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¿Qué significa modelo de negocio?

Modelo de negocio, modelo de ingresos, plan de negocio… no es lo mismo.

15/09/2020 REDACCIÓN EMPRENDEDORESESTRATEGIA EMPRESARIAL

Un modelo de negocio es una herramienta previa al plan de negocio que


te permitirá definir con claridad qué vas a ofrecer al mercado, cómo lo vas
a hacer, a quién se lo vas a vender, cómo se lo vas a vender y de qué forma
vas a generar ingresos. Es una herramienta de análisis que te permitirá
saber quién eres, cómo lo haces, a qué coste, con qué medios y qué fuentes
de ingresos vas a tener. Definir tu modelo de negocio es saber cuál es tu
ADN, cómo está hecho, cómo se puede modificar, cómo pulir, cómo
cambiar, cómo moldear…
Cuando se habla, coloquialmente, de modelo de negocio se suele
concretar en la forma que tiene una empresa de ganar dinero. Y
también es eso, pero es mucho más. “Se suele relativizar lo del modelo de
negocio con los flujos de ingresos, y el modelo de negocio habla no sólo de
cómo ganar dinero sino también de quiénes son tus clientes, de cómo vas
a llegar a ellos, qué cosas tienes que hacer para entregarles tu propuesta
de valor, qué es lo que te hace único, qué estructura de costes tienes, etc.;
es una visión sistémica de tu negocio”, subraya Javier Megías, experto
en creación de empresas y modelos de negocio.
Los modelos que están funcionando son aquellos que son capaces de crear
valor para el cliente, es decir, que tienen una propuesta de valor clara, que
son capaces de llegar al cliente, de diferenciarse, de establecer fuertes
lazos con el cliente, de fidelizar y que son capaces de producirlos también
de una manera especial.
La manera de validar un modelo de negocio es teniendo
clientes que paguen por tu producto y/o servicio. Esa es la manera
de validar tu propuesta de valor. ¿Cómo se crea valor? Estando muy cerca
del cliente. Estableciendo una relaciones muy estrechas desde el principio
para saber cuáles son sus necesidades o problemas que tienen. Y una vez
en el mercado puedes encontrarte con que tu modelo de negocio necesita
modificarse. «El modelo de negocio puede variar constantemente. De
hecho, no cambiar de modelo de negocio o no hacer variaciones
importantes es aterrador», advierte el experto en creación de
empresas Guy Kawasaki en la nueva edición ampliada de
su bestseller El arte de empezar 2.0 (Deusto, 2016).
Para evitar modificaciones vinculadas a una falta de planificación,
Kawasaki ofrece estos consejos a la hora de configurar tu modelo de
negocio:
1. Ponte como objetivo un nicho de mercado específico. «Cuanto
más concreta sea la descripción de tu cliente, mejor. Muchos
emprendedores temen establecer un foco excesivamente limitado y
específico porque saben que con ello no podrán dominar el mundo. Sin
embargo, las empresas de mayor éxito empezaron poniéndose como
objetivo alcanzar como máximo un par de mercados y crecieron luego
adquiriendo un tamaño mayor a medida que fueraon abordando nuevos
mercados», asegura este emprendedor.
2. Mantén la sencillez. «Si no eres capaz de describir tu modelo de
negocio en diez palabras o menos es que no tienes un modelo de negocio.
Evita la jerga empresarial que esté de moda en el momento (estratégico,
crítico, escalable…); no sirve para describir un modelo de negocio»,
continúa. Y pone un ejemplo: ¿A qué se dedica eBay? «A cobrar el precio
que aparece anunciado más una comisión. Fin de la discusión».
3. Copia a los demás. «El comercio lleva un montón de tiempo
conviviendo con nosotros, de modo que a estas alturas ya deben de
haberse inventado todos los modelos de negocio posibles. Podemos
innovar en tecnología, marketing o distriubción, pero tratar de inventar
un nuevo modelo de negocio es una estrategia perdedora. Intenta
relacionar tu modelo de negocio con algo que ya tenga éxito y todo el
mundo entienda», sugiere.
4. Sé expansivo. «Los modelos de negocio que intentan aumentar el
tamaño del pastel en vez de hacerse con más pedacitos del mismo pastel
son los que mejor funcionan habitualmente [sobre todo para las startups].
Los clientes esperan descubrir productos innovadores y frescos… no más
de lo mismo», concluye.
Lo primero es validar tu modelo con el mercado lo antes posible. Y si has
validado ya varios modelos, debes escoger aquel que encaje más con el
equipo, es decir, que el equipo sea capaz de ejecutarlo con mayor
probabilidad de éxito. Es muy importante valorar y analizar qué
experiencia tienen, qué capacidades, qué recursos tienen, etc. Y también
puedes valorar el tamaño del mercado, qué competidores hay, con qué
márgenes me moveré, cuánto tiempo falta para alcanzar el punto muerto.
«Cuando tienes identificados esos puntos en común y el modelo de
negocio ya lo tienes esbozado y ya lo has testeado simplemente con
palabra con gente es el momento de identificar cuáles son las hipótesis
que tiene tu modelo de negocio», propone Megías.
«La primera hipótesis que debes probar es si lo que haces tiene valor para
la gente, porque igual vas a diseñar un secador de pelo que utiliza energía
solar y eso a la gente no le interesa. Eso se puede probar hablando
simplemente hablando con potenciales clientes y preguntándoles
directamente si le encuentran valor. No es una validación definitiva, pero
te da información. La segunda hipótesis es si la gente está dispuesta a
pagar. Y esa es la más difícil de probar. Tiene mucho que ver con el next to
have que dicen los americanos: puedes estar resolviendo un problema,
pero sólo sería algo bonito que tener, pero no por lo que vayas a pagar
(por ejemplo, WhatsApp). Y la única forma de validar esa hipótesis es con
ventas», concluye.
¿Estás sin dinero porque tu modelo de
negocio es un desastre?
En las fases iniciales de un proyecto, incluso cuando ya se está en el mercado, llega un
momento en el que el crecimiento se obstruye y toca decidir si seguir adelante a toda costa
o cambiar parte o toda nuestra estrategia empresarial. ¿Cómo se toma esa decisión y qué
caminos seguir? 

