una alberca inconclusa, ubicada en Lazcano No. 20
en San Ángel Inn; este proyecto lo llevó a cabo con la colaboración de Augusto
F. Álvarez, Héctor Meza Pastor y Jorge Flores Villasana. Una nueva orga-
nización en la oficina y una etapa de intenso trabajo lo motivaron a realizar
esta obra, que alojó al taller desde 1981. Debía resumir el espíritu de la firma,
es decir el trabajo en equipo en 80 m2 de construcción que propiciaba la co-
municación entre los usuarios, pues el interior, sin cubículos o espacios ce-
rrados, se integraba como un todo.
Para conservar la privacidad de la casa, se resolvió la fachada principal del
taller hacia el jardín, con dos muros ciegos paralelos entre los que se ubicó el
acceso a medio nivel. El taller era un espacio reducido, irregular e integral,
bañado de luz, con el predominio del color blanco, resuelto en dos niveles y
medio donde se localizaban quince restiradores, el área secretarial y de cóm-
puto, la sala de juntas, los archivos, los servicios y un lugar para la prepara-
ción del café. Era un espacio muy iluminado a través de los grandes cristales
semitemplados, inclinados hacia el oriente y el poniente, protegidos por per-
18
Véase “Centro Opera-
sianas y la vegetación de la terraza, delimitada por un muro alto que impedía
tivo Bancomer“ y “Parque
Reforma“, Arquitectura y so- la incidencia solar por las tardes.
ciedad, Año XXXIX, No. 38, El taller se resolvió con una estructura mixta, con columnas de acero y
México, 1986. concreto armado; para la cubierta se utilizaron trabes de acero con losa de
IV. LA MADUREZ CONSTRUCTIVA 153

Taller de Arquitectura,
Lazcano, No. 20,
Col. San Ángel Inn,
México, D.F. 1981.
154 AUGUSTO H. ÁLVAREZ. ARQUITECTO DE LA MODERNIDAD

Taller de Arquitectura.
México, D.F. 1981.
Foto:Alberto Moreno
Guzmán.
IV. LA MADUREZ CONSTRUCTIVA 155

concreto aligerada, tipo Siporex, y en el entrepiso se colocaron vigas y duela 19


Véase de Alejandro
de madera y las escasas divisiones internas y nichos se realizaron de ta- Ochoa, El taller de Augusto
H. Álvarez“, Enlace, Año 3,
blaroca. Cabe mencionar que los integrantes del taller diseñaron meticu-
No. 5, México, 1993 y “El sa-
losamente el mobiliario, así como el sistema de iluminación de las lámparas bio gusto por el detalle“, Pre-
suspendidas del plafón realizadas con tubos de riego de aluminio, en respues- mier Aeroméxico, México,
ta a las necesidades específicas del funcionamiento interno de la oficina. La 1993.
flexibilidad del diseño permitió la adaptabilidad a los cambios tecnológicos, 20
Graciela de Garay, His-
conservándose el objetivo inicial: un espacio de trabajo en equipo.19 toria oral..., op. cit., p.72.

El Centro Corporativo Parque Reforma: el reflejo de su entorno

En una de las zonas más privilegiadas de Polanco, en la cabecera de la man-


zana formada por las calles de Molière, Campos Elíseos y Monte Elbruz, se
localiza el Centro Corporativo Parque Reforma (1981-1983), diseñado por
Augusto H. Álvarez, Juan Sordo Madaleno y José Adolfo Wiechers. El dise-
ño consiste en un volumen de planta rectangular modulada a 91.5 cm, con
dos núcleos de servicios al centro para permitir el mayor espacio rentable
subdivisible y evitar al máximo las circulaciones horizontales en cada nivel.
El edificio fue proyectado para oficinas de lujo en condominio, con veinte
niveles de altura, y cuatro subterráneos para estacionamiento. La intención,
según los autores, al forrar el prisma con vidrio espejo con un sistema de su-
jeción de aluminio oculto, era que reflejara la espesa vegetación que tenía
enfrente, y con ello aligerar la importante masa del edificio que es el remate Edificio de oficinas
visual de la parte norte del Bosque de Chapultepec.20 Parque Reforma,
La forma irregular del predio provocó que el emplazamiento del edificio Molière, No. 400 esq.
formara dos espacios adicionales: uno se localizó al frente como plaza de Campos Eliseos,
Col. Los Morales.
acceso “área cedida al entorno urbano“, con una escultura y escalinatas pa-
México, D.F.
ra salvar el desnivel del terreno; y el otro, ubicado al norte como plaza cubier- 1981-1983.
ta con una estructura tridimensional de acero y domos de acrílico que marca Foto: Alberto Moreno
la otra entrada a la torre y el acceso al estacionamiento. Estos espacios abier- Guzmán.
156 AUGUSTO H. ÁLVAREZ. ARQUITECTO DE LA MODERNIDAD

Edificio de oficinas tos se recubrieron con piedra natural, acorde con la sobriedad de las facha-
Parque Reforma. das. En el vestíbulo se utilizaron pocos materiales: granito natural combina-
México, D.F.
do con placas de acero inoxidable en los frentes de los elevadores y el plafón
1981-1983.
realizado con tabletas de madera desmontables para permitir el manteni-
miento y servicio de las instalaciones.
Sin duda, se trata de uno de los mejores ejemplos de la permanencia del
cristal en la etapa final de su trayectoria, en donde el regreso al prisma puro
nos recuerda el edificio Jaysour. El edificio Parque Reforma después de vein-
te años permanece vigente por su factura, proporción e inserción en el con-
texto donde la diversidad resulta confusa y difícil de comprender.
IV. LA MADUREZ CONSTRUCTIVA 157

Transportación Marítima Mexicana: una propuesta formal 21


Ídem.
22
Véase “Sencillez no es
simpleza“, Obras, Año XII,
A principios de la década de los ochenta TMM era una de las empresas más Vol. XII, No. 144, México, di-
relevantes del país, la cual posteriormente expandió su acción al envío por ciembre de 1984.
ferrocarril y la vía aérea. En aquellos años el dueño, que estaba interesado
en construir un edificio muy sencillo con una cancha de tenis en la azotea,
llama al arquitecto Álvarez y éste lo convence de que el edificio tenía que
mostrar la imagen de prestigio y poderío de la empresa. Fue así que en cola-
boración con Augusto F. Álvarez, Héctor Meza, Jorge Flores y Enrique Ana-
ya Escalera, realizaron un proyecto con fuerte presencia urbana debido a
una especial geometría (1981-1984). Al respecto Álvarez comentó lo siguiente:

...estas cosas de la imagen o de tener un edificio que llame la atención, han hecho
que la empresa gane mucho dinero. Es decir, la empresa obtuvo resultados y se
puede ver que han subido muchísimo. Sí, estos son los fenómenos que suceden
cuando un edificio tiene imagen. Como que cambia la mentalidad del directivo, del
ejecutivo y del empleado. Es decir, se siente que la empresa tiene otra proyección.21

El proyecto estuvo condicionado por un programa complejo que debía con-


templar áreas independientes y a la vez relacionadas: las oficinas divididas
por áreas de negocios, una zona comercial y otra habitacional que ofreciera
las posibilidades de alojamiento a empleados, ejecutivos o capitanes, así como
un posible crecimiento hacia el oriente a través del núcleo de servicios. Igual-
mente, la topografía irregular, las orientaciones y la vista hacia el volcán del
Ajusco como remate visual, tanto para los directivos como para el área de los
comedores, fueron factores decisivos para el diseño.
Se trata de un edificio modulado, de concreto y cristal transparente, con un
tinte gris que permite observar el interior. Está compuesto por dos cuerpos de
distintas alturas, con plantas diferenciadas y terrazas, separados por un pa-
tio interior; además, un volumen sólido de servicios y un cuerpo lateral con
una zona de departamentos, entre otros elementos. A través del patio central,
que recorre todos los pisos, se filtra la luz natural lográndose un ahorro consi-
derable de energía. En este espacio se localizan los vestíbulos y las escale-
ras principales, donde resalta la iluminación integrada al barandal. Estos
componentes generaron áreas más amables de trabajo, pero sobre todo una
original manera de concebir un edificio de estas características que al exte-
rior aparece como un volumen dinámico, con cubiertas inclinadas de cristal
que llaman la atención. Fue un proyecto donde la voluntad formal de los autores
dio muestras de ingenio, dominio técnico del manejo de la estructura portan-
te de concreto y de la estructura de las cubiertas inclinadas, a partir de arma-
duras metálicas que protegen terrazas jardinadas que también funcionan como
áreas de descanso para los empleados, aunque por las orientaciones el calor
es intenso en algunas. Se podría afirmar que la presencia de este edificio
sobre Periférico Sur ha pasado a formar parte inconfundible del paisaje ur-
bano del sur de la Ciudad de México, por su propuesta volumétrica que sigue
vigente después de veinte años.
Cabe anotar que el proyecto original tenía contemplado un innovador sis- Oficinas para
Transportación
tema autónomo de limpieza para los cristales de las fachadas; un medio me-
Marítima Mexicana,
cánico supliría al ser humano, evitando que éste arriesgara su vida cotidiana- Cúspide, No. 4761,
mente. No se llevó a cabo por diversas razones, diseñándose el sistema clásico Col. Bosques del
de limpieza integrado a las fachadas, lo cual el arquitecto Álvarez siempre Pedregal, México, D.F.
1981-1984.
lamentó. Aunada a esta propuesta, existen innumerables detalles arquitec-
Foto: Alberto Moreno
tónicos que revelan la inquietud del taller por realizar lo mejor posible cada Guzmán.
una de las partes del proyecto en beneficio del usuario.22 (Página siguiente).
158 AUGUSTO H. ÁLVAREZ. ARQUITECTO DE LA MODERNIDAD
IV. LA MADUREZ CONSTRUCTIVA 159

Corte y perspectiva
del edificio de oficinas
para Transportación
Marítima Mexicana.
México, D.F.
1981-1984.

Detalle constructivo
del edificio de oficinas
para TMM.
México, D.F.
1981-1984.
160 AUGUSTO H. ÁLVAREZ. ARQUITECTO DE LA MODERNIDAD

Interior del edificio


de oficinas para
Transportación Marítima
Mexicana.
México, D.F.
1981-1984.
Foto: Alberto Moreno
Guzmán.

Detalle constructivo
del edificio de oficinas
para Transportación
Marítima Mexicana.
México, D.F.
1981-1984.
IV. LA MADUREZ CONSTRUCTIVA 161

Croquis preliminares
del edificio de oficinas
para Transportación
Marítima Mexicana.
México, D.F.
1981-1984.

Croquis preliminares
del edificio de oficinas
para Transportación
Marítima Mexicana.
México, D.F.
1981-1984.
162 AUGUSTO H. ÁLVAREZ. ARQUITECTO DE LA MODERNIDAD

Las últimas obras

Durante la última década de su vida (1985-1995), Augusto H. Álvarez


paulatinamente se convirtió en un asesor y guía dentro del taller, más que
un director en jefe, cuya participación en los proyectos fue muy variable y
nunca con la dedicación que lo caracterizaba. Como se mencionó, diversos
problemas de salud lo alejaron del trabajo cotidiano, aunado a la difícil época
por la que atravesaba la capital del país después del sismo de 1985. En la
cronología de su obra se puede observar cómo, ante la incertidumbre eco-
nómica, quedaron pendientes proyectos y concursos. Por otra parte, la
presencia como Director General de la firma de su hijo Augusto F. Álvarez,
desde 1982, propició el acercamiento y la sociedad con otros arquitectos, lo
que determinó un nuevo rumbo del taller. En algunos lugares del país, ade-
más de la capital, aparecieron varias obras del taller representativas del fin
de siglo, distintas entre sí, como muestra de la diversidad característica de
la época. Proyectos habitacionales y de oficinas, entre otros, se realizaron
durante estos años; en algunos prevaleció el concreto aparente o el cristal, o
la conjunción de ambos, pero también se experimentó con otros materiales
como el aluminio o paneles metálicos que ofrecían distintas expresiones
formales.

