Está en la página 1de 9

Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal

Sistema de Información Científica

Emilio Ribes Iñesta


Competencias conductuales: Su pertinencia en la formación y práctica profesional del psicólogo
Revista Mexicana de Psicología, vol. 23, núm. 1, junio, 2006, pp. 19-26,
Sociedad Mexicana de Psicología A.C.
México

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=243020646003

Revista Mexicana de Psicología,


ISSN (Versión impresa): 0185-6073
sociedad@psicologia.org.mx
Sociedad Mexicana de Psicología A.C.
México

¿Cómo citar? Fascículo completo Más información del artículo Página de la revista

www.redalyc.org
Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto
Revista Mexicana de Psicología, Junio 2006
Volumen 23, Número 1, 19-26

COMPETENCIAS CONDUCTUALES: SU PERTINENCIA EN LA


FORMACIÓN Y PRÁCTICA PROFESIONAL DEL PSICÓLOGO
BEHAVIORAL COMPETENCES: ITS RELEVANCE FOR THE TRAINING
AND PROFESSIONAL PRACTICE OF PSYCHOLOGISTS
Emilio Ribes Iñesta1
Universidad de Guadalajara

Resumen: Se distingue el concepto de competencia de los de Abstract: A distinction is made between the concept of
capacidad, habilidad y aptitud y se analizan sus relaciones. Se competence and those of ability, skill, and aptitude. I examine the
examina la utilidad del concepto de competencia para caracte- usefulness of the concept of competence to characterize
rizar a la psicología desde dos perspectivas diferentes: la de una psychology from two distinct perspectives: as a scientific disci-
disciplina científica, o la de una profesión de aplicación directa. pline, and as a straightforward applied profession.
Palabras clave: competencia, habilidad, aptitud, profesión, co- Key words: competence, skill, aptitude, profession, knowledge
nocimiento

En reiteradas ocasiones he examinado la condición pe- En primer término, se debe reconocer que bajo el
culiar que guarda la psicología como disciplina científica común denominador de ‘psicología’ coexiste una plura-
(Ribes, 1982, 2004). La singularidad de la psicología no lidad de disciplinas diferentes. No se trata en realidad
se limita a su condición de puente entre las llamadas cien- que exista una sola disciplina con múltiples paradigmas
cias naturales y las ciencias sociales, sino que abarca tam- opcionales, sino que nos enfrentamos a múltiples disci-
bién otros aspectos cruciales como la falta de consenso plinas paralelas o divergentes amparadas bajo un mismo
respecto de su objeto de conocimiento, su ubicación como nombre. La psicología no es una ciencia multipara-
disciplina científica o como interdisciplina (profesión), así digmática. Constituye, más bien, un conjunto de discipli-
como la forma en que se aplica su conocimiento en el nas diferentes, que coexisten bajo un nombre común,
dominio de la vida social. cada una con paradigmas ontológicos y epistemólogicos
La divergencia de criterios respecto de las caracterís- distintos y que, mirando a futuro, pueden ser concebidas
ticas de su metodología disciplinar, de la naturaleza de como las expresiones paradigmáticas de un mismo pro-
su objeto de estudio, de su vocación para el conocimien- yecto de ciencia todavía no concretado (Ribes, 2000).
to versus la solución de problemas personales y de los En segundo término, destaca el estatuto contradicto-
límites y modos de aplicación del conocimiento psicoló- rio de una ‘psicología’ que cumple simultáneamente, de
gico, dificultan el establecimiento de acuerdos generales manera indiferenciada y ambigua con dos funciones que
para cimentar prácticas compartidas dirigidas a la for- requieren de distintos criterios, categorías y modos de
mación del psicólogo y a la proyección social de su prác- operación del conocimiento. Por una parte, la psicología
tica. Cualquier reflexión sobre la formación del psicólogo es contemplada como una disciplina científica, cuya fi-
y sobre la práctica y aplicación de la disciplina implica nalidad principal es el conocimiento sistemático y rigu-
siempre la adopción de un punto de vista y, por consi- roso de lo que cada perspectiva epistemológica concibe
guiente, la probabilidad de que dicha reflexión no coin- como fenómenos psicológicos. Por otra parte, la psicolo-
cida con otras basadas en supuestos y puntos de vista gía es considerada una profesión de aplicación directa,
diferentes. que resuelve problemas sociales diversos relacionados con

1Dirigir correspondencia al Dr. Emilio Ribes al Centro de Estudios e Investigaciones en Comportamiento. Apartado Postal 5-374, 45040
Zapopan, Jal., México. Correo electrónico: ribes@cencar.udg.mx

