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La felicidad en tiempos difíciles

Andrew Mattheus, Alamah, 2009.

1
 Falsas creencias.
 Hábitos de educación y creencias.

La mayoría de nosotros comenzamos en la vida creyendo:


 Que los errores son malos
 Que las personas más felices son aquellas que viven las vidas más fáciles.
 Que los más listos son los más exitosos
 Que necesitamos una pareja para ser felices
Ninguna de las afirmaciones anteriores es necesariamente cierta.

La felicidad en tiempos difíciles, Andrew Mattheus, Alamah, 2009, p. 12.


2
 Las experiencias de grupo.
 Oleada de sucesos.

Los retos suelen llegar en oleadas, es decir como ondas (sonoras, lumínicas, cerebrales,
etc.). en términos no científicos, las ondas demuestran que las cosas tienden a viajar en
grupo. Esto significa que los problemas se presentan en grupos: las crisis familiares, las
invitaciones a bodas y las reparaciones automotrices suelen manifestarse en grupo. Es útil
tener esto en cuenta. Cuando logras pasar un mes pagando todas tus cuentas, proponte
guardar algo para la “siguiente oleada”. Al llegar el próximo tropel de retos, di: “Ya sé de
estos problemas se presentan en oleadas, sólo es temporal”.

La felicidad en tiempos difíciles, Andrew Mattheus, Alamah, 2009, p. 18.

3
 Pensamientos negativos.
 Cadenas en crecimiento.

Los pensamientos negativos son como las ratas. Llegan en grupos. Primero llega una y antes
de lo que imaginas han tomado posesión. Ejemplo: tomas una llamada de un cliente enojado
en el trabajo. Tu primer pensamiento es: “Odio a la gente grosera”.
Y luego viene el siguiente pensamiento negativo: “¡En este trabajo estoy rodeado de gente
grosera!”.
Y luego otro: “En este trabajo estoy rodeado de gente grosera y me pagan poco”
Y el siguiente: En este trabajo estoy rodeado de gente grosera, me pagan poco y nadie me
valora”.
Y después: En este trabajo estoy rodeado de gente grosera, me pagan poco, nadie me
valora, tampoco me valoran en la casa y, para colmo, hoy tengo que llegar a preparar la
cena. ¿Por qué no puede dejar de rascarse la panza el vago de mi marido? Ya decía mi
madre que estaba cometiendo un error muy serio…y ahora me duele la cabeza; ¡quizá sea
un tumor!”
La felicidad en tiempos difíciles, Andrew Mattheus, Alamah, 2009, p. 31.

4
 Base de la paz mental.
 Ser flexible en las circunstancias.

Exige menos cosas. Más que demandar, ¡ten preferencias! Tratándose de cosas que están
fuera de tu control, piensa: “PREFIERO UNA A, ¡PERO SI ME SACO B, TAMBIÉN SERÁ
BUENO!” Este es en realidad un juego que tiene lugar en tu cabeza, pero si tge acostumbras
al juego, tendrás mayor paz mental… Claro que prefieres que la gente sea educada, pero
cuando son groseros no deben arruinarte el día. Prefieres el sol, pero si llueve está bien. En
otras palabras, sé flexible.

La felicidad en tiempos difíciles, Andrew Mattheus, Alamah, 2009, p. 37.

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 Dolor físico.
 Conciencia de la alarma.

El dolor físico es un maravilloso sistema de alarma que previene más daños. Nos dice: “¡Más
te vale que hagas otra cosa!” El dolor emocional nos brinda un mensaje similar. Por ejemplo:
“¡Más vale que cambies tu forma de pensar!” Es normal enojarse, o encelarse o sentir
resentimiento… temporalmente. Pero si esos sentimientos se tornan permanentes, el
mensaje puede ser:
 No esperes controlar a los demás.
 No esperes que los demás se comporten como tú.
 ¡No dependas de otros para ser feliz!

La felicidad en tiempos difíciles, Andrew Mattheus, Alamah, 2009, p. 39.


6
 Pensamientos….
 Base del dolor.

Una ampolla en los pies es una advertencia de que debemos cambiar de zapatos. En el caso
del dolor emocional –que se siente como una ampolla en el cerebro—el mensaje suele
consistir en cambiar los pensamientos. A nuestros egos les encanta tener razón, de manera
que nos aferramos a la ira, la culpa y el resentimiento durante años. “¡Puede que sea
miserable, pero tengo razón!”