La Escuela Bancaria y Comercial

Esta institución educativa con una tradición importante en su ramo, desde


sus inicios se estableció en la colonia Juárez en la manzana que se localiza
en la avenida Paseo de la Reforma, Nápoles e Insurgentes ocupando varios
inmuebles. En 1976, el arquitecto Álvarez en colaboración con Jorge Flores

Edificio anexo de la
Escuela Bancaria y
Comercial, Ave. de los
Insurgentes, No 19,
esquina Nápoles.
México, D.F.
1987-1989.
Foto: Alberto Moreno
Guzmán.
IV. LA MADUREZ CONSTRUCTIVA 163

Edificio anexo de la
Escuela Bancaria y
Comercial. México, D.F.
1987-1989.
Foto: Alberto Moreno
Guzmán.
164 AUGUSTO H. ÁLVAREZ. ARQUITECTO DE LA MODERNIDAD

Planta baja del edificio Villasana, realizó un edificio en concreto aparente en el terreno de Insurgen-
anexo de la Escuela tes Sur No. 17. Debido a las demandas de crecimiento elaboraron un plan
Bancaria y Comercial.
maestro en el año de 1979 que contempló, entre otros elementos, un edificio
México, D.F.
1987-1989. anexo ubicado en el No. 19 de la misma avenida, esquina Nápoles (1987-
1989), para alojar al Instituto de Enseñanza Abierta (IDEA), así como locales
complementarios y de servicio para el conjunto escolar. Por lo tanto, las ca-
racterísticas del primer proyecto determinaron las del segundo en cuanto a
los materiales, alturas, dimensiones generales así como su imagen; en este
proyecto colaboraron Augusto F. Álvarez, Sergio Cardoso y Carlos Mais-
terrena. A consecuencia del sismo de 1985 ocurrido en la Ciudad de México,
el Reglamento de Construcciones cambió radicalmente por lo que el nuevo
edificio tuvo que diseñarse con secciones más resistentes; a pesar de esto,
se conservó el mismo lenguaje arquitectónico en las fachadas. Los partelu-
ces de concreto, que en el primer inmueble no formaban parte de la estructu-
ra, en el anexo fueron representados por las columnas y refuerzos adicionales
y esto permitió un efecto de unidad e integración entre las dos construcciones,
donde sobresale la modulación de 1.22 m tanto en planta como en alzado.
Sobre la calle de Nápoles se distingue la escalera de emergencia al aire libre,
realizada en concreto, con barandal metálico, como parte distintiva del con-
junto. Es importante anotar que todos los elementos estructurales de concre-
to: cimentación, columnas, trabes, parteluces, losas y muros, fueron colados
in situ. Años después, el taller construiría otro edificio en la esquina de Paseo
de la Reforma y Nápoles (1993-1995) con características similares. Este con-
junto es uno de los últimos que llevó a cabo Augusto H. Álvarez en concreto
aparente, que sobresalió por la calidad de su factura en un contexto muy
confuso.
IV. LA MADUREZ CONSTRUCTIVA 165

El Centro Empresarial Isla Dorada 23


En 13 de marzo de
1985 el arquitecto Juan Sor-
do Madaleno murió, por lo
En el género de las oficinas se destacó el realizado en la ciudad de Cancún,
que el arquitecto José Adolfo
Quintana Roo, uno de los centros turísticos más importantes del país. La fir- Wiechers Escandón se aso-
ma de Álvarez, Wiechers Arquitectos,23 fue contratada por la compañía ICA ció con su hijo José Adolfo
Inmobiliaria, una de las empresas constructoras más relevantes del país, para Wiechers Urquiza para for-
diseñar el Centro Empresarial Isla Dorada (1992-1994). El crecimiento de mar la firma Wiechers Arqui-
este lugar, sobre todo en el sector de servicios, había propiciado una fuerte tectos.
demanda de oficinas para los empresarios y las compañías locales y forá-
neas. En aquella época, la oferta de oficinas era prácticamente inexistente,
por lo que un edificio de oficinas en plena zona hotelera, en una franja de
terreno entre el Boulevard Kukulcán y la laguna Nichupte, resultaba una pro-
puesta muy interesante. Así, se proyectó un edificio de oficinas y comercios
compuesto por dos cuerpos de cinco niveles cada uno, resueltos en forma Centro empresarial Isla
escalonada para provocar terrazas al aire libre con jardineras perimetrales. Dorada, Blvd. Kukulcán,
Los dos cuerpos interactúan a través de la plaza principal por la que se acce- Km. 12.5, Zona Hotelera,
de a cada uno de los edificios modulados a 1.22 m; las fachadas se recubrie- Fracc. Isla Dorada,
Cancún, Quintana Roo,
ron de panel metálico Alucobond de aluminio blanco, con características
México.
térmicas y acústicas, capaz de cubrir superficies planas y curvas. Su vo- 1992-1994.
lumetría, escalonada y elevada en algunas partes, generó un edificio que se Foto: Alberto Moreno
inserta apropiadamente al contexto urbano y natural. Guzmán.
166 AUGUSTO H. ÁLVAREZ. ARQUITECTO DE LA MODERNIDAD

24
Este conjunto obtuvo el Plaza Corporativa para Grupo Nacional Provincial
primer lugar del Premio
Mathias Goeritz en 1995.
Igualmente en el área de oficinas destacó y fue premiado el edificio para el
Augusto H. Álvarez se en-
teró de esta noticia, aunque Grupo Nacional Provincial (1990-1995),24 corporación que surgió en 1968
ya no pudo asistir a la pre- como resultado de la unión de dos aseguradoras de gran tradición: La Na-
miación debido a que falle- cional, fundada en 1901 y La Provincial, establecida en 1936, ambas empre-
ció el 29 de noviembre de sas clientes de Augusto H. Álvarez. A raíz de la fusión, GNP se convirtió en una
ese año. de las compañías más importantes del país en su ramo; por ello, decidió con-
25
Los edificios de la Uni-
versidad Iberoamericana
centrar las oficinas generales en un edificio representativo de su categoría.
reutilizados fueron la biblio- Para lograrlo, convocó a un concurso cerrado entre prestigiados arquitectos
teca, los talleres de Ingenie- del país, que ganó el arquitecto Álvarez en colaboración con Augusto F.
ría, el edificio de Ciencias Álvarez, Jorge Pérez Zavala, Juan Clavel Saavedra, Sergio Cardoso y Carlos
Químicas y la cafetería. Maisterrena. Cabe señalar dos coincidencias en este concurso: una, que el
26
Véase “Plaza Corpo-
ganador tenía una trayectoria de trabajo con las dos compañías, y la otra,
rativa Grupo Nacional Pro-
vincial. Augusto H. Álvarez que GNP adquirió el terreno en la avenida Cerro de las Torres No. 395 en la
Arquitecto y Asociados, S. C.“, colonia Campestre Churubusco, donde anteriormente se localizaba la Uni-
Enlace, Año VI, No. 4, Mé- versidad Iberoamericana, que él mismo había proyectado, y había sido daña-
xico, abril de 1996. da por el sismo de 1979. Así, con tres décadas de diferencia, el taller construyó
en el mismo terreno dos proyectos relevantes. Este conjunto, compuesto por
las instalaciones preexistentes25 y por los nuevos edificios, sobresalió por su
sencillez, elegancia y sobriedad, más allá de modas o estilos. La imagen ho-
mogénea se logró por el trazo reticular de 10.98 x 10.98 m; por los dos pórti-
Plaza Corporativa cos que ordenan y articulan todos los elementos y funcionan como circulación
para el Grupo Nacional peatonal a cubierto, por los cuales se conducen las instalaciones y las cana-
Provincial, Ave. Cerro de lizaciones para intercomunicar todas las áreas operativas y los servicios del
las Torres, No. 395, Col. conjunto, así como por los paneles metálicos termoacústicos de color blanco
Campestre Churubusco,
que recubren a todos los edificios, entre otros elementos. También llama la
México, D.F.
1990-1995. atención el 30 por ciento del terreno destinado a las áreas verdes, y la gran
Foto: Alberto Moreno superficie de agua que enlaza los edificios propiciando un ambiente inu-
Guzmán. sualmente agradable en el género de las oficinas.26
IV. LA MADUREZ CONSTRUCTIVA 167

Plaza Corporativa para el


Grupo Nacional Provincial.
México, D.F.
1990-1995.
Foto: Alberto Moreno
Guzmán.

Plaza Corporativa para el


Grupo Nacional Provincial.
México, D.F.
1990-1995.
Foto: Alberto Moreno
Guzmán.
168 AUGUSTO H. ÁLVAREZ. ARQUITECTO DE LA MODERNIDAD

Plaza Corporativa para el Plaza empresarial Quadro Magno


Grupo Nacional Provincial.
México, D.F.
1990-1995.
Por estas mismas fechas, entre 1992 y 1994, llevó a cabo junto con José
Foto: Alberto Moreno Adolfo Wiechers Escandón, Augusto F. Álvarez y José Adolfo Wiechers
Guzmán. Urquiza, el proyecto de la plaza empresarial Quadro Magno, ubicada en San-
ta Fe, una de las zonas de mayor crecimiento de la Ciudad de México; estas
instalaciones fueron adquiridas posteriormente por Banamex, uno de los
principales bancos del país. El proyecto de estas oficinas corporativas estuvo
condicionado por el desnivel del terreno, por los lineamientos urbanos que
consistían en aprovechar al máximo la luz natural y dejar espacios abiertos,
así como ofrecer una gran flexibilidad al interior y la posibilidad de la integra-
ción de todas las tecnologías del momento. Consiste en dos edificios gemelos
en forma de “L“ de cinco niveles y cuatro subterráneos de estacionamiento,
que conforman un cuadrado girado a 45° respecto a los paramentos de las
calles circundantes, con un gran patio circular al centro que abarca seis nive-
les, abierto al aire libre, en torno al cual gira el conjunto y que funciona además
como lugar de convivencia. Los espacios interiores están envueltos por un
27
Este edificio fue remo- muro cortina de cristal reflejante de color verde sin manguetería expuesta
delado acertadamente en que refleja el jardín que circunda a los volúmenes. Cabe señalar que el dise-
1996-1997 por J. Francisco ño original contemplaba una cortina de parasoles de concreto forrados de
Serrano, Susana García,
Pablo Serrano Orozco y Nu-
paneles metálicos como protección contra el asoleamiento, que variaban
ño, Macgregor, De Buen, Ar- de acuerdo a la orientación; esta propuesta, de haberse realizado, hubiera
quitectos, S. C. sido mucho más interesante.27
IV. LA MADUREZ CONSTRUCTIVA 169

Edificio de oficinas
Quadro Magno, oficinas
Corporativas de Banamex,
Calle B, No. 800 esquina
Ave. Vasco de Quiroga,
Santa Fe, México, D.F.
1959-1961.

Persepectiva del edificio


de oficinas Quadro Magno,
oficinas Corporativas de
Banamex. Santa Fe,
México, D.F.
1959-1961.
170 AUGUSTO H. ÁLVAREZ. ARQUITECTO DE LA MODERNIDAD

El edificio de oficinas en Palmas No. 1005

El edificio ubicado en la avenida de las Palmas No. 1005 esquina Pichahua,


en las Lomas de Barrilaco (1994), destinado para renta de oficinas repre-
sentó una de las mejores obras de la última etapa; fue diseñado en cola-
boración con Augusto F. Álvarez, Rodolfo Flores Gómez y Daniel Estebaranz
Sánchez. Se localiza en una zona especial de desarrollo controlado por lo
que se enfrentó a limitaciones y normas que condicionaron el diseño ar-
quitectónico. Se ubica en dos terrenos colindantes con una pendiente pro-
nunciada: uno hacia la Avenida Palmas con uso de suelo habitacional, y el
otro hacia Sierra Gorda con uso de suelo para oficinas. Por esta razón el edi-
ficio se desplantó sobre el terreno que da hacia Sierra Gorda quedando el
edificio remetido, formando una plaza de acceso, “un espacio abierto cedido
a la ciudad“, que incorporó elementos escultóricos y de jardinería diseñados
por el arquitecto Fernando González Gortázar que enriquecieron el conjunto.
El edificio, de nueve niveles de oficinas y tres de estacionamiento subterrá-
neos, se construyó con una estructura de concreto armado; las fachadas se
Edificio de oficinas, resolvieron con parteluces verticales y parasoles horizontales de cristal de 9
Palmas, No. 1005
mm, serigrafiado en color blanco, fijados con perfiles especiales de aluminio
esquina Pichahua,
Col. Lomas de Barrilaco, electropintado. Este recurso permite reducir el asoleamiento y por lo tanto
México, D.F. 1994. optimizar el uso del aire acondicionado, pero sobretodo le confiere una ima-
Foto: Lourdes Cruz. gen particular que sobresale por su impecable factura.
IV. LA MADUREZ CONSTRUCTIVA 171

Edificio de oficinas, Palmas.


México, D.F. 1994.
Foto: Jesús Sánchez Uribe.
172 AUGUSTO H. ÁLVAREZ. ARQUITECTO DE LA MODERNIDAD

La Torre Altus: vivienda en altura

En el género habitacional, un proyecto relevante por su jerarquía urbana fue


la Torre Altus, ubicada sobre la avenida Paseo de los Laureles No. 416,
Bosques de las Lomas (1994-1998), en una de las zonas urbanas más pri-
vilegiadas de la capital. Realizada en colaboración con José Adolfo Wiechers
Escandón y José Adolfo Wiechers Urquiza; sin duda resalta dentro del con-
texto por ser una de las torres de vivienda más altas de la Ciudad de México
pues cuenta con 174 m de altura con 47 niveles, que alojan 39 departamentos
de 664 m2 y un penthouse de dos pisos. La estructura fue resuelta, en su
mayor parte, de concreto armado de alta resistencia con una planta arqui-
tectónica en forma de cruz que aloja, casi al centro, el núcleo de las circu-
Condominios Torre Altus. laciones verticales, distribuyéndose a su alrededor las distintas habitaciones
Ave. Paseo de los
Laureles, No. 416, Col.
que conforman un departamento por piso muy amplio con diversas vistas que
Bosques de las Lomas, complementa su calidad con los servicios ofrecidos dentro del conjunto co-
México, D.F. 1998. mo alberca, canchas de tenis, salón para usos múltiples, jardines exteriores,
Foto: Michael Calderwood. entre otros.
IV. LA MADUREZ CONSTRUCTIVA 173

La casa en Mérida: el retorno a los orígenes

Por último debe mencionarse por su significado simbólico y arquitectónico, la


remodelación de una vieja casa localizada en la ciudad de Mérida, Yucatán
(1992-1994). Uno de los propósitos de Augusto H. Álvarez en los últimos
años de su vida fue regresar a su tierra natal para pasar las temporadas de
invierno; quería una casa que le recordara su niñez, alrededor de un patio,
con un corredor lleno de macetas. Así, compró en Itzimná, uno de los barrios
más tradicionales, una vivienda antigua, de aproximadamente cien años, co-
lindante con seis casas similares. Por su valor histórico, el Instituto Nacional
de Antropología e Historia (INAH) determinó que, para su remodelación eran
intocables los muros medianeros y que se debía reconstruir el portal en su
forma original. Los muros de las dos crujías eran de piedra sascab de la re-
gión, las azoteas estaban hechas a partir de viguetas de acero belga, morillos
de madera y entortados de cal y arena; también existían en algunas habi-
taciones los pisos de mosaico originales. Todos estos elementos se encon-
traban en muy mal estado, por lo que se recuperaron parcialmente, llevándose
a cabo prácticamente la reconstrucción de la casa desde la cimentación. Es- Casa habitación del
ta remodelación la llevó a cabo en colaboración con Enrique Duarte Aznar, Arq. Augusto H. Álvarez,
arquitecto yucateco y Augusto F. Álvarez. Calle 17, No. 109,
Itzimná, Mérida,
La nueva construcción pintada toda de blanco, con pisos de cantera de
Yucatán, México.
conchuela, una cochera adaptada y perfectamente disimulada en el portón 1992-1994.
“para respetar la morfología de las casas“, dos habitaciones con baño, sala, Foto: Alberto Moreno
comedor y cocina, se organizó en torno a un corredor con una arcada de Guzmán.
174 AUGUSTO H. ÁLVAREZ. ARQUITECTO DE LA MODERNIDAD

Croquis de la casa
habitación del
Arq. Augusto H. Álvarez.
Mérida, Yucatán, México.
1992-1994.

