Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
TUTOR/ES:
Fdo:........................................... Fdo:......................................
Convocatoria:
ÍNDICE
Índice
1. RESUMEN ........................................................................................................................ 2
2. INTRODUCCIÓN ............................................................................................................ 3
- 2.1. La dehesa extremeña. Datos socioeconómicos. ................................................... 3
- 2.1.1 Extensión (Europa, España, Extremadura). ....................................................... 3
- 2.1.2. Valor socioeconómico de la dehesa extremeña................................................. 5
- 2.2. Productos obtenidos de encinas y alcornoques y otros asociados a la dehesa. .... 9
- 2.2.1. Alimentación animal y cerdo ibérico. ............................................................. 11
- 2.2.2 Miel y quesos. .................................................................................................. 14
- 2.2.3. La bellota en la alimentación humana. ............................................................ 18
3. OBJETIVOS ................................................................................................................... 20
4. PHYTOPHTHORA CINNAMOMI. ............................................................................... 21
- 4.1 Clasificación, taxonomía y características de Phytophthora cinnamomi. ........... 22
- 4.2 Ciclo biológico .................................................................................................... 24
- 4.3 Hábitat. ................................................................................................................ 27
5. RELACIÓN Phythopthora-Quercus ............................................................................. 31
6. MÉTODOS DE DETECCIÓN DE PHYTOPHTHORA CINNAMOMI .................... 34
7. MÉTODOS DE CONTROL DE PHYTOPHTHORA CINNAMOMI ........................ 37
8. INFLUENCIA DE LA SECA EN LOS PRODUCTOS DE LA DEHESA................ 43
9. CONCLUSIÓN ............................................................................................................... 44
10. BIBLIOGRAFÍA. ......................................................................................................... 46
1
1. RESUMEN
2
2. INTRODUCCIÓN
3
(35%), Andalucía con 946.482 ha (27%), Castilla La Mancha con 751.554 ha (21%),
Castilla y León con 467.759 ha (13%) y Madrid con 113.051 ha (3%) (Pulido y Picardo,
2010). Otros documentos generados por las propias Comunidades Autónomas arrojan cifras
diferentes debido al uso de criterios o fuentes cartográficas distintas (por ejemplo,
Extremadura considera su superficie en 1.428.791 ha y Andalucía en 1.262.594 ha ó
981.431 ha si se excluyen las “dehesas potenciales” densamente cubiertas de matorral).
Las cifras sobre la superficie que ocupa la dehesa son muy dispares ya que existe
discrepancia en su concepción y dimensión. Para algunos autores el área total en la
península Ibérica puede llegar hasta los 17 millones de hectáreas, otros lo reducen a dos
millones de hectáreas pudiendo estimarse entre los 4,5 y 5 millones de hectáreas siempre
pensando que la dehesa es un espacio arbolado.
En Extremadura las cifras son también dispares aunque en los últimos 20 años se ha
avanzado enormemente en su conocimiento gracias a los estudios de tipo geográfico y
especialmente a los relativos a la cartografía digital del terreno. Actualmente el área de la
dehesa como sistema arbolado ocuparía alrededor de los 1,5 millones de hectáreas sin
embargo los espacios adehesados pueden suponer una superficie mayor ya que existen
áreas como los espacios intercalados de matorral (jarales y brezales). Entre las zonas
arboladas adehesadas, si incluyéramos las áreas con densidad arbórea por debajo de los 5
árboles por hectárea, los retamales desarbolados, los bosques destinados a la explotación
cinegética compartida con el aprovechamiento ganadero tradicional etc. sumarían cerca de
dos millones de hectáreas como espacios adehesados.
Basándonos en los datos reflejados en la tabla 1 podemos indicar que los espacios
adehesados en Extremadura alcanzan los 1,7 millones de hectáreas aunque las zonas con
paisaje de dehesa en el sentido estricto no superen el millón y medio de hectáreas o incluso
menos.
4
Tabla 1. Distribución de la superficie de las áreas típicas de dehesas y espacios adehesados
colindantes o anexos. (Tomada de Pérez y Pozo, 2001).
2
En millones de ha.
5
que se encargan de la gestión comercial de sus productos, y, por últimos, las sociedades
procedentes de otros sectores de actividad que contratan servicios de gestión de las fincas
sin que éstas supongan su principal fuente de ingresos.
b. Valor ambiental.
Las especies cinegéticas y la fauna silvestre no-cinegética se estima que una parte
de sus consumos de pasto naturales y bellotas no compiten por su ingesta con la
ganadería, siendo en este caso estos consumos de un valor económico nulo. Es decir, los
pastos y bellotas consumidos sin que sean objeto de demanda efectiva por los
6
propietarios del ganado y/o los titulares de cotos cinegéticos son de hecho bienes libres
(gratuitos). Estos consumos libres de pastos y bellotas, cuando es posible su
contabilización, se deben incorporar en la cuenta de producción de la dehesa valorados a
precio cero, ya que su contribución resulta indispensable para hacer posible las
producciones finales económicas de las faunas doméstica y silvestre de la dehesa.
Tabla 2. Valor económico total de la Dehesa (Tomado de: Campos, 2012). Seminario “Paisajes
Culturales Silvopastorales” (Plasencia).
USO ACTIVO USO PASIVO
VALOR CORRIENTE VALOR FUTURO VALOR sujeto a la
Directo Indirecto Opción EXISTENCIA de
Producción final Producción intermedia Producción final PRODUCCION final
Bienes y servicios económicos Bienes y servicios Pago por las personas Pago por las personas físicas
que se destinan económicos que se físicas o jurídicas de una o jurídicas de una prima con
al consumo y la inversión reemplean en la producción prima para garantizar una el exclusivo fin de evitar la
propia durante el año en la de bienes y servicios finales de cantidad determinada de extinción futura de una cosa
dehesa la dehesa oferta futura única
Ejemplos: Ejemplos: Ejemplos: Ejemplos:
- Productos finales comerciales -Pastos y bellotas consumidos -Conservación por los -Preservación de los hábitats
de la agricultura, la ganadería, en pastoreo por los animales. recursos biológicos para y/o especies únicos en peligro
la cinegética y la silvicultura la investigación de nuevos de extinción.
medicamentos y la lucha
biológica contra plagas.