La felicidad en tiempos difíciles, Andrew Mattheus, Alamah, 2009, p. 39.

7
 Pensamientos y hechos.
 Saber diferenciarlos es importante.

Prepárate para cuestionar tu forma de pensar. “¿Son verdaderos mis pensamientos o estoy
asumiendo las cosas como reales?” Las preguntas de Katie nos ayudaron a distinguir entre
los hechos y las opiniones. Acepta los hechos y cuestiona las opiniones:
“Mi esposo tiene una aventura” –es un hecho.
“No puedo ser feliz sin mi marido” –es una opinión.
En una cáscara de nuez
Los hechos son una realidad, lo que es.
El primer paso a la felicidad consiste en aceptar lo que es.

La felicidad en tiempos difíciles, Andrew Mattheus, Alamah, 2009, p. 41.

8
 La felicidad no sucede.
 Es una voluntad –se escoge.

¿Es posible elegir la felicidad?


Yo crecí asumiendo que la felicidad dependía de lo que le pasaba a la gente. Creía lo
siguiente: “¡Cuando tenga menos problemas seré feliz!” ¡Paulatinamente me di cuenta de que
la gente más feliz que conocía tenía más problemas que yo!
Quizás hayas notado lo mismo, los que más han obtenido de la vida, por lo regular han
pasado por momentos difíciles. Han perdido seres queridos, han quebrado, ls han dejado,
saqueado o han sufrido enfermedades serias; lo más seguro es que todavía tengan
problemas importantes. Pero son felices porque en algún momento decidieron que sólo es
posible vivir siendo felices. La felicidad no es algo que te suceda, como un accidente, por
ejemplo.

La felicidad en tiempos difíciles, Andrew Mattheus, Alamah, 2009, p. 43.

9
 Mente de espejo.
 Trabajar lo interno y externo.

El mundo es un espejo: lo que sientes en tu interior obtienes del exterior; POR ESO NO
PUEDES ARREGLAR TU VIDA TRABAJANDO SÓLO EN LO EXTERNO. Si la gente es
poco amigable en la calle, ¡no lograrás nada cambiando de calle! Si nadie te respeta en el
trabajo, el cambiar de empleo no será la solución.
La mayoría de nosotros aprendemos las cosas de adentro hacia afuera. Aprendimos que, si
no nos gusta nuestro empleo, debemos cambiarlo. Si no nos gusta nuestra esposa o esposo,
debemos cambiarlo. A veces es apropiado cambiar de empleo o de pareja, pero si no
cambias tu manera de pensar, estarás alistando el escenario para más de lo mismo.

La felicidad en tiempos difíciles, Andrew Mattheus, Alamah, 2009, p. 49.

10
 Pensamientos y rosas.
 Todo tiene una ubicación.

Todo pensamiento y toda cosa poseen una vibración exclusiva. La vibración es el lenguaje
del universo y con cada pensamiento que generas, te estás comunicando con el universo.
Probablemente esto no constituya una revelación para ti. Lo sabes y has experimentado los
efectos.
Dices: “De acuerdo. Todo está hecho de energía del pensamiento, incluyendo a mi Toyota,
mi suegra y el libro que leo ahora mismo. Pero mis pensamientos son sólo una pequeña
parte de la energía de este universo inmenso. ¿Cómo pueden mis pensamientos atraer
cosas y crear circunstancias?”

La felicidad en tiempos difíciles, Andrew Mattheus, Alamah, 2009, p. 50.

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 Pensamientos y hábitos.
 Mente y realidad.

Cuando tenemos los mismos pensamientos reforzamos la misma imagen y la misma


conducta. Al tener siempre los mismos pensamientos, seguimos atrayendo circunstancias
similares, personas similares y desenlaces similares.
En una cáscara de nuez
Fred dice: “¡Pienso lo que pienso porque mi vida es un lío!” No, Fred: ¡Tu vida es un lío
porque piensas como piensas!

La felicidad en tiempos difíciles, Andrew Mattheus, Alamah, 2009, p. 54.

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 Mente y reflejo.
 La realidad es sentimiento.