Croquis de la casa
habitación del
Arq. Augusto H. Álvarez.
Mérida, Yucatán, México.
1992-1994.
IV. LA MADUREZ CONSTRUCTIVA 175

doble altura que se integraba con un patio lleno de macetas; sin embargo, al Croquis y plantas
atardecer estos espacios se separaban parcialmente con cortinas de alumi- arquitectónicas de la
casa habitación del
nio perforadas y enrollables eléctricamente, tipo europeo, que permitían el
Arq. Augusto H. Álvarez.
paso del aire y la luz, pero no el de los insectos y el sol. Estas cortinas permi- Mérida, Yucatán, México.
tían la filtración de los rayos solares, que al interior modificaban el espacio 1992-1994.
conforme transcurría la tarde. Estas áreas que se fusionaban durante el día,
eran el lugar de convivencia y de trabajo desde el cual se podía disfrutar la
vista hacia el fondo del terreno, donde un huerto lleno de árboles frutales y el
aljibe utilizado como cisterna con su veleta, complementaban este lugar sig-
nificativo que materializó las ilusiones de este hombre que vivió intensamen-
te dedicado a su gran pasión: la arquitectura.
Conclusiones

L a época en la cual Augusto H. Álvarez desarrolló sus obras más relevan-


tes, coincide con los años más significativos de la arquitectura mexicana del
siglo XX: las décadas de los cuarenta, cincuenta hasta finales de los sesenta.
En este lapso de tiempo se realizaron innumerables edificios de extraordina-
ria calidad, insertos dentro del Movimiento Moderno, que estuvieron a la par
de los más importantes a nivel internacional. Numerosos arquitectos brilla-
ron con luz propia en aquel período, los cuales construyeron cuantiosas obras
que modificaron la imagen urbana de las principales ciudades del país. En
ese ámbito, Augusto H. Álvarez tuvo un lugar especial porque, como se men-
cionó al inicio del libro, fue un ejemplo fiel de la modernidad mexicana puesto
que reunió varias características, no sólo arquitectónicas, que así lo de-
muestran como su permanente actitud de renovación, de búsqueda conti-
nua por lo nuevo, lo distinto y por aquello que significara el cambio y el
perfeccionamiento.
Desde muy joven mostró un espíritu inquieto y abierto hacia el progreso,
por esta razón cuando comenzó sus estudios de arquitectura se identificó
plenamente con el racionalismo alemán y con Le Corbusier porque signifi-
caban la ruptura con el academicismo decimonónico. A través de lecturas y
de la influencia de algunos maestros como José Villagrán o figuras como la de
Juan O´Gorman se inició en el racionalismo para crear su arquitectura; a lo
largo de su carrera profesional lo mantuvo vigente, continuamente fue su
herramienta para evolucionar e innovarse.
Tres etapas fundamentales se observan dentro de su trayectoria: la primera
se refiere a los años cuarenta en la cual experimentó con la modulación has-
ta perfeccionarla apegado al sistema métrico inglés pues, desde entonces,
estaba convencido que la estandarización era el camino adecuado para el
desarrollo de la arquitectura porque le ofrecía la posibilidad de realizar edifi-
cios con una mejor calidad constructiva, abatir los costos y optimizar los tiem-
pos de ejecución de la obra. La segunda etapa y más relevante, se circunscribe
aproximadamente a la década de los cincuenta hasta mediados de los sesen-
ta, en donde elaboró proyectos como la Universidad Iberoamericana (1955-
1957), el edificio de Seguros La Libertad (1958-1959), la casa habitación en
Lazcano No. 20 (1959-1961), el edificio Jaysour (1961-1964), o el Centro
Nacional de Investigación y Enseñanza en Chapingo (1964-1967), que se
significaron, sobre todo, por su valor formal: prismas bien proporcionados de
planta libre, en donde prevalecía la transparencia, la mesura y la austeridad
dentro de un orden cartesiano; sus fachadas eran simples, no se diferenciaba
el basamento ni el remate del edificio, eran volúmenes puros, sin alardes for-
males. Aunque también varios edificios de esta época se diferenciaron por el
rigor constructivo, la exploración con nuevos materiales y por sus aportacio- Casa habitación del
nes tecnológicas como en el edificio del Banco del Valle de México (1954- Arq. Augusto H Álvarez.
Mérida, Yucatán, México.
1955) en la calle de Juárez No. 100, donde implementó la combinación de los
1992-1994.
elementos estructurales existentes con la placa de acero soldada. La tercera Foto: Alberto Moreno
etapa comprende las últimas tres décadas de su vida aproximadamente (1965- Guzmán.
1995); en estos años incorporó el concreto aparente a su vocabulario formal; (Página anterior).
178 AUGUSTO H. ÁLVAREZ. ARQUITECTO DE LA MODERNIDAD

no obstante, sus edificios se destacarían más por las innovaciones tec-


nológicas que implementó a nivel estructural, como la utilización de elementos
estandarizados prefabricados de concreto armado en el Centro Operativo
Bancomer (1974-1976); así como, por las soluciones para subdividir el espa-
cio interno de las oficinas en donde buscó y logró la flexibilidad, porque además
de la solución de planta libre, incorporó diseños novedosos de sistemas mo-
dulares de plafones y cancelería, como el plafón “Acorme“ en el edificio de La
Interamericana (1968-1971), o el “piso falso“ en el edificio de la Inmobiliaria
Córdoba-Durango (1970-1973). En este sentido, se debe mencionar que fue
uno de los arquitectos que más se preocupó por mejorar las áreas de traba-
jo, en donde introdujo dobles y triples alturas, terrazas o patios como en el
edificio de Transportación Marítima Mexicana (1981-1984). En efecto, cons-
tantemente promovió el cambio, no admitía lo trillado, lo convencional, su
espíritu inquieto lo hacía renovarse a sí mismo en cada proyecto, ya sea en el
aspecto formal, técnico o en el detalle constructivo. Simultáneamente, duran-
te estos años, continuó explorando con los avances tecnológicos del cristal
porque siempre fue el material de su preferencia.
El proceso de trabajo de Álvarez era sistemático. Se observa en los planos
y documentos, donde invariablemente partía de un minucioso análisis del
programa arquitectónico ya que asimilaba a fondo cada función, considera-
ba las áreas requeridas y las relaciones entre ellas, analizaba las medidas
exactas tanto de los espacios como del mobiliario que iba a diseñar de manera
integral y cuantificaba los metros cuadrados de construcción. Proyectaba
apegado a una modulación, por lo que sus edificios resultaban ordenados y
precisos; le ofrecía al usuario lo necesario para satisfacer la función del espa-
cio que por lo general resultaba eficiente y en ocasiones poco generoso.
El racionalismo lo llevó a proyectar paralelepípedos, ya que el cuadrado y
el rectángulo regían sus composiciones en donde el círculo y el triángulo
aparecían escasamente. No le interesaba ensayar con formas novedosas,
prefería perfeccionar las existentes. Al mismo tiempo, en colaboración con
un excelente equipo de trabajo, resolvía la estructura, elegía los materiales y
calculaba los costos. Augusto H. Álvarez sabía cómo construir sus proyec-
tos, no dejaba nada al azar; porque solucionaba el detalle de las juntas
constructivas o el de la sujeción del cristal en las fachadas, por mencionar al-
gunos. Su interés por el objeto arquitectónico bien construido fue parte medu-
lar de la esencia de su arquitectura. El proceso era largo y pausado. El
resultado fueron volúmenes limpios y bien proporcionados; al respecto se
podría afirmar que tuvo una especial sensibilidad para la composición.
Sus prismas los adecuaba en el terreno para captar la mayor cantidad de
luz al interior, de acuerdo a las vistas que iba a disfrutar el usuario “de
preferencia hacia áreas verdes“, la ubicación de los servicios y la solución
del estacionamiento cuando se trataba de edificios. En este sentido, es ne-
cesario comentar que las orientaciones no fueron prioritarias en sus proyec-
tos, lo que ocasionó, en repetidas ocasiones, problemas severos de solea-
miento por el uso irrestricto del cristal en las fachadas. Este problema se
podría considerar el talón de Aquiles de su arquitectura, el cual ha sido uno
de los puntos más vulnerable y susceptible a severas críticas. A pesar de su
racionalismo, la voluntad de forma superó al funcionalismo.
Sus edificios de mediados del siglo XX contrastaron fuertemente con la ciu-
dad, ya que se ubicaron en terrenos “varios de ellos privilegiados“, en don-
de el contexto preexistente, en ocasiones, tenía una fuerte apariencia histórica.
A pesar de su respuesta a las críticas que se le hicieron en este sentido, en
donde afirmaba que si el contexto no tenía fuerza o valores, era el arquitecto,
con su obra, quien creaba el entorno, se puede afirmar que pocas veces se
vinculó con el contexto; en general nunca fue determinante para él. Dentro de
CONCLUSIONES 179

su trayectoria profesional algunas de sus obras no fueron tan notorias; nu- * “Conversación 2“, Con-
merosas se destacaron de manera aislada por su calidad y otras, quizá las versaciones con Mies van
der Rohe, Barcelona, Gus-
mejores, modificaron el entorno para darle significado al espacio urbano con-
tavo Gili, 2006, p. 34.
virtiéndose en referentes.
Augusto H. Álvarez fue uno de los arquitectos mexicanos que mejor signi-
ficó el espíritu de modernidad de mediados del siglo XX en México; su obra
expresó fielmente el momento histórico que le tocó vivir, un México que se
vislumbraba próspero, lleno de posibilidades económicas. Al respecto, segu-
ramente compartió con Mies van der Rohe, una constante inquietud: “Nosotros,
los arquitectos, nos encontramos en esta peculiar situación: deberíamos
expresar el tiempo y, además, construir en él“.*
Este libro ofrece un estudio general de Augusto H. Álvarez, en donde se
muestra al ser humano y al arquitecto; se analiza su trayectoria profesional y
sus principales aportaciones formales, técnicas y constructivas. Sin embar-
go, al observar el contenido del archivo se puede afirmar que Augusto H.
Álvarez es una rica veta por explorar porque hay varios temas por investigar.
Quedaría pendiente escudriñar a través de la obra construida y del estudio
minucioso de los planos y cientos de croquis que existen en el archivo, el
procedimiento proyectual de su trabajo. Su importancia amerita investigar
profundamente el proceso intelectual que lo llevó a realizar sus edificios, no
sólo para que sirva como ejemplo sino para que se registre como una me-
todología de diseño arquitectónico. Para lograrlo, se deberán considerar sus
anotaciones y los primeros bocetos de los proyectos en donde inicia con el
análisis de los esquemas de funcionamiento y las alternativas espaciales para
posteriormente solucionar las plantas arquitectónicas, los cortes y las facha-
das. Igualmente se deberá estudiar detenidamente el código de colores que
utilizó, en múltiples ocasiones, en sus croquis; y se deberá profundizar en los
trazos de la modulación “invariablemente presentes“, que se acompañaban
de numerosos datos matemáticos.
En sus planos se observa el oficio de horas interminables de arduo tra-
bajo, de un sólido trabajo en equipo, en donde también habría que profun-
dizar en el estudio de los sistemas constructivos, ya que llevó a cabo
importantes aportaciones que, por su atinada solución, efectuó en varias
ocasiones. En este sentido, se puede afirmar que sucede lo mismo con la
cancelería y la manguetería ya que implementó, además de los diseños
modulares mencionados en el libro, otros que merecen estudiarse dete-
nidamente, entre ellos, los que realizó para contener y sujetar el cristal (curtain
wall ). El arquitecto Álvarez nunca se conformó con los diseños comerciales,
siempre buscó mejorarlos, lo cual seguramente con el transcurso del tiempo
y la falta de mantenimiento, provocó dificultades para el arreglo o sustitución
de alguno de estos elementos. Al respecto, es necesario comentar que nu-
merosas obras han desaparecido, por falta de reglamentación, por negligen-
cia o por lo antiguo de sus instalaciones, quedando sólo el recuerdo colectivo
o el registro documental.
Esta publicación espera contribuir al conocimiento, valoración y com-
prensión de la historia de la arquitectura mexicana del siglo XX, de la cual aún
queda cuantioso material por estudiar y registrar, pero sobre todo pretende
motivar y provocar el interés en adentrarse en la obra de este arquitecto, que
dejó como su principal legado, además de su obra, su manera de ser, su pen-
samiento y su actitud de compromiso ante la vida.
Augusto H Álvarez
en Valle de Bravo.
México, 1971.
Foto: Manuel Álvarez
(Página siguiente).
Currículum

Estudios, actividad profesional y docencia

1914
Nace en la Ciudad de Mérida, el 24 de diciembre.

1916
Reside en la Habana.

1921
A partir de este año reside en la Ciudad de México.

1922-1928
Estudia la primaria en el Colegio Francés, en Puente de Alvarado No. 94.

