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Revista de Psicología y Ciencias del Comportamiento de la Unidad Académica de Ciencias Jurídicas y Sociales

Vol. 10 Núm. 2 (julio-diciembre 2019)

Recibido: 04/07/2018 Aceptado: 09/11/2019 Publicado: 26/11/2019 DOI: 10.29059/rpcc.20190602-97

Investigación empírica y análisis teórico

Intervención desde la Terapia de Aceptación y Compromiso y la Activación


Conductual en un caso de ansiedad social

Intervention from Acceptance and Commitment Therapy and Behavioral Ac-


tivation in a single case of social anxiety

Hernández Gómez, Alba*

Resumen: Abstract:
En el trabajo se presenta el caso de un paciente de In the study, we present the case of a 42-year-old
42 años con un diagnóstico de ansiedad social y patient with a diagnosis of social anxiety and de-
síntomas depresivos. Se aplicó un tratamiento de 14 pressive symptoms. A treatment of 14 sessions
sesiones basado en la terapia de Aceptación y Com- based on Acceptance and Commitment therapy
promiso (ACT) y Activación Conductual (AC). En (ACT) and Behavioral Activation (AC) was ap-
los resultados, se observó un aumento de la flexibi- plied. In the results, an increase of psychological
lidad psicológica y del funcionamiento del paciente flexibility and functioning of the patient in the dif-
en las diversas áreas vitales. También se redujo la ferent vital areas was observed. Besides, anxious
sintomatología ansiosa y depresiva. Por último, se and depressive symptoms were reduced. Finally,
discuten los resultados obtenidos y se reflexiona we discuss the results obtained and we ponder over
sobre la aplicación de estos tratamientos en el tras- application of these treatments in social anxiety
torno de ansiedad social. disorder.

Palabras Clave: caso único, terapia de acepta- Keywords: single case, acceptance and commit-
ción y compromiso, activación conductual, an- ment therapy, behavioral activation, social anxiety,
siedad social, depresión. depression.
.

*Correspondencia: albahergomez@gmail.com

ISSN: 2007-1833 156 pp. 156-171


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De acuerdo con el DSM-5, la ansiedad social Por otro lado, la terapia de activación
es un miedo o ansiedad intensos que aparecen conductual (AC) emerge como una terapia
prácticamente siempre ante una o más situa- eficaz para la depresión, alejada del modelo
ciones sociales. Durante esas situaciones, la médico (Pérez, 2007). Desde esta perspectiva,
persona teme actuar de una determinada ma- la depresión se entiende en términos contex-
nera o mostrar síntomas de ansiedad que pue- tuales, siendo más una situación en la que uno
dan ser valorados negativamente por los ob- se encuentra que algo que uno tiene dentro de
servadores (American Psychiatric Associa- sí (Barraca, 2010). Así, la idea que subyace al
tion, 2003). tratamiento es que los pacientes aprendan a
Con respecto a la prevalencia de esta producir cambios en su entorno para entrar en
patología, siguiendo los criterios diagnósticos contacto con fuentes de reforzamiento
del DSM-IV, se ha encontrado una prevalen- (Barraca, 2010).
cia del 7,3% (9,5% en mujeres y 4,9% en va- Finalmente, la ACT se ha aplicado
rones). Por lo que se refiere a la comorbilidad para el tratamiento de la ansiedad social. Así,
un 70-80% de fóbicos sociales presentan o la ACT se ha empleado para el tratamiento
han presentado trastornos asociados (Bados, grupal de esta patología (Brady & Whitman,
2001). 2012). Incluso, se ha demostrado que la ACT
Las intervenciones cognitivo- produce resultados análogos a los de la TCC
conductuales son el tratamiento de primera en la ansiedad social (Kocovski, Fleming,
elección para este trastorno (Botella, Baños & Hawley, Huta & Antony, 2013). Por su parte,
Perpiñá, 2003). Sin embargo, se aprecian li- la AC se ha aplicado en la depresión (Barraca,
mitaciones en los programas de tratamiento. 2010). Con base en la revisión de la literatura,
Así, algunos pacientes no llegan a recuperarse no existen estudios que combinen la ACT y la
e incluso ocasionalmente empeoran (Craske AC para el tratamiento de la ansiedad social.
et al., 2014). Más aún, la exposición se ha Aunque, el componente de clarificación de
asociado a un alto riesgo de abandono valores de la ACT y AC han sido empleadas
(McAleavey, Castonguay & Goldfried, 2014). en el tratamiento de un caso de Trastorno de
En los últimos años, se ha producido Estrés Postraumático (TEPT) por abusos se-
un desarrollo exponencial de la tercera gene- xuales en la infancia, dando como resultado
ración de la terapia de conducta (Pérez, no solo una reducción de la sintomatología
2007). Desde la ACT, se postula un modelo sino también una mejora del funcionamiento
transdiagnóstico centrado en el trastorno de del paciente en las diferentes áreas vitales
evitación experiencial (TEE). La evitación (Hernández, 2018).
experiencial se define como un patrón inflexi- A continuación, se expone el caso de un
ble consistente en que para poder vivir se ac- paciente con diagnóstico de ansiedad social
túa para controlar o evitar los pensamientos, junto con síntomas depresivos secundarios a
sensaciones, recuerdos o cualquier otro even- esta patología. Se presenta la formulación clí-
to privado considerado desagradable. Por de- nica del caso y el tratamiento desde la ACT y
más, la ACT pretende que el individuo avan- AC. El objetivo del estudio es comprobar la
ce hacia metas u objetivos considerados va- utilidad de las terapias de tercera generación
liosos en su historia vital (Hayes, Strosahl & para reducir la sintomatología y mejorar el
Wilson, 2015). funcionamiento del paciente en las áreas va-