¿Te has dado cuenta de que, cuando te sientes bien, los demás se portan muy
agradablemente? ¿No es curioso este cambio? El mundo es un reflejo de nosotros mismos.
Cuando nos desagradamos, nos desagradan los demás. Cuando amamos l que somos, el
resto del mundo es maravilloso.
Nuestra imagen es el diseño que determina exactamente cómo nos comportaremos, con
quiénes nos llevaremos, lo que intentaremos hacer y lo que evitaremos. Todo pensamiento y
toda acción provienen de la manera en que nos vemos a nosotros mismos.

La felicidad en tiempos difíciles, Andrew Mattheus, Alamah, 2009, p. 59.

13
 Pensamientos y experiencias.
 Repetir los patrones.

¿Por qué suceden tales infortunios a las personas buenas (incluyéndonos)? He aquí por qué
(y esta es la raíz de todos los males)…
Lo que logras y lo que recibes depende enteramente de tu pensamiento. Todos tus
pensamientos están conformados por la imagen que tienes de ti mismo. Si en lo más hondo
crees que no mereces algo, entonces: a) nunca lo obtendrás o, b) lo obtendrás y lo perderás.

La felicidad en tiempos difíciles, Andrew Mattheus, Alamah, 2009, p. 61.

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 Desarrollo de virtudes.
 No se nacen, se cultivan.

Las cualidades que la mayor parte de nosotros valoramos sobre todas las otras son la
honestidad, el valor, la perseverancia, la generosidad y la humildad.
Echa un vistazo a esta lista y descubrirás algo interesante. No se nace con estas cosas. Las
desarrollamos. Cualquiera puede tenerlas. Si en verdad lo quieres, ¡puedes tenerlas! Si
quieres respetarte e inspirar respeto a los demás, no tienes que ser un genio o una súper
modelo. Simplemente trabajas en desarrollar tu propia honestidad, determinación,
generosidad, humildad y valor. Eso se llama “carácter”.

La felicidad en tiempos difíciles, Andrew Mattheus, Alamah, 2009, p. 65.

15
 Humanidad.
 Aceptar lo que somos.

Cuando vemos las noticias sobre el hambre que existe alrededor del mundo, a todos nos
duele internamente. A todos nos importa. Así somos. Acepta que tienes estas cualidades, la
capacidad de amar y hacer empatía, de ser humano. Porque sólo eres un ser humano. Eres
humano. Reconoce tu propia valía y recuérdate que mereces que te traten bien.

La felicidad en tiempos difíciles, Andrew Mattheus, Alamah, 2009, p. 68.

16
 Apreciar a los demás.
 Buenas virtudes.

Cuando tratas de encontrar cosas buenas en los demás, encuentras esas cosas en ti mismo.
La vía más rápida para la mejor autoestima consiste en apreciar a los demás.
Cuando buscas la belleza a tu alrededor, te sientes más feliz contigo mismo. Al hacer
cumplidos a los demás, te sientes más feliz contigo mismo.

La felicidad en tiempos difíciles, Andrew Mattheus, Alamah, 2009, p. 71.

17
 Los otros son maestros.
 Definen los límites de uno.

Toda persona que entra en tu vida es un maestro. Incluso si te vuelven loco, ellos te enseñan
porque te demuestran dónde están tus límites. El que las personas sean tus maestros no
significa que tengan que agradarte.

La felicidad en tiempos difíciles, Andrew Mattheus, Alamah, 2009, p. 76.

18
 Los otros no imponen.
 Existen en la mente.

Por alguna razón desconocida creemos que debemos presentar una imagen perfecta al
mundo, a ese gran “ellos” que está ahí afuera. Pensamos que la gente nos observa y juzga.
Si lo miramos bien, ni siquiera sabemos quiénes son “ellos”, y aún cuando esa gente tuviera
nombre para mí, ¿en verdad les importa?
Es mentira que todos hablan de ti, tienen suficientes problemas propios. Puede que se tomen
un momento y digan: “¡Por dios, quién lo habría pensado!” Y luego sigan ocupándose de
asuntos que les resultan más importantes, como: “¿Qué hay de cenar?” Tus problemas no le
importan a los demás.

La felicidad en tiempos difíciles, Andrew Mattheus, Alamah, 2009, p. 80.