1928-1932
Estudia la secundaria y la preparatoria en el Colegio Francés, en Avenida
Morelos No. 30.

1933-1937
Estudia en la Escuela Nacional de Arquitectura de la Universidad Nacional
Autónoma de México, con sede en la Academia de San Carlos.

1939
Presenta su examen profesional, el 18 de agosto, con la tesis “Edificio para
un Sanatorio de Maternidad en la Ciudad de México“.

1942-1946
Profesor titular de Composición en la Escuela de Arquitectura de la Universi-
dad Nacional Autónoma de México.

1948-1949
Arquitecto jefe de proyectos de la Dirección de Obras Públicas de la Secreta-
ría de Comunicaciones y Obras Públicas.

1949
Comisionado por la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas para el
estudio de aeropuertos en el sur de los Estados Unidos de América.

1949-1952
Arquitecto consultor de la Compañía de seguros de vida La Latinoamericana
S. A., para el proyecto del edificio de la Torre Latinoamericana.

1952-1953
Vocal ejecutivo de la Sociedad y del Colegio Nacional de Arquitectos Me-
xicanos.
182 AUGUSTO H. ÁLVAREZ. ARQUITECTO DE LA MODERNIDAD

1954
Director de la Escuela de Arquitectura del Colegio Israelita de la Ciudad de
México y profesor titular de composición.

1954-1960
Profesor titular de composición en la Escuela Nacional de Arquitectura de la
Universidad Nacional Autónoma de México.

1955-1956
Comisionado por la Universidad Iberoamericana para la investigación de los
planes de estudio de la Universidad de Harvard y del Instituto Tecnológico de
Massachussets en los Estados Unidos de América.

1955-1957
Director fundador de la Escuela de Arquitectura de la Universidad Ibero-
americana de la Ciudad de México, colaborador de la organización y plan de
estudios de la misma Escuela.

1955-1961
Profesor titular de Composición en la Escuela de Arquitectura de la Univer-
sidad Iberoamericana de la Ciudad de México.

1957
Comisionado por el Banco de Comercio, S.A., para realizar el estudio de pla-
neación de sucursales bancarias.

1957
Miembro del grupo de peritos nombrados por el departamento del Distrito Fe-
deral para dictaminar los daños ocasionados por el sismo ocurrido el mes de
julio en la Ciudad de México.

1958-1960
Conferencias y cursos breves en la Escuela de Arquitectura del Instituto Tec-
nológico de Monterrey, Nuevo León, en la Escuela de Arquitectura de la Ciu-
dad de Guadalajara, Jalisco, y en la Sociedad de Arquitectos Mexicanos de
la Ciudad de México.

1958
Comisionado por la UNAM y por la Universidad Iberoamericana de la Ciudad
de México para el estudio de la organización y el plan de estudios de algunas
Escuelas de Arquitectura en Europa.

1967-1969
Profesor titular de composición en la Escuela de Arquitectura de la Univer-
sidad Iberoamericana de la Ciudad de México.

1970-1984
Profesor Numerario y Consejero Honorario de la Universidad Iberoamericana.

1990
“Cátedra Extraordinaria Federico Mariscal“, en la Facultad de Arquitectura de
la Universidad Nacional Autónoma de México, enero a junio de 1990.

1992-1994
Presidente de la Junta de Honor del Colegio de Arquitectos de la Ciudad de
México A. C. Consejo Directivo del CAM-SAM 1992-1994.
CURRÍCULUM 183

1995
Fallece en la Ciudad de México, el 29 de noviembre a los 80 años de edad.

Premios y distinciones

1947
PRIMER PREMIO
Edificio de oficinas para el Centro de la Industria y Club de Industriales en
Manuel María Contreras, esquina con Manuel Villalongín y Sullivan, Col. San
Rafael, México, D. F. (obra realizada después con otro proyecto).

1948
SEGUNDO PREMIO
Santuario de la Emperatriz de América en la colonia San José Insurgentes,
México, D. F. En colaboración con Enrique Carral Icaza y Manuel Martínez
Páez.

1949
PRIMER PREMIO
Hospital Infantil en la ciudad de Jalapa, Veracruz. En colaboración con Enri-
que Carral Icaza y Manuel Martínez Páez (no realizado).

1949
PRIMER PREMIO
Aeropuerto Central de la Ciudad de México, Col. Balbuena, México, D. F. En
colaboración con Enrique Carral Icaza, Manuel Martínez Páez, Guillermo Pé-
rez Olagaray y Ricardo Flores Villasana.

1951
PRIMER PREMIO
Hotel para la Compañía de Seguros La Nacional en el Paseo de la Reforma,
México, D. F. (no realizado).

1955
PRIMER PREMIO
Colegio Oxford, en Camino Antiguo a Acapulco No. 287, San Ángel Inn, Mé-
xico, D. F. En colaboración con Enrique Carral Icaza y Manuel Martínez Páez.

1955
SEGUNDO PREMIO
Edificio para el Banco Mexicano S.A., en Venustiano Carranza esquina Isabel
la Católica, México, D. F.

1957
SEGUNDO PREMIO
Edificio de oficinas para la Compañía de Seguros Panamericana, S. A., Méxi-
co, D. F.

1961
PRIMER PREMIO
Bienal de Sao Paulo, Brasil.
Edificio de oficinas y de comercio para la Compañía de Seguros La Libertad,
en Liverpool esquina Dinamarca, Col. Juárez, México, D. F. En colaboración
con Carlos Alvarado y Octavio Sánchez.
184 AUGUSTO H. ÁLVAREZ. ARQUITECTO DE LA MODERNIDAD

1964
Miembro honorario de la Sociedad de Arquitectos Bolivarianos de Venezuela.

1967-1970
Profesor numerario de la Universidad Iberoamericana.

1969
PRIMER PREMIO
Asociación Nacional de Manufactureros de Productos de Aluminio para la
Construcción. Edificio de oficinas en Hamburgo No. 172 esquina Florencia,
México, D. F. En colaboración con Enrique Carral Icaza, Salvador Ortega y
Héctor Meza Pastor.

1969
Miembro de número del Colegio de Arquitectos de México.

1970
PRIMER PREMIO
Edificio de oficinas para el grupo BICSA-ATLAS, en Paseo de la Reforma esq.
Río Rhin, Col. Cuauhtémoc, México, D. F. En colaboración con Enrique Carral
Icaza (no realizado).

1970-1984
Consejero honorario de la Universidad Iberoamericana.

1971
Miembro honorario de la Sociedad de Arquitectos de la Universidad Ibero-
americana.

1972
PRIMER PREMIO
Conjunto de edificios para fábrica y oficinas de Diesel Nacional, DINA Renault
en el Complejo Industrial de Ciudad Sahagún, Hidalgo, México. En colabora-
ción con Jorge Flores Villasana.

1974
Se funda la firma de Augusto H. Álvarez Arquitecto y Asociados S. C., con la
participación de Augusto F. Álvarez Fuentes, Manuel Álvarez Fuentes, Héc-
tor Meza Pastor y Jorge Flores Villasana.

1978
PRIMER PREMIO
Edificio para el Centro Operativo Bancomer en Coyoacán, México, D. F. En
colaboración con Juan Sordo Madaleno y José Adolfo Wiechers.

1980
Académico emérito y socio vitalicio del CAM / SAM.

1983
Miembro honorario del Colegio de Arquitectos de Puebla, A. C.

1983
PREMIO NACIONAL DE ARQUITECTURA
Asociación de Ingenieros y Arquitectos de México, A. C.
CURRÍCULUM 185

1985
PRIMER PREMIO
Centro de Capacitación Tecnológica y Central Telefónica de Larga Distancia
para Teléfonos de México, S. A. de C. V., en Emilio Portes Gil esquina Fran-
cisco Sarabia No. 270, Azcapotzalco, México, D. F. En colaboración con
Augusto F. Álvarez, José Adolfo Wiechers y Javier Sordo Bringas (no reali-
zado).

1988
GRAN PREMIO
Academia Nacional de Arquitectura (12 julio de 1990).

1989
PRIMER LUGAR
Plaza Corporativa para Grupo Nacional Provincial, Cerro de las Torres No.
395, Col. Campestre Churubusco, México, D. F. En colaboración con Augus-
to F. Álvarez, Carlos Maisterrena Sada, Jorge Pérez Zavala, Juan Clavel
Saavedra y Sergio Cardoso Moreno. Diseño de interiores y señalización con
la colaboración de Manuel Álvarez Fuentes.

1990
MENCIÓN HONORÍFICA
I Bienal de Arquitectura Mexicana.
Taller de Arquitectura para Augusto H. Álvarez Arquitecto y Asociados S. C.,
en General Marcial Lazcano No. 20, San Ángel Inn, México, D. F. En co-
laboración con Augusto F. Álvarez, Héctor Meza Pastor y Jorge Flores Vi-
llasana.

1990
PREMIO ANUAL
Academia Mexicana de Arquitectura.

1994
MEDALLA DE ORO
III Bienal de Arquitectura Mexicana
Plaza corporativa para Grupo Nacional Provincial en Cerro de las Torres No.
395, Col. Campestre Churubusco, México, D. F. En colaboración con Augusto
F. Álvarez, Carlos Maisterrena Sada, Jorge Pérez Z., Juan Clavel Saavedra y
Sergio Cardoso Moreno. Diseño de interiores y señalización con la colabo-
ración de Manuel Álvarez Fuentes.

1995
PRIMER LUGAR
Premio Mathias Goeritz.
Plaza corporativa para Grupo Nacional Provincial, en Cerro de las Torres No.
395, Col. Campestre Churubusco, México, D. F. En colaboración con Augus-
to F. Álvarez, Carlos Maisterrena Sada, Jorge Pérez Zavala, Juan Clavel
Saavedra y Sergio Cardoso Moreno. Diseño de interiores y señalización con
la colaboración de Manuel Álvarez Fuentes.

1996
MEDALLA DE PLATA. REMODELACIÓN
IV Bienal de Arquitectura Mexicana.
Casa Álvarez Fuentes en Calle 17, Nº 109, Itzimná, Mérida, Yucatán, Méxi-
co. En colaboración con Enrique Duarte Aznar y Augusto F. Álvarez.
186 AUGUSTO H. ÁLVAREZ. ARQUITECTO DE LA MODERNIDAD

1996
MEDALLA DE PLATA. OFICINAS
IV Bienal de Arquitectura Mexicana.
Centro Empresarial Isla Dorada, Blvd. Kukulcán km 12.5, Fraccionamiento
Isla Dorada, Cancún, Quintana Roo, México. En colaboración con Augusto F.
Álvarez, José Adolfo Wiechers Escandón, José Adolfo Wiechers Urquiza,
Gabriel Covarrubias González y Rodolfo Flores Gómez.

1998
MEDALLA DE PLATA. OFICINAS
V Bienal de Arquitectura Mexicana.
Edificio de Oficinas en Palmas 1005, México, D. F. En colaboración con Au-
gusto F. Álvarez, Rodolfo Flores Gómez y Daniel Estebaranz Sánchez.
Cronología de obra

1939-1940 1941
CASA HABITACIÓN EDIFICIO DE DEPARTAMENTOS
Ensenada No. 53, Col. Condesa, México, D. F. Nilo No. 37, Col. Cuauhtémoc, México, D. F.
En colaboración con Manuel Martínez Páez.

1940
CASA HABITACIÓN
Sacramento No. 210, Col. Del Valle, México, D.F. En
colaboración con Juan Sordo Madaleno (sin foto).

1940-1941 1941
CASA HABITACIÓN EDIFICIO DE DEPARTAMENTOS Y COMERCIOS
Río Pánuco No. 173, Col. Cuauhtémoc, México, Río Mississippi No. 31 esq. Río Pánuco No. 192,
D.F. En colaboración con Manuel Martínez Páez. Col. Cuauhtémoc, México, D.F. En colaboración
con Juan Sordo Madaleno.
188 AUGUSTO H. ÁLVAREZ. ARQUITECTO DE LA MODERNIDAD

1943 1944
EDIFICIO DE DEPARTAMENTOS EDIFICIOS DE DEPARTAMENTOS
Plaza Melchor Ocampo No. 50, Col. Cuauhté- Río Lerma No. 345, 343, 341, 339 esq. Melchor
moc, México, D.F. En colaboración con Juan Ocampo, Col. Cuauhtémoc, México, D.F.
Sordo Madaleno. En colaboración con Juan Sordo Madaleno.

1944
CASA HABITACIÓN
Nuevo León, s/n, Col. Condesa, México, D.F.
En colaboración con Juan Sordo Madaleno (s/f).

1944
EDIFICIO DE DEPARTAMENTOS Y COMERCIOS
Insurgentes Sur No. 76 esq. Londres y Havre,
Col. Juárez, México, D.F. En colaboración con
Juan Sordo Madaleno.