-Autoconsumo ambiental -Cultivos de plantas y semillas -Preservación de culturas
para plantación y siembra. únicas de la dehesa.
-Servicios recreativos públicos
-Recolección de hongos y -Compensaciones por los - Disponibilidad a pagar -Preservación de
plantas o animales silvestres servicios del paisaje y la del público y el gobierno construcciones y
biodiversidad amenazada por la producción del equipamientos únicos
paisaje cultural de la históricos de la dehesa.
dehesa
-Servicios de carbono para la
mitigación del calentamiento
global
7
resto de regiones ganaderas españolas y, aún mayores, a las de otros estados miembros de
la Unión Europea. Dichas diferencias afectan, fundamentalmente, a la gestión técnica y
económica de las explotaciones (Escribano et al., 2005).
Según Escribano et al. (2005), existe una correlación negativa entre la carga
ganadera y la superficie de la explotación. A medida que aumenta el tamaño de las
explotaciones disminuye la carga ganadera que éstas soportan. Ya que las inversiones en
capital fijo de infraestructuras y de mobiliario mecánico son mayores en las explotaciones
de menor dimensión, debido a la necesidad de unas instalaciones mínimas para el desarrollo
de la actividad y la concentración de ganado en fincas de pequeño tamaño que obliga a la
construcción de cercados, naves, charcas, etc.
Las explotaciones de vacuno con más carga ganadera tienen más mano de obra
familiar. Las explotaciones de ovino con más carga tienen también más mano de obra
familiar, pero menos fija. Se observan diferencias significativas en el capital fijo tierra entre
las explotaciones que explotan animales de la especie porcina y las explotaciones
orientadas fundamentalmente a la explotación de ovino. En el caso del capital fijo ganado
las diferencias son muy significativas entre las explotaciones de ovino y las de bovino y
porcino. Existe correlación elevada y positiva entre la carga ganadera total del sistema y los
indicadores de costes: gastos en materias primas, costes corrientes y costes totales, y con
los indicadores de producciones, ventas de producción final, producción final, producción
intermedia y producción bruta. Lo mismo sucede con la correlación de la carga ganadera de
porcino por ha y los indicadores de costes y producciones (coste corriente y coste total). La
mano de obra tiene una correlación positiva con los costes de materias primas, los servicios
exteriores, los costes corrientes, los costes totales y las producciones (intermedias, finales y
brutas), lo cual indica que la mano de obra de las explotaciones de dehesa es determinante,
8
tanto en sus costes como en sus producciones, mientras que no presenta correlación con la
tasa de rentabilidad.
9
las dehesas predomina el ganado vacuno, ovino y porcino, aunque cabras y caballos
alcanzan también cifras importantes. El ovino es la especie con censos más numerosos
(tabla 3) y la más adecuada para el aprovechamiento de los pastos y la minimización de los
daños al arbolado. El vacuno, se consolida como el más importante en términos de unidades
ganaderas, y las cabras se concentran donde abundan los pastos leñosos. Finalmente, el
porcino suele estar ligado a zonas densamente arboladas, donde los animales aprovechan en
extensivo la producción de las bellotas.
10
- 2.2.1. Alimentación animal y cerdo ibérico.
Por otro lado, según Real Decreto 4/2014, de 10 de enero, podemos diferenciar métodos de
engorde por alimentación y manejo, de ahí la clasificación de los productos finales. Cerdo
ibérico de bellota (alimentado exclusivamente con bellotas, pastos y otros recursos
naturales), recebo o cebo de campo (cerdo ibérico alimentado con bellotas, pastos
naturales y piensos de harinas de leguminosas y cereales de alta calidad, cuyo manejo se
realiza en explotaciones extensivas o intensivas al aire libre, pudiendo tener parte de la
superficie cubierta) y cebo (donde el animal se alimenta con pienso y cereales toda su vida,
en sistemas de explotación intensiva).
El término “Pata Negra” sólo puede utilizarse en productos “de bellota 100%
ibéricos” y “Dehesa” o “Montanera” queda designado para productos “de bellota”.
Para obtener animales del 75% ibérico se emplearán hembras de raza 100% ibérica
inscritas en libro genealógico y machos procedentes del cruce de madre de raza 100%
ibérica y padre de raza 100% duroc, ambos inscritos en el correspondiente libro
genealógico de la raza.
Para obtener animales del 50% ibérico se emplearán hembras de raza 100% ibérica
y machos de raza 100% duroc, ambos inscritos en el correspondiente libro genealógico de
la raza.
11
Trazabilidad: En el matadero, los jamones, paletas y caña de lomo ibérico de cada
lote de productos obtenidos de animales sacrificados serán debidamente identificados, con
un precinto perfectamente legible e inviolable que será de distinto color para cada
denominación de venta, además de una numeración única de cada lote de productos:
12
Denominación de Origen Protegida (D.O.P.):
Nombre que identifica un producto originario de un lugar
determinado, una región, o excepcionalmente, un país; cuya
calidad se deba fundamentalmente al medio geográfico con
sus factores naturales y humanos y cuyas fases de
producción tengan lugar en su totalidad en la zona
geográfica definida.
13
- 2.2.2 Miel y quesos.
a) Miel de flores o miel de néctar: es la miel que procede del néctar de las plantas.
14
FIGURA 3: Producción de cera en España. Fuente: https://www.mapa.gob.es/es/
15
FIGURA 4: Etiqueta D.O.P Villuercas-Ibores y su localización. Fuente:
http://mielvilluercasibores.eu/calidad/
16
Queso
17
- Producción desde hace siglos
- Elaboración original
Las bellotas poseen una abundante presencia de ácidos grasos insaturados, ciertas
vitaminas y minerales esenciales, además de una capacidad antioxidante asociada a los
taninos. Otro de los aspectos nutricionales destacados de la bellota es que no tiene gluten,
haciéndola ideal para el consumo de aquellas personas alérgicas.
18
FIGURA 7: Bellota natural. Fuente: https://www.bellotasaludable.es/
19
3. OBJETIVOS
La presente revisión bibliográfica pretende situar al lector ante una situación actual
de la dehesa que debe ser mejorada desde el punto de vista del manejo de las explotaciones,
para controlar el principal problema del decaimiento de la producción de bellotas
denominada “la seca”, y aumentar la productividad del agro-ecosistema en estudio,
mejorando a su vez los productos asociados a la dehesa.