19
 Saber perdonar.
 Las personas son lo que son.

Las personas hacen lo que hacen, sabiendo lo que saben. Si los haces culpables o no, poco
importa, excepto por el hecho de que se arruina tu vida. Las cosas son como son. Si se
presenta un huracán e inunda tu sótano, ¿dirías que nunca perdonarás al clima? Si una
gaviota caga en tu cabeza, ¿te sientes resentido con la gaviota? Entonces, ¿Por qué
resentirnos con las personas? No tenemos más poder para controlar a las personas del que
tenemos para controlar las tormentas y las gaviotas. El universo no opera con base en la
culpa: eso lo inventamos nosotros.

La felicidad en tiempos difíciles, Andrew Mattheus, Alamah, 2009, p. 83.

20
 Samsara y experiencias negativas.
 Vivir para ser fuertes.

Los eventos que no transforman no suelen ser las cosas que queremos que sucedan. Como
bien dijo alguien, nunca queremos vivir lo que necesitamos vivir para ser la persona en que
queremos convertirnos. Un corazón roto, la enfermedad, la soledad, la desesperación…
todos tenemos nuestra ración en la vida. Tras una pérdida mayor siempre sobreviene un
período de luto. En última instancia, la pregunta es si la experiencia te torna más resistente o
menos.

La felicidad en tiempos difíciles, Andrew Mattheus, Alamah, 2009, p. 84.

21
 Felicidad e ingresos.
 Límite de la relación.

He aquí lo que muestran los estudios en países en desarrollo respecto al dinero y la felicidad;
una familia necesita cierta cantidad de dinero para satisfacer necesidades esenciales –pan,
ropa, refugio—digamos que la cantidad es de 25,000 dólares al año. Las personas que
ganan mucho menos que eso reportan felicidad creciente conforme su ingreso aumenta
hasta cerca de 25,000 dólares. Pasada esta barrera, su felicidad se incrementa ligeramente
conforme su ingreso sube.
En otras palabras, una vez que se satisfacen tus necesidades básicas, el doble de dinero no
te dará rl doble de felicidad. Esto explica por qué WarrenBuffet luce suficientemente
contento, aunque no 62 mil millones de veces más contento que tú.
¿Es importante el dinero? No lo es si quieres vivir en una cueva.

La felicidad en tiempos difíciles, Andrew Mattheus, Alamah, 2009, p. 89, 90.

22
 Creencias y mapa mental.
 Orientación de la vida.

Nuestras creencias son como un mapa. Miramos nuestro mapa y decimos: “Es posible ir
aquí, pero no es posible llegar allá”. Así que sólo terminamos visitando los lugares que
aparecen en nuestro mapa.
Las demás personas tienen mapas distintos, así que van a lugares diferentes. ¿Y qué dicen
los pobres? “¡Mi mapa es el único mapa!”
Si quieres ir a nuevos lugares, necesitas un nuevo mapa.

La felicidad en tiempos difíciles, Andrew Mattheus, Alamah, 2009, p. 95.

23
 Emociones perturbadas.
 Desapego y flujo de la vida.

Mientras más emotivo te tornas respecto a las cosas, menos control tienes. La mayoría de la
gente es muy en relación con el dinero, de modo que pierden el control y no obtienen mucho
con ello. En un sentido, necesitamos ser capaces de vivir sin algo para poder tenerlo.
Cuando nos da lo mismo, estamos en una posición de poder.
Los negociadores exitosos saben que la única manera de obtener un trato exitoso es
mantenerse emocionalmente desapegado.

La felicidad en tiempos difíciles, Andrew Mattheus, Alamah, 2009, p. 98.

24
 Economía y simplicidad.
 Saber manejar el dinero.

El simple hecho de que puedas comprar algo no significa que puedas costearlo. Por eso es
que la gente que no tiene para pagar la renta suele tener las televisiones más grandes.
No fui capaz de advertir el panorama completo a los 10 años, pero éste era: mis padres eran
dueños de su casa , pagaban en efectivo por los autos, siempre contaban con lo esencial
para vivir y nunca discutían por dinero. El pequeño precio que pagué fue el de ,los pijamas
navideños y esperar un poco más para comprar una bicicleta. Después me regalaron una
bicicleta en mi dácimo cumpleaños.

La felicidad en tiempos difíciles, Andrew Mattheus, Alamah, 2009, p. 103.

25
 Concentración vivencial.
 Saber vivir el descontrol.

¿Qué pasa cuando tu vida se sale de control? Se aplica la misma regla. Mantienes la mirada
fija en la dirección a la que quieres ir. Si acabas de perder todo tu dinero, no mires atrás. Si
acabas de perder el trabajo, no mires atrás. Si acabas de terminar una relación, no mires
atrás. Olvida culpar a tu novio. Olvida culparte a ti mismo.
Mantén en mente lo que quieres. Ten en mente a dónde quieres ir.

