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Bienvenidos a la segunda sesión del curso Derecho Mercantil de la Licenciatura en Derecho

En está diapositiva se precisa el:

Objetivo General: Distinguir la diversa gama de actos de comercio existente, para


encuadrar estos en las actividades de las Sociedades mercantiles, tanto nacionales como
extranjeras, que tienen que operar bajo la legislación de nuestro país
En esta sesión, abordaremos tres subtemas, los cuáles se enuncian a continuación:

1. Los actos de comercio.


2. Sociedades regulares y Sociedades irregulares.
3 Sociedades mexicanas y Sociedades extranjeras.
Cognitivo:
Conocer, los actos de comercio, así como sus antecedentes y las características de
las sociedades mercantiles, mediante el análisis comparativo de teorías y la ley, con
ello poder ubicarlos en su realidad cotidiana y profesional.

Procedimental:
Identificar, cuales son los requisitos que establece la ley para que puedan operar
las sociedades mercantiles, tanto nacionales como extranjeras, en basé al estudio
de lo que establece, la Ley General de Sociedades Mercantiles y poder desarrollar
las competencias profesionales en cualquier sociedad.

Actitudinal:
Reflexionar, sobre la importancia que tienen las sociedades mercantiles, a través de
la comprensión de los requisitos de su adecuado registro, ante las autoridades
correspondientes, para fomentar y propiciar el desarrollo económico y social del
país.
En esté, primer subtema, analizaremos el concepto de actos de comercio y
sabremos ¿si existe un número exacto de ellos?, esto, por la estrecha vinculación
que tienen estos con la actividad de los comerciantes, y así determinar los actos de
comercio que la ley de nuestro país contempla, mediante el estudio del catálogo
que hace el Código de Comercio, en forma enunciativa pero lo limitativa, para
precisar, si esto fuese posible, ¿cuántos de ellos existen?.
Así, tal como lo sostiene el Maestro Pina Vara, podemos considerar que es prácticamente
imposible el poder definir el concepto de actos de comercio, en gran medida, por el gran
dinamismo que tiene la materia mercantil ya que en el contexto de las sociedades
contemporáneas, la actividad comercial se encuentra en constante transformación y
nuevos actos de comercio seguirán surgiendo conforme siga evolucionando la humanidad.
Considero importante, que aunque el precepto legal en análisis es bastante extenso, su
transcripción es necesaria, por que, ello nos permitirá darnos una idea de la inmensa gama
de actos de comercio que nuestra ley regula, además de irnos familiarizando con la
terminología propia de una materia tan rica en conceptos como es la que en este curso
nos ocupa.
Empezaremos el análisis del Articulo 75 del Código de Comercio, señalando algunos de los
aspectos destacables de las primeras VIII fracciones, entre los cuales sobresalen como
actos de comercio, las compra y ventas, no solo de mercancías, artículos, muebles o
inmuebles si no además de las acciones y obligaciones de las sociedades mercantiles.

También, otro punto importante que se desprende, es que el Estado, también realiza a
través de relaciones contractuales, diversos actos de comercio. Además de que el ente
gubernamental también puede contraer obligaciones derivadas de la suscripción de títulos
de credito, es decir, que la legislación mercantil también abarca en su espectro al propio
Estado.
Continuamos el análisis con las siguientes fracciones del Articulo 75 del Código de
Comercio, en las cuales podemos ver que, también figuran como actos de comercio la
actividad editorial, las casas de empeño, los comisionistas y operaciones bancarias,
contratos de seguros y contratos de comercio marítimos.

Lo anterior nos permite, seguir confirmando que la actividad comercial es amplísima y que
es por tanto, incorrecto el paradigma que nos hace pensar que los actos de comercio
solamente tienen verificativo en lugares como tiendas, mercados o centros comerciales.
Finalizamos el análisis del articulo 75 del Código de Comercio con las fracciones finales de
las cuales considero es a destacar en especial la contenida en la fracción XXIV que
establece de manera literal lo siguiente:

XXIV. - Las operaciones contenidas en la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito.

De lo anterior, podemos inferir que los actos comercio no solamente están contenidos en
el artículo del cual estamos haciendo el análisis, si no que además existe otro texto jurídico
donde se contemplan sin precisar cuantas, un conjunto de operaciones de crédito que en
esencia también son actos de comercio.
Ya apuntábamos en el apartado de notas anterior, que la fracción XXIV del artículo 75 del
Código de Comercio, nos abre la puerta a descubrir que no solamente el citado precepto
legal contempla a los actos de comercio, si no que estos también se hayan por ejemplo en
la Ley General de títulos y Operaciones de Crédito.

