1B: Diversidad de los “pueblos originarios”: relación con el poblamiento de América
y diferenciación regional o local. Lorena Sosa. C.I. 5.164.374-0.
Los pueblos originarios actualmente representan aproximadamente 8% (42 millones) de la
población en América Latina (Schaefer, 2016). Muchos de ellos viven dispersos en zonas aisladas de la urbanización (González y Madrigal, 2016) o en reservas conformadas por varios grupos indígenas (Crawford, 1992). En el siguiente trabajo repasaré las diferentes hipótesis (basadas en evidencias genéticas, parecidos morfológicos, afinidades craneométricas) del origen de los paleoamericanos y los amerindios (Crawford, 1992. Universidad Nacional Autónoma de México, 1999), luego introduciré una definición de genocidio (Alsheh, 2015), que me abrirá paso para hablar sobre la invasión europea del siglo XVI y sus consecuencias en la demografía de los indios americanos, la variabilidad genética actual y el mestizaje (Crawford, 1992. Martínez, 2016). Posteriormente voy a mencionar las condiciones en las que viven los pueblos originarios actualmente, la mayoría presenta situaciones de estrés nutricional, altas tasas de natalidad y baja esperanza de vida (Crawford, 1992. Madrigal y González, 2016. Martínez, 2016). El interés por este tema viene por la curiosidad generada por los estudios de genética y de anatomía, además proviene de la indignación del concepto romanticista y paternalista del “Descubrimiento de América”, cuando en realidad fue una invasión por parte de la Corona europea. Hay diversas hipótesis sobre el origen biológico de los amerindios aunque casi todas coinciden en que las poblaciones provienen de Asia. Las evidencias genética se basan en la similitud de marcadores genéticos sanguíneos y en sus frecuencias: en las proteínas séricas, loci de enzimas en las células sanguíneas y haplotipos de ADN mitocondrial, entre amerindios, y poblaciones asiáticas. Las innovaciones en genética, bioquímica y serología, nos han ayudado a reconocer afinidades y los movimientos migratorios de las poblaciones, aunque los grupos amerindios comparten cierto números de haplotipos con los grupos asiáticos, existen haplotipos que sólo existen en cada grupo. Algunos de los marcadores genéticos que comparten son los siguientes: ● El alelo Diego, el antígeno ant-B, el alelo DI*A y DI*B, con frecuencias elevadas en poblaciones asiáticas e indios americanos, no se encuentra en esquimales. ● Se encuentran similitudes en las frecuencias del gen HLA, el alelo HLA*A2 y HLA*A9 se encuentra con altas frecuencias en amerindios y asiáticos. ● Los indígenas americanos y las poblaciones asiáticas comparten las frecuencias del alotipo gammaglobulina GM*AG más altas entre las poblaciones de todo el mundo. Distinguiéndose los indígenas por su elevada frecuencia del alelo GC*15 y su baja frecuencia del alelo GC*12. (Crawford, 1992 ) Es común ver que los antígenos sanguíneos A y B pertenecen a europeos y que el antígeno 0 a los indios, esto no es una regla general, se han hecho estudios donde se han encontrado alelos AB0*A y AB0*B, en poblaciones prehistóricas y actuales de Sudamérica. Relacionado con el contacto de europeos y africanos. Es probable que el alelo A y B, hayan entrado en América por el estrecho de Bering, posiblemente se perdiera por selección natural y el efecto fundador. Se puede encontrar a estos alelos en frecuencias bajas en indígenas de América del Sur, en América del Norte a veces se encuentra altas frecuencias del alelo AB0*A1, esto se puede deber a que en su momento la frecuencia del alelo AB0*A fue alta pero se perdió por sus bajas frecuencias en poblaciones fundadoras. Los marcadores genéticos del grupo Rhesus tienen frecuencias similares en poblaciones nativas americanas y en Siberia, siendo los complejos RH*R1 y RH*R2 los que tienen frecuencias más elevadas (Crawford, 1992). Las evidencias basadas en los parecidos morfológicos se basan en similitudes empíricas; como el cabello lacio y negro, son lampiños, tienen barbas despobladas, poco vello corporal, la mancha sacra mongoloide y rostro plano, con manchas en la frente y anchas áreas cigomáticas. A nivel dentario, el incisivo con forma de pala (sinodonte), propia de los asiáticos mongoloides y los molares inferiores con tres raíces son característicos de las poblaciones nativas de América y Asia (Crawford, 1992). Uno de los estudios sobre afinidades craneométricas proviene por el análisis de los dos esqueletos más antiguos en América, Lapa Vermelha IV y Warm Mineral Spring, sus dataciones son de 10.000 a 12.000 años aproximadamente, ambos esqueletos mostraron una afinidad cuando fueron comparados con muestras africanas y australianas, esto demuestra que América se ocupó por una población con características no mongoloide y sundadonte, parecida a la que ocupó Australia en el Pleitoceno, conformada