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September, 2020
CUADERNOS DE JURISPRUDENCIA
PERUANA. VOL. 3. ALIMENTOS
Jhoel Chipana Catalán, Pontificia Universidad Catolica del Peru
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ÍNDICE
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29. CAS. 3424-2011, AREQUIPA
30. CAS. 487-2013, LA LIBERTAD
31. CAS. 1529-2011, AREQUIPA
32. CAS. 1653-2011, JUNÍN
33. CAS. 1821-2011, LIMA
34. CAS. 5145-2011, TACNA
35. CAS. 5625-2011, LIMA
36. CAS. 535-2013, CALLAO
37. CAS. 742-2013, CALLAO
38. CAS. 3426-2013, LIMA
39. CAS. 2610-2012, PUNO
40. CAS. 1789-2013, LIMA
41. CAS. 4156-2012, AYACUCHO
42. CAS. 1050-2012, TACNA
43. CAS. 3465-2012, LIMA NORTE
44. CAS. 4239-2012, LIMA
45. CAS. 640-2013, JUNÍN
46. CAS. 3599-2010, LIMA
47. CAS. 3679-2011, LIMA NORTE
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CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA
SALA CIVIL TRANSITORIA
I. HECHOS:
c) Según Escritura Pública de fecha siete de junio de dos mil, con la vigencia de
separación de bienes, constituyeron el patrimonio familiar a favor de los cónyuges
y de sus hijas; sin embargo, las beneficiarias ya no habitan en el inmueble.
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b) El demandante abandonó el hogar conyugal el diecinueve de setiembre de dos
mil nueve, y no se ha ocupado de los gastos de sus hijas.
a) La propia versión de las partes, se tiene que ambos sin autorización judicial han
dejado de habitar el inmueble constituido en patrimonio familiar, razón por la cual
opera la causal de extinción del patrimonio familiar, pues la necesidad de habitar
en la “casa habitación” por los miembros beneficiarios del patrimonio ha
desaparecido.
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1. El recurso de casación fue declarado procedente mediante resolución de fecha
tres de noviembre de dos mil dieciséis, obrante a fojas treinta y ocho del cuaderno
de casación, por las causales de:
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judiciales, pues solo de este modo se previene la ilegalidad o la arbitrariedad de las
mismas.
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número 3, de fojas veintiséis, de fecha dieciocho de abril de dos mil trece; por lo
tanto, dicha denuncia no puede ser materia de análisis, al estar orientada a una
decisión del órgano de segundo grado que no pone fin al proceso.
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como patrimonio familiar, y de esta manera poder arrendarlo, configurándose en
base a dicha situación fáctica una de las causales de extinción del patrimonio
familiar: ”Cuando, sin autorización del juez, los beneficiarios dejan de habitar en
la vivienda (…), en tal sentido la denuncia material carece de soporte fáctico que
la respalde.
6. En la misma línea de análisis, cabe precisar que cuando la norma refiere que se
extingue el patrimonio familiar cuando los beneficiarios dejan de trabajar el predio
durante un año continuo, se entiende que se refiere al predio destinado a la
agricultura, la artesanía, la industria o al comercio, conforme lo prescribe el
artículo 489 inciso 2 del Código Civil: “Puede ser objeto del patrimonio familiar:
(…) 2. Un predio destinado a la agricultura, la artesanía, la industria o el
comercio”, lo que no fue objeto de patrimonio familiar en el caso que nos ocupa,
ya que el inmueble se constituyó sobre la casa habitación de la familia.
V. DECISIÓN:
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SS. ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA, ORDÓÑEZ ALCÁNTARA,
DE LA BARRA BARRERA, CÉSPEDES CABALA.
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EXP. 00017-2019-0-2102-JP-FC-01
MATERIA: AUMENTO DE ALIMENTOS
1.1 El artículo 43 de la Constitución Política del Estado Peruano, señala que: “La
República del Perú, es democrática, social, independiente y soberana”.
1.3 El artículo IX del Título Preliminar del Código de los Niños y Adolescentes,
en adelante ‘CNA’, señala que: “En toda medida concerniente al niño y
adolescente que adopte el Estado, a través de los Poderes Ejecutivo, Legislativo y
Judicial (…), se considerará el Principio del Interés Superior del Niño y del
Adolescente, y el respeto a sus derechos”.
1.4 El artículo III del Título Preliminar del Código Procesal Civil, en adelante
‘CPC’, señala que: “El Juez deberá atender a que la finalidad concreta del proceso
es resolver un conflicto de intereses o eliminar una incertidumbre, ambas con
relevancia jurídica, haciendo efectivos los derechos sustanciales, y que su finalidad
abstracta es lograr la paz social en justicia”.
1.5 El artículo IV del Título Preliminar del CPC, señala que: “El proceso se
promueve sólo a iniciativa de parte, la que invocará interés y legitimidad para
obrar”.
1.6 El artículo VI del Título Preliminar del CPC, señala que: “El Juez debe evitar
que la desigualdad entre las personas por razones de sexo, raza, religión, idioma o
condición social, política o económica, afecte el desarrollo o resultado del
proceso”.
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1.7 El artículo VII del Título Preliminar del CPC, señala que: “El Juez debe aplicar
el derecho que corresponda al proceso, aunque no haya sido invocado por las
partes, o lo haya sido erróneamente. Sin embargo, no puede ir más allá del
petitorio, ni fundar su decisión en hechos diversos de los que han sido alegados
por las partes”.
2.2 Para comprender mejor el tema, es necesario recordar algunas ideas esenciales
sobre la teoría del Estado:
2.2.1 La institución del Estado Moderno se inicia con los procesos económico y
sociales que surgen al finalizar la edad media (en el siglo XV), cuando los
Príncipes, pasando por alto todos sus privilegios, comienzan a obligar en las
asambleas a todos los estamentos, a dar su aprobación para el establecimiento de
los impuestos, esto, hasta mediados del siglo XVI, cuando logran emancipar por
completo la base económica del poder estatal (que era de los principados).
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2.2.3 El Estado de Derecho se sustentó en la ideología del liberalismo, concibiendo
una dualidad de sistemas entre Estado y Sociedad, en la cual ambas eran
autónomas y el Estado debía inhibirse frente a los problemas económicos y
sociales de la población. Sin embargo, el descomedido avance económico que
impulsaba el Estado de Derecho, sólo en la burguesía, trajo como consecuencia
que a fines del siglo XIX (e inicios del XX), una gran parte de la población mundial
cayera en crisis por las difíciles condiciones sociales que éste traía consigo,
poniendo en evidencia, recién, la necesidad de que al Estado, no sólo debía
importarle asuntos de connotación jurídica y política, sino también económica,
sociológica, ética, y hasta histórica.
2.2.4 Se toma conciencia de que el hombre debía ser considerado por el Estado,
como un ser social y no individual. En este contexto, se producen movimientos
revolucionarios y dos guerras mundiales, y surge así la figura del Estado Social de
Derecho, como una evolución del Estado de Derecho (que era de la Burguesía),
pero para orientarse hacia el libre desarrollo del hombre, desechando la idea de
que el derecho debía ser un límite al poder del Estado, por el contrario, favorecía
una mayor presencia e intervención de éste en la vida económico y social de la
población.
2.2.5 Esta nueva fórmula política, no era una oposición a la anterior, sino una
evolución para mejorarla, pues a pesar de seguir sustentándose en la ideología
liberal y en los mismos valores como la libertad, propiedad privada, igualdad ante
la ley y la seguridad personal, le agrega un mayor respeto y participación de las
minorías y la población más vulnerable, así como la búsqueda del bienestar
general. En lo social, se reconocer la posibilidad de que el Estado otorgue
prestaciones básicas a la nación para lograr una vida digna, mientras que en lo
jurídico, se busca asegurar que los contenidos axiológicos se hagan tangibles en la
vida social.
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democrático tiene que convertirse inevitablemente en Estado social, en la medida
en que tiene que atender y responder a todas las demandas de todos los sectores de
la sociedad, y no sólo de una parte de ella.
3.1 En atención a la fórmula política adoptada por nuestro país, como Estado
Social de Derecho, es que la Corte Suprema de Justicia de la República, en el
Tercer Pleno Casatorio Civil de fecha 18.03.2011 [Casación N.° 4664-2010–
Puno], ha establecido como precedente judicial vinculante que: “(…) En los
procesos de familia (como los alimentos), el Juez tiene facultades tuitivas (de
protección), en consecuencia, debe flexibilizar algunos principios procesales como
los de iniciativa de parte, congruencia, formalidad, preclusión y acumulación, en
atención a la naturaleza de los conflictos que debe solucionar, derivados de las
relaciones familiares y personales, ofreciendo protección a la parte perjudicada,
conforme a lo dispuesto en los artículos 4 y 43 de la Constitución Política del
Estado, que reconocen, respectivamente, la protección especial del niño, madre,
anciano, la familia y el matrimonio, así como la fórmula política del Estado
democrático y social de Derecho (…)”.
4.1 Recordemos que los principios procesales, que son parte de los principios
generales del derecho, son los fundamentos que sustentan todo el sistema procesal.
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En nuestro sistema, tanto el proceso civil común, que está regulado por CPC, como
el proceso especial de familia, que está regulado por el CNA, tienen una
orientación publicista, conforme al artículo III del Título Preliminar del CPC (que
es de aplicación supletoria también para el segundo), pues no solamente le interesa
a las partes la solución del conflicto de intereses subjetivos, sino también, a la
sociedad, el regular desarrollo del proceso así como su resultado objetivo (interés
público). En razón de esta orientación, es congruente concebir que el proceso tiene
dos fines: i) resolver un conflicto de intereses, o eliminar una incertidumbre
jurídica, con efectividad de los derechos materiales, y ii) lograr la paz social en
justicia.
4.3 De acuerdo con este principio, debe existir una perfecta correspondencia entre
lo pedido por las partes y lo resuelto por el Juez, de manera que no se emita una
sentencia extra petita: al concederse algo distinto a lo pedido, es decir, cuando se
resuelve sobre una pretensión que no ha sido discutida en el proceso; infra petita:
cuando se omite resolver alguna pretensión; o ultra petita: cuando se concede más
de lo pedido; pues de lo contrario, cualquiera de estas situaciones conllevará la
invalidez del fallo.
4.4 Entonces, si bien por regla general, el Juez debe resolver sólo lo que las partes
le piden (y no más), conforme a lo solicitado y manifestado por ellas, también es
cierto que, en vía de excepción, y en virtud del marco normativo de un Estado
Social y Democrático de Derecho, que está inspirado además en los principios del
interés superior del niño y de socialización del proceso, así como en el precedente
vinculante establecido en el Tercer Pleno Casatorio Civil, el Juez sí puede
flexibilizar dicha formalidad para favorecer la vigencia de derechos e intereses de
la parte más débil en el proceso, por lo general, personas en estado de
vulnerabilidad, o de aquellos derechos que sean de interés público, para de ese
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modo cumplir con los dos fines del proceso. Para esto, se debe atender la figura
del ‘petitorio implícito’.
5.1 Recordemos que el Tercer Pleno Casatorio Civil, reconoce al derecho procesal
de familia como aquél destinado a solucionar con prontitud los conflictos que
surjan dentro de la esfera de las relaciones familiares y personales, ofreciendo
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protección a la parte perjudicada, ya sea que se trate de hijos, padres, cónyuges,
hermanos, etc., de allí que se diferencie del proceso civil común, en razón de la
naturaleza de los conflictos que tratan, y que imponen al Juez una conducta
conciliadora y sensible, que supere los formalismos y las meras cuestiones
técnicas, reservando la confrontación como última ratio.
5.3 Con todos estos antecedentes, cabe preguntarse entonces, si puede considerarse
como una infracción al principio de congruencia, el hecho de que un Juez de Paz
Letrado, dentro del trámite de un proceso de familia, como lo es, el cobro de
alimentos, decida sobre un pedido o petitorio implícito, que no ha sido
expresamente consignado como tal en el petitorio, sino en un escrito posterior, ante
un hecho nuevo que recién ha sido revelado por el demandado en su escrito de
contestación, máxime si la atención de dicho pedido va a beneficiar a dos menores
de edad.
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6.2 En ese sentido, no resulta lógico ni prudente, que frente a un proceso tuitivo en
favor de un alimentista menor de edad, en el cual incluso puede haber una
diferencia sustantiva entre las partes (alimentista – obligado), debido a que el
demandado siempre gozará de la asesoría de un abogado, mientras que el
alimentista no, o que su representante pueda adoptar decisiones que no siempre
sean lo más favorables para él, como aceptar una conciliación exigua, o no aceptar
una favorable, no se permita flexibilizar el principio de congruencia, a efecto de
revisar y dar solución a todos y cada uno de los conflictos que sean puestos de
conocimiento del Juez, respecto de los menores que deben ser favorecidos con el
proceso.
6.3 No podemos pasar por desapercibido, que por lo regular, toda actuación de un
menor de edad en un proceso a través de sus padres, se ven afectados por algunos
sentimientos ajenos que nada tienen que ver con ellos, como por ejemplo, el rencor
entre ellos por infidelidades, abandonos, maltratos, etc., que finalmente terminan
por perjudicar al menor, pues los padres personifican el litigio y olvidan que en
estricto lo que se debe discutir, son los derechos de sus hijos, y no los suyos. De
ahí que el relato de los hechos y hasta el propio petitorio, puedan estar dirigidos
hacia ataques entre ellos, y no hacia soluciones para sus hijos. Este hecho justifica
que el Juez, precisamente, pueda valorar cualquier mención referida a ellos, sea en
la misma demanda o cualquier otro escrito posterior, presentado por su parte o la
contraria, como un pedido implícito, cuando advierta la necesidad de tutela
jurisdiccional de su parte, aún cuando no haya sido expresamente así planteado en
el petitorio de la demanda.
6.4 Así las cosas, cabe postular el principio de socialización del proceso, a fin de
promover la igualdad material dentro del proceso, en contraposición de la igualdad
sólo formal. En los procesos de familia, como los alimentos, queda claro que una
de las partes (la demandante), es notoriamente más débil que la otra (el
demandado), por lo que, la aplicación del principio de socialización del proceso
resulta de vital trascendencia para evitar que esa desigualdad pueda afectar el
proceso, sea en su curso, o en la decisión final.
6.5 Ahora bien, los procesos de familia tienen como característica que el Juez
posee ciertas facultades extraordinarias para concretar los fines del proceso, y así
dar una solución efectiva y total al caso. Una de esas facultades, es integrar el
petitorio de la demanda con los pedidos implícitos, sobre las cuales es necesario
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emitir un pronunciamiento de fondo, cuando afectan los derechos e intereses de
los hijos, en especial cuando son menores de edad. Recordemos que también
tenemos ejemplos sobre este tema; como el relativo a la separación de cuerpos o
divorcio, conforme a los términos que señalan los artículos 340 y 342 del CC, y el
artículo 483 del CPC, como también la invalidez del matrimonio según el artículo
282 del CC, y en los procesos por patria potestad, tenencia y régimen de visitas,
del artículo 137 del CNA.
6.6 En el presente caso, doña Luz Marina Ñaupa Mamani, madre y representante
legal de las menores Yesenia (14) y Yasmin Gaby Collanqui Ñaupa (09), interpuso
demanda de aumento de alimentos, en contra de don Damián Collanqui Mamani,
identificado con DNI N.° 02152706, conforme a la identidad que declaró tener el
padre de las alimentistas en el reconocimiento de paternidad, al momento de
suscribirse las actas de nacimiento ante la Municipalidad Provincial de Arequipa,
que obran a fojas 02 y 03. Esta misma identidad del demandado, se consignó en el
Acta de Conciliación N.° 1784-2016 de fecha 28.12.2016, celebrada por los padres
de ellas, en relación a la pensión acordada y que es objeto de aumento en el
presente proceso.
6.8 Por su lado, mediante escrito con registro 163-2019 de fecha 09.05.2019, la
demandante manifestó que recién se ha enterado que el demandado había
cambiado su apellido materno, por lo que solicita que se considere en la demanda,
como nombre del demandado, el de Damián Collanqui Carita, máxime si éste ha
reconocido que es el padre de las alimentistas y que no se trata de otra persona,
además que el cambio de nombre no altera el estado civil.
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6.9 Ante esta circunstancia, el Juzgado recabó la ficha RENIEC de la persona
de Damián Collanqui Carita (que obra fojas 67), en el que se da cuenta que,
efectivamente, es la identidad de la persona a quien le corresponde el número de
DNI 02152706, que a su turno es el mismo número de la persona quien reconoció
a las menores alimentistas en sus actas de nacimiento que fueron expedidas por
ante la Municipalidad Provincial de Arequipa, que obran de fojas 02 a 03. Así
también, la fecha de su nacimiento, el 26.09.1973, como el lugar, en el distrito de
Calapuja, provincia de Lampa, departamento de Puno, coinciden con la
información que se verifica del acta de nacimiento que obra a fojas 49, que
correspondería al demandado padre de las alimentistas. En este documento, se
observa además que fue reconocido por su madre, doña Justina Carita Pérez, por
lo que, el segundo apellido que le corresponde llevar al demandado según lo
establece el artículo 20 del C.C., es realmente ‘Carita’ y no ‘Mamani’.
6.10 En este contexto, queda claro que la verdadera identidad del padre de las
alimentistas Yesenia y Yasmin Gaby Collanqui Ñaupa, es la del
demandado Damián Collanqui Carita, identificado con DNI N.° 02152706, porque
así lo revelan los documentos antes mencionados, y porque además no ha sido
negado ni cuestionado por ninguna de las partes.
6.11 Así las cosas, con el objeto de evitar (en apariencia) una incongruencia entre
el nombre de la persona demandada, y a la que finalmente se le podría condenar
con un incremento en la pensión de alimentos, así como para dar una solución
efectiva y total al conflicto que tienen las partes, en especial las menores
alimentistas, quienes tarde o temprano tendrían que seguir otro proceso judicial de
rectificación de partida, en el que incluso no gozarían del beneficio de gratuidad
del proceso (por que tendrían que pagar aranceles y estar patrocinadas por letrado),
es que éste Despacho considera prudente valorar las alegaciones hechas por ambas
partes, en relación a la discrepancia del nombre de su padre que tienen registradas
en sus actas de nacimiento, y la de éste último, poniendo en evidencia la necesidad
de rectificar las partidas de nacimiento de las menores Yesenia y Yasmin Gaby
Collanqui Ñaupa, como un pedido implícito de su parte, de modo que pueda ser
objeto de pronunciamiento en la Sentencia, ello en virtud del interés superior del
niño y el carácter tuitivo que tiene todo Juez de Paz Letrado en materia de Familia,
para utilizar el proceso como una herramienta que no sólo resuelve un conflicto de
intereses, en particular, sino también, que logra paz social, en general, procurando
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el bienestar social y una mejor atención a la población más vulnerable, como en
este caso, quienes serían las dos menores alimentistas de 09 y 14 años.
6.12 Por lo demás, no es aceptable que dentro del Estado Democrático y Social de
Derecho, un Juez resuelva un conflicto de intereses en relación a dos menores de
edad, conociendo de otro, que las partes le ponen de manifiesto, y que deje de
resolver el primero, exigiéndoles que vía de acción, resuelvan el otro primero (por
congruencia), cuando se puede prever que este último puede ser más costoso
incluso que el propio beneficio que se lograría con el presente, y cuando además,
hay la posibilidad de resolverlos en conjunto ambos conflictos en el mismo
pronunciamiento final, por guardar relación y no ser incompatibles entre sí.
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1. FLEXIBILIZAR el principio de congruencia procesal en cuanto al petitorio de
la demanda, que versa sobre aumento de alimentos, y en consecuencia.
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TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
En Lima, a los 23 días del mes de mayo de 2018, el Pleno del Tribunal
Constitucional, integrado por los señores magistrados Blume Fortini, Miranda
Canales, Ramos Núñez, Sardón de Taboada, Ledesma Narváez, Espinosa-Saldaña
Barrera y Ferrero Costa, pronuncia la siguiente sentencia. Asimismo, se agregan
los fundamentos de voto de los magistrados Miranda Canales y Espinosa-Saldaña
Barrera.
I. ANTECEDENTES:
b) Sostiene que, a pesar de que cumple con otorgarle a su hijo una pensión mensual
de S/ 500.00, la jueza emplazada ordenó le abone a su cónyuge una pensión
alimenticia del 15% de su haber, lo cual vulnera sus derechos a la tutela
jurisdiccional efectiva, al debido proceso y a la adecuada motivación de las
resoluciones judiciales, toda vez que en la propia sentencia no se acreditó su estado
de necesidad ni su imposibilidad física y, por el contrario, se verificó que si
trabajaba.
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d) Por su parte, doña Nancy Miriam Pino Figueroa contesta la demanda
argumentando que la sentencia cuestionada fue emitida en estricta aplicación de
los dispositivos legales vigentes y conforme a la competencia del órgano judicial.
II. FUNDAMENTOS:
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bien la cónyuge no acreditó su estado de necesidad y, por el contrario, que cuenta
con ingresos económicos en su condición de docente, éstos resultan ínfimos (S/
1014.00), más aún cuando la atención, protección, cuidado y otras necesidades que
requiere su hijo las viene afrontando la madre del menor. Agregándose, en la parte
final de la sentencia, que el recurrente viene acudiendo con una pensión mensual
del 30% del haber bruto que percibe, a favor de su menor hijo.
V. DECISIÓN:
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CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA
QUINTO JUZGADO DE PAZ LETRADO DE SURCO Y SAN BORJA
EXP. 0047-2011-0-1815-JP-FC-05
MATERIA: ALIMENTOS
VISTOS: Resulta de autos que por escrito de fecha sesenta y nueve y siguientes,
doña R.J.H.C., a nombre propio y en representación de sus menores hijos J.A.L.H.
y D.A.L.H. interpone demanda de Alimentos contra: R.M.L.S., a fin de que este
cumpla con acudirla con una pensión alimenticia mensual y adelantada equivalente
al cincuenta por ciento de su haber mensual, comisiones, porcentaje de ganancias
de acciones y demás ingresos que percibe como propietario y gerente general de
la empresa RIJHOPOOL SAC., a favor de sus menores hijos y a favor de la
demandante en su calidad de cónyuge del obligado.
De la demanda:
a) Fundamenta su demanda, en el hecho de que con fecha quince de abril del dos
mil cinco, contrajo matrimonio civil con el demandado, ante el Consejo Municipal
de Lima, producto del cual han procreado a sus menores hijos J.A. y D.A.L.H. de
ocho y cuatro años, conforme partidas de nacimiento. Indica que su hogar en el
principio de desenvolvió en armonía, pero con el correr del tiempo el carácter del
demandado fue cambiando tornándose violento y agresivo, siendo víctima de
maltratos verbales y físicos, poniendo en peligro la estabilidad emocional de sus
menores hijos. El mes de julio de 2009, el demandado hizo abandono del hogar
conyugal, luego de ocho años de convivencia, dejando a la recurrente al cuidado
de sus menores hijos, llevándose consigo sus pertenencias y dejándola al cuidado
de sus menores hijos conforme la solicitud de inscripción de constancia por
abandono de hogar que adjunta.
b) Que, sin embargo el demandado, pese a haberse retirado del hogar, ha estado
acudiendo a su domicilio para ver a sus hijos, por ser su derecho como padre de
los menores, pero es del caso que el emplazado no cumple cabalmente con su
obligación alimentaría, toda vez que deja cantidades simbólicas para la
manutención de sus menores hijos, las cuales no cubren sus necesidades vitales;
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indica que los niños están en etapa escolar, no cuentan con los medios necesarios
para su educación como uniforme, útiles escolares, movilidad, cuotas del colegio
y otros. Además de los gastos propios de alimentación, vestido, salud, recreación
los cuales no son sustentados a cabalidad por el padre. Refiere que el demandado
es empresario, siendo propietario de la empresa RIJHOPOOL SAC con cargo de
Gerente General (conforme la copia literal expedida por Registros Públicos),
obteniendo ganancias mensuales superiores a diez mil nuevos soles (conforme
documentación que adjunta). Indica que el emplazado se moviliza en un automóvil
adquirido dentro de la sociedad conyugal, tiene departamento amoblado, y retiró
artefactos del hogar conyugal conforme la constancia policial que adjunta. Ampara
su demanda en lo dispuesto en los artículos; 472, 474 y 481 del Código Civil;
artículo 560 del Código Procesal Civil.
Actos Procesales:
Que desde la fecha que se retiró viene cumpliendo con las necesidades más
apremiantes para con sus menores hijos; viene depositando en una cuenta corriente
del Banco Interbank la suma de S/. 400.00 nuevos soles mensual por concepto de
alimentos, lo acredita con los vouchers que acompaña a su escrito de contestación,
asimismo cumple con la pensión escolar lo acredita con los vouchers de depósitos
realizados en el Banco de Scotiabank SA así como la compra de útiles. Es
verdad que tiene una Empresa debidamente constituida e inscrita en los Registros
Públicos denominada RIJHOPOOL SAC en donde tiene la calidad de Gerente
General, no se encuentra inscrito en planilla como trabajador de su Empresa, y
recibe en forma mensual la suma de mil quinientos nuevos soles, es cierto que
cuenta con un vehículo, pero lo utiliza para su trabajo. Se compromete a seguir
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pasando la suma de cuatrocientos nuevos soles mensuales así como la pensión del
colegio de los niños hasta la culminación de sus estudios superiores, compra de
útiles escolares, vestidos, salud y otros. Indica que tiene como carga familiar un
hijo llamado J.P.L.A., conforme acredita con partida de nacimiento. Tiene gastos
personales como alimentos, vestido y pago de alquiler del lugar donde vive.
Refiere que la demandante tiene un salón de belleza de su propiedad y percibe
como ingreso mensual dos mil nuevos soles.
Que, mediante resolución número cinco de fecha veintisiete de julio del dos mil
once se tiene por contestada la demanda en los términos que anteceden y se cita a
las partes para audiencia para el día once de octubre de dos mil once; la misma que
se llevó a cabo con la concurrencia de ambas partes, saneándose el proceso, se
admitieron y actuaron los medios probatorios ofrecidos por las partes y no
existiendo prueba pendiente de actuar, la causa se encuentra expedita para
sentenciar.-
CONSIDERANDO:
Primero.- Que, el artículo Primero del Título Preliminar del Código Procesal
Civil, determina que toda persona tiene derecho a Tutela Jurisdiccional Efectiva,
para el ejercicio o defensa de sus derechos e intereses con sujeción a un debido
proceso, reglas que han sido observadas estrictamente por este juzgado.
Tercero.- Que, en función a lo dispuesto por el artículo 472 del Código Civil, se
entiende por alimentos lo que es indispensable para el sustento, habitación, vestido
y asistencia médica. Que complementando dicho dispositivo legal, el Código de
los Niños y de los Adolescentes, Ley N.º 27337, en su artículo 92, preceptúa que se
considera alimentos lo necesario para el sustento, habitación, vestido, educación,
instrucción y capacitación para el trabajo, asistencia médica y recreación del niño
y del adolescente.
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Cuarto.- Que, la pensión alimenticia debe fijarse teniendo presente lo prescrito
por el artículo 481 del acotado Código Sustantivo, esto es, en proporción a las
necesidades de quién los pide y a las posibilidades económicas de quién debe
darlos, atendiendo a las circunstancias personales de ambos, especialmente, a las
obligaciones a que se halle sujeto el deudor.
Sexto.- Que siendo esto así, con la partida de matrimonio, obrante en fojas tres, se
acredita de manera fehaciente la relación conyugal entre la demandante y el
demandado; asimismo con la partida de nacimiento obrante en fojas cuatro a cinco
de autos, se acredita el entroncamiento familiar entre los menores J.A. y
D.A.L.H. y el demandado.
7.1.- Que, resulta pertinente tener en cuenta que la obligación alimentaria entre
cónyuges tiene su fuente en el deber de asistencia, derivado del matrimonio civil,
por ello, es una obligación recíproca entre los esposos;
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7.3.- Que, en los presentes autos, la actora no ha señalado si tiene ingresos mensual
o si labora en alguna empresa, sin embargo; ha quedado probado que la actora es
una persona joven de veintisiete años de edad; asimismo no ha probado en modo
alguno que se encuentre incapacitada mental o psicológicamente para trabajar, por
lo que este juzgador considera que esta codemandante si cuenta con las
condiciones necesarias para satisfacer sus necesidades mínimas; por lo que la
pensión alimenticia en estas circunstancias no le corresponderían.
8.1.- Con las documentales, obrantes en autos; se ha acreditado que los menores
se encuentran en edad escolar, requiriendo por lo tanto de gastos económicos, a fin
de poder atender estas necesidades;
9.1.- que es una persona joven de treinta y cuatro años de edad, sano, padre de
familia;
9.2.- Que, con la declaración jurada obrante a fojas ciento diez el demandado
declara bajo juramento que se dedica a la compraventa de aceites residuales a
nombre de la empresa RIJHOPOOL SAC y percibe un haber mensual de mil
quinientos nuevos soles; que sin embargo dicha declaración no se condice con los
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documentos presentados por la actora en su escrito de la demanda obrantes a fojas
ocho a sesenta y uno; que acredita el movimiento bancario de la referida empresa,
así como, sendas cartas de presentación donde el emplazado indica la experiencia
de la empresa que dirige y sobre los clientes con los que trabaja tales como Bembos
SAC, Pardos Chicken SAC, Mangos SAC, Hoteles Meliá Lima, El Olivar, El
Country Club, Marriot y otros; documentos que no han sido tachados ni
cuestionados por el demandado, creando plena validez de los mismos;
9.3.- que se acredita que el emplazado tiene un hijo llamado J.P.L.A. de doce años
de edad; que también debe asistir;
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Declarando FUNDADA en parte, la demanda de prestación de alimentos de
sesenta y nueve y siguientes, en consecuencia, ORDENO que el demandado
R.M.L.S. acuda con una pensión alimenticia en forma mensual y adelantada, a
favor de sus menores hijos J.A. y D.A.L.H., ascendente al cuarenticinco por ciento
de su haber Mensual, incluyendo comisiones, y demás ingresos que percibe como
propietario y gerente general de la empresa RIJHOPOOL S.A.C;
correspondiéndole el veintidós punto cinco a cada menor; pensión alimenticia que
regirá a partir del día siguiente de notificada la demanda.
33
SENTENCIA INTERLOCUTORIA
DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
EXP. 02644-2017-PA/TC
ASUNTO
FUNDAMENTOS
34
recurso carece de esta cualidad cuando no está relacionado con el contenido
constitucionalmente protegido de un derecho fundamental; cuando versa sobre un
asunto materialmente excluido del proceso de tutela de que se trata; o, finalmente,
cuando lo pretendido no alude a un asunto que requiere una tutela de especial
urgencia.
35
7. Esta Sala del Tribunal Constitucional estima que el mero hecho de que las
accionantes disientan de la fundamentación que sirve de respondo a la resolución
cuestionada no significa que no exista justificación o que, a la luz de los hechos
del caso, aquella sea aparente incongruente, insuficiente o incurra en vicios de
entibación interna o externa. Muy por el contrario. la resolución cuestionada
cumple con especificar la razón por la cual corresponde la devolución de los
certificados de depósito a Telefónica del Perú SAA: para la judicatura la sentencia
de alimentos materia de ejecución no afecta tales retenciones plasmadas mediante,
certificados de depósitos de la empresa citada, toda vez que dicha suma de dinero
proveniente del proceso de indemnización por daños y perjuicios a favor del
obligado alimentista no es un concepto afectable para la pensión de alimentos
36
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA
SALA CIVIL TRANSITORIA
I. HECHOS:
1. Silvio Mario Mangante Castañeda interpone demanda con el objeto que se fije
el régimen de visitas para visitar a sus menores hijos de once años de edad y de
dos años y ocho meses de edad fundamentándola en:
37
Mediante sentencia de fojas doscientos veintinueve, se declaró fundada en parte la
demanda de régimen de visitas, fundamentando su decisión en los siguientes
considerandos:
38
Niños y Adolescentes, sin embargo, desde que él hizo abandono del hogar el
veinticinco de octubre de dos mil tres ha dejado de abonar el importe que le
corresponde por concepto de alimentos a favor de sus menores hijos, habiendo
tenido que interponer una demanda de alimentos en su contra, fundamentándose la
recurrida, única y exclusivamente en el derecho del demandante a acceder a un
Régimen de Visitas, así como a la incuestionable conveniencia de que los menores
sean visitados por su padre; soslayando el derecho de los menores a percibir los
alimentos, y de la exigencia legal de acreditar este cumplimiento como requisito
de procedibilidad para dar inicio a este proceso, afirmándose que el demandante
tiene derecho a acreditar que se encuentra imposibilitado de dar cumplimiento a su
obligación alimentaria para con sus menores hijos debido a que no tiene trabajo
estable pues el sector inmobiliario es irregular, no obstante que el demandante no
ha cumplido con acreditar ese extremo y tampoco el A-quo ha cumplido con
solicitar al demandante que acredite ese extremo; se señala además que conforme
se aprecia en la Pericia Psicológica y Psiquiátrica, aun cuando es necesario que el
demandante realice las visitas a sus menores hijos, no menos cierto resulta el hecho
incuestionable que tanto el demandante como la demandada no pueden tener
contacto directo, debido a la mala relación que existe entre ambos, mala relación
reseñada en las pericias antes referidas, siendo contraproducente que se haya
establecido que las visitas las realizará el padre de los menores en el domicilio de
la recurrente, debiendo rectificarse en este extremo y disponer que sea en el
domicilio del demandante o simplemente con externamiento.
39
3. Bajo esa línea de pensamiento, debemos indicar que el artículo 139, inciso 3, de
la Constitución Política del Perú consagra como principio rector de la función
jurisdiccional, la observancia del debido proceso; el cual, conforme a la
interpretación que reiteradamente ha sostenido la Corte Interamericana de
Derechos Humanos, exige fundamentalmente que todo proceso o procedimiento
sea desarrollado de tal forma que su tramitación garantice a las personas
involucradas en él las condiciones necesarias para defender adecuadamente y
dentro de un plazo razonable los derechos u obligaciones sujetos a consideración.