19
20 Ribes Iñesta

los campos de la educación, la salud, las organizaciones, ser capaz, tiene que ver con una tendencia, es decir, con
el medio ambiente, el trabajo y otros más. La contradic- la continuación de algo que ha ocurrido previamente.
ción no se limita a los distintos fines (conocimiento ver- Ser capaz indica una disposición en términos de posibili-
sus resultados) y modos de conocimiento (analítico versus dad, mientras que ser competente destaca una disposi-
sintético) atribuidos a la psicología, sino también al hecho ción en términos de probabilidad, de recurrencia y, como
de que, tanto en su origen histórico como en las circuns- lo examinaré más adelante, ser competente se ajusta a
tancias actuales, no existe una interfase de transferencia los criterios lógicos de una categoría episódica (Ryle,
de conocimiento que vincule a la psicología básica con 1949).
la psicología aplicada (Ribes, 1987). En escritos anteriores (Ribes, 1989, 1990; Ribes &
El concepto de ‘competencia’ puede constituir un ins- López, 1985), he distinguido tres conceptos relacionados:
trumento útil para precisar, desde cada psicología parti- competencia, aptitud y habilidad, los que, en ocasiones,
cular, el ámbito de acción del psicólogo y, por se utilizan erróneamente como si fueran equivalentes.
consiguiente, los requerimientos para su formación aca- Para entender el concepto de competencia es necesario
démica y práctica. Antes de abordar estos dos aspectos examinar antes los conceptos de aptitud y habilidad.
centrales, procederé a examinar el concepto de ‘compe- Habilidad proviene del latín habere que significa te-
tencia’ y cómo puede emplearse para identificar, especi- ner, poseer. De este término se deriva habilis, relacionado
ficar, establecer y evaluar las prácticas científica y con aquello que es manejable, bien ajustado, acomodado,
profesional de los psicólogos. es decir, manipulado para algo. Las habilidades se refie-
ren siempre a lo que se hace con eficacia. El hacer con
eficacia incluye cuando menos dos aspectos: por una par-
El concepto de competencia te, un conjunto de respuestas específicas, que son movi-
mientos o resultado de movimientos y, por otra parte,
Ser competente se interpreta como equivalente a ser ca- algún cuerpo o medio sobre el cual las respuestas deben
paz. Sin embargo, etimológica y funcionalmente ambos producir un efecto y obtenerse un resultado. En el caso en
conceptos son diferentes. Capaz proviene del latín capax- que el cuerpo sea otro organismo o persona, el efecto de
acis (Corominas, 1990) y significa tener mucha cabida, las respuestas no tiene que ser de carácter mecánico, sino
contener, dar cabida (capere). La lógica de uso del térmi- que puede ser de carácter reflejo o convencional. Una
no corresponde al de una categoría modal (Ryle, 1949), habilidad, por consiguiente, puede concebirse como la
en el sentido de que su aplicación no describe algo que correspondencia funcional que se establece entre las ca-
se ha hecho previamente o se hace, sino de algo que se racterísticas de un conjunto de respuestas y las caracte-
puede hacer en el sentido de su posibilidad. Ser capaz rísticas de un cuerpo o medio sobre el que se actúa, para
implica estar en condiciones (o en ‘capacidad’) de hacer obtener un resultado específico. De este modo, la habili-
algo, por ejemplo, un niño, si es entrenado, es capaz o dad implica un ajuste de las respuestas a un cuerpo o me-
está en condiciones de aprender a nadar, a leer, o a tocar dio, para producir un efecto o resultado mediante o sobre
un instrumento, etc. Describe la conducta en potencia, ellos. Ejemplos de habilidades son la posición y presión
no en acto (Aristóteles, traducción castellana, 1978). ‘Com- de los dedos y la rotación de la muñeca para poder girar
petencia’, por otra parte, proviene del latín competere, que una perilla y abrir una puerta, la inmersión de la cabeza
significa ir al encuentro de una cosa u otra, ser adecuado, y posición del cuerpo y brazos para atravesar una ola, el
pertenecer, incumbir. Ser competente implica tener la movimiento exagerado hacia adelante y en posición de
atribución para tratar acerca de algo o resolver algo, ser lanzar un objeto para producir la retirada de un perro y la
experto o tener conocimiento acerca de algo. Ser com- fonación precisa de las letras impresas en un texto para
petente, por consiguiente, se refiere a que se puede hacer que un escucha comprenda la instrucción que se le lee.
algo porque ya se ha hecho o porque se tiene conoci- En todos estos ejemplos, los conjuntos de respuestas efec-
miento de lo que se tiene que hacer. tivas no son arbitrarios y deben corresponder en mor-
El hacer competente, además, incumbe, pertenece a fología, intensidad y movimiento a las características de
una situación e implica la búsqueda y, por lo tanto, el los cuerpos (objetos) o medio sobre el que se actúa para
logro o alcance de algo. Ser competente, a diferencia de obtener un resultado o logro.