09/03/2017 REDACCIÓN EMPRENDEDORESCREA TU EMPRESA

Es raro el proyecto que empieza con un modelo de negocio y no se toca


absolutamente nada de él. La mayoría se ven obligados a virar en su
trayectoria para llegar a buen puerto. Algunos, incluso, asumen un
cambio de rumbo de 360 grados. Una realidad mucho más aplastante
cuando hablamos de proyectos de tecnología. Un dato: el 52% de las
empresas de Silicon Valley que han sobrevivido ha pivotado al menos una
vez. Algunas, hasta dos y tres veces.
La pregunta es: ¿cuándo y cómo se sabe que ha llegado el momento de
cambiar de rumbo para no poner en peligro el proyecto? ¿No se dice que
al principio hay que perseverar para darle un tiempo a que la idea encaje
en el mercado? “Yo creo que el indicador o indicadores normalmente
están claros. Pero pueden ser muy variados. Cuando intentas vender un
producto y después de buscar el público objetivo ninguno te compra, hay
que pivotar. Ese sería uno.
Otro, que a pesar de que haya gente que te compra, luego no repitan.
Entonces, también hay algo que falla y que hay que modificar o arreglar.
Un tercero sería que, a pesar de que la gente te compra y te compra más o
menos, el ritmo de crecimiento no es el suficiente. Y ahí el equipo
emprendedor se dice: ‘para estar mal creciendo mejor, intentemos
cambiar y pivotar a ver si encontramos otra cosa que nos permita crecer
más’. Estos serían los tres escenarios más habituales”, explica Enrique
Penichet, CEO de la aceleradora Bbooster.
Los datos cantan

En estas situaciones, los datos cantan. Lo fundamental es identificar


cuáles son los que mandan para tomar la mejor decisión. “Cada compañía
tiene unos indicadores: los usuarios que eres capaz de captar, las ventas,
la satisfacción de los usuarios, los ingresos… son indicadores muy
potentes. Si ninguno de ellos reacciona de manera positiva, te están
diciendo que debes mejorar lo que estás haciendo”, comenta Sebatián
Muller, director de Impact, que además añade: “El pivote de negocio
viene cuando las cosas no funcionan, pero hay unos indicadores que sí lo
hacen. Te tienes que ir orientando hacia la parte que funciona y estar listo
para cambiar de dirección, si hace falta, a pesar de que tengas un plan. Y
eso en cualquier fase: en la fase de idea, en la fase de preparación de la
tecnología, en la fase de mercado… Se pivota todo el tiempo. Es una
filosofía y una manera de hacer las cosas”.
Una decisión ágil