por paleoamericanos y no por amerindios, las características de los primeros se centran en tener un neurocráneo y esqueleto facial largo y angosto, adaptado a la caza y a la recolección (Universidad Nacional Autónoma de México, 1999. Pucciarelli, 2004). Así mismo, Howells en 1989, tomo 57 mediciones de cada uno de los cráneos encontrados antes de la llegada de los europeos en 26 localidades diferentes y descubrió una relación muy cercana entre las poblaciones asiáticas, siberianas e indígenas, pudo concluir que los amerindios se parecen creneométricamente, por su forma mongoloide, a poblaciones de Asia, los cráneos de los amerindios presentan las características de poseer neurocráneo que tiende a ser globular con un macizo facil corto y ancho, semejante a las poblaciones mongoloides (Crawford, 1992. Pucciarelli, 2004). Elegí definir brevemente el concepto de “genocidio”, para poder entrar en las invasiones europeas, la Convención para la prevención y la sanción del delito de genocidio de la ONU de 1948 define al genocidio como “la aniquilación intencional de un grupo de ciudadanos, étnico, racial o religioso, exclusivamente por medio del asesinato de sus miembros”, los actos que no causan la muerte pero igual destruye al grupo étnico, no fueron incluídos, por ejemplo, el esclavismo (Alsheh, 2015, pág. 22). Repasando esta breve definición de genocidio comenzaré a tratar la invasión por parte de europeos en el Siglo XVI, el número de indígenas al momento del contacto es muy discutido, Kroeber en 1939 usando los enfoques etnohistóricos, arqueológicos y de interpretación, estima alrededor de 8,4 millones de indígenas en América, pero Dobyns usando los mismo tres enfoques, estima en el año 1966, 90 a 112,5 millones de indígenas. La reducción de estos millones de indígenas fue producto por conflictos tribales, asesinatos por parte de los blancos y (en gran medida) enfermedades epidémicas, además varias de estas sociedades indígenas desaparecieron. Al disminuir la población se produjo un cuello de botella gigantesco y como resultado se perdió variabilidad, las muertes por viruela se llevó a los más jóvenes, los más viejos y a las madres embarazadas y en periodo de lactancia. Aunque europeos también murieron por esta enfermedad (se estima que murieron 44 millones de habitantes en aproximadamente 100 años), la viruela (acompañada por el sarampión y la fiebre amarilla introducida por los esclavos africanos) representó una enfermedad nueva para los indígenas, su sistema inmunológico era demasiado débil, además, el efecto de las enfermedades empeoro por el hambre que pasaban, la esclavitud y el maltrato físico. Se cree que los efectos evolutivos de las epidemias se pudieron haber amortiguada por una elevada fertilidad. En Canadá y Estados Unidos, la mayoría de la población nativa vive en reservas con una fuerte estructuración poblacional, representada por unidades tribales, provocando en términos evolutivos la eliminación de una parte de la heterogeneidad genética (Crawford, 1992). El mestizaje es el resultado del proceso de flujo génico entre dos o más poblaciones ancestrales que se encontraban aisladas, dando origen a una nueva población, en este proceso los cromosomas descendientes adquieren un patrón de mosaico, con bloques de cromosomas ancestrales cada vez más pequeños, generación tras generación. Los nuevos desarrollos tecnológicos han demostrado que es posible estudiar los componentes ancestrales de las descendencias como consecuencia del mestizaje de poblaciones que permanecieron aisladas, ante esta supuesta imposibilidad los estudios realizados se enfocaron solamente en poblaciones indígenas, cuando se comenzaron a realizar estudios en mestizos se pudo deducir la ancestría geográfica de las personas, los componentes ancestrales permiten cuantificar la diversidad interna del genoma permitiendo comprender la heterogeneidad de las poblaciones contemporáneas, también se observó que los estudios genéticos no coincidían con las creencias de las personas, por ejemplo, estudios en Estados Unidos en 2015 demostraron que la mayoría de los individuos con ancestría africana aproximadamente del 28% se identificaban como americanos-europeos (Martínez, 2016). La estructura genética de las poblaciones latinoamericana varían de país a país y dentro de los mismo, ya que la gran mayoría de la población americana es producto de cruces entres indígenas, europeos y africanos, esto produce gran variabilidad a nivel continental, explicadas por el tamaño de las poblaciones indígenas actuales, la velocidad de la invasión europea, el gran tráfico de esclavos africanos y por los diferentes estratos sociales de las poblaciones coloniales. Un patrón destacable sobre la relación de los estudios de genética ancestral y la estratificación socioeconómica, es el hecho de que los que