Con este fin, este trabajo contempla el estudio del sistema patógeno/Quercus
patosistema, comenzando por situar en el foco, al organismo encargado del decaimiento, y
su relación con los sistemas forestales que nos encontramos en nuestros sistemas
adehesados. Principalmente sobre el género Quercus sp.
20
4. PHYTOPHTHORA CINNAMOMI.
La primera especie descrita por Anton de Bary en 1876 fue Phytophthora infestans.
El origen geográfico de la especie Phytophthora cinnamomi no está claramente establecido.
Fue descrito por primera vez en Indonesia (Sumatra) en 1922. Zentmeyer (1988) sugiere
que la especie es originaria del sudeste asiático y sur de África y que durante el siglo XVIII
se dispersó a través del Océano Pacífico hasta Latinoamérica (EPPO/CABI
(Commonwealth Agricultural Bureaux International), 2011). Sin embargo, en 1996, Brasier
determinó la zona de origen de Phytophthora cinnamomi en Papúa Nueva Guinea.
Independientemente de la zona de origen del microorganismo, éste presenta en la
actualidad una distribución mundial.
21
- 4.1 Clasificación, taxonomía y características de Phytophthora cinnamomi.
22
FIGURA 10: a) Esporangio maduro de Phytophthora cinnamomi, b) esporangio con las
zoosporas ya diferenciadas en su interior. Fuente: (Sánchez et al., 2005)
23
FIGURA 12: Hinchazones hifales de Phytophthora cinnamomi: a) hinchazones irregulares
(micelio botrioso), b) hinchazones hifales esféricas en racimo. Fuente: (Sánchez et al.,
2006)
Los oomicetos presentan una serie de características propias que los diferencian de
los hongos (Reino Fungi): la mayor parte de su ciclo vital es diploide, mientras que el de
los hongos es dicariótico o haploide; sus paredes celulares están compuestas de celulosa y
β-glucanos, y no de quitina, y poseen zoosporas biflageladas. El microorganismo se
encuentra en el suelo en forma de estructuras de supervivencia (oosporas y más
frecuentemente, clamidosporas) capaces de subsistir durante un tiempo relativamente
amplio como propágulos en latencia, aunque habitualmente con densidades de inóculo en
suelo relativamente bajas (Sánchez et al., 2002; 2003; 2006; Romero et al., 2007). Estas
esporas germinan produciendo esporangios, que a su vez germinan emitiendo las zoosporas
24
móviles. Este proceso de germinación tiene lugar cuando hay humedad en el suelo y su
temperatura es relativamente alta (~25ºC), favoreciéndose además en suelos ácidos. Los
aislados de P. cinnamomi pueden crecer en un amplio rango de temperaturas, pero su
temperatura óptima oscila entre 26 y 30 ºC, rango situado en la zona alta de las
temperaturas óptimas descritas para la especie (Sánchez et al., 2002; 2006). Esto sugiere
que es un patógeno muy bien adaptado a las altas temperaturas que se registran
normalmente en verano en las dehesas y que puede existir un nivel muy bajo de
competencia entre P. cinnamomi y otros patógenos de suelo mejor adaptados a
temperaturas más bajas. En concordancia con esto, se ha encontrado también una
correlación positiva entre el éxito en el aislamiento de P. cinnamomi del suelo y el
incremento de las temperaturas mínimas (Sánchez et al., 2003). La existencia de agua libre
facilita la dispersión de las zoosporas, ya que tienen la capacidad de nadar, desplazándose
activamente en la película de agua que rodea las partículas del suelo, siendo entonces
atraídas químicamente por los exudados radicales de las especies vegetales susceptibles.
Cuando infecta al huésped, el oomiceto desarrolla su micelio en el interior de las raíces y se
desarrolla rápidamente en sucesivos ciclos de producción de esporangios y esporulación
(figura 13), dando lugar a un aumento de la población del patógeno (Erwin y Ribeiro, 1996)
mientras se mantengan las condiciones de saturación hídrica del suelo. Tras la colonización
y muerte de las raíces o cuando las condiciones ambientales no son favorables, el patógeno
forma nuevas esporas de supervivencia (clamidosporas; figura 13) que quedan en el suelo
como estructuras de resistencia (Erwin y Ribeiro, 1996; Romero et al., 2007).
25
FIGURA 13: Ciclo de patogénesis de Phytophthora cinnamomi. Fuente: (Sánchez et al.,
2010).
26
resistentes y de larga vida (dentro de las plantas muertas y el suelo). Se producen dentro de
las raíces de las plantas en respuesta a las condiciones de secado, y son la fase resistente y
"en reposo" del oomiceto. Pueden ser transportados en fragmentos de raíz o tierra y luego
germinar para causar una nueva infección cuando se encuentran con condiciones cálidas y
húmedas. Las clamidosporas germinadas pueden producir esporangios, más clamidosporas
o micelio que infectan directamente las raíces. Después de la infección, el micelio crece a
través del tejido de la raíz causando la descomposición de las células y 'pudrición' del
tejido. El patógeno se extiende hacia las raíces principales de especies susceptibles y puede
rodear la base del tronco. La muerte de la planta ocurre porque se evita el transporte de
agua desde las raíces. Varios factores ambientales controlan la tasa de crecimiento del
micelio dentro de la raíz".
- 4.3 Hábitat.
Desde un punto de vista físico, el área adehesada se desarrolla sobre unos suelos
delgados, oligotróficos de rocas silíceas, duras y ácidas, principalmente pizarras y granitos.
Son suelos generalmente pobres, con bajo contenido en materia orgánica y frecuentemente
deficientes en fósforo, nitrógeno y potasio (Fernández y Porras, 1998; González y Maya,
2016).
27
FIGURA 14. Profundidad de suelo bajo encina (izquierda). Aparición de roca madre
(derecha)
28
estudios de medidas rédox en campo que denoten evidencias significativas bajo la copa de
árboles afectados y no afectados (Corcobado-Sánchez, 2013).
29
FIGURA 15. Mapa de distribución definido por la EPPO para P. cinnamomi (EPPO, 2017)
www.eppo.int.
