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2020
I. HECHOS:
a) En virtud del inciso segundo del artículo trescientos cuarenta y tres del Código
Procesal Penal, solicitó al Juzgado que se dé por concluida la investigación
preparatoria. Al considerar que ha excedido en el límite que permite la citada
norma y se programe audiencia de control de plazos.
Mediante resolución S/N del siete de noviembre de dos mil siete, el juzgado de
investigación preparatoria declaró infundada la solicitud de control de plazos.
a) En el nuevo Código Procesal Penal existe sólo una fase de investigación, que es
la Investigación Preparatoria, a cargo del Ministerio Público, conforme se
establece en el inciso segundo del artículo trescientos treinta y siete.
a) Que el inciso segundo el artículo trescientos treinta y siete del Código Procesal
Penal, establece que las diligencias preliminares forman parte de la investigación
preparatoria, y ésta a su vez tiene un plazo de ciento veinte días naturales,
prorrogables por única vez hasta por un máximo de sesenta días naturales,
conforme a lo estatuído por el inciso uno del numeral trescientos cuarenta y dos
del mismo cuerpo de leyes
b) Ello debe aplicarse en concordancia con lo dispuesto en el inciso segundo del
numeral trescientos treinta y cuatro, que prescribe, que el plazo de las diligencias
preliminares, es de veinte días y que no obstante ello, el Fiscal podrá fijar un plazo
distinto según las características, complejidad y circunstancias de los hechos
objeto de investigación.
6. Que, el artículo trescientos treinta y seis del aludido Código, el parte final del
inciso uno, regula la formalización y la continuación de la investigación
preparatoria en concordancia con el artículo tres del código procesal penal;
interpretándose de todo ello que;
9. Los plazos para las diligencias preliminares, de veinte días naturales y el que se
concede al fiscal para fijar uno distinto según las características, complejidad y
circunstancias de los hechos objeto de investigación; son diferentes y no se hallan
comprendidos en los ciento veinte días naturales más la prórroga a la que alude la
norma pertinente, que corresponden a la investigación preparatoria.
10. Es necesario precisar que, si bien los plazos referidos son distintos, es
fundamental establecer que el plazo de las denominadas diligencias preliminares
y fundamentalmente el plazo adicional al de los veinte días le autoriza al fiscal en
casos que por sus características revistan complejidad, no debe ser uno ilimitado.
I. HECHOS:
1. El artículo setenta y uno del Nuevo Código Procesal Penal prevé los derechos
del imputado y, específicamente, en el apartado cuatro regula la denominada
“Audiencia de tutela”. Esta figura legal está prevista en la Sección Cuarta “El
Ministerio Público y los demás sujetos procesales”, Capítulo Primero “El
imputado”, Título segundo, “El imputado y el abogado defensor” del Libro
Primero “Disposiciones Generales” del Nuevo Código Procesal Penal -en adelante,
NCPP-. Prescribe la citada norma que:
a) El imputado puede hacer valer por sí mismo, o a través de su Abogado Defensor,
los derechos que la Constitución y las Leyes le conceden, desde el inicio de las
primeras diligencias de investigación hasta la culminación del proceso (…)
6. Los derechos fundamentales deben gozar de mayor protección y por ello es que
a nivel procesal la Audiencia de tutela es uno de los principales aportes del nuevo
sistema procesal. Los derechos protegidos a través de esta Audiencia son los que
se encuentran recogidos taxativamente en el artículo setenta y uno del NCPP. Son
los siguientes:
l) Ser examinado por un médico legista o por otro profesional de la Salud, cuando
el estado de salud así lo requiera. En salvaguarda de su efectiva vigencia, de esta
audiencia de tutela pueden emanar resoluciones judiciales que corrijan los
desafueros cometidos por la Policía o los Fiscales, así como también protejan al
afectado.
12. Por otro lado, si bien los actos de investigación realizados por el Ministerio
Público gozan de amparo legal por tratarse de la autoridad pública encargada de la
persecución del delito, ello no implica que sean inatacables o incuestionables,
puesto que han de sujetarse a la ley y al principio de objetividad. Es decir, estos
actos de investigación podrán quedar viciados o excluidos, según el caso, si se
vulneraron derechos fundamentales que se encuentran recogidos en el artículo
setenta y uno del Nuevo Código Procesal Penal, esto es, si por ejemplo se efectuó
su detención sin haberle puesto en conocimiento al imputado de los derechos
fundamentales que le asisten, por lo que el Juez en audiencia de tutela dictará las
medidas que correspondan de acuerdo a ley.
14. Otro de los problemas recurrentes que es del caso abordar en el presente
acuerdo es el relativo al cuestionamiento de la Disposición de Formalización de la
Investigación Preparatoria a través de la Audiencia de Tutela, es decir, si es posible
activar -desde la defensa- una vía de control judicial de la referida disposición
fiscal. Sobre el particular y, en principio, debemos descartar esta posibilidad,
fundamentalmente porque, como se ha enfatizado, la vía de la tutela sólo está
habilitada para aquellos casos en los que se vulnere algunos de los derechos
esenciales asociados en términos amplios a la defensa. Por lo demás debe quedar
claro que la Disposición en cuestión es una actuación unilateral del Ministerio
Público y no puede ser impugnada ni dejada sin efecto por el Juez de la
Investigación Preparatoria. Cumple una función esencialmente garantista: informa
al imputado de manera específica y clara acerca de los hechos atribuidos y su
calificación jurídica, esto es, el contenido de la imputación jurídico penal que se
dirige en su contra. Además, ya en el proceso formalmente iniciado, las partes
pueden hacer uso de los medios de defensa técnico para evitar un proceso en el que
no se haya verificado los presupuestos esenciales de imputación. Piénsese por
ejemplo en la declaración de atipicidad a través de la excepción de improcedencia
de la acción o en la de prescripción ordinaria, si es que antes de la Formalización
de la Investigación Preparatoria se cumplió el plazo correspondiente.