1943
EDIFICIO COMERCIAL Y DE OFICINAS
Insurgentes esq. Puebla y Oaxaca, Col. Roma,
México, D.F. En colaboración con Juan Sordo
Madaleno (s/f).

1943
EDIFICIO DE DEPARTAMENTOS
Londres No. 63, Col. Juárez, México, D.F. (s/f).

1943
EDIFICIO DE DEPARTAMENTOS
Dolores esq. Victoria, Col. Centro, México D.F.
En colaboración con Juan Sordo Madaleno (s/f).

1943
CASA HABITACIÓN
Bahía de la Ascensión No. 115, Col. Verónica
Anzures, México, D.F. En colaboración con
Juan Sordo Madaleno (s/f).
CRONOLOGÍA DE OBRA 189

1945 1946
EDIFICIO COMERCIAL Y DE OFICINAS EDIFICIO COMERCIAL Y DE OFICINAS
Insurgentes esq. Tonalá, Col. Roma, México,D.F. Insurgentes esq. Monterrey, Col. Roma, México,
En colaboración con Juan Sordo Madaleno (s/f). D.F. En colaboración con Juan Sordo Madaleno.

1945
CASA HABITACIÓN
Juan Leyva No. 125, Col. Lomas de Virreyes,
México, D. F.

1946
EDIFICIO COMERCIAL Y DE OFICINAS
Morelos No. 10, esq. Paseo de la Reforma,
Col. Juárez, México, D.F. En colaboración
con Juan Sordo Madaleno.

1947
EDIFICIO DE DEPARTAMENTOS Y COMERCIOS
Río Ródano esq. Río Atoyac, Col. Cuauhtémoc,
México, D.F. En colaboración con Juan Sordo
Madaleno.
190 AUGUSTO H. ÁLVAREZ. ARQUITECTO DE LA MODERNIDAD

1947 1947
EDIFICIO DE DEPARTAMENTOS Y COMERCIOS PLANO DE CONJUNTO DE CIUDAD UNIVERSITARIA
Paseo de la Reforma esq. Melchor Ocampo y Ma- Coyoacán, México D.F. Participación en concurso.
riano Escobedo, Col. Nueva Anzures, México,
D.F. En colaboración con Juan Sordo Madaleno.

1947
EDIFICIO DE DEPARTAMENTOS
Ave. Anillo de Circunvalación s/n, Col. Merced
Balbuena, México, D.F. En colaboración con
Juan Sordo Madaleno (s/f).
1947
EDIFICIO DE OFICINAS PARA EL CENTRO DE LA INDUSTRIA
1947
DE LA CIUDAD DE MÉXICO
HOTEL NAVÍO
Manuel María Contreras esq. Villalongín y
Ave. Anillo de Circunvalación esq. Adolfo
Sullivan, Col. San Rafael, México, D. F. En cola-
Gurrión, Col. Merced Balbuena, México, D.F.
boración con Enrique Carral Icaza. Concurso
ganado, realizado después con otro proyecto.
CRONOLOGÍA DE OBRA 191

1947
EDIFICIO DE DEPARTAMENTOS
Serapio Rendón esq. Alfonso Herrera, Col. San
Rafael, México, D.F. En colaboración con Juan
Sordo Madaleno.

1949
1948 CASA HABITACIÓN DE AUGUSTO H. ÁLVAREZ
CASA HABITACIÓN Simón Yarto No. 39, Col. San Ángel Inn,
Sierra Tarahumara, Lote 3 manzana 80, México, D.F.
Col. Lomas de Chapultepec, México, D.F.
En colaboración con Enrique Carral Icaza (s/f).

1948
EDIFICIO DE OFICINAS PARA LA COMPAÑÍA
GILLETTE DE MÉXICO
Mariano Escobedo No. 151 y 153, Col. Anáhuac,
México, D.F.

1949
LOCAL DE EXHIBICIÓN PARA LA COMPAÑÍA INDUSTRIA
ELÉCTRICA DE MÉXICO, S. A.
Ave. Chapultepec s/n, Col. Roma, México, D.F.
192 AUGUSTO H. ÁLVAREZ. ARQUITECTO DE LA MODERNIDAD

1949 1950
EDIFICIO COMERCIAL Y DE OFICINAS CASA HABITACIÓN
Manzanillo No. 1 esq. Chiapas e Insurgentes Sur, Calzada del Desierto de los Leones No. 227,
Col. Roma, México, D.F. En colaboración con Col. San Ángel Inn, México, D.F.
Enrique Carral Icaza.

1950
CASA HABITACIÓN
Paseo de Lomas Altas No. 153, Col. Lomas de
Chapultepec, México, D.F.

1950
1949 EDIFICIO PARA OFICINAS Y TALLER DE ARQUITECTOS
CASA HABITACIÓN Campos Elíseos No. 432, Col. Los Morales,
Calzada Desierto de los Leones No. 378, México, D.F. En colaboración con Enrique
Col. San Ángel Inn, México, D.F. Carral Icaza y Manuel Martínez Páez.
CRONOLOGÍA DE OBRA 193

1950 1950-1952
CASA HABITACIÓN AEROPUERTO CENTRAL DE LA CIUDAD DE MÉXICO Y
Hacienda de Santo Domingo s/n, San Luis EDIFICIO DE OFICINAS PARA LA AERONÁUTICA CIVIL
Potosí, México. En colaboración con Enrique Col. Balbuena, México, D.F. En colaboración
Carral y Manuel Martínez Páez. con Enrique Carral Icaza, Manuel Martínez Páez,
Guillermo Pérez Olagaray y Ricardo Flores
Villasana. Concurso ganado

1950-1952
EDIFICIO PARA LA ESCUELA NACIONAL DE COMERCIO Y
ADMINISTRACIÓN DE LA CIUDAD UNIVERSITARIA
Pedregal de San Ángel, México, D.F. En colabo-
ración con Ramón Marcos Noriega.

1951
EDIFICIO DE DEPARTAMENTOS
1950-1956
Aristóteles No. 8, Col. Polanco, México, D.F.
EDIFICIO COMERCIAL Y DE OFICINAS, TORRE
En colaboración con Enrique Carral Icaza y
LATINOAMERICANA PARA LA COMPAÑÍA DE SEGUROS
Manuel Martínez Páez (s/f).
DE VIDA LA LATINOAMERICANA
Eje Lázaro Cárdenas No. 2 esq. Francisco I.
1951
Madero, Col. Centro, México, D.F. En colabo-
CASA HABITACIÓN
ración con el Arq. Adolfo Zeevaert y el Ing.
Cedros No. 2, Col. San Ángel, México, D.F.
Leonardo Zeevaert.
194 AUGUSTO H. ÁLVAREZ. ARQUITECTO DE LA MODERNIDAD

1951 1952
CASA HABITACIÓN CASA HABITACIÓN
Sierra Tejupilco No. 27, Col. Lomas de Cerrada de las Flores No. 15, Col. San Ángel,
Chapultepec, México, D.F. México, D.F.

1952-1953
1952 CASA HABITACIÓN
CASA HABITACIÓN Sierra Tejupilco No. 2 esq. Monte Líbano No. 19,
Sierra Amatepec No. 324, Col. Lomas de Col. Lomas de Chapultepec, México, D.F. (s/f).
Chapultepec, México, D.F. En colaboración con
Adolfo Zeevaert y Ramón Marcos Noriega (s/f). 1953
CASA HABITACIÓN
1952 Comunal No. 33, Col. San Ángel Inn, México,
EDIFICIO DE DEPARTAMENTOS D.F. En colaboración con Enrique Carral Icaza
Artes esq. Sullivan y Velázquez de León, y Manuel Martínez Páez (s/f).
Col. San Rafael, México, D.F. (s/f).
1953
1952 KIRDERGARDEN PARA EL COLEGIO ISRAELITA
CASA HABITACIÓN San Lorenzo No. 290, Col. Valle, México, D.F.
Lamartine No. 737, Col. Polanco, México, D.F. En colaboración con Manuel Rosen Morrison.

1952
CASA HABITACIÓN
Mitla No. 206, Col. Narvarte, México, D.F. (s/f).
CRONOLOGÍA DE OBRA 195

1953-1955 1954
PLAZA DE TOROS CASA HABITACIÓN
Acapulco, Guerrero, México. En colaboración Sierra Paracaima No. 255, Col. Lomas de
con Enrique Carral Icaza. Chapultepec, México, D.F.

1954
EDIFICIO DE DEPARTAMENTOS Y COMERCIOS 1954
Bahía de la Ascensión No. 105, Col. Verónica CASA HABITACIÓN
Anzures, México, D.F. Sierra Paracaima No. 245, Col. Lomas de
Chapultepec, México, D.F.

1954-1955
ESCUELA PRIMARIA MOCTEZUMA
Norte 17, No. 250, Col. Moctezuma, México, D.F.
En colaboración con Enrique Carral Icaza (s/f).

1955
AULA ESPECIAL DE CIRUGÍA, HOSPITAL GENERAL (s/f).
1954 Doctor Balmis, Col. de los Doctores, México, D.F.
DOS CASAS HABITACIÓN
Monte Cáucaso No. 90, Col. Lomas de Chapul- 1955
tepec, México, D.F. CASA HABITACIÓN
Antiguo Camino a Acapulco No. 283, Col. San
Ángel Inn, México, D.F. En colaboración con
Enrique Carral Icaza.
196 AUGUSTO H. ÁLVAREZ. ARQUITECTO DE LA MODERNIDAD

1955 1955-1956
CASA HABITACIÓN CASA HABITACIÓN
Antiguo Camino a Acapulco No. 285, Col. San Jalapa No. 55, Col. Roma, México, D.F. (s/f).
Ángel Inn, México, D. F.
1955-1959
CONJUNTO URBANO PARA CENTROS URBANOS, S. A.
Palmas No. 724, Col. Sección Palmas, México,
D.F. En colaboración con Enrique Carral Icaza.

1955
EDIFICIO DE OFICINAS PARA EL BANCO DEL VALLE DE MÉXICO
Juárez No. 100 esq. Humboldt, Col. Centro,
México, D.F. En colaboración con Simón Bali
Babani y el Ing. Carlos Rousseau.

1956
CASA HABITACIÓN
Reina No. 79, Col. San Ángel, México, D.F.
En colaboración con Adolfo Zeevaert.

1956
1955
DOS CASAS HABITACIÓN
COLEGIO OXFORD
Adolfo Prieto No. 950, Col. del Valle, México, D.F.
Ant. Cam. a Acapulco, No. 287, Col. San Ángel Inn,
México, D.F. En colaboración con Enrique Carral
Icaza y Manuel Martínez Páez. Concurso ganado.
CRONOLOGÍA DE OBRA 197

1956-1957 1957
CASA HABITACIÓN HOTEL MAZATLÁN
Fraccionamiento Club de Golf, lote 80, Col. Club Fraccionamiento Mazatlán Country Club,
de Golf México, México, D. F. Sinaloa, México.
En colaboración con Enrique Carral.
Anteproyecto.

1957
CASA HABITACIÓN
Meseta No. 207, Col. Jardines del Pedregal,
México, D. F.
1957
CENTRO URBANO
Paseo de la Reforma esq. Río Tíber,
Col. Cuauhtémoc, México, D.F.
En colaboración con Enrique Carral.
Anteproyecto.

1957
CASA HABITACIÓN
Reforma No. 58, Col. San Ángel Inn, México, D.F.

1957
EDIFICIO DE OFICINAS PARA EL
CENTRO DE LA INDUSTRIA
Y EL CLUB DE INDUSTRIALES
Manuel María Contreras esq. Villalongín y
Sullivan, Col. San Rafael, México, D.F.
En colaboración con Enrique Carral Icaza.
Proyecto de interiores de un piso (s/f).
198 AUGUSTO H. ÁLVAREZ. ARQUITECTO DE LA MODERNIDAD

1957-1958 1957-1958
EDIFICIO DE OFICINAS Y COMERCIOS PARA LA COMPAÑÍA CASA HABITACIÓN
DE SEGUROS TEPEYAC, S. A. Fraccionamiento Club de Golf México, Lote 180
Artículo No. 123 esq. Humboldt, Col. Centro, y 181, Col. Fraccionamiento Club de Golf Mé-
México, D.F. En colaboración con Enrique xico, México D.F. En colaboración con Enrique
Carral Icaza. Carral Icaza.

1957-1958 1958
CASA HABITACIÓN CASA HABITACIÓN
Primo Verdad No. 79, Aguascalientes, Aguas- Kansas No. 50, Col. Nápoles, México, D.F. (s/f).
calientes, México. En colaboración con Enrique
Carral Icaza. 1958
EDIFICIO DE DEPARTAMENTOS Y COMERCIOS PARA LA
COMPAÑÍA DE SEGUROS LA NACIONAL
Edison No. 9 esq. Rosales No. 21, Col. Taba-
calera, México, D.F. En colaboración con
Enrique Carral Icaza.

1957-1958
EDIFICIO DE DEPARTAMENTOS EN CONDOMINIO
Tres Picos No. 47, Col. Bosques de Chapul-
tepec, México, D.F.

1958
EDIFICIO DE DEPARTAMENTOS Y COMERCIOS PARA LA
COMPAÑÍA DE SEGUROS LA NACIONAL
Calle de Mérida No. 5, Col. Roma, México, D.F.
En colaboración con Enrique Carral Icaza.
(ilustración en la siguiente página).
CRONOLOGÍA DE OBRA 199

1958
SUCURSAL DEL BANCO DEL VALLE DE MÉXICO
En el edificio de condominios en Reforma, esq.
Varsovia, Col. Juárez, México, D.F. (s/f).

