Está en la página 1de 5

EL PROBLEMA DE LA

DESIGUALDAD: EL HOMBRE
1
EL PROBLEMA DE LA DESIGUALDAD: EL HOMBRE

Actualmente se dan problemáticas que afectan y tienen un impacto muy profundo en


nuestra sociedad. Es preocupante ver en pleno siglo XXI estemos fuertemente arraigados a
esa cultura patriarcal impuesta por nuestros antepasados, y para colmo, es difundida en la
escuela, la religión, los gobiernos y los medios de comunicación. La historia nos dice que esa
cultura “varonil” pero a la vez machista ha acrecentado la violación y el maltrato
principalmente hacia el “sexo débil”, como son vistas las mujeres desde tiempos antiguos, sin
embargo, hay una lucha constante entre los homólogos y ésta es motivada por el deseo de
cumplir las más extravagantes y egoístas ambiciones, el alcanzar el poder a cualquier costo.
Por otra parte, el rechazo hacia las diferencias es otro factor que abunda en medio de nosotros
como una epidemia la cual no podemos escapar, esa intolerancia y discriminación acoge tanto
al género masculino como el femenino. Una de las diversas causas es la desinformación e
ignorancia en la crianza y sin dejar de lado también las históricas y biológicas.
Para empezar los niños desde que nacen son los primeros afectados en recibir unas
orientaciones o unos aprendizajes impartidos en el hogar acerca del lugar a ocupar en la
sociedad dependiendo de cómo viene convertido al mundo. Si es un niño, seguir el camino a
la masculinidad o si es niña a la feminidad. Al ir creciendo éstos se darán cuenta de sus
diferencias tan notorias y marcadas desde lo físico hasta lo comportamental, por lo tanto,
estamos en el deber de guiarlos de la mejor manera sin caer en las concepciones erróneas que
son frecuentes en los jóvenes por culpa de los adultos. Como por ejemplo: Sí Gabriela, una
niña criada de forma normal no gusta de usar falda en la escuela y por curiosidad o confusión
siente una atracción hacia personas de su mismo sexo, es un caso que en un principio sonaría
alarmante pero tomando las medidas necesarias y la atención adecuada no sólo con ella sino
también con toda la comunidad estudiantil y padres de familia se llegaría a un acuerdo en
reflexionar y respetar esa decisión de la menor de edad. Ocurre todo lo contrario, la tildan de
extraña, de lesbiana, hieren sus sentimientos causándole una fuerte depresión. Esto tomado de
un proyecto acerca de la sexualidad, es un vivo ejemplo que lo femenino no siempre viene
“equiparado” como todos pensamos. Pasa también con los varones, no pueden expresar
habitualmente sentimientos, ni emociones o ser sensibles, ya que, perdería toda masculinidad
y sería un caso evidente de debilidad, algo que un padre hoy en día no aceptaría de su
descendiente. Referenciando estos dos bandos hombre y mujer. Masculino y femenino, la
2
EL PROBLEMA DE LA DESIGUALDAD: EL HOMBRE

