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El Talón de Hierro.

Entre deslizarnos al abismo, permitir nos aplasten o luchar por el Socialismo


¿Qué nos queda?
Sí uno desentraña la vida Jack London, en sus 40 años, encontrará grandes
aventuras de las cuales pudo sacar ideas para ofrecernos magnificas obras
literarias. London, quien a los 17 años se embarcó al mar, fue encarcelado una
vez por ¨vagabundo¨, ladrón de ostras, obrero, buscador de oro, reconocido
amante de la lectura y militante socialista, fue un aventurero y gran escritor dentro
toda la magnitud de la palabra. Pero, ¿qué tiene que ver qué sus obras reflejen
parte de su vida, otros autores también lo hacen?, dirá quien lea este artículo, lo
cual es verdad, sin embargo, para desentrañar la magnífica Novela ¨El Talón de
Hierro¨ es necesario entender parte de la historia de su autor.
El Talón de Hierro, es una novela distópica, es decir, esta basada en la historia de
una sociedad ficticia, indeseable, casi apocalíptica, que aunque muchos la
identifican como una profecía de nuestra realidad, aludiendo a la capacidad de
Jack London de predecir el futuro. El mérito de este autor no es una capacidad
divina o espiritual, sino el uso de la dialéctica para construir una historia, a partir
de la realidad en la que él vivía, hasta el extremo de la decadencia y barbarie
donde nos llevaría el capitalismo, un extremo que serviría para visualizar el Talón
de Hierro.
Jack London se reconoce como socialista desde 1896, y para 1906, desde el
Partido Socialista de América, ya se encontraba realizando una gira de
conferencias propugnando la revolución en todo Estados Unidos, pues en el país
el Capitalismo se encontraba en su fase imperialista, las políticas estatales de
cuidado y control en favor de la burguesía propugnadas por el Presidente
Roosevelt, como la reglamentación federal de los ferrocarriles, la Ley
Antimonopólica en contra de varias sociedades mercantiles de gran tamaño,
incluida la Standard Oil Company, señalaban las condiciones para que los grandes
monopolios compitan entre si, por lo que para producir más y barato, la
explotación laboral y las condiciones insuficientes de trabajo y vida para el obrero
eras mas fuertes, lo cual habría paso a la ideología socialista y la necesidad de
salir a las calles a luchar. Para quien haya leído el Talón de Hierro y quien se
anime a conocer esta novela entenderá como es que este contexto, sirve de
arquitecto para la historia que London hilara y creará para nuestro deleite.
London, publica el Talón de hierro en 1908, teniendo en mente la aún infecunda
revolución Rusa, pero él muere en 1916, sin poder ver el inicio de esa Revolución,
ni el estallido bélico de la primera guerra mundial.
Dicho lo anterior, podemos adentrarnos a la novela, adelantando que el objetivo
de este artículo no es resumir la obra, ni quedarnos en detalles de la historia, pues
nuestro interés es motivar que la lean (o vuelvan a leer dependiendo el caso).
La sociedad distópica del Talón de hierro se desarrolla en medio de una
circunstancial bonanza económica, en la que Avis Cunningham, hija de un
aristócrata, nos narrará la historia de Ernesto Everhard, líder socialista de los
obreros, quien irrumpe en la vida de un circulo pequeño burgues y desenmascara
las premisas más usadas por esta, en defensa del capitalismo contra el
socialismo.
En la estructura de la novela, la narración de Avis se encuentra acompañada de
pies de notas de un estudioso del siglo XX que hace la edición de su manuscrito, y
se presenta como una figura literaria que da lógica a los hechos históricos
mencionada por nuestra narradora, permitiendo un relato diacrónico que refuerzan
el trama de la novela.
En el principio, Avis, será para nosotros, los lectores, la mirada y la expresión de
quien se encuentra entre la clase proletaria y la burguesía, expresando las ideas
más comunes para cuestionar al socialismo y proponer reformas para los
problemas sociales del capitalismo. Hay que destacar que en Estados Unidos de
la vida real, es decir de Jack London, se levantaba el ¨Movimiento progresista¨ un
movimiento para reformar la sociedad y los individuos mediante la acción del
gobierno. Por lo que las ideas reformistas que son todavía fiel dogma de quienes
se niegan a destruir el capitalismo, se consolidaba en EEUU para esos años, y se
veían reflejadas en las ideas de Avis.
La capacidad de London para usar a Ernesto Everhard como portavoz del
socialismo y sus diálogos con representantes de la burguesía y la pequeña
burguesía, es totalmente valorable, pues la elocuencia y el discurso que le dota a