Los datos y el feedback que te transmitan tus clientes son los que te dan la
clave para tomar un rumbo determinado. “Si crees que algo va a funcionar
mejor, haz un Test A/B. Te va a decir si vas a ir a mejor o a peor”,
recomienda Enrique Penichet. Y, por cierto, no hay que olvidar nunca que
se debe tomar la decisión cuanto antes. “Toda startup, cuando nace, es
como una persona que no sabe nadar y que la han dejado en mitad de la
piscina. Cuanto más tarde en hacer movimientos y la caja. Tú tienes un
plan de negocio y una caja asociada a ese business plan. Si esto no
funciona, te quedas sin caja. Y si te quedas sin caja, tienes que pedir
dinero. Lo que es prácticamente imposible es que rompas caja, no tengas
métricas y digas ‘ahora quiero pivotar’. Tienes que planteártelo mucho
antes, si no, es imposible”. Y añade Macías: “Cuanto antes se haga el
pivote, es más fácil que todo salga bien”.
Cómo encontrar tu camino

“Cuando pivotas en baloncesto, dejas un pie fijo en el suelo y levantas el


otro. De ahí lo de pivotar: siempre hay cosas del proyecto que mantienes y
cosas que cambias. Coges lo bueno que has aprendido y modificas aquello
que ves que no está funcionando. Dentro de esto hay pivotes que son más
grandes y otros más leves. Ese pie de apoyo puede mantener más o menos
cosas”, apunta Enrique Penichet.
La virulencia del pivote también depende, y mucho, del estadio en el que
se encuentre el proyecto. “Los pivotes iniciales son muy habituales. Es la
fase en la que hay que tomar hipótesis e ir variando. En estas etapas
puede ocurrir que no se aproveche nada del proyecto anterior. Luego hay
otro tipo de pivote que es cuando la empresa ya está facturando, ya va
bien pero anda lenta. O los clientes no repiten o el mercado es pequeño u
otras razones… Ahí dices: ‘aquí hay pasta pero no la suficiente como para
que el proyecto sea lo grande que yo quiero’. Y se pivota aprovechando
bastantes cosas. Normalmente se hace sobre el modelo de negocio o el
mercado, pero no sobre la tecnología, no al menos si ya han entrado
inversores y han valorado esa tecnología a un precio”, explica Ignacio
Macías.
Una costumbre que debemos mantener siempre porque, como apunta
Enrique Penichet, “pivotar es una cultura de adaptación a los cambios
muy sana y la necesitas para que el negocio siga respirando”.

¿A quién contratar cuando se lanza un


negocio?
Los emprendedores tienden a preocuparse más por cuándo tienen que empezar a contratar
que por qué valor tiene el equipo que ya está trabajando en el proyecto. Tenéis que evaluar
vuestras carencias.
10/12/2016 REDACCIÓN EMPRENDEDORESCREA TU EMPRESA

“Tiene que haber alguien en el equipo que conozca muy bien el mercado al
que tú vas a dar soluciones. No tanto en cifras, como en problemática real,
en la dinámica del mercado. Si eso se conoce, la base en la que vas a
empezar tu modelo de negocio sobre una propuesta de valor va a tener
solidez. ¿Cómo se le puede dar más solidez? Yo sé que en el mercado hay
una laguna y tengo una propuesta que quiero trasladar al mercado. Lo
siguiente es ser consciente de que necesitas un equipo, que lo podrás
contratar antes o después, o que tendrás que llegar a una serie de
acuerdos colaborativos para cumplir el resto de las lagunas que necesitas
en ese proceso”, plantea José Viteri, socio de la aceleradora DA2B y
CEO de WirelessCities Networks, y durante ocho años director general del
clúster de movilidad MLC ITS Euskadi.
Un buen contraste

“Quisimos que distintas personas evaluaran nuestra idea de negocio: en el


sector de la aviación, el e-commerce, el entorno digital, grandes grupos de
publicidad… que todos nos dieran su visión sobre nuestra tecnología y
sobre nuestro modelo de negocio. A muchas de ellas las hemos
incorporado a un consejo asesor. Desde entonces hacemos reuniones
mensuales con ellos”, explican Pablo Linz y Jimmy Martínez von
Korff, cofundadores de Immfly. una empresa española que permite
ofrecer wifi en los aviones y gestionar la publicidad generada a través de
dispositivos móviles para las aerolínea.
¿De qué le sirvieron los consejos de esos asesores? “A identificar la escala
de prioridades, a descubrir cuáles debían ser los pasos que había que dar
tanto para implementar el producto como saber cuándo es el momento
idóneo para ir a vender el producto a la industria. Una de las grandes
preguntas era: ¿Cuándo es el momento de ir a hablar con la aerolínea? La
siguiente: ¿Qué te comprará primero?”, reconocen.
Un equipo equilibrado

“Además, hay muchos emprendedores que lo de trabajar en equipo no lo


tienen dominado. Mucha gente entiende que basta con tener un equipo y
ya está. Y no se dan cuenta de que para poder hacer un buen trabajo en
equipo tiene que haber una serie de roles y funciones. Si eso no se hace, el
equipo no va a ser eficiente, lo que repercute en la dinámica de toma de
decisiones del negocio y, en este sentido, le dedican mucho más tiempo a
actividades que no son clave”, puntualiza José Viteri.