La distribución de este patógeno está condicionada por el frío ya que no crece por
debajo de los 5 ºC. Sin embargo, el calentamiento global podría estar favoreciendo su
expansión hacia zonas que no le han sido propicias hasta ahora, es decir hacia áreas de
mayor altitud y/o latitud. (http://cicytex.juntaex.es/es/)
30
5. RELACIÓN PHYTHOPTHORA-QUERCUS
El decaimiento que viene sufriendo la Dehesa en las últimas décadas, origina una
elevada mortalidad en encinas y alcornoques. Muchos factores se han contemplado como
agentes causales, pero entre todos destaca por su gravedad la podredumbre radical (en
adelante “seca”) causada por el patógeno de suelo Phytophthora cinnamomi. Este oomiceto
causa la muerte del arbolado, que según las condiciones ambientales puede ser un proceso
lento o darse súbitamente (en pocos meses). La sintomatología suele apreciarse a nivel
aéreo con una leve amarillez y/o marchitamiento foliar, llegando a la defoliación y muerte
regresiva de brotes y ramas (puntisecado) en casos más graves. A nivel radicular la
enfermedad aparece antes, mediante necrosis de la raíz, difícilmente detectable sin utilizar
los medios adecuados (Serrano, 2012).
31
En el suelo de la Dehesa, las prácticas agrícolas han ido encaminadas a mejorar los
pastos de secano, aplicando abonos fosfatados y últimamente complejos NPK para
fomentar el desarrollo de las leguminosas y gramíneas. Han mejorado la fertilidad del suelo
a corto plazo, sin embargo, mediante el laboreo se promueve la pérdida del contenido de
materia orgánica por un lado (Martín- Polo et al., 2003) y que las esporas se dispersen más
fácilmente, por ello Fernández-Rebollo et al. (2008) recomiendan evitar o limitar en la
medida de lo posible el laboreo en los focos.
32
Hay evidencias de que el estrés hídrico causado en las plantas infestadas por hongos
patógenos está ligado a la pérdida de la capacidad conductora del xilema (Vannini y
Valentini, 1994; Solla-Hach, 2000) y en el caso de las encinas, probablemente exista una
retroalimentación basada en la pudrición de las raíces finas que al consumir menos agua por
parte del árbol aumenta la humedad del suelo aledaña favoreciendo la infestación por P.
cinnamomi. La combinación de la pérdida de raíces y el estrés hídrico explicaría los
síntomas aéreos de los árboles decaídos y determinaría su supervivencia (Corcobado-
Sánchez, 2013).
La inundación provoca elevada mortalidad, así como una gran infección de plantas
jóvenes que se encuentran en suelos infectados con P. cinamomi (Tuset et al., 1996).
33
6. MÉTODOS DE DETECCIÓN DE PHYTOPHTHORA CINNAMOMI
FIGURA 18: Calicatas para toma de muestra de suelo para detección de Phytophthora
cinnamomi. Fuente: Elaboración propia.
Técnicas tradicionales
Estos métodos son imprescindibles para aislar al patógeno vivo, sin embargo no
sirven para obtener información cuando los niveles de población de P. cinnamomi en el
suelo son bajos.
34
Para conseguir que la detección sea efectiva se deben tomar las muestras en óptimas
condiciones de humedad del suelo y de temperatura (por ejemplo, en primavera después de
las lluvias). (http://cicytex.juntaex.es/es/)
35
FIGURA 20: Kit ELISA diseñados para P. cinnamomi. Fuente: http://cicytex.juntaex.es/es/
Por otro lado, podemos encontrar técnicas genéticas basadas en ADN, con
capacidad para detectar en infinitas cantidades a P.cinnamomi sin necesidad de estar vivo.
Su especificidad se basa en las secuencias de ADN únicas existentes en el genoma de los
organismos de una determinada especie. La técnica de referencia en genética es la reacción
en cadena de la polimerasa (PCR). Con este método podemos obtener una cantidad
detectable de ADN de P. cinnamomi partiendo de tan solo unas copias de su material
genético extraídas de la muestra de raíces o del suelo infectado.
(http://cicytex.juntaex.es/es/)
36
7. MÉTODOS DE CONTROL DE PHYTOPHTHORA CINNAMOMI
FIGURA 21: Tipo de marcado de una encina infectada por P. cinnamomi. Fuente:
Elaboración propia
38
FIGURA 22: Repoblación de zonas afectadas por la seca. Fuente: Elaboración
propia.
39
Control
Tratamientos químicos:
Hasta hoy en día, el único tratamiento directo conocido que puede prevenir o
detener por un tiempo el ataque de P.cinnamomi en árboles menos afectados es la
aplicación de ácido fosforoso. El ácido fosforoso cuenta con propiedades antifúngicas y es
capaz de estimular las defensas de los árboles. Aunque el principio activo es el ácido
fosforoso, a los árboles se les administra en forma de sales u otras formas no fitotóxicas
como el fosfito potásico o el fosetil-aluminio. Se trata de fungicidas sistémicos capaces de
llegar por vía interna a las raicillas que son el blanco del ataque de P. cinnamomi.
Tratamientos silvícolas:
40
Métodos tradicionales:
Con el destoconado siguen quedando raíces finas en el suelo con P.cinnamomi, sólo
se eliminan las raíces principales. Además, la utilización de la maquinaria para la
realización del destoconado favorece la dispersión del patógeno debido al movimiento de
tierra. (http://cicytex.juntaex.es/es/)
FIGURA 23: Talado de encinas infectadas y muertas por la seca. Fuente: Elaboración
propia.
41
Bacillus subtilis (en adelante BS), reconocido agente de control biológico que produce
compuestos activos (enzimas extracelulares) que dificultan la actuación de ciertos
patógenos debido a que causan la rotura de las paredes celulares de hongos como P.
cinnamomi (Nagorska et al., 2007; Chakraborty et al., 2006). Además del potencial
antagónico de estas bacterias contra hongos patógenos, el género Bacillus facilita la
solubilización del fósforo del suelo poniéndolo a disposición de las plantas y mejorando su
crecimiento (Kumar et al., 2012).
42
8. INFLUENCIA DE LA SECA EN LOS PRODUCTOS DE LA DEHESA
43
9. CONCLUSIÓN
1. Un mejor conocimiento de las propiedades del suelo que pueden estar relacionadas
con la aparición de la enfermedad. Esto se traduce en mejores métodos de
estimación del riesgo, de aplicación del producto donde se necesite y de mejoras en
el manejo integral de la dehesa.