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liosas. Del mismo modo, se pretende estudiar relación sentimental. Tras la ruptura, se siente
las posibilidades y los límites del enfoque triste y sin ganas de hacer nada.
contextual en la práctica clínica. Actualmente, el paciente menciona que
hay una persona importante en su vida, A. J y
Método A se conocen desde varios años y estuvieron
Participante a punto de iniciar una relación. Sin embargo,
J es un varón de 42 años de edad, con un ni- el paciente confiesa haberla rechazado por
vel económico medio. En el presente, J acaba motivos de edad. Aun así, J refiere que con
de romper con su pareja y vive en la casa de ella se siente cómodo y hay una sensación de
sus padres. Es el menor de dos hermanas. conexión. En parte, también acude a terapia
por ella puesto que si empezasen una relación
Análisis del motivo de consulta no quiere caer en la dinámica de las anterio-
J acude a consulta por voluntad propia, con la res.
intención de comprender su manera de actuar En otro orden de cosas, J experimenta
y aprender a gestionar su ansiedad. También síntomas de ansiedad social en varias situa-
le gustaría estabilizar su estado de ánimo. ciones. El paciente se describe a sí mismo
como un chico tímido, el cual siempre ha ex-
Anamnesis perimentado dificultades para establecer rela-
El paciente cuenta que tiene dos hermanas. La ciones íntimas.
mayor nació con un grave retraso mental. An- El comienzo de su ansiedad social se
te este hecho, su familia reaccionó aislándose. sitúa cuando finalizó la relación con S. Du-
Como consecuencia, sus relaciones sociales rante una presentación oral en su lugar de tra-
se redujeron al mínimo. bajo experimentó una sensación de ahogo,
Por añadidura, J remite que siempre ha palpitaciones y sudoración junto con pensa-
existido una contradicción entre lo que sus mientos catastrofistas. Ante estos eventos pri-
padres desean para él y lo que él quiere. Ellos vados, el paciente reaccionó abandonando el
querían que fuera funcionario y tuviera una lugar. Desde entonces, J menciona sentir an-
familia estable. En cambio, sus aspiraciones siedad en determinadas situaciones sociales.
han marcado en otra dirección. Es más, para evitar los pensamientos y senti-
Con respecto al ámbito de la pareja, J mientos desagradables, el paciente inventa
ha tenido siete relaciones. El paciente declara excusas (e.g., finge estar enfermo). Más aún,
que él es siempre quien pone fin a las relacio- el paciente alega que cuando no puede evitar
nes debido a que “No le llenan lo suficiente”. acudir a reuniones de trabajo ha llegado a
Por demás, J desea tener hijos. Por ello, el consumir fármacos. También expresa su preo-
paciente tiende a iniciar relaciones sentimen- cupación dado que últimamente su actuación
tales con mujeres más jóvenes. social se ha deteriorado (e.g., se equivoca en
Por otro lado, J cuenta que llego a ca- el discurso, titubea, etc.).
sarse “Por no saber decir no”. El paciente in- Respecto al ámbito laboral, J se descri-
dica que la vida con esa pareja era idílica. No be a sí mismo como una persona perfeccio-
obstante, la relación no le satisfacía plena- nista. Por demás, el paciente declara que no
mente. A los 6 meses, se divorciaron. expresa sus opiniones y ante las críticas de los
Hace un año, el paciente rompió una demás reacciona callándose.

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Instrumentos de 158 en la escala de probabilidad de res-


La evaluación inicial del problema consistió puesta. A partir de estas puntuaciones, se
en una entrevista abierta y una serie de auto- apuntó a que J manifestaba una conducta po-
informes y auto-registros. co asertiva y con baja probabilidad de res-
Primeramente, la flexibilidad psicológica se puesta.
registró por medio del Cuestionario de Acep- Por último, para clarificar los valores
tación y Acción (AQQ) (Wilson & Luciano, personales se utilizó el Cuestionario de vida
2002). Esta escala muestra adecuados índices Plena (VLQ-2) (Wilson & Luciano, 2002). La
de fiabilidad (α = .74) y estabilidad temporal discrepancia en las áreas valiosas objeto de
(rx= .71) (Barraca, 2004). El puntaje de J fue tratamiento fue de 9 en matrimonio/pareja, de
de 40, indicando una elevada evitación expe- 9 en amistad y relaciones sociales, de 8 en
riencial. diversión y de 9 en cuidado físico/salud.
En segundo lugar, el estado de ánimo se
evaluó mediante la administración del Inven- Diagnóstico clínico
tario de Depresión de Beck-II (BDI-II) (Beck, Considerando la información recogida por
Steer & Brown, 2011). Esta escala presenta medio de la entrevista clínica, en base a los
buenas propiedades psicométricas con un ín- criterios diagnósticos del DSM-5, se determi-
dice de Alpha de Cronbach de .89 (Sanz, Na- nó que J padecía un trastorno de ansiedad so-
varro & Vázquez, 2003). J obtuvo una pun- cial (American Psychiatric Association,
tuación de 32 entre 0 y 63, lo que correspon- 2013). De forma secundaria, el paciente expe-
día a una depresión grave. rimentaba sintomatología depresiva.
En tercer lugar, para evaluar su nivel de
ansiedad se administró el Cuestionario de An- Formulación clínica del caso
siedad Estado-Rasgo (STAI), el cual muestra Con respecto a la ansiedad social del pacien-
adecuados índices psicométricos (α de ansie- te, J podría tener una predisposición biológica
dad rasgo = .90; α de ansiedad estado = .94) hacia la introversión. Más aún, su carácter
(Guillén & Buela, 2011; Spielberger, Gorsuch introvertido podría haberse reforzado por la
& Lushene, 2011). El paciente obtuvo una falta de modelos y experiencias de aprendiza-
puntuación de 33 en ansiedad rasgo, situándo- je. Además, el paciente presenta un déficit en
se en el percentil 90 para ansiedad rasgo. Es asertividad, desplegando un repertorio con-
más, su puntuación fue de 33 en ansiedad es- ductual inhibido. Asociado a este déficit, J
tado, indicativo del percentil 95. muestra continuos pensamientos y verbaliza-
Cuando se trató de evaluar la asertivi- ciones acerca de que él “No debe dañar las
dad se usó el Cuestionario de Asertividad de relaciones de los demás expresando su
Gambril & Richey (1975), el cual presenta desacuerdo”, “Todo tiene que ir perfecto o al
una adecuada validez de constructo y alta menos parecerlo” (J., comunicación personal,
consistencia interna (α = .91 para la escala de 3 de febrero, 2016). Según se hipotetiza, esto
malestar; α = . 87 para la escala de probabili- se adquirió mediante la conducta gobernada
dad de respuesta) (Carrasco, Clemente & por reglas a lo largo de su historia de aprendi-
LLavona, 1989). J obtuvo una puntuación de zaje (e.g., a través de las verbalizaciones de
120 en la escala de malestar y una puntuación su hogar). Lo que es más, estas se mantienen