VOL. 23, NÚM 1, JUNIO 2006


Competencias conductuales 21

Las competencias implican habilidades, pero no cons- identificarse con que el niño pueda verbalizar cuántas
tituyen solamente habilidades. Las competencias requie- canicas hay en un montón, contándolas ordinalmente,
ren, además, satisfacer un nivel o criterio de aptitud. Ser en la forma de una adición de unidades. En este caso, el
competente incluye ser hábil y ser apto. Apto proviene niño reconoce diferencialmente el número de canicas cada
del latín aptus, que significa bien dispuesto, entrelazado, vez que se agrega, en forma sucesiva, otra canica. Una
unido, ligado. El concepto de aptitud no se relaciona con segunda forma de competencia puede consistir en que
conocimiento previo específico, sino con la propensión a el niño iguale el número de canicas que tiene de acuer-
actuar de cierta manera ligado a un criterio o requerimien- do con las que hay en otro montón, competencia en la
to. Ser apto significa poder ajustarse de una manera y no que el niño actúa directamente, afectando el número de
de otra a una situación, de acuerdo a los criterios funcio- canicas que tiene mediante la adición de otras más. En
nales opcionales y a los resultados, logros o actos previstos un tercer caso, se requiere que el niño sea preciso en las
por dichos criterios. Demostrar aptitud implica el ejercicio sumas que realiza y para ello se le pide que a partir de
de ciertas habilidades y no de otras. La pertinencia o co- un montón de canicas, distribuya las necesarias en otros
rrespondencia de las habilidades con el criterio o deman- dos montones diferentes para que ambos montones su-
da situacional depende de que en el pasado se haya men un mismo número de canicas. En un cuarto caso,
cumplido con criterios funcionalmente equivalentes. La se le indica al niño que agregue canicas a un montón
disposición o propensión a satisfacer un tipo de criterio que tiene sólo seis canicas hasta que sumen diez. Una
con base en la experiencia identifica a la aptitud, pero la vez hecho esto, se le pide que diga cuántas canicas ha-
aptitud como disposición general a ajustarse no es sufi- bía y cuántas colocó para lograr la suma. Posteriormen-
ciente. Se requiere, obviamente, poseer habilidades perti- te, se le presenta otro montón de canicas igual al anterior
nentes a cada dominio particular de ajuste. En un mismo con seis canicas y ahora se le pide que cuente cuántas
dominio, diferentes criterios pueden requerir de distintas canicas hay y que diga cuántas debe agregar para sumar
habilidades. Por ello, hablar de aptitud es sinónimo sola- diez. El criterio enfatiza la congruencia de lo que se hizo
mente de poder satisfacer un tipo especial de criterio en y dijo en la tarea previa con lo realizado en la tarea
un dominio o situación. La aptitud delimita la manera en presente. Finalmente, un quinto caso requiere de la co-
que se cumplirá un requisito, mientras que las habilidades herencia como criterio de ajuste. Se le pregunta al niño
constituyen el ejercicio mediante el cual se cumple. cuántas canicas tiene que agregar a un montón que tie-
Una competencia, desde este punto de vista, consti- ne seis para que sumen diez. Una vez que responde co-
tuye la organización funcional de las habilidades para rrectamente, se le inquiere sobre cuántas canicas se le
cumplir con un tipo de criterio. La competencia es un deben añadir a un montón que tiene cuatro para que
concepto que vincula los criterios de eficacia o ajuste (ap- sumen diez. Los distintos casos pueden describirse y cons-
titud) en una situación con las habilidades que tienen que tituyen, indudablemente, ejemplos de competencia arit-
ejercitarse para cumplirlos. He descrito cinco niveles ge- mética respecto de la operación de sumar. Sin embargo,
nerales de aptitud (Ribes, 1990) que implican, por consi- cada forma de sumar implica una competencia distinta,
guiente, la posibilidad de estructurar funcionalmente las que conjuga criterios de solución con habilidades perti-
habilidades en cinco tipos de competencia. Esta clasifi- nentes.
cación se basa, entre otros factores, en los criterios de Se deben destacar dos puntos. Primero, que mostrar
ajuste requeridos en términos de los resultados o logros. la competencia bajo un criterio como el de diferencialidad
Para ilustrar los distintos niveles de aptitud en que se no asegura poseer la competencia, por ejemplo, bajo el
puede mostrar o ejercitar una competencia, me limitaré criterio de coherencia, aunque en algunas ocasiones, no
a especificar los distintos tipos de criterio. Estos criterios siempre, puede ocurrir lo contrario: que el ejercicio de
los hemos descrito previamente para el caso de las com- una competencia en un dominio determinado con el cri-
petencias comprendidas en la práctica científica (Ribes, terio de mayor complejidad implique el ejercicio de una
Moreno, & Padilla, 1996) y son, a saber: diferencialidad, competencia semejante en niveles de aptitud menos com-
efectividad, precisión, congruencia y coherencia. plejos. Debe subrayarse que ello tiene que ver con el pro-
Pongamos como ejemplo la enseñanza de la suma blema tradicional de la transferencia del aprendizaje y
aritmética a un niño. La competencia de sumar puede depende de que el individuo disponga de las habilidades