V. ACORDARON:
I. HECHOS:
1. Que, con fecha tres de diciembre de dos mil nueve, se llevó a cabo la audiencia
de control de plazo, conforme se advierte del acta de registro de fojas catorce, con
la concurrencia del Fiscal Provincial y del abogado defensor; oída la exposición
respectiva, mediante resolución emitida en dicha fecha, el A quo declaró fundada
le solicitud de control de plazo, y otorgó al fiscal un plazo de cinco días para que
dicte las disposiciones correspondientes; razón por la cual, el representante
del Ministerio Público interpuso recurso de apelación contra la resolución en
mención.
4. Que, el Tribunal Superior por resolución de fecha dieciséis de junio de dos mil
diez, de fojas doscientos veinticuatro, concedió el recurso de casación, y dispuso
elevar los autos al Tribunal Supremo, introduciendo dos motivos de casación,
errónea aplicación del artículo ciento cuarenta y tres, numeral dos del Código
Procesal Penal, y apartamiento de la doctrina jurisprudencial establecida por la
Corte Suprema; la causa fue elevada a este Tribunal Supremo con fecha cinco de
julio de dos mil diez.
4. Asimismo, el inciso segundo del artículo trescientos treinta y cuatro del Código
Procesal Penal establece que el plazo de las diligencias preliminares, conforme
el artículo tercero del mismo cuerpo de leyes, es de veinte días, salvo que se
produzca la detención de una persona. No obstante ello, el Fiscal podrá fijar un
plazo distinto según las características, complejidad y circunstancias de los hechos
objeto de investigación.
8. Que, la Policía Nacional del Perú remitió el informe Policial número cero dos -
dos mil nueve - XII – DTP - DPH - C - PNP - H - SIAT, a la Fiscalía Provincial
de Huancané, con las actuaciones realizadas por dicha dependencia con
intervención del Fiscal Provincial adjunto, por el hecho ocurrido el día cuatro de
octubre de dos mil nueve, relativo al accidente de tránsito, informe que fue
recepcionado el dieciocho de noviembre de dos mil nueve, tal como se aprecia de
fojas cincuenta y nueve, por lo que desde esa fecha debe computarse el plazo para
la investigación preliminar.
10. En consecuencia, a la fecha en que se solicitó el control del plazo; esto es, el
día treinta de noviembre de dos mil nueve -véase escrito de fojas uno-, había
sobrepasado el plazo establecido en el artículo trescientos cuarenta y dos. Que, si
bien obra la disposición número dos - dos mil nueve - MP - FPP - H, de fecha
veinte de noviembre de dos mil nueve, de fojas sesenta y uno, mediante la cual el
representante del Ministerio Público dispone considerar aplicable el principio de
oportunidad en el presente caso, citando al implicado Mamani Gutiérrez para el
día dos de diciembre de dos mil nueve; sin embargo, ello no obsta que el plazo de
las diligencias preliminares venció con fecha veintiséis de noviembre de dos mil
nueve.
VI. DECISIÓN:
I. HECHOS:
1. Qué, mediante disposición fiscal número cero, cero dos – dos mil diez, de fecha
treinta de abril de dos mil diez, se formalizó la investigación preparatoria contra
Elmo Alejandro Carbajal Chong y Héctor Panta por el delito de lavado de activos,
en agravio del estado.
Mediante resolución S/N del veinticinco de agosto de dos mil diez, el juzgado de
investigación preparatoria declaró improcedente la nulidad contra la disposición
fiscal de formalización de la investigación preparatoria formulada por el encausado
Elmo Alejandro Carbajal Chong.
Mediante auto de vista de fecha dos de noviembre de dos mil diez, se revocó la
resolución de fecha veinticinco de agosto de dos mil diez – que declaró
improcedente la nulidad de la disposición fiscal de formalización de la
investigación preparatoria, formulada por el imputado, derivado de la
investigación preparatoria que se instauró contra el mencionado encausado por el
delito de lavado de activos, en agravio del estado- reformándola; declararon la
nulidad de la disposición fiscal que formalizó la investigación preparatoria, y
ordenaron, que el representante del Ministerio Público proceda a evacuar una
nueva disposición fiscal con las observaciones anotadas.
4. El libro primero, sección cuarta, título primero, capítulo primero del código
procesal penal, establece las funciones, atribuciones y obligaciones del ministerio
público, así en el inciso primero del artículo sesenta, se establece “el ministerio
público es el titular del ejercicio de la acción penal. actúa de oficio, a instancia de
la víctima, por acción popular o por noticia policial”, en el inciso primero del
artículo sesenta y dos se precisa “el fiscal actúa en el proceso penal con
independencia de criterio. adecua sus actos a un criterio objetivo, rigiéndose
únicamente por la Constitución y la ley, sin perjuicio de las directivas o
instituciones de carácter general que emita la fiscalía de la nación en el inciso dos
del mismo artículo se establece “ conduce la investigación preparatoria (...),
mientras que en el artículo sesenta y cuatro se precisa “ el Ministerio Público
formulará sus disposiciones, requerimientos y conclusiones en forma motivada y
específica, de manera que se basten a sí mismos, sin remitirse a las decisiones del
Juez, ni a disposiciones o requerimientos anteriores.
