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La criminalidad y los factores biológicos

Las tesis de Lombroso y los que le siguieron, se fueron apagando con los nuevos
descubrimientos de la ciencia médica y, hoy día no son otra cosa, que un recuerdo
histórico. Pero siguiendo la cronología histórica de la Criminología, hay que decir
que en pleno Siglo XX, nacen una serie de teorías derivadas de las investigaciones
antropológicas de la Escuela Positivista, que pretenden demostrar la relación entre
determinados factores constitucionales y la criminalidad y que siguen vigentes, en
uno u otro sentido, en el presente siglo XXI. Sobre esta orientación explicativa de la
criminalidad, podemos referenciar, como más interesantes los estudios genéticos, el
funcionamiento humoral y endocrino y la constitución biotipológica del sujeto.

1. En cuanto al factor de la herencia

Han sido numerosos los estudios que han tratado de buscar al delito y a la
criminalidad una explicación genética de carácter hereditario. No porque se
considere que los actos criminales de los antepasados puedan ser transmitidos
hereditariamente, pero sí que son susceptibles de transmisión las tendencias que
los originan, como podría ser la agresividad, la excitabilidad, la violencia etc. Para
fundamentar sus tesis, los seguidores de esta tendencia se han fundamentado en
tres tipos básicos de estudios: los genealógicos, los estadísticos y los biológicos.
Nos gustaría detenernos en cada uno de estos estudios, pero la extensión de este
artículo no nos lo permite, por ello, haremos referencia al más interesante y el más
reciente, que es el estudio que se refiere al factor de tipo biológico relacionado con
el cariotipo, esto es el conjunto de cromosomas de un individuo.

En los estudios cromosomáticos, los investigadores han orientado sus trabajos en el


sentido de buscar si la criminalidad de halla ligada a algún tipo de malformación
genética, dado que los genes contenidos en los cromosomas celulares son los
encargados de la trasmisión de los rasgos hereditarios. Se ha observado que la falta
de un cromosoma, o bien la presencia de un cromosoma suplementario o anómalo
se traduce en un desequilibrio orgánico que comporta consecuencias
distorsionadoras en su desarrollo.

Este es el caso el denominado síndrome del cromosoma "Y supernumerario”


descubierto por Jacobs (Nature, 1965), apoyándose en un estudio anterior de Court
Brown (1962). Jacobs hizo un estudio, usando 197 pacientes de comportamiento
peligroso, que se hallaban recluidos en el State Hospital de Lanarkshire (Escocia),
encontrando 7 varones con un cromosoma XYY. Un varón normal tiene un sexo
cromosómico XY, donde la X corresponde a la mitad de la cromatina de la célula
materna y la Y a la mitad de la cromatina paterna. Pero en ciertas ocasiones y sin
saber por qué razón, no se produce la disyunción, añadiéndose toda la cromatina
sexual paterna YY, sin que ésta se haya dividido en dos mitades durante la fase de
meiosis celular. Los investigadores del tema comenzaron a encontrar un elevado
número de varones XYY entre los reclusos de penales y de los manicomios; la
mayoría eran violentos, agresivos, peligrosos, de conducta criminal, o nada más que
deficientes mentales.

2. En cuanto al factor de la endocrinología

Estos estudios han tratado de reconducir el comportamiento humano general y, el


criminal en particular, a procesos hormonales, de tal forma que cuando aparecen
determinadas disfunciones por la alteración en el ritmo de la secreción ya sea por
defecto –hiposecreción- o por exceso –hipersecreción- se pueden producir cambios
temperamentales debido a la conexión que existe entre el sistema hormonal y el
sistema neurovegetativo, responsables de la vida instintivo-afectiva.

Las investigaciones más interesantes en este ámbito de la endocrinología se


hicieron con dos glándulas en concreto: la tiroides y las gónadas o glándulas
sexuales. La tiroides, por cuanto segrega la hormona tiroxina (acelerador biológico)
que activa o estimula los diferentes sistemas (nervioso, circulatorio, respiratorio,
etc.) de ahí que cuando surgen disfunciones de esta glándula, como el
hipertiroidismo se produzcan cambios físicos y psíquicos: taquicardia, pérdida de
peso, excitación, agresividad. Las glándulas sexuales, por cuanto son las
responsables de la elaboración de una serie de hormonas, en concreto en el hombre
la testosterona -acelerador biológico- con efectos estimulantes, y en la mujer la
progesterona, de efectos tranquilizantes.
En los últimos años, en el marco de la delincuencia agresiva y sexual se han
desarrollado exploraciones científicas sobre la relación en los niveles de
testosterona y el comportamiento criminal masculino, ya que en unos estudios
realizados en EE.UU. se ha comprobado que los reclusos violentos y los
delincuentes sexuales muestran unos niveles de testosterona más altos que el resto
de los presos, así como del correspondiente grupo de control.

