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Candidiasis

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 Preguntas y Respuestas
 Qué es
 Causas
 Síntomas
 Prevención
 Tipos
 Diagnóstico
 Tratamientos
 Otros datos

Qué es
La candidiasis es la infección provocada por un tipo de hongo conocido como
cándida y puede afectar a distintas partes del cuerpo. “Si la candidiasis es oral, la
conocemos como muguet, produciendo inflamación del esófago si se extiende a esta
zona. También existen infecciones vaginales y genitales por cándida, así como
candidiasis en la piel, creando erupción y picor. Si la candidiasis se extiende a la sangre
es más peligrosa”, explica Carmen Navas, ginecóloga del Hospital Vithas la Salud
(Granada).
Forman parte del grupo de las enfermedades más frecuentes e incluso se puede afirmar
que prácticamente todas las personas a lo largo de su vida la padecerán alguna vez.
Existen tres tipos de micosis humanas: superficiales, intermedias -como las
candidiasis- y profundas. Las habituales en España son las superficiales y las
candidiasis. En este apartado comentaremos las candidiasis mucocutáneas, cuyo
agente patógeno es la Candida albicans.

Causas
La mayoría de las especies de cándida son saprofíticas y pueden formar parte de la
flora cutánea, con excepción de la Candida albicans, que cuando se encuentra en la
piel es agente etiológico de una candidiasis primaria. Hay múltiples factores
predisponentes a la infección candidiásica: unos dependen del huésped y otros de las
condiciones ambientales.
Dentro de los primeros están los fisiológicos, los genéticos y los adquiridos. Así los
recién nacidos, las mujeres en el periodo premenstrual o embarazadas, los pacientes
con síndrome de Down, diabetes, linfoma, leucemia, que toman antibióticos o
corticoides o inmunosupresores o padecen enfermedades debilitantes, tienen mayor
facilidad para padecer esta dermatosis. Entre los factores ambientales, favorecen la
infestación: la humedad, el calor, la maceración crónica (por ejemplo, de las comisuras
en los ancianos), las prótesis dentarias mal ajustada y la fricción entre dos superficies
cutáneas.
Navas expone las causas de manera esquemática:
 Situaciones que alteren la flora intestinal o genital protectora, como es la ingesta
prolongada de antibióticos.
 
 Situaciones que aumenten la cantidad de glucosa en sangre: diabetes,
sobrepeso, obesidad, ingesta excesiva de alcohol o hidratos de carbono.
 
 Humedad excesiva y prolongada.
 
 Situaciones que disminuyan la función del sistema inmune: virus de la
inmunodeficiencia humana (VIH), trasplantes, quimioterapia, etc.
 
 Uso de ropa interior de materiales sintéticos.
 
 Cambios hormonales en situaciones de embarazo o anticoncepción hormonal.

Evalúa tus síntomas

Síntomas
Los síntomas varían dependiendo de la localización. Desde el punto de vista
dermatológico interesan las candidiasis mucosas y las cutáneas. Dentro de las primeras
y afectando a la mucosa está el muguet. Este se manifiesta como unas placas cremosas
y blanquecinas que confluyen en dorso de la lengua, velo del paladar, mucosa gingival
y genital. Al desprenderse dejan al descubierto una mucosa roja y congestiva. También
la infección pude manifestarse como una lengua roja, lisa, brillante y dolorosa o como
una afectación de las comisuras bucales en forma de placas triangulares, con escamas y
fisuras en el centro o afectando a los labios, principalmente al inferior con escamas
adherentes de color grisáceo y erosiones.
La mucosa genito-perianal es otra localización habitual de estas infecciones,
representando el 20-30% de las infecciones vaginales. Se presenta como
un enrojecimiento y edema de los labios menores que se puede extender hacia labios
mayores, periné, pliegues inguinales e interglúteo, acompañado de prurito y
“quemazón”. La misma afectación puede afectar a genitales externos masculinos.
Dentro de las candidiasis cutáneas vamos a hacer referencia a dos cuadros: las
candidiasis de los pliegues o intertrigos candidiásicos y las onicomicosis.
En resumen, Navas señala que la candidiasis suele cursar con enrojecimiento, cúmulo
de secreción blanquecina espesa, sensación de quemazón o picor, y a veces
inflamación y dolor.

Prevención
 En caso de ser necesaria la ingesta prolongada de antibióticos, se
recomienda durante o después del tratamiento tomar probióticos intestinales y de flora
íntima para controlar el exceso de crecimiento de cándida.
 
 Cambios en la dieta con reducción de ingesta de alcohol, azúcares e hidratos de
carbono.
 
 Adecuado control glucémico en pacientes diabéticos.
 
 Evitar la humedad prolongada, realizando un adecuado secado tras los baños
en la piscina y el mar.
 
 Uso de ropa interior de materiales más naturales y evitar la ropa
excesivamente ajustada.
 
 Mantener una buena higiene suele evitar episodios de candidiasis. Es
importante secar bien los pliegues de la piel una vez se sale de la ducha, así como
cepillarse los dientes y utilizar colutorios de flúor oral.
 
 El tabaco debe evitarse.
 
 Para evitar las candidiasis en la zona genital se pueden usar preservativos para
impedir el contacto. En el caso de las mujeres embarazadas se recomienda, además,
tomar yogures bioactivos para favorecer la acidez de la flora vaginal.

Tipos

Intertrigos candidiásicos
Es la forma clínica más frecuente. Puede afectar a grandes pliegues como son axilas,
ingles, pliegue interglúteo, región submamaria, cara lateral de cuello o pequeños
pliegues como son espacios interdigitales de manos, pies y región retroauricular. La piel
está enrojecida, ligeramente edematosa y puede que en la superficie haya elementos
vesiculo-pústulosos. Es muy típico observar como estas áreas están delimitadas por un
fino reborde escamoso, apareciendo lesiones satélites. El paciente refiere prurito intenso
y quemazón.