2. Un mejor control del patosistema para la reducción de la incidencia del problema.
Posibilidad de actuar en los 5000 focos activos en Extremadura.
3. Aplicación extensible a otros cultivos donde el patógeno actúe.
4. Avanzar en el control fitosanitario sostenible de la Dehesa mediante el uso de
microorganismos y sustancias que respetan el medio ambiente (control
biológico).
44
El impacto económico sobre las dehesas será observable en cuanto mejore el
agrosistema en general ya que los bienes y servicios que se venden en pie o que se
cosechan en la dehesa (corcho, madera, etc.) producirán un mayor retorno en dehesas sanas,
que en dehesas afectadas sobre todo en el caso de bienes primarios, pero también en el caso
de bienes intermedios como es el caso de los pastos naturales ya que serán consumidos por
los animales que proporcionan bienes y servicios finales (carne, lana, leche, etc.).
Desde el punto de vista medioambiental, que suele ser ignorado por el análisis
económico convencional habría que medir el coste de reforestación y el de tratamientos
encaminados al control cultural de la seca (que suele ser escaso) para explicar los
beneficios económicos de “conservar” las dehesas.
45
10. BIBLIOGRAFÍA.
ADL SM, SIMPSON AGB, FARMER MA, ANDERSEN RA, ANDERSON OR,
BARTA JR, BOWSER SS, BRUGEROLLE G, FENSOME RA, FREDERICQ S, JAMES
TY, KARPOV S, KUGRENS P, KRUG J, LANE CE, LEWIS LA, LODGE J, LYNN DH,
MANN D G, MCCOURT RM, MENDOZA L, MOESTRUP Ø, MOZLEY-STANDRIDGE
SE, NERAD TA, SHEARER CA, SMIRNOV AV, SPEIGEL FW, TAYLOR MFJR. 2005.
The new higher level classification of eukaryotes with emphasis on the taxonomy of
protists. Journal of Eukaryotic. Microbiology, 52, 399-451.
AINSWORTH GC. 1973. The fungi. An advanced treatise. Vol. IV. Academic
Press, NY. 621 pp.
ANONYMOUS 2004. Diagnostic protocols for regular pests. Phytophthora
cinnamomi. EPPO Bulletin, 34, 201-207.
B.O.E Real Decreto 4/2014, de 10 de enero, por el que se aprueba la norma de
calidad para la carne, el jamón, la paleta y la caña de lomo ibérico.
B.O.E. Real Decreto 1049/2003, de 1 de agosto Real Decreto 1049/2003, de 1 de
agosto, por el que se aprueba la Norma de calidad relativa a la miel.
B.O.E. Real Decreto 1113/2006, de 29 de septiembre, por el que se aprueban las
normas de calidad para quesos y quesos fundidos.
BOLETIN OFICIAL DE LAS CORTES DEL ESTADO (2010), Comisión de
Medio Ambiente y Agricultura del Senado. Informe de la Ponencia de Estudio sobre la
protección del ecosistema dehesa. SERIE I. 26 de Noviembre de 2010. NUM,553.
BONANOMI G, ANTIGNAMI V, PANE C, SCALA F. (2007) Suppression of
soilborne fungal diseases with organic amendments. Journal of Plant Pathology, 89: 311-
324
BRASIER CM. 1996. Phytophthora cinnamomi and oak decline in southern Europe.
Environmental constraints including climate change. Annals of Forest Science, 53, 347-35.
BRASIER, C.M.; ROBREDO, F.; FERRAZ, J.F.P. 1993. Evidence for
Phytophthoracinnamomi involvement in Iberia oak decline. Plant Pathology, 42: 140-145
BRASSIER CM (2008) The biosecurity threat to the UK and global environment
for international trends in plants. Plant Pathology 57, 792-808.
BROADBENT P y BAKER K.F. (1974) Behaviour of Phytophthora cinnamomi in
soils suppressive and conducive to root rot. Australian Journal of Agricultural Research:
25; 121 - 137.
BROADBENT P, BAKER K, WATERWORTH Y. (1971) Bacteria and
actinomycetes antagonistic to fungal root pathogens in Australia. Australian Journal of
Biological Sciences, 24:925-944.
BROADBENT P, TROCHOULIAS T, BAIGENT D, ABBOTT T, DETTMANN E.
(1989) Effect of soil management on avocados in krasnozem soil. Scientia Horticulturae,
38:87-104.
CAETANO P, SÁNCHEZ JE, SÁNCHEZ ME, TRAPERO A. (2010) Podredumbre
radical de la encina y el alcornoque. Córdoba: Grupo de Patología Agroforestal de la
Universidad de Córdoba. Consejería de medio Ambiente. 2010.
46
CAMPOS-PALACÍN P. (2012) "VALORES ECONÓMICOS AMBIENTALES DE
LA DEHESA". Seminario Paisajes Culturales Silvopastorales. Plasencia, abril de 2012.
CARRASCO A, FERNÁNDEZ A, TRAPERO A, LÓPEZ G, SÁNCHEZ I, RUIZ
JM, JIMÉNEZ JJ, DOMÍNGUEZ L, ROMERO MA, CARBONERO MD, SÁNCHEZ ME,
CAETANO P, GIL P, FERNÁNDEZ P, NAVARRO RM, SÁNCHEZ R, RAPOSO R y
RODRÍGUEZ S. (2009) Procesos de Decaimiento Forestal (La Seca). Situación del
conocimiento. Consejería de Medio Ambiente, Junta de Andalucía, Córdoba. 110 pp.
CHAKRABORTY B y BASNET M (2006) Plant growth promotion and induction
of resistance in Camellia sinensis by Bacillus megaterium. Journal of Basic Microbiology:
46; 186–195.
COBOS, J. M.; MONTOYA, R.; TUSET, J. J. 1993, New damage to the Quercus
woodlands in Spain. Preliminary evaluation of the possible implication of Phytophthora
cinnamomi. Proc. Int. Congress "Recent Advances in Studies on Oak Decline".