5. Así, este derecho no solo tiene relevancia en el ámbito del interés particular
correspondiente a las partes involucradas en el litigio, sino que también juega un
papel esencial en la idoneidad del sistema de justicia en su conjunto, pues no debe
olvidarse que una razonable motivación de las resoluciones constituye una de las
garantías del proceso judicial directamente vinculada con la vigilancia pública de
la función jurisdiccional, por la cual se hace posible conocer y controlar las razones
por las cuales el juez ha decidido una controversia en un sentido determinado;
implicando, en ese sentido, un elemento limitativo de los supuestos de
arbitrariedad. Por esta razón, su vigencia específica en los distintos tipos de
procesos ha sido desarrollada por diversas normas de carácter legal, como los
artículos 50, inciso 6, 121 y 122, inciso 3, del Código Procesal Civil, por los que
se exige que la decisión del juzgador cuente con una exposición ordenada y precisa
de los hechos, y el derecho que la justifican.
40
dotado de las mínimas garantías, luego del cual se expedirá una resolución fundada
en derecho con posibilidad de ejecución, por lo que la efectividad de la misma, no
solo requiere de técnicas y procedimientos adecuados para la tutela de los derechos
fundamentales, sino también, de técnicas procesales idóneas para la efectividad de
cualquiera de los derechos.
41
otorgarse un Régimen de Visitas el demandante debe acreditar que cumple con su
obligación alimentaria o su imposibilidad de cumplir por así exigirlo el artículo 88
del Código de los Niños y Adolescentes. Al respecto se señala que la sentencia de
vista en su considerando noveno establece que “en lo referido al adeudo de
pensiones alimenticias, es del caso resaltar que ello no constituye obstáculo para
no permitirle a un padre tener vinculación con sus hijos, en tanto la madre tiene
los medios pertinentes para hacer efectivo el cumplimiento de las obligaciones, lo
que ha sido recogido inclusive por la Corte Suprema de Justicia a través de su
doctrina jurisprudencial de ahí que tal agravio no puede ser estimado”. Al respecto,
el artículo 88 del Código de los Niños y Adolescentes señala: “Las visitas: Los
padres que no ejerzan la Patria Potestad tienen derecho a visitar a sus hijos, para
lo cual deberán acreditar con prueba suficiente el cumplimiento o la imposibilidad
del cumplimiento de la obligación alimentaria. (…). El Juez, respetando en lo
posible el acuerdo de los padres, dispondrá un Régimen de Visitas adecuado al
Principio del Interés Superior del Niño y del Adolescente y podrá variarlo de
acuerdo a las circunstancias, en resguardo de su bienestar” (subrayado y resaltado
agregado). Por otro lado, en la Convención sobre los Derechos del Niño-Unicef,
los numerales pertinentes de los artículos 9, 18 y 19 disponen lo siguiente:
Artículo 9, numeral 3): Los Estados Partes respetarán el derecho del niño que esté
separado de uno o de ambos padres a mantener relaciones personales y contacto
directo con ambos padres de modo regular, salvo si ello es contrario al interés
superior del niño.
Artículo 18, numeral 1): Los Estados Partes pondrán el máximo empeño en
garantizar el reconocimiento del principio de que ambos padres tienen
obligaciones comunes en lo que respecta a la crianza y el desarrollo del niño.
Incumbirá a los padres o, en su caso, a los representantes legales la responsabilidad
primordial de la crianza y el desarrollo del niño. Su preocupación fundamental será
el interés superior del niño.
Artículo 19, numeral 1) Los Estados Partes adoptarán todas las medidas
legislativas, administrativas, sociales y educativas apropiadas para proteger al niño
contra toda forma de perjuicio o abuso físico o mental, descuido o trato negligente,
malos tratos o explotación, incluido el abuso sexual, mientras el niño se encuentre
bajo la custodia de los padres, de un representante legal o de cualquier otra persona
que lo tenga a su cargo.
42
9. Conforme a lo expresado en dichas normas, respecto al principio del interés
superior del niño y del adolescente. Debemos indicar que este principio, es
reconocido primigeniamente en la Declaración Universal de los Derechos del
Niño, aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas con fecha veinte
de noviembre de mil novecientos cincuenta y nueve, estableció en el Principio:
“En todas las medidas concernientes a los niños que tomen las instituciones
públicas o privadas de bienestar social, los tribunales, las autoridades
administrativas o los órganos legislativos, una consideración primordial a que se
atenderá será el interés superior del niño”. (Resaltado agregado)
43
10. Bajo este contexto normativo nacional, supranacional, doctrinario y
jurisprudencial, revisada la sentencia de vista materia de casación, al resolver la
causa, la Sala Civil Superior ha dejado claramente establecida que ha dado
prioridad al interés superior del niño, puesto que, si bien el padre no se encuentra
totalmente al día en las pensiones alimentarias, eso no puede impedir que el hijo
se relacione con sus padres, toda vez que también requieren ser atendidas las
necesidades emocionales de los menores en atención a que el derecho del niño va
de la mano a una relación directa que debe mantener con sus progenitores, así como
el rol de la provisión de alimentos, tal como lo aprecian las instancias de mérito,
como también la efectiva relación parental, máxime si la sentencia de vista ha
apreciado en los Protocolos de Pericia Psicológica N.º 636-14-SJR-EM-PSI ,
practicado al menor D.M. y en el Protocolo de Pericia Psicológica N.º 637-14-SJR-
EM-PSI, practicado al menor de edad S.M., que respecto al padre y a las visitas
que realiza, se encuentra integrado al entorno de los hijos, los cuales aceptan la
realización de dichas visitas percibiendo interés por parte del padre en ellos, no
registrándose ningún tipo de maltrato hacia los menores de edad. Por consiguiente,
impedir que se fije un régimen de visitas que mantenga su vinculación y
relacionamiento no correspondería al interés superior de los niños, por lo que la
sentencia recurrida ha realizado una correcta aplicación de las normas pertinentes,
en consecuencia, esta causal deviene en infundada.
11. Respecto a la Infracción normativa material del artículo 88 del Código de los
Niños y Adolescentes; porque la sentencia ha sido emitida contraviniendo
frontalmente el texto expreso de la norma, conforme a lo desarrollado en los
párrafos anteriores, se ha demostrado que las instancias de mérito han realizado un
correcto análisis y aplicación del artículo 88 del Código de los Niños y
Adolescentes, siendo que no se ha vulnerado el derecho de los menores, toda vez
que no se ha vulnerado el principio del interés superior del niño y el adolescente y
por ende también de la legislación supranacional, esto es, de la Convención sobre
los Derechos del Niño, así como el artículo 4 de la Constitución Política del Perú,
habiéndose ponderado razonablemente el interés superior del niño respecto a las
relaciones familiares originadas por la filiación dinámica, puesto que, si bien el
deber de todos los jueces es observar el derecho de los justiciables a obtener una
resolución fundada en derecho ante su pedido de tutela en cualquier etapa del
proceso, empero, ello debe ser atendiendo al principio del interés superior del niño,
concebido como la búsqueda del máximo bienestar del niño y la plena
44
efectivización de sus derechos, en su condición de ser humano, hecho que fue
valorado en el presente caso, por lo que la infracción deviene en infundada.
V. DECISIÓN:
45
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA
SALA CIVIL
I. HECHOS:
c) La madre de sus hijos hizo abandono de hogar en el mes de marzo del año dos
mil catorce llevándose a los menores, por lo que, se vio obligado a tener que asentar
la denuncia ante la comisaria de Mariano Melgar y desde esa fecha está intentando
llegar a un arreglo con la demandada para poder estar cerca de sus hijos, sin
embargo, la demandada no se lo permite.
46
d) La demandada, por razones que desconoce, no le permite ver a sus hijos. Esta
negativa va a perjudicar las relaciones afectivas que desde sus nacimientos ha
tenido con sus hijos. Su hijo mayor sobre todo reclama su presencia y es necesario
mantener una cercanía sobre todo por ser varón.
a) Don Jorge Víctor Chambilla Chambilla, nunca cumplió con sus deberes como
padre, para con sus menores hijos y mucho menos para con la recurrente, ni aun
cuando estaban conviviendo, prueba de ello es que se vio obligada a iniciar el
proceso sobre cobro de alimentos.
47
los menores, y aquellos que las partes acuerden; pudiendo ser fuera del hogar de
los menores, externamiento, sin costas ni costos del proceso, fundamentando su
decisión en los siguientes considerandos:
b) En pro de los intereses de los menores y para una mejor relación padre e hijos
en salvaguarda de la familia, es que un régimen de visitas favorecería a los menores
en su relación con su progenitor, es por ello que el régimen de visitas que el
juzgado consideró apropiado, son los días sábados y domingos a partir de las 9:00
horas hasta las 17:00 horas.
Elevados los autos en virtud del recurso apelación interpuesto, la Sala Superior
mediante resolución número treinta del once de abril de dos mil dieciocho, revocó
la sentencia apelada, de fecha dieciséis de octubre del dos mil diecisiete, que
declaró fundada en parte la pretensión de régimen de visitas interpuesta por Jorge
Víctor Chambilla, en contra de Yaquel Quispe Pisco. Reformándola
declaró infundada la demanda sobre régimen de visitas, al considerar que:
48
a) Si bien es cierto que el Supremo Tribunal Peruano establece que no es un
requisito indispensable estar al día en el pago de los alimentos para acceder al
régimen de visitas; tampoco puede irse al extremo que el padre se desentienda de
sus obligaciones alimentarias para con sus menores hijos, por cuanto si existiese
la imposibilidad de cumplir con el total de las pensiones, al menos demostrar su
intención de hacerlo y no llegar a una liquidación de pensiones de las que se
verifica que en el proceso de alimentos número 00597-2014 acompañado al
expediente en copias certificadas, adeuda como pensiones desde el dieciséis de
mayo del dos mil quince hasta el uno de abril del dos mil diecisiete, la suma de
doce mil doscientos noventa y uno con 42/100 soles (S/. 12,291.42), no habiendo
realizado pago alguno hasta la fecha como se verifica del reporte del expediente
que se visualiza a través del SIJ, siendo que las fotografías que acompaña de los
víveres que le fueron entregados a la demandada no son prueba de que cumpla con
los alimentos, máxime si el proceso de alimentos fue iniciado en el año dos mil
catorce y hasta la fecha no ha realizado consignación alguna.
49
criterio de los señores vocales al sostener que el actor debe estar al día o al menos
cumplir con las pensiones adelantadas y las devengadas formular un acuerdo para
el pago de las mismas en el proceso correspondiente, sin embargo, no existe
motivación jurídica, lo cual constituye un principio y derecho a la función
jurisdiccional.
El hecho que el ahora recurrente mantenga una deuda de alimentos a favor de sus
menores hijos, ello, no le impediría tener contacto o generar un régimen de visitas
con los mismos, pues ello, contribuiría a generar disposición y necesidad en el
cumplimiento de sus obligaciones alimentarias, a favor de sus menores hijos.
Por ello, la decisión de la Sala Superior vulnera el principio de interés superior del
niño, pues impide que el demandante y sus menores hijos puedan crear lazos de
afectividad que ayudan a su crecimiento físico y emocional.
50
3. Es menester precisar que el recurso de casación es un medio de impugnación
extraordinario que permite ejercer el control de las decisiones jurisdiccionales, con
la finalidad de garantizar la correcta aplicación e interpretación del derecho
objetivo y la unificación de la jurisprudencia nacional de la Corte Suprema de
Justicia; así como, determinar si en dichas decisiones se ha infringido o no las
normas que garantizan el debido proceso, traducido en el respeto de los principios
que lo regulan.
Asimismo, el artículo 88 del mismo código señala: “Las visitas: Los padres que no
ejerzan la Patria Potestad tienen derecho a visitar a sus hijos, para lo cual deberán
acreditar con prueba suficiente el cumplimiento o la imposibilidad del
cumplimiento de la obligación alimentaria. (…). El Juez, respetando en lo posible
el acuerdo de los padres, dispondrá un Régimen de Visitas adecuado al Principio
del Interés Superior del Niño y del Adolescente y podrá variarlo de acuerdo a las
circunstancias, en resguardo de su bienestar.”
Artículo 9, numeral 3): “3. Los Estados Partes respetarán el derecho del niño que
esté separado de uno o de ambos padres a mantener relaciones personales y
contacto directo con ambos padres de modo regular, salvo si ello es contrario al
interés superior del niño.”
Artículo 18, numeral 1): “1. Los Estados Partes pondrán el máximo empeño en
garantizar el reconocimiento del principio de que ambos padres tienen
obligaciones comunes en lo que respecta a la crianza y el desarrollo del niño.
51
Incumbirá a los padres o, en su caso, a los representantes legales la responsabilidad
primordial de la crianza y el desarrollo del niño. Su preocupación fundamental será
el interés superior del niño.”
Artículo 19, numeral 1): “1. Los Estados Partes adoptarán todas las medidas
legislativas, administrativas, sociales y educativas apropiadas para proteger al niño
contra toda forma de perjuicio o abuso físico o mental, descuido o trato negligente,
malos tratos o explotación, incluido el abuso sexual, mientras el niño se encuentre
bajo la custodia de los padres, de un representante legal o de cualquier otra persona
que lo tenga a su cargo.”
52
niño y al adolescente que adopte el Estado a través de los Poderes Ejecutivo,
Legislativo y Judicial, del Ministerio Público, los Gobiernos Regionales,
Gobiernos Locales y sus demás instituciones, así como en la acción de la
sociedad, se considerará el Principio del Interés Superior del Niño y del
Adolescente y el respeto a sus derechos.
Asimismo, sobre el tema en cuestión esta Sala Suprema en la Casación n.° 3841-
2009-Lima (veintinueve de abril de dos mil diez) señaló “Los padres que no
ejerzan la patria potestad tienen derecho a visitar a sus hijos para lo cual deberán
acreditar con prueba suficiente el cumplimiento de la obligación alimentaria; sin
embargo, no se exige imperativamente el cumplimiento, pues se permite acreditar
la imposibilidad de cumplir dicha obligación. Además, corresponde el juzgador
resolver aplicando el principio del interés superior del niño, a fin de otorgar el
régimen de visitas.”
53
el pago de una pensión de alimentos para cubrir todas sus necesidades (…) en
aplicación del interés tuitivo debe el actor estar al día o al menos cumplir con las
pensiones adelantadas y las devengadas formular un acuerdo para el pago de las
mismas en el proceso correspondiente”.
10. Es por ello que, esta Sala Suprema no comparte la conclusión de la Sala de
mérito, ya que vulnera el interés superior del niño, más aún si la normatividad
aplicable al caso, esto es, el artículo 84, literal c), del Código de los Niños y
Adolescentes, dispone que el juez debe fijar un régimen de visitas para el padre
que no tenga la tenencia del menor. En ese sentido, como se indicó líneas arriba
no puede condicionarse el derecho de visitas por cuestiones materiales, ya que
dicho derecho no solo corresponde a los padres sino también a los propios hijos de
ver y relacionarse con sus progenitores; más aún si en autos no obra resolución que
disponga la privación o suspensión de la patria potestad del padre (recurrente), el
cual conforme lo establece el artículo 418 del Código Civil “Por la patria potestad
los padres tienen el deber y el derecho de cuidar de la persona y bienes de sus hijos
menores.”; por lo que, no se debe afectar el derecho de visita del que gozan los
menores. En efecto, como lo indica Varsi Rospigliosi “la finalidad del régimen de
visitas es afianzar los lazos paternos filiales a efectos de procurar un óptimo
desarrollo integral del menor de edad, destacando que la visita no es solamente un
derecho de los padres, sino también y principalmente de los hijos, que requieren
de la imagen paterna para un desarrollo saludable”.
54
11. En efecto, más aún si el mayor de los hijos del demandante padece de retardo
mental leve, según se señala del Informe Psicológico obrante de fojas ciento cuatro
a ciento seis; por lo que, la integración y acercamiento del padre con el citado
menor resulta ser conveniente y beneficioso para este, pues además que fortalecerá
los lazos afectivos padre-hijos, puede contribuir con su desarrollo y
desenvolvimiento social, así como el apoyo a su estabilidad emocional y afectiva,
salvaguardando en todo momento el interés superior del niño.
V. DECISIÓN:
55
FUNDADO el recurso de casación interpuesto por el demandante Jorge Víctor
Chambilla Chambilla; en consecuencia, declararon NULA la sentencia de vista
contenida en la resolución número treinta de fecha once de abril de dos mil
dieciocho, expedida por la Tercera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de
Arequipa. CONFIRMARON la sentencia de primera instancia de fecha dieciséis
de octubre de dos mil diecisiete, obrante de folios cientos setenta y ocho a ciento
ochenta y uno, que resolvió: declarar fundada en parte la pretensión de régimen de
visitas interpuesta por Jorge Víctor Chambilla Chambilla en contra de Yaquel
Quispe Pisco; en consecuencia, fijo régimen de visitas a favor del señor Jorge
Víctor Chambilla Chambilla en los términos y condiciones siguientes: visitar los
fines de semana sábado o domingo, previa coordinación, desde las diez horas hasta
las diecisiete horas, días especiales como navidad, día del padre, cumpleaños de
los menores, y aquellos que las partes acuerden; pudiendo ser fuera del hogar de
los menores, externamiento. Sin costas ni costos del proceso. DISPUSIERON la
publicación de la presente resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo
responsabilidad; en los seguidos por Jorge Víctor Chambilla Chambilla
sobre Régimen de Visitas; y los devolvieron. Ponente el señor Juez
Supremo Hurtado Reyes.
56
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA
SALA CIVIL PERMANENTE
I. HECHOS:
a) El demandado se niega a prestarle una pensión alimenticia; que desde el año dos
mil seis, no se ha interesado en el desarrollo integral de su hija, tampoco en la
educación de la menor, acudiendo en diminutas ocasiones a su domicilio para
supuestamente visitarla. Que por otro lado señala que el demandado ha demostrado
una actitud violenta y desatinada hacia ella, siendo denunciado por maltrato físico.
57
y autorice con fines de Reagrupación Familiar. En cuanto a la fijación y pago de
la pensión alimenticia: Corresponde al demandado proporcionarla; que la menor
cursa estudios iniciales y que la recurrente proporciona la pensión que remite desde
España. A Fojas ciento cuarenta, de fecha dieciocho de enero de dos mil diez obra
el apersonamiento del demandado.
58
a) Que, en autos se ha acreditado la existencia del Proceso Judicial tramitado como
expediente número seiscientos ochenta y cuatro – dos nueve, en el que se ha
establecido la obligación del demandado de asistir a la menor Valeria Anette
Marcovich Vásquez con la suma de trescientos nuevos soles mensuales (S/300.00),
(fojas ciento sesenta nueve), no obstante los documentos copiados a fojas ciento
cincuenta a ciento cincuenta y ocho, del acompañado sobre alimentos, acreditan
que el apelante pese a tener anticipado conocimiento del proceso de alimentos,
instaura otro proceso de ofrecimiento de pago y consignación y realiza en dicha
causa consignaciones por concepto de alimentos a partir de la notificación de la
demanda de alimentos (aun considerando los importes que pretende hacer constar
a fojas doscientos cuarenta y cuatro a doscientos cincuenta y cuatro de estos autos),
al no existir la acreditación emitida en el proceso de alimentos en el sentido que el
apelante se haya encontrado al día en sus obligaciones alimentarias debe asumirse
que el demandado ha incurrido en la causal a que se contrae el artículo 75 inciso
f) de la Ley 27337.
59
la pensión de alimentos a favor de su hija, colisionando con el artículo 197 del
Código Procesal Civil.
60
no solo tiene derecho a acceder al proceso en el ejercicio de su acción, sino ha de
usar los mecanismos procesales con el fin de defender su derecho durante el
proceso.
5. Que, el numeral 197 del Código Procesal Civil regula la valoración de la prueba
al señalar que “Todos los medios probatorios son valorados por el Juez en forma
conjunta, utilizando su apreciación razonada. Sin embargo, en la resolución sólo
serán expresadas las valoraciones esenciales y determinantes que sustentan su
decisión”. En virtud del numeral glosado, los medios probatorios forman una
unidad y como tal deben ser examinados y valorados por el Juzgador en forma
conjunta, confrontando uno a uno los diversos medios de prueba, puntualizando su
concordancia o discordancia, para que a partir de dicha evaluación el juzgador se
forme una cabal convicción respecto del asunto en litis, como lo señala el autor
Bustamante Alarcón 1, “si el derecho a probar tiene por finalidad producir en la
mente del juzgador el convencimiento sobre la existencia o inexistencia de los
hechos afirmados por los sujetos procesales, este derecho sería ilusorio si el Juez
no apreciara razonadamente todos los medios probatorios actuados en el proceso
con el fin de sustentar su decisión”.
61
los fundamentos de la sentencia de vista se advierte que: “ (...) En autos se
acreditado la existencia del proceso Judicial tramitado como expediente Número
seiscientos ochenta y cuatro – dos mil nueve (5JPLCH) en que se ha establecido la
obligación del demandado en asistir a la menor Valeria Anette Marcovich Vásquez
con la suma de trescientos cincuenta y 00/100 nuevos soles mensuales, conforme
es de verse en el texto de la sentencia revisora de folios ciento sesenta y nueve a
ciento setenta y tres de dicho acompañado, y, como también es de verse del Asiento
de folios cuarenta y dos del mismo expediente , dicha obligación alimentaria es
exigible a partir de la notificación con la demanda de alimentos ; es decir , desde
el dos de noviembre de dos mil nueve. (...) No obstante los documentos copiados
de folios ciento cincuenta y uno a ciento cincuenta y ocho del acompañado sobre
Alimentos acreditan que el apelante, pese a tener anticipado conocimiento el
trámite de la citada causa en su contra, procede a instaurar otro expediente
(Ofrecimiento de pago y consignación) y realiza en dicha causa consignaciones
por el concepto alimentario total a partir de la notificación con la demanda de
alimentos (aun considerando los importes que pretende hace contar a folios
doscientos cuarenta y cuatro a doscientos cincuenta y cuatro de estos autos), por
lo que, al no existir la acreditación emitida en el proceso de alimentos en el sentido
que el apelante se haya encontrado al día en sus obligaciones alimentarias debe
asumirse que el demandado ha incurrido en la causal a que se contrae el artículo
75 – F de la Ley 27337 por lo que el fundamento estimatorio de la apelada resulta
ser el correcto”; se advierte de lo expuesto que los órganos de instancia al resolver
el proceso han valorado el material probatorio aportado al proceso, entre ellos, el
expediente seiscientos ochenta y cuatro – dos mil nueve, que en su interior obran
los documentos, realizando un estudio conjunto de las pruebas en sus elementos
comunes, conexiones directas e indirectas, integrándolas en un todo coherente, con
la finalidad de tener una visión integral de los medios probatorios y arribar a las
conclusiones que se requirió al emplazado al cumplimiento de sus obligaciones
alimentaria a favor de su hija; y que el demandado a pesar de tener conocimiento
de la existencia de dicho proceso en su contra inició otro proceso en el cual
presuntamente de forma voluntaria ofrece pago de una pensión alimentaria a favor
de la niña; y además no ha acreditado que se encuentre al día en el cumplimiento
de las obligaciones alimentarias. Siendo ello así en el caso de autos no se ha
configurado las causales procesales denunciadas.
62
a prestarles alimentos. De acuerdo a la norma glosada, se recoge como supuesto
fáctico para la suspensión del ejercicio de la patria potestad la negativa del padre
o de la madre a prestar alimentos a sus hijos. La negación del cumplimiento de la
obligación alimentaria por parte de uno de los padres implica la vulneración de
uno de los deberes fundamentales del ejercicio de la patria potestad, conforme lo
regulado por el inciso 6º de la Constitución y el artículo 74 del Código del Niño y
Adolescentes. En efecto, desatender a un hijo en sus necesidades alimentarias,
conforme al concepto que desarrolla el artículo 92 del ordenamiento legal antes
mencionado, evidencia además de desapego efectivo, violación al derecho a la vida
y desarrollo integral de un hijo, lo que no resulta congruente con relaciones de
parentesco derivadas del vínculo paterno filial, de allí que en el ámbito penal se
tipifique y sancione como delito la omisión al cumplimiento de la obligación
alimentaria. Para sancionar a uno de los padres con la suspensión de la patria
potestad, debe preexistir un requerimiento al cumplimiento de la obligación
alimentaria; esto es, que necesariamente se debe haber instaurado un proceso de
alimentos contra aquél, en el que se haya fijado una pensión que se omite o es
renuente a cumplir, pues de lo contrario, es de suponer que se cumple con dicha
obligación.
V. DECISIÓN:
63
Por tales consideraciones y en aplicación de lo dispuesto por el artículo 397, del
Código Procesal Civil, declararon:
64
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA
SALA CIVIL TRANSITORIA
1. La Corte mediante resolución de fecha dieciocho de enero del dos mil siete ha
estimado Procedente el recurso por las causales de: i) inaplicación de los artículos
cuatrocientos ochentitrés y cuatrocientos veinticuatro del Código Civil; y, ii)
aplicación indebida del artículo cuatrocientos quince del mismo Código;
expresando el recurrente como fundamentos:
65
quince del Código Civil, esta Sala de Casación analizará ambas causales
simultáneamente.
66
consecuentemente, dicho derecho de alimentos es excepcional y como tal tiene
tratamiento particular al derecho de alimentos de los hijos matrimoniales o
extramatrimoniales.
67
que declara judicialmente la paternidad del actor Luis Alberto Gonzáles Peñaranda
respecto del demandado, Álvaro Benito Gonzáles Lluncor; toda vez que, de un
lado, no se ha acreditado que dicha sentencia se encuentre firme; y, de otro lado, la
exoneración de los alimentos que se pretende en el presente proceso deriva de un
proceso anterior de alimentos otorgado al amparo del artículo cuatrocientos quince
del Código Civil y no sobre alguna condición de hijo extramatrimonial, además
que este título filial no ha sido materia de controversia en estos autos; debiendo el
demandado hacer valer su aparente nuevo derecho en la forma y vía que la ley le
franquea.
V. DECISIÓN:
68
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA
SALA CIVIL TRANSITORIA
2. Que, concedido el recurso de casación a fojas ciento treinta y cuatro, esta Sala
por resolución de fecha veintiuno de febrero del año en curso estimó procedente el
recurso por la causal contenida en el inciso primero del artículo trescientos
ochentiséis del Código Procesal Civil, esto es, por la interpretación errónea de una
norma de derecho material, sustentada en que la Sala interpretó erróneamente el
artículo cuatrocientos veinticuatro del Código Civil, pues debió considerar la
profesión obtenida por la alimentista, no siendo necesario que tenga un trabajo
remunerado, ya que la norma solo refiere al hecho de conseguir una profesión, y
por otro lado, si se espera a que pueda contraer matrimonio la alimentista, está por
capricho podría no contraerlo a fin de continuar percibiendo la pensión cuando
tiene una profesión con la que puede afrontar su subsistencia; siendo de acotar que
los cursos de capacitación y el oficio que viene siguiendo no deben ser merituados
por la Sala puesto que la demandada ha culminado exitosamente una profesión.
69
3. Que, la sentencia de vista en su tercer considerando al hacer la interpretación
del artículo cuatrocientos veinticuatro de la norma sustantiva, afirma que no está
acreditado en autos que la demandada tenga un trabajo remunerado con el que
pueda atender a su subsistencia.
4. Que, el referido numeral no exige como condición que el hijo alimentista tenga
un trabajo remunerado, ya que el hecho de haber adquirido un título pedagógico,
ya la excluye como beneficiaria de este derecho, cual es de alimentos.
V. DECISIÓN:
70
siete; ORDENARON se publique la presente resolución en el Diario Oficial El
Peruano; en los seguidos por don Constantino Cáceres Huanacuni con Yovana
Cáceres Balcona, sobre exoneración de alimentos; y los devolvieron.
SS. MENDOZA R., LAZARTE H., INFANTES V., SANTOS P., ESTRELLA
C.
71
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA
SALA CIVIL PERMANENTE
I. HECHOS:
b) Con la demandada se encuentra separada por más de dieciséis años, por diversas
rencillas que sostenían y debido a que aquella se mostraba renuente a cumplir sus
obligaciones como madre y esposa, conforme lo acreditó con el acta de denuncia
verbal interpuesta ante el Juzgado de Paz del Distrito de Bellavista – Sullana.
72
2. el Fiscal de la Primera Fiscalía Provincial Civil y Familia de Sullana contesta la
demanda, señalando básicamente que es obligación del Ministerio Público velar
por el bienestar de los menores que se hayan procreado como producto del
matrimonio, lo cual no ocurre en el presente caso, puesto que los hijos de las partes
procesales, son mayores de edad.
b) Es falso que con el actor se encuentren separados hace dieciséis años, por
“incompatibilidad de caracteres” como lo quiere hacer ver con una denuncia verbal
realizada ante un Juez de Paz del Distrito de Bellavista – Sullana del año dos mil
cinco, que fue emitida recientemente la cual no tiene ningún asidero legal.
73
b) Como segundo punto, cabe atender si se verifican los presupuestos que permitan
verificar la acreditación de la causal de separación de hecho prevista en el numeral
12 del artículo 333 del Código Procesal Civil. Así tenemos, que conforme al medio
probatorio consistente en el acta de denuncia verbal de folios nueve, es uno
realizado a pedido de una de las partes y no un documental de constancia efectuado
por la autoridad competente a efectos de acreditar la separación de hecho, por lo
que, el medio probatorio aludido carece de idoneidad para acreditar la pretensión
del accionante.
74
c) Asimismo cabe precisar que al no cumplir la demanda con el requisito de
procedibilidad antes descrito y por ende la misma es improcedente, carece de
objeto emitir pronunciamiento respecto de la causal de separación de hecho.
a) Infracción normativa del artículo 345-A del Código Civil. Señala que se ha
interpretado erróneamente lo dispuesto por el primer párrafo del artículo
345-A del Código Civil, que establece que para invocar el inciso 12) del
artículo 333 del mismo cuerpo legal, es necesario que esté al día en el
cumplimiento de la obligación alimenticia. Si bien es cierto que es un requisito de
procedencia dispuesto en la ley, sin embargo, el mismo no puede ser entendido, ni
interpretado de manera absoluta y estática por los jueces, pues excepcionalmente,
dependiendo de cada caso concreto, pueden presentarse causas o circunstancias
que justifiquen la no exigencia de este requisito, como ocurre en el presente. No
se ha podido acreditar encontrarse al día en el cumplimiento de la obligación
alimentaria, en razón de que la demandada, jamás le interpuso demanda de
alimentos, nunca le exigió el pago de la pensión alimenticia, si es que tuviera
derecho a ella, teniendo en cuenta que las obligaciones son recíprocas para ambos
cónyuges.
75
contraria a los valores y fines del derecho y, particularmente, vulnerando el valor
superior del ordenamiento jurídico, como es el de la justicia.
4. Que, asimismo, el artículo 345-A del Código Civil señala: “Para invocar el
supuesto del inciso 12 del artículo 333 el demandante deberá acreditar que se
encuentra al día en el pago de sus obligaciones alimentarias u otras que hayan sido
pactadas por los cónyuges de mutuo acuerdo. El juez velará por la estabilidad
económica del cónyuge que resulte perjudicado por la separación de hecho, así
como la de sus hijos. Deberá señalar una indemnización por daños, incluyendo el
daño personal u ordenar la adjudicación preferente de bienes de la sociedad
conyugal, independientemente de la pensión de alimentos que le pudiera
corresponder. Son aplicables a favor del cónyuge que resulte más perjudicado por
la separación de hecho, las disposiciones contenidas en los artículos 323, 324, 342,
343, 351 y 352, en cuanto sean pertinentes”.
76
5. Que, en tal sentido, deben analizarse las razones que han dado lugar a la causal
de separación de hecho. En efecto, los legisladores al momento de redactar esta
norma tuvieron en cuenta que su finalidad era resolver un problema social,
situación fáctica bastante frecuente en nuestra realidad social y familiar; el cual
consistía en dejar de mantener la ficción de una relación conyugal, la cual producía
daños a las partes quienes tendrían la posibilidad de rehacer sentimentalmente su
vida o formalizar sus nuevas relaciones de pareja. Por ende, al igual que toda
norma legal, el fin último de los legisladores fue el procurar resolver el problema
social surgido entre dos personas que, a pesar del tiempo de separación, no tenían
posibilidad legal de separarse y divorciarse, bajo las estrictas causales del divorcio,
propias de un sistema jurídico absolutamente protector del matrimonio; que es en
esas circunstancias que se dicta la norma que instituye como causal de divorcio la
separación de hecho, convirtiendo o agregando a nuestro sistema o modelo de
divorcio sanción, un sistema o modelo plurimodal en donde también se insertan
causales propias del sistema o modelo del divorcio remedio.
77
9. De lo señalado precedentemente cabe concluir como regla, un requisito de
procedibilidad para interponer demanda invocando esta causal es que el
demandante se encuentre al día en el pago de los alimentos u otras obligaciones
que se hubieren pactado entre los cónyuges; lo que va brindar seguridad y garantía
al cónyuge demandado, puesto que incluso el cónyuge culpable de la separación
puede invocar la separación de hecho.
10. Al respecto, se tiene que, el primer párrafo del artículo 345‐A del Código Civil,
establece que, para invocar el supuesto del inciso 12 del artículo 333 del Código
acotado, el demandante deberá acreditar que se encuentra al día en el pago de sus
obligaciones alimentarías u otras que hayan sido pactadas por los cónyuges de
mutuo acuerdo. Si bien es cierto nos encontramos ante un requisito de
procedibilidad dispuesto expresamente en la ley, sin embargo el mismo no puede
ser entendido ni interpretado de manera absoluta y estática por los Jueces, pues
excepcionalmente, dependiendo de cada caso concreto, pueden presentarse causas
o circunstancias que justifiquen la no exigencia de este requisito, como ocurre en
el presente caso pues si bien la prueba corresponde al demandante
documentalmente cuando exista un proceso de alimentos en trámite o fenecido,
una conciliación, transacción u otro medio indubitable, no siendo necesario éste
requisito de procedibilidad en casos como el presente en el cual no se ha
judicializado si ha existido requerimiento de parte de la cónyuge al esposo
demandante, previo a la interposición de la demanda.