VOL. 23, NÚM 1, JUNIO 2006


22 Ribes Iñesta

requeridas por los criterios restantes. No se trata, simple- do con adjetivos engañosos: psicología básica (o teórico-
mente, de una cuestión de disposición general. Segundo, experimental) y psicología aplicada. Su denominación
que bajo distintos criterios de aptitud, como se ilustra en ha hecho suponer, infundadamente, que la psicología
los ejemplos apenas descritos, la composición morfológica básica consiste en conocimiento abstracto y complicado,
de las habilidades pertinentes puede cambiar entre com- carente de aplicabilidad, mientras que la psicología apli-
petencias, como lo demuestra el requerimiento de habi- cada constituye la disciplina que utiliza el conocimiento
lidades verbales expresivas en algunas competencias de científico de la psicología para resolver problemas socia-
sumar, a diferencia de otras en que sólo se requiere ser les de distinta índole.
escucha. En resumen, una competencia es un concepto Al margen de la justificación de cada una de estas
que relaciona el criterio en que se establece la demanda posiciones, nos enfrentamos al hecho, incuestionable, de
de ajuste como logro o resultado y las habilidades re- que existen dos maneras de concebir la finalidad de la
queridas para ello, especificadas como morfologías de psicología. Para poder precisar y contrastar estas dos pers-
respuesta funcionalmente pertinentes a los objetos y pectivas generales sobre la naturaleza disciplinar de la
acontecimientos en la situación. psicología, es necesario identificar cómo se traduce cada
una de ellas a posibles acciones y resultados concretos.
Esto sólo es posible mediante la identificación de las com-
La aplicación del concepto de competencia petencias implicadas por cada perspectiva. Comparar las
concepciones de la psicología, como una disciplina cientí-
A continuación analizaré la pertinencia de la aplicación fica o como una profesión, significa comparar las compe-
del concepto de competencia para examinar los proble- tencias que se atribuyen a un psicólogo formado en el
mas relativos a la formación del psicólogo y su ejercicio contexto de una disciplina de conocimiento versus las de
profesional. Destacaré cuatro aspectos de un análisis ba- un psicólogo formado como un profesional aplicado a la
sado en competencias: su identificación, su especificación, solución de problemas específicos. De esta manera, el pro-
su establecimiento y su evaluación. La identificación y blema que se plantea es ¿cómo identificar a cada tipo ge-
evaluación de las competencias del psicólogo son punto nérico de psicólogo, en términos de las competencias que
de partida y de terminación del ejercicio profesional, mien- debe y puede ejercer como profesional de uno u otro tipo?
tras que su especificación y establecimiento son de la in- El criterio para identificar las competencias que con-
cumbencia directa del proceso formativo del psicólogo. figuran la aplicación del conocimiento psicológico difie-
En una primera instancia, es indispensable explicitar re en cada una de estas dos concepciones. En el caso de
una caracterización de la psicología como disciplina. His- la psicología como una disciplina científica, la naturaleza
tóricamente, se han configurado dos concepciones inde- de los problemas a solucionar se deriva de la concepción
pendientes respecto de la naturaleza de la psicología teórica que se tiene sobre lo psicológico y la determina-
(Ribes, 1982). Una, anclada en la tradición de la ciencia ción de las condiciones y variables que son pertinentes a
experimental, que contempla a la psicología como una su diversidad fenomenológica. Por el contrario, en el caso
disciplina de conocimiento y cuya finalidad es explorar, de la psicología como profesión aplicada, los problemas
sistematizar y proporcionar una explicación teórica de se presentan “directamente” y es su fenomenología so-
los acontecimientos y fenómenos que constituyen, desde cial la que sugiere, por decirlo de manera eufemística, la
perspectivas independientes, el dominio de lo “psicoló- dirección y naturaleza de las acciones que deben reali-
gico”. Otra, que surge con las demandas de las institucio- zarse. Por una parte, la psicología como ciencia identifi-
nes para clasificar, seleccionar y predecir el desempeño ca sus competencias a partir de una contrastación entre
de los individuos en el trabajo, la escuela, el ejército y en conceptos teóricos, metodología y conocimiento empíri-
su salud y cuya finalidad es el desarrollo de instrumentos co sistematizado respecto de la fenomenología social que
de medición y técnicas de intervención dirigidas a la de- se puede abordar potencialmente. Por la otra, en la psi-
tección y solución de problemas sociales en su dimen- cología como profesión se asumen los problemas a resol-
sión individual. La primera tradición está interesada en ver a partir de las demandas sociales momentáneas y se
el conocimiento, la segunda en la solución de proble- identifican las competencias pertinentes en términos de
mas. Estas dos tradiciones disciplinarias se han reconoci- procedimientos y acciones que pueden tener un cierto