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por la derivación de reglas y la coherencia sentimientos de ansiedad, J incrementa su


contextual de estas dentro de su comunidad conciencia interna a la vez que disminuye su
verbal de referencia. En esta línea, las perso- conciencia de las claves externas. Precisa-
nas del entorno de J han validado y reforzado mente, la autoatención focalizada explicaría
estas conductas. Del mismo modo, estos com- el deterioro en sus actuaciones sociales (e.g.,
portamientos se refuerzan negativamente. La se equivoca en el discurso, titubea, etc.).
razón estriba en que al emitir estas conductas Por otra parte, los esfuerzos de control
pasivas la probabilidad de posibles enfados o experiencial de J tienden a revertirse. De este
desacuerdo por parte de los demás disminu- modo, cuánto más lucha J por controlar sus
yen. experiencias privadas internas, la frecuencia e
En el momento en el que acude a con- intensidad de éstas se incrementa. Por tanto,
sulta, J acababa de romper con su pareja. Al se genera un círculo vicioso en el que se in-
proceso de separación de J se unió la necesi- crementa la ansiedad, la conciencia y los es-
dad de volver a vivir en casa de sus padres. fuerzos de control experiencial.
Estas circunstancias pudieron operar como Por demás, este patrón de funciona-
factores estresantes para el paciente. miento conlleva a diferentes consecuencias. A
En el origen de la sintomatología ansio- corto plazo, existe un componente de reforza-
sa de J se encuentra la experimentación de un miento positivo debido a que J obtiene com-
ataque de pánico mientras realizaba una pre- prensión y apoyo por parte de su amiga A.
sentación oral en su lugar de trabajo. J refiere Sin embargo, las consecuencias a largo plazo
que pensó “Me van a notar que estoy nervio- de este patrón conductual son negativas. De
so, debo de estar haciéndolo fatal que ho- esta forma, J restringe su vida social puesto
rror” (J., comunicación personal, 19 de enero, que evita las situaciones sociales (e.g., no
2016). A partir de entonces, el paciente indica acude a reuniones sociales, etc.). También
empezar a sentir malestar cuando se encuen- abandona actividades valiosas (e.g., deporte).
tra en diversas situaciones sociales. En ese Al final, sus esfuerzos de control experiencial
momento, se hipotetiza que se desencadenó interfieren en su vida y laboral. Por último, la
un proceso de condicionamiento clásico. evitación de situaciones sociales, el abandono
Con base en el episodio de ataque de de actividades valiosas y la rumiación cons-
pánico durante la presentación oral en su lu- tante precipitan la aparición de la sintomato-
gar de trabajo se produjo una transformación logía depresiva.
de funciones de los estímulos sociales (e.g.,
iniciar y mantener conversaciones con los Objetivos terapéuticos y técnicas de
otros, etc.) y eventos privados internos. Así, intervención
se alteraron las funciones estimulares de pen- Tomando como referencia la formulación del
samientos y sentimientos de miedo como con- caso de J, el objetivo general de la interven-
secuencia del establecimiento de relaciones ción fue aumentar la flexibilidad psicológica
de equivalencia. y, por ende, reducir la evitación experiencial.
Ante estas cogniciones y sentimientos También se planteó que J retomase una
ansiedad, J reacciona de manera rígida, siem- vida en la dirección de sus valores personales.
pre intentando hacer que desaparezcan. Es Para conseguir los objetivos se aplicaron téc-
más, cuando se desencadenan pensamientos y nicas de intervención con aval científico.