78
el actor no ha probado en su escrito de demanda encontrarse al día en el pago de
sus obligaciones alimentarias, pues no analiza ‐a través de una interpretación
dinámica‐ las circunstancias especiales que impiden al demandante acreditar el
cumplimiento de la citada obligación, justificándose amparar el recurso y reenviar
el proceso al Juez de origen.
V. DECISIÓN:
79
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA
SALA DE DERECHO CONSTITUCIONAL Y SOCIAL PERMANENTE
I. HECHOS Y PRONUNCIAMIENTO:
80
ideas, vinculadas a la famosa pirámide jurídica, promovidas desde mil novecientos
veinte por Hans Kelsen, con la Constitución de Austria, perfeccionada con la
Constitución de mil novecientos veintinueve; la característica relevante de este
sistema es que deja el control de la constitucionalidad de las leyes en manos de un
solo órgano o tribunal ad hoc, con facultad de expulsar del ordenamiento jurídico
a éstas cuando contravienen la Constitución, por el fondo o la forma; en este
modelo dicho órgano constitucional actúa como legislador negativo.
81
Texto Único Ordenado de la Ley Orgánica del Poder Judicial ha establecido que
cuando los Jueces de cualquier especialidad, al momento de resolver, encuentren
que hay incompatibilidad en su interpretación, de una disposición constitucional y
una con rango de ley, resuelven la causa con arreglo a la primera; previéndose que
respecto de las resoluciones en las que se haya efectuado el control constitucional
las mismas deben ser elevadas en consulta a la Sala de Derecho Constitucional y
Social de la Corte Suprema de Justicia de la República, si no fueran impugnadas.
7. Sin embargo, este control constitucional debe ejercerse como última ratio, dado
que no puede soslayarse la función legislativa que le asigna la Constitución al
Congreso de la República, pues por tal hecho las leyes promulgadas se presumen
constitucionales, y se entiende que deben guardar estrecha armonía entre sí, así
como con la Carta Magna; tal presunción acompaña de igual modo a los demás
procedimientos de creación legislativa reconocidos por la Carta Política.
10. Al respecto, es preciso tener en cuenta que la inaplicación de una norma legal,
que se interpreta contraria a la Constitución, constituye una prerrogativa
jurisdiccional de última ratio, razón por la cual no puede ser invocada a menudo
en la actividad jurisdiccional; sino por el contrario, en atención a la trascendencia
82
que esta decisión implica, el juzgador deberá tener en cuenta que, en principio,
todas las leyes expedidas por el Congreso de la República, por el solo hecho de
haber sido expedidas por el Órgano constitucional que tiene a su cargo la función
legislativa, siguiendo para el efecto, todo un proceso de formación de la ley, que
es conocido en la doctrina como el “iter legislativo”, están amparadas por la
presunción de constitucionalidad; por tanto, a priori se presume que todas las leyes
son constitucionales y que éstas guardan perfecta armonía entre sí y con la Carta
Fundamental; por esta razón, el artículo VI del Título Preliminar del Código
Procesal Constitucional, ha previsto que la inaplicación de una norma legal, solo
puede ser viable cuando no sea factible obtener una interpretación conforme a la
Constitución.
83
12. La sentencia objeto de consulta considera que el supuesto previsto en el inciso
3 del artículo 57 del Código Penal que señala: El juez puede suspender la ejecución
de la pena siempre que se reúnan los requisitos siguientes: (…) 3. Que el agente
no tenga la condición de reincidente o habitual.», debe ser inaplicado en tanto que
la pena privativa de libertad efectiva para el presente caso no asegura que pueda
generar una verdadera prevención en el futuro; siendo que para los alimentistas
puede generarse el riesgo de que se limiten las posibilidades de que el imputado
pueda continuar cumpliendo con sus pensiones alimentarias; al respecto, se acota
que el imputado ya cumplió con la obligación alimentaria por lo cual no habría
objeto que asegurar por lo que el medio (la pena privativa de libertad efectiva) no
resulta idóneo para cumplir los objetivos ni finalidad que pretende sino que puede
resultar todo lo contrario, pues encontrándose privado de libertad impedirían al
obligado a agenciarse de recursos económicos que le permita cumplir con sus
obligaciones alimenticias, por las que precisamente sería condenado; con lo cual
la aplicación de dicha norma al caso concreto no supera el subprincipio de
idoneidad del conocido test de proporcionalidad; se indica que tampoco satisface
el de necesidad, en tanto que existe una medida igualmente satisfactoria menos
gravosa como es la aplicación de la suspensión de la ejecución de la pena; menos
el test de proporcionalidad en sentido estricto, por cuanto no supera el perjuicio
que puede causarse al mismo bien jurídico que se pretende tutelar.
84
objetivo de intervención debe ser por lo menos equivalente o proporcional al grado
de afectación del derecho fundamental. Se trata, por tanto, de la comparación de
dos intensidades o grados: la realización del fin de la medida examinada y la
afectación del derecho fundamental (Sentencia n.° 0048-2004-PI/TC, fundamento
sesenta y cinco).
14. Ahora bien, de lo actuado en estos autos tenemos que, conforme a los alcances
del artículo 149 del Código Penal, el imputado Roberto Pérez Díaz fue condenado
a tres (3) años y seis (6) meses de pena privativa de libertad suspendida por el plazo
de tres (3) años bajo reglas de conducta por delito de incumplimiento de obligación
alimentaria; al respecto, corresponde mencionar que, como se precisa en la
sentencia materia de consulta, el imputado ha cumplido con la obligación
alimentaria que fue objeto del proceso de alimentos y por el que fue procesado,
conforme puede apreciarse de los pagos presentados en el juicio oral; asimismo se
tiene que si bien el imputado cometió el mismo ilícito anteriormente, sin embargo
en dichos procesos también ha cumplido con su obligación conforme a los
depósitos presentados en autos; esto es, que sobre los hechos por los que ha sido
procesado el imputado pone de manifiesto proseguir a dar cumplimiento con su
deber de prestar alimentos a favor de los agraviados; no obstante ello, la medida
adoptada por los órganos jurisdiccionales de mérito de intervenir en la estructura
legal vigente en materia penal a efecto de declarar en la sentencia condenatoria
materia de consulta la suspensión de la ejecución de la pena, pese a la expresa
prohibición legal contendida en el artículo 57 inciso 3 del Código Penal dada la
condición de habitual del condenado, conforme lo prevé el artículo 46-C de la
misma norma penal, se considera justificada en aplicación de la norma
constitucional de proporcionalidad.
85
inaplicada, en virtud de la cual se restringe el derecho del condenado a obtener una
suspensión de la pena impuesta, tiene como finalidad la de impedir que quienes
son reincidentes o habituales, por su peligrosidad y riesgo a la seguridad
ciudadana, circulen por las calles o entre las personas poniendo en riesgo la
seguridad e integridad física o moral, o el patrimonio de éstas; por lo que al
privársele de su libertad se aseguraría tranquilidad ciudadana, y se permitiría una
resocialización del condenado; sin embargo tal finalidad no resulta aplicable en el
presente caso particular, pues la privación de la libertad impediría al condenado la
oportunidad de agenciarse de medios económicos necesarios para cumplir con el
deber legal y judicial de acudir con sumas de dinero a su menor hija para su
manutención; resultaría contrario al propósito de la propia sanción penal impuesta;
por el contrario se pondría en riesgo la integridad de la menor hija del condenado,
quien se vería privada de la posibilidad de contar con medios que le permitan su
alimentación; es notorio que la pena privativa de libertad efectiva de por si
conllevaría en autos a que el imputado se encuentre limitado de seguir con el
cumplimiento de su obligación alimentaria a favor de los agraviados, lo que
conduce a que el medio o la pena citada como efectiva no fomentaría el
cumplimiento del objetivo o lo que se pretende tutelar, de lo que se colige que la
ejecución de la pena privativa de libertad efectiva no satisface el sub principio de
idoneidad; con la citada conclusión arribada sería suficiente para que quede
plenamente justificada la inaplicación de la norma penal sub análisis; no obstante
el análisis de los otros sub principios corroboran lo expuesto líneas arriba;
efectivamente se observa que la aplicación de la norma penal citada no supera el
test de necesidad, en el presente caso en particular, por cuanto existe otras medidas
que pueden lograr lo que en abstracto se pretende con ella, esto es, que pueda seguir
cumpliendo con su obligación alimentaria, ya que para alcanzar el objetivo que se
pretende existen otras medidas que no resultan limitativas, como lo es la
suspensión de la ejecución de la pena efectiva por la de reglas de conducta por un
periodo de prueba; por último, tenemos que la norma en estudio (inciso 3 del
artículo 57 del Código Penal) tampoco satisface el sub principio de
proporcionalidad en sentido estricto, pues en el balance del costo y beneficio que
resulta de aplicar la citada norma restrictiva, el daño sería mayor en este caso
particular, que el beneficio que se pretende lograr; pues la pena privativa de
libertad efectiva interviene de manera grave en el derecho del niño y adolescente
a percibir alimentos, pues de la comparación de la medida efectiva y el derecho
fundamental que se compromete con el medio (pena) resulta afectado el interés
superior del niño que propugna la Constitución.
86
16. En consecuencia, al no satisfacer la aplicación de la norma bajo análisis el test
de proporcionalidad en este caso particular, esta Sala Suprema considera que en el
caso de autos se ha presentado un conflicto de normas jurídicas que resultan
aplicables al caso sub litis, de un lado, la norma constitucional que reconoce como
un derecho fundamental de la persona el interés superior del niño (artículo 3 de la
Constitución Política del Estado), que las medidas restrictivas del derecho
fundamental guarden razonabilidad y proporcionalidad y, de otro, la norma
contenida en el inciso 3 del artículo 57 del Código Penal, sin que sea posible
obtener una interpretación de esta última norma que guarde armonía con el texto
constitucional.
17. En tal sentido, al advertirse que la antinomia se presenta entre una norma de
carácter legal y otra de carácter constitucional, debe inaplicarse la primera y
preferirse esta última, corresponde aprobar la consulta formulada.
V. DECISIÓN:
87
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA
SALA CIVIL PERMANENTE
I. HECHOS:
a) Fundamenta su pretensión que en el año dos mil ocho inició una relación de
convivencia con el demandado, convivencia que se prolongó hasta el cinco de
marzo de dos mil catorce, procreando a su menor hija A.V., refiere que vivían
juntos como familia en la casa del padre de la recurrente hasta julio de dos mil
doce, fecha en la cual el demandado fue invitado a desocupar el domicilio porque
había llegado mareado el treinta de julio de dos mil doce, y comenzó a faltarle el
respeto a su padre y hermano de la recurrente, siendo que en un descuido se llevó
a la niña de tan solo un año, y no se la devolvió hasta que la fiscal de turno de
familia le insistió. Posteriormente vivieron juntos de nuevo desde diciembre de dos
mil dos hasta junio de dos mil trece, donde se suscitaron problemas nuevamente y
tuvieron que retirarse de la casa del padre de la actora, yendo a vivir temporalmente
a la casa del hermano del demandado, sin embargo al haber sido víctima de
violencia familiar tanto física como psicológica en presencia de su hija, decidió
dar por terminada la relación con el demandado e interpuso la denuncia respectiva
en la Comisaría de La Noria por violencia familiar.
88
su padre, yendo a insultar y amenazar a su familia, por lo que tuvo que solicitar
garantías a la gobernación. La intención del demandado es que la recurrente y su
hija regresen a vivir con él a la casa de su hermano de forma violenta, por lo que
se ha negado a entregársela.
b) Alega que desde diciembre de dos mil once que sufrió un accidente en el trabajo
el cual lo dejó postrado en cama sin poder caminar por más de tres meses, su vida
cambió recibiendo solo insultos y maltratos por parte de la demandante, solo
porque ya no podía trabajar, es por esta razón que no cuenta con ingresos y no
puede asistir con alimentos a su hija, además con la indemnización recibida
también cubrió los gastos de la actora y su menor hija.
c) Señala que su cuñado abogado pidió garantías para su vida diciendo que él lo
había amenazado, sin embargo, debido a su lesión no se encuentra en condiciones
de lastimar ni amedrentar a nadie; concluye que él en ningún momento ha tratado
o trataría de separar a su hija de su madre ni ha insinuado que quiere alejarla de
ella, pues refiere que quiere demasiado a su hija por lo que es incapaz de separarla
de su madre como para hacerlo.
89
a) Fundamenta el A quo su decisión en el numeral 21 de la sentencia apelada, esto
es, “que si bien es un derecho del padre visitar a su hija, esto debe ir corroborado
con el cumplimiento de sus obligaciones afectivas y materiales; sin embargo en
autos, no se ha acreditado que el demandado venga cumpliendo con su obligación
alimentaria; lo cual ha originado el inicio del proceso de alimentos por parte de la
madre de su hija, (…), en el cual el demandado ha solicitado se declare infundada
la demanda de alimentos, con el argumento que por su discapacidad física no puede
obtener ingresos, señalando que tiene proyectado solicitar una indemnización para
constituir un negocio que le permita generar ingresos para solventar los gastos de
su hija; proceso en el cual según la revisión del SIJ se ha expedido sentencia de
primera instancia fijando una pensión alimenticia, decisión que ha sido apelada;
en tal sentido, siendo un requisito para efectivizar el régimen encontrarse al día en
el cumplimiento de las obligaciones alimentarias; se deja a salvo el derecho del
demandado de solicitar el régimen de visitas.”
Elevados los autos en virtud del recurso apelación interpuesto por el demandado
contra la sentencia solo en el extremo que: “deja a salvo el derecho del demandado
de solicitar el régimen de visitas”; el Ad quem resuelve confirmar el extremo
apelado, sustentando su decisión en el numeral 4.6 de la impugnada “Este
colegiado constata que la controversia sobre el cumplimiento o la imposibilidad
del cumplimiento de la obligación alimentaria del demandado esta judicializada,
la misma que recae en el expediente n.° 00960-2014-0-1601-JP-FC-09 sobre
alimentos, seguido por Rosa Liliana Sánchez Velarde contra Juan Carlos Padilla
Concepción, (…), en el cual aún no existe mandato judicial firme sobre la pensión
alimenticia. Por lo tanto, al estar dicha controversia judicializada, resulta imposible
determinar en este proceso de tenencia el cumplimiento o la imposibilidad del
cumplimiento de la obligación alimentaria del demandado, a efectos de emitir
pronunciamiento sobre el fondo respecto del régimen de visitas a favor del
demandado”.
90
a) Infracción normativa de los artículos 84, literal c) y 88 del Código De los
Niños y Adolescentes. Sostiene que atenta contra el interés superior del niño pues
niega el régimen de visitas, aplicando las normas denunciadas de manera general
y no al caso concreto.
91
un Régimen de Visitas. En cualquiera de los supuestos, el juez priorizará el
otorgamiento de la Tenencia o custodia a quien mejor garantice el derecho del
niño, niña o adolescente a mantener contacto con el otro progenitor.”
“Las visitas: Los padres que no ejerzan la Patria Potestad tienen derecho a visitar
a sus hijos, para lo cual deberán acreditar con prueba suficiente el cumplimiento o
la imposibilidad del cumplimiento de la obligación alimentaria. (…). El Juez,
respetando en lo posible el acuerdo de los padres, dispondrá un Régimen de Visitas
adecuado al Principio del Interés Superior del Niño y del Adolescente y podrá
variarlo de acuerdo a las circunstancias, en resguardo de su bienestar.”
92
5. Aunado a todo lo dicho precedentemente, respecto al principio del interés
superior del niño y del adolescente. Debemos indicar que este principio, es
reconocido primigeniamente en la Declaración Universal de los Derechos del
Niño, aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas con fecha 20 de
noviembre de 1959, estableció en el artículo 2 que:
En todas las medidas concernientes a los niños que tomen las instituciones públicas
o privadas de bienestar social, los tribunales, las autoridades administrativas o los
órganos legislativos, una consideración primordial a que se atenderá será el interés
superior del niño.
93
pensiones alimentarias, eso no quiere decir que esta situación pueda estar por
encima del derecho del padre a relacionarse con su hija, puesto que, también es
una necesidad que el mismo no desatienda las necesidades emocionales y
espirituales de la menor y en atención a que el derecho del niño se circunscribe a
la relación directa que debe mantener con su progenitor el papel de este no se agota
con la sola provisión de alimentos pues su objetivo final es el contacto directo con
su hija; por consiguiente, pretender fijar un régimen de visitas supeditado a una
pensión de alimentos de ninguna forma supone preservar el interés superior de la
menor, muy por el contrario la menoscaba y perjudica.
94
Niño-Unicef, por tanto, la sentencia impugnada y la de primera instancia adolecen
de nulidad; correspondiendo por tanto, declarar nula la sentencia de vista e
insubsistente la sentencia apelada contenida en la resolución número treinta del
diecisiete de julio de dos mil quince a fin que emita nuevo pronunciamiento con
mayor solvencia del caso y superponiendo el interés superior del niño.
V. DECISIÓN:
95
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA
SALA CIVIL TRANSITORIA
I. HECHOS:
96
por lo que al haber transcurrido más de cuatro años de su separación de hecho, el
plazo establecido por la Ley está cumplido.
97
Tafur Cabeza acuda a favor de sus hijos con una pensión alimenticia mensual y
adelantada.
b) Infracción normativa material del artículo 481 del Código Civil, aduce que
la Sala Superior no ha valorado que la obligación alimentaria no solo le
corresponde al recurrente sino a ambos progenitores; además, debe tenerse en
consideración la situación económica del alimentista, siendo suficiente que el
alimentista acredite que no puede proveerse los ingresos necesarios para vivir, de
acuerdo al estilo de vida que siempre ha gozado, lo que no ha ocurrido en este
caso; pues, no se ha demostrado que los alimentistas tengan mayores necesidades
a las normales; asimismo, tampoco se han valorado las posibilidades del obligado.
98
Así, como la procedencia excepcional por infracción normativa material del
artículo IX del Título Preliminar del Código de los Niños y Adolescentes.
99
acuerdo con lo resuelto en la sentencia, pues así fue mi postura, conforme se
advierte de mi demanda”.
100
Internacional de los Derechos Humanos, fue reconocido primigeniamente por la
Organización de las Naciones Unidas el veinte de noviembre de mil novecientos
cincuenta y nueve en la Declaración de los Derechos del Niño, cuando en el
Principio II indica: “(…) Al promulgar leyes con este fin, la consideración
fundamental a que se atenderá será el interés superior del niño”, criterio que del
mismo modo desarrolla el artículo 3.1 de la indicada Convención sobre los
Derechos del Niño: “En todas las medidas concernientes a los niños que tomen las
instituciones públicas o privadas de bienestar social, los tribunales, las autoridades
administrativas o los órganos legislativos, una consideración primordial a que se
atenderá será el interés superior del niño”, recogido por el artículo IX del Título
Preliminar del Código de los Niños y Adolescentes. En dicho contexto
jurisprudencial, normativo supranacional y nacional, este Supremo Tribunal
considera que la medida dispuesta en sede de instancia; es decir, al ordenar una
pensión de alimentos a favor de los menores hijos de ambas partes, se ha
flexibilizado el Principio de Congruencia Procesal y se ha respetado los derechos
del niño y del adolescente.
101
adolescente, por cuanto los hijos no pueden exponerse a la vulneración de sus
derechos ante las desavenencias conyugales de ambos padres.
V. DECISIÓN:
102
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA
SALA CIVIL TRANSITORIA
I. HECHOS:
103
Mediante sentencia de fecha treinta de catorce de octubre de dos mil trece, se
declaró improcedente la demanda, fundamentando su decisión en los siguientes
considerandos:
a) Existe entre las partes un Proceso de Alimentos n.° 00154-2007-0, iniciada por
la demandada el veintiocho de mayo de dos mil siete, habiéndose expedido
sentencia el diecinueve de noviembre de dos mil nueve que declara fundada en
parte la demanda, ordenando que Hans Enrique Arce Helberg cumpla con acudir
con una pensión alimenticia a favor de la demandante, la misma que fue
confirmada mediante sentencia de vista de fecha treinta y uno de agosto de dos mil
once, revocándose el monto de la misma y, reformándose, se fijó en la suma de
dos mil nuevos soles (S/. 2,000.00).
b) Que, si bien se advierte que con fecha nueve de noviembre de dos mil once,
María Luisa Sáenz Bazán de Arce presenta propuesta de liquidación de pensiones
devengadas en el proceso de alimentos, habiéndose aprobado dicho pedido
mediante Resolución n.° 57 del diecinueve de marzo de dos mil doce, esto es, con
fecha posterior a la presentación de la demanda de divorcio que motiva el presente
proceso; ello no soslaya el hecho de la obligación alimentaria del demandante, más
aún si en el Informe Pericial n.° 018-2012 de fojas ochenta y siente del expediente
de alimentos, la liquidación de pensiones devengadas ascienden a la suma de
ciento nueve mil doscientos sesenta y seis con sesenta y siete centavos (S/. 109,
266.67) y que los intereses ascienden a la suma de cinco mil seiscientos cincuenta
104
y un nuevos soles con diecisiete centavos (S/. 5,651.17), la misma que fuera
aprobada por Resolución n.° 157 del diecinueve de marzo de dos mil doce.
b) Infracción del artículo 345-A del Código Civil; señala que en el presente caso
el requisito de procedibilidad implica determinar si al momento de presentarse la
105
demanda había o no una obligación impaga por alimentos y en este caso no lo
había.
4. Que, las instancias de mérito han establecido que el actor no ha acreditado estar
al día en el pago de sus obligaciones alimentarias, conforme a lo dispuesto por el
artículo 345-A del Código Civil.
106
6. Que, en el caso de autos, las instancias de mérito han emitido fallos que no dan
debido cumplimiento al Principio de Motivación de las Resoluciones Judiciales,
por cuanto han desestimado la demanda de divorcio postulada en autos,
sustentándose en el incumplimiento de obligaciones alimentarias que surgieron
con posterioridad a la fecha de interposición de la demanda (nótese que si bien
existía la sentencia de primera instancia, de fecha treinta de setiembre de dos mil
ocho, en el Proceso de Alimentos n.° 518-07, esta no se encontraba firme al haber
interpuesto, el ahora recurrente, recurso de apelación, hasta la emisión de la
sentencia de vista de fecha treinta y uno de agosto de dos mil once que confirmó
aquélla, revocándola sólo en cuanto al monto y fijando la pensión alimenticia a
favor de María Luisa Sáenz Bazán de Arce, en la suma de dos mil nuevos soles
(S/. 2,000.00). Se aprecia falta de consistencia lógica en dichos fallos, pues tal
como se ha manifestado antes, es al momento de la interposición de la demanda
cuando se debe evaluar si el accionante está o no al día en sus obligaciones
alimentarias, pues el mandato judicial que conminó al pago de una pensión
alimentaría al demandante data de fecha posterior a la demanda de divorcio
propuesta en autos (repetimos, sólo en la fecha de la notificación de la sentencia
de fecha treinta y uno de agosto de dos mil once, la sentencia del Juez quedó firme,
al haber sido confirmada por el Colegiado Superior). El vicio se agrava si se tiene
en cuenta que, según los documentos que obran en autos a fojas 345 a 353, el
recurrente (demandante) habría cancelado la obligación alimentaria que se le
impuso en el Proceso de Alimentos n.° 518-07, a favor de la demandada María
Luisa Sáenz Bazán de Arce.
V. DECISIÓN:
107
publicación de la presente resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo
responsabilidad; en los seguidos por Hans Enrique Arce Helberg contra María
Luisa Sáenz Bazán de Arce y otro, sobre Divorcio por Causal de Separación de
Hecho; y los devolvieron. Integra esta Sala el Juez Supremo Señor Calderón
Puertas, por licencia de la Jueza Suprema Señora Cabello Matamala. Ponente
Señor Miranda Molina, Juez Supremo
108
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA
SALA CIVIL TRANSITORIA
I. HECHOS:
Que, respecto a la tenencia de la menor María José Jaico Román, las partes
acordaron que esta la seguirá ejerciendo la demandante, fijándose un régimen de
visitas a favor del demandado, conforme se aprecia de las actas respectivas
obrantes a fojas doscientos noventa y tres y doscientos noventa y cuatro,
continuando el proceso respecto a la pretensión de alimentos.
109
demandante, ya que esta se muestra aparentemente buena, sobre todo por los
bienes de capital que posee, pero este hecho no exime al demandado, de contribuir
al sostenimiento de su menor hija.
110
Sala Superior ha interpretado erróneamente la necesidad de la menor alimentista,
ya que ha considerado que la pensión de alimentos que se le otorgue, debe cubrir
sus necesidades básicas en lo estrictamente necesario, sin considerar que esta
siempre ha vivido rodeada de comodidades, y tiene derecho a mantener dicha
posición, lo que le permitirá tener una buena educación de acuerdo a su realidad;
3. Que, conforme lo prevé el artículo cuatrocientos ochenta y uno del Código Civil,
los alimentos se regulan por el Juez en proporción a las necesidades de quien los
pide y a las posibilidades del que debe darlos, atendiendo además a las
circunstancias personales de ambos, especialmente a las obligaciones a que se halle
sujeto el deudor. Cuando la norma alude a las necesidades de quien los pide, ello
no equivale a verificar la existencia de un estado de indigencia, y debe apreciarse
teniendo en consideración el contexto social en el que vive el menor alimentista,
puesto que los alimentos no se circunscriben a lo estrictamente necesario para su
111
subsistencia, constituyendo el estado de necesidad de los menores una presunción
legal iuris tantum. Asimismo, cuando la norma hace alusión a las posibilidades del
que debe darlos, se refiere a la capacidad económica del demandado, es decir a los
ingresos que este percibe; siendo que en el presente caso, ambos supuestos se han
acreditado, ya que la alimentista es menor de edad y a la fecha de la presentación
de la demanda contaba con tres años de edad; y, en cuanto a los ingresos del
demandado, está acreditado en autos que su remuneración mensual asciende a siete
mil setecientos noventa y seis nuevos soles con setenta y nueve céntimos, además
de las gratificaciones, entre otros ingresos que percibe.
V. DECISIÓN:
112
SS. TICONA POSTIGO, SOLÍS ESPINOZA, PALOMINO GARCÍA,
CASTAÑEDA SERRANO, MIRANDA MOLINA.
113
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA
SALA CIVIL TRANSITORIA
1. Se trata del recurso de casación interpuesto por don Erick Martín Viena
Vivanco, mediante escrito de fojas ciento treinta, contra la sentencia de vista
emitida por la Sala Civil Mixta de la Corte Superior de Justicia de Loreto de fojas
ciento veintitrés, de fecha cinco de agosto del dos mil dos, que revocando la
apelada y reformándola declaró fundada la demanda de exoneración de alimentos,
sin costas ni costos.
2. Que, concedido el recurso de casación a fojas ciento treinta y tres, fue declarado
procedente por resolución del dieciocho de octubre del dos mil dos, por las
causales contempladas en los incisos primero y segundo del artículo trescientos
ochentiséis del Código Procesal Civil, sustentada en:
b) La inaplicación del artículo cuatrocientos setenta y dos del Código Civil, que
señala que «cuando el alimentista es menor de edad, los alimentos también
comprenden, entre otros, a la educación» y si bien el recurrente es mayor de edad,
114
está siguiendo estudios secundarios, esto es precisamente el presupuesto de
la educación;
3. Que, el artículo cuatrocientos ochenta y tres del Código Civil establece que el
obligado a prestar alimentos puede pedir que se le exonere si disminuyen sus
ingresos de modo que no pueda atenderla sin poner en peligro su propia
subsistencia o si ha desaparecido en el alimentista el estado de necesidad y que sin
embargo si subsiste el estado de necesidad por causas de incapacidad física o
mental debidamente comprobadas o el alimentista está siguiendo una profesión u
oficio exitosamente, puede pedir que la obligación continúe vigente.
8. Que, si bien para poder acceder a los estudios superiores, se tiene que pasar por
las etapas o estudios pre profesionales, como son los estudios primarios,
secundarios o preuniversitarios, es decir academias de ingreso a universidades, el
artículo cuatrocientos ochenta y tres del Código Civil, en todo caso está referido a
cursar estudios exitosamente.
9. Que, resulta evidente que un estudiante con dieciocho años de edad que se
encuentra en el cuarto año de educación secundaria, no lo está realizando
115
exitosamente, porque por su edad debería haber terminado
la educación secundaria.
10. Que, el artículo cuatrocientos setenta y dos del Código Civil, no resulta
aplicable en el segundo párrafo que sostiene el recurrente, porque está referido a
los menores de edad.
11. Que, teniendo el recurrente motivos atendibles para litigar, de conformidad con
el artículo cuatrocientos doce del Código Procesal Civil, se le exonera del pago de
las costas y costos.
V. DECISIÓN:
116
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA
SALA PENAL PERMANENTE
2. Que, en el presente caso, se está ante una acusación por delito de omisión de
asistencia familiar (artículo 149, primer párrafo, del Código Penal), que no tiene
previsto una pena mínima superior a seis años de privación de libertad (artículo
427, apartado 2, literal ‘a’, del Código Procesal Penal); y, además, la resolución
cuestionada no deniega la reserva o suspensión de la pena (artículo 427, apartado
1, del Código Procesal Penal, a contrario sensu). Siendo así, es de rigor examinar
si se cumplió con invocar el acceso excepcional al recurso de casación, si éste se
justificó adecuadamente con una argumentación específica, y si, en efecto, la
materia excepcional que plantea tiene especial trascendencia o interés casacional.
117
diecinueve, introdujo como causa petendi (causa de pedir) la inobservancia de
precepto constitucional (artículo 429, inciso 1, del Código Procesal Penal).
5. Que los argumentos del auto de vista son contundentes. Se rechaza todos y cada
uno de los puntos de la pretensión impugnativa del imputado. No consta sentencia
firme que determine que el imputado no es el padre de los agraviados. La existencia
de procesos de amparo y de impugnación de paternidad en trámite no autoriza a
suspender un proceso penal que culminó con sentencia firme y en etapa de
ejecución. En este caso, solo es de analizar si se cumplió con pagar oportunamente
los alimentos devengados. Otras opciones no son de recibo en sede de ejecución.
Siendo así, no existe interés casacional relevante. No merece que la Corte Suprema
asuma competencia funcional. Las lógicas de la ejecución procesal no permiten
cuestionar el mérito de la condena como título de ejecución.
V. DECISIÓN:
118
Que, en función a la conclusión precedente, corresponde aplicar lo dispuesto por
el artículo 504, numeral 2, del Código Procesal Penal, por lo que las costas del
recurso debe abonarlas el imputado recurrente, declararon:
NULO el auto de fojas ciento cincuenta y seis, de treinta y uno de enero de dos
mil diecinueve; e INADMISIBLE el recurso de casación interpuesto por el
encausado Franklin Lazo Villafuerte contra el auto de vista de fojas ciento seis, de
catorce de enero de dos mil diecinueve, que confirmando el auto de primera
instancia de fojas veintitrés, de catorce de noviembre de dos mil dieciocho, revocó
la suspensión de la pena privativa de libertad que se le impuso en la sentencia que
lo condenó como autor del delito de omisión de asistencia familiar en agravio de
los menores A.G.L.C., A.A.L.C. y N.K.L.C.; con lo demás que al respecto
contiene. CONDENARON al imputado recurrente al pago de las costas del
recurso desestimado de plano y ORDENARON su liquidación al secretario del
Juzgado de Investigación Preparatoria competente. DISPUSIERON se transcriba
la presente Ejecutoria al Tribunal Superior. Intervinieron los señores Castañeda
Espinoza por vacaciones de la señora jueza Chávez Mella y Pacheco Huancas por
licencia del señor Figueroa Navarro; HÁGASE saber a las partes procesales
personadas en esta sede suprema.
119
CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE AREQUIPA
PRIMERA SALA CIVIL
CAUSA 001373-2016-0-0411-JR-FC-01
I. CONSIDERANDO
2. De la apelación
Que como marco normativo pertinente para este caso debemos tener en cuenta:
120
El artículo 235 del Código Civil, que establece: “Los padres están obligados a
proveer al sostenimiento, protección, educación y formación de sus hijos menores
según su situación y posibilidades. Todos los hijos tienen iguales derechos”.
El artículo 481, que señala los criterios para fijar alimentos: “Los alimentos se
regulan por el juez en proporción a las necesidades de quien los pide y a las
posibilidades del que debe darlos, atendiendo además a las circunstancias
personales de ambos, especialmente a las obligaciones a que se halle sujeto el
deudor. No es necesario investigar rigurosamente el monto de los ingresos del que
debe prestar los alimentos”.
4. Valoración:
121
4.2. De las posibilidades del demandado: El apelante alega que no se ha valorado
de forma adecuada la obligación crediticia asumida por él. Al respecto este
Colegiado observa que el A Quo en el considerando cuarto, en el punto 1.3., ha
tenido en cuenta que si bien, se ha probado la existencia de un préstamo ante el
Banco de Crédito del Perú por un monto de S/ 20,000.00 y que al mes viene
pagando la suma de S/ 554.04; sin embargo, valora que el mismo vencerá en
setiembre del dos mil diecinueve y que dicha obligación crediticia no puede
sobreponerse a la de naturaleza alimentaria, por lo que el demandado está en
capacidad para asistir con una pensión alimenticia a favor de su menor hija.
Criterio del juez de primera instancia que compartimos plenamente.
122
extensivamente, precisa que la obligación alimentaria debe ser del total de los
ingresos con la sola deducción de los descuentos de ley, precisión que incluso las
partes en la audiencia oral en esta instancia manifestaron su conformidad.
123
administración de la pensión de alimentos por parte del padre que ejerce la
tenencia, pues la misma la tiene en cuanto a la pensión ordinaria de alimentos
pudiendo con amplia libertad administrar dichos gastos de la forma más
conveniente, graduando y dosificando la pensión fijada para la mejor satisfacción
de las necesidades de la niña alimentista; sin embargo las utilidades corresponden
a una suma no presupuestada en los gastos ordinarios ni presupuestados
diligentemente en una buena administración paternal. Finalmente advirtiendo que
la parte demandada no ha sido vencida totalmente y tanto más que en muchos casos
es necesario que sea el juez quien determina los alimentos, es que se debe exonerar
del pago de costas y costos al demandado.
