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ASIGNATURA

Civil l

CATEDRATICO

Paola Hugueth Ávila

ALUMNA

Mariela Zuniga Cruz

La Ceiba, Atlántida 7/10/2020


La Paternidad y la Afiliación

Todos los hijos son iguales ante la Ley, teniendo ellos los mismos derechos y
deberes.
Por el reconocimiento o declaración de paternidad, el hijo ingresa jurídicamente
a formar parte de la familia de sus progenitores para todos los efectos previstos
en este Código.

La paternidad es el asumir ser padre o madre. Éste debe ser un proceso


consciente y responsable, lo que implica velar por el desarrollo integral de los
hijos: proporcionarles el cuidado de la salud, formación, educación y afecto, de
modo que los hijos se integren a la sociedad como adultos sanos.

El concepto de paternidad responsable supone una combinación de dos


términos, y para comprender la importancia vamos a referirnos a ellos por
separado. Primero, paternidad refiere al vínculo familiar que una persona tiene
para con otra persona Y, donde es padre y es hijo.

De este modo, el padre tendrá tanto deberes (o responsabilidades) como


derechos en cuanto su posición, puesto que la paternidad además de ser un
vínculo familiar es también un vínculo legal, es decir, ante la ley, también será
padre y será hijo, teniendo en cuenta la relación que une a ambos.

Un menor de edad no puede vivir plenamente y alcanzar el bienestar humano,


si no tienen una familia, que le brinde protección y los recursos indispensables
para la vida.

Muchos piensan que lo material puede suplantar al cariño, al afecto, al cuidado


que una persona recibe en el seno del hogar; la felicidad es parte del desarrollo
integral de los niños, este estado de ánimo, el niño lo experimenta
satisfactoriamente cuando mantiene relaciones con sus progenitores.

sin embargo, muchos niños son abandonados por sus padres en casas hogar,
en la puerta de las iglesias, hoy se está viendo que varios de ellos están siendo
dejados en lugares desolados y peligrosos, atentando contra su vida y
bienestar.
Por otra parte, responsable refiere a la persona que tiene la facultad de
la responsabilidad, que significa asumir deberes, responder por su no
cumplimiento o por las consecuencias que pueda acarrear su realización.

Decíamos entonces que la paternidad supone deberes y derechos. Por un lado,


como padre se tiene el deber de proteger al hijo, a asegurar su supervivencia y
sostenimiento económico no trabajando (al menos hasta los dieciocho años, tal
como lo establece la ley), asegurar su asistencia al colegio para
recibir educación básica y obligatoria, proteger su salud, no exponer al hijo a
actos de violencia en cualquiera de sus formas, etc.

Esto sólo es a modo de ejemplo, pues existen algunos deberes más. Dijimos
que también se tienen derechos como recibir asignaciones familiares incluidas
en el salario laboral, a tener cobertura de salud y asistencia médica para la
familia y en particular para su hijo que es lo que aquí nos compete (si se
es trabajador, aunque también si no se lo es, el sistema público o estatal debe
asegurarlo), a responder por su hijo y defenderlo en casos de problemas con
autoridad o fuerzas de seguridad.

Muchas veces vemos casos en los cuales el hijo (sea niño o adolescente, pero
siempre menor de dieciocho años), no vive junto a su papá y mamá, porque
estos no conviven o no tienen un vínculo sentimental, no son pareja. En estos
casos, la mayoría de las veces el establecimiento de derechos y deberes se
realiza ante un asesor legal o abogado, que sienta las reglas para una relación
justa, responsable y “saludable” para todas las partes.
En estos casos, es muy común que se necesite establecer montos de “cuota
alimentaria” (en relación al monto del salario del papá), regímenes de visitas
qué días el niño o adolescente estará o visitará a su papá, entre otras.

La inscripción de nacimiento

es el asiento registral, extendido por el encargado del Registro Civil, que hace
fe del hecho del nacimiento, de la fecha, hora y lugar en que tuvieron lugar, del
sexo y, en su caso, de la filiación del inscrito. La hora, fecha y lugar de
nacimiento.
La inscripción del nacimiento del hijo efectuada en el Registro del estado civil
por uno solo de los padres, surtirá efectos legales con respecto a ambos, si
existiere matrimonio civil o unión de hecho reconocida legalmente.
El reconocimiento del hijo que fuere mayor de edad requerirá su
consentimiento, otorgado en Escritura Pública.

La filiación de los hijos constará en el libro de inscripción de nacimientos del


respectivo Registro Civil. La certificación del acta de inscripción expedida con
las formalidades legales, es prueba de nacimiento; asimismo cuando fuere
reconocida, o declarada su filiación en documento auténtico, Escritura Pública
o sentencia judicial y hecha la anotación por el Registrador Civil que
corresponda.