La felicidad en tiempos difíciles, Andrew Mattheus, Alamah, 2009, p. 119.

26
 Realidad y mente.
 Visualización de todo: ensayo mental.

Tu cerebro no puede distinguir entre lo real y una experiencia imaginada vívidamente.


Cuando practicas las cosas mentalmente, tu cerebro emprende cambios electroquímicos, los
que tendrían lugar si en realidad estuvieras patinando, bailando, jugando golf o entrando en
pánico.
¿Qué significa esto?
 Que al visualizar programas tu cerebro.
 Que cuando te imaginas teniendo un desempeño maravilloso, entrenas a tu cerebro
para lograr desempeños excepcionales.
Podrías decir: “¡Pero esta información ha estado disponible desde los años cincuenta!”.
Correcto. No hay un jugador de golf de alto nivel, ningún cantante, ningún orador, piloto de
carreras o ladrón que no utilice la visualización, pero el resto de nosotros solemos olvidar el
poder de los ensayos mentales.

La felicidad en tiempos difíciles, Andrew Mattheus, Alamah, 2009, p. 120.

27
 Visualizar la felicidad.
 Concentración de virtudes.

Conforme desarrollas el hábito de buscar las cosas buenas diariamente, tu vida mejorará
constantemente. Cuando eres feliz, la vida empieza a apoyarte. Decide ser feliz con el
mundo tal cual es. Sé feliz con lo que tienes. Procura hallar lo mejor de los demás. Celebra
los éxitos y la felicidad de otros.
Si alguien te está causando dolor, si tu esposa es gorda y floja, no debes pretender verla
como esbelta y dinámica, sólo debes concentrarte en sus virtudes. Al hacerlo, ella cambiará,
o la pereza dejará de ser protagonista en tu experiencia.
Si te pagan poco en el trabajo, no debes tratar de convencerte de que te pagan bien, sino
que debes buscar las cosas buenas que tu trabajo ofrece.

La felicidad en tiempos difíciles, Andrew Mattheus, Alamah, 2009, p. 133.

28
 Gratitud e iluminación.
 Los pensamientos hacen la realidad.

Jesús, Buda, Mahoma y otros enseñaron que debemos contar nuestras bendiciones.
Enseñaron lo siguiente: “¡Lo que piensas es importante! ¡Sé agradecido!” Recomendaban la
gratitud por razones muy prácticas.
De modo que, dices: “¿Cómo funciona exactamente esta cosa de la gratitud?”
Aquí está mi explicación: los seres más iluminados de entre nosotros sugieren que el mundo
es, de hecho, perfecto. Sugieren que cuando estemos sufriendo, el problema no reside en el
mundo sino en nuestro pensamiento. La mayoría de nosotros estaremos de acuerdo con
esta idea hasta cierto punto.
Cuando criticamos todo y a todos, estamos fuera de armonía. La vida es una lucha y siempre
sentimos que estamos en el lugar equivocado en el momento equivocado.
Cuando concebimos el mundo como perfecto –es decir, cuando sentimos gratitud profunda,
estamos en armonía con todo. Cuando estamos en arminía, la vida fluye, las oportunidades
surgen, nos relajamos y somos felices.
La felicidad en tiempos difíciles, Andrew Mattheus, Alamah, 2009, p. 136.

29
 Apego a personas.
 El por qué huyen.

Los budistas hablan del apego. Tú sabes de eso. Cuando perseguimos a las novias, a los
novios –incluso a los perros-- ¡huyen! ¿Por qué? ¡Porque los perseguimos! Cuando tratamos
de atrapar a las personas en las relaciones, ellos esperan el momento indicado para escapar.
¡Cuando los dejamos, muchas veces vuelven!
¿Alguna vez pasaste semanas buscando departamento sin encontrar nada que pudiera
servir siquiera como habitación humana? Después de padecer frustración infinita, te das por
vencido… y entonces lo encuentras. Tan pronto como firmas el contrato de arrendamiento,
descubres otros tres departamentos formidables sin buscarlos.

La felicidad en tiempos difíciles, Andrew Mattheus, Alamah, 2009, p. 141.