Sobre estas bases se pretendió establecer relaciones directas entre las agresiones
violentas y la testosterona en cifras elevadas. Estas investigaciones sirvieron
también para justificar unos datos que habían llamado la atención y eran difíciles de
explicar sobre bases biológicas o antropológicas: los bajos porcentajes de
criminalidad que presentaban las mujeres en relación con los hombres.

Estos estudios pudieron recibir un impulso valioso con el Proyecto Genoma de hace
varios años, que causó furor por identificar genes relacionados con todo tipo de
alteraciones físicas y psicológicas en el individuo.

3. En cuanto al factor la biotipología

Se conocen como técnicas somatotípicas aquellas mediante las cuales se trata de


establecer correlaciones entre las características físicas de los individuos y los tipos
psíquicos o los rasgos psicológicos. En los estudios realizados se han planteados
dos cuestiones fundamentales:
Si entre los criminales predomina algún biotipo concreto.

Si existe o no correspondencia entre cada uno de tales tipos y las variedades de


comportamiento antisocial.

Ambas cuestiones se han planteado sobre todo en torno a dos clasificaciones


biotipológicas concretas, como son las formuladas por KRETSCHMER y SHELDON.

ERNEST KRETSCHMER, psiquiatra alemán trató de comprobar si había relación


entre enfermedad mental y estructura corporal. Concluyó afirmando la existencia de
tres biotipos fundamentales: pícnicos, leptosomáticos y atléticos, a los que
correspondían, respectivamente, otros tantos temperamentos: ciclotímico,
esquizotímico e ixotímico. Por su parte SHELDOM,  confeccionó su biotipología,
estableciendo unos tipos paralelos a los de Kretschmer. Los biotipos que estableció
se denominan: endomorfo, mesomorfo y ectomorfo a los que corresponderían los
temperamentos: viscerotónico, somatotónico y cerebrotónico.

SHELDOM, utilizando datos que proporciona la embriología, elaboró una serie de


rasgos corporales para relacionar las características psíquicas o temperamentales.
Se basa en que en el embrión humano aparecen tres capas (endodermo, mesodermo
y ectodermo) de las que se van derivando los tejidos correspondientes -visceral,
muscular y nervioso- dando lugar a los tres tipos de sujetos referenciados. Los
endomorfos, serían aquellos que tienen más desarrollada la primera capa
-endodermo- (tejidos viscerales) que evidencian una estructura corporal débil, con
tendencia a la gordura y a las formas redondeadas. Los rasgos temperamentales
específicos muestran un carácter amable, extrovertido, sociable, cómodo. Los
mesomorfos, serían aquellos que tienen más desarrollada la segunda capa –
mesodermo- (tejido óseo y muscular). Personas fuertes y resistentes. Su tipo
psíquico es agresivo, enérgico, osado, valiente, inestable y ambicioso. Los
ectomorfos, serían aquellos con la tercera capa -ectodermo- más desarrollada (tejido
nervioso). Son personas de cuerpo alargado, con extremidades delgadas y finas. Su
tipo psíquico es introvertido, hipersensible, intelectual, desordenado, y con
tendencia a la depresión. Sheldom llegó a la conclusión de que en el grupo del tipo
mesomórfico hay un predominio de criminales debido a su gran musculatura y
temperamento agresivo; presentando cierta tendencia a verse involucrados en
delitos pasionales.