7. Que, el Acuerdo Plenario número cuatro -dos mil diez/CJ- ciento dieciséis de
fecha dieciséis de noviembre de dos mil diez, emitido por las Salas Penales
Permanentes y Transitorias de la Corte Suprema de Justicia de la Republica, trato
el tema de “Audiencia de Tutela”, estableciéndose como doctrina jurisprudencial
en su décimo octavo fundamento, que no era posible cuestionar la Disposición de
Formalización de la Investigación Preparatoria a través de una Audiencia de
Tutela, esto es, activar una vía de control judicial de la referida disposición fiscal,
por cuanto, la vía de tutela sólo está habilitada para aquellos casos en los que se
vulnere algunos de los derechos esenciales asociados en términos amplios a la
defensa que se encuentran enumerados en el artículo setenta y uno del Código
Procesal Penal, indicándose que la vía de tutela judicial sólo podrá hacerse efectiva
durante las diligencias preliminares y en la investigación preparatoria propiamente
dicha: siendo relevante para el presente caso, cuando se precisó lo siguiente: “(…)
debe quedar claro que la Disposición en cuestión es una actuación unilateral del
Ministerio Público y no puede ser impugnada ni dejada sin efecto por el juez de la
Investigación Preparatoria. Cumple una función esencialmente garantista: informa
al imputado de manera específica y clara acerca de los hechos atribuidos y su
calificación jurídica, esto es, el contenido de la imputación jurídico penal que se
dirige contra. Además, ya en el proceso formalmente, iniciado, las partes pueden
hacer uso de los medios de defensa técnico para evitar un proceso en el que no se
haya verificado los presupuestos esenciales de imputación. Piénsese por ejemplo
en la declaración de atipicidad a través de la excepción de improcedencia de acción
o en la prescripción ordinaria, si es antes de la Formalización de la Investigación
Preparatoria se cumplió el plazo correspondiente”.
V. DECISIÓN:
I. HECHOS:
1. Qué, la defensa técnica del investigado José Luis Castañeda Neyra solicitó
control de plazo de diligencias preliminares en la investigación que se le sigue por
el delito contra la administración pública - colusión, patrocinio ilegal y
negociación incompatible.
Mediante resolución S/N del veintidós de agosto de dos mil once, el juzgado de
investigación preparatoria declaró infundada dicha solicitud, razón por la cual la
defensa técnica interpuso recurso de apelación mediante escrito de fecha veintitrés
de agosto de dos mil once.
III. SEGUNDA INSTANCIA
6. Cabe indicar que además de ello, este nuevo proceso supera la problemática del
trámite engorroso y la rutina burocrática, recurriendo a la simplificación procesal
o salidas alternativas y conclusiones anticipadas de causas.
8. en ese sentido, la tarea del Ministerio Público una vez conocida la noticia
criminal, se inicia con la búsqueda de la verdad sobre la misma, por la cual deberá
realizar diligencias preliminares, conforme así lo establece el artículo trescientos
treinta del Código Procesal Penal.
9. Debe precisarse que dentro de las funciones que le corresponde el fiscal está
realizar las diligencias de investigación que considere pertinentes y útiles,
conforme se establece en el inciso primero del artículo trescientos treinta y siete
del Código Procesal Penal, siendo parte de la investigación preparatoria, las
diligencias preliminares.
10. Así, las diligencias preliminares constituye una etapa pre jurisdiccional del
proceso penal, por la cual el fiscal está autorizado para reunir los elementos
probatorios para formalizar la investigación, a efectos de elaborar su estrategia
acusatoria o desestimar la denuncia, estableciéndose en el artículo trescientos
treinta del Código Procesal Penal que estas diligencias tienen como finalidad
inmediata realizar actos urgentes e inaplazables, asegurar los elementos materiales
que se utilizaron para su comisión individualizar a las personas involucradas y a
los agraviados.
11. Qué, las indicadas diligencias tienen también una finalidad mediata la cual no
está descrito en forma expresa de la norma, por ello se considera que la finalidad
mediata es determinar si el fiscal debe formalizar o no la investigación
preparatoria.
12. En las diligencias preliminares no podrán realizarse actos que, estando
destinados a determinar si han tenido lugar los hechos denunciados y si estos
constituyen delito, puedan ser postergados o no sean urgentes, dado que estos actos
podrán llevarse a cabo dentro de la fase la investigación preparatoria, propiamente
dicha, sirviendo además en esta etapa para fortalecer o desvirtuar la hipótesis del
fiscal, con la cual formalizó la investigación.
13. Dicho aquello, son tres los fines de las diligencias preliminares:
a) Realizar actos urgentes sólo para determinar si los hechos denunciados son
reales y si además configuran uno o varios ilícitos penalmente perseguibles.
14. En consecuencia, cualquier otro tipo de diligencia que tuviera una finalidad
distinta a las antes mencionadas constituirán fuera de los parámetros por los cuales
se estableció llevar a cabo las diligencias preliminares, según lo previsto en este
nuevo modelo procesal, pues de ser así, se estaría pretendiendo llevar diligencias
propias de una investigación preparatoria.