El reconocimiento del hijo que fuere mayor de edad requerirá su


consentimiento, otorgado en Escritura Pública.
En las inscripciones de nacimiento que no se practiquen por declaraciones de
los padres, las personas que conforme a la Ley las realicen deberán consignar
el nombre de aquellos, sin que esto sea prueba de la filiación.

DE LA INVESTIGACIÓN Y PRESUNCIÓN DE LA PATERNIDAD

Los hijos por naturaleza pueden ser matrimoniales (cuando el padre y la madre
están casados entre sí) y no matrimoniales o extramatrimoniales (cuando sus
progenitores no están casados). En ambas situaciones se crea una relación de
maternidad y de paternidad.

La investigación tiene importancia, pues determina la filiación, con su incidencia


en los apellidos, así como en el estado civil y condiciones de las personas.
Para los hijos por adopción, es necesaria una resolución judicial (acto jurídico
judicial, que crea una relación de filiación similar a la derivada de lazos de
sangre).

En las acciones de reclamación para la constatación de una relación biológica


entre procreantes y procreados se pueden utilizar los medios de prueba
genética.
El derecho para solicitar la investigación de la paternidad corresponde al hijo y
a sus descendientes, así como al padre o madre que lo hubiere reconocido.
Este derecho es imprescriptible. La sentencia en que se establezca la
paternidad deberá ser inscrita por el Registrador Civil.

Se presume la paternidad: Cuando pueda inferirse de la declaración del padre,


formulada en escrito indubitado
1) En los casos de sentencia condenatoria por violación, estupro o rapto
cuando la fecha del hecho punible concuerde con la época de la concepción; y,
2) Cuando haya habido posesión notoria del estado de hijo demostrado por el
trato personal y social hacia la madre durante el embarazo y el parto y
comprobado por hechos fidedignos.

Los hijos que hubiesen sido concebidos fuera del matrimonio o unión de hecho,
pueden ser reconocidos por sus padres.

Puede hacerse declaración en Instrumento Público Notarial del reconocimiento


del hijo que está por nacer, pero ésta producirá efectos después del nacimiento
y una vez anotada en el Registro Civil. Igualmente, puede ser reconocido el hijo
que hubiere fallecido.

La prueba de paternidad y/o maternidad

La paternidad y/o maternidad se prueba con la inscripción o certificación del


acta de nacimiento o por reconocimiento inscrito por el Registrador Civil.

Si el hijo en cuestión ya tiene una filiación definida, tocaría al supuesto padre


proceder con una acción de impugnación de paternidad para que se elimine la
anterior filiación y se hagan los exámenes para probar el vínculo.

Por el contrario, si el hijo no tuviera una filiación definida, es bastante distinto,


ya que no existe una demanda de paternidad por parte del padre que sea
aplicable a este caso.
El padre puede ir directa y voluntariamente al Registro Civil a declarar en acta
la filiación. Frente a lo anterior, la madre podría luego oponerse a esta
inscripción, pero tendría que presentar a quien realmente es el padre
(comprobable con examen de ADN).

De la impugnación

Es importante tener claro que respecto de la paternidad nuestra legislación


contempla sólo dos acciones: la acción de reclamación de paternidad y la
acción de impugnación de la paternidad.

La acción de reclamación de filiación es aquella que busca posibilitar la


investigación de la paternidad o maternidad.

Por ejemplo, esto ocurre en aquellos casos en que el hijo no ha sido


reconocido por el padre y ya sea la madre en representación del hijo o el
mismo hijo cuando es mayor de edad, que demanda al supuesto padre
“reclamándole” su filiación.

Por su parte, la acción de impugnación de filiación busca desconocer una


filiación previamente determinada. Esto ocurre, por ejemplo, cuando se ha
dicho que Juan es hijo de Pedro y en realidad no lo es, por lo que se “impugna”
esta filiación, para que se declare que Juan no es hijo de Pedro.

La demanda para impugnar la paternidad y/o la maternidad deberá entablarse


dentro del primer año, contado desde la fecha del nacimiento del presunto hijo
o desde aquella en que el interesado tuvo noticia del hecho.

En los procesos de investigación o de impugnación de la paternidad y/o


maternidad, son admisibles las pruebas de los grupos sanguíneos, marcadores
genéticos y cualquier otro método de exclusión o confirmación de paternidad
y/o maternidad, que pueda desarrollarse en el futuro.

Los estudios y dictámenes mencionados deberán ser hechos por Microbiólogos


con especialidad en Biología Molecular o por Médicos con entrenamiento
adecuado en Inmunohematología.
En la ejecución, como en cualquier otro proceso, el legislador se ha visto en la
necesidad de contemplar medios o instrumentos que permitan a las partes o a
terceros hacer frente a resoluciones judiciales o diligencias procesales que no
se adecuan a la norma jurídica establecida en la propia ley.

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