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En la Tabla 1 se resumen los objetivos Sesión 3: Clarificación de valores persona-


cognitivos y las técnicas de intervención aso- les
ciadas. Al comienzo de la sesión, se revisaron las ta-
En la Tabla 2 se reflejan los objetivos reas propuestas la semana anterior. Por otro
emocionales-fisiológicos y las técnicas de lado, el núcleo de la sesión se dirigió al traba-
intervención correspondientes. jo de los valores personales. En este sentido,
En la Tabla 3 se muestran los objetivos realizamos el ejercicio del funeral (Hayes et
conductuales y las técnicas de intervención al., 2015). A raíz de este ejercicio experien-
relacionadas. cial, J verbalizó que se había dado cuenta de
que muchas cosas por las que luchaba no es-
Procedimiento taban vinculadas a lo que desearía que sus
El proceso psicoterapéutico se llevó a cabo en seres queridos recordasen. Aprovechamos la
una consulta privada de la Comunidad de Ma- ocasión para que percibiese la discrepancia
drid. La psicoterapeuta fue una Psicóloga Ge- entre sus valores y las acciones emprendidas
neral Sanitaria, supervisada por una psicotera- en el presente.
peuta con más de 20 años de experiencia en la Para la próxima sesión se solicitó a J
psicología clínica. cumplimentar el Cuestionario de vida plena
(Hayes et al., 2015).
Plan terapéutico
Sesión 1 y 2: Alianza terapéutica, desespe- Sesión 4: Activación Conductual
ranza creativa y control como problema En la cuarta sesión, expusimos a J el concepto
Una vez recogida la información del caso, se de Activación Conductual. En este momento,
presentó a J el análisis funcional de su proble- retomamos el Análisis Funcional de su caso,
mática. haciéndole entender por qué se encontraba
Por otra parte, J expuso que quería libe- deprimido.
rarse de la ansiedad y los síntomas depresivos A la hora de realizar la planificación de
que experimentaba. Se trató de hacerle ver actividades señalamos a J la importancia de
que el alivio de la sintomatología no era un considerar sus valores personales. Las dife-
fin en sí mismo, sino que respondía a la regla rentes actividades fueron jerarquizadas en
de “Cuando consiga eliminar X (síntoma), función de su nivel de dificultad. La primera
empezaré Y (dirección valiosa)”. semana acordamos como objetivos: a) Reto-
En la segunda sesión, fundamentalmen- mar el contacto social abandonado (e.g., lla-
te trabajamos para que J tomase conciencia de mar dos días de la semana a su mejor amigo
la paradoja del control por medio de la metá- para charlar y salir con A; b) Aumentar el
fora de las arenas movedizas (Hayes et al., tiempo de ocio (e.g., realizar deporte una vez
2015). Durante estas sesiones, un objetivo a la semana; empezar a leer un libro no rela-
primordial fue la creación de una sólida alian- cionado con el trabajo.).
za terapéutica. Para ello, se adoptó una actitud Al comienzo se trató de que J se com-
empática, de escucha activa, autenticidad y de prometiera a realizar conductas sencillas en
aceptación incondicional (Beck et al., 2012). las que hubiese alta probabilidad de éxito. En
las semanas próximas se aumentó el nivel de
dificultad de los comportamientos.

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Tabla 1
Relación entre Objetivos cognitivos y Técnicas de Intervención
Objetivos cognitivos Técnicas de intervención

 Recoger información para la eva-  Entrevista clínica y cuestionarios.


luación del caso.

 Comprender el modelo de génesis  Devolución del Análisis Funcional.


y mantenimiento de su problema.
 Comprender el funcionamiento de  Psicoeducación: Explicación del me-
la ansiedad. canismo de la ansiedad (Fleming,
Kocovsky & Segal, 2013).
 Comprender la diferencia entre te-  Metáfora “Phishing” (Hayes et al.,
ner un pensamiento y creerse un 2015).
pensamiento.

 Reducción del impacto de los pen-  Aplicación de técnicas de defusión.


samientos disfuncionales sobre el
comportamiento de J.

 Reducción de la credibilidad de los


pensamientos.

Se sugirió a J anotar las actividades de su día comportamientos para la próxima semana.


a día para tomar conciencia de cómo éstas Posteriormente, expusimos a J el con-
afectaban a su estado de ánimo. Por último, cepto de Mindfulness. Para aclarar la distin-
planteamos a J la realización de un contrato ción entre mindfulness y relajación se utilizó
conductual. El objetivo de este acuerdo era la metáfora de viajar en tren dormido por la
aumentar el compromiso del paciente con esta vida (Barraca, 2011). Luego, se procedió a
técnica del tratamiento. realizar el ejercicio del “Escáner Corporal
Por otro lado, el paciente mencionó te- Compasivo” (Fleming et al., 2013).
ner dificultades para llevar a cabo las tareas Al final de la sesión, se entregó a J un
propuestas. Por ello, se implantaron estímulos audio para que pudiera practicar el ejercicio
discriminativos a través del control estimular en su casa. También le propusimos poner en
(e.g., avisos en el móvil, notas en la nevera, marcha esta habilidad mientras realizaba ta-
etc.). reas cotidianas.

Sesión 5: Trabajo de la aceptación Sesión 6: Aceptación de las sensaciones de


Para empezar, se revisaron las tareas para ca- ansiedad
sa. Después, J se comprometió con nuevos De entrada, se revisaron las tareas para casa.
Luego, se trabajó para que el paciente se

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Tabla 2

Relación entre Objetivos emocionales-fisiológicos y Técnicas de Intervención


Objetivos emocionales-fisiológicos Técnicas de intervención
 Crear una sólida alianza terapéutica.  Empatía, escucha activa, autenticidad,
aceptación incondicional y resúmenes
intercalados (Beck, Rush, Shaw &
Emery, 2012).

 Habilidades de la Psicoterapia Analí-


tico Funcional (Kohlenberg & Tsai,
1991).

 Creación de la desesperanza creativa  Interacciones verbales entre terapeu-


y el control como problema. ta y paciente por medio de metáfo-
ras.

 Aprender estrategias de atención  Ejercicios de mindfulness.


plena.
 Metáfora de viajar en tren (Barraca,
2011).