VOL. 23, NÚM 1, JUNIO 2006


Competencias conductuales 23

grado de éxito, mas no necesariamente de eficacia. No conceptos fundamentales, sus estrategias metodológicas
es de sorprender, por consiguiente, que ambas caracteri- y el saber empírico acumulado observacional y experi-
zaciones de las competencias del psicólogo resulten dispa- mentalmente. La composición de las distintas habilida-
res y conlleven a distintas formas de concebir su formación des debe integrarse con base en lo que la teoría “sabe” y
y su práctica profesional. Reflexionando sobre este punto, los requerimientos que exige cada criterio de solución de
puedo aventurar, con todos los riesgos que esto implica, el un problema. Las habilidades no son fijas, rutinarias o
perfil genérico de competencias que pueden formularse estereotipadas. Son variables, cambiantes y se diseñan
a partir de estas dos concepciones respecto de la natura- en lo particular para cada situación, a partir de criterios
leza del conocimiento psicológico. teóricos y metodológicos. Podría afirmarse que las com-
Desde la perspectiva de la psicología como ciencia, petencias profesionales del psicólogo, desde la perspec-
en primer término se identifica la dimensión psicológica tiva de la psicología como disciplina de conocimiento,
implicada en la fenomenología social, proceso que se constituyen, en esencia, una adaptación de las compe-
apega a la formulación epistemológica peculiar de cada tencias teóricas y metodológicas desarrolladas en la prác-
‘psicología’. Se prefigura, así, inicialmente una caracteri- tica científica a las circunstancias específicas que delimitan
zación general de la naturaleza del papel social de la psi- cada problema socialmente.
cología. Por ejemplo, si se asume que lo psicológico se Desde la perspectiva de la psicología como disciplina
identifica con el comportamiento que se aprende a partir dirigida a la solución de problemas, su finalidad se confi-
de las circunstancias determinadas por el medio ambien- gura directamente a partir de lo que la sociedad formula
te, una primera caracterización social de la psicología será e identifica como problemas. La diversidad y naturaleza
la de una disciplina vinculada con el aprendizaje en ge- de los problemas a resolver no dependen de una con-
neral y, por consiguiente, con la educación explícita (for- cepción teórica previa, sino que se reconocen a partir de
mal) e implícita (informal). Los problemas de la psicología su existencia en la forma de demandas y valores sociales
son concebidos como problemas de aprendizaje en las prevalecientes. Resulta así que la psicología incorpora
diferentes circunstancias y ambientes naturales y socia- como propios los criterios y problemas de una sociedad,
les y la función del psicólogo será proveer del conoci- sin considerar los fundamentos de dicha valoración ni su
miento requerido para intervenir en dichos ambientes y justificación. Por decirlo de algún modo, los problemas
circunstancias para propiciar el aprendizaje. De este “están ahí” y la psicología debe plantearse cómo resol-
modo, queda definido un primer parámetro de sus com- verlos. Los campos, situaciones y poblaciones compren-
petencias: los problemas a ser resueltos, que compren- didas en los distintos problemas se atienden con base en
den ambientes, individuos, materiales, comportamientos las demandas inmediatas y específicas de cada circuns-
resultantes y productos del comportamiento. De igual tancia y grupo social. Por consiguiente, el horizonte pro-
manera, en este nivel de definición, también se estipulan fesional del psicólogo se ve sometido a caprichosos
de manera general los criterios a los que deben ajustarse procesos de expansión-contracción que dependen de los
las distintas formas de resolver los problemas. Se delimi- cambios, puntos de vista, políticas y valoraciones socia-
tan las circunstancias en las que la intervención psicoló- les respecto de qué es un problema y de cómo atenderlo y
gica puede dirigirse, ya sea a un individuo, a un grupo, a resolverlo. El perfil profesional del psicólogo se configu-
una institución o ambiente especial, a los responsables ra, con carácter fluctuante, como un conjunto de habili-
del aprendizaje del individuo, a las características de los dades ligadas a procedimientos ad hoc, diseñados ex
materiales y tareas por aprender, a los criterios mismos profeso para cada tipo de problema emergente o perma-
de lo que significa el aprendizaje, a la identificación de nente, cuya única fundamentación descansa en interpre-
los comportamientos y funciones que es pertinente apren- taciones a priori sobre su eficacia potencial. La teoría de
der, o a la transferencia de lo aprendido en un ambiente estos procedimientos se elabora conjunta o posteriormen-
o situación a otros ambientes. Un segundo parámetro de te al procedimiento y su aplicación y con ella se constru-
la competencia por definir son las habilidades requeri- yen también los criterios que evalúan —o más bien—
das para resolver los problemas identificados bajo los justifican la aplicabilidad de dichos procedimientos dis-
distintos criterios. La pertinencia de las habilidades se frazados de “técnicas”. Las supuestas técnicas psicológi-
deriva a partir del cuerpo de conocimiento científico, sus cas se aplican a un mosaico heterogéneo y cambiante de

