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5.1.

APELACION
ANÁLISIS DE APELACIÓN DE SENTENCIA

Se tiene que con fecha 21 de octubre de 2013 el demandado, Claudio Cahuana


Lipa, interpone Recurso de Apelación contra la sentencia de primera instancia,
emitida mediante Resolución N° 22, que declara fundada la demanda y ordena
el desalojo por tener la condición de precario. La presente apelación será
materia de un análisis jurídico y a luz del Cuarto Pleno Casatorio Civil.

Fundamentos del apelante

El apelante señala que la resolución impugnada atenta contra el debido


proceso, falta de debida motivación y la no valoración de las pruebas en forma
conjunta.

Del mismo modo señala que en el contrato de compraventa presentado por el


demandante no se ha hecho referencia a que dicha adquisición fue con la
existencia de construcciones de vivienda y/o fábrica, además tampoco indicó
que en dicho lote haya realizado una construcción de alguna vivienda, contrario
sensu a lo que sí ha acreditado el apelante en la diligencia realizada en el predio
en la que hay dos viviendas construidas de madera, una ocupada por su familia
y otra por su sobrino, además de estar cercado el predio, siendo que dichas
construcciones han sido aceptadas por el demandante en las diligencias y en la
demanda.

Asimismo alega que si bien el demandante no ha acreditado ser el propietario


de las edificaciones levantadas en el predio, sino únicamente de este último, por
consiguiente debe primeramente dilucidarse esta situación en otro proceso. Por
tanto el demandante al no haber acreditado ser propietario de las
construcciones, no resulta de aplicación lo dispuesto en el artículo 911° del
Código Civil, además siendo que el juez no ha hecho referencia a las
construcciones antes mencionadas.

Igualmente señala que no ha existido una valoración conjunta de las pruebas


actuadas en la Audiencia Única, las cuales se le solicitó al demandado a fin de
acreditar el Titulo por el que detenta el predio materia de litigio. Finalmente ha
señalado que el demandante no ha precisado, desde que fecha el demandado
ha tomado posesión del predio, todo ello en razón que su posesión data de
fecha anterior a la de adquisición.

Análisis

Con respecto a la vulneración de los principios procesales alegados por el


demandado en su escrito de apelación como el debido proceso, la motivación
de las resoluciones o la no valoración de las pruebas; cabe resaltar que en todas
las etapas procesales se han respetado estas garantías no observándose una
vulneración, tal como alega el demandante y eso se ve reflejado en que se ha
cumplido con la realización de cada acto procesal correspondiente a la vía del
Proceso Sumarísimo, siendo que el propio demandado es el que se ha
apersonado al proceso extemporáneamente (improcedencia de contestación),
situación que ha provocado su rebeldía, cuestión que incluso provocó la nulidad
de la audiencia única del 02 de febrero de 2011 (Resolución N° 10) a razón de
que previamente no se había declarado la situación de rebeldía del demandado,
siendo que bajo esas premisas no se ha vulnerado el debido proceso, sino todo
lo contrario se cumple con la legalidad del mismo. Asimismo con respecto a la
valoración de las pruebas, cada una de ellas ha sido debidamente valorada por
el juzgador, toda vez que se han considerado los presentados por el
demandante en el considerando Quinto (mas no por el demandado por haberse
declarado la improcedencia de su contestación), sin embargo el demandado
alega que las pruebas actuadas en la Audiencia Única no han sido tomadas en
cuenta por el juez, no obstante ellas han servido para dilucidar si este es o no un
ocupante precario, por lo que no se observa la inexistencia de la valoración de
las pruebas, este punto igualmente será ampliado más adelante. Del mismo
modo el demandado alega falta de una debida motivación de la resolución,
empero se observa de la resolución impugnada el juez se ha pronunciado, en
primer lugar sobre los puntos claves del presente proceso, referidos al derecho
de propiedad del demandante y a la situación de precariedad del demandado,
no obviando ninguna de las cuestiones a dilucidar, por tanto bajo ese orden de
ideas no existe ninguna deficiencia en la motivación del juez.

Luego de haber examinado los principios procesales que el demandado ha


considerado como alegados se procederá a analizar los fundamentos, que
básicamente tienen por arista común las edificaciones, por los cuales el
apelante considera que la resolución apelada le causa un agravio.

Respecto de las construcciones o edificaciones realizadas por el demandado,


este considera que debieron haberse tomada en cuenta para dilucidar el tema
de fondo, pues el demandante al no haber acreditado que es propietario de
estas no podría aplicarse el artículo 911° del Código Civil; sin embargo cabe
resaltar lo establecido por el Cuarto Pleno Casatorio, el cual ha sido resaltado
de forma expresa que supuestos configurarían como posesión precaria, siendo
que en el inciso V, de su considerando 63 establece que: “En los casos en los que
el demandado afirme haber realizado edificaciones o modificaciones sobre el
predio materia de desalojo —sea de buena o mala fe—, no justifica que se
declare la improcedencia de la demanda, bajo el sustento de que previamente
deben ser discutidos dichos derechos en otro proceso. Por el contrario, lo único
que debe verificarse es si el demandante lene derecho o no a disfrutar de la
posesión que invoca, dejándose salvo el derecho del demandado a reclamar, lo
que considere pertinente, por causa de las edificaciones o modificaciones del
predio, utilizando el procedimiento pertinente.” (Resaltado propio).

Conforme a lo señalado anteriormente, lo alegado por el demandado en su escrito de


apelación carecería de sustento, toda vez que dicha cuestión no debe ser impedimento
ni condicionamiento para el Juez encargado de resolver el tema en cuestión, lo único
que debe ser evaluado es el derecho a poseer del demandante, puesto que las obras
ejecutadas por el ocupante y la consecuencia legal de su edificación en el predio deben
ser discutidas en otro proceso a la luz de los artículos 941, 942 y 943 del Código Civil,
siendo que la presencia de obras no son un obstáculo legal para evaluar el desalojo, el
cual debe proceder con prescindencia de las edificaciones.

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