este personaje desmenuzan los conceptos e ideas de las principales obras
marxistas como El Capital o el Manifiesto Comunista de Karl Marx, de tal forma
que aún para quien no es muy sujeto a la lectura de conceptos técnicos pueda
comprenderlos.
Ernesto Everhard buscará desentrañar como es la lucha de clases, desde los
ejemplos más comunes, parar sustentar sus ideas en oposición a quienes señalan
al socialismo como utopía inalcanzable. Seguramente muchos lectores han tenido
la misma ideas “la revolución nunca pasará y el socialismo menos”, pues en esta
novela Ernesto Everhard preparará a Avis para responder a estas ideas, y London
nos prepara a los lectores para comprender como es que el Capitalismo se
convertirá en el Talón de hierro, y la clase proletaria sus primeros aplastados.
Lo loable, por tanto, de London será construir una historia que no busca ofrecerte
un discurso romántico e idealista del socialismo, sino será partir de la metáfora del
talón de hierro, que representa al fascismo, como último recurso de la burguesía,
para la destrucción masiva de los medios de producción. Esta metáfora London la
planteará por medio del uso de la hipérbole, un recurso literario que consiste en
exagerar cualidades, características, cantidades, etc, que harán que el lector se
sienta apabullado por tal escenario apocalíptico. Llevándonos a preguntarnos
¿Cuál es la magnitud hoy del Talón de hierro? ¿Cuánto falta para que nos
aplaste? ¿Qué nos queda ante ello? para London la respuesta era clara:
¨Desde ese día he abierto muchos libros, pero ningún argumento económico,
ninguna demostración lúcida de lógica e inevitabilidad del socialismo me afecta tan
profunda y convincentemente como fui afectado el día en que por primera vez vi
las paredes del abismo social crecer a mi alrededor y me sentí deslizándome
hacia abajo, hacia abajo, hacia el matadero, en el fondo.¨ (London, ¨Como me hice
socialista¨, 1905.)
London consideraba que el socialismo, o mejor dicho luchar por el, sería necesario
antes que caer al abismo social, metáfora de una sociedad en decadencia y de
barbarie.
Cada Personaje del Talón de hierro, podrá desenvolver un rol político-social dentro
la historia, a quienes London nos hará valorar, aun con una pequeña participación,
demostrando el rol en la historia que le corresponde, desde un obrero manco,
hasta un Obispo Loco, la forma en que representa la transformación de los
personajes en relación a una sociedad en constante movimiento es poética.
Es así que prepara el terreno para dar lugar al paso del tal de hierro, y donde la
caldera social que Ernesto describe explota, absorbe al lector en una pesadilla de
manifestaciones, crueldad, células políticas, espionaje, y rol de un partido político.
Será hasta el ¨Rugido de la Bestia¨ (uno de los capítulos de la obra), donde el
lector sentirá no solo impaciencia, sino para quienes somos Bolivianos una
sensación de semejanza a nuestra realidad, a nuestro pasado, como fue la
masacre de San Juan con los mineros de Siglo XX.
Para entonces, como lectores, London ya nos habrá lanzado al abismo y mostrado
la crueldad del talón de hierro, y nos dará tiempo, antes de llegar al final, de
imaginar un desenlace feliz para Ernesto y Avis. Pero eso no es algo que London
nos dará en esta historia, y aunque el final pareciera desalentador para los que
estaremos del lado para quienes escogen enfrentar al Talón de Hierro, la intención
de London mostrarnos la dinámica de lucha de clases sin alas, en donde los
vencedores conviven con los vencidos, y la lucha es permanente,
Leer el Talón de Hierro es enfrentar constantemente la verdad incómoda para
muchos que deseamos no salir de nuestro espacio de confort, de quienes nos
conformamos con la rutina, y nos invita a abrir los ojos, y decidir Entre deslizarnos
al abismo, donde el sistema de salud es insuficiente para la población, donde la
pobreza sale a las calles a llorar por un pedazo de pan, y donde tener garantizado
un trabajo a la vuelta de una cuarentena será pura suerte para algunos, O luchar
por la Revolución, y evitar que nos deslicemos a la barbarie. Enfrentarnos al talón
de Hierro, por el Socialismo.
¡He aquí nuestras manos nuestras fuertes manos! Ellas os quitarán vuestro
gobierno, vuestros palacios y vuestra dorada comodidad, y llegara el día en que
tendréis que trabajar en el campo o el hortera reblandecido en vuestras
metrópolis. He aquí nuestras manos. Miradlas: ¡Son puños sólidos!(London, El
Talon de Hierro, 1908)
Por: Luna R. Carmesí

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