15. Siendo ello así, respecto al plazo máximo de las diligencias preliminares el
inciso segundo del artículo trescientos treinta y cuatro del código procesal penal
establece que el plazo de las diligencias preliminares, conforme el artículo tercero
del mismo cuerpo de leyes, es de veinte días, salvo que se produzca la detención
de una persona.
19. Se debe precisar, qué, el plazo razonable es un derecho que le asiste a todo
justiciable, sin distinción alguna de cada etapa en particular, estableciéndose que
el proceso no puede tener una duración desmedida, siendo obligación del Estado
establecer normas claras y precisas que nadie estará sometido a un proceso
indefinido, lo cual debe estar sujeto a cada etapa específicamente.
V. DECISIÓN:
I. HECHOS:
a) Por haber excedido el límite temporal fijado por nuestro ordenamiento jurídico
procesal.
2. Por resolución trece de diciembre de dos mil once, el juez declaró fundado el
control de plazo en etapa preliminar y ordenó que, en el término de diez días
hábiles, el señor fiscal a cargo del caso, emita su pronunciamiento sobre si
formaliza o no la investigación preparatoria.
Mediante resolución S/N del trece de diciembre de dos mil once, el juzgado de
investigación preparatoria declaró fundado el control de plazo en etapa preliminar
y ordenó que, en el término de diez días hábiles, el señor fiscal a cargo del caso,
emita su pronunciamiento sobre si formaliza o no la investigación preparatoria.
2. Mediante escrito de fecha nueve de julio de dos mil trece, el representante del
Ministerio Público, formula desistimiento parcial de su recurso de casación, en los
extremos que se pretende fijar doctrina jurisprudencial respecto a;
4. Mediante audiencia de casación de fecha once de julio de dos mil trece, fueron
reiterados los fundamentos del desistimiento parcial, conforme es de verse del acta
correspondiente debidamente suscrita por la recurrente, quedando subsistente el
extremo, en cuanto a fijarse como doctrina jurisprudencial:
a) Sobre el plazo máximo para llevar a cabo las diligencias preliminares cuando se
trate de investigaciones complejas.
10. Conforme a lo previsto por el artículo trescientos treinta del Código Procesal
Penal, las diligencias preliminares tienen por finalidad inmediata realizar los actos
urgentes o inaplazables destinados a determinar si han tenido lugar los hechos
objeto de conocimiento y su delictuosidad; asegurar los elementos materiales de
su comisión, e individualizar a las personas involucradas y a los agraviados.
11. Que, el inciso dos del artículo trescientos treinta y cuatro del Código Procesal
antes citado, establece que el plazo de las diligencias preliminares es de veinte
días, salvo que se produzca la detención de una persona. No obstante, el fiscal
puede fijar un plazo distinto según las características, complejidad y circunstancias
de los hechos objeto de investigación.
12. Para el caso de autos, resulta necesario reseñar que el cómputo de plazo de las
diligencias preliminares se inicia a partir de la fecha en que el fiscal tiene
conocimiento del hecho punible, según la resolución casatoria número cero dos
de dos mil ocho, del tres de junio de dos mil ocho, se señaló que:
El inciso segundo el artículo trescientos treinta y siete del Código Procesal Penal,
establece que las diligencias preliminares forman parte de la investigación
preparatoria, y ésta a su vez tiene un plazo de ciento veinte días naturales,
prorrogables por única vez hasta por un máximo de sesenta días naturales,
conforme a lo estatuído por el inciso uno del numeral trescientos cuarenta y dos
del mismo cuerpo de leyes
La fase de diligencias preliminares tiene un plazo distinto, el mismo que está sujeto
a control conforme dispone el inciso segundo del numeral ciento cuarenta y cuatro
del Código Procesal Penal;
13. Asimismo, estableció que este último plazo, si bien la norma no lo prevé de
manera cuantitativa, no debe ser uno ilimitado, y que además afecte el plazo
razonable que constituye una garantía fundamental integrante del debido proceso;
y en mérito a ello, precisó que;
a) La fase de las diligencias preliminares no podría, en la hipótesis más extrema,
ser mayor que el plazo máximo de la investigación preparatoria regulado en el
artículo trescientos cuarenta y dos de la ley procesal penal.
V. DECISIÓN:
I. HECHOS:
3. Siendo que el nueve de junio de dos mil once, la Fiscalía Provincial Corporativa
Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios – Ancash, dispuso
adecuar la referida denuncia a las disposiciones del Nuevo Código Procesal Penal,
lo cual generó que mediante disposición de fecha cinco de julio de dos mil once se
declare procedente la realización de las diligencias preliminares en sede policial,
por el plazo de noventa días, y mediante disposición número tres de fecha
diecisiete de octubre de dos mil once, declara caso complejo la referida
investigación, lo cual generó que el investigado solicite se concluya la misma, ya
que considera que desde el cinco de julio de dos mil once en que se inició la
investigación por noventa días, el plazo vencía el tres de octubre del mismo año.
Mediante resolución S/N del doce de diciembre de dos mil once, el juzgado de
investigación preparatoria declaró fundado el control de plazo, la audiencia
indicada se realizó con la concurrencia de la Fiscal Provincial y del Abogado
defensor.