1958-1959
EDIFICIO DE OFICINAS DE LA CÁMARA NACIONAL DE
COMERCIO DE LA CIUDAD DE MÉXICO
Paseo de la Reforma esq. Donato Guerra No. 23,
edificio anexo, Col. Juárez, México, D.F.
En colaboración con Enrique Carral Icaza.
Remodelación general.

1958
CASA HABITACIÓN
Mariano Matamoros No. 5, Col. Tlalpan,
México, D.F. En colaboración con Ricardo
Flores Villasana y Joaquín Palacios.

1958
EDIFICIO PARA LA SUCURSAL DEL
BANCO DEL VALLE DE MÉXICO
Ave. Universidad esq. Ave. Cuauhtémoc (ant. glo-
rieta del Riviera), Col. Letrán Valle, México, D.F. 1958-1959
EDIFICIO DE OFICINAS Y COMERCIOS
Plaza de la República esq. Gómez Farías,
Col. Tabacalera, México, D.F.
200 AUGUSTO H. ÁLVAREZ. ARQUITECTO DE LA MODERNIDAD

1958-1959 1958-1959
EDIFICIO DE HABITACIÓN PARA ENFERMERAS EDIFICIO DE OFICINAS Y COMERCIOS
Texas No. 22, Col. Nápoles, México, D.F. Hamburgo esq. Estocolmo, Col. Juárez, México,
D.F. En colaboración con Germán Herrasti.

1959-1961
MUSEO DE ARTE CONTEMPORÁNEO CARRILLO GIL
Ave. Revolución No. 1698 esq. Altavista,
Col. San Ángel, México, D. F. En colaboración
con Enrique Carral.

1959-1961
CASA HABITACIÓN DEL ARQ. AUGUSTO H. ÁLVAREZ
General Marcial Lazcano No. 20, Col. San
Ángel Inn, México, D.F. En colaboración
con Luis Guerrero.
1958-1959
EDIFICIO DE OFICINAS Y DE COMERCIO PARA LA COMPAÑÍA
DE SEGUROS LA LIBERTAD
Liverpool esq. Dinamarca, Col. Juárez, México,
D.F. En colaboración con Octavio Sánchez y
Carlos Alvarado.
CRONOLOGÍA DE OBRA 201

1959-1961
EDIFICIO COMERCIAL Y DE OFICINAS
Oaxaca esq. Colima y Salamanca No. 102,
Col. Roma, México, D.F. En colaboración con
Enrique Carral Icaza y José Aspe Saís.

1959-1961
CASA HABITACIÓN
José de María Teresa No. 220,
Col. San Ángel Inn, México, D.F.

1959-1961
CASA HABITACIÓN
Cofre de Perote No.135, Col. Lomas de
Chapultepec, México, D.F.

1959-1961
EDIFICIO DE OFICINAS PARA CARTÓN Y PAPEL DE
MÉXICO S. A.
Santa Clara s/n, Col. Molino de Santo Domingo,
Estado de México, México.

1959-1961
CASA HABITACIÓN
Cerrada de Colorines No. 130, Col. Pedregal
de San Ángel, México, D.F. En colaboración
con Carlos Alvarado.
(Ilustración siguiente).
202 AUGUSTO H. ÁLVAREZ. ARQUITECTO DE LA MODERNIDAD

1959-1961 1959-1961
EDIFICIO DE OFICINAS PARA LA ASOCIACIÓN EDIFICIO COMERCIAL
DE SCOUTS DE MÉXICO A.C. Doctor Liceaga No. 39, Col. de los Doctores,
Durango esq. Córdoba, Col. Roma, México, D.F. México, D.F.
En colaboración con Enrique Carral y Germán
Herrasti.

1959-1961
EDIFICIO DE DEPARTAMENTOS PARA LA COMPAÑÍA
DE SEGUROS LA NACIONAL
Antonio Rosales esq. General Juan Carrasco
No. 606 norte, Culiacán, Sinaloa, México.

1960
IGLESIA DE LA SAGRADA FAMILIA
Culiacán, Sinaloa, México. Anteproyecto.

1959-1961
CASA HABITACIÓN
Santa Catarina No. 3, Col. San Ángel Inn, Méxi-
co, D.F. En colaboración con Simón Bali Babani.

1961-1962
FÁBRICA Y OFICINAS PARA PERSIANAS LUMEX, S. A.
Fraccionamiento Industrial Alce Blanco, Col. Nau-
calpan de Juárez, Estado de México, México.
En colaboración con Enrique Carral Icaza (s/f).
CRONOLOGÍA DE OBRA 203

1961-1962
FÁBRICA Y OFICINAS PARA NEGROMEX, S. A.
Salamanca, Guanajuato, México. En cola-
boración con Ricardo Flores Villasana.

1962
CASA HABITACIÓN
Ave. Central No. 264, Col. Las Águilas, México,
D.F. En colaboración con Enrique Carral Icaza.

1961-1963
CONJUNTO DE EDIFICIOS PARA LA UNIVERSIDAD
IBEROAMERICANA
Ave. Cerro de las Torres No. 395, Col. Cam-
pestre Churubusco, México, D.F.
En colaboración con Enrique Carral Icaza.

1962
CASA HABITACIÓN (s/f).
Cicerón No. 715, Col. Chapultepec Morales, Mé-
xico, D.F. En colaboración con Carlos Alvarado.

1962
1961-1964 SUCURSAL BANCARIA
EDIFICIO DE OFICINAS PARA INMOBILIARIA JAYSOUR, S. A. Ave. Presidente Masarik No. 360, Col. Los Mora-
Paseo de la Reforma No. 364 esq. Varsovia, les, México, D.F. En colaboración con Ricardo
Col. Juárez, México, D. F. En colaboración con Flores Villasana y Octavio Sánchez Álvarez.
Octavio Sánchez Álvarez.

1963
UNIVERSIDAD ANÁHUAC (s/f).
Ave. Lomas Anáhuac s/n, Col. Lomas Anáhuac,
Estado de México. Participación en concurso.
204 AUGUSTO H. ÁLVAREZ. ARQUITECTO DE LA MODERNIDAD

1964-1965 1964-1967
CLUB DEPORTIVO PARA LA COMPAÑÍA DE SEGUROS CONJUNTO DE EDIFICIOS PARA EL CENTRO NACIONAL
LA NACIONAL DE INVESTIGACIÓN Y ENSEÑANZA AGRÍCOLA
Calzada de Tlalpan No. 4085, Col. San Lorenzo Plan Chapingo, Estado de México, México.
Huipulco, México, D.F. En colaboración con Enrique Carral Icaza y
The Perkins & Will Partnership, Chicago, Illinois.

1964-1965 1965
CASA HABITACIÓN DOS CASAS HABITACIÓN
Fuego No. 842, Col. Pedregal de San Ángel, Sierra Nevada No. 530, Col. Lomas de Chapul-
México, D.F. En colaboración con Jorge Flores tepec, México, D.F. En colaboración con Carlos
Villasana. Alvarado.
CRONOLOGÍA DE OBRA 205

1965 1966
LOCAL COMERCIAL PALACIO DE LOS DEPORTES
Miguel Lerdo de Tejada esq. Tizoc, Col. Villa Ave. Río Churubusco y Añil, Col. Granjas
Azcapotzalco, México, D.F. En colaboración México, México, D.F. Participación en concurso.
con Ricardo Flores Villasana.

1966-1968
LABORATORIO DE CIENCIAS QUÍMICAS
DE LA UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA
Ave. Cerro de las Torres No. 395,
Col. Campestre Churubusco, México, D. F.
1965-1967 En colaboración con Enrique Carral Icaza (s/f).
EDIFICIO PARA OFICINAS
Insurgentes No. 1877 esq. Ricardo Castro, Col. 1967-1968
Guadalupe Inn, México, D.F. En colaboración EDIFICIO COMERCIAL Y DE OFICINAS
con Octavio Sánchez Álvarez (s/f). Hamburgo No. 172 esq. Florencia, Col. Juárez,
México, D.F. En colaboración con Enrique
1965-1967 Carral Icaza y Héctor Meza Pastor.
EDIFICIO PARA OFICINAS GENERALES DE LA COMPAÑÍA DE
SEGUROS LA PROVINCIAL
Ave. Miguel Ángel de Quevedo No. 915,
Col. El Rosedal, Coyoacán, México, D.F.
En colaboración con Octavio Sánchez Álvarez.
206 AUGUSTO H. ÁLVAREZ. ARQUITECTO DE LA MODERNIDAD

1967-1968 1968-1971
TALLERES DE INGENIERÍA DE LA UNIVERSIDAD EDIFICIO DE OFICINAS DE LA INTERAMERICANA S. A.
IBEROAMERICANA Compañía de Seguros, Insurgentes Sur No. 1136
Ave. Cerro de las Torres No. 395, Col. Cam- esq. Tlacoquemécatl, Col. Del Valle, México, D.F.
pestre Churubusco, México, D.F. En colabo- En colaboración con Héctor Meza Pastor y
ración con Enrique Carral Icaza (s/f). Augusto F. Álvarez.

1967-1968
CASA HABITACIÓN
Sierra Guadarrama No. 180, Col. Lomas de
Chapultepec, México, D.F.

1969
CASA HABITACIÓN
Campos Elíseos No. 468, Col. Los Morales,
México, D.F. En colaboración con Jorge Flores
Villasana y Augusto F. Álvarez.

1967-1972
CONJUNTO DE SEIS CASAS HABITACIÓN
Antiguo camino a Acapulco No. 281, Col. Lomas
de San Ángel Inn, México, D.F. 1969-1970
CASA HABITACIÓN DEL ARQ. AUGUSTO H. ÁLVAREZ
Fracc. La Peña, lote 1, Valle de Bravo, Estado
de México, México. En colaboración con
Augusto F. Álvarez.
CRONOLOGÍA DE OBRA 207

1969-1970
CONJUNTO DE EDIFICIOS PARA EL CENTRO INTERNACIONAL
PARA EL MEJORAMIENTO DEL MAÍZ Y TRIGO CIMMYT
Kilómetro 43-45.5 de la Carretera México Vera-
cruz, Vía Texcoco, Estado de México, México. En
colaboración con Enrique Carral Icaza.

1971
HEROICO COLEGIO MILITAR
Carretera México Cuernavaca Km 21, México,
D.F. Participación en concurso.

1970-1972
EDIFICIO DE OFICINAS PARA IBM DE MÉXICO, S. A.
Mariano Escobedo No. 595 esq. Campos Elíseos
y Rincón del Bosque, Col. Rincón del Bosque,
México, D.F. En colaboración con Enrique Carral 1971-1973
Icaza y Héctor Meza Pastor. EDIFICIO DE OFICINAS PARA EL BANCO INDUSTRIAL
Y COMERCIO S. A., BICSA-ATLAS
Paseo de la Reforma esq. Río Rhin, Col. Cuauh-
témoc, México, D.F. En colaboración con Enrique
Carral Icaza. Concurso ganado, no construido.

1970-1973
EDIFICIO DE OFICINAS PARA LA INMOBILIARIA CÓRDOBA
DURANGO, S.A., LA MITRA
Córdoba esq. Durango No. 90, Col. Roma, México,
D.F. En colaboración con Jorge Flores Villasana.
(ilustración siguiente).
208 AUGUSTO H. ÁLVAREZ. ARQUITECTO DE LA MODERNIDAD

1972 1972-1973
COLEGIO DE MÉXICO EDIFICIO PARA EL COLEGIO DE INGENIEROS CIVILES DE MÉXICO
Camino al Ajusco No. 20, Col. Pedregal Sta. Cam. Sta. Teresa, No. 187, Col. Parque del
Teresa, México, D.F. Participación en concurso. Pedregal, México, D. F. En colaboración con
Héctor Meza Pastor y Augusto F. Álvarez. Adap-
tación del Edificio del Centro de Prensa de la
Olimpiada de 1968 para oficinas y auditorio (s/f).

1972-1973
CONJUNTO DE EDIFICIOS PARA FÁBRICA Y OFICINAS
PARA DIESEL NACIONAL
DINA Renault, Ciudad Sahagún, Estado de Hi-
dalgo, México. En colaboración con Jorge Flores
Villasana. Concurso ganado y construido.

1972
EDIFICIO DE OFICINAS PARA LA COMPAÑÍA DE SEGUROS
LA PROVINCIAL
Ave. Miguel Ángel de Quevedo No. 915, Col. El
Rosedal, México, D.F. En colaboración con
Octavio Sánchez Álvarez. Ampliación (s/f).

1972
CAFETERÍA DE LA UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA
Ave. Cerro de las Torres No. 395, Col. Cam-
pestre Churubusco, México, D.F. En colabora-
ción con Enrique Carral Icaza.

1973
EDIFICIO DE OFICINAS CIBA-GEIGY MEXICANA
Calzada de Tlalpan, No. 358, Col. Misiones,
Tlalpan, México, D.F. En colaboración con
Enrique Carral Icaza. Ampliación.

1972
EDIFICIO DE OFICINAS PARA JALSA
Kant esq. Leibnitz, Col. Verónica Anzures, México,
D.F. En colaboración con Jorge Flores Villasana.