 Disposición a aceptar las respuestas  Metáfora de Paco el vagabundo


de ansiedad. (Hayes et al., 2015).

 Exposición interoceptiva combinada


con estrategias de mindfulness.

 Escáner Corporal Compasi-


vo” (Fleming et al., 2013).

 Aumentar la flexibilidad psicológi-  Ejercicios de mindfulness.


ca.
 Ejercicios de defusión.

 Potenciar la perspectiva del yo como  Ejercicios de mindfulness.


contexto.
 Metáfora de los muebles y la casa
(Wilson & Luciano, 2002).

 El descubrimiento del yo (Hayes et


al., 2015).

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Tabla 3

Relación entre Objetivos conductuales y Técnicas de Intervención

Objetivos conductuales Técnicas de intervención


 Clarificación de valores personales.  Cumplimentación del Formulario
Narrativo de Valores (Hayes et al.,
 Clarificación de valores personales 2015) y VLQ-2 (Wilson & Luciano,
en el ámbito de las relaciones de pa- 2002).
reja.
 Ejercicio experiencial del funeral
(Wilson & Luciano, 2002).

 Interacciones verbales entre terapeuta


y paciente centradas en el esclareci-
miento de valores.

 Aumentar la flexibilidad psicológica.  Activación conductual: Planificación


de actividades valiosas (Barraca &
 Emprender una vida congruente con Pérez, 2015).
los valores.

 Implantar operantes asertivas.  Entrenamiento en habilidades socia-


les (Asertividad).

 Ejercicios de role-playing experien-


cial (Ciarrochi & Bailey, 2008).

 Establecer estímulos discriminativos  Control estimular.


para hacer las tareas propuestas.

 Sobre-aprendizaje de habilidades  Repaso y revisión de las tareas, auto-


aprendidas durante el proceso tera- registros y fichas.
péutico.

 Prevención de las recaídas.  Identificación de situaciones de alto


riesgo y estrategias para afrontarlas.

 Repaso y revisión de las tareas.

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mostrase dispuesto a aceptar sus respuestas de generaba pensamientos. Del mismo modo, se
ansiedad. Para ello, se procedió a la psicoedu- practicó defusión pidiendo al paciente que
cación sobre la ansiedad (Fleming et al., imaginase los pensamientos apareciendo en
2013). También se empleó la metáfora de Pa- una pantalla de cine.
co el vagabundo (Hayes et al., 2015 ). Como tareas entre sesiones, se sugirió a
A continuación, se aplicó el mindful- J “Generar historias sobre él en las situacio-
ness durante la exposición a las sensaciones nes sociales” (Fleming et al., 2013). Se le pi-
corporales de ansiedad. En este sentido, se dió aplicar la defusión con estas historias.
provocaron síntomas de ansiedad por medio
de determinados comportamientos (e.g., saltar
continuamente para producir palpitaciones). Sesión 8: Entrenamiento en asertividad
Durante todo el proceso, se pidió a J que pres- En esta sesión, el núcleo fundamental de tra-
tase atención a sus sensaciones imaginando bajo fue la asertividad. Se expuso a J los tres
que se trataba de un científico descubriendo estilos de respuesta (agresivo, pasivo y aserti-
un nuevo fenómeno. El paciente mantuvo esta vo) y los derechos asertivos. A continuación,
actitud hasta que sus niveles de ansiedad re- se aplicó la defusión con los pensamientos
gresaron a la línea base. que desencadenaban culpa a J.
Finalmente, como tareas para casa J Posteriormente, se realizaron ejercicios
continúo realizando el ejercicio de Mindful- de role-playing experiencial, simulando situa-
ness con sus sensaciones de ansiedad. ciones en las que el paciente tenía dificultades
para comportarse asertivamente. A través de
esta técnica, también se potenció la perspecti-
Sesión 7: Defusión de los pensamientos de va del yo como contexto (Ciarrochi & Bailey,
ansiedad 2008).
En esta sesión, se trabajó la fusión de J con Como tareas para casa, se pidió a J re-
sus cogniciones. Con el objetivo de explicar a llenar un auto-registro sobre sus respuestas
J la diferencia entre tener un pensamiento y
ante las situaciones diarias.
creerse un pensamiento empleamos el tér-
mino “Phishing” (Hayes et al., 2015). Más
adelante, se expuso a J el término de Sesión 9 y 10: Potenciando el yo como con-
“workability” (Fleming et al., 2013). Además, texto frente al yo como concepto
J verbalizó un pensamiento perturbador que
Al comienzo de la sesión, revisamos las ta-
aparecía en su mente cuando tenía que reali-
reas para casa. Seguidamente, se realizó un
zar una exposición en público en el trabajo.
role-playing simulando varias situaciones en
En este sentido, se trató de analizar con el pa-
las que J tenía dificultades para comportarse
ciente la funcionalidad del pensamiento en el
de forma asertiva.
contexto de sus valores personales.
Después, se inició el trabajo denomina-
Por último, se realizó un ejercicio deno-
do el “El descubrimiento del yo”, dirigido a
minado “La conciencia del pensamien-
trabajar el yo como contexto (Hayes et al.,
to” (Fleming et al., 2013). La meta de este
2015). Con vistas a reforzar tal distinción en-
ejercicio fue practicar la conciencia del proce-
tre el yo como contexto y el yo como concep-
so de pensar, observando como nuestra mente