Onicomicosis candidiásica
La onicomicosis candidásica, que afecta a las uñas de pies o manos, aparece con cierta
frecuencia en niños con muguet y en adultos con intertrigo de pequeños pliegues
interdigitales. Puede mostrarse como una inflamación dolorosa del reborde
periungueal, acompañada de mínima secreción purulenta o bien como un engrosamiento
de la lámina ungueal con depresiones puntiformes y surcos trasversales.

Candidiasis en el aparato digestivo


 Esofágica: aparece una inflamación que causa problemas para tragar, ardor y
dolor en el tórax.
 
 Gastritis candidiásica: aparece, sobre todo, en aquellos pacientes que sufren de
úlcera gástrica.
 
 Enteritis candidiásica: provoca dolor abdominal y heces con más frecuencia,
que pueden contener hilos de sangre, lo que provoca deshidratación por diarrea. Es
difícil de diagnosticar.
 
 Anitis candidiásica: cursa con picor, escozor e irritación del ano.

Candidiasis en el aparato respiratorio


Se puede producir una laringitis candidiásica, que suele darse a causa de un muguet
oral. Las placas del muguet se desplazan hasta el aparato respiratorio, afectando a los
bronquios y provocando tos frecuente, fiebre y esputos con sangre.

Candidiasis en el aparato reproductor


 Vulvovaginitis candidiásica: aparece por una alteración del pH vaginal,
especialmente en embarazadas. Provoca irritación y picor en la vagina.
 
 Balanitis candidásica: causa infección en el glande y el prepucio del pene, lo
que da origen a unas pústulas que generan picor.

Diagnóstico
El diagnóstico es fundamentalmente clínico, aunque en ocasiones es necesario
apoyarse en un examen directo de las escamas o en un cultivo micológico.
Navas especifica que el diagnóstico debe hacerse siempre mediante cultivo con
escobillón sobre la zona afectada y mandando la muestra a laboratorio de microbiología
que confirme la presencia de colonias de cándida. En caso de sospecha de cándida en la
sangre, se envía a cultivo una muestra sanguínea.

Tratamientos
Existen distintos tipos de fármacos antifúngicos, pero los que se utilizan con mayor
frecuencia pertenecen a la familia de los azoles y se pueden usar de forma
tópica (óvulos y cremas) y de forma oral en pastillas. Ejemplos de estos fármacos son:
clotrimazol, fluconazol, itraconazol y ketoconazol.
“Hoy en día sabemos que para evitar las recidivas frecuentes y la repetición de síntomas
tras realizar una terapia antifúngica es importante completar con un tratamiento
probiótico que mejore nuestra flora protectora. Este tratamiento en ocasiones se
debe repetir durante unos tres meses”, añade Navas.
Otros datos

Pronóstico
El pronóstico de la candidiasis que afecta a piel y mucosas es muy bueno porque
responde muy bien a los tratamientos que conocemos como antifúngicos. Sin embargo,
el pronóstico es más reservado en caso de pacientes con su sistema inmune alterado
debido a alguna enfermedad como el VIH, los trasplantes o los tratamientos
quimioterápicos. En estos casos la cándida puede pasar a la sangre y crear infecciones
más graves.

Candidiasis en hombres
Aunque es más común en mujeres, la candidiasis  también puede afectar a hombres. En
concreto, los hombres pueden sufrir balanitis por cándida o inflamación del glande.
Notarán la piel del pene más húmeda, secreción espesa blanca en los pliegues,
enrojecimiento, picor o sensación de ardor. La candidiasis en hombres es más
frecuente en hombres diabéticos, con sobrepeso, si han tomado antibióticos de manera
continuada, con fimosis, si tienen su sistema inmune alterado por alguna enfermedad
general o sus prácticas de higiene no son correctas.
Las candidiasis masculinas son comunes porque el hongo que las provoca (la cándida)
está presente en la piel, en especial si está húmeda. La infección puede producirse
cuando la cándida crece excesivamente por algún factor que contribuye a ello, por
ejemplo, mantener relaciones sexuales con una mujer con candidiasis vaginal.
La mayoría de las candidiasis masculinas se tratan fácilmente con medicamentos
antifúngicos. Un aspecto importante para su curación es que si un hombre y su pareja
tienen los mismos síntomas de candidiasis, ambos deben recibir tratamiento para
evitar que se vuelva a producir el contagio entre ellos.

Embarazo
La candidiasis genital es frecuente en la mujer embarazada por las modificaciones del
pH vaginal que se produce por los cambios hormonales, y el aumento de humedad por
el incremento de flujo. Los tratamientos tópicos, como cremas y óvulos, se pueden usar
con seguridad en el embarazo, pero siempre se recomienda consultar con el especialista
en Ginecología antes de hacerlo.

Candidiasis en el lactante
La candidiasis en los lactantes está caracterizada por enrojecimiento, irritación y
molestias en la piel de la zona del pañal, siendo similar a una dermatitis por contacto
o dermatitis del pañal. Esta afección también pudo haber sido contraída durante el
parto.
Esta variante de la candidiasis se trata, inicialmente, con medidas
conservadoras (aumento de la frecuencia del cambio del pañal, uso de pañales muy
absorbentes y una higiene más cuidadosa de la zona) y aplicación de cremas
antimicóticas como con imidazol.
Si el lactante tiene candidiasis oral se trata con soluciones tópicas bucales con otro
antimicótico, nistatina. Esta terapia también se emplea en la candidiasis oral o
bucofaríngea en el adulto.

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