Pero, no solo eso hace imposible el decir que hay una cantidad exacta de los actos de
comercio pues la fracción XXV establece de manera textual lo siguiente.

XXV.- Cualesquiera otros actos de naturaleza análoga a los expresados en este código.

Lo cual significa en esencia, que pueden ir apareciendo, actos que sin estar contemplados
en la ley, si estos son parecidos (analogía), a los que se señalan en el Código de Comercio,
se pueden considerar como actos de comercio.
La clasificación que hace el Maestro Barrera, establece que existen criterios a tomar en cuenta para
ubicar los actos de comercio en base a:

a) El sujeto, en esta clasificación, solamente atiende la calidad de la persona que lo realiza, sea
está física, por ejemplo, el comerciante (dueño de un negocio), o una persona moral, por ejemplo
un banco.

b) Por el objeto, en este caso, solo se atiende el bien que se haya en el centro de intermediación
de bienes y servicios, por ejemplo, el automóvil en el caso de una compraventa.

c) Por su finalidad, como ha quedado precisado la esencia del comercio es obtener un lucro, lo que
se traduce en una ganancia sea monetaria o en especie.

d) Por la forma que asuma, en este caso, la clasificación atiende a que dichos actos se pueden
realizar de manera individual o en sociedad.

Además se distinguen en esta clasificación los actos conexos que podríamos entender como
aquellos que son accesorios del acto principal, es decir, solo llegan a existir si hay un acto comercial
que les de origen.
En éste segundo subtema, daremos inicialmente algunas generalidades esenciales de las
sociedades mercantiles, para poder tener los elementos teóricos que nos permitan definir
que son estas, y compararemos las diferencias que existen entre las llamadas sociedades
regulares y las irregulares. Comprender los requisitos requeridos para que una
Sociedad mercantil funcione de manera regular, con el estudio de lo contenido en la
Ley General de Sociedades Mercantiles, y con ello tener el conocimiento para
realizar el adecuado registro de una sociedad.
La clase social de los comerciantes, se ha caracterizado por su gran pujanza en la vida
económica y política de cualquier país, no podríamos entender nuestro sistema de
producción capitalista actual, sin su presencia, no es casual que, fue está clase social la que
financio las grandes expediciones de ultramar que llevaron entre otros logros, al
descubrimiento de América, tampoco es casual que tuvieron un papel primordial en las
grandes revoluciones burguesas de Norteamerica y en la Revolución francesa, siendo este
ultimo caso, el que se considera históricamente el inicio del derrocamiento del sistema
feudal en el mundo, y que con ello se pusiera a la burguesía en el poder y que se diera en
consecuencia el inicio del capitalismo.

Ante lo anterior, era vital que este sector social, no solo creara leyes que defendieran sus
intereses, si no también, se organizará en grupos dando surgimiento a las sociedades
mercantiles.
En la diapositiva, representación de diversos comerciantes y su necesidad de agruparse en
gremios para defender sus intereses dando origen a las sociedades mercantiles.
Ante la imposibilidad de definir una sociedad mercantil, a continuación se abordarán los
elementos que caracterizan a estas, ya que de los preceptos legales precisados, se
desprende que para poder ser considerado como tal, basta cumplir con determinados
requisitos que la ley establece, los cuáles precísaremos en la sesión 3, donde se abordará
el estudio de las diversas sociedades que regulá nuestro derecho.
Haciendo un análisis de lo sostenido por la Doctora Dávalos, podemos profundizar sobre
las características de las sociedades, lo siguiente:

a) Un fin común, como se precisa, en los hechos no es realizado por ninguna persona física,
sino por la persona moral en que se constituye la sociedad, pues, la personalidad jurídica
de cada socio es independiente de esta.

b) La affectio societatis, es obvio, que si hay una finalidad común los socios deben aportar
todos sus talentos, esfuerzo, capital u bienes para lograrlo.

c) Vocación a pérdidas o ganancias, lo ideal para los socios, es que siempre le vaya bien a
la sociedad, pero, en la realidad suelen haber también altibajos y de ello están conscientes
los socios.
Como ya se había precisado en la sesión anterior, el derecho mercantil a diferencia del civil
no se encuentra en un solo ordenamiento jurídico, así también, en lo que respecta a la
regulación de las sociedades mercantiles, existen diversos ordenamientos jurídicos que
contemplan diversas disposiciones que les son aplicables.