historia nos dice que el primero siempre se ha caracterizado por ser tirano, promotor de
guerras, dominante, en este caso de la mujer.
Según Michael Kaufman (1994) “Poder, en efecto, es el termino clave a la hora de
referirse a masculinidad hegemónica” pero ¿esta idea forjada desde un pensamiento individual
tendría peso como en uno científico? Desde lo biológico es sencillo decir “aquel género
completamente opuesto al género femenino” o las distintas teorías genéticas que han tenido
relevancia en varias sociedades tanto desarrolladas como subdesarrolladas a través del tiempo,
simplemente por el hecho que el gen masculino aporta cromosomas XY, determinando el
sexo en la especie. Uno de los principales interrogantes es el ¿Por qué tanta desigualdad y
diferencia en la sociedad?
Aun así, retomando otros de los aportes de Kaufman (1994) en algunos de sus artículos
se destaca la imponencia del patriarcado “el patriarcado existe no solo como un sistema de
poder de los hombres sobre las mujeres, sino de jerarquías de poder entre distintos grupos de
hombres y también entre diferentes masculinidades” Existe un ideal a seguir con respecto al
hombre y es el de ser líder, demostrar poder a través de adquisiciones políticas y económicas.
Si algún homologo no siguiera éstas condiciones, estaría en contra de un sistema, una lucha
interna con su “verdadera naturaleza”. El poder es asociado al hecho de ser hombre y poseer
algún tipo de poder, son modelos egoístas que opacan el porvenir de nuestra sociedad desde
tiempos inmemorables. La otra cara de la moneda, la mujer, está en todo el derecho a
revelarse ante aquellas injusticias que dañen su integridad física y moral. Poco a poco han
tenido una importante repercusión para garantizar la igualdad de género.
“Con el surgimiento del feminismo moderno, la balanza entre el poder de los hombres y
el de las mujeres ha estado sufriendo un rápido cambio” Kaufman (1994) es de reconocer la
fuerza mental y la tenacidad con la cual mujeres importantes y pertenecientes a las clases
bajas en la historia han abierto un camino para las demás en la lucha y reconocimiento de sus
derechos.
Las claves para curar estas problemáticas es primero que todos los hombres también
aprendan a ser mucho más tolerantes. Darse cuenta que esa masculinidad machista lo que
hace es producir dolor, saciándolo en conductas violentas. No siempre la figura masculina
debe tomar las riendas del liderazgo, también puede servir de apoyo para otros. La relación
entre hombres y mujeres y a la vez con otros hombres sea de cooperación dejando de lado las
diferencias.
3
EL PROBLEMA DE LA DESIGUALDAD: EL HOMBRE

Así como las mujeres han entendido que deben reconocer sus derechos para ser tenidas
en cuenta cumpliendo un papel importante en la sociedad. Los hombres están en la obligación
de reconfigurar la masculinidad acompañada de nuevas actitudes y comportamientos más
humanos apartando el prototipo ideal de género para poder vivir a plenitud.

La desigualdad social fuertemente marcada por estereotipos vinculados al sexo, sobre


todo al género masculino desde distintos puntos de vista, sean, el biológico, el cultural, el
histórico y el filosófico han situado al hombre por encima de todo, tanto que su ambición y
arrogancia lo llevaron a desafiar la naturaleza. Como se dijo anteriormente poco a poco han
surgido cambios significativos en respuesta a esa dominación y la aparición de nuevas
masculinidades sin caer en ideas equivocadas. El hecho de ser hombre no garantiza hacer lo
que nos venga en gana y mucho menos menospreciar a los que no se consideran varones.
Tampoco ejercer control total sobre las mujeres, hay que entender que los seres humanos no
nos diferenciamos principalmente por el sexo o género, incluyendo la etnia, color de piel,
creencias o algunas limitaciones físicas o mentales, es decir, todas las personas hacemos parte
de una gran familia formada en muchos principios, ideologías y valores, necesitamos
apoyarnos y hasta soportarnos unos a los otros, el camino hacia la igualdad puede parecer
utópico y lleno de dudas. No obstante hay que luchar debido a que la sociedad necesita
primordialmente hombres y mujeres íntegros para alcanzar la armonía y la paz.
4
EL PROBLEMA DE LA DESIGUALDAD: EL HOMBRE

REFERENCIAS

Diverdiferencias. Proyecto Homofobia en la escuela de los Andes (2009-2011) Colombia


Diversa

Michael Kaufman. (1994). Los hombres, el feminismo y las experiencias contradictorias del
poder entre los hombres. Editores: Theorizing Masculinities, Thousand Oaks, Sage
Publications, págs. 142-165.

Nuevas Masculinidades. Talleres de CEPALC (2012)

También podría gustarte