III. Conclusión

Quizás en las disquisiciones sobre el comportamiento humano, en concreto, de la


conducta delictiva, entre lo innato y/o lo adquirido, como en ningún otro tema se
haga verdad el adagio latino “virtus in medio est”. El término medio es siempre el
más acertado, por lo que pensamos, como lo han hecho otros muchos,  que ambos
factores, el congénito y el adquirido, podrían combinarse y dar lugar a la conducta
antisocial o, en último extremo, al crimen.
No es posible encontrar una explicación genética en todos los delitos, tampoco una
endocrinopatía puede bastar por si sola para determinar la causa del crimen, sin el
concurso de otros factores, tampoco, científicamente, se puede sostener la
existencia de un "cromosoma del crimen". Es decir, que como ya sostuvo Miller en
"The Lancet" (1975): "mejor que buscar una explicación genética para los problemas
sociales, deberíamos atacar las condiciones y la estructura socioeconómica
responsable de los problemas de conducta y de la mayoría de las dificultades que
confronta nuestra sociedad".

En todo caso, todos estos estudios serán siempre bienvenidos, como ayuda para
entender y comprender la complejidad de la conducta humana, aunque nunca
deberían ser usados como métodos definitivos con fines de orden público.

Criminologia y Biologia

La Criminología como ciencia interdisciplinaria busca las causas del delito de manera integral y se nutre
de la Biología criminal;

en cambio la Biología criminal en si misma, hace como objeto de estudio la vertiente genética hereditaria
de la delincuencia,
según esta ciencia son los factores genéticos los que impulsan a una persona a delinquir.

  

Los criminólogos clínicos desde el punto de vista biopsicologico plantean algunos rasgos generales de la
personalidad criminal,
por ejemplo la agresividad, el egocentrismo, incapacidad para organizarse de manera perdurable,
imprevisión, y la indiferencia afectiva.

1.- Biotipología criminal

Desde el punto de vista biológico el biotipo está representado por grupos de individuos de descendencia
común que presentan los

mismos caracteres hereditarios.

Ernst Kretschmer (1888-1964), psiquiatra alemán, después de haber estudiado y medido un gran
número de individuos, elaboró

una clasificación del delincuente tomando en cuenta su estructura morfológica y las relacionó con el
temperamento,

construyendo 3 tipos básicos fundamentales: el leptosomático o asténico, el atlético o epileptoide y el


pícnico o ciclotímico,

a los cuales sumó una cuarta categoría representada por grupos mixtos y desproporcionados,
llamándolos displásticos.

· Leptosomático o esquizotímico

Es el sujeto de aspecto débil, formas delgadas, aplanadas, de rostro alargado, nariz delgada y
puntiaguda, poca vellosidad corporal.

En relación con su psiquis se observa una diversidad caracterial, pudiendo presentar una mentalidad
abstracta y sentimentalidad. Son especulativos, inclinados al arte, de difícil adaptación, introvertidos, de
personalidad retraída y seria, de energía serena y gran tenacidad.  

Se asocia este tipo con el temperamento esquizotímico, caracterizado por oscilar entre la
hipersensibilidad y la frialdad.

La delincuencia en este tipo se caracteriza por su frecuencia, su precocidad, tendencia extrema y


progresiva a reincidir.

No cometen mayores actos de violencia sino de robo, falsificaciones, abusos de confianza y son obsesivos.

No toman conciencia del riesgo, despreocupados de sí mismos y de sus víctimas.


· El tipo atlético o epileptoide

Se caracterizan por poseer un esqueleto bien formado, como también la musculatura, de líneas
alargadas, miembros bien formados y musculosos, poco desarrollo visceral y de las caderas, caballera
espesa, barba carrada, cuerpo velludo y piel áspera.  

En cuanto a los rasgos psíquicos, se destaca su mentalidad tosca, de temperamento viscoso, oscilando
entre

la sentimentalidad y el apasionamiento y la brutalidad. Son impulsivos, de actitudes perversas, tercos,


de movimientos pausados,

tenaces y persistentes en afectos y conductas, perseverantes y al mismo tiempo poco sensibles y


espirituales. Su personalidad se asocia

con el temperamento de naturaleza epileptoide. En términos de delincuencia, son salvajes, b


encarnizados,

incendiarios y reinc
· Pícnico o ciclotímico

Son sujetos muy corpulentos, de líneas cortas y redondeadas, vísceras voluminosas y grasientas,
extremidades cortas, rostro redondo, a menudos calvos, poco desarrollo piloso y muscular. En cuanto al
carácter, el ciclotímico se distingue de los otros por poseer un buen intelecto, de carácter risueño y
jovial, temperamento oscilante o circular entre excitado y alegre o decaído y triste, sintónico con el
medio, de pensamiento retrasado o acelerado en relación con su estado de ánimo, pudiendo ser pesimista
u optimista, práctico en sus actividades pero no constantes. Este tipo representa un menor porcentaje
entre los delincuentes y sus actos antisociales más frecuentes son de naturaleza tardía y astuta como en
la estafa y el fraude. Llegan al homicidio antes sentimientos irresistibles o depresión melancólica
pudiendo llegar al homicidio colectivo. Desde el punto de vista morfológico, el displástico puede
presentar deficiencia de los caracteres sexuales secundarios y en general una estructura somática atípica
pudiendo incluso llegar a la deformidad. En el plano psíquico hay igualmente una mezcla. Se encuentran
entre ellos débiles mentales y esquizoides.

En cuanto al valor de la tipología, Kretschmerse señala que a través de ella se ha podido llegar a
relacionar lo psíquico con lo corporal con bases experimentales y científicas. De allí que la psiquiatría
se interese por la forma corporal de los familiares del sujeto estudiado para comprender su verdadero
temperamento.

2.- Genética Criminal

También conocida como criminogénesis es la explicación de las causas que tuvo un delincuente para
delinquir, es la resultante del estudio de su historia vital, es decir, que tiene importancia capital el perfil
de personalidad básica del actor (factor individual o biopsicogénesis) y de las influencias ambientales
(factor mesológico o sociogénesis).

La criminogénesis es el conjunto de tendencias de origen genético que ante los estímulos del medio
pueden desembocar en una conducta antisocial dependiendo de la intensidad con que tales tendencias se
presentan en cada individuo.

De acuerdo con el planteamiento de la biología criminal, no todo individuo con tendencias violentas,
irascibles, agresivas, o excitables llega al delito, sino solo aquellos que no poseen la capacidad para
refrenarlas. En ello la estructura de la personalidad juega un papel de vital importancia.

Este punto de vista resulta de las investigaciones más recientes en el campo de la genética en relación
con el medio. En toda personalidad deben converger tres elementos: el heredado (temperamento), el
aprendido (carácter) y el medio.

3.- La herencia y el delito

Algunos estudios en el campo de la herencia genética han dado cuenta de la existencia de un cromosoma
extra supuestamente causante de la conducta criminal, el cromosoma 47 (XYY).

En 1961, según Glasser, se tuvo la primera noticia sobre su existencia. Se halló un cromosoma Y extra en
un sujeto, llegando a relacionarse su conducta delictiva con la presencia del mismo. En 1968, durante la
defensa de un caso de asesinato en París, se alegó la inocencia del encausado por demencia, por tener el
triplete cromosómico XYY, por lo que un panel de expertos recomendó al tribunal la reducción de la
sentencia.
López Saiz y Codon, desde el punto de vista psiquiátrico, el estudio de la herencia ha conseguido algunos
resultados con las investigaciones de los caracteres psicológicos normales y patológicos heredados en el
caso de los gemelos monoovulares, y los métodos estadísticos puestos en marcha de manera científica en
grupos extensos de sujetos antisociales.

4.- Estudios genéticos en las familias criminales

Según Pinatel, estas investigaciones se basan en la elaboración de tablas de descendencia,


frecuentemente llamadas árbol genealógico, que permite conocer lo que ha ocurrido a través del tiempo
a la descendencia de un individuo determinado. Se afirma que los estudios genéticos sobre familias
criminales se remotan al siglo XIX. Uno de ellos, referido por Dugdale, en 1877, el cual se refiere a un
sujeto de nombre Juke, alcohólico, residente en Nueva York, quien se dice tuvo 709 descendientes, entre
ellos 292 prostitutas y mantenidos, 77 delincuentes y 142 vagabundos, siendo la investigación análoga a
las otras familias.

5.- Estudios estadísticos


Una de las más antiguas estadísticas sobre la herencia criminal fue suministrada por Marro, quien
estudió los progenitores vivos de 500 delincuentes, comparándolos con 500 no delincuentes. Encontró el
factor alcoholismo en un 40% de ellos y taras mentales en más de un 42% en los progenitores y
colaterales de los delincuentes, frente a un 16% de casos de alcoholismo en los progenitores de los no
delincuentes y un 13% de taras en sus progenitores y colaterales.

Sobre el valor de estos estudios se afirma que efectivamente, desde el punto de vista psiquiátrico el
alcoholismo puede estar correlacionado con taras hereditarias que llegan a los descendientes
agrandados. Tan afirmación es rechazada por otros científicos para quienes el valor hereditario y la
descendencia en los alcohólicos no pueden ser considerados aisladamente sin tomar en cuenta otros
elementos del medio y elementos de tipo afectivo.

Otro concepto de genética criminal, es el estudio que relaciona las aberraciones o malformaciones
cromosomaticas con la delincuencia, son mencionados los síndromes de turner, triple x, de klinefelter, y
doble y.

5.-E l síndrome de turner

Se predica de las mujeres cuyo cariotipo o formula cromosomatica es 45x0, generalmente son de talla
reducida este síndrome es relacionado con el aborto.

6.-Síndrome triple x
Se refiere a las mujeres que portan ms de dos cromosomas x, por ejemplo el cariotipo 47xxx, produce
degeneración de los caracteres femeninos se vincula a comportamientos agresivos y violentos

7.-E l síndrome de klinefelter,

Tiene que ver con varones cuyo cariotipo es 47xxy, es decir, con un cromosoma femenino adicional,
coeficiente escolar bajo, son jóvenes altos, delgados son relacionados como de alta peligrosidad,
muestran predisposición delictiva ante los estímulos criminogenos del exterior.

8.-Síndrome de doble yy

Se trata de los hombres que tienen un cromosoma y suplementario, son de elevada estatura respecto de
sus parientes, calvicie, miopía, debilidad mental que los hace agresivos con tendencia a la criminalidad,
además de tener una conducta violenta tienden a cometer delitos contra el patrimonio sin motivos
precisos.

9.-Estudio de gemelos
Los gemelos también han preocupado a los científicos dicese, los univitelinos , monocigoticos, o idénticos,
es decir, los seres desarrollados en un solo ovulo que se parte durante determinado periodo de la
fecundación (mitosis) estas personas realizan comportamientos similares en un porcentaje respetable.

Bivitelinos , proceden de dos óvulos fecundados al mismo tiempo, el porcentaje de conducta semejante es
mucho menor

Estos estudios se refieren a las investigaciones sobre el comportamiento de los gemelos monocigóticos o
monoovulares y los gemelos dicigóticos o biovulares. Las primeras investigaciones en este campo fueron
propuestas por Simens y Verschuer, y luego continuadas por otros científicos, entre ellos Curtins, Lens,
Lange. Se busca a través de ellas determinar cual ha sido el comportamiento de los gemelos cuyos
padres han sido delincuentes, partiendo de la hipótesis de que los gemelos monocigóticos poseen idéntica
carga hereditaria, son del mismo sexo, por lo que se espera que también coincida su comportamiento. En
los gemelos dicigóticos(bivitelonos) por no tener genes iguales (se forman separadamente, con plena
independencia pero sincronizada pudiendo tener sexos iguales o distintos) se supone que no se van a
parecer más que dos hermanos cualesquiera.  A decir de López Saiz y Codon, el parecido físico y moral
de los hermanos monoovulares es extraordinario, su semejanza es tal que incluso pueden ser idénticas
sus huellas dactilares, carácter individual del que con frecuencia se sirven los organismos policiales para
la identificación personal.

El parecido es también psicológico, tienen iguales gustos, inclinaciones, sentimientos, inteligencia, de


acuerdo con Slater. Sin embargo Pérez Viloria señala que la herencia psíquica no tiene la misma
intensidad que la herencia física en estos gemelos.

10.-Familias criminales

Toma en cuenta el factor herencia analizando las familias de delincuentes, trabajos que se conocen como
la genealogía criminal. Estos estudiosos concluyen que la proporción de delincuentes condenados por
delitos graves es mayor en aquellos cuyos padres han sido criminales, que entre aquellos que solamente
uno de los padres ha sido condenado, los h6ijos de personas que han delinquido, incurren en
infracciones penales con mayor frecuencia que sus hijastros.

Endocrinología Criminal

La endocrinología desde un sentido amplio, es la especialidad médica encargada del estudio de la


función normal, la anatomía y los desórdenes producidos por alteraciones del sistema endocrino.
La endocrinología criminal propiamente aparece como una rama de la ciencia en el siglo XX, debido a
los estudios de Nicolás Pende y de su discípulo Giuseppe Vidoni. Tal disciplina intenta descubrir el
origen de la delincuencia en el funcionamiento de las glándulas de secreción interna; trata de demostrar
la decisiva influencia de las hormonas en la etiología y aparición del delito. Para sus creadores, el
desequilibrio de las secreciones glandulares engendra trastornos en la conducta humana que, a su vez,
motivan el delito.
La escuela biotipológica de Padua, representada por Giovanni, Viola y Pende, fundada en 1880, planteó
la hipótesis de que la disfunción de las glándulas endocrinas estaba íntimamente relacionada con el
comportamiento criminal. Ya con anterioridad Cesare Lombroso se había referido a la hipofunción de
la glándula hipófisis y sobre ella basó su tesis sobre el cretinismo. Igualmente Kretschmer concedió un
gran valor a las glándulas endocrinas en el desarrollo de su tipología por la influencia de éstas sobre el
crecimiento y la morfología corporal. Benigno Di Tulio, afirmó que la conducta criminal se debía a la
disfunción de las glándulas de secreción interna, llegando a ser considerado fundador de la
Endocrinología Criminal. Jiménez de Asúa, Ruiz Funes y Quintiliano Saldaña, se ocuparon de estudiar
la relación de las glándulas endocrinas con la delincuencia, dándoles una importancia preponderante en
la etiología criminal.
Gregorio Marañon llegó a afirmar que uno de los aspectos en que más se extendieron las
interpretaciones endocrinas fue sin duda el referido a su transcendencia en la caracterología, en la
psicología, en la actividad social de los hombres y por consiguiente en sus actos virtuosos o criminales,
por lo que en un tiempo llegó a suponerse que cada pecado provenía de una glándula de secreción
interna, al igual que sus hormonas. Tras un periodo de sistematización de la Endocrinología Criminal,
se inicia una fase reaccionaria en 1937 con Ethianne De Greeff, quien manifiesta reservas en relación a
los tipos psicológicos de Pende, considerándolos frágiles e insuficientes, afirmando, no obstante, que su
mérito está en haber dado un lugar de primer plano a la Endocrinología en relación con el aspecto
morfológico.

· La tiroides, es un acelerador biológico localizado en el cuello.


· Las suprarrenales ubicadas encima de los riñones, que secretan la adrenalina, sustancia que sobre el
sistema nervioso vegetativo.

· Las glándulas sexuales que producen los espermatozoides y ovarios.

· La hipófisis ( pituitaria), situada en la base del cerebro, es la hormona del crecimiento.

Se ha comprobado la influencia de alteraciones hormonales en algunos comportamientos del ser


humano.

https://sites.google.com/site/caracterologiacriminalma91/criminologia-y-biologia
Complejo de Edipo
En psicoanálisis, el complejo de Edipo, a veces también denominado conflicto edípico,
se refiere a un conjunto complejo de emociones y sentimientos infantiles caracterizados por
la presencia simultánea y ambivalente de deseos amorosos y hostiles hacia los
progenitores.1 Se trata de un concepto central de la teoría psicoanalítica de Sigmund
Freud, expuesto por primera vez dentro de los marcos de su primera tópica. En términos
generales, Freud define el complejo de Edipo2 como el deseo inconsciente de mantener
una relación sexual (incestuosa) con el progenitor del sexo opuesto y de eliminar al padre
del mismo sexo (parricidio).
El complejo de Edipo es la «representación inconsciente a través de la que se expresa el
deseo sexual o amoroso del niño».3 Freud describe dos constelaciones distintas en las que
se puede presentar el conflicto edípico:

 Complejo de Edipo positivo: odio o rivalidad hacia el progenitor del mismo sexo y


atracción hacia el progenitor del sexo opuesto.
 Complejo de Edipo negativo: amor hacia el progenitor del mismo sexo, así como
rivalidad y rechazo hacia el progenitor del sexo opuesto.1
La teoría de Freud distingue en el desarrollo psicosexual de los niños tres etapas
principales: la oral, la anal y la fálica. El período de manifestación del complejo de Edipo
coincide con la llamada fase fálica (pregenital) del desarrollo de la libido, es decir
aproximadamente entre los 3 y los 6 años de edad y se acaba con la entrada en el período
de latencia. De acuerdo con la teoría freudiana, el complejo se revive en la pubertad y esta
reaparición declinaría a su vez con la elección de objeto, que abre paso a la sexualidad
adulta.