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to se empleó la metáfora de los muebles y la Sesión 12, 13 y 14: Prevención de recaídas


casa (Wilson & Luciano, 2002). En la sesión 12 se realizó una prevención de
Después, pedimos a J que prestase aten- recaídas. Para ello, se pidió a J resumir los
ción a su respiración. Acto seguido, le indica- principales aprendizajes realizados durante el
mos que pensase en sí mismo cuando era “Su proceso terapéutico. Después, se indicaron
peor yo”. Luego, dirigimos la atención del algunas de las barreras más importantes que
paciente a su yo observador. Posteriormente, habían surgido y cómo las había superado.
repetimos este ejercicio con etiquetas tanto En la sesión 13, el paciente nos pidió
positivas como negativas. El fin era que J to- entrenar con nosotros el mindfulness. Así,
mase conciencia de la distinción entre el yo realizamos varios ejercicios en la sesión. En
contenido y el yo contexto. Por último, se
esta sesión, también evaluamos el progreso
analizaron la funcionalidad de sus evaluacio- del paciente en relación al programa de acti-
nes. vación conductual y a la consecución de obje-
tivos valiosos. Se reforzó a J por el esfuerzo
realizado.
Sesión 11: Clarificación de valores en la
relación de pareja En la sesión 14, se advirtió a J de que
inevitablemente experimentaría recaídas.
El eje de esta sesión fue el tema de la pareja.
Desde la ACT, se enfatizó en que las recaídas
Se pidió a J que imaginase una pareja sin ros-
se concebían como contratiempos, en los que
tro y formulase cómo le gustaría que fuera.
se abandona el compromiso de vivir confor-
Seguidamente, analizamos las parejas que
había tenido hasta el momento y si compar- me a los valores (Eifert & Forsyth, 2014). Ac-
to seguido, se identificaron con J las situacio-
tían sus valores personales. El paciente tomó
nes de alto riesgo y las estrategias suscepti-
conciencia de las discrepancias entre los valo-
bles de emplear para resolverlas.
res que cada uno sostenía. Luego, se determi-
nó que con A compartía un proyecto común. Por último, se acordó con J verse cada
15 días, iniciándose el periodo de seguimien-
Por otra parte, se incidió en el compro-
to. En esta sesión, se realizó la evaluación
miso como pieza angular para mantener una
post-tratamiento. Es más, J leyó la hoja infor-
relación de pareja duradera. Se señalo a J que
mativa del estudio y firmó el consentimiento
si se comportaba según lo que sentía, tarde o
informado, autorizando la presentación del
temprano, la llama se acabaría apagando y
caso clínico.
renunciaría a su pareja. En cambio, si él deci-
día estar con esa persona por diversas razones Resultados
(e.g., valores personales), daría igual lo que Para valorar los resultados se tuvo en cuenta
sintiera. El continuaría con esa persona por- la evaluación pre-tratamiento, post-
que era su elección. tratamiento y de seguimiento a los seis meses
Finalmente, cerramos la sesión con un de la intervención. En lo que respecta a la fle-
resumen de lo visto en terapia hasta el mo- xibilidad psicológica, el puntaje de J en el
mento. Es más, se reforzó a J porque estaba AQQ en el pretratamiento fue de 40, redu-
siendo autónomo en la planificación de activi- ciéndose a 20 en el postratamiento y a 12 en
dades valiosas. la medida de seguimiento. En cuanto a la sin-

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Figura 1. Representación gráfica del puntaje de J en el AQQ, en el BDI-II, en el


STAI y en el Cuestionario de Asertividad de Gambril & Richey (1975).

tomatología depresiva, la puntuación de J en pretratamiento, de 65 en el postratamiento y


el BDI-II en el pre-tratamiento fue de 32, re- de 40 a los seis meses de la intervención.
duciéndose a 15 en el post-tratamiento y a 5 En la Figura 1 se muestran gráficamente
en el seguimiento. Con respecto a los niveles las puntuaciones obtenidas en el pretrata-
de ansiedad, el puntaje del paciente en el miento, postratamiento y seguimiento en los
STAI en el pretratamiento fue de 33 en ansie- diferentes cuestionarios empleados.
dad rasgo, mermando a 23 en el postratamien-
to y a 18 en el seguimiento. Esto supone el Para acabar, la discrepancia en los valo-
paso del percentil 90 al 70 y al 50. Por lo que res personales del paciente se redujo en todas
se refiere a la ansiedad estado, la puntuación las áreas valiosas. Así, la puntuación en el
de J fue de 33 en el pretratamiento, de 16 en VLQ-2 se redujo de 9 en la evaluación pretra-
el postratamiento y de 10 en el seguimiento. tamiento en matrimonio/pareja a 4 en el pos-
Así, el paciente pasó del percentil 95, al 55 y tratamiento a 2 en el seguimiento y, de 9 en el
al 25. Cuando se trata de la asertividad, el pa- pretratamiento en amistad y relaciones socia-
ciente obtuvo un puntaje de 120 en la escala les a 3 en el postratamiento a 1 en el segui-
de malestar, reduciéndose a 40 en la evalua- miento. Por su parte, la discrepancia en el va-
ción postratamiento y a 28 en la medida de lor de diversión mermó de 8 en la evaluación
seguimiento. En la escala de probabilidad de pretratamiento a 2 en el postratamiento y a 1
respuesta, J tuvo una puntuación de 158 en el en el seguimiento. Finalmente, también se