V. DECISIÓN:
124
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA
SALA CIVIL PERMANENTE
I. HECHOS:
125
ha quedado en poder de la demandada, asimismo, durante su vida conyugal no han
contraído obligaciones a cargo de la sociedad.
e) Hace presente que el recurrente tiene como bien propio un inmueble adquirido
en mil novecientos setenta y ocho, antes de contraer matrimonio; bien que durante
la vigencia de la sociedad de gananciales no ha sido objeto de mejoras u otros, por
tanto, no debe ser objeto de la extinción de la sociedad de gananciales, por no
existir derechos ni obligaciones de la sociedad. Han procreado a su hija Yohana
Achata Sandoval, quien es mayor de edad y está siguiendo estudios en la
Universidad, a quien viene apoyando económicamente, por lo tanto, carece de
objeto pronunciarse sobre la patria potestad o tenencia.
b) Añade que por otro lado la presente pretensión iniciada por su esposo es a
insinuaciones de sus entenadas a quienes durante sus primeros años de convivencia
y posterior matrimonio ha criado, a pesar de todo ello jamás le han reconocido
todos los esfuerzos realizados para darles educación y otras cosas. Indica que con
anterior oportunidad, también a insinuación de las entenadas se le ha iniciado
proceso de prorrateo de alimentos por ante el Juzgado de Paz Letrado, proceso que
126
a la fecha se encuentra en pleno trámite, con el único afán de suspenderle los
alimentos.
a) infracción normativa sustantiva del artículo 333 inciso 121 del Código Civil,
argumentando la recurrente que: a) La sentencia de vista no ha merituado las
normas procesales ni la sentencia de primera instancia; como tampoco aplica en
forma debida e inaplica el artículo 333 inciso 12º del Código Civil, por cuanto no
127
motiva jurídicamente y con coherencia interna dicha resolución, respecto a: i) el
fenecimiento del régimen de la sociedad de gananciales; ii) la indemnización por
la separación de hecho; iii) la valoración conjunta de los medios probatorios; iv)
la disolución del matrimonio; v) los puntos controvertidos. b) No advierte que no
han transcurrido los dos años ininterrumpidos que existe la norma acotada; pues el
demandante sólo estuvo ausente del hogar en forma esporádica y hacía vida
conyugal con la recurrente. c) No ha considerado respecto al cónyuge inocente que
el demandante no acredita con medios probatorios que fue impedido de ingresar al
hogar conyugal, por lo que se deduce que este hizo abandono del hogar conyugal
sistemáticamente, razón por la cual le interpuso una demanda por alimentos; d) las
instancias respectivas no se pronuncian sobre el daño moral o en su defecto sobre
la adjudicación de bienes de la sociedad conyugal. e) No advierte respecto a la
sociedad de gananciales que está acreditada la unión de hecho con el demandante
desde el año mil novecientos setenta y ocho en que procrean una hija y si bien este
último adquiere el lote de terreno, ambos cónyuges realizaron la construcción de
la vivienda familiar, para posteriormente celebrar el matrimonio civil en el año mil
novecientos ochenta y tres, lo que se halla corroborado con diversas pruebas, tales
como los contratos de fecha doce de abril de mil novecientos setenta y ocho y once
de diciembre de mil novecientos ochenta y cinco respectivamente, el documento
de cancelación por pago anticipado su fecha veinticinco de agosto de mil
novecientos ochenta y dos y la minuta de aclaración y ratificación del contrato de
compraventa de fecha uno de junio de dos mil seis.
128
perjudicado por la separación de hecho y la indemnización de daños, a que se
refiere el artículo 345-A2 del Código Civil, la Sala Superior concluye que dichas
pretensiones no han sido alegadas mediante reconvención y menos se ha
acreditado con medios probatorios pertinentes. Añade que la demandada en su
contestación de fojas treinta y ocho únicamente se ha limitado indicar en el monto
del petitorio la suma de cincuenta mil nuevos soles, sin que en los fundamentos de
defensa se haya referido en modo alguno a la indemnización por daños o cuando
menos haya aportado elementos de prueba que permitan determinar con certeza la
existencia del daño y el quantum de la indemnización. Señala además que la
estimación de una demanda sobre divorcio por causal de separación de hecho no
puede convertir automáticamente a uno de los cónyuges en perjudicado; más aún,
si del análisis de las pruebas actuadas en el presente proceso, se aprecia que éstas
no resultan suficientes ni idóneas para determinar el cónyuge perjudicado y la
indemnización por daños; en todo caso, queda a salvo el derecho de la parte que
se considere perjudicada para hacer valer su derecho ante la instancia
correspondiente.
129
suprema de fecha ocho de abril de dos mil ocho, obrante a fojas cuatrocientos
dieciocho, en la que expuso que la fijación de una indemnización por daños, que
había sido establecido como punto controvertido, tiene como respaldo jurídico lo
previsto en el artículo 345-A del Código Procesal Civil. Ahora, con relación a lo
señalado, reviste implicancia en el caso de autos lo resuelto en el Tercer Pleno
Casatorio Civil contenido en la sentencia del dieciocho de marzo de dos mil once,
casación número cuatro mil seiscientos sesenta y cuatro – dos mil diez-Puno.
V. DECISIÓN:
130
Sala Superior de origen emita nueva resolución atendiendo las precisiones
expresadas en la presente Ejecutoria Suprema. DISPUSIERON la publicación de
la presente resolución en el diario oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en los
seguidos por Calixto Isaías Achata Tito, con Paula Sandoval Ccama de Achata,
sobre divorcio por separación de hecho; y los devolvieron; interviniendo como
Ponente el Señor Juez Supremo Távara Córdova.
131
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA
SALA CIVIL TRANSITORIA
I. HECHOS:
a) A fin de que la emplazada cumpla con pagarle la suma de veinte mil dólares
americanos (US$.20,000.00) por concepto por reparación civil por daños y
perjuicios, divididos de la siguiente manera: cinco mil dólares americanos
(US$.5,000.00) por daño emergente, cinco mil dólares americanos (US$.5,000.00)
por lucro cesante y diez mil dólares americanos (US$.10,000.00) por daño moral,
derivados de una retención indebida del diez por ciento (10%) de sus haberes
durante el período del mes de noviembre del año dos mil dos (2002) al mes de
setiembre del año dos mil cinco (2005) a favor de su hija Erika Eliana Caro Madrid.
b) Alega que es trabajador del Banco emplazado, siendo que en el año dos mil dos
(2002) fue demandado por su cónyuge y sus hijos por pensión de alimentos ante
el Cuarto Juzgado de Paz Letrado de Lince y San Isidro, el mismo que concluyó
con sentencia de fecha veinte de septiembre del año dos mil dos que declaró
improcedente la demanda a favor de Erika Eliana Caro Madrid y fundada en parte
a favor de Raúl Pablo Caro Madrid con una pensión del veinte por ciento (20%)
de sus haberes y para Jesús Alfredo Caro Madrid le fija una pensión del quince por
ciento (15%), es decir, el treinta y cinco por ciento (35%) de sus ingresos, monto
que debía entregarse en forma directa, personal y mensual; en dicho proceso la
parte demandante solicitó con anterioridad a la sentencia la asignación anticipada
de alimentos a razón de quince por ciento (15%) a favor de Jesús Alfredo Caro
132
Madrid, diez por ciento (10%) para Raúl Pablo Caro Madrid y diez por ciento
(10%) para Erika Eliana Caro Madrid, hasta que se fije una pensión alimenticia de
manera definitiva, en tal sentido su empleador efectivizó dicha medida en el mes
de noviembre del año dos mil dos (2002); sin embargo en forma posterior a la
sentencia, continuó efectuando el descuento por planillas a favor de su hija Erika
Eliana Caro Madrid, lo que le originó perjuicios.
a) el demandante labora en el Banco desde el uno de julio del año mil novecientos
setenta y cuatro en el cargo de jefe de la unidad con categoría de funcionario;
asimismo, señala que sólo se ha limitado a cumplir los mandatos judiciales
emanados del Cuarto Juzgado de Paz Letrado de Lince y San Isidro que ordenaba
la retención del treinta y cinco por ciento (35%) de las remuneraciones que por
todo concepto percibe el hoy demandante a favor de Jesús Alfredo Caro Madrid,
Raúl Pablo Caro Madrid y Erika Eliana Caro Madrid, mandato que posteriormente
fue modificado, pero que en ninguno de sus extremos dejó sin efecto la retención
efectuada a favor de Erika Eliana Caro Madrid.
133
Se interpone recurso de apelación contra la sentencia antes referida, que al ser
absuelto por la Sala Superior mediante resolución de fecha dieciocho de mayo del
año dos mil once, obrante a 392 , la sentencia apelada, al considerar que:
134
recuperación no puede hacerse valer en vía de un cobro indemnizatorio, cuando
existen los medios que para tal fin se encuentran establecidos por las normas
legales pertinentes.
135
expuestas y de conformidad con el artículo trescientos noventa y siete del Código
Procesal Civil.
136
encuentra contenido en el inciso tercero del artículo ciento veintidós del Código
Procesal Civil, según el cual, las resoluciones judiciales deben contener los
fundamentos de hecho que sustentan la decisión y los respectivos de derecho con
la cita de la norma o normas aplicables en cada punto según el mérito de lo actuado,
motivación que de acuerdo al inciso cuarto de la precitada norma procesal, debe
incidir respecto de todos los puntos controvertidos en el proceso, no pudiendo el
juzgador fundar su decisión en hechos diversos de los que han sido alegados por
las partes conforme prevé el artículo séptimo del Título Preliminar del precitado
Código.
V. DECISIÓN:
137
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA
SALA CIVIL
138
D) La Sala no ha previsto que la ley no es retroactiva, sino en los casos de materia
penal. No es viable jurídicamente que la Sala adecúe la aplicación de la Ley
número veintisiete mil cuatrocientos noventa y cinco, publicada con fecha siete de
mayo del año dos mil uno a un hecho anterior, o sea a una presunta y no probada
separación de hecho, que es anterior a la norma, por lo que no es aplicable al caso
de autos, conforme lo dispone el artículo ciento tres, párrafo segundo, de la
Constitución Política del Estado.
139
5. La denuncia consignada en el apartado E), tampoco importa infracción alguna,
por cuanto las instancias de mérito han desestimado la pretensión del demandante
referida a la exoneración de la obligación de prestar alimentos a la demandada
(ahora recurrente); es decir, tal obligación se mantiene vigente. Por consiguiente,
este extremo tampoco da cumplimiento en rigor al requisito del artículo trescientos
ochenta y ocho, inciso segundo del Código Procesal Civil.
II. DECISIÓN:
140
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA
SALA CIVIL PERMANENTE
I. HECHOS:
Mediante sentencia de fecha catorce de mayo del dos mil nueve, se declaró fundada
la demanda, fundamentando su decisión en los siguientes considerandos:
141
a) Disuelto el vínculo matrimonial que los unía, causal en que incurrió el propio
demandante; en cuanto a las pretensiones accesorias declara que no procede
disponer el cese alimentario como consecuencia del divorcio, por lo que estando
en mandato judicial se mantiene éste a favor de la demandada, dejando a salvo el
derecho a disentir del demandante; y los cónyuges pierden el derecho a heredar
entre sí, el derecho de llevar el apellido del esposo.
142
tenencia de los hijos, y que conforme a los certificados ya referidos, resultaría
responsable de su crianza y estado emocional. Este extremo revocatorio no guarda
coherencia ni equilibrio con la nobleza de la actitud que asume el o la cónyuge
frente a los hijos, ante el incumplimiento de los deberes matrimoniales por parte
del o de la cónyuge que incurre en abandono de su familia. Al respecto, debe
tenerse en cuenta que, la aportación que la familia puede ofrecer a la realidad del
trabajo es preciosa, y por muchas razones, insustituible. Se trata de una
contribución que se expresa tanto en términos económicos como a través de los
vastos recursos de solidaridad que la familia posee.
1. Que, conviene para estos efectos, determinar que en los procesos judiciales la
meta es la búsqueda de lo justo o res iusta; y en los que versan sobre materias de
Derecho de Familia, los jueces tienen obligaciones y facultades específicas y el
Estado flexibiliza los principios y normas procesales sobre iniciativa de parte,
congruencia, formalidad, eventualidad, preclusión, acumulación de pretensiones,
entre otros, en razón de las responsabilidades constitucionales de la judicatura,
143
sobre protección de la familia y promoción del matrimonio; y en razón de la
naturaleza de los conflictos que deben solucionar derivados de las relaciones
sociales, familiares e interpersonales en el interior de la familia.
144
los derechos de la familia como tal. En este sentido, es necesario como requisito
previo, esencial e irrenunciable, el reconocimiento —lo cual comporta la tutela, la
valoración y la promoción— de la identidad de la familia como sociedad natural.
También debe considerarse que el artículo 335º del Código Civil establece que
“Ninguno de los cónyuges puede fundar la demanda en hecho propio”; pese a que
este principio universal haya sido transgredido en el texto del artículo 333º inciso
12º del propio Código Civil.
5. Las familias, lejos de ser sólo objeto de la acción política, pueden y deben ser
sujeto de esta actividad, movilizándose para «procurar que las leyes y las
instituciones del Estado no sólo no ofendan, sino que sostengan y defiendan
positivamente los derechos y deberes de la familia. En este sentido, las familias
deben crecer en la conciencia de ser “protagonistas” de la llamada “política
familiar” y asumir la responsabilidad de transformar la sociedad» (Juan Pablo II,
Exhortación Apostólica Familiaris Consortio, 44: (mil novecientos ochenta y dos)
136; Santa Sede, Carta de los Derechos de la Familia, artículo 9).
145
concordancia con el artículo 388º, incisos 4º y 396º segundo párrafo. Esta
disposición confirma que, de acuerdo a nuestro ordenamiento legal, prima el
interés colectivo de la exacta interpretación de la ley sobre el interés privado de la
parte recurrente, pues así es declarado como fin de la casación” (Sánchez-Palacios
Paiva, Manuel, El recurso de Casación Civil, Página treinta y seis a treinta y siete,
Editorial Jurista Editores. Lima-Perú. Dos mil nueve).
146
en el presente proceso se ha hecho caso omiso a la graves implicancias que el
divorcio importa a la sociedad, ya que podría ser traducido, en indolencia grave
por parte del aparato estatal, pese a que la Constitución Política del Estado define
al matrimonio y a la familia como institutos naturales y fundamentales de la
sociedad. e) La recurrida no ha sopesado que el núcleo del Derecho del que el
hombre es portador, “marca la línea divisoria entre legitimidad e ilegitimidad entre
la acción jurídica y la acción antijurídica del poder y los grupos sociales”.
(Hervada, Op. Cit. III)
10. Que es igualmente necesario sancionar, que respecto a la declaración hecha por
la sentencia de primera instancia:” Sin Lugar a pronunciamiento respecto de la
fijación de alimentos para Claudia Rocio Arroé Quicaño por haber
pronunciamiento judicial”, que confirma la recurrida. Debe observarse que
conforme se ha explicitado en la sentencia de primera instancia, recogiendo el
dicho de la demandada en su escrito de contestación a la demanda, que ésta
peticiona se deje sin efecto la disminución de pensión de alimentos, lo que difiere
en forma y fondo de lo expresado en la recurrida, conforme se ha referido. Siendo
que si bien, en efecto se ha verificado de autos la disminución del monto percibido
por la demandada por concepto de alimentos, que se materializa en virtud de la
existencia de dos mandatos judiciales distintos. Las Formas legales pre
establecidas para regularizar este tipo de situaciones, deben obrarse como únicos
instrumentos para establecer lo que corresponde a cada uno de los alimentistas con
derecho a pensión. Por lo que no resulta amparable en este extremo, la petición de
la demandada.
11. Que el fin de la vida social es el bien común históricamente realizable. El bien
común de la sociedad no es un fin autárquico; pues sólo tiene valor en relación al
147
logro de los fines últimos de la persona y al bien común de todos; incluyendo a
quienes no les es factible la defensa judicial de sus derechos. La responsabilidad
de implementar el bien común compete tanto a las personas particulares como al
Estado, porque el bien común es la razón de ser de la autoridad política. Esta
responsabilidad es aún más clamorosa en sociedades en las que ni la persona ni la
familia están en condiciones de alcanzar por sí mismas su pleno desarrollo; en
sociedades que son abatidas por el consumismo, el relativismo, el hedonismo y el
egoísmo. De ahí deriva la delicada función del poder público y la necesidad de las
instituciones políticas de hacer accesibles a todas las personas los medios
necesarios para la búsqueda de una vida auténticamente humana; conciliando con
la justicia los diversos intereses particulares. En esta perspectiva, aquellos
funcionarios e instituciones a quienes compete la responsabilidad de la
administración de justicia están obligados a fomentar el bien común en la
perspectiva del bien efectivo de todos los miembros de la comunidad civil. A) La
solidaridad como principio social: Las nuevas relaciones de interdependencia entre
hombres deben transformarse en relaciones que tiendan hacia una verdadera y
propia solidaridad ético-social. La solidaridad no es sólo una fundamental virtud
moral y social. Es también un principio social ordenador de las instituciones,
mediante la creación o la oportuna modificación de ordenamientos jurídicos,
políticos y económicos. La solidaridad es también, “la determinación firme y
perseverante de empeñarse por el bien común; es decir, por el bien de todos y cada
uno, para que todos seamos verdaderamente responsables de todos”. (Juan Pablo
II, Carta Encíclica Sollicitudo Rei Socialis, 38: (mil novecientos noventa y ocho)
565-566. B) Solidaridad y crecimiento común de los hombres: El término
«solidaridad», se traduce en la aportación positiva que nunca debe faltar a la causa
común, en la búsqueda de los puntos de posible entendimiento incluso allí donde
prevalece una lógica de separación y fragmentación. El principio de solidaridad
implica que gobernantes y gobernados cultiven la conciencia de la deuda que
tienen con la sociedad. Son deudores de aquellas condiciones que facilitan la
existencia humana. Tal deuda se aligera con las diversas manifestaciones de la
actuación de los funcionarios públicos que tienen la posibilidad o la obligación
social y ética de contribuir a que el camino de los hombres no se interrumpa, ni
aún ante situaciones adversas, sino que permanezca abierto para las generaciones
presentes y futuras. C) Solidaridad familiar: La subjetividad social de las familias
se expresa también con manifestaciones de solidaridad y ayuda mutua y con mayor
razón cuando la enfermedad, la pobreza, la injusticia, la edad o el individualismo
atacan la familia y el matrimonio. Se trata de la consecuencia de la realidad
148
familiar. La solidaridad pertenece a la familia como elemento constitutivo y
estructural. Es una solidaridad que puede asumir el rostro del servicio que persigue
el derecho y de la atención a cuantos viven las consecuencias del relativismo, el
hedonismo, el egoísmo y el consumismo; que se hace voz ante las instituciones de
cualquier situación de carencia, para que intervengan según sus finalidades
específicas. Las familias, lejos de ser sólo objeto de la acción política, pueden y
deben ser sujeto de esta actividad, movilizándose para «procurar que las leyes y
las instituciones del Estado no sólo no ofendan, sino que sostengan y defiendan
positivamente los derechos y deberes de la familia. En este sentido, las familias
deben crecer en la conciencia de ser “protagonistas” de la llamada “política
familiar” y asumir la responsabilidad de transformar la sociedad» (Juan Pablo II,
Exhortación Apostólica Familiaris Consortio, 44: (mil novecientos noventa y dos)
136; Santa Sede, Carta de los Derechos de la Familia, artículo 9).
V. DECISIÓN:
149
GAINZA; en consecuencia NULA la sentencia de vista corrientes de fojas
quinientos cuarenta y siete a quinientos cincuenta y tres, su fecha veintinueve de
diciembre de dos mil nueve, expedida por la Cuarta Sala Civil de la Corte Superior
de Justicia de Arequipa, en el extremo que declara infundada la pretensión de
indemnización. Actuando como sede de instancia: REVOCARON la sentencia
apelada de fojas cuatrocientos ochenta y uno a cuatrocientos ochenta y ocho, su
fecha catorce de mayo del año dos mil nueve, en el extremo que fija una
indemnización en la suma de mil quinientos nuevos soles, REFORMÁNDOLA
ORDENARON al demandante cumpla con pagar la suma de ocho mil nuevos soles
a favor de la demandada, los que serán pagados en ejecución de sentencia.
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el Diario Oficial El
Peruano; bajo responsabilidad; en los seguidos por Franz Hugo Arroé Rodríguez
con Yeni Mabel Quicaño Gainza y el Ministerio Público, sobre divorcio por
separación de hecho; y los devolvieron; interviniendo como ponente el señor De
Valdivia Cano.
150
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA
SALA CIVIL PERMANENTE
I. HECHOS:
b) Sobre la causal de injuria grave refiere que a fines de mayo de dos mil seis el
demandado la insultó en forma prepotente en medio de una reunión, increpándole
que era un estorbo para su felicidad, entre otras cosas.
151
le ha causado con una suma de S/. 40,000.00 Nuevos Soles, ya que durante más de
veinte años su cónyuge y su hermana han mantenido relaciones, lesionando su
integridad personal, su dignidad como esposa, madre y mujer. Respecto a los
alimentos, sostiene que no tiene oficio alguno, por cuanto toda la vida se dedicó a
cuidar de su esposo e hijos, asimismo refiere que al tener cincuenta y cuatro años
de edad y sufrir de enfermedades no puede conseguir trabajo, por lo que solicita
una pensión de S/. 400.00 Nuevos Soles.
152
trescientos sesenta y siete, confirma en todos sus extremos la sentencia apelada, al
considerar que:
153
de la Constitución Política del Estado, porque de existir tal situación, ya no cabe
pronunciamiento sobre el fondo de la materia controvertida.
3. En tal sentido, cabe precisar que el inciso 3º del artículo 139 de la Constitución
Política del Estado recoge los principios al debido proceso y a la tutela
jurisdiccional efectiva como instrumentos de tutela de los derechos subjetivos que
involucra dos expresiones: una sustantiva y otra formal; la primera se relaciona
con los estándares de justicia como son la razonabilidad y proporcionalidad que
toda decisión judicial debe suponer; y la segunda en cambio relaciona los
principios y las reglas que lo integran, es decir, tiene que ver con las formalidades
estatuidas, tales como el Juez natural, el derecho de defensa, el derecho a probar,
el procedimiento preestablecido por Ley y el derecho a la motivación de las
resoluciones judiciales, éste último derecho, dada su preponderancia dentro del
Estado Constitucional de Derecho, ha sido reconocida a su vez en forma
independiente también como principio y derecho de la función jurisdiccional por
el inciso 5º del artículo 139 de la carta magna.
154
exprese una suficiente justificación de la decisión adoptada, aun cuando esta sea
suscita, o se establezca el supuesto de motivación por remisión” (Cfr. Exp. N.º
4348-2005- PA/TC).
155
arreglo a Ley, a efectos de que aplique correctamente el derecho y analice las
alegaciones expuestas por el demandado en su recurso de apelación, con el fin de
resolver debidamente las pretensiones demandadas. Duodécimo.- Por las razones
anotadas, al haberse amparado la causal de infracción procesal, carece de objeto
desarrollar la causal in iudicando denunciada.
V. DECISIÓN:
156
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA
SALA CIVIL
I. HECHOS:
157
II. PRIMERA INSTANCIA:
a) No se ha probado que la separación haya sido por motivos laborales, pues dicha
separación conllevó a la demandada a iniciar el proceso de alimentos no sólo para
su hijo sino también para ella, no existiendo en autos medio probatorio que
demuestre que dicho proceso se hizo de mutuo acuerdo, y finalmente conforme al
artículo 350 del Código Civil, entre los efectos del divorcio está el cese de la
obligación alimenticia entre marido y mujer, por lo que la resolución materia de
grado se encuentra acorde a Ley.
158
IV. RAZONAMIENTO DE LA CORTE SUPREMA:
2. Ahora bien, el artículo 345-A del Código Civil señala: “Para invocar el supuesto
del inciso 12º del Artículo 333 el demandante deberá acreditar que se encuentra al
día en el pago de sus obligaciones alimentarias u otras que hayan sido pactadas por
los cónyuges de mutuo acuerdo. El Juez velará por la estabilidad económica del
cónyuge que resulte perjudicado por la separación de hecho, así como la de sus
hijos. Deberá señalar una indemnización por daños, incluyendo el daño personal u
ordenar la adjudicación preferente de bienes de la sociedad conyugal,
independientemente de la pensión de alimentos que le pudiera corresponder. Son
aplicables a favor del cónyuge que resulte más perjudicado por la separación de
hecho, las disposiciones contenidas en los Artículos 323, 324, 342, 343, 351 y 352,
en cuanto sean pertinentes.”
3. Para efecto de absolver la infracción normativa del artículo 345-A del Código
Civil, denunciado casatoriamente, debe considerarse que mediante Ley N.º 27495,
publicada el siete de julio de dos mil uno, se incorporó al ordenamiento jurídico
nacional la causal de separación de hecho, al modificarse los artículos 333 y 349
del Código Civil. Esta norma entró en vigencia, conforme lo establece el artículo
109 de la Constitución Política del Estado, al día siguiente de su publicación. Sin
embargo, debe entenderse el contexto en el que se ha desarrollado la causal de
separación de hecho, es así que, los legisladores al momento de redactar esta norma
tuvieron en cuenta que su finalidad era la de resolver un problema social el cual
consistía en dejar de mantener la ficción de una relación conyugal existente, la que
producía daños a las partes, quienes tendrían la posibilidad de rehacer,
sentimentalmente, su vida o formalizar sus nuevas relaciones de pareja. Por ende,
al igual que toda norma legal, el fin último de los legisladores fue el procurar
resolver el problema social surgido entre dos personas que, a pesar del tiempo de
159
separación, no tenían posibilidad legal de separarse y divorciarse bajo las estrictas
causales de divorcio propias de un sistema jurídico absolutamente protector del
matrimonio; que es en esas circunstancias que se dicta la norma que instituye como
causal de divorcio la separación de hecho, convirtiendo nuestro sistema o modelo
de divorcio sanción, en un sistema o modelo plurimodal en donde también se
insertan causales propias del sistema o modelo del divorcio remedio.
5. Que, es así, que esta Sala Suprema considera que es una obligación ineludible
para los Jueces (aunque ello no haya sido solicitado), el establecimiento de dicho
concepto de indemnización de daños y perjuicios a favor del cónyuge perjudicado,
lo cual no puede ser considerado como la infracción de principios y garantías
jurisdiccionales, toda vez que, la Corte de Casación como contralora de la correcta
observancia del principio de legalidad y defensora de la prevalencia de la justicia,
no puede permanecer pasiva, permitiendo el incumplimiento de lo dispuesto por la
Ley, bajo la justificación de la infracción de principios procesales, toda vez que
está en juego velar por la estabilidad económica de uno de los cónyuges a través
del otorgamiento de una indemnización, independientemente de la pensión de
alimentos; y si bien es cierto, que en la praxis judicial, situaciones como las
descritas se presentan continuamente, es decir, la imposibilidad del Juzgador de
pronunciarse sobre la pretensión de indemnización de daños y perjuicios por la
falta u omisión del cónyuge perjudicado de solicitarlo, ya sea por error o
desconocimiento de la Ley; sin embargo, ello no puede ser óbice para que el Juez
no se pronuncie respecto de dicha pretensión, pues como sabemos se presume que
el Juez conoce la Ley y, por tanto, debe aplicarla.
160
diversas sentencias, entre ellas, la Casación número 5620-2007, de fecha cinco de
noviembre de dos mil ocho, cuando en su sétimo considerando establece que: “En
tal virtud, este Supremo Colegiado considera (contrario a lo sostenido por la Sala
Superior) que si bien es cierto la demandada no solicitó como pretensión el pago
de una indemnización de daños y perjuicios; sin embargo, estaba en la obligación
de fijar una indemnización en cumplimiento del mandato expreso de la Ley”;
asimismo, en el considerando octavo de dicha sentencia se precisa que: “(...) Este
Colegiado llega a la conclusión de que la Sala Superior ha incurrido en error in
iudicando al no pronunciarse respecto de los daños y perjuicios ocasionados a la
cónyuge demandada, bajo el sustento de que no lo ha solicitado y, además, porque
consideró que no se habría acreditado quién es el cónyuge culpable, cuando el
numeral denunciado lo que busca es determinar la existencia del cónyuge
perjudicado por la separación de hecho, como consecuencia de la frustración del
proyecto de visa matrimonial, la aflicción de los sentimientos y las dificultades
económicas que enfrente; por consiguiente, el artículo 345-A del Código Civil
resulta aplicable al caso de autos, debiendo esta Sala fijar una indemnización de
daños y perjuicios prudencialmente, acorde con las pruebas acreditadas en el
proceso en cuestión”.
161
8. A mayor abundamiento, debe precisarse que mediante sentencia expedida el
dieciocho de marzo del año en curso, publicada en el diario oficial El Peruano el
trece de mayo del dos mil once, las Salas Civiles de la Corte Suprema de Justicia
de la República desarrollaron el Tercer Pleno Casatorio Civil, en el que se fijaron
una serie de criterios sobre la indemnización regulada en el precepto legal anotado,
estableciendo como precedente judicial vinculante, entre otras, las siguientes
reglas: “2) En los procesos sobre divorcio y de separación de cuerpos, por la causal
de separación de hecho, el Juez tiene el deber de velar por la estabilidad económica
del cónyuge que resulte más perjudicado por la separación de hecho, así como la
de los hijos, de conformidad con lo dispuesto por el artículo 345-A del Código
Civil. En consecuencia, a pedido de parte o de oficio señalará una indemnización
por daños, el que incluye el daño a la persona, u ordenará la adjudicación
preferente de bienes de la sociedad conyugal, independientemente de la pensión
de alimentos que pudiera corresponderle. El daño moral es indemnizable y se halla
comprendido en el daño a la persona”.
11. Sobre la base de lo expuesto se puede concluir que está acreditado que la
recurrente Umbelina Díaz Leyva, es la más perjudicada con esta separación de
hecho, lo que incluso ha sido advertido por el Juez de primera instancia, cuando
señala que la separación de hecho se configura por la decisión unilateral del
demandante en perjuicio directo de la cónyuge, lo que implica que se negó a
continuar o reanudar la vida en común; además de advertirse que es una mujer que
se ha dedicado a la crianza del hijo que tuvo con el actor, causándole daño personal
162
y moral a la demandada, más aún si su cónyuge mantuvo dos relaciones
extramatrimoniales, habiendo procreados hijos en cada una de estas relaciones, por
tanto esta situación es determinante para asignar una indemnización por el daño
personal y moral padecido por la citada demandada; lo que se valorará y asignará
en forma equitativa, aspecto que no ha sido advertido por la Sala de mérito.
12. Si bien la Sala no ha tomado en cuenta todos los elementos antes analizados
para fijar la indemnización a favor de la cónyuge, lo que ha trascendido en la
motivación del extremo del fallo recurrido, que conllevaría la nulidad del fallo; sin
embargo, advirtiéndose que el recurso ha sido admitido por la infracción sustantiva
del artículo 345-A del Código Civil, donde este Supremo Tribunal se encuentra
facultado a pronunciarse sobre el fondo de la controversia, corresponde en
aplicación de los principios de celeridad procesal y finalidad del proceso, de
resolver la controversia a fin de no mantener en incertidumbre los conflictos y se
satisfagan las esperanzas de justicia de las partes. Consecuentemente se ha
configurado la causal denunciada referida a la infracción normativa del artículo
345-A del Código Civil; que inciden directamente sobre la decisión contenida en
la resolución impugnada
V. DECISIÓN:
163
separación de hecho; y los devolvieron; interviniendo como ponente el señor Juez
Supremo Rodríguez Mendoza.
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CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA
SALA CIVIL
165
b) La infracción normativa procesal de los incisos 3 y 4 del artículo 122 del
Código Procesal Civil, y 139 incisos 3 y 5 de la Constitución Política del
Estado, al sostener que el fallo no contiene una debida motivación, porque no se
ha pronunciado por todos los extremos postulados en su demanda, como es el cese
de la pensión de alimentos, liquidación de sociedad de gananciales e
indemnización por daño moral, no siendo justificación que sean pretensión
accesorias, por cuanto la norma no libera al juez de la obligación de motivar las
pretensiones accesorias, además de referir que no se habría tomado en cuenta la
sentencia expedida por el Tribunal Constitucional en el Expediente N.º 728-2008-
PHC por ser incoherente y contradictoria, al hacer suya la sentencia de primera
instancia, sin advertir que es contradictoria en sus considerados octavo, décimo y
décimo sexto. Agrega que se afecta su derecho al debido proceso, por cuanto no
obstante haber ofrecido medios probatorios con su recurso de apelación, no se han
tenido en cuenta y finalmente que no se ha tomado en cuenta que conforme al
artículo 481 del Código Civil, no es necesario investigar rigurosamente el monto
de los ingresos de quien debe prestar los alimentos, sin embargo, la sala indica que
no han cumplido con acreditar las posibilidades económicas de la emplazada,
cuando por ley no es necesario, llamando la atención se fije el monto señalado para
un adolescente
166
aspecto fáctico del proceso que han dado base a las resoluciones expedidas por las
respectivas instancias de mérito; máxime si relación a la causal de adulterio, las
instancias han concluido en que ha operado la caducidad por haberse excedido el
plazo para demandar dicha causal, y en relación al abandono injustificado, se ha
establecido luego del análisis de los medios probatorios aportados al proceso, que
no se ha logrado acreditar el elemento temporal de la causal propuesta; en igual
sentido ocurre con las disposiciones que regulan las causales de divorcio
demandadas, al indicar que han sido rechazadas no obstante que a decir del
impugnante, se habría probado, verificándose que se pretende un reexamen del
caudal probatorio, que no se condice con la finalidad del recurso extraordinario
propuesto.
167
V. DECISIÓN:
168
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA
SALA CIVIL TRANSITORIA
I. HECHOS:
1. vista la causa número cinco mil sesenta – dos mil once, en Audiencia Pública
de la fecha, y producida la votación con arreglo a ley, emite la siguiente sentencia.
fundamentándola en:
d) Señala también que con la demandante han levantado una casa de material noble
ubicada en la manzana S, lote Doce, calle Bellavista, en el asentamiento humano
“El Carmen” - Huaura, la misma que voluntariamente se la cede a sus hijos
mayores.
