Está en la página 1de 8

INTRODUCCIÓN.

Los muros son elementos constructivos cuya principal misión es servir de contención,
bien de un terreno natural, bien de un relleno artificial o de un elemento a almacenar. En los
dos primeros casos el ejemplo típico es el de un muro de sostenimiento de tierras, mientras
que un almacén granero es una muestra del tercero.

En las situaciones anteriores el muro trabaja fundamentalmente a flexión, siendo la


compresión vertical debida a su peso propio generalmente despreciable.

En ocasiones los muros desempeñan la función de cimiento, al transmitir las


presiones o cargas suministradas por los pilares o por los forjados que se apoyan en la
coronación del muro. Esta situación es característica de los muros de sótano, muy
desarrollada en la edificación actual.
Figura 1. Tipos de muros.

Las formas de funcionamiento del muro de contención y del muro de sótano son
diferentes. Mientras que el muro de contención se comporta básicamente como un voladizo
empotrado en el cimiento, el cuerpo de un muro de sótano se comporta como una losa de
uno o varios vanos. En este caso, está apoyado o anclado en el forjado (o forjados), y el
rozamiento entre cimiento y suelo hace innecesaria la disposición de ningún apoyo adicional
en el nivel de la cimentación.
TIPO DE FALLAS EN MUROS DE CONTENCION:
Al igual que todas las estructuras en concreto, los muros de contención de concreto pueden
presentar algunas fallas estructurales, resultado de algunos factores como: sustancias químicas,
acciones físicas derivadas de los esfuerzos inducidos por la naturaleza de las fuerzas y errores
de diseño o de construcción.

Estas causas pueden desencadenar patologías que afectan directamente al muro, disminuyendo
sus factores de seguridad, afectando su vida útil y convirtiéndose en factores de riesgo para las
comunidades vecinas. Hay cuatro tipos principales de muros: los muros de contención por
gravedad, muros por semi-gravedad, muros pantalla o en voladizo y muros con contrafuerte.

Los muros de contención por gravedad actúan por acción de su propio peso
oponiendo resistencia a las fuerzas actuantes (empujes del suelo), es decir, por esfuerzos
normales al plano de su sección. Su diseño y construcción son sencillos puesto que son
estructuras másicas que no requieren refuerzo. Por consiguiente son menos susceptibles a los
agentes químicos.

Los muros de semi-gravedad son algo más esbeltos que los anteriores y soportan pequeños
esfuerzos de tracción que resisten con una baja cuantía de refuerzo y que en general pueden
resultar más económicos que los muros de gravedad para alturas hasta de 4 m.

Los muros pantalla funcionan principalmente a flexión, es decir, soportan esfuerzos paralelos al
plano de su sección y son, por lo general de concreto reforzado para alturas menores a 10 m. Los
muros de contrafuerte son similares a los muros pantalla, con la diferencia que son usualmente
utilizados para alturas mayores a 10 m.

Para determinar patologías en los muros de contención es necesario conocer y analizar


detenidamente las condiciones básicas de seguridad que deben cumplir tales estructuras, tales
como: seguridad contra deslizamiento, seguridad contra volcamiento y seguridad por falla de la
base.

La buena elección del tipo de muro es fundamental para su correcto diseño. No obstante, hay que tener en
cuenta las posibles cargas que causarían el colapso de la estructura, para poder realizar una evaluación
completa, Para ello es importante conocer los distintos motivos por los cuales se produciría la falla. En
principio, es importante recordar que el principal objetivo de un muro es soportar empujes laterales, a
pesar de ello puede soportar cargas verticales adicionales. Por lo que, el colapso o la estabilidad del muro
depende especialmente del suele con el que tiene contacto directo sobre su base y el peso del muro. 13 A
continuación se expondrá los distintos tipos de fallas.

LOS TIPOS DE FALLAS EN MUROS DE CONTENCION SON:


1. Falla por volteo o giro excesivo
Para empezar, es necesario asegurar que el muro no se voltee, es decir que los momentos
desestabilizantes sean menores a los momentos estabilizantes. Para ello, se busca incrementar el tamaño
del muro y a su vez el peso. Garantizando que los empujes producidos por la tierra y la sobrecarga no
ocasionen la falla.
2. Deslizamiento lateral del muro
El deslizamiento del muro es una falla producida por un empuje excesivo de la tierra, el cual incrementa
con la sobrecarga que se pueda presentar en el terreno. En consecuencia se genera el deslizamiento del
muro, el cual es contrarrestado, principalmente con la fricción en la base de la estructura, dependiendo
ello del tipo de suelo.15 El deslizamiento se puede generar por factores que no son tomados en cuenta al
momento de diseño, como la construcción de una vivienda detrás del muro. Para ello algunos ingenieros
optan por la construcción de un dentellón en la base de la zapata.