¿Qué negocios rentables puedes poner


en marcha con muy poco dinero?
Te presentamos buenas ideas para que puedas montar un negocio con muy poca inversión.

21/09/2020 REDACCIÓN EMPRENDEDORESCREA TU EMPRESA


1) Consultor
Es la propuesta más socorrida, porque siempre puedes ofrecer los
servicios que venías haciendo por cuenta ajena, ahora por cuenta propia.
Aprovecha tu formación, experiencia y los contactos que te has ido
labrando a lo largo de tu vida profesional. Céntrate en un aspecto y
conviértete en un referente. No intentes abarcar muchas áreas. No debes
obsesionarte con ofrecer tus servicios sólo a las grandes empresas. Ahí, la
competencia será mayor y con tu propuesta comercial –como único
consultor de tu marca– te será más difícil de ganar a una gran consultora.
Las pymes deben ser tu potencial cliente. Conviértete en su asesor
personalizado. Aquí, los únicos costes que tendrás son de representación.
Contrólalos al máximo, porque, por lo natural, se tiende a maximizarlos.
Valora si necesitas disponer de un despacho y coche propios, igual puedes
reemplazarlo por tu casa o por un centro de negocios, que disponen de
salas de reuniones e infraestructuras varias.
2) Asesor estratégico para pymes
A diferencia del anterior –que tiene un enfoque más generalista–, esta
idea que te proponemos gira en torno a la figura del experto en
estrategia que ayude a las pequeñas y medianas empresas en la
toma de decisiones relacionadas con su crecimiento y consolidación.
En este caso, al igual que en el anterior, los costes que tendrás son
mínimos: oficina, teléfono y transporte. Estas tres partidas deben ser
moldeables a tus recursos.
 
3) Gestor financiero
La liquidez es la mayor preocupación de las pymes. Muchas empresas
carecen de conocimientos mínimos y básicos para gestionar eficazmente
su caja.
Te proponemos que te conviertas en el director financiero de otras
pequeñas empresas. Puedes trabajar a un precio fijo y otra parte a éxito, si
consigues que tus clientes alcancen determinados hitos. Los costes,
similares a los anteriores. Aunque, tal vez, aquí necesites inversión en
software de gestión.

4) Buscador de financiación
Muy en la línea del anterior, las empresas tienen problemas para buscar
fuentes de financiación.
El perfil adecuado es el de un profesional con amplios conocimientos
financieros y buenos contactos en instituciones, entidades y sociedades de
inversión, principalmente, capaz, no sólo de localizar financiación sino de
asesorar a otros emprendedores –tus clientes– en cómo presentar el plan
de negocio ante los inversores públicos y privados.