La resolución antes mencionada fue apelada por el Ministerio Público, siendo que
en dicha audiencia la Sala Penal de Apelaciones mediante resolución S/N,
confirmó la recurrida.
b) Mediante sentencia casatoria N° cincuenta y cuatro - dos mil nueve, del veinte
de julio de dos mil diez, se ha establecido como doctrina jurisprudencial vinculante
respecto a aquellas actividades relacionadas al ejercicio de la acción penal - en
caso de fiscales - y expedir resoluciones - en caso de jueces -, que no pueden ser
sancionados con la caducidad del plazo establecido por ley, para emitir su
dictamen o resolución, pues ello importaría la vulneración de las normas
constitucionales y legales citadas.
d) De allí que el apartado 1) del artículo ciento cuarenta y cuatro del Código
Procesal Penal, cuando señala que el vencimiento de un plazo máximo implica la
caducidad de lo que se pudo o debió hacer, debe ser interpretada de manera
sistemática y a la luz de las disposiciones constitucionales y legales citadas, y
que han sido recogidas en la jurisprudencia vinculante que se invoca.
a) Que, el artículo ciento cuarenta y cuatro incisos 1) del Código adjetivo antes
citado, señala que los plazos dolo pueden ser prorrogados cuando la ley lo permita.
Esto significa, que, de ningún modo, cabe la habilitación judicial del plazo, cuando
ello no esté contemplado expresamente.
b) De allí, que frente al vencimiento del término para llevar a cabo una determinada
actuación procesal a cargo del ministerio público - en su condición de titular de la
acción penal y director de la investigación - no corresponda el amparo de
solicitudes de prórroga del mismo. menos aún, qué en tal circunstancia de
conclusión del plazo, recién se pretenda la calificación del caso, como complejo.
Asimismo, en aplicación del principio de la preclusión procesal.
en tal supuesto, corresponde continuar con el normal desarrollo de las siguientes
etapas del proceso. así, en, del vencimiento del plazo de la investigación
preliminar, el ministerio público, debe proceder con el requerimiento fiscal,
acusatorio o de sobreseimiento
18) En atención a los fundamentos expuestos, este supremo tribunal, considera que
dado al término debe computarse desde el inicio de la investigación, esto es, en
incluso desde antes del seis de julio de dos mil once, el plazo venció el tres de
octubre del mismo año, en exceso; consecuentemente la prórroga del plazo de la
investigación preliminar, no encuentra sustento legal al haberse expedido fuera de
su vencimiento. En tal virtud, la resolución que declara fundado el control de plazo
de dicha investigación y que fuera confirmada, es conforme a derecho. por ello el
presente recurso de casación debe desestimarse.
V. DECISIÓN:
I. HECHOS:
C. La policía por orden y con asistencia del Fiscal realizó un segundo registro
vehicular a las once horas con treinta minutos del citado día veintinueve de enero
de dos mil dieciséis en la Comisaría Laura Caller. En la parte de atrás, debajo de
un cartón color blanco, se encontró un bolso negro de material sintético con bordes
blancos, que contenía cosméticos de mujer, un peine, una tarjeta del Banco de
Crédito del Perú y el Documento Nacional de Identidad de la agraviada, y un
llavero con tres llaves. El acta se firmó por los fiscales, pero no lo hizo el imputado.
Se devolvió a la agraviada los bienes de su propiedad [acta de fojas veintitrés
vuelta, de veintinueve de enero de dos mil dieciséis].
F. El imputado Cortez Ortega siempre negó los cargos. No sabe cómo apareció
el bolso en la maletera del vehículo que dedica al servicio de taxi. Señala que en
el primer registro vehicular no se encontró nada, pero luego en un segundo registro
apareció el bolso en la maletera del coche [fojas diecisiete y veinte].
3. Que el artículo 446 del Código Procesal Penal establece los presupuestos
materiales que determinan la incoación del proceso inmediato, en cuanto
procedimiento especial informado por el principio de aceleramiento procesal. Esta
norma, en lo pertinente, requiere flagrancia delictiva o prueba evidente del hecho
y de la participación de su autor.
La flagrancia delictiva está regulada en el artículo 259 del Código Procesal Penal,
según la Ley número 29596, de veinticinco de agosto de dos mil diez. El inciso
cuatro del citado artículo regula la denominada “flagrancia presunta”. Según
esta norma, existe flagrancia cuando: “El agente es encontrado dentro de las
veinticuatro horas después de la perpetración del delito con efectos o instrumentos
procedentes de aquel o que hubieren sido empleados para cometerlo o con señales
en sí mismo o en su vestido que indiquen su probable autoría o participación en
el hecho delictuoso”. Por la naturaleza del acto en cuestión, que importa la
privación del derecho fundamental a la libertad personal, es obvio que la indicada
disposición debe interpretarse restrictivamente.
La flagrancia, por su propia razón de ser, requiere una acreditación de los hechos
por prueba directa a partir de informaciones categóricas, procedentes del
agraviado, de testigos presenciales o de filmaciones indubitables, que demuestren,
sin necesidad de inferencias complejas, que el detenido fue quien intervino en la
comisión del delito. En el presente caso, frente a los vacíos probatorios resaltados,
no puede concluirse, todavía, que el imputado era quien conducía el vehículo
utilizado para el robo en agravio de Matos Valera: no se daba una situación
de flagrancia delictiva. La captura del vehículo, al coincidir su placa de rodaje
con la apuntada por la agraviada, sin la posesión del objeto del delito y sin el
reconocimiento de esta, no satisface el rigor conceptual del delito flagrante.