COELHO, V. 2009 Efeito do fosfonato de potássio na protecção das raízes do
castanheiro (Castanea sativa Mill.) contra Phytophthora cinnamomi. Tesis. Instituto
Politécnico de Bragança, Escola Superior Agrária.
COOKE, D E L, SCHENA, L. & CACCIOLA, S.O., 2007. Tools To Detect,
Identify And Monitor Phytophthora Species In Natural Ecosystems. Journal of Plant
Pathology, 89(1), pp.13-28.
CORCOBADO-SÁNCHEZ, T (2013). Influencia de Phytophthora cinnamomi
Rands en el decaimiento de Quercus ilex L. y su relación con las propiedades del suelo y
las ectomicorrizas. Tesis doctoral, Universidad de Extremadura. Departamento de
Ingeniería del Medio Forestal.
COSTA J, MENGE J, CASALE W. (2000) Biological control of Phytophthora root
rot of avocado with microorganisms grown in organic mulches. Brazilian Journal of
Microbiology, 31:239-246.
CURIEL-YUSTE J, BARBA J, FERNANDEZ-GONZALEZ AJ, FERNANDEZ-
LOPEZ M, MATANA S, MARTINEZ- VILALTA J, NOLIS P, LLORET F (2012)
Changes in soil bacterial community triggered by drought-induced gap succession preceded
changes in soil C stocks and quality. Ecology and Evolution. 2(12):3016-3031.
doi:10.1002/ece3.409.
DEPARTMENT OF CONSERVATION AND LAND MANAGEMENT. 2003.
Phytophthora cinnamomi and disease caused by it. Management Guidelines. Volume I.
Australia. 96 p.
DOWNER A, MENGE J, POND E. (2001) Effects of cellulytic enzymes on
Phytophthora cinnamomi. Phytopathology, 91:839-846.
DUVENHAGE J, KOTZE J, MAAS E. (1991) Suppressive soils and biological
control of Phytophthora root rot. South African Avocado Growers Association Yearbook;
14:6-11.
EPPO. 2011. PQR-EPPO database on quarantine pests (available online)
(www.eppo.int)
EPPO/CABI. 2011. Data sheets on Quarantine Pests. Phytophthora cinnamomi.
(www.eppo.org/QUARANTINE/fungi/Phytophthora_cinnamomi/PHYTCN_ds. pdf)
47
ERWIN DC, RIBEIRO OK. 1996. Phytophthora diseases worldwide. APS Press,
St. Paul, MN. 562 pp.
ESCRIBANO, M. & GASPAR, PAULA & PULIDO, F & RODRÍGUEZ-
LEDESMA, ANTONIO & MESÍAS, FRANCISCO. (2005). Análisis económico de las
explotaciones extremeñas de dehesa a través de indicadores de capital, costes, producciones
y rentabilidad. 10.13140/2.1.1044.0323.
FERNÁNDEZ A (1997) Naturaleza y significado de "La Seca": un período crítico
en nuestra historia forestal. Vida rural 40: 56-58.
FERNÁNDEZ P, PORRAS C. 1998. La dehesa. Algunos aspectos para la
regeneración del arbolado. Informaciones técnicas 58/98. Dirección General de
Investigación y Formación Agraria. Servicio de Publicaciones y Divulgación. Sevilla. 42
pp.
FERNÁNDEZ-REBOLLO P, CARBONERO M.D., BLÁZQUEZ A., 2008. La
dehesa en el Norte de Córdoba. Perspectivas futuras para su conservación. Servicios de
Publicaciones Universidad de Córdoba. Pp 443.
FERNÁNDEZ-REBOLLO, P., TRAPERO A., SÁNCHEZ, E., CARBONERO,
M.D., SERRANO, M.S. 2009. La tremosilla (Lupinus luteus): un nuevo huésped de
Phytophthora cinnamomi en las dehesas de Andalucía occidental. Boletín de Sanidad
Vegetal. Plagas (34), 75-87
GALIANO L, MARTÍNEZ-VILALTA J, SABATÉ S, LLORET F (2012)
Determinant of drought effects on crown condition and their relationship with depletion of
carbon reserves in a Mediterranean holm oak forest. Tree Physiology 32: 478-489.
GISI, U.; ZENTMEYER, G. A.; KLURE, L. J. 1980. Production of sporangia of
Phythophthora cinnamomi and P. palmivora in soils at different matric potentials.
Phytophatology, 70:301-306.
GÓMEZ-APARICIO L, IBÁÑEZ B, SERRANO MS, DE VITA P, AVILA JM,
PÉREZ-RAMOS IM, GARCÍA LV, ESPERANZA SÁNCHEZ M, MARAÑÓN T (2012)
Spatial patterns of soil pathogens in declining Mediterranean forests: implications for tree
species regeneration. New Phytol. 194(4):1014-24. doi: 10.1111/j.1469-8137.2012.04108.
x.
GONZÁLEZ, F Y MAYA, V (2015) Mejora de pastos de secano en Extremadura.
CICYTEX, JUNTA DE EXTREMADURA.
HAWKSWORTH DL, KIRK PM, SUTTON BC, PEGLER DM. 1995. Dictionary
of the fungi. CAB International, Wallingford. 616 pp.
HORNBY D. (1983) Suppressive soil. Annual Reviews of Phytopahtology; 21:65-
85
http://cicytex.juntaex.es/es/
http://clubseniorextremadura.es/extre-noticias/LVD%202016.pdf (libro verde de la
dehesa)
https://www.bellotasaludable.es
Informe 2012 sobre el estado del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad en
España, MAGRAMA
48
JUNG T, COLQUHOUN IJ, HARDY GE St J (2013) New insights into the survival
strategy of the invasive soilborne pathogens Phytophthora cinnamomi in different natural
ecosystems in Western Australia. Forest Pathology 43, 266-288.
KUMAR P, DUBEY RC, MAHESHWARI DK. (2012) Strains isolated from
rhizosphere showed plant growth promoting and antagonistic activity against
phytopathogens, Microbiological Research, 167(8):493-499.
LLORET F, MATTANA S, CURIEL-YUSTE J (2015) Climate-induced die-off
affects plant–soil–microbe ecological relationship and functioning. FEMS Microbiology
Ecology, 2015, Vol. 91 (2): 1-12.