Así, el articulo 9 de la Constitución, consagra el derecho de reunión y el de asociación.

El Código de Comercio, regula la actividad comercial.

La Ley General de Sociedades Mercantiles, establece como se constituyen las sociedades y


las diversas obligaciones de estas.

La Ley General de Sociedades Cooperativas, es una ley aplicable solo a este tipo de
sociedad.

Código Civil Federal, es supletorio de la legislación mercantil.


La ley nos marca el mecanismo para regular las sociedades mercantiles, de ahí, como lo
veremos en las siguientes diapositivas, existen ciertas condiciones para que una sociedad
opere de manera regular, sin embargo, en la práctica también ocurre, que existen
sociedades que ya están funcionando aún sin haber cumplido con ellas, incluso teniendo ya
relaciones contractuales con terceros sin que en la mayoría de estos casos estos últimos
estén enterados de su condición, lo anterior conlleva a que exista responsabilidad de las
sociedades que operan irregularmente y en consecuencia sanciones derivadas de la ley.
De la definición de sociedad irregular que nos aporta la Doctora Quintana sacamos la
siguiente conclusión:

Que, un requisito sine quanon (sin el cual no), indispensable para una que una sociedad
sea considerada regular es su Inscripción en el Registro Público del Comercio.

No olvidemos, que nuestra materia se regula por la legislación federal, ante lo cual el
citado Registro tiene también esa calidad, y como su nombre lo indica, no solo sirve para
que quede inscrita la sociedad, si no para darle publicidad a través de dicho Registro, es
decir, que cualquier persona pueda verificar si alguna sociedad con la cuál pretende
realizar determinado acto de comercio pueda constatar si esta se encuentra realmente con
el estatus legal de ser regular.
La personalidad jurídica de una sociedad se refiere como ha quedado precisado a una
persona moral, es decir, no es una persona física que como tal serian los seres humanos,
sin embargo se le dan para efectos legales los atributos de la misma, ya que también
cuenta por ejemplo; con un nombre o razón social, una nacionalidad, un domicilio y un
patrimonio y en virtud de lo anterior puede tener derechos y contraer obligaciones, pero
estos mismos son independientes de los que tengan los socios que la conforman.
Pero entonces; ¿Por que si hay sociedades irregulares, aún la misma ley las contempla y les
reconoce personalidad jurídica?, esto en realidad, no es por que se proteja a estas, lo
único que se busca es salvaguardar los derechos de terceros que de buena fe, (que no
tengan conocimiento de la irregularidad), hayan celebrado algún acto con estas. Incluso
dicha responsabilidad puede llegar hasta la esfera del ámbito del derecho penal lo que se
traduciría en última instancia en sanción privativa de la libertad, incluso para los
representantes o mandatarios de la sociedad irregular aunque estos no sean socios de esta.
De lo anterior, podemos inferir que si una sociedad se conforma en esencia por al menos
dos personas, la irregularidad que en principio consiste en la falta de un registro, puede en
algunos casos, no haber sido puesta del conocimiento de alguno o alguno de los socios que
conforman a la sociedad, por lo tanto, estos no sufrirían las consecuencias legales y estas
solamente procederían en contra de los que deliberadamente o por omisión tengan
conocimiento del incumplimiento.
Ahora bien, existen también otros requisitos complementarios para que una sociedad
regular pueda considerarse como tal, y estos están contenidos en el articulo 5o de la Ley
General de Sociedades mercantiles que establece que también, es necesario para las
sociedades que estas deberán de constituirse ante un fedatario, que es un funcionario
publico que precisamente, da fé que ante su presencia se cumplieron todas las
formalidades legales.