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redujo la discrepancia en el valor de diversión por medio del role-playing resultó fundamen-
de 8 en la evaluación pretratamiento a 2 en el tal. También fue imprescindible contextuali-
postratamiento a 1 en el seguimiento y, en el zar las cogniciones disfuncionales del pacien-
valor de cuidado físico/salud de 9 en la eva- te como obstáculos en el camino hacia una
luación pretratamiento a 3 en el postratamien vida valiosa e introducir tareas progresivas
to a 2 a los seis meses de la intervención. relacionadas con la conducta asertiva en el
programa de activación conductual.
Guiándonos por el enfoque contextual,
Discusión
la conceptualización del caso de J se alejó del
El objetivo del estudio es comprobar la utili-
modelo médico y se acercó a un modelo basa-
dad de las terapias de tercera generación para
do en la salud (Hayes, Strosahl & Wilson,
reducir la sintomatología y mejorar el funcio-
2015; Pérez, 2007). En este sentido, la proble-
namiento de un paciente con ansiedad social
mática de J se consideró un trastorno de evita-
en las áreas valiosas, indicando tanto los pun-
ción experiencial, englobando así tanto los
tos fuertes como las debilidades de este enfo-
comportamientos de evitación como los sínto-
que terapéutico. A partir de los resultados, se
mas característicos de la ansiedad social o los
observó en J un aumento significativo de la
depresivos. De cara al tratamiento, se resalta
flexibilidad psicológica y de su funciona-
la importancia de explorar la función de la
miento en las diferentes áreas vitales. Tam-
sintomatología y los comportamientos a tra-
bién se redujo de forma significativa la sinto-
vés del análisis funcional. De lo contrario, el
matología de ansiedad y depresión y se au-
terapeuta corre el riesgo de guiar su práctica
mentó la emisión de conductas asertivas.
clínica por modelos nomotéticos no intervi-
Más allá del aumento de la flexibilidad
niendo en los procesos psicológicos nucleares
psicológica y del mejor funcionamiento del
paciente en sus diferentes áreas vitales, se del trastorno.
apreció una reducción significativa en la sin- Por añadidura, el enfoque de las tera-
tomatología. Aunque desde esta perspectiva, pias contextuales no solo ha permitido dar
la reducción de los síntomas no es un objetivo lugar a una intervención más ajustada al pa-
primordial, es interesante observar cómo ciente (Hayes, Strosahl & Wilson, 2015), sino
cuando se trabaja para aceptarlos y se cambia que también ha reducido la estigmatización
la relación con ellos, estos merman. También asociada a las etiquetas diagnósticas. Es ver-
cabe destacar que el paciente se preguntaba si dad que trasmitir la filosofía de las terapias
sus verbalizaciones denotaban una baja auto- contextuales plantea un reto para el terapeuta.
estima. Querer mejorar la autoestima para po- De ahí, la importancia de realizar un buen en-
der llevar una vida plena es una trampa co- trenamiento en habilidades terapéuticas que
mún en la que caen muchos pacientes. Para ayuden a construir una sólida alianza con el
evitar esta trampa, se eludió el término auto- paciente. Igualmente, será primordial que el
estima sustituyendo por la auto-aceptación. terapeuta aprenda a desenvolverse de forma
flexible durante el proceso terapéutico (Páez
Por otra parte, a raíz de los resultados,
& Montesinos, 2016). Esto implicará no sólo
se señaló que J exhibía un comportamiento
significativamente más asertivo. Por demás, que el terapeuta sintonice con el paciente,
sino que en cierta medida adapte a él parte de
se aumentó la probabilidad de emitir conduc-
sus herramientas terapéuticas (e.g., las metá-
tas asertivas. Para lograrlo, el entrenamiento
foras).

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En el caso presentado, la creación de paciente y el análisis funcional. Con base en


una sólida alianza terapéutica fue una pieza la experiencia clínica, lo que se plantea es
angular en el tratamiento. En esta línea, la adoptar un enfoque idiosincrático, persiguien-
relación terapéutica se concibió como un au- do la adaptación de las técnicas a las caracte-
téntico contexto de aprendizaje (Kohlenberg rísticas del paciente, siempre en el contexto
& Tsai, 1991). Así, en la intervención con J del análisis funcional. En este sentido, como
se provocaron conductas análogas a aquellas señalan Ciarrochi & Bailey (2008), puede ser
conceptualizadas como problemáticas en la útil aplicar la reestructuración cognitiva en
historia del paciente (e.g., la asertividad). A la personas motivadas por analizar la precisión
vez, se moldearon comportamientos que el de sus pensamientos. En cambio, la defusión
paciente valoraba como valiosos. sería más pertinente cuando precisamente el
intento de buscar la precisión de los pensa-
Junto con la creación de una buena rela-
mientos está conduciendo a los pacientes a
ción terapéutica, desde el inicio de la terapia,
resultados paradójicos (e.g., un incremento en
se aplicaron como técnicas la clarificación de
la frecuencia de sus cogniciones, un análisis
valores y la AC. Así, los valores deben abor-
darse desde el comienzo del proceso terapéu- obsesivo, etc.) (Ciarrochi & Bailey, 2008).
tico. La razón estriba en que resultan funda- Tal y se destacaba en la Introducción, la
mentales para dar sentido a la exposición, pu- ACT se ha aplicado en el tratamiento de la
diendo reducir la tasa de abandono cuando se ansiedad social, arrojando resultados análo-
emplea esta técnica. Es más, tal y como ocu- gos a la TCC (Brady & Whitman, 2012;
rrió en el caso de J, la discrepancia valores- Kocovski et al., 2013). Sin embargo, hasta
conducta podría ser la fuerza motivadora du- nuestro conocimiento, no existen estudios que
rante la terapia. Por lo tanto, emplear herra- combinen la ACT y la AC para el tratamiento
mientas procedentes de la ACT para la clarifi- de la ansiedad social. Tomando como base la
cación de valores podría ayudar a superar la experiencia clínica con el presente caso, se
tasa de abandonos característica de la exposi- señala que la AC podría ser una herramienta
ción (McAleavey, Castonguay & Goldfried, útil en casos de ansiedad social. El motivo
2014). reside en que la planificación de actividades
constituiría un ejercicio de exposición, con-
Por otro lado, durante el tratamiento
textualizado en los valores del paciente, y por
con J no se pretendió alterar el contenido de
lo tanto, menos aversivo. En la misma línea,
sus cogniciones sino más bien poner en duda
se ha señalado que el componente de clarifi-
su credibilidad. En este aspecto, el terapeuta
cación de valores de la ACT podría facilitar
puede dudar sobre si aplicar técnicas de rees-
los ejercicios de exposición (Hernández,
tructuración cognitiva (característica del clá-
sico modelo cognitivo-conductual) o técnicas 2018).
de defusión en casos de ansiedad social. Indu- Por otro lado, las terapias contextuales
dablemente, el cambio cognitivo está implíci- tales como la ACT y AC se presentan como
to en todo proceso terapéutico. Todavía más modelos transdiagnósticos (e.g., la ACT se
durante un proceso terapéutico meramente centra en el TEE). Es importante señalar que
experiencial tal y como es la ACT. Sin em- el hecho de utilizar una concepción psicopa-
bargo, se tendrá que eludir la inclusión de una tológica estándar (e.g., TCC), no resulta in-
de las técnicas en el tratamiento sin previa- compatible con la filosofía del enfoque con-
mente haber analizado las características del textual. Existen trabajos en los que se combi-