30
 El flujo de la vida.
 No es una lucha.

¡La naturaleza no entiende de la desesperación! La naturaleza busca el equilibrio, y no se


puede ser desesperado y equilibrado. La vida no tiene por qué ser una lucha. Deja que las
cosas fluyan. No se trata de indiferencia ni de forzar las situaciones. ¡En verdad que se
pueden intentar las cosas con demasiada vehemencia!

La felicidad en tiempos difíciles, Andrew Mattheus, Alamah, 2009, p. 142.

31
 Momento presente y felicidad.
 No forzar expectativas.

Porque cuando eres feliz, entusiasta y te concentras, te conectas con el poder del universo.
Cuando estás insatisfecho, distraído y deprimido estás desconectado y vas solo –y cuando
estás solo, eres incapaz de atraer nada mejor. Tu clave para una vida mejor es sentirte bien
ahora, no la semana entrante, no cuando tu novio finalmente te haga la pregunta importante,
no cuando se declare la paz en Medio Oriente.
Esto es todo lo que hay: vivir la vida momento a momento. Así son las cosas. Acéptalo y
termina la lucha.

La felicidad en tiempos difíciles, Andrew Mattheus, Alamah, 2009, p. 144.

32
 Pedir y buena vida.
 Proceso de pedir y recibir.

¿Por qué son tan buenos los niños para pedir cosas? Porque: a) saben exactamente lo que
quieren, y b) se sienten bien consigo mismos. Las personas con alta autoestima son capaces
de pedir lo que quieren. Necesitamos sentirnos cómodos al pedir por las siguientes razones:
Para vivir una buena vida tú debes sentir que la mereces. Al pedir –y recibir—desarrollas una
actitud de expectativas y de esta manera la vida sigue bendiciéndote.

La felicidad en tiempos difíciles, Andrew Mattheus, Alamah, 2009, p. 149.

33
 Necesitar y querer.
 Base del sufrimiento y la felicidad.

Querer forma una parte importante del proceso. Pero se debe ejercer un estilo especial,
relajado, sin la clásica desesperación de quien dice: “Esto está arruinando mi vida”. He aquí
una distinción importante: LA SENSACIÓN DE NECESIDAD ES TOTALMENTE DISTINTA
DE LA SENSACIÓN DE QUERER LAS COSAS. Necesitar se parece más a una completa
desesperanza. Cuando necesitas algo, tu atención está en lo que no tienes. ¡Y cuando te
enfocas en lo que no tienes seguirás obteniendo lo que no tienes!
Querer las cosas se parece más a la feliz anticipación. Cuando quieres algo, te concentras
en lo que tendrás. Por eso lo obtienes.

La felicidad en tiempos difíciles, Andrew Mattheus, Alamah, 2009, p. 153.

34
 Emociones y liberaciones.
 Proceso de sucesos de la vida.

Pregunta: ¿Qué tipo de personas se quedan atoradas en la vida?


Respuesta: Las personas que no tienen emociones.
¿Por qué? Tú eres un ser vibracional con un universo en vibración. Por medio de tus
pensamientos y tus vibraciones, te conectas a todo lo que te rodea. Por medio de tus
sentimientos atraes la oportunidad. La emoción es la fuerza motora que impulsa tus
emociones.
Nota que la palabra “emoción” está compuesta por la partícula ·moción” (emotion). Las
personas sin emociones son como los automóviles sin gasolina: ¡no tienen movimiento! Así
que las personas que nunca se emocionan se quedan varadas sin remedio.

La felicidad en tiempos difíciles, Andrew Mattheus, Alamah, 2009, p. 157, 158.

35
 La felicidad y emociones.
 Sentirse bien en el presente.

LA FELICIDAD –SENTIRTE BIEN—ES TU META MÁS IMPORTANTE.


Tú creas tu vida de acuerdo con lo que sientes. Cuando te sientes bien tu vida entera está en
armonía con el mundo que te rodea. Al enfrentar los retos, encuentras las soluciones. Sueles
encontrarte en el lugar correcto en el momento preciso. No se trata de tu cociente intelectual.
No se trata de si eres santo o pecador. Se trata de cómo te sientes.
Tu misión es sentirte tan bien como sea posible, tan seguido como sea posible.

La felicidad en tiempos difíciles, Andrew Mattheus, Alamah, 2009, p. 159.

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