Debe quedar claro, por lo demás, que la exclusión de ese segundo registro
vehicular no importa, de plano, la absolución. Es posible, desde una perspectiva
general, que la autoría del imputado se acredite con otros medios de prueba. Esto
último dependerá, obviamente, del conjunto de la prueba de cargo y si tal prueba
está en condiciones de enervar la presunción constitucional de inocencia.
8. Que, finalmente, cabe reiterar lo que estableció el Acuerdo Plenario número dos
- dos mil dieciséis oblicua CIJ - ciento dieciséis, Fundamento Jurídico veintitrés-
D, de uno de junio de dos mil dieciséis. La desestimación de la incoación del
proceso inmediato no trae consigo necesariamente la anulación de la prisión
preventiva; y, la modificación de esta medida de coerción personal, requiere
petición parte, unida a un debate sobre los presupuestos materiales
correspondientes.
4. Según lo establecido en el inciso b, del artículo 268 del mismo cuerpo legal la
gravedad del delito radica en la pena probable que podrá ser impuesta en el caso
concreto, en tanto fuera superior a 4 años de privación de libertad; en tales casos,
con la concurrencia razonable de los otros presupuestos procesales, corresponderá
imponer la prisión preventiva.
Por ello:
S.
SALAS ARENAS
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA
SALA PENAL PERMANENTE
I. HECHOS:
c) Sostiene que se inobservó el inciso dos del artículo trescientos treinta del NCPP,
referido a la naturaleza de la investigación preliminar y las diligencias que pueden
realizarse, afirmando que:
d) La Sala Penal Nacional consideró que los actos de investigación durante las
diligencias preliminares podrían no atender a su naturaleza inmediata y urgente;
que lo urgente o inaplazable está íntimamente ligado al factor tiempo, que está a
su vez estrechamente vinculado al denominado espacio. Son aquellos cuyo
resultado depende de la celeridad con la que se desarrolla y no pueden ser
postergados en el tiempo.
Los actos urgentes tienen como finalidad también a la individualización del o los
agentes. Este es un requisito síne qua non para poder formalizar la investigación
preparatoria, y es en realidad el único argumento por el cual las
diligencias preliminares podrían durar más allá del breve tiempo que se les ha
asignado y hasta que el agente sea identificado.
e) La fase de diligencias preliminares debe ser breve, es decir, todos los actos que
se desarrollan durante las diligencias preliminares tienen las características de ser
urgentes o inaplazables.
De acuerdo con el Informe Técn¡co/CE EEGG once número cero cuarenta y tres-
GSFP/ONPE, las aportaciones recibidas provienen de contribuciones de personas
naturales y jurídicas por la suma de S/ 14 804 650.55 soles, de los cuales S/ 13 513
855.44 corresponden a aportaciones en efectivo y S/ 1 290 765,11 soles a
aportaciones en especie. Asimismo, se indica que las aportaciones en efectivo por
la suma de S/13 513 855.44 soles recibidas por el partido, S/ 13 408 885.44 (99.22
%) fueron depositados directamente en las cuentas bancarias del partido y S/ 105
000.00 (0.78 %) recibidos en dinero en efectivo directamente de los aportantes y
no a través de los medios de pago que señala el artículo treinta y dos del
Reglamento Financiero y Supervisión de Fondos.
Veinte de octubre de dos mil quince: Disposición Fiscal s/n, emitida por la
Vigesimosexta Fiscalía Provincial Penal de Lima, señaló un plazo de indagación
de noventa días.
Dos de diciembre de dos mil quince: Disposición Fiscal s/n. amplió en ocho
meses las diligencias preliminares.
Tres de julio de dos mil diecisiete: Disposición Fiscal s/n, se dispone «abrir
investigación» a nivel fiscal por sesenta días.
Doce de septiembre de dos mil diecisiete: la defensa técnica del Partido Político
solicita a la Vigesimosexta Fiscalía Provincial Penal de Lima que se emita
disposición de conclusión de la investigación preliminar.
Veinte de septiembre de dos mil diecisiete: la defensa técnica del Partido Político
Fuerza Popular solicita a la Segunda Fiscalía Corporativa Especializada en Lavado
de Activos y Pérdida de Dominio, disponer la culminación de la investigación
preliminar.
Veintitrés de abril de dos mil dieciocho: la defensa técnica del Partido Político
Fuerza Popular interpone recurso de casación excepcional, que por resolución del
veinte de julio de dos mil dieciocho es declarada bien concedida.
5. El artículo trescientos treinta, inciso dos del CPP preceptúa su finalidad y señala:
las diligencias preliminares tienen por finalidad inmediata realizar los actos
urgentes e inaplazables destinados a establecer:
6. los actos urgentes e inaplazables a los que hace referencia la norma procesal van
ligados al propósito ulterior finalidad mediata - de ser el caso- de formalizar
investigación preparatoria; por lo que tales actos no deben ser vinculados en
estricto a un sentido temporal. lo que resulta de una interpretación sistemática y
teleológica del artículo trescientos treinta, incisos uno y dos del CPP, categorizar
lo urgente y necesario sólo aumento de tiempo, limitaría la actuación fiscal,
afectaría su rol investigativo y el principio de derecho de seguridad jurídica.
9. Hay que considerar que existen dinámicas criminales donde las estructuras
mismas evolucionan y hacen más compleja su indagación, Allí es donde el rol del
fiscal encaminado a obtener indicios reveladores de la existencia del hecho
criminal (delito) y la individualizacion de un significativo número de personas,
conforme al artículo trescientos treinta y seis inciso uno del CPP, se complejiza.
por ello no es lo mismo realizar actos urgentes e inaplazables en la investigación
de un delito común, que en investigación de crimen organizado.