VOL. 23, NÚM 1, JUNIO 2006


24 Ribes Iñesta

problemas y carecen de interconexión metodológica y teó- de competencias (Ribes, Fernández, Rueda, Talento, &
rica. Constituyen campos autocontenidos de conocimien- López, 1986). El común denominador comprende la for-
to aplicado o de experticia profesional, que le dan al mulación de objetivos profesionales imprecisos, ambiguos,
psicólogo un carácter de especialista en procedimientos dotados de una carga de valoración social justificadora y
fragmentados. Esta “experticia”, basada en el dominio de la elaboración de un listado de cursos, más o menos
un conjunto de procedimientos, subraya habilidades secuenciados, basados en contenidos determinados por
repetitivas aplicables a diversidad de problemas, cuyo la orientación de la(s) psicología(s) dominante(s) en una
único factor común es el empleo de los procedimientos determinada institución. El proceso de enseñanza-apren-
en cuestión, al margen de su pertinencia, fundamentación dizaje es de naturaleza informativa y las actividades prác-
y eficacia probada. Las competencias profesionales del ticas, cuando se dan, tienen un carácter esencialmente
psicólogo se reducen a un conjunto de habilidades rutina- demostrativo o de sensibilización.
rias desconectadas de criterios precisos sobre su eficacia. En rigor, un programa de formación profesional de-
Como mencioné anteriormente, la especificación y bería contener el desarrollo de todas aquellas prácticas
establecimiento de competencias se relaciona directamen- pertinentes a la problemática que define el perfil termi-
te con el proceso de formación del psicólogo. Implícita o nal del psicólogo. En pocas palabras, el psicólogo
explícitamente, la especificación y el diseño de las con- egresado de una licenciatura debería ser competente para
diciones requeridas para el establecimiento de las com- atacar y resolver el conjunto de problemas que configu-
petencias profesionales se derivan de los criterios de ran su encargo social como profesional. ¿Cómo podrían
identificación iniciales. Puede esperarse, por consiguien- configurarse los programas de formación profesional con
te, que los programas profesionales de psicología diverjan base en competencias desde la perspectiva de las dos
ampliamente, no sólo por la naturaleza de la(s) psicolo- caracterizaciones generales que hemos examinado?
gía(s) incorporada(s), sino también por la caracterización Cuando se concibe al psicólogo como un profesional de
de los criterios que definen el sentido mismo de las com- interfase, los problemas que enmarcan el desarrollo de
petencias a desarrollar y ser ejercitadas. Los problemas competencias son de tres tipos: 1) problemas conceptua-
sociales y la forma de identificarlos constituyen el punto les relativos al análisis y explicación de los diversos fenó-
de partida para especificar las competencias requeridas menos psicológicos; 2) problemas metodológicos respecto
por un psicólogo como profesional, ya sea éste concebi- de la medición y procedimientos requeridos para estu-
do como profesional directo (caracterización equivoca- diar las variables pertinentes y la forma de operar con
da desde mi punto de vista), o como profesional de ellas sistemáticamente; y finalmente 3) problemas tecno-
interfase entre el conocimiento y la metodología de la lógicos y axiológicos vinculados a la adaptación del co-
disciplina científica con los diversos intermediarios y usua- nocimiento científico y su aplicación a la evaluación y
rios de dicho conocimiento a nivel social. Para especifi- cambio del comportamiento en situaciones sociales ge-
car una competencia es indispensable identificar el néricas. Dada la diversidad de situaciones sociales espe-
problema a ser resuelto, en qué consiste su solución como cíficas y su transformación permanente en función de los
resultado, producto o actividad, el criterio que establece cambios que experimenta la vida cotidiana e institucional,
la naturaleza funcional de dicha solución, las característi- la enseñanza-aprendizaje de las competencias profesio-
cas de la situación que define el problema y la diversidad nales no puede incluir todas las situaciones y problemas
de actividades-procedimientos que son pertinentes al existentes y potenciales. Por ello, desde esta perspectiva
logro de la solución. Sin necesidad de documentarse am- disciplinar, las situaciones de enseñanza de las compe-
pliamente, puede afirmarse que los programas universi- tencias se diseñan como situaciones paradigmáticas o
tarios en general y los que forman psicólogos en particular, ejemplares de aquellas circunstancias en las que se debe
están basados en criterios ajenos a la especificación de aplicar el conocimiento adquirido. Estas situaciones
competencias, aun cuando empleen dicho término para paradigmáticas, sin embargo, por la forma en que se es-
describir la fundamentación y las características del cu- pecifican las competencias en sus diversos momentos de
rrículo profesional. Son pocos los casos en que se ha cum- desarrollo, incluyen siempre actividades prácticas teóri-
plido la elaboración y aplicación de un programa cas, metodológicas, de adaptación y valoración relativas
profesional con base en la especificación y el desarrollo a diversas etapas de la configuración de los problemas.

