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Entrevista Elpsitio-Alejandra Birgin

-¿Cuáles son para vos los pilares de la formación docente?


-Lo que uno es en el aula es una trama. La formación no es mágica, la biografía tampoco.
todos son elementos que operan, aparecen cuando uno toma decisiones en el aula. L
formación puede ser más o menos potente pero nunca va a resolver los desafíos de la
práctica. La práctica misma es un lugar de formación. Confluyen todos los elementos. Creo
estériles las investigaciones que intentan decir que algo influye más, porque uno no puede
hacer afirmaciones determinantes al respecto. No quiero desestimar el lugar de la
formación, ni la inicial ni la continua; sino decir que siempre está en juego con el contexto
socio político cultural, que opera junto con la propia tramas formativas y con la escuela que
nos toca trabajar. Muchos profesores dicen que no son iguales en la escuela de la mañana
y de la tarde y eso está muy ligado a la institución donde uno se inserta.

-¿Cuáles son los desafíos de la práctica docente, hoy?


-Son enormes, solo planteo algunos. Por supuesto son las condiciones en las que se da
nuestro trabajo y esas condiciones son materiales, y simbólicas. El trabajo de enseñar es
crecientemente complejo y uno de los grandes desafíos es cómo suspender aquello que
pasa alrededor para producir espacios donde los que llegan sean estudiantes y quienes
enseñamos podamos producir ese espacio. Es un momento complejo para producir
autoridad, que es una condición para el ejercicio de la docencia. La autoridad tiene que ver
con cómo nos autorizan y cómo nosotros autorizamos a otros y este es un momento que
por distintos frentes la actividad docente está muy degradada. Actualmente, en lo particular
hay un trabajo de desprecio de nuestra tarea.

-¿También ocurre en otros espacios el tema de la autoridad, o solamente ocurre en el


ámbito docente?
-Hay una deconstrucción de la autoridad en la actualidad. Desde los medios digitales, hay
otras fuentes y hay que trabajar sobre eso justamente. Es un tema contemporáneo, que
toma formas específicas y muy virulentas con el tema escolar y con la figura de quien
enseña. La escuela enseña contenidos y a la vez es un espacio de construcción social, de
todos, de vínculo entre generaciones a través de los vínculos.

-¿Qué recordás vos de tu propia formación docente?


-Cuando decidí hacer la docencia era el año 1976 y entonces cursé en simultáneo el
profesorado para la educación primaria y la licenciatura. Mi recuerdo, que fue un tema que
investigué después, es que la formación docente había una agenda de la formación, mucho
más interesante que la facultad. Había otra apertura, la facultad que me tocó era muy
homogénea en su pensamiento, era filosófica y conservadora, muy alejado de mi. Ello
implicó un gran esfuerzo de mi parte para poder terminar la facultad. En el profesorado, sin
embargo, pasaban otras cosas. Lo recuerdo con un cariño y respeto por lo que aprendí ahí.
Tuvo mucho que ver con lo que hice después como maestra y profesora. Cuando
recuperamos la democracia, mi primer investigación la hice con Cecilia Braslavsky tenía
como pregunta cómo puede formar para la democracia una institución en plena dictadura.
Cómo formar para profesores democráticos una institución en plena dictadura, y en el fondo
lo que tenía era una confrontación entre el silencio atroz de Filosofía y Letras y lo que me
pasó en el profesorado.
-¿Qué diferencias notás entre la formación docente de hoy y la de aquella época?
-Hay muchas variables. En las investigaciones encontramos tipos de docentes que podrían
denominarse “militantes pedagógicos”. Eligen la docencia con una clara vocación política,
en algunos casos ingresan a la docencia por programas socioeducativos y les interesa
quedarse ahí. Es un trabajo muy desgastante y esta es particularmente una época muy
ácida, muy difícil para trabajar. Mucho más cuando no hay reconocimiento, por ejemplo
cuando un presidente dice que “cae en la escuela pública”, cómo escucha cada maestra y
cada maestro? Es parte de ser autorizado, a lo que me refería antes. Hay que defender la
docencia y defender la escuela. El derecho a la escuela, a la experiencia escolar, con todo
lo que ella necesite ser renovada.

-¿Cómo ves la intersección entre psicología y educación?


-Es muy complejo. Creo que el problema con la psicología es cuando psicologizamos la
pedagogía. Cuando la explicación de lo que pasa (o no pasa) en el aula es excluyentemente
psicológica. Ahí es cuando tenemos un problema. Merieu refiere que los problemas en las
escuelas se resuelven con muletas. Algunas de esas muletas son los psicólogos, los
psicopedagogos, etc. El apoyo de los psicólogos a la tarea de enseñar es clave e
interesante. Cabe aclarar la diversidad de apoyos y psicólogos que hay, me preocupa
mucho las etiquetas en categorías psicológicas a estudiantes como argumento del
obstáculo para aprender. Me parece que ahí los psicólogos y los maestros que convocan
afuera y ponen afuera algo que en principio es pedagógico, y luego podría ser psicológico.
Así como en el consultorio la pedagogía no es la que va a resolver, en la escuela no es la
psicología la que va a resolver. Igualmente la presencia y disponibilidad de psicólogos en el
ámbito escolar es clave.

Alejandra Birgin es licenciada en Ciencias de la Educación (UBA) y Master en Ciencias Sociales


con orientación en Educación. Investigadora principal del Área Educación y Sociedad de
FLACSO, actualmente es Directora Nacional de Gestión Curricular y Formación Docente. En el
ámbito universitario es Profesora e investigadora del Departamento de Ciencias de la Educación
de la Facultad de Filosofía y Letras (UBA). Entre sus antecedentes en el campo de la
investigación educativa y la asistencia técnica cabe mencionar su participación como
Coordinadora de proyectos de investigación y asistencia técnica en análisis de desarrollo
curricular y capacitación docente (provincias de Santa Fe, Río Negro, Mendoza) y como
Coordinadora del Programa de Formación Docente (UEPC). Son numerosos sus aportes en
libros y revistas especializadas en educación, entre ellos: El trabajo de enseñar. Troquel. Bs. As.
1999, y La formación docente. Cultura, escuela y política. Debates y experiencias, Troquel, Bs.
As., 1998.Mención en Educación (FLACSO).

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