La presente Versa sobre el sentido interpretativo que se debe dar al artículo articulo
trescientos treinta y cuatro, apartado dos, del CPP, qué regula el plazo de las
diligencias preliminares, pues desde su vigencia (dos mil cuatro) existe un
problema de interpretación normativa, dado que el legislador no ha fijado un
baremo que Determine cuándo finaliza esta actividad fiscal; y, al estar íntimamente
vinculado a la necesidad de garantizar el derecho fundamental de la persona a ser
investigado y juzgado en un plazo razonable, se precisa su tutela a fin de controlar
el ejercicio arbitrario del mismo.
El articulo trescientos treinta y cuatro, apartado dos, del CPP, Establece que: “ el
plazo de las diligencias preliminares, conforme al artículo tres, es de sesenta
días, salvo que se produzca la detención de una persona. no obstante, ello el fiscal
podrá fijar un plazo distinto según las características complejidad y circunstancias
de los hechos objeto de investigación”.
Es claro que la falta de un plazo legal máximo para las diligencias preliminares de
investigaciones comunes, complejos o de criminalidad organizada afecta el
principio- derecho de seguridad jurídica; por ello, Es necesario que éstas se
realicen siempre dentro de un plazo razonable (garantía derivada del derecho
fundamental al debido proceso), que no es el equivalente al plazo legal, sino que
depende de las circunstancias particulares que presente cada caso.
al respecto, el tribunal europeo de Derechos Humanos señaló que, para determinar
el plazo razonable en un caso concreto, se debe considerar la complejidad del
asunto, el comportamiento de las partes y la actuación de los tribunales.
Tal plazo se justifica en atención a que una organización criminal, dada la dinámica
de las conductas derivadas, puede requerir mayor plazo al previsto para las
indagaciones de casos comunes o complejos, presenta mayores dificultades. Se
exige una mayor inversión de recursos personales, logísticos, demanda de tiempo
superior para investigarla, procesarla y juzgarla, a diferencia de otros procesos y
es necesario potenciar la eficacia de la persecución penal y no limitar la
operatividad fiscal, en tanto es posible que decida técnicas especiales de
investigación.
Ello no significa que el plazo máximo de treinta y seis meses deba ser utilizado en
su integridad, pues en función del interés investigativo el fiscal puede optar por un
plazo menor. La disposición que dicte el fiscal debe justificar la necesidad del
plazo y la razonabilidad de las diligencias ordenadas.
El grado de discrecionalidad del que está investido el fiscal para que lleve a cabo
su investigación debe estar precedido del principio de interdicción a la
arbitrariedad, pues su incumplimiento legítimo que el investigado acuda al juez de
Investigación Preparatoria instando su pronunciamiento (conforme con lo previsto
en el artículo trescientos treinta y cuatro inciso dos del CPP).
Para dilucidar si el plazo máximo fijado por el fiscal, de treinta y seis meses,
señalado para la actuación de la actividad investigativa se encuentra dentro de un
plazo razonable, dado el criterio antes señalado (que considera la Ley número
treinta mil setenta y siete, Ley Contra el Crimen Organizado), es de marcar que el
suceso indagativo conforme a la disposición fiscal hace alusión a un conjunto de
hechos en los que se apreciarían elementos indiciarios de una organización
criminal con una aparente estructura de división de funciones; que los informes
financieros permitirían inferir, en el estado de la investigación, que existiría una
posible organización con división de funciones encargada de consignar aportes que
no tendría sustento por parte del Partido Político Fuerza Popular.
La estructura del proceso penal inicialmente fue concebida desde una visión de
procesos ordinarios y complejos sin considerar otros aspectos delictuales
relevantes que ahora se advierten a través el crimen organizado.
I. HECHOS:
Afirmó que el presente caso se inició como diligencias preliminares simples, por
lo que el plazo límite debió ser inferior a los ocho meses. Toda ampliación o
adecuación debió emitirse dentro del plazo de su vigencia, conforme a la doctrina
emitida en la Casación número ciento treinta y cuatro-dos mil doce-Áncash.
Rechazó la penúltima ampliación de noventa días -disposición número once- y la
adecuación de la investigación a la Ley número treinta mil setenta y siete -Ley de
Crimen Organizado-, y ordenó al fiscal provincial que dé por concluida la
investigación preliminar y emita pronunciamiento de fondo.
III. SEGUNDA INSTANCIA
Afirmó que la fase de diligencias preliminares tiene por finalidad el acopio de los
elementos necesarios que permitan al Ministerio Público construir una imputación
formal o archivar el caso, lo que muchas veces se logra en el plazo legal- de sesenta
días; no obstante, de acuerdo con las características y circunstancias de
complejidad de lo que se investigue, el fiscal puede fijar un plazo distinto.
En cuanto al control de plazo, refirió que las personas afectadas pueden solicitar al
Ministerio Público que emita un pronunciamiento en un plazo razonable, en el cual
deberá ponderarse, además de los criterios de evaluación que otorga esta garantía,
la finalidad de las diligencias preliminares y los derechos que se estarían afectando.
Por otro lado, afirmó que hubiera sido apropiado definir legalmente el plazo
máximo de duración de la investigación preliminar en procesos complejos; sin
embargo, ante la ausencia de tal regulación, debe primar el criterio del plazo
razonable.