5) Detective de potenciales clientes


La morosidad todavía está latente en el mercado. A pesar de los
cambios normativos que han habido para reducir los plazos de
pago entre proveedores y clientes, España aún sigue siendo uno
de los países de la zona euro con los niveles más altos. 
Te proponemos la figura del experto en gestionar los cobros de pymes. La
labor debe ser, principalmente, la de investigar el historial de cobro y
pago de potenciales clientes y proveedores antes de contratar con ellos.
En los casos en los que la relación comercial ya exista, la de asegurar los
cobros y los pagos. Una de las funciones será la de diseñar planes de
liquidez para tus clientes.
6) Experto en monetización
Esta es una de las partes más importantes de los modelos de negocio. El
cómo vamos a ganar dinero con nuestro proyecto es una de las partes
menos consistentes y trabajadas en la mayoría de proyectos.
Te proponemos ser diseñador de modelos viables, rentables y escalables
para startups. Es importante tener experiencia en mercados más
avanzados al nuestro, principalmente, Estados Unidos, Japón e Israel.
7) Cazador de nuevos clientes y mercados
Ahora más que nunca, la búsqueda de nuevos clientes y mercados se ha
convertido en una obsesión para muchas empresas.
Véndete a otras empresas como cazador de clientes rentables para sus
negocios y de nuevos mercados para exportar. Debes tener una visión de
negocio transversal de los mercados, así como del uso eficaz de las redes
sociales.
8) Importador de productos
La importación de productos siempre es una buena oportunidad.
Eso sí: no vale cualquier producto. Evalúa, primero, su aceptación y
adaptación a las condiciones de nuestro mercado. También céntrate en
productos no muy voluminosos y pesados, que encarecerán su
importación y, por ende, tu rentabilidad. Ten especial cuidado con
productos relacionados con la alimentación y la salud, expuestos a
normas y controles muy rigurosos.
9) Experto en embudo de conversión
Muchos negocios, principalmente, online, presumen de contar con miles
de usuarios, pero se sienten incapaces de transformarlos en clientes
dispuestos a pagar.
La idea que te proponemos es convertirte en experto en embudos de
conversión, capaz de transformar a los usuarios en clientes de pago y
fidelizarlos.
10) ‘Headhunter’ de talento
Si algo sobra, desgraciadamente por culpa de la crisis, es talento.
¿Cuántos profesionales con talento han engordado o engordarán las listas
del paro? Especialízate en un mercado, localiza profesionales pata negra
que estén en el paro y conviértete en su manager. Trabaja a éxito,
cobrándole a las empresas que contraten a tus profesionales. Otra opción
es centrarte en el talento potencial de estudiantes. Al estilo de lo que
ocurre, por ejemplo, en Estados Unidos, puedes buscar mecenas que
costeen la formación y prácticas de los estudiantes más valiosos. Y
apuntando más alto, puedes hacer lo mismo con investigadores y
científicos españoles.
11) Experto en transferencia tecnológica
Lo hemos dicho por activa y por pasiva en la revista en numerosas
ocasiones. La transferencia tecnológica es una interesante oportunidad de
negocio.
En otros países, como Estados Unidos, Japón, Suecia, Dinamarca y
Finlandia, entre otros, existen empresas dedicadas a investigar en qué
trabajan los centros de I+D+i, principalmente, del sector público, para
buscarles una utilidad comercial a esos desarrollos. En España, existen las
OTRI (Oficinas de Transferencia de Resultados de Investigación). Y no
ponemos en duda su eficacia, pero falta coordinaciónen muchos centros
de investigación de universidades y organismos donde muchos
desarrollos sólo quedan para llenarse de polvo guardados en algún cajón
olvidado. Te proponemos establecer acuerdos de colaboración con centros
de I+D+i para evaluar y dar salida comercial a sus innovaciones.
12) Gestor de patentes
España no está en los primeros puestos del ranking de países con más
solicitudes de patentes. No es una cuestión de que no haya personas
dispuestas a patentar invenciones con aplicaciones industriales. El
problema radica en los costes que supone defender una patente.
Te proponemos convertirte en buscador de apoyos financieros para
gestionar y defender patentes en diferentes mercados.
13) Profesor de actividades extraescolares
En diferentes comunidades autónomas, las escuelas públicas (deportivas
y de artes escénicas, principalmente) han incrementado en los últimos dos
años las cuotas que cobran a sus alumnos. Las nuevas matriculaciones
han descendido y las antiguas se han visto reducidas.
Te proponemos, si tienes conocimientos para ello, ofrecerte como docente
en solitario o junto a otros profesores. En los casos, en los que sea
necesario contar con el uso de instalaciones, como en las actividades
deportivas, puedes cerrar acuerdos con centros deportivos privados para
la cesión de parte de sus instalaciones a cambio de un porcentaje por cada
alumno. En los casos en los que sea posible –por ejemplo, materias
artísticas como música o dibujo–, también puedes prestar tus servicios
formativos en el domicilio de los alumnos.
14) ‘Trader’ logístico
No te vamos a decir que te conviertas en operador logístico, porque eso
quedaría fuera de la esencia de este reportaje por las inversiones que
deberías hacer. Te proponemos operar sólo como trader, como un enlace
entre los que ofertan y demandan un servicio de transporte de
mercancías.
Puedes negociar acuerdos con diferentes empresas de logística –
evidentemente, no sólo que operen en España, sino en Europa y en otros
mercados– para conseguir precios competitivos de transporte de
mercancías que luego puedas ofrecer a tus clientes: pequeñas y grandes
empresas.
15) Vendedor de ‘stock’
Principalmente, la ropa es el producto estrella de los outlet online. La
dinámica es sencilla: gestionan los stocks de las marcas, ahorrándoles
potenciales pérdidas por ‘no ventas’ y por almacenaje.
Pues siguiendo esa misma dinámica, se puede extender ese mismo
modelo a otros productos –ya los hay, pero sigue habiendo mercado–,
como pequeños electrodomésticos y productos especializados como
juguetes, relojes, electrónica, etc. Cuando pensamos en esta idea no nos
referimos sólo a outlet online, sino también pueden funcionar como pop
up (en la página siguiente te proponemos otra idea de negocio en torno a
este tipo de tiendas efímeras).
16) Gestor de productos de segunda mano
Al igual que la anterior, la ropa también ha encontrado otro hueco en el
mercado de segunda mano, como ya ocurrió hace años en mercados como
Inglaterra y Estados Unidos.
En este punto, especialízate en buscar productos cotidianos –más allá de