169
e) Finalmente, manifiesta que tras la separación, conoció a quien es su actual
conviviente, con quien ha procreado tres hijos, todos menores de edad, razón por
la cual solicita se declare el divorcio debido a la ruptura del vínculo matrimonial.
b) Sostiene que se encuentra separada desde el año mil novecientos noventa y dos,
a raíz de las desavenencias surgidas con el actor debido a las mejoras
remunerativas que fueron otorgadas a éste por su empleadora, Azucarera
Andahuasi, lo que dio lugar a un cambio repentino de su conducta, dedicándose a
beber permanentemente y a la vida libertina, dejando a la suscrita y sus menores
hijos en el más absoluto abandono moral y económico, pese a sus constantes
reclamos, los cuales solo merecieron como respuesta agresiones físicas y
psicológicas de su parte, llegando inclusive el actor a mantener una relación
sentimental con la hermana de la propia demandada, lo que generó serios
conflictos familiares. A consecuencia de ello, tuvo que irse a vivir a una invasión
conocida como el asentamiento humano “El Carmen”, en donde actualmente
domicilia con sus hijos, lugar donde con esfuerzo ha levantado una casa de material
noble que es propia y no del actor, ya que éste los abandonó en el año mil
novecientos noventa y dos.
c) Desde la separación se ha visto obligada a mantener a sus tres hijos gracias a los
trabajos realizados en la chacra, pero en el año mil novecientos noventa y nueve -
es decir, varios años después de la separación, sufrió un atentado contra su libertad
sexual, producto del cual quedó embarazada de su menor hijo de iniciales F.F.V.P.,
no habiendo mantenido en ningún momento relación amorosa ni convivencia con
el padre del menor, quien solo se limitó a reconocerlo, aceptando su
responsabilidad.
170
d) Agrega que debido a su estado de salud y de necesidad económica se vio
obligada a entablar demanda de alimentos en contra del demandante, y más
recientemente una demanda de aumento de alimentos que se tramita ante el Primer
Juzgado de Paz Letrado de Huaura, encontrándose el actor adeudando el pago de
pensiones devengadas, además de pensiones alimenticias de los últimos cuatro
meses. A ello se aúna la negativa del demandante de ayudarla con la rehabilitación
de su hijo Mercedes Jaime Minaya Portella, quien es adicto a sustancias
psicoactivas y se encontraba recibiendo tratamiento terapéutico profesional en el
Centro de Rehabilitación “Rompiendo Cadenas”, lo cual tuvo que dejar por falta
de recursos económicos.
e) Igualmente, refiere que viene realizando gastos por los tratamientos médicos a
los que se encuentra sometida debido a su enfermedad –lumbociatalgia-, lo que
acredita con los documentos médicos que adjunta, así como también debe acudir
a sus hijas mayores que se encuentran cursando estudios.
171
c) En cuanto a la reconvención, Fabiana Bibiana Portella Sifuentes indica que se
encuentra separada del accionante desde el año mil novecientos noventa y dos,
versión que guarda relación con lo vertido por sus tres hijos mayores de edad en el
acto de realización de la Audiencia de Pruebas, quienes afirman que sus padres se
encuentran separados más de siete años, aunado a la versión del accionante quien
también manifestó que se encuentra separado desde el veinte de marzo de mil
novecientos noventa y dos, estableciéndose esa fecha como inició de la separación
de hecho de los cónyuges.
172
la reconviniente interponen recurso de apelación contra la sentencia antes referida,
que al ser absuelto por la Sala Superior mediante resolución confirma la apelada,
integrándola para que se declare infundada la pretensión sobre indemnización de
daños y perjuicios, y revocando la misma sentencia en el extremo que omite
establecer el pago de costas y costos, el cual se reforma para efectos de que el
demandante pague a la demandada-reconviniente los costos del proceso, al
considerar que:
173
factible el análisis de las normas materiales en las que se sustenta o debió
sustentarse la resolución recurrida.
174
emocional o psicológico que le ha ocasionado la separación de hecho, la tenencia
y custodia de los hijos cuando eran menores de edad y la dedicación al hogar. En
primer lugar, conviene destacar que mediante sentencia expedida el dieciocho de
marzo del año dos mil once en el Tercer Pleno Casatorio Civil, recaída en la
Casación número cuatro mil seiscientos sesenta y cuatro – dos mil diez, Puno, en
el proceso seguido por René Huaquipaco Hanco contra Catalina Ortiz Velazco
sobre divorcio por la causal de separación de hecho, las Salas Civiles de la Corte
Suprema de Justicia de la República han establecido precedente judicial vinculante
en materia de divorcio por la causal de separación de hecho, interpretando los
alcances del artículo trescientos cuarenta y cinco - A del Código Civil, que
establece que el Juez debe velar por la estabilidad económica del cónyuge más
perjudicado por la separación, señalando una indemnización por daños, que
incluya el daño a la persona, u ordenando la adjudicación preferente de bienes de
la sociedad conyugal, independientemente de la pensión de alimentos que pudiera
corresponder. El citado precedente tiene efectos vinculantes para todos los
Órganos Jurisdiccionales de la República a partir del día siguiente de su
publicación en el Diario Oficial El Peruano; y habiendo tenido lugar dicha
publicación el día trece de mayo del año dos mil once, sus efectos resultan
plenamente aplicables al presente proceso, teniendo en cuenta que la sentencia de
segunda instancia data del siete de setiembre del mismo año.
5. Que, en la Casación número cuatro mil seiscientos sesenta y cuatro – dos mil
diez, Puno; se estableció precedente judicial en los siguientes términos: “(...) 2. En
los procesos sobre divorcio –y de separación de cuerpos– por la causal de
separación de hecho, el Juez tiene el deber de velar por la estabilidad económica
del cónyuge que resulte más perjudicado por la separación de hecho así como la
de sus hijos, de conformidad con lo dispuesto por el artículo trescientos cuarenta
y cinco - A del Código Civil. En consecuencia, a pedido de parte o de oficio
señalará una indemnización por daños, el que incluye el daño a la persona, u
ordenará la adjudicación preferente de bienes de la sociedad conyugal,
independientemente de la pensión de alimentos que pudiera corresponderle. El
daño moral es indemnizable y se halla comprendido en el daño a la persona. (...)
4. Para una decisión de oficio o a instancia de parte sobre la indemnización o
adjudicación de bienes, del proceso debe verificarse y establecerse las pruebas,
presunciones e indicios que acrediten la condición de cónyuge más perjudicado a
consecuencia de la separación de hecho o del divorcio en sí. El Juez apreciará, en
el caso concreto, si se ha establecido algunas de las siguientes circunstancias: a) El
175
grado de afectación emocional o psicológica; b) La tenencia y custodia de hecho
de sus hijos menores de edad y la dedicación al hogar; c) Si dicho cónyuge tuvo
que demandar alimentos para él y sus hijos menores de edad, ante el
incumplimiento del cónyuge obligado; d) Si ha quedado en una manifiesta
situación económica desventajosa y perjudicial con relación al otro cónyuge y a la
situación que tenía durante el matrimonio, entre otras circunstancias relevantes”.
Del mismo modo, el precedente judicial vinculante precisa que: (...) La
indemnización o la adjudicación de bienes tiene la naturaleza de una obligación
legal, cuya finalidad es corregir un evidente desequilibrio económico e indemnizar
el daño a la persona, resultante de la separación de hecho o del divorcio en sí; su
fundamento no es la responsabilidad civil contractual o extracontractual sino la
equidad y la solidaridad familiar”.
176
esta causal, tenga o no culpa –en sentido amplio– cualquiera de los cónyuges, y
aun en el caso que haya mediado acuerdo de ambos cónyuges para tal ruptura. No
obstante ello, puede alegarse y probarse la culpa del apartamiento fáctico de uno
de los cónyuges con el objeto de que el cónyuge perjudicado obtenga una mejor
indemnización. Por tanto, la culpabilidad del cónyuge no es presupuesto de esta
causal de divorcio, precisamente porque no se trata del divorcio-sanción, sino del
divorcio remedio; empero aquella culpabilidad puede ser invocada y probada como
elemento trascendente para una decisión judicial más justa respecto de la
indemnización o adjudicación preferente de bienes.
9. Que, así también, con respecto a los conceptos de daño a la persona, daño moral
y proyecto de vida, ha quedado establecido en el citado precedente judicial: “70.-
En esta línea de argumentación, la aplicación del concepto de proyecto de vida –y
por extensión el de proyecto de vida matrimonial– a los efectos de la
indemnización en el divorcio sanción y en el divorcio remedio, resulta muy
discutible, con poco desarrollo en la doctrina y en la jurisprudencia, como lo
reconoce la propia Corte Interamericana de Derechos Humanos, no solamente por
177
la imprecisión de su contenido y alcances sino fundamentalmente porque en
muchos de sus aspectos y hechos, sobre todo en los más remotos, la relación de
causalidad entre el hecho y el daño sería muy controversial, y en algunos otros
extremos hasta carecería de aquella relación de causalidad. Además, para su
cuantificación no habría una base objetiva de referencia, tampoco indicadores
mensurables, puesto que el proyecto de vida se sustenta en gran parte en
probabilidades; es decir, en probables realizaciones de la personalidad que tienen
un fuerte grado de subjetividad y largo alcance en el tiempo (...). 71. (...) según
doctrina nacional autorizada, la relación que hay entre daño a la persona y el daño
moral es de género a especie. (...) El daño a la persona es la lesión a un derecho,
un bien o un interés de la persona en cuanto tal. Afecta y compromete a la persona
en todo cuanto en ella carece de connotación económico patrimonial. En
consecuencia, el daño a la persona es toda lesión a sus derechos e intereses, que no
tienen contenido patrimonial directo, aunque para ser indemnizado muchas veces
tenga que cuantificarse económicamente. (...) Es pertinente puntualizar que el daño
a la persona debe comprender al daño moral. Éste viene a estar configurado por las
tribulaciones, angustias, aflicciones, sufrimientos psicológicos, los estados
depresivos que padece una persona. En el caso que nos ocupa, estos padecimientos
los sufre fundamentalmente el cónyuge más perjudicado, sin que ello obste que el
otro cónyuge también pueda padecerlos en grado menor. (...) 74.- Con relación a
la indemnización por daño moral, que se halla comprendido dentro del daño a la
persona, debe ser fijado también con criterio equitativo pero sobre ciertos
elementos de convicción, de tal forma que no puede representar un monto
simbólico o irrisorio a la manera de un simple reproche a una conducta, pero
tampoco la indemnización o adjudicación puede constituir un enriquecimiento
injusto que signifique “un cambio de vida” para el cónyuge perjudicado o para su
familia. Tampoco debe establecerse “un mínimo” o “un máximo”, sino que debe
estar acorde con el caso concreto, sus circunstancias, la gravedad del daño moral,
entre otros. De otro lado, también se tendrán en cuenta algunas circunstancias
como la edad, estado de salud, posibilidad real de reinsertarse a un trabajo anterior
del cónyuge perjudicado, la dedicación al hogar, y a los hijos menores de edad, el
abandono del otro cónyuge a su consorte e hijos al punto de haber tenido que
demandar judicialmente el cumplimiento de sus obligaciones alimentarias, la
duración del matrimonio y de vida en común, y aun las condiciones económicas,
sociales y culturales de ambas partes”.
178
10. Que, en consecuencia, resolviendo lo conveniente respecto del extremo que es
materia de casación -la reconvención sobre indemnización por los perjuicios
ocasionados producto de la separación de los cónyuges, o de los que ocasione el
divorcio en sí-, este Supremo Tribunal estima que existen elementos probatorios
suficientes que acreditan que la separación entre los cónyuges, y aun la declaración
de divorcio en sí, ha producido un desequilibrio económico entre las partes,
perjudicando más a la reconviniente que al reconvenido, por cuanto: i) No se ha
acreditado en autos que la actora hubiera desempeñado algún trabajo remunerado
en actividades concretas al momento de la separación, o que hubiera seguido
estudios técnicos o superiores que le hubieran permitido ejercer un oficio, trabajo,
empleo o profesión para subvenir sus necesidades básicas y, sobre todo, las de sus
tres hijos menores de edad. En este hecho concreto en particular, ha incidido la
situación personal de la demandada, quien se dedicó exclusivamente al cuidado
del hogar, por lo que no se puede desvirtuar el hecho de que aquella no pudo
labrarse otras expectativas o sus deseos de superación personal, trayendo como
consecuencia que, al momento de producirse la separación efectiva, no pueda
procurarse su subsistencia por sí misma y tuviera que recurrir a las labores
agrícolas, tal como lo refirió en su escrito de demanda, siendo que en la actualidad
viene trabajando como ayudante de costura, tal como ha referido en su declaración
brindada en la Audiencia de Pruebas; ii) Se toma en cuenta también que, a
consecuencia de no poder solventar su propia manutención ni la de sus tres
menores hijos, de los que se hizo cargo exclusivamente a consecuencia de la
separación, la reconviniente demandó en el año mil novecientos noventa y siete la
prestación alimenticia a cargo del reconvenido, pretensión que fue oportunamente
amparada por el Órgano Jurisdiccional, y posteriormente demandó en el año dos
mil uno el aumento de la pensión alimenticia, aunque en este último proceso no
hubiera obtenido sentencia favorable para sí misma, salvo en cuanto se refería a
los tres menores a quienes sí se les aumentó los alimentos. iii) Se toma en cuenta
que al momento de ocurrida la separación de los cónyuges -marzo de mil
novecientos noventa y dos-, los hijos matrimoniales contaban aproximadamente
con tres, seis y siete años de edad, por lo que dependían totalmente del cuidado de
la madre al encontrarse en una edad muy vulnerable; iv) Igualmente, en cuanto a
las consecuencias derivadas de este proceso, las posibilidades de la reconviniente
de afrontar con éxito la vida de divorciada, se verán afectadas en razón de la
enfermedad que padece –lumbociatalgia-, y cuyo tratamiento viene recibiendo en
el Hospital Regional de Huacho, por lo que se verá obligada a afrontar los gastos
para solventar su tratamiento; v) No debe perderse de vista que la reconviniente –
179
a diferencia del demandante– no ha vuelto a formar un nuevo hogar con tercera
persona, aun cuando el reconvenido faltara a la verdad al afirmar que su esposa le
fue infiel en el año mil novecientos noventa y nueve y que a consecuencia de dicha
infidelidad fue que dejó el hogar conyugal, lo que finalmente desmintió en la
Audiencia de Pruebas, al aceptar que se retiró voluntariamente del hogar en el año
mil novecientos noventa y dos. Del mismo modo, pierde consistencia la afirmación
del reconvenido en el sentido de que el hogar conyugal fuera el ubicado en el
asentamiento humano “El Carmen”, Huaura, toda vez que la reconviniente ingresó
como posesionaria de un lote en el año mil novecientos noventa y dos; es decir, el
mismo año en que se produjo la separación de hecho, habiéndose constatado en el
Informe Social número cero noventa y nueve – dos mil diez, obrante a fojas
veinticuatro del cuadernillo de Auxilio Judicial, que la vivienda es de material
rústico (adobe) con piso de cemento (deteriorado) y otra parte de tierra y techo de
esteras con palos.
V. DECISIÓN:
180
trescientos cinco, únicamente en el extremo que, integrando la sentencia apelada,
declaró infundada la reconvención por indemnización formulada por la
demandada; y actuando en sede de instancia: REVOCARON la sentencia apelada
en cuanto declara implícitamente infundada la reconvención sobre indemnización
de daños y perjuicios, y reformándola declara fundada dicha pretensión, y ordena
que el demandante pague a favor de la demandada la suma de cinco mil nuevos
soles (S/.5,000.00) por dicho concepto; dispusieron la publicación de la presente
resolución en el Diario Oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en los seguidos
por Efraín Jaime Minaya Leyva contra Fabiana Bibiana Portella Sifuentes y otro,
sobre Divorcio por la Causal de Separación de Hecho; y los devolvieron.
181
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA
SALA CIVIL TRANSITORIA
182
cambiado a otra jurisdicción a laborar, poniéndole término a dicha relación
mantenida con la hoy demandada. Agrega que el reconocimiento de la paternidad
que practicó a favor de la citada menor, hija de la demandada, lo hizo por cuanto
la demandada se lo pidió con el fin que la citada niña tenga un óptimo desarrollo
social, psicológico, moral e intelectual y no sea una menor frustrada con baja
autoestima, en vista que su padre biológico no la había reconocido, por ello de
buena fe accedió a su reconocimiento, además porque le tenía aprecio. Agrega que
no obstante, la demandada le inició un proceso de alimentos, descontándosele sus
haberes mensuales. Añade que posteriormente tomó conocimiento que la citada
menor ya estaba registrada anteriormente en la Municipalidad Provincial de
Candarave (Partida de Nacimiento número cuatro nueve ocho tres seis cuatro) con
fecha doce de marzo del año dos mil cuatro con otros nombres, apareciendo como
el padre biológico Félix Eulogio Flores Yujra e incluso en el documento nacional
de identidad ante el Registro Nacional de Identificación y Estado Civil aparece
registrada con los apellidos de su señora madre.
183
Alianza; y si ha sido demandado o denunciado por parte de la demandada a la
persona de Félix Eulogio Flores Yujra como padre de la indicada menor.
4.- Los órganos de instancia han declarado fundada la demanda de nulidad de acto
jurídico que contiene la partida de nacimiento de la menor cuyo registro es de fecha
diecisiete de marzo del año dos mil nueve con Código Electrónico número seis
ocho seis uno tres ocho, y dispone la cancelación de la referida partida que contiene
la inscripción de la citada menor en la Municipalidad Distrital Alto de La Alianza,
señalando la Sala Superior: “(...) la demandada no ha probado su contradicción
impugnatoria ni enervado los fundamentos de la apelada; por el contrario
contribuye a establecer los hechos en su mismo recurso de apelación cuando
expresa que el mismo demandante hizo las averiguaciones y tramitó su solicitud
de reconocimiento voluntario de la citada menor ante la Municipalidad Distrital
Alto de La Alianza, porque no quería que aparezca los nombres de su anterior
padre de la menor de donde se desprende que el accionante no es el padre biológico
de la menor, ya que aparece la primera acta de nacimiento de la menor, y como
supuesto padre Félix Eulogio Flores Yujra, registrada ante el Concejo Provincial
de Candarave de fecha doce de marzo del año dos mil cuatro (...) en función del
decurso del tiempo, aparece una segunda acta de nacimiento de fecha veintitrés de
noviembre del año dos mil siete y ante el Consejo Distrital del Alto de La Alianza
- Tacna, donde figura la menor con el nombre de M.Y.A.P., y donde aparecen las
partes como padres suscribiendo el documento (...) aparecen hasta tres actas de
nacimiento, la primera en el Concejo Provincial de Candarave y donde figura con
el apellido del supuesto padre, la segunda acta y en fecha distinta ante el Consejo
Distrital Alto de La Alianza, donde figura la menor solo con los apellidos de la
madre; y la tercera partida también ante el mismo Consejo Distrital, pero con los
apellidos de la demandada y del supuesto padre demandante, donde concurren y
suscriben. Esta conducta y proceder sobre todo de la madre ha dado lugar a que la
citada menor tenga hasta tres identidades diferentes y que este actuar resulta ilegal,
por importar actos contrarios a la ley”.
184
segunda partida asentada posteriormente por la propia demandada en la
Municipalidad Alto de La Alianza obrante a folios cuarenta y cuatro del
expediente, con fecha veintitrés de noviembre del año dos mil siete y la obrante a
folios cuarenta y tres del mismo expediente, su fecha diecisiete de marzo del año
dos mil nueve que es materia de autos; en esta última el hoy demandante declara
voluntariamente ser el padre biológico de la indicada menor, tal instrumental
guarda correspondencia con la solicitud presentada por el mismo demandante
obrante a folios dieciséis del expediente, y en la cual reconoce ser el padre
biológico de la indicada niña. Es del caso precisar que en la primera partida antes
citada no interviene el presunto progenitor, razón por la cual no puede reputarse a
éste como padre biológico de la citada menor, en tanto los órganos de instancia no
hayan dilucidado el punto de la controversia referido a determinar si dicha persona
había sido demandado o denunciado por parte de la demandada como padre
biológico de la indicada menor, tal y como se estableció en la Audiencia de
Conciliación y fijación de Puntos Controvertidos obrante a folios treinta y dos del
expediente, su fecha nueve de noviembre del año dos mil diez, y asimismo rodearse
de todos los elementos de juicio que conduzcan a determinar cabalmente dicha
situación jurídica.
185
Sobre el citado principio Gatica y Chaimovic señala que: “El llamado interés
superior del niño debe ser entendido como un término relacional o comunicacional
y significa que en caso de conflicto de derechos de igual rango, el derecho de
prioridad del interés superior del niño/niña prima sobre cualquier otro que pueda
afectar derechos fundamentales del niño/niña. Así, ni el interés de los padres, ni el
de la sociedad, ni el del Estado pueden ser considerados prioritarios en relación a
los derechos del niño/niña(... ), este principio solo exige tomar en cuenta o en
consideración al niño como un ser humano, como un verdadero sujeto poseedor de
derechos que deben ser respetados, especialmente por los adultos y por el Estado”.
Bajo esa óptica para dilucidar la controversia resulta imprescindible recurrir a la
prueba biológica de Ácido Desoxirribonucleico a fin que se determine la
paternidad biológica que según los hechos expuestos en la demanda no resulta
atribuible al accionante y según se afirma es atribuible al mencionado Félix
Eulogio Flores Yujra, en observancia de la parte final del artículo 6 del Código de
los Niños y Adolescentes, en cuanto señala que en caso de alteración, sustitución
o privación del derecho a la identidad del niño o adolescente: “(...) el Estado
restablecerá la verdadera identidad mediante los mecanismos más idóneos”.
186
procesal, por lo que el recurso propuesto debe declararse fundado, casarse la
sentencia de vista y declararse la insubsistencia de la sentencia apelada de primera
instancia a fin que el órgano jurisdiccional de origen previo a emitir sentencia
proceda conforma a lo glosado en las consideraciones precedentes.
V. DECISIÓN:
187
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA
SALA CIVIL TRANSITORIA
I. HECHOS:
b) durante la vigencia del matrimonio han procreado dos hijos, los mismos que en
la actualidad son mayores de edad.
188
2. la demandada contesta la demanda alegando que:
a) Que, a folios ciento sesenta y ocho obra la partida de nacimiento del menor de
iniciales G.S.G.A donde consta que ha nacido con fecha seis de mayo del año mil
novecientos noventa y cuatro y firman como sus progenitores el demandante Lucio
Gonzáles Flores y Bertha Álvarez Cáceres (persona distinta a la cónyuge
demandada) los que tienen fijado su domicilio real en Wanchaq de la provincia del
Cusco, lo que acredita que el demandante con la demandada se encontraban
separados desde hace tiempo atrás
189
Se interpone recurso de apelación contra la sentencia antes referida, que al ser
absuelto por la Sala Superior mediante resolución de fecha dieciocho de mayo del
año dos mil once, obrante a trescientos noventidos, confirma la sentencia apelada,
al considerar que:
b) infracción normativa procesal de los artículos 188, 191 y 197 del Código
Procesal Civil, el Juez no ha valorado en forma conjunta los medios probatorios,
por lo que se vulnera el derecho a un debido proceso; pues el actor con fecha
posterior a la interposición de la demanda, mediante documento de fecha
veintisiete de abril del año dos mil nueve, se compromete al pago de la suma de
quince mil dólares americanos en reconocimiento al daño ocasionado a la
recurrente por la frustración de su vida en pareja y por la enfermedad de uno de
190
sus hijos, sin embargo no ha cumplido con dicho pago; por lo que al margen de
ello, dicho documento no ha sido valorado por las instancias pese a que el propio
demandante reconoce que es la cónyuge perjudicada; y iii) Respecto al
apartamiento inmotivado del precedente judicial: El Pleno Casatorio de fecha
dieciocho de mayo del año dos mil once emitido por la Corte Suprema de Justicia
de la República en el Caso número 4664-2010-PUNO, se declara como precedente
judicial vinculante, estableciendo diferentes reglas para los casos de divorcio por
la causal de separación de hecho.
191
4. Que, examinado el error in procedendo alegado, se advierte que si bien es cierto
que en materia de casación no corresponde a la Sala Suprema analizar las
conclusiones a que llega la instancia de mérito sobre las cuestiones de hecho, ni
las relativas a la valoración de la prueba examinada; sin embargo, es factible el
control casatorio tratándose de la infracción de las reglas que regulan la actividad
probatoria, entre ellas, las que establecen que el Juez tiene la obligación procesal
de valorar todos los medios probatorios en forma conjunta, utilizando su
apreciación razonada.
5. Que, el artículo 188 del Código Procesal Civil establece como finalidad de los
medios probatorios acreditar los hechos expuestos por las partes, producir certeza
en el Juez respecto de los puntos controvertidos y fundamentar sus decisiones; por
su parte el artículo 197 del mismo cuerpo legal establece que todos los medios
probatorios son valorados por el Juez en forma conjunta, utilizando su apreciación
razonada; normas procesales cuya aplicación resulta ser de carácter imperativo por
disposición expresa del artículo IX del Título Preliminar del Código Procesal Civil.
192
cual para determinarla “el Juez apreciará en el caso concreto, si se ha establecido
algunas de las siguientes circunstancias: a) El grado de afectación emocional o
psicológica; b) La tenencia y custodia de hecho de sus hijos menores de edad y la
dedicación al hogar; c) Si dicho cónyuge tuvo que demandar alimentos para él y
sus hijos menores de edad, ante el incumplimiento del cónyuge obligado; d) Si ha
quedado en una manifiesta situación económica desventajosa y perjudicial con
relación al otro cónyuge y a la situación que tenía durante el matrimonio, entre
otras circunstancia relevantes”; relevándose de ello, alegando la falta de prueba; lo
que constituye un apartamiento inmotivado del Tercer Pleno Casatorio de la Corte
Suprema de Justicia de la República realizado el dieciocho de marzo del año dos
mil once.
9. Que, siendo esto así, la sentencia de vista deviene en nula, ya que ha sido
expedida sin valorar todos los medios probatorios de manera conjunta y razonada,
de la forma que establece el artículo 197 del Código Procesal Civil concordante
con los artículos 188 y 191 del mismo Código; más aún, si se tiene en cuenta que
las pruebas deben ser estudiadas en sus elementos comunes, en sus conexiones
directas o indirectas, ya que ninguna prueba deberá ser tomada en forma aislada ni
exclusiva, sino en conjunto, por cuanto de su sola visión integral se pueden sacar
conclusiones acerca de la verdad.
10. Que, siendo evidente la violación a las normas que garantizan el derecho a un
debido proceso en los términos anotados, la denuncia casatoria debe ser amparada
y casarse la sentencia impugnada; nulidad que alcanza a la sentencia de primera
instancia; por lo que los autos deberán ser remitidos a fin que se emita nuevo
pronunciamiento acorde a derecho.
V. DECISIÓN:
193
FUNDADO el recurso de casación anexado a fojas cuatrocientos once interpuesto
por Mery Roldan Barreto; CASARON la sentencia de vista expedida con fecha
dieciocho de mayo del año dos mil once, obrante a folios trescientos noventa y
dos; en consecuencia, NULA la misma e insubsistente la apelada de fecha dieciséis
de noviembre del año dos mil diez que obra a fojas trescientos treinta y dos;
ordenaron se emita nueva sentencia conforme a ley; dispusieron la publicación de
la presente resolución en el diario oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en los
seguidos por Lucio Gonzáles Flores contra Mery Roldán Barreto y otro, sobre
Divorcio por Causal de Separación de Hecho y otro; y los devolvieron. Ponente
Señor Ponce De Mier, Juez Supremo
194
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA
SALA CIVIL
195
3. Respecto al requisito de procedencia contenido en el inciso 1 del artículo 388
del Código Procesal Civil, se advierte que Santos Juan Valverde Reyna apeló la
resolución de primera instancia que le fue adversa; asimismo en cuanto al requisito
señalado en el inciso 4 de la referida norma, el impugnante ha precisado que la
pretensión impugnatoria es revocatoria; cumpliendo con los requisitos aludidos.
4. En cuanto a las exigencias contenidas en los incisos 2 y 3 del artículo 388 del
Código Procesal Civil, la impugnante denuncia:
196
Daniel Valverde Siccha y los exámenes psicológicos que aparece que su madre les
pega mucho, tampoco han tenido en cuenta las fotografías del menor Juan de Dios
Valverde Siccha que aparece que está vendiendo dulces en la noche por lugares
peligrosos, asimismo no ha tenido en cuenta la historia clínica del citado menor que
acredita que la madre lo tiró por unas gradas fracturándole la cadera.
d) La inaplicación del artículo IX del Título Preliminar del Código de los Niños y
Adolescentes, alegando que los juzgadores no han aplicado esta norma.
e) La infracción del artículo 197 del Código Procesal Civil, alegando que los
Magistrados no han aplicado esta norma al no valorar en forma conjunta los medios
probatorios, haciendo referencia solamente a algunos medios de prueba que
acreditan la existencia del proceso de alimentos para justificar la aplicación del
artículo 97 del Código de los Niños y Adolescentes.
197
6. Además, este Supremo Tribunal no encuentra que el artículo 97 del Código de
los Niños y Adolescentes resulte inconstitucional, pues si bien es cierto que dicho
dispositivo restringe la posibilidad que el demandado por alimentos pueda iniciar
un proceso posterior de tenencia; sin embargo, establece la posibilidad de hacerlo
cuando exista una causa debidamente justificada; es decir establece una excepción
a la regla restrictiva, que encuentra su fundamento es el interés superior del menor,
reconocido en el artículo 4 de la Constitución Política del Estado y en el artículo
IX del Título Preliminar del mencionado Código.
198
probatorio ofrecido por las partes, de conformidad con el artículo 197 del Código
Procesal Civil, el cual establece que todos los medios probatorios son valorados
por el Juez en forma conjunta, utilizando su apreciación razonada, más en la
resolución solo serán expresadas las valoraciones esenciales y determinantes que
de manera objetiva sustenten su decisión; por lo que esta causal deviene en
improcedente al no haber cumplido con demostrar su incidencia directa sobre la
decisión contenida en la resolución impugnada.
V. DECISIÓN:
199
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA
SALA CIVIL PERMANENTE
2. Se trata del recurso de casación de fojas mil ciento ochenta y dos de fecha treinta
de diciembre de dos mil diez interpuesto por María Vilca Quenaya de Calderón
contra la sentencia de vista de fojas mil ciento sesenta y nueve de fecha dos de
noviembre de dos mil diez que revocando la sentencia apelada de veintitrés de
junio del dos mil diez obrante a fojas mil ciento quince declara fundada la demanda
de divorcio por causal de separación de hecho, infundada la indemnización por
daño moral a favor de la demandada; carece de objeto el pronunciamiento respecto
a la patria potestad, tenencia, custodia, régimen de visitas y alimentos respecto de
las hijas habidas dentro del matrimonio al ser las mismas mayores de edad; en
200
consecuencia: Disuelto el vínculo matrimonial, por fenecida la sociedad de
gananciales, por consiguiente los derechos y acciones que corresponden a cada uno
de los ex cónyuges sobre el inmueble ubicado en la Avenida Pro Hogar número
setecientos dieciséis del Distrito de Miraflores, Provincia y Región de Arequipa,
que será liquidado en ejecución de sentencia; asimismo la pérdida del derecho a
heredar entre sí, y la pérdida del derecho a llevar el apellido del esposo anexado a
la de la demandada; con lo demás que contiene; en los seguidos por Héctor
Calderón Flores sobre divorcio por separación de hecho.
201
que los derechos a la tutela jurisdiccional efectiva y el debido proceso no tenga
valor normativo, y los principios que inspiran el proceso civil.
7. Que, antes de continuar con el análisis del proceso y lograr verificar la existencia
o no de infracciones jurídicas procesales; corresponde realizar algunas referencias
fácticas, sobre este caso concreto; ya que sin hechos no puede haber derecho;
realizando un resumen de la controversia suscitada, materia del presente proceso.
202
descuentos por alimentos a favor de la demandada; quién no tiene mayores
necesidades económicas, tiene vivienda propia, es propietaria y conductora de un
puesto de productos hidrobiológicos, desde el año de mil novecientos sesenta,
ubicado en el terminal pesquero del Palomar de Arequipa, obteniendo ingresos
superiores a mil doscientos cincuenta nuevos soles.