1973-1975
EDIFICIO DE OFICINAS PARA IBM DE MÉXICO, S. A.
Legaria esq. Blvd. Manuel Ávila Camacho No.
389, Col. Irrigación, México, D.F. En colaboración
con Enrique Carral Icaza (ilustración en la página
siguiente).
CRONOLOGÍA DE OBRA 209

1976
CONJUNTO URBANO
Paseo de la Reforma esq. Ave. Insurgentes,
Col. Juárez, México, D.F. En colaboración con
José Adolfo Wiechers Escandón y Juan Sordo
Madaleno. Anteproyecto (s/f).

1976-1978
BIBLIOTECA UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA
Ave. Cerro de las Torres No. 395, Col. Cam-
pestre Churubusco, México, D.F.
En colaboración con Manuel Luévano.
1974-1975
EDIFICIOS DE VIVIENDA POPULAR PARA EL INFONAVIT
CONJUNTO URBANO “EL ROSARIO“
Azcapotzalco, México, D.F. En colaboración con
Héctor Meza Pastor y Augusto F. Álvarez.

1974-1976 1977
EDIFICIO PARA EL CENTRO OPERATIVO BANCOMER HOTEL PRINCESS
Ave. Universidad No. 1200 esq. Mayorazgo, Ave. Paseo de la Reforma esq. Havre,
Col. Xoco, México, D.F. En colaboración con Col. Juárez, México, D.F. En colaboración con
Juan Sordo Madaleno y José Adolfo Wiechers Juan Sordo Madaleno y José Adolfo Wiechers
Escandón. Concurso ganado y construido. Escandón. Proyecto ejecutivo (s/f).

1977-1978
CASA HABITACIÓN
Moneda No. 78, Col. Tlalpan, México, D.F.
En colaboración con Jorge Flores Villasana.

1976
EDIFICIO DE APARTAMENTOS EN CONDOMINIO
Río de la Plata esq. Atoyac, Col. Cuauhtémoc,
México, D.F. En colaboración con José Adolfo
Wiechers Escandón y Juan Sordo Madaleno.
Anteproyecto (s/f).
210 AUGUSTO H. ÁLVAREZ. ARQUITECTO DE LA MODERNIDAD

1977-1978 1977-1979
CASA HABITACIÓN CASA HABITACIÓN
Sotavento lotes 8 y 8a, Fraccionamiento La Peña, 16 de septiembre s/n, Valle de Bravo, Estado
Valle de Bravo, Estado de México, México. de México, México. En colaboración con
En colaboración con Augusto F. Álvarez. Augusto F. Álvarez.

1979
CASA HABITACIÓN
Tlacopac No. 29, Col. Águilas, México, D.F.

1977-1978 1979
CASA HABITACIÓN EDIFICIO PARA INMUEBLES VISA
Sotavento lote No. 5, Fraccionamiento La Peña, Escuela Bancaria y Comercial, Insurgentes Sur
Valle de Bravo, Estado de México, México. No. 17, Col. Juárez, México, D.F.
En colaboración con Augusto F. Álvarez y En colaboración con Jorge Flores Villasana.
María Luisa Rionda.
CRONOLOGÍA DE OBRA 211

1979-1980 1980
FÁBRICA DE VIDRIO CALIZO PARA CRISA TOLUCA, S. A. CONJUNTO PARA INSTALACIONES DEPORTIVAS DE VITRO CLUB
Kilómetro 57 Carretera México-Toluca, Ave. de los Ángeles s/n, Mpo. de San Nicolás de
Paseo Tollocan, Estado de México, México. la Garza, Mty. Nuevo León, México. En colabora-
En colaboración con Pablo Flores Camarillo ción con Augusto F. Álvarez y Jorge Flores Villa-
y Augusto F. Álvarez; el diseño del tanque sana. Proyecto ejecutivo, sólo se realizó el gimnasio.
de agua lo hizo Javier Meléndez.

1979-1980
CONJUNTO DE EDIFICIOS PARA OFICINAS
Conjunto Serfín Centro y para la Casa Matriz
de Banca Serfín, Madero esq. Bolívar, Motolinía
y 16 de septiembre, Col. Centro, México, D.F.
En colaboración con Héctor Meza Pastor y
Augusto F. Álvarez. Proyecto ejecutivo (s/f).

1980
HOTEL MERIDIEN
Ave. Paseo de la Reforma y Río Rhin,
Col. Cuauhtémoc, México. D.F. Anteproyecto.
En colaboración con Juan Sordo Madaleno
1980
y J. Francisco Serrano.
CENTRO BANCEN (s/f).
Hidalgo No. 77, Col. Centro, México, D.F. En cola-
boración con José Adolfo Wiechers Escandón y
Juan Sordo Madaleno. Participación en concurso.

1980
CONJUNTO DE EDIFICIOS DE OFICINAS PARA VITROCENTRO
Ave. Santa Engracia esq. Ave. El Roble, Mty.
Nuevo León, México. En colaboración con
Augusto F. Álvarez. Proyecto ejecutivo.
212 AUGUSTO H. ÁLVAREZ. ARQUITECTO DE LA MODERNIDAD

1980-1981 1981
EDIFICIO DE OFICINAS PARA VITROCENTRO TALLER DE ARQUITECTURA
Ave. Mariano Escobedo esq. Darwin, Col. Veró- General Marcial Lazcano No. 20, Col. San
nica Anzures, México, D.F. En colaboración con Ángel Inn, México, D.F. En colaboración con
Augusto F. Álvarez. Proyecto ejecutivo. Augusto F. Álvarez, Héctor Meza Pastor
y Jorge Flores Villasana.

1981-1983
1981 EDIFICIO DE OFICINAS PARA INMOBILIARIA PELVOUX S. A.
HOTEL HILTON INTERNACIONAL Monte Pelvoux No. 111 esq. Ferrocarril de
Paseo de la Reforma esq. Mississippi, Col. Cuauh- Cuernavaca, Col. Molino del Rey, México, D.F.
témoc, México, D.F. En colaboración con Juan En colaboración con Augusto F. Álvarez
Sordo Madaleno, José Adolfo Wiechers Escan- y María Luisa Rionda.
dón y Augusto F. Álvarez. Proyecto ejecutivo (s/f).

1981
REFOTIB
Paseo de la Reforma esq. Tíber, Col. Cuauh-
témoc, México, D.F. En colaboración con José
Adolfo Wiechers Escandón, Ieoh Ming Pei y
Augusto F. Álvarez. Proyecto ejecutivo.
CRONOLOGÍA DE OBRA 213

1981-1983
EDIFICIO DE OFICINAS PARQUE REFORMA
Molière No. 400 esq. Campos Elíseos, Col. Los
Morales, México, D.F. En colaboración con Juan Sor-
do Madaleno y José Adolfo Wiechers Escandón.

1982
EDIFICIO DE OFICINAS PARA CONSTRUCCIONES
NAVALES DE GUAYMAS, S. A.
Puerto de Guaymas, Sonora, México. En colabo-
ración con Augusto F. Álvarez y Héctor Meza
Pastor. Proyecto ejecutivo, parcialmente realizado.
1981-1983
CONDOMINIO RESIDENCIAL PARQUE REFORMA
Campos Elíseos No. 339 esq. Calderón de
la Barca, Col. Polanco, México, D.F.
En colaboración con Juan Sordo Madaleno,
José Adolfo Wiechers Escandón y Gilberto
Valenzuela E. Proyecto ejecutivo (s/f).

1981-1983
EDIFICIO DE OFICINAS PARA ASTILLEROS RODRÍGUEZ
Blvd. Teniente Azueta, Ensenada, Baja Califor-
nia Norte, México. En colaboración con Héctor
Meza Pastor y Augusto F. Álvarez.

1982
CASA HABITACIÓN
Jilotepec, Estado de México, México.
En colaboración con Marta Reyes Retana,
Manuel Álvarez Fuentes y Erika Sorense.

1981-1984
EDIFICIO DE OFICINAS PARA TRANSPORTACIÓN
MARÍTIMA MEXICANA
Cúspide No. 4761, Col. Bosques del Pedregal,
México, D.F. En colaboración con Augusto F. Ál-
varez, Jorge Flores Villasana, Enrique Anaya Es-
calera y Héctor Meza Pastor (ilustración siguiente).
214 AUGUSTO H. ÁLVAREZ. ARQUITECTO DE LA MODERNIDAD

1983 1984-1985
MONASTERIO ZEN CASA HABITACIÓN
Cuadrilla de Dolores, Valle de Bravo, Estado de Palmas No. 18, Col. San Ángel, México, D.F.
México, México. En colaboración con Augusto En colaboración con Augusto F. Álvarez
F. Álvarez. Anteproyecto. y Jorge Flores Villasana.

1983-1984
CASA HABITACIÓN
Cuadrilla de Dolores, Valle de Bravo, Estado de 1985
México, México. En colaboración con Augusto F. EDIFICIO DE OFICINAS DIVISIONALES PARA
Álvarez. Anteproyecto (s/f). GRUPO VIDRIO PLANO
Ave. Santa Engracia esq. Ave. el Roble, Mty,
1984 Nuevo León, México. En colaboración con
PISO NO. 9 DEL EDIFICIO DE OFICINAS CORPORATIVAS Augusto F. Álvarez, Héctor Meza Pastor y
PARA TRANSPORTACIÓN MARÍTIMA MEXICANA Jorge Flores Villasana. Anteproyecto (s/f).
Cúspide No. 4761, Col. Bosques del Pedregal,
México, D.F. En colaboración con Augusto F. 1985
Álvarez. Ampliación (s/f). EDIFICIO DE OFICINAS PARA LA COMPAÑÍA
DE SEGUROS AZTECA
1984 Ave. División del Norte esq. 20 de Noviembre,
EDIFICIO DE OFICINAS PARA LA SALA DE CONSEJO DE LA Col. Huichapan, México, D.F. En colaboración
OFICINA MATRIZ DE BANCA SERFIN SNC con Augusto F. Álvarez, Héctor Meza Pastor y
Bolívar esq. 16 de septiembre, México, D.F. Jorge Flores Villasana. Anteproyecto.
En colaboración con Héctor Meza Pastor y Participación en concurso.
Sergio Cardoso Moreno. Proyecto de interiores.
CRONOLOGÍA DE OBRA 215

1985
EMBAJADA DE MÉXICO EN ARABIA SAUDITA
Riad, Arabia Saudita. En colaboración con
Augusto F. Álvarez, Héctor Meza Pastor y Jorge
Flores Villasana. Participación en concurso,
nunca dictaminado.

1986
EDIFICIO DE OFICINAS PARA AGEMAR, TRANSPORTACIÓN
MARÍTIMA MEXICANA
Ave. Ignacio de la Llave No. 106, Coatzacoalcos,
Veracruz, México. En colaboración con Augusto
F. Álvarez. Anteproyecto (s/f).

1986
MUSEO CARRILLO GIL (s/f).
Ave. Revolución No. 1698 esq. Altavista, Col. San
1985 Ángel, México, D.F. En colaboración con Augusto
CENTRO DE CAPACITACIÓN E INVESTIGACIÓN CON CENTRAL F. Álvarez y Erika Sorensen Ajuria. Remodelación.
TELEFÓNICA DE LARGA DISTANCIA AUTOMÁTICA PARA
TELÉFONOS DE MÉXICO, S. A. DE C. V. 1986-1987
Emilio Portes Gil esq. Francisco Sarabia No. 270, EDIFICIO DE OFICINAS ADMINISTRATIVAS PARA
Azcapotzalco, México, D.F. En colaboración con CIMMYT, CENTRO INTERNACIONAL PARA EL MEJORAMIENTO

Javier Sordo Bringas, José Adolfo Wiechers DE MAÍZ Y TRIGO

Escandón y Augusto F. Álvarez. Concurso Km 43-45.5, Carretera México-Veracruz, Ex-


ganado, no realizado (s/f). hacienda el Batán, Texcoco, Estado de México,
México. En colaboración con Augusto F. Álvarez,
1985 Héctor Meza Pastor, Sergio Cardoso Moreno
OFICINAS PARA LA COMPAÑÍA MINERA AUTLÁN, S. A. y Jorge Flores Villasana. Remodelación.
Ave. Mariano Escobedo No. 510, Col. Nueva
Anzures, México, D.F. En colaboración con 1986-1988
Augusto F. Álvarez y Erika Sorensen Ajuria. CONDOMINIO RESIDENCIAL PARQUE REFORMA
Proyecto de interiores (s/f). Sierra Vertientes s/n, Col. Lomas de Chapul-
tepec, México, D.F. En colaboración con José
1985 Adolfo Wiechers Escandón. Anteproyecto.
VESTÍBULO PARA EL EDIFICIO DE TRANSPORTACIÓN
MARÍTIMA MEXICANA, S. A.
Cúspide No. 4761, Col. Bosques del Pedregal,
México, D.F. En colaboración con Augusto F.
Álvarez y Héctor Meza Pastor. Remodelación (s/f).