la ropa y los complementos, que ya tienen un mercado establecido y
maduro– que se puedan vender sin dificultades en mercados de segunda
mano, como muebles, electrodomésticos o productos deportivos, que
cuentan con muchos aficionados.
17) ‘Broker’ de repuestos
Existe una tendencia cada vez mayor (motivada en gran parte por la
crisis) de arreglar productos en lugar de sustituirlos por otros nuevos.
Encontrarás una oportunidad en el mercado de los repuestos. Pero las
miras no sólo debes ponerlas en España, sino en salir a otros mercados y
convertirte en un broker de compraventa de repuestos de
electrodomésticos, vehículos o aparatos de electrónica, entre otros, para
venderlos en el mercado nacional.
18) Gestor de tiendas ‘pop up’
Las tiendas pop up se pusieron de moda hace unos años.
Te proponemos convertirte en un experto conocedor del parque
inmobiliario de locales –en ciudades y centros comerciales–, factibles
para acoger una de estas tiendas efímeras. Desarrolla un Google de pop
up. El modelo más interesante para ti podría ser una especie de generador
de lead para los propietarios de esos locales.
19) Franquicias de bajo coste
Siempre ha sido una idea muy socorrida y, ahora que los costes iniciales
de emprender están caros, la franquicia también es una buena alternativa.
Todos los años publicamos un Especial Franquicias, en el que puedes
encontrar oportunidades de negocio, principalmente, de bajo coste como
las de servicio o las tecnológicas, entre otras. Un consejo: no te fijes tanto
–que también– en la inversión necesaria inicial que te exigirá el
franquiciador para formar parte de su red, sino –y sobre todo– en los
pagos periódicos a los que estarás obligado a hacer (cánones y royalties
varios), una vez que hayas abierto la franquicia.
20) Soporte técnico informático
Si tienes conocimientos de ingeniería informática, ésta es otra de las
propuestas de negocio más socorridas.
Ofrece tus servicios especializados a las pymes, que muchas de ellas no
cuentan con departamentos de informática. Puedes ofrecer un servicio de
tarifa plana, por ejemplo.
21) Diseñador de ‘software’ de gestión
¿Y por qué no, diseñador de programas a medida para pymes?
Cuando decimos a medida, es eso: que tenga en cuenta las necesidades
específicas del cliente, porque muchas pymes no sacan un rendimiento
óptimo a la inversión hecha en los tradicionales programas de gestión.
22) Vendedor de app
Ya hemos contado en Emprendedores que más de 700.000 aplicaciones
móviles habitan en el limbo tecnológico, son las app zombies. Eso
significa que unas no se venden, otras no consiguen ingresos suficientes,
otras no se las descarga nadie…
Te proponemos que te centres en devolver a la vida las aplicaciones
zombies, ayudando a sus desarrolladores en la promoción y
comercialización de sus app.
23) Generador de contenidos
Internet rebosa de contenidos, pero no de muy buena calidad.
Si te consideras experto en algún tema y tienes buenas fuentes, ofrécete
en generador de contenidos de calidad para las web corporativas de
empresas y de instituciones.
‘24) Migrador’ de web a móviles
El móvil se ha convertido, en muchos casos, en un apéndice más del ser
humano. Diferentes estudios hablan de la cada vez mayor dependencia del
móvil para interactuar con las empresas; en unos casos, para comprar y,
en otros, para fidelizar con las marcas.
Existen plataformas que ayudan a las empresas a migrar sus sites a web
moviles, pero aunque haya competencia –que siempre es buena– la
demanda potencial es mucho mayor. Y en los próximos años, esta
tendencia será mucho más creciente si cabe.
25) App para tiendas online
En esa convivencia de lo móvil e Internet, existe una oportunidad en el
desarrollo de aplicaciones que faciliten a los usuarios el servicio de las
tiendas online.
Y no nos referimos, evidentemente, a las tiendas online más conocidas,
que ya cuentan con aplicaciones móviles, sino con todas esas miles de
‘pequeñas’ tiendas online, a las que les vendría muy bien tener una.
26) Experto en gamificación
La gamificación consiste en aplicar mecánicas y dinámicas de juego
(participación grupal, recompensa…) en contextos ajenos al juego. El
objetivo último es motivar a los usuarios, clientes, trabajadores, equipos,
etc.
Utilizada mucho en la formación de empleados, ahora está siendo
también usada para convertir a los usuarios, principalmente, desde
Internet, en usuarios activos. Si tienes conocimientos de gamificación,
puedes diseñar planes para atraer y fidelizar a usuarios de las webs de
empresa, tiendas online y aplicaciones móviles.
27) Fotografía para ‘e-commerce’
Ya sabemos que hay diferentes empresas que ofrecen el servicio de
fotografía para los productos que se venden en los comercios electrónicos.
Pero esta es una tarea que, al principio, las empresas asumían
directamente de forma interna y que, poco a poco, han ido externalizando.
Consideramos que hay mercado suficiente para más operadores en esta
actividad de negocio, porque hay demanda sin cubrir. Sólo hay que darse
un paseo por Internet y ver la escasa calidad de muchas de las fotos que
cuelgan en los escaparates de numerosas tiendas online. En este caso, nos
atrevemos incluso a recomendarte que si te decantas por ofrecer este
servicio a los pequeños e-commerce, lo hagas además a aquellas tiendas
online ubicadas en capitales de provincia o en pequeñas localidades,
donde algunas de esas empresas de fotografía ya existentes no pueden
ofrecer estos servicios.
28) ‘Software’ para ‘e-commerce’
Antes hablábamos de la importancia de una buena foto, pero la mejor
forma de comprar a través de un sitio online es palpando el producto.
No queremos desprestigiar nuestra anterior propuesta de negocio, pero
más allá de la fotografía, proponemos convertirse en desarrollador de
software 3D o de realidad aumentada que ayude a los e-commerce a
vender sus productos con más facilidad.
29) Servicio de reparto para ‘e-commerce’
Como en Emprendedores nos gustan los retos difíciles, sabemos que esta
última propuesta de negocio se sale de los márgenes del contenido inicial
de este reportaje (negocios casi sin inversión), pero proponemos esta idea
porque hay mucho mercado sin cubrir.
Somos conscientes de que esta actividad requiere de grandes inversiones
en infraestructura y medios humanos, pero una posibilidad es asociarse
con otros autónomos como tú.
Ya te hemos contado algunos de los negocios que se pueden crear con
escasa inversión.
Pero para que tu proyecto sea un éxito no basta con la idea. También te
van a ser muy necesarias ciertas pautas de gestión empresarial para
desarrollarla eficazmente.
Aquí te ofrecemos algunas pistas de gestión para que tu proyecto
sea un éxito.