10. Que apelada que fue dicha sentencia, la Cuarta Sala Civil de la Corte Superior
de Justicia de Arequipa, mediante sentencia de vista de fecha dos de noviembre de
dos mil diez, obrante a fojas mil ciento sesenta y nueve, ha revocado la apelada, y
declarado fundada la demanda de divorcio por causal de separación de hecho por
un periodo ininterrumpido de dos años, infundada la indemnización por daño
moral a favor de la demandada, entre otros; señalando básicamente: a) Si bien el
actor no precisa la fecha exacta de la separación de hecho materia de este proceso,
limitándose a indicar que se encuentran separados aproximadamente treinta y tres
años, lo cierto es que, con el Expediente número mil novecientos noventa y seis –
203
cero ochocientos quince- cero – cero cuatrocientos uno-JP-FA-cero dos, sobre
aumento de alimentos, y en especial, de la copia certificada de las ocurrencias
policiales obrante a fojas cinco del referido expediente, se acredita que los
cónyuges se encuentran separados desde el año de mil novecientos setenta y tres,
lo que determina que la pretensión cumple el requisito de temporalidad. b) Que si
bien para solicitar el divorcio por separación de hecho, el actor debe acreditar estar
al día en el pago de los alimentos; en el caso sub judice, la Juez de Primera
Instancia ha declarado improcedente la demanda, por el argumento que al
momento de la interposición de la demanda existían pendientes de aprobación de
liquidaciones de pagos de pensiones; sin embargo del referido expediente se
aprecia que existe un acto inconcluso que resultaba determinante para poder
absolver el grado, y este es el pedido de fecha ocho de enero del dos mil diez, en
el cual el ahora demandante solicita se dé por cancelada la deuda por alimentos,
pedido que hasta la fecha no ha sido resuelto. c) Que, lo resuelto en el expediente
de aumento de alimentos respecto a la retención del quince por ciento del total de
los haberes del demandado, no pudo ser cumplida por cuanto la referida empresa
minera, da cuenta que no puede descontar ese porcentaje de los haberes del
demandante por cuanto existe un descuento del cincuenta por ciento a favor de la
señora Luisa Flores Bellido. En ese sentido, ese cinco por ciento no retenido por
la empresa, y que en su oportunidad no fuera objeto de pronunciamiento de parte
de los sujetos procesales intervinientes (negligencia), ocasionó las liquidaciones
que han determinado la deuda sub materia. d) Siendo así, el actor al momento de
la interposición de la demanda ha tenido una deuda alimenticia, pero esta ha sido
en el transcurso del proceso cancelada, hecho que resulta relevante, además que la
demandada tiene a favor afectada la pensión de jubilación del actor, además de una
medida cautelar (parcial), que en caso de existir un remanente, deberá ser
ejecutada. Que otro hecho relevante, es que la parte ahora demandada, no ha
ejercido adecuada y oportunamente su derecho en el proceso de alimentos, pues
existiendo una medida cautelar a su favor (retención del treinta por ciento de la
Compensación por Tiempo de Servicios del demandante), no lo ha ejecutado
conforme correspondía a su derecho; por lo que, no es posible argumentarse que
existe un incumplimiento alimenticio, cuando ha sido la misma demandada, quien
no ha mostrado necesidad de dicha asistencia alimenticia, tanto más que existiendo
ya una sentencia, no estaba en la órbita de la voluntad del obligado alimentista
cumplir o dejar de cumplir dicho mandato judicial, sino en el interés de la
accionante requerir (o ejecutar la medida cautelar dictada) el debido cumplimiento,
si existiera necesidad. Por lo expuesto, se tiene por cumplido este requisito de
204
procedibilidad. e) En cuanto a lo establecido en el artículo 345- A del Código Civil,
no existe prueba suficiente que pueda acreditar que la demandada haya sufrido
daño moral con motivo de la separación sub materia.
205
12. Que en ese mismo caso, esta Corte Suprema ha establecido también, como
regla vinculante, que «Para una decisión de Oficio o a instancia de parte sobre la
indemnización o adjudicación de bienes, del proceso debe verificarse y
establecerse las pruebas, presunciones e indicios que acrediten la condición de
cónyuge más perjudicado a consecuencia de la separación de hecho o del divorcio
en sí. El Juez apreciará, en el caso concreto, si se ha establecido algunas de las
siguientes circunstancias: a) el grado de afectación emocional o psicológica; b) la
tenencia y custodia de hecho de sus hijos menores de edad y la dedicación al hogar;
c) si dicho cónyuge tuvo que demandar alimentos para él y sus hijos menores de
edad, ante el incumplimiento del cónyuge obligado; d) si ha quedado en una
manifiesta situación económica desventajosa y perjudicial con relación al otro
cónyuge y a la situación que tenía durante el matrimonio, entre otras circunstancias
relevantes» (punto cuarto del fallo del Pleno Casatorio).
206
señalado que no existen medios probatorios que acrediten el daño, sin mayor
observancia del artículo 197 del Código Procesal Civil y 12 del Texto Único
Ordenado de la Ley Orgánica del Poder Judicial, incurriendo la sentencia de mérito
en este extremo, en una motivación insuficiente que acarrea un vicio de nulidad,
vulnerando el debido proceso y derecho a la tutela jurisdiccional efectiva que tiene
todo justiciable, razón por la cual debe ampararse la causal de infracción normativa
de carácter procesal de manera excepcional.
V. DECISIÓN:
207
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA
SALA CIVIL PERMANENTE
2. Por resolución de fojas treinta y seis del cuaderno de casación, su fecha cuatro
de junio de dos mil doce, esta Sala Suprema declaró procedente el recurso de
casación interpuesto por el demandante, por la causal de
208
vulnerado el derecho a la prueba del recurrente al haberse declarado inadmisibles
los medios probatorios ofrecidos en su apelación, los mismos que han influido en
la decisión final, puesto que el recurrente con dichos medios de prueba acreditaba
estar al día y cumpliendo con los alimentos, sin embargo en forma incoherente y
carente de motivación se confirma la sentencia que declara infundada la demanda,
además contiene errores inexcusables en cuanto a la apreciación de la prueba y de
los hechos.
b) Infracción del artículo 122 incisos 3º y 4º del Código Procesal Civil, señalando
que la Sala ha afectado su derecho al debido proceso como al derecho a la prueba.
209
cuando el razonamiento del juez viola los principios lógicos y las reglas de la
experiencia.
210
los deberes y derechos del matrimonio; iii) El demandante al retornar al Perú
mantuvo relaciones extramatrimoniales con Julia Egoavil Macha, concurriendo en
forma esporádica al domicilio de ésta como al de la recurrente, lo que acredita con
la tarjeta de bautizo de dos menores en la que la recurrente y el demandante
aparecen como padrinos; iv) Rechaza y niega las afirmaciones del demandante en
su recurso de apelación porque no se ajustan a la verdad y legalidad, en razón a
que la recurrente jamás incurrió en actos de infidelidad; y, v) El demandante no ha
cumplido con el requisito contenido en el artículo 345-A del Código Civil, al no
haber acreditado encontrarse al día en el pago de la pensión alimenticia a favor de
la recurrente y sus cuatro hijos.
7. El artículo 188 del Código Procesal Civil establece que los medios probatorios
tienen por finalidad acreditar los hechos expuestos por las partes, producir certeza
en el Juez respecto de los puntos controvertidos y fundamentar sus decisiones, es
decir dicha norma garantiza a los justiciables la posibilidad de producir la prueba
relacionada con los hechos que configuran su pretensión o su defensa, así como la
posibilidad de ofrecer medios probatorios que consideren necesarios, que éstos
sean admitidos en la oportunidad procesal correspondiente y que sean
adecuadamente actuados; en tanto que el artículo 197 del mismo cuerpo legal
garantiza que la decisión a emitirse sea el resultado de la valoración conjunta y
razonada de los medios de prueba actuados en el proceso, lo que posibilita además
la motivación debida, ello con la finalidad de que el justiciable pueda comprobar
si el mérito de las pruebas presentadas ha sido efectiva y adecuadamente realizada;
de lo que se desprende que la valoración de las pruebas mediante la apreciación en
forma conjunta y razonada constituye una de las garantías del debido proceso, de
modo que en cautela del mismo la controversia debe resolverse según el mérito de
lo actuado.
8. Por su parte, el artículo 374 del Código Procesal Civil establece que: “Sólo en
los procesos de conocimiento y abreviados las partes o terceros legitimados pueden
ofrecer medios probatorios en el escrito de formulación de la apelación o en el de
absolución de agravios, y únicamente en los siguientes casos: 1. Cuando los
medios probatorios estén referidos a la ocurrencia de hechos relevantes para el
derecho o interés discutido, pero acaecidos después de concluida la etapa de
postulación del proceso; y, 2. Cuando se trate de documentos expedidos con fecha
posterior al inicio del proceso, o que comprobadamente no se hayan podido
conocer y obtener con anterioridad. Es inimpugnable la resolución por la que el
211
superior declara inadmisibles los medios probatorios ofrecidos. Si fueran
admitidos, se fijará fecha para la audiencia respectiva, la que será dirigida por el
Juez menos antiguo, si el superior es un órgano colegiado”. De tal dispositivo se
evidencia la obligación de los Jueces de la causa de admitir los medios probatorios
de los apelantes tendientes a acreditar sus afirmaciones en apelación siempre que
se encuentren referidos a hechos acaecidos y/o documentos expedidos en fecha
posterior a la postulación del proceso y que no se hubiesen podido conocer u
obtener con anterioridad a éste, norma que no ha sido considerada por la Sala
Superior debido a que de los medios de prueba anexados a la apelación se advierte
que cumplen los requisitos antes mencionados, en tanto han sido expedidos en
forma posterior a la etapa postulatoria del proceso en el caso del documento
emitido por el Banco de Crédito del Perú que, conforme lo ha reconocido la propia
Sala Superior al emitir la resolución que declara inadmisible los medios de prueba
presentados, contienen pagos de los años dos mil siete y dos mil ocho, esto es,
posteriores a la interposición de la demanda de autos (seis de diciembre de dos mil
seis); ocurre lo mismo respecto a los recibos simples de los meses de noviembre a
setiembre de dos mil nueve; en cuanto a la resolución emitida por el Juzgado Penal
de Huancayo es fácil apreciar que esta fue emitida con posterioridad al acto
postulatorio de demanda, en tanto se encuentra fechada el uno de junio de dos mil
nueve, así se advierte también de la declaración jurada con firma legalizada de la
demandada del tres de noviembre de dos mil ocho; en ese sentido la resolución
emitida por la Sala Superior que declara inadmisible dichos medios de prueba ha
sido emitida contraviniendo el derecho a la prueba del recurrente, y con ello ha
vulnerado el debido proceso, máxime si se tiene en cuenta lo expuesto por la
demandada al absolver la apelación del actor; razón por la cual la causal
denunciada deviene en fundada.
212
V. DECISIÓN:
213
Resolución N.º 34, del veinte de diciembre de dos mil diez (fojas 182)-, que
confirmó la sentencia número 165-2009 apelada (Resolución N.º 24) del once de
setiembre de dos mil nueve (fojas 102) que declaró infundada la demanda; en los
seguidos por Wiliam Rosel De La Cruz Prado contra Hilaria Guadalupe Herrera,
sobre divorcio por la causal de separación de hecho por más de cuatro años.
3.1.- Que, Wiliam Rosel De La Cruz Prado (representado por su Abogado Carlos
Cesar Poma Avellaneda), a través de su escrito que presentó el seis de diciembre
de dos mil seis (fojas 02), interpuso demanda contra Hilaria Guadalupe Herrera,
para que se declare el divorcio absoluto por la causal de separación de hecho por
más de 04 años y consecuentemente disuelto el vínculo matrimonial, con la
expresa condena de costas y costos. Para cuyo efecto alega los siguientes hechos:
A) Contrajo matrimonio civil ante la Municipalidad Distrital de Huancán el
veintiocho de julio de mil novecientos noventa y cuatro, fruto del cual nacieron sus
cuatro hijos Willian Hernán (18), Linen Ángel (16), Henry Iván (13) y Elvis
Alberto De La Cruz Guadalupe (10). B) Durante el matrimonio surgió
incomprensión por la infidelidad de la demandada, lo que motivo que el veintisiete
de marzo de dos mil dos, interpusiera una denuncia por violencia familiar contra
la demandada por maltratos psicológicos, proceso en el que el diez de abril de dos
mil dos, suscribieron un acta de conciliación ante la Fiscalía de Familia, donde
acordaron que el demandante y la demandada vivirían en la misma casa pero en
ambientes separados y que el recurrente solventaría los gastos de los menores hijos.
C) Como la demandada incumplió los acuerdos de la referida acta de conciliación,
el recurrente en mayo de dos mil dos, solicito la ejecución del acta de conciliación
mediante el expediente 1284-2002 y al ser requerido su cumplimiento, la
demandada no hizo caso al mismo, razón por la que a partir de abril de dos mil dos,
214
hasta la actualidad se encuentran separados de hecho, habiendo transcurrido 2 años
y 8 meses, incluso el demandante se encontraba (a la fecha de la demanda) en otro
país. D) En el proceso de ejecución de acta de conciliación mediante certificados
de depósitos judiciales se consignaron sumas de dinero por alimentos de acuerdo
al acta de conciliación; posteriormente y hasta la actualidad, desde el exterior, en
forma mensual, deposita giros en dólares a favor de la demandada, quien pese a
ello el siete de mayo de dos mil dos, le interpuso una demanda de alimentos, en el
Expediente N.º 656-2002, proceso en el que se fijó la suma de S/. 130.00 nuevos
soles por concepto de alimentos, con lo cual cumple y envía depósitos a la
demandada. E) El demandante adquirió un terreno y durante la vida conyugal
construyeron una casa de 2 pisos y azotea de material noble donde viven la
demandada y sus hijos; asimismo, adquirieron bienes muebles como máquinas de
coser y telas, los que la demandada hizo desaparecer. F) El recurrente, el veintiséis
de julio de dos mil dos, interpuso una demanda de divorcio por la causal de
violencia física o psicológica y otros, ante el Tercer Juzgado de Familia
(Expediente N.º 2002-2015) que concluyó mediante sentencia del veintiuno de
setiembre de dos mil seis, declarando infundada dicha demanda. De lo expuesto
está acreditado que el accionante está separado de la demandada por más de 4 años
y 8 meses, desde la suscripción del acta de conciliación el diez de abril de dos mil
dos hasta la actualidad.
3.2.- Que, por Resolución N.º 4 del dieciséis de marzo de dos mil siete (fojas 38),
se declaró rebelde a la demandada Hilaria Guadalupe Herrera.
215
corroborándose que el demandante en el presente proceso no se encuentra al día en
el cumplimiento del pago de sus obligaciones alimentarias, tampoco existe
documento que acredite que se encuentra al día en el cumplimiento de la referida
obligación ya que solo se ha limitado a adjuntar 3 recibos de envió de pago pero
del año 2005, en consecuencia la demanda no puede ser amparada.
216
veinte de diciembre de dos mil diez (fojas 182), confirmó la sentencia apelada
número 165-2009 (Resolución N.º 24) del once de setiembre de dos mil nueve
(fojas 102) que declaró infundada la demanda, por los siguientes fundamentos: 1)
Para interponer la acción de divorcio por separación de hecho el demandante ha
tenido que encontrarse al día en el pago de sus obligaciones alimentarias. 2)
Cuando la demanda fue presentada el seis de diciembre de dos mil seis, el
demandante no se encontraba al día en el pago de sus obligaciones alimentarias, es
más se benefició con la Resolución N.º 79 del nueve de julio de dos mil ocho (fojas
76), del proceso de alimentos que se acompaña, que declaró fundada en parte la
prescripción deducida por el demandante, en consecuencia prescrita las pensiones
alimenticias devengadas del periodo comprendido entre el veintidós de julio de dos
mil cinco y el veintidós de julio de dos mil siete. 3) La liquidación de pensiones
alimenticias devengadas del treinta y uno de julio de dos mil ocho del mismo
proceso de alimentos que se acompaña ascendente a la suma de S/. 1,752.40 que
tampoco fue cancelada por el demandante, por lo que previo requerimiento
mediante la Resolución N.º 85 (fojas 82), se hizo efectivo el apercibimiento
remitiendo copia de los actos procesales pertinentes al Ministerio Público para que
formule la denuncia penal por el delito de omisión de asistencia familiar. 4) Los
comprobantes de envió de dinero sólo están dirigidos a la demandada por el monto
de US $ 324 (fojas 29 a 31) (sin que exista prueba de que haya llegado a su
destinataria) porque el de fojas 31 por el monto de US $ 52.00 está dirigido a Julia
Egoavil Macha. En consecuencia los agravios denunciados fueron desestimados
217
recurrida no se encuentra motivada respecto a las razones que sirven de sustento a
la parte resolutiva, lesiona el derecho a la motivación de las sentencias, pues indica
que cuando la demanda fue presentada el seis de diciembre de dos mil seis, el
demandante no se encontraba al día en el pago de las pensiones alimentarias,
menciona además que el recurrente se benefició de la prescripción de las pensiones
alimenticias devengadas del periodo comprendido entre el veintidós de julio de dos
mil cinco y el veintidós de julio de dos mil siete, en consecuencia al estar prescrito
el cobro de la pensión alimenticia, el recurrente se encontraba liberado del pago.
Asimismo aduce que se ha vulnerado su derecho a la prueba al haberse declarado
inadmisibles los medios probatorios ofrecidos en su apelación, los mismos que han
influido en la decisión final, puesto que el recurrente con dichos medios de prueba
acreditaba estar al día y cumplir con los alimentos, sin embargo en forma
incoherente y carente de motivación se confirmó la sentencia que declaró infundada
la demanda, además contiene errores inexcusables en cuanto a la apreciación de la
prueba y de los hechos.
218
Ley Orgánica del Poder Judicial, en el inciso 6 del artículo 50, e incisos 3 y 4 del
artículo 122 del Código Procesal Civil, y, cuya contravención origina la nulidad de
la resolución, conforme lo disponen las dos últimas normas procesales señaladas.
10. Que, en consecuencia se verifica que las alegaciones de la denuncia vertida por
el casacionista no tienen base real por cuanto no se constata la concurrencia de
vicios insubsanables que afectan el debido proceso, en tanto que los Jueces
Superiores cumplieron con el deber de observar la garantía constitucional
contenida en el inciso 5 del artículo 139 de la Constitución Política del Perú, toda
vez que la resolución recurrida contiene una motivación coherente, precisa y
sustentada en merito a los hechos y medios probatorios materia de probanza fijados
durante el desarrollo del proceso, pues se absolvió las posiciones y
219
contraposiciones asumidas por las partes de la litis durante el desarrollo del
proceso.
220
persona distinta a la demandada Hilaria Guadalupe Herrera, verifica, conforme
también hacer notar los Jueces.
12. Que, por los fundamentos expuestos, se puede sostener que existe un
pronunciamiento motivado que sustenta porque el Juez y la Sala Superior
determinaron que el recurrente no cumplió ni acreditó que se encuentra al día en el
pago de sus obligaciones alimentarias al momento de interponer la demanda, es
decir, primero debe encontrarse al día en el pagó de su obligación alimentaria antes
de interponer la demanda de divorcio por separación de hecho, pues este es un
requisito que la norma exige para luego presentar la demanda. Lo cual desestima
la denuncia al comprobarse que no existe infracción normativa.
13. Que, a mayor abundamiento respecto a los medios probatorios que presentó
con su recurso de apelación se tiene que estos fueron declarados inadmisibles pues
esta es una facultad que la norma permite al Juez Superior, pues respecto a los
“Medios probatorios en la apelación de sentencia”, el artículo 374 del Código
Procesal Civil dispone que: “Sólo en los procesos de conocimiento y abreviados
las partes o terceros legitimados pueden ofrecer medios probatorios en el escrito
de formulación de la apelación o en el de absolución de agravios, y únicamente en
los siguientes casos:
221
1) Documento de la central de pagos del Banco de Crédito del Perú, Cliente
beneficiario: William Hernán De La Cruz Guadalupe; y, el Cliente ordenante fue
William Prado De La Cruz correspondientes a: mayo de dos mil seis; febrero,
marzo, abril, junio, julio, agosto, setiembre, octubre, noviembre y diciembre de dos
mil siete y de enero a octubre de dos mil ocho, por diversos montos en dólares
(fojas 105 a 106);
2) Recibos simples de pago por S/. 100.00 Nuevos Soles a favor de sus hijos, en
los meses de noviembre y diciembre de dos mil ocho; de enero a diciembre de dos
mil nueve (fojas 109 a 119);
3) La Resolución N.º 3 del uno de junio de dos mi nueve (fojas 120), emitida por
el Sexto Juzgado Penal de Huancayo en el proceso sobre omisión de asistencia
familiar, en el que se resuelve declarar fundada la cuestión previa, nulo todo lo
actuado y por no presentada la denuncia; y, 4) La declaración jurada extrajudicial
de la demandada con firma legalizada del tres de noviembre de dos mil ocho en la
que manifiesta que recibió S/. 3,239.60 nuevos soles por concepto de alimentos a
favor de sus hijos, al encontrarse con detención el recurrente en el proceso penal
aludido, para que se deje sin efecto las órdenes de captura. Por lo que se verifica
que el recurrente cuando interpuso la demanda el seis de diciembre de dos mil seis
(etapa postulatoria), no acreditó que se encontraba al día en el pago de sus
obligaciones alimentarias conforme exige la norma civil, por lo que el Juez declaró
infundada su demanda, decisión que fue confirmada por los Jueces Superiores;
ahora bien, los medios probatorios ofrecidos por el casacionista mediante su
recurso de apelación son pagos que efectuó los años dos mil siete, dos mil ocho y
dos mil nueve, es decir, son posteriores a la etapa postulatoria, que no acreditan el
cumplimiento de la obligación alimentaria antes de diciembre de dos mil seis, esto
es, no acreditó el cumplimiento de su obligación alimentaria desde el tercer
Acuerdo Conciliatorio del Acta de Conciliación de dos mil dos (fojas 17), ni los
dispuestos en el proceso de alimentos del expediente 656-2002 acompañado, desde
el dos mil cuatro, dos mil cinco y dos mil seis; de que más bien se benefició con la
prescripción de las pensiones alimentarias.
V. DECISIÓN:
222
Mi voto es porque se declare INFUNDADO el recurso de casación interpuesto por
Wiliam Rosel De La Cruz Prado -a través del escrito de fojas 183-; NO CASAR
la sentencia de segunda instancia número 505-2010 (Resolución N.º 32) del diez
de agosto de dos mil diez (fojas 169) –corregida por Resolución N.º 34, del veinte
de diciembre de dos mil diez (fojas 182), expedida por la Primera Sala Mixta de la
Corte Superior de Justicia de Junín; SE DISPONGA la publicación de la presente
resolución en el Diario Oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en los seguidos
por Wiliam Rosel De La Cruz Prado contra Hilaria Guadalupe Herrera, sobre
divorcio por la causal de separación de hecho por más de cuatro años. Interviene
como ponente la señora Juez Supremo Huamaní Llamas; y los devolvió.
223
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA
SALA CIVIL PERMANENTE
224
bien, se cuestiona la salida del país junto a sus hijos, se realizó pensando sólo en el
interés y bienestar de ellos, no pudiendo ser evaluado ni calificado de manera
aislada. En éstos y demás argumentos que se describe en la resolución de
procedencia sustenta la casante su recurso.
225
mayo de dos mil ocho, logrando recuperar a sus hijos al día siguiente, presentando
inmediatamente la demanda de suspensión de la patria potestad y tenencia ante el
Juzgado Mixto de Villa El Salvador, que fue declarada improcedente. El
diecinueve de junio de dos mil ocho, el demandado nuevamente logró llevarse a su
hijo Francisco Gerardo del colegio donde estudia. Desde esa fecha lo mantiene en
su poder en el domicilio indicado. Es evidente que tratándose de hijos de padres
separados sólo es posible que uno de los dos ejerza la tenencia y custodia,
correspondiendo al juzgado resolver teniendo en cuenta el bienestar de los niños.
3. Que, admitida la demanda a fojas ciento setenta y dos, en la vía del proceso único,
el juzgado mediante resolución de fojas trescientos sesenta y cuatro resolvió la
acumulación a estos autos del proceso número cinco mil doscientos veinticuatro –
dos mil ocho, seguido por Juan Francisco Palacios Ramírez sobre tenencia de los
mismos menores, oficiando al Cuarto Juzgado de Familia de Lima Norte a fin de
que remita dicho expediente, proceso que corre como acumulado a estos autos.
Juan Francisco Palacios Ramírez fundamenta su demanda en el hecho que la
demandada hizo abandono del hogar el catorce de noviembre de dos mil cinco para
irse de viaje a los Estados Unidos, lugar donde contrajo matrimonio, dejando en
pleno abandono a sus hijos Francisco Gerardo y Gerardo Santiago Palacios Uribe.
Sostiene que el veintiséis de mayo de dos mil ocho, la emplazada llegó al Perú,
arrebatándole a sus hijos en forma violenta, ante lo cual formuló denuncia penal
ante la Cuadragésima Sexta Fiscalía Provincial Penal de Lima (trescientos trece-
dos mil ocho). Agrega que el diecinueve de junio de dos mil ocho se apersonó al
Instituto de Rehabilitación Infantil y Educación Especial “Milagroso Niño Jesús”
para informarse del avance de sus hijos, enterándose que la demandada había
suspendido la atención médica y terapia de los niños, lo que motivó que concurriera
a los colegios donde estudiaban sus hijos, encontrando al niño Francisco Gerardo
abandonado, decidiendo llevárselo con conocimiento del personal y de la Sétima
Fiscalía de Familia de Lima. Señala que posteriormente la demandada, en
compañía de terceros y familiares, irrumpe violentamente en su domicilio,
reduciendo a la nana de su hijo, a quien amarran la mano, para posibilitar llevarse
a su hijo, además de sus pertenencias y dinero en efectivo ascendente a la suma de
cinco mil setecientos ochenta y seis nuevos soles, hecho que denunció ante la
Décimo Segunda Fiscalía Provincial en lo Penal de Lima Norte (denuncia número
cuatrocientos setenta y seis – dos mil ocho).
226
4. Que, mediante sentencia de primera instancia obrante a fojas setecientos
cuarenta y cuatro se declaró infundada la demanda de tenencia interpuesta por
Ynes Dina Uribe Huamaní, y fundada la demanda de tenencia interpuesta por Juan
Francisco Palacios Ramírez, en consecuencia ordena que los niños Francisco
Gerardo y Gerardo Santiago Palacios Uribe se encuentren bajo la tenencia de su
padre, señalándose un régimen de visitas a favor de la madre en forma libre y sin
restricciones, con costas y costos. Habiendo apelado Ynes Dina Uribe Huamaní
respecto de la sentencia de primera instancia, la Segunda Sala Especializada de
Familia de Lima, confirmó la referida sentencia mediante sentencia de vista
corriente a fojas ochocientos treinta y uno.
227
los profesionales expertos en psicología mas no en trabajo social, cuyos roles y
funciones son distintos; de igual forma, en cuanto al informe psicológico practicado
a Juan Francisco Palacios Ramírez, coincide con el A quo, en el sentido, que los
rasgos y conductas que presenta éste en su personalidad, se debe a la conducta de
Ynes Dina Uribe Huamaní, que ha motivado la separación abrupta y falta de
contacto con sus hijos.
7. Que, ahora bien, la proscripción regulada por el artículo 97 del Código de los
Niños y Adolescentes tiene como sustento el impedir el ejercicio abusivo del
derecho, por cuanto el requerimiento judicial para el cumplimiento de la obligación
alimentaria de un padre o una madre a favor de su hijo evidencia la inobservancia
de uno de los deberes inherentes al ejercicio de la patria potestad, como es el
asistirlo económicamente en pro de su subsistencia; por ende, no resultaría ético
que aquél padre o madre que no atendió por su propia voluntad a su hijo en sus
228
necesidades básicas, pretenda posteriormente tenerlo en su compañía dado el
riesgo que ello supondría para la integridad del hijo. Empero, el legislador introduce
una excepción a la prohibición general, cuál es, que exista una causa debidamente
justificada que debe ser: 1) invocada y probada por el actor; y, 2) merituada por el
juzgador. Es de entender que la causa justificada necesariamente tiene que tener
como sustento la existencia de hechos o circunstancias que descalifican al padre o
madre que detentaba la tenencia de su hijo, a partir de lo cual el otro progenitor es
legitimado, por imperio de la ley, para accionar.
8. Que, en el caso de autos, del análisis de la sentencia de vista se colige que los
fundamentos esbozados por la autoridad jurisdiccional para confirmar la sentencia
de primera instancia que declara fundada la demanda interpuesta por Juan
Francisco Palacios Ramírez e infundada la demanda interpuesta por Ynés Dina
Uribe Huamaní (procesos acumulados) son específicamente los siguientes: 1) que,
se ha acreditado que quien ejerció mayor tiempo el cuidado de sus hijos fue el antes
nombrado, lo que no resultó perjudicial para aquellos; 2) la forma violenta,
propiciada por la recurrente, de cómo se produjo la separación entre padre e hijos;
y, 3) la forma irregular en que los niños fueron alejados del territorio nacional por
su progenitora; vale decir, que se interpreta y aplica con arreglo a ley los artículos
84 inciso a) y 97 del Código de los Niños y Adolescentes para favorecer al padre
con la tenencia y custodia de sus hijos.
229
éstos hasta mediados del año dos mil ocho, fecha en que retornó al país; 2) que, no
se ha acreditado que Juan Francisco Palacios Ramírez esté impedido para ejercer
el rol paterno; y, 3) que, si bien este último fue emplazado ante el Juzgado de Paz
Letrado de Villa El Salvador a fin que acuda con alimentos a sus hijos, lo cierto es
que Ynes Dina Uribe Huamaní, sin contar con autorización judicial y estando por
resolverse el proceso de tenencia de custodia sometido a conocimiento de la
autoridad judicial, viajó en compañía de sus hijos a los Estados Unidos, lo que
evidencia un acto de temeridad y mala fe. Por tanto, al no acreditarse la infracción
de las normas denunciadas es de concluir que el recurso de casación debe ser
desestimado
V. DECISIÓN:
230
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA
SALA CIVIL PERMANENTE
I. HECHOS:
231
a) siempre ha existido comprensión de su parte y que es el demandante quien
atentó contra su persona tanto física como psicológicamente, tal como se
desprende de las denuncias de violencia familiar; y formula reconvención a fin de
que se declare el divorcio por las causales de violencia física o psicológica, injuria
grave, abandono injustificado del hogar conyugal, conducta deshonrosa y haber
sido condenado por delito doloso.
232
libertad mayor de dos años, impuesta después de la celebración del matrimonio a
Carlos Manuel Galarza Zavaleta.
a) Infracción normativa del artículo 345-A del Código Civil, indicando que se
ha expedido sentencia sin haberse pronunciado respecto a la indemnización de
233
daños y perjuicios a la recurrente, máxime si en reiterada jurisprudencia se ha
señalado que todo decaimiento del vínculo matrimonial implica perjuicio para
ambos cónyuges, que no lograron consolidar una familia estable de modo tal que
en los procesos de divorcio por separación de hecho, los juzgadores deben
pronunciarse necesariamente, aun cuando no se haya solicitado, sobre la existencia
o no de un cónyuge que resulte más perjudicado de acuerdo a su apreciación de los
medios probatorios.
3. Que, al respecto el artículo 345-A del Código Civil señala que, el Juez velará
por la estabilidad económica del cónyuge que resulte perjudicado por la separación
de hecho, así como la de sus hijos. Deberá señalar una indemnización por daños,
incluyendo el daño personal u ordenar la adjudicación preferente de bienes de la
sociedad conyugal, independientemente de la pensión de alimentos que le pudiera
corresponder.
234
pronunciará por la improcedencia de la indemnización en el caso concreto. El Juez
no tendrá ninguna base fáctica, probatoria ni jurídica para emitir pronunciamiento
de fondo en tales circunstancias. Pero además, el Juez vulneraría el principio de
contradicción y el derecho de defensa del cónyuge a quien le impone el pago de la
indemnización, pues lo sorprendería con una decisión de tal índole y, por tanto, se
lesionaría sus derechos al debido proceso y a la tutela jurisdiccional efectiva
reconocidos por el inciso 3 del artículo 139 de nuestra Carta Política, no podría
alegarse que el Juez, en este supuesto, este actuando al amparo del principio iura
novit curia, pues sin ningún pedido o alegación ni base fáctica acreditada
pretendería aplicar la parte de la norma jurídica (artículo 345-A) referida a los
“perjuicios”
235
V. DECISIÓN:
236
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA
SALA CIVIL PERMANENTE
I. HECHOS:
237
2. Luisa Mercedes Suárez Quispe de Luna contesta la demanda la demanda
alegando que:
238
e) Respecto a la causal de imposibilidad de hacer vida en común, refiere la
demandada que el abuso de su cónyuge consiste en el hecho de no asistirle
económicamente con lo necesario para su sustento, además del hecho de haber
mantenido relaciones sexuales fuera del matrimonio e incluso procrear un hijo y
que el demandante haya accionado para pedirle el divorcio sustentando sus
pretensiones en mentiras y calumnias. Finalmente, peticiona una indemnización
por daños y perjuicios en la suma de S/. 100,000.00 (cien mil con 00/100 Nuevos
Soles) por todo el daño material, físico y psicológico causados.
3. Por medio del escrito de fojas ciento ochenta y cinco, el reconvenido señala
respecto a las causales de abandono injustificado del hogar e imposibilidad de
hacer vida en común que es una persona adversa a los conflictos y escándalos,
razón por la que planteó el presente proceso por la causal de separación de hecho
no mencionando las verdaderas causas que obligaron a que se retire del hogar
conyugal. Sostiene que regresaba a la ciudad de Lima cada seis meses, siendo que
el día diez de febrero de mil novecientos noventa y ocho, a solo treinta y un días
de haber salido hacia el lugar de su trabajo en Venezuela, inusualmente se vio
obligado a regresar a Paramonga porque al tratar de comunicarse con su esposa,
quien debía haber regresado de los funerales de su abuelo en la localidad de Mala,
no contestaba el teléfono de la casa, comunicándose con su hijo José que se
encontraba en Lima, quien trató infructuosamente de ubicar a su madre. Indica que
a las seis de la mañana del día once de febrero viajó a Paramonga, acompañado de
su otra hija Jennifer, encontrando la casa cerrada, debiendo ingresar por el techo.
Ese día la demandada apareció a las seis de la tarde y se sorprendió al ver a sus
hijos adentro, poniéndose nerviosa sin saber cómo explicar donde había pasado la
noche.
239
las supuestas lesiones; que asimismo con un correo dirigido a su hijo señala que
acepta que ha consignado en su escrito la violencia familiar porque así le
aconsejaron sus abogados; que en otro correo la demandada acepta que ya no
tienen nada en común con el demandante desde hace diez años.
Finalmente refiere que las pruebas presentadas sobre violencia familiar no deben
actuarse ya que fueron resueltas por la Segunda Fiscalía Provincial Civil y de
Familia de Barranca. En cuanto a la indemnización, es falso que le haya causado
un daño material, físico y psicológico, ya que la culpable de la separación fue la
demandante por su conducta deshonrosa.
240
siete, al producirse un acto de violencia familiar, ambas partes arribaron a una
conciliación ante la Segunda Fiscalía Provincial Civil y de Familia, en la cual
depusieron toda actitud de agresión, y siendo que los maltratos no continúan en la
actualidad la sentencia considera que dicha causal deviene en infundada.
241
la casa conyugal, violencia física y psicológica y por imposibilidad de hacer vida
en común así como la pretensión accesoria de indemnización.
iii) respecto a la causal de imposibilidad de hacer vida en común que los hechos
no han sido probados en la secuela del proceso con medio probatorio idóneo; y,
242
IV. RAZONAMIENTO DE LA CORTE SUPREMA:
2. Que, como quiera que las partes fijan los límites de la impugnación, debe
señalarse que en el presente caso lo que se ha denunciado como infracción
normativa es la vulneración del artículo 345-A del Código Civil, dispositivo
vinculado a la separación de hecho y que se refiere a la indemnización que debe
otorgarse al cónyuge perjudicado. Por consiguiente, al Tribunal Supremo le queda
claro que sobre los otros hechos: el divorcio demandado y la reconvención
planteada no existe discusión alguna, y que la controversia gira en torno a la
posibilidad de indemnizar a la recurrente.