presentan mayor recursos socioeconómicos tienen alta frecuencia de marcadores europeos y quienes tienen altas frecuencias de marcadores amerindios y africanos tienen menos recursos socioeconómicos (Martínez, 2016). Los grupos indígenas americanos aislados, representan el modelo de población natural. Estos grupos, por selección natural alcanzaron un alto grado de adaptabilidad biológica, tienen una alta descendencia pero una gran tasa mortalidad que afecta a niños y ancianos, además esta tasa es liderada por las enfermedades infectocontagiosas, al tener una mortalidad y natalidad alta y parecidas el tamaño de la población se mantiene estable con el tiempo. Presentan una estructura demográfica con forma de pirámide progresiva, este tipo de gráficos son propios de países subdesarrollados con altas tasas de mortalidad y esperanza de vida corta , su natalidad ensancha la base de la pirámide mientras que la mortalidad hace que la punta sea estrecha. Las gran mortalidad de estas sociedades se debe a que no cuentan con las mejoras sanitarias, médicas y tecnológicas, suelen mantener un modelo económico preindustrial, correspondiendo a las primeras fases de la transición demográfica: fase del modelo demográfico antiguo y fase del modelo demográfico de crecimiento acelerado. Su modelo evolutivo es primitivo ya que la trasmisión genética se logra a través de la elevada natalidad, mientras que la selección natural actúa por medio de alta tasa de mortalidad de infantes y pre adolescentes, así que presentan una elevada oportunidad de selección producida por la gran mortalidad y una baja oportunidad de selección en la reproducción (González y Madrigal, 2016). También se ha estudiado que el consumo de micronutrientes (vitaminas y minerales), es muy bajo en estas poblaciones, las consecuencias de este déficit se manifiestan en la adolescencia y en la adultez. Muchos grupos indígenas están malnutridos, sea por déficit o exceso, muchas veces el contacto con poblaciones occidentales o los planes de los gobiernos para acabar con las hambrunas indígenas no son beneficiosos, en el primer caso porque no están acostumbrados a una dieta occidental y en el segundo caso porque los abastecen con productos llenos de hidratos y calorías ya que se conservan fácilmente y son económicos, esto produce un exceso de peso y un déficit de nutrientes (González y Madrigal, 2016). La mayoría de las hipótesis concuerdan en que el origen de los primeros nativos americanos era asiático, más precisamente de Siberia, basándose en estudios genéticos o anatómicas, aunque hay hipótesis que demuestran que los primeros habitantes de América pudieron ser de origen Australiano, planteando las migraciones, evolución y variabilidad in situ. Aunque el genocidio de los indios americanos acabó con una gran parte de la población indígena, haciendo que haya muy pocos grupos en la actualidad (la mayoría de la población americana es descendiente de mestizos, mulatos o europeos). La gran mayoría de los pueblos originarios viven en situaciones de pobreza y en lugares marginales, muchas veces no hay programas por parte de los estados que los abarque o los comprendan, incluso hay programas que los perjudican. Los lugares donde viven suelen ser vistosos para el turismo o ricos en minerales, esto hace que sean despojados de sus hogares para que exploten las tierras. Además, muchas veces buscan soluciones occidentales para problemas que tienen los nativos, no se preocupan realmente por estudiar la índole del problema, esto hace que los grupos no se puedan adaptar a la supuesta solución, o sino buscan soluciones económicas que a la larga dificultan la vida del indígena.
Bibliografìa
Alsheh, Y. (2015). “¿Qué es genocidio?”. Revista: Estudios sobre genocidios. Argentina.
Comité Editorial. N°10, pp. 18-24 Crawford. H. M. (1992). “Antropologìa Biológica de los Indios americanos”. Madrid, España. Mapfre. Madrigal, L. y González-José R. (2016). “Introducción a la Antropología Biológica.” Asociación Latinoamericana de Antropología Biológica. Martínez, F. (2016). “Patrimonio y pueblos indígenas: Reflexiones desde una perspectiva interdisciplinaria e intercultural”. Chile, Pehuén Editores S.A. Pucciarelli, M, H. (2004). “Migraciones y variación craneofacial humana en América”. Revista: Complutum. Argentina. Vol. 15, pp. 225-247. Universidad Nacional Autónoma de México. Instituto de investigaciones Antropológicas Asociación Latinoamericana de Antropología Biológica. (1999). “Antropología física latinoamericana”. México. N°2, pp: 7-18. Schaefer, I. (2016). “Indígenas de América Latina: más reconocidos, aún marginados.”. El País. Obtenido el: 17/05/2019. https://elpais.com/internacional/2016/02/15/america/1455573016_737079.html Modelo de migración transberingea de los Paleoamericanos. Fuente: Revista “Complutum”, año 2004, volumen 15, pág. 230.