Así funcionan los modelos de negocio de


generación de leads
Este modelo de generación de ingresos tiene mucho recorrido desde el momento en el que
haya particulares que demanden servicios especializados y profesionales que busquen
ofertas de trabajo.

26/09/2020 REDACCIÓN EMPRENDEDORESCREA TU EMPRESA


A diferencia del peer to peer (entre iguales), las dos partes de este
modelo están en diferentes niveles. Por regla general, las plataformas que
utilizan ese modelo cobran sólo a los profesionales, aunque hay negocios
que lo hacen a los dos.
Este modelo de generación de ingresos es una evolución del modelo de
publicidad, donde los clientes pagan por tener acceso a peticiones
cualificadas de trabajo (leads) realizadas por potenciales clientes.
Para entenderlo mejor, imagina una plataforma donde particulares
demandan profesionales, por ejemplo, de reformas del hogar. La
plataforma, que ha conseguido reunir a muchos usuarios necesitados de
que alquien les reforme parte de su casa, capta a profesionales de la
chapuza para que tengan acceso a ofertas de trabajo –de ahí lo de
‘peticiones cualificadas de trabajo’– cercanas a su zona.
Los expertos aseguran que es un modelo que funciona muy bien. Un buen
ejemplo es Habitissimo, con los que él ha trabajado las métricas. Tienen
un modelo de dos lados. Usuarios o clientes interesados en reformas y
profesionales de las reformas interesados en trabajar. Lo que hacen es
casar la oferta con la demanda y cobran por eso. Los usuarios que
demandan una reforma entran gratis. Los profesionales pagan X por estar
dados de alta en la plataforma y otro tanto por recibir leads, es decir,
ofertas de trabajos en su zona. El profesional recibe las propuestas y
compra las que le interesa con más datos del posible cliente. La
plataforma no entra en que demanda y oferta cierren el trato, es decir, que
por el acuerdo entre las partes no se lleva nada.
Lo de casar la oferta y la demanda de muchas actividades está muy bien,
incluso de paseadores de perros, porque en el momento en el que haya
gente que demanda algo y gente que lo ofrece se puede aplicar el modelo
de generación de leads. El problema de estos modelos es que sólo
funcionan bien cuando están relacionados con actividades
donde se pague bastante dinero. Si es poco dinero y es recurrente, es
cierto que se consigue dinero la primera vez, pero luego es más
complicado mantenerlo.
Un negocio híbrido
También hay ejemplos de plataformas que ponen en contacto a
particulares que necesitan servicios cualificados de profesionales
sociosanitarios para que vayan a sus casas por horas.
Los particulares y los profesionales acceden a la plataforma de forma
gratuita –estos tienen que demostrar su titulación y experiencia–. Cuando
un particular contrata a un profesional, para efectuar la reserva debe
pagar el 20% del servicio a la plataforma, y el resto se lo paga en mano al
profesional. Son los propios profesionales sociosanitarios quienes fijan
sus tarifas por horas. Una vez finalizado el trabajo, la plataforma se pone
en contacto con el particular para saber qué le ha parecido el servicio y se
publica la valoración en el perfil del profesional para que otros clientes
puedan ver cómo trabaja. De esta manera, los profesionales que mejor
servicio presten tendrán más posibilidades de recibir más propuestas de
trabajo.
Este negocio mezcla un componente de generación de leads, al ofrecerle al
profesional ‘peticiones cualificadas de trabajo’, y otro de servicios peer to
peer, porque actúa como una especie de marketplace donde se hacen
negocios.
No obstante, los modelos en los que hay que estar vigilando a los usuarios
para que compren y paguen y luego me paguen a mí una parte del
servicio, tienen mucho riesgo, porque puede llegar un momento en que
me desintermedien en cuanto las dos partes del proceso puedan
establecer una relación directa. El problema está en el seguimiento que
hay que hacer para evitar este divorcio, a no ser que el proceso se haga de
forma online y previo pago de la transacción.