1985-1986
EDIFICIO PARA SERVICIOS DE ENTRENAMIENTO
E INFORMACIÓN, EDIFICIO NORMAN E. BOURLAG,
PARA CIMMYT, CENTRO INTERNACIONAL PARA EL
MEJORAMIENTO DE MAÍZ Y TRIGO
Km 43-45.5, Carr. México-Veracruz, Ex-hacienda
el Batán, Texcoco, Estado de México, México.
Km 43-45.5 Carretera México-Veracruz, Ex-
hacienda el Batan Texcoco, Estado de México,
México. En colaboración con Augusto F. Álvarez,
Héctor Meza Pastor, Jorge Flores Villasana y
Sergio Cardoso Moreno (ilustración siguiente).
216 AUGUSTO H. ÁLVAREZ. ARQUITECTO DE LA MODERNIDAD

1987 1988-1990
EDIFICIO DE OFICINAS PARA LA COMPAÑÍA MEXICANA DE EDIFICIO PARA LA COMPAÑÍA MEXICANA DE SEGUROS
SEGUROS DE CRÉDITOS S.A. DE C. V. (COMESEC) DE CRÉDITOS S.A. DE C.V. (COMESEC)
Georgia No. 15, Col. Nápoles, México, D.F. En Miguel Ángel de Quevedo No. 696, Coyoacán,
colaboración con Augusto F. Álvarez. Anteproyecto. México D.F. En colaboración con Augusto F.
Álvarez, Sergio Cardoso Moreno y Carlos
Maisterrena Sada. Remodelación.

1987
UNIVERSIDAD ITAM (INSTITUTO TECNOLÓGICO AUTÓNOMO
DE MÉXICO)
Camino a Santa Teresa esq. Guerrero,
Col. Progreso Tizapan, México, D.F.
Participación en concurso.

1989
CENTRO OPERATIVO BANCOMER
Ave. Universidad No. 1200 esq. Mayorazgo,
Col. Xoco, México, D.F. En colaboración con
José Adolfo Wiechers Escandón, Augusto F.
Álvarez y José Adolfo Wiechers Urquiza.
Plan Maestro y Ampliación (s/f).

1989-1993
CONDOMINIO TORRE ALTUS
Ave. Paseo de los Laureles No. 416,
Col. Bosques de las Lomas, México, D.F.
En colaboración con José Adolfo Wiechers
1987-1989 Escandón y José Adolfo Wiechers Urquiza.
ESCUELA BANCARIA Y COMERCIAL
Ave. de los Insurgentes No. 19 esq. Nápoles,
Col. Juárez, México, D.F. En colaboración con
Augusto F. Álvarez, Sergio Cardoso Moreno y
Carlos Maisterrena Sada. Ampliación.
CRONOLOGÍA DE OBRA 217

1990-1991 1991-1992
CONJUNTO DE EDIFICIOS DE OFICINAS Y COMERCIOS EDIFICIO DE ESTACIONAMIENTO PARA GRUPO NACIONAL
PARA LA COMPAÑÍA INMOBILIARIA MÉXICO, S. A. PROVINCIAL, CÍA. DE SEGUROS, S. A.
Periférico Sur esq. Picacho, México, D.F. López No. 8, Col. Centro, Delegación Cuauhté-
En colaboración con Augusto F. Álvarez y moc, México, D.F. En colaboración con Augusto
Francisco López Guerra. Anteproyecto (s/f). F. Álvarez y Gabriel Covarrubias González.

1991
ARCOS BOSQUES CORPORATIVO
Paseo de los Tamarindos 400-b, Col. Bosques
de las Lomas México, D.F. Participación en con-
curso en colaboración con Wiechers Arquitectos.

1990-1994
RESIDENCIAL PLAYAMAR
Playa del Revolcadero, Acapulco Diamante,
Guerrero, México. En colaboración con José
Adolfo Wiechers Escandón.

1992
1990-1995 TORRE DE OFICINAS, COMERCIOS Y TEATRO
PLAZA CORPORATIVA PARA EL GRUPO NACIONAL Conjunto Insurgentes, Insurgentes Sur
PROVINCIAL, CÍA. DE SEGUROS, S. A. No. 1587, México, D.F. En colaboración
Ave. Cerro de las Torres No. 395, Col. Campes- con Augusto F. Álvarez y Gabriel Covarrubias
tre Churubusco, México, D.F. En colaboración González. Anteproyecto.
con Augusto F. Álvarez, Jorge Pérez Zavala,
Juan Clavel Saavedra, Sergio Cardoso Moreno,
Carlos Maisterrena Sada. Diseño de interiores
y señalización con Manuel Álvarez Fuentes.
218 AUGUSTO H. ÁLVAREZ. ARQUITECTO DE LA MODERNIDAD

1992-1994
CENTRO EMPRESARIAL ISLA DORADA
Blvd. Kukulcán Km.12.5, Zona Hotelera, Fraccio-
namiento Isla Dorada, Cancún Quintana Roo,
México. En colaboración con Augusto F. Álvarez,
José Adolfo Wiechers Escandón, José Adolfo
Wiechers Urquiza, Gabriel Covarrubias González
y Rodolfo Flores.

1992-1995
EDIFICIO COMERCIAL Y DE OFICINAS PARA LA
ARRENDADORA E INMOBILIARIA VIMAR, S. A.
José María Velasco No. 101, Col. San José
Insurgentes, México, D.F. En colaboración
1992-1994 con Augusto F. Álvarez, Gabriel Covarrubias
EDIFICIO DE OFICINAS QUADRO MAGNO, OFICINAS González y Benjamín Torres Juárez.
CORPORATIVAS DE BANAMEX
Calle B, No. 800 esq. Av. Vasco de Quiroga,
Santa Fe, México. En colaboración con José
Adolfo Wiechers Escandón, Augusto F. Álvarez
y José Adolfo Wiechers Urquiza.

1992-1994
VILLAS LADERA PORTO
Ixtapa, Guerrero, México. En colaboración con
Augusto F. Álvarez y Erika Sorensen Ajuria (s/f).
1993
1992-1994 EDIFICIO CORPORATIVO PARA GRUPO MÉXICO
CASA HABITACIÓN DE AUGUSTO H. ÁLVAREZ Periférico Sur esq. Picacho, México, Col. Jardi-
Calle 17, No. 109, Itzimná, Mérida, Yucatán, nes del Pedregal, D.F. En colaboración con José
México. En colaboración con Enrique Duarte Adolfo Wiechers Escandón y Augusto F. Álvarez.
Aznar y Augusto F. Álvarez (ilustración siguiente). Anteproyecto (ilustración en la página siguiente).
CRONOLOGÍA DE OBRA 219

1994
EDIFICIO DE OFICINAS
Palmas No. 1005 esq. Pichiagua, Col. Lomas
de Chapultepec, México, D.F. En colaboración
con Augusto F. Álvarez, Rodolfo Flores Gómez
y Daniel Estebaranz Sánchez.

1993
CENTRO FINANCIERO DE LAS AMÉRICAS, EDIFICIO DE
OFICINAS PARA EQUITY PARTNERS MÉXICO (s/f).
Reforma y Tíber, Col. Cuauhtémoc, México, D.F.
En colaboración con Augusto F. Álvarez y Pei,
Cobb, Freed & Partners. Participación en concurso.

1993
1995
MÓDULO DE RECEPCIÓN Y REMODELACIÓN
SERVICIO TÉCNICO DE AJUSTE
DE ESPACIOS DE OFICINAS IBM DE MÉXICO
PARA GRUPO NACIONAL PROVINCIAL
Ave. Mariano Escobedo No. 595 esq. Campos
Basalto No.16, Col. Pedregal de Santo
Elíseos y Rincón del Bosque, Col. Rincón del
Domingo, México, D.F. En colaboración
Bosque, México, D.F. En colaboración con
con Augusto F. Álvarez.
Augusto F. Álvarez. Proyecto de Interiores (s/f).

1993
PLANEACIÓN DE ESPACIOS Y DISEÑO DE INTERIORES
PARA LAS OFICINAS CORPORATIVAS DE SERFÍN
Santa Fe, México, D.F. En colaboración con
Augusto F. Álvarez y Oscar Bulnes (s/f).

1993-1994
CENTRO FINANCIERO DE LAS AMÉRICAS, EDIFICIO
DE OFICINAS PARA EQUITY PARTNERS MÉXICO (s/f).
Reforma y Tíber, Col. Cuauhtémoc, México, D.F.
En colaboración con Augusto F. Álvarez y
K. P. F. (Kohn Pederson Fox). Proyecto ejecutivo.

1993-1995 1995
PLAN MAESTRO Y AMPLIACIÓN DE LA ESCUELA CENTRO DE CAPACITACIÓN PARA ICA
BANCARIA Y COMERCIAL Minería s/n Col. Escandón, México, D.F.
Paseo de la Reforma No.202 esq. Nápoles No.10 En colaboración con Augusto F. Álvarez, José
y 12, Col. Juárez, México, D.F. En colaboración Adolfo Wiechers Escandón y José Adolfo
con Augusto F. Álvarez (ilustración siguiente). Wiechers Urquiza. Participación en concurso (s/f).
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ENTREVISTAS REALIZADAS POR LA AUTORA 227

Entrevistas realizadas por la autora

AUGUSTO F. ÁLVAREZ FUENTES, 15 de mayo del 2003, 6 de junio del 2003, 29 de


junio del 2003, 18 de mayo de 2004, 8 de septiembre de 2005.

JORGE ÁLVAREZ FUENTES, 8 de septiembre de 2005.

MANUEL ÁLVAREZ FUENTES, 6 de junio de 2003.

JORGE BALLINA, 13 de mayo de 2003.

MARTHA ELENA CAMPOS NEWMAN, 31 de octubre del 2005.

JORGE FLORES VILLASANA, 15 de julio del 2003.

RICARDO FLORES VILLASANA, 21 de abril de 2004.

LUIS GUERRERO, 28 de junio de 2003.

JOSÉ NAVA REQUESENS, 30 de septiembre de 2005.

ANTONIO MUSI, 17 de mayo de 2003.

NORMA OGARRIO, 14 de mayo de 2004.

FRANCISCO SERRANO CACHO, 6 de mayo de 2003.

RAMÓN TORRES, 20 de mayo de 2003.

JOSÉ ADOLFO WIECHERS, 3 octubre de 2005.


Índice

Presentación. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . VII

Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . IX

Augusto H. Álvarez. Representante de la modernidad mexicana. . XI

Capítulo I
Apuntes de una biografía. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1

Los años de formación


El inicio de una vida profesional
La apropiación de un concepto universal
Una trayectoria académica
La fundación de la carrera de arquitectura en la Universidad Iberoamericana
El concepto de un taller de arquitectura
La plenitud de una vida y una profesión
Las últimas décadas de su vida

Capítulo II
Las primeras obras. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21

Una nación en desarrollo y la arquitectura


La modulación como una forma de proyectar
Las experiencias en el género habitacional
Los edificios de departamentos
Los edificios de oficinas

Capítulo III
El apogeo de una trayectoria profesional. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 43

Algunas notas sobre el México de mediados del siglo XX


La Arquitectura Internacional y las referencias del extranjero
Anotaciones sobre la arquitectura de Augusto H. Álvarez
La Escuela de Comercio y Administración de Ciudad Universitaria
La Torre Latinoamericana: un rascacielos para la capital del país
El Aeropuerto Central de la Ciudad de México
Una nueva imagen para las instituciones financieras y bancarias
Los proyectos para el Banco del Valle de México
El edificio de Seguros Tepeyac
El edificio para Seguros La Libertad: un premio internacional
El edificio Jaysour: el muro cortina
Apuntes de edificio
Los espacios para la educación y la cultura
de oficinas.
El Museo Carrillo Gil México, década 50.
El Colegio Oxford AAM.
La Universidad Iberoamericana (Página anterior).
230 AUGUSTO H. ÁLVAREZ. ARQUITECTO DE LA MODERNIDAD

Las propuestas en el espacio habitacional


Los edificios de departamentos
El conjunto Urbano Palmas
Las casas habitación
La casa en Lazcano No. 20
La casa en Fuego No. 842

Capítulo IV
La madurez constructiva. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 113

Reflexiones acerca del país a finales del siglo XX


Las distintas etapas en la permanente búsqueda de calidad
Las posibilidades del concreto
El Centro Nacional de Investigación y Enseñanza Agrícola en Chapingo
El edificio de oficinas para La Provincial
El edificio de oficinas para La Interamericana
El edificio de oficinas para la inmobiliaria Córdoba-Durango, La Mitra
El edificio de oficinas para IBM: prototipo de flexibilidad
Algunas casas significativas
La casa en Moneda No. 78
Las casas en Valle de Bravo
La casa vacacional de Augusto H. Álvarez
La permanencia del cristal
El Centro Operativo Bancomer: ejemplo de modulación
El taller de arquitectura de Augusto H. Álvarez
El Centro Corporativo Parque Reforma: el reflejo de su entorno
Transportación Marítima Mexicana: una propuesta formal
Las últimas obras
La Escuela Bancaria y Comercial
El Centro Empresarial Isla Dorada
Plaza Corporativa para Grupo Nacional Provincial
Plaza Empresarial Quadro Magno
El edificio en Palmas No. 1005
La Torre Altus: vivienda en altura
La casa en Mérida: el retorno a los orígenes

Conclusiones. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 177

Currículum. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 181

Estudios, actividad profesional y docencia


Premios y distinciones

Cronología de obra. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 187

Bibliografía. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 221

Hemerografía. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 223

Entrevistas realizadas por la autora. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 227


Augusto H. Álvarez. Arquitecto de la modernidad,
de Lourdes Cruz González Franco, editado por
la Facultad de Arquitectura de la UNAM, se terminó
de imprimir en julio del 2008, en Jaime Salcido y
Romo Editor. En su composición se utilizaron ti-
pos Sans Serif de 11:13, 10:12 y 9:11 puntos en el
interior y tipos Helvética Neue en portada. La edi-
ción y producción, estuvieron a cargo de Jaime
Salcido y Romo y el diseño a cargo de Iván Salcido.
El tiraje consta de 1,000 ejemplares.

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