LOWE S., BROWNE M., BOUDJELAS S., DE POORTER M. (2004). 100 de las
Especies Exóticas Invasoras más dañinas del mundo. Una selección del Global Invasive
Species Database.
MALAJCZUK N. (1983) Microbial antagonism to Phytophthora. In: Erwin D,
Bartnicki-Garcia S, Tsao P, eds. Phytophthora: Its Biology, Taxonomy, Ecology, and
Pathology. St Paul, MN: American Phytopathology Society: 197-218.
MARTÍN POLO JL, VALLE GUTIERREZ CJ, BLANCO DE PABLOS A,
SANCHEZ-RODRIGUEZ ME. (2003) La dehesa y los recursos forrajeros: fertilización,
laboreo y siembra de forrajes. I. Influencia en el medio natural (suelo y vegetación).
Spanish Journal of Agricultural Research 1 (1): 23-33.
McDONALD V, POND E, CROWLEY M, MCKEE B, MENGE J. (2007)
Selection for and evaluation of an avocado orchard soil microbially suppressive
to Phytophthora cinnamomi. Plant and Soil; 299:17-28.
MINISTERIO DE AGRICULTURA, PESCA Y ALIMENTACIÓN (2008).
Diagnóstico de las Dehesas Íbericas mediterraneas. Tragsatec.
MINISTERIO DE MEDIO AMBIENTE (2007). Plan Español de Dehesas
(Asistencia Técnica TECNOMA)
NAGÓRSKA K, BIKOWSKI M, OBUCHOWSKI M. (2007) Multicellular
behaviour and production of a wide variety of toxic substances support usage of Bacillus
subtilis as a powerful biocontrol agent. Acta Biochim Pol. 2007;54(3):495-508.
NAVARRO, R.M., TERÁN, A. I. 2006. Acción preventiva y curativa del fosfonato
en el control de “Phytophthora cinnamomi” Rands en encina y alcornoque. Boletín de
sanidad vegetal. Plagas, Vol. 32, Nº 4, 2, 2006 , págs. 685-694
NEVES, D.; CAETANO, P.; HORTA, M.; SOUSA, N.; DIONÍSIO, L.; MAGAN,
N.; CRAVADOR, A. 2007. In vitro activity of plant crude extracts and in situ protective
effect of Phlomis purpurea against Phytophthora cinnamomi . 4th IUFRO Phytophthoras in
Forests & Natural Ecosystems, Monterrey.
NYOMAN I e IAN D (2006) Mycoparasitic and Antagonistic Inhibition
on Phytophthora cinnamomi Rands by Microbial Agents Isolated from Manure Compost.
Plant Pathology Journal 5 (3): 291- 298
O´BRIEN, P. A, WILLIAMS, NARI & HARDY, GILES E STJ, 2009. Detecting
Phytophthora. Critical reviews in microbiology, 35(3), pp.169-81. [Accessed December 14,
2010].
49
PÉREZ, A., CUBERA, E., MORENO, G., SOLLA, A. 2009. Evaluación de las
inyecciones de fosfonato potásico en un foco de seca en Extremadura. 5º Congreso Forestal
Español
PÉREZ, M.C Y DEL POZO, J.L (2001) La superficie forestal de Extremadura. En:
J.M Coleto y col (Coords.) La Agricultura y Ganadería Extremeñas 2000. 205-230.
Badajoz.
PULIDO, F., SANZ, R., ABEL, D., EZQUERRA, J., GONZÁLEZ, G., GIL, A.,
HERNÁNDEZ, A., MORENO, G., PÉREZ, J.J., VÁZQUEZ, F.M (2007). Los bosques de
Extremadura, evolución, ecología y conservación. Consejería de Industria y Medio
Ambiente. Junta de Extremadura. Mérida.
RANDS RO. 1922. Stripe canker of cinnamon caused by Phytophthora cinnamomi
n.sp. Mededelingen van het Institut voor plantenziekten. Buitenzorg, 53 pp.
ROMERO MA, SÁNCHEZ JE, JIMÉNEZ JJ, BELBAHRI L, TRAPERO A,
LEFORT F, SÁNCHEZ ME. 2007a. New Pythium taxa causing root rot on Mediterranean
Quercus species in south-west Spain and Portugal. Journal of Phytopathology, 155, 289-
295.
ROSSMAN AY, PALM ME. 2008. Systematics of plant pathogenic fungi: Why it
matters. Plant Disease, 92, 1376-1386.
ROZAS V Y GARCÍA-GONZÁLEZ I (2012) Too wet for oaks? Inter-tree
competition and recent persistent wetness predispose oaks to rainfall-induced dieback in
Atlantic rainy forest. Glob. Planet. Change 94–95: 62-71.
RUIZ FJ, SÁNCHEZ R, NAVARRO RM, PÉREZ A. (2012) A method to quantify
infection and colonization of holm oak (Quercus ilex) roots by Phytophthora cinnamomi.
Plant Methods 8: 39.
SAMPAIO e PAIVA C, IVONE MC, CABRAL de ALMEIDA NM. (2013)
Decline of Mediterranean oak trees and its association with Phytophthora cinnamomi: a
review. Évora (Portugal): Universidade de Évora. European Journal of Forest Research.
SÁNCHEZ ME, ANDICOBERRY S, TRAPERO A. 2005. Pathogenicity of three
Phytophthora spp. causing late seedling rot of Quercus ilex ssp. ballota. Forest Pathology,
35, 115-125.
SÁNCHEZ ME, CAETANO P, FERRAZ J, TRAPERO A. 2002. Phytophthora
disease of Quercus ilex in southwestern Spain. Forest Pathology, 32, 5-18
SÁNCHEZ ME, CAETANO P, ROMERO MA, NAVARRO RM, TRAPERO A.
2006. Phytophthora root rot as the main factor of oak decline in southern Spain. En:
Progress in Research on Phytophthora Diseases of Forest Trees. Forest Research, Farnham.
pp. 149-154.
SÁNCHEZ ME, FERNÁNDEZ-REBOLLO P, TRAPERO A. (2010) Podredumbre
radical de la encina y el alcornoque. En: Enfermedades de las plantas causadas por hongos
y oomicetos. Naturaleza y control integrado. Phytoma, Valencia. pp. 135-147.
SÁNCHEZ ME, SÁNCHEZ JE, NAVARRO RM, FERNÁNDEZ P, TRAPERO A.