Y por otra parte, el articulo 6o de la misma ley en comento, nos remite a una serie de
condiciones que debe de tener la escritura constitutiva de la sociedad ante lo cual ante la
falta de alguno de ellos, el fedatario no tendría que dar su aprobación hasta que se
cumplan todas las condiciones que esté precepto legal establece.
El tercer subtema que se discute en esta sesión, remite a poder distinguir cual es la esfera
de regulación jurídica bajo la cual funcionan en nuestro país las sociedades mercantiles
tanto mexicanas como extranjeras y con ello precisar, la diferencia entre estos dos tipos
de sociedades, mediante el estudio complementario de lo que disponen; la Ley
General de Sociedades Mercantiles y la Ley de Inversión Extranjera, y así poder
llevar una adecuada asesoría a cualquiera de estas sociedades.
Partamos para iniciar el siguiente subtema con definir la calidad de lo que es un extranjero,
aplicando esto mismo a las sociedades mercantiles que no se constituyeron en nuestro
país.
Es muy importante que las sociedades mercantiles extranjeras puedan tener las garantías
legales que les permitirán su adecuado funcionamiento y para ello, es de vital importancia
el reconocimiento de su personalidad jurídica, dado que esto permitirá que las mismas,
puedan ser sujetos de tener derechos lo cual les traerá el beneficio del lucro que es la
finalidad por la cual se constituyeron, pero también, le impone obligaciones, con lo cual se
beneficia con ello a una gran diversidad de ámbitos por ejemplo; el pagar salarios a sus
trabajadores, cumplir relaciones contractuales con proveedores o declarar impuestos ante
la autoridad fiscal.
Vemos, que al igual que a las sociedades mexicanas o nacionales la obligación del registro
es esencial, también lo es para que las sociedades extranjeras puedan empezar a funcionar,
pero que este, no lo pueden realizar de manera directa, pues, previamente se debé acudir
ante Secretaría de Economía, pero también, deben de cumplir con lo que una ley especial
que regula la actividad económica de los extranjeros en nuestro país dispone.

Considero, que dicho procedimiento es adecuado, pues si bien es cierto, la Inversión


extranjera es importante, también lo es el interés público, ya que de lo contrario se podría
llegar incluso a vulnerar la soberanía de la Nación.
La conclusión a la que nos lleva el articulo 17 de la Ley de Inversión extranjera es que
nuestra legislación establece requisitos extremadamente laxos y flexibles para la entrada
de capitales, esto resulta obvio si tomamos en cuenta la importancia que en materia
económica tienen estos capitales para favorecer el desarrollo nacional.

Por lo cual la autoridad mexicana tiene en consecuencia que verificar dos condiciones
básicas:

1) La legislación del país, del cual es originaria la sociedad para que se compruebe si está
si cumple con todas las condiciones que su respectivo país exige al constituir una
persona moral con fines mercantiles.

2) Que lo que se haya estipulado en todos los documentos relativos a la constitución de la


persona moral extranjera, no violenten lo consagrado en nuestra Constitución ni las
leyes que de ella derivan, pudiendo afectar no solo al Estado si no a los ciudadanos
mexicanos.
Se aprecia con claridad que la legislación mexicana otorga amplias facilidades a la inversión
extranjera, pues, los requisitos realmente son mínimos. Lo cuál no opera en otros ámbitos
jurídicos donde la saturacion de requisitos, papeles y burocracia son habituales.
La referida clausula Calvo, está contenida en el articulo 27 fracción I de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, y que básicamente dispone que; el extranjero
que desee adquirir dominio de tierras y aguas, deberá renunciar, ante la Secretaría de
Relaciones Exteriores, a la protección de su gobierno ante cualquier conflicto que se diere
al respecto de dichos bienes, bajo pena de perderlos, en beneficio de la Nación, en caso
de faltar al convenio.
Finalmente, se sugiere a los alumnos consultar la siguiente bibliografía.

Quintana, E. (1997). Panorama del Derecho Mexicano.

C. de Diputados, (2017). Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. México: Cámara de
Diputados.

C. de Diputados, (2017). Código de Comercio. México: Cámara de Diputados.

C. de Diputados, (2017). Ley General de Sociedades Mercantiles. México: Cámara de Diputados.

C. de Diputados, (2017). Ley General de Inversión Extranjera. México: Cámara de Diputados.

Davalos, M., & Susana, M. (2010). Manual de introducción al derecho mercantil. México: Nostra
Ediciones.

Pina, R. (2015). Derecho Mercantil, México, Porrúa.

Barrera, J. (2016). Derecho Mercantil.

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