¿Por qué te interesa hacer un retrato


robot de tu cliente en tu business plan?
Saca partido de esta técnica práctica de la guía Design Thinking, elaborada por la
consultora de innovación IDEO.

27/10/2017 REDACCIÓN EMPRENDEDORESCREA TU EMPRESA


Debes poner el foco en la definición de quién es tu cliente final. Intenta
incluso dibujar y darle un nombre. Un buen ejercicio es que todo el
equipo que está trabajando en el plan de negocio dedique a definir cómo
es un día en la vida del modelo de persona que va a ser su cliente final y se
le dé un nombre propio (Juan, Ana, María, etc.). A lo largo del día se le
van poniendo todas las características. Y así, al final del día se pueda
definir a tu cliente como que ‘Juan es un chico de X años, que le gusta X y
hace X, etc. ¿Por qué te interesa hacer un retrato robot? Porque tener muy
definido a tu cliente te facilita que tu modelo de negocio tenga foco.
«Este método puede ser utilizado para agrupar observaciones interesantes
en un personaje específico, reconocible. Los equipos a veces se centran en
lo periférico (no esencial) de las características de un número de usuarios
potenciales y creando este perfil, el equipo puede centrar la atención en
las características más destacadas y relevantes del usuario al que desean
dirigirse. Crear un perfil puede ser una gran manera de crear un
«conejillo de indias» para que el equipo avance», explica Tim Brown,
padre del Design Thinking y CEO de la consultora IDEO en la guía
Bootleg Bootcamp.
¿Cómo utilizar este método? «Un retrato robot es un método de síntesis
por el que el equipo crea un personaje de (semi-)ficción que encarna las
observaciones humanas que el equipo ha realizado en el trabajo de
campo. Estos pueden incluir características típicas, tendencias y otros
patrones que el equipo haya identificado en su grupo de usuarios durante
el trabajo de campo. Con el fin de crear un perfil, el equipo necesita haber
deshecho sus observaciones de campo y haber saturado el espacio del
equipo (haber pasado por las etapas anteriores)», explica.
«Una vez hecho esto, el equipo debe estudiar a los usuarios individuales
que se encontraron en el campo para identificar las dimensiones
relevantes de convergencia y/o complementariedad – estas dimensiones
podrían ser información demográfica, inclinaciones y hábitos extraños, o
fuentes de motivación, por citar sólo unas pocas. Tras haber identificado
varias dimensiones de elementos comunes, crea una lista con estas
características; si hay alguna dimensión de complementariedad (aquellas
que no pueden ser compartidas por todos los usuarios, pero son
interesantes para el equipo y no necesariamente excluyentes entre sí), el
equipo debe añadir estas también», propone este experto.
«Por último, ponle un nombre a tu personaje y asegúrate de que cada
miembro del equipo lo acepta y se corresponde con las características que
han detectado», concluye.

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