(2003) Incidencia de la podredumbre radical causada por Phytophthora cinnamomi en
masas de Quercus en Andalucía. Boletín de Sanidad Vegetal Plagas, 29, 87-108.
50
SERRANO L y GALINDO E. (2007) "Control biológico de organismos
fitopatógenos: un reto multidisciplinario"; en Ciencia 77-87.
SERRANO MªP.S (2012) Control cultural de la podredumbre radical causada por
Phytophthora cinnamomi en dehesas de encina. Tesis Doctoral editada por el Servicio de
Publicaciones de la Universidad de Córdoba. 2012 Campus de Rabanales Ctra. Nacional
IV, Km. 396 A 14071 Córdoba.
SHEARER BL y CRANE CE (2011) Phytophthora cinnamomi visible necrotic
lesion-colonisation relationships in native flora. Aust Plant Pathology 41: (6) Page 633.
SHEARER BL y TIPPETT JT (1989) Jarrah dieback: the dynamics and
management of Phytophthora cinnamomi in the jarrah (Eucalyptus Marginata) forest of
south-western Australia.
SOLLA HACH, A. 2000. Mejora genética de Ulmus minor Miller: selección de
ejemplares resistentes a la grafiosis. Tesis Doctoral. ETSI de Montes. UPM. Madrid.
SOUSA-SANTOS, M.N. 2003. Contribuição para o Conhecimento das Relações
Quercus suber – Biscogniauxia mediterranea (syn. Hypoxilon mediterraneum) Silva
Lusitana 11(1): 21 – 29. Lisboa
STIRLING M, HAYWARD A, PEGG K. (1992) Evaluation of the biological
control potential of bacteria isolated from a soil suppressive to Phytophthora cinnamomi.
Australasian Plant Pathology; 21:133-142.
TAPIAS R, FERNÁNDEZ M, SALVADOR L, SANTANA R, GARCÍA J, SÁENZ
A, VÁZQUEZ J y TORRES E. (2004). Efecto de la inoculación en vivero con
Phytophthora cinnamomi Rands. en plantas de encina (Quercus ilex L.). Departamento de
Ciencias Agroforestales. Universidad de Huelva.
THOMAS F M y HARTMANN G (1996) Soil and tree water relations in mature
oak stands of northern Germany differing in the degree of decline. Ann. Sci. For. 53, 697–
720.
TORRES-VILA. 2003. Detección de Phytophthora cinnamomi en dehesas de
Extremadura afectadas por “seca” y su comportamiento in vitro. Bol. San. Veg. Plagas, 29:
627-640
TRAPERO, A., ANDICOBERRY, S.,VARO M. R.,SÁNCHEZ, M.E.
1999. Sanidad vegetal: Enfermedades que afectan a la producción de planta forestal en
viveros andaluces. Ed. Agrícola Española.
TSAO, P.H., 1990. Why many phytophthora root rots and crown rots of tree and
horticultural crops remain undetected? EPPO Bulletin, 20(1), pp.11-17.
TUSET JJ, HINAREJOS C, MIRA JL, COBOS JM. 1996. Implicación de
Phytophthora cinnamomi Rands en la enfermedad de la seca en encinas y alcornoques.
Boletín Sanidad Vegetal Plagas, 22, 491-499.
VALLADARES F, VILAGROSA A, PEÑUELAS J, OGAYA R, CAMARERO JJ,
CORCUERA L, SISÓ S, GIL PELEGRIN E (2004). Estrés hídrico: Ecofisiología y escalas
de la sequía. En: Ecología del bosque mediterráneo en un mundo cambiante (Edit.:F.
Valladares), Mº Medio Ambiente, Madrid, pp 163-190.
51
VANINI A y VALENTINI R. (1994). Influence of water relations on Quercus
cerris-Hypoxylon mediterraneum interaction: a model of drought-induced susceptibility to
a weakness parasite. Tree Physiol. 14:129-139
WATERHOUSE GM, WATERSTON JM. 1966. Description of pathogenic fungi
and bacteria nº 113. Phytophthora cinnamomi. CAB International, Wallingford. 2 pp.
WILLIAM A. D, HARDY G., RUDMAN T., SHEARER B. L., MOORE N. A.,
DELL B., CRANE C.. BARRETT S. 2007. Containment And Eradication Of
Phytophthora Cinnamomi In Native Vegetation In South-Western Australia And
Tasmania. 4th IUFRO Phytophthoras in Forests & Natural Ecosystems, Monterrey.
WILLIAMS, N., HARDY, G. E. ST. J. & O’BRIEN, P. A, 2009. Analysis of the
distribution of Phytophthora cinnamomi in soil at a disease site in Western Australia using
nested PCR. Forest Pathology, 39(2), pp.95-109.
YIN B, SCUPHAM A, MENGE J, BORNEMAN J. (2004) Identifying
microorganisms which fill a niche similar to that of the pathogen: a new investigative
approach for discovering biological control organisms. Plant and Soil; 259:19-27.
ZENTMYER GA. 1980. Phytophthora cinnamomi and the disease it causes.
Monogaph 10. APS Press, St. Paul, MN. 96 pp.
ZENTMYER GA. 1988. Origin and distribution of four species of Phytophthora.
Transaction of the British Mycological Society, 91, 367-378.
ZENTMYER, G.A. AND S.M. MIRCETICH.1966. Saprophytism and persistence
in soil by Phytophthora cinnamomi. Phytopathology 56:710-712.
FIGURAS
52
FIGURA 16 http://cicytex.juntaex.es/es/
FIGURA 2 https://images.app.goo.gl/KsaM9VBQ6zRwDJnM8
FIGURA 20 http://cicytex.juntaex.es/es
FIGURA 3 https://www.mapa.gob.es/es/
FIGURA 4 http://mielvilluercasibores.eu/calidad/
FIGURA 5 https://www.quesodeextremadura.com/
FIGURA 6 https://www.quesodeextremadura.com/
FIGURA 8 https://www.bellotasaludable.es
FIGURA 9 ZENTMYER, G.A. AND S.M. MIRCETICH.1966. Saprophytism and
persistence in soil by Phytophthora cinnamomi. Phytopathology 56:710-712.
FIGURA7 https://www.bellotasaludable.es
TABLAS
53