Las causales admitidas fueron las previstas en los incisos uno y tres del artículo
cuatrocientos veintinueve del Código Procesal Penal.
2. El artículo 334.1 de la Norma Procesal Penal establece que, una vez conocida
una presunta ofensa penal, el Ministerio Público procederá a calificarla. En tal
sentido, puede decidir de manera preliminar que no procede formalizar
investigación (porque el hecho no es delito, no es justiciable penalmente o existen
causas de extinción de la acción penal) o, por el contrario, que la noticia criminal
está acompañada de los elementos objetivos suficientes para inculpar formalmente
un delito a un sujeto.
Es menester precisar que las actuaciones fiscales no pueden ser arbitrarias y deben
respetar las garantías constitucionales que le asisten a todo aquel que se encuentre
sometido a una investigación, como la vigencia de la presunción de inocencia y el
no sometimiento a una sospecha permanente. En este aspecto, resulta relevante
referirnos al plazo de las diligencias preliminares.
Esta facultad fiscal de fijar un plazo distinto al de los sesenta días así como la falta
de previsión legal de un plazo máximo para las diligencias preliminares produjo
problemas en su aplicación y evidenció la preocupación de la judicatura por la
transgresión de la razonabilidad e la duración de las diligencias preliminares, lo
que conllevó finalmente que vía doctrina jurisprudencial se fijara uno teniendo
como referencia el plazo ordinario previsto para la investigación preparatoria
formalizada.
El once de julio de dos mil trece, la Corte Suprema emitió la Casación N° 144-
2012- Lambayeque y ratificó los criterios de su decisión anterior. Precisó que si se
trataba de investigaciones complejas el plazo máximo para llevar a cabo las
diligencias preliminares serían de ocho meses, acorde con lo previsto por artículo
342.2 del Código Procesal Penal.
14. Para el caso en concreto es de resaltar que el proceso penal, es por definición,
una coerción estatal, por lo que la persecución fiscal representa, con privación de
libertad o sin ella, una pena por la sospecha en la que se somete al investigado, la
cual no puede ser indefinida, como una manifestación de la presunción de
inocencia que comprende la interdicción constitucional de la sospecha permanente.
17. Las reglas a considerar en la evaluación de la razonabilidad del plazo han sido
agrupadas por el Tribunal Constitucional en dos criterios: i) el objetivo referido a
la naturaleza de los hechos objeto de investigación; es decir, a la complejidad del
objeto a investigar. Al respecto, es del caso señalar que la complejidad puede venir
determinada no sólo por los hechos mismos objeto de esclarecimiento, sino
también por el número de investigados, más aún si e trata de organizaciones
criminales internacionales; la particular dificultad de realizar determinadas
pericias o exámenes especiales que se requieran, así como los tipos de delitos que
se imputan al investigado. También debe considerarse el grado de colaboración de
las demás entidades estatales cuando así lo requiera el Ministerio Público. ii) En
cuanto al criterio subjetivo, ha de comprender la actuación tanto del investigado
como del fiscal a cargo de la investigación pre jurisdiccional. En el caso del
investigado. Se debe tener en cuenta la actitud obstruccionista, la cual puede
manifestarse en 1) la no concurrencia, injustificada, a las citaciones que le realice
el fiscal a cargo de la investigación, 2) el ocultamiento o negativa, injustificada, a
entregar información que sea relevante para el desarrollo de la investigación, 3) la
recurrencia, de mala fe, a determinados procesos constitucionales u ordinarios con
el fin de dilatar o paralizar la investigación pre jurisdiccional, y 4) en general, todas
aquellas conductas que realice con el fin de desviar o evitar que los actos de
investigación conduzcan a la formalización es la denuncia penal. En cuanto a la
actividad del fiscal, el primer criterio a considerar es la capacidad de dirección de
la investigación y la diligencia con la que ejerce las facultades especiales que la
Constitución le reconoce. En principio se parte de la presunción de
constitucionalidad y legalidad de los actos de investigación del Ministerio Público.
No obstante, e una presunción iuris tantum, en la medida que puede ser
desvirtuada.
19. Mediante disposición número trece, del veintisiete de septiembre de dos mil
diecisiete, se adecuó la presente investigación a los alcances de la Ley N° 30077.
20.1 Las disposiciones número uno, dos y siete ordenaron la realización de sendos
actos de investigación, siendo en su mayoría – aparte de la toma de declaraciones
a distintas personas – solicitudes dirigidas a instituciones públicas o privadas –
Sunat, ONPE, Superintendencia de Banca y Seguros y AFP, Sunarp, Infocorp –
para que brinden diversa información de las personas que son investigados.
21. Las defensas técnicas de los casacionistas cuestionaron en audiencia ante este
Tribunal la emisión de todas las disposiciones fiscales de la presente investigación.
Indicaron que estas se dictaron luego de vencidos los plazos que el fiscal provincial
determinó discrecionalmente, acorde al avance de las investigaciones y que, en
concreto, la disposición fiscal trece se dio luego de sus solicitudes de control de
plazos.
22. En suma, se aprecia que la recurrida observó los criterios de complejidad del
objeto de investigación, materializado por la naturaleza de lo que se investiga –
delito de lavado de activos realizado mediante una organización criminal - , la
cuantiosidad de lo que conforma los actos de indagación así como el grado de
dificultad en la recopilación de cierta información.
VI. DECISIÓN: