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como SAVIGNY, distinguen entre interpretación legal y doctrinal (Savigny, 1878-1879:

147). La primera la realiza normalmente la judicatura, la segunda la puede realizar


cualquier estudioso u observador. Ésta última, obviamente, no es vinculante puesto que
“el científico solamente puede determinar las distintas posibilidades de aplicación y
emitir una opinión que carece de efectos vinculantes” (Huerta, 2006: 441). No obstante,
la finalidad principal de ambas interpretaciones es conocer el contenido de una ley.
La función de la interpretación no está restringida únicamente a resolver o clarificar las
partes más oscuras o dudosas de un texto jurídico. Sin embargo, es necesario
reconocer que adquiere una mayor relevancia cuando una situación necesita ser
aclarada (Savigny, 1878-1879: 146)
El método interpretativo más conocido es el propuesto por el jurista alemán Friedrich
Karl von Savigny en el siglo XIX. Se le considera como uno de los primeros juristas que
intenta dar un estatus científico al derecho Este autor en su Metodología jurídica (1802-
1803) afirma que “la interpretación es la reconstrucción del pensamiento (claro u
oscuro, es igual) expresado en la ley” (1994: 14). Para ello, la persona que estudia una
normativa jurídica debe colocarse en el lugar del legislador. En su obra Sistema del
Derecho Romano Actual (1840) distingue cuatro elementos que deben ser estudiados.
Estos son: “el gramatical, el lógico, el histórico y el sistemático” (Savigny, 1878-1879:
150).
las dos principales aportaciones de la doctrina de Savigny al Derecho son la
“generalización de la idea de sistema y de la metodología jurídica de inspiración lógico-
sistemática”
El problema ulterior que se presenta es si un ordenamiento jurídico, más allá de su
unidad, constituye también un sistema, en suma, si refleja una unidad sistemática,
entendiendo por “sistema” una totalidad ordenada, o sea, un conjunto de entes, entre
los cuales existe un cierto orden. Para poder hablar de orden es necesario que los
entes constitutivos no estén tan sólo en relación con el todo, sino que estén en relación
de coherencia entre sí

KELSEN

Al analizar el tema de la interpretación, la atención de Kelsen se encuentra claramente


dirigida a resolver uno de los problemas clásicos de la teoría de la interpretación
jurídica: la ambigüedad de los enunciados normativos.

Según Kelsen, las normas son el objeto de la interpretación -"una norma jurídica tiene
dos o más significados"5- pero también su producto: "mediante una interpretación
auténtica una norma jurídica puede ser reemplazada por otra norma de contenido
completamente diferente"6. Es decir, Kelsen utiliza el término "norma" para referirse
indistintamente tanto al objeto de interpretación como a su producto.

Kelsen, en efecto, es bastante claro al plantear el que considera el problema


fundamental de la interpretación del derecho: la posibilidad de atribuir diferentes
significados a los enunciados normativos, y la ausencia de metacriterios jurídicos que
establezcan qué criterio interpretativo debe ser aplicado 8. De este modo, los juristas no
tendrían criterios para saber si deben aplicar el criterio histórico, el del espíritu de la ley,
el literal o el gramatical. Es precisamente en este sentido en el que Kelsen critica a la
jurisprudencia tradicional que sostiene que existe un único, verdadero o correcto
significado de los enunciados normativos.

el concepto de interpretación que Kelsen está utilizando es aquel de interpretación


como atribución de significado. Interpretar, desde este punto de vista, no sería otra
cosa que atribuir significado a los enunciados normativos provenientes de las
autoridades normativas. No obstante, éste no es el único concepto de interpretación
que Kelsen utilizó a lo largo de su obra

La interpretación del derecho que realiza el científico del derecho, según Kelsen, tiene
que dar cuenta de todos los significados que es posible atribuir a un enunciado
normativo. Tiene por tanto pretensiones descriptivas, y no pretende persuadir sobre
qué significado debe acoger el órgano de aplicación del derecho: "[E]l método científico
debe mostrar, desde la base de un análisis crítico, todas las interpretaciones posibles
de una norma jurídica"12. Es decir, es una exposición de los significados atribulóles a un
enunciado jurídico.

la tarea de la ciencia del derecho consiste en describir las normas jurídicas


pertenecientes a cierto ordenamiento jurídico. Y que una manera de llevar a cabo esta
tarea consiste sencillamente en enumerar todas las normas jurídicas vigentes, por
ejemplo, de la siguiente manera:

 D1: Si una persona ha adquirido legítimamente una cosa por compra, deberá
dictarse sentencia en su favor ordenando la entrega de la misma en contra de
cualquier persona que la retenga.
 D2: Si una persona ha heredado una cosa, deberá dictarse sentencia de daños y
perjuicios en contra de toda persona que con dolo o negligencia haya causado
un deterioro en la misma.
 D3: Si una persona ha adquirido una cosa por donación, deberá dictarse
sentencia a su favor ordenando la resitución de la misma en contra de cualquier
persona que la posea ilegítimamente.

Y así sucesivamente. Aunque habría que tener en cuenta que la formulación de las
norma vigentes podrían ser mucho más complicada. Este modo de presentación de las
normas jurídicas pertenecientes a cierto ordenamiento jurídico, dice Ross, requiere
formular un gran número de normas jurídicas: aquellas que conectan cada uno de los
hechos individuales condicionantes con cada una de las consecuencias jurídicas
condicionadas. Esto puede ser representado de la siguiente manera:

Ellos consideraban que no todas las expresiones lingüísticas adecuadamente


construidas, desde un punto de vista sintáctico tienen significado (meaningful). Lo que
determinaba si una expresión tenía o no significado era un criterio de significación, el
cual consistía en la verificación empírica de la misma.
DWORKIN
Sin duda alguna Ronald Dworkin es el máximo exponente de la tendencia anti-
positivista que define a la más reciente filosofía jurídica norteamericana.

Su acerada compilación de ensayos Taking Rights Seriously (1977) supuso un duro


golpe contra la imperante concepción positivista del derecho.

Dworkin confecciona una teoría alternativa que, segíin él mismo, se aleja por igual del
positivismo y de las teorías del derecho natural (entendidas éstas de manera ortodoxa).

Veamos cómo debe actuar, según Dworkin, un juez que se encuentre ante un "caso
difícil": Dworkin entiende que no hay lugar para la creación de derecho (en un sentido
propio) por parte de los jueces, aun en el caso de hallarse éstos ante un "caso difícil",
porque incluso con respecto a casos de esta índole el sistema establecido -pese a su
carencia explícita de resolución- puede ser idóneamente interpretado. Siendo así,
existe sólo una única respuesta correcta que puede derivarse del sistema jurídico, y
esto es así porque el sistema no incluye sólo el derecho explícito reconocido como tal,
sino un conjunto de principios fundamentales que son consistentes entre sí y también
con respecto a las reglas explícitas. La teoría jurídica tiene pues una "dimensión de
moralidad" que subyace al derecho legalmente establecido. Los jueces deben decidir el
caso en cuestión mediante la identificación de los principios subyacentes al sistema. La
teoría de Dworkin atribuye, en consecuencia, una labor "hercúlea" a los jueces, y él
mismo concede que "inventa", en este sentido, un juez con habilidades, aprendizaje,
paciencia y agudeza intelectual sobiehumanos, "al que llamaré Hércules". Dicho de otro
modo, Dworkin reconoce que sólo un juez ideal podría llevar a cabo la tarea de
identificar los presupuestos morales subyacentes;

La teoría de Dworkin se propone ser (a este respecto): (a) Descriptiva: Describe cómo
los jueces (y abogados, etc ...) hablan y piensan en lo concerniente al modo en que
deben decidir (v.gr. sus críticas a otros jueces, etc ...). (b) Prescriptiva (o normativa):
Describe cómo los jueces deben decid ir..."
En todo caso la cuestión referente a qué conjunto de principios provee la mejor
justificación moral, y constituye la más consistente teoría del derecho, es, según
Dworkin, una materia de índole objetivo

En (1986) Dworkin entiende que definir lo que es la ley es lo mismo que interpretarla, y
hacerlo es "encontrar el mejor sentido de" el conjunto de materias legales que precisan
ser interpretadas. Refiriéndonos a los "casos difíciles", Dworkin no niega que el juez
goce de cierta discreción en el momento de decidirlos, pero su discreción está de algún
modo restringida por los principios que la totalidad de reglas (la ley) permite contemplar
como subyacentes al sistema legal en su conjunto.

 Cuando los jueces entran en una discusión  teórica  sobre  el  Derecho  —discutiendo 


sobre  cuál  es  el  Derecho  que  gobierna  un  caso  difícil
—, cada uno de ellos desarrolla alguna teoría operativa sobre la mejor interpretación 
posible de sus responsabilidades legales a la luz de sus propias “convicciones e instint
os”.  Sus discusiones teóricas son discusiones “interpretativas”. 