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nan ambas perspectivas de tratamiento en di- Referencia


versas patologías (Hernández, 2017, 2018), y American Psychiatric Association. (2013). Guía de consulta de
muestran que la combinación de ambas puede los criterios diagnósticos del DSM-5. Madrid: Médica
Panamericana.
conducir a un eclecticismo técnico. No obs-
Bados, A. (2001). Fobia social. Madrid: Síntesis.
tante, lo fundamental es analizar el caso clíni- Barraca, J. (2004). Spanish Adaptation of the Acceptance and
co desde un enfoque teórico común como lo Action Questionnaire (AAQ). International Journal of
es la teoría conductual, evitando el eclecticis- Psychology and Psychological Therapy, 4(3), 505-
515. Recuperado de https://www.redalyc.org/
mo teórico. Por lo tanto, ambos enfoques son
articulo.oa?id=56040304
dos vertientes de agua que desembocan en el Barraca, J. (2010). Aplicación de la Activación Conductual en
mismo mar. un Paciente con Sintomatología Depresiva. Clínica y
Salud, 21(2), 183-197. doi: 10.5093/cl2010v21n2a7
Finalmente, este estudio presenta limi- Barraca, J. (2011). El viaje al ahora. Una guía sencilla para
taciones que deberían tenerse en considera- llevar la atención plena a nuestro día a día. Bilbao:
ción. De este modo, al tratarse de un único Desclée de Brouwer.
Barraca, J., y Pérez, M. (2015). Activación conductual para el
sujeto los resultados del tratamiento no son
tratamiento de la depresión. Madrid: Síntesis.
generalizables. Asimismo, no se pueden des- Beck, A. T., Rush, A. J., Shaw, B. F., y Emery, G. (2012).
cartar explicaciones alternativas susceptibles Terapia cognitiva de la depresión (20.a ed.) (Trad.
de explicar los resultados. Por otro lado, po- Pabón, S). Bilbao: Desclée de Brouwer (Original de
1983).
dría haberse mejorado el procedimiento de
Beck, A. T., Steer, R. A., y Brown, G. K. (2011). (Ed. rev.
evaluación. Así, hubiera sido interesante re- Sanz, J., & Vázquez, C). Inventario de Depresión de
gistrar el estado de ánimo del paciente a lo Beck-II. Madrid, España: Pearson.
largo de las sesiones de tratamiento. Por tan- Botella, C., Baños, R. M., y Perpiñá, C. (2003). Fobia social.
Avances en psicopatología, la evaluación y el trata-
to, se necesitan realizar futuros estudios con
miento psicológico del trastorno de ansiedad social.
mayor tamaño muestral y más controlados ex- España: Paidós.
perimentalmente. Brady, V. P., & Whitman, S. M. (2012). An acceptance and
mindfulness-based approach to social phobia: A case
Para acabar, se incide en la promesa que study. Journal Of College Counseling, 15(1), 81-96.
representa la ACT y la AC para tratar a los doi: 10.1002/j.2161-1882.2012.00007.x
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de Psicología, 37, 63-74. doi:
para el psicólogo la adopción del enfoque 10.1080/02109395.1989.10821107
contextual, no hay que olvidar que representa Ciarrochi, J., & Bailey, A. (2008). A cbt practitioner’s guide to
una gran aportación para la práctica clínica. act. How to bridge the gap between cognitive behavio-
ral therapy and acceptance and commitment therapy.
Con base en la revisión de la literatura, toda-
Oakland, CA: New Harbinger Publications.
vía no existen estudios que combinen ambos Craske, M. G., Niles, A. N., Burklund, L. J., Wolitzky-Taylor,
procedimientos para el tratamiento de la an- K. B., Vilardaga, J. P., Arch, J. J., & ... Lieberman, M.
siedad social. En los próximos años, quizás D. (2014). Randomized controlled trial of cognitive
behavioral therapy and acceptance and commitment
presenciemos un mayor reconocimiento de la
therapy for social phobia: Outcomes and moderators.
nueva ola de terapias psicológicas en esta pa- Journal Of Consulting And Clinical Psychology, 82
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