VOL. 23, NÚM 1, JUNIO 2006


Competencias conductuales 25

En contraste, cuando el psicólogo se concibe como un fundamentación, criterios de aplicación y justificación


profesional directo, el programa formativo se concibe metodológica se evalúan, en el mejor de los casos, indi-
como un inventario más o menos exhaustivo de proble- rectamente por medio de cuestionarios o pruebas diver-
mas sociales a ser resuelto y un listado de técnicas o pro- sas de naturaleza verbal. En el primer tipo de programas,
cedimientos que se supone son pertinentes y útiles para se evalúa la competencia como ejercicio variado en si-
su solución. Las competencias profesionales se contem- tuaciones genéricas. En el segundo tipo de programas, se
plan como un arsenal acumulado de técnicas, ya sea de evalúa la competencia como repetición rutinaria bajo si-
evaluación o de intervención, para un número limitado tuaciones constantes. La evaluación de las competencias
o amplio de campos de acción —dependiendo de la am- en el ejercicio profesional es un proceso de difícil realiza-
bición del programa—, acompañado de los cuerpos teóri- ción, pues implica seguir a los egresados en una gran di-
cos que justifican la utilidad y pertinencia de dichas versidad de instituciones y organizaciones, incluyendo
técnicas. Las situaciones de enseñanza “saltan” directa- la práctica liberal privada, determinar de antemano la
mente de las circunstancias de justificación teórica y do- naturaleza de los problemas que se confrontan, así como
cumentación del uso de determinadas técnicas al supervisar los efectos de las intervenciones practicadas.
entrenamiento de su uso en situaciones particulares. En Sin embargo, la caracterización que hace de las compe-
este caso, la formación del psicólogo se restringe al esta- tencias cada tipo de programa puede ser útil como hori-
blecimiento de habilidades específicas a situaciones y zonte predictivo de lo que se puede esperar de cada tipo
poblaciones particulares. En sentido estricto, la enseñan- de profesional de la psicología. Aun en el caso de una
za-aprendizaje de procedimientos y técnicas específicas, evaluación comparativa de las competencias de ambos
cuya justificación está dada en la correspondencia entre tipos de profesionales frente a un listado común de pro-
hacer y problema a resolver, no promueve el desarrollo blemas sociales, esta evaluación tendría que ser diferen-
de competencias. No hay generalidad en las prácticas que ciada. Suponiendo que el perfil profesional especificara
pueden resolver un problema, no hay identificación de resultados de la acción profesional del psicólogo, se re-
criterios que determinen el tipo de problema a resolver queriría distinguir la manera en que se obtienen o logran
y, en consecuencia, no hay aptitud que dote de plastici- dichos resultados. Esta evaluación implicaría un ejerci-
dad y eficacia variada a las habilidades posibles. Sólo hay cio similar al análisis que realizamos cuando se ejempli-
estereotipia en el aprendizaje de rutinas y en la acepta- ficaron distintas competencias implicadas en un mismo
ción de los problemas “dados”. resultado: sumar aritméticamente. En dicho ejemplo se
Finalmente, es necesario abordar la evaluación de las mostró que un resultado sólo puede obtenerse bajo cier-
competencias profesionales. Este proceso contempla dos tas circunstancias y no bajo otras, dependiendo de la
etapas: una primera, durante la formación profesional y funcionalidad de ciertas habilidades respecto de los cri-
otra posterior, en el ejercicio profesional propiamente di- terios y las posibilidades de solución. Refiriéndonos a di-
cho. A partir del análisis de la especificación y el estableci- cho ejemplo, no se trata solamente de sumar canicas, sino
miento de competencias, es notorio que su evaluación de saber sumarlas en diferentes circunstancias. Lo mis-
difiere en las dos concepciones de programas formativos. mo puede aplicarse al análisis de la solución de proble-
Cuando se concibe al psicólogo como un profesional de mas y resultados esperados de la acción profesional del
interfase, la evaluación siempre está integrada al proceso psicólogo. A menos que se especifiquen las circunstan-
de enseñanza-aprendizaje, de manera que el desempeño cias y criterios bajo los que se requiere de un determina-
de las actividades prácticas de naturaleza conceptual, do resultado o producto, un inventario de problemas
metodológica y tecnológica bajo circunstancias criterio, carece de toda significación.
proporciona una evaluación automática del ejercicio de El examen aquí realizado sugiere que concebir al psi-
la competencia prevista. En cambio, cuando se concibe cólogo como profesional de interfase promueve la diver-
al psicólogo como un profesional directo, sólo se puede sidad de habilidades y criterios y potencia su aptitud para
evaluar la adquisición de las rutinas técnicas cuando és- resolver problemas. Se reducen la rutina y la rigidez y se
tas se enseñan, de manera supervisada, en las situaciones privilegia el análisis de la consistencia interna y externa
específicas de aplicación social. Sin embargo, aun cuan- del conocimiento y su aplicación. Por el contrario, con-
do dichas rutinas se ejerciten bajo supervisión, su cebir al psicólogo como profesional directo, convierte a

