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ACTIVIDAD 2:

Una mañana del sábado 11 de enero, en la escuela San Picota de la ciudad de Tijuana México,
entra un nuevo estudiante llamado Gero. Tan solo tenía 8 años de edad, y una discapacidad.
Gero no podía moverse ni hablar, pero si podía escuchar, ver, oler, y sentir...

Los niños lo miraban diferente y no aceptaban su físico, pero había una niña llamada Sofía, la
cual presto sumamente atención a Gero desde que el llego. Sofí cada vez fue prestándole más
atención claro, sin que él se diera cuenta, sofí logro aprender a comunicarse con él con un
lenguaje en señas que solo entendían ellos dos, ella lo entendía perfecta mente y no
necesitaban hablar, se adaptó tanto a sus discapacidades que ya ellas para sofí no eran
discapacidades. Se hicieron mejores amigos y para sofí, lo más importante era la amistad, así
que cada día le regalaba una flor blanca a Gero para demostrarle lo importante que era el para
ella, y el con una gran sonrisa y unos ojos grandes y brillantes, ahí sofí sabía que con aquella
flor blanca, sin necesidad de hablar, Gero podía entender el significado de aquella flor y eso lo
hacía muy feliz. A pesar de que a sofí sus otros compañeros la hacían sentir mal diciéndole que
Gero no podía jugar, ni hablar, ella no se dejaba llevar por los malos comentarios y su relación
con Gero cada vez se hacía más fuerte que nunca. Un día invitaron a jugar a sofí, después de
mucho insistirle y ella acepto, dejando así solo en el descanso a Gero, el la veía desde su silla
de ruedas desde aquella ventana del salón un poco triste, cuando terminaron de jugar, sofí
escucho a sus amigos hablando de que haberlos separado en ese descanso había sido un plan,
así que sofí se llenó de rabia y de tristeza, pero supo en ese instante que había cometido un
error y lo reconoció, así que fue a buscar las flores blancas más bonitas para dárselas a Gero
como un acto de disculpas. Pero al llegar al salón Gero ya no estaba, sofí corrió por todos los
salones buscándolo y no lo pudo encontrar, así que hablo con su profesora y Gero había sido
llevado de urgencias al Hospital por una falla en sus riñones, sofí comenzó a llorar pensando
que había perdido a su mejor amigo, pasaron varios días y sofí ya no quería comer ni jugar,
pero recordó que así era como Gero la quería ver siempre, como esa niña extrovertida y
juguetona, así que decidió comenzar a hacer más deporte y a alimentarse bien, porque quería
ver a Gero de nuevo, en su mejor estado físico y que él la viera sana y fuerte. Sofí a pesar de
que todos hablaban de que Gero no volvería, ella no se fijaba en su entorno ni tampoco en las
cosas negativas, ella tenía algo mágico y lo llamaba Fe, cada vez que miraba aquellas flores
blancas su fe crecía cada vez más y más.

Sofí comenzó a tener nuevas amigas, no eran como Gero, pero eran diferentes al resto de sus
amigos, ellas eran muy alegres y tenían buenas vibras y eso es lo que sofí necesitaba en esos
momentos, sofí había aprendido a tomar sus propias decisiones y sabía decir NO cuando
pasaban sus límites. Sofí sabía que ya había pasado mucho tiempo y no sabía nada de Gero, y
se sentía muy triste por el, pero también feliz por todo lo que había logrado avanzar sola.
Luego de nueve meses, después de tantos cambios, finalmente llego la noticia, Gero regresaría
a clases otra vez, así que sofí ya sabía qué hacer y cómo preparar todo para el regreso de Gero,
así que le dio una flor blanca a cada una de sus nuevas amigas, y todas la apoyaron, sabían la
fecha y hora exacta del regreso de él, así que organizaron todo. Finalmente llego el día, Gero
entro en su sillita de ruedas con la profesora y hubo un silencio por unos segundos, así que se
paró como lo había planeado, todos fijaron su mirada en sofí, ella conteniendo su emoción y
sus lágrimas de alegría, le entrego una flor blanca, el hizo lo que ella estuvo esperando por
tanto tiempo, puso una gran sonrisa y sus ojos se volvieron gigantes, así que las otras
compañeras fueron a llevarle más flores y todos estallaron en aplausos y lágrimas de nostalgia,
todos aprendieron a comunicare con Gero, sin necesidad de hablar, y fue ahí cuando todos
entendieron el valor gran valor de la amistad.

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