El Complejo de Edipo: uno de los conceptos más polémicos de la teoría de Freud

El Complejo de Edipo es un término que usó Sigmund Freud en su Teoría de los


Estadios del Desarrollo Psicosexual para describir el sentimiento de deseo de un niño
por su madre y el odio hacía el padre. Este odio se debe a que el niño percibe que su
padre es un competidor por conseguir el cariño de la madre, y expresa sus sentimientos en
forma de enojos, rabietas y comportamientos de desobediencia.
Freud propuso por primera vez el Complejo de Edipo en 1899 en su libro Interpretación de
los sueños, pero no empezó a utilizarlo formalmente hasta el año 1910. El nombre nace
tras inspirarse en Edipo, un personaje de la mitología griega que mató a su padre
accidentalmente.
La Teoría Psicosexual de Sigmund Freud

En la época en la que Freud vivió existía una fuerte represión de los deseos sexuales. El
psicoanalista austriaco entendió que había una relación entre la neurosis y la represión
sexual. Por lo tanto, era posible entender la naturaleza y la variedad de la enfermedad al
conocer la historia sexual del paciente.
Freud consideró que los niños nacen con un deseo sexual que deben satisfacer, y que
existen una serie de estadios, durante los cuales el niño busca placer a través de
diferentes objetos. Esto es lo que le llevó a la parte más polémica de su teoría: la teoría del
desarrollo psicosexual.

Etapa fálica y Complejo de Edipo

Según Freud, existen varias etapas del desarrollo psicosexual del infante, y el Complejo de
Edipo sucede durante la Etapa fálica: momento importante para el desarrollo de la
identidad sexual.
Esta fase tiene lugar a partir de los tres años y se extiende hasta los seis.
Los genitales son el objeto de placer, y aparece el interés por las diferencias sexuales y
los genitales, por lo que es de suma importancia la no represión de este deseo y el correcto
manejo de este estadio, ya que podría obstruir la capacidad de investigación, conocimiento
y aprendizaje general del niño.
Freud afirma que los niños varones experimentan deseos sexuales hacia sus madres y ven
a sus padres como rivales, por lo que temen ser castrados, proceso que resulta en el
Complejo de Edipo. Más tarde los niños se identifican con sus padres y reprimen los
sentimientos hacia sus madres para dejar atrás esta fase. La correcta asimilación de esta
etapa tiene como consecuencia la madurez de la identidad sexual.
El concepto del Complejo de Edipo solamente hace referencia a los niños varones, pues en
las niñas se denomina Complejo de Electra.

Superando el Complejo de Edipo

Para el correcto desarrollo hacia un adulto con una identidad sana, el niño debe
identificarse con el mismo sexo que su progenitor. Freud sugiere que mientras
el ELLO quiere eliminar al padre, el EGO sabe que su padre es mucho más fuerte.
Entonces, el niño experiencia lo que se conoce como ansiedad de castración, miedo a
la emasculación. A medida que el niño se va dando cuenta de las diferencias físicas entre
los hombres y las mujeres, asume que en las mujeres el pene ha sido removido, por lo que
su padre puede castrarle a él como castigo por desear a su madre.
Muchas son las críticas que ha recibido Freud por el concepto de Complejo de Edipo,
incluso desde dentro del propio mundo del psicoanálisis.

IDENTIDAD NEGATIVA:
Una persona que no logra construir una imagen positiva de si-misma va a desarrollar una
identidad negativa. Está en relación con una baja autoestima. Esta identidad se construye en
la familia (cuando, por ejemplo, el niño escucha e integra la denigración parental hacia el) y
se consolida en la escuela (con los docentes y compañeros que le critican). Muchos
delincuentes tienen una identidad negativa.

Identidad negativa: Algunos adolescentes deciden que los roles que los adultos les
ofrecen son inalcanzables o no les resultan atractivos, aunque no pueden encontrar
alternativas que sean verdaderamente propias. La reacción puede ser una identidad
negativa, es decir, contraria a lo que se espera de ellos. El factor fundamental en la
identidad negativa no es la identidad en si misma sino el desafío rebelde que
subyace a ella. Por ejemplo el hijo de un maestro se niega a ir a la universidad.

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