HART

a Hart le preocupa enormemente el fenómeno de la textura abierta por la


que el lenguaje del Derecho se encuentra parcialmente indeterminado. La función de la
interpretación jurídica es precisamente la de eliminar esa situación de indeterminación
que presentan las normas generales en algunos casos, y por eso resulta vinculado el
concepto de interpretación con el de la aplicación de esas normas a los
casos
individuales difíciles. Como veremos más adelante, Hart encuentra soluciones a varios
de los problemas que plantea a través de la interpretación, pero hay dos motivos por
los que no lleva este concepto a la cúspide de su construcción teórica: en primer lugar,
la actividad interpretativa se sitúa en una perspectiva a posteriori de la indeterminación
del lenguaje jurídico, que no es la parte por la que Hart muestra mayor interés; y, en
segundo lugar, porque como él mismo afirma no es la panacea
a Hart le preocupa enormemente el fenómeno de la textura abierta por la
que el lenguaje del Derecho se encuentra parcialmente indeterminado. La función de la
interpretación jurídica es precisamente la de eliminar esa situación de indeterminación
que presentan las normas generales en algunos casos, y por eso resulta vinculado el
concepto de interpretación con el de la aplicación de esas normas a los
casos
individuales difíciles. Como veremos más adelante, Hart encuentra soluciones a varios
de los problemas que plantea a través de la interpretación, pero hay dos motivos por
los que no lleva este concepto a la cúspide de su construcción teórica: en primer lugar,
la actividad interpretativa se sitúa en una perspectiva a posteriori de la indeterminación
del lenguaje jurídico, que no es la parte por la que Hart muestra mayor interés; y, en
segundo lugar, porque como él mismo afirma no es la panacea
a Hart le preocupa enormemente el fenómeno de la textura abierta por la
que el lenguaje del Derecho se encuentra parcialmente indeterminado. La función de la
interpretación jurídica es precisamente la de eliminar esa situación de indeterminación
que presentan las normas generales en algunos casos, y por eso resulta vinculado el
concepto de interpretación con el de la aplicación de esas normas a los
casos
individuales difíciles. Como veremos más adelante, Hart encuentra soluciones a varios
de los problemas que plantea a través de la interpretación, pero hay dos motivos por
los que no lleva este concepto a la cúspide de su construcción teórica: en primer lugar,
la actividad interpretativa se sitúa en una perspectiva a posteriori de la indeterminación
del lenguaje jurídico, que no es la parte por la que Hart muestra mayor interés; y, en
segundo lugar, porque como él mismo afirma no es la panacea
a Hart le preocupa enormemente el fenómeno de la textura abierta por laque el
lenguaje del Derecho se encuentra parcialmente indeterminado. La función de
lainterpretación jurídica es precisamente la de eliminar esa situación de
indeterminaciónque presentan las normas generales en algunos casos, y por eso
resulta vinculado elconcepto de interpretación con el de la aplicación de
esas normas a los casosindividuales difíciles. Como veremos más adelante, Hart
encuentra soluciones a variosde los problemas que plantea a través de la
interpretación, pero hay dos motivos porlos que no lleva este concepto a la cúspide de
su construcción teórica: en primer lugar,la actividad interpretativa se sitúa en una
perspectiva a posteriori de la indeterminacióndel lenguaje jurídico, que no es la parte
por la que Hart muestra mayor interés; y, ensegundo lugar, porque como él mismo
afirma no es la panacea
Los cánones de "interpretación" no pueden eliminar, aunque sí disminuir,
estasincertidumbres; porque estos cánones son a su vez reglas generales para el uso
dellenguaje, y emplean términos generales que también requieren interpretación.”
Hart(1998) p. 158.De este modo, en opinión de Hart, la comunicación en el Derecho no
tiene que implicarni una "jurisprudencia mecánica" (que no exigiría elecciones
humanas), ni tampoco unaausencia de comunicación de estándares generales
inteligibles (que equivaldría a laanarquía
La tesis de Hart acerca de la necesidad de adoptar una previa decisión
interpretativapara poder aplicar las normas generales a los casos concretos (al menos
los difíciles), loque permite situarse en una vía intermedia entre las opciones extremas
presentadaspor los formalistas (para los cuales el juez diría el Derecho) y los realistas
(según loscuales el juez crearía el Derecho). Para Hart, el juez tiene que interpretar el
Derecho. Deeste modo, en opinión de Hart, la comunicación en el Derecho no tiene
que implicar ni una "jurisprudencia mecánica" (que no exigiría elecciones humanas), ni
tampoco unaausencia de comunicación de estándares generales inteligibles (que
equivaldría a laanarquía)

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