3. Que, la demandante alega que desde muy temprana edad se dedicó al hogar
conyugal, ya que contrajo matrimonio con el demandante a los quince años de
edad, sin estudiar ninguna profesión ni oficio, con dedicación exclusiva a su hogar,
a su esposo y a sus tres hijos de manera absoluta, mientras el demandante obtuvo
el título profesional de ingeniero, trabaja en una gran empresa, tiene un sueldo
elevado y goza de gran solvencia económica. Manifiesta que no tiene ninguna
profesión, ningún oficio y nada con lo cual defenderse en la vida.
4. Que, el artículo 345- A del Código Civil prescribe: “El juez velará por la
estabilidad económica del cónyuge que resulte perjudicado por la separación de
hecho, así como la de sus hijos. Deberá señalar una indemnización por daños,
incluyendo el daño personal u ordenar la adjudicación preferente de bienes de la
sociedad conyugal, independientemente de la pensión de alimentos que le pudiera
corresponder”.
5. Que, tal disposición ha sido objeto de análisis en el Tercer Pleno Casatorio Civil
realizado el trece de mayo de dos mil once. En dicho pleno se estableció como
precedente judicial vinculante que en: “los procesos sobre divorcio –y de
separación de cuerpos– por la causal de separación de hecho, el Juez tiene el deber
243
de velar por la estabilidad económica del cónyuge que resulte más perjudicado por
la separación de hecho así como la de sus hijos, de conformidad con lo dispuesto
por el artículo 345-A del Código Civil. En consecuencia, a pedido de parte o de
oficio señalará una indemnización por daños, el que incluye el daño a la persona,
u ordenará la adjudicación preferente de bienes de la sociedad conyugal,
independientemente de la pensión de alimentos que pudiera corresponderle. El
daño moral es indemnizable y se halla comprendido en el daño a la persona”.
244
permitido verificar si en efecto se han analizados éstos y si la subsunción realizada
es la que corresponde a los principios lógicos.
10. Que, dada la infracción procesal existente, ello implicaría la nulidad de los
actuados a fin que la Sala Superior emita nueva sentencia. Sin embargo, este
Tribunal Supremo estima que es posible emitir resolución actuando en sede de
instancia, tanto porque se ha denunciado la infracción del artículo 345-A como
porque como menciona el Tercer Pleno Casatorio Civil, ello resulta conforme “con
lo dispuesto en los artículos 4 y 43 de la Constitución Política del Estado que
reconoce, respectivamente, la protección especial al niño, la madre, el anciano, la
familia y el matrimonio, así como la fórmula política del Estado democrático y
social de Derecho”.
11. Que, siendo ello así se advierte que los hechos mencionados en el octavo
considerando de la presente sentencia acreditan de manera fehaciente el daño
sufrido y la condición de perjudicada de la demandada en el divorcio materia del
presente proceso, tanto más si se presentan cada uno de los elementos señalados
en el Tercer Pleno Casatorio Civil, esto es, “a) el grado de afectación emocional o
psicológico; b) la tenencia y custodia de hecho de sus hijos menores de edad y la
dedicación al hogar; c) si dicho cónyuge tuvo que demandar alimentos para él y
sus hijos menores de edad, ante el incumplimiento del cónyuge obligado; d) si ha
quedado en una manifiesta situación económica desventajosa y perjudicial con
relación al otro cónyuge y a la situación que tenía durante el matrimonio, entre
otras circunstancia relevantes”. Todo ello se ha acreditado, así la depresión de la
demandada ha sido verificada con las declaraciones de sus hijos, siendo que la
demandada se quedó al cuidado de su prole, tuvo que demandar alimentos y ha
quedado en situación de desventaja económica. Tales circunstancias impelen a
señalar que corresponde otorgar indemnización a la afectada.
245
12. Que, a pesar de lo expuesto, la indemnización no puede ser fijada de manera
arbitraria, pues ella debe también verificar si hay otros factores que expliquen la
conducta de las partes. Así, las instancias de mérito –cuyo pronunciamiento no ha
sido cuestionado en el presente recurso de casación- han determinado que la
separación de hecho fue ocasionada también por el comportamiento de la
reconviniente, lo que obliga a tener en cuenta tal acto pues el deber de solidaridad
del que surge la obligación de indemnizar tiene que ser analizado conjuntamente
con la concurrencia de culpas. De hecho, la sentencia casatoria vinculante expone
en su fundamento número cincuenta que: “para la determinación de la
indemnización se hace necesario recurrir a ciertos elementos de la culpa o dolo, a
fin de identificar al cónyuge más perjudicado” y agrega que debe tenerse en cuenta
si “no se ha dado motivos para la separación de hecho”. En ese contexto, como
quiera que aquí se ha acreditado corresponsabilidad, este Tribunal Supremo estima
que debe fijarse una indemnización prudencial de S/. 10,000.00 (diez mil con
00/100 Nuevos Soles) que corresponda: (i) al perjuicio existente conforme los
datos expresados en el considerando precedente; (ii) a la culpa de las partes,
detallado en las sentencias de mérito; (iii) a la edad de la reconviniente
(actualmente cincuenta y ocho años de edad); (iv) a la inexistencia de hijos
menores; y, (v) a la conciliación arribada en el proceso de alimentos.
V. DECISIÓN:
246
indemnizatorio de S/. 10,000.00 (diez mil con 00/100 Nuevos Soles) a favor de
Luisa Mercedes Suárez Quispe; ORDENARON que Juan José Luna Zúñiga pague
a favor de Luisa Mercedes Suárez Quispe de Luna el monto señalado. dispusieron
la publicación de la presente resolución en el Diario Oficial El Peruano, conforme
a Ley; en los seguidos por Juan José Luna Zúñiga con Luisa Mercedes Suárez
Quispe, sobre divorcio por la causal de la separación de hecho; y los devolvieron;
interviniendo como ponente el Señor Juez Supremo Calderón Puertas.
247
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA
SALA CIVIL
248
su condición de cónyuge perjudicado con la separación de hecho. En esa
perspectiva, refiere que no se ha considerado la estabilidad económica de su
persona, si se considera que inició un proceso de alimentos por ante el Quinto
Juzgado de Paz Letrado del Callao e, incluso, se ha hecho efectivo el
apercibimiento de pedirse copias certificadas de las piezas procesales pertinentes
para remitirlas al Ministerio Público, para que conforme a sus atribuciones formule
la denuncia penal por el delito de omisión a la asistencia familiar. Para la
impugnante, la interpretación correcta de la norma material invocada, debió ser,
que al no haber el demandante abonado el importe correspondiente a sus pensiones
mensuales, respecto al proceso judicial por alimentos, no procede declarar fundada
su demanda.
II. DECISIÓN:
249
de la Señora Jueza Suprema Estrella Cama, participa la Señora Jueza Suprema
López Vásquez
250
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA
SALA CIVIL
251
falta de causal, tampoco subsanar de oficio los defectos incurridos por la casante
en la formulación del referido recurso. Cabe precisar que esto último es diferente
de la norma que dispone la procedencia excepcional del recurso de casación, ya
que esta es una facultad de la Sala Civil de la Corte Suprema que aplica cuando
considera que al resolver el recurso éste cumplirá con los fines de la casación, para
cuyo efecto debe motivar las razones de la procedencia excepcional. Pero el
presente caso no amerita ello.
252
respecto al proceso judicial por alimentos no procede declarar fundada su
demanda.
6. A que, la denuncia del acápite a), así como el recurso interpuesto, cumplen los
requisitos de procedencia dispuestos en los incisos 2, 3 y 4 del artículo 388 del
Código Procesal Civil, pues se describe con claridad y precisión la infracción
normativa, se demuestra la incidencia directa de la mismas y se indica que el
pedido casatorio es anulatorio; que siendo así, se debe proceder conforme a lo
dispuesto por el artículo 391 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley
29364.
II. DECISIÓN:
S. HUAMANÍ LLAMAS.
253
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA
SALA CIVIL
254
una de las referidas causales, demostrar la incidencia directa de la infracción sobre
la decisión impugnada. Y esta exigencia es para lograr los fines del recurso, estos
son: nomofiláctica, uniformizadora y dikelógica. Siendo así, es obligación procesal
del recurrente saber adecuar los agravios que denuncia a las causales que para la
referida finalidad taxativamente se encuentran determinadas en la norma procesal
civil, pues el Tribunal de Casación no está facultado para interpretar el recurso de
casación, ni de integrar o remediar las carencias del mismo o dar por supuesta y
explícita la falta de causal, tampoco subsanar de oficio los defectos incurridos por
el casacionista en la formulación del referido recurso. Cabe precisar que esto
último es diferente de la norma que dispone la procedencia excepcional del recurso
de casación, ya que esta es una facultad de la Sala Civil de la Corte Suprema que
aplica cuando considera que al resolver el recurso éste cumplirá con los fines de la
casación, para cuyo efecto debe motivar las razones de la procedencia excepcional.
Pero el presente caso no amerita ello.
4. Que, al evaluar los requisitos de procedencia dispuestos en los cuatro incisos del
artículo 388 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley 29364, se verifica
que el casacionista nombrado satisface el primer requisito previsto en el inciso 1
del referido artículo, toda vez que no consintió la sentencia de primera instancia
(fojas 418), pues al serle adversa, la impugnó mediante su recurso de apelación
(fojas 428).
255
pues alega que la Sala de Familia no ha tenido presente lo prescrito en las normas
denunciadas y ha menoscabado dichos principios rectores; aduce que no se ha
emitido pronunciamiento expreso sobre la condición de cónyuge perjudicado por
la separación de hecho que le corresponde al recurrente. Precisa que no existe duda
que el recurrente tiene la condición de cónyuge perjudicado por la separación de
hecho (fue afectado emocional y patrimonialmente), lo cual está probado con los
medios probatorios y las sentencias de primera y segunda instancia del expediente
número 3206-86 (sobre divorcio por causal de abandono del hogar conyugal), en
las que se estableció que fue la demandante quien lo abandonó, las que ostentan
calidad de cosa juzgada, por lo que no se puede desconocer dicho hecho. b)
Apartamiento inmotivado del precedente judicial - Tercer Pleno Casatorio Civil,
Casación número 4664-2010-Puno, debido a que exige a la Magistratura
pronunciarse expresamente sobre la existencia de la condición del cónyuge más
perjudicado por la separación de hecho, condición que, en el presente proceso,
recae sobre el recurrente, que fue establecido en el proceso judicial de divorcio
seguido por la demandante en mil novecientos ochenta y seis, el mismo que ostenta
la calidad de cosa juzgada. Finalmente indica que su pedido casatorio es anulatorio
y revocatorio.
256
cual implicaría la revaloración de dichos medios probatorios, lo que resulta
impropio a los fines de la casación.
8. Que, respecto a la causal del acápite b), se tiene que, así propuesta la causal de:
Apartamiento inmotivado del precedente judicial, la misma no resulta atendible;
pues la instancia de mérito si observó y aplicó el Tercer Pleno Casatorio (Casación
número 4664-2010-Puno, publicada el trece de mayo de dos mil once, en el Diario
Oficial El Peruano, respecto al tema de divorcio por la causal de separación de
hecho) indemnización fijada a favor del cónyuge perjudicado, toda vez que en
relación a la pretensión de indemnización, se acreditó que el recurrente no probó
de manera suficiente e idónea haber sido perjudicado con la separación. En
257
consecuencia, la causal alegada, bajo tal argumento, no resulta idónea para
proceder a la revisión en esta sede de las conclusiones arribadas por las instancias
de mérito.
II. DECISIÓN:
258
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA
SALA CIVIL PERMANENTE
I. HECHOS:
259
2. Ministerio Público Alega que el Estado protege al matrimonio y la familia como
institución fundamental de la sociedad, consecuentemente para pretender la
disolución de la unión conyugal tendrán que presentarse hechos graves que hagan
del divorcio un remedio necesario y afecten la unidad familiar lo que será materia
de probanza.
3. Yanet Hilda Iberos Dueñas Sostiene que desde el año dos mil dos viene
padeciendo de “artritis reumatoidea” enfermedad que la mantiene postrada en la
cama y que la ha dejado discapacitada, conforme lo acredita con el certificado de
discapacidad expedido por el Hospital Regional de Puno, por lo mismo se
encuentra delicada de salud; aprovechando el demandante para alejarse de la
suscrita a fin de no asumir su responsabilidad como cónyuge y padre de sus dos
hijos desde el año dos mil ocho, a sabiendas que la suscrita se encontraba
completamente delicada de salud imposibilitada de trabajar para su sobrevivencia.
El demandante a sabiendas que sus menores hijos se encuentran cursando estudios
primarios y secundarios con gran éxito, ha hecho abandono sin cumplir sus
obligaciones de padre, ni menos ha tenido compasión de la suscrita al estar
delicada de salud aduciendo que no es suficiente lo que percibe como Técnico
Topógrafo de la Municipalidad Provincial de Puno.
Mediante sentencia de fecha uno de setiembre de dos mil once, se declaró fundada
la demanda, fundamentando su decisión en los siguientes considerandos:
i) Del acta de conciliación por falta de acuerdo se tiene que el demandante viene
cumpliendo con su obligación alimentaria tanto así que indica que semanalmente
asigna cien nuevos soles, igualmente paga las mensualidades al Colegio San
Ignacio de Loyola por concepto de enseñanza en la suma de trescientos nuevos
soles a razón de ciento cincuenta por cada hijo, hecho que no ha sido negado por
la demandada, pero si indica que los cien nuevos soles no son entregados en forma
260
puntual, que si bien no llegaron a un acuerdo, esta se viene ventilando en el proceso
número 1825-2010 del Tercer Juzgado de Paz Letrado de Puno.
iii) En el caso de autos no se ha podido establecer con certeza cuál de los cónyuges
fue el causante de la separación de hecho, pues ambos tienen sus versiones, por lo
que no se fija suma alguna por indemnización.
261
c) De fojas ciento cincuenta y dos a ciento noventa y siete aparece en copia
certificada del proceso de alimentos signado con el número 01825- 2010-02101-
JP-FC-03 por el cual la ahora demandada le exige al hoy accionante el
cumplimiento de su obligación alimenticia para la cónyuge y para los hijos de
estos, proceso que se encuentra en trámite y en el que las partes no pudieron
conciliar, por tanto el demandante no solo no se encuentra al día en sus
obligaciones alimentarias, sino que no las cumple a cabalidad, lo que ha
determinado que sea demandado por ello, situación que determina la
improcedencia de las pretensiones contenidas en la demanda.
a) Infracción del artículo 197 del Código Procesal Civil, afectando el debido
proceso y su derecho de defensa; toda vez que dicha norma regula la valoración
conjunta de los medios probatorios presentados durante el decurso del proceso,
dispositivo que a su juicio no se cumplió ya que en no se evaluaron los medios
probatorios que demostraban cada una de las causales invocadas, como es el acta
de conciliación, donde la demandada acepta que se encuentran separados por más
de 4 años; el proceso de alimentos y tenencia, la pensión por alimentos que pasa a
sus hijos, el mismo que se ejecuta mediante el descuento de planillas de trabajo de
la Municipalidad de Puno donde labora actualmente; además, no se tuvo en cuenta
los vouchers de depósito que efectuó a la demandada; precisa, que la demandada
no presentó pruebas que acrediten los fundamentos de la contestación de la
demanda.
b) Infracción del artículo 333 inciso 12 del Código Civil, porque en concepto
del recurrente durante el tiempo que duró el vínculo matrimonial no han adquirido
ninguna clase de bienes que diera lugar a la división de gananciales.
262
CUESTIÓN JURÍDICA EN DEBATE: En el presente caso, la cuestión jurídica en
debate consiste en determinar si el demandante se encontraba al día en el pago de
sus obligaciones alimentarias u otras pactadas para iniciar la presente demanda de
divorcio por la causal de separación de hecho.
263
Preliminar, 50º numeral 6, 122º inciso 3 del Código Procesal Civil y 12 de la Ley
Orgánica del Poder Judicial, dispositivos legales que aseguran la publicidad de las
razones que tuvieron en cuenta los jueces para pronunciar sus sentencias,
resguardando a los particulares y a la colectividad de las decisiones arbitrarias,
estando obligados los jueces a enunciar las pruebas en que sostienen sus juicios y
a valorar las mismas racionalmente, consistiendo la falta de motivación no sólo en
la falta de exposición de la línea de razonamiento que determina al juzgador a
decidir la controversia, sino también en la no ponderación de los elementos
introducidos en el proceso de acuerdo con el sistema legal, es decir, no justificar
suficientemente la parte resolutiva de la sentencia a fin de legitimarla.
5. Que, sobre el derecho a la prueba regulado en el artículo 197 del Código Procesal
Civil, es preciso indicar que el mismo viene configurado como un derecho
fundamental que tiene como finalidad: “fijar los hechos a los que el Juez en su
sentencia determinará el derecho”, es decir “pasan a ser hechos ciertos los que eran
meramente afirmados en el momento inicial del proceso”, permitiendo que el
juzgador llegue a la convicción de cuál es la verdad procesal en un litigio
determinado. Por tanto, el derecho a la prueba tiene una finalidad instrumental,
pues posibilita que la decisión del conflicto planteado por el ciudadano se pueda
dilucidar en la existencia o inexistencia de los hechos relevantes para la misma, y
de esta forma responda a una tutela jurisdiccional efectiva como solución
razonable al problema planteado por el justiciable.
264
obedece a que el acto postulatorio adolece de un requisito para su admisibilidad,
como se ha indicado en el caso de autos, la falta de acreditación del pago de las
obligaciones alimentarias.
9. Siendo ello así, al haber establecido la Sala Superior que el actor no ha probado
que se encuentra al día en sus obligaciones alimentarias u otras pactadas la
demanda deviene en improcedente, conforme se ha declarado en la resolución
impugnada, siendo así este extremo del recurso deviene en infundado.
10. Finalmente en cuanto a la infracción del artículo 333 inciso 12 del Código
Civil, debe indicarse que dicho dispositivo legal regula la separación de hecho
como causal de separación de cuerpos y divorcio, y que tuvo como finalidad
resolver un problema social, el cual consistía en dejar de mantener la ficción de
una relación conyugal inexistente, la cual producía daños a las partes, quienes
tendrían la posibilidad de rehacer, sentimentalmente, su vida o formalizar sus
nuevas relaciones de pareja. Por ende, al igual que toda norma legal, el fin último
de los legisladores fue el procurar resolver el problema social surgido entre dos
personas que, a pesar del tiempo de separación, no tenían posibilidad legal de
separarse y divorciarse, bajo las estrictas causales de divorcio, propias de un
sistema jurídico absolutamente protector del matrimonio; que es en esas
circunstancias que se dicta la norma que instituye como causal de divorcio, la
separación de hecho, convirtiendo nuestro sistema o modelo de divorcio sanción,
en un sistema o modelo plurimodal en donde también se insertan causales propias
del sistema o modelo del divorcio remedio. 10. En el caso de autos, al no haberse
probado que el demandante se encontraba al día en el pago de sus obligaciones
265
alimentarias resultaba prematura analizar aún si se había configurado la causal de
separación de hecho consagrada en el citado artículo 333 inciso 12 del Código
Civil, así como verificar si los cónyuges adquirieron bienes dentro de la sociedad
de gananciales, como refiere el recurrente, consiguientemente esta denuncia
también deviene en infundada.
V. DECISIÓN:
266
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA
SALA CIVIL
267
3. Que, en lo referente a los requisitos de procedencia previstos en el artículo 388º
del Código Procesal Civil, modificado por la Ley acotada, se advierte que la
recurrente cumple con lo dispuesto en el inciso 1 de la norma procesal anotada,
porque impugnó la sentencia de primera instancia que fue desfavorable a sus
intereses.
268
fondo. b) Infracción del artículo 139º, incisos 3 y 5, de la Constitución Política del
Perú y el artículo 122º, inciso 4, del Código Procesal Civil; la recurrente sostiene
que, de haberse aplicado las normas que están referidas al debido proceso, así como
el correspondiente a la motivación adecuada de una sentencia, se tendrían que
haber merituado los medios probatorios presentados por la recurrente que hacen
ver que el actor siempre vivió en el hogar conyugal; y que una sentencia que
resuelve un tema como el que nos ocupa no puede girar sobre el eje de un solo
medio probatorio; entonces se hubiera anulado la sentencia dictada por el juez de
primera instancia.
7. Que, en cuanto a la infracción normativa del artículo 333º, inciso 12, del Código
Civil, cabe señalar que con el sustento vertido la recurrente en el fondo pretende
cuestionar la valoración de las pruebas actuadas en el proceso que permitieron
determinar en las sentencias de mérito que el accionante y la demandada han estado
separados de hecho por más de cuatro años consecutivos, separación que se ha
producido desde el cinco de abril de mil novecientos noventa y cuatro, lo que está
probado con la denuncia policial de fojas diez, que no fue objeto de tacha y como
tal tiene validez; que el cónyuge demandante se encuentra al día en el pago de sus
obligaciones alimenticias, lo queda corroborado con los dos recibos simples
firmados por la emplazada y que no han sido tachados; tanto más si que la propia
cónyuge demandada ha declarado en la audiencia de pruebas que el accionante si
269
cumple con el pago de alimentos. Respecto de la infracción del artículo 335º del
Código sustantivo, cabe destacar que esta norma resulta impertinente al caso
examinado, pues tratándose de un proceso de divorcio por separación de hecho, el
propio artículo 333º, inciso 12, parte final, del Código Civil establece que en este
caso no será de aplicación lo dispuesto en el artículo 335º. Razones por las cuales
las infracciones normativas contenidas en el acápite a), del considerando quinto
devienen en improcedentes.
10. Que, en cuanto a la exigencia prevista en el inciso 4 del referido artículo 388º,
la recurrente cumple con indicar que su pedido casatorio es revocatorio respecto
de las normas sustantivas y anulatorio respecto de la norma procesal, lo cual no es
suficiente para atender el recurso materia de calificación.
270
11. Que, los requisitos de procedencia del recurso extraordinario son concurrentes
conforme a lo señalado en el artículo 392º del Código adjetivo, modificado por la
referida ley; en consecuencia, como ya se ha dicho en el noveno considerando, no
se cumplen tales requisitos.
V. DECISIÓN:
271
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA
SALA CIVIL
272
cuatrocientos veintiséis de la ciudad de Ayacucho, conforme a las instrumentales
obrantes en el expediente penal número 2010-114, seguido en su contra por el
delito de omisión de asistencia familiar.
2. Que, mediante auto emitido por resolución número cuatro de fecha uno de marzo
de dos mil doce, obrante a folios veintiséis, se declaró improcedente la demanda
sobre nulidad de cosa juzgada fraudulenta, por cuanto señala el A-quo: a) La cosa
juzgada puede modificarse, esto es lo que la doctrina denomina cosa juzgada
formal, siendo el ejemplo más frecuente de este género el referido al proceso de
alimentos, donde la sentencia llega a adquirir la calidad de cosa juzgada, en su
manifestación de cosa juzgada formal, en razón de que puede ser objeto de
modificación en un proceso de reducción, aumento o exoneración de alimentos;
por lo que el actor carece de interés para obrar, deviniendo por lo tanto en
improcedente la demanda; b) Del escrito de demanda fluye que el actor interpone
demanda de nulidad de cosa juzgada fraudulenta, solicitando declarar nula la
sentencia así como se declare nulo e insubsistente todo lo actuado hasta el estado
del emplazamiento y se expida nueva sentencia; teniéndose que no se han agotado
los recursos franqueados por ley para cuestionar la resolución materia de nulidad
al haberse consentido la misma, teniendo en consideración además que la acción
de nulidad de cosa juzgada fraudulenta es de carácter residual y solamente se puede
invocar después de que se haya verificado la imposibilidad de reparar la afectación
al debido proceso dentro de la misma causa judicial en la que se produjo; y como
se aprecia en autos el actor interpuso la presente demanda sin intentar corregir el
proceso de alimentos dentro de los mecanismos que le franquea la ley; resultando
también por ello improcedente.
273
objeto de modificación, mediante un proceso de reducción, aumento o exoneración
de alimentos; c) Consecuentemente, no concurriendo los requisitos procesales
previstos en el artículo 178 de la norma procesal, dicha demanda se encuentra
incursa en la causal de improcedencia, debiendo entonces confirmarse la recurrida.
5. Que, en tal sentido, esta Corte Suprema ha señalado que el debido proceso
constituye una garantía establecida en el artículo 139 inciso 3 de la Constitución
Política del Estado, cuya vulneración es sancionada de ordinario con la nulidad,
configurándose cuando no se ha respetado el derecho de una de las partes a acudir
al órgano jurisdiccional en procura de tutela efectiva, cuando se transgrede el
derecho de defensa de las partes, el de ser oídos, de producir prueba , de formular
los medios impugnatorios y de obtener una sentencia motivada en hechos y en
derecho con sujeción a los actuados (…) (Casación número 130-2008, Sala de
Derecho Constitucional y Social Permanente, publicada en el Diario Oficial “El
Peruano” con fecha treinta de octubre de dos mil ocho). Concordante con ello el
Tribunal Constitucional, ha señalado que “uno de los contenidos del derecho al
debido proceso es el derecho de obtener de los órganos jurisdiccionales una
respuesta razonada, motivada y congruente con las pretensiones oportunamente
deducidas por las partes en cualquier clase de procesos (STC Expediente número
1230- 2002-HC/TC).
274
factum (en el que se establecen los hechos probados y no probados mediante la
valoración conjunta y razonada de las pruebas incorporadas al proceso, sea a
petición de parte como de oficio, subsumiéndolos en los supuestos fácticos de la
norma), como la motivación de derecho o in jure (en el que selecciona la norma
jurídica pertinente y se efectúa una adecuada interpretación de la misma).
Asimismo, cabe agregar que, tal motivación debe ser formalmente correcta desde
el punto de vista lógico, debiendo observar, en este sentido, las reglas básicas de
la lógica.
275
10. Que, en tal sentido, a efectos de calificar la demanda de autos y emitir
pronunciamiento debidamente fundamentado sobre el plazo de caducidad previsto
en el artículo 178 del Código Procesal Civil, resulta necesario tener a la vista el
expediente penal número 114-2010 (o copias certificadas en caso se encuentre en
trámite), seguido contra Daniel Félix Candia Guevara, sobre omisión de asistencia
familiar, a fin de evaluarse la oportunidad de la ejecución del fallo que ordena el
pago de la pensión alimenticia; tanto más que el demandado alega haber
desconocido hasta el momento de su detención en dicho proceso, respecto a la
tramitación del proceso de alimentos por haberse señalado un domicilio que no le
corresponde; siendo ello así, el auto de vista no se ajusta al mérito de lo actuado y
al derecho, por lo que se ha incurrido en causal de nulidad prevista en el artículo
122 inciso 3 del Código Procesal Civil, debiendo disponerse se expida nuevo auto
al haberse configurado la afectación al debido proceso del impugnante, debiendo
el A quo calificar la demanda teniendo a la vista el expediente penal número 114-
2010 por delito de omisión a la asistencia familiar, en agravio de Nathali Milagros
Candia Quispe, seguido ante el Juzgado Mixto de La Mar – San Miguel de la Corte
Superior de Justicia de Ayacucho.
V. DECISIÓN:
276
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA
SALA CIVIL TRANSITORIA
1. Esta Sala Suprema mediante resolución de fecha quince de junio de dos mil
doce, ha estimado procedente el recurso de casación por la causal de infracción
normativa. La recurrente denuncia:
a) Infracción del artículo 2 del Decreto Ley número 22396 – Ley Marco de la
Tarifa de los Derechos Consulares, en concordancia con el artículo 179 del
Código Procesal Civil, toda vez que, conforme aparece en autos, en más de tres
ocasiones (proceso 552-85 de alimentos) se ha librado exhorto y diligenciado el
mismo a través del Consulado Peruano en Alemania, sin haberse cobrado suma
alguna, ello en razón de que la suscrita cuenta con auxilio judicial por ser
alimentista; sin embargo, en la última solicitud de diligenciamiento de exhorto, el
Consulado requirió el previo pago de los derechos debido a que el Juez no señaló
que la suscrita cuenta con Auxilio Judicial, lo que hubiera determinado el
diligenciamiento oportuno del exhorto; por tanto, la paralización del proceso se
debe a causas atribuibles al órgano jurisdiccional y no a su persona.
b) Infracción del inciso 3 del artículo 350 del Código Procesal Civil, toda vez
que el presente proceso es uno de tercería preferente de pago, siendo el crédito que
se pretende cobrar uno de naturaleza alimentaría; por lo que el derecho solicitarlo
es imprescriptible, pues perdura en el tiempo mientas exista una relación
alimentaria prevista en la Ley, lo que determina que el proceso de tercería
preferente de pago fundada en él, no puede ser declarado en abandono
277
2. Límites de la potestad jurisdiccional. La finalidad específica de la casación civil
es la de resolver sobre la supuesta infracción de la norma que se denuncia como
cometida, esto es sobre la desestimación o estimación del motivo que la integra;
tal situación impide a este Tribunal Supremo debatir nuevamente sobre todas las
cuestiones planteadas por las partes en el proceso y valorarse nuevamente el
material probatorio aportado a los autos, sino que, partiendo de los hechos
declarados probados en la sentencia recurrida, el Tribunal de casación ha de
pronunciarse sobre la corrección de la solución jurídica que en ella se dio a la
cuestión de fondo.
278
comunica que falta el recibo Bancario de pago de los derechos consulares por
diligenciamiento de exhorto, lo que imposibilita remitirlo para su tramitación hacia
el Consulado General del Perú en Munich-Alemania, poniéndose dicho oficio a
conocimiento de las partes por Resolución número veintidós, de fecha siete de
mayo de dos mil diez.
8. Mediante escrito de fecha diez de enero de dos mil once, la recurrente -Ludy
Carmen Herrera Pinto- solicita desarchivamiento del expediente de Tercería para
proseguir la tramitación del proceso y como es de verse a folio doscientos sesenta
y cinco, con fecha diez de mayo del dos mil once, solicita reiterar oficio al
Ministerio de Relaciones Exteriores del Perú en Munich-Alemania, a fin que se
notifique con la demanda al demandado Mario Begazo Guillén, disponiéndose
mediante resolución número veintisiete, de fecha doce de mayo de dos mil once, a
folios doscientos sesenta y seis, que previamente a reiterar el oficio al Ministerio
de Relaciones Exteriores, cumpla la recurrente con efectuar el pago de los derechos
consulares por diligenciamiento de exhorto, notificándose con esta resolución a la
demandante, el día veinticuatro de mayo de dos mil once, conforme aparece del
cargo de notificación respectivo obrante a folio doscientos sesenta y nueve.
10. Apelado el auto que declara el abandono por la parte actora, el Superior
Colegiado lo confirma mediante resolución de vista de fecha cinco de diciembre
279
de dos mil once, considerando que el proceso se encuentra en trámite en el estado
de reiterar oficio al Ministerio de Relaciones Exteriores, a efectos de emplazar con
la demandada al demandado Mario Begazo Guillen, por lo que se ha dispuesto que
la demandante previamente cumpla con efectuar el pago de los derechos
consulares por diligenciamiento de exhorto desde el doce de mayo de dos mil once,
mediante Resolución número veintisiete; sin embargo, la recurrente no ha
cumplido con ello, siendo que la demandante alega en su escrito de apelación que
cuenta con auxilio judicial, por tanto no estaría obligada al pago de los derechos
consulares antes indicados; no obstante, afirma la Sala Superior que el beneficio
de auxilio judicial tiene por objeto exonerar a la parte solicitante del pago de los
gastos del proceso (al interior del Poder Judicial), lo que no se hace extensivo a
entidades que no dependen de este Poder del Estado; en todo caso la demandante
debió efectuar las gestiones respectivas ante dicha entidad; ahora bien, apareciendo
de autos que la demandante no ha efectuado trámite alguno a efectos de procurar
el diligenciamiento del exhorto se tiene que la paralización del proceso se debe a
causas atribuibles a la recurrente, por lo que confirma el auto que declara el
abandono del proceso.
280
percibir por la concesión de dicho beneficio, es decir, los correspondientes a
cédulas de notificación y aranceles judiciales; así consta de la Directiva número
006-2004-CE-PJ “Procedimientos para la Concesión del Beneficio de Auxilio
Judicial”, aprobado por Resolución Administrativa número 182- 2004-CE-PJ.
13. Si ello es así, la concesión del auxilio judicial a favor de la recurrente solo
alcanza a exonerarle de los gastos al interior del proceso que el Poder Judicial deja
de percibir, pero en modo alguno alcanza a la exoneración del pago de derechos
consulares, exigidos en virtud del Decreto Ley número 22396 por la Oficina
Consular del Ministerio de Relaciones Exteriores, pues para que opere esta
exoneración se requiere que la parte interesada solicite y haga efectiva la
exoneración ante la autoridad competente del Poder Ejecutivo.
14. Si bien es cierto que en el artículo 2 del Decreto Ley número 22396 se dispone
que serán exonerados de los derechos que fija la tarifa consular, todos los
nacionales que comprueban su estado de indigencia, cabe señalar que ello no es lo
mismo que la institución procesal del auxilio judicial, toda vez que mientras el
auxilio judicial es aquella liberación de los gastos judiciales a favor de quien se le
otorga y comprende todos los gastos relacionados con y por el proceso, siendo su
naturaleza eminentemente judicial, en cambio la exoneración de la tarifa consular
tiene naturaleza administrativa y debe ser solicitada y otorgada por la Oficina
Consular del Perú respectiva.
