¡Jugar es divertido!

Puedo hacerlo solo, con amigos, compañeros de curso,

familiares o terapeuta.

Al jugar se siente genial ganar, pero también puedo equivocarme al realizar

algunas cosas o perder el juego.

Si me equivoco o pierdo o en un juego, puedo sentirme mal. Si esto me hace enojar

puedo: puedo respirar profundo y contar hasta diez, y así seguir jugando y
pasándola bien.
Si el enojo es muy grande puedo: alejarme por 5 minutos y pensar en cosas que me
gustan, o hacer algo que me agrade. Y luego, volver a jugar para seguir pasándola
bien.

Si no controlo mi enojo se arruina el juego. Las personas con las que esté se
sentirán mal por no poder seguir jugando, y yo me perderé de la diversión.

A partir de ahora, cada vez que me equivoque o pierda en un juego trataré

rápidamente controlar mi enojo. Así tanto yo, como mis compañeros, familiares o
terapeuta podemos seguir pasándola bien.