3. Deslizamiento profundo del muro.

Se debe a la formación de una superficie de deslizamiento profunda, de forma


aproximadamente circular. Este tipo de fallo puede presentarse si existe una capa de suelo
blando a una profundidad aproximada de vez y media la altura del muro, contada desde el
plano de cimentación.

4. Deformación excesiva del alzado.

Es una situación rara, salvo en muros muy esbeltos.

5. Fisuración excesiva
Es un fenómeno visible especialmente en las zonas de tracción del muro, razón por
la cual puede llevar a otros problemas de durabilidad puesto que, al estar en
contacto con el suelo y por consiguiente con sulfatos, el refuerzo se expone a una
acelerada corrosión y en consecuencia se genera una inminente falla por momento
flector y cortante. Los orígenes más comunes de la fisuración son la excesiva
retracción plástica del concreto en el momento del fraguado o las variaciones
extremas de temperatura.
Puede presentarse en todas las zonas de tracción, y se trata de una fisuración
grave si su ancho es excesivo al estar en contacto con terreno húmedo, pues no
es observable.

6. Rotura por flexión.

Puede producirse en el alzado, la puntera o el talón. Como las cuantías en


muros suelen ser bajas, los síntomas de prerrotura sólo son observables en la
cara de tracción, que en todos los casos está oculta, con lo que no existe ningún
síntoma de aviso.
Las roturas por flexión pueden aparecer tanto en el muro como en la punta de la
base o el talón. Como las cuantías en muros suelen ser bajas, los síntomas de
pre-rotura sólo son visibles en la cara de tracción, que en todos los casos está
oculta, por lo cual no se notan los síntomas de aviso.

7. Rotura por esfuerzo cortante


Como los esfuerzos por flexión, estos esfuerzos pueden llevar a roturas en varias
zonas del muro, tanto en el alzado como en el tacón, la punta y el talón. Puede
producirse en el alzado, puntera, talón o tacón.
8. Rotura por esfuerzo rasante.
La sección peligrosa es la de arranque del alzado, que es una junta de
hormigonado obligada, en la que coinciden el máximo momento flector y el
máximo esfuerzo cortante.
9. Rotura por fallo de traslapo: 

Este caso obedece al amarre del refuerzo entre la


base y el muro, donde el traslapo entre la armadura de
la zapata debe anclarse con la zona del muro
de contención. La sección crítica es la de arranque
de la armadura de tracción del alzado, donde
la longitud de traslapo debe estudiarse detenidamente.

10. Retracción hidráulica y térmica: 

Este fenómeno ocurre principalmente durante la etapa


de fraguado del concreto y se incrementa ante la ausencia de refuerzo
longitudinal suficiente para controlar la retracción y la temperatura. Dentro de
esta categoría de problemas también podría incluirse el agrietamiento causado
por la dilatación y retracción del muro ante cambios extremos de temperatura,
lo cual deriva en problemas de fisuración excesiva.

11. Degradación por ataque de medio ambiente:

Estos problemas van asociados a deterioros producidos por la gran mayoría


de las anteriores patologías, puesto que los catalizadores del deterioro tanto
del concreto como del refuerzo, son lesiones como grietas, fisuras y exposición
del refuerzo al ataque de sulfatos del suelo y cloruros de las fuentes de agua.
Este fenómeno no representa mayor amenaza para los muros de gravedad,
puesto que su susceptibilidad a los ataques químicos disminuye ante la
ausencia del refuerzo, y pasan a ser relevantes patologías de otros orígenes.

12. Rotura por fallo de solape.

La sección peligrosa es la de arranque de la armadura de tracción del


alzado, donde la longitud de solape debe estudiarse detenidamente,
pues por razones constructivas el solape ha de realizarse para la
totalidad de la armadura en la zona de máximos esfuerzos de flexión
y corte.

Figura 25. Rotura por fallo de solape.

13. Asentamiento de la estructura


Debido al peso del muro y al relleno colocado en la parte superior de la zapata es posible que
el muro sufra un asentamiento, pudiendo producir fisuras en la estructura o en algunos casos
el colapso de la estructura16. Para ello es importante conocer las propiedades mecánicas del
suelo y saber la resistencia del mismo.

CONCLUSIONES

Para evitar las diferentes patologías que pueden presentar los muros de


contención de concreto es necesario que tanto el diseño como su proceso constructivo
y mantenimiento tenga la mayor atención y cuidado posible. Además es importante
resaltar que la detección y atención temprana de las diferentes patologías evitará
problemas posteriores como, por ejemplo, colapso parcial o total de la estructura.
BIBLIOGRAFIA

 Ayuso Muñoz, J. (1984). Estructuras de hormigón para sostenimiento


de tierras. ETSIA Córdoba.

 Calavera Ruiz, J. (2001). Muros de contención y muros de sótano. 3ª


edición. INTEMAC.

 Calavera Ruiz, J. (1999). Proyecto y cálculo de estructuras de


hormigón. INTEMAC.

 EHE-08. (2008). Instrucción de hormigón estructural. Ministerio de


Fomento.

También podría gustarte