17. Sobre esta denuncia en casación corresponde afirmar, en primer lugar, que el
abandono es la institución procesal que provoca la culminación de la instancia y
por ende del proceso, figura que se sustenta en la concurrencia de los factores de
281
inactividad procesal y transcurso del tiempo, y que se encuentra regulada por el
artículo 346 del Código Procesal Civil, que establece que cuando el proceso
permanezca en primera instancia durante cuatro meses sin que se realice acto que
lo impulse, el Juez declarará el abandono de oficio o a solicitud de parte o de
tercero legitimado (control de plazo o formal). En segundo lugar, antes de declarar
el abandono, el Juez debe verificar si en el caso concreto resulta o no aplicable
alguno de los supuestos de improcedencia del abandono a que se refiere el artículo
350 del Código Procesal Civil (control material o de fondo).
18. Al respecto, es oportuno tener en cuenta que el Juez de Primera Instancia, para
declarar el abandono se limitó a efectuar el control de plazo o formal, tal como
consta de la resolución número veintiocho, de fecha tres de octubre de dos mil
once, obrante a folio doscientos setenta. Contra la resolución que declara el
abandono la demandante (ahora recurrente en casación) interpuso recurso de
apelación, como consta de folios doscientos setentiseis a doscientos setenta y ocho,
señalando únicamente como agravio que el […] Juez ha inaplicado lo establecido
en el inciso 5 del artículo 350 del Código Procesal Civil […] pues considera que
se debió declarar improcedente el abandono por cuanto la continuación del trámite
dependía del propio Juez, quien por el hecho de haber concedido auxilio judicial a
la actora, debía recurrir a sus facultades coercitivas a fin de obligar al Ministerio
de Relaciones Exteriores para que realice el emplazamiento del codemandado
Mario Begazo Guillén, sin cobro de los derechos consulares. Dicho agravio fue
absuelto expresamente por la Sala Civil Transitoria de la Corte Superior de Justicia
de Tacna, la que sostiene en la resolución de vista de folio doscientos noventa que
[…] el beneficio de auxilio judicial tiene por objeto exonerar a la parte solicitante
de los gastos del proceso (al interior del Poder Judicial) sin embargo dicho
beneficio no puede ser impuesto a entidades que no dependen de este poder del
Estado […].
282
20. No obstante, lo señalado en el párrafo que antecede, en el recurso de casación
la recurrente introduce un nuevo y distinto argumento, no invocado en sede de
apelación y por tanto no analizado ni discutido en las instancias de mérito, pues la
demandante sostiene que en el presente caso resulta de aplicación el inciso 3 del
artículo 350 del Código Procesal Civil, pues considera que el cobro de una
acreencia derivado de alimentos devengados es una pretensión imprescriptible, es
decir postula que el control material del abandono impida su declaración.
21. Sobre el particular este Colegiado considera que no puede ser objeto de
casación analizar aquello que las partes no analizaron y/o debatieron en las
instancias de mérito, nótese que la recurrente al apelar el auto de abandono invocó
la no aplicación del inciso 5 del artículo 350 del Código Procesal, mientras que en
casación pretende se determine la aplicación del inciso 3 de la misma disposición
legal, tal comportamiento no se condice con los deberes de las partes que el artículo
IV del Título Preliminar del Código acotado prevé, pues las partes deben adecuar
su conducta a los deberes de veracidad, probidad, buena fe y lealtad.
22. En tal sentido, los actos procesales tienen por objeto la constitución,
modificación o extinción de derechos o cargas procesales. Precisamente, en el caso
de autos, se advierte que la recurrente solicitó al Juez, expresamente, reitere oficio
al Ministerio de Relaciones Exteriores en Munich - Alemania a fin de que se
notifique con la demanda al demandado Mario Begazo Guillén, ante lo cual la
Judicatura dispuso que previamente cumpla con efectuar el pago de los derechos
consulares por diligenciamiento de exhorto internacional; sin embargo la
recurrente no cumplió con absolver el mandato judicial y dejó transcurrir más del
plazo legal del abandono sin promover actividad alguna al interior del proceso
judicial.:
283
pensión alimenticia, como lo establece el inciso 4 del artículo 2001 del Código
Civil.
V. DECISIÓN:
284
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA
SALA CIVIL TRANSITORIA
I. HECHOS:
285
c) Que, debido a la incompatibilidad de caracteres decidieron separarse
pacíficamente en el año mil novecientos ochenta y seis, siendo que desde entonces
estuvo pendiente de la salud y la alimentación de sus hijos y de la demandada
entregándoles hasta la fecha la suma de cuatrocientos nuevos soles (S/.400.00)
mensuales.
d) Que, actualmente tiene otra familia en la que ha procreado dos hijos Pedro
Antonio Criollo Adriazola, de veinte años, y Luis Enrique Criollo Adriazola de
trece años. Y que, asiste a su madre Sabina Laos de Criollo con una pensión
alimenticia de cuatrocientos nuevos soles (S/.400.00), además de sus gastos de
salud.
b) Que, evaluando los medios probatorios se puede afirmar que los cónyuges no
han hecho vida en común, por lo menos desde fines de mil novecientos ochenta y
seis, ya que en octubre de dicho año cuando nació el último de sus hijos
matrimoniales aun compartían la vivienda. Esta separación se comprueba con las
actas de nacimiento de los hijos extramatrimoniales del demandante quien formó
otra familia que aún conserva.
c) Que, sobre los daños que la demandada alega haber sufrido, no presentó medios
probatorios que los demuestren ni asistió a la audiencia a declarar, ni demostró el
incumplimiento de los deberes del demandante. Sin embargo, desde el punto de
286
vista objetivo la demandada fue la cónyuge más perjudicada de la relación
atendiendo a que sus cinco hijos eran menores de edad quedando a su exclusivo
cuidado; siendo evidente, que por haber formado el demandante una nueva familia
no pudo contribuir de manera eficiente a su antiguo hogar. Por ello el daño debe
ser indemnizado con un monto prudencial.
e) Que, la separación de los cónyuges fue en el año mil novecientos ochenta y seis,
siendo que la Ley número 27495 vigente desde el año dos mil uno su sociedad de
gananciales se encuentra disuelta a partir de su fecha de entrada en vigencia. Que,
se acreditó que el demandante adquirió el bien inmueble en el Conjunto
Habitacional “Los Quipus” antes del matrimonio, siendo que aunque se culminó
de cancelar el precio del mismo durante el matrimonio no se puede considerar
como bien de la sociedad de gananciales. Y que, respecto del otro bien ubicado en
calle La Florida ciento treinta, ciento treinta y seis y ciento cuarenta y cuatro,
corresponderán sus acciones y derechos en un cincuenta por ciento (50%) para
cada cónyuge.
a) Revoca el extremo del monto indemnizatorio fijando una suma mayor y revocó
el extremo que no incluye en la sociedad de gananciales el inmueble ubicado en el
Conjunto Habitacional “Los Quipus” Manzana “A”, Lote catorce, en la
Urbanización “Los Álamos”, Distrito de Comas, Provincia y Departamento de
Lima reformándola declararon que dicho bien forma parte de la sociedad de
gananciales; por considerar, entre otros fundamentos, que sobre la disolución del
vínculo matrimonial se debe mencionar respondiendo a la consulta que el proceso
ha sido tramitado con la regularidad debida.
287
b) Que, se verifica el elemento objetivo de la separación de hecho al haberse
corroborado que la vida en común se interrumpió por el alejamiento conyugal del
demandante en el año mil novecientos ochenta y seis, ratificado por la demandada.
El elemento subjetivo también se corrobora, al observarse que con la presentación
de la demanda el demandante no tiene la intención de continuar con la relación
matrimonial.
288
diversos quehaceres como la venta de comida, lavado de ropa y demás actividades,
no siendo suficiente el documento que presenta el demandante en el que solo se
aprecia la entrega de cuatrocientos nuevos soles (S/.400.00) en setiembre del dos
mil ocho para demostrar la constancia en dicho pago.
289
afectación emocional o psicológica en que se encuentra actualmente la actora,
tampoco existe ningún actuado judicial o extrajudicial sobre una pretensión
alimenticia en contra del recurrente durante todo el tiempo de la separación hasta
la actualidad, tampoco se ha demostrado que la demanda, haya quedado en
manifiesta situación económica desventajosa y perjudicial con relación al cónyuge
recurrente y a la situación que tenía durante el matrimonio, puesto que desde antes
que se separara ella ha cohabitado con sus hijos hasta la actualidad en el inmueble
comprendido como bien propio del recurrente sito en el conjunto habitacional “Los
Quipus” Manzana “A”, Lote catorce, Urbanización “Los Álamos”, Distrito de
Comas, siendo todo sus hijos procreados dentro del matrimonio mayores de edad,
desde antes de la interposición de la demanda, sumándose a ello que la actora no
se presentó a la audiencia a prestar su declaración de parte, conducta que fue
advertida por el A quo conforme se tiene del décimo considerando, lo que no fue
compulsado ni valorado en la sentencia de vista.
b) Aplicación indebida del artículo 322 del Código Civil, con la finalidad de
incluir a la sociedad de gananciales al inmueble ubicado en el conjunto
habitacional “Los Quipus” Manzana “A”, Lote catorce Urbanización “Los
Álamos”, Distrito de Comas, conforme a la Tercera Decisión de la sentencia
impugnada, sobre la base de inexactitudes y falsedades, ya que en ningún momento
se ha propuesto que la demandada se quede con el precitado bien inmueble, no
siendo exacto que se haya culminado en pagar en el año mil novecientos ochenta
y ocho, ya que conforme se tiene de la cláusula séptima del contrato de Compra
Venta y préstamo hipotecario a fojas cincuenta y seis otorgado por el Banco de la
Vivienda del Perú a su favor de fecha tres de noviembre de mil novecientos
ochenta y uno se reconoce expresamente que el bien fue pagado por el comprador
vía préstamo hipotecario y lo que se canceló posteriormente fue el préstamo mas
no el valor de la venta conforme reza la cláusula adicional a fojas cincuenta y
nueve, por lo que la norma aplicable es el artículo 302 inciso 1 del Código Civil,
excluyéndose así de la sociedad de gananciales el referido bien inmueble.
290
inciso 1 del Código Civil; y en el caso supuesto de que se pretenda valorar su
relación convivencial con la demanda desde el año mil novecientos setenta y tres
en ningún caso resiste ninguna valoración objetiva y jurídica que contravenga lo
dispuesto en el artículo 302 inciso 1 del citado Código ya que para que exista un
régimen de sociedad de gananciales derivado de una unión de hecho ésta tiene que
ser preexistente y judicialmente declarada, situación que no ocurre en el caso de
autos.
291
por las partes; y, 3) Por sí misma la resolución judicial exprese una suficiente
justificación de la decisión adoptada, aun si esta es breve o concisa, o dicho en
otras palabras, que las razones que respaldan una determinada resolución judicial
puedan desprenderse de su simple lectura y no de suposiciones o interpretaciones
forzadas por parte de los destinatarios de ellas, tal es así que el inciso 3 del artículo
122 del Código Procesal Civil, establece: “Las resoluciones contienen: La mención
sucesiva de los puntos sobre los que versa la resolución con las consideraciones,
en orden numérico correlativo, de los fundamentos de hecho que sustentan la
decisión, y los respectivos de derecho con la cita de la norma o normas aplicables
en cada punto, según el mérito de lo actuado”.
292
sentencia de vista y ordenar se expida nueva resolución con arreglo a ley, de
conformidad con lo dispuesto en los artículos 122, incisos 3 y 4, y 176 del Código
Procesal Civil.
V. DECISIÓN:
293
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA
SALA CIVIL TRANSITORIA
I. HECHOS:
d) Sobre la tenencia de sus menores hijos la solicita en virtud a que sus hijos han
permanecido siempre a su lado; y,
294
e) Respecto al régimen de pensión de alimentos entre cónyuges, solicita se le
asigne el monto de mil quinientos nuevos soles (S/.1,500.00), además, de una
indemnización a su favor por la suma de trescientos cincuenta mil nuevos soles
(S/.350,000.00), por considerarse el cónyuge agraviado.
c) Desde el dos mil dos ya no tenían vida conyugal por el maltrato físico y
psicológico que sufría por el comportamiento violento del demandante, por lo que
en el proceso de divorcio ante el Sexto Juzgado de Familia se ordenó que al
demandante se le practique una pericia psicológica, lo cual no ha cumplido;
d) Por el maltrato recibido optó por retirarse de su domicilio lo que dio lugar a la
denuncia policial ante la Comisaría de Monterrico el seis de marzo de dos mil
nueve; sin embargo por el bien de sus menores hijos decidió continuar con la
relación, optando por vivir juntos y no tener una relación carnal de esposos;
e) Los abusos psicológicos no cesaron en ningún momento, siendo que con fecha
uno de junio de dos mil diez le prohibió el ingreso a su domicilio sin justificación
legal alguna quedándose con sus menores hijos; y con fecha dos de junio de dos
mil diez interpuso denuncia verbal ante la Fiscalía Provincial de Familia, que
originó la presencia del Fiscal en su domicilio a fin de que se le permita el ingreso
a su domicilio, ocurriendo que en la noche del mismo día el demandante le propina
golpes en presencia de sus hijos, destruyendo sus documentos personales y
295
desapareciendo su vestimenta en su totalidad, lo cual consta en su denuncia del día
tres de junio de dos mil diez;
h) Solicita alimentos al tener la tenencia real de sus menores hijos; además del
régimen cerrado de visitas para su cónyuge por su personalidad violenta, una
pensión alimenticia de mil quinientos nuevos soles (S/.1,500.00) y una
indemnización ascendente a la suma de trescientos cincuenta mil nuevos soles
(S/.350,000.00).
Luego que fuera apelado el auto antes citado, la Sala de mérito, mediante
resolución de fecha dos de agosto de dos mil doce – fojas ciento veintiuno a ciento
veintitrés, revoca la apelada y reformándola declara el abandono del proceso, al
considerar que:
296
casi seis meses después de que el proceso haya quedado totalmente paralizado por
la inactividad de las partes; y en consecuencia el proceso se ha encontrado
paralizado por más tiempo legal previsto por ley sin producirse actividad procesal
a pesar de que el demandante y la demandada tenían pleno conocimiento de su
estado, por lo que es menester precisar que ha sido responsabilidad exclusiva de
los intervinientes su paralización.
3. Que, el artículo 346 del Código Procesal Civil contempla la institución jurídica
procesal el abandono del proceso, definido como “(…) un medio procesal a través
297
del cual se extingue un proceso por falta de actividad idónea de los sujetos
procesales” (Casación número 884-2003- Lambayeque, en: El Peruano, Lima,
treinta y uno de marzo de dos mil cuatro, página once mil seiscientos ochenta y
siete).
5. Que, la ausencia del trámite del proceso está sujeta a los siguientes presupuestos:
a) Que el proceso permanezca en primera instancia, es decir excluye la segunda
instancia; b) Que el proceso permanezca sin que se realice acto que lo impulse, o
que existiendo actividad no tenga como propósito activar el proceso, como la
designación del nuevo domicilio, pedido de copias, apersonamiento de nuevo
apoderado y otros análogos referidos en el artículo 348 del Código Procesal Civil;
c) Para el cómputo del plazo de cuatro meses, se considera iniciado el proceso con
la presentación de la demanda, corre durante los días inhábiles y se considera a
partir de la última actuación procesal o desde notificada la última resolución. No
se toma en cuenta el periodo en que el proceso estuvo paralizado por acuerdo de
las partes aprobado por el Juez (por ejemplo la suspensión convencional
establecida en el artículo 319 del Código Procesal Civil), por disposición del Juez
(por ejemplo en caso de llamamiento por fraude regulado en el artículo 106 del
Código Procesal Civil), por mandato de la ley (por ejemplo la suspensión del
proceso por intervención Litis consorcial o en caso de tercerías) o por mandato del
Juez como acto de discrecionalidad en aras de preservar la eficacia del proceso;
tampoco se cuenta el periodo cuando la paralización se debe a causas de fuerza
mayor y que las partes no hubieran podido superar con medios procesales a su
298
alcance. Si luego de transcurrido el plazo el beneficiado con él realiza un acto
procesal no hay abandono.
6. Que, conforme a lo establecido en el artículo 350 del Código Procesal Civil, “no
hay abandono: 1) En los procesos que se encuentran en ejecución de sentencia; 2)
En los procesos no contenciosos, 3) En los procesos en que se contiendan
pretensiones imprescriptibles, 4) En los procesos que se encuentran para sentencia,
salvo que estuviera pendiente actuación cuya realización dependiera de una parte.
En este caso, el plazo se cuenta desde notificada la resolución que la dispuso; 5)
En los procesos que se encuentran pendientes de una resolución y la demora en
dictarla fuera imputable al Juez, o la continuación del trámite dependiera de una
actividad que la ley le impone a los auxiliares jurisdiccionales o al Ministerio
Público o a otra autoridad o funcionario que deba cumplir con un acto procesal
requerido por el Juez; y f) En los procesos que la ley señale”.
299
fundado el recurso de casación, nula la de vista y actuando en sede de instancia
confirmar la apelada, a fin que el proceso continúe conforme a su estado.
V. DECISIÓN:
300
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA
SALA CIVIL
i) Se recurre contra una sentencia o auto expedido por una Sala Superior que, como
órgano de segundo grado, pone fin al proceso; ii) Se ha interpuesto ante esta Sala
Suprema que emitió la resolución impugnada; iii) Fue interpuesto dentro del plazo
de los diez días de notificado con la resolución recurrida; y iv) Ha cumplido con
el pago de tasa judicial.
301
de manera clara, precisa y concreta indicando en que consiste la infracción
normativa y cuál es la incidencia directa en que se sustenta.
4. Que, respecto a los requisitos contenidos en los incisos 2, 3 y 4 del artículo 388
del Código Procesal Civil, el recurrente invoca como causales:
ii) Infracción del artículo 139 inciso 5 de la Constitución Política del Estado,
arguye que:
302
a) Los considerandos, segundo, cuarto y quinto de la impugnada vulneran el
principio lógico de la razón suficiente, pues concluyen que no se configura el
concierto de voluntades de las partes celebrantes cuyo propósito es evadir el
cumplimiento de ciertas obligaciones, que no existe documento que acredite la
ilicitud del contrato ni el perjuicio causado a terceros y que los informes de la
Superintendencia Nacional de Aduanas y de Administración Tributaria - SUNAT
no prueban en concierto de voluntades que configura la simulación; sin embargo,
son motivaciones aparentes, pues no se determina el porqué, se llega a dichas
conclusiones y no a otras;
iii) Infracción de los artículo 50 inciso 6 y 122 inciso 4 del Código Procesal Civil
y por extensión el inciso 6 del artículo 139 de la Constitución Política del Estado;
dado que, conforme se observa del recurso de apelación expuso como agravios la
no valoración del informe remitido por la Superintendencia Nacional de Aduanas
y de Administración Tributaria - SUNAT y respecto del proceso de alimentos
seguido contra el codemandado Rafael Milla Landeo, que no se ha valorado
debidamente. La Sala de mérito no se ha pronunciado sobre los agravios
expresamente denunciados en su recurso de apelación, soslayando e inaplicando
el principio tantum apellatum quantum devolutum contenido implícitamente en el
artículo 370 del Código Procesal Civil, sino también el principio de congruencia
procesal, por tanto la sentencia es nula por contener pronunciamiento nulo por citra
petita.
303
5. Que, en la causal descrita en el ítem “i” la recurrente alega afectación al debido
proceso, sin embargo dicha causal no puede prosperar por carecer de base real, al
no advertirse la concurrencia de vicios insubsanables que afecten el debido
proceso, en tanto, la recurrida tomando en cuenta la naturaleza del proceso sobre
nulidad e acto jurídico – contiene una motivación coherente, precisa y sustentada
en base a los hechos invocados, absolviendo las posiciones y contraposiciones
asumidas por las partes del proceso durante el desarrollo del proceso, valorado en
forma conjunta los medios probatorios, utilizando su apreciación razonada, en
observancia a la garantía constitucional contenida en el inciso 3 del artículo 139
de la Constitución Política del Estado; llegando a la conclusión, que no existe
documento fehaciente que pruebe la ilicitud que alega la demandante, ni que el
acto jurídico adolezca de simulación, no se acredita acuerdo de voluntades para
ello ni perjuicio causado a terceros; precisando que el proceso de alimentos contra
el demandado y el informe de la Superintendencia Nacional de Aduanas y de
Administración Tributaria - SUNAT, no conllevan a presumir la divergencia entre
la voluntad manifestada y la voluntad interna para producir un acto simulado o la
imposibilidad absoluta del comprador de poder pagar el precio, más aun teniendo
en cuenta que el proceso de alimentos se inició luego de la celebración del acto en
cuestión y que por último la Ley número 28194 no tiene implicancia en la
configuración de la causal de simulación que se invoca. En tal sentido, se verifica
que el fallo emitido en la sentencia de mérito no resulta atentatorio al debido
proceso; ni menos una afectación a la pluralidad de instancias.
6. Que, la recurrente en las causales descritas en los ítems “ii” y “iii” alega
afectación al principio de motivación de las resoluciones, al respecto se debe
precisar que “la motivación de una decisión no solo consiste en expresar la norma
legal en la que se ampara, sino fundamentalmente en exponer suficientemente las
razones de hecho y el sustento jurídico que justifican la decisión tomada”. En esa
medida, la debida motivación debe estar presente en toda resolución que se emita
en un proceso, lo que implica que cualquier decisión cuente con un razonamiento
que no sea aparente o defectuoso, sino que exponga de manera clara, lógica y
jurídica los fundamentos de hecho y de derecho que la justifican, en mérito a la
valoración conjunta y razonada de los medios probatorios, de manera tal que los
destinatarios, a partir de conocer las razones por las cuales se decidió en un sentido
o en otro, estén en la aptitud de realizar los actos necesarios para la defensa de su
derecho. Así tenemos que la sentencia recurrida, sí se encuentra debidamente
fundamentada dado a que expone suficientemente las razones de hecho y el
304
sustento jurídico que justifican la decisión, habiendo valorado adecuadamente los
medios probatorios (como se ha precisado en el considerando precedente)
habiendo concluido que el acto jurídico materia de autos no adolece de simulación
absoluta, por cuanto ello no ha sido probado por la recurrente, y en atención a que
las pruebas que ella aporta no tienen incidencia en la configuración de la causal de
nulidad que plantea. Es pertinente precisar que las alegaciones planteadas por la
recurrente ya han sido respondidas suficientemente por la Instancia de Mérito,
quien como Órgano Colegiado revisor ha ejercido el control que le impone la
norma, confirmando la apelada respondiendo los agravios invocados por la
recurrente en su apelación y sustentando el por qué no corresponde estimarlos; por
lo que las causales in comento también deben ser desestimadas.
V. DECISIÓN:
305
Barrantes y otro, sobre Nulidad de Acto Jurídico; y los devolvieron. Ponente Señor
Cunya Celi, Juez Supremo.
306
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA
SALA CIVIL
307
2. Que, antes de revisar el cumplimiento de los requisitos necesarios para la
casación -que pasaremos a verificar-, se debe tener presente que el recurso
extraordinario de casación es eminentemente formal, técnico y excepcional, por lo
que tiene que estar estructurado con estricta sujeción a los requisitos que exige la
norma procesal civil para su admisibilidad y procedibilidad, esto es, se debe
puntualizar en cuál de las causales se sustenta, si en la i) infracción normativa o en
el ii) apartamiento inmotivado del precedente judicial. Presentar una
fundamentación precisa, clara y pertinente respecto de cada una de las referidas
causales, demostrar la incidencia directa de la infracción sobre la decisión
impugnada. Y esta exigencia, es para lograr, sus fines o funciones principales del
recurso extraordinario: nomofiláctica, uniformizadora y dikelógica.
Siendo así, es obligación de los justiciables recurrentes saber adecuar los agravios
que denuncian a las causales que para dicha finalidad taxativamente se encuentran
determinadas en la norma procesal civil, pues el Tribunal de Casación no está
facultado para interpretar el recurso de casación, ni de integrar o remediar las
carencias del mismo o dar por supuesta y explícita la falta de causal, tampoco
subsanar de oficio los defectos incurridos por la casante en la formulación del
recurso extraordinario. Cabe precisar que esto último es diferente de la norma que
dispone la procedencia excepcional del recurso extraordinario de casación, ya que
esta es una facultad de la Sala Civil de la Corte Suprema que aplica cuando
considera que al resolver el referido recurso éste cumplirá con los fines o funciones
de la casación, para cuyo efecto debe motivar las razones de la procedencia
excepcional. Pero el presente caso no amerita ello.
3. Que, el recurso cumple con los requisitos para su admisibilidad, conforme exige
el artículo 387 del Código Procesal Civil -modificado por la Ley número 29364-,
toda vez que éste ha sido interpuesto: i) contra la sentencia expedida por la
Segunda Sala Especializada de Familia de la Corte Superior de Justicia de Lima
(fojas 538) que, como órgano jurisdiccional de segunda instancia, pone fin al
proceso; ii) ante el referido órgano jurisdiccional que emitió la resolución de vista
impugnada; iii) dentro del plazo de diez días contados desde el día siguiente de
notificada la sentencia de revisión aludida que se impugna (a fojas 543 – ver el
cargo de la constancia de notificación); y, iv) adjunta el recibo del arancel judicial
con el importe por el presente recurso extraordinario (fojas 54 del cuaderno de
casación).
308
4. Que, la recurrente sustenta su recurso en la primera causal prevista en el artículo
386 del Código Procesal Civil, a cuyo efecto, denuncia: a) infracción normativa
del artículo 345-A del Código Civil, pues al ser la cónyuge perjudicada se le debe
indemnizar de manera proporcional al daño permanente que le ha causado el
demandante y el Juez debe velar por la estabilidad económica del cónyuge
perjudicado por la separación de hecho; aduce, que la Sala Superior ha efectuado
un análisis superficial de los medios probatorios, para definir el monto
indemnizatorio, ya que el Colegiado hace hincapié en que los medios probatorios
aportados por la recurrente, respecto a su estado de salud, no acreditan que haya
surgido como producto de la separación, ya que todos son del dos mil ocho, sin
tener en cuenta que sus males son por la separación y que en los años posteriores
el demandante se desentendió de su hijo y de la recurrente, cuando atravesaban
problemas emocionales y económicos; asimismo la separación se debió a la
infidelidad del demandante, por lo cual debe atenderse su pretensión
indemnizatoria.
5. Que, al evaluar los requisitos de procedencia previstos en los cuatro incisos del
artículo 388 del Código Procesal Civil -modificado por la Ley número 29364-, se
verifica que la recurrente satisface el primer requisito previsto en el inciso uno del
referido artículo, toda vez que no consintió la sentencia de primera instancia, pues
al serle adversa, la impugnó mediante su recurso de apelación (fojas 482).
309
7. Que, más bien se tiene que la denuncia de la recurrente no puede ser atendible
por cuanto los fundamentos del recurso de casación se dirigen a cuestionar las
conclusiones fácticas de las instancias de mérito, al pretender que en sede casatoria
se vuelvan a valorar las pruebas –como: los medios probatorios aportados por la
recurrente respecto a su estado de salud, que atravesaban (la recurrente y su hijo)
problemas emocionales y económicos, la separación se debió a la infidelidad del
demandante, entre otros-, que considera la impugnante, acreditarían la pretensión
indemnizatoria; no obstante que las referidas pruebas ya han sido objeto y materia
de evaluación, valoración conjunta y de pronunciamiento por parte de la instancia
de revisión, que ha resuelto la controversia plantada ante el órgano jurisdiccional
al establecer con claridad y precisión que: el proceso de alimentos fue declarado
en abandono, por lo que se cumple con el requisito del artículo 345-A del Código
Civil, asimismo que la recurrente no acreditó su estado de necesidad para que se
justifique una pensión de alimentos. Y respecto a la pretensión indemnizatoria que
alega se estableció que los problemas de salud de la recurrente surgieron con
posterioridad a la separación, por lo que no se fijó un monto indemnizatorio al no
haberse acreditado ni tener relación la separación de hecho y los posteriores
problemas de salud de la recurrente; sin embargo como la recurrente atendió al
menor se fijó un monto indemnizatorio de forma prudencial. Por consiguiente no
se configura la infracción normativa de la normas que señala.
V. DECISIÓN:
310
Por tales consideraciones y en aplicación de lo dispuesto por el artículo 392, del
Código Procesal Civil, declararon:
311
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA
SALA CIVIL PERMANENTE
I. HECHOS:
Mediante sentencia de fecha dos de noviembre de dos mil diez, se declaró fundada
la demanda, fundamentando su decisión en los siguientes considerandos:
312
acreditado que la demandada sufre de enfermedad renal crónica desde el año dos
mil, siendo hospitalizada en múltiples oportunidades, lo que permite determinar
que es la cónyuge perjudicada al haber sido afectado su proyecto de vida, y en
relación al bien inmueble adquirido por ambos, corresponde que sea considerado
en la separación de bienes gananciales, disponiendo el cese de la obligación
alimentaria entre los cónyuges.
313
a) Infracción normativa del artículo 350º del Código Civil (que regula los
efectos del divorcio respecto a los cónyuges); pues la recurrente indica que, la Sala
Superior se ha limitado en señalar que la parte demandada no ha solicitado
alimentos durante la etapa postulatoria, no resultando atendible que durante la
etapa impugnatoria formule una pretensión al proceso como la de solicitar una
pensión alimenticia a su favor, obviando e inaplicando lo señalado en el artículo
350º. De otro lado, la recurrente alega que, ha demostrado cabalmente que tiene
un tratamiento médico de por vida, debido a un trasplante de riñón que la obliga a
un tratamiento de hemodiálisis semanalmente ante el Seguro Social, por ello se la
dejaría en desamparo, pues al perder los alimentos perdería el derecho al
tratamiento llevándola inexorablemente a la muerte.
b) Infracción normativa del artículo 345º-A del Código Civil (que regula la
indemnización del cónyuge que resulte perjudicado con la separación); manifiesta
la recurrente que, el monto indemnizatorio de cuatro mil nuevos soles fijado a su
favor en la sentencia de vista, resulta ínfima para el daño que ha sufrido, si se tiene
en cuenta el estado de salud demostrado en la secuela del proceso; asimismo,
afirma que esa norma debe ser interpretada a tenor del artículo 1984º del Código
Civil, que regula la indemnización por daño moral, siendo que en autos se ha
acreditado que necesita un tratamiento de por vida.
3. Es del caso señalar que el artículo 350º del Código Civil, cuya infracción
normativa denuncia la recurrente, preceptúa lo siguiente: “Por el divorcio cesa la
obligación alimenticia entre marido y mujer. Si se declara el divorcio por culpa de
uno de los cónyuges y el otro careciere de bienes propios o de gananciales
suficientes o estuviere imposibilitado de trabajar o de subvenir a sus necesidades
por otro medio, el juez le asignará una pensión alimenticia no mayor de la tercera
parte de la renta de aquél. El excónyuge puede, por causas graves, pedir la
capitalización de la pensión alimenticia y la entrega del capital correspondiente. El
indigente debe ser socorrido por su excónyuge aunque hubiese dado motivos para
el divorcio. Las obligaciones a que se refiere este artículo cesan automáticamente
314
si el alimentista contrae nuevas nupcias. Cuando desaparece el estado de
necesidad, el obligado puede demandar la exoneración y, en su caso, el
reembolso.”; en tal sentido, este dispositivo legal establece como regla general que
el divorcio pone fin a la obligación alimentaria existente entre los cónyuges,
constituyendo excepciones a dicha regla los supuestos contenidos en el segundo y
cuarto párrafo de la norma acotada.
7. Se advierte del segundo párrafo del artículo 350º del Código Civil, que
únicamente puede solicitar la asignación de una pensión alimenticia, el cónyuge
inocente, más no el culpable, siempre que acredite que carece de bienes propios o
de gananciales suficientes, se encuentre imposibilitado de trabajar o de cubrir sus
propias necesidades.
315
trabajar o de cubrir sus propias necesidades; también lo es que a la fecha cuenta
con tres hijos mayores de edad que tienen la obligación de asistir a sus padres; más
aún si se ha ordenado la liquidación de los gananciales, no habiéndose probado
que estos sean insuficientes; en ese orden de ideas, arribar a una conclusión distinta
significaría valorar nuevamente el caudal probatorio, fin ajeno al debate casatorio
que es de iure; consideraciones por las cuales se concluye que en el presente caso
no se ha incurrido en la infracción de la norma sustantiva denunciada; por lo que
este extremo del recurso deviene en infundado.
9. Que, el artículo 345º-A del Código Civil señala: “Para invocar el supuesto del
inciso 12 del artículo 333 el demandante deberá acreditar que se encuentra al día
en el pago de sus obligaciones alimentarias u otras que hayan sido pactadas por los
cónyuges de mutuo acuerdo. El juez velará por la estabilidad económica del
cónyuge que resulte perjudicado por la separación de hecho, así como la de sus
hijos. Deberá señalar una indemnización por daños, incluyendo el daño personal u
ordenar la adjudicación preferente de bienes de la sociedad conyugal,
independientemente de la pensión de alimentos que le pudiera corresponder. Son
aplicables a favor del cónyuge que resulte más perjudicado por la separación de
hecho, las disposiciones contenidas en los artículos 323º, 324º, 342º, 343º, 351º y
352º, en cuanto sean pertinentes”.
10. Que, deben analizarse las razones que han dado lugar a la causal de separación
de hecho. En efecto, los legisladores al memento de redactar esta norma tuvieron
en cuenta que si finalidad era resolver un problema social, el cual consiste en dejar
de mantener la ficción de una relación conyugal, la cual producía daños a las partes
quienes tendrían la posibilidad de rehacer sentimentalmente su vida o formalizar
sus nuevas relaciones de pareja. Por ende, al igual que toda norma legal, el fin
último de los legisladores fue el procurar resolver el problema social surgido entre
dos personas que, a pesar del tiempo de separación, no tenían posibilidad legal de
separarse y divorciarse, bajo las estrictas causales de divorcio, propias de un
sistema jurídico absolutamente protector del matrimonio; que es en esas
circunstancias que se dicta la norma que instituye como causal de divorcio la
separación de hecho, convirtiendo nuestro sistema o modelo de divorcio sanción,
en un sistema o modelo plurimodal en donde también se insertan causales propias
del sistema o modelo de divorcio remedio.
316
11. Que, las sentencias de mérito han fijado una indemnización cuyo monto la
demandada lo considera ínfimo.
V. DECISIÓN:
317