VOL. 23, NÚM 1, JUNIO 2006


26 Ribes Iñesta

la disciplina en un inventario relativamente estereotipa- Ribes, E. (1987). La relación entre la investigación científica
do de procedimientos, técnicas y problemas aceptados en psicología y sus aplicaciones no es tan sencilla como
algunos piensan. Revista Mexicana de Psicología, 4, 154-157.
a partir de la ideología social dominante. La teoría psi-
Ribes, E. (1989). La psicología: Algunas reflexiones sobre su
cológica se reduce a una hermenéutica que justifica qué, su cómo y su para qué. En J. Urbina (Comp.), El
socialmente los procedimientos y las prácticas emplea- psicólogo: Formación, ejercicio profesional y prospectiva (pp. 847-
das. Independientemente de cuán correcto sea el análi- 860). México: UNAM.
sis que he realizado sobre las dos formas de caracterizar Ribes, E. (1990). Psicología general. México: Trillas.
la profesión psicológica, plantear su valoración con base Ribes, E. (2000). Las psicologías y la definición de sus objetos
de conocimiento. Revista Mexicana de Análisis de la Conducta,
en el concepto de competencia puede ayudar a la toma 26, 367-383.
de decisiones sobre cómo comparar ambos modelos con Ribes, E. (2004). ¿Es posible unificar los criterios sobre los que
criterios homogéneos y mejor informados. se concibe la psicología? Suma Psicológica, 11, 9-27.
Ribes, E., & López, F. (1985). Teoría de la conducta: Un análisis
de campo y paramétrico. México: Trillas.
Ribes, E., Fernández, C., Rueda, M., Talento, M., & López, F.,
REFERENCIAS (1986). Enseñanza, ejercicio e investigación de la psicología: Un
modelo integral (2a. Ed.). México: Trillas.
Aristóteles (1978, traducción castellana). Acerca del alma. Madrid, Ribes, E., Moreno, R., & Padilla, M. A. (1996). Un análisis
España: Gredos. funcional de la práctica científica: Extensiones de un modelo
Corominas, J. (1990). Breve diccionario etimológico de la lengua psicológico. Acta Comportamentalia, 4, 205-235.
castellana. Madrid, España: Gredos. Ryle, G. (1949). The concept of mind. Nueva York, E.U.: Barnes
Ribes, E. (1982). La psicología ¿una profesión? En E. Ribes & Noble.
(Ed.), Conductismo: reflexiones críticas (pp. 121-139). Barcelona,
España: Fontanella.

VOL. 23, NÚM 1, JUNIO 2006

También podría gustarte